Si queremos que nuestra vida tenga frutos de vida eterna

debe-mos estar unidos con Jesús, ir de su mano.

Como la vid y los sarmientos o un árbol y sus ramas

Así nos lo dice hoy Jesús en el evangelio.

Debemos estar siempre unidos a El.

Jn 15, 1-8 Dice así:

Yo soy la verdadera vid

A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid,

el que permanece en mí y yo en él,

ése da fruto abundante.

y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.

Palabra del Señor

La unión primera y fundamental es vivir en gracia

Es como una rama que debe estar unido al tronco.

Si notamos que vamos hundiéndo-nos, supliquemos al Señor, que El siempre nos tenderá la mano.

Debemos aprender a comunicarnos con Dios Padre, con Jesús y el Espíritu Santo.

Y estar atentos a lo que El nos diga.

Automático

Si el Padre poda las ramas

más fruto llevan las cepas.

ciudad

esbelta

en el

monte,

fermento en la masa nueva.

AMEN