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FARMACOS EN OFTALMOLOGIA Dr. JZA La farmacoterapia ocular posee características particulares ya que el ojo se encuentra situado en la superficie. Debido a esto se puede llegar a los tejidos mediante la aplicación directa de los principios activos. Entre las formas habituales de administración de medicamentos se encuentran: a) Colirios: Solución o suspensión medicamentosa para instilación directa en el saco conjuntival. Deben ajustarse en cuanto a pH para evitar el lagrimeo reflejo que diluye su concentración. Los colirios se absorben a nivel de las mucosas por lo que las sustancias instiladas pueden tener efecto sistémico importante. b) Ungüentos Oftálmicos: Medicamentos para aplicación tópica conjuntival en vehículo graso cuya características principal es la permanencia prolongada y su efecto lubricante. Otras formas de administración contemplan las inyecciones per-oculares, intraoculares y sistémicas. Tipos de fármacos Antibióticos: Existen variados tipos de antibióticos para administración ocular cubriendo el espectro de sensibilidad de múltiples gérmenes. Entre los más comunes se encuentran los aminoglucócidos como la gentamicina y tobramicina, el cloranfenicol, las sulfas, el ciprofloxacino, el ácido fusídico y asociaciones de dos o más antibióticos para ampliar el espectro antibacteriano. Corticoesteroides: Existen múltiples esteroides para uso oftálmico con indicaciones para combatir los efectos dañinos de la inflamación. Su uso es muy importante en múltiples procesos ya sea sólo o en combinación con otros medicamentos, generalmente antibióticos. Los más comunes son la betametasona y la dexametasona que difunden hasta el interior del ojo y la fluorometolona que actúa principalmente en superficie. Debe recordarse que los esteroides tópicos tienen un potencial de daño en situaciones específicas y por lo tanto sólo deben indicarse después de un examen oftalmológico completo y habiendo establecido un diagnóstico. Entre los riesgos del uso de los corticoesteroides oculares está la activación de una queratitis herpética, la producción de un glaucoma cortisónico o de catarata esteroidal. Anti-inflamatorios no esteroidales (AINES) : En Oftalmología también se utilizan estos fármacos tópicamente que han ido ganando su espacio en los últimos años. En cirugía, el flurbiprofen ayuda a mantener la midriasis intra operatoria; el diclofenaco sódico es útil en variados post operatorios; igualmente se usa en edema macular cistoide, reacciones fibrinosas de cámara anterior, etc.

Farmacos en Oftalmologia

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Farmacos en Oftalmologia

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Page 1: Farmacos en Oftalmologia

FARMACOS EN OFTALMOLOGIA

Dr. JZA

La farmacoterapia ocular posee características particulares ya que el ojo se encuentra

situado en la superficie. Debido a esto se puede llegar a los tejidos mediante la aplicación

directa de los principios activos. Entre las formas habituales de administración de

medicamentos se encuentran:

a) Colirios: Solución o suspensión medicamentosa para instilación directa en el saco

conjuntival. Deben ajustarse en cuanto a pH para evitar el lagrimeo reflejo que

diluye su concentración. Los colirios se absorben a nivel de las mucosas por lo que

las sustancias instiladas pueden tener efecto sistémico importante.

b) Ungüentos Oftálmicos: Medicamentos para aplicación tópica conjuntival en

vehículo graso cuya características principal es la permanencia prolongada y su

efecto lubricante.

Otras formas de administración contemplan las inyecciones per-oculares, intraoculares y

sistémicas.

Tipos de fármacos

Antibióticos: Existen variados tipos de antibióticos para administración ocular cubriendo el

espectro de sensibilidad de múltiples gérmenes. Entre los más comunes se encuentran los

aminoglucócidos como la gentamicina y tobramicina, el cloranfenicol, las sulfas, el

ciprofloxacino, el ácido fusídico y asociaciones de dos o más antibióticos para ampliar el

espectro antibacteriano.

Corticoesteroides: Existen múltiples esteroides para uso oftálmico con indicaciones para

combatir los efectos dañinos de la inflamación. Su uso es muy importante en múltiples

procesos ya sea sólo o en combinación con otros medicamentos, generalmente antibióticos.

Los más comunes son la betametasona y la dexametasona que difunden hasta el interior del

ojo y la fluorometolona que actúa principalmente en superficie. Debe recordarse que los

esteroides tópicos tienen un potencial de daño en situaciones específicas y por lo tanto sólo

deben indicarse después de un examen oftalmológico completo y habiendo establecido un

diagnóstico. Entre los riesgos del uso de los corticoesteroides oculares está la activación de

una queratitis herpética, la producción de un glaucoma cortisónico o de catarata esteroidal.

Anti-inflamatorios no esteroidales (AINES) : En Oftalmología también se utilizan estos

fármacos tópicamente que han ido ganando su espacio en los últimos años. En cirugía, el

flurbiprofen ayuda a mantener la midriasis intra operatoria; el diclofenaco sódico es útil en

variados post operatorios; igualmente se usa en edema macular cistoide, reacciones

fibrinosas de cámara anterior, etc.

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Antialérgicos y descongestionantes: Ya sea solos o combinados, estos productos tienen

acción de inhibir los efectos de la alegría y la congestión producto de agentes externos. Se

utilizan para disminuir el prurito, enrojecimiento y el ardor ocular producto de reactividad

tóxica o alérgica. Los antihistamínicos utilizados poseen escasos efectos adversos. Los

descongestionantes corresponden a substancias adrenérgicas vasoconstrictoras. Su uso

excesivo descompensa a pacientes hipertensolábiles.

Midriáticos y cicloplégicos: Estas sustancias principalmente de naturaleza anticolinérgica

tienen capacidad de inhibir la función del esfínter pupilar y del músculo ciliar por períodos

de distinta duración según la que se utilice. Sus efectos consisten en dilatación pupilar y

parálisis de la acomodación. Se utilizan para evitar sinequias posteriores en cuadros

inflamatorios, para evitar la acomodación durante la refracción, para examinar el fondo del

ojo y preparatorio para cirugía.

Lágrimas artificiales y lubricantes: Son colirios y ungüentos que carecen de principios

farmacológicamente activos. Su principal indicación es la hipolacrimia y deben

administrarse en cantidades suficientes para evitar los síntomas y signos de desecamiento.

Son un complemento en el tratamiento de desórdenes de la función palpebral como

lagoftalmos y en cuadros irritativos de variada naturaleza.

Anestésicos tópicos: Existen potentes anestésicos de acción superficial como la lidocaína y

la proparacaína. Estos se utilizan para procedimientos menores como la toma de tensión

ocular y la remoción de cuerpos extraños, así como algunos procedimientos quirúrgicos

superficiales como la cirugía refractiva y operaciones de cataratas por vía corneal. Estas

substancias son de uso estricto por el oftalmólogo ya que pueden enmascarar las causas que

producen un determinado síntoma. Además su uso repetido produce graves alteraciones de

la superficie ocular.

Fármacos antiglaucomatosos: Existen múltiples tipos de fármacos que reducen la presión

intraocular patológicamente elevada y que actúan pro variados mecanismos.

Los fármacos colinérgicos cuyo principal representante es la pilocarpina ya sea en colirio o

en forma de gel, reduce la presión ocular al contraer el músculo ciliar, el que a su vez

distiende la malla trabecular y aumenta la facilidad de salida del humor acuoso. Entre sus

efectos colaterales está la cefalea, la miopización y la dificultad visual nocturna.

Los agentes beta-bloqueadores instilados en forma de colirio producen disminución de la

presión intraocular al inhibir la formación de humor acuoso por los procesos ciliares. Debe

siempre recordarse que entre los efectos sistémicos de estos fármacos se encuentra su

acción broncoconstrictora y cardio-inhibitoria con posibles efectos desastrosos en pacientes

predispuestos portadores de bronquitis crónica, asma bronquial y cardiópatas. Su efecto

sobre la frecuencia cardíaca puede ser marcado y debe controlarse (maleato de timolol).

Por este motivo se han introducido agentes beta-1 selectivos, que reducen pero no eliminan

estos efectos secundarios (betaxolol).

Agentes adrenérgicos como la epinefrina y la dipivalil-norepinefrina que es un precursor

metabólico reducen la presión ocular afectando la producción y la salida del humor acuoso.

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Análogos Prostaglandínicos: Fármacos que aumentan la salida uveo-escleral del humor

acuoso. (latanoprost, unoprostona).

Agentes sistémicos que reducen notoriamente la presión ocular por un efecto osmótico son

la acetazolamida que se administra poro vía oral y parenteral y el manitol de administración

endovenosa. Su uso está reservado a situaciones especiales y no puede prolongarse

indefinidamente.