luan Villoro

luan Villoro

Secrelaría de Educación Pública

"rimera edición (rnl. 2008 Primera edición (5(1'1. 2011

Vltloro. luan [1 libro :\3lv3je/luan Vllloro: lIu~. de Gabriel Martrnez Mea\'~. - /.lédco : 5[1'. 2011 175 p. : ilu~. : 21 A 14 cm ISBN 978·607-496-012-9

I.lJt~ratura inrantllll\1artín~z M=,~. Gabriel. ilus. II. .xr 11 1. t.

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[ Sle libro se entrega en el marco de los 90 años de la Se<:rdarfa de [ duc:lclón Pública. como parte de las acciones de: fortalecimiento del Progr .. ma de fomento a la lectura y competencias lectoras Q.Ue realiza la .xcrdalÍa. Las competencias lectoras deben rortale(er~ como una herramienta mál para logmr alumnos de ~xcdencla.

lIustracionn de G3bri~1 Martínez Mea\"~ Dis~iIo: T~:\3 Guzmán Romero

D. R. O 2011. Fondo de Cultura Económica Carrdera Picacho-Ajusc:o. 227: 14 738 M6dco. D. F. [mpn':\3 certificad! ISO 9001:2008

D. R. () 2011. Se<:rdaría de: [ducaclón Pública Argentina 28_ C~nlro: 06020 M('xico. O. F.

Se prohibe la reprodJcCIón total o parcial d~ esta obra. s~a cual fuere el nledlo. sin la anuencia por escrito deltllular de los der«hos.

ISBN 978-607-496-OIl-9

Impreso en Mé.>Jco • Prinled In Me .... lco

~erida alumna: ~erido alumno:

Has terminado un ciclo muy importante para tu vida, un ciclo Que se­guramente te va a marcar. Terminar la primaria no es una tarea fácil. Es el nn de una etapa en la Que tus bases. entre más sólidas sean. más

crecerás como persona, como ser humano. ¡Felicidades! Por supuesto Que te falta un gran tramo por recorrer. largo y lleno

de aventuras y nuevas vivencias. Sí. habrá muchas experiencias por vi­vir. oportunidades de crecer. Quizá vivas algunos momentos tristes . pero seguramente serán muchos más los momentos felices. Aprendiste en estos seis años el valor del esfuerzo constante. Todos los Que te rodean deben de estar muy orgullosos de ti.

Para este nuevo recorrido Que comenzarás. la secundaria. ne­cesitarás compañía. Seguramente tendrás a tu famili a, a tus amigos, tal vez hasta una mascota. pero lo Que nunca sobra y siempre hace falta es la compañía de un libro. Nada mejor Que un libro: te sabrá aconsejar, le podrá guiar, siempre estará cerca de ti . A veces tenemos la idea de Que un libro es aburrido. pero ¿por Qué no lo intentas?

¿Por Qué no pruebas? Ya has leído algunos y seguramente ya tienes alguno preferido. La lectura contribuirá a desa rrollar tu capacidad de observación, de atención, de concentración, así corno tu inteligencia.

ACWí tienes. entre tus manos. un gran libro: El libro salvaje. de

luan Villoro. publicado en 2008. Estoy seguro de Que es uno de los mejores regalos Que puedes recibir y me siento muy contento de Que lo recibas. Es la historia de un muchacho aproximadamente de tu edad, Que por diversas ci rcunstancias se tuvo Que ir a pasar las vacaciones con su tío nto. y gracias a ese hecho pudo tener una de las mejores experiencias de su vida. Verás Que es un libro lleno de secretos. de

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pistas para entender otros libros. para adentrarte en otras lecturas. tanto de literatura como de ciencia. de autos. de cocina, en fin, de muchos otros lemas. También será parte de las vivencias Que tendrás con tu generación. porQue un libro. cuando se lee con placer y se disfruta. es loda una experiencia. Además es tuyo. es para li. es un obseQuio Que

recibes por el esfuerzo y el gusto de haber concluido tus es tudios de primaria. Disfrútalo. gózalo y siéntete orgulloso del trabajo Q!Je has llevado a cabo hasta ahora.

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Recibe un afectuoso saludo ALONSO LUIAMBIO

Secretario de Educación Pública

A Carmen. mi hermana

La separación · · • • 11

El frasco de hierro • • • • 17

El tío Tito . . · · • • • • • • • • • • • • 24

libros Que cambian de lugar • • 31

Los remedios de la farmacia . • • 41

Controla tu fuerza • • • • • • • 48

La historia Que cuenta un libro no siempre es igual . • • 55

Los libros de sombra . • 59

E/libro salvaje. · • • • 69

La historia se borra. • • • • • • • • • • • • • • 18

Un enemigo. · · • • • • • 81

El libro pirata · · • • • 94

El príncipe manda • • • • • 101

Ti lo coei na novelas . • • • • • • • • • • • • • 109

Catalina en la biblioteca • • • 1/6

El tiempo y las galletas . • • • • • • • • • • 123

Molares Que no hacen ruido • • • • • • • • 135

Una radiación en zig-zag . • • • • 143

El Club de la Sombra. . · • • • • • 150

Una carnada más suculenta . • • • • • • • • 159

Lo Que empieza cuando algo termina • • 163

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Voy a contar lo Q!Je ocurrió cuando yo tenía 13 años. Es algo Q!Je no he podido olvidar, como si la historia me tuviera tomado del cuello. Pue­de sonar extraño, pero incluso siento las "manos" de la historia sobre mí, una sensación tan precisa Que hasta sé Que se trata de manos con guantes.

Mientras la historia sea un secreto. me tendrá prisionero. Ahora Que comienzo a escribir experimento un ligero alivio. l as "manos" de la historia siguen sobre mí. pero un "dedo" ya se ha soltado, como una promesa de Que estaré libre cuando termine.

Todo empezó con un olor a puré de papa. Mi madre hacía puré cuando tenía algo de Qué Quejarse o es taba de mal humor. Tr ituraba las papas con más esfuerzo del necesario. con verd adera furia. Eso la ayudaba a relajarse. A mí siempre me ha gustado el puré de papa, aun­QUe en mi casa tuviera sabor a problemas.

AQ!Jel la tarde, en cuanto olí el vapor Que sa lía de la cocina, fui a ver cómo estaban las cosas. Mi madre no advirtió mi presencia. Lloraba en silencio. Yo hubiera hecho cual Quier cosa porQue volviera a ser la mu­jer sonriente Que adoraba, pero no sabía Qué podía darle alegría.

A partir de ese momento la oí sollozar en las noches. Me había dado por despertarme a horas raras. De chico dormía de un tirón. pero a los 13 años empecé a tener el "s ueño esca rlala", una pesadilla Q!Je regresaba una y otra vez. Me encontraba en un pasillo largo, hú­medo y oscuro. Al fondo se agitaba la luz de una nama. Caminaba hacia ah í. Entonces me daba cuenta de Q!Je estaba dentro de un cas tillo. Mis pasos resonaban en la oscuridad y esto me hacía saber Que llevaba bo­tas de hierro. Era un soldado con armadura. Debía rescatar a alguien al final del pasillo, alguien Que lloraba. Tenra voz de mujer, una voz

agradable y muy triste. Yo caminaba hacia ese sonido, durante un ti em­po exagerado, pues el pasillo parecía alargarse con mis pasos. Final-

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mente. entraba en un cuarto de paredes ro¡as. Mi color favorito en esa época era el escarlata. ICómo me gustaba el sonido de la palabra "es­carlata" l En el sueño, no veía a la mu¡er Que lloraba, pero sabía Que estaba ahí. Antes de dirigirme a ella me acercaba a una pared , hipnoti­zado por el color escarlata. Sólo entonces me daba cuenta de Que la superficie era líQuida. Nadie había pintado esos muros. Ponía mis ma­nos en la superficie y la sangre escurría entre mis dedos. En ese mo­mento despertaba, muerto de miedo.

Encendía la luz, miraba el mapamundi sobre el escri torio y el últi ­mo peluche con el Que a veces dorm ía. Si alguien me hubiera dicho a 105 13 años Que yo era un niño. me habría puesto furioso. Yo me sentía como un hombre ¡oven. Mi cone¡o de peluche estaba ahí por­Que le tenía cariño. Pero podía dormir sin él y podía defenderme solo. Ni SiQuiera cuando tenía el "sueño escarlata" me lo llevaba a la cama. El cone¡o me miraba desde su rincón, con un 0¡0 más ba¡o Que el otro. No le pedía ayuda pero pasaba mucho tiempo antes de Que pudiera volver a dormirme.

En las noches de pesadilla despertaba con mucha sed. Si ya me había acabado el agua Que mi madre colocaba en el buró. no me atrevía a ir a la cocina. corno si ése fuera el lugar del "sueño escarlata".

Entonces trataba de distraerme con los países del mapamundi. Mi favorito era Australia, pintado del color de un ch icle bomba. Mis tres animales preferidos eran australianos: el koala, el canguro y el orni ­torrinco.

Lo Que más me gustaba de los koalas era la forma en Que se sostenían de los árboles. Me abrazaba a la almohada, como Si fuera un koala, has­la Quedarme dorm ido. con la luz encendida.

Tal vez porQue estaba creciendo se me ocurrían cosas de terror. A mis amigos del colegio les gustaban las historias de fantasmas y vam­piros. A mí no me gustaban. pero tenía ese sueño terrible.

Una noche desperté aún más sobresal tado. Prendí la luz y me vi las manos. temeroso de Que estuvieran manchadas de sangre. Sólo tenía las marcas de tinta con las Que había vuelto del co legio. Vi el mapa­mundi y, antes de Que pudiera pensar en países le¡anos, oí un sollozo. Venía del pasillo y tenía el tono inconfundible de mi madre.

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Esta vez me atreví a salir. El llanto era más importante Que mi pesa­dilla y caminé descalzo al cuarto de mis padres.

Ellos dormían en camas separadas. Las cortinas estaban abiertas y la luz de la Luna entraba al cuarto. sobre la cama de mi padre. Que era la más próxima a la ventana. He visto muchas camas desde entonces pero ninguna me ha impresionado de ese modo: mi padre no estaba allí.

Mamá lloraba, con los ojos cerrados. No se dio cuenta de Que yo estaba en el cuarto. Fui a la cama de mi padre. la abrí y me metí ahí. Respiré un olor delicioso, a cuero y loción. y me Quedé dormido en el acto. Nunca descansé mejor Que esa noche.

Al día siguiente. a ella no le gustó verme dormido en la cama de mi padre. Le dije Que era sonámbulo y QUe había llegado ahí sin saberlo.

- ILo Que me faltabal - exclamó mi madre-: iun hijo sonámbulol En el camino a la escuela. mi hermana Carmen se burló de mí por­

Que caminaba dormido. Luego me preguntó si le podía enseñar a ser sonámbula. Carmen tenía 10 años y creía todo lo Que yo decía. Le ex­pliQué Que pertenecía a un club Que se reunía por las noches: recorría­mos las calles sin dejar de dormir.

- ¿Cómo se llama el club? - me preguntó Carmen. - El Club de la Sombra - se me ocurrió de pronto.

- ¿Y yo puedo entrar' - Antes tienes Que superar va rias pruebas. No es lan sencillo - le

contesté. Carmen me pidió Que una noche la despertara para llevarla al club .

Prometí hacerlo. pero naturalmente no lo hice. Preocupada de Que yo fuera sonámbulo, mamá habló con su amiga

Ruth, Que había vivido en Alemania durante la segunda Guerra Mun­dial y había presenciado cosas más espeluznantes Que un niño sonám­bulo. Cuando mi madre hablaba por teléfono con Ruth. se tranQuili­zaba con historias peores Que la suya. Nuestra vida no era perfecta, pero al menos no nos bombardeaban.

Cuando regresé del colegio mi madre hablaba por teléfono con Ruth. Sin embargo, esta vez el aire olía a puré de papa. Las terribles his­torias de su amiga no lograron tranQuilizarla.

Fui a dejar mi mochila al cuarto. Hice pipí y me lavé las manos (las

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malditas manchas de tinta segufan ahO. Me dirigf a la coci na, de don­de salía ese olor estupendo Que sin embargo siempre traía problemas.

Me detuve en la puerta y vi a mi madre llorar en silencio. Luego hice la pregunta Que habfa repasado mil veces en la escuela:

- ¿Dónde está papá' Ella me vio a través de las lágrimas. Son rió como si yo fuera un pai ­

sa je bueno y estropeado. - Tenemos Que hablar - fue su respuesta, pero no dijo nada. Si­

guió aplastando las papas. encendió un ciga rro. fumó de manera con­fu sa y la ceniza cayó sobre el puré.

Yo me Quedé como una estatua hasta Que el la dijo: - Tu padre va a vivir un tiempo fuera de la casa. Rentó un estud io.

Tiene mucho trabajo y nosotros hacemos demasiado ru ido. Cuando termine ese trabajo. se va a ir a Par ís. a construir un puente.

Algo me hizo pensar Que mi padre no iba a volver nunca a la cama cwe vi bajo la luz de la luna.

Mi madre se arrodilló y me abrazó. Nunca me había abrazado así. arrodillada en el piso.

- No te va a pasar nada , luanito - me dijo. Cada vez Que me decía luanito sucedía algo terrible. No era un nom­

bre de cariño si no un nombre de crisis. el puré de papa de los nombres. No me preocupaba Que me pasara algo a mí sino Que le pasara algo

a ella. Quería Que sonriera como cuando pasaba por mí al colegio y yo sabía Que era la más guapa de todas las madres.

- No te preocupes -contesté-: yo estoy contigo. Fue lo peor Que podfa decir le. Lloró más Que nunca y me abrazó

con muchísima fuerza hasta Que el puré de papa con ceniza se Quemó en la estufa.

Mi hermana llegó más tarde porQue tenfa clase de piano y nos encon­tró comiendo pizza. Para ella la tarde fue muy divertida. Mamá no tenfa

apetito y dejó Que Carmen comiera todo lo Que QlJ isiera. - Tengo algo Que decirles - mamá habló corno si masticara cada

palabra-: papá salió de viaje. A Carmen esto le pareció genial porQue pensó Que papá le iba a

traer un peluche.

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Me dio tristeza ver a mi hermana contenta por no saber la verdad, pero hubiera hecho cualQuier cosa porQue nunca la supiera.

En esa época no eslaba de moda el divorcio. Ninguno de mis amigos le­nía padres divorciados. Sin embargo. yo sabía Que eso podía suceder. Había vislo una película muy divertida sobre un niño ~e se la pasa de ma­ravilla por~e l iene dos casas y logra Que lo consienlan mucho en las dos.

Mis padres no se peleaban pero lampoco hablaban como si se Qui­sieran. Nunca se daban un beso ni se tomaban de la mano.

Una tarde, revolviendo papeles en el escritorio de mi padre , encon­lré una carla denlro de un libro. El sobre lenía dibujos eslupendos: espirales rosas, asteriscos azul es. relámpagos en verde zigzag. Parecía la parlada de un disco de rack.

El sobre contenía una carta . Era de una amiga Que Quería mucho a mi padre y esperaba viajar con él a París. Sentí un hueco en el estóma­go y le di la carla a mi madre.

Eslo rue dos meses anles de Que se nos Quemara el puré de papa . A veces pensaba Que ella se había pueslo lrisle por mi culpa. Todo había sucedido porQue yo le enlregué la maldila carla.

- ¿Te vas a divorciar? - le pregunté a mi mad re. cuando Carmen no nos oía.

Yo no Quería divertirme en dos casas corno el niño de esa película . l a verdad. lampoco Quería ver a mi padre. Quería Que regresara para Que mi madre es tuviera contenta. Nada más.

- No sé Qué va a pasar. Papá los Quiere mucho. eso es lo importante. A mí no me importaba Que me Quisiera. Yo Quería Que la Quisiera a

ella. Fui a mi cuarto a hacer un juramento importante. Tomé el mapa­mundi y ante el mapa de Australia juré Que en esa casa íbamos a ser relices. aunQue me cos lara mucho lrabajo lograrlo.

Esa noche no luve pesadillas pero lampoco pude dormir. Fui al cuarlo Q!Je había sido de mis padres. donde ahora sobraba

una cama. Bueno, creí Que sobraba una ca ma . Me iba a acostar ahí cuando vi Que Carmen se me había adelantado. Corno siempre, parecía muy conlenla. Tal vez soñaba Que la admitían en el Club de la Sombra.

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, " - -

luan es un muchacho como cualQuier otro. lleva ulla vida o ~-

normal para un chico de su edad. pero a veces la vida da O --, "-

vueltas. Se trata de cambios Que ni uno mismo puede con· -- - > --i " trolarhy cU3(ldo meno,..$ se da uno cuenta. la vida_te pone en ro

-+ " --un lugar inesperado. Así es la historia de Juan. " ~-

Por diversas circunstancias. luan tiene Que pasar las OJ " '-'" vacaciones de vcnmo en casa de su tío Tito. No le gusta > -'" I la idea. El tío Tito. o lo poco Que recuerda de él. era una . VI • O

persona excéntrica. a la Que ú,!icamente-Ie Interesaban los .L:l .-libros. La verdad sea dicha. los libros no eran prccls3mcn- -w -¡ le el interés de Juan. pero como la vida da muchas vueltas y lo Que a veces parcc-e malo acaba resultando búene,Juan • - -

-1- se da cuen la de Que tenemos Que darnos la oportunidad

de tomar lo Que I;:¡ vid;:¡ ofrece. Una vez Que enlr<:l a cas<I de ~

u tío Tito. comienza una gran aventura. I-Iay algo lodavla

más Increible: por medía de los libros tiene la oportunidad

+- de vivir la mejor de las experiencias.

-Juan Villoro nació en la Ciudad de México. en 1956. Escritor

pcrlodlst<l. estudió soclologfa en la UAM. ES'1l1ígran aficIonado al -rock y al futboL Fue agregado cultural de México en --- - -Democrálica Alemana. por lo Que vivió en Berlín Oriental entre

-r '" 1981 y-1984 . Ita colaborado en revistas como Noos y Proceso. - -y l'n periódico:> C0ll10 Hdorm3 y La /orrwda; entre 1995 y 1998 ./ - -

, dirigió el :>uplelllcnto I ¡¡/om:td:¡ St:mal....l3l. También h<l sido pro-

feSQf enJa.llNA.\l-J-cn la Universidad de Yale_lIa obtenido varios

premios. corno clllcrralde (2004) y el Xavicr Villaurrutla (1777). - -, , - -

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Sl"Crc(<lrra de Educación Pública , -A •

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