22
Section 2 : phonétique, phonélogie et graphématique ; corpus orauv AIZPURU, Leyre Martín : Rasgos paleográficos y grafemáticos de la documentación cancilleresca castellana (1223-1312). Las mejoras en el acceso a los archivos y fondos documentales han provocado un aumento en el manejo de fuentes originales y, como consecuencia, los historiadores de la lengua han recurrido cada vez más a la paleografía, considerada tradicionalmente una disciplina auxiliar no solo de la filología, sino también de la historia. Nuestro punto de partida es, por lo tanto, que la paleografía es una ciencia fundamental para comprender el sistema de escritura de la etapa manuscrita y, de hecho, tal como sostiene Sánchez-Prieto Borja a lo largo de su trayectoria como historiador de la lengua y editor de textos antiguos, debemos considerarla una disciplina lingüística porque por medio de su aplicación es como podemos reconstruir la historia social de la cultura escrita. Por otra parte, «[l]a idea de que unas disciplinas sean auxiliares de otras me parece trasnochada, aparte de que “disciplina” y “auxiliar” sean términos incompatibles, pues implica una gradación de los saberes del todo decimonónica» (Sánchez-Prieto Borja 2003: 87). Este posicionamiento es muy necesario especialmente para la etapa medieval, ya que en la manuscritura de esta etapa diversos condicionamientos afectan a la elección de las grafía y «la escritura en ocasiones rebasa el carácter subsidiario y presenta recursos propios, que no son un mero reflejo de lo oral, lo que justifica un estudio inmanente de ella como un hecho lingüístico» (Contreras 1994: 165-166); esto es, «la adecuación, o su falta, entre grafía y fonética no es el único parámetro para explicar el comportamiento gráfico» (Sánchez-Prieto 2008: 2). Es por ello por lo que la metodología de trabajo no puede ser otra que la propuesta por Sánchez-Prieto Borja (1996, 1998a, 1998b, 1998c, 2003 y 2006), según la cual la tradición de escritura debe analizarse teniendo en cuenta tres perspectivas: paleografía, grafía y fonética, porque « La correlación propuesta permite ir más allá de la interpretación simplista que ve los usos gráficos solo de acuerdo con su correspondencia (o falta de correspondencia) con los valores fonéticos, pues han de señalarse motivaciones propiamente escriptológicas para la presencia de unas u otras grafías (Sánchez-Prieto Borja 2006: 228). » Por medio de esta triple correlación, Sánchez-Prieto Borja (2006) explica, entre otros, fenómenos como el foneticismo de los manuscritos alfonsíes, el desarrollo de algunas grafías no etimológicas como la h- cuya función, desde el s. XIV, no es fonética sino indicadora de los límites de las palabras, o el aumento de uso de las abreviaturas como consecuencia de la cursivización de la letra. Esta metodología ha traído buenos resultados, como hemos visto, en los estudios realizados por el propio Sánchez-Prieto Borja, así como por otros investigadores que han dedicado sus trabajos, especialmente, a los sistemas escriturarios de los textos medievales (Gancedo 2009; Moral del Hoyo 2013; Pichel 2012a, 2012b, 2013, 2015; Sánchez Sierra 2014; Sánchez-Prieto Borja y Torrens 2008, y Torrens 1995a, 1995b, 2002, 2003, 2015). En ellos, a pesar de trabajar tipologías diversas, se ha corroborado que hay rasgos gráficos exclusivos de la escritura, independientes de la oralidad, y otros que sí dependen de su pronunciación. Es más, en sus trabajos, Sánchez-Prieto Borja y Torrens han perseguido la comprobación de la intuición lanzada por la investigadora especialista de la época de orígenes: el cambio paleográfico precede al cambio gráfico, ya que algunos «usos gráfico- paleográficos, así como la configuración de lo que en principio fueron meros alógrafos en verdaderas grafías, evidencian la estrecha relación entre la evolución paleográfica y la historia lingüística» (Torrens 1995b: 369). Para poder comprobar esta hipótesis, en nuestro trabajo partimos de un corpus formado por 515 documentos expedidos por la cancillería real castellana entre 1230 y 1312 y nos proponemos analizar cuantitativa y cualitativamente los rasgos paleográficos y grafemáticos de los mismos. De esta manera, en este estudio nos centramos en el sistema braquigráfico y en los alógrafos. Las principales inquietudes que queremos comprobar son, por un lado, las implicaciones que tiene la escritura individual de cada uno de los redactores identificados en el corpus siendo conscientes de

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Section 2 : phonétique, phonélogie et graphématique ; corpus orauv

AIZPURU, Leyre Martín : Rasgos paleográficos y grafemáticos de la documentación cancilleresca

castellana (1223-1312).

Las mejoras en el acceso a los archivos y fondos documentales han provocado un aumento en el

manejo de fuentes originales y, como consecuencia, los historiadores de la lengua han recurrido cada

vez más a la paleografía, considerada tradicionalmente una disciplina auxiliar no solo de la filología,

sino también de la historia. Nuestro punto de partida es, por lo tanto, que la paleografía es una ciencia

fundamental para comprender el sistema de escritura de la etapa manuscrita y, de hecho, tal como

sostiene Sánchez-Prieto Borja a lo largo de su trayectoria como historiador de la lengua y editor de

textos antiguos, debemos considerarla una disciplina lingüística porque por medio de su aplicación

es como podemos reconstruir la historia social de la cultura escrita. Por otra parte, «[l]a idea de que

unas disciplinas sean auxiliares de otras me parece trasnochada, aparte de que “disciplina” y

“auxiliar” sean términos incompatibles, pues implica una gradación de los saberes del todo

decimonónica» (Sánchez-Prieto Borja 2003: 87). Este posicionamiento es muy necesario

especialmente para la etapa medieval, ya que en la manuscritura de esta etapa diversos

condicionamientos afectan a la elección de las grafía y «la escritura en ocasiones rebasa el carácter

subsidiario y presenta recursos propios, que no son un mero reflejo de lo oral, lo que justifica un

estudio inmanente de ella como un hecho lingüístico» (Contreras 1994: 165-166); esto es, «la

adecuación, o su falta, entre grafía y fonética no es el único parámetro para explicar el

comportamiento gráfico» (Sánchez-Prieto 2008: 2). Es por ello por lo que la metodología de trabajo

no puede ser otra que la propuesta por Sánchez-Prieto Borja (1996, 1998a, 1998b, 1998c, 2003 y

2006), según la cual la tradición de escritura debe analizarse teniendo en cuenta tres perspectivas:

paleografía, grafía y fonética, porque « La correlación propuesta permite ir más allá de la

interpretación simplista que ve los usos gráficos solo de acuerdo con su correspondencia (o falta de

correspondencia) con los valores fonéticos, pues han de señalarse motivaciones propiamente

escriptológicas para la presencia de unas u otras grafías (Sánchez-Prieto Borja 2006: 228). » Por

medio de esta triple correlación, Sánchez-Prieto Borja (2006) explica, entre otros, fenómenos como

el foneticismo de los manuscritos alfonsíes, el desarrollo de algunas grafías no etimológicas como la

h- cuya función, desde el s. XIV, no es fonética sino indicadora de los límites de las palabras, o el

aumento de uso de las abreviaturas como consecuencia de la cursivización de la letra. Esta

metodología ha traído buenos resultados, como hemos visto, en los estudios realizados por el propio

Sánchez-Prieto Borja, así como por otros investigadores que han dedicado sus trabajos,

especialmente, a los sistemas escriturarios de los textos medievales (Gancedo 2009; Moral del Hoyo

2013; Pichel 2012a, 2012b, 2013, 2015; Sánchez Sierra 2014; Sánchez-Prieto Borja y Torrens 2008,

y Torrens 1995a, 1995b, 2002, 2003, 2015). En ellos, a pesar de trabajar tipologías diversas, se ha

corroborado que hay rasgos gráficos exclusivos de la escritura, independientes de la oralidad, y otros

que sí dependen de su pronunciación. Es más, en sus trabajos, Sánchez-Prieto Borja y Torrens han

perseguido la comprobación de la intuición lanzada por la investigadora especialista de la época de

orígenes: el cambio paleográfico precede al cambio gráfico, ya que algunos «usos gráfico-

paleográficos, así como la configuración de lo que en principio fueron meros alógrafos en verdaderas

grafías, evidencian la estrecha relación entre la evolución paleográfica y la historia lingüística»

(Torrens 1995b: 369). Para poder comprobar esta hipótesis, en nuestro trabajo partimos de un corpus

formado por 515 documentos expedidos por la cancillería real castellana entre 1230 y 1312 y nos

proponemos analizar cuantitativa y cualitativamente los rasgos paleográficos y grafemáticos de los

mismos. De esta manera, en este estudio nos centramos en el sistema braquigráfico y en los alógrafos.

Las principales inquietudes que queremos comprobar son, por un lado, las implicaciones que tiene la

escritura individual de cada uno de los redactores identificados en el corpus —siendo conscientes de

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que no siempre se puede asegurar la ejecución por parte del individuo mencionado en la suscripción

cancilleresca de cada uno de los documentos—y, por otro, cómo afecta la creciente, aunque

moderada, cursivización de las últimas décadas del siglo XIII y principios del XIV a los usos

estrictamente gráficos, tengan o no reflejo fonético. Por supuesto, también tenemos en cuenta los

otros aspectos extralingüísticos que hemos establecido como fundamentales en la caracterización de

nuestros documentos, especialmente el tipo de documento (privilegio rodado, carta intitulativa y carta

notificativa).

BAGUDANCH, Assumpció Rost & ROSEANO, Paolo : Sobre el origen de /x/ en español:

argumentos desde la fonética comparada.

El español resulta una lengua románica algo particular atendiendo a algunas de las soluciones fónicas

adoptadas en su evolución a lo largo de los siglos. Esto es justamente lo que ocurre con uno de los

fonemas de la lengua actual, la consonante fricativa velar sorda /x/, obtenida en la fase final de toda

una serie de cambios, como el que afecta a los contextos latinos de yod segunda (lj, -tul-, -cul-, -gul-

), el de yod cuarta -x-, o el de -ssj-. La aparición de este segmento ha sido tratada desde el punto de

vista de su cronología (a partir del análisis gráfico) y de su descripción en términos articulatorios,

explicado como una modificación en el punto de articulación respecto al segmento prepalatal

existente hasta finales del XVI ([ʃ]) (Quilis y Rozas 1963, Lapesa 1981, Ariza 1994, Cano Aguilar

1996 o Miranda Hidalgo 1998). Sin embargo, faltan estudios serios desde la perspectiva fonética,

como reconocen Cano Aguilar (1996: 217) o Pensado (1996: 170). La interpretación más general es

la que, partiendo de Alarcos (1988), atribuye el cambio a la presión fonológica que lleva a la

reestructuración del sistema de sibilantes (Frago 1977-78, 1983; Del Valle 1996). Se infiere, en

consecuencia, una naturaleza teleológica destinada a preservar significados. No obstante, a tenor de

las investigaciones más recientes en cambio fónico y a partir, especialmente, de Pensado (1996), se

estima que el paso a /x/ no pudo ser abrupto sino gradual, con existencia de variación muy

probablemente relacionada con procesos de tipo coarticulatorio (Seklaoui 1988, Ranson 1998 hablan

de procesos de asimilación vinculados con el contacto con vocales adyacentes). De hecho, Pensado

aporta ejemplos de otras lenguas, algunas de ellas romances, en las que se han dado (o se dan)

fenómenos equivalentes, y argumenta una evolución que pasaría por la obtención de segmentos

palatales [ç, ʝ] a partir de los prepalatales [ʃ, ʒ]. Esta autora aboga por explicar el cambio por razones

perceptivas más que puramente articulatorias, aunque de su explicación aflora la posibilidad de que

la confusión auditiva se relacione con cuestiones de similitud acústica (Pensado 1996: 162). Este

trabajo pretende incidir en la tesis de Pensado (1996) y contribuir a demostrar su hipótesis. Para ello,

se parte de la idea de que el cambio fónico no es teleológico (cf. Ohala 1974, 1993, Blevins 2004) y

que cualquier supuesta “mejora” del sistema es un resultado del cambio, más que su intención: la

reestructuración del sistema de sibilantes sería ni más ni menos que la conclusión de una serie de

proceso fonéticos de cambio que han dado lugar a una maximización del espacio fonológico de las

antiguas consonantes palatales, en la línea de Pensado (1996). La hipótesis es que el cambio se habría

producido por cuestiones acústicas y perceptivas de selección de variantes (Pierrehumbert 2001,

2002, Blevins 2004). Así, se ha diseñado un experimento acústico en el campo de la gramática

comparada. En él, se parte de grabaciones de habla espontánea (en concreto, de map task) de cinco

hablantes de catalán del corpus de l’Altes interactiu de l’entonació del català (Prieto y Cabré 2007-

2012) y cinco de italiano incluidos en el corpus CLIPS (Albano Leoni 2007), cuyos sistemas

presentan características similares a los del español clásico en lo referente a la existencia de /ʃ/ y a la

ausencia de /x/, con el fin de determinar la presencia de variación en la realización de esta consonante

y si esta se relaciona con el tipo de vocal siguiente, como defiende Pensado (1996). En este sentido,

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se analizan los parámetros acústicos que han de permitir advertir alteraciones en el punto de

articulación, a saber, amplitud absoluta y relativa, pico espectral y desviación estándar (cf. Jongman,

Wayland y Wong 2000). Los resultados obtenidos han de permitir entrever el proceso que siguió el

español en su evolución. Se ha decidido presentar el trabajo a la sección 2 “Fonética, fonología y

grafemática; corpus orales” porque supone el estudio experimental de fonemas de dos variantes

románicas (catalán e italiano) a partir de corpus de habla espontánea, lo que implica un análisis

sincrónico para lograr una explicación del cambio diacrónico en otra lengua románica (el español) a

través de la comparación y extrapolación de comportamientos fonéticos: tanto el marco teórico como

la metodología de investigación de la propuesta encajan en las líneas de esta sección.

BERGOUNIOUX, Gabriel : La transcription des dialectes gallo-romans.

1. Écrire les langues, transcrire les dialectes ? Après que le roumain a abandonné la graphie cyrillique

en 1860 (en laissant de côté le cas particulier de la Moldavie orientale), toutes les langues de l’aire

romane ont eu en partage un alphabet latin élargi, enrichi de diacritiques et ligatures. La représentation

graphique, à base phonétique, ajoutait des règles d’orthographe dont les conventions définissaient les

correspondances entre les sons et des lettres ou des suites de lettres. La question se posait

différemment pour la transcription des dialectes qui n’étaient pas destinés à sanctionner un usage

prescrit aux administrations publiques ou au système scolaire. Les solutions retenues allaient d’une

référence à des notations anciennes (l’occitan en référence aux pratiques scripturales des Troubadours

par exemple) au décalque de la représentation d’une autre langue (e.g. la graphie mistralienne du

provençal) en passant par la projection des différences acoustiques observées en laboratoire sur les

données de terrain. Un changement décisif se produit à partir du moment où la transcription n’a plus

pour finalité de mettre par écrit des contes ou des chansons à destination d’une communauté

d’extension plus ou moins restreinte en consignant un témoignage de sa culture orale, mais où il est

attendu de la figuration scripturale qu’elle suive au plus près les réalisations concrètes de dialectes

recueillis auprès des locuteurs dans les usages quotidiens de leur parler. L’initiative était aussi bien

la conséquence d’une considération nouvelle accordée aux antiquités nationales (l’invention du

folklore), où les dialectes étaient associés aux valeurs romantiques du terroir, qu’un rapport à

l’expression linguistique où s’avéraient, par l’effet des découvertes de la grammaire historique, des

évolutions différenciées d’une même langue et qui, à ce titre, gagnaient en dignité à titre de ressources

pour l’élucidation des questions de linguistique historique. 2. Les notations : Plusieurs modèles de

notation phonétique ont été proposés, selon les langues étudiées, les traditions nationales et les

objectifs scientifiques. A la fin du XIXe siècle, la prise en compte des acquis comparatistes et

l’émergence de la phonétique expérimentale en ont conditionné la mise en forme. Cette contribution

propose de mettre en perspective le travail réalisé en France avec, pour point de départ, le transfert

vers les pays romans des acquis de la grammaire comparée (à partir des années 1860 essentiellement)

et pour point d’arrivée les années où l’usage du phonographe s’est répandu, jusqu’à la création des

Archives de la parole en 1911. Durant ces cinquante années sont apparues des propositions qui ont

été retenues depuis lors, y compris celles dont la destination première n’était pas la dialectologie mais

l’enseignement des langues vivantes (l’Alphabet Phonétique International). Après les notations

produites par des érudits à des fins descriptives comme celle de Biondelli, parallèlement à des

systèmes ultérieurs plus personnels comme ceux de G. Weigand pour le roumain ou de M. Bartoli

pour le dalmate, deux alphabets ont servi de référence. Le premier, né d’un décalque des tableaux de

Lepsius, a été exposé par Eduard Böhmer en 1871. Il a été révisé notamment par Ascoli qui, en 1873,

a exposé son système dans le premier tome de l’Archivio Glottologico Italiano. Cet alphabet, repris

entre autres dans l’Atlas linguistique et ethnographique de l’Italie et de la Suisse méridionale (AIS)

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de K. Jaberg et J. Jud, a fait l’objet d’une révision par P. G. Goidanich en 1910. Le second est

l’alphabet Rousselot. 3. Transcrire les dialectes d’oïl : Conçu par le père de la phonétique

expérimentale en France, l’abbé J.-P. Rousselot, et présenté dans la première livraison de la Revue

des Patois Gallo-Romans (1887), cet alphabet est utilisé pour l’Atlas Linguistique de la France de

Gilliéron et Edmont (1902-1910). Il est repris par Guerlin de Guer en Normandie, Haust en Wallonie,

Bruneau dans les Ardennes... Au-delà d’une comparaison entre les différents alphabets (cf. Chaurand

1972 : 23-26 pour une confrontation des propositions d’E. Bourciez), on examinera la façon dont

l’établissement des règles de transcription s’inscrivaient dans la fondation de la dialectologie et de la

phonétique instrumentale en France, suivant les intentions d’un projet esquissé par G. Paris (1888).

Les dates retenues se situent entre la fondation de la Revue des Langues Romanes (1870) et de

Romania (1872), et les missions d’enregistrement de F. Brunot, en incluant les soutenances de thèse

de Gilliéron (1880, l’atlas paraît l’année suivante) et de Rousselot (1892), la création du laboratoire

de phonétique à l’Institut Catholique de Paris et le lancement de l’Atlas Linguistique de la France.

L’analyse de la situation française est destinée à s’inscrire dans une comparaison panromane (Pop,

1950) en reprenant dans les différents pays concernés les interrogations des dialectologues concernant

la fiabilité des transcriptions et la subjectivité des enquêteurs, la représentativité des données et

l’exhaustivité des inventaires, et les solutions qui y ont été apportées. Ces questions sont plus que

jamais d’actualité avec la constitution de grands corpus oraux confrontés à la variation diastratique et

diaphasique.

BRANDÃO, Silvia Figueiredo & DE PAULA, Alessandra : A VARIÁVEL (R) NO PORTUGUÊS

DE MOÇAMBIQUE.

No presente estudo, focalizam-se os róticos na variedade urbana do Português de Moçambique

(doravante PM), à luz do que se observa não só no sistema fonológico do Português Europeu

(doravante PE) – a sua norma de referência – mas também na do Português do Brasil (doravante PB).

Parte-se da hipótese de que o caráter multilíngue da sociedade moçambicana estaria na base tanto da

variação de pronúncia quanto da neutralização do contraste entre R [+ant] e R [-ant] no contexto de

oposição fonológica que se observa na fala de moçambicanos. Convencionou-se denominar de róticos

ou sons de R os segmentos que costumam ser representados sobretudo pela letra “r” nos sistemas

ortográficos tradicionais. Esse conjunto, que tem na vibrante realizada com a ponta ou a lâmina da

língua o seu elemento prototípico, reúne, ainda, a vibrante uvular, tepes ou flepes, as aproximantes

alveolar e retroflexa e as fricativas velar, uvular e glotal, não sendo nem o modo nem o ponto de

articulação aspectos definidores de sua interrelação (LADEFOGED & MADDIESON, 1996: 215).

Os fonemas róticos constituem um tema bastante complexo no âmbito das línguas românicas,

observando-se, em algumas delas, um processo histórico de posteriorização. Em Português, os

chamados R “fraco” (+ant]) e R “forte’ ([-ant]) só têm valor opositivo em contexto intervocálico

(carro x caro), neutralizando-se nos demais contextos (Rosa, em que ocorrem variantes fortes; pRova,

em que ocorre o tepe (a variante fraca); caRne, amoR, em que podem ocorrer tanto variantes fortes

quanto a fraca). No PE, a norma de pronúncia é o tepe na posição de coda silábica e em grupos

consonantais e, atualmente, no dialeto de Lisboa, a vibrante e a fricativa uvulares em contexto pré-

vocálico, embora ainda se registre, nesta posição, a vibrante alveolar em alguns de seus falares. No

PB, é grande a variação de pronúncia, sobretudo em contexto pós-vocálico medial, sendo, inclusive

este o contexto em que as diferentes concretizações de R podem servir como parâmetro para a

delimitação de áreas linguísticas. No PM, não se verifica, na fala de muitos indivíduos, o mesmo tipo

de distribuição de segmentos que se verifica no PE e no PB, isto é, em alguns casos, a neutralização

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dos dois fonemas róticos se dá mesmo no contexto intervocálico em que, nas demais variedades do

Português, se obtém distinção significativa, fato já observado por Brandão et al (2017) em outra

variedade africana, o Português de São Tomé. Em Moçambique, coexistem com o Português cerca

de 26 línguas do grupo Banto (GONÇALVES, 2000), entre as quais o Changana, que predomina em

Maputo, local em que foram realizadas as entrevistas das quais se selecionaram os dados que

fundamentaram a pesquisa. As análises que aqui se apresentam – de caráter pioneiro – dão

continuidade às realizadas por Brandão; De Paula (2018) e têm como objetivo verificar os

condicionamentos estruturais e sociais que presidem ao uso do tepe nos contextos pré-vocálicos e do

cancelamento em coda silábica interna e externa. A pesquisa norteia-se pelos pressupostos teórico-

metodológicos da Teoria da Variação e Mudança (WEINREICH; LABOV; HERZOG, 1968), bem

como dos desdobramentos da Sociolinguística Variacionista (LABOV, 1972, 1994, 2001) e tem como

base dados selecionados de 18 entrevistas realizadas com indivíduos naturais de Moçambique, que

têm o Português como L1 ou L2 e que se distribuem por sexo, faixa etária (18 a 35 anos, 36 a 55

anos, 56 a 70 anos) e níveis de escolaridade (fundamental, médio e superior). Organizaram-se seis

amostras, correspondentes aos contextos (a) intervocálico (i) com R forte (carro) e (ii) com R fraco

(caro), (b) inicial de vocábulo (roça), (c) em onset complexo (prata), (d) em coda silábica (i) interna

(carta) e externa (dizer, flor) que foram analisadas em separado. Na análise variacionista,

controlaram-se, a depender do contexto, variáveis de natureza estrutural como o modo e o ponto de

articulação das consoantes antecedente e/ou subsequente, a natureza da vogal antecedente e/ou

subsequente, a classe do vocábulo, a tonicidade da sílaba, o número de sílabas e a classe do vocábulo,

e, ainda, em todos os contextos, as variáveis sexo, faixa etária, nível de escolaridade e, ainda, o

estatuto do Português (L1 ou L2) e uso de outra(s) língua(s) falada(s) no país. No PM, o tepe

predomina em todos os contextos na fala dos têm o Português como L2. Os falantes de Português L1,

no entanto, embora com pequena margem, produzem com maior frequência a vibrante alveolar nos

contextos inicial de vocábulo (roça) e intervocálico, no caso do chamado R forte (carro). Quanto ao

cancelamento em coda externa, o PM (L1 e L2) apresenta índices baixos como os registrados no PE,

em que também predomina o tepe. Os resultados sugerem que a oposição R [+ant] / R [-ant], em

contexto intervocálico não parece fazer parte da gramática do PM, o que permite formular a hipótese

de que haja um único R no seu sistema fonológico, em função da adoção imperfeita das normas de

pronúncia do PE. Tal aprendizagem irregular poderia ser justificada pelo fato de (a) em Português,

os pares mínimos, em contexto de oposição fonológica, terem baixíssima produtividade; (b) no PE, o

tepe ter maior distribuição do que as demais variantes: ele ocorre em contexto intervocálico

(correspondente a R [+ant]), e predomina, ainda, em ataque complexo e em coda silábica interna e

externa; (c) a diferença articulatória entre um tepe e uma vibrante alveolar consistir basicamente,

como afirma Lindau (1985), entre uma batida e mais de uma batida nos alvéolos, o que pode não ser

saliente para o indivíduo que adotou o Português. As variáveis de cunho social mostraram-se

altamente salientes para a definição desse quadro. A comunicação aqui proposta integra-se na Seção

Sociolinguística e Linguística variacionista (Europa e fora da Europa), por (i) focalizar uma variedade

africana do Português; (ii) tratar de um fenômeno variável; (iii) considerá-lo do ponto de vista

sociolinguístico, buscando determinar as restrições estruturais e linguísticas que presidem à

implementação dos róticos em seus diferentes contextos; (iv) contribuir para o conhecimento do

funcionamento de uma língua em área de forte contato multilinguístico.

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CANALIS, Stefano : La rappresentazione sincronica del Raddoppiamento Sintattico.

Introduzione. Il fenomeno del Raddoppiamento (Fono)Sintattico – la geminazione di una consonante

a inizio di parola, o perche la parola precedente termina con vocale tonica, o perche appartiene a un

gruppo circoscritto di parole atone (a, se, etc.) o toniche ma non ossitone (dove, sopra, etc.) che

causano RS – e un aspetto ampiamente dibattuto della fonologia dell’italiano. Adottando il quadro

teorico della fonologia prosodica, molti autori hanno interpretato la geminazione della consonante

come una strategia per rendere bimoraica e dunque prosodicamente pesante la sillaba finale delle

parole ossitone (Stress-to-Weight; tra gli altri, in una forma o nell’altra e l’assunto di Vogel 1978,

Chierchia 1986, Basboll 1989, Sluyters 1990, Repetti 1991, Vogel 1994, Borrelli 2002, Kramer

2009). Ipotesi adottata. Lo scopo di questa comunicazione e sostenere che la spiegazione ‘moraica’

incontra a diverse difficolta, e che l’ipotesi di una consonante finale ‘vuota’ – piu specificamente, in

termini autosegmentali, una posizione consonantica a cui a livello sottostante non sono associati

contenuti tratti fonologici – in tutte le sillabe finali degli ossitoni e in alcune sillabe atone finali

permetterebbe di rendere meglio conto dei dati empirici. Parole come sarà e a avrebbero quindi una

rappresentazione lessicale come in (1): a. / s a ˈ r a / C V C V C / b. / a / V C. La consonante finale,

priva di un contenuto segmentale, si assimilerebbe quindi automaticamente alla consonante

successiva (se quest’ultima e presente, (2)). (2) / s a ˈ r a ˈ v e r o / → / ˌ s a r a ˈ v e r o / C V C V C

C V C V C V C V C C V C V. Esaminero cinque fenomeni per i quali l’analisi prosodica e

problematica, e che invece sono facilmente spiegabili assumendo la presenza di una consonante vuota

finale (analisi come quelle di Basboll 1989, Sluyters 1990, Repetti 1991, Vogel 1994 in varie forme

ipotizzano anch’esse la presenza di una posizione finale ‘vuota’, e dunque sono parzialmente simili

alla presente proposta; tuttavia, in tali analisi la posizione vuota e sempre vista come una conseguenza

della presunta necessita di avere una sillaba prosodicamente pesante. Loporcaro (1988) ipotizza una

rappresentazione simile a quella in (1) per stadi diacronici precedenti dell’italiano). Dati 1:

allungamento vocalico. In italiano le vocali accentate in sillaba aperta sono allungate, tranne che

negli ossitoni ([ˈkaːpito], [kaˈpiːto], ma [kapiˈtɔ]). Se tutte le sillabe toniche devono essere

prosodicamente pesanti, perche solo negli ossitoni si ha geminazione e non allungamento vocalico?

Far dipendere la geminazione dal fatto che in italiano non sono possibili vocali lunghe finali (e quindi

si deve ricorrere a un’altra strategia prosodica) sposta semplicemente il problema; perche

l’allungamento vocalico non dovrebbe aver luogo unicamente negli ossitoni, mentre in parossitoni e

proparossitoni avviene regolarmente? Ipotizzando invece una rappresentazione come quella in (1), le

parole ossitone di fatto terminerebbero sempre con una sillaba chiusa, benche la consonante finale

talvolta non possa essere realizzata; dunque mancherebbe il contesto per l’allungamento vocalico.

Dati 2: monosillabi atoni. Come menzionato sopra, il RS ha luogo anche dopo alcuni monosillabi

atoni (a [rr]oma, se [vv]uoi, etc.) e dopo alcune parole non ossitone (sopra [ll]a TV, come [vv]uoi,

etc.). Per l’analisi moraica si tratta di eccezioni inaspettate (poiche un presupposto essenziale di tale

analisi e che la geminazione si manifesti per rendere pesante una sillaba accentata); per queste parole

si deve fare ricorso a spiegazioni piu o meno ad hoc, e comunque differenti da quelle usate per le

parole ossitone. Rappresentazioni come in (1.b) invece renderebbero conto anche di questi casi. Dati

3: scontri accentuali. Esiste un altro gruppo di casi in cui il RS e presente dopo una vocale priva di

accento. Si tratta di quelle sillabe che, pur essendo lessicalmente toniche, in superficie vengono

deaccentate per evitare uno scontro accentuale, nel caso in cui la parola successiva abbia l’accento

sulla prima sillaba (caffè lungo [ˌkaffɛlˈluŋgo] – Saltarelli (2004: 65) riguardo all’italiano di Roma).

Anche in questo caso l’ipotesi di una consonante ‘vuota’ finale negli ossitoni, indipendente da

requisiti prosodici, predirebbe correttamente la presenza di geminazione (/kafˈfɛC ˈlungo/ →

[ˌkaffɛlˈluŋgo]). Dati 4: troncamento. Cosi come alcune sillabe atone causano RS, esiste anche la

situazione opposta: sillabe toniche finali che non causano RS, contrariamente alle previsioni

dell’ipotesi prosodica (cf. per esempio Absalom et al. 2002). Si tratta di parole che subiscono

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apocope/troncamento della vocale/sillaba finale, come po’, va’, fa’, etc. (quindi un po’ [d]i, va’ [v]ia;

il sintagma du’ cavalli nell’italiano di Firenze e [ˈduhaˈvalli], non *[ˌdukkaˈvalli]). Di nuovo, una

rappresentazione che ipotizza una consonante ‘vuota’ finale in parole ossitone solo a livello lessicale

non incontrerebbe problemi; non c’e bisogno di postulare alcuna consonante ‘vuota’ in /ˈpɔko/, e la

caduta della sillaba finale produrrebbe semplicemente /ˈpɔ/ (e noto che in romanesco po’ e le forme

imperative apocopate causano raddoppiamento. Cio e probabilmente legato al fatto che la relazione

sincronica tra forme apocopate e non apocopate non e del tutto trasparente, e dunque puo variare da

un sistema linguistico all’altro; non e cosi ovvio che le prime siano semplicemente una forma

sincronicamente ridotta delle seconde, piuttosto che entrate lessicali indipendenti – per esempio po’

e poco in moltissimi contesti sono sostituibili l’uno con l’altro, ma po’ non e utilizzabile come

aggettivo a differenza di poco). Dati 5: sonorizzazione intervocalica in còrso. La disconnessione

tra RS e requisiti prosodici e desumibile anche dalla sua interazione con la sonorizzazione

intervocalica in alcune varieta di corso. Il corso ha un RS simile a quello dell’italiano standard. Nel

dialetto corso settentrionale di Sisco (Chiodi-Tischer 1981: 78) nei contesti di RS non avviene piu

geminazione (benche tale dialetto abbia conservato le geminate interne all’interno della parola). In

un’ottica moraica, l’assenza di geminazione tra confini di parola dovrebbe implicare che il RS e

totalmente scomparso in questo dialetto. Ciononostante, il RS in sischese non ha completamente

cessato di agire. Bisogna aggiungere infatti che in sischese le occlusive intervocaliche /k t p/

diventano sonore, sia all’interno della parola che tra confini di parola ([ˈkaza], [ˈtortu], [ˈpeɖɽu] ma

[a ˈgaza] ‘la casa’, [u ˈdortu] ‘il torto’, [o ˈbeɖɽu] ‘oh Pietro!’). Nei contesti di RS pero la

sonorizzazione intervocalica e bloccata, benche in superficie si abbia un contesto intervocalico: [tre

ˈkaze], [ne ˈtortu] ‘ne torto’, [a ˈpeɖɽu] ‘a Pietro’. Il RS quindi si conferma ancora una volta non

necessariamente legato a vincoli prosodici di peso sillabico. Ipotizzando invece in parole come tre,

ne, a (prep.) una consonante finale vuota (quindi /treC/, /neC/, /aC/) che in questo dialetto non puo

associarsi alla consonante successiva, il blocco della lenizione dopo di esse diventerebbe una

conseguenza automatica; secondo questa ipotesi, il contesto non sarebbe in realta intervocalico

(/treCˈkaze/, etc.). Conclusione. I fenomeni discussi sopra sono per varie ragioni incompatibili con

l’ipotesi di un requisito prosodico che causerebbe la geminazione di una consonante iniziale per

creare una mora aggiuntiva nella sillaba finale della parola precedente. Al contrario, l’ipotesi di una

consonante finale segmentalmente vuota permetterebbe di rendere conto di tutti i casi esaminati.

CASANOVA, Emili : EL SUBSISTEMA VOCÀLIC PALATAL DEL CATALÀ MEDIEVAL I

L’ETIQUETA CATALÀ ORIENTAL-CATALÀ OCCIDENTAL.

Les recents publicacions de Daniel Recasens (2017): Fonètica històrica del català, Barcelona: IEC i

de Joan Veny (2015): “Català occidental/català oriental, encara”, Estudis Romànics, vol 37, p.31-65,

han tornat a posar en el centre de la discussió científica una de les particularitats del català dins de les

llengües romàniques: la inversió vocàlica de la sèrie palatal en posició tònica, que fa que la Ē>È,

després de passar per una e neutra o central i que la Ĕ done una e tancada excepte en 5 casos

contextuals. També al fet que en posició àtona una part del català tinga 5 vocals (occidental) i una

altra 3 (oriental). És segurament el tema més estudiat en la gramàtica històrica catalana, però malgrat

això encara no s’ha arribat a una explicació satisfactòria. Per això el meu objectiu és intentar aportar-

ne una nova explicació a la llum de l’evolució de les altres llengües romàniques. 1. Passaré revista a

les aportacions més sòlides de cada teoria anterior i les valoraré, especialment les darreres de Gulsoy

i Walsh. 2. Tindré present les llengües veïnes del català i la història lingüística del territori d’esta

llengua, en especial l’occità i el francés. 3. Partisc dels principis següents: -L’evolució del català i de

l’occità és la mateixa fins els segles XI-XII. -El substrat ibèric era general en tot Catalunya i també

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en part d’Occitània, especialment en la zona central i plana. En la part de l’Urgell-Andorra i el seu

oest predominaven els parlars bascònics. -Els francs, conformadors del francés, com a llengua

derivada del llatí, ocuparen les terres de la zona oriental septentrional de Catalunya, fins a Barcelona.

-La dissimilació de les vocals àtons va ser un factor molt important en la conformació del vocalisme

juntament amb el fort accent d’intensitat del català causat pels francs. -El català oriental és una creació

de la e neutra catalana, que trenca la unitat del català general. Per tant, la separació del català oriental-

occidental no és una conseqüència del substrat, sinó un fenomen dels segles XIII-XIV. -És molt

important analitzar les fronteres actuals del català oriental amb ulls medievals. 4. Explicació. A partir

dels principis anteriors, una anàlisi de la documentació històrica i actual i una nova perspectiva

arribem a la teoria següent: a) sistema tònic: -Tot el català va convertir el sistema de 7 fonemes llatins

en posició tònica en un sistema de 5 fonemes, amb dos al·lòfons en cada sèrie palatal o velar, en un

primer estadi, segurament a causa del substrat ibero-basc. I la Ĕ+iod>i per diftongació condicionada.

-Posteriorment, la refonologització de la e<Ĕ en el context e+d>l>u (tipus PEDE, DECE, segle XII),

original també del català en la Romània, que separava la llengua de l’occità, va comportar que els

altres quatre contextos obridors amb al·lòfons més oberts (tipus CAELU, TERRA, GENERU,

HIVCERNU) es refonologitzaren i els altres es quedaren tancats (tipus HERBA). -En esta situació de

refosa fonològica, la creació de la È, va moure el subsistema, de manera que l’al·lòfon e semiobert

en un context tancador procedent de È va passar a e, fet que va motivar que els mots amb e descendent

de la Ē, Ĭ tinguera dos opcions: associar-se a la e semioberta en vies de tancament o recrear-se un

altre tipus de e. Aixi, el català occidental, amb menys influència franca i més lluny de la frontera o

marca, va consumar la confusió de les ee menys obertes procedents de Ē Ĭ o de Ĕ +context tancador,

fent una oposició de 2 vocals ÉÉ. El català oriental, en canvi, amb el prestigi i importància dels

descendents dels francs, va voler acostar-se al seu sistema i conservar les tres eee, tot mantenint

algunes distincions fonològiques, i segurament va imitar la e tancada central semblant a la franca,

més fosca, de manera que es conservava la triple distinció al·lofònica-fonemàtica: e oberta, e tancada,

e neutra, amb una inversió dels resultats esperables del llatí. -La dificultat de mantindre tres tipus de

palatal e, a causa del baix rendiment de l’oposició, va provocar la reducció a dos fonemes palatals e,

a partir del segle XIV, menys a les Balears. I la vocal central va confluir amb l’oberta, igualment que

els descendents de la Éen context obridor (tipus PILU, VIRGINE). -La sèrie velar

també refonologitzà a imitació de la sèrie palatal i els dos al·lòfons velars es convertien en dos

fonemes, on els menors contextos motivadors conformava un subsistema més previsible. -El fonema

palatal tancat i guanyà components amb la diftongació condicionada de les breus més iod segona,

tercera, quarta. b) sistema àton: -En posició àtona els sistema llatí es convertí també en 5 vocals, però

sense al·lòfons. A més en posició inicial les dissimilacions de e...é>a...é eren nombroses en tot el

català (en la Gal·lo-Romània) i per tant les confusions entre les ee i les aa es generalitzaren, també

per assimilació. -Posteriorment, en boca franca, el català, va produir una indistinció total de la vocal

en esta posició inicial, preocupada només per l’existència de suport o no a la sÍl·laba de l’accent

principal, tot convergint en una e central, que segles després (segle XIV) s’estendrà a totes les

posicions per la tendència a la igualació de al vocal en totes les posicions. L’existència d’esta e neutra

serà la causant del naixement de l’anomenat cat oriental i d’una sèrie de canvis de la llengua d’esta

zona, absents en català occidental, que són la principal causa de la creació dels dialectes catalans. -

Veig una connexió temporal i motivacional de la creació de la e central en posició tònica i en àtona:

el triomf en la posició tònica, la més forta, va provocar que la tendència a fer e neutra en posició àtona

es generalitzara totalment.

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CHIOCCHETTI, Armin : Dalla sincronia alla diacronia: come il materiale audio può essere

utilizzato per individuare mutamenti fonetici e fonologici. Uno studio sul ladino Fassano.

La possibilità di fare audioregistrazioni della lingua parlata è stata rivoluzionaria nel campo della

linguistica descrittiva e nel corso degli anni i mezzi a nostra disposizione sono stati costantemente

migliorati. Apparecchi di miglior qualità e sofisticati programmi per elaborare i dati ci consentono di

ottenere informazioni molto esatte riguardo alla natura fisica dei suoni delle lingue e più in generale

ad una lingua parlata in un certo momento storico. Ad ogni modo, con il passare del tempo le

audioregistrazioni serviranno sempre più ad un altro scopo ossia quello di esaminare più in dettaglio

l’evoluzione diacronica delle lingue. Oggi disponiamo già di audioregistrazioni abbastanza datate da

mostrare differenze dalla lingua corrente. Questo è ad esempio il caso del ladino, in particolare delle

varianti Brach e Cazet parlate in Val di Fassa nel cuore delle Dolomiti. Registrazioni audio effettuate

negli anni ’60 hanno messo in evidenza uno stadio sincronico del ladino oggi chiaramente superato.

Dall’analisi condotta sul suddetto materiale è emerso un quadro molto dettagliato del ladino parlato

dalla generazione nata nella seconda metà dell’Ottocento. Mettendo poi a confronto l’analisi di questo

materiale con del materiale contemporaneo è emerso che il ladino ha subito sostanziali mutamenti

fonetici e fonologici. L’analisi comparativa ha rivelato mutamenti sia sintagmatici sia paradigmatici.

Tra i mutamenti sintagmatici possiamo citare la caduta di [ŋ] e [ɑ]/[ɔ] come allofoni in fine di parola,

mentre la dentalizzazione delle sibilanti retroflesse ha portato ad un caso di fusione nel sistema

fonologico con la scomparsa di due fonemi ovvero /ʂ/ and /ʐ/ (per una più ampia discussione su questi

fenomeni si veda Chiocchetti (2017)). Ancor più interessante è stato, forse, osservare come la

variazione sincronica circa la realizzazione di /ʧ/ negli anni ’60 contenesse le tracce di un precedente

mutamento fonologico, ossia la fusione di /c/ con /ʧ/ come già dimostrato in Chiocchetti (1983) e

Ghetta & Chiocchetti (2014). Analogo è il caso circa la variazione allofonica nella realizzazione del

fonema /j/ che ha gettato le basi per un caso di secondary split, ossia la divisione del fonema in due

fonemi distinti /j/ e /ʥ/ avuta luogo nella successiva generazione di parlanti (si veda Chiocchetti

(2017)). Che la variazione sincronica fosse simile a mutamenti fonetici e che il risultato di un

mutamento fonetico fosse già presente nella variazione sincronica prima che il mutamento abbia

luogo era già stato teorizzato (si veda ad esempio Ohala (1993: 239, 248)). Questo ci impone la

necessità di lavorare con descrizioni fonetiche il più precise possibile al fine di poter raggiungere un

grado di accuratezza maggiore riguardo alla natura dei mutamenti fonetici e fonologici. Da ciò nasce

l’utilità del lavorare con materiale audio anche in un’ottica diacronica. Questo studio ha rilevato come

nel caso di mutamenti graduali il materiale audio possa mettere in risalto gli stadi intermedi, il che si

è visto ad esempio nel caso dell’avanzamento delle sibilanti retroflesse. Inoltre il materiale audio ci

ha permesso di osservare l’espansione lessicale di alcuni mutamenti fonetici presenti a livello

sincronico sottoforma di variazione allofonica. Questo è il caso della realizzazione dei fonemi /ʧ/ e

/j/ negli anni ’60. Per di più il materiale audio se basato su più parlanti ci permette non solo di

esaminare l’idioletto del singolo parlante ma anche, seppur con dei limiti, di esplorare la variazione

linguistica nella comunità di parlanti, in particolare la variazione dialettale e generazionale. Infatti

nel nostro caso è emerso che la fusione di /c/ con /ʧ/ è stata portata a termine prima nella variante del

Cazet e poi nel Brach mentre la fusione delle sibilanti retroflesse con le dentali è ad oggi più presente

tra i parlanti giovani. Ad ogni modo va chiarito che il materiale audio non è stato il solo tipo di

materiale preso in considerazione. La prima descrizione del ladino fassano ad opera del linguista

tedesco W. Theodor Elwert (1943) rimane un lavoro fondamentale per la fonetica del ladino dal

momento che presenta dei testi in una trascrizione fonetica molto accurata. Ma la comparazione del

materiale audio con la trascrizione dell’Elwert ha reso possibile una miglior comprensione delle

ragioni soggiacenti alla scelta dei caratteri di trascrizione di quest’ultimo, altrimenti non sempre

molto chiara. Ulteriore aiuto è venuto dalla consultazione di una terza fonte questa volta sia in forma

di materiale audio sia in forma scritta. Questo è l’Atlante del ladino dolomitico e dei dialetti limitrofi

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(ALD) il quale presenta oltre 800 entrate in diverse varianti di ladino consultabili sia in forma di file

audio sia in trascrizione fonetica. Il vantaggio di questa ultima fonte risiede nel fatto che i punti di

ricerca utilizzati coprono l’intera valle e che gli informanti appartengono alla generazione a metà

strada tra il materiale degli anni ’60 ed il materiale contemporaneo. In questo modo è stato possibile

raggiungere un buon livello di esattezza nella descrizione delle diverse fasi storiche del ladino. Le

generalizzazioni fatte a livello sincronico sul materiale audio si sono dunque rilevate estremamente

preziose quando l’attenzione è stata rivolta all’evoluzione diacronica del ladino, il che conferma il

beneficio che si può trarre dall’utilizzare materiale audio per gli scopi della linguistica dicronica.

Vorrei presentare il mio abstract alla sezione ‘Phonétique, phonologie et graphématique; corpus

oraux’ per la ragione che questo studio esamina la fonetica e la fonologia di una lingua romanza con

attenzione particolare verso i mutamenti fonetici e fonologici avvenuti dal secolo scorso ad oggi. Lo

studio è stato effettuato utilizzando un metodo di ricerca innovativo che comprende la comparazione

di materiale audio da diversi momenti storici per far luce sulla prospettiva diacronica.

DAL BO, Beatrice & SOWADA, Lena : Expériences de l’écriture et compétences orthographiques :

des correspondances de scripteurs peu lettrés.

Le point de départ de cette étude est la compréhension de la Première Guerre mondiale non seulement

en tant qu’événement historique, mais aussi linguistique (Guilhaumou, 1996). Souvent éloignées pour

la première fois les unes des autres, les personnes peu lettrées, ayant un niveau d’instruction

élémentaire, sont contraintes d’avoir recours à l’écriture afin de maintenir un contact : la Grande

Guerre joue ainsi le rôle de phénomène déclencheur de l’entrée dans l’écrit d’une grande partie de

cette population. Ces scripteurs peu scolarisés ont échangé des correspondances tout le long de la

guerre : dans le contexte français, certaines de ces correspondances ont pu être recueillies dans les

fonds du projet Corpus14 (Praxiling-Université de Montpellier, https://www.univ-

montp3.fr/corpus14), ainsi que dans le Corpus frontalier, comprenant des fonds collectés dans le

cadre du projet Egoling14-18 (Université de Heidelberg, https://heidelberger-forum-

edition.de/egoling14-18). Ces sources nous donnent accès à des productions écrites présentant de la

variation linguistique à différents niveaux. Nous nous intéresserons ici à la dimension orthographique

de ces textes : en effet, les variations orthographiques par rapport à la norme standard du français y

sont nombreuses. Nous allons ainsi explorer les graphies utilisées par des scripteurs peu expérimentés,

en mettant en avant les traits caractéristiques de leur écriture face à une orthographe normée très

complexe. Quelles sont les variations orthographiques les plus fréquentes ? Qu’est-ce qu’elles

révèlent de l’appropriation de l’orthographe française de la part des scripteurs peu scolarisés ? Quels

sont les aspects de la norme orthographique qui sont les plus complexes ? Pour cette étude, nous

avons défini un corpus exploratoire constitué d’un échantillon de textes. Parmi les fonds de Corpus14,

nous avons sélectionné des lettres de deux correspondances conjugales : celle de Marie et Pierre

Fabre, cultivateurs de l’Hérault, et celle de Victoria et Félicien Arcis, cultivateurs de l’Ardèche. Les

lettres ont été choisies selon un critère chronologique : pour chaque scripteur, nous avons retenu une

lettre du début et une lettre de la fin de sa correspondance. Cet échantillon compte en total 3 782

mots. En ce qui concerne le Corpus frontalier, l’échantillon est tiré des correspondances de la famille

Grandemange : les lettres des parents Marie-Anne et Joseph Grandemange, tisserands de Saint-

Maurice-sur-Moselle, de leur fille Joséphine et de leurs trois fils mobilisés. Pour chaque scripteur

nous avons retenu deux lettres en tenant également compte du critère chronologique mentionné

cidessus. Ce deuxième échantillon s’élève à 3 813 mots en total. L’analyse du corpus sélectionné a

été menée suivant la grille typologique des erreurs d’orthographe développée par Nina Catach et alii

(1980). Bien qu’il y ait de la variation interindividuelle et intraindividuelle, les résultats indiquent

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que la variation orthographique la plus fréquente concerne les morphogrammes (398 occurrences en

total), notamment dans le cas des morphogrammes grammaticaux (359 occurrences) et en moindre

mesure dans le cas des morphogrammes lexicaux (39 occurrences). Les morphogrammes sont

porteurs d’informations morphosyntaxiques supplémentaires : d’un point de vue syntagmatique, ils

contribuent à la cohésion et d’un point de vue paradigmatique, ils établissent des liens de différente

proximité (Catach, 1980 : 209). La variation concernant les morphogrammes grammaticaux se

manifeste dans les désinences verbales, le genre et le nombre, la catégorie des mots ainsi que les

accords, comme dans ces exemples : « je te dirait que hier j’ai rencontrer le Marines de garde il ma

dit qu’il était malade » (Corpus14, Félicien Arcis, 17.4.17) ; « juges de notre joie quand sa Mère

nous as apportée la nouvelle » (Corpus frontalier, Joseph Grandemange sen., 13.1.16). La variation

présente dans les graphies des radicaux, des préfixes et des suffixes fait partie des morphogrammes

lexicaux, comme dans les graphies suivantes : « il me faut mon Extrait de Nèssance » (Corpus14,

Pierre Fabre, 17.7.15) ; « Embrassez bien soeure Fifine pour moi » (Corpus frontalier, Alois

Grandemange, 6.6.18). La deuxième dimension de variation la plus attestée est à dominante

logogrammique : les occurrences totales sont 178, dont 163 concernent des logogrammes

grammaticaux. Les logogrammes, définis aussi comme graphies globales de lexèmes, sont en effet

un lieu fréquent de la variation orthographique : « surtout toi chère epouse et toujours bon espoir que

l’on ce reverra donne des nouvelles a Malbosc et a Espine » (Corpus14, Pierre Fabre, 15.8.14) ; « car

les gendarmes doivent vérifier ou ces ouvriers travaillent » (Corpus frontalier, Joseph Grandemange

sen., 14.6.16). Enfin, le troisième type de variation orthographique porte sur la segmentation des mots

(108 occurrences). Ainsi, plusieurs mots peuvent être soudés entre eux (76 occurrences), ou bien,

inversement, un même mot peut être séparé en plusieurs éléments (32 occurrences), comme les

graphies suivantes en témoignent : « Chér Epoux Voici pourquoi ce matin je nai pas parlé l’ontemp

de ta bléssur l’orsque nous avons reçu ta carte (...) jai dit dessuitte que...» (Corpus14, Marie Fabre,

29.8.14) ; « ton Papa et ta manman qui t’aime t’entrement » (Corpus frontalier, Marie Anne

Grandemange, 25.9.14). De plus, le domaine phonogrammique constitue une dimension de variation

orthographique qui se retrouve dans toutes les autres dimensions : la transcription des phonèmes est

en relation étroite avec la reconnaissance des mots et la compréhension des relations grammaticales

entre les différents éléments. Les différentes graphies des désinences verbales de l’imparfait en sont

un exemple : ce ne serais (Joseph Grandemange jun., 15.9.1914), je vous avait dit (Paul

Grandemange, 6.12.1918), [elles] se suivait (Marie Anne Grandemange, 25.9.1914). En conclusion,

notre proposition s’inscrit dans la perspective sociolinguistique puisqu’elle examine la variation

orthographique inter- et intra-individuelle dans une situation de communication historique précise.

Les correspondances analysées relèvent d’un contexte de communication informel et nous donnent

accès à des productions écrites qui présentent de la variation à différents niveaux : orthographique,

morphosyntaxique, lexical, stylistique. Ces sources contribuent ainsi au développement des travaux

scientifiques portant sur l’étude de l’usage de la langue française fait par des scripteurs peu scolarisés,

ce qui constitue l’originalité de ce sujet.

GIUDICI, Alberto : Cenni fonologici sul dialetto di Sissano d’Istria.

Il sissanese è una delle sei varietà dell’istrioto presenti in Istria (odierna Croazia) insieme al

rovignese, vallese, dignanese, fasanese e gallesanese. Queste varietà sono a serio rischio di estinzione

a causa della diminuzione del numero di parlanti: stando ai dati di Cergna (2014) per il fasanese non

ci sarebbero addirittura più parlanti attivi, mentre il dignanese verrebbe usato solo dai più anziani

come inserto nel quotidiano parlare istroveneto. Il sissanese gode ancora di una certa salute, anche se

il cambio di lingua verso varietà più prestigiose come il croato (e ciacavo) da una parte e l’istroveneto

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(e italiano) dall’altra – processo che è iniziato a partire dalle generazioni nate negli anni Cinquanta,

quando l’Istria è passata definitivamente sotto la dominazione iugoslava – è sempre più frequente tra

i parlanti più giovani. Questo lavoro si propone di analizzare alcuni tratti peculiari del sistema

fonologico del dialetto di Sissano che, insieme al gallesanese e al vallese, forma un gruppo che si

discosta in maniera significativa da quello delle tre varietà più occidentali, vale a dire rovignese,

dignanese e fasanese (cfr. Tekavčić 1972). Rispetto a queste ultime, i tratti più caratteristici di tali

varietà sono due: l’assenza del dittongamento in /ej/ e /ow/ dei fonemi romanzi /i/ e /u/ (fatto che le

accomuna al veglioto e ad alcuni dialetti italoromanzi dalla Romagna alla Puglia), e la chiusura di /e/

e /o/ rispettivamente in /i/ e /u/ (cfr. Tekavčić 1982: 278-80). I dialetti istrioti sono stati analizzati in

maniera dettagliata da Tekavčić, ma sono rari gli studi di fonetica sperimentale. L’unico studio di

questo genere applicato ai dialetti dell’area istriana è ormai datato e risale all’articolo molto conciso

di Ursini (1983) sui dittonghi discendenti nella varietà di Rovigno d’Istria. L’intervento intende

prendere in considerazione le caratteristiche più specifiche del vocalismo, con uno sguardo anche ai

possibili mutamenti in atto nel sistema. In particolare si verificheranno le seguenti ipotesi per mezzo

di un’indagine sperimentale: • Negli esiti delle vocali medie toniche si osserva “l’oscillazione fra i

gradi di apertura (/e/, /ɛ/, ecc.) nei riflessi di tutte e quattro le vocali latine volgari (/e/, /ɛ/, /o/, /ɔ/)”

(Tekavčić 1970: 228). Anche se questo fenomeno interessa maggiormente il gruppo più occidentale,

si verificherà l’esistenza di una simile commistione di timbri anche a Sissano, forse dovuta

all’influsso sempre maggiore del croato che conosce un solo timbro chiuso delle vocali medie. •

Sempre a Sissano si trovano i dittonghi /jɛ/ e /wɔ/ per Ĕ e Ŏ, ma solo in sillaba libera e in casi

abbastanza rari, che fanno propendere per un influsso veneziano o italiano ([ˈdjɛze] ‘dieci’ e [ˈzjɔɡo]

‘gioco’). A questo proposito si valuterà l’influsso veneziano con particolare riguardo all’esito

peculiare di Ŏ in /jɔ/ dopo coronale (cfr. Baglioni 2016) propagatosi dalle coste veneziane a quelle

istriane (cfr. per il vallese gnóve ‘nove’ vs. nóra ‘nuora’ in Cergna 2015, s. vv.). • Un fenomeno molto

discusso (cfr. Tekavčić 1976 e Zamboni 1989) che interessa il vocalismo atono finale è il passaggio

di /e/ a /o/ come in carno, lato ‘latte’, noto ‘notte’, lezo ‘(lui) legge’, ecc. Questo sembra essere l’esito

di -e finale dopo geminata etimologica o gruppo consonantico, di contro all’apocope dopo consonante

scempia (cfr. Zamboni 1989: 251). Da un primo sondaggio si evince, infatti, che per ‘naso’ l’esito è

[naz] (< NASUM), mentre per ‘nasce’ si ha [ˈnaso] (< *naske). Si analizzeranno i contesti in cui

agisce l’apocope e gli eventuali casi di restituzione della vocale finale sul modello veneto/italiano. •

Una delle caratteristiche principali del sissanese è, inoltre, la prostesi di /j/ davanti a vocali anteriori

e di /v/ davanti a vocali posteriori etimologiche, tanto da essere esplicitamente dichiarata quale tratto

bandiera rispetto alle altre varietà dell’istrioto (cfr. la lunga lista in Tekavčić 1972: 647). Da una

prima analisi, a parte qualche eccezione, sembrerebbe che questo tratto sia ormai marginalizzato (per

es. vodor > odor ‘odore’). Lo studio è stato condotto sulla base di un questionario composto da parole

prodotte dagli informanti in isolamento, selezionate secondo i parametri elencati nei punti

sopraccitati. Queste sono state scelte per verificare in particolare le vocali medie nei parossitoni e

proparossitoni (che presentino negli esiti romanzi i fonemi medi per il ramo palatale e velare) con

vocale tonica sia in sillaba aperta sia in sillaba chiusa. Verrà presentata un’analisi dei valori formantici

condotta tramite Praat (Boersma & Weenink 2018) per dimostrare se, e in quali contesti, ci sia una

commistione di timbri oppure se gli esiti presentino un vocalismo simmetrico ai dialetti veneti. Per

indagare gli altri punti si è fatto riferimento agli studi di Tekavčić ed è stata approntata una lista di

parole che potesse essere rappresentativa dei fenomeni oggetto di interesse. Verranno prese in

considerazione, inoltre, alcune fonti per verificare quali siano stati i cambiamenti in diacronia,

attingendo soprattutto ad Ive (1900), all’ALI e alla versione sissanese della Parabola del figliol

prodigo in Campagna et al. (2007). Questo lavoro si inserisce nella sezione «Phonétique, phonologie

et graphématique; corpus oraux» perché intende apportare un contributo originale allo studio e alla

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descrizione dei dialetti istrioti. In particolare è dedicato al dialetto di Sissano per il quale Tekavčić

riprendeva spesso i risultati di Ive (1900), che risalgono, a loro volta, al XIX secolo. Inoltre, come è

già stato fatto notare in precedenza, la dialettologia istriana è carente di studi qualitativi.

GOMES, Danielle Kely : O APAGAMENTO DAS VOGAIS POSTÔNICAS MEDIAIS EM

DUAS VARIEDADES AFRICANAS DO PORTUGUÊS: CONDICIONAMENTOS

LINGUÍSTICOS E RESTRIÇÕES SOCIAIS NA REDUÇÃO DE PROPAROXÍTONOS.

Em português, a sílaba postônica medial é contexto de aplicação de regras fonológicas, dada a sua

especificidade. Ao lado da regra de alteamento das vogais médias (hipót[e]se~hipót[i]se; mét[o]du

~mét[u]du), a regra de apagamento também é produtiva (árv[o]re ~arv[u]re~arvri/arvi; cócegas ~

cóc[i]gas~coska), regra essa que regulariza itens proparoxítonos a paroxítonos, o padrão acentual

default da língua. Processos que afetam o vocalismo postônico medial se fazem presentes desde o

latim, e se conservam em português. No âmbito do Português do Brasil (PB) as descrições vêm

demonstrando a vitalidade e a persistência do fenômeno de apagamento da vogal postônica medial.

Os estudos, ainda que apresentem índices percentuais diferenciados de aplicação da regra de

apagamento para as variedades do PB, revelam consistência na correlação entre os condicionamentos

linguísticos e sociais. No âmbito do Português Europeu (PE), os trabalhos são mais escassos, e

indicam que a regularização de proparoxítonos a paroxítonos está condicionada a aspectos da

configuração do sistema vocálico da variedade europeia, que propicia – nos contextos átonos como

um todo – a atuação mais frequente de regras de apagamento. No que concerne às variedades africanas

do português, o fenômeno ainda está a se revelar. Gomes (2017), em um estudo contrastivo entre a

variedade brasileira, a europeia (com dados do corpus Concordância) e a são-tomense (com dados da

amostra Variedades do Português), demonstra que há diferenças quantitativas consideráveis entre as

variedades: no Português de São Tomé (PST), os índices de apagamento são elevados (34,7%, contra

10,8% para o PE e 2,6% para o PB), ainda que as variáveis estruturais para a implementação do

apagamento atuem de forma semelhante nos três subconjuntos de dados analisados. Do ponto de vista

das restrições linguísticas, as três variedades se mostram sensíveis quanto à atuação dos contextos

precedente e subsequente à vogal postônica medial: a possibilidade de ressilabificação das consoantes

adjacentes à vogal – seja em direção à coda da sílaba tônica (cócegas > cosca), seja em direção ao

ataque da sílaba átona final (fósforo > fosfro) – é o condicionamento decisivo para a implementação

da regra no PB, no PE e no PST, ainda que diferenças quantitativas entre as variedades sejam

marcantes. Os estudos de Gomes (2017, 2018) revelam que a questão do apagamento das vogais

mediais no Português de São Tomé não pode ser desvinculada da relação que se estabelece entre o

Português e o Forro, crioulo de base lexical portuguesa que coexiste com o Português na cidade de

São Tomé, local de recolha dos inquéritos que compõem o corpus Variedades do Português. A autora

demonstra uma correlação direta entre a queda da postônica medial e a frequência de uso do Forro:

os indivíduos que afirmam usar eventualmente o crioulo tendem a apresentar índices mais elevados

de apagamento de vogais. Essa é uma evidência de que o comportamento da variedade são-tomense

é também é regulado por questões derivadas do multilinguismo generalizado que marca o contexto

insular. Para verificar se esse mesmo comportamento se mantém em outras variedades africanas do

português, propõe-se, neste trabalho, uma comparação entre os resultados verificados para 18

informantes de São Tomé com 18 informantes de Moçambique com o mesmo perfil sociolinguístico

(homens e mulheres, distribuídos por três faixas etárias e três níveis de escolaridade). O corpus

relativo ao Português de Moçambique (PM) pertence ao projeto Estudo comparado dos padrões de

concordância em variedades Africanas, Brasileiras e Europeias do Português (sediado na

Universidade Federal do Rio de Janeiro), enquanto o corpus relativo à variedade são-tomense

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pertence ao projeto Variedades do Português (vinculado ao Centro de Linguística da Universidade

de Lisboa). A análise empreendida neste trabalho toma por base o suporte teórico-metodológico da

Teoria da Variação e Mudança (WEINREICH; LABOV; HERZOG, 1968). Os resultados

preliminares revelam que é possível o tratamento contrastivo entre o PST e o PM na análise do

fenômeno variável em foco. Em termos de frequência bruta de aplicação da regra, nota-se um

comportamento similar entre as variedades analisadas, com índices expressivos de apagamento da

vogal átona medial (38% no PST e 36% no PM) e também convergências no que refere à atuação dos

condicionamentos linguísticos ligados à natureza dos segmentos adjacentes à vogal postônica medial.

Divergências se verificam na atuação das variáveis sociais controladas, sobretudo as que se referem

à escolaridade dos indivíduos, ao contato desses falantes com as línguas locais e ao uso do português

como Língua 1 ou Língua 2. Os dados do PST se mostraram sensíveis ao efeito da frequência do

contato com o Forro; já nos dados do PM, por outro lado, as variáveis que dão conta da relação do

Português com as línguas locais não se mostram, em uma análise preliminar, como relevantes. A

comunicação que se propõe conforma-se aos objetivos da seção Sociolinguística e Linguística

Variacionista (dentro e fora da Europa), por descrever uma regra variável condicionada por restrições

fonético-fonológicas, lexicais e sociais. O aspecto inovador da abordagem se concentra na análise

sociolinguística de duas variedades do português em África, em uma perspectiva que busca congregar

a persistência de um fenômeno românico – a supressão de vogais átonas, em realidades

sociolinguísticas marcadas pela coexistência do português com crioulos de base portuguesa (em São

Tomé) e com línguas da família Banto (em Moçambique).

LAVRIC, Eva & KEMPTER, Daniela : Los demostrativos españoles en un corpus oral (Val.Es.Co

2.0).

Los valores y usos de los determinantes demostrativos españoles –desde la deixis o referencia

exofórica hasta la anáfora/catáfora o referencia endofórica, así como los efectos estilísticos

especiales– han sido un objeto de inverstigación frecuente, pero solo en corpus escritos (v. Hottenroth

1982, Prado Ibán 1997, Lavric 1997, 1998, 2001, García Fajardo 2006 y Delbecque 2011). Muy

escasos son los estudios que se dedican a este tema sobre la base de un corpus oral. El estereotipo o

prejuicio que subyace a la diferencia oral-escrito sería que en lo oral prevalece la exófora, y en lo

escrito la endófora; sobre los efectos estilísticos especiales nada dicen los investigadores. No es de

extrañarse, pues, que los estudios que se interesan por los demostrativos españoles en lo oral

(Jungbluth 2005, Ivanova 2016) se dediquen a los usos deícticos; solo Benítez Rosete 2014 estudia

los usos endofóricos (con referentes más o menos accesibles). Afortunadamente, existe literatura

sobre otros idiomas, especialmente el alemán (v. Auer 1981, Stukenbrock 2015), en la que el/la

hispanista se puede inspirar. Eso hizo Lavric (2006 y 2011), que se basa en las observaciones de Auer,

aplicándolas al español (y, dicho sea de paso, al francés en Lavric 2011 y en prensa). Lo que descubrió

Auer 1981 y que Lavric llama “auerismo” es un fenómeno conver-sacional muy específico, un “truco”

para evocar un referente cuya identificación por parte del interlocutor está insegura. En vez de dar

una descripción pormenorizada el hablante adopta una solución más simple: da una descripción

sumaria (en general un mero sustantivo), acompañada de una señal que comprueba implícitamente si

la referencia ha tenido éxito. Esta señal consiste en un determinante demostrativo seguido de una

pequeña pausa, que permite al interlocutor señalar si necesita más información. Para este efecto en

alemán se usan los demostrativos de cercanía (dieser), y en español, los demostrativos popuestos

(el...este, el...ese, el...aquel). Se dan unos diálogos del tipo: - y luego vino el chico ese..., con tres tipos

de reacciones posibles: 1) ninguna, el interlocutor no ve problema; 2) una confirmación: - sí sí, el de

la playa; 3) una pregúnta: - ¿qué chico? Solo en el tercer caso tiene el locutor que dar más

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explicaciones; en los dos primeros la referencia se ha establecido, y eso de modo muy económico. La

existencia de este efecto que solo es posible en la modalidad oral dialógica cara a cara hace suponer

que existen más de esos usos especiales y que vale la pena analizar los demostrativos en un corpus

oral. A esta tarea se dedica el presente estudio, a saber, un análisis completo de los determinantes

demostrativos españoles en un corpus de conversaciones coloquiales. Se escogió el corpus Val.Es.Co

2.0., la continuación electrónica del famoso corpus Val.Es.Co compilado en Valencia por el grupo

del mismo nombre bajo la dirección de Antonio Briz Gómez (v. Briz Gómez 2002). Basándonos en

los estudios de Lavric y sobre todo en el de Kempter 2017, presentaremos los diferentes usos

(deíctico, ana-/catafórico) y efectos especiales, así como su repartición entre las tres formas (este, ese,

aquel), comprobando las frecuencias relativas y las variantes específicamente orales de los usos

básicos, así como la presencia/ausencia de los efectos especiales conocidos desde lo escrito y, sobre

todo, los efectos específicos de la referencia conversacional, auerismos y otros, tal como los

descubrimos en nuestro corpus. En el ámbito de la deixis situacional (usos exofóricos), el corpus oral

da efectivamente muchos más ejemplos de demostratio ad oculos que el escrito, pero cabe mencionar

que la deixis temporal no se diferencia mucho entre el corpus oral y el escrito. En cuanto a los usos

endofóricos (anáfora, catáfora), no se confirma la idea de que sea más escasa en el corpus oral. De

hecho, todos los usos anáforicos descritos para lo escrito se encuentran en gran número en las

conversaciones coloquiales – más algún que otro ejemplo de anáfora asociativa con el demostrativo

este en vez del artículo definido: ¡una pequeña sorpresa! Observando los efectos estilísticos

especiales, resulta que solo el efecto exclamativo (¡Estos egipcios están majaretas!) y el efecto

peyorativo (¿Dónde está ese libro de mierda?) se encuentran también en el corpus oral, mientras que

el efecto pintoresco (...esa brisa marina inconfundible de la costa atlántica gallega...) y el efecto halo

(Es una de esas historias que, cuando la lees, es difícil quitártela de la mente) parecen ser propios

del estilo literario. Pero se añaden otros efectos que solo se dan en la interacción cara a cara, porque

ilustran la co-construcción de la referencia por parte de los interlocutores. El que ya conocíamos son

los “auerismos” que se han descrito más arriba, pero descubrimos también otro tipo bastante frecuente

y que llamamos “descripciones en progreso”. Tal descripción en progreso se puede iniciar con un

auerismo que no tiene éxito inmediato, así que se convierte en una descripción más larga en la que el

locutor añade siempre más detalles hasta obtener confirmación. Distingui-mos dos tipos de

descripción en progreso: una variante definida y otra indefinda. En la variante definida el locutor

quiere obtener una identificación del referente por parte del interlocutor (la pobre chavalita esta que

está trabajando aquí... la que ha venido a... a cambio de estar aquí...), mientras que en la variante

indefinida el locutor persigue el reconocimiento de un cierto estereo-tipo (una peluquería normal y

corriente de esas gitanas de los pueblos... que van cuatro maru-jas y a todas les hacen el mismo

pelo...). Esta última variante tiene la misma estructura que el efecto halo (una... de esas que...) pero

no se usa de la misma manera. La hemos llamado “efecto estereotípico” por la referencia a un cierto

estereotipo que forma parte del common ground.

MARCET, Vicente : Nuevas aportaciones sobre el ensordecimiento y la representación de las

sibilantes en el castellano medieval: la documentación abulense (siglo XV).

Esta comunicación pretende centrarse en el estudio de las sibilantes en una región y en una época de

gran importancia para la historia del castellano: la provincia de Ávila durante la transición entre la

Edad Media y el Renacimiento. Se trata de una zona especialmente interesante para los estudios de

la variación interna del castellano, puesto que al norte de la actual provincia se extiende la variedad

considerada norteña, mientras que en el extremo sur de la zona llegan varios de los fenómenos

fonológicos característicos de las variedades meridionales, como la conservación asistemática de una

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aspirada o velar procedente de F- inicial latina, la aspiración de /x/, la aspiración o geminación de /s/

no explosiva ante oclusiva, la aspiración o interdentalización sorda del grupo /sd/ o la aspiración o

pérdida de la sibilante final, entre otros fenómenos. El ensordecimiento de las tres sibilantes sonoras

ha sido uno de los fenómenos más estudiados en la historia del español, y para el que se han propuesto

diversas hipótesis, que apuntan a factores sustratísticos, estructurales e incluso sociolingüísticos.

Asimismo, se han formulado distintos orígenes geográficos del fenómeno, como distintas cronologías

en cuanto a su nacimiento y expansión. Sin embargo, cuanto más testimonios directos se conocen,

mayor parece ser su antigüedad, así como su expansión, que ya parece bastante generalizada en

numerosos territorios peninsulares en el siglo XV (como puede observarse, por ejemplo, en los

estudios llevados a cabo Alonso 1976, Pascual 1988, Cabrera 1992, Morala 1993, Líbano 1998,

Mancho 1998, Penny 2004, Allen 2005, Torrens 2005 o Marcet 2013, por citar solo algunos). Tras

analizar el proceso del ensordecimiento de las sibilantes en la zona más meridional de Ávila en

anteriores estudios, en la presente comunicación queremos centrarnos en la considerada como zona

de transición entre la variedad abulense norteña y la meridional, utilizando como objeto una serie de

documentos notariales originales del siglo XV conservados en el archivo documental de la Hispanic

Society of America, sita en Nueva York. Se trata de un importante fondo documental integrado por

más de un centenar textos notariales y cancillerescos en estado óptimo de la Edad Media y siglos

posteriores, y que, hasta la fecha, apenas ha merecido la atención de los lingüistas y los historiadores,

por lo que, a los miembros del grupo de investigación GEDHYTAS (Grupo de Estudio de

Documentos Históricos y Textos Antiguos de la Universidad de Salamanca) nos ha parecido muy

oportuno llevar a cabo su transcripción y posterior análisis lingüístico en todos sus niveles:

grafemático, fonético-fonológico, morfológico, sintáctico, léxico y semántico, sin descuidar aquellos

aspectos relacionados con la paleografía y la diplomática, la sociolingüística y pragmática históricas

y las tradiciones discursivas. La situación que ofrecen estos documentos notariales en lo que respecta

a la evolución de las tres parejas de sibilantes es, ya desde los primeros textos conservados, la total

neutralización o confluencia gráfica a favor de la grafía simple s en el caso de las sibilantes fricativas

apicoalveolares. Son muy escasos ejemplos de ss, y algunos superfluos, como en posición final de

sílaba o de palabra. Resulta muy oportuno, en nuestra opinión, relacionar esta igualación gráfica con

la tendencia a la menor frecuencia en el uso de las grafías dobles en posición inicial y

postconsonántica (como es el caso de ff y rr) propia de la escritura castellana de la finales del siglo

XV, así como con la regulación del empleo de los dígrafos ll y nn en la representación de las

consonantes palatales lateral y nasal, respectivamente, en detrimento de l y n, cuyo uso empieza a

estar reservado para la representación principalmente de /l/ y /n/. El panorama que presentan las

restantes parejas de sibilantes es totalmente distinto, pues apenas encontramos casos de confusión

gráfica en las sibilantes africadas dentoalveolares (representadas por z y c/ç) y en las fricativas

prepalatales (representadas por j/g y x). Para explicar esta situación nos apoyamos principalmente en

la mayor diferenciación formal entre las distintas grafías (a diferencia de lo que sucede con s y ss) y

la posibilidad de una distinción en el modo de articulación, en el caso de las sibilantes prepalatales

(como ya se ha apuntado en Morala 1993). Lo que los documentos de la zona parecen demostrar, tras

un primer análisis, es que parece cumplirse la cronología propuesta mayoritariamente en la actualidad

para el proceso de ensordecimiento de las sibilantes, que postula que en primer lugar afecta a la pareja

de las fricativas apicoalveolares.

MARQUES TELLES, Célia : Grafemas e indícios de mudança linguística no português do Brasil: o

que dizem os Livros do Tombo.

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O achado, em 2017, de um livro manuscrito no Arquivo Histórico do Mosteiro de São Bento da Bahia,

intitulado Indice chronologico Analytico dos cinco Livros do Tombo de Mosteiro de São Bento da

Bahia, datado de 1928, veio complementar o estudo que se tem feito nos documentos retrasladados.

Após a análise da relação grafemático-fonética, na perspectiva de uma sociolinguística histórica, que,

através das variantes gráficas registradas no texto, permitiu verificar os indícios de mudança no

comportamento das vogais mediais átonas em posição pretônica (ɛ ~ e ~ i ou ͻ ~ o ~u) e naquele das

sibilantes (s, z, ʃ e ʒ). Os resultados já alcançados prendem-se aos registros no Livro Velho do Tombo

(escrito em 1705) e no Livro III do Tombo (escrito em 1803). Dos registros do Indice chronologico

analytico até agora editados, nove mostram relações entre dois ou três dos Livros do Tombo, dos

quais sete serão examinadas, aquelas que, a partir do Livro II do Tombo também indicam relações

entre este livro e o Livro Velho do Tombo, o Livro I do Tombo e o Livro III do Tombo. De início, é

preciso não esquecer que a scripta dos documentos produzidos no Brasil até as primeiras décadas do

século XIX ainda não representa o português brasileiro escrito, como, muito claramente, argumentam

Jânia Ramos e Renato Venâncio (2006, p. 581). Mas, como ressalta R. Wright (1998, p. 304), se o

escrito não pode representar todo o fonético, quando apenas se dispõe de documentação escrita, é

exatamente através dela que se pode avaliar o processo de mudança verificado em fases mais antigas

da língua. A análise das inúmeras ocorrências registradas no Livro Velho do Tombo possibilitou que

se verificassem exemplos de equivalência grafemático-fonética de que se destacaram as grafias que

podem corresponder à transposição para a escrita de hábitos de fala. A partir da scripta, os dados

analisados mostram-se como indícios de mudanças em processo, representadas na língua escrita no

Brasil Colônia, porém, poderiam não passar de lapsus calami. O primeiro fato estudado foram as

variantes gráficas para as vogais médias pretônicas (quer no Livro Velho do Tombo, quer no Livro III

do Tombo) que mostra, no uso, uma variação livre na maioria dos casos, mas é possível observarem-

se exemplos que podem ser indícios da mudança em processo. Como se verificou, na língua

portuguesa, como em outras línguas românicas, as vogais mediais átonas, em posição não final, são

marcadas pela perda de oposição (BARBOSA, 1983; CÂMARA JR., 1975; 1953). É ainda Câmara

Jr. que afirma serem as vogais átonas “singularmente fracas não só nos vocábulos pouco relevantes

da frase, mas também, generalizadamente, na pronúncia articulatòriamente relaxada da fala familiar”

(CÂMARA JR., 1953, p. 78). A correspondência entre a grafia das sibilantes e a sua realização fônica

é outro fenômeno que precisou ser avaliado na história do fonetismo do português, pois as grafias

podem corresponder à transposição para a escrita de hábitos de fala no que tange à realização das

sibilantes. No que tange à grafia foram encontrados nesses documentos: <s>, <S>, <ss>, <Ss>, <c>,

<C>, <ç>, <Ç>, <z>, <Z>, <x>, <ch>, <çh>, <j>, <J>, <g>, <G>, considerando-se ainda que <s>,

<c> e <z> podem apresentar variações gráficas. Espera-se, com a análise de outros documentos, poder

verificar se existe um padrão gráfico para as sibilantes, corroborando-se a existência de vestígios de

uma relação grafemático-fonética. Segundo o levantamento realizado nos documentos já analisados

(originais dos séculos XVI, XVII e XVIII trasladados no início do século XVIII e do XIX), acredita-

se estar diante de fenômenos linguísticos em processo, como se pode comprovar pelos fatos gráficos,

mas que se apresentam, ainda, como variação livre. Dessa forma, os documentos dos Livros do Tombo

são fundamentais para auxiliar no conhecimento da história do fonetismo do português (TELLES,

2019). Ao considerar as características extrínsecas e intrínsecas do Livro II do Tombo, e a verificação

de existirem documentos retrasladados, o que se corroborou no Indice chronologico analytico dos

cinco Livros do Tombo, ampliou-se a análise levando em conta as relações dos retrasladados entre

quatro desses livros: a) o Livro II do Tombo e o Livro Velho do Tombo; b) o Livro II do Tombo e o

Livro I do Tombo; c) o Livro II do Tombo e o Livro III do Tombo. Foram selecionados sete registros

do Indice chronologico analytico dos cinco Livros do Tombo: a) o de número 96, que remete para o

Livro II do Tombo e para o Livro III do Tombo, e é relativo a uma sesmaria de Antonio Martins de

Azevedo; b) os registros de números 120 e 124, relativos à sesmaria de Jorge de Mello Coutinho,

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remetendo para o Livro Velho do Tombo e para o Livro II do Tombo; c) o registro número 159, relativo

a uma data de terra de Antonio Alvares Bezerra, remetendo para o Livro I do Tombo e para o Livro

II do Tombo; d) o registro número 191, relacionado a uma escritura de venda de Luiz Vaz de Paiva,

remetendo para o Livro Velho do Tombo e para o Livro II do Tombo; e) os dois registros selecionados

para esta análise, aqueles de números 117 “Escriptura de Compoziçaõ entre esta caza et c(oeter)a [e]

Francisco Dias da Villas” e 146 “Escriptura de Compoziçaõ entre esta caza et c(coeter)a [e] Francisco

Dias da Villas”, remetendo para o Livro II do Tombo e para o Livro I do Tombo, relativos ao

testamento de Garcia d’Avila e à escritura de paga raza e geral quitação e acordo entre as partes (o

Mosteiro de São Bento e Francisco Dias d’Avila, o neto do testador). A ampliação da busca nos

demais livros, mostrou os seguintes resultados, na comparação de um único registro. Quanto à

variação gráfica para as vogais mediais pretônicas encontram-se: 1) no Livro II do Tombo, <e> ~ <i>

(difensaõ [por defensaõ]; devidir [por dividir]; Tapecurú [por Tapicurú]; Sismaria [por Sesmaria];

intestar [por entestar]; assistiraõ ~ assestiraõ; destribuiaõ [por distribuiaõ]; emquietações [por

inquietações]) e <o> ~ <u> (costumado ~ custumado; comprindo [por cumprindo]; Jacoipe ~

Jacuipe; fogindo [por fugindo]); 2) no Livro I do Tombo, <e> ~ <i> (milhor [por melhor]; adquerido

[por adquirido]; enclinios [por inqlinos para inquilinos]; dezestiaõ, ao lado de dezistiraõ) e <o> ~

<u> (todo ~ tudo). No que tange à variação gráfica para as sibilantes, acham-se: 1) no Livro II do

Tombo, <z> para <s> (cizo; Mizericordia; Cazamento; Cazar, Cazarem, cazarem, cazem, Cazada,

cazado; depozitará, depozitado; Caza; Izabel; quiz, quizesse, quizessem, quizeraõ; uzando; clauzula;

couza, couzas); <ss> para <ç> (pesso; pessaõ; Rossas; comessando, comessaõ); <ss> ~ <s> (asinar,

assinar, asignar, assignar, asignados, asinaraõ; compenssem); <s> para <ce,i> (sercado); <c> para

<ss> (devece); <z> para <ge,i> (Brizida); 2) no Livro I do Tombo, <z> para <s> (Compoziçaõ,

compoziçaõ; caza, Cazas; Brazil; Relligiozos; prezente; prezença; cauzar; dezestiaõ, dezistiraõ,

dezistem; couza; clauzulla; cazo; <sç> para <sc> (Nasçimento); <ss> para <ç> (pesso; servisso); <ç>

para <c> (Provinçial; Plaçido; Graçia [para Garcia]; proçederaõ; reçeberaõ; renunçiava, renunçiaõ;

paçificamente; benefiçio); <ç> para <s> (mança). Desses exemplos os mais interessantes são as

variações gráficas assistiraõ ~ assestiraõ, costumado ~ costumado, Jacoipe ~ Jacuipe para as vogais

mediais pretônicas e asinar ~ assinar, asignar ~ assignar e Brizida para as sibilantes, que apontam

para indícios de mudança. Pretende-se ampliar o estudo para os demais documentos, na tentativa de

verificar, a partir do português escrito no Brasil Colônia, os indícios do processo de mudança. A

relação grafemático-fonética depreendida da scripta dos documentos mostra indícios de mudança,

consideradas características do português do Brasil. A scripta documenta, assim, fenômenos que se

inserem na história do fonetismo românico.

MOLINU, Lucia : Les aboutissements des groupes Consonne + w et des labiovélaires en sarde.

En latin classique, l’approximante w n’apparaissait que dans les contextes suivants : en position

initiale (VENIO « je viens »), en position intervocalique (LAVO « je lave »), et en position post-

consonantique après r (CERVUS « cerf ») et 1 (MALVA « mauve »). Dans les autres cas il y avait

un hiatus (te.nu.i « je tins »). En latin tardif / protoroman, l’élimination du hiatus a entrainé la perte

de la syllabicité de U et généralisé sa réalisation en tant qu’approximante (ten.wi). Les aboutissements

des groupes consonne + w en sarde sont comparables à ceux des autres langues romanes (cf. Wagner

1984 : §§ 151, 216, 222) : le w se renforce en passant à la fricative v après liquide (cf. 1). En revanche,

après occlusive, on observe, comme en italien, la disparition de l’approximante et la gémination de

la consonne (cf. 2) : (1) servire « servir », kolvu « corbeau ». (2) ʧannaldzu < IANUARIUS “janvier”,

potti < POTUI « je pus ». Pour rendre compte du comportement des groupes consonne + w, nous

devons partir d’une syllabification hétérosyllabique de ces séquences (cf. entre autres Pensado 1986).

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Le renforcement de w>v/ après r ou la gémination de la consonne dans les autres cas ne sont que deux

stratégies complémentaires visant à réparer le mauvais profil de sonorité produit par les séquences C

+ w (cf. Murray et Vennemann 1982, 1983, Clements 1990). Selon Murray et Vennemann

(1983:522), la gémination consonantique serait équivalente à l’épenthèse consonantique qui est

employée dans certaines langues pour réparer des séquences consonantiques malformées :

GENERU(M) > genre > gendre (Pensado 1986, Carvalho 2008). L’originalité du sarde, en revanche,

se manifeste dans le traitement des labiovélaires QU et GU, qui en latin fonctionnaient comme un

phonème unique, complexe. Si en latin on ne retrouve GU qu’après la nasale (LINGUA « langue »),

son homologue sourd ne connaît pas de restrictions distributionnelles, et apparaît en position initiale,

intervocalique et post-consonantique : QUATT(U)OR « quatre », AQUA « eau », CINQUE « cinq ».

En sarde, l’aboutissement des labiovélaires latines QU et GU est différent selon les aires dialectales

: occlusive bilabiale /b/ dans l’espace logudorien vs conservation de la labiovélaire dans l’espace

campidanien : (3) Occlusive labiale vs conservation : a) AQUA > /'ab:a/ vs /'akwa/ « eau » b)

QUATT(U)OR > /'bator/ vs /'kwatru/ « quatre » c) CINQUE > /'kimbɛ/ vs /'ʧinku/ /'ʧinkwi/ « cinq »,

d) LINGUA > /'limba/ vs /'liŋgwa/ « langue ». L’évolution dans l’espace logudorien rappelle celle du

roumain mais contrairement à celui-ci, le sarde ne garde pas l’opposition de sonorité p/b (Contini

1987 : 68-9): abba < AQUA « eau », ebba EQUA « jument »<, battor < QUATT(U)OR « quatre »,

kimbe < CINQUE « cinq » limba < LINGUA « langue » vs roumain iapă « jument », patru « quatre

», limba « langue ». Or, Clements (1991), avait déjà proposé de traiter l’aboutissement des

labiovélaires (segments avec un double articulateur dorsal (principal) et labial (secondaire)) en

labiales comme une simplification du segment complexe, via la promotion de l’articulateur

secondaire. Si cette analyse est valable pour le roumain et également pour les aboutissements de [gw]

en sarde, elle pose des problèmes pour les aboutissements de [kw]. Si pour aqua on pourrait envisager

une sonorisation précoce de la labiovélaire en position intervocalique (*agwa) et ensuite une

simplification de celle-ci (*aba), il faudrait justifier l’absence de lénition. Mais l’évolution se

complique encore plus pour kimbe < CINQUE, où rien ne justifie la sonorisation de la labiovélaire.

De même en position initiale, QUATT(U)OR ne peut pas aboutir à battor via une simplification de

la labiovélaire. La solution qui nous paraît la plus apte à rendre compte de ces aboutissements est

celle proposée par Lausberg (1976 : § 348) qui suggère l’évolution suivante kw > *kβ > *gβ > b. Il

s’agirait donc de traiter le segment complexe comme un groupe consonantique qui a évolué

différemment selon les aires dialectales : kw > k.w > k.kw en campidanien et kw > k.w > *k.β > *g.β

> b en logudorien. Tout simplement, en logudorien, il y aurait eu un renforcement de l’approximante

selon des modalités qui rappellent des évolutions dans la Romania occidentale (cf. Pensado 1984:104-

5, Ségéral et Scheer 2008: 151) et pour respecter les contraintes sur l’autorisation des segments en

Coda (cf. Molinu 2006), il y aurait eu assimilation de l’occlusive, comme dans les groupes -CT- ou

–PT- (OCTO > otto « huit », SEPTE > sette « sept »). Cette hypothèse peut rendre compte de

l’aboutissement de kimbe, à travers une phase *kimgβe, et également de battor, via *gβattor. Pour

battor, la présence d’un groupe initial, assimilé par la suite, peut également expliquer le

comportement ‘bizzarre’ de /b/ qui contrairement aux autres consonnes initiales n’est pas affecté par

la lénition en position intervocalique, en sandhi externe (cf. (4b) et (4d)) : (4) a) /ˈdulkε / > [ˈdulkε ]

‘gâteau’ < DULCE(M) b) /su ˈdulkε / > [su ˈδulkε] ‘le gâteau’ c) /ˈbinu/ > [ˈbinu] / [ˈinu] ‘vin’ <

VINU(M) d) /su ˈbinu/ > [su ˈinu] ‘le vin’ e) /ˈbatɔr/ > [ˈbatːɔrɔ] ‘quattre’ < QUATT(U)OR f) /su dε

ˈb:atɔr/ > [su ε ˈbːatːɔrɔ] ‘le quatrième’.

MOTA, Jacyra Andrade & ROLO, Maria do Carmo Sá Teles de Araujo : O APAGAMENTO DE

VOGAIS ÁTONAS FINAIS EM ÁREAS DO BRASIL E DE PORTUGAL. (poster)

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O apagamento de vogais em final de vocábulos é uma alteração fônica que sempre esteve presente na

história da língua como a que ocorreu na passagem do latim para o português (amare > amar). O fato

é atestado no português arcaico, por exemplo, em Nunes (1951 [1919], p. 235), que observa: “O latim

vulgar empregou de preferência no masculino ille, que se acha representado em português por ele e

el, que divergem entre si apenas em o primeiro conservar o e final, que no segundo, ainda em uso no

povo, que lhe dá para o plural eis.” A língua continua evoluindo e os processos de apagamento

continuam fazendo parte dessa transformação, como revelam as pesquisas geolinguísticas, inclusive

as publicadas nos atlas linguísticos, no Brasil e em Portugal. O presente trabalho tem por objetivo

analisar o apagamento das vogais finais [i] e [], desde os primeiros atlas linguísticos do Brasil e de

Portugal até as pesquisas mais recentes que tratam desse fato no português brasileiro e no português

europeu. Para essa análise, assumem-se os fundamentos do modelo estruturalista de Câmara Jr. (1977

[1953)], os postulados teórico-metodológicos da Sociolinguística Variacionista (LABOV, 2008), bem

como os pressupostos da Dialetologia Pluridimensional Contemporânea. O corpus compõe-se de

dados coletados nos dois países: no Brasil, teve como base estudos das áreas de Minas Gerais, tais

como os de Corrêa (1998) e Oliveira (2006; 2012), bem como os de Rolo, que contemplam o

apagamento na Bahia e em Minas Gerais (cf. Rolo, 2010, 2016, 2018). Algumas dessas análises

basearam-se em inquéritos linguísticos elaborados para esse fim; outras utilizaram o corpus

constituído para o Atlas Linguístico do Brasil. Além disso, considerou-se o apagamento de vogais

nos atlas linguísticos regionais brasileiros, como no Atlas Prévio dos Falares Baianos, (ROSSI,

1963). Em relação ao território português, tendo em vista o registro de ocorrência do apagamento das

vogais finais em áreas do continente como observam Maia (1975) e Segura da Cruz (1987) e na ilha

de São Miguel, conforme estudos de Medeiros (1964) e Bernardo (1991), foi realizada uma consulta

aos inquéritos linguísticos do ALEPG para verificar o fenômeno do apagamento em três localidades

na região do Algarve, ao sul de Portugal: Praia da Salema, Vila do Bispo e Alvor e três localidades

na ilha de São Miguel, nos Açores: Mosteiros, São Miguel e Rabo de Peixe. Foi considerado, ainda,

o apagamento de vogais nas cartas do Atlas Linguístico de la Península Ibérica (ALPI) e do Atlas

Linguístico dos Açores (ALEAç). Como se pode observar, o apagamento de vogais tem sido

documentado tanto em áreas de Portugal como do Brasil. Em Portugal, o apagamento das vogais

átonas finais [i] e [u], observado no continente, em áreas localizadas no Barlavento do Algarve,

revelou-se como um fenômeno que caracteriza majoritariamente essas localidades, reforçando o que

já se encontra registrado nos estudos existentes consultados. Na ilha de São Miguel, nos Açores —

Nordeste, Rabo de Peixe e Mosteiros — a apócope das vogais [] e [u] existe como um fenômeno que

caracteriza as localidades, embora não seja a norma da maioria dos falantes, confirmando o que

documentam Medeiros (1964); Bernardo (1991) e o Atlas Linguístico-Etnográfico dos Açores.

(ALEAç). Através do confronto de dados, é possível constatar que a apócope observada em áreas

brasileiras é uma realidade no país, ainda pouco estudada, e se manifesta como uma variação dialetal

que sugere ter sido trazida para o Brasil na fala dos colonizadores.

PUSTKA, Elissa & KAMERHUBER, Julia & FORSTER, Julia : La liaison en FLE : nouvelles

perspectives de la phonologie de corpus.

Le choix de la méthode est principalement un choix entre validité (correspondance des résultats de la

recherche à la réalité) d’une part, objectivité (indépendance par rapport à l’enquêteur) et fiabilité

(reproductibilité de la mesure) d’autre part (cf. Diekmann 62012). Cette triangulation permet de

comparer les résultats obtenus à l’aide de différentes méthodes. Ainsi, la sociophonétique labovienne

opte pour une comparaison entre la lecture de paires minimales, d’une liste de mots et d’un texte et

de la parole spontanée. Les trois tâches d’élicitation ont l’avantage de permettre de tester

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systématiquement des hypothèses, mais elles mènent entre autres, en fonction de leur degré

d’autocontrôle, à des reproductions artificielles de la norme et à des hypercorrections. La parole

spontanée, en revanche, permet de dégager la régularité d’un ‘système’ linguistique, qui est l’objet

privilégié de l’étude linguistique (cf. Labov 1972). Le programme de recherche Phonologie du

Français Contemporain (PFC) reprend cette combinaison de méthodes pour l’étude de la

prononciation du français (cf. Durand/Laks/Lyche 2002 ; https://www.projet-pfc.net). La différence

entre les tâches de lecture et la parole spontanée n’est donc pas seulement une question de « style »

(dans la terminologie de Labov 1972) plus ou moins contrôlé, mais aussi de « médium » (dans la

terminologie de Söll 1974 et Koch/Österreicher 22011). Les tâches de lecture présentent

effectivement le danger de créer des formes artificielles à partir de la forme graphique (spelling

pronunciation ou effet Buben ; cf. Chevrot & Malderez 1999), bien que la lecture en soi constitue

évidemment une compétence psycholinguistique et une pratique sociolinguistique qui mérite d’être

étudiée. Le programme de recherche Interphonologie du Français Contemporain (IPFC) propose

pour cette raison l’ajout d’une liste de mots et d’une tâche de répétition (cf. Racine et al. 2012 ;

http://cblle.tufs.ac.jp/ipfc/). L’objectif de notre recherche est d’évaluer la réalisation de la liaison et

du schwa dans cette tâche de répétition sur la base d’enregistrements de 145 élèves autrichiens dans

le cadre du projet de recherche Pro2F (http://pro2f.univie.ac.at). Nos informateurs apprennent le

français en tant que deuxième langue étrangère après l’anglais, ils ont entre 12 et 18 ans et se trouvent,

au moment de l’enquête, entre la première et la sixième année d’apprentissage. Ils sont interviewés

par une locutrice française provenant de France septentrionale pendant 15 minutes environ, lisent

deux textes et deux listes de mots et répètent une liste de mots lue par un présentateur de radio parisien

(ce groupe de locuteurs étant considéré dans les représentations des locuteurs comme présentant la

norme ; cf. Chalier à paraître). Ainsi, notre projet reprend tout d’abord le texte de lecture et la liste de

mots du projet PFC, de même que la liste de mots complémentaire pour apprenants (en particulier de

langues germaniques) du projet IPFC. Ceci permet une comparaison de nos données avec celles de

locuteurs natifs (PFC) et celles d'apprenants d’autres L1 (IPFC). De plus, un texte adapté au niveau

A1 (257 mots) et une liste de mots à répéter à l’oral (31 mots) contenant des contextes fréquents de

schwa et de liaison ont été créés (pour l’état de l’art par rapport aux deux phénomènes en FLE cf.

entre autres Thomas 2002, Uritescu et al. 2002 ; Howard 2005, Barreca 2015, Pustka 2015). Dans

notre contribution, nous allons analyser le schwa et la liaison dans quelques contextes choisis, qui se

trouvent aussi bien dans la liste de mots à répéter à l’oral que dans le texte. Pour la liaison, il s’agit

de quatre contextes ‘obligatoires’ selon la classification normative de Delattre 1947 (et ‘catégoriques’

dans une perspective descriptive ; cf. Durand/Lyche 2008) : le mot composé États-Unis, la

construction figée de temps en temps ainsi que les contextes droits de l'adverbe monosyllabique très

intéressant et de la préposition monosyllabique chez elle. De plus, nous étudions un contexte

‘facultatif’ plutôt rare : la liaison après les substantifs au pluriel (parcs impressionnants). Les cinq

cas de liaison se font avec la consonne [z], de manière à maintenir ce facteur phonétique constant.

Pour ce qui est du schwa, nous étudions la construction figée tout le monde qui, même dans le Sud

de la France où il y a traditionnellement une forte tendance à la réalisation du schwa, se prononce

quasiment catégoriquement sans schwa (cf. Pustka 2007). De plus, nous avons choisi le mot premier

où le schwa est considéré comme obligatoire car précédé de deux consonnes. Les mots Monsieur et

semaine présentent des contextes variables en syllabe initiale lorsque le schwa se retrouve après une

seule consonne, avec le cas spécial de Monsieur où le schwa ne correspond pas à un <e> graphique

– comme dans la grande majorité des cas – mais à <on> (cf. Pustka 22016). Dans le cas du schwa,

nos analyses montrent que la construction figée tout le monde n’est pas reconnue en tant que telle en

lecture de la liste de mots : tous les élèves de première année et 89% des élèves de sixièmes année la

lisent mot par mot [tuləmɔ̃d]. Par contre, en ce qui concerne la tâche de répétition, tous les élèves

prononcent la construction figée correctement. Il semble donc que la représentation graphique soit

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souvent un obstacle pour les apprenants. Ceci se remarque aussi dans les autres contextes analysés :

dans la plupart des cas, le <e> est prononcé comme un [e] ou un [ɛ] au lieu de [ə]. L’influence de la

graphie dans la lecture de mots joue également un rôle important dans le cas de la liaison. Les

débutants ont tendance à réaliser beaucoup plus de liaisons en lecture dans le contexte facultatif parcs

([z]) impressionnants que les élèves avancés : en effet, les apprenants de première année présentent

un taux de réalisation de 48% en répétition et de 65% en lecture, alors que les apprenants avancés ont

la tendance inverse : dans ce même contexte, ils réalisent beaucoup plus de liaisons en tâche de

répétition (65%) qu’en lecture (33%). En conclusion, les analyses montrent que la graphie influence

fortement la prononciation. Tandis que dans le cas de la liaison, un <s> graphique aura tendance à

favoriser la réalisation de la liaison en [z], dans le cas du schwa, nos résultats montrent que la graphie

s'avère plutôt être un obstacle pour les apprenants, qui font donc beaucoup moins d’erreurs de

prononciation dans la tâche de répétition.