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- ( / UNEAC CASA DE LAS AMÉRICAS EMBAJADA DE FRANCIA EN CUBA LA HABANA, 1997 Seleccl6n y traduccl6n de Deslderlo Navarro Intertextualité FRANCIA EN EL ORICEN DE UN TÉRMINO Y EL DESARROLLO DE UN CONCEPTO '" ;;:::;;:::;; ..... 00 ..... COLECCiÓN CRITERIOS Antologías representativas de un autor, país, pro- blemática o enfoque que, al igual que la revista homónima. divulgarán en el mundo de habla his- pana lo más actual e importante del pensamiento teórico cultural que se produce en otras lenguas. Serie Francia en el pensamiento actual: 1.Patrice Pavis: El teatro y su recepción. Semiología. cruce de culturas y postmodemismo. Selección y traducción de Desiderio Navarro. L ,

Antología de intertextualidad francesa

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Antología de Desiderio Navarro que incluye varios ensayos fundamentales para entender la intertextualidad.

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UNEACCASA DE LAS AMÉRICAS

EMBAJADA DE FRANCIA EN CUBALA HABANA, 1997

Seleccl6n y traduccl6n de Deslderlo Navarro

IntertextualitéFRANCIA EN EL ORICEN DE UN TÉRMINOY EL DESARROLLO DE UN CONCEPTO

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<n~~~00

.....

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COLECCiÓN CRITERIOS

Antologías representativas de un autor, país, pro­blemática o enfoque que, al igual que la revistahomónima. divulgarán en el mundo de habla his­pana lo más actual e importante del pensamientoteórico cultural que se produce en otras lenguas.

Serie Francia en elpensamiento actual:

1.Patrice Pavis: El teatro ysu recepción. Semiología.cruce de culturas ypostmodemismo. Selección ytraducción de Desiderio Navarro.

L,

Edición: Rioaldo AcostaDiseno y emplanc: Jorge ChiniqueCubielta: Jorge Chinique y Rinaldo AcostaRealización dc cubierta: Jorge F. Torroclla

o Sobre la traducción: Dcsiderio Navarro, 1996© Sobre la presente edición:

Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)Casa de las Américas, 1997

CRITERIOSCasa de las Américas, 31a. y G, El VedadoLa Habana, 19%.¡SllN 959-04·0039-6

Intertextualité:treinta años después

A Julia Krisleva.con la misma admiri1cíón

de cnlnlH.':cS

T)arís, abril de 1967. Corre el período de efervescencia revoíucionaria quef.- precedió y condujo a Mayo del 68 yen el que lmajoven y brillanle leóricabúlgara, recién establecida en Francia. Julia Kristeva, junto a airas escritoresizquierdislas del círculo de Tel Quel, lucha, apelando al marxismo, el psicoa­nálisis y la lingüística, contra la ideología burguesa de la Glllonomia y la idf!ll­

tidad del sujeto individual, de la cfallsul'G del texto y de su selltido. así comocontra la expresión de esa ídeología en la tradicional explication de lcxtcsacadémica yen el eslructuralismo literario estático. Al igual que su compatrio­la Tn'etan Todorov, también recién llegado, es una gran conocedora de lacul/llra francesa que, al insertarse en la vanguardia teórico de ésta, no sólosigue asimilándola críticamente en profundidad, sino que ahora también co­mienza a enriquecerla con sus obras y, también, con sus cOllocimientos de laciencia literaria y la semiótica eslavas. La prestigiosa revista Critique, en Sl/

número 239, publica el artículo "Bajtín, la palabra, el diálogo y la novela ".escrito por la Kristeva en 1966. Formalmenle, se Irata sólo de una resella ycomentario de dos libros. Problemas de la poética de Dostoievski y La obra deFran~ois Rabelais, del todavía entonces intermicionalmellte desconocido pen­sador s(lviético Mijaíl Bajtín, que habían sido publicados en ruso en Moscú, efl1963 y 1965 respectivamente; sin embargo, el artículo, además de llamar /aatención francesa e internacional sobre la extraordinaria riqueza e impor/afl­cia del pensamiento de Bajtín, inicia un muy personal aprovechamiento de laconcepción bajlíniana de la dialoguichnost' (dialogicidad) -~estrechá/ldola,

por una parte, y ampliándola, por otra, para hacer de ella una práctica críticasubversiva, políticamente lran~formadora, como bien ha señalado Mm!fi'edPfister. I Su replanteamiento radicaí, entre otras cosas, hace desaparecer trm

I Véase "Van Bachtins 'Dialogiútlit' zu Kristevas Ilnlerlexiualilál"'. primera unidad de Sil

estudio "Konzep/e del' {nlerfexlu"liriit", elllnlertextualilllt. Fonnen, Funktioncn. angli"ischcFatlstudien. ed po/' U. Broieh y M. Pfisrer, Tubinga. Max Niellleye/', /985.1'1' J-/ J

la relación intertextual lo fundamental para Bajtín: el diálogo entre personali­dades, entre sujetos discursivos reales o potenciales. Yen su articulo ello sehace visible ya cuando apela a la acuñación y primera introducción explícitadel término "íntertextualíté" precisamente para presentar lo que, según el/a,es:

un descubrimiento que Bajtín es el primero en introducir en la /eorlaliteraria: todo texto se construye como mosaIco de citas, todo texto esabsorcíón y tmnsformación de otro texto. En el lugar de la noción deintersubjetividad se instala la de íntertextualídad, y el lenguaje poéti­co se lee, por lo menos, como dobJe2

Cierto es que, ya desde la Antigüedad, en todos los tiempos había habidotérminos y conceptos para de/erminadasfonnas de relaciones concretas en/reun texto y otro(S) -parodia, centón, palinodia, paráfrasis, travesti, pastiche,alusión, plagio, col/age, etc-, pero el inmediato éxito del nuevo términogeneralizador demuestra que éste hizo posible la clara visualización de unanueva problemática teórica independiente, que interconecta desde el punto devista semiótico no sólo las formas tradicíonales y modernas de intertextualidadya ais/adame~tedescritas y bautizadas, sino también las que están siendo crea­dos por la praxis literaria viva --la pos/modernista, por ejemplo, que ha hecho

/. de la intertextualidad un verdadero objeto de culto, hasta convertirse con fre­cuencia, más que en la "cámara de ecos" del Texto barthesiano, en un"pla(y)giarism ", en un "canibalismo alea/ario de todos los estilos pasados ",para utilizar sintéticas descripciones de Federman y Jameson.,

Sin embargo, ya ese uso de "in/ertextua/idad" en calidad de un "mero"supraconcep/o "taxonómico" cientificofiterario, de poética descriptiva, seapar­/a del propósito original de la Kristeva. res que teóricos como Genelle, R!ffa­terre, Hempfer o Bloom, han restringido el concepto kristeviano en ese yo/rosselJ/idos, frente a los "paninter/extua/istas" pos/estructurafístas como el últi­mo Bar/hes, Derrida, Culler, Lei/ch o Orivel. No hace mucho, Hans-feter Maiseiia/aba que "dos definiciones contradictorias prevalecen y están en guerraen/re si", refiriéndose a la COll/roversia que ya Manji'ed Pfis/er habiapresenta­do como "intertexto universal vs. inter/extualidad e;pecíjica ", esto es, la in/er-

2 J. Kristem, "Bakhtine, le mat, le dialogue etle roman", Critique, nO 239, abril de 1967, pp.440-441. Sin embargo, en uno de los libros glosados por la Krisleva, Problemas de lapoética de Dostoievski, Bajlin había subrayado repetidamente que "(las relaciones lógi­cas y de senlido objelual {predmetnn-smyslovyeJ deben (.. .) devenir posiciones de diver­sos sujetos expresadas en la palabra. para que. entre ellas puedan surgir relacionesdialógicas" (Moscú, Judozheslvennaia Li/era/ura, 3ra, ed., 1972, pp. 312-313). Olro/ex/opublicado en 1979, "El problema de/lexlo en la lingüística, la filología y otras cienciashumanisticas. Ensayo de anólisisjilosójico ", diríase que replica directamente ala Kristeva,si /la hubiera sida escrilo e!!lre 1959 y1961: "El acon/ecimienlO de la vida delleXlo, esdecir, su auténtica esencia, siempre se desarrolla en la frontera entre dos conciencias,entre dos su.jelos. " (M. M. Baj/ín, Litcralumo-krilicheskie stal';, Moscú, Judozheslvennaialileratura, 1986. pp, 477, e/ subrayado es de Bajlín).

lntertexlualilé: trein/a años después vii

textualidad como propiedad ontológica de todo texto o como cuafidad deciertos textos particulares o ciertos tipos de textos. Y dedicaba todo un ensayoa argumentar que "una concepción restringida del término, como la que se hadesarrollado con la intención de hacer más aplicable el concepto, no ~ólo escontraria a la intención original deJulia Kristeva, quien propuso el lerml/lo,sino que tampoco posee ninguna ventaja heurística importante sobre los enfo-ques más tradicionales ", J ,. , ,

El aprovechamiento que, como la dialogiCIdad baJttl1lana a manos de laKristeva, sufrió, a su vez, la intertextlla/idad kristeviana, no siempre ~a !emdoun nivel científico respetable: no han faltado los que emplean como Stl1ml~'~~s

"'nter/extualidad" y "dialogicidad" o "dialogismo ", ni los que {{aman anaftslsi~ter/ex/uales a los más tradicionales trabajos de mera búsqueda de "f~ent:s"O "influencias", Hasta tal punto /legó el empleo abusivo y falaz del tel'mtl1o,que ya en 1974 SU propia creadora decidia abandonarlo y emplear o/ro en sulugar:

El término de íntertextualidad designa esa transposición de u~o (o devarios) sistema(s) de signos a otro: pero, pues/o que ese término hasido entendido a menudo en el sentido banal de "critica de las fuen­tes" de un texto, preferimos el de transposición, que tiene la ventajade precisar que el paso de un sistema significante a otro exige unanueva articulación de lo tético -de la posicionafidad enunClGtlva JIdenotativa. 4

Sin duda, un efecto colateral de la entusiasta acogida mundial que ha teni­do el neologismo es que ----como antes, por ejemplo, el slifijo -ema- ha estlnlll­lado la creatividady la receptividad terminológicas en las ciencias culturales.Por una par/e, ha colltribuido al surgimiento de otros términos que, encerran­do el mismo prefijo ínter-, designan relaciones análogas entre elementos o ~s­

pectos textuales más particulares o másgenerales.: int~r/itulari~ad, mterfigurahly){interpersonajidad}, interdiscursividad, intermedtaltdad, II1terautoraltdad,intersemanticidad, in/ersemiolicidad, intercon/extualtdad .. Por otra, ha propI­ciado la aparición y difusión -la moda, podríamos decir- de términos que,apelando a o/ros prefijos, designan otras relaciones ell/re textos: paratexto,meta/exto, architex/o, intex/o, hipertexto, geno/exto, autotexto, pr%/exto,antetexto, peritexto, cotexto, epitexto, postexto, hipotexto, macro/exto,transtextua/idad ..

Durante los últimos treinta años el término y concepto de intertextualídadsu desarrollo, su discusión, su aplicación analítica a obras concre/as, han dado

J Hans.Peter Maí, "Bypassing 1nlertexlUality: Herm.eneutics, Textual Praclíce, IiYl:~rlexl ",en: Intertextuality. ed. por Heinrich F. Piel!, Berlm-Nueva York, Wa/ler de Gruyltl, 1991,

W N , . . _'J. Kristeva, La Révoluiion du langage poéllque, Pans, SeU/I, 19/4, p. 59-60,

origen a una muy abundante literatura en numerosas lenguas ----del francés, elinglés y el alemán al croata, el finlandés y e/ hebrea--, de /a cual sólo unosmuy camadas textos, han sido vertidos a nuestro idioma, mientras que la granmayoria de ellos --en su original o en su traducción al español- permanecenmuy dispersos y difícilmente accesibles, por razones lingüísticas y/o económi­cas, en librerías y bibliotecas del extranjero. Entretanto, la bibliografia sobrela intertextualidadsigue creciendo ininterrumpida y aceleradamente, con com­plicaciones y eclosiones que un estudioso del tema, el alemán Heinrich Plelt,resumió asi hace apenas cinco años:

, .

Actualmente, "intertex/ualidad" es un término de moda, pero casi todoel que lo usa lo entiende de una manera algo diferente. La multitud depublicaciones sobre el asunto no ha logrado cambiar esta situaciónAl contrario: su número creciente no ha hecho má~ que aumentar laconfusión Un cuarto de siglo despúes de que el término fue acuñadode una manera más bien casual (Kristeva /967), es/á empezando real­mente a florecer. 5

Además de libros monográficos enteros, como Palimpsestos de Genette oEntre estilos de Stanislaw Balbus, y de cientos de artículos sueltos, se vienenpublicando números monográficos de revistas (poétique, 1976; New YorkLiterary Forum, 1978; Er¡IJEllUnKr'¡: Trudy po znakovym sistemam, 1981;Littérature, 1981, 1984, 1988: Revue des Sciences Humaines, 1983: Texte, /983;Canadian Review of Comparative Literature, 1984: American Journal ofSemiotics, 1985; Poetica, 1987; Style, 1989, etc.), recopilaciones de autoresvarios (Intertextuality: New Perspectives in Criticism, 1978; Dialogizitat, 1982:Dialog der Texte, 1983; lntertextualitllt, 1985;" Intertextuality: Theories andPractices, 1990: Inf1uence and Intertextuality in Literary History, 1991:lntertekstuaalisuus. Suuntia ja sovelluksia, 1991; Miedzy tekstami, 1992;lntertextuality in Líterature and Film, 1994, etc.) y bibliografias .(Iasde DonBruce, 1983,' Udo J. Hebel, 1989: Hans-Peter Mai. 1991: Maureen Hawkins,199L).

Al mismo tiempo, el estudio de la inlertextualidad, 'ialmente centradoen la literatura, se ha ido extendiendo cada vez más a airas artes y fenómenosculturales: el cine (gracias a Metz, 1ampolski...), las artes plásticas (por obrade Steiner, Calabrese. Weisslein, Bryson.. .), la música (con los trabajos deKarbusicky, Hallen.. .), el tea11'0, la televisión, etc. Por otra parte, las diversaspero estrechas relaciones del fenómeno de lainterlextualidad con tendencias ypl'Oblemas teóricos de la máxima actualidad, como el postmodernismo, el

5 lieinrich F. Plel/, "/nterlextualities", en Intertextuality, ed. por H. F. Plelt, Berlín-NuevaYork, /Yalter de Gruyler, 1991, p3. Hay una Iraducción al español, por D. Navarra, en elI/úmero especial de Criterios en saludo al VI Encuentro II/Iernaciofwl Mijaíl Baj/ln ,Méxi­co. 5-91"lio 1993).

InterteJt.lUalité: ¡rej,lla ailos después h

poslestructuralísmo, el desconstruccionis/1lo, la cultura camavalcsca, lametaficción O el interculturalismo, pero también la intensa interlex/lwlidad demucha literatura y arte de nuestro fin de siglo, han sobredeternlinado la pOIJII­laridad del tema y se ven abordados por una collSiderable bibliografia. El illle­r~ por la intertextualidad se ha extendido también a las más recientes líneasinvestígativas como son los estudíosfeministas, postcoloniales, gay, lesbianas.raciales, y de la oralidad. Así, hoy podemos hallar trabajos titulados"Un mapapara la relectura: la intertertualidad desde la perspectiva de una ciencia /ite­raria feminista ", "La intertextualidad lesbiana", "Irrupción: Una introduc­ción a raza e intertextl/alídad", "1nterlexlualídad e identidad Cllltural", y asísucesivamente.

Por último, la diversificación temática de los análisis intertextuales de obrasy autores concretos va hoy día desde la Biblia, la lIíada y Aristófanes, pasandopor las novelas medievales del ciclo del rey Arturo, Dante, Don Quijole,Shakespeare y el drama Noh, hasta /legar a Zola. Baudelaire, Wilde, Joyce,E/iot, Rílke, Proust, Bábel, Maiakovski, Hemingway, BeatIVoir, Nabok¿v, Ce­lan, Handke, Gombrowicz, Grass, Clallde Simon, Heiner Mül/er, Bar/h,Barthelme, Saramago, Mongo Beti y Cesaire, entre mllchos otros no menosdiferentes entre sí. También han sido objeto de estudia intertextllal importantesautores contemporáneos de lengua española, como nuestro Alejo CUlpen/ier,Borges, Vargas Llosa, Juan Goytisolo y Gabriel García Márquez, a qllien se

~~c7::;~~::~;;~:~:~n:0~;:~::;:~~~~ef¡e9e;~:::~~~;J!~:~~~~~lJ~ ))yLaTnterte~~a¡id~deÍJ'-G¡¡raaMár(luei:(i'99:¡rdéArnoldM Penuel. E/ltre losprimeros autores cubanos que han sido examinados desde el punto de vista dela intertextualidad, se hallan tres poetas de épocas y obras muy diferentes:Julián del Casal, Dulce Maria Loynaz y Luis Rogelio Nogueras. El artíClllo"Aspectos lógicos de la intertextualidad: para un enfoque semiótico de la poe­sia de Julián del Casal", de Hans-George Ruprecht, pllblicado enfrancés, en1977,en la revista Dispositio (n" 2/4, pp. 1-27), parece ser el primer trabajoqlle abordó las relaciones intertextuales en la obra de un escritor cubano.EntretanlO, el primer trabajo sobre intertextualidad que fue publicado por UI1

investigador de origen cubano es, al parecer, el artículo teórico "Apuntes paraun modelo de la intertextualidad en literatura n, de Gustavo Pérez Firmat, queapareció en 1978, en Romanic Review (n" 69, pp. /-14). No somos categóri­cos .en estas dos últimas afirmaciones, pues así lo impone la lamentable caren­cia de una biblíografia de los estudios intertextuales sobre/de autores cuhanos,lqtinoamericanos o hispanófonos en gel1eral, cl/ya elaboración ya, más quedeseable, es necesaria. Sólo en 1986 se publicaría por vez primera en Cuba,el1la reviSta Casa de las Américas (n" 154, pp. 145-15/), un estudio de IIninvestigador cubano sobre la intertextualidad -sobre sus/armas yfunciones

Nayeli G
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Otra lógica que no es la científica. Enfocada en la escritura.
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La estructura literaria se elabora con respecto a otra estructura.
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Palabra: unidad mínima de la estructura. Inserta en otras estructuras, como la historia y la sociedad.
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La palabra poética sigue una lógica que sólo se realiza plenamente al margen de la cultura oficial.
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Discurso carnavalesco: rompe las leyes del lenguaje censurado por la gramática y la semántica. Al cuestionar el código lingüístico oficial se cuestiona la ley oficial.
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Estudiar el status de la palabra implica estudiar las articulaciones de esa palabra con las otras en la frase.
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Tres dimensiones del lenguaje: el sujeto de la escritura, el destinatario y los textos exteriores.
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Dimensiones en que funciona la palabra: horizontalmente (sujeto y destinatario) y verticalmente (corpus sincrónico y diacrónico)
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El sujeto destinatario no está realmente diferenciado del discurso, sino que forma parte de é. El cruce entre ejes horizontal y vertical puede entenderse como intertextualidad: todo texto es un mosaico de citas.
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Tarea de la semiología: hallar los formalismos correspondientes a los diferentes modos de unión de las palabras.
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La evolución de los géneros literarios tiene que ver con la exteriorización inconsciente de las estructuras lingüísticas.
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Pero, pensamos, en gran medida, en términos de palabras... Kristeva está intentando de aplicar su roland barthaso. Es decir, de imitar la perspicacia de Barthes con el "efecto de realidad" al decir que la interioridad del hombre occidental es un efecto literario limitado.
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Las relaciones dialógicas implican relaciones lógicas y de significación.
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Dialogismo inherente al lenguaje: 1) lengua/habla 2) sistemas de lengua 3) doble carácter del lenguaje: sintagmático (extensión, presencia y metonimia) y sistemático (asociación, ausencia, metáfora)
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Bajtin decía que las relaciones de significación y lógica deben encarnarse (entrar en otra esfera de la existencia) para que se vuelvan dialógicas.
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Diálogo: estructura en la que se lee al otro.
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Escritura: subjetividad y comunicatividad.
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Ambivalencia: inserción de la historia en el texto y del texto en la historia. "Dos vías que se unen en el relato".
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El diálogo y la ambivalencia son el único proceder que le permite al escritor entrar en la historia profesando moral ambivalente: la de la negación como afirmación (?) ¿es negación en el sentido de que se a introducir el discurso de otro?
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La unidad mínima del lenguaje poético, o sea, la palabra, es doble.
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No se puede formalizar el lenguaje poético con los procedimientos lógicos existentes. Debe crearse una "lógica poética".
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Bajtín intentó una teorización dinámica en una sociedad revolucionaria <3.
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La transgresión no consiste en la ausencia de leyes, sino en la creación de una ley otra.
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Relación entre novela polifónica y discurso carnavalesco.
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La polifonía de la novela en el siglo XX se sitúa en el interior del lenguaje.
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El dialogismo implica al doble, al lenguaje y otra lógica.
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El espacio ambivalente de la novela está formado por el principio monológico (determinación de cada secuencia) y el dialógico (secuencias transfinitas)
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Ambivalenia: espacio dialógico y espacio monológico.
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Palabra directa, denotativa. Comprensión objetiva directa. Palabra objetual. Discurso directo de los personajes. Palabra subordinada. LA palabra objetual es unívoca como la palabra denotativa aunque sea objeto de ella. Palabra ambivalente: resulta de la unión de dos sistemas de signos. c)
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Tres tipos de palabra ambivalente: 1. Estilización de la palabra de otro. Imitación. 2. Parodia: el autor introduce una significación opuesta a la significación de la palabra del otro. 3. Polémica interior oculta. Influencia activa de la palabra de otro sobre la palabra del autor.
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La novela es el único género que posee palabras ambivalentes, característica específica de su estructura.
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PAra describir el dialogismo deberíamos recurrir al psiquismo como distancia del autor de sí mismo, como desdoblamiento del escritor en sujeto de la enunciación y sujeto del enunciado.
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El destinatario se vuelve significante en su actitud hacia el texto y significado en la actitud del sujeto de la narración hacia él. El sujeto de la narración se reduce a una no-persona, mediatizada por obra de un éñ. El autor es el sujeto de la narración metmorfoseado por el hecho de haberse insertado en el sistema de la narración, él no es nada, ni nadie, sino una posibilidad de permutación.
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En el origen de la narración, en el momento en que el autor aparece, encontramos la experiencia del vacío.
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En el texto literario, el 0 no existe
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EL sujeto del enunciado (con respecto a sujeto de la enunciación) es análogo al papel del destinatario (con respecto al sujeto)
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La narración se constituye como matriz dialógica por el destinatario al que esa narración remite.
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Ambivalencia de la escritura: organización del discurso (poético) en el nivel de la manifestación del texto (literario).
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Discurso monológico: 1. descripción y narración (épica) 2. discurso histórico 3. discurso científico En todo caso el sujeto asume la posición de 1 (Dios), se clausura la posibilidad de diálogo. Discurso dialógico: 1. carnaval 2. menipea 3. novela polifónica Aquí la escritura lee otra escritura, se lee a sí misma y se construye en una génesis destructora.
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En el estadio épico el hablante no dispone del habla de otro. La estructura de la épica es monológica.
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La lógica épica busca lo general a partir de lo particular, supone una estructura de la substancia.
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El carnaval es esencialmente dialógico. Dos textos entran en contacto en él, se contradicen y se relativizan.
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El que participa en el carnaval es actor y espectador a la vez, pierde su conciencia de persona para pasar por el cero de la actividad carnavalesca y desdoblarse en sujeto del espectáculo y objeto del juego.
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Cf. Lorca.
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Al cuestionar las leyes del lenguaje que evoluciona en el intervalo 0-1, el carnaval cuestiona a Dios, autoridad y ley social.
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En el carnaval el loenguaje puede vivirse en tres dimensiones. El drama se instala en el lenguaje.
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La tradición carnavalesca es absorbida por la menipea y practicada por la novela polifónica.
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El carnaval tiene una dimensión trágica, implica una transformación dialéctica. "La risa es homicidio y revolución" Artaud.
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El diálogo socrático es más un género popular y carnavalesco que meramente retórico.
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En los diálogos, la verdad es corracional y dialógica. Los observadores tienen puntos de vista diferenciados.
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Sincrisis: confrontación de diferentes discursos. Anacrisis: provocación de una palabra por otra.
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El hombre y su actividad son el habla.
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En los díálogos socráticos, una situación excpecional libera la palabra de toda objetividad unívoca y de toda función representativa. Revela las esferas de lo simbólico.
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El género carnavalesco tiene una influencia enorme sobre la formación de la novela.
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La menipea es serie, sus palabras son política y socialmente subversivas.
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Sin distinguir la ontología y la cosmogonía, la menipea las une en una filosofía práctica de la vida.
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Importancia de la palabra inoportuna en la menipea: pensar en la ruptura del kairos como posbilidad del cambio.
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El estatus dialógico de la palabra menipeana explica la capacidad de expresión que vieron en ella los seguidores de la novela polifónica. La escritura menipeana se construye como exploración del cuerpo, del sueño y del lenguaje. Periodismo político de a época. Exterioriza los conflictos políticos e ideológicos del momento.
Nayeli G
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Palabra menipea: lenguaje como puesta en escena y exploración del lenguaje como sistema correlativo de signos.
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La menipea surge cuando la separación entre praxis y poiesis está consumada. De la misma manera en que la literatura deviene pensamiento cuando toma conciencia de sí misma como signo.
Nayeli G
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EL principio de unión de las diferentes partes de la menipea son: la similitud y la contigüidad.
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La menipea se opone a la lógica aristotélica y, así mismo, la novela polifónica desaprueba la estructura del pensamiento oficial, basado en la lógica formal.
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La novela polifónica moderna encarna el esfuerzo del pensamiento europeo por salir de los marcos de las substancias idénticas causalmente determinadas, y busca encaminar el pensamiento hacia el diálogo.
Nayeli G
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Todo lo que hoy se escribe revela una posibilidad o una imposibilidad de leer y de reescribir la historia. Esta posibilidad se anuncia cuando el texto se construye como teatro y como lectura.
Nayeli G
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Hay dos modelos de organización de la significación narrativa. En la estructura novelística polifónica: Primer modelo dialógico: realizado enteramente en el discurso que escribe. El que escribe es el mismo que lee. La estructura dialógica sólo aparece a la luz del texto que se construye con respecto a otra texto como una ambivalencia. En lo épico, una entidad absoluta extratextual relativiza el diálogo hasta eliminarlo y reducirlo a un monólogo.
Nayeli G
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Posibilidades en los marcos del segundo modelo: 1. Coincidencia del sujeto del enunciado con un grado cero: narrador en tercera persona. 2. Coincidencia del sujeto del enunciado con el sujeto de la enunciación: narrador en primera persona. 3. Coincidencia del sujeto enunciado con el destinatario: narrador en segunda persona. 4. Coincidencia del suejto del enunciado con el sujeto de la enunciación y el destinatario. La novela deviene en un interrogatorio sobre el que escribe y muestra la toma de conciencia, por el escritor, de la estructura dialógica del libro.
Nayeli G
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El texto es cita y comentario de un corpus literario exterior. Ambivalencia.
Nayeli G
Nota adhesiva
Texto hecho de relaciones, del cual la palabra es la unidad mínima.
Nayeli G
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EL dialogismo es distinto de la dialéctica en el sentido de que el dialogismo procura ser una armonía y una ruptura como modo de transformación. El dialogismo sitúa el lenguaje como una correlación de textos.
Nayeli G
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Pero ¿cómo describir esa "otra lógica"?
Nayeli G
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Analizar lenguaje y espacio como modos de pensamiento.
ngarcia
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Hay dos tipos de intertextualidad: 1. general, relaciones intertextuales entre textos de autores diferentes. 2. restringida, relaciones intertextuales entre textos del mismo autor.
ngarcia
Nota adhesiva
Según Ricardou hay: 1. intertextualidad externa: relación de un texto con otro texto. 2. intertextualidad interna: relación de un texto consigo mismo.
ngarcia
Nota adhesiva
Autotextualidad: intertextualidad autárquica.
ngarcia
Nota adhesiva
Gide sobre la mise en abyme: la duplicación especular "en escala de los personajes", del "asunto mismo" de un relato.
ngarcia
Nota adhesiva
Hay dos determinaciones mínimas de la mise en abyme: 1. capacidad reflexiva, funciona en dos niveles: el del relato, donde continúa significando como cualquier otro enunciado; el de la reflexión, donde interviene como elemento de meta-significación que le permite a la historia narrada tomarse analógicamente como tema.2. su caracter diegético o metadiegético. Por ello, la mise en abyme es una cita de contenido o un resumen intratextual.
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Hay dos operaciones para mise en abyme: 1. reducción (estructuración por enmarcamiento) 2. elaboración del paradigma de referencia (proyección de un "equivalente" metafórico sobre el eje sintagmático)
Nayeli
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"Soy literatura, yo y el relato que me enmarca"
Nayeli
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Funciones de "la obra en la obra", complejiza la significación y ofrece un marco de lectura que es, a su vez, literario.
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La mise en abyme permite el cierre y la codificación máximas del relato y disminuye las virtualidades semánticas del mismo.
Nayeli
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Hay dos funciones de la myse en abime, una es particularizar (comprimir y restringir la significaciòn de la ficciòn) y generalizar (expansiòn semàntica ddel contexto)
Nayeli
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"Las generalizantes nos colocan ante una paradoja: siendo un microcosmos de la ficciòn, ellas, se superponen, semànticamente, al macrocosmos que las contienen y lo desbordan, terminan por englobarlo."
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Otra variable de las mise en abyme es su colocación en el eje de las contigüidades:1. texto incluye mise en abyme a. presentándolo una sola vez y en bloque b. en fragmentos intercalados c. diversas apariciones 2. las reflexiónes ocmprendidas en a. facilitan la reflexión sobre las influencias 3. el problema se presenta y se resuelve en términos de temporalidad narrativa.
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La aparición de una historia dentro de otra problematiza la concepción del desarrollo cronológico como segmento narrativo.
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Dado que no se puede decir dos cosas al mismo tiempo, la historia dentro de la historia lo dice a contratiempo y sabotea el avance sucesivo del relato.
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Tres especies de mise en abyme según su relación con el tiempo: 1. prospectiva (refleja antes de tiempo la historia por venir) 2. retrospectiva (refleja más tarde la historia terminada) 3. retro-prospectiva (refleja la historia descubriendo los acontecimientos anteriores y los acontecimientos posteriores en su punto de fijación en el relato)
Nayeli G
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La mise en abyme liminar priva a la ficción de todo interés anecdótico, a menos que la cargue, por el contrario, de tensión y exacerbe, gradualmente, la expectativa del lector.
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El destino singular de un ser y de un relato, desde que es atrapado en el orden del símbolo, sólo puede irradiar y devenir el índice de una significación universal.
Nayeli G
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Cuadro de la mise en abyme retro-prospectiva. Obligada a conservar el estado de equilibrio entre el ya de la garantía y el todavía no de la especulación, ella está predestinada a ocupar en el relato una posición no sólo intermedia, sino media.
Nayeli G
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Toda mise en abyme invierte el funcionamiento que la utiliza: reaccionando a las disposiciones tomadas por el contexto, ella le asegura al relato una especie de auto-regulación.
Nayeli G
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Todo sucede como si la reflexión, para tomar vuelo, debiera pactar con una realidad homogénea a la que ella refleja: una obra de arte.
Nayeli G
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La obra de arte reflexiva es una representación, dotada de un gran poder de cohesión interna. Toda mise en abyme aspira a remitir una a la otra dos series de acontecimientos.
Nayeli G
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La obra de arte tiene la posibilidad de funcionar como un embrague genérico: la relación entre el género literario de la obra enmarcante y el género literario (o artístico) de la obra enmarcada se halla condicionada por l las dimensiones de una y otra obra y porque de ese simple hecho resulta que la obra novelística, por poner un caso, salvo excepción, sólo puede contener una novela bajo de forma de un resumen o de extractos.
Nayeli G
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Ejemplos de la mise en abyme autonímica: el Quijote, novela que permanece como proyecto dentro de la novela.
Nayeli G
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embragar: Hacer que un eje participe del movimiento de otro por medio de un mecanismo adecuado
Nayeli G
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El siglo XIX como siglo de la novela. Zola dice que el espíritu del siglo XIX regresó a la Naturaleza, "con su necesidad de investigación exacta", por ello abandona el teatro. "Y es así como, científicamente, la novela devino la forma por excelencia de neustro siglo, la primera vía en que el naturalismo debía triunfar".
Nayeli G
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Ojo: relación entre la fortuna de la mise en abyme de los años sesenta y la Nouveau Roman.
Nayeli G
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La novela policial programa la novela legándole su doble estructura temporal
Nayeli G
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La mise en abyme traba relaciones por un lado con la intertextualidad y, por otro, con la teoría de géneros. Cf. Todorov y Genette.