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Club de Lectura y Escritura de la Biblioteca Municipal de Chapinería

Comentarios al libro “El guitarrista” De Luis Landero

Junio de 2011

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Edita: Biblioteca Municipal de Chapinería. Ayuntamiento de Chapinería.

Programa de Fomento de la Lectura 2010

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LUIS LANDERO

BIOGRAFÍA

Luis Landero nació en Alburquerque, Badajoz, un veinticinco de marzo de

1948, en el seno de una familia campesina extremeña, que emigró a

Madrid a finales de la década de los cincuenta. A los quince años escribía

poemas al mismo tiempo trabajaba como mecánico en un taller de coches

y chico de recados en una tienda de ultramarinos. Inicio y terminó sus

estudios de Filología Hispánica en la Universidad Complutense. Una vez

licenciado dio clases de literatura en el Instituto Calderón de la Barca. En

1995 es contratado como profesor en la Universidad de Yale para impartir

un curso de literatura española. Está casado y tiene dos hijos

BIBLIOGRAFÍA

Novelas

Juegos de la edad tardía (1989, Tusquets)

Caballeros de fortuna (1994, Tusquets)

El mágico aprendiz (1998, Tusquets)

El guitarrista (2002, Tusquets)1

Hoy, Júpiter (2007, Tusquets)

Retrato de un hombre inmaduro (2009, Tusquets)

Otras

Entre líneas: el cuento o la vida (2000, Tusquets). Ensayo

Ésta es mi tierra (2000, Editora Regional de Extremadura).

¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004, Tusquets). Artículos

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El Guitarrista es la primera obra de Luis Landero que conozco,

me ha causado una grata impresión, a mi entender esta escrita con

mucha claridad sin enredarse en temas filosóficos profundos, aunque

también toca algo de estos temas.

La historia es muy creíble, trata del despertar a la vida de un

adolescente, por lo que tiene bastante de enseñanza, el personaje

principal es Emilio ,un joven muy poco espabilado que trabaja en un

taller mecánico y por las noches estudia en una academia, siempre

anda falto de sueño. Un día llega a su casa un primo (Romualdo), que

viene de Paris ,donde se ganaba la vida tocando la guitarra en un bar

de españoles llamado Barcelona, le cuenta las aventuras que ha vivido

con todo el personal del bar ,cosa que a Emilio le entusiasma hasta el

punto de que también aprende a tocar la guitarra.

El autor nos presenta unos personajes muy poco corrientes,

bastante originales, los dos huéspedes de su casa, su propia madre que

es costurera y le utiliza como modelo, pero el más curioso a mí

entender, es el profesor de la academia donde va por las noches, les

imparte las clases sentado en el alfeizar de la ventana y balanceándose,

pero tiene un concepto de la vida muy interesante. El autor pone en

boca de este personaje algunas frases muy buenas por ejemplo (nadie

merece ser olvidado, nadie debería morir nunca del todo y para

siempre. Nuestra ración de ilusiones, la consumimos de camino y

ahora andamos después del hartazgo con hambre otra vez de

banquete).

Otros personajes de esta obra, son el maestro del taller

mecánico y Adriana su señora, le utilizan a Emilio para su capricho, sin

pensar en el daño que le pueden causar, pero para él esto es un paso

más en su formación como persona.

Por todo lo dicho la obra me ha parecido bastante interesante,

escrita con mucha claridad y muy bien desarrollada la historia, se lee

con facilidad y es muy amena.

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Tras narrar con gran riqueza del idioma español, deforma

retrospectiva algunas vivencias de trabajo, estudios y trato con las

personas que se trataba el personaje principal, Emilio, sobre todo con

su madre, compañeros de trabajo, de estudios e inquilinos de una de

las habitaciones de su casa, que cada día le sugerían algunas

interrogaciones, bien en forma de monólogos o de careo directo con

dichos personajes, que a su vez, de prisa y corriendo, iban moldeando

su crecimiento hacia la mayoría de edad, el autor, nos termina

narrando en primera persona, la influencia que sobre él ejerce un

primo suyo, que deja su oficio para dedicarse a su inquietud artística;

tocar la guitarra al estilo flamenco que incluso llega a ganarse la vida,

tras algunos apuros, en el París de los años cincuenta, y que por lo bien

que le ha ido allí, cuando regresa a Madrid, trata de convencerle para

que haga lo mismo, volviendo con él de nuevo.

Mientras se preparan y se deciden los dos primos, Emilio sigue

trabajando y estudiando, siempre falto de sueño reparador, lo que le

marca en la cara, como espejo del alma que es, un aspecto de tristeza y

a la vez dubitativo, que le produce una falta de decisión en los aspectos

de su crecimiento.

Como consecuencia de todo ello, el patrón del taller donde traba

de mecánico, hombre que pasa del medio siglo y de aspecto físico y

moral muy raro, le propone a Emilio que de clase de guitarra a su

esposa, mujer joven y muy agraciada, en el domicilio de ésta, sobre

todo en horas laborables, con el argumento de que no se encuentra

bien de los nervios y necesita distraerse. Él queda impresionado desde

el primer día que la ve, en bata de casa y sin arreglar, aunque observa

algo raro en ella y en la casa, como si todo en las mismas estuviera

enmarcado y preparado para el encuentro, a demás de pensar, con

prudencia, dada su timidez, qué es lo que habría supuesto su patrón

que, aún sabiendo la poca preparación artística que llevaba como

bagaje, le hubiera insistido para que fuera.

Los días siguen transcurriendo, y lo que al principio era todo

timidez, va adquiriendo una mayor confianza, incluida una cierta

atracción por parte de los dos.

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Emilio le cuenta a su madre, a su primo el flamenco e incluso al

escritor en ciernes que es el último inquilino en casa de su madre. Con

los consejos que le dan los susodichos, el va trazando un plan, a modo

de princesa secuestrada por un ogro, con el fin de poder cumplir con

sus deseos de poder matar tres pájaros de un tiro; es decir, liberar a la

princesa del ogro huyendo con ella, llevándosela a París, junto con su

primo y la novia y encontrar una vida de artista de flamenco, dejando,

dejando el taller y los estudios e independizarse de su madre.

Del colofón se desprende que al final nada se cumple., por todo lo

cual deduzco que este libro es para jóvenes, donde encuentran

lecciones para la mayoría de edad.

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La historia empieza diciendo, que antes que sospechara que algún día llegaría a ser escritor, había sido guitarrista. Y esta metamorfosis de aprendiz de mecánico a guitarrista es la que narra la novela.

Los personajes secundarios cobran la importancia de la huella que dejan en el protagonista.

La madre era costurera y además admitía huéspedes en casa, Raimundo el primo que salió un día del pueblo para ser chapista y que en Paris triunfo como guitarrista en un taller de flamenco, don Osorio el jefe del taller y Adriana su mujer una bella y enigmática joven a quien se ve obligado a dar clases de guitarra, el señor Burriac el señor, Rodó bibliotecario, el profesor de filosofía de la academia, el señor Rives un empresario con los zapatos gastados de tanto uso, cada uno con su historia que se cruza con la vida de Emilio en algún momento para continuar después por caminos diferentes.

El resultado es una maravillosa obra, fácil de leer, que te atrapa desde primeras páginas y te hace pensar en muchos temas morales y psicológicos que surgen en la narración. Lo más flojo de la novela el final, que me ha parecido poco creíble.

Autor: Luis Landero nació en Alburquerque—Badajoz- 1948.

Época: Posguerra—1950.

Contexto: Una vida gris, en una época gris de la historia de España.

Contenido. Se toca temas como la emigración en Francia. Análisis de la vida de los artistas y sus miserias.

Forma: Narrativa.

Lenguaje: Coloquial y didáctico

Vocabulario: Extenso

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El guitarrista es una novela narrada en primera persona, situada en el

Madrid de la posguerra, escrita con un lenguaje excelente y culto, con tintes

autobiográficos y de ficción magistralmente compaginados, que llevan al

lector por un conjunto de situaciones entre lo literario y lo histórico.

El protagonista, Emilio, es un adolescente que trabaja por las mañana

como mecánico en un taller y por las tardes estudia en una academia. En

medio de esa monotonía, aparece un día su primo Raimundo que vuelve de

Paris, y le cuenta sus andanzas como guitarrista flamenco en un bar

“Barcelona Restaurante Español”. Emilio se deslumbra con la vida bohemia

que le cuenta Raimundo y decide aprender a tocar la guitarra con la

esperanza de llevar una vida de artista y poder escapar de las clases y del

taller. Así va pasando su adolescencia, entre la vida cotidiana, que no le gusta

y la excitante ilusión de una vida por descubrir. A lo largo de las páginas

descubriremos las virtudes y defectos de ambos mundos.

Lo que más me ha gustado de la novela, son los personajes que se

cruzan en la vida de Emilio el protagonista. El Profesor de Filosofía, que le

gustaría crear una Enciclopedia del Género Humano, donde cada persona

estuviera reflejada, para así no morir nunca…Raimundo, el primo, que

encarna a la perfección la ilusión y la desilusión… La madre, modista que

trabaja en su casa y alquila habitaciones…Don Osorio, jefe del taller

mecánico, personaje extraño…Adriana, mujer de Don Osorio,

desconcertante, extraña…Los personajes que describe Raimundo en ese

tablao de Paris, Burriac, Dorita, Puchi-Puchi, Navarro, Rafael, etc. que

conforman un elenco pintoresco y cargado de matices de la farándula más

descarnada…Rives, empresario trotamundos, que emprende una gira

disparatada, en la que tienen cabida todas las ilusiones …El Señor Rodo,

huésped en casa de Emilio, trabajador de la Biblioteca Nacional, escritor

frustrado, que con su historia y su pensamiento (“La vida es un negocio que

no cubre gastos”) (“Un escritor es, más que nada, alguien que posee el don del

asombro y sabe transmitirlo. El don de singularizar lo que ve”), influirá en el

protagonista… etc., etc., etc.,…

Todos estos personajes, ricos en matices y situaciones, dejan multitud

de interrogantes que bien podrían ser nuevas historias narradas.

Un placer, como siempre, descubrir lo que encierra un libro.

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El argumento de esta obra, EL GUITARRISTA. A juicio del lector que opina, tiene forma de moraleja, dirigida a los jóvenes que se enfrentan a la lucha para crearse un porvenir.

La encuentro muy bien escrita, con una estructura muy lógica y con un lenguaje muy asequible a los lectores principiantes.

Expone una amplia casuística de las situaciones que suelen ocurrir en las relaciones de los miembros de la sociedad humana.

Por tanto, queda clasificada a mi entender, entre las novelas que tratan de prevenir a los jóvenes sobre las situaciones con que pueden encontrarse en la vida.

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Es una novela en toda la extensión de la palabra. Es decir, una

obra literaria en prosa en la que se narra una acción, fingida en parte y

en parte autobiográfica, que me ha causado placer como lector porque

la descripción de sucesos, caracteres, costumbres y pasiones son, a mi

juicio, un alarde de creatividad al transformar en algo mágico e

intemporal ciertos acontecimientos, situados en una época muy

concreta de la historia de España, que por comunes y corrientes

pudieran ser incluso prosaicos.

Es de agradecer al autor que haya obviado algo que está muy

presente en la narrativa actual: que parecen guiones cinematográficos

más que novelas.

El fundamento de mi opinión está, entre otros, en los párrafos

seleccionados sin orden ni concierto del conjunto de la obra que

reseño a continuación:

“La fe revelada y encarnada en aquel hombre que creía en lo

que hacía sin modestia ni alarde, y que acaso por eso actuaba con

tanta naturalidad y convicción”

“El buen maestro no es el que sabe mucho. Si no el que sabe

enseñar muchísimo más de lo que sabe, porque anima al alumno a

saber…”

“Así que el verdadero seductor no es el que conquista, sino el

con arte se deja conquistar. Y con arte alza después el vuelo”

“Hablaba y actuaba con la dulzura y el aplomo de quien ha

llegado a la madurez sin guardarle rencor a la juventud y a sus

promesas incumplidas…”

“Pues como todo. Lo mismo que yo soy costurera. Sólo que en

vez de dar las puntadas con hilo, el escritor las da con palabras.

Cada oficio tiene su manera, pero al final todos son oficios”.

“Imagínate, por ejemplo, que alguien, por miedo al fracaso,

no hace lo que en el fondo desea hacer, y sabe que debe hacer, sin

reparar en que ésa es ya de por sí una manera de fracaso.

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Pero si renuncia a sabiendas, por pereza, por escepticismo,

por comodidad o porque no se cree capaz de tanto, o porque con el

mero desear tiene bastante y carga sobre sí la culpa, o el mérito, o

el infortunio de esa decisión; eso también es una forma de valor, de

elegir y de vivir conforme a lo debido”.

“Lo importante es elegir, no lo elegido”.

“En realidad hay tantas variantes, que cualquiera sirve para

justificar la vida”

Y en último término, siempre puede uno ser compasivo

consigo mismo. O refugiarse en la protesta o en el lamento”

“¿Qué pasa cuando se tiene el afán, pero no el talento? ¿Qué

pasa entonces? Cuando uno tiene vocación, voluntad, paciencia, y

siente muy adentro el bullir y el empuje de su mundo interior, y hay

algo que necesita decir, imperiosamente, y vendería su alma por

decirlo, y cree en cada momento que está a punto de decirlo, y sin

embargo no es capaz, porque le falta el don, el resplandor, el

talento para expresar todo eso sobre el papel. ¿Qué pasa

entonces?”

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Recientemente, he terminado de leer el libro de Don Luis Landero “EL GUITARRISTA”, me ha parecido muy interesante, en él vamos viendo el despertar a la vida de un adolescente, inteligente pero a la vez romántico y soñador, que va entreviendo los distintos caminos que la vida le ofrece a través de los diversos personajes con los que se cruza en su devenir diario, sus encuentros con estas personas irán formando su carácter y ayudando a tomar una decisión de cómo empezar a encauzar su vida.

El autor para ello, se vale de una excelente técnica narrativa, en la que valiéndose del carácter soñador del muchacho protagonista, nos hace dudar muchas veces, de que parte de la narración ha sucedido realmente y que otra está, simplemente, en la mente de éste.

Uno de los detalles que más me ha llamado la atención en la lectura es el lenguaje; con el uso de un gran número de palabras que por desgracia, debido al pobre vocabulario que usamos normalmente, no se utilizan con frecuencia; u otras de más utilización en Sudamérica como es la palabra “ARRANCHADO”, y hasta haciendo un guiño a la lengua galaico-portuguesa al usar la palabra “PARADIÑA”, quizás todo esto es debido a su carrera de Filología Hispánica y a su condición de Profesor de Literatura.-

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COMENTARIOS DE:

MANOLI AJO

JESUS MATORRAS

ANGELINA ARRABAL

ARACELI ESCUDERO

EUGENIO ESTEVEZ

RAFAEL RODRIGUEZ

CARMEN CIEZA