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El día es tuyo ¡Aprovéchelo” Los pensadores positivos obtienen resultados positivos porque aprecian el valor inestimable de un día, de hoy, no mañana, sino el día presente, y todos los demás días. El día de hoy nos ofrece por lo menos dieciséis horas de vigilia que se puedan llenar de oportunidades, alegría, emociones y realizaciones. El pensador positivo sabe que el día presente se hizo para él y para todo el que lo aproveche positivamente. El día le pertenece, de modo que lo convierte en una maravillosa experiencia creativa. La actitud optimista del pensador positivo hacia el día de hoy y todos los días sucesivos tiende a hacer de cada día un gran día. Se convierte en lo que él visualiza. Durante muchos años, todas las mañanas lo primero que he hecho al levantarme es repetir una afirmación dinámica, entusiasta, que encontré en el libro más creativo de todos. A veces la repito en alta voz, a veces mentalmente, pero siempre vitaliza mi actitud y activa mi fe. Realmente me predispone para emprender con energía la jornada. Además, con mis conferencias y mis libros, y en contactos personales, he ~ persuadido tal vez a millares de personas para que adopten esta '; costumbre matinal. No hay la menor duda de que condiciona: eficazmente el día. Esas palabras colmadas de inspiración y estímulo que me ayudan todas las mañanas, llueve o truene,,, a aprovechar el día, son éstas: "Éste es el día que hizo el Señor; regocijemos y gocémonos en él" (Salmos 118:24). Y a veces mi esposa me dice mientras nos desayunamos: "Gocemos hoy de este día", y eso es lo que hacemos, ' precisamente. Una actitud positiva hacia cada día

El día es tuyo

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el dia es tuyoooooo solo tuyo nada mas

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El da es tuyoAprovchelo

Los pensadores positivos obtienen resultados positivos porque aprecian el valor inestimable de un da, de hoy, no maana, sino el da presente, y todos los dems das. El da de hoy nos ofrece por lo menos diecisis horas de vigilia que se puedan llenar de oportunidades, alegra, emociones y realizaciones. El pensador positivo sabe que el da presente se hizo para l y para todo el que lo aproveche positivamente. El da le pertenece, de modo que lo convierte en una maravillosa experiencia creativa. La actitud optimista del pensador positivo hacia el da de hoy y todos los das sucesivos tiende a hacer de cada da un gran da. Se convierte en lo que l visualiza. Durante muchos aos, todas las maanas lo primero que he hecho al levantarme es repetir una afirmacin dinmica, entusiasta, que encontr en el libro ms creativo de todos. A veces la repito en alta voz, a veces mentalmente, pero siempre vitaliza mi actitud y activa mi fe. Realmente me predispone para emprender con energa la jornada. Adems, con mis conferencias y mis libros, y en contactos personales, he ~ persuadido tal vez a millares de personas para que adopten esta '; costumbre matinal. No hay la menor duda de que condiciona: eficazmente el da. Esas palabras colmadas de inspiracin y estmulo que me ayudan todas las maanas, llueve o truene,,, a aprovechar el da, son stas: "ste es el da que hizo el Seor; regocijemos y gocmonos en l" (Salmos 118:24).Y a veces mi esposa me dice mientras nos desayunamos: "Gocemos hoy de este da", y eso es lo que hacemos, ' precisamente. Una actitud positiva hacia cada da produce tan buenos resultados que me siento motivado a escribir este captulo: "El da es suyo". Usted debe aprovecharlo porque; es fugaz, solamente veinticuatro horas que pronto se acaban. Si usted vive ochenta aos apenas dispondr de 29,200 das, de modo que cada uno de ellos es una fraccin preciosa de un don llamado el tiempo, su tiempo. Lo sensato es utilizar bien cada da. El da de hoy es suyo. Utilcelo bien.El lugar era Corea. La hora, la una de la maana. La temperatura, bajo cero. Haca tanto fro que los dedos desnudos se pegaban a los objetos de metal. Un soldado corpulento de la infantera de marina, recostado contra un tanque, se estaba comiendo unos frijoles fros que sacaba de una lata con la navaja. Un corresponsal de prensa que lo observaba, sabiendo que se preparaba una gran batalla, le hizo una pregunta filosfica: "Si yo fuera Dios y le pudiera dar cualquier cosa, Qu me pedira?" El soldado sac otro bocado de frijoles con la navaja, pens un poco y contest: "Que me diera el da de hoy". A m me parece que eso es lo que todos debiramos pedir. Por fortuna contamos con el da de hoy. Qu vamos a hacer con l? La respuesta es fcil. Vamos a seguir trabajando hacia nuestras metas, y pese a los reveses, contratiempos y dificultades que se nos puedan presentar, seremos realizadores porque somos pensadores positivos. Alcanzaremos esas metas y en la marcha hacia ellas nos divertiremos de lo lindo. Vamos a tener la inmensa satisfaccin de ser ganadores.

Los pensadores positivos obtienen resultados positivos porque aman la vida, ven das buenos, los aprovechan y trabajan con entusiasmo. En recompensa, los das volvern a ellos. Es un hecho que a los que aman la vida, la vida tambin los ama; y gozosamente les devolver en la misma proporcin en que ellos dan de s.

Mi esposa Ruth y yo visitamos la gran provincia de Alberta, en el Canad, donde las vastas llanuras llegan hasta el pie de las Montaas Rocosas. Yo haba hecho un discurso en Calgary, y a la maana siguiente nos dirigimos temprano al aeropuerto. La temperatura era cuatro grados bajo cero, el aire difano y sin contaminacin, el cielo azul claro, sin una sola nube. Era un hermoso da de noviembre, fro, pero con sol.

Faltaba ms de una hora para la salida del avin y, sintindonos llenos de vida, resolvimos dar una caminata. Pronto nos encontramos fuera de los terrenos del aeropuerto y en medio de la llanura. Volviendo a mirar hacia atrs veamos claramente el asombroso panorama de la cordillera con sus picos nevados que refulgan al sol como diamantes. Contamos sesenta y dos. "Qu maravilla!" exclam yo. A Ruth le brillaban los ojos con la felicidad de la maana 'y la belleza que nos rodeaba. Poco despus, cuando despeg nuestro avin sobrevolando una baja colina, vimos destacarse de norte a sur sobre el fondo azul del cielo muchos otros picos nevados. Me sent tan conmovido que le dije a mi mujer: "Esto me encanta, realmente me encanta. No quiero irme de este mundo increble, maravilloso. Quiero vivir mucho tiempo. Esto es tan fascinador, tan grande". Ella, que siempre tiene la mente prctica, me con test: "Bueno, si practicas ese pensamiento positivo de que hablas, vivirs largo tiempo. Tienes muchos das por venir. Hagamos una cosa.- Tomemos el da de hoy y todos los das siguientes y llenemos cada uno de la belleza y el romance y la alegra de vivir que Dios nos da".

As pues, amigo, el da es suyo. Aprovchelo! Agrrelo! melo! Vvalo!

Alguien podra objetar tristemente que esto es pintarlo todo de color de rosa y preguntar: "Pero qu me dice usted de las calamidades que nos llegan? Cmo va armonizar los das negros y aun trgicos, con toda esa bella palabrera acerca de los buenos que son todos los das?"

La verdad es que nadie me ha hecho jams esta, pregunta, pero yo s me la he hecho. Habiendo sufrido en tiempos pasados muchas de las llamadas calamidades,' hace mucho que comprend la necesidad de tener una filosofa positiva frente al infortunio en la experiencia total de la vida. En el fondo, no es tanto lo que a uno le sucede (pues son muchas las cosas malas que pueden ocurrirle) como lo que piense y haga sobre lo que le ocurre.

Este da especfico, traiga lo que traiga, nos pertenece a usted y a m para que lo manejemos en forma de obtener los mejores resultados a partir de lo que aparece como lo peor. El secreto, desde luego, es inyectar esperanza donde no la hay y fe donde hay derrota. El difunto Casey Stengel, clebre gerente del equipo Yankees de Nueva York, tena esta idea en forma sencilla. Se dice que nunca lo apabull una derrota, porque en ella buscaba siempre un triunfo. Parece que lo nico que hacan las derrotas era motivarlo para ganar nuevas victorias. Las adversidades que hacan algunos das duros lo impulsaban a aprovecharlas para salir adelante la prxima vez. Personalmente me ha ayudado mucho la mxima de que "no hay mal que por bien no venga"; y siempre me ha servido, cuando las cosas se ponen difciles, recordar el dicho de que "el martillo quiebra el vidrio pero forja el acero". Si usted est hecho de buen material, los golpes duros no lo quebrarn sino que lo endurecern como el acero, y pensar en los das malos como si fueran das buenos, debido a su actitud.

El capitn Max Cleland era un joven vigoroso hasta una maana de 1968 en Vietnam, pero antes de que cayera la noche su robusto cuerpo era una ruina: la explosin de una granada le arranc ambas piernas y el brazo izquierdo. Siguieron meses de sufrimiento corporal y angustia mental y reajuste. No pareca probable que los das por venir fueran a ser suyos para disponer de ellos en forma creativa. Pero Cleland era hombre de recia y firme fe. Siempre se haba caracterizado por llevar la sonrisa a flor de labio, y en medio de sus penalidades no perdi la facultad de sonrer, pese a que tuvo sus momentos de desesperacin y sus das en que vea muy cerca la muerte.Pero sobrevivi, regres a su casa, y despus ha sido dos veces senador en el Estado de Georgia. Luego present su candidatura para teniente de gobernador, pero perdi las elecciones y volvi a caer en una profunda depresin. Fue entonces cuando ocurri algo que le devolvi sus das buenos. Un da de lluvia viajaba en su automvil en direccin a Washington, donde iba a tomar posesin de un empleo entre el personal administrativo del Senado, cuando de pronto tuvo una inspiracin que l describe as: "No poda seguir solo. En esa carretera barrida por la lluvia me arroj a los pies de Dios y or: Dios mo, perdname y aydame. Y cuando apel a l, l vino a mi".

"Desde entonces, me ha fortalecido en los pun tos dbiles, y hoy encuentro en la vida ms significado, ms propsito y ms felicidad de lo que crea posible". A pesar de que solo puede moverse en una silla de ruedas, Max Cleland ha hecho una carrera notable. El presidente Carter lo nombr director de la Administracin de Veteranos, la ms grande de las dependencias del gobierno Federal, y desempe ese cargo con distincin. Despus fue elegido por una gran mayora secretario de Estado de Georgia. Yo lo he observado con admiracin cuando cautiva agrandes auditorios con su inimitable capacidad para hablar en pblico, su sinceridad persuasiva y su optimista fe positiva. Si se me pidiere nombrar a las diez personas ms felices que he conocido, Max Cleland figurara en la lista.

Cmo se hizo experto de los das buenos y un genio de la vida victoriosa? Cita tres principios: 1) Esforzarse por aceptar el problema. l deca la famosa plegaria: "Que Dios me conceda la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar". 2) Encontrar otra puerta que se abra, pues cuando una puerta se cierra, otra se abre de par en par. No hay que mirar la puerta cerrada tanto que uno pierda la que se est abriendo. "A m me quedaba la mente y un brazo fuerte para impulsar una silla de ruedas". 3) Dejar que Dios le ayude a uno.

Para cuantos conocen a Max Cleland es evidente que Dios le est ayudando en los pasos difciles, acompandolo todo el camino. A pesar de las cosas espantosas que le ocurrieron, no se dej apabullar. Posea un espritu enormemente positivo que le permita saber que el da le segua perteneciendo, y lo aprovech e hizo de l algo extraordinario.

Ann Person se encontraba recluida en cama en el hospital, y su esposo, Herb estaba enfermo. La familia se encontraba prcticamente en la miseria y el futuro se vea realmente negro. Pero Ann no se dej derrotar porque poda hacer dos cosas, pensar y orar. Mientras uno pueda hacer esto, siempre hay esperanzas, y en la mente de Ann se aloj una idea que la condujo a un xito espectacular. Pero dejemos que ella misma cuete historia, como la relat en parte en la revista Guidepost:

En octubre de 1965 yo me encontraba reducida a una cama en la cuadra de tuberculosos en el hospital del Estado de Oregn, mirando sin esperanza el techo de la habitacin. La enfermedad me haba primito. Me di cuenta que en los ltimos 40 aos no haba hecho nada de provecho: haba desperdiciado mi edad adulta haciendo de todo un poco sin concentrarme en nada.

De nia, cuando les haca vestidos a mis muecas, soaba que algn da iba a ser una famosa diseadora de modas; y durante muchos aos persegu esta meta. Pero por el camino se Me acab el entusiasmo y el sueo de una bn11ante carrera se opac. Mi vida, antes llena de vitalidad y propsito, se volvi rutinaria y aburrida. Hasta la salud comenz a fallarme.

Nunca haba sentido tanta soledad y vaco -ni tanto miedo como sent en aquella cama de hospital, "Dios mo, dije, tengo miedo. Si me sacas de aqu, prometo hacer algo de provecho con mi vida. S que no lo puedo hacer sin tu ayuda. Tienes que mostrarme el camino, darme una oportunidad".

En el silencio que sigui a esta oracin, tuve un sentimiento indescriptible de bienestar. Dorm serenamente, con la conciencia de que habindome puesto en manos de Dios, haba hecho cuanto poda hacer.

Me sent rejuvenecida, entusiasta por lo que el futuro pudiera reservarme. Recordando mi oracin, tuve confianza en que pronto encontrara mi nicho.

Fue en mis clases de costura donde sent con mayor fuerza que mi viejo entusiasmo volva a bullir dentro de m. Mis alumnas me decan que nunca se haban sentido tan motivadas.

Un da, una de ellas, que estaba muy agradecida, me mand de regalo una gran caja de retazos de gneros de punto, sobrantes de una fbrica. En aquel tiempo estas telas no estaban en el mercado y eran pocas las costureras caseras que las conocan. Las que las conocan las consideraban difciles si no imposibles de trabajar. Muchsimas veces o a mis amigas quejarse de que se les formaban bolsas, se estiraban y destejan sin remedio.

Con todo, la profusin de colores y texturas que asomaban en aquella caja eran irresistibles. Parecan decir "Ensyame". As, pues, saqu un retazo verde, grande, me sent a la mquina y comenc a experimentar; y una vez que empec, ya no pude parar. Sent una gran emocin descubriendo una cosa tras otra.

Descubr que obtena los mejores resultados estirando la tela a medida que cosa. Corri la voz, y sin saber a qu horas, todas mis clases se dedicaron por completo a mi nuevo mtodo de "estirar y coser" con los gneros de punto. Una seora me llam por telfono desde una pequea poblacin para invitarme a que fuera a ensearles mi mtodo a ella y a un grupo de amigas. Acept, y cuando llegu encontr a sesenta seoras esperndome. En esa sesin se inici una serie de clases que me mantuvieron viajando por todo el Estado con un recorrido de 800 kilmetros todo el resto del ao.

Yo arda de entusiasmo por mi trabajo y por una vida que no haba conocido desde la niez. No me caba duda de que la fuente de esta vitalidad era Dios. Por primera vez en mi vida estaba al fin haciendo lo que deba hacer. Haba encontrado mi nicho.

Registramos el nombre "Stretch and Sew" (Estire y cosa) y yo empec adiestrar a otras personas y a darles la concesin para ensear las "Ocho Bsicas" lecciones. A los seis meses abrimos el primer Centro de Estirar y Coser, donde se daban clases y se vendan equipos exclusivos para ello, lo mismo que novedades y patrones. Compuse uno de los primeros libros sobre el arte de coser con gneros de punto, redactado en un lenguaje fcil de entender. De este libro, titulado Stretch and Sew, se vendieron para sorpresa nuestra, ms de un milln de ejemplares, y su xito, llev a un programa de cinco aos de televisin titulado "Cosiendo con Ann Person".

A Herb se le ocurri la idea de un sistema de concesionarios del Centro de Estirar y Coser. Hoy existen en los Estados Unidos y el Canad 239 de estos centros donde millones de mujeres aprenden el mtodo. Recientemente, al terminar un taller en una ciudad del Oeste Medio, se me acerc una mujer pequea y me dijo:

"Ann, yo soy viuda. Durante muchos aos despus de la muerte de mi marido estuve sola y desesperada. Yo no saba qu hacer; no quera vivir. Me matricul en sus clases por pasar el tiempo, pero en ellas he adquirido un sentimiento de mi propio valer que antes no tena. Aprend a fijar metas Y tomar decisiones. Hice amistades. Era justamente el estmulo que necesitaba, y quiero darle las gracias a usted... Y a Dios".

Cuantas ms historias de este tipo leemos, ms debemos persuadimos de que somos capaces de hacer las cosas por nosotros mismos. Tal vez usted tenga una asombrosa facultad creativa que permanece oculta y sin uso. No permita que languidezca el potencial de su personalidad; no deje que se marchite y muera. Todo lo que necesita hacer es dejar de pensar negativamente y empezar a adoptar una actitud positiva acerca de s mismo y en sus habilidades desconocidas. Piense, piense y piense un poco ms, y a su pensamiento agrguele la oracin. Estas dos cosas obran milagros y ambas le dan valor y fortaleza. Esta accin puede encontrar y liberar capacidades que usted ni siquiera saba que posea. Despus vendr un da, un da grande y maravilloso, en que usted ver claramente quin es y de cunto es capaz. Entonces exclamar: "El da es mo!" Usted lo aprovechar y ese ser su da. Ann Person no saba que tena una empresa creativa en el interior de s misma, pero lo descubri por el proceso que he esbozado en estas pginas.

Una noche viajaba yo en automvil acompaado de un individuo que me conduca a un lugar donde tena que hablar. Al pasar frente a una granja me dijo: "Aqu ocurri una cosa curiosa. En esa casa viva un hombre que la descuid hasta que estuvo casi en ruinas. l tambin pareca haberse arruinado. Llevaba una ropa tan vieja que cualquiera lo creera en la miseria. Viva de la mano a la boca. Al fin se muri y al poco tiempo las autoridades de obras pblicas resolvieron construir una carretera de acceso a travs de la granja.

Cuando hacan la excavacin para los cimientos de la carretera, los obreros encontraron varias latas de leche enterradas, y al destaparlas, las hallaron llenas de dinero: billetes de a cinco, de a diez y de a veinte, por un total de unos 200,000 dlares".

Se averigu que este "pobre" haba sido en un tiempo propietario de acciones, pero todas las vendi para enterrar su fortuna en latas de leche. Un hombre tonto, pattico, decimos; pero seguramente no ms tonto ni ms pattico que los que entierran sus capacidades bajo un montn de pensamientos negativos y, como resultado de ello, viven en medio de la pobreza de la personalidad. La persona positiva ve claramente los recursos y oportunidades que se le ofrecen y aprovecha al mximo todos los das y todas las situaciones. Hasta ver oportunidades donde no parecen existir y har algo extraordinario.

Yo tuve la fortuna de que nunca me dieran un empleo que ya era de xito. Y digo que fue fortuna porque un cargo que ya est en un nivel muy alto tiene que conservarse a ese nivel o elevarse ms an, mientras que en un cargo de baja categora el individuo puede tener xito desarrollndolo y mejorndolo. En mi vida como ministro me ofrecieron y acept cuatro iglesias; y cuando las tom, todas estaban a punto de fracasar y desintegrarse. En todos estos casos tuve la oportunidad de modificar la situacin por completo y llevar las cuatro iglesias a un estado de prosperidad.

En este momento yo no lo saba, pero sa fue la buena fortuna de mi vida profesional. En efecto, yo recomiendo aceptar una posicin que est en decadencia, ms bien que una que est marchando bien. Al sacar adelante la que est en decadencia, obtiene usted un xito personal. En todo caso, sa fue la oportunidad que a m me ofrecieron, y cada vez que acept un puesto bajo, result la mejor suerte que me haba cado.

Cmo obtienen poderosos resultados algunos pensadores positivos, frente a situaciones difciles? Recuerdo al Dr. Raj Chopra, distinguido educador, a quien le ofrecieron el cargo de superintendente de un distrito escolar en una ciudad del Medio Oeste. Segn un programa de televisin que acababa de presentar la cadena CBS, los estudiantes de aquella ciudad haban sacado en los exmenes las calificaciones ms bajas de todo el Estado. El informe agregaba que todo el sistema escolar, compuesto por veintids escuelas elementales, cuatro intermedias y dos superiores, estaba en plena decadencia. A pesar de conocer esta informacin, el Dr. Chopra fue a ver por s mismo si el cargo le ofreca algn estmulo. l es un pensador positivo y le gusta encargarse de tareas difciles.

Lo que encontr fue una actitud muy negativa. El empleado del hotel, que lo reconoci, le dijo: "Buena suerte. Le va a hacer falta". Le cont, adems, que los maestros estaban desmoralizados y estaban buscando otros empleos. Cuando el Dr. Chopra recorri la ciudad y habl con la gente, not una actitud general de pesimismo acerca de la ciudad misma, una mala autoimagen causada tal vez por el informe de la televisin. Casi nadie tena nada bueno que decir sobre las escuelas de la localidad y algunos le aconsejaron que no aceptara el empleo. "Se va a perjudicar usted mismo", le decan.

Por ltimo, encontr un individuo que realmente lo convenci de que no deba aceptar. ste era un hombre que estaba sentado frente a la puerta de su casa tomndose una lata de cerveza. En seguida de la casa haba una escuela elemental.

El Dr. Chopra le pregunt qu pensaba l sobre las escuelas de su comunidad. El hombre lo mir un momento, baj la lata de cerveza y sealando a la escuela vecina dijo: "Si eso se incendiara, yo no le echara un balde de agua". sta fue la ltima gota. El Dr. Chopra regreso inmediatamente a su casa.

Durante la cena en la familia cont lo que haba visto, diciendo que la situacin era deprimente y que el sistema escolar no tena esperanza. Todos se quedaron calla dos un momento y luego, el hijo menor, Dick, habl as:

"Pero, pap, no tienes fe? Siempre nos has dicho que los problemas deben ser oportunidades". El padre comprendi que su hijo tena razn, de modo que cambio de parecer y acept el cargo. Su experiencia se expresa en estos trminos.

Mi primera prioridad fue visitar las escuelas y conversar con los estudiantes y los maestros, Una maana en un pasillo de una de las escuelas, vi venir a una maestra y la salud: -Muy buen da, seora Jones. -Buen da? Qu tiene de bueno? -gru-Tiene de bueno que me brinda la oportunidad de ver su hermoso rostro. Ella se desconcert y yo segu diciendo: -Seora Jones, el da es bueno porque usted y yo vamos a trabajar con la juventud. Es emocionante saber que vamos a hacer este da mejor para los nios. No es verdad que es bueno? Todava dud un momento, pero al fin solt la risa y exclam: -S, claro que s!

El entusiasmo es contagioso. Se transmite de unos a otros, pero no lo puede uno generar en los dems si no lo siente uno mismo.

Una manera de entusiasmarse es buscar el signo ms. Para progresar en cualquier situacin difcil, hay que comenzar con lo que tenga de bueno y construir sobre ello. Cuando se arma un alboroto porque el 20 por ciento de los estudiantes no saben leer, he descubierto que primero tengo que decirles a los padres de familia que el 80 por ciento s saben leer. Despus empezamos a analizar qu se puede hacer por el otro 20 por ciento. En cualquier situacin difcil, la mejor esperanza est en empezar a trabajar desde el aspecto positivo.Cuando visit por primera vez un saln de clases en el deteriorado sistema escolar, me impresion la expresin de inters y curiosidad que vi en las caras de los muchachos. Eran stos los mismos nios que haban sacado tan bajas calificaciones en las pruebas? No me parecan distintos de los chicos que ya haba visto en otras ciudades.

En efecto, me parecieron inteligentes y resolv decrselo: "Quiero que todos sepan que yo los considero entre los nios ms inteligentes que he conocido. Me siento orgulloso de trabajar con ustedes". Cuando les dije que estaba seguro de que ese ao les ira sumamente bien en sus estudios, vi iluminarse sus rostros con la expectativa.

Con los maestros y maestras, al decirles que aprecibamos sus capacidades, tambin les hicimos saber que esperbamos de ellos su mximo esfuerzo. A los directores, supervisores y maestros siempre insistimos en hacerles tomar conciencia del poder que reside en cada uno de nosotros para producir un cambio en la vida de los dems. Que cmo result todo esto? Tenan razn losprofetasdeldesastre?

Las calificaciones de los alumnos en las pruebas llegaron a niveles no alcanzados antes, el espritu de trabajo de los maestros subi, y los padres de familia se sintieron orgullosos -y tanto que empezaron a celebrar cada ao una "Semana de Orgullo", con un gran desfile por la calle principal para honrar a sus escuelas y a su comunidad.

A qu se debi el cambio? A principios sencillos de pensamientos positivos, o "principios de poder", como yo los llamo. En cualquier parte donde usted se encuentre, puede aplicar actitudes positivas. stas son:

1 Sea entusiasta. 2. Vea lo bueno.3 Espere lo mejor.4. Aprenda que usted puede hacer el cambio.5. Crea!

El Dr. Chopra fue nombrado posteriormente superintendente de uno de los grandes distritos escolares del pas, el del sistema escolar de Shawnee en la zona de Kansas City.

Segn un viejo dicho, uno nunca sabe lo que le traer un da. Uno no tiene sino un da a la vez, y ningn da es simplemente otra rutina de veinticuatro horas.

Hoy, o cualquier otro da, puede traerle su dorada oportunidad, acaso la ms grande de su vida. Tal vez hoy tome una decisin que afecte el resto de su existencia.

Est alerta porque hoy le puede llegar su oportunidad. Si ha desperdiciado oportunidades, vuelva el pensamiento al da de hoy. Adquiera conocimientos de la experiencia pasada, pero no pierda el tiempo en autopsias.

Aprecie los grandes valores inherentes a este nuevo da. Visualice otras oportunidades mayores que le esperan, pero, sobre todo, nunca minimice las que tal vez se esconden en una situacin difcil. El oro se encuentra entre la roca y lo mismo sucede con las oportunidades en la vida. Como pensador positivo, usted obtendr resultados poderosos si cree que el da presente le pertenece y lo aprovecha.

Yo he tenido el privilegio de hablar ante muchas re uniones de pensamiento positivo, o, como se denominan a veces, convenciones de motivacin para el xito, que atraen grandes multitudes de cinco a diez mil personas, por lo general hombres y mujeres jvenes que acuden a escuchar a varios oradores con el propsito de hacer algo ms en la Vida. A veces los gerentes que quieren estimular a sus empleados compran entradas al por mayor para estas reuniones.

Sin duda todos los oradores pueden contar casos de Personas cuya vida cambi fundamentalmente en estas reuniones. Hay algo en una reunin numerosa, una especie de atmsfera creadora, que parece a propsito para los cambios milagrosos de personalidad. En todo caso, una y otra vez hombres y mujeres me han contado que "algo les sucedi" Y que a partir de entonces ya no fueron los mismos que antes, Se enfocaron; descubrieron en s mismos facultades que no saban que tenan; y de este modo, en un da especfico se convirtieron en personas nuevas, sorprendindose a s mismas por el potencial hasta entonces desconocido que demostraron. Descubrieron que se era su da, lo aprovecha ron y siguieron adelante hacia un xito sorprendente.

Una noche debamos hablar tres conferencistas en una reunin de motivacin en Chattanooga. Como a m me tocaba el ltimo turno, me retir de detrs del escenario y fui a colocarme en una de las ltimas filas de la galera para observar el efecto que mis colegas conferencistas producan en el pblico. Un joven cortsmente se corri para hacerme sitio junto al pasillo, y antes de que comenzara la funcin charlamos agradablemente. Pero l no saba quin era yo.

Poco despus de haberse iniciado la primera conferencia, observ que mi vecino cabeceaba, y al fin se qued profundamente dormido. Despertaba un poco cuando alguna observacin humorstica haca rer al auditorio, pero luego se dorma otra vez. Los aplausos al final de la conferencia lo despertaron del todo, y coment: "Muy bueno, verdad?"

Tuve la tentacin de decirle: Y usted cmo lo sabe? Pero me abstuve. En cambio le dije: "El prximo orador es uno de los mejores. Encontr el secreto del xito para s mismo y nos va a decir cmo. Conozco a muchos individuos que andaban sin rumbo fijo hasta que oyeron hablar a este hombre, y entonces sintieron una explosin que los sac de su indiferencia soolienta. Se convirtieron en bolas de fuego y tuvieron xito esplndido".

"Pues lo escuchar", dijo mi compaero; y en efecto, esta vez no se durmi porque el orador pareci cautivarlo con sus primeras palabras: "Oigan, quienes quiera que sean ustedes, dondequiera que estn. ste puede ser su gran da.

En los pocos minutos siguientes podrn ser cambiados; su gran potencial reprimido puede ser liberado. As, pues oigan, oigan, oigan. El destino los llama ahora, en este da".

Mi joven vecino permaneca bien despierto. Se enderez, se inclin hacia delante para absorber todas las palabras, fascinado, fijo en su asiento como hechizado durante los cuarenta minutos siguientes. Al terminar la conferencia murmur: "Tengo que tocarlo, darle la mano. Me ha emocionado" y excusndose con breves palabras pas por delante de m y baj a la carrera las escaleras de la galera en direccin al escenario.

Nunca lo volv a ver, pero ms tarde le pregunt al orador si un joven rubio y muy alto no le haba estrechado la mano con ms ardor de lo normal. Me con- : test: "En efecto, as fue, y me dijo que algo le haba ocurrido. Declar que nunca se olvidara de este da".

Aos despus le volv a preguntar a este mismo orador si se acordaba de este incidente. "Claro que s -me contesto-, y ese joven es uno de mis mejores ejemplos de cmo, bajo: la influencia de un minuto de motivacin que realmente se: asimile, una persona puede encontrar su da, aprovecharlo, y: no volver a ser nunca ms el fracasado que era anteriormente". '

Jams sabremos por anticipado cundo nos va a llegar el gran momento. Sin embargo, si creemos que todava; no se ha realizado nuestra finalidad en este mundo, el da ' vendr; y entonces, ciertamente, tenemos que aprovechar- ' lo y seguir de ah en adelante a realizar nuestro destino. Esa realizacin de su vida puede empezar cualquier da. Puede ponerse en movimiento ya, hoy, mientras ', lee este libro. Si el impulso es suficientemente fuerte, y la motivacin definitiva, una persona que utilice a fondo el potencial bsico que encierra en su interior puede producir resultados increbles.

Hace poco consagr una capilla en una gran' planta industrial en Filadelfia. El da de la consagracin ' llenaba el hermoso edificio una numerosa concurrencia de los dirigentes de la ciudad que deseaban honrar al fundador de la compaa, Michael Cardone. l y su mujer, so- ' breponindose a la pobreza, haban fundado aquella gran fbrica que daba empleo a centenares de personas.

A esta pareja le lleg su da cuando se les ocurri la idea de refaccionar o reconstruir viejas piezas y accesorios de automvil, desde limpiadores de parabrisas hasta motores. Muchas personas no habran adivinado hasta qu punto era posible desarrollar esta idea, y pocos se habran atrevido a ponerla por obra. Pero los Cardones tenan fe y crean que Dios los guiaba. Aprovecharon el da y siguieron adelante con la idea de hacer nuevos limpiadores de parabrisas y nuevos motores de los viejos. Hoy Industrias Cardone, un complejo de edificios con una capilla en el centro, es un ejemplo notable del sistema de libre empresa; y es al mismo tiempo un ejemplo de dos personas creyentes que vivieron con la verdad de que el da presente nos pertenece y debemos aprovecharlo.

Desde luego, la actitud positiva hacia la vida tiene un enemigo, disimulado y sutil, que se llama el desaliento. ste anda rondando siempre por los alrededores para hacer su papel depresivo siempre que pueda, pero hay un arma efectiva para destruirlo. Les hablar de esto en el captulo 7, "El pensador positivo se sobrepone al desaliento".