Conjuración Septembrina

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  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    1/66

    Ea

    ojaa, F.

    GonzUez, General

    Santander

    1

    Doa

    Manual

    ~ e n l

    LA CONJURACION

    ~ \ "

    DE

    SEPTIEMBRE

    2.a

    E DICION

    BOGOT A (COLOMBlA)

    UBRERA

    NUEVA. CAl.LE

    12,

    N.O

    1

    7J

    ~ m e r o s 55

    Y

    56

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    LA

    CONJURACION

    DE

    SfPTlfMBRf

    ESORITOS

    \TAlUOS

    ~

    Manuela Saenz, D. Ezeauiel Rojas,

    D.

    -Florentino GonZIz

    y GENERAL FRA..NCISCO DE P A . . U L A . . S A . .N T A . .N D E

    R ,

    Plt:ELIMIN

    AR

    Eramos todavfa muy jvenes, no babamos

    an

    abandonad

    o

    el claustro, cuando informmol; nuestro criterio sobre la conjl,lrll

    cin del 25 de Septiembre de rS28, en las siguientes lntlas ann i

    mas que lemos por aquel

    entonces:

    "Bolvar, despus de coro

    nar

    la obra de emancipacin de las Repblicas del Sur, vuelve

    esta capital con nobles proyec t

    os

    de reorganizacin poltica; el

    partido de la

    ingratitud y

    la envidia, nacido entre chismes

    y

    cau

    t elas, legin oscura al principi

    o,

    se

    determia y

    rob ustece; el Ge

    neral

    Santander,

    amigo

    p

    er

    sonal del Libertador, pero predispues

    to y al rompimiento, se con5tituj'c en centro de una oposicin fe

    cunda

    en desastres

    para

    la patria ; el esp

    ritu

    de discordia di8uel ve

    la Convenen de Ol'a; la opos icin ~ e reconcen

    tra,

    conspira ,

    y el

    pual

    parricida va clavarse r n el corazn del

    Libertador

    ;

    ,Bolv

    ar

    se 'salvo, como por mil agro, pero el golpe de la ingratitml

    le deja herido'd e. muerte,

    y

    su enfermedad, contagiando la ' R e

    pblica que'

    -

    l

    cre,

    la amenaza de inminente disolucin; San tan

    der, perdid'a su causa y alejado de la escena, se eclipsa

    por

    algu

    no aos, los amigos del Libertador formulan el proyecto

    ue

    u

    na

    monarqua, como medio

    ue

    ase

    gurar

    la libertad en el orden ;

    el

    Libertauor,

    vacilante

    \'

    P

    CI'S,

    inclinado tinas al sacrificio de sus

    gl orias, como 'l crea, en bien ele la pa

    tr

    ia, reconcentrado otras

    en sus propios desengaos, acaba }lor desaprobar 'el ' plan

    u ~

    sus

    a

    migos, 108

    deja desconcertudos: entrf'ga el

    poder

    '

    Jos

    Represen

    tantes del pUEiblo,

    y

    rodo ue

    trist

    eza,

    r ~ u i n d o

    ' profticos

    anuncios qtle

    aterran,

    toma

    ul

    ('amino de la expatriacin;

    Suere

    esperanza de reconstitucin

    para

    Colombia

    . . . . .

    puere en la

    mon:

    taa de

    Berruecos

    bajo el pual reafilado que haba

    errado t:l

    gol-

    pe el

    25

    ue Sp,ptiembre

    . . . ,' , , '

    Tal

    es el ~ u d r o tnfz,ado 'a gl:andes rasgo.s con

    Hluno

    vigorosa,

    -en

    el

    que crelarnos '

    halwr

    encolltrauo

    deszde1'atum

    soLre aquel

    tragico suceso,.

    Posteriormente,

    un

    P9CO

    ms de estudio, un poco

    ms de rellex:

    i

    n, nos hicieron ver cun descaminados bamos

    al

    considerar, con el articulista, la conjuracin del

    25

    de Septiem

    bre como

    obra"

    de

    la ingratitud y

    la

    envidia."

    Acontece 'que

    un

    individuo

    DO

    reconozca

    loa

    beneficios que

    re.

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    - - 438 -

    cibe, cosa

    que ~ e explica por 8 ~ ~ malas,

    ~ n d i c o ~ e s naturales,

    porque la

    gratitud

    tiene

    tamblen sus

    hmltes

    l n ~ r a n q u e a b l e s que

    la.

    haeen

    desaparecer en un momento

    d a d ~ ;

    y

    81

    esto

    .sucedo

    en

    un

    caso particular, con m u c ~ o

    J n a y o ~ azon

    son exphcables l a ~

    veleidades de los pueblos: SI las condIcIOnes de

    raza

    los llevan a

    eso

    extremo,

    imprudente

    mil

    veces('Lqu.e se ,

    expone

    elto; si

    la

    ing.ratitud proviene de que. se quiso llevar el reconocimiento

    hasta

    la absoluta a bLlicacin

    moral

    de quien ha

    recibido

    el beneficio,

    desa raciado del

    que tl intente.

    Si el Hroe de '

    nuestra

    -emanei.

    pacin poltica fue impruQ,ente des,grnciado, ambas cosas la

    v

    ez,

    como nos

    inclinamos

    creerlo

    ',

    decdalo

    el

    lector

    con

    su

    pro

    pio criterio pero no,se condene irremisiblemente

    un grupo de

    ciudadanos, casi tOU08 ilustrados

    y

    de honorabilidad reconocida,..

    ex

    altados

    por

    las pasiones del m,oruen t,o,

    ni

    se les marque

    de bue-

    .

    nas primeras con el estigma .de ingratos, sin ms razn que el

    e n t u s i a I D o id,ol

    trico podas har-aa8 . el Hroe.

    Queda en segundp lugar la envidia..

    Pero

    ~ t o no vale la..

    pena de considerarlo, tratndose de personajes altamente probos,

    des

    nudo

    s

    de miras

    egostas,

    animados hasta

    el extravo

    por

    el

    amor

    la

    patria

    .

    y

    las

    libertades

    conquistadas.

    De

    ah

    depend e, dicho

    sea

    de paso, el

    que

    se juzgue de muy .

    dis tinta

    manera

    la emboscada criminal de que fue vctima el h

    roe de Ayacucho. El hierro que emangrent las haldosas uel Se

    nad,o

    romano

    ha

    tenido defen

    sores ilulltres

    en

    todos los tiempos;

    el que inmol

    Sucre,

    lo estigmatiza la Historia

    y

    lo

    relega

    las.

    fu nciones uel

    verdugo.

    La .

    historia

    del 25 de

    Spptiembre,

    si bien es indeftinsahle ante.

    la

    l

    ey

    eterna

    de la

    JUoral, es

    por

    lo menos

    explicable

    para la

    filo-

    soffa

    de la

    h i,:;toria

    y

    para los pl'ncipios sociol'gicos

    de que no

    .

    puede ni debe p rescindir la pos

    teridad

    en sus inapelables juicios.

    Aquel memorable suceso,

    que

    desde

    Grecia

    y

    Roma

    se

    encuentra

    en la his toria de las naciones, no debe juzgarse corno un caso sin

    p recedentes, como un

    crimen

    aislado, con el Crligo

    Penai

    en la

    ma

    no ; n, preciso es tenel' en cuenta un cmulo de

    circunstan-

    .

    ca.: para j uzgar acertadamente.

    Trasladados

    de rep

    tl nte los pueblos de una

    noche

    de servidcllll

    bre

    al vi vo

    e p l t m d o r de l l l l

    sol

    ue libertad, necesariamente debie

    r on senti rse ou scado : .

    Agrgu

    ense esto las le(;turas favoritas

    oe la r,oca, la influencia, la voz, el gesto de

    Bolvar

    con qu,e elec-.

    Z

    Jos pueulos

    en tavor

    de la itipa de redencin, el celo por

    eOl1..Se l'

    Var

    el bien

    ine .,

    tirnable

    de ser

    libres

    que haban adquirido

    r.o"ta de

    inmensas

    f\tigas y cruentos acriticios; y lugo, por

    otr

    a

    parte, la

    Constitucin boliviana, los proyectos de monarqua,

    la llcultades ex.traordinarias de que abus el Libertador en favor

    fiel

    militarismo,

    la

    lucha

    de

    unos

    para

    encauzar

    la

    fuerza

    expan

    .

    i v

    q' e. h ~ b a . sido

    n e c ~ r i o

    dar al ,l)r.incjpio de l i b e r t a ~ para .

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    - 4,39 -

    consegui .. la libertad

    misma, todo

    eso

    trajo

    por

    consocuencia

    en

    de

    esta ChIS ', no

    para

    tener me

    dros

    personales, sibo

    para destrur

    un

    poder

    tirnico,

    par

    -u dal'

    para

    sostener

    instituciones

    que

    h agrlll efectivos

    los

    ,krechos y

    para dar un ejemplo

    en

    moralidad,

    siempre han merecido

    bien de

    Ja patria y ban adquirido

    gloria, porque

    l a gloria no

    es

    sino la

    estimacin vblica prolongada en los :iglos. Esta e s t i m a c i

    c ~ m

    se

    obtiene

    en

    razn del bien que

    se

    hace los hombres: cuanto ms

    grande es y

    ms durable,

    ella es ms beBa y ms slida."

    Todo esto es cierto

    y

    todo.se verifica cuando.locfortuna COf-QLa

    la obra. El reverso de

    la

    .medalla

    es

    ,horrible.

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    - 44'8' -

    Para los

    que

    conocen- fondo

    la historia el.e

    .ColomBia . nG- na

    br nada

    nuevo

    en este

    escrito:

    las cuestIOnes enunciadas ]a8

    tendrn y resueltas. P,ua los que I?o. ~ e

    hallen

    en es.te

    C ~ 8 0 har

    una

    breve resea histrica

    y

    la

    x

    p o ~ l C l O n . d e

    las d?ctrmas que han

    formado mis convicciones

    que han

    uetermmado

    mi conducta, y

    ue

    J8& cuales el hecho de

    q u ~ 8e

    trata

    ha

    sido

    una

    deduccin lgica.

    VI

    No s si por

    fortuna

    pOI'

    desgracia

    para nuestra especie, los

    hombres no tienen unas mismas ideas, ni

    unas

    mismas opiniones,

    ni

    un

    mi:srno

    modo

    de

    ver

    las

    cosas:

    esto

    viene de su constitu

    cin. Dios los

    bizo

    as:

    su

    razn

    tendra.

    Todos quieren su feliciuad, y para conseguirla

    quieren

    la f-eli

    ddad

    pblic$\; pero no

    estl

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    - 4'49-

    artido quiso la

    independencia

    porque

    quera un

    gobierno propio,

    ~ n

    gobierno

    que

    reconociese

    y garantizase

    todos los derechos con

    que la

    naturaleza dot

    los

    hombres,

    y

    un

    gobierno

    que

    se

    ocupa

    se en hacer la felicidad de

    o d o ~

    Fieles

    s mismo:

    y

    '.

    la

    patria los prceres

    de )a indepe.nden

    cia hicieron

    )0 que

    era

    su deber. Sin ir ms lejos, la Nacin fue

    c O l ~ v o ( a d a , y sus representantes se reunieron en la villa de

    San

    Jos de

    Ccuta

    cuando

    resonaba

    todava el can

    y

    huestes epe-

    migas deft'ndan ~ u ~ puestos. . .

    El

    Congreso de c u ~ a desempe su misin con la mayor

    bertad

    independencia.

    -

    El

    constituy

    y

    organiz la

    _

    gran

    Repu

    Mica: l realiz el

    programa

    de la revolucin, reconociendo y

    sancionando los grandes principios que la

    motivaron;

    y l orguQ

    niz un O"obierno

    contentamiento general de los republicanos.

    AlgunosoceJosos lib erales

    queJaron

    mal contentos con el

    artculo

    128 de la Constitucin que expitli: en l vean una amenaza las

    libertades

    p

    blicaa y pri vaelas. Los hechos j ~ t i f i c a r o n sus temo

    re

    s:

    de aquel

    ar

    t culo no se

    us;

    se

    a b u ~

    Al impulso.de

    se ntimi

    ento s

    tan

    elevados y patriticos empren-

    di su

    marcha

    g ravo

    y

    ma.iestuos

    amente

    la

    repblica

    de

    Colombia.

    Pronto

    empez

    reconciliarle la

    generalidad

    del

    partido

    vencido

    con el vencedor,

    beneficio le las

    garantas

    que le daba

    y

    de una

    poltica

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    - 45.(}:.-

    La,instl'Uccin phIica fue uno de los r a m o ~ du la Adminis-.

    tracion

    qu.e

    con

    ms asiduidad consagraron su atencin desde

    el

    principio, el

    Congreso

    y ,,1

    Poder

    Ejecutivo- de

    Colombia. EUos

    adoptaron

    todos los

    medios

    su

    alcance

    para

    que

    se

    enseasen

    en

    ,

    esta ciudad, entre otras, las

    ciencias polticas y

    sociales. Con es

    tas enseanzas se propu if;ron formar

    republicanos;

    es cfecir,

    hombres a d i c t o ~

    por

    cOllviccin

    l a ~

    institucionps

    que

    se haban

    sancionado

    y p l a n t e a d o No se .propusielon

    formar

    ni

    monar

    quistas,

    ni imperialistas, ni

    dictatoriales: as

    se verific:. consi.

    g

    ujeron

    En intencin.

    Curs estas cieneias en aqllellos tiempo8. Persuauido qued

    e

    ntonces

    y

    persuatlido

    C 'ltoy

    todava, de

    que

    ningn

    hombre

    nace

    con derecho

    ,le

    gobernar

    los )(oJms; de

    que

    las naciones, y

    nicamente las naciones, son las que tienen el derecho de

    gober

    nan;e s lOilimas, y de que es l'n e l l ~ s donde resiue el poder

    so

    berano. Ra/'as son y en el mundo las personas

    y

    f a m i l i a ~ reinan- .

    tes que hagan emanar su au

    toridau

    del tlerecho di vino.

    Siendo la nacin la que liene derecho de gobernarse s mis

    ma, es evidentp. que nadie pue,le ejercer este derecho legtima

    mente

    sino

    virtutl de man.dato conferido p.

    or

    la

    ~ o c i e d a d

    libre

    y ,

    espontneamente.

    Con tal fuerza tic conviccin qU,edaron grubadag.en mi alma

    ecitas

    verdades,

    que las acept como dogmas y son las primeras

    palabras

    de mi crodo poltico.

    Vlr

    La.felicirlad y bienestar. es el centro de , gravitacin ella todos

    Jos-

    individuos de nuestra especie: por desgracia necesitan reu

    nirs

    e:

    para

    conseguirla. Reunidos

    es

    necesario

    que no ejecuten

    otras acciones que

    aquellas

    que producen e:;a fel:idau y ese bie

    nestar.

    Para

    conseguir esto es pal'a lo que . renen todos 8U poder:

    este poder es el q

    ue

    se llama soberano. Su autoridad y facultades

    nacen del f i D C O D que se form se

    extiende

    hacer

    lo

    q u ~ con .

    dUI

    :e su cOl1liecucin; pero los metlios nD son indiferentes. Por

    esto

    el

    poder soberano

    de las naciones es l im.itado, como 10 es

    todo l>9der.

    No tiene

    facultlld

    ni derecho

    para

    destruir

    los aso

    ciados,

    ni

    pura despojarlos de

    sus b i e n e ~ ni para cometer iniqui

    dades:

    los principioli de lajusticia

    universal,

    que consisten en el

    r e ~ l w t o : los

    derechos

    llnturales del hombre, son su lmite, Si el

    pode

    . de 111

    nacin

    os limitado, con mayor

    razn

    lo es el de sus

    ma'

    udatarios.

    El

    hombre no )Juede sel' feliz. oi puede vivir tranquilo s i ~ o U

    Rcompaa.Ia conviccin, ntima de

    que

    no tiene que temer

    1U

    qUe

    eaperm' sino Jo que,le hagan temel; . e:1perar las levu.y

    ,tU,

    prll..-

    '

    J ia8

    CJCCion ps

    ,

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  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    16/66

    - 451 -, -

    El

    poder arbitrario es,

    pues,

    incompatible con hi

    feliCidad

    de

    las naciones y

    de

    los indivijuol que

    las componen. La

    Constitu-

    .

    ,

    cin

    que

    mejor

    limita dentro

    de

    su

    rbita

    natural

    Jos

    poderes

    que

    crea, es la

    mpjor

    de las constituciones: ."nsear los medios es el

    objetQ Je la

    cieJ1cia.

    Si los poderes pueden

    ser

    arbitrarios, no. hay

    garantas:

    el

    hombre

    sin

    garantas est

    en

    condicin ms e ~ g r -

    ciada> y ms Jpgraduda

    que un

    esclavo.

    La ley

    limita

    el

    nmero

    ue

    azotes que

    ste

    puedeu

    drsele:

    este

    lmite es

    alguna ga ..

    ranta.

    Uno

    ,

    de

    los

    sentimi."ntos que ms profundamente- siento graba

    dos

    en

    mi

    alma

    es el

    del

    terror

    contra

    dos

    clases

    al:

    gobierno,

    '

    saber:

    el

    absoluto

    y

    e

    1

    teocrtico:

    con.la edad

    y

    con

    la experien

    cia este sentimiento se ha aumentado.

    El poder

    absoluto,

    ya

    se

    ejerza por un hombre pOI' una cor

    poracin,

    ('s

    la

    negacin de toda

    seguridad,

    de toda garanta, de

    tmla

    traIlquilidad, de toda confianza,

    por

    c o n ~ i g u i e n t e , de toda

    fe

    licidad.

    Las

    excepciones son

    rarhima,

    La segul

    'idad

    en las personas y propieuades

    es el

    ubjeto cardi

    nal

    de los gobiernos

    y de las

    leyes: es el

    indicio distintivo de j

    a

    -.

    civilizacin:

    es

    la

    condicin

    sine

    qua

    tlOn

    'de

    toda

    asociaein.

    Sin

    ella no puede habel' riqueza,

    ni

    produccin,

    ni aun medios de

    subsistencia. Sin

    sf'guridad

    com

    pleta

    en la persona y propieda

    de,s, la vida

    es un martirio: ms vale

    -

    no vivir.

    El Gobierno

    teocl'tico

    inspira

    los

    mismos

    temores"

    . . .

    .. .-

    0 , _

    . . . .. . . . .. . .. .. .. ..

    .

    .. . . .. .. .. .. . . .. .... .. ..... -

    ........

    Siem

    1Jl'e qae

    una

    clase

    d e

    la sociedad,

    sea la autocrtica,

    la'

    militar

    cualquiera

    otl'8,

    se

    ,

    apodera de

    su

    gobierno, la

    explota- y

    sacrifiea

    en su benefido

    : slo consulta sus particulares

    intereses:

    nada le importa el inters

    general

    ni la desgracia y malestar de

    las p o b l a c i o n e ~ .

    Esto 10 ensean

    la

    historia

    a.

    ntigua,

    la

    moderna

    y :

    la

    contempornea,

    La-teora de un

    -

    gobier

    '

    no

    alternativo ol'ganizad'o

    de

    manera

    que

    los gobernantes sean

    responsables legal

    y moralmente;

    que

    e ~ t a b l e z c a

    medio::

    adecuados

    para hucer efectiva la responsabili-

    '

    Jau;

    que

    IOl

    actos

    r (J

    los-

    gobernantes tengau

    publicidad; que

    el

    poder de

    la

    ,soberllnu' e&t di vidido

    para

    su ejercicio; q 1e calla

    uno

    de ' los podere ; tenga funciones definidas y

    detallauas

    de suerte

    que la arbitrariedau sea imposible; que

    los

    derechos

    naturales

    del

    h01Dbre

    estn alllhrigo de

    los atentado:;

    de

    la

    autoridad y

    da'

    los particulares;

    que

    los

    funcionarios

    sefln

    elegidos libremente

    __

    par personas competentes, etc., es la

    teora

    que, practicada fiel

    mente, encierra

    llIs

    probabilidades de

    llenal'

    la misin de un go

    bierno'

    de asegurar

    mejor

    los derechos individuale",

    y

    de

    hacer,

    en

    c o n ~ e c u e n c i a

    la felicidau pblica. Esta era

    mi fe

    poltica

    en

    l8ila,

    110

    es to{lava,

    ,si

    ella.

    no ha P ~ o ~ u c i d o

    los. resullados,

    "jue

    \'

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    17/66

    .- '452 -

    promete, es porque

    no ee

    la ha practicatlo' i ~ l m n t y porque los

    adelantados en

    la

    ciencia lo han impeJido.

    Por

    aquellos tiempos hablar en '

    favor

    de

    monarqua,

    de poder

    absoluto, de poder vitalicio,

    de

    asambleas

    hereditarias,

    como de

    instituciones adoptables, era

    proferir

    blasfemias, herejas

    y

    los

    errores ms condenables: era como hablar ahora en favor del

    centralis mo: cada uno le llega su

    turno. Desgraciado

    do aquel

    quien se escapara alguno de ~ t o s pensamientos.; la opinin lo

    anatematizaba

    y

    proscribfa.

    Persuadido ntimamente corno lo estaba, y como '1o estoy to

    dava,

    pbli

    co, el bien

    y

    la

    dicha

    de la socieclacl.

    Las leyes 'sin sancin, no

    ~ o n

    leyes

    j

    sin 'el castigo de los cr.

    melles y delito, no puede haber

    sociedad; el

    castigo debe seguir

    al delito muy de cerca; de esto depende su eficacia.

    La gravedad

    ele un crimen se mide por

    la magnitud

    de los

    males que causa

    El

    de

    alta

    '

    traicin

    es el

    primero:

    l los com

    prende todos. Los males que causa no tienen medida: personas,

    cosas,

    toJo

    lo

    arrasa,

    t010 lo Jestruye. Amargura, llanto, desola

    cin, desdicha, son los rastros

    que

    por toas partes deja. Nadie

    puede dudarlo

    :

    ~ t

    crimen arrasa como el diluvio un versal: slo

    suelen salvarse

    No

    y

    su

    fhmilia. Oircunstancias providenciales

    pueden

    atenUl los males.

    Las violaciones de la ley d('ben castigarse previos trmites

    y

    frmulas

    que den plena garanta

    de

    que la

    justicia

    se administra.

    recta imparcialmente; sin esto no hay seguridad, no hay dere

    '

    chos;

    101:1 hombres

    seramos

    ovejas.

    IX

    Pero'

    hay crfmene

    .

    I:Y

    hay

    -criminales que se

    olocan fuera de

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    18/66

    - 4i53 -

    '1a

    ley

    y I u i ~ l e s

    no es psible

    castigar

    previos trmites y frmu

    las legales.

    Un

    salteador asesina

    y

    roba en despoblado: la polica

    debe prenderlo,

    debe traerlo ante

    la justicia

    vivo

    muerto.

    Esta

    es

    la orden: no

    puede ser

    otra. Lo trae

    muerto .

    La polica Hen

    su

    deber:

    no

    cometi delito alguno.

    Es el jefe del Estado, es el hOITl brc en quien la sociedad 8'-'

    confi para ruc custodiase "biciese inviolable8 sus

    i l 1 S t i t u c i o n e s ~

    el

    que

    ~ c rebela contra

    ellas, el

    que

    las conculca, el que las

    destruye;

    en una palabra, el que comete el crimen de lesa r;atria. Tal mi

    men

    debe

    quedar

    impune?

    debe

    -gufrirlo

    pacientemente la so

    ciedad '?

    N

    ,

    mil veces n. Debe c a ~ t i g a r l o

    de'Le

    castigarlo

    pronto

    :

    In justicia

    lo

    exige: la

    sociedad

    lo

    reclama:

    su bieu

    y

    su porvenil'

    estn

    comprometidos. Se

    necesita

    escarmiento:

    sin esto el hecho

    stnepetir

    'y

    se

    repetir

    con frecuencia.

    Pero quin, cmo, cundo,

    dnde

    se aplica el castigo? i cul

    debe ser

    ste?

    cul

    la pena

    que los legisladores han

    sealado para

    este crimen?

    El criminal

    se

    usurp

    el

    poder pblico:

    la fuerza es-su derecho :

    los ejrcitos lo sostienen: centenares de pretorianos io

    rodean:

    ' l

    es todo, la sociedad es

    nada.

    Jueces . . . . no

    puede

    -haberlos .'

    CuanJo

    una

    sociedad

    llega

    esta

    triste

    c

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    19/66

    - -

    454 -.- .

    _ . ,

    d o

    Je

    s ha -HElgado el

    caso

    V cuando han tenido medioS' para elI-:

    esto

    es y un

    .derecho

    consuetudinario.

    La

    fuerza es el

    instrumen

    to; el

    la

    ti

    ene

    sus.

    leyes

    : d

    ebe

    observrselas.

    U

    na sociedad colocada en tan violenta s

    ituaci

    n B \ un volcn.,.

    :Bl com bustible

    arde; 11l

    atmsfera se inf ama; la e x p l o ~ i n es

    segura al meno.r incidente

    y

    la

    menor ocasin

    que

    se pre ;enta.

    Sexto

    Tarquino

    ahusa

    de

    la

    debilidad

    de

    Lucrecin, y

    la

    tuania

    de

    Jos 'J'Hquinos se

    d e ~ p l o m a . Virginio

    sacrifica

    ~ u hija,

    y el abso

    lutismo de los Decemviros desaparece..

    Ni

    la violacin de Lucre

    cia ni la muerte

    de Virginia fueron la causa de aquellas tremen

    da conjurac

    iones ;

    ellas existan y ('n todos

    los espritus

    y en

    t o d o ~

    los

    corazones.

    Eu el momento en que

    ta

    les ocontecimientos se consuman, I ls

    poblaciones

    enteras,

    emhriagadas

    por el plucer,

    corrrn, se

    abra

    zan

    y

    se

    felicitan con toda la efusin lel corazu. Los libertado

    Tes

    reciben

    los honores

    y

    las

    coronas

    del

    triunfo,

    que el

    entusias

    mo

    les prodiga: los vates los cLlntan y los clivinizan. 1 os

    filn

    tropos de todas las naciones aprueuan,

    encomian

    y ensalzan el he

    cho. I Pcru desgraciados de

    aquellos

    quienes en estas empresas

    la

    fortuna

    no

    protege

    U

    na

    metamorfosis se

    verifica:

    los

    hroes

    ~ convierten

    en

    criminales y las coronas de triunfo eH

    palmas

    de

    martirio.

    Las sociedades vuelven

    su estauo normal. Con el

    ejemplo

    de

    10 pasa 'o

    /-ratan

    de

    ser ms

    previsoras y

    Jo

    darse

    instituciones

    que

    prevengan los males

    que

    han sufrirlo.

    N,

    no se

    pueLie

    disputar

    las naciones el derecho de i115U

    lJ'reccin

    i

    lH'gl'selo

    sera

    condenarl ls

    ignominiosa

    y degradan.

    te esc:la vitud. N; su

    destino

    no es

    "te.

    Dios cre los hom

    hl'es

    para

    que-se8n felices

    en

    este

    mllndo

    y

    en

    el

    otro;

    estas

    dos

    .:'elicidade:; no son incompatibles

    entre

    s , aunque s lo son con el

    poder aruitrario: un

    IWl

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    20/66

    testigos

    presenciales: l

    ~ e

    halla consignado

    en la hist

    oria-de

    aqu ella poca , con todas sus circuns tancias; no

    bay,

    pUES,

    nece

    a J

    de proJucir pruebal.

    Cuando

    411

    hor.ho

    se

    verific, el pas

    estaba dividido

    en

    dos

    pllr

    tidos: el

    libe7"al

    y el absolutista; nI pri

    mero e

    le

    llamaba

    santull(lerista, y al otro boliviano. Los bolivianos

    reproba

    ron

    e

    hecho y los

    ~ n t a n d e r i s t u s

    lo

    aprobaron.

    X

    'rltn luego como el Congreso Con5tit.uyente de Ccuta sancio

    n

    111

    C o n ~ t i t u c i n

    eligL

    lo

    s

    Generales Simn

    Bolivar y

    Fran-

    c i ~ c o

    de

    Paula

    Salltandel', al

    primero

    para

    P r c ~ i d e n t e

    y

    al

    8egun

    do para Vicepresidente de la

    Repblica de Colombia.

    Ambos

    concu1'l'ie ron inmediatamente nI lu gar de las sesiones del Congre

    so,

    y

    en

    manos de su

    Presillente,

    con

    la mayor solemnidad, po

    niendo Dios por garante del t:umplirnit>nto de su p r o m e ~ a ofre

    cieron la patria

    cumplir y

    obedecer fielmellte

    y

    hacer

    cumplir

    y obedecer' aquella Constitucin. Haba ap enemigos

    que

    veneet'

    ClUllldo

    esto

    se

    verificflba.

    Esta

    fue la

    tarea

    en que 8e ocup

    el

    General Bolvar. Conc:luda en el territorio colombiano, Inarc a

    al

    Per

    dar

    innepcn(l(lnr'ia

    los hiJos del Sol.

    El General Santaurltlr se consagra plantear las imtituciones

    consignadas en la Constitucin

    y

    en las leyes que

    lall

    desnrro

    lIaban.

    Concluye el per'0do

    constitucional para

    que fueron nombra

    dos; se

    hacen nuevas eleceioncs,

    y

    se reelige

    los mismos

    Ge

    nera les para lo s mismos destinos en

    ~ l

    pprodo

    ~ i g u i p n t e .

    El Gl'nf'ral B o l ~ v a r en el

    templo

    de Santo

    Domingo,

    en

    ~ r e -

    senc

    ia

    del Congreso

    y

    de un numeroso concurso, volvi

    repetir

    el

    l11i5mo juramento y

    prometer

    la patria cumplir y hace i'

    cumpl

    il'

    la

    Constitucin

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    21/66

    - -456 -

    cho. l dio

    pretexto

    pora cohonestar otros crmenes y para 'mu

    chos escndalos. Los

    libertadores

    se

    declararon

    desde entonces en

    el

    goce

    de

    inmunidad mientras

    atraviesan esta

    cOfta

    vida.;

    SU)

    servicios les

    dan

    derecho para todo

    .;

    esta es su creencia; en

    elite

    sentido han

    obrado.

    XI

    Por una fatalidad para Colombia, el 'General Bolvar

    crea

    que

    los habitantes

    de

    las

    colonias espaolas de

    la Amrica del SU1'

    nopodan ser

    gobernudus por instituciones l i b e r a l e ~ : tena gran

    de aversin

    las

    consignadas

    en las

    Constituciones

    d

    los Estados

    de

    la

    Unin

    Americana,

    y

    se

    mostraba

    persuadido

    de

    que

    con

    ta

    }r.s principios

    polticos

    no

    -

    poda

    'haber ,orden

    porque

    lo perturba

    ran

    los

    antbiciosos

    los demagoljos.

    -El traa en apoyo de

    su

    fe

    poltica la historia

    contemp0J'nea, y

    atribua

    las instituciones

    republicanas las revoluciones

    y upsastres

    que

    sufra la Amrica.

    Con

    palabras y

    con

    hechos

    comprob

    que estas eran

    sus

    creencias.

    E s

    ta opinin, profesada

    por un

    hombre

    quien todos Rtribuan

    r n d e ~ talentos,

    grande

    ilustracin

    y

    grande

    8:xperiencia

    en los

    negocios

    pblicos,

    fue

    un

    argumento

    de

    autoridad

    '

    que domin

    los

    e

    spritus

    y

    contribuy

    producir

    el descrdito

    de l a ~

    instituciones

    republictlnas consignadas en nuestro cdigo. A las armas de

    este

    t

    emple

    no era

    posible

    que re:iistif'sen

    instituciones nU{)-Vas

    dadas

    para

    un f,neblo

    en

    los

    primeros

    aos de su v i d ~

    N o entra en mi plun ni es mi propsito la refutacin de aqael

    f urJesto

    error, propagado por medio de

    esos

    fabsim(js

    modos de

    raciocinar que

    se

    usan

    -t'reeuentementp-,

    que extra\

    '3n

    y

    que

    se

    d u c ~ n

    la

    razn

    aun

    de inteligencias

    privilegiadas.

    Atribuir

    las

    instituciones liherales

    las

    revolucionps

    y

    calami

    uaues

    que

    han

    sufrido

    los

    pueblos que

    las

    han adoptado,

    es como

    atribuir

    la

    doctrina de J

    eSllcristD

    los crmenes, horrores

    y

    de

    sastres

    que

    se han

    cometido

    su

    nombrC1 y

    de

    que

    han

    sido vcti

    mas las naciones que

    la

    han

    profesado.

    Horrores,

    uesastl'es ini

    quidades

    se han cometido en todas partes

    y

    en

    todos

    tiempos

    para

    o

    btener

    sus

    ministros dom'uacin

    y bienes ten/porales ; pero error

    grosero

    sera

    atribur estos horrorea

    y ('stas iniquidaLles

    In ilanta

    doctrina,

    y

    esa

    misma

    doctrina

    que

    l o ~

    condena

    y

    l't'"prueba.

    Puede .un

    tutor robar

    su pupilo; pero de -

    esto no

    lJuede

    dedu

    c'

    rse

    que es

    mala

    la

    institucin

    de la

    tutela.

    Lo qtie

    la

    historia de

    la

    Amrica ensea

    es

    que

    son

    rarsimos

    los

    gobernantes

    que

    han

    tenillo la honradez necesaria

    para

    practi

    c

    ar fielmente las instituciones. Generalmente

    les

    han sido

    infieles,

    las han

    falseado,

    las han eludido

    las han hollado

    abiertamente.

    Es un hecho indudable:

    la

    historia contempornea prueba

    que

    son los gobernantes los

    quP.

    hacen las revolucions

    ;

    e l l o ~

    son

    Jos

    r e ~ p o n s 8 b i e s

    de

    los .inmt;\nsos males que sufren los inocentes

    ,:puebl08.

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    22/66

    -

    4l>7

    -

    Pretenden

    lugo justifir,ar su imbecilidad 8U crimen atribl1'

    yendo estos males

    las instituciones.

    Creen librarse, por

    este

    me

    .

    dio,

    de

    la ignominia y (>xecracin

    que merecen: ignominia

    y

    exe

    cracin con que

    la opinin

    debe

    castigarlos hasta

    la

    oonsumacin

    lo

    sig

    (1)8.

    XlI

    .

    Las instituciones repulilic8oos, lo repito,

    nO'E l'an

    ' del gusto del

    General Bolvar, Esto explica la razn por qu no mereci su

    a p l ~ s o la Constitucin de Ccuta :- tuvo ' aversin ella; puede

    decirse que la aborreci en m cuna. El vicio

    capital

    que para l

    tena era el de

    haber

    organizado

    el Podf:r Ejecutivo demasiado

    dbil, no obstante

    01

    poder qt4e daoa el artculo 128. Esta Cons

    titucin no estaba

    de

    acuerdo con su tl ora. Esta era: gobierno

    fuerte y vigoroso.

    Poder

    sin lnlites y sin responsabilidad,

    quera

    decir: sus heehos y doctrintls manifestaron que esta

    era

    la

    signi

    ficacin que

    tenan

    en su diccionario aquella l palabras.

    Poco tiempo despus de sancionada la Constitucin se

    traslad

    el

    General

    Bolvar

    al

    Per;

    all pprmaneci cinco aos

    hechiza-

    do

    como l deca. En aquel tiempo ' no

    tuvo

    ocasill ni motivo

    para flstudiar as instituciones que se

    haba dado

    Colombia;

    no

    conoca SU ; efec tos sobre la suerte del

    pas;

    no poda saber si

    haban encontrado dificultades ('n su prctica

    &

    si se ejecutaban

    con facilidad y

    contento;

    no conoca el estado

    de

    la opinin

    pecto ellas; en una palnbrn, no tena

    fundamentos

    ni motivos

    para dar POI- cierto y

    declarar

    que no Han adecuadas para regir

    nos. Aun cuando Colombia

    hubiera

    sido patrimonio suyo,

    y

    hu

    biera tenido derecho de hacer' de sus habitantes 10que ms le con

    viniese, todava no

    era

    jU 1tificable la reSDlucin que

    tom.

    XIII

    El

    General Bolvar

    fue investido en el P'

    cr

    '

    de

    ' u,n

    poder

    dic

    tatorial, y lo e.erci

    hasta

    que

    emprendi

    su regreso i Colombino

    Su autoridad tena

    por apoyo el

    ~ j r c i t o

    aux

    iliar

    que era

    muy

    respetable

    por

    su

    nmero

    y

    calidad.

    .

    Pero

    l era (,1

    padre

    de l a ~ tres RepbHcas: Colombia, Per

    y BoH via j no se resol va

    abandonar

    ninguna de

    sus hijas; se

    crea con derecho y

    aun

    en la ouligacin de

    gobernarlas

    todas.

    Concibi este proyecto

    y

    se propuso llevarlo cabo. Formar

    una Confederacin de las tres Repblicas, someterlas un Go

    hiernogeneral,

    dejar

    cada Seccin las fondones necesarias para.

    el manejo ue.sus propios intereses y nomurar un

    presidente vita ..

    licio irresponsable que se

    encargase

    del Gobierno

    general, erl:l

    el

    plan que

    resolva su

    problema.

    . Crey ejecutarlo sometiendo cada una

    de

    las tres

    Repblicas

    -la misma

    Constitucin;

    es p e c J r ~ i f r p W ~ o l ~ s e D 4 i j s t i t u c i @

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    23/66

    nes 'polticas.

    Esto

    10 crey fcil

    y

    sencillo: contaba con in'

    fluen_

    cia, prestigio, vaiimiento y fuerzas 'ro todas -partes.

    Al

    efecto, redaot un proyecto de

    Constitucin;

    dio 'en

    l al

    Gobierno una organizacin nueva

    y

    particular;

    se

    encant

    ~ o n

    su

    obra:

    la consider como el depsito de la experiencia

    y de la

    ~ a b i d u r a de los siglos.

    No es

    mi

    nimo

    juzgar

    ni censurar aquella Constitucin.

    S

    muy bien '-' que no

    es

    dado enanos medir tallas gigantescas. "

    Pero

    s debo hacer notar que las instituciones all consignados pe

    caban contra las doctrinas polticas profesadas, enseadas y prac

    ticadas por los J e p u b l i c a n o ~ :

    se

    las consideraba corno incompati

    bles con la libertad.

    Para

    la realizacin de

    Su

    deseo tena dos terceras partes del

    camino andado. Bolivia le haba pedido un proyecto de Consti

    tucin:

    y

    estaba segura su adopcin.

    En el

    Per

    la empresa era fcil: se con tata -con elementos

    poderosos;

    so

    podan consultar muchos intereses. Por esto

    ;e

    coron con buen xito despus de poco tiempo.

    El

    General Bol

    var fue nombrado Presidente vitalicio.

    Desde que

    se

    trasluci en

    el

    Per

    el

    plan

    tle

    imponerles

    la

    Constitucin uoliviana, se rebelaron mucbas susceptibilidadf's. No

    se conformaban los peruanos con que se

    It's

    tratase como . pas

    conquistado, y menos an

    con

    que

    se

    les L1iese la ley. Aquella

    Constitucin ofendll sus dogmas polticos profesados hasta

    enton

    ces. La opinin se sublev y se pronunci de la manera como po

    da hacerlo en las circunstancias imponentes

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    24/66

    'Esta ruin' 'la. concibi, la resolvi y la emprendi el

    Gfnera

    Bolvar.

    Con tal objeto lanz

    su

    pensamiento

    soure todo

    el territorio. e

    Colombia.

    Vol

    en

    alRs

    de

    un

    agente

    '

    suyo

    (el

    ~ e o r

    Antolllo

    Leocadio

    Guzmn)

    por las ciudades

    principales:

    lo acredit con

    credenciales

    V

    cartas cerca de sus capitanes y de sus amigos: de

    boca

    de

    l

    deban or sus ideas

    y

    sus

    proyf'ctos.

    Comprometer

    tod

    03

    influr y

    hace>r que

    se

    a L l o p t a ~ e

    la Constitucin

    boliviana,

    era el

    ob.ieto

    de la

    misin.

    Elite becho fne un

    rayo

    ele Jpiter,

    que

    atrave& el corazn de ,

    la

    Constitucin

    de

    Colomuia.

    La hiri lle

    muerte.

    - lmposi\;>le,

    absolutamente imposiule, era

    conservarle la

    vida.

    El

    que lanz el

    rayo

    era

    omnipotente.

    En este

    hecho

    estaban concrEtadas la conspiracin, la tentot.i .

    va y la

    catstrofe

    del crimen de

    lesa patl'ia.

    Basta

    recordar

    el

    prestigio, influer.cia

    y

    poLler

    del

    Genera

    Bol

    val' en

    aq

    uellas

    circu

    mtullcias, para reconecer

    ,Y confesar

    la

    exac

    titud

    y vt'rclad de las

    proposiciones

    enunciadas. El Genera

    Bulvar

    no

    era

    un bombra

    para

    las tres Repblicas: era un sOI li

    dis: en Grecia le habr1an eregido un templo.

    La

    comprobacin

    de

    los hechos se

    encuentra

    en la

    historia,

    en

    documentos y en ios

    peridicos de

    aquel tiempo: all se lee la

    d c ~ c r i p c i n de los rastros

    que

    dejaba el senol'

    GuzmlJ

    en los lu

    gares por donue pasaha : las actas confirindule la -

    dictadura

    a l

    -"

    General

    Bolvln era

    uno de ~ l l o s .

    XV

    Conoc'lo el proyecto de suplantar la

    Constitucin

    de

    Colom

    Lia

    con la

    Con

    st

    itucin boliviana,

    nacieron

    los dos

    partidos

    de

    que

    he hRbla(lo

    anteriormento; clli.bemZ y

    el

    n,bsolutista boliviano,

    rlenominaciones

    tomadas

    de los principios

    i n ~ t i t u c i o n e s

    que

    c

    ada

    uno defenda: ojal ~ ocurriese siempre estRs fuentes

    pa

    ra darls sus

    denominaciones

    .

    El programa

    del

    part

    ido

    liberal era

    el

    sostenimiento

    del

    Go

    bierno, de la

    Constitucin

    de Ccuta, de

    la instituciones

    all

    consignadas y tlo los prinei 'pios sobre que ellas reposaban. Cons

    t

    itucin,

    institucio

    'neil

    y principios

    quo los

    contrarios haban de

    clarado

    la

    guerra.

    Dosde aqu

    'ellos tiempos

    mo-enrol

    en el partido liberal. Le

    be

    sido siempre fiel :

    jams

    he desertado. He

    propagarlo

    su doctri

    na, he defendid-o su CAusa con mis armas y he contr-ibudo sus

    triunfos siempre que he

    tp.nido ocasin.

    Me he

    colocado

    un lado

    cuandb

    he

    credo

    que mis

    compaero : se han extraviado

    que

    c01Jducen

    la nave

    -

    la

    vorgine. Desgraciadamente no

    me he

    equivocado.

    S i e l l l p F e

    h e

    credo que

    n i c m e n t ~

    la

    sombra de

    la

    libertad

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    25/66

    -

    4 6 0

    (el gO,ce d ~

    lodos

    los

    derechos

    completa

    .

    mente

    a ?egurado,

    es

    la

    idea

    que

    para

    m expresa

    esta

    palabra), es

    como

    los

    hombres

    pueden

    ser

    felices

    y

    como las naciones

    pueden

    p.

    rogresar

    y

    Jlegar

    .

    ser

    ci

    vilizadas. Esta

    ha sido y es mi conviccin ; . por eso he sido y

    sov liberal.

    El partido

    boHviano no t ~ n programa definido,

    ni

    poda

    te

    ne

    rlo.

    Su

    pr.ograma era-

    la v ~ l u n t a d

    del

    Gf'neral Bolvar.

    Esta

    voluntad no la formul, en la poca

    que

    me refiero, por

    un

    plan

    definido,

    claro y

    preciso,

    ni

    la

    manifest

    la

    N acin

    resuelta y

    francamente.

    Todo era

    en l anttesis: promr,te sostener la Cono

    titucin,

    y se esfuerza

    por l'uplantarla

    con

    la-

    boliviana. ; .

    promete

    hacerla obedecer, y of(eci .sculos y abr9z9s , Jos

    qlle-.

    la profa,.

    naron y

    la

    hollaron.

    El

    General Bolvar crea qU8

    un

    hbil despotismo era

    el go

    bierno

    que nos convena.

    Aun cuando no hubiese revelado

    esta

    creencia expresamente,

    sus hechos la

    habran

    denunciarlo.

    El

    no

    I>od

    a e}ereer

    otro

    potler que el absoluto:

    esto lo haban, habi

    tuado iYanto

    en Colombia como

    en

    .el

    Per : no

    pod.a sufr.ir red

    tricciones. Catorce aos del pjercieio de aquel

    poder

    le.

    haban

    ,

    engendrado

    este hLJito. Un solo

    da

    no

    gooern

    :

    constitucional

    mente.

    Siempre

    resignaba

    el , poder irrevocablemente

    y siempre

    continuaba

    en l: siempre se

    der.a

    atigado

    y

    abrumado con

    el

    poder, pero

    jams

    que-ra uescansar ;

    quera

    )a

    libertad para

    los

    pueblos,

    pero

    no le

    gustaba

    gobernar sino

    dictatorialmente.

    Se

    irrita igualmente

    con los que

    le niegan

    el

    poder

    absoluto, que con

    los que sospecha que tienen

    pretensiones

    l. Contrasto singular

    hacen siempre

    sus hechos con los liberales pensamientos consigna

    dos en sus proclamas, sus mensajes y sus discursos.

    Fue,

    pues, con

    fundamento

    , comQ se calific .

    de

    aQ,so.luJista

    :

    aL

    partido bolivianp.

    La rebelin .tIel

    General Pez present URa .

    ocasin brillante

    para la em-p,:esa

    de consumar la

    destruccin.deja .constitucin de

    Colombia

    y reemplazarla

    con

    la

    boliviana .

    A consecuencia tiA aquella ,'ebelin pas" el. Rubicn el Gane

    ral

    Bolvar.

    Las

    palabras

    con

    que

    salud .

    Colombia .al presen

    tarse ante ella confirman lo di

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    26/66

    - 46t. -

    miento del

    estauo

    de

    la opinin

    en la Hepblic8, de los. recursos .

    con que contaba el Gobierno, de la situacin (lel

    General

    Pez,ni

    de sus fuerzas. No haba odo el voto y la opinin de los conse

    jeros quienes

    la Comtitucin

    mandaba

    que oyese..

    N

    o

    estaba,

    pues, en. situacin

    de resolver y decidir

    sobre

    la,politica que

    de

    Ma

    segull.

    Una polhicn .estaba

    prevista

    y. ordenada de antemano. Esta

    era la de oblig.ar. obedece.r y, cumplir la Constitucin y las le

    yes: seguirla

    era

    un deber

    sagrado

    .Se

    haba

    ofrecido esto

    solem

    nemente. Para

    odoptar,

    pues, la

    cntraria

    se necesitaban

    raZ01l6i5

    muy poderosas. Estas

    no

    poda tenerlas.el

    General Blvar, como

    lo he manifestado,

    y menos para

    empezal' Bor

    ofrecer

    abrazos .ysculos de

    paz

    .

    {t

    los cul pados. Pe.ro

    l.

    trall

    su-

    plan: no

    necesi'l' .

    taba saber mas.

    Desembarcado

    en Guayaquil, pntra

    en el tl'rritorio gobernon

    do y

    mandando

    como q\lien entra

    t

    su

    casa: como entra UJl, amo

    su hacienda. j Ejemplo funesto

    El no

    tena

    filcultad de ejercer actos de

    autoridad,

    porque no

    ~ e haba

    e ~ l C a r

    g a d o del eje'cicio d 'l Foder Ejecutivo. Er.a un

    simple

    General

    sin

    .fundones.

    Sin em

    bargo, obra discrecional

    mente

    y

    como si se le hubiese conferido

    un

    pouer

    ab50luto, fusila

    gin pI'evia sentencia

    condenatoria;

    anula sentencias; conmuta pe

    uas: da empleos y ascensos,

    etc.,

    etc. , Eran inocente'l estos he

    chos 1 Las autoridades

    constitudas

    tenan obligacin .de

    juzgar

    los

    y

    castig;\l')os? L.

    Cumplieron

    su deber gJlardando

    silencio?

    XVII

    '

    f]lega el General Bolvar la capitnl de la.

    nepblica:

    pre

    tendo investil'se del pode'

    dictatorial:

    el Vicepresidente lo disua

    ete de tal designio manife:ltndoJ.e

    que

    el

    articulo

    128 de

    11\

    Cons

    titucin

    le

    daua

    las facultades

    que pudiera

    npcesitar

    para resta

    blecer el

    orden pblico. Se encarga

    del ejercicio del

    Podpr Ejecu

    tivo : m .primer decreto fue declarndose

    en

    uso de las fUf ultade3

    extraonlina-.rias que el mencionado artculo confera.

    Para juzgar

    l(1)S

    hechos que ('jecut

    en

    c o n s f ~ c u e n c i r t , es

    n e c e ~ n

    rio

    tener presente

    el ,contenido de aquel artculo. Dice 1\ -1:

    En

    los

    caws

    de conmocin

    interior

    ,

    .

    mano

    armada

    q ue

    a J l 1 , l 1 I ~ c e

    la

    seguridad

    de la

    Rephlica,

    y en

    10s

    de una invasin

    exterior

    y re.

    pentina,

    puede

    (el Poder Ejecutivo), con previo acuerdo y con

    untimiento del Congreso, dictar todas aquellas

    medidas extraor

    dinurias que sean indispensables y que no estn comprendiclas

    en

    la.esfera

    natural de

    sus atribucione5.

    Si

    el Congrl'so no estmziere

    reunido tendr

    la

    misma

    facultad

    por

    s solo;

    pero

    lo

    convocar

    sm

    la menor demora para prot:edel' conforme

    sus

    acuerdos.

    Esta

    extraordinaria

    autorizacin

    ser limitada nicamente

    . 1 o ~

    luga

    res 1/ tiempo indispensablemente

    n e c e ~ a r i o s . ~

    "

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    27/66

    . La

    ley

    design

    la

    ciudad de

    Bogt)t

    por

    ca'

    piial

    de la

    Rep.

    blIca y

    por

    residencia

    del

    Gobierno: conforme ella,

    slo

    ll r-e

    ponde el

    P r e ~ i r l e n t c paca

    rjereer

    legalmente el Poder

    Ejecutivo

    y

    ~ J o

    desde all

    poJn

    e.iercer

    las

    facultades

    e x t r a o r c : l j n a r i a ~

    '

    Fjese bien ' la atencin en el sen tido del at'tculo antes

    copia.

    do,

    en el objeto que se propuso pI legisl

    ado

    r

    al

    'sancionarlo y en hl

    e ~ t e n s i n

    que racionalmente poda darse las fa

    cu

    ltades canee

    d1das, para

    C'Jue

    se

    le d

    inteligrncia

    recta

    y grnuina ;

    es

    decir,

    para que se ppnf'tre y

    perciba

    la

    voluntad

    del legisladvr constitu

    yente, qne

    es

    lo que constituye

    la

    le)'.

    Es al Prfl ' illt'nte de la ' Rt'pblica encul'g-ado del Porlr E j u ~

    tivo

    quien

    se

    confieren

    las

    facultades

    extraordinarias:

    no

    se

    confieren sino

    las indispensables para

    el objeto:

    no

    deben t'xten

    derse

    sino al

    tiempo

    y luglir absolutamente necesarios:

    uebe con.

    VOCNrse inmediatamente

    el

    Congrew.

    .

    Trigan'3e

    la memo-ria los netos pblic09 ' ejecutado::

    en

    a'que

    tl,empo por pI

    General Bolvar,

    y comprese los

    con

    stas

    d'sposi

    C l o n e ~ ,

    En

    el acto se siente y percibe su o p o ~ i e i n , es decir, la

    violacin (\('1 deLer. Una

    conviccin

    profunda se

    adquiere al

    ha

    cer

    este

    estudio, snbrr: que e l General

    Bolvar,

    desde el da

    Clue

    se

    encarg

    del

    Podt'J'

    Ejecutivo,

    ejerci

    un

    poder di

    sc

    recional

    y

    a b s o l L ~ t o

    sin

    tener

    en c u

    n t o el

    que

    le

    confera

    el artculo 128.

    Fcil,

    y

    muy facil ser a hacer aqu

    esta

    d e m o ~ t r l . \ C i n , trayen

    do

    al crisol gran nmero

    de

    aquellos

    actos; pero

    la operacin

    es

    enojosa.

    Sin

    embargo,

    presentar

    algunos ejemvlos.

    Teng() que

    repetirme,

    Era

    el Pre

    siJente de

    la

    nepblica en

    carglldo del Poder

    Ejecutivo

    quien poda f'jercer constitucional.

    I1wnte

    las

    flCultades extraorc inarial'l . Al ~ a l i r dl

    '

    la

    capital

    el

    Pre

    sidente

    }pjaba

    de

    rjercer

    el

    Poder

    Ejpcutivo,

    luego

    ro

    Hoc]a

    ('jer( (l)' las

    facultacl..' s extraordinarias en

    calid.ad de tJ.

    " D

    e::.

    un hoy en ndelante (dice

    01

    decreto

    por

    el cual se encar

    ga

    de

    ('st.as

    fuculta

    des) estoy, como

    Presidente de la

    Repblica,

    en

    el r.'-lSO del artculo 128

    de

    la Constitucin, ete."

    E n

    mi ou

    senciu

    ue

    esta

    CApital, e l

    Vicepreilidente de

    la

    HepLlica,

    como

    que queda onca rgad o uel Poder Ejp.cutivo, f'jercer dichas faculta

    dw extraordinarias en

    todo

    el te1'1'torio en que

    yo 1'10

    las pudiere

    tjercer

    iutnt.'diatnrmmte.

    .

    N o

    hay

    para

    qu

    hacer comentarios.

    ~ t o

    se.

    llama

    convert1r

    las Cotlstitucioues en libros," bablanJo con

    prop edad.

    Sale el

    Gt>neral Bolvar

    de Bogot para

    Venezuela,

    "En

    el oro

    den constitucional, desde este momento l no rodia ser SiDO un

    Genera

    l :; l a ~

    rden.:s d/:'l

    Poder

    Ejecutivo

    nacional,

    ni

    poda

    eje rcer otras

    faeultades

    que las que ste

    le

    delegara.

    Sin

    embargo,

    l se invisti

    de

    la l facultades del

    artculo

    1'28

    y

    l

    e8 quien

    las

    delega al Encargado del

    PodeJ'

    Ejecutivo:

    con

    esta

    investidul'll

    prte;

    para

    - su.

    ejercicio

    ~ r e a

    una

    Secretaria

    genere

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    28/66

    -46'3 -

    y lleva un

    Secretario.

    Se

    agreg con est

    h

    d:

    ho 'un cual to pode r

    t

    los tres

    que

    haba E'stablecido

    la Constitucin.

    Este

    cual

    '

    to

    er

    a

    uperior en

    autoridad

    t los otros .

    E ste poder

    suprime

    t l'ibunal

    rs

    y

    j l l d i c a t u r n ~ ,

    crea

    otras;

    cam

    hin la organizaei6n poltica

    de

    algunos depar tamentos y la divi

    sI

    n terrtorial de

    nlg u

    nas

    provincias;

    impon

    e

    c o n b u c i o n e y da

    ' una nueva

    or

    gan izaci

    n

    la

    administraci

    n de la hacienda pb\ ' .

    Cll

    en algunos c 1 e p a r t a m t n t o ~ , etc., etc. Estos actos se efectuaron

    antes y

    uespus del

    somptimient.o dl'l General

    Pez f'S decir,

    ejerci Bolvar el Poder Legislativo en tOlla su plcnitdd dictnndo

    meuidas legi slativa-s que no

    (H' W i n d i

    ~ p e n s a

    f 8 ,

    es t

    ando

    y

    pac

    'ficado el

    pas,

    sobre

    territorios

    que

    no

    haban

    ~ i d o

    qUB

    y

    no

    eran

    teatro de revolucin.

    PDsible ps que tQdas

    aquellas ley

    es fuesen

    tambin

    Iep -ito

    ele

    sabidura y de '

    experiencia: esto

    no

    lo disputo;

    pero

    se dietaron

    sin

    tener poder constitucional

    para ello y u:->urpndose las

    faculta

    rles del

    Poder

    Leg i la ti vo.

    Por

    aqllellos

    ti

    esta

    ba Cl.Hll

    pacta una

    gran mayora, era

    en

    no acep

    ~ a r el

    gob:(mlOfuerte

    y

    vigoroso.

    Ella quera gobierno de leyes,

    gobierno que ptldif.J'a r e:itable, gouiPI'no

    de

    garantas, y gobier

    no en

    rue la

    voluntnd l

    e

    un hl)mbrc no fuera

    la

    ley

    Jl

    pudiera

    o b l c l o n e r ~ e

    ella.

    Lo,

    gouernos fuert('s y

    vi

    gorosos

    sucull lben siempre

    bajo el

    :eso

    de

    t'll fuerza y de su

    vigor

    , porque contraran el objeto y fin

    con

    qun

    los

    hombres

    consienten que

    se

    les

    gobierne.

    Hollando

    todo del'ceho, eorr:o lo Lacen,

    la opinin

    les viene ser adversa,

    la

    pacieI l:ia se agvtn y al

    fin

    el

    ~ a i i n

    tru

    ena

    .

    Por

    considera.\io

    nes

    de

    este

    gnero,

    los

    Diputados

    liberale

    , r e s i ~ t i e r o n

    los proyec

    t

    os

    riel

    partido

    boliviano,

    CUfllldo

    el

    General

    Boli\':ll'

    ~ e

    per"uadi de

    que

    la

    Convencin

    110

    aCf'ptara sus

    p r o p c t o . ~ ,

    la disolvi

    por

    un medio nuevo

    y

    e

    Sl

    flTldaloso . Hizo e ' l e de

    ..

    e r t n ~ c la minol"a, y Iue no quedase el

    nmero

    necesario pra continuar' las

    s e ~ i o n e ~ . Por

    este medio

    se

    dio la UIllerte un a

    de la

    s lIIs sol.ernnps y rc:,petables

    s m b l ~ s

    ~ 1 1 8 haya tenido Colombia y la

    Nueva

    Granada. Que el autor lo

    ue

    el

    Gl'np l'al

    Bolvar,

    creo que nadie

    lo duda ni

    lo cQntratlice .

    .Nad ie sino l puuie..ra hauerlo hecho : nadie

    ~ i n o

    l

    tenia

    poder

    para ello.

    La

    magnitud

    del

    atentado y

    lo funesto del ejemplo

    se

    tlisputn la primaCa.

    En eHa vez tambin olvid el General Bolvnr que poco tiem

    po untes habia dicho, hablando

    ~ e l

    pueblo: "Tan slo l conoce

    su bien

    y

    es uueo ur su sutlrte; pero no un poderoso,

    ni

    un par

    t i u o ~

    ni una fraccin. Nadie sino la mayo1'a

    s

    soberana. Es

    UN

    .

    T I R ~ O

    EL QUE SE PONE EN

    LUGAR

    DEL PUEBLO,

    Y

    SU

    POTES

    T AD

    USURPACION."

    "Es atribucin

    de los censores," deca

    la

    Constitucin boliviana,

    "condenar

    oprobio eterno. losu.'Iurpa

    dOTi .8

    de la

    autoridad

    :

    pblica."

    .

    .

    "

    .

    '\

    \

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    32/66

    XXI '

    Disuelta la Convencin, ,

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    33/66

    - -

    4613

    '"-

    los

    colombianos algn derecho? ~ i ,

    el e rechazar la fuerza

    con la 'uerza, el

    de

    restablect'I'

    su

    condicin

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    34/66

    ...

    - 469 -

    En ''Jos primeros

    das

    del mes de ;Septiembre (estbamos en

    el

    ao

    de 1828)

    fue

    mi casa

    el doctor

    Florentino

    Gonzlez, con

    discpulo Y amigo mo. Coincidamos en principios y en ideas.

    Improbbamos

    cul ms

    los hec-hos

    que

    estaban

    pasRndo.

    La

    suplantacin.

    de

    h Constitucin por unA dictadura la calificbamos

    con lllS eptetos

    que

    nos suministraba el

    Cdigo

    PeDAl. En

    aque

    lla

    tarde

    me

    revel sucintamente

    el

    plan

    que se haba formado

    para hacer una contrarrevolucin

    que

    pusiese trmino la dicta

    dura

    y restableeiese

    el

    Gobierno

    legtimo.

    Siete individuos formauan el ncleo revolucionario. Carla uno

    de ellos estaba

    encargaflo

    do enrolar pp.r:;onas de

    toda

    confiliDza v

    resolucin.

    Se

    contaba

    con

    el

    cuerpo

    de

    artillera,

    ~ o n

    el

    J

    de

    ~

    Estade

    Mayor, ron varios jefes y oficiales, y con los oficiales y

    jofes liberales

    que estaban

    presos

    en

    los

    cuarteles.

    El

    plan

    era

    apoderarse

    una misma

    hora

    de los cuarteles,

    del

    palacio y de la peri'ona del General Bolivar.

    Todo

    esto

    em senci

    llo y ff:il. El J efe de Estado Mayor poda hacerlo todo; tEma

    jefeS'

    y oficiales con quienes reluvar todas las guardias: no 8e

    ne

    cesitaba un

    tiro de

    fusil.

    Me pareci buena la idea y bueno

    el

    plan: consent en que l

    doctor

    Gonzlez

    incluyera

    mi

    nombre

    en su lista.

    D e ~ p l l s

    me

    persuad

    de

    CJue

    la

    generftlidad

    de los

    homures

    del

    partiJo

    estaba

    en el misterio, y que cada uno de ellos perteneca alguno de 103

    crculos.

    En uno

    de

    aquellos

    r 1 n fue

    mi

    casa

    el seor RAmn Mr

    quez, edecn del General Santander, decirme

    que

    et General

    me

    suplicaba

    que tlln luego como

    me

    fuese posiblo me v i e ~ e

    con

    l. FlIi su c a ~ a roco rato. Em pez dicindome que

    haca

    algu

    nos

    das

    qne

    deseaba

    saber

    mi

    opinin acerca de una

    cuestinjudi

    cilll. Me

    refiri

    el hecho y hablmos de l por algn T'lto .

    Despus ti e term i liada es t ( ~ o n veroacin

    me

    ex

    pres

    las ideas

    siguientes: que

    haua

    llegado

    H I

    notieia que se lJf'nsaba en una

    contl'arrevoillcin para r e ~ t a

    b l f c e l '

    el Gobierno

    constitucional:

    qu e

    el

    pensamiento

    le ,lareca ratrit.ico,

    porque sostcner

    el imperio

    de la ConstitueilI1 y de las leyes era un d e b r ~ r de todos los c0Jom

    bianos; pero q U f ~ crpa illOportun ,) el jlroyecto. L a eontrarrevo

    lucin ser W'lIel'al,

    deca

    .

    porque fln todas partes

    hay el llJislllO

    pensamiento.

    Pero

    e ~

    I1Pcf}ario

    espprar

    q

    UtJ

    los

    Di

    putados

    ta

    Convencin

    hayan tenido

    conocimipnto

    de lo

    que ha

    pasado aCJu

    para que obrp.n ue acuerdo y para q Uf> ll ('ven

    efecto

    las resol

    ciones

    que

    tomaron

    el1 Ocaa." Sol)re la b a ~ e

    ue

    un plan

    general,

    y poninuose ue

    acuerdo

    los IiberAle.3

    de

    las

    provincias,

    crtla

    que

    el buen suceso dI' la

    reaccin

    elu

    seguro,

    l'

    porque es un

    hecho

    deca,

    que la

    mayora

    de

    los colomLJianos nu q u i e r l ~ gobierno d ~

    hecho,

    arbit.rarios y d e ~ p l i c o s .

    Concluy dicindome que

    influ-

    3

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    35/66

    - 470 :.-

    'j'i' S :, con

    mis

    amigos

    para

    que obrasen con juicio

    y

    desistiesen de

    hac'er un movimiento

    ai

    sla

    do y

    p r e c i p i t a ~ o .

    '

    Le contest que

    tambin

    t ~ n l a noticia

    de

    que

    se estaba

    } r g a n i ~

    zand

    o un

    plan

    para

    restablecel' la

    Constitucin, de que

    se reunan

    ]Od

    medios y

    de

    que haba

    resoluci6n de

    llevarlo efecto:

    que no

    conoca pormenores ni acerca del

    hecho

    ni de sus autores, y que

    por

    )0

    mismo no poda ejArcel'

    influencia

    ninguna

    para

    impedir ni

    s l l ~ p e n d e r

    la ejecucin.

    Esta conferencia

    no

    tuvo

    'coD3cuencia

    alguna .

    XXIV

    Lleg

    la

    noche de12

    "

    de

    S e p t ~ e r n b r e .

    Una

    ocupacin me

    impi

    di estal' al corriente ne Jo que pas aquel da. A las

    siete

    de la

    noche

    toc el

    doctor Gonzlfz

    la

    puerta

    de

    mi casa yall

    mis

    mo

    ' me dijo

    que me esperaba

    las

    once en casa del seor

    Luis

    Vurgus

    Tejada (carrera

    eJel

    Sur)

    calle

    5.3., nmero 16.

    3:

    esta

    era

    ]a \sa .

    Tuve

    necesidad de

    acompaar

    aquella

    misma noche

    per-

    .

    sonas de mi

    familia

    casa de

    la seora

    Jo sefa

    Santander

    de

    Bri.

    '

    ce

    'o,

    q u ~ estaba

    p.nferma . All

    encontr

    al GenAral Santander,

    su

    cuado

    el

    Coronol

    Bl',iceo

    y

    varias

    otras

    personas.

    No

    labl

    con ellos

    ni

    de

    poltica, ni de

    lo

    que

    es

    taba

    pasando. Cercll '

    -Je

    las once nos

    retiramos: tan luego como

    me fue pO

    i\

    ible salir

    de

    mi CU il

    a lo hice y me fui casa

    del seor

    Vargas Tejada.

    Llegu

    pasadas

    las once.

    Supe que

    y hab13n estado all

    los

    conjurados; que ~ e haban distribudo en

    c U l l l i s i o n r ~ s

    que

    se

    le

    haba asigqado

    cada

    uno

    la mi:::in que tena que llenar,

    y

    que

    hab

    an

    partido

    sus respectivos cINtinos. Una fraccin de

    los

    des

    tin

    udos

    palacio

    estaba y

    de

    marcha

    C'uanri

    o yo

    entraba:

    re

    cuerd o

    entre

    ellos

    los

    seores

    Perlro

    Celestino Azuero,

    Maria

    l l 0

    Os

    pina y Juan M. Acevedo.

    El

    doctor Florentino GOltZlez,

    q ue ta nllin fue

    palacio

    con ellos,

    haba

    salid y de la cu,a.

    U s ted se queda con nosotros,

    me

    dijo el se

    or

    Vargas Teja.

    da ;

    el Coronel ' Vit' ,

    comandante

    del

    batalln Vargas,

    vive cerca:

    e

    t

    en su casa pod/'llOos impedirle que salga: dmon

    os

    esta

    c

    omisin.

    "

    E lla fue

    intil. El

    COl'onel

    Wite

    no

    estaba en

    su

    casa.

    Perma

    nec; d E'S plls

    en la

    eJel sP.lor T{l.iada. Entre las

    tres y

    las cuatro

    de la m a

    ana volvi

    el

    seor ~ r n c i s c o

    Torres Hinr.strosa, quien

    nos rofin lo que

    haba

    pasarlo y el mal suceso de la empresa

    . , P f' nsemos en el cadalso y

    fantiliariemonos

    con

    l,"

    me dijo el

    ue

    or 'rejada.

    No volvimos

    hablar una palabra. Pa

    sadas las cua-

    1:

    ro,

    part

    para

    mi

    cnsa: all

    nc

    ontr

    PeJro Celestino

    Azuero:

    e

    stalla

    herid

    o levemente:

    haba

    recibido

    un machetazo en la

    cabe

    :

    m:

    el

    som

    brero

    lo

    salv

    .

    N0 fue posible

    practicar el

    plan combinado de la manera como

    , I

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    36/66

    - 411 -

    lO'

    concibreron 'y arreglaron sus autores primitivamente. La o n

    juracin abort. El

    25

    por

    la

    tarde se crey que eitaba uescubier

    'ta :

    se

    dijo que haban

    f I ~ l i e R d o

    el tormento

    uno

    de los compro

    metidos

    (el capitn Benedicto

    Triana), por

    palabras

    inc1iscretas

    que le haban odo.

    Esta

    ' circunstancia precipit la pjecucin hizo

    que so verificase aquella

    misma

    noche:

    el desconcierto

    fue

    com

    pleto.

    El

    Jefe de Estarlo Mayol' era el alma de aquel cuer

    .

    po: aquella

    noche no

    pem. Obl'ando

    l,

    la

    teora

    arreglada

    poda practicar le

    con suceso favorable y sin derramar una

    gota

    de sangre -;

    pero

    le

    falt la resolucin en el momento f10 lemne : no

    hizo

    Jo

    que

    le co

    rresponda y que slo l poda hace,..

    Era,

    pues,

    necesario

    conseguirlo todo

    viva

    fnerza:

    esta

    en\mos:

    por este medio, lile dijo, usted se

    instru

    yo.conmigo

    y

    yo me

    instruyo

    con usted."

    La vi

    sita la prolongu

    por

    ms

    de

    una

    hora,

    y hahlmos sob re

    Colombia,

    su

    gouiero, el

    Gellera

    l

    Bolvar.

    Se

    manifest

    vido

    de sauer

    cuanto por

    ac

    pasaua :

    abso

    lv todas

    sus pregunts.

    e ~ p u s

    hablmos de sus

    obras: me llev su e ~ t a n t e para

    manifestfll'lue

    que

    haban sido truducidas en

    muchos

    idiomas, La

    bille

    algunas pequeas

    observaciones acerca

    de su tratado de eco

    noma, y me dijo que

    su

    doctrina, curregida y uesen vuelta con

    toJa claridad, so hallaba en su curso completo que acababa de

    publicar.

    Al

    de5pedirme me dij o lo siguiente:

    "

    S U p U f ~ t o

    que

    u

    sted es

    tun

    e

    n t u

    s i a ~ t a

    por

    la

    lihertad

    y

    que

    se

    halla proscrito pOI' esta causa, le J P . c o m i e n ( ~ o que cuando regrese

    usted :iU pas tOIflC el

    mayor

    inters posible en propagar la

    eenca de la

    Economa

    Poltica. Cuandu los pueblos se les

    ilustra en el conocim iento

    de

    sus verdaderos intereses, su liber

    tad

    no

    pueJe perecer, ni puerlt

    1

    D uurar largo tiempo los

    gobiernos

    tirn icos ue pri vilegios que con vierten

    las

    socie

    dades 1:'11

    pal

    r

    monio suyo de

    algul11.1

    clase. Entre las

    c i e n c i . a s ~

    es aqulla la

    que

    los

    instruyo

    ms

    tilmpnte

    y

    la

    que mina por

    sus fundamen

    tos las malas instituciones y

    lo

    s malos gobiernos. Po.r esto, en

    los pases gobernados uespticamente en que las clases privile

    ~ a d a s meuran explotalldo la ignO/'llUda,

    no

    so permite su eme

    il anza, como no se

    permite

    ]a

    de

    otras e i e n c i a ~ polticas." ,

    El

    consejo

    es in

    te

    resante: ojal

    muchos

    lo

    siguieran;

    P?r

    mI

    parte lo he pguido siempre que me ha

    sido

    posible; t e s t J ~ o

    la

    juventud que S8

    educ

    en esta ciudad

    de 1833

    en

    a d e l a n t ~ . MI

    es

    J'U

    Pl'ZO

    constante

    fue

    el

    de

    inspirarle

    gusto

    por

    el

    estudlO

    de

    las

    ciencias que ensean

    conocer

    las

    causas de

    donde

    depende el

    Este libro fue digitalizado por la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot-Colombia

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    42/66

    - 477" -

    1ienestar, el

    progreso,

    engrandecimiento y poder ue las naciones ,

    v 8quellas

    de donde proviene su malestar.

    Sil

    decadencia y

    Sll

    ~ u i n

    En

    esto he crehlo servil, tilm ellte

    roi pais : en esto he

    servido.

    PerdnAse

    la

    digresin

    :

    vuelvo

    mi

    historia

    .

    XXVIII

    Es

    tando

    en

    Pars supe que haba

    t

    ermi nado la dictadura del

    Generul

    Bolvar, que

    se

    haba organizado

    un

    Gobierno

    consti tu

    cional

    y que

    (1

    seor Jo aq

    un

    o ~ q l l e r a haua

    sido

    nombrado

    Ptesidente de

    la

    Repblica

    y

    el seor

    Domingo

    Caicedo,

    i c e p r e ~

    sirJente. Al

    momento

    proyect mi

    regre

    so.

    En Burdeos haua

    buque pronto zarpar para Santa Marta haeiendo antes escala en

    CayenR.

    Fui

    Burdeos:

    mtl

    embarqu

    :

    u e ~ p u s

    de tres

    meses

    lleg el uuque Santa l\1flrta.

    Uno de los

    emp

    l

    eados de la.

    aduana

    que hieieron la visita me

    inform que pI

    Gobierno

    constitucional haLa

    caido;

    que e I Ge

    neral Rafael

    Ur

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    43/66

    - 41S

    . Al da ~ i g u i e n t e al

    amanecer, y

    staba enfermo,

    'sin 'deseo y

    sin

    necesidad

    de nlida:

    '

    tena

    '

    fiebre. Al

    tercero,

    sta aument

    .

    notablemente

    ;

    In

    seu

    me

    devoraba;

    nadie

    quin

    pedil'

    agua.

    En la fortaleza slo

    '

    haLa soldados; ~ t o s

    tpnan

    qno

    hacArse sor

    dos en

    las

    pocas

    ocasiones

    que abrian la puerta de la

    bveda: esta

    era

    su

    consigna.

    Anoehec

    i:

    un

    soldado

    entr

    COIl el

    camiil de

    orJenanza;

    la

    sed era mi lllflrtii:io y

    mi sufrimiento

    principal.

    Lugo que el

    sol

    dado

    sali y corri

    el

    curojo me

    levant, cog

    el

    candil,

    le arran

    qu la mecha que arda

    y

    me

    beb

    el lquido mantecoso que

    all

    haba.

    Con:icler

    que

    cualquier

    resultado que produjese

    esa

    sus

    tancia era

    bucno

    para m.

    Result

    que era un buen medicamonto;

    la

    manu \

    siguien

    te me

    sent

    mejor;

    la calentura disminuy

    mucho. Volvi el

    sal'

    gento: no le

    hico reconvencin

    ninguna.

    Lo interes pam

    que

    h ~ c i e s e dor partn

    .la

    plaza de que

    estaba enfermo

    y

    que me bi

    Clesen llevar al

    hospital. El seor Juan de Francisco

    Martn era

    el Jefe

    de

    la

    plaza,

    cuyas

    rdenes estaba

    .

    El me bizo

    p

    reguntar

    dnde

    quera ir, si EUl'opa ]os

    Estados

    U n i d o ~ dicindo

    me

    que

    haba

    buques

    que me

    condujesen

    .

    Contest que

    donde

    quera

    ir

    er,\ al

    hospital, porque

    estal.HI

    en imposibilidad de

    ir

    otra

    parte.

    El

    ComanJante del

    caf"tillo me

    reconoci y

    vio

    que

    era

    ciet'to;

    virtud

    de su

    informe 11Ie llev al

    hospital de

    Cartagenn.

    En

    aquellos

    das se

    pronunci

    por todas

    partes

    la reaccin

    contra

    la

    didadura

    del General Urdanela

    y e.stalJ

    en

    las

    ~ a b a n a s

    dei Corczal. Cartagrna estaua amenazada. Inmediatame

    nte me

    sacan del hospital, enfermo todava, y me conducen

    bordo de

    un

    bUl}ue

    que sala pllra Nueva

    Yorlc

    All encontr

    105 seores

    Vicente

    Crdoba, l\1anud Antonio

    Jnramillo

    y

    otros

    antioque

    os: tambin

    saliar proscritos.

    L1egmos

    los E

    stados

    Unidos;

    cinco

    meses

    p>rma-nec alJL

    Llegu con cinco

    onZaS y me sobr

    una; me

    quedaba un

    mes

    de

    vida.

    Cae

    la

    dictadura; revive

    el

    Gobierno constitucional;

    llega la

    noticia

    Nueva York; regres

    BLlgot.

    Aqu terminaron

    pUI'a

    mi lRs c o n ~ - e c u e n t ; i a s funestas

    tic la

    COD

    juracin

    del

    25

    de Spptiembrc de

    1828.

    Favorables no me

    prouu

    jo

    ningunfl ni poda

    producirme.

    Lo

    s

    medros

    personales

    no eran

    mviles de

    mi condueta: los hechos lo han

    probado.

    Jams he

    tenido

    aspiraciones pulticas

    de

    ningn gnero; la ambicin nun

    ca ha tocado

    mis puer tas; m e

    he considerado

    sin

    aptitudes

    para

    desem

    p

    ea

    r d es

    tinos pblicos;

    por

    eso ni

    los

    he

    deseado ni l o ~ l ~ e

    solicitado jl1m.:". La pasin de la venganza no

    puede

    existir BID

    causa: sta no haba

    exi

    s

    tido; puedo gloriarme de no haberla

    conocido. Esto no es

    obra

    ma,

    10

    es de la naturaleza: en

    las zo

    nas

    glacial.es

    no;bay vboras.

    '

    Mis

    convicciones,

    y nicamente mis

    convirciones,

    talc-s -

    como

    las

    he

    d e s c l i t . o .

    f u e r o n

    el.tnvil

    .

    que .

    me

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  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    44/66

    - '9-

    'determin

    decir

    nI

    doctor Florentino Gonzlez que colocase mi

    nombro

    en

    la lista de los con:urados. .

    La opi"nin pblica ha f a l l ~ r 1 o Jobre la moralidad del hecRo y

    sus

    autores:

    el

    modo

    como

    los

    ha tratado

    contiene el

    fallo.

    El

    Ge

    neral

    Santander, condenado

    muerte por habrsele reputado

    tl,

    tan pronto como termin la USlll'paein, fue nombrado r

    ~ i c l e l l t t : l

    de la.Repblica : lo fue tamuin despus el

    seor Mariano

    Ospi

    na, Srn

    embargo

    de haber entrado palacio, rmal en mano. El

    seor Florentino

    Gonzlez,

    en el

    mismo

    caso, ha sido

    honrado

    con

    nItos puestos en el pas y fuera do l. Los

    ~ e o r c s

    Emigdio Bt'iee

    o

    y

    Rafael Menuoza hfm siuo elevados

    al

    rango

    de

    Gnnerole.8.

    El

    hecho, pues,

    no

    imprimi

    afrenta:

    In

    N

    adn

    as

    10

    declar

    en

    su derecho escl'to

    y no escrito.

    La

    suerte que corri

    la

    dietadul'a que

    se propuso

    destronar

    la

    conjuracin del

    25 Je Septiembre

    prueua que los colombianos

    de

    aquellos

    tiempos,

    al

    hacerse independientes, no 8e

    pr0pu6ieron

    camhiar de

    amos;

    que ~ b n eules et'lm las institueiollps

    que po

    dan asegurar

    su liuertad,

    su uignidad y el progreso de la

    socie

    dad; quP tenan la reslllu,:in n

    e s

    r i para deft'lluerlas y

    esta

    blecer su

    imp

    e

    rio;

    y

    'lue

    el

    poJer pblico pudo ~ e r

    us

    urpado

    y

    aparecer

    la

    tirana

    en

    territorio

    colombiano,

    pero qne

    la

    vez

    le

    f,I arecieron enemigos pOI' Illillarp.s que no le

    permitieron

    crecer

    ni durar poI' largo tiempo.

    Termino la c o n t e ~ t c i n

    flst,' eargo,

    pero

    al hacerlo llamo la

    atencin tres hechos: 1'., que fue con testigos fall'os con los que

    se me j lIzg y conuen

    cn

    8'28; 2.

    0

    , que estos testigos lo

    fueron

    los dom s[icos del General Bolvar; y

    :J.),

    que eon estos mismos

    testigo" se me ha acuwdo

    en

    186:2

    antf' la opinifln pbliea.

    Que

    el' t e

    stimonio

    de los

    domsticos del

    General

    Bolfvr.r fue

    fal so,

    10

    han dicho y pueclen repetido los seores Maria,no Ollpi

    na, Juan Miguel Aceveclo,

    Florentillo Gonzlez, Francisro ' forns

    H

    inestro

    sa

    y otros.

    Quines

    entraron

    palacio, fue un

    hecho que, -

    pOI' su imror

    tancia, se supo

    por

    todos:

    ha

    sidu

    consignado p.n

    la histeria, trans

    mitido

    por tradicin y

    repetirlo

    por la

    prens3. El seor

    Ministro,

    mi acusarlor:

    no lo ignoraua: no poda ignorarlo:

    teua

    ed

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    45/66

    - 480' -

    LOS CONJURADOS DEL

    25

    DE

    SEPTIEMBRE

    EN PALACIO

    Por

    D. Florentino

    Gonzlez.

    Los rIanes mpjor eomLinauos

    abortan

    veces

    por la

    indiscre

    cin de los que 10'\

    conocen,

    porque en el momento de la ejecu

    cin falta

    valor

    necesario para ir hasta

    el fin los

    que

    Jos dirigen

    deben

    cUlllrlirlos. Una y otra cosa concurrieron, el 25 de

    Sep

    tiembre

    de

    1828,

    precipitar

    y

    frustrar

    una

    revolucin

    combina

    da

    con prudencia

    y

    madurez y

    que se lJabra cumplido sin

    un tiro

    de fu;il, ni una

    gota de sangre,

    \Jesar

    de

    In. illdis

    crecin que la

    precipit, si al Jefe

    del

    E stado

    :\1ayor

    no

    le hllLiera

    faltado la

    resolucin neccsaria

    para

    obrar como estaba

    comprometido

    ha

    cerlo.

    .. . . . .

    Mas

    en la

    tarde>

  • 7/25/2019 Conjuracin Septembrina

    46/66

    - '481 -

    18s guardi \s

    los ofie

    iales

    que

    se

    le

    indic,

    y

    que,

    fit-murlas que

    fuesen pOI' e l Coronel Guerra, las llevase PjecHcin,

    unido

    dos

    adiuntos nI

    Estado Mayor,

    que estaban comprometidos

    obrar.

    )

    Extendironse

    las rd pnes

    en

    la

    oficina

    misrnadel

    E s

    tado

    Ma

    y.or, y Carujo y ~ u s

    dos

    adjunt\ls fueron

    la caRa

    del

    j efe para que

    Jas firmese.

    Mas

    el Coronel Guerra, que tan

    adelante

    baba ido

    y, tlaque en m resolucin, y no tu vo el

    valor

    necesario

    para

    perseverar

    basta el fin. Lugo qu e nos puso

    en

    alarma, que Ilcep

    t

    Il\s

    dispo - i 'iones que ~ a b a m o s adoptado,

    y

    que habamos em.:.

    pezado

    llevarlas

    :l f'fec to, f'l Coronel se perrli dp vista,

    y

    le fu e

    casa

    de uno de

    los mini st

    ros

    de Bolvar,

    en

    donde p f l ~

    el t i e m ~

    po en un juegu de ca rta s, con que

    se

    divertan all

    por

    las

    noches

    algunas per

    sonas

    importantes.

    Buscsele

    en todas partes, y no

    se le PUQ hallar.

    Entretanto el batalln Artillera haba sido pue&to f:obre

    las

    arml\S,

    municionado

    y atlvertirlo de lo quP iba

    hacer, y un gran

    nmero de conjurados armados sr.

    hallaban u n i r l o ~

    en casa del

    ciudadano

    Luis V lrgas Tejada,

    aguardandn,

    r,on -nlgunos

    miptn

    bros de la Junta Dirpctivn., el

    aviso deque

    las rdenes o el Estado

    Mayor estaban cumplidas, y de que los jefes de los ('uerpos que

    doban al>egllrados

    en

    c:asa

    del

    Coronel

    Guprra,

    t

    donde

    se halln.

    convenido que se les

    llamase,

    con e l prr,texto de recibir

    rrlpnes,

    y se

    189

    retu

    vi

    ese c p g l'ad o por fuerzll. Lugo que ~ c recibiC'se

    este aviso, debam os ~ a l i r los que all estbamos reunidos

    apre

    hender Bolvar

    y

    H1S minist ros.

    A las diez

    y

    m;'(lia

    de la

    nor,he, los adjuntos

    encargados de

    cumplir

    con

    las rclf'nes acordadas y extendiail,

    informaron

    que

    dichas rdenes

    ni

    estaban firmadas ni ejPcutadas, porque

    no

    haba

    sido

    posible encontrar

    al Coronel Guerra

    en parte

    alguna.

    E ~ t e i m p r e v i t o

    suceso,

    que

    desconcertaba

    todo

    s

    I (l B

    planes

    tan madura

    y

    pl'ud

    entt>

    n1f'nte eombinat.1oi', f'nfri la resolucin de

    algunos,

    que e m p e ~ a r o l t. e ~ c a p a r s e de

    la

    casa con

    diferentps

    pre

    textos.

    Vargas

    Tejaua, aquel ciudac1llno

    en quipn

    era congnito

    el

    alllor

    la libC'rtad, unido . lIna I'tublime

    int

    e ligencia

    y

    una.

    palabra

    elctrica y a r r ~ b a t a d o r a , n'lz la voz en medio d ( ~ 1 l n

    de

    la crlsa, y ha.ciendo

    una

    rpida respa

    de

    los atent.ados coms

    corriendo el velo

    del

    luct'JOSO

    porv(mir

    que aguardaba

    l

    la

    patria,

    nos

    exhort

    per;:everar ha

    s

    ta

    (d

    fin

    y

    ereetua\'

    todo

    trance

    el cambiamiento

    meditado.

    Brillaba

    la. luna

    llena

    con

    una

    claridad mula de la

    luz del

    sol ; y

    todo

    el mundo haba podido ver los conjurados

    n r m a d o ~

    que andaban por

    las

    calles,

    y

    gran

    nmero

    de ellos que

    entraban

    la casa de Vargas T ejada salan tle ella.

    Sin

    falta se sabria

    al

    da

    siguiente esta"cirl ;

    un