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Hemofilia y Cuantificación del Factor VIII Nombre : Pablo Cuevas : Diego Medina C. Docente : T.M Marianela Agurto : T.M Marcela Hinojosa Fecha : 12/11/2012 Universidad de Concepción Facultad de Medicina Carrera de Tecnología Médica

Hemofilia Trabajo

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Page 1: Hemofilia Trabajo

Hemofilia y Cuantificación del Factor VIII

Nombre : Pablo Cuevas : Diego Medina C. Docente : T.M Marianela Agurto : T.M Marcela Hinojosa Fecha : 12/11/2012

Universidad de Concepción Facultad de Medicina Carrera de Tecnología Médica

Page 2: Hemofilia Trabajo

Resumen

La hemofilia es una coagulopatía congénita que se hereda de forma recesiva

ligada al cromosoma X, se manifiesta en la deficiencia de factores de la

coagulación VIII y IX lo que altera la vía intrínseca de la hemostasia secundaria,

provocando que la malla de fibrina se forme de manera retardada. Esto provoca

que los pacientes con hemofilia grave sufran hemorragias severas. El grado de

severidad de la hemofilia se puede medir en el laboratorio cuantificando la

actividad de los factores, permitiendo otorgar el tratamiento adecuado a los

pacientes. Siendo importante no confundirla con otras patologías de la

coagulación como la Enfermedad de von Willebrand 2N o pseudohemofilia.

Actualmente la tecnología recombinante a permitido tratar a los pacientes

suministrando factor deficiente de manera más segura y eficiente.

Palabras Claves:

Hemofilia, Coagulopatia congénita, Hemorragia severa, Determinacion FVIII.

Objetivos

Conocer que es la Hemofilia, sus distintos tipos y sus características.

Determinar las causas de la hemofilia y su diagnostico

Conocer que es el factor VIII antihemofílico y su importancia en la

hemostasia.

Aprender la forma de determinar el factor VIII en el laboratorio.

Conocer los posibles factores de error en la técnica.

Introducción

Los trastornos hemorrágicos plasmopáticos también llamados

hipocoagulabilidades son una gama de problemas médicos que pueden conducir a

una coagulación deficiente y sangrado continuo, pueden deberse a déficit en la

síntesis de los factores plasmáticos que intervienen en la formación de fibrina y un

incremento anormal de la fibrinólisis. Las hipocoagulabilidades congénitas, por

deficiencia de factores de la coagulación, en general afectan a un solo factor

(Sans-Sabrafen & Abella, 2001) ya que normalmente son mutaciones que afectan

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a un solo gen; en cambio, las mutaciones adquiridas suelen afectar la actividad de

varios factores simultáneamente.

Estos factores de la coagulación están definidos por su actividad biológica, es por

eso que la deficiencia de esta se ha considerado como un déficit de este. Sin

embargo, desde hace algunos años, los métodos inmunoquímicos han permitido

relacionar la actividad biológica con una proteína determinada. Así, se ha podido

demostrar la ausencia de una determinada función coagulativa en ciertas

afecciones, pero no la usencia de la molécula proteica a la que se atribuye esta

función. En estos casos, una molécula proteínica determinada esta presente pero

es biológicamente inactiva (Sans-Sabrafen & Abella, 2001).

Se han comprobado déficits congénitos de todos los factores de la coagulación,

siendo los más frecuentes la hemofilia A (déficit del factor VIII) y la hemofilia B

(déficit del factor IX), razón por la cual la experiencia con estos es mayor. En

cambio, los déficit en la síntesis de los factores dependientes de la vitamina K

suelen ser adquiridos.

Hemofilia

La hemofilia, del griego “hemo” (sangre) y “philia” (afición); es una coagulopatía

hereditaria caracterizada por la deficiencia de actividad coagulante (cualitativa o

cuantitativa) de los factores VIII, IX y XI que participan en la vía intrínseca de la

hemostasia secundaria, lo que genera la existencia de 3 tipos de distintos de

hemofilia, la hemofilia A, B y C, respectivamente. Desde el punto de vista clínico

son indistinguibles, pues las proteínas participan en el mismo paso de formación

de la malla de fibrina. (Milena, et al., 2007)

A fines del siglo XIX la hemofilia fue conocida como la “Enfermedad Real” porque

afecto a varios miembros de las familias reales de Inglaterra, Prusia, España y

Rusia; siendo la Reina Victoria la portadora de la enfermedad que engendró un

hijo hemofílico y dos hijas portadoras, de las cuales la mayor, Alejandra, dio a luz

al hemofílico más conocido del mundo: Alexei. Esto permitió que la enfermedad se

difundiera rápidamente, (Vélez, et al., 2004).

Entre los distintos tipos de hemofilia la variante A y B son enfermedades

genéticas ligadas al cromosoma X que se expresa en una disminución del Factor

VIII y IX de la coagulación, respectivamente. La variante C es una enfermedad

genética autosómica dominante limitada étnicamente a los Judíos Ashkenazi.

Tipos de hemofilia. Se indican los genes deficitarios y la incidencia aproximada

(Oliva, et al., 2008).

Page 4: Hemofilia Trabajo

Factor

deficitario Ubicación y herencia Incidencia

Hemofilia A (clásica) VIII Xq28 (recesivo)

1:5000 (80%) en

varones casi

exclusivamente.

Hemofilia B

(enfermedad de

Chrismas)

IX Xq27 (recesivo)

1:30000 (20%) en

varones casi

exclusivamente.

Hemofilia C (leve) XI 4q35 (dominante)

8:100 en Judíos

Ashkenazi (Hombres y

mujeres por igual)

La hemofilia adquirida es una variante relacionada a una elevación en el titulo de

anticuerpos anti-FVIII en la vida adulta, reconociendo e inactivando este factor.

Esta alteración no se hereda y ambos sexos resultan afectados. (FMH, 2005)

En Chile existen 60 centros de atención que atienden a un total de 1680

hemofílicos. Este registro se hace a partir de pacientes que acuden por problemas

agudos y requieren tratamiento de sustitución en los distintos centros de atención,

por lo que esta cifra está subestimada. Las causas de mortalidad en los pacientes

hemofílicos chilenos están dadas, en primer lugar por la hemorragia intracraneana,

luego por VIH y Hepatitis C; estas tres causas dan cuenta del 75% de la

mortalidad. (Zúñiga, et al., 2006)

Genética de la hemofilia

La hemofilia A y B, por ser coagulopatías

congénitas que se heredan de modo recesivo

ligado al cromosoma X, afectan casi

exclusivamente a varones hemicigotos que

portan un alelo mutado en su cromosoma X

proveniente de su madre, en la mujeres la

adquisición de un cromosoma defectuoso las

hace portadoras asintomáticas y en raros

casos ocurre la recepción de dos cromosomas

X defectuosos que las hace poseedoras de la

enfermedad.

El gen que codifica el factor VIII (FVIII) se

localiza al final del brazo largo del cromosoma X, en Xq28.1, se expande en una

secuencia de ADN de 186 kb y es estructuralmente complejo (26 exones) (Milena,

Page 5: Hemofilia Trabajo

et al., 2007), es uno de los mayores conocidos representando el 0,1% del

cromosoma X. Las mutaciones de este gen han sido múltiples, sin embargo, el

40% de los casos de hemofilia A grave son causa de una inversión de una sección

de la cola del brazo largo del cromosoma X, afectando el intrón 22; el 5% de los

casos poseen inversión en el intrón 1, el 25% son sustituciones de un único

nucleótido y 5% de deleciones grandes de más de 50 nucleótidos, el 5% son

cross-reaction material (CRM) positivos siendo la mutación una alteración en el

domino A2 de unión al FIX. (Sans-Sabrafen & Abella, 2001).

El gen del FIX se encuentra un poco más hacia el centrómero en Xq27.2, es

menos complejo, tiene 34 kb de longitud, se compone de 8 exones (a-h), codifica

un ARN mensajero (ARNm) de 1.4 kb y aunque existe una amplia gama de

mutaciones, las más frecuentes son las puntuales (Milena, et al., 2007). En la

hemofilia B o enfermedad de Chrismas se han descrito una variedad de defectos

genéticos. Las deleciones del gen y algunas mutaciones puntuales, se asocian

con la ausencia del factor IX antigénico, conduciendo al desarrollo de inhibidor.

Las mutaciones en -20 y -26, de la región promotora de factor IX, alteran el lugar

de unión del factor 3333, interrumpiendo la transcripción. Los pacientes con

mutación -26 tienen, además, más de un tercio de los casos de hemofilia B son

CRM positivos, con factor IX disfuncionante, valor antigénico normal y formas

clínicas desde moderadas a graves. (Sans-Sabrafen & Abella, 2001).

Page 6: Hemofilia Trabajo

Patogenia

Los factores VIII y von Willebrand (FvW) son dos proteínas distintas, con

estructura, función biológica, expresión antigénica y control genético diferentes,

pero que circulan conjuntamente en el plasma constituyendo un complejo

biomolecular: factor VIII-FvW (Sans-Sabrafen & Abella, 2001). El factor VIII posee

una actividad coagulante pues participa en la vía intrínseca de la hemostasia

secundaria, participando en la activación del factor X (FX) en el complejo tenasa

(FIXa-FVIIIa-Ca+2 y fosfolípido), su deficiencia conlleva a la disminución en la

activación del FX y por ende la disminución de la formación de trombina a partir de

protrombina, la cual es

fundamental en la formación del

tapón definitivo. Es por esto que

tanto la deficiencia en el factor

VIII como en el factor IX, en las

hemofilias A y B

respectivamente, el paciente

tiene a sangrar más de lo

normal y a formar hematomas,

sin embargo, luego de una

injuria el sangrado no es

instantáneo debido a que los

mecanismos de la hemostasia

primaria y la vía extrínseca, no están alterados.

Síntomas

El síntoma de la hemofilia son las

hemorragias, las demás

manifestaciones no son mas que una

consecuencia de esto. Los síntomas

generales de fiebre y anemia,

frecuentes en hemofílicos, secundan a

una hemorragia. La fiebre producto de

la resorción de la sangre extravasada y

la anemia por la pérdida sanguínea de 1

litro o más de sangre, aunque no se

exteriorice. Los hematomas y las hemartrosis características de los hemofílicos

generan dolor y preocupación. Estas hemorragias aparecen con frecuencia por

Page 7: Hemofilia Trabajo

causas que en individuos normales pasan inadvertidas, y tienden a prolongarse

(Sans-Sabrafen & Abella, 2001).

Las hemorragias se clasifican según

localización, externas e internas. De

entre las externas se distinguen las

cutáneas y las mucosas. En cambio

las hemorragias internas, en las que

la sangre queda en una cavidad

preformada del organismo o se filtra a

tejidos formando hematomas, se

consideran las hemorragias

subcutáneas, los hematomas del tejido conjuntivo y las hemorragias serosas y

musculares (Sans-Sabrafen & Abella, 2001). Estas distintas manifestaciones

varían de acuerdo el tipo de hemofilia y más aun el grado de déficit del factor

alterado.

Diagnóstico

Entre las hemofilias, la tipo A es más frecuente, seguida por la tipo B; son

indistinguibles por sus manifestaciones clínicas. Para realizar el diagnóstico se

precisa una buena historia clínica que contenga información sobre antecedentes

familiares y personales de hemorragias. Sin embargo, mas de un tercio de los

pacientes carecen de esta historia familiar, de los cuales muy pocos son

verdaderas mutaciones “de novo” (Vélez, et al., 2004).

Es también importante conocer el momento de la aparición de los síntomas ya

que, una persona que padezca hemofilia severa tendrá las primeras

manifestaciones hemorrágicas dentro de los primeros años de vida. Mientras que

los pacientes con hemofilias moderadas o leves lo harán después de uno o dos

años o incluso en la edad adulta. (Vélez, et al., 2004)

En el laboratorio se presentan con un tiempo de tromboplastina parcial activada

(TTPa) prolongada (mientras más severa, más prolongada será), siendo el tiempo

de protrombina (TP) y el tiempo de trombina (TT) normales.

Para la diferenciación del tipo de hemofilia es necesario realizar una dosificación

de factores VIII y IX, la cual se basa en la corrección del TTPa en plasmas

carentes de estos factores por el plasma problema y plasma normal en distintas

diluciones. Esto se realiza dosificando la actividad del FvW para descartar la

enfermedad de von Willebrand tipo 2N o pseudohmofilia. Esta dosificación de

Page 8: Hemofilia Trabajo

factores permite la clasificación de las hemofilias en graves, moderadas o leves.

Ya que las manifestaciones hemorrágicas están en proporción con la carencia de

estos factores (Sans-Sabrafen & Abella, 2001).

Hemofilia Severa Hemofilia Moderada Hemofilia Leve

Nivel de factor <1% (<0.01U/mL).

Nivel de factor entre el 1% y el 5% (0.01-0.05 U/mL).

Nivel de factor entre 5 y 40% (0.05-0.4 U/mL).

Son características las hemorragias espontáneas.

Pueden sangrar por lesiones leves.

Pueden sangrar con lesiones severas, cirugía, procedimientos quirúrgicos de invasión.

Pueden sangrar entre 1 y 2 veces por semana.

Pueden sangrar 1 vez al mes. Podrían nunca tener un problema hemorrágico

Caracterizada por involucrar articulaciones (hemartrosis).

Podría haber afectación de una articulación.

Raramente involucra las articulaciones.

La cuantificación del Factor VIII por método coagulante, en plasma del paciente,

permite hacer el diagnóstico y clasificar según severidad. En el caso que se

sospeche diagnóstico de Hemofilia A, debe tomarse muestra de sangre de cordón

al momento del parto, de esta manera se evitan punciones venosas y se toma

precaución ante inmunizaciones, que en el caso de hemofilia severa deben ser

subcutáneas para prevenir hematomas musculares. (Nivel IIb, Grado B). Es

importante descartar dentro del diagnóstico diferencial la EvW, específicamente

tipo I severo, tipo II variante Normandía y tipo III.

También se han descrito casos de asociación con de deficiencia de FV.

Para confirmación diagnóstica efectuar:

1. FVIII coagulante

2. FvW Antigénico y Co-factor Ristocetina

3. Factor V, en lo posible para descartar la asociación que si bien es poco

frecuente puede tener implicancias clínicas.

La cuantificación de FIX por método coagulante permite diagnosticar y clasificar de

acuerdo a la gravedad. Hay que recordar que el FIX es vitamina K dependiente

por lo que su determinación en período de RN puede no ser el valor real, se debe

confirmar el diagnóstico luego de los tres meses de vida. (Zúñiga, et al., 2006)

Page 9: Hemofilia Trabajo

Tratamiento

El tratamiento de la hemofilia consta de la profilaxis y la cohibición de las

hemorragias, en el que ocupa el primer lugar la terapia sustitutiva. El tratamiento

farmacológico antihemorrágico consta en antifibrinoliticos sintéticos y un derivado

de la vasopresina (desmopresina, o DDAVP), que es utilizado en manifestaciones

hemorrágicas leves, sobre todo en pacientes con hemofilia moderada. (Sans-

Sabrafen & Abella, 2001)

Farmacológico:

Antifibrinolíticos sintéticos: Ácido épsilon-aminocaproico (EACA) y ácido

tranexámico (AMCHA). Fármacos que saturan los lugares de fijación del

plasminógeno al activador tisular, interfiriendo en la disolución de la fibrina.

Su eliminación urinaria es rápida, y debe dosificarse con precaución en los

pacientes que presentan alteraciones en la función renal y también se

desaconseja su uso en embarazadas antes del primer trimestre.

Desmopresina: Análogo sintético de la vasopresina (1-deamino-8-D-

arginina-vasopresina. DDAVP). Incrementa el FVIII y FvW, que alcanza

hasta 4 y 5 veces los valores basales. Es de corta duración (6-8 hrs)

volviendo a niveles previos a la suministración del fármaco.

Otros: Corticoides en cortos periodos para reducir tumoración edematosa

alrededor de hemorragias agudas o inflamación sinovial. Los AINEs

proporcionan ayuda aliviando la sintomatología de la artropatía

degenerativa hemofílica. Analgésicos para combatir el dolor crónico.

Morfina y análogos para dolor intenso. El ácido acetilsalicílico está

contraindicado por su efecto irreversible en el funcionalismo plaquetario.

Sustitutivo:

Este tratamiento se basa en la administración de concentrados de factores

antihemofílicos. Actualmente existen dos tipos de preparados: los derivados del

plasma humano y los derivados de la tecnología recombinante. La tecnología

recombinante a demostrado, hasta el momento, ser efectiva (equiparable a la de

los concentrados plasmáticos) y su inocuidad en cuanto a desarrollo de

enfermedades transmisibles.

Profilaxis primaria: Se denomina así a la infusión continuada (desde los 1-2

años de edad) de factor VIII o IX a los pacientes con expresión fenotípica

grave (<1 U/dL), buscando conseguir una manifestación moderada de la

Page 10: Hemofilia Trabajo

enfermedad a lo largo de la etapa del crecimiento. Sin embargo, se ve

restringido por el elevado costo y, por otro lado, la necesidad de la

persistencia de accesos venosos.

Profilaxis secundaria: Se refiere a la infusión continua de factor, pero por un

corto periodo de tiempo con el fin de prevenir hemorragias frecuentes o

bien por ser de localización comprometida.

Profilaxis en cirugía: Consiste en el aporte del factor deficitario para lograr

niveles mínimos de 30-40% de factores antihemofílicos A y B para obtener

una hemostasia quirúrgica normal. El tratamiento debe continuar durante el

postoperatorio y no ser interrumpido hasta la cicatrización de la herida. En

intervenciones leves se busca una tasa mayor al 15%, aunque se puede

remplazar con antifibrinolíticos sintéticos. También se obtiene un efecto

hemostático suficiente en hemofilias moderadas o leves con uso de

DDAVP.

Factor VIII

El factor VIII es un factor de coagulación. Se trata de un cofactor enzimático y su

función es facilitar la acción del factor activado (enzima) sobre el factor a activar

(sustrato), aumentando y acelerando marcadamente la reacción enzimática.

La presencia del cofactor en el complejo enzima-sustrato favorece su formación y

su interacción, a través de las modificaciones que provocan en las estructuras

moleculares terciarias de los componentes del complejo.

Es en si el factor VIII una glicoproteína que se sintetiza en las células hepáticas

(hepatocitos) y en las células endoteliales, inicialmente como una proteína

precursora de cadena sencilla de 2.351 aminoácidos con un peso molecular de

265.000 daltons. La molécula precursora intacta comprende tres tipos de

dominios:

• Dominio A: tres segmentos A (A1, A2, A3), cada uno de 330 aminoácidos

aproximadamente.

• Dominio B: un segmento central único que consta de 980 aminoácidos

• Dominios C: dos segmentos C (C1, C2) de 150 aminoácidos cada uno.

Page 11: Hemofilia Trabajo

En el plasma, la molécula de Factor VIII es escindida para producir dos péptidos,

una cadena amino terminal pesada (dominios A1, A2, B) y una cadena carboxi

terminal liviana (A3, C1, C2). La proteína circula como un dímero, con iones de

calcio ligando entre sí las dos

cadenas mediante el enlace de

los dominios A y C.

Cuando se la activa con trombina,

la cadena pesada se escinde,

liberando el dominio B, que no se

requiere para la actividad de la

coagulación. La trombina

generada durante el proceso de

coagulación potencia la actividad

coagulante.

Varias escisiones adicionales

generan péptidos de 50, 43 y 73

kilodaltones (kd), produciéndose una actividad de coagulación máxima. Si se

efectúan más escisiones se inactiva la actividad coagulante de la proteína del

Factor VIII. La proteólisis es en sí misma un acontecimiento inactivante. El Factor

VIII se inactiva al actuar la Proteína C Activa (PCA) en la Arginina 336 formando

una banda de 59 kd y otra de 43 kd. El Factor X lo inactiva mediante la proteólisis

en Arginina 336 y 1.721 generando una banda de 67 kd. La trombina lo inactiva al

activar la PC que es su inhibidor fisiológico.

Por sí solo, el Factor VIII es una molécula inestable altamente reactiva. Se

estabiliza en el plasma mediante el enlace con el Factor von Willebrand.

Después de su secreción se une de forma no covalente a una proteína

transportadora, factor de Von Willebrand, la cual es producida y segregada por el

endotelio y tiene por función proteger el factor VIII de interaccionar con el complejo

activador del factor X y también la de evitar la proteólisis del factor VIII por las

serinoproteasas dependientes de la vitamina K (proteína C activada y factor X). A

pesar de protegerlo de múltiples factores, el factor Von Willebrand no protege en la

misma medida al factor VIII de la fragmentación de la trombina, ya que esta no

precisa proximidad de ninguna pared de ninguna pared celular para interactuar

con él, aspecto que es muy importante.

El rol que juega el factor Von Willebrand es fundamental para determinar la

sobrevida del factor VIII, tanto es así, que en el caso de la enfermedad de Von

Willebrand, en la cual los pacientes no tienen factor Von Willebrand, los niveles de

factor VIII se encuentran muy disminuidos y su vida media muy acortada.

Page 12: Hemofilia Trabajo

Principio de la determinación de factor VIII

Si el TTP-A esta prolongado y el TT con el TP están normales y no hay explicación

simple para el TTP-A prolongado, como tratamiento con heparina anticoagulante

lúpico o un inhibidor especifico para un factor, el personal de laboratorio puede

sospechar la deficiencia congénita de un solo factor. Las tres deficiencias de tres

factores dan este patrón de reacción y causan hemorragia: el factor VIII (hemofilia

A), IX (hemofilia B) y XL que ocasiona un trastorno de sangrado leve intermitente

denominado síndrome de Rosenthal.

En el laboratorio se utiliza el sistema de TTP-a para estimar la concentración del

factor VIII funcional con la incorporación de plasma pobre en factor VIII en el

sistema de prueba. La mayor parte de plasma pobre en factor VIII es plasma

recolectado de pacientes normales e inmunosuprimidos utilizando anticuerpos

monoclonales anti-factor VIII en una columna de separación.

En el sistema TTP-a, el plasma pobre en factor VIII proporciona actividad normal

de todos los procoagulantes excepto VIII. Probado solo, este reactivo plasma

muestra un TTP-a prolongado, pero cuando se agrega plasma, que proviene del

pool normal, el TTP-a se revierte a la normalidad. Por el contrario, un resultado

prolongado en una mezcla de un plasma de un paciente con un plasma

deplecionado en factor VIII implica que plasma del paciente es deficiente en ese

factor. Además, el intervalo de tiempo de coagulación de la mezcla de plasma del

paciente de plasma pobre en factor puede compararse con la curva de referencia

preparada con anterioridad para estimar el nivel de actividad del factor VIII en el

plasma del paciente.

Preparación de la curva de calibración

Primero que todo, se debe realizar una curva de calibración para poder hacer la

técnica para determinar el factor VIII. Para esto necesitaremos de los siguientes

reactivos y materiales:

Page 13: Hemofilia Trabajo

Reactivos

Plasma pool normal Plasma deficiente de factor VIII

Buffer imidazol Reactivo de TTP-a (Pathromtim)

Cloruro de Calcio

Materiales

Coagulometro BFT-II Micropipetas y puntas

Tubos para coagulometro Cotonetes algodón

Agua destilada Agua bidestilada

Envase para desechos Baño maria a 37°C

Tubos khan Gradilla

Lápiz marcador Pipeta

Propipeta

Pasos:

1° parte:

Para construir la curva de calibración necesitaremos de plasma normal

descongelado, para esto se descongela en el baño maria a 37°C. Una vez

descongelado, esta listo el plasma para ser usado.

Utilizar el plasma para realizar diferentes diluciones en los tubos khan con

el buffer imidazol, de manera de obtener 5 tubos con diluciones distintas.

Cada dilución se realiza de la dilución anterior, por lo que para el primer

tubo solo necesitamos de 200 ul de plasma y 800 ul de imizadol.

Para los otros tubos se tomaran volúmenes del tubo anterior para realizar

las distintas diluciones.

Page 14: Hemofilia Trabajo

Tubo 1 Tubo 2 Tubo 3 Tubo 4 Tubo 5

200 ul 500 ul 200 ul 500 ul 200 ul

800 ul 500 ul 800 ul 500 ul 800 ul

2° parte

1. Para realizar la curva se debe primero preparar el coagulometro, debe

llegar a los 37°C, luego se ingresa la técnica a realizar y el lote del reactivo

que se usara.

2. Luego se empieza a realizar la curva colocando los reactivos de la siguiente

manera:

Muestra diluida 50 ul

Plasma deficiente en factor VIII 50 ul

Reactivo Pathromtim 50 ul

Tiempo de incubación: 120 segundos

Solución de cloruro de calcio 50 ul

Poner en marcha el cronometro en el coagulómetro

3. Se realiza esta técnica por duplicado por lo que por cada muestra diluida,

se realizan 2 mediciones.

4. Después se registran los tiempo obtenidos de cada muestra diluida, estas

se promedian, y si empieza a realizar la curva.

Cabe destacar que el plasma deficiente en factor VIII se debe reconstituir para lo

cual se dispone de un frasco de plasma deficiente en factor y se debe agregar 1ml

de agua bidestilada, luego se deja reposar por 15 minutos entre 15°C y 25°C. Por

ultimo se agita suavemente, con el fin de no producir espuma y antes de ocuparlo

se debe volver a mezclar.

5. Luego de realizar la curva se extrapola la muestra diluida de la que se

desea averiguar el factor VIII. Para esto la muestra diluida debe estar en la

razón 1:5 y debe estar en un tubo precalentado a 37°C

Page 15: Hemofilia Trabajo

Curva de calibración

Valores esperados:

Factor VIII: 70 – 150 % de la normalidad

Limitaciones y Factores de error

1) Medir un control normal y otro nivel patológico como si fueran muestras

a. al inicio de cada serie de pruebas

y = -12,62ln(x) + 110,96 R² = 0,9929

0

20

40

60

80

100

120

1 10 100

TTP

-a (

seg)

% Factor VIII

Curva de Calibración BFTII

y = -13,04ln(x) + 114,27 R² = 0,9945

0

20

40

60

80

100

120

1 10 100

TTP

-a (

seg)

% Factor VIII

Curva de Calibración KC-1

Page 16: Hemofilia Trabajo

b. tras un cambio de frasco de reactivo

c. con cada calibración al menos cada ocho horas

2) Cada laboratorio debe establecer su propio intervalo de control de calidad

3) Cualquier tipo de anticoagulante, antitrombotico, antiagregante, etc, puede

dar valores más bajos de factor.

4) La activación parcial de los factores de coagulación debido a una

manipulación incorrecta de la muestra y/o una punción traumática puede

dar lugar a un resultado del factor de la coagulación erróneamente elevado.

5) El anticoagulante lupus puede afectar la actividad del factor

6) Los resultados de la prueba deberán interpretarse siempre de acuerdo con

la historia clínica del paciente, sintomatología clínica y otras observaciones.

Utilidad Clínica

El tiempo de tromboplastina parcial es una prueba excelente que ha demostrado su utilidad para descubrir deficiencias del sistema intrínseco, y por esto mismo la determinación de factor VIII nos ayuda y nos enfoca al diagnostico corresponde de la deficiencia de factor que se relaciona con la hemofilia tipo A

Conclusión

La coagulación es un proceso que requiere de muchos factores y de múltiples

procesos que se deben desecandenar para que todo curse de manera normal, sin

embargo habrán desordenes en este tipo de reacción ya que es un proceso

complejo y que cualquier factor alterado puede provocar consecuencias como en

este caso es la hemofilia.

Como la hemofilia es un trastorno hemorrágico que puede tener graves

consecuencias es necesario saber en que consiste esta enfermedad, sus causas y

consecuencias, su tratamiento correspondiente y mas que nada el porque se

desencadena. En el caso de la hemofilia A, este tipo de hemofilia se ve

estrechamente relacionado con el factor VIII, un factor importante dentro de la

cascada de la coagulación.

Como futuros profesionales de la salud, es necesario saber en que consiste este

factor, que es y que función cumple dentro de la coagulación, y lo principal es el

diagnostico y la cuantificación de este en el laboratorio.

Todas las interrogantes de estas fueron vistas en este trabajo, desde lo general

hasta lo más especifico.

Page 17: Hemofilia Trabajo

Bibliografía

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