Sanjurjo, El Aula Como Oportunidad

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  • 7/25/2019 Sanjurjo, El Aula Como Oportunidad

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    )

    JI

    I }

    \ .

    -

    1

    El aula como oportunidad

    aprovechada o perdida

    Partimos del enfoque que considera al aula como el meollo de la

    cuestin docente Menin, 2002), porque se trata del tiempo y el espa

    cio en el que, en nuestras instituciones educativas, ms habitualmente

    se concretan el proceso de aprendizaje y el proceso de enseanza. Es

    probable que en algunas clases no pase nada,

    como

    suelen denun

    ciar los alumnos. Sin embargo siempre hay enseanzas

    y

    aprendiza

    j e s. En el peor de los casos estamos enseando y los lumnos estn

    aprendiendo formas ritualizadas de relacionars e con el contenido, for

    mas pasivas de aprender.

    Entendemos el aula como un espacio con dimensiones afectivas,

    soc iales, epistemo lgicas y pedaggicas. Atravesado por mltiples

    factores que se articulan de maneras muy diferentes, provocando situa

    ciones diversas, lo que impi de utilizar recetas. Por ello decimos que

    la vid en el aula siempre supo ne un esce

    n r

    io que t iene

    -

    ..

    .-

    como una de sus caractersticas la multidimensionalidad. Adems cada

    s ituac in es siempre singu l r po r ms regul ridades que po damos

    encontra r en relacin con otras . Se caracteriza tambin por la

    dia tcz , es deci r pasan cosas una det rs de otra sin darn os tiempo a

    lomar dec isiones

    ms

    pensadas; por la simultaneid d o sea que pasan

    muchas cos as al mismo tiempo; por la imprevisibilidad, es decir que

    podemos plan i

    car y es necesar io que lo hagamos , pero van a suce

    der muchos acontecimientos inesperad os.

    Annl iznmos, ell pri mer lugur, \ de esasdim ensiones. Decimos

    \I

    l l I lrnlJnio en

    el nuln:

    k ll l lIll ll

    dimcnsi u

    por

    cuanro

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    la relacin pedaggica est siempre mediada por el contenido. El con

    cepto de tr d didctic que hace referencia a la relacin que se esta

    blece entre alumno-docente-contenido, puede ser de gran ayuda para

    su

    mejor

    comprensin. Ya que nos permite visuali

    zar

    que si alguno

    de los tres elementos est ausente o devaluado, la relacin pedaggica

    se desvirta, se transforma en otra cosa. Reco rdemos aqu el esquema

    trabajado en el primer captulo

    por

    el profesor Trillo.

    A lgunos docentes, con la buena intencin de dar relevancia a los

    aspectos socio-afectivos en la relacin con sus alumnos, dejan en un

    segundo plano la preocupacin acerca del contenido. Entablan, enton

    ces, r

    elacione

    s que no podran llamarse estrictamente

    pedagg

    icas . .

    Establecen una buena relacin afectiva, necesaria para elaprendizaje ,

    pero no suficiente. Dicen algunos docentes: yo me llevo muy bien

    con mis alumnos, los quiero y ellos me aprec ian a m . Es muy loabl e

    ello, pero cabra

    preg

    untar: y aprenden? Porque esa es la razn de

    serde la escuela.

    Por

    otra parte, si el doc

    ente

    slo se preo

    cupa

    por el

    conte

    nido,

    olvidndose que su tarea es lograr que el alumno lo comprenda, tam

    bin se entabla una relacin pedaggica desvirtuada. Cuando el docente

    dice y o no

    modifico

    mi

    programa

    ni la forma en que lo desarrollo

    porque a m me va bien con l, cabra preguntar:

    ya

    los alumnos ,

    cmo

    les

    va?

    Y si la ayuda pedaggica, la intervencin del doc

    ent

    e

    est ausente y slo los autodidactas pueden ir apropindose del con

    tenido escolar, cabe preguntarse para qu existen las instituciones edu

    cat ivas, cmo

    ju s

    tificamos lo que los Es tados invierten en ellas.

    Por lo tanto,

    La

    relac in pedaggica es siempre de tres: Es a la vez

    que soc ial, ep istemolgica y pedaggica. Y el aula es el t ie

    mpo

    y el

    espacio en donde se concreta habitualmente esa relacin. Con lo cua l

    no queremos decir que la tarea del docente empieza y termina all. Ya

    muchos autores han fundamentado, y lo hace tambin el doctor Trillo

    en el primer captulo, la importancia de la tarea previa y posterior a

    la clase. Jackson (1968) se refiere a los momentos preactivo, interac

    tivo y postactivo. Shulman (1989) se refiere a la tarea pr

    of

    esional

    docente como una gran conversacin que el docente

    entabla

    con su

    prctica, con e l contexto, con el contenido a ensear. Conversac in

    que se inicia no cuando se encuentra con sus alumnos por

    primera

    vez,

    sino cuando comienza

    a pensar

    sobre

    qu hublnr

    y trabaj:lr

    con

    ellos,

    o nvcrsacin

    que

    quiz s

    adopte Su 101

    11 1

    10 1l IS

    critico

    cuando

    el

    prof esor constcrundo vea a

    de

    l I II1I d l II lun l q l l

    / .

    no co

    mpre

    nden lo que est tratando de explicar. Co

    nversaci

    n que

    prosigue cuando el profesor se va pensando hoy la clase se me cay ,

    creo que no entienden nada , u hoy sentque todos disfrutamos de

    la clase , me sentbien. Y esa conversacin se hace un continuo,

    porq ue esas reflexiones le perm iten revisar lo que har en el prximo

    encuentro con sus alumnos.

    Como ya sea

    lamos

    , en este captulo nos centrare

    mos

    en el

    momento ms comple

    jo

    de esa conversacin: el interactivo. Porque

    en el mismo las cosas suceden tan ace lerada

    men

    te que el profesor \

    recurre conciente o inconcientemente a diversas teoras, experiencias,

    cree ncias con las que cuenta. Generalmente sin pode r detenerse para

    tomar decisiones ms fundamentadas.

    No desconocemos otros formatos en los que se pueden concretar

    los procesos de enseanza y de aprendizaje. Las experiencias de edu

    cacin a distancia no slo ya cuentan con interesantes desarrollos, sino

    que, adems, con stituyen un desafo importante que nos plantean las

    nuevas tecnologas. Pero tambi n en esas experiencias siempre ser

    necesario un encuentro, aunque sea virtual, entre quie n conoce el con

    tenido, lo organiza y propone act ividades para que otro , inexperto en

    el mi

    smo

    ,

    pueda

    comprenderlo.

    En esa direccin y re lacionado con el co

    ncep

    to de trada didc

    tica res ulta esc

    lar

    ec

    edor

    el de tr nsposicin didctic

    ente

    ndida

    como

    el

    proc

    eso a travs del cual el docente logra

    que

    el contenido

    c

    ientfico

    se

    transforme

    en contenido a e

    nse

    ar

    yen contenido

    aprendid

    o

    sin

    que

    sea

    d

    efo

    rmado.

    L

    a transposicin

    did

    ctica se

    refier e al

    pro

    ceso de transpos iciones adaptativas por el cual el cono

    cimiento erudito se constit

    uye

    en conocimiento u objeto a ensear

    y ste en objeto de enseanza o conocimiento ensea

    do Friger

    io,

    1992:

    32)

    . Entonces, comprensin y rigurosidad son dos condicio-

    nes bsicas.

    - _o

    __

    o

    _

    -

    ----

    Para poder llevar a cabo una buena transposicin didctica es nece

    sario que el docente se haya apropiado comprensivamente del conte

    nido, pueda elaborarlo didcticamente - diferenciar lo de otros, orga

    nizar lo, relacionar lo, dar buenos e

    je

    mplos, hacer buenas pregun tas,

    proponer

    actividades potentes- y tome las dec isiones didcticas ade

    cuadas al contexto.

    l ara

    concretar ese proceso, es decir la articulacin contenido y

    m

    tod

    o, es importante

    que, ta l como se dijo en el primer captulo, el

    l

    l Cll lll S prepare en distintos

    tipos

    de conocimiento: el conocimi ento

    1 1

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    comprens iv o de l co

    nte

    nido a ensear, conocimientos ac er ca de la

    enseanza y del aprendiza

    je

    y acerca del contexto micro alumnos,

    aula, institucin) y ma cro soc iedad, pas, mundo contemporneo).

    S in dichos conoc imientos sera imp osible

    iniciar

    una conver sac in

    con nosotros mismos acerca de nuest ra prctica.

    Pese a ello, en este captulo nos centraremos slo en el concepto

    de en sea

    nz

    a y en su desarr ollo en e l aul a. Autores como Fenster

    macher 1989), Litwin 1997), entre otros, trabaja n el concepto de en

    seanza

    , agregndole el ad

    jet

    ivo de bu

    ena

    , para

    di f

    erenciarlo de otras

    situaciones de e

    nse

    a

    nza

    que no provocan co

    mpre

    nsin o los

    imp

    ac

    tos esperados en la formacin de nu estros alumnos.

    Coincidiendo con dichos autores, entendemos por

    aquella que propone y pro voca procesos reflexivos, genera el apre n

    diza

    je de rela

    cion

    es act ivas con el conocimiento,

    busc

    a la compren

    sin y apropiacin significativa por parte de nuestros alumnos. Todo

    ello favorecido por un buen clima, por laautoridad del docente ganada

    a travs de su tra to respetuoso y de sus conocimientos expe rtos.

    En esa di reccin, los au t

    or

    es mencionad os tam b in distinguen

    diversas dimens iones en la enseanza: la tica, la

    epistemol gica

    Yla

    tcnica. n

    te

    captulo nos detendr

    emos

    en esta ltima, no sin hacer

    breves

    referencias a las otras.

    La

    dim ens in t ica co mprende la act itud de todo bu en docente

    que tiene en cue nta qu e sus alumnos son personas que merecen el

    ma

    yor

    de los respetos; que ade

    ms

    asume el compromiso de que pue

    da n crecer y mejorar

    como

    personas.

    Pero que

    tamb in tom a la res

    ponsabi lidad de contribuir en la construcc in de una

    soc

    ieda d m s

    j usta y

    equ

    itativa . Es decir, ayuda a que la escue la sea un dispositivo

    ms pa ra el cambio y la mejora y no un medio para la agudizacin de

    l a marginalidad y la reproduccin social. Desde la dim ensin tica el

    docen

    te tiene un compromiso individual y social. Por eso prepararse

    en cuestiones ticas y sociopolticas es un aspecto de la form acin en

    el que deberamos poner el acento.

    Des

    de la dimensin epistemolgica, como sealamos ms arriba,

    sostenemos que e l doc

    ent

    e no s lo debe saber el contenido a ense ar,

    sino tambin

    cmo

    organizarlo , saber acerca del proceso de construc

    cin histrica del mi

    smo

    . Co

    noc

    er, por ej emp lo, en contrapos icin a

    qu teoras se construy la que tratamos de exp licar, cu les fueron los

    obstculos epistemolgicos que encontraron en las comunidades cien

    t cus para su desarro llo, por qu conuudccin las creenc ias arrnig:ldas,

    li H

    puede ayudar a comprende r los obstculos peda ggicos que ofrecen

    nuestros alum nos.

    Tomamos los conceptos de ostculos p ed ggicos y ep iste tuo-

    lgicos de Bac he lard 1979), entendiendo por los primeros aqu ellos

    co nocimientos pr evios proveni en tes del co noc imiento vu lgar, que

    re si s ten a se r abandona dos y qu e se co ns tituyen en una dificultad

    para la co

    mp r

    en s in del conoc imiento cientfico . Los obs tc ulos

    epistemolg icos son aquellas concepc iones que en el desarrol lo de

    la ciencia se

    han

    co mportado

    co mo

    ve

    rdadero

    s

    esco

    llos

    p

    ar

    a e l

    ava

    nce

    de l co

    noc

    imiento cientfico. Bachelard

    establece

    un a in

    tere

    sa

    nte

    ana loga entre las cree

    ncias

    pre-ci

    ent

    ficas, so

    ste

    ni

    das

    por las

    comunida des de expertos que resist ieron a nu evas teoras que las

    contradec an o limitab an y algunas rep resentaciones in fantil es. La

    teora de qu e la Tierra es la que gira alrededor de l so l es un eje mp lo

    clsico.

    Por ello , comprender los procesos a travs de los cuales los cien

    tficos construyeron teo ras nos permite saber algo ms acerca de los

    procedimientos intelectuales ms potentes para que nuestros alumnos

    se apropien comprensivamente de un contenido , lo

    puedan

    orga

    nizar

    detal manera que se transforme en una herramienta y puerta de entrada

    a la comprens in de otros.

    Disponer

    si recurrimos a un pro cedimiento de i

    nd

    ucc in o de

    deduccin para ensear un contenido , si comenzamos por un concepto

    generalo por los casos o ejemp los , es una decisin didctica de suma

    i

    mportancia que

    , ad

    em

    s, vamos variando de un ao a otro, en base a

    la experiencia que nos aporta nuestra propia prctica.

    Sa be r que la ana loga, la comprensin de un tem a nu ev o a par

    tir de otros co

    nocidos

    , la comparac in de una sit

    uacin desconoc

    ida

    con lo que ya sabe

    mos

    es el proce

    dimient

    o intelectual ms com n,

    tanto par a ap render como

    para

    man ejarnos en la v ida

    cot

    idiana o

    que han sido procedimientos habituales en la construccin de la cien

    c ia , nos p

    ermit

    e con

    struir

    m ejor e s y ms varia

    das

    es tra

    teg

    ias de

    e

    nse

    anza.

    Escucha r a los alumnos sobre las caractersticas que identifican a

    lo s bu e

    nos

    docentes, como por ejemp lo: exp lican

    bien desarro

    llan

    contenidos interesantes, saben relacionarlos con otras materias o con

    e

    je

    mplos de cosas que a ellos les interesan, los respetan y tratan bien ,

    llegan a horario, corr igen y les devuelven a tiempo los trabajos, expli

    can los errores y fundamentan las eva

    luaciones.

    99

    1

    1111

    1

    1

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    En fin , podramos continuar mencionando aspectos que refuerzan

    y rec laman la compren sin de lo que es una buena enseanza como

    criter io orientador para la toma de decisiones did cticamente fund a

    das. Siendo as, presentarlo de un modo ms sistemtico y hasta con

    recomendaciones, no s lo para comprender sino incluso para organi

    zar mejor el tra bajo en el aula, es el objetivo que perseguimos en los

    apartados que siguen a continuac in.

    100

    o

    .-

    2

    Aclaremos tcnicas? procedimientos?

    estrategias? recursos? Comprender

    qu hace el profesor en el aula

    iv

    ersos dispositivos utiliza el docente para organizar y concre

    tar sus clases, a veces sin

    poder dar

    cuenta de eIlos y sinque eso sea

    indispen sab le. Pero algunas aclaraciones pueden resultar operativas.

    Entendemos por

    los espacios, instrumentos,mecanis

    mos o engranajes quefacilitan, favorecen o pueden ser utilizados para

    la

    concrecin

    de un

    proy

    ecto o resolucin de

    alguna

    problemtica.

    cordamos

    en el sentido que lo trabajan Morin 1994 , Souto 1993

    y Perrenoud 2005 , entendindolo como un artificio complejo, pen

    sado y/o utili zado para plantear alternativas de accin. Como seala

    S

    out

    o , se tr

    ata

    de un conc

    ept

    o

    prom

    etedor, tanto de

    sde

    el

    punto

    de

    vista instrumental como conceptual , ya que los dispositivos son ins

    trumentos que se crea n o se aprovechan para resolver problemticas

    c

    ontextuadam

    ente, y tienen un alto grado de mal

    eabilidad

    que per

    mite adecuarlo permanentemente, lo que lo diferencia del mtodo y

    la tcnica. Tomamos este aporte pensando que esa mal eabilidad es lo

    que debe caracterizar las decisiones didcticas.

    Por t cni irse entiende habitualmente el conjunto de procedimi en

    tos prdterminados para impl ementar una accin,

    basad

    a en conoci

    mientos terico-prcticos. Cuando hablamos de re ursos

    en

    general

    hacemos re ferencia a las apoyaturas materiales de la enseanza piza

    rrn, pelcu las, material de laboratorio, computadora , textos, entre

    otros . No obstante, a veces lo enco ntramos utilizado genricamente

    como dispositivo. As lo utiliza Spiegel 2006 y sus aportes son cscla

    rcccdorcs porque destacan la nci n del docente en la utilizacin de

    I I

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