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Revista Electrónica Sinéctica E-ISSN: 1665-109X [email protected] Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente México AGUILAR, LUIS ARMANDO Conversar para aprender. Gadamer y la educación Revista Electrónica Sinéctica, núm. 23, agosto-enero, 2003, pp. 11-18 Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente Jalisco, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99815908003 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Revista Electrónica Sinéctica

E-ISSN: 1665-109X

[email protected]

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores

de Occidente

México

AGUILAR, LUIS ARMANDO

Conversar para aprender. Gadamer y la educación

Revista Electrónica Sinéctica, núm. 23, agosto-enero, 2003, pp. 11-18

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

Jalisco, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99815908003

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Gadamer y la educación

LUIS ARMANDOAGUILAR*

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* Doctor en filosofía por la Es-cuela de Estudios Superiores deFilosofía de Münich. Actual-mente es Profesor e investiga-dor del Doctorado en Filosofíade la Educación del ITESO.

¿Quién no hace de su debilidad virtud?Sin duda, fue mi virtud y mi debilidadtener que defender al otro y su derecho.

Hans Georg Gadamer

Introducción

En la que quizá haya sido una de sus últimas con-ferencias, a sus noventa y nueve años de edad, elfilósofo alemán Hans Georg Gadamer intentósustentar la tesis de que sólo es posible aprenderpor medio de la conversación.1 La “charla escrita”que sostuvo Gadamer suscita algunas preguntasfundamentales para todo proceso educativo.2 Alcomienzo de su conferencia señala que la idea quebusca sustentar es una afirmación cuya plena jus-tificación exigiría el despliegue de todos los esfuer-zos filosóficos de sus últimos cincuenta años devida.3 Gadamer advierte, así, que a sus reflexionessobre la educación subyace un buen número deintuiciones, ideas y conceptos a los que sólo hacealusión. La muerte del pensador alemán, acaecidael 13 de marzo de 2002, es ocasión para analizar yenmarcar algunas de sus ideas en torno a la educa-ción en el conjunto de intuiciones básicas de lahermenéutica filosófica. En el presente ensayo seexponen algunas de las ideas que subyacen a latesis señalada, enmarcándola en conceptos bási-cos de su obra que permitan comprender algunas

de las implicaciones que tiene la hermenéutica fi-losófica en el ámbito educativo, particularmentecomo contribución a una formación integral. Enun primer apartado se exponen los conceptos deeducación y de formación; en el segundo se anali-zan los fines del proceso educativo, en el que tieneespecial relevancia la comprensión del otro; en eltercero se explicitan dos presupuestos antropoló-gicos básicos en la obra de Gadamer: la concep-ción del lenguaje y la función de la conversación,y en el cuarto y último se plantean algunas impli-caciones de todo lo anterior para la educación.

Por lo demás, el intento de analizar el pensa-miento de Gadamer a partir de la reconstrucciónde una conferencia hablada plantea un doble reto.Por una parte, lo que Gadamer hizo fue hablarayudándose de un par de notas redactadas paraservirse de ellas sólo en el momento de su charlasobre la educación. Gadamer le habló, sin papelde por medio, a un público en una escuela prepa-ratoria (Gymnasium Dietrich-Bonhoeffer) de unpoblado alemán el 19 de mayo de 1999. Por otraparte, el intento de dialogar con papel de pormedio, de leer y no de conversar exige un ejerciciohermenéutico particular que dificulta doblemen-te la comprensión. El ejercicio vale la pena sobretodo si se intenta realizarlo del mismo modo comocreo que a Gadamer le hubiera gustado ser leído,interpretado y comprendido:

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Igual que uno se pone de acuerdo con su interlocu-tor sobre una cosa, también el intérprete comprendela cosa que le dice su texto. Esta comprensión de lacosa ocurre necesariamente en forma lingüística [...]la realización de la comprensión, ya se trate de tex-tos o de interlocutores que le presentan a uno eltema, consiste justamente en este llegar a hablar lacosa misma.4

Dos conceptos básicos:

educación y formación

Educación

Gadamer evita deliberadamente enfrentar “los pro-blemas entre la juventud, sus preceptores, maes-tros y padres”.5 Es decir, los problemas cotidianosque ocupan y han de enfrentar todo tipo de edu-cadores. Ello encuentra su justificación en lo queimplica la tesis misma: que uno se educa a sí mis-mo significa que el llamado educador participasólo con una modesta contribución.6 Por otra par-te, cabe preguntar si, por modesta que sea esa la-bor, las relaciones con los jóvenes, sus padres ypreceptores no pueden ser decisivas en el procesode aprendizaje. Queda abierta la pregunta sobrelas implicaciones que la constatación de este he-cho puede tener en el ámbito universitario.

Educar-se, como verbo reflexivo, tiene un sen-tido normativo: el sujeto debe potenciar sus fuer-zas allí donde uno percibe sus puntos débiles y enno dejarlos en manos ajenas. ¿Hay aquí un ciertoreflejo de individualismo? Sólo aparentemente. Laconvivencia, afirma Gadamer, es lo que nos elevapor encima del mundo animal, justamente pormedio del lenguaje como capacidad de comuni-cación. Las fuerzas vinculantes que hay en todoser humano, como experiencias decisivas que des-piertan en los intercambios, las experiencias ínti-mas, el trabajo científico, etc.7 La tesis central deGadamer puede ser entendida en varios sentidos,que son como niveles de profundidad. Uno seeduca a sí mismo porque, sobre todo, el aprendi-zaje depende de cada cual; uno se educa junto conotros porque somos seres en conversación, en re-lación con otros, nos constituimos en la comuni-

cación, el juego, las experiencias que intercam-biamos con los otros. Uno se educa al educar notanto por lo que logra en los otros sino por lo quea uno le ocurre en el encuentro y la comunicacióncon ellos. Hay una razón de fondo para reconocerque los otros ya están presentes en nuestro edu-carnos en cualesquiera de nuestras experiencias.El lenguaje es el medio común en el que somosunos con otros. Gadamer cree que la morada delser humano es el lenguaje.

Formación

En alemán el término Bildung (formación) estáestrechamente vinculado a las ideas de enseñanza,aprendizaje y competencia personal; significa tam-bién la cultura que posee una persona como re-sultado de su formación en los contenidos de latradición de su entorno. Se refiere tanto al procesopor el que se adquiere la cultura como al patrimo-nio personal del hombre culto (también llamada“educación liberal”), es decir, al conjunto de susexperiencias de aprendizaje. A Gadamer le intere-sa sobre todo una connotación peculiar de estetérmino, con la que se hace referencia a algo “máselevado e interior” que al hecho de poseer unacultura sólida y vasta. Se trata de una actitud espi-ritual que procede del conocimiento y el senti-miento de toda la vida espiritual y ética y que flu-ye armónicamente en la sensibilidad y el carácter.8

Bildung designa más el resultado del procesode devenir que el proceso mismo. “El resultadono se produce al modo de los objetivos técnicos,sino que surge del proceso interior de formacióny conformación y se encuentra por ello en un cons-tante desarrollo y progresión”. Sus objetivos noson exteriores a ella. La formación no puede serun verdadero objetivo. Sólo puede ser buscada enel acto reflexivo del educador. Por eso la forma-ción va más allá del mero cultivo de capacidadesprevias. Cultivar una disposición es desarrollar algodado. Así, el ejercicio y cuidado de la misma es unsimple medio para lograr un fin. En la formaciónuno se apropia por entero aquello en lo que y através de lo cual uno se forma. Por eso la forma-ción no puede ser un verdadero objetivo. Todo lo

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que la formación permite apropiar forma parte deella. Lo incorporado en la formación no es sóloun medio que luego pierde su función. En la for-mación todo se guarda.9

Propiamente no se puede “formar para” nada,tampoco para la comprensión. La comprensiónmisma es apertura a la comprensión. Uno se puedeformar en el diálogo, al dialogar nos formamos;en la comprensión, porque comprender es un aspec-to propio de la formación; en la solidaridad, por-que la persona formada es la capaz de compren-der al otro, de encontrarse con él en la comprensióncomún, de salir de sí, de lograr un entendimiento.

En la formación se establece el tipo de relaciónque permite el aprendizaje; esto trae consigo suspropios riesgos y supone apertura a lo inesperado.La armonía entre la apropiación y la apertura vivede la tensión entre el movimiento de autoposesióna través del cual el sujeto se apropia de algo y elque lo mueve a salir de sí. El ser humano se carac-teriza por la ruptura con lo inmediato y naturalque le es propio en virtud de su dimensión espiri-tual y racional. Al ascender a lo general, lo parti-cular cobra su justa dimensión. El ascenso abarcalo teórico y lo práctico. “La esencia general de laformación humana es convertirse en un ser espiri-tual general”. Es inculto el que cede a la particula-ridad, por ejemplo, a la ira que no conoce consi-deración ni medida. Esto ocurre por no tenercapacidad de abstracción, es decir, de apartar laatención de sí mismo y dirigirla a un punto devista general desde el cual pueda determinarse lapropia particularidad con mesura y consideración.

En la formación práctica, la que supone, porejemplo, la elección de una profesión es un modode autolimitarse, de sacrificar la particularidad enfavor de la generalidad, es decir, de inhibir el de-seo y la libertad respecto al objeto del deseo. Estrabajar sobre sí mismo para reencontrarse y deese modo ganar en autonomía, colocándose porencima de lo inmediato. Implica entregarse a ta-reas que de otro modo no se asumirían como pro-pias. Así se adquiere un poder, y un sentido de símismo. En la formación uno se apropia comple-tamente de aquello en lo cual uno se forma.10 Cabehacer notar aquí la importancia que concede

Gadamer al aprendizaje de la lengua, tanto de lamaterna como de las lenguas extranjeras, que abrende modo eminente a la experiencia de lo otro.

El movimiento básico del espíritu consiste enreconocer en lo extraño lo propio y hacerlo fami-liar. Es el retorno a sí mismo a partir del ser otro.En esa medida toda formación teórica es sólo lacontinuación de un proceso formativo que se hainiciado desde el momento en que el trabajo so-bre sí mismo lleva de lo particular a lo general.

El desarrollo espiritual del sujeto pasa por elmundo del lenguaje, las costumbres y las institu-ciones de su gente, que le son entregadas por latradición y de las que tiene que apropiarse. El in-dividuo se encuentra constantemente en el cami-no de la formación y la autosuperación. La for-mación supone la enajenación, pero no se reducea ella. En la recuperación, en el retorno a sí mis-mo, Gadamer ve en ese movimiento la esencia dela formación.11 Ésta no puede ser perfecta ni com-pleta. Está marcada por un juego de promesa ylimitación. Aun la sabiduría a la que es posibleaspirar es falible por tratarse de una sabiduríameramente humana.

Gadamer insistió hasta el final de su vida en quela hermenéutica no es una postura absolutista sinoun camino de experiencia. Su modestia consisteen el hecho de que para ella no existe un principiomás alto que mantenerse abierto a la conversación.Esto significa, con todo, el reconocimiento cons-tante de que, de antemano, existe la posibilidadde que tu interlocutor esté en lo correcto, aun dereconocer la superioridad de tu interlocutor.12

Los fines del proceso educativo

La presencia del otro en nuestra existencia apare-ce en actividades tan elementales como aprendera escribir y hablar la propia lengua o alguna len-gua extranjera. La educación acontece como unproceso recíproco natural que “cada cual aceptasiempre cordialmente procurando entenderse conlos demás”. Quien escucha al otro escucha a al-guien que tiene su propio horizonte.13 Sólo al es-cuchar al otro se abre el verdadero camino para

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El movimientobásico del espírituconsiste enreconocer en loextraño lo propioy hacerlo familiar.

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vivir la solidaridad. Cada uno debe aprender a sal-var distancias y superar los antagonismos frente alos demás. Esto significa respetar al otro, cuidar-lo, atenderlo y, por así decirlo, darse unos a otrosnuevos oídos. En las relaciones con nuestros se-mejantes se trata siempre de acoger lo que el otrorealmente quiere decir, y de buscar y encontrar elsuelo común, más allá de su respuesta. Es necesa-rio liberar las posibilidades creadoras y alcanzar elentendimiento que encierra el lenguaje. Esto sólose puede lograr con el intercambio vivo de ideas.Por eso el pluralismo que vivimos en todos losámbitos tiene un significado verdaderamente pro-ductivo. El mundo pluralista en que vivimos re-presenta un nuevo reto, la nueva torre de Babel.En este horizonte es posible comprender que paraGadamer la nueva tarea de la filosofía consiste ensalvaguardar los espacios libres de la convivencia,incluso por encima de lo extraño.

Al hablar sobre los que enseñan y los que apren-den, Gadamer reitera una afirmación de carácterantropológico peculiar:

La humanidad de nuestra existencia depende de lolejos que aprendamos a ver las fronteras de nuestroser de los otros seres. Esta convicción se basa tam-bién en el apasionado deseo, que me anima desdesiempre, de transmitir lo que en mí se ha converti-do en conocimiento y comprensión. Se aprende deaquellos que aprenden de uno.14

Gadamer buscó con su filosofía “defender al Otroen su derecho”.

El humanismo de Gadamer invita a aprendera escuchar, en uno u otro camino, a luchar siem-pre contra el ensimismamiento y eliminar el egoís-mo y el afán de imposición de todo impulso inte-lectual.15 Gadamer llegó a la convicción de quetenía que adoptar una actitud de humildad comoprincipio filosófico fundamental:

El hecho de que no son frases, ni la afirmación in-contestable, ni la réplica victoriosa lo que garantizala verdad, sino que se trata de otra especie de con-figuración que no es posible para el individuo, me

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indicó mi trabajo de no tanto reconocer en los otroslas propias fronteras como rebasarlas unos pasos.Lo que importaba era poder estar equivocado.16

La imposibilidad de responder categóricamente ala pregunta de quién es el otro permite suponerque para Gadamer no existe una respuesta defini-tiva a la pregunta por el ser humano. Responder aesta pregunta equivaldría a responder a la pregun-ta ¿quién soy yo y quién eres tú?, título de uno delos últimos libros de Gadamer, dedicado a la poe-sía de Paul Celin. “Esta pregunta no se contestanunca, pero es, como pregunta, su propia respues-ta”. Gadamer entendió su obra como el intentode “dominar con el pensamiento esta cuestión”.17

Comprender, entender, es comprenderse, en-tenderse en el mundo. Entenderse en el mundosignifica entenderse unos con otros, entender alotro. Es la tarea más ardua. Todos hemos de apren-der que el otro establece la determinación prima-ria de los límites de nuestro amor propio y denuestro egocentrismo. Comprender es un proble-ma moral de alcance universal. También es unproblema político. La solidaridad de las diversasculturas y tradiciones se logra lentamente, y re-quiere que empleemos la verdadera productividaddel lenguaje para entendernos, en lugar de afe-rrarnos a todos los sistemas de reglas para diferen-ciar lo verdadero de lo falso. Cuando hablamosbuscamos volvernos comprensibles al otro demodo que pueda respondernos, convalidarnos orectificarnos. Todo esto forma parte de un autén-tico diálogo. La palabra empieza a ser palabra vivacuando es respuesta concreta a alguien concreto.18

Gadamer cree que la verdadera humanidad delhombre reside en poder hacerse capaz de diálogo.

Como nuestra percepción sensible del mundo esineludiblemente privada, también lo son nuestrosimpulsos e intereses, y la razón que es común atodos y capaz de detectar eso que es común, semuestra impotente ante las ofuscaciones que ennosotros alimenta nuestra individualidad. Por esola conversación con el otro, sus objeciones o suaprobación, su comprensión y también sus malen-tendidos son una especie de ampliación de nuestraindividualidad y una piedra de toque en el acuerdoal que la razón nos invita.19

El fin de la educación es ser con los otros a travésdel diálogo y la comprensión, habitando la mis-ma morada, que es el lenguaje.

la lengua no es sólo la casa del ser, sino la casa delser humano, en la que vive, se instala, se encuentraconsigo mismo, se encuentra en el Otro... la estan-cia más acogedora de esta casa es la estancia de lapoesía, del arte. En escuchar lo que nos dice algo, yen dejar que se nos diga, reside la exigencia máselevada que se propone al ser humano. Recordarlopara uno mismo es la cuestión más íntima de cadauno. Hacerlo para todos, y de manera convincente, esla misión de la filosofía.20

¿Por qué el dejarse decir algo habría de ser la exi-gencia más elevada del ser humano? ¿Qué imagendel hombre subyace a esta concepción? La de unser que escucha, dialoga, se encuentra consigomismo en el lenguaje, llega a lo más profundo desu ser en la experiencia de la comprensión, parti-cularmente la comprensión que hace posible laexperiencia estética.

El ser humano, como un ser capaz de lengua-je, juicio y propia iniciativa; de conversar y en-mendar las propias carencias de saber a través dela propia actividad; de potenciar por sí mismo suspuntos débiles; de tener fuertes experiencias con-cretas de fuerzas vinculantes con los demás, encomunicación constante con ellos. La concienciaestá asociada directamente con todas estas capaci-dades. Mediante ellas el hombre y la mujer pue-den educarse, formarse y sobrevivir “indemnes ala tecnología y al ser de la máquina”.21 El contras-te entre hombre y máquina, entre el ser humano ysus obras, parece evidente. Llegar a estar en casaen nuestro mundo supone el desarrollo de la pro-pia capacidad de juicio y formación, así como unconjunto de experiencias de comunicación queresultan decisivas.22 El verdadero aprendizaje es elque adquirimos a partir de nuestros errores.23

Pero en mayor medida es gracias a la conversa-ción que logramos aproximarnos a la experienciadel ser de las cosas. El diálogo no diluye al sujeto,pero tampoco hace del otro un objeto que se asi-mila a la propia experiencia. Esto equivaldría areconocer en el otro sólo lo que en él haya de se-

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mejante a nosotros, o bien a reducirlo a nuestromundo asimilándolo, sin afirmarlo en su alteridad.Gadamer insiste en el misterio que encierra la in-dividualidad y, al mimo tiempo, advierte la ilu-sión de comprender al hombre como ser-en-el-mundo sin tomar en cuenta que es también unser-en-conversación-con-los otros.24

El diálogo tiene como nota el saber escuchar.El encuentro con el otro se da sobre la base desaber autolimitarse. El no oír o el oír mal es cosade cada cual. Sólo no oye u oye mal quien se escu-cha permanentemente a sí mismo. Gadamer su-braya que es parte de la condición humana el es-tar demasiado lleno de los propios impulsos eintereses. Así es como se fundamenta la tesis deque la verdadera humanidad del hombre consisteen hacerse capaz de entrar en diálogo a pesar detodos los obstáculos.25 La capacidad de diálogo esun atributo natural del ser humano.26 Gadamerasume la tesis de Aristóteles según la cual el hom-bre es el ser dotado de lenguaje. El diálogo es elmodo efectivo del lenguaje;27 éste sólo existe y serealiza plenamente en la conversación.

Algunas implicaciones para la educación

1. Si el lenguaje sólo se realiza plenamente en laconversación, lo que verdaderamente importa esofrecer a los estudiantes los elementos para desa-rrollar la capacidad de enmendar sus carencias desaber a través de su propia actividad. Se trata deformar en los sujetos la fuerza de vinculación conlos demás, de tener nuevas experiencias, de apren-der de los propios errores. La sobrevivencia delgénero humano depende de este aprendizaje.28

2. El aprendizaje es personal. Pero la educa-ción es un proceso social, porque si bien el esfuer-zo que cada cual tiene que hacer para aprender esinsustituible, está constitutivamente remitido a losotros, dado que es de ellos de quienes recibe lapalabra, la tradición. El otro es siempre el interlo-cutor que irrumpe en el mundo privado de laspercepciones y el monólogo privado, sujeto a error.

3. Para Gadamer la educación básica de todoser humano consiste en aprender a hablar. Lo de-cisivo es el desarrollo de la capacidad de hablar y

el aprendizaje de la lengua, o de las lenguas. En elcomienzo de este aprendizaje están contenidostodos los problemas que vendrán después, queaparecerán a lo largo de la vida. En el hablar de losprimeros años hay una vida que luego se pierde.La experiencia de aprender a decir las cosas bienes un indicio de que uno se educa a sí mismo.

4. Un paso decisivo de este aprendizaje es laparticipación de los padres y de la escuela, porqueestá marcada por la relación con otros. En ellaaprendemos lo decisivo: formar y exponer juiciospropios. Entre las diversas formas del diálogo a laconversación pedagógica le corresponde la preemi-nencia por tratarse de una de las formas origina-rias de la experiencia dialogal. Gadamer señala tresrazones que hacen muy difícil mantener el diálo-go pedagógico. El enseñante cree que debe y pue-de hablar, y cuanto más consistente y sólido seasu discurso, tanto mejor cree poder comunicar sudoctrina; es el peligro de la cátedra, el profesor esincapaz de establecer el diálogo porque él es elauténtico transmisor de la ciencia. Pero, enton-ces, la incapacidad para el diálogo está en la es-tructura monológica de la ciencia y la tecnolo-gía modernas. El diálogo no es posible con muchosa la vez ni en presencia de muchos. Cuando lasituación docente va más allá de la intimidad deuna conversación en pequeño círculo hay una di-ficultad insuperable para el diálogo. Este es un fe-nómeno típico del mundo universitario. Lo deci-sivo acontece en la escuela, porque en ella ocurreen cierto modo todo lo que demanda la vida en suconjunto para llegar a acceder a la propia morada,que es el mundo que podemos comprender, sobreel que podemos conversar y llegar a ponernos deacuerdo.

5. La formación hace posible contemplar lascosas desde el punto de vista del otro.29 Los estu-dios pueden contribuir a la formación para apren-der a entender al otro desde su propio punto devista. La formación implica el sacrificio de la par-ticularidad en favor de la generalidad.30 Ser razo-nable quiere decir hacer propio en sus positivasintenciones lo que el otro ha querido decir. Sólo sise entiende al otro en este sentido es posible llegara soluciones en temas que a todos nos afectan.

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Educación es educarse en la escucha, la acogidadel otro, la colaboración, la comprensión y latransformación del mundo, en el sentido de queresponde a los anhelos más profundos de las gran-des mayorías, a sus capacidades de invención, decreación.

6. Gadamer insistió en que la auténtica fuentede enseñanza, que irradia de los encuentros hu-manos, se encuentra en serio riesgo de ser arrui-nada por la técnica moderna, particularmente porel uso que hacen de ella los medios de informa-ción. La educación actual podría contrarrestar losefectos de la técnica moderna a través de la ense-ñanza de los carismáticos del diálogo que cambia-ron al mundo (Buda, Sócrates, Jesús).

Notas

1. Resulta interesante que el título de su conferenciase refiera a la educación y no a la formación. Latraducción del título de su conferencia es literal:“La educación es educarse” (“Erziehung ist sicherziehen”). En la obra de Gadamer se encuentranextensas reflexiones sobre el sentido de la forma-ción (Bildung), en ella es posible descubrir familia-ridad con la antigua concepción de la Paideia griega.Además, en alemán moderno la palabra educaciónse refiere específicamente a la enseñanza de los es-colares, mientras que el término formación puedereferirse a los estudios superiores o a todo tipode procesos educativos.

2. El mismo Gadamer insiste en que su «conferencia»no fue una lección (Vorlesung), que considera comouno de los grandes atavismos de la vida académica,p.11.

3. Gadamer, Hans Georg. Educar es educarse, Piadós,Barcelona, 2000.

4. Cfr. Gadamer, Hans Georg. Verdad y método, Sí-gueme, Salamanca, 1996, vol.I, p.457. En adelan-te los dos tomos de Verdad y método se citarán comoVM I y II (1992). Los capítulos XII y XIII de VM Iofrecen la clave de su acercamiento al lenguaje comomedio de la experiencia hermenéutica, que abarcasus ideas sobre la lingüisticidad y su realización enla conversación.

5. Gádamer, Hans Georg. Educar es educarse, op. cit.,p.11.

6. Ibidem, p.15.7. Cfr. ibid., pp.42, 43, 47.8. VM I, p.39.9. Ibidem, p.40.10. Ibid.11. Ibid, p.43.12. “¿Es demasiado poco? Es el tipo de integridad que

es posible exigir de un profesor de filosofía” (citadoen Cleary, John y Pádraig Hogan. “The reciprocalcharacter of self-education”, en Journal of Philosophyof Education, Blackwell, Oxford, vol. 35, núm.4,2001, p.527).

13. VM I, pp.377 y ss, 453 y ss, 477.14. Cfr. “La misión de la filosofía”, en Gadamer, Hans

Georg. La herencia europea, Península, Barcelona,2000, p.153. Si bien Gadamer confesaba que eraagnóstico, es posible descubrir en la raíz de todo supensamiento un supuesto humanista de origenjudeocristiano: el primado del otro, idea presenteya de distintas maneras en pensadores como GabrielMarcel, Martín Buber y Emmanuel Levinas.

15. Ibidem, pp.145-146.16. Cfr. ibid, p.152.17. Cfr. idem.18. Así, en el discurso de agradecimiento por el jubileo

de sus cien años de edad, Gadamer pregunta: “¿Noestá al fin la palabra por primera vez ahí, en la res-puesta? ¿No empieza ella a ser entonces la palabraconcreta que se dijo a uno y a la que hay que daruna respuesta? ¿O es todavía una abstracción esapalabra? ¿Es al fin cada palabra una respuesta?” (cfr.Gadamer, Hans Georg. “Agradecimiento con mo-tivo del jubileo de sus cien años de edad”, DiálogoCientífico, vol.9, núms. 1–2, Tübigen, 2000, sp.)

19. Cfr. VM II, p.208. La filosofía de la conversaciónde Gadamer se basa en el supuesto de que el puntode vista de un individuo es intransferible. En él encierto modo “se refleja el mundo entero”. Ese mis-mo mundo se ofrece como reflejo en los distintospuntos de vista individuales como un único e idén-tico mundo. Gadamer comparte la visión del ro-manticismo alemán que descubrió, según cree, “elmisterio intransferible de la individualidad frente ala generalidad abstracta del concepto”, a la que está

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asociada la fe liberal en el progreso (VM II, p.206).Desde muy distintos ángulos y tradiciones religio-sas y de pensamiento se ha podido constatar que elcamino de la verdad es la conversación.

20. “De lo que se trata es de que el hombre acceda élmismo a su morada”. Gadamer, Hans Georg. Laherencia europea, op. cit, 2000, p.21. El lenguaje esel medio de la experiencia hermenéutica y el hori-zonte de una ontología hermenéutica (VM I, capí-tulos XII y XIV), Gadamer reconoce que si bien quizáno supo hacer suyos los impulsos de Heidegger hayuna intuición de su maestro que siguió conservan-do para él plena vigencia (cfr. Gadamer, HansGeorg. La herencia europea, op. cit, p.156. El su-brayado es mío).

21. Gadamer, Hans Georg. Educar es educarse, op. cit, p.48.22. Cfr. Ibidem, p.47.23. Ibidem, p.48. En la base del pensamiento de

Gadamer está una afirmación antropológica muysimple, pero de enormes alcances: somos lenguaje,pero el lenguaje “forma parte de lo más oscuro queexiste para la reflexión humana”. Gadamer perma-neció toda su vida fascinado por el misterio del len-guaje. La conjunción entre la palabra como vozinterna y la expresión hablada en forma verbal en-cierra un gran misterio porque, en su opinión, nohay correspondencia entre el mundo de los signosy el de las cosas a las que queremos dominar. Estoda lugar a que siempre exista cierto encubrimientode las cosas por parte del lenguaje, que se esfuerzaen descubrirlas. De una entrevista con Gadameren Jalón, Mauricio y Fernando Colina. Pasado ypresente. Diálogo, Cuadro, Madrid, 1996.

24. En la antropología de Gadamer la palabra ocupaun lugar central, como modo privilegiado de encuen-tro y reconocimiento del otro, incluso como cami-no para vivir la solidaridad. Cabe señalar que seríaimportante considerar el sentido y valor de la pala-bra en el conjunto de otras dimensiones de la per-sona y de los vínculos sociales: la afectividad, la sim-patía, la comunión que se logra a través de la acción,etcétera.

25. Cfr. VM II, p.209.26. VM II, p.203.27. Ibidem, pp.112, 203.28. Cfr. Gadamer, Hans Georg. “Vom Wort zu Begriff”,

en Grondin, Jean (comp.), Gadamer Lesebuch,Mohr Siebeck, Tübingen, 1997, p.109.

29. Cfr. Gadamer, Hans Georg. “La diversidad de len-guas y la comprensión del mundo”, en Reinhart,Koselleck y Hans Georg Gadamer. Historia y Len-guaje: una respuesta, Paidós, Barcelona, 1997, p.125;Gadamer Hans Georg. La dialéctica de Hegel, op.cit.

30. VM I, p.41.

Bibliografía

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M A P A S