Unidos Con Cristo

7/28/2019 Unidos Con Cristo

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INDICE

IntroduccinHemos recibido VIDA, GRACIA Y SALVACINHemos sido hechos JUSTICIA DE DIOSHemos sido hechos UNA NUEVA CREACIN

Somos hechos HIJOS LIBRES DE MALDICINSomos hechos HIJOS PARA HEREDAR BENDICINSomos hechos SANTOS Y TEMPLO DE DIOSHemos sido INJERTADOS EN ISRAELConectados con ISRAEL Y SUS DERIVACIONESParticipantes de LA INMENSIDAD DE LA VIDA EN EL ESPRITUSomos hechos PARTCIPES DEL SUFRIMIENTO Y CONSOLACINHemos recibido AUTORIDAD, VICTORIA Y TRIUNFOCapacitados y autorizados para HACER BUENAS OBRASHemos sido ACEPTADOS POR DIOSUna fuente continua de REVELACIN Y VIDA

Una verdadera VIDA DE LIBERTADHemos sido UNIDOS A UNA ESPERANZA DE GLORIAUna PANORMICA GLOBAL

INTRODUCCIONLa vida cristiana es una nueva identidad. Es un nuevo lugar de localizacin, es decir,tenemos otro domicilio una nueva residencia donde estamos ubicados. Estamos EN

CRISTO. La base de nuestra nueva identidad es JESUCRISTO. De esa nueva identidadsurgen CINCO nuevos exponentes o ramificaciones que son:

Un NUEVO hombre Una NUE\/A familia Un NUEVO reino Unas NUEVAS leyes Una NUEVA historia

Estos cinco exponentes que emanan de nuestra UNION CON CRISTO, son nuestranueva identidad, nuestro nuevo lugar de localizacin. Por tanto, hemos de identificarnoscon cada uno de ellos. Todos los exponentes forman una unidad con Cristo, aunque ennuestro estudio nos detendremos mas en el NUEVO hombre y la fusin con Cristo. Paraello haremos un recorrido por todas LAS EPISTOLAS del Nuevo Testamento.

UNIDOS CON CRISTO


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En los evangelios Cristo est actuando fuera de nosotros en las epstolas acta desdedentro y a travs de nosotros por el Espritu Santo. En las epstolas vemos la obra delMesias glorificado sobre sus discpulos, despus de la unin o fusin espiritual ENCristo.

De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie segn la carne

aunque hemos conocido a Cristo segn la carne, sin embargo, ahora ya no le conocemosas. (2 Co.5:16)

La clave para saber est en la revelacin y manifestacin de nuestra UNION CONCRISTO glorificado.

... Porque separados de mi nada podis hacer (Jn.15:5)Pero el que se une al Seor, es un espritu con El (1 Co.6:17)Con Cristo estoy... y la vida que vivo en la carne la vivo por fe en el Hijo de Dios...(G-2:20)Resumiendo. El tema que comenzamos hoy tiene su base fundamental en un recorridoque haremos por todas las epstolas del Nuevo Testamento, encontrndonos con laverdad de nuestra UNION CON CRISTO, los resultados que se derivan de esa unin ylas consecuencias prcticas que le siguen. Por ello, cada leccin estar compuesta detres ejes o partes esenciales, que se repetirn en cada una de ellas. Son ests:

UNIDOS CON CRISTORESULTADOS DE ESA UNIONCONSECUENCIAS

1. Hemos recibido VIDA, GRACIA Y SALVACINTextos claves: (Ef.2:1-6) (Ro.5:2) (Tit.3:5) (Is.60:1)

UNIDOS CON CRISTOLa fusin entre Cristo y el creyente es la base fundamental sobre la que se apoya elresurgir del nuevo hombre. Esa fusin tiene su punto mas fuerte en la expresin delapstol Pablo: El que se une al Seor, es un espritu con l (1 Co.6:17)

Hemos sido unidos con Jess en su CRUCIFIX1ON. Sabiendo esto, que nuestro viejohombre fue crucificado juntamente con l, para que el cuerpo del pecado sea destruido,a fin de que no sirvamos ms al pecado (Ro.6:6)

Hemos sido unidos con Jess en su MUERTE. O no sabis que todos los que hemossido bautizados en Cristo Jess, hemos sido bautizados en su muerte?(Ro.6:3)


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Hemos sido unidos con Jess en su SEPULTURA Porque somos sepultadosjuntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucit de losmuertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva (Ro.6:4)

Hemos sido unidos con Jess en su RESURRECCIN. Porque si fuimos plantados

juntamente con l en la semejanza de su muerte, as tambin lo seremos en la de suresurreccin (Ro.6:5). Sepultados con l en el bautismo, en el cual fuisteis tambinresucitados con l, mediante la fe en el poder de Dios que le levant de los muertos(Col.2:12).

Hemos sido unidos con Jess en su EXALTACION. y juntamente con l nos resucit,y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jess (Ef.2:6)

Esta unidad con Cristo tiene unos resultados asombrosos en nuestras vidas presentes yfuturas.

RESULTADOS DE ESA UNION1. Nuestro cuerpo de pecado ha sido reducido a la impotencia (Ro.6:6). Ya nosomos esclavos del pecado, hemos muerto al pecado. As tambin vosotros consideraosmuertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jess, Seor nuestro (Ro.6:11). 2. Hemos recibido la vida de Dios (Zo). Y l os dio vida a vosotros, cuando estabaismuertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo,siguiendo la corriente de este mundo, conforme al prncipe de la potestad del aire, elespritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales tambin todosnosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad dela carne y de los pensamientos, y ramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los

dems. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos am, aunestando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por graciasois salvos) (Ef.2:1-5). Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna yesta vida est en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida el que no tiene al Hijo deDios no tiene la vida (l Jn.5:11,12).3. Hemos recibido entrada a la esfera de la gracia. Justificados, pues, por la fe,tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo por quien tambintenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en laesperanza de la gloria de Dios(Ro.5:2). Por esta gracia recibida reinamos en vida.Pues si por la trasgresin de uno solo rein la muerte, mucho ms reinarn en vida por

uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia(Ro.5:17).4. Hemos sido llamados por la gracia. Estoy maravillado de que tan pronto os hayisalejado del que os llam por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente(G.1:6). Esta gracia es mas fuerte que el pecado. Pero la ley se introdujo para que el

pecado abundase mas cuando el pecado abund, sobreabund la gracia (Ro.5:20).Doy gracias al que me fortaleci, a Cristo Jess nuestro Seor, porque me tuvo porfiel, ponindome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor einjuriador mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, enincredulidad. Pero la gracia de nuestro Seor fue ms abundante con la fe y el amor que

es en Cristo Jess (1 Ti.1:12-14).


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5. Hemos recibido salvacin. (Ef.2:8) Pero cuando se manifest la bondad de Diosnuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salv, no por obras de justiciaque nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de laregeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo (Ti.3:5). Una salvacin muygrande y completa que abarca a toda necesidad. (Heb.2:3 y 7:25) Incluye:

Reconciliacin. El ministerio de la reconciliacin (2Co.5:18-21). Libertad decondenacin (Ro.8:1). Sanidad. Liberaci6n. Mente sana. Ser guardado del mal.Provisin. Un abogado (1 Jn.2:1). Un intercesor continuo. (Ro.8:34) (Heb.7:25) UnSumo Sacerdote (Heb.4:14 y 9:15).

CONSECUENCIAS

Cuando un creyente entiende su unin con Cristo, y ve los resultados que se derivan deesa unin y se los apropia en fe, proclamndolos y experimentndolos entonces laconsecuencia lgica ser un levantamiento en fe para resplandecer comenzando en ellugar donde se encuentra. Levntate, resplandece porque ha venido tu luz, y la gloriade Jehov ha nacido sobre ti. Porque he aqu que tinieblas cubrirn la tierra, y oscuridadlas naciones mas sobre ti amanecer Jehov, y sobre ti ser vista su gloria (Is.60:1-2).

2. Hemos sido hechos JUSTICIA de DiosTextos claves: (2 Co.5:21) (Fil.1:11) (Is.60:1)

UNIDOS CON CRISTONuestra unin con Cristo es la unin con la justicia porque l es justo, para llevarnos aDios (1P.3:18). En 2 Co.6:14-16 se presenta como una unidad del mismo yugo y lamisma asociacin a la JUSTICIA, la LUZ, a CRISTO, al CREYENTE y al TEMPLO deDios. Todo ello forma parte de una fusin plena y en ella se asocia a Cristo con la

justicia y a ambos con el creyente. La unin de Cristo con el creyente es tan real, que elapstol Juan declara: Cmo l es, as somos tambin nosotros en este mundo (1 Jn.4:17) Esa unin nos conduce a un resultado glorioso: Somos hechos justos ante Dios.

RESULTADOS DE ESA UNION1. Somos hechos justicia de Dios (2 Co.5:21). Al que no conoci pecado, por nosotroslo hizo pecado, para que nosotros fusemos hechos justicia de Dios en l. No se tratade un cambio de vestidos, sino de una nueva naturaleza justa y una posicin ante deDios de justificacin. Somos hechos justos. Se usan diferentes expresiones en lasEscrituras al respecto, veamos: Siendo justificados gratuitamente (Ro.3:24).Justificados por la fe (Ro.5:1). El don de la justicia (Ro.5:17). La justificacin devida (Ro.5:18). Fuisteis justificados en Jess (1 Co.6:11). La justicia de Dios enCristo nos libera de la conciencia de culpabilidad somos libres de culpa, como si nuncahubiramos pecado. Cunto ms la sangre de Cristo, el cual mediante el Espritu

eterno se ofreci a s mismo sin mancha a Dios, limpiar vuestras concienciasde obrasmuertas para que sirvis al Dios vivo?(Heb.9:14)


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2. Podemos gloriamos en Jess. Ya no somos miserables pecadores y hombresderrotados en Jess recuperamos la gloria perdida en Adn (Ro.3:23,24). Y no sloesto, sino que tambin nos gloriamos en Dios por el Seor nuestro Jesucristo, por quienhemos recibido ahora la reconciliacin... Tengo, pues, de qu gloriarme en Cristo Jess

en lo que a Dios se refiere (Ro.5:11 y 15:17). (2 Co.10:17) (Fil.3:3) (2 Ts.1:12).No tenemos por qu avergonzarnos de nuestra fe en Jess y su gloriosa esperanza.Hemos sido elevados a la dignidad de seres creados a semejanza de Dios. Como estescrito: He aqu pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de cada Y el que creyere enl, no ser avergonzado Pues la Escritura dice: Todo aquel que en l creyere, no seravergonzado(Ro.9:33 y 10:11). Somos el aroma de justicia para Dios en este mundo.Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se

pierden a stos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida paravida(2 Co.2:15).3. Reinamos en vida por la justicia. Pues si por la trasgresin de uno solo rein lamuerte, mucho ms reinarn en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben laabundancia de la gracia y del don de la justicia(Ro.5:17)El Reino de Dios es un Reino de justicia, porque el reino de Dios no es comida ni

bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espritu Santo (Ro.14:17), que acta en estemundo a travs de sus hijos hechos justos. Debemos, por tanto, tomar la iniciativa en lasociedad, siendo cabeza y no cola (Dt.28:13).CONSECUENCIAS

Nuestra unin con Cristo nos ha hecho justos, sin culpa, ni condenacin por tanto,

podemos y estamos en posicin de levantarnos, llenos de fruto de justicia (Is.60:1)(Fil.1:11), en una vida triunfante que glorifica a Dios. En Cristo, ya no hace faltaarrastrarse como gusanos por este mundo si no que podemos levantarnos para hacerlas obras de justicia que Dios ha preparado para que andemos por ellas (Ef.2:10).

3. Hemos sido hechos UNA NUEVA CREACINTexto clave: (2 Corintios, 5:17)

UNIDOS CON CRISTO

La unin del creyente con Cristo es tan fuerte y real, que encontramos en las Escriturasexpresiones tan determinantes como estas: Somos un espritu con Jess (1Co.6:17).Tenemos la mente de Cristo (1 Co.2:16). Podemos andar como el anduvo (Col. 2:6)(1 Jn.2:6). El que os recibe a vosotros, a mi me recibe (Mt.10:40). Como l es, assomos tambin nosotros en este mundo (l Jn.4:17). Y nadie las arrebatar de mimano (Jn.10:28). Ninguna cosa creada nos podr separar del amor de Dios en Cristo(Ro.8: 38-39). Esta unidad slo es posible con una nueva creacin. Ninguna religin

puede conseguirla, es una naturaleza nueva segn Dios.


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RESULTADOS DE ESA UNION1. Somos hechos una nueva creacin. De modo que si alguno est en Cristo, nuevacriatura es las cosas viejas pasaron he aqu todas son hechas nuevas(2 Co.5:17)Porque en Cristo Jess ni la circuncisin vale nada, ni la incircuncisin, sino unanueva creacin(G.6:15). En Cristo somos nuevas criaturas, un hombre nuevo, creadoa la semejanza de Dios. La primera obra humana de Dios, Adn, fue desobediente al

propsito divino el segundo Adn, Cristo, fue obediente y realiz la obra de Dios.Ahora Cristo es el nuevo modelo de hombre para que el ser humano recupere el

propsito divino. En Cristo, somos hechos un nuevo hombre. Veamos algunascaractersticas de esta nueva creacin.

Es creado con el carcter de Dios. Justicia y santidad de la verdad. Y vestiosdel nuevo hombre, creado segn Dios en la justicia y santidad de la verdad(Ef.4:24). Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jess para buenasobras, las cuales Dios prepar de antemano para que anduvisemos en ellas

(Ef.2:10)

Es participante de la naturaleza divina. Por medio de las cuales nos ha dadopreciosas y grandsimas promesas, para que por ellas llegaseis a serpar ticipantes de la natur aleza divina, habiendo huido de la corrupcin que hayen el mundo a causa de la concupiscencia(2P.1:4).

Puede ver y or en el Espritu. Antes bien, como est escrito: Cosas que ojono vio, ni odo oy, ni han subido en corazn de hombre, son las que Dios ha

preparado para los que le aman (1 Co.2:9). Recibe revelacin y los pensamientos de Dios. Pero Dios nos las revel a

nosotros por el Espritu porque el Espritu todo lo escudria, aun lo profundo deDios... lo cual tambin hablamos, no con palabras enseadas por sabidura

humana, sino con las que ensea el Espritu, acomodando lo espiritual a loespiritual... Porque quin conoci la mente del Seor? Quin le instruir? Masnosotros tenemos la mente de Cristo (l Co.2:10,13,16). Para que el Dios denuestro Seor Jesucristo, el Padre de gloria, os d espritu de sabidura y derevelacin en el conocimiento de l (Ef. 1:17).

Recibe fortaleza por el Espritu. Para que os d, conforme a las riquezas desu gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espritu (Ef.3:16)

Tiene en su interior ros de agua viva que brotan. En el ltimo y gran da dela fiesta, Jess se puso en pie y alz la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, vengaa m y beba. El que cree en m, como dice la Escritura, de su interior corrernros de agua viva. Esto dijo del Espritu que haban de recibir los que creyesen enl pues an no haba venido el Espritu Santo, porque Jess no haba sido anglorificado (Jn.7:37-39).

Puede ofrecer sacrificios espirituales de alabanza. As que, ofrezcamossiempre a Dios, por medio de l, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labiosque confiesan su nombre (Heb.13:15). Vosotros tambin, como piedras vivas,sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificiosespirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo (1 P. 2:5).

Puede entrar al Lugar Santsimo. As que, hermanos, teniendo libertad paraentrar en el Lugar Santsimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y

vivo que l nos abri a travs del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gransacerdote sobre la casa de Dios, acerqumonos con corazn sincero, en plena


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certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados loscuerpos con agua pura (Heb.10:19-22).

Puede ser arrebatado hasta el tercer cielo. Conozco a un hombre en Cristo,que hace catorce aos (si en el cuerpo, no lo s si fuera del cuerpo, no lo sDios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo (2 Co.12:2). El espritu nuevo,

renacido, est capacitado para entrar en la morada de Dios sin este espritunuevo dado por Dios en el nuevo nacimiento sera imposible, ya que carne ysangre no pueden heredar el Reino de Dios.

Hay muchas otras caractersticas de este hombre nuevo, puesto que es ilimitado, y semueve en una dimensin espiritual amplsima de exploracin. El nuevo hombre ya tienela capacidad y el equipo necesario para vivir eternamente unido a la Divinidad.

CONSECUENCIAS

La consecuencia de nuestra unin espiritual con Cristo, de donde surge una nuevacreacin, es un levantamiento en el Espritu, con una capacidad ilimitada para influiren el mundo natural y las circunstancias que lo rodean. Es decir, podemos levantarnos

por encima de la gravitacin de lo terrenal, lo pecaminoso y el dominio de las tinieblasLevntate, resplandece porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehov ha nacido sobreti. Porque he aqu que tinieblas cubrirn la tierra, y oscuridad las naciones mas sobre tiamanecer Jehov, y sobre ti ser vista su gloria (Is.60:1,2).

4. Somos hechos HIJOS DE DIOSTextos claves: (Juan, 1:12-13) (Isaias, 60:1)

UNIDOS CON CRISTO

La desobediencia del hombre le despoj del vestido de la gloria de Dios que le cubra(Gn.3:7). Nuestra unin con Cristo nos ha revestido y nos ha devuelto el vestido degloria y justicia que habamos perdido en Adn. En gran manera me gozar en Jehov,mi alma se alegrar en mi Dios porque me visti con vestiduras de salvacin, me rodede manto de justicia, como a novio me atavi, y como a novia adornada con sus joyas(Is. 61:10). Jesucristo es nuestro vestido nuevo de proteccin, como una armadura, quenos protege de los ataques del reino de las tinieblas (Ef.6:l0-18). Si no vestios delSeor Jesucristo, y no proveis para los deseos de la carne (Ro.13: 14). Es el vestidoque nos da la dignidad de hijos de Dios, herederos con Cristo y nos guarda de lamaldicin que an opera en esta tierra, hasta que sea liberada de la esclavitud de lacorrupcin a la libertad de la gloria de los hijos de Dios (Ro.8:19-23). Nuestro nuevovestido de gloria, es decir, Cristo, nos mantiene dentro de la esfera de la bendicin deDios (Ef.1:3). Ejemplo: El hijo prdigo. (Lc.15:20-24) Veamos lo que dijo el Padre:

Traed la mejor ropa Vestidlo

Poned un anillo en su mano Poned sandalias en sus pies


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Comamos y regocijmonos

RESULTADOS DE ESA UNION1. Somos hechos hijos de Dios. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen ensu nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios los cuales no son engendradosde sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varn, sino de Dios(Jn.1:12,13).

Esto no es un proceso de santificacin. Nacemos en la familia de Dios con toda ladignidad de hijos. No estamos tratando de serlo, somos hijos por la voluntad de Dios.Hemos sido predestinados para ello, en amor habindonos predestinado para seradoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, segn el puro afecto de su voluntad(Ef.1:5), y por la fe en Cristo somos hechos hijos, pues todos sois hijos de Dios por lafe en Cristo Jess (G.3:26). De este hecho se derivan otras verdades que debemossaber y recordar. Veamos algunas:

Tenemos una relacin ntima con el Padre, y podemos llamarle Pap. Puesno habis recibido el espritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino quehabis recibido el espritu de adopcin, por el cual clamamos: Abba, Padre! ElEspritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos deDios(Ro.8:16)

Somos hechos herederos de Dios y coherederos con Cristo. Y si hijos,tambin herederos herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que

padecemos juntamente con l, para que juntamente con l seamos glorificados(Ro. 8:17) Lo que Jess hereda nosotros tambin lo heredamos, en este mundo yen el venidero.

Por ser de Cristo, somos descendencia de Abraham, y por ello, herederos de lapromesa. Que promesa? Ser los herederos del mundo, de las naciones (G.3:29con Ro.4:13 y Gn.17:4-6 22:17). Y si vosotros sois de Cristo, ciertamentelinaje de Abraham sois, y herederos segn la promesa. Porque no por la leyfue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sera heredero delmundo, sino por la justicia de la fe. He aqu mi pacto es contigo, y sers padrede muchedumbre de gentes. Y no se llamar ms tu nombre Abram, sino queser tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre degentes. Y te multiplicar en gran manera, y har naciones de ti, y reyes saldrnde ti. De cierto te bendecir, y multiplicar tu descendencia como las estrellasdel cielo y como la arena que est a la orilla del mar y tu descendencia poseer

las puertas de sus enemigos Ya podemos empezar a reclamar las nacionescomo nuestra herencia. As que, ninguno se glore en los hombres porque todoes vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea lamuerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, yCristo de Dios (1 Co.3:21-23). Pdeme, y te dar por herencia las naciones, Ycomo posesin tuya los confines de la tierra (Sal.2:8).

Debemos salir de la niez y entrar en la mayora de edad para podercomenzar a heredar. Pero tambin digo: Entre tanto que el heredero es nio, ennada difiere del esclavo, aunque es seor de todo sino que est bajo tutores ycuradores hasta el tiempo sealado por el padre. As tambin nosotros, cuando

ramos nios, estbamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Perocuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envi a su Hijo, nacido de mujer


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y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin deque recibisemos la adopcin de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envi avuestros corazones el Espritu de su Hijo, el cual clama: Abba, Padre! As queya no eres esclavo, sino hijo y si hijo, tambin heredero de Dios por medio deCristo (G.4:1-7). En este pasaje la niez espiritual significa estar bajo la

esclavitud de la ley, dependiendo de normas y preceptos. Por su parte lamadurez espiritual tiene que ver con la vida en el Espritu, la libertad real delcorazn y tomar la herencia como hijos de Dios.

Somos herederos de grandes riquezas en Cristo, presentes y venideras.Meditemos en estas expresiones: Riquezas de su gloria. y para hacer notoriaslas riquezas de su gloria, las mostr para con los vasos de misericordia que l

prepar de antemano para gloria (Ro.9:23). Para que os d, conforme a lasriquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por suEspritu (Ef.3:16). Mi Dios, pues, suplir todo lo que os falta conforme a susriquezas en gloria en Cristo Jess (Fil.4:19). Riquezas para los gentiles. Y si

su trasgresin es la riqueza del mundo, y su defeccin la riqueza de los gentiles,cunto ms su plena restauracin? (Ro.11:12). Riquezas de su gracia. Enquien tenemos redencin por su sangre, el perdn de pecados segn las riquezasde su gracia... para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas desu gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jess (Ef.1:7 y 2:7).Inescrutables riquezas. A m, que soy menos que el ms pequeo de todos lossantos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de lasinescrutables riquezas de Cristo (Ef.3:8).

Todo ello no es algo inalcanzable, sino que Dios ha querido que las alcancemos. Paraque sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezasde pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo(Col.2:2) por ello las ha dado a conocer en Cristo, a quienes Dios quiso dar a conocerlas riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles que es Cristo en vosotros, laesperanza de gloria (Col.1:27) y de ah que el apstol Pablo orase por los creyentesQue los ojos de vuestro corazn sean iluminados, para que sepis... cuales son lasriquezas de la gloria de su herencia en los santos (Ef.1:18). Esta claro por lasEscrituras que estamos viendo que las riquezas de Dios se alcanzan mediante elconocimiento, un conocimiento revelado al corazn a travs del Espritu Santo de Dios.Para que la participacin de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que esten vosotros por Cristo Jess (Filemn, 1:6). Este pasaje en la versin de las Amricasdice as: Y ruego que la comunin de tu fe llegue a ser eficaz por el conocimiento de

todo lo bueno que hay en vosotros mediante Cristo. En este sentido el pueblo de Diospuede perecer por falta de conocimiento. Mi pueblo fue destruido, porque le faltconocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echar del sacerdocio y

porque olvidaste la ley de tu Dios, tambin yo me olvidar de tus hijos (Oseas, 4:6).

El apstol Pablo lo explica ampliamente y de forma magistral en la primera carta de loscorintios. Sin embargo, hablamos sabidura entre los que han alcanzado madurez ysabidura, no de este siglo, ni de los prncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamossabidura de Dios en misterio, la sabidura oculta, la cual Dios predestin antes de lossiglos para nuestra gloria, la que ninguno de los prncipes de este siglo conoci porquesi la hubieran conocido, nunca habran crucificado al Seor de gloria. Antes bien, como

est escrito: Cosas que ojo no vio, ni odo oy, Ni han subido en corazn de hombre,Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las revel a nosotros


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por el Espritu porque el Espritu todo lo escudria, aun lo profundo de Dios. Porquequin de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espritu del hombre que est enl?. As tampoco nadie conoci las cosas de Dios, sino el Espritu de Dios. Y nosotrosno hemos recibido el espritu del mundo, sino el Espritu que proviene de Dios, para quesepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual tambin hablamos, no con palabras

enseadas por sabidura humana, sino con las que ensea el Espritu, acomodando loespiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son delEspritu de Dios, porque para l son locura, y no las puede entender, porque se han dediscernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas pero l no es

juzgado de nadie. Porque quin conoci la mente del Seor? Quin le instruir? Masnosotros tenemos la mente de Cristo (1 Corintios, 2:6-16).

CONSECUENCIAS

Por nuestra unin con Cristo hemos sido hechos hijos de Dios, vestidos con toda ladignidad de hijos y herederos. Por tanto, podemos levantarnos para tomar posesin denuestra herencia en Cristo Jess. (Is.60:1) (Miq. 4:13).

5. Somos hechos HIJOS PARA HEREDAR BENDICINTextos claves: (G.1:13,14) (Ef.1:3) (Is.60:1)

UNIDOS CON CRISTO

Nuestra unin con Cristo es la unin con Dios como Padre, y por tanto, herederos de l.Nuestra unin con Cristo es tambin la unin con la bendicin de Dios. Somos hechoshijos benditos del Padre. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, quenos bendijo con toda bendicin espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Ef.1:3)Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde lafundacin del mundo (Mt.25:34). El hijo prdigo fue unido con el Padre, devuelto a lacasa, vestido con la dignidad de hijo y autorizado para heredar (Lc.15:20-24). Fuesacado (redimido) de la maldicin de todo tipo de escasez, y puesto en la casa deabundancia. Eso mismo es lo que nos ha acontecido a nosotros cuando hemos retornadoa Dios a travs de Jesucristo.

RESULTADOS DE ESA UNION1. Hemos sido redimidos de la maldicin. Cristo nos redimi de la maldicin de laley, hecho por nosotros maldicin (porque est escrito: Maldito todo el que es colgadoen un madero), para que en Cristo Jess la bendicin de Abraham alcanzase a losgentiles, a fin de que por la fe recibisemos la promesa del Espritu (G3:13,14). Jesses nuestro substituto, l fue hecho maldicin, para que nosotros seamos hechos

bendicin completa, bendecidos con toda bendicin espiritual en Cristo (Ef.1:3). Nadienos puede maldecir con xito, la maldicin no nos alcanzara porque hemos sido

bendecidos por Dios.Ejemplo: Balac, Balam y el pueblo de Israel. Entonces dijo Dios a Balam: No vayascon ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es... Por qu maldecir yo al que Diosno maldijo? Y por qu he de execrar al que Jehov no ha execrado?... Dios no es


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hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. l dijo, y no har?Habl, y no lo ejecutar? He aqu, he recibido orden de bendecir l dio bendicin, yno podr revocarla. No ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto perversidad en Israel.Jehov su Dios est con l, Y jbilo de rey en l. Dios los ha sacado de Egipto tienefuerzas como de bfalo. Porque contra Jacob no hay agero, ni adivinacin contra

Israel. Como ahora, ser dicho de Jacob y de Israel: Lo que ha hecho Dios!(Nm.22:1223:8,19-23).

El apstol de los gentiles lo expresa as en Ro. 8:28,31-39. Y sabemos que a los queaman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su

propsito son llamados... Qu, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, quincontra nosotros? El que no escatim ni a su propio Hijo, sino que lo entreg por todosnosotros, cmo no nos dar tambin con l todas las cosas? Quin acusar a losescogidos de Dios? Dios es el que justifica. Quin es el que condenar? Cristo es el quemuri ms aun, el que tambin resucit, el que adems est a la diestra de Dios, el quetambin intercede por nosotros. Quin nos separar del amor de Cristo? Tribulacin, o

angustia, o persecucin, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como est escrito:Por causa de ti somos muertos todo el tiempo somos contados como ovejas dematadero. Antes, en todas estas cosas somos ms que vencedores por medio de aquelque nos am. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ngeles, ni

principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, nininguna otra cosa creada nos podr separar del amor de Dios, que es en Cristo JessSeor nuestro.Por tanto, la bendicin nos alcanzar en cada campo de nuestra vida, y la maldicin nonos tocar. De este hecho se derivan otras verdades como stas:

Somos libres de la maldicin del pecado. En quien (Jess) tenemos redencinpor su sangre, el perdn de pecados segn las riquezas de su gracia (Ef.1:7).En quien (Jess) tenemos redencin por su sangre, el perdn de pecados(Col.1:14). Hemos sido perdonados. Antes sed benignos unos con otros,misericordiosos, perdonndoos unos a otros, como Dios tambin os perdon avosotros en Cristo (Ef.4:32). Libres de la maldicin de pecar. Todo aquel que

permanece en l, no peca todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.Hijitos, nadie os engae el que hace justicia es justo, como l es justo. El que

practica el pecado es del diablo porque el diablo peca desde el principio. Paraesto apareci el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel quees nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece

en l y no puede pecar, porque es nacido de Dios (1 Jn.3:6-9). Significatambin que somos guardados de pecar y del maligno. Sabemos que todo aquelque ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado

por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn.5:18).

Libres de la vana manera de vivir heredada de los padres. Sabiendo quefuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis devuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre

preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminacin (1Pedro, 1:18-19).

Libres de las contaminaciones (maldiciones) que hay en el mundo. Pormedio de las cuales nos ha dado preciosas y grandsimas promesas, para que por


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ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de lacorrupcin que hay en el mundo a causa de la concupiscencia... Pues hablando

palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne ydisoluciones a los que verdaderamente haban huido de los que viven en error(2P.1:4 y 2:18).

Libres de la maldicin de la pobreza. La pobreza, escasez, la falta de recursoseconmicos y materiales necesarios para vivir no es la voluntad de Dios para sushijos. Dios ha hecho una gran provisin en Cristo para que todas nuestrasnecesidades queden suplidas. Este es un terreno difcil y complejo por lo querepresenta en la vida diaria, y aunque no podemos decir que los hermanos queviven en pobreza sean inferiores a nadie, es necesario dejar patente lo que dice laPalabra de Dios al respecto. No debemos conformarnos con menos de lo que elShaddai ha provisto para Su pueblo en Cristo. Mi Dios, pues, suplir todo loque os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jess (Fil.4:19).Porque ya conocis la gracia de nuestro Seor Jesucristo, que por amor a

vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseisenriquecidos (2Co.8:9).

Libres de las enfermedades. Somos bendecidos con salud. Quien (Jess)llev l mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para quenosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia y por cuya heridafuisteis sanados (1P.2:24). Amado, yo deseo que t seas prosperado en todaslas cosas, y que tengas salud, as como prospera tu alma (3 Juan, 2).

Libres de las acusaciones de la Ley. Anulando el acta de los decretos quehaba contra nosotros, que nos era contraria, quitndola de en medio yclavndola en la cruz (Col. 2:14). As tambin vosotros, hermanos mos,habis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seis de otro, delque resucit de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porquemientras estbamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la leyobraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamoslibres de la ley, por haber muerto para aquella en que estbamos sujetos, demodo que sirvamos bajo el rgimen nuevo del Espritu y no bajo el rgimenviejo de la letra (Ro.7:4-6).

Libres de la maldicin de la esterilidad en cualquiera de sus formas. Nohabr mujer que aborte, ni estril en tu tierra y yo completar el nmero de tusdas (Ex.23:26). Regocjate, oh estril, la que no daba a luz levanta cancin yda voces de jbilo, la que nunca estuvo de parto porque ms son los hijos de ladesamparada que los de la casada, ha dicho Jehov. Ensancha el sitio de tutienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas no seas escasa alargatus cuerdas, y refuerza tus estacas (Is.54:1,2). Somos hechos fecundos. Una delas palabras hebreas para alabanza, usada en el Antiguo Testamento es Barak,que significa: Declarar a Dios como fuente de poder para alcanzar el triunfo, la

prosperidad, la fertilidad.

CONSECUENCIAS


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En Cristo, podemos levantarnos en fe para tomar posesin de nuestra herencia debendicin en cada rea de nuestra vida. Levntate, resplandece porque ha venido tuluz, y la gloria de Jehov ha nacido sobre ti (Is.60:1). Hay bendiciones sobre la cabezadel justo (Pr.10:6). Esa bendicin debe fluir hacia otros tambin a travs de nosotros.Hemos sido hechos benditos para ser de bendicin en nuestra familia, ciudad, pas, etc.

6. Somos hechos SANTOS Y TEMPLO de DiosTextos clave: (1Co. 1:30) (1Co. 3:16) (Is.60:1)

UNIDOS CON CRISTO

Nuestra unin con Cristo es la base de lanzamiento para levantarnos luego en cada una

de las facetas de esa unin. Es como la plataforma de lanzamientos de la NASA. De allson enviados los satlites a diferentes misiones y siempre en contacto permanente con labase. Todo levantamiento tiene su base en la identificaci6n con Cristo y sus resultados.De esa fusin surge la capacidad para llevar a cabo el plan de Dios.

RESULTADOS DE ESA UNION1. Somos hechos santos. Mas por l estis vosotros en Cristo Jess, el cual nos ha sidohecho por Dios sabidura, justificacin, santificacin y redencin... Y esto erais algunosmas ya habis sido lavados, ya habis sido santificados, ya habis sido justificados en elnombre del Seor Jess, y por el Espritu de nuestro Dios (l Co.1:30 y 6:11). Es decir,apartados para Dios como propiedad suya. Como resultados de la unin con Cristosomos hechos participantes de su naturaleza santa, y llamados a andar conforme a lasantidad. Segn nos escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que fusemossantos y sin mancha delante de l (Ef.1:4). A la iglesia de Dios que est en Corinto, alos santificados en Cristo Jess, llamados a ser santos con todos los que en cualquierlugar invocan el nombre de nuestro Seor Jesucristo, Seor de ellos y nuestro (1Co.1:2). Como hijos obedientes, no os conformis a los deseos que antes tenaisestando en vuestra ignorancia si no, como aquel que os llam es santo, sed tambinvosotros santos en toda vuestra manera de vivir porque escrito est: Sed santos, porqueyo soy santo. Y si invocis por Padre a aquel que sin acepcin de personas juzga segnla obra de cada uno, conducios en temor todo el tiempo de vuestra peregrinacin (1

P.1:14-17). Por tanto, hemos crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Pero losque son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (G.5:24) y elmundo ha sido crucificado para mi y yo para el mundo. Pero lejos est de mgloriarme, sino en la cruz de nuestro Seor Jesucristo, por quien el mundo me escrucificado a m, y yo al mundo (G.6:14).2. Somos hechos el templo de Dios. No sabis que sois templo de Dios, y que elEspritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios ledestruir a l porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es (l Co.3:16,17).Ya no vamos al templo a adorar, eso era parte del Antiguo Testamento. Ahora nosotrosmismos somos el templo de Dios. Jess dijo: Destruid este templo, y en tres das lo

levantar... Hablaba del templo de su cuerpo (Jn.2:19-21). Veamos lo que se deriva deesta verdad.


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Dios habita en nosotros. Y qu acuerdo hay entre el templo de Dios y losdolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:Habitar y andar entre ellos, y ser su Dios, y ellos sern mi pueblo (2Co.6:16).

Somos propiedad de Dios. O ignoris que vuestro cuerpo es templo delEspritu Santo, el cual est en vosotros, el cual tenis de Dios, y que no soisvuestros? Porque habis sido comprados por precio glorificad, pues, a Dios envuestro cuerpo y en vuestro espritu, los cuales son de Dios (2 Co.6:19-20).Miris las cosas segn la apariencia. Si alguno est persuadido en s mismo quees de Cristo, esto tambin piense por s mismo, que como l es de Cristo, astambin nosotros somos de Cristo (2 Co.10:7).

No hay diferencia entre personas: judo o griego esclavo o libre hombre omujer, porque todos somos uno en Cristo. Ya no hay judo ni griego no hay

esclavo ni libre no hay varn ni mujer porque todos vosotros sois uno en CristoJess. 29Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, yherederos segn la promesa (G.3:28-29).

Cada miembro, cada don y cada funcin es una piedra viva y til en laedificacin conjunta del Cuerpo de Cristo. Ahora bien, hay diversidad dedones, pero el Espritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero elSeor es el mismo. Y hay diversidadde operaciones, pero Dios, que hace todaslas cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestacin delEspritu para provecho (Ro. 12:4-7). Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo,

y miembros cada uno en particular (1 Co.12:27). Vosotros tambin, comopiedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, paraofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo... Cadauno segn el don que ha recibido, minstrelo a los otros, como buenosadministradores de la multiforme gracia de Dios (1 Pedro, 2:5 y 4:10).

CONSECUENCIAS

La consecuencia mas inmediata despus de recibir la verdad expuesta anteriormente esun levantamiento para resplandecer como casa espiritual y sacerdocio santo, paraofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios, por medio de Jesucristo (Is.60:1)

(1P.2:5). Podemos ser una parte integral del levantamiento de la iglesia en nuestraciudad.

7. Hemos sido INJERTADOS EN ISRAELTextos claves: (Ro.11:16-18) (Ef.2:12,13) (Is.60:1,2)

UNIDOS CON CRISTO


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Nuestra unin con Cristo tiene su base, su cuartel general y centro de operaciones, en elcorazn osea, en el espritu. Jess vive en nuestro corazn por Su Espritu, y desde alldirige nuestras vidas en cada una de sus facetas. Para que habite Cristo por la fe envuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor...(Ef.3:17). Es en elcorazn donde Dios obra en nosotros tanto el querer como el hacer. Porque Dios es el

que en vosotros produce as el querer como el hacer, por su buena voluntad(Fil.2:13).La fusin que hemos experimentado con Cristo en nuestro espritu se ha convertido enel centro base de direccin de nuestra vida. Ahora Jess nos dirige desde dentro nodesde afuera. El Espritu nos gua, nos impulsa, nos impele y dirige nuestro hombreinterior, el hombre espiritual y renacido. A su vez, Jess nos ha conectado con la iglesia,Su cuerpo y nos ha puesto en contacto con Israel, el tronco donde hemos sidoinjertados.

RESULTADOS DE ESA UNION

Nuestra unin con Cristo, el Mesias, tiene un resultado evidente y fundamental: Somosinjertados en Israel somos unidos a la familia de Abraham y participamos de los pactosy las promesas que desembocan en Cristo. No se puede estar unido a Cristo y separadode Israel, eso es sencillamente imposible.1. Hemos sido injertados en Israel. Si las primicias son santas, tambin lo es la masarestante y si la raz es santa, tambin lo son las ramas. Pues si algunas de las ramasfueron desgajadas, y t, siendo olivo silvestre, has sido injertadoen lugar de ellas, y hassido hecho participante de la raz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra lasramas y si te jactas, sabe que no sustentas t a la raz, sino la raz a ti... Porque si tfuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuisteinjertado en el buen olivo, cunto ms stos, que son las ramas naturales, sern

injertados en su propio olivo? (Ro.11:16-18,24). La iglesia no ha substituido al pueblode Israel. Los gentiles hemos sido unidos al tronco, es decir, Israel. No hay separacinen Cristo, sino acercamiento. El cristianismo no puede existir sin reconocer sutrasfondo, su Historia, y su vinculacin con Israel. El nuevo templo, la iglesia, estcompuesto de judos y gentiles. Sin embargo, hay una nacin llamada Israel, con la queDios tiene planes eternos y aunque todava no hayan recibido al Mesias, como nacinun da todo Israel ser salvo (Ro.11:25-26).

La iglesia tiene una gran deuda histrica con el pueblo de Israel. No podemosignorarlos, tenemos un futuro comn. La iglesia tiene hoy la responsabilidad dereconocer, consolar y apoyar el establecimiento del Estado de Israel. Esa es la voluntad

de Dios. Es la palabra proftica que ha salido de la boca de Dios. Consolaos,consolaos, pueblo mo, dice vuestro Dios. Hablad al corazn de Jerusaln decidle avoces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado que doble ha recibidode la mano de Jehov por todos sus pecados. Voz que clama en el desierto: Preparadcamino a Jehov enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios (Is.40:1-3). Notemas, porque yo estoy contigo del oriente traer tu generacin, y del occidente terecoger. Dir al norte: Da ac y al sur: No detengas trae de lejos mis hijos, y mis hijasde los confines de la tierra (Is. 43:5-6). No obstante, he aqu vienen das, dice Jehov,en que no se dir ms: Vive Jehov, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra deEgipto sino: Vive Jehov, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y detodas las tierras adonde los haba arrojado y los volver a su tierra, la cual di a sus

padres. He aqu que yo envo muchos pescadores, dice Jehov, y los pescarn, y


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despus enviar muchos cazadores, y los cazarn por todo monte y por todo collado, ypor las cavernas de los peascos (Jer. l6:14-16).2. En Cristo, hemos sido acercados a la ciudadana de Israel y a los pactos de lapromesa. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadana de Israel yajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora enCristo Jess, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habis sido hechos cercanos porla sangre de Cristo (Ef.2:12,13). El pacto con Abraham es un pacto de bendicin, quenos alcanza en Cristo. Las promesas de Dios en el A.T. es Si y AMEN en Cristo.Porque todas las promesas de Dios son en l S, y en l Amn, por medio de nosotros,

para la gloria de Dios (2 Co.1:20). Si nos desligamos de Israel, automticamentecortarnos las conexiones de promesas y pactos que desembocan en Cristo, y por l ennosotros los gentiles. Hemos sido acercados a la esperanza y al Dios de Israel.

CONSECUENCIAS

La consecuencia de nuestra unin con Cristo nos lleva a identificarnos con la causa deIsrael y los planes de Dios para Su pueblo. Por ello, levantmonos en favor de Israel enlos momentos actuales, colaborando de muy diversas formas con su levantamientocomo nacin (en el ao 1.948), en este tiempo histrico y proftico que nos ha tocadovivir (Is.60:1,2).

8. Conectados con ISRAEL Y SUS DERIVACIONESTextos claves: (Ef. 2:11-22) (Is.60:l)

UNIDOS CON CRISTO

Nuestra unin con Cristo es la unin con el Mesas de Israel. Es la unin con el Dios deAbraham, Isaac e Israel. Al ser unidos a Jess somos unidos con los pactos y las

promesas del Antiguo Testamento. Cristo es el cumplimiento de esos pactos ypromesas, pero no su aniquilacin. La salvacin viene de los judos (Jn.4:22). Nuestrosalvador es un judo, nacido de una madre juda y en un pueblo judo. Los apstolesfueron todos judos de nacimiento, y la iglesia estuvo compuesta durante muchos aossolo por judos.

La voluntad de Dios era y es alcanzar a todas las naciones con salvacin, incluido elpueblo de Israel, que un da ser salvo por completo (Ro.11:26). Como cristianosestamos conectados con Israel. Veamos algunas derivaciones de esa conexin.

RESULTADOS DE ESA UNION1. En Cristo, hemos sido reconciliados con Israel. Porque l es nuestra paz, que deambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separacin, aboliendo en sucarne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear

en s mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruzreconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y


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vino y anunci las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los queestaban cerca Porque por medio de l los unos y los otros tenemos entrada por unmismo Espritu al Padre (Ef.2:14-l8). Somos un nuevo hombre que surge entre judosy gentiles. Esto no significa la aniquilacin del pueblo judo.

En la cruz, Jess ha matado la enemistad entre judo y gentil, sin embargo el

cristianismo tradicional ha hecho lo contrario a lo largo de la Historia de la iglesia.

La cruz de Cristo nos habla de: Reconciliacin con Dios y de reconciliacin del judo ygentil, de ruptura de la enemistad y de paz con Dios, con Israel y las naciones. El diabloha hecho de la cruz un smbolo de separacin, muerte y persecucin entre el judo y elcreyente. Hoy es tiempo de la restauracin de todas las cosas. En Cristo tenemos entradaal Padre por un mismo Espritu (el judo y el gentil).

2. En Cristo, no somos extranjeros ni advenedizos. As que ya no sois extranjeros niadvenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios(Ef.2:19). Es decir, no estamos ajenos a la ciudadana de Israel y los privilegios, comonacin, que Dios les dio a ellos.

Somos conciudadanos de los santos. Que santos? Los patriarcas, los escogidos en elA.T. Y vosotros me seris un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabrasque dirs a los hijos de Israel (Ex.19:6). (Lv.11:44) (Dt.7:6) En Cristo, somos

participantes del llamamiento original de Dios para ser un pueblo santo, en medio de lasnaciones. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, puebloadquirido por Dios, para que anunciis las virtudes de aquel que os llam de lastinieblas a su luz admirable vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahorasois pueblo de Dios que en otro tiempo no habais alcanzado misericordia, pero ahorahabis alcanzado misericordia (1P.2:9,10). En Cristo Jess hemos sido injertados en el

pueblo de Dios, en la congregacin de Dios que tiene su inicio en el desierto del Sina.

Somos la familia de Dios. Que familia?. La que Dios escogi al principio, osea,Abraham y Sara. Negar nuestra procedencia, nuestro origen, nuestra familia en Cristo esnegar nuestra propia identidad, nuestra Historia y nuestra existencia. Un cristiano no

puede ser anti-semita.3. En Cristo, estamos edificados sobre los apstoles y profetas. Edificados sobre elfundamento de los apstoles y profetas, siendo la principal piedra del ngulo Jesucristo

mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templosanto en el Seor en quien vosotros tambin sois juntamente edificados para morada deDios en el Espritu (Ef. 2:20). Nuestra base de fe es: Profetas (A.T.), Apstoles (N.T.),Jess (Piedra angular). Todos ellos tienen un origen judo de nacimiento. Dios haquerido que sea as nosotros debemos estar agradecidos, por tanto, a este pueblo. 4. En Cristo, somos coherederos de la promesa. Que los gentiles son coherederos ymiembros del mismo cuerpo, y copartcipes de la promesa en Cristo Jess por medio delevangelio(Ef.3:6). Que promesa?. La promesa dada a Abraham y su descendencia deserherederos del mundo, Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendenciala promesa de que sera heredero del mundo, sino por la justicia de la fe(Ro.4:13).

Herederos de las naciones, Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abrahamsois, y herederos segn la promesa (G.3:29). Esa promesa la encontramos en Gnesis


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17:4-6. As dice en la versin de las Amricas. En cuanto a m, he aqu, mi pacto escontigo, y sers padre de una multitud de naciones. Y no sers llamado Abram Si noque tu nombre ser Abrahm Porque yo te har padre de multitud de naciones. Te harfecundo en gran manera, y de ti har naciones, y de ti saldrn reyes. Y en Gnesis22:17-18 dice: De cierto te bendecir, y multiplicar tu descendencia como las estrellas

del cielo y como la arena que est a la orilla del mar y tu descendencia poseer laspuertas de sus enemigos. En tu simiente sern benditas todas las naciones de la tierra,por cuanto obedeciste a mi voz.

Ya podemos empezar a reclamar las naciones como nuestra herencia. Pdeme, y te darpor herencia las naciones, y como posesin tuya los confines de la tierra (Sal.2:8). Asque, ninguno se glore en los hombres porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos,sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todoes vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios (1 Co.3:21-23). Reclamemos nuestranacin para el reino de Dios, todas las naciones son suyas, no del diablo y sus huestesde maldad Dios tiene un pueblo de entre todas las naciones de la tierra.

CONSECUENCIAS

La primera consecuencia de estas verdades debe ser un levantamiento de la iglesia engratitud por todo lo que hemos recibido de Israel, a travs de Jess (Is.60:1). Debemoslevantarnos en amor por esta nacin, por su pasado, su presente y su Futuro.

Adems, como espaoles, tenemos contrada una deuda histrica aadida con estepueblo (expulsados de nuestro pas en 1.492) por ello, no podemos ser pasivos ennuestro amor por el Estado de Israel. Desechemos de nuestros corazones toda raz deantisemitismo y oremos por la paz de Jerusaln y la restauracin de la nacin y el

Estado de Israel.

9. Participantes de la inmensidad de LA VIDA EN EL ESPRITUTextos claves: (2 Co.1:21-22) (Is.60:1)

UNIDOS CON CR ISTONuestra unin con Cristo es la unin con la divinidad. Toda la plenitud de la Deidadreside corporalmente en Cristo, y l habita en nosotros (Col.2:9). Hemos sido sepultadosy resucitados con l (Col.2:12), por ello, sabemos que todos los pecados nos han sido

perdonados el documento de deuda ha sido cancelado (Col.2:14) y nos levantamos enuna vida triunfante sobre todo poder y autoridad (Col.2:15). Sepultados con l en el

bautismo, en el cual fuisteis tambin resucitados con l, mediante la fe en el poder deDios que le levant de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en laincircuncisin de vuestra carne, os dio vida juntamente con l, perdonndoos todos los

pecados, anulando el acta de los decretos que haba contra nosotros, que nos eracontraria, quitndola de en medio y clavndola en la cruz, y despojando a los

principados y a las potestades, los exhibi pblicamente, triunfando sobre ellos en la

cruz (Colosenses, 2:12-15).


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La unin con Cristo es tan fuerte que estamos escondidos con l en Dios. Porquehabis muerto, y vuestra vida est escondida con Cristo en Dios (Col.3:3). Por eso,toda manifestacin de Cristo es tambi6n nuestra propia manifestaci6n. Somosinseparables. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros tambinseris manifestados con l en gloria (Col.3:4). Recuerda, hemos sido unidos a la

divinidad lo divino y sobrenatural ha venido a ser lo natural en nosotros.


1. Recibimos el Espritu Santo y la uncin. Desde hace tiempo se ha puesto demoda en la iglesia hablar de la uncin, recibir la uncin y fluir bajo la uncin de Dios.Esa terminologa nos ha llevado a pensar que recibir la uncin es algo especial paracierto tipo de hombres especiales sin embargo las Escrituras nos muestran claramente

que todos los nacidos de nuevo hemos recibido el Espritu Santo y la uncin de Dios ennuestras vidas. No es nada excepcional vivir la vida cristiana bajo la uncin del Santo,sino todo lo contrario, es la cosa ms normal en la vida de los renacidos. Le hemos dadouna dimensin que no tiene y hemos convertido a los llamados ungidos en unaespecie de sper-hombres alejados de la realidad cotidiana. Ciertamente algunos sehan encargado de que eso sea as y han magnificado desproporcionadamente esta verdad

para impresionar a las masas y dejarlas boquiabiertas ante la manifestacin de donesespirituales y obras de poder como milagros y seales. S que hay hombres capacitadosespecialmente por Dios para cumplir una tarea particular y ser lderes de la iglesia, peroeso no les coloca en una posicin de supremaca y soberana, sino en una posicin deliderazgo para edificar la iglesia de Dios y no para levantar una plataforma para si

mismos. Cada creyente ha recibido una medida del don de Cristo y la capacitacin pararealizar las obras preparadas de antemano por Dios. Por tanto, no hagamos dolos de losllamados ungidos de Dios, sino demos gracias al Seor por esos dones dados a laiglesia y establezcamos nuestra fe sobre la Roca firme de Su Palabra y la Personagloriosa de Jesucristo como piedra angular.

Dios nos ha dado lo que haba prometido a Abraham para que en Cristo Jess labendicin de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibisemos lapromesa del Espritu (G.3:14) y que Jess ratific a sus discpulos: La promesa delEspritu Santo. Y estando juntos, les mand que no se fueran de Jerusaln, sino queesperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, osteis de m. Porque Juan ciertamente

bautiz con agua, mas vosotros seris bautizados con el Espritu Santo dentro de nomuchos das... As que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre lapromesa del Espritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y os (Hch.1:4,52:33). Es el sello de propiedad de Dios. Es la garanta de nuestra herencia. En ltambin vosotros, habiendo odo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvacin,y habiendo credo en l, fuisteis sellados con el Espritu Santo de la promesa, que es lasarras de nuestra herencia hasta la redencin de la posesin adquirida, para alabanza desu gloria (Ef.1:13,14).

El Espritu Santo nos confirma el hecho de que somos propiedad y patrimonio de Diosungindonos para vivir en conformidad a nuestra nueva posicin. Y el que nosconfirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungi, es Dios, el cual tambin nos hasellado, y nos ha dado las arras del Espritu en nuestros corazones (2 Co.1:21,22).


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Dios ha derramado abundantemente el Espritu Santo sobre nosotros. Nos salv, nopor obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por ellavamiento de la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo, el cual derramen nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador (Tit.3:5-6) y sin medida.Porque el que Dios envi, las palabras de Dios habla Pues Dios no da el Espritu pormedida (Juan, 3:34). Por lo tanto, hay una diversidad amplsima de manifestaciones

prcticas del Espritu en nosotros. Veamos algunas.Vivifica nuestros cuerpos. Y si el Espritu de aquel que levant de los muertos aJess mora en vosotros, el que levant de los muertos a Cristo Jess vivificar tambinvuestros cuerpos mortales por su Espritu que mora en vosotros (Ro.8:11).Nos da direccin y gua. Porque todos los que son guiados por el Espritu de Dios,stos son hijos de Dios. Pues no habis recibido el espritu de esclavitud para estar otravez en temor, sino que habis recibido el espritu de adopcin, por el cual clamamos:Abba, Padre! El Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de

Dios (Ro.8:14,16).Regeneracin. Pero cuando se manifest la bondad de Dios nuestro Salvador, y suamor para con los hombres, nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramoshecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneracin y por larenovacin en el Espritu Santo, el cual derram en nosotros abundantemente porJesucristo nuestro Salvador (Tit.3:4,5)Transformacin a la imagen de Jess. Por tanto, nosotros todos, mirando a caradescubierta como en un espejo la gloria del Seor, somos transformados de gloria engloria en la misma imagen, como por el Espritu del Seor (2 Co.3:18).Nos ensea. Pero la uncin que vosotros recibisteis de l permanece en vosotros, y notenis necesidad de que nadie os ensee as como la uncin misma os ensea todas lascosas, y es verdadera, y no es mentira, segn ella os ha enseado, permaneced en l (1Jn.2:27).El fruto del Espritu. Mas el fruto del Espritu es amor, gozo, paz, paciencia,

benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza contra tales cosas no hay ley(G..5:22,23).

Amor. Y la esperanza no avergenza Porque el amor de Dios ha sidoderramado en nuestros corazones por el Espritu Santo que nos fue dado(Ro.5:5) (G-5:6) (Ef.3:19).

Gozo. A quien amis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no loveis, os alegris con gozo inefable y glorioso obteniendo el fin de vuestra fe,que es la salvacin de vuestras almas(1Pedro,1:8) (Fil.3:1 4:4,10).

Paz. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio denuestro Seor Jesucristo (Ro.5:1) (Fil.4:6-8).

Benignidad. Perdn. Soportndoos unos a otros, y perdonndoos unos a otrossi alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdon, as

tambin hacedlo vosotros (Col.3:13).


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Fe. Fidelidad. Pablo, apstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santosy fieles en Cristo Jess que estn en Efeso (Ef.1:1). Digo, pues, por la graciaque me es dada, a cada cual que est entre vosotros, que no tenga ms altoconcepto de s que el que debe tener, sino que piense de s con cordura,conforme a la medida de fe que Dios reparti a cada uno (Romanos, 12:3).

Dones espirituales. Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espritu es el mismo.Y hay diversidad de ministerios, pero el Seor es el mismo... Pero a cada uno le es dadala manifestacin del Espritu para provecho. Porque a ste es dada por el Espritu

palabra de sabidura a otro, palabra de ciencia segn el mismo Espritu a otro, fe por elmismo Espritu y a otro, dones de sanidades por el mismo Espritu. A otro, el hacermilagros a otro, profeca a otro, discernimiento de espritus a otro, diversos gnerosde lenguas y a otro, interpretacin de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y elmismo Espritu, repartiendo a cada uno en particular como l quiere (1 Co.12:4,7-11).De manera que, teniendo diferentes dones, segn la gracia que nos es dada, si el de

profeca, sese conforme a la medida de la fe o si de servicio, en servir o el que ensea,en la enseanza el que exhorta, en la exhortacin el que reparte, con liberalidad el que

preside, con solicitud el que hace misericordia, con alegra (Ro.12:6-8).Dones ministeriales. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a lamedida del don de Cristo... Y l mismo constituy a unos, apstoles a otros, profetas aotros, evangelistas a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para laobra del ministerio, para la edificacin del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos ala unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varn perfecto, a la medidade la estatura de la plenitud de Cristo (Ef.4:7,11-13). Vosotros, pues, sois el cuerpo deCristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia,

primeramente apstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacenmilagros, despus los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienendon de lenguas. Son todos apstoles? Son todos profetas? Todos maestros? Hacentodos milagros? Tienen todos dones de sanidad? Hablan todos lenguas? Interpretantodos? (1Co.12:27-30).Poder y sabidura de Dios. Ambos van juntos para realizar las obras de Dios. Peronosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judos ciertamente tropezadero, y

para los gentiles locura mas para los llamados, as judos como griegos, Cristo poder deDios, y sabidura de Dios (1Co.1:24).

Poder de Dos. Recibiris poder (Hch.1:8). Mi poder se perfecciona en ladebilidad... Porque aunque fue crucificado en debilidad, (Jess), vive por el poderde Dios. Pues tambin nosotros somos dbiles en l, pero viviremos con lpor el poder de Dios para con nosotros (2 Co.12:9 y 13:4). Para lo cualtambin trabajo, luchando segn la potencia de l, la cual acta poderosamenteen m. (Col.1:29). La supereminente grandeza de su poderpara con nosotroslos que creemos... Segn el poder que acta en nosotros (Ef.1:193:20). Yestuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor y ni mi palabra nimi predicacin fue con palabras persuasivas de humana sabidura, sino condemostracin del Espritu y de poder, para que vuestra fe no est fundada en lasabidura de los hombres, sino en el poder de Dios... Porque el reino de Dios no

consiste en palabras, sino en poder (1 Co.2:4,5 y 4:20).


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Sabidura de Dios. Mas por l estis vosotros en Cristo Jess, el cual nos hasido hecho por Dios sabidura, justificacin, santificacin y redencin (1 Co.1:30). Para que la multiforme sabidura de Dios sea ahora dada a conocer pormedio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales(Ef.3:10). En quien (Jess) estn escondidos todos los tesoros de la sabiduray

del conocimiento (Col. 2:3).En Cristo, Dios nos ha conectado con la inmensidad del Espritu, sin limitaciones. Lavida en el Espritu es una dimensin donde no hay estrechez, ni restricciones. Es launin con el Eterno y sus recursos ilimitados. El hombre nuevo que ha nacido delEspritu (Jn.3:8) tiene una amplitud de movimientos, funciones y manifestacionestremendamente diversas. Dios nos ha dado mucha cuerda para poder movernos en ungrandsimo campo de libertad, en el Espritu Santo. Y aun hasta el da de hoy, cuandose lee a Moiss, el velo est puesto sobre el corazn de ellos. Pero cuando se conviertanal Seor, el velo se quitar. Porque el Seor es el Espritu y donde est el Espritu delSeor, all hay libertad (2Co.3:15-17).

La estrechez y la falsa humildad pertenecen a lo humano y terrenal son barreraslevantadas por la religin y los sentimientos equivocados. No estis estrechos ennosotros, pero s sois estrechos en vuestro propio corazn. Pues, para corresponder delmismo modo (como a hijos hablo), ensanchaos tambin vosotros (2 Co.6:12).

El otro extremo lo tenemos en la extralimitacin que pretende sondear camposprohibidos como el ocultismo, la astrologa y las ciencias ocultas as como esferas queno nos han sido dadas. Y mand Jehov Dios al hombre, diciendo: De todo rbol delhuerto podrs comer 17mas del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers

porque el da que de l comieres, ciertamente morirs (Gn.2:16,17). Pero nosotros nonos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por

medida, para llegar tambin hasta vosotros. Porque no nos hemos extralimitado, como sino llegsemos hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con elevangelio de Cristo. No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino queesperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros,conforme a nuestra regla (2 Co. l0:13-15).CONSECUENCIASEn Cristo, podemos levantarnos en una nueva dimensin de vida en el Espritu Santo.Hay mucho campo para sondear desde la base del nuevo hombre, el espiritual de ahque Dios nos llame a levantarnos y avanzar (Isaias, 60:1).

10. Somos hechos partcipes del SUFRIMIENTO Y LACONSOLACINTextos claves: (2 Co.1:5-11) (Is.60:1,2)

UNIDOS CON CRISTO

Nuestra unin espiritual con Cristo tiene tambin expresiones contundentes en nuestrocuerpo mortal. Nuestra fusin con Cristo puede desembocar en cualquier momento en


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muerte fsica. Constantemente estamos entregados a muerte por causa de Jess. (2Co.4:10-11). De la misma forma, en cualquier momento, puede haber en nosotros, atravs de nuestros cuerpos, una manifestacin palpable de la vida de Jess. Llevandoen el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jess, para que tambin la vida deJess se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos

entregados a muerte por causa de Jess, para que tambin la vida de Jess se manifiesteen nuestra carne mortal (2 Co.4:10-11). Y si el Espritu de aquel que levant de losmuertos a Jess mora en vosotros, el que levant de los muertos a Cristo Jessvivificar tambin vuestros cuerpos mortales por su Espritu que mora en vosotros(Ro.8:11). Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jess, y

por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque paraDios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden a stosciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida. Y para estascosas, quin es suficiente? (2 Co.2:14-16).

Esta ambivalencia (que presenta dos sentidos distintos) es completamente normal en los

resultados de nuestra unin con Cristo.

RESULTADOS DE ESA UNION1. Sufrimientos y consuelo. Porque de la manera que abundan en nosotros lasaflicciones de Cristo, as abunda tambin por el mismo Cristo nuestra consolacin. Perosi somos atribulados, es para vuestra consolacin y salvacin o si somos consolados,es para vuestra consolacin y salvacin, la cual se opera en el sufrir las mismasaflicciones que nosotros tambin padecemos. Y nuestra esperanza respecto de vosotroses firme, pues sabemos que as como sois compaeros en las aflicciones, tambin lo soisen la consolacin. Porque hermanos, no queremos que ignoris acerca de nuestratribulacinque nos sobrevino en Asia pues fuimos abrumados sobremanera ms all denuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Perotuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confisemos en nosotrosmismos, sino en Dios que resucita a los muertos el cual nos libr, y nos libra, y enquien esperamos que an nos librar, de tan gran muerte(2 Co.1:5-10). Afliccin yconsuelo van junto. No se puede separar la gloria de estar con Jess de sus

padecimientos y sufrimientos. Pertenecen a la misma vida del hombre nuevo. En Cristovivimos dos caras de una misma moneda. Veamos algunos ejemplos en las Escrituras.

Padecimientos y gloria. Y si hijos, tambin herederos Herederos de Dios ycoherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con l, para que

juntamente con l seamos glorificados (Ro.8:17).

La cruz es gloria y persecucin. Pero lejos est de m gloriarme, sino en lacruz de nuestro Seor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a m, yyo al mundo. Todos los que quieren agradar en la carne, stos os obligan a queos circuncidis, solamente para no padecer persecucin a causa de la cruz deCristo(G.6:14,12).

Creer en l y sufrir por l. Porque a vosotros os es concedido a causa deCristo, no slo que creisen l, sino tambin que padezcispor l, teniendo elmismo conflicto que habis visto en m, y ahora os que hay en m (Fil.1:29-30)

Vida piadosa y persecucin. Y tambin todos los que quieren vivirpiadosa menteen Cristo Jess padecern persecucin (2 Ti.3:12).


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recibido arriba en el cielo, y se sent a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo,predicaron en todas partes, ayudndoles el Seor y confirmando la palabra conlas seales que la seguan. Amn (Marcos, 16:19-20). Cmo escaparemosnosotros, si descuidamos una salvacin tan grande? La cual, habiendo sidoanunciada primeramente por el Seor, nos fue confirmada por los que oyeron,

testificando Dios juntamente con ellos, con seales y prodigios y diversosmilagros y repartimientos del Espritu Santo segn su voluntad (Hebreos, 2:3-4).

CONSECUENCIAS

En Cristo, podemos mantenernos firmes en medio de los tiempos de sufrimiento, por elconsuelo y la fortaleza que brotan de la misma vida: Cristo en nosotros. Por tanto,

podemos levantarnos y resplandecer en cualquier circunstancia (Is. 60:1,2).Sabemos que la vida de Dios en nosotros no se paraliza en los padecimientos, sino quese mantiene bombeando fortaleza para poder resistir. No os ha sobrevenido ningunatentacin que no sea humana pero fiel es Dios, que no os dejar ser tentados ms de loque podis resistir, sino que dar tambin juntamente con la tentacin la salida, para que

podis soportar (1 Co.10:13).

11. Hemos recibido AUTORIDAD, VICTORIA Y TRIUNFOTextos claves: (Ef.1:20-23) (Ro.8:37-39) (Is.60:1,2)

UNIDOS CON CRISTO

La unin que tenemos con Cristo es tan real que las decisiones que tomamos lashacernos en su presencia. En 2 Co.2:10 Pablo toma la decisin de perdonar al hombreque haba sido apartado de la iglesia por inmoralidad y esa decisin, dice l, la hatomado en presencia de Cristo . Y al que vosotros perdonis, yo tambin porquetambin yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en

presencia de Cristo Comparar con 1 Co.5:1-13.

Pablo acta en este caso en base a su unidad espiritual con Cristo, siendo un espritucon l (1Co.6:17) . Primero para juzgar la accin, y ms tarde para perdonar. Y todoello con el fin de que el diablo no saque ventaja de la situacin, para que Satans nogane ventaja alguna sobre nosotros pues no ignoramos sus maquinaciones (2Co.2:11) y por otro lado, para que la persona (ya arrepentida) no sea consumida por latristeza. Le basta a tal persona esta reprensin hecha por muchos as que, al contrario,vosotros ms bien debis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido dedemasiada tristeza. Por lo cual os ruego que confirmis el amor para con l (2 Co.2:6-8). Este es un ejemplo claro de autoridad espiritual que surge de la unin con Jess.



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1. Hemos recibido autoridad espiritual. Y cul la supereminente grandeza de supoder para con nosotros los que creemos, segn la operacin del poder de su fuerza, lacual oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en loslugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y seoro, y sobre todonombre que se nombra, no slo en este siglo, sino tambin en el venidero y someti

todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, lacual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Ef.1:20-23). Es unaautoridad espiritual para actuar en el mundo espiritual, con resultados prcticos en lascircunstancias. Al ser unidos a Cristo, la Cabeza, hemos sido unidos al que esta porencima de todo principado, autoridad, poder, dominio y por encima de todo nombreque se nombra. Estamos juntos con l en lugares celestiales de autoridad. Y juntamentecon l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con CristoJess (Ef. 2:6). Por eso, Jess les dijo a sus discpulos: Todo lo que atis (prohibis)en la tierra, ser atado (prohibido) en el cielo, y todo lo que desatis (permitis) en latierra, ser desatado (permitido) en el cielo (Mateo, 18:18).

Pablo lo hizo en Corinto. Prohibi (juzg) la inmoralidad en un acto de autoridadespiritual. En el nombre de nuestro Seor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espritu,con el poder de nuestro Seor Jesucristo, el tal sea entregado a Satans para destruccinde la carne, a fin de que el espritu sea salvo en el da del Seor Jess... Porque a los queestn fuera, Dios juzgar. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros (1Co.5:4,5,13). Luego la situacin cambi y desat (permiti) el perdn y la restauracinde la persona. Le basta a tal persona esta reprensin hecha por muchos as que, alcontrario, vosotros ms bien debis perdonarle y consolarle, para que no sea consumidode demasiada tristeza. Por lo cual os ruego que confirmis el amor para con l. Porquetambin para este fin os escrib, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes entodo. Y al que vosotros perdonis, yo tambin porque tambin yo lo que he perdonado,si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, para que Satansno gane ventaja alguna sobre nosotros pues no ignoramos sus maquinaciones (2Co.2:6-11). Todo este suceso fue seguido y ratificado por el cielo. De esa forma seimpidi al diablo sacar provecho y perturbar a la iglesia en Corinto.2. Somos hechos mas que vencedores. Antes, en todas estas cosas somos ms quevencedores por medio de aquel que nos am. Por lo cual estoy seguro de que ni lamuerte, ni la vida, ni ngeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podr separar del amorde Dios, que es en Cristo Jess Seor nuestro (Ro.8:37-39).

De nuestra unin con Cristo brota una vida victoriosa plena, que nos mantiene unidos al, en medio de cualquier adversidad. Somos mas que vencedores en tribulacin,angustia, persecucin, hambre, desnudez, peligro, espada, la muerte, la vida, ngeles,

principados, lo presente, lo por venir, los poderes espirituales, lo alto, lo profundo, todaslas cosas creadas. Nada de todo ello nos puede apartar de nuestra fusin con Cristo.Somos indisolubles, inseparables. Su victoria es la nuestra Su triunfo es el nuestro.Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro SeorJesucristo. As que, hermanos mos amados, estad firmes y constantes, creciendo en laobra del Seor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Seor no es en vano (1Co.15:57,58). Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jess,y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento (2

Co.2:14). Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisin de vuestracarne, os dio vida juntamente con l, perdonndoos todos los pecados, anulando el acta


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de los decretos que haba contra nosotros, que nos era contraria, quitndola de en medioy clavndola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibi

pblicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. (Col.2:15). Jess triunfo sobre laspotestades de las tinieblas en la cruz del Calvario y nosotros hemos sido unidos con len la cruz, en la muerte, la resurreccin y la exaltacin, por tanto somos coparticipes de

su triunfo, de su victoria para vivir lejos del dominio de Satans. Somos mas qu e vencedores del amb iente y la influencia de falsos pr ofetas y elespritu del anticristo. Amados, no creis a todo espritu, sino probad los espritus sison de Dios porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced elEspritu de Dios: Todo espritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es deDios y todo espritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios yeste es el espritu del anticristo, el cual vosotros habis odo que viene, y que ahora yaest en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habis vencido porque mayor esel que est en vosotros, que el que est en el mundo (1 Jn.4:1-4).Somos mas que vencedores sobre los esquemas y estructuras de este mundo. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo y esta es la victoria que havencido al mundo, nuestra fe. Quin es el que vence al mundo, sino el que cree queJess es el Hijo de Dios? (1 Jn.5:4,5). Algunos de estos esquemas y estructuras que nosrodean son: Humanismo, materialismo, consumismo, religiosidad, paganismo,autosuficiencia, indolencia, conformismo, desilusin, desnimo, pasividad (apata),difamacin, negativismo, inmoralidad, temor...

CONSECUENCIAS

Porque hemos sido unidos a Cristo, podemos levantarnos en autoridad espiritual y enuna vida victoriosa y triunfante. Levntate, resplandece porque ha venido tu luz, y lagloria de Jehov ha nacido sobre ti. Porque he aqu que tinieblas cubrirn la tierra, yoscuridad las naciones mas sobre ti amanecer Jehov, y sobre ti ser vista su gloria(Is.60:1-2) El levantamiento de Jess sobre todos los poderes de las tinieblas nos haimantado, atrado a l para poderlevantarnos juntamente con l. Ahora es el juiciode este mundo ahora el prncipe de este mundo ser echado fuera. Y yo, si fuerelevantado de la tierra, a todos atraer a m mismo (Juan, 12:31-32).

12. Capacitados y autorizados para HACER BUENAS OBRASTextos claves: (Jn.14:12) (G. 2:2O) (Is.60:1)

UNIDOS CON CRISTO

Nuestra unin con Cristo nos lleva a la cruz. All vivimos un intercambio. Cristocrucificado por nosotros nosotros crucificados para l. Cristo muerto por nosotrosnosotros muertos (nuestro ego) con Cristo para vivir siempre unidos a l. Con Cristoestoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en m y lo que ahoravivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me am y se entreg a smismo por m (G.2:20).

La unin con Cristo en la cruz nos lleva inexorablemente a la unin con su resurreccinen novedad de vida. Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el


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bautismo, a fin de que como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, astambin nosotros andemos en vida nueva (Ro.6:4). Esta vida es Cristo en m. Es lavida de fe en el Hijo de Dios. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijode Dios (G.2:20).

Por estar unidos con Cristo hemos crucificado la carne con sus pasiones y deseos, esdecir, la carne ha perdido la eficacia de su reclamo sobre nuestros deseos. Pero los queson de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (G.5:24). Y lomismo ha ocurrido con el atractivo de este mundo debajo del sol . En la identificacincon la crucifixin de Cristo, el mundo de los sentidos pierde su eficacia manipuladorasobre el hombre nuevo, que ha sido conectado con el Reino de Dios en una dimensinde vida que va mas all del sol. Pero lejos est de m gloriarme, sino en la cruz denuestro Seor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a m, y yo al mundo(G.6:14). Sin embargo, de la unin con Cristo surgen resultados evidentes en la vidadiaria y en la sociedad en que vivimos.

RESULTADOS DE ESA UNION1. Hacemos las obras de Jess. De cierto, de cierto os digo: El que en m cree, lasobras que yo hago, l las har tambin y aun mayores har, porque yo voy al Padre(Jn.14:12). Jess vivi una vida intensa y llena de obras prcticas en esta tierra. El no haterminado, sigue obrando hoy, en este mundo, a travs de los sbditos de Su Reino. Lasobras son una consecuencia natural en Cristo.Dios las ha preparado. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jess parabuenas obras, las cuales Dios prepar de antemano para que anduvisemos en ellas(Ef.2:10).Somos equipados para ello. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til paraensear, para redargir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre deDios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Ti.3:17).Dios obra en nosotros lo que es agradable. Y el Dios de paz que resucit de losmuertos a nuestro Seor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pactoeterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagis su voluntad, haciendo l envosotros lo que es agradable delante de l por Jesucristo al cual sea la gloria por lossiglos de los siglos. Amn (Heb.13:20-21). Porque Dios es el que en vosotros

produce as el querer como el hacer, por su buena voluntad (Fil.2:13).Somos hechos competentes y eficaces. (Pues el que actu enPedro para el apostoladode la circuncisin, actu tambin en m para con los gentiles) (G2:8). Y tal confianzatenemos mediante Cristo para con Dios no que seamos competentes por nosotrosmismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia

proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,no de la letra, sino del espritu porque la letra mata, mas el espritu vivifica (2 Co.3:4-6).No trabajamos en vano. As que, hermanos mos amados, estad firmes y constantes,creciendo en la obra del Seor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Seor no esen vano (1 Co.15:58).Somos imitadores de Dios en obras. Sed, pues, imitadores de Dios como hijosamados (Ef.5:1). Como hijos obedientes, no os conformis a los deseos que antestenais estando en vuestra ignorancia sino, como aquel que os llam es santo, sedtambin vosotros santos en toda vuestra manera de vivir Porque escrito est: Sed

santos, porque yo soy santo (1 Pedro, 1:14-16).


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Como resumen podemos decir que estas obras son un resultado normal en la vida deaquel que ha nacido de nuevo, que ha sido justificado y santificado por la sangre del

Nuevo Pacto. No son obras para ganar el favor de Dios y satisfacer su justicia, puestoque la nica obra perfecta y acabada que Dios reconoce es la obra redentora de Su HijoJesucristo en la cruz del Calvario para perdonar y justificar al que es la de Jess que ha

desestimado su propio esfuerzo como algo digno de recompensa, y se acoge a losmritos del Mesas como base de su acercamiento y aceptacin por gracia. Sin embargo,vivir una vida llena de buenas obras que agradan al Padre como hijos amados. Veamosalgunos ejemplos de estas obras.

Llevar a los pueblos a la obediencia de la fe. Y por quien recibimos la graciay el apostolado, para la obediencia a la feen todas las naciones por amor de sunombre... Porque no osara hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio dem para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras (Ro.1:5 y15:18) Cmo se lleva a los pueblos a la obediencia de la fe? Por la predicacindel evangelio y las obras de fe y poder, en seales y prodigios. Porque no osara

hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de m para la obediencia de losgentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de seales y prodigios, enel poder del Espritu de Dios de manera que desde Jerusaln, y por losalrededores hasta Ilrico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo(Ro.15:18,19) Recuerda: La obediencia trae vida y bendicin a un pas ladesobediencia muerte, maldicin y desolacin (Dt.28) (Dt.30:19).

La restauracin del hombre completo, esa es la obra en el Seor. No soyapstol? No soy libre? No he visto a Jess el Seor nuestro? No sois vosotrosmi obra en el Seor?Si para otros no soy apstol, para vosotros ciertamente losoy porque el sello de mi apostolado sois vosotrosen el Seor (1 Co.9:1,2) Aquien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseando a todo hombre entoda sabidura, a fin de presentar perfecto en Cristo Jess a todo hombrepara locual tambin trabajo, luchando segn la potencia de l, la cual acta

poderosamente en m (Col.1:28,29). La reconciliacin del hombre con Dios. Y todo esto proviene de Dios, quien

nos reconcili consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de lareconciliacin que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, notomndoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encarg a nosotros la

pala bra de la reconcilia cin. As que, somos embajadoresen nombre de Cristo,como si Dios rogase por medio de nosotros os rogamos en nombre de Cristo:Reconciliaos con Dios (2 Co.5:18-20). Luego viene la reconciliacin de todas

las cosas. Por cuanto agrad al Padre que en l habitase toda plenitud, y pormedio de l reconciliar consigo todas las cosas, as las que estn en la tierracomo las que estn en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Y a vosotros tambin, que erais en otro tiempo extraos y enemigos en vuestramente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne,

por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensiblesdelante de l si en verdad permanecis fundados y firmes en la fe, y sin moverosde la esperanza del evangelio que habis odo, el cual se predica en toda lacreacin que est debajo del cielo del cual yo Pablo fui hecho ministro(Col.1:19-23).

Todas las ramificaciones de la vida en sociedad. (Familiar, laboral,estudiantil, etc..). Y todo lo que hacis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todoen el nombre del Seor Jess, dando gracias a Dios Padre por medio de l... Y


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todo lo que hagis, hacedlo de corazn, como para el Seor y no para loshombres sabiendo que del Seor recibiris la recompensa de la herencia, porquea Cristo el Seor servs (Col.3:17,23). Teniendo buena conciencia, para queen lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados losque calumnian vuestra buena conducta en Cristo (1 P.3:16).

La vida con Cristo nos lleva a un servicio fructfero en obras, que hace de la iglesia unabendicin (sal y luz) para el mundo. Y esto, a su vez, glorifica a nuestro Padre. En estoes glorificado mi Padre, en que llevis mucho fruto, y seis as mis discpulos(Jn.15:8). Y por ltimo, las obras que hacemos en Cristo, basadas en nuestra unin conl, tienen recompensa aqu y en la eternidad. Respondi Jess y dijo: De cierto os digoque no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, omujer, o hijos, o tierras, por causa de m y del evangelio, que no reciba cien veces msahora en este tiempo casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con

persecuciones y en el siglo venidero la vida eterna (Mr.10:29, 30). Porque nadiepuede poner otro fundamento que el que est puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre

este fundamento alguno edificareoro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,la obra de cada uno se har manifiesta porque el da la declarar, pues por el fuegoser revelada y la obra de cada uno cul sea, el fuego la probar. Si permaneciere laobra de algunoque sobreedific, recibir recompensa. Si la obra de algunose quemare,l sufrir prdida, si bien l mismo ser salvo, aunque as como por fuego (1Co.3:11-15).

CONSECUENCIAS

Nuestra unin con Cristo nos lleva a una vida frtil en obras. Por ello, es necesario y

posible levantarnos y resplandecer en todas las esferas de la vida en sociedad.(Is.60:1,2).

13. Hemos sido ACEPTADOS POR DIOSTextos claves: (J n.3:16) (Ef.1:6) (Is.60:1)

UNIDOS CON CRISTO

Nuestra unin con Cristo nos habla de amor y aceptacin. Jams podramos haberexperimentado est fusin profunda con la Divinidad, sino hubiramos sido amados yaceptados en l. Porque de tal manera am Dios al mundo (la totalidad de sereshumanos), que di a su Hijo Unignito, para que todo aquel (en particular y personal)que cree en l, no se pierda (en el vaco, el anonimato y el sin-sentido de este mundo),mas tenga vida eterna (En unin con el autor de la vida, Cristo Jess). La verdad yrealidad de Cristo en nosotros nos habla de aceptacin.

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