Nietzsche (apuntes de clase)

7/24/2019 Nietzsche (apuntes de clase)

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F. NIETZSCHE

I.-VIDA Y OBRASiempre se ha dicho que la flosoa de Nietzsche yace en

lo oculto, que su obra, ms que maniestarla, la encubre. Es

cierto que de toda flosoa puede decirse en cierto sentido que

no est presente ah como un simple objeto, accesible a

cualquiera en su expresin literaria, que entre el pensamiento

flosfco y su maniestacin, esto es, el sentido natural de las

palabras con que se expresa, se da una peculiar relacin de

!tirantez!. "ero la flosoa de Nietzsche no slo muestra este

ras#o #eneral de ocultamiento. Est escondida en una obra que

presenta m$ltiples achadas% recubierta por su crtica de la

cultura, por su psicolo#a, por su poesa& disrazada por sus

m$ltiples !mscaras!, por la #ran cantidad de personajes y

papeles que representa, 'elada por un arte literario que es

conocedor de todos los encantamientos y todas las seducciones,

desf#urada por la tremenda subjeti'idad de su autor, por su

infnito y atormentado mirarse a s mismo.

(ntes de iniciar nuestros anlisis 'amos a recordar la

obra de Nietzsche en una !apretada! 'isin #eneral. )on

recuencia se ha intentado di'idir la produccin literaria de

Nietzsche ordenndola por periodos, para se*alar cierta

e'olucionen su pensamiento. ( mi modo de 'er, el 'alor de tal

clasifcacin, que opera sobre todo con conceptos bio#rfcos, y

que presenta una especie de historia espiritual de su 'ida es

bastante dudoso, entre otros moti'os, porque un simple

esquema e'oluti'o no orece #aranta al#una de que lo posterioren el tiempo sea tambi+n ms importante en la realidad, como

suele sostenerse. Sera posible pensar en una trayectoria en que

un flsoo hubiese desarrollado su obra ms importante como

una obra de ju'entud, o bien en la de otro que se diese por

'encido, etc... ( este problema se a*ade el hecho de que la obra

de Nietzsche se desarrolla siempre en relacin con su 'ida. Es


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cierto que el propio Nietzsche suele reerir en numerosos textos

episodios que le han ocurrido personalmente. Esta lectura,considerada como psicolo#ista, no me parece tampoco la ms

adecuada, por 'arias razones, entre otras, nin#$n flsoo es

leido de acuerdo con los acontecimientos que le han sucedido a

lo lar#o de su 'ida, no hay por tanto tampoco nin#$n moti'o

para hacerlo en Nietzsche. "or otra parte, es cierto que

cualquier pensamiento se #esta de acuerdo con las propias

'i'encias, pero estas no a#otan el proceso del pensar. -uizs el

punto justo de lectura se encuentre en un lu#ar intermedio entre

ambos en todos los autores, pero sera bastante injusto para con

la obra de Nietzsche pensar que esta slo obedece a su propia

interpretacin de su 'ida. astara entonces leer su flosoa

como una bio#raa.

Estas consideraciones me lle'an a desarrollar, en primer

lu#ar, la clasifcacin ms com$n de sus trabajos, para que se

ten#a conocimiento de ella, y posteriormente concretaremos

una por una las obras de Nietzsche y su a*o de aparicin.

/recuentemente se considera que Nietzsche comienza su

produccin literaria con un periodo romntico, uertemente

in0uido por la flosoa de Schopenhauer. ( este periodo

pertenecen El Nacimiento de la 1ra#edia y las )onsideraciones

2ntempesti'as. ( +ste se#uira lue#o una etapa crtica y ra en

la que el autor se aproximara, en #ran medida, al positi'ismo.

)on (urora y 3a 4aya )iencia se anunciara una nue'a

mentalidad, la 'uelta a lo ms propio de Nietzsche, la crtica

radical de tono expectante% +l atra'esara por una especie dead'iento que encontrar su consumacin en un cuarto periodo,

el de (s habl 5arathustra. El quinto periodo 6 7s all del bi+n

y del mal, 3a 4enealo#a de la moral 8 sera de nue'o la

preparacin de la $ltima ase% 3a 9oluntad de "oder,

consumacin no ya po+tica, sino radicalmente flosfca e

intelectual de la f#ura $ltima de la flosoa nietzscheana.

:


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/.Nietzsche nacin en ;??. Estudi flolo#a clsica en onn y en 3eizpi#bajo la direccin de /ederico ;itschl y en sus estudios ue ya

orjando su entusiasmo por la anti#@edad #rie#a. En 3eizpi# ley

por primera 'ez la obra de Schopenhauer El mundo como

'oluntad y representacin, obra que le entusiasm, hasta el

punto de que en un ra#mento autobio#rfco de >AB dice

acerca de la misma% !en ella, cada lnea #ritaba renuncia,

ne#acin, resi#nacin& en ella miraba yo el mundo como en un

espejo, la 'ida y mi propia alma llenas de horror& en ella,

semejante al sol, el #ran ojo del arte me miraba, separado de

todo& en ella yo 'ea enermedad y curacin, destierro y reu#io,

inferno y cielo!. Cesde este momento, las in'esti#aciones del

jo'en fllo#o se 'olcaran hacia la flosoa y atrajeron hacia +l

la atencin de los ms di'ersos ambientes cientfcos, hasta que

en >AD, a sus 'einticuatro a*os, Nietzsche ue llamado a la

ctedra de flolo#a clsica de la ni'ersidad de Suiza de

asilea. (ll ue donde trab amistad con ;ichard Fa#ner, que

se haba retirado con )osima uloG a la 'illa de 1riebschen, en

el la#o de los )uatro )antones. Cesde el principio Nietzsche

maniest por +l una #ran admiracin.

En >B: Nietzsche public, apoyado econmicamente por

;. Fa#ner, su primera obra El nacimiento de la tra#edia en el

espritu de la m$sica, obra que suscit la hostilidad de muchos

fllo#os, y ue i#norada por el #ran p$blico. El a*o si#uiente

public la primera de sus cuatro )onsideraciones 2ntempesti'as

6Ca'is Strauss, conesor y escritor8 , y en >B? la se#unda y latercera 6 9entajas y des'entajas de la historia para la 'ida y

Schpenhauer como educador8. En >BA aparece su cuarta

2ntempesti'a, ;ichard Fa#ner en ayreuth. Entre tanto, su

amistad con este se haba ido debilitando. Se dan 'arias razones

para explicar este hecho% al#unos consideran que Nietzsche

amaba amar#amente a )osima, amor que no puso de

manifesto hasta que, cuando ya estaba sumido en la locura,

H


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escriba (riadna, yo te amo. Sin embar#o, la 'ida y las obras del

flsoo no muestran, sal'o en el caso de 3ou Salom+:

, lashuellas de un aut+ntico amor. 1ambi+n hay quien considera que

ue el !racaso or#anizati'o! del esti'al de ayreuth lo que

comenz a pro'ocar el abandono de la amistad entre los autores

reeridosH. Sin embar#o, la razn que pro'oc el abandono

defniti'o de sus relaciones, al menos la que el propio Nietzsche

aduce, es la de que comenz a 'er en la $ltima ase de su obra

6la reerencia es al !"arsial!8, orientada nostl#icamente hacia

el cristianismo, un abandono de aquellos 'alores que haban

sido propios de la anti#@edad clsica, y un espritu de renuncia y

de resi#nacin?.

Es importante tener en cuenta que en la correspondencia que mantu'ieron

durante mucho tiempo Nietzsche y )osima, recuentemente la llamaba

(riadna. 1ambi+n se puede poner en relacin con el !1ristn e 2solda! de

Fa#ner. )on recuencia se ha ledo el ar#umento de esta opera como una

'ersin de la historia de amor entre 1eseo y (riadna. Sabemos, adems, que

era una de las peras a'oritas de Nietzsche

:3ou (ndrea Salome% jo'en fnlandesa conocida por Nietzsche en >>?, en la

que crea haber hallado un discpulo y una compa*era excepcionales. Ella

rehus casarse con +l, y al#$n tiempo despu+s lo hizo con un ami#o y

discpulo suyo, "ablo ;ee. Nietzsche se sinti abandonado y traicionado

HEl primer esti'al de ayreuth no ue, como tal un racaso. 6aste pensar

que se si#ue celebrando8. Es cierto que las pretensiones de ma#nanimidad

del espectculo operstico, a'orecidas por el concepto de obra total de ;.

Fa#ner, lle'aron a ciertos desastres esceno#rfcos, pero tambi+n sabemos

que Fa#ner ol'id en'iar a Nietzsche entradas para el espectculo. )uando

lo record, las entradas que quedaban no pertenecan a la zona en la que

estaban sentadas las autoridades, sino el !'ul#o!. Nietzsche nunca haba

soportado demasiado bien a las personas pertenecientes a una !baja! clase

social 6sobra precisar que lo de baja no tiene para m nin#$n carcter

peyorati'o8

?


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En >B> aparece la primera parte de Iumano, demasiado

humano, en >BD 7iscelnea de opiniones y aorismos y en>>J El 'iajero y su sombra. En >>A estos dos $ltimos escritos

ueron reunidos para ormas la se#unda parte de lo que hoy en

da conocemos como Iumano, demasiado humano.

En >> se edita (urora, libro en el que se encuentran ya

las tesis ms tpicas de la doctrina nietzscheana, en >>: 3a

4aya )iencia, obra en la que se afrma la esperanza a$n d que

la humanidad pueda ser conducida hacia un nue'o destino.

Entre >>H y >>K, en cuatro partes, se da a conocer (s habl

5arathustra. En >>A 7s all del bien y del mal, en >>> El

caso Fa#ner, El )rep$sculo de los dolos, El anticristo, Ecce

Iomo y Niezsche contra Fa#ner.

En >>> Nietzsche se 'ol'i loco. En menos de 'einte *os

haba creado su obra. (l#unos de sus escritos ms importantes

permanecan sin editar y aparecieron pstumamente 6este es el

caso de 3a 9oluntad de "oder y Sobre 9erdad y 7entira en

sentido extramoral. Nietzsche muere el 'einticinco de a#osto de

DJJ. 3os libros publicado ya corran por el mundo

constituyendo una de las mayores herencias y uno de los

mayores desaos que la cultura europea se haba planteado,

que nuestro pensamiento se debe a$n hoy plantear% !El

desinter+s no tiene 'alor ni en el cielo ni en la 1ierra& todos los

#randes problemas exi#en un #ran amor, y solamente los

espritus ri#urosos, los claros y se#uros, solamente los espritus

slidos son capaces de +l. na cosa es que un pensador tome

personalmente su posicin rente a sus problemas, paraencontrar en ellos su destino, su des#racia y tambi+n su mayor

elicidad, y otra que se acerque a ellos de manera impersonal,

esto es, abordndolos y examinndolos slo con ra curiosidad.

?Iay que anotar que Fa#ner estaba apunto de morir. desde aqu se hace

mucho ms comprensible esa direccin hacia el cristianismo en al#uien que

se haba mantenido alejado de +l

K


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En este $ltimo caso nada puede resultar, ya que una cosa es

cierta% que los #randes problemas, aun admitiendo que se dejenalcanzar, no se dejan contemplar por los d+biles y por los que

tienen san#re de rana!K. (rontemos pues !con san#re caliente!,

la obra de Nietzsche.

II.-LA PRIMERA FILOSOFIA DENIETZSCHEII.1.-INTRODUCCION

3o que caracteriza la flosoa de Nietzsche y lo sit$a en

una posible continuidad con el pensamiento de comienzos delsi#lo LL es la relacin entre flosoa y flolo#a, que se

mantendr, de manera dierente, en todo el curso de su ofcio

de pensador.

3a primera flosoa de Nietzsche se elabora en el periodo

de su ense*anza en asilea y re0eja, en sus ras#os

caractersticos, tanto su ormacin de fllo#o, como sus

'eneraciones ju'eniles, sobre todo las que sinti por

Schopenhauer y Fa#ner. (dems contiene una serie de temas

que se mantendrn en su elaboracin ulterior, aunque con otros

matices. 3a pareja apolneoMdionisiaco, ormulada al principio en

relacin con el problema del nacimiento y muerte de la tra#edia

#rie#a, re$ne casi todos los aspectos ms si#nifcati'os del

pensamiento del jo'en Nietzsche% la crtica de la cultura de la

+poca, la metasica de artista, la teora del len#uaje, la

pol+mica con el historicismo ..., y prepara, de manera

consciente, las ulteriores lneas e'oluti'as de su flosoa

II.2.-CONTEXTO DE EL NACIMIENTO DE LA

TRAGEDIA

(l presentarse en asilea en >AD con la leccin

inau#ural de su curso sobre Iomero y la flosoa clsica, y

despu+s, con la conerencias de >BJ sobre el drama musical

KNietzsche, 3a 4aya )iencia, aorismo H?K

A


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#rie#o y Scrates y la 1ra#edia, Nietzsche demuestra entender

su ras#o de fllo#o en un sentido que no es el de la flolo#aacademia dominante, y que lo aproxima., en cambio, a la

flosoa, o al menos, a lo que +l, bajo la in0uencia de

Schopenhauer, entiende bajo ese nombre. "or lo dems, ya en

el momento de la con'ocatoria basilense, sus dudas sobre su

'ocacin de fllo#o son explcitas% sabemos que desde >A>

haba proyectado, con ;ohde, ponerse a estudiar textos de

ciencia. 3as cartas a ;ohde de los primeros a*os de asilea

testimonian claramente dichas dudas, a causa de que Nietzsche

'i'e !soberbiamente apartado! de la flolo#a, !en un

extra*amiento que peor no podra ima#inarse! A)$ales son las

causas de este precoz distanciamiento interior de la flolo#a, a

la que Nietzsche haba lle#ado abandonando, ya dese el

se#undo semestre de sus estudios uni'ersitarios en onn, la

idea de dedicarse a la teolo#a, idea que nunca haba culti'ado

'erdaderamente, pero que haba dado la impresin de aceptar

al comienzo de sus estudios uni'ersitarios, slo para

corresponder a las expectati'as de su madre y su hermanaO. Si

abandonar la teolo#a represent para Nietzsche slo un

problema externo, el !distanciamiento! interior de la flolo#a es

un hecho mucho ms complejo. En primer lu#ar, no implica que

Nietzsche, proesor de #rie#o en asilea, se adapte a su trabajo

slo por razones econmicas o de ofcio, pese a que le resulta

insoportable. En este periodo Nietzsche no siente dudas sobre

su 'ocacin de educador, y la base de una educacin le parece

sustancialmente, excluida la otra alternati'a, que es la delcristianismo, el mundo clsico, o sea la flolo#a. "ero esto no sin

dos tipos de dudas% uno, radical, expresado por el recurrente

propsito 6que por otra parte Nietzsche satisace en asilea a

tra'+s de sus lecturas8 de dedicarse a las ciencias, y que parece

as plantear la sospecha, o mitifcar otro posible centro de su

A). )arta a ;ohde del :D de marzo de >B

B


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!bildun#!, sin expresarse en este momento, sin embar#o, como

en cambio ocurrir en sus escritos, a partir de Iumanodemasiado humano en precisas tomas de posicin tericas. n

se#undo moti'o de distanciamiento interior de la flolo#a, que

se mezcla con el primero, pero en #eneral se manifesta de

modo autnomo, es su intolerancia ante la flosoa acad+mica,

un moti'o que se hace sentir tanto de orma estricta 6el estudio

de la anti#@edad se ha con'ertido en un puro trabajo de

anticuario, que supone un intolerable distanciamiento entre el

fllo#o y su objeto, es decir, entre la belleza del mundo #rie#o y

las proundas deormaciones de los estudiosos que deberan

recordrnosla8, como de orma #eneral% en este se#undo

aspecto, la flolo#a clsica aparece como una traicin al espritu

del clasicismo, en cuanto que ya no es capaz de 'er lo anti#@o

como un modelo a continuar, sino slo como un repertorio de

objetos de estudio. Esto implica, ob'iamente, un juicio ms

'asto, tanto sobre la sociedad en que la relacin con lo anti#@o

se ha con'ertido en ofcio e industriosidad flol#ica, cuanto

sobre el modo en que, histricamente, la ima#en de la

anti#@edad se ha de#radado como modelo hasta con'ertirse en

puro objeto de estudio acad+mico. 3a intolerancia de Nietzsche

hacia la flolo#a comienza, pues, por una crtica personal de su

actitud de in'esti#acin positi'a y objeti'a sobre lo anti#@o,

lle#ando a ser despu+s%

.Mna crtica del mundo que conf#ura su propia

relacin con lo anti#uo slo en esta orma, cerrndose a toda

penetracin del modelo clsico.:.Mna crtica de los modos en que la ima#en de lo

anti#@o se ha trasmitido a este mundo, reduci+ndose al fnal a

tal ni'el.

El inter+s por estos modos de trasmisin de la

anti#@edad a la conciencia moderna, resulta bastante constante

en los trabajos flol#icos del jo'en Nietzsche% desde su

in'esti#acin sobre las uentes de Ci#enes 3aercio, que lle'a a

>


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cabo en >A> en 3eizpi#, en que trata de establecer cmo se ha

ormado la ima#en de la flosoa anti#ua que Ci#enes trasmitea las +pocas sucesi'as, hasta la leccin inau#ural de asilea

sobre Iomero y la flolo#a clsica, que es una 'ez ms la

historia de una ima#en historio#rfco flol#ica y de sus

'icisitudes. 1ambi+n los estudios sobre el drama musical #rie#o

y sobre lo tr#ico que con0uyen en El nacimiento de la tra#edia

son in'esti#aciones sobre !objetos! determinados del estudio

flol#ico, pero apuntan, tanto como a estos objetos, a las

'icisitudes de su modo de darse en la tradicin cultural europea.

En este conjunto de problemas, centrado ciertamente en

la flolo#a, pero que sobrepasan tanto sus lmites de disciplina

acad+mica cuanto en #eneral sus confnes del estudio del

pasado 6en la direccin de un crtica de a cultura actual8, lo que

Nietzsche llama, en estos a*os de asilea, flosoa. 1ampoco el

encuentro con la obra de Schopenhauer, de quien Nietzsche lee

en >AK El mundo como 'oluntad y representacin, lo aleja de la

flolo#a hacia una flosoa entendida como metasica. 7s bien

reajusta su relacin con la flolo#a, como es ob'io precisamente

a partir de su primera #ran obra de alcance flosfco, El

nacimiento de la tra#edia en el espritu de la m$sica.

II.3.-EL NACIMIENTO DE LA TRAGEDIA EN EL

ESPIRITU DE LA MUSICA

El Nacimiento de la tra#edia es a la 'ez una

interpretacin de la #reicidad, una re'olucin flosfca y

est+tica, una crtica de la cultura contempornea, y unpro#rama de reno'acin de la misma. 1odo ello #ira alrededor

del !descubrimiento! de las dos nociones de lo apolneo y lo

dionisiaco. Nietzsche si#ue las huellas de la concepcin #rie#a

del ser, que concibe lo bello como un modo de este, pero no

lle#a, sin embar#o, a una inteleccin ontol#ica, expresada en

conceptos, del enmeno de lo est+tico. Pcurre ms bien lo

contrario% Nietzsche ormula su inteleccin undamental del ser

D


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con cate#oras est+ticas. Esto es lo que da su atribuido carcter

romntico a El nacimiento de la tra#edia, obra de la queNietzsche dice que es una !metasica de artistas!. El enmeno

del arte, queda situado en el centro& en +l, y desde +l se descira

el mundo. El arte no se considera aqu slo, se#$n Nietzsche

dice, como la aut+ntica acti'idad metasica del hombre!, sino

que en +l acontece tambi+n sobre todo el esclarecimiento

metasico de lo que existe en su totalidad. nicamente con el

ojo del arte puede el pensador penetrar en el corazn del

mundo. "ero es esencialmente el arte tr#ico, la tra#edia

anti#ua, la que posee esta mirada prounda. 3a 'erdadera

esencia del arte la reduce Nietzsche a lo tr#ico. El arte tr#ico

conoce la esencia tr#ica del mundo. En este sentido, el

'erdadero problema que se nos plantea dese ahora es la

defnicin de la esencia de lo tr#ico dada por Nietzsche. ;esulta

indierente el que +ste trace o no correctamente la ima#en de la

tra#edia anti#ua. En todo caso, en su modo de 'er la tra#edia

de los #rie#os, resuena por primera 'ez un tema central de su

flosoa. Nietzsche lo ormula con una cate#ora est+tica. En el

enmeno de lo tr#ico 'e +l la 'erdadera naturaleza de la

realidad& el tema est+tico adquiere el ran#o de un principio

ontol#ico undamental& el arte, la poesa tr#ica es la lla'e que

abre paso a la esencia del mundo. El arte se con'ierte en el

or#anon de la flosoa, es considerado como el acceso ms

proundo, ms propio, cmo la inteleccin ms ori#inaria, detrs

de la cual 'iene lue#o a lo sumo el concepto. 7s a$n, +ste

adquiere ori#inariedad tan slo cuando se cona a la 'isin mshonda del arte, cuando reMpiensa lo que el arte experimenta

creadoramente.

3o tr#ico es la primera rmula empleada por Nietzsche

para expresar su experiencia del ser. 3a realidad es para +l un

anta#onsmo de contrarios primordiales. 1al !pathos! tr#ico

sit$a ya a Nietzsche, en el inicio de su camino flosfco, en una

contraposicin inseparable al cristianismo.

J


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3a ima#en de la #reicidad que durante mucho tiempo ha

'i'ido la tradicin europea, est dominada por la idea dearmona, belleza, equilibrio, medida, de todos aquellos ras#os

que, en suma, pasan por clsicos. esta, se#$n Nietzsche, es una

ima#en que pri'ile#ia cierto momento de 4recia, en concreto, la

(tenas del si#lo 9, y tambi+n cierto #+nero de productos

artsticos, la arquitectura y la escultura principalmente. En la

fjacin de esta ima#en de 4recia ha tenido un importante papel

el cristianismo, a tra'+s del cual nos ha sido trasmitido lo que

sabemos de la cultura anti#ua& la uncin del cristianismo en

esta trasmisin es tan determinante que, en los apuntes que

Nietzsche tom para la redaccin de una quinta )onsideracin

2ntempesti'a, parece a 'eces que, con el debilitamiento y la

desaparicin de la e cristiana en la modernidad, est+ destinada

tambi+n a interrumpirse toda posibilidad de que accedamos a la

anti#@edad clsica. El cristianismo ha fjado la anti#@edad en

sus ras#os clsicos, que son ya, sin embar#o, aspectos de la

decadencia, porque corresponden a un momento que no es

plenamente 'ital. 3as races 'itales que se ocultan y

desaparecen en la orma clsica de la cultura anti#ua, las races

de la !monta*a m#ica! del Plimpo, se hacen manifestas si nos

remitimos a flones de la tradicin anti#ua que se nos han

conser'ado slo mar#inalmente% entre las artes, no tanto la

arquitectura y la escultura, como sobre todo la m$sica, y uera

del campo de las artes, ciertos elementos que se expresan en la

sabidura popular antes que en los textos literarios y flosfcos,

y que dicilmente pueden conciliarse con las bellas im#enesque estudiosos de la est+tica #rie#a nos han dejado. (s, el

axioma de Sileno B, proundamente arrai#ado en la tradicin

popular #rie#a, de que !para el hombre lo mejor sera no nacer y

una 'ez nacido, morir pronto, re'ela una 'isin de la existencia

que se aparta de toda posible interpretacin clasicista.

B/i#ura mitol#ica, medio hombre, medio animal, preceptor de Cioniso


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"ero si junto a estos elementos considerados mar#inales,

pero arrai#ados y contantes, colocamos los mitos tr#icos, yadems las noticias que tenemos acerca de la presencia y

diusin de cultor or#isticos en el mundo #rie#o, entonces nos

'emos inducidos a !desmontar piedra a piedra, por as decir,

aquel primoroso edifcio de la cultura apolnea!, para poner al

descubierto el otro principio que 'i'e en ella, es decir, lo

dionisiaco.

(dems la doctrina cristiana, de la que orma parte

esencial la idea de redencin, contradice , no slo los instintos

de Nietzsche, sino tambi+n su sentimiento undamental, el

talante bsico de su 'ida y su experiencia undamental de la

realidad. En un mundo tr#ico no existe redencin, redencin

como sal'acin de un ente fnito en su fnitud. En +l ri#e

$nicamente la ley inexorable de la decadencia de todo aquello

que desde el undamento del ser ha salido a la existencia

particularizada, des#ajndose de la 'ida 0uyente del todo. En la

'isin tr#ica del mundo, 'ida y muerte, nacimiento y

decadencia de lo fnito, se encuentran entrelazados. El pathos

tr#ico no es, sin embar#o, un pesimismo 'aco. El sentimiento

tr#ico de la 'ida es ms bien una afrmacin de +sta, un

asentimiento jubiloso incluso a lo terrible, a la muerte y a la

ruina. "ero se 'en las cosas equi'ocadamente cuando se lo

quiere interpretar como una actitud heroica, como una 'alenta

inmoti'ada. la afrmacin tr#ica, incluso de la desaparicin de

la existencia, tiene sus races hundidas en el conocimiento

undamental de que todas las f#uras fnitas son slo olasmomentneas en la #ran marea de la 'ida& de que el

hundimiento el ente fnito no si#nifca la aniquilacin total, sino

la 'uelta al ondo de la 'ida, del que ha sur#ido todo lo

indi'idualizado. El !pathos! tr#ico se alimenta de saber que

!todo es uno!. 9ida y muerte se encuentran proundamente

hermanadas en un mo'imiento rotatorio misterioso. )uando una

sube, la otra tiene que bajar& unas f#uras se orman al

:


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romperse otras. cuando una cosa sale a la luz, otra tiene que

hundirse en la noche. "ero la luz y la noche, el nacimiento y ladecadencia, son slo aspectos de una y la misma ola de la 'ida.

( este 'ai'+n lo denomina Nietzsche contraposicin entre lo

apolneo y lo dionisiaco.

(polneo y Cionisiaco representan una unidad y una

dualidad que caracteriza, para Nietzsche lo ms proundo del

alma #rie#a% !el #rie#o conoci los horrores espantos de la

existencia% para poder 'i'ir tu'o que colocar delante de s la

resplandeciente criatura onrica de los olmpicos. (quella

enorme desconfanza rente a los poderes tirnicos de la

naturaleza 6...8 ue superada constantemente, una y otra 'ez,

por los #rie#os, o, en todo caso, encubierta y sustrada a la

mirada, mediante aquel mundo intermedio artstico de los

olmpicos!

3os dioses olmpicos son el medio por el que los #rie#os

soportan la existencia, de la que han 'isto la caducidad, la

'icisitud dolorosa de la 'ida y la muerte, experimentndolas de

modo proundo a causa de su exacerbada sensibilidad& los

mismos olmpicos, 'i'i+ndola justifcan la 'ida humana!, porque

la 'i'en en una luz sin sombras y uera de la an#ustiosa

amenaza de la muerte. 1ambi+n la naturaleza, a menudo, para

conse#uir sus fnes, se sir'e de la ilusin. En los dioses

olmpicos, la 'ida humana se contemplaba ! en suna esera

superior, sin que ese mundo perecto de la intuicin actuase

como un imperati'o o un reproche!, es decir, no en el sentido

normati'o o metasico que caracteriza el mundo de las ideasplatnico, por ejemplo.

El mundo de los dioses olmpicos es el mundo producido

por el impulso apolneo, la experiencia del caos, de la p+rdida de

toda orma defnida en el 0ujo incesante de la 'ida, que es

tambi+n siempre muerte, es, en cambio lo que corresponde al

principio dionisiaco, que es tambi+n un impulso, un !trieb!% as

como lo apolneo tiende a producir ormas armoniosas y

H


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estables, que den se#uridad, el impulso dionisiaco no es slo la

sensibilidad ante el caos de la existencia, sino que tambi+n esinsti#acin a sumer#irse en dicho caos, sustray+ndose al

principio de indi'iduacin. 3a alusin al principio de

indi'iduacin, como en otras muchas reerencias explcitas en El

Nacimiento de la 1ra#edia, manifesta la dependencia de estas

tesis nietzscheanas de la metasica de Schopenhauer, aunque,

como Nietzsche dir lue#o en el preacio a la nue'a edicin de

>>A, hay en esta obra, expresado en len#uaje Schopenhauer,

al#o proundamente contrastante con el ascetismo, y por tanto,

con el permanente platonismo de Schopenhauer. El mundo

apolneo de los dioses olmpicos de que habla Nietzsche, es, sin

duda, un conjunto de representaciones sustradas a la 'oluntad

de 'i'ir. Sin embar#o, la relacin de los dioses olmpicos con el

ondo oscuro del uno primordial, no slo es positi'a, como en

Schopenhauer. "ara +ste $ltimo, a tra'+s de las f#uras del arte,

que representan las ideas, se trata de sustraerse a la 'oluntad

de 'ida que constituye la sustancia irracional del mundo. "ara

Nietzsche el empuje liberador de las f#uras de los dioses

olmpicos se ejerce slo si las mismas permanecen en una

relacin prounda con lo dionisiaco, es decir, con el mundo del

caos del que, sin embar#o, deben ayudarnos a huir. En las

p#inas del escrito sobre la tra#edia, dedicadas al 1ristn e

2solda, la pera de Fa#ner en la que Nietzsche 'e re'i'ir el

aut+ntico espritu de la tra#edia #rie#a, !al fnal (polo habla el

len#uaje de Cionisos!. No se encuentra ciertamente, en el

espritu de Schopenhauer lo que Nietzsche escribe sobre elhorror que se apodera del hombre cuando este 'e 'acilar el

principium indi'iduationis. ( este horror del que habla

Schopenhauer, debemos a*adir, se#$n Nietzsche, !el +xtasis

delicioso que, cuando se produce esa misma inraccin del

principio de indi'iduacin, asciende desde el ondo ms ntimo

del ser humano, y a$n de la misma naturaleza!& este +xtasis se

experimenta porque !bajo la ma#ia de lo dionisiaco no slo se

?


15/71

renue'a la alianza entre los seres humanos% tambi+n la

naturaleza enajenada, hostil o subyu#ada, celebra su festa dereconciliacin con su hijo perdido, el hombre 6...8. (hora el

escla'o es hombre libre, ahora quedan rotas todas las r#idas,

hostiles delimitaciones que la necesidad, la arbitrariedad o la

!moda insolente! han establecido entre los hombres!.

Esta relacin entre apolneo y dionisiaco es, ante todo,

una relacin de uerzas en el interior del indi'iduo, que al

principio la obra de Nietzsche compara con los estados de sue*o

6lo apolneo8 y la embria#uez 6lo dionisiaco8, y que unciona en

el desarrollo de la ci'ilizacin como la dualidad de los sexos en

la conser'acin de la especie. 1oda la cultura humana es ruto

del jue#o dial+ctico de estos dos impulsos, que lue#o se

especifcarn como impulsos artsticos, respecto de los cuales

act$a el artista

3o apolneo y lo dionisiaco son adems smbolosQ. El

primero simboliza el instinto f#urati'o. Es el dios de la claridad,

de la luz, de la medida, de la orma, de la disposicin. (polo,

se#$n la tradicin mitol#ica #rie#a es hijo de 5eus y 3eto. Iera,

celosa de 3eto, haba perse#uido a la jo'en por toda la tierra.

)uando estaba encinta de dos #emelos, Iera haba prohibido

que en cualquier lu#ar de la tierra le uera orecido un asilo en el

que poder dar a luz, por eso 3eto andaba errante, ya que en

toda la 1ierra se ne#aban a aco#erla, temiendo la clera de

Iera, que haba amenazado con la esterilidad y la desertizacin.

1ras 'arias jornadas, Prti#ia, una isla 0otante que, por su

esterilidad no poda temer nada, consinti en aco#er a 3eto. (llnaci (polo. (#radecido, el dios fj la isla en el centro del

mundo, colocando en su base cuatro columnas, y la llam Celos

6la brillante8. En ese lu#ar, al pie de una palmera, el $nico rbol

de oda la isla, 3eto a#uard el parto durante nue'e das y nue'e

noches, pues Iera retena a su lado, en el Plmpo, a 2litia, la

di'inidad que preside los partos elices. 1odas las diosas se

hallaban junto a 3eto, pero nada podan hacer en su a'or sin el

K


16/71

consentimiento de Iera. /inalmente resol'ieron en'iarle a 2ris

para ro#arle que permitiera el alumbramiento, oreci+ndole,para aplacar su ira, un collar de oro y mbar de un espesor de

nue'e codos. ( este precio, Iera consinti en que 2litia

descendiese del Plimpo y se encaminase a Celos. 3eto se

arrodillo al pi+ de la palmera y dio a luz a (rtemis, y despu+s,

con ayuda de +sta a (polo.

Cistintas circunstancias lo presentan siempre como

h+roe. Se le representaba como un dios muy hermoso, alto,

notable especialmente por sus lar#os bucles ne#ros de re0ejos

azulados. am a mujeres y hombres mortales, pero sus a'oritas

eran las ninas. )onocemos un importante episodio que lo

relaciona directamente con la m$sica% Iermes, hermano de

(polo, dio muestras, el da que naci, de una precocidad

extraordinaria. ( uerza de mo'erse encontr el modo de

desatarse de las bandas con las que se acostumbraba a

en'ol'er a los reci+n nacidos y lle# hasta 1esalia, lu#ar en el

que (polo ejerca el pastoreo. En un momento n el que este se

encontraba distrado por su amor hacia Iimeneo, que se

encontraba cerca de all, Iermes le rob doce 'acas, cien

terneras y un toro. 3ue#o se lle' este peque*o reba*o por #ran

parte de 4recia hasta que lle# a una ca'erna situada en "ilos.

Slo haba sido 'isto por un anciano, bato, cuyo silencio intent

comprar sin conse#uirlo. En "ilos, Iermes sacrifc dos de los

animales robados, di'idi+ndolos en doce partes, una para cada

uno de los doce dioses. 3ue#o, despu+s de ocultar el resto del

reba*o, huy a su #ruta de )ileno. (l lle#ar a ella encontr unatortu#a en la puerta. Se apoder del animal, lo 'aci y tens

sobre la ca'idad de la concha una cuerdas abricadas con los

intestinos de los animales que haba sacrifcado. mientras tanto,

(polo andaba buscando sus bestias por todas partes, hasta que

bato le descubri el escondite y el nombre e quien se los haba

robado. (polo denunci la situacin a 5eus que orden al ni*o

que restituyera los animales, pero (polo haba 'isto la lira que

A


17/71

Iermes haba abricado en la #ruta de )ileno y odo los sonidos

que Iermes extraa de ella. Seducido por la m$sica, cambi su#anado por el instrumento. desde ese momento (polo es

considerado el dios de la m$sica y la poesa. "resida los

concursos de las musas. Sus orculos se expresaban por lo

#eneral, en orma 'ersifcada. inspiraba a los adi'inos y los

poetas, y comparte esta uncin inspiradora con el dios dionisos,

pero se distin#ue de +ste por su carcter mesurado.

(unque sea a ttulo anecdtico, cabe anotar que (polo

que considerado el padre de "it#oras 6recordar su relacin con

el n$mero, la medida, etc..8

Cionisos es el dios de lo catico y desmesurado, de lo

inorme, del oleaje hir'iente e la 'ida, del renes sexual, el dios

de la noche y de la m$sica, pero slo de aquella que !desata las

pasiones!, no de la se'era y refnada.

3o que la tradicin mitol#ica se*ala de Cionisos es lo

si#uiente% es, en esencia, en la +poca clsica, el dios de la 'i*a y

del delirio mstico. Su leyenda es compleja, porque elementos

di'ersos tomados de distintas zonas de 4recia se entremezclan,

pero tambi+n de pases 'ecinos 6(sia 7enor8.

Cioniso es hijo de 5eus y S+mele. Iera, celosa de S+mele

a quien 5eus amaba, le su#iri que pidiese a su di'ino amante

que se le mostrara en todo su poder. 5eus, que

imprudentemente haba prometido a S+mele concederle cuanto

pidiese, tu'o que aproximrsele con sus rayos, y aquella cay

ulminada. 5eus se apresur a extraerle el hijo que lle'aba en su

seno, y que estaba slo en el sexto mes de #estacin. 3o cosiense#uida a su muslo, y al lle#ar la hora del parto lo sac 'i'o y

perectamente ormado. Era el peque*o Cioniso, el dios nacido

dos 'eces.

El ni*o ue confado a Iermes, que encar# su crianza a

(tamante y a su esposa 2no 6eran reyes de Prcomeno8. 3es

orden que 'istiesen a la criatura con ropas emeninas a fn de

burlar los celos de Iera, que buscaba la perdicin del ni*o, ruto

B


18/71

de los amores ad$lteros de su esposo, pero esta 'ez Iera no se

dej en#a*ar, 'ol'i loca a la nodriza de Cioniso, 2no, y al propio(tamante. 5eus, que ejerca cierta uncin de 'i#ilancia,

consi#ui sacar de all al ni*o y se lo lle' a una zona situada

lejos de 4recia 6Nisa, de ah su nombre dio% nacido dos 'eces,

Niso% procedente de Nisa8, a una zona que se sit$a en (sia o

(rica, entre#ndolo a las ninas de aquellas tierras para que lo

criasen. )on objeto de e'itar que Iera lo reconociese lo

transorm en un cabrito.

Ra adulto, Cioniso descubri la 'id y sus propiedades,

pero Iera, lo encontr y lo enloqueci, y en estado de locura

andu'o el dios errante por E#ipto y Siria. ;emontando las costas

de (sia lle# a /ri#ia, donde lo recibi la diosa )ibeles, que lo

purifc e inici en los ritos de su culto. )urado ya de su locura

realiz dierentes 'iajes en los que propa#a sus !plantas!. 1racia,

2ndia 6de esta +poca data su cortejo ritual% carro tirado por

panteras y adornado con "mpanos y hiedra, se#uido por

silenos y bacantes, stiros y otras di'inidades menores8, etc...

"osteriormente Cioniso 'uel'e a 4recia y a eocia. En

1ebas introduce las bacanales, en las que todo el pueblo, y

especialmente las mujeres, eran presa del delirio mstico. El rey

se opuso a semejante celebracin y ue casti#ado. ( partir de

este momento, el poder de Cioniso ue reconocido por todo el

mundo, y el dios pudo ascender hacia el Plmpo, terminada su

misin en la 1ierra e implantada por doquier la obser'ancia de

su culto.

Cioniso, el dios del 'ino y de la inspiracin, era estejadomediante tumultuosas procesiones en las que f#uraban,

e'ocados por mscaras, los #enios de la 1ierra y la ertilidad. de

estos cortejos se ori#inaron las representaciones, ms re#ulares,

del teatro, la comedia, la tra#edia y el drama satrico, que

conser', por ms tiempo, la huella de su ori#en. En la +poca

romana, hasta el s.22 antes de nuestra era, los 7isterios de

Cioniso, con su carcter licencioso y or#istico, penetraron en

>


19/71

2talia, donde encontraron tierra abonada entre determinadas

poblaciones. El senado romano prohibi su celebracin6bacanales8 en el si#lo >A a.)., pero las sectas msticas

si#uieron #uardando la tradicin dionisiaca, y el dios represent

a$n un importate papel en la reli#in en la +poca imperial.

(polneo y dionisiaco, pues, no defnen slo una teora de

la ci'ilizacin y de la cultura, sino tambi+n una teora del arte.

(penas hace alta recordar que la relacin entre creacin

artstica y #+nesis de los dioses, sobre todo de los dioses de la

mitolo#a #rie#a, era un tema muy recuentado por el

pensamiento romntico. )onstruyendo una est+tica que es

tambi+n, y principalmente, una teora de la cultura, Nietzsche se

pone e'identemente en relacin con estos precedentes. En el

plano especfco de la teora del arte, la dualidad entre lo

apolneo y lo dionisiaco permite leer las di'ersas ases del arte

#rie#o en relacin con la lucha entre impulso dionisiaco e

impulso apolneo, lucha que se desen'uel'e tambi+n como

con0icto entre pueblos distintos, en la sucesin de in'asiones y

estabilizaciones que caracteriza a la historia de la 4recia

arcaica. (s, el arte drico se explica slo como resultado de una

resistencia que los asaltos, que son tambi+n 'erdaderos ataques

de pueblos in'asores, de lo dionisiaco, de los cultos or#isticos

de ori#en brbaro. En la lucha de los dos principios opuestos, !la

historia hel+nica ms anti#ua queda escindida 6...8 en cuatro

#randes estadios artsticos% de la edad de acero con sus

titanomaquias y su ruda flosoa popular, sur#i, bajo la

soberana del instinto apolneo de belleza, el mundo hom+rico&esa ma#nifcencia in#enua 'ol'i a ser en#ullida por la in'asora

corriente de lo dionisiaco,, y rente a este nue'o poder lo

apolneo se ele'a a la r#ida majestad del arte drico y de la

contemplacin drica del mundo!.

)on el predominio de uno u otro impulso se 'inculan

tambi+n, sin una esquematizacin r#ida, las dierentes artes% si

la m$sica es arte dominantemente dionisiaco, la escultura y la

D


20/71

arquitectura son apolneas, como tambi+n la epopeya. ya desde

el punto de 'ista del #rado de ci'ilizacin, ya desde el punto de'ista de la madurez artstica, el mundo drico no es la

culminacin de la #reicidad, tal culminacin se encuentra, en

cambio, representada por la tra#edia tica, que se presenta

como la sntesis ms perecta de los dos impulsos. Sobre su

ori#en Nietzsche reco#e una idea presente en la tradicin, se#$n

la cual la tra#edia naci del coro tr#ico, proponiendo de la

misma, no obstante, una nue'a interpretacin que se relaciona

con las nociones de lo apolneo y lo dionisiaco. El coro del que la

tra#edia nace es el coro de los stiros, o sea, la procesin sacra

en que los participantes se transorman en fn#idos seres

naturales. Este mundo no es, sin embar#o, un !mundo

antasma#rico impuesto arbitrariamente entre el cielo y la

tierra& es , ms bien, un mundo dotado de la misma realidad y

credibilidad que para el #rie#o creyente posea el Plmpo, junto

con todos sus moradores!.

En el estado de exaltacin en que est sumida la

procesin de los stiros que danzan y cantan, el hombre,

transormado una 'ez ms en un ser natural, echa una mirada al

misterio del uno primordial y reacciona ante el horror y el

+xtasis mediante la produccin de im#enes% en la exaltacin

dionisiaca se produce, para el coro de los stiros !el enmeno

dramtico primordial% 'erse uno transormado a s mismo y

delante de s actuar uno como si realmente hubiese penetrado

en otro cuerpo, en otro carcter!. No ser in$til, para rastrear

aqu un aspecto esencial del antiplatonismo de Nietzsche,recordar la desidentifcacin, la usin con otros, la p+rdida de

continuidad consi#o mismo, eran las razones principales de la

condena platnica del arte dramtico. Nietzsche 'e en ellas el

ori#en del drama, 'alorndolas de manera opuesta a "latn.

2ncluso subraya, en todas esta p#inas, sus aspectos sociales%

!el coro ditirmbico es un coro de transormados, en los que han

quedado ol'idados del todo su pasado ci'il, su posicin social%

:J


21/71

se han con'ertido en ser'idores intemporales de su dios, que

'i'en uera de todas las eseras sociales 6...8, transormados deese modo, el entusiasta dionisiaco se 'e a s mismo como un

stiro 6ya que la procesin de los satiros, que en su ori#en, se

hace en honor de Cioniso, y como stiro se 'e tambi+n al dios,

es decir, 'e, en su transormacin, una nue'a 'isin uera de s,

como consumacin apolnea de su estado. con esta nue'a 'isin

se 'e completo el drama!.

3a tra#edia #rie#a debe pues entenderse como !coro

dionisiaco que una y otra 'ez se descar#a en un mundo apolneo

de im#enes!.

(unque se present ante todo como una hiptesis

flol#ica sobre el nacimiento de la tra#edia #rie#a, y como tal

ue discutida por los fllo#os, sobre todo por FilamoGitzM

7ollendor, la importancia de esta propuesta de Nietzsche, aun

de acuerdo con sus propsitos de nin#$n modo historio#rfcos

ni objeti'os, consiste en abrir el camino a una reno'ada relacin

con el mundo clsico, que supone tambi+n una radical actitud

crtica hacia el presente. 7s en #eneral, Nietzsche sentaba aqu

las bases de una ontolo#a que elaborT en sus obras posteriores.

El jue#o de lo apolneo y lo dionisiaco, y el si#nifcado ambi#uo

que la tra#edia posee 6liberacin de lo dionisiaco por lo

dionisiaco mismo8 en la bella ima#en apolnea, constituyen

elementos decisi'os de toda la ulterior elaboracin del

pensamiento de Nietzsche, as como incluso la base de #ran

parte de su actualidad terica.

3as consecuencias de las tesis de el nacimiento de la1ra#edia para la teora y la critica de la cultura, son elaboradas

por Nietzsche a partir del problema de cmo y porqu+ muri la

tra#edia tica. Esta, a dierencia de otros #+neros literarios

anti#uos, que perecieron de muerte natural, tras haberse

con'ertido en sup+r0uos y sin dejar nin#$n 'acio, muri por

suicidio& el autor de este suicidio ue Eurpides, que lle' al

espectador al escenario, iniciando el proceso que habra de

:


22/71

lle'ar a la comedia tica nue'a en que sobre'i'e !la f#ura

de#enerada de la tra#edia!. Eurpides transorm el mito tr#icoen una sucesin de 'icisitudes racionalmente encadenadas y

comprensibles, de impronta sustancialmente realista.

)abe pre#untarse si esta 'isin del papel de Eurpides en

la tra#edia #rie#a resulta histricamente undamentada, pero lo

que importa a Nietzsche, ms que la comprobacin de la

responsabilidad de Eurpides, es desenmascarar al 'erdadero

insti#ador del suicidio de la tra#edia. Eurpides transorma el

sentido realista y racional del mito tr#ico para satisacer las

exi#encias d un espectador determinado% Scrates. Es Scrates

quien inau#ura en la mentalidad #rie#a una 'isin racional del

mundo y de los a'atares humanos, se#$n la cual !al justo no

puede sucederle nada malo ni en este ni en el otro mundo. El

realismo de la tra#edia de Eurpides es una consecuencia del

optimismo terico de Scrates% lo que merece ser representado

en el escenario, es la estructura racional de la 'ida. )omo +sta

no despierta emociones Mtambi+n porque Eurpides, con la

introduccin del prlo#o que explica la accin desde el principio

pri'a a la tra#edia de toda !tensin +pica! y !atracti'a

incertidumbre!M es preciso que toda la accin se articule en

#randes escenas retrico lricas, capaces de suscitar en el

espectador el !pathos tr#ico! que de otro modo ya no podra

producirse. R como todo debe proceder se#$n el esquema

racional pre'isto, se comprende tambi+n la necesidad del !deux

x machina!. 3o que se desarrolla en el inter'alo entre prlo#o y

eplo#o, que son +picos, es el presente dramtico lrico& lasntesis tr#ica entre epopeya y lrica, entre m$sica y

representacin de la trama, entre apolneo y dionisiaco ha

desaparecido, pero no por una dinmica interna de la orma

literaria, sino para corresponder a nue'as exi#encias

espirituales 'inculadas a la afrmacin del optimismo terico de

Scrates, es decir, con el sur#imiento de la flosoa clsica

#rie#a.

::


23/71

Si hay una estructura racional del uni'erso, como

Scrates cree y ense*a, entonces lo tr#ico ya no tiene sentido%pero no slo el si#nifcado ms limitado se#$n el cual en el

mundo racionalmente ordenado no puede haber incertidumbre,

excitacin, tensin, ambi#uedad. 3a oposicin entre socratismo

y tra#edia, arroja luz tambi+n sobre lo que Nietzsche persi#ue

con la oposicin apolneo dionisiaco, y sobre lo que considera

caraterstico de lo que ms tarde llamar platonismo de la

cultura europea, que tiene la intencin de superar. 3as im#enes

apolneas de los dioses olmpicos, y lue#o la tra#edia tica, son

ormas de redencin de la existencia, que no implican la

personifcacin de esencias y estructuras metasicas. 1ambien

estas nacen, como Nietzsche explicar ms explcitamente a

partir de Iumano demasiado humano, de una necesidad de

se#uridad, de la exi#encia de hacerse tolerable de al#$n modo

el caos de la 'ida, con el imparable ciclo de nacimiento y

muerte& se#$n Nietzsche, la se#uridad metasica buscada en las

esencias, en el orden racional del uni'erso, es propia de una

cultura debilitada y decadente. )on el ideal de una justifcacin

est+tica e la existencia, Nietzsche busca, ni ms ni menos, una

alternati'a a la metasica, que +l llama socrtaismo o

platonismo, que en todas sus ormas ha buscado siempre la

se#uridad en estructuras esenciales, en un mundo 'erdadero

que, contrariamente a los dioses olmpicos, se con'ierte de

inmediato, en relacin con el mundo de la experiencia, en

!imperati'o o reproche!, y produce as esa depresin de la 'ida

en que consiste la decadencia 'inculada con el racionalismosocrticoMplatnicoMcristiano.

3as implicaciones de la nocin de decadencia 'inculada

con el racionalismo socrtico que se expresa en la metasica, en

la moral, en la cultura !cristiana que domina occidente, las

desarrollar ' en las obras posteriores a su escrito sobre la

tra#edia. (qu Nietzsche adems prepara un retorno a la cultura

tr#ica, al menos por lo que se refere al drama musical

:H


24/71

Ga#neriano. El retorno de la cultura tr#ica no es un puro y

simple retorno del mito, es ms bi+n el resultado de unaextremizacin de la necesidad misma de racionalidad en la

mentalidad cientfca que, se#$n la l#ica que preludia a la

muerte de dios, de la que Nietzsche hablar en 3a 4aya ciencia,

justamente por su exi#encia de certidumbre se 'uelca en esa

especie de escepticismo desesperado que es la flosoa

=antiana, con su continuacin en Schopenhauer>.

II.4.-EL RETORNO DE LA CULTURA TRAGICA

En El Nacimiento de la tra#edia, y con la muerte de +sta,

parece que se acaba con lo que es posible considerar que es

propiamente hablando el arte. Sin embar#o, Nietzsche parece

replantear, en 'arias ocasiones a lo lar#o de su obra, un !retorno

de la cultura tr#ica!. )mo podemos entender este retornoO.

3os si#uientes escritos de este +poca de Nietzsche ,

Sobre 'erdad y mentira en sentido extramoral y las

)onsideraciones 2ntempesti'as, pueden prestarnos al#una

ayuda a la hora de a'eri#uar qu+ si#nifca exactamente el

retorno de una cultura tr#ica, sin presentar, sin embar#o,

soluciones defniti'as al problema. "or otra parte, la historia del

alejamiento de Fa#ner, que se consuma explcitamente en

Iumano, demasiado humano, pero que se encuentra ya

preparada en la )uarta 2ntempesti'a y en los apuntes y cartas

de la +poca, se explica, aparte de otras razones de carcter ms

psicol#ico, con la constatacin ms #eneral de que si Nietzsche

no ha renunciado al sue*o de un renacimiento de la culturatr#ica, si, al menos la orma de tal renacimiento le parece cada

'ez menos 'inculable con un enmeno como la m$sica de

Fa#ner y, quiz, con el arte en #eneral.

>Schopenhauer se encuentra uertemente in0uido por Uant. Su flosoa se

inicia con el concepto de !cosa en s! de Uant

:?


25/71

Nietzsche no piensa que la reno'acin de la cultura

tr#ica pueda producirse a tra'+s de una especie de rescateest+tico de toda la existencia, que supon#a e'entualmente un

fnal del arte como reino separado. 3a insufciencia de una

solucin est+tica del problema de la decadencia ser reconocida,

en cambio, en Iumano, demasiado humano, como relacionada

con una inactualidad histrico psicolo#ica del arte para el

hombre moderno, para quien la libertad de espritu, y la misma

maniestacin del impulso dionisiaco, encuentra ahora su lu#ar

para desple#arse ms en la ciencia que en el arte.

II.3.1.-SOBRE VERDAD Y MENTIRA EN SENTIDO

EXTRAMORAL

En este texto Nietzsche considera que el len#uaje

socialmente establecido, con sus re#las y su uncin

con#nosciti'a, naci slo como cristalizacion arbitraria de cierto

sistema de metoras que, in'entado libremente como cualquier

otro sistema de metoras, se impuso como el $nico modo

'lido de describir el mundo. )ada len#uaje, en su ori#en, es

metora, indicacin de cosas mediante sonidos que no tiene

nada que 'er con las cosas mismas. 3a sociedad sur#e cundo un

sistema metarico se impone sobre los otros, se con'ierte en el

modo p$blicamente prescrito y aceptado de se*alar

metaTricamente las cosas, es decir, de mentir. desde este

momento, los distintos sistemas metaricos tato pasados como

uturos, quedan reducidos al ni'el de la poesa, o sea, al ni'el de

mentiras reconocidas como tales. Esta descripcin #en+tica,aunque sea ideal, del len#uaje, no da lu#ar, sin embar#o, en

Nietzsche , a una idealizacin de la condicin de la libre mentira

metarica, que en el caso de la anomizacin de un slo sistema

de metoras, se habra perdido. "or el contrario, slo a tra'+s

de la construccin de ese !conceptual jue#o de dados que se

llama 'erdad, es decir, a tra'+s del establecimiento de un orden

jerrquico de conceptos abstractos, alejados no slo de las

:K


26/71

cosas sino tambi+n de las impresiones intuiti'as de los

indi'iduos, el hombre se distin#ue del animal, absolutamentesumer#ido en el 0uir de las im#enes. "ara edifcar la

humanidad racional, undada en la capacidad de mentir !en un

estilo 'inculante para todos!, el hombre !debe ol'idarse a s

mismo en cuanto sujeto, y precisamente en cuanto sujeto

artsticamente creador!. "ero en nin#una parte de este escrito

sostiene Nietzsche , en base a estas constataciones, la

necesidad de restaurar un modo de libre in'enti'a metarica,

sin re#las cannicas y,en defniti'a, sin sociedad ni humanidad.

Es 'erdad que !el intelecto, maestro en fnjimientos, es libre y

est al mar#en de su normal ser'icio de escla'o, slo cuando

con #usto creati'o mezcla las metoras y cambia de lu#ar los

confnes de la abstraccin!, pero se trata de la ale#ra del

escla'o en las saturnales, de una momentnea suspensin de

las leyes, durante la cual se puede en#a*ar !sin hacer da*o!.

Es posible que sin ellas !muramos! a manos de nuestro

impulso creati'oO, Es posible morir a manos del arteO 9ol'emos

a encontrarnos aqui las mismas conclusiones del escrito sobre El

nacimiento de la 1ra#edia. )mo debemos entonces, pensar en

el renacimiento de la cultura tr#icaO, Es +sta la restauracin

de la existencial #rie#a donde !el arte domina a la 'ida, y que si

embar#o parece entra*ar el ries#o de una recada en el estado

natural, en el que la libertad 'a acompa*ada de a suprema

inse#uridad de la existenciaO o bien se cona tal renacimiento

de lo tr#ico a una exaltacin de la fccin del arte, en que la

inteli#encia celebra sus saturnales !sin hacer da*o!, y por tantoen la condicin de se#uridad que precisamente el sistema de

abstracciones ha contribuido a crear y mantenerO "ara aclaralo

'amos a diri#irnos a las )onsideraciones 2ntempesti'as

II.3.2.-LAS CONSIDERACIONES INTEMPESTIVAS

El renacimiento de la cultura tr#ica en que piensa

Nietzsche en sus escritos de ju'entud, se conf#ura como una

:A


27/71

!re'olucin! en la que el arte tiene una uncin decisi'a que, sin

embar#o, mientras no queda sufcientemente determinada en elescrito sobre la tra#edia.en las obras de los a*os posteriores se

precisa como 'inculada #eneralmente a una uncin crtica de la

cultura. Esta posicin crtica de la cultura rente a la ci'ilizacin

de la decadencia socrtica no da lu#ar a la hiptesis de una

in'ersin re'olucionaria& procura, en cambio, defnirse en

t+rminos distintos, y precisamente este es el sentido de las

)onsideraciones 2ntempesti'as.

3a nocin misma de inactualidad en que insiste su ttulo

indica la problematicidad de esta relacin% el pensador

intempesti'o que Nietzsche cree ser no trabaja por la undacin

inmediata de una lectura distinta en que us tesis podran ser

ms actuales& ms bien trabaja !contra el tiempo, y de esta

manera sobre el tiempo, y, esperemos, a a'or de un tiempo

'enidero!. "ero la posibilidad de que un tiempo por 'enir

modifque 'erdaderamente la posicin del hombre cultural, ante

la sociedad, aparece en Nietzsche como completamente

injustifcada% en las )onsideraciones Nietzsche enoca las

relaciones entre sociedad y cultura en t+rminos de alternati'a

radical entre !Uultur! y !5i'ilisation!, dos t+rminos que Nietzsche

contrapondr explcitamente en las notas de su $ltimo periodo.

3a se#unda y la tercera intempesti'a concluyen, no con el

delineamiento de una ci'ilizacin alternati'a a la decadente en

la que nos encontramos, sino con la apelacin a ener#as de

Uultur que, dentro de esta ci'ilizacin, representen momentos

crticos. (s son las f#uras del santo, del artista y del flsoo.1odas estas f#uras representan, para el jo'en Nietzsche, junto

con la m$sica de Fa#ner, de la que acabar por separarse, los

$nicos modos posibles de renacimiento de una cultura tr#ica

en el mundo actual. Nietzsche tambi+n apelar a lo que +l llama

!potencias suprahistricas!.

22.H.:..M3as potencias suprahistricas

:B


28/71

Nietzsche se refere al tema de la Iistoria

undamentalmente en su se#unda )onsideracin 2ntempesti'a.D

Iay que destacar que esta es una obra problemtica en el

conjunto de los escritos de Nietzsche porque es dicil 'er en ella

un punto de lle#ada, o una preparacin de tesis sucesi'as 6por

ejemplo la doctrina del eterno retorno8, a las que sin embar#o

podra 'incularse. En cualquier caso, hay que comenzar por

destacar que su punto de partida es una critica radical al

historicismo, sobre todo en la orma del Historiografsmo ,

caracterstico de la educacin del hombre decimonnico.

Nietzsche comienza por la constatacin de que un hombre, o

una cultura, totalmente consciente de la historicidad de sus

acciones no tendra nin#$n estimulo ni capacidad para producir

nue'a historia. Iistrico es, eecti'amente, lo que resulta de

cuanto le ha precedido y est destinado a dejar ju#ar a lo que

se#uir% as pues, un puro y simple punto en una lnea, que se

indi'idua $nicamente en relacin con los otros puntos& esta

relacin, mientras que lo constituye, tambi+n lo disuel'e.

)uando la conciencia histrica domina a un indi'iduo o, como en

el caso del si#lo L2L, a una cultura, las uerzas creati'as decaen&

parece insensato e in$til dedicarse a lo que est destinado a

perecer dentro de poco, en el curso incontenible de la historia. (

este estado de nimo Nietzsche lo denomina !enermedad

histrica!.

3a enermedad histrica est 'inculada, por una parte a

los desarrollos de la 'isin cristiana del mundo, 6baste pensar en

la Edad 7edia y en su reli#iosidad que no cree que se pueda dar!nada nue'o bajo el Sol!, estimando que todo nace y perece sin

que pueda hacerse nada para detenerlo8, o en Ie#el 6para +l no

nos encontramos al fnal, sino en la culminacin del proceso

D)abe destacar la ascinacin que el concepto de historia que en ella elabora

ha ejercido sobre numerosos autores del si#lo LL. aste pensar en Ieide##er

y enjamin

:>


29/71

histrico, el cual aparece como un encadenamiento racional de

acontecimientos, de lo cual, por otra parte, tiene la culpa laracionalidad iniciada por Scrates8. (s se mezclan en la

conciencia decimonnica el epi#onalismo, con 'isos de

escepticismo, y la pretensin 6he#eliana, positi'ista,

e'olucionista8 de ser 6los europeos del si#lo L2L8 el punto de

lle#ada del proceso histrico. n actor determinante de la

imposicin de tal actitud espiritual es el enorme desarrollo del

conocimiento positi'o de la historia pasada, que se produce,

justamente, en el si#lo L2L& al hombre de este si#lo le es dado

ms material co#nosciti'o sobre el pasado del que puede

asimilar, di#erir, tal material pesa sobre el estma#o y causa

esa !alta de estilo! en que consiste propiamente la decadencia.

En eecto, si los conocimientos sobre el pasado no se asimilan y

di#ieren, interior y exterior ya no se corresponden& las ormas

que el hombre del si#lo L2L impone a sus propias producciones

en las di'ersas artes, tomndolas, como de hecho ocurre, de un

pasado considerado como una especie de repertorio y

#uardarropa de disrazar teatrales, no tienen nin#una relacin

or#nica, necesaria, con su interioridad. El exceso de conciencia

y de conocimiento histrico es causa, al mismo tiempo, de la

incapacidad de producir ormas nue'as y del !remedio!, a$n

peor que el mal, para esta incapacidad. "ero no es slo el

exceso de historio#raa lo que ha hecho lle#ar a esta situacin,

tambi+n el predominio de la historia en la educacin y en la

cultura se encuentra en una relacin directamente uncional con

la ormacin de la uerza de trabajo social% !...los hombresdeben adaptarse a los objeti'os de la +poca para poder

relaizarlos cuanto antes& deben trabajar en la abricacin de los

medios #enerales antes de estar maduros, incluso para que no

se 'uel'an maduros en absoluto, ya que esto sera un lujo que

arrebatara cierto contin#ente al !mercado de trabajo! 6...8. El

jo'en es obli#ado con el lti#o, a lo lar#o de milenios%

adolescentes que nada entienden de una #uerra, de una accin

:D


30/71

diplomtica, de una poltica comercial, son considerados di#nos

de que se los introduzca en la historia poltica. "ero as como eljo'en corre por la historia, as nosotros, los modernos, corremos

por las #aleras de arte, as escuchamos los conciertos!

Vunto a esta uncin de preparacin rpida de la uerza de

trabajo, el historio#rafsmo omenta tambi+n una uncin

espectacular, que sir'e de estmulo a la personalidad moderna

debilitada por el exceso de conciencia histrica. !El hombre

moderno se hace prepara contnuamente por sus artistas de la

historia la festa de una exposicin uni'ersal& se ha con'ertido

en un espectador itinerante y dispuesto al #oce 6...8. ($n no ha

acabado la #uerra cuando esta se con'ierte en papel impreso en

cien mil ejemplares y se la presenta como no'simo estmulo del

paladar extenuado de los 'idos de historia!

Nietzsche entre'+ de esta orma un ras#o caracterstico

de la cultura de masas que se desarrollar, e'identemente, a los

lar#o del si#lo LL.

1ales son los prejuicios que el exceso de historio#raa

produce en una sociedad& la 'ida, en eecto, tiene necesidad de

!ol'ido!, de un horizonte defnido, de un cierto #rado de

inconsciencia. Esto no quiere decir, sin embar#o, que el

conocimiento del pasado no ten#a tambi+n una utilidad para la

'ida% es la utilidad que se manifesta en las tres ormas

!positi'as! en que Nietzsche 'e articularse el estudio histrico%

la historio#raa monumental, la historio#raa anticuaria, y la

historio#raa crtica. Nin#una de esta tres ormas coincide, sin

embar#o, con la actitud dominante en el historicismodecimonnico% nin#una busca en el pasado un curso l#ico de

hechos, cuya culminacin sir'a para justifcar el presente, para

educar la uerza de trabajo, o para omentar el sentimiento del

imparable 0uir de las cosas humanas % !En tres aspectos le hace

alta la historia a quien 'i'e% le hace alta en cuanto que es

acti'o y tiene aspiraciones, en cuanto que conser'a y 'enera,

en cuanto que sure y tiene necesidad de liberacin!.

HJ


31/71

Estas tres exi#encias se undan entres especies de

historia $tiles para la 'ida& las mismas entra*an tambi+nries#os, que se combaten limitando cada uno e los tres modos

con la inter'encin de los otros dos. "ero junto con estos tres

modos no perjudiciales de entrar en relacin historio#rfca con

el pasado, lo que puede ayudar a la cultura actual a curarse de

la enermedad histrica y de la decadencia es el recurso a las

potencias suprahistricas o eternizadoras del arte o la reli#in.

El recurso a estas potencias, no se desarrolla, con todo, en el

escrito de Nietzsche, en una tesis terica articulada& queda

como pura apelacin, y lo que resulta claro es que un aspecto

decisi'o de la salida de la decadencia es la instauracin de una

relacin 'ital con el pasado Manticuario, monumental, crticoM que

contribuya a una 'erdadera maduracin del indi'iduo, en 'ez de

a su simple reduccin a trabajador en el edifcio social o a

consumidor de espectculos. "ero rente a la claridad y

perentoriedad de la !pars destruens!, la parte constructi'a del

escrito sobre la historia no presenta ms que un conjunto de

exi#encias que quedan muy imprecisas.

En el sentido de la cultura entendida muy esencialmente

como crtica, ms que como construccin articulada de un ideal

alternati'o de ci'ilizacin, habla tambi+n la 1ercera

2ntempesti'a, Schopenhauer como educador. Se#$n reza su

ttulo, no se trata de una exposicin de la flosoa de

Schopenhauer, sino de +ste en tanto que pensador, y !f#ura

ejemplar! de la sociedad de la +poca de Nietzsche.

Schopenhauer es 'isto ante todo como la anttesis del sabiouncionario estatal, del proesor de uni'ersidad que, pa#ado por

el Estado, no puede sino ense*ar una flosoa que no perturbe

al Estado. "ero la flosoa, si se culti'a con seriedad, es

necesariamente crtica de las 2nstituciones, y en cualquier caso

produce ciudadanos que no se someten en modo al#uno a los

objeti'os del Estado. En consecuencia, la $nica flosoa que se

ense*a en la ni'ersidad es la historia de las opiniones

H


32/71

flosfcas del pasado, posiblemente para suscitar en los

estudiantes intolerancia y asco, exorcizando as cualquieruncin educati'a que pudiera tener en el sentido de crtica de

lo existente. 3a discusin sobre Schopenhauer se extiende de

este modo a una 'isin #eneral de la relacin entre la cultura y

las instituciones% no slo el Estado, sino tambi+n el mundo de la

economa y de la ciencia, considerados como enemi#os de la

cultura.

22.H.:.:.M3as f#uras del santo, del flsoo y del poeta

Esta postura est claramente 'inculada con la que

Nietzsche elabora en El nacimiento de la 1ra#edia. (cent$a la

impresin de que, para Nietzsche el renacimiento de la cultura

tr#ica tiene que 'er, tanto con el renacimiento del arte como

con un potenciamiento de la capacidad crtica contra lo

existente, una crtica que aqu se expone como b$squeda de la

'erdad, en la exaltacin que Nietzsche hace de las f#uras del

flsoo, del santo y del poeta, b$squeda de la 'erdad que no es

la del cientfco, de quien el flsoo se distin#ue por la

capacidad de no limitarse a acumular conocimientos

particulares, sino de poseer, por el contrario, una intuicin del

todo, una especie del saber como sabidura que aecta a toda la

existencia.

El carcter central de este elemento crtico para el

renacimiento de una cultura tr#ica contribuye a distanciar el

ideal de tal renacimiento del de la belleza dionisiacoMapolnea

descrita en la se#unda parte de Sobre 'erdad y mentira ensentido extramoral. 3a 1ercera 2ntempesti'a hable

explcitamente de una belleza entendida como !apacible

cansancio crepuscular!, que se cierne sobre aquellos que han

tenido una !#ran iluminacin sobre la existencia!. Esta belleza,

que no es un desatarse radical del elemento dionisiaco, sin

embar#o, tampoco puede ser entendida como la de una mirada

nostl#ica. En este sentido, es posible el recurso a determinadas

H:


33/71

afrmaciones de la tercera intempesti'a en la que Nietzsche

describe !las tres im#enes del hombre que nuestra +poca haeri#ido una despu+s de la otra, y de cuya 'isin los mortales

extraern, a$n durante mucho tiempo, el impulso para una

transf#uracin de su 'ida% el nombre de ;ousseau, el nombre

de 4oethe y, por $ltimo, el nombre de Schopenhauer!. El

primero es el que apela impulsi'amente a su propia naturaleza

santa para romper los 'nculos y cadenas de todo tipo, y que

inspira, por tanto, las re'oluciones& 4oethe es, en cambio, el que

!odia toda 'iolencia, todo salto, lo que no obstante quiere decir,

toda accin, y, de este modo, el liberador del mundo, /austo,

lle#a a ser caso solamente al#uien que 'iaja por el mundo& !es

el hombre contemplati'o al #ran estilo, que no lan#uidece sobre

la 1ierra solo porque reco#e para alimentarse todo lo que de

#rande y memorable ha habido y a$n hay en ella!. (s como el

hombre ;ousseau corre siempre el ries#o de con'ertirse en un

!catilinario!, . Schopenhauer, por el contrario, sume siempre

sobre s el dolor 'oluntario de la 'eracidad. Es lo que podramos

llamar tambi+n el aut+ntico espritu crtico, que se esuerza por

conocer todo, como el hombre de 4oethe, pero por un amor

heroico de la 'erdad que lo obli#a incluso al propio sacrifcio.

1ambi+n aqu el ideal positi'o, aunque car#ado de

aspectos asc+ticoMhericos, no resulta tan sistemticamente

defnido. /rente a la 'acuidad, al do#matissmo, a la oscuridad de

la flosoa acad+mica, Nietzsche reconoce que !en las ciencias

indi'iduales se es hoy, sin duda, ms cauto, modesto, #enial& en

resumen, se es mucho ms flsoo que los llamados flsoos!.Nietzsche parece reconocer que los ad'ersarios a los que la

flosoa se enrenta y con los que debe saldar cuentas son las

ciencias naturales y la historia. (qu entronca la temtica

undamental de Iumano, demasiado humano, como una obra

que se desarrollar 'ol'iendo a pensar el si#nifcado de las

ciencias y de la Iistoria.

HH


34/71

III.-HUMANO DEMASIADO HUMANO

Si lo tomamos de una orma meramente externa, elpensamiento de Nietzsche de este periodo constituye la

in'ersin total del primer periodo. En este encontramos como

ideas undamentales la distincin entre el ondo primordial y el

reino del enmeno. 3a reli#in 6entendida a la manera #rie#a8,

la metasica y el arte, son considerados como modos de

acceder al corazn del mundo, infnitamente superiores a toda

ciencia. 4recia Schopenhauer y Fa#ner representan, para el

jo'en Nietzsche la triple posibilidad de entender la esencia del

mundo. (hora todo se in'ierte% la ciencia, la re0exin crtica, la

desconfanza metdica, asumen la direccin& la metasica, la

reli#in y el arte son !condenados!, no se los considera ya como

los modos undamentales de la 'erdad, sino que aparecen como

una ilusin que hay que destruir. Nietzsche proclama ahora el

predominio de la ciencia% ante su tribunal quiere examinar las

pretensiones de la reli#in, la moral la metasica, el arte, el

#enio y la cultura.

En sus relaciones con Fa#ner y el Ga#nerismo, Nietzsche

'a descubriendo, en el plano prctico, la imposibilidad de un

renacimiento de la cultura tr#ica. "ero la experiencia del

Ga#nerismo es slo uno de los aspectos de un proceso ms

#eneral de maduracin del pensamiento de Nietzsche en los

a*os que pas en asilea, de los que podemos anotar los

si#uientes datos%

.MNietzsche traba amistad con personajes

importantes de la +poca% su #ran ami#o a partir de esemomentos 6ue el $nico que no le abandon a pesar de su

locura8 P'erbec= 6historiador y telo#o8 y V. urc=hardt.

:.MNietzsche traba unas relaciones ms intensas

con las ciencias de la naturaleza, con la antropolo#a as como

con los #randes moralistas 6lo sabemos, entre otras cosas, por

H?


35/71

los libros que extraa de las bibliotecas, as como por las

reerencias y citas de sus propios libros8.Establecida esta caracterizacin #eneral, 'amos a

centrarnos en el anlisis que del arte realiza en la obra citada.

III.1.-EL ARTE EN HUMANO DEMASIADO HUMANO

Nietzsche acaba en Iumano, demasiado humano con su

anterior planteamiento de la !metasica de artista!. Nos

interesa especialmente esta obra porque uno de sus aorismos

se titula !Pcaso del arte! 6tambi+n traducido como !muerte!8.

"or la alusin directa al tema que nos ocupa, 'amos a

reproducirlo al completo% !(s como en la 'ejez nos acordamos

de la mocedad y celebramos festa conmemorati'as, as

tambi+n la humanidad se deja lle'ar a considerar el arte como

un recuerdo conmo'ido de los #oces de la ju'entud. 1al 'ez

nunca haya sido comprendido antes el arte con tanta

proundidad y alma como en la +poca actual, en la que la ma#ia

de la muerte parece cernirse en torno a +l. "ensemos en aquella

ciudad #rie#a de la 2talia meridional, que, un solo da al a*o,

celebraba a$n sus festas #rie#as, lamentndose y llorando de

'er la barbarie extranjera triunar ms cada da de sus

costumbres ori#inales& jams, sin duda, se ha #ozado de lo

#rie#o, en nin#una parte se ha saboreado ese n+ctar dorado con

tal 'oluptuosidad, como entre aquellos helenos moribundos. El

artista pasar en se#uida por un ma#nfco le#ado del pasado y,

como a un mara'illoso extranjero, cuya uerza y belleza

constituan la elicidad de los tiempos anti#uos, se le rendirnhonores, tal como nosotros los concedemos cilmente a

nuestros semejantes. 3o que de mejor hay en nosotros pro'iene

quiz de ese sentimiento de +pocas anteriores, que apenas

podemos ahora alcanzar directamente& el sol ya se ha puesto,

pero ilumina y calienta a$n el cielo de nuestra 'ida, aunque no

lo 'eamos ya ms.!3a cuestin que de entrada este texto nos

plantea es la de si Nietzsche ha abandonado defniti'amente su

HK


36/71

propsito de una !recuperacin de la cultura clsica!, dado que

parece reconocer que el arte es un enmeno exclusi'o delpasado. "ara responder a esta cuestin, es necesario a'eri#uar

a qu+ est aludiendo Nietzsche cuando habla de arte. (l

respecto debemos afrmar lo si#uiente%

.MEl arte representa una ase pasada de la

humanidad, pensada como u proceso de 2lustracin en el que el

papel dominante, en la +poca nietzscheana, est representado

por la ciencia.

:.MEl artista, para conser'ar las condiciones que

ha#an su arte efcaz, tiene necesidad de mantener 'i'a una

interpretacin sustancialmente mtica de la existencia, con todo

lo que a +sta le rodea% emoti'idad, sentido de lo simblico,

apertura a lo antstico, etc..., y para +l la continuidad de tal

'isin de la 'ida es !ms importante que la dedicacin cientfca

a la 'erdad en todas sus ormas, por desnuda que pueda

presentarse

H.M"ara desarrollar la propia accin, el arte

necesita cierto mundo, cierta cultura. 3as +pocas y los mundos

en que el arte 0oreca del modo ms lozano son los de las

emociones 'iolentas, los de la creencia en dioses y di'inidades,

+pocas en las que la ciencia, como orma de saber, no tena

participacin. 3o que 'uel'e intempesti'o al arte es el cambio

de las condiciones #enerales de la sociedad, li#ado tambi+n a la

afrmacin de la ciencia, por el que se crea una situacin en la

que el arte se presenta como un hecho del pasado.

?.Mno de los cambios de la sociedad que haceque el arte sea !un hecho del pasado! se reco#e en el aorismo

BJ de El viajero y su sombra % !El arte en la +poca del trabajo!.

(qu !lo ms #eneral, aquello por lo que se transorma la

posicin del arte respecto de la 'ida! se encuentra en la

imposicin de una or#anizacin social basada en el trabajo, en la

que se reser'a el arte slo al !tiempo de ocio!, que resulta ser,

adems, el tiempo del cansancio y del esparcimiento, de ah la

HA


37/71

necesidad, para el arte, de 'ul#arizarse, se#$n Nietzsche.

1ambi+n !el #ran arte!, para mantener despierta la atencin delp$blico, que le dedica tan slo las !horas nocturnas!, debe

recurrir a excitaciones, !aturdimientos, embria#ueces,

conmociones y con'ulsiones lacrim#enas!. 7uchos de estos

ras#os son tambi+n los que Nietzsche le reprochar a la obra

Ga#neriana en sus escritos ms tardos.

K.MEn defniti'a, el arte, para in0uir en los

espritus, necesita de un mundo que ya no es el nuestro& si

quiere mantenerse en nuestro mundo debe recurrir al pasado,

recrear artifcialmente hoy las condiciones que lo hacan actual

en otras +pocas, y +stas condiciones no resultan caracterizadas

ms que en t+rminos de 'iolencia de las emociones, mutabilidad

de los estados anmicos, impetuosidad e irracionalismo inantil.

"or lo dems, el arte deber, por tanto, mantener las

caracterstocas de superacin de los opuestos apolneoM

dionisiaco, y todas aquellas notas que hasta aqu hemos 'isto

que le pertenecan. )mo sol'entar entonces esa aparente

contradiccin entre arte y ciencia que existe con respecto a los

primeros escritos de Nietzsche que ya hemos consideradoO

)mo entender la ciencia, o ms exactamente, es que

contradice el concepto de 'erdad mantenido por Nietzsche en

Iumano, demasiado humano al de sus primeros escritos 6por

ejemplo el de Sobre 'erdad y mentira en sentido extramoralO8

3a ciencia no es apreciada por Nietzsche en tanto que

conocimiento aut+ntico del mundo, o como conocimiento

objeti'o de la realidad, sino porque, por las actitudesespirituales que entra*a constituye la base de una ci'ilizacin

ms madura, en defniti'a, menos 'iolenta y pasional. En

nin#una de las p#inas de la obra a la que estamos aludiendo

atribuye Nietzsche a la ciencia la capacidad de proporcionar un

conocimiento objeti'o de las cosas. (s, en el aorismo D

expone los errores y supuestos arbitrarios en que se

undamenta la posibilidad de numerar y calcular 6y por lo mismo

HB


38/71

la estructura matemtica de las ciencias de la naturaleza8. 3a

'alidez de las proposiciones cientfcas no queda, con esto,cuestionada, porque los errores sobre los que se undan

nuestros clculos son ms o menos constantes. En estos errores

se basa la representacin del mundo que tenemos, y sobre la

que trabaja incluso la ciencia% !lo que nosotros ahora llamamos

el mundo es el resultado de una cantidad de errores y antasas

que han sur#ido paulatinamente en la e'olucin #eneral de os

seres or#nicos. Ce este mundo de la representacin la se'era

ciencia puede, en realidad, liberarnos slo en peque*a medida

My por otra parte no es en absoluto al#o deseableM en cuanto que

no puede quebrantar esencialmente el poder de antiqusimos

hbitos de la sensacin! no puede, pues, conducirnos ms all

de la apariencia, a la cosa en s, que ms bien, piensa Nietzsche

en contra de Schopenhauer y de Uant, !es di#na de una

carcajada hom+rica!. 3a ciencia puede slo #radual y

pro#resi'amente iluminar la historia del nacimiento de dicho

mundo como representacin, y ele'arnos, al menos por al#unos

momentos, por encima de todo el proceso!.

"or qu+, entonces, esa ele'ada 'aloracin de la cienciaO

Nietzsche no espera de ella una ima#en del mundo ms

'erdadera, sino ms bien, un modelo de pensamiento no

temtico, atento a los procedimientos, sobrio, !objeti'o! slo en

el sentido de que es capaz de juz#ar ms all del ms inmediato

apremio de intereses y pasiones% este es el modelo de lo que +l

tambi+n llamar !espritu libre!J. "or ello, arte y ciencia parecen

JEl !espritu libre! est lejos del librepensador pesado y torpe de la +poca de

la 2lustracin, de una e completamente seria en la razn. El !espritu libre!

de Nietzsche toma distancia con respecto a s mismo y tiene, sobre todo, una

osada de alma que no se asusta de nada. 3o ms propio de +ste es su

carcter de experimentador, la audacia. El espritu libre hace experimentos

consi#o mismo, con el mundo y con dios, pone en todas partes un si#no de

interro#acin y no se detiene, ni siquiera ante las cosas ms estimadas ni

H>


39/71


40/71

objeto de un desarrollo necesario. Estas actitudes 'uel'en con la

necesidad de conocimiento del hombre cientfco& en +l re'i'e,de orma ms desarrollada, el inter+s y el placer con que el arte,

durante si#los, nos ha ense*ado a contemplar la 'ida en todas

sus maniestaciones. Es el inter+s y el placer que sentimos por

el proceso de errores del que nace el mundo de la

representacin, ele'ndonos por un instante por encima de +l.

Esta lar#a educacin a tra'+s del arte ha preparado la ciencia y

el espritu libre, y por ello debemos !sentirnos a#radecidos al

mismo!% !Nuestra ltima gratitud al arte. Si no hubi+ramos

tolerado las artes ni ideado este tipo de culto de lo no

'erdadero, el conocimiento de la no 'erdad y mentira

uni'ersales que nos proporciona hoy la ciencia Mel

reconocimiento de la ilusin y del error como condiciones de la

existencia co#nosciti'a y sensibleMY no sera en absoluto

soportable. 3as consecuencias de la honradez seran la na$sea y

el suicidio. Sin embar#o, nuestra honestidad tiene una uerza de

si#no contrario que nos ayuda a eludir tales consecuencias% el

arte entendido como la buena 'oluntad de la apariencia. No

siempre impedimos a nuestro ojo redondear debidamente, crear

ormas po+ticas defnidas% y entonces no es el eterno inacabado

lo que transportamos al 0ujo del de'enir& porque pensamos

transportar una diosa, y nos sentimos or#ullosos y como ni*os

en este ser'icio que le rendimos. En cuanto enmeno est+tico,

nos es a$n soportable la existencia, y mediante el arte se nos

conceden el ojo, la mano y sobre todo la buena conciencia de

poder hacer por nosotros mismos semejante enmeno.ZCebemos, de 'ez en cuando, descansar del peso de nosotros

mismos, 'ol'iendo la mirada ms abajo, sobre nosotros, riendo y

llorando sobre nosotros mismos desde una distancia de artistas%

debemos descubrir al h+roe y tambi+n al ju#lar que se oculta en

nuestra pasin de conocimiento& debemos, al#una 'ez,

ale#rarnos de nuestra locura para poder estar contentos de

nuestra sabidura[. R justamente porque en $ltima instancia

?J


41/71

somos #ra'es y serios y ms bien pesos que hombres, no hay

nada que nos ha#a tanto bien como la #orra del #ranujilla% lanecesitamos para nosotros mismos Mtodo arte arro#ante,

'acilante, danzante, burlesco, inantil y biena'enturado nos es

necesario para no perder esa libertad sobre las cosas que

nuestro ideal nos exi#e. Sera para nosotros una recada dar

precisamente con nuestra susceptible honestidad en el mismo

centro de la moral y por amor de exi#encias ms que se'eras,

puestas en este punto en nosotros mismos, 'ol'ernos tambi+n

nosotros monstruos y espantajos de 'irtud. ZCebemos estar por

encima incluso de la moral% no slo estarnos ah arriba

empalados, con la an#ustiosa ri#idez de quien teme, a cada

momento resbalar y caer, sino, adems, 0otar y ju#ar sobre ella[

)mo podramos, por ello, prescindir del arte, e incluso del

ju#larO Z7ientras continu+is experimentando de al#$n modo

'er#@enza de 'osotros mismos, no estar+is entre nosotros[!. Es

e'idente que aqu reaparece un tema consustancial a El

nacimiento de la tra#edia % el arte como la $nica uerza capaz de

hace soportable la existencia, pero es una tesis ampliada% todo

el mundo de la representacin, y no slo el mundo del arte,

tiene ahora la positi'idad de las representaciones artsticas.

Encontramos aqu justamente, sin embar#o la dierencia entre el

arte y la ciencia% a la ciencia corresponden tanto el conocimiento

del proceso a tra'+s del cual el mundo se constituye 6y por tanto

la conciencia del error8& al arte corresponde la tarea de

mantener con 'ida al h+roe y al ju#lar que hay en nosotros,

ayudando a la ciencia a soportar la conciencia del errornecesario. 3a ciencia es ms madura que el arte precisamente

porque reco#e y desarrolla la herencia del arte mismo. 3a

relacin del arte y la ciencia queda bien defnida en la ima#en

del doble cerebro% !na cultura superior debe dar al hombre un

doble cerebro, al#o as como dos cmaras cerebrales, una para

sentir la ciencia, otra para sentir la no ciencia& que est+n una

junto a la otra, sin conusin, separables, aislables% esta es una

?


42/71

exi#encia de salud. En un campo se encuentra la uente de

ener#a, en el otro el re#ulador% con ilusiones, parcialidades ypasiones es preciso dar calor& con la ayuda de la ciencia

co#nosciti'a, hay que e'itar las malas y peli#rosas

consecuencias de un exceso de calor!.

( partir de Iumano, demasido humano, la obra de

Nietzsche se articula en torno a una crtica a la moral y a la base

de la racionalidad occidental. El proceso histrico en el que esta

se inscribe es llamado por Nietzsche Nihilismo. 'amos a

esclarecer qu+ es el nihilismo, as como los si#uientes temas

centrales en su flosoa% la muerte de Cios, el eterno retorno, la

9oluntad de "oder y el Superhombre, para acabar por reerirnos

a la 9oluntad de "oder como arte, retomando el tema est+tico

despu+s de una aclaracin de estos conceptos undamentales.

IV.-EL NIHILISMOEl nihilismo no es una doctrina flosfca, sino un

mo'imiento, histrico, el mo'imiento histrico peculiar de la

cultura occidental. No se trata de un enmeno parcial, ni de una

edad concreta, sino de la esencia de todo un destino% el destino

de occidente. En la meditacin acerca del nihilismo se toma

como objeto lo sucedido con la 'erdad que era colocada en el

seno de un mundo suprasensible, junto a las relaciones de +sta

con la esencia del hombre.

El nihilismo es una consecuencia, por tanto, de la

desaparicin del mundo suprasensible, desaparicin que

pro'iene de pensar, hasta sus $ltimas consecuencias la propiametasica que en occidente se ha ido #estando a lo lar#o de

si#los. "re'iamente, por tanto, podemos situar l

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Nietzsche (apuntes de clase)