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PRECIOS DE SUSCRICION Bilbao, trimestre, .........................Ptas. 3‘75 Provincias y península. ... » 4‘5ü Extranjero, un año........... » 48 Antillas Españolas, un año. . . » ¿5 Repúblicas hispano americanas.. » 48 Número suelto, 5 céntimos. Paquete de 25 números, 75 céntimos. Figurará como suscriptor todo el que reciba el periódico y no lo devuelva ó avise. Los cobros por comisionado aumentan 0,50 por trimestre. PAGO ADELANTADO. DIARIO CATOLICO AD MAJOREM DEI GLORIAM PRECIOS DE INSERCION Comunicados, linca.......................... Pts. 0,20 Anuncios en gacetilla . .. . » 0,20 En tercera plana................................ » 0,10 En cuarta. ............................................ » 0,06 Esquelas de defunción....................... » 5 Doble tamaño................................... » 10 Se admiten abonos de anuncios por trimes tres, semestres y años. Los precios económicos y convencionales. PAGO ADELANTADO. BILBAO-OCTUBRE REDACCION Y ADMINISTRACION j A pft a íl © 1 2 i» . « T el é fO U Ü> 343. LA CORRESPONDENCIA AL DIRECTOR, AÑO 1. L in e s 29 fle 1888 Marisa Muñoz, 4, l.” derecha. 8 T elegramas euskaro . NO sE DEVUELVEN ORIGINALES. Número 116. Sección religiosa 30 Martes. Ntra. Señora del Amparo, san Claudio y compañe ros mártires. OREMOS por nuestro Santísimo Padre León XIII. El señor le conserve, y le dé for taleza, y le haga dichoso en la tierra, y no le entregue en las manos de suS' enemigos, abreviando su cauti verio y acelerando el triunfo de la Iglesia. A postolado de la O ración . Intención general para Octubre. - -La conversión de la China. Oración cotidiana para este mes. ¡Oh Jesús mió! por medio de Corazón inmaculado de María San tísima os ofrezco las oraciones, obras y trabajos del presente dia, para re parar las ofensas que se os hacen, y por las demás intenciones de vuestro Sagrado Corazón. Os las ofrezco en particular pol la conversión de la China, para que entre cuanto ántes en el redil de vuestra Iglesia aquel populoso im perio á que con tantas veras deseó llevar el Evangelio de Apóstol de la India, y que trabajan con ardoroso celo los Misioneros católicos. Propósito. Fomentar la devoción al Santa simo Rosario, sobre todo la piadosí- costumbre de rezarlo en familia. Máxima cristiana. Deseamos que la piadosa prác tica del Rosario se propague cada vez más, y se haga la devoción ver daderamente popular de todos los pueblos v de todas las edades. (León XIII.) t ROGAD A DIOS POR LAS ALMAS DE LOS ASOCIADOS DIFUNTOS. Fausta Goitiay Sarafina Atte- ridg (Celadoras) Francisco Ando- negui -- Dolores Hormaza— María Aréchaga—Justina Latierro San dalia Garbiras—Adelaida de la Puente. OCTUBRE R. L- P. 1888 El Euskaro Bilbao 2!) Octubre de 1888. Solemnes caitos en la tiasillca fle SANTIAGO. EL SERMON DEL PRIMER DIA. Ya saben nuesti-os lectores que la ín clita Compañía de Jesús dedica solem nes cultos en la Sacrosanta Basílica de Santiago para honrar dignamente á los héroes de santidad y mártires de la fé Edmundo Campion, Alejandro Briant, Tomás Woodhonse, Juan Xelson y To más Cottam, ingleses, el primer dia; á Pedro Claver el segundo dia, á Juan Berchmans el tercer dia y á Alonso Ro dríguez el último dia. Para dar mayor realce á dichas fies tas se lia dignado visitarnos el muy amado Prelado de la Diócesis, á quien E l E uskaro saluda reverentemente protestando una vez más de su obedien cia y sumisión. Se han pronunciado dos panegíricos notabilísimos; el primero por el M. I. se ñor Dr. D. Dámaso Lcgaz, Canónigo lec- toral de la S. I. C. y Rector del Semi nario Conciliar de Pamplona, y el segun do por el M. I. Sr. Dr. D. Manuel de la Cuesta, Canónigo lectoral de la S. I. M. de Yalladolid, y vamos á reseñar tosca y desaliñadamente ambos sermones por- que contienen admirables enseñanzas y sábios documentos para esta sociedad corrompida, entregada al goce de la ma teria y olvidada de los intereses del es píritu. E l E uskaro es ante todo un pe riódico religioso, y cuando la increduli dad se ostenta procáz en las columnas de la prensa y arremete furiosa contra el alcázar de nuestra fé, y corrompe lentamente nuestras costumbres públi cas y vicia todo el organismo social, conviene sin duda que la palabra de Dios elocuentemente pronunciada en la Basílica de Santiago traspase los muros del templo y pasee victoriosa por las calles y atraviese los valles y suba á lo más alto de las montañas de este noble país para dar gloria á Dios y conservar incólume la religión santa, base de nues tras grandezas y prosperidad. Magnífico, arrebatador, admirable fué el panegírico del ilustre lectoral de Pam plona, poi; su fondo y. su forma. Empieza con pensamientos profunda mente filosóficos y observa que el sacri ficio y la lucha por obtener la victoria es el carácter de la vida en sus distintos aspectos y órdenes. Lucha el labrador contra la inclemen cia del cielo y la ingratitud de la tierra para obtener mies abundante, lucha el industrial para conseguir la perfección de su artefacto, luchan los hombres dedi cados á especulaciones científicas para adquirir nuevos conocimientos. No otra cosa hace vuestro hermoso pueblo ad mirando al mundo con su industria y apercibiéndose á construir uno de los primeros puertos de Europa. Mas hay otro campo donde la lucha es más dura, el combate más terrible y la victoria más inaccesible: la lucha para vencerse á sí mismo, como preliminar necesario para vencer á los demás, esto es, al enemigo de nuestras almas lleván dolas á los piés de Jesucristo. Y para esa lucha secreta pero penosísima hay una gimnasia espiritual, una escuela sapientísima: la insigne Compañía de Jesús donde se templan las almas en la fragua de la abnegación, y se doman las pasiones, y se enseña á vencerse á sí mismo como arma necesaria para arro jarse con celo, valor y energía sobre el enemigo común y difundir el reinado social de Jesucristo. Uno de estos soldados era Edmundo Campion, gigante en santidad y en sa ber teológico. El siglo XVI nos ofrece en Inglaterra, llamada en un tiempo Isla de los santos, una persecución furiosa, activa, sangrien ta, sólo comparable con la de los prime ros siglos del Cristianismo, contra los qne profesan la Religión católica, apostólica, romana. Un rey lujurioso, Enrique VIII, ayu dado por un sacerdocio vilipendiado y por seglares ávidos de enriquecerse con los despojos de la Iglesia, niega la obe diencia al Papa y da origen á un espair toso cisma. La lujuria echa los cimientos de esa secta que se llama protestantismo y lle va al cadalso á centenares de católicos y llena de sangre inocente las márgenes del Aibion. El orador recorre con este motivo las más acerbas persecuciones de la Iglesia, y dice: pero si terrible es el despertar de una revolución armada que levanta el hacha del asesino y causa víc timas sin cuento, aún es más terrible la revolución político-religiosa cuando se apodera de las leyes, instituciones, cos tumbres y de todo el organismo social. Y esto aconteció en el reinado de Isabel, la hija bastarda de Enrique VIII: ella consolidó la obra nefanda de su padre, á erigió en sistema de defensa social la persecución al nombre católico represen tado entonces en los papistas. En tales circunstancias llego Edmun do Campion á Lóndres, y ni una inmen sa roca cayendo sobre un pueblo produ ce mayor consternación que la noticia de su llegada en el ruin corazón de aque llos pastores protestantes, ministros de batanas. El atleta insigne de la fé, Cam pion, compone un libro, en donde com pendiosamente expone irrebatibles argu mentos en defensa de la fé católica, y su publicación cae como una bomba so- bre autoridades y ministros protestan tes. Creen en peligro su obra de eman cipación de Roma, no aciertan á im pugnar el libro admirable de Campion que convierte más de diez mil protestan tes, y enconces lo denuncian al Estado como perturbador del orden público. Es la acusación de todos los tiempos para amordazar la palabra de Dios- Cuando el religioso ó sacerdote católico increpa la corrupción de las costumbres públicas y combate los errores que inficionan la sociedad entera, entonces, y muy espe- nalmente si el error es moderno, se le acusa de cospirador, de rebelde á la au toridad del César, de enemigo del or den público. El orador se enardece al desenvolver estos solidísimos pensamientos, y con arrebatadora elocuencia recuerda las in sidiosas acusaciones del pueblo judío contra Jesús. Decíase del Hijo de Dios que levantaba las turbas contra el Cé sar, que soliviantaba el orden público y ponía en peligro la paz, y Campion, sol. dado de la Compañía de Jesús, era vícti ma de esa misma acusación. Retó á los pastores protestantes a una discusión pública, pero ninguno de ellos se atrevió á sostenerla, y se apeló á la fuerza bruta, á la persecución fiera para aliog:# l a voz de la verdad. Predican la libertad los corifeos del error, el protes tantismo dice apoyarse en el libre exa men, el espíritu privado es la regla de fé, según estos apóstoles de Satanás, y per siguen á la inocencia y aprisionan y dan muerte al defensor de la verdad. Sacrile ga libertad, maldita libertad que es pro fanación horrible de la verdadera liber tad, hija del Evangelio. El libro de Campion arrolla las dificul tades de la negación protestante y gana almas para el cielo, y ya solo piensan los esbirros de Isabel en reducir á prisión á sn insigne autor. Un apóstata, nuevo Iscariote, le vende, y mientras celebra los oficios divinos arrójanse sobre Campion los agentes de policía, y le llevan á un calabozo lóbrego, oscuro, estrecho y hú medo. Recuerda con este motivo el ora dor lo que era la persecución protestante contra los católicos, y púnela en paran gón con la Inquisición española, esa san ta, bendita Inquisición vilmente escarne cida, no solo por protestantes, sino tam bién, lo que es más execrable, por mu chos que se precian de católicos. El cora zón de I 03 oyentes se ensaneha y el espí ritu se regocija cuando desde la cátedra del Espíritu Sanio se oyen tan profundas y consoladoras verdades, ahora especial mente cuando las corrientes de trausac- cion con el carácter de las sociedades modernas han llegado á un punto antes inacesible, cuando se proclama como hábil política, aun en la porción antes incontaminada, el no asustar al enemigo con el rigor y la inflexibilidad de los principios. Xo tenemos el honor de conocer al se ñor Legaz. pero podemos decir que su palabra de fuego y su defensa de la santa Inquisición ha venido á infundirnos nuevos bríos, nuevos alientos para luchar en buena lid contra todos los enemigos de la verdad íntegra. Se ha borrado recientemente esa In quisición en una política que nada es sin la Iglesia, sin el Clero, sin la religión, y cousuela y fortifica y alienta oir de labios tan autorizados la defensa desin teresada de una institución que dio gloria á la patria. Preso Edmundo Campion, empleanse todos los medios para hacerle apostatar. La misma Isabel le visita en la cárcel y le promete honores y preeminencias solo con que deje de ser papista. Y contesta el hérec: yo no puede, no quiero comprar todos tus honores con el precio de mi alma. En vista de su constancia le ponen en un potro y le descoyuntan, y enton ces aquellos valientes pastores protes tantes qne antes no se atrevieran á dis cutir, le provocan á discusión. Tiene lugar durante ocho horas en cuatro dias, y la perfidia protestante sale confundida, avergonzada de su ignorancia. Es lleva do el atleta católico al patíbulo y allí entrega su alma al Criador. Muere la vi da temporal para vivir la vida eterna, muere naturalmente para vivir sobrena turalmente, muere en la tierra para vivir en el cielo, porque su fé, nutrida de obras prodigiosas de santidad, ha arrollado to dos los obstáculos y vencido la tiranía del Tiberio femenino, como la llaman á Isabel los historiadores. Confiesan los mismos autores protestantes que durante cuarenta y cinco años de reinado sacrafi- có al año más de quinientas víctimas. Y de esa fé vivísima del héroe toma ocasión el orador para presentarlo como dechado á esta sociedad que se halla de gradada, entre otras causas, por una pa sión ciega de los intereses materiales. Añeja preocupación, dice, fuera en mí condenar el incremento del comercio y el progreso de la industria. La Iglesia, y yo con ella, no condena ningún progre so legítimo. Lo que reprueba y lo que condena la Maestra de la verdad, es que se rompa el equilibrio que debe existir entre los intereses morales y materiales; es que se fomenten los intereses materia les con daño de los intereses de nuestras almas. Por lo demás, trasmita el telégra fo las noticias de polo á polo, y puéblese la tierra de ferro-carriles, y arranque el hombre todos sus secretos y tesoros á la naturaleza; que la Iglesia no teme la luz porque Dios es el sol de la verdad. Pero no está la felicidad en el solo progreso material y bien lo ve el hombre pensa dor ahora mismo. En medio de las maravillas del vapor, de la electricidad y de la industria mo derna siéntese el rugido de una revolu ción social que amenaza transformarlo todo. Bien sé que este hermoso pueblo atien de á la mejora del espíritu juntamente con los adelantos materiales. Mucho ha céis por las obras religiosas, seguid por ese camino; pero que no os ciegue la vanidad; que vuestras dádivas vayan acompañadas de una intención purísi ma. Dirígese luego el orador á los sábios hi jos de la Compañía de Jesús, y en pro funda sentencia les dice: que nunca os falte la persecución; desgraciados de vo sotros el dia en que el mundo os deje en paz y no os persiga y no os calumnie. La persecución debe ser vuestro alimento constante para librar gloriosas batallas como soldados de Jesucristo; y termina tan admirable sermón deseando para to dos la gloria eterna. líe ahí torpemente extractado el ser món del ilustre lectoral de Pamplona á quien E l E uskaro, lleno de efusión, le envía respetuosamente un testimonio de admiración sincera. SERMON DEL SEGUNDO DIA. Debía pronunciarlo el eximio orador Sr. Cuesta, lectoral de Yalladolid, venta, josamente conocido en esta villa desde sus notables conferencias de un octa vario predicadas en la misma basílica de Santiago ha mas de tres años. Había mu cha ansiedad por oirle, contribuyendo á ello no solo su bmn merecida fama de orador, sino también porque los leales de real orden le consideran suyo, y espera ban ¡cándidos! alguna alusión favorable á su oportunismo ó cesarismo. El tem plo, con ser espacioso, hallábase lleno de bote en bote, y hasta la plazuela inme diata ocupaban los oyentes. Empiezi el orador, grave y sentencioso, en estos tér minos: Para dolores la vida, para mise rias el hombre, para altercados el mun do, para grandezas la Iglesia, para haza ñas portentosas la religión santa. Grande, admirable es la Iglesia católica por su origen, por su fin. por sus frutos. Por su origen que está en el corazón amantíei- mo del Hijo de Dios, por su fin, que sube hasta los Cielos, por sus obras que son de santidad, de abnegación y de sacrifi. ció. Uno de esos frutos maravillosos, una de esas instituciones fecundas es la cé lebre y nunca bien pon'derada Compañía de Jesús, fundada, á lo que yo entiendo, para difundir la fé entre los infieles, vindicarla entre los herejes, y arraigarla y fomentarla entre los católicos; funda ción admirable, árbol frondoso de fruto abundante, que cobija á valerosos solda dos de la verdad católica, á una milicia espiritual que capitaneada por Jesús va siempre á la vanguardia en la defensa de la Iglesia santa. Y uno de estos sol dados humildes de Jesús es Pedro Claver de cuyas virtudes en grado heróico os vengo á hablar. El orador, humilde y delicadamente desconfía de sus fuerzas para hablar cum plidamente de un héroe tan maravilloso de la fé, ante aquel numeroso auditorio presidido por el prelado de la diócesis y ante los exclarecidos sabios de la Compa ñía de Jesús. ¿Qué podré decir yo que sea digno de este santo y de vosotros? Os digo sinceramente que me confunde y me da vergüenza la tarea que me lio impuesto. Después de la plegaria á la Vírgt n entra directamente á hablar de la vida portentosa de Pedro Claver, de su amor al prójimo por Dios, de su celo por la salvación de las almas y por la propa gación de la fé, y de la abnegación y penitencia que forman como el carácter de este atleta insigne de virtud y mor tificación. El orador usa siempre un lenguaje •festizo y describe elocuentemente el na- ¿Bniento de Claver, la educación esmera da que recibió de sus padres, ya que no títulos nobiliarios, sil vocación religiosa é ingreso en la Compañía de Jesús. Ar día en celo por propagar la fé católica entre infieles, y su satisfacción era in mensa cuando se le mandó embarcarse para Cartajena de Indias. Vivían aun sus padres en la villa c’e Verdú, pasó frente á su casa y ni siquie ra entró á despedirlos, por hallarse todo entero consagrado al servicio de Dios, sin ningún vínculo con el mundo y con la carne. En períodos de sabor académico pr r la limpieza de la frase y rotundidad de las cláusulas, traza luego el orador m a descripción brillante de lo que era física mente en aquella época Cartagena de In dias, de su población, de su clima, desús productos, de sus plagas y enfermeda des, de su comercio. Era grandísima la infame contratación de los negros que se vendían como bes tias de carga; más de doce mil negros al año entraban en aquel puerto, condu cidos en buques, hacinados como sardi nas, y atados con cadenas. El primer ojo alegre que veian aque llos infelices el primer saludo cariñoi o que recibían, era de Pedro Clever que los besaba y abrazaba, no obstante su fetidez y el hedor insoportable que des pedían. Llevaba regalos para obsequiar les y cuando después se les conducía á grandes almacenes, que más bien que moradas de hombres eran establos de seres irracionales, Pedro Claver los si - guia y visitaba y los catequizaba y les asistía en sus enfermedades. Ni las llagas asquerosísimas de esos desgraciados, ni aquella atmósfera irre sistible de los almacenes en que yacían sin más abrigj que las paredes, retrai: n al héroe insigne de caridad y abnega ción. Su raída sotana, ya les servía de le cho, va de almohada, mientras les o a en confesio i. Bautizó más de cuatro cientos mil negros, y durante cuan uta años no respiró más que aquella atmós fera insana que espanta, retrae y provi - ca á la naturaleza. Y todavía tenia tiempo para dar mi siones, visitar los hospitales, consolar á

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B IL B A O -O C T U B R E REDACCION Y ADMINISTRACION j A pft a í l © 1 2 i» . « T e l é fO U Ü> 3 4 3 . LA C O R R E S P O N D E N C IA AL D IRECTO R, AÑO 1.

Lines 29 fle 1888 Marisa M uñoz, 4 , l . ” d e re ch a . 8 Telegram as e u s k a r o . NO sE DEVUELVEN ORIGINALES. Número 116.

Sección religiosa30 Martes. Ntra. Señora del

Amparo, san Claudio y compañe­ros mártires.

OREMOSpor nuestro Santísimo Padre León XIII.

El señor le conserve, y le dé for­taleza, y le haga dichoso en la tierra, y no le entregue en las manos de suS' enemigos, abreviando su cauti­verio y acelerando el triunfo de la Iglesia.

A p o s t o l a d o d e l a O r a c ió n .

Intención general para Octubre. - -La conversión de la China.

Oración cotidiana para este mes.¡Oh Jesús mió! por medio de

Corazón inmaculado de María San tísima os ofrezco las oraciones, obras y trabajos del presente dia, para re­parar las ofensas que se os hacen, y por las demás intenciones de vuestro Sagrado Corazón.

Os las ofrezco en particular pol­la conversión de la China, para que entre cuanto ántes en el redil de vuestra Iglesia aquel populoso im­perio á que con tantas veras deseó llevar el Evangelio de Apóstol de la India, y que trabajan con ardoroso celo los Misioneros católicos.

Propósito.Fomentar la devoción al Santa

simo Rosario, sobre todo la piadosí- costumbre de rezarlo en familia.

Máxima cristiana.Deseamos que la piadosa prác­

tica del Rosario se propague cada vez más, y se haga la devoción ver­daderamente popular de todos los pueblos v de todas las edades.

(León X III .)t

ROGAD A DIOS POR LAS ALMAS DE LOS ASOCIADOS DIFUNTOS.

Fausta Goitiay Sarafina Atte- ridg (Celadoras) Francisco Ando- negui -- Dolores Hormaza— María Aréchaga—Justina Latierro San­dalia Garbiras—Adelaida de la Puente.OCTUBRE R. L- P. 18 8 8

El EuskaroBilbao 2!) Octubre de 1888.

Solemnes caitos en la tiasillca fleSANTIAGO.

EL SERMON DEL PRIMER DIA.Ya saben nuesti-os lectores que la ín­

clita Compañía de Jesús dedica solem­nes cultos en la Sacrosanta Basílica de Santiago para honrar dignamente á los héroes de santidad y mártires de la fé Edmundo Campion, Alejandro Briant, Tomás Woodhonse, Juan Xelson y To­más Cottam, ingleses, el primer dia; á Pedro Claver el segundo dia, á Juan Berchmans el tercer dia y á Alonso Ro­dríguez el último dia.

Para dar mayor realce á dichas fies­tas se lia dignado visitarnos el muy amado Prelado de la Diócesis, á quien E l E uskaro saluda reverentemente protestando una vez más de su obedien­cia y sumisión.

Se han pronunciado dos panegíricos notabilísimos; el primero por el M. I. se­ñor Dr. D. Dámaso Lcgaz, Canónigo lec- toral de la S. I. C. y Rector del Semi­nario Conciliar de Pamplona, y el segun­do por el M. I. Sr. Dr. D. Manuel de la Cuesta, Canónigo lectoral de la S. I. M. de Yalladolid, y vamos á reseñar tosca y

desaliñadamente ambos sermones por- que contienen admirables enseñanzas y sábios documentos para esta sociedad corrompida, entregada al goce de la ma­teria y olvidada de los intereses del es­píritu. E l E uskaro es ante todo un pe­riódico religioso, y cuando la increduli­dad se ostenta procáz en las columnas de la prensa y arremete furiosa contra el alcázar de nuestra fé, y corrompe lentamente nuestras costumbres públi­cas y vicia todo el organismo social, conviene sin duda que la palabra de Dios elocuentemente pronunciada en la Basílica de Santiago traspase los muros del templo y pasee victoriosa por las calles y atraviese los valles y suba á lo más alto de las montañas de este noble país para dar gloria á Dios y conservar incólume la religión santa, base de nues­tras grandezas y prosperidad.

Magnífico, arrebatador, admirable fué el panegírico del ilustre lectoral de Pam­plona, poi; su fondo y. su forma.

Empieza con pensamientos profunda­mente filosóficos y observa que el sacri­ficio y la lucha por obtener la victoria es el carácter de la vida en sus distintos aspectos y órdenes.

Lucha el labrador contra la inclemen­cia del cielo y la ingratitud de la tierra para obtener mies abundante, lucha el industrial para conseguir la perfección de su artefacto, luchan los hombres dedi­cados á especulaciones científicas para adquirir nuevos conocimientos. No otra cosa hace vuestro hermoso pueblo ad­mirando al mundo con su industria y apercibiéndose á construir uno de los primeros puertos de Europa.

Mas hay otro campo donde la lucha es más dura, el combate más terrible y la victoria más inaccesible: la lucha para vencerse á sí mismo, como preliminar necesario para vencer á los demás, esto es, al enemigo de nuestras almas lleván­dolas á los piés de Jesucristo. Y para esa lucha secreta pero penosísima hay una gimnasia espiritual, una escuela sapientísima: la insigne Compañía de Jesús donde se templan las almas en la fragua de la abnegación, y se doman las pasiones, y se enseña á vencerse á sí mismo como arma necesaria para arro­jarse con celo, valor y energía sobre el enemigo común y difundir el reinado social de Jesucristo.

Uno de estos soldados era Edmundo Campion, gigante en santidad y en sa­ber teológico.

El siglo XVI nos ofrece en Inglaterra, llamada en un tiempo Isla de los santos, una persecución furiosa, activa, sangrien­ta, sólo comparable con la de los prime­ros siglos del Cristianismo, contra los qne profesan la Religión católica, apostólica, romana.

Un rey lujurioso, Enrique VIII, ayu­dado por un sacerdocio vilipendiado y por seglares ávidos de enriquecerse con los despojos de la Iglesia, niega la obe­diencia al Papa y da origen á un espair toso cisma.

La lujuria echa los cimientos de esa secta que se llama protestantismo y lle­va al cadalso á centenares de católicos y llena de sangre inocente las márgenes del Aibion. El orador recorre con este motivo las más acerbas persecuciones de la Iglesia, y dice: pero si terrible es el despertar de una revolución armada que levanta el hacha del asesino y causa víc­timas sin cuento, aún es más terrible la revolución político-religiosa cuando se apodera de las leyes, instituciones, cos­tumbres y de todo el organismo social. Y esto aconteció en el reinado de Isabel, la hija bastarda de Enrique VIII: ella consolidó la obra nefanda de su padre, á erigió en sistema de defensa social la persecución al nombre católico represen­tado entonces en los papistas.

En tales circunstancias llego Edmun­do Campion á Lóndres, y ni una inmen­sa roca cayendo sobre un pueblo produ­ce mayor consternación que la noticia de su llegada en el ruin corazón de aque­

llos pastores protestantes, ministros de batanas. El atleta insigne de la fé, Cam­pion, compone un libro, en donde com­pendiosamente expone irrebatibles argu­mentos en defensa de la fé católica, y su publicación cae como una bomba so- bre autoridades y ministros protestan­tes. Creen en peligro su obra de eman­cipación de Roma, no aciertan á im­pugnar el libro admirable de Campion que convierte más de diez mil protestan­tes, y enconces lo denuncian al Estado como perturbador del orden público. Es la acusación de todos los tiempos para amordazar la palabra de Dios- Cuando el religioso ó sacerdote católico increpa la corrupción de las costumbres públicas y combate los errores que inficionan la sociedad entera, entonces, y muy espe- nalmente si el error es moderno, se le acusa de cospirador, de rebelde á la au­toridad del César, de enemigo del or­den público.

El orador se enardece al desenvolver estos solidísimos pensamientos, y con arrebatadora elocuencia recuerda las in­sidiosas acusaciones del pueblo judío contra Jesús. Decíase del Hijo de Dios que levantaba las turbas contra el Cé­sar, que soliviantaba el orden público y ponía en peligro la paz, y Campion, sol. dado de la Compañía de Jesús, era vícti­ma de esa misma acusación.

Retó á los pastores protestantes a una discusión pública, pero ninguno de ellos se atrevió á sostenerla, y se apeló á la fuerza bruta, á la persecución fiera para aliog :# l a voz de la verdad. Predican la libertad los corifeos del error, el protes­tantismo dice apoyarse en el libre exa­men, el espíritu privado es la regla de fé, según estos apóstoles de Satanás, y per­siguen á la inocencia y aprisionan y dan muerte al defensor de la verdad. Sacrile­ga libertad, maldita libertad que es pro­fanación horrible de la verdadera liber­tad, hija del Evangelio.

El libro de Campion arrolla las dificul­tades de la negación protestante y gana almas para el cielo, y ya solo piensan los esbirros de Isabel en reducir á prisión á sn insigne autor. Un apóstata, nuevo Iscariote, le vende, y mientras celebra los oficios divinos arrójanse sobre Campion los agentes de policía, y le llevan á un calabozo lóbrego, oscuro, estrecho y hú­medo. Recuerda con este motivo el ora­dor lo que era la persecución protestante contra los católicos, y púnela en paran­gón con la Inquisición española, esa san­ta, bendita Inquisición vilmente escarne­cida, no solo por protestantes, sino tam­bién, lo que es más execrable, por mu­chos que se precian de católicos. El cora­zón de I03 oyentes se ensaneha y el espí­ritu se regocija cuando desde la cátedra del Espíritu Sanio se oyen tan profundas y consoladoras verdades, ahora especial­mente cuando las corrientes de trausac- cion con el carácter de las sociedades modernas han llegado á un punto antes inacesible, cuando se proclama como hábil política, aun en la porción antes incontaminada, el no asustar al enemigo con el rigor y la inflexibilidad de los principios.

Xo tenemos el honor de conocer al se­ñor Legaz. pero podemos decir que su palabra de fuego y su defensa de la santa Inquisición ha venido á infundirnos nuevos bríos, nuevos alientos para luchar en buena lid contra todos los enemigos de la verdad íntegra.

Se ha borrado recientemente esa In­quisición en una política que nada es sin la Iglesia, sin el Clero, sin la religión, y cousuela y fortifica y alienta oir de labios tan autorizados la defensa desin­teresada de una institución que dio gloria á la patria.

Preso Edmundo Campion, empleanse todos los medios para hacerle apostatar. La misma Isabel le visita en la cárcel y le promete honores y preeminencias solo con que deje de ser papista. Y contesta el hérec: yo no puede, no quiero comprar todos tus honores con el precio de mi

alma. En vista de su constancia le ponen en un potro y le descoyuntan, y enton­ces aquellos valientes pastores protes­tantes qne antes no se atrevieran á dis­cutir, le provocan á discusión. Tiene lugar durante ocho horas en cuatro dias, y la perfidia protestante sale confundida, avergonzada de su ignorancia. Es lleva­do el atleta católico al patíbulo y allí entrega su alma al Criador. Muere la vi­da temporal para vivir la vida eterna, muere naturalmente para vivir sobrena­turalmente, muere en la tierra para vivir en el cielo, porque su fé, nutrida de obras prodigiosas de santidad, ha arrollado to­dos los obstáculos y vencido la tiranía del Tiberio femenino, como la llaman á Isabel los historiadores. Confiesan los mismos autores protestantes que durante cuarenta y cinco años de reinado sacrafi- có al año más de quinientas víctimas.

Y de esa fé vivísima del héroe toma ocasión el orador para presentarlo como dechado á esta sociedad que se halla de­gradada, entre otras causas, por una pa­sión ciega de los intereses materiales. Añeja preocupación, dice, fuera en mí condenar el incremento del comercio y el progreso de la industria. La Iglesia, y yo con ella, no condena ningún progre­so legítimo. Lo que reprueba y lo que condena la Maestra de la verdad, es que se rompa el equilibrio que debe existir entre los intereses morales y materiales; es que se fomenten los intereses materia­les con daño de los intereses de nuestras almas. Por lo demás, trasmita el telégra­fo las noticias de polo á polo, y puéblese la tierra de ferro-carriles, y arranque el hombre todos sus secretos y tesoros á la naturaleza; que la Iglesia no teme la luz porque Dios es el sol de la verdad. Pero no está la felicidad en el solo progreso material y bien lo ve el hombre pensa­dor ahora mismo.

En medio de las maravillas del vapor, de la electricidad y de la industria mo­derna siéntese el rugido de una revolu­ción social que amenaza transformarlo todo.

Bien sé que este hermoso pueblo atien­de á la mejora del espíritu juntamente con los adelantos materiales. Mucho ha­céis por las obras religiosas, seguid por ese camino; pero que no os ciegue la vanidad; que vuestras dádivas vayan acompañadas de una intención purísi­ma.

Dirígese luego el orador á los sábios hi­jos de la Compañía de Jesús, y en pro­funda sentencia les dice: que nunca os falte la persecución; desgraciados de vo­sotros el dia en que el mundo os deje en paz y no os persiga y no os calumnie. La persecución debe ser vuestro alimento constante para librar gloriosas batallas como soldados de Jesucristo; y termina tan admirable sermón deseando para to dos la gloria eterna.

líe ahí torpemente extractado el ser­món del ilustre lectoral de Pamplona á quien E l E uskaro, lleno de efusión, le envía respetuosamente un testimonio de admiración sincera.

SERMON DEL SEGUNDO DIA.Debía pronunciarlo el eximio orador

Sr. Cuesta, lectoral de Yalladolid, venta, josamente conocido en esta villa desde sus notables conferencias de un octa­vario predicadas en la misma basílica de Santiago ha mas de tres años. Había mu­cha ansiedad por oirle, contribuyendo á ello no solo su bmn merecida fama de orador, sino también porque los leales de real orden le consideran suyo, y espera­ban ¡cándidos! alguna alusión favorable á su oportunismo ó cesarismo. El tem­plo, con ser espacioso, hallábase lleno de bote en bote, y hasta la plazuela inme­diata ocupaban los oyentes. Empiezi el orador, grave y sentencioso, en estos tér­minos: Para dolores la vida, para mise­rias el hombre, para altercados el mun­do, para grandezas la Iglesia, para haza­ñas portentosas la religión santa. Grande, admirable es la Iglesia católica por su origen, por su fin. por sus frutos. Por su

origen que está en el corazón amantíei- mo del Hijo de Dios, por su fin, que sube hasta los Cielos, por sus obras que son de santidad, de abnegación y de sacrifi. ció. Uno de esos frutos maravillosos, una de esas instituciones fecundas es la cé­lebre y nunca bien pon'derada Compañía de Jesús, fundada, á lo que yo entiendo, para difundir la fé entre los infieles, vindicarla entre los herejes, y arraigarla y fomentarla entre los católicos; funda­ción admirable, árbol frondoso de fruto abundante, que cobija á valerosos solda­dos de la verdad católica, á una milicia espiritual que capitaneada por Jesús va siempre á la vanguardia en la defensa de la Iglesia santa. Y uno de estos sol­dados humildes de Jesús es Pedro Claver de cuyas virtudes en grado heróico os vengo á hablar.

El orador, humilde y delicadamente desconfía de sus fuerzas para hablar cum plidamente de un héroe tan maravilloso de la fé, ante aquel numeroso auditorio presidido por el prelado de la diócesis y ante los exclarecidos sabios de la Compa­ñía de Jesús. ¿Qué podré decir yo que sea digno de este santo y de vosotros?

Os digo sinceramente que me confunde y me da vergüenza la tarea que me lio impuesto.

Después de la plegaria á la Vírgt n entra directamente á hablar de la vida portentosa de Pedro Claver, de su amor al prójimo por Dios, de su celo por la salvación de las almas y por la propa­gación de la fé, y de la abnegación y penitencia que forman como el carácter de este atleta insigne de virtud y mor­tificación.

El orador usa siempre un lenguaje •festizo y describe elocuentemente el na- ¿Bniento de Claver, la educación esmera­da que recibió de sus padres, ya que no títulos nobiliarios, sil vocación religiosa é ingreso en la Compañía de Jesús. Ar­día en celo por propagar la fé católica entre infieles, y su satisfacción era in­mensa cuando se le mandó embarcarse para Cartajena de Indias.

Vivían aun sus padres en la villa c’e Verdú, pasó frente á su casa y ni siquie­ra entró á despedirlos, por hallarse todo entero consagrado al servicio de Dios, sin ningún vínculo con el mundo y con la carne.

En períodos de sabor académico pr r la limpieza de la frase y rotundidad de las cláusulas, traza luego el orador m a descripción brillante de lo que era física­mente en aquella época Cartagena de In­dias, de su población, de su clima, desús productos, de sus plagas y enfermeda­des, de su comercio.

Era grandísima la infame contratación de los negros que se vendían como bes­tias de carga; más de doce mil negros al año entraban en aquel puerto, condu­cidos en buques, hacinados como sardi­nas, y atados con cadenas.

El primer ojo alegre que veian aque­llos infelices el primer saludo cariñoi o que recibían, era de Pedro Clever que los besaba y abrazaba, no obstante su fetidez y el hedor insoportable que des­pedían. Llevaba regalos para obsequiar­les y cuando después se les conducía á grandes almacenes, que más bien que moradas de hombres eran establos de seres irracionales, Pedro Claver los si - guia y visitaba y los catequizaba y les asistía en sus enfermedades.

Ni las llagas asquerosísimas de esos desgraciados, ni aquella atmósfera irre­sistible de los almacenes en que yacían sin más abrigj que las paredes, retrai: n al héroe insigne de caridad y abnega­ción.

Su raída sotana, ya les servía de le cho, va de almohada, mientras les o a en confesio i. Bautizó más de cuatro cientos mil negros, y durante cuan uta años no respiró más que aquella atmós­fera insana que espanta, retrae y provi - ca á la naturaleza.

Y todavía tenia tiempo para dar mi­siones, visitar los hospitales, consolar á

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los encarcelados, oir en confesión á mu­chos pecadores, durante siete horas por la mañana y cuatro por la tarde, y re­prender la licencia de los bailes con san­ta ira á pesar de su notoria manse­dumbre.

Su mortificación, su penitencia causan asombro. Sus hojos los tenia material­mente cerrados al mundo, su cuerpo lo castigaba durísimamente. Dormia no mas que dos horas al dia, á veces sobre la estera, y casi siempre sobre el duro suelo; su alimento era poco y inalo, unos mendrugos de pan. Disciplinábase tres veces por la noche, y su espíritu de mor­tificación discurrió una no conocida hasta entonces.

Durante cierta misión, escapábase furtivamente por las noches al campo, desnudábase desde la cintura arriba y asi, durante horas, permitía que los mos­quitos é insectos cubriesen su cuerpo y chupasen su sangre causándole ronchas y crueles padecimientos. Llevaba ademas sobre la piel dos cruces de madera, una al pecho, otra á la espalda, y amlias cruces porsu interior tenían clavitos pun­zantes que le atormentaban cruelmente Ved ahora si Pedro Claver es digno de los honores de los altares.

León XIII lo presenta á esta sociedad sumida en el egoísmo y en el sensualis­mo como ejemplo que imitar. Siglo XIX, detente un momento y mira y contem­pla á este héroe de la abnegación y de la penitencia. El egoísmo y el sensualismo te devora; sobre esas dos barras marcha la impúdica y corruptora civilización mo­derna; ve aquí tu remedio, ve la abne­gación de Claver contraria á tu egoísmo; ve la penitencia de Claver, antídoto de tu sensualismo. Siglo XIX, tus costum­bres, tus leyes, tus institupiones te arras* tran á los abismos; detente y vuelve las espaldas á esos rumbos de perdición s quieres ser salvo.

¡Gloria á la benemérita Compañía de Jesús! ¡Gloria á esta pátria querida, á la pátria española, sin segunda en hechos hazañosos! ¡Gloria á Cataluña! ¡Gloria á la villa de Verdú! Y termina el exclare, cido orador entre el arrobamiento y la ad­miración de los oyentes. Descanse el Sr. Cuesta, y reciba nuestra humilde feli­citación. Quien así azota á la civiliza­ción moderna, no es, no puede ser opor­tunista.

¡Abajo la calumnia! ¡Gloria á Dios!

Para muestra.

Pregunta el órgano oficial dedon Carlos:

«¿Y cuándo y cómo se ha constituido el Sr. Duque de Madrid en juez de la doctrina? Ante todo, fijémonos en los términos de la acusación. Juzgar es re­solver y definir entre cosas diversas ó contrarias; de modo que juzgar doctrinas equivale á declarar cuáles son verdade­ras ó cuáles son falsas, puesto que la verdad y el error son los únicos térmi­nos que pueden darse tratándose de doctrinas. Para apreciar si existe ó no un juicio doctrinal es, pues, preciso ave­riguar antes si versa sobre la materia propia de esa clase de juicios; y para de­cidir si se ha pronunciado competente­mente, es necesario investigar si la doc­trina estaba sometida al juicio de dis­tinto tribunal que el que actuó respecto de ella. Xo es, por consiguiente, proce­der con rectitud en asunto tan grave ha­blar de juicios doctrinales confundiendo especies y barajando citas, convirtiendo en doctrina lo que no lo es, imaginando juicios donde no existen, suponiendo en­señanzas dogmáticas sobre puntos y cuestiones que la Iglesia no ha definido...

¿Con que cuándo y cómo? Pues, para muestra, recuérdese el caso de la expulsión de «El Tradiciona- lista:» se dijo que éste es periódico liberal y revolucionario y que, por serlo, se le condenaba, Al punto afirmó «El Tradicionalista» que con eso usurpaba D. Carlos las atribuciones del magisterio de la Iglesia; y lo repitieron valientemen­te todos uuestros periódicos, y has­ta el ilustre Sarda defendió en términos cariñosísimos á «El Tra­dicionalista.» ¿Con que cuándo y cómo? Pues para muestra, recuér­dese dicho caso.

El señor Duque de Madrid mani­festó, es verdad, por medio de su secretario, que el fallo de Montoya atañía tan sólo al orden político; pero ¿quién ha dado facultades al poder civil para circunscribir y co­mo encerrar en ese orden la califi­cación de liberal y revolucionario? En cuanto leyó tales explicacio­nes nuestro amigo el Sr. Orti y Lara, notó muy bien, con la pre­cisión y profundidad que suele,que eran totalmente inadmisibles y'que

con ellas se venia á proclamar la teoría de los dos liberalismos, uno malo y condenado y otro, el mera­mente político, bueno. Persiste, por tanto, la usurpación de atribucio­nes, á pesar de lo que Melgar ex­puso, de parte del Sr. Duque, puesto que la calificación de li­beral y revolucionario tiene de su­yo sentido político-religioso. Y de ahí resulta,. hoy como antes, que I). Carlos se convirtió en juez de la doctrina fallando con notoria in­competencia, juzgando autoritati- vamente sobre materia que no le competía.

Lo que hay en este asunto es que ni «El Correo Español» ni sus compañeros han acertado á distin­guir entre la calificación del escri­tor y la calificación que denomina­remos autoritativa. Se echa de ver tal insipiencia (no encontramos frase ménos áspera) en varios es­critos de periódicos carlistas, y aun en el propio artículo á que breve­mente contestamos se echa de ver también.

* Porque no hay duda ninguna, escri­be El Correo, que ellos son los que se han constituido en jueces y maestros de la doctrina. Léase el Manifiesto de Búrgos, y en él se encontrará aquella serie de proposiciones, que los manifes­tantes dicen se han recogido de los es­critos y documentos del partido, que ca­lifican de gravísimos errores y que su­ponen que estaban circulando sin que nadie tratase de condenarlos ni de po­nerles el más leve correctivo.

La labor de los disidentes en este punto constituye, pues, lo que los teó­logos llaman un hecho dogmático; esto es, la declaración de que tal ó cual pro­posición contenida en los escritos de tal ó cual autor es conforme ó contraria á la doctrina católica, materia en la cual, como es sabido, únicamente la Iglesia es infalible; por donde se ve que los di­sidentes comienzan su obra nada ménos que arrogándose una potestad que de nadie recibieron.»

Efectivamente, en la Manifesta­ción de la prensa tradicionalista se encuentran calificaciones doctrina­les: allí se dice, por ejemplo, que D. Cárlos sostiene principios que no armonizan con los nuestros; que noesD. Cárlos juez de la doctrina, como se asevera; que no es I). Cár­los juez Unicode la conducta polí­tica, según se afirma en solemne documento; y por este mismo te­nor se dicen allí otras cosas. Pero ¿podemos decir eso, si ó no? Claro está que cuanto digamos, lo deci­mos como escritores; y es patente que no somos infalibles. Pero ¿lo podemos decir, si ó no? Y plan­teando lá cuestión en sus términos generales, ¿puede ó no puede el es­critor, el católico seglar, calificar doctrinas? Para abreviar y por ser texto conocidísimo y muy valedero é incontestable, véase de nuevo cómo responde nuestro más ilustre propagandista católico en su mejor libro, aprobado y loado por la Sa­grada Congregación del Indice:

«El de la simple razón humana debida­mente ilustrada. Si, señor, hasta eso es, lugar teológico, como se dice en teolcgia; es decir, hasta eso es criterio científico en materia de religión. La fé dominad la razón; ésta debe estarle en todo su­bordinado. Pero es falso que la razón nada pueda por si sola, es falso que la luz inferior encendida por Dios en el en­tendimiento humano no'alumbre nada aunqne no alumbre tanto como la luz superior. Se le permite, pues, y áun se le manda al fiel discurrir sobre lo que cree, y sacar de ello consecuencias, y hacer aplicaciones, y deducir paralelis­mos y analogías. Así puede el simple fiel desconfiar ya á primera vista de una doc­trina nueva que se le presente, según sea mayor ó menor el desacuerdo con que la vea con otra definida. Y puede, si este desacuerdo es evidente, combatirla como mala, y llamar malo al libro que la sos­tenga. Lo que no puede es definirla ex cathedra; pero tenerla para sí como per­versa, y como tal señalarla á los otros para su gobierno, y dar la voz de alarma y disparar los primeros tiros, eso puede hacer el fiel seglar; eso lo lia hecho siempre y se lo ha aplaudido siempre la Iglesia. Lo cual no es hacerse pastor del rebaño, ni siquiera humilde zagal de él: es simplemente servirle de perro para avisar con sus ladridos. Oporstet adlatrare canes, recordó á propósito de esto muy oportunamente un gran Obispo español, digno de los mejores siglos de nuestra historia.

¿Por ventura no lo entienden así los más celosos Prelados, cuando en repeti­das ocasiones, exhortan á sus fieles á abs­tenerse de los malos periódicos ó de los malos libros sin indicarles cuáles sean éstos, persuadidos como están de que les bastará su natural criterio ilustrado por la fé para distinguirlos, aplicando las doctrinas ya conocidas sobre la ma­teria? Y el mismo Indice ¿contiene acaso los títulos de todos los libroe prohibi­dos? ¿Xo figuran al frente de él, con el carácter de Reglas generales del Indice.

ciertos principios á los que debe atenerse un buen católico para considerar como malos muchos impresos que el Indice no designa, pero que, sobre las reglas dadas, quiere que juzgue y falle por sí propio cada uno de los lectores?»

Textos como el de Sardá abun­dan. Ya citamos días pasados al­gún otro; y en la contienda con los unionistas católico-liberales conser­vadores á cada paso teníamos que reivindicar los derechos del escritor católico por lo concerniente á las mencionadas calificaciones. Ahora basta con el texto de Sardá, tan claro, tan sencillo que, leyéndole, parece increíble la obcecación de los neo-carlistas. ¿Será tal vez que nuestros antiguos amigos se han apartado hasta de la lectura del portentoso librito de Sardá? Aun­que así tampoco se explica la ob­cecación, porque el punto de las calificaciones doctrinales, la cues­tión de si puede el publicista cató­lico llamar á las cosas por su nom­bre, decir, v. g„ que este ó aquel libro ó periódico liberal, lo es, con efecto, es cuestión que se resuelve con sólo plantearla, ¡Pues quél Negar nuestro derecho respecto de las susodichas calificaciones, ¿no es negar toda la propaganda católica en el periódico y el libro? El escri­tor escribe (perdónese la perogru­llada), discurre, aduce razones, re­futa argumentos: operaciones que requieren la calificación doctrinal. Si no digo en qué se cifra la. doc­trina que combato, sino doy á en­tender que es digna de ser comba­tida, si no le aplico el nombre que merece; si á la doctrina liberal no la llamo liberal, explícita ó implíci­tamente; si no señalo, determino y concreto el liberalismo de tal ó cual libro ó periódico ó discurso; si de todo esto y de las demás cosas que á eso se parecen, me descarto, ¿no es verdad que debo guardar la plu­ma ó’tirarla, por inútil y baldía?

Repetimos, pues, que tal cuestión se resuelve con sólo plantearla. El mismo Correo Español, á la hora misma en que niega nuestro dere­cho á calificar doctrinas, á decir que D. Cárlos va descaminado, in­curre en el propio supuesto defecto que vitupera. Nos llama, en suma, usurpadores del magisterio de la Iglesia; con lo que doctrinalmente nos califica.

Pero quizás objete El Correo Es­pañol: ustedes califican y, sin em­bargo, niegan á D. Cárlos el dere­cho que ustedes ejercitan, a s í se ha objetado varias veces, sin ad­vertir que una cosa es la calificación del escritor, y otra diferente la ca­lificación autoritativa. Ya verá la diferencia El Correo Español.

F. M. d e l a s D iv a s y V e l a s c o .

De nuestro queridísimo compa­ñero E l Fuerista:

UXA ADHESION IMPORTANTE.

San Sebastian 18 de Octubre de 1888.Sr. Director de El Fuerista.

Muy señor nuestro: Los que suscriben tienen la mayor satisfacción en manifes* tar su adhesión á los principios que con tanta valentía defiende en el periódico que tan dignamente dirije, plenamente convencidos de que ellos son los únicos que pueden salvar la pátria, levantándo­la del estado de postración en que hoy se encuentra.—Juan Mendivil, Cura Ecó­nomo de San Ignacio; Ignacio Uranga, Presbítero; Ascensión Vitoria, Presbítero; Vicente Ventosa, Presbítero; Xorbcrto Sarobe, Presbítero; Juan José Garay, Presbítero; José María de Elizondo, Pres­bítero; Lorenzo de Elcoro, Presbítero; José Gaspar de Oregui, Presbítero; Fran­cisco Andrés Kesioy, Presbítero; Juan Ignacio Mágica, Presbítero; José Miguel de Irigoyen, Presbítero; Pedro Antonio de Azcue, Presbítero; José de Valderra- ma, Presbítero; Luis de Berrondo, Pres­bítero; Domingo Goñi, Presbítero: José María Eleicegui, Presbítero; Pedro de Mata, Presbítero; Lúeas deAguirre, Pres­bítero; Estéban Pujol, Presbítero; Luis Anabitarte, Presbítero; Félix Ibañez* Presbírero; Ignacio María Múgica, Pres­bítero; Luis Olascoaga, Presbítero; Ceci­lio de Marín, Presbítero.

M a d e r o retrato do nit periódico le a l«Hoy predicará en la Catedral-Basíli­

ca el eminentísimo y reverendísimo se­ñor Cardenal Arzobispo de la diócesis.

La real cofradía de Nuestra Señora

del Remedio, establecida en la iglesia del Pilar, cplebra hoy su fiesta anual, á las diez y media, con misa solemne y sermón á cargo- de don Nicolás Da­vid.

Por la tarde será la procesión de cos­tumbre y solemne reserva, después de concluido el ejercicio de la Hora.

También habrá misa de Comunión ge­neral á las siete de la mañana, repartién­dose á los fieles que se acerque á la sa­grada mesa una bonita estampa de la Virgen.

Del mismo número:ESPECTÁCULOS.

FUNCIONES PARA HOY.TEATRO PRINCIPAL.—Por la tarde

á las tres.—Suma y sigue.—El espec­táculo mímico bailable titulado.—Excel- sior.

Por la noche á los ocho.—El raton­cito Perez.—El baile.—Excelsior.

TEATRO DE APOLO.—Por la tarde á las tres y por la noche á las ocho.— La Bruja.

TEATRO;;DE RUZAFA.—Por la tarde á las tres.—El corazón y la mano.

Por la noche á las ocho.—El Salto del Pasiego.

Esto se repite casi todos los dias. No lia muchos,- que publicaba un entu­siasta articulo ponderando las excelen­cias del Santo Rosario, y en el mismo número anunciaba Los Mosqueteros gri- res, que es una horrible diatriba contra las órdenes religiosas.

Ahora lina pregunta ¿si por uno ó dos asientos de butaca se perpetran tales atrocidades, qué no serán capaces de ha­cer y de conceder propter retributionem estos católicos oportunistas y leales de real orden.

Dígalo por nosotros el sensato lector.¿Se quiere una prueba más clara de

su mesticismo?Señores leales, que se van clareando

demasiado.Ya, para contender con ustedes solo

podremos emplear la escoba.O, como dijo muy bien un estimado

colega, las mangas de riego.Es mucha la basura leal.

¡Ah!...Se nos olvidaba decir que el periódico cuyo es el retrato anterior se l la m a d Tradicional, de Valencia.

Este piadoso leal tiene el cinismo de (no encontramos frase más suave) de estampar las siguientes lealtades en uno de sus últimos números.

iE l Motiu, Las Dominicales, El Globo y El Resúiven con sus estadísticas no han herido tanto á las comunidades re­ligiosas como los Integros y puros espul- sados del partido carlista.

¡De qué manera tan grosera se han enseñado contra los frailes!

¡Ah valientes!»¡Ah leales! Y cómo atropelláis la ver­

dad y faltáis al octavo mandamiento para contener el desfile de los pocos adeptos que os quedan!

-Afortunadamente ya nadie se llama á engaño.

Y todo el mundo sabe que leal de R. O. es hoy sinónimo de.... cualquer cosa.

Noticias generales: t *: rra *caguv.c cr * p

Ha sido prorrogado hasta el día pri­mero de Enero el plazo dentro del cual los extranjeros domiciliados en Francia pueden suscribirse en los registros de la policía.

El preámbulo que precede al decreto de prórroga hace elogios de la forma en que los extranjeros han acudido á hacer las inscripciones y de las facilidades da­das para hacerlas.

La prensa portuguesa, autorizada por el gobierno, desmiente en absoluto que el ministro inglés en Tánger, sir Kirby Green, haya intervenido en lo más míni­mo para el arreglo del conflicto entre Portugal y Marruecos.

Los portugueses se muestran muy sen­sibles en este punto, y los ministros de­claran que Portugal no ha autorizado á ningún gobierno ni diplomático extranje­ro para mediar en el asunto.

Dicen, de Berlín que el emperador ha recibido allí á la diputación del Munici­pio de Berlín, que después de visitarle por su feliz regreso á la capital le piesen- tó los títulos de propiedad de una fuente monumental levantada en Berlín para conmemorar el viaje imperial á las prin­cipales cortes de Europa.

Al dar las gracias á la comisión, el em­perador, con sorpresa da todo el mundo, empezó á quejarse duramente de que una parte de la prensa berlinesa se hu­biese ocupado durante su ausencia de asuntos que son de la exclusiva incum­bencia de la familia imperial.

El emperador estaba visiblemente mo­lesto y aludía sin duda alguna á la con­ducta observada por la prensa conserva­dora discutiendo las diferencias de opi­niones políticas que dividían al empera­dor Federico y á su hijo el emperador actual, y resucitando el pensamiento de la boda entre la princesa Victoria y el príncipe Alejandro de Battemberg.

De La Union Catótica.«Por via de ensayo se va á hacer

una reforma en los penales y cárceles de Valencia, que consista en encargar el cuidado y administración de los reclusos á una corporación religiosa, como la de los Hermanos de San Juan de Dios, que hoy cuida los dementes del mani­comio provincial. El mismo ensayo se está ya planteando en la cárlcel de mu­jeres de Allcalá y en el penal de Ocaña.*

Dice La Correspondencia.En los circuios mejor informados se

asegura que lo único que hay al pre­sente sobre los asuntos diplomáticos, es que no volverá el conde de Benomar á la embajada de Berlín y que las dos per­sonas que para este cargo ha indicado, la gente política, no están dispuestas á aceptarlo.

Aquellas personas son el Sr. Albare- da y el conde de Xiquena.

Del mismo periódico:La prologcicíon del sonido en el piano

cuyo problema parecía irrealizable, es hoy. un hecho, con el invento tan sen­cillo como ingenioso de Luigi Üaldora.

Sobre un piano á cola Roniscli verifi­cóse el domingo último en el Conserva­torio, como ya eligimos, las prueba del armoni-piano sorprendiendo los nuevos y maravillosos efectos que los maes­tros señores Serrano y Larregla, saca­ban de tan bellísimo como último ins­trumento, cuya aplicación se hará ne­cesaria á todo piano en el momento que sea conocido de todo amateur, de igual modo que sucede ya en Italia donde la casa Ri'endi et Finzi (de Milán) le propaga con extraordinario éxito.

La casa Navas, ha adquirido la explo­tación para España y Portugal del céle­bre invento.

Acerca del crimen de la calle de Fuen- carral, dice El Globo lo siguiente:

«Mañana se dictará el escrito de cali­ficación, pedido al ministerio fiscal por los señores de la sección tercera.

I lemos oido, pero no podemos respon­der del aserto, que se pide para Higinia Balaguer, por homicidio, robo é incen­dio, pena capital; para Dolores Avila, reclusión perpétua, y la absolución pa­ra los otros tres procesados. Contra Vázquez Vareta y D. José Millan Astray, se deducirá la responsabilidad á que hu­biere lugar por quebrantamiento de con­dena y por infidelidad en la custodia de presos.

Tal se aseguraba anoche, y como lo hemos oido lo estampamos.»

En la Cámara francesa de diputados va á nombrarse una comisión encargada de examinar el proyecto del canal marí­timo de París á Rouen, presentado por la sociedad constituida para estudiar el medio de convertir á París en puerto de mar.

El canal proyectado irá desde París á Rouen, siguiendo el curso del Sena en un trayecto de 180 kilómetros. Tendrá de profundidad seis metros 20 centímetros, y de anchura vez y media de la que tiene el canal de Suez.

Las obras de fábrica tendrán siete me­tros de cimentación.

El principal trabajo será la excavación de un gran puerto entre Saint Denis y Clichy. Se establecerán además otros cinco puertos secundarios en Andelvs, Vernon, Nantes, Possy Aeheres y Argén- teuil.

Los autores del proyecto calculan que su coste total podrá ascender á 118 mi­llones, cantidad que se considera peque­ña en atención sí la importancia de la obra.

La sociedad que presenta el proyecto no exige del Estado subvención ni ga­rantía alguna.

El gobierno inglés ha nombrado una comisión que se encargue de investigar los resultados prácticos obtenidos por las misiones protestantes, sus gastos, la influencia que ejercen y los medios que estime convenientes para el buen éxisto de aquellas, bajo el punto de vista político, religioso y administrativo, muy inferiores actualmente á los rendidos en las mismas comarcas por los misioneros, católicos.

Cartas madrileñasDATOS ESTADÍSTICOS.—UitA VOZ DE

ALERTA.A título de curiosidad y porque con

ellos se puede formar una idea aproxima-, da del núcleo de las fuerzas leales de real orden, he procurado enterarme del número de ejemplares que tira El Como Español y asi mismo del número de sus- critores con que cuenta dicho periódico.

De mis investigaciones resulta que de cada uno de los cinco ó seis primeros números y por fines de propaganda, lle­garon á tirarse hasta veinte mil ejempla­res, en los cinco ó seis números siguien­tes la tirada bajó á diez mil, luego á chico mil y últimamente verificado el re! cuento desuscriciones hechas, cambio con otros periódicos y números gratis, quedíj reducida la tirada á mil ejemplares, de los cuales son de pago unos ochocientos. Es decir, que el periódico oficioso ,del carlismo á pesar de las recomendaciones superiores y dé su carácter, no ha logra, do reunir más de ochocientos suseritereí

Ahora bien; ese número multiplicado, por seis que son los reales que cuesta

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mensualmente, da un producto bruto de cuatro mil ochocientos reales, lo que re­presenta un déficit mensual para la' em‘ presa de 10.000 reales, echando por lo corlo la cuenta de sus gastos.

Esta situación como se vé es poco li­sonjera en el orden económico, pero en el orden político es desastrosa, pues cons­tando á todos los leales que El Correo Español es el órgano de que D. Carlos se vale para comunicar sus órdenes, la real gaceta del carlismo en una palabra, el desamparo en que dejan á dicho periódi­co es la prueba más palmaria del fraca­so que ha experimentado la política de que actualmente es instrumento el se­ñor Llauder. Y prueba además que las huestes del integrismo siguen nutridas como antes de la aparición de El Correo Español, porque esos suscritores al nue­vo periódico lo eran en parte de La Fe y en parte del Correo Catalán.

Y aquí no vale apelar al recurso em­pleado en determinadas adhesiones en que han figurado hasta los muertos por­que en los libros de caja no figuran sino partidas efectivas, ingresos y gastos, sien­do el sobrante ó déficit de los primeros sobre los segundos el barómetro más se­guro para conocer en un periódico polí­tico de carácter general y no local, el arraigo que sus ideas tienen en la opi­nión.

Quizás alguno diga que El Correo Es­pañol está en los comienzos y que es de esperar aumente su suscricion y por con­siguiente su importancia. Esto en cir­cunstancias ordinarias podría ser ver­dad; pero no lo es en periodos como el presente en que la suscricion á un pe­riódico como El Correo Español significa un acto de adhesión á la política de los leales y no es de creer se haya quedado ninguno rezagado para dar su apoyo á dicha política, en los momentos en que ese apoyo es más necesario.

En el Consejo que anoche celebraron los ministros, y según veo en un periódi­co de la mañana, expresó el >Sr. Moret la conveniencia de prestar decidido apoyo á los liberales de las Provincias Vascon gadas y en ello parece que convino todo el gobierno.

Como El Liberal, que es el periódico donde he leído esta noticia, no dice en qué consiste este decidido apoyo, no pue­do añadir nuevos datos á la versión an­terior. Pero no se necesita ser un lince para caer en la cuenta de que ese apoyo ha de ser en detrimento de los tradicio- nalistas, por lo cual doy á ustedes este aviso á fin de que estén preparados para sufrir algún chubasco de liberalismo que les cale hasta los huesos.

Z28 Octubre 1888.

Crónica local y provincialEl periódico imparcial, de esta villa,

defensor de todos los intereses vasco- navarros, en una reseña qne hace déla reunión verificada en el despacho del Sr. Gobernador para la distribución de cargos en la nueva Diputación, dice con su reconocida imparcialidad.

c Pero esta vez no habrá para la elec­ción de cargos alianzas con la minoría carlista; pues que la nota dominante de la reunión y por todos aceptada, parece fue la de excepción hecha de los asuntos puramente administrativos, establecer un perfecto deslinde entre carlistas y li­berales, evitando el nefando contubernio que siquiera sea en cuestión de procedi­mientos existió al constituirse la Dipu­tación anterior.

Más afortunado en esto el Sr. Fer­nandez Blanco que sus antecesores, re­ciba nuestros plácemes por haber demos­trado merecer la absoluta confianza de los liberales de todos matices que, en la esfera provincial, Congreso y Senado, ostentan la representación de la provin­cia de Vizcaya».

El Noticiero Bilbaíno podrá luego en­furruñarse, como suele, cuando alguien le llama, liberal, y en ocasiones como la presente,ministerial; pero entonces como siempre podrá decírsele con sobradísima razón y con evidente justicia; ¡pastelero!

A un niño que ayer tarde se dirijia con su madre por la cuesta de Zabalbide le pegaron una pedrada en la cabeza, oca­sionándole una herido leve de la que fué .curado en el Hospital civil.

En el mismo asilo fué curado un la­brador que en San Adrián, estando tra­bajando en el campo, se clavó la hoz en la rodilla derecha resultando con una herida de carácter reservado.

Al mismo lugar ha sido conducido hoy un sujeto que aconsecuencia de una caída ha resultado con una herida^ con­tusa en la oreja izquierda.

En la prevención se hallan encerrados desde anoche 4 sujetos por escandalizar en la via pública.

Con una regular concurrencia no se ¡celebró ayer en la plaza de toros la Anunciada función de la compañía gim­

nasta. Esta, compuesta de solo dos artistas, dió id gran camelo al público, camelo ó timo de los pocos que en Bilbao se han visto, pues según nos dicen la función se compuso de dos pantomimas á cual más aburridas, y cuando los con­currentes empezaron á dar muestras de desagrado; salió un personaje muy cono­cido en esta villa, diciendo que por no haber llegado el resto de la compañía se daba por terminado el espectáculo, y aquí fué -/Troya; el público que tan indig namente se vió burlado empezó á silbar y pedir la devolución del dinero; armán­dose, con tal motivo, un escándalo ma­yúsculo, y á tal punto llegó la indigna­ción, que á no haber estado cerrada la taquilla cuando la gente abandonó la plaza, los empleados que en ella había lo hubieran pasado mal.

El gobernador de Pamplona participa que en el pueblo de San Adrián, á con­secuencia de haber comido setas, se ha envenenado toda una familia compues­ta de un matrimonio y cuatro hijos.

Uno de estos falleció y otros dos se hallan en un est3do gravísimo. Los pa­dres se encuentran completamente fuera de peligro.

Las quejas de los cazadores vizcaínos han llegado hasta Madrid.

Véase lo que dice El Imparcial:»Se quejan los periódicos de Bilbao de

que en aquel gobierno de provincia no se expida con la misma facilidad y pronti­tud que en años anteriores las licencias de caza que se solicitan por personas per­tenecientes á diversos partidos.

La prensa bilbaína no sobe á qué atri­buir esto, pues no quiere creer que obe­dezca, como algunos suponen, á temores de altoracion del orden público.

Se ha resuelto, de conformidad con la comisión central de pesca, que las dis­posiciones relativas al ejercicio de dicha industria tengan sólo aplicación desde la línea de bajamar á tres millas de distan­cia, 5' que sea libre fuera de la expresa­da zona.

Dice «El Diario de Bilbao» que toda­vía no es oficial el nombramiento del Sr. Villavaso para desempeñar una cá- tedrá de la Escuela superior de Comer­cio, pero se espera que lo será do un momento á otro, pues se sabe positiva­mente que el señor ministro de Fomento tiene ese propósito.

tVizcaya y la comunión tradicionalista

están de duelo.El ilustre patricio vascongado Excelen­

tísimo Sr. Marqués de Múrua, ha falle­cido en Elorrio hoy á las seis y media de la mañana.

Acaban de darnos la triste noticia y nos apresuramos á comunicarla á nues­tros amigos para que rueguen á Dios por aquel varón fuerte é integérrimo tradieio- cionalista, modelo de caballeros cristia­nos.

Reciba su respetable familia la expre­sión de nuestro más sentido pésame.

R. I. P.

Maestros telegramasMadrid 29—9,50 m.

No parece confirmarse la noticia de que el emperador de Alemania visitará á Espa­ña en la primavera del año próximo.

Se dice que el canciller Bismarek le lia disuadido de este viaje para evitar mani­festaciones hostiles que pu­dieran ocurrir, fresco como está aún el conflicto de las Carolinas.

E l Corresponsal.

Madrid 29=10,30 m.En el discurso pronuncia­

do ayer tarde por Cánovas en el Casino conservador ata­có duramente al gobierno di­ciendo que carecía la monar­quía de libertad aun para sa­lir á la calle.

E l Corresponsal.

Madrid 29=10,30 m.

En Málaga presentáronse ayer al gobierno civil miles de obreros sin trabajo des­pués de recorrer las calles en manifestación pacífica. No hubo desórdenes.

E l Corresponsal.

Madrid 29—10,30 m.Está hecha la coalición re­

publicana, En ella entra tam­bién Salmerón.

El gobierno vigila para im­pedir tentativas revoluciona­rias.

El Corresponsal.

Madrid 29=10,30 m.Atendiendo á indicaciones

del ministerio de Hacienda no tomará parte el Banco de España en la conversión de la deuda de Cuba.

E l Corresponsal.

Madrid 29 —10,30 m.Propónese la Archiduquesa

Regente visitar todos los cuar­teles de Madrid.

Mañana empezará por el cuartel de San Gil.

E l C o r r e s p o n s a l .

H r s e n u m wpara el ejercicio de la acción popu­lar contra los alcaldes de Miravallcs y Gruizaburuaga, secretario de ídem, y otros f uncionarios por delitos co­metidos en las últimas elecciones de

diputados provinciales.

Suma anterior.

Dos íntegros, . , . .Dos católicos.................Dos intransigentes. . . Dos tradicionalistas.

Total. . . .

331.25

1111

335.25

SECCION MARÍTIMA.

MOVIMIENTO DE BUQUES.Dia 29.—Entrados.

Vapor francés Montataire, con lastre. Id. id. Vizcaya, con id.Id. aloman Fried Krupp, con id.Id. español Carranza, «con madera.Id, ingles Collingwood, con lastre.Id. id. Saint Audries. con carbón.Id. id. Balbios, con cok.

PLEAMAR DE HOY.1. a C>,03 mañana.2. a 6,21 tarde.Observaciones de hoy.

Estado de la mar bella.Piés de agua en la barra, 21 lj2. Vientos, mañana, S. E.; tarde S. Horizontes, mañana, aturbonado, tarde

aturbonado.

VARIACIONES ATMOSFÉRICAS.La temperatura de hoy á la sombra

según las observaciones del óptico señor Buesa, ha sido la siguiente:A las 8 de la mañana 14° cent.0 sobre 0. A las 12 de » 21.° « «A las 4 de la tarde 20.° « «La máxima fué de 21 sobre 0 y la mí­nima de 13.

El barómetro marca 769 mm. tiempo variable.

Telegramas de D. T. Bernard11, Rué Louis Le Gran», 1’aris.

27 de Octubre.París, 3,22 t.

4 por 100 exterior................... . 74,123 por 100 francés.................... . 82,705 por 100 italiano. . . . . 97,07Acciones del Banco Otomano. . 512,504 por 100 turco....................... . 15,75Obligaciones egipcias. . . . 425,00Acciones Panamá................... . 275,00

Id. Norte de España. . . 321,25Id. Rio-Tinto. . . . 637,50

4 por .100 Húngaro................. 85,75Acciones f-c de Alicante. . 278,75Obligaciones de Cuba 1886. . . 501,253 por 100 portugués. . . . . 04,12Acs. de crédito moviliario esp . 150,00Tharsis.................................... 103,75

Lóndres 5,41 t.4 por 100 exterior.................. . 73,343 por 100 consolidado inglés. . 97,43

BOLETIN DE COTIZACION OFICIALdel Colegio de Corredores de Comer­

cio de Bilbao.Operaciones del 29 Octubre 18888.

Fondos públicos.Pespétuo 4 p§ interior 73,G5 p§ con­

tad u.Id. id. id. 73,50-—73,05=73,70—73,75

y 80 fin corriente.Id. id. id. 73,85 y 73,90 p§ fin próxi­

mo.Id. id. id. 74,70 y 74,80 id. id. 0,50

prima.

Valores diversos.Tabacaleras á 108 p§ contado. Obligaciones 1.a serie T.a á B.° 108

idem.Id. Sociedad Vizcaya metalúrgica 101

Po ál.Cambios sobre plazas del Reino.

Barcelona 8 djv par.Briviesca id 0,125 d.Búrgos id. 0,25.Cambios sobre plazas extranjeras. Glasgow por Londres 25,75 8 d|v. Lóndres 30 d]f. 25,72.Id. 90 djv. 25,51.Liverpool v. 25,G5.Libourne 30 djf. 25,G5.P. El Síndico: El adjunto, Ignacio

Abaitua.

Cotización de las Bolsas.

MADRID 27 4[. pérp. Ínter. 73,40 Id. id. exter.. 75,40 Id. amortizab 86,70 Billet Hip. C. 101,65 Ac. Banco deEspaña....,... 417,00

L ó n d r e s 60 .dias por libra

esterlina.... 25,52Id 8 djv id. id. 25,72 París 8 div á 1,45b° Acio. Tabacos 107,75

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Bilbao 19 de Octubre de 1888.--Por acuerdo de la Junta, el vocal secretario Juan de Aretio.«vr a aaggirnMTrfHiM T f a i f i f itt - í w t h m i i t m w i f ■ ■ ■¿ n r a r r -ir a a

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Page 4: Se DIARIO CATOLICO AD MAJOREM DEI GLORIAM

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La religión católicaV I N D I C A B A

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EL PADRE JOSE MENDIVE.DE LA COMPAÑIA DE JESÚS

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Inmediato, dando aviso de dia en las parroquias respectivas, y de noche en casa de los sacristanes ó casas-cúrales.

Servicio médico.A todas horas en el Santo Hospital ci­

vil y dando aviso, á las respectivas casas de los señores titulares.

Servicio de incendios.

Las cartas deberán ponerse en la Ad­ministración media hora antes de la sa­lida de estos correos, llevados che.

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De dia y de noche. Avisando á los guardias municipales, que á su vez, por el teléfono, dan aviso á los parques sitos en la calle de María Muñoz, número 4, bajo, y en la planta baja del Santo Hospital civil, Achuri.

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Ocho y media de la noche.San Salvador, Abanto y Ciérvaua, Or-

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Diez de la noche.Amorebieta, Guernica, Durango, Ochan-

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ñana, 12,10, 4,04 y 7,34 tarde.Salidas de Durango: 6,35, 7,45y 10.40

mañana, y 3,20 y 7,50 tarde.Llegadas á Bilbao: 8,45 y 9,10 mañana

y 12,01, 4 32 y 9,09 noche.

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diano,Aramayona, Vitoria, etc.En Olacueta.—Para Marquina, Urbc-

ruaga, Cndárroa etc.En Vergara.—Para Zumárraga, Olía­

te, Mondragón, Arechavaleta, Escoriaza, Santa Agueda, etc.

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ñana, y 4,15 tarde.Llegadas á Vergara: 10,20 mañana y

1.14 y 5,45 tarde.Salidas de Vergara: 10.20 mañana y

1.14 y 5,45 tarde.Salidas de Vergara: 8,55 mañana y 1,35

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12,55, 2,17, 5,30, y 6,47 tarde.Salidas de Elgoibar: 9,11 mañana y

12.30, 1,51. 5,04 y 6,21 tarde.Llegadas á Málzaga: 9,18 mañana y

Salidas de Bilbao á las 6, 7, 8-30, 9, 9-30, 10, 10,30, 11, 12, 1, 1-31, 1, 2, 3-30, 4, 4-30, 5, 5-30, 6, 6-30, 7, 7-30, 8, 8-30 v 9-30.

Salidas de Las Arenas á las 6, 7, 8, 8-30, 9, 9-30, 10, 10,30, 11, 11-30, 12, 1, 2, 3, 3-30, 4, 4-30, 5, 6. 6-30, 7, 7-30, 8, 8-30, y 9-01.

Precios.—1.a clase 0,60 pesetas; 2.a 0,30.—Billetes de ida y vuelta, 1.a 1,00; 2.a 0,50.

Bilbao á P ortugalete.Salidas de Bilbao.—Á las 5, 6, 7, 8,

8-40, 9-20, 10, 10-40 v 11-20 m.; v 12, 12-40, 1-20,2, 2-40, 3-20, 4, 4-40/5-20,6, 6-40, 7-20 v 8, t.

PRECIOS.De Bilbao á Olaveaga ó vice-versa 1.a

clase 0,25 pesetas; 2.a 0,15; á Zorroza1. a 0,50; 2.a 0,25; á Luchana 1.a 0,50; 2.a 0,25; al Desierto 1.a 0,50; 2.a 0,25; á Sestao 1.a 0,75; 2.a 0,25; á Portugalete 1.a 0,75; 2.a 0,30.

Se expederán billetes de ida y vuelta en las estaciones siguientes:

Bilbao á Zorroza y al Desierto 1.a clase 1,00 y 2.a 50 céntimos.

Bilbao á Portugalete 1.a clase 1,50 y2. a 50 id.

Salidas de Bilbao para Las Arenas.— A las 5, 5-30 6, 6-30, 7*. 7-30, 8, S-15, y asi sucesivamente cada cuarto de hora hasta las 8 de la noche.

Salidas de Las Arenas para Bilbao.— A las 6-39, 7, 7-30, 8, 8-15. y asi suce­sivamente cada cuarto de hora hasta las 8-36 de la noche.

Salidas de Bilbao para Algorta.—A las 5-30 6-30,7-30,8-30. 9-30, 10-30 V 11-30 de la mañana, y 12-30, 1-30, 2-30, 3-30, 4-30, 5, 5-30, 6, 6-30, 7, 7-45 de la noche.

Salidas de Algorta para Bilbao.—A las 7,8, 9, 10, 11 y 12 de la mañana y 1,2, 3, 4, 5, 5-30, 6, 6-30, 7, 7-30 y 8 noche.

Además saldrán dos coches de Algorta para’Las Arenas á las 8-30 v 9 de la noche

Salidas de Bilbao A las 8-30, 0 y 10 de la noche.

Precios.De Bilbao al Desierto 20 céntimos de

peseta; Las Arenas 30 y á Algorta 40 cén­timos.

Bilbao á Santurce.Salidas de Bilbao.—6-20 y 7 de la

mañana continuando cada 20 minutos hasta las 7 de la tarde.

Salidas de Santurce.—6-40 de la maña­na continuando cada 20 minutos hasta las 7 de la tarde.

Tarifa de precios.Sf.rvicío ordinario.—Desde Bilbao

al Desierto ó viceversa, 0,20 pta.Desde Bilbao á Portugalete ó vicever­

sa, 0,30 pta.Desde Bilbao á Santurce ó viceversa,

0,40 pta.Desde Santurce á Portugalete ó vice­

versa, 0,10 pta.Desde el Desierto á Portugalete ó vi­

ceversa, 0,15 pta.Mercancías.

Wagón ordinario,—Salidas de Bil­bao: 10,20 ni. y 3,40 t.—Salidas de San­turce: 7,40 m. y 1,40 t.

Amorebieta á Guernica.Salidas de Amorebieta á las 6-43, 9-18

y 11-13 mañana, 3-48 y 7-15 tarde, en combinación los cuatro últimos con los trenes que salen de Bilbao á las 7-15, 10-19 mañana, 2-40 y 6-20 tarde.

Salidas de Guernica, á las 6, 7,30 y 10-20 mañana, 3 y 6-30 tarde, todos Jos cuales combinan en Zoi-noza con los tre-

VAPGRES.Para Santander salen y llegan los jue­

ves y domingos. Correduría de D. Teo­doro B. de Maruri, calle de la Estufa.

Línea Vasco-Andaluza, para San­tander, Gijon, Coruña; Ferrol, Carril, Vigo,Cádiz y Sevilla,salen los domingos.

Para Huelva, Málaga, Almería. Carta­gena, Alicante, Valencia, Tarragona y ----------------- L-

Correduría de los Sres. Aznar yAstisj rraga, Boulevard.

Diligencias.Administración de P aco.—Paral

males á las 12 m. (alterno). Para Vals seda á las 3 t. Para Castro, Laredo ySd tander (correo), á las 8 1¡2 n. y á las | de la mañana cuando corresponde. Esjf cial para Castro á las 2 1 ¡2 (diario).

Administración del Se . Aeocexa Para Castro, Laredo y Santander ál8- 30 n. cuando corresponde. Para Orí lia y Gallaría (diario), á las 3. Para márraga servicios combinados. Paraí Sebastian y Francia, saliendo de Bill por el tren de las 11-10 hasta Yerg desde cuyo punto hay coche hasta márraga.

Para Bermeo, Mundaca (diario), guía y Larrauri á las dos de la tarde.

Administración de D. Sergio Gd xez.—Por el tren á las 7-05 mañana.!! ra Marquina, Azcoitia, Loyola, Azpeiij Cestona, Zarauz y San Sebastian (dia Para Guernica, Arteaga. Elanchove, Lequeitio (dos diarios), por el tren i 2-30 t. Para Busturia, Mundaca y á las 7-05 m. y 2-30 t. Para Zumár9- 45 m. (diario). Para Valmaseda y vá de Mena (alterno) 12 m. Para Castro,! redo y Santander (alterno), 8 1 ¡2 n. Ortuella y Gallaría 4 t.

Administración de J uan El Ni ero (Achuri 19).—Para Céanuri, Ubid Villarreal y Vitoria por el tren 7-05 m.; para Yurre,' Arteaga, Villa Céanuri, por el de las 2-30.

Coches de plaza.Se sitúan en el Arenal, junto á la i

del Teatro, cerca del puente,Tarifa .

Carruajes de un solo cabaii Carrera para una ó dos personas de la jurisdicción 0,75 de peseta- cada hora, dos pesetas.—Una más por hora y carrera, 0,50 do pi

I dem de dos caballos.—Carrer¿| una ó dos personas, 1,50 peseías.- tres ó cuatro personas, 2.—Por hor¡ una ó dos personas, 2,50.—Por cuatro id. 3.

El servicio de carruajes de plaza | pieza á las seis de la mañana y ten] á las doce de la noche, Euera de I horas los dueños y conductores rruajes pueden hacerlo cu la forma |

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