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 TIEMPO 41 CARIÁTIDE La magia innov adora en la obra de Elena Garro Patricia Rosas Lopátegui E ,  Los recuerdos del  porvenir en un seminario de literatura mexicana, descubrí a la escritora que sería mi heroína. Como en el juego “A las estatuas de marl...”, así me quedé yo: encantada, maravi- llada, deslumbrada ante la fuerza poética del lenguaje de Elena Garro, la lucidez de su análisis deconstructor sobre la realidad mexicana y su mirada profundamente crítica y desmiticadora sobre el lado oscuro del ser humano. Nad ie nunca me había deslumbrado ni me ha deslumbrado como Elena Garro. Pero para mi sorpresa descubrí que estaba frente a una escritora fantasma, a quien el gobierno y el statu quo se había encargado de desprestigiar mediante la leyenda negra que le indilgaron acusándola de “conspi- radora, cabecilla de un complot comunista, enemiga del régimen, traidora, loca, paranoica ”, etcétera, etcétera, a raíz de la masacre perpetrada en Tlatelolco en 1968. En los años setenta parecía como si Elena Garro no hubiera existido nunca: sus tres libros publicados hasta el momento, Un hogar sólido y otras piezas en un acto  (1958), Los recuerdos del porvenir (1963) y La semana de colores (1964) eran inconseguibles; en nuestro curso de literatura mexicana tuvimos que leer Los recuerdos del porvenir en copias fotostáticas. Además, nada se sabía de ella. Y lo peor de todo, nadie quería hablar de Elena Garro. Como dijo Emmanuel Carballo: “Elena Garro es como una escritora clandestina, hay que hablar en voz baja de ella para que nadie lo sepa porque nos puede pasar algo, como si fuera una conspiradora, una dinamitera”. 1  Sin embargo, en 1976, yo había descubierto a una gran escritora y decidí ir tras sus huellas. La tarea desde entonces ha sido una larga y turbulenta travesía, pero al mismo tiem- “Sobre todo que en el mundo apenas si aprende uno a ser hombre” Un hogar sólido, Elena Garro Este 22 de agosto de 2008, hace diez años que Elena Garro se fue pero no la olvidamos. Elena está acariciando a sus  gatos y nos mira para ver si estamos leyendo sus nov elas, relatos, piezas teatrales, memorias, poemas, guiones cinematográcos y artículos periodísticos, en donde expuso con una mirada crítica, mordaz y poética el mundo en el que vivimos. T ratar de denir a Elena Garro en unas cuantas palabras resulta una tarea imposible. A Elena hay que recordarla, sobre todo, como una persona que quiso transformar el mundo machista, corrupto y totalitario en el que vivió. Se enfrentó –como un Felipe Ángeles, una  Juana de Ar co, un Emiliano Zapata– con los terr atenientes  y funcionarios criminales par a defender a los campesinos  y los derechos humanos. T ambién peleó por democratizar el sistema mexicano al lado de Carlos A. Madrazo. No satisfecha con su lucha social, simultáneamente, iba revolucionando el teatro y la literatur a en México y en Hispanoamérica. El general Elena, la eterna niña-poeta, la de la mirada penetrante, la de la voz rebelde y antisolemne, la que miraba el mundo y lo transformaba en poesía y lucha  por el pueblo vive hoy con nosotros y sus gatos pensando en un mejor futuro para todos.

Teatro Elena Garro

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Teatro mexicano

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    La magia innovadora en la obra de Elena Garro

    Patricia Rosas Loptegui

    En 1976, cuando le por primera Vez Los recuerdos del porvenir en un seminario de literatura mexicana, descubr a la escritora que sera mi herona. Como en el juego A las estatuas de marfil..., as me qued yo: encantada, maravi-llada, deslumbrada ante la fuerza potica del lenguaje de Elena Garro, la lucidez de su anlisis deconstructor sobre la realidad mexicana y su mirada profundamente crtica y desmitificadora sobre el lado oscuro del ser humano. Nadie nunca me haba deslumbrado ni me ha deslumbrado como Elena Garro. Pero para mi sorpresa descubr que estaba frente a una escritora fantasma, a quien el gobierno y el statu quo se haba encargado de desprestigiar mediante la leyenda negra que le indilgaron acusndola de conspi-radora, cabecilla de un complot comunista, enemiga del rgimen, traidora, loca, paranoica, etctera, etctera, a raz de la masacre perpetrada en Tlatelolco en 968. En los aos setenta pareca como si Elena Garro no hubiera existido nunca: sus tres libros publicados hasta el momento, Un hogar slido y otras piezas en un acto (958), Los recuerdos del porvenir (963) y La semana de colores (964) eran inconseguibles; en nuestro curso de literatura mexicana tuvimos que leer Los recuerdos del porvenir en copias fotostticas. Adems, nada se saba de ella. Y lo peor de todo, nadie quera hablar de Elena Garro. Como dijo Emmanuel Carballo: Elena Garro es como una escritora clandestina, hay que hablar en voz baja de ella para que nadie lo sepa porque nos puede pasar algo, como si fuera una conspiradora, una dinamitera.

    Sin embargo, en 976, yo haba descubierto a una gran escritora y decid ir tras sus huellas. La tarea desde entonces ha sido una larga y turbulenta travesa, pero al mismo tiem-

    Sobre todo que en el mundo apenas si aprende uno a ser hombre

    Un hogar slido, Elena Garro

    Este 22 de agosto de 2008, hace diez aos que Elena Garro se fue pero no la olvidamos. Elena est acariciando a sus gatos y nos mira para ver si estamos leyendo sus novelas, relatos, piezas teatrales, memorias, poemas, guiones cinematogrficos y artculos periodsticos, en donde expuso con una mirada crtica, mordaz y potica el mundo en el que vivimos. Tratar de definir a Elena Garro en unas cuantas palabras resulta una tarea imposible. A Elena hay que recordarla, sobre todo, como una persona que quiso transformar el mundo machista, corrupto y totalitario en el que vivi. Se enfrent como un Felipe ngeles, una Juana de Arco, un Emiliano Zapata con los terratenientes y funcionarios criminales para defender a los campesinos y los derechos humanos. Tambin pele por democratizar el sistema mexicano al lado de Carlos A. Madrazo. No satisfecha con su lucha social, simultneamente, iba revolucionando el teatro y la literatura en Mxico y en Hispanoamrica. El general Elena, la eterna nia-poeta, la de la mirada penetrante, la de la voz rebelde y antisolemne, la que miraba el mundo y lo transformaba en poesa y lucha por el pueblo vive hoy con nosotros y sus gatos pensando en un mejor futuro para todos.

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    las frases gastadas, sino abordarlas como el juego infinito de un caleidoscopio para inyectarles nueva significacin. En el campo de la narrativa tambin es quien rompe con los parmetros de la literatura realista e introduce el llamado realismo mgico, y no es Gabriel Garca Mr-quez con Cien aos de soledad (967), como se repite en el canon de las letras, novela que es posterior a Los recuerdos del porvenir (963). Sin embargo, Elena siempre rechaz esta clasificacin del mundo acadmico porque para ella la realidad mgica de Los recuerdos del porvenir no es sino la representacin de lo que vio, escuch y experiment desde nia; es decir, la representacin del pensamiento mgico y milenario de la cosmovisin indgena que siempre ha estado presente en Mxico. Su estilo matizado por la ms excelsa expresin potica es uno de los sellos distintivos en su produccin, tanto lite-raria como dramtica; su lenguaje simblico es el vehculo por medio del cual propone una dimensin ms humana y justa donde tengan cabida la ilusin, la generosidad, el amor, la libertad. Con Los recuerdos del porvenir como con sus piezas teatrales Garro revolucion las letras en Amrica Latina. En esta novela desentierra el espinoso tema de la Guerra cristera (926-929), un asunto poco tratado en la lite-ratura nacional. Como ninguna novela mexicana retrata los horrores que vivi el pas bajo la dictadura del hombre fuerte de la Revolucin, Plutarco Elas Calles. En Los recuerdos del porvenir, Elena Garro nombra lo que somos, lo que es Mxico a partir de su historia, de sus mitos, de sus crmenes, de sus traiciones, de los siglos poblados de injusticias sociales, en fin, de su memoria colectiva, a tra-vs de la voz del pueblo mexicano encarnada en un lugar mtico llamado Ixtepec, ese pueblo smbolo de nuestra nacin donde cobran vida la cosmovisin mgica, sabia y premonitoria de los antiguos mexicanos, yuxtaponindose, y a veces fusionndose, con el legado de los conquistadores. Es decir, lo que somos como nacin: indios y espaoles, seres duales. Por eso, junto a la filosofa romntica de los personajes formados en la cultura de Occidente (la familia de Martn Moncada), se da la cosmovisin de Tefa y de F-lix, la de los antiguos mexicanos (la que ve a Felipe Hurtado caminar bajo la lluvia sin mojarse, la que convierte a Isabel Moncada en piedra). Aqu aparece el pas dividido entre los viejos y nuevos ricos adueados del poder, y los indgenas que vuelven a ocupar su lugar en el pasado. Iguala-Ixtepec transfigura-cin de Mxico es el pueblo arrasado por un gobierno

    po un viaje gratificante, especialmente en momentos como ste, en el que la revista Casa del Tiempo reconoce a una de los escritores preciso decirlo en masculino para abarcar a hombres y mujeres ante el sexismo que priva en nuestra lengua ms relevantes no slo de las letras mexicanas sino de la literatura mundial. Esta aseveracin no es gratuita. Si como dijo Margarita Michelena: Un clsico es, por esencia y definicin, un intemporal, un siempre prximo, un salva-do de lo adjetivo y circunstancial. Y as, generalmente, no hay nada ms fresco, ms vivo, actual y comunicable, que un texto clsico,2 sabemos que Elena Garro escribi obras que forman ya parte de las letras clsicas universales, como Los recuerdos del porvenir, La culpa es de los tlaxcaltecas, Un hogar slido, La seora en su balcn, Los perros, El rbol, Felipe ngeles, Testimonios sobre Mariana, Memorias de Espaa 1937, Ins, entre muchas otras. Como no es posible en este espacio revisar cada una de sus obras, me limitar a mencionar algunas de ellas y sus aportaciones. Elena renov el teatro en Mxico en los aos cincuen-ta. El dramaturgo Vctor Hugo Rascn Banda defini as a la escritora poblana y su quehacer escnico: nica, inquietante, original, perturbadora, Elena Garro rompi con el teatro costumbrista y cre un teatro moderno que se adelant a su tiempo. Innovadora, inaugur un estilo, el realismo mgico en el teatro, un tono y unas atmsferas que ningn otro dramaturgo ha logrado.3

    Como buscadora incansable de la esencia de las co-sas, de lo verdaderamente trascendental de la existencia, Garro acababa con los viejos moldes teatrales al romper con el espacio y el tiempo realistas insertando la magia en la composicin escnica. Elena demostraba que el es-cenario teatral (sinnimo del escenario de la vida) sigue la lgica de los sueos, de la suprarrealidad onrica. Todo puede suceder en escena, slo basta imaginarlo. En sus farsas rompe sorpresivamente con la realidad temporal y espacial mediante situaciones de gran originalidad. En Un hogar slido una cripta se convierte en la casa familiar donde cohabitan diferentes generaciones, ah Catita de 5 aos vive con su hermana Jesusita de 80 aos; Titina, en Andarse por las ramas, con un insignificante pedazo de gis rojo, fractura la mecnica de la cotidianidad al dibujar una puerta que la lleva a otra dimensin; mientras que en El rey mago, Cndido disloca el espacio tradicional cuando arrea su caballito de cartn y lo hace volar. Adems, Garro se converta en la renovadora de las palabras, en la artfice que recreaba las imgenes anticuadas. Su apuesta: no desechar

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    tirnico en donde los jvenes no tienen posibilidades de cumplir sus sueos, los indios son vistos como bestias sin derecho a existir, y el amor est condenado a fracasar. Todo muere nos dice Elena en donde no hay libertad, justicia, pluralidad, respeto e igualdad. Por eso, en Los recuerdos del porvenir, todos los personajes estn muertos. Uno de los aspectos que sobresale en la novela es la inmovilidad en que se encuentran el pueblo y sus habitantes. Nada les ocurre. Estn rodeados por las fuerzas gobiernis-tas al mando del general Francisco Rosas, cuyo papel consiste en vigilar el cumplimiento de las leyes revolu-cionarias. Es decir, que los ricos sigan incrementando su capital al lado de la nueva clase dominante surgida con la Revolucin, y que los indios que reclamen sus tierras sean colgados por los pistoleros mercenarios. Mediante esta idea de repeticin, de que nada cambi con el triunfo de la Revolucin, Garro confirma que en nuestra historia el poder sigue en manos de las mismas clases sociales. Leer Los recuerdos del porvenir es leer el peridico del da. Es la obra maestra de las letras mexicanas porque capta visceralmente el pas que Elena vio desde nia en ese pue-blito del sur de Mxico, Iguala, y que sigue repitindose en el siglo XXI: la corrupcin y las alianzas polticas, el latifundismo, la sociedad racista, la poltica imperialista de Estados Unidos, los fraudes electorales, el gobierno empre-sarial, demaggico y autoritario que no ha cumplido con las demandas, no de una minora elitista, sino de todos los mexicanos. As, lo extraordinario de esta novela estriba en que adems de mostrarnos que la realidad poltica, econ-mica y social del Mxico de ayer no es muy diferente a la de hoy, tambin es la primera novela que revela los mitos y tradiciones del mundo prehispnico sincretizados con el pensamiento occidental: es decir, recupera la dualidad mexicana en todas sus dimensiones. En los cuentos de La semana de colores (964) como en la mayor parte de la obra de Elena Garro la materia prima es mexicana, una materia que Garro universaliza, revalora y cuestiona. Al lado de las injusticias sociales, el hambre, los crmenes, la corrupcin y la falta de libertad, aparecen las atmsferas fantsticas, las preocupaciones sobre el tiempo y el amor que no puede fructificar en el tiempo

    de los relojes. La autora nos lleva por la memoria de su infancia que contiene el mundo legendario y mtico de los indgenas. Aqu lo cotidiano es abolido por la cosmovisin de los pobladores ms antiguos del continente americano;

    su mentalidad mgica disuelve lo racional y cientfico de la visin occidental. Como los campesinos, la autora resuelve los problemas del tiempo, el amor, el conocimiento y la muerte en la suprarrealidad, o en la esfera de la imaginacin, porque slo ah tiene cabida la felicidad. La semana de colores (Editorial Porra, 2006) contiene trece rela-tos que han renovado la cuents-tica hispanoamericana como La culpa es de los tlaxcaltecas, donde Garro explora, a travs del juego intertextual, el tema de la cada de

    Tenochtitln, propone la abolicin del tiempo cronolgico histrico y disecciona la conjuncin de dos cosmovisiones que se entrecruzan y fusionan para enfrentarnos a nuestra realidad mexicana mucho ms variada y rica; en El rbol y El zapaterito de Guanajuato, muestra las injusticias y el racismo padecidos por los seres ms desprotegidos de nuestro pas, los campesinos, y expone las condiciones de miseria y explotacin de los indgenas que emigran a la ciudad en busca de la sobrevivencia. En Antes de la guerra de Troya, habla del descubrimiento de la individualidad y del amor. El conocer rompe la unidad de las nias protagonistas, quienes antes de leer La Ilada eran dos en una. El conocimiento las desliga para siempre, y ahora, a partir de su yo, van a la bsqueda del amor. Al verse por primera vez a s mismas, descubren la soledad. Ahora se dicen: te quiero porque no eres yo, por ser otra. Tanto en Qu hora es? como en Era Mercurio, reitera que el amor verdadero es saboteado en la realidad cotidiana. En este ltimo irrumpe el elemento sobrenatural en el mundo de poses y arreglos sociales del protagonista. Un personaje mgico, Mercurio, quien puede representar al mensajero de los dioses en la mitologa grecolatina, aparece convertido en una hermosa mujer que le muestra al protagonista los senderos del amor y la belleza desprovistos de convencio-nalismos sociales. Pero de la misma manera que Javier no puede expresar su admiracin por Carlos Madrazo figura controversial en la poltica mexicana por haberse enfrentado al autoritarismo del PRI en los aos sesenta tampoco se

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    atreve a defender el verdadero amor y queda atrapado en un matrimonio impuesto, aburrido y comercializado. En Nuestras vidas son los ros el tema del crimen reaparece pero ahora en el contexto del Mxico posrevolucionario. La institucionalizacin de la Revolucin Mexicana y los resabios del caudillismo cobran vida en la realidad infantil de Leli con el fusilamiento del general Rueda Quijano a manos del gobierno dictatorial de Plutarco Elas Calles. La muerte ronda a lo largo de estas pginas y desemboca en los versos de Jorge Manrique. La leccin est dada. Leli aprende de nia que inmersa en una sociedad que silencia las voces rebeldes y libertarias, no puede escapar a una muerte sangrienta, identificndose con el general asesinado. Se declara adversaria de los opresores y escoge su destino. Sin duda, una de las cosas que llama la atencin en los cuentos de La semana de colores es la manera en que Elena Garro ve la realidad mexicana, que gracias a su persistente poder imaginativo, aparece siempre renovada. En su obra la vida cotidiana alcanza otros derroteros porque est vista por los ojos implacables de la creacin, y toda creacin es ante todo crtica y desmitificadora. La vida est hecha de pedazos absurdos de tiempo escribi la autora en su novela autobiogrfica, Testimonios sobre Mariana reeditada por la Editorial Porra en 2006 obra en la que no slo se desafan las estructuras novelsticas convencionales, sino a las buenas conciencias. Aqu con honestidad y sin medias tintas desnuda el mundillo de los intelectuales y diplomticos que vivi al lado de Octavio Paz y otros protagonistas de las letras universales en los aos cuarenta desde el Pars de la posguerra. Tan verstil como innovadora, en su novela de corte poltico y policiaco, Y Matarazo no llam... (99), hace un retrato fiel de la intransigencia de los gobiernos dictatoriales y de la represin brutal ejercida sobre los que se oponen al sistema. En esta novela realista Garro tambin nos sumerge en atmsferas mgicas y atemporales para crear esa realidad aterrorizadora que viven los seres humanos bajo la mano dura de un Estado intolerante y asesino. Sabemos que la memoria juega un papel primordial en la visin del mundo de la autora, basta recordar aquella frase clebre de Los recuerdos del porvenir: Yo slo soy memoria y la memoria que de m se tenga. Escritora, memorialista y crtica excepcional, nos dej en Memorias de Espaa 1937 (992) no slo la recreacin de toda una poca entre fusiles, msicos y escritores en las batallas que tuvieron lugar durante la Guerra Civil espaola, sino una desacralizacin de las ideologas que dominaban el entorno

    de las primeras dcadas del siglo XX. La ingenuidad de la narradora es aparente, tras ella se esconde su mirada aguda que pone en tela de juicio mitos y falacias impuestos por los totalitarismos, sean fascistas, capitalistas o comunistas. En la obra de teatro Parada San ngel (993) vuelve al tema de la lucha de clases tratado en piezas como La mudanza o El rbol, slo que aqu estamos frente a su obra postmoderna, donde para sealar el resentimiento social, la envidia, el odio, la descomposicin de las relaciones hu-manas, fractura el tiempo y los personajes aparecen vivos y muertos repitiendo la misma conducta, las mismas intrigas, los mismos lastres que no han permitido una sociedad justa, libre y armoniosa. Para reconfirmar que la maldad existe escritur en su novela Ins la podredumbre de los seres humanos cuyo poder absoluto les permite destruir la bondad del alma de una joven ajena a las drogas, la lujuria y los ritos satnicos de los intelectuales educados y cultos. Gran admiradora de Dostovieski, Ins es un anlisis avasallador, despiadado y desesperanzador que toca fondo en la putrefaccin de los tiempos modernos y el remedo de seres humanos que son sus habitantes. Dos obras pstumas han aparecido hasta el momento, la novela Mi hermanita Magdalena (998) y la obra de teatro Scrates y los gatos (2003). Estos dos textos han pasado in-justamente desapercibidos por la crtica y los estudiosos de la produccin de Elena Garro. En la primera, Magdalena desaparece un domingo lluvioso en ausencia de sus padres. La protagonista se haba casado en broma durante una pequea ceremonia secreta con Enrique, quien la extrae en contra de su voluntad de su casa paterna la noche de ese domingo desdichado. As comienza este apasionante relato detectivesco en el cual Rosa y Estefana, guiadas por Crimen y Castigo de Dostoievski, sus lecturas de Sherlock Holmes y su cultura holliwoodesca, buscarn a su hermanita Magdalena en los barrios bajos de la ciudad de Mxico. Ms tarde Es-tefana se reencontrar con Magdalena en Europa. En Pars y Ascona (Suiza), se vern envueltas en intrigas terroristas y amorosas, presenciando momentos claves de la historia mundial. Entre guerrilleros, comunistas, burgueses, contra-bandistas de armas, Magdalena acompaada de su hermana y algunos amigos fieles, tratar de deshacer la maldicin que cay sobre ella y su familia a raz de su matrimonio. Con matices autobiogrficos, Elena Garro nos sorprende una vez ms con su caracterstico sentido del humor; el poder de su lenguaje potico en los retratos de su familia espartana inmersa en el Mxico de los aos 60; y con su dominio de

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    las tcnicas del suspenso llevando a sus personajes y al lector a un fin inesperado. Al final las piezas del rompecabezas toman su lugar y esta vez, a diferencia de Testimonios sobre Mariana, Reencuentro de personajes, La casa junto al ro, Y Matarazo no llam... o Ins, la autora quiere vislumbrar una realidad diferente a la que vivi y expres en la mayora de sus obras. En Mi hermanita Magdalena propone que el cri-men no es lo nico que paga, los inocentes tambin pueden triunfar sobre sus opresores. En 986 Elena Garro coment que no tena editor. Le haban rechazado el manuscrito de Mi hermanita Magdalena, tal vez porque fue ledo durante la crisis econmica de Mxico, o porque Testimonios sobre Mariana haba producido cierto descontento por revelar su vida matrimonial con Octavio Paz. Scrates y los gatos espera no slo la atencin de la crtica, sino ser estrenada. Para el director de teatro Hugo Galarza, quien estrenara con xito rotundo Felipe ngeles en 978, Scrates y los gatos es la consolidacin de la carrera de Elena Garro como dramaturga.4 Sin duda la censura sigue imponindose, ya que lo que Garro devela en esta pieza no le conviene a los funcionarios del estableshment, ni a las cabezas bien pensantes o a los intelectuales encumbrados por la cultura oficial. Scrates y los gatos encarna la tragedia de un pueblo dominado por el autoritarismo y la intole-rencia de sus gobernantes, la tirana de los poderosos que destruyen la libertad de pensamiento a travs de la fuerza brutal. Es el recuento de la autora de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco y sus horrendas consecuencias para el espritu humano, acto criminal que an hoy en da per-manece en la impunidad, as como el ostracismo sobre la figura de Elena Garro. En Un hogar slido, como en Los recuerdos del porvenir, como en los relatos de La semana de colores o de Andamos huyendo Lola, como en La casa junto al ro, Testimonios sobre Mariana, Parada San ngel o Scrates y los gatos, es decir, en toda la produccin de Elena Garro, el gran protagonista es el tiempo; un tiempo regido por la poesa y no por los convencionalismos occidentales; un tiempo despojado de fronteras donde irrumpen la vigilia y lo onrico, lo cotidiano y el mundo del ms all, un tiempo donde se entrecruza el pasado con el presente y se vislumbra el futuro conforman-do un solo tiempo, un tiempo nico por donde pelean los tlaxcaltecas y deambula un guerrero azteca en plena cada de Mxico-Tenochtitlan en el Mxico moderno de Lpez Mateos, por ese mismo tiempo caminan el zapaterito de Guanajuato y su nieto Faustino con el hambre pegada a los huesos, la Mujer del Hermoso Pelo Negro, el brujo don

    Flor, Ventura Allende, un duende, Luca Mitre y Felipe ngeles, todos ellos en bsqueda del amor verdadero, la abolicin de las dictaduras, la justicia y la felicidad. Por todas estas contribuciones a la literatura universal, le agradecemos a Elena Garro en su dcimo aniversario luctuoso su legado dramatrgico, literario y periodstico que escritur en cada una de sus obras, no para que la recordramos a ella, una mujer que no se dej deslumbrar por el espejismo de la fama y el poder, sino para que no olvidramos nuestra historia, el rostro milenario de nuestro pueblo, la inequidad de gnero que destruye a mujeres y hombres, esos males que aquejan a la condicin humana, sobre todo ante el canibalismo de estos tiempos globaliza-dores, temas vigentes en la obra de Elena Garro. Ante las diversas leyendas negras orquestadas desde el poder en el infructuoso intento de ensombrecer su figura, slo nos queda un camino para desmitificar y llegar a la persona llamada Elena Garro: leyendo sus obras. Y como soy de la opinin de que para celebrar a Elena Delfina Garro Navarro, slo existe una va, la generosa y esplndida ruta de decodificar los signos plasmados en sus libros, quiero recordarla con estas frases de su Felipe ngeles, obra que es ya un clsico dentro de la dramaturgia mundial del siglo XX:

    Yo no muero porque mi patria me repudie, sino por un exceso de amor entre ella y yo. Nada es sagrado excepto el hombre. Hay algo frgil, dbil, pero infinitamente precioso, que todos debemos defender: la vida. Ustedes, mis antiguos compaeros de armas, creen que miento, y yo no tengo ms pruebas que ofrecerles que mis palabras, mis actos y, cuando este juicio termine, mi vida. No es grave que esta maquinaria se vuelva contra m, lo grave es que existe, porque existe contra todos. Mi espada nunca estuvo al servicio de nadie, sino al de unos principios, que cada da se fueron haciendo ms claros, hasta que al final, ya no necesit de la espada, porque ellos se volvieron un arma ms poderosa. Entonces, cambi a la espada por la palabra. El terror es el arma de los dbiles; a la espada ms cruel se le vence con la palabra, que es ms poderosa. Voy a entrar en un orden diferente. Me voy a vagar por la gran patria de las ideas. Me voy a la palabra concordia. Al hombre se le rescata con la palabra.

    NotasPatricia Vega, Elena Garro, la mejor autora de la lengua espaola del siglo XX: Carballo, La Jornada, 3 de noviembre de 99, p. 30.2Margarita Michelena, Poesa en Voz Alta: Creacin y revolucin, en Yo quiero que haya mundo..., de Patricia Rosas Loptegui, coor-dinadora y compiladora, p. 0.3Vctor Hugo Rascn Banda, La dramaturgia de Elena Garro,

    ibid., p. 33.

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    4Correspondencia entre Hugo Galarza y Patricia Rosas Loptegui, 22 de mayo de 2008.

    BibliografaMichelena, Margarita, Poesa en Voz Alta: Creacin y revolucin,

    en Yo quiero que haya mundo... Elena Garro 50 aos de drama-turgia, Patricia Rosas Loptegui, coordinadora y compiladora, Mxico, Editorial Porra/buap, 2008.

    Vega, Patricia, Elena Garro, la mejor autora de la lengua espaola del siglo XX: Carballo, La Jornada, Cultura, Mxico, 3 de noviembre de 99, p. 30.

    CronologabibliogrficaparcialdeElenaGarroPreparadaporPatriciaRosasLoptegui

    TeatroUn hogar slido y otras piezas en un acto, Xalapa, Mxico, Universidad

    Veracruzana, 958. (Un hogar slido, Los pilares de doa Blanca, El rey mago, Andarse por las ramas, Ventura Allende, El Encanto, tendajn mixto).

    La seora en su balcn, La palabra y el hombre, Xalapa, Mxico, nm. , julio-septiembre de 959, pp. 20-23.

    Felipe ngeles, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 979.

    Un hogar slido y otras piezas, Xalapa, Mxico, Universidad Vera-cruzana, 983. (Un hogar slido, Los pilares de doa Blanca, El rey mago, Andarse por las ramas, Ventura Allende, El Encanto, tendajn mixto, Los perros, El rbol, La dama boba, El rastro, Benito Fernndez, La mudanza).

    Teatro de Elena Garro. Una nueva coleccin de teatro. Incluyendo Felipe ngeles y las piezas de Un hogar slido y otras piezas, Albuquerque, New Mexico, Estados Unidos, Rosas Lopategui Publishing, 999, 2000, 2003.

    Scrates y los gatos, Mxico, Ocano, 2003.Parada San ngel, Tramoya: cuaderno de teatro, Universidad Vera-

    cruzana y Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Xalapa, Mxico, 84 Nueva poca, julio-septiembre de 2005, pp. 5-4.

    NovelaLos recuerdos del porvenir, Mxico, Joaqun Mortiz, 963.Testimonios sobre Mariana, Mxico, Grijalbo, 98. Reencuentro de personajes, Mxico, Grijalbo, 982.La casa junto al ro, Mxico, Grijalbo, 983.Y Matarazo no llam..., Mxico, Grijalbo, 99.Ins, Mxico, Grijalbo, 995.Un corazn en un bote de basura, Mxico, Joaqun Mortiz, 996.Un traje rojo para un duelo, Monterrey, Mxico, Ediciones Castillo, 996.Mi hermanita Magdalena, Monterrey, Mxico, Ediciones Castillo, 998.Testimonios sobre Mariana, Mxico, Editorial Porra, 2006.

    CuentoLa semana de colores, Xalapa, Universidad Veracruzana, 964. (La

    culpa es de los tlaxcaltecas, El zapaterito de Guanajuato, Qu hora es?, La semana de colores, El da que fuimos perros, Antes de la Guerra de Troya, El robo de Tiztla, El Duende, El anillo, Perfecto Luna, El rbol).

    La culpa es de los tlaxcaltecas, Mxico, Grijalbo, 987. (La culpa es de los tlaxcaltecas, El zapaterito de Guanajuato, Qu hora es?, La semana de colores, El da que fuimos perros, Antes de la Guerra de Troya, El robo de Tiztla, El Duende, El anillo, Perfecto Luna,El rbol, Era Mercurio, Nuestras vidas son los ros).

    Andamos huyendo Lola, Mxico, Joaqun Mortiz, 980. (El nio perdido, La primera vez que me vi, El mentiroso, Andamos huyendo Lola, La corona de Fredegunda, Las cabezas bien pensantes, Debo olvidar, Las cuatro moscas, Una mujer sin cocina, La dama y la turquesa).

    Busca mi esquela y Primer amor, Monterrey, Mxico, Ediciones Castillo, 996.

    La vida empieza a las tres... Hoy es jueves... La feria o De noche vienes, Monterrey, Mxico, Ediciones Castillo, 997.

    El accidente y otros cuentos inditos, Mxico, Seix Barral, 997. (In-vitacin al campo, Luna de miel, El accidente).

    La semana de colores, Mxico, Editorial Porra, 2006. (La culpa es de los tlaxcaltecas, El zapaterito de Guanajuato, Qu hora es?, La semana de colores, El da que fuimos perros, Antes de la Guerra de Troya, El robo de Tiztla, El Duende, El anillo, Perfecto Luna,El rbol, Era Mercurio, Nuestras vidas son los ros).

    Elena Garro. Obras reunidas I. Cuentos, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2006. (La culpa es de los tlaxcaltecas, El zapate-rito de Guanajuato, Qu hora es?, La semana de colores, El da que fuimos perros, Antes de la Guerra de Troya, El robo de Tiztla, El Duende, El anillo, Perfecto Luna,El rbol, Era Mercurio, Nuestras vidas son los ros.El nio perdido, La primera vez que me vi, El mentiroso, Andamos huyendo Lola, La corona de Fredegunda, Las cabezas bien pensantes, Debo olvidar, Las cuatro moscas, Una mujer sin cocina, La dama y la turquesa, La facturaUna mujer sin cocina, La dama y la turquesa, La factura).

    MemoriasMemorias de Espaa 1937, Mxico, Siglo XXI Editores, 992.

    PeriodismoRevolucionarios mexicanos, Mxico, Seix Barral, 997.

    DiariosyfragmentosdepoemasdeElenaGarrorecopiladosPatricia Rosas Loptegui, Testimonios sobre Elena Garro. Biografa

    exclusiva y autorizada de Elena Garro, Monterrey, Mxico, Edi-ciones Castillo, 2002.

    PeriodismodeElenaGarrorecopiladoPatricia Rosas Loptegui, El asesinato de Elena Garro. Periodismo a

    travs de una perspectiva biogrfica, Mxico, Editorial Porra/uaem-Morelos, 2005.

    Patricia Rosas Loptegui es profesora de literatura hispanoameri-cana en la Universidad de Nuevo Mxico, eua. Correo electrnico: [email protected]