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PO ET AS
UNIVERSIDAD DE MEXICO
¿Es que estaba ya cansado!'.. ,j0 venció la pereza al Señor de lú
( Casa?El Dador de la vida a nadie hace re
(sistente . ..Por esto continúa el cortejo:¡es la //Iarcha. gct/cral!" 2X
¿ Floreció este otro modo de pensar,que hemos llar.nado filosofía" en lugarescomo Huexotzmco o el vecino señorío deTez~oco, donde Nezahualcóyotl, contempora~leo y aliado de Itzcóatl organizabareUnIones de poetas y sabios? Una velada respuesta se entrevé en la segundaparte .del poema en que se describió TenochtItlan como "lugar donde se tiñenI?s da:?os y escudos" y en el que a contmuaclOn se canta:
"allí donde perduran para mara'vil/arlas preciosas pinturasen las casas de códices:es Acolhuacan, es la región de
(Tezcoco." 24
¿ Entrar?n acaso en conflicto las ideas~'J tendenCl,as que simboli~an ~ tzcóatl y:N ezahualcoyotl? Los mexlcas unponiendo en todas partes el culto a Huitzilo~ochtli, difundían sin cesar la visión místl.C~ de la lucha y la sangre. 25 Pero tambien --como lo muestran numerosos textos- frente a la cosmovisión religiosa yguerrera, los tlamatinime, o filósofos nahua , habían admitido la duda y planteándose racionalmente problemas, tratabande resolverlos, no ya por la vía de laofl~E'nda y del s~~rificio sangriento, sinopOI. la especulaclOn encarnada en el simbo]¡sll1o de las formas poéticas.
Cosmovisión místico-guerrera. enraíza.da en el concepto y en la realidad de lalucha, y si!nultáneamente, filosofía parala que lo unico verdadero era la poesía.flor y canto, sabemos que exisiteron enel mundo náhuatl. Lo que ignoramos aún~s la f~rma como pudieron convivir elIlfluenclarse mutuamente. He aquí unt~ma y un problema que ameritan estudIO sobre la base de las fuentes.
rOTAS
.1 Garibay, K., Angel Ma., Historia de laL.ll/e-rat,ura N altuatl, Ed. Porrúa 2 \'ols M'-XICO, 1953-54, t. J, p. 23. ' ., ! e
? .Textos .de los Informantes Indígenas enCad/ce. Jl1atntense de la Real Academia d~ loHlstona, Ed. facs. de Paso y Troncoso vol VIIrfol. 192, v. ' . ,
3. Para un, estudio del concepto náhuatl dela ,foloca, yease, el <;:ap. v, pp. 258-264, dellIbro La ftlosOfla nahuatl, estudiada en susfuentes,. por Miguel. León Pertilla, InstitutoIndlgel1lsta. Interamencano, México, 1956, donde se an~II~a. con algún detenimiento "la conCIenCIa hIstonca en el mundo náhuatl".
4 . -r:ezozómoc, Fernando Alvarado, CrónicalIIe:ncayotl, trad. del. náhuatl de Adrián León.Jn~prePta UIllversItana, México, 1949, p. 12.
J Durán, fray Diego, Historia de las lnd·iasde Nueva Espa.ña y Islas de tierra fitrme EdJosé F. Ramirez, México, 1867-1880, t r, p. 95:
6 Loc. cit..7 Loc. cit. Varias de las expresiones del
discurso de Itzcóatl evidencian su oricren '¡áhuat!. Así por ejemplo, el difrasismo'" c1á;ico"su pecho y su cabeza", que connota en náhuatlla idea de predominio.
8 Códice Ramíre:::, Ms. del sicrlo xvr titulado: Relación, del origen de lo~ 'indios quelwbltall esta Nueva Espaíia, según sus historias, Ed. Leyenda, S. A., México, 1944, p. 72-73.
9 Anales de Cua-uhtitlán, en Die Geschichtedel' Konigreiche Val! Collmacan. I/.nd Mexico.(Quellenwerke, Bd. J) Text mit Ubersetzungvan W. Lehmann, Stuttgart, 1938, p. 239.
10 Durán, fray Diego, op. cit., t. 1, p. 97.11 lbid., p. 98.
12 1bid., p. 95.13 !ext()o~ ~e los j'nfornumtes indígenas de
Saha;gun, Codlce Matritense de la Real Acadelllla de la Historia, (Ed. facs. de Paso vTroncoso), vol. VIII, fol. 115, v. •
14 Anales de Cuatthtitlán, en op. cit., p. 6215 Caso, Alf~nso, El ~lt~blo del Sol, Fond~
de Cultura, EconoI11lca,. Mexlco, 1953, p. 121.16 Du~an, Fray Diego, op. cit., 1. J, p. 123.
TranSCribImos el texto de Durán, de ¡naneraque se d~staque su carácter ritmico, asi comoel .paralel}smo de sus frases que evidencian snOrIgen nahuat!.
17 . F~rnández, ) ustino, Coatlicue, estética elelart~ mdlgena, ~ntIguo. Centro ele Estudios Filosoflcos, MexIco, 1954, p. 267.
~8 Relac·ión de la gener::'ogía )' l'inaje de Possenores que han seiioreado ... en Nva. Colec.de Documentos para la Historia de México.(Ed. Icaz.balceta), Pomar, Zurita, Relac. AntI¡:¡uas (SIglo XVI). Eel. Chávez Havhoe Mé-XICO, p. 253. • ,
19 Ms. Canfares Me.vicanos, fo!. 18 (LaTraducción es del Dr. Garibay).
20 lbid.. fol. 20, r.
TRES•
meXIcanos1 I. Xavier Villaurrutia
Por Fernando CHARRY LARA
"no se dejó sorprender"
COMO QUIEN intenta aproximarse a unjuicio adecuado, podría decirse deXavier Villaurrutia (1903-] 950)
que la música de su poesía pertenece másal espíritu que a los oídos. El gran poetamexicano dejó una excelente obra enverso, de extraordinaria brevedad, peroque puede al mismo tiempo, y quizá debido a tal circunstancia, ser mostradacomo un ejemplo de madurez y concentración poéticas poco comunes. La breyedad aludida fue compensada por Xavier Villaurrutia con diferE'ntes expresiones del talento literario, entre las cualesel drama, el ensayo y la crítica debenser mencionados. Dentro de todas estasmanifestaciones se advierte, como notafundamental, la búsqueda apasionada de
17
21 Véase. el testimonio de Dnrán :1. este res-pecto, op. Clt., t. J, p. 456.
22 lbid., fol. 17, r.23 ¡bid., fol. 29, v.24 lbid., fo1. 18.25, La figura de Tlacaéllel, consejero de
Itzcoa ti y de, otros. Señores mexicas, que parec~ ser. -s.egun varias de las fuentes- el prinCipal lI1splrador de sus designios místico-guerreros, merece un estudio detenido. No obstante el parecer de Torquemada (MOIW'rquía indWIlQ" 2~ ed., t. J, p. 171), que tiene a Tlacaéllel"p~r personaje fingido e imaginario", identiÍlcanelolo con un mero título de Ttzcóatl, lasmenCIOnes qu.e de él hacen tanto Chimalpahinen sus Re!'aclOnes, cO"mo el Códice fo:::ca.f:::ú¡ yla identificación hecha por Beyer del mismojeroglífico de Tlacaéllel (Rev. Mex. de Est.Antropológioos, t. JV, NQ 3, pp. 161-164), desvanecen crí ticamente las dudas acerca de laexistencia real de Tlacaéllel. Un estudio ele estecélebre personaje sobre la base de las fuentespondrá de manifiesto cuál fue su papel en lacreación de la cosmovisión místico-guerrera delos aztecas.
lo esencialmente lírico. Villaurrutia, como otros poetas de nuestra época, creyósiempre que la poesía no puede limitarsea los versos, sino que ella tiene la virtu1de animar y de fertilizar otros campos,procurándoles un verdor perpetuo. Y espor eso por lo que ll1uchas páginas suyas en prosa. aún aquéllas que nos revelan, con su sobriedad característica. a uncrítico severo de las letras y de las aJ'
tes, están llenas de poesía y de silenciosamúsica.
Debe entonces llegarse a la conclusiónde que Xavier Villaurrutia, a pesar dehaber intentado otros caminos, no pudojamás ocultar su destino más auténtico,su destino de poeta, ni limitar, por lotanto, la extensión de su poesía.
Habiendo nacido en 1904, escribióXavier Villaurrutia unos pocos poemasque se recogieron en pequeños libros:"Reflejos", 1926; "Nostalgia de la Muerte", 1938; "Décima Muerte", 1941, y"Canto a la Primavera y otros poemas",1948. La elaboracíón de ellos debió deser tan lenta como apasionada. Cada vezresulta más evidente el iugar común deque los valores literarios, al igualo acasoen mayor grado que los otros, no semiden nunca por la amplitud sino por laintensidad de su mensaje.
De acuerdo con la frase de alguno,"poeta es el hombre que cree en su genio, y artista el que lo pone en duda".Lo que, dicho de otra manera, vale tantocomo afirmar que no en todos los casosresulta suficiente ser dueño de un temperamento poético, sino que, además de esto, es indispensable procurar todos losmedios para no perderlo. Aquello queapenas es promesa, se frustra fatalmentecuando se confía demasiado en la riquezade una sensibilidad. Este fenómeno escorriente en la vida literaria hispanoamericana, como lo es, también, el de quiensigue un camino eCJuivocado porque noquiso encontrar uno mejor. Mas no puede haber lugar a dudas, si tratamos deasignar un valor a la obra poétíca. Deduzcamos entonces la consecuencia deque quien es incapaz de discutir su propio don poético, es todavía más incapazde saber expresarlo. unca se alcanzaríaa ponderar suficientemente la esterilidadde una poesía sin arte.
Como José Gorostiza -con cuya poesía, por lo lúcida y dE's\"Clacla. g-l1arda
18
una cierta relación-, Xavier Villaurrutia,además de ser poeta verdadero, es, asimismo, artista verdadero. En el grupo de"Contemporáneos"', Villaurrutia y Gorostiza han sido los poetas más contemplativos de su poesía.
Su prólogo a la antología "Laurel", enel cual examina el proceso de evoluciónde la poesía en lengua española a partirdel modernismo, es, finalmente. una preciosa página de autocrítica. Villaurrutiase refiere allí, con cierta ligereza acasoimpuesta por las circunstancias, a la influencia de la corriente irracionalista, deorigen francés, en la contemporánea poesía universal y, particularmente, en la deEspaña e Hispanoamérica. Dicha cOl'riente está caracterizada, como es sabido, porla importancia que concede, dentro de lacreación artística, al mundo de los sueñosy al influjo del inconsciente. Frente aesa tendencia, ha aparecido la que afirmay reclama la mayor atención, la profunda conciencia del acto poético. La actitudconciliadora de la poesía de Xavier Villaurrutia ante estas dos posiciones contrarias queda definida, él mi entender, enestas reveladoras palabras: "Conviene tener presente que, sin desdeñar la corriente del irracionalismo, antes bien asimilando las nuevas posibilidades y aportaciones de esta forma de libertad, otrosespíritus se mantienen -aun dentro delsueño- en una vigilia, en una vigílanciaconstantes."
La obra poética de Villaurrutia, ciertamente, muestra, en más de un aspecto,la conciliación entre las pretendidas y exc1usivistas formas de poesía fruto de ]aconciencia y poesía fruto del sueño.
La intención de la mayoría de los poemas de Xavier VillauITutia es la de revelar su oculto espíritu dc hombre, susdeseos recónditos, las zozobras del rorazón, las insobornables provincias secretas de un alma inasiblC'. El poeta, comolo expresó él mismo con acierto y belleza,lleva dentro de sí. en u cuerpo oscuro.un amargo mar que lo recorre a tien~
tas, un mar esclavo que no rompe sus riberas, desolado, lleno de despojos y olvidos, que no asoma siquiera su espuma alos labios; la oreja sigue su sordo rumory él debe soportarlo, desde todos Jos siglos, como un remordimiento. Las semejanzas que Charles Baudelaire descubríaentre el hombre y el mar consen'an unorigen misterioso y ha de ser este tema,por su fascinación y melancolía, 1.1110 elelos motivos eternos de la poesía l1niversa1.
Mas no se trata de que el pacta aparezca como estar conmovido, sino de que!-ealmente ]0 esté. De esta manera pueelell1terpretarse la reflexión UC UI1 escritormoderno acerca de ]a necesidad de contener, h~st~ adelgazarlo, el ancho gritodel romantlco. La poesía ele Xavier Villaunytia se caracteriza mucho por larepebda contención de las emociones at~avé de la lucidez de un espíritu. DespIerto y desvelado, este poeta no se dejósorprender jamás, ni siquiera en el aban(lona y el1 la marea ele Jos sueños, porUll primer impulso hacia la amplitud. hacia la desmesura. Se atl1\'O las más delas \'Cces a la sentencia yaléryana de queentre elos palabras hay que escoger lamenor.
No desdeñó para al creación de su obral~ invitación al sueño de los poetas irraclOnalistas. Pero una torturante vigiliadebió presidir el surgimiento de cada uno
<le sus poemas, de uno por 1}no de susversos, de una a una de sus palabras. Undescuido mínimo, desde un punto de vistaformal, sería muy extraño en su poesía.El siguiente párrafo suyo expresa conexactitud estos pensamientos acerca dela creación poética: "Pocas veces enAmérica se une un temperamento poético bien dotado a una cabeza reflexiva,lógica, severa. Confórm~nse los poetascon el instinto vago y difuso en el quecreen ver un dón bastante por sí solopara desarrollar una obra. Desdeñan otemen las normas del orden y hallan insoportable la severidad que se opone asu abandono. Por eso en el cielo de nuestra poesía nos alegramos en mayor graciaa la vista de un solo poeta que prefiereel orden al instinto, que frente a cienhombres de versos que no han saliclojamás de su regalada virtud poética."
La poesía de Xavier Villaurrutia pertenece tanto al mundo de la inteligenciacomo al mundo de los sentidos. Paraabreviar la expresión, bien puede decirseque ella es la inteligencia de los sentidos.Villaurrutia niega, en las palabras antestranscritas, la vulgar idea de una inspiración instintiva como fin y principio dela poesía. El poema, lo proclamó variasveces, debe ser una fiesta de ]a inteligencia, y no otra cosa. N o hacía en esto sinoseguir la teoría de Valéry sobre la ]Jo~sía
pura. Pero creo sin embargo que V 111aurrutia, atraído también por el in'acionalismo, estaba lejos de pretender para supoesía un calificativo semejante. Poesíapura, en el sentido asignado por los teóricos de esa escuela, no podría nunca serdenominada la que escribió Xavier Villaurrutia, tan contemplativa de sí misma,pero, al igual, tan embriagada de sueño.
En algunos de sus últimos poemas, seadvierte un mayor acercamiento a la expresión desnuda del deseo humano. i Cómo por mucho tiempo estuvo contenida,fue lenta y vacilante la conquista de sulibertad! o quiero decir, ni mucho menos, que Xavier Villaurrutia consiguiera.a través de esa difícil libertad, renegarde su antiglla actitud y entregarse a unapoesía menos elaborada. Esos poemastambién muestran las cicatrices de unproceso illtelectual arduo, pero se abandonan deliciosamente al goce de los sentidos. La sensualidad -había dicho éles una forma de 13 inteligencia. De modoque no se crea en la sensualidad de supoesía como en aquella del adolescenteque en la noche de desvelo puebla su ha-
""11 fascinación )' melancolía"
U 1VERSIDAD DE MEXICO
"ar/ista. verdadero"
bitación de femeninas criaturas, Porquesu sensualidad es reflexiva y no puramente instintiva, y obedece menos aldesorden de la pasión que a la seducciónde la inteligencia.
Me parece que una preocupación tanpermanente por el imperio de la másprofunda conciencia, había de provocar,en sus versos, una frialdad forzosa queconduciría, necesariamente, al escepticismo del poeta frente a la poesía. De haber Xavier Villaurrutia creído menos enun imposible control absoluto de la inteligencia sobre la inspiración, tal vez unaparte de su obra se resentiría menos deuna perfección no siempre poética. Enotros de aquellos últimos poemas (como,por ejemplo, en el celebrado "Canto a laPrimavera") se advierte una evidenteexageración de las facultades formaleselel poeta.
A su poesía, no obstante cualquier reparo de momento, hemos de regresar muchas veces, pues en ella encontramos, rodeados de inolvidable hermosura, varioselementos que forman la materia de nuestros sueños. Su poesía nocturna, heredera de la tradición americana de JoséAsunción SilYa, nos envuelve más alládel océano, más allá de la sombra y delolvido, entre el fulgor silencioso de unapálida ola lunar.
La nostalgia de la muerte es uno delos más constantes entre los agobiadoressentimientos inspirados por la fuerza taciturna que arrastra al poeta en el mundo. La muerte es el motivo de muchospoemas de Xavier Villaurrutia, quienpresintió a diario ("no hay hora en queyo no muera", dice uno de sus versos)llegar su apagado paso y escuchar su voz,fuente del silencio. Debería retener sucuerpo caído, eternamente, un cementerioen la nieve, sueño suyo de una blancuraúnica:
HA nada puede compararse un,cementerio en la nieve.
¿ Qué nombre dar a la blancura sobre10 blanco?
El Cielo ha dejado caer insensiblespiedras de nieve
Sobre las tumbas,y ya no queda sino la nieve sobre
la nieveComo la mano sobre sí misma
eternamente posada.'"