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Hora de pt'eaagios... Horade horriblet ruccloa trdgicoa;Ia briss apenae ae mueuepor el silencia del llano...Hty temblorea de pationeey oengatioot espasmot,ntientrat eI rencor eneayaun crimen a gattotazoty un honbre rueda, por tiarrccontt u I same nt e aan gtand o,..En la hora de Ia anguiliase uirtc de luto el eampo...Expira un tuerpo dolienteau carne molida a paloa,porque el horror de Ia muerteIa vida Ie ua trrancand.o.Mas dente en loa eslertoregde au final tud.o a trdgico,un grito que lo conmueueen Ia regi6n del espacio,

y que etcucha en su agoniacual si ettuuiera cofiando..'Son los aaea doloridoede un hiio lritte llorando,que Io beta v que prcgunla:'1jqui6n a mi ptdre ha nstado?"Y Ia honda Doz de lor montesretponilierulo a tu quebranlo,que conlesta como urt eco:"ilicen que lud wt agregadoa quien la victino un d.iaIe ofreci6 su amiga mano,u cobertor a su frio,y un refugio ltotPitalario"...Reaparece en el anrbientela inlenogante flotando,mientrat dice h uoz tiertn:"1qui6n a mi patlre ht nqludo,d.ejand.o mi nifiez hudrfana,uhtiendo de luto el canrpo?"

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A.SESII\rA.:FOEDe Doxl

PEEDET-(O

atIrErIZ-at

CnNfP(OSPor Pedro Aponte Vdzquez

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)Ga Ia memoria de mis

amigos y mentores

laime Vdlez Estraday Ren€ Marquds

Al incluir este tema en su ciclo de tertulias, el AteneoPuertorriqueflole ha otorgado "carta de ciudadania" a lasdenuncias queel pr6cer Pedro Albizu Campos lanz6 en el aflo 1951desde su celda en la cdrcel de La Princesa,' en San fuan, en elsentido de que estaban asesiniindolo lentamente con radiaci6n.

Aunqueloha hecho cuando,porasi decirlo, ya el Pueblomismo le habia expedido su "pasaporte", es encomiable I a

iniciativa de la doctora Ivonne Acosta de incluirlo, pese a I aoposici6n de algunos ateneistas.

Esta renuenciade la intelectualidad del pais a hacerse eco

de lo queAlbizu aleg6, le facilit6 al Gobiemode Estados Unidosenaquella 6poca continuar conel proceso de darle muerte aqui mismo,en su propio pais y ante nuestras propias narices. Adem6s, permiti6

ffio en noviembre de 1950 por su participaci6nen la insurrecci6n de octubre y fue acusado de conspirar para derrocarel gobierno de Puerto Rico (ley de "La Mordaza"l, asi como de ataquepaia cometer asesinato y violaciones a las leyes de armas y deexplosivos, casos por los cuales fue gentenciado a cumplir de 72 a 80afioe de circel.

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que, en respuesta a sus denuncias, el Gobiemo de puerto Rico se lasarreglara para'declararlo loco ,,por decreto,, sin tener que darexplicaciones' con ello comenz6lo que habria -J.

r"r *1*r"rumental.

La renuencia de la intelectualidad, causada tal vez porincredulidad, se extendj6^hasta la presente 6poca y no se disip6despu.s de agosto de 1.9g5, cuando present6 ante el Comit. deDescolonizaci6n de ras Naciones tinidas ror t uilugor-J" *iinvestigaci6n hist6rica sobre este penoso asunto.2

Y1- :"u que se debiera a injustificada incredulidad o acomprensible temor a represalias, esta desafortunada situaci6nJodalia persiste y ha contribuido a evitar el inicio de I amvestrgacr6n cientifica de la causa primaria de la muerte delpr6cer, pues causa la impresi6n de que las denuncias carecian defundamento.

,. I{e dicho queya el resto del pueblode puertoRico re habiaex,pedido su "pasaporte,, a las denuncias quehizo Albizu duranteros pnmeros afros de la d6cada del 50 porque el apoyo y el estimulopara continuar en este esfuerzo no to fre encorrtraao en I aintelectualidad, sino en organizaciones profesionales, centrosculturales,- organismos sindicaies, logias *url6^i"ur, org*i"u"io.,".estudiantiles, estudiantes y trabajaiorur r,o organizados, artistas,artesanos y personas desempleadas. permitasi ,"nuf.i'q"" i"aupublicar por primera vei la referida ponencia gracias al""T:iTT"*y el empefl o. d el desap arecido compafl ero que lab orab aen PRISA, Reverendo Alberto Gonziilez.

El hecho de que, en violaci6n de lo que parece ser untabri,salgo a la calle a vender mis libros, -" iu permitido i".iUi.retrocomunicaci6n (nous3 la comrinpalabra ingleru porq.r""rtoy *el Ateneo) delpriblicoyhe visto y escuchado{""r" ip*ffi,iiti"uno pone enduda-lo que denuncioAlbizu. Han siao

"riu, p"r'uona" yunos pocos intelectuales quienes se han ocupado de ampllar yextender m6s alld del entomo islefro la divulgaci6n de ror r,i.t o" y- Ponencia publicada bajo el_tftulo iyo acuso! Tortura q asesinatode don Pedro Albizu

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87 Wlas teorias pertinentes al asesinato politico en torno aI cualconversaremos hoy.

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Cuandose investiga unasesinato, es fundamental que unosepregunta si los probables sospechosos tenian el motivo, I a

oportunidad y los medios para perpetrar el crimen. Toda vez que e Iasesinato de Albizu no fue el resultado inmediato de un acto, sino derur largo proceso que comenz6 a principios del aflo 1951 y culmin6 amediados del afro de 1.965, debemosmirar hacia las d6cadas del 30y del 40 y el inicio de la del 50 conel fin de buscar respuestas a lasinterrogantes sobre "motivo, oportunidad y medios".

Tl|r(o}:frI\lz(o)

Desde mediados de la ddcada del 30, el sospechoso, e Igobiemo terrorista de Estados Unidos, tuvo deseos de encarcelar a

Albizu por motivo de susexpresiones y acciones revolucionarias ctrrla esperanza de que asi les daria un escarmiento a 6l y a sus

seguidores y terminaria destruyendo al Partido Nacionalista dePuerto Rico (PNPR)--como de hecho lo destruy6.3 Para entonces, talvez hasta el aflo de 1934, Albizu s6lo habia sido para el gobierno deEstado Unidos una especie de "majadero" al cual los funcionariosfederales luego vieron como "insolente" y, finalmente, mrnopeligroso "subversivo".

Su riltima "majaderia" puede haber sido su interverci6n enla huelga de trabajadores de la cafra en el afro de 1934. El sucesoquelo convirti6 de "majadero" en"insolente" fue tal vez sudeclaraci6nen el afro de L935 enel sentido de que aceptaba la declaraci6n deguerra de jefe de Ia Policia, Elisha Francis Riggs. Elajusticiamiento del propio Riggsen ese mismoaio, tras la Masacre

@lste una pequena organrzacron que tlenE Ernombre de Partido Nacionalista de Puerto Rico a la cual pertenecenvarios de los patriotas que militaron en el partido que presidi6 Albizu,entre ellos algunos que otros se desvincularon del mismo, No esmenos cierto,"sin emdargo, que las caracteristicas fundamentales deuno y el otro, como Ias que atafren . a requisitos de ingreso,adiestramientos, disciplina y medios de lucha, los hacen distintos; muydistintos.

M €}AMde Rfo Piedras, lo transform6 finalmente en peligroso',subversivo,,,por lo que habia que detenerro y ponerle costo a su nacionalismo,para

.ellos inaceptable, fue neceiario encarcerarlo junto a otrosprominentes lideres.

No parece correcta, sin embargo, la afirmaci6n categ6ricade algr.rnoshistoriadores segrinla cuarlJbizu fue objetode to?turasfisicas en la c6rcel federil de Atlanta, versi6n que divurg6 erPNPR, a menos que aceptemos como tortura fisica el h"echoconstatado de que no se le provey6 atenci6n inmediata cuandopadeci6 allf de anemia..

Su periodo de confinamiento en Atlanta y en el Hospitalcolumbusen Nueva york es'no de los menosestudiados hasia elpresente y, por consiguiente, encierra algunos mitos. No es correcto,por ejemplo, que las autoridades federales le prohibieron a Albizuregresar a PuertoRico cuando sali6 de la cdrcel el 3 de junio de 1943y que por esa raz5n "tuvo la Ciudad de Nueva york poiciircel,,.s

La realidad es-que, porel contrario, Albizu venia obligadoa regresar a san Juan,la jurisdicci6ndonde reariz6 las accionei porlas quefue arrestado, acusado, juzgad,oy sentenciado. FueAlbizumismo quien por su cuenta-decidi6 que6i para donde iba era paraNueva York, donde se radic6 hasta diciehbre d.e 1947. Esto, porsupuesto, no fue del agrado de las autoridades federales, a las q'e

,,r-"-qiili{"Tj$:.i"Iit:;:.ii,X",::,"$:i',$"i.*,y;f 'tgf *"?.f ;Ll,"-"-tllq.""i9n, FB.l, sobre Pedro Albizu Campoi, su""ian i, eJ"^asNeceslra rnmediato tratamiento m6dico til tcdo. pedio AlbizuCampos", La Correspondencia. i4-rct;-br;iz,- pag.i- y s.

--'- ""___t-t. B-enjamin Torres, pedro Albizu Campos: lln adelanto. Bavam6n:PRISA, Documento N1f i 1 | e r H o s p i t a r . "i; "li;l?

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!i;;fi",:ir,f":;ii{titlr:i"#s*.yB1if i*'iFfi i:i:;irtl::novrembre del 5G. el cual El Imparcial, San Iuan, reproduio el

I'f iliti"*,'"!""ii'#illi:r,lln"li.,..tr:'J"ltlJ"T"*lmhl:en la ciudad de Nueva york haiti isii;.-oi"no sea de paso, no esr;":o'iLiipr.""'b,Hxfi :;i)*r":!:i"o;n,!"w;,zrr'j'}!i^iimis adelante.

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IW€}t9Wse les form6 un embrollo burocriitico con implicaciones legalesporque no sabian a cudl Oficina de Probatoria le correspondiaentonces supervisarlo, si a la de San Juan, o a la de Nueva York.'

Mientras tanto, a Albizu le habria importado un bledo I aconfusi6n. Loque si le concemia era qu6consecuencias podria traerel ins6lito hecho de quehabia logrado salir de la cdrcel sin aceptarlas condiciones de la sentencia en probatoria que el juezsentenciador le habia impuesto.

Luegode queunOficial de Probatoria de Nueva York lerequiri6 firmar en el Hospital Columbus los papeles que rehus6firmar en la prisi6n, el llamado Departamento de Justicia deEstados Unidosconduy6 que era Ia Oficina de San Juan--y nola deNueva York--la que tenia jurisdicci6n. Esta conclusi6nsurgi6 delhecho de que el juez que lo sentenci6, Robert A. Cooper, habiaordenado el 29 de marzo de 1940 que Albizu quedaba bajo I acustodia del Oficial de Probatoria de San Juan y que debiareportarse ante ese oficial personalmente o por correo, segrin lodispusiera el referido funcionario. Recuerdeque Albizu sali6 de I ac6rcel de Atlanta el 3 de junio de 1943. Esta conclusi6n delDepartamento de Justicia demuestra que, en efecto, Albizu veniaobligado a regresar a San juan.

El hecho mismo de que fuera liberado sin habersecomprometido a cumplir con las condiciones de la probatoria, fuecausa de gran irritaci6n y frustaci6n para el corrupto directorvitalicio del Negociado Federal de Investigaci6n (FBI) John EdgarHoover, quiende inmediato comenz6 a tramar el que se le revocarala probatoria.T Albizu le complic6 arinm6s la situaci6n al pobre a Irecluirse el subsiguiente 6 de junio en el Hospital Columbus, de

@plicaciones hist6ricas de las decisiones deAlbizu de optar por (a) no aceptar Ia bonificaci6n por "buenaconducta", (b) recluirse innecesariamente en un hospital al salir de lacircel y (c) permanecer en Nueva York despu€s de salir del hospital,serian un interesante tema de investigaci6n.

. _'_Pedro_I. Aporrte,Viz guez, Pedro Albiat Campos: Su persecrtcion porel FBL San Juan: Publicacibnes RENE, 1991.. Este relato, basado en elcitado expediente del FBl,demuestra el empefro de Hoover de que sele revocaia a Albizu la probatoria, e incluyd^ pormenores relaciohadoscon su reclusi6n en Atlahta y en el Hospitil Columbus.

WgO.Mdonde no sali6 hasta el 9 de noviembre de 1945, es decir, nada menosque 29 meses despu6s.

Albizu estaba bajo el cuidado de un m6dico personal, eldoctor E. secondari, por lo cual ningrinm6dico del hospital podiadarlo d-e alta, para mayor frustraci6n de Hoover y su FBi. Enresumidas cuentas, habria de ser Albizu quien decidiria hastacuiindo iba a permanecer en el hospital.

Esrazonable, sinoimperioso, colegir del expediente del FBIsobre Albizu, que al paranoico Hoover le caus6 ira el no poderlograr su reencarcelaci6n, sobre todo cuando se enter6 de que elpresidente Franklyn D. Roosevelt habia ord.enado q.." i-,o ,"procurara revocarle la probatoria.s

No es correcta tampocola vieja versi6n enel sentido de queAlbizu sali6 "moribundo" de la cdrcel de Atlanta.e Existensuficientes documentos-y testimonios que demuestran que eracorrecta Ia conclusi6n del FBI de que la condici6n fisica de Aibizu, sibien no era envidiable, no requeria su prolongada hospitalizaci6n.',,

No bien hubo regresado Albizu a san Juan el 15 de diciembreder947,le hizo saber inequivocamente al pueblo de puerto Rico y alGobiemo de Estados Unidos que la persecuci6n y ra prisi6ndefinitivamente nole habian servido d" ,,ur"ur^iento,,. por elcontrario, reanudS los preparativos para rur levantamiento armadopara fines del aflo de 1952. La insurrecci6ndel 50, a la cual elgobiemo llev6 al PNPR, debe de haberle hecho concluir al mafioso

" Ibid. Roosevelt no actu6 por benevolencia. Su prop6sito erag:ll"_l_11r"."1 asunto, fuera a py-a. a los tribunale, fri[""'y" "ftrrbunal .Supremo habia emitido una opini6n en un casb deconspiracion--no- rel_acionado (Braverman vs]u.s., infra). La referidaoPrnrox'- aplicada al caso de Albizu, hacia inconstitucional exieirlecumplir las dos sentencias de dos aflos de probatoria

""ai ""i.----', __ | J.-U,:lja.m11 Jo,rres, Pedro Albizu Campos--Obras escogidas. SanJuan: .Editorial-felof-e, 1975, Tomo l, 1923:19g6. pis. 10."Diez afrosdespuc_s, en l'-edro Albizu C-aypos: Un adelantado, sripra, Torres diceque Albizu sali6 de la circel ,,riruy enfermo',, p6g,rg:'--'. ,

to lbi{. Lo- que acabo de afirmar lo he escrito antes y parece notlabe.r_ sido del_agrado de uno que otro historiador, peio'no es mituncron acomodar los datos hist6ricos a mis prefereniias o a las deotros autores.

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Hoover que a Albizu s6lo podria detenerlo la muerte.

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La rebeli6n del 50 y la subsiguienteencarcelaci6n de Albizuen La Princesa tuvo el efecto pr6ctico de colocarlo a merced delGobiemo de Estados Unidos y de sus representantes en Puerto Rico.El "perro guardidn del r6gimen", comoAlbizu habia descrito a I aJudicatura, se ocup6de mantenerlo fuera de circulaci6n por eI mayortiempo posible bajo el ojo avizor del FBI, alrngue para ello tuvieraque pasar por alto la opini6n del Tribunal Supremo de EstadosUnidos--el rinico tribunal supremo en Puerto Rico--en el casoBraverman. El Tribunal habia dicho en este caso, por voz de srpresidente que:

Ya sea que el objeto de un solo acuerdo sea eI decometer urro o muchos crimenes, comoquiera que sea, esel acuerdo lo que constituye la conspiraci6n que elestatuto castiga. EI solo acuerdo y por consiguientevarias conspiraciones porque contemple la violaci6n

Don Pedro Albizu Campos. Foto tomada en la prisi6n.

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9,2 Wde varios estatutos y no de uno.rr

Albizu fue convicto en puerto Rico doce veces por una mismaconspiraci6n y, conjuntamenteconla violaci6n de oiras leyes, fuesentenciado a cumplir de 72 a 80 aflos de c6rcel, 54 de los cualesfueron por las 12 conspiraciones.

Para todo prop6sito prdctico, Albizu habia sidosentenciado a c6rcel de porvida. porunlado, susentencia qued.ariacumplida en noviembre del aflo 2001.',

Por otro lado, hay prueba documental de queno acept6 I alibertad bajo palabra que le ofrecieron por iniermedio d" *hermana Ana Maria campos cuando se eniontraba recluido en elHospital Presbiteriano.'3

Mientras estaba a merced de las autoridad,es federales ycoloniales, habia oportunidad de ocasionarle la muerte, pero rodebia ser por los medios comunesy corrientes, pues se tratabi de rnpreso politico de estafura internacional cuya mera encarcelaci6n, ymudrom6s strsdenuncias de tortura, habian provocado protestas en

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Braverman vs. U.S., 317 U.S, 49.t2 Ese fue er resultado del c6mputo que un funcionario del

r,:i'ii&li"'3?i:i""irii#)1,:T1Tiff ,::l$m**:ii;:i'Jl*t:57, expediente Nrim. ros-trd-le ya citado, S;..i6;i;. i;;;i;';;" ,"le indultara el te enero G0 de lis p"""r'.oii"r"p?fti";i;3""i1lJv a""La Mord_aza", terminaria de cumilii et ie f"dr;;;-io.- Or,f"i^-u' auf

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-.20065).

- tt carta manuscrita,de lasefrora Ana Maria Campos, fechada el Z

fe qlrzo^de 1.950, a Ia,sefiora <Cefeiini> C.a"n'",ifjii".t"i" a"5erylcro6 S^ociopenales del presidio). ANPR, Fondo: Dipartamenio ae,u6rrcra: Serle: Lrocumentos Nacionalistas. El Dep-artamento defustjcia le habia pedido a la sefrora campos q"" "ut"Jl"r. a" nriir"ffi il:^,5i.:iii:r.-T:;j;iii':"f ,fi :i"':lr,,fr :lq*r'ilf r:[1;:conserero", quren deb-ia hacer una declaraci6riiurada. Dice su carfa:"Cumpli mi misi6n de ent-re-gar a mi hermand la carta q.r"-rr,u-f,r"entregada-pero no fue posibE que 6l me autoriziri u*J* quizn tarlrmara. tsn cuanto a poritica.y actitud de mi hermano nadi puedohacer. Busquen uds. ot:roe med'ios.,,

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lMr9AMla Am6rica Latina, en Europa y en elpropio territorio de Estados Unidos.Ademds, los aparatos represivosconsideraban a sus seguidores sumamentepeligrosos--a algunos de ellos sin raz6n.'o

Es entonces cuando,en mi opini6n,entra en escena un m6dico norteamericanoque habia estado en San juan durante I asegrrnda mitad del afro de 1.931. y en cuyosoidos habia retumbado el nombre de dsrPedro Albizu Campos por no buenasrazones: el doctor Cornelius PackardRhoads. En aras de la brevedad rpentrar6 en detalles en torno al casoRhoads; tan s6lo los remito a este triste ybochomoso episodio de nuestra historiacon la advertencia de quees pura filfa loque muchos historiadores han escritosobre el mismo.'5 Cada uno de esosescritores queda retado a debatir esteasunto.

Desde el aflo 1932, a Rhoads yAlbizu los separaba una profundaenemistad porgue fue Albizu quiendenunci6 ante el mundo los asesinatos qtaaquel m6dico de la Fundaci6nRockefellerffilietae "peligrosos" que Be convirtieron enpeligrosoe delatoree, como le fueron, entre otroe, Gonzalo Lebr6nSotomayor, Raymond Sinchez Sorell y lulio Ram6n del Rio Adames.No he podido determinar si el confidente de la Policfa SalvadorGonzilez Rivera lleg6 a eer Nacionalista o ei nunca lo fue.

tt Sobre la incredulidad de gran n6mero de historiadores ante elcaso Rhoads, v€aee: Pedro I. Aponte Ylzquez, "Necator Americanusd:O sobre la fisiologia del Caso-Rhoads", en Revista del Colegio deAbogadoe de Puerto Rico,Vol. 43, Ndm. l, febrero 1982, pp. ll7-142.En torno aI proceso de encubrimiento: Albizu Campos y eI caso R}oads. Sanfuan: Publicaciones RENE, 1992. Un manuscrito a maquinilla de unaverci6n en ingldo estd dieponible en la Colecci6n de autorespuertortiquefros, Biblioteca Jos6 M. Llzaro, Univereidad de PuertoRico, Recinto de Rio Piedras: Pedro I.Aponte Yizquez, The UnsoloedCase of Dr. Cornelius Packard Rhoads: An Indictment $n6dito).

er4 wcometi6 en el Hospital presbiteriano de San Juan mientrasexperimentaba'con hombres, mujeres y niios. No debe pasarinadvertido el hecho de que el iobiemo de puerto Rico opt6 porrecluir a Albizu enese mismohospital, el cual, desde zureclusi6nenel afro de 1956 hasta hoy dia, ha tenido absoluto dominio de zuexpediente clinico.t6

En el aflo de 1950, cuando Albizu fue encarcelado porseg'nda vez, hacia s6lo unos 19 afros que habia acusado de genocidioa Rhoads y tan s6lo 5 afros queel m6dico asesino habia inglesado enla comisi6n de Energia At6mica (cEA) de Estados uiiaos. Lapresencia de Rhoads en la-CEA, hoy Departamento de Energia,aument6 considerablemente la oportunidad del Gobiemo de Estadosunidospara darle muerteen piisi6n conla expectativa razonabrede no dejar rastros, mediante el uso de la radiaci6n at6mica. Enrealidad- no es que no dejara rastros, sino que los mismos no fuerandetectables a simple vista y que se tuviera la autoridad o, en todocaso, .el" poder, para impedir su detecci6n por los mediosapropiados.

- El citado expediente del FBI revela quedurante la d6cada

del 40, mientras estuvo empeflado e., q..e se le revocara I aprobatoria a Albizu no bien hubo salido de la ciircel, Hoover seenter6, a trav6s de un informe, del tropiezo que Rhoads habiatenido con Albizu por los asesinatos que et miimo confes6 habercometido en San fuan.

Sabia Hoover, pues, no s6lo que Rhoads era unconsumadoasesino en serie, sino que, adem6s, tenia raz6n suficiente paraconsiderar a Albizu su enemigo personal. Tenian, p.r"r, .^

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. IndependentistaI,f '1",:ll:::il-:?,j:",:T,-."qi"_il,.o-prutiaJrur"ii'ao-'"iilli""t"le provdy6 copia d-e Ja mismi, p"ti e.i."rt;Ji";;ft;;"GIii,*iJ'r.

lmara' miembro del Partido Nuevo Proqresiste Fn lnrnn r oar.Lle proveyo copra de -la misma, para 8u custodia, al Secretaiio de la{-amara' miembro del Partido Nuevo progresista. En torno a estalI :l9l ci tuaci6n, ."61s.,^. lvli-lvia y. ArchYlla.

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i"""riii".iO"la._ "Bajo investigaci6nexpediente-de Albizu",.Clliitad,la-20 iulio TS, pi[. C.- f"fi""fToPqr!" el rep_resenta-nte David Noriegi le diio eri cirtalt secret'ariooe la Lamara: "Entendemos que la secretarfa de la cimara es el foromis .adecuado para atende'r las eolicituaes ae-ttirl.li"i"r",

"investigadores sobre el ilustre puertorriquefio,,.

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Es razonable dar por sentado que Hoover habia compiladoturminuciosoy gruesoexpediente sobre Rhoads antes de quese lereclutara para serasesor mddicode la CEA. Creo quehasta los mdsincrddulos intelectuales estarian dispuestos a aceptar esta premisa,pues estaba de por medio lo que el Gobiemo de allii denomina"seguridad nacional". Ademds, seguramente esos mismosintelectuales han leido extensamente sobre el siniestro personajeque fue ]ohn Edgar Hoover y de su pericia como manipulador devoluntades--incluyendo las de los Presidentes gue tuvieron elinfortunio de tener que soportarlo como director del FBL Es decir,deben de saber que Hoover acosfumbraba archivar informaci6npersonal sobrequienquiera a 6l sele antojara aunquenohubiera depor medio consideraci6n alguna de "seguridad nacional". Se sabe,por ejemplo, que era sunonna examinarr de antemanoel expedientequele preparaban sobrecada una de las personasquevisitaban su

oficina. Hoover mantenia el expediente sobre su escritorio mientrasduraba la visita y, si habia algo que la persona quisiera que jamdsse divulgara, se lo mencionaba al tiempo que le aseguraba que nadiem6s habria de enterarse.rT

Con toda la informaci6n de indole profesional y personalque Hoover debe de haber recogido sobre Rtroads, debe de haberlovisto comomagnifica fuente de informaci6n en tomo a las posiblesaplicaciones de la energia at6mica para solucionar el problema queAlbizu representaba para la estabilidad de los intereses de EstadosUnidos en PuertoRico. Hoover debe de haber sabido, por ejemplo,queRhoads dirigia el Hospital Memorial, luegoSloan-Keitering,de Nueva York, mientras el Pentdgono tenia un contrato con esaentidad para conducir experimentoscon radiaci6n en humanos. Sus

servicios para el ej6rcito en estos experimentos demuestran queRhoads tenia acceso a sustancias radiactivas y conocia lasffiada pergonalidad v las malae mafras de esteesp,6cimen, v6aee: Curt G'entry, The Mcn and the Seuets. N.Y..Pe-nguin Books, 1992. Anthony Summers, The Secret Life of I. EilgarHoooer, N.Y.: Pocket Star Books, 1994 y Mark North, Act of Treason, N.Y.: Carroll & Graff, 1992. North acuba a Hoover de traici6n porque,luego de enterarce de que padrinoe de La Mafia estaban tramandohacEr que el preeidente ;.F.ftennedy fuece aseeinado, no tom6 acci6nalguna no alelt6 a lae autoridadee cbrrespcrndientee como oe lo exigiala ley.

@re6Minterioridades de la mafia nuclear, de la cual fornr6 parte. Elasesino Rhoads, pues, era el experto que podia asesorar muybien acualquiera en tomo a qu6 medios y qudlustancias utilizai con elprop6sito de causarle la muerte a su enemigo comrin lentamente y sindejar rastros.

. C-l!e la probabilidad, por otro lado, de que la trama I ahaya urdi4o el propio Rhoads y se la haya obsequiado a Hoover.Esto redundaria en doblebeneficio para ei m6dico asesino, pues, ms6lo se vengaba de Albizu, sino lambi6n se congraciabi con elsiniestro manipulador.

Hoover notenia motivo algunopara sospechar de Rhoads yde sus intenciones, pues de su expediente se defurendia no s6lo q'eera asesino en serie, sino unasesino al cual el Gobiemode Estadosunidos y la influyente Fundaci6n Rockefeller habian protegidocuando cometi6 los asesinatos en Puerto Rico.rt Ademds, en el afro de1950, hacia s6lo cinco afros que su Gobiemolo habfa condecoradoprecisamente por su contribuci6n al desarrollo de la guerra quimica.

Esta es la teoria iJueme parece m6s probable, pues sin dudaalguna a Rhoads volvi6 a refumbarle en susoidosel nombrede durP.ed1o Albizu campos en conexi6nconla rebeli6n de octubrey elglorioso ataque a la Casa Blair.

PITITEE3A.SI

Una vez identificado el sospechoso, procede obtener laspruebas y determinar si las mismas lo vinculan con el delito. Elextinto Partido Nacionalista de puerto Rico obtuvo pruebasobjetivas en aquella 6poca de que existia radiactividad en el cuerpod9 Albizu, pero las mismas desaparecieron d.urante losallanamientos que efectu6 el Gobiemo litere de puerto Rico enmoradas, oficinas y talleres de trabajo de militantes del partido.De aquellos ex6menes objetivos hoy s6lo quedan los testimonios.

@amente, la Fundaci6n Rockefeller hab(apromovido la maeacre de trabajadoreg mineroe y sus familiares conmotivo de un enfrentamiento eri el curso de una firl"igi "iio au

"U.ifde 1914 en una mina de carb6n, suceso .o"o.iao .o^?-ti-rvrir".." a"H!::U;,,;;i',i,;,,9".',iff ,',ilf;ft;"fi ,IolitT,'anc"tiiias;,-rh,

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Es precisamente por nohaber acceso a esas pruebas queestan importante que un equipo de expertos mddicos y forenses a Imenos examinen el expediente clinico completo del HospitalPresbiteriano sobre los cerca de nueve afros que Albizu estuvorecluido alli en condici6nde presopolitico conel fin de determinarsi del mismose puedededucirsi hay ono indicios quesefralen haciaalguna exposici6n ilegal a la radiaci6n.

Hay varios especialistas puertorrigueflos que est6ndispuestos a realizar esta labor, pero esto noha sido posible por lassiguientes razones:

En primer lugar, el hijo mayor del pr6cer, seflor PedroAlbizu Meneses, rehus6 hace unos diez a.fros solicitarle al HospitalPresbiteriano copia del expediente.

En segundo lugar, aunque el hospital le entreg6 copia delmismo a la C6mara de Representantes, luego de una Petici6n deInformaci6n que ese Cuerpo legislativo aprob6 por unanimidad,toda la documentaci6n estii en poder del representante DavidNoriega (Acumulaci6n-PlP), quien a su vez no me ha permitidoacceso a la informaci6n." (Durante el curso de mi investigaci6n, elseflor Albizu Meneses se opuso tambi6n a la exhumaci6n del

@estionee para que el expediente del HospitalPresbiteriano sea puesto a la disposici6n del pdblico v6ase: IvonneGarcfa,'Author calls for release of Albizu records", The Sanfuan Star,20 enero 94, pig.4. Sobre la negativa del representante Noriega apermitirme acceoo a su copia del expediente, v6ase: Marty GerardDelfin. "Debate over Albizu Campos medical files gets 2nd wind",The San fuan Star,25 junio 95, pig. 2; "Correctios & Clarifications",The San.luan Star.,25 j.unio 95, eag. 2 The Sjar sta.ff, "Noriega _says hereleased Albizu hospital records", The Sanluan Star,27 junio 95, pig.10; "Speaker given 30 days to release nationalist's files", The San luanStar,28 iunio 95, pAS.4; Pedro Aponte Vizquez. "El expediente delPresbiteriano", Claidad,30 junio - 5 iulio 95; y Milvia Y. ArchillaRivera, "Bajo investigaci6n expediente de Albizu", Claridad, 14-20iulio95, pig. 8. El 19 de juliode 1995, gracias a la mediaci6n de labeftora Biunilda Ramirez, del Instituto de Cultura Puertorriquefla,finalmente obtuve sin cargos copia de la copia del expediente que elArchivo Nacional de Puerto Rico recibi6 del Secretario de la Cimarade Repreeentantee, quien a eu vez habfa recibido copia delrepresehtante Noriega. Procede seftalar que el referido expediente,en el cual hay folios pertenecientes a Ia hospitalizaci6n de Albizu.

M!9€}Mcad6ver, lo quedio lugar a queel Colegio de Abogados de puertoRico eliminara una comisi6n que, por instancias de Jste autor, habiacreado con el prop6sito de auspiciar una investigaci6n cientifica).

EI, EDLil.G|IYOSTIC(O IDE I.OCIJFTA.

El hecho de que el gobemador Luis Muioz Marin y s.rsecretario de justicia, fosd rriis Monge, lograran que el doctorLuisM. Morales aceptara declarar paranoico a Altizu a fines deseptiembre de 1953, antes de que se le expulsara de la cdrcel,aparentemente dio lugar a que el pueblo en general dudara o mcreyera queen verdad se le esfuviera quemando con radiaci6n. Talparece que sus denuncias s6lo tuvieron acogida dentro de las miisaltas esferas del PNPR y del partido IndependentistaPuertorriquefro. Es probable, sin embargo, que li aparenteincredulidad en el resto de la poblaci6n haya iido md,s bien urreflejo del comprensible temor a inminentes represalias.

Comoquiera que haya sido, el resultado fue el totalabandonodel asunto arinporparte de quienesno tenian duda algunani temor a represalias. Afortunadamente, varios Nacionalistasveteranos de las gloriosas luchas del PNPR, a quienes entrevist6 enel curso de la investigaci6n, se incorporaron de inmediato a I acampafla de divulgaci6n y de presi6n del Comit6 pro Defensa dedon Pedro Albizu Campos, el cual comenc6 a otganirar en NuevaYork hacia el afro de 1981.'?u

El siquiatra Morales tuvo la osadia de declarar loco aAlbizu al cabode unavista de una hora y 25 minutos quele hizo ensu celda acompafrado de dos m6dicos. Durante su vilita estabanpresentes otros dos presos politicos--Juan jaca y Roberto Diaz--asi

ffisabel Rosado Morales, Roea Collazo, LydiaCollazo, !os6 Rivera Sotomayor, Paulino Castro-Abolafia, Ios6 Anibnioft{e.g16n Rivera, fuanita Ojeila y Antonio Moya V6lez. Anieriormente,hebie entrevistado en Nireva-York a Carldc Feliciano, quien va nomilitaba en el partido, y-? Ruth Mary Reynolde, q.,itt, pd,,.,pacrrlStl, nunca perteneclO, pero tue una de lae personas misallegadec rl pr6cer y fue colfundadora del Comit6.' Ha eido co-fundadora yCoordinldora del Comit€, desde sus inicios,Judith OrtizRoldan.

M!9r€DWcomodosperiodistas, Te6filo Maldonado, deEl lmparcial, y el ex-Nacionalista Miguel A. Santin, de El Mundo.

Ante tan obvias anomalias, a principios del pasado afro, lepedi al siquiatra forenseVictor J. Llad6 queexaminara el procesoque llev6 a Morales a su diagn6stico y le someti los docurrrentospertinentes. El doctor Llad6, quien se describi6 a si mismo ccrnoadmirador de la obra profesional del doctorMorales, mesometi6tninforureescrito en el cual afirm6 categ6ricamente queel diagn6sticode sucolega constituye "turejemplo del m6s despreciable abuso ymal uso de la psiquiatria por parte del Estado".2'

Finalmente, en diciembre de 1993, la secretaria delDepartamento de Energia de Estados Unidos, Hazel O'Leary, dio aconoc€r que/en efecto, la Comisi6nde Energia At6mica (CEA) de su

pais habia estado experimentando con seres humanos a quierresexpuso a la radiaci6n at6mica.22 O'Leary admiti6 que la CEAexpuso a la radiaci6n a mujeres embarazadas, niflos mentalmenteretardados, fuerzas de combate propias y presidiarios, sin srconsentimiento debidamente informado. Los experimentosincluyeron, adem6s, comunidades civiles enteras sin su

conocimiento.

Las revelaciones no eran nuevas. Lo nuevofue queveniandel propio Departamento de Energia, del que la CEA fue precursor.Las revelaciones habian surgido en el afro de 1971 con rnenosdetalles y el Subcomit6 de Energia de la C6mara de Representantesde Estados Unidos las habia divulgado en urinforme de m6s de 90p6ginas en el afro de 1986, En enero de 1983 merrcion6 en una columnaen Claridad que la CEA habia iniciado en eI aflo de 1945experimentos con radiaci6n "en c6rceles y hospitales para observar

%mpleto del informe en z Pensamiento Citico,Afio XVII, Ntim. 77, abril-mayo, 1994. Para un detallado anilisis deeste asunto v€ase: Pedro Aponte Yizquez, Locura por decteto: El papelile Luis Muftoz Marin y losd Trias Monge en el diagndstico de locura deilon Pedro Albizu Campos. San fuan: Publicacionee RENE.

22 Pedro I. Aponte Y izquez, -1Aseoin6 Rhoade a Albizu?",Claiilad,ltl-20 enero 1983, pig. 15.. En torno a lae declaraciones de O'Leary y acontecimientoc eubefguientes v6ase: Pedro Aponte YAzquez,"Secretaria de energia c.o.rre peligron, Clarided,l9-25 enero 96, pig..32y, del mismo autor, "Publican informe eobrri experimentos radiaci6nbn humanos', Claridad,2iL-28 marzo 95, pige. 14 y 31.

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M r(o(oMlos efectos de la radiaci6n en mriltiples ocasiones a tropas decombate con el fin de observar la capacidad de las tropai paracombatir luego de haber sido expuestas a un ataque at6mic6,,.

Las expresiones de O'Leary han tenido impacto no s6loporquevienen de la persona quedirige el Departamenio de Energia,Sino porquesu informaci6n, por ese hecho, ha sido mds amplia yespecifica. Ademis, el gobiemo federal ha destinado un fondomillonario para indemnizar a las victimas o a sushered.eros, ,,locual ha despertado el inter6s en algunos indiferentes,,.

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Por Manng Sudrez