REVISTA DIEZ - NÚMERO 125

6 de mayo de 2012 - Comitán de Domínguez, Chiapas

Entrevistadora: Dora Patricia Espinosa Vázquez

DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.

Contenido

5.– EDITORIAL:

Promesas.

6.– ZAGUÁN:

Las DIEZ de las paredes de Comitán.

18.– PATIO:

Casa de Citas

Beat

(Dos y última).

Autor: Héctor Cortés Mandujano.

29.– BALCONES.

Hablemos de libros (I)

Autor: Enrique Robles Solís.

33.– CORREDORES.

Entrevista con:

Roque Flores.

Entrevistadora: Dora Patricia Espinosa

Vázquez.

39.– SITIO

Para alimentar la nostalgia.

41.– ACTUALIDADES.

44.– MOJOL:

45.– En nuestro próximo

número:

Entrevista con:

Elías

Cordero.


Editor responsable: Alejandro Molinari

Contacto: [email protected]


Comitán, ciudad que habla de vos


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¿Hacia dónde camina la es-

peranza?

En estos tiempos de

campañas políticas, donde

proliferan los actos llenos de

promesas, la esperanza es

un producto que nos ofrecen

a granel, como el azúcar.

Nuestra patria está in-

mersa en un bolso de des-

contento y lo que la socie-

dad más anhela es alcanzar

un rayo de luz. Por esto, los

discursos de los políticos

están llenos de esos brillos

esperanzadores porque sa-

ben que tener en las manos

esas bengalas les garantiza

los votos.

Este pueblo anhela educación para sus hijos y trabajos dignos para sus hombres y muje-

res; anhela un Estado donde la seguridad esté garantizada; anhela vivir en armonía y tran-

quilidad. Este pueblo anhela servicios médicos que garanticen su salud.

De esos anhelos, los candidatos toman la esencia y nos ofrecen proveer al pueblo una

educación de excelencia, campos deportivos, plazas limpias, trabajos dignos y dotación de

servicios óptimos. Los candidatos prenden la flama de la esperanza y ofrecen terminar con la

violencia imperante y desechar, de una vez por todas, la corrupción y la impunidad.

Pero, de veras, ¿hacia dónde camina la esperanza?

El acto de firmar las promesas y los compromisos podría resultar un acto honesto. No a

la hora de la campaña, sino en el instante en que el ganador acceda al poder. Que la firma

ante notario de los compromisos sea un acto trimestral y que comprometa al político a cum-

plir dichas promesas. En caso contrario, que la Constitución establezca el “despido” del

hombre que, al decir de Morelos, no es más que “un siervo de la Nación”.


Las DIEZ de

las paredes

de Comitán


Comitán ha cambiado. Sus fachadas son testigo fiel de ese cam-

bio. Hubo un tiempo en que las paredes, a lo más que llegaban

era a tener unas pintas con el clásico “Siga la raya” o con el no

menos famoso: “Cotz”. Ahora son otras rayas y las palabras tie-

nen otros conceptos. El “Cotz” ha desaparecido y un lenguaje

críptico y universal se ha apoderado de nuestras paredes.



El Maestro Jorge fue aficionado a la pintura. No le

bastó pintar hojas de cuadernos o bastidores de tela.

Un día pintó una pared, pero no le bastó una pared

de la sala o del patio de su casa. La barda exterior pe-

rimetral de su casa la convirtió en su museo particu-

lar y la compartió con todos los caminantes que,

cuando pasan por ahí, miran postales de Los Lagos.


Porque las paredes que dan a la calle son como piza-

rrones, como lienzos, donde se pueden enviar mensa-

jes a todos los que por ahí pasan. Para que el cami-

nante se detenga un instante y trate de captar el

mensaje. Las paredes hablan, a veces ¡gritan!


os



Nuestros fantasmas y “aparecidos” han cambiado.

Ahora, los niños temen a otros monstruos. Sus sueños

tienen semejanza con los seres de la televisión.



Porque los héroes también se han convertido en

Súper Héroes y el futuro ya nos alcanzó en el intento

de ser cosmopolitas.



Porque hay muros falsos y lo que un día fue novedad

hoy es mera rutina.



La naturaleza patalea y se resiste a terminar ahogada

debajo de una plancha de cemento. No obstante la

lectura que ahora se hace es que el árbol es el que tra-

ta de sobresalir ante la rotundez del letrero.



¡Dios mío! ¿Algún lector puede encontrar una míni-

ma señal que le indique que esta pared es comiteca y

no es cualquier pared de cualquier lugar del mundo?



Y un año del Señor fue declarado Año de Jaime Sabi-

nes y las paredes de Chiapas se llenaron de fragmen-

tos de poemas de Sabines. Ahora estos letreros acusan

el paso del tiempo y son fragmentos que otorgan una

imagen de soledad y desamparo a nuestras calles.



Por fortuna, y gracias a Dios, todavía hay paredes

que son únicas y originales, pero ya son pocas.



Y a pesar de que tiene una cerveza en la mano, el

cuch anda encabronado porque sabe que este baño

sauna no promete mucha vida.





Casa de Citas

Autor: Héctor Cortés Mandujano

(Dos y última)



…Mañana, una palabra hermosa que probablemente

quiera decir cielo

Jack Kerouac, En el camino

En el arranque de su libro El disfraz de la inocencia.

La historia de Jack Kerouac en México (Fideicomiso

para la Cultura México-USA, 2000), Jorge García-

Robles dice algo sobre el signo zodiacal, piscis, que

comparto con Kerouac (p. 11): “Signo de idealistas,

conflictivos, egoístas e hipersensibles”. Eso ya calienta.

En 1950 Kerouac publica su primera novela, La

ciudad y el campo, (p. 26) “que la crítica ignora y que

se vende mal”, pero que (p. 27) “le hacen descubrir su

estilo literario espontáneo-dinámico-bop-jazzístico, su

estética de la vivencia, que consiste en urdir un texto

con la misma frecuencia e intensidad con que fue pre-

viamente vivido”.

García-Robles cuenta que cuando Vladimir Ma-

yakovski, poeta ruso, en 1925 llegó a México y (pp. 30-

31) “vio por primera vez en su vida mexicanos peque-

ños y huarachientos, preguntó:

“—¿Y dónde están los indios?

“—Estos son los indios —me respondieron.

“Hasta los doce años soñé con los indios de acuerdo a Fenimore Cooper y Maine Reed. Y

he aquí que desconcertado veo ante mis ojos cómo los pavorreales se transforman en gallinas.

Fui castigado por mi primer desencanto.”

Eso no le pasó a Jack. Cuando los vio en su primer viaje, en 1950, este fue su pensamiento

(p. 332 de En el camino): “Estos individuos eran indudablemente indios y en nada se parecían a

los Pedros y Panchos del estúpido sentido común americano… tenían pómulos salientes, ojos

oblicuos y finas maneras; no eran idiotas, no eran payasos; esos indios magníficos y graves eran

el origen de la humanidad, sus padres”.

En el inicio de su celebérrima En el camino (publicada originalmente en 1957, mi ejemplar

es de Anagrama, 2000) dice (p. 11): “Conocí a Dean poco después de que mi mujer y yo nos se-

parásemos. […] Con la aparición de Dean Moriarty empezó la parte de mi vida que podría lla-

marse mi vida en la carretera”. Con él vino a México.

(Kerouac tuvo el detalle de cambiar los nombres de sus “personajes”, pero ahora todo



mundo sabe quiénes eran; Dean, por ejem-

plo, era en realidad Neal Cassady.)

Dean era ladrón de carros, pero (p. 19)

“sólo robaba coches para divertirse pasean-

do” y estaba “ávido de pan y de amor”:

“—Mientras pueda ligarme una chica

guapa con un agujerito entre las piernas…,

mientras podamos comer…” Jack no se ha-

cía ilusiones con él, sabía que (p. 19) “Dean

podía rechazarme como amigo, dejándome

tirado, como haría más tarde, en cunetas y

lechos de enfermo, ¿qué importaba eso? Yo

era un joven escritor y quería viajar”.

Además (p. 252), “la carretera es la vida”.

La opinión que tiene de los mexicanos

contrasta con lo que piensa de sus compa-

triotas (p. 74): “Los chicos y las chicas ame-

ricanos suelen ponerse tristes cuando están

juntos; lo sofisticado es dedicarse de inme-

diato al sexo sin la adecuada conversación

preliminar. Nada de cortejo, nada de una

verdadera conversación de corazón a co-

razón, aunque la vida sea sagrada y cada

momento sea precioso”.

Dean maneja cuando llegan a México

(p. 328): “¡Este es el mundo! —interrumpió

Dean—. ¡Dios mío! —golpeó el volante—.

¡Esto es el mundo! […] Empezamos a ver la

blanca arena del desierto y algunas chozas

alejadas de la carretera. Dean aminoró un

poco la marcha para contemplarlas.

¡Auténticas chozas miserables!, de esas que sólo se encuentran en el Valle de la Muerte, e incluso

mucho peores. Esta gente no se preocupa de las apariencias”.

También Kerouac está emocionado (p. 329): “Estoy demasiado excitado en este mundo. Al

fin hemos llegado al cielo. No puede ser más tranquilo, no puede ser mejor, no puede ser nada

más”.



Su visión de México es idílica (p. 330): “Aquí nadie desconfía, nadie recela. Todo el mundo

está tranquilo, todos te miran directamente a los ojos y no dicen nada, sólo miran con sus ojos os-

curos, y en esas miradas hay unas cualidades humanas suaves, tranquilas, pero que están siempre

ahí. Fíjate en todas esas historias que hemos leído sobre México y el mexicano dormilón y toda esa

mierda sobre que son grasientos, sucios y todo eso, cuando aquí la gente es honrada, es amable,

no molesta”.

Se sorprende también cuando llegan a la ciudad de México (p. 354): “El ruido era increíble.

En los coches mexicanos no hay silenciadores. Se puede tocar la bocina todo lo alto que se quie-

ra”. Regresó a nuestro país muchas veces.

Dice García-Robles (p. 121): “Con la aparición, en 1957, de En el camino, Los subterráneos, Libro

de sueños, y la propagación del mito beat […] una granizada de críticas desrieló la vida de Jack

Kerouac” y Jack (p. 122) “no tenía la malicia para capotear toda esta ruindad, carecía de agallas

para impedir ser devorado por sus colmillos afilados; como Allen Ginsberg, William Burroughs o

Bob Dylan lo hicieron”.

Murió, en 1969, a los 47 años. Parecía un anciano. Su corazón, dicen, no aguantó tanto alco-

hol y medicamentos. Año y medio antes (p. 128), “en febrero de 1968, Neal Cassidy —a quien Ke-

rouac despreció y vio muy pocas veces en los últimos años— fue hallado muerto a un lado de las

vías del tren en San Miguel Allende, México, después de haber consumido una mala mezcla de al-

cohol, pastillas y marihuana. Tenía 42 años”.

Pp. 130-131: “A Jack no le gustaba el mundo en que vivía y hacía todo lo posible para huir

de él. Su sensibilidad y genio chocaban con las convenciones humanas. […] En sus libros, la de-

pravación y la búsqueda de Dios son una y la misma cosa. Kerouac nunca las excluyó. Una borra-

chera era parte y no la negación del ascenso espiritual”.

Allen Ginsberg fue amigo y parte de esta trinidad de escritores beat. Se leían, se querían, de ad-

miraban.

En el prólogo de El almuerzo desnudo, por ejemplo, Burroughs dice que el título fue sugerido

por Jack Kerouac; “Aullido”, el poema más famoso de Ginsberg, está dedicado (Aullido y otros

poemas, Visor, 1993) a “Jack Kerouac, nuevo Buda de la prosa americana, que escupió inteligen-

cia en el interior de libros […], creando una prosodia bop espontánea y una literatura clásica ori-

ginal. Diversas frases y el título de Howl (Aullido) han sido tomadas de él”.

A “William Seward Burroughs, autor de Naked Lunch (El almuerzo desnudo), una novela in-

acabable que volverá loco a todo el mundo” y, por último, a quien también fue su amante: “Neal

Cassady, autor de The First Third, una biografía (1949) que iluminó a Buda”.

En el prólogo, William Carlos Williams advierte (p. 5): “Remangaros las faldas, señoras




mías, vamos a atravesar el infierno”.

Y empieza el poema con sus ya célebres palabras (p. 7): “He visto los mejores cerebros de mi

generación destruidos por la/ locura, famélicos, histéricos, desnudos,/ arrastrándose de madruga-

da por las calles de los negros en busca de/ un colérico picotazo…”

P. 9: “Fueron aferrados por sus barbas púbicas al regresar por Laredo/ a Nueva York con un

cinturón de mariguana,/ que devoraron fuego en hoteluchos o bebieron trementina en Paradise/

Alley, muerte, o hacían sufrir a sus torsos los tormentos/ del purgatorio noche tras noche por me-

dio de sueños,/ drogas, pesadillas de la consciencia, alcohol y verga y/ juergas continuas…”

P. 15: “…que aullaban de hinojos en el metro y se veían arrastrados de los/ tejados enarbo-

lando genitales y manuscritos,/ que permitían que los virtuosos motoristas les dieran por culo, y/

gritaban de gozo,/ que mamaban y fueron mamados por esos serafines humanos,/ los marineros,

caricias de amor Atlántico y Caribeño,/ que follaban por la mañana y por las tardes en las rosale-

das y el césped/ de los parques públicos y los cementerios dispersando/ su semen libremente a

quien quisiera viniera quien viniera….”

Por “Aullido”, publicado en 1956, dice la primera solapa de Kaddish (Laberinto Ediciones,

2009), otro de sus famosos poemas, “fue llevado a juicio acusado de ‘obscenidad y atentado a las

buenas costumbres’, de lo cual se libró después de que académicos universitarios declararon bajo

juramento que ‘eso’ era literatura”.

Kaddish lo dedica a su mamá, Noemí Ginsberg, quien murió en el manicomio. Sus palabras

sobre ella son duras, las escenas que describe no son necesariamente cómodas para el lector con-

vencional (p. 25): “Una vez pensé que intentaba seducirme —flirteando con ella misma hasta

humillarse— tirada en la vasta cama que inundaba el cuarto, vestida hasta las caderas, grandes

chirlos de cabello, cicatrices de intervenciones quirúrgicas, páncreas, heridas en el vientre, abor-

tos, apéndice, las puntadas de incisiones sobresaliendo en la gordura como horrendos cierres —

largos labios de guiñapo entre sus piernas. —¿Qué?, incluso el olor del ano. Yo estaba frío —con

algo de repulsión, no mucha —me parecía una buena idea intentarlo —conocer al Monstruo del

Útero Principiador —Tal vez —de ese modo. ¿Le importaría? Ella necesitaba un amante”.

P. 34: “Una noche que regresé de San Francisco, Orlovsky me esperaba en mi cuarto —

Whalen en su silla pacífica —había un telegrama de Eugenio —Noemí ha muerto”.

Este es el final (p. 35): “¡Escribió profecías renovadas! —La llave está en la ventana, la llave

está en la luz solar de la ventana —Yo tengo la llave —Cásate Allen, no tomes drogas —La llave

está en las rejas, en la luz del sol en la ventana.

“Te quiere/ tu madre/ que es Noemí”.

Dice García-Robles (p. 129): “En abril de 1997, Allen Ginsberg, vuelto un mito viviente, mu-

rió de cáncer de hígado en Nueva York a los 71 años; y William S. Burroughs, el mayor y último

sobreviviente de la trinidad, también convertido en icono de la supracultura, falleció a los 83 años

de un paro cardiaco, en Lawrence, Kansas, en agosto de 1997”.

Contactos: [email protected]









4a. calle norte oriente No. 10

Comitán de Domínguez, Chiapas







Borges comienza su famosísimo poema de “los dones” con un verso

que hoy es ya casi una frase hecha: “Nadie rebaje a lágrima o repro-

che esta declaración de la maestría de Dios, que con magnifica ironía

me dio a la vez los libros y la noche”

Por su parte, Umberto Eco considera que: “El libro es como una

cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez que se han inventa-

do, no se puede hacer nada mejor”

A propósito de la instauración del Día Mundial del Libro, es ne-

cesario reflexionar sobre la importancia de los libros y su influencia

en el desarrollo de la vida de los seres humanos, evidentemente, de-

signar a un día especifico como tal, no resolverá la estadística negati-

va en cuanto la poca afición a la lectura, por el pueblo mexicano, sin

embargo, es un buen indicio, una buena señal, de que las autoridades

e incluso la sociedad civil se han dado cuenta de este fenómeno y bus-

can revertirlo.

Más allá del placer que provoca la lectura (un acto intimo y go-

zoso dice acertadamente el Molis), y del examen del alma humana

que de ella deriva, la historia se ha visto influida por obras que son

memoria y registro de descubrimientos y teorías que intentaban ex-

plicar el mundo mediante la observación, el razonamiento y la de-

ducción, o bien, cuyas ideas cambiaron las concepciones que los seres

humanos tenían de sí mismos. Aquí haremos un recuento cronológi-

co, parcial y subjetivo, de algunos libros que han impulsado el avance

científico y social del mundo occidental.

En la primera parte de este artículo, conoceremos a los diez li-

bros más antiguos de la historia y una breve sinopsis de los mismos,

en la segunda entrega, nos enteraremos de los libros que cambiaron

la historia y que no son precisamente: “La Divina Comedia”, “El

Quijote”, o incluso “El Principito”.

Los libros no sólo son letras e ilustraciones preservadas en pa-



pel. Antes de su invención, los escribas de Mesopotamia

y el Medio Oriente emplearon otros medios más perdu-

rables para preservar leyendas, códigos y liturgias de las

culturas más antiguas del mundo, esto es, sumerios, aca-

dios y egipcios, aquí tenemos el recuento de los textos

más antiguos de los que existe algún registro:

1.- “Instrucciones de Shuruppak” (ca. 2600 a. C), des-

truido en la Guerra de Irak, texto sumerio que pretende

transmitir sabiduría, inculcar la virtud y las normas de

la comunidad. Algunos historiadores lo consideran un

antecedente de los Diez Mandamientos y del Libro Bíbli-

co de Los Proverbios.

2.- “Himnos del Templo de Kosch” (ca. 2600 a. C), tam-

bién llamado Liturgia de Nintud, diosa de la creación, es

una leyenda sumeria conservada en tablillas de arcilla.

3.- “Leyenda de Etana” (ca. 2600 a. C), narra la historia

del rey sumerio Kish, cómo tuvo un hijo con la ayuda de

una águila, y lo que sucedió después.

4.- “Textos de la Pirámide” (ca. 2400 a. C), escritos pro-

venientes del Antiguo Egipto; fueron labrados en las pa-

redes y el sarcófago de la Pirámide de Saqqara.



5.-“Código de Urukagina” (ca. 2400 a. C), se considera el primer

código jurídico de la historia del hombre; su propósito era comba-

tir la corrupción de la ciudad sumeria de Lagash, e imponer leyes

que contemplaban Derechos Humanos.

6.- “Piedra de Palermo” (ca. 2400 a. C), se trata de un fragmento

de una estela de basalto que enlista los reinados que siguieron a la

unificación del Alto y el Bajo Egipto.

7.- “Máximas de Plahhotep” (ca. 2350 a. C), Ptahhotep era un vi-

sir egipcio bajo el mando del faraón Issei, que en este texto da con-

sejos a su hijo sobre las relaciones humanas.

8.- “Himnos de Enheduanna” (ca. 2270 a. C), el más antiguo ejem-

plo de la presencia de la mujer en la literatura: Enheduanna era

una sacerdotisa de la ciudad sumeria de Ur.

9.- “Epopeya de Gilgamesh” (ca. 2200 c. C), es un poema épico

que narra la vida de Gilgamesh, rey de la ciudad sumeria de

Uruk, y su amistad con Enkidu.

10.- “Maldición de Agadé” (ca. 2100 a. C), narra la caída del im-

perio acadio, debida a la maldición del rey Agadé.

Borges decía: “Yo que me figuraba el Paraíso bajo la especie

de una biblioteca”, se adelantó a los tiempos, sin duda alguna, lo

mismo sentían los antiguos escritores.



Entrevistadora: Dora Patricia Espinosa Vázquez



Roque Flores es un comiteco de nacimiento y de corazón. Es Licenciado en Mercadotecnia. Ac-

tualmente, director de la revista Vos; pertenece a la Asociación de Periodistas de Comitán y a la

Asociación de Reporteros Gráficos de Chiapas. Al respecto, responde las siguientes preguntas:

¿A qué se dedica?

Mi trabajo es la mercadotecnia. El periodismo se me dio por añadidura. La revista Vos,

está sustentada en la mercadotecnia, nada más que muy poca gente lo sabe porque este es el

secreto de la revista, los anuncios comerciales.

¿Cuándo surge la revista Vos?

La primera edición la lanzamos el 5 de noviembre de 1990. En ese entonces no había ele-

mentos técnicos en Comitán, que era un terreno muy fértil para lanzar una revista, pero no

había la tecnología para hacerlo. Tuvimos que recurrir a Tuxtla Gutiérrez, donde la prime-

ra edición nos llevó más de un mes hacerlo. Buscamos el más barato, el mejor diseñador,

porque cuando iniciamos yo no sabía ni siquiera diseñar y, con el tiempo yo miraba como

lo hacían y aprendí. Mi maestro en diseño fue Xavier González Alonso, un gran amigo mío.

Cuando iniciamos era tamaño media carta, ahora le dimos un tamaño especial, resultado

de una investigación de mercado; es un tamaño muy propio en el cual no se desperdicia ni

un milímetro de papel, es un tamaño muy fácil de llevar, de leer, ni es media carta ni medio

oficio es un tamaño intermedio. La revista es de los pocos negocios que han llegado a ese

tiempo de vida porque estadísticamente el ochenta por ciento de las empresas no llegan al

año y nosotros ya tenemos veintiún años y estamos bien, como pez en el agua.

¿En dónde encontramos la revista?

La revista se distribuye principalmente en los lugares donde nos compran anuncios y deja-

mos una cantidad en cada centro cultural; la Casa de la Cultura, el Archivo Histórico, la Bi-

blioteca y los Museos; está al alcance de todo el mundo porque es gratis. Hacemos un tiraje

de dos mil revistas al mes. Gracias a Dios, nos reclaman cuando no sale. Cubrimos cuatro

municipios de primera mano, llegamos a Las Margaritas, La Independencia, La Trinitaria,

pero indirectamente llegamos también a Tzimol, Socoltenango, Las Rosas y Comalapa.

¿Cuál es el objetivo principal de la revista?

En primer lugar mantener un medio informativo que a la ciudad le sirva. No es cierto que

nosotros lo hagamos por amor al arte; queremos mucho lo que hacemos, sí, amo mi traba-





jo, pero el servicio social que hacemos nos deja para vivir decorosamente. Informamos so-

ciales, deporte, cultura, pasatiempos de calidad, y de esta manera contribuimos al desarro-

llo cultural porque como quiera que sea ha sido motivo de apoyo a los escolares, cubrimos

eventos culturales, los más sobresalientes. Contribuimos a la cultura de Comitán.

¿Por qué Vos?

Vos es un pronombre personal. En un español correctamente hablado lo que nosotros deci-

mos tú es el vos, y además fonéticamente parece que es voz; de hablar.

¿Comitán debe hablar de vos?

Claro que sí. Yo me pongo por delante, pero somos pocas las personas que tratamos de po-

ner en práctica nuestro idioma original en Comitán, y me siento muy orgulloso de hablar de

vos donde quiera. A veces parecemos pedantes pero mientras no le cambiemos el ritmo de

hablar yo siento que somos originales y debemos sentirnos orgullosos de eso. Me sale del al-

ma hablar de vos. Si en lugar de hablarnos de usted, hablamos de vos mucho mejor porque

estamos rescatando nuestros orígenes, nuestra lengua propia, nuestra identidad como pue-

blo.

¿Cómo ha sido la respuesta de la gente?

Muy buena. Hicimos un estudio de mercado, una encuesta y el ochenta por ciento de la gen-

te de Comitán conoce la revista. La revista ya tiene muchos fans. Siento que en todos los

años que lleva la revista han surgido cien revistas. Don Antonio Melgar hizo un estudio don-

de aparece la revista Vos como una de las pocas sobrevivientes de todas las ediciones edito-

riales que han salido. La revista Vos, no le hace caso a las mareas, vamos flotando con pro-

pia sustentabilidad. Tenemos los compromisos con las casas comerciales. No podemos fallar-

les. Ahora, hay colaboradores. Nosotros aceptamos la colaboración de quien quiere partici-

par. Han colaborado con nosotros, orgullosamente, Lupita Alfonso, Raúl Espinosa, Refu-

gio González, Marco Tulio Guillén; plumas bien importantes.

¿Qué compromiso tiene ahora la revista?

Cuando uno trabaja por pasión, por entrega, no tienes límite. La revista se divide en dos

etapas, en 1998 la revista llego al final de una etapa con 85 ediciones y en enero del 99, co-

mo dicen en el argot del futbol americano, tomamos un segundo aire. La vida es hasta que

Dios quiera; porque vas a ver que nosotros tenemos un objetivo en la vida: vivir el día de

hoy como si fuera el último de veras, y no le hemos puesto una fecha de fin. Cuando salimos



en el 88 ya tenía la propuesta de

salir con la frente levantada y

en el momento que estamos

arriba. Ahorita tenemos vein-

tiún años y lo difícil de una rela-

ción ya sea con tu pareja, con tu

trabajo, es que estés contento

con lo que haces. En el inicio

necesitas echarle mucho empu-

je, lo difícil es sostenerse. Aho-

rita, estamos en un status de

inercia, solito va y no le hemos

puesto fin, primeramente Dios y

mientras la gente de Comitán

nos acepte, la revista va a se-

guir.

Don Roque, conoce la importan-

cia de ser congruentes con lo que

se dice y se hace. Asegura, que en

la revista Vos jamás se encontrará

una noticia mala. Su lema: Dame

una noticia buena, o no me des

ninguna.


Plaza Las Flores - Local 34

Servicio a domicilio:

Tel.: 108-90-44



El Arquitecto César Guillén Cota nos permitió copiar esta foto de su archivo. Acá

se ven dos de los locales más simbólicos de Comitán de los años sesenta: El Casino

Fronterizo y el Restaurante Bonampak.

Labor de nuestros cronistas es, sin duda, hurgar en archivos y platicar con

personas que aporten datos de locales comerciales y de servicios que dieron forma

al Comitán de hoy.





Programa del martes 1 de mayo de 2012.

Un martes de cada mes, Crónicas de Adobe destina su emisión para

hablar de libros. Dora Patricia Espinosa Vázquez habló de “La lenta

furia”, libro de cuentos de Fabio Morábito y de “La mañana debe

seguir gris”, novela de Silvia Molina.

**********

Crónicas de Adobe también se escucha por Internet

www.imer.gob.mx

Martes, de 3 a 4 de la tarde.


Docentes, directivos y alumnos del segun-

do, cuarto y sexto semestres de la Licen-

ciatura en Trabajo Social, de la Universi-

dad Mariano N. Ruiz, acudieron a la Co-

munidad “El Progreso”, del municipio de

La Trinitaria. En el Salón de Actos presen-

taron obras con títeres y realizaron juegos

con los niños y padres de familia de esa co-

munidad. Al final obsequiaron dulces y ju-

guetes para todos los asistentes.




Niñas de la comunidad El Progreso.

EN NUESTRO PRÓXIMO NÚMERO



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