Jacques Lacan - Discurso de Tokio - 1971

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    Discurso de Tokio 21 de abril de 1971

    Esta intervencin de Lacan tuvo lugar el 21 de abril de 1971 en Tokio, en laeditorial de Kobundo, que ha publicado la produccin japonesa de los

    Escritos, en ocasin de un reencuentro organizado por el Pr. TakatsuguSasaki, con el equipo de traductores que haba reunido para traducirlos. Latranscripcin de esta intervencin del Dr. Lacan lleg a nuestro podergracias al Pr. Sasaki que la ha conservado, ya que el Sr. Philippe Pons,corresponsal en Tokio del diario Le Monde, la haba perdido.Este texto ha sido traducido en japons por el Pr. Sasaki, que lo hizopublicar bajo el ttulo , conjuntamente con latraduccin de realizada por el Sr. Takuhiko Ichinura, en unlibro editado en 1985 por Kobundo e intitulado .

    Dr. Jacques Lacan:La Escuela Freudiana de Pars, de la cual los Escritos no pretenden serel programa, ha salido de dos escisiones que se produjeron en el interior delgrupo psicoanaltico de Pars. Yo llamo grupo a algo muy general,simplemente por el hecho de que hay psicoanalistas en Pars. Hubo unaprimera escisin que condujo a la separacin dando lugar a la creacin de:el Instituto de Psicoanlisis de Pars y a la Sociedad Francesa. Cuando vinea Japn hace once aos, formaba parte de la Sociedad Francesa dePsicoanlisis. Estas escisiones en la historia de los grupos de Psicoanlisisen Europa no son raros. Tomemos el caso de Suiza, hay ms de un grupo yesos grupos fueron reunidos de una manera muy dbil.

    Esta primera escisin se ha producido por razones contingentes,ligadas a cosas secundarias como las rivalidades personales. Pero porrazones tambin muy contingentes, uno de estos grupos se separ de laAsociacin Internacional de Psicoanlisis. Esto a causa de las relacionespersonales mantenidas entre la Princesa Marie de Grecia1 y Anna Freud.Estas relaciones personales han hecho que en lugar de que estas dossociedades sean reconocidas, lo cual hubiera sido lo normal, se convirti enuna minucia jurdica, al saber que nosotros habamos presentado nuestrarenuncia, lo cual era correcto pero desde un punto de vista formal nosexclua. Si la Asociacin Internacional hubiera jugado un juego normal,habra considerado que se trataba de un accidente, y nos habra reconocidocomo otro grupo. Esto tuvo consecuencias curiosas, hay gente entrenosotros que qued nostlgica a propsito de esta separacin y que hanhecho de todo para volver a entrar a la Asociacin Internacional.

    Y es aqu que lo que se estaba revelando desde haca diez aos de mienseanza tom su importancia, es decir que lo que yo enseaba eratotalmente distinto a lo que se haca en la esfera del psicoanlisis anglo americano. No es algo sorprendente, Freud haba previsto que elpsicoanlisis sufrira un desvo muy importante por el hecho de ser tomadopor el pensamiento de la sociedad americana. Hay indicios escritos en suobra. l lo haba previsto.

    Heinz Hartmann quien hace la ley de la Sociedad de Nueva York, dijoque el programa de psicoanlisis, de su trabajo y de su enseanza, deba

    1 Princesa Marie de Grecia a quien alude Lacan es Marie Bonaparte ------ Roudinesco pag. 378, 9

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    volver a encuadrarse en la psicologa general. Es algo que se ha dicho yescrito y constituye el programa de la escuela americana, la que sigue elmovimiento de Nueva York. Estados Unidos es muy grande, y eso ofreceuna cierta diversidad; sin embargo algo ha quedado de los mtodosimperativos que los emigrantes de Alemania trajeron consigo. Es cierto que

    este grupo, que yo conoca muy bien porque los he visto pasar a Pars enlos aos anteriores a la guerra entre 1933 y 1938, ha impulsado, a partir dela guerra la psicologa americana.

    De lo sucedido en 19632, surge la necesidad imperiosa entre personasque eran mis colegas, profesores de la Sorbonne, de volver a entrar en laSociedad Internacional; esto les ha hecho hacer concesiones sobre el temacentral de mi enseanza que se distingua radicalmente de lo que dictaba laley del psicoanlisis americano. Se puede decir por ejemplo que AnnaFreud, en su manera de tratar el psicoanlisis de nios, empuj las cosas aun grado que armoniza muy bien con el programa de la Sociedad de NuevaYork.

    Es en ese momento que en esas condiciones y visto el giro quetomaban las cosas yo dije que no continuara mi enseanza que era laverdadera vida de la Sociedad Francesa de Psicoanlisis; es evidente queera mi enseanza lo que le daba su peso. No haba otra persona ms queyo que impartiera enseanza. Los profesores de la Sorbonne, que no voy anombrar, solo repetan temas sin manifestar gran fecundidad. Despus deesto declar que no iba a continuar con mi enseanza, sin tener ningunagaranta en cuanto al futuro.

    En ese momento se me propone de continuar mi enseanza en la 6seccin de la Escuela Prctica de Altos Estudios donde soy colega de gentecomo Lvi Strauss. Frente al hecho de que ex alumnos permanecieronconmigo y no se adhirieron a la Sociedad Internacional, me encontr conque deba hacerme cargo de ellos y fund lo que llam la Escuela Freudianade Pars. Es cierto que llamarla Freudiana en estas circunstancias, quierodecir separndome de una asociacin internacional que pretende tener elmonopolio de la herencia freudiana, me expongo a una disputa incluso

    jurdica. En realidad no hubo consecuencias, nadie en Pars os discutir queme enseanza fue freudiana. Es lo que puedo decir en cuanto a la situacinactual de la Escuela.

    Hay mucha gente, incluso en los otros grupos, que ven una ventaja enestar ligados a la Asociacin Internacional. Conozco ms de uno que nopone un pie en los congresos y que tienen cierta aversin hacia esasmanifestaciones. Lo que es cierto es que todos aquellos que, de algunamanera, han apreciado mi enseanza, incluso de otro grupo, por razones deambicin personal, algunos me han abandonado jurdicamente, incluso seencuentran muy mal, por sus propias confesiones, en las manifestacionesde lo que domina dentro de la Asociacin Internacional, es decir donde lascomunicaciones se basan en preconceptos, en principios, en prejuicios, esdecir juicios fundamentales que jams son discutidos.

    Las cosas que se enuncian en estos congresos los ponen muyincmodos, ya que ellos se encuentran pautando su prctica sobre ciertosprincipios que yo enuncio, y es necesario que subraye, que no es ms quetoda esta construccin, que hice en el curso de estos aos, estamos en eldcimo octavo ao de mi enseanza.

    2 1963 --- lo expulsan a Lacan

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    Entre ustedes nadie es psicoanalista. Es lamentable, pero esto podraayudar en ciertas cosas. Si hubiera algn psicoanalista estara formadosegn los principios que deben emanar de alguna manera ms o menosdirecta de la Escuela americana, esto tambin sera una dificultad. Lo quevuelve tan penoso, para aquellos que han apreciado mi enseanza, cierto

    estilo de enunciacin, de mirada puesta en su prctica, es que estas cosasque pueden parecerles muy abstractas es la peor palabra, no esabstracto, son siempre cosas muy concretas, - estas cosas que, si ustedesno son analistas difcilmente pueden imaginar, a saber lo que es laexperiencia de lo que nosotros llamamos del divn. Es decir lo que pasacuando alguien est all en el consultorio del analista, sobre el divn eimplicado en esta suerte de artificio, porque evidentemente el psicoanlisises un artificio. No hay que imaginarse esto como algo que sera eldescubrimiento de no s qu corazn del ser o del alma. En nombre de quse producira esto?

    El psicoanlisis no es una ascesis3, es una tcnica, un artefacto muy

    preciso que est destinado a concebir la verdadera naturaleza. La genteviene a demandar algo de lo cual ella misma no tiene ninguna idea; lo quedemandan es algo muy vago y que, al menos en algunas personas, estapoyado en ciertos sntomas con los cuales sufren y de los cuales quierendesembarazarse. El psicoanalista es considerado como una suerte de poderoscuro que debe tener los medios para hacer maravillas. No es algo con loque nosotros jugamos. Quiero decir que de cualquier manera hay que hacer

    justicia al psicoanlisis porque no trata de jugar con esta dimensin de lasugestin ni de la creencia ni de la confianza; tampoco de la direccin de loque uno llama el paciente. Si fuera as, el psicoanlisis habra desaparecidohace mucho de este mundo, como ha sucedido con ciertas tcnicas que

    jugaban con este aspecto humano.El psicoanlisis es una tcnica muy precisa que juega con esta regla

    que uno da al paciente de decir lo que le salga. Naturalmente, uno loorienta un poco hacia lo que podra ser interesante, le ensea a ir un pocoms lejos de lo declarado. Les dice que no se detengan ante nada, mismocon cosas que puedan parecerles indiferentes o maleducadas, que las digancomo les salgan. Que, a partir de esta prctica, algo que es infinitamentems rico y ms complicado se establece. Esto ha sorprendido a los quecomienzan esta prctica: es lo que se llama la transferencia.

    La transferencia es entonces una cosa diferente al enganche con elanalista por la fe y la confianza depositada en l, siempre y cuando se laanalice. Hay una cosa cierta, la realidad de la transferencia es algo muyoscuro; y sera mejor saber lo que uno hace y poner el acento en lo queresulta del anlisis de la transferencia. Es verdad que hablando y llevando acabo la teora de una cierta forma, se llega a cosas muy oscuras ysistemticas, que desembocan en callejones sin salida. Esto se sabe desdesiempre. Si se ha hablado de neurosis de transferencia, es porque se havisto justamente que la transferencia no se manejaba tan fcilmente comose pensaba. Al manejarla de cierta forma, se la eterniza. Se establece unanueva forma de neurosis, que es el entramado mismo de las relacionesentre el analizado y el analista.

    Lo que yo ense tiene igualmente este efecto que permite entenderde una manera diferente lo que dice el paciente. Para no complicar las

    3 El trmino ascesis significa ----- tomo 1 diccionario comedor

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    cosas, limitmonos a llamarlo el paciente; lo que es una mala frmula,deben saber que yo lo llamo psicoanalizando; esto no est hecho parasorprender a un oreja habituada a la lengua inglesa, a pesar de que hayaun gerundio, que quiere decir < el que debe ser psicoanalizado >, estotiene una ventaja sobre la palabra francesa hasta ahora usual, de llamarlo

    psicoanalizado porque en realidad es equivocada ya que no lo est, no loest hasta el fin. Ya que no lo est llammoslo el psicoanalizando enfrancs, esto pondr un poco ms el acento sobre algo activo porque elpsicoanalizando no es un simple paciente es alguien que tiene un trabajopara hacer. Es sorprendente para gente que sigue mi enseanza, cuantasveces sucede que gente que sigue pacientes volvamos a nuestra antiguadenominacin o estn en anlisis, me aportan el testimonio de que estoque yo acabo de decir en mi ltimo seminario, les ha sido dichotextualmente como por milagro, por un enfermo cuarenta y ocho horasantes. Es muy probable que si ellos no hubieran tenido mi seminario nohubieran comprendido lo que el paciente deca. Nosotros estamos todos

    ac, hay una manera de entender que hace que slo entendamos lo queestamos habituados a entender. Cuando se dice algo de otro, la regla dejuego de la palabra hace que simplemente lo censuremos. La censura esalgo banal, no se produce solo al nivel de nuestra experiencia personal, seproduce en todos los niveles de lo que llamamos nuestras relaciones connuestros semejantes, es decir que lo que nosotros no hemos ya aprendido aentender, no lo entendemos. No nos damos cuenta que todo un prrafo delo que acaba de ser dicho, no est bien entendido. Es aqu que entramos enlo que es importante de lo que yo enseo: quiere decir pero no essuficiente querer. Uno quiere decir pero lo que se quiere decir es en generalfallado. Es aqu que la oreja del psicoanalista interviene, que l se da cuentade lo que el otro quera verdaderamente decir. Y lo que quera decir, engeneral, no es lo que est en el texto.

    Yo no s lo que es la lingstica en Japn, sobre qu registros trabajan.En mi enseanza, la lingstica slo tiene un valor de referencia iniciadora.Es necesario decir que si yo no hubiera tenido el pblico que tuve, mdicosy psiclogos, es decir gente absolutamente inculta, - no digo incultalingsticamente, digo inculta a secas; no saban nada -. Es de aqu quehabra que partir. Habra que partir de ah porque es ah lo que en milenguaje significa el retorno a Freud. Esto para nada quiere decir que hayaque retroceder, volver a no s qu imaginacin o pureza primitiva.

    Si hubiera habido despus de Freud, y hubo despus de Freud cosasverdaderamente nuevas, no slo no veo ah ningn obstculo sino queestoy muy interesado. Por ejemplo es claro que lo que ha aportado MlanieKlein a pesar de que haya sido expresado de manera absolutamentesalvaje, est tomado de una experiencia sorprendente y es necesario tratarde comprender de una manera conceptualmente clara y no de unaoscuridad tal como ella lo presenta. A pesar de esto porta la marca de unaexperiencia, de una experiencia viva, de lo que ella se ha atrevido con losnios. Se le puede discutir desde un punto de vista teraputico, lo que escierto es que esto ha dado resultados y no ha tenido los efectos que algunasveces, cuando se escucha desde afuera la manera en que ella maneja aestos nios, uno podra creer que esto podra tener consecuencias temibles,no es el caso. Es bien tolerado y extremadamente fecundo este anlisis.

    No es un retorno a Freud en s mismo. Es simplemente porque yopienso que Freud primero ha sido ledo de la manera en la cual uno puede

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    leer cualquier cosa que se presente como nueva apartndolo de lasnociones ya recibidas. Se trataba de algo verdaderamente subversivo. Fuenecesario construir pequeos esquemas mentales que permitieranpermanecer en los mismos pensamientos del hombre. Era necesario acualquier precio permanecer ah. De manera que se ha ledo a Freud

    leyendo lo que se quera leer y no entiendo sin embargo lo que estabaescrito claramente. Hay tres libros iniciales que son: La interpretacin de lossueos, la Psicopatologa de la vida cotidiana, El chiste y su relacin con elinconsciente.

    A pesar de todo, el lector, al menos el lector occidental y del extremooriente creo que tambin necesita del alma. El alma es algo que debeexistir, que es separable del cuerpo y que debe tener sus propias reglas. Yos que para ustedes la tradicin es diferente y que han necesitado de losoccidentales para empezar a hablar de psicologa; hablando con precisinno hay enseanza de psicologa, la hay de un cierto nmero de diversasprcticas de meditacin. Pero En la Universidad en occidente desde que ella

    existe, es decir, desde el final de la Alta Edad Media, la psicologa hatomado su lugar, y el resultado ha sido ciertas suposiciones que han pasadoa la conciencia comn y han devenido algo absolutamente esencial.

    Si ustedes comienzan a leer Freud sin prejuicios psicolgicos, - puedeser que ustedes tengan ms posibilidades de lograrlo que los occidentales -se van a sorprender de que se habla solo de palabras. Cuando se habla deLa interpretacin de los sueos qu es lo que Freud dice? Lo dice desde elinicio: . Cuando digo retorno a Freud, digo quelean lo que est verdaderamente escrito sin tratar de entender de inmediatoesta bola de algodn que se llama el inconsciente y de la cual se irradianalgunas plumas que seran entonces lo conciente. No se hagan esquemasque reposan siempre sobre la idea de que hay una sustancia llamada almaque tiene su vida autnoma, porque no se puede impedir que la gentepiense que el alma tiene su vida distinta y que es ella la vida, que es la queanima el cuerpo. Se ha ledo a Freud as, interpretando que el inconscientees una sustancia.

    El comienzo de lo que fue mi enseanza, y yo empec con el temahabindome tomado mi tiempo, en el ao 51, ya tena detrs doce o treceaos de prctica, experiencia como analista y una lectura de Freuddesprovista de prejuicios. No ense nada prematuramente. Es despus deesto que yo eleg, dado el pblico de mdicos que tena, para quienes estoes ms fuerte que para otros justamente porque son mdicos y se ocupandel cuerpo, no saben nada: un mdico sabe menos que un masajista, estencantado cuando se le habla de alma, cuando se les explica que lasenfermedades son del alma, es la relacin mdico enfermo, ellos seregocijan: han encontrado la justificacin de su existencia. La desgracia esque esto ha podido ser peor desde siempre. Todo esto se lleva muy biencon el sistema religioso general, no hay nada, a fin de cuentas que sea msorganicista, que desee ms que las historias del cuerpo se resuelvan porcuestiones mecnicas, que se incline ms por las explicaciones somticas,que la Iglesia Catlica. Desgraciadamente, es claro que a medida que labiologa avanza se complica con las someras ideas de la tradicin mdica.Cuando se dice simplemente que el alma, por ejemplo, es la relacinmdico enfermo, los mdicos se encuentran justificados.

    El psicoanlisis no est hecho para fomentar esta tendencia, muestraotra cosa que nada tiene que ver con la psicologa. Esto es lo que hay que

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    saber. Y para saberlo, como uno no puede pelearse con las sombras, yo noquiero pelearme con los mdicos por decirles que su medicina es imbcil, heelegido ver lo que se podra hacer a partir de lo que Freud genialmente supoentender. Entender qu? No otra cosa que las histricas. Al nivel de lashistricas se produce algo excepcional, es que lo que se revela es un cierto

    nmero de fenmenos, quiero decir los mecanismos de esos fenmenosobservables en otras patologas pero oscurecidos por toda suerte de cosasde las cuales la primera es la psicologa misma. Qu ms psiclogo que unobsesivo? Hace psicologa todo el da. Es una de las formas de suenfermedad.

    La histrica revela los secretos de esto, que consisten exactamente enalgo sorprendente que hay en el hombre: un cierto nivel de fenmenos quesolo se pueden explicar por medio de una traduccin. En sentido literal, nose trata de transposicin sino de traduccin, una traduccin no puede existirsin lenguaje. El sueo es un jeroglfico, qu puede querer decir esto sinoque debajo de las figuras del sueo, hay palabras. O bien Freud no saba lo

    que deca o bien esto debe tener un sentido y el sentido solo puede ser quebajo las figuras del sueo, debe encontrarse una frase. Se podra decir quedesde hace siglos se opera con los sueos. No ha habido ms que unaequivocacin, fue la de creer que el jeroglfico siempre estaba hecho con losmismos elementos: cuando se soaba con un fuerte viento quera decirsuerte en el amor etc.., ya era un jeroglfico pero traducido de una maneraidiota. Es un ejemplo en la medida en que permite ilustrar lo que mereceser llamado un saber. A fin de cuentas en la historia de la humanidad unsaber es siempre algo que ha sido tratado de una manera oscurantista. Entodo saber, hay del saber hacer, pero sabemos que esto no es tanevidente.

    Tenemos con Freud una chance, una idea de algo que concerniente aciertos fenmenos podra conducir a un cierto rigor cientfico. Es aqu queme parece interesante. Es lo nico que justifica el mantenimiento de estosencuadres en el interior de los cuales funciona el psicoanlisis. Hay aqu unaposibilidad de un abordaje cientfico de algo que no se trata de definirprematuramente como un dominio. Yo no estoy para decir que este es elcomienzo de una psicologa cientfica. Lo que hay de cientfico en esto, esque uno puede apoyarse sobre algo en el cual el conocimiento estsuficientemente esclarecido para despegar del trmino conocimiento. Esotra cosa, hay un mundo entre lo que es una articulacin cientfica y lo quedesde siempre se ha puesto bajo el trmino naturalista de conocimiento.

    Que la lingstica tenga actualmente este carcter de campo en fusin,es algo que hay que tomar en cuenta como es, pero del cual se tieneigualmente el sentimiento que de ah se obtiene sobre ciertos puntos de losresultados. Cuando Jakobson llega a poner en orden el sistema fonemticodel francs, es un resultado indudable. Esto no aclara el fondo del alma, lanaturaleza humana, pero es perfectamente operativo. Es lo que es posiblede articular fonemticamente en francs. Es otra especie de saber, tambines un saber, es el de toda persona que habla francs.

    Cul es la naturaleza del saber que hay al hablar la propia lengua?Nada ms formular esta pregunta abre todas las preguntas. Qu es saberel japons? Es algo que contiene en s un mundo de cosas de las cuales unono puede decir que las sabe ni puede llegar a articularlo.

    Esta ambigedad del saber, llegar a alcanzarla al nivel de la operacinde la palabra, es algo que necesita todo el tiempo poner el hecho a prueba

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    para darse cuenta qu relacin estrecha tiene con lo que pasa en unanlisis. Es por esto que ustedes tienen un caso en un anlisis: es unapersona que les cuenta cosas y ustedes perciben hasta que punto esambiguo lo que sabe, como est implicado lo que sabe dentro de lo quedice, y de lo cual a fin de cuentas no tiene la menor idea, al escucharlo de

    cierta manera ustedes perciben que dice otra cosa.Sera una operacin totalmente oscura si Freud no hubiera hecho enstos tres libros de los cuales yo hablo, el anlisis preciso de un ciertonmero de casos; porque yo he hablado en su momento del sueo pero haytambin toda otra suerte de tropiezos. Por ejemplo, el hecho de que noencuentre su llave en su bolsillo cuando se trata de entrar en su casa o quepor el contrario, usted tire su llave de su bolsillo para entrar a la casa deotro; Freud nos muestra que detrs de stos actos que parecen fruto de lafatiga o de la distraccin, hay una declaracin. Ella dir por ejemplo < siyendo a la casa de tal persona yo tiro mi llave, esto querr decir estoy enmi casa>. Y esto solo puede comprenderse si quiere decir esto. Pero lo ms

    importante es lo que sigue. El < yo estoy en mi casa> no es cualquier < yoestoy en mi casa>; hay ms de una manera de estar en la casa de uno enalguna parte, y que lleva justamente la marca de algo que da la verdaderaposicin de lo que se puede llamar el pensamiento por ahora digamos X.Esta X yo he tenido la audacia de llamarla el sujeto.

    Evidentemente este sujeto tiene una historia que parece tener la msgrande contradiccin con lo que yo estoy diciendo. Pero est claro que hayque elegir: o bien el sujeto es ste que ha delimitado perfectamente ciertatradicin occidental, o bien algo ligado al hecho que parece que no se pudepensar sin saber al mismo tiempo que se piensa.

    Qu es lo que Freud nos aporta? Hay un mundo que hay que sabercalificar y manejar con una gran precaucin, porque yo les he dicho que hayque comenzar por arrojar todo lo que es el del aparato mental implicado porconceptos sustanciales como el alma y otros. Entonces prudentementedecimos que son los pensamientos; es difcil calificar de pensamiento algoque toma sentido claro a partir del momento en que uno sabe leerlo.

    Lo propio del inconsciente es esto: testimoniar un saber, un quererdecir, una necesidad de reconocimiento, porque cada uno de stos sntomasquieren decir algo: pero a quin? Est claro que en primera instancia unsueo no se dirige a nadie; esto no es verdad, porque es evidente en laexperiencia analtica, que al comienzo de un anlisis haya sueos que sonliteralmente soados para el analista. Tienen este valor nico de ser elequivalente del primer discurso al analista. Hay algo que comienza a quererdecirse.

    Lo que yo quiero remarcar, es entonces, en el interior de la experienciaanaltica se manifiesta como situndose en un sesgo establecido delenguaje, es lo que yo llamo . Apartir de ah, es cierto que la distincin significante significado hay quemanejarla de cierta forma, y se puede aprovechar para tomar ciertosregistros que yo trato de hacerles sentir. Lo que es necesario evitar, esquerer separar, - y es por esto que vuestra tarea es tan difcil - esteaparato de lo que es la experiencia analtica de lo que marca los lmites.

    Que la experiencia analtica sea ella misma esencialmente denaturaleza lingstica, es donde est el hecho masivo.

    La manera en que yo opero con los trminos de Saussure, - y que porotro lado no son de Saussure; el signans y el signatum, los estoicos han

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    sentido la necesidad en la lgica tiene esencialmente este inters demostrar que en el lenguaje, hay un aparato definible de una maneramaterial que es irreductible: que el hecho de que el lenguaje sea articulado,procede de las combinaciones que son por naturaleza diferencias, es lanica definicin que se puede dar de los signos, es lo que se asienta como

    diferente de todo el resto, es en este sentido que el aparato fonemtico esejemplar. Es evidente que esto no alcanza.Hay que hacer hincapi en que el aparato gramatical es algo esencial.

    Tengo de recordarles que definiendo trminos como Verdrngung(represin), Verneinung (negacin) y Verwerfung (exclusin, el hecho de noarticular algo que es evidentemente situable en la estructura del lenguaje),articulando esto Freud nos da la llave de cierto tipo de gramtica. Se tratade saber si esto tiene la caracterstica completa de la gramtica.

    Es precisamente esto que con pequeas cosas trato de construir: loslingistas deberan servirse de ello. Yo no me siento para nada endependencia del lingista. De lo que el lingista me aporta tomo lo que

    puede servirme. Esta claro que en el tratamiento de los trminossignificante y significado hay una ligera diferencia entre Jakobson y yo comopuede observarse en la metfora y en la metonimia. Para lo que es delorden de la negacin los lingistas ganaran mucho sirvindose de laexperiencia psicoanaltica.

    El significante y el significado son fundamentales. Todo lo que es delaparato del lenguaje est a fin de cuentas incluido en sta definicin. Elsignificado, es necesario decirlo, es siempre otra cosa que lo que elsignificante parece indicar.

    Si uno cree que quiere decir mesa, no se puede hablar ms,es muy simple. Hay un uso de la palabra mesa que se aplica a otra cosaque a esta plancha de madera con cuatro patas, y es esto lo esencial. Nohay una sola palabra de la lengua que escape a esta regla que, lo queparece indicar, es justamente esto de lo cual conviene desprenderse paracomprender lo que es el uso de la lengua. Lo que es sorprendente, es que loque hace sentido en una palabra, est estrechamente ligado, se puededemostrar la conexin con este hecho caracterstico del lenguaje que no es

    jams un calco de las cosas.

    Lic. Olga M. Mter

    [email protected]