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Romanticismo El Romanticismo fue un periodo que transcurrió, aproximadamente, entre principios de los años 1820 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y formas de dicho período. El romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido por el Clasicismo y seguido por el Impresionismo. El Romanticismo musical está relacionado con el Romanticismo, la corriente de cambios en Literatura, Bellas Artes y Filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales, dado que el Romanticismo en aquellas Artes y en la Filosofía se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El Romanticismo como movimiento global en las Artes y la Filosofía, tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones. El Origen: El siglo XIX supone una época de profundas transformaciones en las sociedades europeas. El crecimiento de la industria y el considerable auge del comercio, hacen que el poder económico se traslade definitivamente desde el campo a la ciudad, con todos los cambios sociales, políticos y financieros que esto supone. Gran Bretaña es el país pionero en llevar a cabo la Revolución Industrial, seguida de lejos por Francia, los Países Bajos, Alemania y Austria. En estos países, y conectados entre ellos, surge un grupo de importantes banqueros y comerciantes que desplazan el poder que hasta entonces tenía la aristocracia terrateniente. La nueva sociedad de clases emergente de la Revolución Francesa (1789), propicia descontentos sociales que cristalizan en las sucesivas revoluciones que convulsionan Europa en el siglo XIX.

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El Romanticismo fue un periodo que transcurrió, aproximadamente, entre principios de los años 1820 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y formas de dicho período. El romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido por el Clasicismo y seguido por el Impresionismo.El Romanticismo musical está relacionado con el Romanticismo, la corriente de cambios en Literatura, Bellas Artes y Filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales, dado que el Romanticismo en aquellas Artes y en la Filosofía se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El Romanticismo como movimiento global en las Artes y la Filosofía, tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones.

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Romanticismo

El Romanticismo fue un periodo que transcurrió, aproximadamente, entre principios de los años 1820 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y formas de dicho período. El romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido por el Clasicismo y seguido por el Impresionismo.

El Romanticismo musical está relacionado con el Romanticismo, la corriente de cambios en Literatura, Bellas Artes y Filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales, dado que el Romanticismo en aquellas Artes y en la Filosofía se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El Romanticismo como movimiento global en las Artes y la Filosofía, tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones.

El Origen:

El siglo XIX supone una época de profundas transformaciones en las sociedades europeas. El crecimiento de la industria y el considerable auge del comercio, hacen que el poder económico se traslade definitivamente desde el campo a la ciudad, con todos los cambios sociales, políticos y financieros que esto supone. Gran Bretaña es el país pionero en llevar a cabo la Revolución Industrial, seguida de lejos por Francia, los Países Bajos, Alemania y Austria. En estos países, y conectados entre ellos, surge un grupo de importantes banqueros y comerciantes que desplazan el poder que hasta entonces tenía la aristocracia terrateniente. La nueva sociedad de clases emergente de la Revolución Francesa (1789), propicia descontentos sociales que cristalizan en las sucesivas revoluciones que convulsionan Europa en el siglo XIX.

Los intelectuales ilustrados marcan la pauta desde el pensamiento de ruptura con el Antiguo Régimen: Gibbson, Hume, Diderot y Montesquieu, son los abanderados de este gran cambio social liderado por el nuevo ideal democrático y fraternal.

En el ámbito cultural, el Sturn Und Drang da paso al movimiento Biedermaier, en el que se gesta el Romanticismo como movimiento filosófico y artístico. Así, en los primeros años del siglo XIX, el término romántico hacía referencia a lo abstracto, a lo indefinido o, simplemente, a lo moderno, que nada tenía que ver con lo antiguo. En este movimiento, la arte más abstracta y, por esto, más romántica, era la música, por la falta de significados concretos que le es propia.

El músico romántico

Por la actitud ante la sociedad y el mundo, Beethoven se convirtió en el modelo del movimiento romántico, que a la vez no dejaba de ser un modelo peligroso. Fue, ciertamente, la figura de éste la que proporcionó a la era romántica el paradigma para su concepto de "Artista". Esto no hizo desaparecer la idea que se tenía de "músico" que

prestaba a la sociedad un servicio directo, es decir, el canto, organista de iglesia, cantante de coro, director de orquesta de teatro y un largo etcétera.

Lo que sí está claro es que la etapa romántica dio lugar al enfrentamiento entre el "artista" y el "filisteo”, como decía Robert Schumann musicalmente en su obra Carnaval (Schumann). Con Beethoven se inició un período en el que las sinfonías, oratorios, música de cámara, coral y lírica, de todo tipo, e incluso las óperas, se componían sin que nadie las encargara, para un público imaginario, para el futuro, y para la eternidad.

El aislamiento del músico romántico no se produjo sin un efecto retroactivo en su personalidad y en el carácter de su obra. Con anterioridad a 1800 toda composición tenía que ser susceptible de una valoración inmediata; si la desviación de las viejas costumbres, de la tradición, era excesiva, no quedaba exenta de peligros, como más de un compositor tuvo ocasión de aprender por propia experiencia. Este fue el caso de Monteverdi, Gluck, o Haydn entre otros.

Por otro lado, competir en originalidad era, más la excepción que la regla. Así pues, las generaciones se sucedían. Los músicos románticos plantaron cara a la tradición, y no sólo dejaron de evitar la originalidad, sino que la persiguieron y cuanto más libre de ideas preconcebidas estuviera una obra, tanto mayor era la estimación que despertaba.

La música romántica, la música del siglo XIX, aparece repleta de una sucesión de personalidades de lo más variadas, con una serie de perfiles mucho más acusados y diferenciados que en los siglos precedentes, y resulta una tarea muy difícil trazar con nitidez la trayectoria de su evolución.

Cronología

El periodo de la música conocido como “Romanticismo” se desarrolla durante casi todo el siglo XIX (1815-1900 aproximadamente)

Periodos de la música romántica y principales compositores

PRIMER ROMANTICISMO: Beethoven, Schubert Y Rossini

ROMANTICISMO PLENO: Chopin, Liszt, Schumann, Berlioz, Mendelssohn, Bellini, Verdi, Wagner.

ROMANTICISMO TARDÍO: Brahms, Saint- Saëns

POSTROMANTICISMO: Richard Strauss, Mahler, Puccini

Características de la música del Romanticismo

Interés por los temas relacionados con lo exótico, lo oriental y con el pasado.

La música absoluta es la música instrumental que se impone a la música vocal y su forma musical predilecta la sinfonía.

Interés por las grandes formas: sinfonía y concierto que se expanden y modifican y también un gusto por pequeñas formas para piano o para piano y voz. Además nace la música programática que pretende narrar a través de la música instrumental un tema literario (poema sinfónico).

Evoluciona la armonía clásica, a través de la exploración de armonías con muchos cromatismos (alteraciones).

La melodía es el principal vehículo para la expresión de los sentimientos y pierde las características clásicas de simetría y equilibrio.

La música nacionalista utiliza las características musicales antes mencionadas pero hay que añadir que los músicos incluyen en sus composiciones ritmos, melodías y armonías de la tradición de su país con el fin de afirmar el “espíritu” de su nación

Historia del Romanticismo

Ópera romántica (1800–1924)

En la ópera se tendió a relajar, romper o mezclar entre sí, las formas establecidas en el barroco o el clasicismo. Este proceso alcanzó su apogeo con las óperas de Wagner, en las cuales las arias, coros, recitativos y piezas de conjunto, son difíciles de distinguir. Por el contrario, se busca un continuo fluir de la música.

También ocurrieron otros cambios. Los castrati desaparecieron y por tanto los tenores adquirieron roles más heroicos, y los coros se tornaron más importantes. A finales del período romántico, el verismo se popularizó en Italia, retratando en la ópera escenas realistas, más que históricas o mitológicas. En Francia la tendencia también se acogió, y quedaron ejemplos populares como Carmen de Bizet.

Muchos compositores del romanticismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música nacionalista, que tenía alguna conexión particular con su país. Esto se manifestó de varias maneras. Los temas de las óperas de Mijaíl Glinka, por ejemplo, son específicamente rusos, mientras que Bedřich Smetana y Antonín Dvořák utilizaron ritmos y temas de las danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius escribió Kullervo, música basada en la épica finlandesa (el Kalevala) y su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del nacionalismo finés.

El elemento vocal en la música romántica

La época romántica no fue ya un siglo de grandes composiciones vocales. Subsistieron todavía una serie de compositores a capella, exquisitos y refinados, como Mendelssohn y

Brahms, que lograron efectos de armonía y cromatismo inconcebibles en el siglo XVI, que fue la edad florida del estilo a capella. Especialmente, en Alemania, el medio para conseguir este refinamiento fueron las composiciones corales para hombres, las cuales, sin embargo, debieron su impulso no a razones puramente artísticas, pues se convirtieron en expresión del nacionalismo o de las actividades partidistas, mientras que el resto de las manifestaciones de base vocal cayeron en desuso. Los grandes adalides del período romántico no pensaron ni por un momento en componer obras para la iglesia y contribuir así a que se escucharan los versículos de la Biblia.

Se escribieron oratorios, como El Paraíso y la Peri, de Schumann. Brahms escribió Un Requiem alemán, obra religiosa con texto totalmente en alemán. También se escribieron misas y otras obras religiosas. El famoso Ave María de Schubert, es un lied para canto y piano.

Instrumentación y escala

Como en otros períodos, la instrumentación se adaptó a los requerimientos musicales del período. Compositores como Hector Berlioz orquestaron sus obras de una forma nunca antes escuchada, dándole una nueva prominencia a los instrumentos de viento. El tamaño de la orquesta estándar aumentó, y se incluyeron instrumentos tales como el piccolo y corno inglés, que antes se utilizaban muy ocasionalmente. Mahler escribió su octava sinfonía, conocida como la Sinfonía de los miles, por la masa orquestal y coral que se requiere para interpretarla.

Además de necesitar una orquesta más grande, las obras del romanticismo se tornaron más largas. Una sinfonía típica de Haydn o Mozart, compositores del clasicismo, puede durar aproximadamente veinte o veinticinco minutos. Ya la tercera sinfonía de Beethoven, que se suele considerar como del romanticismo inicial, dura alrededor de cuarenta y cinco minutos. Y esta tendencia creció notablemente en las sinfonías de Anton Bruckner y alcanzó sus cotas máximas en el caso de Mahler, con sinfonías que tienen una hora de duración (como es el caso de la primera y la cuarta) hasta sinfonías que duran más de una hora y media (como la tercera u octava).

Por otro lado, en el romanticismo creció la importancia del instrumentista virtuoso. El violinista Niccolò Paganini fue una de las estrellas musicales de principios del siglo XIX. Liszt, además de ser un notable compositor, fue también un virtuoso del piano, muy popular. Durante las interpretaciones de los virtuosos, solían destacar más ellos que la música que estaban interpretando.

Estos son algunos de los instrumentos que aparecen en el romanticismo:

VIENTO

Contrafagot: Especie de fagot de grandes dimensiones, cuyos sonidos se producen a la octava grave del fagot ordinario.

Saxofón: Instrumento de viento compuesto de un tubo cónico de metal encorvado en forma de U, con varias llaves y una boquilla de madera y caña. Los hay de varios tamaños.

Corno inglés: Instrumento de viento, más grande y de sonido más grave que el oboe.

Tuba: Instrumento de viento de grandes proporciones y de sonoridad voluminosa y grave.

TECLADO

Piano: Aunque ya existía en el Clasicismo, el piano es el gran instrumento del romanticismo. Permite la mayor expresividad a los compositores, que son, muchas veces, virtuosos de este instrumento.

Breve cronología

Las raíces clásicas del Romanticismo (1780–1815)

En literatura, se suele decir que el Romanticismo se inició en los años 1770 ó 1780, con el movimiento alemán llamado Sturm und Drang. Fue principalmente influenciado por Shakespeare, las sagas folkclóricas, reales o ficticias, y por la poesía de Homero. Escritores como Goethe o Schiller, cambiaron radicalmente sus prácticas, mientras en Escocia Robert Burns transcribía la poesía de las canciones populares. Este movimiento literario se reflejó de varias maneras en la música del período clásico, incluyendo la obra de Mozart en la ópera alemana, la elección de las canciones y melodías que se utilizarían en trabajos comerciales, y en el incremento gradual de la violencia en la expresión artística. Sin embargo, la habilidad o interés de la mayoría de los compositores para adherirse al "romanticismo y la revolución" estaba limitada por su dependencia a las cortes reales. Ejemplo de ello es la historia del estreno de Le nozze di Figaro de Mozart, que fue censurada por ser revolucionaria.

Incluso en términos puramente musicales, el romanticismo tomó su substancia fundamental de la estructura de la práctica clásica. En este período se incrementaron los estándares de composición e interpretación, y se crearon formas y conjuntos estándar de músicos. Sin faltar a la razón, E.T.A. Hoffmann llamó "tres compositores románticos" a Haydn, Mozart y Beethoven. Una de las corrientes internas más importantes del clasicismo es el rol del cromatismo y la ambigüedad armónica. Todos los compositores clásicos más importantes utilizaron la ambigüedad armónica y la técnica de moverse rápidamente entre distintas tonalidades sin establecer una verdadera tonalidad. Uno de los ejemplos más conocidos de ese caos armónico se encuentra al principio de La Creación de Haydn. Sin embargo, en todas estas excursiones la tensión se basaba en secciones articuladas, un movimiento hacia la dominante o la relativa mayor, y una transparencia de la textura.

Para los años 1810 se habían combinado la utilización del cromatismo y la tonalidad menor, el deseo de moverse a más tonalidades para lograr un rango más amplio de música, y la necesidad de un mayor alcance operístico. Mientras Beethoven fue tenido luego como la figura central de movimiento, compositores como Muzio Clementi o Louis Spohr

representaban mejor el gusto de la época de incorporar más notas cromáticas en su material temático. La tensión entre el deseo de más color y el deseo clásico de mantener la estructura, conllevó a una crisis musical. Una respuesta fue moverse hacia la ópera, donde el texto podía otorgar una estructura incluso cuando no hubiera modelos formales. ETA Hoffman, conocido actualmente más por sus críticas musicales, presentó con su ópera Undine (1814) una innovación musical radical. (No confundir con la de Tchaikovski de 1869). Otra respuesta a esta crisis se obtuvo mediante la utilización de formas más cortas, incluyendo algunas novedosas como el nocturno, donde la intensidad armónica en sí misma era suficiente para mover la música adelante.

Primer Romanticismo (1815–1850)

En la segunda década del siglo XIX, el cambio a nuevas fuentes para la música, junto a un uso más acentuado del cromatismo en las melodías y la necesidad de más expresividad armónica, produjeron un cambio estilístico palpable. Las razones que motivaron este cambio no fueron meramente musicales, sino también económicas, políticas y sociales. El escenario estaba preparado para una nueva generación de compositores que podía hablarle al nuevo ambiente europeo post-napoleónico.

En el primer grupo de compositores se suele agrupar a Beethoven, Louis Spohr, E. T. A. Hoffmann, Carl Maria von Weber y Franz Schubert. Estos compositores crecieron en medio de la dramática expansión de la vida concertística de finales del siglo XVIII y principios del XIX, y esto le dio forma a sus estilos y expectativas. Muchos saludaron a Beethoven como el modelo a seguir, o al menos a aspirar. Las melodías cromáticas de Muzio Clementi y las óperas de Rossini, Cherubini y Mehul, también ejercieron cierta influencia. Al mismo tiempo, la composición de canciones para voz y piano sobre poemas populares, para satisfacer la demanda de un creciente mercado de hogares de clase media, fue una nueva e importante fuente de entradas económicas para los compositores.

Los trabajos más importantes de esta ola de compositores románticos fueron quizás los ciclos de canciones y las sinfonías de Schubert, las óperas de Weber, especialmente Oberon, Der Freischütz y Euryanthe. Para la época, las obras de Schubert sólo se interpretaron ante audiencias limitadas y sólo pudieron ejercer un impacto notable gradualmente. Por el contrario, las obras de John Field se conocieron rápidamente, en parte debido a que era capaz de componer pequeñas y "características" obras para piano y danzas.

La siguiente cohorte de compositores románticos incluye a Franz Liszt, Felix Mendelssohn, Frédéric Chopin y Hector Berlioz. Ellos nacieron en el siglo XIX e iniciaron pronto la producción de composiciones de gran valor. Mendelssohn fue particularmente precoz, escribiendo sus primeros cuartetos, un octeto para cuerdas y música orquestal antes de cumplir los veinte años. Chopin se abocó a la música para piano, incluyendo etudes (estudios) y dos conciertos para piano. Berlioz compondría la primera sinfonía notable luego de la muerte de Beethoven, la mencionada Sinfonía fantástica. Liszt compuso música orquestal, pero es conocido por innovar en la técnica del piano, sus estudios trascendentales están entre las obras que requieren mayor virtuosismo.

Al mismo tiempo se estableció lo que ahora se conoce como "ópera romántica", con una fuerte conexión entre París y el norte de Italia. La combinación del virtuosismo orquestal francés, las líneas vocales y poder dramático italianos, junto a libretos que se basaban en la literatura popular, establecieron las normas que continúan dominando la escena operística. Las obras de Vincenzo Bellini y Gaetano Donizetti fueron inmensamente populares en esta época.

Un aspecto importante de este parte del romanticismo fue la amplia popularidad alcanzada por los conciertos para piano (o "recitales", como los llamaba Franz Liszt), que incluían improvisaciones de temas populares, piezas cortas y otras más largas, tales como las sonatas de Beethoven o Mozart. Una de los exponentes más notables de las obras de Beethoven fue Clara Wieck, que luego se casaría con Robert Schumann. Las nuevas facilidades para viajar que se ofrecían en la época, gracias al tren y luego al vapor, permitieron que surgieran grupos internacionales de fanáticos de pianistas virtuosos, como Liszt, Chopin y Thalberg. Estos conciertos se transformaron en eventos por sí mismos. Niccolò Paganini, famoso virtuoso del violín, fue pionero de este fenómeno.

Entre finales de los años 1830 y los años 1840, los frutos de esta generación fueron presentados al público, como por ejemplo las obras de Robert Schumann, Giacomo Meyerbeer y el joven Giuseppe Verdi. Es importante notar que el romanticismo no era el único, y ni siquiera el más importante, género musical de la época, ya que los programas de los conciertos estaban en gran medida dominados por un género post-clásico, ejemplificado por el Conservatorio de París, así como la música cortesana. Esto comenzó a cambiar con el auge de ciertas instituciones, tales como las orquestas sinfónicas con temporadas regulares, una moda que promovió el mismo Felix Mendelssohn.

Fue en este momento cuando Richard Wagner produjo su primera ópera exitosa, e inició su búsqueda de nuevas formas para expandir el concepto de los "dramas musicales". Wagner gustaba llamarse a sí mismo revolucionario, y tenía constantes problemas con sus prestamistas y con las autoridades; al mismo tiempo se rodeó de un círculo de músicos con ideas parecidas, como Franz Liszt, con quienes se dedicó a crear la "música del futuro".

Suele indicarse que el romanticismo literario terminó en 1848, con las revoluciones que ocurrieron ese año y que marcaron un hito en la historia de Europa, o al menos en la percepción de las fronteras del arte y la música. Con el advenimiento de la ideología "realista", y la muerte de figuras como Paganini, Mendelssohn y Schumann, y el retiro de Liszt de los escenarios, apareció una nueva generación de músicos. Algunos argumentan que esta generación debería llamarse victorianos más que románticos. De hecho, los años finales del siglo XIX suelen describirse como romanticismo tardío.

Romanticismo tardío (1850–1910)

Al llegar a la segunda mitad del siglo XIX, muchos de los cambios sociales, políticos y económicos que se iniciaron en la era post-napoleónica, se afirmaron. El telégrafo y las vías ferroviarias unieron a Europa mucho más. El nacionalismo, que fue una de las fuentes más importantes del principio de siglo, se formalizó en elementos políticos y lingüísticos. La

literatura que tenía como audiencia la clase media, se convirtió en el objetivo principal de la publicación de libros, incluyendo el ascenso de la novela como la principal forma literaria.

Muchas de las figuras de la primera mitad del siglo XIX se habían retirado o habían muerto. Muchos otros siguieron otros caminos, aprovechando una mayor regularidad en la vida concertística, y recursos financieros y técnicos disponibles. En los anteriores cincuenta años, muchas innovaciones en la instrumentación, incluyendo el piano de acción de doble escape ("double escarpment"), los instrumentos de viento con válvulas, y la barbada ("chin rest") de los violines y violas, pasaron de ser algo novedoso a estándar. El incremento de la educación musical sirvió para crear un público más amplio para la música para piano y los conciertos de música más sofisticados. Con la fundación de conservatorios y universidades se abrió la posibilidad a los músicos de hacer carreras estables como profesores, en vez de ser empresarios que dependían de sus propios recursos. La suma de estos cambios puede verse en la titánica ola de sinfonías, conciertos, y poemas sinfónicos que fueron creados, y la expansión de las temporadas de óperas de muchas ciudades y países, como París, Londres o Italia.

El período romántico tardío también vio el auge de los géneros llamados "nacionalistas" que estaban asociados con la música popular (folclórica) y la poesía de determinados países. La noción de música alemana o italiana, ya estaba largamente establecida en la historia de la música, pero a partir de finales del siglo XIX se crearon los subgéneros ruso (Mijaíl Glinka, Músorgski, Rimski-Kórsakov, Chaikovski y Borodin); checo, finlandés y francés. Muchos compositores fueron expresamente nacionalistas en sus objetivos, buscando componer ópera o música asociada con la lengua y cultura de sus tierras de origen.

Post-romanticismo (1870–1949)

Se puede considerar un movimiento de finales del siglo XIX y principios del XX que se diferencia del Romanticismo por la exuberancia orquestal y la desmesura en los desarrollos sinfónicos, también se caracteriza por un intenso cromatismo que supera a Richard Wagner y acaba en la atonalidad. En los compositores postrománticos se observa la melancolía que les produce la pérdida de la cultura romántica.

Los compositores más representativos de este estilo fueron Gustav Mahler y Richard Strauss

El músico romántico

Por la actitud ante la sociedad y el mundo, Beethoven se convirtió en el modelo del movimiento romántico, que a la vez no dejaba de ser un modelo peligroso. Fue, ciertamente, la figura de éste la que proporcionó a la era romántica el paradigma para su concepto de "Artista". Esto no hizo desaparecer la idea que se tenía de "músico" que prestaba a la sociedad un servicio directo, es decir, el canto, organista de iglesia, cantante de coro, director de orquesta de teatro y un largo etcétera.

Lo que sí está claro es que la etapa romántica dio lugar al enfrentamiento entre el "artista" y el "filisteo" , como decía Robert Schumann musicalmente en su obra Carnaval (Schumann). Con Beethoven se inició un período en el que las sinfonías, oratorios, música de cámara, coral y lírica, de todo tipo, e incluso las óperas, se componían sin que nadie las encargara, para un público imaginario, para el futuro, y para la eternidad.

El aislamiento del músico romántico no se produjo sin un efecto retroactivo en su personalidad y en el carácter de su obra. Con anterioridad a 1800 toda composición tenía que ser susceptible de una valoración inmediata; si la desviación de las viejas costumbres, de la tradición, era excesiva, no quedaba exenta de peligros, como más de un compositor tuvo ocasión de aprender por propia experiencia. Este fue el caso de Monteverdi, Gluck, o Haydn entre otros.

Por otro lado, competir en originalidad era, más la excepción que la regla. Así pues, las generaciones se sucedían. Los músicos románticos plantaron cara a la tradición, y no sólo dejaron de evitar la originalidad, sino que la persiguieron y cuanto más libre de ideas preconcebidas estuviera una obra, tanto mayor era la estimación que despertaba.

La música romántica, la música del siglo XIX, aparece repleta de una sucesión de personalidades de lo más variadas, con una serie de perfiles mucho más acusados y diferenciados que en los siglos precedentes, y resulta una tarea muy difícil trazar con nitidez la trayectoria de su evolución.

Romanticismo en el siglo XX (1901, en adelante)

Muchos de los compositores que nacieron en el siglo XIX y continuaron componiendo ya entrado el siglo XX, utilizaron formas que estaban en clara conexión con la era musical previa, incluyendo a Sergei Rachmaninoff, Giacomo Puccini, Richard Strauss y Kurt Atterberg. Por otro lado, muchos de los compositores que luego fueron identificados como modernistas, escribieron en sus inicios obras con un marcado estilo romántico, como por ejemplo Igor Stravinsky (es notable su ballet El pájaro de fuego), Arnold Schoenberg (Gurrelieder), y Béla Bartók (El castillo de Barba Azul). Pero el vocabulario y la estructura musical de finales del siglo XIX no se quedó allí; Ralph Vaughan Williams, Erich Korngold, Berthold Goldschmidt y Sergéi Prokófiev continuaron este género de composición más allá de 1950.

Aunque algunas nuevas tendencias como el neoclasicismo o la música atonal, cuestionaron la preeminencia del género romántico, el interés por utilizar un vocabulario cromático centrado en la tonalidad, siguió presente en las obras más importantes. Samuel Barber, Benjamin Britten, Gustav Holst, Dmitri Shostakóvich, Malcolm Arnold y Arnold Bax, aunque se consideraban a sí mismos compositores modernos y contemporáneos, mostraron frecuentemente tendencias románticas en sus obras.

El romanticismo alcanzó un nadir retórico y artístico alrededor de 1960: todo indicaba que el futuro estaría formado por géneros de composición avant garde o con algún tipo de elementos neo-clásicos. Mientras Hindemith regresaba a estilos más reconocibles en sus

raíces románticas, muchos compositores se movieron en otras direcciones. Parecía que sólo en la URSS o China, donde había una jerarquía académica conservadora, el romanticismo tenía un lugar. Sin embargo, a finales de 1960 se inició un revival de la música que tenía una superficie romántica. Compositores como George Rochberg pasaron de la música serial a modelos basados en Gustav Mahler, un proyecto en el que estuvo acompañado de otros como Nicholas Maw y David Del Tredici. Este movimiento se suele denominar neorromanticismo, e incluye obras tales como la Primera sinfonía de John Corigliano.

Otra área donde el género romántico ha sobrevivido, e incluso ha florecido, es en las bandas sonoras. Muchos de los primeros emigrantes que escapaban de la Alemania nazi fueron compositores judíos que habían estudiado con Mahler o sus discípulos en Viena. La partitura de la película Lo que el viento se llevó del compositor Max Steiner, es un ejemplo del uso de los leitmotivs wagnerianos y la orquestación mahleriana. La música de los filmes de la Era dorada de Hollywood fue compuesta en gran medida por Korngold y Steiner, así como Franz Waxman y Alfred Newman. La siguiente generación de compositores para el cine, compuesta por Alexander North, John Williams, y Elmer Bernstein se basó en esta tradición en la composición de la música orquestal para cine más familiar de finales del siglo XX.

Formas musicales del Romanticismo

El período romántico musical, al igual que cualquier otro en la historia del arte, alteró las formas heredadas y creó otras nuevas. En el campo de la música instrumental su herencia principal fue la sonata, que había alcanzado su más fuerte expresión y sentido universal en las sinfonías de Beethoven.

La forma en la sinfonía romántica

Desde el inicio mismo, los románticos adoptaron una actitud relajada en lo que a la forma sinfónica se refiere. Es característico que Weber sólo compusiera dos sinfonías en toda su vida, en Do Mayor, si en 1807, cuando a penas no contaba ni con 22 años.

Para esta época ya se había estrenado y editado la Heroica, ese modelo de gravedad suprema que suena como un himno de la más pura estructura. Esa composición donde ningún instrumento se impone dentro del conjunto y donde todos contribuyen al objetivo sinfónico global.

Mendelssohn fue un músico demasiado cultivado e inteligente para no dominar la forma sinfónica, pero sus dos grandes obras en este estilo, la sinfonía italiana (1833) y la Sinfonía escocesa (1842) muestran ya en su título que no siguió en ellas al Beethoven de la Heróica, de la quinta, séptima sinfonías, sino que siguió al Beethoven de la Pastoral, con ese impulso creativo que procede de fuera. Ahora bien, existe una diferencia y es la siguiente: Lo que en Beethoven había sido, por naturaleza, un sentimiento a modo de himno, y de inspiración religiosa, en Mendelssohn fue más el reflejo sereno y melancólico del paisaje en un espíritu sensible.

Géneros musicales del Romanticismo (Resumen)

Los principales géneros musicales del Romanticismo son los siguientes:

Preludio. Pieza en un solo tiempo, de corta duración y con características de virtuosismo, escrita principalmente para piano.

Bagatela. Composición corta para piano y sin ninguna pretensión.

Estudio. Obra breve de restringido material temático, en donde un motivo va adquiriendo cada vez mayor dificultad.

Impromptu. Obra no sujeta a ninguna norma y en la que el ejecutante tiene libertad de improvisación.

Nocturno. Composición de carácter apacible y sentimental con una delicada y expresiva línea melódica.

Lied. Canción culta, refinada, íntima y de sugerencias líricas.

Sinfonía y concierto. La sinfonía y el concierto se desarrollaron y se adaptaron a los ideales románticos.

El primer sinfonista romántico fue Beethoven. Los compositores románticos posteriores estuvieron influidos por el esquema formal que dio Beethoven a la sinfonía.

Música programática. Tuvo gran importancia este tipo de música sinfónica que pretende expresar una idea, historia, etc., y comunicarla al oyente por medio de un programa que sirve de argumento. La música programática dio origen al poema sinfónico.

Poema sinfónico. Obra de un solo movimiento en el que se desarrolla musicalmente un argumento. Es la gran forma romántica, que establece una unión entre la poesía y la música.

El Romanticismo Musical:

Los Conciertos Públicos en Europa y la Música Familiar:

Desde la inauguración del primer teatro público de ópera en Venecia en 1637, muchos teatros abrieron sus puertas en toda la Europa durante el siglo XVIII. En el siglo siguiente, la ópera era ya un espectáculo muy popular en varios países. Los conciertos públicos aparecerían más adelante. En Italia adquieren un gran protagonismo las academias encargadas de organizar los conciertos. En el contorno germánico y austriaco, los conciertos tenían una vertiente más popular y, por su parte, en Inglaterra, el impulso del comercio y de la industria propició la existencia de una clase media próspera, que creó una creciente infraestructura musical. Comenzó a extenderse entonces la modalidad de abonos y de subscrición previa, que hacían más estables las temporadas de conciertos. En Francia, la

temporada de ópera ocupa todo el año, con la excepción de la Cuaresma, período en el que se le ofrecía al público los conciertos espirituales, que gozaban de mucho éxito. Este panorama de una idea de la formación de un público musical moderno en toda Europa, que pagaba y, en cierto modo, marcaba las pautas del gusto y de la creación musical hecha para él.

Del mismo modo, este público demandaba también música para ser interpretada en las veladas familiares, de ahí a la proliferación de composiciones para ser tocadas en el hogar, que se editaban y circulaban por toda Europa. Al mismo tiempo, esta burguesía demanda lugares donde poder escuchar la música sinfónica y, por esto, se construyen en toda Europa salas de concierto. Como consecuencia directa, experimenta un gran desarrollo la industria de construcción de instrumentos; especialmente de guitarras, clavicémbalos y pianofortes. La industria que surge alrededor de la música en el XIX, se ve completada por la aparición de los periódicos filarmónicos, especializados en todo tipo de noticias relacionadas con la música. Se contabilizan más de 200 periódicos en la primera mitad del siglo XIX, lo que da una idea de la importancia de la que gozó la música en este período.

Características del Romanticismo Musical:

*Procuración del infinito, de lo alejado en el espacio y en el tiempo. Surge así, por una parte, el interés por la música que procede de lo exótico, de lo oriental y también por la de los países periféricos, y, por otra parte, por la de épocas precedentes.

*Dicotomía entre la música para grandes masas instrumentales y vocales y las composiciones que procuran el infinito.

*Procuración de la música absoluta, de la que la máxima expresión sería la música instrumental y su forma musical predilecta, la sinfonía.

*En el ámbito formal existe un interés por las grandes formas musicales, por la expansión de las formas y de sus desenvolvimientos y, al mismo tiempo, crece la tendencia por la concentración formal, mediante el cultivo de las pequeñas formas instrumentales y vocales sin una estructura prefijada, entre las que destacan los lieder, las barcarolas, las fantasías, las mazurcas y las polonesas. En el Romanticismo es decisivo el papel de la inspiración en detrimento de la organización formal y racional de la música.

*Nace la música programática, que traslada a la música un tema literario. Surge el poema sinfónico en un solo movimiento.

*Evolución de la armonía clásica, a través de la exploración de tonalidades distanciadas y con muchos cromatismos, que en el Romanticismo tardío, llegarán al límite de la atonalidad. Se explota la disonancia de un modo expresivo, igual que los intervalos de séptima y de segunda. Desaparece la polarización existente en el Clasicismo entre la tónica (I) y la dominante (V), a favor de las modulaciones al IV grado, subdominante.

*La melodía como vehículo predilecto para la expresión de los sentimientos, pierde sus características clásicas de simetría, racionalidad y equilibrio.

*Fuerte explotación del timbre.

*Nacimiento del Historicismo como fenómeno de recuperación musical de estilos y repertorios de la historiografía musical.

La Música Instrumental en el Romanticismo:

La naturaleza de la música instrumental en el siglo XIX difiere en su esencia de las épocas anteriores, ya que en el Romanticismo la música instrumental se convierte en el medio preferido para expresar todo aquello que la palabra no es capaz de transmitir. Para aquellos compositores que concibieron su música como una huída del mundo real, como una procuración de la introspección, la ausencia de la palabra aumentó el valor expresivo del sonido. La supremacía de la música instrumental será una constante durante todo el Romanticismo.

Esto va ligado al interés que tienen los compositores de enriquecer de un modo expresivo el colorido y las posibilidades de sus orquestaciones, lo que supone un cambio sensible respecto a la orquesta clásica.

La Orquesta Romántica:

Ahora se tratan como protagonistas, agrupaciones instrumentales, que estuvieron antes subordinadas o simplemente no tenían cabida en la música orquestal de los clásicos. La orquesta clásica se centraba en la familia de la cuerda y del viento; la primera, era encargada de interpretar los pasajes protagonistas, mas difíciles y expresivos; por el contrario, los instrumentos de viento tenían una función mucho más limitada, y sólo el clarinete y el fagot poseían una cierta individualidad dentro de la orquesta. El trombón era un instrumento de relleno para los bajos y solamente en la sección del réquiem Tubam mirum, sonaba como solista. La de Beethoven constituye el tránsito entre la orquesta clásica y la romántica, que no aumenta el cuadro de intérpretes de la orquesta mozartiana, pero confiere a la articulación orquestal un movimiento más enérgico y mayor expresividad en todos los instrumentos, lo que le da una nueva dimensión. La orquesta romántica parte de estos descubrimientos, que adquieren un nuevo impulso en la obra de Brahms. Los compositores románticos se interesan por explotar la variedad tímbrica y los aspectos expresivos de todos los instrumentos.

Todo esto trae consigo, la creación de nuevos instrumentos, como el pianoforte, la tuba, el cuerno inglés, el contrafagot y el saxofón, y el perfeccionamiento de los ya existentes; sirfva como ejemplo el sistema de llaves en los instrumentos de viento, que les facilita la interpretación en ciertas tonalidades.

Como consecuencia del aumento de la audiencia a los conciertos, la orquesta precisa crecer para llenar las capacidades de las nuevas salas de conciertos, llegando a contar en este período hasta noventa integrantes.

Formas Instrumentales en el Renacimiento:

La Sinfonía:

Su estructura es muy próxima a la de la sonata y en estos momentos puede ser considerada como una gran sonata para orquesta. Sigue el esquema en cuatro movimientos que fijará Haydn al añadir un minueto. Beethoven cambió en sus sinfonías este movimiento por un scherzo, que se adaptaba más a sus intenciones improvisadoras y de establecimientos de juegos melódicos y instrumentales. Este compositor introduce una estructuración más libre, con sinfonías de cinco tiempos, como la Pastoral, o con cambio en la sucesión de los tiempos. En estes momentos, comienzan a trabajarse los aspectos programáticos de la sinfonía romántica, como hará con gran maestría Berilos.

El Concierto:

La segunda forma de importancia en el Romanticismo es el concierto, que deriva del clásico en su aspecto más general. Los tiempos son, cono en la sonata, tres, y responden al esquema general de rápido-lento-rápido. Los compositores suelen emplear una tonalidad diferente en el segundo movimiento, que expresa

de un modo más lírico y reposado, la individualidad del instrumento.

En los conciertos románticos, se encuentra en el primer tiempo, la estructura de la forma sonata, aunque ésta puede tener muchas variaciones: desde una exposición simple, a una doble exposición, un juego combinatorio de temas, etc. Es en esta característica donde se encuentran las grandes innovaciones del Romanticismo, en lo que se refiere a la libertad formal.

La Obertura:

Esta forma instrumental experimenta una fuerte transformación, cuando deja de ser el preámbulo obligado de una obra teatral vocal y llega a convertirse en una pieza independiente, destinada al uso en el concierto. En las oberturas románticas se deja ver la influencia de la forma sonata, y muchas de ellas están estructuradas siguiendo el esquema de exposición, desenvolvimiento y reexposición. En otras ocasiones, las formas de las oberturas son libres.

El Poema Sinfónico:

Es una forma que nace ahora, con la finalidad de describir con música el trama de una historia escrita. Aunque desde la época barroca se componen obra con una intención descriptiva, esta es el único hilo conductor de todas las obras. El primer compositor de

poemas sinfónicos es Liszt, seguido por Berilos, que introduce la idea fija, un procedimiento que permite la identificación del personaje central de la historia con una melodía concreta.

Las Pequeñas Formas:

Al mismo tiempo que se cultivan las grandes formas instrumentales, los compositores exploran las sonoradidades del íntimo, con formas libres, en las que se le dan rienda suelta a la fantasía y a la emoción, generalmente para piano y, en menor medida, para el violín. Entre las muchas que nacen o se desenvuelven durante el Romanticismo, destacan las siguientes:

*Mazurca: pieza de ritmo ternario que tiene su origen en las danzas folclóricas polacas que llevan este nombre.

*Polonesa: danza polaca aristocrática, de ritmo moderado, muy cultivada por Chopin, de igual modo que la anterior.

*Balada: pieza de forma libre, de naturaleza sentimental y poética.

*Barcarola: toma como base inspiradora las canciones así denominadas en Venecia, donde cantaban los gondoleros.

*Impromptu: composición de naturaleza improvisatoria.

*Estudo: pieza virtuosística centrada en un problema técnico concreto.

*Nocturno: pieza para piano, de naturaleza sentimental y lírica.

*Romanza: forma libre y sentimental, tomada del repertorio vocal.

*Rapsodia: pieza de forma libre y de carácter improvisatorio.

La violencia de los sucesos influyó en el ambiente espiritual y, por consiguiente, en el desarrollo de las artes: hasta entonces había predominado el estilo clásico, basado en el respeto a las reglas artísticas establecidas por los maestros de la antigüedad –sobre todo griegos y romanos-, desarrollando argumentos, en general, nobles y perfectos. Pronto la nueva generación del siglo reaccionó contra los moldes clásicos (artificiales y pesados), iniciando el Romanticismo, que pronto halló numerosos adeptos en todo el mundo. Los románticos no buscaron sus modelos en la antigüedad, ni en lo elevado y perfecto, sino que inspirados en la propia historia nacional exaltaron las pasiones humanas, el amor a la naturaleza y la admiración por todo lo legendario y exótico. Los músicos, de a poco, fueron dejando de ser empleados de la corte: pudieron

elegir los temas para sus obras. Cultivaron la libre expresión, preocupados más en transmitir sus sentimientos que en agradar al auditorio. En lo social el cambio fue bastante importante: los salones aristocráticos, en donde se reunían los nobles y gente adinerada fueron reemplazados por asociaciones religiosas, científicas y artísticas. En lo espiritual, prevaleció el deseo de ponerse en contacto con la naturaleza, el paisaje, la leyenda, lo popular y lo folklórico. Se buscaba lo desconocido, lo diferente.En la música, el Romanticismo se manifestó por un fuerte sentimiento de individualidad, con mayor libertad y agilidad del espíritu. Los compositores respondían a impulsos personales. Se menospreció la uniformidad de las obras perfectas del Clasicismo. Hubo una tendencia hacia lo irreal y lo fantástico, para lo cual la música es el arte más apto, porque puede alejarnos del mundo material. Se observó una preferencia de lo ideal sobre lo real; de la intuición al razonamiento, de la novedad a lo tradicional y de la independencia a las reglas. Desde que aparece Beethoven, excelente improvisador, la expresión del artista es más espontánea, dirigida a la sociedad que lo rodea, la que recibe la obra interpretándola como un mensaje directo del autor. En este período el arte se vulgarizó para que pudiera ser captado no sólo por el hombre culto, sino también por aquel de poca instrucción. El Romanticismo está ligado al clasicismo, ya que, por ejemplo, Haydn –maestro de Beethoven- y Mozart influyeron poderosamente en Beethoven, que fue específicamente romántico, pero cuyo primer período respondió a los principios clásicos. Beethoven era muy exigente en cuanto a las voces y los instrumentos: no aceptaba limitaciones en lo que deseaba expresar y por ello escribía en el pentagrama trozos que llevaban a los intérpretes al límite de sus posibilidades. Su obra dejó abierta las puertas para el Romanticismo. ROMANTICISMOBeethoven fue llamado “el clásico del Romanticismo” y también el romántico del Clasicismo”. Función del músico romántico * La música salió de los salones rococó a la calle: fueron compuestas canciones patrióticas, himnos y cantatas laicas. * Los músicos románticos se inspiraron en la propia historia nacional, y manifestaron un fuerte sentimiento de individualidad, con mayor libertad y agilidad de espíritu; de a poco, fueron dejando de ser empleados de la corte pudieron elegir los temas para sus obras. * Los compositores respondían a impulsos personales, tendiendo hacia lo irreal y lo fantástico. * Prefirieron la independencia en lugar de las reglas perfectas del clasicismo. * Buscaban lo novedoso, lo desconocido, lo diferente. * Exaltaron lo popular y lo folklórico: en general, el arte se vulgarizó para que pudiera ser captado por todos. * Los músicos cultivaron la libre expresión, preocupados en transmitir sus sentimientos en lugar de agradar al auditorio. * A partir de Beethoven, la expresión del artista es más espontánea, dirigida a la sociedad que lo rodea, la que recibe la obra como un mensaje directo del autor.

Beethoven como lazo de unión entre el Clasicismo y el Romanticismo La música de Beethoven como la obra de Shakespeare y Goethe lo abarca todo en el vasto límite de la pasión: la emoción y el sentimiento profundo; el júbilo y el humorismo tanto como el patetismo y la tragedia; lo lírico y lo dramático. Varía de la meditación profunda a la alegre exuberancia, de la humilde mansedumbre a la energía. El fervor religioso y el éxtasis demoníaco encuentran lugar en ella. Es al mismo tiempo cósmico y trascendental, expresando a veces impulsos demoníacos y otras el calor directo de la sinceridad. Todo esto y mucho más están contenido en la obra inmortal de Beethoven. A la edad de doce años Beethoven ya había iniciado sus estudios musicales. Sus progresos son tan rápidos que el famoso profesor Neefe queda maravillado del prodigio del muchacho y decide tomarlo como alumno. El conde Waldstein (a quien Beethoven dedicara más adelante algunas de sus obras más importantes) consigue hacer enviar al joven a Viena, centro del arte musical de ese entonces. Allí estudiaría con Haydn y con excepción de cinco años en los que tuvo que volver a su ciudad natal, permanecerá en Viena hasta su muerte. Datan de esa época algunas relaciones amorosas que desgraciadamente para el futuro gran maestro se verían entorpecidas, posiblemente por su carácter tan hosco. A partir de 1798 comienza a padecer del oído, dolencia que se va agudizando cada vez más y que soporta en silencio, hasta que en 1801 participa su tragedia a sus amigos Wegeler y Amenda, afirmando ser el más desventurado de los mortales. Al año siguiente escribe el famoso “Testamento de Heiligenstadt”, en el que maldice las contrariedades del destino y siente deseos de suicidarse, pero su vigor físico y su fuerza moral le hacen rechazar tal idea. En 1807 el rey de Westfalia le ofrece el puesto de director de orquesta en la corte de Cassel, pero sus amigo, el archiduque Rodolfo y los príncipes Lichnowsky y Lobkowicz, prometen a Beethoven una espléndida pensión para retenerlo en Viena, promesa que no se cumple. En 1815 debe hacerse cargo de su sobrino Carlos, por la muerte de su hermano Juan. A pesar de los cuidados y atenciones que le brinda, Carlos ocasiona a su tío incesante disgustos. En los últimos años de su vida, reside en un convento de los dominicos españoles y apenas si algunos amigos acuden a consolarlo, cuando falto de medios y enfermo se encuentra al borde de la muerte. En una tarde tempestuosa después de cuatro largos meses de sufrimiento fallece Beethoven el 26 de marzo de 1827. Importancia de Beethoven Beethoven tenía un concepto claro de su valor, por lo que no aceptaba que se lo considerara como un servidor de la aristocracia.Sus amigos y protectores aceptaron su idea de igualdad entre el plebeyo y el aristócrata: el príncipe Lichnowsky puso un cuarteto de arcos a su disposición, y el príncipe Lobkowitz, un conjunto instrumental para que ensayara sus composiciones. Esta protección de los nobles le permitió producir la obra que hoy admiramos; ninguno de ellos le impuso una temática determinada.Beethoven no ocultaba sus ideas liberales: se consideraba un hombre libre y condenaba los abusos del poder.Su obra fue preferentemente instrumental.

Instrumentos de teclado Una de las características de la música del Romanticismo fue la inclinación de muchos de los artistas hacia la composición de obras para piano.Recordemos que el matiz que se utilizaba durante el Período Barroco era el forte-piano(fuerte-suave). Los instrumentos antecesores del piano son: - El clavicordio, que golpeaba las cuerdas mediante macillos recubiertos de fieltro o cuero, y - El clave, que punteaba las cuerdas por medio de trozos de pluma de ave que iban fijados en los macillos, a manera de “púas”. En estos instrumentos no se podían hacer matices. Se buscaba un sistema que permitiera obtener sonidos fuertes y suaves, “forte-piano”, graduando la fuerza de las manos a voluntad. Quien lo inventó fue Bartolomeo Cristófori (1655-1731), constructor de claves; presentó su “Pianoforte”. Si bien el clave se siguió utilizando en tiempos de Mozart, el pianoforte lo sustituyó completamente. Sin embargo, músicos como Beethoven, recibieron sus primeras lecciones con la técnica del clave.Cuando Beethoven la reemplazó por la del piano, aconsejó al fabricante J. Streicher que produjera un mecanismo capaz de lograr más potencia de sonido. En el año 1818 otro constructor de pianofortes, el inglés Thomas Bradwood, le obsequió al músico un instrumento del cual éste se mostró satisfecho. El mismo fabricante inventó el juego de pedales, hasta entonces desconocido, que permitía pasar de la intensidad de 3 cuerdas, a 2 o a una. Otro instrumento de teclado importante, además del clave, del pianoforte y del piano, es el órgano. Quizá fue el primer instrumento de teclado, dado que existió desde el siglo III y II antes de J.C. (Recordar un instrumento construído en Egipto por Tsibios de Alejandría, matemático y mecánico, el “Hidraulus”). Música para piano Haydn, Mozart y Beethoven realizaron sus obras utilizando las formas clásicas: SONATA, CUARTETO Y SINFONÍA, pero los compositores románticos prefirieron expresarse a través de géneros nuevosy mediante el piano, considerándolo uno de los instrumentos más completos. Por ejemplo, el estilo pianístico de Chopin fue totalmente nuevo, y ha sido el único compositor para quien el piano llegó a ser el mejor medio posible de expresión. Música Descriptiva Es la música que se desarrolla de acuerdo con un programa no musical (literario, poético, paisajista, etc.), en la que el oyente además de escuchar los efectos sonoros de la música trata de hallar las conexiones entre dicho programa no musicaly lo que escucha. Ejemplo: Clément Jenequin (1485-1560) y el “Canto de los Pájaros”. Obra coral en la que utilizó las voces para imitar el canto de las aves. –Renacimiento-. Los músicos del Renacimiento describieron con sus piezas lo que oían o veían. En cambio, los del Romanticismo, describieron las sensaciones que les causaban elementos extra-musicales, no imitando con sonidos, sino en forma abstracta. Es decir, aprovecharon la riqueza del lenguaje musical para expresar con sonidos sus sentimientos (alegrías, penas, humorismo, etc.)

Poema Sinfónico Algunos compositores se inspiraron en obras literarias para expresarse musicalmente. Surge así el “poema sinfónico”, como nuevo género musical, el cual utiliza la orquesta pero no sigue el plan de la sinfonía (allegro-andante-scherzo-finale). El autor debe organizar un plan de composición adecuado al asunto que desea describir musicalmente. Por lo tanto, el plan del poema sinfónico no es fijo como el de la sinfonía, sino flexible, para lograr equilibrio y coherencia en la obra. Compositores del Romanticismo - Carlos María von Weber (1786-1826), nacido en Eutin, Lübec, Alemania. - Franz Schubert (1797-1828), nació en Viena, Austria. - Félix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847), nacido en Hamburgo, Alemania. - Frederic Chopin (1810-1849), nació en Varsovia, Polonia. - Roberto Schumann (1810-1856), nació en Zwickau, Sajonia. - Héctor Berlioz (1803-1869), nacido en Côte-Saint-André, Francia. - Franz Liszt (1811-1886), nació en Raiding, Hungría. LA ÓPERA ROMÁNTICA Durante el Romanticismo, la ópera llegó a ser un género de gran importancia y enorme popularidad. Contiene las mismas características que una representación teatral, excepto en que las palabras se emiten “cantando”. Por ello, la deben representar profesionales del canto en los respectivos registros, que también deben poseer buen dominio del juego escénico. REGISTROS: en la ópera tienen cabida todos los registros de la voz humana: - Femeninos: Soprano –Mezzo-Soprano –Contralto - Masculinos: Tenor –Barítono –Bajo. Además en cada una de estas voces existen diferencias en cuanto al “timbre”, independientemente de la extensión. - Sopranos: ligeras (de gran agilidad vocal) –líricas (de voz cálida y emotiva) –dramáticas (de gran fuerza y volumen) –lírico-dramáticas. - Mezzo-sopranos y contraltos: no presentan tantas subdivisiones. - Tenores: líricos –dramáticos. - Barítonos: líricos –dramáticos. - Bajo: bajo profundo o “serio”–bajo cómico. La carrera de cantante de ópera requiere de los aspirantes estudios extensos, intensa práctica y cuidados extremos del órgano vocal. Además, deben poseer aptitudes naturales de entonación justa y emisión fácil, correcta y fluida. Además de la escenografía, coreografía, iluminación, vestuario, etc., en la ópera tiene importancia el acompañamiento instrumental del canto a solo, dúos, tríos y cuartetos, y grandes masas corales, para el que es menester una orquesta completa, cuya función llega a ser tan importante como en una sinfonía. Antecedentes La ópera romántica desechó el tratamiento de la historia antigua y las leyendas mitológicas, y buscó en la historia y leyendas del propio país, el cuento o relato fantástico, lo folklórico, y el canto popular, aquello que consideraba representativo del sentir nacional. En las óperas que se representaban durante el siglo XVIII intervenían los cantantes más célebres de Europa, y el público colmaba los teatros para aplaudirlos, pero no se

consideraba con atención el argumento, sino que todo el interés radicaba en festejar al “divo”. Rossini (Italia, 1792-1868), el compositor de ópera más famoso de Europa, resolvió que “todos los adornos serían parte integrante del canto y estarían escritos en su totalidad en la partitura”. De esta manera, el “virtuoso “tuvo que dejar de lado su originalidad o expresión particular, para convertirse en “intérprete de la obra”, tal como la había compuesto el autor, reduciendo las libertades que se tomaba. Además, los cantantes tuvieron que identificarse con el contenido del argumento. Características: en sus comienzos y hasta el Romanticismo, la ópera consistía en “números” musicales entre los cuales se intercambiaban diálogos que se recitaban y se llamaron “recitativos”, entremezclándose el habla y el canto, con leve apoyo del clave, o tenue acompañamiento orquestal. En síntesis, presencia de recitativos que se intercalan con arias (solos cantados), dúos, conjuntos vocales, y partes instrumentales, que constituyen los diversos números de la ópera. Franz Schubert

Franz Peter Schubert (Viena, 31 de enero de 1797 – ibídem, 19 de noviembre de 1828) fue un compositor austriaco, considerado el introductor del romanticismo musical y la forma breve característica pero, a la vez, también continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven. Fue un gran compositor de lieder (breves composiciones para voz y piano, antecesor de la canción moderna), así como de música para piano, de cámara y orquestal.

Biografía

Schubert fue uno de los principales músicos austríacos que vivió a comienzos del siglo XIX; fue el único nacido en la que fue capital musical europea a finales del siglo XVIII y principios del XIX: Viena. Vivió, treinta y un años, tiempo durante el cual consiguió componer una obra musical excelente, de gran belleza e inspiración. Su talento creció a la sombra de Beethoven, a quien admiraba; murió un año después que su ídolo. No fue reconocido en vida: después de su muerte, su arte comenzó a conquistar admiradores. Escribió más de seiscientos lieder, de los cuales gran parte, después de su fallecimiento, quedaron inéditos.

Infancia

Hijo de una familia humilde, fue el duodécimo de trece hermanos. Residían en el barrio de Liechtental. Su padre era un profesor de escasos ingresos económicos.

Su profesor de música se percató pronto de su talento y llegó a decirle: «No tengo nada más que enseñarle, el conocimiento lo ha recibido del buen hombre». A los once años entró como cantor en la Capilla Imperial, y consiguió una beca que le sufragó los estudios en la escuela municipal de Stadkonvikt. Allí fue alumno de Antonio Salieri y, gracias a la orquesta de la escuela, para la que escribió sus primeras sinfonías, se familiarizó con la obra de Franz Joseph Haydn y de Beethoven.

Juventud

A los catorce años comenzó a crear sus primeros lieder, poemas musicalizados para voz y piano, y antes de los dieciocho ya había creado algunas obras maestras, como Gretchen am Spinnrade, el

primero de los muchos lieder inspirados en poemas de Goethe. A los diecinueve años había escrito ya más de doscientos cincuenta lieder.

Pese a sus talentos, su padre pretendía que heredara su profesión, lo que motivó el enfrentamiento entre ambos y el abandono de la casa paterna.

Madurez

Fuera del hogar y habiendo decidido ganarse la vida con la música, Schubert se refugió en la casa de Franz von Schober.

Así comenzó el peregrinaje. Nunca logró mantenerse sólo con sus composiciones y necesitó de la generosidad de amigos, que lo acogían en sus respectivas casas. Schubert tampoco mantuvo una relación duradera ni tuvo hijos, pero se adscribió a un círculo íntimo de amigos que le brindó muchas satisfacciones personales, además de constituir un público fiel y sensible a su arte.

Schubert no consiguió estrenar ni publicar ninguna de sus obras operísticas u orquestales. A lo sumo se interpretaron algunas composiciones vocales o pianísticas en las célebres schubertiadas.

En estos años Schubert contrajo sífilis. Habitualmente pasó estrechez económica. Se volvió inseparable de sus gafas, que conformaron parte indisoluble de su apariencia y acentuaron su fisonomía tímida.

Las schubertiadas

En Viena Schubert llevó una vida bohemia rodeado de intelectuales, amante de las tabernas y de los ambientes populares, alejado de los salones y de la etiqueta nobiliaria. De este entorno procede el famoso término de schubertiadas: reuniones de artistas de todos los ámbitos que formaban un círculo brillante y animado dedicado a la música y a la lectura.

Últimos años

Durante sus últimos años escribió piezas magistrales, fruto y reflejo de sus experiencias personales y siempre con el sello inconfundible de una inagotable inspiración melódica. Por ejemplo, una tensa profundidad marca la Wanderer-Fantasie, D. 760, para piano solo (1822) o el ciclo de lieder La bella molinera (Die schöne Müllerin) (1823), estos últimos inspirados en poemas de Wilhelm Müller. En 1824 escribiría La muerte y la doncella, uno de sus cuartetos más conocidos, y ya hacia el final de su vida el intenso dolor y el aislamiento dejaron su impronta en el Winterreise, D. 911, Op. 89 (1827), también con textos de W. Müller.

Por aquel entonces, Schubert tenía solamente treinta y un años y acababa de matricularse para estudiar fuga. Pero una gonorrea, complicada finalmente con una fiebre tifoidea, lo condujo a la muerte el 19 de noviembre de 1828. Se decía de Schubert que hacía tiempo ya «andaba por el mal camino», se hablaba de su afición al alcohol y la «sensualidad» -que lo llevó a tener relaciones esporádicas. Pero esa debilidad no ensombrece de ningún modo la figura de un hombre que en sus años de madurez padecía, según muchos biógrafos, de lo que actualmente llamaríamos trastorno bipolar.

Esto explicaría que grandes obras quedaran incompletas sin una razón explícita.

El treinta de octubre de 1822 comenzó su Sinfonía en si menor pero, tras dos movimientos en una partitura de orquesta cuidadosamente pasada a limpio, y de comenzar el tercero, la abandonó. El manuscrito con ambos movimientos completos pasó a manos de su amigo, An. Hüttenbrenner, quien los conservó en un cajón durante más de cuarenta años. En 1865 se los entregó al director de orquesta Johann von Herbeck, quien en diciembre de ese mismo año dirigió en Viena el estreno de la obra incompleta.

No hay una conclusión a la cuestión sobre los motivos que condujeron a Schubert a dejarla inconclusa; una posibilidad sugiere que parte del manuscrito se perdiera. También se ha sugerido que el poderoso Entreacto en si menor de la música de escena para Rosamunda, de 1823, fuera en realidad el último movimiento sinfónico. A favor de esta tesis: las coincidencias en orquestación con ambos movimientos existentes, incluido el añadido de los tres trombones incorporados a la orquesta clásica convencional, así como la tonalidad. A pesar de todo, la explicación más verosímil para la crítica es la que cuestiona la madurez autorial para completar dos movimientos más con la misma altura y calidad expresiva de los previos. Así, la obra queda tal como la conocemos hoy: un díptico asimétrico, pero equilibrado: primero un Allegro moderato, en el que se contraponen la tensión dramática inicial y la naturalidad lírica, seguido de un Andante con moto en mi mayor, pleno de un agitado y tumultuoso vagabundeo, que alcanza al final el descanso en una coda, cuya serenidad parece trascender el mundo.

Composiciones destacadas

Margarita en la rueca (Gretchen am Spinnrade), D 118, canción sobre texto de Goethe (1814) Op. 2

Cerca del amado (Nähe des Gelibten), D 162, canción sobre texto de Goethe (1815) Op. 5 El rey de los elfos (Der Erlkönig), D 328, canción sobre texto de Goethe (1815) Op. 1, 4

versiones Pureza (Seligkeit), D 433 canción sobre texto de Ludwig Hölty (1816) La muerte y la doncella (Der Tod und das Mädchen), D 531, canción sobre texto de Matthias

Claudius (1816) Ganimedes (Ganymed), D 544, canción sobre texto de Goethe (1817) Op. 193 A la música (An die Musik), D 547, canción sobre texto de Franz von Schober (1817) Op. 88, 2

versiones La trucha (Die Forelle), D 550, canción sobre texto de Christian Friedrich Daniel Schubart

(1817) Op. 32 El hijo de las musas (Der Musensohn), D 764, canción sobre texto de Goethe (1822) 2

versiones Tú eres la paz (Du bis die Ruh), D 776, canción sobre texto de Friedrich Rückert (1823) Op. 59 Reír y llorar (Lachen und Weinen), D 777, canción sobre texto de Friedrich Rückert (1823) Op.

59 La bella molinera (Die schöne Müllerin), D 795, ciclo de canciones sobre poemas de Wilhelm

Müller (1823) Op. 25 La novicia (Die junge Nonne), D 828, canción sobre texto de Jac. Nic. Craigher (1825) Ellens dritter Gesang ( Tercera canción de Elena), conocido como “el Ave María de Schubert”,

D 839 de Walter Scott, traducido por Adam Storck (1825)

Serenata de Cimbelino: “Escucha, escucha la alondra” (Ständchen) D 889 de Cymbelin de Shakespeare, traducido por August von Schlegel (1826)

Viaje de invierno (Winterreise), D 911, ciclo de canciones sobre poemas de W. Müller (1827) Op. 89

El canto del cisne (Schwanengesang), D 957, ciclo de canciones sobre poemas de Rellstab, Heine y Seidl (1828)

Piotr Ilich Chaikovski

Biografía

Piotr Chaikovski nació en Vótkinsk, un pequeño pueblo en la actual Udmurtia, que anteriormente fue parte de la provincia de Vyatka del Imperio ruso. Su padre, Iliá Petróvich Chaikovski, era el hijo de Piotr Fiódorovich Chaika (conocido posteriormente como Piotr Fiódorovich Chaikovski), un ingeniero de minas del Estado, de ascendencia ucraniana. Chaika (ucr. Чайка, significa gaviota) es un apellido tradicional de Ucrania. Nació en 1745 en Nikoláevka, cerca de Poltava, Ucrania, fue el segundo hijo de Fiódor Chaika (ca. 1695–1767) y su mujer Anna (1717–?), y estudió en un seminario en Kiev, pero más tarde recibió enseñanzas de medicina en San Petersburgo. La madre de Piotr, Aleksandra Andréyevna, de soltera d'Assier, provenía de raíces parcialmente francesas y fue la segunda de las tres esposas de Iliá. El dramaturgo, libretista y traductor Modest Ilich Chaikovski fue uno de los hermanos menores de Piotr.

En 1843, los padres de Chaikovski contrataron los servicios de una institutriz francesa llamada Fanny Dürbach. Su pasión y afecto por el cargo contrarrestaban la actitud de Aleksandra, descrita por un biógrafo como una madre fría, infeliz y distante, no dada a mostrar afecto físico. Sin embargo, otros autores afirman que Aleksandra adoraba a su hijo.

Piotr Chaikovski empezó las lecciones de piano a los cinco años. Fue un alumno precoz, en tres años fue capaz de leer música tan bien como su profesor. Sin embargo, la pasión de sus padres sobre su talento musical pronto se enfrió. En 1850, la familia decidió enviarlo a la Escuela Imperial de Jurisprudencia de San Petersburgo. Esta institución atendía principalmente a la pequeña nobleza y prepararía a Chaikovski como funcionario. Dado que la edad mínima para acceder era de doce años, Chaikovski tuvo que pasar dos años en un internado de la escuela preparatoria de la Escuela Imperial de Jurisprudencia, a unos 1300 km de su familia. Una vez que estos dos años pasaron, Chaikovski fue trasladado a la Escuela Imperial de Jurisprudencia para empezar un curso de estudios que duraría siete años.

Compositor emergente

El 25 de junio de 1854, Chaikovski se vio profundamente afectado por la muerte de su madre Alexandra a causa del cólera. Le afectó tanto que se sintió incapaz de darle la noticia a Fanny Dürbach hasta transcurridos dos años. Sin embargo, unos meses después de la muerte de su madre, realizó el primer intento serio de composición, un vals en su memoria. Varios autores afirman que la pérdida de su madre contribuyó al desarrollo sexual de Chaikovski, así como con su experiencia con las supuestamente extendidas prácticas homosexuales entre estudiantes de la Escuela Imperial

de Jurisprudencia. Sea cual fuere la verdad de esto, algunas amistades con sus compañeros, como Alekséi Apujtin y Vladímir Gerard, fueron suficientemente intensas para durar el resto de su vida.

Compositor maduro

Chaikovski compaginó sus quehaceres profesionales con la realización de críticas musicales mientras seguía componiendo. Algunas de sus obras más conocidas de este periodo son Primer concierto para piano, las Variaciones sobre un tema rococó para violonchelo y orquesta, la Sinfonía «Pequeña Rusia» y el ballet El lago de los cisnes. El Primer concierto para piano recibió un rechazo inicial por parte de Nikolái Rubinstein, persona a la cual el concierto iba dedicado, tal y como contó Chaikovski tres años después. La obra fue entonces ofrecida al pianista Hans von Bülow, cuya manera de interpretar había impresionado a Chaikovski durante una aparición en Moscú en marzo de 1874. Bülow estrenó la obra en Boston en octubre de 1875; Rubinstein finalmente acabó apoyando la obra.

Homosexualidad

El escritor Aleksandr Poznanski mostró a través de su investigación que Chaikovski tuvo sentimientos homosexuales y que algunas de las relaciones más cercanas que mantuvo fueron con personas del mismo sexo. El criado de Chaikovski, Alekséi Sofrónov y el sobrino del compositor, Vladímir "Bob" Davýdov, han sido citados como intereses románticos.

Más dudas plantea la conformidad que tenía Chaikovski de su propia naturaleza sexual. Tras leer toda la correspondencia de Chaikovski, incluyendo la no publicada, Poznanski concluye que el compositor «finalmente empezó a ver sus peculiaridades sexuales como algo inevitable e incluso como una parte natural de su personalidad... sin haber sufrido ningún daño psicológico grave». También han sido publicadas secciones importantes de la autobiografía de su hermano Modest, en las cuales se refiere a esta orientación sexual de su hermano, que comprendía por ser similar a la suya. Algunas cartas que fueron suprimidas por los censores soviéticos, en las cuales Chaikovski habla abiertamente sobre su homosexualidad, han sido publicadas en ruso, así como traducidas al inglés por Poznanski. Sin embargo, el biógrafo Anthony Holden afirma que la búsqueda del musicólogo y erudito británico Henry Zajaczkowski «mediante líneas psicoanalíticas» tiende en cambio a «una inhibición severa inconsciente por parte del compositor acerca de sus sentimientos sexuales»

Muerte

Chaikovski murió en San Petersburgo el 6 de noviembre de 1893, nueve días después del estreno de su Sexta Sinfonía, la Patética. Fue enterrado en el Cementerio Tíjvinskoye en el Monasterio de Alejandro Nevski, cerca de las tumbas de sus compañeros compositores Aleksandr Borodín, Mijaíl Glinka, Nikolái Rimski-Kórsakov, Mili Balákirev y Modest Músorgski. Debido a la innovación formal de la Patética y el contenido emocionalmente incontenible en sus movimientos centrales, la obra fue recibida por el público con silenciosa incomprensión durante su primera interpretación. La segunda interpretación, dirigida por Nápravník, tuvo lugar 20 días después en un concierto memorial y fue aceptada de manera más favorable. La Patética desde entonces se ha convertido en una de las obras más conocidas de Chaikovski.

La muerte de Chaikovski ha sido atribuida tradicionalmente al cólera, contraído con mayor probabilidad al beber agua contaminada durante varios días antes. Sin embargo, algunos han elaborado teorías en base a un supuesto suicidio. De acuerdo con una variación de esta teoría, se le impuso una sentencia de muerte en un «tribunal de honor» por un compañero de la Escuela Imperial de Jurisprudencia de San Petersburgo, como reprobación por la homosexualidad del compositor. Esta teoría no demostrada salió a la luz por la musicóloga rusa Aleksandra Orlova en 1979, cuando emigró a Occidente. Wiley afirma en el New Grove (2001), «La polémica acerca de la muerte [de Chaikovski] puede que haya llegado a un punto muerto... Estos rumores, por culpa de su fama, tardaron en extinguirse... Con respecto a la enfermedad, existen problemas con las pruebas que no ofrecen ninguna esperanza de hallar un resultado satisfactorio; la confusión de los testigos; sin tener en cuenta los efectos a largo plazo del tabaco y el alcohol. No sabemos cómo murió Chaikovski. Puede que jamás lo descubramos...»