Transcript

N U E V A REVISTA DE FILOLOGÍA HISPÁNICA T O M O X X V I NÚM. 1

L A FRAGMENTACIÓN D E FÍDUCIA E N HISPANORROMÁNICO

E L C A R Á C T E R D E L P R O B L E M A

Es bien escaso el número de palabras latinas cuya transmisión al conjunto de los dialectos hispanorrománicos, antiguos y moder­nos, muestra tal complejidad —y complejidad tan instructiva— como F Í D Ü C I A 'confianza' (en un principio, quizás 'confianza excesiva', con la connotación peyorativa de overconfidence en inglés y aun de outrecuidance en francés antiguo) . Este proceso, por cierto muy paulatino, de división y fragmentación, con la consiguiente deca­dencia de la familia entera, merece nuestro interés por varios mo­tivos. Cualquier examen, en laboratorio, de fenómeno tan impor­tante como el desmoronamiento de una unidad orgánica nunca deja de agudizar nuestro conocimiento de la glotobiología; y en este caso concreto, el derrumbe ha sido casi completo: de los antiguos fuzia, fi uza, etc. no sobrevive más, en el fondo, que una sola formación, enteramente aislada para los hablantes de hoy: desahuciado. Así se plantea de nuevo el problema, ya esbozado .con. ocasión de otros trabajos3, de si el mero número de variantes, mal perfiladas y que no se prestan a una neta diferenciación semántica o estilística, no puede llegar a ser un factor importante —quizás el factor decisivo— en la erosión de la voz que encabeza una familia léxica. Otra cir­cunstancia que nos anima a emprender este buceo es el feliz azar de que la aludida fragmentación alcanzó su máximum en una etapa del desarrollo lingüístico sobre la cual proyecta mucha luz un sin­número de fuentes de fácil acceso: sólo los legos y los neófitos opi­nan que los procesos opacos, oscurecidos por la irremediable falta

1 A l u d o a esta situación a lo largo de dos pesquisas anteriores p u b l i c a d a s e n esta revis ta : " L a f a m i l i a léxica laz(e)rar, lazdrar, lazeria: estudios de pa­leonto logía l ingüíst ica" , 6 (1952) , 121-172 y, más expl íc i tamente , " E n t o r n o a l c u l t i s m o m e d i e v a l : los descendientes hispánicos de D U L C Í S " , 24 (1975) , 24-45.

2 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

de documentación, son más apasionantes que los relativamente transparentes.

¿Cómo se explica, si es lícito comenzar una investigación con una conjetura, tal proliferación de variantes en el caso de un abs­tracto de abolengo latino como F I D Ü C I A , que parece pertenecer a una categoría de voces de evolución relativamente lenta y constan­te? Se trata, igual que casi siempre en procesos históricos, de una irrepetible convergencia de factores muy distintos. Dentro de esta constelación, reconocemos como punto de partida, por considera­ciones cronológicas, la coexistencia, ya en latín clásico, de las dos variantes del radical, F I D - (como en F Í D E S 'fe') y F T D - (como en el clás. F Í D - O , E R E y en el vulg. F I D O , * - A R E , testigos fiar y confiar). Puesto que los romances ya no toleraban familias bicéfalas de este tipo, enteramente aceptable en un idioma paleo-indo-europeo, es de esperar, desde el principio, que se produzcan roces y mezclas entre los brotes fe- y fi~. Luego, hubo de resultar algo extraña, para el hablante medio, la estructura de F I D Ü C I A , ante todo el papel del ele­mento (llamémoslo "interfijó") - ü c - , que recordaba vagamente C A D Ü C U S , * A S T R Ü C U S (cf. malastrugo y sus satélites), encajando mal en el conjunto de los abstractos verbales y adjetivales del latín tardío. Como tercera complicación, la que debería causar menor sorpresa al observador de hoy, podemos suponer el titubeo entre formas cultas, semicultas y patrimoniales —típica vacilación de un hablante medieval y aun moderno ante un abstracto, en cualquier territorio latino; por curiosa casualidad, en toscano ha triunfado la variante culta, fidücia, que no ha tenido éxito alguno en espa­ñol. Luego llama la atención —otra fatal coincidencia— que varios segmentos fónicos del prototipo latino: la / inicial, la d intervocá­lica, el grupo —cia reducido a /kja/— ofrecen dificultades muy especiales, capaces de causar repercusiones primarias y aun secun­darias. Así, no sólo conviene averiguar si, en determinada zona, cae o se conserva la -d- latina entre vocales, sino también sacar en limpio qué reverberaciones presumibles podría tener su caída (p. ej., incompatibilidad de las vocales que de repente llegan a ser

contiguas, etc.) . Como si todo ello no fuese suficiente, desempeñan, en la trayectoria de F I D Ü C I A , un papel importante ciertos elemen­tos de actuación muy caprichosa, p. ej., pese al optimismo cientí­fico de M . Grammont, la disimilación de consonantes. Una vez que la mayoría de los hablantes optó por la pérdida de la -d-, el tipo fiuzia, que representaba la etapa siguiente, adolecía del cho­cante rasgo de dos nexos palatales en sílabas seguidas, / f j / y /zj/ , lo cual provocó reacciones distintas: algunos grupos se decidieron en favor de fuzia, otros por fiuza, unos pocos lugares de sesgo con­servador, sin duda, se obstinaron largo tiempo en cultivar fiuzia,

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F Í D Ü C I A " S

mientras en otra parte individuos de mayor iniciativa se apresura­ron a librarse por entero de voz tan molesta. Si se suman todas estas fuerzas independientes, cuyo número excede de media doce­na, se echará de ver que el total de combinaciones posibles resulta muy elevado. Pero aun esta operación aritmética no agota la ri­queza de las posibilidades, ya que no se trata únicamente del sus­tantivo F Í D Ü C I A y de sus antiguos reflejos (fuzia, hucia, fiuzia, fiuza, etc.), sino también de un conjunto muy impresionante de deri­vados finamente matizados: afiuz(i)ar, dasfuziar, enfeuzar, (a)huciar, etc., que en parte sobrevivieron al primitivo y que, de todos mo­dos, ofrecían a los diptongos eu, iu, etc. unas condiciones acen­tuales muy distintas. Así, la fragmentación de F Í D U C I A no tiene nada de misterioso; obedece al juego de ciertas normas y es enteramente previsible como fenómeno general, aunque sigue siendo sumamen­te difícil pronosticar un resultado concreto en cada caso individual.

E L P U N T O D E P A R T I D A E N L A T Í N

Quizás no se haya insistido lo bastante en la paradoja de que el derivado F Í D Ü C I A se conservó largo tiempo en una zona en que no logró arraigar el correspondiente primitivo, a saber el adjetivo F Í D U S 'seguro, digno de confianza'. En efecto, Meyer-Lübke, apo­yándose —en ambas versiones de su diccionario etimológico— en los hallazgos anteriores de Diez y Leite de Vasconcelos 2 , limita el

2 M e y e r - L ü b k e n o r e p a r a e n u n a equivocación gravísima de q u e se h i z o c u l p a b l e J . L E I T E D E V A S C O N C E L O S e n sus " N o t a s fi lológicas ( I I ) " , núm. 19, RHi, 5 (1898), p . 422 (corrí jase e l n ú m e r o de p á g i n a ) . Después de d o c u m e n ­tar las formas feuza (ir. F o r t u n a t o de S. B o a v e n t u r a , Inéditos de Alcabaga, I , 155) y fiuza (que e l p r o p i o L e i t e , t r a b a j a n d o e n e l terreno, recogió e n e l con­cejo de C a d a v a l y e n sus alrededores , p r o v . de Es trema d u r a ) , ambas formas ya ajenas a l portugués l i t e r a r i o , a las cuales agregó e l a p e l l i d o (¿o apodo?) n o r t e ñ o Fiuza, e l f i lólogo de L i s b o a declaró a feuza p r o d u c t o e s p o n t á n e o de F Í D Ü C I A (como si se tratase de F ID-) , e q u i p a r á n d o l o las formas medievales meor, meudo y vertude, c o n lo c u a l fiuza se convert ir ía e n p r o d u c t o secunda­r i o , d e b i d o a l h i a t o ; cf. e l adv . M I N Ü T I ( M ) > ant . meude > m o d . amiude. P e r o n o es así: t ratándose, e n r e a l i d a d , de F I D - , es l a v a r i a n t e fiuza l a q u e más se acerca a la base l a t i n a ; feúza, a lo q u e parece, es consecuencia de u n cruce de fiuza y de fe < F T D E . Es cur ioso observar q u e D i e z , e n 1858 (véase l a 1? e d . d e su EWRS, p . 492, s. v. fiúcia), fue más exacto e n sus i n f o r m e s y más j u i ­cioso e n sus dic támenes de l o q u e l legó a ser M e y e r - L ü b k e h a c i a 1930 (y n o es u n caso ais lado, p o r desgracia) ; t ra jo numerosas variantes , anal izó acertada­m e n t e fucia y hucia c o m o contracc iones de fiucia [es decir , fiuzia] y se equivocó sólo a l o p i n a r q u e desahuciar es u n a voz t a n a n t i c u a d a c o m o las demás q u e c i taba . H u e l g a dec i r q u e l a discusión d e l p r o b l e m a n o se abr ió a m e d i a d o s d e l s iglo pasado c o n e l veredic to d e l i lus t re c o m p a r a t i s t a ; y a e n 1611 S . de C o v a -r r u b i a s , a l registrar afuciar e n su Tesoro, l o ident i f i có como d e r i v a d o de fucia, e n q u e , a su vez, reconoc ió , s i n v a c i l a r , u n representante l o c a l de F Í D Ü C I A .

4 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

área de F Í D Ü C I A a la península ibérica, registrando la forma espa­ñola hacia, que califica correctamente de anticuada (y que, ade­más, pertenecía al estilo arrusticado) ; la portuguesa, fiuza, que indudablemente merecería el mismo rótulo; así como los verbos, de estructura y significación diáfanas, ahuciar (afiuzar) y deshuciar (desfiuzar). Parece que no le llamó la atención al gran compara-tista el que los depósitos de F Í D U S se hallen precisamente fuera de la península, aunque él mismo aduce, con irreprochable rigor, tan sólo el it. fido y el fr. ant. y prov. ant. fi 3 . Semejante enredo revela, en primer término, cierto relajamiento en la conexión del primi­tivo y de su derivado. Luego se plantea el problema, ya más arduo, de relacionar la supervivencia del satélite en una sola variedad del latín hablado, la hispanorrománica.

No creo equivocarme al afirmar que se trata, en el caso de la perduración regional de F Í D Ü C I A , de otra manifestación del esencial arcaísmo del léxico hispanolatino. Este rasgo fue descubierto, ya hace medio siglo, independientemente, por Jud y Bartoli, y en la actualidad parece casi superfino hacer hincapié en fenómeno tan familiar. Pero los manuales que se ocupan de esta peculiaridad subrayan, de ordinario, el mayor arcaísmo (o provincianismo) de las bases léxicas (p. ej., F O R M O S U S frente a B E L L U S ) , haciendo caso omiso de los sufijos 4 . Sin embargo, la longevidad de - I T I E , como

3 E x t r a ñ a q u e e n u n d i c c i o n a r i o tan d e l i b e r a d a m e n t e selectivo como su REIV M e y e r - L ü b k e se haya t o m a d o la moles t ia de registrar , a u n q u e fuese en­tre corchetes, e l esp. y p o r t . fido —dos préstamos pasajeros a l lat ín clásico, c o m p l e t a m e n t e o l v i d a d o s hoy, que n u n c a rebasaron e l uso poét ico, enteramen­te c o n v e n c i o n a l . E n genera l , l a comparac ión de las dos redacciones de ese dic­c i o n a r i o muest ra lo t i b i o q u e seguía e l interés d e l a u t o r p o r l a f a m i l i a léxica e n cuest ión. E l ún ico progreso que se nota r a d i c a e n que , ba jo * A F F I D I C A R E 'con­f iar ' ( § 2 5 8 ) , M e y e r - L ü b k e ofrece, como a l t e r n a t i v a e t imológica p a r a e l sardo affikare ' cons t ru i r e n algo, esperar' , F Í G E R E e n l a p r i m e r a edic ión y, con m a y o r e x a c t i t u d , * F I G I C A R E e n l a revisada (cf. fr . ficher, p o r t . ficar, esp. hincar, e tc . ) .

4 E l caso de -ez es fami l iar ís imo; la única d i f i c u l t a d estr iba e n c o n c i l i a r -ece c o n -ice y -ez e n portugués a n t i g u o . E n cuanto a l o r i g e n de -en e n u n res iduo de abstractos adjet ivales , confieso q u e n o m e satisface h o y l a expl icac ión q u e ofrecí e n u n a n o t a j u v e n i l , d o n d e o p e r a b a con - A G I N E c o m o m o d e l o : " T h e [ L a t i n ] s u f f i x Á G O i n A s t u r [ o ] - L e o n e s e - G a l i c i a n d ia lec ts " , han, 19 (1943), 256-258. H o y l a s i tuación me parece más arrevesada: s in negar r o t u n d a m e n t e q u e e n caste l lano -én a veces corresponde a A G I N E (s i rvan de p r u e b a los ejem­plos de llantén y sartén, cuyos p r o t o t i p o s eran , i n n e g a b l e m e n t e , P L A N T A G I N E y S A R T A G I N E , así c o m o andén, q u e se re lac iona , a u n q u e menos netamente , con A M B A G I N E ) , me d o y cuenta de q u e los dialectos m u e s t r a n u n a bi furcación, y a u n u n a t r i furcac ión : -age(m), -de, -a. Véase m i n o t a , " I n search of p e n u l t i m a t e causes of language change: Studies i n the avo idance of /z/ i n P r o t o - S p a n i s h " , Current studies in Romance linguistics, e d . M a r t a L u j a n y F r i t z Hensey , W a ­s h i n g t o n , D . C , 1976, p p . 27-36; y e l análisis, e jecutado e n o t r a clave, que b r i n d o e n : " S o m e la te- twent ie th-century o p t i o n s o p e n to H i s p a n i c p h i l o l o g y a n d l i n g u i s t i c s " , BHS, 52 (1975), 1-11.

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 5

variante de - Í T I A , al sur de los Pirineos (esp. -ez, port. 4ce y, en lo antiguo, también -ece) y las huellas que parece haber dejado - E D I N E en algunos dialectos asturianos y gallegos (clar-én, rubi-én>

mour-én, hablando de los colores del cielo; además, gord^én, hu~ med-én, rouqu-én 'ronquera', etc.) atestiguan la misma proclivi­dad conservadora en la selección de algunos sufijos característicos 5 . Muy oportunamente, no falta prueba independiente de la extra­ordinaria tenacidad, en perspectiva local, de -ücu (y aun de su pro­ductividad en ciertos sectores semánticos) 6 , de manera que F I D - Ü C -

I A , que jerárquicamente ha de descansar en un tipo adjetival * F I D -

ücus 'excesivamente confiado', disfrutaba de condiciones privilegia­das en la Península. Además, como el latín penetró en la futura España a raíz de la Segunda Guerra Púnica, no se produjo tan rá­pidamente el desgaste de F I D Ü C I A como en Galia o Dacia, cuyas hablas —a consecuencia de la fecha tardía > de la respectiva con­quista y colonización— reflejan un estado posterior del latín.

Ello es que en la familia de F I D E R E no cesaban de producirse cam­bios en gran escala. E l viejísimo verbo F I D E R E , en el cual estaban basados el adj. F T D U S 'fiel' y su opuesto semántico I N F I D U S <infiel ,

>

no se mantuvo del todo; tampoco sobrevivió F I D E N T I A , término filosófico que había acuñado Cicerón, con su habitual talento para inventar neologismos de alto nivel en un ambiente que los necesi-

5 L a m e j o r síntesis sea t a l vez la que preparó R . L A P E S A ("Arcaísmos d e l la t ín h i spánico" ) ; véase su Historia de la lengua española, 4* ed. , M a d r i d , 1959, p p . 63-68.

6 E n r igor , ex is ten dos sufi jos -üc- (al parecer, ambos l a t i n o s ) , cuyos refle­jos se d i b u j a n c o n toda n i t i d e z e n español . P o r u n lado, -ugo, de sabor franca­m e n t e rústico, e n n o m b r e s de animales de poca nobleza , como el esp. a n t i g u o texugo (var. arag. taxugo) = texón, es decir , ' t e jón ' ; e n objetos de t a m a ñ o p e q u e ñ o y v a l o r m í n i m o , como e l d i a l , peúga 'especie de calcet ín ' , etc.; véase e l m a t e r i a l que reuní e n mis "S tudies i n S p a n i s h a n d Portuguese a n i m a l ñ a m e s (I) " , HR, 24 (1956), 115-143, especialmente p p . 131-141. P o r o t r a parte , está

atest iguado en lat ín e l suf i jo a d j e t i v a l -ücus, - A , que a veces sugiere l a m a l a suerte o u n accidente fa ta l , como e n C A D - Ü C U S , con su inequívoca sugestión de u n a caída o u n tropezón; c o n este t i p o enlaza e l sobrenombre (Mal)astrugo ' n a c i d o bajo u n a estrel la in faus ta ' . Este t i p o , m u y d i s t i n t o d e l p r i m e r o , t iene equiva lentes e n las lenguas u l t r a p i r e n a i c a s (fr. malotru y, seguramente, f r . a n t . malfeü, (dur)feü) ; véase a este propósi to e l f i n a l de m i art ículo " A n d e n f ran­j á i s faü, feü, malostru,. ..", TLL, 11 (1973), 177-189. * A S T R - U C Ü S , C A D - U C U S , * F A T - Ü C U S y * F 7 D - Ü C U S f o r m a b a n , p o r l o visto, u n a especie de molécula , c o n cuyo m o t i v o parece legít imo i n v o c a r u n " s u f i j o de m a l a suerte" . P o r o t r o l a d o , c o m o o b s e r v a r o n certeramente A . E R N O U T y A . M E I L L E T e n su Dictionnaire éíy-mologique de la langue latine, 4* ed . , Par is , 1959-60, s.v. F I D O , . . . - E R E , se v i s l u m b r a c ierta a f i n i d a d es t ruc tura l entre A U D A C I A ' a t r e v i m i e n t o ' (de A U D A X ) y F I D Ü C I A , l a c u a l aboga t a m b i é n p o r u n p a r a l e l i s m o semántico, l levándonos a pos tu lar , c o m o sent ido p r i m a r i o de F I D Ü C I A ' conf ianza excesiva' . ¿Se debe a l a superstición e l a b a n d o n o de * A S T R Ü C U S y * F T D - U C U S ?

6 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

taba 7 . Hubo tentativas sueltas de experimentar F Ï D E R E en latín ecle­siástico; otros representantes de esta literatura se mostraron más bien favorables al tipo rival, de aspecto más innovador y quizás de raigambre rústica, * F Ï D A R E , en compañía de * C O N F I D A R E ; de todos modos, un texto que algunos estudiosos atribuyen a Tertuliano luce por primera vez el abstracto verbal F Ï D Â M E N , clara señal, a juz­gar por su À" temática, de la germinación —todavía subterránea— de un verbo en - A R E . Cuando se levanta la cortina y prorrumpen las formas coloquiales en los textos nuevamente compuestos y fijados en los idiomas "vulgares", se observa de golpe el triunfo del verbo (con)fiar y de su derivado (con)fiança —que manifiestan igual pu­janza en francés, provenzal, italiano, español y gallegoportugués antiguos 8. A partir de este momento, está sellado el destino de los

7 Sobre C O N F I D E N T I A e n latín, a l que ya acudían autores t a n ant iguos como N e v i o y P l a u t o , a u n q u e le d i e r o n m u c h o m a y o r re l ieve e ímpetu San J e r ó n i m o y los otros maestros de l a l i t e r a t u r a patrística, sobre su opuesto D I F F I D E N T I A ( C i ­cerón, Salust io , etc . ) , así como sobre confiança, de s fiança y fiança y los cultis­mos —todavía sumamente raros— confidencia y fidencia en l a úl t ima fase d e l e s p a ñ o l m e d i e v a l (E . de V i l l e n a , J . A . de B a e n a , F . Núñez) ver m i m o n o g r a ­f ía : Development of the Latin suffixes -ANTI A and -EN TI A in the Romance languages. B e r k e l e y - L o s Angeles , 1945 (UCPL, 4 ) , p p . 89 s., 91, 104 s.; sobre fi(d)ança, de cédula de c iudadanía ya m u y a n t i g u a , y confiança, más b i e n ca­racter íst ico de las postrimerías de la E d a d M e d i a , ver ib id., p p . 104 y 106; so­bre los equivalentes de estas voces e n gal legoportugués a n t i g u o , ofrezco unos pocos datos ahí m i s m o , en las p p . 133 s.

8 L a s relaciones semánticas y cul tura les ent re los t ipos r ivales confianza y confidencia h a n l legado a ser de l o más e n r e d a d o , c o n s t i t u y e n d o u n p r o b l e m a que exige u n a discusión m u y d e t e n i d a . P a r a comenzar , e l i n g l . confidence abar­ca e l c o n j u n t o de las zonas semánticas de confianza y confidencia y de sus congéneres e n l a mayoría de las lenguas románicas . P e r o a u n dentro de cada i d i o m a r o m a n c e se descubre toda clase de asimetrías. Así, e n español se usan los g i ros de confianza y en confianza ( a l u d i e n d o a re lac iones entre i n d i v i d u o s q u e saben tratar c o n discreción not ic ias m e d i o secretas), pero también se em­p l e a l a frase hacer confidencias (a), de m a n e r a q u e confianza p r e d o m i n a e n e l s ingular , caracter izando u n rasgo h u m a n o o u n a re lac ión entre dos i n d i v i d u o s , y confidencia 'secreto' e n e l p l u r a l , a l u d i e n d o a u n t i p o de comunicac ión ; p o r o t r a parte hay u n a polarización neta e n e l n i v e l d e los adjet ivos : confianzudo ' q u i e n t iene excesiva c o n f i a n z a ' f rente a confidencial ' lo q u e presupone u n m a ­ne jo p a r t i c u l a r m e n t e discreto ' . E l francés d i s t i n g u e , c o n m u c h a suti leza, donner sa confiance à de faire une confidence à y être dans la confidence, un échange de confidences. Parece q u e confiance sugiere u n a a c t i t u d d u r a d e r a de fe depo­s i tada e n l a l e a l t a d de u n a persona, s i n alusión concreta a l a comunicac ión d e secretos, m i e n t r a s confidence subraya p r e c i s a m e n t e ' c ier ta part ic ipación e n u n secreto, caracter izando a l c o n s p i r a d o r . Es más peculiafr d e l español q u e de otras lenguas europeas e l uso jur íd ico de fianza 'garant ía ' , fiador 'garante' , com­prar (vender) al fiado; y, e n l o a n t i g u o , t a m b i é n fiadura, f ia dur ía,* etc. E l ad­j e t i v o confidencial, c o m o término diplomát ico , h a t e n i d o u n a e x t r a o r d i n a r i a f o r t u n a a u n e n i d i o m a s (como e l a lemán y e l ruso) q u e n o h a n absorb ido e l resto de l a f a m i l i a léxica.

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 7

reflejos aislados de F I D Ü C I A ; pero la liquidación de esa herencia será lenta en una cultura que muestra cierta tolerancia a los "arcaísmos", ante todo en el terreno léxico.

La oscilación entre F I D E R E y el efímero F I D E R E apenas si causa sorpresa, dada la abundancia de paralelos y aun antecedentes de tal titubeo, y la presencia de un juego de analogías 9 ; en cambio, pro­duce extrañeza la metamorfosis de - E R E en * - A R E , vulgar, eso sí (juz­gando por el unánime silencio de los autores, aun los de baja condición), pero de arraigo extraordinario (si es lícito sacar conclu­siones de la posterior fase romance). Lo inesperado es que los ha­blantes no se asieran de un mecanismo —fácil de manejar— que, al parecer, estaba a su alcance: para pasar de la segunda o tercera con­jugación a la primera (que las superaba en vigencia), los latinófo-nos podían recurrir —por regla general, sin obstáculo— al radical del participio pasado, extrayendo un nuevo verbo de leve matiz in­tensivo o frecuentativo, así: A U D E R E ( A U S U S ) —> A U S A R E , C A N E R E

( C A N T U S ) —> C A N T A R E , D I C E R E (üICTUS) - > D I C T A R E , S E Q U I ( S E C U T U S )

—> * S E C U T A R E . De ser así, ¿qué impidió a los hablantes acuñar y, luego, adoptar * F I S A R E , que representaría la norma ideal para la transición a la clase más pujante de verbos? Mirando con esmero el corpus, se echa de ver que no faltaban tentativas aisladas de ope­rar con F T S - ; testigo C O N F I S I O - O N I S 'confianza, seguridad'. ¿Por qué fracasaron esos tanteos? Es dudoso, en vista de la distancia semán-

9 C o n razón observa F . H A N S S E N , Gramática histórica de la lengua caste­llana, H a l l e , 1913, § 192, que " l a vaci lación en e l uso de I I y I I I n o t iene i m ­p o r t a n c i a p a r a e l castel lano p o r haberse s u p r i m i d o p o r c o m p l e t o l a tercera c o n j u g a c i ó n " . S i n embargo, M E N É N D E Z P I D A L , Manual de gramática histórica española, 6? ed. , M a d r i d , 1941, § 110 aduce los cuatro casos de F E R V - E R E / - E R E , F u L G - E R E / - E R E , O L - E R E / - E R E y STRTD-ERE / E R E y co inc ide c o n W . M E Y E R - L Ü B K E , Ein-führung in das Studium der romanischen Sprachwissenschaft, 2? ed. , H e i d e l -berg , 1909, § 169 e n pos tu lar u n c a m b i o - E R E > - E R E re la t ivamente t e m p r a n o p a r a C A D E R E , C A P E R E y S A P E R E , e n parte ba jo la presión de H A B E R E . P e r o , f i ­

j ándose también e n desarrol los extrahispánicos , Meyer-Lübke , a d i f e r e n c i a d e l f i lólogo de M a d r i d , n o pasa p o r al to l a evolución e n dirección opuesta , c i tan­d o ciertas variantes vulgares documentadas , a u n q u e escasamente, como M I S -C E R E y R Í D E R E , e n vez de - E R E . H u e l g a dec i r que lo más c o m ú n n o era e l inter­c a m b i o de - E R E y - E R E , s ino e l juego de estas dos desinencias c o n - I R É ; m e j o r d i c h o , l a t endenc ia de pasar de l a segunda o tercera con jugac ión a l a cuarta . Sobre este proceso d i s p o n e m o s de var ios estudios, cada u n o de or ientac ión levemente d i s t i n t a , q u e se a le jan r a d i c a l m e n t e de las ant iguas indagac iones d e A . Bos (1901) y de los hal lazgos de beneméri tos f i lólogos clásicos como K . E . Georges y F . N e u e , e n q u e se a p o y a b a todavía M e y e r - L ü b k e . M e re f iero a los tres artículos de D . A . N E L S O N , " T h e d o m a i n of O í d S p a n i s h ~er a n d -ir v e r b s . . . " , RPh, 26 (1973), 265-303; K . T O G E B Y , " L ' a p o p h o n i e des verbes es-pagnols et por tugais e n - i r " , ib id., 256-264; y T . M O N T G O M E R Y , " C o m p l e m e n t a -r i t y of stem-vowels i n the S p a n i s h second a n d t h i r d con jugat ions ' , RPh, 2 9 (1976), 281-296.

8 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

tica, que # F I S S A R E (de F I N D E R E 'hendir', part. pas. F I S S U S ) , si es que se cristalizó en la Antigüedad tardía l ü , hubiera amenazado por su casi-homonimia la génesis de * ( C O N ) F Í S Á R E . Parece más plausible apelar a la familia de F A T E O R que —máxime con el advenimiento del cristianismo primitivo— ejercía una extraordinaria presión, median­te dos verbos-clave, C O N F E S S Á R E y P R O F E S S Á R E . Como la confianza en el poder divino, la confesión de los pecados y la profesión de la nueva fe formaban un verdadero tríptico de la religión triunfadora, es natural que se haya evitado la proximidad molesta de m ( C O N ) F Í ­S Á R E y C O N F E S S Á R E —conceptos, por cierto, asociables pero de nin­guna manera confundibles. De ahí que se haya desistido de sustituir F Í D E R E por * F Í S Á R E , en pro de una transición de tipo excepcional: F Í D E R E — » * F Í D Á R E . La hipótesis de que fiar y confiar surgieron en un ambiente cristiano se apoya, además, en la conocida afinidad de las nuevas creencias y aspiraciones con vocablos que alardean S Y M - , en griego, y C O M - , en latín: los que se convertían al cristianismo, en el Imperio, rehuían del exagerado individualismo de la cultura grecorromana, en su forma pagana, para sumergirse y disolverse —gustosos y a veces extáticos— en una comunidad de cohesión es­trecha; de ahí, según K. Jaberg y otros observadores, el triunfo de comenzar (ant. -gar) 'iniciar juntos, empezar algo como grupo' n

s

Por último, la conjetura de una arcaica fase cristiana en el desarro­llo de fiar y confiar (téngase presente el testimonio de F Í D Á M E N ,

que pertenece al fondo del léxico patrístico, de ser acertada su atri­bución a Tertuliano) explicaría mejor que cualquier otra suposi­ción la ligera anomalía morfológica: la primera generación de lati-nohablantes, en Roma, abarcaba a pocos individuos enraizados en la tradición gramatical del latín, lo cual coadyuvaría a justificar su predilección por ( C O N ) F Í D Á R E , en daño de * ( C O N ) F I S S A R E y, desde

i ° Se necesita u n e x a m e n m u y c i r c u n s t a n c i a l p a r a d e t e r m i n a r si fesser 'battre e n d o n n a n t des coups sur les fesses', 'battre sur u n b i l l o t ' , ' expédier v i v e m e n t ( q q c h ) 9 presupone u n p r o t o t i p o * F I S S A R E O desciende senci l lamente de fesse, y a d e n t r o d e l m a r c o d e l francés, c o m o o p i n a r o n —creo q u e m u y sen­satamente— los autores d e l Dictionnaire general.

1 1 E l m a g i s t r a l art ículo de J A B E R G ( "Der AIS u n d d ie Bezeichnungsge-schichte des Begri f fes ' H u n g e r ' " , RLiR, 1, 1925, 118-145) conserva aún hoy todo su p r i m o r ; l o discuto e n m i reciente tenta t iva de síntesis, " D e u x catégories d'étymologies ' in téressantes ' " , ibid., 39 (1975), 272-276. M i e n t r a s tanto, h a n sal ido a l u z l a sustancial monograf ía de R . C O R N E L I S S E N , Lateinisch C O M - ais Verbalpráfix in den romanischen Sprachen, RVV, 42, B o n n , 1972, y, a su zaga, varias reseñas, a l g u n a q u e o t r a bastante n u t r i d a . P a r a las palabras q u e enca­beza e l segmento conf- n o de ja de ser provechosa l a consul ta de los artículos de D . C A T A L Á N M E N É N D E Z - P I D A L , " L a pronunc iac ión [ ihante] , p o r /iffante/.

e n l a R i o j a d e l siglo x i " , RPh, 21 (1968), 410-435, y C . L Ó P E Z - M O R I L L A S , " A l ­j a m i a d o akosegir a n d its O í d P r o v e n g a l counterpar t s : Studies i n the R o m a n e e t ransmiss ion of L a t i n C O N - S " , ibid., 28 (1975) , 445-461.

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N DE " F I D U C I A " 9

luego, de F Í D E R E y F I D E R E . Sencillamente no los chocaría tanto el paso de - E R E / - E R E a - A R E , sin recurso previo o simultáneo al radical del participio pasivo 1 2 .

Vuelvo a insistir en la importancia del hecho - a veces desdibu­jado aun por romanistas muy autorizados— de que en latín, clásico coexistían, en completa armonía semántica, los radicales F Í D - y F Í D - , igual que D Ü C E R E 'guiar, conducir, capitanear' y D U X 'capitán, caudillo', etc. De las palabras agrupadas en torno a F Í D - sobreviven en romance, y especialmente en los dialectos hispanorrománicos,

1 2 E n general , n o h a p e r d i d o su va l idez e l p r o n u n c i a m i e n t o l a p i d a r y pe­s imis ta de M e y e r - L ü b k e (loe. cit.): " Ü b e r g a n g z u r ß-Klasse ist selten u n d n i c h t e r k l ä r t " . L a p r i m e r a d i v i s o r i a q u e conviene trazar es la que separa los procesos observables d e n t r o d e l lat ín de los de fecha poster ior . A nadie , desde luego, se le ocurrirá proyectar e l m o d e l o d i rec to d e l fr . secouer e n e l n i v e l d e l " l a t í n c o m ú n " , mient ras se tenga presente e l esp. sacudir. P o r otra parte , están atesti­guados, u n o a l l ado de otro , M E L A R E y M E I E R E (al revisar su Einführung e n 1 9 2 0 Meyer -Lübke se apropió l a idea de J . W a c k e r n a g e l de que M E L A R E repre­sentaba u n a adaptac ión a C A C A R E ) ; o t ra pare ja p o r e l esti lo es M I N U A R E y M I N U E R E . Estos dos verbos t i e n e n e n común u n a semiconsonante —ora /')/, o r a / w / — quizás más c o m p a t i b l e , e n lo fonotáct ico y a u n e n l o morfotáct ico , c o n las desinencias pres ididas p o r A que p o r las d o m i n a d a s p o r E . L a sustitu­c ión de A M B Ü R E R E p o r * A B B U R A R E a tañía n o sólo a l a des inenc ia ; se t rataba de u n a renovación to ta l de la f a m i l i a léxica e n cuestión, proceso c o m p l i c a d o , d e n t r o d e l c u a l e l c a m b i o de - E R E en - A R E n o fue más que u n deta l le . T a m p o c o c o n c u e r d o c o n M e y e r - L ü b k e c u a n d o declara (loe. cit.) q u e es l ícito reconst ru i r , s i n más, * T R E M A R E a base de T R E M E R É . E l d i c c i o n a r i o d e l p r o p i o a u t o r conf ir ­m a e l carácter p a n r o m á n i c o d e l d i m i n u t i v o - i t e r a t i v o T R E M U L A R E (cf. temblar, f r . trembler, etc.) que , p o r o t r a parte , E r n o u t y M e i l l e t v i n c u l a n a l f o n d o d e l léx ico l a t i n o . L a trayector ia correcta es, luego, l a s iguiente : T R E M E R É y, con a u m e n t o m u y o p o r t u n o de e x p r e s i v i d a d , T R E M U L A R E ; a l f i n a l , e n u n a minor ía de las lenguas, falsa regresión a * T R E M A R E , a base de numerosas parejas ver­bales - Ä R E / U L Ä R E . E l i n f l u j o d e l perfecto e n - A V T ze reconoce en l a cristalización de P R O S T R A R E y, e n escala m e n o r , de * S U B S T R A R E , a los cuales M E N É N D E Z P I D A L ,

Manual de gramática, § 1 1 0 (nota 1) , agregó los cul t ismos consternar y pros-temar. Sospecho q u e p a r a mojar, f r . moni Her, etc., es p r e f e r i b l e o p e r a r c o n * M O L L - I A R E (como * A L T - I Ä R E > alear, * B A S S - L \ R E > baxar [fr. baisser, por t . baixar], * C A P T - I A R E > cacar) ; compárese ante todo l a re lac ión de S I N G U L T Í R E c o n sollozar, p o r t . solucar. E l caso de T O R R É R E > turrar parece a i s lado ; a l o m e j o r e l e m p u j e se debe a l a acción de su s inónimo tostar, que e n u n p r i n c i ­p i o debió de representar u n a m e r a v a r i a n t e f recuenta t iva ( C o r o m i n a s , DCEC, t. 1 , p . 15a, s.v. aburar, y t. 4 , p . 5 1 7 « , s.v. tostar, p r o p o r c i o n a v a r i o s datos útiles, pero s i n ofrecer n i n g u n a hipótesis verdaderamente c o h e r e n t e ) . M e pa­rece m u y poco c o i n v i n c e n t e l a con je tura de M . L . W a g n e r de q u e e l jud.-esp. arrepistarse ( C o n s t a n t i n o p l a , B u l g a r i a ) 'avergonzarse' representa u n cruce de regist(r)o y resistir; véase su " E s p i g u e o judeo-español " , REE, 3 4 ( 1 9 5 0 ) , p . 2 9 . B i e n h u b i e r a p o d i d o W a g n e r , e n vez de ci tar su p r o p i a m o n o g r a f í a d e l a ñ o 1 9 1 4 (col . 1 0 8 ) , t o m a r e n c u e n t a lo q u e otros erudi tos (por e j e m p l o W . Si­m o n ) h a b í a n a v e r i g u a d o sobre e l e n c a u z a m i e n t o de gal ic ismos e n judeo-espa­ñ o l : répéter —> re petar, y así résister —> rezistar. E l c a m b i o semánt ico sugiere como marco l a esquivez de u n a d o n c e l l a .

10 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

las siguientes: F I D E S 'fe', F I D E L I S leal , fiel' (y, a su lado, el abstracto F I D É L I T X S lealtad, fidelidad') y P E R F I D I A 'alevosía' (basado en un adjetivo P É R F I D O S , de escasa importancia para nuestro propósito, excepto por el problema concomitante que plantea la función de su prefijo 1 3 . Era casi inevitable que se produjera un roce entre la prole de FTI> (y, muy particularmente, los reflejos de F Í D Ü C I A ) y la de F I D - , por las tres sencillas razones de que a) en lo fonético, i e i se alejaron con el pasar del tiempo, cediendo terreno a la pareja i y e —a excepción de los cultismos; de que b) una alternancia i:e, dentro de una familia de tan marcada cohesión semántica, gradualmente cesó de ser aceptable o, por lo menos, común; y de que, c) en el nuevo ambiente cristiano, la fe en la intervención diaria del poder divino se convirtió en el eje de la existencia humana, con lo cual la confianza (es decir, la F Í D Ü C I A O , para decirlo a la manera del hablante medieval, la fiuza o fiuzia) y aquella fe religiosa llegaron a formar un conjunto inseparable, en virtud de una asociación constante.

Sentado así el problema, echemos una mirada a la supervivencia de F I D - . F I D E S , la palabra-clave, se ha conservado espléndidamente en el Oeste del Imperio, por transmisión oral, a juzgar por el cam­bio de í en e y por la caída de la D intervocálica en los territorios donde la norma del desarrollo espontáneo del habla local exigía su desaparición. Lo notable es que el neologismo netamente cristiano C R É D E N T I A (el cual dejó poquísimas huellas en las fuentes escritas) no impidió el uso de F I D E S excepto en rumano, donde de hecho se le sobrepuso (credintä) 1 4 . Meyer-Lübke recalca la propagación de

1 3 Sobre e l sent ido de este P E R - t i e n e n ciertas dudas los autores d e l preci­tado Dict. étym., equ iparándolo a P E R I Ü R U S ' q u i e n se h a p e r j u r a d o ' : " . . . q u e F o n e x p l i q u e par qui per fidem decipit ( P h . , M o . 500, per fidem deceptus sum), iríais o u per- peut m a r q u e r la d é v i a t i o n " (p. 233a) . Es no tab le que P E R F I D I A y P E R F I D I O S U S también pertenec ían a l f o n d o p l a u t i n o d e l léx ico ; este úl t imo fue acuñado veros ímilmente a imitación de I N S I D I O S O S y M A L I T I O S U S (frente a Í N S I -

D I A E y M A L I T I A ) . E l español comparte , desde luego, c o n los otros id iomas occi­denta les u n a a c t i t u d acogedora hac ia los cul t i smos pérfido, etc.; inc lus ive e l a l e m á n to lera perfid(e) a l l ado de s inónimos más castizos como treulos, hin­terhältig, wortbrüchig, y a u n , en escala m e n o r , e l abstracto Perfidie, mientras

e n inglés perfid está c o m p l e t a m e n t e desusado y perfidy cada vez más raro, pero sigue aceptable perfidioas y está e n boga la i n n o v a c i ó n perfidiousness. L o q u e m á s cuenta e n nuestra reconstrucción, q u e e n e l f o n d o se c iñe a l o p a t r i m o ­n i a l , es e l carácter p l a u t i n o de este r a m o : porfiar, porfía y porfioso pertenecen a l a l a t i n i d a d q u e se d i fundió en la Pen ínsula c o n m o t i v o de la segunda gue­r r a Púnica y así p u e d e n f igurar , según derecho, entre los consabidos "arcaís­m o s " d e l léxico h i spanorrománico . P e r o a b u e n seguro f u e r o n re interpretados n o b i e n t r iunfó e l c r i s t ianismo, prestándose a u n a asociación —en tono des­deñoso— c o n paganos, judíos , herejes y toda clase de inf ie les tercos.

1 4 A juzgar p o r las formas de los representantes de C R É D E N T I A , este neolo­g i s m o se derramó p o r conductos orales, desde l a costa d e l At lánt ico hasta e l

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 11

FiDES a l c í m r i c o , es d e c i r , a l gales m e d i e v a l 1 5 ; h a y m á s : e l i n g l . faith e s t á b a s a d o e n e l fr . ant . feid, feit, c u y a d e n t a l o i n t e r d e n t a l , y a

l i t o r a l d e l M a r N e g r o : port , crença, f r . créance y croyance (con di ferenciac ión s e m á n t i c a ) , etc.; n o cabe d u d a de que e l esp. creencia p resupone *creyença e n l a capa pre l i t e rar ia , i g u a l que fimencia, en a n t i g u o r i o j a n o , nos l l e v a a pos tu lar *fimiença, con c a m b i o de e e n i ante /j/; véase m i trabajo, o ja lá n o entera­mente a n t i c u a d o , " T h r e e Spanish-Portuguese etymologies : pendencia, primen-cia, fimencia", RR 35 (1944), 307-323. D e hecho, C R E D E N T I A deber ía a n d a r a c o m p a ñ a d o de u n asterisco, y así l o c i taban M e i l l e t y Meyer -Lübke , práct ica a l a q u e m e adherí e n m i monograf ía d e l año 1945 sobre los dos sufi jos ge­melos . Después, reparé e n q u e unos pocos textos redactados e n lat ín medie­v a l , de sabor eclesiástico, traían esta p a l a b r a —según t o d a p r o b a b i l i d a d , a tí­t u l o de lat inización de u n a voz v u l g a r . E n n i n g u n a época y e n n i n g u n a zona h a per tenec ido a l léxico f o r m a l de l a Iglesia.—Sobre l a relación de F I D Ë S a C R Ë -D E R E conviene tener presente e l j u i c i o de M e i l l e t , magis t ra lmente f o r m u l a d o : " L e verbe F Î D Ô n ' a jamais que cette v a l e u r pro fane à toute é p o q u e . M a i s l ' i n t r o d u c t i o n d u chr is t ianisme est venue rendre à C R E D O et à F I D Ë S u n rôle r e l i ­g i e u x , q u a n d C R E D O a été affecté à t r a d u i r e gr. mcTEÚco et F I D E S à t raduire m o " u s . E t a i n s i F I DES s'est remis, e n p l e i n e période r o m a n e , à servir de substan­tif v e r b a l à C R E D O . M a i s i l y avait là u n e s i t u a t i o n fausse; et, su ivant u n pro­cédé courant d u l a t i n (type B E N E V O L E N T I A e n face de B E N E V O L Ë N S ) , o n a fait * C R E D E N T I A , q u i est représenté d ' u n e extrémité à l 'autre d u d o m a i n e r o m a n " (MSL, 22, 1920-1922, p . 218; cit . e n DÉLIA, p . 1485) . Se trata de l a conclusión

de u n a suculenta n o t a de M e i l l e t ( " L a t . credo et fidës"), q u e aspira a demos­trar que e l p r o p i o p a r a d i g m a de F I D Ë S , F I D Ë I . . a f í n a l de S P E S pero d i s t i n t o de SEDES, revela u n a contaminac ión de F I D - y C R Ë D Ë - .

1 5 E l breve art ículo de Meyer -Lübke (núm. 3285 de su d i c c i o n a r i o ) en­c ier ra varias sorpresas. Así, no se c o m p r e n d e e n absoluto p o r qué , a juzgar p o r su uso de corchetes, sospechaba en e l esp. fe —a d i f e r e n c i a d e l port , fé— u n semicul t i smo. A lo m e j o r suponía (y nos consta q u e ta l hipótesis era equi ­vocada) q u e l a caída de la d causaba d i f i c u l t a d , t o m a n d o como n o r m a l a re­lación d e l por t , grau a l esp. grado (núm. 3831) ; pero n i de esto hay seguri­d a d , ya que , ba jo N Ï D U , tachó de voz e r u d i t a . . . ¡al esp. nidal E n r e a l i d a d , es precisamente l a l u c h a reñida de (d)esnúo y (d)esnudo, de nio (cf. niego) y nido, de peaña y pe(l)daño lo q u e más caracteriza e l español e n su período f o r m a t i v o . T a m p o c o convence e l alegato de q u e e l l o g . fide (y, p a r a c i tar o t ro e j e m p l o sardo, nudu) sean toscanismos. P o r úl t imo, parece v i o l e n t o separar genét i camente las interyecciones d e l esp. ant . a he ¡a fe y (a)fe, d e c l a r a n d o ésta u n arabismo (núm. 4089A) y aquel las dos, reflejos de F I D É S . Nótese q u e la f o r m a t ípica d e l español , hasta f ines d e l siglo x v i , era fee: l a favorecía Bar to lo ­mé de las Casas —véase M . B A T A I L L O N , BHi, 52 (1952), p . 310 (nota 1) ; f igu­r a b a e n u n d o c u m e n t o v a l l i s o l e t a n o d e l a ñ o 1583, cf. BRAE, 31 (1951), p . 307; l a s a n c i o n a r o n B o n i l l a y S c h e v i l l e n su edición d e l Quijote (t. 4, p . 146) . P e r o también asoman, e n los manuscr i tos d e l Fuero Juzgo y e n ciertos d o c u m e n t o s asturianos, las var iantes medievales fed, fet ( M E N É N D E Z P I D A L , Manual de gra­mática, § 6 3 : 1 ) . D e m a n e r a que , como m e d i d a p r e v e n t i v a c o n t r a l a erosión, se conservaba l a -e á tona c o n m a y o r tenac idad precisamente d o n d e había des­aparec ido e l sostén consonant i co . C r e o que así se e x p l i c a t a m b i é n la larga resistencia de l a f-, a u n q u e p u d o coadyuvar cierto i n n e g a b l e m a t i z re l ig ioso ; m e a n i m a a pensar así e l p a r a l e l i s m o de feo ~ hedo (Libro de buen amor, Libro de miseria de omne), e n u n a f a m i l i a léxica que ya carece de c u a l q u i e r ins inuación eclesiástica. L a reducción de fe de a fe se observa t a m b i é n e n ant i -

12 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

casi lábil, seguramente fue reforzada por la consonante final de truth, en un ambiente de simbiosis romano-anglosajona 1 6 .

Es apasionante la historia de F I D E L I S , ya en el nivel del latín, a causa de varios homónimos de parentesco dudoso y a consecuencia de la luz que su biografía proyecta sobre el sufijo - É L I S , de uso bas­tante limitado 1 1 . En algunos romances este adjetivo evolucionó con toda espontaneidad; testigo el fr. ant. feeil > feoil —descartado por último, es cierto, en favor del cultismo fidèle. A l sur de los Pirineos, fuera de la zona navarro-aragonesa, se mantuvo la pronunciación culta tan sólo en el caso del nombre de pila (Fidel); el adjetivo que salió airoso de la lucha entre varias posibilidades fue fiel (en un principio, fiel), analizado por lo común como semicultismo en vista de la pérdida de la d pero, simultáneamente, la conservación del timbre de la primera vocal. Aun siendo así, no hay óbice a que haya figurado, como factor secundario, la presión de (ajfiar, confiar, etc., es decir, de voces remotamente congéneres cuya i no es debida al cultismo, sino que sencillamente continúa, de manera orgánica, una Î latina. No me detengo aquí en el examen de fieldad, voz que pasó por muchas peripecias antes de sucumbir al ataque del cultismo ri­val fidelidad, por haberme ocupado de tal problema ya en otra ocasión 1 8 . Pero sí llamo la atención sobre el contraste entre la i en

g u o toscano; p o r ej . e n M e o d i Scemone, a u t o r sienes de f ines d e l siglo x m ( G . P I C C O L I , ZRPh, 68 [1952], p . 9 8 ) .

1 6 Véase e l ju ic ioso d i c t a m e n de C . T . O N I O N S (en colaboración con G . W . S. F r i e d r i c h s e n y R . W . B u r c h f i e l d ) , The Oxford dictionary on English etymology, O x f o r d , 1966, p . 343a.

1 7 M i e n t r a s E r n o u t y M e i l l e t , conservadores e n este respecto, separaron e l t é rmino cerámico F I D E L I A d e l brote a d j e t i v a l de F I D Ë S , J . T r i e r , d o m i n a d o p o r su h a b i t u a l a t r e v i m i e n t o e n l a defensa de sugestivas agrupaciones etimológicas, acar ic iaba l a idea de u n a conex ión entre F I D E L I A 'e imerart iges Tongefáss , z u m E i n m a c h e n v o n K r a u t e r n u n d Früchten , a u c h z u m L a g e r n v o n W e i n u n d ais T ü n c h k ü b e l ' y F Ï D Ô , F Ï D U S , F I D Ê S , F O E D U S ; véase " T o p f " , ZDPh, 70 (1947-49),

341 s. Además exist ía e n latín, c o n c o m p l e t a a u t o n o m í a , y l a r g o t i empo a tí­t u l o de " p l u r a l e t a n t u m " , F I D E S - I U M (fem.) como designación de u n ins t ru­m e n t o de música ('especie de l i r a o cítara' , l i t . 'cuerdas de l a ta l l i r a ' = crcpíSes); de esta voz los hablantes t e r m i n a r o n p o r extraer e l s ing . F I D E S -IS —homónimo, p o r l o menos e n parte d e l p a r a d i g m a , de l a voz q u e d i o m a r g e n a fe.

1 8 A c e r c a de fieldad y sus variantes n o hay neces idad de repe t i r lo que ya q u e d a expuesto e n u n trabajo a n t e r i o r : The dérivation of Hispanic "feal-dad(e)'\ e(fieldad(ef, "frialdad(e)", B e r k e l e y - L o s A n g e l e s , 1945 (UCPL, 1 :5) , p p . 187-211 y las varias reacciones críticas q u e provocó (J . H . D . A l i e n , J r . , M . A l v a r , V . B u b e n , G . G o u g e n h e i m , F . L e c o y , L . M o u r i n , K . S. Roberxs y H . F . W i l l i a m s ) . Juzgando retrospect ivamente a q u e l l a tenta t iva de expl i ca ­ción, o p i n o que n o aprecié lo suf ic iente l a aversión de los hablantes a l d i p ­tongo ié e n sí laba protónica . F u e p o r lo vis to e l c a m b i o de fiel en e l monosí­l a b o fiel e l q u e arrastró l a i n o p o r t u n a t ransformación de fieldad en fieldad, p r o v o c a n d o toda clase de tanteos (fealdad, fidelidad —que tr iunfó a f i n de cuentas, e tc . ) . E n a q u e l l a fase n o era l íc i to a ú n acentuar alguien e n l a a, y se

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N I>E " F I D Ü C I A " í a

P E R F I D I A (que no ha dejado vestigios en la zona ultrapirenaica) y la i del esp. porfía, que presupone más bien * i que í. Siempre nos queda, como último recurso, una apelación a la hipótesis de un se-•micultismo; pero este deus ex machina cuadraría mal con la total pérdida del segmento - D I - en romance. Tomando en cuenta estos fac­tores, parece lo más verosímil suponer que el importante verbo por-fiar, acuñado ya dentro del complejo hispanorrománico, se arrimó a fiar, confia?, etc., los cuales, según nos consta, perpetúan la vocal larga de F I D É R E / * F I D A R E ; es decir, porfía y su satélite porfioso, am­bos relativamente aislados (el reflejo "ideal" de P E R F I D I A hubiera sido algo tan grotesco como *perfeya o *perfea), se adhirieron al verbo correspondiente, que por feliz coincidencia logró salir del ais­lamiento, asociándose a una familia verbal de extraordinaria pu­janza. En particular desafiar, que parece remontarse a los albores de la Edad Media (testigos défier y méfier en francés; cf. el ingl. defy —> de fian ce), pudo prestar mucha ayuda a la cristalización de porfiar 19.

E J E M P L O S D E C O N T A M I N A C I Ó N E S P O N T Á N E A D E F Í D - Y F I D -

Establecida la afinidad intrínseca de F Í D E R E / F Í D Ü C I A y F Í D E S , e inferida de ella la alta probabilidad de amalgamas, es instructivo observar cómo fe(e) desaloja el segmento fi- etimológico en toda cla­se de productos de F I D Ü C I A . Para comenzar, asoma en varias regiones de la Península la variante fe(d)uza, sin que se vea que la conser­vación o caída de la -d- ejerza mucho influjo en el rumbo que sigue el desarrollo. Así, en antiguo portugués dejó huellas una forma más o menos efímera feuza: " E eu ey feuza e Nosso Ssenhor" 2 0 ; segura-ev i taba a nadie, a favor de na di o de nenguno, p o r q u e t a m p o c o estaba predis­

puesta la gente a r e c u r r i r a l d i p t o n g o e n sílaba postónica . 1 9 D e l a h i s t o r i a —en sí, m u y c a u t i v a d o r a — de porfía y sus satélites cabe

evocar aquí u n solo e p i s o d i o : e n portugués a n t i g u o todavía se e m p l e a b a la f o r m a perfia, p a r e c i d a a l a presunta base l a t i n a , s iendo los g iros tomar (o fil-har) perfia en a l tamente características de los ant iguos cancioneros . Véase M . R O D R I G U E S L A P A , " O texto das Cantigas a"amigo", A Lingua Portuguesa, 1 (1930-31), p . 81; y téngase presente e l por t . ant . pera = esp. ant . pora ' p a r a ' .

N o satisface hoy lo q u e trató de sacar e n l i m p i o sobre porfía y porfiar M A X K R E P I N S K Y , Inflexión de las vocales en español ( t rad. de V . G a r c í a de D i e g o , RFE, A n e j o 3, M a d r i d , 1923, § 4 1 : 2 ) , p o r la senc i l la razón de q u e e l desarrol lo sub iudice n o t iene n a d a q u e ver c o n l a meta fon ía (éste era e l s ign i f i cado de " i n f l e x i ó n " , hace m e d i o siglo, e n M a d r i d ) , s ino que g i r a a l r e d e d o r a) d e l siste­m a de conductos de transmisión (de ahí ciertas formas semicultas , de aspecto h í b r i d o , c o m o porfidia y proh idia, a las que ya a ludió Diez) ; b) d e l t rueque de d e t e r m i n a d o s pref i jos , y c) d e l juego de las var iantes de los radicales F I D - y F Í D - . C l a r o está q u e F A S T Í D I U M n o e jerc ió e l más m í n i m o i n f l u j o sobre esta f a m i l i a léxica .

2 0 " V i d a de E u f r ó s i n a " , f. 47r; véanse los " A n c i e n s textes p o r t u g a i s " , e d .

14 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

mente fue acentuada en la u. Por otra parte, ya constaba a los filó­logos de vieja formación que los manuscritos de Berceo vacilan entre fe(d/tizado y fiuzado, arrimándose éste a fiuzante y fiucial, mientras quedan bastante aislados aquéllos 2 1 . A l lado de feúza bro­tó, indudablemente, *feúzia, tratándose en ambos casos de fiuza o fiuzia contaminados por fe; la forma reconstruida es la que presu­pone el verbo (reflexivo) feuziar, sin que haya necesidad de pro­yectar A F I D U C I A R E ya en el nivel del latín popular 2 2 .

Este padrón básico de alternancia fi- ~ fe- se repite con varios prefijos, sin que se vislumbre la más leve tendencia hacia una bifur­cación semántica a base de la forma del radical.

Así, pululan en los antiguos textos —ora en prosa, ora en verso-ejemplos de afiuziar, forma que no desdeñaba el copista del ms. S del Libro de buen amor, que encontró Horning en los Mitteilun­gen aus dem Escurial de H . Knust, a que acudió Alvaro Mendes da Costa, Duque de Mitilene, en su carta a la reina Isabel de In­glaterra, y cuya importancia Menéndez Pidal ya subrayó desde la primera edición de su gramática histórica 2 3 . Pero tampoco falta

J . C o r n u , Ro, 1 (1882), 362.30. A este pasaje a lude A . H O R N I N G , Zur Geschichte des lateinischen C von E und I im Romanischen, H a l l e , 1883, p . 102.

2 1 P a r a l a Vida de Santo Domingo de Silos se p u e d e aprovechar la edic ión cr í t ica de J . D . F i t z - G e r a l d (1904), a u n q u e causa desengaño e l s i lencio d e l g losar io . P o r o t r a parte , desparrama u n tesoro de datos pésimamente organ i ­zados R . L A N C H E T A S , Gramática y vocabulario de las obras de Berceo, M a d r i d , 1900, p p . 355, 356 y 365. C o m b i n a n d o y f i l t r a n d o estos materiales , se echa de v e r que los manuscr i tos de Berceo v a c i l a n entre formas c o n y s in d (castella­nas éstas, r io janas aquéllas) : fi(d)anca, fi(d)el, etc.; cf. pie des 'pies ' . E n l a c o p l a 339« , e l texto de F i t z - G e r a l d , basado e n e l ms. E , a d o p t a l a lección feuzado, m i e n t r a s e l ms. H y V e r g a r a o p t a r o n p o r fiuzado; e n la' copla 688rf, e l ms. E b r i n d a feduzada (la c o p l a entera fa l ta e n e l ms. H ) . Feduza ' conf ianza ' f i ­g u r a e n los Loores, 2d: " M a g u e r l a t u feduza n o n l a p u e d o p e r d e r " ; pero e n l a Vida de San Millán se lee feúza (323d: " O v i e r o n g r a n feúza de seer a l l u m -n a d o s " ) . Fiuzante o c u p a u n l u g a r más modesto e n e l léxico de Berceo. Desde luego es notab le q u e precisamente e n l a l e n g u a d e l hagiógrafo y propagandis ta r e l i g i o s o p o r a n t o n o m a s i a se haya p r o d u c i d o c o n t a l f recuenc ia e l cruce de fe y fiuza.

2 2 Véase la p . 219 de la edición de C . G . A l i e n de L'ancienne versión espa-gnole de (íKalila et Digna", M á c o n , 1906.

2 3 V e r d a d es q u e e n este pasaje (1256d) e l m a n u s c r i t o de T o l e d o de J u a n R u i z ofrece -avan e n l u g a r de -iavan. H O R N I N G , op. cit., p . 91, e x p l i c a m a l afiusiar (es decir , -ziar como brote d i rec to de fiuza, y —des lumhrado p o r e l e x t r a o r d i n a r i o éx i to de q u e gozaba e n a q u e l entonces l a " L e y de V e r a e r " — a ú n peor e l t r i u n f o de la z sobre l a c e n u n m a r c o prosódico, pero acierta c o n su alusión a las Mitteilungen aus dem Escurial, T ü b i n g e n , 1879, p . 409.8. L a carta d e l D u q u e de M i t i l e n e q u e cont iene afiuciado ' c o n f i a d o ' q u e d a i n c l u i d a e n la antología de F . K O B L E R , A treasury of Jewish letters, L o n d o n , 1952, p p . 380 ss.; comenta e l pasaje e n cuestión M . R . L I D A D E M A L K I E L e n su ensayo " C a r t a s j u d í a s " , Davar, 1954, n ú m . 50, p . 103. M E N É N D E Z P I D A L , Manual ele-

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 15

alguno que otro ejemplo aislado de afeuziar; así, lo brinda el ms. A de Kalila e Digna, f. 56v: .non deve ganar enemistad afeu-ziándose en su seso e en su fuerza" 2 4 . _ Muy parecido es el cuadro que se despliega ante quien indaga las formaciones caracterizadas por el agregado de des-. Ya hace se­tenta años F. Hanssen observó que en la transmisión manuscrita de la copla 298d de la Vida de Santo Domingo alternan las leccio­nes: ' l a gent (e) desfalcada" (E) y " la gent desf tuzada", versión respaldada por el texto impreso de Ver gafa 2 5 . Se encuentra desfeu-

.ciar en antiguo judeo-español ("ladino") ; no deja de ser notable que M . Gaspar Remiro, el primer biógrafo de este vocablo 2 6 , lo etimologizó con acierto pero, sin reparar en la posibilidad del cruce je X fiuzia por el cual abogamos aquí, reforzó tal hipótesis por su propia glosa del pasaje en cuestión: "Y non te desfeucies de los ma­les" (f. 2v) é No pierdas la fe ante las penas [de Dios]'. Huelga instar sobre que lo común, en textos medievales, era de sf i tizar; dos grandes peritos, C. Carroll Marden y R. Menéndez Pidal, coincidieron en reconstruir el texto estropeado por el copista: "De fincar con las ánimas eran * desf tuzados" para la copla 5556 (o, según otro cálcu­lo, 5656) del Poema de Fernán González, en vez de la lección desa­fina ados —con verso hipermétrico— que ofrecía el manuscrito único, notoriamente tardío 2 1 . Entre los sefarditas siguió el mismo rumbo

mental de gramática histórica. . M a d r i d , 1904, § 41.2, aduce, como f o r m a obsole ta , desafiuciaf (o ja lá t ra jera l a autént ica f o r m a m e d i e v a l , e n -ziar) y la conecta — po r cierto, n o m u y h á b i l m e n t e — c o n e l representante m o d e r n o , des­ahuciar, p o s t u l a n d o , n a d a o p o r t u n a m e n t e , e l p r o t o t i p o , en r e a l i d a d poco p l a u ­s ib le , * D I S - A F - F I D U C I A R E —así, s in a c u d i r a l m a c r o n n i u n a sola vez. E n este sen­d e r o de l a reconstrucción excesivamente o p t i m i s t a le sigue C . G . A l i e n ; véase m i n o t a 24.

2 4 E n su glosario, A l i e n t raduce e l v e r b o así: 'se f ier ' , ¿a l o m e j o r s igni ­f i c a b a 'se f i e r trop'? Nótese e l contraste entre confiar én y afeuziar se en: c o r r e n pare jas a) e l rango de d e r i v a d o de base t ransparente y b) l a construcción re­f l e x i v a (cf. acostumbrarse a, apenarse de, apoderarse de, ensimismarse, etc.) .

2 5 " N o t a s a l a Vida de Santo Domingo de Silos escrita p o r B e r c e o " , AUCh, 120 (1907) , p . 741. C o n p l e n a razón ( r e p a r a n d o s in d u d a e n l a pronunc iac ión feúza, y de n i n g u n a m a n e r a *féuza), agregó H a n s s e n e l s iguiente c o m e n t a r i o : " H a y q u e escr ib ir gent, p o r q u e desfeuzada n o puede tener sinéresis" .

2 6 " S o b r e a lgunos vocablos y frases de los j u d e o e s p a ñ o l e s " , BRAE, 2 (1915) , p . 80. L a p a l a b r a h e b r a i c a q u e sirvió de m o d e l o s ign i f i ca 'desconf iar , deses­perar*. E l texto en cuestión es u n a edic ión b i l ingüe (Salónica, 1893) d e l tra­tado ta lmúdico Pirqé Abot.

2 7 Véase l a edición de M a r d e n ( B a l t i m o r e , 1904), c o n cuya in terpre tac ión se dec laró c o n f o r m e M e n é n d e z P i d a l p o r su s i lencio e n su m a g i s t r a l reseña: ASNS, 114 (1905), 243-257. L u e g o adoptó expl í c i tamente l a t a l l ec tura e n su p r o p i a edic ión d e l p o e m a , q u e salió c o n sorprendente retraso: Reliquias de la poesía épica española, M a d r i d , 1951, p . 119. A esta c o p l a corresponde, e n l a Primera Crónica General (ed. M e n é n d e z P i d a l , M a d r i d , 1906), u n texto

16 Y A K O V M A L K I F . L N R F H , X X V I

la Biblia de Ferrara (I Sam., 27:1) : "Desfiuzar-se-á de mí Saúl de buscarme más en. . . " 2 8 .

Para concluir este examen pormenorizado, fijémonos en la dis­tribución de fi- y fe- en la molécula de formaciones encabezadas por el prefijo en-. La Biblia de Ferrara titubea entre enfiuzar en. . . (Salmo 4:6) y confiar en. . . (Salmo 9:11) ; también tolera la cons­

trucción reflexiva de aquel verbo, en tono narrativo más bien que exhortativo (Jueces 9:27). Enfiuz(ijarse asoma a la vez en textos ju­deoespañoles de Holanda y en la corriente principal de la litera­tura española de la Edad Media 2 9 . No faltan huellas sueltas de en-

q u e carece de l a p a l a b r a c lave : " E n t o d esto los cr is t ianos q u e estavan y a canssados et desmayados et m u y afrontados et a t e m o r de p e r d e r allí los cuer­pos . . . " (p. 405) . A . Z a m o r a V i c e n t e , en su edic ión d e l Poema ( M a d r i d , 1946) , p r o p o n e l a t raducción s iguiente : 'hab ían p e r d i d o toda esperanza de conservar l a v i d a ' (p. 163, n o t a ) , p o n i e n d o de rel ieve l a a f i n i d a d de los d o m i n i o s de 'con­f i a r ' y 'esperar' . S i n embargo , e n l a c o p l a 576c, d o n d e e l m a n u s c r i t o reza: " P r o m e t y o le a l b u e n conde e f i c o le fuzia v a n a " , M a r d e n p r o p u s o la e n m i e n d a * fiuzia (afín a l a l ec tura de F l . J a n e r : fiusia), que n o i m p u g n ó Menéndez P i d a l en su reseña y que , de resultas, adoptó Z a m o r a V i c e n t e (p. 171: " P r o ­m e t i ó ! ' a l b u e n conde e f i z o l ' fiuzia vana" ) ; reaparece e n las Reliquias, d o n d e l a c o p l a ya l l e v a e l n ú m e r o 586. P e r o de ser así, a t r i b u i m o s a l poeta , a base d e l análisis métr ico , u n a p r e f e r e n c i a bastante asimétr ica : fiuzia a l l a d o de desfiuzado. N o de ja de ser u n a anomal ía , a u n q u e m e n o r y p r e s u m i b l e m e n t e to lerable .

2 8 A juzgar p o r l a in formac ión —muy f r a g m e n t a r i a - - de L E O W I E N E R , " T h e F e r r a r a B i b l e " , MLN, 11 (1896), 44a, 456 y Ala, a q u e l l a redacc ión d e l s ig lo x v i e m p l e a b a fiuzia ( G e n . 34:25) a l l ado de verbos sea e n -ar: desfiuzarse 'de­jarse' ( I Sam. , 2 7 : 1 ) , sea e n -iar: enfuziarse 'asegurarse' (Jueces, 9:26) . C o n ­f i r m a n y ampl ían estos datos los comentar ios exegét icos de G a s p a r R e m i r o en los tomos 2 y 4 d e l BRAE; los c o r r o b o r a l a alusión de M . G R Ü N B A U M , Jüdisch-spanische Chrestomathie, F r a n k f u r t / M . , 1896, p . 59, a l uso de fiuzia como equi ­va lente d e l i t a l i a n i s m o confidenza [cita i n d i r e c t a ] ; y condice c o n el los l a pre­ferenc ia de los sefarditas de O c c i d e n t e , testigo J O S É B E N O L I E L , " D i a l e c t o judeo-hispano-marroquí o h a k i t í a " , BRAE, 14 (1927), 5 6 8 « : afiuziar 'dar esperanza, asegurar' . Q u e e l v e r b o t e r m i n e e n -ar (es decir , basándose e n fiuza) o e n -iar (apoyándose, a l t e r n a t i v a m e n t e , e n fiuzia), l o f u n d a m e n t a l es e l p r e d o m i n i o

m u l t i s e c u l a r de -iu- e n m e r m a de -eu- entre los judíos de h a b l a española.— (A propósi to de la in f i l t rac ión d e l i t a l i a n i s m o —¿o g a l i c i s m o disfrazado?— confi­denza merece citarse la o p i n i ó n de C . M . C R E W S , Re cherches sur le judéo-espagnol dans les pays balkaniques, Par is , 1935, p . 304b, q u i e n registró kon~ fyensa ' conf iance , loyauté' , u n a especie de adaptac ión de l a voz francesa a la r e a l i d a d de u n a m b i e n t e c i rcunmedi ter ráneo . P o r todas partes se observa l a d e r r o t a d e l brote d i rec to de F I D Ü C I A —aunque varían algo los adversarios q u e salen v e n c e d o r e s ) .

2 0 E n la o b r a p o s t u m a de J . C E J A D O R Y F R A U C A (f 1927) > Vocabulario me­dieval castellano, M a d r i d , 1929, p . 171fl, hay u n a alusión a u n pasaje de la B i b l i a de A m s t e r d a m ( J e r e m í a s 39:18) : " P o r q u e te enfiuzaste e n m í " . E l t. $ ( M a d r i d , 1732) de las "Autoridades" trae s.v. enfiuciarse ' conf iarse ' (p. 464A)

dos tes t imonios i m p o r t a n t e s : l a [Tercera] Crónica General: " E p o r q u e era m u y p r i v a d a d e l César, enfiuzióse O t h ó n de le q u e r e r b i e n " (Parte 1, f. 112) ; y l a

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 17

feuziar, como antónimo de desfeuziar, en textos religiosos sefar­díes 3 0 ; tampoco se nota la ausencia de enfeuziar en la prosa alfonsina más autorizada: "Comencaron a yrse pora la batalla muy esforzados et muy enfeuziados en Dios" (Primera Crónica General, p. 6966, 8-10).

En resumidas cuentas: la variante fe- (en unos contadísimos ca­sos, fed- 3 1) ha dejado numerosos vestigios en varios rincones de la península, y aun fuera de ella. No cabe duda de que representantes del tipo feuz(i)a, y aun derivados verbales de tales representantes: a-, des-, en- — (i)ar, figuraban en el habla de los cristianos y los ju­díos; en efecto, si se toma en consideración la variante feguza que se encuentra en una versión del Poema de Yúguf (ms. B, copla 1246), redactada. en el aljamiado de barniz aragonés 3 2 , se puede sostener que las tres grandes religiones monoteístas de la España me­dieval compartían aquella variante. Parece que se trata de un fenó­meno de poligénesis: como la asociación de la fe y la confianza es algo muy natural, y como —doctrinalmente— los teólogos de la iglesia, la sinagoga y la mezquita no se oponían a tal asociación, es perfectamente comprensible que se produjeran espontáneamente, y con escasa conexión y continuidad, cruces entre fe y fiuza. (La gran distancia formal entre esperanza y fe/confianza/fiuzia impidió cual­quier contaminación, a pesar de la muy pronunciada afinidad se­mántica) . En ciertos sectores de Portugal la lucha de feuza y fiuza continuaba aún hacia 1900.

Pero si estamos adeudados a Leite de Vasconcelos por ese último precioso dato dialectología), no hay motivo para adherirnos a su

Caída de principes de [Pero López de] A y a l a : " A q u e l l o s q u e e n sí mismos se enfiuzian más q u e e n l a v i r t u d . . . " ( l i b . 5, cap. 2 0 ) .

3 0 " . . -y afilu [ 'siquiera'] e n e l e r m a n o n o os enfeuziedes" reza l a versión de A m s t e r d a m (1643) de u n a reci tación s inagogal ; véase A L A N D . C O R R E , " T h e S p a n i s h ha fiara for the N i n t h of A b " , Jewish Quarterly Review, 48 (1957), p . 24 (§ 9 .3 ) . Este uso a r m o n i z a b i e n c o n e l q u e d o c u m e n t a G A S P A R R E M I R O , BRAE, 2 (1915) , p . 83: " Y n o n te enfeude t u a p e t i t o " 'y n o te haga o i n s p i r e c o n f i a n z a t u apetito* . E n e l o r i g i n a l hebreo se trata de l a f o r m a causativa (hifil) d e l v e r b o BTH ' conf iar , tener esperanza* = i n g l . ' to h o l d o u t hope ' . Consúl tese sobre este texto (y, e n especial , sobre enfeuziar) l a n o t a de R I ­C H A R D D . A B R A H A M , " A n A m s t e r d a m versión of the J u d e o - S p a n i s h haftara pa-r a p h r a s e " , RPh, 14 (1961) , 237-244 ( p a r t i c u l a r m e n t e p . 242, n o t a 25, y p . 2 4 4 ) .

3 1 A los casos ya m e n c i o n a d o s conviene quizás a ñ a d i r e l d e l p o r t . fedúcia, si es q u e e n u n p r i n c i p i o esa voz p o p u l a r per tenec ía a n u e s t r a f a m i l i a . E n l o ac tual , parece s u b o r d i n a d a — a l menos, e n par te— o r a a feder 'heder' , o r a a fado ' h a d o ' ( tomado e n ciertas acepciones s e c u n d a r i a s ) . E l Novo dicionário de C . de F i g u e i r e d o registra fedú(n)cia 'pessoa pretensiosa, q u e de tudo des-d e n h a , a q u e m t u d o fe de*; T r a s m . fedugo (var. p o p . fedúncio) 'en/adonho, a b o r r e c i d o , i m p e r t i n e n t e ' ; T r a s m . fedugada 'magada, i m p e r t i n e n c i a , seca'.

3 2 A propós i to de l a chocante -g- an t ih iá t i ca léase, infra, e l c o m e n t a r i o so­bre fi(g)uz(i)a e n ciertos ramos d e l judeo-español .

18 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

hipótesis de que feuz(i)a cronológica y jerárquicamente precedió a fiuz(i)a. Por todas partes feuz(i)a y sus satélites representaban una minoría frente a fiuzj(i)a. Además, fiuzia encaja mejor en el corpus total de la palabra y es más fácil de conciliar con su prototipo la­tino, F I D U C I A .

Hasta ahora hemos prestado poca atención a la alternancia de -zia y -za, poniendo el acento casi exclusivamente en la primera vocal. Esta voluntaria medida de simplificación que nos impusimos era provisional; una vez aclarada la repartición de fe- y fi-, volve­remos con todo detenimiento al asunto de las tres variantes princi­pales fiuzia, fiuza y fuzia, prestando igual atención a todos sus ras­gos distintivos.

Lo fundamental que hemos aspirado a sacar en limpio a lo lar­go de este capítulo era el carácter léxico, más bien que fonético, de la alternancia de fe- y fi-. No se trata de ninguna manera de la rivalidad fonotáctica de los segmentos -eú- e -iú- (ni menos de la competencia de dos diptongos). La ocasional conservación de la an­tigua -d- en riojano, que nos ha rendido una variante arcaica tan inestimable como feduza, demuestra la índole esencialmente léxica del proceso 3 3 .

L A T R A N S M I S I Ó N P O R C O N D U C T O C U L T O

Aun si el cultismo puro no apasiona a los aficionados de la eti­mología, quizás porque su descubrimiento carece del elemento de sorpresa, merece la simpatía del lexicólogo equilibrado, quien in­tenta prestar igual atención, en sus hallazgos, a lo sensacional y a lo previsible. Por lo demás, en el caso de F Í D U C I A , no falta por en­tero el ingrediente del choque.

Quizás convena empezar el análisis con ciertos términos del de­recho que ya brotaron en latín, p. ej. F Í D U C I Á R I U S 'dado, recibido en

3 3 A l g u n o s agregados sueltos sobre fe- e n vez de fi-. A propósi to de feguza c o n v i e n e tener presente cadaguno ' cada u n o ' (Yüguf, B , S5bd y 1246) . F u e M e -néndez P i d a l q u i e n l lamó l a a t e n c i ó n sobre esta cur iosa c o i n c i d e n c i a (ed. Can­tar de mió Cid, p . 165), pero s in ofrecer n i n g u n a expl icac ión. Sospecho q u e e n e l caso de cadaguno coadyuvó alguno, a raíz de u n a falsa segmentac ión; luego, d a d a l a coexistencia de cada uno y cadaguno, ya p u d o surgir feguza, d e n t r o d e l m i s m o g r u p o de hablantes , p o r u n a latente t endenc ia ant ih iá t i ca . D e h a b e r fa l tado e l a r r i m o de aIguno/cadaguno sería- forzoso prever l a epén­tesis de u n a v y n o de u n a g, a l a m a n e r a d e l p o r t . enxoval 'a juar ' , louvar ' loar ' , etc . E n e l resto de este art ículo aparecen, e n var ios contextos, alusiones a otros vestigios d e l corpus de feuz(i)a, etc. Véanse , e n p a r t i c u l a r , las notas* 50, 51, 62, 66, 77, 81, 83. P a r a n o a b u l t a r este t raba jo o m i t o a l g u n o que otro dato que trae C o r o m i n a s e n su DCEC, s.v. hucia, y var ios pasajes basados e n edic iones an t i cuadas o defectuosas q u e r e u n i ó C u e r v o e n su DCR, s.v. desahuciar.

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F T D U C I A " 19

depósito', literalmente 'en confianza', usado por César en su Bellum civile, y el adverbio F Í D Ü C I A L I T E R 'con plena confianza' (San Agus­tín, Confessiones, 9:13; Vulgata, Salmo 11:5), el cual presupone un adjetivo correspondiente en - Á L I S 3 4 . Además de esos tecnicismos, el latín ya ofrece ejemplos aislados del verbo F I D U C I A R E (en.inscrip­ciones y glosas, y aun en un tratado de Tertuliano), y en la baja latinidad se le unieron ciertos compuestos encabezados por los pre­fijos I N - y O B - (mejor dicho, su variante "alomórfica" O F - ) .

Andando así las cosas, no es de extrañar que varios idiomas de sesgo occidental hayan conservado y aun desarrollado ese caudal de términos técnicos, en su capa de voces eruditas 3 5. Así, el francés no desprecia fiduciaire, ni como adjetivo (para calificar circulation, monnaie), ni como sustantivo, ni tampoco como punto de partida para un adverbio —casi inusitado— en -ment; además existe un ad­jetivo en -id, sufijo que en este sector del léxico parece algo más frecuente que 4al86. El inglés conoce fiduciary £in trust' y un rival sumamente raro, fiducial; al margen del léxico alemán vegeta, a tí­tulo de formación seriocómica, el sustantivo neutro Fiduz 'confian­za' 3 7 ; etc.

3 4 Ese a d j e t i v o es más b i e n tardío q u e h ipoté t i co ; pertenece a l lat ín ecle­siástico de los siglos v y v i . es decir , a l est i lo patríst ico, según A . S O U T E R , A glossary of Late Latín ta 600 A. D., O x f o r d , 1949, p . 1476, q u e l o traduce p o r ' f u l l of trust i n G o d a n d i n the C h r i s t i a n f a i t h ' ; l o a n a l i z a como calco o equi ­va lente de TO7iappY]o*iaapiávri; y lo rastrea en e l Commentarium in Leviticam de H e s i q u i o ( f 433 ) , e n l a Vita de A l c i m o A v i t o ( f 518) ; y e n R ú s t i c o . O s o r i o , según la m i s m a fuente , l o usaba c o n m a t i z p a s i v o : 'que merece c o n f i a n z a ' ( i n g l . ' w h i c h c a n be trusted') ; Apolog. 31:9.

3 5 D e m a n e r a parec ida se p r o d u j o la in f i l t rac ión de algunos- compuestos b i m e m b r e s c u y o p r i m e r c o m p o n e n t e era F I D E I - , los cuales se desgajaron de u n n o t a b l e g r u p o de sintagmas estereotipados, c o m o F I D E M D A R É (O A C C I P E R E ) ; F I D E ( I ) C R E D E R E , I U B E R E , C O M M I T T E R E ; I N F I D E M A L I C U I U S S E T U A D E R E . Compárese , e n español , fide(i)comiso y -comisario, etc. E n este c o n t e x t o surgió fidedigno, q u e luego rebasó t a l l imitac ión. T a m b i é n cabe colocar en- esta m a t r i z e l g i ro a d v e r b i a l B O N A F I D E , a l c u a l le deparó l a i ron ía de l a suerte enra izar e n inglés y d e s a r r o l l a r u n d i p t o n g o como si l a i de l a p r i m e r a s í laba d e l sustant ivo fuese l a r g a /faj/. E l sent ido o tono jur íd ico de todas esas formac iones se debe a l h e c h o de q u e p a r a los hablantes dotados de c ier ta f i n u r a n o se h a b í a ro to e l h i l o entre F Í D E S / F I D T J C I A y F O E D U S ' t ratado' , c o m o se i n f i e r e de u n verso de E n n i o y de u n a glosa de Festo; véanse las observaciones exegéticas de E r n o u t , e n su d i c c i o n a r i o , y a n t e r i o r m e n t e l a jugosa n o t a de M e i l l e t (1920-22).

3 6 S a b i d o es q u e después de -u- resul ta o b l i g a t o r i o e l uso de -el, e n m e r m a de -al, m i e n t r a s después de -i- e l p r e d o m i n i o de -el se c iñe a las palabras que a t a ñ e n a l derecho y a l a devoción, c o n exclusión de l a esfera de las ciencias na tura les ; así se dice matériel pero fluvial. E l a l e m á n v a más al lá d e l francés en su predi lecc ión p o r -ell: kommeniell, prinzipiell; p e r o d a l a casua l idad que fiduziell n o arra igó.

3 7 L o s d i c c i o n a r i o s (por e j e m p l o e l de R . G r o s s m a n n , m u y esmerado) regis­t r a n u n a e x t r a ñ a i n t e r j e c c i ó n : fiduzit! 'que l o aproveche ' , e m p l e a d a c o m o con-

20 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

Lo interesante, para el filólogo, no es la cristalización de tales curiosas palabras-meteoros, cuya frecuencia o ausencia en nada afec­ta a la estructura del resto del léxico, sino la deliberada resucitación del centro dé la familia, a saber F Í D Ü C I A , sin el cual el grupo léxico está condenado a quedar acéfalo. Y en este respecto se perfila un extraordinario contraste entre el italiano y el español, como lenguas literarias.

El toscano no sólo heredó del latín, por conductos cultos, fidu-cia —voz que se usa en escala generosa, encontrándose a cada paso por lo menos en la lengua escrita— así como el tecnicismo fiducia­rio, sino que acuñó varios neologismos: por un lado, fiducioso —que recuerda el esp. confianzudo pero parece algo menos chillón (Bar­bara Reynolds, en su excelente diccionario, lo traduce por 'confi-dent, trustful, trusting, hopefuF) — y, por otro, el grupo negativo:-sfiducia, -iare, -iato, que señalan la falta de confianza 3 8. En espa­ñol, al revés, fracasó por completo la tentativa de reintroducir fi-ducia como cultismo neto, lo cual, desde luego, frustró cualquier iniciativa de explotar el tal latinismo para toda clase de experi­mentos.

Es curioso que en italiano —cuyo léxico está estructurado con escasa economía— esta evolución bastante animada del cultismo fi-ducia de ninguna manera ha impedido el desarrollo del ramo más popular de verbos en -fidare, cuyo núcleo, como nos consta, corres­ponde a la reinterpretación de F Í D E R E . Además del propio f i daré, usado a menudo como reflexivo, el italiano literario cuenta con affidare, confidare (y, a su zaga, sconfidare), di f fidare, disfidare y s fidare, estando acompañado cada uno de estos verbos, por lo me­nos, de dos satélites. U n especialista de la talla de Migliorini, al examinar esta f a m i l i a 3 9 , descontó por completo la posibilidad de

testación a schmollis! Sospecho q u e se trata e n ambos casos de e lementos de l a l e n g u a e s t u d i a n t i l a l e m a n a , m u y p intoresca e n g e n e r a l y, e n p a r t i c u l a r , sal­p i c a d a de toda clase de lexemas y a u n morfemas extraídos d e l la t ín . P o r cur iosa c o i n c i d e n c i a —si, e n efecto, se t rata de a lgo casual— esa jerga lucía voces c o m o fidel y Fidibus, q u e se r e m o n t a n a l a f a m i l i a de F I D E S O , p o r l o menos , están enmascaradas como si descendiesen de e l l a ; véase F . K L U G E y W . M I T Z K A , Ety-mologisches Wdrterbuch der deutschen Sprache, 18? ed. , Ber l ín , 1960, p . 196.

3 8 P o r m u c h o q u e se h a y a sacado e n l i m p i o sobre e l p r e f i j o ne tamente i ta­l i a n o s-, de índole aspectual , v a c i l o e n con je turar más q u e la p r e s u m i b l e ante­r i o r i d a d de sfiduciare f rente a sfiducia. C f . e l r e s u m e n que ofrece A . K U H N , Die romanischen Sprachen, B e r n , 1952, p p . 207 s.} de la sensacional cont rovers ia entre G . D e v o t o y R . Brandal.

3 9 Véase B . M I G L I O R I N I , e n co laborac ión c o n A . D U R O , Frontuario etimo­lógico della lingua italiana, 4* ed. , T o r i n o , etc., 1964, p p . 11, 129, 169, 174, 217, 519. Característ ica de l a osmosis l o c a l de formac iones cultas y p a t r i m o n i a ­les es l a a l t e r n a n c i a de fide- y fedecommesso i n c o n c e b i b l e e n español . E n i ta­l i a n o los sustantivos posverbales , a d i f e r e n c i a d e l francés (défi), per tenecen to-

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 21

galicismos: según él, confidare y diffidare no eran más que unos "rifacimenti" (es decir, reajustes) de los respectivos verbos clásicos en - F I D E R E , mientras affidare y disfidare constituían una herencia del latín medieval y sfidare era mera variante de disfidare. Confid­ente, -enza y diffid-ente, -enza, privados de paradigmas verbales, eran las únicas reliquias (cultas) de los viejos verbos en - E R E ; además, fidare, a través de fidanza, dio margen a un nuevo verbo, a saber fidanzare, que a su vez llegó a regir un abstracto, en -amento. Por lúcida que sea la presentación de ese cuadro, admite alternativas, siendo particularmente difícil de trazar la línea divisoria entre las voces tomadas a préstamo al latín medieval y las debidas a la im­portación de galicismos y provenzalismos 4 0 . Cualesquiera que sean los detalles, en español -idioma de armazón mucho más ceñido— el sólido bloque de a-, con-, desa-, descon- y por-fiar obstruyó el ca­mino de entrada al cultismo fiducia después de haber contribuido al desmántelamiento de su equivalente patrimonial fiuz(i)a.

Sin embargo, no faltaron tentativas aisladas, y de repercusión muy débil, de introducir fiducia mientras estaba en auge el culte­ranismo. Así, el "Diccionario de Autoridades", t. 3, p. 745a, atribuye su uso al Padre Juan de Mariana: "Sólo ponía el rey fiducia en Dios" (lib. 12, cap. 11), cuya Historia de España —y no ha de ser una circunstancia fortuita o trivial— fue redactada primero en la­tín y luego vertida al español por el propio autor. Con razón los académicos definieron y caracterizaron así a fiducia: l o mismo que confianza en su sentido recto. Es voz puramente latina y poco usa­da'. Coincide ese uso, que raya en lo pretensioso, con el coqueteo estético con fido en vez de fiel, que la misma obra lexicográfica ob­servó en la Vida de San Jerónimo (1595) de fray José de Sigüenza —en contexto netamente clasicista: "Como un fido Acates" (lib. 2, disc. 3) — y, ya fuera de tal contexto, en el romance 3 del joven Anastasio Pantaleón [de Ribera] (1600-29) : "a tu fida compañera", que figura en sus Obras postumas (1634) 4 1 .

dos a l a serie f e m e n i n a : dif-, dis-, s-fida, y c o m p i t e n c o n los der ivados e n -anza (y a u n e n -enza) y con a l g u n o que o t r o bro te e n -mento; además, se encuen­

t r a n u n o s pocos nomina agentis e n -tore. 4 0 P a r a ceñ i rme a l a m e n c i ó n de u n d i c t a m e n m u y reciente, F R A N C A B R A M -

B I L L A - A G E N O , e n su val ioso art ículo " O s s e r v a z i o n i su l testo d i p o e t i m i n o r i d e l T r e c e n t o " (que está p a r a sal ir en RPh), n o t i t u b e a e n i n c l u i r e n l a categoría de a n t i g u o s gal ic ismos —lato sensu— fidanza y, a l a par , allegianza, falianza/ -enza, prestanza y oblianza (este úl t imo, e n efecto, m u y t r a n s p a r e n t e ) .

4 1 T a n modesto p a p e l desempeñaron fido y fiducia e n época g o n g o r i n a que , salvo error , n o f i g u r a n e n el i n v e n t a r i o n i de l a p r i m e r a (1935) n i de l a se­g u n d a y c o r r e g i d a (1950) edición de l a P a r t e P r i m e r a (y única) de l a mo­nograf ía t a n út i l de D . A L O N S O , La lengua poética de Góngora; e n p a r t i c u l a r f a l t a n ent re los " V o c a b l o s cultos de l a Soledad Primera" ( p p . 49-66) y e n l a

22 Y A K O V M A l . K I E L N R F H , X X V I

Es curioso que fidúcia haya tenido un arraigo algo más fuerte en portugués. No hago hincapié aquí en alguna que otra huella de fiduzia en textos lusolatinos (por ejemplo, uno del año 985) 4 2 , ni tampoco en el ocasional uso clasicista del abstracto latino, como en la conocida traducción (1664) de la Eneida que publicó Joáo Fran­co Barreto: "Mas nao faltou fidúcia a Turno ousado" 4 3 , sino más bien en el sorprendente uso brasileño del plural en toda clase de acepciones secundarias, que desde luego no amenazan la posición de confianga, voz muy tenazmente atrincherada. Así, fidúcia corres­ponde a 'audacia, osadía, atrevimiento' (con eliminación casi total de su tradicional núcleo semántico) en el siguiente pasaje de las Memorias postumas de Brás Cubas (1881), cap. 74, de Machado de

" L i s t a de palabras afectadas según censuras y parodias l i terar ias d e l s iglo x v n " (pp . 95-108). P a r a fido e l Diccionario del idioma de M . A L O N S O ( M a d r i d , 1958,

p . 1994a) agrega o t ro d a t o : B . de V i l l a l b a , El pelegrina curioso y grandezas de España; l a m i s m a fuente rastrea los vestigios que de jó fidúcia e n var ios ant i ­guos d icc ionar ios , renacentistas o de fecha poster ior (Perc ivale , O u d i n , F r a n -c i o s i n i , S tevens) . A t í tulo de c u r i o s i d a d m e n c i o n o a lgunos agregados q u e hace esta o b r a de consul ta : recoge las extrañas voces híbr idas fidiator ' f i a d o r ' y fi-diatura ' f i anza ' (¿entresacadas de u n Fuero?) q u e selló de su a p r o b a c i ó n e n reedic ión p o s t u m a e l prest igioso d i c c i o n a r i o (1879) de V . S a l v a ; registra unos cuantos términos astronómicos q u e seguramente re f le jan F I D É S c o m o n o m b r e d e u n i n s t r u m e n t o de música ; y d a cédula de c iudadanía a f i de le r o ' f abr icante de f ideos' y a fidelería, formac iones m u y recientes q u e m u e s t r a n e n acción l a l ant ihiát ica (extraída de Fidel) , en func ión de i n t e r f i j o .

4 2 H a s t a cierto p u n t o fido ' f i e l ' , e n e l s iglo x v n , f u n c i o n a b a t a m b i é n como i t a l i a n i s m o e n esti lo m u y sofist icado, a l u d i e n d o sut i lmente a l célebre d r a m a p a s t o r i l Pastor fido de G i a m b a t t i s t a G u a r i n i , estrenado e n 1585 e i m p r e s o c inco años más tarde. E s m u y transparente l a ta l alusión e n Bal tasar Grac ián , como observó a t i n a d a m e n t e M . R o m e r a - N a v a r r o en su edic ión exegét ica de El Criticón, t. 2 ( P h i l a d e l p h i a , 1939), p . 1 3 2 n l 6 . H e aquí e l pasaje e n cues­t ión : " S i b i e n p a r a ser p a s t o r i l y tan fido pareció sobradamente c o n c e p t u a l " . L a categoría de u n l a t i n i s m o i n t r o d u c i d o n o p o r a r r i m o a las fuentes clásicas, s i n o p o r l a presión l a t e r a l d e l i t a l i a n o o, más tarde, d e l francés es u n o de los f e n ó m e n o s más h u i d i z o s y, de resultas, menos estudiados d e l léxico h ispánico . J . H . T E R L I N G E N , LOS italianismos en español desde la formación del idioma hasta principios del siglo xvii, A m s t e r d a m , 1943, p . 350, l o reconoce —de pa­sada— a propósi to de facecia y faceto, pero s in a p l i c a r ta l ha l lazgo a fido n i a fidúcia y, ante todo, s i n i n d i v i d u a l i z a r esta clase tan i m p o r t a n t e d e "préstamos c o m p l e j o s " . ( C o n v i e n e n o c o n f u n d i r e l proceso en cuestión, q u e presupone u n contactó —en parte d i rec to , en parte i n d i r e c t o — entre tres i d i o m a s , c o n e l d e l "prés tamo d o b l e " , e l c u a l se ref iere a la inf i l t rac ión casi s imultánea de­dos palabras — u n p r i m i t i v o y u n d e r i v a d o — e n e l roce de l a l e n g u a X c o n l a l e n g u a Y , como sucedió, e n efecto, con picaro y picardía). (Véase N O R M A N P . S A C K S , The Latinity of dated documents in the Por tugue se territory, P h i l a d e l ­p h i a , 1941 [ U P S R L L , 32], p . 166a sobre fiduzia).

4 3 P a r a e l m a t e r i a l portugués y luso-brasileño me atengo r igurosamente a l acervo de datos r e u n i d o s p o r A . M o r e n o , C a r d o s o Jr . , y J . P . M a c h a d o e n su revisión d e l Grande dicionário da língua portuguesa de A . de M O R Á I S S I L V A ; véase l a 10? ed. , t. 5, L i s b o a , 1953, p . 175a.

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N DE " F I D U C I A " 23

Assis, obra que inauguró el realismo en la novela brasileña: "Nao sei donde te vém essas fidúcias de pessoa rica". Afránio Peixoto pa­rece ir todavía más lejos en Maria Bonita (1914), dotando a fiducia

•del significado luxo, presuncjlo': "Havia de se acostumar e se dei-xaria de fidúcias" (VIII, 123). Por cierto, no es el único caso de mayor apego del portugués a la veta culteranista 4 4 .

¿Cómo se explica el éxito incomparablemente mayor que tuvo la voz erudita fiducia en italiano que en español y aun en portu­gués? E l punto de partida había sido presumiblemente el mismo en las dos penínsulas; tampoco faltaban al italiano antiguo, ante todo a sus variantes septentrionales, representantes de la transmi­sión semiculta o patrimonial de F I D U C I A : fi(d)uxia, y en el Piamonte

* se ha recogido fiüsa 4 5 . Pero en Toscana triunfó el cultismo, fiducia, que, por otra parte, fracasó —según nos consta— casi por completo en España. Es posible que el relativo éxito —en el nivel literario del italiano— de audacia y, sobre todo, de ferocia (frente al esp. ferocidad) haya coadyuvado al triunfo de fiducia 4 e . Pero repito que la razón principal debió de ser la cohesión notablemente más floja del léxico italiano, la que no forzó a los hablantes a optar por con-fidanza en perjuicio de fiducia, o viceversa.

P R O B L E M A S D E L A T R A N S M I S I Ó N S E M I C U L T A

Hoy ya no cabe duda de que todas las formas hispánicas que se desvían de la reproducción servil del modelo latino F I D U C I A repre­sentan variantes semicultas y de ninguna manera patrimoniales. Además, nos consta que, en el fondo, no hay más que tres formas básicas de esta clase: fiuzia, fiuza y fuzia; todos los demás productos, antiguos o modernos, consagrados por el uso literario o estrictamen­te dialectales, no son sino variantes secundarias; así, el judeo-esp. figuzia (-cia) representa una curiosa elaboración de fiuzia, mientras el rango de huzia (hucia), propio del habla arrusticada, se reduce, en la jerarquía de los descendientes, a poco más que un estado avan-

4 4 Basta recordar casos como fixar /fiksar/ frente a l esp. fijar, ant . fixar /fisar/; o urso f rente a l esp. oso.

4 5 A l r a m o l o m b a r d o ya hay alusiones e n o b r a tan poco satisfactoria como e l Lateinisch-romanisches Wörterbuch de G . K Ö R T I N G , 2? ed. , P a d e r b o r n , 1901, § 3737; la 3? ed. , de 1907, agrega e l dato piamontés . D e b o a la espontánea cor­tesía d e l a m i g o G i a n f r a n c o F o l e n a la aclaración de que e l p r i m e r e j e m p l o sep­t e n t r i o n a l de l a voz ( también él en f o r m a de semicul t ismo) es e l s iguiente pasaje entresacado de B o n v e s i n d a R i v a , Disp. rose cum viola, v. 71: " N o é b o n met fedhusia i m persona rossaza. . . e s decir , 'no está b i e n depos i tar su con­f ianza e n u n p e l i r r o j o ' .

4 6 Así, se lee ferocia e n l a excelente prosa c ient í f ica de V i t t o r e B r a n c a ; véase RPh, 13 (1960) , p . 356.

24 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

zado —en lo fonológico— de fuzia. La distribución territorial, cro­nológica y social (o estética) de las tres variantes primarias y su genealogía, así como el nacimiento de sus brotes secundarios —con omisión casi absoluta de cruces— reclamarán muy pronto nuestra atención. Pero parece lo indicado que primero reconstruyamos la trayectoria de los estudios que aclararon, terminantemente, el ca­rácter semiculto de fiaz(i)a y fuzia.

Si no me engaño, el primero que insistió, con argumentos ade­cuados y tras larga reflexión, en tal manifestación particular del semicultismo fue A. Horning 4 7 . Esto, desde luego, no significa que nadie haya reflexionado antes en una clasificación normativa o his­tórica de las dos, tres o cuatro variantes más familiares; en efecto, la discusión comenzó con nada menos que el Diálogo de la lengua « de Juan de Valdés, hace cuatro siglos y medio 4 8 . Pero aun a lo lar­go de la segunda mitad del siglo xix, los dictámenes —incluso aque­llos de eruditos muy autorizados— ora eran evasivos, como el de Cuervo 4 í ) , ora adolecían de cierta flojera 5 0 , sin que se pueda eximir

4 7 M e ref iero a su art ículo —breve pero e n j u n d i o s o — " Z u r B e h a n d l u n g v o n T Y u n d C Y " , ZRPh, 24 (1900), 545-555 (con u n breve agregado en e l tomo si­guiente) , cuyos hallazgos recapituló e n seguida e n su n u t r i d a reseña de l a diser­tac ión de J . D . M . F o r d : véase ZRPh, 26 (1902), p . 361. V e r d a d es que eit a q u e l entonces se podía respaldar e n casi ve in te años de investigación prev ia , si se t o m a como p u n t o de p a r t i d a de su pesquisa la ya c i tada monograf ía , Zur Geschichte des lateinischen C . ., p p . 91 y 102. A p r i n c i p i o s d e l siglo x x , l a tesis p r i n c i p a l de H o r n i n g era que , en l a veta semicul ta d e l léxico, c o n f l u y e r o n l a /k/ ante e e i y los nexos /kj/ y /1j /. A d u j o como e jemplos incontrover t ib les Gallizia y juizio, y como e j e m p l o a l tamente p r o b a b l e fiuza, agregando e n 1902 q u e tan frecuente era fiuzia como fiuza. Además ci tó —entre los paralelos por­tugueses— juizo, Galiza, feuza y Luzia, ex t rañándose de l a pérdida de l a -i- tras -z- sólo e n tres casos.

4 8 Véase la edición de J o s é F . M o n t e s i n o s , M a d r i d , 1928, p . 107: " Y p o r m e j o r tengo confianca que fiuzia n i huzia".

4 9 " D i s q u i s i c i o n e s sobre a n t i g u a ortograf ía y pronunc iac ión castellanas", RHi, 2 (1895), 1-69; véase l a p . 17, d o n d e e l a u t o r se l i m i t a a a t r i b u i r a N e -b r i j a los dobletes fuzia y fiuzia.

m@ S o r p r e n d e e l s i l enc io de C h . J O R E T , DU C [latin] dans les langues roma­

nes, Par is , 1874 (BÉH'É, 16) , en su capítulo lusohispánico (pp . 138-157) ; tan sólo a lude (pp . 146 y 148) a l por t . ant . juizo (Foros de G a r d a ) . A u n te n ie nd o a su disposición e l escueto pero exacto veredic to de F . D i e z (EWRS, p . 492: 3? ed. , 1870, t. 2, p . 132), q u i e n cal i f icó de voz m e d i e v a l a fiucia, p o n i e n d o e l marbete "zsgz." (es decir , " z u s a m m e n g e z o g e n " 'contraído' ) a fucia y hucia, C . M I C H A E L I S [ D E V A S C O N C E L O S ] , Studien zur romanischen Wortschöpfung, L e i p ­zig , 1876, p . 248 ( = § 54) vaciló entre " c o n t r a c c i ó n " y "aféres is" como la m e j o r e t i q u e t a p a r a V E H E M E N T I A > hemencia y F I D U C I A >>. fucia; a raíz de ta l d u d a , excluyó a fucia d e l índice a l fabét ico (pp . 279-300). P . F Ö R S T E R , Spanische Sprachlehre, B e r l i n , 1880, a l parecer n o mani fes tó n ingún interés p o r nuestra p a l a b r a . A . Scheler, e n l a redacción d e f i n i t i v a de su suplemento (1887) a l d i c c i o n a r i o de D i e z , se abstuvo de c u a l q u i e r e laboración, mientras G . K Ö R T I N G , e n las sucesivas edic iones (1891, 1901, 1907) de su Lateinisch-romanisches

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 25

de tal reproche al propio Meyer-Lübke 5 1 . No deja de ser notable que el aludido trabajo de Horning salió en el año 1900, como pre­ludio muy prometedor.

Wörterbuch, re i teró e l d i c t a m e n de su i lustre predecesor. E n l a p r i m e r a edi­c ión de su "Spanische G r a m m a t i k " , q u e f o r m a u n a sección d e l t. 1 (Strassburg, 1888) d e l Grundriss de G . G r ö b e r , G . Bais t .se p r o n u n c i ó sobre fe(y) (§ 35 ) , p e r o n o sobre fi-, fe-uza, declarándose p e r p l e j o (§ 45) p o r l a coexis tencia de pel-usa y -uza ya e n lo a n t i g u o , pero r e p r o c h a n d o a los f i lólogos l a confusión d e s c o n u n alógrafo curs ivo de la z e n m u c h o s otros casos. E n l a m i s m a enci­c l o p e d i a , J . C O R N U , en e l § 11 de su capí tulo ( " D i e portugies ische S p r a c h e " ) , de documentac ión e x t r a o r d i n a r i a m e n t e copiosa, opuso l a molécula Galiza, juizo y fiuza ( acompañado este ú l t imo á tomo de u n v e r b o : fiuzar) a los restantes vocablos basados e n /kj/ + v o c a l , que m u e s t r a n c c o n u n a n i m i d a d : braco < B R A C (c) m u , fago < F A C I Ó , lago < L A Q (u) E U , pedago < P I (T) T A C I U , etc., s in

q u e se le ocurriese n i n g u n a expl icac ión de anomal ía t an grave. (Pero e n nota ofrec ió , c o n toda cautela, u n a con je tura —a m i m o d o de ver, m u y l o g r a d a -sobre l a p r o b a b l e conex ión de can saco ' cansancio ' e inchaco 'h inchazón ' con los n o m i n a t i v o s Q U A S S A T I O e I N F L A T I O . Pesando e l p r o y e l c o n t r a se puede asegurar que lo m e j o r que r e a l i z a r o n los fi lólogos de aquel las décadas era la l a b o r de recoger c o n todo c u i d a d o las var iantes . Así, A . Paz y M e l i a descubrió q u e en u n a versión d e l siglo x v —a juzgar p o r l a l e t r a — d e l " L i b r o de cetrería de E v a n g e l i s t a " se usaba fiuzia ( "pero c o n su fiuzia n o dexes de l l e v a r b u e n g a l g o " ) , mientras u n a c o p i a bastante remozada d e l siglo x v i ya m o s t r a b a la lecc ión "en huzia de l los n o dexes . . . " (ZRPh, 1 [1877], 225 y s.) ; lást ima que Paz y M e l i a n o h a y a r e p a r a d o e n l a cristalización de u n n u e v o g i r o , en huzia de, que corría parejas con e l d e s m o r o n a m i e n t o d e l sustant ivo . A l p r e p a r a r su glosar io , m u y m e r i t o r i o , p a r a e l t. 2 de las Cantigas a l fons inas q u e publ icó la R e a l A c a d e m i a (1889), e l marqués de V a l m a r agrupó (p. 697b) e l g a l l . ant. fyucia (núm. 5.19) c o n e l p o r t . ant . fiuza (doc. p o r t . d e l s iglo x m q u e traía e l Elucidario de V i t e r b o ; Alexandre) y c o n e l fe uza de Berceo (San Millán}

3 2 3 d ) , observando c o n m u c h a f i n u r a que esta ú l t ima v a r i a n t e encerraba u n a innovación.—La revisión de sus respectivas gramáticas, allá p o r 1905; d i o a Baist y C o r n u l a e n v i d i a b l e ocasión de e laborar sus dic támenes anter iores . N i n g u n o de los dos l a aprovechó e n serio. V e r d a d es que Bais t expl i có casi certeramente porfiar como brote de F I D U S (mejor d i c h o , de F T D É R E / * - X R E ) y n o de F I D E S (§ 20) y observó l a caída t e m p r a n a de l a D de F I D Ü C I A (§ 4 0 ) , e l i g i e n d o fiucia, c o n esta graf ía m o d e r n i z a d a , c o m o l a f o r m a básica; pero n o se re f i r ió a este terre­n o resbaladizo a l e x a m i n a r l a transmisión de C Y (§ 4 4 ) . C o r n u (§ 111) volvió a a g r u p a r fiuza (más e l verbo fiuzar) c o n Galiza y juizo c o m o las tres excep­ciones a l a reg la /kj/ > c, escat imando c u a l q u i e r expl icac ión .

5 1 Es casi c o n m o v e d o r a l a torpeza con q u e M E Y E R - L Ü B K E , e n su Grammatik der romanischen Sprachen, L e i p z i g , 1890-1902, 4ts., t rató l a p r o s a p i a de F I D Ü ­C I A , s iendo víc t ima e n parte de su fe ciega — i n s p i r a d a p o r e l v e r t i g i n o s o éx i to de l a L e y de V e r n e r — e n e l p a p e l dec is ivo d e l acento, e n parte de su conoci ­m i e n t o s u p e r f i c i a l d e l sustrato f i lológico de las abstracciones l ingüíst icas. Así, e n e l t. 1, § 379, se dec lara estupefacto p o r l a conservación de dos vocales seguidas e n (port.) fiel y fiuza, o l v i d a d o de q u e se p r o n u n c i a b a fi-el y fi-uza; e n e l § 408, a propósi to de l a a l t e r n a n c i a de /- y h- e n e l Libro de la caga, c i ta la grafía, poco fe l iz , fiusia, menos reprens ib le e n F l o r e n c i o J a n e r c o m o ed i tor de l a antología Poetas castellanos anteriores al siglo xv (1857) . E n e l § 513 d e l m i s m o t o m o se acuerda M e y e r - L ü b k e sólo de l a v a r i a n t e fiuza, q u e a g r u p a c o n varias voces portuguesas : fiuzar, Galiza y juizo (permit iéndose e l l u j o de

26 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

Sin embargo, con el pasar del tiempo el diálogo entre los roma­nistas se ha ido desarrollando con lamentable lentitud, avanzando —para decirlo así— en línea zigzagueante. Hasta cierto punto han predeterminado ese ritmo poco alentador de su progreso los con­textos en que se produjo el intercambio de opiniones (o, por lo menos, una sucesión de declaraciones y análisis) : a) el prolongado debate acerca de las sibilantes, ante todo en español antiguo, que provocó el sensacional artículo de Cuervo (1895) ; b) los estudios —tan prestigiosos entonces— sobre los dobletes; c) las gramáticas his­tóricas de sesgo tradicional; d) los comentarios filológicos dedicados a varios textos medievales y preclásicos; e) los diccionarios etimoló­gicos. Pasemos revista, rápidamente, por lo menos a algunos trozos de material tan abigarrado.

a) La discusión de las sibilantes comenzó enérgicamente, como se sabe, con la publicación (1900) de la tesis de Ford (1897), su­ceso que coincidió con otros dos acontecimientos, ya que aquel mis­mo año salieron a luz la aludida nota de Horning y la monografía de Subak —discípulo de Meyer-Lübke y, como él, prisionero de la Ley de Verner 5 2 . Por desgracia, Ford —quien había extraído un

l a e r ra ta fiuza, que —por p icante c o i n c i d e n c i a — corresponde a l a pa labra -f a n t a s m a fluzia, l a c u a l desdora e l g losar io c o m p i l a d o p o r A . Paz y M e l i a c o m o apéndice a su edición d e l " L i b r o de cetrer ía de E v a n g e l i s t a " e n e l t. 1 de l a ZRPh —¡donde [*] fluzia está co locado entre flojel y frisan), d e c l a r a n d o s e m i c u l t i s m o a juizo y tachando de meras i m i t a c i o n e s d e l suf i jo -eza a fiuza, y a u n a lechuza, [h]ortaliza y tenaza, después de rechazar l a a l te rnat iva de u n p o s i b l e i n f l u j o de l a -a. P o r ú l t imo, e n e l t. 2, § 405, p a r a i lus t rar la ocas iona l s u p e r v i v e n c i a de los abstractos l a t i n o s e n - I A ( A N G U S T I A , I R A C U N D I A , etc.) e l i ­ge l a v a r i a n t e menos característ ica —por ser l a c o n t a m i n a d a p o r fe— a saber feuza c o m o representante de F Í D Ü C I A . P o r desgracia, e l espectro de l a L e y de V e r n e r , a p l i c a d a a F Í D Ü C I A , r o n d a todavía p o r var ios escritos de fecha poster ior , p o r e j e m p l o , u n art ículo de L . W i e n e r e n MLN, 10 (1895), c o l . 83; l a c o n o c i d a m o n o g r a f í a de J . Subak, etc.—Desde luego sería in jus to echar l a c u l p a de l a " V e r n e r o m a n í a " exc lus ivamente a M e y e r - L ü b k e ; ya pecó p o r t a l exceso H o r ­n i n g e n su a r r i b a c i tado l i b r o d e l a ñ o 1883, c u a n d o acudió a l efecto d e l acento p a r a e x p l i c a r l a chocante z de fiuza y afiuziar, q u e agrupó c o n l a de gallizanos, solazar, enlazar, azero y amenazava (p. 9 1 ) .

5 2 J . S U B A K , " Z u m J u d e n s p a n i s c h e n [ in K o n s t a n t i n o p e l u n d i n B o s n i e n ] " , ZRPh, 30 (1900), 129-185. H e aquí l a frase dec is iva : " D a g e g e n ist figuzia ' c o n f i a n c e ' v o m V e r b u m afeguziarse b e e i n f l u ß t " (p. 162) ; es decir , poco i m p o r ­ta e l carácter léxico de esta f a m i l i a , y a q u e l a selección de z, e n m e r m a de g, d e p e n d e e n últ imas cuentas de l a categoría prosódica de l a sílaba. A l a d o p t a r t a l r a c i o c i n i o , S u b a k a p l i c a b a l a " l e y de N e u m a n n " (1878), l a que —tipológica­m e n t e — n o era s ino u n a v a r i a n t e de l a " L e y de V e r n e r " (1876) . P a r a las for­mas des y en-figuziar, características de este r a m o d e l judeo-español , pero ajenas a l a venerable tradición de F e r r a r a , c o n v i e n e tener presentes los pasajes extraí­dos de l a B i b l i a de C o n s t a n t i n o p l a p o r M . G A S P A R R E M I R O , e n l a segunda serie d e sus " V o c a b l o s y frases d e l judeo-español " , BRAE, 4 (1917), 117 s. Obsér­vese e l contraste c o n e l m a t e r i a l e x a m i n a d o supra, notas 26, 28 y 30.

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 27

ejemplo de fihuzas del Libro del caballero y escudero, en la edición de S. Gráfenberg, otro ejemplo de fiuza (más cinco de fiuzia) de la Historia del Rey Anernur. . ed. F. Lauchert, y uno de la forma verbal desfuzio (que encontró en el mismo texto), al parecer no supo sacar provecho de tal tesoro: declaró desfuzio probable errata por desftuzo e insistió, casi en tono de mistificación, en un asunto tan trivial como la transmisión semiculta de fiuzia 5 3 . En vez de ahondar en los hallazgos de Cuervo, Ford y Horeíng, como era su propósito, Saroihandy, poco después, decidió arbitrar la disputa en­tre Fe Neumann y Meyer-Lübke, ambos secuaces de Verner , quienes creían dogmáticamente en el decisivo papel del acento en el des­arrollo de la oposición z : g, y A. Mussafia, tenaz adversario de tal hipótesis; el erudito vasco terminó por rechazar las dos teorías, sus™ tituyéndolas por una suposición de su propia cosecha (geminación parcial de /tj/, /kj/) ; hizo caso omiso del nivel de la transmisión, citando fiuza (pp. 199 y 210) entre las voces transparentemente patrimoniales5 4. En fin, J. O. Tallgren [-Tuulio], acometiendo el problema en dos ocasiones55, reivindicó la importancia de la altura de la transmisión y citó el étimon ( F I D Ü C I A ) con un esmero tipo­gráfico digno de todo elogio, declarando semicultismos a fuziar (afuziar) y a fiuza, igual que a Galizia, juyzio y cru(y)ziar; en el fon­do no hizo más que reiterar la opinión de Baist (1888), matizán­dola levemente.

A los pocos años se produjo una especie de callejón sin salida, porque los eruditos no encontraron n inguna manera de eliminar —sin violar sus cánones o el sentido común— ciertas presuntas con­tradicciones en la distribución de g y z a l o largo del eje diacrónico. Sería contraproducente enumerar toda clase de soluciones a medias o de evasivas típicas de aquel período o hinchar la bibliografía con

5 3 The Oíd Spanish sibilants [tesis d i r i g i d a p o r E . S. S h e l d o n y presentada e n 1897], H a r v a r d , 1900, p p . 1-182; véase p . 54. Y a nos consta l a reacción crí­t i ca de H o r n i n g ; las otras reseñas importantes , f i r m a d a s p o r Meyer -Lübke y E . H e r z o g , respect ivamente , pasaron p o r a l to las per ipec ias de fiuza. E l p r o p i o F O R D , a l revisar y a m p l i a r sus Oíd Spanish readings e n 1911, se l imi tó a obser­v a r e n l a " I n t r o d u c c i ó n " (p. x x x v i i ) , q u e cabega y coragón representaban l a n o r m a , m i e n t r a s fiuza — i g u a l que ceniza, corteza, fogaza y lechuza— r e f le jaban inter ferencias erudi tas o juegos de analogía .

5 4 J . S A R O Í K A N D Y , " R e m a r q u e s sur l a p h o n é t i q u e d u $ et d u z e n a n d e n e s p a g o o l " , BHi, 4 (1902), 198-214.

5 5 Véanse e l ar t ículo " L a z y $ d e l a n t i g u o castel lano i n i c i a l e s de sílaba, es­tudiadas e n l a inédi ta Gaya de Segovia" , Mémoires de la Sociéti Néophilologi-que de Helsingfors, 4 (1900), 1-50 y 397-401, e n l a p . 10, d o n d e t a m b i é n f i g u r a —casi profé t i camente , m e atrevo a d e c i r — l a preposic ión fázia (es dec i r , 'ha­cia') ; y e l § 22 d e l cap. 6: " M o n o g r a f í a fonét ica : c/z" , q u e f o r m a u n a especie d e s u p l e m e n t o a l a tesis de d o c t o r a d o d e l a u t o r : Estudios sobre la "Gaya" de [Pero Guillen de] Segovia, H e l s i n k i , 1907.

28 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

alusión a meras repeticiones de hipótesis propuestas con anteriori­dad 5 6 . E n ese c l ima de indiferencia creciente el autor de estas líneas propuso hace unos pocos años una explicación muy distinta de las que habían estado en boga hacia pr inc ip io del siglo. Según este nue­vo enfoque, los sufijos -azo, -izo, -azón, -izan, -eza, -uzar, etc. sufrie­r o n , en los dialectos centrales, una sonorización de su consonante columearía, para distinguirlos con mayor nitidez de otro grupo de sufijos, de carácter jocoso-afectivo: -ico, -ito, -acho, etc., de base consonantica sorda 5 7 . Ora sea, en general, acertada, ora equivocada esta hipótesis de orientación expresiva, resulta de difícil aplicación al caso concreto que indagamos, puesto que parece casi imposible determinar en qué momento —dentro del período preliterario— se borró, para los hablantes, el recuerdo del originario esquema de derivado sufijal en el caso de F Í D U C I A , dada la escasísima frecuencia de - Ü C I A .

b) C o m o los estudios de dobletes, que parecían tan promete­dores hacia 1880, ya estaban en plena decadencia desde principios del siglo presente r > 8, no es de extrañar que hayan proyectado escasa luz sobre el progresivo desmoronamiento de FÍDUCIA 5 9 .

c) Se podría esperar más de las gramáticas históricas, ya que

5 6 T e n g o m u y presentes las monograf ías —documentadas casi p r o l i j a m e n t e — q u e dedicó a las s ibi lantes A m a d o A l o n s o , ante t o d o e n las postrimerías de su v i d a , así como las reacciones de sus contr incantes . Pero e n esta l i t e r a t u r a se trata casi exc lus ivamente de l a h o r a c repuscular de las ant iguas africadas z y g, así como de los albores d e l seseo y ceceo. Así y todo, e l estudioso q u e aspi re a u n a documentac ión exhaus t iva de fiuz(i)a, hucia, etc., p a r a e l período 1450-1650, que co inc ide c o n l a decadencia de esta f a m i l i a léxica, encontrará a lgunos datos sueltos de innegab le u t i l i d a d e n los escritos de A . A L O N S O , sobre t o d o e n e l t. 1 de su magnum opus m a l o g r a d o , De la pronunciación medieval a la moderna en español, M a d r i d , 1955. ( U n a rápida o jeada q u e acabo de echar a este t o m o me ha c o n v e n c i d o de q u e fiuza I fuzia apenas si f i g u r a b a n , como ejem­plos , e n los numerosos tratados ortoépicos, ortográficos y gramaticales q u e A l o n s o tamizó c o n tanto ah ínco ; p o r o t r a parte , n o de ja de ser provechoso su d e s c u b r i m i e n t o [p. 565] de q u e l a -z- siguió s iendo a f r i cada hasta m e d i a d o s d e l s ig lo x v i , preced iendo a l a f e n su desafr icación) .

5 7 " D e r i v a t i o n a l t ransparency as a n occas ional co-determinant of s o u n d change : A n e w causal i n g r e d i e n t i n the d i s t r i b u t i o n of -c- a n d -z- i n A n d e n t H i s p a n o - R o m a n c e " , RPh, 25 (1971), 1-52.

5 8 Véase m i nota , e n t o n o i m p r e s i o n i s t a : " O e e short - l ived gen re of g lot to-h i s t o r i c a l research", RPh, 26 (1973) , 749-751. Es to n o s igni f i ca que los trabajos de f ines d e l siglo pasado s iempre t o m a r a n e n cuenta d e b i d a m e n t e a los repre­sentantes locales de F Í D U C I A ; así, l l a m a l a a tenc ión e l s i lencio de J . C o r n u , " F o r m e s divergentes de mots p o r t u g a i s " , Ro, 2 (1873), £ 8 1 - 2 9 4 .

™ J . J . N U N E S , e n " C o n v e r g e n t e s e d ivergentes" , BSC, 10 (1915-16), p . 836, todavía opuso fiúza a l cu l t i smo fidúcia, sé l imi tó a c i tar feúza e n sus> Digressoes lexicológicas, L i s b o a , 1928, p . 223, c o m o presunto e j e m p l o de I > e e n sílaba pro tónica ; e j e m p l o poco fe l iz , agrego p o r m i cuenta , como tampoco c o n v e n c e e n i g u a l contexto l a ecuación V I C I N U > ant . vezinho ( m o d . vizinho).

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 29

hay cierto engranaje entre la fonética, los mecanismos de derivación y la estratificación del léxico. Aquí, sencillamente, hemos tenido mala suerte. Así, e l vocabulario —austero más que exuberante— d e l Poema del Cid carecía de representantes de fiuz(i)a 6 0 ; de resultas, no se despertó la curiosidad de Menéndez Pidal por nuestro proble­ma, y esa lamentable indiferencia se refleja también en sus estudios de carácter gramatical 6 1 . Otros autores de gramáticas —entre ellos A . Zauner 62~~, asustados por el matorral en que se enzarzaron los estudiosos de las sibilantes, adoptaron una actitud agnóstica o tra­taron de reducir al mínimo lo complicado de la situación. Los com­pendios de gramática histórica portuguesa tampoco echan abun­dante luz sobre nuestro problema 6 S .

6 0 Sí f i g u r a n e n e l Poema, según e l v o c a b u l a r i o ( 1 9 0 8 ) d e l p r o p i o Menén­dez P i d a l , fe 'promesa de f i d e l i d a d ' (y afé, de descendencia controvert ida) ; fiar ' tener c o n f i a n z a ' ; y fiel a) ' f i e l ' , b) ' juez de u n a l i d p o r causa de reto' .

6 1 S a b i d o es q u e e n su Manual, a pesar de tantas revisiones, e l f i lólogo de M a d r i d n o se a n i m ó a e x a m i n a r las vic is i tudes de F I D Ü C I A c o n e l r i g o r y e l dete­n i m i e n t o q u e i m p o n í a lo i n t r i n c a d o d e l p r o b l e m a . A u n e n la tercera edición ( 1 9 5 0 ) , enteramente revisada, de sus Orígenes del español, observó sólo de

pasada l a a l t e r n a n c i a de fe y fe de e n e l español p r e l i t e r a r i o (§ 1 1 0 - 3 ) y dis­cut ió e n n o t a las formas m e r o v i n g i a s fe de lis y fedilium, n o exentas de vulga­r i s m o e n l o fonét ico ( § 9 5 - 2 ) , todo e l lo s in acometer o s i q u i e r a señalar los p r o b l e m a s centrales de F I D Ü C I A .

6 2 E n l a p r i m e r a edición de su Altspanisches Elementarbuch, H e i d e l b e r g , 1 9 0 8 , Z a u n e r m e n c i o n a fiuza c o n toda b r e v e d a d c o n m o t i v o de l a caída de -d-( § 2 7 ) ; luego, a propósi to de la transmisión c u l t a de nv, etc. § 7 1 ) , c i ta

juizio y Gallizia, pasando p o r a l to fiuzia; y e n e l g losar io añadido a l m a n u a l , se d a p o r satisfecho c o n registrar l a formación p o s t v e r b a l fía. L a 2? edic ión ( 1 9 2 1 ) , a pesar de h a b e r s u f r i d o u n a revisión r a d i c a l , sigue a u n más reacia a

c u a l q u i e r discusión de nuestro p r o b l e m a que l a p r i m e r a (véase e l § 6 9 ) , p e r o e l g losar io acoge a h o r a fiuzia a l l ado de fía (p. 1 8 5 6 ) .

6 3 Así, J . J . N U N E S , e n su Compendio de gramática histórica • portuguesa (fonética-morfología), L i s b o a , 1 9 1 9 , p p . 5 4 , 9 8 , 1 3 7 s., pasa p o r a l to todas las var iantes excepto fiuza, d e c l a r a n d o z e l ref le jo p o p u l a r y ç e l p r o d u c t o semicul to de /k j/ a base de u n análisis apresurado de l a pare ja vezo/vico < V I T I U . P e r o e l m i s m o f i lólogo registra e n e l g losar io q u e a c o m p a ñ a su Crestomatía arcaica, 2? ed. , L i s b o a [ 1 9 2 1 ] , feuza a l l a d o de fiuza; esta v a r i a n t e f i g u r a , p a r a ceñirnos a su p r o p i a antología , e n e l Bosco de ley toso solitario, i m p r e s o e n 1 5 1 5 ; aqué­l l a e n e l Ter ce ir o Livro de Linhagens, q u e c o m p a r t e u n códice m e d i e v a l c o n e l Cancioneiro da Ajuda. D e m a n e r a q u e l o q u e ofrece N u n e s es, e n e l m e j o r de los casos, u n a expl icac ión a medias ; p e r o además, e l análisis h a de ser er róneo ya q u e ç ( aunque n o ci) representa l a capa p a t r i m o n i a l . J . H Ü B E R , Altportugiesisches Elementarbuch, H e i d e l b e r g , 1 9 3 3 , § § 1 1 8 y 2 2 5 , reconoce e n l a i de fiel < F I D È L E e l efecto de l a presión l a t e r a l de fi-ar, -uza, basados e n F Ï - ; c ier ta c o n e x i ó n es i n n e g a b l e , pero l a parte d e l l eón e n l a conservación de l a i l a tenía e l c u l t i s m o , testigo e l n o m b r e de p i l a Fidel. L u e g o H u b e r , repa­r a n d o e n l a r i v a l i d a d de feuza y fiuza, a d m i t e su p e r p l e j i d a d : " . . . ist auch i m A l t s p a n i s c h e n auffä l l ig ; w o fiuzia n e b e n hucia v o r k o m m t " . D e s c o n t a n d o tales confesiones, l o ú n i c o p o s i t i v o q u e trae e l f i lólogo de V i e n a (§ 341) es u n pasaje re levante d e l Fabulário: " J á n u n c a averey fiuza e n t y " . P a r a E D W I N B .

30 Y A K O V M A L K f f i L N R F H , X X V I

Esto no significa que nadie haya reconocido, por lo menos, l a enorme complejidad del material. C o m o siempre, llama la atención l a extraordinaria probidad de Cuervo, aun cuando sus argumentos n o convencen. Así, ya muy entrado el siglo xx, revisó con mucho esmero sus "Disquisiciones" del año 1895, recogiendo con ejemplar minuciosidad, a lo largo de sus lecturas de filólogo apegado a los textos antiguos, varias migajas sobre fiuza, fuzia, fiuzia y desafuziar, que con razón comparó a la molécula, a) juizio (joizio), b) e l ra­rísimo juizo y c) el cult ismo neto, tampoco* frecuente, judia o 64. P e r o el fallo de Cuervo no parece certero. Dejándose impresionar por los datos cronológicos (sin f i l t rar los) , declaró más arcaicas las variantes textuales de Berceo, feduza y feúza. Fiuza y juizo le pare­c ieron las formas espontáneas, es decir, para acudir a la terminolo­gía pidalesca, de sabor alemán, las patrimoniales, mientras fiuzia y juizio eran, según Cuervo, "como tentativas de reacción erudita hacia el latín". El filólogo colombiano no se pronunció sobre la discrepancia entre el tr iunfo de juizio y la derrota de fiuzia; tampoco sospechó la posibi l idad de un cruce de fe y fiuza.

d) Siendo tales las exuberancia y el abigarramiento de las va­riantes, es natural que, en lo moderno, los exegetas de textos anti­guos —ante todo de los medievales— se hayan empeñado en áocm mentar las formas notables, lanzándose a toda clase de experimen­tos genealógicos. Excelente ejemplo de parecida industria nos da la armazón de notas que construyó Joseph E. Gillet en tres décadas de buceo incansable, en torno a la Propalladia de Torres Naharro . Así, el mero hecho de que no te ahuzío (por entero) no te creo* era una especie de giro estereotipado en el ambiente que recreó la Comedia Trophea bastó para estimular a Gillet a acarrear varios paralelos (Juan del Encina, Lucas Fernández, Micael de Carvajal y reliquias de tal uso en judeo-español). Pero el contorno lingüístico

W I L L I A M S , Fmm Latín to Portuguese, P h i l a d e l p h i a , 1938, § 89:2, no existe más q u e fiuza, q u e c o n razón a g r u p a c o n Galiza y juizo, s iendo marcadamente me­nos convincente su r a z o n a m i e n t o . S i n prestar l a más leve a tención a l carácter ne tamente abstracto de estas voces, e l c u a l , e n e l f o n d o , es su único d e n o m i n a d o r c o m ú n , las trata como m i e m b r o s de u n g r u p o m i n o r i t a r i o d e n t r o d e l c o n j u n t o de voces e n /kja/, /k ju/, habiéndose p r o d u c i d o e n t a l g r u p o , a su parecer, u n a e x t r a ñ a confusión de /kj/ y /tj/. (Para W i l l i a m s —a pesar de prego < P R E T I U — l a z y n o l a g representa e l d e s a r r o l l o r e g u l a r de /tj/.) Lás t ima q u e J . L e i t e de Vasconcelos n o se h a y a v u e l t o a o c u p a r de FÍDÜciA-en sus m u y ins t ruc t ivas Ligóes; e n e l g losar io de sus Textos arcaicos, 3? ed. , L i s b o a , 1922, p . 177, regis­t r a escuetamente fiuza ' c o n f i a n z a ' , r e m i t i e n d o a l lector a su miscelánea de pro­v e r b i o s ant i cuados : %'A fiuza de parente§, cata q u e m e r e n d e s " (p. 103) .

64 Obras inéditas, e d . F . R e s t r e p o [y P . U . González de l a C a l l e ] , Bogotá , 1944, p . 384. C u e r v o rastreó fiuza e n P . de Alca lá y ofreció copiosos e jemplos medievales de fuzia.

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 31

se borra a veces en medio de una busca tan obstinada de documen­tación casi prolija; así Gillet no se fijó lo bastante en el contraste entre afiuziar (Marruecos), basado en fiuzia, y ahuziar, amarrado a huzia —es decir, en últimas cuentas, a fuzia 65.

e) Antes de averiguar pormenorizadamente la contribución de los diccionarios etimológicos al examen de nuestro problema con­viene admitir la dificultad con que se encaran sus autores al enfo­car la prehistoria de una voz antigua o anticuada. En general —por cierta ironía del mercado— tales diccionarios abarcan el léxico mo­derno. Se exige casi un tour de forcé, para no decir un truco, a fin de que un lexicógrafo-etimologista encuentre en su libro de consulta una colocación conveniente para una palabra medieval, como fiuz(i)a y sus variantes. E l lector simpatiza con J. Corominas, quien estuvo en el mayor apuro al procurar encontrar tal colocación para su rica colección de fichas; por cierto, hucia (DCEC, t. 2, p. 962) —que ni siquiera representa una palabra corriente en el idioma moderno— no es el lema ideal para explayarse sobre las vicisitudes de F I D Ü C I A

en los antiguos dialectos hispanorrománicos. Y aunque es algo más propicio el esquema bidireccional adoptado por V. García de Diego en su diccionario, que cae en la misma década, la ejecución de esa obra es tan defectuosa que el resultado, a fin de cuentas, es peor 6 6 .

A u n teniendo presentes todas estas circunstancias extenuantes,

6 5 Véase su magis t ra l edición de "Propalladia" and other works of Bartolo­mé de Torres Naharro, t. 3, Notas , B r y n M a w r , 1951, p . 341.

6 6 S o n tantas las inexac t i tudes e n e l Diccionario etimológico español e his­pánico, M a d r i d , ca. 1954, que sería ocioso catalogarlas y tratar de refutarlas» u n a p o r u n a . L a p r i m e r a parte —que, p a r a d ó j i c a m e n t e , e n e l f o n d o n o es s ino u n índice a l fabét ico— registra s in discusión, p e r o a veces c o n glosa, toda clase d e formac iones peninsulares , medievales y m o d e r n a s , r e m i t i e n d o a l lector a los lemas la t inos de l a segunda par te ; e n este desf i le se e n c u e n t r a n ahuciar, desafiuciar/-zar, desafuciarj-h-, desfiuzar, fuza, hucia, huza, etc. L a segunda par­te, de aspiración más elevada, se adhiere a l m o d e l o d e l REW y así ofrece a l lec­tor tres art ículos de re levanc ia d i r e c t a : * A F F Í D Ü C I A R E 'avalar ' (§ 247) , F I D U C I A ( § 2771) y F I D Ü C I A R E (§ 2771a) . E l ú n i c o apor te va l ioso es la localización de

a l g u n o s reg iona l i smos m o d e r n o s ; así e l s a l m a n t i n o desahuciar 'desahuciar ' , q u e —ya e n 1915— sacó a luz J . de L a m a n o y B e n e i t e ; y e l g i r o a d v e r b i a l r i o j a n o estar a agudas de 'estar c o n f i a d o e n ' < A D F I D U C I A ( M ) q u e o b s e r v a r o n inde­p e n d i e n t e m e n t e J O S É M A G A Ñ A , " C o n t r i b u c i ó n a l es tudio d e l v o c a b u l a r i o de l a R i o j a " , RDTP, 4 (1948), p . 270 y, después de u n a encuesta p r e l i m i n a r que tenía presente G a r c í a de D i e g o hace u n cuar to de siglo, C E S Á R E O G O I C O E C H E A e n su m o n o g r a f í a Vocabulario riojano, M a d r i d , 1961 (BRAE, ane jo 6 ) , p . 2lb. T o d a s las demás- formas q u e aduce e l a u t o r están fechadas y local izadas c o n escanda­losa imprec is ión ; así, e l rótulo " a n t [ i c u a d o j " p u e d e corresponder a l siglo x n o x v n ; afiuzar, a t r i b u i d o a l gallego-portugués, c i r c u l a b a desde luego también e n e l centro de l a Península , etc. A f e a n e l d i c c i o n a r i o numerosas erratas i n e x p l i ­cables, así, r e p e t i d a m e n t e , deshauciar p o r desahuciar, etc.; e l uso d e l m a c r o n , e n las bases la t inas , parece enteramente a r b i t r a r i o .

32 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

no se puede menos de caracterizar el material que ofrece Coromi-nas como un cajón de sastre filológico. En efecto, sería difícil en­contrar otro ejemplo de mezcolanza tan confusa de aciertos y fra­casos. El muestrario de formas recogidas en fuentes a veces oscuras brilla por su riqueza y su exactitud en cuanto al detalle bibliográ­fico, pero adolece de una organización muy floja; al final, no se vislumbra ningún cuadro de conjunto como recompensa por tanto trabajo de filigrana. E l principal mérito de Corominas estriba en haber sido el primero, hacia mediados del siglo, en explicar feúza, feduza, etc. como cruce o amalgama de fiuza y fe(e). Otro aserto feliz es que el giro a furias 'en confianza', registrado, por divertida coincidencia, en la isla de Chiloé, representa una reliquia —aunque aquí se echa de menos cualquier alusión al paralelismo del uso riojano 6 7 , ya establecido con anterioridad. Descontando detalles 6 8 ; el punto más vulnerable de la exposición de Corominas me parece su análisis lamentablemente flojo de la relación entre fiuzia, fiuza y fuzia. A la zaga de Cuervo, selecciona a fiuza como forma básica (lo que parece equivaler a patrimonial), declarando: "Pronto apa­rece una variante influida por el latín: fiuzia". Coloca en el mismo nivel, equivocadamente, a fuyzia, que parece mero desliz de copista y, por añadidura, un hapax legómenon, y a fuzia, variante de ex­traordinaria pujanza y difusión a lo largo del eje territorial y tam­bién del temporal. Achaca a la disimilación la génesis de fuzia, lo

6 7 Véase l a n o t a a n t e r i o r . C o r o m i n a s r e m i t e a los hal lazgos de A . M . E S P I ­N O S A ( h i j o ) , Arcaísmos dialectales: la conservación de "s" y "z" sonoras en Ca­ce res y Salamanca, M a d r i d , 1935 (R.FE, ane jo 19), p . 7 5 , y, p a r a e l sur de C h i l e , a l a monograf ía de F . J . C a v a d a (1921) ; pero es inexpl í c i to e n u n res­pecto i m p o r t a n t e . E s p i n o s a - h i j o n o ofrece más que equiva lentes locales, p o r c ier to notables e n su disfraz fonét ico , de desahuci-ar, -ado, q u e e l español l i te ­r a r i o comparte c o n las hablas rura les e n cuestión, de m a n e r a q u e e n lo léx ico a q u e l l o s r incones de E s p a ñ a n o son n i remotamente comparables a l a penín­s u l a balcánica , d o n d e de hecho se m a n t u v o , hasta p r i n c i p i o s de este siglo, fi(g)uzia a l l ado de enfi-, enfe-guziarse, según observó, después de S u b a k (loe. cit.), M . L . W A G N E R , Beitrage zur Kenntnis des Judenspanischen von Kon-stantinopel, W i e n , 1914, § § 29 y 134. C o n f i r m ó estos hal lazgos a base de su escrupuloso trabajo e n e l terreno d u r a n t e l a p r i m e r a G u e r r a M u n d i a l , W . S I ­M Ó N , " C h a r a k t e r i s t i k des j u d e n s p a n i s c h e n D i a l e k t s v o n S a l o n i k i " , ZRPh, 40 (1919-1920), 655-689; véase p . 680. E l t i p o r e g i o n a l aguciar fa l ta e n e l i n v e n ­

t a r i o de variantes de fiuz(i)a c o n [y] q u e preparó A . R o s e n b l a t e n sus " N o t a s de morfo logía d i a l e c t a l " , BDH, 2 (1946), p . 258, n o t a .

6 8 N o son pocos los deslices y errores q u e se esconden ba jo e l elegante bar­n i z d e l art ículo. Y a l a p r i m e r a l ínea causa i n q u i e t u d : ¿Cómo se p u e d e sentar q u e hueva, procede " d e l más a n t i g u o fiuza" ¿ si es evidente q u e v i e n e de fuzia, q u e n o es n i e l d i r e c t o antecesor, n i e l i n m e d i a t o descendiente de fiuza} Y cónio se p u e d e dec larar q u e fiducial(mente) y fiduciario " d e r i v a n de la f o r m a c u l t a fiducia", si se t rata de t ransparentes imi tac iones cultas de d e r i v a d o s y a atestiguados e n lat ín?

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F Í D U C Í A " 33

que en efecto es probable; pero no se pregunta si es plausible ope­rar con formas —según él— primarias (fiuza), secundarias (fiuzia) y terciarias (fuzia) mientras existe una alternativa que, de un golpe,

'simplificaría todo este edificio sobrecargado de hipótesis. Esta inevitable crítica de Coraminas nos lleva a ofrecer otra

solución para el problema de la coexistencia multisecular de los tres tipos básicos fiuzia, fiuza y fuzia. Parece lo más simple postu­lar que fiuzia —igual que juyzio < I Ü D I C I U y Gallizia < * G A L L I C I A

(en lugar de - A E C I A , reajuste efectuado a base de G A L L - I C U S ) — re­presentan tres desarrollos paralelos, dentro de la capa semiculta del léxico. Dado lo molesto de la pronunciación /fjuzja/, a consecuen­cia de los dos nexos palatales / f j / y /z j / iniciales de sílabas, se pro­dujeron tentativas de eliminar el exceso de palatalidad, en dos direcciones paralelas: /fjuza/ y /fuzja/ 6 9 . Como no se trata de un cambio "regular", de carácter casi obligatorio, sino de un cambio "espontáneo" o "esporádico" (= al. sprunghaft, ingl. saltatory 70), que ejerce leve presión, es perfectamente natural que hayan convi­vido largo tiempo las tres variantes, entrecruzándose con frecuencia sus órbitas. Tampoco choca el predominio de fiuza, Galiza, juizo en portugués antiguo, lenguas que tenía marcada aptitud para absor­ber, aun en los radicales de los cultismos, la semivocal de la desi­nencia: confróntese el esp. vicio con el port. ant. viigo /vijtso/ > vigq /visu/ 7 1 .

6 9 S i n e n m a r a ñ a r m e e n u n a discusión de l a vasta l i t e r a t u r a sobre la d i s i m i ­lac ión de las consonantes —desde G r a m m o n t hasta Posner y Togeby—, q u i s i e r a l l a m a r l a a tenc ión sobre la acertada tesis de Meyer -Lübke según l a c u a l l a chocante conservación de los nexos in i c ia les / k l / , / p l / , /£!/, en palabras c o m o clavija, plaga, playa, plaz(d)o, floxo, sería d e b i d a , e n g r a n parte, a cierto ho­r r o r ante l a perspect iva de / k X / . . . /kX/, ,/pX/ •••/)/ etc. Clavija, a su vez, p u d o ejercer c ie r to i n f l u j o sobre clavo, d i ferenc iándolo o p o r t u n a m e n t e de llave, m i e n ­tras e l v e r b o llover < P L U E R E , q u e carece de u n a segunda pa la ta l , arrastró a lluvia, i m p i d i e n d o e l prev is ib le r e t o r n o a * pluvia. L a fase crít ica debió de ser cll-, pll-, ///-. Véase, para la e laborac ión de ta l núcleo de ideas, m i art ículo " T h e i n t e r l o c k i n g of n a r r o w s o u n d change, b r o a d p h o n o l o g i c a l pat tern , e n AL, 15 (1963), 144-173, y 16 (1964), 1-33, y las varias reacciones críticas —no todas halagüeñas— que provocó. E n resumidas cuentas, fuzia y fiuza mues­t r a n dos acciones opuestas de l a m i s m a dis imilación e l i m i n a t o r i a q u e e x p l i c a l a c u r i o s a v a r i a n t e pronungación en e l ms. G d e l Libro de buen amor (369a) y se a le ja r a d i c a l m e n t e de l a di ferenciac ión, como e n e l ant . arag. da juno ' a y u n o ' < I A - , I E - I Ü N U (véase Fueros de Aragón, e d . G . T i l a n d e r , p . 335) .

7 0 H u e l g a dec ir que la m e r a sospecha de l a actuación de ta l c a m b i o ge­n e r a l , o, p a r a a d o p t a r e l t é rmino de A s c o l i , " a c c i d e n t e " genera l debería e x i m i r ­nos de l a obl igac ión de d i scut i r fiuzia y sus dos var iantes d e n t r o d e l m a r c o d e las s ib i lantes , que ya presenta u n a plé tora de d i f i cu l tades . Fiuz(i)a y fuzia p u e d e n f i g u r a r sólo a l m a r g e n de l a corr iente p r i n c i p a l .

7 1 E l contraste entre chu(i)va, noivo, ra iva, ruivo, e n portugués, y lluvia, novio, rabia, rubio e n español es desde luego u n l u g a r c o m ú n de l a fonét ica

34 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

Formulada así la hipótesis central de nuestro estudio, nos incum­be ahora echar una mirada sobre las tres subfamilias rivales: fiuzia, fiuza y fuzia.

L A F O R M A B Á S I C A D E L A L E N G U A M E D I E V A L : F I U Z I A

Habiendo establecido, por toda clase de inferencias, la presu­mible prioridad de fiuzia sobre las formas rivales —pese a las opi­niones contrarias de Cuervo y Corominas—, debemos preguntarnos si los datos filológicos corroboran tal conclusión apriorística. Y como, de aquí adelante, trabajaremos en un terreno mucho más concreto que cuando nos ceñíamos al análisis preliminar, cabrá plan­tear problemas de la siguiente categoría: ¿En qué zonas y dentro de qué límites cronológicos se empleaba fiuzia? ¿Qué variantes se­cundarias produjo durante el período de su auge y el de su decaden­cia? ¿Dónde se conservan sus últimos vestigios en el nivel de la lengua hablada? ¿A qué preferencias estilísticas de un pasado ya muy remoto correspondía su uso en la lengua literaria? ¿Con qué otras palabras se cruzó?

Fiuzia se empleaba a lo largo de la Edad Media, decreciendo su uso rápidamente en el curso del siglo xvi. No sólo lo rechazó Juan de Valdés, con fino presentimiento del porvenir, en favor de con­fian ga, sino que nos consta hasta qué punto los pocos autores del Siglo de Oro quienes se obstinaban en acudir a esa variante favo­recían, en general, el tono solemne y arcaizante; eran biógrafos o historiógrafos más bien que innovadores 7 2 . Fiuzia se empleaba en

histórica y a r m o n i z a b i e n con l a predi lección de l a z o n a oeste p o r los d i p ­tongos decrecientes. P e r o a u n d o n d e f a l t a n las consonantes b i l a b i a l e s (como b y m) y lab iodenta les (como / y v) l a /j / puede l legar a o c u p a r puestos dis­t in tos e n los dos id iomas , p o r e j e m p l o , igre(i) ja frente a iglesia, ant . eglesia. S o n p a r t i c u l a r m e n t e i m p o r t a n t e s los casos e n que , secundar iamente , se reduce e l d i p t o n g o portugués —por e j e m p l o , /ej/, / i j/ , /uj/ —a u n a sola voca l , c o n l a consecuencia de q u e bésta, estudo, licam (or ig . licom), limpo y sujo se opo­n e n á bestia, estudio, lec(c)ión (ant. lición), limpio y suzio; a ese a n t i g u o / i j / debe aprox imarse e l núcleo vocálico de beat, feet d e l inglés m o d e r n o (según e l análisis de L . B l o o m f i e l d ) . P o r supuesto, sobrevienen toda clase de com­pl icac iones ; a veces la /]/ sobrevive en portugués delante de l a consonante (baixo, caixa), m i e n t r a s se h u n d e e n l a ta l consonante e n español a n t i g u o (baxo, caxa; m o d . bajo, caja); e l caso opuesto salta a l a vis ta e n junho, Un ha, prego frente a junio, línea, precio. T o d o e l l o produce , -en portugués, unos do­bletes tota lmente extraños a l o ído d e l h i s p a n o h a b l a n t e (así, fe ir a ~ feria); además, coloca las —relat ivamente pocas— voces e n -ia e -io (como colonia, im­perio ) e n u n pedestal de c u l t i s m o neto que les es a jeno e n español .

7 2 B u e n e j e m p l o de ta l a c t i t u d es e l pasaje de D i e g o de Yepes (1530 o 1531-1614) , Vida, virtudes y milagros de la bienaventurada Virgen Teresa de Jesús, M a d r i d , 1595, I I I , 11, q u e c i ta C e j a d o r , Vocabulario medieval castellano, p .

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C Í A " 35

varios dialectos medievales, incluyendo al leonés 7 3 . Es la forma típica —a partir de Santob— del judeo-español, donde además brotó una variante idiosincrática figuzia, no usada —que sepamos— entre los cristianos7 4. La excelente conservación de fi(g)uzia entre los sefardíes de África y de Europa nos permite sacar ciertas conclusio­nes sobre su popularidad, hacia fines del siglo xv (es decir, en vís­peras del destierro), en todas las capas de la población de España. Entre los derivados llama la atención fiugial, que se encuentra una sola vez en Berceo (Sacrificio de la misa, 4Id); es discutible si la g representa una inexacta grafía prealfonsina por /dz/ o si de veras existió una efímera subvariante con la africada sorda, quizás amol­dada sobre justicia, tristicia, etc., cuya c está basada en la T lati­na 7 5 . La serie de derivados verbales —que ya hemos tenido ocasión de documentar sumariamente— abarcaba afiuziar (y su opuesto des-

202b, m o d e r n i z a n d o la grafía, c o m o de cos tumbre : " . . . u n a grande conf ianza y fiucia e n D i o s " . Es sumamente i n s t r u c t i v o e l s iguiente c o m e n t a r i o q u e h i z o , e e 1617, Franc isco Cáscales; véase la n u e v a edic ión de sus Tablas poéticas, e d . B . B r a n c a f o r t e , Clás. Casi., 207, M a d r i d , 1975, p . 101: " A n t i g u a s , aquel las [pa­labras] q u e ya n o están e n uso; pero , p o r q u e t i e n e n u n n o sé q b é de reverenc ia y gravedad, de q u a n d o en q u a n d o los buenos auctores les a n usado, quales s o n : reproche, fiucia, ducho, barragana, y otros m u c h o s " [sic]. A u n q u e n o d e j a d e ser p intoresco e l sur t ido de voces obsoletas e n q u e f i g u r a fiucia, l a obser­v a c i ó n es a g u d a y a r m o n i z a c o n e l puesto q u e o c u p a b a desafiuciar, p o r e jem­p l o e n l a prosa tan p u l i d a de fray L u i s de L e ó n : " M a s e l q u e hace, p o r u n a par te , p o b r e z a y, p o r otra , es desapiadado c o n e l l a , ése es desafiuciado" (Expo­sición del libro de Job; pasaje c i tado p o r C a p m a n y y C u e r v o ) .

7 3 E l pasaje-clave se e n c u e n t r a e n e l § 271 d e l F u e r o de L e d e s m a : " T o d o o m n e q u e testigos f iz ier de a l g u n a cosa, e si d i x i e r : ' F i r m a d e s esto se uos mester o u i e r e fiucja f iz ier ' , si a l g u n o negar, f i r m e e l q u e r e l l o s o " ; véase Fueros leoneses. . ., e d . A . Castro y F . de Onís , M a d r i d , 1916.

7 4 Y a nos hemos re fer ido a las p u b l i c a c i o n e s de L . W i e n e r (1896) y de M . G a s p a r R e m i r o (1915, 1917) así c o m o a las monograf ías de J . S u b a k (1907) y M . L . W a g n e r (1914). E n su " E s p i g u e o j u d e o e s p a ñ o l " W a g n e r ya n o volvió a l asunto de F Í D Ü C I A pero sí agregó u n cur ioso e j e m p l o a l a d o c u m e n t a c i ó n d e la -g- [y] i n t e r c a l a d a : entruguesar ~ entuguersar ' torcer (se) e l p ie ' , a base de entuerce (3? pers. pres. i n d . ) ; véase RFE, 34 (1950), p . 49. P a r a afiuziar y fiuzia c o n v i e n e tener presentes t a m b i é n los hal lazgos de u n observador d o t a d o de introspección, como J . B E N O L I E L , " D i a l e c t o judeo-hispano-marroquí o h a k i -t i a " , BRAE, 14 (1927), 568% y 15 (1928), 1905. P a r a los Proverbios morales de Santob de Carr ión, son representat ivas las coplas (ed. A . P o r t n o y ) 6\2ab ("e fiuzia n o n tenga / e n o t r o a lgo j a m á s " ) y 627ab ( " la m e r c e d de D i o s sola / es l a fiuzia c i e r t a " ) ; lást ima q u e e l ms. f r a g m e n t a r i o de C a m b r i d g e , descu­b i e r t o y p r i m o r o s a m e n t e p u b l i c a d o p o r I . González-Llubera , n o abarque estas coplas .

7 5 Además, e l verso e n cuest ión reza así e n o t r o m a n u s c r i t o : " R e y de los judíos , / salva tus serviciales" , de m a n e r a q u e l a p a l a b r a fiuciales a l o me jor es e s p u r i a . L a s mismas dudas sobre l a sordez o s o n o r i d a d de l a a f r i c a d a nos asa l tan c u a n d o nos encaramos c o n fiucja e n u n arcaico fuero leonés d e l s ig lo x i i i , p u b l i c a d o c o n todo esmero paleográf ico .

36 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

afiuziar) así como des- y en-fiuziar76; ninguna de estas formaciones satélites mostró la más leve tendencia a sobrevivir a fiuzia, la cual, de haber prorrumpido, presupondría cierta autonomía semántica. A l contrario: por todas partes los verbos perecieron con el sustan­tivo, a no ser que le hayan precedido en su decaimiento.

Fiuzia no fue característico del antiguo portugués. E l español general lo abandonó en el Renacimiento, como parte de su heren­cia medieval, y por esa misma razón sentimental, interpretada en dirección opuesta, lo mantuvo —mejor dicho, se aferró a él con notable apego— el judeo-español de Marruecos y aún el de Oriente 1 1 .

La variante fiuza

En las alusiones a la tríada fiuzia ~ fiuza ~ fuzia esparcidas por* un sinnúmero de investigaciones de mérito muy desigual no se sus­cita, que yo sepa, el problema de las distancias que median entre las tres variantes. Sin embargo, ese problema parece de importancia capital. Si se asume, por ejemplo, que hemos acertado con la selec­ción de fiuzia como forma básica (en lo genético), la etapa siguiente

7 6 Véanse , sobre afiuciar (es decir , -ziar), las dos citas q u e trae e l (viejo) Diccionario' histórico de l a A c a d e m i a , t. 1, p . 247a ( J u a n R u i z , ms. S, 1256<á, y Tercera Crónica General, P a r t . I V , ed . 1541, £ 321b : . .e afiuciól que le a y u d a r í a " ) . H a y u n a alusión a desaf(i)uciar e n las Notas de R o s e n b l a t (p. 251) — q u i e n rastrea l a más la rga de las dos variantes e n A n t o n i o de C a m p a n y (y, de ahí, e n C u e r v o ) y, p o r c ierto, n o se e q u i v o c a a l s u p o n e r q u e e l m o n t . des­ajuiciar y, e n su sombra , e l sust. desajuicio a r r a i g a r o n e n a q u e l r i n c ó n (donde los registró G . A . Garc ía L o m a s ) "quizá c o n intervención de l a e t imología p o p u l a r " , es decir , d e b i d o a l cruce c o n juicio. E n e l f o n d o , se trata de u n dis­fraz o u n a susti tución más b i e n q u e u n a h u e l l a . Es p o s i b l e que e l rar ís imo v e r b o afiduciar, de q u e los académicos se asen, p o r e j e m p l o , p a r a d e f i n i r (loe. cit.) afiuciar, sea u n a subl imación c u l t e r a n a de l a voz d e f i n i d a .

7 7 P a r a m o s t r a r l a g a m a de textos medievales q u e t o l e r a n fiuzia, v u e l v o a r e m i t i r a Kalila et Digna (ms. A , f. 4 4 v ) , a l Libro de cetrería y a l a e n m i e n d a —respaldada p o r todos los críticos— e n e l Poema de Fernán González y agrego los pasajes s iguientes : Barlán y Josaphat, ed . G . M o l d e n h a u e r , 95v (var . ) , y Confisión del amante, e d . H . K n u s t , 88r, 122v, 154v, 205v, 210v, 218v, 259r, 320r (en m e r m a constante de fiuza y de fuzia). Añádase a todo e l l o l a d o c u ­m e n t a c i ó n de F o r d (1900) ; C o r o m i n a s s.v. hucia, aduce t a m b i é n e l e j e m p l o de P e r o López de A y a l a , Rimado de palacio, c. 397c, p e r o m á s exacto sería l i m i ­tar este uso de fiuzia ( " E n t i es toda m i fiuzia syn o t r o n i n g ú n d u d a r " ) a l copis ta d e l ms. N , pues e l ms. r i v a l (E) ofrece la lección fiuza, según l a e d i ­c ión de A l b e r t F . K u e r s t e i n e r . A u n q u e e n l o a n t i g u o acucia ' d i l i g e n c i a ' —cu­r ioso abstracto e n - I A , ¿que empezó su desarro l lo como voz cu l ta a l a m p a r o de u n v e r b o v u l g a r e n * - I A R E ? — de o r d i n a r i o , desde luego, n o r i m a b a c o n fiuzia (nótese e l r e p e t i d o uso de acucioso e n J u a n R u i z y l a presencia de u n a g e n e l

p o r t . acuga), n o hay q u e descartar la p o s i b i l i d a d de u n a v a r i a n t e en -zia, provo­cada p o r e l é x i t o de f(i)uzia. E n e l Libro de miseria de omne, ed . M . A r t i g a s , se e n c u e n t r a l a graf ía a m b i g u a acuzia (4Sd).

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 37

debe ser la comparación de la respectiva proximidad de tal punto de partida a fiuza y a fuzia. Y aquí se echa de ver que fiuzia y fiuza se asemejan mucho más que fiuzia y fuzia. La razón principal de este * mayor parecido es que fiuzia y fiuza compartían la sílaba acentuada, /fju/ , contracción de dos sílabas, fi~(d)u-, con cambio de / i / en / ] / poco después de la caída de la d.- Por otra parte, fiuzia y fuzia no tenían en común más que una sílaba átona. Como si esto fuese poco, la cerrazón de / i / en /]/ complicó la aplicación de la "ley" /- > h- > cero a fiuz(i)a. Ante la semiconsonante del diptongo cre­ciente, la / a veces se dejaba arrastrar por la corriente principal, cediendo a la h (testigo fierro > hierro); pero en otros casos se mantuvo tras largo titubeo (por ejemplo, en fue, fueron, el adv. fuera, etc.), a veces con la ayuda secundaria que le prestaban ciertos factores culturales (así se dice fiebre, fiesta, a diferencia de hiél, enhiesto). La larga vacilación de muchos individuos entre fuego y huego, etc., debió de causar a los hablantes cierta molestia, no lo suficientemente fuerte como para provocar, de por sí, la elimina­ción de palabras elementales y, por lo tanto, difíciles de reemplazar, como fierro/hierro o fuego/huego, pero lo bastante aguda para ace­lerar la desaparición de voces ya amenazadas desde hacía siglos por ciertos rivales —como de hecho sucedió a fiuz(i)a, que se opuso a cualquier tentativa de metamorfosis en *hiuz(i)a y, de resultas, no tardó en caer en desuso. A l revés, fuzia se transformó fácilmente en hucia y, últimamente, en (h)ucia —cf. el desarrollo paralelo de humo, hurto y huso, así como de los verbos hundir y hurgar— ya que la contigüidad de la u, como vocal, no estorbaba la transición de la / primero a h y luego a cero. Así esta vez no se produjo nin­guna molestia debida a inseguridad del uso, con la previsible conse­cuencia de que fuzia, tras muchas peripecias, sobrevivió a las otras variantes (en un principio, de mayor pujanza) y aun hoy aflora como elemento del verbo desahuciar, de sus satélites (desahuciado, desahucio) y de sus equivalentes dialectales (p. ej., en Zamora y Ex­tremadura) .

Examinemos más de cerca el "expediente" de fiuza. U n impor­tante detalle que, de inmediato, llama la atención es la extraordina­ria difusión de esta variante, en más de una sola dimensión. Fiuza no sólo predominaba en el español literario de los siglos X I I I y xiv, sino que también llegó a ser en aquel período la forma práctica­mente exclusiva del portugués 7 8 . En cuanto al diapasón de los gé-

7 8 P a r a los vestigios de fiuza e n l a z o n a a t lánt ica cabe consultar , a más d e l a p r e c i t a d a n o t a de L e i te de Vasconcelos (1898), l a observación de J . M . P I E L , " A f o r m a d l o dos substant ivos abstractos e m portugués" , Bs, 16 (1940) , p . 217. N o escasean pruebas textuales ; así, Crestomatía arcaica, seleccjio, pre fa ­c i o e notas de M . R o d r i g u e s L a p a , L i s b o a , 1940, p . 79, trae e l pasaje s iguiente ,

38 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

ñeros literarios compatibles con su uso, es muy impresionante: fiuza abunda en la prosa alfonsina (p. ej., la de carácter jurídico), en toda clase de tratados didácticos (venatorios, paremiológicos) y de obras historiográficas, en varios famosos cancioneros del siglo xv (p. ej. el de Lope de Stúñiga y el de Juan Alfonso de Baena), en las

obras del marqués de Santillana, etc.79 ; en determinados ambientes

entresacado de J o á o Cass iano, Dos stabilicimentos dos m oeste ríos (cód. a lcob . 384; ortograf ía l igeramente retocada p o r e l copista) : " C o m toda esperanza e fiuza [ ' confianza, seguranca'] speram g u a l a r d a m e mercee de D e u s " . O t r o ejem­p l o se lee e n "Visáo de T ú n d a l o " , ed . J . J . N u n e s , RLu, 8 (1903-05), p . 253: " P o r essa fiuza son m u j t o s éganados" . V . G A R C Í A D E D I E G O , Manual de dialec­tología española, M a d r i d , 1946, p . 24, ya opuso e l g a l l . fiuza a l cast. hucia, pero s i n sacar n i n g u n a conclusión provechosa de ta l contraste, ya q u e sólo le i m ­p o r t a b a s i tuar F Í D Ü C I A e n e l sector d e l léxico l a t i n o q u e n o sobrevivió f u e r a de la Península . A juzgar p o r l a in formación m u y p o r m e n o r i z a d a q u e r e u n i ó J O S É S. C R E S P O P O Z O , Contribución a un vocabulario castellano-gallego, M a ­d r i d , 1963, p . 200, s. w. confiado, confianza y confiar, e l N o r o e s t e no sólo ofre­c i ó c ierto abr igo a fiuza ^ feuza, (a)fiuzado • ^ a femado, todos ellos extraídos de u n i m p o r t a n t e texto n a r r a t i v o m e d i e v a l (Crónica troyana, ed . A . Mart ínez Salazar, L a C o r a n a , 1900), s ino que se p r o d u j o allí u n cur ioso cruce entre (a)fiuzado y afiancado, d a n d o m a r g e n a afiuncado. O t r o cruce p o r e l est i lo (fiuza X confianca) está atest iguado p o r L . G A R R E A L V A R E L L O S , Diccionario ga-lego-castelán, 2? ed. , [L]a C[o]ruña , 1933, p . 53a.—Para v o l v e r a L e i t e : este eru­d i t o reparó e n las r e l i q u i a s de fiuza ya e n 1892, a l d i s c u t i r los hal lazgos léxicos de L e o n i e n las islas Azores —t. 1 (1858) de Genio da língua portuguesa— agre­g a n d o p o r su p r o p i a cuenta q u e h a b í a oído e m p l e a r l a ta l voz a unas viejas e n e l sur de su país ( C a d a v a l , E s t r e m a d u r a ) .

7 9 N o hay necesidad de loca l izar pasajes —en e l Espéculo, las Partidas, los Buenos proverbios, l a Crónica de AIfonso XI, las Obras de S a n t i l l a n a y los dos cancioneros a r r i b a m e n c i o n a d o s — que ya ident i f icó C u e r v o h a c i a 1900 c o n e l r i g o r de s i empre ; véanse sus Obras inéditas, p . 384. A g r e g o , p o r m i cuenta , a l g u n o s lugares más: Castigos o documentos para bien vivir, o rdenados p o r e l R e y D o n Sancho [el B r a v o ] , ed . A . R e y , B l o o m i n g t o n , 1952, p . 162 ( = f. 67r) : " T o m a f i a n z a (var. fiuza) e n cada u n o " y p . 163 (f. 68r) : " T r e s cosas son e n q u e e l o m n e n o n deve t o m a r esfuerzo (var. fiuza)"; véase l a aguda observa­c ión de O . H . H a u p t m a n n e n su reseña, RPh, 7 (1953-54), p . 245, d o n d e reco­noce l a p r o b a b l e pr imacía de fiuza. U n texto de carácter af ín, e l Libro del con­sejo e de los consejeros por Maestre Pedro, ed . A . R e y a t r i b u y e a Cicerón e l si­g u i e n t e g r a n o de sabiduría : . . d i z que e n su fiuza d e l cate su p r o e o r d e n a su f a z i e n d a " (cap. V I , f. 102r; véase RPh, 5 [1951-52], p . 2 1 9 ) . E l m a n u s c r i t o q u e G . M o l d e n h a u e r adoptó c o m o base p a r a su edic ión de Barlán y Josaphat s iempre se at iene a fiuza (ff. 95v, 96v, 104v, 148v, 176v) , a u n q u e e l códice r i v a l se ale ja a veces de esta n o r m a . V a r i o s textos de "sabor o c c i d e n t a l " q u e J . A m a d o r de los R í o s y H . K n u s t sacaron d e l m i s m o ms. escuríalense alar­d e a n fiuza: Santa María Egipciaca, f. l l v ; El rey GuilleIme, f. 33v; y El empe­rador Ottas, caps. X V I y L V I ; véase a este propósito e l f. 266v de los Spanish Grail Fragments (se t rata d e l " L i b r o de J o s e p h ab A r i m a t í a " ) e n l a esmerada edición de K . P ie t sch ( C h i c a g o , 1924-25) : " S o n tan rr icos de l a fiuza de Jesu C r i s t o " , y e l c o m e n t a r i o q u e insertó e l sabio e d i t o r e n su t o m o de Notas , p . 83. Pertenece a u n a época poster ior e l Libro de e(n)xemplos de G i l m e n t e Sánchez de V e r c i a l ; véase e l n ú m . 30 (p. 503) d e l f r a g m e n t o p u b l i c a d o p o r

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 39

cultos, debió de ser la correspondencia por antonomasia de F I D Ü C I A .

Para las obras en verso, conviene tener presente la circunstancia de que es bastante más fácil encontrar palabras —por cierto, nada numerosas— que riman con fiuza que otras que hagan juego con f(ijuzia. Aún más importante me parece el hecho, de ninguna mane­ra ligado a la poesía o siquiera a la lengua literaria, de que el segmento -liza de fiuza, el segmento -aza de amenaza y el sufijo conceptual -eza, de gran envergadura ya én lo antiguo (franqueza, nobleza, riqueza, etc.), se apoyaban mutuamente mediante una gama vocálica reforzada por cierta afinidad semántica, pues se trataba, en todos esos casos, de abstractos ora verbales ora adjetivales 8 0 .

¿Cuándo se extinguió fiuza en español? A fines del siglo xv, el lexicógrafo Alfonso de Palencia no vacilaba en recurrir a esta voz en sus definiciones: " F R E T U S es ayudado y sostenido y el que tiene fiuza" (f. 169v) ; " P A R R I S I A es oración liberal llena de fiuza" (f. 342r) 8 1. Unas dos décadas más tarde, fray Pedro de Alcalá, en su Arte para ligeramente saber la lengua aráviga, también acudió a fiuza —predilección de que, oportunamente, se acordó Cuervo al revisar sus Disquisiciones. Pasadas otras tres décadas, Juan de Val-dés no mencionó fiuza ni siquiera entre las voces rechazadas. Como no he recogido ningún ejemplo de *hiuza, me atrevo a creer que existe una conexión causal entre la rápida decadencia de fiuza y la tendencia de cambiar la /- primero en h- y luego en cero: ante la perspectiva de usar, para 'confianza', una voz tan poco alentado­ra como /hiutsa/ o /jutsa/ o /jusa/ o /ju0a/, los hablantes se apre­suraron a generalizar el empleo de confianza. Refuerza esta hipóte­sis el hecho sintomático de que en gallego-portugués, ajeno a toda

A . M o r e l - F a t i o e n Ro, 7 (1878), 481-526: " E él, c o n g r a n fiuza seguro, tornóse a su c e l d a " . T a m b i é n merece a tenc ión la m e d i a docena de e jemplos q u e trae C o r o m i n a s e n su d i c c i o n a r i o , s.v. hucia: Alexandre, Gran conquista de ultra-mar, El conde Lucanor y e l Poema de AIfonso XI —este úl t imo d e c i d i d a m e n t e de subsuelo o c c i d e n t a l . (Obsérvese q u e e n l a estr. 1289a6 —cito según e l voca­b u l a r i o y la edición crít ica de J . ten Cate , 1942 y 1956— se h a cr is ta l izado u n g i r o : " A fiuza de ben^er / cuydo e n l a l i d e n t r a r " ) . E s notab le que a lgunas gramát icas históricas d e l i d i o m a q u e a l u d e n a l a p r o l e de F I D Ü C I A e l i j a n fiuza como e l ref le jo más t ípico ; así R . J . S P A U L D I N G , HOW Spañish grew, B e r k e l e y y L o s Angeles , 1943, p . 93.

8 0 Sobre l a actuación de las gamas vocálicas basta consultar , a t í tulo de p r i m e r a or ientación, e l excelente art ículo-reseña de K A R E N H . K V A V I K , " P a t t e r n s of d e r i v a t i o n a l a f f i x a t i o n i n a R o m a n c e d i a l e c t " , RPh, 29 (1975), 57-66, c o n muchas alusiones a los tanteos de otros invest igadores y críticos.

8 1 Véase J . M . H I L L , "Universal vocabulario" de Alfonso de Palencia: re­gistro de voces españolas internas, M a d r i d , 1957, p . 79b. L l a m a la a tenc ión q u e A n t o n i o de N e b r i j a , c o n t e m p o r á n e o de P a l e n c i a pero más j o v e n y m u c h o m á s progresista , haya o p t a d o p o r afuziar, desafuziar (de si, a otro) y fuzia; véase su Vocabulario de romance en latín (1516), e n l a edición de G . J . M a c d o n a l d , P h i l a d e l p h i a , 1973, p p . lia ( 'dar esperanza ' ) , 71a, 1041?. ( ' c o n f i a n z a ' ) .

40 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

proclividad hacia f- > h- > cero, la zona de fiuza tardó mucho en contraerse: recuérdese que Leite todavía oyó la voz en las postri­merías del siglo pasado.

Si la reducción de fiuzia a fiuza granjeó mucho éxito, no fue menor la resonancia que obtuvo el cambio paralelo de (a)fiuziar, etc. en (a)fiuzar. Tanto es así que ni siquiera se puede descar­tar la sospecha de que la disimilación de los dos / j / , en perjuicio del segundo, comenzó a operar en el paradigma de los verbos, cun­diendo en seguida de ahí al sustantivo. De todas maneras, contamos con una documentación muy amplia de aftuzar, des(a)fiuzar y aun enfiuzar 8 2 . De afiuzar (se) se desgajó el abstracto afiuzamiento 'con-fiança', que algunos copistas —poco atentos— terminaron por confun­dir con afazimiento 8 3 . Además, pertenece al mismo compartimiento

8 2 P a r a afiuzar, tenemos e l d o b l e tes t imonio d e l (viejo) Diccionario his­tórico, t. 1, p . 247a: . " . . . p o r q u e b i e n afiuzado / está e l p e c a d o r " (Rimado de palacio, ms. N , c. 13936c) y Cancionero general de Hernando del Castillo (Va­lenc ia , 1511), SBE, t. 21; 1, p . 265: " D o , si teméys d 'engañado, / vuestros ser n[o] os afiuze (en r i m a c o n reluze; e l Diccionario estropea este pasa je) , con l o c u a l l legamos o t r a vez a l u m b r a l d e l S ig lo de O r o , s i n penet rar más al lá . C o r o m i n a s tropezó c o n l a var iante afeyuzar, c o n i n f l u j o de fe(e) e /j/ antihiá-t ica e n l a ed . de 1541 de la Tercera Crónica General. A . Castro , en su edición crít ica de los Glosarios latino-españoles de la Edad Media, M a d r i d , 1936, trae u n e j e m p l o ais lado de afiuzar como glosa de fiducio (E 2627) . P a r a des(a)fiu-zar, n o de ja de ser e locuente e l s i lencio absoluto q u e g u a r d a R o s e n b l a t e n sus Notas, ya que ese e r u d i t o recopi ló , c o n ahínco, m u c h o s mater ia les sobre las var iantes r ivales . P e r o C o r o m i n a s n o t i tubea e n l l a m a r desfiuzar (o desfeüzar) " l a f o r m a corr iente desde Berceo hasta J u a n M a n u e l " , agregando que "desa-fuziar se hace frecuente desde e l s[iglo] x i v " . I g n o r a si, e n e l Alexandre, l a va­r i a n t e desafiuçar d e l ms. O (coplas 7906 y 11546) o desfeüzar, que pref iere e l escriba d e l ms. P . aragonés, es " m á s autént i ca " . E n r igor , desfeuzado 'desespe­rado, desconf iado, s in esperanza de ' se encuentra n o dos, s ino seis veces en e l ras. P , según l a edic ión de A . M o r e l - F a t i o (1906) : 7106, 712c/, 8176, 11836, 2$9Hd, 2536d; véase J . K e l l e r , Contribución al vocabulario del "Poema de Ali-xandre", m e m o r i a doc tora l , Zürich, M a d r i d , 1932, p . 71 .—Encontré dos e jemplos de enfiuzar se e n e l ms. A de Ka lila e Dimna, ed . A l l e n : " E n o n te enfiuzes e n d e z i r : ' P o d e r he sobre el los ' " (f. 81 r ; e l ms. B o p t a p o r e l verbo r i v a l : " c o n ­fíes p o r d e z i r " ) ; y " N o n deve e l orne e n t e n d i d o enfiuzar se e n q u a n t o los físicos [ = 'médicos'] d i z e n " (f. 88v) ; g losario , p . 217: 'se conf ier , s'assurer'. L a s " A u ­t o r i d a d e s " ya n o g u a r d a n n ingún recuerdo de esta v a r i a n t e .

8 3 E n l a edic ión q u e preparó A . B i r c h - H i r s c h f e l d (a base de las notas de H . K n u s t ) d e l Libro de los Enxiemplos del Conde Lucanor et de Pa tronío, L e i p z i g , 1900, E j . 9, p . 42.4-5, se lee e l pasaje s iguiente : " . . . q u e así deuedes vos poco a poco t o m a r fiança et afazimiento c o n a q u e l vuestro e n e m i g o " ; de los tres manuscr i tos aprovechados, P E rezan fazirniento y A , fiuziamento. C o n razón R . S. Boggs y sus compañeros de trabajo se p r e g u n t a r o n en su Tentative dictionary of medieval Spanish, C h a p e l H i l l , 1946, s.v. afazimiento: "¿Será er ror p o r afiuzamiento}" E n efecto, afazerse, e n lo a n t i g u o , s ign i f i caba 'acos­tumbrarse ' —uso q u e sobrevive aún hoy en portugués y t a l vez e x p l i q u e , en español , e l en igmát ico g i r o hecho (a) 'acostumbrado'—, de m a n e r a q u e afazi-

ÍÑRFH, X X V i L A F R A G M E N T A C I Ó N DE "FIDUCIA 41

el participio presente (¿semiculto?) f i tizante, de que se asieron Ber-ceo y el autor del Alexandre 8 4 , aumentándose así la sospecha de que el propio Berceo, tan admirado como hagiógrafo, en su juventud compuso el Alexandre 8r>.

En resumidas cuentas: lo probable es que f i tiza, como la variante más eufónica, siguió predominando, a lo largo del siglo xv, en el nivel de la lengua l i teraria, mientras cedía terreno gradualmente, en la lengua hablada, a una forma menos elegante: fuzia, huzia, que le llevaba la ventaja de estar más a tono con las tendencias generales del idioma.

La variante f u z ia > h u c i a

De todos los brotes peninsulares de F Í D Ü C I A el más duradero fue fuzia: lejos de extinguirse hacia fines de la Edad Media, perduró a. lo largo - del Siglo de Oro, aunque con frecuencia decreciente. Uno de sus retoños, el verbo desahuciar —centro, a su vez, de una familia minúscula— sigue usándose en la actualidad, bien en la len­gua l i teraria de alto nivel, bien en el registro coloquial de la lengua standard y aun, muy "estropeado", en ciertas hablas dialectales. Ya hemos aclarado, de modo preliminar, una razón —entre varias— de tal longevidad: la sílaba fu- se prestaba al cambio (muy en boga) en hu- con mucha mayor soltura que su rival fiu-, pronunciada / f ju/ ; volveremos al asunto en busca de otros factores.

No hay ninguna necesidad de proyectar el origen de fuzia en un pasado muy remoto: surgió, con mucha probabilidad, en las postri­merías de la Edad Media, mientras todavía se oía y, ante todo, se leía con cierta frecuencia fiuzia, lo cual explica perfectamente la descendencia de fuzia por la acción de la disimilación consonantica a distancia: /]/ . . . / ] / > 0 . . . /]/. Es posible que esta variante —tal vez la menos prestigiosa en un principio— hubiese perecido luego de nacer de no haberla respaldado la circunstancia casi acci­dental de que estaba muy a tono con la gran oleada del cambio

miento sugeriría 'adaptación, ajuste, hecho de acostumbrarse, f a m i l i a r i d a d con ' , r o z a n d o e n t a l a l t u r a la órb i ta de afiuzamiento ' conf ianza ' —der ivado poco fe­l i z en lo fónico, a raíz de sus dos /]/ post-consonánticos, a u n q u e menos feo de l o q u e sería *afiuziamiento.

8 4 Santo Domingo de Silos, 514d, y Alexandre, 1114&. E n su edición d e l p o e m a hagiográf ico, e m p e r o , J o h n I) . F i t z - G e r a l d , en 1904, siguió e l ms. E , a d o p t a n d o l a lección feduzante. H d a ftuzante, y * V , fiucante. Es ta ú l t ima for­m a co inc ide con l a q u e asoma e n e l ms. O de Alexandre: " F u e r o n b i e n ftu­gantes de ganar e l r e g n a d o " .

8 5 Sab ido es que , e n l o actual , e l p r o p u g n a d o r más enérgico de esta tesis —no enteramente n u e v a — es D a n a A . N e l s o n .

42 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

de /- en h-. Así sobrevivió, un siglo y medio, a l cataclismo que hun­dió el resto de la fami l ia .

Procederemos como antes, in ic iando el examen con una rápida inspección del sustantivo y pasando luego a una reseña de varios verbos engranados con él.

Fuzia —escrito en los mejores manuscritos siempre con -z- y no con -g-, tratándose de una voz semiculta 8 6 — abunda en los códices de la Edad Media tardía, ora propiamente castellanos, ora de ligero sabor occidental. Así, no deja de ser notable que en el único verso de su "cancionero" en que Juan Ruiz empleó esta palabra (copla 818a), el ms. S, de la segunda mitad del siglo xv y, por definición, salmantino, luce fuzia, mientras el ms. G, más arcaico, todavía se aferra a fyuza 87. Además, de los dos manuscritos de Barlán y Josa-

phat, sólo la copia de fecha posterior, desde luego la menos fidedig­na, muestra un ejemplo aislado (f. 104v) de fuzia; el copista del mejor y más antiguo manuscrito no vaciló en su lealtad a fiuza. Sabido es que los manuscritos conservados de Kalila e Dirima, siendo tardíos, están muy lejos de reflejar con fidelidad el presu­mible matiz alfonsino de la lengua del original perdido. De resultas, no causa sorpresa tropezar con giros estereotipados como a fuzia de. . ., a fuzia que.. ., fazer fuzia, que demuestran —con criterios sintácticos (falta de artículo, etc.) — el profundo arraigo de la voz 8 8 . Otros vestigios medievales de fuzia se encuentran en el ms. M de El

8 6 Insisto en este p o r m e n o r p o r q u e u n observador t a n agudo, en general , c o m o T a l l g r e n , a l t o p a r c o n fuzia e n l a Gaya o consonantes de Pero G u i l l e n d e Segovia (hacia 1430), negó r o t u n d a m e n t e (p. 79 de l a m e m o r i a doctoral) q u e audacia, beneficio, contumacia y falacia perteneciesen a u n a capa más cul ta d e l léx ico q u e cruziar, fuzia, Galizia y juyzio.

8 7 C o r a m i n a s , e n su "edic ión cr í t i ca" d e l a ñ o 1967, i n t e r p r e t a así e l verso: " E n l o que nos fablamos fuzia dever avernos", e x p l i c a n d o e n nota que e l cu­r ioso re t ruécano ¿o m e r o desliz? dever avernos corresponde, e n efecto, a aver de vemos. A n t e s de él, J . C e j a d o r y Franca , e n su edición de 1913, también h a b í a o p t a d o p o r fiuzia. P e r o H . B . R i c h a r d s o n , An etymological vocabulary. .., N e w H a v e n , 1930, p o r descuido n o registró más q u e fiuza, es decir , l a var iante d e l ms. G a y o s o .

8 8 L o s tres e jemplos , entresacados d e l ms. A s in q u e se señalen variantes cua lesquiera , c o r r e s p o n d e n a 105, 119 y 127 de l a edic ión de C . G . A l i e n , q u i e n e n su g losar io (p. 220) , de f ine l a voz así: ' conf iance , esperance, sécurité, pacte ' , agregando q u e P . de Gayangos , s u p o n g o q u e e n e l t. 51 de l a BAE, p o r n o c o m p r e n d e r fuzia lo e n m e n d ó e r r ó n e a m e n t e e n jura. ( L a equivocación h u ­b i e r a s ido v e n i a l , agrego p o r m i cuenta , de h a b e r c i r c u l a d o u n a var iante fuza; s in embargo , e n c u e n t r o fiucia en l o al to de l a p . 50a y e n e l g l o s a r i o ) . H e aquí los tres pasajes e n cuestión, cada c u a l notab le e n l o fraseológico: " N o n deve t>ever l a vedegambre a fuzia a e l l a s " (f. 56v) ; " e l q u e a n d a c a m i n o , a que el rrey faz fuzia de d a r algo o de lo p o n e r e n a l g u n t o f i c i o . . . " (f. 6 3 v ) ; " . . . e comiólo , a fuzia que, q u a n d o e l león esto v iere , q u e n o n c o m e t r á n a d a de l o q u e f i n c a v a " (f. 6 6 v ) .

N R F H , XXVI L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F Ï D U C I A " 43

Caballero Zifar: "E con grant fuzia que en ell hé non abré miedo" (véase la edición de Ch. Ph. Wagner, Ann Arbor, 1929, p. 15; el ms. P prefiere fiuza y el libro del año 1512, impreso en Sevilla, trae fiança) y en la transmisión manuscrita de los Proverbios mo­rales; lo notable es que el arco de esta forma se extiende desde ahí, pasando por la obra lexicográfica de Nebrija, el diálogo filológico de Juan de Valdés (hostil a la palabra estudiada), varias y muy variadas obras de los siglos xvi y xvn, alcanzando su meta en el uso de un gran comediógrafo (Calderón) 8 9 . Corrían parejas este empleo ininterrumpido hasta muy entrado el siglo xvu y la crista­lización de nuevas frases hechas, por ejemplo de hucia 'por cierto, de seguro' —giro propio de una de esas églogas que formaban el núcleo del p r i m i t i v o teatro español °°.

Naturalmente, esta vez encierran interés más alto que nunca los derivados verbales. Se repite en ellos, con escasos desvíos, la historia de fuzia, Dejó alguna que otra huella (por ejemplo, en textos saya-gueses) el verbo "simple" huciar 'tener confianza' 9 1 . E l verbo com­puesto afuziar, ajeno a los textos antiguos, surge después de 1350 y llega rápidamente a la cumbre de su carrera en el siglo xv; así figura en el Memorial de Fernando IV ("afuziáronle que gelo farían fazer") y en la Caída de príncipes de Pero López de Ayala (".. .en las quales riquezas tanto se afuziava que todas las cosas tenía en poco") ; no es de extrañar que después de la reconquista de Grana­da por los cristianos, a fines del siglo xv, fuese esta forma, y no una de sus rivales, la implantada por los vencedores92. Más extra-

8 9 L a m e j o r observación d e l p a u l a t i n o eclipse de fucia¡hucia es l a que de­bemos a C u e r v o , Obras inéditas, p . 295; aduce u n e j e m p l o más C E J A D O R Y F R A U -C A , Vocabulario medieval castellano, s.v.: " M i r a d m e , mortales , y n o hagáis fucia e n o t r a cosa h u m a n a " (Pedro de V a l d e r r a m a [1550-1611], Teatro de las religiones, 1612-16, cap. 3 ) .

w Véase E u g e n K o h l e r , éd., Sieben spanische dramatische Eklogen, G R L , 27, Dresden , 1911, p . 359; se trata d e l v. 56 de la " F a r z a n u e v a m e n t e t r o b a d a " de F e r n a n d o Díaz: " Y todos te l l e g a n de huzia [glosario, p . 359: 'sicher, be-s t immt ' ] a m o r d e r " . E n su edición escolar d e l Diálogo de la lengua (Zaragoza, 1940), p . 21, R . L a p e s a c o n t r a p o n e e l c a n o n estético de Valdés (ingenio, con­fianza, preguntar) a l gusto de los seguidores de E n c i n a (engeño, hucia, pes-cudar).

9 1 Así, en l a " É g l o g a representada en l a noche postrera de C a r n a l " de J u a n d e l E n c i n a (Teatro completo, e d . M . C a ñ e t e y F . A s e n j o B a r b i e r i , M a d r i d , 1893, p . 67 ) , e l pastor Bras e x c l a m a : " C a l l a , cal la , d o l o r i d o , / p a n p e r d i d o ; / hucia e n D i o s , q u e n o se i r á " . E n e l m i s m o texto, e l pastor B e n e i t o usa e l sustant ivo hucia: " Y a n o hay hucia, m a l p e c a d o " (p. 5 9 ) . C o r o m i n a s se olvidó p o r comple to de este v e r b o e n 1955.

0 2 E l Dice, histórico de 1933-36 trae varias citas (t. 1, p . 258a) , d e f i n i e n d o así e l e m p l e o jur íd ico de afuciado: ' o b l i g a d o p o r pacto o ajuste a l c u m p l i m i e n t o de a l g u n a cosa'. Así, en las Ordenanzas de Granada se lee: " E s costumbre de les d a r d ineros ade lantados y de los tener afuciados p a r a e l t i e m p o q u e . . . "

44 V A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

ordinario es el hecho de que, todavía a principios del siglo xvn, S. de Covarrubias, en su Tesoro, registre por separado a afuciar 'dar fucia, esperanza, confianza', 'poner buen ánimo', etimologizán-dolo con acierto, sin que se le ocurra tachar de anticuado ni al verbo ni al sustantivo subyacente 9 3 . Igual importancia cobra el re­frán Por San Juan veremos quién tiene casa, a causa del siguiente comentario de Maestro Gonzalo Correas, en su Vocabulario de re­franes y frases proverbiales: "Porque entonces desahucian y se ahu­cian las casas de alquiler".

En el ramo meridional del dialecto andaluz moderno ha sobre­vivido el verbo afuciar —que acabamos de rastrear en granadino an­tiguo— después de haber adquirido un par de significados nuevos, los de 'amparar, proteger' (tr.) o 'buscar, hallar la protección de' (refl.) : "la huérfana se afució con unos tíos suyos"; "afució al pobre

(t í t . 84) ; " n i n g ú n o f i c i a l que estuviere concer tado o afuciado" (tít. 85) . E n este terreno lega l parece producirse cierto contacto o, p o r lo menos, cierta a p r o x i m a c i ó n con los ant iguos der ivados de fiança y fiadur(í)a; testigo e l léxico aragonés de Vidal Mayor, ed . G . T i l a n d e r : afiançar 'dar f i anza ' (y e l " n o m e n a c t i o n i s " afianzamiento), afiaduriar ' tomar p o r f i a n z a ' . — Ahuciar (-ziar) fue u n v e r b o m u y característico d e l teatro p r i m i t i v o . Así, se lee e n u n " V i l l a n c i c o " de E n c i n a (ap. B . J . G a l l a r d o , Ensayo de una biblioteca española. . t. 2, M a ­d r i d , 1866, co l . 896) : " A la m i fe, no te ahucio, ¡ n i q u i e r o tu p l a c e n t o r i o " ; e l m i s m o autor , e n su "Égloga representada e n la noche de l a N a t i v i d a d " (ya p u b l i c a d a en 1501), ofrece e l diálogo s iguiente : " [ M a t e o ] ¿Cómo te va? [ Juan] B i e n me v a . [Mateo] Qu 'antes h o r a n o te ahucio'* (Teatro completo, p . 10) . E l v e r b o reaparece e n las Farsas y églogas al modo y estilo pastoril y castellano de L u c a s Fernández ( M a d r i d , 1867), p . 21 : " Ñ o la ahuzio; ¡ t ir te a f u e r a ! " ( c o n f i r m a esta lección, s in agregar n a d a n u e v o , J . L i h a n i , El lenguaje de Lu­

cas Fernández: estudio del dialecto sayagués, Bogotá , 1973, p . 361) ; y e n las " C o r t e s de la m u e r t e " de M i c a e l de C a r v a j a l , BAE, t. 35 (Romancero y cancio­nero sagrados, e d . J . de S a n c h a ) , p p . 33c-34a: " Y ¿ésta es l a que me alabavan? / N o la ahuzio c o n ta l gesto". Parece que B a r t o l o m é de T o r r e s N a b a r r o se acordó de este verbo e n dos ocasiones (así l o asevera J . E . G i l l e t , en sus exhaus­t ivas Notas, B r y n M a w r , 1951, p . 431, q u e c o n s t i t u y e n e l t. 3 de su edición de "Propalladia" and other works. . . : " N o te ahuzio p o r entero / la cuenta d e l c a l e n d a r i o " (Comedia Trophea, I I , 55 s.); y : "Estas negras presunciones / . . . n o te creo n i te ahuzio" (ibid., I V , 11 ss.). A l o q u e parece, n u n c a se des­p r e n d i ó de este o v i l l o de formas (afuciar, ahuziar, afiuziar, etc.) u n a subva­r i a n t e d i a l e c t a l aju(i)ciar, p o r la senci l la razón de que e l espacio léxico e n cuest ión y a estaba o c u p a d o p o r ajuiciar ' juzgar ' , v a r i a n t e de enjuiciar (a base de juicio < I Ü D I C I U ) ya registrada p o r l a A c a d e m i a e n 1726 ('hacer a o t ro o hacerse juicioso' ) y e m p l e a d a más de u n a vez e n l a l i t e r a t u r a amena, p . ej . p o r F e r n á n C a b a l l e r o (cf. Dice, hist., t. 1, p p . 335fr-336a).

9 3 A l v e r b o yo ahucio y a l sustantivo a n t i c u a d o hucia conf ianza ' aludió tam­b i é n A . B e l l o e n su Gramática castellana, u n c o m p e n d i o e lementa l que siguió a l a célebre Gramática de la lengua castellana d e l año 1847 y a l . — h o y o l v i ­d a d o — Compendio de gramática castellana (1851) d e l m i s m o autor . Véase la edic ión de l a p r i m e r a de estas tres obras q u e preparó M . L . Amunátegui Reyes, Sant iago de C h i l e , 1937, p . 105. "

I N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 45

perro, que venía hambriento". Como modesta innovación léxica regional, podemos citar afucia 'amparo, protección', usado también como tratamiento cariñoso: "Afucia mía, no vengas" 9 4 .

E l verbo negativo ('tener poca confianza o ninguna esperanza', 'desesperarse', etc.) era, en lo antiguo, desfuziarse, muy frecuente en Kalila e Dimna 9 5 ; lo probable es que el copista sustituyó des-fiuz(i)ar por desfuziar como parte de su programa general de re-mozamiento, sin alterar, en lo esencial, la estructura básica de la voz, es decir, el esquema des + F Í D Ü C I A -f desinencia verbal. Pero en lo sucesivo este verbo cayó en desuso, cediendo el terreno a des-afuziar, brote terciario predestinado a disfrutar de un éxito sin paralelo dentro de esta familia léxica.

Por último, todos los especialistas (Marden, Menéndez Pidal, Zamora Vicente) están de acuerdo sobre la necesidad de enmendar, en la copla 1996 del Poema de Fernán González, la lección enfu­llantes del manuscrito único, del siglo xv, en enfiuzantes. La en-mienda es, en efecto, feliz 9 6 ; pero merecería destacarse mejor la

9 4 A . Alcalá Vences lada , Vocabulario andaluz, A n d ú j a r , 1933, p . 8. E n l a segunda edición de su v o c a b u l a r i o ( M a d r i d , 1951; redactada h a c i a 1934), p . 21a, e l a u t o r agrega e l a d v e r b i o afucia 'perfectamente ' , recogido e n C a m b i l ( J a é n ) , e i l u s t r a su uso c o n l a frase: " L a casa es m u y b u e n a , p o r q u e la h i z o

afucia"; además aclara q u e e l abstracto v e r b a l afucia ( 'amparo') r o n d a p o r l a rríisma p r o v i n c i a (lo recogió e n C a r c h e l e j o ) , l o c u a l condice m u y b i e n c o n l a l imitac ión de desafuciar (p. 2161?) a l m i s m o r incón de Andaluc ía . D a d o s los lazos que u n e n las idios incras ias d e l a n d a l u z con las centroamericanas , n o causa sorpresa que G a g i n i haya e n c o n t r a d o hue l las de desafuciar (que calif icó de " m u y v u l g a r " ) e n C o s t a R i c a . Nótese, a propósito de ta l eco u l t r a m a r i n o , q u e Alcalá V e n c e s l a d a entresacó tres e jemplos de desafuciado de u n a u t o r d e l s ig lo x v n , P e d r o E s p i n o s a (Espejo de Cristal, Pronóstico judieiario y Panegírico al Duque, e n edic iones esmeradas de F r . Rodríguez M a r í n ) ; cf. infra, n o t a 98.

9 5 Véanse, e n l a edic ión de A l i e n , las p p . 58, 76, 80 y 95, basadas todas ellas e n e l ms. A . Se trata de u n i m p r e s i o n a n t e t o t a l de seis pasajes: " E y o desfuziado so q u e tu n a t u r a se m u d e " (f. 30r) ; "e q u a n d o fue desfuziado d e l l a , pensó de buscarle m a l . . . " (42r) ; "e vio e l c a l a d o r l o q u e f i z i e r o n , e siguiólas p o r las aves, e n o n se desfuzió d e l l a s " (43v) ; "perdió las e l p a x a r e r o de vista , e desfuzió se d e l l a s " (44r) ; " c o m e n t a r á s a f u y r poco a poco, de guisa q u e n o n se defuzie de t i " (51v) ; "e desque e l v e n a d o r n o n p u d o aver e l gamo, des-fuióse del e t o r n ó s e " (ibid.). Desfuziar f i g u r a también e n La historia del Rey Anemur (ed. F . L a u c h e r t ) ; véase RF, 7 (1893), 374: "Desfuzió de l a esperanca q u e tenía e n é l " (el g losar io , p . 398, l o vierte así a l a l e m á n : 'das V e r t r a u e n v e r b e r e n , v e r z w e i f e l n ' ) .

0 0 P e r o desde luego es to ta lmente i n a d m i s i b l e l a segunda de las dos glosas que A . Z a m o r a V i c e n t e p r o p o r c i o n a , e n n o t a : ' conf iados , fieles' . T a l traduc­ción n i corresponde a l pasaje q u e está e n tela de j u i c i o : " E n l a mercet d e C r i s t o e r a n enfiuzantes", n i e n c u e n t r a apoyo e n otros tes t imonios coetáneos . R e s u l t a m u c h o más d u d o s o e l caso s iguiente . E n u n a v a r i a n t e de las Coplas de M ingo Re vulgo, 20, se lee: <fEnhucia tú ese c o s p a n c o " . E n nota , G a l l a r d o , Ensayo, t. 1, 1863, p . 823, c i ta l a observación exegét ica s iguiente , ex trayéndola

46 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

índole del error, nada fortuito: no se trata de mero descuido, sino de un remozamiento más o menos consciente y quizás deliberado.

Ciertos aspectos del uso de desahuciar merecen comentario apar­te —mejor dicho, una ojeada crítica sobre los numerosos comenta­rios ya hechos por generaciones de peritos. En lo actual los prime­ros tanteos etimológicos y las primitivas clasificaciones de variantes seleccionadas casi al azar ya carecen de cualquier relevancia 9 7 . Para el estudioso de semántica histórica, es notable que desahuciar y sus brotes conserven hoy dos significados de parentesco bastante remo­to: 'desalojar del domicilio, despedir a un arrendatario', y 'dar por incurablemente enfermo' ' )H. La falta casi absoluta de eslabones in­termedios o siquiera de matices confirma el carácter de voz aislada

ele u n "códice d e l siglo x v , c o n glosas de a u t o r d e s c o n o c i d o " : ' m o d i f i c a e l áni­m o , a l i m p i a t u conc ienc ia ' . P e r o e l texto básico reza así, de m o d o i n f i n i t a m e n t e más sat isfactorio: "Enhiéstate ese corpanzo , / p o r q u e puedas r e v i v i r " , si segui­mos l a p a u t a de J . Domínguez B o r d o n a , ed . F e r n a n d o d e l P u l g a r , (II): Letras. — Glosa de las "Coplas de Mingo Revulgo", M a d r i d , 1 9 2 9 , p . 2 2 1 m u y sensata­mente , e l e d i t o r añade l a perífrasis (p. 2 2 2 ) : " D í c e l e que ande derecho, como l o debe hacer, y n o e n c o r v a d o " , con l o c u a l enhucia parece m e r a corrupción, a t r i b u i b l e a u n copista dotado de escasa f i n u r a .

9 7 A esta categoría pertenecen los d ic támenes de R . C A B R E R A ( f 1833) f

Diccionario de etimologías de la lengua castellana, ed . J . P . A y e g u i , M a d r i d , 1 8 3 7 , t. 2 , p . 2 3 3 ; y de P . F . M O N L A U , Diccionario etimológico de la lengua •castellana, 2? ed. , M a d r i d , 1 8 8 1 , s.v. ( — p . 585a e n l a reimpresión de Bue­nos A i r e s , 1 9 4 1 ) . Esta l abor de coleccionista p e r d u r a hasta e l Vocabulario medieval castellano de C E J A D O R Y F R A U C A (p. 2021?). ( A . D E - C A P M A N Y , Tea­tro histórico-critico de la elocuencia española, t. 3 , M a d r i d , 1 7 8 7 , p . 326, a q u i e n veo c i tado —equivocadamente— p o r C u e r v o , n o se pronunc ió e n abso­l u t o sobre los problemas que d iscut imos ; senc i l lamente citó u n pasaje de F r a y L u i s de L e ó n , d o n d e f i g u r a desafiuciado).

9 8 B . Pérez Galdós, Misericordia, cap. 7 : " p a r a c i tar u n desahucio vergon­z o s o " ; R . G R O S S M A N N [rioplatense] , Wörterbuch der spanischen und deutschen Sprachen, L e i p z i g , 1 9 3 7 , p . 8 3 3 6 , s.v. räumen: eine Wohnung zwangsweise räumen lassen 'desahuciar a u n i n q u i l i n o ' . A t a l sent ido d e l verbo, que ya p r o r r u m p e e n u n reparo q u e —como nos consta— puso Correas a u n refrán, a l lá p o r 1 6 3 0 , corresponde e l sustant ivo p o s t v e r b a l m a s c u l i n o . E l otro sent ido ( 'dado p o r p e r d i d o ' ) presupone, de o r d i n a r i o , l a alusión a u n ser h u m a n o o,

p o r l o menos, u n a personif icación; así, M e n é n d e z P i d a l , en u n ensayo de to­n a l i d a d grave, se ref ir ió a " u n a g u e r r a de a n t e m a n o desahuciada" (Los espa­ñoles en la historia y en la literatura, B u e n o s A i r e s , 1 9 5 1 , p . 3 4 ) . Sólo u n a lec­t u r a d e t e n i d a puede d e t e r m i n a r cuál de los dos sentidos t e n í a presente D . de T o r r e s V i l l a r r o e l a l escr ibir su l i b r o Los desahuciados del mundo y de la glo­ria ( 1 7 3 7 ) . Es interesante notar q u e e n francés a n t i g u o exist ía u n exacto e q u i ­va lente semántico de desahuciar, a saber deguerpir, v e r b o de abolengo germá­n i c o . T O B L E R y L O M M A T Z S C H , A Itfranzösisches Wörterbuch, t. 2 cois. 1 3 1 1 s. ( = fase. 16 , d e l a ñ o 1 9 3 4 ) , l o g losan p o r 'verlassen, überlassen, abstehen v o n ,

aufgeben ' y t raen var ios e jemplos ; a u n más, v iene a l caso la frase —ya que esta vez se trata de u n a e n f e r m e d a d — "les m i r e s [es decir , ' los médicos'] me deguer-p i r e n t " q u e aduce F a n n i B o g d a n o w e n e l § 2 4 d e l esbozo de gramática que

N R F H , X X ¥ Í L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 47

y m o r i b u n d a que ha asumido desahuciar, a la cual los hablantes acuden muy de vez en cuando; en condiciones fijas, como a una fórmula, sin que se haga el más leve esfuerzo por desarrollarla o por atenuar su polarización semántica.

Además de problemas de tipo ya familiar, desahuciar, a conse­cuencia de su longevidad, llegó a causar dificultades que no se pueden achacar a sus contrincantes. Eliminada la / h / en que se ha­bía convertido la -/- entre vocales, se hallaron contiguas dos vocales capaces de formar un diptongo en sílaba bien acentuada, bien átona. De haberse conservado hucia después de mediados o fines del si­glo xvn, es probable que los hablantes tenderían a pronunciar (yo) desa(h)ucio con el acento en la u, como dicen (yo) reúno —por in­terferencia de uno. Dado el actual carácter acéfalo de esta familia, la prosodia realista llegó a ser desá(h)ucio; sólo los escritores pu­ristas o conservadores podrán permitirse el lujo de rebelarse contra tal tendencia enteramente natural a dislocar el acento etimológico. La historia de este problema, por nimio y diáfano que fuese, fasci­nó a Cuervo a lo largo de su carrera: en cuarenta años de investi­gación continua examinó las huellas de desajuciar, -huciar; confir­mó la existencia de hucia hasta el siglo x v n ; recogió ejemplos de los dos modelos prosódicos rivales; y dictó el fallo sobre cuál de los dos era correcto, combinando así el análisis histórico con el pro­nunciamiento normativo " . E l otro aspecto privativo de desahuciat

a c o m p a ñ a su edic ión de u n f ragmento recién descubier to d e l Torneo de Sore-lois; véase RPh, 16 (1963), p . 273. Parece que se p r o d u j o u n contacto —¿pa­sajero?— c o n e l representante loca l de ahuyentar (cf. p o r t . afugentar) e n e l caso d e l a n d . ( J a é n ) desajuciar, q u e a veces s i g n i f i c a 'apartar , repeler ' . O t r a vez hemos contra ído u n a d e u d a p a r a c o n A . Alcalá Vences lada , Vocabulario, e d . 1933, p p . 144 s., q u i e n aduce los trozos s iguientes : " E s pos ib le que estoy desaf uciado, q u e me dest ierran para s i e m p r e . . . " (P. E s p i n o s a , Espejo de cris­tal, ed . F r . Rodr íguez M a r í n , p . 152) ; " O h , anc ianos míos desaf miados de razón. . . " (Id., Pronóstico judiciario, p . 331) ; " m e d i c i n a de ausencia suele res t i tu i r l a sa lud d e l a m o r más desahuciado" (Id., Panegírico al Duque, p p . 369s.); (mod.) "se desahuciaron los borregos c u a n d o les ladró e l p e r r o " . Véase supra,

n o t a 94. 9 9 Este p r o b l e m a persiguió a l f i lólogo c o l o m b i a n o a u n e n trabajos " d e cir­

c u n s t a n c i a " , como su famoso prólogo a l a 2? e d . (San J o s é de C . R . , 1919) d e l Diccionario de costarriqueñismos de C . G A G I N I (véase l a p . 19) . Pero eran , desde luego, las Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano l a arena i d e a l p a r a u n a discusión cabal d e l p r o b l e m a . Y a e n la p r i m e r a edic ión (Bogotá , 1867-72), §§ 241 s., n o sólo desenterró u n e j e m p l o tardío de fucia (Calderón, La estatua de Prometeo, I : " C o n el los me mezclé, e n fucia ¡ de q u e ya a l o m e n o s sabe / algo e l q u e a saber se a j u s t a " ) , s ino q u e citó e jemplos concretos de desajuciar ( r e m i t i e n d o a l lec tor a J . N . B ó h l de F a b e r , Floresta de rimas antiguas castellanas, H a m b u r g o , 1823-25, t. 1, n ú m . 84) y desahuciar ( T i r s o , La celosa de sí misma, It 7: " . . . m e j o r / es r e p r i m i r pensamientos / y desahu­ciar e speranzas" ) , s iendo fáci l demostrar , c o n cr i ter ios métricos, q u e Q u e v e d o

48 V A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

es t r iv ia l , para no decir escandaloso: pese a todos los esfuerzos de los legisladores en materia lingüística, las imprentas modernas se obstinan en estropear la grafía de esta palabra, sin que se sepa hasta qué punto los propios autores son los culpables 1 ( M J .

E l hecho de que fuzia/hucia estuvo en su ascendiente a lo largo del siglo xv y en las primeras décadas del x v i tuvo una consecuencia muy especial: su auge coincidió, en parte, con el ensordecimiento de las sibilantes —incluyendo, dentro de esta categoría, a las afri­cadas. Aun cuando el copista o impresor acudía a la z, no se puede descartar la posibilidad de que ya pronunciaba una /ts/, /s/ o /8/, según la región, el ambiente social y la época. Dada tal proclividad, no hay inconveniente en postular que la nueva onda de cultismos que comenzó a derramarse sobre el léxico español en tiempos de Villena, de Mena y del marqués de Santularia, trayendo consigo voces como audacia, contumacia, quizás pericia, seguramente astu­cia (este último, según Corominas, se remonta a Pérez de Guzmán) y minucia (que reemplazó a menuza), reforzó lo suficiente a fucia como para postergar su caída definitiva hasta mediados o fines del siglo X V I I .

y, ante todo, Calderón de hecho a c e n t u a b a n e l presente i n d i c a t i v o desahucia —mientras estaba e n auge hücia. P e r o d a d a l a pérdida d e l sustant ivo que se pro­d u j o e n e l ínter in , erró e l poeta m o d e r n o (car i ta t ivo como casi s iempre, C u e r ­v o le d e j ó s in ident i f i car ) q u i e n escr ibió : " S o n i n f a l i b l e s sus fal los / c u a n d o desahucia a l pac iente " . E n l a 4? edic ión de sus Apuntaciones (Chartres, 1885) , C u e r v o , ya más enérgico, pone r e p a r o (§ 275) a l solecismo prosódico de A n ­t o n i o de G i l y Zarate, 1796-1861 (Don Trifón,, I I , 4: " ¡ V á l g a m e tolos! Es to es h e c h o ; / m e desaúcia l a t a i m a d a " ) y e n l a 6? ed . , que salió ya p o s t u m a m e n t e (París , 1914), d a u n espaldarazo ( p p . 178 s.) a M a n u e l B r e t ó n de los H e ­

rreros (1796-1873) p o r haber escrito y p r o n u n c i a d o p u l c r a m e n t e desahucia e n El cuarto de hora, I V , 2. Además, C u e r v o e n 1893 dedicó más de cuatro co­l u m n a s m u y apretadas a l a d o c u m e n t a c i ó n histórica de des(a)fuziar y sus va­r iantes , u n a de ellas e s p u r i a (desfoycir; léase desdezir e n e l Cancionero de Bae-na), q u e d a n d o indeciso esta vez entre l a neces idad de p r o n u n c i a r desando y su nostálgica admirac ión p o r e l uso opuesto de los clásicos ("será lást ima q u e caiga c o m p l e t a m e n t e e n o l v i d o esta p r o n u n c i a c i ó n , f u n d a d a e n los p r i n c i p i o s de l a ortología c a s t e l l a n a " ) . Volv ió a este a s u n t o p r e d i l e c t o en e l cap. 4 ( " C ó m p u t o si lábico de las vocales consecut ivas") de u n tratado (Castellano po­

pular y castellano literario) q u e sólo salió e n sus Obras inéditas; véase l a p . 295. Es cur ioso q u e o t r o c o l o m b i a n o , L . Flórez, haya i n c l u i d o e n u n a o b r a didáct ica de v u e l o menos al to u n a p r e g u n t a sobre si es correcto acentuar desahucio; cf. Temas de castellano: notas de divulgación, B o g o t á , 1958, p p . 172 s.

i m L o chocante n o es l a graf ía desauciado, perfectamente d e f e n d i b l e (y quizás a u n pre fer ib le , p o r acercarse más a l a r e a l i d a d ) , s ino e l t i p o verdadera­m e n t e es trambót ico deshauciado. S i n e m b a r g o , ta l m o n s t r u o s i d a d se e n c u e n t r a n o sólo e n la d e d i c a t o r i a de S. M e n d i e t a , La enfermedad de Centro-América, t. 1, B a r c e l o n a y B u e n o s A i r e s , 1910, s ino también , repet idas veces, e n e l d ic ­c i o n a r i o e t imológico de V , García de D i e g o .

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 49

C O N T A C T O S E N T R E F A T U O S Y F Í D Ü C I A

Quedan por examinar unos pocos procesos que se desarrollaron al margen de la corriente principal. Dadas la profusión y constante movilidad de las variantes de F Í D Ü C I A , era de prever toda clase de roces con familias encabezadas por palabras de forma o sentido afines. A varios de ellos ya hemos aludido de pasada; unos pocos deben reclamar nuestra atención a último momento.

No se necesita, a primera vista, ninguna hipótesis de cruce lé­xico para reivindicar, para la familia de F I D Ü C I A , el giro de hucia 'por cierto, de seguro' (== ingl. for sure, fr. a coup sur), con tal que se postule, como eslabón intermedio, la idea sugerida al inter­locutor: 'puedes depositar plena confianza en lo que te digo'. Aun siendo así, merece un momento de atención la familia —que tienen muy presente los estudiosos del sayagués— en hoto o enhoto de 'confiado en (alguien)', ¡a hotos.. .! 'apuesto a que. . .de verdad, por cierto' 1 0 1 . Sobre la ascendencia de hoto, esp. ant. foto, port. fouto se ha acumulado, coi?, el pasar del tiempo, una literatura bastante extensa. A un etimologista de hoy, ya no le satisfaría ninguna de las hipótesis formuladas con excesiva prisa en el siglo pasado: ni F A U T U S , participio pasado de F A V E R E 'favorecer' propuesto por Baist y respaldado por la doble autoridad de Meyer-Lübke y Menéndez Pidal; ni F U L T U S , participio pasado de F U L C Í R E 'apoyar', ofrecido como alternativa por W . Forster; ni mucho menos F O T U S , partici­pio pasado de F O V E R E 'calentar, acariciar', con que soñaba largo tiempo Diez 1 0 2 . La conjetura más feliz —la única que merece se la

1 0 1 Lihani , op. ext., pp. 3 0 0 s., ofrece un buen muestrario de pasajes, cita­dos cada uno en su contexto; pero su análisis adolece de un excesivo apego a Corominas, cuyos dictámenes —aun los erróneos— sigue a la letra.

1 0 2 D a la casualidad de que el prototipo F A U T U fue postulado, con criterios distintos, en tres ocasiones inconexas. Por primera vez lo vislumbró el lexicó­grafo portugués A . D E M O R Á I S S I L V A , a más tardar en la 2? ed. ( 1 8 1 3 ) de su

Dicionário da língua portuguesa. Acogió con escepticismo la tal propuesta Y. Diez, ya en la 1 ? ed. ( 1 8 5 3 ) del EWRS, p. 5 0 2 , prefiriendo a aquel ét imon otra solución del problema: F O T U S 'calentado, fomentado, acariciado' (partici­pio de F O V E R E y, además, sustantivo verbal: 'fomento', acuñado en la época imperial y empleado casi sólo en el ablativo). Se lee con extrañeza el único argumento de Diez contra F A U T U : "unlatfeinisch]", que repitió sin corregir W . Forster; seguramente se trata de un lapsus calami por "unromfanisch]". E l mérito de Diez consiste en haber reunido los productos lusohispánicos, rotu­lando cada uno con esmero: esp. ant. hoto, port. fouto 'seguro [de sí mismo], atrevido' y afoutar 'inspirar atrevimiento', esp. ant. a- y en-hotar (quedando algo dudosa, a causa de su chocante monoptongo, sólo l a forma foto 'seguridad', atribuida al portugués antiguo). Mientras Diez, al revisar su diccionario, no cambió de opinión, pronto se oyeron voces críticas. W . F O R S T E R , en el núm. 1 7 de su "Romanische Etymologien", ZRPh, 3 ( 1 8 7 9 ) , p. 5 6 3 , reconoció la necesi-

5 0 Y A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

tome en cuenta— es la de Coraminas (1956), con tal que se pula con gran esmero su formulación, señaladamente torpe en el origi­nal en lo que atañe a la fonética y a la morfología 1 0 3 . Efectuados los ajustes indispensables, es lícito afirmar que el lat. F A T U U S 'tonto, imbécil, loco', convertido en * F A U T U , y el verbo correspondiente I N F A T U A R E 'entontecer', sometido a idéntica metátesis de la oclusi­va y la semiconsonante, dejaron juntos —entrecruzándose sus respec­tivas trayectorias— una pléyade de formaciones, con o sin el prefijo en-. Es curioso que de hucia y a hotas aparecen en los mismos géneros literarios, casi simultáneamente, como si se apoyasen. Aun­que el aludido desarrollo semántico del g\xo de hucia, teóricamente, es concebible por todas partes, tal posibilidad latente de hecho se realizó sólo en contacto catalítico con a hotas. Claro que, en lo anti­guo, no faltaron ejemplos de una alternancia morfofonemática t/c; testigos cat-ivo (variante de cautivo) ~ cagar, fuerte ~ fuerga y forgar, tuerto ~ reto(r)gar y torcer, etc.; y la distancia de o a u,

d a d —pero se equivocó a l c a l i f i c a r l a de " a b s o l u t a " — de tomar en cuenta e l d i p ­t o n g o d e l portugués, es dec ir , e l e lemento q u e D i e z descuidó, y p r o p u s o c o m o Lase F U L T U S 'apoyado' , s in dejarse i n q u i e t a r p o r e l t es t imonio de M U L T U > muito. L u e g o , G . B A I S T , e n u n a de sus " E t y m o l o g i s c h e M i s z e l l e n " , RF, 1 (1883), p . 445, con a d m i r a b l e e c o n o m í a demostró q u e F O T U S h u b i e r a p r o d u c i d o *hodo y F U L T U S , *fucho o *hucho, c o n l o c u a l n o h a b í a más r e m e d i o q u e v o l ­ver a F A U T U , s iendo tan fáci l de e x p l i c a r l a conservación de l a o c l u s i v a sorda como en mulato, oca, otoño, poco y saúco (omito otros presuntos parale los , h o y insos tenib les ) . Meyer -Lübke , e n ambas edic iones de su d i c c i o n a r i o ( § 3224) , y M E N É N D E Z P I D A L , e n su Manual de gramática (§ 47.3) , r e s p a l d a r o n a Ba is t .

• 1 0 3 L a s u p e r f i c i a l i d a d anal í t i ca de C o r o m i n a s , que n o alcanza a o c u l t a r su aplastante erudición fi lológica, se reconoce, p o r e j emplo , e n su e x a m e n de ajo­tar frente a en f otar. E s i n n e g a b l e que e n lat ín F A T U U venía acompañado de I N ­F A T U A R E . L u e g o , p a r a jus t i f i car ajotar (ahotar), d i s p o n e m o s de dos excelentes atajos: o contamos con u n c a m b i o de p r e f i j o (en- —> a-), f e n ó m e n o m u y t r i v i a l , o catalogamos ajotar como v e r b o n u e v a m e n t e f o r m a d o a base de foto (hoto). E l ú n i c o c a m i n o in t rans i tab le —y es, p o r desgracia, e l q u e escogió e l f i lólogo barce­lonés— es suponer u n a erosión fónica enf- o enh- para l legar a af-, ah-. L a clave d e l p r o b l e m a es la l a rga c o n v i v e n c i a d e l ad je t ivo ( F A T U U > * F A U T U ) y d e l v e r b o ( I N F A T U A R E ) , s i tuación que , esporádicamente , ayudó a l p r e f i j o a p r o p a ­garse a l ad jet ivo , a base de parejas c o m o enfermo [ enfermar f rente a boto ¡em­botar, tibio ¡entibiar. B u e n e j e m p l o de t a l t e n d e n c i a es l a cristalización de ende­ble, a d i f e r e n c i a d e l i t . debole < D E B I L E . T a m b i é n se h a n p r o d u c i d o cambios e n dirección opuesta, p . e j . terco (pero todavía enterch e n catalán a n t i g u o ) , e x t r a í d o de entercar/ esp. clás. enternegar < I N T E R N E C A R E 'matar, d e s t r u i r ' ; véase m i art ículo e n PMLA, 64 (1949), 570-584. Sospecho q u e e n ú l t ima ins tanc ia todas estas i r regular idades d e p e n d e n de los esfuerzos ríe los hablantes p o r l i ­brarse de l a ambigüedad d e l p r e f i j o I N - l a t i n o , o r a adversat ivo ( I N I M I C U > ene­migo), o r a " a l a t i v o " ( I N C E N D E R E > encender, I N F L A R E > hinchar). A los ejem­plos d e l por t . ou: esp. o ante o c l u s i v a sorda que aduce C o r o m i n a s se puede agregar rouco/ro(n)co < R A U C U , c o n interca lac ión secundar ia de u n a nasal expres iva . Menéndez P i d a l c i t a e l n o m b r e p r o p i o Coca < C A U C A (Manual de gramática, § 4 7 : 3 ) .

N R F H , X X V I L A FRAGMENTACIÓN DE " F I D U C I A " 51

comoquiera que se mida, no es tal que se oponga a la asociación. Finalmente, existe una prueba indirecta de lo verosímil de tal amal­gama. En judeo-portugues se ha recogido el giro ánimo e foucian-ga 1 0 4 . Ahora bien: de por sí, el agregado de -anga al producto de F I D Ü C I A no causa sorpresa, siendo debido, probablemente, a la pre­sión de los semisinónimos esperanza y segur anga; pero el diptongo oti, en posición central, sí que llama la atención. Todas las dudas se disipan tan pronto como decidimos operar con el cruce léxico esp. fucia X port. afouto, perfectamente plausible en el ambiente sefardí.

LOS R E F L E J O S D E F I D I J C I A Y L A D I F E R E N C I A C I Ó N

D E " H A C I A / H A S T A "

Sería injusto alargar este examen —quizás ya excesivamente de­tallado— de una sola familia léxica hispanolatina con otra digre­sión circunstancial, esta vez sobre un problema que parece engranar con la oscilación fiazia ~ fiuza ~ fuzia. Para evitar tal sobrecarga, me limito a un esbozo provisional de esa cuestión secundaria, re­servándome el derecho de desarrollarlo de manera más adecuada en otra ocasión.

. Sabido es que la preposición hacia —atrevida innovación del español, que corresponde al vers del francés, al verso del italiano, al contra (o para, o para com) del portugués, y al E R G Á del latín —en lo antiguo tenía la forma faza, que se reduce sin dificultad a F A C I E

A D 'con el rostro [dirigido] a ' 1 0 5 ; para el uso de a como segundo elemento de tal giro se pueden alegar varios paralelos: esp. ant. pora y port. ant. pera como precursores de para; de cara a; en torno a (a diferencia del fr. autour de, pero de acuerdo con el it. intor­no a), etc. L a forma faza está bien documentada, y no puede haber

1 0 4 E n u n a poesía de J a c o b Francés (1615-67), j u d í o i t a l i a n o de ascenden­c i a por tuguesa , se e n c u e n t r a e l pasaje s iguiente : " Á n i m o & foncianca, / q u e n a o se dá f o r t u n a sem m u d a n z a " . Foncianca, de n o tratarse de m e r a errata , podría ser u n a modi f i cac ión de foucianca, y a que l a ant i c ipac ión de l a nasal , e n gene­r a l , t i ende a d e s t r u i r u n d i p t o n g o decreciente q u e le precede. Véase, sobre este p o e t a b a r r o c o , P ' N I N A N A V E , " T W O poems b y J . F . : A c o n t r i b u t i o n to P o r t u -guese l i t e r a t u r e " , Tesoro de los judíos sefardíes, t. 4, J e r u s a l é n , 1961, p . x l i i i ; e l pasaje corresponde a l a estr. 21/g.

1 0 5 C a u s a c ier ta satisfacción casi estética s u p o n e r q u e faza esté basado e n e l a b l a t i v o de F A C I E S , s iendo entonces p a r a l e l o a agora < H A C H O R A , ogaño < H O G A N N O > hoy < H O D I E , etc. Pero , de remontarse l a preposic ión e n l ínea recta a l lat ín , h u b i e r a a d o p t a d o l a f o r m a c o n l a s i b i l a n t e sorda, testigos e l p o r t . face, e l i t . faccia, e l f r . face, etc. P u e d e ser q u e se trate, e n efecto, de u n *faca p r e l i ­t e rar io rehecho en faza ba jo l a pris ión de luz/ luzesj luzirj luziérnaga, etc., d a d a l a perdurac ión d e l sustant ivo faz. P e r o t a m b i é n es sostenible l a tesis de q u e faz a se a u n a r o n e n u n a sola p a l a b r a e n e l curso de l a E d a d M e d i a , a l t e r n a t i v a re forzada p o r e l a i s l a m i e n t o geográfico de l a voz .

52 Y A K O V M A L K I F L N R F H , X X V I

duda sobre su anterioridad a fazia, hazla, azia (Auto del repelón,

v. 302: "Azia Lledesma"). La dificultad estriba en el paso, sin pa­ralelo en la historia del idioma, de -za a -zia. Hazia y sus variantes han figurado, desde hace un siglo, en la discusión, de resultados tan modestos, sobre las sibilantes, de manera que se puede dar por resuelto el problema de la africada sonora: a base de az/azes, luz/

luzes, nuez/nuezes, paz/pazes, raíz/raízes, voz/vozes, fiz(e)/fizo, los hablantes juntaron faz y a, dotando de sonoridad a la sibilante. Lo que sigue siendo oscuro es el cambio de faza en fazia, oscuridad tanto más irritante como que el proceso parece caer en la Edad Media tardía, época en que ya no escasean textos vulgares de lengua ma­tizada, asequibles en ediciones muy cuidadosas.

Fracasadas todas las tentativas previas de justificar el cambio de -za en -zia, me animo a reivindicarlo para las lejanas repercusiones del paso de fiuza en fuzia. La preponderancia de fuzia, huziaj hucia

corresponde, como nos consta, al final del siglo xv y a principios del siglo xvi.

A primera vista, la hipótesis está lejos de ser convincente. Se oponen a ella dos factores que con razón pesan mucho: la oposi­ción gramatical, siendo sustantivo fuzia y preposición hazia; y la fonológica, dada la enorme distancia, en la escala de las vocales, entre a y u. Estos dos contrastes parecen más importantes que cier­tas serñejanzas, p. ej., el hecho de que en ambos casos se trata de voces bisílabas, de esquema prosódico grave, con una sola conso­nante —poco estable— en posición inicial de palabra: en ambos casos f-, que ya está camino de h-, y aun de cero.

Estas dos objeciones no tienen igual peso. Precisamente hucia

figuraba en toda clase de giros adverbiales y preposicionales —ante todo en español arrusticado: de hucia 'por cierto', en hucia de 'con­fiado en', etc. Pero el argumento de la discrepancia de las dos vo­cales tónicas es irrefutable, de tal modo que en condiciones norma­les seguramente no se hubiera producido ninguna acción analógica de fuzia en la dirección supuesta.

El punto que conviene recalcar es que en aquel entonces las circunstancias no eran normales, ni mucho menos. Dio la casuali­dad que el español había pedido prestada al árabe una preposi­ción, H A T T A , equivalente de T E N U S y U S Q U E A D latinos. De ordinario, esta preposición asumía la forma fata en los textos medievales (y, sin duda, en el habla cotidiana), aunque también menudean ejem­plos de uta (cf. el port. até) —escisión que recuerda la fisión del fr. ant. honte 'vergüenza, escándalo' en esp. ant. fon ta y onta, según la preferencia de los hablantes por una de las dos maneras disponi­bles de tratar la consonante h, inexistente en español a aquella

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N DE " F I D U C I A " 5 3

altura. Ahora bien: como el grupo mayoritario había optado en favor de fata, el léxico español adolecía, en aquel período, de la existencia (por cierto, sumamente molesta) de dos preposiciones -de sentido afín —de hecho, intercambiables en ciertos contextos— y de forma muy parecida: faza y fata. Y como asomaba la perspec­tiva de un ensordecimiento de la z/z d/ 5 la distancia fónica entre faza y fata iba disminuyendo.

Sólo si apreciamos debidamente el apuro en que se encontraban los hablantes comprenderemos • la etapa siguiente del desarrollo. Surgió la alternativa que siempre se presenta en tales casos: o amal­gamar faza y fata en una sola preposición, de ámbito semántico bastante ancho ('hacia, hasta' —como nach en alemán) ; o diferen­ciar las dos palabras amenazadas por la casi-homonimia, acudiendo a una terapia radical. Parece que en el este de la Península toda­vía se conservaban pequeños islotes de U S Q U E A D , arrimados al uso galorrománico (fr. jusqu'à, etc.) ; el núcleo de la palabra, heredado del latín, era la s seguida de /k/, es decir, de una oclusiva sorda, y tal estructura se prestó a un cruce con fata, dando margen a fasta, el precursor inmediato de (h)asta 1 0 6 . Otro grupo de hablantes (or

a lo mejor, elementos del mismo grupo) procuró solucionar parte del problema de una manera distinta: asiéndose de la alternancia de -za y -zia en la prole de F Í D Ü C I A (con predominio cada vez más marcado de fuzia sobre fiuza) sustituyeron faza por fazia, desenten­diéndose de los precitados obstáculos (ante todo, divergencia inamo­vible de las vocales tónicas y, en menor escala, falta de congruencia gramatical) . Huelga decir que, mientras se enfocaba el problema de ' hacia dentro del marco de las sibilantes, no asomaba por nin­guna parte la solución que proponemos. Se necesita un motivo perfilado con toda claridad para que una colectividad de hablantes atropelle dos normas del desarrollo paulatino, "regular".

C O N C L U S I Ó N

Nuestro paseo por el laberinto de las ruinas de F Í D Ü C I A ha ren­dido, probablemente, más de lo que prometía al comienzo. Aunque el pretexto de la investigación era el desmoronamiento de una sola familia léxica, todavía poderosa hacia fines de la Edad Media, nos convencimos, con el transcurso del tiempo, de la absoluta imposi­bilidad de aislar, herméticamente, la biografía de un pequeño grupo

1 0 6 Para una breve historia de las variantes y los sinónimos de fasta —pero todavía trazada con escasa atención al desvío paralelo de la norma que acaba­mos de reconocer en la trayectoria de hacia— remito a mi artículo (en prensa) : " E s p a ñ o l antiguo des(de), fa(s)ta, fazia y fascas", escrito para el Homenaje a J. Caro Baroja que prepara en la actualidad la casa madri leña ínsula.

54 V A K O V M A L K I E L N R F H , X X V I

de palabras. En efecto, no se pueden examinar con provecho las peripecias de fiuz(i)a, fuzia, etc. sin prestar atención constante no sólo a ciertas voces congéneres, como fe y fianza, sino también a palabras que nadie, a primera vista, asociaría con la prole de F Í D U S ,

- E R E , - O C I A : por ejemplo, juicio, hacia y el ant. a hotas. De manera que, en realidad, nos hemos ocupado de un sector entero del léxi­co, por exiguo que sea, y no de las vicisitudes de una sola voz.

El estudio microscópico por el que optamos permite al inves­tigador el lujo de plantear ciertos problemas que una ojeada rá­pida, en general, pasa por alto. Así, parece notable no sólo la pre­sencia de un sinnúmero de variantes (feduza, des- frente a d esa-f i ti­zar, etc.) sino también la inesperada ausencia de ciertas fases del desarrollo. Mientras la voz arrusticada fot- (enfot- — port. afout-, etc. no sólo alcanza la etapa hot-, sino que va más allá, en el nivel dialectal (jot-), los hablantes no toleran que hucia se convierta en *jucia, a causa del peligro latente de un choque con la familia de Í Ü D I C I U M .

Todo sumado, se puede afirmar que el desarrollo semántico re­sultó menos interesante que la ramificación formal. La minuciosa clasificación de las variantes del sustantivo y de sus brotes verbales, a base de ciertos tipos de radicales (fiuzia frente a jiuza y a fuzia), no dejó de ser instructiva y nos permitió dibujar un cuadro mucho más claro del que habían proporcionado Cuervo, Corominas y otros predecesores, trabajando con apresuramiento. Aun así, esa labor con prismas muy fuertes no reveló ningún contraste sintáctico-se-mántico notable, a excepción de unos pocos giros en que llegó a figurar fuzia/hucia a raíz de haber sobrevivido dos siglos a sus rivales.

U n problema que no carece de reverberaciones teóricas es la selección de la variante básica en medio de tantos representantes locales de F Í D Ü C I A . Parece que el propio concepto de "variante bá­sica" exige una aclaración preliminar. Si tomamos ese concepto en su aplicación genética, resulta innegable que fiuzia enlaza per­fectamente con fiuza y con fuzia, con tal que se acepte la idea de una eliminación disimilativa ora de la primera, ora de la segunda /]/ ; además, fiuzia encaja en la historia de F Í D Ü C I A en latín clásico, eclesiástico y medieval, y armoniza con varias palabras-clave que pertenecen a la misma veta: esp. ant. Gallizia, juyzio, etc. Presumi­blemente, en los siglos ix y x fiuzia era, en efecto, la forma domi­nante. Pero, dentro del corpus de textos medievales disponibles —-que caen en una época posterior— fiuzia ya es una forma bastante rara (aunque un derivado directo de ella aflora todavía en la prosa

de fray Luis de L e ó n ) . Si se usa el cr i terio estadístico, y no el ge-

N R F H , X X V I L A F R A G M E N T A C I Ó N D E " F I D U C I A " 55

nérico, conviene admitir que en los siglos xm y xiv predominaba fiuza, y a partir del siglo xv se imponía cada vez más fuzia, que, en efecto, queda representado aún hoy —a pesar de cierto disfraz— en 'desahuciar.

La r i v a l i d a d de las variantes resultó tanto más curiosa como que faltaban en absoluto alicientes de tipo cultural (las tres formas básicas pertenecían a la misma capa de ''semicultismos") o semán-tico-asociativo que explicasen la predilección de los hablantes por determinado tipo, en daño de sus rivales. Las causas de cada caso de preferencia que se v is lumbran son, por consiguiente, rigurosa, austeramente lingüísticas. Así, la amenaza del cambio de la /- en h- dio cierta preponderancia a fuzia sobre f i tiza, puesto que la pers­pectiva de pronunciar /hju/ no cuadraba con las aspiraciones fónicas de la colectividad hispanófona alrededor de 1500. También el en­sordecimiento gradual de la z daba cierto empuje a fuzia,, ya que, camino de fucia/hucia, esta voz se encontraba de allí adelante en compañía de varios cultismos netos, como argucia, astucia, minucia (y también contumacia, falacia).

La propia acumulación de variantes, algunas de ellas marcadas por una contaminación espontánea con fe (fiuza > feuza, etc.), re­presentaba un obstáculo para la supervivencia de la voz. Además, el pretendiente dotado de mayor vitalidad, a saber fucia/hucia, ado­lecía de cierto defecto fonoestético, careciendo de un mínimum de nobleza bien en la sucesión de los fonemas, bien en su excesiva brevedad; acústicamente, la palabra daba la impresión de algo me­d i o cómico —p. ej., de un movimiento rápido y torpe, y no de una actividad duradera arraigada en el alma del hablante. Quedaba, como último remedio, la posibilidad de la adopción de un cultis­mo— una medida terapéutica a que acudió, por ejemplo, el italiano, que no sólo dio cédula de ciudadanía a fiducia, sino que lo des­arrolló con mucho éxito (fiducioso, sfiducia, etc.). Los escritores españoles del Siglo de Oro jugaron —fugazmente— con tal posibi­lidad, extendiendo sus experimentos aun al adjetivo fido, en tono latinizante y, a la vez, i talianizante; pero, por último, renunciaron a esta tentativa, porque ya tenían, en el sinónimo confianza, un perfecto equivalente. La adopción de la voz erudita fiducia, a más de confianza, hubiera constituido un lujo, que repugnaba a la ca­racterística economía y robustez del léxico español.

U n i v e r s i t y of C a l i f o r n i a , Berke ley . YAKOV MALKIEL


Recommended