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Introducción: La consolidación de la Geografía en Francia
El contexto históricoEn la creación de una escuela nacional de Geografía, independientemente de cuál de estas escuelas
se trate, la participación de las universidades en la consolidación de la Geografía como una disciplina
profesional ha sido fundamental; sólo mediante la formación de profesionales en las universidades es
como un campo profesional puede tener su aparición. Por lo tanto, el desarrollo de las escuelas de
Geografía y sus distintos enfoques metodológicos responden a la institución de cátedras
universitarias y a la producción científica de estas mismas universidades.
La primera iniciativa dirigida a institucionalizar la
Geografía en Francia se produjo antes que en
Alemania, pero la disciplina no se afianzó
académicamente sino hasta mucho después. Así
pues, aunque la primera cátedra de Geografía se
estableció en la Sorbona en 1809 y la Sociedad
Geográfica de París fue fundada en 1821, no existió
un gran interés por la disciplina sino hasta 1870. Lo
anterior puede explicarse debido a la derrota de
Francia ante Prusia (1870-1871), que orientó los
ojos de Francia hacia la expansión territorial fuera
de Europa y que trajo consigo varias
consecuencias, entre ellas se encuentran la pérdida
de las provincias de Alsacia y Lorena; la caída del
Segundo Imperio, y la institución de la Tercera
República.
Fig1.1 Mapa de los territorios de Alsacia y Lorena: Pierre Foncin (1888). La deuxième année de géographie. La derrota ante Prusia y la pérdida de estos territorios significó una humillación para Francia.
Al considerar este contexto histórico, el repentino interés en la disciplina geográfica y su posterior
institucionalización en diversas universidades francesas respondió a varios factores: antes que nada,
era necesario que existiera un interés por la disciplina en las instituciones de formación escolar; era
necesario que la disciplina tuviera una función práctica para el gobierno y sociedad francesas; hacía
falta también que la geografía francesa contara con los fundamentos metodológicos de una disciplina
científica.
La Geografía al servicio de la patria: nacionalismo y educación.
El nacionalismo francés se desarrolló enormemente después de la derrota de 1871 ante el ejército
prusiano. La recién establecida Tercera República Francesa exigía una moral laica fundada en los
valores de la patria y justificada por la función ilustradora de la ciencia. La Geografía contribuyó para
esta causa: el patriotismo exigía no solamente celebrar a los grandes hombres que dieron lugar al
Estado francés, sino también exigía conocer la riqueza de su territorio, recientemente amputado de
las provincias de Alsacia y Lorena.
Los valores patrios debían de ser inculcados a todos los jóvenes franceses y esta fue una de las
funciones más importantes de las escuelas y de los profesores de la Tercera República. Una de las
obras geográficas que respondieron a esta necesidad fue el importante libro escolar Tour de la
France par deux enfants (Recorrido de Francia por dos niños); en este libro de texto, escrito por
Augustine Fouillée (que publicaba bajo el seudónimo de G. Bruno) en 1877, la historia, la Geografía y la
patria se ligan íntimamente. La Geografía se encuentra presente en todo el libro: paisajes, agricultura (la
“responsable de la prosperidad del país”), industria (un “poder benéfico que trabaja para la humanidad”) y
mapas. Dieciocho mapas de provincias francesas acompañan el texto y las demás ilustraciones, además de que
se le rinde homenaje a la cartografía francesa y a algunos cartógrafos.
Figura 1.2 El libro de Tour de la France par Deux enfants de Agustine Fouille retrata el territorio francés por medio de ilustraciones de paisajes y mapas. Este libro sirvió como un medio de difusión de la Geografía en las escuelas francesas
republicanas en donde se resaltaban los valores de la nación.
En 1870, el Ministro de Educación Jules Simon encarga a Auguste Himly (que era el titular de la
Sorbona en la que era única cátedra de Geografía en Francia) y a Pierre Émile Levasseur (otro
geógrafo francés de la época) de hacer modificaciones al plan de Geografía para la secundaria. Para
entonces, la Geografía ocupaba un lugar eminente en el nuevo sistema escolar republicano y estas
reformas escolares dieron lugar a una creciente demanda de profesores calificados para enseñar
Geografía en las escuelas. El consiguiente desarrollo de la Geografía en las universidades francesas
fue en gran parte consecuencia de la necesidad de tener profesores calificados para las primarias y
secundarias.
La Geografía y el movimiento colonial francés.
Otros de los valores republicanos con la finalidad de reivindicar a Francia después de la humillación
ante Prusia fue el movimiento colonial. Francia se encontraba en su segunda etapa colonial que inició
en 1830 con la invasión francesa de Argelia y que empezó a caer al finalizar la segunda guerra
mundial. El colonialismo francés en esta época no sólo significó un bálsamo ante la derrota, sino que
también fue una manera de expandir el comercio nacional más allá del continente europeo. La
Geografía jugó un papel importante para el manejo y mantenimiento de las colonias y su difusión se
convirtió en un pretexto para fortalecer el colonialismo francés.
En 1871, uno de los lemas principales de la Sociedad de Geografía de París era: “retomar el interés
por la Geografía con la finalidad de aportar un apoyo al movimiento colonial”. La mayoría de las
sociedades geográficas estaban relacionadas con el movimiento colonial, la defensa del honor
nacional y el desarrollo mercantil. Intelectuales, funcionarios de gobierno, hombres de negocios y
militares figuraban entre los miembros más destacados de las sociedades. El éxito de las sociedades
geográficas fue considerable pues, para 1871, la sociedad de París era la única existente en Francia
pero para 1884 ya existían 26 sociedades más.
Figura 1.3 Mapa de las colonias francesas para antes de la primera guerra mundial
La respuesta en las universidades francesas no se dejó esperar. En 1890 sólo había cinco cátedras
de Geografía (en Paris, Bordeaux, Caen, Lyon y Nancy), sin embargo, las acciones conjuntas del
Ministerio de Instrucción Pública, el Ministerio de las Colonias y de las Sociedades de Geografía
influyeron en la difusión de la enseñanza de la Geografía y lograron que se crearan cátedras de
Geografía y de Geografía colonial en más universidades francesas. Para 1900, el número de cátedras
de Geografía en las universidades se había triplicado y, además, se impartían una gran cantidad de
cursos sobre Geografía colonial.
Figura 1.4 El colonialismo francés fue clave para la difusión de la Geografía.
A pesar de la tremenda difusión de la Geografía y su evolución en las universidades francesas, no fue sino hasta que Paul Vidal de la Blache hizo su aparición dentro de la disciplina geográfica que la
escuela francesa de Geografía se creó como tal. Dentro de los geógrafos franceses que contribuyeron a la creación de la escuela francesa, Vidal de la Blache es el más importante de todos,
ya que le otorgó a la disciplina una coherencia científica y sus ideas fueron los fundamentos principales del pensamiento geográfico francés entre 1890 y 1950.
Aportaciones
No se puede hablar de las aportaciones de la escuela francesa de Geografía sin mencionar las ideas
desarrolladas por Paul Vidal de la Blache y del legado que dejó a la geografía francesa. Vidal de la
Blache y sus discípulos crearon la escuela francesa de Geografía, una Geografía fundada sobre el
análisis de las relaciones entre el medio natural y la sociedad.
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El posibilismo en Geografía
El término de posibilismo fue acuñado por el historiador Francés Lucien Febvre, sin embargo, el
desarrollo de esta corriente de pensamiento en Geografía se debe en gran medida a Paul Vidal de la
Blache y a sus discípulos. El posibilismo nace como un punto de vista que refutaba lo propuesto por
el determinismo ambiental y reafirma el papel que ha desempeñado el ser humano en su relación
con el medio a lo largo de la historia.
Vidal de la Blache estaba consciente acerca de la invalidez de los argumentos deterministas y
afirmaba que, aunque la naturaleza impone límites para el desarrollo humano, la manera en la que el
ser humano reacciona o se adapta a estos límites es variable y depende de su particular manera de
vivir, por lo que las condiciones naturales impuestas por la naturaleza se convierten en posibilidades:
el ser humano tiene la posibilidad de elegir las actividades que su medio le permite. El medio
geográfico, entonces, se convirtió en un escenario de múltiples interacciones ser humano-medio en
las que el ser humano también podía hacer pesar su presencia y, por lo tanto, no era posible hacer
divisiones entre los fenómenos físicos y sociales en Geografía; según la geografía francesa vidaliana,
ambos fenómenos están relacionados y son inseparables.
Figura 2.1 El posibilismo surgió como una respuesta contra el determinismo ambiental. Para el posibilismo, la influencia del medio en el ser humano es variable.
La geografía francesa de esta época tomó prestado el término de genre de vie (género de vida) de la
antropología para referirse a los rasgos o características que un grupo humano aprende durante su
desarrollo a lo largo de la historia. El género de vida incluye las instituciones, tradiciones, actitudes,
objetivos y tecnologías de un grupo humano. Vidal de la Blache insistía en que un mismo medio
puede tener diferentes significados para grupos humanos con diferentes géneros de vida, por lo tanto,
el género de vida es un factor principal que determinará la manera en la que un grupo humano se
adapta a las condiciones del medio.
“Todo lo que afecta al hombre queda de hecho mediatizado por la contingencia”: para Vidal de la
Blache, es evidente que las relaciones ser humano-medio pudieron haberse efectuado de otra
manera y que el fondo de esta relación queda definido por alguna circunstancia histórica. Entonces, si
el desarrollo de un grupo humano no queda determinado cabalmente por las condiciones naturales
del medio, para la geografía francesa era importante identificar la circunstancias históricas que
definieron este desarrollo; es por esta razón que, bajo este punto de vista, la Geografía no puede
prescindir del análisis histórico. Sin embargo, esta aparente inclinación hacia lo histórico, hacia lo
humano y hacia lo social no significaba que el pensamiento vidaliano afirmara que la Geografía es
una ciencia exclusivamente social, Vidal de la Blache negó esta posibilidad y remató afirmando que
“la Geografía es la ciencia de los lugares, no de los hombres”.
Escuela francesa de Geografía regional
Hasta ahora se ha hablado de que en la geografía francesa vidaliana había un consenso acerca de
que las relaciones ser humano-medio se llevan a cabo en un marco posibilista, en donde cualquiera
de las dos esferas de las relaciones ser humano-medio puede influir sobre la otra. Sin embargo,
según el pensamiento vidaliano, no era posible estudiar las relaciones ser humano-medio con la
finalidad de descubrir las leyes generales que dominan estas relaciones, ya que, al realizarse
observaciones tanto del medio físico como de la sociedad, no podía buscarse una explicación única.
La geografía vidaliana optó por otro camino: el área en donde estas relaciones se han llevado a cabo
a lo largo de la historia son particulares y diferenciadas y, por lo tanto, debían ser objeto de un
estudio ideográfico, es decir, un estudio particular en el que se tomaran en cuenta todas los
aspectos, físicos y humanos, del área a estudiar.
Las diferencias entre los dos enfoques metodológicos antes mencionados se resumen en una de las
grandes divisiones de la disciplina geográfica: la Geografía general o nomótetica frente a la Geografía
ideográfica, que encuentra su máximo exponente en la Geografía regional. Mientras que en el
enfoque general se realiza un análisis temático de los hechos y fenómenos geográficos a lo largo de
toda la superficie terrestre en donde la finalidad es establecer leyes generales, la finalidad en el
enfoque regional es alcanzar una síntesis regional de un área de la superficie terrestre en la que se
pretenden tomar en cuenta todos los hechos y fenómenos (físicos y humanos) que ocurren dentro de
ella. Esta área de la superficie terrestre es denominada región geográfica y Vidal de la Blache la
identificó como el objeto de estudio de la Geografía.
La escuela francesa de Geografía concebía a la región como el área en donde se ha dado la síntesis
de las relaciones del ser humano, mediante su género de vida, con el medio a lo largo de la historia;
así mismo, estas relaciones quedarían plasmadas dentro de un paisaje singular. En oposición a las
regiones naturales, las regiones geográficas serían fundamentalmente un producto del ser humano.
Para los franceses, la región constituía un área aproximada a la que hoy en día se le llama “región
histórica”: antiguos reinos, principados, condados, etc., que existieron hasta antes de la división
política contemporánea; también consideraban otro tipo de regiones más reducidas que se acercan al
concepto de “comarca”. De igual manera, las regiones debían presentar cierta homogeneidad que les
otorgaría su singularidad.
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Figura 2.2 Mapa etnográfico de la región de los Balcanes realizado por P. Vidal de la Blache.
La instauración de la Geografía regional le otorgó un marco metodológico muy importante a la
geografía francesa que perduraría hasta al menos 1950 y en el que los geógrafos franceses
realizarían estudios regionales de una gran exigencia y rigor académicos. La trascendencia del
modelo regional no sólo estuvo limitada a la investigación científica, sino que se extendió hasta
trabajos de carácter docente y de divulgación. De igual manera, el modelo regional se transmitió a
otros países de Europa y, además, los geógrafos franceses lo aplicaron a otros continentes.
Sin embargo, la propuesta francesa de la Geografía regional no estaría exenta de críticas. Por una
parte, se le acusó de ser demasiado descriptiva y de que los trabajos regionales eran únicamente
monografías en donde no se lograba en realidad la síntesis regional deseada. Por otro lado, es
posible que el carácter monográfico de la Geografía regional comenzó a aparecer cuando la
subjetividad del autor se hizo presente, es decir, cuando el autor otorgaba una evidente preferencia
por algún aspecto, físico o humano, y se olvidaba de alguna de las dos esferas; de igual manera, la
insistencia o la preferencia por algún aspecto de la región derivó en estudios temáticos que hacían
marcada referencia a un fenómeno en particular y que más bien caerían dentro del campo de la
Geografía general. No obstante las críticas, la Geografía regional francesa significó un método
paradigmático en Geografía que perduraría por muchas décadas más.
Principales representantes de la escuela francesa de Geografía
Paul Vidal de la Blache (1845-1918)
Paul Vidal de la Blache nació en Pézenas, Francia
el 22 de enero de 1845 y murió en Tamaris-sur-mer
el 5 de abril de 1918. Realizó sus estudios de
Historia y Letras clásicas en la Escuela Normal
Superior de Paris y en la Escuela de Atenas, Grecia.
Siempre mostró interés por las materias geográficas
e históricas. En 1873 le fue asignada una cátedra de
Geografía e Historia en la universidad de Nancy y
posteriormente obtiene el derecho, a petición suya,
de enseñar únicamente Geografía. En 1877 se
traslada al École Normal Supérieure y enseña
Geografía durante 20 años. Finalmente sería
catedrático en la Universidad de la Sorbona, de
1898 hasta 1908. Fue fundador, junto con Dubois,
de la prestigiosa revista Annales de geographie.
Vidal de la Blache introdujo el concepto de posibilismo, reafirmó la importancia de la historia en los
estudios geográficos y asumió a la región como objeto de estudio de la Geografía. Para él, la región
era el área donde tienen lugar las relaciones entre fenómenos físicos y humanos a lo largo de la
historia. Su pensamiento se inscribe dentro de la reacción anti positivista y anti determinista de la
época.
Algunas de las obras más importantes de Paul Vidal de la Blache son: “Cuadro de la Geografía de
Francia”, “Principios de Geografía humana” (1922), “La Francia del Este” (1917), “ De l’ interprétation
géographique des paysages” (La interpretación geográfica de los paisajes, 1913) y “Atlas General.
Historia y Geografía”. (1894).
Elisée Reclus (1830-1905)
Un geógrafo francés que no fue miembro de la
escuela vidaliana, pero que merece un
reconocimiento aparte es Elisée Reclus (1830-
1905). Nació en Sainte-Foy-la-Grande, Francia,
en el seno de una familia protestante y muere en
Bélgica. Ícono del movimiento libertario y
defensor de la teoría anarquista. Reclus estudió
teología y Geografía en Alemania, en donde
durante algunos meses siguió los cursos de Ritter
en Berlín. En 1851 se opuso al golpe de estado
de Luis-Napoleón Bonaparte, suceso que le
condujo al exilio en Inglaterra, en Irlanda, en
Luisiana y por último en Colombia. Al regresar a
Francia en 1856, comenzó a trabajar para la
editorial Hachette; en 1869 publicó un tratado de
Geografía física, La tierra. En 1871 tomó parte en
la Comuna de París, suceso por el que fue
exiliado en Suiza, donde comienza a redactar su
Nueva Geografía Universal.
En 1877 conoce a Pierre Kropotkin. Ambos colaboran en la redacción de una parte del proyecto de la
Geografía Universal. Hacia 1883 comienzan los grandes viajes de Reclus por Oriente, África,
Norteamérica y su dedicación al trabajo geográfico, que culmina en 1894 con la publicación de su
Nueva Geografía Universal para la editorial Hachette.
Finalmente, llega a Bélgica para ocupar una cátedra en la Universidad libre de Bruselas, y es ahí
donde fundará la Nueva Universidad (desaparecida en 1914) y en donde comenzará a escribir su
última obra, El hombre y la Tierra, publicada entre 1905 (año de su muerte) y 1908.
Emmanuel de Martonne (1873-1955)
Emmanuel de Martonne nació en 1873 en
Chabris, Francia y muere en Sceaux en 1955. En
1892 ingresó en la École Normale Supérieure de
París, allí sigue un curso de Geografía dictado
por Paul Vidal de la Blache. En 1895 obtiene su
título de "maestro supervisor" en la ENS (1897-
1899); en 1902, realiza su tesis doctoral en letras
sobre Valaquia, y en 1907 realiza una tesis
doctoral en ciencias sobre la evolución
geomorfológica de los Alpes de Transilvania. Le
fue otorgada una cátedra en la Universidad de
Rennes en 1899, luego en Lyon en 1905 y,
finalmente, obtuvo un puesto en la Sorbona en
1909. En su preparación universitaria, De
Martonne combinó los habituales conocimientos
en Geografía e historia con conocimientos sobre
geología, geofísica y biología.
Para De Martonne, la Geografía física constituía una de las partes esenciales en el estudio de un
área y en su trabajo asocia al ser humano con la naturaleza. “la Geografía moderna contempla la
distribución en la tierra de los fenómenos físicos, biológicos y humanos, las causas de esta
distribución y las relaciones locales de estos fenómenos”.
De Martonne escribe una de las dos grandes obras de Geografía general en Francia de antes de la
primera guerra mundial: Tratado de Geografía física (1910). Su obra está dividida en tres tomos
separados: el primer tomo habla acerca de hidrografía y climatología; el segundo habla acerca del
relieve, y el tercero sobre bioGeografía. Este tratado marca pauta en el campo de la geomorfología y
es uno de los trabajos sobre Geografía física más influyentes en Francia hasta 1960. Completa y
publica la obra póstuma de Paul Vidal de la Blache, Principios de Geografía humana, en 1921.
Jean Brunhes (1869-1930)
Jean Brunhes nació Toulouse el 25 de octubre
de 1869 y falleció en Boulogne-Billancourt el 25
de agosto de 1930. Estudia en el École Normal
Supérieure de Paris y, al finalizar su carrera, se
convierte en catedráico de historia y Geografía
en pasó más de un año en España, donde
estudió el tema de su tesis futura: La irrigación.
Sus condiciones geográficas, sus métodos, su
organización en la Península Ibérica y en el norte
de África: estudio de la Geografía humana
(1902). Fue profesor de la Universidad de
Friburgo en 1896, de la Universidad de Lausana
en 1907 y del Colegio de Francia a partir de
1912. Es autor de la otra gran obra de Geografía
general francesa de antes de la primera guerra
mundial: La Geografía Humana (1910).
Para Brunhes, la acción humana se inscribe en el territorio por tres series de hechos esenciales: los
hechos de la ocupación improductiva del suelo: casas y caminos (incluyendo pueblos rurales,
conglomerados urbanos y vías de comunicación); los hechos de la conquista animal y vegetal: la cría
de animales y la agricultura; y los hechos de explotación destructiva: devastación animal y vegetal y
la explotación de los recursos mineros. Para Brunhes, este conjunto de hechos es “el producto del
trabajo que establece la conexión entre la Geografía y la Historia”.
La Geografía Humana de Brhunes y Tratado de Geografía física de Emmanuel de Martonne
constituyen los intentos de sistematización en Geografía que se dieron en Francia en esta época.
Conclusiones
• Para la creación de una escuela de geografía, siempre es importante que se propicie un
desarrollo considerable de la disciplina en las universidades.
• En Francia, la búsqueda de valores nacionales, así como el colonialismo, fueron los pivotes
esenciales en la difusión y el desarrollo de la geografía.
• A diferencia de en otras épocas, las principales figuras en la geografía francesa se destacan
por el trabajo realizado en universidades, así como sus publicaciones en libros y revistas
• Paul Vidal de la Blache es el creador de la escuela francesa como tal y también su más
influyente figura.
• La geografía regional y el posibilismo se inscriben dentro de la corriente anti positivista de la
época y le otorgaron una coherencia científica a la geografía francesa que perduraría por
muchas décadas más.
• La geografía regional es la versión moderna de los estudios corográficos y se inscribe dentro
de la geografía ideográfica.
• Existieron también otro tipo de trabajos de geografía general que constituyeron un intento de
sistematización en geografía.