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Revista Cultural Mara Edición Especial

Revista Cultural Mara

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El presente volumen de la Revista Cultural Mara, siguiendo nuestra política editorial de diversidad , en esta edición especial recorremos de una manera caleidoscópica temas que nos llevan desde lo profundo de nuestro Estado Amazonas con el grupo indigena Buré hasta la cumbre de la Cultura Mesoamericana : Los Maya , deteniéndonos en el análisis de los Derechos de los pueblos indígenas venezolanos y su situación actual.

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Page 1: Revista Cultural  Mara

Revista Cultural

Mara Edición Especial

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Sumario

3 Editorial

4 Poblamiento de Venezuela

8 Indígenas venezolanos: Baré

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Análisis de los artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela relacionados con los indígenas venezolanos

23 Cultura Maya : ¿Por qué es catalogada como una sociedad autosuficiente?

25 El Cacique Mara

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Editorial

El presente volumen de la Revista Cultural Mara, siguiendo nuestra política edito-

rial de diversidad , en esta edición especial recorremos de una manera caleidoscó-

pica temas que nos llevan desde lo profundo de nuestro Estado Amazonas con el

grupo indigena Buré hasta la cumbre de la Cultura Mesoamericana : Los Maya , de-

teniéndonos en el análisis de los Derechos de los pueblos indígenas venezolanos y

su situación actual.

En ambos extremos, la diversidad se manifiesta: en la cosmogonía sociocultural de

la etnia Baré el universo es uno mismo para todos y de allí el respeto y la aparente

docilidad para aceptar el ser “aculturados”, en una mansa relación con las bonda-

des y riquezas de su tierra, aceptando el mestizaje a tal punto que este fenómeno

ha contribuido a la aculturación y dispersión. Mientras que los Mayas orgullosos y

autosuficientes resistieron los embates de la colonización con fiereza, pero en la

actualidad a pesar de que se alimentan y viven en casas muy parecidas a las de sus

ancestros, llevan sobre sí el legado de una tradición en la q3ue cambiaron la forma

de sus rituales, combinando la religión católica con su antiguo sincretismo mágico ,

en una mezcla religiosa que alcanza su 3mayor singularidad en el entrelazamiento

de las originarias deidades mayas con imágenes del cristianismo.

Pero ambas culturas de fiereza y mansedumbre coinciden en la necesidad de pre-

servar con respeto y dignidad su maravillosa y fascinante esencia étnica, donde

todos convergemos.

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Poblamiento de Venezuela Minerva Pereira R. HPS– 131-00186V

De la película Almanya "Un hombre sabio contestó una vez a la pregunta ¿Quién o qué somos? Diciendo:

"Somos la suma de todo aquello que ocurrió antes de nosotros, de todo aquello que tuvo lugar ante nuestros ojos, de todo aquello

que se nos hizo. Somos cada persona y cada cosa que ha influido en nuestra existencia o que ha sido influida por la nuestra.

Somos todo lo que pasa después que ya no existimos y lo que no ocurriría si no hubiéramos existido"

Esas palabras resonaron en mi cabeza y recordé una conversación de las muchas que tuve

con mi abuelo. Había estudiado para un examen que tendría en esos días sobre los pueblos

indígenas precolombinos en Venezuela; la profesora nos había explicado la gran cantidad

de tribus o grupos sociales, su ubicación y su forma de subsistir, las aprendí concienzuda-

mente, sin embargo, no me sentía conforme, pensaba que me faltaba algo y le conté a mi

abuelo lo del examen y le pedí que me comentara algo m|s ( mi familia le llamaba cariñosa-

mente pap| enciclopedia) no olvido sus palabras, me dijo: “h|blame de lo que has aprendi-

do a ver si yo te puedo aportar algo m|s”. Comencé a explicarle lo que había estudiado: “…

que los c|lculos de la población en el pasado indígena venezolano se mueven en el terreno

de la hipótesis, debido a las limitaciones del material documental- bibliogr|fico y la ausencia

de sistem|ticas investigaciones arqueológicas con |nimo de reconstrucción cultural, sin

embargo, Juli|n H. Stewrad correlacionando el poblamiento con el desarrollo socio-

cultural. Estima en 350.000 el número de indígenas que había en el territorio venezolano en

las últimas décadas del siglo XV, cifra que no es desechable, pues la fundamentación de es-

te etnólogo apoya resultados que pueden conducir a cómputos superiores a 500.000 habi-

tantes…” Él con su rostro de agrado me escuchaba atentamente tanto, que me sentía muy

importante, y así continúe habl|ndole: “Estos pueblos presentaban las siguientes caracte-

rísticas en cuanto a concentración y distribución:

1° Área demográfica Costero- Montañosa, localizada en los Andes venezolanos, franja cos-

tero montañosa, valles occidentales, centrales y orientales, piedemonte andino y con pro-

yecciones en las tierras insulares; esta región era la m|s poblada, pero no de manera unifor-

me, sino con las peculiaridades: a) Aldeas de elevada densidad demogr|fica en las zonas de

agricultura intensiva y riego sistem|tico; b) Centros poblados estables de relativa densidad

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me, sino con las peculiaridades: a) Aldeas de elevada densidad demogr|fica en las zonas de

agricultura intensiva y riego sistem|tico; b) Centros poblados estables de relativa densidad

en los lugares donde predominaban las formas económicas basadas en la agricultura de

azada y el intercambio permanente de productos de consumo permanentes de productos

de consumo, y c) Población periférica nómada con interpretaciones en las zonas anteriores.

2° Área demográfica de los Llanos, con escasa población donde se observan dos tipos de

poblamiento: a) Nomadismo dominante en la mayor parte del territorio, y b) Aldeas de re-

lativa densidad concentradas en las llanuras interfluviales y proximidades del Orinoco, con-

dicionada por actividades económicas basadas en la pesca intensiva, intercambio de pro-

ductos de consumo y la agricultura en las tierras anegadas por las crecientes de los ríos.

3° Área demográfica Amazónico- Orinoquense, de escasa población, localizada al sur del

Orinoco, y en las selvas; dominaba el poblamiento propio de los grupos recolectores, caza-

dores, pescadores, que utilizaban los ríos como fundamental via de comunicación y en algu-

nos espacios establecían aldeas inestables, a veces en conexión con un incipiente cultivo de

plantas”.

“Hoy sabemos que todos los pueblos

del mundo son hijos del mismo padre

y un origen común”

Al finalizar me dijo: “muy buena y detallada explicación, se ve que tienes una excelente pro-

fesara, si quieres que agregue algo m|s ser| para que comprendamos mejor a esos cientos

de pueblos que habitaron nuestra Venezuela precolombina”. Te diré hija (así me llamaba)

que no apareciesen aquí de la noche a la mañana es producto de miles y miles de años de

evolución, ellos que son nuestros antepasados también tienen ascendientes que llega a un

tronco común o padres comunes. Hoy sabemos que todos los pueblos del mundo son hijos

del mismo padre, de un origen común, y es que el primer hombre como tal nació en África y

allí comenzó a desarrollarse; con las glaciaciones comenzaron a esparcirse por el mundo y

así se sabe llegaron a Europa y a toda la América, como puedes ver todos tenemos un pa-

dre común una común historia, y así se fueron arraigando por los territorios del mundo,

fueron adapt|ndose y adquiriendo una morfología propia, una cultura, una forma de vida

única de cada grupo.

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Estaba impactada con la explicación de mi Abuelo y entonces le pregunte: ¿Quiere decir

que un Europeo, un Africano y un Venezolano tenemos un mismo origen común? ¿un mis-

mo padre común? A lo que el abuelo me contestó: Así es hijita, si tienes la oportunidad de

explicar esto en el examen, hazlo. Ya que los que han tenido poder en el mundo lo han he-

cho a través del error del racismo, el cual todavía explotan para que luchen unos contra

otros.

Llego el día del examen y escribí y escribí todo lo que había aprendido con la profesora y

con mi Abuelo. El día que entregaron las pruebas estaba muy emocionada, la profesora da-

ba el nombre de cada uno de mis compañeros y le entregaba su examen corregido. Pasaba

el tiempo y no me nombraba (el tiempo se me hacía interminable), termino de entregar y al

final dijo mi nombre y me pidió que me quedar| un momento después de la clase, eso me

preocupo. Una vez que mis compañeros se habían ido, se sentó en el pupitre de al lado, me

entrego mi examen mi nota era veinte y al lado estaba escrito lo siguiente “¡Muchas gra-

cias!”; le pregunte porque había escrito esto y me dijo: “yo estoy casada con un hombre

maravilloso de piel oscura, tenemos un hijo que saco todos los rasgos de su pap| de lo cual

me siento muy orgullosa, pero en el Colegio lo molestan por su color de piel. Luego de ha-

ber leído tu examen le pedí que lo leyera y que contara eso que habías escrito a sus compa-

ñeros en una exposición que tenía al día siguiente, me conto que lo hizo y explico nuestro

origen común, al finalizar su exposición uno de los niños que m|s se ensañaba con él, se

levantó de su pupitre, le pidió perdón por lo que había hecho y le dijo que a “partir de hoy

lo iba a tratar como lo que era: Su Hermano”

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Fuentes para la elaboración de este articulo:

Historia Económica y Social de Venezuela. Federico Brito Figueroa. Tomo I, 5ta Edición. Uni-

versidad Central de Venezuela , Ediciones de la Biblioteca _EBUC Caracas, 2005.

Fuentes electrónicas para la elaboración de este articulo:

An|lisis socio-económico de Venezuela. Eduardo J. Ortiz.

http://books.google.co.ve/books

id=P4J_e6hYtygC&pg=PA7&dq=poblamiento+de+venezuela&hl=es&sa=X&ei=Q733UtT-

PI2jkQf1sIHoDg&ved=0CEsQ6AEwCA#v=onepage&q=poblamiento%20de%

20venezuela&f=false

Pueblos Indígenas de Venezuela

https://www.youtube.com/watch?v=kPxNQ9SMMo8&feature=youtube_gdata_player

Colofón Hoy en Venezuela subsisten menos 50 grupos autóctonos y cada vez más diseminados por el hambre, la miseria, las enfermedades, los latifundistas y el desamparo de los gobiernos de turno. Son muy pocos grupos los que hoy conservan intactas su forma de vida, su conexión directa con la naturaleza, su organización interna como sociedad y familia. Muchos se dedican en la actualidad a actividades como la buhonería, el turismo, en los casos extremos a la mendicidad en los más lugares oscuros de las grandes metrópolis de nuestro país.

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LOS BARE… una etnia que se resiste a ser olvidada. Geraima Espinoza. HPS– 131-00194V

RAICES DEL PUEBLO BARE

Al pertenecer a la familia lingüística Arawuacos , a los

que también pertenecen los los grupos étnicos guajiro,

paraujano, baniva, curripaco, yavitero, piapoco, guareque-

na, aruaco , son coparticipes de sus costumbres y cosmo-

gonía. M|s sin embargo el pueblo indígena Baré ha sido

considerado como uno de los m|s aculturados del estado

Amazonas, ya que fueron adoptando otras culturas for|-

neas en detrimento de la propia.

Se especula que entre los 6000 y 5000 años A.C, los Proto-Arawak la familia a la que perte-

nece esta etnia se encontraban concentrados a los largo de la ribera inundable de la Ama-

zonía Central. Como consecuencia de migraciones y expansiones que se produjeron entre

los 4200 y 3800 años A.C una parte de la población Arawak penetro al Bajo Negro convir-

tiéndose en los Proto Maipure del Norte, en una penetración y asentamiento en el ambien-

te oligotrópico del Río Negro un h|bitat empobrecido en la estación seca.

Esto probablemente hizo necesario:

1. La ocupación de territorio más extenso.

2. Una mayor expansión entre distintos asentamientos. 3. El establecimiento de un mayor

control sobre territorios ocupados.

4. El surgimiento y/o refuerzo de las reglas de territorialidad.

5. Una mayor eficacia en la Producción (Ej. La agricultura) y/o un mayor control de la natali-

dad.

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Como consecuencia de todo esto, los hablantes de los Proto-Maipure del Norte se subdivi-

dieron en cinco grupos, cada unos de los cuales se dirigió y ocupo un sector determinado

del Noreste Amazónico. El Proto- Baré se movió hacia el Alto Negro. Según datos etnogr|-

ficos e históricos de los BARÉ después de su separación étnica y lingüística ocuparon el sec-

tor comprendido entre el Medio Negro y sus afluentes, después pasando por ultimo a con-

centrarse en los ríos Siapa, Pamoni, Pasimoni y Baria. Después de su asentamiento sedi-

mentario , esta etnia pasó a vivir a orillas del río Casiquiare, Baria y el Río Negro fundando

poblaciones a su paso a lo largo del río .

A partir del año 1737, los baré, que vivían en la hoy República Federativa de Brasil, fue-

ron siendo objeto de esclavitud por parte de los portugueses, quienes los cazaban como

animales para ponerlos a trabajar la tierra.

Esta situación envolvió a los baré, ocasionando una primera oleada de destrucción de la cul-

tura autóctona, ya que fueron obligados a vivir en las nuevas poblaciones fundadas por los

españoles, adoptando nuevas formas de vida, nuevas costumbres, así como nuevo idioma

(el castellano) y nueva religión(la católica). Otro hecho que contribuyó a la transcultura-

ción y casi exterminio de los baré, fue la época de explotación del caucho, que fue inicia-

da en la región amazónica venezolana por el francés Trouchon hacia el año 1860, durante

la misma, toda la Amazonía era una especie de campo de concentración, de campo de la

muerte.

Al finalizar la bonanza del caucho y de otros

productos vegetales (el pendare, la sarrapia

y el chiquichiqui),

en el año 1927 aproximadamente, comienza un

movimiento migratorio desde río Negro

a otras partes del estado Amazonas, en su mayoría a Puerto Ayacucho, donde los Baré con-

tinúan su proceso transculturador al irse adaptando circunstancialmente a las costum-

bres ,la cultura , la religión y la alimentación del “hombre blanco”.

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A pesar de todo lo antes expuesto, los Baré se resisten a la extinción total de su cultura.El

idioma es el aspecto donde hay mayor debilidad; por eso en los últimos años, un grupo de

profesionales descendientes de esta importante etnia, se han dedicado a rescatar y promo-

ver estos valores culturales ancestrales,ejecutado varios proyectos, que tienen como finali-

dad la enseñanza del idioma baré, entre ellos: la Escuela de Baré”Pompilio Yacame”, los

Nichos Lingüísticos “Yacame”, “Puchuchúculi Jmiye” y Ukúwe Jmiye; el Órgano Informati-

vo “Yajaneina Wini”, en Puerto Ayacucho .

LOS BARÉ: HOMBRES DE AGUA …TEJEDORES DEL RÍO NEGRO

En términos generales, el Baré tiene una fuerte relación con el

río y sus recursos, tanto material como simbólico. Después de

todo , corren siempre, cambian todo, , pero, sobre todo retie-

nen la imagen de la riqueza al ser fuente de recursos para la

sobrevivencia.

El río es el factor dominante en esta estructura fisiogr|fica y humano,dando un car|cter o la

identidad al n ritmo de vida regional, dependiendo entonces del rio para la vida y la muer-

te, la fertilidad y la gracia, las inundaciones y la sequía.

Los ancianos narradores que aun conservan en su memoria recuerdos del pasado, dicen

que la vida " anterior" se basó en la la explotación de los productos forestales y la yu-

ca. También vivían en dispersos

sitios de la comunidad pequeña de la familia y no en grupos , y que todo esto se fue per-

diendo por la influencia de los misioneros y los militares dando paso a un intenso proceso

de mestizaje y la pérdida de la lengua Baré.

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La voz chamánica de la creación

COSMOGONÍA DE UNA ETNIA QUE INTENTA RESCATAR SUS RECUERDOS

En términos generales, el Baré tiene una fuerte rela-

ción con el río y sus recursos, tanto material como

simbólico. Después de todo , corren siempre, cam-

bian todo, , pero, sobre todo retienen la imagen de

la riqueza al ser fuente de recursos para la sobrevi-

vencia.

Los Baré comparten remembranzas mitológicas con los otros grupos étnicos en donde el

fundamental viaje de una canoa serpiente que durante su viaje aguas arriba dio origen a to-

dos los grupos y sus territorios fijos primarios. Venida del este de la Laguna de la Leche , la

serpiente ancestral subió el Río Negro, para llegar a la cabecera , y allí los antepasados de

muchos grupos emergieron del cuerpo de esta m|gica serpiente uno por uno . Cada grupo

recibió un lenguaje, su respectiva parafernalia ritual , un complejo de bienes simbólicos como

nombres, mitos , rezos , cantos cham|nicos y el derecho a fabricación de un tema en particu-

lar de una cultura material.

Para los Bare su raíz lingüística y la religión del Kúwai -Kúai-Kuwé o Katsí-m{lani- la voz

“cham|nica” de la creación. Kúwai es el maestro que controla todo con su poderosa sabidu-

ría, trasmitiendo a los hombres parte de ésta en rituales sagrados que generalmente son ri-

tos de iniciación de los hombres. Estas enseñanzas encierran un fuerte código simbólico que

es de gran influencia en la forma de vida de los indígenas; es la habilidad de controlar lo natu-

ral y lo sobrenatural, constituyendo adem|s el modelo para la interpretación, la construcción

y la representación del espacio, la geografía y la historia.

Este sistema religioso es adem|s pilar fundamental en el liderazgo político de los Baré; las ha-

bilidades transmitidas del Kúwai a los chamanes para controlar lo visible y lo invisible, permi-

tieron legitimar a éstos como líderes políticos, convirtiéndolos en figuras importantes, situa-

ción que se presenta incluso en tiempos recientes. Uno de los líderes m|s representativos de

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los pueblos indígenas y por los criollos del Río Negro, gracias a sus conocimientos de plan-

tas y habilidades sanadoras, adem|s de ser el fundador de la Villa Santa Rosa de Amanado-

na, en el Alto Río Negro en 1873. En el siglo XX los chamanes Baré adquirirían mayor popula-

ridad entre indígenas y criollos, Hilario Bolívar e Hilario Maroa “Maroita”, por sólo mencio-

nar dos, fueron reconocidos por sus dotes para la curación en varias regiones de Venezuela

y de otros países vecinos, al compartir sus conocimientos y pacientes con la medicina tradi-

cional.

Para concluir, podemos decir que el desafío de la vida social Bare , fue y es el asimilar pro-

ductividad que ofrece el extranjero, asegurando la convivencia a través del establecimien-

to de los lazos familiares del mestizaje. Para ellos el universo , de acuerdo con esta visión

del mundo es compartida por diferentes grupos de seres humanos, sino también animales ,

santos y encantados . Todos ellos interfiriendo en el mundo social de diferentes maneras, y

mostrando cómo tanto el cosmos y como el devenir social est|n sujetos a la misma lógica

y al mismo respeto. En la actualidad toma relevancia el conocimiento del origen de la ac-

tual población criolla amazónica ya que nos proporciona uno de los mejores instrumentos

para la reinterpretación de las raíces indígenas de este Territorio.

Agradecimientos:

Al fotógrafo Alfredo Cedeño, autor del Blog textosyfotos.blogspot.com/ .Quien amable-

mente permitió el uso de sus fotografías en ese articulo.

Al personal del Museo Etnológico Monseñor Enzo Ceccarelli de Puerto Ayacucho :Sra Maria

Palmera y Sr. Edwin Payua Payare ,por su gentil atención telefónica.

Fuentes electrónicas para la elaboración de este articulo:

-http://sisov.mppp.gob.ve/estudios/13/Enfoque%20de%20Etnias%20Indigenas.pdf

-CULTURA ETNOLÓGICA

http://www.une.edu.ve/administracion/amazonas/cultura.htm

-http://uptparia.edu.ve/documentos/memorias_venezuela/

Memorias_de_Venezuela_Numero_5_2008.pdf

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- http://www.unet.edu.ve/unet2001/agrupaciones/amerindia/aboutme.htm

-Código Venezuela » GENTE QUE HACE ESCUELA Nelson Méndez: “Cocinando trasciendo mi

destino: la Amazonia”

http://www.codigovenezuela.com/2014/01/gente-hace-escuela/nelson-mendez-%E2%80%

9Ccocinando-trasciendo-mi-destino-la-amazonia%E2%80%9D

AMAZONAS : Cuna y Memoria del Tiempo - marilin's blog

http://marilin0809.typepad.com/blog/2010/03/amazonas-cuna-y-memoria-del-tiempo.html

http://www.google.com/url?

sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=149&cad=rja&ved=0CFEQFjAIOIwB&url=http%3A%

2F%2Fwww.lacult.org%2Fdocc%

2FDATOSETNOGPUEBLOSINDVENEZUE-

LA.doc&ei=g4zxUtvdDMaLkAfFmIDwBg&usg=AFQjCNGmYtbl0ZLqglMrVIDcmeq2KbR6qA

&bvm=bv.60444564,d.eW0

http://juegosindigenas.obolog.com/los-bare-1161207

Antecedentes Historicos De La Etnia Bare. BuenasTareas.com. Recuperado 01, 2013, de

http://www.buenastareas.com/ensayos/Antecedentes-Historicos-De-La-Etnia-

Bare/7024438.html

http://textosyfotos.blogspot.com/2012/09/pueblo-bare.html

http://wcastilloperez-oligarcastemblad.blogspot.com/2013/09/homenaje-nuestros-abuelos-

originarios_7.html

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LA CONSTITUCION Y LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS VENEZOLANOS.

SITUACION ACTUAL Mirian L. Mavárez Rojas . CJP-131-00021V

Resumen

En los últimos años las legislaciones de diversos países de América Latina han reconocido

derechos específicos para los pueblos indígenas que en ellos habitan. En el caso de Vene-

zuela, la Constitución vigente, promulgada en 1999, presenta un conjunto de artículos refe-

ridos a los Derechos de los Pueblos Indígenas los cuales son objeto de an|lisis en este tra-

bajo de naturaleza descriptiva y de car|cter documental. Posteriormente se aborda lo con-

cerniente a la situación actual de los indígenas en cuanto a sus derechos se refiere, hacien-

do énfasis en los aspectos que generan mayor controversia. Al final se establecen las con-

clusiones correspondientes.

Palabras Claves: Constitución, Pueblos Indígenas, derechos, territorio, legalidad

Los derechos de los indígenas son aquellos derechos colectivos que existen como reconoci-

miento a la condición específica de los pueblos autóctonos. Los mismos incluyen no solo

los derechos humanos m|s b|sicos a la vida e integridad, sino también los derechos sobre

su territorio, al idioma, cultura, religión y otros elementos que forman parte de su identidad

como pueblos. Tales derechos han sido reconocidos tanto por organismos internacionales

(ONU, OEA, OIT, CIDH) como por diversos ordenamientos jurídicos internos de países lati-

noamericanos.

Tal y como lo refiere Bello (1999), en Venezuela se reconoció por primera vez en la Consti-

tución de 1811 los derechos cívicos a los indígenas sobre la base de principios de igualdad y

justicia en cuanto a la educación y derechos de propiedad de la tierra en la que vivían. En las

siguientes leyes fundamentales, la cuestión de los pueblos indígenas se limitó a la conce-

sión de un estatuto especial a los territorios habitados por estos pueblos; pero en la Cons-

Page 15: Revista Cultural  Mara

la cuestión de la integración de los indígenas al Estado. En la siguiente constitución demo-

cr|tica, aprobada en 1961, se realiza un cierto alejamiento respecto al reconocimiento de la

especificidad cultural de la población indígena. Un corto artículo 77 de la Constitución se

refería a los indígenas:”El Estado propender| a mejorar las condiciones de vida de la pobla-

ción campesina. La ley establecer| el régimen de excepción que requiera la protección de

las comunidades de indígenas y su incorporación progresiva a la vida de la Nación”.

En la actualidad la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999

regula la situación jurídica de la población indígena. Específicamente el Capítulo VIII, titula-

do “De los derechos de los pueblos indígenas”, contempla un conjunto de artículos (desde

el 119 al 126) de mucha importancia, los cuales se encuentran reafirmados en otros que es-

t|n diseminados en el texto constitucional. En ellos se atiende lo referente al derecho a la

tierra, el derecho a la salud y a la educación, el derecho a la igualdad cultural y a la gestión

de los recursos de sus h|bitats tradicionales, el derecho a ser consultados en los programas

y proyectos que les conciernen y a la participación política. Estos eran los puntos de mayor

fricción en los años previos a la aprobación de la Constitución vigente. A continuación se

hace referencia sobre las disposiciones legales previstas en ellos.

En el artículo 119 se establece que

“El Estado reconocer| la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organiza-

ción social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así

como su h|bitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente

ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponde-

r| al Ejecutivo Nacional, con la participación de los pueblos indígenas, demarcar y garanti-

zar el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras, las cuales ser|n inalienables, impres-

criptibles, inembargables e intransferibles de acuerdo con lo establecido en esta Constitu-

ción y en la ley”.

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Este artículo presenta de forma resumida el espíritu y letra de todo cuanto incluye la Consti-

tución Bolivariana sobre nuestros pueblos indígenas y sus atributos. Se trata del reconoci-

miento de la existencia tanto de los pueblos como de sus comunidades constitutivas, de su

valor y la vigencia actual de sus sociedades y culturas específicas, de su derecho originario

a ocupar y usufructuar sus tierras tradicionales. Es de particular importancia lo referente a

la demarcación de las tierras colectivas, la cual ha sido desde hace mucho tiempo la exigen-

cia fundamental de los indígenas en diversas partes del mundo. Llama la atención que en

este artículo lo que se reconoce es el derecho sobre las tierras no sobre el territorio, y en

torno a ese aspecto varios expertos en el tema se han pronunciado. Una de ellas es la for-

mulada por Bello (s/f), la cual considero v|lida y pertinente Este autor expresa que el dere-

cho a territorio es una reivindicación de los pueblos indígenas que no quedó del todo satis-

fecha pese a que forma parte de los est|ndares internacionales de derechos humanos.

Aclara que el término "h|bitat" hace referencia al espacio o entorno biológico y no necesa-

riamente a la ocupación territorial o |rea geogr|fica que se encuentra bajo la influencia cul-

tural de un pueblo, mientras que el vocablo "tierra" remite a una porción de la naturaleza

que es apropiable por un individuo o persona jurídica. Sostiene que “de esta forma, al no

reconocerse el derecho al territorio y continuar us|ndose el término "tierra", se desconoce

uno de los derechos elementales de estos pueblos”. A su juicio, esta negativa, hecha en

nombre de la “soberanía nacional”, refleja ignorancia del tema y hace mención a lo expre-

sado por el experto Vladimir Aguilar (1999) "…el reconocimiento de los derechos indíge-

nas sobre sus territorios no significa el desconocimiento de la soberanía del Estado sobre

sus recursos naturales, sino al contrario, refuerza esta última por la vía de otorgarle legiti-

midad a quienes han sido sus principales garantes”.

El artículo 120 se refiere al aprovechamiento de los recursos

del h|bitat indígena por parte del Estado. Se establece que

“… se har| sin lesionar, la integridad cultural, social y eco-

nómica de los mismos, e igualmente est| sujeto a previa

información y consulta a las comunidades indígenas respec-

tivas ”. Lo que no se garantiza es el derecho al libre consen-

timiento. Esto colide con lo establecido en el artículo 123 de

la Constitución “los pueblos indígenas tienen derecho a

“… definir sus prioridades”.

Page 17: Revista Cultural  Mara

El artículo 121 hace hincapié en la identidad étnica y cultural de los indígenas, sus valores, su

espiritualidad, su derecho a una educación propia y a un régimen educativo de carácter inter-

cultural y bilingüe. El 122 se refiere al derecho a una salud integral a partir de iniciativas esta-

tales, con el reconocimiento de su medicina tradicional. El 123 reconoce su derecho a mante-

ner y promover sus propias prácticas económicas, basadas en la reciprocidad, la solidaridad y

el intercambio y agrega una serie de consideraciones como su participación en la economía

nacional, su derecho a la capacitación y formación profesional, a la asistencia técnica y el dis-

frute de los beneficios laborales, entre otros.

El artículo 124 también es relevante por cuanto garantiza y protege la propiedad intelectual

colectiva de los conocimientos, tecnologías e innovaciones de los pueblos indígenas , prohi-

biendo el registro de patentes sobre recursos genéticos y conocimientos ancestrales. El artícu-

lo 125, a su vez, está referido a la participación política de estos pueblos, a su representación

en la Asamblea Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y locales con

población indígena. El Capítulo VIII cierra con el artículo 126 en el cual se reconoce a los indí-

genas como parte de la Nación, del Estado y del pueblo venezolano. Asimismo se establece

que el término pueblo no podrá interpretarse en esta Constitución en el sentido que se le da

en el derecho internacional.

Luego del Capítulo VIII hay siete artículos que hacen referencia a los pueblos indígenas. Espe-

cíficamente el artículo 260 reconoce el derecho consuetudinario y le crean una jurisdicción

especial. Tal reconocimiento del derecho al propio sistema de normas y prácticas judiciales

puede considerarse, como afirma Colmenares ( 2001) , una forma efectiva de protección de

los indígenas venezolanos porque es precisamente gracias a estas leyes no escritas que ellos

durante siglos resolvían sus conflictos, mantenían sus comunidades y su identidad, al ser ex-

cluidos y discriminados por parte del Estado. En el artículo 169 se ordena dar forma particular

a los municipios con población indígena, en el 186 se norma el derecho a la participación polí-

tica, en el 181 se prohíbe la ampliación de los ejidos municipales a costa de las tierras indíge-

nas y en los artículos 156, 281 y 327 se establecen cuales serán los poderes e instituciones res-

ponsables de garantizar el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas, incluso en condi-

ciones de excepción.

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Aparte de los artículos antes referidos, también es obligado hacer mención al artículo 9, en

el cual se establece que: “el idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también

son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de

la República, por constituir patrimonio cultural de la nación y de la humanidad”. Esta dispo-

sición legal es importante, no solo porque constituye un acto de justicia para con nuestros

pueblos originarios, sino porque eso contribuye a preservar las lenguas indígenas.

Ahora bien, aun cuando la Constitución vigente tenga aspectos que son discutibles, es inne-

gable que la misma presenta una serie de artículos sobre los derechos de los pueblos indí-

genas que la colocan en un sitio de honor entre las Constituciones de América Latina y el

mundo. Eso tiene importancia pero la tendría aun m|s si efectivamente lo allí declarado se

convierte en una realidad palpable. Desde su entrada en vigencia hasta el presente han

transcurrido m|s de diez años, tiempo suficiente para que se hayan materializado cambios

significativos; por consiguiente cabe preguntarse ¿cu|l es la situación actual de nuestros

indígenas en lo que respecta a sus derechos constitucionales? La revisión de informes, es-

tudios y artículos de opinión sobre este tema ha permitido obtener la siguiente informa-

ción:

En cuanto al aspecto normativo se aprobó la Ley Org|nica de Demarcación del H|bitat y

Tierras de los Pueblos Indígenas (2001), la de Pueblos y Comunidades Indígenas (2004) y la

de Idiomas Indígenas (2008). También se ha aprobado en las constituciones regionales, en

ordenanzas municipales y en otros instrumentos jurídicos, medidas legislativas que amplían

el reconocimiento de un Nuevo Ciudadano para América Latina (Gonz|lez, 2009)

PROVEA (Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos) en su Informe

Anual 2012 expresa que se mantiene sin aprobar el Proyecto de Ley de Coordinación de la

Jurisdicción Especial Indígena con el Sistema de Justicia y se reconoce el buen trabajo reali-

zado por la Defensoría Pública Nacional, que cuenta con defensores indígenas. En el |mbi-

to de la Salud, se reportan casos de indígenas afectados por diversas enfermedades, muer-

tes por contaminación del agua, por mala asistencia en partos y en mayor proporción por el

VIH. Asimismo hay denuncias por falta de insumos médicos en los Servicios de Atención y

Orientación al Indígena (SAOI). También reportan las discusiones que se est|n dando para

unificar propuestas en torno a la incorporación de la medicina tradicional y complementaria

al sistema público de salud. En relación con la Educación se aprobó el Proyecto de Ley de

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de Educación Indígena y por Decreto Presidencial se reconoció como tal La Universidad Indí-

gena de Venezuela, ubicada en el estado Bolívar. Se mantiene en mora la creación del Instituto

Nacional de Idiomas Indígenas.

Otro aspecto importante al cual hay que hacer referencia es el de la demarcación de tierras. A

juicio de Mosonyi (2009) esto es el verdadero talón de Aquiles de la actuación gubernamental

para con los indígenas durante los últimos diez años. Este autor afirma que “… muy poco se ha

logrado- aparte de que existe una Ley que lleva por nombre Ley de Demarcación y Garantía

del Hábitat y Tierras de los Pueblos- y tampoco está en ciernes un justo y cabal reconocimien-

to de las tierras indígenas ancestrales, en el marco de una verdadera política de demarcación

de sus tierras colectivas”. “La realidad es una sola: Las comunidades indígenas, salvo excepcio-

nes muy exiguas y hasta discutibles como ocurre en Anzoátegui, aun no han recuperado sus

tierras”. Asimismo expresa que “sin la solución medianamente equitativa del problema de las

tierras indígenas, es imposible desarrollar un trabajo serio porque seguiría faltando lo principal

e indispensable”.

Angosto L. (2010) comparte las apreciaciones de Mosonyi (2010) pues considera que las tie-

rras indígenas “son la bisagra que articula la relación entre los pueblos indígenas y el Estado y

el sustento de la posibilidad de disfrute de derechos constitucionales diferenciados”. Expresa

que “en Venezuela, a diez años de aprobada la CRBV, sólo se han titulado treinta y seis comu-

nidades indígenas como poseedoras de derechos originarios sobre tierras demarcadas y para-

lelamente se está promocionando la constitución de comunas indígenas que, aunque con base

territorial y con capacidad de autogestión, no implican necesariamente la propiedad colectiva

de sus habitantes sobre las tierras en las que se levanta la comuna”.

A su juicio ninguna de esas opciones de territorialización indígena se corresponde con el espí-

ritu de lo establecido en la CRBV en su capítulo sobre derechos indígenas, pero son hasta el

momento los únicos referentes gubernamentales. Agrega que “el creciente distanciamiento

entre la legislación y la práctica gubernamental no responde sólo a la frecuentemente aludida

ineficacia del aparato estatal ni a una mala interpretación de la ley, sino también, y en nuestra

opinión principalmente, a la emergencia entre el Gobierno de una concepción diferente de la

participación indígena en la nacionalidad para la que, sin embargo, no se impulsa legislación

específica ni teoría propia.

Page 20: Revista Cultural  Mara

20

Otras fuentes también reflejan esa problemática. Así en el informe Anual 2009 de PROVEA se

reportó que “durante el período 2008-2009 se agudizaron los conflictos derivados de la ocupa-

ción de tierras ancestrales por parte de hacendados”. “La postergación del cumplimiento por

parte del Estado de sus responsabilidades en la demarcación de hábitat y tierra indígena soca-

va la posibilidad de desarrollo y autodeterminación de estos Pueblos, pudiendo conducirlos a

una pérdida irrecuperable de su patrimonio cultural e incluso de su diversidad sociocultural”.

También afirman que se observa una tendencia del Estado a impulsar planes y proyectos de

“desarrollo” la mayoría de las veces inconsultos que podrían generar daño. La explotación de

los recursos naturales en zonas de asentamiento indígena continúa. Todo esto lo reitera PRO-

VEA en el Informe 2012. Afirma que no se muestran indicios en la progresividad de los dere-

chos, pues persiste la falta de implementación efectiva de la demarcación y la correspondien-

te titulación de los territorios indígenas.

Hasta Mayo de 2012 se han otorgado 43 títulos, es decir, solo tres títulos más desde el 2009 al

2012. Pero, tal y como lo señalaron en el Informe del 2009, esta política no pasó de ser

“delimitaciones realizadas en comunidades individualizadas y con extensiones de tierras limi-

tadas, razón por la cual algunos expertos han calificado las mismas como verdaderas entregas

de parcelas o lotes de tierras”. Para Krzywicka (2011) en la práctica, el problema con los títu-

los de propiedad de la tierra aparece especialmente en las áreas donde hay recursos naturales

y en las zonas fronterizas donde hay militares. Las comunidades denuncian el hecho de que las

tierras siguen perteneciendo a las empresas transnacionales mineras, gasíferas y petroleras.

En la Sierra de Perijá (estado Zulia) las concesiones petroleras y carboníferas abarcan casi to-

do los territorios ocupados por las etnias Barí y Yukpas; por tanto la explotación de petróleo y

carbón en dichas zonas implica el despojo de sus territorios y daños ecológicos (López y Her-

nández, s/f).

Esa situación realmente llama a la reflexión, porque lo que los indígenas exigen es la demarca-

ción de entidades territoriales suficientemente amplias y adecuadas a sus necesidades tal y

como lo establece la Constitución. A juicio de Morales (2007) los representantes del Ejecutivo,

a la hora de dialogar con los pueblos indígenas para demarcar tierras y territorios, deben sen-

tarse a la mesa de negociaciones convencidos de que dichos pueblos, por una parte, tienen

una clara conciencia, de ser los descendientes de los pueblos que ocupaban este territorio an-

tes de la formación del Estado venezolano y, por otra parte, de que están defendiendo sus de-

rechos ancestrales sobre sus tierras y territorios, fundamentados en su historia sagrada, en la

ocupación continua y utilización de los recursos de dichas tierras y territorios, y en la posesión

de títulos de propiedad coloniales o republicanos.

Page 21: Revista Cultural  Mara

PROVEA en Octubre de 2013 señaló que aun cuando la disposición transitoria décimo segunda

de la Constitución establecía que el proceso de demarcación al que se refiere el artículo 119 se

realizaría en un lapso de dos años contados a partir de su entrada en vigencia, hasta esa fecha

menos del 5% del territorio de las comunidades aborígenes ha sido demarcado y entregado a

sus propietarios.

Al hacer un balance en función de la información recabada, se puede afirmar que este tema es

complejo pero de gran interés desde el punto de vista histórico, social, cultural, político y eco-

nómico. Su estudio permite comprender mejor el pasado, el presente y en cierto modo intuir

el futuro. A continuación se presentan las conclusiones a las cuales se arribó en este trabajo.

Conclusiones

La Constitución de la República Bolivariana de 1999, implica un profundo cambio de perspecti-

va política y cultural que reorienta la conducción del Estado venezolano, al reconocer su carác-

ter multiétnico, pluricultural y multilingüe.

No se evidencia progresividad en la implementación de la mayoría de los derechos de los pue-

blos indígenas, especialmente en la materialización de los derechos territoriales. Por consi-

guiente todavía existe una deuda social en lo atinente a transformar en realidad las garantías y

derechos de los pueblos indígenas consagrados en la Constitución.

Referencias Bibliográficas

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dernos del CENDES, vol. 27, nº 73. Caracas (Disponible: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?

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http://www2.scielo.org.ve.php?scrip=sci) (Consulta: 2014, Febrero 2)

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2009) (Consulta: 2014, Febrero 6).

PROVEA (2012). Situación de los Derechos Humanos en Venezuela, Informe Anual Enero – Di-

ciembre 2012. (Disponible: http://www..derecho.org.ve/informe-anual-2012/) (Consulta:

2014, Febrero 6)

Page 23: Revista Cultural  Mara

La Cultura Maya ¿Por que es considerada

como Sociedad Autosuficiente?

Laura Cristina Martínez González CJP-113-00562V Los primeros rastros concretos de la Civilización Maya, se remontan al 1,800 AC, en la Cuenca

del Mirador, en el norte del Petén, Guatemala, aunque hay asentamientos desde el hace 6,000

años. (Coe, 2005). Signos de organización política emergieron en el Preclásico medio, (ca.

1,000–400 AC), llevando al nacimiento de un sistema de Gobierno de tipo ciudad=estado en el

preclásico tardío, (ca. 400 AC–100 DC). De acuerdo con la cronología de Mesoamérica La cul-

tura Maya nace durante el período Pre-Clásico (2000 a. C. a 250 d. C.), muchas ciudades Mayas

alcanzaron su mayor desarrollo como estados durante el periodo clásico (250 d. C a 900 d. C.)

y continuaron durante todo el período de Post-Clásico hasta la llegada de los españoles. Ubica-

dos geográficamente en el sur y sureste de México (que corresponde a los estados de Yucatán,

Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas) y en partes de Guatemala,

Honduras y Belice. Este extenso territorio comprendía aproximadamente 350.000 km2.

Esta cultura en su proceso evolutivo presenta particularidades muy importantes las cuales le

han permitido a los historiadores incluirla dentro de las Sociedades Autosustentables; dado

que fue capaz de producir su propia energía, alimentos, bienes, servicios, organización, cultura

y por lo tanto, pueden valerse por sí mismas.

En ese sentido La cultura Maya, al igual que los Incas y los Aztecas como Sociedades Autosufi-

ciente ofrecían lo que nos ofrecen hoy en día las Sociedades Capitalistas, e incluso más aun sin

depender ni política, ni económica, ni culturalmente de otras instituciones externas a la propia

Comunidad Autosuficiente; pero si existió una interdependencia y una cooperación muy estre-

cha entre las diversas comunidades, siempre desde un plano de igualdad, pues los habitantes

de una Comunidad Autosuficiente producen realmente su propia cultura y se constituyen a sí

mismos como personas y como comunidad.

Page 24: Revista Cultural  Mara

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Se evidencian el alto nivel espiritual que les permitió expresar artísticamente plasmando en las

estructuras arquitectónicas diseñadas por ellos la belleza, el arte y el manejo de la energía que

han sido merecedoras como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1.979 y 1.981 res-

pectivamente que se encuentran en las diversas ciudades de Tikal, Quiriguá,Palenque, Copán,

Río Azul, Calakmul, Comalcalco (construida de ladrillo cocido), así como Ceibal, Cancuén, Ma-

chaquilá, Dos Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras y muchos otros sitios en el área. Los

mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y posiblemente más allá.

Entre los bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el maíz, la sal y la obsidiana.

Se concluye que la civilización Maya representa una de

las más grandes y perfectas culturas Precolombinas, que

aunque no pudieron impedir el avance de los conquista-

dores españoles; lograron dejar una impresionante ar-

quitectura, además de estructuras sociales, políticas y

culturales. Sus avances los llevaron a formar unas civili-

zaciones, que hasta el día de hoy, son de reconocida relevancia y valor histórico; su carácter

de Sociedad Autosuficiente deviene del hecho cierto de poder subsistir y satisfacer las necesi-

dades de sus habitantes por sus propios medios ; lo cual extrapolado en la actualidad equivale

a afirmar que las mismas pudiesen subsistir sin depender de un mercado capitalista ni de un

Estado Nacional; aún estos no existían en el mundo para esa época; sin embargo, las culturas

Precolombinas de los Mayas, Incas y Aztecas fueron capaces de adelantarse en el tiempo y

aplicar una serie de técnicas, sobre todo agrícolas, que los llevaron a producir alimentos en

abundantes cantidades, para el consumo y sustento diario de sus pobladores.

Paginas Electrónicas Consultadas:

• http://www.slideshare.net/materialeshistoria/altas-culturas-precolombinas

• http://html.rincondelvago.com/aztecas_mayas.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_maya

http://www.mayasautenticos.com/cultura_maya.htm

Page 25: Revista Cultural  Mara

EL Cacique Mara

Este cacique de trato firme y autoritario, asumía toda la figura autocrática de quien gobierna

asistido por poderes sobrenaturales. Fue caudillo de una vasta región occidental que se exten-

día desde las orillas del lago conocido como Maracaibo y el río Magdalena, en el límite con lo

que hoy día es Cartagena. Los fieros indios motilones conocieron las incursiones de este caci-

que que consiguió someter a muchas tribus de la región, con las cuales hizo frente al invasor.

Perfecto conocedor de la geografía guajira, Mara consiguió ejercer una prolongada resistencia

al invasor español. Muere luchando contra un capitán español, que lo captura malherido y lo

deja sumirse en su agonía, tratando de negociarle un trato de libertad a cambio de su riqueza.

A la muerte de Mara no le sucede ningún otro cacique de su talla, por lo que la región fue

prácticamente pacificada.

La fábula sobre el Indio Mara (quien vivió en la Isla de Providencia), según la cual, al caer heri-

do en fiera batalla, un soldado español exclamó "Mara cayó. Mara cayó" y que por distorsión

fonética dio origen a la palabra Maracaibo, es sólo una leyenda. Sin embargo, sea leyenda o

realidad, este personaje ha formado parte del acervo heroico del pueblo zuliano.

Fuente electrónica:

http://www.guiaviajesvirtual.com/index_zulia.php?recharge=personajes

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Revita Digital

Maya

Edición Especial

Revista Cultural

Universidad Yacambú Facultad de

Humanidades Psicología

modalidad a distancia

Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas

Derecho modalidad a distancia

Mara