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Textil e Indumentaria

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  • 1

    TEXTIL E INDUMENTARIA: MATERIAS, TCNICAS Y EVOLUCIN 31 de marzo al 3 de abril de 2003 Facultad de Geografa e Historia U.C.M.

    Grupo Espaol del IIC

  • 2

    INDICE Presentacin .. 3Evolucin de los telares y ligamentos a travs de la historia .

    Pilar Borrego Daz 4

    Tejidos y fibras populares . M Pa Timn Tiemblo

    16

    Aproximacin a los tintes histricos Ana Roquero

    29

    La estampacin textil en Europa .. Ana Schoebel Orbea

    44

    Encajes: origen y tcnicas.. Mercedes Martn Roa

    61

    Alfombras espaolas Cristina Partearroyo Lacaba

    73

    Notas sobre la conservacin y difusin de la Coleccin Tapices de la Corona de Espaa.. Concha Herrero Carretero

    118

    El arte textil en la Antigedad y la Alta Edad Media Laura Rodrguez Peinado

    126

    La ruta de la seda. Carmen Garca-Ormaechea Quero

    139

    La seda en Europa meridional desde el Renacimiento hasta la aparicin del mecanismo Jacquard

    Pilar Benito Garca 150

    La industria textil en la actualidad Victoria Bernabeu

    165

    Barnett Newmann y la manta Navajo Teresa Lanceta

    179

    El tejido andino: tecnologa y diseo de una tradicin milenaria.. M Jess Jimnez Daz

    186

    El vestido y la moda en tiempos de Goya Amelia Leira Snchez

    205

    La moda a principios del siglo XX: inspiracin y modernidad Mercedes Pasalodos Salgado

    220

    El siglo XX entre el traje y la moda Sonia Capilla

    231

    Una coleccin textil dentro de la Universidad M Teresa Len-Sotelo Amat

    245

    Conservacin preventiva de colecciones textiles: el primer paso . Paloma Muoz-Campos Garca

    261

    Edicin: Grupo Espaol del IIC (IPHE C/ Greco, 4 28040 Madrid) Diseo y maquetacin: Madrid Diciembre 2003 ISBN 84-607-9593-4 N Registro: 8347403

  • 3

    PRESENTACIN

    Ana Schoebel Orbea Secretaria, G.E.I.I.C.

    La colaboracin entre el Departamento de Arte de la Universidad Complutense de

    Madrid, el Instituto del Patrimonio Histrico Espaol y el Grupo Espaol del IIC nace el ao

    2002 con la intencin de organizar cursos divulgativos bajo el tema general de Materias,

    Tcnicas y Evolucin.

    La idea surge con el fin de profundizar en algunos aspectos del arte que tienen menor

    peso en los contenidos acadmicos, as como colaborar con los profesionales de la

    restauracin, que aportan una visin diferente de las obras de arte, contemplndolas desde el

    punto de vista de su tcnica de manufactura y los materiales utilizados, entendiendo que

    ambos influyen decisivamente en el estilo decorativo y su evolucin. Estos cursos ofrecen

    tambin la posibilidad de contemplar demostraciones realizadas por artesanos que an

    mantienen los oficios tradicionales.

    La colaboracin de estas instituciones ha conseguido, un enriquecedor intercambio

    entre historiadores y restauradores para profundizar en el conocimiento de estos aspectos

    tecnolgicos, que actualmente, se consideran una aportacin imprescindible para poder

    analizar y datar las obras de arte con mayor rigor.

    Ante la gran acogida de pblico, el Grupo Espaol del IIC, gracias a la subvencin del

    Ministerio de Educacin, Cultura y Deporte, se complace en presentar la publicacin del

    curso: Textil e Indumentaria: materias, tcnicas y evolucin, con el fin de divulgar este

    trabajo a todas aquellas personas interesadas en este campo.

    Queremos aprovechar esta ocasin para agradecer al Museo Nacional de Artes

    Decorativas la cesin de la imagen de portada.

  • EVOLUCIN DE LOS TELARES Y LIGAMENTOS A TRAVS DE LA HISTORIA

    Pilar Borrego Daz Qumica y restauradora de tejidos IPHE

    Definimos telar1 como cualquier artilugio donde se colocan unos hilos paralelos,

    denominados urdimbres, que deben sujetarse a ambos lados para tensarlos y mediante un

    mecanismo estos hilos son elevados individualmente o en grupos, formando una abertura

    denominada calada, a travs de la cual pasa la trama.

    La caracterstica fundamental que diferencia los diversos telares es ste mecanismo de elevar

    las urdimbres, evolucionando desde la forma ms primitiva, con la mano, hasta sistemas

    mecanizados de gran sofisticacin, que favorecen la elaboracin de ligamentos complejos y

    aumentan la produccin, aunque no es determinante en la calidad del tejido.

    La abertura o calada puede producirse con una varilla de separacin, que consiste en

    un simple listn de madera, con una varilla de lizos, esto es, una barra donde estn

    suspendidos unos lazos o bucles que sujetan las urdimbres necesarias para la abertura o calada

    correspondiente, y por ltimo el sistema de lizos, que constan de un marco, normalmente de

    madera, suspendido de una barra o de arneses. De estos marcos cuelgan unas mallas de cuerda

    o metal, con un orificio en el centro, por donde se enhebra la urdimbre.

    En ocasiones hablaremos de los tipos de telares sin una pauta cronolgica, ya que un

    mismo telar se desarrolla en distintas reas geogrficas en periodos muy diferentes y en

    ocasiones evoluciona rpidamente, pero en otros casos permanece durante siglos.

    1BROUDY, E. The book of the looms. New Jersey. Hannover: Brown University Press. 1993

    4

  • De los diferentes tipos de telares mencionaremos:

    1. Telar de rejilla

    2. Telar horizontal de suelo

    3. Telar de marco

    4. Telar de pesas

    5. Telar indio o telar de fosa

    6. Telar de tiro.

    1.- TELAR DE REJILLA Consiste en una serie de varillas planas colocadas paralelas e

    el centro, fijadas a su vez por otras dos varillas transversales. Las

    pares e impares, las

    orificios de las varilla

    pasan por el espacio ent

    Cuando subimo

    impares, que atraviesan

    formando la primera ca

    la trama, mientras los hilos pares permanecen inmviles. Si a conti

    los hilos pares siguen permaneciendo inmviles mientras que los im

    abajo, formando la segunda calada. Este tipo de telar esta lim

    ligamento tafetn y sus derivados.

    2.- TELAR HORIZONTAL DE SUELO

    Se sujeta

    barras y stas se

    suelo. El ligam

    alternancia de

    produciendo la p

    de lizos, que orig

    5 ntre s, con un orificio en

    urdimbres se separan en

    impares atraviesan los

    s mientras que las pares

    re las rejillas.

    s la rejilla, los hilos

    los orificios, se elevan,

    lada o abertura para pasar

    nuacin se baja la rejilla,

    pares se desplazan hacia

    itado exclusivamente al

    n las urdimbres a dos

    fijan a unas estacas en el

    ento se forma por la

    la barra de separacin,

    rimera calada, y la varilla

    ina la segunda.

  • En ocasiones se ha pensado que los Egipcios fueron los primeros maestros en el

    proceso de la tejedura, pero las primeras evidencias que tenemos no proceden de Egipto sino

    de Catal Huyuk, en Anatolia, del ao 6000 a.C. lo que no se sabe es si fue tejido en un telar

    horizontal o de pesas.

    En una cermica procedente de Badari observamos un

    telar horizontal de suelo, donde se representa las

    urdimbres sujetas a dos barras, el tejido realizado y tres

    lneas perpendiculares a las urdimbres que pudieran

    indicar dos lizos y el peine para batir el tejido.

    Otra representacin la encontramos en una tumba Egipcia,

    donde el tejido es realizado por dos tejedoras en el suelo.

    La tejedora de la izquierda mueve los lizos para el paso de

    la trama, mientras que la de la derecha sujeta una barra

    cuya funcin es peinar el tejido.

    3.- TELAR DE MARCO

    Consiste en dos barras de madera ancladas en el suelo y dos

    barras transversales, donde se sujetan las urdimbres. Estos hilos son

    separados por una barra de separacin y una varilla

    de lizos.

    Su origen parece ser Siria o Mesopotamia pasando de all a

    Egipto para la fabricacin de tapices en el Imperio Nuevo, entre

    1570-1085 a.C.

    Telar de marco egipcio. Tumba de Thotnefer (1425) a.C)

    6

  • 4.- TELAR DE PESAS2Consiste en dos barras de madera verticales

    ancladas en el suelo. La parte superior se apoya en

    la pared, para darle la inclinacin necesaria para un

    buen funcionamiento.

    Un grueso madero une las dos barras verticales en

    la parte superior, apoyado en dos horquillas. Este

    travesao esta destinado a sujetar las urdimbres,

    pero adems como vemos en numerosas

    representaciones griegas, sirve de eje para enrollar

    el tejido una vez confeccionado.

    Los hilos de urdimbre atados en el travesao superior son divididos en dos grupos,

    mediante una barra de separacin, los pares, que pasan por detrs de la barra y los impares,

    por delante. Al estar el telar inclinado las urdimbres pares e impares se separan, formando la

    primera calada para el ligamento tafetn (I), por donde cruza la trama.

    Los hilos pares por un lado y los

    impares por otro, son atados en

    grupos a unas pesas, manteniendo

    tensa la urdimbre.

    El telar dispone de otra

    barra transversal o varilla de lizos,

    donde los lazos sujetan las

    urdimbres pares. Esta varilla se

    soporta sobre dos maderos cortos

    terminados en forma de horquilla.

    Si la varilla de lizos permanece apoyada en los pies verticales, no se modifica la

    posicin ya explicada, ahora bien, cuando la varilla de lizos se desplaza a las horquillas, los

    hilos pares que estaban al fondo pasan a un primer plano, obtenindose la segunda calada (II)

    por donde pasa la trama.

    En Europa se us durante el neoltico, y se sigue usando en Noruega. Algunos autores

    opinan que es ms antiguo y posiblemente procede del Prximo Oriente.

    2 ALFARO GINER, C.

    7 Tejido y cestera en la Pennsula Ibrica. Madrid, Instituto Espaol de Prehistoria, CSIC. 1984

  • Evidencias del uso de este telar son las pesas encontradas en Anatola en el 6000 a.C., en

    Palestina en el 3000 a.C. y en los primeros asentamientos de Troya, alrededor del

    2500 a.C.

    Representaciones artsticas las encontramos en una urna pintada de Oedenburg,

    Hungra (S. IX a.C). Representaciones griegas donde Circe ofrece la porcin mgica a Ulises

    (S. IV-V a.C), de la misma forma lo vemos en el telar donde Penlope teja por el da y

    desteja durante la noche, para engaar a sus pretendientes.

    5.- TELAR DE PEDALES

    El telar de pedales incluye cualquier variedad que comprenda la elevacin de los hilos

    de urdimbre para abrir la calada y pasar la trama, siempre que se realice con los pies. El

    primer telar de pedales se piensa fue utilizado en China.

    Este telar, denominado Izaribata en Japn, consta de dos rodillos, uno para la urdimbre

    y otro para el tejido, que se ataba a la cintura. El telar dispona de un pedal, con el que se

    elevaba una serie de hilos para el tafetn, accionados por una varilla de lizos, la serie opuesta

    se produca con una varilla de separacin, disminuyendo la tensin de la urdimbre con el

    cuerpo.

    Probablemente este telar tenga mas de 4000 aos, pero los primeros vestigios son de la

    poca Yin, del 1500 a.C., donde los tejidos ya son muy elaborados.

    Posiblemente en Persia aprendieron el uso del telar de pedales a la vez que empezaron

    a tejer con seda. En el siglo IV d.C. los persas controlan la ruta de la seda y desarrollan su

    8

  • propia industria, se sustituye a China como suministrador de Occidente y ellos modifican el

    telar Chino, aumentando considerablemente el ancho del tejido.

    Los Sirios y Palestinos elaboran telares con tres lizos para sargas en lana en el S.III

    d.C. Cuando poseen la seda se enfrentan a densidades de urdimbre que no cuentan con telares

    adecuados para trabajar este material, la lana tiene una densidad de 15 a 20 hilos por cm.

    mientras que la seda alcanza los 150-160 hilos por cm.

    El telar se adapta para esta nueva fibra y es el telar medieval europeo el descendiente

    directo de los Sirios.

    En el S. XI d.C. comienza el desarrollo del telar de pedales en Europa, que convive

    con el telar de pesas. El nuevo telar es utilizado por los hombres que trabajan sentados.

    En Al-Andalus, una de las aportaciones ms importantes del textil musulmn fue la

    introduccin del telar horizontal con lizos y pedales, que permite datarlo entre los siglos IX-

    X. Segn Rosa Mara Mart i Ros3, posiblemente con el inicio de este tipo de telar se sustituye

    la fibra de lino en la urdimbre por seda, permitiendo un trabajo mas refinado. Los velos o

    cendales de esta poca se pudieron tejer en el telar de pedales.

    6.- TELAR INDIO O TELAR DE PEDALES

    El telar de fosa es el primer telar de pedales que se desarrolla en la India para la fibra

    de algodn, y casi no ha variado en 4000 aos.

    3 MARTIN I ROS, R.M.

    9 Tejidos. Artes Decorativas II. SUMMA ARTIS. Espasa Calpe, S.A. 1999

  • Comenz posiblemente con dos barras de bamb, una para la urdimbre y otra

    destinada al tejido confeccionado, y un par de varillas de lizos. stas se ataban a la rama de un

    rbol y eran accionadas por pedales que estaban debajo del telar, en un foso.

    Estos telares requeran mucho espacio, construyndose al aire libre y su labor se vea

    interrumpida con las inclemencias del tiempo.

    Se desarrolla otro tipo de telar donde la disposicin de la urdimbre es tubular,

    ocupando menos espacio, facilitando de este modo colocarse en un sitio cerrado.

    La limitacin de los telares hasta ahora mencionados era constituir tejidos figurados

    sin elevar las urdimbres de forma manual, como ocurra en los tapices, es por ello que la

    evolucin lgica fue desarrollar un telar donde el motivo decorativo se formase por un

    mecanismo que elevase individualmente, o en grupos, las urdimbres dedicadas al diseo, este

    proceso se realizaba por un ayudante o tirador o por el propio tejedor, denominndose

    TELAR DE TIRO

    El primer telar o precursor del telar de

    tiro fue el denominado DE VARILLAS.

    En este telar el fondo se realiza con

    lizos accionados por pedales, y el diseo

    mediante varillas que se introducen en la

    urdimbre, elevando nicamente aquellas que

    intervienen en la calada correspondiente.

    10

    La invencin de este telar se le atribuye

    a China en el siglo V a.C., seguido de Persia,

    Siria y Egipto, pero su utilizacin esta limitada al uso de 80-90 varillas, cuando hay tejidos

    figurados que requieren de 300 a 900 varillas.

    Los tejidos del periodo Han, con fondo en

    tafetn y diseo en sarga debieron estar realizados en

    un telar Izaribata con adiccin de varillas de diseo4.

    El telar de varillas se sigue utilizando en Indonesia y

    en Per.

    4 BECKER, J. Pattern and loom. Rhodos International Publishers. 1987

  • Con el fin de obtener la repeticin del motivo decorativo a lo largo del tejido de una

    forma sistematizada, surge el telar de VARILLAS DE LIZOS, donde unos bucles o lazos de

    cuerda sujetan las urdimbres necesarias para formar el diseo en una pasada de trama, estos

    bucles van unidos a una varilla.

    Este mtodo se utiliza en el periodo Han en aquellos tejidos donde el diseo vara a lo

    ancho del tejido, y posiblemente fue utilizado para los primeros damascos elaborados en Siria

    en el S.III a.C5. El inconveniente de este sistema se presenta en tejidos con gran densidad de

    urdimbre y elevado nmero de varillas de lizos, ya que es imposible mantener en orden todos

    estos bucles.

    El siguiente paso fue el TELAR DE LIZOS DE DISEO, que consiste en dos varillas

    provistas de mallas con un orificio en el centro. Las urdimbres se distribuyen, segn el motivo

    decorativo en grupos, y cada uno de ellos se pasa por un lizo de diseo, a continuacin se

    enhebran individualmente a travs de los lizos

    reservados para el fondo.

    11

    Los lizos de diseo son elevados por un

    ayudante o el propio tejedor mediante unos

    botones al final de cada cuerda de tiro. No se

    sabe cuando comenz el uso de estos telares,

    pero posiblemente los primeros tejidos

    de diseo de Oriente Prximo y la Persia

    Sasnida,

    fueron

    elaborados en telares con lizos de diseo6.

    Para tejidos con figuras muy elaboradas y de gran

    tamao, este telar ocupaba mucho espacio y era muy

    pesado sustituyndose por el TELAR DE CUERPO

    TANSVERSAL O SISTEMA SASNIDA, que consiste

    en un elevado nmero de cuerdas elsticas, transversales a

    la urdimbre. Cada cuerda elstica soporta un grupo de

    lazos que sujetan las urdimbres necesarias para cada

    calada. Una cuerda de tiro se sujeta en el centro de cada

    cuerda elstica y son transportadas a la parte superior del telar donde se atan. El ayudante se

    5 BECKER, J.

    Pattern and loom. Rhodos International Publishers. 1987 6 BECKER, J.

    Pattern and loom. Rhodos International Publishers. 1987

  • sita en la parte superior y tira de una de las cuerdas, elevando el grupo de urdimbres

    necesario para el diseo en esta pasada de trama, dejando la abertura o calada preparada para

    la trama, cuando se suelta la cuerda de tiro, vuelven a su posicin ya que estn provistas de

    pesos.

    En este telar se pudieron tejer los samitos descubiertos en Antine7

    , pero que tanto por el estilo del diseo, como por la ejecucin del trabajo, realizado en finas

    sedas, han sido catalogados de Persas Sasnidas.

    TELAR DE TIRO CHINO

    Todas las fuentes bibliogrficas describen el

    telar de TIRO CHINO a partir del S. XIII, pero

    posiblemente el mismo telar fue utilizado

    durante siglos.

    El fondo del tejido, al igual que en los

    otros telares se realiza por la accin del tejedor

    sobre los lizos con los pedales. Los lizos eran

    atados a unos arcos superiores que les obligaba,

    como muelles, a volver a su posicin inicial,

    cuando el tejedor soltaba el pedal.

    A continuacin los hilos de urdimbre se enhebraban en unas mallas que atravesaban

    una parrilla seleccionadora, donde se agrupaban en funcin del motivo decorativo, en una

    cuerda de tiro.

    En este telar de tiro Chino, el tejedor mediante los lizos accionados por pedales, forma

    el fondo, y a su vez el tirador, accionando las cuerdas de tiro, realiza la decoracin.

    El paso a travs de la parrilla seleccionadora simplifica el trabajo del tirador,

    agrupando todas las mallas que participan en la misma calada, en una cuerda de tiro.

    7 BECKER, J.

    12 Pattern and loom. Rhodos International Publishers. 1987

  • TELAR EUROPEO

    El telar de tiro comienza a utilizarse en

    Europa en el S. XII, aunque no se sabe mucho de l,

    se supone fue similar a su contemporneo Bizantino.

    En este tipo de telar, cada urdimbre que participa en

    el motivo decorativo, atraviesa individualmente una

    malla del cuerpo de tiro, y mediante unas cuerdas, se

    agrupan todas las urdimbres que participan en la

    misma pasada de trama, elevndolas con una cuerda de tiro.

    En el S. XV fue inventado el TELAR DE BOTONES O PEQUEO TELAR DE

    TIRO, donde de la misma forma las urdimbres pasan a travs de los lizos de diseo. Cada lizo

    que participa en la misma calada se conecta con una cuerda de tiro, y se eleva mediante un

    botn. Este sistema poda ser accionado por el tejedor siguiendo una secuencia

    predeterminada.

    En el siglo XVII, Claude Daugon desarrolla un nuevo telar, donde el fondo es

    realizado por los lizos accionados por

    pedales y cada urdimbre que participa en

    el diseo es enhebrada

    independientemente en una malla, Todas

    las mallas que realizan la misma funcin

    en el diseo del dibujo, se agrupan,

    despus de pasar un peine separador, en

    una cuerda de tiro. Esta cuerda atraviesa

    un marco inclinado y son transportadas

    verticalmente al suelo, donde, mediante unos lazos son accionadas cuando el diseo lo

    requiere.

    Diferentes sistemas fueron inventados durante el S. XVIII, sin llegar a tener aceptacin por la

    hostilidad de los tejedores hasta que e 1804, Joseph Mara Jacquard incluy un sistema en la

    parte superior del telar, que de forma mecanizada, realizaba los diseos del tejido.

    13

  • Los lizos y pedales destinado al fondo desaparecen, y se incluyen con la decoracin,

    accionados por un solo pedal.

    El sistema consista en un cilindro que contena

    tarjetas o cartones perforados de acuerdo con el diseo

    deseado.

    Cuando el tejedor accionaba el pedal, el

    cilindro giraba y una serie de agujas eran desplazadas

    en aquellos lugares donde la tarjeta estaba perforada,

    elevando a su vez las correspondientes urdimbres. Un

    nuevo movimiento del pedal gira el cilindro un cuarto de vuelta, presentando una nueva

    tarjeta, que corresponde a la siguiente calada del diseo. En 1.812 funcionaban de este modo

    18.000 telares en Lyon.

    14

  • 15

    Bibliografa

    - BENNSON, A.

    1995 Looms and weaving. Princes Risborough Shire Publications.

    - FREDERIKSEN, N.

    1986 Manual de tejedura. Barcelona: Ediciones Serval.

    - ENDREI, W.

    1968 Levolution des techniques du filage et du tissage, du Moyen Age la revolution

    industrielle. Paris-La Haye : Mouton & Co.

    Agradecimientos M Luisa Morato Garca

  • 16

    TEJIDOS Y FIBRAS POPULARES M Pa Timn Tiemblo Etnloga IPHE INTRODUCCIN Importancia Social. Las actividades textiles en las sociedades rurales preindustriales fueron

    de una gran importancia social y econmica hasta los aos 70. Prueba de ello es la cantidad de

    topnimos alusivos a las fibras que permanecen como linares, caamares etc. Incluso estas

    actividades invaden el campo ideolgico quedando reflejadas en multitud de manifestaciones

    populares como por ejemplo en la literatura oral.

    El proceso de cambio en la sociedad espaola a partir de los aos 50 supuso una

    decadencia y retroceso en el desarrollo de las actividades textiles tradicionales. Uno de los

    factores de mayor incidencia fue la competencia de las nuevas fibras como el algodn y las

    denominadas artificiales y sintticas, frente a las tradicionales como el lino, lana y seda. El

    algodn supone el punto de partida de la revolucin industrial y compite fuertemente con el

    lino. La lana se sustituye por las fibras sintticas y artificiales que adquieren gran desarrollo

    en la dcada de los aos 50 y la seda sufre primeramente la competencia de las sedas

    japonesas y posteriormente se ver afectada con la presencia del rayn.

    Este proceso no puede analizarse de una manera aislada, sino que va unido al cambio

    socioeconmico que se genera en la dcada de los aos 60 y 70. El fenmeno de la

    emigracin con el xodo de las reas rurales a las urbanas, la prdida de funcin de

    determinadas prendas puesto que se abandonan muchas de las actividades agrcolas y

    ganaderas, la influencia de los medios de comunicacin con la consiguiente homogenizacin

    de productos, sern algunos de los factores que tienen que ver con este retroceso. En el trabajo

    de campo que realic en la dcada de los aos 80 en Extremadura, pudimos comprobar que

    muchos de los telares que se mantenan en activo lo hacan gracias al uso de determinadas

    prendas de carcter ritual que eran imprescindibles para la comunidad y que la industria no las

    contemplaba. Las polleras y mantas para enjaezar los caballos eran muchos de los artculos

    que permitan mantener en pi estos centros productores. Estos constituan el secular carcter

    repetitivo de la produccin que condiciona no solamente la forma sino la decoracin, los

    cuales definen lo tradicional y caracterstico con lo que se identifica la comunidad.

  • Simbolismo femenino. Histricamente las actividades textiles se asocian principalmente con la

    mujer. Atenea es la diosa inventora de la rueca, el telar, el teido etc. Incluso a Hrcules,

    smbolo de la fuerza y la virilidad, para ridiculizarlo se le presenta hilando en un mosaico de

    Liria (Valencia). En el mundo Ibrico aparecen lugares sagrados de tipo votivo como el del

    Amarejo (Albacete), de carcter femenino, con ofrendas relacionada con las actividades

    textiles: agujas, pesas de telar, fusayolas, etc. Seran muchas las referencias de tipo femenino

    que podramos incluir a travs de la historia pero huelga decir que estas actividades se siguen

    desarrollando en su mayora por el sexo femenino. El refrn de Toma casa con hogar y mujer

    que sepa hilarobedeca a un consejo propio de las sociedades rurales preindustriales donde

    socialmente se valoraba mucho el que la mujer supiera hilar. En nuestro trabajo de campo

    realizado en Extremadura recogimos cuentos de marcado carcter moralizante, relacionados

    con este hecho. No slo la mujer deba saber hilar sino producir un volumen de hilaza

    determinado, incluso en algunos de los cuentos el marido se permite llevar a cabo una afrenta

    pblica a su mujer, en la plaza del pueblo, por no trabajar lo suficiente.

    Todas estas actividades son tan

    vinculantes socialmente a la mujer que no nos

    puede sorprender que determinados

    instrumentos se asocien directamente a ella.

    La rueca adquiere un simbolismo femenino

    por antonomasia con cualidades de proteger y

    defender a la mujer. Son muchos los romances

    y otras manifestaciones populares analizadas

    donde est presente este carcter. Por otro

    lado adquiri en las sociedades preindustriales

    un smbolo de compromiso, recogimos

    numerosas muestras de ruecas que haban sido

    regaladas por el novio a la novia con las

    iniciales de ambos talladas en el rocadero de

    la rueca en seal de compromiso.

    Lugares de transmisin de conocimientos. Muchas de las actividades textiles se realizaban en

    grupos existiendo una cooperacin de los vecinos de la comunidad. Esta cooperacin formaba

    17

  • 18

    parte de los ritos de interrelacin que se desarrollaban en estas sociedades preindustriales. Los

    lugares de hilado, como losfilandones en Asturias, los fiadeiros en Galicia etc., donde se

    reunan para realizar los procesos de hilado, eran sitios que adems del trabajo servan como

    lugares de transmisin, creacin y readaptacin de manifestaciones populares. Aqu se

    transmitan y se inventaban refranes, proverbios, dichos, adivinanzas, dictados tpicos,

    romances, cuentos y chascarrillos, coplillas, canciones, juegos etc.

    Significado ritual. El proceso de transformacin de la fibra abarcaba todo el ciclo anual. Este

    periodo se encontraba perfectamente estructurado y segmentado comprendiendo labores

    concretas que caracterizaban cada estacin o ciclo. Para algunos autores determinadas

    tcnicas poseen un campo semntica de violencia, desmembramiento, purificacin y

    regeneracin de la fibra. Segn Gaignebet podan compararse con los ritos y elementos

    caractersticos del Carnaval que coincidiran segn la tesis de Caro Baroja con el periodo

    carnavalesco comprendido de Diciembre a Febrero.

    CLASIFICACIN DE LAS FIBRAS TRADICIONALES Fibras textiles de procedencia vegetal Lino Camo Tallo Yute Algodn Semilla Celulsicas Pita Esparto Hoja Fibras textiles de procedencia animal Naturales

    Lana Oveja y carnero Seda natural Gusano de seda Protenicas Pelo de camello Canarias Fibras textiles de procedencia mineral Hilos de oro y plata. Metlicas Fibras sintticas y artificiales

    Leacril, Nylon, Orln, Rayn (seda artificial)... Artificiales

  • 19

    TCNICAS E INSTRUMENTOS EMPLEADOS EN LA OBTENCIN DE LAS FIBRAS TRADICIONALES Limpieza y refinado del lino y camo

    Desgrane. *Ripo. *Mazas Enriado, empozado o cocido Secado Machado. Agramado.*Machas o *mazas. *Agramaderas Espadado. *Gramil o *gramejn y *espadilla Rastrillado y enristrado. *Rastrillos

    Limpieza y refinado de la lana

    Seleccin por categoras Desmotado Lavado Escarmenado o estirado Cardado. *Cardas Peinado. *Peines

    Tcnicas de obtencin de la seda

    Seleccin de capullos Ahogado y cocido

    Hilado Torcido *Torno Agrupado de hebras

    Hilado y arrollado de las fibras

    Hilado. *Rueca y *huso. *Torno de hilar Torcido. *Torcedor Aspado o elaboracin de madejas. *Aspador. *Madejador o *sarillo Cocido, blanqueado y desengrasado de madejas Devanado y ovillado. *Devanadera o *argadillo

    * Instrumentos empleados.

  • 0--------------------------------------------35 cm

    0-------------------------------------------------30 Cm

    20

  • PROCESO DE TEJEDURA Telar popular de bajo lizo

    Piezas fijas: mesas, enjulios, sedera o asiento, palos de suspensin, canal, campanario,

    primideras o pedales.(Ver lm 1.)

    Piezas mviles: peine, lizos, guiahilos,pesas de telar, lanzadera, caa o enrollatela, templn.(Ver lm 1.) Urdimbre. Tcnicas e instrumentos empleados en la formacin de la urdimbre

    21

  • URDIMBRE

    TRAMA

    Proceso del urdido: A) Casillar

    B) Espadilla C) Urdidor

    .

    Fibra anudada en cadenas para que no se enrede

    .

    Urdidor de pared

    22

  • .

    Colocacin de la urdimbre en el telar.X. Rastrillo

    Urdido (mesa de *urdir, *espadilla o *guiadera, *urdidor y *rastrillo) (Ver Lm 2.) Trenzado Enrollado Remetido por lizos Remetido por peines Anudado y tensado

    Trama. Instrumentos empleados en la formacin de la canilla para la trama

    *Canilleros o tornos de hacer canillas . Con manivela y correa de transmisin . Con arco manual transmisor . Directamente con la mano

    *Portacanillas *Lanzadera

    Funcionamiento del telar de bajo lizo CLASIFICACIN DE LOS TEJIDOS POPULARES

    A) En funcin de los ligamentos Puntos sencillos o planos (ligamentos de tafetn). Es uno de los ligamentos ms comunes y

    sencillos. Se caracteriza porque los hilos de la urdimbre y trama se cruzan continuamente, es

    decir los impares se encuentran debajo de una trama y los pares de la otra. Tienen estos

    tejidos dos caras iguales sin derecho ni revs, determinando una superficie lisa sin realces ni

    labrados. Para esta tcnica se emplean slo dos cuadros de lizos, aunque en algunos telares

    23

  • observamos que se repartan los hilos entre cuatro cuadros, pisando alternativamente las

    primideras.

    Puntos de cordoncillo (Ligamento de sarga). Aqu los puntos de ligadura o cruces se trasladan

    un espacio hacia un lado por cada pasada de trama y de esta manera se consiguen lneas

    diagonales. Lo comn es que estos puntos se muevan hacia la derecha y el revs del tejido, y

    presenten una diagonal de izquierda. El nmero de lizos es de tres como mnimo. Existen

    muchos tipos de sarga mencionaremos una conocida popularmente como la de Espiga o

    Espiguilla. Es stas las diagonales van alternativamente hacia la derecha y la izquierda,

    formando un dibujo de sube y baja en el tejido. Las lneas quebradas se forman con un

    pedaleo de orden en punta. Fue muy empleada esta tcnica para la realizacin de mantas y

    alforjas. Otro tipo de sarga es la de Losanges denominada popularmente de Limones,

    Ojetes Callos etc. Se obtiene cuando el remetido como el pedaleo son de orden en punta

    conformando realces o dibujos a modo de rombos o celdillas.o

    Adamascados. Se fabrican a la manera de Damasco y sus dibujos geomtricos de consiguen al

    combinar un ligamento de efecto por urdimbre con el mismo ligamento de efecto por trama.

    Se han trabajado mucho los construidos en base a tafetn con cuatro lizos. El labrado se forma

    por los tramos largos de la trama que se encuentran alternativamente en el derecho y el revs

    del tejido. Se mueven en torno a motivos geomtricos a base de rombos, cuadros y barras. En

    algunas localidades espaolas como por ejemplo de Extremadura se le conoce como tejido de

    Encajes y Cintas , Juego de Damas etc. 24

  • Puntos de repaso o de medina (camino de rosa). Ninette Frederiksen denomina esta tcnica

    como Camino de Rosa. Da lugar a mltiples dibujos ya que permite muchas variaciones de

    ligamentos se sargas y tafetanes. Generalmente el motivo es un ligamento de sarga cuyo

    remetido est ordenado en grupos en forma de V, con un hilo entre cada grupo situado en el

    ltimo lizo. En los ltimos telares de bajo lizo que se llevaba a cabo esta tcnica se realizaba

    la urdimbre de algodn y la trama de lana. Los motivos labrados que se conformaban eran de

    gran colorido y se disponan en franjas en alternancia con otras lisas. Por ello el efecto del

    tejido era listado, de fondo oscuro sobre los que resaltan las bandas labradas con minuciosos

    motivos geomtricos. Estos tejidos se aplicaron principalmente en mantas, alforjas, refajos y

    faltriqueras. Existen variantes de esta tcnica denominada con diferentes trminos de Pipa y

    rueda de Dos corros. Tcnicamente es igual a la de Repaso o Medina pero se juega con

    tramas de diferente grosor. Se introducen stas a mano, o con la aguja de caa en donde va

    enrollada la lana de uno o ms cabos. A continuacin se pasan una o varias pasadas de

    algodn ms fino con la lanzadera. La combinacin de estas dos fibras determina una textura

    de realces que juegan con los ligamentos, conformando motivos geomtricos de rombos y

    losanges que tanto inscritos como en cadena determinan un marcado Horror vacui. Estos

    tejidos se han empleado en Extremadura como colchas-cobertores, fundas de bancos y

    escaos etc.

    25

  • 26

    Cuadros, ladrillos o cintun de monje (dibujo brochado)

    Es una tcnica de dibujo brochado similar al Cinturn de monje descrito por Ninette

    Frederikse. Se obtiene por un remetido e que los hilos de urdimbre estn ordenados en grupos

    de tal manera que la trama pasa por arriba y por debajo del tejido.

    El tejido se realiza con dos pedales para pasadas del dibujo y dos para el fondo del tafetn. Al

    repetir las pasadas del dibujo utilizando el mismo pedal se construyen unas columnas. El

    remetido se ordena en dos grupos iguales situados en los lizos de forma que se construye el

    mismo cuadro o ladrillo en positivo y negativo.

    La urdimbre es de lino o algodn en la actualidad. La trama se realiza con una pasada de lana

    que es la que se mueve por encima y por debajo de los hilos de urdimbre, y la segunda de hilo

    ms fino de algodn, que liga con cada uno de los hilos de urdimbre.

    Esta tcnica es muy apropiada para mantas y colchas y tiene una larga tradicin en la

    provincia.

    De canutillo o talaverano

    Es bastante similar a la tcnica denominada dukagang. Son tejidos cuya textura aparenta

    estar bordada en macizados acanalados, iguales de largos, ligados siempre con los mismos

    hilos de urdimbre a intervalos regulares. La trama de fondo en lino o algodn, liga con cada

    uno de los hilos de la urdimbre. Esto da lugar a un dibujo acanalado que a modo de pana o

    canutillo, va en sentido de urdimbre que es la caracterstica principal de estos tejidos.

    Los canutillos pueden realizarse con diferentes remetidos, pudiendo pasar la trama por encima

    de cuatro o seis hilos y por debajo de dos de la urdimbre. Las pasadas se hacen, normalmente

    a mano, sin lanzadera.

    Configuran motivos florales y vegetales de variado colorido, sobre un solo color de fondo,

    igualmente acanalado.

    Se emplean como cobertores y alfombras.

    Deshilados o a hilos contados

    Muy caracterstica y particular de la regin. En la provincia de Badajoz se la conoce con el

    nombre de labor a mano. Se realiza con la tcnica lisa o de tafetn emplendose

    primideras y cuadros de lizos.

    Por las caractersticas del tisaje podra ser tambin una tcnica de brochado, aunque no ofrece

    tramas complementarias.

  • Configura sta, motivos florales, vegetales y zoomorfos de variado y fuerte colorido. Se

    consigue introduciendo el hilo de trama a mano con el color deseado all donde el motivo lo

    requiera. Este se deja colgando detrs de la tela, para utilizarle en la prxima pasada.

    Seguidamente, pasado el dibujo, se emplea la hebra de color de base. Al llegar de nuevo al

    tramo donde se encuentra el motivo se contina con el hilo de la vez anterior si el dibujo lo

    exige, y si no, habr que cambiar de hebra para aplicar el tono deseado en el diseo.

    Se aplica fundamentalmente para refajos y mantas de caballo.

    Confite o caracolillo.

    Segn la informacin, requera este tejido en su tcnica la colaboracin de dos lanzaderas, una

    con hilo fino y la otra con grueso. Con el primero se realizan de cuatro a seis pasadas

    seguidas, haciendo ligamentos de tafetn. Despus se intercala a continuacin la segunda

    lanzadera con fibras ms gruesas, normalmente de varios hilos de lino o lana, que se disponen

    de trecho en trecho, sacados con un gancho en forma de presilla. Estas se retuercen

    consiguiendo pequeos nudos o confites abultados. Con ellos se realizan los dibujos que

    requera el diseo, que solan ser geomtricos, florales, y figurados.

    En la actualidad, ninguna tejedora emplea esta tcnica, pero tenemos numerosas

    muestras de gran valor expuestas en el Museo de Cceres.

    Red de Valdeverdeja o calado

    La lanzadera en esta tcnica avanza varios tramos, y

    llegando al punto donde por exigirlo el diseo

    requiere un calado, vuelve atrs, abriendo un hueco

    entre los hilos de urdimbre. Reptese este

    movimiento en cortas distancias, y cuando quiere

    seguir por un trecho ms largo, salva el hueco en

    sentido diagonal, hasta la misma trama donde

    empez. Con este sistema se logran los vacos o

    calados que sern los que conformarn el dibujo.

    En la actualidad ha desaparecido, no quedando

    siguiera en el recuerdo de las tejedoras. Debi ser

    quizs una tcnica poco generalizada a nivel popular,

    quedando circunscrita a personas especializadas, o

    bien que no se conociera y los tejidos procedieran de

    27

  • 28

    otro lugar. De todos modos son muchas las prendas caladas que se encuentran en el Museo

    de Cceres, por lo que no es de extraar que, adems de ser una tcnica caracterstica de

    Toledo tambin se utilizara en algunos lugares de Extremadura.

    Est realizada en lino, tanto la trama como la urdimbre, y se emple para delanteros de cama

    y paos de altares.

    B) En funcin de las fibras

    - Lino en la urdimbre y en la trama (lienzos finos y ordinarios) Ropa de cuerpo

    Ropa de cama Ropa de mesa Paos rituales etc. Prendas de trabajo (sacas, talegas...)

    - Lana en la urdimbre y en la trama (paos, paetes, bayetas, jergas, estameas y tejidos de lana ordinario) Con la misma fibra en urdimbre y trama Indumentaria

    Prendas de abrigo Sayales de clrigo Cobertores, alforjas Mantas de cama y pastor

    - Seda en la urdimbre y en la trama

    Prendas de indumentaria Pauelos Cintas Sgueme pollo

    - Lino en la urdimbre y lana en la trama

    (paolinos y otros paos ordinarios) Refajos, mantas, alforjas, colchas, sacas, talegos...

    - Algodn en la urdimbre y lana en la trama

    (el algodn sustituy a las fibras de lino y camo) Refajos, mantas, alforjas, colchas, sacas, talegos...

    Con distinta fibra en urdimbre y trama - Algodn en la urdimbre y tiras de trapos en la trama (retaleras, traperas, pingueras, jarapas,manturras o farrapeiras)

    Fundas de somieres y de coches Alfombras, colchas etc.

    - Algodn en la urdimbre, lana en la trama y algodn en la entretrama

    (tejidos decorativos con tcnicas de dibujo brochado y otras) Mantas, colchas cojines, alfombras.

  • 29

    APROXIMACIN A LOS TINTES HISTRICOS: DOCUMENTACIN SOBRE EL COLOR EN LOS TEJIDOS ANTIGUOS

    Ana Roquero Investigadora en materias tintreas

    Los tintes se han inventado para engalanar y divertir la vista, como as mismo para

    distinguir con ellos las clases de objetos por sus divisas: alegran al mismo tiempo y dan

    tonacin a los sentidos, ya por la alegra que causan los encarnados como por la tristeza que

    ocasiona el negro... .

    Ramn Igual, Maestro Tintorero espaol del siglo XVIII

    Tras el tono potico con que se expresa el Maestro Ramn Igual subyacen cinco mil

    aos de experimentacin emprica y cientfica, de grandes xitos para algunos y de esclavitud

    en las pilas de teido para muchos ms, de engrandecimiento para las regiones

    manufactureras, y de no pocos contenciosos por el control de las materias primas y los

    secretos tcnicos. Y junto a los aspectos materiales, un universo de significados. Una historia

    complejsima, la de la tintorera, al servicio del placer esttico que proporciona vestir de color.

    Como es sabido, la tintorera desde sus remotos orgenes hasta mediado el siglo XIX

    se abasteci de materias colorantes de origen orgnico. Un colorante orgnico es, en trminos

    biolgicos, aquel que se sintetiza y acumula en las clulas de plantas o animales. El

    descubrimiento en 1856 del primer tinte sinttico marca la frontera entre las dos grandes

    etapas histricas de esta tecnologa. Aunque los tintes sintticos ya deben ser tenidos en

    cuenta por los conservadores y restauradores de tejidos, todava es prioritario profundizar en

    el conocimiento de los tintes antiguos. Es inmenso el volumen y la categora de las telas

    histricas y arqueolgicas pendientes de documentacin al respecto. Si bien los avances, tanto

    en la investigacin histrica como en la identificacin qumica de los colorantes han sido

    significativos en los ltimos cincuenta aos, en nuestro pas falta la figura del conservador

    especialista en esta materia. En este artculo se ofrecen a este hipottico futuro profesional

    unas pautas esquemticas sobre cuales deberan ser sus conocimientos a la hora de

    documentar el color de un tejido. La sucinta informacin que sobre el color y las materias

    colorantes de una pieza textil habr de figurar en la ficha correspondiente debe proceder de un

    conocimiento del tema en toda su extensin. Aunque el anlisis cromatogrfico es definitivo

    para identificar un pigmento, ste no es sino el ltimo paso de una serie de supuestos

    establecidos previamente por el conservador. As mismo, una vez obtenidos los resultados del

  • 30

    anlisis qumico es preciso saber interpretarlos. Conocer el principio colorante mediante

    anlisis no siempre significa conocer el origen del tinte puesto que, en ocasiones, un mismo

    pigmento puede estar presente en diferentes materias primas. Es por tanto de gran ayuda saber

    situarlo en su contexto histrico, geogrfico y temporal. A la inversa, la presencia de un

    determinado pigmento en una pieza textil sobre cuyo origen existen dudas puede ayudar a

    documentarla.

  • ASPECTOS CIENTFICOS Y HUMANSTICOS RELACIONADOS CON LA TINTORERA ECOLOGA Relacin del hombre con el medio fsico: mantenimiento de los recursos y control de la contaminacin. CIENCIA Y TCNOLOGA

    HUMANIDADES

    Botnica

    Plantas tintreas

    Antropologa

    Evolucin tecnolgica Mitologa Religin

    Zoologa Insectos y moluscos productores de tintes

    Agricultura y domesticacin

    Plantas e insectos Psicologa y Semntica Cdigos de color El color en la indumentaria

    Fsica y Qumica

    Naturaleza y percepcin del color: ondas luminosas retina Procesos de teido

    Lingstica

    Etimologa de la nomenclatura de los colores

    Leyes suntuarias Sociologa Legislacin

    Ordenanzas gremialesAprendizaje del oficio

    Exploraciones geogrficas

    Acciones de conquista

    Historia poltica y econmica Produccin y comercio

    Desarrollo urbanstico y arquitectura

    Arqueologa

    Tejidos Instalaciones; depsitos de materias primas

    mentos escritos Docu

    31

  • 32

    MATERIAS PRIMAS: botnica, zoologa, agricultura y domesticacin

    Como puede verse el cuadro anterior, todos los aspectos que se yuxtaponen en la

    historia de la tintorera se hallan encabezados por el factor ecolgico. Los primitivos

    tintoreros tuvieron necesariamente que crear un sistema de sustento equilibrado con el medio

    fsico para abastecerse regularmente de materias primas sin agotar las reservas. Ello implicaba

    conocimientos de botnica y zoologa, y una atenta observacin de los ciclos vitales de las

    plantas, insectos, y moluscos que se revelaron tiles para teir. Puesto que la utilizacin de

    especies silvestres limitaba la actividad del teido a los ciclos biolgicos de stas, pronto se

    idearon recursos para ampliar esta posibilidad. La simple deshidratacin, ya era una prctica

    que permita el almacenaje. Este sistema est documentado, entre otras, en las culturas

    prehispnicas, mesoamericanas y andinas, donde los tintes formaban parte del patrimonio que

    atesoraban los gobernantes en los depsitos reales. A este procedimiento, relativamente

    sencillo, siguieron otros medios ms complejos de conservacin, como la extraccin del

    colorante de la parte vegetal, voluminosa y perecedera, para obtener un producto concentrado,

    slido e imputrescible, fcil de guardar y de transportar a efectos comerciales. El ail asitico

    (Indigofera tinctoria), es el mejor ejemplo de este sistema. Por otra parte, el gran avance

    productivo se produce en la etapa agrcola, cuando se comienza a cultivar especies de gran

    rendimiento como la granza (Rubia tinctorum), la gualda (Reseda luteola), la hierba pastel

    (Isatis tinctoria), o el ail (Indigofera spp). En cuanto a la domesticacin de insectos, el nico

    logro se atribuye a los indios zapotecos del altiplano mexicano en poca prehispnica. Ellos

    consiguieron hacer evolucionar una especie de cochinilla silvestre (Dactylopius sp.), pequea,

    y cubierta de un algodn pegajoso que hace muy difcil su recoleccin, hasta desarrollar un

    insecto (Dactylopius coccus), robusto, fcil de recolectar, capaz de proporcionar varias

    cosechas consecutivas, y de duracin indefinida una vez deshidratado.

    ECONOMIA, POLITICA Y DESARROLLO URBANISTICO

    El aumento de la produccin fue, obviamente, un factor determinante en el desarrollo

    del comercio de tintes. Existen en Europa indicios de actividad comercial desde la Edad del

    Bronce, perodo en el que plantas de origen mediterrneo, como la rubia, fueron aclimatadas

    por el hombre o transportadas hasta puntos tan lejanos como Noruega. Ya en poca romana, la

    industria textil, incluida la tintorera, era el ms poderoso motor econmico y social del

    continente. La huella material de ese podero an se puede reconocer en las rutas del comercio

    medieval, en las inmensas plazas como la de Arrs en Francia, o la de Medina del Campo en

    Espaa, donde se daban cita durante las ferias los asentistas de rubia, pastel y otras materias

  • 33

    tintreas. Incluso en los muros de la catedral gtica de Amiens, se encuentran representados

    los vendedores de oro azulcomo era conocido el pastel. Los palacios renacentistas de los

    negociantes en lanas de Florencia, las mansiones y construcciones pblicas monumentales

    promovidas por los comerciantes de cochinilla americana como los Fugger de Hamburgo, o

    Simn Ruiz de Medina del Campo, as como los fastuosos hoteles de los llamados

    prncipes del pastel (Asszat, Juan Bernuy, entre otros), en la ciudad de Toulouse en

    Francia, son el exponente de una actividad financiera centrada en la manufactura textil. Junto

    a ello, encontramos la huella, ms modesta, de la actividad artesana del oficio en el nombre de

    las incontables calles y plazas de toda Europa donde se indica el emplazamiento de las

    antiguas tintoreras.

    El incesante aumento de la produccin exiga la bsqueda de nuevas fuentes de

    materias tintreas, y fue esa necesidad la que impuls en muchos casos las exploraciones y

    acciones de conquista emprendidas en el Renacimiento. Cuando el caballero francs Juan de

    Bethancourt obtiene de Enrique III de Castilla, en 1412, el privilegio de conquistar las Islas

    Canarias, el inters que le guiaba no era otro que explotar la orchilla (Roccella spp.), el liquen

    de tinte prpura que crece en los acantilados canarios. Y nada refleja mejor la preocupacin

    por el abastecimiento de tintes que una de las primeras frases de Coln al pisar el Nuevo

    Mundo: creo que a... muchas yervas y muchos rboles que valen mucho en Espaa para

    tinturas... mas yo no las cognozco, de que llevo grande pena...8 . Imponentes fortificaciones

    en los puertos del Caribe, destinadas a defender de la piratera britnica los cargamentos de

    cochinilla y palos de tinte en la flota espaola, dan testimonio de hasta que punto eran

    codiciadas las materias tintreas.

    REPERTORIO DE MATERIAS TINTOREAS

    Para el conservador de textiles, conocer las materias tintreas que probablemente va

    encontrar en tejidos cultos europeos es relativamente fcil. Desde la Antigedad clsica hasta

    el descubrimiento de Amrica, y desde esa fecha hasta el siglo XIX, el repertorio de materias

    primas es limitado y est prcticamente documentado en su totalidad. Se dispone de

    informacin al respecto desde los textos greco latinos, hasta los tratados europeos del siglo

    XVIII sobre el Arte de la tintura, as como en manuales del siglo XIX, e incluso en

    recetarios industriales del primer tercio del siglo XX. Los cuadros que siguen, muestran las

    materias tintreas empleadas en la Antigedad, y la relacin de tintes, clasificados

    8 Coln, Cristbal: Textos y documentos completos, Alianza Editorial, Madrid 1982, p. 40.

  • oficialmente por categoras, empleados en Francia a finales del siglo XVII. Clasificacin que

    adopta el resto de pases europeos. En los periodos intermedios, que no tienen cabida en este

    artculo, se perdieron algunos tintes y se incorporaron otros, sin embargo los cambios ms

    significativos en la tintorera de Occidente, la prdida definitiva de la prpura en Occidente en

    el siglo XV, y la introduccin de los tintes indianos procedentes del Nuevo Mundo a partir del

    siglo XVI, se ven reflejados en estos dos ejemplos.

    Tintorero flamenco. Gabinete de Estampas de la Biblioteca Albert I, Bruselas.

    34

  • PRINCIPALES TINTES CONOCIDOS EN LA ANTIGEDAD CLSICA Agallas de roble protuberancia patolgica producida en el roble (Quercus spp.) por el insecto Cynips tinctoria Ail (de procedencia asitica) (Indigofera tinctoria) Azafrn (Crocus sativus) Granada (Punica granatum) Granza o rubia (Rubia tinctorum) Gualda (Reseda luteola) Kermes (Kermes vermilio) Laca (en telas de procedencia asitica) (Kerria lacca) Mirtilo (Vaccinium myrtillus) Nogal (Juglans regia) Orcaneta (Alkanna tinctoria) Orchilla (Roccella tinctoria) Pastel (Isatis tinctoria) Prpura (Bolinus brandaris / Hexaplex trunculus / Thais haemastoma) Terra merita (Curcuma longa)

    A

    na R

    oque

    ro

    35

  • CLASIFICACIN DE LOS TINTES EN EL S. XVII Segn la: Instruccin General para la tintura de lanas de todos los colores, y para el cultivo de las drogas o ingredientes que se emplean Juan Bautista Colbert, Controlador General de Finanzas de Luis XIV Francia, 1671 Colorantes del tinte mayor o bueno Agallas de roble - protuberancia patolgica producida en el roble (Quercus spp.) por insectos del gnero Cynips Ail (procedencia asitica y americana) - Indigofera tinctoria e I. spp. Grana cochinilla - Dactylopius coccus Grana kermes - Kermes vermilio Granza o rubia - Rubia tinctorum Gualda - Reseda luteola Hierba pastel - Isatis tinctoria Nogal - Juglans regia Zumaque - Rhus coriaria Colorantes del tinte menor o falso Achiote - Bixa orellana Alazor - Carthamus tinctorius Albrchigo - Malum persicum Almendro - Prunus amygdalum Brasil - Haematoxylon brasiliensis, Caesalpinia echinata., y otras Fresno - Fraxinus excelsior Fustete - Cotinus coggygria Genista - Genista tinctoria Grana de Avion - Rhamnus tinctoria Granado - Punica granatum Orchilla - Roccella tinctoria Palo amarillo - Morus tinctoria Palo de Campeche - Haematoxylon campechianum Peral - Pyrus communis Romaza - Rumex spp. Sndalo rojo - Pterocarpus santalinus Tierra merita o crcuma - Curcuma longa Torvisco - Daphne gnidium

    A

    na R

    oque

    ro

    Tintes del Nuevo Mundo

    36

  • 37

    ETNOGRAFIA - Indumentaria popular y tejidos de otras culturas

    Si bien en la tintorera occidental que podramos llamar oficial el repertorio de tintes

    es bien conocido, no siempre es as cuando se trata de tejidos populares. Otro tanto ocurre con

    los textiles de otras culturas, bien sean populares, histricos o arqueolgicos. Es preciso

    entonces recurrir a la investigacin etnogrfica, y en particular a la etnobotnica, como va de

    identificacin de las materias primas. Todava esta disciplina, aunque por poco tiempo dado el

    vertiginoso ritmo de desaparicin de las prcticas tradicionales, es una inapreciable fuente de

    datos.

    QUIMICA Y TECNOLOGIA Mito y poder

    En la tradicin oral de muchos pueblos del mundo se conservan leyendas acerca de los

    orgenes mticos de los diferentes tintes y de la forma en que los hombres aprendieron de los

    dioses el arte de usarlos. Algunos procesos de teido resultan tan sorprendentes para quien los

    observa por primera vez que no fue difcil presentarlos como algo mgico. La mitologa

    cumpli la funcin de elevar estos conocimientos empricos por encima de la capacidad de

    control del hombre comn, y el acto de teir estuvo, (y an lo est en algunos lugares del

    planeta), rodeado de tabes y prohibiciones dirigidos en parte a fomentar el uso correcto de

    los colorantes, y en parte a propiciar su monopolio. Poseer un secreto tecnolgico era en una

    sociedad primitiva, al igual que en la actual, una forma de poder.

    En la Europa medieval, los tintoreros flamencos contemplaban tres especialidades que

    correspondan a los tres procedimientos bsicos y universales de teido. Esta distincin se

    basaba en el comportamiento qumico de cada grupo de colorantes:

    Teinturiers de bouillon (tintoreros que hervan los tintes)

    Especialistas en el procedimiento de mordentado (tratamiento previo de las fibras con sales

    metlicas, cidos orgnicos, etc. para facilitar la fijacin del tinte), que trabajaban con tintes

    anaranjados, amarillos, violeta, y rojo, (carotenoides, flavonoides, antocianos y quinonas).

    Teinturiers de wouede (tintoreros que trabajaban con la hierba pastel) Especialistas en procedimientos de fermentacin capaces de provocar la reduccin del bao

    de tinte, requisito imprescindible con los tintes azules del grupo de los indigoides.

    Teinturiers d'escorche (tintoreros que utilizaban cortezas de rbol ricas en tanino) Especialistas en el procedimiento de combinar taninos con sales de hierro para la obtencin de

    tonos pardos y negro.

  • 38

    La comprensin de los procesos misteriosos de la tintorera, slo se haba intentado

    en Occidente a travs de la alquimia. Es en el siglo XVIII, con el racionalismo ilustrado

    europeo, cuando se produce el primer cambi cualitativo en este sentido. Desde la recin

    creada ciencia qumica se comienzan a estudiar las modificaciones mecnicas y reacciones

    qumicas que se producen al teir. Todava estaban muy lejos los entonces llamados

    qumicos-coloristas de conocer los fundamentos cientficos de los procesos de teido tal como

    se han llegado a establecer en el siglo XX, pero fue en aquel momento cuando el arte de la

    tintorera sali definitivamente del universo mgico. Lo que no pudo cambiar la ciencia, a

    pesar de los nuevos ideales ilustrados de divulgacin y democratizacin del conocimiento, fue

    la idea de que el secreto tecnolgico no deba en ningn caso caer en manos de la

    competencia: el mito y el tab como sistema de control cedieron el paso al espionaje

    industrial.

    ETNOGRAFIA Y QUIMICA

    Al igual que se mencionaba ms arriba la investigacin etnogrfica como excelente

    fuente de informacin sobre las materias tintreas, esta disciplina es doblemente vlida a la

    hora de documentar los procedimientos de teido. Ahora bien, es fundamental que el etnlogo

    conozca de antemano la base cientfica de los procesos de teido para poder interpretar lo que

    los artesanos que an quedan en activo suelen ejecutar como un ritual.

    NOMENCLATURA DE LOS COLORES

    Para el conservador de tejidos es importante definir el color de la pieza con que trabaja

    y hacerlo constar en una ficha. Sobre este tema hay dos aspectos que contemplar:

    En primer lugar hay que determinar con precisin cientfica el color de la tela a efectos

    de su conservacin. Para ello es necesario valerse de un sistema de identificacin de colores

    especial para tejidos (Pantone, Munswell, Colour Index, etc.), y asignarle el nmero que le

    corresponda. As se podr comprobar si se deteriora con el paso del tiempo.

    En segundo lugar, es histricamente relevante mencionar el nombre que dicho color reciba en

    la poca en que se tio la tela. Los nombres de los colores en los tejidos han variado

    notablemente de una poca a otra y, en tanto no se cuente con un glosario completo de

    nombres (la ingente tarea de revisar todos los tratados histricos de tintorera sera excesiva

    para el conservador no especializado), es aconsejable consultar con un especialista en el tema.

  • 39

    El nombre de un color contiene valiossima informacin en muchos aspectos. A veces

    nos indica la materia prima que lo produce: es el caso de la voz carmes, que procede del

    snscrito krmidsch, nombre del insecto Kerria lacca, pasa al persa kirmiz, nombre del insecto

    Porphyrophora hameli, y finalmente al rabe al kirmiz, nombre del insecto Kermes vermilio,

    todos ellos insectos productores de tinte rojo. Otras veces, el nombre surge por asociacin a

    objetos, sustancias o accidentes empleados para describirlos: color violeta, color azufre, color

    de aurora. Un caso singular es el de la asociacin del nombre de un color al de la tela sobre la

    que se aplica, como ocurre con el escarlata. En origen los paos escarlata (skarlaken), eran en

    Flandes los de superior calidad y, obviamente, solan teirse con el mejor de los tintes, el

    kermes, de este modo se pas de hablar de escarlatas blancas, o verdes, a identificar escarlata

    nicamente con el color rojo. Por ltimo, es muy importante la informacin que contienen

    algunos nombres de colores sobre la tcnica con que fueron creados. Por ejemplo, las voces

    de raz gala y germnica galabrun e ysembrun, con que se denominaban en castellano

    medieval ciertos tejidos de color pardo o marrn (brun), hacen referencia a la utilizacin del

    tanino de agallas de roble (gala) y de hierro (ysen) para la obtencin de estos tonos oscuros.

    VALORACION DEL COLOR

    Cuando vemos un color intervienen de forma automtica factores fsicos que dependen

    de nuestra vista y de la forma en que las ondas luminosas son absorbidas o reflejadas por los

    objetos. Pero esta percepcin es subjetiva de modo que, para empezar, sera poco probable

    que dos individuos, en el caso hipottico de encontrarse libres de toda influencia, se pusieran

    de acuerdo sobre la mayor o menor belleza de cada color. Cmo se entiende entonces la

    unanimidad con que a lo largo de la historia cada sociedad y cada poca han atribuido los

    mximos valores estticos a un determinado color?.

    En origen, las condiciones ambientales influyeron en gran medida en la denominacin

    de los colores, y por ello el repertorio de nombres para designarlos vara entre los diferentes

    pueblos. Los mayas, por ejemplo, tienen un color llamado yax, entre azul, verde y gris, para el

    cual no existe un nombre en otros idiomas, probablemente porque corresponde al indefinible

    matiz de la luz en el bosque de niebla que ellos habitan. Del mismo modo, el pueblo esquimal

    que vive permanentemente en la nieve, posee ms de veinte trminos para definir los matices

    del blanco.

  • 40

    Pero ms all de estos hechos primarios la asignacin de una escala de valores

    estticos a los diferentes colores se debe a factores culturales. La forma ms directa y

    cotidiana en que esto se manifiesta es a travs de la indumentaria y los ornamentos textiles

    (tapices, alfombras, cortinajes). Si bien la belleza del color como concepto slo puede ser

    estimada en trminos subjetivos, los tintes que los proporcionan s tienen un coste econmico

    concreto. La valoracin esttica y el simbolismo del color en la indumentaria a lo largo de la

    historia proceden en gran medida del precio de los tintes. Con independencia de su belleza, las

    razones por las cuales un tinte llegaba a alcanzar la categora de producto suntuario, con el

    mismo rango que los metales y piedras preciosos, eran, en primer lugar, su rareza (que fuese

    extico, o escaso), en segundo lugar, el grado de dificultad tcnica que comportaba su

    extraccin y aplicacin y, por ltimo, y en menor medida, su calidad. Un producto extico

    que en la Antigedad llegase desde China hasta Occidente, en travesas por mar y tierra que

    hoy nos parecen picas, era por supuesto muy caro y, evidentemente, ms apetecido por los

    ricos y nobles que el tinte de una planta local que estuviera al alcance de cualquier campesino.

    Por otra parte, las materias primas, (plantas y animales), eran en general productos

    perecederos, sujetos a los avatares climticos, difciles, en general, de almacenar y transportar.

    Se prestaban por ello a un comercio altamente especulativo, que slo los comerciantes ms

    poderosos se arriesgaban a afrontar, y que con frecuencia llegaban a monopolizar. Por lo que

    se refiere a los aspectos tcnicos, el alto precio, por encima de la media, de un color como por

    ejemplo el negro, no reflejaba el valor de la materia prima, prcticamente despreciable, sino el

    reto tecnolgico de su obtencin.

    As pues, el factor econmico y el valor simblico se confunden desde los tiempo

    bblicos. No es casual que la prpura y el carmes que prescriben las Escrituras para las

    vestiduras del sacerdote y los velos del Tabernculo en el culto a Jehov, sean los tintes ms

    caros de la historia, y que en el mundo cristiano haya perdurado el concepto de prpura como

    smbolo de dignidad incluso despus de desaparecido el tinte. Estos valores, arraigados en el

    subconsciente colectivo, actuaron igualmente para favorecer el comercio a gran escala de

    sucedneos, de baja calidad, como la orchilla (Roccella tinctoria) o el brasil americano

    (Caesalpinia spp.), con los cuales se podan imitar a bajo precio los bellsimos tonos rojos y

    prpura de la Antigedad, aunque sin la solidez de aquellos.

    En el extremo opuesto, los tintes amarillos, abundantes y fciles de aplicar, han tenido

    a menudo en Occidente connotaciones negativas. Distintivo de grupos marginados, como

    judos y cristianos, que en el s. IX eran obligados en los pases rabes a llevar un gorro

  • 41

    amarillo o, ms dramticamente, de la condicin de reo de la Inquisicin, caminando hacia la

    hoguera con el capisayo y el capirote amarillos, no es sorprendente su mala prensa.

    Cada poca y cada cultura cre sus propias divisas de color para hacer visible el rango,

    condicin, origen, o pertenencia a un grupo de sus individuos, y dict, sin excepcin, leyes

    suntuarias limitando el derecho al lujo que supona lucir el color en las vestiduras.

    CONFECCION DE FICHAS

    Segn lo antedicho, el futuro restaurador-conservador de tejidos especialista en tintes

    deber poseer una base de conocimientos interdisciplinar. Adems de nociones de historia y

    botnica relacionadas con el tema, deber conocer las caractersticas y clasificacin de los

    colorantes orgnicos, el comportamiento de cada grupo de colorantes segn dichas

    caractersticas, y los procedimientos adecuados a cada tipo de comportamiento. Esto le

    facultar para trabajar en colaboracin con el qumico analista y comprender los resultados

    que ste le proporcione. As mismo, le capacitar para crear los patrones de color que se

    utilizan como elemento comparativo a la hora de realizar un anlisis cromatogrfico.

    Por ltimo, necesitar resumir en una ficha, los datos que puedan ser tiles a futuros

    investigadores.

  • MODELO DE FICHA (de contenido imaginario) datos sobre el color y tinte de un tejido

    Ana

    Roq

    uero

    Soporte: lana

    Color segn el sistema de identificacin elegido: n x

    Nomenclatura de la poca: Escarlata de Holanda

    Principio colorante detectado mediante anlisis: cido carmnico

    Nombre comn de la materia prima: grana cochinilla

    Nombre cientfico: Dactylopius coccus Costa

    Productos auxiliares detectados mediante anlisis: aluminio y estao

    Procedimiento: mordentado

    Observaciones: el uso combinado de cochinilla americana y estao indica que el tinte es

    posterior a 1500.

    Bibliografa: ver receta para escarlata de Holanda en Arte de la Tintura de las Lanas y de sus

    Tejidos, Jean Hellot, Madrid 1752, pp. 213 243.

    Este modelo de ficha, debera incluirse ya en nuestras colecciones textiles.

    42

  • 43

    BIBLIOGRAFIA - BHMER, Harald

    2002. Koekboya. Natural Dyes and Textiles, REMHB-Verlag, Gandersee (Alemania)

    - CARDON, Dominique

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    indianos, en: Los ingenios y las mquinas en la poca de Felipe II (catlogo expo.), Sociedad

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    - 1999. Aplicaciones en el s. XX de la tintorera anterior a 1856. Algunos ejemplos canarios,

    en: Actas de las Jornadas sobre Indumentaria Tradicional de Canarias, La Orotava (Tenerife)

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    mesoamericana y andina. Metodologa y clasificacin, en: Actas de la 1 Jornada

    Internacional sobre Textiles Precolombinos, Dpto H Arte, Universidad Autnoma de

    Barcelona - Instituto Cataln de Cooperacin Iberoamericana, Barcelona

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    Artifex. Ingeniera romana en Espaa, Ministerio de Educacin Cultura y Deporte Ministero

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    - En prensa: Agua de Simiente. Las tintoreras de ail de Hueyapan. Una tcnica milenaria

    vigente en Mxico, Fomento Cultural Banamex, Mxico.

  • LA ESTAMPACIN TEXTIL EN EUROPA: transformacin de un proceso artesanal indio en una industria modelo europea.

    Ana Schoebel Orbea Restauradora de tejidos, I.P.H.E. LAS INDIANAS:

    A lo largo de la historia, los tejidos se han decorado durante el proceso de tejedura,

    creando motivos figurativos o abstractos, a base de entrelazar tramas y urdimbres. Este

    sistema requera unos profundos conocimientos tecnolgicos y una infraestructura de

    maquinaria compleja, que evidentemente elevaba muchsimo el precio final del producto. No

    es de extraar, que paralelamente se realizaran muchos intentos de decorar los tejidos a base

    de aplicaciones de pigmentos insolubles, en forma de pasta, o bien aceites mezclados con

    tintas, sin conseguir, a pesar de ello, resultados estables y econmicamente viables.

    Tejido pintado Tejido estampado

    Como tantas veces en la historia de los tejidos, el origen de la estampacin comenz

    en Oriente, concretamente en la India, ligado a la cultura del algodn. Esta fibra crece all de

    forma espontnea y su cultivo y manipulacin constituyen una parte muy importante de su

    evolucin tecnolgica. Al contrario que la seda o el lino, cuyo complicado proceso de

    elaboracin los convierte en fibras caras, el algodn y la lana, han sido siempre muy

    45

  • 46

    asequibles. Se puede decir, que la estampacin fue una forma ms sencilla, y por tanto

    econmica, de obtener telas con dibujos. Las castas inferiores no podan permitirse tener

    muchos trajes, por lo que era necesario lavarlos frecuentemente. Como la necesidad aviva el

    ingenio, con el tiempo, los indios desarrollaron de forma emprica, un sistema sencillo y

    econmico de adornar los tejidos de algodn con dibujos multicolores, estables al agua, sin

    depender del telar ni de una formacin larga y costosa.

    El mayor atractivo de las telas estampadas indias, eran ciertamente sus colores

    brillantes y slidos. Desconocemos los orgenes de esta ciencia, aunque existen referencias

    muy antiguas a la capacidad de los indios de conseguir tintes slidos, pero el clima de

    monzones de la India ha destruido toda evidencia de tecnologa textil anterior al siglo XVI.

    Solo se conservan algunos ejemplos de tejidos estampados indios encontrados en las

    excavaciones arqueolgicas de Fostat, el antiguo Cairo, que debieron llegar a travs de las

    rutas comerciales.

    A partir del siglo XVII, la llegada de las telas estampadas a Occidente, provoc una

    enorme convulsin comercial, y los fabricantes textiles europeos se vieron forzados a

    responder con rapidez, para evitar el cierre de sus manufacturas, dado que las sedas no podan

    competir con estas telas baratas y atractivas. Los europeos comprendieron muy pronto las

    ventajas de los algodones estampados, se trataba de tejidos vistosos, lavables, frescos y

    econmicos. Ventajas que ofrecan entre otras, la posibilidad de variar de modelos ms

    rpidamente, lo que constituye la esencia de la moda. De hecho el verdadero motor que

    mueve la industria textil, no es la necesidad de cubrir, sino la necesidad de adornar, de

    aparentar. Deca Mallarm que la moda es la diosa de las apariencias, la obedecemos aunque

    no la entendamos y cuanto ms rpidamente lo hagamos, mayor ser el mrito.

    Cuando se fundaron las Compaas de Indias de Holanda e Inglaterra en 1597 y 1600

    respectivamente, ambos pases utilizaban las telas indias como mera moneda de cambio para

    obtener especias del archipilago malayo. Algunas piezas alcanzaron Londres y fueron

    inmediatamente adquiridas en el propio puerto por los directores de la compaa, tal y como

    refleja un documento de 1613, por lo que suponemos que su xito fue inmediato.

    A partir de 1600 y hasta el 1800, sabemos que la India fue el pas que ms tejidos

    export en toda la historia de la humanidad. Es fcil imaginar, que la explosin inesperada de

    la demanda moviera enormes cantidades de dinero, y que ste no acabara precisamente en

  • 47

    manos de los indios. La llegada de estas telas no solo revolucion el gusto y la moda

    occidental sino que cambi la estabilidad econmica de Europa y provoc tal controversia

    poltica apasionada que incluso puso en peligro algunos gobiernos. Se redactaron leyes para

    intentar controlar o incluso prohibir su importacin, y como es lgico se gener un trfico

    ilcito que enriqueci a los intermediarios.

    Las telas estampadas recibieron rpidamente una denominacin inglesa: chintz. Esta

    palabra procede originalmente de la denominacin india: chint, que defina a los algodones

    pintados y estampados en el Oeste de India en las regiones de Gujarat, Rajastn y Kandesh.

    Parece ser que esta palabra se extendi a finales del siglo XVII al Sur de la India e inclua a

    los tejidos para la decoracin. La palabra tiene su origen en una denominacin no aria, chitta,

    que quiere decir tela con motas, aunque esta descripcin no hace honor a las indianas de

    maravillosos motivos florales que se fabricaban all. El trmino Indiana, que se usa en Espaa

    y Francia, aparece mencionado en Marsella en 1580. Este trmino evidentemente hace alusin

    al pas de origen, pero probablemente no es casualidad, que aparezca en Marsella por primera

    vez.

    En 1664 Colbert concedi una licencia a la Compaa Francesa del Este de la India y

    cinco aos ms tarde, asign el status de puerto libre a Marsella, que ya entonces tena varios

    estampadores de calic (la denominacin ms comn para el tejido de algodn), a los que se

    unieron miembros de una nueva colonia de armenios, que por su proximidad geogrfica con el

    imperio otomano de Turqua y el sefav de Persia, conocan los mtodos orientales de

    estampacin y pintura sobre tela.

    A pesar de ser la India el pas de origen de esta tecnologa, Persia ejerci una gran

    influencia en el desarrollo de su estilo. El imperio persa desarroll enormemente la tecnologa

    textil, ya desde los primeros siglos de nuestra era, bajo el imperio sasnida, y mantuvo una

    fructfera relacin de intercambio con China, la cuna de la tecnologa textil. Cuando los

    mongoles invadieron Persia en el siglo XIV, esta relacin se intensific. Posteriormente, los

    mongoles llegaran tambin a la India, donde fundaron a comienzos del siglo XVI, la dinasta

    Mogol, una de las ms exquisitas que ha tenido en su historia. Su fundador, el sultn Babur,

    descubri con desilusin que las artes decorativas indias no eran de la calidad de las persas o

    chinas, y decidi traer artesanos de Persia, Turqua e incluso Italia, decisin que siguieron con

    entusiasmo sus descendientes Akbar y Jahangir, en el siglo XVII.

  • La mezcla de todas estas influencias con el fuerte carcter indio produjo el peculiar

    estilo de la dinasta Mogol. Esta fusin se reflejar en los diseos de las estampaciones, y

    sobre todo, resultan fcilmente identificables en el diseo del rbol florido. El motivo del

    rbol florido que domin prcticamente el diseo de las indianas durante los primeros cien

    aos, ha sido interpretado como un diseo oriental muy antiguo conectado con el rbol de la

    vida. Se trata de un rbol con tronco ondulante y ramas, que crece sobre un montculo de

    rocas. A menudo muestra parte de sus races y lleva abundantes flores, frutos y hojas de

    distintas especies botnicas. Sin embargo las investigaciones recientes indican que su origen

    en realidad, puede ser mucho ms moderno y se habra producido como consecuencia de la

    fusin de culturas mencionada anteriormente.

    Arbol florido

    Para entender la fuerte influencia de los persas no tenemos ms que comparar la

    silueta de dicho rbol en la estampacin de indianas, con los que aparecen en el famoso

    manuscrito del libro persa de los reyes, el Shah Namah, escrito dos siglos y medio antes.

    Adems, el montculo y la particularidad de dibujar parte de las races del rbol a la vista, son

    dos caractersticas que aparecen con frecuencia en las miniaturas persas. An ms, la base de

    este diseo es muy semejante a las representaciones tradicionales chinas de montculos

    rocosos.

    El gusto europeo haba comenzado a familiarizarse con la decoracin del lejano

    Oriente, sobre todo a partir de 1686, fecha clave en la historia de los estilos decorativos,

    debido a la visita de los embajadores de Siam a la corte francesa de Luis XIV. Sus regalos

    48

  • 49

    compuestos por lacas, porcelanas, sedas y bordados chinos, as como alfombras y tejidos

    persas, causaron sensacin y fueron la semilla que germin posteriormente dando lugar al

    estilo chinoiserie. Pero en ese momento, la cultura hind an les resultaba ajena.

    El arte mogol no influy de forma inmediata en la estampacin de algodn. La escasa

    preparacin intelectual de sus artesanos no favoreca la inventiva para desarrollar nuevos

    diseos. A cambio, tenan una gran pericia manual, y por lo tanto les resultaba fcil copiarlos

    poco a poco, e introducir pequeos cambios en los que se reflejaba su espritu hind.

    Tampoco para estos artesanos era normal la preparacin de telas pensadas para la decoracin,

    ya que las usaban solo para vestirse, pues la decoracin de interiores de las castas inferiores es

    tradicionalmente muy escasa.

    Sin embargo la demanda de telas estampadas para la decoracin se haba intensificado

    lentamente, primero fueron los persas, posteriormente la corte mogol y finalmente los

    europeos, los que constituyeron su clientela, y este mercado influir a su vez en el estilo

    decorativo, marcando sus preferencias. Aunque la importacin de las indianas comenzara por

    mera curiosidad, desde 1643 la Compaa Inglesa de las Indias, debido a la creciente

    demanda, intent modificar los diseos para producir telas que fueran fcilmente vendibles en

    Europa. Por ejemplo se conocen referencias a peticiones de colocar las ramas de forma

    simtrica, ya que la asimetra caracterstica oriental les resultaba muy molesta. Poco a poco

    surgieron motivos decorativos europeos que recordaban los bordados ingleses, los tapices de

    verdure o de aristolochia.

    Probablemente el nexo de unin que se crea en el siglo XVII entre el diseo oriental,

    persa, indio y chino con el europeo se base en la coincidencia entre el estilo floral y

    naturalista de los primeros, con la trayectoria que estaba siguiendo el arte europeo desde la

    rgida estructura ogival de motivos de granadas del siglo XIV, hacia las curvas de los motivos

    florales del Barroco, que culminaran finalmente en los bouquets naturalistas del XVIII.

    Sin embargo esta coincidencia en el estilo no fue la nica causa que impuls la

    demanda europea de tejidos estampados indios. De repente los europeos y sobre todo las

    mujeres, descubrieron una posibilidad que hasta entonces haba sido impensable. Las telas

    estampadas de algodn no slo eran llamativas, sino que eran lavables y frescas, perfectas

    para vestirse con comodidad en verano y adems eran muy baratas. Lgicamente, las mujeres

    con menor poder adquisitivo, vean la posibilidad de vestirse y decorar sus casas con el

  • 50

    algodn estampado, copiando los modelos de las suntuosas y carsimas sedas de la

    aristocracia. Sin embargo, resulta curioso destacar, que la aristocracia y las cortes europeas

    tambin enloquecieron por hacerse con estas telas cuyo aspecto, en realidad, era mucho ms

    sencillo y barato que el de las sedas. La explicacin se debe, probablemente, a la facilidad de

    cambio que les permita esta nueva tecnologa. Los algodones estampados eran tan baratos,

    que uno poda permitirse el lujo de cambiar de modelo decorativo frecuentemente, porque

    pintar un diseo es mucho ms fcil que tejerlo. Es comprensible que las indianas se

    convirtieran en un vehculo perfecto para modificar los motivos decorativos con rapidez y

    acelerar la dinmica de la moda, una actividad que evidentemente satisfaca a la aristocracia,

    en su lucha por controlar las tendencias y distanciarse de las clases sociales inferiores.

    LA LUCHA POR CONTROLAR EL MERCADO

    Ahora podemos entender que la irrupcin en el mercado de las indianas, constituy

    una terrible competencia para los fabricantes de telas europeas, que vean con desesperacin

    cmo se hundan sus negocios. No solamente se invada el mercado con telas estampadas,

    sino que tambin se importaban los tejidos de algodn indio, porque eran de una finura que

    los europeos no podan conseguir. Las muselinas, el jaconet, el percal y otras telas de

    algodn, as como las mezclas con seda, los tejidos mixtos que se denominaban siamoises,

    permanecieron siendo muy populares hasta bien entrado el siglo XIX.

    Los primeros en hacer llegar sus protestas al rey por las excesivas importaciones de

    algodn, fueron los mercaderes de lana inglesa, al ver como ste sustitua a sus magnficos

    paos en los tejidos del hogar. Sin embargo, el rey Carlos I apoy la importacin y pronto

    acabaron decorando las paredes de las mansiones.

    Si no puedes competir, nete a ellos: En 1676, William Sherwin consigui una

    concesin real para estampar en Inglaterra y pronto le siguieron numerosos talleres que se

    instalaron a orillas del Tmesis, realizando estampados en ndigo segn la tcnica de reserva,

    y de la misma calidad que los que se estaban haciendo ya en otros puntos de Europa como

    Suiza o Rouen. Con la revocacin en 1685 del Edicto de Nantes, que hasta entonces haba

    permitido la tolerancia religiosa en Francia, muchos trabajadores textiles hugonotes tuvieron

    que exiliarse en Inglaterra, Suiza, Alemania y Holanda. La derogacin tambin dispers a los

    estampadores hugonotes, que en cualquier caso no tenan futuro en Francia, ya que en 1688 se

    prohibi la produccin nacional de Indianas, e incluso su importacin, en un intento

  • 51

    desesperado por salvar la poderosa industria sedera de Lyon. Consecuentemente, la industria

    textil inglesa mejor notablemente con la llegada de estos artesanos franceses, y a finales del

    siglo XVII empezaron a realizarse los primeros trabajos importantes de estampacin en

    Inglaterra.

    Sin embargo, los tejedores de lino y seda ingleses no se dieron por vencidos tan pronto y,

    gracias a sus intensas protestas, el Parlamento ingls prohibi en 1700 la importacin de

    calic de India, China y Persia.

    No hay nada ms atractivo que lo prohibido y la situacin empeor an ms. Sirva

    como ejemplo la propia reina Mary, que tena su habitacin en Hampton Court decorada con

    percal de la India, as como su famoso lecho, el Atlas Bed, que lgicamente puso de moda

    en toda Inglaterra la decoracin de interiores con algodones estampados.

    Fue necesario intensificar el control policial, culminando de nuevo, a comienzos del

    siglo XVIII, con una prohibicin de importacin y uso. Cunto ms intenso era el control,

    mayor era el precio que estas humildes telas indias alcanzaban en el mercado negro. La

    prohibicin no permita la venta en Inglaterra, pero s la importacin para re-exportar a

    Europa, dato curioso, que los comerciantes aprovecharon, para descargar las pacas de piezas,

    en las costas de Kent, aprovechando la noche, y en vez de continuar el viaje al continente para

    su venta, comercializarlos en el mercado negro ingls, obteniendo enormes beneficios. La

    situacin en Francia era semejante. Durante los reinados de Luis XIV y XV se importaba, de

    forma secreta, con la excusa de revender en el extranjero, aunque gran parte de la mercanca

    quedaba en Francia para el mercado local clandestino, lo que dio lugar lentamente, a una

    autntica infraestructura de contrabando que abarcaba todo el pas. Las manufacturas

    clandestinas comenzaron a proliferar en enclaves privilegiados fuera de la jurisdiccin policial

    como St. Germain de Prs, S. Juan de Letrn, o en los terrenos privados de la aristocracia,

    como Chantilly, donde se elaboraba la produccin para uso personal del Duque de Borbn.

    A mediados del siglo XVIII comienzan a relajarse las prohibiciones, el propio

    Mariscal de Richelieu recoge muestras de estampaciones de otros pases europeos, donde la

    ausencia de prohibiciones haba favorecido el desarrollo de tcnicas de estampacin ms

    perfeccionadas. Como vemos, toda Europa participaba de esta extraa carrera contradictoria,

    que tan pronto prohiba, como a continuacin permita, la importacin o fabricacin de la

    mercanca deseada. En 1744 hubo mltiples solicitudes de estampacin sobre lino y

    algodn. Se intent obtener el permiso de estampacin por reserva ya que este mtodo poda

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    ser considerado de tintura y no de estampacin, porque se realiza por inmersin.

    Paralelamente surgan abundantes escritos a favor y en contra de las prohibiciones hasta

    formarse una autntica controversia nacional. Ganaron terreno los que estaban en contra de

    la prohibicin, ya que sus argumentos resultaban irrebatibles: eran telas lavables, duraderas y

    baratas. El avance tecnolgico se impona.

    Francia comenz a tejer sus propios algodones en Troyes, Le Puy, Rouen y Lyon y a

    estamparlos en Mulhouse, donde la primera fbrica fue fundada en 1746 por Samuel Koechlin

    y Jean Jacques Schmaltzer, ambos suizos. En 1760 se levant la prohibicin y se oblig a

    especificar en los orillos si estaban estampados con Bon Teint (colores slidos) o Petit Teint

    (colores fugitivos). Pronto la situacin del mercado cambi radicalmente. En Rouen,

    Abraham Frey de Ginebra abri una manufactura bajo el mecenazgo de la Marquesa de

    Pompadour en