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RAMN FUENTES ITURBE:
Luces y sombras de un rebelde AUTOR: JUAN LIZRRAGA TISNADO
Mazatln, Sin. Noviembre de 2009
2
NDICE
Presentacin............................................................................................................ 2
1. Magia, rebelin y astucia ................................................................................... 4 Las dos fuentes de Ramn F. Iturbe y su religiosidad infantil ........................... 4
Temprano peregrinar hacia la capital ................................................................. 7
La Aurora de Mazatln ................................................................................... 9
Vienen los ferrelistas! La juventud en armas con Madero ............................. 11
El sitio y la primera toma de Culiacn ............................................................. 16
Lucha con Obregn, por Carranza y contra Huerta ......................................... 23
Segunda toma de Culiacn y sitio de Mazatln ............................................... 26
Lealtad al constitucionalismo y a Carranza ..................................................... 34
2. La gloria del poder y el infierno de la derrota .............................................. 40
Primera batalla poltica: Gobernador Constitucionalista de Sinaloa ............... 40
La educacin del pueblo, mximo monumento a la Revolucin ..................... 44
El relevo por Eliseo Quintero y el Plan de Agua Prieta ................................... 50
La fortuna a la sombra del poder poltico ........................................................ 57
Derrota militar y exilio en Los ngeles ........................................................... 64
La indulgencia del presidente Lzaro Crdenas .............................................. 71
Segunda batalla poltica: diputado federal por el cooperativismo .................. 76
El Frente Constitucional Democrtico Mexicano, ultraderechista? ............... 82
Campaa para gobernador en el almazanismo y viaje a Japn ........................ 91
La ltima guardia en honor a sus restos mortales ............................................ 97
3. La presencia de la mujer ............................................................................... 103
Mujeres en la revolucin y el Estado mayor de Iturbe ............................... 103
Marina Soto y la madre de Lupe .................................................................... 107
Mercedes Acosta, centro de la familia nuclear: ............................................ 109
Luisa Marienhoff, capitana del amor y de la fraternidad universal ............... 116
4. Ramn F. Iturbe, cultura, religiosidad y humanismo ................................ 120
Filosofa y poltica ......................................................................................... 120
Cristiandad y cosmovisin religiosa .............................................................. 123
Esoterismo y naturismo.................................................................................. 127
5. En conclusin: En verdad fue General de la Revolucin? ....................... 132
Fuentes consultadas ........................................................................................... 137
Anexo. Ramn Fuentes Iturbe en grficas ...................................................... 140
3
PRESENTACIN
La estatura histrica y el valor humano del general Ramn Fuentes Iturbe no
han sido justipreciados en su verdadera dimensin. La audacia con que acometi las
batallas militares en que particip desde su muy temprana juventud, y el fervor y la
lealtad caractersticos de los actos polticos de su madurez, rayan en la leyenda y en la
novela; su vida personal, impregnada de misterio y de los ms puros y positivos
valores sociales, son ejemplos para la juventud actual. La inquietud por hurgar en la
vida del general, inici desde 1993, por las razones anotadas.
Se presenta aqu un ensayo anecdtico en el que a veces se recurre al dilogo.
No es el objetivo convencer a nadie de que las ideas o los actos de Iturbe eran correctos
o merecen ser condenados. Tampoco hay un inters o propsito estrictamente
acadmico, aunque pudiera parecerlo, por la formacin del autor. Se trata de hacer
pblicos, de divulgar, hechos y ancdotas del personaje para que cada quien emita el
juicio que ms le plazca o el que considere pertinente.
Las bases de la estrategia con que se estructur el trabaj las proporcion el
propio biografiado: en una de sus muchas entrevistas concedidas a la prensa, explic
que la Revolucin est ya bastante bien contada y analizada. Si usted ve el parte de
una batalla puede conocer todos los movimientos de los adversarios y enterarse del
nmero de bajas y dems detalles de esta especie. Sin embargo, la ancdota, que no
figura en esos partes, es una pieza esencial para entender la poca. La ancdota es viva.
Comunica mucho ms que las cifras bien alineadas. Por eso yo he preferido contarle
ancdotas, decirle cmo ramos, cmo pensbamos.
Tambin influy la experiencia que se tiene sobre la historia de vida como una
forma del mtodo narrativo y el conocimiento de la elaboracin del ensayo anecdtico.
Igualmente est presente el oficio periodstico que se ejerci durante casi dos dcadas:
el reportaje y la crnica histrica, armados con profusin de datos, producto de la
revisin de documentos y de entrevistas, mezclados para convertirse en una red de
ensayos que constituyen el ensayo general. Son conversaciones, relatos, del sujeto
principal o de personas directamente involucradas en su vida y en el contexto que
rode su actuar, desde fines del siglo XIX hasta 1980.
El ejercicio hermenutico, en sentido ortodoxo, est ausente, sin embargo, hay
una gran carga de subjetividad en la seleccin y discriminacin de los datos (los
hechos, los personajes) y en el orden seguido tanto cronolgico como temtico, sin
demrito de la veracidad de fechas y nombres.
4
Iturbe fue un hombre de luces y sombras. Como todo ser humano, fue un ente
complejo, unidad y diversidad, un homo sapiens-demens-fabers, por ello aqu se
expone su individualidad, y autonoma, pero tambin la identidad del joven de clase
humilde con el momento que le toc vivir, al participar, con voluntad y conciencia, en
el movimiento armado que hace cien aos sacudi al pas, hecho igualmente complejo
y controvertido como el propio Iturbe.
Por la forma en que se estructur el trabajo, podra dividirse en dos partes, una
cronolgica biogrfica que incluye los dos primeros captulos, y otra temtica, en la
cual se abordan asuntos con los cuales se identific y a la vez identifican a Ramn F.
Iturbe.
En el primer captulo se ofrecen datos del primer accionar de Iturbe en la vida,
su traslado a Culiacn, donde influenciado por las enseanzas de Madero, tanto
polticas como espiritistas, particip en el primer brote revolucionario de Sinaloa, en su
casa, para ser ms especfico; luego en las primeras batallas y en casi todos los
combates que se sucedieron durante la Revolucin, donde hace manifiesta su lealtad a
Madero, a Carranza y a su nico jefe inmediato, lvaro Obregn. En el segundo
captulo se describen sus batallas polticas y por la vida, como gobernador y como
diputado federal; su compromiso con la educacin del pueblo y con el cooperativismo
como movimiento reivindicador; sus fallidas batallas militares electorales y exilios,
hasta su muerte en un hospital militar.
En el captulo tres se da cuenta de la participacin de la mujer, presente con
Iturbe en el campo revolucionario y en su vida personal: sus esposas y sus hijas.
Justamente, de su vida personal trata el cuarto captulo: su formacin cultural, su
religiosidad y espiritismo, su alma de poeta, su timidez y audacia, que termina con un
apartado, a manera de conclusin titulado En verdad fue un general de la
Revolucin?, pues su vida no se asemeja a la de la mayora de los personajes
sobresalientes de la Revolucin Mexicana.
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1. MAGIA, REBELIN Y ASTUCIA
Las dos fuentes de Ramn F. Iturbe y su religiosidad infantil
Ramn F. Iturbe naci el 7 de noviembre de 1889 en Mazatln, Sinaloa.
Personalmente, Iturbe neg haber nacido en la sindicatura de Siqueros, en
respuesta a una pregunta especfica que le hizo don Hctor R. Olea (1993,
168) y la versin oficial afirma que vino al mundo en el nmero 50 de la calle
San Germn (despus Francisco Caedo y hoy Canizales)1.
El 12 de enero de 1890, el presbtero Don Miguel Elizondo con
licencia del seor Cura y Vicario Don Miguel Lacarra, en la Santa Iglesia
Parroquial de Mazatln bautiz solemnemente y puso el Santo leo y
Sagrado Crisma, a un nio a quien dio el nombre de Jos Ramn. Sus
padrinos: Bentura Herrn y Petra Ochoa.
Hijo natural de Refugio Iturbe, su padre fue un seor apellidado
Fuentes, de origen chileno, quien lo registr a su nombre, pero la familia del
seor Fuentes no acept al nio ni a la madre. Conserv en la vida cotidiana
el apellido de su padre, ms empez a firmarse Ramn F. Iturbe, para evitar
que el apellido se extinguiera, a peticin de un hermano de su madre que no
tuvo hijos y que se crea el ltimo de los Iturbe, pues era el nico varn de la
familia. Beatriz y Refugio, fueron dos medias hermanas mayores que Ramn;
despus de l nacera Arturo, de apellido Sicairos.
Al paso de los aos, la familia Fuentes visit a Ramn para pedirle que
usara este apellido, pero l se neg a hacerlo y as, en la F. Qued
1 La direccin donde naci se indica en su biografa de la pgina del Congreso del Estado de Sinaloa:
http://www.congresosinaloa.gob.mx/murodehonor2/ramon_iturbe.htm. Los distintos nombres de la
calle se exponen en la pgina http://www.vivemazatlan.com/index.php/Historias/Historia-y-
desarrollo-del-servicio-electrico-en-la-ciudad-de-Mazatlan.html.
http://www.congresosinaloa.gob.mx/murodehonor2/ramon_iturbe.htmhttp://www.vivemazatlan.com/index.php/Historias/Historia-y-desarrollo-del-servicio-electrico-en-la-ciudad-de-Mazatlan.htmlhttp://www.vivemazatlan.com/index.php/Historias/Historia-y-desarrollo-del-servicio-electrico-en-la-ciudad-de-Mazatlan.html
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escondida la primera fuente de Ramn. Entonces uno se pregunta, cul es la
segunda fuente?:
Ramn, en el idioma de los ezkaros, significa fuente,2 le explic
cierto da Ramn F. Iturbe al escritor colimense Juan Macedo (1984, 61)
camino a Cosal. De manera que soy una doble fuente, agreg sonriente.
De su infancia en Mazatln, Luisa Marienhoff y Mireya Iturbe,3 narran la
siguiente ancdota:
Doa Refugio Iturbe haca cuajada preciado antojo casero, la cual
se cort de pronto y para remediar las cosas orden:
Busquen a Ramn. Debe haber pasado por aqu, la mir y se le
antoj, por eso se cort. Dnsela a probar y luego que la menee un rato para
que se componga.
As se hizo. La cuajada se compuso.
Un hecho comn en tierras sinaloenses. Comn, s, pero tambin una
seal en la que se dibujaba el magnetismo y la fuerza mental de Ramn, un
nio delgado, larguirucho de apenas siete aos de edad que aparentaba ms
de diez, no solamente por su acelerado crecimiento fsico, sino tambin por su
religiosidad y su carcter de observador agudo de la naturaleza y de todo
cuanto le rodeaba. Su religiosidad la manifestaba en los trazos constantes que
haca de figuras semejando a la cruz cristiana, smbolo de vida desde tiempos
remotos, aunque no en sus visitas al templo. Sus ojos negros, ligeramente
oblicuos, que descansaban sobre una nariz sentada en una boca grande,
contemplaban fija, interrogativamente, al mundo. Religiosidad y filosofismo
eran en Ramn, a tan temprana edad, fe y accin.
2 Su origen es germnico y significa protector, sensato.
3 La primera, su segunda esposa, rescata datos biogrficos de Iturbe en su novela La Revolucionaria
(Marienhoff, 1959), y la segunda, hija de general, fue entrevistada en Cuernavaca en 1993.
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El contexto temporal remite a la ltima dcada del siglo XIX. Hasta
Mazatln llegaban noticias periodsticas desde la ciudad de Mxico que
informaban de los milagros de Teresa Urrea, nacida en Ocoroni y a quien sus
padres trasladaron de nia a Cabora, Sonora, donde curaba por medio de la
sugestin y la hipnosis. La Santa de Cabora, como la nombraron, sufra
ataques epilpticos seguidos de estados de coma por tres das, hecho que la
volva ms enigmtica para sus seguidores. Tal era su fama que los vecinos
de Tomochic, Chihuahua se rebelaron contra el gobierno y visitaron a la santa.
El pueblo fue aniquilado, segn lo narr el subteniente Heriberto Fras Alcocer,
partcipe involuntario y testigo de los actos de barbarie cometidos por la
soldadesca. Los indios del Ro Mayo tambin se sublevaron al grito de viva
la santa de Cabora!.
En el ltimo decenio decimonnico se respiraba en Mxico una paz
precedida de hechos militares y polticos que aos antes conllevaron a la
reorganizacin nacional y a la reeleccin presidencial de Don Porfirio Daz al
grito de no reeleccin proclamado en el Plan de Tuxtepec.
La revuelta tuxtepecana se convirti en gobierno local en la persona de
Francisco Caedo, quien triunf con las dos terceras partes de los votos
contra Andrs L. Tapia, candidato de la entonces imposicin. A ms de ser
popular, Caedo era amigo de don Porfirio Daz.
Don ngel Viderique, originario de Guanajuato, al frente de la Banda de
Msica del Estado, alegraba a la multitud que se congregaba en la plaza
principal de Culiacn, donde estren La Valentina y La Adelita4, que luego
los revolucionarios sinaloenses llevaran a todo Mxico para convertirlas en
4 La Adelita no es hija legtima de la revolucin, es la hija adoptiva que, con su hermana La
Valentina, constituy la dualidad emocional y romntica de aquella, Ramn R. Richard. (Flores
Villela, 1990, 344)
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himnos de la Revolucin. Eran melodas salidas del pueblo, como Heraclio
Bernal, El Abandonado, El Cuervo.
Temprano peregrinar hacia la capital
A Ramn le dola que su madre trabajara en los menesteres ms
humildes para mantenerse. Le dola tambin someterse por un bajsimo jornal
a la ruda labor del campo. Tena que trabajar como hombre, de sol a sol, para
cobrar como nio. Junto a la rebelda contra esta situacin, en su mente se
incubaba el ideal de hacer fortuna, de ser rico.
Quera estudiar, pero empez a trabajar en el almacn de un cuado,
esposo de la hermana mayor, porque ste le ofreci mandarlo a la escuela si
se iba con l a trabajar. Y tuvo que hacerlo para sostener a su madre y a sus
tres medios hermanos. La familia sali de Mazatln rumbo al centro del Estado
para radicar un tiempo en el rancho El Obispo, por el antiguo Camino Real, de
ah se traslad a Salsipuedes, donde pas parte de su infancia, estuvo en
Oso, en Quil y el peregrinar fren un poco en Alcoyonqui de donde luego
partira a Culiacn por instancias del cuado.
A los catorce aos de edad, Ramn F. Iturbe se haba desempeado
como mandadero, dependiente de tienda de abarrotes, vendedor de
mercancas de poco valor, trabajador de artculos de cueros para arreos de
montar y otras actividades parecidas.
De chico, Iturbe oy decir a una viejecita que quien consiguiera hacerse
de un cinturn de cuero de len y se lo pusiera sobre la piel, bajo la ropa,
jams tendra miedo de nada. l lo consigui y se lo pona. Sugestin o
magia, el uso de este cinturn lo hizo ser valiente, arrojado por toda su vida y
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cuando pasado el tiempo le elogiaban su valor en la batalla revolucionaria,
explicaba que todo se lo deba al cinturn de len.
En Culiacn conoci la escuela. Curs hasta el tercer o cuarto ao de
primaria, a la sombra del maestro Tello de Meneses. Aprenda de prisa, con
avidez y en su ansia por aprender ingres al Seminario Conciliar de Sinaloa.
Deba cubrir una cuota de dos pesos con cincuenta centavos al mes y al serle
imposible cubrir la colegiatura, llor amargamente en los viejos portales del
Seminario, hacindose la siguiente interrogacin:
Dios mo!, por qu los pobres no podemos estudiar como los ricos?
Aprendi a leer y se convirti en un lector voraz! La meditacin
acompaaba a la lectura. Por horas y horas clavaba su mirada al cielo.
Mientras estudiaba las propiedades de las hierbas medicinales y astronoma y
su influencia sobre los seres, observaba sin cansancio los fenmenos de la
vida material y espiritual, los fenmenos del cosmos y realizaba toda clase de
experimentos.
Combinaba ese estudio con el trabajo. En Alcoyonqui, a duras penas
levant un comercio de abarrotes. Instal su tienda. Contrat un dependiente
para que la atendiera mientras l ambulaba por diferentes zonas realizando
transacciones comerciales entre los campesinos, con quienes haca sus
primeros ensayos con hipnotismo curativo que le atraa enfermos y pobres
agradecidos, porque no acostumbraba cobrarles, aunque el hipnotismo le
llam la atencin poco tiempo, pues se opuso siempre a que se enajenara la
voluntad de las personas, aun cuando se utilizara en beneficio de ellas
mismas. En cambio, atrajo ms su inters el magnetismo humano y su
influencia en la curacin.
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En estas excursiones por los campos aledaos a Culiacn pudo
comprobar que sus manos se enriquecan con el maravilloso don de la
curacin magntica.
Su alma contemplativa, su mente interrogadora, su ansia de saber y
sus contactos directos con la injusticia y la desigualdad social, hicieron de l
tierra frtil para que brotara la semilla del cambio revolucionario que a lo largo
del pas se gestaba.
La Aurora de Mazatln
Al final del siglo XIX, el liberal Juan Jacobo Valads prest insustituibles
servicios mdicos a la sociedad sinaloense y quiso que sus hijos estudiaran
medicina en Guadalajara. stos, sus hijos Juan y Francisco, al igual que Juan
Jacobo, instalaron en Mazatln la Botica Central, en cuyo traspatio Juan
Jacobo gustaba de reuniones en las cuales se disertaba sobre asuntos
literarios. Cultos personajes, que luego lo seran de la poesa, del periodismo,
de la administracin, se daban cita en las tertulias. Entre estos: Manuel
Bonilla, Esteban Flores, Jos Berumen, Amado Nervo, Martiniano Carvajal,
Vicente Gonzlez, ngel Beltrn, Juan Sarabia, Jess Gmez, Manuel Manzo,
destacando entre ellos Jos Ferrel Flix, primo hermano de Juan y Francisco
Valads, quien pese a su corta edad haba sido soldado, comerciante, marino
conspirador, tribuno y amanuense.
La tertulia llev a la fundacin de la Sociedad Aurora y en la trastienda
de la botica las reuniones literarias y sociales se hacan con ms frecuencia y
comenz a participar en actos cvicos, en funciones con fines patriticos, de
11
caridad o con propsitos artsticos, con el talento destacado de Ferrel, quien
haba nacido en Sonora y que, por ocasiones, se ausentaba de las tertulias.
Francisco Valads, al tiempo que acrecentaba sus ideas, se asociaba
con el acaudalado empresario Andrs Avendao y con la idea de crear una
empresa editorial funda la sociedad mercantil Valads y Compaa
Sucesores, la cual compr a Miguel Retes el peridico El Correo de la
Tarde.
La botica se convirti en Droguera Central y funcion en un edificio que
por la calle Belisario Domnguez, entonces Principal, construy el ingeniero
Francisco Guarneros, esposo de Cristina Ferrel, edificio donde tambin se
instal el peridico, una librera y talleres de grabado, encuadernacin y
rayado de papel.
El Correo de la Tarde dej de ser una simple gacetilla literaria de
informacin local. Se convirti en un peridico de opinin. Francisco Valads
consult al periodista Jos Ferrel y finalmente ste le recomend a Heriberto
Fras, quien en 1906 lleg a Mazatln para hacerse cargo de la direccin del
peridico.
Heriberto Fras enriqueci la tertulia que se convirti en una pea
donde se discuta de poltica. Fras mantena correspondencia con Francisco I.
Madero, iniciada como un intercambio de publicaciones. En El Correo del
puerto se publicaba La sucesin presidencial de Madero y en La Opinin
de Coahuila se daba a conocer La Rebelin de Tomochic, de Fras. Adems,
Fras se comprometi a vender el libro de Madero en Mazatln y de aqu a
todo el Estado de Sinaloa. (Valads, 1985, 45-58).
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Fue as como un ejemplar de La sucesin presidencial lleg a manos
de Iturbe, quien desde ese momento se convirti en un soldado de la
antirreeleccin y en un maderista convencido, difusor elocuente y entusiasta
de las ideas de don Francisco I. Madero, quien lo cautiv no solamente por
sus ideales polticos, sino tambin por su espiritismo: despus sera un
fervoroso lector del Manual Espirita, que el apstol Madero escribi en 1911
con el pseudnimo de Bhima, uno de tantos libros de cabecera de Iturbe.
Vienen los ferrelistas! La juventud en armas con Madero
Al Sr. Gobernador interino Lic. Eriberto Zazueta, Culiacn.
Con profunda pena acabo de recibir telegrama de Ud. En que me
participa el fallecimiento del seor gobernador general Francisco Caedo.
Haga usted que se le tributen los honores que corresponden a su alta
jerarqua.- Porfirio Daz.
La anterior fue la respuesta del presidente de Mxico a la comunicacin
antes recibida del gobernador interino de Sinaloa al anunciarle la muerte de
don Francisco Caedo, ocurrida el 5 de junio de 1909, quien estuvo al frente
del Estado por 32 aos, merced a arreglados interinatos. Con los honores
correspondientes, Caedo fue sepultado el 8 de junio y el 14 del mismo mes
se convoc a elecciones, que deban realizarse el 8 de agosto para que el
vencedor terminara el periodo de Caedo el 26 de septiembre de 1912.
El da de las elecciones, domingo por la maana, los habitantes de
Culiacn vieron asombrados entrar a la ciudad a un joven alto y moreno al
frente de un grupo de rancheros que llegaban a votar. Ah vienen los
ferrelistas!, se oa por todas partes. Eran los rancheros de Alcoyonqui
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entusiasmados y convencidos por Ramn F. Iturbe de que una nueva era se
acercaba para ellos y para Sinaloa. El porfirismo estaba por caer. Haba que
votar contra Diego Redo, el candidato continuador de Porfirio Daz en Sinaloa
y a favor de Jos Ferrel Flix, el candidato del pueblo opositor.
Iturbe as lo entenda. Sus observaciones sobre el porfiriato le hacan
concluir que los mtodos no eran los adecuados para el desarrollo cvico de
Mxico, del pueblo sinaloense que en esta contienda, al dar su voto por el
ferrelismo, se enfrent abiertamente al presidente Porfirio Daz mediante el
rechazo de la candidatura de Diego Redo para gobernador del Estado.
Los resultados fueron frustrantes. En el distrito del cual era cabecera
Culiacn, donde se tena una lista de 7 mil votantes, el candidato oficial obtuvo
9 mil 399 votos, contra slo 804 de Jos Ferrel Flix. Fue una votacin
fraudulenta, inflada a favor de Redo.
En julio de 1910, el proceso electoral por la presidencia de la Repbica
fue tambin un fraude evidente en todo Mxico, donde las condiciones de
existencia eran cada da ms miserables para la mayora de la poblacin que
da a da se rebelaba contra el gobierno sempiterno de Porfirio Daz y su
sistema de acabar con la oposicin mediante el asesinato selectivo, como
ocurri con Gabriel Leyva Solano el 13 de junio de 1910, en la Villa de
Sinaloa.
Entusiasmado por las enseanzas de Madero en La Sucesin
presidencial, Iturbe no vacil en atender al llamado del Plan de San Luis,
promulgado en Texas, a donde Madero haba huido de la prisin que sufra en
San Luis Potos. Ante el fraude electoral ocurrido en todo el pas, Madero
14
llam a levantarse en armas a las 6 de la tarde del 20 de noviembre de 1910.
Un grupo de jvenes temerarios atendi el llamado.
Iturbe relata que fue uno de los primeros que se levantaron en armas
en Sinaloa. Sus razones eran muy claras: El pueblo tena hambre y sed de
justicia y quera terminar con su miseria a travs de las reformas que propona
Madero. Adems deseaba un cambio de gobierno que acabara con la
dictadura de Porfirio Daz, causa de nuestra situacin. En esos tiempos un
pen del campo reciba el pago para toda su familia, un almud de maz y un
cuartern de frijol (unos cuatro kilos) para la semana. Su sueldo era de tres
reales diarios (treinta y siete centavos) trabajando de sol a sol en Sinaloa y en
Jalisco 18 centavos. Haba das en que solamente comamos tortillas con
agua de chile y cebollas. La pobreza era espantosa. Fue el motor de la
Revolucin. Los peones eran tratados como animales por los ricos
hacendados. (Tirado, 1982).
Entonces, el 20 de noviembre de 1910, al lado de otros jvenes
intrpidos e idealistas Juan Banderas, sinaloense, y Agustn Beltrn y
Conrado Antuna de Durango, deba levantarse en armas en Culiacn. Tan
joven era Iturbe, que para los dems conjurados era apenas un chamaco.
El golpe en Culiacn fracas a causa de una denuncia. Tenamos que
reunirnos en mi casa (calles Coln y Corona). El plan era que yo tomara la
penitenciaria echando fuera a los presos, para lo cual estaban comprometidos
los celadores y la guardia. Los otros deberan capturar al gobernador del
Estado Diego Redo durante un baile.
Es Iturbe quien relata los hechos:
15
En mi casa escondamos las armas. A las once de la noche que yo
llegu not que haba luz por la nica puerta que daba a la calle. La casa
debera estar cerrada y mi obligacin era dar una contrasea. Cuando entr
no haba nadie, ni mis amigos ni el parque. Los haban aprehendido. De
pronto se me aparecieron en la puerta cuatro policas. Yo les apunt con mi
pistola y ellos se barrieron por el suelo hacia fuera y escaparon. Cerr la
puerta inmediatamente y le puse una tranca. Estaba rodeado. Haba una
salida por detrs, pero tambin estaba cubierta. Sin embargo, pude escapar.
De all sali la leyenda de que yo tena pacto con el diablo. Lo que pas fue lo
siguiente: haba luna llena y se proyectaban las sombras muy oscuras. En el
lado de atrs haba una cocina a cuya sombra brinqu. Los policas estaban
pendientes de que yo saliera a la calle y yo decid irme por el lado donde se
formaba aquella sombra. Escap protegido por la mancha negra, saltando
bardas. Cuando ellos entraron a mi casa yo ya no estaba all, me haba
esfumado misteriosamente, segn dijeron ellos. (Tirado, 1982).
Una vez lejos de la casa, Iturbe huy por el monte hacia Alcoyonqui,
donde tena un compadre. Lo perseguan por toda la zona y cuando lleg a
Alcoyonqui ya lo haban buscado por all policas disfrazados. Un compadre lo
escondi en el monte y desde el pueblo le llevaban la comida. Despus se
dirigi a un riachuelo. Los miembros del Comit Antirreleccionista le enviaron
una carabina y parque. Anduvo escondido cerca de un mes, hasta que
consigui un gua a quien arm y siguieron su viaje rumbo a Durango, donde
se encontr con sus compaeros Banderas, Antuna y otros.
Ya en el Estado de Durango hicieron su primer reclutamiento (17
hombres). Con ellos tomaron Tamazula, Durango, donde ley junto a un
16
kiosko y a manera de adoctrinamiento, el Plan de San Luis, firmado por
Madero. Despus tomaron Chacala, un pueblo minero. Ya para entonces
tenan 180 hombres. Las damas de Chacala le regalaron una bandera que
tena, de un lado, la imagen de Hidalgo y, del otro, la Guadalupana. Iturbe ya
practicaba el espiritismo, pero era catlico y creyente en la virgen de
Guadalupe. Yo no era el jefe absoluto, no habamos decidido quin debera
mandar y ramos en realidad cuatro jefes, pero las damas me hicieron el
regalo a m, dijo
Juan Banderas era un hombre impulsivo y quiso tomar el mando
absoluto. Tuvimos un disgusto y por poco nos damos de balazos. Le propuse
que nos separramos, consultando la voluntad de la tropa para que siguieran
al que ellos eligieran. As lo hicimos y todos se vinieron conmigo. Beltrn
prefiri irse con Banderas, Antuna me sigui a m. Tomamos rumbo a Topia.
As, con grandes sacrificios, hechos y leyendas, se fueron formando mis
fuerzas. (Tirado, 1982).
Tuvieron las primeras revueltas. Entonces no sabamos fusilar. El
seor Madero nos comunicaba a todos su espritu de bienhechor. Ni
fusilbamos ni nada. Le aseguro que nuestras tropas no se llevaron de
aquellos pueblos ni un sarape. (Reyes, 1966).
Madero reconoci stas y otras proezas (como su habilidad para reunir
rebeldes) y el 22 de mayo de 1911, desde Chihuahua, le otorg a Ramn F.
Iturbe el grado de general brigadier del Ejrcito Liberador.
Cmo era Madero? pregunt Beatriz Reyes Nevares a Iturbe ms
de 50 aos despus de estos sucesos:
17
Era el revolucionario por excelencia. Porque ser revolucionario no
equivale a empuar un fusil y dispararlo. Para serlo se necesitan ideas. Se
requiere un deseo muy grande de transformar las cosas e implantar la justicia.
Y el seor Madero tena esto. Se le ha reprochado que no tuviera aspiraciones
de reforma social. Me consta que las tuvo. Dicen que su origen (con aquello
de que su familia era muy rica) le impeda comprender el drama del campo. Le
asegur que s lo comprendi. Lo que pasa es que l saba que no era posible
una modificacin instantnea del orden establecido. Haba que proceder
gradualmente. Y no le dieron tiempo. (Reyes, 1966, 38).
El 27 de agosto de 1963, relata: el apstol de la democracia, de alma
pura y transparente, de ideas filosficas orientalistas, nos dira: lo hecho, bien
hecho est. Sin ser fatalista nos deca que la ley se cumple, que todo se
paga, si no en la misma existencia, en otra, pues crea en la reencarnacin y
supervivencia del espritu para m era un iluminado, que llevaba siempre el
bien en su corazn.5
El sitio y la primera toma de Culiacn
Muy pronto se crearon mitos en torno a Iturbe, los cuales se
acrecentaron al paso de los aos, como el denominarlo el general de mil
batallas, que nunca fue vencido.
Ante la periodista Beatriz Reyes Nevares, el general Iturbe desmiente
tal situacin:
Al principio de mi carrera tuve dos derrotas y las dos me las propin un
coronel de nombre Luis G. Morelos a quien admir mucho. Fueron derrotas
5 Discurso pronunciado el 27 de agosto de 1963, en el desayuno que ofrecieron los supervivientes civiles
y militares de la Revolucin Mexicana al presidente Adolfo Lpez Mateos.
18
que ni coraje me dieron, por lo tcnicas y estrategias correctas. Acciones
admirables de mi adversario. Al poco tiempo, Morelos fue mi prisionero y yo
me lo llev a mi cuarto. Quera conversar con l.
No es frecuente que se tenga un respeto as por el enemigo.
Sin embargo, es lo que se debe hacer. Cuando el enemigo lo merece,
por qu comportarse con l en forma poco comedida? Aquel Morelos vala
mucho. De veras vala. (Reyes, 1966, 38).
El coronel Morelos fue el ltimo en rendirse durante la toma y sitio de
Culiacn, el 2 de junio de 1911.
Hctor R. Olea relata de la siguiente manera el relevante hecho militar:
El 20 de mayo de 1911, los maderistas dieron principio a una
reconcentracin de fuerzas para atacar la capital del Estado. Ms de 4,000
revolucionarios pusieron sitio a la plaza comandados por Ramn F. Iturbe,
Juan M. Banderas, Herculano de la Rocha, Claro G. Molina, Gregorio L.
Cuevas, Jos Mara R. Cabanillas, Mateo de la Rocha y los comandantes de
guerrillas: Cndido Avils, Conrado Antuna, Martn Elenes, Hilario Narvez,
Agustn Beltrn, Antonio M. Franco, Cipriano Alonso, Francisco Quintero,
Antonio Chaires Flix, Mauro Valenzuela, Cruz Medina, Daro Medina,
Francisco Ramos Obeso Arnoldo de la Rocha y Eduardo y Miguel Armenta,
adems de mujeres: Clara de la Rocha y Valentina Ramrez. (Olea, 1993, 43).
El mismo historiador sinaloense explica que la guarnicin de Culiacn
estaba a cargo de 400 porfiristas; 160 soldados y rurales al mando del mayor
Agustn del Corral, los federales al mando del general Higinio Aguilar y el
coronel Luis G. Morelos y 100 rurales del estado al mando del capitn Ignacio
19
Herrera y Cairo. El 25 de mayo qued cerrada la ciudad y los revolucionarios
comenzaron el ataque.
La lucha fue cruenta y finalmente favoreca a los revolucionarios. Con
nimo de triunfador, el primero de junio, a las 4 de la maana, Iturbe perpetr
la siguiente hazaa:
El general Higinio Aguilar, al mando de 300 soldados defenda su
cuartel en la casa de la Moneda. Yo, con doce compaeros (acompaado del
mayor Agustn del Corral) entr al edificio sin medir las consecuencias, para
pedirle su rendicin, en una de las treguas del combate. Habl con l y le ped
que depusieran las armas. Me contest que slo acatara las rdenes del
gobernador Diego Redo. De all encamin mis pasos seguido de mis hombres
armados, hasta la casa frontera al Palacio de Gobierno, donde se me dijo que
se alojaba el gobernador porfirista. No lo encontr en su residencia y volv
nuevamente a la Casa de la Moneda, a insistir en mis demandas. Algunos
soldados federales, vindome nuevamente en la ratonera, comenzaron a
gritarle al general en alta voz:
No lo deje salir, mi general!
Moriremos todos contest con aplomo, porque el edificio ser
volado si no salimos dentro de media hora!
Y ese golpe de audacia hizo que el anciano militar se rindiera con sus
trescientos hombres. Das despus me entreg su espada de gala, que yo
quise conservar como un recuerdo de mi juventud revolucionaria. (Olea, 1993,
47).
Desde el 30 de mayo de 1911, en la madrugada los maderistas
arreciaron los ataques a la ciudad por todas las posiciones. El primero en
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rendirse a instancias de Iturbe, fue el general Aguilar. Despus, Herrera y
Cairo. El 31 se rindi la ciudad. Hasta el 2 de junio el coronel Morelos, al
saberse la renuncia de Porfirio Daz y recibir la promesa de que se le
perdonara la vida.
En esta ocasin s hubo saqueos, incendios de fbricas y fusilamientos.
El mismo 30 de mayo fue fusilado, en la fbrica de La Aurora, por tropas del
general Iturbe, Camilo Beltrn, encargado de las caballeras del palacio de
Gobierno, acusado de hacer resistencia a los maderistas. Antes, el 21 de
mayo fue incendiado el chalet de los Gmez por el barrio de La Vaquita y
luego el primero de junio la fbrica de hilados y tejidos El Coloso de Rodas.
Iturbe aclar respecto al ltimo hecho: Yo haba establecido mi cuartel
general primero en El Barrio y despus en La Aurora Nuestros soldados, sin
mediar ninguna orden de mi parte, lo hicieron por iniciativa propia, como
respuesta a la terquedad de los defensores de Culiacn por no aceptar
nuestras proposiciones de paz. Ante lo inevitable, yo di instrucciones de que
se pusiera salvo parte de las existencias de la fbrica sin que posteriormente
el fuego fuera dominado. El pueblo mismo ayud a los soldados (Olea, 1993,
50).
Uno de los fusilamientos caus controversia nacional, el del general
Morelos. No se respet el acuerdo y promesa de perdonarle la vida. La duda
nunca fue despejada totalmente, pero a Juan Banderas se le sigui un
proceso judicial y el general Iturbe hizo pblica su versin de lo ocurrido.
Iturbe sostuvo que l mismo seal a Morelos su propia habitacin
como hospedaje y le dijo al recibirlo como su prisionero. A usted debo,
coronel, las dos primeras lecciones de tctica militar que he recibido: cuando
21
me derrot en Las Milpas y en Tamazula. Aqu ser mi husped, en mi propio
cuartel. Con las plticas con usted aprender mucho. (Olea, 1993, 51).
Martn Elenes, ayudante de Iturbe, lo vigil dos das (estuvo 2, 3, 4 y 5
de junio), el 5 de junio le entreg a Morelos al soldado Mateo de la Rocha por
rdenes de Juan Banderas. La seorita Amalia G. Rivas y otras personas
entrevistaron a Iturbe y a Banderas pidindole la vida del coronel federal. El 6
de junio, a las 11 de la maana, inici la junta revolucionaria a la que
asistieron Banderas, Iturbe, De la Rocha, Smano, Carlos Vega, Jos Mara
Meza, Blas Borboa y Luis Banderas. Se discuti el fusilamiento a las 9:45 de
la noche lo fusilaron.
El asunto lleg a los tribunales. El 15 de enero de 1912 ante el Juez de
Distrito, licenciado Manuel N. Nagore, Iturbe declar:
En aquella poca slo haba en Culiacn dos jefes revolucionarios que
pudieron dictar la orden de fusilamiento: Banderas y yo. Sobre el particular ya
rend mi declaracin ante el procurador (licenciado Manuel) Casteln Fuentes
y creo que esa declaracin ya consta en autos en el juzgado primero de
Distrito. Como quiera que sea, me parece que la declaracin que debe dar
mayores luces en este asunto es la que puede rendir el mismo ejecutor de la
orden de fusilamiento (Agustn Beltrn, jefe de la escolta y Mario Quinez,
jefe de la escuadra, segn Martn Elenes). (Olea, 193, 53).
Banderas fue detenido y enjuiciado en Mxico por el fusilamiento del
coronel Morelos. Fungi como su defensor el licenciado Jos Vasconcelos y
como testigos de cargo el doctor Enrique Gonzlez Martnez, Genaro Estrada,
el general Aguilar, Ana Mara Espino viuda de Morelos, Iturbe, el mayor Elenes
y Adela G. de Rivas.
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El 3 de junio Diego Redo renunci como gobernador y el Congreso del
Estado nombr en su lugar al licenciado Celso Gaxiola Rojo, que entreg el
poder el 7 de agosto al general Banderas. Se hizo un simulacro de eleccin y
el 27 de septiembre tom posesin como gobernador el profesor Jos Mara
Rentera.
El movimiento revolucionario triunf y Madero esper las elecciones
para ocupar la presidencia la cual asumi el 6 de noviembre. Madero entreg
los mandos del ejrcito a Victoriano Huerta Mrquez.
El 28 de noviembre se public el Plan de Ayala, donde Emiliano Zapata
acus a Madero de haberse dedicado a satisfacer ambiciones personales;
violando la soberana de los Estados; burlando el sufragio; entrando en
contubernio con los cientficos hacendados feudales y caciques; ahogando
en sangre a los pueblos que piden justicia; imponiendo a Pino Surez como
vicepresidente y a los gobernadores de los Estados contra la voluntad del
pueblo; conculcando las leyes y la Constitucin de 1857; conduciendo al pas
a la ms horrorosa anarqua; y pretendiendo establecer una dictadura ms
oprobiosa que la de Porfirio Daz. Sostena que Madero deba ser derrocado,
y proclamaba a Pascual Orozco como jefe, y en su defecto, a l mismo, a
Emiliano Zapata.
Heberto Sinagawa explica que con el rompimiento entre Madero y
Zapata, el general Juan M. Banderas se alz con el Plan de Ayala, y los
zapatistas dominaron rpidamente gran parte del Estado, y en marzo 27 de
1912 el seor Rentera renunci a su cargo de gobernador por graves
interferencias de ministros del seor Madero. Se sucedieron 4 gobernadores
interinos y se dio el caso de que dos no aceptaran la gubernatura. Pero el
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zapatismo fue derrotado lenta pero inexorablemente y el ltimo en caer fue
Fortunato Heredia, que impuso prstamos forzosos en Los Mochis y se dirigi
a San Jos de Gracia con la clara intencin de hacerse de oro y plata. El
general Iturbe defendi la plaza de Culiacn del ataque zapatista el 10 de abril
de 1912 y sucesivamente derrot a Antonio Franco, Francisco Quintero y
otros; se intern en territorio chihuahuense combatiendo a los orozquistas y
desapareci. (Sinagawa, 1986, 224).
Los combates entre los zapatistas y las tropas de Iturbe en Sinaloa
duraron de febrero a mayo de 1912. Aqullos iniciaron su lucha en Mocorito,
tomaron Guadalupe los Reyes, Concordia, El Verde, Siqueros y el Roble.
Atacaron San Ignacio y Villa de Sinaloa y el 4 de abril de 1912 muri en
combate contra ellos Nstor Pino Surez, coronel de las fuerzas rurales,
hermano del vicepresidente Jos Mara.
Posteriormente, Iturbe fue comisionado a Chihuahua, donde pele
contra los orozquistas.
Al terminar esta primera fase de la revolucin, Madero llam a Iturbe
para darle un puesto en su gobierno, pero ste le dijo que un militar tan
ignorante como l, sin escuela, no podra servirle adecuadamente, y le pidi
que lo mandara a estudiar ingeniera civil en una academia militar de los
Estados Unidos, para prepararse y serle ms til.
Madero lo mand becado pero bien poco dur este retiro a la vida
privada: en febrero de 1913 ocurri la decena trgica y a la muerte de
Madero, Iturbe regres a Mxico en junio y platic con lvaro Obregn para
mostrarle su disposicin de luchar por el bando constitucionalista en apoyo a
24
Venustiano Carranza y en contra de la usurpacin de Victoriano Huerta.
Lucha con Obregn, por Carranza y contra Huerta
lvaro Obregn, sonorense que haba sido simpatizante de Madero, fue
presidente municipal de Huatabampo por las filas antirreleccionistas y se
incorpor a la lucha armada contra las fuerzas de Orozco.
Ante los sucesos del cuartelazo en la Ciudadela, inmediatamente se
lanza a la lucha contra el usurpador Huerta desde la frontera con Estados
Unidos, concretamente en Nogales, donde se le incorpora Iturbe.
El 26 de marzo de 1913, un grupo de militares reunidos en la Hacienda
de Guadalupe, municipio de Ramos Arizpe, Coahuila, emiti un Manifiesto a la
Nacin, en el que expresaban su posicin ante los acontecimientos que se
vivan en la Ciudad de Mxico y que provocaron la muerte del presidente
Francisco I. Madero y del vicepresidente Jos Mara Pino Surez, y la
instauracin del gobierno del general Victoriano Huerta.
En la misma Hacienda de Guadalupe, 54 aos despus, en la
ceremonia de conmemoracin del hecho, Iturbe habl sobre su gran
significado histrico: el haber dado un programa y trazado una ruta de accin
a la unnime protesta popular que conmovi a la Repblica, al ser conocida la
infamia de Victoriano Huerta.
Este documento tambin constituye una extraordinaria leccin de
valenta ciudadana. En un momento crucial de nuestra historia, dio al pueblo
una bandera de lucha que enarbol en alto el entonces gobernador
Constitucional de Coahuila de Zaragoza, proclamado por el Plan de
Guadalupe como Primer Jefe del Ejrcito Constitucionalista. (Iturbe, 1967)
http://es.wikipedia.org/wiki/Ramos_Arizpehttp://es.wikipedia.org/wiki/Coahuila_de_Zaragoza
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lvaro Obregn se adhiri al Plan y reconoci como jefe del movimiento
al gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza.
Iturbe, procedente de Los ngeles, California, lleg a Nogales, Sonora,
y se present al general en jefe lvaro Obregn, quien le proporcion 80
hombres y le dio el mando de las fuerzas con que penetr a Sinaloa el 17 de
junio de 1913.
Qu ocurra en el Estado en torno a la traicin de Huerta y el
asesinato de Madero? lvaro Obregn describe as la situacin: El
gobernador de Sinaloa, seor Felipe Riveros, que haba reconocido a Huerta y
que, posteriormente, fue destituido y reducido a prisin por orden del mismo
usurpador, haba logrado evadirse y obtener del seor Carranza se le
reconociera como gobernador de Sinaloa, y por aquellos das se diriga a
aquel Estado.
En Sinaloa, era jefe de las operaciones el general Ramn F. Iturbe,
quien tena su Cuartel General en San Blas desde donde dirigi las
operaciones del Estado. Los grupos que andaban levantados en armas en
aquel Estado, eran ya numerosos, siendo los principales jefes rebeldes los
ciudadanos Mezta, Cabanillas, Rocha, Carrasco, Flores y algunos otros.
(Obregn, 1959, 82).
Antonio Bonifant Armenta, distinguido navolatense, entonces
compaero de armas de Iturbe, comenta que se empezaron a correr rumores
de que al llegar ste a San Blas siendo general desde 1911 del Ejrcito
Libertador de Madero, iba a pretender ser el jefe supremo de los
constitucionalistas, por lo cual dijo al gobernador Riveros: Seor, no quiero
que me reconozcan ningn grado, slo pido que al presentarse la primera
26
columna federal enemiga, me mande usted a combatirla con los elementos
que tenga ms desorganizados, es decir, algunas guerrillas as, sin elementos
y mal disciplinados, no obstante de que ya se haba atacado la ciudad de
Sinaloa, sin poderla tomar. (Iturbe, 1971, 35). Bonifant describe emocionado el
ataque suicida de Topolobampo en que las fuerzas de Iturbe derrotaron en
forma desastrosa a las huertistas. Iturbe haba ordenado el fusilamiento de los
federales detenidos, porque saba de algunas fechoras cometidas por ellos en
el sur de Sinaloa y porque no era posible cargar con los prisioneros, pero
cuando el general se acercaba a ellos, el verlo, como una cosa instintiva del
destino, se quitaron el sombrero y gritaron a voz en cuello: Viva Madero! en
recuerdo al fervor maderista de Iturbe. No se les fusil y se integraron con los
heridos a la retaguardia.
Respecto a esta batalla, la hoja de servicios de Iturbe hace notar que se
dispuso desde luego atacar con 300 hombres el puerto de Topolobampo
defendido por el coronel federal Valdivieso con 450 soldados y protegidos por
el caonero Tampico. Al cabo de tres das de asaltos se apoder de la plaza
el 30 de agosto de 1913, tomando 82 prisioneros y muriendo el coronel
Valdivieso a consecuencia de las heridas que sufri; el resto fue obligado a
embarcarse. (Mientras esto suceda, el coronel federal Miguel Rodrguez
amenazaba San Blas, Sinaloa, con dos columnas, una de 200 hombres al
mando del mayor Olague sobre la que triunf el Tte. Coronel Manuel Mezta en
el cerro del Sufragio, y otra de 300 hombres que al mando directo de
Rodrguez desalojaba a Felipe Riveros de San Blas). Conseguido el triunfo de
Topolobampo concentr sus fuerzas a San Miguel para hacer frente a
27
Rodrguez; pero ste evadi el encuentro para embarcarse e ir ms tarde a
Culiacn
Por stas y otras operaciones militares, el 16 de septiembre Iturbe fue
nombrado jefe de las Operaciones Militares en el Estado de Sinaloa por el
general Obregn. El 24 de septiembre envi tropas a fin de recuperar la
poblacin de Los Mochis. Despus concentr sus fuerzas para atacar la plaza
de Sinaloa (hoy de Leyva), la cual tom despus de tres das de reidos
combates.
Ese da, el 24 de septiembre Carranza pronuncia un brillante y emotivo
discurso en Hermosillo con una proyeccin ideolgica comparable al plan de
Guadalupe, en el cual supo recoger y expresar las inquietudes y los anhelos
profundamente arraigados en el pensamiento y en el corazn del pueblo.
(Iturbe, 1967).
Venustiano Carranza no slo reconoci el grado de brigadier otorgado
por Madero a Iturbe, sino que el 28 de octubre de 1913 lo asciende a general
de brigada. Con esta nueva graduacin, el general se apresta para la toma de
Culiacn, como segundo jefe del General lvaro Obregn.
Segunda toma de Culiacn y sitio de Mazatln con Obregn
El 23 de noviembre de 1913, Obregn envi un telegrama a Carranza
en el cual le informaba del sitio y toma de la capital del Estado de Sinaloa.
Explica que lleg a Culiacn y procedi a tomar posiciones, y al
establecimiento de puestos avanzados y de vigilancia, y orden que, con las
debidas precauciones, se acamparan sus fuerzas. El general Iturbe, con el
28
celo y actividad que le son reconocidos, cuidaba empeosamente del exacto
cumplimiento de las disposiciones (Obregn, 1959, 91).
El cuartel general de las fuerzas constitucionalistas se estableci en El
Palmito, entonces distante aproximadamente un kilmetro de la ciudad y el da
8 de noviembre reuni a todos los jefes para darles a conocer el plan de
operaciones. Presentes: el gobernador Felipe Riveros, los generales Iturbe,
Manuel Mezta y Macario Gaxiola, tenientes coroneles Miguel A. Antnez,
Francisco R. Manzo, Gustavo Garmendia, Carlos Flix, Antonio A. Guerrero y
Antonio Norzagaray, y mayores Emilio T. Cecea, Alfredo Breceda, Juan Jos
Ros, Esteban Baca Caldern Camilo Gastlum, Juan Jos Mrigo y Pablo
Quiroga.
El primer asalto se inici a las 4 de la maana del da 10 de noviembre,
cuando hicieron sus movimientos iniciales las columnas de Hill y Gaxiola
dirigidas personalmente por Iturbe, explica Hctor R. Olea, quien sintetiza:
El coronel federal Miguel Rodrguez defendi la ciudad con 2 mil
soldados y bastante artillera, logr salir con slo 1,200 y despus de una
tenaz persecucin ordenada por el general Iturbe, le dio alcance el general
Diguez en Quil (Olea, 1993, 104).
Durante los combates, el general Iturbe se mantuvo constantemente
en la lnea de fuego, dando muestras de una energa y actividad
inquebrantables; sin descuidar ningn detalle, recorra siempre las posiciones
avanzadas, celoso de que nuestras tropas guardaran la actitud que les
corresponda. (Obregn, 1959, 97).
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Tal actuacin no obedeca solamente a la promesa de amor, que le hizo
a su novia Mercedes Acosta, de tomar Culiacn. Era un jefe nato y as lo
ilustra Martn Luis Guzmn:
En lo militar (Iturbe) acababa de hacerle ver a Obregn que no hurtaba
la jerarqua de general del Ejrcito Constitucionalista: Iturbe saba mandar,
disponer, obrar y triunfar, segn lo demostr multitud de veces durante el
ataque a esa misma ciudad donde ahora estbamos. Nadie, en efecto,
ignoraba que en la toma de Culiacn aparte la jefatura de lvaro Obregn
haba habido un herosmo tranquilo y de autntico linaje guerrero: el de
Gustavo Garmendia; una bizarra tenacidad, la de Diguez; y, descollando
sobre todo, una indiscutible capacidad de jefe de jefe valeroso: la de
Iturbe. Despus de la batalla, a Obregn le faltaron elogios para exaltar la
conducta del joven general de Sinaloa. (Guzmn, 387).
El optimismo embargaba a los constitucionalistas sinaloenses. Los jefes
militares y civiles invitaron a Carranza para que desde Hermosillo visitara
Sinaloa, lo cual acept y lleg a la capital el 22 de enero, acompaado de su
estado mayor. Se hicieron grandes manifestaciones de adhesin la ciudad
se engalan con arcos triunfales y cuando lleg al saln rojo del Palacio de
Gobierno, lo recibieron tres bellas seoritas vistiendo los simblicos trajes de
la Libertad, de la Ley y de la Justicia (Olea, 1993, 110).
En un acto oficial, hicieron uso de la palabra el gobernador Riveros y
Ramn F. Iturbe en nombre del gremio militar, entre otros. Carranza fue objeto
de banquetes, velada literaria y hasta apadrin la boda de Iturbe y Mercedes
en Culiacn, antes de partir en febrero, hacia Hermosillo y de ah rumbo a
Nogales, acompaado del general Obregn, quien recibi en Estacin Santa
30
Ana un telegrama del general Iturbe comunicndole que el buque caonero
Tampico se pona a las rdenes de la revolucin.
El da 23 de marzo, el general Obregn recibi otro telegrama de Iturbe,
procedente de Culiacn, comunicndole que el teniente coronel Gregorio
Osuna, comandante militar del distrito sur de Baja California, a bordo del vapor
Bonita se incorpor al gobierno constitucionalista en el puerto de Altata.
Sinaloa y Sonora eran terrenos asegurados por los constitucionalistas,
con excepcin de los puertos de Guaymas y Mazatln. Mientras se combata
en Guaymas, las fuerzas de Sinaloa continuaban el asedio de Mazatln,
aunque sin poder establecer un sitio efectivo, debido a los pocos elementos
con que contaban los jefes de aquellas fuerzas, que lo eran el general Juan
Carrasco y el coronel ngel Flores, por lo que se limitaban a hostilizar
constantemente a la guarnicin federal de dicho puerto. (Obregn, 1959,
107).
En Culiacn, el general Iturbe, jefe de las fuerzas de Sinaloa,
eficazmente ayudado por el coronel Eduardo Hay, como jefe de su Estado
Mayor, se ocupaba tambin, con toda actividad, en dar la mejor organizacin
posible a los distintos cuerpos de tropas que tena en aquella plaza, y que se
alistaban para marchar al Sur.
Mientras se preparaba el sitio de Mazatln, Obregn resolvi continuar
su avance sobre Guadalajara, Jalisco. Dej el puerto de Mazatln sitiado por
tres mil revolucionarios que disponan de cinco caones y tres ametralladoras,
al mando de Iturbe y de otros subalternos.
El siguiente dilogo telegrfico entre Obregn e Iturbe, da testimonio de
lo ocurrido en Mazatln:
31
De Obregn a Iturbe, 17 de mayo:
Teniendo que marchar para el Sur, hoy, quedar usted, como
verbalmente se lo haba ordenado, con las brigadas de Sinaloa,
conservando el sitio que tenemos puesto a la plaza de Mazatln.
Cuando se reciba la remesa de parque, se terminen las
reparaciones del caonero Tampico, que desde ayer est a flote, y
quede cortada la comunicacin entre Manzanillo y Guadalajara, dar
a usted orden para que ataque la plaza sitiada, para as no tener que
sacrificar la gente que tendramos que perder si se atacara ahora.
No tengo que hacer a usted ninguna recomendacin especial,
porque el celo con que siempre ha sabido usted cumplir con sus
deberes es una garanta de acierto. Hago a usted presentes mi atenta
consideracin y aprecio. (Obregn, 1959, 123).
De Iturbe a Obregn, 11 de agosto:
Hnrome comunicar a usted haber tomado posesin de esta
plaza (Mazatln), despus de cinco das de combate, habiendo hecho
al enemigo trescientos muertos, ms de quinientos heridos,
trescientos prisioneros y capturando muchas armas y parque.
Entre prisioneros, un coronel y diez oficiales que, conforme con
la ley de 25 de enero, fueron pasados por las armas.
Ya dar a usted detalles.
Sigo recogiendo dispersos.
Resto enemigo embarcose.
32
Felicito a usted, en nombre de la brigada que me congratulo en
comandar, por este nuevo triunfo. (Obregn, 1959, 154).
Los revolucionarios entraron a Mazatln el 9 de agosto de 1914.
Obregn reconoce a Iturbe y a sus fuerzas:
Dbese hacer observar que la toma de Mazatln se llev a cabo
solamente con las fuerzas con que el general Iturbe haba sostenido el sitio de
dicho puerto, en virtud de que no lleg el refuerzo ordenado al general
Salvador Alvarado, por los motivos que este jefe expuso al general Iturbe, y
que aparecen consignados en el parte detallado que Iturbe rindi con fecha 11
de septiembre, y el cual se inserta ms adelante, explica Obregn (1959, 156)
y un brevsimo resumen del parte sobre la toma de Mazatln enviado a
Obregn por Iturbe el 20 de agosto, informa lo siguiente:
Las prdidas que tenemos que lamentar, son: Muertos:. Que
forman un total de 222 hombres. Los heridos se distribuyeron como
sigue: Que forman un total de 257 hombres.
Por su parte, el enemigo, adems de los 400 prisioneros que le
hicimos, perdi mucha gente en la sorpresa de La Redonda y dej
sembrado de cadveres el Malecn de Olas Altas, pudiendo estimarse
que el nmero total de sus muertos, asciende a 400 hombres, entre los
cuales se encuentran: un coronel y 17 oficiales que fueron recogidos
prisioneros con las armas en la mano, y a quienes se les aplic la ley
de 25 de enero de 1862, pasndolos por las armas. Los heridos que el
enemigo se llev al evacuar la plaza suman cerca de 500, segn
informes dignos de crdito.
33
El comportamiento de las fuerzas de mi mando fue brillante:
todos, sin excepcin, se batieron con denuedo y soportaron las fatigas
con gran abnegacin.
Para estmulo de los defensores de la legalidad, que militan en
las filas del glorioso Ejrcito Constitucionalista, y para mayor honra de
los que integran la Brigada de Sinaloa, que es a mis rdenes y tengo la
honra de comandar, adjunto remito a usted la lista nominal, con
expresin del Cuerpo y Arma en que sirvieron, de los Cc. jefes y
oficiales que, en mi concepto, y salvo la mejor opinin de usted,
merecen premio por su comportamiento durante este hecho de armas.
La Brigada de Sinaloa felicita a usted por haberle dado las
instrucciones generales que le permitieron alcanzar esta nueva y
sealada victoria, y con la satisfaccin del deber cumplido, tengo el
honor, mi general, de hacer a usted presentes mi subordinacin y
respeto. (Obregn, 1959, 188-196).
Sobre lo anterior, Obregn hace una observacin contundente:
Todo comentario sobre este hecho de armas, que tanto realce ha dado
a las armas constitucionalistas, saldra sobrando; ya que el parte rendido por
el general Iturbe detalla tan bien las operaciones desarrolladas; y el nmero
de muertos y heridos, en relacin con los combatientes, son la mejor prueba
del arrojo de nuestras tropas. Digna de encomio, tambin, es la modestia del
general Iturbe, cuando al terminar su parte, dice: La brigada de Sinaloa felicita
a usted por haber dado las instrucciones generales, que le permitieron
alcanzar esta victoria...
34
El xito tan completo alcanzado se debi al valor y acierto del general
Iturbe y los jefes subalternos, que tan hbilmente lo secundaron, as como a la
disciplina y valor de los oficiales y tropa, y no a instrucciones mas, que
ninguna influencia podan tener, dada la distancia a que me encontraba y al
desconocimiento que tena, en detalle, de los hechos que se desarrollaban.
(Obregn, 1959, 196).
El parte de Iturbe es muy amplio y minucioso, sin embargo, no relata la
incorporacin a la revolucin en Mazatln de estudiantes normalistas
procedentes de la ciudad de Mxico.
Francisco Peregrina (1980, 6-7) narra la ancdota en la revista
Presagio con el ttulo Estudiantes normalistas a las armas!: un pasaje
revolucionario, Entre los jvenes se encontraba Gabriel Leyva Velzquez,
futuro gobernador y amigo de Iturbe; de los otros, algunos murieron en
combate y hubo quienes posteriormente alcanzaran celebridad como
militares, abogados y maestros.
Seala Peregrina que durante el sitio del puerto, los constitucionalistas
tenan su cuartel general en Los Otates y las avanzadas en la Casa de las
Palomas, finca ruinosa que contaba con una pieza destechada, construida
sobre el mdano de la Playa Norte, ms o menos donde est el Hotel de Cima
Los estudiantes de la Escuela Normal de Profesores de Mxico venan
a bordo de dos carruajes desde la metrpoli con el plan determinado de
levantarse en armas contra Huerta y en cada pueblo simulaban llamamientos
para combatir a los americanos que en conflicto con Huerta estaban
posesionados de Veracruz. En Mazatln lograron su propsito: el 7 de mayo
se dirigieron de la catedral al campo revolucionario donde el general Iturbe les
35
dio la bienvenida y les asign un modesto lugar en las filas del ejrcito
constitucionalista.
Los estudiantes eran: Adolfo Cienfuegos (y Camus), Benito Ramrez
(Garca?), Tefilo lvarez Borboa, Gabriel Leyva Velzquez, Rubn Vizcarra
(Campos), Roberto Acevedo Glvez, Damin Alarcn, Albino Vargas, Agustn
Tapia, Gerardo Martnez, Fernando Torres Vivanco, Gregorio Lozano
Saavedra, Horacio Castilleja, Elas Corts y Juan Jos Ortega.
Lealtad al constitucionalismo y a Carranza
Huerta renunci a la presidencia el 15 de julio de 1914 y el 20 de
agosto el Ejrcito Constitucionalista hace su entrada triunfal a la ciudad de
Mxico.
Se iniciaba una nueva etapa en el proceso revolucionario.
Aparentemente se daba fin a la guerra, sin embargo muy al contrario, se
abri el escenario hacia una nueva contienda al presentarse la escisin de los
caudillos: Villa y Zapata tenan su propio proyecto de nacin, distinto al de
Carranza, quien intent negociar con el primero y le pidi la rendicin al
segundo.
En la noche del 27 de septiembre se celebr una Junta de jefes
constitucionalistas en el Cuartel General de Blanco en la ciudad de Mxico, en
la cual estuvo presente Obregn. Se acord, entre otros asuntos, nombrar en
comisin, para que fuera a Aguascalientes a tratar con los jefes de la Divisin
del Norte, a los siguientes generales: lvaro Obregn, Ramn F. Iturbe,
Guillermo Garca Aragn, Ernesto Santos Coy, Ramn V. Sosa, Jess Trujillo
y coronel Luis Santoyo.
36
En octubre de 1914, Carranza organiza una convencin de lderes
revolucionarios. Zapata y Villa no estuvieron de acuerdo en que se realizara
en la ciudad de Mxico y se traslad a Aguascalientes.
A consideracin de Obregn la Convencin fue un fracaso, pues Villa
qued investido de una aparente legalidad, y esto dio margen tambin a que
muchos de los jefes, que sin la Convencin hubieran permanecido leales a la
Primera Jefatura, defeccionaran y se incorporaran a Villa aparentando
sostener al gobierno de la Convencin, representado por el general Eulalio
Gutirrez.
En la Convencin se decret el cese de Venustiano Carranza como
Primer Jefe del Ejrcito Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de
la Nacin, al igual que el cese del general Francisco Villa, como jefe de la
Divisin del Norte y se nombr Presidente Provisional de la Repblica al
general Eulalio Gutirrez, por un perodo de veinte das, tiempo que se juzg
suficiente para que la Convencin se trasladara a Mxico y all ratificar dicho
nombramiento por un nuevo perodo en favor de Gutirrez, o se nombrara
nuevo presidente.
Para esas fechas, el general Iturbe haba sido nombrado jefe de la 3
Divisin del Ejrcito del Noroeste, cuya jurisdiccin comprenda el Estado de
Sinaloa, la parte Sur del Estado de Sonora, que no haba sido controlada por
las fuerzas de Maytorena y el Territorio de Baja California.
El Gobernador de Sinaloa, Felipe Riveros, asumi una actitud
marcadamente afecta al villismo. Para evitar una ruptura de consecuencias,
Iturbe haba mandado desarmar los batallones 1 y 5 de Sinaloa, en el puerto
de Topolobampo, que eran los ms importantes elementos con que poda
37
contar Riveros para hacer armas contra el Gobierno Constitucionalista y
obtuvo de Riveros, al mismo tiempo, la promesa de que permanecera leal a la
Primera Jefatura de la Revolucin. A pesar de todo, el Gobernador haba
renunciado el 20 de noviembre, declarando su adhesin al villismo, por lo que
inmediatamente fue batido por las fuerzas leales, al mando del general Iturbe,
quien le inflingi una completa derrota en las cercanas de Culiacn, donde el
Gobernador rebelde abandon armas, municiones y dinero, mientras la gente
que lo haba secundado se dispers en distintas direcciones
Iturbe inform a Obregn que, despus de destrozar completamente a
los enviados de Riveros, haba salido al frente de una expedicin de mil
hombres con rumbo a la Baja California y haba derrotado por completo a la
guarnicin maytorenista, que se encontraba en el puerto de La Paz, Baja
California, el 8 de diciembre e 1914, y regres luego con su expedicin al
Estado de Sinaloa.
La Hoja de Servicios de Iturbe enlista las batallas en que ste particip
contra los villistas en Sinaloa y norte de Nayarit, desde el inicio de 1915 y
hasta septiembre del mismo ao, en que es nombrado Jefe de las
Operaciones Militares en Jalisco y Colima. Antonio Nakayama resume en el
siguiente prrafo dichos combates:
En enero, la situacin de los constitucionalistas en el territorio de Tepic
se puso difcil y el general Juan Dozal tuvo que abandonarlo, dejndolo en
poder de las tropas de Rafael Buelna y obligando a Juan Carrasco a
replegarse hacia Sinaloa. Por otra parte, la Columna Expedicionaria de
Sinaloa tuvo que partir rumbo a Sonora al mando de ngel Flores, as que
Iturbe se dirigi a Tepic, donde tuvieron lugar los picos combates entre los
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hombres de Buelna y de Carrasco. El general Jos Mara Cabanillas fue
obligado por los villistas a desalojar Cosal, por lo que Iturbe se desplaz a
ese lugar, donde derrot a Carlos Real, y de all retorn al sur en virtud de que
los soldados de Buelna amenazaban a Mazatln, peligro que desapareci
cuando fueron derrotados y obligados a replegarse de nuevo a Tepic, donde
continuaron de nuevo los combates que culminaron con la victoria decisiva de
los constitucionalistas. Iturbe volvi a la zona de Sinaloa, ocup la plaza de El
Fuerte y en Bacamacari, Mocorito derrot a los villistas al mando del general
Macario Gaxiola, terminando as con el peligro de que aquellos causaran ms
intranquilidad en el estado. (Nakayama, 1975, 226).
Iturbe entreg la comandancia de la Tercera Divisin del Ejrcito del
noroeste al general Manuel M. Diguez y tom posesin de la Jefatura de las
Operaciones Militares en Jalisco y Colima el 25 de septiembre de 1915. El
general Iturbe llega a la capital de Jalisco con sus soldados sinaloense a fin de
apresurar la persecucin de los restos de las partidas villistas que seguan sus
correras por los pueblos del Estado. Nombr pagador del Estado Mayor de la
Jefatura de Operaciones y luego obsequi un revlver al joven Jos C.
Valads, quien consideraba a Iturbe un individuo excepcional que enseaba a
vivir y amar la revolucin
Los triunfos de Carranza se extienden por toda la geografa nacional.
La revolucin, en su etapa constitucionalista, entra en una nueva fase dentro
de la cual Iturbe vislumbra la oportunidad de convertirse en el primer
gobernador constitucional de Sinaloa y hacia esa meta encamina sus pasos.
A la distancia, Iturbe emite juicios sobre Carranza y Obregn. Frente al
presidente Adolfo Lpez Mateos, dice el 7 de agosto de 1963:
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El seor Carranza fue todo un carcter en su firmeza de proceder, con
los pies sobre la tierra, teniendo un profundo conocimiento de los hombres. No
estuvo de acuerdo con Madero en cuanto a lo que llam debilidad,
refirindose a sus transacciones y condescendencias para con los enemigos
jurados de la Revolucin, como fueron todos los altos jefes del Ejrcito
Federal, a quienes dej todo el poder de las armas en cumplimiento del
Tratado de Ciudad Jurez. En cambio, Carranza no quiso dejar piedra sobre
piedra de aquel ejrcito corrompido y que fuera la perdicin del apstol,
traicionndolo e inmolndolo con el crimen ms execrable. Carranza fue todo
un estadista y su inexorable firmeza en lo que consideraba deba ser, rayaba
en una extrema rigidez. Yo creo que el amor, aun en su ms alto sentido de
justicia, tiene siempre alguna flexibilidad. Carranza no la tena ni para salvar la
vida de un familiar o aun la suya propia si para ello hubiera tenido que ceder
ante alguna pretensin deshonrosa. Nos ense a no claudicar cuando del
cumplimiento del deber se trata. Para hablar del seor Carranza, de nuestro
Primer Jefe del Ejrcito Constitucionalista, habra que escribir muchos libros y
stos ya fueron escritos por los ms capacitados para hacerlo. (Iturbe, 1963)
Tres aos ms tarde, en 1966, Beatriz Reyes Nevares le arroja la
pregunta directa:
Y cmo era Carranza?
Era la inflexibilidad en persona. La rectitud. Se propona una meta e
iba derecho a ella, sin reparar en los obstculos. Y su meta era la legalidad,
de modo que su valor histrico es inconmensurable. Yo admir mucho a
Carranza, sobre todo despus de su discurso de Hermosillo. Es una pieza que
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debera difundirse. Una verdadera declaracin revolucionaria. (Reyes, 1966,
38).
Qu opina usted de Obregn?
Era un gran estratega. Tena una virtud: la economa de hombres.
Nunca arriesgaba a nadie intilmente. Villa era lo contrario y en cambio tena
sobre Obregn la cualidad de la rapidez. Sus desplazamientos eran
fulgurantes, a base de caballera. A don lvaro le gustaba ms la infantera.
Creo que del choque de estos dos criterios naci la victoria obregonista de
Celaya. Es uno mesurado y calculador; el otro, todo arrojo y violencia (Reyes,
1966, 38).
Ante Lpez Mateos tambin habl del sonorense:
Qu podra decir de Obregn? Fui de sus fuerzas del Cuerpo del
Ejrcito del Noroeste. Lo vi de cerca y observ cmo reaccionaba en el
peligro, en los momentos ms crticos. Nunca alardeaba de su valor. Nos
deca siempre: El general que no siente miedo es peligroso porque no toma
las precauciones requeridas.
Se levantaba muy temprano y le gustaba explorar y conocer la
situacin personalmente, tanto del terreno como del enemigo. Era intuitivo y su
caracterstica, contraria a la de Villa, era la de ahorrar la sangre de sus
soldados. Jams lo derrotaron. Ha sido famosa su frase: Que se mutilen los
hombres, pero que no se mutilen los principios. Finalmente tuvo gran
predileccin por el campesinado. Los obregonistas siguen rindiendo culto a su
memoria y manteniendo encendida la lmpara votiva de su admiracin y
lealtad a quien fuera su jefe. (Iturbe, 1963).
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2. LA GLORIA DEL PODER Y EL INFIERNO DE LA DERROTA
Primera batalla poltica: Gobernador Constitucionalista de Sinaloa
Venustiano Carranza convoc al Congreso Constituyente, realizado de
diciembre de 1916 a enero de 1917, en un intento ms por terminar con la
lucha armada y volver al orden legal. Se destacaron, en los extremos, dos
corrientes, una moderada identificada con Carranza y la otra progresista con
Obregn. En el centro haba una gran diversidad de posiciones que iban de la
extrema derecha al ultraizquierdismo.
Por Sinaloa figuraban como diputados propietarios: Pedro Rosendo
Zavala, Andrs Magalln Ramrez, Carlos M. Esquerro, Cndido Avils
Inzunza y Emiliano C. Garca Estrella; como suplentes: Juan Francisco
Vidales, Jos C. Valads, Mariano Rivas, Primo B. Beltrn y Antonio R.
Castro. El 5 de febrero, se promulg la constitucin en Quertaro.
En Sinaloa, Iturbe fue comisionado por Carranza para que visitara Japn,
Rusia y algunos pases europeos en los primeros meses de 1916. La comisin
se frustr, tal parecer porque se originaron conflictos diplomticos por la
invasin de Villa a Columbus.
En qu consista la comisin? Se ignora a ciencia cierta. Un
cablegrama procedente de San Francisco California informa que el peridico
japons. Kokumin-Shimbun, publica que el 1 del presente mes (marzo) El sr.
Ramson Turbe (?) (SIC, incluso interrogantes) se declara que es Enviado
Especial del Gral. Carranza con una misin para el Japn. Dicen que a las
preguntas de las autoridades americanas contest que no poda hablar de la
misin que tiene para el Japn. (Archivo Histrico Genaro Estrada de la
SRE).
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Se presume que estudiara y traera informacin sobre la forma en que
se llevaban los asuntos militares en los pases a visitar, quiz con la
posibilidad de que luego esos conocimientos se utilizaran en la Secretara de
Guerra y Marina de Mxico, entonces y hasta abril, a cargo del general
Obregn. Regresa a Mxico en junio de 1916.
En el tiempo estipulado present su candidatura para gobernador de
Sinaloa. Carranza, quien al igual que Obregn apoyaba a ngel Flores, le
pidi que cancelara su postulacin. Le respondi: lo siento, pero ya estoy
comprometido con mi pueblo (Reyes, 1954, 54) y se registr como candidato
del Partido Liberal Progresista para contender contra el mencionado general
ngel Flores, el licenciado Enrique Moreno Prez, de Mocorito; el general
Manuel A. Salazar El Chango, de Concordia, el general Manuel Mezta,
duranguense. Obtuvo una visible mayora de votos.
Iturbe fue electo para el periodo del 27 de septiembre de 1917 al 26 de
septiembre de 1920. Sin embargo, la XXVII Legislatura otorg la protesta legal
el 26 de julio por entrega que le hizo el gobernador provisional general Ignacio
L. Pesqueira. En la discusin del dictamen el diputado Miguel L. Cecea,
representante del distrito de El Fuerte, basndose en que todava se hallaba
vigente la Constitucin local de 1894, haba manifestado que, si bien el
general haba triunfado en los comicios, se encontraba incapacitado por no
llenar el requisito de la edad (tena 27 aos y para asumir el mando, por ley,
deba tener 30).
Venustiano Carranza, en su primer informe de Gobierno rendido a la
nacin el 1 de septiembre de 1917, explica la situacin sobre el caso Sinaloa,
de la siguiente manera:
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"En el estado de Sinaloa la eleccin de Gobernador, que favoreci al
general Ramn F. Iturbe, dio lugar a un conflicto que, afortunadamente, se
conjur a tiempo, desistiendo de su actitud aquellos mismos que orillaron al
Estado a una crisis. El ayuntamiento de El Fuerte suscribi un manifiesto en
que desconoca al Gobernador electo, basndose en que, en su concepto, la
declaratoria del Congreso Local haba violado la Constitucin de Sinaloa. Los
Ayuntamientos de Ahome, Guasave y Mazatln se adhirieron al de El Fuerte,
y, en tales circunstancias, el Congreso del Estado acord dirigirse a los
Poderes de la Unin, a fin de que, en cumplimiento del artculo 122 de la
Constitucin, se prestasen a los Poderes Locales los auxilios del caso. El
Ejecutivo de mi cargo tom las medidas que crey pertinentes, y la situacin
mejor desde luego. El general de divisin lvaro Obregn ofreci su
mediacin al Gobierno del Estado con los Ayuntamientos para solucionar el
conflicto, y, previa la autorizacin que obtuvo del gobierno de mi cargo,
celebr conferencias con el Ejecutivo de aquella Entidad Federativa, as como
con los Ayuntamientos inconformes, consiguiendo que todos stos depusieran
su actitud y reconocieran expresamente la autoridad del Gobernador. Con
esto ha concluido la intranquilidad en Sinaloa, volviendo el Estado a su vida
normal. (Cmara de Diputados, 2006, 10).
La situacin se complic al grado de que el congreso orden, el 4 de
julio de 1917, que los poderes del Estado se trasladarn a Mazatln.
Finalmente, la XXVII Legislatura local expidi una nueva constitucin firmada a
las 6:30 de la tarde del 25 de agosto gracias a la cual Iturbe tom posesin
legal del gobierno. Eran diputados del congreso: Ingeniero Emiliano Z. Lpez,
Pedro L. Gavica, Arnulfo Iriarte, Diego Peregrina, Genaro Noris, Serapio
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Lpez, Flix A. Mendoza, Leopoldo A. Dorado, Susano Tiznado, Manuel Mara
Siz, Julio E. Ramrez, Alfonso Leyzaola, Miguel L. Cecea y Fernando
Martnez.
Su gobierno fue muy agitado y no termin su periodo. Pidi una primera
licencia del 7 de agosto al primero de diciembre de 1919 en que fue sustituido
por Eliseo Quintero; retoma el poder de la ltima fecha al 31 de diciembre y
ante una nueva licencia, sin regreso, ocupa el cargo Miguel L. Cecea.
Iturbe present ante la citada XXVII Legislatura, con fecha del 14 de
marzo, su primer informe de gobierno correspondiente al periodo transcurrido
del 15 de septiembre de 1917 al 15 de marzo de 1918.
De entrada, se propuso mejorar la administracin pblica, para lo cual
dispuso que todos los empleados del Gobierno concurrieran al Colegio Civil
Rosales, cuando menos una hora diaria, para hacer estudios de Espaol,
Tenedura de Libros, Aritmtica Mercantil, Mecanografa, Taquigrafa y
Economa Poltica, en el concepto de que la asistencia a los cursos es
obligatoria, por lo menos a dos de ellos, y de que las calificaciones seran
tomadas en cuenta para los ascensos y promociones. Como los empleados,
en su mayora, no correspondieron a los buenos propsitos del ejecutivo, se
giraron rdenes terminantes para que asistieran puntualmente a los cursos o
fueran sustituidos por personas competentes e ilustradas.
Al inicio de la gestin hubo problemas derivados del movimiento
revolucionario. En algn momento se acentu la crisis agrcola con la
consecuente falta de alimentos. Iturbe inform que durante su gobierno
Sinaloa se convirti en un verdadero granero para la Repblica, por sus
cosechas abundantes, ms abundantes que nunca. Se realizaron elecciones
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para las presidencias municipales durante las cuales se registraron problemas
en algunos municipios, especialmente en Mazatln.
Hubo una epidemia de viruela, propagada por gente procedente de
Nayarit, ante la cual se tomaron medidas preventivas, a pesar de no contar
con presupuesto. Tambin correspondi a Iturbe enfrentar una pandemia de
gripe o influenza espaola. A su llegada a esta entidad, la gripe hispana ya
llevaba algunos meses de haber aparecido en Mxico, y aunque este hecho
era conocido por las autoridades y la poblacin, no se le haba dado la
importancia debida y, por lo tanto, no se haban tomado las precauciones
necesarias. Pronto se habran de constatar las consecuencias, pues, en un
lapso de alrededor de un semestre, el flagelo afect a gran parte de la
poblacin del estado y los muertos alcanzaron la cifra de 20 mil. (Valds,
2002, 41).
En Guasave ocurri el siguiente incidente: el 6 de noviembre, por
razones de orden e higiene pblica, acord el Ayuntamiento que los chinos se
retiraran a vivir en un lugar alejado del resto de la poblacin, para que no
ejercieran el comercio. Iturbe se opuso para evitar peticiones de amparo y
gestiones diplomticas, asuntos exclusivos del gobierno de la Repblica, y
porque haba un Tratado de Amistad, Comercio y Navegacin del 30 de junio
de 1900 entre Mxico y el Imperio de la China. Se cerr el incidente.
La educacin del pueblo, mximo monumento a la Revolucin
Desde la ptica del gobernador, plasmada en el informe, la situacin
actual de la Instruccin Pblica es un tanto ms halagadora que cuando tuve
la honra de leer ante vosotros mi ltimo informe. Sin embargo, a pesar de los
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esfuerzos hechos para mejorar el servicio de la instruccin popular
esfuerzos que todos vosotros conocis los resultados han sido poco
favorables en virtud de trabajos de reorganizacin de otra ndole y de la crisis
econmica que afortunadamente pudo conjurarse a tiempo; pero que, en el
momento de decidir sobre el asunto de Instruccin, se hallaba en su apogeo.
(Iturbe, 1917).
El 20 de septiembre Iturbe present un proyecto sobre Instruccin
Pblica, elaborado en sus bases ms generales por la Junta Pedaggica y
con fecha 29 de diciembre qued promulgada la ley respectiva6 que previene
que la instruccin depende del Gobierno del Estado y no de los
Ayuntamientos. Se cre la Direccin General de Educacin, desde el primero
de enero de 1918 y se giraron importantes circulares para determinar bien y
claramente la intervencin que a los Ayuntamientos y al Estado corresponde
en la organizacin escolar.
Econmicamente las escuelas dependan todava de los municipios, los
cuales, por carencias de recursos econmicos se haban abstenido de abrir
todas las escuelas necesarias para la educacin del pueblo y en muchos
casos se vean en la penosa necesidad de no pagar puntualmente los salarios
del personal docente de sus planteles. Ante las bases econmicas tan
inseguras sobre que descansaba la Instruccin Pblica del Estado, las
condiciones tcnicas no pueden ser muy favorables. Se impona, por tanto, la
necesidad de concentrar la Instruccin Pblica bajo la inmediata direccin y
vigilancia de la Direccin General del Ramo, en los trminos que se haban
proyectado.
6 La Ley Orgnica de Educacin Primaria del 29 de diciembre de 1917, un adelanto para la poca.
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Iturbe puso especial atencin al hospicio Francisco I. Madero, donde
curs sus primeros y nicos estudios y que hubo de abandonar por falta de
recursos econmicos. Era una institucin particular fundada para beneficio de
los hurfanos de la revolucin a la cual igual que al primer alumno bautiz
con el nombre del apstol de la revolucin. Explica que de cierta manera, el
hospicio dependa tambin de la Direccin General de Educacin Pblica, y
estaba dando ya magnficos resultados, gracias al apoyo recibido por la
Cmara de Diputados, que le concedi una subvencin de 17 mil 781 pesos
anuales, cantidad que sirvi para ayudar a cubrir los gastos ms urgentes, con
lo que quedaba as asegurado el porvenir de ciento veinte asilados, que
encontraran en dicho establecimiento las armas necesarias para luchar
honradamente por la vida.
Por cuanto a la instruccin primaria y superior, si bien es cierto que se
han logrado grandes ventajas durante los pocos meses del gobierno, tambin
es verdad que este servicio dejan an mucho que desear. Y si os digo esto,
no es nicamente para hacer alarde de franqueza, sino para recordar en
vuestro ofrecimiento y reiterar el mo de trabajar con ahnco para levantar
entre todos el monumento ms grandioso de un gobierno emanado de la
revolucin: el monumento eterno a la educacin de las masas. (Iturbe, 1917),
La educacin secundaria, preparatoria y profesional se imparta en el
Colegio Civil Rosales, que despus de sufrir mucho durante la pasada
revolucin, entr en un perodo de auge, gracias a la hbil direccin del doctor
Bernardo J. Gastlum, quien seleccion al profesorado y estudi las medidas
ms convenientes para satisfacer las necesidades del Estado, con programas
de estudios sujetos a la crtica de personas de reconocida aptitud.
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Adems, por conducto de la Secretara de Gobierno, present algunos
proyectos ms, tales como el que tiende a la organizacin de la Universidad
de Sinaloa, concedindole su autonoma; y el de la ley Orgnica un asunto
de verdadera importancia, de cuyo resultado est pendiente toda la
intelectualidad sinaloense. (Iturbe, 1917).
El presupuesto con que se contaba era tan bajo que el gobierno tuvo
algunas dificultades para cubrir las pensiones de los jvenes sinaloenses
Antonio Yuriar y Jos Salazar, que estudiaban en la Escuela Forestal de
Mxico, pensionados por el Estado.
Segn los informes rendidos por los Ayuntamientos, funcionaban en el
Estado 186 escuelas elementales, con organizacin perfecta en su mayora.
En el puerto de Mazatln funcionaban regularmente dos escuelas superiores,
una de nios y otra de nias, y en su gestin se establecieron en Culiacn los
cursos de sexto ao para nias y quinto ao para nios.
Solamente en las ciudades de Mazatln y Culiacn han existido
escuelas nocturnas para obreros, dos en la primera ciudad y tres en la
segunda, servidas por cinco maestros y teniendo en total una asistencia de
350 obreros por trmino medio.
El personal docente est integrado por cerca de 400 empleados, entre
los que se cuentan algunos profesores normalistas.
El total de educandos que acuden a las escuelas asciende a 17,531,
siendo 7,842 nios y 9,689 nias.
Para remediar todos los males de que adolece el ramo de Instruccin
Pblica, puso a consideracin de la Cmara algunos proyectos de Ley, entre
los que se cuenta uno de ampliacin al presupuesto de egresos.
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Para terminar la parte del informe en el rubro de la Instruccin Pblica,
mencion el hecho de que, durante el ltimo ao de 1917, se adquiri para el
estado en la suma de $14,625.00 oro nacional, el edificio llamado La Gran
Duquesa, que entonces ocupaba la Escuela Morelos de Mazatln. La suma
en cuestin fue pagada por el gobierno federal como abono a la deuda que
tiene reconocida a favor de Sinaloa.
Se elige a la XXVIII legislatura del Congreso de Sinaloa que estuvo en
funciones del 15 de septiembre de 1918 al 14 de septiembre de 1920, la cual
qued integrada por los siguientes diputados: Miguel L. Cecea, Fernando B.
Martnez, Rosendo Olea, Carlos Castro, Serapio Lpez, Eliseo Quintero,
Epitafio Osuna, Jos Arce Lizrraga, Alfredo Ibarra, Leopoldo a. Dorado,
Andrs Magalln, Adolfo V. Rivera, Pedro Czares, Genaro Noris y Pedro L.
Gavica.
Ante esta Legislatura, Iturbe rinde otro informe de actividades durante el
periodo comprendido del 15 de marzo de 1918 al 16 de septiembre del mismo
ao.
Anuncia la solicitud para nuevas municipalidades de las comunidades
de Los Mochis, Quil, Villa Unin, Pnuco y Cacalotn y sobresale la atencin
que el Gobierno del Estado pone en el combate a los vicios de