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EXGESIS DE ROMANOS 3:27
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Por
Manuel Isaac Romero Romero
Profesora: Vera
Asignatura: Griego
Crdoba, CSTAD, 24 de mayo de 2012.
NDICE
A. Exgesis:
1. Anlisis del contexto original
1.1 Contexto histrico-cultural
1.2 Contexto literario
1.3 Contexto dentro de la Historia de la Redencin
2. Anlisis lingstico
2.1 Estudio del aparato textual
2.2 Estudio de la semntica y pragmtica
2.2.1 Semntica
2.2.2 Pragmtica
2.3 Estudio de la morfologa
2.4 Estudio de la sintaxis
2.5 Propuesta de traduccin
3. Interpretacin bblica y teolgica
B. Hermenutica
INTRODUCCIN
El pasaje escogido para este estudio es uno de la Carta a los Romanos, escrita por Pablo,
concretamente el verso veintisiete del captulo tres.
Los mtodos a usar en esta exgesis son los tradicionales para hacer tales trabajos:
La experiencia personal
La investigacin bibliogrfica
La investigacin bblica
El anlisis lingstico
Se pretende dar algunas aportaciones a la eterna discusin humana sobre la dicotoma que se
ejerce en la vida prctica cristiana entre la sola fe, y la necesidad de hacer buenas obras.
Espero hacer de esta investigacin algo digno de leer, as como espero que cualquiera que la
lea no se aburra demasiado.
A. Exgesis:
1. Anlisis del contexto original
Resulta bastante difcil averiguar, despus de casi 2.000 aos, algo acerca de la vida
cotidiana de la primera generacin de cristianos. En efecto, apenas conocemos lo normal y ordinario
de su vida, apenas sus preocupaciones, temores y alegras cotidianos.1 Parte de esta dificultad
radica en que pocas, o muy pocas, personas comunes y corrientes podan permitirse el lujo de
contratar un historiador o un escriba para que registrara su historia. Hay un dicho popular acerca de
la historia que dice que la escribe el bando ganador; no se aleja mucho de la realidad, y en cuanto a
los cristianos... estara de ms decir que en esa poca no eran precisamente el bando ganador. Por lo
que, al hacer referencia al contexto en que vivan tanto Pablo, autor de la carta, como la iglesia de
Roma, destinatario; no se puede hacer ms que acercarse lo ms y mejor posible a la verdad
subyacente en todos los datos histricos que se poseen. Se procede, pues, a exponer los datos que se
consideren de relevancia, con objeto de contextualizar el mensaje de Pablo. Para poder entenderlo y
as poder aplicarlo al contexto actual.
1.1 Contexto histrico-cultural
1.1.1. Contexto de la epstola
Se ha credo conveniente hablar de la epstola antes de nada para tener una situacin global
de sobre qu vamos a hablar. De modo que se tenga una idea de cundo se escribi y lo que
contiene antes de explicar los contextos pertinentes.
La carta es del ao 57 d.C. aproximadamente, hacia el final del tercer viaje misionero. Esta
es una de las muchas cartas que Pablo escribi con motivo de regular, corregir o instruir a algunas
personas o iglesias. Como norma general (y muy particular en Romanos) Pablo es el mayor
apologeta de la Gracia, de hecho en el Nuevo Testamento, la palabra gracia como el don no
merecido por el cual reciben la salvacin las personas, aparece principalmente en los escritos de
1 KUNG, Hans, Cristianismo, esencia e historia. Editorial Trotta: Madrid, 1997. pg 81
Pablo.2 Pero los escritos de Pablo son muchos, centrmonos en uno concreto: Romanos. Romanos es
la carta sin lugar a dudas que tiene una explicacin teolgica ms completa acerca de la Gracia, ms
especficamente, para aplicarlo a esta exgesis, de la justificacin por Gracia. Quizs sea ms fcil
referirse al refutado erudito Rudolf Bultmann, para explicar la importancia teolgica de la epstola a
los Romanos:
El hecho de que Pablo no ha desarrollado -como, por ejemplo, los filsofos griegos o los
telogos modernos- sus ideas sobre Dios y Cristo, sobre el hombre y el mundo en forma terica
y conjuntada en un escrito cientfico independiente, sino que si exceptuamos Rom- ha
presentado su doctrina en las cartas slo de manera fragmentaria, en cada caso respondiendo a
motivos especficos, e incluso en Rom, donde la presenta formando un conjunto y de manera
bastante exhaustiva, pero lo hace en cualquier caso en una carta y bajo la presin de una
situacin concreta, no debe llevar este hecho a juzgar que Pablo no haya sido un telogo
propiamente y que, para entender su peculiaridad, hay que concebirlo, ms bien, como un hroe
de la piedad. Todo lo contrario! La manera como l reduce cuestiones concretas y
comprometidas a una cuestin teolgica fundamental, cmo saca decisiones concretas de
consideraciones teolgicas fundamentales muestra que su pensamiento y su palabra surgen de
su pasin teolgica fundamental, explicitada ya en Rom de manera casi completa.3
Lo que viene a decir que Pablo presenta en Romanos su ms extenso y completo tratado
teolgico. Aunque sea una carta escrita bajo la presin de una situacin concreta.
1.1.2. Contexto religioso4
Por lo general la religin romana se divida en clases sociales. Las clases bajas honraban a
dioses que les podan ayudar en su cotidiano vivir. Por ejemplo, haba dioses o espritus para los
ganaderos, para los agricultores o para la vida familiar. As pues, la religin de las clases ms bajas
en el imperio romano era una especie de animismo, en el que se adoraba a dioses tiles para su vida
2 PECOTA, Daniel B. Teologa Sistemtica, una perspectiva Pentecostal Miami: Editorial Vida, 1996. p. 3383 BULTMANN, Rudolf. Teologa del Nuevo Testamento. Salamanca: Editorial Sgueme, 1981. p.2444 La informacin de este punto ha sido obtenida de varias fuentes, que se han mezclado entre s para darle ms
dinamismo a lo redactado. Por lo tanto es difcil referenciar con notas al pie cada una de las citas. Ese es el motivo de esta nota al pie. Las fuentes usadas han sido: Nuevo Diccionario Bblico Ilustrado (Roma), de Vila y Escuain. Historia de la iglesia, tomo I (captulo el mundo grecorromano), De Justo L. Gonzlez. http://recursostic.javeriana.edu.co/wiki/index.php/Religion_del_imperio_romano. Ms las fuente s citadas.
diaria.
Por otro lado, la religin en las clases altas era heredera de la religin griega. Los romanos,
al panten olmpico griego, les cambiaron los nombres. De este modo, Zeus, el seor de los dioses,
pas a llamarse Jpiter, por ejemplo. Otro ejemplo est en el archiconocido hroe Hrcules, quien
se llamaba Heracles en la mitologa griega.
Sin embargo la religin pasaba a ser una herramienta ms para la poltica romana. El ttulo y
puesto de sacerdote era electo, no heredado. Los sacerdotes tenan cierto poder judicial y poltico.
De modo que la religin era un peldao ms para ascender en la escalinata del poder poltico en la
cultura romana.
Tenemos pues que la religin romana era heredera de la griega. Por otro lado, tenemos que
era una herramienta en la poltica romana. De modo que no es de extraar que el emperador
Augusto (emperador entre los aos 31a.C. - 14d.C.) se emparentara genealgicamente con Eneas,
un hroe troyano, hijo de Afrodita (Venus en la religin romana), que era hija de Zeus (Jpiter en el
panten romano). De este modo demostraba sus antepasados divinos para poder exigir adoracin.
Tenemos, pues, los siguientes elementos en la religin romana del s. I d.C: Haba una
distincin entre la religin del pueblo y la religin del estado. La religin del pueblo era algo as
como animismo. La religin del estado era heredera de la religin griega. La religin del estado era
una herramienta poltica. Hasta tal punto esto era as que los emperadores la usaban para elevarse a
una posicin divina y as exigir adoracin.
Qu significaba todo esto para los cristianos de la ciudad de Roma, a quien Pablo escribe?
Veamos la siguiente cita para aclararlo: Domiciano (emperador entre los aos 81d.C. - 96d.C.) era
un emperador tirnico, obsesionado por las conjuras contra su persona. Entre sus vctimas hubo
filsofos, senadores y miembros de la alta aristocracia, a algunos de los cuales acus de haber
adoptado costumbres judas y de atesmo, acusacin que se aplicaba por igual a judos y
cristianos.5 Es autor habla sobre el emperador Domiciano, pero se puede ver que ste, acus a
judos y a cristianos de ser ateos por negarse a dar adoracin al emperador y a los dioses romanos
(tanto los del pueblo como los del estado). Quizs para un cristiano contemporneo del s. XXI no
tiene mucho sentido acusar a otros cristianos de ateos, pero esto era lo que vivan en el s. I.
1.1.3. Contexto poltico
Como ya se ha visto, los primeros cristianos eran acusados de ateos por negarse a adorar al
panten romano y al emperador. Aunque, por lo general, el imperio romano permita la diversidad
de religiones dentro de su territorio, la discusin que se gener entre los cristianos y los judos era
tal que incomod a algunos gobernantes romanos. Tambin es interesante notar, con respecto a la
poltica, que sta estaba ntimamente ligada a la religin y a las ansias de poder. De sobras son
conocidas las muchas tretas que usaban los romanos para elevar su posicin y deshacerse de sus
enemigos. Se dice expresamente de sobra conocidas porque no es un dato que se encuentre slo
en libros, susceptibles de ser descubiertos por aquellos que estudian e indagan, sino que las argucias
romanas son temas de numerosas pelculas6 y series7 al alcance de todo aquel amante de este arte,
que no son pocas personas.
Se podran escribir lneas y lneas acerca de la poltica del imperio romano, pero para esta
investigacin lo que ms interesa es lo anteriormente mencionado, as como la interaccin de la
poltica romana con el cristianismo de la poca en la que Pablo escribi la carta a los Romanos. Idea
que se expondr en las siguientes lneas.
5 TEJA, Ramn. Historia del cristianismo, tomo 1 el mundo antiguo. Editorial Trotta: Madrid, 2003. pg 2956 Como por ejemplo: Gladiator, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Russell Crowne. 7 Como por ejemplo: Spartacus, Sangre y arena, dirigida por Steven S. Dknight.
Aparte de incidentes aislados de los primeros misioneros cristianos, especialmente Pablo, las
primeras noticias que tenemos del encuentro de la nueva religin (entindase: cristianismo) con el
poder poltico romano datan seguramente del ao 49 y se sitan en la propia capital, durante el
reinado de Claudio (gobern entre los aos 41d.C. - 54d.C.). El historiador Suetonio dice que en
este ao Claudio expuls de Roma a los judos que provocaban disturbios. Se tratara de una medida
de orden pblico para frenar los disturbios que la predicacin cristiana provocaba entre los judos de
la capital y las vctimas de esta medida seran judos y cristianos de forma indiscriminada.8
Con el emperador Nern (que gobern entre los aos 54d.C. - 68d.C. Siendo posiblemente
quien gobernaba en el momento en que se escribi la carta a los romanos), los cristianos sufrieron
una de sus mayores persecuciones. Nern, para acallar los rumores crecientes que le sealaban a l
como autor del incendio intencionado de parte de Roma; culp a los cristianos de tal incendio.
Seguramente influenciado por la que entonces era su amante, Popea, quien era judaizante, persigui
y martiriz a muchos cristianos9 Esto es un dato interesante porque por primera vez en la poltica
romana se distingue a cristianos y a judos, ya que se persigue a los cristianos pero no a los judos.
Vemos pues que en el momento (probable) en que se escribi la epstola, la poltica romana
estaba totalmente opuesta al cristianismo. Tanto era as que se les expuls de Roma, ms tarde se les
persigui.
1.1.4. Contexto Remitente
Es necesario hablar de ciertos puntos acerca del remitente de la carta: Pablo. Los que se han
credo ms oportunos para servir al propsito de esta exgesis, y que sern ms desarrollados a
continuacin. A saber: a) la autora de la carta. b) Pablo antes de su conversin. c) Pablo despus de
su conversin.
8 TEJA, op. cit. pg 293-2949 Ibid
1.2.2.1 Autora de la carta
Es de vital importancia hablar de la autora de la carta, puesto que Pablo vivi en sus propias
carnes, el legalismo ms extremo, y luego pasando a ser uno de los grandes defensores de la
doctrina de la justificacin por Gracia, tema del versculo que se analiza; de manera que se
considera importante dedicar unas lneas a este punto.
Bblicamente, la autora de Pablo queda manifiesta en el primer versculo de la carta10. Esto
debera ser suficiente para poder atribuir la paternidad literaria de este escrito a Pablo, an as, se
hace una breve explicacin para erradicar toda duda.
Hay ciertos crticos que pretenden atribuir la autora de algunas epstolas paulinas a algn
discpulo de Pablo que las firmara en su nombre, aunque no es el caso de Romanos. No existe
ningn intento serio de desvincular esta carta a la autora de Pablo, de acuerdo con lo que dice el
profesor Antonio Piero, (catedrtico de Filologa Griega de la Universidad Complutense de
Madrid, especializado en lengua y literatura del cristianismo primitivo) en uno de sus libros, hay
siete epstolas indudablemente paulinas: 1 Tesalonicenses, 1 y 2 Corintios, Glatas, Romanos,
Filipenses y Filemn.11 Y lo confirma uno de los ms influyentes telogos contemporneos: Rudolf
Bultman.12 Algunos intentan ver el captulo diecisis como agregado y por lo tanto no escrito por
Pablo13, aunque as fuese no es necesario profundizar en este tema pues, para esta investigacin no
influye el mencionado captulo.
De modo que parece estar bastante claro que bblica, histrica y tradicionalmente el autor de
Romanos es Pablo.
10 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apstol, apartado para el evangelio de Dios. (versin Reina-Valera, 1960)
11 http://es.wikipedia.org/wiki/Ep%C3%ADstolas_paulinas12 BULTMANN. op. Cit. p.24413 CARVALLOSA, Evis L. Romanos, Una orientacin expositiva y prctica, Michigan: Editorial Portavoz, 1998 p. 13
1.2.2.2 Antes de su conversin
Cabe destacar algunas facetas de la vida de Pablo antes de su conversin. Una de ellas es la
ms legalista de Pablo. En la Biblia tenemos varios acontecimientos biogrficos de la vida de Pablo,
algunos que hace l de s mismo y otros que hace Lucas (se pueden mirar los siguientes pasajes:
Hechos: 8:3; 9:3-6; 9:26-30; 22:3-10; 26:9-18. Glatas 1:11-23. Filipenses 3:4-6), de las que se
deducen, o ms que se deducen, se observan las actitudes legalistas de Pablo, por entonces Saulo.
Hay dos aspectos importantes de este perodo observados en Filipenses 3:614, a saber, a) La
faceta ms legalista y extremista de Pablo queda reflejada en la persecucin y matanza de algunos
cristianos. b) Pablo fue, en la justicia que es en la ley, irreprensible. Pasamos a profundizar un poco
en estos aspectos.
Poco nuevo se puede decir de Pablo acerca de la persecucin con que hostigaba a los
primeros creyentes, consinti la muerte de Esteban (Hch 8:1) o parti hacia Damasco con fines
nefastos para los del camino (Hch 9:1-2). Se llama a s mismo perseguidor de la iglesia (Fil
3:6). No se tiene la intencin de decir nada nuevo acerca de esto, sino que es un punto que cabe
destacar para llevar a cabo la investigacin. Es necesario situar al escritor de tan magnifica carta en
el contexto del que viene antes de su conversin: Era tal el celo que tena por la ley que persegua a
aquellos que la dejaban para seguir a un nuevo maestro, Jesucristo.
El segundo aspecto es que Pablo dice de s mismo que era irreprensible. Irreprensible: Es
una palabra realmente imponente, la palabra que usa Pablo en el texto original es amemptos
(,), relacionado con memfo, inculpar, de modo la traduccin ms literal sera no-inculpado.
Se traduce irreprensible en Luc 1:6; Fil 2:5; 3.6; 1Tim 3:13; o sin defecto en Heb 8:715. El
sentido ms literal de la expresin sera parafraseando: en cuanto a la justicia que es en la ley; no
14 En cuanto a celo, perseguidor de la iglesia, en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible (Versin Reina-Valera 1960)
15 Biblioteca digital, e-sword, Diccionario Nuevo Testamento W E VINE, IRREPRENSIBLE
se me puede inculpar. Esto no quiere decir que Pablo dijera de s mismo que no tuviera pecado,
pues sera contrario a sus mismos escritos16. La explicacin a este paradigma es sencilla, Pablo era
irreprensible de cara a los hombres, pero era pecador de cara a Dios, es decir, se debe observar
que no se trata de lo que el hombre es ante sus semejantes, sino de lo que es ante Dios.17 Sea como
fuere, lo destacable es la importancia que da Pablo a la ley antes de su conversin, tanta importancia
que es no-inculpado en cuanto a ella.
Por ltimo se destaca de Pablo que, an antes de su conversin, dedic su vida a propagar
las ideas que l mismo crea correctas, de este modo algunos eruditos defienden que Pablo, mientras
era hebreo de hebreos se dedicaba tambin a propagar el farisesmo por el mundo gentil haciendo
proslitos. Tienen su base bblica en este verso del que la palabra clave es todava: "En cuanto a m,
hermanos, si todava predico la circuncisin, por qu an se me persigue? Pues se acab con el
escndalo de la cruz" (Gl 5, 11)18 Al decir todava significa que antes tambin lo haca. Se hace
este comentario para identificar el nimo de Pablo de propagar aquello que l considera correcto.
1.2.2.3 Su conversin
Mucho se puede decir acerca de la conversin de Pablo, pero es interesante destacar lo que
signific para Pablo, las implicaciones que tuvo para l mismo, porque justamente ste es el sentido
de su conversin, que no es otro que el abandono de las convicciones que haba tenido hasta
entonces, es decir, la renuncia a aquello que hasta aquel momento haba sido norma y sentido de su
vida, el sacrificar aquello que haba sido hasta entonces su orgullo (Fil 3:4-7). Su conversin no fue
el resultado de un derrumbamiento moral interior, la liberacin de la desesperacin en la que se
haba hundido, la alternativa entre querer y realizar; su conversin no tuvo, por tanto, el carcter de
una conversin penitencial, como tampoco el de una iluminacin liberadora. Sino que, su
conversin, fue el doblegarse a s mismo, obediente al juicio de Dios, manifestado en la cruz de
16 Vase: Romanos 3:9-10; 7:14, por ejemplo.17 STANLEY, C. Romanos, el evangelio de Dios, Lima: Editorial Verdades Bblicas, 2002. p.1918 BORNNKAM, Guntyer. Pablo de Tarso. Salamanca: Editorial Sgueme, 1979. p. 38
Cristo, haciendo caso omiso de toda preocupacin humana por el beneficio y la fama. As se refleja
la conversin en su teologa.19
Como ya se ha comentado antes, Pablo, antes de su conversin, tena una moralidad muy
elevada, y estaba orgulloso de lo que haca; entonces Pablo no se convierte por necesidad (no al
menos una necesidad humana) ni siquiera por estar perdido en la vida, sino que se convierte por que
Jess mismo se le aparece y se enfrenta con l (estara de ms decir que un asesino de cristianos no
mereca este encuentro). Entonces Pablo se despoja de todo lo que tiene y es a fin de conocer a
Aquel que se le ha aparecido, esto es, deja la ley y deja su religin, deja su ms preciado bien no
como un sacrificio para agradar a Cristo, sino por que se da cuenta que todo lo que tiene no vale de
nada.20 No le har ganar nada para Dios. En este encuentro Pablo aprende muy bien que la
justificacin ante Dios no se gana, Dios la regala por gracia.
En resumen y aplicndolo al verso estudiado: Pablo era un fariseo tan orgulloso de lo que
era que, no slo propagaba sus ideales, sino que persegua y mataba a aquellos que parecan
atacarlos. Por lo tanto, Pablo, en su propia opinin farisaica no necesitaba la justificacin que el
cristianismo predicaba. De hecho no crea necesitarla hasta el momento en el que Jess se le
aparece, cuando descubre que todos sus esfuerzos para llegar a Dios son en vano. Dios da su
justificacin por fe, aparte de las obras, tal y como indica el verso estudiado.
1.1.5. Contexto destinatario
Aparentemente, esta carta, fue escrita en Corinto despus de completar la tarea de recolectar
los fondos que Pablo estaba reuniendo en las iglesias gentiles de Grecia y Asia Menor (Rom 1;
15:25-27; 1 Cor 16:3-5). Estaba esperando la oportunidad para llevar dichos fondos a Jerusaln,
para luego visitar Espaa (Rom 15:28), y de paso visitar la iglesia en Roma. Escribi esta obra
19 BULTMNN. op. Cit. p.24220 Filipenses 3:8
maestra doctrinal a los miembros de la iglesia en la ciudad imperial con el propsito de anunciarles
su intencin de visitarlos y para despertar el inters de los mismos en la evangelizacin de occidente
y pedir sus oraciones.21
Carecemos de datos histricos y bblicos que nos permitan fijar con exactitud la fecha de la
fundacin de la iglesia en Roma. No hay base histrica alguna que justifique la tarda tradicin de
que Pedro fuese a Roma despus de ser libertado de la crcel por el ngel y que all evangelizara
(Hch 12:17). Por otra parte, no hay por qu negar que Pedro estuviese en Roma ms tarde y que all
diera su vida por el Seor; pero eso no tiene nada que ver con la fundacin de la iglesia, que
entonces llevaba muchos aos de historia.22 An as, todo esto no son ms que tradiciones, no existe
una base slida, ni bblica, ni histrica que nos permita fijar con precisin la fecha ni el modo de la
fundacin de la iglesia Romana.
Hans Kung argumenta en la siguiente cita el apoyo bblico en favor del ministerio de la
mujer, an as, es un dato importante para esta exgesis, porque se puede deducir la implicacin de
algunos colaboradores de Pablo en la iglesia de Roma: De posicin especial es tambin una mujer
como Prisca, a la que junto con su marido Aquila se menciona varias veces en la correspondencia
paulina. Bien podran haber posedo una casa en feso en la que congregaban una comunidad
domstica; y tambin cabe suponer que, ms tarde, en Roma dirigieron un grupo comunitario en su
casa.23 Como se ve, es posible que Aquila y Priscila tuvieran una casa en Roma en la que se
hubieran congregado algunos cristianos. Aunque dista mucho de describir los inicios de la iglesia
romana, es un dato ms a tener en cuenta, pues explica cierta labor envangelizadora en la ciudad.
Lo ms probable es que la iglesia en Roma surgiera de un modo natural, ya que leemos en
Hch 2:10 de visitantes de Roma, tanto judos como proslitos, que eran testigos presenciales de
21 UNGER, Merrill F. Nuevo manual bblico de Unger, Michigan: Editorial Portavoz, 1999. p. 47522 TRENCHARD. Ernesto. Epstola a los Romanos Michigan: Editorial Portavoz. 2000. p. 2523 KUNG. op. cit. pg 136-137
las maravillas en el Da de Pentecosts, por lo que suponemos que tambin escucharon el mensaje
que Pedro pronunci ese da, lleno del Espritu Santo. Si algunos de estos visitantes judos de Roma
se hubiesen convertido aquel da, habran llevado el Evangelio por lo menos a los judos de la
capital del Imperio, donde los creyentes procederan a reunirse con la sencillez propia de aquellos
tiempos apostlicos.24 Es decir, que tenemos una iglesia en Roma, capital del imperio, pero no
sabemos el modo, ni las condiciones, ni la fecha en que fue fundada. De modo que tenemos que
Pablo escribe a una iglesia que l mismo no haba fundado. Esto es importante tenerlo en cuenta
porque cuando Pablo escribe a los Corintios, por ejemplo, escribe a una iglesia con la que ya ha
tenido parte (su fundacin) y con la que tiene relacin (visitas y cartas). Pero cuando escribe a los
Romanos tiene un tono ms serio, ms expositivo, comparado con otras cartas donde se ve ms
participativo, donde contesta preguntas, donde se involucra dando directrices a ciertas personas en
ciertas situaciones concretas.
1.2 Contexto literario
1.2.1. Contexto Temtico
El tema de este verso es sin duda la justificacin, este tema abarca desde el verso 20 del
captulo 3, al verso 9 del captulo 5, y est dividido en los siguientes puntos:
Primera divisin (3:20 3:31): Conclusin del tema anterior (universalidad del pecado)
e introduccin del tema de la justificacin.
Segunda divisin (4:1 4:25): El ejemplo de Abraham, la prueba de la Escritura para
apoyar la justificacin por fe.
Tercera divisin (5:1 5:9): Conclusin al tema de la justificacin por fe.
El verso 10 del captulo 5 ya comienza la introduccin del siguiente tema, la regeneracin.
Por lo tanto el tema tratado en este verso, la justificacin, viene despus del tema de la
universalidad del pecado (del que hablaremos ms extensamente en el subpunto siguiente), y viene 24 TRENCHARD. op. Cit. pp. 25-26
antes del tema de la regeneracin, o nueva vida en Cristo. En otras palabras, Pablo habla de la
universalidad del pecado, de la justificacin de ese pecado por medio de la fe y la nueva vida que
trae al creyente el ser justificado.
El verso estudiado resume la justificacin por fe, solamente, excluyendo las obras meritorias
para alcanzar esta justificacin.
1.2.1.1. Contexto Inmediato Anterior
Como se ha visto, el tema anterior es la universalidad del pecado, se cree conveniente hacer
una explicacin un poco ms exaustiva de este tema para poder entender mejor el tema de la
justificacin ya que el tema del pecado es la base del tema de la justificacin. Dicho de otro modo,
si no somos pecadores no necesitamos ser justificados. Por eso Pablo explica este punto y por eso se
ha credo necesario explicarlo tambin como contexto del verso estudiado.
Hay muchas enseanzas que explican el pecado a la luz de su propia creencia, as tenemos
que algunos ensean que el pecado es un mal social, una percepcin errnea de la realidad, una
existencia individualista, un intento frustrado de entender a Dios, una necesidad amoral, todo lo
material o simplemente malas decisiones.25 Como se ve existen muchas ideas diferentes acerca del
pecado, pero centrmonos en lo que Pablo mismo dice acerca de l.
Bblicamente: quizs la frase que mejor resume la universalidad del pecado en el hombre, y
la separacin que ste ejerce entre el hombre y Dios, es una escrita por Pablo mismo: por cuanto
todos pecaron y estn destituidos de la Gloria de Dios26. Esta frase ensea la universalidad del
pecado y explica por qu no hay diferencia entre judos y gentiles, con respecto al pecado (la
argumentacin paulina pretende precisamente esto, encerrar tanto a judos como a gentiles bajo
25 MARINO, Bruce R. Teologa Sistemtica, una perspectiva Pentecostal. Miami: Editorial Vida, 1996. pp. 258-26126 Romanos 3:23 (Versin Reina-Valera 1960)
pecado). La forma verbal de pecaron en este verso, del original en griego, es el aoristo
indicativo, voz activa de hamartno que significa literalmente: errar el blanco. Todo ser humano
en este mundo, desde el mejor, hasta el peor, ha errado el blanco de manera absoluta.27
Teolgicamente: no es ni el menester, ni el deseo de esta investigacin abordar temas tan
conflictivos como la depravacin total, doctrina defendida por el gran telogo reformado Juan
Calvino y atacada por Jacobo Arminio. Lo que ha llevado a una discusin sin salida a lo largo de
muchos aos entre calvinistas y arminianos; y antes de stos, entre San Agustn y el hereje Pelagio.
Sin embargo es necesario describir el panorama del contexto inmediato del verso estudiado, que no
es otro que la universalidad del pecado, sin ms. Por eso la teologa ha hablado mucho y largo de
este tema, veamos alguna cita de algn telogo de renombre. Karl Bath dice en su Carta a los
Romanos: Sigue en pie la afirmacin de que todos los hombres: judos y griegos, hijos de Dios e
hijos del mundo por naturaleza, son, en cuanto hombres, hijos de la ira; sin excepcin ni escapatoria
estn entregados a la dominacin extranjera del pecado. Y otra de Martn Lutero en su
Comentario de Romanos: Ante Dios todos estn bajo pecado, tanto los que son malhechores
manifiestos aun a juicio de los hombres, como tambin los que ante sus propios ojos y ante los de
los dems tienen apariencia de buenos. No se cree necesario aadir nada ms.
Filosficamente: habra que dar una atencin especial al telogo y filsofo Toms de
Aquino, quien describe la cada del hombre no como una cada total, sino que deja al intelecto
humano un lugar prominente de no cado. Enseando que por medio de este intelecto se puede
llegar racionalmente a la conclusin que Dios existe. A esta forma de pensar se le da el nombre de
intelecto autnomo. Esta idea ha ido evolucionando hasta llegar a nuestros das. No obstante, en
la reforma protestante, esta idea se combati; bajo el lema de sola Escritura desafiaron cualquier
escrito de cualquier hombre, poniendo la mxima autoridad en la Biblia. Esta fue la enseanza de la
27 CARVALLOSA. op. Cit. p. 85
Reforma: El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero cay totalmente28
Histricamente es innegable que la maldad esta enraizada en el corazn de la humanidad. La
historia humana se ha forjado con sangre, con guerras, con asesinatos, con genocidios... Esto es
notorio desde las primeras ciudades-estado de la antigua civilizacin, hasta las decenas de guerras
activas en la actualidad mundial; y pasando por las dos grandes guerras mundiales. Resulta, cuando
menos, difcil decir que el hombre es bueno. Se intent resaltar la virtud del hombre con la filosofa
y la teologa liberal del modernismo del s.XIX. Quizs impelidos por la idea del intelecto autnomo
de Aquino y la idea reformada de estar creados a imagen de Dios29. El hombre se alz como
medida de todas las cosas, y pretendi mejorar el mundo mediante su raciocinio y su virtud para
superarse a s mismo y llegar a ser, en palabras de Nietzsche, una especie de sper-hombre. Dos
guerras mundiales acabaron con, entre 60 y 80 millones de vidas30, y tambin con la idea de que el
hombre se superara a s mismo por medio de la razn y la tecnologa. Prueba, una vez ms, de que
el hombre est bajo una influencia pecaminosa.
Se pueden escoger muchos caminos para definir la pecaminosidad del hombre: bblico,
teolgico, filosfico o histrico pero por todos ellos se puede llegar a la misma conclusin: Todos
pecaron y estn destituidos de la Gloria de Dios.31
1.3 Contexto dentro de la Historia de la Redencin
Esta es la historia de la redencin, escrita de manera muy general y con un nfasis especial
en la pugna entre obras y fe, objeto del verso estudiado en esta exgesis:
Dios cre al hombre a su imagen y semejanza, la relacin entre Dios y el hombre era
28 SCHAEFFER, Francis A. Huyendo de la Razn, Baarcelona: Biblioteca Digital 1969 pp. 11-1229 Ibid. 30 Dato obtenido de wikipedia, buscando primera guerra mundial y segunda guerra mundial y sumando las cifras.31 Vase Romanos 3:23.
perfecta, paseaban, hablaban hasta que un da el hombre decidi pecar contra Dios, en este caso
el pecado era una obra, concretamente coger le fruto de un rbol y comrselo. Mucho se ha dicho
acerca del pecado de Adn, algunos creen que fue soberbia, otros opinan que fue incredulidad sea
como fuere, el hombre quiso alcanzar a Dios por medio de una obra suya, independiente de Dios 32;
al fin y al cabo esa era la mentira de la serpiente: cuando comis del fruto de ese rbol podris
saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces seris como Dios.33 Desde entonces el
hombre ha querido alcanzar a Dios por medio de sus propias obras, lo que es un tremendo error. De
hecho la primera historia de la Biblia, aparte de la creacin y la cada del hombre, ya ensea a tener
una relacin con Dios por medio de la fe, pues por fe, Abel ofreci a Dios un sacrificio mejor que
el de Can, y por eso Dios le declar justo y acept sus ofrendas.34 De modo que desde el inicio de
la humanidad, el hombre ha querido hacer obras para acercarse a Dios (como por ejemplo la Torre
de Babel), pero Dios ha insistido una y otra vez en volver a poner el nfasis en la fe (como por
ejemplo con Abraham).
Dios escoge al pueblo hebreo por su Gracia. Tal y como se lee en Deuteronomio 7:6-835 el
Seor deja entrever que ha elegido a Israel, no por mrito alguno de parte de ellos, sino en el amor
que Dios tena por su pueblo, es ms, se describe a Israel como el ms insignificante de todos los
pueblos y dice del pueblo de Dios que son santos no porque sean grandes o importantes, sino
porque Dios los am.36 A este pueblo escogido es al que Dios da la Ley, pero la iniciativa en el
caso del pacto del Sina proceda de Dios, igual que en el caso del pacto de gracia con Abraham. 37
A ese pueblo le regala Dios la tierra de Canan, donde se establece su pas, donde primero
gobiernan los jueces, y luego los reyes.
32 BONHOEFFER, Dietrich. El precio de la Gracia. Salamanca: Editorial Sgueme, 2004 pp. 229-23033 Gnesis 3:5, versin Dios Habla Hoy34 Hebreos 11:4, versin Dios Habla Hoy35 Porque t eres pueblo santo para Jehov tu Dios; Jehov tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, ms
que todos los pueblos que estn sobre la tierra. No por ser vosotros ms que todos los pueblos os ha querido Jehov y os ha escogido, pues vosotros erais el ms insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehov os am, y quiso guardar el juramento que jur a vuestros padres
36 VILA, Samuel y ESCUAIN, Santiago. Nuevo Diccionario Bblico Ilustrado Terrassa: Editorial Clie, 1985. pp.437, 438
37 Biblioteca digital, e-sword, Diccionario Certeza, GRACIA, FAVOR
Pero la Ley de Moiss va evolucionado desde que se instaur, primero los israelitas la
desobedecieron (el perodo de los jueces y los reyes, aunque no todos la desobedecieron,
generalmente s lo hicieron), lo que les condujo al exilio en Babilonia y despus en Persia, despus
de este desarraigo, los israelitas se volvieron muy celosos de su ley, a causa de este celo exista el
deseo de cumplirla fielmente lo que condujo a interpretar la ley, estas interpretaciones pasaron
oralmente de padres a hijos hasta que fueron codificadas en la Misn y en el Talmud.38 Como
resultado surgieron diferentes escuelas de interpretacin rabnica que gozaban de mucha influencia,
como por ejemplo los fariseos o los saduceos, pese a que se haca ms nfasis en cumplir las
interpretaciones que la misma ley de Moiss. En este contexto se llega hasta los das de Jess.39
Este contexto, donde viene Jess es asombrosamente revelador; Dios da la Ley a su pueblo,
stos la incumplen y son destruidos por ello. Dios los restaura y los judos deciden cumplir la ley,
pero se vuelven hipcritas y soberbios. El pueblo de Israel fracasa en dos sentidos, primero se alejan
de Dios por sus malas obras, y luego pretenden acercarse a l por sus buenas obras. Ninguna de las
dos formas fue correcta, de modo que en este contexto aparece Jesucristo.
De manera que la predicacin de Jess [] es una gran protesta contra el legalismo
judo.40 Esta protesta es lanzada haciendo de la fe el tema principal de su enseanza, hay
innumerables textos en los evangelios que hablan de la fe, aunque cabe destacar el evangelio de
Juan, en el que la fe es el concepto central en el evangelio41 (como tambin es el nfasis en la carta a
los Romanos y ms concretamente el verso 27 del captulo 3; objeto de este estudio). Es decir, Jess
con su predicacin quit el nfasis de los fariseos en el cumplimiento de la ley (obras) y lo puso en
la fe que los discpulos deban tener en Su propia persona y obra.
38 BRIGTH, Jonh. Historia de Israel, Bilbao: Editorial Descle de Brouwer, 1970. p. 55139 NELSON, Wilton M. Biblioteca electrnica E-sword, Diccionario Nelson test, LEY.40 BULTMANN. op. Cit. p. 5041 TENNEY, Merrill C. San Juan, el evangelio de la fe. Florida: Editorial Caribe, 1988. p. 321
Pero Jess no slo predic, es ms que sabido su gran sacrificio por los pecadores, de
manera que muri por ellos, pero no slo muri sino que resucit y se le apareci a sus discpulos,
dicindoles que predicaran por todo el mundo y a toda criatura el evangelio. Lo cual hicieron con
ahnco. Pocos aos despus otra vez los hombres vuelven a poner su nfasis en las obras, enseando
que no slo por la fe, sino que deban circuncidarse conforme al rito de Moiss, para poder ser
salvos42. Contra lo que lucharon valientemente los genuinos cristianos representados por Pedro,
Bernab, y Pablo, y Jacobo. Una de las luchas de Pablo est representada con la carta a los
Romanos.
As pues esta es la historia de la redencin, pero no sera justo para la investigacin acabar
aqu, pues con el devenir de lo siglos el hombre va cayendo de su posicin de gracia ante Dios, y va
poniendo de nuevo todo el nfasis es sus propias obras, en lo que l puede hacer por Dios, por
decirlo de algn modo. Al igual que los fariseos antes de Cristo, la iglesia fue cayendo en esta
trampa, y as, con el paso de los aos, la iglesia se organiza en una jerarqua que administra la
gracia de Dios, de modo que la salvacin ya no es por fe, sino por la regeneracin bautismal y el
perdn de pecados ya no es por el arrepentimiento, sino por la absolucin sacramental43. En este
contexto aparecen los Reformadores que tan claramente sacaron a la luz, estudiando los escritos de
Pablo, la gran doctrina de la salvacin por la sola fe, sin obras ni mritos personales para alcanzarla.
44 Y de nuevo se vuelve a poner el nfasis en sola fide y sola gratia (slo fe y slo gracia, lema de
los reformadores). De esta Reforma es de donde nacen las actuales y principales ramas del
cristianismo.
42 Vase Hechos 15:143 LACUEVA, Francisco. Curso de Formacin, Catolicismo Romano. Barcelona: Editorial Clie, 1972. p. 2044 VILA Y ESCUAIN. op. Cit. pp.437, 438
2. Anlisis lingstico
2.1 Estudio del aparato textual
El verso estudiado no est presente en los siguientes manuscritos: P10 P26 P27 P31 P46 P61
P94 P113 P118. Esto puede ser debido a muchos factores, por ejemplo que en tales manuscritos no
se trate tal tema.
El verso estudiado est presente en los siguientes manuscritos P40 01 02 03
El P40 slo contiene 6 palabras, las dems no estn debido al deterioro del documento pues
data del s. III.
2.2 Estudio de la semntica y pragmtica
2.2.1 Semntica
A continuacin se escribirn cada una de las palabras en griego, seguidas de su significado en el
diccionario Palladium o VOX, su significado en un diccionario bblico y una pequea anotacin de
las diferencias, si las hay:
Diccionario Palladium:
Es un adverbio, significa dondeDiccionario Strong:
genitivo de un pronombre interrogativo ps, (qu) de otra manera obsoleto; como
adverbio de lugar; a (por implicacin) qu localidad:-dnde.Diferencias (si se encuentran):
Tenemos que el diccionario bblico ampla un poco ms la explicacin, pero an as viene a
ser lo mismo, en este caso: donde.
Diccionario Palladium:
Adverbio que significa: Pues bien.Diccionario STRONG:
aparentemente palabra primaria; (adverbio) ciertamente, o (conjugacin) de acuerdo a:-
as que, entonces, para, pues, y.
Diferencias (si se encuentran):
No se aprecian diferencias significativas, salvo que el significado en el diccionario bblico es un poco ms extenso.
Diccionario Palladium:
Conjuncin que significa: o, que.Diccionario VINE:
femenino j en todas sus inflexiones; artculo def.; la, (a veces suplido, otras veces no, en
el espaol):-cosa, la, esta, esa, quien, una.
Diferencias (si se encuentran):
En este caso el significado s es distinto, en el diccionario Palladium es una conjuncin,
mientras que en el bblico es un artculo femenino. En el texto que estamos estudiando es
bastante obvio que es un artculo femenino.
Diccionario VOX:
Jactancia, envanecimiento, motivo de vanidad.Diccionario Strong:
jactarse (propiamente el acto; por implicacin el objectivamente) en buen o mal sentido:-
gloria, gloriarse, jactancia.
Diferencias (si se encuentran):
No hay diferencias entre ambas definiciones, aunque en el diccionario Strong tiene una
aportacin interesante: es que el acto de jactarse o gloriarse, en este caso, no implica la idea
de pecado que tiene por ejemplo la palabra orgullo, sino que es una palabra neutra, depende
del contexto puede ser buena o mala. En el verso estudiado es excluida, as que en cierto
modo no es trascendente si se escribe en sentido positivo o negativo.
Diccionario Palladium o VOX (entrada ):
Excluir, dejar fuera, alejar (a alguien, ac; de algo, gen) impedir, embarazar, prohibir (algo
ac. orac, inf.)Diccionario Strong:
Excluir, apartar (literalmente o figurativamente)
Diferencias (si se encuentran):
No existen diferencias significativas en cuanto al significado, en ambos diccionarios
significa excluir o apartar, que es la idea que trasmite en el texto.
Diccionario Palladium:
Preposicin que significa a travs de, por.Diccionario Bblico:
Preposicin primaria, denota el canal de un acto; mediante (en aplicaciones muy amplias,
local, causal u ocasional): pasar, travs, atravesar, causa, conducto. En composicin retiene
el mismo sentido general.Diferencias (si se encuentran):
En ambos diccionarios es una preposicin, aunque en el diccionario bblico tenemos la idea
ms ampliada, el significado estudiado es (o puede ser): a travs, por. Estas traducciones se
ajustan bastante a la idea que transmite la oracin.
Diccionario VOX:
Cul? De qu clase?Diccionario Strong:
Individualizando interrogativo (de carcter) qu clase de, o (de nmero) cul:-qu, cul.Diferencias (si se encuentran):
No se aprecian diferencias significativas.
Diccionario Palladium:
Significa ley. Es un sustantivo. Es de la segunda declinacin. Est en genitivo. Es singular.
Es masculino.Diccionario Strong:
Se traduce: ley, si es usado con la idea de uso prescriptivo. Usado generalmente es una
regulacin. Usado especficamente, puede referirse a la ley de Moiss (puede que se refiera
al decloco o al Pentateuco), incluso al evangelio. Usado figurativamente se puede traducir
por: principio.
Diferencias (si se encuentran):
Aunque el uso bblico es mucho ms extendido y rico que el uso secular, en este caso, es
indiferente, pues no est hablando el verso de la ley de Moiss ni cosa semejante, sino que
habla de un principio o norma.
Diccionario Palladium:
Artculo en plural de la segunda declinacin (tanto masculino, femenino o neutro), en caso
genitivo.Diccionario Strong:
Artculo definido en plural, los, las.Diferencias (si se encuentran):
No hay diferencias, es un artculo en caso genitivo y nmero plural.
Diccionario Palladium:
Es un sustantivo de la segunda declinacin. Es neutro y plural. Est en caso genitivo. El
significado es trabajo.Diccionario Strong:
Viene del primario, pero obsoleto, verbo (trabajar); o laborar (como esfuerzo u
ocupacin); por implicacin significa acto; obra, accin, hacer, hecho.Diferencias (si se encuentran):
El matiz ms conveniente a esta palabra en este contexto es el que vemos en el diccionario
Strong: obra.
Diccionario VOX:
Significa no, pero es un no reforzado.Diccionario Strong:
Intensivo de no; no en verdad.Diferencias (si se encuentran):
No hay diferencia alguna entre los diccionarios, ambos definen esta palabra como un no,
enfatizado o reforzado.
Diccionario VOX:
Es una conjuncin adversativa. Se puede traducir de varias maneras segn la oracin. En el
caso de que la oracin sea negativa se puede traducir por: Pero, sino, en cambio. Diccionario Strong:
Es el plural neutro de (conjuncin que significa, de otra manera, diferente). Tambin
se puede traducir como otras cosas, contrariamente, si bien, no obstante.Diferencias (si se encuentran):
Esta palabra es una conjuncin que implica contrariedad, lo que cuadra con el texto
estudiado. Se podra traducir: todo lo contrario.
Diccionario VOX:
Significa confianza, fe.Diccionario Strong:
En un significado moral, se traduce como conviccin (la veracidad de Dios o de un maestro
religioso). Especficamente confianza en Cristo para salvacin. Abstractamente constancia
en tal profesin; por extensin, el sistema de verdad religiosa (evangelio) en s mismo: fe,
fidelidad, fiel, gracia.Diferencias (si se encuentran):
En este caso significa fe, confianza. Pues se est hablando de una fe o confianza espedfica
en Cristo para justificacin.
2.2.2 Pragmtica
En este texto estn las siguientes palabras clave: Jactancia, excluida, ley, obra, fe. Se
procede, pues, a hacer el estudio pragmtico del uso de estas palabras en las Escrituras.
Jactancia (), en este caso no implica algo malo como orgullo o soberbia, sino que
es una palabra neutral, obsrvese una connotacin positiva en un texto de Pablo, hablando de su
ministerio entre los gentiles dice: Tengo, pues, de qu gloriarme en Cristo Jess en lo que a Dios
se refiere.45 Y una connotacin negativa de esta palabra la encontramos en palabras de Santiago:
Pero ahora os jactis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;46 Se hace notar la
neutralidad de la palabra, es decir, jactarse no implica pecar.
Excluida (): Lo cierto es que esta palabra no tiene demasiado uso en el nuevo
45 Romanos 15:17. Versin Reina-Valera 196046 Santiago 4:16. Versin Reina-Valera 1960.
Testamento. Se usa en el verso estudiado para decir que las obras estn excluidas como medio para
la justificacin. Y se usa en Glatas 4:17, donde se aplica a los judos que quieren apartar a los
gentiles de las enseanzas de Pablo.
Ley (): ley en este caso no se refiere a la ley de Moiss, ni al evangelio, ni
ninguna otra asociacin de esta ndole, sino que en esta frase significa, simplemente, precepto,
principio, regla, norma.47 Se podra traducir, pues, en lugar de ley de las obras o ley de la fe; la
norma de las obras o el principio de la fe. Sin embargo no se puede desligar totalmente la ley de
las obras con la Ley de Moiss, por el mero significado de la expresin. Poder jactarse por la
ley de las obras incluye la idea de hacer buenas obras. Pero en comparacin a qu son buenas?
Por supuesto a la Ley de Dios. Por lo que una y otra ley, estn ligadas directa o indirectamente.
Obra (): Cuando la Biblia habla de obras, habla de acciones, de hechos, de
trabajos, de actos... Cualquier ser puede hacerlos, ya sea Dios, Cristo, los creyentes, los incrdulos o
los demonios. De manera que el obrar de cualquier ser se considera obra. Consecuentemente las
obras puede ser buenas (como en el caso de las obras de Dios) o malas (como en el caso de las
obras del diablo), los hombres estamos en medio de dos aguas (por expresarlo as), es decir,
hacemos tanto obras buenas como obras malas. Lgicamente, las obras tienen cierta connotacin de
tica, pues en varios pasajes se nos insta a hacer buenas obras. En el caso de la palabra obras
dentro de el verso analizado las obras o acciones humanas no son vlidas para justificarse ante Dios.
En los captulos anteriores se ve como el hombre ha obrado mal, es decir, ha pecado. Por lo tanto, la
ley del obrar humano est excluida como justificacin.
Fe o confianza (): Esta palabra tiene varias connotaciones a lo largo de todo el
Nuevo Testamento. En su mayora se emplea para definir la relacin que se establece entre el
47 NEWELL, William R. La epstola a los Romanos versculo por versculo, Michigan: Editorial Portavoz, 2006, p. 105
hombre y Dios. Siendo el hombre pecador, y quedando descartadas las obras como forma para
relacionarse con Dios, la nica forma de recibir los preciosos regalos de Dios (como en este caso la
justificacin) es por medio de la fe o confianza en Cristo. En este sentido es una fe individual, la de
un individuo que decide creer en Jesucristo. Pero esta palabra tambin tiene una connotacin
colectiva, en ciertas ocasiones se usa para referirse a esa comunidad naciente de creyentes en Cristo,
por ejemplo, en Glatas 6:10 se dice As que, segn tengamos oportunidad, hagamos bien a
todos, y mayormente a los de la familia de la fe. La fe no es algo esttico, no es un regalo que se
recibe y se guarda para que no se estropee. La fe puede necesitar algunas correcciones como
tenemos el ejemplo de Pablo en la primera carta a los Tesalonicenses 3:2 y enviamos a Timoteo
nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para
confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe. En el verso estudiado se sita a la fe en un claro
contraste con las obras, hay una lucha entre ambas para ver cul excluye la jactancia humana, por
supuesto, es la fe.
Por ltimo queremos hacer otra pequea explicacin de la palabra no (), este no es un
no ordinario, no es una simple negacin, sino que es un no enftico, es ms bien Claro que
no! o no, en absoluto o, si se permite la comparacin con una expresin espaola, no, no y no.
Esta palabra por s misma ya es enftica, pero si la ponemos en su contexto, como predecesora de la
palabra (al contrario) cobra un nfasis mucho ms acentuado. La expresin se podra traducir
por Claro que no, todo lo contrario! viendo la intensidad de la negacin.
2.3 Estudio de la morfologa
-
Raz nominativo, singular, femenino.
---
prefijo enftico, genitivo vocal de unin raz - aoristo indicativo, voz pasiva, 3 persona del
singular.
-
raz genitivo singular, neutro.
-
raz - genitivo, singular, masculino.
-
Raz - genitivo, plural, neutro.
-
Raz - genitivo, singular, masculino
- (contraccin de -)
Raz genitivo, singular, femenino
2.4 Estudio de la sintaxis
Sujeto Verbo Complemento del nombre (genitivo)
2.5 Propuesta de traduccin
Esta sera la propuesta de traduccin que se cree conveniente en esta investigacin:
Dnde est la jactancia? Ha sido excluida. Por la ley de las obras? Claro que no! Sino
por la ley de la fe.
O quizs en una traduccin menos literal:
Quin puede jactarse por sus obras? Absolutamente nadie. Por qu? Por la ley de la fe.
3. Interpretacin bblica y teolgica
Definicin de Ley de las obras
Est claro que Pablo habla de dos leyes aqu, o sea dos normas en la esfera religiosa, tal y
como se ha comentado el significado de la palabra ley. La que definiremos en este apartado es la de
las obras legales, por la que el hombre pretende cierto grado de obediencia a la Ley, que tendra alguna
aceptacin delante de Dios; y por la cual el hombre que tal hiciera tendra cierto derecho a justificarse
en su buen obrar. Tal era el sistema antiguo de la Ley segn los judos lo entendan, es decir, los
judos legislaban todas las obras que deban hacer, y con su cumplimiento se crean justos ante Dios. Es
contra esta ley, contra la que el Apstol lanza su no rotundo, por las razones que aduce
constantemente en esta epstola.48 La razn que aduce Pablo no es otra que la Gracia actuando por
medio de la fe. Es menester recordar el contexto que conduce a esta expresin, que no es otro que la
rotunda idea del pecado universal. A la luz de esta enseanza slo se puede definir a una persona que
vive en la ley de las obras, como una persona que cree cumplir la ley de las obras, es decir, que
toda persona que cree cumplir con Dios mediante su obrar, vive en una ilusin, la ilusin de no estar
influenciado por su propio pecado.
Por lo tanto, si una persona cae en esa ilusin, la ley de las obras necesariamente conduce al
engreimiento y a la jactancia, pues el hombre que se cree justo, el que cree cumplir la ley, sin duda
tiene algo de qu gloriarse y enorgullecerse. Pero los que creen pertenecer a esta categora de personas,
lo creen a base de haber cumplido de una manera meramente formal lo que la ley manda y prohbe. Por
eso no se humillan, no sienten repugnancia ante su condicin de pecadores. No buscan ser justificados,
no gimen por obtener justicia, porque viven en la firme confianza de poseerla ya.49 Porque segn el
juicio de la carne, le parece al hombre que se conoce muy bien, cuando, porfiado en su entendimiento y
virtud, se siente con nimo para cumplir con su deber, y renunciando a todos los vicios se esfuerza con
todo ahnco en poner por obra lo que es justo y recto.50
48 TRENCHARD. op. cit, p. 12949 LUTERO, Martn. Comentarios de Martn Lutero, Romanos Barcelona: Editorial Clie,1998, pp. 157-15850 CALVINO, Juan. Institucin de la Religin Cristiana, Rijswijk: Editorial FELiRe, 1999, pp. 162-163
Entonces la ley de la obras se puede definir como ese principio que acta en los hombres por
el cual se crea la ilusin de ser justos ante Dios, por sus propios medios, es decir, por su obrar justo y
recto. El hombre que acte as, es guiado por su propia soberbia. Esto no quiere decir que hacer obras
sea malo en s mismo, sino que la maldad procede que querer justificarse ante Dios por esas obras. La
maldad est en el engreimiento que pueden traer esas buenas obras. La justicia que nos hace ser
justos ante Dios no procede de una justicia propia basada en la obediencia a la ley, sino por la fe en
Cristo, por la cual Dios me hace justo.51 No puede ser de otra manera.
Definicin de Ley de la fe
La otra ley o norma es la de la fe, que rechaza toda pretensin humana en vista de las
consecuencias de la Cada, pasando a contemplar la obra de gracia de Dios en Cristo. El creyente
recibe la salvacin que se le ofrece gratuitamente y descansa totalmente en Cristo.52 Esto hace que la
vida entera del pueblo nuevo, del pueblo creyente, del pueblo espiritual, consista en esto: en que, con el
gemir de su corazn y con todos los esfuerzos de su cuerpo ansa, solicita e implora incesantemente
una sola cosa: ser justificado continuamente, no caer nunca en el error de creer "haberlo alcanzado ya"
(como Pablo mismo ensea en Filipenses 3:12), no ver en ninguna de sus obras la meta de una justicia
ya obtenida sino estar siempre a la expectativa de la justicia como de algo que an habita fuera de
nosotros, mientras que nosotros an seguimos viviendo y yaciendo en pecados.53
Esta es la clave (por as decirlo) de la ley de la fe, el conocimiento de quien se examina y
considera segn la regla del juicio de Dios, que no tiene otra conclusin sino su propio pecado, por lo
que no encuentra nada en que poder confiar en s mismo. Cuanto ms profundamente se examina, tanto
ms se siente abatido, hasta tal punto que, desechando en absoluto la confianza en s mismo, no
51 Filipenses 3:9, versin Dios Habla Hoy.52 TRENCHARD. Op. Cit., p. 12953 LUTERO, Martn. Comentarios de Martn Lutero, Romanos Barcelona: Editorial Clie,1998) pp. 157-158
encuentra nada en s con qu ordenar su propia vida.54 La ley de la fe parte del hombre que se ve
pecador a s mismo, que se humilla ante Dios y clama, junto al salmista mi ayuda viene del Seor55,
porque sabe perfectamente que ningn otro hombre puede ayudarle para justificarse ante Dios, pues
conoce que todos estn en su misma condicin.
Por otro lado, hay otra explicacin para la ley de la fe, esta es: la jactancia qued excluida
desde el momento en que fue introducida la ley de la fe, es decir, el evangelio. 56 No se pretende caer
en juicios contra personas estudiosas y experimentadas en la vida cristiana, pero s es necesario hacer
ciertas aclaraciones. El evangelio es una idea que nace en la predicacin de Jess57. Por lo tanto, si
asociamos la idea de ley de la fe con el evangelio tenemos un anacronismo serio en las Escrituras,
pues, como se ve en el siguiente captulo de Romanos, Abraham fue justificado por fe, muchos aos
antes de la encarnacin de Jesucristo. La ley de la fe es tan universal como el pecado, no entiende de
tiempo ni de cultura, abarca tanto a judos como a gentiles, al pasado (Abraham) y al futuro.
Es pues, la ley de la fe la que rige la vida del creyente, es la norma del hombre que sabe que
no merece la justificacin que le ha sido dada. Por eso no puede haber otra forma de justicia ante Dios
que la fe; la fe en Aquel que hace justos a los pecadores, por su sacrificio; la confianza en que el
hombre es justo en la justicia de Cristo, y no en la suya propia. Esta ley no slo abarca la justificacin,
sino a cada uno de los aspectos de la vida posterior del creyente.58 Lo cual concuerda con la idea, ya
mencionada, de Pablo de no haberlo alcanzado ya.
54 CALVINO. Op. Cit., pp. 162-16355 Salmo 121:2 Versin Dios Habla Hoy.56 NEWELL. Loc. Cit.57 Vide Marcos 1:15, entre los muchos ejemplos que hay en los evangelios, principalmente Mateo, Marcos y Lucas.58 NEWELL. Op, cit., p. 105
Comparacin de ambas leyes: exclusin de la jactancia.
No es incoherente pensar que en toda esta discusin, Pablo tena en la mente la posicin
religiosa y la oposicin de los judos, y por lo tanto, diriga su mensaje a ellos. Pero, an los judos a
quienes fue dada la Ley, tenan completamente tapada la boca, porque no haba obra ni fundamento
para jactarse, tesis que se comprob en el contexto anterior con la universalidad del pecado. 59 Tal vez
Pablo se est dirigiendo slo a judos, aunque esto no altera en absoluto la fuerza de la enseanza,
porque si los judos, cuyo objetivo en la vida era cumplir la ley, estn excluidos de toda jactancia por su
condicin de pecadores, cunto ms los gentiles que no les importaba la Ley en absoluto. Est
hablando de judos, de gentiles o de creyentes (tanto judos como gentiles) el mensaje sigue siendo el
mismo.
Este mensaje est ilustrado de muchas formas, una de ellas es la que propone Agustn de
Hipona: "Por medio de la ley de las obras, Dios dice al hombre: Haz lo que yo te ordeno. En cambio,
donde impera la ley de la fe, el hombre le habla a Dios, y le pide humildemente: Concdeme lo que
me ordenas.60
Lutero ampla esta ilustracin hacindola ms detallada diciendo que el pueblo de las obras
contesta a Dios, cuya voz es la ley: "He hecho lo que me mandaste; las rdenes estn cumplidas". El
pueblo de la fe empero dice: "No puedo hacer lo que me mandas; pero concdeme lo que me
ordenas. No lo he hecho, pero tengo el vivo deseo de hacerlo. Y como no me es posible por m mismo,
te pido y te imploro que t me des la capacidad de hacerlo". As, el pueblo de la ley. Cae en soberbia y
jactancia, pero el pueblo de la fe permanece humilde, despreciable ante sus propios ojos, de manera
que la diferencia real entre los dos pueblos radica en que el uno dice: Yo lo he hecho, y el otro:
Ruego que me des la capacidad de hacerlo. El uno dice: Ordname lo que quieras, y lo har; el
otro: Concdeme lo que ordenas, a fin de que pueda hacerlo. El uno confa ufano en la justicia que
59 NEWELL. Op. Cit., p. 10560 LUTERO. op. Cit. pp. 157-158
ya cree poseer; el otro gime por recibirla. Uno es soberbio, el otro es humilde.61 Slo uno de ellos ser
justificado.
El nfasis en el pueblo de las obras conduce a la jactancia del hombre, y con sta, el
surgimiento, en la actualidad, de ciertas estrellas de la predicacin o de la msica cristiana, que ha
hecho que en muchas ocasiones se d ms valor al mensajero que al propio mensaje transmitido. Todo
esto converge en el surgimiento de un cristianismo exclusivamente vertical, egosta, generador de
dolos y apartado de la solidaridad con el hermano.62 Un cristianismo basado en la jactancia del
hombre. No es muy difcil caer en esto, porque resulta mucho ms agradable al hombre inducirle a
reconocer sus gracias y excelencias, que exhortarle a que considere su propia miseria y pobreza, para
que de ella sienta sonrojo y vergenza. Pues no hay nada que ms apetezca a la natural inclinacin del
hombre que ser regalado con halagos y dulces palabras.63 Qu fcil y qu peligrosa resulta la jactancia
del hombre, no slo por su propia vida, sino porque en su engao arrastra a otros.
En resumen: Dios es la misma perfeccin de santidad y justicia, y tomando en cuenta el estado
cado del hombre que le incapacita para presentar obra alguna delante de Dios que no lleve la mancha
del pecado, ningn sistema religioso que permita la jactancia del hombre puede ser admitido. Por lo
tanto, las pretensiones humanas quedan totalmente anuladas, y Dios es glorificado en todo, pues l
mismo justifica a los pecadores; as Pablo puede llegar a la siguiente conclusin: el hombre es
justificado por fe sin las obras de la ley (Vide Rom 3:28. Versin Reina-Valera 1960).64 A esta
conclusin slo se pueden aadir tres palabras: Gracias a Dios!
61 Ibid62 CRUZ, Antonio. Sociologa, una desmitificacin, Barcelona: Editorial Clie, 2001, p. 48663 CALVINO. Op. Cit., p. 16264 TRENCHARD. Op. Cit., p. 129
B. Hermenutica:
En cierta ocasin un profesor me dijo que era normal que en Espaa no hubiera grandes
iglesias, ni que el evangelio estuviera muy extendido (dejando a un lado la Iglesia Catlica Romana,
en adelante ICR, claro), porque en la historia de Espaa se han matado y perseguido todo aquel que
no fuera catlico hasta hace relativamente pocos aos. l lo describi con un ejemplo que todava
dura en mi mente: El evangelio es como un bosque que va creciendo, y en Espaa se han dedicado a
talar rboles durante siglos.65
Tambin se ha tratado de describir la influencia de Aquino y de la Reforma en el
pensamiento moderno. Si bien es cierto que hoy da la filosofa reinante es el post-modernismo, no
es menos cierto que los dirigentes de la iglesia espaola todava no han hecho ese cambio de
mentalidad. Segn Felix Ortiz, un eminente estudioso del post-modernismo, se considera que es
totalmente port-moderna aquellas generaciones posteriores a 1985. No es descabellado deducir que
los pastores y lderes espaoles todava tienen cierta influencia del modernismo que les empuja a
dar un desmesurado valor a las obras humanas.
Por lo tanto tenemos por un lado la influencia de la IRC, que durante siglos ha ejercido su
hegemona en Espaa. Y por otro lado tenemos la influencia filosfica de finales del s. XIX, el ya
citado modernismo. Estas dos influencias se dan en el cristiano espaol (sobretodo en los
dirigentes) y conducen a una exaltacin de las obras. Hasta tal punto que se puede llegar a ejercer
una manipulacin sobre otros cristianos. Por ejemplo cuando se le dice a alguna persona que si no
tiene compromiso para hacer esto o aquello, no tiene compromiso con Dios. O un ejemplo ms
concreto. En ocasiones (sobretodo en Barcelona, no tanto en Andaluca) se ha escuchado desde el
plpito que hay que ser puntual al empezar el culto porque Dios es un Dios de orden. Esto es una
manipulacin en toda regla, primero porque esos mismos son puntuales para comenzar, pero no
para terminar; segundo porque ninguna obra tiene valor meritorio ante Dios, si alguna obra humana
65 Profesor Vctor Lurascky, imparta la asignatura de Catolicismo Romano.
tuviera cierto grado de mrito ante Dios, la jactancia humana por esa obras sera respetable. Pero
como se ha visto, toda jactancia esta excluida.
Por supuesto que no es el propsito de este trabajo decir que no hay que hacer buenas obras.
Por supuesto que hay que hacerlas, pero en su debido contexto. Las buenas obras son el fruto de una
fe sana en Cristo. El error est cuando por esas obras se pretende algn grado de mrito ante Dios.
El problema es que el cristiano quiera hacer obras para obtener algn tipo de mrito o aprobacin
ante Dios.
Jess ensea sobre las buenas obras en muchos pasajes, uno que se cree de ms significado
para este trabajo, es el que leemos en Mateo 5:14 16: Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad
asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un
almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que estn en casa. As alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras, y glorifiquen a vuestro Padre que est en los
cielos. Jess ensea que las buenas obras son como una lmpara que alumbra a los otros hombres.
La enseanza es clara como el agua, las obras no se hacen para Dios, se hacen para los hombre.
Si nosotros hiciramos las buenas obras para agradar a Dios, y stas tuvieran cierto grado de
aprobacin por parte de Dios, los humanos tendramos cierto derecho de gloriarnos.
En resumen, puede que debido a una influencia filosfica y tradicional, en Espaa hay cierta
tendencia a divinizar (por decirlo as) las obras humanas dndoles tanto valor que adquieren
ciertos mritos ante Dios. Lo que es un tremendo error. Ante Dios nadie puede ser justificado por su
propio obrar, slo por su fe.
CONCLUSIN
Se ha estudiado con toda la rigurosidad que se ha podido el versculo escogido y se han
llegado a ciertas conclusiones.
Desde el punto de la universalidad del pecado se cay en la cuenta que iba a ser difcil la
tarea de marcar esa lnea entre fe y obras, pues cualquier persona se puede dar cuenta de su propia
condicin de pecador, por lo tanto irremediablemente alejado de Dios, a no ser que ste mismo
hiciera algo.
Ese algo fue es sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz, mediante el cual, teniendo fe en
l, se puede ser justificado de las obras malas del hombre.
La justificacin, pues, es slo por fe, no puede ser de otra forma, ya que el hombre est
contaminado por la mancha del pecado. La justificacin es por fe, aparte de las obras de los
hombres, buenas o malas.
Si se diera algn valor meritorio a las obras humanas no sera descabellado dar cierta gloria
a los que las realizan. Pero se ha visto que esto est completamente fuera de lugar en la fe cristiana.
Ya que la jactancia est totalmente excluida, lo que quiere decir que las obras humanas tambin lo
estn, estn totalmente excluidas para la justificacin del hombre.
Entonces por que hay que hacer buenas obras? Las buenas obras se hacen como
manifestacin de la fe interna, no al contrario. Tambin se hacen como luz a otros hombres para que
stos glorifiquen a Dios, no a los que las hacen.
Esperamos haber hecho una investigacin mnimamente coherente.
BIBLOGRAFA
Libros consultados
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Fuentes Digitales consultadas:
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NELSON, Wilton M. Biblioteca electrnica E-sword, Diccionario Nelson test,
Otras fuentes citadas:
Gladiator, dirigida por Ridley Scott.
Spartacus, Sangre y arena, dirigida por Steven S. Dknight.