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Trabajo realizado por: - Ana Centeno López - Lorena García Lobato - Mª Jesús Magro Aguilar
TITULACIÓN: Grado Ed. Infantil CURSO: 2012/2013 GRUPO 3 (Grupo práctico 5) ASIGNATURA: El hecho literario
“ANIMALES EN EL COLE”
ADAPTACIÓN DEL CUENTO
“LA LUZ ES COMO EL AGUA”
Gabriel García Márquez
UN DÍA DE CLASE, los alumnos de 4 años le pidieron a la profesora
hacer una excursión al zoológico.
-De acuerdo -dijo la maestra- si termináis la tarea que estáis realizando,
mañana tendréis una sorpresa.
-¡No! La queremos ahora -dijeron los niños y niñas.
- ¡Hoy está lloviendo y no podemos salir, así que lo dejaremos para mañana.-
contestó la maestra.
La profesora llevaba razón. El día estaba muy malo para ir de visita al
zoo que se encontraba a varios kilómetros de Sevilla, concretamente en El
Castillo de las Guardas.
Al día siguiente, los niños terminaron su tarea más ilusionados que nunca.
¡La sorpresa estaba a punto de llegar!
La maestra tuvo que abandonar la clase unos minutos para hacer
fotocopias. Los alumnos y alumnas aprovecharon este momento para hacer lo
que tanto deseaban desde hace tiempo, ¡ir de excursión al zoo sin salir de
clase!.
La imaginación de los pequeños empieza a florecer y para poder
desplazarse necesitaban un transporte. Entonces montan un autobús con las
sillas del aula. En cuanto se sientan cada uno en su sitio, comienza el viaje.
Durante la travesía se encuentran en un lugar enorme con muchos árboles y
animales:
- ¡ES LA SABANA!- gritaron todos.
Los niños comienzan a ver una gran variedad de animales: leones, cebras,
jirafas, hipopótamos, rinocerontes, etc. Uno de ellos se da cuenta que viene un
león a toda velocidad y avisa a su compañero conductor que acelere para que no
les alcance.
-¡Corre! ¡Corre! Nos persigue un león -grita uno de ellos.
- ¡Más rápido, más rápido que nos alcanza! -grita otro.
En un abrir y cerrar de ojos, se topan con una manada tranquila de
cebras que están bebiendo tranquilamente en un río.
Los niños sorprendidos por las rayas de colores de estos animales,
sacaban entusiasmados las manos por las ventanas para poder tocarlas.
Pero el viaje no termina aquí, más tarde inician un segundo viaje, se
dirigen a… ¡LA SELVA SALVAJE!. Una vez allí, comienzan a entrar por la
puerta todo tipo de animales: loros, serpientes, monos, iguanas, ranas, etc.
Cuando la maestra llega a la clase, debido al alboroto que estaban
provocando los niños y animales, se queda muy sorprendida y casi no podía
articular palabra. Al rato, comienzan a llegar los demás maestros, incluso el
director del colegio.
De repente uno de los alumnos grita: ¡¡¡ CUIDADOOO UN LEÓNNN!!!
Todos atemorizados, comienzan a correr por la clase intentando
refugiarse en cualquier rincón, todos quedaron en silencio para no alarmar al
león, éste solo dio una vuelta alrededor del autobús y siguió su camino.
Maestros/as y alumnos/as subieron al autobús para seguir este
maravilloso viaje, todos muy contentos iban mirando por las ventanillas cada
detalle.
¡¡Mirad que jirafa tan alta!!- dijo uno de ellos.
Maestros y maestras aprovecharon este viaje para que los niños
aprendieran muchas cosas sobre la vida de estos animales.
¿Sabéis qué comen los cocodrilos? Preguntó la maestra.
Uno de los alumnos propuso ir dirección a ver los cocodrilos y así poder
comprobar qué comían…y así siguieron este ilusionante viaje del que
aprendieron muchíiiiisimas cosas.
Al día siguiente, de nuevo la profesora fue a hacer fotocopiar para que
los alumnos realizaran varios ejercicios sobre lo que habían visto el día
anterior en la excursión. Mientras no llegaba, los alumnos volvieron a montar su
propio escenario imitando a animales que habían visto. Cuando la profesora
llegó, volvió a ver todo lo que ella creía que habían imaginado sus ojos aquel día
antes de iniciar la excursión.
Esta vez todo fue más grave. ¡Habían vuelto muchos más animales!
Leones, jirafas, ranas, iguanas, monos… tuvieron que llamar a los especialistas
del zoo y a los bomberos para conseguir atrapar a todos aquellos animales que
se habían escapado.
El pueblo aquel día parecía un pasacalle animalesco, con animales de todo
tipo y de todo color.
Desde entonces, en aquella escuela se creyó, aún más si cabe, que la
imaginación de cualquier niño puede ser mágica, incluso superar la realidad y
conseguir cosas que no todos podemos conseguir.
Vuela, vuela y vuelve a volar
la imaginación de los niños
que no paran de disfrutar.
Varios días pasan con los animales
y en ellos se refugiarán
llegando al aula de 4 años
animales de toda especialidad.
Amigos son todos
pero a los profes un patatús les dará
al ver tanto animal
corriendo por la clase
con total libertad.