Trabajo Etica 2016

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Ao de la Memoria por los 50 Aos de la Tragedia ocurrida en la Mina El Dorado de Goyllarisquisga

FACULTAD DE INGENIERAS Y ARQUITECTURAESCUELA PROFESIONAL ACADMICA DE INGENIERA MECNICA

ESPECIALIDAD:INGENIERA MECNICACURSO:TICA Y MORAL PROFESIONALDOCENTE:MEZA CESARALUMNO:CAMPOS CALIXTO GROBER JAIMESEMESTRE:X

CERRO DE PASCO - 2014

La dignidad humana y los valores

La dignidad humana:

Definicin:La dignidad humana es el argumento segn el cual los sujetos ejercen un valor a sus actos y este es objeto de respeto de s mismos.La dignidad humana existe porque el ser humano se distingue de los animales precisamente por el hecho de tener autodeterminacin y a su vez, una igualdad frente a los seres de su misma especie con respecto al trato.Dignidad es aquello que constituye la condicin para que algo sea un fin en s mismo, eso no tiene meramente valor relativo o precio, sino un valor intrnseco.La dignidad humana y los valores:La dignidad de la persona como valor central, emanan de los valores como la justicia, la vida, la libertad, la igualdad, la seguridad y la solidaridad, que son dimensiones bsicas de la persona, que en cuanto tales se convierten en valores y determinan la existencia y legitimidad de todos los Derechos reconocidos por el ordenamiento jurdico.Por otra parte esos valores -justicia, vida, libertad, igualdad, seguridad- estn indisolublemente unidos por su raz y fundamento: el valor de la dignidad de la persona humana. De ah que la legitimidad y fundamento de un concreto derecho humano, el mismo que se encuentra en interrelacin a todos los valores mencionados.

a)El valor vida.- El ser humano al ser capaz de autoconciencia o autodominio, puede acceder a los dems valores citados: seguridad, igualdad, libertad, etc. Valores que, en cuanto inspiran acciones concretas, dignifican a quienes pretenden alcanzarlos.

b)El valor libertad.- La libertad consiste en la ausencia de coaccin. Supone la existencia de un mbito para poder actuar sin que exista en el mismo la interferencia ni de otros sujetos ni del Estado. Su antivalor es la coaccin, que supone la interferencia grave y deliberada por parte de otra persona, ya fsica, ya jurdica, por virtud del cual el sujeto no puede actuar cundo y cmo desea. La dimensin positiva de la libertad significa la posibilidad de participacin de forma racional y libre en la vida social.La libertad tiene sustancialmente tres manifestaciones que juegan siempre en toda afirmacin concreta de una libertad:

Exencin o independencia o autonoma, por la que se constituye una esfera de autonoma privada, de decisin personal o colectiva protegida frente a presiones que puedan determinarla. Poder hacer, esto es, capacidad positiva, para llevar a cabo esas decisiones y actuar eficazmente en la vida social. Libertad de eleccin, entre hacer o no hacer.

c)El valor igualdad.- Tiene su antivalor en la discriminacin, es el principio inspirador de todos los derechos econmicos, sociales y culturales. Suele ser considerado como una norma que establece un criterio por el que todas las dems normas se relacionen con los sujetos del derecho. Sintticamente podra formularse as: para toda persona, si rene las condiciones de aplicabilidad de una norma, debe aplicarse sta siempre de idntica manera. Salvo que circunstancias relevantes justifiquen un tratamiento normativo diferente, en beneficio del sujeto afectado por tales circunstancias.Por ejemplo, respecto al derecho al sufragio la diferencia de sexo es irrelevante actualmente, pero la diferencia de edad -caso de un nio sin uso de razn- es relevante para un tratamiento normativo no idntico.

d)El valor seguridad.- Tiene diversas implicancias, as la seguridad que implica el respeto a su integridad fsica y espiritual, y su respectivo correlato en distintas disposiciones infra-constitucionales.En nuestros tiempos no podemos dejar de reconocer que el hombre tiene en virtud de su dignidad innata, un derecho no solo a su proteccin fsica, sino a la proteccin de aquellos actos, hechos o situaciones que le produzcan un perjuicio moral, o que afecten sus convicciones religiosas, o creencias ntimas.La seguridad implica el continuo respeto al hombre, por parte de los dems hombres y del Estado, con la finalidad de garantizar al mismo el desenvolvimiento en forma libre, pacfica y tranquila de su existir.Asimismo el concepto de seguridad, se encuentra relacionado ntimamente con el Estado de Derecho, o sea aquel estado que se encuentra subordinado a leyes y no por encima de ellas o con el poder desconocerlas, de esta forma la persona, encuentra un alto grado de certeza en el mantenimiento de ciertas reglas jurdicas bsicas, en que las mismas se aplican de una forma predeterminada, bajo ciertos requisitos expresa y previamente establecidos, lo cual conocemos como seguridad jurdica.

El bien y el mal

Definicin:

Es saber determinar cundo las acciones de los dems o nuestras acciones son dignas de ensalzar o dignas de condenacin.Es determinar la bondad en la conducta humana, refleja conciencia moral nacida de las costumbres o del conocimiento tico. Obliga a los seres humanos actuar siempre en forma responsable. Por ejemplo el asesinato es algo que se entiende como malo en cualquier cultura, salvo cuando tiene una justificacin social, como es el caso de la guerra o la aplicacin de la justicia (pena de muerte).

El acto social

Definicin:

El acto social viene hacer la integracin de acciones sociales hacia otro u otros individuos.Por tanto una relacin interhumana ser social cuando est integrada por acciones sociales. Por ejemplo si un grupo humano fortifica los lmites territoriales de su mbito social, en previsin de ataques de origen incierto los hombres que lo integran verifican una accin social, porque sin la posible actuacin de los miembros de otros grupos ello sera inexplicable.El acto social es un acto humano, aquel que realiza las vigencias o preceptos colectivos implantados en un determinado mbito interhumano. Un acto social de una persona es cuando canaliza de un modo concreto el comportamiento objetivo que las vigencias constituyen iniciativa propia.

El acto humano

Definicin:Son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre; es decir, los que realiza con conocimiento y voluntad. En ellos interviene primero el entendimiento (que conoce el objeto) y luego la voluntad (que lo busca o lo rechaza). En estos casos el hombre es dueo y responsable de sus actos. Slo en los actos humanos puede darse valoracin moral.La categora singular del hombre, que le distingue y eleva por encima de los otros seres de la creacin visible, radica en que est dotado de inteligencia y voluntad, con libertad armonizada con la de sus semejantes, para tomar decisiones. Las expresiones cotidianas racionales del hombre caen en el concepto de acto humano. El pensar y el razonar son actos propios del hombre y estn sometidos a una coaccin de la voluntad determinada por su conciencia moral. Esta es el tribunal interior que juzga el bien y el mal.No son actos humanosLos actos meramente naturales: los que proceden de las potencias vegetativas y sensitivas, sobre las que el hombre no tiene control voluntario alguno, y son comunes a los animales. Por ej. La nutricin, circulacin de la sangre, respiracin. Los actos del hombre: los que proceden del hombre, pero falta advertencia (locos, nios sin uso de razn) o la voluntariedad (por coaccin fsica) o ambas (el que duerme).En la experiencia ms elemental del ser humano se produce un fenmeno que conviene sealar: sabe que obra bien o que obra mal, que sus acciones son buenas o malas. Lo sabe porque se lo dice la conciencia, esa voz interior que avisa: hay que hacer el bien y evitar el mal. Pero la conciencia no hace ms que traducir la conviccin previa de que tenemos grabada en lo profundo una ley, a la que debemos someternos; de modo que, si obramos de acuerdo con ella, obramos bien; y si la contradecimos, obramos mal.Por ser libre, el obrar humano posee una contingencia constitutiva: es concreto, cambiante, circunstancial. Lo que hago puedo no hacerlo, o hacerlo de otro modo. Las circunstancias no determinan totalmente mi actuar, sino que puedo asumirlas ms o menos, y de un modo u otro. Por todo ello con mis actos puedo lograrme como persona o malograrme, superarme o degradarme; mis acciones me desvelan o me encubren. En una palabra, son autorreferenciales, es decir, revierten sobre el sujeto modelndolo para bien o para mal. Otra caracterstica del obrar humano es su singularidad: se construye decisin a decisin, paso a paso, de tal modo que en cada acto se compromete la persona entera; cada acto singular resume toda la vida, y la orienta o no en el horizonte de la vocacin. La conciencia moral permite darnos cuenta de los efectos de nuestra conducta y nos inhibe o nos empuja en la realizacin de nuestros actos bajo una compulsin interna que limita la libertad. La libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando acta de manera deliberada, el hombre es responsable de sus actos. Los actos humanos, o sea, los actos libremente realizados tras un juicio de conciencia, son moralmente buenos o malos.La bondad o maldad de los actos humanos depende de: el objeto elegido, la intencin o fin que se busca, y las circunstancias de la accin.La persona humana se ordena a la bienaventuranza por medio de sus actos deliberados; las pasiones o sentimientos que experimenta pueden disponerle o contribuir a ello, pero en s mismas las pasiones son no buenas ni malas; slo reciben calificativo moral en la medida en que depende de la razn y de la voluntad. En el ser humano anida una serie de impulsos, tendencias, afectos y sentimientos que se conocen como pasiones, reconocidas como fuerzas que le ha puesto la naturaleza y que nos mueven a obrar. Esas fuerzas estn desordenadas y provocan tensin en el hombre, pero es indudable su utilidad si se logra controlarlas. El amor y el odio, el deseo y el temor, la alegra, la tristeza y la ira, son las pasiones principales. Las pasiones de por s no son buenas ni malas, pero lo son en la medida en que dependen de la razn y de la voluntad e impulsan a obrar el bien o el mal. Luego las pasiones son moralmente buenas cuando contribuyen a una accin buena, y son moralmente malas si empujan a obrar el mal. Las pasiones pueden ser asumidas en las virtudes o pervertidas en los vicios.El hombre es una realidad sustantiva, esto es, un sistema clausurado y total de notas constitucionales psicoorgnicas. Una de ellas es la inteligencia, esto es, la aprehensin de todo y de s mismo, como realidad. El hombre debe obrar de modo que produzcan deseos armoniosos ms bien que discordantes. Esta inteligencia es formal constitutiva y radical ya que a travs de ella aprehende lo real sintiendo su realidad. Gracias a esta inteligencia, el hombre se comporta con todas las cosas reales, y consigo mismo, no slo por lo que determinadamente son en s mismas, sino que se comporta con todo por ser real y en cuanto es real: vive de la realidad. Es animal de realidades. En su virtud, el carcter de realidad del hombre es un momento determinante de su accin: el hombre acta realmente porque es su realidad.Antes de plantear en qu consisten la bondad o la maldad morales, y cmo los actos que la persona ejecuta pueden convertirse en actos buenos o malos, lo primero que se tiene que analizar es qu clase de actos puede realizar el hombre?, son todas los acciones humanas susceptibles de convertirse en moralmente buenas o malas o solamente algunas de ellas?La voluntad es la facultad de controlarnos a nosotros mismos, de dominarnos a nosotros mismos, de hacer lo que queremos, en lugar de estar obligados a hacerlo, de modo que, como consecuencia, venimos a ser considerados como responsables de lo que hacemos. Dos cosas principales que impediran que nuestros actos fueran voluntarios, son la ignorancia y la coaccin puesto que el acto voluntario es un acto conscientemente o deliberadamente querido.Precisamente, el hombre difiere de los animales irracionales en que es dueo de sus actos mediante su razn y voluntad, solamente estos actos de los que el hombre es dueo son los que se designan apropiadamente como humanos, para el estudio de la tica pueden distinguirse dos clases principales de actos que son ejecutados por la persona: los actos humanos y los actos de un hombre.Actos involuntarios o actos de un hombre, esto es, los que un individuo acontece realizar, pero de los que no es dueo, que no ejecuta conscientemente o quiere deliberadamente, y de los cuales no es tenido por responsable.Actos voluntarios o actos humanos, esto es, aquellos que el hombre domina, que controla conscientemente y quiere deliberadamente, y de los que es tenido por responsable.Es importante sealar que los actos humanos, tomados en su conjunto, forman la conducta humana. Ejemplos de actos involuntarios son los actos realizados durante el sueo, la locura o durante momentos de distraccin, estos actos no constituyen conducta humana y no poseen significado tico. El llevarse alimento a la boca en un estado de distraccin de la mente es un acto de un hombre, pero decidirse deliberadamente a comer dicho alimento es un acto humano. As pues, aunque es imposible tener un acto humano a menos que est dirigido por el intelecto y la voluntad, el acto mismo as guiado puede ser, con todo, de una u otra clase. En otras palabras, un acto humano puede ser de carcter fsico o mental, mientras que ste sea deliberadamente querido o no.El acto humano es el resultado que la persona humana sabe y quiere. Su capacidad de conocer ms all de lo sensible es tarea del intelecto, y su capacidad de querer lo que sabe de un modo intelectual y por tanto de buscarlo es tarea de la voluntad.Para que el hombre acte, ha de empezar por estar atrado por algn bien. Cuando percibe algo como bueno, despierta en l un querer de aquello, y si ve que aquello es no slo bueno en s mismo, sino tambin bueno para l, su querer se convierte en deseo. Un deseo podr permanecer sin efecto, pero, si el individuo comprende adems lo bueno como susceptible de ser alcanzado, su percepcin intelectual mueve su voluntad hacia un acto de intencin espontnea o tendencia hacia la cosa buena, esto es, hacia un extenderse para conquistar el objeto. Como siguiente paso dirige ahora su intelecto hacia la tarea de ponderar las razones en favor y en contra de llevar a cabo su intencin y los diversos conjuntos de medios con cuyo auxilio podra ser aquella ejecutada. Este acto del intelecto se designa como deliberacin, cuyo resultado es el de llegar a uno de los dos juicios prcticos: "esto debe hacerse aqu y ahora", o "esto no debe hacerse ni aqu ni ahora".Hasta aqu las condiciones han sido puestas ahora para tomar una decisin, sabe ahora perfectamente lo que debe hacer y las razones de ello, todo est dispuesto ahora para el veredicto, esto es, para el acto supremo de expresin del ser del hombre como una persona de direccin autnoma. Acepta uno u otro de los juicios prcticos alternativos del intelecto mediante una decisin de su voluntad, lo que constituye su acto de compromiso.El juicio prctico que precede inmediatamente a su decisin y expresa la alternativa escogida es el ltimo juicio prctico. Cada acto de la voluntad es precedido por un acto del intelecto, siendo el ms importante de estos la deliberacin.La deliberacin consiste en una serie de juicios prcticos en favor y en contra del curso de accin contemplado. El ltimo juicio prctico no es distinto de la deliberacin, sino que es simplemente aquel, al que la voluntad consiente aceptndolo.La parte ms importante del proceso es el consentimiento, ya que es a partir de ste el acto es una decisin de la cual se es responsable, a partir de este momento es un acto humano, un acto voluntario.Con lo que respecta a los sentimientos y las emociones, ciertamente desempean un importante papel en el proceso deliberativo, reforzando las razones en favor o en contra, por tanto intervienen fuertemente en todo acto de decisin; incluso en algunas personas sus vidas se deciden casi por completo en el plano emocional, pero es necesario precisar lo siguiente, el acto humano puede ir acompaado de emociones muy fuertes pero para que sea un acto humano, un acto plenamente voluntario, las emociones han de estar bajo el control de la persona.Ahora bien, podra parecer que nicamente el acto interno de la voluntad misma sea el acto humano, en el sentido ms estricto es as, porque es en la voluntad donde residen la eleccin y el consentimiento y a partir de estos el acto adquiere su carcter especficamente humano. La persona sabe a la vez que sabe, y sabe que quiere, en efecto, es la unin de conocimiento y voluntad lo que hace voluntario a un acto, como conclusin la definicin del acto humano puede formularse as: definicin puede formularse as: acto voluntario es aquel que procede de la voluntad con un conocimiento del fin.Los actos humanos son los actos libres del hombre. Los actos libres del hombre pueden ser actos moralmente buenos o moralmente malos, pero nunca indiferentes. La bondad o maldad de un acto humano depende del objeto elegido, de la intencin o fin que se busca y de las circunstancias de la accin.Para que un acto sea moralmente bueno se requiere a la vez que sea bueno en el objeto, en el fin y en las circunstancias. Nunca, un fin bueno jams justificara el uso de unos medios malos, porque el acto sera malo siempre; por consiguiente, no est permitido hacer un mal para obtener un bien.No, intervienen tambin las pasiones, que son impulsos de la sensibilidad, y segn dependan o no de la razn y de la voluntad, hay en las pasiones bien o mal moral.La pregunta que se sigue es la siguiente: qu es lo que hace a la voluntariedad imperfecta, reduciendo el carcter especficamente humano del acto y haciendo menos responsable a la persona de su actuar? Son cinco los principales modificadores de la responsabilidad de un acto humano:1.Ignorancia, que afecta el conocimiento 2.Pasin, que afecta el consentimiento de la voluntad 3.Miedo, que opone a la voluntad un deseo contrario 4.Fuerza, empleo real de compulsin 5.Hbito, una tendencia adquirida por repeticin IgnoranciaLa falta de conocimiento se da en diversos grados, una persona capaz de conocimiento podr tener o no la obligacin de tenerlo, por ejemplo un capitn de barco o un mdico no necesitan saber msica o arqueologa; semejante ignorancia meramente negativa no tiene trascendencia tica. En cuanto a la culpabilidad de la ignorancia vencible, esta depender de la cantidad de esfuerzo dedicado a superarla, y la cantidad del esfuerzo que se requiere tambin depende de la importancia de la cuestin y de la obligacin que se tenga de poseer dicho conocimiento. La ignorancia vencible no destruye la responsabilidad, pero la disminuye. La persona sabe que es ignorante y que puede obtener el conocimiento. Dejando deliberadamente de realizar el esfuerzo suficiente permanece en la ignorancia, pero los efectos que se siguen de su ignorancia son voluntarios en cuanto a causa, porque son una consecuencia prevista. El caso de un cirujano que consciente de no poseer conocimientos suficientes para una operacin difcil la lleva a cabo de todos modos y mata al paciente; aunque no quera que el paciente muriera, es evidente que lo expuso deliberadamente a un peligro grave e innecesario, siendo responsable, por consiguiente de la muerte. PasinSe entiende como pasin un movimiento muy fuerte del apetito sensible, los trminos clsicos utilizados por diferentes autores son deseo y concupiscencia pero parece ms apropiada la palabra pasin. Las pasiones podrn surgir espontneamente antes de que la voluntad haya actuado, cuando un objeto es presentado a los sentidos el apetito sensible reacciona casi automticamente mediante sentimientos repentinos de alegra, enojo, odio, congoja, vergenza, compasin, disgusto y otros por el estilo, cuando estas emociones se experimentan muy fuertemente es lo que entendemos por pasiones.Un estado de pasin deliberadamente provocado o fomentado es voluntario en s mismo. Por consiguiente el acto que resulta de la pasin es voluntario, ya sea en s mismo o en su causa. Por ejemplo un individuo que cavila intencionadamente sobre un insulto, con objeto de realizar un acto de venganza, se sirve de la pasin como medio y de la venganza como fin, siendo tanto la venganza como su pasin voluntarias en s mismas. MiedoEl miedo es la aprehensin de un mal inminente. Puede ser una emocin y en este sentido el miedo es una de las pasiones y sigue las reglas de cmo la voluntariedad del acto se ve influenciada por la pasin. Pero existe tambin el miedo intelectual, este consiste en la comprensin de una amenaza de mal y ante ste una respuesta de la voluntad para evitar dicho mal mediante acciones racionalmente concebidas, esta clase de miedo puede o no estar acompaado de algn componente emocional.Los actos realizados bajo coaccin e intimidacin tienen el miedo como motivo. Estos actos son extorsionados bajo la amenaza de males que sern infringidos por otra voluntad humana sin embargo los actos realizados bajo coaccin e intimidacin son actos responsables, porque la persona pudo haber resistido y aceptado las consecuencias. FuerzaLa fuerza es el poder fsico externo que hace que alguien realice algo contra su voluntad. En el lenguaje comn, el que cede a una amenaza de violencia se dice que se vio forzado, aunque no se trate, en realidad, de fuerza, sino de miedo y la voluntariedad de la persona ha de juzgarse de acuerdo con las normas del miedo. La fuerza afecta solamente los actos externos y no el acto interno de la voluntad, en donde radica la voluntariedad del acto humano, se puede seguir queriendo lo opuesto, por muy violentamente que se vea forzado alguien a realizar un acto. Hbitos Se puede definir el hbito como una forma constante de actuar obtenida mediante repeticin del mismo acto. Una vez adquirido el hbito, los actos resultan de l en forma espontnea y casi automtica, de modo deliberacin se hace innecesaria.Si una persona se propone adquirir un hbito deliberadamente el hbito es voluntario en s mismo, y los actos que de l resultan son voluntarios en s mismos; si es que se ejecutan con la intencin de adquirir hbito, pueden ser tambin voluntarios en cuanto a su causa si no son intencionados pero si consecuencias previstas del hbito.Se puede descubrir que se ha adquirido un hbito inintencionadamente, ya sea porque no se tuvo conciencia de que se haba ejecutado la misma accin tan a menudo, o porque no se tuvo conciencia que determinados actos eran formadores de hbito.En general, Santo Toms y los escolsticos consideran nicamente como humanos aquellos actos libres y deliberados de la voluntad. Su punto de vista se basa en el anlisis psicolgico. Un acto libre es voluntario, es decir, que proviene de la voluntad del individuo hacia el fin buscado o, en otras palabras, es aquel que es desarrollado por la voluntad ante la bondad que segn el entendimiento, tiene el objeto que se le presenta. Los actos libres, adems, aunque no se deseen, provienen, intrnseca o extrnsecamente, de la propia determinacin de la voluntad. Son aquellos actos que la voluntad puede o no producir, aunque todas las condiciones del libre albedro estn presentes para llevarlos a cabo. Por lo tanto, son aquellos actos hacia los cuales la voluntad no se decide ni por el objeto ni tampoco por la disposicin que tenga en ese momento el temperamento, ni tampoco por los hbitos, sino que es determinado por las condiciones propias de s misma.

El suicidio, el delito y la agresin fsica

El suicidio

El suicidio supone quitarse voluntariamente la vida. Se trata de un trmino que proviene de dos vocablos latinos y una traduccin aproximada podra ser matarse a s mismo. Diversas estadsticas ubican el suicidio como la cuarta causa de muerte ms frecuente en todo el mundo, con ms de 9.000 intentos diarios.Entre las conductas que pueden ser un indicador de un suicidio inminente, aparecen los deseos de muerte (con frases como mi vida ya no tiene sentido o no encuentro un motivo para vivir), la incapacidad de descargar las angustias, el agotamiento de la vida social, el comportamiento impulsivo y la introversin acentuada.Es se el momento clave de la vida y la formacin del ser humano y los animales; abrimos los ojos a un mundo nuevo para nosotros, y vemos y omos cosas que nos marcarn para siempre, por sencillas o irrelevantes que parezcan. Desde dos perspectivas extremistas, un nio que oye cmo se lo enaltece por cada cosa que hace desarrollar una personalidad probablemente muy distinta de la de otro a quien se lo regaa constantemente. Sin embargo, la mente es tan compleja que no existe un documento de referencia para saber exactamente cmo acabar cada historia.Resulta ms probable, por otro lado, que el deseo de quitarse la vida surja en aqul que haya recibido exceso de halagos. La razn ms lgica es que ese nio crecer sintiendo la necesidad de ser elogiado por su entorno, y eso se combinar peligrosamente con un nivel altsimo de auto exigencia para conseguir logros que ameriten las flores. Tarde o temprano, alcanzar los lmites de la burbuja en la que fue involuntariamente atrapado durante su crianza, y no soportar que el mundo no lo haya estado esperando para felicitarlo por su existencia. Si el suicidio fuera una cuestin matemtica, entonces de seguro este individuo lo cometera por no soportar la realidad.La sobredosis de medicamentos o drogas, cortarse las venas, la ingesta de veneno, arrojarse desde gran altura, ponerse delante de un tren en funcionamiento o ahorcarse son algunas de las formas ms usuales de suicidio. Cabe mencionar que un porcentaje muy bajo de quienes desean suicidarse llegan hasta el final. Muchas veces se autolesionan para llamar la atencin de sus allegados, como un grito de ayuda, porque quieren sentirse mejor pero no saben cmo conseguirlo. La mayora, por otro lado, permanece en una etapa que consiste en soar despiertos con su muerte, imaginndola con un nivel de detalle muy alto, pero nunca dan el primer paso hacia su propia ejecucin.El suicidio es analizado de distintas formas segn cada cultura. Para muchas religiones el suicidio es un pecado, aunque otras creen que alguien puede quitarse la vida por mandato divino. Hay sociedades que consideran que el suicidio puede ser una forma honorable de eludir situaciones humillantes.Cabe destacar que tambin hay pases que califican como suicidio ciertas muertes supuestamente accidentales, como aqullas que se producen cuando una persona alcoholizada conduce a 200 kilmetros por hora y muere al chocar contra otro vehculo.Algunos de estos sntomas, por otro lado, son claramente opuestos entre s, como la impulsividad y la introversin, que muchas veces corresponden a personalidades muy diferentes. El primer caso suele asociarse a personas de carcter fuerte y aparente seguridad en s mismas, mientras que el segundo es tpico de quienes sienten que no son dignos de la atencin o el cario de los dems. Analizando profundamente a una persona, todas estas suposiciones pierden peso, ya que se alcanza un nivel de complejidad que siempre termina llevndonos al mismo punto: la infancia.

El delito

El delito es un comportamiento que, ya sea por propia voluntad o por imprudencia, resulta contrario a lo establecido por la ley. El delito, por lo tanto, implica una violacin de las normas vigentes, lo que hace que merezca un castigo o pena.Ms all de las leyes, se conoce como delito a toda aquella accin que resulta condenable desde un punto de vista tico o moral. Por ejemplo: Gastar tanto dinero en unos zapatos es un delito, Mi abuela me ense que arrojar comida a la basura es un delito.En el sentido judicial, es posible distinguir entre un delito civil (la accin que se desarrolla intencionalmente para daar a un tercero) y un delito penal (que adems se encuentra tipificado y castigado por la ley penal).Un delito por comisin, por su parte, se produce a partir del comportamiento del autor, mientras que un delito por omisin es fruto de una abstencin. Los delitos por omisin se dividen en delitos por omisin propia (fijados por el cdigo penal) y delitos por omisin impropia (no se encuentran recogidos en el cdigo penal).

la agrecion fisica

Se designa con el trmino de agresin a aquel acto o ataque violento que tiene la firme intencin de causar dao a quien va dirigido.La agresin es de alguna manera un acto que se contrapone al derecho del otro, especialmente en el caso de los ataques armados que una nacin puede llevar a cabo contra otra.Generalmente, quienes despliegan este tipo de acto presentan una tendencia hostil y agresiva evidente y constante contra s mismos y tambin muy especialmente para con el mundo que los rodea. Siempre, lo que se buscar con una agresin ser provocarle un dao a aquella persona a la cual se dirige la misma. Entonces, una agresin, tradicionalmente, rene estas tres caractersticas: intencin de generar dao, provocacin de dao real y una alteracin del estado emocional en el caso del individuo que promueve la agresin.En el mbito de las relaciones humanas, la agresin est considerada como una falta de respeto, una ofensa y hasta una provocacin.Las causas de la agresin las podemos encontrar en factores internos o externos a la persona, por ejemplo, el consumo de drogas puede volver muy agresiva a una persona que no lo es cuando no est bajo los efectos de estas, o bien, los cambios emocionales, tales como depresin o neurosis. Pueden ser los disparadores de una agresin.Y por otro lado, el trmino agresin puede emplearse dar cuenta de la pujanza y la fuerte conviccin que se tiene o alguien presenta a la hora de emprender alguna actividad o trabajo, o en su defecto, al enfrentarse a alguna dificultad. La nueva campaa empez con mucha agresin.

Relaciones sociales basadas a la moralidad

A lo largo de la vida y en todo tipo de situaciones las personas se ven enfrentadas al hecho de tener que tomar decisiones que pueden tener algn tipo de implicacin moral. En muchos casos no se tiene nocin de ello y, en consecuencia, no se definen o identifican los valores y reglas morales que han orientado las acciones emprendidas. Pero, aun implcitamente, los mismos existen a pesar de que la falta de conocimiento puede conducir a tomar decisiones pobremente razonadas e informadas. La tica debe contribuir al anlisis del comportamiento y toma de decisiones ayudando a identificar los valores y reglas morales que los han orientado.Un sistema moral est formado por el conjunto de principios ticos, reglas morales y valores que integran la perspectiva integral de un individuo o de la sociedad. Es importante distinguir claramente entre estos conceptos para mejorar el razonamiento moral y el proceso de toma de decisiones en cuestiones que ataen a la tica.Los valores son las creencias del individuo o del grupo acerca de lo que se considera importante en la vida, tanto en los aspectos ticos o morales como en los que no lo son. Dan el fundamento sobre el cual se formulan juicios y se realizan elecciones. Pueden derivarse del conocimiento, de consideraciones estticas o de consideraciones morales. Se adquieren desde la ms temprana edad, casi junto con el lenguaje y con los comportamientos de socializacin, y se consolidan y amplan con la educacin y el acceso a los medios culturales e informativos. Muchas veces permanecen implcitos y la persona no tiene claras sus prioridades valorativas.Las reglas morales constituyen pautas especficas para la accin que orientan respecto de lo que hay que hacer en situaciones particulares cuando en las mismas est implicada una cuestin moral. Estas reglas deben basarse en los valores y en principios ticos. Los principios ticos forman parte de alguna de las teoras de la tica normativa e indican cmo decidir entre reglas y valores alternativos. Son mucho ms generales que las reglas morales y resultan aplicables en diferentes situaciones.Es cierto que en los hechos las personas suelen confundir con frecuencia los tres conceptos y que, en lugar de especificar la regla moral que indujo a cierto tipo de accin, producen enunciados de tipo valorativo que no son prescriptivos ni normativos y que no indican qu se debe hacer. Tales enunciados, en el mejor de los casos, se estaran refiriendo a los valores o ideales de la persona que los formula.Las cuestiones morales nos rodean constantemente y de modo sistemtico se toman decisiones y se ejecutan acciones que tienen consecuencias o implicaciones ticas. En el proceso de razonamiento moral se trata de establecer la verdad de ciertas pretensiones morales sobre la base de principios ticos generales planteados en el marco de determinada teora tica normativa. El razonamiento moral es un proceso ciertamente complicado y el anlisis de su validez no resulta sencillo. Por de pronto, puede sealarse que el mismo constituye una clase de razonamiento que debe tener una estructura lgica apropiada. En consecuencia, partiendo de ciertas premisas aceptadas debe permitir arribar a conclusiones que constituyen juicios morales vlidos.La estructura lgica de un argumento moral es similar a la de otros tipos de argumentos cientficos45. Se debe partir de una primera premisa dada por el o los principios ticos que habrn de suministrar el criterio normativo para formular la regla moral que fundamentar la conclusin o juicio moral. Otra premisa (o premisas) deber establecer los hechos pertinentes que conducen a la accin emprendida o a emprender. La conclusin, que debe derivarse de las premisas, consiste en el juicio moral relativo a la accin referida en la segunda premisa.Este proceso de razonamiento debera ayudar a clarificar los valores y a establecer un marco para la toma de decisiones ticas. Pero ello no resulta tan fcil. En muchos casos los hechos, los principios y las reglas morales aparecen mezclados con los juicios morales y ello complica ciertamente el anlisis.Para asegurar la validez del razonamiento deben cumplirse ciertos principios formales y evitar ciertas falacias bastante comunes que vician toda pretensin de verdad de las conclusiones. El primer principio formal es aquel que requiere que el argumento sea completo en el sentido de incluir tanto los principios ticos generales, como las reglas morales y los enunciados descriptivos de los hechos pertinentes. Ningn juicio moral puede derivarse de una mera descripcin de hechos. El segundo principio establece el requerimiento de consistencia o universalidad en el sentido que situaciones similares deben conducir siempre a similares juicios morales. Algunos filsofos equiparan a este principio con la ya mencionada regla de oro trata a otros como quieras que te traten a ti. Sin su vigencia resulta claro que sera imposible todo tipo de razonamiento moral.No puede discutirse el hecho de que una sociedad necesita reglas morales para funcionar. Y las personas necesitan conocer esas reglas para vivir y para trabajar en conjunto. Sera imposible trabajar y vivir con otra gente en un mundo que cambia rpidamente sin saber que se puede y se debe esperar de ellos y ellos de nosotros.

Las virtudes, naturaleza y necesidad

Con el trmino virtud (del latn virtus, que corresponde al griego aret) se designan cualidades buenas, firmes y estables de la persona, que, al perfeccionar su inteligencia y su voluntad, la disponen a conocer mejor la verdad y a realizar, cada vez con ms libertad y gozo, acciones excelentes, para alcanzar su plenitud humana y sobrenatural.Las virtudes que se adquieren mediante el esfuerzo personal, realizando actos buenos con libertad y constancia, son las virtudes humanas, naturales o adquiridas: unas perfeccionan especialmente a la inteligencia en el conocimiento de la verdad (intelectuales); y otras, a la voluntad y a los afectos en el amor del bien (morales).La actividad intelectual aprendizaje, estudio, reflexin- de la persona que busca la verdad, engendra en ella las virtudes intelectuales. La adquisicin de conocimientos verdaderos capacita para alcanzar otros ms profundos o difciles de comprender.a)Las virtudes que perfeccionan la razn especulativa son las siguientes:El hbito de los primeros principios especulativos o entendimiento (nos, intellectus). Gracias a l la razn percibe de modo inmediato las verdades evidentes por s mismas, sobre las que se asientan todos los dems conocimientos.La sabidura (sopha, sapientia): es la virtud que perfecciona a la razn para conocer y contemplar la verdad sobre las causas ltimas de todas las cosas; la verdad que responde a los problemas ms profundos que la persona, en cuanto tal, se plantea. Es, en ltimo trmino, el conocimiento de Dios como causa primera y fin ltimo de toda la realidad.La ciencia (epistme, scientia): perfecciona el conocimiento de la verdad sobre los diversos campos de la realidad observable.b)La razn prctica, a su vez, es perfeccionada por las siguientes virtudes:El hbito de los primeros principios prcticos o sindresis (del griego syntero: observar, vigilar atentamente): hbito por el que se conocen las primeras verdades de la ley moral natural y los fines de las virtudes.La prudencia (frnesis, prudentia): virtud que perfecciona a la inteligencia para que razone y juzgue bien sobre la accin concreta que se debe realizar en orden a conseguir un fin bueno, e impulse su realizacin.La tcnica o arte (tjne, ars): consiste en el hbito de aplicar rectamente la verdad conocida a la produccin o fabricacin de cosas.Las virtudes morales son hbitos operativos buenos, es decir, perfecciones o buenas cualidades que disponen e inclinan al hombre a obrar moralmente bien.Debido a la persistente influencia de algunas antropologas modernas que desprecian la virtud, se impone aclarar que el trmino hbito, aplicado a la virtud, no significa costumbre o automatismo, sino perfeccin o cualidad que da al hombre la fuerza (virtus) para obrar moralmente bien y alcanzar su fin como persona. No se trata de una simple cuestin terminolgica; del concepto de hbito operativo depende la adecuada valoracin de la virtud en la teologa y en la vida moral de la persona.Por costumbre o automatismo se entiende un comportamiento maquinal, rutinario, adquirido por la repeticin de un mismo acto, que implica disminucin de la reflexin y de la voluntariedad. Cuando se identifica la virtud -hbito operativo- con la costumbre, se concluye fcilmente que el comportamiento virtuoso apenas tiene valor moral, porque es mecnico, no exige reflexin y resta libertad. Sin embargo, nada ms lejos de la virtud que la disminucin de la libertad. El hbito virtuoso, que nace como fruto del obrar libre, proporciona un mayor dominio de la accin, es decir, un conocimiento ms claro del bien, una voluntariedad ms intensa y, por tanto, una libertad ms perfecta.Adems, la costumbre es un determinismo psicosomtico, y por eso puede ser modificada por causas ajenas al sujeto: enfermedad, circunstancias externas, etc. En cambio, la virtud, por ser algo propio del alma, es una disposicin firme que solo puede ser destruida por la propia voluntad6.La prudencia (prudentia) -virtud intelectual, por perfeccionar a la inteligencia- es, por su objeto, una virtud moral, madre y gua de todas las dems.La justicia (justitia) consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prjimo lo que les es debido.La fortaleza (fortitudo) reafirma la resolucin de resistir a las tentaciones y de superar los obstculos en la vida moral.La templanza (temperantia) modera la atraccin de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados.Las virtudes cardinales tienen dos dimensiones: una general y otra particular. En general son cualidades que deben poseer todas las acciones virtuosas: toda accin debe ser prudente, justa, valiente y templada. La dimensin particular se refiere a los aspectos de la conducta de la persona en los que estas virtudes son ms necesarias; as, el objeto particular de la prudencia es imperar la accin que se ha juzgado buena; el objeto de la justicia son las acciones entre iguales; el de la fortaleza, los peligros ms difciles de superar: el miedo a la muerte, etc.; y el de la templanza, las actividades cuya moderacin es ms difcil: el placer sexual y el placer del gusto.Las virtudes particulares o partes de las virtudes cardinales suelen dividirse en subjetivas, integrantes y potenciales. Se definen brevemente estos conceptos a continuacin, pero se comprendern con ms claridad al estudiar cada una de las virtudes cardinales.Necesidad de las virtudes morales:Hay al menos tres importantes razones por las que la persona necesita adquirir las virtudes morales:La razn puede equivocarse al determinar la accin adecuada para alcanzar un fin bueno.La voluntad puede querer muchos bienes que no estn de acuerdo con la recta razn, que no corresponden a la naturaleza humana y que, por tanto, no se ordenan a Dios.Los bienes apetecidos por la afectividad sensible no siempre son convenientes para el fin de la persona.Por todo ello, el hombre tiene la posibilidad de hacer mal uso de su libertad. Pero gracias a las virtudes, que son principios que determinan el bien para la persona y la capacitan para elegirlo, se pueden superar esas dificultades y ejercitar bien la libertad. La necesidad de las virtudes se justifica por nuestra capacidad de hacer muchas cosas, aunque estemos llamados a ser solamente una. El pecado original introdujo un desorden en la naturaleza humana: la dificultad de la razn para conocer la verdad, el endurecimiento de la voluntad para querer el bien y la falta de sumisin de los apetitos a la razn. Los pecados personales agravan todava ms este desorden. Todo ello hace ms necesario que las potencias operativas de la persona (razn y apetitos) sean sanadas y perfeccionadas por las virtudes, que le otorgan adems prontitud, facilidad y gozo en la realizacin del bien.Por ltimo, las circunstancias en las que se puede encontrar una la persona a lo largo de su vida son muy diversas, y a veces requieren respuestas imprevisibles y difciles. Las normas generales, siendo imprescindibles, no siempre son suficientes para asegurar la eleccin buena en cada situacin particular. Slo las virtudes proporcionan la capacidad habitual de juzgar correctamente para elegir la accin excelente en cada circunstancia concreta y llevarla a cabo.El bien concreto vara de muchas maneras y consiste en muchas cosas, no puede existir en el hombre un deseo natural del bien en toda su determinacin, es decir, segn todas las condiciones requeridas para que sea efectivamente bueno, ya que estas cambian segn las circunstancias de las personas, del tiempo, del lugar, etc. Por eso, el juicio natural, que es uniforme, resulta insuficiente: es necesario que mediante la razn, a la que compete comparar las cosas diversas, el hombre busque y juzgue su propio bien, determinado segn todas las circunstancias, y decida cmo debe actuar aqu y ahora. Esta es la funcin propia de la prudencia, que, como se ver, engendra, dirige y, al mismo tiempo, necesita las dems virtudes morales.La experiencia personal e histrica muestra que el hombre tiene una gran capacidad para el bien y para el mal; es capaz de lo ms sublime y de lo ms vil; puede perfeccionarse o corromperse. Y nada le garantiza que, en las diversas circunstancias de la vida, pueda superar los obstculos que se presenten para la realizacin del bien. Lo nico que le puede asegurar una respuesta adecuada son las virtudes humanas y sobrenaturales.La necesidad de las virtudes humanas y sobrenaturales resulta obvia para quien se sabe llamado a crecer en bondad moral, en santidad, a identificarse con Cristo, a fin de cumplir la misin que su Maestro le ha encomendado. Gracias a ellas, la vida de la persona goza de una fuerte unidad: todas sus acciones se dirigen, de modo estable y firme, hacia el objetivo de la amistad con Dios y con los dems. Cuando la vida moral se entiende como respuesta a la llamada de Dios al amor, la lucha por alcanzar las virtudes adquiere todo su sentido. En cambio, si se reduce a un conjunto de normas para asegurar la convivencia pacfica, las virtudes pierden su verdadero valor. Y cuando se vive como si lo nico importante fuese el xito econmico, la eficacia tcnica o el bienestar material, las virtudes son sustituidas por las habilidades.La necesidad de las virtudes morales quedar todava ms clara en el siguiente apartado, en el que se estudia el papel esencial que juegan en la realizacin de la obra buena.Las tres dimensiones esenciales de la virtud moralPara entender adecuadamente la naturaleza de las virtudes y su papel en la vida moral, es preciso considerarlas como perfecciones que capacitan a la persona a fin de proponerse habitualmente fines buenos, elegir los medios buenos para alcanzar esos fines, y llevar a cabo la accin elegida18.Para obrar bien y con perfeccin, se requiere:recta intencin: que la voluntad quiera un fin bueno, conforme a la recta razn;recta eleccin: que la razn determine bien la accin que se va a poner como medio para alcanzar aquel fin bueno, y la voluntad elija esa accin; yrecta ejecucin de la accin elegida.Se puede concluir, por tanto, que las virtudes morales son el mismo orden de la razn implantado en las facultades apetitivas, la racionalizacin de la conducta determinada por la voluntad y los apetitos para que concuerde con la razn29. Si se olvida o niega esta dimensin esencial, las virtudes quedan reducidas necesariamente a costumbres o automatismos, y pierden su puesto clave en la ciencia y en la vida moral.