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Areíto www.hoy.com.do Editor: Nelson Marrero Diseño: Carla González SÁBADO 24.09.2011 Zona de la Cultura y de las ideas EXILIADA María Martínez fue la primera en irse del país luego del ajusticiamiento del Jefe Pág. 6 y 7 País sin conciencia crítica Miguel D. Mena señala razones por las cuales el ser dominicano se forma sin conciencia crítica y sin hábito de lectura. Viviendo en una sociedad con la inteligencia secuestrada. Pá g i n a 2 Lo hispánico como referente racial El intelectual haitiano Jean Ghasmann Bissainthe sostiene que los historiadores pro hispanistas fueron los que se inventaron el debate racial en el país, ya que nunca antes existió. Pá g i n a 3 WILSON MORFE 50 AÑOS DESPUÉS Nueva tesis sobre EL MERENGUE Existía como ritmo en 1743 Investigaciones realizadas por Fernando Casado confirman que este sonó aquí antes de PR o Haití Pag. 3

Areíto 20110924

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Como referencia nacional en el área, Areíto es el suplemento cultural por excelencia. Cada sábado, Areíto circula como un regalo del periódico HOY.

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A re í t o w w w. h oy.co m .d oEditor: Nelson MarreroDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 24 .0 9.2 01 1

Zona de laCultura y de

las ideas

E X I L I A DA

María Martínez fue la primera en irse delpaís luego del ajusticiamiento del Jefe Pág. 6 y 7

País sinconciencia críticaMiguel D. Mena señalarazones por las cualesel ser dominicano seforma sin concienciacrítica y sin hábito delectura. Viviendo enuna sociedad con laintelig encias ecue strada.Pá g i n a 2

Lo hispánicocomo referenterac ia lEl intelectual haitiano Jean GhasmannBissainthe sostiene que loshistoriadores pro hispanistas fueronlos que se inventaron el debate racialen el país, ya que nunca antes existió.

Pá g i n a 3

WILSON MORFE

50AÑOS DESPUÉS

Nueva tesis sobre

EL MERENGUEExistía como ritmo en 1743Investigaciones realizadas por Fernando Casadoconfirman que este sonó aquí antes de PR o Haití Pag. 3

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2 Sábado 24 de s eptiembrede 2 01 1H OY A RE Í TO

Zona

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itoZo

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reíto

Rosa Julia Vargas (Escritora y editora de Mythos)“Estoy ya en el proceso final de entregar a imprenta milibro de cuentos sobre diversos temas de actualidad eimaginación llamado “Doce cuentos y una rosa”.

LI B RO S

LA GUIA

El DueloEl periodista y poetaargentino Mariano Wolfsones el autor de este libro queayuda a comprender de unamanera fácil y amena lasemociones y situaciones quetenemos que presentarnosante la pérdida de un serquerido. Wolfon se vale decitas de grandes autores, deretratos de situacionescomunes a cada paso paraexplicar, en primer términolas distintas fases del dolorque produce el duelo ysegundo las maneras en queestas deben ser asumidaspara no quedarnosenganchados en uno deestos procesos de tristeza,negación, rabia que seproducen indefectiblementetras quedarnos sin lapresencia física de alguienimportante para la familia ola pareja. Este libro puedeser fácilmente leído desdeniños, adolescentes y adultosdada la claridad de sunarrativa y la brevedad delos ejemplos y opciones quepresenta. Librería Mateca,RD $

Querida Dra. PoloDesde la pantalla de latelevisión, desde el popularprograma “Caso Cerrado”, lapresentadora del programa,moderadora y consejera enenfrentamientos humanos porsituaciones sentimentales,emocionales y familiares, ladoctora Ana María Poloextrapola sus experiencias contantos seres abandonados omutilados por distintascondiciones de sus vidas paraofrecernos un dramático texto enel que plasma historias para lasque ni su programa ni los cara acara que provoca encuentranrespuesta. Ella lo hace al estiloepistolar escritas por hombres ymujeres envueltos en“situaciones desesperadas quecuentan, con la esperanza detener un espacio en el espaciode televisión y encontrar a travésde esto la solución a susp ro b l e m a s”. Relatos muy crudosy desgarradores a los que la

pantalla le queda pequeña, peroque encuentran su respuestadefinitiva en esta páginas de“Querida Dra. Polo”. MulticentroLa Sirena RD$675.00_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Antología de la PoesíaLatinoamericana del Siglo XXILo que hace Julio Ortega en estelibro es vislumbrar la poesía demañana, documentar laescritura allí donde el futuro seestá ahora mismo haciendo,aventurar una intervención en elpaisaje cultural, perfilar unasuerte de mapa tentativo delectura y dejar que el lectorpueda explorar a su gustoprolongado las rutas deinterrogación y celebración yrecorrer su propio tomo defuturo. El lector tiene en susmanos un libro que puedeleerse como una profecía. Perotambién un libro, por esamisma razón inagural. Ortega hafijado sus ojos en un lenguajepoético, tentativo perointransferible, cotidiano perodistinto, subjetivo perodocumental. Librería Mateca,RD $ 95 0.0 0_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Cervezas del mundoCada país tiene su cerveza, laque es orgullo de sus fabricantesy de sus consumidores, DavidKenning, acuarelista y artistaalemán se dedicó a hacer unarecopilación de estas. Y loimportante es que nos da aconocer más de 350 cervezasdel mundo descubrimiento esque hace El libro es unarecopilación de más de 350cervezas dedistintaspartes delmundo, en lamayoría delos casosfa b ri ca d a sco m p l e t a m e n t earte s analmente“ordenadas por región(Norteamérica, Asia, Caribe,Europa, etc). La información decada cerveza viene con datoshistóricos sobre su producción,características más resaltantes encuanto a su variedad, color ysabor, así como la temperaturaóptima para beberla, además deilustracione s”. MulticentroChurchill RD$390.00_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Ocoa: 20 años de vivenciasMarcos Soto Tejeda, el autor deeste libro que no es una historiacompleta de San José de Ocoa,pero que sin embargo es unretrato de la vida en esacomunidad durante los años1940-1960. Lo hace a través detestimonios personales,entrevistas a otras personas,describen los ambientes, lospersonajes de la calle y unabreve historia sobre la fundaciónde esta comunidad del Sur.Librería La Trinitaria, RD$200.00

No esperes a nadie...Las marchas antinucleares en

Japón tienen en Kenzaburo Oe yHaruki Murakami sus dos carasmás notables. En México, CarlosFuentes habla de la violencia, elnarco, el Estado fallido. De Perú yEspaña, ni hablar, porque MarioVargas Llosa estará diciendo algo. Yen nuestro país, ¿qué pasa? ¿Tieneque pasar algo?

Nuestro paisaje cultural es cadavez más calamitoso. Los viejos es-pacios de encuentro, discusión ycreatividad se han convertido enpasarelas de un nuevo-riquismo depoco calibre. El libro muere, irre-misiblemente, porque en el 2011,¡NO HA HABIDO UNA SOLA BI-BLIOTECA PÚBLICA EN LA CAPI-TAL DOMINICANA! De las libreríasni hablar. Un librero dominicano esalguien más valiente que un grupode bomberos en el Sahara. De re-vistas o publicaciones alternativas,nada, sólo alguna foto antigua enFacebook consolando con tiemposmejores y la obsesión por tenermás amigos que Rita Indiana.

¿Y qué pasa con el país? Lo sa-bemos todo: la corrupción es unapicazón irresistible, incrustada yaen los intersticios más íntimos porneuronas inalcanzables para losmás potentes microscopios. Losdiarios no paran de estrenar día adía, como el goteo de una endia-blada llave de cocina, nuevas for-mas de violencia, ante las que sos-pecho Jack el Destripador aparece-ría como un lozano quinceañerobuscando su helado de barquilla.

¿Y qué pasa con los intelectua-les? Ya lo dije: los Grandes Intelec-tuales, aquellos que con sus opi-niones concitaban muchísimasotras opiniones y reactivaban el es-píritu, han desaparecido del esce-nario. Bye bye a Juan Isidro, a PedroMir, mal que bien a Enriquillo Sán-c h ez .

Desde 1978 hasta ahora la inte-lligentsia ha entrado en un decliveevidente. Si antes el antibalagueris-mo aupaba una conciencia crítica,lo que vino con la ascensión de donAntonio Guzmán fue una clase in-telectual más interesada en el cui-

dado de sus ombligos que en unpensamiento de largo alcance. Do-minaron los estrategas de “esto eslo mío”.

Blancos, rojos o morados, la in-telectualidad se cualquerizó. Lasplumas se vendieron al mejor pas-tor. Se cambiaba de bando comousar una nueva pasta de dientes.Pero en esto no hay que juzgar: ca-da quien hace lo que puede y lo quequiere. En eso hay que ser niezs-cheano: que viva la relatividad delos valores. El problema no es quese haya cambiado, porque tambiénes una virtud el tratar de enderezarcaminos. El gran problema es quelas viejas verdades se convirtieronen monedas de uso e intercambio.Los puestecitos se convirtieron enmáquinas de moler inteligencias.Podían construir el Faro a Colón,destruir el jardín de Casa de Bas-tidas o levantar el Metro, y los in-telectuales de turno miraban al cie-lo, como el poeta Li Po. Se me diráahora que esas son aguas de viejosmolinos, pero yo me digo, ¿y quépasa ahora con los temas intelec-tuales? También lo sabemos: que siTrujillo o el 14 de junio, que si esto olo otro, y todo como aguas en el queel gran pez a pescar será algún Mi-nister io.

Como diría el maestro LápizConsciente: “tú no ere ná, tu no eren a d i e”.

1880 ( N A CI M I E NTO ) Emilio Tejera,escritor, abogado y diplomático

nace en Santo Domingo. Se destacó comodiplomático, pues ocupó en varias oportunidadesla Secretaría de Relaciones exteriores y unespecialista de primera en derecho internacionaly realizó importantes investigaciones históricas y

publicó ensayos sobre lapaternidad de Duarte,entre ellos, destacan:Asecendencia paterna dela familia Duarte” y“Duarte y sus amigos” .Murió en Miami en 1968.

LA HISTORIA

1889 ( N A CI M I E NTO ) Nace en Mao elalumno de Ercilia Pepín, el político

y seguidor de Desiderio Arias, Máximo A. Cabral,quien murió combatiendo la ocupación militardel 1916._

1963 (DERROCAMIENTO) -25- Es víctimade un golpe de estado militar el

presidente de la República Dominicana, JuanBosch, primer presidente democrático del paístras el derrocamiento de Trujillo y padre de unade las constituciones más importantes del país.Fue fundador del Partido RevolucionarioDominicano y del Partido de la Liberación.

1863 (ANEXIONISMO) -27- El GeneralGregorio Luperón decide hacer un

movimiento táctico con sus hombres, en su luchacon el ejército español, y se mueve porCotuí-Cevicos desde donde se dirigió a ArroyoB e rm e j o._

1844 (DESAPROBACIÓN) -28- Elcongreso constituyente reunido en

San Cristóbal debatiendo sobrre los postuladosde la constitución Dominicana desapruebaempréstito hecho por el gobierno con elciudadano Hemán Hendrick._

Marivell Contreras

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A RE Í TO 3Sábado 24 de s eptiembrede 2 01 1 H OY

Hispanidad y razaRacismo: Cuál es el verdadero papel que juega la herencia hispánica en lapercepción racial del ser dominicano

La historia dominicana ha pasadopor diferentes etapas desde quela dominación imperial de Espa-ña sufrió un duro revés en los si-glos XVI y XVII debido a la infil-tración de contrabandistas y

aventureros holandeses, franceses e inglesesen la isla La Española. El movimiento de laReforma Protestante promovido por MartínLutero desde Alemania tuvo gran impactoen las poblaciones europeas de tradición ca-tólica. Los luteranos aprovecharon sus viajespara debilitar el poder de la iglesia católicaen La Española y América con sus biblias.

El catolicismo y la lengua española son losdos principales pilares de la hispanidad. Pe-ro algunos escritores interpretaron la histo-ria dominicana con el elemento racial paradiferenciarse de Haití. Con la influencia po-sitivista (XIX) y una referencia nostálgica auna España donde la raza no se debatió. LuisJoseph Peguero, de los fundadores del pue-blo canario de Baní en el siglo XVIII, publicódos tomos sobre «Historia de la Conquista dela Española de Santo Domingo» con trasfon-do hispánico. El primero en 1762 dedicado ala «traspuntada de la Historia General de lasIndias», y el segundo escrito en 1963 incluyela historia sobre el mismo d el cronista donGonzález Fernández de Oviedo (Joseph Pe-guero, Luis. Historia de la Conquista de la Islade Santo Domingo. Museo de Las Casas Rea-les. Santo Domingo, 1975). Peguero defendióla cultura hispánica y consideró a Inglaterray Francia como naciones infernales, exaltan-do el catolicismo y su amor a España y elo-giando a los valientes dominicanos “que hansabido defender a la isla Española”. Luegoapareció en el escenario historiográfico An-tonio Sánchez Valverde quien en 1785 pu-blicó en Madrid «Idea del Valor de la Isla Es-pañola», en la que señala los beneficios quela isla podría garantizar a la monarquía alfomentar la agricultura con grandes plan-taciones de azúcar, café, algodón, tabaco, ca-cao, etc. Con ese sistema de producción, en-tendía que se podía competir con los colo-nos franceses del Oeste y que mermaría enSanto Domingo la producción ganadera.(Campillo Pérez, Revista Clío, mayo-diciem-bre 1996, # 155, págs 42-43).

Por su lado, José Gabriel García(1834-1910) y Manuel Ubaldo Gómez(1857-1945) fueron muy influyentes en lasnuevas generaciones de intelectuales libe-rales y pro-hispánicos como Américo Lugo,Francisco Bonó, José López, Emilio Demo-rizi, Pedro Henríquez Ureña, Arturo PeñaBatlle, Joaquín Balaguer, entre otros. Sin em-bargo, el hispanismo se quedó cojo conAmérico Lugo, padre de la ideología nacio-nalista dominicana, quien menospreciaba lacapacidad política y religiosa de su pueblo. Sidel hispanismo hubiese tal vez surgido elamor propio a la nación misma, Lugo no hi-zo más que sepultarlo mediante su visiónpesimista expresada sobre su país en su tesisdoctoral de Derecho. Tanto el positivismohostosiano como el liberalismo progresistatuvieron su influencia en los intelectualesdominicanos de la primera mitad del sigloXX que discurrían sobre la hispanidad y lainexistencia de la nación. Lugo argumentó:«El pueblo dominicano no constituye unanación. Es ciertamente una comunidad uni-da por la lengua, las costumbres y otros la-zos; pero su falta de cultura no le permite eldesenvolvimiento político necesario a todopueblo para convertirse en nación... Lospueblos ignorantes serán supersticiosos, fa-náticos, intolerantes, inquisidores; pero noserán nunca, no podrán ser religiosos» «Lu-go: el Estado dominicano ante el derechopúblico», en Vetilio Alfau Durán (ed), Amé-rico Lugo: Antología. Santo Domingo, 1949,pp. 40-42).

El que ha defendido con más ahínco en elsiglo XX la hispanidad, es Joaquín Balaguer,quien introdujo el nuevo elemento racialafricano que los pioneros de la corriente his-pánica Luis Joseph Peguero y Antonio Sán-chez Valverde habían manejado con bastan-te cautela. El mulato Sánchez Valverde habíapropuesto un desarrollo de la colonia espa-ñola con una mano de obra esclava de ori-gen africano, y la consecuencia inesperadade ese modelo sería indiscutiblemente un

nuevo predominio de la raza africana en laparte oriental de la isla. Pero sus recomen-daciones se quedaron en letra muerta de-bido a los acontecimientos producidos en lacolonia francesa de Saint-Domingue en elúltimo cuatrienio del siglo XVIII, el mismoperíodo que se corresponde a su polémicaobra: «La Isla al Revés». El menos interesadoen rescatar la hispanidad en Santo Domingoera España, la cual concedió el dominio ab-soluto de la isla a Francia con el acuerdo deBasilea (1795). Con respeto al elemento ra-cial, Balaguer hizo un razonamiento induc-tivo en su obra ya citada para explicar laesencia del pueblo dominicano y escoge aBaní como punto referencial. Defiende labanilejidad o dominicanidad de una manerapersuasiva de tal modo que ningún otro es-critor haya podido superarlo, ni siquiera Eu-genio María de Hostos, Francisco GregorioBillini, Eugenio Deschamps y Joaquín SergioInchaústegui, quienes solían ensalzar las vir-tudes de las familias banilejas. Balaguer sus-tenta: «Baní, región poblada por un grupo defamilias de origen canario, nos ofrece un tes-timonio de lo que sería la sociedad domi-nicana si desde 1809 se hubiera seguido, res-peto a la población blanca del país una po-lítica semejante a la que en 1563 se inaugurópara conservar en su mayor pureza a la po-blación indígena. El núcleo constituido porla sociedad banileja es la Flor de la Repú-blica…». (Balaguer, Joaquín. La Isla al Revés,Editora Corripio, Santo Domingo, 1987, p.61). No entendemos como podría haber unproyecto de preservación de la raza taína siya para los años 1540 se habían escaseado odesaparecido, según el propio Balaguer y elfraile de Las Casas (Ibíd., p. 59). Hay que te-ner en cuenta que los nexos establecidos enla época precolombina entre los indígenasde Quisqueya, Cuba y Jamaica habían crea-do preocupaciones en las clases directorasde la colonia española del siglo XVI.

Al querer reinventar la sociedad domini-cana, Balaguer puso de manifiesto en su re-flexión la fórmula inductiva. La justificaciónanalítica de esa fórmula ratifica sus inten-ciones hispánicas; sin embargo se contra-dice cuando acepta como un hecho irrever-sible la composición mixta del pueblo do-minicano. El autor de «La Isla al Revés » en-frentó un gran dilema al verse imposibilitadode corregir una realidad genética. Él afirma:«Sería infantil negar que una parte de la po-blación de nuestro país es negra y que porsus venas circula, como circula por las deHaití, la misma sangre africana. El mestizajefue pues, un fenómeno común entre ambospaíses, con la diferencia de que en Haití, de-bido a que desde su origen fue mayor la po-blación negra que la blanca, se efectuó enmayores proporciones. (Pag. 189).

Desde el siglo XIX, la nación representabapara la élite liberal dominicana un lugardonde se nace, se vive y se crea una comu-nidad de interés. Así, emergen unas familias

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poderosas que pusieron el prestigio y la in-teligencia como condiciones sine qua nonpara dirigir el Estado. Pero nunca hubo uni-formidad religiosa, tampoco una cultura po-lítica compartida que diera alta prioridad alderecho de integración social y cultural en lasociedad dominicana. Esa falla constituyóun obstáculo que impidió a la sociedad de-sarrollarse sobre la base de los principios deconsentimiento y de respeto de los derechosindividuales. La crisis política de 1844, laspersecuciones de los afrancesados en contrade los Trinitarios y las guerras fraticidas entreanexionistas y restauradores entre 1861 y1864 demuestran que la cultura libertaria noestaba tan arraigada para aglomerar a todoslos dominicanos bajo una sola bandera.

Balaguer se atormenta porque «las auto-ridades coloniales no habían podido desa-rrollar una política de preservación de la pu-reza racial de los españoles, siguiendo los es-fuerzos de las comunidades canarias de Baníque promovían los valores homogenizan-tes». En el fondo, su verdadero afán era labúsqueda de una ley universal que justifiquesu tesis de la hispanidad. Con su derrota in-terior germinaba una esperanza en el por-venir, colocando a los banilejos de ascen-dencia canaria en medio de una empresanueva y como representantes legítimos de laidentidad dominicana e hispánica. SegúnBalaguer, con la veneración de los valoresbasados en la hispanidad y la cristiandad,Baní venía siendo un modelo a seguir por elresto de la sociedad dominicana. Por ello,sustentaba: «Hacer de toda la población do-minicana una comunidad como la Baní, de-bería ser el ideal de todos los hombres queaspiran en el porvenir y no en el pasado laedad dorada de la República». Afirma: «San-to Domingo es el pueblo más español deAmérica». (Ibíd., p. 63). Ahora bien, si los va-lores de la españolidad o dominicanidad de-fendidos por los escritores conservadores ta-les como Balaguer, Peña Batlle, RodríguezDemorizi, entre otros, se basan en tradicio-nes católicas y españolas, deberíamos pre-guntar si naciones como Colombia, Vene-zuela, Cuba y Puerto Rico son también «do-minicanidad» porque tienen los mismos ele-mentos en su proceso evolutivo. La nacio-nalidad es un proyecto de la época post-mo-derna, un movimiento ideológico de progre-so y de civilización vinculado a los principiosliberales para mejorar la sociedad en los ám-bitos educativo, político, lingüístico y eco-nómico. Balaguer inventó una falsa nación apartir de la tesis del blanquismo o europeis-mo. Para ello, puso a los canarios de Baní ylos de la Cordillera Central como centro desu estudio, como gente española que se dis-tinguepor sus rasgos físicos y tradicionesculturales. Logró construir una plataformahistórica a favor de una concepción racista yanti-haitiana sin darse cuenta de que los ca-narios eran racial y culturalmente mezcla-dos desde el archipiélago canario.

WILSON MORFE

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4 Sábado 24 de s eptiembrede 2 01 1H OY A RE Í TO

Hay que creeren algo...

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t oCÁPSUL ASG E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o / Julio González

I n m ig ra ntesa h uye nta do s

(2-2)

C ontinuación de matrimonios denaturales de Islas Turcas y Caicosen Montecristi.El 12 de abril de1890 casó Timoteo Cak, de 28

años, carpintero, natural de Islas Turcas,residente en esa ciudad, hijo legítimo deJems Cak y Sussana Cak, también natu-rales de dicho lugar, con Avelina GualleFuin, viuda, costurera, natural de IslasTurcas y residente en esa ciudad, hija le-gítima de James Fuin y Rebeca Quino,también naturales de dicho lugar.

El 12 de abril de 1890 casó Thomas Ha-milton, de 27 años, carpintero, de nacio-nalidad inglesa, residente en esa ciudad,hijo legítimo de Ceasar Hamilton y Cla-renda Hamilton, naturales de Islas Turcas,con Jane Haven, de 22 años, costurera, na-tural de Islas Turcas, residente en esa ciu-dad, hija legítima de Joseph Haven y SarahHaven, también naturales de Islas Tur-c a s.

El 12 de abril de 1890 casó Richard M.Brown, de 30 años, marinero, natural deJamaica y residente en este pueblo, hijolegítimo de Richard Brown y Mary Brown,también naturales de Jamaica, con Cle-mentina Cox, de 34 años, lavandera, na-tural de Islas Turcas, residente y domici-liada en ese pueblo, hija legítima de Ben-jamin Cox y Susana Cox, naturales ambosde Islas Turcas.

El 19 de mayo de 1890 casó RichardNathaniel Wynns, de 24 años, marino, na-tural de Islas Turcas, residente y domici-liado en ese pueblo, hijo legítimo de Da-niel Wynns y de Elinda Wynns, tambiénde Islas Turcas, con Mary Augusta Murray,de 21 años, costurera, natural de Islas Tur-cas, residente y domiciliada en ese pue-blo, hija legítima de Samuel Murray yHannah Murray, naturales ambos de IslasTu rc a s.

Cabe señalar que en el mismo períodoseleccionado, sólo se suscribieron cuatromatrimonios de dominicanos residentesen Montecristi. Fueron estos:

El 26 de enero de 1890 casó EugenioDeschamps, de 28 años, natural de San-tiago de los Caballeros, hijo legítimo deEugenio Deschamps y Natividad Peña,con Ana Balbina Chávez, de 23 años, na-tural de Guayubín y residente en Mon-tecristi, hija legítima de Juan Chávez y Ce-ferina Calderón.

El 29 de marzo de 1890 casó Rafael Es-pinal, de 22 años, natural de Santiago delos Caballeros y residente en Montecristi,hijo legítimo de Manuel de Jesús Espinal yGenara de Peña, con Balbina de Jesús Ro-dríguez, de 15 años, costurera, hija naturalde Julia Rodríguez.

El 18 de mayo de 1890 casó Manuel deJesús Acosta, de 27 años, de Laguna Sa-lada, hijo legítimo de Manuel de JesúsAcosta y Juana Francisco, con Juana Fran-cisca Peralta, de 18 años, costurera, resi-dente en Montecristi, hija legítima deJuan Bautista Peralta y Guadalupe Sán-chez, naturales de Santiago de los Caba-l l e ro s.

El 21 de abril de 1890 casó Evaristo Ro-dríguez, de 32 años, empleado público,natural de Santiago de los Caballeros y re-sidente en Montecristi, hijo legítimo deMartín Rodríguez y Bernabela Paulino,con Felícita Brito, de 26 años, costurera,natural de Santiago de los Caballeros y re-sidente en Montecristi, hija natural deMeregilda Brito.

Salta a la vista que los apellidos antesmencionados de los naturales de IslasTurcas hoy en día no se conocen en nues-tro país.

¿Fue que no dejaron descendencia?No, la razón de su no presencia actual

en la sociedad dominicana es que a pro-pósito de la matanza de 1937 ordenadapor Trujillo, estos inmigrantes oriundosde Islas Turcas decidieron regresar a susislas nativas, ya que por el color de su pieltemieron ser confundidos con haitianos.

Sólo nos quedan pues sus registros enlos libros de la Oficialía del Estado Civil deSan Fernando de Montecristi.

Desde que la Juana se fue diz-que pa’ buscarse una mejorvida, no supe más de ella. Fi-gúrese usted señor sargento,lo que significa para un hom-bre como yo perder a una mu-

jer como ella, tan atenta y voluntariosa.El capitán de la yola me contó que la vio

por última vez cuando los guardacostas dePuerto Rico la perseguían entre los matorra-les y la Juana gritaba igualito a como lo hizo lamadrugada en que parió a los mellizos.

Recuerdo como ahora que esa noche es-taba a un tris de embarcarme, cuando de re-pente se me metió una gran pendencia porsaber de mi casa y un calambre me caminópor to’ el espinazo.

Pensé que era cosa de aparecíos y antes deque me cogiera la fiebre que le cae a todo elque siente un muerto, desde el fondito de mimala memoria saqué la oración que sirve pa´espantar a las almas en pena, con tan buenasuerte que a los pocos minutos andaba porlos caminos de regreso a la casa de la Juana,que también es la mía.

Y mire usted señor sargento si hay que creeren algo, que me la encontré desmayá encimadel catre. La pobre estaba anegada en los hu-mores que las preñás tiran por su parte cuan-do les falta poco para alumbrar. No me morídel susto porque soy un hombre bragao.

Tita, la comadrona, entró al cuarto. Yo mequedé en la salita y aún cuando sólo nos di-vidía una cortina de plástico, ni tan siquieramiré un momentico hacia donde jurungabaa la Juana porque lo que allí pasaba era cosade mujeres. ¡Por mi madrecita santísima quesus gritos se oían como a diez kilómetros dedistancia!

Hasta tuve el presentimiento de que semoría.

Cuando el solecito mañanero empezó acomerse la neblina, como a eso de las cinco ymedia, un gritico salió de la habitación. Máso menos cinco minutos después empecé aoir como en cadena, dos grititos y dos jipíos.Eso me inquietó. Pero cuando ya me estabadesesperando, la Tita, toda sudorosa, saliódel cuarto y me dijo que por estar comiendomariscos le había pintao a la Juana, no uno,sino dos cabezones.

Y mire si hay que creer en algo señor sar-gento, que a los dos días de estar con mis me-llizos, me llegó la noticia. Me dijeron que ungolpe de ola viró la yola en la que me iba aembarcar y la mar se tragó a esa pobre gente.Ahí fue que acabé de convencerme de queexiste algo grande y poderoso, porque si ustedse fija bien, fueron los dolores de la Juana losque me arrancaron de los brazos de la muerte.Si ella hubiera parío sin esos dolores tan gran-des que me persiguieran hasta la playa, a estaaltura del juego ya fuera comida de los tibu-rones... como ellos, que en paz estén.

No se ría mi comandante si le digo quedesde que nacieron los mellizos no me se-paré por mucho tiempo de mi familia. Ni si-quiera cuando cada dos meses me embar-caba a prima noche para irme a una playa de

Mayagüez, en Puerto Rico, a llevarle a Lo-renzo, mi cuñado, un paquete con el polvitoese que pone a los hombres fanfarrones y alas mujeres chiviricas.

Con lo que Lorenzo me daba por cada en-cargo podía atender a la Juana y los mellossin tener que coger una azada desde la ma-ñanita hasta que se acostara el sol.

Y no es que no me guste bajar el lomo. Loque pasa es que lo poco que produzco en elpedacito de tierra que me dejó mi papá, sipara algo sirve es para caerse muerto delhambre. Figúrese usted señor sargento quela ultimita cosecha que hice fue de yuca, deesas que les dicen vagabunda porque seabren desde que la calientan. Recuerdo quela bendita yuca se me dio como para que mehiciera rico: mucha y buena.

Pero la esperanza dura poco en la casa delpobre. Toda dicha se esfumó con el angurriosode Fulgencio, el comprador. Me salió con unapachotá, hablándome una sarta de pendeja-das para confundirme con una tal oferta y unademanda que según el muy tramposo, teníanla culpa de que el precio de mi yuca bajara. Loque me ofreció fue tan poco que me dio deseode hacerle comer de una tabaná to ́ los se-rones que tenía apilaos en la cocina. Pero conlas deudas pisándome los jarretes tuve quevendérsela pa’ no perderlo todo.

Eso sí, esa misma tarde me juré no tra-bajar nunca más la agricultura... para algo fuia la escuela y si no terminé el octavo cursofue por la muerte del viejo, que Dios lo tengaen gloria.

Desde que murió tuve que ocuparme demi mai y mis siete hermanitos. Usted es undichoso señor sargento que no es el hijo ma-yor, como yo. Los hijos mayores somos unamula de recua: primero a trabajar con el viejoy luego a trabajar por él cuando falta, seaporque se muere o porque se desgarite de-trás de una mujercita, porque como usted yyo sabemos, un pelo de la parte íntima deuna mujer jala más que un tractor. Es por esoque los hijos mayores del campo o la playanos quedamos brutos mientras nos mata-mos pa’ que los más recienticos salgan a ca-mino con los estudios. Al final, hacen sus vi-das y ni se acuerdan de uno, ya viejo y ex-plotao por las lomas o el salitre.

Fue por esa yuca que empecé a dar losviajes a Puerto Rico. Al principio tenía miedo,porque aunque soy de un campo que co-linda con la costa, me crié entre vacas, noentre los tiburones. Pero el caso es que dealguna manera tenía que sobrevivir y ya teníacomo dos años echando estos viajecitos sinninguna complicación... hasta que llegó us-ted con la patrulla.

Y mire si es cierto que debemos creer enalgo señor sargento, que fue precisamente austed al que mandaron de la comandanciap a’ que me cogiera con la mano en la masa.

A usted, a quien le entrego el dinero quemanda Lorenzo cuando le llevo los paquetesdel polvito.

WILSON MORFE

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A RE Í TO 5Sábado 24 de s eptiembrede 2 01 1 H OY

El merengue existíaantes que HaitíL as huellas de la Historia suelen a veces

gritar en voz muy alta, tan alta que nosasusta. Sus rastros profundos suelenconfundir u ocultarse en la maleza tó-

rrida del forcejeo de los tiempos. Hemos porello abortado en un ser incrédulo de sus va-lores, fruto estéril de desidia envejecida,irresponsable en la fe comprometida con laherencia y con los ancestros que nos atan alprestigio heroico de nuestra elocuencia pre ypost histórica. Un lastre inmerecido que em-pequeñece y embrutece nuestro ser, cas-trando los atributos que los versos vírgenesde la creación generosa y del ser que ha sem-brado sus luces en este lugar del tiempo,bien debieran desbordar, elocuentes y lúci-dos, para flamear con orgullo la dimensiónexacta de las honras de nuestras grandezas.

La Historia nos da la razón. Hoy se confirmatodo lo establecido en un artículo publicadohace tres años (Areíto, Oct. 2008), situando,más allá de lo historiado hasta ahora, la pre-sencia remota y vivencial del Merengue. Porprimera vez se confirma el Merengue, comohecho histórico registrado, más de un siglo,antes que surgiera noción alguna de nacióno pueblo haitianos.

La hermosa nota histórica aparece citadaen el libro “The Caribbean”, con subtítulo“The Genesis of a Fragmented Nationalism,del autor norteamericano Franklin W. Knig-ht. En su página 307, inicia el capítulo 11, quedenomina “State and Nationalism in theContemporary Caribbean, con una cita glo-riosa del padre Labat, fechada en la ediciónde su libro en 1743. Reproducimos el últimopárrafo de la cita, sin traducción, para quepuedan apreciarse con más claridad los ar-gumentos:

“I saw it first with the dance… the me-rengue in Haiti, the beguine in Martiniqueand today I hear, de mon oreille morte, theeco of calypsos from Trinidad, Jamaica, St.Lucia, Dominica, and the legendary Guia-na... It is not an accident that the sea whichseparates your lands makes no differences tothe rhythm of your body”.

“Pére Labat, 1743”La primera edición de esta obra del padre

francés Jean Baptiste Labat, citada por Knig-ht: “se publica en Paris en 1722, y la misma esel diario de los 11 años (1694-1705) de es-tancia y viajes de su autor en las Antillas”.Luego, esta elocuente referencia al Meren-gue, madura y definida, tenemos que situar-la dentro de sus experiencias vivenciales an-teriores a 1705, cuando Labat fue testigo delo que afirma. Para que en esas etapas delMerengue fuera éste identificado con la Isla,tenemos que situar ese proceso, como su-cede con todo proceso cultural de larga e

indefinida maduración, entre fenómenosocurridos, necesariamente, dentro de expre-siones de dinámica cultural sintetizadas enel siglo XVII (1600), y que vendrían ajustan-do, depurando y diferenciando su criollezdesde el momento del Descubrimiento.

La palabra Haiti, en esta frase: “the Me-rengue in Haiti”, no puede tomarse como re-ferencia al país ni al pueblo haitianos. Haiti,pueblo o nación, no existía en ese momentode la historia. La palabra Haiti, denominan-do una nación y un pueblo, surge en 1804,más de un siglo después de estos aconte-cimientos, precisamente como alegoría alnombre que los aborígenes daban a su Isla.Es en este sentido, en que está usada la pa-labra por el padre Labat. De haber existido ladenominación Haiti y no Saint Domanguedesde el siglo XVII, hubiera lucido una re-dundancia innecesaria en 1804. Nada se lla-maba Haiti, en ese momento, que no fuera elnombre aborigen de la Isla Española.

La organización “Orbe Quince”, especia-lizada en documentación histórica antigua,publica en su página web la narración deFrancisca Valerio a la entrada de ToussaintLouverture en 1801. La observación aclara-toria de una importante frase en la narracióntestimonial por “OQ”, da respaldo y confir-ma tácita y rotundamente, la certidumbrehistórica de nuestras afirmaciones:

“El día 5 se hizo en La Fuerza (Actual for-taleza Ozama/OQ) revista de los Citoyenes opor mejor decir, los negros (Los vocablos“haiti, haitianos” solo existió (Sic) 3 años mást a rd e / O Q ) .

La obra de Labat fue escrita originalmenteen idioma francés. El libro de Knight, dondeaparece la cita sobre el Merengue, fue escritoen inglés. Es obvio que cuando se reproduceuna cita de cualquier autor, no pueden cam-biarse o desvirtuarse los términos escritosoriginalmente. No existe traducción para lapalabra Merengue en el idioma inglés, perosi la hay en el idioma francés, en el cual fueescrita la cita por Labat. Si se observa, se veráque una frase, dentro del contexto en inglés,está escrita en francés (“de mon oreille nor-t e”), luego no se explica que si existía la pa-labra para denominar la “Mer ingue”, no seusara el término también en francés, comoen la frase citada, si es que existía; luego, par-tiendo de que sí existe en francés el equi-valente idiomático “Mer ingue”, Labat debióhaber escrito “Mer ingue” en francés y no,Merengue, en español. Es claro y rotundoque la “Mer ingue” no había llegado al mun-do aun, en esos tiempos lejanos. De haberexistido, ese era el momento de decirlo. La-bat no hace mención de ella y utiliza el tér-mino en idioma español en una obra enfrancés, que Knight cita en inglés textual-

mente: MERENGUE, y que, lógicamente,denomina la música identificada del criollodominicano, quienes, en ese momento, sonlos dueños de la isla de Haiti o La Española.

La presencia francesa en esos tiempos co-mienza a sedimentarse luego de la ubica-ción de un bolsón de ladrones y delincuen-tes en la isla Tortuga, con fragmentado sen-tido de nacionalidad, no de nación. La in-dolencia española y la “Paz de Nimega” pro -piciaron su diseminación, estableciéndosetoleradamente en la región noroeste de laisla, denominándose Saint-Domangue noHaiti. El gobernador Bertrand D’Oregon di-ligencia traer las primeras cien mujeres quedan base a esta “s o c i e d a d”. Frente a caren-cias obvias, su improvisación es fundamen-talmente enfermiza e indolentemente inca-paz, fatalizando desde su base, el futurocuesta arriba de lo que ha venido a ser lanación haitiana: “Se peinaron de prostitutasy carteristas las cárceles francesas, féminasrescatadas de orfanatos”. (“Written inBl o o d”, Robert and Nancy Heinl, p. 18). Losprimeros negros refugiados allí, son cima-rrones culturizados, “l a d i n o s” escapados dela parte española y luego: “Los primeros es-clavos en St. Domangue fueron autorizadospor Louis XIII, en Junio de 1633… El negociofue solamente un goteo hasta 1664, cuandola Compañía de las Indias Occidentales co-menzó a transportar esclavos a todas las In-dias Occidentales francesas” (p. 25).

Sumemos a este fermento incoherente desociedad, que de ninguna manera tuvo lascaracterísticas de una organizada, cuidada ybien dirigida “Co l o n i z a c i ó n”, como en La Es-pañola, la introducción de la esclavitud di-recta desde el primitivismo africano. Aquellaincisión tribal de rostro fragmentado y le-vantisco, distorsiona aun más la posibilidadde haber logrado, en su síntesis, una sufi-ciente coherencia de circunstancias cultu-rales, que arribaran, en fechas tan tempra-nas y tumultuosas, a expresión cultural al-guna de importancia tan definida y sólida,como luce ya ese Merengue.

El dato invalida, desmantela y deja sin asi-dero histórico para siempre, toda tesis mane-jada hasta ahora alrededor de un “m e re n g u epuer torr iqueño”, una “mer ingue” haitiana yuna “upa o merengue”cubana. Surgidas todas,luego que el dominicano sembrara la honradel Merengue en el corazón del Mundo.

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6 Sábado 24 de s eptiembrede 2 01 1H OY A RE Í TO

“Por ahí María se va”La santa matrona. De cómo la viuda de Trujillo salió del país para europainiciando el exilio de toda la familia del jefe: “haciendo creer que volverían”

L El 28 de agosto se publicó en primerplano la salida de María Martínez viu-da Trujillo que había partido la vísperacon destino a Europa. Le acompaña-

ba su hijo Rhadamés. Aunque al vuelo le die-ron diferentes motivos, y se alegó que la exPrimera Dama volvería a la República, la rea-lidad es que la señora iniciaba el retiro de losTrujillo del país por lo que su travesía cons-tituyó la principal noticia de la semana queconcluyó el tres de septiembre.

Leland Rosemberg, diplomático y hom-bre de confianza del dictador, también partedel periplo, y los familiares que fueron a des-pedirla al “Aeropuerto Internacional Truji-l l o”, declararon que partió en viaje de des-canso, que llevaba a cinco hijos de Ramfis asus colegios en el extranjero y que no eraverdad, como se rumoró, que se había lle-vado sus muebles.

María no regresó jamás a Santo Domingoa pesar de que siete años antes de su muertemanifestó en Miami a Aliro Paulino que ven-dría, ya que había dejado buenos amigos yamigas y además deseaba visitar la tumba desu entrañable Virgilio Álvarez Pina, don Cu-cho. Tampoco tuvo un solo destino en el ex-terior. Llegaban versiones de supuestas ren-cillas con los hijos y de su fortuna presun-tamente perdida en Suiza pues cuando losherederos fueron a reclamar no contabancon “el numero cifrado de la misma”.

La ausencia sepultó los recuerdos de Ma-ría y su influyente y rica existencia como es-posa del tirano. Aparte de que, tal como es-cribió Robert D. Crasweller en “Trujillo, Latrágica aventura del poder personal”, Maríano asistió casi nunca a recepciones, ni re-cibía a diplomáticos ni daba funciones oreuniones, dedicándose más a las necesida-des domésticas de Trujillo y a la adminis-tración del hogar y habría que agregar, y asupervisar negocios que se le atribuían.

No hay muchas fotos de ella en los pe-riódicos ni en colecciones públicas. En el Ar-chivo General de la Nación se conservanmás retratos de su juventud. En la prensaaparece en contadas inauguraciones de losúltimos años del régimen y en actividades desus presuntas “c a u s a s”.

Así que aparte del obsequio de dos “es -padas del Benefactor” que hizo Ramfis alMuseo Nacional y del anuncio de Balaguerde que rebajaría los impuestos que gravabanel comercio del café y el cacao, este viaje fuede alegría para el pueblo, que comenzaba aver señales de destrujillización. Al mes se iríaAngelita. María se alejó con sus nietos MaríaAltagracia, Aída Azilde, Claudia del Carmen,Rafael Leonidas y Mercedes Trujillo Ricart.La despidieron Ramfis, Negro, el generalFrancisco González Cruz y el coronel LuisJosé León Estévez, esposo de Angelita e ins-pector general de las Fuerzas Armadas. Voló

a Nueva York y de allí abordó el trasatlántico“Queen Elizabeth” que la llevó a Francia.

Angelita narró que su madre fijó residen-cia temporal en un apartamento de París yque cuando ella llegó, la recibió “toda vestidade negro, luto que guardó hasta el último díade su vida”.

María volvió a salir en la prensa al llegar aEstados Unidos, y el dos de septiembre ofre-ciendo declaraciones a The New York Times. Lepreguntaron: “Puesto que el epíteto que utilizanlos oposicionistas es “Que se vayan los Trujillo”,por qué han salido Doña María, el capitán Rha-damés y sus nietecitos? Dónde están los demásmiembros de la prominente familia?”

“No se puede estar oyendo tonterías delos enemigos; no podemos oír nada buenoni agradable. Sí puedo asegurar que salí pormi propia voluntad y bajo protesta de todoslos amigos, que no deseaban que me ausen-tara del país”. Al interrogarla sobre el destinode los ajusticiadores contestó que “sólo lajusticia divina puede decir cuál será la suertede los viles asesinos de mi esposo”.

Sobre María. Nació en Santo Domingo el26 de agosto de 1899, hija de Francisco Mar-tínez Peña (Paco), que “vendía pan en uncaballo por los alrededores de la capital”, ySebastiana Alba, españoles. Apareció en lavida del sátrapa en 1928, “amenazando des-truir el matrimonio” de “El Jefe” con Bien-venida Ricardo, como en efecto ocurrió.Apunta Crasweller que la familia de María sedisgustó por las relaciones y le cerraron laspuertas de su casa. “Sin amedrentarse, acep-tó de buen grado la vivienda donde Trujillo lainstaló… Pronto quedó inventado un ma-trimonio para María con un cubano” quenunca apareció, señala.

María trabajaba como secretaria del secre-tario del Tribunal Inmobiliario. “Carecía de ins-trucción académica, pero era razonablementeculta. Con los instintos propios de una aven-turera, era insaciablemente ambiciosa, mate-rialista y estaba ansiosa por relacionarse con

las élites sociales”, afirma Crasweller.El nacimiento de Ramfis fue su carta de

triunfo y la desgracia de Bienvenida, añade,pues se dice que el déspota idolatraba al ni-ño. Pero María siguió siendo una “simplequer ida” hasta que el “p e r í n c l i t o” se divorcióy casó con ella el 28 de septiembre de 1935 encasa de Jacinto Peynado. 19 años más tardecelebraron la ceremonia religiosa.

La describen de gran atractivo físico pesea que después engordó excesivamente. Di-cen que se parecía a Trujillo “en todos losmatices de la personalidad y del carácter. Eraastuta, audaz, egoísta, orgullosa, ambiciosay carente de todo escrúpulo. A diferencia deTrujillo, no tenía momentos de generosidadpero como él, creía totalmente en las virtu-des del dinero”.

Entre los negocios que le atribuyen están lalavandería del ejército, el control de la ferre-tería “Re a d” y otros dos que se asegura le re-portaron las mayores ganancias: los descuen-tos de títulos contra el Gobierno y de los suel-dos por adelantado a los empleados públicos.Se asegura que fue la dueña de una “So c i e d a dBancar ia” que prestaba con una tasa de in-terés del dos por ciento y de una “So c i e d a dComercial e Industrial” con su hermanoFrancisco (Paquito), “que convirtió a éste enuno de los hombres más ricos del país”.

Si María destruyó el matrimonio de Bien-venida, el suyo se vio amenazado por las in-numerables amantes que tuvo “El Insigne”,como Lina Lovatón, su preferida. Pero ellare s i s t i ó .

En el trujillato se le dio carácter de escri-tora y se tenía como autora de dos libros:“Meditaciones morales” y “Falsa amistad”,que se dice le escribió José Almoina. Por esapresunta condición le otorgaron en 1955 eltítulo de Doctora Honoris Causa.

Tras su salida del país residió en Costa Ri-ca, Miami y Panamá, su destino final junto aRhadamés y a María Sousa de Trujillo, sunuera. Sufría de arterioesclerosis pero falle-ció de un edema pulmonar el 14 de marzo de1989. Los años hicieron estragos en su físico.Nadie hubiese adivinado que era ella en lafoto que publicó Aliro Paulino en la revistaAhora en 1982.

Se ha escrito que consideraba a los do-minicanos malagradecidos, que conminabaa Ramfis a vengar “el asesinato” de su padre yque llamaba a Balaguer flojo y débil de es-pír itu.

La muerte del esposo la afectó a tal gradoque se arrojó con desesperación sobre el ca-dáver y Crasweller, de cuyo libro se comentaque tuvo a Balaguer como principal fuentede información, escribió: “Toda la vehemen-te intensidad de su naturaleza, el orgullo, laarrogancia, todas las fieras potencias de suser estallaron furiosamente hasta un puntorayano en el desequilibrio mental”.

María Martínez.

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A RE Í TO 7Sábado 24 de s eptiembrede 2 01 1 H OY

Sábado 2 septiembre 1961.

Sábado 2 de Septiembre.

Viernes 1 de septiembre.

Viernes 1 septiembre 1961.

Jueves 31 de agosto.

Lunes 28 de agosto 1961.

Lunes 28 de agosto 1961.

Domingo 3 de septiembre 1961.

Martes 29 de agosto 1961.

Martes 29 agosto 1961.

Miércoles 30 agosto 1961.

Miércoles 30 agosto 1961.

Domingo 3 de septiembre 1961.Jueves 31 de agosto 1961.

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8 Sábado 24 de s eptiembrede 2 01 1H OY A RE Í TO