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Comisión Permanente HOAC ORAR EN EL MUNDO OBRERO 5 er Domingo de Pascua (3 de mayo de 2015) No seamos sarmientos “mamones” que solo saben chupar y vivir del cuento. No basta con no hacer el mal, hay que hacer el bien y trabajar por la justcia. En la iglesia se viene a traba- jar, hermanos. ¡Cuántos mamones viviendo de la iglesia! 1 Cuando Mahmouda termina de comer, en el campo, a la sombra del árbol, Aï vuelve a su casa, la limpia, se ocupa de los chicos. Si está todo bien, a la una o dos se puede ir a dormir un rato: el calor, de todos modos, no la deja hacer más. Hasta la tarde, cuando se ponga a cocinar la pasta de mijo, que en los días buenos se mezcla con una salsa de cebolla, rehogada, quizá tomate, si acaso unas hojitas de gombo o de baobab. –Entonces nos sentamos a comer, antes de que baje el sol, acá en el patio. Pero este año muchos días no tuvimos para hacer la comida de la noche. Fue, cuenta Aï, porque Mahmouda quiso mejorar su si- tuación: entonces vendió una parte del mijo que había cose- chado en octubre para poder sembrar cebolla en diciembre, y el abono y las semillas que hubo que comprar estaban caros, pero después la cosecha estuvo bien, se ilusionaron. –Pero cuando fuimos a vender las cebollas nos pagaron muy poco. Decían que había demasiado, que quién la iba a querer comprar, que vendiéramos a ese precio o nos las co- miéramos, y al final no nos quedó casi nada. Y después cuando tenemos que comprar el mijo para comer los precios están cada vez más altos. –¿Y entonces? –Entonces nos quedamos con una deuda. –¿Una deuda? –Mi marido le había pedido un préstamo a un amigo suyo. Fueron 50.000 francos, y como no sacaron ni la mitad Aï no sabe cómo van a hacer para pa- garlo. –¿Cómo van a hacer? –No sé, esperemos que el año próximo la cosecha sea mejor. Aï está preocupada. Dice que el amigo de su marido es una buena persona, pero que si no le pueden pagar va a quedarse con su tierra, o por lo menos una parte de su tierra. Y que entonces sí que nunca más tendrían comida suficiente. –Pero lo peor es que este año mi marido no pudo cultivar. Cuando llegó la estación ya nos ha- bíamos comido todo el grano, no teníamos para semillas. Ni para comer teníamos. Así que ahora está trabajando la tierra de un rico para que nos dé algo para comer, no pudo plantar nuestra tie- rrita. –Y entonces, ¿cómo van a comer el año que viene? –Uy, para eso falta mucho. (cf. Martín Caparrós). VER

5º domingo de pascua (3 de mayo 2015)

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Oraciones para la 5ª semana de Pascua

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Comisión Permanente HOAC

ORAR EN EL MUNDO OBRERO5er Domingo de Pascua (3 de mayo de 2015)

No seamos sarmientos “mamones” que solo saben chupar y vivir del cuento. No basta conno hacer el mal, hay que hacer el bien y trabajar por la justicia. En la iglesia se viene a traba-

jar, hermanos. ¡Cuántos mamones viviendo de la iglesia!

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Cuando Mahmouda termina de comer, en el campo, a la sombra del árbol, Aï vuelve a su casa,la limpia, se ocupa de los chicos. Si está todo bien, a la una o dos se puede ir a dormirun rato: el calor, de todos modos, no la deja hacer más. Hasta la tarde, cuando seponga a cocinar la pasta de mijo, que en los días buenos se mezcla con una salsa decebolla, rehogada, quizá tomate, si acaso unas hojitas de gombo o de baobab.

–Entonces nos sentamos a comer, antes de que baje el sol, acá en el patio. Pero este año muchosdías no tuvimos para hacer la comida de la noche.

Fue, cuenta Aï, porque Mahmouda quiso mejorar su si-tuación: entonces vendió una parte del mijo que había cose-chado en octubre para poder sembrar cebolla en diciembre,y el abono y las semillas que hubo que comprar estabancaros, pero después la cosecha estuvo bien, se ilusionaron.–Pero cuando fuimos a vender las cebollas nos pagaron

muy poco. Decían que había demasiado, que quién la iba aquerer comprar, que vendiéramos a ese precio o nos las co-miéramos, y al final no nos quedó casi nada. Y despuéscuando tenemos que comprar el mijo para comer los preciosestán cada vez más altos. –¿Y entonces? –Entonces nos quedamos con una deuda.–¿Una deuda?–Mi marido le había pedido un préstamo a un amigo suyo.

Fueron 50.000 francos, y como no sacaron ni la mitad Aï no sabe cómo van a hacer para pa-garlo.–¿Cómo van a hacer?–No sé, esperemos que el año próximo la cosecha sea mejor.Aï está preocupada. Dice que el amigo de su marido es una buena persona, pero que si no le

pueden pagar va a quedarse con su tierra, o por lo menos una parte de su tierra. Y que entonces síque nunca más tendrían comida suficiente.–Pero lo peor es que este año mi marido no pudo cultivar. Cuando llegó la estación ya nos ha-

bíamos comido todo el grano, no teníamos para semillas. Ni para comer teníamos. Así que ahoraestá trabajando la tierra de un rico para que nos dé algo para comer, no pudo plantar nuestra tie-rrita.–Y entonces, ¿cómo van a comer el año que viene?–Uy, para eso falta mucho. (cf. Martín Caparrós).

VER

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No Encubrir las desgracias,no ocultar los sufrimientos.Eso haremos, cristianos.

Vamos a desbaratarlas viles estrategias,esos sucios manejos,que hacen invisibles los cuerpose inaudibles los gritosde las víctimas.Eso haremos.

Sensibles al sufrimientoevocaremos la historiade sus cuerpos.

C.P.ORAR EN EL MUNDO OBRERO5º Domingo de Pascua

EVANGELIO (Jn 15,1-8)«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en

mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis lim-pios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sar-miento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si nopermanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo enél, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mílo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca. Luego los recogen y los echan al fuego, y arden.Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se re-alizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante, así seréis discípulosmíos».

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¿Cómo es posible que un labrador pase hambre? ¿Qué alternativa liberadora imaginas para la si-tuación de la agricultura? ¿Sabemos la historia de opresión de lo que comemos?¿Cómo es posible que un trabajador sea pobre? ¿Qué alternativa imaginas a este capitalismo ram-plón? ¿Conocemos la infame injusticia de la que viven las empresas?

«Queremos construir un mundo en el que haya lugar para Cristo-El Obrero en la casa de cada unode sus moradores, en el que cada adelanto no signifique una nueva opresión a los que trabajan,sino una nueva estrofa en el cántico nuevo de alabanza que la comunidad comunitarista hace subiral Creador en acción de gracias por haber dado a los hombres poder para re-crear el mundo que Élcreó» (cf G. Rovirosa, Manifiesto Comunitarista)

En el rostro del que sufre estás tú, oh Dios.Su grito es tu clamor. ¡Pondremos plazo!No hay más verdad que tu verdad sufriente,que es la del pobre, a cuya autoridad me inclino…

Lo que mantiene despierto nuestro espíritues el sufrimiento de los otros…y la justicia que no llega.

A costa de los vencidos vivimos, lo sabemos.Pero ahora su resurrección anhelamos… de suscuerpos muertos…

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C.P. ORAR EN EL MUNDO OBRERO 5º Domingo de Pascua

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Sabemos que la vid o viña era el símbolo deIsrael como pueblo de Dios. Ahora Jesús nosdice que es Él la vid verdadera, es decir, el ver-dadero pueblo de Dios, formado por la vid conlos sarmientos (¡Jesús y nosotros unidos!).Esta vid ha sido plantada por el Padre, ¡el Ver-dadero Labrador!La vida del sarmiento es dar su fruto exqui-

sito; tal es su misión. ¿Cuál es el fruto exqui-sito que espera de nosotros, de su iglesia, elPadre? ¿Daremos uvas podridas?En cuanto a los sarmientos

que no responden a la vidaque se les ha regalado, el Padrelos corta; son sarmientos bas-tardos... son sarmientos “ma-mones” que solo sabenchupar y vivir del cuento. Nobasta con no hacer el mal,hay que hacer el bien y traba-jar por la justicia. En la iglesiase viene a trabajar, hermanos.¡Cuántos mamones viviendode la iglesia!Jesús no excluye a nadie, es

el Padre el encargado de hacer lapoda. El sarmiento que no da fruto es aquel quepertenece a la comunidad, pero no tiene su Es-píritu; es el que come el pan, pero no lo com-parte, no se hace semejante a Jesús.El que pone en práctica el mandamiento del

amor, inicia un proceso ascendente, un des-arrollo que no acaba, hasta que llega al colmo;para hacer posible el dinamismo del amorviene el Padre con su poda: «a todo el que producefruto, lo poda, para que dé más fruto». La actividaddel Padre hace que nuestro amor sea cada vezmás auténtico, más libre, con mayor capacidadde entrega y eficacia real. Así como el grano de trigo tiene que morir

para producir fruto abundante, también elsarmiento ha de ser podado. ¿A través dequé mediaciones nos está podando ac-tualmente el Padre? ¡Veamos el diálogo a

que nos han invitado los obispos como unaamorosa poda del Padre! La limpieza/purificación la produce la op-

ción por el mensaje de Jesús, que es el del amor.La aceptación convencida del mensaje de Jesúsnos separa de la injustica y nos quita el pecado.Que hagamos vida propia el mensaje de Jesúses la obra del Espíritu. El que, dócil al Espíritu,toma el amor activo por norma de vida, estálimpio/puro, y la actividad de su amor lo puri-fica cada vez más. (En referencia al lavatorio de

los pies: no es el ser lavado lo quepurifica, sino el lavar los pies delos demás; quien demuestra suamor, queda limpio). Aspectopositivo del concepto “puro/lim-pio” era ser agradable a Dios ytener acceso a su presencia: sóloel que practica el amor a losdemás agrada a Dios; éste no sólotendrá acceso a Dios, sino que elPadre vendrá a habitar con él (Jn14,23).La unión con Jesús no es algo

automático ni ritual: pide la deci-sión personal; a esta iniciativa del

discípulo responde Jesús con su presencia fiel(«yo me quedaré con vosotros»). La uniónmutua entre Jesús y sus discípulos es lacondición para la existencia de la comunidad,para su vida y para el fruto que debe producir.Sin amor a Jesús su comunidad no tendráverdadero amor al hombre, y sin amor alhombre no hay fruto posible. Sin Jesús, ¿quévaldría la HOAC?El sarmiento no tiene vida propia y, por

tanto, no puede dar fruto de por sí, necesitala savia, es decir, el Espíritu comunicado porJesús. La ausencia de fruto delata la falta deunión con Jesús. ¡La misma vida que circula por Jesús cir-

cula por los suyos! «Yo soy la vid, vosotroslos sarmientos»). Seguir con Jesús quieredecir “asimilarse a él” por una vida como la

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Is 5,1-7“Voy a cantar en nombre de mi amigo mi canto de amor dedicado a su viña:Mi amigo tenía una viña en una fértil colina.La cavó y despedregó. Plantó cepas selectas,levantó en medio una torre y excavó un lagar.Esperaba que diera uvas, pero dio agrazones.Ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá,¡juzgad entre mí y mi viña!¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no hay hecho?Por qué esperando uvas de calidad las dio podridas?Pues ahora os voy a decir lo que haré con mi viña:Le quitaré su cerca y servirá de pasto,derribaré su tapia y será pisoteada.La convertiré en un erial, no la podarán ni la escardarán,crecerán cardos y abrojos y prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella.La viña de Yahvé de los ejércitos es el pueblo de Israel,y los hombres de Judá su plantel escogido.Esperaba de ellos derecho (mišPä†) y no hay más que asesinatos (miSPäH), esperaba justicia (cüdäqâ) y solo hay lamentos (cü`äqâ)

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suya. Este es el significado de la eucaristía: comer su carne y beber su sangre, es decir, entregarla vida como expresión de amor a los demás. La eucaristía: comunión con Jesús que lleva alcompromiso/comunión con los demás. Sin Jesús “no podemos hacer nada”.Meditemos nuestra unión con Jesús, la presencia de su Espíritu, la poda del Padre…

Para meditar la parábola de la viña

Hermanos, vamos a aplicarnos la parábola. Miremos todo lo que el Padre ha hecho por nosotros,por la HOAC, a través de Rovirosa y tantos militantes de los primeros tiempos. Considerémonossu plantel preferido en la tarea de evangelizar el mundo obrero…¿Qué espera la Iglesia de nosotros? Que seamos en verdad apóstoles de nuestros hermanos. ¿Losomos? ¿Somos apóstoles genuinos, de calidad, o militantes de tres al cuarto, que dedican a la mi-sión algún rato libre? Para ello (para ser agrazones) no hace falta ni formarse, ni vivir la comuniónen el equipo, ni estar en un sector, ni tener un Proyecto evangelizador, ni nada… Con sarmientosasí, ¿para qué perder el tiempo en podarnos?Espera Jesús de nosotros pasión por la justicia, y no encuentra en nosotros más que “excusasfraudulentas”; espera de nosotros “vida de comunión” y solo ve “individualismo”…Lo hablamos con Jesús. Podemos invitar al coloquio a Rovirosa…

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