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LOS PERROS

Garro, Elena - Los Perros

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Obra teatral escrita por la dramaturga y poeta mexicana Elena Garro

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  • LOS PERROS

    AlejandroTexto escrito a mquinaElena Garro

  • P e r s o n a j e s :

    Manuela (40 aos)

    rsula ( 1 2 aos)

    Vos de mujer-

    Javier (20 aos)

    Cuatro enmascarados

  • (Interior de una choza cu un pueblo de Mxico. En primer plano; extendido sobre la cama de otates, un traje rosa de jovencita, unos zapatos negros y unas medias negras. A la izquierda, un- fuego encendido y sobre l un bote de petrleo en el que se cuecen elotes. A l fondo de a habitacin, otro fuego 3? sobre el comal. Manuela, arrodillada junio al comal; echa tortillas de espaldas al pblico. Cavadas en el Iodo de las paredes de la choza, dos puertas, la primera a Ja izquierda y la otra al fondo. E l piso del cuarto es de lodo seco.)

    JManuela. (Palmeando una tortilla} A estas horas va deberamos ir subiendo el monte. Tanto estar en la curva del ao, esperando esta fecha, y cuando llega, se nos escurre entre ios dedos, se nos pierde entre los pies y los pasos. Mira, ya estn todos adentro mo si 110 fuera traje, ni regalo. Quin que no fuera t, no hubiera

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  • entrado a este da calzada y con traje nuevo! M ari- macha!, olvidada de las fiestas. Trepada a los rboles como un animal cualquiera, en lugar de entrar al nico da del ao,

    (Entra rsula a la escena. Viene descalza, desmechada. Viste una falda vieja color lila: y una blusa del mismo color. Se acomoda junto al bote de petrleo y triste menea los elotes con un pato.)

    Manuela, Ah - ests, flaca y sin crecer, escamoteando a la herm osura! Dejndote llevar de tus pies rajados; caminando corrales bien subidos; espantando perros y mirando cmo el sol se acuesta- y se levanta, sin acordarse de ti ni de las gracias que te debe.

    rsula.El sol ya lleg ai monte.Manuela.Va de carrera, no es como t. Ya ilumin al

    veintinueve y ahora se va para que las sombras nos cobijen en el gozo. Y t a estas horas ni siquiera has arrimado la plancha a la lumbre para asentar el traje que te regal Joaquina.

    rsula.j No quiero ponerme el vestido rosa!Manuela.Qu dices? Quieres ir como llaga de perro

    sarnoso ? Para que todas nos vean el hambre en los vestidos ? i Mralas, ah van subiendo el monte con los pies hambrientos y con las siete bocas del hambre en las enaguas y en las blusas!

    rsula. No me importa lo que digan. y o . . .Manuela. No te importa ? Como vayamos hoy, iremos

    todo el ao. Quieres otros trescientos sesenta y cinco das de hambre ? ( Plancha tu vestido, perversa. . . !

    rsula.Un ao no son tantos das. . .

    (Pausa.)

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  • Manuela.Oyes el silencio dichoso? Slo en el da de la fiesta se apacigua.

    (Manuela deja de palmear y escucha.)

    rsula. No quiero or el silencio de la fiesta, ni quiero ir a la fiesta.

    Manuela.Quieres.-quedarte afuera de este da? Quieres que sigamos caminando das descoloridos, das en los que slo cae tierra sobre mi cabeza. T, mi nica hija, quieres quedarte en ellos, dndoles vuelta, como ia mosca en la llaga del perro.

    rsula.Prefiero la llaga del p e rro . . . qudese conmigo !

    Manuela. No quiero or palabras viejas en boca nueva. Ni quiero que los das pasados ahoguen a los das nuevos. Hija, plancha tu vestido. Hace aos que me pides uno de ese color y ahora que lo tienes lo desprecias.

    (rsula se levanta y se acerca- al vestido y lo acaricia.)

    rsida. No lo desprecio, mam, mire qu. bonitos- reflejos tiene, parece un charquito cuando el sol lo ilumina.

    Manuela.Anda, plnchalo y pntelo.

    (Manuela se levanta, echa unos leos a la lumbre y vuelve a arrodillarse.)

    O ysida.Lo voy a planchar, es muy bonito.Manuela.Hay que entrar con pie nuevo y vestido nue

    vo en da nuevo.rsula.Todas dirn: ah va rsula Rosales como un es

    pejo.Manuela.En el monte ya estn las enramadas. A las doce

    de la noche se descorrern los velos y veremos los das

  • rojos que nos aguardan. Cuando los veas en fila, subiendo hasta los cielos, chate encima de ellos, y agarra uno, el que ms te guste, y en l escribe lo que quieras que sea tu vida, y as ser.

    rsula.A mi no me gusta el veintinueve.Manuela.Cmo? No te gusta San Miguel? Cllate,

    no tientes al poder! No digas lo que 110 debe decirse.rsula.Y la feria me da miedo.Majiucla.Miedo? Ya vas a comenzar?rsula.Usted nunca lia tenido miedo? A usted nunca

    la ha acechado un animal ?Manuela. Hoy no es da para el miedo. Hoy hasta don

    llas, el ciego, va ya camino de la feria: slo t y yo estamos aqu hablando en lugar de festejar el da glorioso.

    rsula.Yo tengo miedo. El pueblo est lleno de agujeros. la feria tambin est llena de agujeros. No quiero ir.

    Manuela. ( Esas perada) Miedo de qu?rsula.Ya se lo dije pero usted en nada se fija.Manuela.Me fijo en que no oyes nada de lo que te digo,

    prefieres or lo que dicen los otros.rsula.Y a usted 110 le dara miedo lo que dicen?.1 anuda. Quines ? Jernimo ?rsula. Cllese, no lo nombre i Si a usted le dijera lo

    que me dice a m y la mirara como a m me mira, ..Manuela.No es a ti a quien mira. No ests en edad de

    merecer. Quin ha de fijarse en 't si todava 110 has crecido? Ha de querer que le lleves recado a alguna de las muchachas. Tantas que hay, todas, frondosas, ahora las veremos, debajo de la enram ada!

    rsula. No, ya se lo pregunt, y me dijo. . . !Manuela. No lo repitas, mejor plancha tu vestido.

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  • (Pausa.)

    Manuela.-Oyes? Ya se van todas. Nos llevan buena ventaja. No vamos a vender nada! Tan largo el ao, tanto esperar, para que las horas se nos vayan en palabras. T tienes a culpa. No te fastidian las hambres? Si nos apuramos podemos vender, sacar dinero y agarrar un da bien rojo.

    Voz de mujer. ( Llamando fuera de la choza) M anuela I j M anuela!

    Manuela.Ah vamos. rsula est planchando su vestido !

    Voz de mujer, Manuela !

    (Manuela sale. rsula se acerca a su vestido y lo contempla. Luego coloca la plancha sobre las brasas y extiende el traje en el suelo sobre un trapo. N o ha zdsto que su m-adre ha salido por la puertecita del fondo.)

    rsida.A Joaquina le ha de sobrar el dinero. . . Mam, Jernimo se me aparece detrs de las piedras. Y si ahora en medio de la gente me pierdo de usted, va a venir a decirme cosas y a mirarme con sus ojos borrachos. ..

    (Entra Javier por la puerta de la izquierda.)

    Javier. (E n voz baja) rsula!rsida. (Sobresaltada) Ay i Javier. Soy yo, nada ms soy yo.rstda.-Primo Javier, qu susto me diste.Javier. Vengo de pasada, antes de irme a la f ie s ta ...

    no me poda ir sin venir a decrtelo .. .rsu!a--~Decirme qu?

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  • Javier. Hay veces en que es bueno decir las cosas.O rsula. Qu cosas ?Javier. Las cosas que se oyen.rsula.;Y qu se oye?Javier. Pues. . . estaba yo recargado en la esquina, cuan

    do pasaron y los o. Los o ca rito. Y rae dije, voy a dar una vuelta a ver si confirmo lo que o. Y me fui ai tendajn y me qued platicando con Ignacio y, mientras l me iba diciendo cosas, yo estaba oyendo lo qu se deca. . . por eso vine. Yo me dije, voy a contrselo a mi prima rsula y aqu estoy.

    rsula.Y qu se deca, primo Javier?Javier. Se deca que Jernimo te va a robar esta noche.rsula, Y para qu me quiere robar?Javier. (Bajando los ojos) ; Para qu?rsula. S, para qu?Javier. (Con los ojos bajos) Te quiere para mujer, as

    lo dijo.rsula.Para m u je r ... a mi?

    (sula deja de mirar a Javier y parece que va a llorar.)

    Javier.As lo dijo: Me gusta la mujer tiernita, no me gustan las macizas/ Ya se habl con los Tejones y ellos

    - - quedaron conformes en ayudarlo. T sabes que nunca faita quien te ayude en los caprichos. Y Jernim o anda encaprichado, le salan vapores de los ojos.

    rsula. Primo Javier, ve y dile que me deje aqu en mi casa! Dselo Javier, quiero quedarme en mi casa!i Quiero quedarme en mi casa! Quiero quedarme con mi m am !

    Javier. ; Cmo quieres que 3e diga lo que l no quiere or? Ninguna palabra sirve para borrar un capricho.

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  • rsula.No quiere or? Pero yo, Javier, quiero quedarme en mi casa.

    Javier.Ya lo s. Por eso vine a avisarte. Lo vi muy enardecido, a estas horas ya se fue a beber con ios Tejones.

    rsula.Tiene ios ojos borrachos?

    (rsula se suelta llorando.)

    Javier.S. Bebe para emparejarse las fuerzas. No es tan fcil robarse la cra. Algo le ha de decir que anda torcido en sus deseos.

    rsula.V y dile que me deje aqu en mi ca sa .. .

    (rsula se sienta en el suelo y llora.)

    Javier, Seran mis ltimas palabras y a ti de nada te serviran. Ya es hombre hecho, ya trae sus designios formados. i Quin puede entrar en sus adentros? Mis palabras rebotaran como piedras sobre piedras. Fjate que ya hasta traen los sarapes con que te van a envolver S

    rsida.Y para qu me van a envolver?Javier. Para atajarte los gritos. Vamos a suponer que

    tus gritos traigan gente, al malhechor le gusta el silencio, y Jernimo o quiere equivocarse en la maldad.

    rsula.Entonces, qu?, si me agarran me quedo calla- dita. No digo nada?

    Javier. Nada.rsula.i No quiero que me agarre, Jav ier!, dile que me

    deje con mi mam.Javier. De muy buena voluntad se lo dira, pero son cin

    co. . . y en la noche tirado entre las piedras, con Ios- pulmones reventados, para qu te servira?

    1.31

  • rsula. (Llora) Pava n a d a ...Javier.Dnde est tu mam?rsula.La llam Benita.Javier. No te desarrimes de ella. Ya est cayendo la

    noche. Sera mejor que se fueran yendo. La gente va de salida y 110 es bueno que se queden tan slitas. No te has fijado que cuando uno se encuentra solo, los gritos se juntan en los rincones, los ojos enemigos se pasean por las paredes, y la voz mala te aconseja ? \ V yanse entre la gente!. . . No has odo cmo huyen las pezuas del demonio cuando somos muchos?

    (rsula coge su vestido y lo extiende sobre el suelo.)

    rsula. S, s, cuando estoy sola en el corral y empieza a caer la noche e'1 guayabo me llama con su voz de an- cianito: j rsu la! rsula !, y me bajo del rbol y corro a arrimarme a mi mam y a sus amigas.

    Javier.Ves? Con la misma voz el demonio llam a Jernimo y le plant l capricho en el corazn, y esta noche anda muy cerquita de l. Por eso no busques la soledad. Para qu vas a desafiar a las palabras que crecen en lo oscuro?

    rsula.Ahora me apuro y me voy a la feria con mi mam.

    Javier. No lo planches, pntelo as.rsula. Se enoja mi mam.

    (rsula sopla a la lumbre para avivar el fuego y quela plancha se caliente pronto.)

    Javier.No digas que fui yo el que te avis.rsula. Por qu ?

  • Javier.Cmo por qu? Ya te dije que hay palabras ms peligrosas que un cuchillo. Ahora, Jernimo y los Tejones estn bebiendo y hablando, en cuanto junten sus pensamientos se van a callar. Ahora dicen las palabras terribles y cuando les hayan perdido el miedo, vendrn. Por eso yo vine con sus palabras en mi boca, y no quiero que las repitas, sino que te vayas.

    rsula.Me ir con mi mam en medio de la gente. Subir a la enramada y agarrar un da de suerte. Qu da vas a agarrar t, primo Javier? 1

    Javier. Cada da de San Miguel agarro uno distinto, y cuando bajo del monte lo pierdo. Se me va de las ma: nos como un cohete. Nu soy hombre de suerte, nac para la tristeza y en la tristeza me quedar 1 Hoy en la noche voy a agarrar el primero de diciembre, No te gusta ese da? Yo lo veo como una lanza.

    rsula. Cgelo fu erte !Javier.j Hum i, si se quiere escapar me puede llevar al

    celo, Pas visto cmo suben los papalotes?rsula.S, se van muy lejos.Javier.As se me van los das que he escogido en otros

    aos.rsula.Yo voy a agarrar un diecisiete de octubre. C

    mo lo ves? Para m es una margarita roja y no vu}r a dejar que se me vaya. Bajar del monte con el da abierto como una sombrilla. Joaquina tiene una sombrilla. No voy a dejar que se me escape, no quiero ser como t y como mi mam. . .

    Javier. (Escuchando) Oyes? Qu silencio! Anda, v y suelta a los perros.

    (rsula se levanta, escucha unos segundos y sale corriendo. Vuelve a entrar al cabo de unos minutos.)

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  • rsula.Ya andan sueltos el Estrella y el Gamuzo .Javier . No tarda la noche en volverse muy oscura. Los

    rboles estn soltando sus demonios y rodendose de sombras. . .

    rsula.No me asustes!Javier.Y las sombras nos entran en el pecho ..,rsula.Javier, para qu me quiere Jernimo?Javier.No ser yo quien te quite la inocencia. Es un

    grave pecado. Es peor que arrancarle la piel a un nio, a un viejo lo sacas de su pellejo como de un vestido, en cambio el nio est bien pegadito. ..

    rsula.Jernimo me quiere arrancar la piel?Javier,Eso quiere. Dejarte en carne viva, para que lue

    go cualquier brisa te lastime, para que dejes tu rastro de sangre por donde pases para que todos te sealen como la sin piel, la desgraciada, la que no puede acercarse al agua, ni a la lumbre, ni dormir en paz con ningn hombre.

    (rsula ve que la plancha se enfra y nerviosa la vuelve a colocar sobre la lumbre. Se enjuga una lgrima.)

    rsula.Mi mam quiere que lo lleve bien planchado. . .

    (Javier se asoma a la puerta y escucha.)

    Javier.Ya djalo as. Las casas estn apagadas y las voces andan lejos. (Baja la voz.) Oye cmo se escucha la m a !

    rsula. (lin voz muy baja) Muy sola, muy grande, muy pecadora.

    Javier. Nadie nos oye.rsula.Y 110 omos a nadie. ..

    134

  • Javier. (E n voz ms baja) La voz del hombre en los silencios de la noche, es extranjera al hombre. Tiene ojos para ver su fin. Crees que los perros ven venir la muerte con sus ojos? No, la ven con el aullido.

    (Pausa.)

    rsula.El Estrella y el Gamuzo andan alegres.Javier. (Escuchando) S, no saben que en un rincn es

    tn acumulando tu desdi-cha; Jernimo la trae adentro de los sarapes, para que nunca ms vuelvas a ser nia, ni a gozar del agua y de la fruta. Para que nunca llegues a ser mujer lucida y temida de ios hombres. Sabes lo que es la m ujer desgraciada?

    rsula. N o . .. no lo s... .Javier.La que t vas a ser despus de esta noche. La

    mujer apartada, la. que avergenza al hombre, la que carga las piedras y recibe ios golpes, la que apaga la lumbre en la cocina con sus lgrim as. ..

    rsula.-Mi mam. . .Javier. S, tu mam. Bien fregada!-Por eso de los das

    no le quedan ms que las piedras y las hambres. Del gozo nada le toca y ningn hombre la teme.

    rsula.T nada ms viniste a asustarme.Javier.Pues lrgate ya de aqu. O quieres que Jerni

    mo te doble el espinazo con la carga ele sus pecados? No es hombre bueno, le gusta romper las ramas tiernas y escupir a las rosas. Te lo digo .porque soy tu primo y porque no has crecido y 110 sabes que el hombre que teme a a mujer abunda, es malo y a rompe desde antes de que sea mujer.

    rsula. No entiendo lo que me dices, primo Javier. . . no puedo ni planchar m vestido.

    135

  • Javier. 2\ro entiendes que te digo que te vayas? La gente jube a monte y los demonios bajan al pueblo sin hacer ruido y estn rodeando a Jernimo, a los Tejones.

    rsula.Qu busca en m Jernimo. . . ?

    (rsula lora y deja de planchar.)

    Javier. Busca cortarte del mundo.rsula,Dselo a mi mam. ..Javier. (E n voz baja) Dselo t, a m me costara la vi

    da, .. Ya me voy, primita rsula, te dejo en tus doce aos, ojal y que maana amanezcas en los mismos.

    ( Sale Javier.)(rsula o mira irse y se queda quieta, Manuela entra

    por la pucrtecita del fondo, se arrodilla junto a su comal, casi de espaldas al pblico.)

    rsula.Mam, dicen que Jernimo ya se habl con los Tejones para venir a robarme esta noche. ,.

    (Manuela se queda inmvil.)

    Manuela.-Quin lo dice?rsula,Javier. ..Manuela.No lo digas, no lo repitas.rsula. S lo digo. Dicen que anda bebiendo. .. Manuela. Cllate!rsula,Dicen que ya traen los sarapes con que me van

    a envolver.Manuela.Todo te lo dijo tu primor rsula. S. Me dijo que est encaprichado.Manuela. Ingrato Jav ier! j Ingrato ! Voy a soltar a los

    perros.

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  • rsula.Ya los solt,Manuela, (Escuchando) Si, ah anclan retozando entre

    las matas. Aprate, ellos nos tendrn compaa hasta que salgamos y luego salimos con ellos hasta el monte. No creo que Jernimo se atreva a venir hasta mi casa. . .

    rsula.Apresrese usted, mam! Ya no queda nadie, verdad ?

    Manuela.Casi nadie. Pero 110 podemos irnos sin la venta. Don Valente todava no cierra el tendajn. Cuando oigamos sus pasos nos vamos detrs de l, con el E strella" y el cGamu20,J. No es bueno que nos quedemos aqu solas,

    (Manuela palmea sus tortillas con violencia.)

    rsula.Para qu me quiere Jernimo?Manuela. Para nada! Mala suerte tendras ! Ms arras

    trada que la m a! Nunca te lo dije para que no te dibujaras en lo que yo fui. Pero ahora te lo digo; as estaba yo, tan iernita como ests ahora. No saba lo que era ser mujer y apenas serva para darle de comer a las gallinas. cuando Antonio Rosales, l que despus fue sndico de Los Lagos,, se fij en m. Manuela, Manue- lita!, quieres saber lo que es un hombre? Y yo corra y me suba al guayabo de m casa. . . Y mi mam, que en paz descanse, rondaba el rbol y me tiraba de pedradas, para que la ayudara en el quehacer.

    (Manuela, mientras habla, niele en el tompiate las tortillas que retira del comal. rsula plancha su traje. Las dosdan la espalda al pblico.)

  • rsula.Se enojaba mucho porque andaba usted en el guayabo ?

    Planuda. S. Quera que le ayudara en el quehacer y no me crea lo qtte yo le contaba de Antonio Rosales.

    rsula.Tampoco a usted le crean?Mamida.Tampoco! Nadie quiere creer en la desgra

    cia . .,rsula. Pero era muy cierto lo de Antonio Rosales, ver

    dad, mam?M anuda . Muy cierto ! Qu crees, que vas a conocer

    otro hombre? As deca, y yo corra para mi casa, y no quera salir de ella. Poco me haba de durar e! gusto de vivir en mi casa, al lado de mi difunda madre!

    Orsala. Poco, mamacita ?Manuda. S, poco. . . Una noche me sac Rosales de mi

    casa. Ms bien no fue Rosales, fueron Los Otilios*, conocidos por mal nombre Los Queditos, porque cuando caminaban pareca que 110 pisaban, n i sent cuando me envolvieron la cabeza en un sarape. . . con todo y que Hiplito, mi primo, haba venido a prevenir- m e ... Pero Hiplito, slo haba venido a mirar antes, para asustarme y ver que 110 hubiera nadie en la c a sa ...

    rsula.Tengo miedo. ..M anuda .No lo d ig a s ... Por qu habas de tener t

    misma mala suerte? Dios no permitir que heredes mis sufrimientos.

    rsu'a. No. No lo puede querer!M anada . Por eso te deca que no nombraras a Jernimo.

    Y por eso te cuento ahora lo que fui, para borrar con mis palabras a las tuyas.

    rsula. S, mam, borre mi pensamiento y mi miedo!Manada.Nada ms me sacaron de mi casa y onoc el

    138

  • sufrimiento. Me llevaron por el corral y not que Jos. perros estaban muy silencios. Uno de los Los Queditos dijo: All estn babeando sangre, fue ms fcil darles a ellos, que sacar a esta mocosa. Y yo en mis adentros los vi tumbados entre las piedras, con las patas trozadas a machetazos. Y as fue, poi'que despus de muchos ruegos Rosales me lo cont. Y mis lgrimas nada ms corran por el Saturno y el Orillas. Y los hombres se fueron saltndose las cercas, Hiplito les abra camino, y me sacaron al campo. All me desataron y me entregaron al mismo Antonio Rosales. Ah la tienes.Y yo no poda decir ni una palabra. Me volv para ver cmo se haban hecho chicas las luces de mi casa. Y mi primo Hiplito me mir con risa.i Vyanse!, y gracias por haberme ayudado en el capricho dijo Rosales, y ellos se regresaron al pueblo. Y yo me fui, subiendo el monte, con el hombre que me llevaba y al que nunca quise. En una vuelta, nos sali la Acordada.Alto!, a dnde van?A Los Lagos -contest el hombre que me llevaba. Y quin es la nia que.va llorando a estas horas? Soy Manuela Albear, hija de Albina Posadas y me quiero ir a mi casa.Uno de a caballo se acerc hasta nosotros. Ora s te llev la chingada, por andar desflorando inocentes!En mi espalda Rosales clav la punta de su cuchillo. Di que tu casa est en Los Lagos, o aqu acabaste ! ; En dnde queda tu casa, nia Manuela AJbear? -En Los L ag o s ... dije, porque ya la sangre me habla mojado la camisa.

    139

  • Buenas noches. Buenas noches.Y la Acordada se fue a caballo. Todava alcanzaron- a mirarme dos o tres veces, volvindose para distinguirme en la oscuridad. Rosales iba por delante, jalndome de la mano. A m me andar buscando mi mam por el lado de San Ignacio , me deca yo, mientras mis pies buscaban entre las piedras, i No la ver nunca m s! Y se me apareca su voz llamndome entre ios rboles. Manuela ! Manuela ! . . , Cuando Rosales quiso conocerme se detuvo. Era ya tarde. Entrevi que la cara se le haba cambiado. Tmbate aqu, Ma- nueitn! Y yo en vez de hacer lo que me dijo, corr y le tir de pedradas, Y l corri detrs de m, y con una piedra grande, me golpe ia cabeza, y ya no supe- ms de m. Hasta que, muy de maana, vi a dos viejitos- que venan subiendo el monte y all nos encontraron.. Levntate, nia.Pero mis piernas se haban hinchado hasta el tobillo y el cielo echaba luces fulgurantes que me cerraban Ios- ojos.Tiene los cabellos y las piernas manchadas de sangre. Rosales no respondi. Agachado fumaba su cigarro. Los cabellos de los viejitos echaban chispas blancas,, cuando se acercaban a m y yo entreabra los ojos y los miraba contra el cielo rumboso. Hombre de Dios, si todava no es mujer i Yo apenas vea la cara de la seora y el guaje de agua fresca que llevaba colgado de la cintura.No me puedo levantar, tengo la barriga acuchillada. S nia, este hombre te peg con su machete.As me consolaban para que yo no perdiera mi inocencia.

    140

  • ( rsula, hace rato, ha dejado de planchar, y sentada en el suelo escucha inmvil el relato de su madre. Mientras sta sigue trabajando.)

    rsula.Y el hombre quera que usted no tuviera inocencia ? . . .

    Manuela. S. . . eso quera. . . Y los viejitos me echaron en un burro y me llevaron a Los Lagos. Muchos meses me curaron. Y todo ese tiempo viv en su-casa y Rosales nada ms me miraba. Luego lleg e tiempo en el que me llev a vivir con l. Apenas me daba su olor me agarraban los temblores, porque nunca lo quise. Entonces se compr una pistola y con ella me golpeaba, y baada en sangre me ocupaba. As me hall mi m am ! Siete aios dur su bsqueda, pues nadie le daba razn de mi paradero. Cuando me hall estaba muy vieja, con las ropas y los pies rajados de tanto andar. Ni lloramos, nada ms nos quedamos mirando, mientras tristes pensamientos se nos iban y venan. As ser la suerte de la mujer, por estas tierras de D ios! Cuntos hijos tienes, hija? me pregunt.Tuve tres, dos se murieron, pero no tuve la suerte

  • besa a la nia y entre los dos la levantan. La nia se debate intilmente. La sacan de su casa. Javier asoma la cabeza por Ja puerta y ve a su ta palmeando las tortillas, 3- se va. E n el suelo queda el traje rosa, sobre la cama los zapatos.)

    Manuela. La suerte 110 se hereda si no se nombra1', dijo mi mama, y as estbamos hablando, cuando Antonio Rosales lleg borracho. Y si te digo que no nombres a Jernimo, es para que escapes a la desventura de ver a tu madre golpeada por un mal hombre., con las greas ya blancas, batidas en su propia sangre y ios dientes rotos, salindosele de la boca. Muerta en la puerta de tu casa despus de siete aos de buscarte. Muerta por un hombre al que nunca quise, y al que t nunca conociste, y al que ojal que Dios nunca le ensee el camino de esta casa. All nos quedamos t y yo, solas junto a la muer ta . . . Y luego, solas, hasta,ac nos vinimos, porque Rosales se escap de la justicia.

    (Manuela se levanta. Recoge su tompiate lleno de tortillas. Lo cubre con una servilleta de flecos rojos. Se vuelve y no ve a rsuJa, avanza hipnotizada hasta el lugar que ocupaba su hija. Deposita el tompiate en el suelo, coge el vestido y se queda, escuchando.)

    Manuela. Qu silencios, qu silencios estn los perros de mi casa ! Dios permita que no les mocharan las patas. . . Qu silencios estn los perros de mi casa!. ..

    T E L N

    142

  • I T T Un Hogar Solido

    y otras piezas

    Ilustrado por j u a n s o r i a n o

    F i c c i n

    U n i v e r s i d a d V e r a c r u 2 a n a

    X a 1 a p a _ M x i c o1983

  • JW tac ia d e : Ehzabeth MiUn y M ara del Carm en Acasuso, con d ib u jo s de Juan Soriano

    Primera edicin. 1958

    Derechos reservados, conforme a la Ley porU n i v e r s i d a d V e r a c r u z a n aI.omas de] Estadio, Xalapa, Ver.. M xico

    Direccin Editorial Sierra Nevada 319 11000, M xico, D. F.

    TSRX 968-590-039-6

    SSU&TECA CENTRAL U. M. A. M.

  • fPPjM EW j itfniirn1 ..................... i 1 *

    NDICE

    Un hogar slido . . ........................................................ 9

    Los pilares de doa B lan ca ............... ........................... 29

    El Rey Mago .................................................................. 43

    Andarse por las ramas .............................. .................. 65

    Ventura Allende ............................................................... 79

    El Encanto. Tendajn M ix to ...................................... 101

    Eos perros . . .. . ................................................. ............ 121

    El rbol ..................... ! . . , ............................................ .. 143

    La Dama Boba ....................... ........................................ 171

    El rastro .................................... ...................................... 247

    Benito Fernndez .......................................................... 271