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Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

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Capítulo 3

El sacrificio

Imagínese el lector 160.000 vacas mugiendo alborotadas

mientrá hs [evan por \]/hitelrall y que son sacrificadas

posteriormente en ipatio dela abadnde Westrninster du-

irttt *" ceremonia de coronación. Pues, según Suetonio,

el acceso al poder de Calígula se celebró a lo largo de tres

-.so -ediint" el sacrificio en el Capitolio de esa cantidad

de víctimas. La idea nos repugna, ig,td que la aaitud de

Horacio (quien estaba tan agraáecido a la fuente de Bandu-

sia por un irago de agua fresia, que prometió el sacrificio de

un cabrito dátro dé ella) impactó a A. Y. Campbell hasta

el punto de exclamar: .rDespués de eso,- ¿quié-n puede qt99-

to b"b"t de la fuente de Bandusia?>. F,l sacrificio, especial-

mente el sacrificio cruento, es tan ajeno alas formas moder-

nas de pensamiento que es imposible revivir la fe de aque-

llos que, como los antiguos judíos o los romanos, creían que

era el medio más efectivo de influir en los dioses.

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r:lSacrificio significa literalmente .<hacer algo sagrado>

(sacer), apartándolo de cualquier uso común y entregán-dolo exclusivamente a los dioses.lUn lugar sagrado esaquel reservado a un dios y en el cud tiene éste su residen-cia: en el curso normal de los acontecimientos los hom-bres no pueden penetrar en é1, del mismo modo que nohabía ningún barco en el lago Vadimo porque era un lagosagrado (p.26). En la antigüedad, el máximo castigo queel Estado podía imponer a un criminal era declararlo <<sa-

grado>>,lo cual significaba que seía aislado de todo tratohumano y podúa ser matado con impunidaá afn de quelos dioses pudieran disfrutar de lo suyo lo antes posible:de hecho se trataba de una sentencia de muerte. Por eso,en el culto, el creyente elegía algo especial y se 1o ofrecía alos dioses. Pero la diferencia básica entre un sacrificio y laofrenda de un objeto de oro o una joya era que lo que sedaba,por medio de un sacrificio contenía el principio de lavida.No tenía que ser necesariamente un animal. La ma-yoría de las ofrendas que se hacían a los dioses en los cul-tos familiares eran cereales

-pequeñas tortas (strues) he-

chas de farco (far), una variedad de trigo, o harina mezcla-da con sal, (mola salsd. Tloracio menciona la frecuenteescena doméstica de <uñá piadosa torta y un saltarín gra-no de saL> (Odas, m,23 .20) , que Ovidio describe con ma-yor extensión cuando cuenta cómo había una interrup-ción en 1a comida principal del día y se ponía un trozo pe-queño de comida en un plato y se arrojaba al fuego paraque fuera consugrido por los dioses de la fanÁia (Fas-

tos,W,307 y ss.)iOtras ofrendas utilizadas frecuentemen-te para el sacrificio eran las flores, la miel, el queso, la fru-ta, el vino y la leche. Pero los animales eran lo más ehcazy lo más visible.'..tilT-a idea subya€nte a la elección de sacrificios animados

o-üuasi-animados era fácilmente comprensible. Los diosestenían a su cargo esencialmente una actiüdad

-los par-

tos, por ejemplo, o la curación de enfermedades-, y una

acividad requiere vitalidad. Si la vitalidad de los dioses no

se mantenía y renovaba, tal actividad se debilitaría I Ya no

podrían lle,tar acabo sus funciones eficazmente. El grano

io crecería o se extendería la enfermedad porque los dio-

s€s correspondientes no tendrían suficiente $9or para

cumplir sus objetivos aunque quisieran hacerlolarrón 1o

relata con bastante sencillez cuando escribe fre teme la

muerte de algunos dioses simplemente por descuido' La

existencia de'Íos dioses dependía en gran medida de la de-

voción del hombre hacia ellos. En las grandes oraciones

que se pronunciaban cuando se ofrecía un sacrificio como

á de CatOn o el de Augusto citados en el capítulo anterior,

la frase clave siempr.lt, ..prt, que seas engrandecido>>

(por esta ofrenda).ia palabialatina es macte' qullerela-.liot, .or, lnagnus <grande> y palabras similares. El devo-

to rez para que su sacrificio revitalice al dios, capacitán'

dolo asipara ótorgar las peticiones que se le hacen' De to-

dos los ser.s viuos, los a¡imales, obviamente, son los más

vigorosos y, por lo tanto, los sacrif- icios más poderosos, y

lai partes más vitales de un animal' las-partes que supues-

tarnente contienen la auténtica chiqpa de la vida' son el co-

raz6n, el hígado, los riñones, etc' Éstas eran las que.habi-

tualmente s*e ofrecían a los dioses' Era una coincidencia

afortunada, desde un punto de vista humano, que al me-

nos fueran partes comestibles.Sin embárgo, hasta la época de Augusto los motivos ha-

bían sido mái mundanot. Et drrdoso que Horacio desea-

ra conscientemente aumentar la frescura de la fuente de

Bandusia al sacrificar un cabrito. Con seguridad sabía que

un cabrito era el sacrificio que tradicionalmente se hacía al

dios de una fuente (cualquiera que fuera el origen de la

tadición) y creería qrr", yá qu. et el pasado se granjeaban

la büena voluntad d-e loi dioses haciendo las cosas de la

forma tradicional, se debería seguir haciéndolas de la mis-

ma manera. O qttzápodía haber pensado que los-dioses

compartían tnt gottoi y sus aficiones y por eso podría ha-

f,os romanos y sus dioses

r!

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ber querido agradecérselo dándoles una parre de lo que aél más le agradaba.

En todos los acontecimientos el sacrificio de un animalerala característica habitual de la üda romana, y aparececonstantemente mencionada en las páginas de escritoracomo Virgilio y Livio.;lsí pues, merece la pena ver quéocurría con exactitud.iEn los templos de la propia Romael sacrificio era ofrecidó trnto poi magistradts y emplea-dos del Estado en el habitual tanscurso de las ceiebracio-nes públicas como pof individuos concretos a expensasde su peculio particular, ya en cumplimiento de un voto

-como cuandoJuvenal sacrificó en una ocasión dos cor-

deros blancos a Juno Regina y a Minerva y un temero a

Júpiter Capitolino que había prometido por el regreso desu amigo Catulo sano y salvo- o, más raramente, comoacompañamiento a una oración. El procedimiento encada caso era poco más o menos el mismo. La elección dela víctima era dictada, según nos cuenta Cicerón (Sobre ksleyes,II,19), por los manuales delos pontifices y dependíadel dios implicado y de las r^zones del sacrificio. Un prin-

[,os romanos y sus dioses

animal apropiado para su voto si preguntaba en el templodel dios en cuestión. Parece que en cada templo había ex-puesta una lista de los sacrifiiior q.r. urrptuúu la deidad.

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lAl afrontar el cumplimiento de un voto que había sido-cóicedido, se comenzaba por ir al templo paru fljar el&aapropiado con eI aedituus, decidir qué oficiantes profesio-nales (las personas que realmente degollaban y diseccio-naban los animales , popae y uictimarii) iban aestar presen-tes, y conratar a un flautista (tibicen). Había unas tarifasestipuladas para estos servicios. Todavta conservamos unaley que da todos estos detalles (Cl.L., VI, 820). Dado quelamayotía de los romanos no poseían propiedades ruralesy por lo tanto no podían apoftar los animales requeridospor sus propios medios, el paso siguiente sería ir al merca-io d. gunuio y comprar J *itá adecuado$enía queser perfecto: cualquier deformidad sería un ins*ulto para eldios. Llegado el gran día, enfundado en su toga, atabaunas cintas a los cuernos (o, a veces, si era rico, los cubríade oro) y al rabo y 1o llevaba por las calles hasta el templo.'Era buena señal que el animal [ueru alamafanza sin opo-ner resistencia. Juvenal, por ejemplo , habla con admira-ción de su buey que tiraba de la cuerda para llegar alcuchillo del sacerdote. Si, por el'contrario, luchaba e in-tentaba escapar, era, evidentemente, un animal que no ob-tendría e.l favor de los dioses.Habíaque devolverlo, com-prar otro y empezar de nuevo. Una vez que se lTegaba d.templo, se entregaba a los sacerdotes y daba comienzo elsacifi cio propiamente dicho.

En muchos aspectos los templos antiguos eran lo con-trario de las iglesias modernas. En las iglesias católicas elacto principal, es decig la misa, tiene lugar en el interiordel santuario, pero en los templos el ritual se hacía fuera.Los principales elementos de un templo grande eran cua-tro. El centro lo ocupaba una habitación tabicada (cella)en la que estaba la estatua del dios, a menudo decoradaosten¡osamente con joyas y valiosos ornamentos, donacio-

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cipio invariable era que los machos se ofrecían a los diosesy las hembras a las diosas. El color también importaba:blanco para Juno y Júpiter, deidades celesriales, y negropara los dioses de ultrarumbaf-ucrecio habla de hombresque sacrifican ganado de coloFnegro y hacen ofrendas a losdioses del infiemo, y de cuando Eneas sacrifica en honorde Anquises en el aniversario de su muerte <<dos novillosde negro lomo>> (Eneida,V,97).El tamaño variaba-crias(laaenks) o adultos (rnaiores)- según la ocasiónoffiasán-donos en las celebraciones estatales nos podemoíhaceruna idea del tipo de animales que se empleaba: cabras enlas Lupercalia, dos vacas preñadas ofrecidas a la Tierra el15 de abril, un perro rojo a Robigus el25 de abril (el dios<<tizón>>), un caballo a Marte el 15 de octubre, un buey,una oveja y un cerdo sin castrar al acabar de elaborar elcenso, etc. El romano de a pie podía averiguar cuál era el $

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nes de los fieles. No había d\nadamás, a excepción, po-siblemente, de un pequeño altar en el que se quemaríaincienso. No había sillas ni ningún otro tipo de mobiüa-rio. Rara vezhabíaventanas ylaluz provenía de un aguje-ro en el techo. Debía de ser-impactantelaimpresión quela estatua, cubierta de oro y plata centelleando en la pe-numbra, causaba en el suplicante que llegaba de la d¿ri-dad y del calor del sol, sólo comparable con la experienciade entrar en una iglesia ortodoxa griega en la actualidad.Detrás dela cella había una o varias habitaciones que ser-vían como sacristía, pafa uso de los oficiantes y para guar-

,;lar los tesoros que no estuvieran expuestos en la cella.

!_Hasta en los templos pequeños dichos tesoros debían deser muy considerables. Adriano encontró casi kilo y me-dio de oro y más de 9l kilos de plata en las ruinas de r¡ntemplo en Lanuvio (Cl.L., )OV,2.088), mientras que losregalos que Augusto envió a los cinco templos principalesde Roma se valoraron en 100 millones de sestercios, qui-zás unos mil millones de pesetas actualeópel ante deli ce-

lla había una antecámara habitualmente abierta al exte-rior. Este complejo de habitaciones estaba rodeado poruna columnata, generalmente rectangular en los templositalianos y ctadrada en los romano-celtas, que no teníaningún propósito funcional excepto proporcionar cobijodel sol y la lluvia.

Cuando un romano hacía un voto, entraba enla cella,colgaba las tablillas de cera de la estatua y luego rezabafreñte a la estatua extendiendo las manos Éacia é[a, o, enmomentos de gran emoción, arrodillado, como Tibulo (I,2.85), o incluso echado en el suelo delante de la estatua,como cuando Lucrecio desprecia al supersticioso que asílo hace (V 1.200). Pero ¿dónde exactamente se llevaba acabo el sacrificio? Hasta en manos de expertos debía deser un rito realmente sangriento. Es bastante curioso queni las fuentes literarias ni las investigaciones arqueológicasaporten una respuesta clan. No era en el pequeño altar de

Los romanos y sus dioses 6J

la cella. Eso es seguro, aunque sea solamente porque erademasiado pequeño e interior.

Sabemos de unos cuantos <<sacrificios de santuario>>{Festo, 356, L) pero eüdentemente eran excepcionales.Normalmente, donde se ofrecían sacrificios cruentos semlocaba un altar de piedra delante del templo, o al pie delos escalones que conducían a élo a la enffada de la ante-cÁman. En los templos primitivos, se construía un altarnuevo de césped para cadasacrificio y en época de Augus-to y posteriormente pervivía un recuerdo de ello en lapráctica de poner un simple trozo de césped sobre el altarantes del sacrificio. Los templos romanos que tenían quehacer frente a una constante sucesión de sacrificios ha-brían tenido unos grandes altares pemanentes hechos depiedra.

A continuación, la víctima era conducida ante el altarsobre el cual se había encendido un fuego y empezaba elntral,.Laprimera precaución era asegurarse de que no es-fuviera presente ningun intruso que pudiera contaminarlos actos. Las mujeres (y los peros), por ejemplo, estabánexcluidas de los sacrificios a Hércules y a Marte (Plutarco,Cuestiones romana560), mientras que a los esclavos sólose les permitía asistir a un pequeño número de cultos, ta-les como los de Fortuna. Es poco probable que se prohi"bien a todos los extraños estar presentes, como parececonfirmar una fuente antigua (Servio, Sobre la Eneid.a,VIII, 172), pero a los exffanjeros, los no romanos, sí se lespodría haber prohibido la entada, ya que, en porencia,eran enemigos peligrosos que habían podido proferiruna maldición. Así se hacía en los ritos umbros de Iguvio,lo cual explica el grito ritual de que rodos los profanos de-bían alejarse

-procul o procul este profani, como gritó la

Sibila cuando Eneas ofreció un sacrificio a la entráda delinfierno. Pero el suplicante cierramente había invitado aasistir y a p^rÍicipar en la celebración a todos sus amigos.Después, los sacerdotes y quienes estuvieran ofreciendo el

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sacrificio se lavaían las manos con el agua sagrada de una

vasija especial y se las secarían con toallas de lino' En el sa-

crficio se atribuía una la limpieza. Ti-

Los romanos y sus dioses 6j

momeJlto de la celebración cuando parece que se pronun_aabala oracióngpayada para_eürar

9l ¡fesgo de cualquier eror que pu-diera suponer la repetición áe toda b clremonia Eír"p[cante,.de pie y vuelto hacjala derecha, la pronunciaba enalreccton a Ia estatua venerada dentro del templo, comocuando los cristianos miran hacia el ajtar alh;é;;;;;_fesión de fe. Se consid.ro_* siniestro presagio que Carni_lo resbalara d

_s:r?, oara decir la oración truíi" .lpr*u a.Veyes (l,iüo,V,21.16).Después llegaba el puntó cuhi_"Tt:. El4op1, de pie a la deiecha dá animj, pregunraba<¿lo hago?> (a.go1e?) y, al recibir una respuesr i aftimativa,lanzaba un golpe bien dirigido con un martillo ala cabezadel anirnal que lo hacía Jesplomarse sobre sus rodillas.Lq.go, r¡n victimario (culnaius), manreniendola cabizadel animal hacia arctbasi se iba á ofrecer a un dios celes_tial y hacia abajo_ si era a un dios de los infiemos, le corta-ba el cuello. Un buey tienr gran cantidad de sangre (unosnueve litros) y cuando se le corta la atenaprincilal saleaborbotones. No sabemos quéhaúanlos romanos con mn_ta sangre. Por supuesto no estaba bien visto que no corrie_ra libremente. Por eso Virgfio consideraba qrr" rr sacrifi_cio en el que la sangr" up.nar manchara

"l c.r.hl[o era un

to1.-u:" inequívoco (Geórgicas, In,492), y Lucrecio (V,1.200) nos ofrece un horriLle cuadro de,.átares rociadoscon abund-ante_sangre de animales>, pero los romanos di_ticilmente los dejarían desangrarse por completo sobre elaltar, ya,que, de otro m.odo, la sangre habría apagado eItuegg Una parte se podía recoger án recipientes para unuso fltual posterior (así, los acompañantes de Eneai, al ha_cer un sacrificio a Hécate, <<otrós hincan por debfio lc,scuchillos_y la tibia sangre recogen en páterair, [Eneiii, W,2!9-91y hay referen.Ia, o.ariónal., u ,u...dot", p.ot*ldo lasangre) y orra parte se utiüzaba put^iori^rel altar (eltemplo de Venus de Pafos en Chipre era excepcional por_que no estaba permitido que la ,*gr" tocara el uJtnr'ia

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cntrcro se atflbuÍa una gran rmportancm a Ia ltmpteza' Lr-

bulo encargaba a aquellos que iban a una celebración ru-ral <<venidion la ropa limpia y coged el agua de la fuentecon las manos lavadas>r (II, 1.11-14) y Liüo O(LV 5'4) usa

el lenguaje del ritual romano cuando hace que L. Atiliodescriba las prácticas religiosas de Samotracia: <<El preám-

bulo de cualquier sacrificio adüerte que se alejen qrrienes

no tengan laJmanos limpias>. Este detalle explica latretaempleada pan engafiar al sabino que venía a sacrifícar a

Dianauna espléndidavacaen el nuevo templo que Servio

Tulio había construido (Livio, 1,4.5). El oficiante le dijocon indignación que primero se lavara y, mienras el sabi-

no estabá fuera, aprovechó la ocasión y él mismo sacrificólavaca.

Entonces se ordenaba silencio (en los sacrificios delEstado r¡n heraldo pronunciaba un antiguo grito, fauetelinguis, <<callad r.'ueslras lenguas>>), exceptuando la cons-

tante música del flautista que se empleaba, como duranteuna oración solemne, para ahogar los ruidos extraños' Lossacerdotes se cubúan la cabezacon los pliegues de sus to-gas y elevaban una bandeja cuadrada de madera colmadaáe harina sagradamezcladacon sal (rnola salsa) que luegoesparcían entre los cuernos del animal, mientras los ayu-

dantes lo sujetaban, y sobre el cuchillo de sacrificios. Este

acto se lTannba immolare. También podían -aunque

pa-

rece que era opcional- deramar sobre la testuz el vinoque sé goardaba panla ocasión, en un pequeño hogarmóvl, (focalus) con la ayuda de un platillo (patera). Poreso Dido, <<con la patera en la diestra vierte sus libacionesentre los cuernos de una vaca blanca (que va asactihcar a

Juno)> (Eneida, ry 60-1). El animal era entonces despoja-do de las cintas y adomos mientras un ayudante pasaba elcuchillo simbólicamente por su lomo desde lacabezahas-ta el rabo (Servio, Sobre la Eneida, )(JI,l73). Era en ese

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Robert M. Ogilvie ¡ülvtnos y sus dioses 67

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cito, Historia-i, II, 3l); pero la mayoría.de la sangre debía

;ñ;J t"átoy t".i"ti-piuda óuando la ceremoniahu-

biera terminado.-- El ,rro-.nto de la muerte era tenso y se buscaba con an-

siedad una muerte úpiáa' Un animal medio muerlo o un

*t-rt que escapara cbrriendo antes de-quePudiera ser re-

t*",u¿.=tig"in;t; q* el sacrificio ha''lr- fallaáo Sólo la

¡"r"*iUitiáud de unJulio César podía hacer caso omiso

;J-i;; pt ;agio áe una víctima que escapó cuando la

ib;;;;;"fi.:* uni.t d" 'na

campañuiot'tt" elrey africang

l"¡á iS".t "i" , César,59). Cuando algo similar le ocurrió

á Vi ¿lo mienras se preparaba para luchar en Mevania' en

J Og d.C., éste comprendió la indirecta y corrió a su casa

d.l;;.'P;ro si hasta ese momento todo había ido bien'

J*md era entonces desmembrado y descuartizado' Los

órganos intemos se apartaban pan.llanat.acabo un cuida-

do"ro ""^-"r, q.re urég.rrrta que e] Trcnol estaba en tan

o"t".ro ermdo .o-o""1 ""t"riot

de la víctima' Cualquier

á"f"Jo invalidaría la ceremonia, sobre todo porque estos

¿ú;;t "run

la, partes más ütales del animal,las partes re-

;;ñ;d^ ú.u.1co.,rrr-o del dios: también qgq't:: Tterrible aüso. Cuando Calígula ofreció un sacrificio eI I de

.""t" ¿.i+r d.C., se d"t.ribti¿ que parte del hígado de la

;.dhábra desaparecido: ese mismo año fue asesinado'

Eso, ó.g"tos, llarnados exta, se cortaban a veces junto a

,..^t ¿-J t"sto del cadáver en pequeñas porciones (prosec

;;F;" dó;tiiu¡* t"ut" d'altai.paruá consumo de los"A"iá-ffiilirrA.

Más tarde eran dévorados por las llamas'

El problema entonces consistía en deshacerse del resto de

la cam.. Si era un animal pequeño, una cabra o un corde-

,o, ,ro era tan difícil, p"ro l'tt buey puede alimentar ffan-

quilamente a un centenar de person1.y.lot romanos no

Jut gt-d.. consumidores delame' Tácko (Anales'YV'

la) J";.ir^que el hambre impulsó a unos soldados a co-

mer came, lo que sugiere que 9o ela ul componente nor-

-J ¿" i" á"tu, y.otÉ.-utt.l d^to lut descripciones de co-

rúlas normales que encontramos en Cicerón o Juvenal.ftn muy pocos casos el c1-dáver completo se qüemába en elfu. Esta ceremonia sellamaba "J?;r;"; y aparecerrmgi6¡¿cl¿, oor eiemplo, en la detallada'áer.rip.ió, d"hsJuegos S.ó.ilur.r dá fi ;i.-

En la mayoría de los sacrificios la came probablementenra consumida in situ por el sacerdote yb.. tp;;r;;;q'elo ofrecía, junto con sus amigos. Coífr".rr.ncia tene_mos noticias de la existencia, en las cercanías d"l t"Áflo,* *u cocina donde se podá t ul", p."prrua;, y;-q* ;ialtar eru demasiado pe{ueño, y tr-Uie.iJ" un comedor(cenaculum) adosado al -templo donde se podría haberconsumido. En los sacrificios esrarales, "l;";¡;;";l;;Sagistrados o, incluso, si se trataba d" *u gran ocasión elSenado así como todo el pueblo estaban .üir¿árlú;_quete. Pero es mucha la Came que proporcionan 160.000cabezas de ganado. Es posible á*, .r,i+á cuando esra_ba expresamenre recomendadoiuá ;;¡;lu r*e se con_sumiera según las normas, comotcurría en los sacrificiosa Hércules y a Silvano$arte de lr.um" fu.r;J;;"i;Ios,camrceros y se vendiera al público habitual. San pablodedrca clefta atención ala actitud de los corintios cuandoiban a comer la came $ los ,"¿rrfi.r*;;;prrdt;;;lmercado (Cgrintios, 8). j

,El procedimientoeraTet allado y exacto, perfeccionado

a 1o largo de siglos de t.rdi.i*. É" **á'r'¿" sacerdotesexpertos' un sacrificio era probablemente tanto un actode devoción como un acto cbnmovedor. presenciar el mo_mento de la muerte, ya sea de un ser hr-;; o de un ani_mal, es una experiencia enormemente emotiva como lo eseI momento culminante de una corrida de toros. y los ro_manos.hacían todo lo posibl. prr, ,r"grlrrrr" a. q""i, ..remgnil completa fuera solemne. Uüescuido,

-"" .r.*,

un desliz en cualquier momento suponía la r etición delfltual.complet,o (instauratio), junto con una o?enda adi_cional como ii5st,lFa por el-error prra" ip;o*lum). Del

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mismomodo que si un trozo de carne que se arcojaba altuego durante una comida de una famtln cualquiera caíaalsuelo,.había- gue llevar_a cabo tma <expiación por lr.o_mida caído (el mozo debía ser cuidadosamente recogidoy der,uelto a las llamas), Catón rransmire

""" i¿r*"1" ir.ofrecerrun cerdo expiatorio a Marte, ,i ," d"r."briu ilJcerdo destinado al sacrificio tenía aLg6n defecto 6obre la

agricuhura,141). Liüo recuerda variÁ ocasion",.n qrr.l,carísima ceremonia en la que las ffeinta tribus latinas ofre_cían un sacrificio en el monte Albano tuvo que repetirseporque por un descuido una de las tribus nó habia sidomencionada ()OO(II, 1.9; )OO(\III, 3.4). Incluso r. podi"hacer un sacrificio preliminar (p ro"iid"

"ro)pur" ."piu. d"

antemano cualquier desliz involuntario. puia hacerse .rnardea de los horrores que podían ocurrir en el curso de unade estas ceremonias, basta leer el relato del sacrificio deDido enEneido (IlI,45j, ss.). El agua sagradase volvió ne_gra, el vino se convirtió .tr rrtg.Ji-pura, etc. Reforzabala dignidad de esros actos la fiá,. .ré"n.i¿ á"';"; únilr_mente los fallos accidentales podían tener remedio. Unerror deliberado era iremediable, como afrrmaba"l.r*dito hombre

_de.leyes Escévola. Ningrrna expiación, escri_be lloracio (Odas, I,28.34), absohérá al hámbre á.1 p"cado de descuidar intencionadamente los ritos que se áe_ben a los muertos. Era un código severo pero permitía aun hombre saber exacramente é.rál era ,ü d"bá, t ó-;cumplir con é1.

El .mej-or modo de recrear un sacrificio antiguo es con_

templando-imágenes como los frescos de la "casa

de losVetuo en Pompeya. Existen también diversas esculturasque mu€stran los.pasos clave del ritual, y quaásla repre_sentación más gráfrca sea un grabado ¿ó Mil,en en dondeel que ofrece el sacrificio e_stá de pie mirando al frente, conlatogaechada sobre la cabeza,u lu d.r..hu d;ifu;6;;;luy g" un pequeño- altar de tres paras. Det¡ás ¿-á,;Ilautlsta toca con apücación y un ayudante sostiene un co_

M,m ¡onoanos y sus dioses 69

F,-ry" * incienso prep arudo paraser arrojado al fuego.ir ra Equrerda del altar ¡n uictimarius sujeta pof el cuellot * lo,-,.rstrado que mira ansiosa y alégre;ente las lla_

má( Oel altar.El sacrificio formaba parte de la vida romana. No siem_

pre era a gtan escala; muchos de los sacrificios más devo_

F,..Ad. panes o de animales -.ly p"qu.Áos. pero des_€ u ntnez un romano era educado, en el círculo familiaryen la.esfera más amplia de la religián p;li;" con sus ce_reDracrones anua.tes y ceremonias especiales, en la idea degue tates otrendas eral-{el agtado de los dioses. Un epigrama,de Marcial (X,92),.r.irr..rru r.,irl'rd. H ";;.;LI'Ttd" sus propiedades rurales a un hombre llamado

H*o f,está preocupado, y-a que el nuevo propietario

::?:.*oT los tugares sagrados que ranto hablan,signifi-cÍlcro para el: Ios bosques consagrados a Flora y a los*Fau_nos, los santuarios de D_iana y Marte y, sobre iodo, los al_tares deJúpiter y de Silvano, consrruij;s por lur'-*o.rnexpert¿s del encargado de la finca y ..que ion frecuenciase mancharon con Ia sangre de un cordero o de un cabri_to>>. La_actirud de Horacio hacialafuente de Bandusia noera un lamentable detalle i" -ul g"r*, no.l;;-p;;;:miento normal de un hombr...üiioro. ---- -

Roben M. Ogihh

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Page 35: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Capítulo 4

La adivinación

Una por pena,Dos por alegría,Tres por una nuchach4Caatro por un mucl¡acbo.

La creencia de que los fenómenos naturales revelan iavoluntad de los dioses o predicen el futuro es muy anti_goa.Lareügión se ocupa áe establecerla correca áacióncon éstos incitándoles a colaborar en el satisfactorio desa-rrollo de los procesos de la üda, lo cual requiere una mu_tua comunicación. El hombre dene que sÁer si sus ora_ciones y sacrificios son aceptablo o iro; de otra manera,no tendrían ningun sentido. La prueba definitiva .r, d.r_de luego, recrbrr una respuesta, pero la mayoría de los se-res_humanos no se hañüá.ifo'lor-satisfechá', .o, este pro_cedimiento im-piedecible. En su lugar, han buscado siña_les en las estrellas, en los huesos d."c.re"^,* im t óá, ¿.ié, en las bolas de cristal y a ffavés d. oiros *ll m.diás. AlTrsmg tiempo, sucesos térribles .o-o,roi"rr.rrroro o unainundación, queno pueden expücarse fácilmente con lasleyes científicas disponibles, son considerados como la in_tervención directa de un poder sobrenatural en el devenir

ill

71.

Page 36: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

-

de todó, h búsqu.dH .á"l.il1'*.l"T"XT,!"ff *::i:.j.: Í: qu..Í'n*¿" *.""Járj. ij".inor. det horn_Dre es mrerpretar el.sucer", d.r"ub¡, .;;1,;i; ;;,",,.-Estas doi creencias _.p9r un lrdo, q,re puede averi_guarse cuál es Ia voluntad'*r{*I** oL, q,r.los dio_ses envían señales en forma d" í*;;;s extaordina_ij.Ifr:r.l una parre.esen.irl d;l;;.üión romana. Enla epoca de Augusto recibieron-un fu.ri.-?"rpado intelec_tual a partir de Ia expansión d"i;;;;;;o x en menormedida, de las te.,rías ;;;;G;"üril¿u.,¿rs desdeOriente. El estoicismo soste¡ía- qr.

"l-Liu.rso estaba

ñf#::'f*#,":tt* *d':; li q; J. *o ** ;;;;;.,;, ;;,i;#:Jit#ltr,*,1#*#Xj.; *f ::laba cualquier cosa que ocurrierr, Ouáo q,r" estaba ore_sente en todas las criaruras, hrar, ;;;;;d#ñr;mún enrre las diferentes pames d.l "_;;ü lo que provo-caba que un suceso ,. ¿fl;;;;"-;H;i:, ro ranro, no::1Tp.':,b.te sup919r..g,9 r,;;;;il divina se po_ora reproducir en el hígadó.de;r;;;';., el vuelo delas aves>>. Uno de los.estoi-cos más ilústrados, Epictetosóto limitaba su creencia ."];;di.;rffi: en el ane deescruar la votuntad d"l .i"d;l;;;iii"Jr,r".r, at ad.

::'q,:ii:l*;f r.lr"?::E*Jr#ttri,trá;muestra de esta actitu,(4.3), cuando d"r.¡b"1floica

en la,Apglogíaa" {nJ.y"

,.p".¿".ni.J,-ffi ;'.""T1,Tf::T.*1ilT,.ffff .::':j: tat manera qu"..olüJrá;-,ááil;';

vuerve a su

i#iji ::i::1' =

::: ¡ i"- on'I'f -ai"a",'v

a,í p uede,

Roben M. Oglvie

*?r#:#?n:.,n::l:,1'ffiffi;T*:.l*f::9r[,c romanos y sus dioses

7 j

dón entre las mentes más crédulas. En su forma más rigu-rysa,fu sqq¡o,lo-sile.r4incempadblg.."iaraigió";b;dl-1ln1ción,,ra que,sostenía qué cualquie, .oru q.r" ocurrie_14 !pto_ hgchos h¡¡qanos como fenómenos náturáles, de_pendía de las.revoluciones de los cuerpos;¡;;r,;;;;éstos erun gobemados por una necéiiaá¿'infl."iúí¿'¿joestaba predestinado y determinado. suetonio cuenta queer-emperador liberio era indife¡ente hacia los dioses .r l,religión,puesr? que era aficionado ; il;;r"ldr";.i#que todo es-t1la_¡egido por el destino (Tibená Sg¡. fámrsmo escribió Venio Valente: <<Es imposible que cual_gqer persona modfique por medio d. ü;;;.ió" o del s"_crficio,lo que desde él piirr.ipio

"rra iii"¿. yt. rk.*;,;

gusto; lo que se nos ha ásignaio o."rrir¿ ,ir, "ecesidad

de

ltl.i_.l.r' lo qu; no está piedestinado no olurrirá u,.,rrq,r.ro nayrimos pedrdo en nuestras oraciones>>. pero parj hmayorialas esffellas no eran tan mecánicas. Si conffolabany presagiaban el curso futgro de los acontecimientos, lo\aúan porque los dioses habían *.;td" *. asi fuára.Averiguar lo que las esrrellas t""i* l.r.*rdl .ru sencila-Inerlte

descubrir qué habían decidido lo, Jior.r. La asto_t_.^gtrrypq".,pq.'prqr¡y_gfl.boga4pgnqiplos,-dell¡npe_no, como ndrca un largo poema sobre está materia^deManilio, y como afirrl,a"Ticit" ."*J" .oir*,u qr'r.lá,f:t:-t-"_g:r

son <un qéne-rg d. h"-br., J. "* n"=. p"r,Ios que uenen el poder, falaz paralog gue lo esperan, quee¡ nuesffa ciudad siempre estárá prohitido vmantenido,(Ilistorias, I, 22). Enltalia casi ,oár, ir. o.Jvaciones des_cubren cienros de amuletos u*r"t¿gi*iriür-*., y.o_sas por el estilo.

como por insdnro, predecir.tfu;;Jrr:"!¡a v abr pueoe

,"':ffi ':;'lTj:u#ff *'*.1:t¿,_3?i';xiil:

Asípues, el estoicismo y la astrología ayudaron a man_terrer la fe en los métodós trrdi.ion-uler'J"

"¿"i"".i¿"practicados.en Roma, a pesar del-er..pri.i.-o ¡" p;rr;_:1t^.-"-o

Cicerón, 9r9: ".m sjend_o ,üor, re.opilO l"bo_

flosamenre una obra (Sobrl la adiuinición) p^r^ refutarsus posibilidades. Afornrnadamente, t" iá¡o*idnoficial

\-

Page 37: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

-:-I

i

RobenM. Ogilüe I"c romanos y sus diosesnynca adquirió mal.afamynunca descendió al nivel de ho_

i:t";t:Í.1$":'Í:::E'';"J;:#parre,porquese

ggff{fg,6jsmfrffiin terpretacio,* ;:;;ilJ..iÍ;m;#:'nff :*#:#,H'f::?:::ná"ut'Hfgeg¡r'¡lüi-*ii,o-.-¿effi"ip,etei¿s'¡¿qli*18],L:nrff:fi

*,triX:.,#t f;il::T:r*k:f ¿. r", ü;:::'i;.," ne noaánpur" in ro"ui']lár"J'*'ar sus poderet u-"ot'o.i.t i.tto,

ff Li*:d;tr*T"ni*"{i;T,ffi ;mÍ¿:ni::ir¿ó .oíno ü#;T^l':: magistrados

'n no-u'. J.i'Érl

po'm.dio j;il;;:L:,'rTi::tii:1T1,%#*:i*coraboración;

"rr r.ro-o.,.á¡,li¿riti. .rti'á¿iur¿.,o

"n *''da privaday de Ios magirr.u¿*-"i-^.,ii#ooUri.os

ave_

*ffi #.,f;Fj*,?Hffi ii#*;x¿n j:r* di*"i;;#';t?:: v-asesorar' n o p^ráotd*u..._-..

upos de signos: uou.¡il^no-to su voluntad -t¿i*t. aÁ

menre *r"í á.""-ll;l:r^-lT se producían d"lib"ruáá_menreanresde.mpr.nd"r,,_u";"ír¿;tü;;:ri:;i;i:;

?:;;;::)"8::j;: j;-*.'"r";;;;''i"'"{e,iciónpreviat:::y ;!^, ;"í" ;q iq,ffi,i:iÍ: '-;fTmf

.,"?í

;;,7,,9;:4r*:,h:ra:ili",**iJ.#pnvada. ^ :rsos que tenemos sob¡e la ptaili^

rcluntad d.J qidp Cuando dos o tres magistados de di[e-r€nte rango estaban presentes (p.ej., un Jónsul,

"" pr.*

yun edil), ¡ó-lo el m4gistrado.opoár.rrubu autpri)ado asetlcita1 ui,á-lJrd,r4 ;i"ú, ;"i h;ti;;Jffi;";;;dr"dela_observacióndelus.aves.p¿rir,r,.rpr.*_f ó"-;Égos (auspicia, que literalm.nt. qlgrrifi.u ..ábr.*r¿ooi"&s¿yeu), se sentaba,al aire libre y designaba una zona delgelo 9t la.que buscaba un signo. E_n Roma había un sitioegscral(d,,quguracT.lum)94"e1C.api¿l¿.a¿*ádñ;;

Tl: P-pirito,y .gl magistrado, acompañado p*' ""membrl.dgl colegio de quince aug,rr.s, personá¡ei pfUticos.tan drstnguidos como él mismo, pronunciaba ia fór_m_ula,ritual para designa rla zonaaa áiit"

"r.ogi¿u " ini.i

lt.tl?u, gol lgt ojo¡ ve¡dados, rodo aquello áe lo que elmagrstrado mformaba. La práctica era tan respetadá quecuando T. Claudio Centumalo."

"l gq r.ó. .orrrtr.ryó rrnu

:1tu ql. nr,rRedía la visra desde eJ. auguraculu* t".áAigi-

do a demolerla. .huera de Roma el magistrad o rcalaabl dritual completo.sin ayuda cuando

"o ñrbia ningún augur

!,resente. frincrna]mente buscaba con la mjtaía paiiíi",oDservandos:, p.l9 y su canto. Se suponía que el cuervo,Ia ulraca y eI búho daban su señal medianre él canto (osinel, 1l ág.ila y el buitre mediante

"l ,ruáo fut¡te). n

tono, la enronación y la frecuencia determinaban si ia detos osunes era buena o Td?, mientras que la veloci dad,ladirección, el número y Ia alturia"* nilá"r""r¿". Já*saber el significado dálas at¡tis. i, l"i.rp* ación exactaera,muy complicada y no podemos reconstruirl, * l, ,._tualldad. Gran parte dependía evidentemente de la horaclet dia y de la estación d9l año,.nero disputas como la quehubo.enqre Remo, 9.ue üo ,.i, b'ui;., pii-Jro, y no-ulo,:]i:^t:99* poco después (T. Livio, I,Z.t) podian surgiisr ros maglstrados y sus asesofes no estaban totalmenteáe

ifl!i|.,:" qué signo qugrían ver. La cuestión siguienteera estudrar cómo comían las aves (q tripudiis). Cualquie_ra serviría (según Cicerón, Sobre la adiuinación, II,'34),

E

Antgs de cualquier =decis-ión _ de- Estado importantecomo Ia celéb¡ación de una uru*bl.u,üii...la.r.i¿n d.sue*a o Ia aprobació, d. ;;l;;¡"t#*T **** l"

Page 38: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

-pero en Ia nráaiclyos cuidadores aurorizados (puttanl)guardaban con este fin unas gil"rr, .*,_zabannormd-;;;;;:-:51-*:T_sas-radasqueseurü-h'b',ffi esüil?'::5*r::,1*mildlll:puesra rápida. nrri.:.-Tr"f;i;r,s;;;s

se abría ta ia¿-Iay se les arrojabatn¡-11o de p-.-Eü .* mal signo que

:il'fiHr:*:.m1nérselo, o iu. r" J.;aran revototeán-

:q:¡;ü',;f, ü;,3f; HA#.;'f, uX,;;,*ll:;**[t1üü.,",.,:,n:gux*#JEitrií:ilf,:FJarrojó las gallinas *q.rg1, J.rr;'iiii.?ir*¿o se nesaronffin':fftr"'r'"f habíasolicit,d;;;;;determinante

p.a.i;n'J,i"!rf i,ti"if,T,*;TJ,"JffiH::r?::.rrora que sufrieron l. "!i..*;; ü;;ü t"J#;;#;.;de Cicerón, doscientos *ár¡n¿, ,-"IáJ Éi,o +a a.C. Cice_rón e-scribió p."cavidumenü;Gi** o Cecina,

l*tii:ü.:jilrffi s*¡s*"fJ,,9"ffi],T."::#:r':'r'.x,:'fiiTf, fl !:i:.thíT?*$h.#,gi,:}fi i:'J: jffi

p.:?l^"'1,";;ü'*q;¿ll*¿.rpicode

1 :r.a; g" üu:;;iiT:il:: ?ff *i.ru"#f*" h.,it:que.Ios tradicionales,

fe{vocal..";;iT;'iij$l;'¿ffiiT#ff:d:.::H:ffffitr::y r. " ü'

"üg",i.l que cicerón,carras. ¡v. .ü"J.iiiji' lY-t-:d"laba abienamente en sus

i#ffiffil#fr#ffiiffinsectos se guafezcan y coman a ras

Lc romanos y sus dioses 77

i{ suelg. La repentina llegada de los zorzales por el nortees con frecuencia el anuncio de un periodo fri,o. Cuandose adoptó la adivinación en Roma, lo, romr.ro, eran toda_vía campesinos prestos a ap,rovecharse de .rrulq,ri.,

"rrirouflI_que las aves o los animales pudieran propoóionarles.Otro 4étodo pan averiguaila voluniad d" 1", di;.,

era.observar los rayos. pl rayo era, por excélenciá, prerro_gativa deJúpiter y, por lo tanto, la señal con mayor autorioro;.Pi Itgg donde c+íq W f ay9 e¡ a declarado sagrado in_meqratamente, porgue se interpretabá que Júpiter lo ha_bla redamado para sL La zona, JJamada bidental, erac.ercada y se ofrecían en ella sacrificios y oraciones. Cuan_do Anquises se negó a abandonar froír, .rru llama mila_grosa brotó sobre la cabezade su nietó. para saber si estoera un presagio favorable o no, pidió a Júpiter que le en_üara una,señal. Júpiter lo compiació .on .l ,.páti"o .r_truendo de un trueno por la izquierda y el resplandor de

,un relím,n1sg eue iba áesde los tejados de Troya hasta J

bosque de lda. Anquises supo así que.|úpiter no deseabaque se quedara (Virgilio, Eneida, il. e}g_eglL La üsiónoe un relámpago por parte de un magisüado mientras in_terpretaba los auspicios antes de una asamblea pública,$empre era sutlclente para evitar cualqüer reunión esedí,3, ner9, en particular con la luz ,olur,

"iu -ucho más fá_cil tmaginarse que uno había visto el destello de un relám_pago que convencer al pueblo de un inexistente,"uelo depájaros. Los auspicios d9f

¡ay-o esraban, por lo tanto, suje_tos a pecüares abusos. Bíbulo, el cónsul del59 a.C., ,élotenía que anunciar que iba <<a observar el cielo> di*or"de caelo), es dFcir, buscar signos de la voluntad de ios dio-ses, para que los asuntos-públicos se interrumpieran inde_finidamente. Era un hecho aceptado q".,i-r"i"rcaba unrayo se encontraba fácilmente. teintá años más tarde sehabía convertido en algo rutinario prru.ro.agistrado, almterpretar los auspicios cuando ocupaba el cargo, <<ver unrayo>> a su izquierda. Era un símbolo absurdo" je buena

RobeaM. Ogilüe

E

Page 39: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

j:

Roben M. Ogilvie f-c romanos y sus üoses

suerte. EI trueno tamlién se estudiaba. Se conserva de rer_cera mano, un éalel4ario q"9 _.réqq¡" el significado delestalido de Iós riüeri¿x dé É;ililü¿i ;i..'"Árl, ;;.;;]ba el3 de di¿ieÁbr;, ]";;;!; ñft. haría que tagente comiera came; si tonaba e! tl d. ugorto, _¡Glesclavos cometerí4n un crlmen,Los {ioséi n9róú.¿;;r consulrados. podían dar

-q

c.olocej sü voluntaóespontáneam""* "nrri*¿o

,nu ,._ñal. Cual,quier suceso -ilrg;;";;'üu o*.¡, de la in_

1.,:..^t:,1 divina y requería la"más ."id;J; achración. Lahstona romana está repleta de semejanies presagios yprodigios, como eran ¿á..i""á." ii'iá, ¿ior., demos_traban que estaban po.o d"pr.rü,

"'..1r¡ orar, habíalotivo pav una.proiundu prá";;;;;¿".Los úni.o, ,,.r_cesos que merecían ser recordador^* lu, c¡ónicas históri_c¿s eran lás ocasione: en quf 1., d;;.;I;ían manifesra_d^o su descont.tto ylu, ,,,i** ü; iíai^"romado enconsecuencia paru conciliarse con .llos.

rrsr pues, no es accidental_ que las únicas fuentes docu_menhles.para la hisroria d. ÉR;;;;rig"" sean las cró_

:,t:lr 9",1"r pontifices que conservabur rlii.iu, de prodi_glos y de otros acontecimientos religiosos. Lu Hirtoriupara los romanos era el r.luto J;il;;il;ón divina enlos asunros humanos. Li"i;;d;ü#; época se in_formaba de ellos con menos d¿;;;;"tt¿o , que elo"^t*!:* más indiferen* lrr.i, i* A"r"I, o.ro conside_

_raDa esro como un signo de decadencia y ü.";;;;ñproblemas conremDo;áne., ¿.1á q*,;;"r., é1, no es_taba dispuesto u r"r.ó;ói; s":ffiá#'ilenar su H¿i_toria condetalladas ü.tas de ,ig"";;;; ñ"ü?* .rvirdo lo,dioses. La diversidad d.-úr;?;;r";"-;;;J, muy bien através de un relato del ano 16;;.¿.-;""i nr" cuenracómo; en A¡asnia ." üo rrn, unr*¿r, á" "1

¿t.1.;;;vaca habló; en"Minruma, .i .i"i" p'r'r'#'.Ji'urdi"rrdo;en Reare tloüeron oiedras: "r¿-*í;i;;;;;", de Apololloró durant. tr", &u, y res noches; en Roma vieron una

rmiente con cresta en el templo de Fortuna; una palme-

;ffi;;;;Ji¿" "n "it"-plo

á" Fornrna Primigenia v llo-

vió sangre; un nuevo ptoitgio 9te nP fue oficialmente re-

conociáo ocurrió "r,

Fr"g"iu,, áonde tnalanzaardió du-

;;";;. á;-Á, hot"i sin consumirse (Livio' XLI['tlS l¡.T, os signos que recibió elejército de Pompeyo an-

;; d¿i" úa["a de Éarsalia lo debieron desanimar' Luca-

;;;ñ;i.¿. a cielo se opusoa zu marcha:las tro-

;-il;.;l;mbardeadas.ott távot' bolas de fu9go v pe-

ffiil;ü';";¡;;' no,' poáí-.despegar del suelo v

*"ni.i*.",an pesados por los enjambres de,abejas.que se

;bril;;á;'.;tt" dü. qu" los abanderados no los po-

drñil;r: hasta parecía que lloraban ante el panoramá

H,"""1* iaÁi"' ií1oto q"" tt tenía que haber sacrifi-

5J" á-"-uá .i dtut de una óoz y escapó corriendo y no se

o,r¿o .n.ot rrar ningun sustituto a tiehpo' No sorprende

il;i.;;láuÁt r"áuhran de miedo (Farsalia' vII' 151-

iá71. r".i"t. iá.i o, uno de los escritores romanos más es-

ói.* ."."ra cómo el día de lagranbatalla deBédriaco'

á'J eq ¿.C., un extraño páiarc sá posó en un bosque cer-

; á" i"st;'Ltpido v n; t9 le pudo.:spantar hasta que

il;;iap;;J;;d"..t"do, 'é suicidó entonces se des-

r'Á..iá. ¡¡u¿.' <iEs indigno para un-historiador inventar

orodieios v deleitar a los lectores con fantasÍas' pero no me

X;;:l;;d"¡;;" i" u"'^.id^d de esaaparición>' de la

misma manera que estaba convencido del prodigio d:.*?il¡;il;rt"" ¿. ÁJ ugu"to que habi3. oscurecido el

á.ñ;;ut Vi aio contámplabá labatalla en Mevania

alzunos meses más wde (Hísloria'r, II,50; trI' 56)' -

;L;ó;;; d" lo, ,o-",,os observaban y estudiaban ta-

les sígnos, y, aunque no siempre es fácil saber dónde em-

oiezllasimple supersticción (p' ej', un gato negro que cru-

;;;;.rttó y donde acaba\iadiinación' debemos reco-

;;J;;úJ.á-Áot creían sinceramente que los d?t:'daban

'" .oto... su voluntad mediante signos' Irocos tue-

i""i- i".""sibles como el viejo Marcelo, un augur' quien

k

Page 40: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

RobertM. Ogilüe

,'rUffirffilTy11waia\en litera con las cortinas ba-;"r$;;ñ;"rtlir*m::nxn:u'.*:iun roble moribunio *"uá'Jiág ;,á

^la isla de Caori.

Yl^:t: de presagio a,a"" ri;;ffi'j, otorgaban oani_curarrmportanciaeta,Ia'rr.rpr*.i.i.d;;l;;;"i.il,;casuales. Cuando esmban J;tilffi;i trasladar o no lacapitalidad de R"ma desp;ffiil::Jtru..i¿.,

de la ciu_dad por los galos (r. 386;:¿:);;d;:de sotdados ie deruvo ." á;.;;;;ili:#X ::Tli11* ::l.r:-os aquí>, s. ;;ú;"d; ras palabras ha_oran srdo inspiradas p:r,, dt"rnr.d;¡ ffiin.rb^ que losromanos no debían moverse d. d;;: E;;;Ht..1".;posrerior el cónsul L, pa.ulo fueá*.*iáTo;r, dirigirla eue_ffa conrra el rev macedonio pJ;:". i;¿" ll.g; Í ,;casa por Ia wdá para comunicur l, noriJ" a su famüa, seenconrró a su hiia oequeña lloranj",'pü* su perrito lla_mado persa hrbi, mu.rto. p-;ñ;ilti"nu"r,idu

al pre_sagio. La creencia todavíaera fuene rl fr"d de la Repúbü_ca. pompeyo, en tuluiJu áJ,p;#d;ir"Lurullude

Farsa_Ira, sintó que su última opqr*rá ,. lr"li, desvenecido

;::iiffi 5 j*'.:': "i n'"ur'''; ;; **"' te amigabre

É.r.-. '- qv¡r4(r(r desde el ba¡co se ]lamaba..FilTil,

_^ja sorprendente v¿riedad de signosy presagios necesi_tabauna inrerpreración auorizadí.er lloJ.uro, en que unmagistrado deiibera dam." r.l.fi.iiri, i", ri** a del cie_Io sobre un aspeco 4¡r"f-1g., "i ig¿;, era relativa_

T.:?::,r"".¡I.lo: pedía a los dioses ,"-;,cualquier signo que "" J;É;il;;Uffi Hr":?rlcosa. En caso de áuda requería-.l rr"rol'"ili.nto d" un au_

,*."gT*Un::::*::ru#lldu#if;:1,,::#,Ios auspicios. Además d. ñ obr" .oil;;" de CicerónSobre la adiuinación,,ub".o, áJ .r.^ ¿"i.rrUer auguralescfltas por sus contemporán"o. Á. CJ.Toa, M. Masala

Lc romanos y sus dioses

{cónsul en el53 a.C.), Ap. Claudio (su predecesor como

óU..*¿". de Cücia) y, sobre todo, por el gran eru{ito

ÑEao Fígulo, quien éscribió sobre los augurios priva-

d*'. A""qi. se zuponía que los métodos.de los augures

.',o.;;.i;t, dichás [broi "pott"brn

una buena cantidad

de interpretaciones tadicionales que hacían del augurio

Sin embargo, los signos fortütos Qbktr'ua) eran menos

problemáticó potq,ré, en vez de dar simplemente res-

;;;;t ,fir-u,irru, o negativas a las cuestiones, los dioses

Lx utilizaban como un lenguaje para comunicar mensa¡es

p*lriuot por propia iniciativa, iomo licieron al llevar a

t rr"tirroi -"di*t" prodigios celestiales a levantar un tú-

-J" " prtl"rrro y of*."r r]n sacificio junto a él (Virgilio'

-eli¿", w,178 i81). No siempre en fácl' interpretar lo

q". q*tiÁ decir los dioses. Si a ulmagis¡¡4do se'fe p!;ili"",rt ,igto sin que 1o hubGra solicitaáo, dependía de él

p¡*"t1"á""ción o no; si se le aparccía a un augur y lo'á,rn.iabu (nuntiatio), iendría qr.tl ter respetado; si se le

"ñ;A ; ; ciudadáno privadó, informala a los pontifi,á{, q,ri.t , seian entonces- responsables de aceptado o

á¿'iñ"t"tt.. Ciertos tipos de tigttot, de los que con fre-

cuencia se informaba, como vacas parlantes o tormentas

á" t*g.., adquirieron un significado convencional y-no

era nelesariu Ltu gran reflexión para entenderlos' Los

i;roft* t observabi, los ejemplos anteriores y adoptaban

l"Jq"i"t acción terapéutióa que hubi:ra sido recomenda-

da. Si tenían dudas slbre el significado exacto de un pro-

digio, podían solicitar un fallo de los augures, pero, si no

niUiu á."ttido previamente' no tenían ninguna referencia

f"tu ttur"tto. io, ung,rr"s, por ejemplo, poüan dicta-

irrirru. q,r" los dioses .staban enfadados por -also, l9r9'.¡i

"" tt"Ut" precedentes, ¿cómo iban los pontifices a decidir

los pasos iue había q.té dut para a-placarlos?- i"*¿" t". medidL v los iemedios habituales fallaban'

aconseiaban al Senado q,le cottsultara los Libros Sibilinos,

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Robert M. Ogilüe

una colección de oráculos comprados a una profetisa (la_lttl., por el último rey de R#;, q* l" grurdubun baiotrerra en un cofre de piedra * J'r.ñil üoo#.;T_capitoüo, pero en.t ózlCü;;:x.il; en un incendioque desúuyó t *Tol: , tu;,#;;;i;;;d;;;.#;nueva colección recogida en varios lugu.r", de Italia, Gre_cia y orienre. Los nu".uo, ft;il;;r?Áres en oráculosen vefso escdtos e:

f ";ü;;;il";,:iuf '.,:il; jJ,.r":*.ff ::,11:T:::fres de oro en.l t"mploá.ñ;ú;".jEdrri'o, estaban

i.:i|*-? 1. un colegiod. quiné. hornbll, fqrindrr,rriri),ros unlcos que tenían deiecho , .onrJirrlor. ¿;;"É;

lls.rr"? y

lor pon t tfices,.t", qri, drn ;;;i";"eran sacerdo_tes protesionales si no hom_Lres pJüf.á,'ir¿J;;, ;; ;;era sacerdore, fue uno d" "il;ty-;;;; jistinción

socialser elegido oaru el c,ole.gio, E; ,il;;fri' up.obudu po,el Senado, Ios auindeci;nri;;'r;i,;;;i; or" los LibrosSibilinos q u"rí- deci .No_c9il;#i;roceso exaco.

**:.nyé las hojas ¿. ro, r-iÉ'rJrl,il;l.j, suertas y quetos qutndecimuiri sacarun una al azar yül;ran. Sin em_bargo, ta autoridad d. r;, L;;;r'3iliil:l..ra ran grandeque sus recomendaciones casisiempr.,.,.g.ri*. Históri_camenre fueron lo, ,.rporrrubl;;'ilh ¡riiroducci¿n dem uchos cultos n uevor, .rp".irJniinü gi ü;r, un a política,fi"j. nt tisora en muchos .uror, yu-qrZla novedad deros mrsmos a menudo,di stya.ía yruríri*álo, senrimienrosde remor en tiemoos d..rir,* É;;;;oü:;" et 400 a.C.,un inüerno duro sin precedenres, ár;il; er cuar ras ca_'ereras

se bloquearor y.Jriu.r?dü;;p*o a un ve_rano extremadamente caluroso. gra-á.rr¡¿ en uno de

l:: l.:*' momenros d. t;;;".;;;+"r"s y uevó aros romanos a ra desesper^rlón. r., iit-, sibilinos fue_ron consulrados v re.orn."du;;" ;;."ñ.ir.".ru relacióncon los dioses 0á oax ¿"orud-iálá;: ,m resraurar in_troduciendo un riru,l .ol;iá,,á".ñT,I;., ra exposi_ción de estatuas de los dioses recostados en sus lechos du_

umre los banquetes (lectísternia)' El espectáculo ganntr-

r"bu.l -*,*i-i"ttto de las mentes de los romanos apar-

ffid*E;;;;;ú"-r.. El prestigio de los libros Sibili-

ffi;;ñ;J"io tutgo de ódo efperíodo clásico' E¡r e1

ff"?.=Gi;iuion """-nüa de un ejército que estaba

¿" utilizado en Egipto y así evitarott q.*" Pompeyo

*igrri.tu la autorida'd -ilitut que pretendía' Posterior-

mente proporclonaron la operación aritmética convenien-

* p-" q"á ¡ugusto llevari acabo losJuegos Seculares en

e it ".Ó.

(.orinemoración del centenarió, saeculurn' del

*.irni"ttro de Roma)' Estaban indudablemente sujetos a

f.átpuaá;;; ; la manipulación política, pero este he-

A";;;;t* ofensivo pára los romanos como lo sería

sara nosotros, puesto q,rl h religión, como hemos visto'

;"b;;;t áá.io"ria .on hlntegridad personal que

Á" a bienestar público. Si las medidas propuestas y

"J"pirJ^ ¿rU^'resultado, quedaba demostrada en sí

misma su eficacia religiosa'l" *ir*u distinció"n entre signos solicitados y no solici

tados se extendía a los asuntos privados' Cicerón cuenta

n*;;o*. en la vida privada-se daba ningún paso im-

poftante-sm avq{guair l-r¡r-ngto la volgntad del cielo' En'¿apá;¿"Á;gúL t"i"daba que lamayotia de los ciu-

dadános tuvieran esta precaución, aunque él mismo fuera

muv meticuloso. Antes de cualquier viaje largo' por elem-

"i"l.Ut.*"Ua si había caído una espesa capa de rocío o

"".t'tif,r¡i" caído, significaba que los dioses favorecerían

;;;;,.;ü.;;;;d;'7*,rr' r"gi"ro rápidov seguro' En el

-ut¡-óttio (que siempre ha sjdo una institución conser-

t^J-rl t"-bi¿tt se inierpretaban habitualmente los aus-

"laát á¡t"*ando el uu"L d. los pájaros, como da a en-

i"td., Catulo cuando dice que Julia se va a casar con

Manlio Torcuato <con la bendición de las aves>' (61' 19-20'-ri* io"o úlite). Es probable que el oro gran,aconteci

fllrom rcnmm y sus dioses

1

jI

I

"ú;.;; ;; u ¡aufrÁiü"t, la mávoúa de.edad.dt * ll9 ,,

que se simbolízaba al vestirse con ropa de adulto Pff.pp--: -I iJ'¡'L;i tri

! i :i:

?"\9.

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-Roben M. Ogiivie l.nx rmanos y sus dioses 85

- 4, estaban capacitados para decidir si eran sadsfacto-

dos o no, porque como el hígado era un órgano tan vi-url y además era considerado según la teoria estoica unmicrocosmos del funcionamiento del universo' se creía

$¡e un examen detallado podría reconocer en él un mo-úelo mucho más complicado de lo que los dioses de-

reaban.Esta ciencia era la cultivada por los etruscos, y los au-

tÉnticos expertos, llamados baruspices, procedían de Etru-da Los hanispices nunca constituyeron un sacerdocio ofi-ci¿l en Romay carecían de la autoridad y el prestigio de

lm augures o de los pontifices;además, originariamente,núngl1n ciudadano romano podía ser wr baruspex,-aunque

esro,va no ocurría en tiempos de Cicerón. No obstante,

o¡ando surgía algrrna dudain la interpretación del estado

de un hígaJo duiante un sacrificio público o privado, los

banispicás reconocidos (que bajo el Imperio formabanrna sociedad de sesenta miembros) estaban dispuestos a

dar su opinión (por una gradficación). Además existía unamplio ón"rpo áe harúspices no oficiales que habían ad-

quirido algunos conocimientos sobre el tema. Lamayoríade los emperadores nunca se movía sin un baruspex en su

mmitiva,áunque eso no siempre los salvaba. El baruspe-x

del emperadoi Vit.lio, un hombre llamado Umbricio, le

advirtió que las entrañas revelaban una peligrosa trama en

palacio: Vitelio fue asesinado ese mismo día. Los detalles

ie la ciencia no se pueden reconstruir en la actualidad,pero se conserva ,ttbton.. de un hígado, encontrado en

Piurrn ^,

que se debió utilizar como modelo para el

aprenüzajio paralaprácúca; se dividía en dos mitades, ycada una de ellas contenía en el borde ocho zonas marca-

das en el reverso con <<del Sob> y <de la Luna> respectiva-mente, que significaban probablemente día y noche('$üeinstock, lournal of Roman Studies, % 11946l, pás.121,). Estas dieciséis zonas se corresponden con las dieci-séis diüsiones que los etruscos hacian del cielo, e indi-

metavez (la toga uirilis),.también fuera salvaguardado deesra manera. El cabeza.de familia sería en ,rñ;;;;;;ponsable de obsewar a pr"rugio iáiiñ.rp..rarlo. peroannque no sabemos T.u{o uí"rr^ ¿,r-;jt"i";;tó" f""mal por parte de indiüd;"t ;;;;;;.r, Horacio nostransmite la firme impresión ¿" qr. türJ, d.bf, ¡. .;;;;muy extendi da (Odis, III, 27 ):.iC.,iJ., I lo,s h"piJl'liaugurio de un ave siniestra go. ,"pir.,u .*,o, y una pe_ma preñada o una loba pr.dá qu.frf ..r¡""áo d;;áJ;campo de Lanuüo,

también la serpiente I^Y'u^?:':^ recién parida; desvíese

i;;il;:#ffi'.:ffffi1.':Tfi,'fr ,*,1i,til'iil;jacos: yo,. augur preüsor nrr" ,qreiflr'üri"n sienta in_quietud, haré suisir .on -i,,úpii*r:J;Jervo proféticodesde el orienre áel sol, ,";* il;;l#adivina de laslluüas inminenres *;i;; ;;;; l;; ; iur' tu*.,r,r, "r,rr,

_

cadas.>>

. Sin embarqg, l9s pájaros no denen la misma impor_

lÍi.ll.:']lvida. dia ria -de

un hombre i. .i"á"á ñ ;;,1:. yr campesino y parte del declive "n

l, int"rpreü:1lr d" auspicios a p.attir de la observali¿" ¿.lrilrrJ,en tos asunros privados se debió d *.áio "rb";;;ique vivían.gran pate delos romanár-.n üepo., de Au_

fi"rjl;lll, -yayoúa de los casos fr.r* *rtitri¿o, p*orros dos medios bára escruar Ia voluntad ¿" lo, J¡i.*La principat ratificación.d;;;;;il, Il método usa_do para pirsuadim t..-¿i*", J.,ilil;fieran la ple_garia, era el sacrificio y

-en ésre ló ma, i-ripofiante eraque la ofrenda fuem pérfecrü-sui..pribü -d. ;;;.;;:tada. Una prueba de .llo ;;ñ ;;;rff#rnrerna y ex_te¡na, pero mientras muchas p.rroru, ,"" f".""Ji".

¡es de los rasgos exremos d.';;;;r:"ü _ryoríu ,,oson expetos cuando llega el momento ¿" ¿".íai, ,i'L]hígado esrá en Derfectas ó.nái.i."..-;;":"D. esra espe_ciakzada

^^t iiu nació una |i"".i". i., ,i.rdot.s d.ltemplo, al inspeccion"r l", orgá";Jñ."* de una víc_

ts

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86 Robert M. Ogilvie

cabm la coffelación enüe la vida cósmica y la terreste.Dentro de estas <<zonas marginales hay segmentos inter-nos, dieciséis en la cara del día y ocho enll cande la no-che>, Cada una de las cuarenta divisiones lleva el nombrede una divinidad que presumiblemente la controla. Sepuede suponer que alguna anormalidad encontrada en unhígado auténtico seíá contrastada con el modelo e inter-pretada como que el dios implicado estaba, en consecuen-cia, imponiendo su voluntad.

Aunque los barúspices estaban fundamentalmente en-cargadosde la inspección de los hígados (su nombre qui-zás signifique <<observadores de iniestinos> como lo tra-dujo H. J. Rose), también se solicitaba su opinión sobreotras manifestaciones divinas, como los teremotos. porejemplo, en el56 a.C., se les inütó a explicar ciertos rui-dos misteriosos e informaron que los dibses estaban des-contentos por la profanación de determinados ritos. Deesta referencia se valió Clodio para reconstruir la casa de

!i99rón, a su vueha del exilio, en un lugar que había sidodeliberadamente consagrado. Cualesquiera que fueran losmotivos políticos de su dictamen, Cicérón se vio obligadoa lratar ese veredicto con la suficiente seriedad como paradedicar un largo y vin¡lento discurso (Sobre la respuesia delos haúspices) a la refutación de Clodio.

.Los harúspices jug_aron un importante papel en la vidar-dS_iosq romana, incluso antes de que el emperador Clau-dio los-frecue\ta:ay diera los puror r"."rurils para asegu-rarse de que habría una capáción regular para sus fiasentre las familias etruscas. Muchos peÁonaiés destacadosde todos los periodos los consultaron. El trib.rt o C. Gra-co parece que tuvo wt haruspex pemanente a su servicio(lalerio Máximo, IX,12.6) ycasidoscienros años más tar-de el famoso abogado y..rrádor M. Aquilio Régulo soJicitó con frecuencia el asesoramiento de ellos. plinio elJovenrelata cómo Régulo consiguió una importante herencia alasegurade a una mujer enferma que la conjunción de las

cffiellas el día de su nacimiento demostraba que.no iba a

ffidt.J""r, y1.1" confirmó haciendo que un baruspex'

;;;;;;tultrb^ a menudo, informara que las entrañas

d.-;'t;;;iá' q"" había ofrecido especialmente en

r--b*;; dt.h, -"¡ü "p""t'bq a la misma conclu-

;ó". i; -"1""i" .t vJ,'*i¿iticó eltestamento en favor

de Résuto v murió potl d"tpttés' También abundan en

;-;ffi¿i;;;ji,' anéáotas ^cetc^

de hombres v

ffi#;;,"d;;;d" h moda, se acercaban a ellos en

busca de caros consejos'*?;i";ñió";;ú;; '"

valor estaba t oáavía p':qdÍrrl€nte divid]da' Cicerón' desde luego' no creía en nada de

*d.lste ;t,-,o y .itubu un comen-tario de Catón el Viejo

;. ;;;trúÉa de cómo w haruspex podía mirar a

il;;*fut", vtol*.Ia, que escribió sobre cuesdones

;.;T;t ;pr-irr.ipio, del Imperio, ^t^c^

<<^los baruspices

;?ú adiüttot que despojan al- ignorante con superstl-

il"* ñ,il*,' iá¿""iá'-at celeÉrada fue la réplica de

A"iü;;do el rey Prusias no le permitió entablar una';";rrl"

;-q,," lu. éti'"ñ"' eran d^esfavorables: <<¿Tiene

;;"d;?t fá.rr rrrru taiaáa detemera queen un viejo ge-

neral?>>, Pero tales ridiculizaciones racionales no se lmpu-

;t;;. L; g"tte siguió consultando alosbarúspices-tT g:-

nerchzaáam"rrr. qrr. "l

t-perador Tiberio se üo obligado

;;:srr;;;;l;;'=.t"* v a insistir en que todas las con-

sultas debían -*,.rr".." án público y anie testigos, con.el

á" á" t"á"cit tu, potiUitiaudls de fraude' Y siguiero.n dis--fr;;; d.-*.pi¿á i",aectual' Lapráctícade la adivina-

;;;;ilJ-.'luobt.*'-'ión^d191t'igedPtuepaciente-;;;.def*dida poi el filósofo Epicteio'.Qontinuó sien-

á. """ ¿" las prlrrcipales formas de augurio privado'

La oúaforma .oá,,t' dt adivinacióf s ébasaba en la in-

*¡"¡li^.i¿" á" tot r,',"Ro', qu,e siempre,h-tf:*,ftratrdinarios y en muchas civilizacion"l lt" stdo consrde-

;"d.t;;; Á"dio J" lá*""itución del más Ñá g d" kdivinidad. Tumbi¿n t1"""" el c"rioso don de predecír el

fumrmanosysus dioses

\_-l

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futuro. Aunque la teoría filosófica que respalda a J. \HDunne.9n Expeirnent with,Tirnep.rür ro r", a."pi"bleacumuló una fascinante coleccióri de sueños precogniti_vos comprobados (es decir, sueños que rememoran suce_sos que ocurren más tarde), lo que sugiere que la antiguacreencia en el valor de los sueñós tiené t-, tur" real Jm_pírica. Incluso Plinio 4 Y.i", quien no se dejaba impresionar por la mayoría de los métodos utilizad* pr.u á"ti_cipar el futuro, estaba convencido de que los sueños po_dían tener significado. Él mismo invesiisó el caso de.unsoldado que, al sufrir los efecros infeccioíos d.l -ordl..ode unperro, se había curado mediante la aplicación de unremedio revelado en un sueño por su madre q.r.

"rt"br.nHispania. Los contemporáneoi de plinio necesitaban me_nos persuasión para aceptar la veracidad de la afirmación

9:.I1oT"fg. de que los sueños eran enviados por Zeus(Ilíada,I, 63). Augusto se había salvado en Filipos graciasa un oportuno sueño que le advirtió que no permanecieraentermo en su tienda, Se comprobó que el sueño estababienÁmdado, ya.que el campÁento fu" rorpr*drd;;;;tienda hecha pedazos. A partir de enronces y en adeláte,si no antes, prestó la más cuidadosa atención a los srreñosincluso cuando lo llevaron a situaciones tan ridículascomo la de- tomar su puesro de mendigo .n lu, .uil." á.Roma un dia al año y extender la mano a los paseantesparapedirlimosna.LossueñostambiéndesacantantoenLiüo como en Virgilio. Es difícil saber con ."*.r, Áá*qué punto el propio Virgilio creía en ellos, puesto que for_maban parte de la maquinaria épicaheredada de i{ome_ro, pero Liüo, sin duda, los aceptaba tan confiadamentecomo Augusto. Hace referencia, por ejemplo, aT.Latjnii,-er4en tuvo un sueño en el.queJúpitei deiia q,_,. d"r"pro-baba alabaúanna del preüddq"" ubrí, io, br*¿.rj"á_gos y djo a Latinio q.r" infor-rtu d. r,, disg.rJto a los ma_g$trados. Latinio era un simple plebeyo y, árrrrq.re era uncreyente piadoso, tenía miedó de aceréarse, trn ulto. dij_

W,mm rmanos Y sus dioses

mm¡rios como los cónsules' No hizo nada al respecto has-

ffi.;;;.t. ¿" desastres personales y de sueños repe-

ffi# üiñ;;;-;;;;;"^de enfrentarse al senado v

-*;." ; historia' El Senado inmediatamente tomó

ffiffJ";;;;-;;e."á q"" se repitieran los juegos' La

hisoria en anltgtapero la versión áe Livio asume la cre-

&ilidad de los sueñoi "" ftuy nada de escepticismo ni de

.moloeía en ello."%í;;;Juid.r,.iu, directas de hasta qué. punto la

il;lfi;i;Áe los ciudadanos estaba gobemada por los

*** o"-, ul *urg"o á" las anécdotas' como la qrre hay

;#il;;'á" pu"1" sobre el historiadorSuetonio' que

l"r*tO rpf"ru. ,rr, .uto ti"it en el que él.y Plinio estaban

involucrados u .u.rr*-á" * mal sueño' hay dos indicios

;;;;;;; á,r.lu ¿"pÑ.n'i^ de los sueños era real-

;;;i;;;;;ir' Én p'i-"' lugar' I'ucrecio dedica gran

ffi; d. ;,i ;rilñ.a dar .rna- e'plicación científica de

i;ilñ.. como pefculas materiales o imágenes q": p::Jrr."r, la misma sensación que la vista' Su argumento ue-

ne la intención de disipar el misterio de los suenos que' oe

;;;'a;r, tentaíaaios hombres a pensar en ellos como

i*titá.i¿" üvina. La insistencia ton q" vuelve al asunto

il"#i;^fu;d" iu, tt'ptttticcionei.acerca de los sue-

;;;;;; á "rtrb,

atacandb' En segundo lugar' los intér-""i.rJ.-á"-t""n"t uli"t"" eüdentemente'n floreciente

i";;; ú;ela*República v principios del Imperio'

Incluso había manuilA;'"topiluburr. sueños sign-ific3-

tivos y ,.r, int"rpr"t".ion"t' Se ionserva un ejemplo de

;;s¿";; Érário-J. "" p.eriodo posterior: es de Arte-

;#; d. Éf..o, q,ri"" "l"io

en Róma c' 150 d'C' Una

,ili.u.i á.t sufi;iei;;ara ver el carácter de la totalidad:

si uno sueña .on rrtu .á'u que ard-e y se quema con llamas

;;; p;- no se derrumblsigmf.ic,a.riqueza si uno es po-

tt.. p"¿* si uno es rico' Peó si el fuego d":pt:nltii:.ho hil-o, destruye la casa y la reduce a cenizas' es malo

;;;;;;á;' ñ;d1¿' á;.ioá¿o' con la misma v significa

Roben M. Ogihie

Page 45: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

RobenM. Ogihh'

Capítulo 5

El año religiosola ruina del propietario. Si solamente tina parte de la casase destruye, dependerá de qué parte sea ü rf..tudu, ,i oel dormitorio,significa. desastre para la esposa (o, si no hay_esposa, para el señor de Ia casa); si es el bu¡o d.los horn_bres, significa desaste para todos los hombres de la fami-lia; si es el baño de las mujeres, patatodas las mujeres; sies la despensa

_o la habitactón dei guardi,án , puru.í..i"do

o paru el guardián.Pero aunque los individuos estuvieran influidos en su

comportamiento -por los sueños, pues suponían que eran

comunicaciones de los dioses, éstos nuncá tuvieron un lu_gar oficial en la religión, excepto cuando durante un cor-to periodo se tomó la precaución de que cualquiera quefuviera un sueño concerniente al Estaáo debería p.o.iu-marlo públicamenre. Está claro por qué en así. Lts sue-ños son.en sí mismos privados y difíciles de verificar, y note,pggd.l producir originalménre por mandaro, peío breligión tiene que satisfaier conrinuás necesidades i "*¿guar en cualquier momento cuál es la voluntad de Íos dio-s,eq. No conviene esperar a que un sueño le diga a uno sidebe partir en una expedición o no si, como le ocuría Au_gu.sto (s"*6tt cuenta Suetonio), sólo se tienen sueños enpflmavera.

it'!

I

II

La natrirraleza es constant e' Día a dia' año tras año la

"tí;i-""-ilr"-iil"t g"ttitt"t', el grano madura' la co-

#h;.il;J;;Lññ;o da pasó al verano' el sol a la

lluvia. Los romanos .t"iÁ qt'", "i'

todo este proceso' los

dior., eran parte activa. Por 1o tanto' aunque en repentl-

;r ll,Ñ áÁ"rg"t.i; tanto el Estado cómo los indiü-

á"tt or"i.tlares"se volvían hacia los dioses con plegarias

u r".iii.iot especiales, también era necesario tener un

;ñ;;;;.;;;;i;;;"'u u"g"u"e de.que todos los

"d#;il;-J"bidu-"n," tottéüudos cada año' Para te-

;;;;i¿"a de ese año religioso será útilveE en Pri-9riü* f.t cultos que p,uttituta el pueblo como colectiü-

#fi;; J;;i;; i-u .onti""ución'examinar los hábi-

tos particulares de los indiüduos o de los-grupos'*6"i;;;;; J;. cristiano alsurys fiestas son movi-

Uf"r"i¿"t=,tá de unos límites), cgmo l.a Pascua' mientras

A; ;;;;"-oNr"idud, sán fijas, lggloqlos-defde

9l

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RobertM. Ogihk illlmn rtmanos Y sus dioses

ü.gqpgj_lqt¡y!eqargs_h4_b_!4g-!do--e,labqrandouncalenda-rio .que m arca b a las fech as _{9 _to-das lás celeb racionelEiasde los diféréfiée_ds;Sqs (i;i;;ü/,""á) u ^i

i"A.-"iri í*p grio{es &nito dJoi q". 1". ., car^s ;J[b;r-;i.;;;;;bles

-(feriae conceptiuae) podrían siruarse cada año. A pe_sar-de que este calendarió eétableciá saúsfactoriarfé"t"irtfechas absolutas de todas las celebraciorr.r, udol.ciJ J*rante siglos de r¡n fallo al ajustar un año ltmar de 31,4 dí^a un año solar de 365 1./4 dtas, con el resultado de que ma_temáticos incompetentes o manipulaciones políticÁ a me_nudo hicieron que celebraciones inve*ul"r't*i..* i.rg*en medio delverano. En- el 190aC-u¡ eclipse, qrr. r"?menre ocurrió (según_nuestro calendario) ú-4.dé -marzo,s.e olservó eU 1- de,Julio. Sin embargo, en el +e á.C., jJ"Césag aconsejado por los experros, f,romulgó,-rr, .rÉ.rdr_ri--o corregr-dggue es sust?ncialnpnrá el misáo qrr..rtilirr_rriG acualm'írita, ¡01í-rneñá áeirEí¡i^y t r*tá|," dí;y_un año bisiesto cada cuaro años. El nuevo .d.ádario J.César se dio a conocer púbücamente mediante ,"."otri_ción.en lugares públicos por todo el lrp.ffi'y?"il-*qr_vaq ig;critos_glp-i9üg ff4glf,slrtos de únas clarenta ct_PlAs. {.tas_nos qeg!1tsgEggrllt$$ qongran ex4g¡lgtid elaño..r_e*l|si-"_s,_oJle.fffioJrrallos.Ademá;;d,iáióesüFi¿;comentario en verso sobré el calendario, Fasti, del quesólo se conservan los seis primeros übros, l.; q;;;;desde enero hasta junio

. Un simple tistazo alaimagende uno de estos calenda_nos muestra cómo se marcaban las fechas de las celebra_ciones importantes, igud que en un calendario -"d;;;se señala el día {e To{o, los Santos y las principul". iotividades de la lglesia..pero hay orro. dorirpü; il;;;

¿" r¡'i)deben mencionár. { lg lqreq áJ;;."¿di;#;;tr' ,t".u. {o gol una lerra a s,uIádó. Esái l.trus noE--dicen q.ré;oo

mdrcaba un día _qn

el que- ciertos asuntos públicos no sepocliáñ*191!z*4r.te_ryI91!A"d"ilrdí;r-;;;;ñ;

t*. pl;:";:g¡a* .=i".t. g";üal' Los óoiegiosv los

#¡.;i.t;;;;.r"" abiertos' se podía reunir el Sena-

á, t...f"6tr¡"t ias rrirtu. penales' y como aclara Cicerón

al comienzo de su üscurso En Jauor d1 r,'eltg' una amena-

- t üi.t "

tt orden o una alteiación del orden núblicg 9e

*Al tiLt'^t en esos días' En tiempos de Augusto hab-Ía

ffi; ffi;" d];;¿.t.,ipo al añ;, casi un tercio del año

;;;É;. Los días *ur.uio' con una F (asti) eran dias

iidiffi; ;;;;;;; ;i*,'^' c Gonitiatis) sienificaba

q"" ñ;tr*bt.u. (v átras sesiones legales) se poüan man-

tenerconvenientemente' :---lur"nurd^caraaerísriFadcueab!"--d-elcalendarioes

r"rlhrlTq"qrsiub-ü*dia-'ffi ¡PumX;raun¿r-á'tl*l¡ti"1=;;ñ*-ü-i""ián una semana de ocho días

(.'arc;ú ; ahunos calendarios de la A a la H) con un

#;;;;.;a;1lu i¿¡n*lcada ocho días, pero para fines

t"lú;;.t había tres momentos clave al mes: las calendas o

"tlit.t ¿l^ i"t mes (así llamado porque' en los primeros

iffi;ü;;i;;;;.?t," el -odáo de calendario' el

;;';;i;;;;;ñ,ü "ipíi-"' día del mes en cuanto ob-

i;;;;;ú-til".* crecieirte de la luna nueva);las nonas'

""" rriirÉ"" .rrit.

"l quinto y el séptimo día del mes y€n

l;'*;;il;"dr;; d píi-"r "'u'to

de la luna' v los

1 En latín el verb o calo signtÍica rrconvocar,>, <proclaman>, y es propro

d. ñ;;;;.fi.i¿ .aU.tiv ¡" r1üca'La ruíz.dé dicho,verbo áalugar a

ffi.;;?;;;;b;, ;;'. elL, .ul'ndu' o Kate n d a e' N del r)

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9594 RobenM. Ogihto

Tdus, el decimotercer o decimoquinto día,que comespon-üa a la luna llena. Lar calendás estaban consaqtadas aJ*ggj l" mayoría de.{q d"l mes; lgs Idq, .qté?"_.rAras*dar_a , tp. .i.la.fiesta deJú .;;.*lebraba en los Idus áe septiembre), mientrai,qge en lasnoq4.s-qnodelossacerdot_es:n-á-s-importantei@ñüñrutn' I iffl ;¿,o;tum'6r¿b; ; a""nÉi;rf las fechas de cual-quig¡1-{9 !a¡ célebiáii-oriés nióütlqlque hubiera.a lo La¡-

g-o"deláño*Estos calendarios oficiales daban a los romanos la guía

indispensable_del culto regular a sus dioses. pero la -áyo-ría de las familias también renían pequeños calendarios ensus propias casas en los que señalaban las fechas y las fies-tas importantes. El emprendedor timalción tenia dos al-manaques c-olgados en las dos caras de la puerta que leservían de diario para recordarle cuándo

"rá .otru"rri"rrt.

salir a cenar y, también, para distinguir los días favorablesde los desfavorables (Petronio, Satlricón,j0). También te-nemos noticias de varios romanos que marcaban un díaafonunado en sus calendario, .or ,rn" señal o una piedrablanca y_ponían una marca negra en el que era desiortu-nado (Plinio, Historia natural, YII, 40). Catulo (I07.6) yHoracio (Odas,I,36.1.0) también conmemoraban s.rs díasgfortunados de esta forma.'- Por lo tanto, es lógico pensar que la mayoía de los ciu-dadanos estaban enrerados de laJfechas dé hs celebracio-nes anuales dirigidas a asegurar la buena voluntad de losdiferentes dioses, de cuyó constante favor dependían.Pero esto no significa que el romano de a pie,éd."rrteasistiera a cualquier ceremonia religiosa

"r iro, días. poruna parte, el carácter marcadamerlte conservador del ca-lendario religioso hacía que muchas de las principul., ..-lebraciones estuüeran ráacionadas .otr prl-ltiüs deida-des agícolas que ya no tenían ninguna^relevancia obviapara las necesidades espirituales de una bulliciosa ciudad

mmercial. Además, la eficaciade una cefemonia religiosa

tt&" .i*pl.-"nt. á" qu" tl ritual se llevara a cabo

&.rrdurn"nie] lno requería que los templos estuvreran

;;;;J;t t"t. Et propósito de un servício religiosoen

ñ.ut.drul no ,";rrrp ior el número de,asistentes' Así

;*;;il d" Íu, "ceLbraciottgs que debíeron tener

"-"i'#"tnü¿;;i^ Roma de los reyes pasaban casi

#itJiil;;; i;t romanos contemporáneos de Augus-

il S;;;;t'ó, hrui" ¿gunas que to á*í' aff aían la aten-

.iór, g.t "tul

lies conveniente ir repasando mes a mes para

;;t"t;tt".iid"t u.o"i.ti-i*toi en la üda religiosa de la

;;á;á:d;frr, fi..ta, J. gran importancia para la historia

de la religión romana, o que deben el tntetét q":-o:l:1isu antisfedad, han sido omitidas y sóIo las que tenran ar-

li#f"ñ;¿.'l, "'á"¿a p""Élo han sido incluidas'

"- Orilinariamente el año comenzaba e¡ marzo' como se

¿.r-o."?d. del carácter á" lu' fiestas al principio de ese

;;;t;";;gnt -o-"ttto temprano elAño Nuevo se

retrasó, por razones administrativás' al 1 de enero y ésa es

i;"fJ;fi".o.*"*oiJo Cé"' t" la revisión del calen-

dario, En .orrr..,r.rr.á, ""t'o, "l mes de Jano' el dios de

lu, "rrt."d"t,

carece curiosamente de fiestas importantes o

ürüf..r¿^ desde antiguo' El único acontecimiento que

desoertaba interés era ei sacrificio ofrecido por los t:t:YH5;;;;;.; "i

r ¿" ""tto v éste' dado que fue instituido

;ir;i;;;;i.turd", * tiq"i'ru águraba. en el calendario'

;;;;;;-b;ei 1 de """'o

tot' f; Jt' di' l'borable normal'

F:;; #;'; dr;,;;;-Ñd'" iÁagina-claramente cuando

"r.ti¡. ¿"t¿"

"i .*iüo para felicitar a Sexto Pgmpeyo pqr

;"G;.ió" al consdaáo, los cónsules se ponían por prr-

meravezsus togas tiÉ.ié'dut de púrpuráy.salían de sus

.r."t, o*."didó por los lictores, en una solemne proce-

r."?5"-it.t' át:tio y tototidos para subir por la Vía

il;r; Cóirotio. Ñ¿ln describe un templo tan densa-

;";;";ü;otado que los espectadores. se."ryp-"i* y,t"

lastiman al intentar ver lo que está ocurnendo \Llftas aes-

ILne mmanos Y sus dioses

ii,Ii::¡1

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II¡J

1

ItrftII

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Page 48: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

96 Roben M. Ogihie

/e el P_onn, -|V,

4 .25 ss.). Unos bueyes blancos se sacrifica_ban aJúpiter en pago de los votos ior la seguridad del Es_tado romano que sus predecesores habían hecho en dmes de enero anterior, y se hacían nuevos votos para daño entrante. Entonces los cónsules se sentaban por pri_metavez en sus sillas oficlales de marfil 6elk curilii,áueestaban colocadas al melibre delante del templo, i';;bían los vírores y los saludos de la plebe, *r"rá. Éá¡* a"nlrevo en- procesión la colina para presidir una reuniónplen_aria del Senado. En un dírl"eó debía ser un espec_táculo impresionanre lleno de colorido.

^.La.otra.figsja-que todavta se celebraba en tiempos de

Dionisio de Halicarnaso (Antigüedades rornanas, ry f+lera las Compitalia. Ést" tumpoó se mencionab /"n él r _

lendario, ya que era una fieita movible celebrada ., ,rrufecha de enero fijada por el preror de la ciudad algún

i:-Oo antes. Originariamente fue una festivid ad agííola.-bl cruce de caminos donde se encontrab* *utrJfirr.u,!,eOuefag o cuatro propiedades se llamaba compitum y enél se erigía una pequeña capiJla, abierta a 1". .rrrtro dire._cton-es. para que eI espíritu que presidía cada fnca (Lar.p. 126) pudiera ir y venir librémente. Alrededor d" .llu ,.ponían cuatro altares pequeños. En las Cornpitalia (quemarcaban el fin del año

-ágúcola), los agriculior., .otir-ban los arados en la capilla=y también uímuñeco de lñapor cada persona librg de lá familia y una madeju d.lrnupor cada esclavo. N día siguiente sé ofrecía un sacrificioen el altar y todos tenían ,rn dia de fiesta. La finalidad áela ceremonia era, evidentemente, revitalizat toda la fincapreparándola para el uabajo de los meses venideros y enel campo se manfuvo tan atreligada esta costumbre

-que

Cicerón, en el50 a.C.,-se resistíia visitar su propiedad'lbana a causa de la molestia que podía o.urüu, a su per_sonal domésúco (Cartas a Atico,-WI,l.l).

l0hrmanos y sus dioses

En la ciudad las üviendas ocupaban .l lrrgm de las fin_ ]

cas, y las capillas se situaban .n l'os cruce, d"" .^ll"r, L"d --..-,

ryF las capillas que existían en los países católicos al bor-

&&br."-inoi. Los habitantes dé cada edificio estaban

,oqanizados con un presidente al fre-ntg que era el respon-

*frL ¿. preparar el sacrificio formal (de una gallina) y las

-*"ig"i*tat celebraciones, que a menudo tomaban for-

rr" ¿é representaciones, bailés o juegos improvisados al

¡úre libre In la intersección de las calles. Tanto los esclavos

mmo los ciudadanos libres estaban tradicionalmente au-

mrizados a participar en la fiesta' que duraba tres días -y

gpo.."h".tt" "ru

^r'rt acontecimienio bullicioso- y t"Tul-

ñls". También se prestaba a la explotación política' Los

erlificios de viviendas proporcionaban en la antigua Roma

ü ""i¿"¿

local y, .o-o ti fueran una parro-quia, podian

wgmi" r"rfácilírente a través de sus presidentes con fi-

m políticos, y al final de la Repúblicaprotagonizaron con

duencia manifestaciones intimidatorias' Como conse'

cnencia, las Compitalia {:uercn suprimidas dos veces (en

d64 y,d" t "uo, "t eI45 a.C., después de haber sido res-

oUt"éí¿^r en el58 a,C.), pero Augusto se sintió lo sufi-

cientemente conmovido para resucitadas ya que era una

fiesta que alentaba un sentimiento de idenddad entre to-

dos los habitantes de una región y esto, en un lugar tan

enorme y tan heterogéneo como Roma, gra- algg muy va-

lioso. Róma, como Londres, era una ciudad en la que no

había vecinos, <<sólo personas>>.

Febrero eta_y es-un mes monótono. Toma su nom-

bre defebruu*, i^instumento de purificación' y las dos

fiestas principales del mes, Ias Parentalia y las Lupercalia,

.stubrn, en un sentido ampüo, relacionadas con la purifi-cación, ya que aseguraban el reposo de los muertos y pro-

piciaban una futura fertilidad. Los romanos esaban muy

pr.o.upados por el bienestar de los muertos. Además de

iasParintalia,^que duraban desde el 13hastael24 defe-brero, un periodo durante el cual los templos-permane-cían cerraáos y no se podían celebrar bodas, había otra

fiesta de los muertos más antigua en mayo' las Lemuria1

lr

Page 49: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

E

Roben M. Ogihx [.,,:s romanos y sus dioses

(p. 108), y en el culto doméstico los difuntos de la familia-los Lares, eran conciliados constantemente (p. 127). Perolas Parentalia estaban dedicadas específicamente al cuida-do de los padres fallecidos. La creencia antiguaera que losespíritus de los difuntos permanecían en un estado de se-

miexistencia en la tumba o junto a las cenizas del cuerpo.A estos espíritus se les daba un nombre genérico, mane¡una palabra de significado incierto, quizá <<poderes>> o<<los buenos>>. Se creía que los rnanes requerían alimenta-ción regular para mantenerse <<vivos>>. De ahí que fuerahabitual, cuando se sepultaba un cadáve¡ enterrar con élen la tumba una buena comida (silicernium). Estas comi-das funerarias se han encontrado en Roma tanto en los en-terramientos más primitivos como en las lujosas cámarasfunerarias de Ceres y Tarquinio. Pero la comida tambiéntenía que ser renovada anualmente, si no los manes se con-sumirían hasta la naáa o estarían hambrientos e inquietosy comenzaúan a atormentar a los vivos. Ovidio cuenta quealguien olvidó una vez dar comida a los manes y éstasemergieron airadamente de la tumba extendiendo lamuerte y la destrucción por toda la ciudad (Fasti,II,546).Por eso era deber de todo romano asegurarse, en el aniversario de la muerte de su padre y de su madre, de queiban a estar bien provistos pan el año siguiente. La cere-monia es descrita muy gráficamente por Virgilio cuandorelata en el quinto libro de laEneida los honores rendidospor Eneas en la tumba de Anquises (especialmente vs. 49y ss,). El y sus compañeros fueron en procesión al lugar ehicíeron libaciones de vino, leche y sangre. Eneas arrojóflores de color púrpura sobre la tumba, mienüas solemne-mente entonaba un saludo a su padre.

En Roma el procedimiento se había convertido en algorutinario al final de la República. Aunquela mayoría delas personas recordaban sin duda las fechas de la muertede sus padres como un día especial, las ceremonias en lastumbas se limitaron, al parecer, ala semana convencional

á,elas Parentalia, durante la cual se creía que los espíritusesaban más cerca del mundo, y no parece que se llevaran¡ cabo en los verdaderos aniversarios. Ovidio da a enten-

der que, a pesar de lo que la mayoúa de los romanos pu-diera pensar sobre la vida después de la muerte, se man-

:uvo lá costumbre y debemos imaginarnos durante todaesa semana a pequeños grupos de dolientes caminandopor las calles de Roma hacia los grandes cementerios de

l"r ufu"rut de la ciudad, con ramos de flores y jarros de

leche y miel en sus manos. La semana finalizaba con undía de reunión familiar, Caristia o Cara Cognatio, <<Queri-

do Pariente>> , el 22 de febrero, cuando todos los miem-bros de Iafamtliase reunían en una casapana cenar. Era,

evidentemente, un gran encuentro social que se manteníacomo parte integrante de la vida romana en los tiemposde Ovidio.

Durante la misma semana que las Parentalia se celebra-

ba la más famosa de todas las fiestas antiguas, las Luperca'

li¿. Era una de las grandes diversiones populares en

Roma, que con suma facilidad se podía ir de las manos.

No sabemos el nombre del dios en cuyo honor se celebra-

ba, no sabemos su origen real y no sabemos quién, ni si-

quiera cuánta gente, eitaba oficialmente comprometido,pero podemos reconstruir con cierto detalle 1o que suce-

dn.Habiauna pequeña gruta en el monte Palatino, cono-

cida como Lupercal, donde el t5 de febrero de cada año

dos equipos de jóvenes, llamados luperci, se daban cita.

Allí sacrificaban cabras y un perro -víctimas

muy pocousuales en los sacrificios romanos- y los dos jefes de los

equipos, normalmente jóvenes aristócratas, se untaban lafrente con sangre de las víctimas que se limpiaba después

con un trozo áelanamojada en leche. En ese momento te-

nían que proferir una sonora carcaiada. Al sacrificio le se-

gtía vta fiesta para los luperci en la cueva que, comocuenta Valerio Máximo (II2.9), a menudo se convertía enuna borrachera general. Al final, los dos equipos, vestidos

ANTENN:A.UDIO \l)

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100 Robert M. Ogih-ie

solamente con las pieles de las cabras sacrificadas, salíende la cueva y competían en una carteta por un camino aipie del monte Palatino que desde tiempos inmemorialesestaba marcado con piedras. Éste era el momento cul-minante de la fiesta y atraía a grandes multitudes al Foro.Mientras corrían azotaban con finas tiras de piel de cabra.a cualquier persona que se encontraban, especialmente a

las mujeres, una idea Átual, parapropiciar la fertilidad. Enel44 a.C. Marco Antonio fue el jefe de uno de los equiposde luperci y aprovechó la ocasión para fomentar el apoyopopular a César. Shakespeare describe así la actitud de losespectadores: <<Ponte en el camino de Antonio cuandohaga su catteta,pues como dicen nuestros mayores, la es-

téril tocada en esa carrer a sagraáa expulsa su maldita este-rilidaó (l ulío Césaa I, 2.3 -9).

Pero para la mayoría el significado religioso de la cere-monia iba unido a un claro apasionamiento emocional.Las enormes multitudes, el impaciente suspense y la con-templación de los corredores desnudos, contribuyeron a

convertirla en una ocasión paru el desenfreno. Cicerónestá claramente avetgoflzado al tener que excusarse por elhecho de que su joven cliente M. Celio fuera miembro deuno de los equipos de luperci. Tenían tal reputación de in-morales que estaba deseoso de encubrirlos. Asimismo,Augusto tuvo que decretar que ningún adolescente debíade ser autorizaáo a participar en la ceremonia a causa desus dudosas diversiones. Pero era un gran acontecimientoen la vida de la ciudad y se mantuvo hasta el año 494 d.C,en que el papa Gelasio I la abolió sustituyéndola por lafiesta de la Purificación de la Virgen Maúa, reemplazandola purificación cristiana ala pagana.

Marzo, el mes de Marte, siempre mantuvo eI catáctetprimitivo que había tenido cuando era el primer mes delaño. El Año Nuevo había tenido un doble significadopara los primeros habitantes de Roma: el renacimiento de1

mundo vegetal y el comienzo de un nuevo periodo de

campañas militares, pero perdió gran parte de su impactocuando Roma consiguió que otros pueblos cultivaran los

campos e hicieran las gueiras en su lugar. No obstante, el

calendario de marzo conservaba una sucesión de fiestas

de Marte, dios de la guerra y protector del crecimiento,gue continuaban celebrándose calladamente por-el sacer-

áote de Marte (flarnen martialis) y otros responsables mu-

cho después de que hubieran dejado de interesar al roma-

t o .otGnt". El i de matzo el fuego sagrado del santuariode Vesta era reencendldo (p. t1'4),y las casas de los sacer-

dotes y otros edificios sagrados se adornaban con ramas

de lauiel fresco (árbol consagrado a Marte). El 14 del mis-

mo mes habíaunafiesta de Marte, que incluía una carrera

de caballos en el Campo de Marte. Las carreras, quizáunvestigio de los ejercicios de caballería, se convirtieron porderecho propio en una atracciónpopular, pero parece que

los jinetes nb se sentían obligados en principio a rendirculto al dios. El 23 demaruo, también fiesta de Marte, las

trompetas sagradas (tubae), originariamente utilizadas en

la guena, eran purificadas.Fero mienffás q.t" estas celebraciones se habían r'rrelto

muy esotéricas, en marzo hat¿íauna ceremonia que, como

un desfile militar, atraia la atención tanto del ciudadanocomo del visitante. Habíados equipos áebalatnes, salii,

i-os romanos y sus dioses 101

compuestos de doce jóvenes paÚicios, elegidos por vota-

ción colectiva, cuyos padres toá^vtaestuvieran vivos. A lolargo del mes de *utio tenían que dejarse ver en las calles

y eo lo, mercados de Roma, vestidos con un uniforme lla-

mativo y estrafalario, bailando una extraña danza de gue-

rra y entonando una arcaica canción cuya letra ya. no era

inteligible en tiempos de Cicerón. Dionisio de Halicarna-so, un griego que pasó aigrrnos años en Roma, quedó profundamenie imprésionado con toda esta parafernalia.Elunifonrre de los salii probablemente fuera el que habían

llevado los soldados .i.tttot de años antes en la Edad delBronce. Consistía en una túnica bordada, una armadura

ANTENN:A'Y.?l-o- e)

Page 51: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

tu

de bronce que protegía el pecho, una capa cotaroja(tra-b-ea), una espada y un casco cónico de bronce (apex).E)tde marzo iban al sanruario de Marte que formába panedel antiguo palacio (regia.) en el Foro y descolgaban do..escudos de bronce (ancilia) cortados, como lós famososescudos micénicos, en forma de ocho. La leyenda decíaque uno de esos escudos había caído unavez del cielo un1 de marzo y que un hemero llamado Mamurio recibióinstrucciones de origen divino para hacer otros once, peroes posible que, de hecho, fueran restos (o copias) de elcu-dos_muy antiguos de la Edad del Bronce, una prueba másde la antigüedad de toda la ceremonia. A cóntinuaciónbaiabanpor las calles, esgrimiendo los escudos en el bra-zo izquierdo o llevándolos colgados de una varu y gol-peándolos con un palillo de tambor. En diversos puntos sepanban y entonaban su himno. El camino qué seguíanera el que marcaba la tradición y cada noché hacían unalto en una casa determinada de una parte diferente de laciudad, en la que gtardaban los escudos y se instalabanpara disfrutar de una suculenta y bien merecida cena.Cuando Horacio busca una palabrapara describir un fas-tuoso festín elige <<prepamdo parulos salii>> (saliaribus da-pibus; Odas I,37 ,2), mienrras que el emperador Claudioabandonó unavezun banquete que él miimo ofrecía por-que la comida y la bebida eran mejores en la reunión delos salii. El punto culminante de esta áanza maratonianaen el 79 de marzo, un día conocido como Quinquntrus,también otra fiesta de Marte, cuando actuabin *.1-ir-mo centro de la ciudad (ef comitium) en presencia de lospontifices. Finalnaba el24 de matzo cuando los escudoseran finalmente devueltos ala regia.

En los primeros tiempos los sahifueron personajes des-tacados. Pero al final de la República su piestigio pareceque había decaído. Esto refleja el heiho de que lospafficios como tales etan una minoría venida a menos y,también, que ser salii debia llevar mucho tiempo y sér

Robert M. Ogilvi€

+€

ANTENN:A:UDIO O

Los romanos y sus dioses 101

bastante expuesto. El que se encontraba fueta de Roma

durante el mes demarzo, debía pararse donde estuviera yno hacer ningún tipo de viaje (Livio, )OO(VII, 33.7)' Snembargo, las danzas, como nos cuenta Varrón, prosiguie-ron y Cicerón aclan que las cenas no se suprimieron;cuando se volvieron a dar las condiciones más apropia-das,los salii rccupetaron su anterior gloria. El hecho deque el Senado decretara que el nombre de Augusto teníaque incluirse en su himno, demuestra la estima que se les

{enía.La gente se apartaba para ver pasar alos salii y es-

cucharlos.Casi todos los países y civfizaciones celebran una fiesta

en primavera, cuando empiezael calor, los días se alargany el pobre puede reconfortarse después de los rigores delinviemo. La Pascua sirve a este propósito en Europa. EnRoma su equivalente era la fiesta de Anna Perenna, que se

celebraba el 15 de marzo,laptimeta luna llena del antiguoAño Nuevo. Poco se sabe acerca del nombre y la natura-leza de esta diosa, aunque obviamente están conectadoscon el cambio de año (annus), y no sabemos quién le ofre-cía el sacrificio ni en qué consistía, pero Ovidio nos ha de-jado una maravillosa imagen de lo que ocurría ese día. Losromanos salían a las riberas del río Tíber y comían allí enparcias bien al aire libre o en sencillas tiendas de campa-ña.Eraun día de bromas groseras y de mucha bebida, ya

que era una superstición admitida que uno viviría tantosaños como vasos de vino pudiera beber. Al atardecer lamuchedumbre volvía a la ciudad tambaleándose. Ovidioacaba su relato con el delicado retrato de un üejo borra-cho que tiene que ayudar a su anciana esposa ebria a lle-gat acasa. Al contrario que los salii, no se puede decir que

la fiesta de Anna Perenna tuviera significado religioso al-

guno. Incluso como costumbre ya era anfscuada en tiem-pos de Ovidio y parece que desapareció poco después,

cuando las oportunidades de ocio se volvieron más sofis-ticadas.

r-

Page 52: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Robert M. Ogih'ie Los romanos y sus dioses 105r04

A diferencia demarzo, abril era un mes repleto de cele-braciones. Cualquiera que sea su etimologíu

-bi"n pro-cediera de la palabra emusca apru o del látín aperio-(<<dmes en que se abren las cosas>>), era testigo de numerosasceremonias importantes. A comienzos del Imperio algu-nas de ellas habían degenerado ya en meras costumb-ressociales, como la curiosa ptáctica del 1 de abril, cuandolas mujeres de clase ttabaladon se bañaban en las termasreservadas a los hombres y pedían a Fortuna Virilis buenasuerte con los hombres. El resto del año los baños mixtosestaban estrictamente prohibidos, excepto durante uncorto periodo bajo el emperador Heliogábalo, quien per-versamente los hizo obligatorios. Thmbién, los ríios dabangrandes fiestas el 4 de abril, con ocasión de los juegos enl-rgnor de Magna Dea, una diosa frigia, y los plebeyos, ce-lebraban la fiesta de Ceres, el tq de abril. Ambas áortrr--bres debieron estar en algún momento estrechamente co-nectadas con sus respectivas celebraciones religiosas, perola conexión hacía tiempo que había sido olvidada. Sinem-bargo. había tres festividades que mantuvieron su significado para los ciudadanos de Roma: las Parilia, el 21 deabril, las Floralia, el ZB de abril y las feriae Latinae.

Las Parilia se celebraban en honor de Pales, una parejade deidades pastoriles cuyo origen se perdía hasta tal pun-to en las brumas de la antigüedad qué tanro Varrón comootros eruditos no estaban seguros de si Pales era singularo plural y, si fuera lo primero, si era un dios o ,rnu áiou(p. 4I).La finalidad de esta fiesta era purficar las ovejas ylos rediles y alejar las enfermedades dé los rebaños. En laszonas rurales todavía se mantenía en su forma original,como describe Tibulo (II,5.81 y ss.), pero, a diferencia delamayor parte de las demás fesiividades agrícolas, no per-dió su popularidad en Roma, porque se idendficó con elaniversario del nacimiento de la ciudad (que comenzó enel monte Palatino) y como tal se celebribu.H^bia, po,una parte, una ceremonia pública oficial, sobre la que no

sabemos nada excepto que era dirigida por el rex sacro-

rt4ffi, y,por otra purta, .ri", celebraciones privadas de las

.,rul"í du cuentiovidio. Roma estaba dividida en treinta

distritos (curiae) y es probable que cada uno de ellos orga-

nizarasu propia celetración. Lás casas se adornaban con

,arn^, y ráhuií^r^ugran hoguera con laurel y tallos de ju-

días. iuando el fuegó ardia,Iapersona encargada ano.ia-

b" robt. él un curióa mezcla de sangre seca de un caba-

llo sacrficado en octubre (p. 121) y cenizas de temeros

que habían sido arrancados de los vientres de vacas preña-

das sacrificadas en cada uno de los treinta distritos una se-

*^u *r.s (las Fordicidia, el 15 de abril)' E'sta macabra

mezcla,un agente purificador, era cuidadosamente alma-

cenada por las vestales, las cuales {isqibr{an una pequeña

porción de ella en cada hoguera de las Parilia' Al mismo

,i"-po se hacían ofrendas á" p* y-leche a Pales -pelg;;¿" sacrificios cruentos- y se elevaban plegarias' El

momento culminante llegaba cuando toda la concurren-

.ir, d".prret de rociarse fu, *^ot con agua consagrada

.on uy'oiu de una lzrma de laurel, saltaba la hoguera tres

u.."r. Lu fiesta concluía con un banquete al aire libre' Las

Parilia son interesantes porque partiendo de una fiesta

"".Á""r" Dastoril lleearon u convertirse en otra nacional

y urbut u. Se olvidaroñ hs oveja-s, pero la idea del renaci-

írri.rrro yla renovación de la ciudad se mantuvo y-para ello

buscabá el pueblo ansiosamente el favor divino' El propio

Ñai" irr. no era ningún fanático-nos cuenta que él

mismo había saltado h háguera y dos siglos más tarde to-

davía se celebraba ete díá. Cuando los ciudadanos de

Roma celebraban las Parília,los invitados a una cena de

Ateneo se distraían en su conversación por el sonido de

las trompetas, los tambores, los platillos y los cánticos'

Flora, la diosa responsable dél florecimiento de todas

1", .orus, fue otra deidad que evolucionó con el paso del

tiempo. Su culto era, sin duda, muy antiguo, puesto que

.r" ü, de las deidades privilegiadas que tenían sacerdote

4e

ANTENN AUDIO C

tl

f

Page 53: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

1-,¡ Robert M. Ogihie

p¡opio. pero en algún momento a fines delsiglo u a.C'-se

p.od"jo "" cambio que respondía indudablemente a las

necesidades emocionales del momento. En el2l8 a.C. los

Libros Sibilinos, consultados a causa de una prolongadahambruna, recomendaron la institución de unos juegos en

honor de Flora. Estos juegos, que hasta tiempos de Arr¡gusto duraban una semaná entera, desde el28 de abril al

i d. -ryo, adquirieron rápidamente personalidad propia,

v no deitacabá el florecimiento de las plantas y de los ár-

toles sino del sexo. Esto se observa claramente a paftir de

unos cuantos detalles. Los juegos mismos, celebrados porlos ediles en el Circo Máximo, consistían en una combina-ción de carreras, espectáculos y luchas, pero en sus co-

mienzos, como .ecuerda Horacio (S,ítiras, II, 3'182), se

anojaban garbanzos, habas y altramuces sobre los espec-

tadores, qrri"t"t los mordisqueaban no tafito pata calmarel hambré como para estimular su fertilidad. La misma ex-

plicación se debe dar al hecho de que soltaran liebres y ca-

Lras -animales

muy sexuados- en los últimos días de

los juegos. Pero la característica distintiva era la represen-

tr.íóná. espectáculos de strip-tease en los teatros. ValerioMáximo (II, 10.8) desoibe cómo el joven Catón se mar-

chó ostentosamente de uno de ellos, quien, por otra par-

te, no parecía dispuesto a introducir realmente una legis-

lación que los prohibiera. Tales hechos parecen estar muylejos de la devoción modema, pero sirven para recordar-nos de nuevo que los romanos encontraban sus dioses en

el desarrollo dé los procesos naturales. Fiestas como las

Floralia se pueden errconffar en muchos pueblos, ylaferczdesaprobación de algunos padres de la Iglesia como Lac-tancio y san Agustín no debe inducimos al error de que

Flora no era una aulénucadiosa para miles de romanos'

Por el contrario, Ias feriae l-atinae fueron un aconteci-miento muy serio. No era estrictamente una festiüdad ro-mana sino una fesdvidad común a romanos y latinos y nose celebraba en Roma, sino en el monte Albano; a pesar de

4e

ANrEÑN AUDIo C)

rodo. era muv signific attva enla vida romana, ya que se es-

peraba que ásistleran a ella los magistrados, quienes- sólo

m ci¡ct¡nstancias excepcionales estaban autorizados a

pardr hacia sus provincias antes de que se celebrara. Se re-

mcr{luo al periodo en el cual Alba Longa, y no Romá, era

:odarú la capital del Lacio, aunque hasta ahora no se ha

mconrado ningún resto prehistórico del templo deJúpi:er Laciar, en honor de quien se ofrecía el sacrificio. Ori-gineriamente todos los pueblos vecinos (Plinio el Viejo da

**r tirt" de cuarenta y Jiete nombres) enüaban sus repre-

s€otantes, que sacrifiiaban en común una temera blanca

rye después consumían en un banquete de hermandad.\[ierrras duraba la celebración se manteníauna tregua en

¡odo el Lacio. Sin embargo, en tiempos de Cicerón, mu-

chos de esos estados habiandesaparecido del mapa y eran

iepresentados en la fiesta por delegados nominales. Poreierrplo, yanohabía una comunidad de cabenses: en su

h.:gar era nombrado <<sacerdote cabense>> un romano que

representaba al pueblo desaparecido. Y Roma hacía tiem-po que había déjado de ser Ln participante más en la fes-

*t¿r¿. Se encargaba de la organización: sus cónsules

man quienes fiiaban la fecha caáa año -normalmente

a

finales de abril- cuando tomaban posesión del cargo; y la

crcasión misma se convirtió en un símbolo del Imperiomundial de Roma antes que de la comunidad de pueblos

ladnos. Aun así, la fiesta se seguía celebrando y revestía

una gran importancia. Los cónsules asistían aelTaacompa-

ñados de un gran séquito, y en su ausencia eran sustitui-dos por un prefecto de la ciudad, aunque su función tu-riera tan poio poder que, bajo el Imperio, incluso niñostueran a veces honrados con este cargo. Pero los romanos

respetaron la celebración establecida de manera muy sig-

nific¿¡iv¿. Era una fiesta general, un momento para poner"al üala corespondencia o visitar a los amigos (Cicerón.

Sobre la REública, I, I4). Cicerón, por ejemplo, er-ita

anunciar un compromiso oficial en los dos días inmediara-

Page 54: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

mente siguientes, dado que eran considerados religiosi(Cartas a"su hermano Quínto,2.4,y, si la celebración tu-

viera que repetirse poi ulg,itt desliz en el litual (p, 49),

,*orr" éste i.rera fióticio idenunciado por fines políticos

con ia intención de aplazár asuntos públicos,los romanos

lo aceptaban sin objétar nada. Por lo tanto, no debe sor-

prendernot que las fiestas todavía se celebraran con tanta

iolemnidad en el siglo u d'C. Reflejaban los antiguos re-

cuerdos del puebló romano, cuya histgria demostabaque la grunáé"uimperial de Romá se debía enprimer lu-

g", ull cooperación de los demás pueblos latinos y, por

ianto, dependía de la perpetuación divina de esa coope-

tutlffirt' es otro nombre problemátic o; qúy4signifique

<<creciáiento>> (cf. maior, eic.) o provenga de la oscura y

anodina diosa Maya, madre de Mercurio, pero, aunque

pensamos en él como un mes alegre, para los romanos era

t"rtunt" triste. Traía mala suerte, por ejemplo' casarse en

*"yo. Alg.tt as de las fiestas qt't" .uíut en el transcurso del

mes tenían también un carácter siniestro'Las principales eran las Lemuria,los días de los espíri-

t rr, q,r^" ,e célebraban los días 9, lI y 13. de mayo' Mien-

ttri qr" Ias Parentalia estaban relacionadas con los -tspTi-trm d. los parientes más cercano s,Las I 'enturia estaba de-

dicadas a t;dos los muertos del ámbito familiar, quienes se

pensaba que subían a la superficie yvagaban por las casas

á,rrurrt" "io,

díar. Los espíritus más poderosos eran los

que habían muerto ióvenés y por eso guardaban rencor'

Ún .rrrdito antiguo 'iegó adétinir alos lernures como <das

sombras "ttuttt.i

y t.tñbl"t de hombres que habían muer-

to antes de tiempo>>, pero la poJabraes más general y sig-

nifica <<espíritus>> en su coniunto. Lo que sí es seguro es

que los tó**ot se los tomaban en serio. Las kmuría

"t* *u festividad pública de larga tradición, pero no sa-

bemos qué tipo de sacrificios se ofrecían. Todo lo que te-

nemos á .l t.luto que Ovidio hace del ritual que cada ca-

beza & familia celebraba en privado' Después de levan-

mo. *-.di-oche y lavarse 1Á **ot, caminaba descalzo

pu la casa escupiendo nueve judías negras'.Cada v9z que

[rpa una ¡udí'a, miraba hacia otra parte y decía la fórmu-

h.mágc:.,..áon éstas me rescato-a mí y a los míos>>' Los es--rñmr! se'arrastraban y comían las judías, mientas é1, sin

h ."b er , reluríbaotra vez las manos y golpgaba q¡r

,JLoo gong. Á continuación, pronunciandg otra fórmula

*r*. "áoi<<espíritus

ancestrales, aleja-o¡'>), miraba a su

¡Hedor y los espíritus se desvanecían' (Eta una-práctica

n*i*¡ apartar ü vista cuando se ofrecía un sacrificio o se

*fr^b"áualquier ono rito a los poderes del más allá')

A primera ürt" ".

difícil imaginat aLivio, a Horacio o

r Á$p" levantándose solemnemente de la catnay lleval-

¿T-i¡" "tr"

ritual' Y a pesar de todo probablemente 1o

hicieran -aunque

quizá con algunls variaciones' Una de

h pocas citas que ,é .ottt.ruun del acomodado Mecenas

fferelaciór, .án los Len¿ures --<<alabusca de comida y

bebida se aparecen en nuestras moradas y pasan su muer-

re a la .rpo^rr- en referencia a la necesidad que tienen

nt opidi"t de continuo sustento. Esto, como ha ilustra-

do Háurgon (Daily Ltfe of tbe Enuscans, p' 267)2, esrá re-

kion"dá con la ó,triát, y extendida costumbre de hacet

-*"i.o, que imitaran désperdicios (huesos de pollo, ras-

pas de pescados, etc.) como sustituto de la alimentación

tl d. iot lemuies. Horacio también evoca' con toda con-

vicción, la imagen de un niño inocente que regresa para

ryu...étt. a {uienes lo habían asesinado cruelmente

{Epodos,V,92).La reügión romana era-yadesde el siglo vr a'C'- una

diftcil coábinación de creencias itálicas y de mitos griegos

y, considerando la actitud hacialamuerte de los romanos

á ti.*pot de Augusto, conviene que pensemos primero

tm rmmc y sus dioses

2 Existe traducción castellana: J. Heurgon, La uid¿ coüdi¿na de lns

etnlscos, Madrid, 1991. (N. delT')

109i08 Roben M. Ogilüe

ANTENN.A.UDIO \:,

Page 55: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Robert M. Ogilvie L"m rmmm v sus dioses 111110

en los mitos griegos de Estigia, Aqueronte y del reino deHades. Esto (a pesar de su utilización por Virgilio enEnei-da,W) ciertamente no lo tomaban en serio los contempo-ráneos de Virgilio. Igual que Santa Claus, eraun leyendacreída solamente por las viejas (Cicer ón, Dis cusion es Tus -

culanas,I, 48) y por los niños (|uvenal, Sátiras,Il, 149 y ss').

Las muchachas, actualmente, según Propercio (M.53-4,no se preguntan si quedaú algo tras las aguas estigias.

Este hecho responde al sorprendente fracaso del gran

poema de Lucrécio: era arremeter contra un molino de

viento, dado que sus lectores no se asustaban del prover-bial castigo del lnfiemo, que él empezabaaridiculizar. Al-gunos estaban abrumados por una sensación de nihfismo,sentimiento inexistente después de nuestra vida, <<tene-

mos que dormir una noche sin fin> (Catulo,5,6) o, comoescribe Cicerón con tristeza, <<ese largo periodo, cuandoya no exista, me preocupa más que éste, exiguo, que has-

ta me parece demasiado prolongado>> (Cartas a Atico,)(JI,18.1). Pero lamayotia de los romanos, a la vez que recha-

zabanla creencia griega en una vida posterior, aceptabanprecavidamente la esperanza o d.temor de que el espíritu'en algún sentido, efectivamente sobreviüera. Esta es laidea que movió aTácito a rezat para que el alma de Agricola pudiera descansar en paz, <<si es verdad que las gran-

des almas no se extinguen con el cuerpo>>. Esta creenciainspiró también la conmovedora carta de consuelo que

Servio Sulpicio escribió a Cicerón en el45 a.C. con moti-vo de la muerte de su hija. Demás estálamáxima estoicasegún la cual cuando el alma ha abandonado el cuerpo,subsiste en el aire hasta que eventualmente se disuelvedenro del gran espíritu del universo. Esta creencia ha de-jado su huella en miles de epitafios.

Así, las Lernuria se correspon dtan todavía con la pro-funda preocupación que se sentía en la conciencia de lamayoúa de los romanos, por mucho que pudieran desco-

nocer los Campos Elíseos o las torturas del Tártaro. Nada

m¡estra esto con tanta clandad como el üolento enfadode Plinio el Viejo (Historia natural, VI[, 190) que ataca

dn escupidez de quienes renuevan la üda en la muerte;

drdónde encontrarán las criaturas alguna vez descanso sifu nlmas en el cielo, si los espíritus en el infiemo todawadmcrr sentimientos?>> La pregunta de Plinio se podría res-

pmdec <<En la celebración delas Lemuría.>>

El sacrificio humano ---el más eficaz de todos los sacri-üdG- no se ofreció en Roma habitualmente, aunque sí

en &erminados momentos de tensión y de nerviosismo,

¡m mucho que más tarde los romanos desearan encubrirhEáHdad. Uno de los últimos ejemplos seguros fue la in-rmrlación de dos griegos y dos galos tras la batalla de Can-Íhrs en d216 a.C. Su lugar fue ocupado ,baiolainfluenciacivihzadora de los pon tifice s, por sacrificios sustitutorios,uno de los cuales tenía lugar el t5 de mayo. No era unafrsnilidad oficial del Estado, aunque fuese celebrada porsrcerdotes estatales, puesto que no sercalizabaen nombrede le ciudad en su conjunto, sino en el de los diferentesdktritos de la ciudad. Por toda Roma había distribuidosndntisiete santuarios, llamados sa.cya argeorurn, enlos qued 17 de matzo se depositaban pequeños muñecos de jun-trrrs que representaban a hombres atados de pies y manos.El f5 de mayo se celebraba una espectacular procesión,en la cual los cónsules y offos magistrados,los pontifices,

k restales y la sacerdotisa de Júpiter, quien se vestía delnrn para esta ocasión en lugar de con el traje nupcial quelbs'eba puesto el resto del año, pasaban recogiendo losnn"ñecos de los santuarios y, después, los tiraban al, úo Tí-ber desde el puente más antiguo , elPons Sublicius. Dio-nisio de Halicarnaso y Ovidio fueron testigos de esta ce-

remonia y quedaron impresionados. Se duda del significado exacto del rito, pero la explicación más probable es

que los muñecos de juncos fueran sustitutos de los ancia-nos arrojados al río como sacrificios humanos en mo-mentos de grandes hambrunas, como el que tuvo lugar

ANTENN.A.UDIO

Page 56: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

.iltlú

It2 Robert M. Ogilvie Lm rommos v sus dioses Ll3

h cfu¡dad para purificarla, y las Ambarualia,la procesióncn torno a los campos. Hay muy pocos testimonios sobred.Amburu¡urft, qrreposiblementehabía caído en el aban-r&no a fines de la República, pero se puede reconstruii

frxln comparación con un ritual similar en la ciudad de&übio. donde el procedimiento detallado se conserva enrilng inscrip6ión. Las Arnbarualia, sin embargo, sobreüüe-Fr¡n c son mencionadas por el geógrafo Estrabón, que es-

cnbió en época de Augusto, pero es difícil creer que, ex-Epto en tiempos sumamente tempranos, pudieran haberIfiñilado r:na procesión a]rededor de los límites de la ciu-&d tres veces en un solo día; aunque su territorio sola-

.rrrnte se extendiera ocho kilómetros desde el Foro, el pe-rúretro total hubiera sido de más de cincuenta kilómetrosy e rm buey no se le puede convencer fácilmente de quecmine a más de tres kilómetros por hora. Estrabón cuen-@r qne enlas Ambaraalialos sacerdotes ofrecían sacrificioscn &terminadas zonas de las afueras de la ciudad, y, sin&rda" esto había reemplazado a la originaria procesiónd¡crJar.

Pero aunque el Amburaium y las Arnbaraalia ya no tu-uieranmucho significado patael romano medio, había un¡rñnnl ¿ft¡, celebrado a intervalos irregulares, que destaca-hr notablemente en sus vidas: Ia lustrum conde, una cere-nrrnia de purificación del pueblo de Roma que ponía finr le elaboración del censo y a la revisión de la situacióncmómica de los ciudadanos. El censo en un principio es-

mba destinado a hacer una lista de los ciudadanos aptospara el servicio militar y la purificación final era, por lotmto, similar a las que normalmente se hacían en los ejér-citm antes de las batallas y las campañas importantes. El¡xrcblo se agrupaba en las afueras de la ciudad (habitual-rrrnte en el Campo de Marte) y, a su alrededor, un buey,r¡n svsj¿ y un cerdo eran conducidos en solemne proce-sfofo tres veces antes de ser sacrificados a Marte. El censo,

$É se debía elaborar cada cinco años, en realidad había

en eI440 a.C. y dio origen a un dicho que era coriente en

la épacade Cicerón <[Tirar] desde el puente a los sexage-

naflos>>.

En los tiempos en que Roma todavía et^ una comuni-dad agrícola y no una agitada ciudad comercial, la princi-pal preoc,rpación de mayo era saber cómo resultaiíala co-

iecha. En Italia el grano madutahacíafines de este mes yse recolecta a prinóipios de junio, por lo que se tomabantodas las precáuciones necesarias para salvaguardarlo en

ese críticó momento. El ritual aceptado *--que todaviapervive en Inglaterra en la costumbre de trillar las lindes

én mayo durante la época de la Ascensión- consistía en

llevar en procesión tres veces alrededor de los campos unbuey, una oveja y un cerdo y, posteriormente, sacrificados

a Cétes,la diosá del crecimiento, o a Marte, el dios de la

fuerua. Esta ceremonía se llamaba Lustratio, y se creía que

purificaba y protegía los campos de fuerzas dañinas. Laid.u qrr" subyace es igual que la de un cjrculo mágico que

se dibuja alrédedor dé individuos o de lugares para aislar-

los de peligros extemos,'de la misma forma que los roma-

nos solían proteger sus ciudades trazando un surco sagra-

do alrededor dá ellas (porrteríurn). En todas las fincas ypueblos sercñzabauná purificación de las tierras a lo lar-go del mes y Virgilio noJmuestra un relato poético de talóeremonia én rni Geórgicas (I,343 y ss'); <Toda la juven-

tud del campo junta débe adorar a Ceres contigo; dilrry"tú en su honor panales de miel con leche y vino dulce'Marche tres veces por las cosechas nuevas, la víctima pro-piciatoria acompañada del coro entero de tus compañeros

en fiesta, que a gritos lTarnaúna Ceres al interior de la ca-

sas. Y quán¿dié meta lahoz a las espigas maduras hasta

qrr", cott las sienes ceñidas con una vareta retorcida de en-

cina, ejecute unos pasos sín pretensiones en honor de Ce-

res, y le cante unas canciones.>>

En Roma había dos ceremonias de este tipo: eLArnbur-uium, cuando las víctimas iban en procesión alrededor de

" il ANTENNl-uDt.g*)

%"

Page 57: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Robert M. Ogilvie ll,¡om mrmur,:s -i:-iii dioses

hrynn l-rrio hiz6 qus Camilo argumentara elocuentemen-lre crmru¡a el plan, apelando al fuego eterno de Vesta y a lañmrf:1n .]ue. como garunfía del Imperio, se guarda en surm'nrmr¡,l¡¡: ..;Debemos permitir que se abandonen y profa-]]rnF!Ín ::n€6 r-estigios que son tan antiguos como la funda-

'mürmr .:e na propia Roma?> (Livio, V,52.7). El culto a Ves-

rxx¡r fr$. ''n símbolo del poder eterno de Roma. Sus tesoros,r¡nmn ilcnarnente guardados: la alacena estaba cerrada elmm del ano y sólo a las vestales y alpontifex maximus se

n TIus :rujeres casadas, que caminaban descalzas y en pro-rffic'n h¡sta el templo, llevando consigo sencillas ofrendas6fu ¡rFrrnentos. Era un espectáculo tan impresionante, que[ffi{-cro se detuvo a contemplarlo como un turista se detie-mr t= la actualidad a observat a los penitentes que subenM mdillás la Santa Scala. En tiempos de Ovidio lasVesta-

',r¿¿q :¡nbién se celebraban como fiesta de los panaderos,

pn'm-+ue las vestales elaboraban a mano una torta de harinar swü especial (mola salsa) que se uuhzaba en diversos ri-nmuü= v que sin duda era un vestigio de tiempos primitimm. sr.rando cadafanlta hacía su propio pan. Un fresco

'de Fompeya muestra el asno de un molinero adornado

umn guimaldas y panecillos en honor de ese día.No sabemos qué ocurría durante el resto de la semana,

pem el 15 de junio las vestales limpiaban la alacena y lle-wmb,rn toda la basura al río Tíber. Una vez purificado elrumn:ario, concluía el periodo desfavorable y la vida volvíarlrr normalidad. Por eso el día se marcaba en los calenda-mm con las letras Q St D E lo cual significaba que era un,,ürr laborable normal <<cuando la suciedad ha sido purifi-. '*, (Q¿¡67xdct Stercus Delatum Fas).Perc la religión ro-,¡nr*rr¡ está llena de sorpresas. Se podía esperar que esta so-L"rnne semana se distinguiera, como la Pascua, por unmcaportamiento sobrio y sosegado, pero, por el contra-rjo. los Idus de junio (el áta 13) era una de las noches másruidosas del año. El gremio de los flautistas, que como he-

115

caído en desuso ^pattir

del 70 a.C. --como consecuencm

de las guerras ciüLs- pero fue restaurado por Augusto'

qrri"tt tl..t"tda en sus Res Gestae que,.a.lo largo de su rei-

nado, elaboró el censo y llevó a cabo el lustrum tres veces:

"n "128 y en el 8 a.C' y en el 14 d.C. Referencias ocasiona-

les en escritores contemporáneos nos muestran gue, a !ines del Alto Imperio, una multitud enorme y curiosa asls-

tia ala Lustratio al concluir el censo.

Del mismo modo que ocurría en mayo' la primera.par-

,. ¿. iu"io se consiáeraba desfavorable' Ovidio fingió

.orrr,rlim a la esposa delflamen díalis sobte el matrimonio

á;;; hii, t á¡. q".le hábia aconsejado esperar hasta des-

;ñü ú áá i""¡. Varios días, quizá todalasemana del

i Á ú de junió, se considerabu.t óo*o religiosi: no se ha-

.i* ".g.áá.

píb[.ot ni privados, los viaies se evitaban y'

;ü;?Ai; áe lo posible, se suspendían las actividades

Áiliiut"t. La nzón á. eilo no está clara, pero el aconteci-.nri;o;ti"cipal de esos días era uno que había sido cru-

cial en la vida de la Roma primitiva y que mantuvo un

fuerte interés sentimental haita el final del Imperio'---Ei1*r"rrio de Vesta era eI conzón simbólico de Ro-

JRó;;;iaba todos los aspectos esenciales de la vida

doméstica de la familia romana' A1lí' en un pequeño tem-

olo .ir.ulut del Foro, se encontraba el fuego sagrado que

!r^ *"".""dido cada ! demaruofrotando dos palos y que

iát-".truf"t 'igilaban

el resto del año' Allí estaba la alacena-Ar"rii ¿""d2 se guardaban no sólo los objetos sagrados

,iorrr;á.t "; lo, iiu.rro, rituales que se celebraban a lo

fr.g. J.L año, como las cenizas paia las Parilia (p' 105)'

siná también ciertos tesoros, como la estatua de Atenea

*. t uUiu sido rescatada deTtoya,lo cual gataúizaba.la

;;;ñ;.tteridad de Roma, y-dos peq-ueñas estauillas

;;; ;;dt"t.;tuban alos dioses penutes (dioses áelapenus

ó'ulr.é"u) del pueblo romano' que eran venerados como

deidades prot"^.to.ut del Estado. En una ocasión en due

los romanos pensaron en fundar una nueva capital'en otro

I I ANTENNAUDIo \:,

Page 58: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

116 Robert M. Ogihie ysx dioses

,"rrrn demuestran una serie de dedicatorias, tam-htrr m ocasión genuinamente religiosa.ll,'nfiestm de julio eran, por el contrario, completamen-

mcidas. Ocasiones como las Lucaria (el 19 y el21ylxFurrinalia (d,25 de julio) en la época clásica

br cdebraban los sacerdotes profesionales relaciona-s¡ cuko y no afectaba a la conciencia religiosa del

el final de la República. Se ofrecían representacio-

1,t7

mos visto (p. ó4), eran indispensable en los sacrificios' ce-

i.b""ñ;;o.É. *u.*u i.gudu con abundante alcohol

;;;iilp" á;Mi""*;, en eimonte Aventino' al final de

iu-.,rul, .t-ur.utudos y vestidos con largas túnicas'vaga-

il;t h ."tt.t J" h .i"dad' Los ciudadanos prudentes

;Jrab^ con llave las puertas y no salían de sus casas en

toda la noche.* L";;;;;; fiesta de junio era.la É9 For; Fortuna' Se

..üütJ;íl+ de junio á orillus delTíbe-r' Habia' al me-

;;.. á;;;tuarios'de Fortuna situados a kilóm€to y me-

ffi'd;;";;¿ri tlá "uri",

uno de los cuales se decía tradi-

;";ñ;i; q* tt"Uiu"i¿o fundado por Servio Tulio' el

;;;;;á; ño-"' Q"tzá'porque laiuerte no distingue

;Ñá"". ; .hr.r, r'"ttu"' fué siempre una diosa PoPq-lar entre los sectores rnat pobt"t d9 Rom.a' En realidad'

A;.-fu. ;; d. 1o, poq"iti-ot cultos a.los que podían

"rir,ir-r*,áG-"r.lu*r'.omo 10s ciudadanos libres. Ge-

;;tt-;; se pensaba que 'n escl-1v9 o un- prisionero

;;;;;;t^.,iJq*t ceremonia religiosa en la que estu-

il;;;;t¿"t", poilo que se tomaban-las precauciones ne-

;;á;;;;;;Jú;il de ella antes de que empezaranlos

rituales. Enconffamos una mención en la estatua de Mar-

i*-"gí" *i*ua no debe ser tocada por rT esclavo>>' In-

.i*o u las mujeres se les prohibía asiitir a los sacrificios a

ü;;;; i{á;"1¿" po.q.,., según cuenta Propercio (rv'

;.10): i;^ t*l" n.grrot usoJuHércules cuando estaba

."&áitá p.ro todoi podían compartir el culto a Fortuna

ñt-á;I"i" u -ürirud salía áe Roma' i pt-:

:-::"b3:co, para presencrar los sacrificios en los santuarios de-

¿i."á"t "'.tta

diosa. La escena del río era-particularmen-

; tL;;.; ..Á. t" describen Cicerón $9bre los firyes' Y'

zbl vbr¡dio (Fastos,W,775 y ss'), con flotillas de barcas

;#pt6il; p.t ü'tapi¿a cárriente' Las orillas estaban

""Uitd". d. aieer", excursionistas' que' según Ovidio' no

i" uu.tgo"rabañ de ilegq'a casa bebidos' Era una gran

il;-p3;Jár, .o*o háe Anna Perenna el 15 de m rzo'

b yseorganizaban combates de gladiadores, pero la co-

$uh con el culto al dios era muy remota. Cuando AticofrÉesuhijaaverlosJuegos deViaoria en el45 a'C', Ciffib aprobó, pero su comentario es revelador cuandorcdere a que realmente senía panrc)aiat la mente tan-nnnd espectáculo como por la sensación de sentimien-n¡disioso (Cartas a Atico, )(III, 44.2).

{f"n ao.to volvemos a las fiestas más populares y fre-

""-rt-,|¡s. La más importante se celebraba el 12 de agos-

bo¡mdo el pretor sacrificaba una temera a Hércules en

mmiguo templo redondo cercano alaentradadel Circo¡r imo. Hércules era una antiguaadaptación romana de

mdeidad de origen griego cuyo culto era mantenido porüoÉJpo especial de esclavos. En el transcurso de una

[mn y ajetreada vida terrena], Hércules protagonizó una

-"¡. de hechos importantes, muchos de ellos turbios y lamqoría dudosos. Este rasgo lo hacía affactivo a los hom-' es de negocios romanos, que se dirigían a él buscandoqlda e inspiración y recompensaban sus servicios depo-

úmdo en su altar (elAra Maxima) un diezmo de sus ga-

Lmcias. El millonario Craso le dedicó en una ocasión la#.ima parte de toda su fortuna, pero su intención era

rinplemente mostrar a los romanos lo rico que era. Máss¡acterísticas son las numegosas inscripciones que re-o!€rdan dedicatorias de comerciantes y las referencias

ANTE N N,A,uDIO r)

Page 59: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

ffi,morcmancs y sus diosesRobert M. Ogilvie

L19

118

buntuales en los poetas cómicos' A principios del siglo

ifft. i,il;, o;i";; á""'ibiu a simismb como <<cha-

"r¿l'""i" *r*tulr' ¿"dit¿ a Hércules Vencedor una pe-

i"IXr'it".i*1." át n""t, ciudad sabina situada a unos

:ffi; ffi"*;t ilRo_;"' En ell¿ recuerda que ofrece

al dios la décima pu*" á. sus beneficios, pero_pide a éste

;";ür;;;-" ht cuentas ¡para ase-gurarse de que no se

# ";:rti;;;¡.rr.J"t h sumal Nó está claro qué pa-

ffi;H;,á:"';;il;;*; El mantenimiento del cul-

;;dÑ;. "" á.¡r" ¿t t* caro y no hay constancia de

;;;;;;.*plos suardaran grandes tesoros' Parece pro-

ü"if" "". "i¿i".io

ss u¡ilizaia para proporcionar una co-

íi"¿Jiriti', J;;iq"" lo q"i'i"'áel día de Ia celebra-'dó* il;J""¿.t¿" antiguo se prohlbra que cualquier

narte del animal.r.,iiit^io f"era retirada áel recinto de

íia.fi ,j;G ;'s;td aría quese consumía allí mismo v

;;l^ ;;btrr-s" {,,.-ubun' Ptonto se convirtió en una

fiesta pública. .

liiár; Jilente (13 de agosto) se celebraba la fiesta de

D;r;;i -o*"Á"ttií"' originariamente el culto a

;fu;*i"".ltit..l'amente unido a la política y fue esta-

ll*iáü;;.itls.*i" nttit to-o "tt.-"dio para unir

los oueblos latinos ^ i{.á", *g* el modelo de alguno de

iltüffit'.Jiát?.¿"td"t át G,recia'.como el que se

centraba "r,.l r*u',liiá;;ioá" Ártemis en Éfeso' Esta

#;ilá"tdo ""á uti que los romanos y los latinos se

f,rrrái"ro" en una única nación, aunque.Ias normas ol1g1-

"r1". d"l culto, escritas en caracteres grie-gos' pervlvl€lon

ffi;;;;.;á. n"g"'itrtu"o" dÁcifiadas por el his-

;;t"d;; iltirio' ETt" Leát, a 9m.n!o se convirtió en el

;;;J;';;0.' ¿" to' "'á"uo"

(quiiás a¡rdado por una

falsa relaciór, "rro"iu

p Á^b'ulattna se'u:us' <esclavo>' y

<<Serviusr>): era uno J"iot pocos cultos a- l9s-qye podían

asistir sin .orrtumin,á 'irual, y la festividad de la diosa se

mantenía como un áiu ¿tuuií'iones de v.erano para ellos'

.?;;;üá;; .,i¡i' s o t ur n ali a del .o.'vt"'¡6 (p' 1 23 )'

mrmsndo los romanos tenían que darles el día libre a sus es-

drs6. Pero no está del todo claro por qué las mujeres ro-

'r'rnn*s "l"gí* ese día en particular para lavarse el g9lo,

Dima á nn buen ejemplo de deidad cuyo papel había

''*onhiado por compleio a1o largo de los cinco-siglos de la

ffiepública p.to qné lr,davta seguía siendo -poderosa

y ve-

Ñrdt Otio era Consus. Su nombre significa.<despense-

muh {c[ condere) y era el dios del grano' adorado en un silo

núterráneo "tt

él Cit.o Máximo. El santuario de Consus

rc €ncontraba en medio del hipódromo más frecuentado

dela ciudad y su festiüda d, elit de agosto' estaba relacio-

mnda tradiciónalmente con una leyenda popular' el rapto

&k sabinas, cuando los sabinos estaban tan absortos en

kniuegos en honor de Consus que los romanos pudieron

*b"dá sus mujeres sin hallar resistencia. Por eso Consus

mn identificado con las carreras de caballos (un deporte

dd q,r. los romanos eran apasionados aficionados, aun-

ry. buia" aconsejaba que se fuera- a ver a las muchachas,

frabs caballos) unt.s qn" con el almacenamiento de gra-

m. Dionisio cuenta qrré en su santuario se ofrecía un sa-

crfficio antes de las calreras y ese día la costumbre era po-

- m guimaldas de flores a los caballos y a las mulas en su'

hmór. El Circo Máximo acogia a millares de personas; el

mornento más solemne de la ceremonia tenia lugar cuan-

dnla multitud enmudecía mientas el sacerdote de Quiri-ilno y lás vestales iban en procesión a rcaltzat los sacrificios

¡ü comienzo de los actos del día.

Septiembre se parece a julio en el sentido de que se

compensaba lafalta de fiestas importantes con una quin-

cena^de juegos, los ludi Romani, que al final de la Repúbli-

c* iban desde el5 hasta el 19 de septiembre. Pero aunque

hs juegos en sí mismos no fueran evidentemente religio-

**, h"Éiu dos hechos importantes en la vida religiosa de-la

ciudad telacionados con-ellos. El, &a 13 de septiembre del

mo 507 a.C.habia sido consagrado el templo de Júpiterfuri-" Máximo, el patón de Roma. A pesar de que el

1ANf ENN A-uDi9 \:)

Page 60: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

120 Robert M' Ogü'-'=

propio templo se había reconstruido y ampliado varias ve-

ces, mantuvo su poslcló; como centio teligioso de Rom¿

il;r"";;i.;-'; h"br";i;;;do un clavo-en las paredes

del tempo lo como protección contra las.plagas; en tiem-

;::::5ü;ñ;" ó;;;;;;t v contar ra hil"'u' de cra'o'

oxidados. Ertu ."r","Jiu ááuputttió antes del siglo '

;¿-";;;"-' r)'^plu^ii fot o'ü mucho más grandiosa

¿ili;;;;;;iu á"1opo't"no sacrificio. de una teme-

ra blanca a Júpiter p"t-"t.-Jo"tJ ese día' todos ios senado-

res v masistrados se ;;; en el templo y se sentaban

o?i;;i"ts;;;;L;;q-""te que representaba algo más que

ff..-á;;-ñ;" lu que se consumían los restos dei

animal sacrificado: r. áirporriun divanesy sillas especiales

il l;;;;i;; t"-.otot'uun las estatuas de Júoiter' Juno )

Minerva, vesddos .o"?üu"i"t t"pu¡"t y.maquillados lla

madvamente' para que 'uírtbiétt

cómpartieran con los se-

,", hutnu""t los mañiares de la mesa''' üil;;;;;;; ;i-i;;-;e celebraba en.los Idus de no-

.ái;. á;;un* lot J"tgos plebevos' Ambas ocasiones

}*?;q*' lo. r",,"io""' uá"i"tát precipitadamente a

R;;. Ei tale, -orné"to', decía Sénéca' los dioses p¿re-

;;^;;" t"des y muy cercanos' E'l otro gran acontecl-

#;;,";;;ti#¿";;;iu du"nt' l"os juegos Ple-

bevos de noüembre. "ru"iu

pro..sión desde el capitolio

il#i c',,. *;iE"to, ¡"tt" a través.de la parte más

"ür*áJ, ¿" iu .it'dnd' Tenemos dos relatos de testigos

oculares de esta p-üü", ""cl de Dionisio 6ntlslydq(1

rotnanas,\T1,70 y ttj, t otro de Ovidio Árn2re1!t!',112

v ss.) en una alnena descripción de las atracclones e lnco-

tiirir¿", ¿" u" diu en los iuegos. Muchachos a Rie o,a

;;úil. abúanpaso' Después, iban los participantes' aurl-

;;; n*;;J,riiu" *' Éu"o'' adetas desnudos prepara-

dos pan\aacción v, pt"t"-tUtem€nte' gladiadores lístos

n^ralalucha. Detráti" Lffor había grupos de bailarines'

iui:#";';áJ,.";'d* 'on túni'.as rojas v arm¿dos

'."o,i"ii;d;'-v i;';;;;á'' qo" bailaban por las calles al

-,i$ r':----------------.r:- s r S,-rs dioSes 121

inlr :,. -L¡ ilautas. A continuación iban pavasos' haciendo

nLr:r- .'bromeando con la multitud que ocupaba la calle'

- ;ori::,. ,legaba el momento culminante de la procesión,

r.r::i,. bandas de flautistas y de tañedores de arpas y nu-

l'*r :: :jtcienso que subían de los pebeteros de cientos de'

¡u: - '::s anunciaÉan la proximidad de lot caruuajes en los

::-.¡-= se uansportaban los emblemas y las estatuas de los

;rl:s,- Cuand^o la ptocesión aTcanzaba el Circo, las esta-

'l;-i:i :- colocaban iuidadosamente en divanes especiales,

-;-. -iigusto aceptó restaurar (Res Gestae' XIX, 1)' desde

*"'i-:r;: iodíart rr., lo, juegos cómodamente. A pesar de la

*,=:, it que las gentes J" ttulia teníanlas procesiones de

jsr: :3o. no purece quela pompa circensis, pues así se ltra-

r.l.r. rur4erá lugar iodos los días de ios juegos' Es más

:r::¡ble q,r" t" ot¿¡rtizara solamente el día más impor-',r,.=. qwzáel t5 de septiembre.

l-us iarieras de caball.rs constituían de nuevo el princi-

:'L rcontecimiento religioso de octubre, pero ahora te-

:ri: connotaciones más desfavorables. Octubre era el

::-- en el cual el agricultot limpiaba los aperos y el solda-

:,: b-s atmas y las guardaban hasta que las,volvieran a ne-

:.s::a¡ la ptiÁuu"tá siguiente. Por eso en el antiguo calen-

;:'.r religioso hay semejanza er:rtre las fiestas de maruo y

* i- o.ti,bre. La purificación de las armas el 19 de octu-

--:. se correspot dá.on una similar el 19 de ma\zo,pero al

::,1de ia Repúbiica ambas se habían convertido en ritua-

-* puramenti formaies y obsoletos. La (tnica ceremonia

;*e mantenía su popularidad era una celebración maca-

::; e1 t5 d. o.t,rbt".ias competiciones de carros, de nue-' : en relación con la fiesta páraiela de las carreras de ca-

:ilos el 14 de maruo, se disputaban ese día en el Campo

:: -\Iarte. El cabalio de la pareja ganaáora, que corría por:' lnterior de la pista en la carrera más importante, eera sa-

::ricado a Marte. Se le cortaba la cola y se llevaba preci:-udamente aia regia para que la sangre goteara sobre las

:.nizas del fuego tágtádo que posteriormente se utilizaba

iDESCUBRE LA

bncnnon FAMILIAI

DISCOVER

SAGRADA FAMILIAI

A.c-t r9

ANTENNAuDIo c

I

Page 61: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

[-m romanos y sus dioses t2)Robert M' Ogilvie

como insrediente en las Parília (p' 105) ' La cabeza del ca-

;",ril;ffi;;;;ü;;;obubl"-""" se colgaba en la

i"tt" d" afueru dela regia' En los primeros.ilempos com-

#i;";íh;üñ"; ¿.' áo' de los' p rincip ales dis t ritos de

ilffi i; üi;Tr.', v r^i"u"'u, p"1ó esta práctica va se ha-

;i;¿ffi*"td;""iá áa t'glo t u'c' v la iignificativa acti-

tud de Tulio César .,rutáoi"tificó á dos.soldados amoti-

;;t"i;l^"ó r.r, .ubt'ut en el exterior.de la reTia,2o1-

iJ* á.i+o a.C. sugiere que esto era lo que tambtén Ie

*;;; l;;;*;-í"l'uÉ¡lo de oc¡gbr.e En cualquier

;;i; ouái.i¿" continuaba y el.pueblo de Roma mante-

;r;; supersticioso interés Por ella'"l.ffi;i;;;;l ;;;;;;'d" 1o' meses.anodinos' alivia-

d. tól;;;; h q,rin.""u d" lot ¡""got gleb¡vos (del4al 17

á" tátJ"¡t.) y ,rna n"* ¿" lípi' er (epulun lor¿s) en los

ii". rt. qñ. il "-b"s", atilÁu* esiaba repleto de ce-

iJ;;l;".t- A principñs'át -"t las mujetes más distin-

;';tdfi;il; ;;É;;' É vest ales' "i"b'ub

un la fiesta

de la <.Buen, pioru","iltll"u'por.ianoche' encasa de

'l;ü;ilñ,;;iZi u'c' se ielebró en casa de cice-

.ó";;izt u'C. ",t

r'i" C¿*t (quizá9 enlaregia''dado

;; ; ,.l ,.rid.rr.i, ttti¡ como f ontifex .rnaximus) ' Esta

hff; #ñ;d;G;; fun]o'o áscándalo' El culto

tenía evidentemente iil;;¿; de propiciar la fertilidad

h:'il;,;;;-l; ü.*"u .'u un c9r{5 v-todos los

t;-b;6J"¡* tig"totamente ex.cluidos' No obstan-

te, un joven "rir,o.'ulu*il'-uJo

P' Clodio se disfrazó de

,iL1";;ñr* "tit,it 'r *io' D-ttgt"iadamente fue des-

cubierto y, como .ont"t"""tiu, fuüespiadadamente ridi-

culizado por Ci..ror,]l;;;;;;ttcó üa agria enemistad

"il* l*"d*. ¿ü;."*igüo vengarse cuando-promo-

üo "1"*i. d" Ci..to" "" "í:s "'C'

Ño está clara la inten-

.iá;'i; Ci.dto: las malas lenguas decían cue ¡ef3 un1

aventura con la mujer de César, pero es más probaote que

;;;;;;;;;.tpL-""tt de ttna travesura' En cualquier

.;r;J"l;Jtfiá" indigttution que Cicerón suscitó en sus

discursos sobre el asunto demuestra con qué seriedad res-

r.trb* t"dos a la diosa. La fiesta se tuvo-que celebrar de

;;; otru ,,o.h", puesto que había sido profana@ por la '

preencia de un hbmbt" G' instauratio). Bona Dea era

i*^ diosa popular en toda Italia durante el Imperio' Te-

rlíe, al.ttt"tot, dos templos en Ostia y numerosas inscrip-

ciones atestiguan ,r, .ulto en Roma y en las provincias'

Por 1o t"rtto,"t o debemos tomamos muy en serio los vio-

lentos ataques de Tuvenal (II, 83 y ss'; VI' 314 y ss'), quien

d" " "nt.ttd.,

qu. ,u culto sólo era respetado por borra-

.h"t p"*"ttidor, Etto es pura retórica -el contenido de

lr'ta*uantigua- yJuu.nul, después de todo, como hom-

br", dlfi.ilt r'.nt" pádi, saber lo que realmente ocurría' La

wiáencia apunta a ello más como un culto decoroso y

orofundamente sentido.' El ano terminaba, como en la actualidad' con un gran

día de pazybtenavoluntad' En realidad,las costumbres

E tot itittí"nos derivan directamente de la antigua festiU¿rJ ¿. tut Saturnalia,limitada en su origen al 17 de di-

ciembre, pero que después se prolongó durante varios

días. Sai"rno, q,r" em$ezó siendo un-dlos maligno, en

época tempr^i.r^ identificado con el dios griego Cro-

Jor, .l paáre de Zeus, y así permanecjó-en los buenos

tiápos antiguos, esa Edad de Oro que había existido an-

teriormente pero qn" debía renovarse una vez más' En

oi" r."¡do Vitgi[ó habla en laÉglogalV del regreso del

reino de Saturnó -redeunt

Saturnia regna' Un gran sacri-

ficio abría la fiesta en el templo de Saturno en el Foro, se-

g,riao a" un banquete público al quq cualquiera podía

i.lrri.. Las tiendas perrnanecían ceriadas, en las escuelas

no había clases, los juzgados estaban vacíos: toda la ciu-

d"d .rtubu ,n fétt. fádo. se quitaban la toga convencional

v en su l.reut i" vesdan con rajes de fiesta (synthesis) y se'*bríur,.ót go.ro,ligeros (pitéut. Las calles estaban aba-

r¡otadas d" i"t.uttt"t', a quienes en esta ocasión se les per-

mitía jugar y upott"t en público' Marcial d:''"'"a_ffi

Page 62: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Robert M. Ogihie Capítulo 6

La religión privada

ftra -ryoríu de las ceremonias tratadas en los capítulos

rñilñ "ran

teñzadas por individuos especializados

en nombre del Estado como colectividad' Lo importante

otqrr. t.lLu atan acabo de la forma adecuada en el mo-

-"io adecuado;la asistencia dgtodo el pueblo romano

oo "ru

necesaria para su eficaciá,]aunq-ue, -de hecho, mu-

A; ¿ elhs atrajlran grandes muldtudes deespecmdores

interesados y deotos.bentro del Estado había pequeñas

unidades --asociaciones' tribus, regimientos, gremios, ba-

rrios, etc.- y caáauna de ellas'tenía sus propios paffones

v tr.ti propiós ritos religiosos ideados pma gúarfiizat.I^

;",i";; ót"speridad dJl grupo' Por eso-parece que todos

lós clanes trwieron ciertos cultos particulares propios' Los

Fabios.tuvieron un santuario en la colina del Qr4rinal que

se atrevieron a mantener incluso cuando Roma fue ocupa-

da por los galos y los Aurelios adoraron al Sol como su

ma (XlV, 1) que enlas Saturnalia-la gentepodía jugara lcffi;-r

^bi",,táÁ"r,r. ti,'tá*ot '

h pá[cía' Denffo de la fa-

miüa las celebracionet^;;; tttgtá y tranquilas' A los es-

:ff#; ü' árÉ"itáo, to' p'iül'gíos propios de los ciu-

;;ffi;;tilt*,d""no' les séwían-la comida' Cada

;;É;r" ; uí rJto t"v para presidir las fiestas; Tácito

."áü.'¿-o Nerón ub"t¿ d" su condición de <trey'> p-ara

i;úñ;l;t"" ptin.1f" Británico (Anales'ÑI' 15)' Los

nadres resalaban irrgt.i.t a sus hijos, en particular pegqe-

#HtrrñT;' i"'i;?;; G;sliot,t"í "*iso; se intercambi¿-

tÁ áut Qerei) Y las familias se visitaban unas a otras'"t';;'^E';á^Ll;1;;;&u'abarelrecorridoanualdehr:f;üü+r r.rigi"r"r. Ág*ot romanos mostraban^h;;;i;t

una actit;d arrogante' como Séneca' qulen ar-

;;;;J"*ü; á"¡i* oÉ'"* "' las. S a t u r n a I i a pero por

medio de una cont.-flución frugal y como diversión

;;;;;" bti'io "l

jout"' q"e + construvó una habi

tación insonorizada " fá"q*'té retiraba durante la fiesta

rnittiJit,n, tT .24),;;Já"ot valoraban su sencillo sig-

;ííJff il rt.Á¡..i se unían con espíritu de buena vo-

ffi;;J;;;Já' la*' n'a h prueba dé que los dioses po-

a*tf #.ilüd;l*" "i"'uo' arvhacát que lry cosasle

#;il;;il;;U h;^idad' No haY confirmación

más clara de esto que un pequglo poema de Estacio (Szl-

lir, t',6) escrito "it

tu ep*u ael emperador Domiciano'

íil;;'.il; tu" sil"ií'¿¡o hacen á todos los hombres

ilffi;"il;' pout", q*"nquiera que:ea; se jacta de ser

invitado ¿"t.*p",,átl'iy I'o-o.ttutn la felicidad a todo

"J;niJtil:Ño'p"üá"t"'á t"" día un sagra5!9 mientras

;il;;;lá.'.oti"ut del Lacio v el padre Tíber' mien-

ffi,eiJñi. t" no-u y mientrás el Capitolio que res-

tauras se mantenga sobre la tierra>'

' 'I

Page 63: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

dios distintivo . Cadalegión del ejército romano teqía su

il#;;;;;;;;;il;íJ se ofrécía" oraciones ¡t sacrifi-

il;-iJt diversos g'"-io' de comerciantes de Ostia te-

nían sus propias .upif"' put" el culto de los diferentes

dioses qué velaban por sus intereses' -

/ El grupo*a. p"q""n;ñitt dela gggrunidad era la

¡ familia. que necesitaú" flJ'Utración divina oara el éxi-

to de la üda diuriu r^io'i;;;iE;;;á"' v ercábezadefa-

i ;lr;#;i'*ú;;b[ d' du' los pasos adecuados para

i #;; "'" .óp**;t'Ñ;;d;ente' como en la reli-

,:-gión públi c , e: ;;;¿; á" '"-¡1i1in regularidad

i ciertas cefemonlas fecurfentes, pero siempre surgían re-

r pentinas crisis que.;ü;-;áid"' "tp"tiJes' dependien-

, do de las circunstantiit' ff^Uit"A*entt la.personaaÍecta-

á;;;?;d.r,u.", * uoü d dio' aprgniádo @'37)'La;""-i; á" tot romanos sentía especial devoción por un

dt#il;;;f;J Á ^Y"iu

en momentos de difi-

cultad. Del mismo;t'dc, q"" Silu siempre llevaba consigo

;;;;g." J" nptro ¡pJevo escribió doscientos cin-

;;"*;A;t d"rpt'at^q"t itniílucostumbre de llevar una

imasen d" ,r, put'o"lLio tot sus libros adondequiera

[#t;i:.:'d íüii, etl,de manera que pudiera ofrecer-

le incienso' vino y, á áili t"tttfitu'I" .,tt'víctima en las

,'b'.;;i;;;;ol.mttét' La religión para.los romanos era' en

;;t-;; l;*.' iu .,".""tiu ^Á-ü

p tot"ttiot' dada p or 1'1r {ot

á";;tJd;. -Po.o;^;;;u"o'

to-ubun una decisión im-

Dorrante en sus ,r"",.r'pri"ádo, rit haber averiguado an-

#ffiü"d á;iJ;; I"Ji""'" alguna de las formas de

Robert M. Ogilvie

a{ivinación (P. 83).;'*l'##ü )irJ,'l¿r^as de esos dioses h*l::¡L:.ri:'^:

inscripción junto al río Numico, cerca de Roma, dedicada

"Á,I^aiüneas, esto es, a Eneas como ancestro deificado de

codos los romanos. Los romanos se referían a estos espíri

rus colectivamente como di indigites. Virgilio, por ejem-

plo, ruega a los di indigites de Roma, Rómul,o y Vesta

I.o*o'pod.res más íñtimamente relacionados con la

ibrnma de la ciudad de Roma- que colaboren con Octa-

n'io "t .rm intentos de restaurar 1a pa, enltalia tras l4 gqe-

rras civiles (Geórgicas,I,498). Péro denmo dela famüa

eran conocidos siáplemente como los lares y caáa casa.te-

do ru liror¡urn o sá¡tuaio donde se les hacían ofrendas:

era una alaceÁa que contenía pequeñas estatuillas repre-

;;;i"^ ¡. Io, lora y estubaiitúaáa en un rincón de la

;;üpti"cipal de lá casa. Fue lo primero.que Uq9J";;.i¿;'d" Encolpio cuando entró en casa de Trimalción

{P"trorrio, Satiricón, 29)' Confrecuencia también se utili-

;b;;;;teLcario donde se guardaban otros objetos de

rJor. Trimalción, por ejemplo, guatdaba glk enuna,cila

d"án lot ,".ort", de su primeta barba'ilos miembros

á.1" iÁiti" acostumbrabin a ,",u' alos lares todos,los

días y protablemente les ofrecieran algunos pequeños

presentes, como lnclenso o vino (Plauto, prólogo áe Au-

lukria). 1"-Ti át*ipo de dioses familiares eran los penates ----.los \

podere¡ quávehban por la-despensa y por las provisiones' -'

b" l^ -itmá manerá que el pueblo romano en su con,un-

to ,."iu su hogar (Vesü) y sis penates (p' 114) simbólicos,

así también toáas hs famüas honraban a los espíritus que '

f* ,..J"*¡an que tendrían suficiente comida pan ah-

mentar-se cada diu. Las familias romanas ofrecían oracio-'

".i u V"tr, antes de la comida principal del día, ylos días

á" fi"rtu por la mañana colocaban una guirnalda de flores

iunto al hogar (Catón, Sobre la agricultura, I42)'Lasfami-ii"r -at dJrrotu, apartaban una porción de comida y la;;irb* al fuego iomo ofrendu á V"tt,' Era buena señal

ti .t"pltubu al aíder. Esto quizá no fuese muy común a fi-

Ls romanos y sus üoses

i

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It

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it¿"ititl"üá':;;d""#'i;;.**"adorabatambiénadosi --."-^^ ^^^^*^l^" '1..^tl"tt-t divinos que-cQqffolaban su

;"ii##r #'ió'inién r',do s, quienes se tomaban 1':i:';Hff ffi ü; ; J;;:;;

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1". l:' T'Y: 1'*:* *

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i.nsl ;,t-lát*t - n"ii"ntemente se ha descubiefto una

Page 64: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

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IJ

1r :Li$ .i

nales de la República, dado que, según Horacío' parec€

oue en su época se considerabáyuunusupersticiónlPp1?á;;* fi.ultas. En una oda ligeramente.irónica (III' 23)

ÁJn^ uuna campesin a'wr.grnad'a a conciliar a los peque-

ños dioses (los lares) con incienso, grano tresco y una cer-

da, a ponedes guimaldas de mirto y romero y a acercarse

.on ,irto, inocentes d, altar de los Penates' El propósito

del poema no está claro a primera vista' En cierta manera

;;J; J frincipio de qüe los dio-ses respetan las ofren-

J;;;";;id d. hs pertottas humildes tanto.como los pre-

."t* .u.o, y."..iiuor, pero esto significa hacedo dema-

ráá" filotófíco y muy poco poético' l a gracia está en

expresar en un lenguaje altamente sofistic-ado una supers-

tición campesina nada sofisticada' No obstante' aunque

troÁUt"t como Cicerón o César no siempre <óendecían la

Á..u urrr.s de comerr>, Ios lares y los pinates significaron

para ellos emocionalmente tanto como t<hogaD> para no- ]

Los romanos y sus dioses 129

mente a los catorce años el niño consagraba el colgante(bulla) que había llevado como amuleto durante su infan-cia. En presencia de su familia y amigos sq quitaba latogabordada y se ponía por primera vezlatogaltsa de adulto.Era aéompañado al Foro y presentado en público. Sunombre se inscribía oficiaLmente en la lista de ciudadanos.

Io más significativo del itual eruIaconnotación ¡eligiosa,y se ofrecían sacrificios por h4ber_llegado sano y salvo a laqadurez. Las Liberalia (17 de maruo) fueron en su origenuna fiesta reservada para esta ceremonia, pero también se

utilizaron otros días. Sabemos, por ejemplo, que Virgiliotomó la toga uirilis el t5 de octubre y Nerón el7 de julio.llasta los romanos más escépticos mantuüeron la cere-

monia y respetaron la asistencia a la misma de los hijos desus amigos. Plinio elJoven la consideraba como algo habi-rual en sus obligaciones cuando estaba en Roma (Epísto-

l¿s,I,9.2).A pesar de que en Roma no había necesidad de que el

matrimonio se llevara a cabo por autoridades religiosas ocivi[e3, como ocurre, por ejemplo, en Gran Bretaña, Iaprácúca normal era que se celebrara siguiendo un ritualreligioso. Un matrimonio era perfectamente válido si ias

dos partes reunían los requisitos necesarios (es decir, ciu-dadanos libres, mayores de edad y legalmente indepen-dientes) y consentían en casarse. Por eso, según los patro-nes romanos, la unión casual de Dido y Eneas era en sí

misma un matrimonio legal. Sin embargo,..constituye unacontecimiento de tal magnitud que la colaboración de losdioses es esencial para su éxito y los romanos desarrolla-ron un elaborado ritual en el que la voluntad de los diosesse averiguaba por medio de la adivinación y la ayuda divi-nase solicitaba por medio del sacrificio. A continuaciónveníala boda en sí, que culminaba con la procesión quellevaba a Ia nowa a la casa de su marido. Asociadas a laprocesión había diversas costumbres supersticiosas, comoanoiar nueces y contar chistes

,..o"*?,.n " se p.uedel ob

:'."

128 Robert M. Ogilr.{e

sotfos.- - iodu, las etapas importantes de la vida faml]iar se cui-

dub* "r, "*tt"*o'

Ei nacimiento, en particular, era un

*-.rrá arriesgado ypeligroso en el cual la colaboración

á" 1"". Lucina resitubu át.t.i,1' En cuanto el niño na-

.áiütltplti us malignos eran expulsados con diligencia

J.i" *." tp .24) y se"dejaba al niño en el suelo hasta que

* ou¿t" lo l"u*táb, "n','rtt

g"tto riual' Se consideró omi;;;;". Ñerón fuera to.uáo por los rayos del sol antes

á" q".=Zih"Uiera tocado la tieria (Suetonio, Nerón, VI)' Si

se tiataba de una niña, en la casa se colocaba un diván es-

oecial nara Tuno; si era un niño, se ponía una mesa a Hér-

h;;. É;;;;it.nd, de agradecimiento a la divinidad. que

h^i^;Ñ^áo "., "l

puito t. mantenía durante ocho o

ru.tr" dí", hurt, qn" "l

recién nacido y su- madre elan pu-

Ji.r¿". yse dabá nombre al recién nacido' Eran días cri,i-t ." io. qrr" se necesitaba patricularmente la protec-

ción divina.-1" p"¡¿" aá enotra etapa importante' Aproximada-

!L

Page 65: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

servar muy bien al leer los himnos nupciales de Catulo

(ll',-eZl, í""que en cierta medidamezcle elementos grie-

qos v romanot. Cudu paso, sin embargo, tenía un propost-P-"'t; .----'-^-^^^tc^l TT-^ ^^ot,,mh.-". arle torlavía hovr". ráU** átp..iiilá. Una costumbre,.gu? to{1vía ho¿

;b'H;.:".;!;;;.il pÁu,^el umbial con la novia

Lmrmmcysr¡s dioses

dqq no paraban ahí los deberes de los vivos para conhe dúftntm. Como hemos visto, el culto a los muértos eraMniF[¡s más resistentes supervivencias en Roma*fo. 98).

Enbesencial el culto privado reproducía a pequbña es-cdad culto público, pero en muchos aspecros siguió sien-clo más sencillo. La magia y la superstición estuvieronsbnpre muy cerca de la parte superficial de las ceremo-ntus que e] cabeza de familia reahzaba. Esto se debía enparte al mero hecho de que era un culto privado y no es-

t& tan zujeto a la influencia civilizadora que generacio-rc áe pontifices y hombres de Estado muy instruidos ha-bim ejercido sobre los procedimientos del culto público.[,g ibnjuros ylos hechizos, por ejemplo, dejaron de tenerimportancia en las ceremonias religiosas oficiales y ya en el450 a.C. los legisladores de las Doce Tablas intentaroner¡adicarlos también de la üda privada.A pesar de todo,se manfuüeron durante el periodo clásico como el fenó-moo más común de la üda dtai'.a. Unos eran bastanteinofensivos, como el conjuro que César se repetía tres ve-ces cada vez que se sentaba en un carruaje como medio deprotegerse de accidentes (Plinio, Historia natural, )OilIII,1.9), otros eran patéticos y desesperados intentos de curaro rcchazat enfermedades, y otros, en cambio, revelanfuerzas ocultas de despiadada malicia, como las numero-sas maldiciones (difixiones) inscritas en plomo que se hanencontradas por todo el Imperio romano. Thmbién es

Robert M. Ogilvie rJl130

ñ,ii,t;; i. r'*iá p4au oar4-uq ll"pie-zo de mal au-

il;; t^-."iilai áá t" "."1, "t-zu

nüéna óásiindiéába

:ááo É;ák ü¿"-d" a¡uáu' Po' eso se tomaban todás

i;';";;;;"';;;ibi"' para asegurarse de ye todl

-ut.h"úu bien. Los marcos de las puertas eran adomados

;;;ñay rrttudot con aceite a la intención de propiciar a

los espíritus que los gwatian.-"Eiíi,h; üá átrL" ttumano es la muerte' Cuando to-

¿""J;lt+i."rt "

r". ái.ses de la curación, Apolo'lt:d?:

"i u oitát, habían resultado ineficaces, sólo quedablla

i.rifruár¿ de acercarse piadosamentl a, llmu;tf-Lp,iii"-po, de Augusto, así como al final de.la Repúb[ca' Ia

t.i"ltu.l¿" erá casi elúnico método de deshacerse de un

;-pt t; práctica del enterramienlo, pol Ia nz6n que

f""té, ttuUi" ¿"saparecido h acia elsiglo I!a'!' o antes y no

;;d; h;;ü i" época de Adriano' Dado que.los po-

á"i"t á!iÁat allá son malignos por propia-naturaleza' los

fu";;J;; .. ."i¿uu* -rrÁo' El t,'ttpo,lavado' ungido

il';ñ;";t,id; con elegantes to.puit:, era llevado en

orocesión a un crematorio público (ustrinum) o a un ce-

";";;^ pti""J.-áá"¿. üu etq"ittu estaba reservada

;;;;;;ffi;¡li iu pi'u tunerarL' un pariente' con la

iuru rro.ltu, .o.o ,i.-pre que se esmba án tra cercanía de

il-di;;;;'pt"t¿i" fu.go u la pira con una antorcha'

C"""¿. ""ip^g^b^

el fu.go,-se recogían l.as -ce-lizas en

;;;, y .. dEpo.itaban én h umba familiar junto con

J;ileé h. .óu. q,r. "1

espíritu pudiera necesitar des-

p*¿t L i" muerte. Nii"t r,", iu"to,-l' casa estaba de lulo

il;^;,;;il¿iL -it tutde' seofrecíaun sacrificio alos

i** ; t ; ."ul"r, en cierto sentldo,é! di{rn1g se }rfia q¡]

áá;l t. t.rtirrUa.rnu pntificación ritual del edificio' Sin

fl

h{r

llr

lt

cierto que cuando Roma pasó de ser una comunidad agrí-cola a convertirse en una ciudad, el ciudadano corrienteperdió gran parte de su importancia y de su indiüduali-dad y se fue convirtiendo en uno más de la masa. Su pros-peridad dependía menos de su propio esfuerzo

-y, por lo

tanto, de su habilidad para propiciarse a los dioses- ymás del favor del Estado como colectividad y de sus diri-gentes. Por eso no debe sorprendernos que, áxceptuandodeterminadas ceremonias como las bodas, encontremosen los principales autores clásicos tan pocas referencias a

Page 66: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

It2 Roben M' Ogihie

" los actos sociales relacionados con la familia o el ámbito

{urnüur,porque para ellos y-P?r.a sus,lectores no tenían

,*r" i*1i."*.iá.oLá üráligió" de la comunidad dela

que formaban Parte.

Capítulo 7

Los sacerdotes

t,

ilfr

ü

ü

Iil

II

üi

Elomplicado ritual dela religión romana requería unaautonzada y competente; a pesar de ello los

firrrrnos es casi el único pueblo de la historia que no tuvorne profesión exclusivamente sacerdotal. Los principalesqqp_s_religiosos, a excepción del rex sacrorunt y de1fla-man Didlis (p. 137),estaban habitualmente presi&dos por@g{$=.figuras de la vida pokdca, Cicerón justifica éstehecüo*ifiéiendo que, .o-o .ónr..uencia, <dos ciudadanosmás distinguidos salvaguatdan la religión -mediante labnrena administación del Estado y salvaguardan el Estadomdiante el sabio contol de la religiónr, (Sobrt su casa, I).De hecho ésta era la consecuenciaÁatwalde una religiónque veía la prueba más evidente de la actividad diviná enel correcto funcionamiento de la üda humana. El sacer-'docio [ego a ser considerado una importante distinciónsocial y un puesto influyente en la üda política. Cicerón

L&

t3)

Page 67: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

tl4

esmba orsulloso de haber sido elegido u99tt: apesar de su

li..*üittil"r.ut" lot'ug"'io' cómo ciencia' La relevan-

.i;á"i;;;r.erdocios en Roma' aseguraba' por mnto' que

la religión nunca .*u'j' i"*t"i";* 9"'uttttdid'' Todo el

*"llpitrU" a una carrera pública debía tener en cuenta

también la religión'At final de la República y principios del Imperio fueron

I .'il¿i; ;#ü;' ;ilii5'?" il'"'dotes l1'Ponsables

i ;;;;""'., "l Érrkotlo'?io'"' en general' Había dieci

:::r:;;;tf*t' a*i"¿lt '"gu*t' q"ittte hombres designa-

'1d;. á;í;;;;¡'d'.ü;["pu'á hu""u"ificios>) v diez

i;;;t";;;.;;",'á ¿. iáJu''ál"gio todos los miembros te-

1""#:;";í,;;;;i;;b.;A"resyeláerospontif ices

,'!í^i;##t"d"J-"iá' '"Lu*té' q"t los otros dos cole-

' il; i;;;i;;;"t'dotiot' a diferencia delas magistratu-

,.iras políticas' eran t"fititt' Dado que sólo había sesenta

'J."fi;il'd;;; ranso para ser repartidos de entre

doscientas u .rr"t'oti""t^"-uÁbiciosas figuras públicas que

:#üiio ;;ll;;;-mismo tiempó' era virtualmente

imposible p"r" ."4q1'f;;;;p* u -át dt uno a lo largo

- ,de-su vida. Julio césar fue po nTifex maximzsy augur' Só1o

;i;;;;;i;'u -i"*bó de todos los colegios":omo'

il':'ffit'; ;#;Á;s"sto en sus Re s. G e s t a e (vII' 3 )'

También sig¡ificaua !u"-fiÁi' un largo tiempo deespera

antes de que uno cánsiguiera un sace.rdocio' Cicerón'

ññ ñil¿. .o*Jti "f a u'c''no llesó a augur has-

ta diezaños más t"tál p-fi"it el Joven s-e énorgullrc-ce d:

ffi;;i;;;;*e*'r'1"t"^' q* CiÉerón (Enístolas rV 8'5):

tue cónsul ." .l 1;fá'¿ l' i'"-J:gi¿o á"gu' en el 103

d.C. Es un inquietlit" indít¡ de lai estrechas relaciones

de Tácito .o* oori-i.iuno el hechode que llegaryr a quin-

á"ri*"i¡ tii¡t foai"¿¡t en el 88 d'C'' casi üez afos antes

de que fuera cónsulEn los primeros tiempos los.miembros de los :Y:1t:*.

f"gt.t-"tÁ a"gidos po.i votación colectiva' pero este me-

todo de sele.ción iádía a perpetuar un círculo muy ce-

.

Robert M. Ogilvie lll¡msmrlwrsvsus dioses

umdode candidatos. En el 103 a.C. se instituyó un sistema

unoiu cmpliedo como consecuencia de la presión popY-

U- I,* ti"tt¡ros existentes proponían una 9em.a de

^h* p.t" cualquier ur.u.rt". La elección final se hacía

*,* "á*Ut* od bot de diecisiete de las reinta- y cinco

m* g candidato ganador era entonces admitido como

nrnie,mhro tras las ceremonias pertinentes para asegurarse

d*6-i"tto de los diosei' Durante ellmperio se uti-

m"ú" d mismo sistema de nombramiento, salvo gue el

"ry.*d"t t".iera uso del privilegio de <<recomenda>> a

*kdid"to en particular (cuya elección estaba, por tan-

^ *q,tt"¿^), y l" elección ieal la hacia el Senado en

\f StS*l: antiguo er¿ el de los'pon'tifices'En su

"'4F'. colo srrgiere si nombre (<<constructores de-puen-

Ñ|,;;. ugíb^nde las obligaciones sagradas inheren-

mr e le constticción y al mantenimiento de los puentes;

* doo"¿= de h eódsión de los reyes asumieron toda

L-tq."LUiüdad deia dirección de la religión el Ro-ma

;Ñ; reconocidos como el principal sacerdocio' Los

L**r,*. Átegios habían recopilado a lo lalgo de los¿ños

^ **""i dJprecedent.. ,.iigiotot ,los Decretos de las

mm@*t, q,r" r" invocaba para*decidir en todas las discu-

¡fu¿ "oti" .,r"rtiones dÉ procedimiento' Aconsejaban

db"*-tt un sacrificio iba mal o si aparecía un mal pre-

$"IT-fr" la autoddad suprema sobre el calendario re-#

establecían los üas festivos, quieneshpGsan qurenes

ffi& *¿ti¿o insertar un mes complementario, etclA* ""b-";"ba

el pontiftx naximis, que era elegido

ffirt t "; "t.oiiao "rrt." lot pontifices existenteí

,m-,t"¡* t operaba {rre co-nsultara 3l resto del colegio' te

ñ; gr* á-bito die poder y de libertad de acción' Su

ÑÉ oficial "r, .i p^lu.i6 (regia) en el centro del

m-, dood. se guardaban los archivos pontificales' Tam-

ffimece que"renía una iurisücción géneral sobre todos

k +.'t;* sacerdotes, incluidas las vesales' Cicerón cita

Page 68: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

- un caso del siglo n a.C. en que el pontiftx maxirnus áeL

momento multó al sacerdote de Quirino, el cual se daba lacircunstancia de que era cónsul (Fihpicas, )([, 18). Fue envirtud de este cargo por 1o que Julio César pudo instituirvarias reformas notables, sobre todo la del calendario queha permanecidó prácticamente inalterado hasta los tiem-pos modernos.

/ Además de los dieciséis pontifices, el colegio pontifical

. ' lincl.ría también para todos los fines prácticos otros tres,)' lcuerpos -las

vestales,los flanaines y d. rex sacvorur7.Las

')üestales, seis, efan elegidas, presumiblemente por d,panti-

', fex maximu.s, cuandoeran niñas, entre las antiguas fami.l i lias patricias de Roma, y durante treinta años vigilaban el'

I fuego sagrado e inmortal de Vesta. Tenían otros complica--doi rituales que desempeñar, como sacar agua sagrada.y

preparar la torta salada especial (mola salsa) utihzaáa endeterminados sacrificios. También eran responsables delos objetos valiosos almacenados en el tesoro del templode Vesta. Era un gran honor ser una vestal y,parece que nohabía ninguna dificultad para conseguir candidatas, a pe-sar de que no estuvieran attorizadas a casarse hasta queno hubieran cumplido treinta años de servicio y cualquierfaltaftteru severamente castigada. Una vestal acusada d" ).de haber faltado contra la castidad era enterrada viva. ,/ '

" i' Losflamines eran los sacerdotes asignados al servieiqt,'

L d" un dios concxetq, Había doce flamines menores (de

Flora, Pomona, Furrina) y tres flamine--t mayores (de Jú-piter, Marte y Quirino). Como cada uno de ellos se ocu-paba de un dios y de un culto determinados, estos sacer-

docios eran mucho más profesionales y técnicos que lospontifices. En consecuencia, aunque nada les impedía de-sempeñarlos a la vez que los cargos políticos, de hechohabitualmente no eran solicitados por hombres implica-dos en actividades políticas. Estaban más en el ámbito depiadosos amantes de las tradiciones, como el flamen de

Quirino al que Ovidio se encontró un día durante un pa-

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Robert M. Ogilüe t17

eravelar porque el culto y el templo defum dioses estuvieran atendidos. En efecto, el

como se designaba al.flarnen deJúpite¡ es-

por restricciones y tabúes de todo tiposido difícil llevar una vida pública normal.

Wer Dizlis lleg6 a edil en el 200 a.C., peroprodujo una vacante en el 87 a.C. el puesto re-

¡m atractivo que nadie lo ocupó y permanecióuüey onco años hasta que los esfuerzos de Au-

!.un candidato. Aulo Gelio, un erudito

iien el siglo u d.C., nos ha transmitido una fas-[rür de restricciones que incluye las siguientesÁñeas, X, 15): elflamán Dialis no estabá autori-

ñrrrrr a caballo, a pasar más de una noche fueraa tocat cabras, came cruda, hiedra y habas,

aortara el pelo alguien que no fuera un ciudada-e $er un ejército, a hacer un juramento. Todas

frrmesponden a supersticiones comprensibles, aun-

ryrcp¡nitisas, pero no contribuyeron a hacer su vida:,dtrdl

.* Ml.Nocmocimiento de muchas de las deidades que te-ftffinzzes, así como la curiosa posición delflamen Dia-&e¡'$.¡¡n que estos sacerdocios eran reliquias de los pri-@ r#"s de Roma. También lo era el tercer miembro

del colegio pontifical ----<l-rex sacr,orur¿, o rey i r.a{il

&gon¡as. Durante la Monarquía los reyes romanosffid*utado de poder temporal y espiritual. Cuandofunexpulsados, la magistrafura republicana asumió la

"..iltd'de sus poderes temporales y algunos de los debe-rreSrderrhos religiosos. Lo que quedó fue asignado a unrffio del rey, el rex sacrorum; éste, nominalmente alrmi t*ría preferencia en todas las ceremonias religio-n,Noobstante, en la ptácticasus funciones fueron usur-

ffffi por los pontificeí, y antes del final de la República elqqp ye no era significativo. Cicerón y sus contemporá-mrlmcas veces se refieren aélylasupervivencia del mis-

Page 69: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

98 Robert M' Ogihie

mo se aprecia mejor en esculturas de principios del Impe-

rio que muestran reuniones de los sacerdotes dirigentes

en sacrificios o en offas ceremonias.No hay mucho que decir sobre el colegio de los

-augu-,.., .r..y"i funcionei han sido esbozadas en el capítulo de-

dicado a la adivinación (p. 74 )' Del mismo modo que 'ttt'cuerpo de legislación pontifical se había desarrollado a 1o

largo de los siglos, también existía una recopilación deprJcedentes p&a la interpretación de presagios que los^u,rgrrt

, podían consultar.-Los quíndecirnuirí sacris facíen-dil enniesponsables principalmente de goardar v' !.g1do el momento, consultar los,Libros Sibilino¡ (p-' 82). Sin

embargo, ésta era una circunstancia ocasional y durante el

t"rto d-. su tiempo eieréranuna s.qpervisión general d9.-t9'

dos los cultos di origen extraniero antes que de los-lati-

nos. Poi éjenii lo, los quin decim uiri emn los responsables,

como dicé Lulano G:599 y ss.), de lavat caáa27 demat'zola pieáranegra que representaba a la diosa frigia lvlagnu A,Iut.r, CibJles,

-Ett. ..tlto había sido inroducido en

Roma durante la crisis de las Guerras Púnicas siguiendo la

recomendación de los Libros Sibilinos, pero durante dos

siglos fue tratado con una cierta reserva: excepto los quin-

dácimuirí, ningún oro romano estaba autoúzado ap^rti-cioar en el culto.

I ltotfot-e los banquetes públicos se fueron convirtien-i dó-.udu vez más "t

,-, carácterística común de las gran-

i des festividades y juegos, fue surgiendo la necesidad de un

" - i .r:"tpo especial de hómbres que velara por que todos los

i preparatiuos se desarrollaranlin contratiempos' El cole-

-i'i"i" los epulones (<<organizadores de fiestas>>) fue funda-*áo en el tg6 a.C. y el número de sus miembros se incre-

mentó hasta drcz en tiempos de César, lo que indica larelevancia de tales fiestas en la vida de la ciudad. Se ocu-

paban principalmente de las cenas del Se-nado quezse-

guían a los sacrificios en las celebraciones de Júpiter Op-ti*o Má"i*o y de los banquetes públicos en los Juegos

@n¡¡rmrmrs¡ts ¡ii.r.es 89

nh'ñúñ* y €n }os Plebeyos. Sin duda dejabanla detalladarrdHlldkrnlrciin & esos preparativos a subaltemos, proba-

ffihrum esde¡u públicos. *'1

'ffiuü p" ésrc éran los cüátro principales sacerdocios

{qgcrcmcptmÍen entre ellos la supervisión general de la re-

ffiüm mumma- Además, había numerosos cuerpol pary-

'Ñ r* e'dxirnados con diferentes rituales, comolos salii

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Page 70: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Capítulo 8

La religión en tiemposde Augusto

Til q el 59 a.C. É.ttu rtuuna explicación racionalilizadora de por qué las cosas habían ido tan mal.hrtos años después, en el 184 d.C., se s ilizaron

ntes; templos como el de Júpiter Feretrio en elque Atico visitó sobre el 33 a.C. (Nepote, Atico,

e*aban en ruinas: las ceremonias habían dejadoy se descuidab,an;Ia adivinación era objeto

a causa de las actividades de hombres como Bí-

los mismos argumentos. El gran orador pa-abogaba por la restauración del Altar de la

rredominantes en las mentes romanas'i - .io en elflZ3.et"n ¿. culpa y de ú, 5'*alle deAccio'eii"elf1 a.C. ermde culpa y de áli-,; )'

ñffi¡atatañ lthis¡ória de los últimos ii"."""\d únicó eror claro quq,todo-s= pgdí,¿n ver era qrre \ . .

dei4..do dee+urnlr*ftb¡ -dariüñe

s-uJohligaciqq-et r '

Sacerdocios como.dflaruén diahs habían que-

Page 71: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

142 Robert M' Ogilrie

todo el Estado sufre y sobrevienen los desastres' El man-

tenimiento de ritos Ácestral.s era lo que había sometido

"l ttt.tttdo a las armas romanas y expulsado de las fronte-

ras a los galos y a Aníbal'Lu, -ir*utideas se encuentran de manera espontánea

en muchos escritores a lo largo del reinado de Augusto'

Ñ;g;;; lo expresa mejor que Horacio cuando escribe

fO¿71, iU, e.r)i,iRomano, expiarás inmerecidamente los

delitos de tus mayores, hasta que hayas reconstruido los

temolos v las moradas ruinosas de los dioses y sus imáge-

,r", ..rrrl.irdas por el negro humo>>. Horacio no está aquí

repitiendo ninguna .ons1gtt, oficial' Era una convicción

ginetñzudayáuténtica' También aparece en Livio cuan-

áo, pot ejemplo, se queja del abandono.de los dioses que

iéitu u tn ptopi" generación (III, 20'5), o cuando argu-

;;;;; q* iu oir"ñrut.ia de prácticas religiosas triviales

;il q". ttuUiu hecho grande I \.T? (VI, 41'8)' Es-la

t"..iá"-q"" se ha de apiendet- de la historia de Camilo'

.,ru, oi"ird obtuvo el'favor de los dioses tanto para,él

;;;"'p"t, su país' También destaca en Virgilio .T" lÍ:Geórgicas, al menos, tanto como en la configuración del

áa.i"t áe Eneas en la Eneid'a. Las ideas religiosas ex-

Duestas en su poesía son muy complejas' El libro sexto'

io, eiemplo. combina un amplio espectro de elementos

irudi.ionul"t desde Homero, Píndaro y Platón junto con

la idea mítica del descenso al Hades, que encontramos

d;;tt"t en fragmentos de la poesía griega.o parodiados

enlas Ranas de Áristófanes, y fusiona todo ello con creen-

cias y prácticas específicamente romanas' La visión resul-

tanté Éubiera desioncertado alamayoriade los romanos'

Sin embargo, el mensaje final es claro' El miunfo de Roma

es el triunfo de la religión.Err. ambiente.mo"cio.tal era el que Augusto estaba de-

."oro d" exolotar, no con cinismo como hubiera hecho

bi."rón, quien afirmó contundentemente que <dos dioses'..* ,t"..J"rios para prevenir el caos en la sociedad" (Sa-

,ili,,,ll*l¡mr¡n:". r- sr-:s dioses 1-+,i

tlt.pml, ,ru ry;"-:.¡.1 leza de las cosas,I, l) -una

idea resumida en,,ü :mili:;e epigrama de Ovidio expedit esse deos et, ut e:;-

,ilril*iriüffi jji: ?iltet?us (<<conviene que los dioses existan r-.

imm¡r"*- ;,¡r'uiene, pensemos que existen>iArte de amat I.s*{:' - .:¡o desde un profundo sentidüde misión reli€:io-

ru- J.;,¡-rs:o no pensaba que el pueblo romano fuüera que

iu¡s -li:u¡io con el opio de la religión para que acepa¡a* ülln ¡r::".=¡ros. La evidencia indica más bien que é1 vilora-m{i ¡;r - ¿mbiente general pudiera ser aprovechado v di-:n@a: :l.n el fin de dar a Roma un nuevo comienzo. Su,emri: i {,-que medirlo por el hecho de que la religión ro-mNfr[ie:L-Laf€11\1era como una{uerzamás o menos vi¡al du-Tüum rl:--cs cuatrocientos años y que los romanos recobra-

ilüm fr* lll:oconfianza,lo cual nunca se podría haber con-

uegu,iui : :ediante un <<renacjmiento religioso>> impuesro,lumuri:lnente. Es mucho más importante esfudia¡ IctS

!üimm=:es rnedios que Augusto uulizó para satisfacer e1

,um,6lr: ieeo de compromiso religioso.f :rner objetivo-fue el de la siinple reconstrucción.

llll .¿¡s :a';pi¡s palabras de Augusto hablan por sí mismas

ruumrir. = refiere a la reconsüucción durante su sertoinmm-:-¿io t28 a.C.),por encima de la autoridad dei Sena-

m tq ,rchenta y dos templos sin pasar po¡.alto ning'.uraqw,*rrarón necesaria (Res Gestae, )CX, 4). Pero tambiforruehümi:b que hizo a los hijos de los originarios protectorc,dn r:s :=nplos o a sus descendientes, si sobrevirtían' res-

mr*ms;úlq de su mantenimiento y restauración (Dón.L l ' :: lDe esm forma la red deedificios religiosos deffi¡,nrm¿ :ué completamente renovad a. Era patte del proce-

mm :e *:econstruir Roma en mármob> y fue un merecidommi.r-rc: e1 que pagó Livio cuando describió a Augu-.rocrmmr: ,*el tundador y el restaurador de todos los templcs,'[,,u ¡'' - " Como consecuencia de esta actividad se volr-ie-

:mTün ¡ ¡iupar los principales sacerdocios y se consigrióru* ,l¡ nequinaria religiosa estuviera en buen esudc' de

nrmr.:r:c¿iniento. También sucedió que uno de sus prini

Page 72: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

144Ii

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I

Robert M. Ogi-lr; üumr mumrm,x r .-us dioses l+i

iiilfffieüru; ; - . , '. Apolo representaba todo lo que era nuevo vru@rm r::ospero.

,l[itr;'r :!-]fridad que podía ser promocionada era lvfane. -m¡e${de :mpos inmemoriales había sido en Roma unat[in""¡rrri" :ode¡osa como dios de la guera y como dios queWmnmmry¿ la agdcukura.Era invocado en el himno de losiln*nm¡rrnns -{¡r-ales, un altar suyo permaneció durante lar-W IMmLrl en el Campo de Marte, campo que había toma-dh wu :¡crbne. v un mes llevaba su nombre. Pero Augus-mm' iumüsri.r ¿cenruar dos nuevos aspectos del dios. En pri-mum J-gr¡ el de Marte como padre de Rómulo. el

Umryrymrsr de Roma. Una inscripción erigida en el Foro.dililn'o'rmm¡- j reinado de Augusto comienza con la orgullosaürymrffi:ryr:..Rómulo, hijo de Marte, fundó Roma> (1.L.5.,wi4,l[ Fx bran sabido que antes de adoptar el título de Au-$¡¡mmr-,r

i'¡hp aca¡iciado la idea de llamarse <<Rómulo>. Enrlm{emffil lugar. sin embargo, Augusto veneraba a r\'fane.lMm :¡n¿ adlocación especial, como Vengador (Uhoil.lffiffirl¡,m¡ -i¡cho que vengff

-nada menos que el asesina¡o

dn sur ¡,ncre adoptivo, Julio Césaa y las ignominias quell llr,nnnr,, i¿bra sufrido. Ya en el 42 a.C. había prometido unmrm-nnu', ¿ lfarte en venganza de la muerte de su padreffimmmro. Augusto, )CCIX, 2),Denuevo en el20 a.C. or-,rnNi¡nmr ¡r¿e se construyera un templo de Mars [Jbor pararirmrllnrmerrcifal la recuperación de los estandarfes capfura-

'dhm prr'' ics partos y en las Res Gestae, )OO, recuerda que

ffim'flir.-*i'..gnre consagrado en el 2 a.C.El culto a &'laneMgmlror demuestra de forma significativa lo que Augusm SmHroiíá comegir. Así resuena en la poesía de ese pe-mturmr¡íil,r, f{6r¡¿c.i o (Odas, I, 2, escrita probablemente en el 2En"iü se es¡iende sobre la venganza de César, y G,idioffmrmr: \-. t61 ,v ss.) glorifica el nuevo culto. Sin embargo.r'mm* ü¿s¡¡a mejor la forma en que Augusto queía que$ilürmrr l,aeador inspirara el triunfo de los romanos sob¡eühm erora cometidos en el pasado que las esperanzas. se-, *nn hr;c iL\¡. 10.2), expresadas enel2 a.C. durante la ce-

pales rivales, Lépido, ocupó el cargo depontifex maxímus"

pero un escrupuloso respeto de las convenciones evitó

que Augusto 1ó destituyera (Res Gestae, X, 2). Hasta l-e

Áuerte áe Lépido en el 12 a.C. Augusto no fue ascendidc

al puesto máximo delaielarqt;ía.Sin embargo, los edificios por sí mismos no resucitar

una religión;iambién es necesario despertar interés por ei

culto. Lós viejos dioses eran demasiado familiares. Se ne-

cesitaba algo nuevo que llamara la atención de los hom-

bres. Habrá sido peligroso (e impropio de Augusto) alen-

tar alguno de los nuevos cultos orientales, como el de Isis

o el Je Mitra, que ya iban ganando popularidad enre lamezclade individuos de diferentes etnias de la ciudad. En

su lugar Augusto escoge para yn? devoción -especial a

ciertoi diot.i tradicionales que habían quedado relativa-

mente relegados hasta ese mo{rl*e-nto'

-.-r. El priméro de ellos fue $polo' <<Vuestro Apolo aho^ra

reinai, cantó Virgilio en la EglogafV, escrita en el40 a.C.,

mucho antes de la victoria final de Augusto' En efecto, el

respeto de Augusto por Apolo yavenia de lejos. Fundóunlemplo en él Palatino en el )6 a.C. al que posterior-

mente ádosó una magníficabiblioteca (Suetonio, Augus'

/4 XXIX, l). Apolo, según Propercio (fV 6.29 y ss.), se

le apareció "t.rt *o-"nto crítico delabataJJa de Accioy le garuntizó el triunfo. A lo largo de la vida de Augusto

se mantuvo como su dios y protector favorito. Hasta en-

tonces no había tenido mucha importancia en Roma. Era

casi exclusivamente un dios de la curación' como recuer-

da Livio (I\1,25.3),y como taJera invocado por las vesta-

les (p. 40). Pero Augusto lo veía como mucho más que

.ro. Putu él era el dios de Ia paz y de la civilización, una

divinidad apropiada paravelar por el progreso de su nue-

vo mandato. Étt. era el carácter del dios cuyo culto Au-'gusto intentaba alentar. Pata Tibulo se convierte en el

i.amable Apolo> (II,5.79); para Horacio es el dios que

permite a1 hombre disfrutar en paz de sus propiedades

tlI!f

:

I

Page 73: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

RobertM. Ogihb yss dimes

de ningún programa o propaganda cons-

bFler¿a y muchas delas Odas de.Horacio, espe-Edhimn; que se le encargó para losJ".gor be-

l_1 a.C.,pusieion por esóriio los pensamientosdel pueblo y la interpretación de los mismosdeseaba fomentar. Pero exisfieron otros me-Existía en Roma una larga tradición de utiti-

para transmitir idéales políticos. Las mo-ryrcs de todo, son algo que el pueblo maneja yir Arrgusto aáaptó esa tradición a sus propios

im_primiendo- sigpificativas leyendai, óomoióriD>, en las monedas que acuñó désdé el27

rdelrnte. De la misma manera, algunas obras dem el escudo de oro dedicado en el Capitolio, se

IHra presentar los ideales augusteos. El Altar deconsagfado en el lj a.C. (si,-én realidad,

conservados proceden de dicho monu-mmtraba tanto escenas de procesiones religiosas:hllqada de Eneas altahay de la infancia ¿1n¿-

t*s y-ouas muchas escult.rras mantuvieron la vi-buna Roma que, a partir de sus humildes inicios,Ibcreciendo al atender la pax deorum constante-

t47146

remonia de dedicación; él y sus nietos üsitarían regular-

mente el templo; cualquier joven, aI alistarse pol pr.tmera

;;;; J "i¿iJirá,

i. pré..tttáía sus respetos; c-ualquier ge

,roul qrr. panieraa-,rna expedición lo haría desde allí'

Apolo y Marte, ugtud"bi" paz y l1st3 guerra' Nos en-

.##;;": ,q"r;;?-ismo tema de la iamosa profecía

á" Vit"itf eilaEneida (VI): <<Tú, romano' piensa en go-

il;¡dt. r" p.á"t "

tos pueblos (éstas serán tus artes)'

;;l;;;;.r,"ri" r,o*u,, ptrdo"" a los-some'iCos y aba-

if, "-f5*.iÜ"r¡io*.

LaEieid¿ también desarrolla una se-

n rrr¿u idea augustea. Los dioses antiguos, p9-r sY pfoP-la

il;;"- t d;i¿;, tendían a estár muv localizados: eran

iil;;;;;esidían "n

l,gu"' o instituóiones particulares

;;;ii"l;;; a^ tp-+¡i. Difícilmente podía un habitan-

i"-Je rf*.ncia entusiaslarse por el patrón de Padua o de

Ñó;ü, ¿i;it-. modo qtré eldios de los comerciante

¿" i¡no debía atraer po.o 'iot

plateros' Se necesitaba una

t"oloiía más universal, una fe que captara.los corazones

;.";;".i r;;;;.p ^t.i¿rt

d"tde G ran B rétaña-hasta el Oron-

;.. AiTt"J#.l.rir,i^ir-o el que triunfó' lunque Au-

susto hizo deliberados esfuerzos para combatlr esa nece-

3¿"á.ü"rá" f". ptitt.ip¡ét consecuencias del culto a los

emoeradores,comoveremos,fueproporcionarunpuntoi,o'l,h;;l;;t;;Jf devocion' Perb, incluso antes de que

fu;;;.6r;d. J" fo*u gener?ltz¿.16' hubo claros signos

¿ ;;i;o de univers ílaat kos dioses romanos' Tenían

;;;;dil; ¿rnota ".sólo

de Roma o de Padua o de

Fl.-'.;:;il t^-nilin rwt,71'5) virgilio habla del

il.,,ifi;"ñ"io 1"" ".o"sagra un voto nmort{.a los

i|t"J¡*iiá*. eJra.il .ttidai q,'" las guerras sociales en

ñ;;. iü; ,"* q* luchar totttt'el res19- de Italia para

.*UL"ltitlgó u.C.) iod"ui" eran una pesadilla muy leclq-

*il,il;h;;?.las ideas de Augusto circularon gracias ah

poéiiá. Eiiá-articula los pensamientos de una generaclon

q$ ojos de los ciudadanos corrientes. Algo dedóió penetrar en sus conciencias.ir uqresión de esta nu,ev.aactitud religiosa fue r

[qps Seculares del tZ a.C.Habíaunalánguidaqúnla cual cien años era un período en la'vida

rba a punto de empezar. Por una parte esto sec¡eencia en que las cosas tienen que mejont an-

flue se debía conmemorar con ceremonias re-riales. Hay pruebas de que existieron tales ce-yaend,363 a.C. yen e1263 a.C.,perolaprác-:eció al final de la República, junto con btras

cg . Sin embargo, diversas fuenas se pusieron ,l de acuerdo para hácer creer al puéblo que erañG k;íii,b^i"ningún concepto, era una nación,ni-

dayhomogénea. r _j_-^r^r¡n renacimiento del mundo, qrr" .rtt trt-t"no rr"- j

Ili

Page 74: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Robert M. Ogihh r49148

rcs o después, Y Por oúa ala influencia de ideas místicas

u."..u J r.rrt í-i*to cíclico de las almas, popularizadas

;;;Jg;;dito Varrón' entre otros' Cir*rlaban num*

i"tut 6tot .ías que predecían una nueva Edad de Oio'

#;í;;;;'.t"á^litV"tcano cuando *as la muerte de

ü;;;;-,d'; i"l+q a.C. vp9r9ci6'T'91'tu cue ¡isr.ri!-c-Já fi"lf

"oveno sigb dé h historia de Roma v-el'i¡iEio

á.r?3t^á' J tislo dá glorioso Sol' Las profecías apare

;;;;; h fu;*t"Ñ d" Virgillo (escrita en 9l J0 a'C) cuan-

ilffijJ " tiÉ*"¿" ¿.

'¿a 'd"d pgrdi+ de la profecía de

¿;; Ma".ípli.ita todavía el la referencia a Augusto

Césa¡ oue enconúamos en la Eneida (yI'28? y s$'')-<(qu€

ñ;;;;t-til; d. otou (aurea saecula)'. sobre e$e fon-

¡ á" J..tp.tan"za Augusto se sintió,lo suficienlgme¡'"r1tí::

t".-"*.iUiera el principal hirnno de los-mismos''" El;J;;;;,á'i,i.. ql. áescribe los detalles de la cere-

monia se ha conservado en piedra, de manera Que es po;

,iUL ...orrrtruir pormenorizadamentelo que ocurrió' A

;;ti; d"l;i á" *uyo y durante tres días se repartieron

irrrinlutt. ellos mismos y sus casas, y se ordenó que lleva-

5il?;;;¡";fl;d"t u lós quindecinuii' -Dvante las tres

;;;h;t ;;sivas Augusto'ofreció sacrificios pr1llic9s a

i.t fir¿.t, * lm or-ill", del Tíber, a Eilithyia !9 $f"sriesa del parto) y a la Madre Tierra' Durante el dia habla

:ñ"JJ.,,i;;iácio aJúpiter Óptimo Máximo en el Ca-

tii.fit. ,-1""" v, fin-ahi.t't", al ürcer día' -a

Apolo en. el

ñ;;;i"., áo"dé * coro de veintisiete muchacholY vein-

iti",. .".fr"chas había entonado el himno de Horacio'

a volver se atreven, y aparece la feliz Abun-

sacrificios públicos en los templos nueva-idos y redecorados, acompañados de cán-

y de suntuosos juegos, causaron una profun-üh en la imaginación popular. Esto hizo mucho

inscripciones provinciales.idadléstos eran los signos de pnai

be¡rdiciones cuyo directo responsable eraélff7-a etapa final en la renovación de la religión

-cqq-b ieg"ridud de que realmente frrncionaba,

de que la Edad de Oro pareciera una realidad. LaI dd Siglo (Fehcitas Saeculi) es un tema recurren-

d'"'i

;ñl;ifi¡aba las diferentes vertientes de sentimiento

;"[-iJa;. ,e h"r, tratado anteriormente' Apolo. es

,t'.?" i" ¿á¿^J pti".tp¡ y la vuelta dela prosperidad se

"-.i"-r..*iuáu-.tiá én lo' ut"ot 57 y ss': <<Aliora la

il;l, Pñá H.""t v ta Moralidad antigua v la Virtud

el empera-{or mismo fue aceptado como unFara las mentes modernas ésta es una idea ab-efecto, a muchos romanos les pareció ridícula:

rba de Cicerón provocada por la incipiente divi-hJ"ü" César como compañero de Quirino (Cartas

, Xft, 45.1) hasta la espléndida parodia que hacesobre la supuesta apoteosis del emperador Clau-

en realidad, en términos de conceptos romanos,cne perfectamente seria y respetable.

concibieron a los dioses como fuerzas queetérmino laadecuaóarcahzación de los procesosy de las actividades humanas. Lograr una gran

n$tarüar el orden y la prosperidad en el mundo,l¡le felicidad paralahumanidad, eran tareas quehmbre podía llevar a cabo por sí mismo sin lartr divina. Muchos romanos insignes creyeron que

esaban personalmente aliados con ellos. Julio¡m eiemplo, quien decía descender directamente

Eneas,Julo, y por lo tanto de Venus, fue, según433),muy devoto de ella y estaba deseoso de

rera todos de que había recibido de esta diosa unaftde resplandor juvenil. En agradecimiento por sus

&dicó un templo a Venus Genetrix en eJ,46 a.C. y

Page 75: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

Robert M. OgilvL vsr¡s dioses

y se le honró con vino e incienso como a unLo que se toleraba para un benefactor efí-

Graditiano estaba milveces más justificado endeun gobemante como Augusto. Veleyo Patércu-fol de Trberio que se dedicó a la historia cuando se

ñ* crptó elocuentemente el espíritu humano en ese

diciendo (II, 89): <<No hay nada que los hom-pedir a los dioses, nada que los dioses pue-

a los hombres, nada que una oración puedanada que la felicidad suprema pueda conseguir,

ñ¡era concedido al Estado, al pueblo, al mundo

@usto después de su regreso a Romo>. En efecto,hmbre que hacía regalos dignos de un dios, como

ió Propercio (I\1,6.36) -mundi

seruator, Salva-dd mundo. Para cualquiera que hubiera vivido du-ahdÉcada de los cincuenta o de los sesenta el cambio

irc que Augusto trajo consigo fue un milagro, unmilagro. Y fue un hecho aceptado en el mundo

que favoreció mucho la causa del cristianismo en

nf,imeros tiempos, y atestiguaba que los milagros eranprleba de la divinidad. Un personaje delos Herrr¿a-

Tirencio (535 y ss.) dice: <<Tengo un dios ante sus

n h$lo áela rcahzación de tus milagros>>. La lecturaHtEe de obras populares que recordaban los milagrosMÉroes semidivinos era frecuente a finales del siglo n

mo la Vida de Apolonio de Tiana de Filóstrato.frdo esto dio pie aIa creencia de que los emperadores

150

lo colmó de tesoros. Su dependencia de .e)la en tan

;;ñen;.oná.ida que Cicerón se refkió a él en bro-

Á"? a 49 a.C..orrro..d...endiente de Venus> (Yenete'i*ü'"ú,

Cirrtts a los familiares, VII' 15 'A 'Iglr^lmente dttiio ¿" Pompeyo, Sexto Pompeyo (que fue almrrante de ta

;;;; ;;; á,rrunte uu,i* años á partn dd' 44 a'C')' se

)r

consideraba hijo de Neptuno y se-vestía por conslguent€

;;;;;;;ro ár,r1or..'io (Dién, )(LMII, 4s'5)' El propio

ñilil;o h"*ot visto, prometió su lealtad u Apolg'

Una cosa .ru .r"., qrr" .- dios estaba j-unto q é1.y lo

avudaba a superar todas las dificultades' Pero de ahí a

;i;";;;*á "" tifnit-o poderes divinos sólo había un

,";;;;. il" d; era alguien qüe.otorgaba bendiciones* qg'e

i ñ;;i; d;i;; cos", rrir..hatun ui* v sin sobtesakos' s! ulI h;f.'" también puede hacer eso, debe de ser un dios'' É,"j'';;;;;iil;q"' ll"uo a iucrecio a su noble alal

;;";;á;+;J; ü s-iz): '4 tu""'.di?'' ínclito Mem-

;io, J p.iÁ..o en encontra t la nzón de lavida que aho-

." t" UÁ" tr¡idrrríu,l !r.t" con su habilidad sacó a la üda

de tantas tormentas y'aÉ,* grandes tinieblas poniéndola

en una htzta¡ clatay tan tranquila>'""E;;;."t. ú misma iáea que impr4sa al escritor

,f;;; Á;obio a escribir en el siglo u d'C': <¿Notene-

-or. orr"r. que considerar a Jesuóristo como un dios y

ili¿;i;'11á.ut,o rendidó a una divinidad' dado que

d;JJ;.;iiempo recibimos de Él gr¿ndes bendicionesv

;;;t;; ;tuJ tod-iu Áavores ? o JCo n t r a lo s.p a sa n o s' r'

;ñ. P.;;o;t-; ¡. todo,,r' dios es un salvador' Incluso

ííil -.,.:i;; uoÁtt"t lue legítimamente.reclamaron ha-

t"r salrrado a más seres hurnÁot que cualquier dios' Los

;;;t-á. A[ir"d;" Magno e*'' aclantÁdos habitual-

;JiiJ;;;*l,rádor", (sotires)v la idea en ningún modo

it" "i""" "

t" República romana. A Mario Gr-aditiano' pre-

t.t "it "iao

a'C, que llevó a cabo ciertas reformas mone-

t".i"t páp"t"t.t, ." le recibió con una manifestación es-

;ffitJ;ü q". se colocaron estatuas suyas a lo largo

""tgó y aseguró el reconocimiento de su divinidadftnhre ser un dios, dejémosle ser un dios>>, se afirma

los cínicos atenienses) y sus sucesores uti-esa postura como respaldo de su poder y de zu

lcnb. Pero incluso en el mundo romano la idea no era

algo más que simples seres humanos. En Oriente talri!á había sido la habitual desde antiguo. Alejandro

I dgqdg el punlo de.,vista filosófico. Hemm r-ístola supeiiiición popular se consideraba que sl elm*

F.=-.-,

Page 76: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

152

E+=-

e á de este modo Horacio hacia el 13 a.C. cuando

RobertM. Ogihb ies I5t

como el Nuevo Dionisio. Como taLhizodisfrutaba de una inmoaalidad condicional.(p' 110) y le

fiú;;t; ;"pular racionalizí est^idea al considerar a caü'

alma como *u por.ró,, á"1 gt^-ttpíritu del mundo dq,r" ." t"i"," g, uriu roi fu-""ft t' Cuanto m ás gin**$-

di6; reclamar para sí una condición divina' Sus motivos

;;ñ;;l"tr-.nt" claros' Puede que sintiera que

;;i;;y"á#" a autentificar v a justificar que la monar-

ouía absoluta que imagin aba á'a ia única respuesta a las

J.r"rrn". peleas v disputas de Roma' En mayo del4) se le-

5i.,,;;i.iui"u'"" I t"-plo de Quirino con la inscrip-

ción <Al Dios In-victoi;, Posteriormente' se erlgleron esta-

,"" r$|¿; l*-t"-ptbt de toda Italia; se celebraron jue-

;; * ffi;;;;;;ñ'";¡"Quinctilis pasó a llamar¡eJulio;

ñrrmü;,;" i""ii"v¿ un iemplo a'Céq1¡ a su Clemen-

cia v se nombró rrr, ,".",áo" ttp"tii del Divino César' el

;'#; i;;;;;;;f""nombradio en recuerdo de la histo-

i; ilJ;il;; t;;ser divino,-sin embargo' se frustra-

ron con su muerte' pero su eiemplo fue seguido por Anto-

gsrr;do triunfal por Oriente a partir del año 4l a.C.lf#*o. señalaba, mujeres vestidas como Bacantes, y

l;i";;;;:;ñ; ñp"'o '" consideraba el elemen- -

l. Jiil. q* ll.íubá en su interior' Incluso Cicerón' grrt"r;;;;J".irao i"ag",do afirmando que rio podía ser

i"il;i'd. , unir a cuJquier persona que hubiera muerto

i." ü.**1" á" lo, diát"t inmortales' cuando se preseft

;""";.?tó; putá ¿"iti.ur aCést (Filípicas' I' 13) rece

ffi;ñ;; liÁá ""istido

ningún gran hombre sin rm

.i*á áoititu divino (Sobre k nátu'aleza,de los dioses'\

;¿;;, #;;;"" 'ái. 'ignifi'ub.' qu9 el espíri¡u, dT"

abandonaba su hogar físico y volvía al TYldo^g" Ios olo

;- ;;i;:ilJ qu"" Cátto' v eol"" o lulio. Césa¡ como

il; ffi;:i*uT""l" tonstelación del cielo' En una de

;;;ü;á, ."llgior",, El sueño de t9s !'¡ci¡iones',Ci1e1rón exDresa esta idea con bastante claridad: a toctos Ios

";" #;;J; ñá^io o hecho avanz t slrp-aís.les está

Hffiffii"s";ñ;inado en el cielo donde disfruta-

.atlt-d. una felicidad eterna''*iü;lrt q* cet"t' "'to dt.s" 1tt:ittSto'¡staba {¡1

y jóvenes como Sátiros y Panes, le abrían paso,en la ciudad resonaba el sonido de las flautas y

qro (Plutarco, Antonio, 24). En Atenas, se vistióDlnisio y organizó fiestas que duraron todo el día

h Acrópolis; cuando los atenienses inocentementezu capricho, al ofrecerle a la diosa Atenea en ma-

b, aceptó con alegía y presteza y exigió una dote

lñtlsrcia de Antonio fue Oriente y que Cleopatra,mo reina era venerada igd, que una diosa en

dd Imperio romano, pero le ftenaba el ejemplo dden su deseo de ser adorado en vida como un

En zu lugar reafirmó la divinidad deJulio César, con-un templo en d,29 a.C. como prueba de que

kgítimo sucesor y heredero, y denominándose enw Diui filius, <el hijo de Dios>, y como Au gu s tu s,

Pero el deseo de los ciudadanos romanossu sentimiento de obligación religiosahacia

era demasiado fuerte para ser obviado y dema-beneficioso socialmente pam sff desatendido. A-u-

ionó dos cultos que quedaban muy cerca dezu completa divinidad, pero dejó abierta la po-

il de ser divino si la posteridad lo decidía tras sue la vista de sus éxitos. El pqimero de ellos fue la

Divina de Augusto, Numen Augusti, u\culto encia con la creencia común en la existencia de un

divino dentro de la persona. Por primera vez

Page 77: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

;;ñ;;.¡;át'cuantas inscripciones sugieren que Augusto

;;ttó d" su genio fuerá invocado de forma semejante'

Conclusión

Lr¡mo de los sacrificios ya no flota por encima del

d augur no se sienta en el Capitolio a observar a los

; que revolotean por encima de su cabeza' Sin em-

* fra."so final no debe llevamos a menospreciar laz de la religión romana. Durante más de mil años sa-

l¿s necesiáades espirituales de una gran variedad de

os, porque ofuecía una interpretación inteligentede i¿mó funciona el mundo. La prueba funda-

para una religión es que funcione; y los romanos

n verdaderamente que su religión funcionaba' De

Robert M. Ogihb

habla de levantar altares donde se pudieran hacer jura

-".r,o. <<sobre tv nttrn en>> (Ep ís toks, II 1' 15 )' Igualmente

Ovidio invita al lector a adorar al'Numen Augustt e tnvG

ár-JÁi¿Á""te al dios (Tristes' III, 8'13)'-Se han enco*'

iü-¿. ¡*t"táLái.udot aiNurnen Augustifechados a par-

il;üft.-C. (dos años antes de su muerte) en la Galiay

;;;'f.tu"vuriu i.ttiuid"d especial se insertó en-el calendren 1\Irlca y Una IeStIVT(ra(l crPtrr4 ü! urolr !v s¡

;;;ll7i";;ero. EJspgqn{g cu]to, gf genio de Augusto'

", *at .o"futo. Oiiffittaéñte eI geniop-are9e que fi¡ád

;;.áoÑ;ador qüe p"'-tÍle1e gna,familia se perpe-

tuara generación tras gáneración' Todas las casas tenían düh;?; * ; enio kítus-genialis) en la.habitación princi-

"lt."f."ie fue pasanáo el tiempo, laidea de genio se

ñiri."á..i ái* ¡i"*,e diferente,la ide¿ de vn d¿emon

o.tt."Jq". protegía u ""

i"¿i"i¿"" a lo largo de su vida

il?nfi d. iu g;urd^. Así es como lo definieron'-por

"i.-oio,los escri-tores tardíos Censorino y Apuleyo' El ge-

il ilil;a idea muy prometedora en.la religiónroma-

;;. 5áü; p¡".ip'*.ii. putupersonalizar la unidad de

ilf;ii;;,iñ;l; l"' escüvos jurabT por el sen¡o de 11

rAr¡gusto. Porque la recuperación social y constitucio-pél encabezó no podría haber triun{ado a menos

:inbiera estado basada en una fe religiosa ampliamen-

rrrnrrera la civilnación iomana se habría derrumbado

fe que un hombre de Estado no Puedeporque emana de una conciencia es-

Los dioses romanos estuvieron tan íntimamente

155

Page 78: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

156

_-

t57

n

ñJ;;ü;; de nosotros busque la vetdad? No es por

*u *i.u senda por donde alcanzamos tan gran secreto'>>

Lista de autores citados en el texto

,hleJ¡o: Nacido .n Afti." hacia el año I2t d'C' Filósofo

[¡egano.ÉEio, En el año 305 d.C. escribió un ataque contra el

paganismo. Africano.,hido.o' Escribió es el año 180 d.C' una interpreta-

cih de los sueños. Natural de Éfeso'nmneo: Escribió una enciclopedia basada en las conver-

crciones de hombres sabios en varias cenas en común

tn Roma. 200 d.C. aprox',ü¡gusto: C. Octauius. el

^.C.-tq d.C. Tomó el nombre de

óc"oi"tto en el año 43 a.C. y el de Augusto en el27rC. Primer emperador romano. Escribió una autobio-

"t#ía (Res Gestae).

Oifu-'M. Porcius Cato, el Yteio' 234-149 a.C' Poktico'Bcdbió un tratado de agricultuta.

[bb: C.Valerius Catullus. S4-54 a.C. Poeta.

üs,ón: M. Tullius Cicero. t06-43 a.C. Político. Escibiócrrtas, discursos y tratados filosóficos.

Wltrn'C¿ssioDít¡ Cocceianzs. Aprox' 1'63-230 d'C. Histo-rirlor.

RobertM. Ogihb

involucrados en las actividades humanas qu9 ninguno hu-

biera podido prorp"r^r',i'' i' toopt'uti¿n de éstas' i"^i;Jt.;i, pidiun proclamar, por consiguitnl: -I'

de hecho, lo hicieron- que su- religión estaba verttcarlz

por la historia. La verdadera religiónpara ellos, en oposr-

:ió" ;'i;;6;rrri.iór,, consistía én tüonrat conveniente

á il ^ rát'J.t* d.t'oái¿o con la costunbre ancestral>

ió.-,rl"ir". una religión amable, incluso tolerante' cu-

vos seguidores cometieron muy pocgs- crÍmenes en su

l'á;ñ?;ti"ui"to" saludablemánte libres de neurosis'

ñ#;; ;"tq* .*t¡i¿ i" "itión

del mundo que tenían lm

h;;btd. Surgieron nuevas necesidades- espirituales con

ffi;;; rir.t?,r"lrrt Jgio""t orientales' sobre todo el

;;üd;;, ri'toniru,á" it"jot v, sln emb.arso' hav algo

nrofundamerr," .orrrnou.dor !n ál alegato formulado-por

ffi;;;;á;;;;,11-'s defensorÁ' <Todo está lleno

á;'óil.dalquier .;;;;;" los hombres adoren' pue{e

llamarse en iusticia;;y t" mismo' To$gs levantamos la

mirada a las mismas estrellas; el mismo-cielo está sobre no'

tái-iJ-i.*" universo rodea a cada uno de nosotros'

. ó;'t*Ñ;'i;;;;de conocimie'-': ryj S:*: jj

Page 79: Los Romanos y Sus Dioses. Ogilvie. Alianza

158 Robert M' Ogih&

Dionisio de Halicamaso: Aprox. 50-1 a'C' Historiador'gpi.,",á' i¡ -ú5 d.C. up.ot' Filósofo estoico' Natural de

Frigia.E.ouilo: 525/4-456 a.C, Dramaturgo griego'

Estacio: P P apinius S tatiu s. 45 d.C.,aptox'-96 P oeta'

l;;;,-Rtrt"s'Festus. Escribió una hiitoria de Roma en d310 d.C. aprox.

f'.rto: S"r¿. Fompeius Festus. Sobre el año 190 d'C' Escri-

bió un diccionario.fú"rx"t ftoaius Pbilostratus. 170-248 aprox' d'C' FilA

sofoybiógrafo , IG.lio' á. Gílt¡"s. tD-163 aprox' d'C' Escribió una colec- |

ción de conocimientos de la antigüedad Noctes Atticae)' I

Homero: 750 a.C' aprox. Poeta épico' ^ - I

iiáo.io, Q. Horaiius'itnri"t. 6i'8 u'C, Poeta' Escibió j

Odas, Stítiras, EPístolas. I

J"";;l D.luniui luuenalis.50-127 aprox' d'C' Poeta sa- |

tírico.Livio: T Liuius. & a.C.-I2 d.C. Historiador'i,r.*o' M. Annaeus Lucanus. )9-65 d'C' Escribió un

poema épico sobre las guerras g4"t:Lricrecio: t Lucretius Clrus. 94-55 a'C' aprox' Escribió- * po"-, didáctico, De rerum naturt, sobre las teorías

ffsicas de Epicuro.Wúrrltii. Ui*"bius Arnbrosius Theodosius' Vivió sobre- ;410 á.C. Escribió un comentario literario de Virgilio'

Marcial: M. Valerius Martialis. 40-104 d'C' Poeta'

Ñ6;;;, iorn"liu, Nepos. 99-24 a'C'aprox' etggt4t' -

ÑiniJo' P. Nisidius Fígulus. Contemporáneo de Cicerón'

Escribió ob,ras sobre la antigüedad'Ovidio: P. Ouidius Naso. 4) a.C.-I7 d'C' Poeta'

Persio: A. Persius Flaccus' )4-62 á'C' Poeta satírico'

P;;;;ti"' T. 6 C.) Petronius Arbíter' Murió en el66 d'C'

Novelista.pli"l", f. Moccius Plautus.25l' aptox"180 a'C' Comedió-

grafo.

romanos y sus dioses

el Viejo: C. Plinius Secundus.2J-79 d.C. Escribiór'ne enciclopedia.nio elJoven: C. Plinius Caecilius Secandus, sobrino del

Agustín: 354-430 d.C. Teólogo cristiano.&rstio: C. Sallustíus Crispus. S6-J4 a.C. Historiador.

anterior. 61.-1t3 d.C. Político. Publicó una colección de

C. Mestrius Plutarcbus. 46-120 d.C. aprox. Na-n¡¡al de Queronea, Grecia. Escribió biograffas y obrasfilosóficas.

io:20J-120 a.C. aprox. Historiador griego'io: Sextus Propertius.50-10 a.C. aprox. Poeta.

Pablo: murió en el66 d.C. Apóstol cristiano.

,SÉneca: L. Annaeus Seneca. 5 a.C.-65 d.C. Poktico y filósofo.

ío:M. SeruiusHonoratus. Hacia el año390 d.C. Escd--bió un comentario de Virgfio.

Q. Aurelius Syrnmacbus.340-402 d.C' aprox. Po-hico y orador.

to C. Suetonius Tranquillus. 69-140 d.C. aprox-

B@rafo de emperadores.fficito: P (o. C.) Cornelius Tacitus. 55-1'17 d.C. aprox.

flbtoriador.Tftrencio: P. Terentius Afer. 195-159 a.C. Comediógrafo'Tblilo: Albius Tibullus. 4S a.C. aprox.-L9 a.C. Poeta.

ffilerio Máximo: sobre el año 3L d.C. escribió una histo-rb anecdótica de Roma.

fun: M. Terentius Varro. LL6-27 a.C. Erudito'ffi) Veleyo Patérculo: 19 a.C. aptox.-35 d.C. Historiadork¡o Valente: Escribió un ratado de astronomía en el

m 150 d.C.

@ilio: P. Vergilius Maro.70-I9 a.C. Poeta.

: Inscriptiones Latinae Selectae.

Tbe Rornan Inscriptions of Britain.

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Bibliografía selectal

Sólo se dan obras escritas en inglés. Las obras clásicas de con'mha sobre la religión romana están escritas en alemán: G.Wrssowa, Relzg ion und Kultus der Rómer, 2.'u eá.,Beck, Munich,1912; K. Latte, Rórn. Religionsgeschichte, 1960.

Alrtma, F.,History of Rornan Religion, taducción de H. Mat-dogl¡ Methuen, 1938; Nueva York, Dutton, 1918. Contieneabundante especulación sobre la primitiva historia de la reli-gión romana, pero ofrece una buena descripción de la fusiónde las culturas griega y romana.

Bñ, H. J., Ancient Rornan Religion, Universidad de Hutchin-son; Nueva York, Hillary House Publishers, 1948. La mejorintroducción general sobre el tema.

hrtrry, C:, Pbases in tbe Religion of Ancient Rome, Oxf.otáUni-versity Press, t9)2. Ameno.

W-+nos Fovrnn, YL, Tbe Roman Festiuah, Macmillan, 1899. El

fT En .artelluno, como obras de caráder general e introductorio al

"ñ, de la religión romana, se pueden consultar las siguientes: J. Bayet,La religión rolnana: historia polít'ica y psicohgica, Madrid, l9M;J. M.^Blázguez et alii, Historia de las religiones antiguas, Madrid, 1993; l.S{heid, fu religión en Roma, Madrid, 1991.}

161

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162 Robert M. Ogilvie

único trabajo en inglés sobre las fiestas del año romano. Anti-cuado en algunos aspectos.

\l¡mn Fo>o,rn, \X/., Religious Expeiences of tbe Roman People,

Macmillan, Lg22.tJnextenso y üejo libro lleno de ideas inte-resantes.

TAvton, 1,.R., Party Politics in the Age of Caesar, Sather Classi-cal Lectures, Berkeley, University of Califomia Press, 1949.Buen trabajo sobre el uso y abuso de la religión con fines po-líticos.

Nocr, A. D., Conaersion, O{otd, Clarendon Press; NuerzYork, Oxford University Press, 193J. R¿strea el conflicto en-re religión y filosofía en el mundo antiguo y muestra cómo I¿apali'crín del cristianismo estuvo acompañada del crecimien-to de la intolerancia religiosa.

S\l,m,, R, Rornan Reuolution, Oxford, Clarendon Press; NuevaYork, Oxford University Press, 1939. EL mejor trabajo sobreel desarrollo literario, social e histórico al,find, de la Repúbli-catomana2.

CuMoNT, F., After-life in Roruan Paganism, New Haven, YaleUniversity P ress, 1922.

2 Existe taducción en castellano de D. Antonio Blanco Freijeiro,.[.areuolución ronzanq Madrid, 1989. [N. delT.]

(c) Dioses

,Aio Locutio,2l.Anna Perenna, lú, Ll6,{polo, 15, 22, 42, 43, 47, 48, 51,

82, ll7 ,126, 144, r48Ánemis, f 18

,{¡enea, 151

fuco,44,52kJona,54BonaDea,122,12)Bngantia,2TCaráea,22CÁstor, I52Cx¡;es, 21, 22, 2J, 26, lM, ll2C.onsus,21, 119Cronos, 121

DeaDi¿,24Ci indigetes, 127

üana, )9, 40, 44, 47,51, U, 69,118,119

Donisio, 151

Elithyia, 148

Índice onomástico

E¡eas,127 , 147

Flora,2I,69,105F&cr¡Jo,22Fortuna,6,79, 104,116Fortuna Primig enia, 27, 7 9genio, 154Hécate,65Hércules, 46, 63, 67, 116, ll7,

118, 128Isis, 11, 144

Jano,22,95Jnno, 21, 27,60, &,94,120,I28,

t48Júpiter, 2i, 27, 28, 39, 54, 60, 69,

77, U, 88, 94, 96, r07, 1,r9,122, t37 , r4r,1.48

Lar, lares, 96,126,130Lknentino,22Magna Mater, IM,D8manes,98Mane, 2L, 26, 45, 54, 60, 63, 68,

69, 100, 101, 102, r1], 1.16,

l2t,145, 146

t6t

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Índice

Introducción 9t9)75771,

Capítulo 1. Los dioses

Capítulo 2.La onción . :.... "Capído 3. El sacrificioCapítulo 4. La adivinaciénCapítulo 5. El año religiosoCapinrlo 6. La religión privadaCapírulo 7. Los sacerdotesCapitulo 8. La religión en tiempos de AugustoConclusiónLista de autores citados en el texto .."...'."""""""Bibliografía selecta

Índice onomástico

9tr25BJ14tr55157

L6T

r63

t69