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Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

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Psicologia- Psicoanalisis

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Page 1: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

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Page 2: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

INTRODUCC16N TE6RICA A LAS FUNCIONES

DEL PSICOANALISIS I!.N CRIMINOLOGtA

COMUNICACION PRESF.NTADA A LA XIII CONFER.ENCIA

DF. PSICOANAUSTAS DE UNGUA FRANCF.5A (29 DF. MAVO DE 1950)

" EN COLABORACION CON MIClIEL CEN'AC .

-

1. nel movimiento de la verdad en las ciencias del hombre

Si la reoria en las ciencias {Isicas nunca ha escapado realmente

a esa exigencia de coherencia interna que es el movimiento mis­

mo del conocimiento, I... ciencias del hombre, porque estas se.

encarnan 'eri comportamientos en la realidad misma de su oh­

jeto, no pueden eludir la pregunta sobre su sentido, ni impedir

que la respuesta se imponga en terminos de verdad.

Que larea1idad del hombre impliqU'e este proceso de revela.

ci6u, es un hecho que induce a algunos a concebir la historia

. como una dialectiea inscrita en la materia; es incluso una ver­

dad que ninglin.ritual de protecci6n "behaviourista" del sujeto

resp'ecto de su objeto no castrara su punta creadora y mortal, y

que hace del cientlfico mismo, dedicado al conocimiento "puro",

un responsable de primera clase. .

Nadie lo sabe mejor que el psicoanalista que, en la inteli.

gencia de lo que le confla su sujeto como en la maniobra de .105

componamientos condioonados por la tecnica, actua por una

revelaci6n cuya verd�iciona la eficacia.

�La Dusqueda de I" verda<!\no es por otIO lado lo que hace el

objeto de la crirm'n010gia en el orden de loo asuntos jUd.iciales.

tambien lo que unifica 'estas dos caras: verdad del crimen en

. su..upecto policiaco, vq.<!ild....Jkl. criminal en su as!X'cto antro-

W6gjco. . /.-c--",De.,.9.ue forma 'puedm ayudar.> esta busqueda la tecnicague

gu=la::....:n�u=e=s:.;tr::..::,o�d-"ia"'l'-'o:.':g�07":COn-els�eto "j ias nociQnes gue nuestra�: exE�nenda ha definido -�-�--si""cQlngia. es el problem� deLtnal-­L trataremos hoy:-nieilo-;Para decir nuestra. contribuci6n al estu­

�: dlo de la delincuencia (expuesta en otros reportes) que para

r�. fijar sus lImites legitimos, y no ciertamenre para propagar la

I,..

Ii�.

[117]

Page 3: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

118 FUNClONES DEL P3ICOANÅLISlS, EN CRIMINOLOGfA

�estra doctrina sin pre-PPlpaå6n de metodo, sino para'��la) como ,nos es recomfndado hacerlo incesantementeen funci6n de un nuevo objeto. " 'l

2. De la realidad sacialågica del rnmen y de la ley y la relaciondel psicaandlisis can su fundamenta dia/t!ctica

1'Ii el crimen ni el criminal son objetos gue se puedan concebirfuera de SY referenda, .s!KipI6gi.ca. 7 ,

"-,---" _ s ntenc���x....1}.esc;..-���ca5 sigue siendo derta

al margen e la perspectlva escatol6gica de la Gracia en quela formul6 san Pablo.

Se la ha verificado cientificamen te por la eomprobaei6n de

que no hay sociedad que no eontenga una lex positiva, asi sea

esta tradicional o eserita, de eostumbre o de dereeho. Tampoeo

hay una en la que no aparezean dentro del grupo lOdos los gradosde transgresion que definen el crimen.

La pretendida obediencia flinconsciente", "£orzada". "intui­

tiva" del primitiva a la regla del grupo es una eoneepci6n et.

nol6giea, v<lstago de una insistencia imaginaria que ha arrojado

su reflejo sobre muehas otras eoneepeiones de los "origenes",pero que es tan mitiea eomo elias.

�Toda soeiedad, en fin, manifiesta la relaci6n 'entre el crimen

y la ley a traves e casti os, cu a 'realizaci6,n, sea cuales fueren. s s modos, exi e na asentimiento sub' etl.v<r- ue e cnmmal se

vuelva por si sOTo el ejecutor de la punici6n, convertida por laley en el precio del crimen, como en el caso del incesto come.

tido en las islas Trobriand entre primos matrilineales y cuyasalida nos relata MaJinowski en su libro, capital en la mareria,

El crimen y la castumbre en lqs sociedades salvajes (sin que

importen los resortes psicol6gicos en que se descompone la ra.z6n del acto, ni aun las oscilaciones de vindidå que puedan

engendrar en el grupo las maldieiones del suicida); o que la

sanci6n p��vis ta por un e6digo penal contenga un proeedimiento

que exija aparatos sociales muy diferenciados, de cualquier

modo este\asen�l11ie.pt.ors1,lbJetivo es necesario para la signifi.caci6n mis�\dell'cas.tig<ij' l, :\ (. __I

I', Las creencias gracias a las cuales este eastigo se motiva en elindividuo, asl como las institueiones por las que pasa al acto

"dentro del grupo, nos permiten definir en una determinadaso-

f

FUHaONU DU PSICOANÅUSlS EN- ea.tM'INOLOGfA119

. ii

ciedad lo que en la nuestJ:a designamos 'con el tt!rmino de res.�Pero de all! a que la entidad responsable sea siempre equiva.

lente media alguna distaneia. Di�mos quesi primitivamenrese fonlli!.eg aJa,soc:i,�Q�(! en su conjunto (enprinclpio'siemprecerrada', camolo han destaeaaö"los' 'etn610gos) afectada, debidoa uno de sus Jniembros, de un desequilibrio qUl:i"se debe resta'olecer, este es tan pocoresponsable como individuo, que a me.nudo la ley exige satisfacei6n a expensas, o bien de uno de losdefehsores, o bien de la colectividad de un "in.group" que locubre.' '

Hasta sue/e �rrir que la sociedad se juzgue lo bastante al.terada en su estruetura camo para recurrir a proeedimientos deexc1usi6n d\!ol mal bajo la forma de un chivo expiatorio y hastade regeneraci6n mereed a un recurso exterior. Responsabilidadcolectiva o mlstiea, 'de la que nuestras costumbres guardan hue.lIas; a menos que- no intente salir a luz por expedientes in.vertidos,

Pero ni ,a.un en l� casos en q!!� l.a punieion se limita a reOlersobre el {'!.di�icl\l_O autor del o:imen.se...tien<;�jj._.eM�, ni en J!!f�IniJ;m".ni! si se qui�re, en la misma imag!:!!.de el m�mo,por responsable, como resulta eviJente si se reflexiona sobrela01Terenciä"ae la persona que tiene que responder de sus actossegUn sea que SY juez represente al Santo Ofieio o presida el Tri.bunal del Pueblo.

Aq.u{ es donde el I2sicoanilisis Euede, por las instandas quedistingue en el individuo moderna, aclarar las vacilaciones dela noei6n de responsab,ilidad Flara nuestro tiemps;l yel adveni.miento correlatlvo de una objetivaci6n del crimen, a la quepuede colaborar.

Porque efectivamente si, en raz6n de la limitaci6n al indivi.duo de la experiencia que constituye, no puede el psicoanalisispretender cap tar la totalidad de objeto sociologico alguno, niaun el conjunto de las palancas que actualmente �en nues­tra oeiedad si e en pie qy.e..ha...dge,ubi to etiesta t sionesgladonales que pareeen åesempeiiar en toda sociedad una fun.,d6n basica, como si el malestar de la civilizaci6n fuese a des.'nudar la artieu!aci6n misma de la cultura con la naturaleza.Se puede extender sus ecuaciones, con la reserva de efectuar sul>neeta transformad6n, a las deneias del hombre que puedenu}ilizarlas, especialmente, como vamos a verlo, a la criminologla.if�'Agreguemos que si ej recurso a la e.oq.!�si£!t...'ieL.:.0tlP, que�1.�,', "'... ,...... _ "., _.-.,,-., ..!--..••,,-'.t

Page 4: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

"

120 FUNClONES DEL P51COANÁLISIS EH. CRJWINOLocfA.

l �.una de�ves de l.a ��d ��0�.�9,:"y-lar�in�..' aón a-rilcomun1iraâ�$l)àll.1, quet esuno de los fmes de su. aplt.i' cacíóii-;pareeen halIin- una fòrma privHegiada c;n el diálogo ana.i Ulico-, es ante todo porque éste, al podénelo impulsar hasta las

más Tadicales significacíones, alcanza a lo universal incluido

en el lenguaje y que, lejos de poder eliminario de la intropo­

logla, eonstituyesu fundamento y 'su fin,' pues el psicoanálisis

no es más que una extensión técniea que explora en el indivi.

duo el alcance de esta dialéetica que escande los partos de nues­

tra sociedad y en la que lasentencia paulina reeobra su ver­

dad àbsolu ta..

A quien nos pregunte a dónde va nuestro diseurso, responde­

remos, a riesgo -un riesgo asumido de buen grado- de descar.

tar la autosuficiencia eHnica y el farise!smo �revencioaista.

enviándolo a uno de esos diálogos que nos relatan los aetos del

héroe de la dialéetica, especialmente a ese 'GoTgias, cuyo subt!­

tulo, que invoea la retórica y está eomo hecho a medida .para

distraer la incultura eontemporánea, eonliene un verdadero tra.

tado de movimiento de lo Justo y 10 Injusto.

Aquí Sócrates refuta la in£atuación del J\,mo, enearnada en un

hombre libre de esa Ciudad anligua euyo límite está dado por

la reaIidad del Esclavo. Forma que da paso al hombre libre de

la Sabiduría al declarar lo absoluto de la Justicia •. exigido en

ella por la mera virtud del lenguaje bajo la mayéutica del Inter.

10cutor.Sócrates, as!, no sin darJe' a percibir la dialéetica -sin

fondo como el tonel de. las Danaides y las pasiones del poder­

ni ahorrarle el reeonocimiento de la Iey de su propio ser poU­tieo en la injusticia de .la Ciudad.lo lIeva a hacerlo inclinar

ante los mitos eteml?5 en los que se expresa el sentido del eas.

tigo y corrección y mejora para el individuo y de ejemplo para

el grupo, no obstante que él mismo aeepta, en nombre de 10

universal, su destino propio y se somete por anticipado al vere..

dieto insensato de la Ciudad que 10 hace hombre.

No es inúti1 record,.r, ahora bien, el momento histórieo en

que nace una tradición que ha condiciúnado la aparici6n de

todas nuestras ciencias y en la que se afirma el pensamieniÎi'vdel iniciador del psicoanálisis, cuando profiere eon patética Con.

fianza: "La voz del intelecto es baja, pero no 'se deliene mien.

tras no se la ha oido", en que creemos percibir, en un eco sordi>,.

la voz misma de' S6crates al dirigirse a Calicles: "La £ilosof!a

dice siempre 10 mismo."

,

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FUNQONES DEL: P5lCOANÁLl51S EH a.DltNOLOGfA 121

3. Del crimen que exf1Tesa el �mbolismo dersup�6 como ins'

tancia psicopatol6gica: si el psicoandlWs irrealiza el crimen,

n� áeshumaniza al crimi1l41

Si no se puede eaptar siquiera la realidad concreta del crimen

sin referir éste : un simbolis'!!.��ya�..í?�as p,!:!itivas se COOl"

ama" en la socleaad. pero que se mscrlbe en las estruetux�.tlicales tr�iaas lif<:O:ri.l�€�iíi,ênte �! el lenguaje, �estesimbolismo es t'mlbién el pri�t;!()A'etqu���'oSl'periencia psico­

anlillu<;a haya demòstiadj):P:i:!i':'é�t!jS;parogenQs,. ha��.q!!lUÍ!pi­

tes..!'a�ta��ntop,�c:.s desconocidos..repercute_en ,eli"J.(:li:viduo,�.t..nto

en �l1.fis},()},?g!�..c()!T'(). e��"u,?n�ucta.__ASí, 'fue partiendo de una de lásslgni£icaciones de relación

que la psicología de las "síntesis mentales" reprimía 10 más alto

posible en su reconstnicci6n de las funciones individuales. eomo

que Freud inaugur6 la psicología extrai\amente reconocida como

la de las profundidades. sin duda en raz6n del alcance comple­

tamente superficial de aqueJlo a 10 que venla a remplazar.

y a esos efectos, cuyo sentido descubría, los desigu6 audaz­

mente con. el sentimiento que en la vivencia respúnde a ellos:

la culpabi1idad..

Nada podr!a manifestar mejor la importancia de la revolu­

dón £reudiana que el uso témico o vulgar. imp1ícito o rigIiroso,

declarado o subrepticio que eq psicología se ha hecho de esa

verdadera c;1tegoria, omnipresente desde entonces tras habérsela

desconocido; nada, a no ser los extraí'ios. es£uerzos de algunos

por reducirla a formas "genéticas" u "objetivas" que llevan la

garantía de un experimentalismo "behaviourista", del que hace

. muchisimo tiempo qiIe se ver!a desprovista si se privara de leer

en los hechos humanos las siguificaciones que los especi£ican

còmo tales.

Más aún, la primera situación por la que aún somos deudores

de la iniciativa £reudiana de haber inducido en psicologia la

noci6n para que encuentre en ella, con el correr del ti'empo, la

más prodigiosa '£ortuna -primera situación, decimos, no como

eon£rontaci6n abstracta delineadora de una relación. sino como

crisis drarnática que se resuelve en estructura- es, justamente.la del crimen en sus dos formas más aborrecidas: el Incesto y el

Parricidio, cuya sombra en�ndra toda la patQgenia del Fdipo.

Es coneebible Que, hilbi'endo .recibido en psicología tamano"porte de lo sod;l, el médico' Freud haya estado tentado de

regresar a él y que en 1912. con Tótem " tabú. hara querido

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122 l'UNQONF..S DI'.L I'SlCOA.NAu515 l.N C2IJd1NOLOGfA

demostrar en el criInen primordial el origen de Ia Ley Univer­

.al. Pese a cualquier crltica de metodo a que se someta ese tra­

bajo, 10 impottante era 'haber tecoDocido qne CO" 1a T ey y el

Crim'en comenzaba el hombre una vez que el clinico hubiese ya

mostrado que .us .ignificaciones sostenlan hasta Ia forma del

individuo, no s610 en su valor para el otro, si1;l0 tambien en su

erecci6n para sl mismo. J X

--AsI pue. Ia concepci6n de supery \sali6 a 1m, fundada antetodo en e£ectO' de censura incon.ci'ente 'que explican eStructuras

psicopatol6gicas ya advertidas y e.clareciendo muy luego las

_anomaHa. de Ia vida cotidiana, y correlativa, en fin, ,*1 descu­

brimiento de una inmensa morbilidad ai mismo tiempo qUl! de

sus resortes psicogenetico.: Ia neurO'i•. de canicter, to•. m.ecanis.

mO' de fraca.o, Ia. impotencia. sexuale., "der gehemmte

Men.ch".1

De esa manera se revelaba una figuriL1P-oclema del hombre,

que contrastaba extraiiamente con las proleda. de 10. pensado­

re. de fines del siglo, figura tan irri.oria para las ilu.iones ali.

mentadas por los libertarios como para las inquietudes inspi­

radas en los rnoralistas por Ia liberaci6n de las creencias religio- ..

sas y el debiIitarniento de los vlnculos tradicionales. A Ia concu.

piscencia que reluda en los ojO' del viejo Karamazov cuando

aseveraba a su hijo: "Dios ha muerto; luego todo esta permi­

tido", ese hornbre, el misrno que sueiia con el suicidio nihili.ta

del heroe de Dostoievski o que :re esfuerza en soplar en Ia tripa

nietzscheana, responde con todos sus rnales y tambien con todos

sus gestos; "DiO' ha rnuerto; ya nada esta permitido",

A esO' males y a esos gestos, Ia significaci6n del autocastigo

los cubre por compl'eto. IHabra, pues, que extenderlos a todos

los crirninales, en Ia medida en que, seglin Ia f6rmula en que

se expresa el humor gelido deJ legislador, como se supone que

rtadie ignora Ia ley, todos pu-eden prever su incidencia y se los

puede considerar, de ahl, como buscadores d.� s':!s gqlpes? '

Esta ir6nica observaci6n debe, ai obligarnos a definir 10 que

el psicoanalisis recol1()ce como cr:fIn.enes o delitO' qu-e emanan

1!�),�,:,£ery6, penriitirno,s formular una critica del alcance .detal n().ci6Il en antnJpologia. --.-.. ---- . .

-Remitamo�os a las notables observaciones princeps graciasa Ias euales Alexand-er y Staub han introducido el psicoan:l.lisis

en Ia crimi:loIogia. Es convincente su tenor, ya se trate de Ia

Ft1JIiClONE5 DEL P5ICOAN..u.1SI5 EN ClUMINOLOCfA . 125

"tentativa de homicidio de un neur6tico", O de los singulares

robos de aquel estudiante de m'edicina que s610 terminaron

cuando se dej6 aprisionar por Ia polida berlinesa y que, antes

que conquistar el diploma ai que sus conocimientos y sus reales

dones le daban derecho, preferfa ejercer estos para infringir Ia

ley, o bien del "pO'eldo de los viajes en auto", Release ademâs

el analisisef�ctuado por Marie Bonaparte del caso de Ia seiiora

Lefebvre: Ia estructura m6rbida del crimen o de los delitos es

evidente, y su caracter forzado .-en Ia ejecuci6n, su estereotipia

UuandO se. rePI.'.t.en, e.1 .•..estilO. prp.v.ql=.,a.'!.t.. e ..<!�.!i!... ,g,.e... f.en�_.a .. O.d.�.'�""c�.on­fesi6fi';"la-inc0JE.E!.�l[Ii<!\ld-de...los motivos: tq,do confirma Ia

"comeulgl>.-!l por.1!na...Kuepfr_a Ia qqe...£!.;,�l,1.i'e,\J;! n6""Y1a�o��I�t1dr'" y ]os��es... e.!1_. �()dos��.�?�.�!l�n£�� estentl o. /

-son 'conductas que se vuelven, sin embargo. completamenteclaras a Ia luz d-e Ia mter retacl6nedl ica Pero 10 gue las dis- �tingue como �ïffi i ., S' su canicter simb61@ Sl1 estryctnra

psi.�QP:" lca no .ra�' � n Ia si tuaci6 ., ue �J?!e.

s n, Slno e e.'rrio ',,"" e e �sa e?,pr.esl n ... -,. . JJ<.-!a7D0 ,i \ L

Parahacernos comprender cabâiirien te. opongamosl'$-"U11Ï1e- .

cho que, por ser constante en los anales de los ejercitos, adquiere

to'do su alcance del modo -a Ia vez, muy ampliô y seleccionado

de los -elementos asociales- en que se lJeva a cabo en nuestras

poblaciones. desde hace mas' de un siglo, e��i.ttJL�

l�deft;!l!2...."'7!. de Ia .l?a.!!ia y,��st� d,el.RE.�n social, esto es,!, �Igu.�o_que se rnanifi-esta en !a cô ectivl(:lad..asU=.�d�d�.1 <!i�_joeg�que Ia pone en contacto con sw;._ad"-!;!;�"!i2�.civ!les, porIa sltuâCi6n que consiste en violar a una o a varias mujeres .enpresencia de un var6n, preferentemente mayor y previamente

reducido a Ia impotencia, sin...qUe...na!l.Uiga.W::Sllmit qlJe )os

�"yiduos que Ia realizan' se distinguen, ni antes ni despues,,como hijos o como esposos, como padres o como ciudadanos de

Ua moralidad normal. Simple hecho, que bien se puede califi.

car de diverso' por Ia diversidad de Ia creencia que se le asigna.

segUn su fuent'e, y hasta de divertido. propiamente hablahdo.

por Ia materia que tal diversidad ofrece a Ia propaganda.

D�t:imos que ese�s uIlc£timen reaj. aunque se 10 haya come­tido en una farma edlpica, y su •.autQr seria castig:.do con toda

i'!sticia si las condicion�s h-eroicas �JJ.ue ¥Jô� �izado

'.:; •. - [En francês Ia expresi6n fait diTJ�s � usa para significar el conjuntoi�t!� aco�ltedmientos curiOSOf e ins6litos que alimentan Ia cr6nica de .u..t<oos. AS]

;:�

"1 [El bombre inhibido, AS]

Page 6: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

,

124 FUHCIONES DEL PS1COAN.Aı..ıSıs EN CI.:nıtNOLOCU

no hiciera Ias mas de laıı yeces asumir .ıa�ı;..�pıınsabilida(L.__al

grupo que cubre al individ\iö.i� -- -�Recuperem05, pues. 'la. Hmpidas f6rmulas que la muerte de

Mauss devuelve a la luz de nu-estra atenci6n. Las estructuras d�la .ociedad .on simb6licas. El individuo. en la medida en que

e� normal, se vale de ellas para conductas reales, y el1 la medida

en que -es p.ic6pata, la. expresa a traves de conductas simb6lic

Pero resulta evidente que el simboli.mo asl expresado 5610

puede .ser parcelario; a 10 ,sumo .e puede afirmar que señala

1!1 punto de ruptura ocupado por el individuo dentro de la red

de Ias agregaciones .ociales. La mani£estaci6ıı psicoparica puedeı'evelar la estructura de la falla, pero a esta estructura 5610. se la

puede considerar un elem-ento dentro de la exploraci6n del con­

junto.

Por eso Ias tentativas. sieİııpre renovadas y siempre falaces.

para fundar en la teoria anal1tica nociones tales como la de 'Ia

�rso�alidad modal, l� �el c:ıracrer nacional 0 la del supery6r:olectıvo deben ser dısunguıdas' de ella por n05otros Can el

Imayor rigor. Es co?,cebible,.�esde luego. e� atractivo que ejer�una teor1a qu-e deJa traııhıor de tan sensıble manera la realı-'

dad humana sobre 10. pionerıis de campo. de mas incierta ob­

jetivaci6n. (No hemos oido acaso a un ec1esia.tico plet6rico debuena vol1ıntad prevalerse ante nosotros de su de.ignio de apli­<:ar 10. dato. d-el psicoanalisis a la simb6lica crisriana? l'ara ata­

jar tan indebidas extrapolaciones. ba.ta referir siempre y nue-.

vamente la teor1a a la experiencia.

En ello debe el simbolismo•. de.de lu-ego reconocido en el pri-.

mer orden de delincuencia que el psicoanalisis haya .aislado

como psicopatol6gico. permltimos precisar, tanto en extensı6ncomo en comprensi6n, la sigoi£icaci6n social d-el edipismo. as1

como cri ticar el alcance de la noci6n de' supery6 para el. con,

junto de la. ciencia! del hombre.

i Ahora bien, .105 efectos p.icopatol6gicos en s� mayorla,. cuando� no en su totalıdad en que se r-evelan Ias tensıones 'surgıda. del

:1 edipismo no menos que Ias coordenada. hist6ricas que impusie-

<l 1'On �Ies_�ctos al gen12Jl3,,,�tigador de Freud, nos llexan a !'ı ���Lq\1�expresan una dehiscencia del 0 fam' 'ar. en el əıi; �no de .yoriedad. ta' concepcı6n,' que se just1fica por laIT'edh'c06n cada vez ırul.s estrecha del grupo a 'su forma conyugal

jc y por la' subsiguiente, consecuencia del papel {oTm"dor. cada "ezı nıas -exc1ıısivo•. que le esta reservado en Ias primeTas identifica."\ciones de! niño y en el aprendizaje de Ias primeras disciplin�s.

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FUNQON:ES DEL PS1COANA.usıs EN ClUMlNOı.octA 125-

�explica el incremento del poder captador del grupo sobre el

!individuo a medida de la dec1inaci6n d-e su poder sociaL.

Recordemiıs tan 5610, 'para fijar laıı ideas, el hecho de que en

una sociedad matrilineal. como la de 105 zuni 0 la de 105 hopi,

el cuidado del niño a partir del momento de su nacimi-ento eo:­

rresponde, por derecho, a la hermana de su padre. 10 cual 10

inscribe desde su llegada al mundo dentro de 'un doble sistema

d-e relaciones. parentales que habran de enr.iquecerse en cada

etapa de su vida con una creciente complejidad de relacione.

jerarquizada•.

Se ha superado. por tanto, el'problema de comparar Ias ven'taja. que para la formaci6n de un supery6 soportable por el

individuo puede presentar determinada organizaci6n, presunta­

mente ınatriarcal, de la fanıilia sobre el c1.ısicO triangulo de la

estructura edipica. 'La exp'eriencia ya ha patentizado que este

triangulo no, es m4s qJJe la ı:edJJcci6ıı aLgnıpo natural. efectua­

da por una evoluci6n hist6rica. de uua formaci6n en la que la

a,utoridäa gue se le ha dejado al padre -unico rMgP <:ıne' suM;...te de .u -eStruCtura original- se muestra, de hedıo. cada vez ma.

il)�!able. caduca inc1uso, y Ias incidencias 'psicopatol6gicasde

sitııaci6n tal se deben relacionar �nto çOn la 'endeblez de Iasrelaciones de grupo que le asegu'ra al individuo .como con lia

ambival'encia, cada vez mayor, de su estruetura..

Es una concepci6n que se ve confitmada por la noci6n de

delincuencia latente, a la que ha Ilegado Aichhohı aplicando

la experiencia analftica a la juventud, cuyo cuidado estaba a .u

cargo con morivo de una jurisdicci6n especial. Se sabe que Kate

Fdedlaııder ha elaborado una concepci6n genetica de ena bajo

eT r6tulo &1 "caracter neur6tico", y que hasta 105 crltic05 masadvertidos. desde Aichhom mİsmo hasta Glover, han parecido

asombrarse ante la impotencia de la teorla para distinguir la

estructura de este caracter como crimin6geno de la estructura

de la neurosis. en la qu'e la. tensiones permanecen latentes en

'10' sintomas.

El dis�rso aqui proseguido permite entrever que el "caracter

neur6tico" es el reflejo en la conducta individual del aislaı:ııien­

t�grupo famfHär, cuya posiciön asooal demuestran estoscasos--;- nııentras que la neurosis expresa, antes bien. sus anoma,

�" ���!tJlctiıia�gua1ı;ente., 10 q!!-e' neCes�ta.. una�p�6n!la es tanto el pasa al acto delicuvo en el caso d'e un 8uJeto'jfueerrado� en 10 que Daniel Lagache ha calificado; con toda jm-.cia. de conducta imaginaria. cuanto 10 edi' tos por

Page 7: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

,

126 FUNClONE.S DEL PSICOAl\lALlSlS � CIlIMINOLOGtA

I?S que el neur6tico se adagta,parcialmente a lo real, que son,

como se sabe. esa:s muulaaoqes autopIasticas que se pueden

reeonocer en el' ongen de los slntomas.•

Esta re£erencia sociol6gica del "caraeter ne 6tieo" eoncuerda.

por o mas. eon Ia neslS que aI respecto da ate Friedlander.

si resulta justo res irla eomo Ia r tici6n, a traves de Ia big---.......-- -

dQ"ll£Ja g.e�i�deJ�_�aciones eulsionaIes. que pareeerian

como detenidas en eorto circuito sobre ,Ia situaci6n edipiea. sin

poder comprometerse nunea mas en una elaboraci6n de es­

truetura.

r- EI p5ieoanalisis tiene. pues, por e£eeto, en Ia eaptaci6n de los

, crjmenes detenninados por el supery6, irrealiZ(lrlos, en lo cuali congenia eon un 06curo reeonocimiento que de, mucho tiempo

� atras se les imponia a 105 mejores entre aquellos a los que se

".j>a adjudicado Ia tarea de asegurar Ia aplieaei6n de Ia ley.

"' Tambien, las vaci�aeiones que se registran a lo largo del si­glo xtx en Ia. eonciencia sodal respeeto del dereeho de eastigar

s<'>D caraeteristieas. Seguro de 51 mismo y hasta implaeable no

bien apareee una motivaei6n utilitaria -hasta el extremo de

que el uso ingles en esta epoca eonsidera, aI delito menor, asi

sea el de merode6, que es Ia oeasi6n de un homicidio, como

" equivalente de Ia premeditaci6n que de£ine ai asesinato (vease:

Alimena, La.premeditazione) -, el pensamiento de 105 penalistas

titubea ante eI crimen en que apareeen instintos cuya indole

eseapa aI registro utilitarista donde se despliega el pensamiento

de un Bentham.

runa primera respuesta esta dada por Ia eoneepci6n lombre­

�iana en 105 primeros tiempos de Ia criminologiaque juzga¥tavieos a esos instintos y que haee. del criminal un supervi­

'"viente de una £orma areaica de Ia especie, biol6gieamente aisla­

ble. Respuesta de lO! que se puede decir que deja traslueir, sobre

todo, una regresi6n £ilos6£iea mucho mas real en sus autores, y

que su exito 5610 se puede expliear por las' satisfaeeiones que

podla exigir Ia euforia de Ia clase dominante, tanto para su

eomodidad inteleetual como para su mala eoneieneia.

Las ealamidades de Ia primera guerra mundial marcaron eI

£ln de tales pretensiones, y con ello Ia teoria lombrosiana fue'

a parar aI desvan y el mas simple respeto de las condiciones,

pro?ias de toda cieneia del hombre, que hemos ereido de nues-'

tro deber reeordar en nuestro exordio, se impuso hasta en e1'

estudio del criminal.

The individual offender, de Healy, marea una fecha en

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. FtJNCIONES DEL PSlCOANALlSIS EN CaJ.MINOLOC1A 127

regreso a 105 principios, al aseverar ante todo que ese estudio

debe ser monogra£leo. Los resultados eoncretos aportados por

eI psicoamUisis marcan otra £echa. tan decisiva por Ia eon£irma­

ci6n doetrinal que px:oporcionan a este prinCipio eomo por Ia

amplitud de los hechos valorados.

i A Ia vez, eI esieoanalisis resuelve un� @.!:�a de Ia teor�..2:!­

I!min�16li;a: ...!4)TIe"1jiu daen, no deshumanlza aI mmmal.Mas aun, 'eoliel expediente de Ia transferencia dil entrada aI

mundo imaginario del criminal. que puede ser para eI Ia puerta

abierta a lo real.

--observemos en esre punto Ia manifestaci6n espontanea de ese

expediente en Ia condueta deI criminaI y Ia transfereneia que

tiende a producirse sobre Ia persona de su juez; seria facil reeo­

ger jas pruebas aI respecto. Citemos tan 5610, por Ia bel�za del

hecho, las con£idencias del supuesto Frank aI psiquiatra Gil­

bert, eneargado de Ia buena presentaci6n de 105 aeusados en el

proceso de Nuremberg: ese Maquiavelo irrisorio y neur6tico a

punto para que el orden insensato del fascismo le eon£iara sus

altas ob�as, sentia que el remordimiento agitaba su alma ante

el mero' aspeeto de dignidad eneamado en Ia £igura de sus jueees,

partieularmente en Ia del juez ingles, "tan elegante", decia_

Los resultados obtenidos por Melitta Schmiedeberg eon eri­

minales "mayores", aun euando su publieaei6n tropieee con el

obstaeulo que encuentran todas nuestras euras, merecerian que

se 105 siguiera en su eatamnesia.

IirDe todos modos, los easos que tienen que ver 'claramente eon

e\ edipismo deberian ser eon£iados aI anaUsta sintlinguna de las

imitaeiones que pueden trabar su aeci6n. .-,

C6mo dejar de dar Ia prueba integra de ello, cuando Ia pene­

logla se . ustifiea tan mal ue a Ia eoneiencia popular le re&u.g)'la

a�iear a .;aen.os e�"I1es reales,' eo�o' ��_ve_eti-:i{Cel�bre�!!so oeurrido en"'1<:Stad:os Unidos de America y n;J'atado_p9!..

Grotjahn en su articulo acerea d'e los Searchligts on delinquen­

cy, donde se ve al jury absolver, ante el entusiasmo de! publieo,

a los aeusados, euando todos los eargos hablan parecido abru­

marlos con la demostraei6n del asesinato, disfrazado de aeciden­

te maritimo, de los padres de uno de ellos.

Terminemos estas eonsideraeiones eompletando las eonseeuen­

cias te6ricas que se desprenden de Ia utilizaci6n de Ia noci6n de­

supery6. AI supery6 se lo debe teI1er, direIll.9E,.,por un� manifes­

taei6n indi�idua:i vincul"d,i a las eondieiones soeiales del e<;li-," �- ..._........ -� � ---_._.����-- �. "'-""'-

"cpismo. Asi, las tensiones criminales incluidas en Ia situaei6n fa­�

Page 8: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

128 FUNClONU D.U. PSlCOANA.uS1S EN CltJMlNOLOGiA

,

miliar .010 se vue1ven pat6genas en 1as sociedades donde .esta

situaci6n misma se de�hu!;�ra. ',' .

En este sentido, �"s..pe� rdve1a la tensi6n�mo la enfer-medad su.e1e esclarec'eI:. en-fisio1ogia. una;Juncip.!!)� Pero nuestra experiencia de 105 efectos del superyo, tanto

como la observaci6n directa d"cl niiio a la luz de ella. nos reve1a

su aparici6n en un estadio tan precoz, que parece contemporac

neo y a veces hasta anterior a 1a aparici6n del ya. . .

Melanie Klein a£irma las. categorlasde 10 Bueno y 10 Ma10

en e1 estadio infans del comportamiento y p1antea e1 prob1ema

de 1a implicaci6n retroactiva de las significaciones en una etapa

anterior a la aparici6n del 1enguaje. Se sabe de que modo su

metodo, al actuar con desprecio de toda objeci6n de las tensio­

nes d'e1 edipismo dentro de una interpretaci6n ultraprecoz de

las intenciones del niiio pequeiio. ha cortado e1 nudo mediante

la acci6n, no sin provocar en tomo de sus teorlas discusiones

apasionadas.

Sigue en pie el hecho de que la persistencia imaginaria de los

buenos y 105 malos objetos primordiales en comportamientos

de fuga, que pueden poner a1 adult� �flicto con sus re5pon­

sabilidades, va a l1evar a concebire� como una instancia

. psico16gica que adquiere en el hombre una signifi.caci6n genm­

ca.Es una noci6n que no tiene. pest: a ello. nada de idealista;

se ins' .' 'seria £isi 16 'ca propia de '105

\ primeros m�es de 1a vida de1 hombre. acerca e a cua aiilSlSudo uno de nosotros. y e1<presa 1a dependencia. generica en

rlecto, del hombre con respecto al medio humano.

Que esa dependencia pueda aparecer como significante en ei

individuo en un estadio increlo1emente precoz de su desarrollo.

no es este un hecho ante e1 cual deba. �l.p:sicoanalista retroceder.

,�Si nuestra eiperie!,cia de IOSESic?'p�la5l nos. 4a.c:ond!1c.i�0 ali gome entre la naturaleza X.J.a�CiiItura. hemos. desc11bierto eni @t�...t!-e�sa".-1."n,.,.s"'ta".,n....o"'•.,.�_--,.6S.cur.a; cie,ga y. tiranica que parece la antino­

. IQia ':::en' -el pol0. bio16gico del individuo- del ideal del Deber

t ..p�n). al que el pen$!lmiento kantiano situa en correspondencia

'-con el orden incorruptible del ciel0 estrellado.

Siempre pronta a emerger de1 desgarramiento de las catego-

rlas socia1es para recrear. segnn 1a hirmosa e1<presi6n de Hes- '�.

na.rd.{«;ltlniverso}1l6rbido de la.f!l1tJ4 esta instancia s610 es cap- ;�.¥'�b�e•. sin -embargo. en el estado psicopatico, es decir. en el .;ij

<r;:�:�o, �inguna £o�a del superyn es inferib1� del indivi-.'

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"'"nJNQONEJ OEL PSICOANAuSlS EN CR1JwUNQLOCfA 129

1'"duo a una sociedad dada. Y el unico sUP"'1'0 calectiva que se1 pueda cancebir exigiria una d�gaci6n mo1ecuhu:_.integra1-de]a sociedad. Cierto es que el entusiasmp en el que hemos visto

a todi \liia juventud sacri£icarse por ideales de nada nos llevaa entrever su realizaci6n posib1e en e1 horizonte de £en6menos

sociales masivos que deberlan suponer, entonces, la escala

universal.

4. Del erime%l en n. T..14ci6n cqn llL ,.ealidad dd c.-iminal: si el

.fWJ;Qandliris da. m mt:didp, indica su ,.esa,.te social fun-

damental .

-I.,a resronsabilidad. es-!!�cir. el castigp. es�� caracreristicaesenCla de 1a idea AeLb91!!kr� que preva1ece en una sociedad

-aada. - '--Una civi1izaci6n cuyds idea1es sean cada V'eZ m3.5 utilitarios.

comprometida como esta en e1 movimiento ace1erado de 1a pro­

ducci6n. ya no puede conocer riada de 1a significaci6n expiato­

. ria de1 castigo. Si retiene su a1cance ejemp1ar. es porque tiende

a ati'Sorb"er10 en su fin correccional. Por 10 demas. este cambia

insensiblemente de objeto. �idea1es de1 humanismo se resue1­

ve!L�n...eU!illit¥_i�}�o".�elgrupo. y: como el giupo que hace 1a1ey no esta, por razon'eS sociales, completamente seguro respecto

ae 1a ]1,JSticii:de los fundamentos de su poder, se remite a un

humanltarismoen el que se expresan. igua1mente. la subleva­

oon de 10s exp10tados y 1a.ma1a conciencia de 10s e1<p10tadores•.

a 105 que 1a noci6n de castigo tambien se 1es ha hecho iiJ.sopor­

tab1e. La antinomia ideo16gica re£leja, aquf como en otras p;lr­

tes. el millestar socla!. Ahora busca su so1uci6n en una posici6n

cientl£ica 'del prob1ema. a saber. -en un an;l1jsis psjCjJli;ltriCQ del

criminal. a 10 cual se debe remitir. habida cuenta ya de todas

las medidas de prevenci6n contra e1 crimen y de protecci6n con­

tra su recidiva. 10 qui podrfamos d-esignar como una concepci6n

itaria �_JJL�nolo!ct�. 1 '"Es esta 'una concepci6n que supone resueltas 1as relaciones

entre el derecho a 1a violencia y el poder de una polida uni.

versal. Lo hemos visto, soberbio. en Nuremberg. y. aunque el

«;fectg san�io de este proceso sigue siendo dud!Wl con respecto

a la supresi6n de 10s ma!es sociales que pretendfa reprimir. e1

psiquiatra no habrfa podido dejar d-e asistir por razones de

"humanid�d". acerca de 1as cua1es se puede ver que sienten mas

Page 9: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

FUNCIONU DU. PSICOAN.A.LlSI5 EN ClUM1NOLOGfA130

respeto por el objeto humano que por la noci6n de pr6jimo.

A la eyo]ucj6n deJ SCntido d'e castigo responde. en-:ef!;etQ una

evoluci6n paralela de la pruebal del crimen.

Comenzaooo en las 50ciedades reli .osas por la ordalla o por

la prueba del juramento. en ue b1'e se desi8"3 pol:-'1os

�e:s,.g�,Jil._�cia u o ee su' de5tino al juicio de Dios. la

.p[QbaciQn...exige...cada-.vez-mas-.&�dilr.i4nn..en

!: eonfesi0n. a medida que se preci5a su personalidad jurfdica.

Por eso toda la evoluei6n humanista del Derecho en Europa. que

eomienza por el redeseubrimiento del Derecho Romano en la

. Eseuela de Bolonia y va hasta la eaptaei6n lntegTa de la jU5ticia

por los legistas reales y la universalizaci6n de la noci6n del

Derecho de gentes. es estrietamenre eorrelativa. tanto en el tiem­

po como en el espacio. de la difusi6n de la tortura. inaugurada

asimismo en Bolonia eomo medio de prueba del crimen. Dn

heeho euyo alcance no pareee haber sido medido hasta .aho!.a.

Y es que e1 desprecio por la eonciencia, que se manifiesta en

la reapariei6n general de esta practiea eomo proeedimiento de

opresi6n. nos oeulta que fe en el hctmbre supone como proce.

dimiento de aplieaci6n de la justieia.

5i en el 1!JQ-�_predSQ .elL.qlle.nuest:C<LSo.ciedad..ha-.pJ:l)JJ;lUl.

-::gado '1'dfDereehos del HQmbre, ideo16gieamente basados en la

abstraeCl6n de su ser natural. se ha abandonado el !Iso juridieo

de la tortura, no ha sido e1l0 en raz6n de una dulcifiead6n de-,.,. ...,.-_." ..,�

la5'-costumbres, diflcil de sostener' dentro de' la perspee�!va his-

t6rica que tenemos de la realidad social en el siglo XIX;:;5 Que

,'.f t;,1J?uevo 'hombre, a�straido de 50. eonsisteneia . soci�l. "?,a na e.,. crelble m en uno m en otrosenudo de esre termmo, lo eual

IquFere decir que, no' siendo ya' peeable, no es ;osible aft��a 54 existencia como c:riminal ni, con e.l1o. _.a �. u coDfšs16n. De

�.1..1.1•. E!::es.-�ue-sea menester -tener sus motivos, j��tamente e9..Plos;,JIl9viles ad'ši'@�itm2.�v_i�LY... n;.6viles qu\<. deben ser eom­prensibles, Y. eomprensibles para todoš;lo que i1"l1phea. eomo lona'f6irri{,:l-ado i.mo de los mejores espiritus ehtn: aquellos que hanintentado repensar la "filoso£ia penal" en su erisis. y el10 eon una

reetitud sociol6giea dig!:1a de haeer revisar un injusto olvido

, �-:-hemos nombrado a�•. �o que imp�iea. diss."".:tQ� eondl-iJ.... elOnes para la plena res�nsabl!ill�d del 5JJJetl': la sllIil!!tud so-tfe""'i�I:�--rdThlld:fiI':f!F!iOn :\1-: . -.

�f De a.b-!, la puerta d"Lg;:etorio_'::�a..�J:ie.:ta al psie61ogo. y elI../1eChO"de que este, no aparezca sino muy rara vez en persona

; prueba tan s610 la eilrenCla soelal de su funel6n. .

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�'\";.'::�:_;"i",�"

FUNCIONES DEL PSlCOA.NALlSlS EN C1IMRlOLOCfA • l�l

A partir de ese momento, la "J!luadqn de aCURdQ",.p�ra

emple3J" la expresi6n de Roger- Grenier. 5610 puede ya ser des­

crita como la dta de verdades inconciliables. tal eual apareee

a la audiencia delmenor proceso en la sala de lo criminal.

a�de se lIam� al eXE!!to a atesti�ar. Es. asombrosa la falta

de eomun medlda entre las referenaas senumentales .en que se

enfrentall IIlinisterio publico y abogado, porque son las del

jury, y lasIlOciones objetivas que el experto pr0e2rd,?�a. pero

que -poeo dl:iieeue�no 10gr:t haeer captar, a falt; de poderdeseargarlas en una concriiSr6ti-ae�iITesponsabilfcij'i:r:- ..,-,-�

'-y--p""odei:iiOsverc6"moenerespli'ifU<l:er experto mismo esa dis­cordancia se vuelve eontra su funci6n en un patente resentimien­

to eon despreeio de su deber. como que se ha dado eon el e'lso

de un experto que se negaba ante el Tribunal a todo otio -exa­

men que, no fuera el !isieo de un inculpado por lo demas ma­

nifiestamente v:!.lido mentalmente. atrinch-er:!.ndose en el C6di­

go. de lo que no habia que deducir la concIusi6n del heeho del

aeto imputado al sujeto por la averiguaei6n polieial, cuando

u�a prueba�0_�.Lpsigui:!.triea le advertia expresamerife gueUll-.Sun le examen desde este unto de vista demostraba eon eer­

�za que el aeto en euestl.n �a_.p.':I!:al!l\,!!!e ap2'I:ente Y q':'e-gesto de repehClon obseslva- no.podfa eonstituir. en el lugar

eerrado, aunque vigilado, en que se hao.a prOOiI'l:ido• .!W Qeli£D

de ex�i6n.

5in l!mbargo, queda en manos del experto un poder easi dis.

creeional en la dosi£ieaci6n de la pena. a poeo que se sirva del

'f afiadido agregado por la leh para su propio uso. al artieul.o 64

,�c del C6digo. . � i-.:;,...p.._ , ..

'''\.'.�.�. Pero eon el mero mstrumento de e.se arueulo, SI b,en no puede. responder del ean\eter eompulsiv'o., de la fuerza que ha arras.

" {trado al aeto del sujeto, al menos puede indagar quien ha su-

; fr..<;lo la eOlIlp!!bi6n. '. - :::\, '�I Pero a una pregunta eomo esa unicamente el psieo�ta

, 1>tie<reresponder, en la medida en que unieamente el posee una" e",p'eri�!ICia dialeetiea del sujetq.

,l;'J Destaquemos que_.llno._�!...1?.! .pri,;:gq?s_e!�.rr:�19s cuya auto­nomia psJquica esa cxperieneia le ha ensefiado a ea!jltar. a saber.

, lo que la teorla ha profundizado de maner1rj5fogi"esiva eomo".' si representara a la instaneia d�es tambien lo que en el. dial.ogo analitieo eonfiesa el sujeto eomo por �i solo, o, eon

mayor exaetitud...J.J:U:iu'e tantode sus acto_�..s()mo de sus inten­�iones tiene su eonfesi6n. Ahora bien, Freud ha recOl:lOeido la

-

Page 10: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

1'2 Ft1NQoNEi DEL PlJooAH!usıs EN ClJNINOLOG1A

fonna de esta oıon, que es la mas caracteristica de la fun-

ci6n que representa; a vemtiinung, la denegaci6n.. '.

se podria deseribir, aqui. tad.,! una seml"lJtogi;ı. de la. formascultumles por las que se comunica la subjetividad. comenzan­

do por la restricei6n mental. caracteristica del humanismo eris­

tiano 'Y acerca de la cual .tantei se les ha reprochado a los adıni­

rables moralistas que eran los jesuibs el haber codificado su uSo,

continuando por el Ketman, especie de ejercicio de protecci6n

contra la v.erdad 'Y senalade por Gobineau como general en sus

tan penetranres relatos sobre la vida social del Medio Oriente.

'Y pasando aL. Yang. ceremonial de las negativas presentado por

la cortesia china. corne escalera al reconocimiento del pr6jimo.

�ara reconogLla fonna mas 'carac�rlstiç�Fresion del su­

3>'0 eri La 'QÇi�ad_occi&!!!!ı. �..l11;"Br�m de inocencia. ci�.'planttaı: qnc..Ja �il!çeri<4fL�J. e:ı_Bı1Ill:�r()b,��9!lQ hallad'LEi:ır

. i la <lia1ectiSl\Sl}..13 bıisq�e.�A�Jas. verıl,;ı.deı:as...iıı.�A.çign�!iJru.es­.. )to'.que el uso primario del habla parece tener, por fin disfra­

lzarlas.

Pero es s . to de unpestrııe ue se e -

�tra � traves d�,..� enesis del y y mue.­tra que la dialı!ctica proporciona la le'Y mconscı . de las for­

maciones. aun las mas arcaicas, del aparato de ad;ıptaci6n, .con­

firmando asf, la gnoseologia de Hegel. que fonnula la le'Y gene­

radora de la realidad en el proceso de tesis. antitesis 'Y .intesis.

Y por cierto que resulta gracioso ver c6mo algunos marxistas se

afanan en descubrir en el progreso de las nociones esencialmen­

te idealistas que constituyen las matematicas las huelIas imper;

ceptibles de ese proceso 'i en desconocer su fonna alli en donde

con ma'Y0r verosimilitud debe aparecer, esto es, en la ıınica p.i­

cologla que manifie.tamente va a lo conereto a pore que Sll

teoria se confiese guiada por. tal forma.

Tanto mas significativo -es reconocerla en la sucesion de la..crisis --destete, intrusi6n,. Edipo. pubertad. adolescencia- qııe

rehacen cada una una nueva sıntesis de los aparatos del 'lo' en

una fonna siempre mas alienante para' la" pulsiones que en

ellas se frustran, 'i siempre menos ideal para las que aUi en.

cuentran su normalizaci6n. Es una fonna producida por el fen6­

meno pSiquico. acaso el mas fmidamental qu-e haya descubiertoel p.iceanalisis: la identificaci6n. cuyo poder formativo se revela

hasta en biologia. Y cada uno de los periodos Hamados de laten­

cia pulsion�l (cuya serie correspondiente se compl-eta eon la

descubierta por Franz Wittels para el ego adolescente) se' ca-

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FUNCIONES DEL PSlCOANAusıs EN caDılJl'\lOı.CıctA i!�

racteriza por la dominacian de una estruetura tlpiea de los

objetos d'e1 deseo.

U!'..P. de nosotros ha deserito en la ideotificadon del syjetoinfans co,?"_I,,:. il!11!geIt especular el modero que Considen ti);\ssignificativtı, al mismo tiempo que el momento mas original,de la relaci6n fundam-entalmente alienante en la que el .ei del

hombre se constituye dialecticamente.

.:tl ha demostrado e..ada una de esas identifica-cjQnes esarrolla una agresividad que la mısıraci6n pulsional

n!> alcama a explicar, como no sea en la comprensi6n d-el com.mon sense, caro a Alexander. pero que expresa la discardaneiaque se produce en la realizaci6n alienante; fenom'eno eıiya no­ci6n se puede ejemplifiear por la forma gestieulante quealrespecto proporciona la experiencia sobre el.animal en la ere­dente ambigüedad (como la de una elipse en un drculo) de

seiiales opuestamente condicionadas .

Esa tension pone de manifi-esto la negatividad dialc!ctiea ins­

crita en las form!!s mısmas en que se comprometen en el hom­

bre las fuenas de la vi�ay se pued.e..deciı: qne el genio..de Freudha dado sJ,unedıda a ;;econocerla cama "pulsi6n del y.o" conel 'nonı:l>re. ıi�Up.sti!t..uı..de..mııer.te.En erecto, toda forma del 'Y0 encama esa negatividad, 'Y .e

puede decir que, si Clllto. Laquesis 'Y Atropo. se repaiten el cui.dado de nuestro destino, de consuno retuercen el hilo de nuestra

id-entidad.

lline ese modo, como la tensi6n agr�siv� Integra la pulsion frus-

/" trada cada vez ue la fa d euaci6 ı."o o" �Q!:./�. tar la i.de tific ci6n es utiva, tambien determina, con ello, un

tipo...e objeto [ue SS vuelv:erimin6ııeno en la suspension dela dialecttea de 'lo. .Uno de nosotros ha intentado mostrar el papel funeional 'Y la

correlaci6n en el delirio de la estructura de ese objeto en dosf nnas extr'emas de lı ., io aranoico: el caso "AiWe" 'Y el

de las ermanjlS Pıı,pin. Este�ultimo pIclıah<ı.-que unicame!!,!,Ç el

analis!" pu!:q.� demQ�!J'ar' en� del comun .entimiento,Jaali naci6n ' d 1 re lidaa-de cnminal �n caso 'en",.qııe-el.crwj;n. a a i usıi5nııe- es nder ır s,n:otlxto social.

Tambien Ajl.na reu • K'ite Friedlander Bowlb determinan,

en su condici6n de ana ıstas. esas Astrucwras d-el objeto en los

easos de robo entre los deli�ente� j6venes••egJn sea que semanifieste en ellos -el simbolismo de don del excremento O la

reivindicaci6n edlpica, la frustrnci6n de la presencia nutricia

"''';l.�

Page 11: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

,

nJ'NClONE.S DEL PS1COANWS15 EN ClUMlJiOL0G1A 155'

, aci6n estruetural eOJ! fantasmas que <!ejan ausente

nulaci6n ideal 0 ereaciones imaginarias. a 10 cilal

enen a insertarse, e9n arreglo a una tiieonsciente espontanei.� las' dene ciones, las eoartadas �as simulaciones en las

so a . a ue caractenza su eto.

Queremos decir aqu£ que toda 'eSa cadena no tiene. omi.

i nario, la organi�aci6i1 arbitraria de una eondueta delibet;lda, .,

.sile-las anomalfas d� estruetura que el analista puede descubrir

1 en ella han de ser para el otros tant05 hitos en el eamino de la

;verdad. De ,se modo interpretara con mayor hondura el sentido

'de las huellas a menudo' parad6jicas eon' ue se delata el .. ' r

:a�tsrilIlen y que Slr;n�_!"can. antes que as errores de umi. eJecu­�.aon .imper£ee1ä';"los £räCäsos de una "psieopatolog£a eotidiana"

demasiado 'real.

Las identificaCiones anales. que el analisis hades<:ubierto en

los orlgenes del yo, otorgan su sentido a 10"que la medidna

legal designa en la jerga polieiaea eon el nombre de "tarjeta de

�visita'" La "firma" . a roet1J!go£lagrante. de�da por el criminal

H, pue.de.!.n�!_�.'.!..!l�e:.El��nt9-... dU.1aidenti caei6n del Zo se fia;.] !prodUCldo la rel'E�n merced a la, "!!l'�ueae d'eClr 9:'e_�1'\�isujetono puederesp()nd.�� desll erjm,en, L!alIl�ien giaclas_a la" cüal permanece aferrado a su dertegaCl6n,

""-Con respeetö al fen6meno del espejo. un easo recien publieado

por la seňorita Boutonier nos muestra el resorte de un desper­

tar del criminal. a la eoncieneia de 10 que 10 condena.

,Reeurrimos. para superar tales represiones [repressionsJ, a

uno de esos proeed;mientos de �easis tan singularmente prOo

'd I I'd d 1F Imetl os a a aetua 1 a POr as armas que provocan entre as

.yirtuosos de£ensores de la inviolabilidad de la eonciencia?

C.... N adie, X l.1iIliAl>\!S !lue nadie el g2eoanalista. se extra ' or

e�_��r,n� a��e" todo _ p�-:sue�t?Elr.e,.Ja_.ç()n lJ5j_ wit�.l�a . eniuyo 'nomm-e 1& 19norantes aguai'dan el "Ievantamlento de laseensuras", el psieoanalista eonoee el !lCDtido preciso de las repre­

si()nes [rtpressiansJ gue definen los Hmites d'l: la slntesi. del "jP.

S�e, de ahl, Wll:..l$s.gecto del incons<:iente re�rimido cuap.do

el anali5is 10 resta1i1'ä en la conclencia, no es tanto el contepldo;--'ae 3l!.'ie:elad�eu;Yi"to-el ie52,r.te.A!:.....su.RreeonqUl5iFlf que

. eQnJ.tjtu la £ie ci 1 tr tamiento; eon muclio-mayor"'raz6n,

."""".,,',.." ". tratan ose de las doeterminaciones ineonscientes que wportan

'Iltl"' � la afirmaci6n mi,ma del ya, s�_b":-9u";;;la .��al��d, .}:il ,,,,,- tQltet..;r li . '3 . de la motivaci6n del sujeto 0, a veees, de �u aeei6n misma • ...sQ.10

e'" puede apareeer por el egr��, al que el cre-

-�Y , -;:'

-lM F11NCJONES DEL PSlCOAHAusIS :EN ClUM.INOLOC1A

UO la de la masturbaci6n faliea, yola .noci6n de qu.e estruet.ura talresponde a un tipo de realidad ijue determinalos'-aetos d'el su­

jeto, gu£a esta parte .!jlU' lIamarl edJl!?tiva de su eondueta eonrespecioa' eI1os:----- .

Edueaci6n que es mas bien una dialeetica viva, seg1ln la eual

el edueador remite. con su no aetuar, las agresiones propias del

yo a ligarse por el sujeto, alien:l.ndose en sus relaciones eon el

otro, a fin de que pueda entonees desligarlas mediante las ma­

niobras del analisis c1asieo.

Y, desde lU'ego, la ingeniosidad y la paeiencia que uno admira

en las iniciativas de un pionero eomo Aichhom no hacen olvi­

dar que 'u forma debe ser siempre renovada para superar las

resistencias que el "çrupoagresivo" no pued'e dejar de desplegar

en eontra de toda tecniea reeonocida.

Vna eoneepci6n eomo esa de la aeci6n de "enderezamiento"

.se.opone a todo aquello qu'e puede ser inspirado por una psico­

logla que se diçe genetiea, que en el niňo no haee mas que medir

sus aptitudes decrecientes para responder a las preguntas que

se le formulan en 'el registro puramente abstraeto de las eatego­

rlas mentales del adulto. y que basta para trastornar la simple

eaptaei6n de este heeho primordial de que el nino, desde sus

primeras mani£estaciones de lenguaje, se vale de la sintaxis y

las particulas qe aeuerdo eon los matiees que los post'ulados de

la :'genesis" mental s610 deberlan permitirle alcanzar en la eUs­

pide de una earrera de meta£isieo,

Y ya que esa psieologia. pretende alcanzar, bajo estos aspee­

tos cretinizados, ,la rea1idad del niňo. digamos que el muy bien

advertible pedante debera regresar de su error, euando las pa­

labras de ",Viva la muerte''', proferidas por labiQ5 que no saberr

10 que dieen. le hagan eomprender qUe. la dialeetiea circula ar:

�iente en la eame eon la sangre,

�s�",�.���i6� �s'p�gfiJ;;wl�as l� especie de diet�men .1�<:"aLq,,,,""!:ranahsta puede proporelOnar delareahdad�el�imen al1J.".sarse en el estudio de 10 que pooemos' lIamar tee.

nicas llegativistas-deFyo;-ya1as sufra el oeasional criminal 0

estindirTgiäaTpor el crlm;nal habitual. es deeir, la inanizaci6n

basiea de las perspeetivas espaciales y temporales neeesitadas

I por la previsi6n intimi4ante a que se fi.a, ingenuamente, la teq­

, da denominada":'hedonist�'�_deJa penologia. la B:-0gresi¥......ub­

l dueci6n de 105 intereses en el campo de la tentaei6n objetal, el1 estreehamiento del .eampo de la eoneiencia a la medida de una

• captaei6n sonambuliea de 10 inmediato en la ejeeuci6n del aeto,

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Page 12: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

136F'UNCION.u DП. PSJCOANAL1sJS :EN ClttМІNОLОСfл

1 !'�SCU.I� narc6tic.о по podria dejar de volver iriconsistente��Yi Ф еп JШJ;lе a!gllna...es lа yerdad Щ! datg ё' рие se pueda

. ca2W:, 'iQ su іnerciа.•іl\Q..IJna..dіііі)Сфса еп татсЬ!!,. , �No Ьщз�тos,ие! lа r a1idad de іп ш:l.. uе 10 uе

............... .

Ьи,c��o, }а. _е. fПпрр�r тедіо de Іа патсо.і•. Los vatiq- .-!iib's que ртоvoса, lГesconcertant'es para. еІ investigador. son ре_IigrosOl\ рата еl sujeco, quien. а РОС0 que participe de ипа е5оtruetura psic6tiea•. puede Ьаllзr еп еllos еl "momento fecundo"de ип delirio.

Сошо lа tortuca, Іа nатoosіІ tien:e sш нпііtе.: по риеде Ьа'�!аrе_Я?п{е.ar аІ suiet� 10 рие eSte по.аЬе. "--- Asf, en І". Qиestio;"s тedico-/ega/es, асётса de las cuales еllіЬто de Zacchia. nos trae еl testimonio de hab'er' sido plantea­das уа еп еl .igIo XVII еп torno de lа посі6п de unidad de Іаpersonalidad у de lа. posibles rupturas que а esta puede eausar

Іа епfепnеdаd, :еl psicoan:l.1isis aporta еl aparato de ехашеп quetOOavfa abarca un сашро de vincu,1aci6n епае lа naturaIeza. уlа еиltпrа: еп este еа.о. еl de Іа sfntesis personaI еп su dobleтеlасі6п de identificaci6n fопnаІ. que se аЬте sobre Ias hianciasde Ізs disociaciones neuroI6gicas (de.de 105 raptos epi1epticosha.ta Іа. amnesias oтg;1nicas), por ипа parte, у, por lа otra, deа.ітіІасі6п alienante. que se аЬте .0Ьте Іа. (еп.іоп:е. de lа.теlасіопе. de' grпро.

Aquf, еl psieoanalista риеде indicarle аl soci610go lа. funcio­

пе. crimin6genas рТорізs de ипа sociedad que. exigente de ипаintegrap6n vertical. extremadamente eompleja 'y"eIevada de lа

еоlаЬоn.сі6п sociaI, necesaria рarз su ртооиссі6п, lе. рторопе

а lо. suj:eto. рот еНа empleado. ideale. individuales que tien­

den а reducir,e а ип рlап de зsітіlасі6п eada vez ш:l., horizontal.

Esta f6пnulа designa un ртосе.о сиуо, aspeeto dialectico ,е

puede expresar de шапerз sucinta dащlо а observar que, еп ипа

civilizaci6n еп 1а que еІ ideal indlvidualista Ьа sido eIevadoа ип grado de afiпnасі6п hasta entonees desconocido, 105 indivi­

duos resuItan tender Ьасіа ese estado еп еІ que pensacln, оеп­(іт:l.n, Ьзr:l.n у ашar:l.n exactamente Іао cosas а Ias mismas Ьота.'en ротсіопео del е.расіо estrictamente equivaIentes.

Лhота Ьіеп. Іа '!10сі6п fundamen (аІ �e І" agresividad сопеІа­nva а (ада jdentificaci6n аІіепапt���nЩ!е �dvertir �иe en�,

J&l6'Ч.�оs �e а�іщ.іlасі6Р -I�aI dsEiiiQer, а �artir ае сі,?,ЩescM cuanutauv� H:� еп еl que lаз ,tепs'.!Щ.�--'!:е�lvаsuпіfопnаdа. I� de�n_:i!!.!:.�itar еIl,fI?,r.lt��Щfu:J.!І,. M1Lseошре 1 щ,Іапza. .

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FUNClONES пп. РSlсолнAt.lSІS .EN CRIМINOLOCfл [!7

Se sabe, рот 10 dem:l.s, que eso. fen6men08 уа Ьan atra/do,

<iesde еl punto de vista ипісо del тепдітіепto, Іа at'enci6n de

10. expIotadores del trabajo que по se eontentan соп paIabras,

у justifieado еп lа Hawthoтn� West�тn Electric Іо, gastos de ип

estudio continuado рот аnos de Іа. reIaciones de grпро еп su,

efectos sobre Ias disposiciones psfquicas m:l.s deseabIes entre 10'

empleados.

Рот ejempIo. ипа ёоmрІеtа separaei6n епае еl grupo vitaI

con,tituido рот еl suj'eto у los suyos У еl grпро funcional. donde

,е оеЬеп hallar los шедіos de subsistencia de! primero. permite

ипа suficiente iIustraci6n аІ aseverar que (ота verosimil а топ-,

sieur Verdoux -lЩа :шаrguіа tanto шауor' de 13.5 іm:l.gбпе. deI

deseo cuanto ие estas arecen. gravitar сааа vez ппіs СІl t:omo

(е sausfaeciones eseopto- lCas. omogenelza as еп а 'so­

�ГСТесіentё' ішрііеасі6п ае Ias pasion:es fundamentaГes,deI poder, Іа posesi6n у еІ prestigio еп 10. ideales sociale.: otros

tantos objetos de estudio зrа Іos cuaIes І r nal!tica пеdе

o�eeTIe а esta stico..!;QPJ_denadas еопееtаs а fin de іпЩ>duеіrаІН sus medidas.

. A"I:���-;I poHtico у еІ fil6sofo encontrar:l.n su Ьіеп, connotan­do еп ипа sociedad democratica сото esa, сиуа. eostumbres ех- 'tienden su dominaci6n еп еl mundo, Іа,1\РаПа6р de ипа crimi­

Q.аІіd�dяuе prg!ii.e.r.a еп е,І еuеffi!Ulосi3.Lf{�ta�c;k.I;)f,VZ!пО deа4qш;:fFтrmаs leg:t!izadas'yla insera:6n deI tipo ps1coliSg,eo deI.�rlіА�h1їFrn'trе"-еl' QeГr�сотdтаn, еІ del filапаоро о еl de Іа

v�dett�, а veees Ilasta su reducci6n аІ tipo generaI de Іа servi­duшЬrе deI trabajo. у lа signifieaci6n sociaI deI сПтеп reducida�icitario:-----------,-,---,--_J

Estrueturasіаїё;. еп Іа. que ипа asimilaci6n ,осіаl del indi­viduo Hevada аІ extremo muestra su еопеІасі6п еоп ипа ten.

si6n agresiva. сиуа reIativa impunidad еп еl Estado 1'1: resulta

тиу sensible :а {ООо sujeto de ипа cuItura diferente (сошо 10

ета, рот ejempIo. еІ joven Sun, Yat-sen), аратесеп trastocadas

cuando. еоп arregIo а un proceso formaI уа descrito рот. PIat6n,lа шап!а .ueede а Іа democracia у орета sobre los individuo.,

redueidos а su пишето ordinaI, еІ aeto. eardinaI de lа adici6n.

pronto seguida рот Ias оаа. tres operaciones fundamentales de

Іа асіtmetica.

�I es сото еп I�QQ.t.dad totalitaria; .•i la ..:.'ptl�9Щdad, 9bj:etiva",ge 10' diri,l>ente..s Іо. Касе tratar сото а cnmui!ff. уres�,2.ifj:b1es. I�, bQ.n-ааurаrеlаuva"(;!;�_��!,l!Q.Q.QPеІЗF�аІ��r.�а-�Оnref<:!fп,,:Піщrіа �e lа репоl�а, РЕodиее 'пs �os

, -.....

Page 13: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

138 FUNCJONE! DU PSlCOANAuslS EN -auMINouicfA.

para todas las demas. El campo deconcentraci6n se abre, para

la alimentaci6n del cual las califip.ciones intencionales de larebeli6n son menos decisiiras que cierta relaci6n cuantitativaentre la' masa social y la masa proscrita.

Sin.duda que se 10 pOOra calcular en 100 terminos de la me­d.nica desarrollada por la psicologfa llamadll de gru'po y per­mitir determinar la constante irracional que debe responder ala agresividad caracteristica de la alienaci6n fundamental del

..in�uo. �-�, -. - -'�'-""'-'---=--�_.. �e== - ."' r"�.._��.. ��_�... - .�--�-...a

Asl, en la injusticia misma de la ciudad -siempre incompren­sible para el "intelectual" sumiso a la "Iey del coraz6n"- serevela el progreso en el que el hombre se crea a su propiaimagen.

/'

/"

5. De. 14 inexi.stencja d: los "instinlqs .c.oUlUW1es". El psi�oand.s's se detlCl1e en la obJet,vac,on a:erEI (f rClvmd,cala

autonomia de una experiencia irreductiblemen e su jetitJat

Si el psiconnalisis proporciona las luces -que hemos mencio­-�hado- a la objetivaci6n psicol6gica del crimen y del criminal,

�no tiene tambien algo que decir acerca de sus factores innatos?Observemos ante tOOo la critica a la que hay que someter la

idea confusa en que con£la mucha gente honesta, la que ve enel crimen una erupci6n de 105 "instintos" que echa abajo la"barrera" de las fuerzas morales de intimidaci6n. Imagen diHcilde extirpar, par la satisfacci6n que procura hasta a mentes gra­ves, mostrandoles al criminal a buen recaudo y al gendarme

lutelar. que ofre<:e, por ser caracterfstico de nuestra sociedad,una tranquilizante omnipresencia.

Porque 5i el instinto significa, en efecto, la irrebatibll:.....oima.Lid<rd<lerl1OffiI:rr-e;"'I'i:lrse vepo;-q;;�cEi"de"ser-men��d6cil si se

halla eiicarnal10 en un ser de raz6n. La' foima del adagio quereza: Homo homini luplls es engafiosa respecto de su sentido y

BaltasaLGEcian forja" .,'!.ll'-'. capitulo de El criticdn, una fabu..',- ._�-- -. _.� - ..-.��'...... -.. .,' .-- .-�,-,_.. ' .. � --.,..,.....;>,;:.,.

lLl;!.Lla.que.mues,fra que quiere deClf'1,Ctradiei6n mo�."Jl.Ha""alexpres,!r,.qu�_Ja Jerocldad del hi:ifu.l5re' pata-tOii:'jtt::5�m,�j!'':'te;.

...sii..P.:':""i�J�d5Lf,!!.e.IJt�jjueden. 10s anima..le.S-..J'.--q.':!.� "_a..':"t.�. la..3.!P..m'!4il...."""ql.l�.ep=ta.pa:ra:'la naturaleza. entera, hasta 10s carnicerosretroceden horrorizados. . '

Peroe.�"misma crueldad implica la humanidad. A un seme.- "". . ... �.,.�-_ .. -....�_.�-.---- -_.•..,_.�---'"

jaine apunta, aunque' sea en un sH'-ae otra especie. Ninguna

'!;O

li'I'l••'il,."."

......�,.";.,

11lI-:'.....:.•••....•."�'£" ;,p!,

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\FUNQON!'.S D£L PSlCOANAu.SIS EN GklMINOLOC1A

experiencia como la: d-el analisis ha sondeado en la vivencia estaequivalencia de que. rios advierte el patetico llamamiento del'�mor: a. ti mismo golpeas. Y la helada deducci6n del Esplritu:en la lucha a muerte por 'puro prestigio se hate el. hombre re'""COiloa:r por e! hombre,.__" .' .

("Si e� otro..selt� se desi!ffia eor instintos a conductas atavic�s5 cuya VloleI!.Cla u 'ife hacer necesaria la ley ffe.' 1a setva prlIIl1­dva y a las que algUn dobl-egamiento fisiopatol6gico Iiberarla,a la manera de los impulsos m6rbidos, del nivel inferior en que

parecen contenidas, bien pOOemos preguntamos por que, desdeque...el hombre es hombre, no se revelan ta'mbien impu1sos deeXCa\'at, ae plantar, deCOClnar y hasta de enterrar a 105 muertos.

Des<ie luego, el psic6analisis contlene una teotfa 11e 195 ins­tintos. elaboradfsima; a d'ecir verdad, la primera teoria verifi­cable que en el caso del hombre se haya dado. Pero nos"losmuestra empefiados en un metamorfismo en el que la f6rmulade su 6rgano, de su direcci6n y d-e su objeto es un cuchillo deJeannota de piezas indefinidamente intercambiables. Los Triebe,o pulsiones, que se alslan en ella constituyen tan s610 un sistemade equivalencias energeticas a1 que 'referimos 105 intercambios

pslquicos. no en la medida en que se subordinan a alguna con­ducta ya de1 tOOo montada, natural 0 adquirida, sino en lamedida en que simbolizan, y a veces hasta integran dialectica­mente, las funciones de los 6rganos en que aparecen los inter­cambios natura1es, esto es, los orificios: bucal,. anal y genito-

urinario. 'De ahi que esas pu1siones s610 se nos presenten en re1acion'es

muy complejas, en las que su propio torcimiento no puede l1e­var a prejuzgar acerca de su int'ensidad de origen. Habl.a,r de un

d !'b'" '.<.... 1 'd ' 'd � .w". "'"'exceso e .. t.l",o.es...l!Il;!.�""l'...�fla e sentl o.��._ .._.._._='-'Si hay,' en rigor, una ngci6n qu;S;;-aespfClI1l. de un grannumero de indiyidu05 rapaces tanto PQr SllS antecerl'entes como

po'r 1a impresi6n "constitucional" que se obtien!:.J!e sn rontacto

y.sU as.p.ect�" d£a5.:.��-:'"lenden.. cias g.imin.�JI:.S'.' ... es,�asb,en la noclOn, de utgAt$ ..e 1a,J:!.l:_.I!.n..l:2>��Vltal, S.u.JUpa.geni talidad- esa meii;:'do patente, "y su clima irradia frialdad

libidinal.

� mtlc�os indiyiduos�uscan Y �!,cuentran, en,s}'s <:lelitos, exl!i,

Sil1lHf.'"' ..!��OS, eE!fas, "tlI!amacione�_an6��,?i'-s y...h�CF e_nes de la pasioii asesma, tina estimulaci6n s'eXual, esta,

......_--�----. ".. ---.... --- ._-_ ... -.- "._---- ..�-_.�... _ .•. _ ..• _'--

• [Vtase nola 18 de la p. 486.]

Page 14: Funciones Del Psicoanalisis en Criminologia

140 a :J'UNCJONU DEL PSICOA.NÁUSU !iN CIlIMINOLociA

sea Io que fuere en punto a los meca!,'!smos que lacausan -an­

gostia, sa1ismo o asociaci6n situacional-, no poclrla.z"ser cemsi.

derada como un e£ecto de desbordamientp de 105 'insIjntos.g'uraIriëiite es visibJe ta correlaaZn de gran mimero de per­

versiones en los...mjetos qusJI��men �ino�Jler�5ól0 oe la . Iua psi oanallticariiéme' en fiina6n dera

)ijaci6n �lbiet1I, de estancami t d I esarrollo, de la imp1i-

[caaouenTaestructura del yo de las representaciones neur6ticasque cOllSlituyen el caso individuaI. ,

��.. s:gru;re.!.\\A�_!l.i!£illg,.�g!Lq!!c'��om.pl�ta la t6pica psiquivwlel.indhdduo"e�ci�, la de! FUo...pem.

rambiéIi, Ir.uánto más dificil de captar que'1as otrasl

I!;I.I;;er Ia bWlia d�J,IJufuP-9!i<;i(m_eLi!mA�-CWlIli! de£inici6nmeramente il b�.mu:t;l � sin ya lor de J1�0.

Un término ue comtante sitl1acional, £Undamental dentro de

lo que-iao teoda designa como�ômarjsrnos:dé F�1»:�, pa­rece relacionarse eon ellas, haD�dose .efectuado la dedueci6nde los ereelos. de lo réprimido y de las identi£icaciones' del yo,

ypuede imere.ar los hechos de recidiva.

,{ Sill duda. el ello también impliea esas eleeciones £atales, ma­

!��i£ieSlas en el matrimonio, la pro£esi6n o 'la amistad, y que adm.,enudo apare(':en en' el crimen eomo una revelaei6n de las £i-�ras del deslino: .

'Por:o�te, las' "ten deneias" deLm,kt.o_!l2.d!i�_!:!�os­, trar desHzamientos vim:ulados al nivel d'e su satis£aea6p. Que­mamos plantear.el problema de los efeëtOs que pueae 'tener alrespeeto un derto lndiee de satis£aei6n criminal.

Pero acaso 'e5tamos en los Iimites de nuestra aeción dialéeti­

ca, y la verdad. que se nos ha dado, de reeonocerloeon el

sujeto, no podria ser redueida a la oJ>ietivación eic1U1£ica..

, En la eon£esión que reeibiwN ael \lAlI[ótiep 9 el ,l*nteJ;So, ,del

ine£able �oce CC?e enmen't;;lD pexJ!iéndose en 1�2!!,aSË�f!'Sci­"!inte• po emos medir el poder de un hedQnismo que habrá de.'ihrroducimos en las anibiguas relaciones enrre la realidad y elplacer. Y si al re£erimos a estos dos grandes prineipios describi­

mos el sentido de un desarrollo normativo, le6mo no sentirse

embargado de la importancia de las £unciones £antasmátieas en

los motivos de ese progreso, y de 'cuán cautiva sigue la villa hu­

maua de la ilusi6n narcisista, aeerea de la cual s,abemos que

reje sus más "reales" coordenadjiS? Y por otra parte, lacaso no

se Io ha pesado ya todo, junto a la cuna, en las balanz". ineon­

mensurables de'"la Diseordia y el Amor?

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71

PUNCONES DD.. PSlCOANÁLI5!5 P Clt.IYINOLOC1A . .(41

Más alU de tales antinomias; que nos eondueen al umbral dela sabidur1a, no hay qimen a!)soluto, y además existen, pese a

la aeci6n polieiaca extendida por nuestra eivilización al mundo

entero, asociaciones religiosas, vinculadas" por una práetiea del

crimeD, en las que sus adeptos saben reeuperar las preseneias so­

brehumartas ql1e en el equilibrio del Universo velan por la des­

trued6n.

/' En cuanto a nosotros, dentro de los Hmites que nos hernos

� es£orzado en definil' eomo aquellos en los que nuestros ideales{ sociales reducen la comprensi6n del crimen y condicionan su

'" objetivaci6n criminológica. si podemos aportar una verdad de

i.'1n más justo rigol', no olvidamos que Io debemos a la £unci6n, privi1egiada, cual es la d�qmlQ I!l:J"U!jJ;tQ aL sujeto. que ins­

'cribe nuestros deheres en el orden de la fraternidad eterna: su

lregla es también la tegla de toda aeci6n que nos esté permitida_

'\- 7.1!!J., ,

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