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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, JURÍDICAS Y DE LA COMUNICACIÓN
DEPARTAMENTO DE HISTORIA MODERNA,
CONTEMPORÁNEA Y DE AMÉRICA, PERIODISMO Y COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL Y PUBLICIDAD
TESIS DOCTORAL:
SALVADOR SÁNCHEZ-TERÁN, UNA BIOGRAFÍA POLÍTICA (1934-1982)
Presentada por Carlos González Martínez para
optar al grado de doctor por la Universidad de Valladolid
Dirigida por:
Dr. D. Pablo Pérez López
“El hecho de que el hombre sea capaz de acción significa que cabe esperarse de él lo inesperado, que es capaz de realizar lo que es infinitamente improbable. Y una vez más esto es posible debido sólo a que cada hombre es único, de tal manera que con cada nacimiento algo singularmente nuevo entra en el mundo”.
Hannah Arendt, La condición humana
Agradecimientos
Esta tesis doctoral está en deuda con tantas personas, que no puedo evitar avergonzarme al dedicarles sólo unas breves líneas. Me gustaría que al menos quedara plasmada en ellas mi más sincero agradecimiento, así como la convicción de que su ayuda ha sido fundamental en mi crecimiento como historiador y como persona. Merecen una mención especial mis padres, que han vivido por y para sus cuatro hijos, y que aún hoy prolongan esa ilusión en sus nietos. Quiero agradecerles su presencia en esos momentos en los que eran más necesarios, pero también su capacidad para respetar en todo momento mi libertad a la hora de tomar decisiones que afectaban a mi vida. Del mismo modo, como todo benjamín, tengo una deuda de gratitud con esas tres personas que me fueron marcando el camino. El valor del trabajo, la tenacidad para llevar a termino los proyectos iniciados y el gusto por el estudio del pasado, se lo debo a mis hermanos. En definitiva, gracias a mi familia, por su exigencia, ejemplo y cariño. La huella de mi director de tesis, el catedrático Pablo Pérez López, se deja sentir en cada página de este trabajo. Han sido muchas las horas que me ha dedicado, y abundantes los buenos recuerdos que guardo de ellas. A lo largo de estos años ha sabido llevar con paciencia la dirección de un trabajo encomendado a un alumno en ocasiones obstinado, intermitente y mayormente despistado. Ha sabido crear una atmósfera en la que humor y exigencia se compaginaban a la perfección. Debo decir que siempre he salido con más ganas de trabajar después de despachar con él. Mi agradecimiento por haberme formado como historiador.
Como docente, creo que es mi deber acordarme de todos aquellos que, desde los primeros años, se han ocupado de mi educación. Cuatro años de experiencia en Secundaria me han demostrado lo difícil que resulta esa tarea y, por tanto, lo mucho que les debo. Querría acordarme también de los profesores del área de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid, así como con los alumnos de doctorado del catedrático Pablo Pérez López. Una referencia a ellos, aunque sea breve, no podía faltar en esta tesis. Por último, deseo expresar mi agradecimiento a todas aquellas personas que, con su colaboración han hecho posible este trabajo. Gracias a don Salvador Sánchez-‐Terán que, además de facilitarme el acceso a su archivo personal, consintió en dejar en manos de un recién licenciado el juicio de su labor pública. Le agradezco también su exquisito respeto a todas y cada una de mis conclusiones, fueran o no de su agrado. Gracias a la Fundación Transición Española por facilitarme el acceso a algunos de los ex ministros que he entrevistado, y a ellos por dedicarme su tiempo. Gracias a los responsables del Ministerio de Fomento, la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, el Archivo Histórico de la Administración y la Biblioteca Nacional por el trato que, en mis visitas, me dispensaron. Gracias a mis amigos por la comprensión y ánimo recibidos. A todos aquellos que, de un modo u otro, habéis participado en esta tesis doctoral, muchas gracias.
Villasana de Mena, 2 de mayo de 2014
Índice
INTRODUCCIÓN 9 1. LOS ORÍGENES DE UNA VOCACIÓN POLÍTICA 23
1.1. Los años como estudiante en Madrid 29 1.2. Los primeros pasos en la función pública 40
1.3. La crisis de la Acción Católica 48
2. EN LA ANTESALA DE LA TRANSICIÓN 65 2.1. Miembro de una generación 71 2.2. PROLESA, la primera empresa política 75 2.3. La Subsecretaría de Obras Públicas 81
3. DE FRANCO A LA GENERALITAT 87 3.1. El inicio de la Transición en Barcelona 91 3.2. La reforma “Suárez” 118 3.3. La “Operación Tarradellas” 160 3.4. Democracia abierta al Mediterráneo 225
4. EL ORGANIZADOR DE LA UCD 233 4.1. UCD en marcha 239 4.2. Los Pactos de la Moncloa 250 4.3.. La crisis ministerial de 1978 260
5. MINISTRO EN LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA 275 5.1. La organización de Transportes y Comunicaciones 277 5.2. El Libro Blanco, un proyecto para Transportes 284
5.2.1. La apertura a la libertad radiofónica. 288 5.2.2. Del déficit de los 30.000 millones al Plan
General de Ferrocarriles 290 5.2.3. El “mensis horribilis” de Sánchez-‐Terán 295 5.2.4. La intervención en el Metro de Madrid 304 5.2.5. La gestión de los aeropuertos 318
5.2.6. La Ley de Cuerpos Especiales de Correos 325 5.3. Problemas y reestructuración del sector pesquero 328 5.3.1. Las negociaciones con la CEE 332 5.3.2. Los acuerdos con Portugal 342 5.3.3. Relaciones pesqueras con Marruecos 345 5.3.4. Los acuerdos con Mauritania 359 5.4. Un ministro en campaña 364 5.5. Dimensión internacional de la labor ministerial 385 5.6. Cuatro meses con la cartera de Trabajo 394 5.7. Balance de dos ministerios 408
6. PRESIDENCIA DE TELEFÓNICA 413 6.1. Un proyecto empresarial para Telefónica 415 6.2. El atentado de ETA contra la central de Ríos Rosas 431 6.3. Un teléfono para Antonio Tejero 438
7. LA CRISIS DE LA UCD 449 7.1. El Congreso de Palma de Mallorca 457 7.2. El final de una trayectoria política 463 CONCLUSIONES 468 BIBLIOGRAFÍA 475 FUENTES 490
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
9
INTRODUCCIÓN A lo largo de la historia, han sido pocas las personas que han tenido la
oportunidad de elegir una forma de gobierno para ellos y sus semejantes. Por esa
razón, y aún teniendo en cuenta que el sistema surgido durante la Transición
española es un sistema de leyes y no de hombres, conviene detener la mirada en
los que la hicieron posible. Protagonistas que, con sus rasgos propios y
discrepancias ideológicas, supieron levantar un edificio común a través del
consenso. La época, o más bien la construcción política cimentada durante ese
periodo, nos permite obviar las evidentes diferencias personales para hablar de
“los hombres de la Transición”. Dentro de ese grupo hemos de situar a Salvador
Sánchez-‐Terán, que contribuyó con su esfuerzo a recuperar las libertades añoradas
por el pueblo español, así como un desarrollo económico –la modernización y el
bienestar-‐ que ha afectado a la vida de millones de personas desde entonces.
Ahora, cuando ese sistema ha llegado a su madurez, surge la necesidad de
mirar atrás, de rememorar para tratar de comprender. Las sociedades, al igual que
las personas, precisan de esa reflexión que las distingue de la barbarie. Desde hace
casi dos décadas, se han venido realizando notables esfuerzos en pro de esa
comprensión necesaria. La España de los últimos años se ha mostrado, al volcarse
hacia su pasado, orgullosa de la Transición democrática1. No obstante, una vez
planteado el escenario –que no ha de estar al margen de continuas revisiones-‐, le
llega el turno a los actores. Como en toda representación teatral, es necesario que
los personajes hagan acto de presencia y ejecuten el papel que se les ha
encomendado. A través de la memoria de la democracia española, elaborada a
conciencia por numerosos profesionales de la historia, el periodismo y la política,
han de abrirse paso las personas. La misma España que sale al encuentro de su
pasado reciente, tiene el deber moral de recuperar la memoria de una generación
1 ALONSO CASTRILLO, Silvia, La apuesta de centro. La Historia de la UCD, Madrid, Alianza, 1996, p. 21.
Carlos González Martínez
10
que supo elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de la calle era
simplemente normal.
Este trabajo surge de la convicción de que toda sociedad necesita
descubrirse a sí misma en su pasado, escrito por personas que trabajan en torno a
personas. La historia no se muestra así como pasatiempo –elementos vanos que
rozan el ámbito de la mera curiosidad-‐, sino como uno de los fundamentos de esa
identidad de la que los grupos humanos no pueden prescindir. Sin embargo, los
procesos históricos precisan protagonistas. Estos actores, dejando de lado el
fatalismo propio de la tragedia griega, se convierten así en forjadores de una
época. Es el ser humano, al fin y al cabo, el centro de la historia, siendo otra
persona la encargada de rescatarla de las garras del olvido para llevarla al celoso
ámbito de la memoria colectiva. Precisamente esa es una de las asignaturas
pendientes de la historiografía propia de la Transición política: el estudio detallado
de la vida de sus protagonistas. Y esa es la tarea que, en relación a uno de esos
personajes, abordamos en este trabajo. La finalidad no varía, pues seguimos
tratando de entender una época, pero desde el prisma de la persona.
Nuestro estudio sobre Salvador Sánchez-‐Terán se circunscribe a su
trayectoria política, si bien, para una mejor comprensión de esa tarea, nos
remontamos en los primeros capítulos a su infancia y juventud. Nos enfrentamos,
por tanto, a un personaje que estuvo presente en algunos de los gobiernos que
llevaron a España de la dictadura a la democracia. Es más, pertenecía al Ejecutivo
en el momento de aprobarse la Constitución de 1978. A esto hemos de añadir la
importancia en el área económica de los departamentos donde desempeñó su
función ministerial, así como de las empresas públicas que presidió. Cuestiones
como los transportes terrestres, la gestión aeroportuaria, el correo postal, la pesca,
la legislación laboral, las políticas para reducir el desempleo o la evolución
empresarial y tecnológica en el campo de la telefonía, dependieron durante buena
parte de la Transición de este riojano afincado en la Madrid. Sánchez-‐Terán, se nos
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
11
presenta así como uno de los artífices de la modernización económica de la España
postfranquista, un proceso que no se desarrolló al margen del espíritu de consenso
imperante en la época .
A lo largo de las siguientes páginas trataremos de sumergirnos en la tarea
profesional de un hombre de la Transición. Un político que, por diversas razones,
no deseó en momentos clave acceder a la primera fila de la política nacional, pero
que estuvo trabajando en lo esencial de los grandes proyectos del proceso
democratizador. Sánchez-‐Terán estuvo presente en algunos de los acontecimientos
más importantes del cambio político: negoció con el honorable Josep Tarradellas el
restablecimiento -‐treinta y ocho años después-‐ de la Generalitat de Cataluña,
desempeñó el cargo de secretario de Organización de UCD, perteneció a la
Comisión Constitucional del Congreso, Adolfo Suárez lo nombró asesor personal,
fue uno de los firmantes de los Pactos de la Moncloa, llegó a ser ministro de tres
gobiernos distintos y, finalmente, ocupó la presidencia de la Compañía Telefónica.
La España del siglo XXI es deudora de esa etapa de nuestra historia. En ella
se sentaron las bases, no sólo del Estado democrático, sino también de un proceso
de desarrollo económico generalizado del que se han beneficiado ya varias
generaciones de españoles. Los hombres que con su esfuerzo hicieron posible el
tránsito pacífico de la dictadura a la democracia, proporcionaron a la sociedad un
modelo que sabía combinar pluralismo ideológico –la libertad-‐ con orden2. La
apertura de las libertades y el consenso son, en numerosas ocasiones, el centro de
atención del discurso historiográfico sobre la Transición. Sin embargo, se olvida
con demasiada facilidad que el orden es condición sine qua non para el desarrollo
económico y técnico, y que sin este es muy difícil que prospere un proyecto
político. Salvador Sánchez-‐Terán es, dentro de la generación que llevó a España a
la democracia, un hombre que valoró la importancia de ambos aspectos. En su
ámbito de influencia, supo llevar a la par las cuestiones políticas y las técnicas,
2 POWELL, Charles, España en democracia, 1975-‐2000, Barcelona, Plaza & Janés, 2001, p. 44.
Carlos González Martínez
12
desarrollando un intenso trabajo en pro de la modernización del país. En
definitiva, pensó la España del futuro con el fin de hacerla presente.
***
En la mayor parte de los estudios sobre los procesos democratizadores se
distinguen, al menos, dos fases: Transición y consolidación democrática. La
primera de ellas se caracteriza por el paso de un régimen autoritario a otro de
carácter democrático3. Por tanto, toda definición de la Transición política española
debe hacer referencia, en primer lugar, a la sustitución de la dictadura del general
Franco por un régimen democrático de monarquía parlamentaria, con la
universalización de la participación, la desaparición de la represión y la división de
poderes que ello conlleva 4 . Esto nos conduce al segundo de los puntos
fundamentales del concepto de transición: la sustitución de la legalidad franquista
por la democrática. Proceso que alcanza su culmen en la aprobación de la
Constitución de 19785.
Existe un acuerdo global a la hora de situar la transición política española
dentro de la “tercera ola” democratizadora enunciada por Samuel P. Huntington6.
Asimismo, se observa un amplio consenso en torno a la labor realizada, que
consistía en desmantelar el viejo régimen, dar voz institucional a la oposición
democrática, reconocer a los partidos políticos, los derechos políticos de los
sindicatos y el derecho de catalanes y vascos a ser culturalmente diferentes y
políticamente autónomos, “todo esto sin provocar una reacción autoritaria por
parte del ejército y del búnker franquista, sin desatar los viejos demonios
históricos de la primera y de la segunda República española y de todas las guerras
3 Ibid, p. 127. 4 SOTO CARMONA, Álvaro, “De las Cortes orgánicas a las Cortes democráticas”, en Ayer 15 (1994), p. 110. 5 MORODO, Raúl, La Transición política, Madrid, Tecnos, 1984, p. 27. 6 HUNTINGTON, Samuel, La Tercera Ola. La democratización a finales del siglo XX, Barcelona, Paidós, 1998.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
13
civiles de la España contemporánea” 7 . Sin embargo, las discrepancias
historiográficas surgen a la hora de determinar si se trató de un proceso de
carácter reformista o rupturista.
El debate reforma-‐ruptura nos remite a la situación política del país a la
muerte del General Franco. En ese contexto distinguimos tres grandes proyectos:
continuismo, reforma y ruptura. Desde el primer momento se hizo evidente que los
ciudadanos deseaban, de forma mayoritaria, la democratización del país, pero sin
sacrificar la paz y el orden8. Esto sólo dejaba una posibilidad, la reforma, que fue el
camino seguido por el proceso de transición hasta la aprobación, el 15 de
diciembre de 1976, de la Ley para la Reforma Política. En ese periodo de casi trece
meses, los españoles fueron testigos de cómo, tanto el búnker como la oposición
rupturista al régimen, fracasaban en sus respectivos proyectos.
No obstante, una vez llevada a cabo la reforma legal desde arriba, los
reformistas del régimen no podían continuar la transición a un orden democrático
sin la ayuda de la oposición9. Necesitaban atraerse a los sectores más moderados
de entre las filas rupturistas, lo que supuso aceptar buena parte de sus postulados.
De esta manera, el cambio político pudo llevarse a cabo porque ambos proyectos,
reformista y rupturista, cedieron en determinados aspectos con el fin de constituir
un régimen democrático. De hecho, la democratización del país era la meta común
de los dos grupos, que tan sólo diferían en la manera de llevarlo a cabo. A este
respecto, podemos decir que en un principio, por la lógica del momento ya
enunciada anteriormente, se impuso la vía reformista; sin embargo, más adelante
comenzaron a integrarse también algunos rasgos del proyecto rupturista.
7 CASANOVA, José, “Las enseñanzas de la transición democrática en España”, en Ayer 15 (1994), p. 29. 8 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 44. 9 CASANOVA, José, op. cit., p. 32.
Carlos González Martínez
14
La fase de consolidación es el proceso mediante el cual el régimen
democrático va generando su propia estructura institucional distinta a la
dictatorial10. En opinión de Adam Przeworski, la implantación de un régimen
democrático, y por tanto el inicio de la consolidación, finaliza en el momento en
que se han producido los siguientes fenómenos: desvinculación con el régimen
anterior, reforma económica, aprobación de una constitución, y control del ejército
por parte del poder civil11. Por su parte, a la hora de dar por concluida la fase de
Transición, Juan J. Linz y Alfred Stepan hacen especial hincapié en la existencia de
un gobierno surgido de unas elecciones democráticas libres, así como en su
capacidad para generar nuevas políticas dentro del marco constitucional vigente12.
En lo que respecta al caso español, surge el problema de determinar la
difusa frontera entre las dos etapas a las que nos hemos venido refiriendo.
Raimond Carr y Juan Pablo Fusi dan por terminada la transición con la celebración
de las elecciones generales de 197713, opinión que comparte Victoria Prego14. Sin
embargo, Javier Tusell y Álvaro Soto sostienen que el proceso no finaliza hasta la
incorporación de España a las Comunidades Europeas en el año 198615. Entre
ambas fechas se sitúan el resto de posturas. Así, Charles Powell16 y Salvador
Sánchez-‐Terán 17 opinan que la transición termina con la aprobación de la
Constitución; si bien el primero de ellos abre las puertas a prolongar esta fecha
hasta los primeros estatutos de autonomía. Otros autores se inclinan por la toma
10 MARAVALL, José María y SANTAMARÍA, Julián, “Transición política y consolidación de la democracia”, en La transición democrática española, Madrid, Sistema, 1989, p. 184. 11 PRZEWORSKI, Adam, Games of Transition, citado por CASANOVA, José, Op. Cit., p. 31. 12 LINZ, Juan y STEPAN, Alfred, Problems of democratic transition and consolidation: Southern Europe, South America and post-‐communist Europe, Baltimore, John Hopkins University Press, 1996, p. 3. 13 CARR, Raimond y FUSI, Juan Pablo, España de la dictadura a la democracia, Barcelona, Planeta, 1979. 14 PREGO, Victoria, Así se hizo la Transición, Barcelona, Plaza & Janés, 1995. 15 TUSELL, Javier y SOTO CARMONA, Álvaro, Historia de la transición 1975-‐1986, Madrid, Alianza Universidad, 1996. 16 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 128-‐129. 17 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La transición española a la democracia. Síntesis histórica”, en La Transición en Salamanca (1975-‐1979), Salamanca, Caja Duero, 2000, p. 33.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
15
de posesión del presidente Leopoldo Calvo Sotelo en febrero de 198118, el golpe de
Estado del 23-‐F, e incluso el triunfo electoral del PSOE en octubre de 198219. Un
lugar privilegiado merece la opinión de Adolfo Suárez que, además de insistir en
que sólo existió una Transición, situaba el final de esta en los años en que él
todavía ostentaba el cargo de presidente del Gobierno20.
Sea como fuere, tanto la definición de consolidación democrática que hemos
aceptado anteriormente, como las teorías de Adam Pzeworski, Juan J. Linz y Alfred
Stepan, nos llevan a las concluir que la Transición toca a su fin en el periodo que va
del 6 de diciembre de 1978 al 5 de abril de 1979. El desarrollo de una estructura
institucional propia precisa de la existencia de un texto constitucional. Por tanto, la
consolidación no podría iniciarse antes de la aprobación por referéndum de la
Constitución, cuya existencia es uno de los requisitos básicos expuestos por
Pzeworski. Pero, además, la necesidad de un gobierno elegido democráticamente
que genere nuevas políticas dentro de ese marco legal, tal como exigían Linz y
Stepan, nos remite a la formación del cuarto gobierno de Adolfo Suárez en la
primavera de 1979.
Los acontecimientos más significativos de la vida política de Salvador
Sánchez-‐Terán se sitúan en el periodo de Transición. No obstante, hemos de tener
en cuenta que buena parte de su labor la llevó a cabo en la fase de consolidación,
tanto en el seno del Consejo de Ministros como en la presidencia de Telefónica.
Sobre su vida política existe un gran desequilibrio en la historiografía. Son
abundantes las referencias a su etapa como gobernador civil de Barcelona21, así
como su papel negociador en la “Operación Tarradellas”22. Sin embargo, apenas
encontramos breves comentarios sobre su labor como secretario de Organización
18 CALVO SOTELO, Leopoldo, Memoria viva de la Transición, Barcelona, Planeta, 1990. 19 GUERRA, Alfonso, Cuando el tiempo nos alcanza, Madrid, Espasa Hoy, 2004. 20 SUÁREZ GONZÁLEZ, Adolfo, “Consideraciones sobre la transición española”, en Cuenta y Razón 51 (1988), p. 15. 21 POWELL, Charles, Juan Carlos, un rey para la democracia, Barcelona, Ariel, 1995, p. 167. 22 ABELLA, Carlos, Adolfo Suárez, el hombre clave de la transición, Madrid, Espasa, 2006, p. 238-‐239.
Carlos González Martínez
16
de la Unión Centro Democrático 23 , diputado en las primeras Cortes de la
democracia24, asesor del presidente en los Pactos de la Moncloa25, ministro de
Transportes y Comunicaciones, ministro de Trabajo26, o miembro de UCD tras su
salida del Gobierno27. Tampoco las memorias de los protagonistas del proceso de
Transición nos aportan demasiada información sobre Salvador Sánchez-‐Terán. Las
alusiones suelen ser breves28, y sobre todo se refieren al periodo en que ocupó el
puesto de gobernador civil de Barcelona29. En definitiva, el perfil típico de una
labor política apenas estudiada a la que no se ha prestado atención en sí misma.
Este desequilibrio al que nos venimos refiriendo se debe, en parte, a la
propia labor historiográfica de Salvador Sánchez-‐Terán, centrada en aspectos muy
concretos. En 1988 publicó De Franco a la Generalitat30, obra donde relata su etapa
como gobernador civil de Barcelona (enero de 1976 – abril 1977). En ella subraya
su interés por ganar para el proyecto democratizador de la Monarquía a los grupos
de la oposición, tanto de izquierdas como liberales y nacionalistas. Por tanto, se
inscribe a sí mismo, dentro de los reformistas que buscaron el acuerdo –necesario,
tal como indicamos anteriormente-‐ con los representantes más moderados de la
ruptura. No disponemos de ningún libro de memorias sobre su actividad política
posterior a la etapa como gobernador civil de Barcelona. Sin embargo, Salvador
Sánchez-‐Terán también es autor de La Transición. Síntesis y claves31; obra donde,
además de analizar este fenómeno histórico con profundidad, hace breves
referencias a su labor en cada momento. Esta información, así como las opiniones
del autor sobre aquellos acontecimientos que vivió más de cerca, poseen un gran
valor, pero no por ello dejan de ser incompletas, puesto que no es un libro
23 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 201. 24 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 267. 25 Ibíd., p. 304. 26 LÓPEZ RODÓ, Laureano, Claves de la transición. Memorias IV. Diálogos con el Rey y con las principales figuras de una etapa histórica, Barcelona, Plaza & Janés, 1993, p. 361. 27 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 458. 28 CALVO SOTELO, Leopoldo, op. cit., p. 191. 29 LÓPEZ RODÓ, Laureano, op. cit., p. 341. 30 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, De Franco a la Generalitat, Barcelona, Planeta, 1988. 31 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición. Síntesis y claves, Barcelona, Planeta, 2008.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
17
centrado en su propia figura, sino en un periodo histórico muy concreto. Es más,
desde el punto de vista cronológico tampoco resulta válida para el estudio de su
vida política, pues finaliza su repaso en abril de 1979, cuando faltaban más de tres
años para la desaparición de la UCD.
Salvador Sánchez-‐Terán pertenece al grupo de personas que hicieron
posible la Transición española. Por eso, desde el punto de vista de la Historia
política, el papel desempeñado por este y otros personajes coetáneos resulta
fundamental para el conocimiento del proceso de cambio iniciado con la muerte
del General Franco. El estudio de la labor de estos protagonistas es una de las
tareas pendientes en la historia de la Transición. Es verdad que, aunque no de
todos, disponemos de abundantes escritos de los protagonistas de estos hechos32:
Rodolfo Martín Villa33, José María de Areilza34, Manuel Fraga35, Leopoldo Calvo
Sotelo36, Santiago Carrillo37, Alfonso Armada38, Vicente Enrique y Tarancón39,
Alfonso Guerra40… Sin embargo, quizás por la cercanía temporal, son escasas las
biografías realizadas hasta la fecha41 , que se centran principalmente en los
personajes más destacados: don Juan Carlos I 42 , Adolfo Suárez43 , Torcuato
Fernández-‐Miranda 44 , Fernando Abril Martorell 45 y Francisco Fernández
Ordóñez46.
32 TUSELL, Javier, “La transición a la democracia en España como fenómeno de Historia política”, en Ayer 15 (1994), p. 69. 33 MARTÍN VILLA, Rodolfo, Al servicio del Estado, Barcelona, Planeta, 1984. 34 AREILZA, José María, Diario de un ministro de la monarquía, Barcelona, Planeta, 1978. 35 FRAGA, Manuel, En busca del tiempo servido, Barcelona, Planeta, 1987. 36 CALVO SOTELO, Leopoldo, op. cit. 37 CARRILLO, Santiago, Memorias de la transición, Barcelona, Grijalbo, 1983. 38 ARMADA, Alfonso, Al servicio de la Corona, Barcelona, Planeta, 1983. 39 ENRIQUE Y TARACÓN, Vicente, Confesiones, Madrid, Promoción Popular Cristiana, 1996. 40 GUERRA, Alfonso, op. cit. 41 LAMELAS, Antonio, La Transición en Abril, Barcelona, Ariel, 2004, p. 9. 42 POWELL, Charles, Juan… op. cit. 43 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, Adolfo Suárez. Biografía política, Barcelona, Planeta, 2011. 44 FERNÁNDEZ-‐MIRANDA, Pilar y FERNÁNDEZ-‐MIRANDA, Alfonso, Lo que el Rey me ha pedido, Barcelona, Plaza & Janés, 1996. 45 LAMELAS, Antonio, op. cit. 46 DELGADO FERNÁNDEZ, Santiago y SÁNCHEZ MILLAS, Pilar, Francisco Fernández Ordóñez. Un político para la España necesaria (1930-‐1992), Madrid, Biblioteca Nueva, 2007.
Carlos González Martínez
18
***
Los episodios de la Transición política se presentan a buena parte de los
españoles como acontecimientos muy cercanos en el tiempo. Muchos han vivido
ese proceso de nuestro pasado: para ellos no es historia, sino vida. Este mismo
aspecto también entraña su complejidad dentro del ámbito historiográfico, puesto
que no existen suficientes publicaciones y estudios referidos a aspectos concretos
de la Transición. De esta forma, al abordarlos, el investigador parte casi de la nada.
Se inicia así la elaboración de un trabajo ex novo que no tiene más apoyos que el
marco general del periodo –definido por numerosos trabajos históricos de la más
diversa orientación interpretativa-‐, la prensa de la época y los documentos
oficiales. Además, en este último caso, existen notables dificultades para
consultarlos, ya que no han transcurrido los años previstos por la legislación para
que esa documentación esté abierta al público. Por esa razón, para consultar
determinados papeles de la Administración, es necesario pedir la autorización de
los interesados, que en ocasiones –no ha sido este el caso-‐ no resulta tarea sencilla.
En la elaboración de este trabajo hemos utilizado, como elemento
fundamental, el archivo personal de Salvador Sánchez-‐Terán. Sus fondos, un total
de siete mil trescientos sesenta y cuatro documentos, se encuentran divididos en
cuatro grandes temáticas, que hacen referencia a los principales cargos públicos
que desempeñó a lo largo de su vida política: Subsecretaría de Obras Públicas,
Gobierno Civil de Barcelona, Ejecutoria Ministerial y Presidencia de Telefónica.
La documentación correspondiente a la Subsecretaría de Obras Públicas se
compone, únicamente, de treinta y tres documentos de prensa recopilados en una
carpeta. Esta escasez documental contrasta con los mil doscientos cincuenta y
cinco recortes de prensa que, distribuidos en seis grandes tomos, se conservan de
su etapa en Barcelona. A estos hemos de añadir cuarenta carpetas, con un total de
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
19
ochocientos veintiséis documentos de diversa índole, correspondientes a la
información recopilada por Sánchez-‐Terán para la elaboración de De Franco a la
Generalitat. Los fondos de su ejecutoria ministerial están compuestos por siete
carpetas con papeles personales de diversa procedencia, veintiocho tomos con
recortes de prensa de su etapa en Transportes y Comunicaciones, dos volúmenes
con la recopilación legislativa de ese ministerio entre julio de 1977 y octubre de
1980, una carpeta con información sobre el Libro Blanco del Transporte, y otra con
documentos sobre la conexión entre España y Marruecos. En total son tres mil
trescientos noventa y ocho documentos, de los cuales tres mil trece corresponden
a recortes de prensa. Por último, la documentación de la presidencia de la
Compañía Telefónica se encuentra dividida en catorce carpetas que contienen mil
ochocientos cincuenta artículos de prensa que van desde noviembre de 1980 a
diciembre de 1982.
Procederemos a continuación a describir brevemente cómo hemos
organizado la documentación perteneciente al archivo personal de Salvador
Sánchez-‐Terán. En primer lugar, nos referiremos a los seis mil ciento cincuenta y
uno artículos de prensa pertenecientes a los cuarenta y nueve tomos
cronológicamente ordenados. Hemos creído oportuno colocar cada uno de esos
documentos en trescientas cincuenta y ocho temáticas diferentes que,
posteriormente, hemos agrupado en diecisiete categorías: Inversiones del
Ministerio de Obras Públicas, Política Catalana, Conflictos Sociolaborales, Josep
Tarradellas, Unión de Centro Democrático, Castilla y León, Constitución y
Elecciones, Libro Blanco del Transporte, Transportes Terrestres, Transporte
Aéreo, Política Pesquera, Sindicatos, Legislación Laboral, Telecomunicaciones,
Atentados y Siniestros, Reconocimientos y Varios. A su vez, cada uno de esos
registros contenía la siguiente información: Tomo de Prensa, Número de
documento, Página del tomo de prensa al que pertenece, Temática, Día, Lugar,
Número de Hojas, Fotografías, Título, Subtítulo, Epígrafes, Etiquetas, Autor, Diario
y Comentarios.
Carlos González Martínez
20
En lo que se refiere a las carpetas con papeles personales, hemos optado
por no establecer más agrupación que la dada por la cronología y la voluntad del
propietario. Nuestra única aportación ha sido la informatización de los mil
doscientos catorce documentos a partir de los siguientes campos: Carpeta, Número
de documento, Copia, Título, Cargo, Número de Hojas, Fecha, Lugar, Etiquetas,
Temática, Origen, Destinatario y Comentario.
Para la elaboración de este trabajo también hemos utilizado los legajos
38.506 y 38.829 del Archivo General de Fomento (Madrid), correspondientes al
expediente profesional de Salvador Sánchez-‐Terán. Son un total de ciento
veintitrés documentos que nos han permitido reconstruir buena parte de su etapa
como funcionario de los ministerios de Vivienda y Obras Públicas. Las consultas
realizadas en el Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares), la
Fundación de los Ferrocarriles Españoles (Madrid) y el Arxiu Josep Tarradellas
(Barcelona), han tenido escaso reflejo en esta tesis. Esto se ha debido tanto a la
falta de documentación relevante como a la presencia de la misma en el propio
archivo personal de Salvador Sánchez-‐Terán. Por último, cabe destacar la
recopilación de mil seiscientos cuatro artículos de prensa en la hemeroteca de la
Biblioteca Nacional, lo que eleva el total de nueve mil noventa y uno el número de
documentos consultados para la elaboración de esta tesis.
La primera etapa en la elaboración de este trabajo ha consistido en
organizar toda la información recopilada en los archivos y en consultar la
bibliografía correspondiente al Franquismo y la Transición, así como biografías y
memorias de sus protagonistas y obras de temática específica que, por su
contenido, hemos considerado de interés para la labor política y profesional de
Sánchez-‐Terán. Posteriormente hemos iniciado una serie de entrevistas con
algunos de los principales protagonistas de esa etapa, como Rodolfo Martín Villa
(20 de junio de 2012), Jaime Lamo de Espinosa (20 de julio de 2012), Rafael Calvo-‐
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
21
Ortega (15 de abril de 2013) y Marcelino Oreja Aguirre (19 de junio de 2013). A
esto hay que añadir algo más de una docena de conversaciones que, entre 2009 y
2014, hemos mantenido con Salvador Sánchez-‐Terán. Con esa documentación, y
siguiendo los métodos ordinarios del análisis histórico, hemos tratado de
reconstruir los acontecimientos más importantes de la labor política de un hombre
de la Transición. A la hora de abordarla hemos optado por organizar la
información en función de la temática. A su vez, dentro de cada apartado, el
criterio cronológico ha sido el que ha marcado la pauta en la exposición de los
hechos.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
23
CAPÍTULO 1: LOS ORÍGENES DE UNA VOCACIÓN POLÍTICA
El intento de los republicanos por cortar los puentes sobre el río Ebro
coincidía con las últimas luces del día. En ese preciso instante, Salvador Sánchez
Terán47 caminaba con inquietud en su domicilio de la calle Marqués de Murrieta. A
pesar de no haber participado en ninguna actividad de tipo político y no ser
conocido como hombre de “derechas” o de “izquierdas”, este mirobrigense
afincado en Logroño tenía sobradas razones para vivir con profunda preocupación
la situación de la ciudad, así como el inmediato futuro de sus compañeros y de su
propia familia. A pocas semanas de cumplir cuarenta años, era una autoridad en la
capital riojana plenamente consciente de que, en su condición de Juez de Logroño
sería llamado al amanecer para realizar la dura tarea del levantamiento de los
cadáveres de ambos bandos.
Desde su casa en la parte alta escuchaba la intensidad de los disparos y la
explosión de las bombas. El combate entre las fuerzas de la República y las tropas
del general Emilio Mola, procedentes de Navarra, duró toda la noche. A última hora
de aquel 18 de julio la clave estaba en el Puente de Piedra. Sólo su control
permitiría a los “nacionales” tomar la ciudad, que esperaba sobrecogida y en
silencio el desenlace del duelo. Bien entrada la noche, el puente de Piedra había
caído ya en manos de las tropas del general Mola y pocas horas después la
resistencia de los republicanos en el casco histórico era vencida. La capital riojana
había pasado a ser, de manera oficial, territorio sublevado contra el gobierno del
Frente Popular.
A primera hora del 19 de julio, el Juez fue requerido por la nueva autoridad
militar para cumplir su misión judicial. Tras despedirse de Trinidad, su esposa, 47 El cambio de apellidos que la familia llevó a cabo en 1951 puede llevarnos a confundir a Salvador Sánchez Terán con su hijo, y protagonista de esta tesis, Salvador Sánchez-‐Terán Hernández. La modificación antes mencionada consistió en fusionar los dos apellidos paternos. De esta manera, padre e hijo pasaron a compartir un nombre similar, cuya única diferencia –además de la presencia del Hernández materno-‐ radica en la separación mediante un guión de Sánchez y Terán.
Carlos González Martínez
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tomó la cartera con documentos y salió de su domicilio en compañía de varios
soldados. Salvador Sánchez Terán pasó aquella mañana de verano identificando los
cuerpos de algunos de los primeros caídos en la Guerra Civil española.
Casi cuarenta años antes, en la localidad de Ciudad Rodrigo, Sofía Terán
Vieira había dado a luz un hijo varón. Su marido, Pablo Sánchez Hernández, era
comerciante de profesión y, como su esposa, mirobrigense. Tiempo atrás, el padre
de ella había abandonado Potes –sus orígenes familiares estaban en el valle del
Saja, en la aldea de Terán-‐ para incorporarse a su nuevo destino militar en Ciudad
Rodrigo. Allí vino al mundo Sofía y, de su matrimonio con Pablo, nació Salvador
Sánchez Terán un 25 de agosto de 1896. Con el paso de los años, este joven se
decantó por la carrera judicial. Una vez cursados los estudios universitarios y
aprobada su oposición, fue enviado como juez al municipio zamorano de Alcañices.
Desde allí se trasladó a la provincia de Burgos, en primer lugar a Roa y más tarde a
Aranda de Duero. En 1934 sería destinado a Logroño, donde pasaría los siguientes
veinte años de vida. Mientras Salvador iniciaba su andadura en la profesión
jurídica, Miguel Hernández y Fernández, su futuro suegro, desempeñaba
importantes responsabilidades en la judicatura que culminarían con su
nombramiento como magistrado en la sala segunda del Tribunal Supremo. Como
es lógico, antes de obtener una vacante en la capital, había pasado por plazas más
modestas. Una de ellas fue Monforte de Lemos, donde su esposa, María San Román
Bobillo, natural de Puebla de Sanabria, había dado a luz a Trinidad Hernández San
Román el 26 de febrero de 1902, que tres décadas después contraería matrimonio
con Salvador Sánchez Terán. En 1933, cuando residían en Aranda de Duero, nació
el primero de los vástagos de la pareja. Sin embargo, una grave enfermedad no le
permitió vivir más de dos años. El 19 de abril de 1934 vio la luz el segundo hijo:
Salvador Jorge48. Por tanto, en la madrugada del 18 al 19 de julio de 1936, la noche
48 Certificación literal del Acta de Nacimiento, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 1: “En la ciudad de Logroño, provincia de ídem., a las doce horas y treinta minutos del día veinte de Abril en mil novecientos treinta y cuatro ante D. Luis Moroy y Fernández Juez Municipal y D. José María De Colsa y Ceballos Secretario se
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en que las tropas de Emilio Mola tomaron Logroño, este era el único hijo con el que
contaban.
Durante casi tres años, España fue el escenario de una cruenta Guerra Civil,
una confrontación que marcaría de forma decisiva el desarrollo del país a lo largo
de las siguientes décadas. Aunque los combates no volvieron a las calles de
Logroño eso no significaba que sus habitantes no sufrieran las penurias propias del
tiempo de guerra. Además de la escasez de alimentos, la capital riojana recibió en
varias ocasiones la visita de la aviación republicana. Casi setenta años después, el
primogénito de Salvador y Trinidad recordaba con detalle cómo, al aparecer los
aeroplanos sobre el cielo, bajaban al sótano en busca de refugio. El sonido de las
sirenas, tan característico de los conflictos bélicos del siglo XX, también quedó
grabado en su memoria de niño como testimonio de una España donde no fue
posible la paz civil49.
La vida en el domicilio de Marqués de Murrieta transcurrió con relativa
tranquilidad después de la madrugada del 19 de julio. Salvador, de más edad que
sus restantes compañeros de judicatura, fue el único juez de la provincia no
militarizado durante la Guerra Civil. De esta manera, hasta bien entrado el año
procede a inscribir el nacimiento de un varón ocurrido a las siete horas y minutos del día diecinueve de actual en esta ciudad calle Marqués de Murrieta Nº 4.B. piso 4º decha. es hijo de Salvador Sánchez Terán, natural de Ciudad Rodrigo provincia de Salamanca de 38 años de edad, de profesión Juez de 1ª Instancia domiciliado en Logroño, y de Trinidad Hernández San Román natural de Monforte de Lemus provincia de Lugo de 32 años de edad, y su profesión su sexo, domiciliada en Logroño, que dicho niño es nieto por línea paterna de D. Pablo Sánchez Hernández natural de Ciudad Rodrigo provincia de Salamanca y de Sofía Terán Viera natural de Ciudad Rodrigo provincia de Salamanca, y por la materna del Excmo. D. Miguel Hernández y Fernández natural de Zamora provincia de ídem. Y de la Excma. Señora Dª María San Román Bobillo natural de Puebla de Sanabria provincia de Zamora, y se le ponen los nombres de SALVADOR JORGE.-‐ Esta inscripción se practica en el local del Juzgado en virtud de manifestación personal del padre y la presencian como testigos D. Luis Alfairan Tabuada mayor de edad, estado casado, domiciliado en Logroño calle Marqués de Murrieta Nº 13 y D. Gerardo Ramos Marín mayor de edad, de estado casado, domiciliado en Logroño calle San Agustín Nº 16.-‐ Leida esta acta se sella con el del Juzgado Local y la firman el Juez, los testigos y el manifestante. –Luis Moroy.-‐ Salvador S. Terán.-‐ Jesús Alfeiran Tabuada.-‐ Gerardo Ramos.-‐ Ante mi: José María De Colsa. 49 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 4 de abril de 2011: “Vivíamos en la calle Marqués de Murrieta y recuerdo cómo los niños bajábamos al sótano cuando venía la aviación republicana. Recuerdo las sirenas”.
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1940, se hizo cargo de todos los juzgados riojanos. La carga laboral del cabeza de
familia se multiplicó durante ese periodo, y también sus responsabilidades como
padre. El 25 de noviembre de 1937, nació Francisco Javier, y el 26 de febrero de
1940 María Victoria.
El 1 de octubre de 1939 se reanudó el curso escolar en toda España. Habían
sido tres largos años de Guerra Civil en los que buena parte de la población juvenil
e infantil había visto interrumpida su trayectoria en el ámbito de la educación
reglada. Salvador y Trinidad matricularon a su hijo mayor en el colegio San José de
los Hermanos Maristas. Allí iba a cursar sus estudios de enseñanza primaria y
media, mientras que los correspondientes a quinto y sexto de bachillerato los
realizó en el Instituto Provincial de Logroño. Sus primeros recuerdos como escolar
constituyen un testimonio infantil de la situación del país en los primeros años de
la dictadura del general Franco. Hasta 1942 era práctica habitual que los alumnos
formaran frente a la puerta de entrada y cantaran el “Cara al Sol” con el brazo en
alto50. Sin duda, la desaparición de esta costumbre guarda una estrecha relación
con los reveses sufridos por las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial y
su principal consecuencia a nivel doméstico: el final del predominio de Falange en
España.
El devenir de los grandes acontecimientos políticos también se dejaba notar
en el hogar de Marqués de Murrieta. A pesar de desempeñar el cabeza de familia
un importante cargo público en la ciudad, su situación económica durante los años
de postguerra podía calificarse de “ajustada”. Cierto es que los Sánchez Hernández
no pasaban hambre, pero llegar a fin de mes no resultaba nada fácil en la España
de la época. Esas dificultades se acentuaban si, como fue sucediendo en este caso,
el número de sus miembros se incrementaba año tras año. El 8 de marzo de 1942,
Trinidad dio a luz al cuarto de los hermanos, Miguel Ángel; el 27 de diciembre de
50 Ibid.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
27
1943 nacía Juan Manuel; y el 29 de junio de 1946 se sumaba a la lista de bocas que
alimentar el benjamín, Pablo.
El joven Salvador iba desarrollándose física e intelectualmente en la capital
riojana. Una ciudad que, a pesar de su condición provinciana, recibía
esporádicamente la visita de algún político de renombre. En 1946, la inauguración
de una vía de circunvalación del ferrocarril contó con la presencia del ministro de
Obras Públicas, José María Fernández-‐Ladreda, y el de Aviación, Eduardo González
Gallarza, natural de La Rioja. Como venía siendo habitual en esas ocasiones, se
declaró el día no lectivo para que los alumnos pudieran acudir a los actos de
celebración. Es poco probable que, mientras con ojos de niño contemplaba a los
responsables ministeriales que pasaban por Logroño, imaginara que años después
él mismo iba a protagonizar tantos actos similares. Cuando un 22 de septiembre de
1975 inauguró las obras de varias carreteras en su ciudad natal, quizás recordara
aquella jornada festiva en la que se produjo la visita de Fernández-‐Ladreda, y
González Gallarza. Habían pasado casi treinta años, y Sánchez-‐Terán era, en calidad
de subsecretario de Obras Públicas, la mano derecha del ministro Antonio
Valdés51. Ahora bien, a finales de la década de 1940, a pesar de ser un asiduo lector
del diario Nueva Rioja, la política le interesaba más bien poco. Como buena parte
de los adolescentes, sentía una gran atracción por el deporte y lo practicaba con
bastante intensidad. Fue campeón juvenil de la provincia en la prueba de 800
metros. Además, en calidad de jugador amateur, militó en un equipo de fútbol: el
Club Deportivo Berceo. A estas actividades hemos de añadir otras aficiones como
el frontón, los recorridos en bicicleta o los paseos por la montaña52.
Era habitual que, una vez llegado a su término el curso escolar, la familia
abandonara Logroño para pasar dos o tres semanas de vacaciones en Ciudad 51 Viaje oficial a Logroño, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 54. 52 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 4 de abril de 2011: “También recuerdo de esos años como estudiante que me aficioné a leer el periódico Nueva Rioja y desarrollé una intensa actividad deportiva”.
Carlos González Martínez
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Rodrigo. En esos cálidos días de verano no faltaban las excursiones por el campo ni
visitas a parientes y amigos. Tampoco, por supuesto, el obligado viaje a la
monumental capital del Tormes. A la larga, este retorno a los orígenes de su padre
supuso para Sánchez-‐Terán el descubrimiento del lugar donde estaban sus raíces.
Con el tiempo esa provincia llegó a adoptarle como un hijo más, sin que eso fuera
en detrimento de su condición de riojano. Allí conoció a su mujer, Pilar Sánchez-‐
Arjona, con la que contrajo matrimonio el 24 de septiembre de 1962 en la Catedral
Vieja de Salamanca. Años más tarde su vocación política estuvo íntimamente ligada
a las tierras salmantinas. Representó a la provincia como diputado en dos
legislaturas -‐una de ellas la constituyente-‐, prestando una atención considerable a
sus problemas a lo largo de esos seis años. Es difícil dilucidar la importancia que
los periodos estivales tuvieron en su vida. Ahora bien, puede afirmarse que Ciudad
Rodrigo y Salamanca dejaron una profunda huella en su vida que terminaría por
reflejarse en su compromiso político con la provincia. Sin embargo, no
adelantemos acontecimientos. Conviene ahora centrar nuestra atención es ese
adolescente que, cercano a terminar el bachillerato, se planteaba su futuro
universitario.
Al finalizar los estudios de bachillerato, se examinó de la Reválida en la
Universidad de Zaragoza, prueba en la que obtuvo Premio Extraordinario. Esta
distinción no fue un hecho aislado en su vida académica, sino parte de una
trayectoria que se inició en su etapa en el colegio de los Hermanos Maristas. Tanto
su expediente durante el bachillerato como el posterior ingreso, con tan sólo
diecinueve años, en la Escuela de Ingenieros de Caminos, hablan de su capacidad y
hábito de trabajo. En ese último aspecto cabe suponer que fue de suma
importancia la exigencia familiar, así como el ambiente de aprecio por la actividad
intelectual que se respiraba en el hogar de Marqués de Murrieta. Prueba de ello es
la vida profesional de los restantes hijos de este matrimonio: Francisco Javier
estudió también Ingeniería de Caminos, María Victoria cursó Pedagogía, Miguel
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
29
Ángel sacó la plaza como Abogado del Estado, Juan Manuel fue Inspector de
Trabajo y Pablo siguió la carrera diplomática.
Desde los primeros cursos del bachillerato, empezó a estar claro que no iba
a seguir la tradición jurídica familiar: el mundo del derecho no atraía su atención,
mientras que su gusto y cualidades para las matemáticas eran más que evidentes53.
La pasión por los números fue la que le llevó a abandonar Logroño con el fin de
estudiar Caminos en la capital de España. Durante los primeros tres años preparó
intensamente el examen de ingreso en la Escuela de Ingenieros, donde se licenció
en 1958. Diez años después culminaba su preparación académica al obtener el
título de doctor.
1.1. Los años como estudiante en Madrid.
El padre de Salvador Sánchez-‐Terán logró que al joven le concedieran una
plaza en el Colegio Mayor San Pablo, vinculado a la Asociación Católica Nacional de
Propagandistas (ACN de P), que se inauguraba aquel curso. Ello le dio la
oportunidad de pertenecer a la primera promoción de 150 estudiantes que se
incorporaron al Colegio en octubre de 1950. Por aquel entonces, todavía respondía
a los apellidos Sánchez Hernández. Unos meses después, su padre se encargaría de
realizar las gestiones para introducir Terán como parte del primero de ellos54.
El miércoles 7 de marzo de 1951 se celebró oficialmente la inauguración del
Colegio Mayor con la presencia del Jefe del Estado. Era la primera vez que la
53 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 9 de noviembre de 2010: “Las matemáticas me atraían mucho y tenía prestigio entre mis profesores y compañeros. Es cierto que la tradición jurídica de la familia era profunda, pero no me atraía el Derecho”. 54 Certificación literal del Acta de Nacimiento, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 2: “De orden comunicada del Ministerio de Justicia de fecha 17 de octubre de 1951 se ha autorizado a D. Salvador Jorge Sánchez Hernández, para usar como primer apellido el de Sánchez-‐Terán conservando como segundo el de Hernández que tiene en la actualidad. – Y para que conste y en cumplimiento de lo mandado se extiende la presente nota marginal que es firmada por S. S. y sellada con el del Juzgado de Logroño a trece de Noviembre de mil novecientos cincuenta y uno. Doy fé.-‐ El Juez Municipal.-‐ José María Bernal.
Carlos González Martínez
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mayoría de los colegiales iban a ver en persona al General Franco. En la puerta
principal le esperaban los ministros de Asuntos Exteriores, Educación Nacional,
Obras Públicas, Agricultura y Justicia, así como el presidente de las Cortes,
Fernando Martín-‐Sánchez Juliá -‐presidente del Patronato-‐ e Isidoro Martín
Martínez -‐director de la institución. El acto inaugural se inició en la capilla
provisional, donde el arzobispo de Madrid-‐Alcalá, monseñor Leopoldo Eijo y Garay,
entonó una Salve antes de proceder a la bendición del edificio55. El salón de actos
fue el lugar escogido para los discursos del ministro de Educación Nacional, José
Ibáñez Martín, y del presidente del Patronato. En su intervención, Fernando
Martín-‐Sánchez Juliá agradeció a todas las personas e instituciones que habían
hecho posible el nacimiento del Colegio Mayor, al tiempo que explicaba cuáles eran
los medios y fines de ese proyecto56. Uno de los principales objetivos del San Pablo,
55 Colegio Mayor Universitario de San Pablo. 1950-‐2000. 50 años de historia, Madrid, Colegio Mayor Universitario de San Pablo, 2000, p. 11: “Pasado el mediodía, por la calle Isaac Peral, en Moncloa, una larga comitiva de negros coches oficiales precedida por motos de la Policía que hacían sonar sus sirenas levantó una gran polvareda, por lo menos en sentido metafórico. Los pocos vecinos de la zona se asomaron, curiosos, para ver qué pasaba. La caravana se detuvo frente a un flamante edificio de estilo herreriano construido en lo alto de una elevación del terreno sobre la misma calle que recuerda al inventor del primer submarino español. Al pie de la escalinata que da acceso a la puerta principal, los ministros de Asuntos Exteriores, de Educación Nacional, de Obras Públicas, de Agricultura y de Justicia habían estado esperando impacientes junto a Esteban Bilbao, presidente de las Cortes, y otras dos personalidades que no formaban parte del equipo de gobierno: Fernando Martín-‐Sánchez Juliá e Isidoro Martín Martínez. El primero, reducido a una silla de ruedas por una antigua parálisis casi total, era el presidente del Patronato del Colegio Mayor San Pablo, e Isidoro Martín, el primer director de la Institución que ese día iba a ser inaugurada oficialmente. Vestido con su uniforme militar, el jefe del Estado, generalísimo Francisco Franco Bahamonde, descendió de su coche y saludó a quienes le dieron calurosamente la bienvenida. A sus 58 años de edad el Caudillo mantenía su buen estado físico, que le permitió subir a buen paso las escaleras hasta la recepción, donde decenas de personalidades estaban esperándole. Los colegiales allí presentes prorrumpieron en gritos de “¡Viva el Caudillo!”, subrayados con vivas a España y con el más popular de los vítores de la época: “¡Franco, Franco, Franco!”, expresiones que fueron contestadas con sonrisas y saludos por el jefe del Estado. Todos los asistentes se dirigieron a la capilla provisional del Colegio, situada en lo que hoy es salón de actos, para cantar a coro una Salve, tras lo cual el patriarca-‐arzobispo de Madrid-‐Alcalá, monseñor Leopoldo Eijo Garay, procedió a bendecir las nuevas instalaciones”. 56 Ibid, p. 39: “Pues esto quiere ser el fin del Colegio Mayor Universitario de San Pablo: formar esas minorías. Y al decir que quiere ser extendemos la patente de nuestra humildad imperdonable. El fin del Colegio es formar una minoría selecta de hombres con capacidad de dirección en potencia mientras sean estudiantes, y en acto y en acción fecundísimos después, cuando sean hombres maduros y dirigentes de la sociedad en que vivan. Pero –y esto es muy característico nuestro-‐ una minoría que tenga un profundo y agudo sentido de la justicia y del bien común en su vocación para las distintas funciones de la vida pública. No queremos formar sólo intelectuales fríos y herméticos,
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
31
como bien quedó reflejado en sus palabras, era la formación de minorías
directoras que pusieran sus capacidades al servicio de la sociedad. Dentro del
ámbito de los propagandistas, estaba muy presente la idea de educar grupos
dirigentes con espíritu de servicio a la sociedad.
El San Pablo se iba a convertir, con el paso del tiempo, en un auténtico
semillero de políticos de la Transición. Allí tuvo la oportunidad de convivir con
algunos de los principales protagonistas del futuro político del país, como
Marcelino Oreja, Landelino Lavilla, José Manuel Otero Novas, Pío Cabanillas, José
María Sánchez Ventura, Jacobo Cano, Francisco Vázquez, Carlos Abella o Alfonso
Osorio57.
La estancia en el Colegio Mayor tuvo una importancia decisiva en su
vocación política. A pesar del tiempo que exigía estudiar la carrera de Ingeniería de
Caminos, resultaba sencillo sumarse al ambiente que se respiraba en el San Pablo.
Desde la dirección se alimentaba en los estudiantes esa inquietud por la cosa
pública, se les animaba a desarrollar el deseo de servir al Estado y de participar en
sus actividades: “había una intensa inquietud por la cosa pública. Incluso se nos
animaba a participar diciéndonos que debíamos aspirar, al menos, a ser alcaldes de
nuestra localidad ¿Quién introducía esa inquietud en los estudiantes? La dirección,
sin duda. Pero también venía dada por la historia de la ACN de Propagandistas y
egocéntricos, encerrados en su torre de marfil y despreocupados del bien del pueblo que les ha erigido y rodea. Por eso el programa de vida que brindaría a los escolares del Colegio podría concretarse en estas palabras: Sed señores de vosotros mismos y sed señores para los demás. Señores de vosotros mismos, disciplinándoos, rindiendo culto al honor y al servicio, estudiando, formándoos, educándoos, para ser señores también de los demás en la única noble y justificada acepción del señoría: En el servicio hasta el sacrificio de la propia felicidad para hacer felices a los demás”. 57 Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “Salvador y yo nos conocimos en el Colegio Mayor San Pablo, formando parte ambos de la primera promoción. Es verdad que por entonces no tuvimos una relación especialmente cercana ya que en mi segundo año universitario mi madre se desplazó a Madrid y yo me fui a vivir con ella. Además, el preparaba el ingreso en la Escuela de Ingenieros de Caminos, mientras que yo era un estudiante de Derecho. Tuve más relación con las personas con las que iba a la Facultad, como Landelino Lavilla, por ejemplo. Más adelante, en los últimos años de vida del general Franco y, de modo especial, durante la Transición, la relación con el se intensificó notablemente”.
Carlos González Martínez
32
por un sano deseo de servir al Estado”58. Esta labor se complementaba con
frecuentes visitas de diversos hombres de la política, la cultura y el mundo
académico. De esta manera, en los años que pasó en el Colegio Mayor, circularon
por allí personajes de la talla de Alberto Martín Artajo, Joaquín Ruiz-‐Giménez,
Pedro Laín Entralgo o el filósofo José Luis López Aranguren59. Esta breve relación
de visitantes ilustres –selección de entre una numerosa lista60-‐ constituye un
resumen bastante representativo del tipo de personas que eran invitadas al San
Pablo para compartir unas horas de tertulia con los colegiales. En todos ellos se
daban, al menos, dos de las siguientes características: el desempeño de un alto
cargo en la Administración del Estado y la preocupación por el mundo de la
cultura. Alberto Martín Artajo y Joaquín Ruiz-‐Giménez dirigían los departamentos
de Exteriores y Educación cuando visitaron el Colegio Mayor. Por su parte, Pedro
Laín Entralgo y José Luis López Aranguren eran destacados intelectuales que había
formado parte de la generación de 1936. Ambos, andando el tiempo, adoptarían
posiciones firmemente contrarias a la dictadura. Muchas de las personalidades que
pasaron por el San Pablo incitaban a los jóvenes a desarrollar el pensamiento
independiente que les llevaría, años después, a mirar de forma crítica al Régimen
en el que habían crecido y a trabajar por el advenimiento pacífico de la
democracia61.
En definitiva, el traslado a Madrid y, de manera particular, los años del San
Pablo, supusieron para él una apertura a la vida política y cultural del país.
Sánchez-‐Terán participó activamente en los actos del Colegio Mayor. Cultivaba, a
su vez, la amistad de muchos de sus compañeros, relaciones que, en muchos casos,
58 Ibid. 59 Ibid.: “En fin, por el Colegio Mayor era habitual que pasaran académicos, intelectuales y políticos”. 60 Otros visitantes ilustres del San Pablo fueron el escritor José María Pemán, el por entonces catedrático de Derecho Manuel Fraga Iribarne, el rector de la Universidad de Madrid Pío Zabala, el pintor Santiago Martínez, el actor Pepe Isbert, y José María Albareda, secretario general del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. 61 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
33
mantuvo durante toda su vida62. Ahora bien, nunca llegó a integrarse en ninguno
de los diversos grupos demócrata-‐cristianos que surgieron en aquella época. No lo
hizo en la década de los cincuenta siendo colegial del San Pablo63, y tampoco en los
setenta cuando muchos de sus compañeros de Colegio Mayor fundaron el Grupo
Tácito64. Es más, durante la Transición, aunque la mayoría lo consideraba de
ideología democristiana, no lo situaban dentro esa “familia” de la UCD65. A la hora
de explicar esa respetuosa distancia que Salvador Sánchez-‐Terán mantuvo con la
ACN de P en particular y con la democracia cristiana en general, cabe distinguir
tres factores. El primero de ellos tiene que ver con las circunstancias vitales del
propio protagonista. Los estudios de Ingeniería de Caminos y su creciente
vinculación con la Juventud Acción Católica, no dejaban demasiado tiempo libre
para otras tareas: “estaba en la Acción Católica, muy a gusto por cierto, y con los
estudios de ingeniería no podía permitirme atender a más frentes”66. El segundo
motivo se basa en criterios ideológicos, y guarda relación con la fuerte dimensión
62 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “Desde entonces, mantiene una gran amistad personal con numerosos miembros de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, especialmente con Marcelino Oreja y Landelino Lavilla”. 63 Ibid.: “…pero Salvador ha tenido siempre un cuidado exquisito en separar su vida profesional y política de la ACN de P…”. 64 Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “Ideológicamente podemos definirlo como un democristiano. Quizás no de carnet de identidad político, pero si de ideología. En aquel momento había unos democratacristianos que estaban en una oposición clara –marcada-‐, y luego un grupo de personas que querían un cambio político, que se sentían demócratas, pero sin militar en ningún grupo político. Ese sería el caso de Landelino Lavilla, Salvador Sánchez-‐Terán, José Manuel Otero Novas… Después, un grupo de los que salimos del Colegio Mayor San Pablo nos integramos en Tácito, y desde allí empezamos a actuar. Podríamos denominar a Sánchez-‐Terán como un «periférico»: yo no le recuerdo en ninguna reunión de Tácito, y no se porqué, ya que tenía el perfil. Quizás por eso siempre he tenido una sensación de cercanía con Salvador Sánchez-‐Terán, considerándolo un amigo, no sólo personal, sino ideológico. Y en Consejo de Ministros, donde siempre hay unas afinidades, pues evidentemente yo me sentía más cercano a él que a quien estaba en el grupo socialdemócrata o quien estaba en el grupo liberal. Entre un Salvador Sánchez-‐Terán o un Garrigues había unas diferencias que, aunque teníamos un sustrato común –la idea de transición-‐, lo teníamos desde ángulos distintos. En ese ángulo, yo he tenido siempre una gran coincidencia con Salvador, y además le tengo mucho afecto personal. Era tal la cercanía ideológica, le veo tanto en ese espacio sociológico, que si ahora viniera alguien y me dijera que estaba en Tácito, le creería”. 65 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “…se le puede situar cercano a la corriente democristiana. Ahora bien, no creo que fuera un democristiano típico, en el sentido de los históricos que se integraron en UCD, como Fernando Álvarez de Miranda, Íñigo Cavero o Juan Carlos Guerra Zunzunegui. Ni tampoco de los que no se integraron como Joaquín Ruiz Jiménez o José María Gil Robles…” 66 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010.
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social que imprimió a sus convicciones políticas su trabajo de más de diez años en
los movimientos de la Acción Católica. En último lugar, hemos de hacer referencia
a la etiqueta de “independiente” que le acompañó a lo largo de su carrera política.
Una circunstancia que, como veremos a lo largo de nuestro análisis, no le impidió
colaborar con personas de diversa índole, pero sin comprometer su independencia
intelectual67. De esta manera, siendo subsecretario de Obras Públicas, mantuvo
una respetuosa y leal relación con una persona opuesta ideológicamente como el
ministro Fernández de la Mora. A su vez, durante la Transición, trabajó codo a codo
con Manuel Fraga primero y con Adolfo Suárez después, hombres por los que
sentía un profundo afecto, pero a los que no siguió cuando tomaron una senda
política que se alejaba de la suya68. Volveremos sobre ello, mas ahora es necesario
continuar con la vida de ese joven estudiante en el Madrid de los cincuenta.
Para acceder a los estudios de Ingeniería de Caminos era requisito realizar
un examen de ingreso. Durante los primeros años de su estancia en la capital de
España, estuvo preparándolo en la Academia Luz, donde más tarde comenzaría a
trabajar como corrector de problemas69 . Compaginaba sus estudios con las
actividades del Colegio Mayor y su creciente compromiso en los Cursillos de
Cristiandad de la Acción Católica. Al tercer año, en 1953, superó la prueba de
acceso e ingresó en la Escuela de Ingenieros70. Sus dos primeros años como
estudiante de la Escuela de Caminos fueron los últimos como colegial del San
Pablo. En 1955, su padre pidió el traslado a Madrid, así que toda la familia
abandonó el domicilio riojano de Marqués de Murrieta para mudarse al número 5
de la madrileña calle Conde de Aranda. En ese inmueble, propiedad de los padres
67 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “Y yo creo que era esa pasión por su propia independencia intelectual”. 68 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012. 69 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 4 de abril de 2011: “Recuerdo que preparé el ingreso en la Academia Luz, donde acabaría trabajando corrigiendo problemas”. 70 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “..recuerdo de esa época la enorme expectación con que, en el año 1953, recibíamos en nuestra casa de Logroño las cartas de Salvador en las que nos informaba de su ingreso en la Escuela de Ingenieros de Caminos, con sólo 19 años, gran éxito académico que alegró muchísimo a mis padres y a todos los hermanos”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
35
de Trinidad, vivían también su abuela y dos de sus tíos maternos. En la decisión de
abandonar Logroño, donde ejercía ya el cargo de Presidente de la Audiencia
Nacional, lo que realmente pesó fue una realidad económica de lo más evidente:
resultaba más barato mover el hogar familiar a la capital que costear el Colegio
Mayor de los sucesivos hijos cuando estuvieran en edad universitaria. Al llegarle el
turno a Francisco Javier, el segundo de los hermanos, Salvador y Trinidad vieron
llegado el momento de llevar a cabo el traslado. De esta manera, su hijo mayor fue
residente del San Pablo durante cinco años, tres de ellos de preparación al ingreso
a la carrera, y vivió los tres últimos cursos de Ingeniería en el domicilio de Conde
de Aranda71.
Precisamente la llegada de toda la familia a Madrid coincidió con su
integración definitiva en la Acción Católica. Su relación con esta organización de
seglares se remontaba a los últimos meses de 1953. A partir de esa fecha
compaginó las actividades colegiales con su participación como profesor en los
cursillos de cristiandad72. No es casualidad, por tanto, que el finalizar su estancia
en el Colegio Mayor asumiera un mayor compromiso en la Juventud de Acción
Católica: “Asistía a cursillos de cristiandad desde mi primer año en el Colegio
Mayor. De hecho, no participé activamente en la labor de los propagandistas
porque estaba inmerso en el mundo de la Acción Católica. Sin embargo, no me
apunté formalmente hasta 1955, nada más abandonar el San Pablo”73.
Si bien el Colegio supuso para él la apertura a la realidad política del país, la
participación en las actividades de los movimientos juveniles de la AC fue su
escuela en dirección y coordinación de grupos de trabajo y militantes de base.
71 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 4 de abril de 2011: “Fueron tres años de ingreso y cinco de carrera, de los que pasé cinco en el Colegio Mayor San Pablo y tres en la casa familiar de Conde de Aranda 5”. 72 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012: “No tenía antecedentes familiares. Fue una decisión que tomé estando en Madrid a principios de los cincuenta, y que no se concretó hasta que abandoné el Colegio Mayor”. 73 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010.
Carlos González Martínez
36
Hemos indicado anteriormente que buena parte de los rasgos sociales de su
ideología eran consecuencia de la etapa como dirigente de la Acción Católica. La
influencia de esos años en su formación fue muy profunda. El rápido ascenso de
Salvador Sánchez-‐Terán dentro de la organización nos habla, una vez más, de su
capacidad de trabajo. Pero también de dos rasgos que desde entonces le iban a
acompañar en todas sus empresas: el carácter de hombre “todoterreno” y la
tenacidad en la consecución de los objetivos fijados74.
A los pocos meses de integrarse fue nombrado secretario de cursillos de
cristiandad, cargo que pronto abandonó para ocupar el de director75. Su elección
como presidente nacional de la Juventud de la Acción Católica llegó en febrero de
1959, durante una asamblea celebrada semanas después de la Conferencia de
Metropolitanos de Toledo76. Su ascenso en la organización se produjo como
consecuencia de la situación laboral del por entonces presidente, Miguel García
Madariaga. Recién finalizados los estudios en Ingeniería de Minas, éste
comprendió que su nueva actividad laboral era incompatible con su cargo en la
Acción Católica. Así fue como se preparó el relevo en la presidencia, que recayó en
Sánchez-‐Terán77. Esta nueva responsabilidad fue clave para el desarrollo de su
capacidad de liderazgo. Le aportó una notable experiencia en reuniones,
negociaciones y gestión de órganos directivos, pues, como presidente de la rama
juvenil participaba en el Consejo Nacional. Éste era el máximo organismo del
apostolado seglar, al que asistían los dirigentes de los movimientos especializados
(JOC, JEC, JARC y JIC), así como los presidentes de ambas ramas juveniles, femenina 74 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “…era muy todoterreno por su capacidad de gestión y de organización. Y eso, muchas veces, los políticos no lo tienen. Hay muchas veces que el político es ideólogo, creativo, se le ocurren cosas… pero la capacidad de gestionar el día a día, de organizar, de llevar el método y la sistemática de la que hablábamos antes, Salvador la ha tenido siempre”. 75 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010: “Primero fui secretario de cursillos, y más adelante director de cursillos. Finalmente, me eligieron presidente nacional de la Juventud de la Acción Católica en febrero de 1959”. 76 “Se reúne en Toledo la Sexta Conferencia de Metropolitanos Españoles”, ABC, 6/1/1959. 77 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012: “Mi nombramiento como presidente de la Acción Católica se produjo como consecuencia de la situación laboral de mi antecesor, Miguel García Madariaga”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
37
y masculina. También estaban presentes los encargados del Aspirantado, del
Secretariado de Cursillos de Cristiandad y de las revistas. De entre estas últimas
cabe destacar Signo y Militante78. A su vez, la importancia del organismo que
presidía le permitió relacionarse con personalidades de la vida política y religiosa
del país79. De entre ellas, cabe destacar al Cardenal Primado de Toledo Plá y Deniel,
al que visitaba con el fin de informarle de la marcha de la Juventud de la Acción
Católica, así como para pedirle respaldo económico en sus actividades80. En esta
etapa trató, sobre todo, con mucha frecuencia al Obispo Secretario de la
Conferencia de Metropolitanos, a la sazón el prelado de Solsona, Don Vicente
Enrique y Tarancón, con el que iniciaría una relación de estrecha amistad y
colaboración, que se prolongó durante toda su vida81.
Finalmente, en la reunión internacional de 1960 celebrada en Buenos Aires,
Salvador Sánchez-‐Terán fue elegido Vicepresidente de la Federación Internacional
de las Juventudes Católicas82. Al término de ese Congreso, los nuevos dirigentes de
la Acción Católica fueron recibidos en su residencia por el presidente Arturo
Frondizi, acompañado por su mujer y su hija. Se decidió que Sánchez-‐Terán, en su
calidad de Vicepresidente, era la persona indicada para pronunciar un discurso
ante el mandatario argentino. “Esta fue una intervención pública de relieve en un
78 Ibid.: “Mi relación era muy estrecha con los dirigentes masculino, femenino y juvenil femenino, especialmente con Santiago Corral. Con los movimientos especializados también colaboraba, pero las JOC y les JEC (antes JUCAM) tenían un gran desarrollo y bastante autonomía. Por el contrario, fuimos nosotros los que impulsamos las JARC y las JIC, que todavía eran débiles a finales de los cincuenta”. 79 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “A mi, que fui militante de la Acción Católica en León, no me era ajena la persona que presidía la organización. Sobre todo si se tiene en cuenta la importancia de la Acción Católica en esos años”. 80 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “De vez en cuando, viajaba a Toledo para solicitar al Cardenal Primado Plá y Deniel ayuda económica para los Jóvenes de la Acción Católica. En una ocasión, Salvador me dijo que el Cardenal Plá y Deniel tenía una inteligencia política de primera categoría”. 81 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 82 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010: “Un año después, en Buenos Aires, me convertí también en el vicepresidente internacional”.
Carlos González Martínez
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contexto nada sencillo si tenemos en cuenta las tensas relaciones que en aquel
momento existían entre la Iglesia Católica y el gobierno del país”83.
La etapa como presidente nacional y vicepresidente internacional de la
Juventud de la Acción Católica, resultó de suma importancia para la formación de
Sánchez-‐Terán y su futura labor política. En esos cuatro años recorrió la península
con el fin de conocer las necesidades y solventar los problemas de los diversos
grupos locales. Al respecto, cabe destacar la atención especial que prestaba a los
cuadros dirigentes, básicos en el correcto funcionamiento de un organismo tan
numeroso y descentralizado como aquel84. Tiempo después, cuando abandonó el
apostolado seglar y tomó la decisión de participar en la vida política, muchos de los
miembros de aquellos cuadros dirigentes le acompañaron en su nueva empresa:
“Cuando se produjo la crisis de la Acción Católica, muchos de esos hombres
pasaron a PROLESA. Hablo de Luis Ortiz –que era el secretario general y que más
tarde se convirtió en ministro de Vivienda-‐, Alejandro Rebollo –estrecho
colaborador mío en Transportes-‐, Vicente Ruiz –diputado de la UCD por Valencia-‐,
Armando Calleja –senador por Madrid-‐, Fernando García Gudía…”85. Pero además,
sus cargos le permitieron salir de España en no pocas ocasiones. En un país aún
aislado internacionalmente, él viajaba anualmente a Roma y París para asistir a las
reuniones del Comité Ejecutivo. A esto hemos de añadir las diversas visitas que
realizaba a otras delegaciones de la organización seglar en Europa y América
Latina86. Estas experiencias, al alcance de muy pocos españoles por aquel entonces,
contribuyeron a abrir su mente a nuevas realidades culturales y políticas, al
tiempo que le aportaron una visión distinta de las relaciones gobierno-‐ciudadano.
83 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 84 Ibid. “…hizo que recorriera España formando cuadros dirigentes y organizando un grupo tan importante como la Acción Católica. Allí me forjé como dirigente y organizador”. 85 Ibid. 86 Ibid.: “En primer lugar, me permitió viajar por Europa y América Latina en un periodo en que España aún permanecía bastante cerrada a la influencia extranjera. Recuerdo que dos veces al año se reunía el Comité Internacional en Roma o París, y además visitaba muchos otros países”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
39
Si bien de un modo accidental, su periodo en la Acción Católica también le
permitió ejercer de empresario presidiendo la agencia de viajes Vía Pacis S. A. Su
nacimiento guarda una estrecha relación con el Servicio de Turismo e Intercambio
Juvenil, integrado en la JACE. Salvador Sánchez-‐Terán relataba así el momento
concreto en que tomó la decisión de fundar Vía Pacis: “Había un movimiento
turístico muy importante y recuerdo que un día, sobre las diez de la noche, fui a la
sede antigua que teníamos. La puerta no estaba cerrada. Abrí y, nada más entrar en
el despacho de los de turismo –donde no había nadie a aquellas horas-‐, me
encuentro en torno a quinientas mil pesetas en fajos. Me quedé helado. Me di
cuenta de que aquello no se podía manejar así porque cualquiera podía entrar y
salir y llevarse lo que fuera. Inmediatamente decidimos que había que crear una
empresa. Posteriormente cuando nos fuimos a la sede Alfonso XI, lo que hoy es
COPE, en esa esquina, instalamos la nueva agencia de viajes”87.
Salvador Sánchez-‐Terán llegó a Madrid con dieciséis años persiguiendo sus
sueños de ser ingeniero, sin la más mínima sospecha de que allí precisamente se
forjaría su vocación política. Esta semilla se desarrolló al abrigo del Colegio Mayor
San Pablo y de la Juventud de Acción Católica, instituciones sin las cuales resulta
imposible entender su biografía. Tanto la ACN de P como en el apostolado seglar
ayudaron notablemente a cristalizar su ideología, al tiempo que contribuyeron a
facilitarle -‐en especial en el último caso-‐ un valiosísimo campo de pruebas. De esta
manera, bastó que se dieran las circunstancias adecuadas para que decidiera
tomar la senda del servicio público. Ahora bien, la irrupción de la política en su
vida no supuso, en ningún caso, el abandono de su carrera como ingeniero. Más
bien la promoción en su carrera fue la que le proyectó a los dos primeros cargos
públicos que ejerció: la Dirección General de RENFE y la Subsecretaría de Obras
Públicas. Sánchez-‐Terán terminó sus estudios en la Escuela en 1958, cuando aún
no era presidente de la Juventud de la Acción Católica. Casi de manera inmediata
comenzó a trabajar como contratado en el Ministerio de la Vivienda, iniciando así
87 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012.
Carlos González Martínez
40
su larga relación con la Administración Pública y el complejo de los Nuevos
Ministerios, en la capital de España.
1.2. Los primeros pasos en la función pública.
El 6 de julio de 1957, el domicilio de Conde de Aranda se teñía de luto por
segunda vez en pocos meses. Salvador padre fallecía a comienzos de verano, pocas
semanas antes de cumplir sesenta y uno. El año anterior, un 15 de junio, a la edad
de cincuenta y cuatro, abandonaba este mundo su esposa Trinidad. El matrimonio
dejaba seis huérfanos, el menor de ellos –Pablo-‐ con los once recién cumplidos. A
los múltiples compromisos de Salvador Sánchez-‐Terán se sumaba, como
consecuencia de la pérdida de sus padres, la responsabilidad de ser el tutor legal
de sus hermanos. Es cierto que Javier pronto ingresó en la Escuela de Ingenieros
de Caminos y, un año después del fallecimiento de su padre, pasó a ser mayor de
edad. Al respecto, es necesario recordar que, desde 1943, los españoles no
alcanzaban la mayoría de edad hasta los veintiún años88. Además, al revisar los
expedientes académicos de los hermanos, es evidente que todos ellos fueron
excelentes estudiantes89. Ahora bien, no cabe duda que para él supuso una prueba
de madurez, así como un esfuerzo extra en su ya de por sí apretada agenda. El
fallecimiento de sus padres fue el acontecimiento que con más profundidad marcó
su juventud90. A esto hay que añadir la pérdida por aquellos años de su mejor
amigo y compañero, Leonardo Torres-‐Quevedo en accidente de moto: : “Poco
después de dejar el Colegio Mayor, cuando estaba en cuarto de carrera, murió en
accidente de moto. Lo recuerdo como uno de los impactos más grandes que recibí
en aquella época junto con el fallecimiento de mis padres, por supuesto”.
88 Ley de 13 de diciembre de 1943 (BOE de 15-‐12-‐1943), sobre la fijación de la mayoría de edad civil: “Artículo 1º. A los efectos civiles, la mayor edad empieza, para los españoles, a los veintiún años cumplidos”. 89 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “Todos los hermanos, Javier (1937), María Victoria (1940), Miguel Ángel (1942), Juan Manuel (1943) y yo (1946), éramos excelentes estudiantes y no le planteamos el más mínimo problema a Salvador como tutor. Además, Javier rápidamente se convirtió en mayor de edad e ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos. 90 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
41
La familia fue fundamental para que, a pesar de tener a su cargo cinco
menores, mantuviera su nivel académico y el compromiso con la Acción Católica.
Tanto los hermanos de su madre, que como hemos indicado vivían en el mismo
inmueble, como la familia de su padre, ayudaron en todo lo posible a los huérfanos.
Aún así, el hecho de convertirse en cabeza de familia condicionó la trayectoria
profesional del joven ingeniero. Con el fin de obtener unos ingresos extra, Sánchez-‐
Terán compaginó su último año de estudios en la Escuela con el trabajo en EPTISA,
una empresa de proyectos vinculada al Banco Urquijo91. A partir de ese momento a
Sánchez-‐Terán se le planteó un dilema, y es precisamente en ese punto dónde se
aprecian en su justa medida las trabas que le imponía la condición de tutor legal de
sus hermanos. Era práctica habitual que, al terminar los estudios, los recién
licenciados abandonaran Madrid para participar en un proyecto de construcción
en otras provincias. Sin embargo, Sánchez-‐Terán consideró que, por la
responsabilidad que tenía como cabeza de familia, no podía abandonar la capital.
En esa decisión, como es lógico, también pesó su reciente nombramiento como
presidente de la Juventud de la Acción Católica. Por tanto, dos motivos llevaron al
joven ingeniero a tomar una trayectoria profesional distinta a la mayoría de sus
compañeros: su familia y el apostolado seglar92.
En un primer momento se planteó la posibilidad de trabajar en el sector
inmobiliario, pues le ofrecieron un puesto en una empresa de compra-‐venta de
pisos. Sin embargo, no era esa una tarea que le sedujera así que decidió rechazarla
y buscar suerte en otros ámbitos. Fue entonces cuando surgió la oportunidad de
91Ibid. 92 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “…al terminar los estudios, lo normal era que los alumnos fueran a realizar una obra del estilo de una presa o una carretera. Sin embargo, yo me tenía que quedar en Madrid por dos razones: era el presidente nacional de Acción Católica y no podía irme a realizar obras lejos de Madrid y dejar aquello; y segundo, mis padres habían muerto y era el mayor de seis hermanos y cabeza de familia”.
Carlos González Martínez
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entrar en el Ministerio de la Vivienda en calidad de contratado 93 . Este
Departamento, creado a raíz de la crisis ministerial de 1957, tenía como principal
tarea desarrollar la Ley del Suelo, de reciente aprobación94. El general Franco,
dentro de su característico juego de equilibrio entre las familias del Régimen, había
situado al frente a José Luis Arrese, un arquitecto y falangista de los primeros
tiempos. En la Inspección General primero y después en la Dirección General de
Arquitectura, Economía y Técnicas de Construcción del Ministerio de la Vivienda
comenzó a trabajar como ingeniero Sánchez-‐Terán, bajo las órdenes de Ignacio de
Colsa, que tenía el cargo de inspector95. Allí se dedicó a la promoción de los
patronatos de viviendas para funcionarios, y a la construcción de las obras
situadas en la ribera del Manzanares.
Su incorporación al Ministerio le planteaba problemas de dedicación a la
JACE, sobre todo cuando debía intervenir en cursos de dirigentes fuera de Madrid.
Para ello encontró la comprensiva colaboración de sus superiores. Pero hubo un
momento en que su esquema de vida sufrió un esperado contratiempo. Le
correspondió, por orden de escalafón, ingresar como funcionario en el Cuerpo de
Ingenieros de Caminos del Ministerio de Obras Públicas y fue destinado, de oficio, a
la Jefatura de Obras Públicas de Zamora. A pesar del afecto que sentía por la tierra
de su familia materna, alejarse de Madrid le hubiera obligado a abandonar sus
responsabilidades como tutor legal de sus hermanos y su compromiso con la
Acción Católica. A estas razones se unía una nueva circunstancia: su matrimonio
con Pilar Sánchez-‐Arjona ese mismo año. Salvador Sánchez-‐Terán pretendía
formar una familia, y para llevar a cabo esa tarea, consideraba necesaria cierta
93 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “…me ofrecieron una tarea de compra-‐venta de productos inmobiliarios. Pero a mí vender pisos no me apetecía nada, así que fui al Ministerio de la Vivienda, donde tenía un amigo, y entré de funcionario contratado”. 94 Ley del Suelo y Ordenación Urbana de 12 de mayo de 1956 (BOE de 15-‐5-‐1956). 95 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010: “En lo que se refiere al sector público, inicié mi carrera como contratado en el Ministerio de Vivienda. Tanto por mi cargo en Acción Católica como por ser cabeza de familia, tenía la necesidad de quedarme en Madrid, así que me las ingenié mediante contactos con un amigo para ingresar como ingeniero de caminos en la Dirección General de Arquitectura, Economía y Técnicas de Construcción”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
43
estabilidad, requisito difícil de lograr si iniciaba una dinámica de traslados y
cambios de domicilio a partir de su primer destino en tierras zamoranas. Por tanto,
alegó que siendo ya funcionario del Ministerio de la Vivienda no tenía permiso del
Director General, Miguel Ángel García-‐Lomas, para abandonar su puesto. Sus
motivos fueron tenidos en cuenta y, en consecuencia, pudo permanecer en
Madrid96.
Ahora bien, Sánchez-‐Terán había recibido una formación de ingeniero, y
deseaba ejercer como tal. En un principio pensó en trasladarse, dentro del propio
Ministerio de la Vivienda, a la Dirección General de Urbanismo, sección con una
proyección más empresarial e ingenieril que Arquitectura, Economía y Técnicas de
Construcción97. Su traslado a esa Dirección no llegó a materializarse. Antes de que
eso sucediera, un compañero que trabajaba en Obras Públicas le recomendó que se
incorporara como ingeniero a la Dirección General de Carreteras y Caminos
Vecinales, y allí fue Sánchez-‐Terán en 1963. Trabajó durante tres años en la
División de Construcción a las órdenes del que más tarde sería ministro de la
Vivienda en los dos primeros gobiernos de la Monarquía, Francisco Lozano
Vicente. A lo largo de los años ambos mantuvieron una estrecha relación de
amistad y colaboración. Con el tiempo, calificaría su etapa en Carreteras como su
verdadera escuela de ingeniero98. En la División de Construcción, Sánchez-‐Terán
tuvo la oportunidad de conocer a fondo la estructura de construcción de obras de
carreteras y autopistas, de proponer la adjudicación de todas las obras incluidas en
el Convenio con el Banco Mundial, de participar en varias comisiones ministeriales
96 Ibid.: “Yo tenía derecho a ingresar en el Estado porque iba unido a la condición de ingeniero de caminos, pero tardábamos tres o cuatro años en ingresar. Y ya cuando ingresé me destinaron a Zamora y a mi allí no se me había perdido nada, así que me justifiqué con el argumento de que trabajaba en Vivienda y no tenía permiso de mi director general”. 97 Ibid: “Pero en el fondo es que yo, ya casado, quería trabajar full time como ingeniero (…) y ahí es cuando me plantee ir a Urbanismo. 98 Ibid: “Pero un amigo mío del San Pablo era el que seleccionaba para ingeniero de carreteras. Fui y me buscó una vacante en la sección de construcción con Paco Lozano. Yo no sabía quien era Paco Lozano, pero luego ha sido un gran amigo mío. De hecho la casa de Menéndez Pidal la hicimos con él y de hecho vivía allí. Entonces entré en la sección de construcción que para mi ha sido mi verdadera escuela de ingeniero”.
Carlos González Martínez
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y de entrar en contacto con el mundo de las empresas constructoras, todo ello en
un momento de enorme impulso a la construcción de carreteras, bajo el Director
General Vicente Mortes99.
En 1966, Francisco Lozano abandonaba la División de Construcción para
dedicarse a la actividad privada en la promoción y construcción de aparcamientos
y autopistas. Pocas semanas después, en el mes de julio, su amigo Sánchez-‐Terán
también dejaba la Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales100. La
consideración que como ingeniero había adquirido a lo largo de esos tres años, fue
fundamental para su elección, por parte de la Junta Directiva, como director-‐
gerente del SEOPAN101. Si bien en esta decisión también fue importante el apoyo
que le prestó uno de sus miembros más influyentes, Antón Durán, Presidente de
Dragados y Construcciones102.
99 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 100 Certificación de cese en la Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 5: “Don Carlos Arrieta Benito, segundo jefe, en funciones de primero, de la sección de Personal de Cuerpos del Estado, dependiente de la Subsecretaría del Ministerio de Obras Públicas, CERTIFICA: Que Don Salvador Sánchez-‐Terán Hernández, funcionario del Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, afecto a los Servicios Centrales de la Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales, con fecha de hoy ha CESADO en el referido destino, por haber sido declarado en situación de supernumerario, por Orden Ministerial de veintidós del actual, al autorizársele a prestar servicios en la Organización Sindical. Madrid, treinta de Julio de mil novecientos sesenta y seis”. 101 Certificación del nombramiento como director-‐gerente del SEOPAN, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 4: “José-‐Álvaro González-‐Pardo Olavarrieta, Abogado, Jefe de Administración del Cuerpo de Funcionarios de la Organización Sindical, en funciones de Secretario Nacional Accidental del Sindicato de la Construcción, Vidrio y Cerámica, CERTIFICO: Que en expediente incoado a través de este Sindicato y resuelto por la Delegación Nacional de Sindicatos, ha sido ratificado con fecha 15 de junio de 1966 el acuerdo adoptado por la Asamblea General del Grupo de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional (S.E.O.P.A.N.), nombrando Director-‐Gerente de dicho Grupo a D. Salvador Sánchez-‐Terán, en cumplimiento de las normas establecidas por la Orden de Servicio número 239”. Y para que así conste donde convenga, extiendo la presente certificación a petición del interesado y con el visto bueno del Presidente Nacional de este Sindicato, en Madrid a dieciséis de junio de mil novecientos sesenta y seis”. 102 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “He de indicar que los sucesivos nombramientos llegaron por vía profesional: a mí no me eligieron por político para ser director del SEOPAN. Tenía un gran prestigio como ingeniero de caminos, a lo que ayudaban mis ponencias sobre la contratación de obras. Hasta el SEOPAN fue puramente profesional, si se puede hablar puramente, ya que Antón Durán, que era el hombre fuerte de la Construcción, era de la Acción Católica y me conocía muy bien”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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La Sociedad de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional había sido
fundada en 1956 con el objetivo de representar y defender los intereses de las
treinta y dos entidades que participaban en la construcción de las bases militares
hispano-‐norteamericanas en suelo español. Diez años después, se llevó a cabo una
refundación de la asociación, con la incorporación de un equipo directivo
independiente, pues hasta la fecha la dirección tenía un carácter rotatorio entre los
distintos miembros. Fue precisamente en esa nueva etapa cuando Sánchez-‐Terán
se incorporó al SEOPAN. Un periodo en el que, además de inaugurarse la tradición
de elaborar completos informes anuales de la construcción basados en indicadores
como la demanda pública, los costes, el empleo o el consumo de materiales,
llegaron a formar parte del organismo más de sesenta empresas.
El SEOPAN le permitió participar tanto en la Junta Consultiva de
Contratación y Administración del Ministerio de Hacienda, como en la Comisión
del Plan de Desarrollo de Obras Públicas y, por consiguiente, establecer contacto
con altos cargos de ese y otros Departamentos. Un buen ejemplo de las personas
con las que se relacionó a lo largo de esos años lo encontramos en la lista de
miembros de la Comisión especializada constituida a raíz del Reglamento General
de Contratación del Estado. De ella, además del propio director-‐gerente del
SEOPAN, formaban parte representantes de la Secretaria General Técnica de Obras
Públicas, del Alto Estado Mayor del Ejército y de los ministerios de Agricultura,
Vivienda, Educación y Ciencia, Industria, así como de diversas Direcciones
Generales de los citados departamentos103. En definitiva, esos años constituyeron
103 Orden Ministerial por la que se dispone la constitución de la Comisión Especializada a que se refiere la Disposición final 5º del Reglamento General de Contratación del Estado, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 9: “…la Comisión estará presidida por el Secretario General Técnico de este Ministerio, y de ella formarán parte los siguientes miembros: -‐ Vicepresidente: D. Rafael María Guitart y de Gregorio, Vicesecretario General Técnico del Departamento. -‐ Por el Ministerio de Agricultura: D. Santiago Escartín Romanos, Jefe de la Sección de Análisis de Empresas de la Secretario General Técnica. -‐ Por el Ministerio de la Vivienda: D. Antonio Cruz Estrella, Secretario General de la Dirección General de Arquitectura, Economía y Técnica de la Construcción.
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para él una experiencia única, pues dirigió la labor empresarial de la construcción,
un sector muy importante para la España de finales de los sesenta104. Además, su
participación en reuniones con empresarios y negociaciones sindicales le
aportaron un bagaje que a la postre fue fundamental para el desarrollo de su
futura labor como político.
Sánchez-‐Terán permaneció como director-‐gerente del SEOPAN hasta su
nombramiento como Director General de RENFE en 1970105, a propuesta de su
-‐ Por el Ministerio de Educación y Ciencia: D. Anselmo Mora López, Jefe de la Sección de Edificios y Obras. -‐ Por el Ministerio de Industria: D. Francisco Martínez Chumillas, Ingeniero en la Dirección General de Industrias Químicas y de la Construcción. -‐ Por el Alto Estado Mayor: D. Arturo Marón Simón, Comandante de Intendencia del Aire, afecto a la 2ª Sección. -‐ Por el Sindicato Nacional de la Construcción, Vidrio y Cerámica: D. Salvador Sánchez-‐Terán, Ingeniero de Caminos, Director Gerente del S.E.O.P.A.N. -‐ Por la Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales: D. Carlos Gonsálvez Martínez, Jefe de la División de Construcción, y D. Pedro García Ortega, Jefe de la Sección de Contratación y Asuntos Generales. -‐ Por la Dirección General de Transportes Terrestres: Don José Manuel Fernández-‐Oliva Álvarez, Jefe de la Sección de Estudios y Proyectos, y D. Guillermo Modet Gorostiza, Jefe de la Sección de Contratación y Asuntos Generales. -‐ Por la Dirección General de Obras Hidráulicas: D. Juan Jesús Torán Peláez, Jefe de la Sección de Asuntos Generales; y D. Rafael López Arahuetes, Jefe de la Sección de Contratación. -‐ Por la Dirección General de Puertos y Señales Marítimas: D. Carlos Sánchez del Río Pisón, 2º Jefe de la Sección de Proyectos, y D. Juan Losada Barroso, Jefe de la Sección de Contratación y Actuación Administrativa. -‐ Secretario: El Jefe del Gabinete de Organización y Normas Técnicas, de la Secretaría General Técnica de este Ministerio. 104 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “Doy gran importancia a su nombramiento como Director General del SEOPAN (Subgrupo de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional), porque le dio una gran experiencia de alta dirección en el sector de la construcción a partir de año 1966”. 105 Designación como Consejero representante de RENFE, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 11: “MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS. Madrid, a 12 de noviembre de 1970. ASUNTO: Designación de D. Salvador Sánchez-‐Terán Hernández, como Consejero representante de RENFE en el Consejo Superior de Transportes Terrestres. El Excmo. Sr. Ministro de este Departamento, con esta fecha, dice al Iltmo. Sr. Presidente del Consejo Superior de Transportes Terrestres lo siguientes: “De conformidad con lo dispuesto en el apartado 2 del párrafo tercero del artículo 3º del Decreto 3750/1963, de 26 de diciembre, de organización del Consejo Superior de Transportes Terrestres, según la redacción que le dio el Decreto 913/1969, de 8 de mayo, y de acuerdo con la propuesta formulada por el Consejo de Administración de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, ESTE MINISTERIO ha tenido a bien designar Consejero representante de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles en el Consejo Superior de Transportes Terrestres a DON SALVADOR
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
47
nuevo presidente, Francisco Lozano. Él ha declarado en más de una ocasión que
fue la empresa más compleja y difícil que le ha tocado dirigir. RENFE tenía
entonces más de 70.000 ferroviarios en una situación tradicional de pérdidas
económicas, problemas de accidentalidad y una dura competencia en el mercado
del transporte. En estrecha compenetración con Francisco Lozano elaboraron un
programa ejecutivo a corto plazo y un plan estratégico a futuro que permitió una
clara mejora en los resultados económicos -‐aunque sin llegar aún a dar beneficios-‐,
una importante subida de los salarios y una mejora de las infraestructuras y de la
tecnología ferroviaria que apuntaban ya a la “alta velocidad” incluida en el Plan
Estratégico106.
Cabe plantearse si, detrás de ese continuado ascenso en su profesión
Sánchez-‐Terán escondía aspiraciones políticas. Esta hipótesis parece poco
probable tanto en su periodo en Arquitectura como en Carreteras. Antes de 1966,
Sánchez-‐Terán era simplemente un joven ingeniero que buscaba cierta estabilidad
profesional y, dentro de sus posibilidades, trabajar en ámbitos cercanos a la
formación que había recibido. El resto de sus energías las consumía su labor como
miembro activo de la Acción Católica. Sin embargo, la experiencia y dimensión
pública que le dio el SEOPAN, en conjunción con la crisis de la Acción Católica, le
impulsaron a la arena política a finales de los sesenta. Es decir, tuvo que
producirse dicha crisis para que toda esa experiencia adquirida en los
movimientos juveniles, su inquietud por la realidad social y sus convicciones
profundamente democráticas tomaran forma de asociación política107. Ese primer
proyecto tuvo un nombre: Promoción de Lecturas Sociedad Anónima (PROLESA),
empresa en la que centraremos nuestra atención en el siguiente capítulo. Ahora es
SÁNCHEZ-‐TERÁN HERNÁNDEZ, Director General de la Red, en sustitución de don Alfredo Les Floristán, quien cesa en la mencionada representación, agradeciéndole los servicios prestados en ella”. Lo que pongo en conocimiento de esa Sección a los efectos oportunos. EL SUBSECRETARIO. 106 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 107 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “Aquellos contactos fueron todos profesionales, no políticos. En ese momento yo no me planteaba entrar en política, y no lo hice hasta la crisis de Acción Católica y la aparición de PROLESA”.
Carlos González Martínez
48
momento de explicar qué sucedió para que Sánchez-‐Terán abandonara el barco de
la Acción Católica.
1.3. La crisis de la Acción Católica.
A lo largo del siglo XIX, los católicos fueron organizándose en grupos con el
fin de defender a la Iglesia de los ataques anticlericales fomentados por las
ideologías partidarias de la secularización y la menor influencia del hecho religioso
en la sociedad. Las primeras manifestaciones de este tipo se dieron en Alemania
como consecuencia de la revolución de 1848, y fueron pronto emuladas por los
cristianos belgas y franceses108. En 1905, el Papa Pío X sentó las bases de la Acción
Católica italiana en la declaración Il fermo proposito109. La finalidad del Pontífice
era dar mayor protagonismo a los laicos en la defensa de la fe y la labor de
evangelización, pero sin autonomía, siendo meros ejecutores bajo la guía de los
obispos110. El Vaticano no llevaría a cabo una acción similar para el conjunto del
catolicismo hasta 1928. En noviembre de ese año, Pío XI dio forma definitiva a
todos los movimientos de seglares al definir la Acción Católica como la
participación de los fieles en el apostolado jerárquico en la encíclica Quae nobis111.
Con esa expresión, el obispo de Roma indicaba que, si bien se dotaba a este
apostolado de mayor autonomía que la concedida dos décadas antes, este seguía
íntimamente vinculado al episcopado, al que correspondía su impulso y dirección.
En 1931, la encíclica Vos Argentinae Episcopos reafirmaba la dependencia de los
seglares con respecto a la Jerarquía al definir la Acción Católica como “un 108 En Alemania, la lucha por la unidad nacional estuvo estrechamente vinculada con la cuestión religiosa. El Congreso de Asociaciones Católicas celebrado en Maguncia surgió como respuesta a las discusiones sobre el catolicismo que tuvieron lugar en la Dieta de Francfort. A partir de esa reunión se consolidó el movimiento católico alemán, promotor de las Katholikentag y principal grupo opositor a la Kulturkampf del canciller prusiano Otto von Bismarck. 109 PÍO X, Il fermo proposito, Roma, 11 de junio de 1905: “…todo lo que directa o indirectamente pertenece a la misión de la Iglesia..., es decir, guiar a las almas a Dios y restaurar todas las cosas en Cristo, operando la obra de la civilización cristiana, los problemas sociales y obreros, la mejora económica, la conformidad de las leyes públicas con la justicia y el Evangelio...”. 110 AUBERT, Roger, “El desarrollo de la Acción Católica”, en 2000 años de cristianismo: la aventura cristiana, entre el pasado y el futuro 9 (1979), p. 121. 111 PÍO XI, Epist. Quae Nobis ad Card. Bertram, Roma, 13 de noviembre de 1928.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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apostolado auxiliar de la Iglesia”112. Se trataba, al fin y al cabo, de revitalizar el
espíritu cristiano en las familias, la escuela y la sociedad, pero guiados por las
autoridades eclesiásticas113. De esta manera, gracias al impuso de Quae nobis,
fueron surgiendo movimientos en todo el mundo acordes con los principios
expuestos por Pío XI, quien “siguió de cerca la evolución de la Acción Católica
Italiana y fue promotor del nacimiento y de la organización de la A. C. en todos los
países del mundo donde fue posible. Por eso fue llamado justamente el papa de la
Acción Católica”114.
En el caso concreto de España, aunque existieron asociaciones católicas que
luchaban contra el laicismo desde los excesos anticlericales acaecidos durante el
Sexenio Revolucionario, no se organizó un movimiento realmente significativo
hasta la década de 1920. Dos años antes de la encíclica Quae nobis, el cardenal Reig
y Casanova dio un impulso decisivo al apostolado seglar con la publicación de
Principios y bases de reorganización de la Acción Católica Española115. A partir de
ese documento, bajo la dirección de Ángel Herrera Oria y con el incondicional
apoyo del cardenal Vidal y Barraquer, se aprobaron las Bases de 1931. Un
112 REDONDO, Gonzalo, La Iglesia en el mundo contemporáneo II, Pamplona, EUNSA, 1979, p. 215: “Son muchas las definiciones que sobre este movimiento –para él tan querido-‐ dio Pío XI. Muchas definiciones por más que no muy variadas. Aunque expresadas con palabras distintas, no es difícil captar lo que representa el núcleo del pensamiento del Papa. La Acción Católica es «un apostolado auxiliar de la Iglesia» (enc. Vos Argentianae Episcopos); la Acción Católica «no tiene otra finalidad sino que los seglares [en otros documentos, “los laicos”] participen en cierto modo en el apostolado jerárquico» (enc. Quae Nobis). Indicaciones todas ellas generosas, ambiciosas, en cuanto demostrativas de la plena conciencia que el Papa tenía de la necesidad y conveniencia de vincular a los fieles corrientes a los afanes y luchas diarios de la Iglesia para responder con fidelidad a los mandatos de Cristo. Indicaciones que, a la vez, cerraban horizontes a la espontaneidad apostólica de los laicos”. 113 Ibid., p. 187: “…aparecía el necesario encauzamiento de la presencia de los católicos, tanto en el terreno político como en el social, pero más aún en el de la precisa revitalización espiritual de un mundo en el que amplios sectores vivían al margen (cuando no de espaldas) a la doctrina de la Iglesia. Si la urgencia era cierta, los remedios podían ser múltiples. Razones coyunturales comprensibles llevarían a Pío XI a optar de forma decidida por una reestructuración de la Acción Católica que haría de este organismo eclesiástico algo sustancialmente distinto de lo que había sido en los anteriores pontificados”. 114 CÁRCEL ORTÍ, Vicente, Historia de la Iglesia III. La Iglesia en la época contemporánea, Madrid, Palabra, 2009, p. 302. 115 REIG Y CASANOVA, Enrique, Principios y bases de reorganización de la Acción Católica Española, Toledo, Editorial Católica Toledana, 1926.
Carlos González Martínez
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acontecimiento que fue seguido de un primer florecimiento del apostolado seglar,
especialmente en su rama juvenil, donde se alcanzaron a principios del periodo
republicano los diez mil militantes, distribuidos en más de ciento cuarenta
sedes116. Este crecimiento se vería truncado por la inestabilidad de esos años, que
acabaría llevando al estallido de una cruenta Guerra Civil117. El conflicto no sólo
empobreció el país, sino también la estructura de la Iglesia. La persecución a la que
se vieron sometidos los católicos y, muy especialmente, los sacerdotes y religiosos,
hizo necesaria una profunda labor de reestructuración y reevangelización de las
masas populares118. Una tarea en la que el rápido desarrollo del apostolado seglar
iba a desempeñar un papel fundamental119. En 1955, año en que Salvador Sánchez-‐
Terán se incorporó a la Acción Católica, esta había alcanzado el medio millón de
militantes y estaba extendida por toda la geografía nacional. Además, su papel en
la labor de recristianización de posguerra era plenamente reconocido por la
jerarquía eclesiástica e, incluso, por algunos hombres del Régimen 120 . Esa
importancia del apostolado seglar no se circunscribía únicamente a la modalidad
116 CALLAHAN, William J., La Iglesia Católica en España (1875-‐2002), Barcelona, Crítica, 2003, p. 252: “Entre 1928 y 1932, la sección juvenil de Acción Católica vio cómo el número de capítulos locales se multiplicaba por dos, de 700 a 1.400…” 117 MONTERO GARCÍA, Feliciano, “Notas para la historia de la Juventud de AC” en Presencia Joven 3, Madrid, JAC, 1988, p. 15: “El 18 de julio de 1936 supone un corte fundamental en la evolución de la Acción Católica Española. Se frustra la vía posibilista del catolicismo español que habían intentado, entre otros, Vidal i Barraquer y Hererra Oria”. 118 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, La Iglesia en la España contemporánea (2). 1936-‐1999, Madrid, Encuentro, 1999, pp. 57-‐58: “En los primeros años de la posguerra, la labor recristianizadora sacó a la superficie precisamente esta realidad, más clara en las zonas suburbiales: en los 362 matrimonios canónicos que se celebraron en una barriada de Madrid entre 1939 y 1940, ochenta de cada cien contrayentes no sabían hacer la señal de la cruz, 76 ignoraban el padrenuestro y 92 eran incapaces de recitar el credo”. 119 SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis, Franco, Barcelona, Ariel, 2005, p. 860: “Acción Católica, mantenida siempre por los obispos bajo un control relativamente estricto, había sido, después de la Guerra Civil, un poderosísimo movimiento de vida, formación y propaganda religiosa. Gomá la había considerado como el instrumento idóneo para la empresa que consideraba imprescindible realizar: la recristianización de la sociedad española”. 120 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, op. cit, pp. 57-‐58: “El apostolado jerárquico, en especial la Acción Católica en sus diversas formas, ya había sido para entonces uno de los logros más espectaculares de la reorganización eclesial. Ahí sí que se había pasado del marasmo de la Guerra a una presencia pujante. En todas partes había grupos de la AC. Llegaron a crearse hasta en las parroquias rurales. En 1955 llegaba al medio millón de afiliados. En el campo, en las ciudades, en los colegios, en la universidad. Su labor figuraba siempre en las declaraciones triunfalistas del catolicismo español posguerra…”
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
51
general -‐formada por la rama masculina, la femenina y las juveniles de ambos
sexos-‐, sino también a movimientos especializados como la Juventud Obrera
Católica (JOC) y la Juventud Estudiante Católica (JEC). Con este panorama a
mediados de los años cincuenta, sorprende la debacle que sufrió la organización de
seglares en poco más de una década. En las siguientes páginas vamos a tratar de
explicar los motivos de la crisis de la Acción Católica, así como la influencia de ésta
en la vida de Sánchez-‐Terán.
Los sucesos que afectaron al apostolado seglar desde mediados de los
sesenta han de insertarse dentro de un contexto más amplio. Este incluye tanto
acontecimientos de carácter internacional con profunda influencia en España,
como cuestiones puramente internas en las relaciones Iglesia-‐Estado. En el
primero de ellos destaca el Concilio Vaticano II y la defensa por parte de Roma de
la libertad religiosa, la dignidad de la persona humana y la promoción de la justicia
social121. La convocatoria, hecha pública por el Papa Juan XXIII en un consistorio de
cardenales celebrado el 25 de enero de 1959, fue acogida en el seno de la Acción
Católica con una profunda alegría122. “Una eclosión de alegría”, diría años después
el propio Sánchez-‐Terán123. El Concilio, precedido por la fase preparatoria y la
publicación del motu proprio Superno Dei nutu en 1960, fue inaugurado por el
121 Declaración Dignitatis Humanae sobre la libertad religiosa, Concilio Vaticano II: “Los hombres de nuestro tiempo se hacen cada vez más conscientes de la dignidad de la persona humana, y aumenta el número de aquellos que exigen que los hombres en su actuación gocen y usen del propio criterio y libertad responsables, guiados por la conciencia del deber y no movidos por la coacción. Piden igualmente la delimitación jurídica del poder público, para que la amplitud de la justa libertad tanto de la persona como de las asociaciones no se restrinja demasiado. Esta exigencia de libertad en la sociedad humana se refiere sobre todo a los bienes del espíritu humano, principalmente a aquellos que pertenecen al libre ejercicio de la religión en la sociedad”. 122 Discurso de Juan XXIII en el que se anuncia el Sínodo Romano, el Concilio Ecuménico y la actualización del Código de Derecho Canónico, Basílica de San Pablo Extramuros, 25 de enero de 1959: “Pronuncio ante ustedes, cierto, temblando un poco de conmoción, pero al mismo tiempo con humilde resolución de propósito, el nombre y la propuesta de la doble celebración de un sínodo diocesano para la Urbe y de un concilio ecuménico para la iglesia universal”. 123 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012: “La convocatoria del Concilio fue, al menos para mí, una eclosión de alegría. Después todo resultó mucho más complejo, pero creo que esa es la mejor definición de lo que sentimos en la Acción Católica al conocer la noticia de su convocatoria. Desde luego, la defensa de la dignidad humana y de la libertad religiosa fue clave. Y, en parte, eso estuvo detrás de la crisis de la Acción Católica”.
Carlos González Martínez
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Pontífice el 11 de octubre de 1962 en la Basílica de San Pedro. El Vaticano II se
prolongó durante más de tres años, de tal modo que su impulsor, Juan XXIII no
vivió su final. Fue clausurado el 8 de diciembre de 1965 por su sucesor, Pablo VI,
abriendo una nueva etapa en la historia de la Iglesia no exenta de ciertas
convulsiones en los primeros años del posconcilio. La principal consecuencia de
estos acontecimientos para España fue que, de la noche a la mañana, de ser un
sistema fiel a la doctrina de Roma, pasó a ser un Estado situado fuera de los nuevos
márgenes establecidos por el Concilio. El gobierno tenía, pues, un camino que
recorrer para adecuarse a la nueva realidad. En ese trayecto, cuestiones como la
libertad religiosa, el derecho de presentación o el respeto a los derechos humanos
iban a plantear no pocas dificultades entre la Iglesia y el Régimen124.
Precisamente la doctrina del Vaticano II –especialmente en los campos de la
libertad religiosa, la defensa de la dignidad de la persona y la promoción de la
justicia social-‐, unido al creciente desacuerdo con los postulados del régimen, llevó
a una parte significativa de la Iglesia española a distanciarse de los poderes
públicos. Un proceso de cambio religioso que pretendía establecer un nuevo marco
de relaciones Iglesia-‐Estado, previa demolición, piedra a piedra, del edificio
levantado durante la Guerra Civil125. El objetivo era despegarse de un Régimen al
124 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, op. cit, pp. 145-‐146: “Por lo demás, el cambio doctrinal del Magisterio había culminado, según vimos, en 1965, con la declaración conciliar sobre la libertad religiosa. Por otro lado, en el decreto Christus Dominus, los padres conciliares aconsejan la desaparición de los privilegios que supongan cualquier género de injerencia del Estado en la Iglesia. En que se hiciera tal petición había influido especialmente un obispo español, Antonio Pildáin, que lo propuso expresamente. Todavía en 1965 el papa Pablo VI pide explícitamente a todos los jefes de Estado católicos que renuncien a ellos. La respuesta de los hombres del Régimen no es, sin embargo, la deseada: en 1966 plantean que, a cambio, los eclesiásticos renuncien al privilegio del fuero (y la jerarquía eclesiástica se resiste); en 1967, tras muy notables resistencias, aprueban una ley sobre la libertad religiosa inspirada en aquella declaración; pero nada parejo sobre el derecho de presentación de los obispos y demás privilegios de origen regalista…” 125 Ibid., p. 40: “La simpatía entre la jerarquía eclesiástica y el Nuevo Estado nacía, lógicamente, de que ambas instituciones tenían un común enemigo: el Frente Popular. Pero, además, los militares encontraron en el fervor religioso un manantial de hombres y entusiasmo y el importante apoyo que el mundo católico internacional podía dar a la España nacional si el Vaticano optaba por ella. En este sentido, los juicios de Gomá sobre la España de Franco serían decisivos para las relaciones entre Burgos y Roma desde finales de 1936, cuando el primado recibiera el nombramiento de representante oficioso del Vaticano. En lo sucesivo, Gomá, preocupado por la necesidad de anular la
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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que cada vez más católicos se oponían. De hecho, desde tiempo antes del Concilio,
ya se podía adivinar esa tendencia en determinados sectores de la Iglesia, incluidas
las revistas de la Acción Católica, Ecclesia y Signo126. Ya en el año 1957, a raíz de un
artículo publicado en esta última, el Ministerio de Información inició un proceso
contra varios dirigentes juveniles, entre ellos Sánchez-‐Terán, por haber expresado
ideas aperturistas127.
Esta transición eclesial se llevó a cabo en dos etapas. En la primera de ellas,
el protagonismo fue de los laicos y, muy especialmente, de los miembros del
apostolado seglar. Mientras que en la segunda, posterior a la crisis de la Acción
Católica, fueron los propios obispos los que procedieron a la ruptura de los lazos
que ataban a la Iglesia con el Franquismo128. El desfase cronológico entre una y
otra, así como la presión ejercida por el Régimen sobre los obispos para que
detuvieran lo que consideraban una infiltración marxista en la Iglesia, condujeron
a un enfrentamiento entre la Jerarquía y algunas asociaciones de laicos: “Pienso
influencia de la ideología nazi en el Movimiento Nacional pero convencido también de que no existía otra alternativa fuera de Franco, prestaría impagables apoyos al Gobierno de Burgos en sus intento de conseguir el reconocimiento de la Santa Sede”. 126 SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis, op. cit., p. 506-‐507: “Nunca había mostrado el Caudillo con tanta claridad su conciencia de las recíprocas vinculaciones entre el Régimen y la Iglesia en España. Seguramente por esa razón las dos revistas de Acción Católica, Ecclesia (15 de junio de 1957) y Signo (22 de junio de 1957), que en otro tiempo declararan con elogio el agradecimiento de la jerarquía al nuevo Estado, recibieron las declaraciones del Generalísimo con singular aspereza. Era señal evidente de que algunos sectores eclesiásticos deseaban ya quebrantar dichos vínculos. Las alusiones más claras, por parte de las mencionadas revistas, apuntaban al deseo de crear sindicatos católicos”. 127 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 128 MONTERO GARCÍA, Feliciano, La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-‐1975), Madrid, Encuentro, 2009, p. 23:“En la primera parte, que se corresponde aproximadamente con la década 1956-‐1966, el foco del análisis se centra preferentemente en las iniciativas y acciones “desde abajo”, de la Acción Católica y de otras organizaciones y movimientos de laicos, pero teniendo en cuenta el indudable protagonismo de sectores del clero, líderes en muchos casos de esos cambios de actitudes; y en su relación dialéctica con la Jerarquía eclesiástica que culmina con la llamada “crisis de la AC” de 1966-‐1968. En todo caso la divisoria cronológica de 1968 marca también un cambio en el protagonismo de la crítica y la oposición cristiana al régimen franquista, que es perfectamente percibido por éste: hasta 1968 (aproximadamente) el protagonismo del “despegue” o la disidencia católica está en la base, los seglares y sectores del clero; después del 68, y más claramente después de la Asamblea Conjunto de 1971, se produce un “corrimiento” significativo: la Jerarquía asume una distancia crítica respecto del Régimen, a la vez que la base radicaliza y seculariza sus posiciones”.
Carlos González Martínez
54
que la Jerarquía se sintió presionada por el Régimen, que nos consideraba como el
germen de un grupo opositor. Los obispos, a los que de hecho no agradaba nuestra
autonomía –siempre apostólica, no política-‐, manifestaron su inquietud por
nuestra independencia, y sus sospechas de que había algo más que actividad
apostólica”.129. Como consecuencia de este conflicto, en la primavera de 1968,
Sánchez-‐Terán abandonó la Acción Católica junto con una gran mayoría de los
consiliarios y dirigentes nacionales130.
El fenómeno histórico que conocemos como “la crisis de la Acción Católica”
se inició en la Asamblea Plenaria de obispos celebrada en Santiago de Compostela
los días 23 y 24 de julio de 1965. En este encuentro, los miembros del episcopado
mostraron su profunda preocupación por la deriva que tomaban los movimientos
de seglares, a los que acusaban de actuar al margen de la Jerarquía, así como de
desviaciones doctrinales y de participar en actividades ilegales contrarias al
Régimen131. Estas acusaciones no carecían de algún fundamento para la Acción
Católica, si bien sus dirigentes, incluido Sánchez-‐Terán, consideraban que su
actuación estaba en consonancia con los postulados del Vaticano II132. Al mismo
tiempo, reflejaban el temor y malestar del episcopado, que veía cómo su autoridad
empezaba a ser puesta en cuestión por su excesiva cercanía al Régimen133. Con el
129 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012. 130 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis de la Acción Católica” en Pablo VI y España, Madrid, Istituto Paolo VI, 1994, p. 89: “En la primera quincena de mayo del ´68 un centenar aproximado de dirigentes y consiliarios presentamos nuestra dimisión con Santiago Corral a la cabeza”. 131 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, op. cit, p. 155: “En 1965 (23-‐24 de julio) la reunión plenaria del episcopado, que se celebraba en Santiago de Compostela, se centró en el examen de la situación y las perspectivas de los movimientos seglares jerárquicos. Y casi todos coincidieron en sus apreciaciones (…). El arzobispo de Oviedo, Tarancón, hace notar que «la ideología de los movimientos apostólicos desde hace cinco o seis años viene formándose al margen de la jerarquía». Les preocupa además la participación de miembros de los mismos en asociaciones ilegales y el hecho de que no pocos consiliarios alentaran esa participación”. 132 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 133 DE MEER LECHA-‐MARZO, Fernando, Antonio Garrigues. Embajador ante Pablo VI, Navarra, Thomson-‐Aranzadi, 2007, p. 69: “Algunos dirigentes de la Acción Católica, en conversaciones con miembros del episcopado español, manifestaron que la Jerarquía de la Iglesia en España estaba unida al Estado de un modo que contradecía su misión, ya que quedaba supeditada al Gobierno; además, consideraban que el orden jurídico del Estado español quebrantaba los principios de la moral católica, tal y como habían sido enseñados por el Concilio Vaticano II. Se comenzaban a
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
55
fin de corregir la situación, la asamblea decidió constituir, bajo la presidencia del
arzobispo de Madrid-‐Alcalá (Casimiro Morcillo), una Comisión Episcopal de
Apostolado Seglar (CEAS) formada por los obispos de Ciudad Real (Juan Hervás),
Sigüenza-‐Guadalajara (Laureano Castán) y Calahorra (Abilio del Campo), y el
obispo consiliario de la Acción Católica José Guerra Campos 134.
Una de las claves que permite entender mejor las conclusiones de la
reunión de Santiago es la ausencia del cardenal Pla y Deniel. La desaparición de
este gran defensor de la Acción Católica dejó a esta sin paraguas que la protegiera
de las opiniones de los otros obispos y, lo que es más importante, de las presiones
del Régimen135. Sánchez-‐Terán, que había mantenido una cordial relación con el
primado desde mediados de los cincuenta, también consideraba su ausencia como
un elemento fundamental en el desencadenamiento de la crisis: “Sin duda no se
hubiera producido con el cardenal Pla y Deniel. De hecho, el primado sirvió
durante mucho tiempo para parar esos golpes”136.
El segundo episodio de la crisis se desarrolló once meses después con
motivo de las VII Jornadas de la Acción Católica, que tuvieron como escenario el
Valle de los Caídos. Estos encuentros venían realizándose anualmente desde 1960,
y en 1966 tenían como temática “La A. C. a la luz del Concilio”. En un primero
momento la exposición de las ponencias se desarrolló en un ambiente de
concordia, sin embargo, con motivo del discurso de clausura a cargo del arzobispo
formular las críticas al orden institucional del Estado español, desde actitudes confesionales, que se difundían, cada vez más, en la sociedad española”. 134 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit.”, p. 89: “De ella surgió la constitución de la Comisión Episcopal del Apostolado Seglar (CEAS) que protagonizaría el enfrentamiento con los movimientos y la “crisis” y para la que fueron elegidos en votación secreta los arzobispos de Madrid-‐Alcalá (mons. Morcillo) y los obispos de Ciudad Real (mons. Hervás), de Sigüenza-‐Guadalajara (mons. Castán), de Calahorra (mons. del Campo) que junto con el obispo consiliario de la A. C. mons. Guerra integraría la citada Comisión”. 135 URBINA, Fernando, Pastoral y espiritualidad para el mundo moderno, Madrid, Popular, 1994, p. 188: “El cardenal Pla y Deniel apoyaba decididamente los movimientos apostólicos y defendía la A. C. ante la amenaza de las fuerzas arcaizantes que retornan. Cuando él faltó, los movimientos apostólicos, ampliamente fundados a nivel de base, no tuvieron apoyo a nivel jerárquico nacional”. 136 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012.
Carlos González Martínez
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Casimiro Morcillo, la tranquilidad se fue tornando en crispación. En esa
intervención se plasmaron algunas de las conclusiones contenidas en el acta de la
Plenaria de Santiago de Compostela, sobre la que los dirigentes de la Acción
Católica no tenían conocimiento137. Las palabras del prelado causaron primero
sorpresa y posteriormente malestar138.
La reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal a la
semana siguiente no hizo más que ensanchar el abismo que separaba a militantes y
Jerarquía eclesiástica. Los obispos rechazaron las conclusiones y el resumen de las
Jornadas de A. C. “por su acusado temporalismo”139 y por contener “afirmaciones y
actitudes no compatibles con el espíritu de la A. C.” 140 . La decisión de la
Conferencia Episcopal fue tomada por unanimidad, y se acordó también prohibir la
publicación de las ponencias141. Al parecer, detrás de todas estas medidas estaba la
preocupación del episcopado por evitar que los miembros de la Acción Católica,
basándose en la libertad política, de asociación y sindical defendida por el Concilio,
hicieran públicas sus ideas en esas cuestiones aprovechando el cargo que
ocupaban en apostolado seglar. En concreto, preocupaba mucho a la Jerarquía la
137 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit.”, p. 85: “Los dirigentes de A. C. No tuvimos conocimiento de lo ocurrido hasta mucho tiempo después”. 138 Ibid, p. 85: “El discurso del arzobispo cayó como un mazazo en la clausura. Algunos pasajes eran especialmente duros: «Ninguna rama, ningún movimiento especializado, ninguna publicación de la A. C. Puede hacer declaraciones sobre obras e instituciones del orden temporal sin un mandato explícito que la A. C. Española no ha recibido, o si alguna vez lo recibió ha sido revocado»”. 139 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, op. cit., p. 156. 140 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit”, p. 85. 141 DE MEER LECHA-‐MARZO, Fernando, op. cit., p. 75: “Una vez elaborado el resumen de las Jornadas y entregado a Casimiro Morcillo, presidente de la Comisión Episcopal para el Apostolado Seglar, fue estudiado por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española en su reunión del 20 de junio. Los obispos de la Comisión Permanente entendieron que el resumen de los trabajos del as Jornadas contenía proposiciones que no se podían aceptar y otras que estaban equivocadas. El núcleo de la cuestión radicaba en el modo de entender la función de la Acción Católica ante las realidades sociales y políticas «y de modo particular a la pretensión de los varios organismos de la Acción Católica puedan emitir juicios públicos de índole religiosa y moral, que en varias ocasiones han sido, o habían de ser, contrarios a los dictados por la Jerarquía». La actitud de oposición de los dirigentes y consiliarios de Acción Católica ante los obispos, se manifestaba progresivamente de un modo más neto. La Comisión Permanente del Episcopado, sin que ninguno de sus miembros discrepara, acordó «no aceptar sino desaprobar las conclusiones o resumen de las VII Jornadas Nacionales de la Acción Católica, por contener afirmaciones y actitudes no compatibles con el espíritu de la Acción Católica» y se prohibió su publicación”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
57
postura de los movimientos especializados, principalmente los jóvenes, en relación
a la Ley Orgánica del Estado, que debía someterse a referéndum a finales de
1966142.
En los meses que siguieron a las Jornadas la tensión se redujo gracias al
anuncio hecho por la Conferencia Episcopal de celebrar una Asamblea Plenaria
para abordar la cuestión de la Acción Católica a comienzos de 1967. Se inició así un
periodo de diálogo entre seglares y obispos que, sin embargo, no estuvo exento de
sobresaltos. La renovación de los consiliarios, prevista por los estatutos, fue
interpretada por los militantes como una “limpieza”, al ser relevados, de manera
injustificada y sin consulta a los dirigentes del apostolado seglar, seis de ellos143.
Como respuesta, algunos cargos juveniles comenzaron a dimitir. A su vez, varios
responsables nacionales de las distintas ramas y movimientos, entre los que se
encontraba el propio Sánchez-‐Terán, enviaron dos cartas –la primera en agosto y
la segunda en noviembre-‐ al presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal
Quiroga Palacios, mostrando su disconformidad con el curso de los
acontecimientos y proponiendo un diálogo que permitiera superar la crisis144. Esa
voluntad de acuerdo mostrada por los dirigentes permitió frenar la ola de
dimisiones y la escalada de tensión, al tiempo que abría las puertas a una posible
142 MONTERO GARCÍA, Feliciano, op. cit., pp. 168-‐169: “La divisoria política, franquismo o antifranquismo, que subyace en el conflicto, se manifestó en las respectivas consideraciones de los movimientos de AC especializada y la Jerarquía en relación con el referéndum de la Ley Orgánica de 1966. Mientras la Conferencia Episcopal avalaba la legitimidad de la Ley, los Movimientos reclamaban una plataforma de discusión libre de la LOE como condición democrática de la consulta”. 143 Ibid., p. 76: “Durante el verano de 1966 se produjo el cese de seis consiliarios de movimientos de Acción Católica. Esos ceses respondían al cumplimiento del tiempo previsto en los estatutos. Sin embargo, como para sustituirlos no hubo consultas con dirigentes, se interpretaron como ceses por motivos de orientación doctrinal”. 144 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit”, p. 86: «Un conjunto muy importante de consiliarios fue cesado en la primera renovación o “limpieza» del equipo de consiliarios nacionales, algunos dirigentes juveniles empezaron a dimitir –aunque logró cortarse el éxodo-‐ y el diálogo Jerarquía-‐seglares para la preparación de la próxima Asamblea Plenaria no avanzaba. Ello provocó una nueva carta en noviembre del ´66 –más angustiada y apremiante-‐ de una gran parte de los consiliarios no cesados y de los dirigentes no sustituidos o dimitidos”.
Carlos González Martínez
58
solución en la futura Asamblea145. Ésta se celebró entre el 27 de febrero y el 4 de
marzo de 1967. Si bien las posturas se mantenían muy alejadas algunos de los
representantes de la Acción Católica, entre los que estaba Salvador Sánchez-‐Terán,
trataron de tender puentes con los obispos buscando puntos de acuerdo146.
En un primer momento, parecía que el clima de entendimiento generado a
consecuencia de la Asamblea Plenaria del episcopado iba a permitir superar la
crisis abierta en 1965. Sin embargo, ésta seguía ahí, siendo la voluntad de diálogo
la única novedad con respecto a los meses anteriores147. De hecho, a pesar del
relativo apaciguamiento, la Comisión Nacional de la HOAC mostró su total rechazo
al Comunicado Final de la Conferencia Episcopal en una asamblea celebrada el 23
de abril148. En este documento de los obispos se reservaba al Magisterio la
autoridad exclusiva para emitir juicios morales sobre cuestiones políticas, al
tiempo que se advertía a los seglares de la Acción Católica que no debían colaborar
con los marxistas149. No sería el último acto de “rebeldía” del apostolado obrero. En
marzo de 1968 la JOC y la HOAC se negaron a aceptar los nuevos Estatutos de la
145 DE MEER LECHA-‐MARZO, Fernando, op. cit., p. 76: “Los dirigentes de Acción Católica iniciaron un diálogo con la Jerarquía de la Iglesia para exponer las razones de sus posturas. Comenzó una época de diálogo a la espera de la reunión plenaria de la Conferencia Episcopal Española a celebrar en febrero de 1967, y que se dedicaría a la Acción Católica”. 146 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit.”, p. 86: “La IV Asamblea Plenaria del Episcopado, celebrada entre el 27 de febrero y el 4 de marzo de 1967, significó un relativo paréntesis en la crisis de la Acción Católica. Su preparación permitió un nivel de diálogo entre la CEAS y la Acción Católica como no se había producido en los meses precedentes. Los seglares conocimos una información sobre las once ponencias presentados por los obispos y pudimos hacer llegar opiniones y documentos sobre los temas debatidos. Los dirigentes de A. C. Fuimos invitados a algunas sesiones. Y el resultado de la Asamblea debe juzgarse por el Comunicado Final, que como todo texto colectivo del Episcopado está lleno de equilibrio y ponderación y de apelaciones a la esperanza”. 147 Ibid, p. 87: “En síntesis, esta esperada Asamblea Plenaria no resolvió los problemas planteados, ni los agravó, creó un buen clima de diálogo y abrió el camino para la redacción de los nuevos Estatutos”. 148 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, op. cit., p. 156: “El 4 de marzo del año siguiente, en el punto 4 de un comunicado provisional de la IV Asamblea plenaria de la Comisión Episcopal se advierte a la AC que los católicos no pueden colaborar con los marxistas según el magisterio pontificio. La Comisión Nacional de la HOAC lo rechazó explícitamente (23 de abril)”. 149 MONTERO GARCÍA, Feliciano, op. cit., p. 169: “La nota de la Conferencia Episcopal en marzo de 1967 sobre la Acción Católica puntualizaba los límites del compromiso político y social de los militantes, los riesgos de la colaboración con los marxistas, y la competencia preeminente del magisterio eclesiástico a la hora de emitir juicios éticos sobre las situaciones políticas”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
59
Acción Católica150. Previamente habían rechazado la invitación a participar en las
reuniones de elaboración de los meses anteriores. Sus dirigentes tan sólo
asistieron a la sesión de apertura. Los estudiantes también mostraron su
desacuerdo ante un documento que los vinculaba a una Junta Nacional erigida
como único órgano directivo de carácter permanente. Hasta tal punto llegó la
tensión entre el episcopado y la JEC en relación con los Estatutos, que la rama
femenina (JEC/F) dimitió en bloque 151 . Ante el cariz que tomaban los
acontecimientos, la CEAS, con el respaldo de la Conferencia Episcopal y su
presidente Quiroga Palacios, excluyó a estos movimientos especializados de los
Estatutos de 1968 con el fin de encontrar otra vía más adecuada a esa realidad152.
Ésta se alcanzó en febrero de 1970, con su reconocimiento como movimientos
especializados de la Acción Católica desvinculados de los órganos centrales del
apostolado seglar153.
Por su parte, la Acción Católica General, permaneció abierta al diálogo
durante todo el proceso de redacción, e incluso aceptó los Estatutos de 1968. Sin
embargo, en el seno de la organización, y así se lo comunicaron a los obispos, 150 CALLAHAN, William J., op. cit., p. 404: “Entre 1966 y 1968, “la batalla campal” sobre la propuesta de los nuevos estatutos para Acción Católica provocó la airada reacción de las HOAC, la JOC y otras organizaciones relacionadas, unas protestas que llevaron a la jerarquía, poco después, a suspender a los militantes que ocupaban cargos directivos en sus respectivas asociaciones”. 151 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit”, p. 87: “El proceso de elaboración de los nuevos Estatutos fue complejo y sería prolijo enumerar sus avatares. Se inició con gran recelo de los movimientos especializados, especialmente obreros y estudiantiles –la Comisión Nacional de la JEC/F llegó a presentar su dimisión-‐ pues consideraban que el acuerdo de la Asamblea Plenaria de establecer la Junta Nacional como «órgano colegial único y permanente, que dirija todos los organismos nacionales (…)» atentaba contra la necesaria autonomía de los movimientos”. 152 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, op. cit, p. 156: “Todavía en 1967 y en la CEAS, se preparaba una reforma de los estatutos de la Acción Católica, sin contar con representantes suyos («sólo asistieron los grandes mandos… a la sesión de apertura protocolaria», recuerda Tarancón) y la recién creada Conferencia Episcopal los aprueba. Pero la negativa de los dirigentes de la HOAC y la JOC a aceptarlos (18-‐III-‐1968) y la tolerancia de la Conferencia Episcopal, aún presidida por el arzobispo de Santiago, cardenal Quiroga Palacios, hace que se multipliquen las excepciones a la hora de aplicarlos. Para empezar, al publicarlos, el presidente de la CEAS, Casimiro Morcillo, excluyó de ellos a la HOAC y a la JOC”. 153 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit.”, p. 95: “Tras la crisis, los movimientos obreros de la A. C. Decidieron no aceptar los Estatutos de la A. C., ni la disciplina bajo la nueva Junta Nacional. Pero en vez de dimitir –y esta fue su originalidad que permitió salvar la vida y la actividad de sus movimientos-‐ encomendaron “«al mismo Episcopado buscar una fórmula jurídica que los vincule a la Jerarquía como movimientos de la Iglesia»”.
Carlos González Martínez
60
consideraban el resultado insatisfactorio. En las reuniones previas con la CEAS se
hicieron evidentes las discrepancias en materia de elección y nombramiento de los
dirigentes, dirección, declaraciones sobre cuestiones sociales, y comunicación154.
Por esa razón, en octubre de 1967, aprovechando la celebración en Roma del
Congreso Mundial de Apostolado Seglar, los dirigentes de la Acción Católica
decidieron llevar la problemática ante la Santa Sede. Una comisión presidida por
Santiago Corral, de la que formaba parte Sánchez-‐Terán, se reunió en dos
ocasiones con mons. Giovanni Benelli. Este escuchó con atención las peticiones de
sus interlocutores, al tiempo que se comprometía a informar de todo ello a Pablo
VI155. Gracias a la mediación de la Santa Sede, la Conferencia Episcopal Española
aceptó retirar o suavizar aquellos artículos que los seglares consideraban
inaceptables156. De esta manera, en la VI Asamblea Plenaria del Episcopado,
celebrada el 28 de noviembre de 1967, fueron aprobados los nuevos Estatutos, que
debían entrar en vigor el 1 de febrero del año siguiente.
A pesar de los acuerdos alcanzados, la crisis de la Acción Católica siguió su
curso. Habían sido tantas y tan profundas las heridas abiertas en esos años que, la
aprobación de los Estatutos no fue suficiente para cerrarlas. La desconfianza entre
los militantes y la Jerarquía era manifiesta. Además, como hemos indicado
anteriormente, los movimientos especializados rechazaron esos artículos, al
154 Ibid., p. 87-‐88: “Los puntos más discutidos fueron: la dirección seglar de la Acción Católica, la autonomía de los movimientos especializados, la elección y nombramiento de los dirigentes, las declaraciones de los organismos de Acción Católica sobre cuestiones sociales, y el control de los medios de comunicación”. 155 Ibid., p. 92: “Los dirigentes de A. C. Presentes en Roma decidimos informar a mons. Benelli –que conoció muy bien los movimientos de A. C. Durante su etapa en la Nunciatura de Madrid-‐ de la crisis de la A. C. Y de los puntos más difíciles en la discusión de los Estatutos. Una Comisión formada por Santiago Corral, Carmen Victory, Antonio García Pablos, Francisca Majó y yo se reunió en un clima de gran cordialidad con mons. Benelli y le explicamos, con base en un esquema previamente preparado, la evolución de la crisis y los puntos de diferencia con la CEAS, así como los artículos concretos del proyecto que no considerábamos aceptables. Mons. Benelli nos preguntó sobre muchos aspectos de la crisis y nos indicó que informaría con mayor detalle al Santo Padre, citándonos para dos días después. En esta nueva ocasión mons. Benelli nos ratificó que había informado al papa, y que tenía el encargo de S. S. de hablar con el Episcopado Español para tratar de suavizar las tensiones y en especial para modificar el proyecto de Estatutos”. 156 Ibid, p. 88: “Creemos que en parte debido a esta intervención y a otras numerosas gestiones realizadas en Madrid, los puntos estimados como inaceptables fueron suavizados o modificados”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
61
tiempo que las distintas ramas de la modalidad general los consideraron poco
satisfactorios. El éxodo de miembros siguió aumentando, y los dirigentes que
habían permanecido fieles entre tanto sobresalto, comenzaron a manifestar claros
síntomas de descontento. Su frustración llegó al máximo cuando, en sus
conversaciones con los obispos, fueron conscientes de que la nueva Acción Católica
que se pretendía construir a partir de los Estatutos de 1968 era muy distinta a
aquella en la que ellos habían colaborado desde la década de los cincuenta. Aún así,
trataron de agotar la vía del diálogo antes de presentar su dimisión. Una comisión
formada por Santiago Corral, Carmen Victory, Antonio García Pablos, Francisca
Majó, Enrique del Río y Salvador Sánchez-‐Terán se reunió en varias ocasiones con
el presidente de la CEAS a lo largo de los meses de marzo y abril de 1968157. Sin
embargo, la distancia entre ambas partes era tan grande que el entendimiento no
fue posible. Según Sánchez-‐Terán, “en el fondo lo que subyacía era una visión
drásticamente distinta de la Acción Católica, los jóvenes apostaban por una Iglesia
comprometida con el Vaticano II, la justicia social y la democracia, mientras que
una parte poderosa de la Jerarquía Eclesial seguía anclado en posturas
preconciliares”158.
En mayo se inició una oleada de renuncias que incluyó a más de cien
dirigentes nacionales –entre ellos Sánchez-‐Terán-‐, cuyo ejemplo fue seguido por
numerosos cargos diocesanos y locales159. A su vez, Santiago Corral redactó una
carta dirigida al cardenal Quiroga Palacios en la que exponía las causas de su
dimisión. Esta iniciativa fue imitada por los presidentes de las juntas nacionales, 157 Ibid., p. 89: “Una comisión formada habitualmente por Santiago Corral, Carmen Victory, Antonio García Pablos, Francisca Majó, Enrique del Río y yo mantuvo varias reuniones en marzo y abril del ´68 con los obispos de la CEAS presididos por mons. Morcillo en un intento de buscar un acuerdo antes de recurrir a la solución extrema: presentar la dimisión. Fueron reuniones frustrantes, que es mejor no recordar. Tuvimos la clara sensación que los obispos consideraban la crisis superada, que querían construir “otra” Acción Católica sin nosotros, y que realmente el entendimiento no era posible…”. 158 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 159 ANDRÉS-‐GALLEGO, José y PAZOS, Antón, op. cit., p. 156-‐157: “A finales de abril y comienzos de mayo de 1968, con todo, dimiten –según Sánchez-‐Terán, uno de ellos-‐ entre cien y ciento cincuenta dirigentes centrales de la Acción Católica, aparte dirigentes diocesanos y locales, que caerán asimismo en cadena”.
Carlos González Martínez
62
así como de las distintas ramas y movimientos de la Acción Católica: “presentamos
nuestra dimisión con Santiago Corral a la cabeza. Para no hacer mucho ruido y no
aumentar el daño a la Iglesia y al apostolado seglar, se decidió no hacer una
dimisión colectiva con un documento público explicativo. Los presidentes de
Juntas, Ramas o Movimientos enviamos una breve carta individual al Presidente de
la Conferencia Episcopal”160.
Durante la crisis de la Acción Católica sus principales dirigentes fueron
acusados por algunos sectores de la Jerarquía de deslealtad hacia la Iglesia y de
desviacionismo doctrinal. Pese a su oposición a una forma de Iglesia que
consideraba preconciliar, Sánchez-‐Terán, al igual que sus compañeros mantuvo en
todo momento sus convicciones católicas y su voluntad de trabajar por el
apostolado. Únicamente cuando las circunstancias lo hicieron imposible se vio
obligado a renunciar. Su constante compromiso con la Acción Católica y la Iglesia
quedó constatado cuando, en 1972, tras la renovación de la Conferencia Episcopal
con la incorporación de personas más abiertas y con el Cardenal Tarancón a la
cabeza, Mons. Antonio Dorado y todos los obispos de la nueva Comisión Episcopal
de Apostolado Seglar le pidieron una entrevista para intercambiar impresiones
sobre un documento donde se desarrollaban las directrices para devolver a la
Acción Católica su antiguo impulso. La reunión se celebró en casa de Sánchez-‐
Terán. Según el obispo Dorado iba desgranando ideas, se iba mostrando más
convencido de que ése era el camino adecuado para el apostolado seglar y así se lo
hacía saber a sus interlocutores. Acabada la exposición los obispos le ofrecieron
hacerse cargo de este proyecto como Presidente de la Junta Nacional161. Esta
160 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “La crisis… op. cit”, p. 89. 161 Ibid., p. 97: “…me mostraron un documento sobre orientación de la Acción Católica –con el que estaba totalmente de acuerdo-‐ y me ofrecieron ser nombrado Presidente Nacional de la A. C. E., el puesto máximo para un seglar, que en la etapa de la crisis había desempeñado con tanta entereza y dignidad mi admirado Santiago Corral. La noticia me pareció tan sorprendente e importante, que prolongamos la reunión hasta muy avanzada la noche, cosa inusual en los obispos. Tras unos días de reflexión comprendí que la propuesta no podía ser más apasionante. Se trataba de reconstruir lo que la crisis había destruido cuatro años antes.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
63
propuesta demuestra hasta qué punto a pesar de los acontecimientos de finales de
los sesenta la parte más aperturista, y para entonces mayoritaria, de la Conferencia
Episcopal valoraba la personalidad de Sánchez-‐Terán. Sus circunstancias
profesionales y familiares del momento, dos años antes había sido nombrado
Director General de Renfe y su quinto hijo acababa de nacer, le llevaron a rechazar
la propuesta162.
Cuando la primavera de 1968, Sánchez-‐Terán abandonó la Acción Católica
dejaba atrás trece años de intenso trabajo en la rama juvenil, y al final también en
la adulta, donde ocupó cargos de marcada relevancia. La crisis de la Acción Católica
evidenció el intenso deseo que una parte importante de las generaciones más
jóvenes de España sentían por un cambio profundo en la realidad socio-‐política del
país. Para Salvador Sánchez-‐Terán y para la mayoría de los dirigentes juveniles de
Acción Católica la manera de trabajar por esas ideas fue lanzarse a la arena política
y, más en concreto, la fundación de PROLESA.
Tras no pocas dudas dije que no, porque tanto en el orden profesional como en el familiar mis responsabilidades se habían acrecentado notablemente y entendí que no podía dejarlo todo para volver a empezar una tarea que exigía casi plena dedicación”. 162 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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CAPÍTULO 2: EN LA ANTESALA DE LA TRANSICIÓN
En otoño de 1973, Sánchez-‐Terán pidió ser recibido en audiencia por don
Juan Carlos de Borbón en el palacio de la Zarzuela. Mientras aguardaba su turno, el
por entonces subsecretario de Obras Públicas coincidió en la antesala del despacho
con el Vicesecretario General del Movimiento, Adolfo Suárez. Un retraso en las
entrevistas de esa mañana permitió a ambos mantener una larga charla sobre
diversos temas de actualidad, y también sobre el futuro de la nación. Era la
primera vez que Sánchez-‐Terán conversaba con el hombre que años más tarde le
haría ministro del Gobierno, un joven abogado natural de Cebreros (Ávila) que
había ido ascendiendo en la política nacional a la sombra de Fernando Herrero
Tejedor163. Sánchez-‐Terán quedó sorprendido por los conocimientos de Suárez
sobre las intrigas que se urdían contra el heredero a la Corona. Al mismo tiempo, le
agradó comprobar que coincidían tanto en la necesidad de impulsar un proceso
hacia la democracia, como en el apoyo sin fisuras a don Juan Carlos164.
Hasta el año 1973, no hubo ningún tipo de relación entre ambos políticos.
Como hemos indicado en el capítulo anterior, Sánchez-‐Terán desempeñó en un
primer momento cargos dentro del Ministerio de Obras Públicas, mientras que la
carrera de Suárez estuvo vinculada desde finales de los sesenta a Radio Televisión
Española y al Gobierno Civil de Segovia. Las infraestructuras y los medios de
comunicación eran cuestiones que tenían poco en común, de ahí que no se hubiera
producido ningún encuentro hasta ese momento de espera en el palacio de la
163 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Conocí a Adolfo Suárez personalmente en la sala de espera del Príncipe D. Juan Carlos, en otoño de 1973. Ambos le habíamos pedido una entrevista: él en su condición de Vicesecretario General del Movimiento y yo como Subsecretario de Obras Públicas. Los dos habíamos tenido con anterioridad relación con el Príncipe, pero la de Adolfo había sido más intensa que la mía. La secuencia de las entrevistas se fue retrasando y ello nos permitió tener una larga conversación.”. 164 Ibid: “Me sorprendió su conocimiento de las intrigas que en Madrid o en Estoril –residencia del Conde de Barcelona-‐ se urdían contra el Príncipe. Evidentemente Adolfo Suárez estaba más en la “pomada” de la política y yo en la gestión de un Ministerio inversor. Hasta que yo entro a fondo en política con el nombramiento de gobernador de Barcelona nuestra relación fue esporádica y por motivos casuales”.
Carlos González Martínez
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Zarzuela165. A partir de entonces, y teniendo en cuenta que los dos estrenaban
cargos de relativa importancia dentro del organigrama del Gobierno –eran los
subsecretarios de sus respectivos Departamentos-‐ el contacto fue más frecuente.
La conversación a la que nos hemos referido cambió la impresión que Sánchez-‐
Terán tenía de Suárez: se percató de que su condición de Vicesecretario General
del Movimiento no era impedimento para establecer con él un fructífero diálogo166.
Ahora bien, como tantos otros protagonistas de la Transición, estaba lejos de
adivinar el destino político de su interlocutor: “Entonces veía a Adolfo como un
hombre del Movimiento con el que se podía dialogar perfectamente, pero no intuía
su brillante futuro político”167. Muestra de la confianza que nació entre ambos
aquel día fue el cordial saludo y breve rato de conversación que compartieron a la
salida de la corrida de toros de la Beneficencia de 1975. Pocos minutos después de
ese encuentro, Suárez recibiría la noticia del accidente de tráfico de su amigo y
protector Fernando Herrero Tejedor168. Esta muerte parecía truncar de manera
definitiva el fulgurante ascenso de Suárez. El tiempo, no obstante, se encargaría de
demostrar el carácter impredecible de la política.
Suárez y Sánchez-‐Terán no sólo compartían una idea sobre la España
democrática, sino que pertenecían a una misma generación. Un grupo de personas
que, pese a haber nacido antes de la Guerra Civil, no guardaban los viejos rencores
ni compartían las posturas maximalistas de sus mayores. En su memoria, sin
embargo, permanecían muy vivas las penalidades de la postguerra, así como la 165 Ibid: “En el periodo citado en la pregunta anterior, Adolfo Suárez fue Director General de la Televisión Española y yo Director General de RENFE y no nos conocíamos ni tuvimos relaciones personales o institucionales. El mundo de la TVE y el de RENFE estaban muy distantes. Creo que la etapa televisiva de Adolfo Suárez fue muy importante en su carrera política, pues además de su buena gestión tuvo un contacto permanente con el Príncipe y con Carrero Blanco, que era el centro del poder”. 166 Ibid: “El que Adolfo Suárez, a partir de 1973, fuera Vicesecretario General del Movimiento, no supuso ningún obstáculo para nuestra relación personal. Ambos teníamos rango de Subsecretario y una coincidencia sobre cómo afrontar el futuro político, aunque nuestros encuentros fueron esporádicos”. 167 Ibid. 168 Ibid: “Recuerdo, por su singularidad, el cordial encuentro a la salida de la corrida de toros de la Beneficencia porque a los pocos minutos se conoció la noticia de la muerte en accidente de carretera de Fernando Herrero Tejedor, ministro, jefe y entrañable amigo de Suárez”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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pérdida de seres queridos en las filas de ambos bandos. Los niños de los años
treinta tenían grabada a fuego una idea básica: los errores del pasado no podían
repetirse169. En eso coincidían Suárez y Sánchez-‐Terán, y también el hombre en
cuyo palacio se conocieron: don Juan Carlos de Borbón170.
Como vicepresidente del Colegio de Ingenieros, Sánchez-‐Terán había
mantenido alguna conversación breve con el Príncipe a finales de la década de
1960. Sin embargo, estos contactos no tomaron cierta intensidad hasta pocas
semanas después de su nombramiento como Director General de RENFE, en julio
de 1970. En la incorporación de Sánchez-‐Terán al grupo de jóvenes políticos que
visitaban la Zarzuela durante esos años previos a la Transición, desempeñó un
importante papel Jacobo Cano, antiguo colegial y director del San Pablo, y Jefe de la
Secretaría del Príncipe desde 1969. Las entrevistas solían girar en torno a
cuestiones políticas, aunque no faltaban referencias a la tarea profesional de
Sánchez-‐Terán en la Administración Pública: las infraestructuras nacionales. No en
vano, el futuro monarca realizó varias inauguraciones del Ministerio de Obras
Públicas en Barcelona durante 1974171 y 1975172 acompañado de Sánchez-‐Terán
en su calidad de Subsecretario. Ahora bien, el futuro de España era la cuestión 169 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; La Transición…op. cit., p. 322: “Los que no hicimos la guerra, pero vivimos sus inmediatas consecuencias de paz y de tristeza, de austeridad y de esperanza; los que trabajamos y estudiamos en silencio, no en manifestaciones y huelgas; los que forjamos en el interior de nuestro corazón el propósito de no volver jamás a protagonizar un enfrentamiento entre hermanos; los que compartimos la amistad juvenil de los hijos de ambos bandos; los que hemos aportado nuestra competencia profesional, forjada en la paz, para hacer la España del desarrollo; los que expresamos nuestra rebeldía juvenil ante el contraste de las insignias triunfales y las realidades pobres de nuestro pueblo; quienes fuimos llamados “la generación silenciosa” y hoy, precisamente, hacemos oír nuestra voz desde el gobierno o desde la oposición; quienes formamos la llamada “generación puente” y estamos realizando, precisamente, el puente entre el pasado y el futuro, desde la gerencia de las empresas o desde sus jurados de trabajadores, desde la Administración, desde las organizaciones sindicales, desde el Gobierno Civil y desde la alcaldía de Barcelona, desde el Consejo de Ministros y desde el Palacio de la Zarzuela”. 170 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010: “Los contactos con Don Juan Carlos eran una constante para los hombres de su generación, personas con las que él se sentía muy a gusto”. 171 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010: “Por supuesto, como subsecretario de Obras Públicas le acompañé en varias inauguraciones, de entre la que destaca una en Barcelona, de dos días y medio de duración, en julio de 1974”. 172 Viaje oficial a Barcelona, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 44.
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central de esos encuentros. En ellos comprendió que la intención del Príncipe era
llevar al país a una democracia liberal, si bien nunca le informó de cómo se haría el
tránsito pacífico –sin ruptura-‐ de la dictadura a un régimen de libertades:
“Coincidíamos en casi todo. El Príncipe tenía clara la necesidad de instaurar en
España una democracia liberal. Coincidíamos, pues, en el objetivo final ¿Tenía un
plan para llevarlo a cabo? Pienso que sí, pero nunca me lo comunicó. Esa cuestión,
creo yo, la reservaba para sus conversaciones con Torcuato y con Adolfo”173.
Desde el 22 de julio de 1969, la figura de don Juan Carlos de Borbón había
adquirido un especial relieve. En esa fecha, haciendo uso del artículo 8º de la Ley
de Sucesión, Franco propuso a las Cortes su designación como Príncipe de España
y heredero a la Corona174. El general informó a sus ministros el día anterior,
haciéndoles ver que su avanzada edad –la proximidad del “hecho biológico”-‐ hacía
recomendable cerrar la cuestión sucesoria 175 . Ahora bien, como señaló en
173 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010. 174 Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (BOE de 27-‐7-‐1947), artículo 8º: “Ocurrida la muerte o declarada la incapacidad del Jefe del Estado sin que hubiese designado sucesor, el Consejo de Regencia asumirá los poderes en su nombre y convocará, en el plazo de tres días, a los miembros del Gobierno y del Consejo del Reino, para que, reunidos en sesión ininterrumpida y secreta, decidan, por dos tercios de los presentes, la persona de estirpe regia que, poseyendo las condiciones exigidas por la presente Ley, y habida cuenta de los supremos intereses de la Patria, deban proponer a las Cortes a título de Rey. Cuando, a juicio de los reunidos, no existiera persona de la estirpe que posea dichas condiciones o la propuesta no hubiese sido aceptada por las Cortes, propondrán a éstas como Regente, la personalidad que por su prestigio, capacidad y posibles asistencias de la nación deba ocupar este cargo. Al formular esta propuesta podrán señalar plazo y condición a la duración de la Regencia, y las Cortes deberán resolver sobre cada uno de estos extremos. El Pleno de las Cortes habrá de celebrarse en el plazo máximo de ocho días, y el sucesor, obtenido el voto favorable de las mismas, prestará el juramento exigido por esta Ley, en cuya virtud y acto seguido el Consejo de Regencia le transmitirá sus poderes”. 175 LÓPEZ RODÓ, Laureano; La larga marcha hacia la monarquía, Barcelona, Plaza&Janés, 1979, p. 479: “Al comienzo del Consejo de Ministros, Franco hizo una introducción –lo que era poco habitual-‐, en la que dijo poco más o menos: Empecemos por lo más importante –esto lo dijo con una cara sonriente-‐. Lo más importante es la convocatoria del pleno de las Cortes para mañana, a la que voy a dirigir un mensaje y proponer la designación del sucesor. Realmente, los años pasan; tengo ya 76, voy a cumplir 77. Mi vida está en manos de Dios. He querido enfrentarme a esa realidad. No debo dejar sin resolver la incógnita del sucesor, porque el mecanismo del artículo 8º de la Ley de Sucesión es sumamente complejo, y el riesgo es grande de que, en la crisis que haría de provocar mi desaparición de la escena, los grupos y grupitos de intrigantes renacieran y se produjera una situación de confusión. Como la Ley me autoriza a proponer en vida el sucesor, creo que ya a mis años debo hacerlo. La persona que voy a
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
69
abundantes ocasiones a lo largo de su vida, no pretendía restaurar la derrocada
monarquía liberal de 1931. La sucesión en la persona de un miembro de la Familia
Real era concebida por Franco como la última piedra en la construcción del Estado
del 18 de julio176. Se proponía, por tanto, llevar a cabo una instauración177. Don
Juan Carlos, a pesar de su juventud, era plenamente consciente de ello, así como de
las consecuencias que esa designación traía consigo. En primer lugar, le
distanciaría de su padre, don Juan de Borbón y Battemberg, que no sólo se sentiría
suplantado por su propio hijo, sino que lo vería como una renuncia a la política de
restauración que él mantenía desde los años cuarenta178. En segundo término, el
juramento de las Leyes Fundamentales y los Principios del Movimiento, le
generaba un problema de conciencia. El Príncipe tenía claro que el futuro de
España pasaba por una democracia de corte occidental, y esa era la dirección que
deseaba imprimir a su reinado. Por consiguiente, tenía dudas de que aceptar esas
condiciones fuera compatible con el posterior desmantelamiento del régimen
franquista. La cuestión fue ampliamente debatida con Torcuato Fernández-‐
Miranda en varias ocasiones, y especialmente mientras ambos preparaban el
discurso que debía pronunciar ante las Cortes con motivo de su proclamación
como heredero. Su antiguo profesor le tranquilizó haciendo referencia al artículo
proponer es el Príncipe Don Juan Carlos, que es un hombre de magníficas cualidades y que pertenece a la Familia Real”. 176 ÁLVAREZ DE MIRANDA, Fernando, La España que soñé. Recuerdos de un hombre de consenso, Madrid, La Esfera de los Libros, 2013, p. 130: “Finalmente la monarquía no se restauraba, se instauraba. A nuestros ojos, y a los del régimen, se trataba de la monarquía del 18 de Julio. Juan III pasó mucho tiempo conmocionado. Son conocidas las tensiones con el hijo y el papel conciliador que desempeñó doña María de las Mercedes en los meses y años que siguieron”. 177 SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis; op. cit., p. 242: “Franco afirmaba como un postulado indeclinable la necesidad de evitar el retorno a 1931, año de muerte para una Monarquía que no podía ser sencillamente restaurada, sino “instaurada” de nuevo. Debía construirse previamente un Estado sobre bases distintas a las que provocaron su caída, y tan sólidas que pudieran soportar el asiento de un trono…” 178 BORRÀS BETRIU, Rafael; El rey de los rojos. Don Juan de Borbón, una figura tergiversada, Barcelona, Vergara, 2005, p. 340: “El trato y la comunicación con su hijo Don Juan Carlos fueron especialmente tirantes. De julio a diciembre de 1969, el Conde de Barcelona no atendió una sola llamada del Príncipe de España, pese a que, posteriormente, este hecho se silenciase o se tergiversase. Cuando volvieron a hablarse Don Juan le reclamó a su hijo la placa de Príncipe de Asturias, que Don Alfonso XIII le había entregado a Don Juan tras retirársela al primogénito después de su renuncia a los derechos sucesorios, y que Don Juan, a su vez, había pasado en su momento a Don Juan Carlos…”
Carlos González Martínez
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10 de la Ley de Sucesión, según el cual, las Leyes Fundamentales podían ser
derogadas desde dentro del propio sistema, sin que eso supusiera caer en un
perjurio179.
El testimonio al que nos acabamos de referir, así como los de otros de los
principales protagonistas del tardofranquismo y de la Transición, parecen
confirmar que, al menos desde 1969, el Príncipe tenía en mente conducir a España
hacia la democracia liberal. Para ello se iba a rodear de políticos jóvenes, gente de
su generación, convencidos de que el cambio político se podía llevar a cabo
desmontando el Régimen a través de las leyes o, como solía decir Fernández-‐
Miranda, “de la Ley a la Ley”180. Entre ellos se encontraba el propio Sánchez-‐Terán
que, como hemos indicado, inició sus visitas a la Zarzuela pocos meses después de
la proclamación de don Juan Carlos como heredero a la Corona, y que, además de
pertenecer a la generación del Príncipe, compartía sus anhelos de democracia y el
convencimiento de que a ese objetivo se podía alcanzar por la vía de la reforma,
desde dentro de la estructura del Estado: “Tenía claro, desde la época del Colegio
Mayor, que sólo trabajaría para llevar a España a un sistema democrático. Para mi
una transición desde dentro era la única opción, y la veía como algo posible”181.
Esta convicción no era más que el resultado de una serie de experiencias y
reflexiones que condujeron a sus ideas políticas al estado de madurez a finales de
179 FERNÁNDEZ-‐MIRANDA, Pilar y FERNÁNDEZ-‐MIRANDA, Alfonso; op. cit., p. 52: “La cuestión fundamental se planteó en relación a una pregunta del Príncipe, que no era la primera vez que me la hacía: Tú sabes que con toda sinceridad acepto las Leyes Fundamentales que voy a jurar ¿Cuál es la exacta responsabilidad que asumo con ellos? Está claro que la Monarquía tendría que plantear las cosas de otro modo. No podrá ser sin más el régimen actual, desde el que parto ¿Quedo encadenado por la situación actual que acepto como punto de partida? Para establecer la Monarquía de todos los españoles ¿no me veré obligado a las reformas necesarias?” 180 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; La Transición… op. cit., p. 261: “Fernández-‐Miranda concibe el método de la Reforma, con un escrupuloso respeto hacia la legalidad vigente, el tránsito ordenado de la Ley a la Ley. Y precisa la naturaleza jurídica de la Ley de Reforma, no como una ley sustantiva, con regulaciones constitucionales, sino como una mera ordenación procesal: un texto escueto que tocase todo y sólo lo imprescindible para romper el nudo gordiano, para desencadenar un proceso electoral libre en el que aceptases concurrir todas las fuerzas políticas. Después, la voz le correspondería al pueblo”. 181 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
71
la década de 1960. Una forma de concebir el futuro de España que, en cierto modo,
puede denominarse como un hecho “generacional”182.
2.1. Miembro de una generación.
“Paz, democracia y Europa, son los pilares de la Generación de la Concordia,
que constituye la clave más profunda de la Transición”183. Salvador Sánchez-‐Terán
resumía, en apenas una veintena de palabras, los tres elementos fundamentales del
tránsito de una dictadura a un régimen de libertades. Una labor llevada a cabo por
un grupo de políticos –los llamados “niños de la guerra”-‐ que, en su mayoría,
rondaban los cuarenta años en el momento de la muerte del general Franco184.
Anteriormente hemos hecho referencia a la condición de no combatientes
de los miembros de esa generación, así como mostrado el convencimiento de que,
la ausencia de esos rencores enconados presentes en sus antecesores, les permitió
superar las barreras que tres años de guerra habían levantado entre vencedores y
vencidos. Ahora bien, la cuestión generacional no queda circunscrita a los aspectos
bélicos, sino que alcanza una serie de experiencias y anhelos comunes. Una
conjunto vivencias marcaron de manera decisiva su trayectoria, de entre las cuales
cabe destacar tres: el primer brote de rebeldía universitaria, que llevó al cierre de
182 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; La Transición… op. cit., p. 326: “En la Historia quedará escrito que una generación ayuna de libertad durante treinta años trajo a España la democracia; que una generación que no pudo viajar al extranjero hizo de Europa su objetivo; que una generación hija de la guerra dijo desde lo más profundo de su ser: no más guerras civiles”. 183 Ibid. 184 Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “Estoy de acuerdo totalmente. Las personas que estuvimos esos años en los gobiernos de Adolfo Suárez teníamos entre los treinta y ocho y cuarenta y cinco años, excepto los ministros militares y Enrique Fuentes Quintana. Nos organizamos en torno a Adolfo Suárez, en muchos casos sin tener una relación previa con él: yo le conocí el día que me llamó para ser ministro. Lógicamente, sabía quién era, pero la primera vez que le di la mano fue cuando me llamó a Castellana 3 para ofrecerme la cartera de Exteriores. Lo que si existía era esa comunidad de ideas, de propósito. La idea de la paz es lógica y la de democracia evidente. Lo que queríamos era una democracia pacífica, que no nos condujera a un cambio radical”.
Carlos González Martínez
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la Universidad Central en el invierno de 1956185; el inicio de las relaciones con las
Comunidades Europeas, tanto por la petición de asociación efectuada por Castiella
como por el Congreso del Movimiento Europeo celebrado en Múnich ese mismo
año186; y la coincidencia temporal de la desaparición del Régimen con el momento
histórico en que, por edad, les correspondía a ellos marcar el rumbo político del
país. Una generación que, además, contaba con una cabeza visible destinada a
convertirse en Jefe del Estado español a la muerte del general Franco: don Juan
Carlos de Borbón. Los anhelos comunes a los que nos referíamos han sido
enunciados en la cita de Sánchez-‐Terán, y no son otros que la paz como condición
básica, la democracia como sistema político y Europa como destino.
El recuerdo de los horrores de la guerra y las penurias de la postguerra
marcaron de manera decisiva la acción política de Sánchez-‐Terán, y de la mayor
parte de sus coetáneos, durante el cambio político. La llegada de las libertades no
podía suponer, bajo ningún concepto, la pérdida de la paz social alcanzada en las
últimas décadas y, mucho menos, el retorno a las tensiones de la etapa
republicana187 . Orden y democracia constituían, en definitiva, dos elementos
básicos e indisociables dentro del planteamiento político de Sánchez-‐Terán188. De
185 MARTÍNEZ DE ESPRONCEDA, Gema, “La crisis universitaria del 56 en la prensa europea”, en La universidad española bajo el régimen de Franco: actas del congreso celebrado en Zaragoza entre el 8 y 11 de noviembre de 1989, Zaragoza, 1991, p. 415-‐434. 186 Ibid, p. 672: “Castiella insistía explicando que en el Tratado de Roma se habían fijado dos objetivos: la unión de los pueblos europeos para salvaguardar la paz y la libertad –cosa que el gobierno español estaba procurando por todos los medios-‐ y constituir una Asamblea elegida por medio del sufragio universal, procedimiento que España también aceptaría cuando se hubiese logrado tal creación. De momento preocupaban a las autoridades españolas únicamente las dificultades económicas, que eran muy grandes: por eso se había solicitado una asociación con el Mercado Común y no una integración. Los embajadores debían tener muy clara la idea de que cuando en febrero de 1962 se formuló la petición se hablaba en ella tanto de etapas económicas como políticas, a fin de situar a España despacio pero con decisión, en línea con los demás países de Europa”. 187 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “…el planteamiento era muy claro: había que abrirse a las libertades públicas, pero sin perder el orden público. Es decir, empezó la Transición. Ahora se habla mucho de la memoria histórica, y yo creo que por entonces había una memoria histórica muy importante en España, que era la de no repetir los viejos errores. Y entre ellos, y yo lo recuerdo por mi propia familia, estaba el recuerdo de democracia con falta de orden”. 188 POWELL, Charles, España…op. cit., pp. 44-‐45: “Ello refleja simplemente el hecho de que la emergencia de valores democráticos se había producido en el contexto de una larga dictadura
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
73
ahí que, en su empeño por conjugar ambos conceptos, no viera más opción que una
transición pilotada desde dentro del propio aparato del Estado y bajo la batuta de
don Juan Carlos. Tal como hemos indicado antes, este proceso de reforma,
contrario en el método pero no en los fines al modelo rupturista, debía llevarse a
cabo sin sobresaltos, “de la Ley a la Ley”189.
El proyecto de cambio que sedujo a buena parte de la generación nacida en
la década de 1930 fue aquel capaz de traer a España el sistema democrático sin
sacrificar el incipiente desarrollo económico de los años sesenta190. Ahora bien, la
paz buscada por personas como Salvador Sánchez-‐Terán presentaba notables
diferencias con respecto a la impuesta el 1 de abril de 1939 y conmemorada en sus
sucesivos aniversarios191. No se trataba de una paz basada en la victoria militar,
sino en la reconciliación entre los hijos de vencedores y vencidos: “Dar por
superada la división entre vencedores y vencidos fue la tarea de aquella memoria
disidente, fruto del coraje moral y político de tantos niños de la guerra procedentes
del mundo de los vencedores que no dudaron (fuera cual fuese el precio que sus
padres hubieran pagado por una victoria, que en realidad no fue la suya, porque en establecida como resultado de una cruenta guerra civil, lo cual también ayuda a explicar por qué no triunfaron durante la transición los defensores del continuismo ni los partidarios de la ruptura: los primeros ignoraron que, aunque los españoles querían paz y orden, también deseaban libertades y democracia, y los segundos pasaron por alto que, si bien anhelaban democracia y libertad, no podía ser a costa de la paz y el orden. En suma, lo que existía en España en vísperas de la muerte de Franco era “una cultura política democrática impregnada de valores conservadores”. Posiblemente esa cultura política explique, en mayor medida que los factores estructurales, la naturaleza de la transición democrática que se inició tras la muerte de Franco”. 189 Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “El lema de la época era ese «de la ley a la ley» de Torcuato Fernández Miranda. Y el proyecto se llevó a cabo muy bien desde el comienzo, desde la reunión de las Cortes franquistas, con un magnífico discurso de Fernando Suárez, que consiguió convencer a los procuradores para que aprobaran la Ley para la Reforma Política. Este primer triunfo fue los rail por donde después discurrió el tren de la democracia”. 190 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “Todo el mundo estaba muy deseoso de que llegaran las libertades democráticas, pero también conscientes de que el Franquismo les había dado, además de un desarrollo social y económico, un orden público no basado en la libertad. Yo creo que los españoles no estaban dispuestos a perder ese orden ciudadano, por eso creo que su pervivencia era tan importante como la llegada de las libertades”. 191 SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis; op. cit., p.742: “La conmemoración se inició el día 1 de abril de 1964 con una solemne celebración religiosa –España era un Estado católico-‐ en la enorme cripta del Valle de los Caídos: un Tedeum en acción de gracias. Ese mismo día publicaba ABC una entrevista con el Generalísimo en la que éste formulaba un juicio, breve y demoledor, acerca de las dos Repúblicas padecidas por España y una afirmación de la raíz de su propia legitimidad.
Carlos González Martínez
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muchos casos ni siquiera llegaron a conocerla, asesinados o muertos en combate)
en establecer vínculos afectivos y políticos con otros niños de la guerra
procedentes del mundo de los vencidos, decididos también a que la terrible suerte
corrida por sus padres no determinara su futuro”192.
El tercer anhelo de esa generación era Europa, concretada en el proyecto
presentado por Robert Schuman el 9 de mayo de 1950193. Al respecto, resulta
interesante señalar que el nacimiento de las Comunidades Europeas –la
Declaración Schuman y los Tratados de París y Roma-‐ tuvieron lugar durante la
etapa universitaria de los “niños de la guerra” 194. Además, es probable que el
carácter netamente democristiano de los orígenes de la CECA y la CEE influyeran,
por afinidad ideológica, de una manera especial en los colegiales del San Pablo195.
Estos jóvenes eran conscientes de que la ausencia de un régimen democrático en
España impedía que su relación con Europa fuera más allá de la mera asociación
solicitada por Fernando María Castiella, ministro de Exteriores, el 9 de febrero de
1962. De ahí el estrecho vínculo que los miembros de esa generación establecían
entre el cambio político y ese destino europeo del país196. Destino europeo que, a
principios de los años sesenta, esbozaba en las páginas de Signo un joven dirigente
de la Acción Católica llamado Salvador Sánchez-‐Terán: “España si no quiere
192 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; La Transición… op. cit., p. 324. 193 Declaración de 9 de mayo de 1950 pronunciada por Robert Shuman: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto; se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania. Con este fin, el Gobierno francés propone actuar de inmediato sobre un punto limitado, pero decisivo: el Gobierno francés propone que se someta el conjunto de la producción franco-‐alemana de carbón y de acero a una Alta Autoridad común, en una organización abierta a los demás países de Europa”. 194 SHUMAN, Robert; Por Europa, Madrid, Encuentro, 2005, pp. 113-‐116. 195 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, “Europa Común”, en Signo, marzo de 1962, p. 6: “La Europa Común es algo más que un índice de producción, aunque de hecho y externamente este haya sido su máximo logro. La Europa Común es una idea cristiana, impulsada por hombres como Schuman, De Gasperi y Adenauer, profundamente católicos, y con una repercusión que trasciende de los meramente económico para proyectarse también en la dimensión social, cultural, política, espiritual e internacional”. 196 MARTÍN DE LA GUARDIA, Ricardo y PÉREZ SÁNCHEZ, Guillermo, “En el cincuentenario de la muerte de Ortega y Gasset: El europeísmo de Ortega y el proceso de integración europea”, en Revista de estudios europeos nº 40, 2005, pp. 3-‐10.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
75
permanecer postergada del quehacer universal, debe unirse a uno de estos bloques
que hacen la Historia del mundo. Y el nuestro, por historia, por geografía, por
cultura y por concepción de la vida es uno: el de la Europa Común. A esta nueva
Europa, España debe aportar algo que es connatural suyo, que le pertenece por
derecho y que forma parte de su ser: su vocación de hispanidad. Pero entiéndase
bien. España sola y aislada poco podrá hacer, a pesar de su buena voluntad, por la
América hispana. Solamente integrada en Europa podrá alcanzar las más altas
metas de su misión hispánica. Y ésta será su fundamental aportación al quehacer
universal de la Europa Común”197.
Sánchez-‐Terán encaró los años del Tardofranquismo con las experiencias y
anhelos propios de su generación. A principios de la década de 1970, la idea de
participar de un modo activo en la vida política, se iba haciendo cada vez más
firme. Para dar este paso contaba con una amplia experiencia en labores de
organización, adquirida en su etapa al frente de la rama juvenil, y también con la
ventaja de haber traspasado en no pocas ocasiones las poco transitadas fronteras
de Estado franquista198. Sus viajes por Europa y América Latina le permitieron
entrar en contacto con regímenes democráticos, y con jóvenes europeístas de
Francia e Italia. Había visto con sus propios ojos y palpado en carne ajena lo que
los miembros de su generación pretendían implantar en España.
2.2. PROLESA, la primera empresa política.
En el número 11 de la calle Fernando VI, casi haciendo esquina con
Campoamor, se estableció en 1968 la sede de Promociones de Lecturas Sociedad
197 Ibid, p. 7. 198 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2012: “En primer lugar, me permitió viajar por Europa y América Latina en un periodo en que España aún permanecía bastante cerrada a la influencia extranjera. Recuerdo que dos veces al año se reunía el Comité Internacional en Roma o París, y además visitaba muchos otros países. Y, en segundo término, hizo que recorriera España formando cuadros dirigentes y organizando un grupo tan importante como Acción Católica. Allí me forjé como dirigente y organizador”.
Carlos González Martínez
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Anónima, más conocida como PROLESA. Bajo la cobertura legal que otorgaban esas
siglas, se cobijaron buena parte de los líderes de la Acción Católica con el fin de
constituir un grupo político alternativo al Régimen franquista y de apertura hacia
la democracia199. La iniciativa de esa empresa correspondió a Sánchez-‐Terán que,
junto a sus más estrechos colaboradores de la rama juvenil, comenzó la captación
de socios a mediados de 1968200. Los principales objetivos de la nueva sociedad
era participar de manera activa en la vida política del país y entrar en contacto con
otros grupos y personalidades afines, si bien, oficialmente, no era más que un
conjunto de personas dedicadas a la crítica y distribución de material
bibliográfico201. Función que, por otro lado, cumplían. Sirva de ejemplo la síntesis
de La apuesta europea de Louis Armand y Michel Drancort, enviada a los
suscriptores en mayo de 1969, que dejaba entrever, a su vez, las convicciones
europeísta de Sánchez-‐Terán y sus compañeros202.
El nacimiento de PROLESA es indisociable de la crisis experimentada por la
Acción Católica a finales de la década de los sesenta, y, más en concreto, de la
dimisión de dirigentes que tuvo lugar en la primavera de 1968. Su fundación se
llevó a cabo en una reunión que mantuvo con otras personas que, como él, habían
abandonado la organización de apostolado seglar días antes. Entre ellos, por su
199 Ibid: “Recuerdo una escena un tanto cómica que sucedió cuando fuimos a inscribir PROLESA en el registro de asociaciones. El notario leyó los papeles, nos miró un buen rato con gesto sonriente, y soltó una frase irónica para hacernos entender que sabía de sobra que aquello era algo más que una sociedad para la promoción de la lectura”. 200 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “PROLESA era formalmente una Sociedad anónima y de hecho un grupo político democrático y progresista, formado bajo el liderazgo de Salvador con antiguos colaboradores de la época de Acción Católica. Uno de sus miembros, Armando Benito, fue Senador de UCD por Madrid. Otro, cuyo nombre no recuerdo, fue Gobernador Civil de Burgos con el PSOE”. 201 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2012: “No mantuvimos reuniones con FEDISA ni con GODSA, pero sí con Manuel Fraga, Dionisio Ridruejo y Ruiz Giménez”. 202 El libro del mes: La apuesta europea, PROLESA, Mayo de 1969: “El presente libro constituye la contestación más seria al de Servan-‐Schreiber “El desafío americano”. Louis Armand, que se hizo mundialmente famoso hace diez años con su maravillosa obra “Plaidoyer pour l’avenir”, es ingeniero de minas, fue presidente de la Compañía Nacional de Ferrocarriles de Francia y primer presidente del EURATOM. Michel Drancourt es Doctor en Ciencias Económica, diplomado en el Instituto de Estudios Políticos y redactor jefe de la revista Enterprise (…). Resumiendo, un libro apasionante con una intención proselitista para que todos los hombres nos convirtamos de pigmeos desunidos en la sociedad de ciudadanos del mundo”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
77
importancia a lo largo de la Transición, cabe destacar a Luis Ortiz, Alejandro
Rebollo, Vicente Ruiz Monrabal, Armando Benito Calleja, Demetrio Madrid,
Fernando García Agudín y David León203. En las semanas que siguieron a ese
encuentro, los miembros de PROLESA recorrieron la geografía española en busca
de nuevos socios204. El método de promoción era similar en todas las ciudades
visitadas: reunían a los antiguos miembros de la Acción Católica y les proponían
integrarse en la nueva empresa205. Por tanto, no sólo en la cronología, sino también
en los contactos, se aprecia esa relación entre el apostolado seglar y PROLESA. Sin
embargo, no hemos de caer en el error de considerarlo un ente nacido en el seno
de la asociación de seglares que, aprovechando la seguridad otorgada por el
Concordato de 1953, llevaba a cabo sus actividades políticas. PROLESA fue, simple
y llanamente, una agrupación de antiguos miembros de la Acción Católica que, sólo
tras su salida –hay que hacer especial hincapié en ese punto-‐, comenzaron a
plantearse la opción de influir en la vida política del país206.
203 Ibid: “Cuando se produjo la crisis, muchos de esos hombres pasaron a PROLESA. Hablo de Luis Ortiz –que era el secretario general y que más tarde se convirtió en ministro de Vivienda-‐, Alejandro Rebollo –estrecho colaborador mío en Transportes-‐, Vicente Ruiz –diputado de UCD por Valencia-‐, Armando Calleja –senador por Madrid-‐, Fernando García Gudía…” 204 Los socios de PROLESA, además de los ya mencionados, fueron: Manuel Álvarez Fuentes, José Luis Álvarez López, Félix Álvarez-‐Miranda, José Ignacio Añas Bote, Pedro Aramburu, Vicente Ausín, José Antonio Azuares Candas, Santiago Baños Vales, Armando Calleja Benito, José Luis Carreras, Telésforo Carrión, Gonzalo Casado Herce, Mariano de Castro Morcillo, Ángeles Corrales Gutiérrez, María José Díaz Fierros, José de Jaime Eslava, Marta Fernández Torres, Luis Manuel García Mayordomo, Ginés Garrido, José Carlos Gómez Borrero, Santiago González Álvarez-‐Buylla, Blas González Onrubia, Adriana Gutiérrez Vázquez, Santiago Gutiérrez Vázquez, Sara Guzmán Herrero, Ángel Hernández, Rafael Hevia Rodríguez, José Inglés Falceto, Laureano Lázaro Araujo, David León Blanco, Cristino Lobillo, Antonio Lorente del Prisco, Gonzalo de Lucas Ruiz, José de Lucas Ruiz, Luis Madrigal, Lucas Martín Pantoja, Francisco Martínez, Ángel Ramón Martínez Marín, Juan José Martínez Quesada, José Mercader Canabá, Miguel Muñoz Gea, Fernando Oliván García, Francisco Panadero, José Pérez, Vicente Pinel, Roque Pozo Tamames, Ricardo Reinosa, Fernando de la Rica, María Riestra Pérez, Vicente Ruiz Monrabal, Ricardo Sáinz, Pascual Sánchez Soria, Miguel Ángel Sánchez-‐Terán, Félix Soria Conde, Miguel Ángel Torremocha, Juan Torres Piñón, Mario Valdivieso Mateo, Ramón Valdivieso Mateo, José Vergara y Goya Villanueva. 205 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012: “Nada más abandonar la Acción Católica, algunos de los principales dirigentes juveniles nos reunimos y decidimos crear PROLESA. A partir de ahí fuimos realizando viajes a los distintos puntos del país, reuniéndonos con los antiguos militantes y ofreciéndoles la posibilidad de integrarse en el grupo. Así fuimos captando socios”. 206 Ibid: “…he de indicar que nunca nos consideramos el germen de un futuro movimiento político, democristiano al estilo germano-‐italiano o del tipo que fuera. La demostración de esto es que, al hundirse la Acción Católica, cada uno siguió caminos distintos, tanto en la política como fuera de
Carlos González Martínez
78
Por sus orígenes, el grupo era de carácter democristiano, si bien la
presencia de socios que habían mantenido relación con el apostolado obrero le
aportaban una importante carga de preocupación social. Los hombres y mujeres de
PROLESA constituyeron, al fin y al cabo, una asociación bastante abierta desde el
punto de vista ideológico, capaz de dar cabida a personas procedentes tanto de la
democracia cristiana como de la JOC y la HOAC. El nexo común de todos ellos era la
voluntad de cambio, la idea de una España democrática que diera carpetazo a la
Guerra Civil y a la larga dictadura. Debido a esta pluralidad de sensibilidades
políticas que se congregaron en PROLESA, con el tiempo algunos de sus miembros
pasaron a engrosar las filas de la UCD y otros las del PSOE. Esta apertura permite
entender, a su vez, la existencia de contactos con grupos de izquierdas, además de
los que ya mantenían con otros de centro-‐derecha207. El comunista fue el único
partido opositor importante con el que no se reunieron los miembros de PROLESA
a lo largo de sus cinco años de existencia. Liberales, democristianos,
socialdemócratas, socialistas y nacionalistas tuvieron encuentros con Sánchez-‐
Terán y los restantes componentes de la directiva. A su vez, algunas
personalidades políticas del momento también estuvieron en contacto con ellos.
Fue el caso de Joaquín Ruiz Giménez, Dionisio Ridruejo, Gregorio Peces-‐Barba,
Alejandro Rojas Marcos, José María de Areilza o Manuel Fraga Iribarne208. De
ella. Unos se integraron en movimientos de derecha, otros de centro y otros de izquierda; y muchos no se dedicaron a la política. Más bien diría que fue la crisis de la Acción Católica la que nos empujó a la política”. 207 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010: “Simplificando mucho, podríamos decir que la ideología de PROLESA estaba cercana a la democracia cristiana, pero una democracia cristiana de corte muy abierto, donde cabían postulados socialdemócratas. Eso explica la presencia de personajes como Demetrio Madrid, que había presidido la JOC en Zamora, o nuestros contactos con algunas personalidades del PSOE”. 208 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “PROLESA fue una asociación parapolítica, bajo la tapadera de sociedad anónima que vendía libros, creada por ex-‐dirigentes de los movimientos juveniles de Acción Católica. Estuvo operativa de 1968 a 1973 bajo mi presidencia. El objetivo era establecer el contacto con organizaciones y dirigentes que promovieran un sistema democrático para nuestro país. Ello nos llevó a tener reuniones con grupos socialdemócratas, socialistas, liberales, democristianos, regionalistas o nacionalistas vascos y catalanes y con personas como Ruiz Giménez, Dionisio Ridruejo, Peces-‐Barba, Manuel Fraga, Rojas Marcos o Areilza”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
79
especial interés es la amistad que, a raíz de estos encuentros, se inició entre este
último y Sánchez-‐Terán. Fraga descubrió a una persona de gran capacidad que,
además, comandaba un importante grupo de jóvenes valiosos interesados en la
política209. Por su parte, Sánchez-‐Terán se percató pronto de que Fraga era la única
persona de su entorno que en aquel momento tenía un programa conocido para
llevar a cabo el cambio político210. De ahí que, tanto durante los últimos años de
vida del general Franco como a lo largo de los primeros meses de la Transición, se
esforzaran en fortalecer sus vínculos políticos. Años más tarde, Sánchez-‐Terán
dejaría constancia de esa realidad en sus memorias: “Pero sin duda, el más
interesante de todos los contactos ministeriales es el mantenido con mi superior
jerárquico, el ministro de la Gobernación. Es evidente que Manuel Fraga es el único
ministro que tiene un proyecto político de transición en la cabeza. Sus criterios son
claros y tajantes: los límites de la apertura en orden público, el reconocimiento de
los partidos con exclusión del Partido Comunista en una primera etapa, un
referéndum para modificar determinados preceptos esenciales de las Leyes
fundamentales; composición inorgánica de las Cortes que permitan convocar unas
elecciones generales democráticas; inicio prudente de contactos con la oposición
moderada”211.
La primera reunión entre los miembros de PROLESA y Manuel Fraga se
produjo en un restaurante de la madrileña calle Príncipe de Vergara, en el año
1970. Una veintena de personas procedentes de los movimientos juveniles,
obreros y rurales, en algunos casos venidos de distintos puntos de la geografía
209 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “El encuentro de Manuel Fraga y Salvador fue un caso de mutuo enamoramiento político, de amor a primera vista político. Desde entonces, Salvador siempre ha tenido un considerable afecto, respeto y admiración por Manuel Fraga”. 210 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “¿Por qué jugué la baza de Fraga? Porque era el único plan serio de transición que había en ese momento. Podríamos decir que tenía muchas esperanzas en su proyecto, ya que suponía cambiar muchas cosas de las Leyes Fundamentales para llegar a una democracia equiparable a las del resto de Europa. Y, al mismo tiempo, él creía en mí y en el grupo de jóvenes que yo representaba: los más de cien hombres de PROLESA”. 211 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 20.
Carlos González Martínez
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española, compartieron cena con él. Su sorpresa fue grande, pues apenas tenía
referencias sobre la asociación, y desde luego fue una experiencia positiva. De ahí
que, una vez nombrado embajador en Londres, Fraga hiciera lo posible por
mantener encuentros con los hombres de PROLESA siempre que visitaba España.
Incluso insistió a algunos para que viajaran a Londres con el fin de mantener un
contacto lo más fluido posible. Entre ellos estaba el propio Sánchez-‐Terán212. Con
él estableció una relación más estrecha, hasta el punto de almorzar en su vivienda
de Menéndez Pidal cuando la falta de tiempo no le permitía reunirse con todo el
grupo213. Sánchez-‐Terán nunca ocultó su estima por el embajador: “debo decir que
en la vida política yo no he conocido potencia intelectual y de trabajo como la de
Fraga”214. La relación entre ambos alcanzó su momento más intenso durante los
seis meses, entre enero y junio 1976, en que Sánchez-‐Terán fue gobernador civil de
Barcelona y Manuel Fraga, ministro de la Gobernación. Tras este periodo de
estrecha colaboración y ya con la Transición en marcha, Fraga fundó Alianza
Popular mientras que Sánchez-‐Terán optó por sumarse al proyecto de Adolfo
Suárez. Esta divergencia ideológica condujo al distanciamiento político.
Por su parte PROLESA mantuvo su actividad durante estos años. En 1973, al
asumir la responsabilidad como Subsecretario de Obras Públicas, Sánchez-‐Terán
dejó la dirección efectiva del grupo215. Al constituirse en 1976 y 1977 las distintas
agrupaciones políticas que se presentarían a las primeras elecciones democráticas,
la mayor parte de los socios de PROLESA se integraron en algún partido político,
principalmente a la UCD o al PSOE, u optaron por retirarse de la actividad pública.
Ello implicó la disolución legal de PROLESA, si bien la amistad entre sus miembros
ha continuado a lo largo de los años manteniendo reuniones periódicas.
212 Ibid. 213 Entrevista a Pablo Sánchez-‐Terán, 21 de junio de 2012: “En mi opinión, dentro de PROLESA fue Salvador, y sólo él, quien mantuvo una estrechísima colaboración personal y política con Fraga, cuando era embajador en Londres”. 214 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012. 215 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012: “Las responsabilidades como director general de RENFE y, más tarde, como subsecretario de Obras Públicas, me fueron alejando poco a poco de PROLESA. De hecho, a todos nos pasó algo similar, hasta que desapareció”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
81
PROLESA proporcionó a Sánchez-‐Terán una primera experiencia política,
así como contactos con personas y grupos llamados a desempeñar un importante
papel en la Transición española. A su vez, la ideología de Sánchez-‐Terán cristalizó
definitivamente en esos años, situándose en lo que podríamos denominar como
una democracia cristiana de corte progresista y con una fuerte carga de
preocupación social216. En cierto modo, las ideas que guiaban a ese grupo de
personas salidas de la Acción Católica fueron el referente de su labor política a lo
largo de toda su vida pública217. Por último, hemos de destacar que no pocos
miembros de PROLESA le acompañaron como colaboradores inmediatos en
algunas de sus responsabilidades posteriores. De entre estos quizás el caso más
notable sea el de Alejandro Rebollo, subsecretario de Transportes y
Comunicaciones bajo la ejecutoria ministerial de Sánchez-‐Terán.
2.3. La Subsecretaría de Obras Públicas.
A finales de 1970, Francisco Lozano Vicente, el inmediato superior de
Sánchez-‐Terán durante su etapa en la Dirección General de Carreteras, fue
nombrado presidente de RENFE. La amistad que les unía, así como la necesidad de
contar con alguien capaz y de confianza en esta nueva aventura, le llevó a proponer
a Sánchez-‐Terán la dirección de la empresa de ferrocarriles218. De esta manera, tal
como hemos indicado en el capítulo anterior, abandonó el SEOPAN y sustituyó a
216 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Mi mayor proximidad era con los Tácitos, al que pertenecían muchos de mis amigos del Colegio Mayor San Pablo y de asociaciones de apostolado seglar, pero nunca me inscribí en el Grupo. Cuando me preguntaban en Barcelona mi ideología política siempre dije que me encontraba entre una socialdemocracia y una democracia cristiana progresista”. 217 Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013: “En el plano personal diría que es, lo ha sido siempre, una persona leal, una persona honesta, y muy preocupado por cuestiones de tipo social”. 218 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “RENFE fue una maniobra de Paco Lozano, que había sido mi jefe en Carreteras, que no era político él, aunque luego fue ministro de Vivienda. Él creía mucho en mi, me llevó a RENFE”.
Carlos González Martínez
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Alfredo Les Floristán como director general de RENFE219. Durante la presidencia
de Francisco Lozano, la empresa alcanzó por primera vez un margen positivo de
explotación; es decir, los ingresos superaron a los gastos, sin cubrir totalmente las
amortizaciones. Además, se elaboró el Plan RENFE 1972-‐75, que tenía como
principales objetivos situar la red básica a un nivel de 140 km/h y dar un impulso
decisivo a los planes de electrificación de la red. Como director general de la
empresa, Sánchez-‐Terán participó también en las negociaciones y obtención del
tercer Crédito del Banco Mundial a RENFE, cuyo importe ascendió a los 100
millones de dólares220.
Aún no había cumplido tres años en el cargo cuando, en un homenaje a su
amigo Francisco Lozano, su intervención sobre la actividad de la empresa en ese
ejercicio llamó la atención del ministro Gonzalo Fernández de la Mora. Pocos días
después, el responsable de Obras Públicas se puso en contacto con el presidente de
RENFE para comunicarle su intención de ofrecer a Sánchez-‐Terán la Subsecretaría
del Departamento221.
Su nombramiento como número dos del Ministerio de Obras Públicas se
hizo efectivo el 5 de julio de 1973, a propuesta de Gonzalo Fernández de la Mora y
219 Acta del Consejo de Administración de RENFE con motivo del nombramiento de Sánchez-‐Terán como Director General, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 24: “SANTIAGO ARAUZ DE ROBLES, SECRETARIO DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA RED NACIONAL DE LOS FERROCARRILES ESPAÑOLES, CERTIFICO: Que el Consejo de Administración de dicha Red Nacional adoptó, en su sesión de 8 de julio de 1970, entre otros, el siguiente acuerdo: Nombramiento de Director General de la Red.-‐ El Consejo, al amparo de las facultades que le conceden los artículos 8º, letra k y 18 del Decreto 2170/1964, de 23 de julio, aprobatorio del Estatuto de RENFE, y a propuesta de su Presidente, acuerda, por unanimidad, nombrar Director General de RENFE a don SALVADOR SÁNCHEZ TERÁN, con las facultades que pertenecen al cargo, tanto por mención del Decreto-‐Ley Orgánico de RENFE y de su Estatuto, como por delegación del Consejo de Administración o de sus Órganos. 220 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012. 221 Ibid: “Y ahí fue clave un discurso en mi tercer año. Tras una magnífica gestión, alguien decidió hacer un homenaje para Lozano y me pidieron que yo hiciera el homenaje. En ese acto había cuatro o cinco ministros, toda la plana mayor de las empresas que trabajaban con RENFE, etc. Y he de reconocer que tuve una intervención redonda, sin una nota ni nada, de memoria. Finalmente el ministro Gonzalo Fernández de la Mora se puso en contacto con Paco Lozano y le dijo que me llevaba para la Subsecretaría de Obras Públicas”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
83
tras la correspondiente deliberación del Consejo de Ministros222. Sánchez-‐Terán
había dedicado los días anteriores a reflexionar sobre la conveniencia de aceptar el
ofrecimiento. Era plenamente consciente de que, a diferencia de otros cargos como
la dirección del SEOPAN o el que en ese momento ocupaba en RENFE, se trataba de
un nombramiento político. Además, tendría que colaborar con un ministro que
defendía un proyecto para el post-‐franquismo opuesto al que él y los hombres de
PROLESA deseaban223. Precisamente en el seno de la organización se debatió
largamente la cuestión, pues suponía establecer un vínculo entre su presidente y el
Consejo de Ministros del Régimen. Se dio plena libertad a Sánchez-‐Terán para
tomar la decisión que le pareciera oportuna, y finalmente éste optó por aceptar el
cargo224 . Es importante señalar que, en su deliberación, sólo consultó a los
hombres de PROLESA. Manuel Fraga u otros políticos con los que había coincidido
a lo largo de esos años no desempeñaron ningún papel en este episodio225.
La razón fundamental que llevó a Sánchez-‐Terán a la Subsecretaría de
Obras Públicas fue el convencimiento de que la democracia llegaría a España por la
vía de la reforma. Es decir, el cambio político debía llevarse a cabo sin violencia
sirviéndose de los propios mecanismos del Estado una vez don Juan Carlos
sustituyera al general Franco. De ahí que valorara positivamente la posibilidad de
222 Decreto 1459/1973, de 5 de julio de 1973 (BOE de 6-‐7-‐1973), por el que se nombra Subsecretario de Obras Públicas a don Salvador Sánchez-‐Terán Hernández. 223 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “En lo que se refiere a la idea de Fernández de la Mora tras Franco, pues claramente discrepábamos. El era partidario de algunos pequeños retoques en las Leyes Fundamentales, pero no de una democracia al estilo europeo como defendía yo. Y cuando acepté, que lo pensé mucho, era plenamente consciente que se trataba de un compromiso político en el que, además, iba a colaborar con un hombre que, aunque lo respeto mucho, no era el arquetipo precisamente de la apertura”. 224 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de diciembre de 2010: “Hasta mi nombramiento como subsecretario de Obras Públicas no hubo ningún problema. Todos mis cargos anteriores no venían del Consejo de Ministros ni suponían que yo jurase los Principios del Movimiento. Incluso la Dirección General de RENFE era una decisión exclusiva del Consejo de Administración de la empresa. Cuando Gonzalo Fernández de la Mora me ofrece ser subsecretario la cosa es distinta, ya que el nombramiento venía del Consejo de Ministros. Fue una cuestión sobre la que recapacité mucho y que se discutió en el seno de PROLESA. Finalmente decidí que debía aceptar el nombramiento”. 225 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “Fue, eso si, una decisión personal, ni lo consulté a Manuel Fraga ni a ningún compañero como Marcelino Oreja o Landelino Lavilla”.
Carlos González Martínez
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situarse en los aledaños del poder con el fin de apoyar el proyecto del Príncipe una
vez se produjera el “hecho biológico”. No en vano, ése fue el camino seguido por
otros políticos de su generación, como Marcelino Oreja, Francisco Fernández
Ordóñez, Landelino Lavilla o el propio Adolfo Suárez226.
Salvador Sánchez-‐Terán vivió los últimos meses de vida de Francisco
Franco desde la Subsecretaría de Obras Públicas. Algo más de dos años en los que
trabajó a las órdenes de dos ministros: Gonzalo Fernández de la Mora y Antonio
Valdés González-‐Roldán. El atentado de la banda terrorista ETA contra el
presidente Luis Carrero Blanco, marcó el final de su colaboración con el primero
de ellos, que se quedó fuera del Gobierno formado por Carlos Arias Navarro a
comienzos de 1974. Su sucesor en Obras Públicas, Antonio Valdés, que pocos
meses antes había sido nombrado Consejero Delegado de RENFE, confirmó a
Sánchez-‐Terán como subsecretario227. El carácter eminentemente técnico de su
nuevo superior le situaba en las antípodas de lo que fuera Fernández de la Mora.
226 Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “Fundamentalmente porque, en esos años finales del Franquismo, intuíamos que el Estado había que transformarlo desde dentro, desde su estructura interna. Yo estuve con un ministro que, evidentemente, dio unos pasos adelante muy fuertes, y la prueba es que lo echaron. Pío Cabanillas duró nueve meses en el gobierno, desde enero a septiembre. Y la verdad, yo creo, que el punta de lanza fue Pío, lo que le acarreó problemas en los Consejos de Ministros viernes tras viernes. Era evidente que aquello no iba a durar mucho, vamos, yo estaba completamente convencido. Todo el equipo que formó Pío eran personas más jóvenes que él, diez años más jóvenes que él, que compartían las mismas ideas. Estaba por ejemplo Juan José Rosón, que luego sería ministro del Interior. Ese grupo de cinco o seis personas, el subsecretario y los directores generales, sabíamos de sobra que saldríamos pronto, como bien se confirmó el 29 de septiembre, que fue cuando le quitaron (no dimitió, lo echaron). Yo presenté la dimisión en el acto, y eso que el ministro entrante me ofreció seguir. Pero no tenía ningún sentido porque yo estaba identificado con el anterior y con sus ideas. Entonces me centré más en Tácito, porque nunca lo había dejado del todo a pesar de ser subsecretario”. 227 ORDEN de 14 de noviembre de 1973 por la que se nombra Consejero representante de la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles en el Consejo Superior de Transportes Terrestres a don Antonio Valdés González-‐Roldán: “Ilmo. Sr: Habiendo cesado en Renfe, por pase a otro cargo, don Salvador Sánchez-‐Terán Hernández, quien por Orden de este Ministerio de 12 de noviembre de 1970 fue designado Consejero representante de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles en el Consejo Superior de Transportes Terrestres, es necesario proceder a la oportuna sustitución, y, en consecuencia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, 2, del Decreto 1836/1973, del 22 de junio (Boletín Oficial del Estado de 28 de julio), que, refundiendo y actualizando las disposiciones relativas al mencionado Consejo, modificó su estructura, y de acuerdo con la propuesta hecha por el Presidente al Consejo de Administración de la Red. Este Ministerio ha tenido a bien designar Consejero representantes de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles a don Antonio Valdés González-‐Roldán”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
85
Ahora bien, a pesar de las notables diferencias entre ambas personalidades, su
relación con el ministro entrante fue igual de profesional y cordial que con el
saliente. Compaginó el cargo con sus responsabilidades en el Consejo de
Administración del Instituto Nacional de Industria (INI), adquiridas poco antes del
cambio de gobierno228. En paralelo a su actividad profesional Sánchez-‐Terán
continuaba implicándose en el inminente cambio político que iba a tener lugar en
España. La Subsecretaría permitió a Sánchez-‐Terán incrementar su relación con el
Príncipe don Juan Carlos, así como acompañarle en varios y viajes relacionados con
la labor del Ministerio de Obras Públicas. Al respecto, es interesante recordar,
como ya hemos mencionado antes, que su primer encuentro con Adolfo Suárez se
produjo durante esa etapa y, precisamente, en el Palacio de la Zarzuela. Además, su
nueva responsabilidad, unida a su juventud –Sánchez-‐Terán rondaba los cuarenta
años-‐, permitía adivinar un creciente compromiso político. En definitiva, como
tantos otros miembros de su generación –muchos de ellos del Colegio Mayor San
Pablo-‐, estaba en una buena posición para llevar a cabo el cambio político que la
inmensa mayoría de los españoles ansiaban.
La labor de Sánchez-‐Terán al frente de la Subsecretaría de Obras Públicas
coincidió con una etapa de fuerte impulso inversor. Este se centró
fundamentalmente en la mejora de las comunicaciones de Galicia con el resto de
España, el desarrollo del plan de autopistas de peaje y la ampliación de los
principales puertos del país. Además, presidió el Consejo Superior de Transportes
Terrestres, organismo que, en coordinación con la Subsecretaría de Aviación Civil 228 Decreto 2171/1973, de 16 de agosto, por el que se dispone el nombramiento de don SALVADOR SÁNCHEZ TERÁN HERNÁNDEZ como Vocal del Consejo de Administración del Instituto Nacional de Industria en representación del Ministerio de Obras Públicas: “De conformidad con lo establecido en el artículo noveno de la Ley Fundacional del Instituto Nacional de Industria de veinticinco de septiembre de mil novecientos cuarenta y uno, redacción actualizada por el artículo primero del Decreto-‐ley veinte/mil novecientos setenta, de veinticuatro de diciembre, a propuesta del Ministro de Industria y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintiséis de julio de mil novecientos setenta y tres. Vengo a nombrar Vocal del Consejo de Administración del Instituto Nacional de Industria, en representación del Ministerio de Obras Públicas, a don SALVADOR SÁNCHEZ TERÁN HERNÁNDEZ. Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en La Coruña a dieciséis de agosto de mil novecientos setenta y tres. FRANCISCO FRANCO. El ministro de Industria JOSÉ MARÍA LÓPEZ DE LETONA Y NÚÑEZ DEL PINO”.
Carlos González Martínez
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y de Marina Mercante, elaboró el anteproyecto de la “Ley de bases del
Transporte”229. Estas y otras iniciativas le hicieron merecedor de la Gran Cruz de la
Orden del Mérito Civil, distinción concedida en el verano de 1975230. Por esas
mismas fechas, Juan de Arespacochaga, presidente de la Asociación Española de la
Carretera, le otorgaba el título de presidente de honor en agradecimiento por la
labor inversora del Ministerio231. Una tarea que tocó a su fin el 9 de enero de 1976,
como consecuencia de su nombramiento como gobernador civil de Barcelona232.
Allí, mes y medio después del fallecimiento del general Francisco Franco, iba a
comenzar su andadura en la Transición.
229 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012. 230 Concesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, Archivo del Ministerio de Fomento, Expediente de Salvador Sánchez-‐Terán Hernández (legajo 38.829), p. 47: “A los efectos oportunos y para constancia en el expediente personal del interesado, se participa que con fecha 16 de julio de 1975 se ha concedido al funcionario del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos D. SALVADOR SÁNCHEZ-‐TERÁN HERNÁNDEZ la GRAN CRUZ de la ORDEN DEL MÉRITO CIVIL”. 231 “Distinción”, ABC, 3/6/1975. 232 Decreto 31/1976, de 9 de enero, por el que cesa como Subsecretario de este Departamento don Salvador Sánchez-‐Terán Hernández.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
87
CAPÍTULO 3: DE FRANCO A LA GENERALITAT
“El Mystère de la Subsecretaría de Aviación Civil aterriza en El Prat a
primeras horas de la mañana del 15 de enero. Cinco ministros se trasladan a
Barcelona para dar posesión y arropar políticamente al gobernador civil, que jura
su cargo a las 12 de la mañana. No había memoria en Barcelona de tan importante
concentración ministerial para un acto político, excluidas las visitas del jefe del
Estado. Allí estaban presentes Fraga y Adolfo Suárez como ministros de la
Gobernación y del Movimiento; Martín Villa, de Relaciones Sindicales y anterior
gobernador; Valdés, de Obras Públicas, y Lozano, de Vivienda, por razones de
vinculación personal y profesional”233 . Con estas palabras se inicia el tercer
capítulo de las memorias de Sánchez-‐Terán como gobernador civil de Barcelona.
Una experiencia política de quince meses de la que ha dejado testimonio en las casi
trescientas cincuenta páginas que componen De Franco a la Generalitat. A
mediados de enero de 1976, apenas dos meses después del fallecimiento del
general Franco, Salvador Sánchez-‐Terán tomaba posesión del nuevo cargo. Su
nombramiento se había decidido en una reunión celebrada en Castellana, 3 entre
el presidente Carlos Arias, Alfonso Osorio y Manuel Fraga234. Ante sí tenía la difícil
tarea de llevar a buen puerto el cambio político en un lugar tan complejo como la
Barcelona de los años setenta235. Una labor que, si bien se vio interrumpida en el
Gobierno Civil en abril de 1977, se prolongó en el tiempo hasta la aprobación del
Real Decreto-‐Ley que restableció la Generalitat de Cataluña, suprimida al término
de la Guerra Civil236.
233 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 23. 234 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “De hecho, me han contado que cuando hubo una reunión en Presidencia entre Arias Navarro, Fraga y Osorio -‐que era el ministro de la Presidencia-‐ para abordar la cuestión de la Gobernación de Barcelona, el que sugirió que fuera yo fue Osorio, que me conocía del San Pablo. Y Fraga dijo: «Espléndido, de acuerdo totalmente»”. 235 Discurso de Salvador Sánchez-‐Terán al cesar como gobernador civil de Barcelona, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 34», Documento 1153, p. 2: “Siempre he entendido mi misión de gobierno en Barcelona limitada en el tiempo y en el contexto histórico de la transición”. 236 RD 41/1977 de 29 de septiembre por el que se restablece la Generalitat de Cataluña.
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El comienzo de la aventura catalana de Sánchez-‐Terán se remonta a las
últimas semanas de 1975, en las que, tras la muerte de Francisco Franco, don Juan
Carlos encargó formar gobierno a Arias Navarro. Los movimientos políticos de
esos días en la capital de España trajeron consigo dos acontecimientos que
marcaron de manera decisiva su futuro. El primero fue el nombramiento de
Rodolfo Martín Villa, hasta entonces gobernador civil de Barcelona, como ministro
de Relaciones Sindicales237 . Este dejaba vacante un cargo que, tanto por su
importancia en el organigrama estatal como por las complejas circunstancias
históricas que se estaban desarrollando, convenía ocupar lo antes posible238. El
segundo de los sucesos que llevaron a Sánchez-‐Terán a la Ciudad Condal fue el
fracaso de las gestiones de Manuel Fraga para procurarle un sillón en el Consejo de
Ministros. Una vez nombrado responsable de Gobernación, trató de convencer al
presidente de la conveniencia de situar a Sánchez-‐Terán como responsable de
Obras Públicas. Sin embargo, Carlos Arias, que mantenía una buena relación con
Antonio Valdés, se negó a cesarle239. Como solución alternativa, el presidente
ofreció a Manuel Fraga situar a Sánchez-‐Terán como responsable de Educación,
cartera que finalmente terminó ocupando Carlos Robles Piquer240. El hecho de
quedarse a las puertas del Gobierno le posicionó para ocupar otros cargos de
responsabilidad, y entre ellos el más importante de todos era el que dejaba vacante
237 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “En el caso concreto de mi nombramiento como ministro, yo viajé a Madrid para reunirme con Arias Navarro con la intención de darle nombres de políticos catalanes que pudieran ocupar un cargo ministerial, y al final salí de allí como ministro de Relaciones Sindicales”. 238 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 18: “La designación como ministro de Rodolfo Martín Villa deja vacante el Gobierno Civil de Barcelona. La importancia del puesto exige una pronta decisión gubernamental. En una reunión del presidente Arias con los ministros de las carteras más políticas se sugiere mi candidatura, que es aceptada por unanimidad. Fraga me comunica la propuesta el 27 de diciembre. 239 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “La relación era tan estrecha que, a partir de las reuniones con PROLESA, luchó y quiso que entrase con él en el primer gobierno de la monarquía. Pero se tropezó con una dificultad: el único político que mantuvo Arias en su cartera fue mi propio ministro, Antonio Valdés, que era íntimo amigo suyo y por eso no quiso quitarlo. Con lo cual, se produjo una situación kafkiana, que yo en teoría luché por quitar a mi ministro sin saberlo”. 240 Ibid: “Y la anécdota es –me contó Carlos Arias-‐ que le presionó tanto Fraga que le ofreció llevarme a Educación. Pero eso no fue posible porque el cargo ya estaba prometido a Carlos Robles Piquer que era su concuñado. Fraga tenía el firme propósito de que le acompañara en las tareas de gobierno, pero sin depender de él, sino siendo ministro de Obras Públicas”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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Rodolfo Martín Villa. De ahí a que uno de los hombres reunidos en Castellana, 3
propusiese su nombre para Barcelona, había sólo un paso241.
El 27 de diciembre Sánchez-‐Terán recibió una llamada telefónica de Manuel
Fraga, que le proponía hacerse cargo del Gobierno Civil de Barcelona. “Cuatro días
de reflexión, duda y esperanza y dos conversaciones muy densas con el ministro de
la Gobernación, desembocaron en una respuesta afirmativa. Así que el Consejo de
Ministros nombró el primer gobernador de la Monarquía”242. La misión que le
encomendaban no era otra que hacer la transición en Cataluña, entendiendo por
esta el tránsito pacífico y ordenado de un régimen dictatorial a una democracia
liberal243. Así lo manifestaba a Blanco y Negro en una de las primeras entrevistas
concedidas como gobernador: “En el orden político el problema fundamental es
realizar el proceso de democratización, con paz social, sin traumas ni rupturas, y
en el tiempo adecuado”244. Llevó a cabo esa tarea siguiendo las instrucciones de
Manuel Fraga, ministro de la Gobernación de Carlos Arias, y tras la llegada de
Adolfo Suárez al poder, con Rodolfo Martín Villa como su inmediato superior. En
esos meses supo conjugar la obediencia debida al Consejo de Ministros con la
amplia autonomía que se le otorgaba. Esta libertad de movimientos le facilitó en
cierta medida la ejecución de su tarea, si bien la progresiva apertura a las
libertades suponía adentrarse en aguas no exploradas por los anteriores
gobernadores. Sobre los pros y los contras de esta situación reflexionaba su
predecesor: “Era una situación mucho más complicada en determinados aspectos
que mi época, que ya de por sí fue difícil. Aunque es verdad que en otros fue más
sencilla, como siempre pasa. Es decir, había muerto Franco, el franquismo
241 “Crónica de la ciudad”, La Prensa, 10/1/1976: “La noticia era de esas que se cantan, y por lo mismo, no ha causado sorpresa en los medios barceloneses dedicados al difícil y complicado arte -‐¿arte?-‐ de la política. Don Salvador Sánchez-‐Terán es ya gobernador civil de Barcelona, y tomará posesión el próximo lunes”. 242 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 18. 243 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “Sánchez-‐Terán asumió la gobernación en un momento en el que el planteamiento era muy claro: había que abrirse a las libertades públicas, pero sin perder el orden público. Es decir, empezó la Transición”. 244 “Sánchez-‐Terán se define”, Blanco y Negro, 24/1/1976.
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químicamente puro no existía, y, por tanto, el gobernador civil podía tomar ya
algunas decisiones digamos de más «manga ancha» que las que pude tomar yo” 245.
Esa autonomía que se le concedía le permitió ser “rígido en los principios y flexible
en la acomodación de esos principios”246. Un rasgo que, si bien le acompañó a lo
largo de toda su vida pública, tuvo en esos meses de Barcelona su más clara
manifestación.
La labor desempeñada por Sánchez-‐Terán como gobernador civil le granjeó
fama de buen negociador, así como de persona capaz de alcanzar consensos sin
sacrificar sus convicciones políticas. Un hombre con esa facilidad para crear
puntos de encuentro, no pasó inadvertido a los ojos de Adolfo Suárez. El
presidente, consciente también de la buena imagen que tenía entre los ciudadanos
y líderes catalanes, así como del esfuerzo que había realizado por comprender su
realidad cultural, decidió que era la persona adecuada para negociar con Josep
Tarradellas el restablecimiento de la autonomía para Cataluña247. De esta manera,
cuatro meses después de abandonar el Gobierno Civil, Sánchez-‐Terán iniciaba en
París las negociaciones con el presidente de la Generalitat en el exilio. Una tarea
que, con la perspectiva que aporta el paso de los años, tanto él como otros
protagonistas de la Transición han llegado a considerar su mayor servicio a la
democracia española248.
245 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012. 246 Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013. 247 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 288: “A primeros de agosto se celebró una reunión en Madrid de los dirigentes de UCD para aprobar los estatutos provisionales del partido, cuya redacción yo había preparado y presentado a la plana mayor del todavía nonato partido político. Al acabar la sesión, Martín Villa, en presencia de Suárez, hizo un aparte conmigo y me propuso hacer cargo de la negociación con Tarradellas”. 248 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “Sin duda alguna es la que tiene más significación”. Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “En lo que se refiere a su papel en la Transición política, no cabe duda de que destacó su negociación con Josep Tarradellas”. Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “Si yo tuviera que elegir uno sólo, sólo uno, creo que la gran aportación de Salvador fue el regreso de Tarradellas; la negociación que Adolfo Suárez le encomendó y el éxito de la misma. Hizo muchas otras cosas. Pero si tengo que elegir un momento crucial en la vida de Salvador en aquella etapa, creo yo que fue su negociación con Tarradellas. Y me parece que fue más importante esa negociación y el resultado de la misma que la etapa de ministro. Uno puede ser ministro, de muchas cosas o de una, lo que sea. Pero una
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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3.1. El inicio de la Transición en Barcelona.
Teniendo en cuenta que su etapa en la Ciudad Condal está ampliamente
recogida en De Franco a la Generalitat nos centraremos a lo largo de este epígrafe
en explicar las claves de su labor sin detenernos demasiado en los detalles. Sobre
esta cuestión arroja bastante luz la valoración que el propio Sánchez-‐Terán ha
realizado en las últimas páginas de sus memorias: “Mi gestión en el Gobierno Civil
de Barcelona estuvo inspirada en todo momento en tres actitudes básicas: conocer,
comprender –y además querer-‐ la realidad de Cataluña, el talante de sus hombres,
su historia y sus tradiciones, su profunda realidad cultural y sus aspiraciones
políticas; dialogar y pactar con las fuerzas políticas y sociales porque el sentido del
pacto y del compromiso es consustancial a la esencia democrática y, a su vez, al
modo de ser del pueblo catalán; ejercer la autoridad, con serenidad y firmeza, sin
estridencias, ni inhibiciones, más como ejercicio de una potestad moral que como
un poder fáctico subyacente y real. Esto es lo que procuré hacer, con entrega total,
sin adscribirme a ninguna política de partido, siendo el gobernador de todos. El
Gobierno Civil de Barcelona constituyó la más apasionante experiencia humana y
política de mi vida pública”249.
Esas tres directrices de comportamiento –compresión del hecho catalán,
diálogo con las fuerzas políticas y sociales, y ejercicio sereno de la autoridad-‐
estuvieron en todo momento condicionadas por el peculiar contexto histórico en el
que le tocó desempeñar su tarea. Un escenario en el que no sólo hemos de incluir el
proceso de cambio político en el que estaba inmersa la nación, sino la complejidad
negociación como esa, tan singular, con relación a Cataluña y con el éxito que tuvo, eso se da una vez en la vida y con una capacidad negociadora como la de Salvador”. Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013: “La «Operación Tarradellas» es lo más brillante que yo recuerdo de él”. Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “A lo largo de la Transición Salvador hizo muchas cosas bien, pero creo que la más importante fue la negociación con Tarradellas para el restablecimiento de la Generalitat”. 249 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 265.
Carlos González Martínez
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de este en una ciudad como Barcelona. Al respecto, resulta bastante completa la
descripción de la situación provincial que publicó Mundo Diario con motivo del
nombramiento del gobernador: “Puede que al señor Sánchez-‐Terán le hayan
informado que encontrará una provincia conflictiva, inquieta en muchos terrenos,
con multitud de problemas, con una colectividad compuesta por hombres y
mujeres procedentes de toda España, que han venido a trabajar y desean que su
esfuerzo les sea remunerado con justicia. Descubrirá un censo empresarial
numeroso, aunque una buena parte en difícil situación económica. En la llamada
oposición, unas fuerzas políticas que no es posible ya ignorar, aunque su existencia
sea tan sólo tolerada. Conocerá a una burguesía tradicional, aunque al mismo
tiempo progresista, con notables individualidades que absorben las más modernas
corrientes políticas que cruzan por Europa”250. Se enfrentaba, por tanto, a una
conflictividad laboral que superaba, en mucho, a la del resto del país; a unas
fuerzas políticas con gran implantación social e integradas en plataformas como el
Consell de Forçes Polítiques y la Assemblea de Catalunya; y a una sociedad que por
desarrollo económico, historia y proximidad geográfica, se encontraba muy
influida por las corrientes políticas, culturales y de pensamiento preponderantes
en Europa.
La presencia de cinco ministros en la toma de posesión de Sánchez-‐Terán
sólo se explica por la trascendencia de Barcelona dentro de la España democrática
que se pretendía construir, así como las dificultades a las que debería enfrentarse
el nuevo representante del Gobierno en la provincia. Cada uno de ellos -‐Manuel
Fraga, Adolfo Suárez, Rodolfo Martín Villa, Antonio Valdés y Francisco Lozano-‐
hicieron acto de presencia en la Ciudad Condal por distintos motivos, ya fueran
profesionales o de amistad, pero con una finalidad concreta: arropar al gobernador
civil en los inicios de una tarea que no iba a resultar sencilla. El propio Adolfo
Suárez, que le recibió pocos días antes en su despacho de la Secretaría General del
Movimiento, se ofreció “personalmente a suavizar las tensiones que pudiera
250 “Lo que le aguarda al gobernador”, Mundo Diario, 13/1/1976.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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originar la calle Mallorca –sede de la Jefatura Provincial-‐“ en su labor de
apertura251. Al tiempo que le insistía en la importancia de arropar desde la Ciudad
Condal los actos y palabras del monarca252. Sobre esta última cuestión incidiremos
más adelante, al relatar el viaje de los Reyes a Cataluña en febrero de 1976.
Como hemos indicado anteriormente, Sánchez-‐Terán también conversó en
varias ocasiones con Manuel Fraga en esos días previos al comienzo de su labor en
Barcelona: “Tras un análisis histórico en profundidad, Fraga, que ha mantenido
relación con políticos catalanes en los últimos meses, opina que no se debe
restablecer el Estatuto del 32, pero que el hecho catalán, cuya importancia resalta,
es preciso abordarlo con seriedad y rigor, y por ello piensa constituir una comisión
mixta que proponga los planteamientos esenciales de un régimen especial para
Cataluña” 253 . Por último, de entre las entrevistas realizadas con diversos
responsables del Gobierno Arias cabe destacar el encuentro con Rodolfo Martín
Villa en la sede del Ministerio de Relaciones Sindicales: “Mi antecesor en el
251 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Inmediatamente pedí una entrevista a Adolfo y tuvimos una larga y cordialísima reunión –sólo interrumpida por una llamada del Rey-‐ en la que me ratificó la debilidad del Movimiento en Barcelona y se ofreció personalmente a suavizar las tensiones que pudiera originarme la calle Mallorca –sede de la Jefatura Provincial-‐ en mi política de apertura. En verdad no necesité recurrir a él, pues la gente del Movimiento de Barcelona me acogió muy bien y no puso objeción a las decisiones del Gobierno Civil”. 252 ABELLA, Carlos, op. cit., pp. 62-‐63: “Aunque el nombramiento de los gobernadores civiles era competencia del ministro de la Gobernación, Adolfo Suárez estaba muy interesado en mantener contacto con ellos, conocedor de su importancia y de la influencia que tenía su acción política. Por esta razón quiso estar en Barcelona en la toma de posesión del nuevo gobernador civil, Salvador Sánchez-‐Terán, al que había recibido en su despacho días antes para darle, entre otros, el siguiente consejo: «El apoyo al Rey es el tema prioritario». Ese 15 de enero, en el edificio del Gobierno Civil de Barcelona, cinco ministros del gobierno Arias avalaron con su presencia la importancia que Cataluña tenía en el proceso de reforma y, ante Fraga (Gobernación), Martín Villa (Sindicatos), Valdés (Obras Públicas) y Lozano (Vivienda), Suárez pronunció estas palabras: «Estamos adelantando nuestras fronteras de libertad y de justicia hasta los límites de nuestras posibilidades reales... La libertad solo es posible desde la ley... No creo que existan dudas sobre el hecho de que la conducta asociativa es la mejor base política para desarrollar la libertad individual y colectiva... La centralización estatal constituye un residuo de situaciones desfasadas por el progreso económico, social, tecnológico y jurídico-‐político. Pero, al mismo tiempo, la unidad interna ha de ser incuestionable, pues la libertad es incompatible con los separatismos»”. 253 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 20.
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Gobierno Civil, me ofrece su reciente y valiosa experiencia de año y medio vivido
intensamente en el centro de la política catalana”254.
Llegados a este punto, es de interés plantearse cómo y qué esperaba
Barcelona de Salvador Sánchez-‐Terán en su etapa al frente del Gobierno Civil. En
líneas generales, si bien persistía la desconfianza hacia el Gobierno por la
permanencia de personas y símbolos propios del régimen anterior, la llegada del
nuevo gobernador se percibía con optimismo. Aunque no era una opinión
unánime255, parece evidente que la etapa de Rodolfo Martín Villa al frente de la
provincia había supuesto cierta apertura en relación con los anteriores
responsables256. Por tanto, con un hombre como Sánchez-‐Terán, de perfil más
liberal -‐sin antecedentes en el Movimiento-‐, y tras la muerte del general Franco,
era previsible que ese ligero cambio de rumbo emprendido Martín Villa se tornara
en un auténtico golpe de timón. Su labor en la Subsecretaría de Obras Públicas,
donde prestó especial atención a determinadas cuestiones que guardaban relación
con Barcelona, así como las declaraciones hechas a la prensa los días previos a su
toma de posesión, contribuyeron muy favorablemente a la hora de ganarse la
confianza de los catalanes257. En ellas, se mostraba respetuoso con la cultura y
tradiciones de Cataluña, al tiempo que se definía como un firme defensor de los
254 Ibid. 255 NAVARRO, Julia; Nosotros, la transición, Madrid, Temas de hoy, 1995, p. 117: “La llegada de Salvador Sánchez-‐Terán a Barcelona, sustituyendo a Rodolfo Martín Villa, supuso una cierta inflexión, en opinión de López Raimundo, antiguo secretario general del histórico PSUC, el partido de los comunistas catalanes. López Raimundo recuerda: «Martín Villa fue un gobernador civil muy duro, reprimía y detenía a los comunistas y a la gente de la oposición»”. 256 “La agenda del gobernador del tránsito”, TeleExpres, 12/1/1976: “La gestión de Martín Villa en Barcelona puede considerarse un éxito, desde muchos puntos de vista; sin querer pasarnos en el elogio, hay que tener en cuenta que es bajo su administración cuando aparecen aquí las Terceras Víes, punto de partida de lo que luego será el Consell de Forçes Polítiques de Catalunya. Principalmente en su haber debe contabilizarse una nueva forma de ver la gobernación aquí, y consecuentemente el que los ciudadanos vieran con otros ojos la sede del Gobierno Civil. Dentro de esta concepción cabría señalar a título anecdótico, aunque muy significativo, el hecho de que Martín Villa dejara de asistir a una manifestación convocada en la plaza de San Jaime, en unos momentos trágicos para nosotros”. 257 “Salvador Sánchez-‐Terán nuevo gobernador de Barcelona”, El noticiero universal, 10/1/1976: “Nos consta que conoce y quiere a Cataluña, en general, y a Barcelona en particular. Y si no, obras son amores y no buenas razones. Siendo subsecretario de Obras Públicas ha prestado especial atención al desarrollo de las infraestructuras del transporte e hidráulicas en la Ciudad Condal.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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valores democráticos: “El país tiene un problema fundamental en el orden político:
realizar el proceso de democratización, en todos sus aspectos. En Barcelona y en
Cataluña, este problema viene condicionado por la voluntad de estar presente en
dicho proceso desde su personalidad histórica, y desde su cultura y tradiciones”258.
Curva de conflictividad (Enero-‐Abril de 1976). Fuente: La conflictividad laboral y el 1 de Mayo, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 604, p. 6.
Una de las cuestiones a las que debía atender el nuevo gobernador era la
conflictividad laboral259. El mismo día de su toma de posesión, Sánchez-‐Terán tuvo
que hacer frente a una manifestación ilegal protagonizada por unos cuatro mil
trabajadores de SEAT260. Era sólo el comienzo, “en la segunda quincena de enero
258 “El jueves tomará posesión el nuevo gobernador civil”, Diario de Barcelona, 11/1/1976. 259 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Los primeros meses del 76 fueron de tremenda dificultad en Barcelona por el número y dureza de las huelgas, por las continuas manifestaciones y por el radicalismo de un sector minoritario de la extrema izquierda”. 260 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 27: “Cuando el Mystère despega, de regreso a Madrid con los cinco ministros a bordo, me vuelvo a las autoridades barcelonesas y les pregunto: «¿Qué pasa hoy importante en Barcelona?» Apestegui, jefe superior de Policía, contesta rápidamente que la marcha de SEAT sobre la ciudad”.
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Horas perdidas
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los paros se dan principalmente en banca, Telefónica y todo el Baix Llobregat. En la
primera de febrero las huelgas saltan al metal de Vic, autobuses de Badalona,
Tarrasa, maestros, funcionarios municipales, Pirelli y Faema. Al final de febrero la
conflictividad se concentra en el Ayuntamiento de Barcelona, la construcción y
Sabadell; y a principios de marzo en el textil, transporte, ramo del agua y la Roca
de Gavá. Todos los sectores industriales importantes –salvo la electricidad-‐ y todos
los servicios esenciales para la comunidad fueron emergiendo sucesiva y
planificadamente al primer plano de la conflictividad, en el plazo de cuatro
meses”261.
1975 1976 Enero 1.145.790 2.475.184 Febrero 24.527 1.026.351 Marzo 137.681 7.801.509 Abril 50.450 1.133.850 TOTAL 1.358.448 12.436.894 Horas perdidas en los conflictos colectivos acaecidos en los primeros cuatro meses de 1975 y 1976. Fuente: La conflictividad laboral y el 1 de Mayo, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 604, p. 6.
Como bien se observa en la gráfica adjunta, la mayor conflictividad laboral
se concentró en el mes de marzo, con casi ocho millones de horas de trabajo
perdidas, que contrastan con las 137.681 del año anterior en ese mismo periodo.
Sin embargo, a partir de la primera semana de ese mes, donde se registró el
máximo nivel de conflictividad con más de tres millones de horas, se produjo un
descenso en este índice hasta alcanzar las 123.820 a mediados de abril. Por tanto,
aunque la oleada de huelgas no se detuvo, e incluso experimentó un repunte en
torno al 1 de mayo, remitió notablemente a partir del cuarto mes de 1976. Para
entender la gravedad de la situación, basta con realizar una comparativa con los
datos registrados el año anterior. Las cifras de 1975 fueron inferiores a las de 1976
en cada uno de esos cuatro meses, siendo la suma de la diferencia total algo
superior a las once millones de horas: 1.358.448 frente a 12.436.894. Al respecto,
resulta muy significativo que sólo la primera semana de marzo, con los más de tres 261 Ibid, p. 34.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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millones de horas a los que nos hemos referido anteriormente, duplicara la
conflictividad del conjunto de los cuatro primeros meses del año anterior262.
Dos fueron los motivos fundamentales de esa concentración de conflictos
laborales: la situación política del país y la inadecuada estructura de relaciones
socio-‐laborales vigente. La muerte del general Franco había abierto un periodo de
incertidumbre política en el que los proyectos continuista, reformista y rupturista
pugnaban por hacerse con el control del país263. Los partidarios de este último
trataron de llevar esa batalla a la calle, fomentando y controlando los conflictos
laborales con el fin de poner en aprietos al Gobierno y hacer naufragar la vía
reformista264 . Así lo manifestaba el propio Sánchez-‐Terán en un entrevista
concedida a Pueblo apenas dos meses después de tomar posesión de su cargo: “Los
movimientos huelguísticos de estas últimas semanas han sido importantes, y en
algunas ocasiones las huelgas han tenido claramente una motivación política (…)
Las organizaciones sindicales que habitualmente se consideran clandestinas han
colocado un número importante de hombres en los niveles de la Organización
Sindical tales como presidentes de UTT locales y comarcales, a través de las
últimas elecciones sindicales”265. Ahora bien, aún más preciso en ese análisis se
mostraba una década después al redactar sus memorias: “La primera batalla de la
transición se da en la calle. Es un pulso a las estructuras de Gobierno y de
Seguridad del Estado lanzado por la oposición y dirigido desde el Partido
262 La conflictividad laboral y el 1 de Mayo, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 604, pp 5-‐6. 263 SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis, op. cit., p. 989: “Las variaciones, sin embargo, se hubieran mantenido dentro de tres opciones: la de un nuevo Régimen que fuese continuación del anterior, la de un cambio en las estructuras del mismo, o la de una situación absolutamente distinta, una alternativa capaz de provocar la ruptura”. 264 REDERO SAN ROMÁN, Manuel (Coord.), op. cit., p. 186: “De hecho, la oposición de izquierda se desplazó de su política de ruptura a otra de reforma pactada cuando la presión obrera, que había llegado a un punto culminante en los primeros meses de 1976, no encontró en el conjunto de la población eco suficiente para forzar una salida al estilo de 1931, con un gobierno provisional que dirigiera el proceso de transición”. 265 “Retratos de una generación”, Los miércoles de Pueblo, 24/3/1976.
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Comunista, con una importante aportación de las organizaciones de extrema
izquierda”266.
El segundo motivo de la oleada de huelgas era puramente laboral, y
guardaba relación tanto con la legislación existente como con la incapacidad de la
Organización Sindical para hacer frente a la nueva realidad socioeconómica267.
Esta problemática era más acusada en Barcelona como consecuencia de la mayor
concentración de trabajadores y su volumen de actividad industrial. También a
esta cuestión aludía Sánchez-‐Terán en la citada entrevista: “Los problemas
fundamentales son los derivados de una concentración industrial (…). Esta
concentración se concreta en unas cuantas zonas que son, lógicamente, las más
conflictivas: el bajo Llobregat, el eje Sabadell-‐Tarrasa y el eje Badalona-‐Mataró. La
carencia de infraestructuras y equipamientos, especialmente en estas zonas de
gran concentración demográfica, son en algunos casos muy serias”268.
En definitiva, esa conflictividad, que en Barcelona presentaba una mayor
intensidad, estaba alimentada por la aplicación, en un periodo postfranquista, “de
las leyes laborales y de una estructura socio-‐productiva del franquismo”269. El
proceso de cambio político se encargaría de ir sentando las bases para la
construcción de un nuevo sistema de relaciones laborales270 . Ahora bien, a
266 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 34. 267 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 153: “Como escribiera el entonces gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, la ola de huelgas registradas en los primeros meses del año tuvo la virtud de poner de manifiesto que, «si había un divorcio rotundo entre realidad y legalidad, era en el mundo sindical». Situaciones como las de Vitoria demostraron que la organización sindical se encontraba impotente para encauzar las demandas de los trabajadores, incluso las estrictamente laborales”. 268 “Retratos de una generación”, Los miércoles de Pueblo, 24/3/1976. 269 Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013. 270 Ibid: “Lo primero era introducir en la Constitución preceptos claves para este mundo, por ejemplo el artículo 37 de negociación colectiva, el artículo 28 sobre derecho de huelga, los artículos que reconocen sindicatos y asociaciones empresariales, el artículo 38 sobre libertad de empresa, el artículo 129.2 sobre economía social, cooperativas sociales y laborales, etc. Teníamos la Constitución en plena fase de redacción y tenía claro que o se introducían en ella los cimientos de las relaciones socio-‐laborales o no se introducían después. Esa fue una labor difícil, yo mantuve innumerables reuniones con los representantes sindicales. Mis interlocutores eran Marcelino Camacho, secretario general de CC.OO., Nicolás Redondo, secretario general de UGT, y José María
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
99
comienzos de 1976, Sánchez-‐Terán no contaba con esos instrumentos para
sentarse a negociar con los trabajadores y sus representantes ¿Cómo se enfrentó a
esa oleada de huelgas? En De Franco a la Generalitat se relatan con cierto detalle
“los tres conflictos más graves y significativos de aquel momento: el Baix
Llobregat, los bomberos y los policías municipales de Barcelona y Sabadell”271. Si
bien se trata de escenarios que presentaban notables diferencias, se aprecian en
todos ellos tres rasgos comunes en la actitud del Gobierno Civil: la búsqueda de
soluciones negociadas, el mantenimiento del principio de autoridad y evitar, en la
medida de lo posible, enfrentamientos directos entre la policía y los trabajadores
que pudieran acarrear males mayores272. Poner fin a estos y otros conflictos
siguiendo estos tres principios no resultó tarea fácil para Sánchez-‐Terán y su
equipo. Sabadell fue ocupada por las fuerzas sindicales durante los días 25 y 26 de
febrero273, mientras que la huelga de los funcionarios estuvo a punto de provocar
altercados entre la Policía Municipal, encerrada en el Ayuntamiento de Barcelona,
y la Nacional, encargada de desalojar el edificio274. Sin embargo, la combinación de
serenidad y firmeza en el ejercicio de la autoridad hizo posible que en Cataluña no
tuvieran lugar sucesos tan graves como el acaecido en Vitoria el 3 de marzo de
1976, donde la tensión entre trabajadores y policía se cobró los primeros muertos
de la Transición.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados por el Gobierno Civil y por
la propia Jefatura Superior de Policía, esos meses de intensa conflictividad laboral
Izaguirre, que era secretario general de USO. Y después había un sindicato regional, ELA-‐STV, que era un sindicato vasco. En esas reuniones se acordaron los artículos de la Constitución y yo los llevé a los ponentes de la UCD para su aprobación. Una vez hecho eso, mi preocupación fue la aprobación del Estatuto Básico, que se aprobó el 10 de marzo de 1980, y la puesta en marcha de políticas sociales concretas: políticas de economía social, la creación de cooperativas, la ley de sociedades laborales de 1979, la liquidación del patrimonio sindical...” 271 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 34. 272 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “En las graves tensiones sociales que se produjeron –como en mi experiencia de la toma de Sabadell por grupos radicales-‐ lo prioritario para un Gobernador Civil era evitar que los enfrentamientos con las Fuerzas de Orden Público llegaran al límite de producir heridos graves o, incluso, muertos”. 273 “Sabadell, paralizado”, Mundo Diario, 26/2/1976. 274 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 37-‐38.
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y política, no estuvieron exentos de enfrentamientos graves entre las fuerzas de
seguridad y los manifestantes. Ese fue el caso de la marcha pro amnistía que, sin
autorización, se celebró el 1 de febrero de 1976275. En los días previos, Sánchez-‐
Terán había reflexionado sobre la posibilidad de dar el visto bueno a la
convocatoria, llegando a la conclusión de que la tensión social y política existente
desaconsejaban tomar esa medida. Así se lo hizo saber a Manuel Fraga, que se
mostró plenamente de acuerdo. Una vez obtenido el respaldo de ministro de la
Gobernación, Sánchez-‐Terán se reunió hasta en dos ocasiones con los
organizadores para “explicarles lo inoportuno de la convocatoria y los motivos de
la denegación”276. El gobernador no logró convencerles para que cancelaran la
marcha277 y, tal como indica en sus memorias, dio instrucciones para que fuera
disuelta “sin enfrentamientos violentos”278. Sin embargo, un error en la previsión
de asistencia ciudadana, condujo justamente a lo contrario: “En ocasiones, el
enfrentamiento entre manifestantes y Fuerza Pública llegó a ser violento,
llegándose a la lucha cuerpo a cuerpo, bien para reducir a los más recalcitrantes,
bien para proteger a algún miembro de la Policía Armada que, caído en el suelo,
era brutalmente golpeado por grupos incontrolados”279. La policía se encontró el
domingo 1 de febrero ante una concentración que superaba en mucho los números
manejados por el Gobierno Civil280. Una mala planificación, elemento que en otras
275 Relación de firmantes del escrito presentado al Gobierno Civil, el 19 de enero, solicitando autorización para realizar una manifestación ciudadana por la amnistía, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 3», Documento 424. 276 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 31. 277 Nota informativa: Marcha pro-‐amnistía, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 3», Documento 423, p. 1: “Desde que el Gobierno Civil comunicó oficialmente que no se autorizaba la proyectada manifestación silenciosa pro-‐amnistía, se observó por parte de los organizadores, un completo desacuerdo con la citada prohibición, temiéndose que a pesar de ello, no desistieran de sus propósitos e intentasen realizar de todas formas la manifestación. El viernes, como ya se informó, se recogieron hojas anunciando varios actos en pro de la amnistía, en las diversas parroquias y centros de las barriadas de Horta y el Carmelo, a celebrar el sábado, uno de ellos con la presencia de Xirinachs y al final de dicha hoja, haciendo caso omiso a la prohibición, se invitaba a la proyectada manifestación pro-‐amnistía”. 278 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 31. 279 Incidencias con motivo de la anunciada manifestación “pro-‐amnistía”, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 3», Documento 427, p. 2. 280 PREGO, Victoria; Así se hizo la Transición, Barcelona, Plaza&Janés, 1995, p. 397: “La manifestación es histórica y asombra hasta a los propios mandos policiales encargados de
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
101
ocasiones había permitido a las autoridades controlar a los manifestantes, condujo
en el caso concreto de la marcha pro amnistía a un escenario no deseado281.
En este contexto de intensa conflictividad laboral y política, el primero de
mayo se presentaba como la fecha decisiva en el pulso que, desde la muerte de
Franco, mantenían las autoridades políticas con los partidarios de la vía rupturista.
De su importancia habla el propio Sánchez-‐Terán en sus memorias, al denominarlo
con “el test de la evolución pacífica hacia la democracia”282. En la misma línea, pero
desde la perspectiva contraria, se expresaba el Partit Socialista Unificat de
Catalunya (PSUC) en un manifiesto que llevaba por título El primero de mayo de la
ruptura democrática: “El PSUC se solidariza con la lucha de la clase obrera en
nuestro país y propugna la creación de un sindicato de clase, unitario, democrático
e independiente, como medio de consecución de sus objetivos; y afirma una vez
más que la única salida frente a la violencia del Estado, que intenta cubrirse con
una capa de «reformismo», es la ruptura democrática propiciada por la unión de
todas las fuerza democráticas en la Assemblea de Catalunya”283.
Ante este panorama la Dirección General de Política Interior había dado
órdenes a los gobernadores de negar el permiso a cualquier manifestación que
pretendiera celebrase en torno al 1 de mayo284. Esta indicación fue seguida al pie
controlarla y reprimirla (…) Más de treinta mil personas se echan a la calle con una planificación perfecta que extiende la manifestación a todos los puntos de la ciudad. La movilización ciudadana es espectacular”. 281 NAVARRO, Julia; op. cit., p. 118: “El 19 de enero de 1976, recién estrenado el cargo, el gobernador Sánchez-‐Terán recibe un escrito con ciento cincuenta firmas solicitando autorización para celebrar una manifestación por la amnistía; la respuesta fue un «no» rotundo. A pesar de la prohibición, la manifestación se celebró el 1 de febrero, cuando más de setenta mil personas salieron a la calle y se enfrentaron a la policía. Al hilo de las circunstancias Sánchez-‐Terán inició una ronda de entrevistas secretas con los líderes de la oposición: Jordi Pujol, Joan Raventós y Antón Cañellas fueron invitados a cenar en casa del matrimonio Durán Farrell”. 282 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 94. 283 El primero de mayo de la ruptura democrática, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 614. 284 De Director General de Política Interior a Gobernador Civil de Barcelona, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 600, p. 11: “Ante la proximidad del 1 de mayo diversas organizaciones ilegales han iniciado campañas, en algunos puntos del territorio nacional, solicitando manifestaciones públicas y recomendando la abstención
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de la letra por el Gobierno Civil de Barcelona, que no dio su autorización para la
celebración de los actos solicitados en núcleos como Barcelona, Sabadell, Tarrasa,
Manresa, Cornellá, Mataró, San Feliu de Llobregat, Sardañola o Sant Vicenç del
Horts285. Especial atención merece al respecto la prohibición de la concentración
prevista para ese día en capital: “Habiendo sido anunciado para el próximo día 1
de Mayo el propósito de efectuar una concentración en la Plaza de Cataluña de esta
Ciudad, seguida de manifestación por el paseo central de las Ramblas, este
Gobierno Civil, atendidas las instrucciones al efecto dictadas por el Ministerio de la
Gobernación, ya ampliamente difundidas, y con el fin de asegurar la normalidad de
la vida ciudadana, que podría verse alterada con tales actos, ha denegado la
autorización para llevarlos a cabo. Igualmente no han sido autorizadas las
asambleas o manifestaciones solicitadas para el 30 de abril o el 1 de Mayo en otras
localidades de la provincia”286.
La concentración industrial y el alto número de huelgas que se registraban
en la comarca de Barcelona, constituían un caldo de cultivo idóneo para el triunfo
del 1 de Mayo rupturista. De ahí que, junto a la medida de no autorizar
manifestaciones y asambleas, el Gobierno Civil hiciera un importante esfuerzo para
“desactivar los conflictos laborales más susceptibles de provocar agitaciones de
masas”287. Sánchez-‐Terán y su equipo contemplaban con cierta preocupación el
significativo aumento de las horas laborales perdidas en la quincena anterior al 1
de Mayo. Si bien es cierto que, como se ha indicado anteriormente, el máximo de
los últimos meses -‐3.024.666 horas-‐ se había alcanzado en la primera semana de
marzo, y que desde entonces el número no había hecho más que descender hasta
laboral, con el objeto inequívoco de crear un clima de intranquilidad ciudadana que propicia sus verdaderos e inconfesables propósitos (…). No se autorizarán manifestaciones públicas en los días próximos a tal fecha, ya que la legítima pretensión de defender derechos podría ser desnaturalizada por grupos irresponsables que pretenden convertirlos en alteraciones graves del orden público”. 285 Actos solicitados para el 1º de Mayo de 1976, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documentos 610 a 612. 286 Nota del Gobierno Civil, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 609. 287 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 94.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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las 123.820 de mediados de abril, a partir de ese momento las cifras habían ido en
aumento, situándose cerca del medio millón de horas en la tercera semana de ese
mes288. En definitiva, era necesario hacer un esfuerzo para reducir esa tendencia
desfavorable en fechas tan cercanas al 1 de mayo.
Esta labor empezó a dar sus frutos el 23 de abril, cuando se puso fin al
conflicto de SEAT con la readmisión de los trabajadores despedidos en enero del
año anterior289. La solución alcanzada en la industria automovilística contribuyó a
reducir la conflictividad en el Baix Llobregat y sentó las bases para la solución de
los problemas existentes en el sector del metal, uno de los que aglutinaban a más
trabajadores en la provincia290. Pocos días después fueron los basureros de
Barcelona los que pusieron fin a la huelga tras alcanzar un principio de acuerdo
con la empresa Fomento de Obras y Construcciones291. El último de los conflictos
en ser desactivado fue el de la Construcción, donde no se hizo público el acuerdo
hasta el 30 de abril292. De la importancia de esa tarea de “desactivación” llevada a
cabo a lo largo de esos días da fe el informe sobre el 1 de Mayo elaborado por el
Gobierno Civil: “El riesgo de que los días anteriores al día 1 de Mayo se hubiera
producido una conflictividad laboral grave fue cierto. La convocatoria de huelga en
sectores tan importantes como el metal y la construcción fue intensa y a estos
sectores se hubieran añadido otros. Las acciones de negociación y de prevención
permitieron evitar estos hechos y la conflictividad laboral en dichos días fue
mínima”293.
288 La conflictividad laboral y el 1 de Mayo, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 604, p. 5. 289 “SEAT admite a los despedidos en enero de 1975”, Diario de Barcelona, 24/4/1976. 290 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 94. 291 “Principio de acuerdo para acabar con el conflicto de los basureros de Barcelona”, Diario de Barcelona, 28/4/1976. 292 “La construcción vuelve al trabajo”, Diario de Barcelona, 30/4/1976. 293 La conflictividad laboral y el 1 de Mayo, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 604, p. 1.
Carlos González Martínez
104
Las medidas tomadas por la Dirección General de Política Interior y el
Gobierno Civil de Barcelona dieron sus frutos, viviéndose un 1 de Mayo
relativamente tranquilo. Así lo reflejaba Sánchez-‐Terán en el último télex enviado a
Gobernación ese día: “La normalidad ha sido prácticamente absoluta en Barcelona
y su provincia con motivo de la festividad del 1º de mayo. La manifestación que
había sido convocada para las 12 de la mañana, con amplia propaganda en
Barcelona y en las comarcas próximas, no ha tenido acogida en el mundo del
trabajo. Solamente unos pequeños grupos se manifestaron en el centro de
Barcelona, siendo disueltos por la presencia de la policía…”294 . En términos
similares se expresó al día siguiente la prensa, destacando tanto el escaso
seguimiento de las manifestaciones –“pequeños grupos”-‐ como la rápida y eficaz
actuación de las fuerzas de seguridad295. Resulta también de interés reproducir
aquí la nota de la Jefatura Superior de Policía que fue publicada al día siguiente
por varios periódicos locales: “A partir de las 10.30 horas del día de hoy y pese a la
expresa prohibición de la Autoridad Gubernativa de cualquier tipo de
manifestación en las calles de nuestra ciudad, se han detectado en distintas zonas
urbanas, principalmente Vía Layetana-‐Aragón, Paseo de Gracia-‐Mallorca, Pelayo-‐
Balmes, Rambla de Cataluña-‐Diputación, etc., grupos de jóvenes de ambos sexos
que han intentado interrumpir el tráfico rodado, lo que ha motivado la
intervención de la Fuerza Pública. Los citados grupos que estaban integrados como
máximo por unas 100 personas, aunque los más corrientes solamente contaban
con unas 30, en su mayoría jóvenes, proferían gritos subversivos, exhibiendo
alguna bandera roja y pancartas, al tiempo que al llegar la Fuerza Pública la
agredían lanzándoles bolas de hierro de unos 3 cm., barras de hierro y otros
294 Télex del Gobierno Civil de Barcelona el 1 de Mayo, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 606. 295 “Pequeños, pero numerosos, grupos trataron de manifestarse en distintos puntos de la ciudad”, La Vanguardia, 2/5/1976: “…desde mediada la mañana de ayer, numerosos conatos de manifestación, protagonizados en su mayoría por grupos jóvenes, se registraron en varios puntos de la ciudad con motivo de la jornada del Primero de Mayo y siguiendo llamamientos hechos estos días por diversas organizaciones ilegales. A pesar de que las autoridades habían prohibido toda clase de manifestaciones, llegaron a formarse grupos de personas cuyos componentes oscilaban entre el centenar y los ochocientos, pero en todos los casos fueron disueltos con rapidez y energía por las fuerzas de orden público, que se encontraban estacionadas en lugares estratégicos…”
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
105
objetos contundentes. En el transcurso de la actuación policial se practicaron
algunas detenciones de personas que fueron sorprendidas en actitud de agresión a
la Fuerza Pública mediante lanzamiento de objetos contundentes, predominando
entre los detenidos muchos estudiantes (…) No se tienen noticias de que haya
habido ningún herido, si bien los integrantes de estos grupos han roto lunas y
cristales de establecimientos comerciales y vehículos aparcados (…). Se calcula,
según cifras estimativas obtenidas por los servicios de observación personal y
fotografía aérea de esta Jefatura Superior, que la totalidad de los participantes en
estas algaradas, cabe situarla entre 1.500 y 2.000 personas…”296.
La escasa repercusión del 1 de Mayo en el conjunto de España constituyó un
importante triunfo para el Gobierno y los restantes partidarios de la vía reformista.
La normalidad de la jornada venía a demostrar que la mayoría de los españoles
querían llegar a la democracia, pero no a cualquier precio: no estaban dispuestos a
sacrificar el orden y la paz social de las últimas décadas297. El transcurso del día en
Barcelona resultó un gran éxito para el Gobierno Civil, que supo elegir con acierto
la estrategia a seguir. Esta se basó en un amplio despliegue policial capaz de
disuadir a los indecisos y en una serie de hábiles gestiones -‐ya mencionadas-‐ que
disminuyeron enormemente el número de personas afectadas por conflictos
laborales. De esta manera, la mayor parte de los que salieron a la calle fueron
jóvenes de entre 17 y 22 años, “reclutados en su mayoría entre estudiantes de los
partidos de extrema izquierda”, y en un número no superior a los 2.000298.
296 Informe de la Jefatura Superio de Policía con motivo del 1 de Mayo en Barcelona, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 12», Documento 608. 297 REDERO SAN ROMÁN, Manuel (Coord.), op. cit., p. 187: “Esta actitud favorable a la democracia, pero temerosa de una quiebra de la paz social, a la vez que puede explicar el fracaso de las políticas continuista y rupturista ayuda a entender que la dirección política del proceso de transición recayera en el sector de las fuerzas del régimen de Franco que asimiló la reivindicación de democracia y libertad a la vez que aseguro el proceso de su instauración dentro de la legalidad vigente y sin quebranto del orden social y político. Y es esa misma actitud la que explica que, desde la misma instauración de la democracia, los españoles hayan preferido invariablemente la opción política que mejor garantizaba a sus ojos la democracia y el orden”. 298 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 97.
Carlos González Martínez
106
Los mayores desafíos de orden público a los que tuvo que enfrentarse
Salvador Sánchez-‐Terán estuvieron relacionados con la oleada de huelgas de los
primeros meses de 1976 y, por su carácter simbólico, la jornada del 1 de Mayo. Sin
embargo, no había sido nombrado gobernador civil de Barcelona simplemente
para resolver conflictos laborales. Había aceptado el cargo para pilotar la
Transición en la Ciudad Condal, y eso suponía entrar en contacto con los grupos de
oposición. Como él mismo ha escrito en De Franco a la Generalitat, “el diálogo entre
el gobernador civil y la oposición catalana durante el primer año de la transición
fue un juego sutil y complejo”299. Un juego que se desarrolló por dos vías, el diálogo
indirecto a través de la prensa y el encuentro personal con los líderes de los
distintos grupos políticos. Este último constaba, a su vez, de dos etapas: durante
los primeros meses mantuvo encuentros privados con los representantes de los
partidos en el domicilio de Pedro Durán Farell, y, desde junio de 1976, se iniciaron
las reuniones públicas en la sede del Gobierno Civil300.
En el establecimiento de un diálogo indirecto entre Salvador Sánchez-‐Terán
y los grupos de oposición la cooperación de los medios de comunicación resultó
indispensable. Con una periodicidad mensual, el gobernador realizaba unas
declaraciones públicas cargadas de contenido político, siendo plenamente
consciente de quiénes eran sus destinatarios. Sus palabras eran recogidas por la
prensa, “que subrayaba las ideas o mensajes que yo deseaba mandar a la oposición.
En ella abordaba todos los temas candentes –manifestaciones, reuniones, partidos
políticos, amnistía, huelgas, Diada, etc.-‐ y señalaba hasta qué límite podía llegar el
Gobierno Civil, en cuanto a nivel de apertura, y qué era lo que no debía autorizar. A
299 Ibid, 79. 300 PUJOL I SOLEY, Jordi, Historia de una convicción. Memorias (1930-‐1980), Barcelona, Destino, 2007, p. 282: “Otro hombre muy bien informado era el catalán e indiscutible catalanista Pere Duran Farell. Le tenía en gran consideración porque conocía bien lo que había hecho empresarialmente en la Maquinista, en la Hidroeléctrica de Cataluña o en Catalana Gas. Habíamos hablado mucho sobre política, sobre Cataluña y sobre cuestiones sociales para las que tenía gran sensibilidad, como demostró durante la huelga de la Maquinista. Duran Farell tenía mucho crédito en Madrid. Mantenía contactos con la derecha y con la izquierda, con los comunistas y con los tardofranquistas, y también creía que después de la muerte de Franco se podía instaurar la democracia”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
107
los pocos días, a través de declaraciones de dichos líderes políticos o editoriales de
los periódicos afines a cada grupo, recibía la respuesta de conformidad o crítica en
los diversos temas planteados”301.
La primera de estas declaraciones, realizada el 2 de marzo de 1976 y
recogida parcialmente por Sánchez-‐Terán en sus memorias, es bastante
representativa de las cuestiones que ocupaban este “tanteo” entre gobernador civil
y miembros de la oposición: marco legal de las asociaciones políticas, situación
específica de los grupos comunistas, autorización de conferencias, novedades en la
normativa de reunión y manifestación, huelgas y piquetes…302. Como ejemplo de
esta práctica, también cabe destacar unas palabras de Sánchez-‐Terán en la rueda
de prensa del mes de junio, en las que explicaba el contenido de la Ley de Reunión
y Manifestación, al tiempo que advertía de las conductas que no serían toleradas:
“La aprobación de esta ley significa pasar del régimen de tolerancia al de legalidad.
Todos –autoridades y solicitantes de manifestaciones-‐ debemos establecer la
praxis del ejercicio de este derecho ciudadano. En esta línea entiendo que no
tienen razón de ser los encierros voluntarios, pues el derecho de reunión y
manifestación tiene su cauce legal y a él hay que atenerse”303. Es decir, en la
medida que el Gobierno aprobaba las normativas pedidas por la oposición, y por la
sociedad en general, se exigía a todos utilizar única y exclusivamente los nuevos
cauces legales establecidos para evitar desordenes que dificultaran la normal
convivencia.
Ahora bien, las ruedas de prensa, instrumento valioso en la labor del
gobernador, resultaban insuficientes en la tarea de llevar a buen puerto el cambio
político en Cataluña. Para Sánchez-‐Terán era imprescindible establecer contactos
directos con los representantes de los distintos grupos y plataformas. Encuentros 301 Ibid, p. 80. 302 Rueda de prensa 2 de marzo de 1976, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 9», Documento 569. 303 Dossier rueda prensa del gobernador (30 de junio de 1976). Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 16», Documento 717.
Carlos González Martínez
108
que, por cuestiones de prudencia –apenas habían pasado unas semanas desde la
muerte de Franco– debían mantenerse alejados de la luz pública. De ahí la
importancia de encontrar a alguien que, de manera discreta, le pusiera en contacto
con los líderes de los partidos políticos. Pedro Durán y Farell, un ingeniero de
caminos catalán al que no conocía pero con el que compartía amistades, le visitó
una mañana en la sede del Gobierno Civil. Ambos mantuvieron “una grata
conversación iniciada con temas empresariales y sociales –huelgas, convenios
colectivos e inversiones-‐ derivó pronto hacia las acuciantes cuestiones políticas”.
Sánchez-‐Terán no tardó en darse cuenta de que su interlocutor era la persona
indicada para hacer de puente entre él y los miembros del Consell de Forçes
Polítiques, con los que mantenía una “excelente relación”304. Desde ese momento,
se convirtió en intermediario entre el gobernador y la oposición, y su domicilio en
el escenario de esos encuentros. Allí Sánchez-‐Terán se reunió con Antón Cañellas,
Josep Pallach, Joan Reventós, Heribert Barrera, Ramón Trias Fargas y Jordi Pujol
entre otros. Tal como indicamos más arriba, el paso de los meses y los avances en
el proceso de cambio político permitieron las visitas de estos y otros políticos al
Gobierno Civil fueran percibidas como algo natural.
Con el fin de alcanzar una mejor comprensión del panorama político al que
se enfrentaba Salvador Sánchez-‐Terán, conviene hacer un breve repaso de la
evolución de la oposición en los años previos. A finales de la década de los sesenta,
los grupos políticos catalanes habían constituido, en la clandestinidad, la Comisión
Coordinadora de las Fuerzas Políticas de Cataluña. Este organismo estaba
integrado en sus inicios por cinco partidos: Front Nacional de Catalunya (FNC),
Moviment Socialista de Catalunya (MSC), Partit Socialista Unificat de Catalunya
(PSUC) Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Unió Democràtica de
Catalunya (UDC)305. En diciembre de 1969 realizaron su primera declaración
pública, dando a conocer un programa político en el que destacaban las exigencias 304 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 81. 305 Informe de la Jefatura Superior de Policía sobre los grupos políticos en Cataluña, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 9», Documento 560.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
109
sobre la amnistía general, las libertades democráticas y sindicales, el derecho a la
huelga y el restablecimiento del Estatuto catalán de 1932. La principal iniciativa de
la Comisión Coordinadora fue la constitución de la Assemblea de Catalunya, que
celebró su primera reunión en noviembre de 1971. En ella, además de los citados
grupos políticos, estaban también representadas las comarcas, universidades,
organizaciones sindicales, grupos profesionales y movimientos vecinales306. Se
trataba, pues, de una amalgama de intereses que confluían en dos puntos básicos:
sentimiento nacionalista y oposición al Régimen307.
Una vez fallecido el general Franco, la Comisión Coordinadora se disolvió, y
los partidos que la formaban –a los cinco antes citados hemos de añadir dos más
incorporados en 1974: el Partit Popular de Catalunya (PPC) y el Partido Carlista de
Cataluña (PCC)-‐ se integraron en el Consell de Forçes Polítiques de Catalunya. La
estructura más abierta de esta institución, fundada el 23 de diciembre de 1975,
permitió la entrada de Esquerra Democràtica de Catalunya (EDC), Partit Socialista
d'Alliberament Nacional (PSAN), Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y
Reagrupament Socialista i Democràtic de Catalunya (RSDC) 308. Su presentación
pública tuvo como escenario la ciudad de París, y se llevó a cabo el 23 de enero de
1976, ya con Sánchez-‐Terán en Barcelona309. En definitiva, cuando se hizo cargo
del Gobierno Civil, la Assemblea de Catalunya y el Consell de Forçes Polítiques eran
los referentes para establecer un diálogo fructífero con la oposición.
Los esfuerzos de Sánchez-‐Terán para tornar esa oposición en colaboración
precisaban del encuentro personal con los líderes de esos partidos. Un contacto
que, además de la inestimable ayuda de Pedro Durán, exigía una labor de
persuasión por parte del gobernador que fuera acompañada de hechos. Se trataba,
306 Fuerzas políticas y sindicales en Cataluña, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 9», Documento 561. 307 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 396. 308 “Constitución en Barcelona del Consell de Forçes Polítiques de Catalunya”, TeleExpres, 18/12/1975. 309 PREGO, Victoria; op. cit., p. 396.
Carlos González Martínez
110
al fin y al cabo, de convencer a sus interlocutores que el objetivo del Gobierno era
conducir al país hacia la democracia. A este respecto, resulta de interés reproducir
aquí un fragmento de las memorias de Sánchez-‐Terán en el que se relata uno de los
primeros encuentros con Jordi Pujol: “Me reuní en casa de Durán Farell con Jordi
Pujol, que proyectaba celebrar un congreso de Convèrgencia Democràtica de
Catalunya, y me pidió que no le mandara a la policía. Tenía fundadas sospechas de
que su organización había sido detectada por la Jefatura Superior y temía, en
consecuencia, la suspensión del mismo por la presencia policial e incluso algunas
detenciones. La respuesta inmediata fue: «Mandaré un policía, pero no para
suspender o detener, sino para proteger. Vais a utilizar un derecho normal de
reunión que pronto va a ser plenamente legalizado, y no veo inconveniente en que
lo podáis ejercer ya con motivo de vuestro congreso». De esta forma Convergència
Democràtica pasaba de la clandestinidad a la ilegalidad consentida, o más bien a la
legalidad anticipada” 310 . Durante los primeros meses de Sánchez-‐Terán en
Barcelona, se produjeron gestos similares con los restantes grupos políticos, lo que
contribuyó a crear un clima de confianza entre el gobernador y los líderes de la
oposición.
A pesar de su pertenencia al Consell, el PSUC permaneció al margen de esos
contactos de los primeros meses entre gobernador y representantes de los
partidos catalanes. La ideología comunista del grupo dirigido por Gregorio López
Raimundo desaconsejaba una reunión en fechas tan tempranas de la Transición.
Aún así, De Franco a la Generalitat recoge las dudas de Sánchez-‐Terán acerca de la
conveniencia de concertar un encuentro con Antonio Gutiérrez Díaz, uno de los
dirigentes del partido: “Le planteé al ministro de la Gobernación a primeros de
abril la posibilidad de esta entrevista y su respuesta fue muy clara: «Haz lo que
creas oportuno, pero yo no te lo aconsejo» y a continuación me contó la actitud del
presidente del Gobierno, del Ejército y del Consejo Nacional del Movimiento sobre
el reconocimiento del Partido Comunista. Fraga creía que en una situación
310 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 81.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
111
democrática el Partido Comunista debía ser legalizado, pero pensaba, en aquellos
momentos, que ello no sería posible hasta después de unas elecciones generales.
Tras sus palabras, el stop ante el PSUC era obvio. Pasaría casi un año hasta que yo
tuviera, en febrero de 1977, la primera reunión con los dirigentes del comunismo
catalán”311. Es decir, Sánchez-‐Terán no se entrevistó con ningún representante del
PSUC hasta después de la aprobación de la Ley Para la Reforma Política, ya en el
periodo de presidencia de Adolfo Suárez. Será una cuestión que, como todas las
referidas al segundo Gobierno de la Monarquía, abordaremos en el siguiente
epígrafe.
Una buena descripción de la situación política de Cataluña en los primeros
meses de 1976 precisa, para ser completa, de una referencia a Josep Tarradellas. Si
bien su relación con Sánchez-‐Terán no se inició hasta agosto de 1977, con motivo
de las negociaciones para el restablecimiento de la Generalitat, la sombra del
exiliado acompañó al gobernador a lo largo de toda su etapa en Barcelona. Josep
Tarradellas no era simplemente un político, era también el representante de una
historia truncada casi cuarenta años atrás; depositario de unos derechos que
cargaba sobre su persona desde que en 1954 sucediera a Josep Irla i Bosch como
presidente de la Generalitat de Cataluña312. Gozaba, por tanto, de gran autoridad
ante los catalanes y líderes de los distintos grupos políticos, siendo una fuerza a
tener muy en cuenta en el proceso de transición. De hecho, desempeñó un papel
fundamental en la sustitución de la Comisión Coordinadora, a la que consideraba
instrumento marxista, por el Consell de Forçes Polítiques313. Una vez constituido
este nuevo organismo e integrados en él todos los partidos catalanes, Tarradellas
311 Ibid, p. 82. 312 TARRADELLAS, Josep, “Ja sòc aquí”. Recuerdo de un retorno, Barcelona, Planeta, 1990, p. 13: “En cada etapa de la vida de los pueblos, toda su historia gravita sobre las situaciones que van surgiendo. Esa fuerza que no todo el mundo tiene la valentía de tener en cuenta, contribuye a infundir al político un robusto sentido de la responsabilidad y la conciencia de la necesidad de contar con una doctrina, con unos principios que marquen las pautas fundamentales de su actuación. Esto no tiene nada que ver con teorías abstractas, sino con las enseñanzas que se derivan de la misma experiencia histórica y política. Ya decían los antiguos que la historia es maestra de la vida”. 313 “Constitución del Consejo de Fuerzas Políticas de Cataluña”, Ya, 19/12/1975.
Carlos González Martínez
112
aceptó reunirse con ellos con el fin de establecer las bases para el restablecimiento
de la institución que representaban314. No en vano, el mismo había manifestado en
una entrevista concedida a Diario de Barcelona, que su vida “desde que pasé al
exilio, aparte de los tiempos que estuve en los campos de concentración, ha estado
al servicio de esta idea: ver restaurada la Generalitat de Catalunya”315. Como es
lógico, Sánchez-‐Terán seguía muy de cerca las relaciones de Josep Tarradellas con
el Consell, más estrechas desde ese acuerdo alcanzado en París en abril de 1976316.
Como gobernador debía considerar al presidente de la Generalitat como parte
peculiar, pero parte al fin y al cabo, de la tarea política que había ido a desempeñar
a Barcelona.
Pocos acontecimientos contribuyeron de forma tan decisiva a la tarea
aperturista de Sánchez-‐Terán como la visita de los Reyes en febrero de 1976. Don
Juan Carlos, consciente de la importancia de Cataluña en el proceso de cambio
político que se iniciaba, no dudó en elegirla como escenario de su primer viaje
oficial como monarca. A lo largo de esos días, sus gestos y palabras -‐llenas de
afecto a la cultura autóctona-‐ le granjearon el favor de buena parte del pueblo
catalán, al tiempo que allanaron el camino del gobernador en ámbitos tan
complejos como el político o el laboral317.
314 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 26. 315 “Una visión de Catalunya desde el exilio”, Diario de Barcelona , 23/4/1976: “Es por ello que los días 10 y 11 del corriente mes de abril, tuvieron lugar en París las interesantes conversaciones con el Consell, que espero serán muy positivas para Catalunya, pues posibilitarán más aún ampliar y reforzar una representatividad que hay que formalizar cuanto antes. Es evidente que ante la grave situación que atraviesa el Gobierno español, normal si tenemos presente su herencia, Catalunya se ha de presentar unida con un solo pensamiento y una sola actitud, y no para obstaculizar el presente y futuro de España, sino para llegar a fórmulas de convivencia que merezcan respeto y posibiliten la estructuración de un Estado en el que todos se sientan a gusto”. 316 Ibid: “Durante todo este tiempo he tenido la oportunidad de recibir la visita de los principales responsables de la Assemblea de Catalunya y del Consell de Forçes Polítiques”. 317 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 197: “El rey don Juan Carlos quiso demostrar desde el primer día de su reinado su especial sensibilidad por Cataluña, concediéndole el privilegio de se la primera región que visitó como monarca. El viaje, organizado por el gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, y la propia Zarzuela, resultó un gran éxito, cosechando los Reyes el fervor popular y el reconocimiento de su clase política y empresarial, y ganándose la confianza de un pueblo cohesionado en torno a la ilusión de recuperar su capacidad de organización propia. Fundamental
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
113
Ultraderecha Círculo Español de Amigos de Europa Guerrilleros de Cristo Rey Partido Español Nacionalsocialista Grupos de Acción Sindicalista
Derecha Unión Nacional Española Asociación Nacional Para el Estudio de Problemas Actuales Círculo Doctrinal José Antonio Unión del Pueblo Español Proveristas Unió Catalana Club Catalònia
Centro Reforma Social Española Tácito Democracia Social Cristiana de Cataluña Club Ágora Los Independientes-‐Centre Catalá
Izquierda Federación Socialista Catalana del PSOE Extrema Izquierda Partido del Trabajo de España
Organización Revolucionaria de Trabajadores Movimiento Comunista de Cataluña Organización Comunista de España Liga Comunista Liga Comunista Revolucionaria –ETA VI Partido Obrero Revolucionario de España Organización de Izquierda Comunista de España Acción Comunista Partido Comunista de España Organización Comunista de Lucha de Clases Bloc Socialista Revolucionari de Catalunya
Partidos políticos que operaban en Cataluña (no incluye a los miembros de Consell de Forçes Polítiques de Catalunya). Fuente: Diario de Barcelona, 8/2/1976, Dominical, pp. 3-‐9.
No es el objetivo de este trabajo describir los pormenores de la visita de don
Juan Carlos y doña Sofía a Cataluña, pues es una tarea que ya ha sido abordada por
la bibliografía existente. Obras generales sobre la Transición, así como las
memorias de algunos políticos catalanes y las del propio gobernador de Barcelona,
recogen con detalle los acontecimientos de esa semana. Sin embargo, resulta de
en el éxito de este viaje fue la tarea sutil y conciliadora del citado Sánchez-‐Terán, al que Suárez había aleccionado en Madrid de que su primer objetivo tenía que ser cuidar a los Reyes”.
Carlos González Martínez
114
interés reproducir aquí el comunicado oficial publicado por el Gobierno Civil de
Barcelona con motivo de la visita real, pues desglosa de forma resumida las
actividades previstas para esa estancia: “SS. MM. Los Reyes de España realizarán
su primera visita oficial a Cataluña la próxima semana. El viaje, cuyo detalle será
facilitado oportunamente, incluirá visitas a las provincias de Barcelona, Lérida,
Tarragona y Gerona, con un denso programa de audiencias con corporaciones y
entidades representativas, actos culturales, conocimiento de diversas
realizaciones, obras y servicios, y reuniones de trabajo para informarse de modo
directo de la problemática catalana. SS. MM. Asistirán a un acto religioso en la
basílica de Montserrat. Durante todo el viaje serán acompañados por miembros del
Gobierno, en calidad de ministros de jornada. Don Juan Carlos y doña Sofía
residirán, como en sus habituales visitas a Barcelona, en el palacete Albéniz de
Montjuich”318. No estaba previsto, por tanto, un encuentro con los grupos de
oposición. Pero esto no quiere decir que la Zarzuela, Gobernación y el Gobierno
Civil no se plantearan esa posibilidad319 . Sánchez-‐Terán estudio la cuestión
durante los días previos a la visita de los Reyes, consultándola tanto con los
políticos catalanes, como con Alfonso Armada y Manuel Fraga320. Finalmente la
opción se descartó por las complicaciones que comportaba un encuentro de don
Juan Carlos con los miembros de una institución ilegal, el Consell de Forçes
Polítiques, donde además había representantes de ideología socialista y comunista.
318 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 47. 319 POWELL, Charles; Juan Carlos… op. cit., p. 167: “En vísperas de la visita del rey, Fraga autorizó al gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, a que sondeara la posibilidad de organizar un encuentro privado entre don Juan Carlos y los dirigentes de la oposición catalana. Esta posibilidad se descartaría posteriormente ante la imposibilidad de excluir de un encuentro de este tipo a los representantes del socialismo y comunismo catalán, con los cuales el gobierno todavía no había establecido relación alguna”. 320 ABELLA, Carlos, op. cit., pp. 65-‐66: “La visita de los Reyes fue un éxito completo, y su gesto de brindar a Cataluña su primer viaje por España como Reyes mereció el reconocimiento y el afecto de los barceloneses, que les tributaron una cálida acogida. Los Reyes llegaron a visitar -‐fuera de programa-‐ alguna zona industrial conflictiva, pero, de común acuerdo con la Zarzuela, Sánchez-‐Terán no organizó ningún encuentro con los políticos de la oposición”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
115
El gobernador decidió, con el respaldo de todos sus interlocutores, que era
demasiado pronto para que se produjera una audiencia de esas características321.
Partidos Políticos Principales representantes Unió Democràtica de Catalunya Antón Cañellas y Borja Aragay Partit Socialista Unificat de Catalunya Gregorio López Raimundo Partit Popular de Catalunya Juan Colomines y Enric Moltó Front Nacional de Catalunya Joan Cornudella y Joan R. Colomines Convergència Democràtica de Catalunya Jordi Pujol y Miquel Roca Convèrgencia Socialista de Catalunya Joan Reventós y Raimon Obiols Partit Socialista d´Alliberant Nacional Joan Armet Partido Carlista de Cataluña Josep Badia y Joan Cabré Reagrupament Socialista de Catalunya Josep Pallach y Amadeo Cuitó Esquerra Republicana de Catalunya Heribert Barrera Esquerra Democràtica de Catalunya Ramón Trias Fargas y Jaume Casanovas Partidos políticos que formaban el Consell de Forçes Polítiques de Catalunya. Fuente: Diario de Barcelona, 8/2/1976, Dominical, pp. 3-‐9.
El Rey pronunció su primer discurso, sin duda el más importante de la
visita, el 16 de febrero, en la recepción oficial celebrada en el Tinell322. Sus
palabras estaban cargadas de contenido político, así como de afecto y respeto a la
cultura catalana. “Llego con emoción a Cataluña, en este mi primer viaje oficial
como Rey de España. El Rey, que -‐en expresión de las Leyes Fundamentales-‐ es el
representante supremo de la nación, quiere estar en contacto permanente con
cuantos elementos la integran, quiere ser Rey de todos los ciudadanos y de todos
los pueblos que constituyen la sagrada realidad de nuestra Patria. No puede haber
distancia ni barrera entre la institución monárquica y el pueblo, para cuyo servicio
aquella existe”. En este fragmento inicial Don Juan Carlos reiteraba, con otras
321 Ibid, p. 53: “Por supuesto, no es que el rey se negara a hablar con ellos, sino que yo, en contacto con Alfonso Armada y Fraga, debía evaluar la sensibilidad política del momento y me parecía evidente que, cuando el Gobierno no había tomado contacto público con los dirigentes socialistas, el Rey no podía sobrepasar o desautorizar a su Gobierno…” 322 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 36: “El primer recibimiento oficial fue organizado en el Salón del Tinell. No era habitual celebrar allí actos solemnes de este tipo. Posteriormente, alguien me haría observar que el rey había querido ser recibido en el Tinell por ser éste la dependencia de nuestros condes-‐reyes. Era un primer signo de Juan Carlos de Borbón, con el que subrayaba discretamente que era el descendiente de las antiguas dinastías catalano-‐aragonesas y que como tal quería que se le tuviera”.
Carlos González Martínez
116
palabras y en tierras catalanas, su voluntad de ser el Rey de todos los españoles –
“quiere ser Rey de todos los ciudadanos”-‐, e iniciaba un reconocimiento al hecho
diferencial y la personalidad propia de Cataluña -‐“…y de todos los pueblos que
constituyen la sagrada realidad de nuestra Patria”-‐ que completaría a lo largo de
otros pasajes de su intervención: “Bien sabéis que mi cariño por Cataluña me viene
de antiguo, que mis abuelos mostraron especial predilección por estas tierras y
que yo mismo he pasado entre vosotros jornadas llenas de interés y gratos
recuerdos. Quisiera hoy reafirmar la importancia excepcional que atribuyo a
Cataluña, y a la personalidad catalana, en el conjunto de las tierras de España”. Por
último, don Juan Carlos expuso de forma breve su proyecto de transición, un
camino hacia la democracia a través de la ley y sin sacrificar el orden y la paz social
existente: “Yo quisiera convocaros hoy a todos a una gran tarea de ilusión y
entusiasmo para el futuro, desde esta Barcelona, ànima guiadora, como ha sido,
Cap i casal de Cataluña. Una obra común fundamentada en la libertad de cada uno,
a la que no podemos renunciar, porque Dios nos la ha dado. Una empresa colectiva
que se asiente en la participación de todos en los asuntos públicos, base de una
democracia auténtica orientada al bien común. Una gran tarea de paz y armonía
social, resultado del respeto a la ley, de la que el Rey es guardián”323. Ahora bien, el
momento más emotivo del discurso llegó cuando don Juan Carlos comenzó a
hablar en catalán324. Ese gesto del fue acompañado de los emocionados aplausos
de los asistentes que, después de “cuarenta años, en los que su lengua había sido
prohibida primero, postergada después y siempre devaluada, oían –
inesperadamente-‐ a su Rey hablar en su idioma”325. El discurso tampoco pasó
desapercibido para Josep Tarradellas, que años después lo recordaría en sus
323 “No puede haber distancia ni barrera entre el Rey y el pueblo”, El Correo Catalán , 17/2/1976. 324 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 154: “En el ámbito simbólico, tuvo especial resonancia la visita de los reyes a Cataluña, en el transcurso del cual el monarca utilizó repetidamente el catalán en sus discursos. Durante la misma se anunció la creación de una comisión para estudiar la implantación de un régimen administrativo para las cuatro provincias catalanas, impulsada por el presidente de la diputación barcelonesa, Juan Antonio Samaranch, que pretendía una cierta institucionalización de Cataluña como región. A sugerencia de Pujol, recogida por Sánchez-‐Terán, también se acordó permitir la inscripción en el registro civil de nombres vernáculos "en cualquier lengua de la nación". 325 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 50.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
117
memorias con estas palabras: “El amor apasionado que el catalán profesa por su
idioma no fue insensible al detalle de un rey que rendía homenaje a la lengua
catalana, no con parrafadas de retórica, sino usándola en un acto oficial326”.
Otra de las intervenciones destacadas de don Juan Carlos, aunque sin duda
menos brillante que la del Tinell, fue la que se produjo el sábado 21 de febrero con
motivo de su visita a Cornellà. Los Reyes se desplazaron a uno de los puntos de
mayor conflictividad laboral de la provincia, contribuyendo con su presencia a
apaciguar los ánimos. Una vez más, las palabras del monarca contribuyeron de
manera decisiva en la tarea de reducir los recelos ante toda autoridad en general, y
hacia la del gobernador civil en particular: “Hemos venido, la Reina y yo, a
Cornellà, al Bajo Llobregat, a conoceros y a que nos conozcáis. Quiero que sepáis
que el Rey siente como propios los problemas del mundo del trabajo. Y esto no son
palabras fáciles. Las Leyes Fundamentales dicen que España constituye una
Monarquía social, y es mi deber cuidar que así sea. Estad seguros de que os
reconocerán y pondrán en aplicación todos vuestros derechos, como ciudadanos y
como trabajadores”327.
En definitiva, la visita de los Reyes a Cataluña contribuyó a dotar de crédito
al proyecto reformista y a la tarea de Sánchez-‐Terán en el Gobierno Civil. Además,
como bien quedó demostrado en su paseo del domingo 22 de febrero, don Juan
Carlos y doña Sofía se ganaron el cariño de los habitantes de la Ciudad Condal. No
en vano, en De Franco a la Generalitat se define el tránsito de los monarcas entre la
Merced y Colón como “la apoteosis final” de esa estancia328.
326 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 38. 327 “Es mi deber fundamental cuidar de que la Monarquía sea social”, Arriba, 22/2/1976. 328 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 55: “La apoteosis final se produjo el domingo por la mañana. Estaba previsto oír misa ante la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona, como feliz culminación del viaje. Al finalizar el acto litúrgico, el Rey, al ver la espléndida mañana barcelonesa me sugirió que fuésemos andando hasta el paseo de Colón. Enfilamos la calle para coger los coches junto al Gobierno Militar. En pocos momentos –y aún no me explico cómo-‐ se formó una multitud que nos empezó a seguir por la calle. Todos querían saludar a los Reyes y la avalancha empezó a arrollarnos, la guardia y la policía que protegía a la familia real fue desbordada.
Carlos González Martínez
118
Sin embargo, la relación entre el Rey y el presidente del Gobierno generó
una profunda inquietud en el gobernador, que fue testigo directo de las diferencias
existentes entre ambos: “El presidente Arias durmió tres días en el pabellón del
Gobierno Civil. Como invitado nuestro, su compañía –especialmente en desayunos
y cenas-‐ no pudo ser más grata por su gran calidad humana. Pero sus palabras
evidenciaban algo realmente grave. El presidente era el heredero del pasado, el
Rey la esperanza de otro futuro. Las diferencias de edad y de mentalidad entre
ambos eran casi insalvables. Aquello no podría continuar así por mucho
tiempo”329.
3.2. La reforma “Suárez”.
En la tarde del 30 de junio, el presidente Arias recibió una llamada de la
Zarzuela. Don Juan Carlos quería reunirse con él al día siguiente en el Palacio Real,
nada más terminar la ceremonia de presentación de credenciales de los nuevos
embajadores de Argentina, Camerún, Irak y Sudán330. Apenas habían pasado tres
semanas desde la importante visita del Rey a los Estados Unidos, acontecimiento
que sin duda supuso un “impulso moral” para llevar a cabo la difícil tarea de cesar
a Carlos Arias331. La elección del 1 de julio para iniciar el relevo en la presidencia
del gobierno se hizo teniendo en cuenta el carácter quincenal de las reuniones del
Apestegui y yo tuvimos que hacer una protección especial para el príncipe Felipe; el Rey acabó con rasguños en las manos. El pueblo sencillo de Barcelona que habita en torno a la iglesia de la Merced había rendido a los Reyes el más espontáneo y sincero homenaje de admiración y afecto”. 329 Ibid, p. 56. 330 ARIAS NAVARRO, Carlos; en Franco visto por sus ministros, Barcelona, Planeta, 1981, p. 313: “…cuando me dirigía a mi domicilio, sonó el teléfono de mi automóvil. Al pretender mi secretario informarme de una llamada de La Zarzuela, le rogué que cortara la comunicación y conectara más tarde con la línea oficial, en mi casa. Así fue, y supe del lugar y hora que Su Majestad había fijado para una audiencia que yo suponía muy importante para mí". 331 PREGO, Victoria; op. cit., p. 473: “El discurso pronunciado en Washington le ha dado al Jefe del Estado español, además del espaldarazo internacional, el impulso moral para hacer lo que tiene que hacer: cesar a Arias. Los Reyes vuelven de Estados Unidos el día 6 de junio, domingo. En los días siguientes el Rey habla con Torcuato Fernández-‐Miranda y entre los dos eligen la fecha”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
119
Consejo del Reino, organismo de donde debería salir la terna de candidatos a la
presidencia, y que tenía prevista su próxima sesión para ese mismo día.
Desde los primeros días de la Transición parecía evidente que Carlos Arias
no era la persona adecuada para llevar a cabo el cambio político. No se trataba ya
de su falta de entendimiento con don Juan Carlos, de la que han dejado muestra en
sus memorias algunos de los ministros de ese Gobierno, sino de su compromiso
con los ideales del régimen anterior332. Algunos de los párrafos del discurso
pronunciado por el presidente el 28 de abril, retransmitido por televisión y radio a
toda la nación, son muestra de la concepción que tenía de sí mismo como defensor
de los valores del franquismo: “Tres meses han transcurrido desde el 28 de enero
último, fecha en que expuse ante las Cortes las líneas básicas del programa de
gobierno. Se había cerrado, con dolor de la nación, una larga etapa histórica que,
con el esfuerzo y el sacrificio de todos y bajo la guía experta y segura de Francisco
Franco, había alumbrado y consolidado una España radicalmente distinta.
Habíamos iniciado una nueva andadura que, aunque se adivinaba difícil, se nos
presentaba con claros signos de seguridad y confianza. Sin solución de continuidad
nuestro pueblo había expresado, con voluntad plebiscitaria, sus sentimientos en su
impresionante y sobrecogedor adiós al Caudillo, gratitud por la obra que para
España y los españoles Franco había llevado a cabo, y decisión de defender su
limpia herencia”333 . Sin duda, eran demasiadas referencias al pasado en un
discurso que tenía como fin explicar a los ciudadanos la reforma política que el
Gobierno pretendía llevar a las Cortes.
Todo parecía indicar que Carlos Arias no mantendría la confianza del Rey
durante mucho tiempo. Sin embargo, el acontecimiento del 1 de julio fue una
332 MARTÍN VILLA, Rodolfo; Al servicio del Estado, Barcelona, Planeta, 1984, p. 107: “En mis despachos con el Rey y con el presidente pude advertir la falta de sintonía que había entre ellos en casi todos los ámbitos”. 333 Texto de la alocución del presidente del Gobierno, don Carlos Arias Navarro, dirigida a todos los españoles a través de TVE y Radio Nacional de España (28 abril 1976). Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 14», Documento 665.
Carlos González Martínez
120
sorpresa para todos los españoles, incluidos los miembros de su Gabinete334. Las
primeras informaciones llegaron a Barcelona de la mano de Juan Antonio
Samaranch, presidente de la Diputación, que las transmitió a Sánchez-‐Terán en
torno a las cuatro y media de la tarde335. Así lo recordaba el por entonces
gobernador civil: “Cuando estaba hablando en los Brucs, en una reunión comarcal
con 87 alcaldes, sonó el teléfono y Samaranch me trasmitió la noticia336. Pronto
comenzaron a llegar télex confirmando la veracidad de los rumores337. Ante lo
inesperado de la noticia, Sánchez-‐Terán telefoneó a Manuel Fraga a las seis de la
tarde: “¿Qué hay Salvador…? Pues… yo creo que es enteramente un problema
personal que venía acumulándose de tiempo atrás, un problema de cansancio y…
de inconformidad con unos y con otros (…) ¿En este momento? Que hagas lo que
hago yo: estar tranquilo y despachar como si no pasara nada, que es lo que yo
estoy haciendo” 338 . Las impresiones del gobernador tras esa conversación
telefónica están recogidas en De Franco a la Generalitat. Sánchez-‐Terán se percató
de que Manuel Fraga, uno de los principales referentes del reformismo, estaba al
margen de esa operación política339. El relevo de Carlos Arias también fue una
sorpresa para otra de las grandes figuras de ese Gobierno: José María de Areilza. Si
bien, con motivo de la presentación de credenciales, a la que tenía que asistir en
334 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 134: “La dimisión de Arias, no obstante los síntomas de crisis apuntados desde semanas atrás, se produce de forma fulminante y con sorpresa para todos, y especialmente sus propios ministros”. 335 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012. 336 ABELLA, Carlos; op. cit., Madrid, Espasa, 2006, p. 90: “Federico Silva, que sí estaba prevenido de que algo podía ocurrir, se enteró a las cuatro y media de la tarde, casi al mismo tiempo que el gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, al que avisó Juan Antonio Samaranch”. 337 Crisis de Gobierno a 630 kilómetros. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 17», Documento 721: “Confirmo a V. E. mi télex anterior núm. 33 ampliándolo en el sentido de notificarle que S. M. El Rey, Q. D. G., ha aceptado la dimisión del presidente del Gobierno D. Carlos Arias Navarro. De acuerdo con lo dispuesto en la Ley Orgánica del Estado, se ha hecho cargo interinamente de la Presidencia el vicepresidente primero teniente general d. Fernando de Santiago y Díez de Mendívil. Todas las instrucciones de dicho télex anterior se confirman expresamente”. 338 “La crisis desde el despacho de Fraga”, ABC, 2/7/1976. 339 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 135: “Tuve la sensación de que a Fraga no le sorprendió el hecho, pero sí la forma de producirse y en todo caso parecía claro que no estaba en el meollo de la crisis, ni conocía su gestación, ni la había provocado, ni sabía su desenlace”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
121
calidad de ministro de Exteriores, don Juan Carlos le había anunciado el carácter
inminente de una importante noticia política340.
“En general, en Barcelona la marcha de Arias Navarro fue acogida con
satisfacción”341. La prensa local atribuía a don Juan Carlos un papel crucial en la
decisión -‐a pesar de que la nota oficial utilizaba el término “dimisión”342-‐ y
consideraba que iba encaminada a acelerar la reforma343. También las opiniones
de los partidos políticos catalanes se situaban en esa línea, llegando a calificar al ex
presidente como el último puente entre el reformismo y el búnker o como un
elemento entorpecedor para el cambio político344. Ahora bien, todos coincidían en
la necesidad de que la Zarzuela completara su labor en la crisis gubernamental que
acababa de abrir, nombrando un nuevo presidente de entre los tres incluidos en la
terna del Consejo del Reino345.
La elección de Adolfo Suárez, secretario general del Movimiento en el
gobierno de Arias Navarro, causó una enorme sorpresa en los círculos políticos del
país346. Actitud que, con algunas excepciones, fue seguida de un profundo rechazo
340 PREGO, Victoria; op. cit., p. 484: ““El Rey estaba preocupado, estaba muy serio, con una cara como de no haber dormido. A la salida, el Rey me dijo: «Va a haber noticias políticas importantes, pero no puedo pedirte más que discreción absoluta porque no quiero que se vaya más allá». Yo tuve enseguida el pálpito de que se trataba de un cambio de gobierno” 341 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 134. 342 Comunicado del Ministerio de Información y Turismo con motivo de la dimisión del presidente Carlos Arias Navarro. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 17», Documento 727 (bis): “En el día de hoy S. M. el Rey, oído el Consejo del Reino, ha tenido a bien aceptar la dimisión que, a petición propia, le ha solicitado el presidente del Gobierno, don Carlos Arias Navarro”. 343 “El Rey puede haber sido protagonista decisivo del relevo de Carlos Arias”, Diario de Barcelona, 2/7/1976: “Lo primero que parece claro a las pocas horas de conocida la noticia es que el Rey ha tomado una iniciativa de trascendencia. Al menos así empieza a interpretarse en medios políticos. El cese del presidente Arias puede ser la primera medida de una intervención de Zarzuela en el confuso, peligroso y casi agotado panorama de la reforma”. 344 “Repercusiones en Barcelona”, La Vanguardia, 2/7/1976. 345 “Con el sucesor sabremos el calibre de la crisis”, La Vanguardia, 2/7/1976. 346 OREJA AGUIRRE, Marcelino; Memoria y esperanza. Relatos de una vida, Madrid, La Esfera de los libros, 2011, p. 141: “La reacción al nombramiento de Adolfo Suárez fue en general negativa y recibí llamadas, entre otros, de Francisco Fernández Ordóñez, Pío Cabanillas y amigos de la democracia cristiana, como Íñigo Cavero, sorprendidos por la decisión. Le veían como un hombre del Movimiento, con escasa credibilidad, y aunque su discurso en las Cortes sobre la Ley de Asociaciones Políticas causó buena impresión, nadie pensaba que una persona de sus
Carlos González Martínez
122
y calificada como un “inmenso error” de don Juan Carlos347. Las manifestaciones
públicas de los líderes catalanes siguieron también esa línea de conducta
mayoritaria348. Josep Benet, miembro de la Assemblea de Catalunya, consideraba la
elección de Suárez como “la muerte del reformismo”, mientras que Joan Corcuera,
del Front Nacional de Catalunya, hablaba de “esperanzas defraudadas”. En
términos similares se expresaba el líder de Unió Democràtica de Catalunya, Antón
Cañellas, para el que el nuevo presidente era el mejor ejemplo de “las limitaciones
de la reforma”349. Este desencanto producido por la elección del Rey se intensificó
cuando se hizo pública la composición del nuevo Gobierno, formado con no pocas
dificultades y con la ausencia de grandes figuras de la reforma como José María de
Areilza, Manuel Fraga o Joaquín Garrigues350.
La noticia del nombramiento de Suárez sorprendió tanto a Sánchez-‐Terán
como la dimisión de Arias Navarro. No tenía una relación demasiado estrecha con
el nuevo presidente, aunque habían mantenido suficientes conversaciones como
para percatarse de que era un hombre partidario de la reforma, un político en el
características fuera capaz de conducir un proceso de cambio como el que necesitaba España en ese momento”. 347 CIERVA, Ricardo de la, “¡Qué error, qué inmenso error!” en El País, 8/7/1976: “Nada mejor que unas palabras de Franco para titular la crónica sobre el advenimiento del primer Gobierno de Franco en la Monarquía; el primer Gobierno franquista del postfranquismo. Tal expresión no implica la menor connotación peyorativa, impropia en el cronista; es una simple y descarnada descripción. El error consiste, primeramente, en haber designado a un nuevo Gobierno de Franco cuando toda la opinión política interior y exterior -‐ojo, digo opinión política, no simplemente clase política-‐ esperaba, después de la cordial defenestración de don Carlos Arias, la inauguración del primer Gobierno del nuevo régimen. Y en lugar de eso nos hemos topado con un error, un inmenso error. Esto es un Gobierno de Franco, primero, por lo inesperado y desvinculado de la opinión política; segundo, por la conjunción de las fuerzas sociales que articulaban el franquismo; tercero, porque aparenta una fachada diferente del contenido y las raíces; cuarto, porque deja al margen a las fuerzas siempre marginadas; la oposición, las regiones, la media nación femenina”. 348 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Una vez formado, con dificultades y desasistencias el primer Gobierno de Suárez, la reacción en Cataluña fue muy negativa”. 349 “Impresiones en la Ciudad Condal”, La Vanguardia, 2/7/1976. 350 Resumen mensual informativo de la Jefatura Superior de Policía. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 17», Documento 724: “Una vez conocida la composición del nuevo gabinete ministerial, las diversas opiniones de la oposición catalana han reflejado el desencanto de que no formen parte de él diversas personalidades del anterior Gabinete”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
123
que don Juan Carlos había depositado se confianza351. Además, su amigo Francisco
Lozano continuaba en el Ejecutivo y muchos de los nuevos ministros eran ex
compañeros del Colegio Mayor San Pablo352. Aún así, el gobernador de Barcelona
prefirió no precipitarse a la hora de decidir su continuidad en el cargo353. Primero
se reunió con Manuel Fraga el día 5 de julio en el Ministerio de la Gobernación354.
El ministro en funciones le confirmó que no estaba dispuesto a formar parte del
nuevo Gobierno, pero en ningún momento le pidió que dimitiera de su cargo355.
Ambos habían colaborado de manera estrecha desde los años de PROLESA,
alimentando una relación que se basaba tanto en un proyecto político común –la
transición pacífica a la democracia-‐ como en el respeto y admiración que
mutuamente se profesaban. Con la irrupción de Suárez sus caminos comenzaron a
separarse, si bien las discrepancias ideológicas, como veremos más adelante, no se
manifestaron hasta la fundación de Alianza Popular.
El segundo movimiento realizado por el gobernador de Barcelona fue
entrevistarse con Rodolfo Martín Villa, sustituto de Manuel Fraga en Gobernación.
La conversación tuvo lugar el 17 de julio, y tras ella quedó plenamente convencido
de los objetivos democratizadores del Ejecutivo356. Circunstancia que, unida a su
351 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 141: “…yo me había comprometido ante el Rey y ante mí mismo a gobernar la transición a la democracia en Cataluña. El propósito del Rey seguía firme y éste era el presidente y el Gobierno de su confianza”. 352 Ibid., p. 137: “Al fin, Alfonso Osorio, con los Tácitos y hombres de los Propagandistas, vertebra el esqueleto básico del equipo ministerial –Oreja en Exteriores, Lavilla en Justicia y Carriles en Hacienda…” 353 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “…e incluso dude si debía quedarme de gobernador en Barcelona –y lo cito en el libro. Pero tenía bastante claro que yo había ido a gobernar la Transición en Barcelona y que en el nuevo gobierno había gente muy amiga mía: Landelino, Marcelino, Alfonso… y no tenía nada en contra de Suárez. Era gente de mi edad, de mi generación, así que decidí quedarme”. 354 ABELLA, Carlos; op. cit., p. 103: “…este lunes 5 de julio, el gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, visitó a su todavía ministro Manuel Fraga -‐que le hizo esperar media hora-‐ y que nada más recibirle admitió que acababa de tener una larga y no fácil conversación con el Rey, reconociéndole que «han jubilado anticipadamente a nuestra generación»”. 355 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 137. 356 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “Bueno, pues supongo, que tendría la reacción de cierta sorpresa, como sucedió con la mayor parte de los españoles. Y, por supuesto, hablé con él (…) Sánchez-‐Terán se mantuvo en su cargo, porque era bueno y lógico que siguiera en Barcelona”.
Carlos González Martínez
124
compromiso con la Corona y a la declaración programática del Gobierno, “con la
que estaba totalmente de acuerdo”, le convencieron para continuar357. Ese texto,
estructurado en doce puntos, establecía dos prioridades para la etapa que se
inauguraba: “proseguir con renovado impulso el proceso de transformación
política y abordar con decisión y coherencia los problemas sociales y
económicos”358. A su vez, el Gobierno reconocía que la soberanía residía en el
pueblo, y comprometía a instaurar un sistema democrático, “basado en la garantía
de los derechos y libertades cívicas, en la igualdad de oportunidades políticas para
todos los grupos democráticos y en la aceptación del pluralismo real”359. Para
Salvador Sánchez-‐Terán, aquella declaración programática, tan alejada de las
ambigüedades e inconcreciones que caracterizaban al discurso de Carlos Arias, fue
el primer acierto del Gobierno Suárez360. Así lo manifestó también el Grupo Tácito,
en un artículo publicado a mediados de julio, donde destacaban el compromiso de
convocar unas elecciones generales libres antes del 30 de junio de 1977361.
En el plazo de dos semanas, ese Gobierno tachado despectivamente con el
calificativo de “penenes” empezó a cumplir lo anunciado en su primera
declaración. En el Consejo de Ministros del 30 de julio, celebrado en La Coruña
bajo la presidencia de don Juan Carlos, se dio respuesta a una de las grandes
reivindicaciones de la ciudadanía al aprobar un Decreto-‐Ley sobre Amnistía362. La
nueva normativa, que afectaba a los delitos políticos y de opinión, así como a los de
sedición y rebelión militar, fue acogida de forma positiva por la prensa y por la
oposición moderada363. Por su parte, la izquierda recibió la noticia con cautela, si
357 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 137. 358 Declaración política del nuevo Gobierno (julio de 1976), Madrid, Ediciones del Movimiento, 1976, p. 19. 359 Ibid. 360 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 138. 361 “Una semana después”, Ya, 23/7/1976: “…unas elecciones generales libres y competitivas por las que pueda conocerse la voluntad de nuestro pueblo”. 362 Decreto-‐Ley de 30 de julio de 1976 (BOE de 4-‐8-‐1976), sobre Amnistía. 363 “El Consejo de la amnistía”, La Vanguardia, 31/7/1976.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
125
bien empezaba a ser evidente que Suárez y sus ministros estaban dispuestos a
cumplir los compromisos asumidos públicamente364.
El primer encuentro entre Sánchez-‐Terán y el nuevo presidente del
Gobierno se produjo el 25 de agosto. Ambos mantuvieron una larga conversación
en la que el gobernador le informo detalladamente de la realidad política y social
de Cataluña, así como las principales reivindicaciones de la oposición,
especialmente la referida al restablecimiento de la Generalitat. Suárez agradeció su
exposición, y procedió a explicarle los planes de reforma previstos por el
Gobierno365. Estos tenían como primer objetivo la aprobación parlamentaria de la
Ley Para la Reforma Política, cuyo texto definitivo aún no estaba terminado, y la
convocatoria de un referéndum366. La reunión también sirvió para concretar los
detalles de la visita que el presidente tenía previsto realizar a Barcelona a finales
de septiembre, y que, por motivos políticos relacionados con la reforma, no se llevó
a cabo hasta el 20 de diciembre367. Ahora bien, esto no impidió que, a partir de un
programa de entrevistas elaborado por Sánchez-‐Terán y Rodolfo Martín Villa,
Suárez comenzara a reunirse con algunos de los principales políticos de Cataluña:
“Santiago Udina, de Unió Catalana; José A. Linatti Jiménez Artigas e Ignacio
Ventosa, del Club Catalònia; Juan Mas Cantí, Carles Güell y Joaquín Molins, de
Centre Catalá; Ramón Trias Fargas, de Esquerra Democràtica; Jordi Pujol, de
364 PREGO, Victoria; op. cit., p. 520. 365 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Mi primera entrevista a fondo con el Presidente Suárez tuvo lugar el 25 de agosto por la tarde. Durante más de dos horas yo le expliqué con todo detalle la realidad política de Cataluña (partidos, tendencias, reivindicaciones, dirigentes políticos, clima social y sindical…). Y Adolfo me expuso con claridad su proyecto político: la Ley de Reforma Política se estaba ultimando, luego convocaría el Referéndum para aprobarla y a continuación pactaría con la oposición la convocatoria de elecciones generales democráticas. Respecto al tema catalán aceptaba, en principio, mis conclusiones operativas, pero de momento el Gobierno no iba a definir su postura respecto al restablecimiento de la Generalitat y al diálogo con Tarradellas, ya que el referéndum y las elecciones generales tenían absoluta prioridad”. 366 PREGO, Victoria; op. cit., p. 529: “Torcuato Fernández-‐Miranda entrega al presidente del Gobierno el borrador del Proyecto de Ley para la Reforma Política. Es el día 23 de agosto, lunes, y Adolfo recoge en sus manos lo que puede ser el talismán, la llave jurídica que puede hacer posible la reforma tal y como el Rey y el presidente de las Cortes y del Consejo del Reino la han entendido siempre: desde el respeto más escrupuloso a la legalidad vigente…” 367 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 150.
Carlos González Martínez
126
Convèrgencia Democràtica de Catalunya, y Josep Pallach, del Partit Socialista de
Catalunya (ex Reagrupament), de tendencia socialdemócrata”368.
Toda esa labor por acercar la realidad catalana al presidente del Gobierno
estuvo a punto de echarse a perder con motivo de sus polémicas declaraciones a
París-‐Match. En los últimos días del verano, la revista francesa publicó un reportaje
fotográfico de Suárez y su familia acompañado de una entrevista en la que se
incluía una respuesta del presidente despreciando el valor académico del vasco y
del catalán: “encuéntreme primero profesores que puedan enseñar química
nuclear en vasco, en catalán, etcétera. Seamos serios…”369. La publicación fue
seguida por una avalancha de críticas procedentes de diversos ámbitos de la vida
cultural y política de Cataluña. La organización nacionalista Òmnium Cultural,
fundada de forma clandestina en 1961 y legalizada seis años después, emitió un
comunicado donde se hacía especial hincapié en el grave daño que esas palabras
causaban a la lengua catalana370. El texto fue publicado en la mayor parte de los
diarios locales, donde también se incluían otras declaraciones y editoriales de
representantes del mundo universitario, como las del rector de la Universidad
Autónoma de Barcelona, Josep Laporte 371 . Ante el cariz que tomaban los
acontecimientos, Sánchez-‐Terán consideró oportuno que el Gobierno recuperara la
iniciativa y apagara el incendio provocado por las inoportunas declaraciones a
París-‐Match: “propuse a Presidencia y Gobernación un comunicado, que aceptaron
y que la prensa de Barcelona publicó con grandes titulares y con satisfacción, pues
368 Ibid, p.150 369 “Franco m´a dit avant sa mort: préparez-‐vous à rétabli la démocratie”, Paris-‐Match, 28/8/1976. 370 “LÒmnium contesta les declaracions”, Avui, 28/8/1976: “La gravetat d´aquesta afirmació, per a nosaltres és doble: d´una banda ens obliga a desmentir davant l´opinió estrangera –a la qual s´adreça, parlant de la cultura calana una alta autoritat española-‐, una versió tan equivocada de la realitat i de les possibilitats de la nostra llengua per a l´expressió científica…” 371 “La opinión catalana, disgustada por las afirmaciones de Suárez”, Diario de Barcelona, 29/8/1976: “Absolutamente absurdo. He quedado asombrado, es incomprensible. Me parece muy grave porque demuestra un desconocimiento total del tema, y como firmante de la declaración de Prada sobre el uso del catalán como lengua científica, me remito a lo que dijimos en esta declaración.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
127
zanjaba un incidente enojoso”372. La nota oficial elaborada por el Gobierno Civil
decía así: “Con motivo de la visita a Madrid del Gobernador Civil de Barcelona, para
asistir a la reunión de Gobernadores Civiles, el Presidente del Gobierno D. Adolfo
Suárez ha llamado expresamente al Sr. Sánchez-‐Terán para aclarar el contenido de
sus declaraciones a la Revista PARÍS-‐MATCH en torno a la lengua catalana y vasca.
El presidente del Gobierno ha mostrado su preocupación por los comentarios
aparecidos en la prensa, basados en palabras textuales incluidas en la entrevista,
palabras que no responden a la idea que él expresó, ni a su criterio sobre la
utilización del catalán, en las más amplias y complejas actividades culturales y
científicas. A la pregunta del entrevistador sobre si hoy podría impartirse la
enseñanza del Bachillerato en catalán o en vasco, el Presidente se limitó a
constatar el hecho de la insuficiencia del número de profesores para abordar esta
tarea, sin ningún juicio restrictivo o peyorativo sobre la capacidad de las lenguas
regionales, o sobre las causas de este hecho. No ofrece ninguna duda al Sr.
Presidente la capacidad de la lengua catalana para acometer los más profundos y
actualizados estudios universitarios y científicos. El Presidente conoce los estudios
que realiza sobre la utilización del catalán en la enseñanza el Ministerio de
Educación y Ciencia, y desea conocer sobre la misma los criterios de
personalidades cualificadas de la enseñanza y de la cultura catalana, con ocasión
de su próxima visita a Barcelona”373.
Una vez sorteada la polémica, también el ministro de la Gobernación quiso
establecer los primeros contactos con la oposición catalana. Rodolfo Martín Villa
aprovechó una visita de tres días a Barcelona para recibir en audiencia en la sede
del Gobierno Civil a varios dirigentes políticos374 . Sin embargo, como relata
Sánchez-‐Terán en De Franco a la Generalitat, siguiendo el mismo criterio que el
empleado para confeccionar la lista de entrevistas del presidente, el ministro
372 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 165. 373 Dossier. Repercusiones a las declaraciones al semanario «París-‐Match» del presidente del Gobierno don Adolfo Suárez. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 21», Documento 794, p. 2. 374 “El ministro de la Gobernación en Barcelona”, La Vanguardia, 5/9/1976.
Carlos González Martínez
128
consideró prematuras las reuniones con los grupos socialistas. Estas quedaron
limitadas a Unió Catalana, Reforma Social Catalana, Reforma Democrática, Unió
Democràtica de Catalunya, Lliga Liberal, Club Catalònia, Convergència
Democràtica, Centre Català, Esquerra Democràtica, Esquerra Republicana y Partit
Socialista de Catalunya (ex Reagrupament)375. Algunos miembros del Consell
manifestaron su desacuerdo ante esta decisión de Martín Villa, llegando incluso a
poner en duda su asistencia a la audiencia376. Finalmente, acudieron. En lo que se
refiere a la temática de esas conversaciones, cabe destacar fundamentalmente tres
cuestiones: la autorización de la Diada, el programa de reforma democrática del
Gobierno y el restablecimiento de la Generalitat377.
Precisamente la semana siguiente a esa visita de Rodolfo Martín Villa estuvo
marcada por las negociaciones entre gobernador y fuerzas políticas catalanas en
torno a la celebración de la Diada. La fiesta del 11 de septiembre, prohibida
durante los años del franquismo, constituía un gran acto reivindicativo de las
instituciones tradicionales e identidad singular de Cataluña. De hecho, la fecha
recordaba la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas durante la
Guerra de Sucesión Española y la posterior abolición de la Generalitat por los 375 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 162: Elemento importante de la visita era el contacto con los dirigentes políticos afines o de oposición. Revisamos conjuntamente la relación de entrevistas que le había preparado y, al llegar a los socialistas, el ministro dijo: «De momento, Reventós, no». Evidentemente no había nada personal en la negativa; parecía que en aquellas circunstancias el Gobierno no consideraba aún oportuno establecer un diálogo oficial con el socialismo”. 376 “Sobre las conversaciones del ministro de la Gobernación”, La Vanguardia, 5/9/1976: “Sin embargo y de acuerdo con información que nos ha sido facilitada por medios próximos al Consell de Forçes Polítiques, no todos los miembros de este organismo unitario estarían dispuestos a acudir a la cita dialogante del señor Martín Villa. Así, de acuerdo con estas mismas informaciones los líderes de Convergència Socialista y del Partir Socialista de Catalunya (ex Reagrupament) harían caso omiso…” 377 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p.163: “Tres temas principales se plantearon en el conjunto de estas entrevistas, según declaraciones efectuadas por sus protagonistas. El primero, sin duda, fue la autorización de la Diada, tema en el que Martín Villa se remitió a las negociaciones gobernador-‐dirigentes políticos y al resultado de las mismas; la segunda, el proceso de la transición y el diálogo Gobierno-‐oposición sobre legalización de todos los partidos políticos y acuerdo en la ley electoral, cuestión en la que el ministro se mostró abierto y muy dialogante; y el tercero, el restablecimiento de la Generalitat, sobre el que fue evasivo, pues, según comentario de Barrera, «eran una cuestión delicada y compleja, que plantea una serie de problemas que el Gobierno considera difíciles de resolver»”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
129
Decretos de Nueva Planta de 1716378. “Aunque parezca un contrasentido, Cataluña
no celebra una fiesta gloriosa, pero sí llena de sentido. No conmemora una victoria,
sino una derrota, pero una derrota con dignidad, en defensa de aquella idea de
pueblo que había sido la constante de su unión engendradora de España. Por ello
luchó a favor del archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión, que terminó con la
pérdida de su personalidad política y jurídica”.
La primera comunicación entre el Gobierno Civil y los organizadores del
acto tuvo lugar a mediados del mes de julio, si bien no se formalizó como solicitud
hasta finales de agosto379. En opinión de Sánchez-‐Terán, dada la situación política y
social del país, la petición era inoportuna380 . Sin embargo, coincidía con el
presidente de la Diputación, Juan Antonio Samaranch, en que una vez iniciado el
procedimiento formal para celebrar la Diada, este debía ser atendido y en
encauzado debidamente. El gobernador era consciente de que una negativa a
autorizarla mermaría notablemente el crédito del nuevo Gobierno en Cataluña,
mientras que una expresión excesiva de nacionalismo podría provocar reacciones
contrarias en el resto del país. En estas circunstancias, trató de llevar a cabo un
doble juego que consistía en “hacer las cosas posibles en Madrid y difíciles en
Barcelona”381. O dicho de otro modo, convencer a las autoridades de la capital de la
necesidad de autorizar la celebración, mientras se negociaba con los convocantes
una serie de cuestiones que rebajaran el carácter nacionalista del acto382.
378 “Hoy se conmemora el “Onze de Setembre”, La Vanguardia, 11/9/1976. 379 “Hoy se presenta a Gobierno Civil la solicitud de la Diada Nacional”, Diario de Barcelona, 27/8/1976. 380 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., pp. 155-‐156: “Es preciso, ante todo, situarse en el contexto sociopolítico del momento. Verano de 1976. Suárez acaba de acceder a la Presidencia. Su primer gabinete ha anunciado la reforma política, pero no ha elaborado la ley ni ha concretado el proceso. Muchos aseguran que ese Gobierno de «penenes» no llegará a las Navidades. La agitación social del primer semestre ha sido muy fuerte en Barcelona. El otoño se presenta incierto. Hay expectación y temor. No se sabe aún si llegaremos o no a una democracia. La petición de las organizaciones políticas y sociales de Cataluña de celebrar la Diada no pueden llegar en momento políticamente más inoportuno y problemático”. 381 Ibid, p. 156. 382 “La Diada: reto al Gobierno”, El Alcázar, 30/8/1976: “La que podría llamarse «sugerencia amistosa» del gobernador civil de Barcelona señor Sánchez-‐Terán, a la «Comissió por la Diada Nacional del onze de setempbre», en el sentido de que podría concederse la autorización para el
Carlos González Martínez
130
La gestación de la Diada, tal como reconoció en su memorias el por
entonces ministro de la Presidencia, Alfonso Osorio, fue laboriosa, pero poco a
poco Sánchez-‐Terán logró convencer a Madrid y Barcelona de que su alternativa
era la mejor opción posible en aquellas circunstancias383. El acto que proponía
tenía dos elementos fundamentales, moderación en los discursos y mantenimiento
escrupuloso del orden público. Eso suponía, de entrada, eliminar la expresión
“nacional” de la convocatoria, así como restar protagonismo al mensaje enviado
desde el exilio por el honorable Tarradellas384. Estas sugerencias hicieron posible
que el ministro de la Gobernación diese su visto bueno a una Diada organizada
dentro de esos parámetros y, como había sugerido el propio gobernador, fuera de
la ciudad de Barcelona385. Sánchez-‐Terán tenía por delante una dura negociación
con los grupos nacionalistas, en especial en lo relativo al lugar del acto, pues estos
habían manifestado su intención de celebrarlo en el parque de la Ciudadela.
Sánchez-‐Terán transmitió sus condiciones a algunos de los líderes
nacionalistas, ya fuera en persona -‐Jordi Pujol, Ramón Trías Fargas y Antón
Cañellas-‐ o de manera indirecta, como sucedió con Josep Pallach y Joan
Reventós386. Además, para no dejar ninguna duda sobre la postura del Gobierno
Civil, incluyó una referencia a la Diada en una entrevista publicada el 30 de agosto:
“Veo por las referencias de prensa que el planteamiento que se está haciendo de
los actos del 11 de septiembre, va a hacer difícil su autorización. Algunos grupos
políticos han dicho que los criterios o las condiciones expresadas por el Gobierno
acto si se retiraba el título y de la convocatoria escrita el término «Nacional», que no se leyese durante el mismo ningún mensaje del señor Tarradellas en su «calidad» de «Président de la Generalitat de Catalunya», y que se celebrase en un local cerrado en vez de en el «Parc de la Ciutadela» ha tenido una respuesta dura y soberbia en su orgullo por parte de todos los «colectivos» sumados a la «Diada»”. 383 OSORIO, Alfonso, De orilla a orilla, Barcelona, Plaza&Janés, 2000, p. 234: “Por el contrario, en Cataluña, la Diada, laboriosamente gestada, se celebró el día 11 sin incidentes, lo que supuso un gran éxito, tanto para el gobernador civil, Salvador Sánchez-‐Terán, como para los organizadores”. 384 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 156. 385 Ibid, p. 158. 386 Ibid, p. 156.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
131
Civil les resultan inaceptables. Para el Gobierno también resulta inaceptable
autorizar legalmente actos que puedan vulnerar directa y esencialmente las leyes
fundamentales o constitucionales. Se me ha solicitado dialogar sobre este tema. Yo
siempre estoy dispuesto al diálogo, pero mis decisiones, en este tema, por su
importancia, las del Gobierno, deben situarse en el marco constitucional
vigente”387.
La Diada fue el tema central de la reunión del 3 de septiembre entre
Sánchez-‐Terán y algunos de los líderes políticos nacionalistas388. Si bien, como
resaltaba la nota de prensa del Gobierno Civil, también se abordaron otras
cuestiones de actualidad relacionadas con el proceso de transición: “El objetivo de
la reunión ha sido analizar los planteamientos actuales de los grupos y partidos
políticos catalanes y la solicitud efectuada para celebrar determinados actos el día
11 de septiembre. Esta reunión se relaciona con los contactos ya mantenidos con
anterioridad por el Gobernador Civil con personas de diversos grupos políticos. Se
ha constatado la importancia del presente político, la necesidad de mantener
establecidos cauces normales de diálogo y negociación entre el Gobierno y los
diversos grupos políticos de oposición y la conveniencia de afrontar con serenidad
y realismo las transformaciones que exige la situación política española y el hecho
catalán”389. La valoración de este encuentro, tal como expresaba la nota en su
último párrafo, fue positiva por ambas partes, sobre todo en lo relativo a la
reforma 390 . Las palabras de Sánchez-‐Terán, su transmisión del mensaje
gubernamental, convencieron a los dirigentes de la oposición e incrementaron el
crédito político de Adolfo Suárez en Cataluña. Sin embargo, la falta de
387 “Los próximos tres meses van a ser decisivos para nuestro futuro”, Hoja del Lunes, 30/8/1976. 388 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 157: “Estuvieron presentes Heribert Barrera, de Esquerra Republicana; Antón Cañellas, de Unió Democràtica; Joan Colomina, del Partit Popular; Roca Junyent, de Convèrgencia Democràtica; Joan Reventós, de Convèrgencia Socialista; Pallach, del Partit Socialista ex Reagrupament; Trias Fargas, de Esquerra Democràtica; Octavi Saltor, de la Lliga Liberal; Pere Portabella, de la Assemblea, y Joaquin Molins, del Centre Catalá”. 389 Nota de Prensa del Gobierno Civil, 3 de septiembre de 1976. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 20», Documento 781, p. 21. 390 Ibid.
Carlos González Martínez
132
entendimiento en torno al lugar de la Diada, había llevado la negociación sobre esa
cuestión a punto muerto. De hecho, el día 6 de septiembre, el Gobierno Civil hizo
pública la prohibición de los actos previstos en el parque de la Ciudadela391. Esta
decisión no fue ninguna sorpresa para los líderes nacionalistas, pues en la reunión
del día 3, Sánchez-‐Terán les había adelantado lo que sucedería con esa
convocatoria, al tiempo que dejaba la puerta abierta a negociar la celebración del
11 de septiembre en otro lugar392. El mejor ejemplo de esa voluntad de diálogo por
parte del gobernador era la propia nota emitida con motivo de la prohibición: ““El
Gobierno Civil comunica que el acto solicitado para el día 11 de septiembre en el
parque de la Ciudadela no ha sido autorizado. Tras la conversación mantenida esta
tarde por el gobernador civil con dirigentes políticos promotores de la jornada del
11 de septiembre, éstos informarán a los demás promotores sobre las causas y
circunstancias de la decisión denegatoria gubernativa. Los asistentes comunicarán
nuevamente al gobernador civil el resultado de la reunión”393.
A poco menos de una semana de la Diada, Sánchez-‐Terán se mantenía firme
en su convicción de que la Diada debía celebrarse, pero no en los términos exigidos
por las fuerzas nacionalistas, sino tras una negociación entre estas y el Gobierno
Civil. La prohibición del acto en el parque de la Ciudadela terminó por convencer a
los organizadores de la necesidad de ceder en algunas cuestiones para alcanzar el
objetivo último, que no era otro que celebrar la Diada tras casi cuarenta años de
prohibición. El 7 de septiembre, un comité formado por Pere Portabella, Josep
Benet, Miguel Sellarés, Joan Ramón Colominas Companys, Manuel Almodovar y
Jorge Trias Sagnier acudió al Gobierno Civil con el fin de encontrar una solución
satisfactoria para ambas partes394. Dos días de reuniones fueron necesarios para
alcanzar un acuerdo que no llegó hasta la madrugada del día 9. Como hemos
391 “La Diada Nacional ha sido prohibida”, El Correo Catalán, 7/11/1976. 392 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 157. 393 Nota de Prensa del Gobierno Civil. Prohibición de la Diada en el parque de la Ciudadela (6 de septiembre de 1976). Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 20», Documento 781, p. 4. 394 “Anoche se celebró una nueva reunión con el gobernador civil y la comisión organizadora de los actos”, La Vanguardia, 8/9/1976.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
133
comentado más arriba, uno de los objetivos de Sánchez-‐Terán era evitar que la
Diada se celebrara en Barcelona, pues temía no poder controlar las multitudinarias
manifestaciones improvisadas que, con toda probabilidad, se formarían al
terminar el acto395. De ahí que rechazase el Camp Nou y la Monumental como
alternativas al parque de la Ciudadela396. La figura de Rafael de Casanova, conseller
en cap de Barcelona en 1714 y héroe de la resistencia a las tropas borbónicas, hizo
posible encontrar una solución satisfactoria para todos: “Sugerí como sitio idóneo
Moià, lugar de nacimiento de Rafael de Casanova, a unos 60 kilómetros de
Barcelona, y como contrapuesta, la comisión propuso Sant Boi de Llobregat –creo
recordar que la idea fue de Sellarés-‐, lugar de enterramiento del conseller en cap.
Acepté inmediatamente y el lugar quedó convenido”397.
Una vez acordado el escenario de la celebración, Sánchez-‐Terán pactó con
sus interlocutores el horario y el contenido del acto. La Diada comenzaría a las
cinco de la tarde en la plaza de Cataluña de Sant Boi, e incluiría tres discursos y el
mensaje enviado por Josep Tarradellas. Al término de su lectura, la concentración
se disolvería de manera pacífica, “sin manifestaciones posteriores” 398 . El
gobernador se comprometió a autorizar la retransmisión de la celebración por
Radio Barcelona, siempre y cuando conociera de antemano el contenido de las
intervenciones públicas399. Los nacionalistas aceptaron esas condiciones, e incluso
facilitaron un encuentro de Sánchez-‐Terán con los tres oradores: Octavi Saltor,
Miquel Roca y Jordi Carbonell400.
395 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 158. 396 “La Diada aún podría autorizarse en una plaza de toros y ser retransmitida por radio”, TeleExpres, 7/9/1976. 397 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 158. 398 Ibid., p. 159. 399 VVAA, Memoria de la Transición, Madrid, Taurus, 1996, p. 154: “El gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, pactó con la oposición la celebración de la Diada del 11 de septiembre en Sant Boi de Llobregat; Radio Barcelona retransmitió los discursos de Miquel Roca y Jordi Carbonell y un mensaje de Tarradellas”. 400 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 159: “Mis entrevistas con los tres oradores –celebradas por separado el día 10 de septiembre-‐ fueron muy diferentes. Octavi Saltor me entregó su discurso escrito, al que no objeté nada. Con Miguel Roca mantuve una charla cordial en la que me explicó el contenido de sus palabras, a las que sugerí que añadiera alguna idea que él aceptó. Con
Carlos González Martínez
134
La prensa se hizo eco de la satisfacción de los catalanes al conocer la
autorización de la Diada, valorando de manera positiva la intervención del
gobernador401. Sánchez-‐Terán había alcanzado su objetivo: autorizar un 11 de
septiembre que el resto de España pudiera asumir. En esa tarea cabe destacar su
firmeza ante las exigencias nacionalistas, siempre acompañada de una manifiesta
voluntad de diálogo que, en un tira y afloja, permitió llevar a buen puerto las
negociaciones402. De entre las reacción de esos días merece especial atención la
columna publicada por Jordi Pujol en Avui: “Hoy Cataluña renace. La hemos visto
perseguida y atacada en sus mismos fundamentos. La hemos visto sepultada en el
silencio. Ha habido años, muchos años, que un gran silencio ha planeado sobre lo
más auténtico y más profundo que había en Cataluña. Como en un largo invierno,
en el que todo queda suspendido, y los espíritus aprensivos llegan a dudar que
pueda llegar la primavera. Pero la primavera llega y todo rebrota en un gran
estallido de alegría y reencuentro (…) el 11 de septiembre es por encima de todo el
día de Catalunya y por eso mismo es también el día de la democracia. Es el día de
todos quienes trabajan por una Catalunya libre y justa”403.
Jordi Carbonell charlamos de muchas cosas –la Universidad, la enseñanza en catalán, Alguer, etc.-‐, menos del discurso de Sant Boi del día siguiente. Percibí en él una cortés pero firme resistencia a informarme de sus discurso, que yo quise respetar, pero reservándome el derecho –pactado en el acuerdo-‐ de suspender su transmisión por radio si entendía que sus palabras no respondían a todo lo hablado en la negociación de la Diada”. 401 “Satisfacción por la autorización de la Diada”, Diario de Barcelona, 11/9/1976: “De algún modo el 11 de septiembre recobra hoy una normalidad truncada y ello merece en estos momentos calificativos elogiosos. La actitud del Gobierno –hábilmente traducida por el señor Sánchez-‐Terán-‐ ha sido lo suficientemente flexible como para asumir una realidad de costosa y comprensible asimilación después de tantos años de silencio, ignorancia y simple represión. Ha costado mucho esta resurrección, pero los observadores coinciden en afirmar que el éxito se debe en parte a la pragmática posición gubernativa y, sobre todo, a la firme coherencia y unidad de un frente que ha abarcado a todas las fuerzas que, potencialmente todavía, representan la totalidad de la población catalana”. 402 “Després de la Diada”, Avui, 14/9/1976: “La voluntad de negociación, mediante la cual el señor Sánchez-‐Terán y la comisión facilitaron una conmemoración pacífica, después de haberse conseguido por primera vez un acuerdo de esta manera”. 403 “L´Onze de setembre d`enguany”, Avui, 11/9/1976.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
135
“A las cinco de la tarde la organización en Sant Boi era perfecta. El mensaje
de Tarradellas, fue sereno y medido. Octavi Saltor y Miquel Roca cumplieron con
rigor sus compromisos. El clima de la manifestación, excelente. «Orden y
entusiasmo en la celebración de la Diada» titularía un diario madrileño”404. Según
informó al Gobierno Civil al día siguiente, veintidós mil personas se habían reunido
en Sant Boi, si bien los organizadores elevaban el número a los cien mil. Sirva para
aclarar la cuestión de las cifras la anécdota recogida por Jordi Pujol en sus
memorias: “Unos días después de la manifestación de Sant Boi, el gobernador civil
de Barcelona que la había tolerado, Salvador Sánchez-‐Terán, me llamó a su
despacho. Tenía sobre la mesa una gran fotografía aérea de la plaza donde se había
celebrado la concentración, llena de gente. La imagen estaba dividida en
cuadrículas. «Usted mismo, cuente –me indicó el gobernador-‐. Aquí tiene una lupa;
sitúela sobre cada cuadrícula, y vaya contando a la gente. Dispone de todo el
tiempo que necesite». Los organizadores del acto habíamos hablado de una
asistencia de ochenta mil personas. Los más optimistas la habían elevado a cien
mil. Con la lupa sobre la fotografía del gobernador las cuentas eran otras. No había
más de dieciocho mil personas”405.
Sánchez-‐Terán sólo tuvo que hacer uso de su autoridad gubernativa en una
ocasión, como consecuencia de las constantes referencias del tercer orador, Jordi
Carbonell, al derecho de autodeterminación. El director de Radio Barcelona recibió
la orden de cortar la comunicación, circunstancia prevista en el acuerdo alcanzado
con los convocantes406. Así lo reflejó la prensa catalana, que tanto en sus titulares
como en los artículos de fondo calificaba la jornada festiva de “histórica”407. Los
medios también dedicaron un espacio destacado al mensaje del honorable
404 “Cómo autoricé la primera Diada”, El Periódico, 11/9/1980. 405 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., pp. 303-‐304. 406 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco… Op. cit., p. 160. 407 “Després de la Diada”, Avui, 14/9/1976: “Por todo ello, el 11 de septiembre de este año ha sido histórico y abre un período que puede resultar muy positivo, si Cataluña es fiel al programa reivindicativo formulado y el Gobierno comprende que es imposible desatender esta reivindicación”.
Carlos González Martínez
136
Tarradellas, que concluía con las siguientes palabras referidas al autogobierno:
“Ciudadanos de Cataluña, no olvidemos tampoco que hoy la jornada del 11 de
septiembre representa nuestra irreversible determinación de hacer todos los
sacrificios que hagan falta para que le Generalitat de Cataluña renazca más fuerte
y esplendorosa que nunca. Visça Catalunya!”408.
Cerraremos el capítulo referido al 11 de septiembre con otra significativa
anécdota que, cuatro años después, narraba Sánchez-‐Terán en una de sus
colaboraciones con los medios escritos: “Yo cerré el ciclo con unas declaraciones a
un joven periodista de ABC, Pedro J. Ramírez, que entonces iniciaba su carrera. Las
declaraciones causaron muy buena impresión en Madrid, pero no gustaron a
algunos líderes nacionalistas catalanes. Jordi Pujol me preguntó en tono amistoso
por qué había hecho estas declaraciones. Y ante mi silencio, él reflexionó en voz
alta: «Es que eso es lo que tenías que decir en Madrid». Le sonreí
afirmativamente”409. Este recuerdo del hombre que había sido gobernador durante
la primera Diada, constituye un reflejo de cómo se gestó y administró
mediáticamente aquella autorización. Sánchez-‐Terán tuvo claro desde el principio
que debía ser comprensivo con el hecho catalán, pero sin generar demasiada
incomodidad en el resto de España. De ahí que en sus declaraciones a un diario de
tirada nacional marcara distancias con los responsables de la convocatoria410.
Aquel septiembre de 1976 también confirmó la ruptura definitiva entre
Manuel Fraga y Salvador Sánchez-‐Terán. Ambos se entrevistaron en Madrid el día
1, dos meses después de aquel último encuentro en el Ministerio de la
Gobernación. El ex ministro le confesó que trabajaba en una alternativa política,
408 “Missatge del President Tarradellas”, El Correo Catalán, 12/9/1976. 409 “Cómo autoricé la primera Diada”, El Periódico, 11/9/1980. 410 “El gobernador civil de Barcelona habla sobre la Diada”, ABC, 14/9/1976: “Tengo que decir con toda claridad que entiendo que la comisión no ha cumplido los acuerdos en dos puntos importantes: en una de las intervenciones de los tres oradores y en la lectura de los mensajes de adhesión. Y esto lo considero grave porque implica la pérdida de credibilidad. Yo advertí previamente sobre la decisiva importancia de estos dos puntos. En lo demás sí se han cumplido los compromisos y el acto se desarrolló pacíficamente y en orden”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
137
pues estaba totalmente convencido del fracaso Suárez411 . El gobernador no
compartía esa opinión, y así se lo hizo ver, al tiempo que le manifestaba su
intención de continuar en Barcelona412. Aquella conversación sirvió para constatar
que, tras varios años de colaboración, había surgido un principio de desacuerdo
entre ambos. Desacuerdo que se convirtió en abismo cuando, el 23 de septiembre,
Manuel Fraga fundó Alianza Popular. Había escogido como compañeros de viaje en
esa nueva aventura política a seis personalidades de los gobiernos de Franco -‐
Laureano López Rodó, Federico Silva Muñoz, Cruz Martínez Esteruelas, Enrique
Thomas de Carranza, Licinio de la Fuente y Gonzalo Fernández de la Mora-‐, lo que
suponía abandonar el centro político para escorarse definitivamente a la derecha.
Sánchez-‐Terán no estaba dispuesto a recorrer con él ese camino, y así se lo
hizo saber en un nuevo encuentro a mediados de septiembre: “Le expliqué mi
absoluta discrepancia con la operación Alianza Popular, tal como estaba planteada,
que se distanciaba de las ideas y proyectos que tantas veces habíamos comentado.
Me respondió que había asumido un compromiso con sus compañeros y que
estaba decidido a seguir adelante”. «Pues por ese camino yo no te puedo seguir».
Fue una despedida triste…”413. El gobernador de Barcelona no fue el único que se
separó de Fraga tras esa decisión. Pío Cabanillas, con el que llegó a mantener
contactos para organizar una fuerza política centrista calificó su viraje político
como “un error increíble”414. Las conversaciones a las que nos hemos referido,
terminaron por enterrar un proyecto común de transición pacífica que se había
comenzado a gestar a finales de los años sesenta. En consecuencia, no sólo se
enfrió la relación política entre Manuel Fraga y Salvador Sánchez-‐Terán, sino
también la personal. Tendrían que pasar diez años antes de que el líder de Alianza
Popular se acordara de su antiguo colaborador. Sin embargo, por aquel entonces –
411 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 166. 412 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “De esta manera, en nuestra reunión le comenté a Fraga mis razones para quedarme y también que lo sentía mucho pero que no le seguía. Él me dijo que yo era libre de hacer lo que me pareciera”. 413 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 166. 414 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 552.
Carlos González Martínez
138
corría el año 1986-‐, este ya había tomado la decisión de abandonar la vida
pública415. Será esta una cuestión que abordaremos en los capítulos finales de este
trabajo. De momento, es preciso retomar el hilo de nuestra narración en el punto
en que lo dejamos: la reforma política y su recepción en Cataluña.
La Ley Para la Reforma Política, elaborada por Torcuato Fernández-‐Miranda
y revisada por el Gobierno de Adolfo Suárez, fue aprobada por el Consejo de
Ministros el 10 de septiembre. El objetivo fundamental de este proyecto era
modificar la Ley de Cortes, de tal modo que fuera posible la elección de un
Parlamento por sufragio universal416. El día 13 fue depositada en la sede del
Consejo Nacional del Movimiento, actual edificio del Senado, y casi un mes
después, el 8 de octubre, este organismo emitía su dictamen, de carácter no
vinculante, recomendando la eliminación del preámbulo y la modificación de
buena parte del articulado. El Gobierno cedió en ese primer punto, pero no atendió
a la segunda propuesta pues consideraba que desvirtuaba totalmente el contenido
del Proyecto de Ley417. Este fue remitido al presidente de las Cortes para su
discusión y votación, que quedó fijada para el 16 de noviembre418. Después de tres
415 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “…dos o tres años después de dejar la política, una cena, que no se exactamente como se gestó –aunque recuerdo la hora: a las nueve, porque Fraga a las ocho no podía por el funeral de su hermano-‐, con Fraga y Carlos Robles Piquer. Y ahí los dos me ofrecieron esa posibilidad. Lo pensé, pero tenía bastante claro que no quería volver a la política”. 416 OREJA AGUIRRE, Marcelino; op. cit., pp. 159-‐160: “Adolfo Suárez había recibido el proyecto de Torcuato Fernández-‐Miranda y estuvo trabajando sobre él durante el verano. Habló con Alfonso Osorio, que desempeñaría un importante papel en este proceso. Su idea era modificar el artículo segundo de la Ley de las Cortes, para permitir la elección de un Parlamento formado por representantes elegidos por sufragio universal, igual, directo y secreto. Con el asesoramiento de diversos profesores de derecho político se avanzó en el documento, y en el Consejo de ministros que celebramos el 24 de agosto tomamos la decisión de declarar materia reservado todos los temas relacionados con la reforma política. Se constituyó entonces una comisión dentro del Gobierno para estudiar y, en su caso, modificar, la Ley para la Reforma Política. Nos reunimos varios días en la sede de Presidencia, que todavía estaba en Castellana, 3. Además del presidente, asistimos los dos vicepresidentes, Gutiérrez Mellado y Osorio, y varios ministros: Ignacio García López, Fernando Abril, Rodolfo Martín Villa, Landelino Lavilla, Andrés Reguera y yo (…) El 10 de septiembre el Consejo de ministros aprobó la Ley para la Reforma Política”. 417 “El Gobierno no atiende (pero tampoco contraría) al Consejo Nacional con el proyecto de reforma”, Diario de Barcelona, 16/10/1976. 418 OREJA AGUIRRE, Marcelino; op. cit., p. 160: “En el Consejo Nacional el discurso de Suárez presentando el proyecto fue recibido con frialdad, pero finalmente fue aprobado por bastante
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
139
días de intensos debates, a las ocho de la tarde del día 18, Torcuato Fernández-‐
Miranda anunció el comienzo de la votación. Para alivio de Adolfo Suárez, y de
todos los miembros del Gobierno, la reforma política fue aprobada por los
procuradores con 425 votos a favor, 58 en contra, 13 abstenciones y 34 ausencias.
A las nueve y media el presidente de las Cortes dio por concluido el Pleno: “El
Proyecto de Ley ha sido aprobado, se levanta la sesión”419. El Consejo de Ministros
había cumplido lo expuesto en su declaración programática del mes de julio. Tan
sólo faltaba otorgar voz al pueblo español para que, vía referéndum, se
pronunciara sobre la reforma, cuestión que quedó fijada para el 15 de diciembre.
Durante el mes anterior al referéndum, el Gobierno desarrolló una intensa
campaña que tenía un doble objetivo: transmitir a los ciudadanos el mensaje de
que su voto era importante y lograr que este se inclinara a favor de la Ley420. Para
la consecución de ese fin, se movilizó toda la estructura del Estado, incluidos los
Gobiernos Civiles: “A partir de ese momento se inicia una actividad frenética, que
tiene su eje en los gobiernos civiles y su apoyo propagandístico en la televisión”421.
Salvador Sánchez-‐Terán tenía ante sí la difícil tarea de mover a los ciudadanos de
Barcelona desde la prevista abstención hacia el voto afirmativo422. Su primera
medida fue visitar todas las comarcas y reunirse con los alcaldes para que estos
amplia mayoría, aunque se expresaron muchas reservas. Sin embargo, el Gobierno no se hizo eco de ellas. Se mantuvo íntegramente el proyecto eliminando el preámbulo, en el que se hacían consideraciones genéricas sobre la democracia y la soberanía popular que habían suscitado críticas de los consejeros. El texto se remitió al presidente de las Cortes, que decidió nombrar una ponencia formada por Belén Landáburu, Miguel Primo de Rivera, Fernando Suárez y Lorenzo Olarte”. 419PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 555-‐556. 420 TUSELL, Javier, La transición a la democracia (España, 1975-‐1982), Madrid, Espasa, 2007, p.104: “Hubo, desde luego, una presión de la propaganda oficial a favor del voto afirmativo e incluso algún gobierno civil de la época (Sánchez-‐Terán) ha narrado en sus Memorias haber sido preguntado por un alcalde sobre si el referéndum iba en serio o era como los anteriores” 421 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 207. 422 El tardío descubrimiento gubernamental de Catalunya. Artículo de Vázquez Montalbán no publicado por Mundo Diario. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 936, p. 24: “El hábil gobernador en ejercicio ha revelado la Verdad Revelada al gobierno de Su Majestad, y esa verdad no era otra que la indiferencia radical que el pueblo catalán asume frente a la política del centro. Ante la convocatoria del Referéndum, el presumible abstencionismo vasco y catalán se convierte en un escándalo político porque demográfica, social, económica y políticamente, Catalunya y Euzkadi son cuantitativa y cualitativamente determinantes en el conjunto del Estado español”.
Carlos González Martínez
140
hicieran de altavoz del Gobierno en sus municipios. En De Franco a la Generalitat
se recogen dos anécdotas sobre estos encuentros que constituyen un fiel reflejo de
una España entre dos épocas. En la primera de ellas, el gobernador relata cómo,
dentro de la documentación que se entregaban a los alcaldes, se encontraba un
ejemplar del Estatuto de 1932 “fotocopiado en papeles con membrete de la
Jefatura Provincial del Movimiento”423. A esta curiosa coincidencia, añade otro
relato más significativo aún, el que tuvo lugar con motivo de la intervención de un
alcalde del Bergadà en una de esas reuniones: “Estaba explicando las normas
organizativas del referéndum el subgobernador Soldevila y en el coloquio el
alcalde preguntó, no sé si con ingenua osadía o con malévola intención: «Pero ¿este
referéndum es de verdad o es como los anteriores?» Soldevila me pasó el
micrófono diciendo: «Evidentemente a esto tiene que responder el gobernador».
Mi respuesta, ante un silencio expectante y embarazoso para todos, fue clara: «Éste
es un referéndum de verdad. El Gobierno quiere, de verdad, establecer la
democracia. Y el pueblo tiene que pronunciarse libremente. Por su parte, los
alcaldes deben apoyar la propuesta del Gobierno y trabajar a fondo por el SI»”424.
Los medios de comunicación desempeñaron un importante papel en la
campaña del referéndum. El mensaje gubernamental en pro del voto afirmativo
llegó a los ciudadanos de Barcelona a través de las palabras de Sánchez-‐Terán,
quien no ahorró esfuerzos a la hora de conceder entrevistas o dar ruedas de
prensa 425 . En ellas manifestaba, una y otra vez, su preocupación ante el
abstencionismo, y animaba a los dos millones ochocientos mil catalanes con
derecho al voto a acudir a las urnas para “dar gran testimonio ante España con una
423 Ibid., p. 207: “A todos los asistentes se les repartía un dossier que incluía una encuesta, un texto de la ley de Reforma Política y –curiosamente-‐ un ejemplar del Estatuto de Cataluña del 32, fotocopiado en papel con membrete de la Jefatura Provincial del Movimiento, que había preparado la documentación”. 424 Ibid., p, 210. 425 Declaraciones a “La Vanguardia”, 29 de noviembre de 1976. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 943, p. 2: “¿Le preocupa a Vd. como representante del Gobierno el resultado de la consulta? (…) «Me preocupa, pero sobre todo me ocupa»”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
141
participación masiva” 426 . En términos similares se expresó en la entrevista
concedida a Diario de Barcelona, dando a entender que si Cataluña quería vivir en
democracia, debía manifestarlo por la vía del referéndum: “El resultado del
Referéndum en Barcelona es muy importante. Me preocupa la abstención en
Barcelona. Creo que Barcelona y Cataluña deben hacer una manifestación explícita
y rotunda de su voluntad democrática, con su votación en el Referéndum. Pienso
que ello constituirá un testimonio ante los demás pueblos de España, de un
indudable valor político para el próximo futuro”427. Más explícito se mostraba, en
declaraciones a La Vanguardia, a la hora de relacionar el reconocimiento de la
identidad propia de Cataluña con el resultado de la consulta: “el hecho catalán no
tiene tratamiento posible, si no es en el cauce de un régimen democrático”428.
El material de propaganda puesto a disposición de los Gobiernos Civiles,
que en Barcelona superó los dieciocho millones de pesetas de inversión, había sido
diseñado directamente por el Ministerio de Información y Turismo429. Consistía en
una serie de carteles, octavillas y adhesivos de diverso tamaño y con los mensajes
“Tu voz es tu voto”, “Si quieres democracia vota”, “La democracia la hacemos todos
votando”, “El pueblo elegirá libremente a sus representantes por sufragio
universal, directo y secreto”, “Infórmate bien y vota”, “En una democracia no sobra
ningún voto” y “La reforma política es el paso más serio hacia la democracia”430.
426 Rueda de prensa del gobernador civil, 29 de noviembre de 1976. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 963: “Mi preocupación por el abstencionismo en el referéndum está en la razón política, profunda, de que Barcelona y Cataluña pueden dar y darán un gran testimonio ante España, con una participación masiva. Las razones del temor abstencionista están en un doble motivo. Primero, que una consulta como esta, en las grandes concentraciones como Barcelona, conlleva un elevado porcentaje abstencionista y, en segundo lugar, porque se ha registrado una campaña a favor del abstencionismo”. 427 Texto de las declaraciones hechas por el Sr. Sánchez-‐Terán a don Enrique Sopena, redactor de el “Diario de Barcelona, 5 de diciembre de 1976. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 942. 428 Declaraciones a “La Vanguardia”, 29 de noviembre de 1976. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 943, p. 5. 429 Referéndum. Desglose de gastos. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 978. 430 Referéndum Nacional. Comisión Interministerial Ejecutiva del Referéndum. Circular Núm. 8/1976. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 949, p. 1: “El material que se halla a disposición de los Gobernadores Civiles y Jefes Provinciales del Movimiento, es el siguiente:
Carlos González Martínez
142
Pero además, el presidente Suárez, consciente de la importancia de los resultados
catalanes en el referéndum, quiso implicarse directamente a través de una serie de
reuniones con los principales líderes nacionalistas. Las entrevistas constituían una
toma de contacto previa a la visita que pretendía realizar a Barcelona a sólo dos
días de la votación431. Sin embargo, la tensión política que se generó a raíz del
secuestro de Antonio María de Oriol, presidente del Consejo de Estado, obligó a
aplazar nuevamente ese viaje432. Esto supuso un importante contratiempo para la
campaña de Sánchez-‐Terán, que tenía como punto culminante la estancia de
Adolfo Suárez en Barcelona433. Como muestra de respeto a Cataluña, y ante la
insistencia del gobernador, el presidente del Gobierno envió un mensaje para que
fuera publicado en la prensa local: “La gravedad de unos hechos que están en la
mente de todos y que, aunque no lo han conseguido ni lo conseguirán, pretenden
enturbiar el pacífico y esperanzado caminar del pueblo español hacia la
normalización de su vida democrática, precisamente en estos días en los que todos
los ciudadanos de España van a decidir en referéndum su porvenir político, me
carteles 3 por 4 metros (tamaño vallas), carteles 1.20 por 0.80 metros (tamaño póster), Carteles 0.50 por 0.70 metros (tamaño cabina), octavillas 10.5 por 15.5 cm, y adhesivos 6 por 8.5 cm”. 431 “El presidente Suárez recibirá a Antón Canyellas (UDC) a finales de semana”, La Vanguardia, 7/12/1976. 432 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 208-‐209: “Para ganarse la esperanza de Cataluña, Suárez organizó con Sánchez-‐Terán un detallado programa de entrevistas y encuentros con políticos catalanes, como paso previo a su prometida y anunciada visita a Barcelona, prevista para el 13 de diciembre. El 6 de diciembre recibió a Pujol, Trías Fargas y a Pallach, con los que estudió la necesidad de crear un organismo en Cataluña que controlara las próximas elecciones y de redactar una Ley Electoral que no perjudicara a los partidos catalanes (...) Pero el secuestro de Antonio María de Oriol y Urquijo, ocurrido el 11 de diciembre, obligó al presidente del Gobierno a cancelar su visita a Barcelona; como prueba del exquisito cuidado con el que Suárez trataba a Cataluña, el Gobierno Civil de Barcelona hizo pública una carta del presidente en la que justificaba la cancelación del viaje "por mi respeto hacia Cataluña". 433 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 217: Al regresar de una visita comarcal de propaganda del referéndum –el día 12 de diciembre-‐ encontré una nota sorprendente: «Le llama la señora Samaranch». El mensaje de Bibis era que en ausencia de Juan Antonio y mía, habían llamado a su casa desde Presidencia del Gobierno, diciendo que Adolfo Suárez aplazaba su visita a Barcelona. Toda la campaña del referéndum, en la que había volcado mis mejores esfuerzos, culminaba con la visita presidencial y ello se venía ahora abajo. Ciertamente la situación en Madrid estaba muy tensa por el secuestro de Antonio María Oriol y se temían noticias muy desagradables antes del día del referéndum. No obstante, yo forcé con Aurelio Delgado, secretario de Suárez, el que el presidente viajara, al menos para estar presente en el acto de la Diputación. La respuesta fue negativa, pero me dieron garantías de que la visita a Barcelona sería antes de Navidades, seguramente el 20 de diciembre”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
143
aconsejan no comparecer antes ustedes en Barcelona, para escuchar las
conclusiones de la Comisión de Régimen Especial de Cataluña. Si los actos
programados se mantienen en la fecha prevista, tendría que reducir a breves horas
mi presencia antes ustedes, o enviar un representante. Pero la importancia
excepcional que la Corona –y, por tanto, el Gobierno de Su Majestad-‐ atribuye a
Cataluña dentro del conjunto de las tierras de España; el convencimiento
firmemente sentido de que el hecho regional y su institucionalización no puede ser
eludido a ningún nivel del Estado; el respeto profundo que todos los españoles y a
su cabeza el Gobierno de la nación, deben profesar y profesan a la lengua y a la
cultura de las diferentes regiones; la certeza de que sentar las bases para el logro
de las legítimas autonomías dentro de la incuestionable unidad de España, es una
parte necesaria del proceso de normalización política impulsado por S. M.; y el vivo
deseo que como presidente del Gobierno tengo de conectar directa y
personalmente con Cataluña, me aconsejan aplazar el acto de mi presentación de
las conclusiones de la comisión y mi presencia con ustedes hasta una próxima
fecha que rápidamente señalaremos. Les ruego comprendan las razones de este
aplazamiento que está inspirado precisamente en los más nobles y serios
sentimientos de respeto hacia Cataluña, hacia todas y cada una de las regiones y a
España entera. Les saluda cordialmente, Adolfo Suárez, presidente del
Gobierno”434.
Por su parte, la oposición catalana se enfrentó al referéndum dividida en
sus propósitos, a pesar de que Josep Benet había logrado que la Assemblea de
Catalunya se mostrara mayoritariamente a favor de una “abstención activa”435. En
434 Ibid. 435 “La oposición catalana, dividida ante el referéndum”, TeleExpres, 23/11/1976: “Una cierta división entre las fuerzas políticas catalanas de oposición democrática ha comenzado a dibujarse en relación con el referéndum que el Gobierno ha anunciado para el próximo mes de diciembre. La escisión que se insinúa parece que guardará alguna relación con el equilibrio alcanzado en las últimas sesiones del Consell ante el tema de la ruptura y sus sucesivas formulaciones. Los partidos de izquierda y Convergència Democràtica de Catalunya se manifiestan por el rechazo al referéndum, al igual que los grupos más nacionalistas. Los partidos de centro y derecha han matizado sensiblemente sus posiciones rupturistas”.
Carlos González Martínez
144
líneas generales, los partidos del centro y de la derecha se pronunciaron favorables
a la Ley Para la Reforma Política, mientras que la extrema derecha hizo campaña
por el voto negativo436. Convergència Democràtica de Catalunya mostró una total
indiferencia ante la convocatoria, postura muy similar a la tomada por el Partit
Socialista (ex Reagrupament) de Josep Pallach y Esquerra Democràtica de Trias
Fargas437. Los grandes promotores de la abstención, y por tanto los únicos que se
situaron en la línea de la Assemblea de Catalunya, fueron el Partit Socialista de
Catalunya y el Partit Socialista Unificat de Catalunya 438. El líder de este último
grupo, Gregorio López Raimundo, reconocía cierta credibilidad a la reforma
emprendida por el Gobierno, pero criticaba el escaso protagonismo de la oposición
en el proceso439. De ahí que se mostrara muy crítico con la consulta: “Ante un
referéndum sin libertades, en el que sólo se puede elegir entre la peste y el cólera –
como dicen en Francia-‐, la única postura digna de los luchadores es la abstención
activa”440. El mensaje de un referéndum sin libertad era una constante en la
propaganda a favor de la abstención, expresada tanto mediante pintadas como a
través de octavillas441. De entre estás últimas, sirva de ejemplo la impresa por el
Partido del Trabajo de España que, en castellano y catalán, anunciaba: “El
Referéndum sin libertad es un fraude. No legalices el franquismo. Abstente, no
votes”442.
436 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 210. 437 “Roca i Junyent: «No nos obsesiona el referéndum; a lo que si jugaremos es a las elecciones», La Vanguardia, 7/12/1976: “No nos obsesiona el resultado del referéndum ya que nada tiene que ver con nuestra campaña en favor de las libertades democráticas, amnistía, Estatut d`Autonomía, etc”. 438 “Reventós, voz autorizada pro abstención”, Diario de Barcelona, 15/12/1976. 439 “López Raimundo concede tantos a la reforma Suárez”, Diario de Barcelona, 15/12/1976: “Nosotros creemos que no es el momento para este tipo de convocatorias. La izquierda misma todavía tiene una gran diferencia de puntos de vista y no creemos que se den las condiciones políticas que hagan posible una huelga general el día del referéndum. En cierto modo, y mal que nos duela, hay que reconocer que Suárez ha conseguido una cierta credibilidad para su proyecto de reforma”. 440 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 211. 441 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 595: “Durante esos días se ve a los militantes del PCE o del PSOE vendiendo sus respectivos órganos de prensa y haciendo pintadas callejeras: «Abstención», «No votes». Eso es lo que la oposición escribe en los muros de los pueblos y ciudades españolas y eso es lo que defiende en los medios de prensa que le dan cobertura”. 442 Octavilla difundida por el Partido del Trabajo de España con motivo del referéndum. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 964.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
145
Votos Sí No En blanco Nulos Número 1.919.163 46.365 95.408 5.384 % sobre los votantes 93.9 2.3 4.5 0.3 % sobre el censo 67 1.6 3.3 0.1 Resultados del referéndum de la Ley Para la Reforma Política en Barcelona. Fuente: Referéndum Nacional, Datos Provinciales. Información final del Ministerio de la Gobernación. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 988, p. 10.
La división dentro del espectro político catalán convenció a Josep
Tarradellas de la necesidad de guardar silencio en lo relativo a la consulta, con el
fin de no romper la unidad de los partidos en torno a la institución que
representaba443. Sin embargo, para evitar que su actitud se identificara con la
indiferencia ante el referéndum, decidió aclarar su postura mediante un
comunicado enviado el día 6 de diciembre: “En el cumplimiento de mi deber he
entendido desde el primer momento que, históricamente más que políticamente, el
referéndum del día 15 debería habernos exigido si no la unanimidad de opinión, al
menos una resolución ampliamente mayoritaria. Me refiero a los intereses
permanentes de Cataluña. Razones muy complejas, sin intervención alguna de mi
parte y al margen de mis anhelos, no han permitido la formación de esta unidad
que, a mi entender, habría significado el triunfo, quizás el primer triunfo
esplendoroso, de una Cataluña recuperada. Siento que una fiel servitud a mis
responsabilidades, el irrenunciable afán de unidad y mi fervoroso deseo de no
inmiscuirme en los problemas de los partidos políticos, me impidieran en su día
una intervención. Que nadie crea, sin embargo, en mi alejamiento ni en mi
desinterés, muy al contrario. Esta situación ya establecida explica, hoy, que la
ciudadanía ha de aceptar sus propias responsabilidades y actuar según su
conciencia. Así pues, sin renunciar a mi deber que asumo, quisiera recordar a todos
los ciudadanos que las decisión que adopten, sea la que fuese, deberían
considerarla como el primer paso irreversible de un proceso, quizás largo, difícil y
443 “No hablaré hasta después del referéndum”, La Vanguardia, 3/12/1976.
Carlos González Martínez
146
no exento de sacrificio, que debe conducirnos al restablecimiento de la Generalitat
de Cataluña”444.
El mensaje de Tarradellas fue valorado positivamente por el gobernador
civil, quien destacó en rueda de prensa su respeto ante todas aquellas personas
que, siguiendo las directrices marcadas por el presidente de la Generalitat en el
exilio, votaran en conciencia 445 . Curiosamente, esa fue la misma actitud
recomendada por el presidente del Gobierno en su discurso televisado del 14 de
diciembre: “Mi comparecencia ante estas cámaras no es para pedir un voto
gratuito a favor de la ley. Es, sobre todo, para pedir un voto en conciencia, un voto
que haga posible que la constitución española, los comportamientos políticos
españoles, respondan a las exigencias actuales del país”446. Esta circunstancia no
pasó inadvertida a los comentaristas políticos catalanes, que rápidamente
comenzaron a establecer comparaciones entre las palabras de Tarradellas y las de
Adolfo Suárez447.
Votos Sí No En blanco Nulos Número 2.567.028 57.591 117.360 6.688 % sobre los votantes 92.2 2.1 4.3 0.2 % sobre el censo 69.1 1.5 3.2 0.2 Resultados del referéndum de la Ley Para la Reforma Política en Cataluña. Fuente: Referéndum Nacional, Datos Generales. Información final del Ministerio de la Gobernación. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 988, p. 34.
444 “Comunicado de Tarradellas ante el Referéndum”, La Vanguardia, 7/12/1976. 445 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 212: “En la rueda de prensa del Gobierno Civil, ante la insistente pregunta de los periodistas recabando mi opinión sobre el comunicado de Tarradellas, dije: «Entiendo que debe ser valorado por cada persona individualmente. Como gobierno diré que toda persona que invite a votar en conciencia o a favor adopta una postura positiva» Los titulares del día siguiente anunciaban: «Valoración positiva del mensaje de Tarradellas»” 446 “Suárez hizo el último esfuerzo en pro del referéndum”, Diario de Barcelona, 15/12/1976. 447 “La hora de obrar en conciencia”, Diario de Barcelona, 15/12/1976: “Es una apelación al sentido de la responsabilidad de los electores, capaces en su madurez democrática de adoptar decisiones responsables. Frente a la presión psicológica de tanta propaganda es importante que alguien reconozca que la última decisión es puramente personal, que la voluntad humana no está dirigida por las modernas técnicas de la publicidad y que la razón y la conciencia prevalecen por encima de todo”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
147
En torno a las siete de la tarde del día 15, Salvador Sánchez-‐Terán hizo sus
primeras declaraciones a la prensa, en las que destacó la normalidad con que había
transcurrido la jornada del referéndum448. Por entonces también comenzaron a
llegar informaciones de que en Barcelona, con 1770 mesas electorales distribuidas
en 418 locales, la participación había sido alta449. Los datos oficiales no se hicieron
públicos hasta bien entrada la madrugada, y confirmaron el gran triunfo del
Gobierno450. La participación había rozado el 78% -‐un 77.4%-‐, siendo afirmativos
un 94.2% y negativos un 2.6%, mientras que el restante 3.2% correspondía a los
votos en blanco y a los nulos451. Los ciudadanos de Barcelona también respaldaron
masivamente la consulta, si bien cinco puntos por debajo de los resultados globales
en cuanto a participación: un 72.3%, es decir, 2.067.430 papeletas emitidas sobre
un censo electoral de 2.858.932. De ellos, un 92.9% voto sí, un 2.3% no, un 4.5% lo
hizo en blanco y un 0.3% resultaron nulos452. Por un escaso margen la provincia, al
igual que Coruña, Guipúzcoa, Lugo, Orense, Oviedo, Pontevedra, Santa Cruz de
Tenerife y Vizcaya, se situaba por debajo de la media nacional. En lo que respecta a
Cataluña, destacaba que había sido la quinta región en número de abstenciones,
con un 26.1% -‐968.529 dentro de un censo compuesto por 3.717.196 personas-‐, y
ocupaba el decimoprimer puesto tanto en votos afirmativos como negativos453.
Los resultados del referéndum fueron mejores que los previstos por el
Gobierno, cuyas últimas encuestas situaban la participación en un 75% del
electorado para el conjunto del Estado454 y en un 71% para Barcelona455. El
448 “Optimismo del gobernador civil: «Hoy ha sido uno de los días más tranquilos de la ciudad», La Vanguardia, 16/12/1976. 449 Gobierno Civil de Barcelona. Comisión Provincial del Referéndum. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 952. 450 “Victoria gubernamental y descalabro «ultra»”, Diario de Barcelona, 17/12/1976. 451 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 596. 452 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 214. 453 Referéndum Nacional, Datos Generales. Información final del Ministerio de la Gobernación. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 988, pp. 3-‐5. 454 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 595: “varios días antes de la fecha del referéndum el gobierno tiene ya en su poder encuestas de opinión altamente fiables que le dicen que su éxito va a ser muy holgado. De acuerdo con estos sondeos, el 75% de los ciudadanos consultados pensaban
Carlos González Martínez
148
ministro de la Gobernación fue el encargado, en sus sucesivas apariciones
televisivas, de transmitir la satisfacción del Ejecutivo, calificando el desarrollo de la
jornada como un gran ejemplo de ciudadanía456.
Votos Sí No En blanco Nulos Número 16.612.776 453.995 523.768 43.849 % sobre los votantes 94.2 2.6 3.0 0.2 % sobre el censo 72.9 2.0 2.3 0.2 Resultados nacionales del referéndum de la Ley Para la Reforma Política. Fuente: Referéndum Nacional, Datos Generales. Información final del Ministerio de la Gobernación. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 988, p. 10.
También la oposición catalana hizo balance del referéndum una vez
conocidos los resultados. Gregorio López Raimundo mantuvo el discurso duro
empleado en sus anteriores declaraciones, llegando a poner en duda la validez de
los resultados y la libertad ciudadana ante la consulta. Ahora bien, consideraba
positivo el respaldo recibido por le Gobierno siempre y cuando el camino de la
reforma terminara conduciendo a unas elecciones democráticas con la
participación de todos los partidos457 . El Partit Socialista de Catalunya, que
durante los días previos había hecho campaña en favor de la abstención, se situaba
en la misma línea que el líder del PSUC: “En un referéndum sin ninguna garantía
democrática, los resultados deben considerarse, como mínimo, con un
escepticismo total. En esta ocasión, el fantasma de los referéndums del 47 y del 66
ha recorrido de nuevo las urnas del Estado español” 458 . En definitiva, las
formaciones de izquierdas suscribían en gran medida el comunicado de la
Assemblea de Catalunya, en el que se consideraba antidemocrático el referéndum, participar en el referéndum, y de ese 75% un 80% pensaba votar «sí». Celebrada la consulta y hecho el recuento, los resultados no serían iguales. Serían mejores”. 455 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 213: “El último sondeo para Barcelona-‐ciudad, efectuado el 14 de diciembre, daba una participación del 71%, con 86% de «sí», 4% de «no», 4% de voto en blanco y un 6% -‐aún-‐ de indecisos”. 456 “Martín Villa, satisfecho”, Diario de Barcelona, 17/12/1976. 457 “L. Raimundo: «El sí no es al continuismo»”, Diario de Barcelona, 17/12/1976: “Los resultados parecen coincidir con lo previsto o decidido por el Gobierno, pero cualquier persona que haya pasado ayer por algún colegio de Barcelona aceptará difícilmente la validez de los porcentajes que se anuncian (…) el «sí» mayoritario no ha sido dado al continuismo que el Gobierno practica, sino a la democracia que promete y que propugnan los que se abstuvieron”. 458 “PSC (C): Escepticismo radical”, Diario de Barcelona, 17/12/1976.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
149
al tiempo que se valoraba positivamente la derrota del “no” promovido por la
extrema derecha459. En lo que respecta al centro-‐derecha catalán, cabe destacar la
reacción de Santiago Udina, presidente de Unió Catalana, que se mostró satisfecho
por el triunfo “de la postura reformista y antirrupturista” 460 . Por último,
Convergència Democràtica manifestaba nuevamente, su indiferencia ante el
referéndum y su resultado, si bien reconocía el empeño del Gobierno por
desmontar la estructura institucional del franquismo461.
La política seguida por el Gobierno Civil para el referéndum del 15 de
diciembre había dado sus frutos. Los resultados, a pesar de situarse ligeramente
por debajo de la media nacional, habían superado las mejores previsiones
manejadas en los días anteriores. Asimismo, hemos de destacar que, desde la
convocatoria de la consulta, la provincia de Barcelona se situaba entre las que más
preocupaban al Gobierno. Desde su llegada a la Ciudad Condal, Sánchez-‐Terán
había ido estableciendo contactos con la oposición catalana, hasta el punto de
ganarse la confianza de los principales partidos. De cara al referéndum atrajo al
centro-‐derecha hacia el voto afirmativo, al tiempo que llegó a un compromiso con
los grupos nacionalistas para que no se pronunciaran en favor de la abstención.
Con esto logró dividir a las fuerzas políticas, donde tan sólo los grupos de
izquierda, especialmente PSUC y PSC, apoyaron el llamamiento abstencionista de
la Assemblea de Catalunya. Además, como hemos indicado más arriba, la ausencia
de un frente común catalán anuló la influencia de Josep Tarradellas, que prefirió
guardar silencio antes que alinearse con un bloque. En definitiva, con el fin de
459 “La opinión de la Assemblea”, Diario de Barcelona, 17/12/1976: “L´Assemblea denuncia «el carácter antidemocrático del referéndum», que se pone de relieve «sobre todo en la represión, que ha llegado incluso a heridos y detenidos que ha sufrido la campaña proabstención, a la manipulación de la opinión pública a través de la utilización abusiva de medios de comunicación, y la falta de control de los resultados. L´Assemblea reconoce públicamente el número importante de abstenciones», y «la voluntad de cambio democrático expresada por la mayoría de votos del sí. L´Assemblea valora como extremadamente positivo el fracaso de las posiciones abiertamente franquistas del no y reafirma que «sólo habrá auténtica democracia cuando hayamos conseguido la amnistía total, las libertades sin exclusión y el Estatut d´Autonomía»”. 460 “Unió Catalana: “Nuevas perspectivas para los reformistas”, Diario de Barcelona, 17/12/1976. 461 “Pujol: «Una fase más del desmontaje del franquismo»”, Diario de Barcelona, 17/12/1976
Carlos González Martínez
150
contrarrestar la abstención, el gobernador civil puso especial empeño en evitar
que a los ciudadanos de Barcelona les llegara un mensaje unitario por parte de los
líderes políticos de la oposición.
En líneas generales, la prensa destacó el carácter legitimador de la consulta,
en tanto dejaba a Suárez en una posición de fuerza con respecto a los partidarios
del continuismo. Esto le permitía negociar libremente con una oposición que,
además, se mostraba menos apegada a los planteamientos rupturistas después del
escaso eco de su llamamiento a la abstención462. El Gobierno de “penenes”, con el
inestimable apoyo del pueblo español, había logrado llevar a buen puerto una
reforma política que abría las puertas a las primeras elecciones democráticas
desde febrero de 1936. Los comicios, que según se recogía en la declaración
programática del Ejecutivo debían celebrarse en junio de 1977, siendo elegido el
15 de ese mes463. Precisamente la normativa electoral fue una de las cuestiones
principales en el orden del día de la reunión de gobernadores que, bajo la
presidencia de Rodolfo Martín Villa e Ignacio García López, se celebró el 17 de
febrero de 1977. Sin embargo, como ha indicado Salvador Sánchez-‐Terán en sus
memorias, lo que más llamó la atención de los presentes fue la indefinición en
torno a la opción electoral que apoyaría Suárez: “En la postura del Gobierno se
intuía ya una opción de centro, pero con unos perfiles tan confusos que podría
afirmarse que no había un proyecto político, aunque sí una confianza absoluta en
el triunfo”464. Habría que esperar al mes de mayo para que la coalición Centro
Democrático y el presidente Adolfo Suárez llegaran al acuerdo que dio lugar a la
UCD465.
462 “Victoria gubernamental y descalabro «ultra»”, Diario de Barcelona, 17/12/1976. 463 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 668: “Las elecciones serán el 15 de julio, miércoles. El plazo de presentación de candidaturas termina el 8 de mayo”. 464 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 247. 465 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., Madrid, Alianza Editorial, 1996, p. 167: “Si el centro intenta desarrollarse por su lado sin la ayuda del gobierno, Adolfo Suárez, como veremos, también intenta acudir a las elecciones sin el centro. Hay que esperar a la primavera de 1977 para que el Centro Democrático reconozca que necesita un verdadero líder y que, por su parte, Adolfo Suárez entienda que necesita un partido. Esta coincidencia táctica es reforzada por un evidente entendimiento
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
151
Mientras tanto, Sánchez-‐Terán continuaba desarrollando su labor en
Barcelona, consciente de que más tarde o más temprano debería iniciar los
contactos con el PSUC. La postura del Consejo de Ministros a comienzos de 1977
era contraria a la legalización de los grupos de ideología comunista, dando por
hecho que esa tarea correspondía al gobierno salido de las urnas. Ahora bien, este
planteamiento no incluía a las personas, que podían presentarse, a título
individual, como independientes 466 . Conociendo estas directrices, y con las
elecciones a menos de cuatro meses, el gobernador consideró que había llegado el
momento de tener un encuentro personal con Gregorio López Raimundo y Antonio
Gutiérrez Díaz. La reunión la llevó a cabo bajo su exclusiva responsabilidad, sin el
conocimiento del Gobierno, y sirviéndose, una vez más, de la colaboración de
Pedro Durán Farell 467 . Los líderes del PSUC le transmitieron su deseo de
presentarse en pie de igualdad con las restantes fuerzas políticas, descartando,
desde el primer momento, la opción de las candidaturas independientes. Además,
se mostraron convencidos de que las elecciones carecerían de validez sin la
legalización de los comunistas468. La reacción de Sánchez-‐Terán a la propuesta de
sus interlocutores ha quedado recogida en De Franco a la Generalitat: “A lo largo ideológico. Lo que el PP y más tarde el CD reclaman en su programa, Adolfo Suárez lo ha ido desarrollando. El centro y el primer ministro se necesitan mutuamente para ganar las elecciones. Es decir, si el matrimonio es de conveniencia, tampoco excluye cierta atracción recíproca”. 466 Ibid, p. 248. 467 NAVARRO, Julia; op. cit., p. 151-‐152: “…el gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, se había reunido con López Raimundo y Antoni Gutiérrez en casa de Duran Farrell para sondear si los hombres del PSUC estarían dispuestos a concurrir a las urnas sin sus siglas. La respuesta fue negativa; la misma que en Madrid habían dado en su día los dirigentes del PCE al Gobierno Suárez (...) «Vivimos todos estos acontecimientos con sensación de vértigo, todo pasaba tan deprisa... Sánchez-‐Terán era una persona receptiva, que se dio cuenta en seguida de que hasta las clases dirigentes de Cataluña, los empresarios, asumían con toda naturalidad la necesidad de legalizar al PSUC y la recuperación del Estatuto de Autonomía».” 468 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “En cuanto al tema de la legalización del PCE mi única actuación fue tener, a mediados de febrero del 77, una reunión secreta con los dirigentes del PSUC –Gregorio López Raimundo y Antonio Gutiérrez Díaz-‐ en la casa de mi amigo Pedro Durán Farell. Discutimos en lo político las posibles alternativas de la legalización -‐sin llegar a un acuerdo-‐ y las soluciones a la crisis económica y social, para lo que ofrecieron un pleno apoyo de CC.OO., y el PCE desde la legalidad, a una negociación y acuerdo con soluciones aceptables para el Gobierno. No consideré necesario informar a Suárez de esta reunión, pero si lo hizo Santiago Carrillo, que le contó al Presidente –en su encuentro celebrado a las afueras de Madrid-‐ el que yo había mantenido en Barcelona con los dirigentes del PSUC”.
Carlos González Martínez
152
de la conversación pudimos iniciar cierta negociación, pero no quise profundizar
en esa línea, pues no tenía ninguna facultad para tan delicada misión. Eso es
precisamente lo que haría el presidente Suárez, unas semanas después, mano a
mano con Carrillo, en otra entrevista secreta en las afueras de Madrid”469.
Adolfo Suárez, como ya hemos comentado anteriormente, no tuvo
conocimiento de la reunión del gobernador de Barcelona con los líderes del PSUC.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que empleara el mismo
procedimiento para hacer lo propio con el secretario general del PCE470. De esos
encuentros, así como del convencimiento de la necesidad de convocar unas
elecciones abiertas a todos los partidos, surgió la medida del 9 de abril -‐Sábado
Santo-‐ de legalizar la formación comunista471. Al día siguiente, el Comité Ejecutivo
del Partido Comunista hacía público un comunicado de marcado carácter
moderado, en el que expresaba su deseo de contribuir a cerrar las heridas de la
Guerra Civil con el fin de construir un sistema de libertades duradero472. Mientras
eso sucedía en Madrid, en Barcelona los miembros y simpatizantes del PSUC
469 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 248. 470 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 644: “El encuentro entre Suárez y Carrillo se celebra dentro del máximo secreto. La operación es sumamente arriesgada para Adolfo Suárez no sólo porque los mandos militares están plenamente convencidos de que el Partido Comunista está completamente fuera de los proyectos políticos del presidente del Gobierno”. 471 El Partido Comunista ha sido legalizado. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 34», Documento 1135, p. 1: “Con fecha de hoy ha quedado inscrito en el Registro de Asociaciones Políticas el Partido Comunista de España. Su inscripción se produce en cumplimiento de la sentencia dictada por la Sala Cuarta del Tribunal Supremo de Justicia el día 18 de abril y a la vista del dictamen emitido por el Fiscal del Reino, oída la Junta de Fiscales Generales y de conformidad con la misma. El Ministerio de la Gobernación había suspendido, provisional y temporalmente, la inscripción en el Registro de Asociaciones Políticas del Partido Comunista de España en base a su presumible ilicitud penal, remitiendo el expediente a la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, de acuerdo con lo establecido en el art. 8º de la Ley de 14 de junio de 1976 y el artículo 1º. Dos del Real Decreto Ley de 8 de febrero de 1977, sobre el Derecho de Asociación Política”. 472 “Primer comunicado oficial del PCE”, TeleExpres, 11/4/1977: “Al emerger plenamente a la luz, el PCE reitera su firme voluntad de contribuir con todas sus fuerzas y la máxima responsabilidad, a enterrar definitivamente las secuelas de la guerra civil, al desarrollo del proceso de democratización que devuelva a los españoles el ejercicio de su soberanía, que cree las condiciones del renacimiento de los pueblos de España en un sistema de libertades, igualdad de derechos y convivencia cívica”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
153
salieron a celebrar la noticia en las Ramblas473. La legalización de los comunistas
catalanes se produjo unos días después, cerrándose así la negociación abierta en
febrero entre Gregorio López Raimundo y Salvador Sánchez-‐Terán474.
Esa misma semana, el gobernador civil de Barcelona comunicaba al
ministro de la Gobernación su intención de dimitir de su cargo475. Sánchez-‐Terán
consideraba que, una vez aprobada la reforma y autorizados los partidos políticos,
su compromiso de pilotar la transición en la Ciudad Condal había llegado a su
fin476. También influyó el acuerdo entre Gobierno y Coordinación Democrática,
plasmado en el Real Decreto-‐Ley 20/1977, por el cual ningún alto cargo de la
Administración, a excepción del presidente, podía presentar su candidatura al
Congreso de los Diputados o al Senado477. Esa incompatibilidad, unida a su deseo
de participar desde las Cortes Generales en el futuro democrático del país, le llevó
a abandonar Barcelona. El 11 de abril, el Gobierno Civil hacía pública esa decisión
mediante una nota oficial: “El Gobernador Civil de Barcelona, Don Salvador
Sánchez-‐Terán, ha presentado al Ministro de la Gobernación la dimisión de su
cargo, con objeto de poder promover su candidatura en las próximas elecciones a
Cortes. El Sr. Sánchez-‐Terán continuará al frente del Gobierno Civil hasta que el
Consejo de Ministros acepte su dimisión”478.
473 “El PSUC se manifestó masivamente en las Ramblas, ante su próxima legalización”, Diario de Barcelona, 12/4/1977. 474 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 262. 475 Dimisión de Salvador Sánchez-‐Terán como gobernador civil de Barcelona. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 34», Documento 1146, p. 1: “Tengo el propósito de presentar mi candidatura en las próximas elecciones a Cortes. Por ello, y a la vista de lo dispuesto en el artículo 4, apartado G del Real Decreto-‐Ley 20/1977 de 18 de marzo, sobre normas electorales, presento la dimisión de mi cargo de Gobernador Civil de Barcelona. Te ruego hagas llegar mi petición al Consejo de Ministros. Deseo agradecerte muy especialmente la confianza que como Ministro de la Gobernación has depositado en mí y las pruebas de afecto que me has dado. A todo ello he procurado responder en todo momento con mi lealtad y amistad”. 476 “El gobernador civil de Barcelona ha presentado su dimisión”, La Vanguardia, 12/4/1977. 477 MARTÍN VILLA, Rodolfo, op. cit., p. 71: “Así asistimos a un hecho sin precedentes en el mundo: todos los puestos políticos de la administración resultaron inelegibles, con la excepción del presidente del gobierno”. 478 El Partido Comunista ha sido legalizado. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 34», Documento 1135, p. 2.
Carlos González Martínez
154
En declaraciones a la prensa, el propio gobernador puso especial empeño
en aclarar los motivos de su marcha, dando claras muestras de su cariño y respeto
a Cataluña479. Los medios dedicaron amplia cobertura a la noticia, destacando su
carácter dialogante y capacidad negociadora, fundamental tanto en los contactos
con la oposición como en la resolución de problemáticas socio-‐laborales480. Los
comentaristas políticos hicieron hincapié, además, en el complejo contexto
histórico en que había desarrollado su tarea: “Si su dimisión es aceptada por el
Gobierno, como es de suponer, el señor Sánchez-‐Terán habrá desempeñado su
gestión entre nosotros durante dieciséis meses, probablemente el periodo de
tiempo más cargado de aconteceres y tensiones políticas de la historia de nuestra
ciudad desde 1939. Un breve recordatorio nos permitirá confirmar tal
probabilidad: la cadena de huelgas de enero y febrero de 1976, la visita de los
Reyes y el grado de calor popular que los acogió, el comienzo de la delicada tarea
de dialogar con los grupos de la oposición por primera vez en España, la jornada
del 1 de mayo, la conmemoración del 11 de septiembre, el referéndum…”481. En
líneas generales, su decisión fue acogida en Barcelona con respeto, comprensión y
reconocimiento. Gratitud manifestada también por el ministro de la Gobernación
en la misiva que sirvió para confirmar el cese: “Resuelta ya tu petición, conforme al
interés manifestado, no quisiera dejar de ponerte unas líneas correspondiendo a tu
comunicación, que deseo aceptes como testimonio de mi reconocimiento por la
espléndida colaboración que me has dispensado en el ejercicio de las importantes
tareas que tenías encomendadas, en las que estimo has desarrollado una gestión
que ha de valorarse realmente como positiva, tanto más, dadas las dificultades que 479 “Sánchez-‐Terán se presentará como candidato a diputado por Salamanca”, La Vanguardia, 12/4/1977: “El señor Sánchez-‐Terán espera que los barceloneses comprendan los motivos que le han llevado a tomar esta resolución: «resolución siempre costosa ya que me encontraba plenamente identificado con mi tarea de gobernador, con Barcelona y con todo lo catalán»”. 480 “Un hombre de diálogo”, Diario de Barcelona, 12/4/1977: “El señor Sánchez-‐Terán, se presentó como hombre de diálogo. Explicito su voluntad ya en los primeros días de su incorporación, en enero de 1976, de mantener un amplio contacto con todas las fuerzas políticas catalanas, y que sus conversaciones con ellas no serían simples intercambios de opinión, sino que venía dispuesto al pacto, al acuerdo. Desde entonces las puertas del Gobierno Civil se han mantenido abiertas a este diálogo (…) Otro aspecto positivo del periodo del señor Sánchez-‐Terán, ha sido el de mediador en múltiples conflictos ciudadanos y laborales”. 481 “Respeto general”, La Vanguardia, 12/4/1977.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
155
se han concitado en esa etapa. Creo, pues, que te asiste la legítima satisfacción de
haber interpretado y cumplido muy positivamente las directrices del Gobierno, y
de ahí mi reconocimiento muy sincero”482.
La dimisión del gobernador civil de Barcelona fue aceptada por el Consejo
de Ministros en su reunión del viernes 15 de abril. El carácter significativo del
cargo vacante llevó al Gobierno a aprobar el nombramiento de Manuel Ortiz en
sustitución de Salvador Sánchez-‐Terán483. Se trataba de un hombre cercano al
presidente, con quien había colaborado de manera estrecha tanto en el número 3
del Paseo de la Castellana como en el palacio de la Moncloa. Además, conocía bien
la realidad catalana, pues había sido delegado provincial de Información y Turismo
durante la etapa de Manuel Fraga al frente de ese Ministerio484. Si bien no tuvo
nada que ver en esa elección, desde un primer momento Sánchez-‐Terán se mostró
convencido de la idoneidad de Manuel Ortiz para sucederle485.
482 Misiva de Rodolfo Martín Villa con motivo de la dimisión de Sánchez-‐Terán. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 34», Documento 1151, p. 2. 483 ORTIZ, Manuel, Adolfo Suárez y el bienio prodigioso (1975-‐1977), Barcelona, Planeta, 2006, pp. 189-‐190: “Entre las muchas dimisiones que se producen por este razonable motivo, a mí me afectó personalmente la de Salvador Sánchez-‐Terán, que entonces era Gobernador Civil de Barcelona. Varias veces en las reuniones con el Presidente del Gobierno y Rodolfo Martín Villa, yo había sido testigo de excepción de las dificultades que tenía el Presidente para cubrir puestos de responsabilidad, que no podían quedar de ninguna manera abandonados o desatendidos en medio de la vorágine electoral. Así que cuando en una de aquellas ocasiones se planteó el tema de la sustitución de Sánchez-‐Terán en Barcelona y el Presidente del Gobierno me miró interrogativamente, le dije que estaría dispuesto a ir para cubrir esa vacante. No es que a mi me apeteciera dejar el puesto privilegiado que tenía al lado de Suárez, pero alguien tenía que ir, yo conocía Barcelona y contaba con buenos amigos allí”. 484 “Manuel Ortiz, el gobernador de Suárez”, Catalunya Express, 16/4/1977: “…ocupó la Delegación provincial del Ministerio de Información y Turismo en los tiempo que el hoy primera cabeza de Alianza Popular ocupaba la titularidad de aquel ministerio (…) La imagen que guardo de Manuel Ortiz en sus años barceloneses es lo que por aquel entonces podíamos llamar un liberal dentro del aparato del régimen franquista (…) Me consta que es uno de los más íntimos colaboradores del presidente Suárez y que ha participado directamente en la política del Gobierno de cambios importantes y de liberalización Me parece, en definitiva, que es una garantía que haya vivido tan de cerca la gestión gubernamental; por lo que hay que esperar que aplique los mismos criterios que se han venido tanto en Moncloa como en Castellana, 3, para todos los políticos españoles y que deje un buen recuerdo entre los demócratas que vivimos en Catalunya, como lo ha dejado su antecesor en el cargo, Salvador Sánchez-‐Terán”. 485 ORTIZ, Manuel, op. cit., p. 206: “Manuel Ortiz, antes que sucesor en el cargo, amigo, reúne a mi juicio las condiciones básicas para realizar un buen trabajo en el Gobierno de Barcelona:
Carlos González Martínez
156
El relevo, que se formalizó el 19 de abril en el Salón Carlos III del Gobierno
Civil, contó con la intervención de Rodolfo Martín Villa, Manuel Ortiz y Salvador
Sánchez-‐Terán. Este último trató de resumir en su discurso las claves para
entender su labor en la Ciudad Condal: “Siempre he entendido mi misión de
gobierno en Barcelona limitada en el tiempo y en el contexto histórico de la
transición. Mi objetivo básico ha consistido en lograr en Barcelona una avanzada
en el proceso a la democracia; en cubrir este difícil periodo en paz y en serenidad y
en aplicar la política de reforma del Gobierno con una amplitud y una flexibilidad
acorde a la realidad catalana”486 . A continuación, Sánchez-‐Terán procedió a
enumerar las directrices básicas de actuación de su mandato: el desarrollo
progresivo de las libertades individuales y colectivas de reunión, asociación y
expresión; la búsqueda de cauces razonables a las expresiones políticas del hecho
catalán487; una especial atención a la conflictividad laboral, tratando de reducir las
repercusiones económicas y sociales de las huelgas; el diálogo y colaboración con
las fuerzas políticas, buscando con ello ofrecer a la ciudadanía una variedad de
opciones electorales; el mantenimiento del orden público, buscando
preferentemente la solución de los conflictos a través del diálogo y el pacto; y el
impulso de los servicios básicos de la comunidad, especialmente en materia de
educación, asistencia social e infraestructuras urbanas488. Unos días después de la
conocimiento amplio de la realidad catalana, profunda experiencia de la Administración, y enlace personal y directo con las máximas instancias del Gobierno”. 486 Discurso de Salvador Sánchez-‐Terán al cesar como gobernador civil de Barcelona, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 34», Documento 1153, p. 2. 487 ORTIZ, Manuel, op. cit., p. 206: “Sánchez-‐Terán hizo un buen discurso de despedida, en el que destacó dos prioridades de la acción del Gobierno durante su mandato. La primera consistió en desarrollar progresivamente las libertades individuales y colectivas de reunión, de asociación y de expresión, primero bajo un régimen de tolerancia controlada y después bajo una aplicación no restrictiva de la legalidad. La segunda se centró en la búsqueda de cauces razonables a la expresión política de hecho diferencial catalán, procurando que no se desbordará su gran dimensión histórica y emotiva y avanzando dentro de la legalidad constitucional hacia formas que permitieran la concreción de la personalidad cultural y política de Cataluña”. 488 Discurso de Salvador Sánchez-‐Terán al cesar como gobernador civil de Barcelona, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 34», Documento 1153, p. 3.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
157
celebración de ese acto, Sánchez-‐Terán recibía la Medalla de Oro de la provincia,
concedida por la Diputación de Barcelona489.
Una vez abandonado el Gobierno Civil, Salvador Sánchez-‐Terán comenzó a
preparar su candidatura para las elecciones del 15 de junio. Desde el primer
momento, manifestó su intención de presentarse por la provincia de Salamanca en
una formación política de centro490. Además, en una entrevista concedida a ABC el
mismo día de su dimisión, dejo muestras de su cercanía al presidente del Gobierno:
“El centro en nuestro país es una amplia coalición de partidos y personas
independientes. Ahora bien, personalmente me identifico y me siento vinculado
con las posiciones y actitudes políticas del Gobierno de Suárez”491. Precisamente
durante esos días, el presidente estaba negociando su desembarco en la coalición
Centro Democrático, circunstancia que no conocía Sánchez-‐Terán. De ahí que, en
una reunión mantenida en Madrid a principios de abril, no terminara de aceptar la
oferta de los centristas salmantinos para integrarse en esa formación492. Existía
una evidente cercanía ideológica, pero él había manifestado en varias ocasiones, y
volvió a hacerlo ante sus interlocutores, su deseo presentarse en la candidatura
encabezada por el presidente493. Por su parte, la prensa charra se hizo eco de este
encuentro, denominando al todavía gobernador de Barcelona como “el hombre de
Suárez en Salamanca”494.
Desde su llegada al Gobierno Civil, Sánchez-‐Terán había puesto especial
empeño en que no se le relacionara con ninguna fuerza política495. Esto no evitó
489 “Medalla de oro a Sánchez-‐Terán”, La Prensa, 30/4/1977. 490 “Sánchez-‐Terán se presentará por Salamanca”, Catalunya Express, 12/4/1977: “El anuncio de mi candidatura lo haré en Salamanca y antes he de planificarlo con mis compañeros de lista. Sólo puedo decir que soy un hombre de centro”. 491 “Sánchez-‐Terán será candidato por Salamanca”, ABC, 12/4/1977. 492 “Sánchez-‐Terán, candidato a diputado por el Centro Democrático”, La Vanguardia, 13/4/1977. 493 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 17 de agosto de 2013. 494 “Sánchez-‐Terán, hombre de Suárez”, La Gaceta de Salamanca, 12/4/1977. 495 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “No pertenecía a ningún partido político, ni a ninguna asociación, exceptuada PROLESA, como ya he contado. Tuve especial interés,
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158
que, hasta la fundación de Alianza Popular, se le considerara un político de centro
cercano a Manuel Fraga496. También era conocida su cercanía ideológica a los
miembros del Grupo Tácito, con amplia representación dentro del Gobierno de
Suárez497. Precisamente los “tácitos” estuvieron en el origen del Partido Popular,
grupo de ideología centrista fundado en noviembre de 1976498. En esta formación,
bajo la presidencia de Pío Cabanillas, se integró Miguel Ángel Sánchez-‐Terán,
hermano del gobernador de Barcelona, lo que contribuyó a extender rumores
sobre su posible incorporación499. Sin embargo, nunca llegó a formar parte del
Partido Popular, ni siquiera después de su dimisión. Ahora bien, parte importante
de su tarea en la Ciudad Condal era garantizar la pluralidad de ofertas ideológicas,
de ahí que, como hacía con los demás grupos, colaborara en la implantación del PP
en su provincia: “Recuerdo que me llamaron a Barcelona diciéndome que querían
impulsar su partido allí, y yo les dije que encantado. Me pidieron que participara y
yo les contesté que no, que como gobernador no veía oportuno participar en
ningún acto de partido alguno. Hasta tal punto llegaba la cosa que Gonzalo
Fernández de la Mora, que había sido mi ministro, fue a dar una conferencia al
Ayuntamiento de Barcelona y vino a comer a mi casa, pero no asistí a su acto. No
participé en nada político porque no quería que me identificaran con ningún
grupo. Pero les mandé coche oficial al hotel, vinieron a desayunar a mi casa Areilza
como Gobernador de Barcelona, en mantener mi independencia y no permitir que se me encuadrara en ningún partido”. 496 “Sánchez-‐Terán se presentará por Salamanca”, Catalunya Express, 12/4/1977: (…) Se ha dicho siempre, también, que Sánchez-‐Terán era un hombre-‐Fraga”. 497 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Mi mayor proximidad era con los Tácitos, al que pertenecían muchos de mis amigos del Colegio Mayor San Pablo y de asociaciones de apostolado seglar, pero nunca me inscribí en el Grupo. Cuando me preguntaban en Barcelona mi ideología política siempre dije que me encontraba entre una socialdemocracia y una democracia cristiana progresista”. 498 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 165-‐66: “El dos de noviembre de 1976 los «tácitos» deciden relanzar la idea de aquel partido, que es presentado oficialmente el 1 de diciembre en el hotel Meliá-‐Castilla (…)“En opinión de José Pedro Pérez-‐Llorca: “El Partido Popular lo hicimos prácticamente los de Tácito, con la incorporación de Pío [Cabanillas] que intervino mucho, y después con el fichaje de Areilza”. 499 “Sánchez-‐Terán se presentará como candidato a diputado por Salamanca”, La Vanguardia, 12/4/1977: “Lo que se ha reservado el señor Sánchez-‐Terán, hasta su llegada a Salamanca, es el partido que va a avalar su candidatura. De todos modos es generalmente conocida la postura centrista del gobernador dimitido, así como sus relaciones familiares y personales con dirigentes del Centro Democrático.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
159
y Pío Cabanillas, me contaron el proyecto del Partido Popular, y les oriente en
cuanto a nombres, en concreto hacia el Círculo de Economía, con los que me
entendía muy bien en Barcelona; eran de mi edad, aperturistas, europeístas… Pero
no me pidieron que me inscribiera, o si lo hicieron les respondí que mientras fuera
gobernador de Barcelona no me integraría en ningún grupo. Tenía contactos con
ellos, pero como con los demás, aunque con la peculiaridad de que mi hermano
firmó el acta fundacional. Cosa en la que yo no tuve ninguna influencia”500.
Ideología Partido Político Democristiano Partido Demócrata-‐Cristiano (Álvarez de Miranda) Socialdemócrata Partido Socialdemócrata (Francisco Fernández Ordóñez) Unión Social Demócrata Española (Eurico de la Peña) Partido Social Demócrata Independiente (Gonzalo Casado) Federación Social Demócrata (José Ramón Lasuén) Gubernamentalistas Partido Popular (Pío Cabanillas) Liberales Fed. Partidos Demócratas Liberales (Joaquín Garrigues) Partido Demócrata Popular (Ignacio Camuñas) Partido Progresista Liberal (Juan García Madariaga) Partido Liberal (Enrique Larroque) Partidos Regionales Partido Social Liberal Andaluz (Manuel Clavero Arévalo) Partido Gallego Independiente (José Luis Meilán Gil) Acción Regional Extremeña (Enrique Sánchez de León) Unión Canaria (Lorenzo Olarte) Unión Demócrata Murciana (Pedro Pérez Crespo) Partidos firmantes del acta fundacional de la coalición UCD Fuente: ALONSO CASTRILLO, Silvia, La apuesta del centro. Historia de la UCD, Madrid, Alianza Editorial, 1996, p. 178.
En febrero de 1977, el Partido Popular llegó a un acuerdo con la Federación
de Partidos Demócratas Populares y con el Partido Democrático Popular para
constituir una coalición electoral centrista: Centro Democrático501. Se trataba la
candidatura más cercana a las ideas de Sánchez-‐Terán, de ahí que este manifestara
que, de no haberse presentado Adolfo Suárez, hubiera optado por integrarse en
500 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012. 501 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., pp. 166: “…el 17 de enero de 1977, se crea una coalición electoral integrada por el Partido Popular, la Federación de Partidos Demócratas y Populares y el Partido Demócrata Popular. Esta coalición lleva el nombre de Centro Democrático”.
Carlos González Martínez
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ella502. Ahora bien, ese escenario nunca se planteó, pues el 3 de mayo de 1977 el
presidente llegó a un acuerdo con los líderes centristas para constituir la Unión de
Centro Democrático 503 . El acta fundacional, firmada por quince partidos,
contemplaba la formación de una coalición integrada por democristianos, liberales,
socialdemócratas, personas procedentes del aparato del Estado y grupos
regionalistas.
Bajo las siglas de la UCD se presentó Salvador Sánchez-‐Terán a las
elecciones del 15 de julio, en las que obtuvo el acta de diputado como número dos
de la provincia de Salamanca. En el próximo capítulo tendremos oportunidad de
analizar con detalle la campaña electoral, así como su tarea en el Congreso de los
Diputados y en el seno del partido. Ahora, con el fin de continuar el repaso de su
actividad en Cataluña, nos detendremos en las negociaciones que, tres meses
después de los comicios, condujeron al restablecimiento de la Generalitat y al
retorno de su presidente Josep Tarradellas. Episodio en el que Sánchez-‐Terán
desempeñó un papel de primer orden.
3.3. La “Operación Tarradellas”.
Las negociaciones que condujeron al restablecimiento de la Generalitat de
Cataluña tuvieron lugar en agosto y septiembre de 1977, tres meses después de las
primeras elecciones democráticas. Sin embargo, para una mejor comprensión de
esos encuentros que protagonizaron Josep Tarradellas y Salvador Sánchez-‐Terán
en París, Perpiñán y Saint-‐Martin-‐le-‐Beau, es necesario retroceder hasta
noviembre de 1975. La muerte de Francisco Franco había abierto un periodo
502 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “También es cierto que en aquel Partido Popular de Pío Cabanillas entraron bastantes Tácitos –porque ellos nunca quisieron formar un partido democratacristiano-‐, y en ese grupo había muchos amigos míos. De hecho, si no hubiera aparecido la UCD de Suárez, yo no hubiera tenido más opción que esa. Porque entre eso y la socialdemocracia de Ordóñez, yo hubiera elegido a Areilza y Pío, ya que con los dos tuve buena relación, especialmente con Pío”. 503 OREJA AGUIRRE, Marcelino; op. cit., p. 188: “El 3 de mayo se constituyó la Unión de Centro Democrático”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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marcado por la incertidumbre, pero también lleno de esperanzas para aquellos que
pretendían instaurar en España un régimen democrático. Uno de estos hombres
era el presidente de la Generalitat en el exilio. Josep Tarradellas veía llegado el
momento de devolver a Cataluña sus instituciones autónomas de gobierno: “Intuía
que no sería fácil lograr que los nuevos dirigentes del Estado aceptasen el
restablecimiento de la Generalitat como paso previo a la colaboración de Cataluña
en la obra común de España. Quise adelantarme a los hechos, hacer pública mi
voluntad de crear un organismo político pactado con todas las fuerzas catalanas y
articulado con la Generalitat a fin de constituirnos en interlocutores ineludibles a
la hora de intervenir en la solución de nuestros problemas y también en los
generales de España”504.
En su primer mensaje, publicado el 1 de diciembre de 1975 bajo el título
“En tierras del exilio”, Josep Tarradellas apelaba a la unidad de las fuerzas sociales
y políticas catalanas, al tiempo que trazaba un plan de transición basado en la
reconciliación nacional y la superación de los rencores entre vencedores y
vencidos. Para alcanzar ese objetivo, establecía “tres condiciones fundamentales: la
amnistía total, el restablecimiento de la Generalitat de Cataluña y las elecciones
constituyentes”505. Para Josep Tarradellas, sólo la unidad de los partidos catalanes
y de la institución que él representaba permitiría la inclusión, en el programa
reformista del Gobierno, del restablecimiento de la Generalitat506. Actuar como un
frente común, les haría aparecer ante el Estado como una fuerza negociadora
válida e ineludible507. De ahí la buena acogida que tuvo en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau la
504 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 22. 505 Ibid. 506 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 275: “Tarradellas conocía y admiraba la figura y la obra de De Gaulle, y desde que se levantaba hasta que se iba a dormir sólo tenía una preocupación: mantener viva la Generalitat a base de repetirse constantemente que él era su presidente. Lo sustentaba una intuición en la que nadie creía pero que resultó cierta: que cuando en España se produjese el cambio político los catalanes se aferrarían a la Generalitat. Que él saldría al balcón del Palau de la Generalitat anunciando «Ja sóc aquí»”. 507 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 27: “Antes de la constitución del Consejo de las Fuerzas Políticas, todos los partidos que lo integraban me consultaron. Mi criterio fue claro: las fuerzas catalanas tenían que agruparse con objeto de hacer posible el restablecimiento de las instituciones
Carlos González Martínez
162
constitución, a finales de diciembre, del Consell de Forçes Polítiques508. El nuevo
organismo no sólo estaba abierto a más grupos que la Comisión Coordinadora,
disuelta pocos días antes, sino que hacía referencia a la Generalitat y a su
presidente en el acta fundacional509.
El primer encuentro de Josep Tarradellas con los miembros del Consell tuvo
lugar en el hotel PLM Saint-‐Jacques de París, los días 10 y 11 de abril de 1976510.
Las reuniones permitieron un acercamiento de posturas y un compromiso en
torno a la unidad de acción511. Acuerdo que, salvo episodios aislados, cumplieron
ambas partes512. La condición sine qua non expresada por el presidente de la
Generalitat en su mensaje del 1 de diciembre se cumplía cuatro meses después. La
oposición catalana en bloque exigía el restablecimiento de las instituciones
derogadas en 1939: “El Consell de Forçes Polítiques de Catalunya ha expresado
nuevamente al presidente de la Generalitat, de acuerdo con sus bases
programáticas, la irrevocable decisión de luchar por la instauración en Catalunya
de las instituciones de la Generalitat y de los principios configurados en el Estatuto
autónomas de gobierno. Yo era consciente de que la Generalitat no podía mantenerse al margen de un movimiento unitario de partidos catalanes (…) Al mismo tiempo era preciso dejar sentado que no se podría negociar con el Estado español sin la dirección de la Generalitat”. 508 PREGO, Victoria; op. cit., Plaza&Janés, 1995, p. 397: “Las reivindicaciones de este organismo unitario son, en primer lugar, autonomistas. El punto inicial de su programa es el restablecimiento de un gobierno provisional de la Generalitat de Cataluña, cuya representación sigue manteniendo viva desde el exilio el honorable Tarradellas, y la recuperación de las condiciones de autonomía del estatuto de 1932”. 509 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 26: “El punto sexto de la declaración fundacional del Consejo de Fuerzas Políticas aludía al papel de la Generalitat y de su Presidente en el proceso político que se iniciaba. Era la primera vez que un organismo unitario de la lucha clandestina establecía la necesidad de contar con el apoyo de las instituciones catalanas, pero subsistía el peligro de que fuese un simple recurso retórico”. 510 “Una visión de Catalunya desde el exilio”, Diario de Barcelona , 23/4/1976. 511 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 49: “El balance del encuentro fue positivo. Se aceptó una política de amplia unidad catalana como condición para la constitución de un gobierno provisional de la Generalitat, así como actuar unitariamente en todo lo que guardase relación con España, bien fuera el Gobierno, bien las plataformas de oposición”. 512 Ibid: “Supe que se preparaba una reunión de representantes del Consejo de Fuerzas Políticas y de la Asamblea de Cataluña con el ministro José María de Areilza, en el domicilio barcelonés de su amigo Antoni Senillosa. Con el florentinismo de andar por casa que caracteriza la política catalana, el Consejo de Fuerzas Políticas creyó sin duda que la presencia de representantes de la Asamblea de Cataluña lo eximía del acuerdo estipulado en el comunicado de la reciente reunión de París, que consistía en actuar siempre de acuerdo con el presidente de la Generalitat”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
163
de 1932, hoy reivindicados por la gran mayoría de los catalanes. Los reunidos han
considerado que en el proceso hacia la formación de un gobierno provisional de la
Generalitat de Catalunya hay que tener en cuenta la totalidad de las fuerzas
políticas, sociales y del movimiento obrero de Catalunya, y en especial de la
Assemblea de Catalunya”513. Después de las reuniones de París, quedaba atrás la
desconfianza de Convèrgencia Democràtica de Catalunya y el PSUC hacia
Tarradellas, puesta de manifiesto en la XVI reunión de la Permanente de la
Assemblea de Catalunya514.
La visita oficial de los Reyes a Cataluña permitió que, con el conocimiento
del presidente Carlos Arias y con el fin conocer de primera mano las ideas políticas
de Josep Tarradellas, una delegación gubernamental visitara Saint-‐Martin-‐le-‐Beau.
La organización corrió a cargo del ministro de la Gobernación, Manuel Fraga, y los
intermediarios fueron Antoni Bafarull y Antoni Navarro. Estos dos acompañaron a
Luis Santiago de Pablos, secretario de estudios de GODSA, y a Manuel Milián
Mestre, miembro del Club Ágora de Barcelona, a la reunión con el presidente de la
Generalitat, que se fijó para el día 14 de febrero. “Me expusieron que el gobierno
no quería rupturas, sino aperturas o reformas, dentro de las cuales existían
posibilidades de encauzar de manera positiva el problema de Cataluña. Deseaban
conocer mis ideas y propósitos para informar al gobierno y al rey al respecto.
Insistí en que el primer problema era la reconciliación de todos los españoles, la
superación del franquismo con un nuevo régimen en el que estuviesen
representadas todas las fuerzas políticas y sociales sin excepción. Para ello eran
necesarias la amnistía, la legalización de todos los partidos, la democratización de
la vida pública”515. A continuación, Tarradellas manifestó estar convencido de la
necesidad de restaurar las instituciones catalanas para despejar el camino hacia
513 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 85. 514 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 42: “No todos aceptaban sin reparos que yo fuese presidente de la Generalitat. Los reparos procedían primordialmente de Jordi Pujol y del PSUC. Por otro lado, un amplio abanico de partidos moderados y de izquierda me aceptaban con entusiasmo. Una gran parte de mi labor y de las preocupaciones del año 76 estuvieron dirigidas a conciliar posiciones”. 515 Ibid, p. 34.
Carlos González Martínez
164
reconciliación nacional y la construcción de un régimen democrático 516 . La
conversación entre el president de la Generalitat y la delegación gubernamental,
que había comenzado al mediodía, se desarrollo con “sinceridad, respeto y
cordialidad”, terminando a las tres de la madrugada517. En ese momento, con la
promesa de informar a don Juan Carlos sobre los temas tratados, los enviados del
Gobierno abandonaron el domicilio.
La incapacidad de Carlos Arias para llevar a buen puerto la reforma, impidió
la hipotética celebración de una segunda reunión, dejando el encuentro del 14 de
febrero sin repercusiones políticas. De ahí que la historiografía apenas haya
prestado atención al suceso que hemos relatado. Ahora bien, es interesante
destacar la existencia de contactos entre Josep Tarradellas y el Gobierno de España
antes de la llegada de Adolfo Suárez al poder. Si bien sólo en ese momento se
comenzó a abordar la cuestión de la Generalitat de Cataluña con la seriedad y
profundidad que requería. Señalar también que la iniciativa para concertar la
reunión de Saint-‐Martin-‐le-‐Beau no surgió de Carlos Arias, quien se limitó, como
indica Tarradellas en sus memorias, a autorizar la operación. El origen hay que
buscarlo en La Zarzuela, donde había gran interés en conocer la postura del
presidente de la Generalitat antes de la visita de los Monarcas a Cataluña518.
Aunque, con motivo de su proclamación como Rey, don Juan Carlos se había
mostrado favorable al reconocimiento de la diversidad de los pueblos que
componían España, desconocemos si su interés en esa entrevista iba más allá, si
contemplaba la posibilidad de restablecer las instituciones catalanas519. Pero no
cabe duda de su labor como promotor de esa entrevista, y que para ello contó con
516 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 274: “Con estos elementos de subsistencia, un sello y un papel de cartas. Tarradellas resistió. Y cuando las circunstancias le fueron favorables tuvo suficiente para reclamar respeto a la institución y a su entorno”. 517 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 35. 518 Ibid, p. 34. 519 Discurso de don Juan Carlos I como Rey de España, 22 de noviembre de 1975: “Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado las peculiaridades regionales como expresión de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
165
la colaboración de Manuel Fraga. El ministro de la Gobernación, cuyo principal
representante en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau era Luis Santiago de Pablos, aspiraba a
atraer a Josep Tarradellas hacia las posturas reformistas, con el fin de aprovechar
el prestigio e influencia de este entre la oposición catalana. Sin embargo, se
manifestaba contrario al restablecimiento de la Generalitat y del Estatuto de 1932.
Fraga era partidario de dar un tratamiento especial al hecho catalán, pero a través
de la Comisión de Régimen Especial que él mismo había promovido desde su
nombramiento como ministro de la Gobernación520.
Llegados a este punto, y en tanto que alternativa al restablecimiento de la
Generalitat perseguido por Josep Tarradellas, conviene relatar brevemente el
proyecto de descentralización política propuesto por Manuel Fraga. El primer paso
para la constitución de un régimen administrativo especial lo dio Juan Antonio
Samaranch el 23 de diciembre de 1975. En su condición de presidente de la
Diputación de Barcelona, y con el respaldo del responsable de Gobernación, logró
que el órgano provincial elevara una propuesta sobre la cuestión al Consejo de
Ministros. En principio la petición dejaba al margen a las restantes provincias
catalanas, si bien preveía su futura inclusión, así como “la creación de una
Mancomunidad regional con su organización, competencias y régimen económico
propio” 521 . Al tomar posesión de su cargo como gobernador civil, Salvador
Sánchez-‐Terán mostró su apoyo a la iniciativa de Samaranch, colaborando con
Fraga para llevarla al Consejo de Ministros del 6 de febrero522. Sin embargo, este
520 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 20: “En cuanto a Cataluña, tras un análisis histórico en profundidad, Fraga, que ha mantenido relación con políticos catalanes en los últimos meses, opina que no se debe restablecer el Estatuto del 32, pero que el hecho catalán, cuya importancia resalta, es preciso abordarlo con seriedad y rigor, y por ello piensa constituir una comisión mixta que proponga los planteamientos esenciales de un régimen especial para Cataluña”. 521 Ibid, p.57. 522 Proyecto de Decreto por el que se crea una comisión para el estudio de la implantación de un régimen especial para la provincia de Barcelona, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 7», Documento 525, p. 1: “La Diputación Provincial de Barcelona ha elevado una moción al Ministerio de la Gobernación en el sentido de solicitar al Gobierno la constitución de una Comisión que estudie la implantación de un régimen administrativo especial para la provincia de Barcelona que permita, en un futuro próximo, institucionalizar la región catalana en la línea de la declaración programática del Gobierno sobre una organización
Carlos González Martínez
166
trámite se vio frenado debido a la intervención de las otras tres diputaciones, que
consideraban preferible su incorporación al régimen especial desde el primer
momento. Esta postura fue respaldada por sus respectivos gobernadores civiles y
por el Club Catalònia, cuyos representantes no dudaron en enviar un telegrama al
Gobierno pidiendo la inclusión de la región entera en el proyecto, así como la
presencia de todas las fuerzas sociales y políticas en la comisión encargada de
estudiarlo523. El ministro de la Gobernación se percató de la conveniencia, aún a
costa de retrasar sus planes, de incluir a todas las provincias. De esta manera,
hasta el viernes 20 de febrero no se aprobó el decreto por el que se constituía una
Comisión para el Estudio del Régimen Administrativo Especial para Cataluña524.
La normativa aprobada por el Consejo de Ministros, además de crear un
organismo formado por un presidente y veinticuatro vocales –la mitad designados
por Gobernación y los doce restantes por las diputaciones-‐, encargaba a las cuatro
provincias la elaboración de estudios preliminares que debían entregarse a la
Comisión en cuarenta y cinco días. A su vez, esta tenía un plazo máximo de seis
meses para remitir sus conclusiones al Gobierno525. El barcelonés Federico Mayor
Zaragoza, antiguo rector de la Universidad de Granada y ex subsecretario de
Educación, fue designado presidente el 9 de abril de 1976526. Ese mismo día
institucional de las regiones. El Gobierno Civil de Barcelona ha informado favorablemente la citada moción elevada por la Diputación Provincial”. 523 “El «Club Catalònia» pide un régimen administrativo para toda Catalunya”, La Vanguardia, 11/2/1976: “ Interpretando el sentir generalizado de Barcelona y de la región catalana, estimamos necesario quede en suspenso el trámite moción que solicita régimen administrativo especial para provincia. Stop. Indispensable primer planteamiento sea general para toda región catalana. Stop. Inicial por solución provincial causaría profunda desilusión. Stop. Añadimos necesidad comisiones preparatorias tengan plena representatividad. Stop. Deseo estar presentes actual hora política obliga evitar que con la mejor voluntad se incrementen las dificultades futuro. Stop. Atentamente”. 524 Decreto 405/1976, de 20 de febrero, por el que se crea una comisión para el estudio de la implantación de un régimen especial para las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. 525 Comisión para el estudio de un régimen especial de las cuatro provincias catalanas. Normas para el funcionamiento interno de la Comisión a que se refiere el art. 3º del Decreto 405/1976 de 20 de febrero, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 7», Documento 520. 526 Real Decreto 736/1976, de 9 de abril (BOE de 15-‐12-‐1943), por el que se nombra Presidente de la Comisión para el estudio de un régimen especial para las cuatro provincias catalanas a don Federico Mayor Zaragoza.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
167
también se hacía pública una orden ministerial con la lista de vocales de la
Comisión, siendo designados por el Ministerio de la Gobernación José López Muñiz
y González Madroño, “Jaime Basanta de la Peña –abogado del Estado y
subsecretario de Hacienda-‐; Juan Echevarría Puig –empresario catalán, vinculado
políticamente a Fraga, que le acababa de nombrar director general de Correos y
Telecomunicaciones-‐; José Espinet Chancho –ingeniero de caminos, gran experto
en temas de infraestructura, nombrado director general de Urbanismo en el
primer Gobierno de la Monarquía-‐; Gabriel Ferraté –científico, ex rector de la
Politécnica de Barcelona, director general de Universidades-‐; Antonio Gómez
Picazo –abogado del Estado, director general de la Administración local-‐; Alfonso
Gota Losada –especialista en temas fiscales, director general en el Ministerio de
Hacienda-‐; Manuel Ortiz Sánchez –que había sido delegado de Información y
Turismo en Barcelona y luego sería mi sucesor en el Gobierno Civil-‐; Alejandro
Pedrós Abelló –catedrático de Hacienda y teniente de alcalde del Ayuntamiento de
Barcelona-‐; Pablo Roig Giralt –conocido abogado barcelonés, miembro del Club
Catalònia-‐; Juan Sardá Dexeus –catedrático y economista de gran prestigio-‐; y
Carlos Sentís Anfruns –periodista de brillante trayectoria profesional, ex
presidente de la agencia EFE y vinculado a la Lliga”527. Por su parte, las provincias
eligieron como representantes a Juan Antonio Samaranch, presidente de la
Diputación de Barcelona; Joaquín Viola, alcalde de Barcelona; Andrés Ribera,
presidente del Consejo Económico-‐Social de Cataluña; Antonio Xuclá, presidente
de la Diputación de Gerona; Ramón Finá, vicepresidente del citado organismo; Juan
Botanch, procurador en Cortes; Juan Casimiro Sangenís, presidente de la
Diputación de Lérida; José Altisent, alcalde de Tremp; Juan Tarrats, alcalde de
Cervera; José Clúa, presidente de la Diputación de Tarragona; José Gomis, alcalde
de Montblanch y procurador en Cortes; y Felipe Tallada, alcalde de Tortosa528.
527 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 58. 528 Orden de 9 de abril (BOE de 15-‐12-‐1943), por el que se designan los vocales que han de formar parte de la Comisión para el estudio de un régimen especial para las cuatro provincias catalanas.
Carlos González Martínez
168
Al iniciar el camino hacia la constitución de un régimen especial, Manuel
Fraga cerraba las puertas al restablecimiento de la Generalitat y al retorno de
Josep Tarradellas como presidente de la institución. En sus planes figuraba
únicamente el desarrollo de un amplio proceso de descentralización
administrativa que, una vez se llevara a cabo la reforma de las Leyes
Fundamentales, podría desembocar en un nuevo régimen estatutario.
Precisamente a esa esperanza se aferraban los representantes del Club Catalònia,
así como otras personalidades y agrupaciones que apoyaban la labor de la
Comisión529. Ahora bien, la negativa a restablecer el Estatuto de 1932, trajo
consigo la indiferencia, cuando no el rechazo, de buena parte de la oposición
catalana a los planes del ministro. Además, mostraron su malestar por la ausencia,
entre los vocales, de representantes de algunos de los grupos políticos y sociales
más importantes Cataluña530. Años después, Josep Tarradellas escribía en sus
memorias su opinión sobre aquella iniciativa: “Todo el asunto de la Comisión del
Régimen Especial fue una desafortunada iniciativa política, condenada de
antemano al fracaso por estar sujeta a los límites estrechísimos que imponía el
gobierno Arias”531.
Sin embargo, la crisis de gobierno del mes de junio no afectó a las tareas de
una Comisión que, tras celebrar sus primeras reuniones el 18 de mayo y el 7 de
junio, mantuvo el ritmo de trabajo hasta de noviembre532. A finales de ese mes,
Federico Mayor Zaragoza remitió la documentación del estudio realizado al
529 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 63. 530 “Otra ocasión perdida”, El Noticiero Universal, 28/4/1976: “Sin embargo, si puede afirmarse que en la constitución de la referida Comisión, especialmente por la significación política de sus miembros, se ha perdido, otra vez, una gran oportunidad. Ya que uno piensa que esta Comisión habría tenido que posibilitar que los representantes de los diversos sectores y grupos políticos catalanes se sentaran en una misma mesa para dialogar y trabajar en común con el fin de hacer factible un régimen jurídico-‐político que recoja las aspiraciones y los anhelos del pueblo catalán en lo referente al tema del autogobierno”. 531 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 42. 532 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 58.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
169
Consejo de Ministros y a los gobernadores civiles de las cuatro provincias533.
Además de una serie de actuaciones de realización inmediata, incluía un proyecto
de ley en el que se concretaban las instituciones básicas del régimen especial: el
Consejo General de Cataluña –encargado de redactar el Estatuto-‐, la comisión de
Acción Regional y la Mancomunidad534. El texto fue estudiado por el Gobierno de
Adolfo Suárez, constituyendo una de las cuestiones fundamentales en la agenda del
presidente durante el viaje realizado a Barcelona el 20 de diciembre. Por tanto, la
Comisión de Régimen Especial llegó a buen puerto a pesar del cambio en el
ejecutivo, por lo que parece que cabría matizar la estrecha relación que Josep
Tarradellas establecía entre ella y el Gabinete de Carlos Arias. Es cierto que Manuel
Fraga desempeñó un papel fundamental en su constitución, pero su desaparición
de Gobernación no condujo a la cancelación del proyecto. La propia dinámica del
organismo recién creado, así como la permanencia en sus cargos de dos de sus
promotores, Juan Antonio Samaranch y Salvador Sánchez-‐Terán, fueron motivos
suficientes para que el Gobierno asumiera como propia esa labor. El mejor reflejo
de ese respaldo a los estudios de la Comisión lo encontramos en el discurso
pronunciado por Adolfo Suárez con motivo de la mencionada visita oficial a la
Ciudad Condal: “Tenemos ya un primer trazado del camino a seguir, los estudios de
533 Conclusiones de la comisión para el estudio de un régimen especial de las cuatro provincias catalanas, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 28», Documento 993, pp. 15-‐16: “Esas actuaciones inmediatas concretas se concretan en lo siguiente: a) Constitución de una mancomunidad de servicios, tan amplia como sea posible, entre las cuatro diputaciones provinciales (…) b) Transferencia de las funciones, obras o servicios del Estado a las diputaciones provinciales o a la Mancomunidad, desarrollando el contenido de la base 48 de la ley de Bases del Estatuto del Régimen Local (…) c) Que se determine de acuerdo con el contenido del artículo 30 de la ley del Suelo, que la Mancomunidad sea la entidad competente para la redacción del Plan Director Territorial de Coordinación con ámbito que abarque al de las cuatro provincias catalanas (…) d) Implantación progresiva de la cooficialidad de la lengua catalana…” 534 Ibid, p. 17-‐18: “1. El Consejo General de Cataluña, integrado por los representantes en Cortes –senadores y diputados-‐ de las cuatro provincias catalanas y por tres representantes de cada una de las diputaciones provinciales que integran la región. 2. La Comisión de Acción Regional, integrada por los Presidentes y dos Diputados provinciales de cada una de las Diputaciones. Esta Comisión sirve de enlace entre los entes locales provinciales y el Consejo, de apoyo permanente a éste y de instrumento coordinador de la acción del Consejo y de las acciones provinciales. 3. La Mancomunidad de Cataluña. Es un órgano de carácter eminentemente prestador de servicios y coordinador de las competencias atribuidas a las Diputaciones provinciales, pudiendo asumir en su caso sin mengua de la personalidad jurídica de las mismas –si así se acuerda por ellas-‐ la totalidad de esas competencias”.
Carlos González Martínez
170
la Comisión del Régimen Especial de las cuatro provincias catalanas. Son unos
estudios realistas, en cuanto han considerado como punto de partida la situación
política actual de España y en cuanto que, partiendo de los más significativos datos
históricos, perfila las posibilidades de futuro de una Cataluña, cuya potenciación se
proyecta hacia la común empresa española. Sus planteamientos parten de la
afirmación de su personalidad histórica, pero, asimismo, ni desconocen ni olvidan
que esa comunidad nacional fue el fruto de la unión en una idea común de los
grandes pueblos que la constituyen (…). El razonado estudio de un Régimen
Especial para Cataluña que la Comisión presenta es base importante y válida para
ser sometida a la consideración de las futuras Cortes. Pero creo también que
algunas de sus conclusiones pueden constituir una opción para el Gobierno y otras
podrán convertirse en realidad en función del desarrollo de la Ley de Bases del
Estatuto de Régimen Local. Por la trascendencia de las proposiciones presentadas
y por la propia naturaleza del tema que abordan, el Gobierno asume el
compromiso de estudiarlas con el detenimiento y profundidad que merecen”535.
Ante el curso que tomaban los acontecimientos, el presidente de la
Generalitat decidió dar un paso al frente y ponerse en contacto con el Gobierno de
Suárez. A diferencia de lo sucedido en febrero de 1976, en esta ocasión fue Josep
Tarradellas el que tomó la iniciativa, utilizando como intermediario a Manuel
Ortínez, empresario catalán que había sido director general del Instituto Español
de Moneda Extranjera entre 1965 y 1971. Desde años atrás, este mantenía una
buena relación de amistad con Alfonso Osorio, quien se mostró sorprendido
cuando, el 3 de noviembre, recibió su visita en el palacio de La Moncloa para
abordar la cuestión de la Generalitat como representante de su presidente en el
exilio536 . La defensa que Ortínez hizo de la identidad de Cataluña y de la
535 Discurso de Adolfo Suárez con motivo de su visita oficial a Barcelona (20-‐12-‐1976), Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 28», Documento 1004, pp. 10-‐12. 536 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 282: “Ortínez hace una exposición clara y clásica sobre el papel de Cataluña en la historia de España, sobre los muchos errores que en Madrid se han cometido por la incomprensión del hecho catalán y de la importancia decisiva que tiene para
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
171
importancia del sus instituciones tradicionales, convenció su interlocutor, que
resumió, en voz alta, la propuesta: “Restablecer la Generalitat, invitar a Tarradellas
a venir a Madrid, visitar al Rey, aceptar la Monarquía y la unidad de España,
nombrarle presidente de la Generalitat, negociar con éste desde el Gobierno las
funciones de la Generalitat”537. Osorio informó inmediatamente a Suárez, que se
mostró abierto a negociar el restablecimiento de la Generalitat, aunque mantenía
ciertas reservas hacia la figura de Tarradellas538. Suárez sugirió una operación
realizada en torno a Jordi Pujol, persona que contaba con la confianza del ministro
de la Gobernación y del propio gobernador civil de Barcelona. Finalmente, ante la
insistencia por parte de Ortínez de respetar la legitimidad histórica que ostentaba
el presidente exiliado, Suárez cedió y se comprometió a consultarlo con el Rey y
enviar un emisario a Saint-‐Martin-‐le-‐Beau539. El hombre elegido fue el teniente
coronel Andrés Casinello, que, en compañía de Manuel Ortínez, se entrevistó con
Josep Tarradellas el 26 de noviembre540.
la Monarquía y para la democracia que se dé una adecuada solución a la cuestión catalana. Todas esas cosas –viene a decir-‐ de la descentralización, de las mancomunidades, del Consell General, etc., no sirven para nada y es eludir el problema. «La Generalitat –afirma Ortínez-‐ es considerada por los catalanes como la cristalización de su personalidad, en el bien entendido que ésta no es sinónimo de independencia o de separatismo porque yo, catalán, me siento tan español y con el mismo derecho que tú, castellano; pero no quiero que me tuteles, sino que me comprendas y que me respeten como se respetan los hermanos bien avenidos de una misma madre»”. 537 Tarradellas en Madrid, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1213, p. 4. 538 Ibid., p. 5: “Ortínez va a Saint-‐Martin-‐le-‐Beau a hablar con Tarradellas y Osorio lo hace con Suárez. Este, al principio, oye a Osorio como si le hablara en chino. Pero, después de consultar el tema con los centristas catalanes Carlos Güell, Carlos Sentís y Juan Mas Cantí, que le hablan positivamente, empieza a considerar la posibilidad. Su fino instinto político le dice que si Tarradellas y él se entienden, de una tacada el centro se asienta en Cataluña. Y de paso se soluciona un contencioso secular”. 539 OSORIO, Alfonso, op. cit., p. 357: “La conversación fue distendida y fácil. Adolfo Suárez preguntó si «para todo eso no era mejor Jordi Pujol», a lo que Ortínez contestó que no, porque Tarradellas era un catalán universal, «un todoterreno», fue la expresión, y Pujol un catalán de partido. No obstante, Suárez insistió un poco más sin convicción, alegando que el gobernador de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, y Rodolfo Martín Villa eran bastante «pujolistas»”. 540 Tarradellas en Madrid, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1213, p. 5: “Por fin, se reúnen Suárez, Osorio y Ortínez. Tras varios momentos de indecisiones, el presidente propone que un representante suyo vaya a Francia y hable con el «presidente». Propone a Andrés Casinello, un militar formado en los U.S.A., miembro del Servicio de Información del Alto Estado Mayor en la época de Carrero Blanco y ahora al servicio del presidente Suárez. Todos aceptaron. A mediados de noviembre del 76, Tarradellas recibe en su casa de Saint-‐
Carlos González Martínez
172
La segunda visita de un representante gubernamental al presidente de la
Generalitat se prolongó durante cuatro horas, quedando reflejadas las opiniones
de Casinello en un dossier que fue entregado al día siguiente a Suárez541. Salvador
Sánchez-‐Terán, que casi nueve meses después se haría cargo de las negociaciones,
resume en sus memorias su contenido: “El informe, en lo que yo he sabido de él,
contiene un elogio en cuanto a las cualidades humanas de Tarradellas, su
honradez, la austeridad de sus costumbres, la fidelidad a su idea de Cataluña, la
vida familiar, y expresa respetuosamente las ideas políticas del presidente sobre
todos los temas esenciales: Cataluña y España, Monarquía, Ejército, transición a la
democracia, partidos políticos, etc., pero no abre ni cierra ninguna puerta respecto
a la ulterior negociación política. Podríamos resumir así el informe Casinello: «Es
un hombre que vale la pena, a pesar del inconveniente de su avanzada edad»”542.
Aunque la entrevista no era más que una toma de contacto -‐sin compromiso previo
de continuar las conversaciones-‐, con el consentimiento de Suárez y Tarradellas,
Alfonso Osorio y Manuel Ortínez iniciaron un proceso de negociación que contenía
tanto la aceptación de la monarquía y de la unidad de España por parte de la
Generalitat, como los pasos a seguir para el restablecimiento del régimen
Martin-‐le-‐Beau al enviado de Suárez, a quien acompaña Manuel Ortínez. A su vuelta, Casinello le entrega a Suárez un largo informe”. 541 El «Informe Casinello», Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1213, p. 5: “Tarradellas quiere la institución, la Generalitat. No ofrece ahora nada, ni recomendar el sí al referéndum. Pero, frente a otros, se niega a constituir un Gobierno en el exilio. No quiere tomar partido en una situación en que cada grupo quiere una cosa distinta. Es decir, tiene concepción de hombre de Estado. El Rey se afirma ante él como una realidad perdurable y el Ejército como una necesidad de entendimiento pacífico…, pero los que van a verle apareciendo como sus seguidores, no. Puede que sea la razón por la que busca ser de verdad presidente de la Generalitat de Cataluña sin más poderes de los que tiene Samaranch y con los mozos de escuadra como una forma de hacer sensible su poder moral. No quiere que el Gobierno pacte con los grupos. Quiere ser el intermediario, el protagonista. Piensa que su autoridad modera las posturas, que su institución salvará el enfrentamiento entre Cataluña y el resto de España. Ofrece un camino: después del referéndum, intercambiar programas, exponer los puntos de vista del Gobierno sobre Cataluña y exponer él su ideal de lo catalán en el marco de lo español y alcanzar el entendimiento en el punto medio. Quiere seguir hablando, negociando, pero con el Gobierno”. 542 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 283.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
173
autonómico 543 . Mientras tanto, en su exilio de Saint-‐Martin-‐le-‐Beau, Josep
Tarradellas hacía unas declaraciones reconociendo la existencia de un intercambio
de posturas con enviados del presidente Suárez, pero aclarando que en ningún
caso se trataba de una negociación formal: “No ha habido ni hay relaciones entre el
gobierno Suárez y el presidente de la Generalitat; pero debo hacer la siguiente
aclaración: durante los últimos tres meses el presidente Suárez ha tenido
oportunidad e interés por saber qué es la Generalitat y su presidente. Ahora es
evidente que el señor Suárez sabe cuáles son mis aspiraciones y mis deseos”544.
Es interesante señalar la cercanía en el tiempo de la visita de Andrés
Casinello a Saint-‐Martin-‐le-‐Beau con el final de los trabajos sobre el Régimen
Especial, así como la actitud de respaldo del Gobierno a dos iniciativas que, aunque
coincidían a la hora de dotar a Cataluña de unas instituciones de autogobierno,
resultaban incompatibles. En algún momento Suárez debía decidir qué camino
tomar para resolver la cuestión catalana, y ese día fue el 18 de febrero de 1977. En
el Consejo de Ministros se aprobó la creación del Consejo General de Cataluña, lo
que suponía dar el respaldo definitivo a los trabajos de la Comisión de Régimen
Especial545. La operación política iniciada para traer de vuelta a Josep Tarradellas
543 Ibid, p. 283: “Primero: el presidente de la Generalitat acatará públicamente al Rey, a la unidad de España y manifestará su respeto al ejército. Segundo: el arreglo jurídico administrativo a adoptar antes de fin de enero próximo se podría basar en:
a) Derogar el Decreto de 1938 anulando el régimen autonómico de Cataluña, con objeto de reunir en torno a la Corona a todos los pueblos que constituyen la realidad nacional, respetando sus características particulares e institucionales históricas y tradicionales, como es el caso de la Generalitat de Cataluña.
b) De acuerdo con la ley de Régimen Local se constituirá, a petición de las diputaciones respectivas, la mancomunidad de la cuatro diputaciones catalanas que, en atención a los antecedentes históricos tradicionales, se llamará Generalitat y disfrutará de los derecho que prevé la misma ley de Régimen Local.
c) A propuesta de las diputaciones el Gobierno nombrará un presidente de la Generalitat sin poderes ejecutivos expresos, pero con autoridad para actuar con funciones representativas y negociadoras dentro de lo que la ley en vigor permite.
d) Las instituciones, estructura y alcance de la autonomía de Cataluña lo fijarán las Cortes por el procedimiento que ellas mismas dictaminen”.
544 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 212. 545 OSORIO, Alfonso, Trayectoria política de un ministro de la Corona, Barcelona, Planeta, 1980, p. 324: “El 18 de febrero se aprobó en Consejo de Ministros la creación del Consejo General de
Carlos González Martínez
174
como presidente de una Generalitat restaurada, si bien no quedaba descartada,
pasaba a un segundo plano546.
El principal motivo que llevó a Suárez a interrumpir las negociaciones entre
Osorio y Ortínez fue su convencimiento personal de que la vía presentada por la
Comisión para dotar a Cataluña de un régimen de autogobierno resultaba menos
problemática. El restablecimiento de la Generalitat, además de suponer una
operación compleja, podía desviar la atención del Gobierno y de la opinión pública
a una cuestión que se alejaba del objetivo prioritario: preparar las primeras
elecciones democráticas547. Para justificar su decisión, contaba con el aval de los
resultados obtenidos en Cataluña con motivo del referéndum, así como con la
buena sintonía existente entre el gobernador civil y los grupos nacionalistas548. En
esas circunstancias, el presidente consideró más sencilla la creación de un
organismo, en lugar de recurrir a la Generalitat, ya que esto último obligaba a su
vez a plantearse “la cuestión política del País Vasco, con el terrorismo de fondo, y
con unas perspectivas nada esperanzadoras”549. Por todas estas razones, y sin
llegar a descartar en ningún momento la opción de Tarradellas, Adolfo Suárez
prefirió tomar la vía del Régimen Especial, con la esperanza de, una vez celebradas
las elecciones, poder situar al frente del Consejo General de Cataluña al centrista
Cataluña. «Le digo a Rodolfo Martín Villa -‐escribí en mi diario-‐ que no va a servir de nada. Este y Salvador Sánchez-‐Terán creen lo contrario, pero soy escéptico. Es una pena que no se den cuenta de la importancia, incluso electoral, que podía tener la solución Tarradellas”. 546 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 283: “Suárez no dio vía libre a este proyecto de negociación y el asunto quedó congelado, a pesar de la insistencia de Osorio en la importancia política de la operación”. 547 Ibid, p. 184: “Suárez estaba volcado en la transición política a la democracia, tras el éxito de la ley de reforma política. Su preocupación esencial era elaborar unas normas electorales, aceptadas por la oposición que le permitieran convocar elecciones generales. Abordar la cuestión catalana era desviarse de su objetivo prioritario y estaba «fuera de tiempo»”. 548 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 184: “Sin embargo, los buenos resultados del referéndum en Cataluña hicieron que Suárez perdiera interés en el ilustre exiliado, y la posterior incorporación de Pujol a la comisión de los nueve -‐que irritó profundamente a Tarradellas, defensor a ultranza de que las negociaciones entre la oposición catalana y el gobierno se realizaran por separado-‐, pareció abrir una vía más directa”. 549 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 284.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
175
Juan Antonio Samaranch –finalmente el candidato de la UCD fue Carlos Sentís-‐ o,
en su defecto, a Jordi Pujol550.
La preferencia por el líder de Convergència Democràtica de Catalunya, en la
que sin duda influyó notablemente el ministro de la Gobernación, se fundamentaba
tanto en su prestigio entre los catalanes como en la moderación política que
manifestaba551 . Además, su incorporación a la Comisión de los Nueve como
representante del Consell de Forçes Polítiques le convirtió en el interlocutor
natural de la oposición catalana con el Gobierno552. Como veremos más adelante,
los resultados electorales del 15 de junio impidieron que Suárez llevara a término
su propósito de establecer un régimen autonómico en Cataluña bajo la presidencia
de Jordi Pujol. Sin embargo, al menos desde febrero de 1977, se mostraba
partidario de esa opción antes que del restablecimiento de la Generalitat y el
regreso de Josep Tarradellas. A su vez, en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau existían fundadas
sospechas sobre los planes de la Moncloa, de ahí que no sentara nada bien la
incorporación del líder de Convergència a la Comisión de los Nueve553. El propio
Pujol ha relatado en sus memorias cómo Tarradellas, en una entrevista celebrada a
principios de diciembre de 1976, le pidió que abandonara ese organismo: “Le
manifesté que desde la comisión defendería los intereses de Cataluña y que quería
saber cuál era su opinión. Después de escucharme, Tarradellas me respondió: «Lo
550 Tarradellas en Madrid, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1213, p. 6: “Se trasladó esta propuesta a Suárez, pero éste congeló el asunto ante el ofrecimiento de que Samaranch y un grupo de alcaldes formarían un grupo político que respaldaría la opción de centro”. 551 Ibid: “Todos estos razonamientos llevaron a Suárez a congelar la propuesta Osorio-‐Ortínez. En ello influyó sin duda la actitud del ministro de la Gobernación, máximo asesor del presidente en temas catalanes”. 552 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 286: “Inmediatamente después del referéndum, los partidos políticos españoles habían formado una comisión representativa para negociar con Suárez los términos de la transición. El Consell de Forçes Polítiques tenía que enviar a la comisión española a un miembro que representara a Cataluña y, a propuesta de Antoni Gutiérrez Díaz, del PSUC, y de José Luis López Bulla, secretario general del sindicato Comisiones Obreras, me escogieron a mí”. 553 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 64: “El 1 de diciembre, en contra de la opinión unitaria expresada por el presidente, Jordi Pujol ingresa en la Comisión de los Nueve, plataforma de ámbito estatal creada para negociar medidas de reforma política con el gobierno. En una entrevista celebrada en París el día 13, el presidente pide a Jordi Pujol que dimita de la Comisión de los Nueve, hecho que no se produce y que provocará repetidas tensiones en los meses sucesivos”.
Carlos González Martínez
176
que usted tiene que hacer ahora mismo es dimitir de esa comisión porque ahora lo
que se necesita es no hacer nada». Le repliqué que no podía obedecer su consigna
sin hablar con los míos. Los míos no eran los integrantes de CDC, sino el Consell de
Forçes Polítiques que representaba”554. La actitud de Tarradellas no obedecía sólo
a su creciente desconfianza hacia Pujol, sino también al deseo de mantener la
unidad en la negociación de Cataluña con el Gobierno. Por su parte, el líder de
Convergència consideraba poco razonable dejar pasar la ocasión de que la voz de
los catalanes se escuchara en la Comisión de los Nueve. Eso suponía quedarse
fuera, tanto de la negociación entre Gobierno y oposición, como de las
oportunidades que ella pudiera generar de cara al establecimiento de un régimen
autonómico.
Al margen de la compleja relación entre Jordi Pujol y Josep Tarradellas, lo
que parecía evidente era que Adolfo Suárez no contemplaba el retorno de este
último antes de las elecciones del 15 de junio. Es más, incluso después de esa fecha,
si los resultados eran propicios, mostraba preferencia por nombrar presidente del
Consejo General de Cataluña al líder de Convergència antes que restaurar la
Generalitat. Una vez más, el testimonio de Pujol resulta revelador: “Un día que los
miembros de la Comisión de los Nueve estábamos reunidos con Suárez, hice un
aparte con el presidente del gobierno. Le dije que no era mi intención
interponerme en las conversaciones que pudiese mantener con el president
exiliado, pero que me parecía tener derecho a saber cuáles eran sus planes, aunque
no fuera con detalle. Mi papel negociador en la Comisión de los Nueve dependía
mucho de los objetivos que Suárez pudiese perseguir por su lado sobre Cataluña y
su president. Suárez no quería decirme nada. Insistí: «Si tu gobierno y el presidente
llegáis a un acuerdo, de entrada te digo que yo y mi partido lo aceptaremos, y
supongo que el Consell de Forçes Polítiques, también». «Ni hablar –me respondió
Suárez-‐, Tarradellas no vuelve». Le repliqué que su respuesta no podía ser de
ninguna manera satisfactoria, porque el restablecimiento de la Generalitat y el
554 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 286.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
177
retorno del president eran los objetivos comunes de todas las fuerzas que
integraban el Consell. La respuesta de Suárez fue entonces más matizada: «Ya se
verá si llega el caso. Ahora Tarradellas no vuelve»”555.
Partidos Políticos Porcentaje de votos Escaños
PSC-‐PSOE 28.51% 15 PSUC 18.33% 8 Pacte Democràtic 17.22% 11 UCD 17.05% 9 Centre y Democracia Cristiana 5.78% 2 Esquerra Republicana de Catalunya 4.65% 1 Alianza Popular 3.55% 1 Resultados en Cataluña de las elecciones generales del 15 de junio de 1977. Fuente: SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, De Franco a la Generalitat, Barcelona, Planeta, 1988, p. 273.
Ahora bien, los resultados del 15 de junio llevaron a un cambio de actitud
de la Moncloa con respecto al restablecimiento de la Generalitat. Los primeros en
percibir la importancia de Tarradellas en la campaña fueron los centristas Carlos
Sentís y Juan Antonio Samaranch, quienes temían una capitalización de su figura
por parte de la oposición, “lo que significaría un descalabro electoral irreparable.
555 Ibid, p .291.
PSC
PSUC
Pacte Democràtic
UCD
Centre y Democracia Cristiana
Esquerra Republicana de Catalunya
Alianza Popular
Carlos González Martínez
178
Manuel Ortiz, gobernador civil de Barcelona, alertó a Rodolfo Martín Villa del
asunto para que lo traspasase a Suárez. El Gobierno debe jugar ahora la baza de
Tarradellas. Suárez recelaba todavía. Osorio y Ortínez siguen insistiendo, pero el
presidente, según el primero, le había dicho: «Lo siento, Alfonso, pero no acabo de
ver qué puede hacer Tarradellas en Cataluña; es demasiado viejo. Además, todo
eso de los mozos de escuadra , como símbolo de poder, suena a opereta». Tuvieron
que pasar las elecciones y sus resultados para que Suárez viera que los catalanes
habían votado masivamente a los partidos que respaldaban a Tarradellas. Y Suárez
cambió radicalmente de parecer” 556.
En los mítines fueron constantes las referencias a la Generalitat y la
promesa, por parte de casi todos los grupos políticos catalanes, de exigir al
Gobierno el retorno de su presidente557. La reivindicación, en mayor o menor
medida era sincera, si bien existía una clara intención de sacar rédito de la figura
del exiliado de Saint-‐Martin-‐le-‐Beau558. Fruto de ese empeño por restaurar la
Generalitat, los partidos autonomistas se reunieron el 14 de junio para diseñar la
estrategia a seguir tras las elecciones559. Precisamente las candidaturas de los
grupos presentes en ese encuentro obtuvieron los mejores resultados en las urnas
al día siguiente, si bien los dos grupos de izquierdas (PSC y PSUC) superaron
ampliamente a los de centro-‐derecha (Pacte Democràtic y UCD). Esta situación
556 Tarradellas en Madrid, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1213, p. 6. 557 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 284: “El retorno de Tarradellas se vuelve a plantear en la campaña electoral del 15 de junio. Prácticamente todos los partidos reivindican en Cataluña el restablecimiento de la Generalitat y el regreso de su presidente en el exilio (…) Lo cierto es que Tarradellas, su personalidad y su significado político, están presentes, inevitablemente, en toda la campaña electoral por los pueblos y ciudades de Cataluña, y ello es lo que da una verdadera dimensión popular a la posibilidad de su retorno”. 558 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 304: “El PSC realizó una jugada hábil (…) Viendo, de todas formas, que el prestigio del president en el exilio crecía entre los catalanes, el día 14 de junio, el anterior a la jornada electoral, el día de reflexión, sus dirigentes se trasladaron a Francia, donde residía Tarradellas, para fotografiarse a su lado e insinuar que disfrutaban de su apoyo”. 559 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 72: “Pocas horas después se celebraba otra reunión en «terreno neutral». Concurrieron representantes de las candidaturas de Pacte Democràtic, del PSUC, de la Unión del Centro Democrático y de los Socialistes de Catalunya. El objetivo era tratas de llegar a un acuerdo en previsión del triunfo, que se daba por seguro, de las fuerzas autonomistas”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
179
generaba un contratiempo a Adolfo Suárez, ya que en lugar de entenderse con
Jordi Pujol y Carlos Sentís, circunstancia deseada en la Moncloa, debería hacerlo
con el líder del partido mayoritario, Joan Reventós560. Frente a una negociación de
la autonomía con la izquierda catalana, tomaba fuerza la alternativa de retomar el
diálogo con Josep Tarradellas. Más aún cuando el Gobierno supo que, el día 17 de
junio, el líder de los socialistas había mantenido contactos con los demás grupos
catalanes con el fin de constituir un Comisión Permanente de parlamentarios que
iniciara las conversaciones para el restablecimiento de la Generalitat 561 . La
reacción del presidente no se hizo esperar. La primera medida tomada por Suárez
fue aceptar la solicitud de los socialistas catalanes para celebrar una reunión, que
tuvo en la Moncloa el día 20 de junio con la presencia de Joan Reventós, Josep
Maria Triginer y Eduard Martín Toval. Al día siguiente, los dirigentes del PSC-‐PSOE
acudieron a La Zarzuela, donde expusieron a don Juan Carlos su proyecto para
restablecer la Generalitat562. En segundo lugar, en una reunión celebrada el 22 de
junio, se decidió a dar el paso que desde hacía tiempo le recomendaban Manuel
Ortiz y Carlos Sentís, sus hombres de confianza en Barcelona, encomendando a
este último que retomara el proyecto iniciado en su momento por Osorio y
Ortínez563. La postura del diputado catalán de la UCD era bien conocida por Suárez,
560 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; La Transición… op. cit., p. 194-‐195: “Parece claro que el Gobierno hubiera deseado negociar con Carlos Sentís o Jordi Pujol, pero resultaba evidente y destacada la ventaja electoral del PSC-‐PSOE, e ineludible, por tanto, la adjudicación de un liderazgo a Reventós. En ese momento y ante la alternativa Reventós o Tarradellas, es cuando el Presidente del Gobierno comienza a considerarse con seriedad las posibilidades de retorno del exiliado presidente”. 561 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 80: “En Barcelona, los socialistas entablaban contactos con los demás partidos para encontrar un común denominador de negociación sobre el restablecimiento de la Generalitat. Primero se reunieron con Jordi Pujol, Miquel Roca, Ramón Trias y Josep Verde, del Pacte Democràtic de Catalunya, que apoyaron sin reserva la vía Reventós. Su resultado electoral no les permitía actuar de otra manera. También se entrevistaron con Heriber Barrera, único diputado de Esquerra Republicana de Catalunya”. 562 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 284: “En nombre de esta comisión, Reventós solicita entrevista a S. M. el Rey y al presidente del Gobierno para formular la reivindicación del Estatuto de autonomía y de forma muy insistente el restablecimiento de la Generalitat”. 563 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 219: “Afortunadamente, según reconoce Sánchez-‐Terán, durante toda la campaña electoral el gobernador civil de Barcelona, Manuel Ortiz, había estado informando a Adolfo Suárez y a Rodolfo Martín Villa de la conveniencia de plantearse a fondo la opción Tarradellas, evocando de paso su veterana amistad que Carlos Sentís mantenía con Tarradellas. Y esta es la primera decisión que tomó el gobierno Suárez: pedirle a Carlos Sentís que se convirtiera en su interlocutor en el retorno de Tarradellas”.
Carlos González Martínez
180
así como su amistad con el presidente de la Generalitat. De hecho, al día siguiente a
las elecciones mantuvo una conversación telefónica con Saint-‐Martin-‐le-‐Beau que
recoge Josep Tarradellas en sus memorias: “Uno de los políticos electos con quien
hable por teléfono fue Carlos Sentís, a quien dije que ahora podía hacer algo,
puesto que era el hombre de Suárez en Barcelona, catalán y amigo mío. No le
concreté nada, pero me entendió en seguida. De algún modo, esa llamada
telefónica tuvo consecuencias algunos días después. Aquel mismo día, Carlos Sentís
hizo unas declaraciones a la prensa subrayando que la UCD quería la autonomía y
reivindicaba el Estatuto de 1932. Proponía la vía democrática del Parlamento y
afirmaba que mi retorno tendría que haberse producido antes, con lo que todo
habría resultado más fácil”564.
Mientras los diputados del PSC-‐PSOE se entrevistaban con el Rey, Jordi
Pujol hacía lo propio con Salvador Sánchez-‐Terán. El líder de Convergència expuso
al ex gobernador civil de Barcelona un completo plan para restablecer el Estatuto
de 1932, que permitía, a su vez, contrarrestar el protagonismo alcanzado por Joan
Reventós tras el triunfo electoral de la izquierda en Cataluña. El mensaje que, a
petición de Pujol, transmitió Sánchez-‐Terán a Suárez, permitía devolver a los
catalanes sus instituciones históricas mediante la derogación del Decreto de 1938
y el retorno de Josep Tarradellas como presidente de una Generalitat cuyas
atribuciones habría que pactar con Saint-‐Martin-‐le-‐Beau. Además, este ocuparía
también la presidencia de la Asamblea de Parlamentarios en lugar de Joan
Reventós565. Al día siguiente, como ya hemos comentado, tuvo lugar la reunión en
la que Adolfo Suárez dio su visto bueno a la negociación con Tarradellas. Asistieron
564 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 79. 565 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 223: “Pero, simultáneamente al encuentro de los socialistas con Suárez y el Rey, Jordi Pujol pedía ver a Salvador Sánchez-‐Terán, con el que mantenía una estrecha relación. El 21 de junio se entrevistaron en Madrid, entregándole el líder nacionalista un informe que resumía con claridad sus posiciones y que le pedía que hiciera llegar al presidente Suárez (...) Pujol pedía que se derogara el Decreto de 1938, propugnaba el reconocimiento de la Generalitat, aunque no tuviera contenido ni atribuciones, hasta que las Cortes aprobaran la Ley de Autonomía, y en cualquier caso, pedía que el «Gobierno definiera claramente, y de una vez, su postura ante el tema de Tarradellas», al que su partido quería ofrecer la presidencia de la Asamblea de Parlamentarios”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
181
Rodolfo Martín Villa, Manuel Ortiz y Carlos Sentís. Este último recibió el encargo de
concretar con el presidente de la Generalitat los detalles de su desplazamiento a
Madrid para entrevistarse con el Rey y con Suárez566. El diputado catalán de la UCD
se puso en contacto con Saint-‐Martin-‐le-‐Beau para comunicar la decisión del
Gobierno y concretar una fecha para el viaje. También se ocupó de informar a
Manuel Ortínez, que inmediatamente se trasladó a París para acompañar a
Tarradellas en esos días decisivos567. Este llegó a la capital francesa el domingo 26,
dispuesto a viajar a Madrid al día siguiente. Esa misma tarde mantuvo una reunión
con Ortínez en el hotel Sheraton, quien le explicó que el plan previsto era salir del
aeropuerto de Le Bourget en el avión particular de Luis Olarra, senador por
designación real568.
A mediodía del 27 de junio, Josep Tarradellas ponía rumbo a Madrid en
compañía de Carlos Sentís y Manuel Ortínez. Una vez en Barajas, se le proporcionó
un pasaporte español: “así quedaba normalizada mi situación de ciudadano
español, después de tantos años de correr mundo con un pasaporte de las
Naciones Unidas porque el general Franco me había obligado a ser un apátrida”569.
De ahí se trasladaron al número cuatro de la calle Francisco de Asís Méndez
Casariego, a donde acudieron Rodolfo Martín Villa y Manuel Ortiz sobre las seis de
la tarde. Mientras Josep Tarradellas se reunía con el ministro de la Gobernación,
Sánchez-‐Terán recibía una llamada telefónica de Jordi Pujol 570 . El líder de
Convergència le pidió información acerca de los rumores que, desde mediodía, 566 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 100: “El mismo miércoles 22 se reunían en la Moncloa el presidente Suárez, el ministro Martín Villa, el diputado centrista por Barcelona Carlos Sentís y el gobernador civil de Barcelona Manuel Ortiz. En esta reunión se decidió mi viaje a Madrid. Adolfo Suárez optaba por negociar directamente conmigo, volvía a tomar un camino que había ofrecido buenas perspectivas (…) Volvió a los planteamientos de antes de las elecciones: restablecer la Generalitat en un clima de concordia y como camino por el que Cataluña aceptaba la monarquía y pactaba con ella, al hacer posible ésta la recuperación de nuestras instituciones”. 567 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 286. 568 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 112. 569 Ibid, p. 114. 570 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 286: “El 27 de junio Tarradellas llega a Barajas. Ninguno de los líderes catalanes conocía el viaje. A media tarde Pujol me llamaba para preguntarme si era cierto que Tarradellas estaba en Madrid, y yo no pude contestarle afirmativamente hasta conectar con la Moncloa y verificar que estaba ya en la capital”.
Carlos González Martínez
182
situaban al presidente de la Generalitat en Madrid571. Tras contactar con la
Moncloa, el ex gobernador de Barcelona pudo confirmarle a Pujol que la noticia era
cierta: el presidente de la Generalitat estaba en la capital, y tenía previsto
entrevistarse con Adolfo Suárez pasadas las siete de la tarde572.
Desde el primer momento de la conversación que mantuvieron en la
Moncloa, se hizo patente la falta de entendimiento entre ambos personajes. Como
ha señalado Sánchez-‐Terán en sus memorias: “El pragmatismo de Suárez no
encajaba en la encarnación histórica del pasado que representaba Tarradellas”573.
El presidente del Gobierno trataba de dar una solución a la cuestión catalana
dentro de la nueva España monárquica y democrática, y no consideraba que para
ello fuera esencial el restablecimiento inmediato de la Generalitat. Era partidario
de restablecerla una vez aprobado el Estatuto, de ahí que ofreciera a Tarradellas la
presidencia de un órgano provisional que, en ningún caso, debería denominarse
Generalitat. Por su parte, Josep Tarradellas, que había dedicado su vida entera a
mantener viva la institución que encarnaba, no estaba dispuesto a volver a
Cataluña como presidente de un Consejo, Mancomunidad o Gobierno
Provisional574. Su plan era “restablecer la Generalitat con un mínimo de poder
571 PUJOL I SOLEY, Jordi, Historia de una convicción… op. cit., p. 307: “Aquella misma mañana me telefoneó Joan Reventós: «¿Sabes algo? Me han dicho que Tarradellas va hacia Madrid». Le noté alarmado. Yo no sabía nada”. 572 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 115: “Sobre las siete de la tarde salíamos hacia la Moncloa. El ministro y el gobernador en el coche oficial, y yo con el de Ortínez. Desde aquel momento iba acompañado de una escolta policial propia. Se manifestaba el sentido de Estado que siempre tienen en Madrid. Al entrar en la Moncloa nos cruzamos con Felipe González que salía. Una vez instalados en el despacho de Suárez, Calos Sentís procedió a hacer las presentaciones. Dirigiéndose a Suárez, dijo: «El honorable Tarradellas». Y a mí: «El presidente Suárez»”. 573 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 286. 574 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 116: “Empezó diciéndome lo que ya sabía: que su gobierno quería solucionar el problema de Cataluña tratándolo como un asunto de Estado, que por ello estaba dispuesto a pactar de acuerdo con las posibilidades de la legislación vigente y sin perjuicio de lo que más tarde aprobase el parlamento. Se mostraba dispuesto a una actuación de carácter gradual. Le contesté que todo eso me parecía muy bien pensado, pero que no contase conmigo para ninguna solución que no fuese el restablecimiento de la Generalitat (…) Adolfo Suárez no quería reconocer a la Generalitat en aquel momento. Yo quería que la reconociese. Me hizo todo género de ofrecimientos: la Mancomunidad A, la Mancomunidad B, el Gobierno Provisional C, el Consejo D… A cada propuesta yo le respondía que no. Me expuso los precedentes jurídicos de cada una de sus opciones, las disposiciones legales, las posibilidades administrativas. No daba mi brazo a torcer. Mis
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
183
político, como el del año 1931, para que nuestra institución realizara el rodaje
necesario antes del Estatuto, del que se hablaría una vez restablecida la Generalitat
de acuerdo con la evolución política del Estado”575. La reunión, sin llegar a un
enfrentamiento político abierto entre ambos, terminó mal576. El propio Tarradellas
reconoció meses después la dureza de esa primera conversación, en la que Suárez
llegó a llamarle “tozudo” y él al presidente “peleón”577. El president volvió al
domicilio de la calle Francisco de Asís Méndez Casariego, propiedad de Manuel
Ortínez, con la sensación de que la entrevista había sido un fracaso578. También
Adolfo Suárez se mostró pesimista, hasta el punto de confesarle a Martín Villa sus
dudas acerca de la operación579.
Sin embargo, el tono de las declaraciones de Josep Tarradellas a la salida de
la entrevista impresionó a Suárez580. El president mantuvo en todo momento la
serenidad tras un encuentro que distaba mucho de considerar satisfactorio581. Al
calificar la entrevista de “cordial y productiva”, daba muestras de ser un auténtico
hombre de Estado, un político capaz de anteponer los intereses institucionales a
los personales. “Minutos más tarde, Martín Villa es asediado por los periodistas: negativas lo exasperaron. Me ofrecía la presidencia de todo lo que tenía a mano, y yo la rechazaba. Adolfo Suárez no entendía nada”. 575 Ibid. 576 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 307. 577 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 315. 578 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 118: “Nadie supo que en aquel momento mi estado de ánimo era más bien negro (…) De vuelta en casa de Ortínez, me encerré a meditar a solas. La entrevista había sido un fracaso. No habíamos llegado a ningún acuerdo. Suárez quería una cosa y yo otra distinta. Él tenía a su lado a un gobierno, un ejército, un país de treinta y seis millones de habitantes. Yo tenía mis anhelos y nada más. Él mandaba. Yo era, en cierto modo, su prisionero. Podía hacer lo que quisiera conmigo, pero le había demostrado que no conseguiría nunca que cediese en ese punto esencial de la Generalitat. Era lo único que había conseguido en aquella entrevista”. 579 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 286: “El presidente del Gobierno mantuvo serias dudas, tras la primera reunión, de que el exiliado representara una solución para la nueva democracia española y para Cataluña”. 580 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 120: “Cuando tuvo conocimiento de mis declaraciones a la salida de la entrevista, Suárez quedó sorprendido de que la hubiera calificado de cordial y productiva. Mi actitud le hizo reflexionar. Esto influyó sin duda en el curso de los acontecimientos de los días posteriores”. 581 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 307: “Tarradellas salió manifestando hábilmente que la conversación había ido muy bien, aunque en realidad había ido muy mal, tal como él reconocería más tarde.
Carlos González Martínez
184
«Señor ministro, Tarradellas nos ha contado que la entrevista ha sido satisfactoria
y que se han entendido muy bien ¿Qué tiene usted que añadir?» Martín Villa ni se
lo piensa, regresa corriendo al despacho presidencial y le cuenta a Suárez lo
ocurrido con los periodistas: «Presidente, estamos ante un hombre de talla
política. Quizás nos estemos equivocando»”582.
El 28 de junio se le comunicaba que su audiencia con don Juan Carlos,
prevista para ese día, quedaba aplazada583. El origen de este contratiempo era el
descontento mostrado por el capitán general de Cataluña, Coloma Gallegos, al no
haber sido informado de la presencia del presidente de la Generalitat en Madrid584.
Mientras el Rey trataba de tranquilizar a los altos mandos del Ejército, un
apesadumbrado Tarradellas recibía la visita de Joan Reventós, por quien enviaba
un mensaje a la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios. En esa
misma conversación, informaba al líder del PSC de los pormenores de su entrevista
con Suárez, de la falta de entendimiento entre ambos y de su firmeza a la hora de
no renunciar a la Generalitat585. También se reunió con Rodolfo Martín Villa al que
manifestó su intención de no abandonar Madrid hasta alcanzar un acuerdo que
permitiera el restablecimiento de las instituciones catalanas. Tarradellas estaba
582 Tarradellas en Madrid, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1213, p. 6. 583 Ibid.: “Ese mismo día Tarradellas tenía concedida una audiencia con el Rey, pero recibe una llamada avisándole de que la entrevista ha sido anulada. A Tarradellas, sólo en su habitación, se le vino el mundo encima. Aquella noche ya había preparado las maletas para volver a su exilio francés”. 584 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 286: “Pero la reunión de la Moncloa y la oposición del Ejército –en concreto de Coloma Gallegos, ex ministro y capitán general de Cataluña-‐ llevaron al Rey a aplazar la entrevista con Tarradellas, lo que afectó sensiblemente al presidente catalán”. 585 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 126: “Pocos minutos después llegaba Joan Reventós, que estaba tan emocionado como yo mismo. Esta vez nos encontramos en unas circunstancias que habíamos deseado e imaginado largamente. Le informé punto por punto de mi entrevista con Suárez, de las perspectivas que a mi modo de ver se me ofrecían y de cuáles eran exactamente mis propósitos. Sin ocultarle ninguna de las dificultades, le repetía que nunca cejaría en lo concerniente al tema de la Generalitat. Me parecía que Suárez lo había comprendido y que no insistiría más. Joan Reventós estaba de acuerdo con mi actuación y me animó a seguir por ese camino. Convinimos en que resumiría mis ideas en forma de una carta que le dirigiría para que pudiese informar concretamente a la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios que se reunía aquella misma tarde”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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convencido de que el Gobierno tenía la necesidad de que su “estancia en Madrid se
resolviese positivamente”, de ahí que adoptase una postura dura en su entrevista
con el ministro de la Gobernación586. El encuentro con Martín Villa permitió
encauzar de manera positiva la falta de entendimiento del día anterior con el
presidente Suárez587. En sus memorias, Tarradellas se ha mostrado agradecido al
representante del Gobierno por su labor a lo largo de todo el proceso, destacando
su actitud receptiva hacia sus exigencias. El ministro, no obstante, le hizo ver que
una operación que incluyera el restablecimiento de la Generalitat requeriría de la
aprobación de las Cortes, requisito al que Tarradellas no puso objeción588.
Finalmente el president fue recibido por don Juan Carlos en la mañana del
29 de junio589. Poco después de las diez y media llegó a La Zarzuela en compañía
de Carlos Sentís, donde fue recibido por Nicolau de Contoner i Contoner, marqués
de Mondéjar y de Ariany, jefe de la Casa Real, con un “Bon dia, señor president”590.
Inmediatamente pasó al despacho del Rey, con el que estuvo conversando durante
tres cuartos de hora. El presidente de la Generalitat expuso la importancia del
restablecimiento de las instituciones catalanas para llevar a buen puerto la
reconciliación entre todos los españoles. Don Juan Carlos, como ha indicado
Sánchez-‐Terán en sus memorias, no pactó nada, pero le aseguró que trataría esa
cuestión con Suárez591. Además, como había hecho Martín Villa la tarde anterior, le
hizo ver que una operación como aquella era competencia del poder legislativo.
Como ha indicado el propio Tarradellas, “el jueves 30, el proceso negociador se
586 Ibid., p. 124. 587 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 286. 588 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 133: “El ministro me hacía observar que el restablecimiento de una institución de esta envergadura era competencia del poder legislativo. No se podía dar ese paso hasta que se hubiesen constituido las Cortes. Lo acepté sin dificultad, añadiendo que por mi parte no corría prisa y que dejaba al gobierno plena libertad para plantear la cuestión a las Cortes en los términos que juzgara más indicados”. 589 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 235: “El Rey, que la víspera había calmado las inquietudes del capitán general de Cataluña, recibió a Tarradellas, pidiéndole a Carlos Sentís que se quedara”. 590 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 136. 591 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 286: “El Rey no pactó ni negoció nada, pero creó el clima necesario para que la segunda reunión Suárez-‐Tarradellas permitiera establecer un positivo clima de diálogo y unas bases muy genéricas de entendimiento…”
Carlos González Martínez
186
encontraba totalmente desatascado gracias a la intervención del Rey”592. Ese
mismo día, a las nueve y media de la mañana, el presidente de la Generalitat era
convocado en la Moncloa para mantener una segunda entrevista con Adolfo
Suárez. En esta ocasión, la propuesta que se le hacía a Tarradellas era el
restablecimiento de la Generalitat mediante un régimen provisional previo a la
redacción del futuro Estatuto. Esa operación se llevaría a cabo mediante la Ley de
Bases del Estatuto del Régimen Local de 1975, que permitiría iniciar un proceso de
transferencia de competencias estatales593. El presidente de la Generalitat se
mostró de acuerdo con esos planteamientos: “Era exactamente lo que yo
quería”594.
Dentro del clima cordial inaugurado la víspera, el 1 de julio a las diez y
media de la mañana se reanudaron las conversaciones entre Suárez y
Tarradellas595. En tres cuartos de hora alcanzaron un acuerdo que se formalizaría
al día siguiente durante una intensa reunión con Rodolfo Martín Villa en el
Ministerio de la Gobernación596. Las causas del ambiente distendido en que se
celebró el tercer encuentro entre Suárez y Tarradellas han sido analizadas por este
último en sus memorias: “Las dificultades del primer día habían desaparecido. La
influencia del Rey y mi firmeza en no aceptar ninguna solución que no llevase
aparejado el restablecimiento de la Generalitat habían precipitado la necesidad del
acuerdo. También habían influido poderosamente la unidad de los partidos y de la
opinión catalana, el clima general de comprensión que se respiraba en toda España
respecto de Cataluña, que contrastaba con la creciente preocupación que inspiraba
el País Vasco, y el que conviniera al gobierno consolidar la credibilidad
592 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 139. 593 Ibid., p. 140. 594 Ibid. 595 PUJOL I SOLEY, Jordi,., p. 307: “Tarradellas fue recibido por el Rey el día 29. Tuvo otra reunión con Suárez el 1 de julio, y finalmente se decidió la restauración de la Generalitat”. 596 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 149: “Tal como se había convenido con el presidente Suárez, el viernes 2, a las diez de la mañana, fui al Ministerio de la Gobernación con Carlos Sentís para reunirme con el ministro Martín Villa. Los guardias civiles de la entrada me saludaron militarmente y el capitán me acompañó unos instantes. Buen comienzo, pensé; es como si ya estuviese en Barcelona”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
187
democrática que algunos le discutían. Tras la primera entrevista tempestuosa,
Suárez tenía ahora ideas claras sobre las aspiraciones catalanas. Detectaba la
voluntad de avenencia”597.
El llamado “Protocolo Suárez-‐Tarradellas” fue hecho público el 2 de julio de
1977, en la víspera del retorno del presidente de la Generalitat a París598. En un
comunicado oficial negociado con Carlos Sentís y Manuel Ortínez, el ministro de la
Gobernación recogía las conclusiones de casi una semana de negociaciones599. El
contenido de ese texto, que también fue publicado en el Diari Oficial de la
Generalitat de Catalunya, ha sido resumido por Sánchez-‐Terán de la siguiente
forma: “a) Se expresa por el Gobierno el propósito de restaurar la instituciones
históricas de Cataluña, sin precisar la forma, el tiempo ni el proceso. b) Se desea
fundamentar cualquier decisión en la legalidad vigente, y en concreto sobre la Ley
de Bases de Régimen Local, cuyo texto articulado se haya en preparación. La
«fórmula transitoria» emanará del marco de la vida local y con la decisión
597 Ibid, p. 146. 598 LÓPEZ RODÓ, Laureano, Claves… op. cit., p. 341. 599 Acuerdo del 2 de julio de 1977 publicado en el número 3 del Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1217, p. 3: “En las conversaciones entre el Presidente del Gobierno, D. Adolfo Suárez y el Honorable D. Josep Tarradellas, se han abordado cuantos temas afectan a la situación política y a las soluciones posibles para dotar a Cataluña de la necesaria autonomía en el marco de sus instituciones históricas acomodadas al tiempo presente. El régimen definitivo de la autonomía ha de ser establecido por las Cortes Españolas, y se espera que pueda ser facilitado mediante un procedimiento de negociación entre el Gobierno y los representantes elegidos, recientemente, en las cuatro provincias catalanas. Se ha tratado en las conversaciones, la necesidad de constituir, en el marco de la vida local, una fórmula transitoria que, apoyada en la legalidad vigente permita ir avanzando en la solución, desde ahora, de la voluntad de recuperar las instituciones seculares del pueblo catalán. La Ley de Bases del Régimen Local, posibilita la creación de divisiones territoriales distintas de la provincia, con lo que se puede restablecer la unidad institucional de Cataluña. Para crear la institución representativa de Cataluña, es necesario la decisión asociativa de las cuatro provincias catalanas y la voluntad decidida del Gobierno, que no se demorará, pues está previsto concluir el texto articulado de la Ley de Bases, antes de finalizar el mes de julio. Dicha institución asumiría competencias atribuidas a las Diputaciones o al Estado. Ello permitiría restaurar la Generalidad como representación legal y reglamentar el régimen transitorio de la misma. Se precisó por parte del Presidente del Gobierno, en lo que mostró su conformidad el honorable Sr. Tarradellas, que las autonomías deben ofrecerse a todas las Regiones españolas sin que las formas concretas de las mismas hayan de ser uniformes, pues, en todo caso, han de respetarse las peculiaridades sociológicas e históricas de todos los pueblos españoles, dentro de la irrenunciable unidad de España”.
Carlos González Martínez
188
asociativa de las cuatro diputaciones catalanas. c) No hay ninguna referencia al
Estatuto de 1932. El régimen definitivo de la autonomía ha de ser establecido por
las Cortes. d) No se reconoce a Tarradellas su condición de presidente de la
Generalitat, aunque sea en el exilio. No obstante, ante su insistencia, se acepta
darle tratamiento de «honorable». e) Para evitar cualquier crítica de
discriminación, se hace una referencia explícita al régimen de autonomía que debe
ser ofrecido a todas las regiones españolas”600.
Mientras ese acuerdo se hacía público, Tarradellas mantenía una reunión
con los representantes de la Asamblea de Parlamentarios en el domicilio de
Manuel Ortínez. En su último día de estancia en Madrid, quiso comunicarles su
intención de regresar a Cataluña como presidente una vez fuera oficial el
restablecimiento de la Generalitat601. De vuelta en Francia, Josep Tarradellas
recibía la siguiente información de Joan Reventós acerca de la segunda reunión de
la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios, celebrada el 5 de julio:
“La Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios valoró de manera
positiva, naturalmente, el conjunto de las gestiones realizadas por el presidente
Tarradellas, así como el comunicado emitido en Madrid el día 2 de julio por el
ministro de la Gobernación, y en esta reunión se tomó el acuerdo de celebrar en
París una reunión conjunta de trabajo con el presidente de la Generalitat”602.
El encuentro entre los miembros de la Comisión Permanente y Josep
Tarradellas se celebró dos días después en el hotel Sheraton de París. Desde el
primer momento, el presidente de la Generalitat manifestó su intención de asumir
el protagonismo en la negociación, dejando abierta la puerta a la colaboración de
600 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 287. 601 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 308: “Al día siguiente, sábado, Tarradellas convocó a la Assemblea de Parlamentaris Catalans en el domicilio madrileño de Manuel Ortínez, donde se alojaba el president. La Assemblea congregaba a los diputados catalanes de diferentes partidos y su misión consistía en unir fuerzas para defender la restauración de la Generalitat y su president, y abogar por el autogobierno de Cataluña. Nos reunimos Anton Cañellas, Joan Reventós, Josep Verde Aldea, Antoni Gutiérrez Díaz, Heribert Barrera, Miquel Roca, Josep Maria Cullell y yo”. 602 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 167.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
189
los parlamentarios a través de una comisión que le asistiera en esa labor603. La
voluntad, por parte del Gobierno de España, de considerar a Tarradellas como el
único interlocutor válido, situaba a este en una posición de preponderancia con
respecto a los representantes de los partidos604. Tanto por esta razón, como por su
legitimidad histórica y su prestigio político, los parlamentarios aceptaron su
postura. Como después escribiría el propio Tarradellas, “los parlamentarios se
incorporaban a la negociación entablada por el presidente de la Generalitat, y no al
revés”605. La Comisión Negociadora no se constituyó hasta una nueva reunión
celebrada el 29 de julio en Sant Cebrià del Roselló, cuyas conclusiones fueron
publicadas en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya el día 1 de agosto606.
Formaban parte de ella, bajo la presidencia de Josep Tarradellas, Joan Reventós,
Antonio Gutiérrez Díaz, Jordi Pujol, Carlos Sentís, Josep M. Triginer y Josep
Benet607. El comunicado redactado por los parlamentarios Martín Toval, Gutiérrez
Díaz y Trias Fargas con motivo de la reunión en el Sheraton concretaba los
objetivos de esa Comisión: “Los reunidos están de acuerdo en considerar que estos
resultados iniciales han de culminar necesariamente en la obtención del Estatuto
de autonomía de Cataluña. Con esta finalidad, el Honorable Presidente de la
Generalitat y la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios de
Catalunya han decidido proseguir, de común acuerdo, la negociación con el
Gobierno del Estado con el fin de conseguir sin demora los siguientes objetivos:
603 Ibid., p. 172. 604 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 287: “A partir de su visita a Madrid y de la declaración final, la figura de Tarradellas adquiere una preponderancia absoluta en la negociación del restablecimiento de la Generalitat. En la diarquía presidente-‐Asamblea de Parlamentarios Catalanes, la iniciativa del Gobierno de dialogar con Tarradellas, centra en él todo el protagonismo y la capacidad de decisión”. 605 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 176. 606 Ibid, p. 218: “El 29 se celebra en el salón de sesiones del ayuntamiento de San Cipriano del Rosellón la reunión del presidente con la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios. El resultado principal es la constitución de una Comisión Negociadora encabezada por el presidente e integrada por seis parlamentarios elegidos por la Asamblea, que serán nombrados por el presidente en el Diario Oficial de la Generalitat”ol. 607 Constitución de la comisión negociadora, número 3 del Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1217, pp. 1-‐2: “Queda constituida, bajo la presidencia del presidente de la Generalitat, una comisión negociadora del restablecimiento inmediato de la Generalitat en el territorio de Cataluña y de la regulación de su régimen transitorio”.
Carlos González Martínez
190
restablecimiento efectivo de la Generalitat de Catalunya, retorno del Honorable Sr.
Josep Tarradellas como Presidente de la Generalitat, creación de un Consejo
Provisional de la Generalitat como Órgano de Gobierno de la misma”608.
El encuentro del 7 de julio en París, unido al decreto que constituyó la
Comisión, permitió preservar la unidad de las fuerzas políticas catalanas en torno a
la hoja de ruta marcada por el president. A lo largo de esas semanas, Tarradellas
puso especial interés en evitar la politización de la negociación, así como un
escenario con dos negociaciones paralelas, una dirigida por la Asamblea de
Parlamentarios y otra por la Generalitat609. El texto publicado el 1 de agosto en el
Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya pretendía integrar en la negociación a
los parlamentarios, de tal modo que, siempre bajo su autoridad, la representación
política salida de las urnas no fuera ignorada. En esa línea, cabe destacar las
palabras de Jordi Pujol en una entrevista publicada en la Hoja del Lunes el día 10 de
julio: “En su forma actual, la negociación la ha enhebrado el presidente Tarradellas.
No sería racional que se desentendiera de ella. Por otra parte, ahora hay en
Cataluña una representación del país de hoy. Dejar de lado a los hombres elegidos
el día 15 sería una burla al sufragio universal. Estos dos hechos son los que hay que
combinar”610.
En Madrid, el Gobierno también se preparaba para afrontar el inminente
proceso negociador. En los primeros días de agosto, al finalizar la sesión en que se
aprobaron los estatutos provisionales de la UCD, Rodolfo Martín Villa, con el
conocimiento de Adolfo Suárez, mantuvo una conversación privada Salvador
608 Comunicado de la reunión de Josep Tarradellas con la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios (7-‐7-‐1977), Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 37», Documento 1213, p. 17. 609 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 186: “Era de todo punto necesario preservar en aquellas circunstancias la unidad política de Cataluña, impedir que los parlamentarios negociasen por un lado y el presidente de la Generalitat por otro. No podía inmiscuirme en los asuntos internos de la Asamblea de Parlamentarios, que no era un organismo de la Generalitat ni tampoco del Estado. Pero, una vez más, quise dejar sentada mi posición…” 610 Ibid, p. 191.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
191
Sánchez-‐Terán611 . El ministro del Interior le propuso hacerse cargo de las
negociaciones para el restablecimiento de la Generalitat de Cataluña: “me explicó
en detalle las reuniones de Tarradellas con Suárez y con el Rey y el significado que
el Gobierno daba a la declaración final. No había ningún acuerdo en firme y todas
las posibilidades estaban abiertas. Ciertamente existía la voluntad de restablecer
provisionalmente la Generalitat, pero sin prejuzgar nada el desarrollo futuro de la
autonomía. Me correspondía hacer una propuesta razonable para el Gobierno y
aceptable para Tarradellas y los parlamentarios catalanes; teniendo en cuenta los
antecedentes históricos de la cuestión catalana, pero sobre todo pensando en el
presente y en el futuro de la democracia española. Recibí, en resumen, un
amplísimo margen de confianza de parte de Suárez y Martín Villa para enfocar la
negociación de la forma y con el ritmo que considerara más oportuno”612.
En la elección de Sánchez-‐Terán pesaron, sin duda, los meses que pasó en
Barcelona como gobernador civil de la provincia. Ese periodo no sólo le otorgó
fama de buen negociador, sino que sirvió para generar un clima de confianza entre
él y la oposición catalana613. Tanto a Suárez como a Martín Villa no se les escapaba
que los parlamentarios elegidos en Cataluña desempeñarían un importante papel
en el proceso de restablecimiento de la Generalitat, de ahí la importancia de situar
al frente de la negociación a un hombre que desde los primeros días de la
Transición había logrado entenderse con ellos614. Por tanto, aunque Sánchez-‐Terán
611 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 240: “...a primeros de agosto, y al terminar una de las primeras reuniones de UCD como partido político, Rodolfo Martín Villa le propuso a Salvador Sánchez-‐Terán -‐en presencia de Adolfo Suárez y por sugerencia de este-‐ que se hiciera cargo de la negociación con Tarradellas, relatándole el detalle de las reuniones mantenidas por este con Suárez y el Rey e insistiéndole en que no había ningún acuerdo firme, solo la voluntad de restablecer provisionalmente la Generalitat”. 612 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 288. 613 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de julio de 2012: “Claro, yo doy mucha importancia a la negociación con Tarradellas, pero el acuerdo de Perpignan fue con todos los dirigentes políticos, todos. Era la primera vez que eso sucedía; fue el primer consenso de la Transición”. 614 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “En la primera llegada del presidente de la Generalitat a España, Salvador Sánchez-‐Terán había cesado de su cargo en Barcelona para poder presentarse a las elecciones de 1977, así que no me extrañaría nada que se enterase por la prensa de la llegada de Tarradellas a Madrid. Es en la segunda etapa cuando Salvador tomó las riendas de
Carlos González Martínez
192
se reunió con Josep Tarradellas en calidad de consejero del presidente -‐cargo que
ostentaba desde finales de julio de 1977-‐, lo realmente decisivo para su elección
fue su condición de ex gobernador civil de Barcelona615.
Salvador Sánchez-‐Terán dedicó los días que siguieron a su conversación con
Rodolfo Martín Villa al estudio del dossier facilitado por el Gobierno616. Entre los
numerosos documentos que contenía, cabe destacar varios proyectos que, en
forma de decreto-‐ley, tenían como fin la restauración de la Generalitat, así como
los dictámenes de los servicios jurídicos del Ministerio del Interior617. Entre ese
material, cabe destacar los textos elaborados por el PSC, Pacte Democràtic y PSUC,
cuya refundición constituyó la base de la propuesta presentada a Josep Tarradellas
por la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios tras su reunión del
día 19 de julio618. También hemos de mencionar el decreto-‐ley elaborado por el
abogado José M. Sanchis Sacarella, así como un dictamen sobre los acuerdos del 2
la operación y la llevó a buen puerto. Yo creo que dejarlo en sus manos fue una buena decisión de Adolfo Suárez, y, sin duda, su gran servicio político a la Transición fue ese”. 615 Real Decreto 1963/1977, de 29 de julio, por el que se nombran consejeros del Presidente del Gobierno: “En virtud de los dispuesto en el artículo primero del Real Decreto mil seiscientos noventa y dos/mil novecientos setenta y siete, de once de julio, a propuesta del Presidente del Gobierno y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintinueve de julio de mil novecientos setenta y siete. Vengo a nombrar Consejeros del Presidente del Gobierno a don Alfonso Osorio García, don José Ramón Lasuén Sancho, don Federico Mayor Zaragoza, don Salvador Sánchez-‐Terán Hernández, don Arturo Moya Moreno, don Lorenzo Olarte Cullen y don Leopoldo Calvo-‐Sotelo y Bustelo”. 616 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 289. 617 Ibid, p. 288: “En el dossier que me entregó Martín Villa había casi una decena de versiones sobre proyectos de decreto-‐ley para restablecer la Generalitat de Cataluña, entre los que cabe citar varios textos preparados por los partidos políticos –Pacte Democràtic, PSUC, PSOE…-‐, dictámenes de los servicios jurídicos del Ministerio del Interior, un texto preparado por el abogado José M. Sanchis Sacarella y una carta de Tarradellas de 20 de julio en la que, «para su información y estudio, me permito adjuntarle el dictamen sobre la ejecución de la fórmula transitoria convenida para restaurar la Generalitat de Cataluña, que pedí a la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios y que ésta ha redactado y aprobado por unanimidad en su sesión del día 19 último, que ha merecido mi aprobación y espero que usted compartirá mi opinión, puesto que está basado en los acuerdos recogidos en el comunicado del día 2 de julio»”. 618 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 210: “Como resultado de las conversaciones del día 14 entre la delegación de parlamentarios catalanes y Martín Villa, la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios se reúne el día 19 durante seis horas en el palacio de la Generalitat. Estudia la manera de presentar, de conjugar los tres documentos del proyecto de Decreto-‐Ley propuestos por los parlamentarios, concretamente por el PSC, el Pacte Democràtic (fundamentalmente CDC) y el PSUC. Los tres documentos partían de un dictamen jurídico que desarrollaba los acuerdos Suárez Tarradellas del 2 de julio”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
193
de julio elaborado por Josep Lluís Sureda619. El propio Sánchez-‐Terán ha indicado
en sus memorias que “casi todos los textos comenzaban derogando el decreto ley
de 5 de abril de 1938 que liquidó el régimen establecido por el Estatuto de
1932”620. Sin embargo, a partir de ese punto existían grandes diferencias en lo
relativo a la organización de la Generalitat restablecida, así como sobre el papel
que le correspondía a los parlamentarios y a las cuatro diputaciones provinciales.
A partir de ese dossier, Salvador Sánchez-‐Terán redactó un proyecto de decreto-‐
ley que constaba de ocho artículos, al que dieron su visto bueno Adolfo Suárez,
Fernando Abril y Rodolfo Martín Villa621.
Una vez obtenido el respaldo del presidente, Sánchez-‐Terán se puso en
contacto con Carlos Sentís para que organizara la primera reunión con Josep
Tarradellas. El lugar elegido fue una suite del hotel Crillon de París, donde ambos
debían encontrarse a las diez de la mañana del día 10 de agosto. El marqués de
Nerva, embajador en Francia, que había recibido instrucciones precisas del
ministro de Exteriores, puso a disposición del negociador gubernamental todos los
medios de la Embajada, incluido su consejero de Información. Este y Carlos Sentís
fueron los acompañantes de Sánchez-‐Terán en la entrevista del hotel Crillon, a la
que Tarradellas acudió junto a Manuel Ortínez y Josep Sureda622. En relación con la
embajada, es interesante reproducir una anécdota del día 10 de agosto recogida en
De Franco a la Generalitat: “A la hora del desayuno, el embajador Nerva me saludó
diciendo: «Eres la primera noticia del mundo». Su juego de palabras hacía
619 Ibid, p. 204: “Frederic Rahola me entrega el dictamen jurídico sobre le ejecución de los acuerdo Suárez-‐Tarradellas encargado a Josep Lluís Sureda. Bajo el título «Dictamen sobre la ejecución de la fórmula transitoria convenida para restaurar la Generalitat»”. 620 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., pp. 288-‐289. 621 Ibid, p. 289: “Durante la primera semana de agosto trabajé intensamente con todos los documentos del dossier, para preparar un proyecto de decreto ley, que fuera aceptado por el Gobierno. No quería iniciar las negociaciones con Tarradellas ni proponerle nada sin tener la certeza del respaldo del Gobierno. El texto redactado constaba de ocho artículos y era extremadamente sencillo en su concepción. Suárez, Abril y Martín Villa dieron su conformidad inicial al mismo como base de negociación”. 622 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 240: “Con el conforme del Gobierno, Sánchez-‐Terán llamó a Carlos Sentís y este organizó su primer encuentro con Tarradellas para los días 10 y 11 de agosto, en el Hotel Crillón, de París. Acompañaban a Tarradellas, Manuel Ortínez y José Luis Sureda…”.
Carlos González Martínez
194
referencia a Le Monde, cuyo primer titular se centraba en las negociaciones sobre
la autonomía de Cataluña que íbamos a iniciar minutos después”623.
La entrevista en el hotel Crillon se prolongó durante ocho horas, si bien sólo
a partir del mediodía se inició la negociación para el restablecimiento de la
Generalitat624. “La primera sesión matutina, se dedicó a un mutuo conocimiento.
Tarradellas y yo teníamos una amplia información sobre el otro interlocutor, pero
en política ningún informe escrito puede sustituir al contacto personal. Las tres
primeras horas en el hotel Crillon constituyeron un anecdotario histórico de tan
alto interés, que siento no poder reproducirlo por razones de espacio. Tarradellas
–gran conversador-‐ habló del exilio, de la entrada de los alemanes en París, de sus
consejos a Companys para evitar caer en manos de la Gestapo, de los últimos
tiempos de la Generalitat, de la rebelión del 34…, y se interesó por la realidad
política española del momento, sobre todo los resultados electorales, el estilo del
Gobierno Suárez y la composición de la UCD. Su asombro ante el escaso porcentaje
de votos obtenido por don José María Gil Robles en Salamanca frente a nuestra
candidatura de UCD fue enorme. Me hizo repetir dos veces las cifras. Su admiración
hacia los grandes oradores de las Cortes de la República era grande. Él escuchaba
absorto a los Besteiro, Ortega y Gasset, Azaña y Gil Robles. Una conclusión flotaba
en nuestras mentes. Aquella España política que él vivió no tenía nada que ver con
la actual. Y yo me preguntaba: ¿Será capaz este hombre, con casi ochenta años, de
no ser prisionero de su pasado y asumir normalmente la nueva realidad?”625. Tras
esta fase preliminar, comenzaron a intercambiar puntos de vista acerca de la
Generalitat. A pesar de llevar en una carpeta el decreto-‐ley de ocho artículos
mencionado anteriormente, Sánchez-‐Terán creyó conveniente escuchar en primer
lugar la propuesta de Tarradellas626. Este le entregó un documento que, bajo el
623 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 290. 624 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 220. 625 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., pp. 290-‐291. 626 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 240: “Sánchez-‐Terán prefirió escuchar los planteamientos de sus interlocutores, en lugar de mostrar su decreto-‐ley. Tarradellas le entregó un documento titulado "Bases para un decreto-‐ley de restablecimiento provisional de la Generalitat de Cataluña", con el
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
195
título “Bases para un decreto-‐ley de restablecimiento provisional de la Generalitat
de Cataluña”, desarrollaba en diez puntos un programa aceptado en su mayoría
por el representante del Gobierno627. Desde un primer momento, Sánchez-‐Terán
mostró su aprobación a cuestiones como el restablecimiento provisional de la
Generalitat, el nombramiento de Josep Tarradellas como su presidente o la
supresión del decreto de 1938. Además, dio su conformidad tanto a la creación de
una Comisión Mixta de composición paritaria, en cuyo seno debería abordarse la
transferencia de competencias, como a la potestad reglamentaria del ministro del
Interior. A partir de ese momento, las conversaciones de los días 10 y 11 de agosto
estuvieron centradas en aquellos aspectos de la propuesta de Tarradellas no
aceptados por Sánchez-‐Terán628.
que Sánchez-‐Terán expresó su coincidencia general, pero rechazó los artículos que proponían que "la Generalitat asumiera la representación legal de Cataluña" y que "el Gobierno y la Administración de Cataluña durante el periodo transitorio corresponderían al president de la Generalitat". 627Bases para un decreto-‐ley de restablecimiento provisional de la Generalitat de Cataluña, Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 38», Documento 1250: 1. Se restablece, con carácter provisional, la Generalidad de Cataluña hasta la entrada en vigor del régimen definitivo de la autonomía que se establezca por las Cortes. 2. La Generalidad asume la representación legal de Cataluña, que comprende el territorio de las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. 3. El Gobierno y administración de Cataluña durante el periodo transitorio corresponde al presidente de la Generalidad y a su Consejo de Gobierno. 4. Se nombra presidente de la Generalidad hasta la entrada en vigor del régimen definitivo de la autonomía de Cataluña al honorable Josep Tarradellas Joan. 5. El presidente de la Generalidad designará a los miembros del Consejo de Gobierno y fijará sus respectivas atribuciones. 6. Las Diputaciones Provinciales de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona son órganos administrativos de la Generalidad de Cataluña. 7. Se crea en la Presidencia del Gobierno una Comisión Mixta de composición paritaria, que propondrá al Gobierno los acuerdos sobre transferencia a la Generalidad del ejercicio de funciones y actividades propias de la competencia del Estado, organismos autónomos o empresas públicas. 8. El real decreto ley entrará en vigor el mismo día de su publicación en el BOE. 9. Queda autorizado el ministro del Interior para dictar las disposiciones reglamentarias en ejecución del real decreto ley. 10. Queda derogada la ley decretada en 5 de abril de 1938”. 628 POWELL, Charles y BONNIN, Pere, Adolfo Suárez, Barcelona, Cara&Cruz, 2000, p. 147: “La negociación entre Tarradellas y el representante del gobierno, el ex gobernador civil de Barcelona Sánchez-‐Terán, se inició en París el 10-‐11 de agosto de 1977. Éste accedió fácilmente al restablecimiento provisional de la Generalitat con Tarradellas como presidente, así como a la derogación de la ley de 1938 que había puesto fin a la vigencia del Estatuto de 1932. En cambio, no podía consentir la disolución de las diputaciones provinciales inicialmente exigida por el veterano político catalán, aunque sí era aceptable que pasarán a depender de la Generalitat. (De hecho, hasta que se elaborase el nuevo estatuto, el presidente de la Generalitat lo sería también de la Diputación de Barcelona.) Para Tarradellas lo esencial era que se le permitiera nombrar un Consell (consejo
Carlos González Martínez
196
El punto tercero del texto propuesto por la Generalitat otorgaba al
presidente de la institución y a su Consejo de Gobierno facultades de carácter
ejecutivo y administrativo que no se podían abordar en un decreto-‐ley. Así se lo
hizo ver el negociador gubernamental, que también se mostró contrario a la
desaparición de las diputaciones provinciales propuesta por Tarradellas.
Finalmente, el político exiliado accedió a mantenerlas, así como a incluir a sus
presidentes en el Consejo de Gobierno de la Generalitat629 . Precisamente la
composición de este organismo fue motivo de larga discusión. Si bien, en este caso,
Sánchez-‐Terán mostró su total conformidad con la postura de Tarradellas: el
presidente tenía plena libertad para nombrar los consejeros, aunque se
comprometía a tener en cuenta los resultados electorales del 15 de junio630.
Finalmente, tras una larga discusión, ambos también coincidieron en la necesidad
de abandonar el marco jurídico impuesto por la Ley de Bases del Régimen Local,
para abordar la cuestión de la Generalitat mediante un Real Decreto-‐Ley631. Esta
fórmula, además de solventar algunas dificultades técnicas, tenía, en opinión de
ejecutivo) propio, que presidiría el mismo; en cambio, no tenía intención alguna de institucionalizar la Asamblea de Parlamentarios, en lo cual coincidía plenamente con el planteamiento del gobierno”. 629 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 291: “La mayor dificultad surgió en el punto 3. Otorgar a la Generalitat el «Gobierno y administración de Cataluña» era un tema de nivel constitucional y el Gobierno de la nación no podía abordarlo por decreto ley (…) La postura inicial de Tarradellas era que las diputaciones provinciales debían desaparecer y el presidente de la Generalidad nombrar un comisario que, en su nombre, administrara las actuales diputaciones y que las competencias de la Generalidad debían ser, como mínimo, las de un presidente de diputación para toda Cataluña. Le expliqué detenidamente las razones jurídicas y políticas por las que el Gobierno no podía suprimir las diputaciones. Tras un denso diálogo Tarradellas aceptó que las diputaciones debían permanecer y que sus presidentes podían ser miembros del Consell de la Generalidad”. 630 Ibid, pp. 291-‐292: “Otra cuestión esencial fue la naturaleza y composición del Consell. Para Tarradellas «no habría Generalitat si no había Consell». Rechazaba la idea de que el Consell lo formaran todos los parlamentarios catalanes, pues ello lo convertiría en una Asamblea y no en un órgano de gobierno. Quería reservarse la competencia para nombrar los consejeros y no estar condicionado por los parlamentarios y no aceptaba que el Consell fuera el estricto reflejo proporcional de los resultados electorales de cada partido, aunque evidentemente había que tenerlos en cuenta”. 631 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 220: “Se decide que la norma del restablecimiento de la Generalitat tenga el rango de Real Decreto-‐Ley. Esta fórmula hacía posible la derogación de la Ley de 5 de abril de 1938; además, permitía prescindir del estrecho marco de la Ley de Bases del Régimen Local que tanto había dificultado la negociación inicial”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
197
Tarradellas, un simbolismo especial: reconciliaba a la Monarquía con las
instituciones catalanas632.
Al término de sus primeras entrevistas en el hotel Crillon de París, Salvador
Sánchez-‐Terán y Josep Tarradellas redactaron un comunicado que tenía como fin
hacer frente, de forma comedida, a la expectación que se había creado en torno al
restablecimiento de la Generalitat. En él, tras hacer referencia al reciente viaje del
president a Madrid, se describía brevemente el contenido de las conversaciones, al
tiempo que se anunciaban futuros encuentros que permitieran avanzar en la
negociación: “Se han estudiado las fórmulas concretas que permitan un
restablecimiento provisional de la institución histórica de la Generalitat, con
funciones concordantes con la actual legislación. El honorable señor Tarradellas
estudiará las fórmulas propuestas con los parlamentarios catalanes, e igualmente
el señor Sánchez-‐Terán informará al presidente Suárez sobre el contenido de las
mismas, tras lo cual se ha previsto una nueva reunión. Las conversaciones se han
mantenido en un clima de cordialidad, de sereno estudio de las importantes
cuestiones planteadas y con una actitud para el encuentro de soluciones
positivas”633.
Las reuniones entre Sánchez-‐Terán y Josep Tarradellas se reanudaron el 26
agosto en idéntico escenario, el hotel Crillon de París. Ese segundo encuentro fue
precedido por jornadas de intenso trabajo en Madrid y Saint-‐Martin-‐le-‐Beau, días
en los que ambos interlocutores mantuvieron importantes conversaciones con sus
colaboradores. A mediados de mes, el presidente de la Generalitat se reunió con
Frederic Rahola y los seis miembros de la Comisión Negociadora, a los que informó
con detalle sobre el contenido de su primera entrevista con el negociador
632 Ibid, p. 214: “El restablecimiento tenía que emanar de un decreto real. De ahí extraería nuestra institución una formidable fuerza legal, imposible de obtener por otros caminos mientras no hubiese Constitución ni Estatutos. Ni que decir tiene que la fuerza del Real Decreto tendría que ser completada por el reconocimiento de las Cortes, esencialmente del Congreso de los Diputados”. 633 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 292.
Carlos González Martínez
198
gubernamental 634 . Estos aprovecharon la ocasión para atenuar el carácter
presidencialista del sistema autonómico acordado los días 10 y 11 de agosto,
introduciendo una serie de variantes que dotaban de mayor protagonismo a la
Asamblea de Parlamentarios 635 . Como ha indicado Sánchez-‐Terán en sus
memorias, “de Saint-‐Martin-‐le-‐Beau salía un régimen parlamentario, en el que
diputados y senadores se erigían en Parlamento provisional de Cataluña y
controlaban así al presidente de la Generalitat y a su Consejo de Gobierno”636. Por
último, se acordó incluir en la negociación con el Gobierno una nueva exigencia: la
Generalitat provisional debería ser la encargada de elaborar el nuevo proyecto de
Estatuto.
Salvador Sánchez-‐Terán informó al presidente Suárez sobre el contenido de
sus conversaciones con Josep Tarradellas en una reunión celebrada en la Moncloa
el día 19 de agosto. Asistieron también el vicepresidente Fernando Abril y los
ministros de Interior y Regiones, Rodolfo Martín Villa y Manuel Clavero Arévalo
respectivamente. Este último manifestó sus dudas acerca de la viabilidad de la
operación, así como su contrariedad por el trato privilegiado que recibía
Cataluña637. Además, a lo largo de su intervención, expuso las dificultades tanto
634 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 220: “En la reunión con los parlamentarios de la Comisión Negociadora, los días 16 y 17 en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau, el presidente Tarradellas «informa ampliamente sobre las negociaciones celebradas en París los días 10 y 11 con el diputado don Salvador Sánchez-‐Terán, consejero del presidente del gobierno y en el marco del acuerdo Suárez-‐Tarradellas de 2 de julio último. Los reunidos han examinado el documento de trabajo fruto de las citadas conversaciones», según dice el comunicado”. 635 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 293: “El 16 y 17 de agosto se reunían, en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau, Tarradellas, su delegado en Cataluña, Frederic Rahola y la Comisión Negociadora –Benet, Gutiérrez, Pujol, Reventós, Sentís y Triginer-‐. Los parlamentarios hicieron notar su presencia e introdujeron en el documento de bases unas modificaciones esenciales. En el punto 3 añadieron que el presidente de la Generalitat y su Consejo de Gobierno «estarán asistidos por la Asamblea provisional. Esta Asamblea estará formada por el conjunto de diputados y senadores de las cuatro circunscripciones de Cataluña». En el punto 5, relativo al nombramiento y fijación de atribuciones de los miembros del Consejo de Gobierno, añadían, «con la aprobación de la Asamblea provisional»”. 636 Ibid. 637 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 243: El 19 de agosto se celebró una reunión en la Moncloa, a la que asistieron el presidente, Martín Villa, Abril Martorell, Manuel Clavero y Salvador Sánchez-‐Terán, en la que este informó del curso de la negociación y en la que Manuel Clavero introdujo de nuevo su rechazo a un tratamiento privilegiado de Cataluña frente a las demás regiones, posición que hizo
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
199
para establecer la comisión mixta paritaria como para la trasferencia
competencial638. Las palabras del ministro de las Regiones iniciaron un debate que
el propio presidente se encargo de encauzar a los pocos minutos ¿Debería
restablecerse una Generalitat provisional o esperar a la aprobación del texto
constitucional que consagrara la fórmula autonómica? Los presentes consideraron
que, si bien jurídicamente era más correcto esperar al texto constitucional,
políticamente no debía demorarse el afrontar el hecho catalán639. En resumen,
aceptaron los tres aspectos básicos de la propuesta de Sánchez-‐Terán:
restablecimiento de una Generalitat que no suprimiera ni suplantara a las
diputaciones provinciales; nombramiento de Josep Tarradellas como presidente, al
que se otorgaría la facultad para nombrar un Consejo de Gobierno pero no un
parlamento provisional; y transferencia de las competencias por decreto a partir
de las conclusiones de la comisión mixta paritaria. A su vez, se reservó todo lo
relativo a la elaboración y aprobación del nuevo Estatuto a lo dispuesto en las
futuras disposiciones constitucionales640. Cuestión que, como hemos señalado más
arriba, entraba en contradicción con lo acordado en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau dos días
antes.
Al término de la reunión, se fijaron las fechas del segundo encuentro con
Josep Tarradellas, al que Sánchez-‐Terán acudió con una nueva propuesta de
decreto-‐ley641. El texto fue revisado por Manuel Arévalo, a la sazón catedrático de
dudar a Suárez si no era mejor esperar a la elaboración de la Constitución -‐ cuya negociación ya había comenzado-‐. Finalmente prevaleció el criterio de seguir adelante con el restablecimiento de una Generalitat provisional… 638 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 293: “El ministro de las Regiones expresó las preocupaciones que sobre el tema llegaban a su departamento: los ataques de la derecha por una supuesta actitud de cesión gubernamental; la inquietud creada en otras regiones por la falta de simultaneidad en la negociación; las dificultades administrativas para una comisión mixta paritaria y el procedimiento de transferencia de las diputaciones a la Generalitat”. 639 Ibid: “En un momento dado y ante el giro del debate, Suárez replanteó la cuestión esencial: acceder a la aprobación de una Generalitat provisional o negarse en redondo y esperar a la Constitución. La posición unánime de los presentes, aunque con algunas actitudes matizadas, fue la de dar vía libre a la Generalitat provisional. Tal vez jurídicamente fuera más correcto esperar al texto constitucional, pero políticamente no debía demorarse el afrontar el hecho catalán”. 640 Ibid, p. 296. 641 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 243.
Carlos González Martínez
200
Derecho Administrativo, quien, además de una serie de mejoras técnicas, introdujo
dos nuevos artículos. El primero de ellos sujetaba las disposiciones y actos de la
Generalitat a la jurisdicción contencioso administrativa, mientras que el segundo
reservaba al Gobierno el derecho a disolver, por causas justificadas que afectasen a
la seguridad del Estado, los órganos autonómicos 642 . Esta última cuestión,
preocupaba a Sánchez-‐Terán, pues intuía la negativa de Josep Tarradellas a aceptar
un artículo tan contundente en su formulación y consecuencias políticas para las
instituciones catalanas643.
El día 26 de agosto se reanudaron en París las negociaciones sobre la
Generalitat de Cataluña. A diferencia de lo ocurrido en el encuentro del día 10 de
agosto, Sánchez-‐Terán tomó inmediatamente la iniciativa, e hizo entrega a su
interlocutor de dos textos: el proyecto de real decreto-‐ley de restablecimiento de la
Generalitat y el decreto por el que se nombraba president a Josep Tarradellas644. El
primero de ellos constaba de nueve artículos y tres disposiciones finales, en donde
se abordaban cuestiones a las que ya hemos hecho referencia anteriormente, como
la personalidad jurídica de la Generalitat, su ámbito actuación, composición
orgánica y atribuciones, así como los dos aspectos incluidos por el ministro de las
Regiones645. Otra novedad con respecto al articulado discutido durante los días 10
642 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…Op. cit., p. 296: “Dio redacción a unos nuevos artículos que reflejaban lo acordado en la Moncloa sobre el control de la legalidad y la seguridad del Estado, con los siguientes textos: «Artículo 7º. Los acuerdos y actos de la Generalidad de Cataluña serán recurribles ante la jurisdicción contencioso administrativa, y en su caso, suspendidos por el Gobierno de acuerdo con la legalidad vigente. Artículo 8º. Los órganos de gobierno de la Generalidad establecidos por este decreto ley podrán ser disueltos por el Gobierno por razones de seguridad del Estado”. 643 Ibid. 644 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 221: “El 26 y el 27 de agosto tiene lugar en la habitación 420 del hotel Crillon parisino la segunda ronda de negociaciones entre el presidente Tarradellas y Salvador Sánchez-‐Terán. El delegado del gobierno español presenta el proyecto de real decreto-‐ley de restablecimiento de la Generalitat y el real decreto del nombramiento de Tarradellas como presidente de la institución”. 645 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., pp. 296-‐297: “El artículo primero del texto legal restablecía «con carácter provisional la Generalitat de Cataluña, hasta la entrada en vigor del régimen de autonomía que pueda aprobarse por las Cortes». El segundo definía la personalidad jurídica de la Generalitat y su ámbito de actuación referido a las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. En el tercero se constituían como órganos de gobierno de la Generalitat,
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
201
y 11 de agosto era la designación de Tarradellas como presidente de la Diputación
de Barcelona en sustitución de Francisco Llovet646. Por su parte, el decreto que le
nombraba presidente de la Generalitat, como ha indicado Sánchez-‐Terán en De
Franco a la Generalitat, era bastante más sencillo: “En virtud de lo dispuesto en los
artículos 3º y 4º del decreto ley 41/1977, y a propuesta del presidente del
Gobierno, se nombra presidente de la Generalidad de Cataluña a don Josep
Tarradellas Joan” 647 . Después de tomarse su tiempo en la lectura de los
documentos, el president dirigió su mirada a Sánchez-‐Terán y afirmó: “Estos textos
suponen un paso muy importante para Cataluña y para España. Dé usted las
gracias, en mi nombre, al presidente Suárez y a S. M. el Rey”648. El negociador del
durante el período transitorio, el presidente y el Consejo Ejecutivo. No había referencia, por tanto, a la Asamblea de Parlamentarios. El artículo fijaba que el nombramiento del presidente de la Generalitat se haría por decreto a propuesta del presidente del Gobierno. El quinto definía el Consejo Ejecutivo integrado por un número máximo de Consejeros, designados por el presidente y por los presidentes de las diputaciones catalanas. El presidente asignaría a los miembros del Consejo sus respectivas titularidades y atribuciones. No había condicionantes ni sometimiento a la conformidad de los parlamentarios. El artículo sexto, que fue el más debatido en todo el proceso posterior, decía en su redacción final: «Corresponde a la Generalitat, dentro del régimen jurídico, general y local vigente, las siguientes atribuciones:
a) La elaboración y aprobación de sus propias normas de régimen interior. b) La coordinación de la actuación de las cuatro diputaciones provinciales, en cuanto afecte al
interés general de Cataluña. c) La gestión y administración de las funciones y servicios que le transfiera la Administración
del Estado y las expresadas diputaciones. El Gobierno establecerá el procedimiento para realizar tales transferencias.
d) La propuesta al Gobierno de cuantas medidas afecten a los intereses de Cataluña». Los artículos séptimo y octavo ya han sido transcritos en el apartado precedente y el noveno era el ritual que autorizaba al Gobierno el desarrollo normativo. Las tres disposiciones finales se referían a la entrada en vigor del decreto ley y a la derogación de ley de la Jefatura del Estado de 8 de abril de 1938 –que suprimió el Estatuto y la Generalidad tras la toma de Barcelona en la guerra civil-‐ y del decreto 382/77 de 18 de febrero, relativo a la creación del Consell General de Catalunya”. 646 Ibid, p. 98: “Otro tema era el de la Presidencia de la Diputación de Barcelona. El histórico Palau de la Generalitat estaba ocupado por la diputación, en cuya Presidencia Llovet había sucedido a Samaranch, tras su marcha a la embajada de Moscú. En rigor, si Tarradellas regresaba como presidente de la Generalitat, no tenía ni despacho ni presupuesto para su secretaría. Por este motivo Martín Villa había sugerido la posibilidad de que Tarradellas asumiera además de la Presidencia de la Generalitat, la de la Diputación barcelonesa, de forma transitoria. Era una solución realista para resolver los problemas de intendencia y los de cohabitación entre ambas instituciones. A Tarradellas le gustaba la fórmula y le preocupaba cuál sería la reacción de Llovet. Le garanticé que no habría problemas, pues conocía muy bien la calidad humana y política del, en mis tiempos de gobernador, vicepresidente de la diputación y alcalde de Granollers”. 647 Borrador del decreto por el que se nombra a Josep Tarradellas presidente de la Generalitat. Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 38», Documento 1254. 648 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 297.
Carlos González Martínez
202
Gobierno, que había seguido con expectación los gestos de Tarradellas mientras
leía el real decreto-‐ley, tampoco pudo ocultar su satisfacción ante la reacción de su
interlocutor. Ahora bien, había pequeños detalles del texto que no terminaban de
convencer al presidente de la Generalitat. De ahí que, con el fin de consultarlos con
Rahola, Ortínez y Sureda, pidiera aplazar la discusión hasta el día siguiente649.
Las principales objeciones de Tarradellas, y así se lo manifestó a Sánchez-‐
Terán al comienzo de la reunión del día 27, estaban relacionadas con el artículo
sexto, referido a las competencias de la Generalitat y su relación con las
diputaciones. Las propuestas formuladas por el president fueron trasladadas desde
la embajada en París a Fernando Abril650. Mientras este conversaba con los
responsables de las distintas carteras ministeriales con el fin de conocer su
opinión, Tarradellas comunicaba a Sánchez-‐Terán que, a pesar de no agradarle los
artículos añadidos por Clavero Arévalo, no ponía ninguna objeción a su presencia
en la ley: “comprendía que había razones históricas –hizo una amplia referencia a
los sucesos de octubre de 1934-‐ para que la Administración lo incluyera. Él los
aceptaba y lo haría comprender así a los parlamentarios. «Además –añadió-‐ haré
todo lo que esté en mi mano para que no llegue a aplicarse»”651. La buena sintonía
entre ambos, que tuvo su momento álgido cuando Tarradellas calificó los dos
primeros artículos del real decreto-‐ley como “históricos”, sufrió un duro revés al
comienzo de la sesión vespertina652. Después de conversar por segunda vez con
Fernando Abril, Sánchez-‐Terán comunicó al president que el Gobierno necesitaba
más tiempo para estudiar las modificaciones relativas al artículo sexto653. Josep
649 Ibid. 650 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 245: “Algunas de las objeciones que planteó Tarradellas fueron trasladadas por Sánchez-‐Terán a Fernando Abril, que -‐en palabras del negociador gubernamental-‐ «había ido asumiendo un mayor protagonismo al coordinar los Ministerios del Interior, Regiones, Presidencia y Justicia»”. 651 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 297. 652 Ibid, pp. 297-‐298. 653 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 221: “El presidente Tarradellas, que se hace acompañar a la reunión por el catedrático Josep Lluís Sureda, pide el 27 que se introduzcan cambios en el texto legal concernientes a la coordinación de las cuatro Diputaciones catalanas con la Generalitat. El
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
203
Tarradellas interpretó este movimiento de Madrid como un paso atrás en las
negociaciones, cuando realmente el retraso se debía a las dificultades del
vicepresidente para alcanzar un acuerdo, vía telefónica, con los miembros del
Gobierno en tan corto espacio de tiempo654. La confusión dio paso a momentos de
cierta tensión que, como ha relatado Sánchez-‐Terán en sus memorias, tuvieron su
epílogo ante los medios de comunicación: “Nada más comenzar la rueda de prensa,
Tarradellas se levantó inesperadamente, bajo pretexto de un compromiso
inmediato. Yo sabía de su mal humor, pero continué contestando a los periodistas
como si su ausencia fuera normal. Afortunadamente no trascendió a la prensa y a
la opinión pública la fuerte tensión que habíamos vivido unos momentos antes”655.
A pesar del malentendido acaecido en la tarde del día 27, el balance del
segundo encuentro en el hotel Crillon era altamente positivo. Con excepción del
artículo sexto, pendiente de la aprobación gubernamental, el contenido del real
decreto-‐ley había sido aceptado por ambas partes. Conscientes de la buena marcha
de las negociaciones, Salvador Sánchez-‐Terán y Josep Tarradellas acordaron
transmitir una imagen positiva de la entrevista. La discrepancia existente quedó al
margen del comunicado oficial: “Se han estudiado los textos articulados que
permitan la formulación del restablecimiento provisional de la Generalitat con
disposiciones concordantes con la legislación vigente. Se ha llegado a acuerdos
básicos en temas esenciales planteados en las conversaciones. Durante la próxima
semana se seguirán estudiando ciertos aspectos técnicos y jurídicos de los citados
gobierno español se concede un plazo de reflexión sobre las peticiones del presidente de la Generalitat”. 654 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 298: “Al iniciar la sesión vespertina expliqué a Tarradellas la necesidad de aplazar la decisión sobre el texto de las diputaciones. Él interpretó muy mal la actitud del Gobierno y pensó que se trataba de un paso atrás, característico de los políticos de Madrid. A partir de ese momento la conversación fue tensa. Con voz potente me dijo: «Tenga la seguridad de que o vuelvo como presidente de la Generalitat o moriré en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau», y le respondí: «Tenga la seguridad de que el Gobierno mantiene su propuesta de nombrarle presidente de la Generalitat y que su interpretación de la actitud gubernamental es errónea». Yo tenía la certeza de que la respuesta de Abril no se debía a cambio de postura, sino a las dificultades de coordinar telefónicamente los criterios de varios ministros, y más a la hora del almuerzo, y por ello me parecía desorbitada la reacción de mi interlocutor”. 655 Ibid.
Carlos González Martínez
204
textos, a cuyo fin se ha previsto continuar las conversaciones entre los señores
Tarradellas y Sánchez-‐Terán, con objeto de ultimar rápidamente los aspectos
pendientes. El señor Tarradellas informará a los parlamentarios y partidos
políticos catalanes y el señor Sánchez-‐Terán al presidente Suárez y al Gobierno”656.
La cuestión concerniente a la relación de la Generalitat con las diputaciones
quedó resuelta nada más aterrizar Sánchez-‐Terán en Madrid. Una llamada
telefónica de Fernando Abril le informó del acuerdo alcanzado en el seno del
Gobierno para aceptar la fórmula que él había pactado con Tarradellas: “Integrar
las actuaciones de las Diputaciones de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona, en
cuanto afecte al interés general de Cataluña y coordinar sus funciones en el ámbito
de la Generalidad, manteniendo dichas diputaciones su personalidad jurídica”657.
Inmediatamente se puso en contacto con el president para comunicarle la noticia,
que fue recibida con satisfacción en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau. Ambos coincidieron en
que no era necesario mantener un tercer encuentro en París. Consideraron que
bastaría con que algunos colaboradores de Tarradellas se trasladaran a Madrid
para solucionar algunos aspectos técnicos658. Con ese objetivo, el 1 de septiembre,
se celebró en el domicilio particular de Sánchez-‐Terán una reunión a la que
acudieron Josep Lluís Sureda, Manuel Ortínez y Frederic Rahola659. Con ellos
viajaban a la capital de España las últimas propuestas de la parte catalana. En ellas
se abordaba el párrafo segundo del artículo primero, referido a las normas de
régimen interior de la Generalitat; el artículo tercero, centrado en la
representación legal del presidente; la presidencia transitoria de la diputación de
Barcelona, contemplada en el artículo cuarto; y el apartado B del artículo sexto,
656 Comunicado oficial de la entrevista de 26 y 27 de agosto entre Josep Tarradellas y Salvador Sánchez-‐Terán. Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 38», Documento 1255. 657 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., pp. 298-‐299. 658 Ibid, p. 299. 659 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 223: “Mientras en Cataluña colea el asunto Benet, Salvador Sánchez-‐Terán recibe en su domicilio madrileño a los emisarios del presidente Tarradellas: Josep Lluís Sureda, Manuel Ortínez y Frederic Rahola”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
205
relativo a la integración y coordinación de las diputaciones con la Generalitat660.
Sánchez-‐Terán no atendió a esta última petición, pues consideraba que, una vez
aceptado por el Gobierno el texto pactado en París, lo más sensato era no
modificarlo. Sin embargo, consciente de las mejoras que introducían las restantes
sugerencias, accedió a utilizar la redacción propuesta por los emisarios de
Tarradellas para los artículos primero, tercero y cuarto. También fue aceptada en
esa misma reunión la modificación, propuesta por Josep Lluís Sureda, a un texto
legal complementario al real decreto-‐ley, donde se regulaba la transferencia de
competencias entre el Estado y la Generalitat661.
Al terminar la reunión, Sánchez-‐Terán se desplazó a la Moncloa para
entregar al presidente del Gobierno el resultado de los acuerdos con Josep
Tarradellas. Suárez le agradeció su labor, al tiempo que le informaba de su
intención de discutir el texto en el Consejo de Ministros del día siguiente662. El
viernes 2 de septiembre, a pesar de no estar incluido en el orden del día, los
miembros del Gobierno estudiaron el real decreto-‐ley, que obtuvo una aprobación
de facto. Por la tarde, Landelino Lavilla, José Manuel Otero Novas, Íñigo Cavero,
Manuel Jiménez de Parga y Manuel Clavero se reunieron en la sede de la
Vicepresidencia con Sánchez-‐Terán, quien les explicó detenidamente el contenido
de las negociaciones663. A continuación, el texto recibió sus últimos retoques,
mejoras técnicas en las que se puso especial cuidado en “no alterar en nada
esencial lo ya pactado”664. En Barcelona, mientras tanto, se hacía público un
comunicado de Frederic Rahola donde se anunciaba el acuerdo con el Gobierno 660 Ibid. 661 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 300: “Yo había entregado también a Tarradellas el proyecto de un real decreto complementario del decreto ley, que regulaba la forma de realizar las transferencias de competencias entre el Estado y la Generalitat a través de una comisión mixta entre la Generalitat y las diputaciones. Sureda propuso una modificación que quedó incorporada. 662 Ibid. 663 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 247: “Una reunión previa en casa de Sánchez-‐Terán con Sureda, Ortínez y Rahola había "pulido" tanto su contenido que el visto bueno del Gabinete fue refrendado por el que después del Consejo dieron Lavilla, Clavero, Otero, Jiménez de Parga e Íñigo Cavero, en una conversación en Castellana 3, sede de la Vicepresidencia del Gobierno”. 664 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 300.
Carlos González Martínez
206
para restablecer la Generalitat. Tal como indicaba el representante de Tarradellas
en Cataluña, tan sólo restaba reunir a la Comisión Negociadora y obtener su
conformidad al acuerdo para que este tomara forma665.
Ese mismo viernes, después de reunirse en Castellana, 3 con los principales
juristas del Gabinete, Salvador Sánchez-‐Terán telefoneó a Saint-‐Martin-‐le-‐Beau.
Comunicó a Josep Tarradellas la buena impresión que el real decreto-‐ley había
causado entre los ministros, al tiempo que le anunciaba su posible aprobación para
el próximo 11 de septiembre, fiesta de la Diada666. “Me respondió que agradecía
mucho mi gestión y la actitud del Gobierno, pero tenía problemas con los
parlamentarios. «Ya sabe usted: he tenido que cesar a Benet en la Comisión
Negociadora y no hay posibilidad de reunirme con ellos; no se preocupe, yo
resolveré este tema»”667. El 30 de agosto, en unas declaraciones a Mundo Diario, el
senador catalán se mostraba muy crítico con el modus operandi Tarradellas668. Sus
palabras, en opinión de Sánchez-‐Terán, además de ser inoportunas en un momento
tan delicado de la operación, no respondían al verdadero estado de la negociación.
La reacción del president no se hizo esperar: ese mismo día se produjo el cese
fulminante de Josep Benet como miembro de la Comisión Negociadora669. La crisis
se agravó aún más veinticuatro horas después, cuando la Comisión Permanente de
665 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 223: “En la reunión celebrada en París, los días 26 y 27 de agosto, entre el presidente de la Generalitat, honorable señor Tarradellas, y el delegado del presidente del gobierno, señor Sánchez-‐Terán, para el restablecimiento de la Generalitat, se acordó seguir estudiando ciertos aspectos técnicos y jurídicos pendientes de resolución. Esta semana han proseguido las conversaciones que desembocaron el lunes en una conclusión aceptable por ambas partes. El presidente Tarradellas, en cumplimiento de los acuerdos con la Asamblea de Parlamentarios de Catalunya, ha convocado ya a la Comisión Negociadora para una fecha inmediata, a fin de exponerle el contenido de esta conclusión. Así pues, depende de la superación de esta etapa que en el término de breves días Cataluña pueda tener Generalitat”. 666 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 247: “El acuerdo era ya definitivo, y así se lo comunicó Sánchez-‐Terán a Tarradellas esa misma tarde. «Misión cumplida, honorable; el Gobierno está ya en disposición de aprobar oficialmente el decreto-‐ley y su nombramiento, y Su Majestad el Rey puede firmar ambos documentos el 11 de septiembre. Puede usted volver a Cataluña en la fecha que estime oportuno»”. 667 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 301. 668 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 221: “El presidente destituye el 30 a Josep Benet de la Comisión Negociadora, a raíz de unas declaraciones del senador a Mundo Diario, en las que manifestaba: «la negociación se ha dejado pudrir. Es imposible que una negociación se lleve con una parte en Madrid y la otra en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau»” 669 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., pp. 301-‐302.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
207
la Asamblea de Parlamentarios acordó no aceptar esa destitución, al tiempo que
anulaba la reunión prevista para esa jornada en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau670. Por tanto,
a pesar de haberse alcanzado un importante acuerdo para restablecer la
Generalitat, la crisis que atravesaban las relaciones entre Josep Tarradellas y la
Asamblea de Parlamentarios retrasó unas semanas la aprobación del real decreto-‐
ley671.
Los sucesos del 2 de septiembre otorgaron carácter de urgencia a la
restauración de las buenas relaciones entre el president y los partidos políticos
catalanes. Una vez alcanzado un importante acuerdo con Madrid, era necesario que
la tensión política existente entre la Generalitat y los parlamentarios
desapareciera, con el fin de que, al unísono, ambas partes aceptaran la operación
política negociada con el Gobierno. El comunicado de Frederic Rahola fue
analizado ese mismo día por la Comisión Permanente de la Asamblea de
Parlamentarios672 . Apenas cuarenta y ocho horas antes habían rechazado la
exclusión de Josep Benet de la Comisión Negociadora, y no tenían intención de dar
marcha atrás. Sin embargo, del acuerdo con Tarradellas dependía el retorno de las
instituciones catalanas que tanto habían exigido. Ante este dilema, acordaron, en
una nueva reunión celebrada en la mañana del 3 de septiembre, proponer a Saint-‐
Martin-‐le-‐Beau una entrevista con la Comisión Permanente en lugar de con la
Negociadora. De esta forma, ignorando el papel de esta última, se evitaría el
conflicto sobre su composición. En cuanto tuvo noticia, Frederic Rahola se puso en
contacto con Tarradellas para comunicarle la iniciativa de los parlamentarios. El
president se negó a aceptarla, argumentando que el cesado Josep Benet también
formaba parte de la propia Comisión Permanente673. La alternativa ofrecida por
670 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 221. 671 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 302: “Pero el incidente de Benet reflejaba algo más profundo: la discrepancia entre Tarradellas y la Asamblea de Parlamentarios”. 672 Ibid: “Tras muchas discusiones los parlamentarios comprendieron que tenían que ir a hablar con Tarradellas”. 673 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 224: “La Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios termina el 3, a las siete y media de la mañana, la reunión iniciada el día anterior a las seis de la tarde en el palacio de la Generalitat. En el curso de la reunión, el presidente
Carlos González Martínez
208
Saint-‐Martin-‐le-‐Beau, y aceptada de inmediato por la Asamblea de Parlamentarios,
fue un encuentro con los líderes de los partidos políticos. Esta medida excluía a
Josep Benet al tiempo que evitaba hábilmente la polémica sobre la composición de
la Comisión Negociadora674.
El 5 de septiembre, en la sala de convenciones del aeropuerto de Orly las
relaciones entre Josep Tarradellas y los parlamentarios catalanes volvieron a su
cauce. En representación de los partidos políticos acudieron Carlos Sentís (UCD),
Heribert Barrera (ERC), Antón Cañellas (Centristes de Catalunya), Gregorio López
Raimundo (PSUC), Jordi Pujol (CDC), Joan Reventós (PSC), Ramón Trías Fargas
(EDC), Josep Maria Triginer (PSOE) y Josep Verde i Aldea (PSR)675 . Con el
conocimiento del Gobierno, Josep Tarradellas les informó sobre los acuerdos
alcanzados en el curso de sus entrevistas con Salvador Sánchez-‐Terán676. Al
término de su lectura, confirmó a los presentes que tenían el respaldo del Consejo
de Ministros, y que él mismo consideraba satisfactorio el resultado del proceso677.
Ahora bien, no se opuso a que los partidos renegociaran con Madrid algunos
aspectos con el fin de mejorar su contenido678. Por último, el president abordó una
cuestión que, desde el mes de junio, había generado no pocos malentendidos entre
la Generalitat y los parlamentarios: la composición del Consell General de
Catalunya. Josep Tarradellas reiteró que la decisión sobre su composición le
correspondía única y exclusivamente a él, si bien se comprometió, tal como había
negociado con Sánchez-‐Terán, a tener en cuenta los resultados electorales del
Tarradellas había rechazado telefónicamente, por conducto de Frederic Rahola, la alternativa de recibir a la Comisión Permanente, de la que también formaba parte Josep Benet, en vez de la Comisión Negociadora”. 674 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 302. 675 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 248: “La reunión se celebró en una sala del aeropuerto de Orly, y a ella asistieron: Carlos Sentís (UCD), Heribert Barrera (ER), Antón Cañellas (UCD),Gregorio López Raimundo (PSUC), Jordi Pujol (CDC), Joan Reventós (PSC), Ramón Trías Fargas (EDC), Josep Maria Triginer (PSOE) y Josep Verde i Aldea (PSR), que fueron los mismos que dos días después eran recibidos en Castellana, 3, por el vicepresidente Abril, al que acompañaban los ministros de Interior y de Regiones, y Sánchez-‐Terán”. 676 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 224. 677 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…Op. cit., p. 302. 678 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 224.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
209
15J679. Sus palabras tranquilizaron a los políticos catalanes, que dieron por zanjada
la polémica abierta a partir de la destitución de Josep Benet.
Dos días después de su reunión con Tarradellas, los líderes de los partidos
políticos eran recibidos en Castellana, 3 por el vicepresidente del Gobierno.
Además de los nueve dirigentes catalanes y del propio Fernando Abril, estuvieron
presentes Rodolfo Martín Villa, Manuel Clavero y Salvador Sánchez-‐Terán680.
Ambas partes valoraban positivamente los acuerdos alcanzados por el Gobierno
con el president, así que no consideraban necesario abrir un nuevo proceso
negociador. Ahora bien, con el fin de perfeccionar el real decreto-‐ley, los
representantes de los partidos plantearon dos modificaciones al texto legislativo.
La primera de ellas hacía referencia la presencia de los presidentes de las
diputaciones en el Consejo Ejecutivo de la Generalitat, que no rechazaban, pero si
exigían que fuera fruto de cierta legitimidad democrática. La segunda cuestión
abordaba el papel de los parlamentarios, incluyendo una iniciativa que en su
momento habían rechazado tanto Sánchez-‐Terán como Josep Tarradellas: la
constitución de la Asamblea de Parlamentarios como un órgano de control de la
Generalitat681. La negativa de los representantes gubernamentales a aceptar esa
propuesta, llevó a los políticos catalanes a proponer la inclusión del siguiente texto
679 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 302: En cuanto a la composición del Consell reiteró su criterio de que el Consejo ejecutivo debía tener en cuenta los resultados electorales, pero no reflejarlos en su estricta proporcionalidad. En todo caso lo primero y esencial era restablecer la Generalitat; del Consell podrían hablar tranquilamente en Barcelona”. 680 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 224. 681 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 303: “A lo largo de todas mis negociaciones con Tarradellas se ha planteado esta cuestión capital. La forma deseada por los partidos políticos es la legalización de la Asamblea de Parlamentarios como órgano de control del Consejo ejecutivo de la Generalitat. A esto, como representantes del Gobierno, me he negado sistemáticamente por las siguientes razones:
-‐ Crear un parlamento regional, es un tema de nivel constitucional. El Gobierno no tiene habilitación legal para constituirlo mediante un decreto ley.
-‐ Los diputados y senadores han sido elegidos para las Cortes españolas; no tienen ningún mandato para el Parlamento catalán.
-‐ El reconocimiento legal de la Asamblea implicaría un grave problema político, pues plantearía el conceder un status parecido a las catorce Asambleas de Parlamentarios que de facto se están reuniendo en las diversas regiones de España, lo cual es ilegal e inaceptable”.
Carlos González Martínez
210
en el real decreto-‐ley: “Las normas de régimen interior previstas en el apartado 6ª
serán aprobadas conjuntamente –o de común acuerdo-‐ con los parlamentarios”.
Esta fórmula, que les permitía ejercer un control limitado sobre las normas
aprobadas por la Generalitat, fue aceptada por Sánchez-‐Terán, si bien recomendó
al presidente Suárez rebajar su rango normativo. Fue así como en el Boletín Oficial
del Estado de octubre de 1977, apareció en el decreto de desarrollo en lugar de en
el real decreto-‐ley682.
En lo que se refiere a la cuestión de las diputaciones, Sánchez-‐Terán elaboró
un informe sobre las posibles soluciones, que fue entregado al presidente Suárez
pocos días después: “La observación referente a los presidentes de la diputación
se sintetiza así: los actuales presidentes no pueden ser miembros de pleno derecho
del Consejo; no hay inconveniente en que lo sean los elegidos tras las elecciones
municipales; en todo caso, las diputaciones deben estar presentes en el Consejo
Ejecutivo en los temas que les afectan directamente –apartados 6b y 6c del decreto
ley-‐. Esta propuesta puede ser atendida. Entre las diversas fórmulas legales
estudiadas se considera la mejor la siguiente: «El Consejo Ejecutivo estará
integrado durante este periodo transitorio por los consejeros que designe el
presidente hasta un máximo de… y por un representante de cada una de las
diputaciones catalanas». La solución institucionaliza la presencia de las
diputaciones en el Consejo y no la vincula necesariamente a sus presidentes. Será
preciso un acuerdo político posterior –básicamente entre el Pacte y UCD para
Gerona, Lérida y Tarragona-‐ sobre la persona de este representante” 683 .
Precisamente, con motivo del encuentro que mantuvieron con el presidente el 9 de
682 Ibid: “Esta proposición contaba con la conformidad de todos los grupos catalanes, y de aceptarse implicaría el apoyo unánime al decreto ley, pues permitiría a los parlamentarios ejercer un cierto control sobre el presidente y su Consejo –al menos en las normas-‐ y justificaba su presencia en la negociación. Recomendé a Suárez aceptar este texto, pues cumplía el objetivo esencial del Gobierno, pero rebajando su rango normativo, lo que significaba no incluirlo en el decreto ley, sino en el decreto de desarrollo. Tras varios días de conversaciones, esta solución fue aceptada por todos y es la que definitivamente se plasmó en las normas publicadas en el Boletín Oficial del Estado”. 683 Informe sobre la presencia de las Diputaciones en el Consejo General de la Generalitat. Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 38», Documento 1257.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
211
septiembre, continuación de la reunión del día anterior en Castellana, 3, los
dirigentes catalanes expusieron a Suárez su postura acerca de la presencia en el
Consejo Ejecutivo de las diputaciones684. Este se comprometió a atender a esa
cuestión, de tal modo que, pocos días después, el ministro del Interior recibió a los
presidentes de las cuatro diputaciones catalanas, quienes, con el fin de no ser
obstáculos en la buena marcha de las negociaciones, mostraron su disposición a
renunciar al nombramiento como miembros del Consejo Ejecutivo685.
Los preparativos para la celebración de la Diada interrumpieron durante
unos días los contactos entre los partidos políticos catalanes y el Gobierno. La
buena sintonía existente en lo relativo al restablecimiento de la Generalitat restó
carácter reivindicativo a la fiesta 11 de septiembre, que se convirtió en una
celebración ante el inminente retorno de Josep Tarradellas686. Las reuniones de la
semana anterior permitieron afrontar la Diada de 1977 con serenidad,
constituyendo un ejemplo tanto de madurez ciudadana como de adhesión de los
catalanes a sus instituciones históricas687. Sirvan, como muestra de ese clima de
684 TARRADELLAS, Josep, op. cit., pp. 224-‐226: “Los jefes de los partidos parlamentarios catalanes se reúnen el 9 en el palacio de la Moncloa con el presidente del gobierno, Adolfo Suárez, como continuación de la entrevista mantenida con el vicepresidente, los ministros del Interior y de las Regiones y el delegado Sánchez-‐Terán”. 685 Ibid, p. 227: “Los cuatro presidentes de las Diputaciones se entrevistan en Madrid con el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, y le manifiestan su disposición a renunciar a ser incluidos en el gobierno de la Generalitat si eso facilita la buena marcha de las negociaciones”. 686 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 309: “El 11 de septiembre se celebró por las calles de Barcelona la gran manifestación que reunió a centenares de miles de personas bajo el grito: «Llibertat, Amnistia i Estatut d`Autonomia». No necesité cuadrículas ni lupa del gobernador para saber que en el paseo de Gràcia no debíamos sumar el millón que calcularon los más optimistas, pero la verdad es que aquella manifestación fue realmente grande y espectacular, de una gran trascendencia política. Adolfo Suárez tuvo nuevos motivos para sentirse impresionado por la fuerza de Cataluña y para pensar que su estrategia de vuelta del president Tarradellas era correcta. Sólo él, pensó, podía templar una situación que en Cataluña ardía”. 687 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 303: “La reunión de Castellana, 3, generó un nuevo clima de optimismo que permitió afrontar con serenidad la Diada del 11 de septiembre. Ese día se produjo en Barcelona la mayor concentración de la historia de Cataluña, convocada por todos los partidos y encabezada por los parlamentarios. Los medios de comunicación hablaban de un millón de personas –los más optimistas hasta de millón y medio-‐, pero cualquiera que sea la cifra –inferior, seguramente, a las publicadas-‐ lo cierto es que la manifestación fue verdaderamente impresionante y demostró ante toda España y ante el mundo la realidad política de Cataluña: la adhesión abrumadoramente mayoritaria de los catalanes a las instituciones que son expresión de
Carlos González Martínez
212
entendimiento con Madrid, las palabras Joan Reventós al término de su visita a la
Moncloa el 9 de septiembre: “se declaraba ante los periodistas presentes «todavía
más optimista» que después de la reunión anterior”688. Desde Saint-‐Martin-‐le-‐
Beau, Josep Tarradellas siguió, en compañía de varios colaboradores y periodistas,
los acontecimientos del 11 de septiembre. Como president de una Generalitat que
pronto sería restablecida, quiso enviar un mensaje a las personas que se
concentraron en Barcelona para celebrar la Diada: “Ciudadanos de Catalunya: Con
toda evidencia, hoy es la última vez que conmemoramos la fiesta señalada del 11
de Setembre sin que nuestras instituciones estén presentes. Esto significa que
nuestro pueblo, gracias a los sacrificios, a su fe y a su unidad, ha obtenido una
esplendorosa victoria y que muy pronto celebraremos el restablecimiento de la
Generalitat de Catalunya”689.
Las conversaciones entre Salvador Sánchez-‐Terán y los líderes de los
partidos se reanudaron el día 14 en Madrid. El encuentro se desarrolló en un
ambiente distendido, y sirvió para concretar algunos aspectos pendientes de las
reuniones anteriores. A esas alturas, como se indica en De Franco a la Generalitat,
“sólo quedaba una cuestión verdaderamente importante que negociar: la
constitución del Consejo Ejecutivo y la presencia, participación o control que los
parlamentarios y los partidos políticos tendrían en él”690. Con el fin de abordarla,
así como de informar a Tarradellas de las modificaciones introducidas en el real
decreto-‐ley tras las reuniones con los líderes catalanes, Sánchez-‐Terán se trasladó
a Saint-‐Martin-‐le-‐Beau el 20 de septiembre. El president, que ya conocía las dos
retoques pedidos por los parlamentarios, mostró su conformidad691. También
aceptó de buen grado la propuesta de su interlocutor, previamente acordada con
Adolfo Suárez y Fernando Abril, acerca de la composición del Consejo Ejecutivo de
su personalidad histórica. Cataluña fue una fiesta y el éxito de organización notable, pues la movilización de tan ingente masa se hizo con orden y disciplina”. 688 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 226. 689 Ibid. 690 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 304. 691 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 227.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
213
la Generalitat692. Sánchez-‐Terán le sugirió formar un gobierno de consenso que
contara con la presencia de los líderes de los cuatro partidos políticos
mayoritarios, así como de un conjunto de personalidades, sin clara significación
política, elegidas de común acuerdo con los diputados y senadores. Sobre esta
propuesta, Tarradellas tan sólo quiso hacer hincapié en que la designación de los
consejeros, aunque fuese consensuada, eran prerrogativa exclusiva del president,
de tal modo que los partidos no podían imponerle ningún nombramiento693. Una
vez aclarada esa cuestión, era necesario conseguir el asentimiento de los
parlamentarios. Para ello, concluyeron que la mejor alternativa era sondear a los
distintos líderes por separado con el fin de convocar después una reunión
692 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., pp. 304-‐306: “En una reunión con el vicepresidente abril, le presenté las cuatro alternativas, que debían ser consideradas por el Gobierno:
a) Consejo Ejecutivo formado por socialistas, Pacte y UCD, más hombres de confianza de Tarradellas. Había, por tanto, explícita exclusión de los comunistas.
b) Consejo ejecutivo con estricta proporcionalidad al resultado electoral, lo que comportaría mayoría socialista y comunista en el Consell y subordinación, de hecho, de Tarradellas a dicha mayoría.
c) Consejo Ejecutivo, con presencia de los partidos políticos mayoritarios (PSC-‐PSOE, Pacte, PSUC y UCD), representados por sus dirigentes como miembros sin cartera. Los consejeros ejecutivos serían personalidades elegidas por su idoneidad profesional para la cartera que le fuera atribuida, pero sin vinculación necesaria a un partido político.
d) Consejo ejecutivo, similar al c, pero sustituyendo al miembro del PSUC por una persona no miembro oficialmente del partido pero próximo a él, por ejemplo un senador de la Entesa.
Por supuesto, en todas las hipótesis se incluían los cuatro representantes de las diputaciones. La solución a era la mejor para el Gobierno –o la que menos problemas le planteaba-‐, pero creíamos que no sería aceptada por los socialistas y que Tarradellas y el Pacte pondrían serias reservas. La b era la peor para el Gobierno. Se perfilaba como más realista la c –o su variante d-‐, pues en ella se conjugaba un gabinete de consenso con la máxima presencia de los líderes políticos catalanes –ello obviaba el control parlamentario en la fase provisional-‐ y con alta cualificación en las consejerías ejecutivas”. 693 Ibid, p. 306: “En el terreno político le informé detenidamente de las reuniones y propuestas de los parlamentarios, así como de las dos modificaciones que se introducirían en el decreto ley y en el decreto de desarrollo. Tarradellas, que conocía ya estas propuestas, dio su asentimiento a las mismas, y entramos de lleno en el tema esencial de la constitución del Consejo Ejecutivo. Le explique mi propuesta –sin decirle que estaba aceptada por Suárez-‐ de un Consejo integrado por los cuatro jefes de los partidos políticos mayoritarios, con el carácter de consejeros sin cartera, y el resto de consejeros elegidos entre personalidades sin clara significación partidista, de acuerdo con los diputados y senadores, además de los representantes de las diputaciones. A Tarradellas le gustó mucho la idea de un gobierno de consenso –él le llamaba gobierno de unidad-‐ y prefería, por supuesto, tener a los líderes de los partidos en el Consell -‐«mejor dentro que fuera»-‐, pero quería dejar claras dos cosas: los nombramientos de consejero los hacía el presidente y ningún partido tenía facultad para imponerle un nombre que él no quisiera; habría pacto pero con pleno respeto a las facultades presidenciales y además no había delegación de las facultades del presidente a nadie.
Carlos González Martínez
214
tripartita –Gobierno, Generalitat y partidos-‐ que contase con un alto grado de
consenso previo694.
Josep Tarradellas y Salvador Sánchez-‐Terán aprovecharon los días
posteriores a su entrevista en Saint-‐Martin-‐le-‐Beau para mantener encuentros con
los representantes de los distintos partidos695. Previamente, con la colaboración de
Carlos Sentís, Sánchez-‐Terán preparó un anteproyecto de acuerdo que fue enviado
a todos los líderes políticos catalanes. Este documento, que sirvió como guión para
las entrevistas particulares con cada partido, constaba de cinco artículos: “en el
primero se daba la conformidad a las disposiciones sobre el restablecimiento de la
Generalitat provisional; en el segundo se garantizaba el apoyo de los partidos de
ámbito nacional al decreto ley; en el tercero establecía la composición del Consejo
Ejecutivo; en el cuarto incluía los dos compromisos relativos a la participación de
los parlamentarios en las normas de régimen interior, y el quinto, el alcance del
acuerdo entre el presidente y los parlamentarios, concluyendo con los principios
básicos que habían inspirado la negociación”696. Estas gestiones hicieron posible
alcanzar, en la semana anterior a la reunión tripartita, un acuerdo básico con todos
los partidos políticos.
El encuentro entre Josep Tarradellas, los partidos políticos y Salvador
Sánchez-‐Terán tuvo lugar el 28 de septiembre en la Cámara de Comercio e
Industria de Perpiñán 697 . Asistieron, además del president y del propio
representante del Gobierno, Frederic Rahola, Jordi Pujol, Macià Alavedra, Heribert 694 Ibid: “Ambos convinimos en tratar estas cuestiones, por separado, con los jefes de los partidos, para ir configurando el mayor consenso posible en torno al acuerdo definitivo. Lo ideal es que nos reuniéramos las tres partes implicadas en una sesión final, para limar las últimas discrepancias”. 695 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 227: “El 26 se celebra en Madrid una reunión entre Salvador Sánchez-‐Terán y los representantes del partido socialista mayoritario en Cataluña, Joan Reventós y Josep Maria Triginer, durante la cual se alcanza el consenso definitivo respecto de la inminente cumbre tripartita de Perpiñán entre el presidente Tarradellas, el delegado del gobierno español y los dirigentes de los parlamentarios catalanes”. 696 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 307. 697 FRAGA IRIBARNE, Manuel, En busca del tiempo servido, Barcelona, Planeta, 1987, p. 93: “Miércoles 28: Tarradellas y otros dirigentes políticos se reúnen en Perpiñán, con el enviado del Gobierno, Salvador Sánchez-‐Terán, para ultimar negociaciones”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
215
Barrera, Antón Cañellas, Carlos Güell, Gregorio López Raimundo, Joan Reventós,
Josep Maria Triginer, Carlos Sentís y Josep Verde Aldea698. Ahora bien, en la tarde
del día anterior Josep Tarradellas había iniciado la negociación con los
parlamentarios, mientras el representante gubernamental aguardaba los
resultados en el Gobierno Civil de Barcelona. Sánchez-‐Terán se encontraba
intercambiando impresiones con el gobernador Belloch, cuando recibió una
llamada telefónica de Carlos Sentís. El diputado catalán de UCD le informó
ampliamente acerca de la reunión que había tenido lugar, en la que el president y
los partidos políticos habían alcanzado importantes acuerdos en las cuestiones
esenciales. Al conocer la noticia, Sánchez-‐Terán se trasladó a Perpiñán, donde
mantuvo un breve encuentro con Josep Tarradellas en el hotel de France a primera
hora del día 28. Después ambos se desplazaron a la Cámara de Comercio e
Industria, donde a las doce comenzaba la reunión tripartita699. La negociación se
prolongó hasta las once de la noche, momento en el que, tras alcanzar un acuerdo,
Sánchez-‐Terán y Josep Tarradellas comparecieron antes los medios: “Señoras y
señores, queremos comunicarles que a las once de la noche el honorable señor
Tarradellas, los jefes de los partidos y yo personalmente, como representante del
presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, hemos llegado a un acuerdo sobre el
698 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 309: “Dos semanas después de la manifestación, el 28 de septiembre, nos encontramos en la Cámara de Comercio de Perpinyà Frederic Rahola, delegado de Josep Tarradellas en Cataluña, Macià Alavedra, de EDC, Heribert Barrera, de ERC, Antón Cañellas, de la UCD, Carlos Güell, del Centre Català, Gregorio López Raimundo, del PSUC, Joan Reventós y Josep Maria Triginer, del PSC-‐PSOE, Carles Sentís, de la UCD, Josep Verde Aldea, del PSC-‐R, y yo, en nombre de CDC. Laureano López Rodó, el ex ministro de Franco y entonces diputado de Alianza Popular, envió una carta de excusa y apoyo. Nuestros anfitriones fueron Salvador Sánchez-‐Terán y Josep Tarradellas. Sánchez-‐Terán, que había abandonado recientemente el cargo de gobernador civil de Barcelona y que era entonces diputado en Madrid por la UCD, había sido el hombre escogido por Suárez para mantener las negociaciones entre Tarradellas y nosotros”. 699 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 308: “En la tarde del 27 el presidente y los parlamentarios se reunían en Perpiñán (…) Yo estaba ya en el Gobierno Civil de Barcelona dando a conocer todos los textos que se iban a estudiar en Perpiñán al gobernador José María Belloch y recabando su opinión y sus siempre lúcidos criterios sobre los hechos políticos que afectaban a Cataluña. Ya anochecido, me llamó Carlos Sentís para decirme que, aún con las esperadas diferencias de criterio, la reunión Tarradellas-‐parlamentarios había ido bien, con acuerdo en los temas esenciales y, por tanto, no veía obstáculo en que yo viajara a Perpiñán. Nada más llegar me reuní con Tarradellas en el hotel de France (…) Me acompañó a la Cámara de Comercio e Industria, donde a las 12 comenzaba la reunión tripartita”.
Carlos González Martínez
216
restablecimiento de la Generalitat”700. A la austera, pero cordial, intervención del
representante gubernamental, el president quiso añadir unas palabras cargadas de
emotividad: “Para nosotros, catalanes, hoy es un día realmente histórico, que
parecía imposible. El pueblo catalán ha triunfado por su tenacidad y por su fe en
Cataluña. Creo que muy pronto veremos la Generalitat restablecida y a su
presidente en Cataluña, a vuestro lado. Os agradezco a todos vuestra cordialidad.
Permitidme que diga: Visça Catalunya! Y Visça Espanya!”701.
En Perpiñán, las tres partes aprobaron, con escasas modificaciones, los
textos relativos al restablecimiento de la Generalitat y el nombramiento de Josep
Tarradellas como su presidente702. También se adoptaron los acuerdos sobre el
funcionamiento interno de la institución y la constitución de dos comisiones
mixtas encargadas de regular el traspaso de funciones del Estado y de las
Diputaciones a la Generalitat703. El protocolo de Perpiñán quedó recogido en un
comunicado oficial de cinco puntos hecho público tras la comparecencia de
Tarradellas y Sánchez-‐Terán704. En su conclusión, el texto incluía el siguiente
700 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 249. 701 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 228. 702 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 308: “En los temas esenciales no se introdujeron modificaciones, pues estaban previamente pactados, aunque hubo algún intento de replantear cuestiones tan trabajosamente acordadas. En el decreto ley sólo se cambió el texto de la disposición final 4º: «La Generalidad provisional restablecida no asume más derechos y obligaciones que los derivados del presente decreto ley». Era una cuestión jurídica y política de gran importancia para unos e irrelevante para otros, pero se trataba de evitar cualquier tipo de reclamación –aunque hubiera prescrito-‐ derivada de la actuación de la Generalitat durante la guerra civil”. 703 Ibid, p. 309: “El texto del Acuerdo de Perpiñán se perfiló en muchos puntos entre los que cabe destacar por su significación política –y no de simple mejora en la redacción-‐ los siguientes:
-‐ Se adoptó el texto «El Consejo Ejecutivo de la Generalidad provisional estará presidido por el presidente de la Generalidad, que podrá delegar únicamente funciones ejecutivas específicas», que sustituía al precedente «El presidente de la Generalitat, que tendrá la condición de consejero jefe o primer consejero». Se desea dejar en claro que no existía la figura del conseller en cap.
-‐ Los consejeros sin cartera pasaban de ser cuatro a cinco, aceptando la demanda socialista. -‐ Los restantes consejeros se elegirían «entre personas de reconocida competencia», pero se
tachó la expresión «y que no tengan clara significación partidista». Los partidos querían llevar sus hombres al Consell, y en ello ponía especial énfasis el PSUC con el apoyo de los socialistas”.
704 Acuerdo de Perpiñán. Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 38», Documento 1260: “En Perpiñán, a 28 de septiembre de 1977, se han reunido bajo la
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
217
compromiso: “Todos los reunidos han refrendado los principios básicos que han
presidido esta negociación para el restablecimiento de la Generalidad provisional,
concretados en los siguientes puntos: a) El principio de la unidad de España y de la presidencia del honorable Tarradellas y de don Salvador Sánchez-‐Terán, representante del presidente del Gobierno, don Adolfo Suárez, los señores: Frederic Rahola, delegado del honorable señor Josep Tarradellas en Cataluña; Macià Alavedra, de Esquerra Democràtica de Catalunya; Heribert Barrera, de Esquerra Republicana de Catalunya; Antón Cañellas, de Unió Democràtica de Catalunya; Carles Güell, de Centre Catalá; Gregorio López Raimundo, de Partit Socaialista Unificat de Catalunya; Jordi Puyol, de Convergència Democrática de Catalunya; Joan Revnetós, del Partit Socialista de Catalunya (C); Carlos Sentís, de Unió Centre Democràtic, Josep Mari Triginer, de Federació Socialista de Catalunya (PSOE); Josep Verde Aldea, del Partir Socialista de Catalunya (R). Todos ellos, en su calidad de diputados y dirigentes de sus respectivos partidos políticos. Esta reunión constituye la culminación del proceso negociador sobre el restablecimiento de la Generalidad provisional de Cataluña, que se inició en Madrid con las conversaciones habidas entre el presidente del Gobierno, don Adolfo Suárez y el honorable señor don Josep Tarradellas, y su comunicado conjunto de 2 de julio último, que prosiguió con los acuerdos redactados en París y Saint-‐Martin-‐le-‐Beau entre don Josep Tarradellas y don Salvador Sánchez-‐Terán y con las reuniones y proposiciones presentadas al Gobierno por los dirigentes de partidos políticos catalanes. Tras la reunión celebrada se han adoptado por unanimidad los siguientes compromisos: Primero: todos los representantes dan su conformidad al contenido de los proyectos de disposiciones sobre el restablecimiento de la Generalidad de Cataluña. Segundo: los partidos y organizaciones políticas firmantes, integradas o directamente relacionados con partidos de ámbito nacional, garantizan el pleno apoyo de estos últimos a los proyectos de disposiciones sobre el restablecimiento provisional de la Generalidad. Tercero: el Consejo Ejecutivo de la Generalidad provisional estará presidido por el presidente de la Generalidad, que podrá delegar únicamente funciones ejecutivas específicas y estará integrado por:
a) Los dirigentes de los partidos políticos -‐en número de cinco-‐ con mayor representación de parlamentarios catalanes en las elecciones de 15 de junio de 1977, que tendrán el carácter de consejero sin funciones ejecutivas específicas, con el objeto de expresar el respaldo político de los partidos y su participación, en esta fase transitoria;
b) siete consejeros elegidos entre personas de reconocida competencia en cada materia designados por el presidente de la Generalidad, de acuerdo con los diputados y senadores de Cataluña;
c) los cuatro representantes de las diputaciones provinciales de Cataluña. Cuarto: en cuanto a las normas reglamentarias de régimen interior de la Generalidad provisional, se establecerá en ellas:
a) La participación de los parlamentarios en el nombramientos y cese de los doce consejeros del Consejo Ejecutivo del modo siguiente: «El nombramiento de los doce consejeros se efectuará por el presidente de la Generalidad provisional de acuerdo con los diputados y senadores de Cataluña».
b) Los parlamentarios serán informados y consultados periódicamente sobre la marcha de los trabajos y actuaciones de la Generalidad provisional.
Quinto: el acuerdo del presidente de la Generalidad provisional con los parlamentarios, a los efectos de aprobación de las normas reglamentarias de régimen interior, quedará limitado a los dos aspectos señalados en el punto cuarto de este acuerdo. Finalmente, todos los reunidos han refrendado los principios básicos que han presidido esta negociación para el restablecimiento de la Generalidad provisional, concretados en los siguientes puntos: a) El principio de la unidad de España y de la solidaridad de todos los pueblos que la integran. b) El reconocimiento de la personalidad de Cataluña simbolizada en el restablecimiento de la Generalidad provisional. c) El proceso de restablecimiento y desarrollo de la Generalidad provisional, de conformidad con la legislación vigente y sin condicionar la futura Constitución”
Carlos González Martínez
218
solidaridad de todos los pueblos que la integran. b) El reconocimiento de la
personalidad de Cataluña simbolizada en el restablecimiento de la Generalidad
provisional. c) El proceso de restablecimiento y desarrollo de la Generalidad
provisional, de conformidad con la legislación vigente y sin condicionar la futura
Constitución”705.
El día 29, desde el Gobierno Civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán
envió un télex a la Moncloa con todos los detalles sobre el acuerdo alcanzado la
víspera. A media mañana telefoneó a Adolfo Suárez, quien le comunicó su
intención de que el Gobierno aprobara el real decreto-‐ley ese día, y que
posteriormente siguiera la tramitación urgente prevista. Por deseo expreso del
presidente, Sánchez-‐Terán permaneció todo el día en la Ciudad Condal con el fin de
dar a conocer a los medios de comunicación y a la clase política catalana el
contenido de una negociación que había comenzado apenas mes y medio antes en
el hotel Crillon de París706. En sus intervenciones y encuentros destacó el carácter
simbólico de la restauración de una institución por un monarca que descendía de
Felipe V, que en 1715 había abolido la Generalitat707. A las siete y media de la
tarde, finalizaba el Consejo de Ministros con el restablecimiento, con carácter
705 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 310. 706 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 249: “Sánchez-‐Terán llamó al presidente Suárez desde Barcelona para ofrecerle detalles del acuerdo firmado y que le había remitido por télex desde el Gobierno Civil de Barcelona. Suárez le pidió que se quedara en Barcelona un día más, explicando la trascendencia del acuerdo, y le anunció que se proponía llevarlo al Consejo de Ministros que se celebraba esa misma mañana, para que, tras su aprobación por el Gobierno, siguiera la tramitación urgente que se había previsto”. 707 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 314: “En mis declaraciones resalté el significado histórico del restablecimiento de la Generalitat y el hecho de que esta institución que había sido abolida por la Monarquía de Felipe V a comienzos del siglo XVIII era restaurada –esperaba que definitivamente-‐ por la Monarquía de don Juan Carlos. Ello significaba un cambio profundo en el planteamiento del hecho catalán, ya que el catalanismo había surgido y se había desarrollado básicamente al amparo de ideas republicanas. Aquella noche, en una cena con los directores de los periódicos y radios de Barcelona, expliqué el contenido de los textos aprobados por el Gobierno y procuré disipar las reservas o aclarar las dudas que un proceso político tan complejo había generado. Desde el 10 de agosto, en que inicié la negociación en París hasta Perpiñán -‐28 de septiembre-‐, había transcurrido un mes y medio de gran trascendencia política”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
219
provisional, de la Generalitat de Cataluña708. El 2 de octubre, tres días después de
haber salido de la Moncloa, el real decreto-‐ley llegaba a la Comisión de Urgencia
legislativa de las Cortes, donde se efectuó el trámite de audiencia709. Mientras
tanto, en una reunión celebrada en San Cipriano del Rosellón, el Organismo
Consultivo de la Generalitat se adhirió, por petición expresa del president, a los
acuerdos del 28 de septiembre. Una vez superado ese trámite, Josep Tarradellas
volvía a encontrarse con los parlamentarios catalanes en el Castellet de Perpiñán,
con los que discutió los pormenores de su retorno a Cataluña. Allí recibió un
telegrama de felicitación de don Juan Carlos, que pocas horas antes había firmado
el Real Decreto-‐Ley 41/1977710. Este fue publicado en el Boletín Oficial del Estado
el día 5 de octubre, mientras que el nombramiento de Josep Tarradellas como
presidente de la Generalitat restablecida no se llevaría a cabo hasta el 18 de ese
mes711.
El preámbulo del Real Decreto-‐Ley 41/1977, con la introducción de algunas
correcciones propuestas por el Consejo de Ministros y por Josep Tarradellas, fue
redactado por Salvador Sánchez-‐Terán en los primeros días de octubre. En él se
resumían los principios básicos del acuerdo alcanzado con el president y los
parlamentarios, así como los motivos que habían llevado a iniciar ese proceso
político: “La Generalitat de Cataluña es una institución secular en la que el pueblo
catalán ha visto el símbolo y el reconocimiento de su personalidad histórica,
dentro de la unidad de España. La gran mayoría de las fuerzas políticas que
concurrieron en Cataluña a las elecciones del 15 de junio coincidieron en la
necesidad del restablecimiento de la Generalitat. El Gobierno proclamó en su
708 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 228: “A última hora de la tarde del día siguiente las agencias de noticias difundían el siguiente flash: «A las siete y veinticinco minutos ha finalizado el consejo de ministros en el que se ha restablecido, con carácter provisional, la Generalitat»”. 709 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 312. 710 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 228. 711 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 249: “Tres días después se efectuaba el trámite de audiencia en la Comisión de Urgencia Legislativa de las Cortes y a continuación era firmado por el Rey. El Decreto-‐ley 41/1977 se publicó en el BOE del 5 de octubre de 1977 y por él se restablecía la Generalitat de Cataluña”.
Carlos González Martínez
220
declaración programática la necesidad de la institucionalización de las autonomías,
anunciando la posibilidad de acudir a fórmulas de transición desde la legalidad
vigente. Hasta que se promulgue la Constitución no será posible el establecimiento
estatutario de las autonomías, pero nuestro ordenamiento permite realizar
transferencias de actividades de la Administración del Estado y de las diputaciones
a entidades de distinto ámbito territorial. Por ello, el restablecimiento de la
Generalitat a que se refiere el presente real decreto ley no prejuzga ni condiciona
el contenido de la futura Constitución en materia de autonomías. Tampoco
significa la presente regulación un privilegio ni se impide que fórmulas parecidas
puedan emplearse en supuestos análogos en otras regiones de España. La
institucionalización de las regiones ha de basarse principalmente en el principio de
la solidaridad entre todos los pueblos de España, cuya indiscutible unidad debe
fortalecerse con el reconocimiento de la capacidad de autogobierno en las materias
que determine la Constitución. La mayoría de las fuerzas políticas parlamentarias
han reconocido también la conveniencia de proceder urgentemente a dicho
restablecimiento. En su virtud, y previa deliberación del Consejo de Ministros, en
su reunión del día veintinueve de septiembre de mil novecientos setenta y siete, en
uso de la autorización que me concede el artículo trece de la Ley constitutiva de las
Cortes, y oída la Comisión de las Cortes…”712.
El último cometido de Sánchez-‐Terán en relación al restablecimiento de la
Generalitat fue el relativo al retorno de Josep Tarradellas a Cataluña. Una vez
publicado el Real Decreto-‐Ley, llamó por teléfono a Saint-‐Martin-‐le-‐Beau para
negociar esa cuestión con el president: “Le anticipé el esbozo del programa de su
viaje para que introdujera los cambios oportunos; el primer día se entrevistaría
con los presidentes de las altas instituciones del Estado; el segundo se reservaba a
los encuentros con el presidente del Gobierno y con S. M. el Rey; el tercero sería el
de su llegada a Barcelona, y en el cuarto, la toma de posesión en el Palau de la
712 Real Decreto-‐ley 41/1977, de 29 septiembre (BOE de 5-‐10-‐1977), sobre restablecimiento provisional de la Generalidad de Cataluña.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
221
Generalitat”713. Pocos días después, además de dar su visto bueno a la propuesta
de Sánchez-‐Terán, Josep Tarradellas fijaba el domingo 23 de octubre como el día
de su retorno a Cataluña. El día 20 por la mañana, el matrimonio Tarradellas se
trasladó con sus dos hijos al cementerio de Saint-‐Martin-‐le-‐Beau, donde reposaban
los restos mortales de los padres del president. A continuación, tomaron en el
aeropuerto de Tours, un avión privado –contratado por Presidencia del Gobierno-‐
que los trasladó a la capital de España714. En Barajas, donde aterrizaron a las seis
de la tarde, fueron recibidos por Manuel Jiménez de Parga, Salvador Sánchez-‐Terán
y los líderes de los partidos políticos catalanes715.
Tras pasar noche en Madrid, Josep Tarradellas mantuvo, el 21 de octubre,
una larga entrevista con el vicepresidente primero y ministro de Defensa, Manuel
Gutiérrez Mellado. El objetivo fundamental de este encuentro era reducir la
desconfianza de ciertos sectores del Ejército hacia su persona y la institución que
representaba716. De ahí su interés en concertar una reunión con el capitán general
de la IV Región Militar, Francisco Coloma Gallegos, que fue fijada finalmente para el
día 24717. A lo largo de la mañana también fue recibido por Ángel Escudero,
presidente del Tribunal Supremo, y Antonio Pedrol, del Colegio de Abogados, así
como por los presidentes de Congreso y del Senado, Fernando Álvarez de Miranda
y Antonio Fontán respectivamente. A mediodía se desplazó a Castellana, 3, donde
713 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 314. 714 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 229. 715 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 315: “El día 20 de octubre, a las 6 de la tarde, aterrizaba en Barajas el avión contratado por la Presidencia del Gobierno –no se quiso enviar el Mystère-‐ con Tarradellas y su esposa. Le recibíamos, en nombre del Gobierno, Jiménez de Parga –único ministro con escaño parlamentario de Cataluña-‐ , yo y, junto a nosotros, los jefes de los partidos políticos y parlamentarios catalanes. Tarradellas me miró fijamente y me dio un abrazo inolvidable en el que quería sintetizar su gratitud. Carlos Sentís, muy emocionado, comentaba: «Ahora vuelve, pero ya para quedarse»”. 716 Ibid, p. 316: “Ambos protagonistas me confirmaron que habían hablado de la actitud del Ejército ante las autonomías y de la posición del capitán general de Cataluña. El propio Gutiérrez Mellado llamaba después a Coloma Gallegos para concretar que Tarradellas iría a visitarle a Capitanía nada más llegar a Barcelona. Sobre esta entrevista Jordi Pujol comentaría: «Tarradellas siempre ha creído, y en eso lleva razón, que la recuperación de la autonomía y en general de las libertades catalanas tiene que hacerse de forma que no encone ciertas suspicacias, ciertos recelos que podrían existir por parte del Ejército»”. 717 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 229.
Carlos González Martínez
222
almorzó con el vicepresidente Fernando Abril, los firmantes del acuerdo de
Perpiñán y algunos ministros del Gobierno718.
Al día siguiente, Tarradellas conversó durante dos horas con Adolfo Suárez
en la Moncloa, y de allí se trasladó a La Zarzuela, donde fue recibido en audiencia
por don Juan Carlos. Por la noche, en el hotel Palace, ofreció una recepción a la que
asistieron numerosas personalidades de la vida política719. Conviene detenerse
brevemente en la reunión que, al principio de la jornada, mantuvo con el
presidente del Gobierno. A partir de un guión preparado por Sánchez-‐Terán,
Suárez y Tarradellas abordaron cuestiones como la composición del Consejo
Ejecutivo, el futuro Estatuto de Autonomía, las elecciones municipales, las
relaciones con el Ejército y el mantenimiento del diálogo entre la Generalitat y el
Gobierno de Madrid. En esta ocasión, la sintonía entre ambos personajes fue
grande, alcanzándose rápidamente un acuerdo en cada uno de los cinco aspectos
abordados720.
Después de permanecer tres días en Madrid, Josep Tarradellas se disponía a
volver, cuarenta años después, a Cataluña721. A las cuatro y cuarto de la tarde del
23 de octubre, despegaba del aeropuerto de Barajas el DC-‐9 de Iberia Ciudad de
718 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 316. 719 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 229. 720 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 316: “Lógicamente la reunión con más contenido político fue la de la Moncloa. Suárez me había pedido un esquema sobre temas a tratar, que concreté en estos cinco puntos: 1º. Consejo Ejecutivo de la Generalitat: composición y nombres, áreas de los consejeros; prudencia en el proceso; no exacerbar sentimientos de los no catalanes de origen; preferencia a temas de estudio y planificación. 2º. Estatuto de autonomía: cualquier iniciativa debe esperar a que las Cortes aprueben la Constitución; no situar al Gobierno ante hechos consumados. 3º. Elecciones municipales: tipo de coalición de centre-‐esquerra; fuerzas políticas que podrían integrarla. 4º. Relaciones con el Ejército: no plantear cuestiones de rango; situación de la Capitanía General de Cataluña. 5º. Contactos permanentes: debe establecerse un diálogo periódico para evitar tensiones o prevenir problemas; el presidente del Gobierno fijará los cauces de estos contactos. En todas estas cuestiones hubo amplia coincidencia de puntos de vista entre ambos”. 721 PUJOL I SOLEY, Jordi, op. cit., p. 310: “Josep Tarradellas arribó a Cataluña el domingo 23 de octubre, después de una escala de tres días en Madrid. Con los otros líderes políticos, me mantuve en el Palau de la Generalitat esperando a que llegara la comitiva desde el aeropuerto de Barcelona. El president entró en el Palau, nos saludó y salió al balcón acompañado por nosotros. Gritó «Ja sóc aquí», y, tal como había calculado años atrás, la gente que llenaba la plaza de Sant Jaume lo aclamó”
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
223
Mahón. En él, además del president y su familia, viajaban Frederic Rahola, Lluís
Gausachs, la inmensa mayoría de los parlamentarios catalanes y algunas
personalidades de la época republicana, como Martí Faced, Francesc Vila Abadal,
Cardoner y Romà Planas. “La tripulación de Iberia –en un gesto inesperado-‐ saludó
en catalán al presidente y Els Segadors se entonó cuando, atravesando el Ebro, el
avión sobrevoló Cataluña”722. En El Prat, donde fue recibido por el gobernador José
María Belloch y por el senador Pere Portabella, pronunció sus primeras palabras
ante ciudadanos congregados 723 . Desde el aeropuerto se dirigió, en coche
descapotable, a la plaza de España. Allí, ante una gran multitud, el alcalde José
María Socías le saludó con un sencillo y entrañable “Benvingut a casa president”.
Ahora bien, el escenario principal de los actos de bienvenida fue la plaza de Sant
Jaume, ubicación del Palau de la Generalitat724. Desde su balcón, ante una gran
multitud, Josep Tarradellas pronunció unas palabras cargadas de emoción, un
discurso con el que enterraba cuatro décadas de exilio y planteaba el futuro de
Cataluña dentro de la nueva España monárquica y democrática: “Ciudadanos de
Cataluña: ja sóc aquí! ¡Ya estoy aquí! ¡Porque yo también quiero el Estatuto! ¡Ya
estoy aquí! Para compartir vuestras penas, vuestros sacrificios y vuestras alegrías
por Cataluña ¡Ya estoy aquí! Para trabajar con vosotros por una Cataluña próspera,
democrática y pletórica de libertad ¡Ya estoy aquí! Por esta Cataluña que tiene que
ponerse a trabajar más que nunca para lograr fuerza y prosperidad. Para que sea
un ejemplo para todos los pueblos de España. Para que la unidad que hemos
forjado en las horas difíciles de nuestra lucha y que nos ha conducido a la victoria
sea más sólida que nunca ¡Ya estoy aquí! Que juntos con todos aquellos, catalanes y
no catalanes, que durante tantos y tantos años han luchado para que pudiese llegar
este día, este estallido de júbilo y entusiasmo, sepamos hacer, como he dicho antes,
722 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…Op. cit., p. 317. 723 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 229. 724 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 317: “Aclamado por la multitud, Tarradellas se dirigió a Barcelona. En la plaza de España la ciudad le dio la bienvenida. «Benvingut a casa, president», le dijo el alcalde José María Socías. Él contestó: «A lo largo de todos estos años ni un solo instante dudé de vuestra fe, de vuestro patriotismo, de vuestros anhelos de democracia y libertad…»”
Carlos González Martínez
224
más próspera y más fuerte nuestra Cataluña. Ciudadanos de Cataluña: permitidme
que os pida que en estos momentos de júbilo tengamos también la serenidad de
reflexionar y ver las graves responsabilidades que pesan sobre nosotros. Creemos
que este triunfo lo hemos logrado gracias al sacrificio de tantos y tantos
ciudadanos que han dado su vida por Cataluña. Ciudadanos de Cataluña: quisiera
que en estos momentos de gozo y responsabilidad pensaseis que tenemos otros
deberes fuera de Cataluña. Nosotros tenemos que ser la avanzada del bienestar, de
la prosperidad y de la democracia de todos los pueblos de España. Y para terminar,
permitidme que os diga que en el fondo de mi corazón brota el más profundo
reconocimiento por vuestra fidelidad, por vuestra fe en nuestro pueblo, en la
libertad y en la democracia ¡Muchas gracias a todos! Visça Catalunya!”725.
Desde que fuera nombrado gobernador civil de Barcelona en enero de 1976,
Salvador Sánchez-‐Terán había hecho lo posible por “conocer, comprender –y
además querer-‐ la realidad de Cataluña, el talante de sus hombres, su historia y sus
tradiciones”726. El 24 de octubre, con motivo de la toma de posesión del presidente
de la Generalitat, llevaba a término su mayor servicio a ese ideal: el
restablecimiento de las instituciones históricas727. Ahora bien, no se trataba sólo
de un servicio a Cataluña, sino al conjunto de España. La negociación con Josep
Tarradellas y la Asamblea de Parlamentarios permitió reconciliar la historia
catalana con la dinastía de los Borbones, al tiempo que embarcaba a los
nacionalistas en el nuevo proyecto democrático728. Mientras Adolfo Suárez le
entregaba al president los distintivos de su cargo –el bastón de mando y el collar
con el escudo de la Generalitat-‐, Sánchez-‐Terán veía cumplirse aquello que había
725 TARRADELLAS, Josep, op. cit., p. 230. 726 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 265. 727 Ibid, p. 264: “La toma de posesión de Tarradellas culminaba el proceso de restablecimiento de laGeneralitat”. 728 Ibid, p. 315: “Una entrevista a Tarradellas de Pilar Urbano en ABC (…) «Mire… esto es muy importante: si un Borbón liquidó la Generalitat y desbarató nuestra organización autónoma, otro Borbón la restablece»”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
225
prometido con motivo del referéndum de la Reforma Política: “el hecho catalán no
tiene tratamiento posible, si no es en el cauce de un régimen democrático”729.
3.4. Democracia abierta al Mediterráneo.
Un análisis de los acontecimientos que hemos relatado nos permite
descubrir, detrás de la labor política de Sánchez-‐Terán, los rasgos fundamentales
de un partidario de la reforma. El entrelazamiento de orden y apertura –o apertura
con orden, si se prefiere-‐ durante su etapa en el Gobierno Civil de Barcelona,
resulta más que evidente. Mientras que, detrás de las negociaciones para el
restablecimiento de la Generalitat, resuena con fuerza el que fuera lema de toda
una generación de políticos: de la ley a la ley. Del mismo modo que a nivel nacional
no se aceptaron las medidas rupturistas para llegar a la democracia, Salvador
Sánchez-‐Terán, por encargo expreso del presidente Suárez, llegó a los acuerdos de
París y Perpiñán sin violentar el marco legal vigente. Ahora bien, al enfrentarse a la
cuestión de Cataluña, abordaba un problema que se remontaba en el tiempo más
allá de la Guerra Civil, reflejando un incomprensión secular entre castellanos y
catalanes: “yo percibía una gran incomunicación política y social entre los núcleos
dirigentes de Madrid y de Barcelona. Y ello me preocupaba enormemente”730. Por
esa razón, Sánchez-‐Terán hizo lo posible por entender y apreciar esa realidad
cultural, por abrir su mentalidad al carácter mediterráneo de aquella tierra. Ese es
un aspecto de su tarea al que hemos hecho sobradas referencias en las páginas
anteriores. Sin embargo, resulta igualmente interesante explicar cómo trató de
hacer tangible, en su Castilla natal, aquello que había aprendido a apreciar en
Cataluña.
Detrás de ese empeño, además de un aprecio real hacia Cataluña y sus
gentes, había un interés político. Si no se lograba hacer comprensible la mentalidad 729 Declaraciones a “La Vanguardia”, 29 de noviembre de 1976. Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 27», Documento 943, p. 5. 730 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 252.
Carlos González Martínez
226
catalana en el resto de España, se corría el riesgo de que, en el seno de la nueva
democracia, las reivindicaciones nacionalistas provocaran escándalo, alejando aún
más a castellanos y catalanes731. De esta manera, a sólo seis meses de las primeras
elecciones generales, consciente de que “muchos de los problemas históricos de
nuestra patria habían surgido de la incomunicación y de la incomprensión entre el
centro y la periferia”, inició una campaña para dar a conocer el “hecho catalán” en
Madrid 732 . Para ello, colaboró intensamente con Antonio Guerrero Burgos,
presidente del Club Siglo XXI, en la organización de un ciclo de conferencias que él
mismo se encargaría de abrir en febrero de 1977, con una intervención que
llevaba por título “Problemas y soluciones de nuestro proceso político” 733 .
Posteriormente, con una periodicidad mensual, desfilaron por la tribuna Antón
Cañellas, Ramon Trias Fargas, Juan Antonio Samarach y Joaquim Molins734.
La sede del Club Siglo XXI sirvió de escenario para que Cataluña pudiese, al
fin, hacer oír su voz en el resto de España. Gracias a estas conferencias, palabras
como “Estatut” o “Generalitat” se convirtieron en términos de uso frecuente en los
círculos políticos de la capital, al tiempo que los restantes españoles comenzaban a
ser conscientes de que los catalanes no renunciarían a ellos. Es más, pasaron de
asociarlos con el separatismo a relacionarlos con la democracia y las libertades735.
731 Ibid: “Pero alentaba en mí cada vez más la convicción de que el «hecho catalán», con toda su dimensión histórica no era seriamente conocido y, por lo tanto, resultaba incomprendido por la inmensa mayoría de la clase dirigente política y económica española y, por supuesto, por la opinión pública. Y esto crearía problemas políticos cuando los catalanes plantearan su reivindicación de la Generalitat, tras las elecciones generales. 732 Ibid. 733 Invitación a la conferencia «problemas y soluciones de nuestro proceso político», celebrada en el Club Siglo XXI (22-‐2-‐1976). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1127a: “El Presidente del Club Siglo XXI, en propio nombre y en el de su Junta Directiva, se complace en invitarle a la conferencia que dentro del lema «La Corona y la nueva Sociedad Española ante un Año Histórico», y sobre el tema concreto «PROBLEMAS Y SOLUCIONES DE NUESTRO PROCESO POLÍTICO», pronunciará, el EXCMO. SR. D. SALVADOR SÁNCHEZ-‐TERÁN, el próximo martes 22 de Febrero de 1977, a las 20 horas en los locales del Club”. 734 Comunicación entre Salvador Sánchez-‐Terán y Antonio Guerrero Burgos (Club Siglo XXI). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1127b. 735 «La cuestión catalana», conferencia de Ramon Trias Fargas en el Club Siglo XXI (24-‐5-‐1977). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1120, p. 9: “Me gustaría que de lo que llevo dicho hasta ahora se dedujeran determinadas
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
227
La iniciativa promovida por Salvador Sánchez-‐Terán permitió, entre otras cosas,
que varios meses antes de que el Gobierno decidiera iniciar las negociaciones con
Josep Tarradellas, los asistentes a la conferencia del mes de marzo escucharan de
labios de Anton Cañellas la siguiente afirmación: “Ustedes no ignoren que la
autonomía de Catalunya tiene un nombre que brota del corazón de nuestra
historia: la Generalitat, órgano de autogobierno catalán que en el Estatut de 1932
conoció la más reciente reviviscencia”736. Palabras, al fin y al cabo, que allanaron el
camino para el restablecimiento de la Generalitat siete meses después.
Sánchez-‐Terán, en su empeño por abrir el puente aéreo de la política, no se
conformó con dar la oportunidad de hablar en Madrid a los líderes de los partidos
catalanes737. Como hemos comentado anteriormente, él mismo acudió a la tribuna
del Club Siglo XXI para dar a conocer, como castellano ante castellanos, la realidad
de Cataluña. A las ocho de la tarde del 22 de febrero, el por entonces gobernador
civil de Barcelona, comenzaba su intervención haciendo hincapié en la encrucijada
política ante la que se encontraba el país: “Todos somos conscientes de que
vivimos un proceso político singular y trascendente. El acontecer histórico de
España y nuestras vidas personales, en lo inmediato y en el futuro, están
implicadas en el desarrollo y en la solución de este proceso. Hemos recorrido un
conclusiones. Primera: Cataluña no será separatista mientras no se le obligue a serlo. Segunda: Cataluña contribuirá con entusiasmo a la construcción de España desde el momento en que se le permita ayudar a la tarea común dignamente y en pie de igualdad con los demás pueblos que conviven bajo la jurisdicción del Estado. Tercera: Cataluña debe ser libre para poder desarrollar su personalidad, con base en la cual, a su vez, poder ser creadora y poder sentirse tratada con igual dignidad que los demás, condición previa para obtener concurso. Cuarta: Cataluña se siente solidaria del destino de los pueblos de España, pero no necesariamente de todas y cada una de las superestructuras políticas que prevalezcan en cada momento histórico. Dicho de otra forma, se puede contar con Cataluña para que ayude a construir una España nueva, orientada a la Europa moderna, en la que los ciudadanos seamos individual y colectivamente libres, las instituciones sean de verdad democráticas y prevalezcan condiciones de igualdad económica y social que puedan considerarse realmente justas”. 736 «Una aportación catalana a la convivencia democrática», conferencia de Antón Cañellas en el Club Siglo XXI (1-‐3-‐1977). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1123, p. 11. 737 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 252: “El puente aéreo, que todos los días tomábamos cientos de madrileños y barceloneses, no podía ser sólo un medio de transporte. Debía transformarse en un puente humano, cultural y espiritual entre Madrid y Barcelona, entre Cataluña y el resto de España”.
Carlos González Martínez
228
camino difícil, pero nos falta cubrir el trecho más importante (…) Entiendo que
nuestro objetivo nacional se puede definir así: «conseguir la construcción bajo la
Monarquía, de un régimen democrático estable, que permita el desarrollo del
hombre y el progreso socioeconómico de la comunidad en paz, en justicia y en
libertad»”738. Tras esta breve introducción, pasaba a enumerar las cuestiones que
pretendía abordar en su conferencia: el hecho regional, el nuevo esquema de las
relaciones empresa-‐trabajador, la incorporación de los jóvenes al proceso de
construcción política y la definición del régimen democrático que se estaba
construyendo.
Sánchez-‐Terán ha dejado escrito que, a la hora de abordar el hecho regional
en el Club Siglo XXI, pretendía lanzar cuatro mensajes a la opinión pública: “1º Que
la personalidad histórica de Cataluña es consustancial al ser de España y como tal
debe ser asumida. 2º Que su fundamento es sociocultural y radica en la existencia
de la lengua catalana, que merece todos los reconocimientos. 3º Que la autonomía
catalana, simbolizada en la Generalitat, no atenta contra la unidad de España, y
rectamente entendida la potencia. 4º Que en Cataluña no hay un movimiento
separatista o independentista con arraigo popular”739. A partir de ese esquema, y
sobre la base de que el hecho regional sólo podría abordarse dentro de un régimen
democrático, elaboró un discurso que pretendía analizar la cuestión catalana desde
una doble perspectiva, la lingüístico-‐cultural y la político-‐institucional740. A la
primera de estas cuestiones, además de unas breves referencias históricas,
dedicaba las siguientes palabras: “El hecho catalán tiene su base en la existencia de
una lengua propia y de una cultura específica vinculada al idioma. Es indudable la
738 Conferencia «problemas y soluciones de nuestro proceso político», celebrada en el Club Siglo XXI (22-‐2-‐1976). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1127, pp. 1-‐2. 739 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 253. 740 Conferencia «problemas y soluciones de nuestro proceso político», celebrada en el Club Siglo XXI (22-‐2-‐1976). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1127, p. 3: “El hecho regional no tiene otro tratamiento posible que en un régimen democrático. Si democracia significa razón, serenidad, pacto, comprensión mutua, participación del pueblo y responsabilidad de los dirigentes, podremos encontrar vías razonables a los problemas regionales”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
229
importancia configuradora de la lengua en el carácter y en el genio de los pueblos.
La lengua es «la sangre de mi espíritu», como decía Miguel de Unamuno, o que
Menéndez Pelayo definía como «nexo secreto entre el pensamiento y la palabra»,
representa para el pueblo que la tiene una razón esencial de su propia
existencia”741 . Además, Sánchez-‐Terán también trató de dar a conocer a los
presentes la realidad cotidiana del bilingüismo en Cataluña: “El bilingüismo
castellano-‐catalán, es un hecho normal en la vida familiar, cultural, empresarial y
social de Cataluña. Esto es una realidad incuestionable. Pero ocurre que esta
realidad no es comprendida por los muchos millones de españoles que no han
vivido y no conocen en profundidad a Cataluña. Y aquí radica el problema. No en la
existencia del hecho, sino en su falta de conocimiento”742.
En lo que respecta a la perspectiva político-‐institucional, el ponente analizó
los resultados de dos encuestas realizada por el Gobierno Civil sobre las
preferencias institucionales de los catalanes. Estos venían a confirmar su hipótesis:
Cataluña no era separatista, como se creía erróneamente en el resto de España,
pero entre sus habitantes se había extendido la convicción de que estaba
pendiente la solución a su problema territorial743. Sánchez-‐Terán se limitó a
exponer los datos, sin desvelar cuál era, a su juicio, la mejor respuesta a ese anhelo.
Quizás prefirió dejar ese debate en manos de los políticos catalanes que, a lo largo
de los meses siguientes, iban a desfilar por la sede del Club Siglo XXI. Como no
podía ser de otro modo, cuando les llegó la oportunidad, no dudaron en reclamar el
Estatuto y la Generalitat: “Propugnamos la organización del Estado a través de
741 Ibid, p. 5. 742 Ibid, p. 6. 743 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 254: “A lo largo de muchos años se había presentado a Cataluña como separatista. Existía en la conciencia popular española ese temor subconsciente. Pero ¿era cierto que la separación de España constituía una alternativa con arraigo popular en Cataluña o había hecho la propaganda una traducción abusiva del concepto de autonomía? Realicé desde el Gobierno Civil dos importantes encuestas sobre este tema. Los resultados de las mismas presentados por primera vez públicamente en el Siglo XXI causaron impacto: «En Cataluña hay plena conciencia de que el hecho catalán está planteado y que la solución está pendiente»”.
Carlos González Martínez
230
Estatutos de autonomía para todas las naciones y regiones que lo soliciten y con
grados distintos, en función de sus deseos y de acuerdo con el propio Estado”744.
Noviembre 1976 Febrero 1977 Total independencia para Cataluña 9% 5% Nacionalidad dentro de un Estado Federal 25% 20% Estatuto de Autonomía 30% 30% Descentralización económica y administrativa 14% 15% Mantenimiento de la situación actual 20% 28% Sin opinión 2% 2% Encuestas realizadas por el Gobierno Civil de Barcelona sobre las preferencias institucionales de los ciudadanos. Fuente: SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, De Franco a la Generalitat, Barcelona, Planeta, 1988, p. 254.
Entre los catalanes, las palabras de Sánchez-‐Terán fueron acogidas con
agradecimiento. No contento con gobernar la Transición en Barcelona, había hecho
las veces de embajador para llevar las reivindicaciones de Cataluña al centro del
debate público madrileño. La clase política de Barcelona supo reconocer, tanto el
esfuerzo por comprender su cultura, como la iniciativa de difundirla por el resto de
España. En aquellos momentos, cuando los dirigentes catalanes aún no tenían
representación en las instituciones, él se ocupó de introducir en la agenda del Club
Siglo XXI el hecho regional, dando la palabra a algunas de las principales figuras del
nacionalismo. Es más, para allanar el camino, él mismo abrió el ciclo con una
conferencia que mereció, entre otros, el reconocimiento de Constantino Pérez-‐
Gascó, secretario general de Centre Catalá: “Mi querido amigo: mucho nos
complacemos del favorable eco tenido en todos los ámbitos, de la conferencia que
pronunciaste el pasado martes en el Club Siglo XXI de Madrid. Como catalanes,
mucho te agradecemos los conceptos de aprecio, comprensión y profundo
conocimiento de nuestra problemática catalana y barcelonesa en particular. Dichas
palabras pronunciadas por nuestro gobernador fuera de Cataluña, han tenido un
valor muy positivo, para que poco a poco sea conocida nuestra realidad y que la
inmensa mayoría de nosotros lo que queremos es el mejor acercamiento a las otras
744 «Cataluña en la constitución de una España democrática», conferencia de Joaquim Molins en el Club Siglo XXI (26-‐4-‐1977). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1123, p. 15.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
231
provincias hermanas de España”745. Su intervención tampoco pasó inadvertida
para Octavi Saltor, miembro de la Lliga Liberal y protagonista, como indicamos
más arriba, en la Diada de 1976: “Mi maestro Francesc Cambó, el de «Per la
concòrdia» habrá avivado sus cenizas propicias ante las palabras y los conceptos
tan autorizadamente emitidos por V. E. en tribuna de tanto relieve político
contemporáneo. En cuanto a mí, uno de sus pocos discípulos supervivientes, no
puedo hacer otra cosa, en nombre del ciudadano medio anónimo, que agradecer a
V. E. la voluntad de comprensión y el «intelletto d´amore» demostrado a lo largo de
su mandato, en inequívocas pruebas, la última de ellas en esa su disertación
matritense. Un interlocutor de su categoría, mayormente de su raíz riojana insigne,
resulta no sólo antológico sino histórico”746.
Es difícil valorar hoy día las repercusiones que aquel ciclo de conferencias
tuvo en la mentalidad de la clase dirigente del país. Ahora bien, parece evidente
que contribuyó, junto con otras tantas iniciativas, “a crear el clima de comprensión
y de concordia, imprescindible para afrontar las tareas que el próximo futuro nos
exigía”747. La claridad con la que Sánchez-‐Terán, un castellano al fin y al cabo,
expuso la realidad de Cataluña, debió causar un impacto en su audiencia. Impacto
que no debió ser menor cuando Juan Antonio Samaranch, un político conocido y
respetado en Madrid -‐nada sospechoso de ser independentista-‐, afirmó que “el
sentimiento del pueblo catalán no responde a una determinada coyuntura
histórica”, sino que constituye “una constante desde principios del siglo XVIII”748.
En definitiva, de igual modo que el restablecimiento de la Generalitat permitiría,
745 Correspondencia con Constantino Pérez-‐Gascó (Centre Catalá) 24-‐2-‐1977. Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1127. 746 Correspondencia con Octavi Saltor (Lliga Liberal) 25-‐2-‐1977. Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1127: “Exmo. Sr. y distinguido amigo: un percance de salud (neumonía de la que apenas convalezco ya) me impidió, como era mi deseo, ser su oyente en Madrid, mensajero válido y ecuánime de ese territorio que V. E. honra eficazmente con su dedicación pública y señorío personal, juntamente con su Sra. Esposa. 747 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador; De Franco…op. cit., p. 257. 748 «Cataluña solidaria», conferencia de Juan Antonio Samaranch en el Club Siglo XXI (28-‐6-‐1977). Archivo de Salvador Sánchez-‐Terán, Carpeta: «De Franco a la Generalitat. Cap. 33», Documento 1123, p. 12.
Carlos González Martínez
232
unos meses después, abrir el proceso autonómico, las conferencias del Club Siglo
XXI contribuyeron a cambiar la concepción que el resto de España tenía del “hecho
catalán”. Al respecto, merece la pena recurrir nuevamente a la intervención de
Samaranch con el fin de ilustrar el empeño de los organizadores por presentar una
Cataluña autónoma y solidaria, al mismo tiempo, con el resto del territorio
nacional: “Las demandas de una descentralización y autogobierno por parte de los
catalanes, han sido siempre acompañadas mayoritariamente por un profundo
sentido de solidaridad con el resto de España”749.
749 Ibid, p. 13.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
233
CAPÍTULO 4: EL ORGANIZADOR DE LA UCD
Dos meses antes de las primeras elecciones democráticas todavía no se
había despejado, de cara a la opinión pública, la duda de si Adolfo Suárez se iba a
presentar como candidato. El hombre que había sacado adelante la Reforma
Política, legalizado los partidos –incluido el PCE-‐, y convocado elecciones para el
15 de junio, no enseñó sus cartas hasta finales de abril. El 23 de ese mes, Diario 16
anunciaba que el presidente sería candidato 750 . Sin embargo, mantuvo la
incertidumbre en torno a las siglas bajo las que concurriría. Pocos días después, el
3 de mayo, nacía como coalición electoral la Unión de Centro Democrático. Adolfo
Suárez se convirtió en su presidente. Él ofrecía a los líderes de los quince partidos
coaligados el soporte del Gobierno, así como su prestigio personal, y ellos le
proporcionaban una plataforma para mantenerse en el poder. Salvador Sánchez-‐
Terán ha definido así los tres pilares sobre los que se sustentaba esa coalición
electoral: “el primero y esencial, la figura del presidente Suárez, en la cima de su
prestigio y su imagen; el segundo, la estructura de poder controlada por el
Gobierno, a través fundamentalmente del Ministerio de Gobernación y de los
Gobiernos Civiles, con mayoría relativa de hombres procedentes de las
organizaciones del Movimiento -‐SEU y Frente de Juventudes-‐, y que contaban
como base de actuación con los alcaldes de los miles de municipios españoles; y el
tercero, la ya citada coalición de Centro Democrático, que al incluir grupos
democristianos, liberales y socialdemócratas daba a la UCD un cierto aroma
europeo y de oposición, y la colocaba más en el centro político”751.
Sánchez-‐Terán, como hemos indicado en el capítulo anterior, cesó en el
cargo de gobernador civil de Barcelona para concurrir a las elecciones del 15 de
junio bajo las siglas de la UCD. Después de reflexionar durante las vacaciones de
Semana Santa, llegó a la conclusión de que su compromiso para gobernar la
750 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 197. 751 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., pp. 174-‐175.
Carlos González Martínez
234
transición en Cataluña estaba básicamente cumplido y que, a partir de ese
momento, su labor política debía centrarse en construir el nuevo Estado
democrático752. Para ello era imprescindible presentarse a las primeras elecciones
libres en alguna de las circunscripciones vacantes. Por un lado estaba vinculado a
su Logroño natal, donde transcurrieron los primeros dieciséis años de vida. No
obstante, sus raíces familiares, tanto por rama paterna como por parte de su
esposa, estaban en Ciudad Rodrigo y Salamanca. Finalmente, tras reunirse con los
representantes salmantinos de Centro Democrático, se decidió por esta segunda
opción753. Figuró como número dos de la lista de la UCD, resultando elegido junto
con dos candidatos más de la coalición -‐Jesús Esperabé de Arteaga y Alberto
Estella Goytre-‐ y el socialista José Luis González Marcos754.
A nivel nacional, la UCD fue el partido más votado. Algo más de seis millones
de ciudadanos, el 34,44%, confiaron en la coalición liderada por Adolfo Suárez, que
obtuvo 165 escaños. El PSOE se convirtió en la segunda fuerza política en el
Congreso, con las 118 actas de diputados que le otorgaron sus cinco millones de
votos. Entre ambos, superaban el 80% de los escaños, lo que venía a confirmar la
preferencia de los españoles hacia las candidaturas moderadas ideológicamente.
De hecho, la suma de los votos recibidos por el Partido Comunista y Alianza
Popular, de posiciones ideológicas más extremas, a izquierda y derecha
respectivamente, dentro del espectro político, apenas superó los tres millones. La
formación de Santiago Carrillo obtuvo 20 actas de diputado, frente a las 16 del
752 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 22 de junio de 2009. 753 “Sánchez-‐Terán, posible candidato por Salamanca”, El País, 12/4/1977: “Ante la inminencia de la convocatoria de elecciones, que según fuentes solventes deberá producirse antes de la última decena del actual mes, se ha iniciado un movimiento entre algunos cargos políticos cuyos titulares dimitirán para poder presentarse como candidatos. Ayer se hizo pública la dimisión del gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez-‐Terán, que, según informaciones recogidas por nuestro corresponsal en la Ciudad Condal, se presentará a diputado por Salamanca. Según la nota hecha pública por el Gobierno Civil de Barcelona, el señor Sánchez-‐Terán continuará al frente del cargo hasta que el Consejo de Ministros acepte su dimisión”. 754 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 267: “En Salamanca, Salvador Sánchez-‐Terán, que había desarrollado una excelente labor como gobernador civil de Barcelona, accedió a ceder el primer puesto de la lista a Jesús Esperabé, veterano y combativo procurador de las anteriores Cortes”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
235
partido de Manuel Fraga755. En Salamanca, la UCD consiguió 108.862 votos, es
decir, el 56,09% de los 199.259 emitidos el 15J. La coalición centrista, como hemos
indicado, se hizo con tres de los cuatro escaños correspondientes a la provincia,
mientras que el PSOE, con un 22,76% se hizo con el restante. Las otras fuerzas
políticas no alcanzaron representación en el Congreso, siendo Alianza Popular la
única que superó los quince mil votos. Mención especial merece el descalabro de la
Federación Demócrata Cristiana que, a pesar de contar con el veterano Gil Robles
como cabeza de lista, sólo alcanzó un respaldo del 2,73%756.
Datos electorales nacionales Partidos Políticos Electorado 23.583.762 UCD 6.310.391 34.44% Votantes 18.590.130 78.83% PSOE 5.371.866 29.32% Abstención 4.993.632 21.17% PCE 1.709.890 9.33% Votos válidos 18.324.333 98.57% AP 1.504.771 8.21% Votos nulos 265.797 1.43% PSP-‐US 816.582 4.46% Votos a candidaturas 18.278.085 99.75% PDPC 514.647 2.81% Votos en blanco 46.248 0.25% PNV 296.193 1.62%
FDC-‐EDC 215.841 1.18% UDC-‐IDCC 172.791 0.94% EC-‐FED 143.954 0.79% FDI 122.608 0.67% ASDCI 101.916 0.56% AET 77.575 0.42% AN18 67.336 0.37% RSE 64.241 0.35% EE 61.417 0.34%
FJONSA 46.548 0.25% FUT 41.208 0.22% Otros 638.310 3.72%
Elecciones Generales de 15 de junio de 1977 Fuente: Dirección General de Política Interior, Ministerio del Interior
755 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 183. 756 Ibid, pp. 198-‐199: “El gran perdedor de aquellas elecciones es la Federación Demócrata Cristiana, que no consigue ni un solo escaño y desaparece de la escena política. «Gil Robles se presentó por Salamanca –comenta Íñigo Cavero-‐ que había sido su distrito histórico y sólo sacó cuatro mil y pico votos, teniendo en cuenta que era uno de los hombres que más había combatido al régimen de Franco. Salvador Sánchez-‐Terán, que era de La Rioja, pero que estaba casado con una señora muy conocida de Salamanca, sacó setenta mil votos»”.
Composición del Congreso de los Diputados AP
PSOE UCD PCE PSP-‐US PDPC PNV UDC-‐IDCC EC-‐FED EE CAIC INDEP
Carlos González Martínez
236
Como miembro del grupo parlamentario de UCD, Sánchez-‐Terán fue vocal
de la Comisión Constitucional en las primeras Cortes de la democracia757. También
participó en ese proceso como asesor del presidente758: “Durante la elaboración de
la ponencia, Suárez me pidió mi opinión personal en varias ocasiones, sobre temas
autonómicos (Cataluña, Navarra-‐País Vasco, La Rioja, Castilla y León) y de
derechos fundamentales. Por otra parte, la Conferencia Episcopal, me entregó a
través de mi amigo el Obispo Elías Yanes, el texto constitucional que la jerarquía
proponía para el artículo sobre la relación con las religiones para que se lo hiciera
llegar a Suárez. Y en definitiva ese fue básicamente el texto que se incluyó en la
Constitución”759.
Datos electorales en Salamanca Partidos Políticos Electorado 241.301 UCD 108.862 56.09% Votantes 199.259 82.58% PSOE 44.168 22.76% Abstención 42.042 17.42% AP 15.259 7.86% Votos válidos 194.069 97.40% PSP-‐US 11.930 6.15% Votos nulos 5.190 2.60% PCE 5.522 2.85% Votos a candidaturas 193.552 99.75% FDC-‐EDC 5.302 2.73% Votos en blanco 517 0.25% RSE 929 0.48%
FDI 872 0.45% FJONSA 708 0.36%
Elecciones Generales de 15 de junio de 1977 en la provincia de Salamanca Fuente: Dirección General de Política Interior, Ministerio del Interior
Quizás la segunda mitad de 1977 sea el mejor ejemplo de su condición de
hombre de confianza del presidente760. Recibió de Moncloa encargos relevantes,
757 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 22 de junio de 2009: “Al constituirse el primer Congreso de los Diputados de la democracia yo fui adscrito a la Comisión Constitucional, pero al ser nombrado Ministro tuve que dimitir de ella”. 758 Real Decreto 1963/1977, de 29 de julio, por el que se nombran consejeros del Presidente del Gobierno: “En virtud de los dispuesto en el artículo primero del Real Decreto mil seiscientos noventa y dos/mil novecientos setenta y siete, de once de julio, a propuesta del Presidente del Gobierno y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veintinueve de julio de mil novecientos setenta y siete. Vengo a nombrar Consejeros del Presidente del Gobierno a don Alfonso Osorio García, don José Ramón Lasuén Sancho, don Federico Mayor Zaragoza, don Salvador Sánchez-‐Terán Hernández, don Arturo Moya Moreno, don Lorenzo Olarte Cullen y don Leopoldo Calvo-‐Sotelo y Bustelo”. 759 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012. 760 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 201.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
237
como la organización de la Unión de Centro Democrático o la mencionada
negociación para el restablecimiento de la Generalitat761. Además, a mediados del
mes de octubre participó en las negociaciones de los Pactos de la Moncloa, los
acuerdos económicos más importantes de la Transición762.
Sánchez-‐Terán no se incorporó al Gobierno, como responsable de
Transportes y Comunicaciones, hasta febrero de 1978. Teniendo en cuenta la labor
desempeñada en el Gobierno Civil de Barcelona, llama la atención que Suárez no le
nombrara ministro tras obtener la victoria electoral763. Entre las razones que le
mantuvieron fuera del Consejo, cabe señalar el complejo equilibrio de intereses al
que tuvo que hacer frente el presidente a la hora de configurar el Gobierno764. Los
compromisos alcanzados durante la formación de la coalición electoral exigían la
presencia en el Ejecutivo de determinadas personalidades, lo que iba en
detrimento de aquellos que no pertenecían a ninguna “familia” de la UCD765.
También es probable, y compatible con lo dicho anteriormente, que Adolfo Suárez
decidiera mantenerlo durante un tiempo como asesor para que llevara a cabo la
difícil labor de organizar el partido centrista766.
761 MARTÍN VILLA, Rodolfo, op. cit., p. 82. 762 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 209. 763 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “Ni Suárez ni nadie próximo a él me ofreció entrar en el Gobierno. Tampoco tuve ningún conocimiento de cómo se gestó ese primer gobierno democrático”. 764 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “Así los líderes de los partidos que integraban UCD fueron ocupando esos cargos, y también los internos del propio partido. Creo que en ese contexto hemos de encuadrar el nombramiento de Sánchez-‐Terán como secretario de Organización”. 765 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “Pienso que ahí hubo muchas tensiones entre lo que quería Adolfo, lo que quería Fuentes Quintana y lo que quería Abril (…) A lo mejor en aquel momento las circunstancias llevaron a que fuera nombrado Joaquín Garrigues, si no recuerdo mal. Ahí, probablemente, lo que desplazó a Salvador no fue, quizás, la tendencia de Fuentes –aunque pudiera tener también su influencia-‐, si no la necesidad de dar juego a un persona como Joaquín Garrigues, un hombre importante en aquel momento al que quizás no se le encontró otro hueco más que ese (…) Hay que tener en cuenta, y este sería el segundo factor, que Suárez en junio tuvo que hacer un equilibrio de lo que ha triunfado”. 766 Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013: “Tenía rasgos de buen organizador. No era un teórico de la política, sino una persona apta para la organización, y tenía experiencia organizativa. Aunque yo su vida anterior a la política no la conozco, es bastante probable que hubiera participado en labores de este tipo. Y todo esto, por su puesto, se veía favorecido por su condición de ingeniero. En definitiva, creo que Suárez lo eligió por motivos organizativos”.
Carlos González Martínez
238
Ahora bien, sin restar importancia a los motivos expuestos, Sánchez-‐Terán
ha señalado una tercera razón de índole personal: “Cuando unos días más tarde el
Presidente me llamó para encargarme la organización de UCD como partido me
enteré de la verdad de la trama. Suárez me dijo que él quería que yo continuara al
frente del Gobierno Civil hasta las elecciones y por lo tanto, que no dimitiera para
concurrir a los comicios. Pero, ante mi sorpresa –y también la suya-‐ le aclaré que
no conocía su voluntad y que el mensaje jamás me había llegado. Se dio
inmediatamente cuenta de que había sido objeto de una «trampa política», que
además fue acompañada de una calumnia a mi persona relacionada con una falsa
traición. Me pidió disculpas y pasamos rápidamente a hablar de la organización de
UCD. Pero yo supe la verdadera razón por la que había sido excluido de cualquier
propuesta para el primer gobierno democrático. Suárez creía que había desoído su
petición, planteando además el problema de una precipitada sustitución en un
puesto clave como el Gobierno Civil de Barcelona”767.
Por tanto, los meses que van de julio de 1977 a febrero de 1978 los ocupó
tanto en la organización interna del partido, como en su imagen y proyección
nacional e internacional768. Esta se llevó a cabo a través de la campaña “UCD en
marcha”, así como con visitas a líderes europeos tan cualificados como el
democristiano alemán Helmuth Kohl769. Sánchez-‐Terán vivió, desde la Secretaría
de Organización, el principio de lo que algunos autores denominan el del apogeo
de la UCD770 . Sin embargo, es preciso matizar esta afirmación, ya que fue
precisamente en esos años cuando comenzaron a percibirse los primeros síntomas
767 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012. 768 TEZANOS, José Félix, COTARELO, Ramón y DE BLAS, Andrés, La transición democrática española, Madrid, Sistema, 1993, p. 476. 769 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 22 de junio de 2009. 770 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 183: “Desde las elecciones legislativas de junio de 1977 hasta las de marzo de 1979, transcurre el periodo de apogeo de la UCD, paralelo al fenómeno tan elogiado del consenso. Los resultados de la UCD en ambas elecciones son aparentemente muy semejantes: mayoría relativa en el Congreso, absoluta en el Senado. En marzo de 1979, los observadores políticos incluso hablan de consolidación del partido gubernamental y de estabilidad del sistema de partidos políticos en España”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
239
de lo que más tarde será el fracaso del proyecto centrista. Podemos hablar, más
bien, de unos meses de tranquilidad dentro del partido; calma propiciada por tres
factores: el triunfo electoral, la falta de oposición férrea como fruto de la política de
consenso practicada por los grandes partidos, y el liderazgo indiscutible de Adolfo
Suárez771. A lo largo de las próximas páginas analizaremos la labor llevada a cabo,
dentro de la UCD, por Sánchez-‐Terán, quien al abandonar su cargo dejaba
formados 50 comités provinciales y 1.300 locales772.
4.1. UCD en marcha.
Tras las elecciones del 15 de junio de 1977, Adolfo Suárez poseía el crédito
suficiente como para disolver la coalición UCD y convertirla en un partido
político773. De esta manera, el día 28 de ese mes, inició su plan de unificación
durante la reunión constitutiva de la Unión Parlamentaria Centrista 774. En el
palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid, a instancias del presidente, los
diputados y senadores firmaron un documento a favor de dicha conversión775. La
cuestión fue abordada pocos días después en un encuentro con los líderes de los
grupos que formaban la coalición776. Suárez sabía que los “barones” se oponían a la
integración de sus pequeños grupos en un único partido, de ahí que, con notable
771 Ibid, p. 183. 772 Ibid, p. 267. 773 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., pp. 216-‐219: “Las elecciones se habían celebrado el 15 de junio, y antes de que las nuevas Cortes llegaran a reunirse un mes después, Adolfo tomó varias iniciativas de la mayor importancia. La más sonada fue la entrevista con Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat catalana en el exilio, celebrada en la Moncloa el 27 de junio (…) Con la misma celeridad, el Gobierno abordó otras cuestiones candentes, como la conversión de la Unión de Centro Democrático en partido político, la grave crisis económica y la puesta en marcha del proceso constituyente”. 774 LAMELAS, Antonio, op. cit., p. 234. 775 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 220. 776 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 263: “A principios de julio de 1977, Suárez plantea a los líderes de la victoriosa coalición de UCD la necesidad de que el movimiento centrista se transforme en un partido unificado. Conocedor de la resistencia que pueden oponer los «barones» de la oposición moderada, presenta sus planes antes de formar gobierno. Se trata de un intercambio de favores: fusión contra cartera ministerial. Efectivamente, los líderes de los tres movimientos ideológicos de la UCD son recompensados: Francisco Fernández Ordóñez con la cartera de Hacienda; Joaquín Garrigues e Ignacio Camuñas con las carteras de Obras Públicas y Relaciones con las Cortes, respectivamente; Fernando Álvarez de Miranda con la Presidencia del Congreso”.
Carlos González Martínez
240
habilidad política, les planteara la cuestión antes de formar Gobierno777. En esas
circunstancias, con el respaldo de las urnas y aprovechando el deseo de sus
interlocutores por ocupar una cartera ministerial, logró su respaldo mayoritario a
los planes de unificación778. Los vientos de la política eran tan favorables al
presidente que, incluso Fernando Álvarez de Miranda, Ignacio Camuñas y José
Ramón Lasuen, abiertamente opuestos a la constitución del partido, aceptaron la
decisión de la mayoría, manifestando su voluntad de permanecer en el seno de la
UCD779.
En ese proceso, Salvador Sánchez-‐Terán desempeñó, por deseo expreso del
presidente, el papel de coordinador general. A los pocos días de hacerse pública la
lista de los nuevos ministros, en la entrevista en la Moncloa a la que hemos aludido
más arriba, Suárez le ofreció “todo su apoyo y confianza para transformar la
coalición electoral UCD en partido político”780. Esto suponía, a su vez, colaborar
con Fernando Abril, íntimo amigo del presidente y político con clara trayectoria
777 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “Cuando Suárez formó el primer gobierno procuró que los líderes de los pequeños partidos –incluso de partidos minúsculos-‐ y de las corrientes tuvieran algún alto cargo en la Administración del Estado. Así, Fernando Álvarez de Miranda, líder natural de los democristianos, fue elegido presidente del Congreso de los Diputados; Íñigo Cavero, el otro gran referente de la democracia cristiana, ocupó el Ministerio de Justicia; Francisco Fernández Ordoñez, como representante de los socialdemócratas, fue nombrado ministro de Hacienda; también estaba en el Gobierno Ignacio Camuñas, líder de un pequeño partido liberal; y el líder de los liberales de entonces, que era Joaquín Garrigues… En definitiva, ocuparon, junto con los que veníamos del Gobierno anterior –los jóvenes reformistas del Franquismo-‐, los principales cargos políticos tras las elecciones de 1977. Es interesante señalar que se trataba de partidos políticos ideológicamente significativos, grupos y corrientes que dotaron a UCD de ideas y personalidades importantes. Sin embargo, como se demostró tras la desintegración del partido, escaseaban en votos”. 778 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 261: “Inmediatamente después de las elecciones del 15 de junio de 1977, Suárez va a plantear con la nueva autoridad que le confiere su reciente éxito en las urnas, la transformación de la coalición UCD en el partido UCD”. 779 LAMELAS, Antonio, op. cit., p. 234: “Por tanto, disponiendo del cordaje necesario para envolver a la coalición de UCD y enfajarla como un solo partido, Adolfo Suárez logra sacar adelante el «decreto de unificación» que pone fin al agregado centrista el 28 de junio de 1977. Los barones del nuevo partido fueron recompensados con sendas carteras ministeriales que pretendían pagar y garantizar su lealtad al presidente. Con todo, la fusión no fue sencilla, pues si bien algunos la apoyaron -‐Íñigo Cavero, Sánchez-‐Terán, Manuel Núñez, Fernández Ordóñez y Joaquín Garrigues, entre otros-‐, se opusieron a ella Fernando Álvarez de Miranda, Ignacio Camuñas y Joé Ramón Lasuen,, que aceptó quedarse en UCD al tiempo que mantenía su Federación Socialdemócrata”. 780 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
241
ascendente, en la redacción de los estatutos781. A principios del mes de julio, bajo la
coordinación del vicepresidente del Gobierno, comenzó a trabajar en su
elaboración junto a José Luis Álvarez, Miguel Domenech –quien ya durante la
campaña electoral había sido miembro de la Comisión de Coordinación de la
coalición UCD782-‐ y Jaime Lamo de Espinosa783. Si bien este último, al recibir otro
encargo de Fernando Abril, abandonó el grupo a los pocos días784.
Una vez terminado, en una reunión presidida en su inicio por el ex
gobernador de Barcelona, el texto fue sometido al debate y aprobación del Grupo
Parlamentario de la UCD785. Los estatutos fueron firmados, ante el notario José
781 POWELL, Charles y BONNIN, Pere, op. cit., p. 139: “Incluso antes de las elecciones, Suárez ya había decidido que su íntimo amigo Abril Martorell tomase las riendas del nuevo partido, decisión que fue cuestionada por Osorio por tratarse de un "independiente" sin ideología conocida y sin apenas relación con los barones de la antigua coalición. Tras la creación del primer consejo político de UCD en septiembre, Abril no tardó en delegar sus funciones en el secretario de organización del partido, Sánchez-‐Terán, otro "hombre del presidente" que era visto con recelo por los barones, a la vez que procuraba controlar al grupo parlamentario a través del secretario general del mismo, José Pedro Pérez-‐Llorca”. 782 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., pp. 193-‐194: “Se constituye una nueva comisión de coordinación, responsable ante el comité ejecutivo de UCD, compuesta por Urzaiz, Luna, Garro, Álvarez, Villa, Sánchez-‐Merlo y Alonso Castrillo, así como tres incorporaciones recientes: Adriano Gómez Molina, director de Relaciones Exteriores del INI; Vicente Cebrián, hermano del director del diario El País, y Miguel Doménech, cuñado de Leopoldo Calvo-‐Sotelo, director general adjunto de Explosivos Riotinto. El aparato de la UCD se instala en la antigua sede del PP, en la calle de Cedaceros número 112”. 783 Ibid, p. 264. 784 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “Cuando yo empiezo a tratar un poco más a Salvador fue en junio-‐julio de 1977, al poco de producirse las elecciones del 15J. En concreto cuando con Fernando Abril, que era vicepresidente tercero del Gobierno –yo era subsecretario adjunto del vicepresidente tercero-‐, empezamos a formar un grupo en Castellana 3, formado por José Luis Álvarez, Miguel Domenech, Salvador Sánchez-‐Terán y yo para trabajar sobre los estatutos de UCD. A mi, casi inmediatamente, se me cruzó otro tema encargado por Fernando. Así que prácticamente estuve poco tiempo en ese grupo, que quedó en manos de los tres que acabo de mencionar. Precisamente fueron los tres que presentaron al notario los estatutos de UCD. Ahí fue cuando empecé a trabajar con Salvador de un modo más intenso. Los otros eran dos abogados: Miguel por descontado y José Luis Álvarez, además, notario. Sin embargo, Salvador tenía una visión muy clara de lo que tenía que ser aquel partido nuevo que nacía”. 785 ATTARD, Emilio, Vida y muerte de UCD, Barcelona, Planeta, 1983, p. 57: “Su autor, quiero recordar, era Salvador Sánchez-‐Terán, que primeramente presidía la reunión y luego se incorporó Adolfo Suárez, y explicó el porqué de la misma, que era prolongación de los acuerdos del 28 de junio, poniendo de relieve que para operar en las Cortes había que actuar como partido, pues de otra suerte daríamos un espectáculo lamentable y así se funcionaría hasta la celebración del I Congreso que en su caso refrendaría personas y órganos porque no podíamos abandonar a los hombres que habían colaborado en nuestra campaña”.
Carlos González Martínez
242
Luis Álvarez, por Adolfo Suárez, Miguel Doménech y el propio Sánchez-‐Terán, y
presentados en el registro oficial del Ministerio de Gobernación el día 6 de
agosto 786 . De esta manera, el 12 de agosto de 1977, la Unión de Centro
Democrático quedó inscrita como partido político787. Finalmente, como presidente
del nuevo organismo, Adolfo Suárez designó “a los miembros de un Comité de
Programación: José Luis Álvarez, Rafael Arias Salgado, Leopoldo Calvo-‐Sotelo,
Íñigo Cavero, Manuel Clavero, Antonio Fontán y Federico Mayor Zaragoza, así
como a una terna de secretarios adjuntos a la presidencia del partido, Salvador
Sánchez-‐Terán, Arturo Moya y Gonzalo Casado”788.
La presencia de Sánchez-‐Terán, tanto en el reducido grupo de personas que
elaboraron los estatutos, como en el Comité de Programación del partido, son
muestras de la confianza que el presidente depositó en él durante los primeros
meses de vida de la UCD. Años después, el político riojano reconocería que “aquella
entrevista de primeros de julio de 1977 fue el comienzo de una profunda amistad y
compenetración con Adolfo Suárez, que duró toda nuestra común etapa política y
que se ha mantenido hasta la última conversación que mantuvimos pocos días
antes de caer definitivamente enfermo”789. De entre las razones que condujeron al
nombramiento de Sánchez-‐Terán como coordinador del proceso de unificación de
la UCD, cabe destacar tres: la valoración positiva que el presidente, y la clase
política en general, hacían de su labor al frente del Gobierno Civil de Barcelona; su
experiencia en tareas de organización y dirección de movimientos juveniles y entes
empresariales; y el hecho de no estar adscrito a ningún partido dentro de los 786 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición…op. cit., p. 189. 787 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 220: “Ese mismo mes, se aprobaron en la Moncloa, en pleno Consejo de Ministros, los estatutos de los dos grupos parlamentarios –el del Congreso y el del Senado-‐, y el 12 de agosto, el Ministerio del Interior, como fue rebautizado el de Gobernación, inscribía a UCD en el registro de partidos políticos. Se forma una primera junta directiva, presidida por Adolfo Suárez, y el mes siguiente se crea el Consejo Político. Hasta diciembre, tras fuertes presiones y no poca resistencia, no se aprueba la disolución de los partidos integrantes en la antigua coalición”. 788 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 264: “El 6 de agosto, los estatutos son presentados por Salvador Sánchez-‐Terán en el Ministerio del Interior y la UCD es oficialmente legalizada e inscrita en el registro de los partidos el 12 de agosto de 1977”. 789 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
243
integrados en la coalición, lo que le dotaba de cierta independencia a la hora de
actuar790. Sobre este último aspecto hemos de señalar también que, a pesar de no
integrarse en ningún grupo, poseía una ideología que se adecuaba bastante bien a
la concepción de centro político que pretendía implantar Suárez en la UCD791. Un
centro político que, con motivo de las elecciones de 1977, Leopoldo Calvo-‐Sotelo
definió, como una propuesta electoral de “posición moderada, como la que
representan los partidos no marxistas preponderantes en Europa, de filiación
democratacristiana, liberal y socialdemócrata, para apoyar en las próximas Cortes
la política del presidente Suárez, en la consolidación definitiva y pacífica de una
democracia estable en España”792.
En su reunión del 12 de septiembre de 1977, el Consejo Político de la UCD
eligió a los miembros del primer Comité Ejecutivo del partido. Salvador Sánchez-‐
Terán, que se encontraba inmerso en la recta final de la negociación con Josep
Tarradellas y los parlamentarios catalanes, fue designado secretario de
Organización. Las restantes secretarías fueron ocupadas por Álvaro Alonso-‐
Castrillo (Relaciones Económicas), Manuel Fraile (Programas), Carmela García
Moreno (Acción Cultural), Arturo Moya (Acción Electoral) y Gonzalo Casado
(Organizaciones Cívicas)793. Desde su nuevo cargo, Sánchez-‐Terán impulsó la
campaña “UCD en marcha”, que tenía como principal objetivo promover la
afiliación entre los ciudadanos794. En el fondo se trataba de dar respuesta a la
excesiva dependencia electoral, no reconocida por muchos “barones”, que el
partido tenía con respecto a la figura de Suárez. A nivel nacional ese problema
carecía de importancia, pero de cara a las elecciones municipales, la escasa
790 Ibid. 791 Ibid: “Ya he dicho que no pertenecía a ningún grupo o partido concreto. Y que mis raíces ideológicas estaban próximas al Grupo Tácito y a la tendencia socialdemócrata. Podría decirse que me encontraba “muy centrado” en el amplio espectro de UCD. Está claro que originariamente no era un hombre de Suárez, ni del Movimiento. Pero mi lealtad al Presidente era plena y así lo entendían los compañeros de partido. 792 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 291. 793 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 265. 794 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 234: “UCD necesitaba multiplicar sus cuadros y sus bases, echar raíces en la vida local y promocionar la imagen de sus posibles candidatos”.
Carlos González Martínez
244
implantación local preocupaba tanto a al Consejo Político como a los miembros del
Ejecutivo795.
La campaña recorrió España durante el otoño de 1977, explicando el
documento ideológico de UCD, su organización y sus objetivos políticos.
Participaron todos los ministros y altos cargos del partido, incluido Adolfo Suárez,
que protagonizó los actos de Almería y Murcia796. “La jornada se celebró en casi
todas las provincias con el objetivo de dar a conocer el partido. Se presentaban los
estatutos y el programa político, tarea en la que participaban tanto los
representantes provinciales como algún político de ámbito nacional. El logotipo de
aquella campaña –como recordando mi etapa en RENFE-‐ era un tren en
marcha”797. Esta iniciativa no hacía más que responder a la misión básica que debía
cumplir como secretario de Organización: estructurar el partido en las cincuenta
provincias y promover la captación de militantes798. Al fin y al cabo, era una tarea a
la que ya se había enfrentado en su momento como dirigente de la Acción Católica
y, poco después, en PROLESA799. Suárez, del mismo modo que conocía su condición
de buen negociador –de ahí el encargo de resolver la cuestión de Tarradellas-‐,
795 Ibid, p. 220: “En informes realizados para la presidencia del Gobierno se advierte del peligro que acecha desde su origen a UCD, definida como «una agrupación aglutinada bajo la personalidad y atractivo electoral del presidente Suárez, lo cual significa que su suerte está muy ligada a la peripecia personal de quien sirve de elemento integrador». El entonces subsecretario de Gobernación, Eduardo Navarro, afirmó años después que UCD había nacido «con un grave problema enroscado en los huesos», que a la postre acabaría destruyendo su organismo, un problema irresoluble de descompensación entre Suárez, «que consiguió los votos», y los políticos de los partidos originarios de la coalición, que fueron quienes, junto a los independientes o «azules», se llevaron los escaños. Y añade que «fue Suárez y sólo Suárez quien sacó el 90 por ciento de los votos que obtuvo UCD en las primeras elecciones»”. 796 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 22 de junio de 2009. 797 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012. 798 Ibid: “Es cierto que, en algunos lugares, los partidos que integraron la coalición contaban ya con algunos afiliados, pero en cantidades poco significativas”. 799 Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013: “Tenía rasgos de buen organizador. No era un teórico de la política, sino una persona apta para la organización, y tenía experiencia organizativa. Aunque yo su vida anterior a la política no la conozco, es bastante probable que hubiera participado en labores de este tipo. Y todo esto, por su puesto, se veía favorecido por su condición de ingeniero. En definitiva, creo que Suárez lo eligió por motivos organizativos”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
245
sabía de sus cualidades como organizador800 . Por esa razón le situó en la
Secretaría, labor para la que le fue muy útil su formación como ingeniero801.
Desde Organización era, además, el encargado de preparar las reuniones
que mantenían los miembros del Comité Ejecutivo con Adolfo Suárez cada dos
semanas802. La temática de los encuentros celebrados en la Moncloa era muy
variada, si bien lo que más preocupaba al presidente era la cuestión económica y
aquellos aspectos relacionados con la afiliación y la implantación en las distintas
circunscripciones803. El primero de esos asuntos se solucionó en buena medida
gracias a la ayuda que, por la mediación de don Juan Carlos, llegó de algunos países
árabes. En concreto, cabe destacar la carta enviada por el Rey al Sha de Persia
apenas una semana después de las elecciones del 15J, en la que consideraba la
consolidación del partido construido en torno a Suárez como un elemento clave
para la estabilidad del país. A finales de 1977, la Unión de Centro Democrático
recibió los diez millones de dólares que don Juan Carlos había solicitado a su
homólogo persa Reza Pahlevi804. En total, las monarquías árabes aportaron, en
800 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “Apenas me sorprende porque Salvador ya en ese momento estaba demostrando que era muy todoterreno por su capacidad de gestión y de organización. Y eso, muchas veces, los políticos no lo tienen. Hay muchas veces que el político es ideólogo, creativo, se le ocurren cosas… pero la capacidad de gestionar el día a día, de organizar, de llevar el método y la sistemática de la que hablábamos antes, Salvador la ha tenido siempre. Tal vez eso pudo influir; y desde luego el conocimiento por parte de Adolfo de todo esto”. 801 Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “Él tiene la condición de ingeniero de caminos, lo que imprime carácter. El buen ingeniero es un hombre bien estructurado, muy organizado, por lo que para un secretario de organización está muy bien elegir uno. Salvador tenía las ideas muy claras, sabía lo que hay que hacer: era rígido en los principios y flexible en la acomodación de esos principios. Además, en la política y en la vida hay una cosa muy importante, ser una persona de fiar. Y Sánchez-‐Terán es una persona de la que te puedes fiar y en la que puedes confiar”. 802 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012: “Además, cada dos semanas los dirigentes de UCD nos reuníamos con Suárez en la Moncloa, y yo, como secretario de Organización, era el que preparaba esos encuentros”. 803 TEZANOS, José Félix; COTARELO, Ramón y BLAS, Andrés, op. cit., p. 476: “En los primeros meses de 1978 se establecieron los primeros elementos de un aparato y una estructura central, y se inició oficialmente, bajo la dirección de un responsable provisional de organización, Salvador Sánchez-‐Terán, la actividad de proselitismo”. 804 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 236: “Todas estas preocupaciones saltan a la vista en la carta que, tan sólo una semana después del 15-‐J, le dirigió el Rey al Sha Reza Pahlevi de Persia solicitándole diez millones de dólares para la financiación de UCD «como tu contribución personal al fortalecimiento de la Monarquía española». Esta ayuda permitiría al primer ministro,
Carlos González Martínez
246
concepto de donación, setecientos setenta millones de pesetas a las arcas de la
UCD805.
También Sánchez-‐Terán, mediante sus contactos con varios líderes del
Partido Popular Europeo, trató de conseguir para la UCD una ayuda similar a la
que el PSOE recibía de la Internacional Socialista806. Sin embargo, la falta de
acuerdo entre las distintas corrientes ideológicas, impidió la integración del
partido en esa estructura internacional, lo que redujo notablemente la cuantía de
los fondos recibidos807 . De hecho, el propio Helmuth Kohl, en uno de los
encuentros que mantuvieron en el otoño de 1977, mostró especial empeño por
lograr su integración en el Partido Popular Europeo, a lo que Sánchez-‐Terán
respondió que la UCD no estaba compuesta únicamente por democristianos, sino
también por socialdemócratas y liberales808.
Precisamente, la existencia de varias corrientes dentro del partido comenzó
a generar problemas pocos meses después del 15J. La primera crisis se produjo el
27 de septiembre, como consecuencia de la dimisión del ministro de Relaciones
con las Cortes. El liberal Ignacio Camuñas quiso mostrar así su oposición frontal a
la disolución de los antiguos partidos promovida por el presidente. “Sus quejas son
dobles: no acepta la fusión impuesta por Suárez y tampoco admite que el grupo
Adolfo Suárez, en quien el Rey decía tener «full confidence», contar con un verdadero partido y ponerlo al servicio de la consolidación de la Monarquía y la estabilidad del país”. 805 Ibid, p. 237: “Los setecientos setenta millones de pesetas donados por varias monarquías árabes se recibieron en la Zarzuela, de donde había partido la gestión, y de allí fueron trasladados en dos coches a la Moncloa, puesta sobre aviso de la llegada del dinero, recibido justo a tiempo para que UCD pudiera encarar el futuro inmediato con cierta holgura económica”. 806 Ibid, p. 234: “A UCD no le iba a ser fácil conseguir el dinero necesario para financiar una nueva campaña electoral, mientras que su principal rival, el PSOE, recibía un generoso apoyo de los grandes partidos socialdemócratas afiliados a la Internacional Socialista, principalmente del SPD alemán y su red de fundaciones. En la reunión que mantuvo en la sede del SECED el año anterior, Suárez cifró en doscientos cincuenta millones de pesetas la ayuda económica que el PSOE recibía del exterior”. 807 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de diciembre de 2012: “Yo no era el encargado de finanzas, pero si puedo decir que, por no integrarnos en el Partido Popular Europeo, apenas recibimos fondos de Europa, pero si de algunos países árabes”. 808 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 22 de junio de 2009.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
247
parlamentario sea considerado como un mero instrumento al servicio de la política
gubernamental, como pretende Fernando Abril Martorell”809 . Finalmente, los
partidos miembros de la antigua coalición quedaron disueltos a principios del mes
de diciembre, poco después de que el Consejo Político les diese un plazo de ocho
días para llevar a cabo la operación810. Si bien la UCD no desapareció hasta 1982,
pueden rastrearse en sus primeros pasos los motivos que llevarían a la deserción
masiva de sus miembros. Adolfo Suárez reconocería más tarde que no dio con la
clave para construir un partido político, mientras que los líderes de las distintas
“familias” no supieron calcular el verdadero peso electoral de sus corrientes
ideológicas811. Sobre esta última cuestión, hemos de destacar, como un hecho
significativo, la resistencia de algunas personas -‐algunos incluso ministros-‐ a
desmontar sus “reinos de taifas” en pro de un proyecto político más amplio y con
mayores garantías de éxito.
La aventura de Sánchez-‐Terán al frente de la Secretaría de Organización de
la UCD tocó a su fin en marzo de 1978. Al ser nombrado ministro de Transportes y
Comunicaciones en febrero, entendió que su nuevo cargo era incompatible con la
labor dentro del partido. Por esa razón, presentó su dimisión de sus
responsabilidades internas al presidente: “Fue una decisión exclusivamente
personal. Yo entendí que me hacía cargo de un ministerio recién creado –seis
meses antes-‐ que había que estructurar y dinamizar para la reactivación
económica y del que yo conocía muy bien las áreas de transporte ferroviario y por
carretera, pero asumía también aviación civil, marina mercante, pesca, correos,
telecomunicaciones y meteorología, nuevas para mí. Era una ingente tarea que me
809 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 267. 810 Ibid: “El 2 de diciembre de 1977, el Consejo Político de la UCD pide a los antiguos partidos de la coalición, que todavía sobreviven a pesar de la existencia oficial de la UCD como partido, que se disuelvan en el plazo de ocho días. Convencidos por Adolfo Suárez, Francisco Fernández Ordóñez y Joaquín Garrigues votan con la mayoría, abandonando a su antiguo colega Ignacio Camuñas. El 7 de diciembre el Comité Ejecutivo vota también a favor de la disolución de los antiguos partidos”. 811 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 220: “El primero en admitirlo fue le propio Suárez. «No he sabido hacer un partido», declaró muchos años después en un entrevista televisiva, al hacer balance de los aciertos y los fracasos de su vida pública. De estos últimos, el mayor había sido, en su opinión, su incapacidad para crear o dirigir un partido político”.
Carlos González Martínez
248
exigía plena dedicación. Y el organizar el incipiente partido UCD también
necesitaba mucho tiempo y viajes, además de la vida parlamentaria. Por
honestidad política decidí dimitir de la Secretaría de Organización y que se buscara
a otra persona para desempeñarla, que tras varias gestiones complejas, recayó en
la excelente decisión de nombrar a Rafael Arias-‐Salgado. Suárez y Abril se
sorprendieron mucho de mi decisión y no la entendieron «del todo» pero la
aceptaron y respetaron”812.
Su sustitución no fue rápida ni sencilla, e incluso llegó a provocar una dura
competencia entre los dos candidatos a la Secretaría de Organización: Arturo Moya
y Rafael Arias Salgado813. En una primera reunión en la Moncloa, presidida por
Adolfo Suárez y con la presencia de los hombres más influyentes del partido –
Fernando Abril, Landelino Lavilla, Rodolfo Martín Villa, Fernando Fernández
Ordóñez, Joaquín Garrigues, Pío Cabanillas y Salvador Sánchez-‐Terán-‐, no se llegó a
un candidato de consenso814. Finalmente, el elegido por Suárez para la Secretaría
de Organización fue el socialdemócrata Rafael Arias Salgado, que gozaba de la
confianza de Fernando Abril Martorell815.
Años después, reflexionando sobre su etapa en la Secretaría de
Organización, valoraba así su dimisión: “Varias veces a lo largo de mi vida he
pensado si acerté en aquella ocasión. Creo que sí, aunque mi antiguo conocido de
política, Gregorio Peces-‐Barba, me comentó en el Congreso de los Diputados, que
pensaba que Suárez se había equivocado al llevarme al Gobierno, porque yo era
812 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2013. 813 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 268: “Después de la crisis ministerial de febrero de 1978, Sánchez-‐Terán deja vacante su puesto de número dos del partido, lo que provoca una lucha abierta por la sucesión entre Arturo Moya y Rafael Arias-‐Salgado, ambos pertenecientes al área socialdemócrata. Protegido por Fernando Abril, que convence a Suárez, Arias-‐Salgado es elegido en mayo secretario general de la UCD por el Consejo Político”. 814 MARTÍN VILLA, Rodolfo, op. cit., p. 83. 815 SUÁREZ, Adolfo Y HERNÁNDEZ, Abel, Fue posible la concordia, Madrid, Espasa, 1996, p. 202: “A Salvador Sánchez-‐Terán se le nombró coordinador general y secretario de organización, puesto que pasó a ocupar meses después Rafael Arias-‐Salgado al ser nombrado Salvador Sánchez-‐Terán ministro de Transportes”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
249
mucho más necesario en el partido”816. De la misma opinión era Josep Tarradellas,
quien, en una conversación privada, llegó a manifestarle al ministro del Interior su
convencimiento de que Sánchez-‐Terán se equivocaba al tratar de ser ministro817. Si
bien el desarrollo de la democracia en España ha terminado por consolidar a los
partidos políticos como centro del sistema, es comprensible que hombre
procedente de la Administración del Estado, tuviera en más estima un cargo en el
Gobierno que en el seno de la UCD. Como diría Rodolfo Martín Villa, “por aquel
entonces dábamos más importancia a la Administración y al Gobierno que al
partido”818. Incluso el propio Suárez quien, salvando las distancias, tenía una
trayectoria política similar a la de Sánchez-‐Terán, no percibió la importancia de los
partidos hasta el final de su mandato presidencial819. Ahora bien, esa mentalidad
pro gubernamental no empaña la labor que, entre septiembre de 1977 y febrero de
1978, llevó a cabo al frente de la Secretaría de Organización. En ese periodo,
además de formar los cincuenta comités provinciales, elevó el número de afiliados
por encima de los 60.000, dejando una estructura capaz afrontar con garantías las
primeras elecciones municipales desde el periodo republicano820.
816 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2013. 817 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012: “Recuerdo una conversación con Tarradellas que me dijo: «Yo creo que Sánchez-‐Terán se equivoca tratando de ser ministro cuando lo que debe pretender es seguir siendo secretario de Organización del partido». Para él, era más importante ser el número dos de UCD tras Adolfo Suárez, el hombre-‐partido, al fin y al cabo, que una silla en el Consejo de Ministros. Yo en aquel momento hubiera tomado una decisión parecida a la de Salvador Sánchez-‐Terán. Sus pretensiones iban tras el gobierno y, en cuanto pudo, fue ministro. Hoy parece claro que hubiera sido más importante dentro del partido, pero eso, como en tantas cosas, acertar a toro pasado es relativamente sencillo. 818 Entrevista a Rodolfo Martín Villa, 20 de junio de 2012. 819 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 220: “El presidente del Gobierno nunca superó del todo sus prejuicios antipartidos que formaban parte de su educación política en el Movimiento nacional. Ya en democracia, no pudo evitar ver en los partidos –especialmente en el suyo-‐ un mal endémico del sistema, que asumió con resignación. A su vez, su desconfianza hacia la curia ucedista, en parte heredada de las organizaciones fusionadas en la coalición, puso a muchos dirigentes de UCD en guardia contra las pretensiones hegemónicas del presidente”. 820 “UCD quiere superar los cien mil militantes”, Pueblo, 17/4/1978.
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4.2. Los Pactos de la Moncloa.
En el periodo que va desde las elecciones del 15J hasta la crisis de gobierno
de febrero de 1978, hemos de destacar también la presencia de Sánchez-‐Terán en
las reuniones de los Pactos de la Moncloa. Participó “en las dos sesiones plenarias,
no tanto como asesor personal del presidente sino como miembro de la terna de
UCD”, de la que también formaban parte Leopoldo Calvo-‐Sotelo y José Pedro Pérez
Llorca821. Además, como tendremos ocasión de desarrollar en el capítulo siguiente,
su política ministerial se desarrolló en plena consonancia con los acuerdos. Por
tanto, los Pactos de la Moncloa, acontecimiento clave en el conjunto de la
Transición, fueron también un elemento reseñable dentro de la biografía política
de Salvador Sánchez-‐Terán.
El retorno de la democracia a España se produjo en un contexto de crisis
económica que, a mediados de 1977, presentaba unas cifras alarmantes822. La
inflación anual, situada en torno al 25%, superaba ampliamente el doble de la
media de los países de la OCDE, llegando en julio y agosto a alcanzar el 42%823. A
esto hemos de añadir una deuda exterior superior a los 12.000 millones de
dólares, así como una ralentización del crecimiento de la producción, la pérdida de
competitividad de las empresas nacionales y un aumento en la cantidad de
desempleados, que alcanzaba el millón de personas en septiembre de 1977824. Los
821 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012. 822 FUENTES QUINTANA, Enrique, “Todas las preguntas y todas las respuestas sobre los Pactos de la Moncloa”, en Diario16 (1984), p. 493: ““Esa oportunidad democrática llegaba con la indeseable compañía de una grave crisis económica abierta en 1973 y no resulta y agudizada en 1977. Coincidencia que repetía la que ya se había dado en el pasado, cuando en 1931 la gran depresión acompañó a la oportunidad democrática de la Segunda República”. 823 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., pp. 205-‐206: “El problema económico en el verano del 77, tras las primeras elecciones generales, llegaba a una situación insostenible. La inflación anual superaba el 25 por ciento –en los meses de julio y agosto alcanzó el 42 por ciento-‐; y se perdían 100 millones de dólares diarios de reservas exteriores, en los últimos años de la crisis se habían acumulado más de 12.000 millones de dólares de deuda exterior, se producía una clara pérdida de competitividad de las empresas, y la estructura productiva de muchos sectores industriales estaba irremediablemente dañada”. 824 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 204: “La tasa de inflación oscila entre el 20 y el 30 por 100 anual, dos veces superior a la media de los países de la OCDE. El déficit de la balanza de pagos
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
251
primeros síntomas de la crisis se dejaron notar cuatro años antes, como
consecuencia del aumento en el precio de los hidrocarburos y el correspondiente
desequilibrio que esto generó en la balanza de pagos825. Sin embargo, la situación
sociopolítica del país no aconsejaba adoptar, en ese momento, medidas de ajuste
similares a las asumidas por otros miembros de la OCDE. Los sucesivos gobiernos,
plenamente volcados en dar respuesta a las cuestiones políticas, pospusieron la
solución de la crisis económica, lo que contribuyó a agravar los problemas826.
Con el fin de dar solución a una situación casi insostenible, el vicepresidente
económico, Enrique Fuentes Quintana, aconsejó a Suárez la elaboración de un plan
de reformas para hacer frente a la crisis. El documento, que llevaba por título
“Programa de saneamiento y reforma económica”, fue redactado a principios de
septiembre por el propio Fuentes Quintana, que contó con la colaboración de
Manuel Lagares, subsecretario del Ministerio, y Luis Ángel Rojo, director del
Servicio de Estudios del Banco de España. El 18 de septiembre, Adolfo Suárez y
Enrique Fuentes Quintana se reunieron durante más de diez horas para estudiar
un texto que, al día siguiente, fue presentado ante los vicepresidentes Gutiérrez
Mellado y Abril Martorell, Francisco Fernández Ordóñez (Hacienda), Landelino
Lavilla (Justicia); Alberto Oliart (Industria y Energía), Juan Antonio García Díez
(Comercio) y José Manuel Otero Novas (Presidencia)827. Además de explicar el
documento, Fuentes Quintana trató de hacer ver a los miembros del Gobierno la
conveniencia de pactar la solución a la crisis con las restantes fuerzas políticas. Con alcanza los 4.000 millones de dólares y la deuda exterior es superior a los 13.000 millones de dólares. La ralentización del crecimiento de la producción -‐2,5 por 100-‐, incrementa el número de parados, que alcanza la cifra fatídica de un millón al acabar el verano de 1977”. 825 Ibid: “El gobierno considera que la crisis es resultado de tres factores concomitantes: el aumento del precio del petróleo con el consiguiente desequilibrio de la balanza de pagos; el aumento salarial debido a las reivindicaciones del mundo obrero; y la vuelta de los emigrantes, que tiene el doble efecto negativo de limitar las divisas extranjeras y aumentar el paro”. 826 Ibid, pp. 202-‐203: “Amplios sectores industriales se ven afectados por la crisis y necesitados de una importante y dolorosa reconversión. Esta fragilidad es acentuada por el comportamiento de la sociedad española, que, al llegar la transición, no ha sacado las conclusiones de la multiplicación por cuatro del precio del petróleo y siguen viviendo por encima de sus posibilidades (…) A estas dos causas, económica la primera y social la segunda, viene a añadirse la pasividad del gobierno que, por lo delicado del momento político, no acaba de tomar las decisiones adecuadas”. 827 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 208.
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252
esta medida pretendía alcanzar dos objetivos: por un lado dar continuidad, en el
medio y largo plazo, a las reformas profundas que debían acometerse; y, por otro,
generar un clima de entendimiento y diálogo que allanara el camino para la
elaboración de la Constitución828 . “Una parte del Gobierno pensaba que el
Programa debía ser tramitado en las Cortes con los correspondientes proyectos
legales y que esa era la misión de un Gobierno –el de UCD, con apoyos
minoritarios-‐ que debía demostrar que, de verdad, gobernaba. Fuentes Quintana,
opinaba que el «Programa» debía ser aprobado por el conjunto de fuerzas políticas
emanadas de las elecciones, como una expresión de la política de consenso. El
vicepresidente argumentaba que no bastaba una simple mayoría para adoptar tan
importantes y profundas medidas; que el fundamento económico de una
democracia estable exigía un pacto de Estado y no una política de partido”829.
Finalmente, tanto Adolfo Suárez como los otros dos vicepresidentes,
Gutiérrez Mellado y Abril Martorell, mostraron su conformidad con la propuesta
de Fuentes Quintana. Este respaldo hizo posible que el “Programa de saneamiento
y reforma económica” fuera enviado a los distintos grupos parlamentarios, al
tiempo que se les convocaba a unas jornadas de trabajo que tendrían lugar en el
palacio de la Moncloa los días 7 y 8 de octubre830. Todo esto fue acompañado por la
aprobación, por parte del Consejo de Ministros, de una serie de medidas de
carácter económico que deberían llevarse al Congreso en caso de acuerdo con las
restantes fuerzas políticas831.
828 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., pp. 205-‐206: “Los argumentos de Enrique Fuentes Quintana eran cuatro: la gravedad de la crisis es tal que no puede ser resuelta por un solo partido, aunque tuviese la mayoría absoluta, lo que ni siquiera es el caso de la UCD; más allá de las decisiones urgentes que se han de tomar a corto plazo, el país necesita reformas en profundidad, a medio y largo plazo, que deben ser aceptadas por el conjunto de las fuerzas políticas; el gobierno y la UCD deben estar seguros de la colaboración de las fuerzas políticas y sociales para poder consagrarse a fondo a la tarea primordial de la redacción de la Constitución; más allá del pacto social entre fuerzas políticas, los futuros acuerdos deberán tener un contenido político, e incluso institucional, que cubra el vacío jurídico existente hasta que se apruebe la Constitución”. 829 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 208. 830 Ibid, pp. 208-‐209. 831 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 228: “El 6 de octubre, el Consejo de Ministros aprobaba el paquete de medidas que debía respaldar el pleno del Congreso, una vez fuera discutido
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
253
A las diez de la mañana del 7 de octubre, dos días después de la publicación
en el BOE del Real Decreto-‐Ley que restablecía la Generalitat de Cataluña, “se
reunían los líderes políticos de los partidos parlamentarios, bajo la presidencia de
Suárez, y con la presencia de los tres vicepresidentes y de los ministros de
Hacienda, Justicia, Interior y Comercio. Allí estaban Felipe González, Joan Reventós,
Josep Maria Triginer, Manuel Fraga, Enrique Tierno, Juan Ajuriaguerra, Jordi Pujol
y Santiago Carrillo como líderes de sus respectivos grupos parlamentarios,
acompañados de otros dirigentes de sus respectivos partidos, como Leguina, Solé
Tura, Tamames, Miquel Roca, etc. El partido del Gobierno –UCD-‐ también se sentó
a la mesa de los pactos, representado por Calvo-‐Sotelo, Pérez Llorca y por mí”832.
En el seno del Consejo de Ministros reinaba cierto pesimismo en torno a la
asistencia de algunos líderes políticos, especialmente en el caso de Felipe González,
que no parecía muy dispuesto a pactar con el Gobierno833. Sin embargo, Adolfo
Suárez llevó a cabo las gestiones necesarias para asegurarse la presencia de todos
ellos, incluidos los socialistas834.
Era tal el ambiente de escepticismo que, en la mañana del mismo día 7, poco
antes de la hora de comienzo, el ministro de Hacienda le comentó al presidente:
“Aquí no va a venir nadie”. Suárez, convencido de todo lo contrario, le respondió:
con los líderes de los principales partidos y sindicatos. De momento, nadie sabía oficialmente en qué consistía el plan gubernamental”. 832 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 209. 833 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 230: “El encuentro entre el Ejecutivo y los líderes políticos tuvo lugar el fin de semana del 8 y 9 de octubre. Al final acudieron todos, incluidos los socialistas. Felipe González se mostraba muy remiso a participar en la reunión convocada en la Moncloa, pero cuando se enteró de que el PCE asistiría decidió que el PSOE no podía quedarse fuera. Así lo contó años después el propio Suárez dieciséis años después en una conversación particular (…) Carrillo confirma en sus memorias tanto las reticencias de los socialistas a acudir a la Moncloa, motivo de grave preocupación del presidente, como el cambio de actitud del PSOE al saber que el PCE estaba dispuesto a pactar con el Gobierno”. 834 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 209: “Todos asistirían a la convocatoria presidencial, pero, aunque no se hayan escrito detalles, podemos afirmar que Suárez hizo las gestiones oportunas, algunas de ellas muy significativas, para garantizar la asistencia de todos los partidos”.
Carlos González Martínez
254
“Van a venir y van a pactar”835. Tenía razón. Con cierto retraso sobre el horario
previsto, pero con la presencia de todos los grupos parlamentarios, tuvo lugar la
primera sesión836. Nada más comenzar, el vicepresidente Fuentes Quintana hizo un
ejercicio de transparencia ante los líderes de los partidos políticos837. Les expuso la
gravedad de la situación -‐bastante más crítica de lo que imaginaban-‐, haciéndoles
ver que el objetivo de la reunión no era otro que buscar la solución a los tres
grandes problemas de la economía española: inflación, paro y déficit del sector
exterior838.
Las restantes sesiones de los días 7 y 8 de octubre estuvieron centradas en
el estudio y debate del “Programa” presentado por el Gobierno. Como recordaba
años después Sánchez-‐Terán: “Luego vino una negociación compleja dirigida por el
vicepresidente Abril, con la colaboración de expertos de todos los partidos que
concretó los textos del «Programa de saneamiento económico y reforma de la
economía», que dividía su contenido en diez epígrafes y del Programa de Actuación
Jurídica y Política que incluía nueve apartados”839 . En líneas generales, el texto
elaborado por Fuentes Quintana y su equipo fue aceptado por los grupos
parlamentarios sin grandes alteraciones840. Así, al término de la segunda jornada,
se encargó a José Luis Leal y a Ramón Tamames la redacción de un documento que,
por petición expresa de los socialistas, se denominó “Resumen de trabajo”841. En
La Transición. Síntesis y Claves, Sánchez-‐Terán ha dejado escritas sus impresiones
sobre aquel fin de semana de trabajo en el palacio de la Moncloa: “Tal vez, la 835 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 228. 836 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 209. 837 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 230: “El Gobierno les informó de la situación social y económica y de la necesidad de una política de choque, diseñada por Enrique Fuentes Quintana y su equipo. Los datos puestos sobre la mesa resultaron aún peores de lo que muchos pensaban”. 838 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 203. 839 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012. 840 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 206: “”Gracias a la introducción de algunos cambios, los textos son aprobados por los representantes de la oposición parlamentaria, siendo redactado el texto final por José Luis Leal y Ramón Tamames”. 841 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 231: “Se avanzó mucho en la Moncloa aquel fin de semana, aunque los acuerdos alcanzados se plasmaron en un documento que, por indicación de un renuente Felipe González, se tituló escuetamente «Resumen de trabajo».
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
255
posición inicial más distante respecto a la idoneidad de los Pactos fuera la de
Felipe González, pero más por razones políticas que económicas. En todo caso, no
hubo una dura negociación en la mesa principal. El «Programa» fue aceptado por
unanimidad, sin objeciones o sin reservas significativas”842.
El jueves 13 de octubre, en una nueva reunión celebrada en el Salón de
Columnas de la Moncloa bajo la presidencia de Adolfo Suárez, se abordaron las
cuestiones de ámbito exclusivamente político. El Gobierno estaba decidido a
aprovechar el clima de entendimiento que se había generado el fin de semana
anterior para abordar aspectos relativos a terrorismo, orden público, televisión y
derechos fundamentales843. El presidente era plenamente consciente de que el
consenso en esos temas resultaría más difícil de alcanzar que en las materias
económicas, pero estaba dispuesto a hacer lo posible para cerrar también un gran
pacto político con la oposición844. Al margen de la profundidad de los acuerdos
alcanzados en ese ámbito, la reunión de aquel día contribuyó de manera decisiva a
consagrar un término casi desconocido en la España contemporánea: el
consenso845. En definitiva, la parte política de los Pactos de la Moncloa hizo posible
que el proceso de elaboración de la Constitución se desarrollara en un ambiente de
entendimiento846.
842 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 210. 843 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 211: “Más allá de aquel ambicioso programa económico, los Pactos de la Moncloa tienen un contenido propiamente político. Intentan limitar parcialmente los efectos de un cierto vacío jurídico-‐legislativo, a la espera de la aprobación de la Constitución, en particular en el ámbito de las libertades públicas de expresión, prensa, reunión, etc. La negociación de la parte política de los Pactos no presenta problema alguno, ya que la mayoría de esas libertades ya se respetaban de hecho desde hacía varios meses, aunque AP no aceptó firmarlos”. 844 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 231. 845 Ibid, p. 223: “El término consenso empezaba a usarse con frecuencia en el debate político español. Sus orígenes, sin embargo, eran muy recientes. Si apenas se utilizó hasta entonces es porque no hubo una política de consenso merecedora de tal nombre antes de la transición democrática”. 846 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 222: “Pero más allá de sus evidentes aciertos en política económica y social, los Pactos de la Moncloa tuvieron el efecto fundamental de crear el ambiente necesario para que la negociación y redacción de la Constitución se desarrollara en un ambiente sosegado”.
Carlos González Martínez
256
El pacto económico fue firmado, a las dos menos cuarto del día 25 de
octubre, en el palacio de la Moncloa847. Ante la atenta mirada de las cámaras de
TVE, Alberto Aza, director del gabinete del presidente, fue pasando el portafolio a
los presentes. Adolfo Suárez, Felipe González, Joan Reventós, Josep Maria Triginer,
Manuel Fraga, Enrique Tierno Galván, Juan Ajuriaguerra, Miquel Roca, Leopoldo
Calvo-‐Sotelo y Santiago Carrillo firmaron el documento 848 . “Como testigos
estuvieron presentes Enrique Fuentes Quintana, Fernando Abril Martorell,
Francisco Fernández Ordóñez, Rodolfo Martín Villa, Landelino Lavilla, Salvador
Sánchez-‐Terán, que en julio había sido nombrado asesor del presidente; Plácido
Fernández Viagas, Laureano López Rodó, Raúl Morodo, Fernando Morán, Emilio
Gascón, José Pedro Pérez-‐Llorca” 849. Dos días después, las principales fuerzas
políticas, excepto Alianza Popular, cerraron en el palacio de la Moncloa los
acuerdos políticos850. Además del presidente Suárez, estamparon su firma Juan
Ajuriaguerra (PNV), Leopoldo Calvo-‐Sotelo (UCD), Santiago Carrillo (PCE), Felipe
847 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 231. 848 VVAA, Memoria… op. cit., Madrid, Taurus, 1996, p. 257: “El 25 de octubre se firman los Pactos de la Moncloa. Los protagonistas son Adolfo Suárez, Felipe González, Joan Raventós, Josep Maria Triginer, Manuel Fraga, Enrique Tierno Galván, Juan Ajuriaguerra, Miquel Roca, Leopoldo Calvo Sotelo y Santiago Carrillo. En el acto estaban presentes también Enrique Fuentes Quintana, Fernando Abril Martorell, Francisco Fernández Ordóñez, Rodolfo Martín Villa (ministro de Interior), Landelino Lavilla (ministro de Justicia), Salvador Sánchez-‐Terán (asesor del presidente), Plácido Fernández Viagas (senador del PSOE), Laureano López Rodó, Raúl Morodo (PSP), Fernando Morán (PSP), Emilio Gastón (PSP), Josep Verde Aldea, José Pedro Pérez-‐Llorca (UCD) y Alberto Aza (jefe del gabinete técnico de Suárez, que pasaba de unos firmantes a otros el portafolios)”. 849 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 304. 850 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 211: “El acuerdo sobre el Programa de Actuación Jurídica y Política incluía nueve apartados, relacionados la mayoría de ellos con objetivos de política legislativa a corto plazo. El primero, se refería a la libertad de expresión, con medidas sobre la prensa y los secretos oficiales. El segundo, titulado Medios de Comunicación Social de Titularidad Estatal, establecía el proceso para elaborar un nuevo Estatuto Jurídico de RTVE, así como el tratamiento para las agencias de noticias, emisoras de radio y los demás medios de titularidad pública. El tercero y el cuarto definían los criterios para la reforma de la legislación del Derecho de Reunión y del Derecho de Asociación Política. Los apartados quinto, sexto y séptimo fijaban las reformas urgentes a introducir en el Código Penal relativas a los derechos de la mujer, a los delitos contra las Leyes Fundamentales, a las libertades públicas y a la revisión de las cuantías de determinadas penas; en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, relativa a la asistencia letrada al inculpado y en el Código de Justicia Miliar, con la reconsideración de los límites de las competencias de la jurisdicción militar. El artículo octavo establecía los criterios para la revisión parcial de la ley de Orden Público, y el noveno, las bases para la reorganización de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
257
González (PSOE), Miquel Roca (CDC), Enrique Tierno Galván (PSP), Joan Reventós
y Josep Maria Triginer (PSC-‐PSOE) 851.
Los acuerdos económicos fueron llevados por el Gobierno al pleno del
Congreso el 27 de octubre, donde se aprobaron con el respaldo de la inmensa
mayoría de los diputados; sólo se registró un voto en contra852 . El 11 de
noviembre, los senadores daban el visto bueno al “pacto económico de la Moncloa”,
con tres votos en contra y dos abstenciones853. Además, en su informe, el Senado
instaba a “su más rápido cumplimiento”854.
En todo ese proceso, Salvador Sánchez-‐Terán estuvo presente tanto en las
sesiones del 7 y 8 de octubre como en la firma de los acuerdos económicos.
Participó también, en calidad de diputado, en la votación celebrada en el Congreso
dos días después. Ahora bien, como él mismo ha reconocido: “en aquellas semanas
mi tarea básica era consolidar UCD en las diversas regiones y provincias y
851 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 206. 852 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., pp. 210-‐211: “El acuerdo sobre el programa de Saneamiento Económico y Reforma de la Economía, dividía su contenido en diez epígrafes: primero, la Política de Saneamiento económico: Presupuestos del Estado y de la Seguridad Social; política monetaria; política de precios; política de rentas y empleo. Segundo, la Reforma Fiscal: imposición sobre las personas físicas; restantes impuestos y estructura recaudatoria. Tercero, el perfeccionamiento del control del gasto público. Cuarto, la Política Educativa, orientada a la democratización del sistema educativo y a la gratuidad progresiva de la enseñanza. Quinto, la Política de urbanismo, de suelo y de vivienda. Sexto, la Reforma de la Seguridad Social; control y vigilancia de la gestión; inspección, financiación; prestaciones; ayuda familiar; seguro de desempleo; pensiones; seguridad social agraria, y salud y asistencia sanitaria. Séptimo, la Reforma del sistema financiero; órganos rectores del Banco de España; Cajas de Ahorros. Octavo, la Política agraria, pesquera y de comercialización: ordenación de cultivos; Ley de arrendamientos rústicos; política de precios; Ley de cooperativas y entidades asociativas agrarias; Ley de reforma y desarrollo agrario; Seguros agrarios; Cámaras agrarias; Cajas rurales; etc. Noveno, la Política energética y el Estatuto de la empresa pública. Décimo, los Criterios para la adaptación a las Instituciones Autonómicas”. 853 Ibid, p. 210: “Los pactos de la Moncloa constan de dos acuerdos: el Económico, suscrito por los partidos con representación parlamentaria el 25 de octubre, fue aprobado por práctica unanimidad en el Congreso de los Diputados el 27 de octubre –un voto en contra-‐ y por el Senado el 11 de noviembre –tres votos en contra y dos abstenciones-‐; y el Político, que fue igualmente suscrito por los partidos con la excepción de Alianza Popular, el 27 de octubre”. 854 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 231: “El 11 de noviembre, el Senado, tras una brillante intervención del ministro de Justicia en defensa de los pactos, otorgaba su respaldo al acuerdo firmado por las fuerzas políticas e instaba al Ejecutivo «a su más rápido cumplimiento»”.
Carlos González Martínez
258
organizar una amplia campaña de difusión, «UCD en marcha», que celebró actos
masivos prácticamente en todas las provincias y cuyo objeto era captar militantes
y estructurar los cuadros directivos. Toda esta labor no me permitió estar presente
en el desarrollo normativo de los Pactos”855. En resumen, si bien participó en los
principales acontecimiento que rodearon a los acuerdos, sus restantes ocupaciones
–organización de UCD y negociación para el restablecimiento de la Generalitat-‐ le
impidieron actuar de manera más activa en su desarrollo.
Los acuerdos tuvieron unas consecuencias inmediatas y beneficiosas en la
economía española, sentando las bases para la superación de la crisis. En el plazo
de un año, la inflación abandonaba los alarmantes índices de septiembre de 1977 y
se reducía a la mitad: un total de diez puntos856. Las medidas también afectaron a
la balanza por cuenta corriente, donde las previsiones de déficit pasaron de 5.000
millones de dólares a poco más de 2.000 millones. El equilibrio se terminó de
recuperar en 1979, con un saldo positivo propio de la etapa anterior a la subida de
precios de los hidrocarburos. Por último, en la parcela relativa a las reservas de
divisas del Banco de España se registró un notable incremento: de los 4.000
millones de dólares de 1977, a los 10.000 millones a finales de 1978857. Todo esto
contribuyó a generar un clima de confianza que redundó en beneficio de la
actividad empresarial y de la contratación de nuevos trabajadores858. Ahora bien,
como Sánchez-‐Terán ha señalado, “junto a su eficacia inmediata en cuanto al
tratamiento de la crisis económica, los Pactos tuvieron dos efectos positivos a largo
plazo: el primero, crearon las bases de unas nuevas relaciones laborales, con un
entendimiento entre las organizaciones sindicales y empresariales democráticas y
una negociación de los convenios colectivos sobre la inflación prevista –y no la
pasada-‐, que impulsaron la aprobación del Estatuto de los trabajadores y los
sucesivos acuerdos sindicatos-‐empresarios en la década siguiente. Y en segundo
855 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012. 856 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 211. 857 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 213. 858 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 211.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
259
lugar, el Acuerdo político significó la eliminación de los principales escollos a la
Democracia, heredados del Régimen de Franco, y la consolidación de una política
de consenso, que serviría de fundamento a la nueva Constitución”859.
Una vez retirado de la política, el propio Adolfo Suárez reconoció que los
Pactos de la Moncloa "hicieron posible la construcción de la democracia"860. Los
acuerdos económicos despejaron del horizonte el riesgo de una recesión que, sin
lugar a dudas, hubiera perjudicado notablemente el desarrollo de la naciente
España democrática. Como hemos comentado, las medidas aplicadas lograron dar
respuesta a problemas como la inflación o el déficit exterior, mientras que la
reforma fiscal hizo posible la inversión en educación y sanidad, bases del Estado
social861. A su vez, los acuerdos de ámbito político sentaron las bases para el
entendimiento en materia constitucional entre el Gobierno y los partidos con
representación parlamentaria.
Tan sólo la oligarquía financiera se mostró crítica con algunos aspectos de
los Pactos de la Moncloa, generando tensiones incluso en el seno del Ejecutivo. Los
ministros Oliart y Lladó, responsables de Energía y Transportes respectivamente
no dudaron en criticar abiertamente la política emprendida por Fuentes
Quintana862. La falta de entendimiento entre los encargados del área económica,
así como la dimisión del vicepresidente, obligó a Adolfo Suárez a realizar la
primera remodelación de Gobierno en febrero de 1978.
859 Ibid, pp. 211-‐212. 860 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 232. 861 Ibid: “Por más que los logros finales quedaran lejos de las expectativas creadas, los pactos sirvieron para encauzar el grave problema de la inflación, completamente fuera de control, y para impulsar una reforma fiscal imprescindible para afrontar los grandes y costosos retos sociales que la democracia tenía ante sí, por ejemplo, en educación y sanidad”. 862 ALONSO CASTRILLO, Silvia, Op. cit., p. 217: “Por parte de la oligarquía financiera, las presiones en contra de los Pactos y de la reforma fiscal se van haciendo cada día más explícitas. Alfonso Osorio abandona la UCD por su oposición a ambas decisiones. En el propio gobierno se oyen voces discordantes. Los Pactos, concebidos por Enrique Fuentes Quintana y apoyados por Fernando Abril Martorell, son criticados abiertamente por Joaquín Garrigues, mientras que los ministros Oliart y Lladó, procedentes del sector bancario, muestran un desacuerdo creciente con su vicepresidente económico”.
Carlos González Martínez
260
4.3. La crisis ministerial de 1978.
En su Declaración Programática de 11 de julio de 1977, el Gobierno salido
de las urnas había manifestado su intención de emprender una serie de reformas
económicas que permitieran poner freno al deterioro que sufría la economía
durante el último lustro863. Como hemos indicado en las páginas anteriores,
España se enfrentaba a una crisis cuya solución, pendiente desde 1973, no podía
retrasarse por más tiempo864. Si bien durante los meses de verano se aplicaron
algunas medidas de carácter inmediato, el verdadero grueso de la reforma –el eje
sobre el que giró el proceso de transición económica-‐ fue la puesta en práctica de
los Pactos de la Moncloa 865 . Una vez firmados por las distintas fuerzas
parlamentarias y obtenido el respaldo del Congreso y del Senado, los acuerdos
precisaban de un equipo económico con voluntad y capacidad para aplicarlos. Es
en ese punto donde radica la importancia de la crisis de Gobierno emprendida por
Adolfo Suárez en febrero de 1978. El presidente supo hacer frente a las
desavenencias entre los ministros económicos y, lo que es más importante, a la
dimisión del que fuera arquitecto de los Pactos de la Moncloa, Enrique Fuentes
Quintana, mediante una remodelación que introdujo en el Ejecutivo a un grupo de
personas capaz de llevar a término los objetivos fijados.
Hemos de situar el origen de la crisis en la dimisión de Fuentes Quintana,
vicepresidente segundo y ministro de Economía. La falta de entendimiento con los
863 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., Barcelona, Planeta, 2008, pp. 206-‐208: “La urgencia de abordar la crisis económica era tal que el nuevo Gobierno la consideró tarea prioritaria, y ya en su Declaración Programática de 11 de julio del 77 se anunciaron medidas importantes, adoptadas en fechas inmediatas, tales como la obligada devaluación de la peseta respecto al dólar –de 70, 09 a 87,33 pesetas el dólar-‐, medidas restrictivas de política monetaria y de urgente reforma fiscal –como un gravamen excepcional sobre el patrimonio-‐; control de precios mediante decreto, programa moderado de construcción de obras públicas y de viviendas sociales para combatir el paro y anuncio de medidas liberadoras del sistema financiero”. 864 FUENTES QUINTANA, Enrique, “De los Pactos de la Moncloa a la entrada en la Comunidad Económica Europea (1977-‐1986)”, en Revista de Economía 826 (2005) p. 39-‐71. 865 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 208: “Pero las cuestiones esenciales: un saneamiento económico en profundidad y las imprescindibles reformas estructurales no podían resolverse con estas medidas a corto plazo”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
261
responsables de los departamentos dependientes de su área, así como su deseo
por regresar a la vida académica –no se encontraba a gusto en el Gobierno, y
mucho menos en el partido-‐ hicieron que presentara su renuncia el 23 de febrero
de 1978866. Adolfo Suárez, que había manifestado en público y en privado su apoyo
al vicepresidente, hizo todo lo posible por conservarlo867. Llegó incluso a rechazar
por tres veces una dimisión sobre la que se especulaba desde hacía tiempo en los
círculos políticos y medios informativos. Tan solo al cuarto intento logró Fuentes
Quintana convencer al presidente868. Fue así como, apenas cuatro meses después
de la negociación entre Gobierno y partidos políticos con representación
parlamentaria, los Pactos de la Moncloa perdieron al que fuera su principal
impulsor869.
Ahora bien, Adolfo Suárez no tenía intención de echar por tierra el
contenido de los acuerdos. Consciente de que buena parte de su credibilidad ante
la oposición –y, en consecuencia, el éxito de los trabajos constitucionales-‐ dependía
de la puesta en práctica de la reforma económica, emprendió un plan de reajuste
ministerial orientado al desarrollo de los Pactos de la Moncloa870. Antes de
adentrarnos en el desarrollo de la crisis y en los sucesivos nombramientos, hemos
866 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., pp. 220-‐221: “La salida de Enrique Fuentes Quintana se explica por razones a la vez del entorno político desfavorable y por cuestiones personales. Según José Luis Leal: «Enrique Fuentes Quintana muchas veces ha declarado que realmente tenía muchas dificultades para hacer que los ministros económicos se coordinaran y que siguieran unas pautas de comportamiento disciplinadas, y en parte yo creo que fue por eso por lo que dimitió. Fue un elemento muy importante en una persona de carácter fundamentalmente técnico»”. 867 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 241: “El 24 de febrero se hizo pública la dimisión del vicepresidente para Asuntos Económicos y artífice de los Pactos de la Moncloa, Enrique Fuentes Quintana. La prensa venía especulando ya con esa posibilidad y con el rechazo que la política del vicepresidente provocaba en el Gobierno y en ciertos sectores del partido. De nada sirvió que Suárez ratificara poco antes su apoyo al profesor Fuentes Quintana. Era una dimisión que muchos daban por descontada desde tiempo atrás, casi desde su nombramiento, porque los más avisados dudaban de que un hombre como él, acostumbrado a ejercer sin cortapisas su autoridad intelectual y académica, aguantara mucho tiempo las servidumbres de la vida política. 868 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de junio de 2009. 869 LÓPEZ RODÓ, Laureano, Claves… op. cit., p. 361: “A los siete meses de constituir Adolfo Suárez su segundo Gobierno, hizo, el 24 de febrero, una crisis bastante profunda. Los hechos más notorios fueron la salida del Vicepresidente para Asuntos Económicos, Enrique Fuentes Quintana, artífice de los Pactos económicos de la Moncloa, que fue sustituido por Fernando Abril Martorell”. 870 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 24 de junio de 2009.
Carlos González Martínez
262
de reiterar que fue únicamente la dimisión de Fuentes Quinta la que llevó al
presidente a emprender cambios en el Gobierno: Adolfo Suárez no tenía en mente
relevar a ningún alto cargo del Ejecutivo, al menos en los ministerios
económicos871. Sólo cuando se encontró ante la necesidad de buscar un sustituto
para el vicepresidente saliente, se decidió a reformar por completo el área
económica y acelerar, en la medida de lo posible, la puesta en marcha de los
acuerdos872. A esto contribuyó la presión de la oposición sobre el Gobierno en
relación al cumplimiento de los Pactos, pues cuatro meses después de firmarlos
apenas se había desarrollado su contenido873.
En definitiva, Adolfo Suárez aprovechó la dimisión de Enrique Fuentes
Quintana para reorganizar el equipo económico del Gobierno en torno a dos
prioridades: el cumplimiento de los acuerdos económicos y la incorporación a esos
departamentos de personas de su entera confianza874. La prensa de la época875 y,
posteriormente, la historiografía han confirmado esta hipótesis al denominar la
crisis como “suarista”876. A partir de esos rasgos fundamentales, el reajuste se fue
desarrollando de forma escalonada hasta alcanzar a todos los departamentos del
área económica.
871 ABELLA, Carlos, op. cit., p. 314: “Poco después se produjo la dimisión del vicepresidente Fuentes Quintana, que obligó al presidente Suárez a hacer su primer reajuste de Gobierno, tras el cual Fernando Abril Martorell quedaría consagrado como el todopoderoso y definitivo número dos, del Gobierno y del partido”. 872 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 203. 873 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa 20 de julio de 2012: “Cuando llegó el momento de hacer ese gobierno se acababan de aprobar los Pactos -‐en octubre-‐, estábamos en febrero, y en algunos puntos aún no se ha comenzado su desarrollo. Yo eso lo he vivido en mi parcela. Entonces, hubo que cogerlos a la carrera porque se nos echaba el tiempo encima y la oposición empezaba a decir “bueno, aquí hemos firmado unos Pactos, nos hemos entregado a Fuentes Quintana y compañía, si se va Fuentes ¿qué va a pasar?” Eso Adolfo y Fernando lo vieron muy claro, así que tuvimos la instrucción de cumplir los Pactos. Yo, desde luego, lo hice a la carrera, lo más rápido que pude. Y a Salvador le pasó lo mismo, y a todos nos pasó lo mismo. Ese gobierno tenía la indicación clara de cumplir de forma rigurosa los Pactos de la Moncloa, puesto que hubiera sido una tragedia de cara a la oposición parlamentaria, que fueron los firmantes”. 874 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012: “La dimisión de Fuentes Quintana, que él había anunciado al Presidente en varias ocasiones, arrastró a los Ministros de otras carteras: Trabajo, Industria, Agricultura y Transportes y Comunicaciones”. 875 “Cuarenta y un años, edad media de los nuevos ministros”, ABC, 25/2/1978. 876 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 220.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
263
Fernando Abril, hasta entonces vicepresidente del área política, pasó a
ocupar el cargo que dejaba vacante Enrique Fuentes Quintana. Las dificultades que
el ministro saliente había encontrado a la hora de coordinar al equipo económico,
convencieron a Suárez de la necesidad de convertir al nuevo responsable de
Economía en coautor de la crisis. De esta manera, él mismo podría formar un
equipo a su medida, en el seno del cual no se reprodujeran enfrentamientos como
los acaecidos durante los meses anteriores.
Es cierto que, a la hora de dar solución a este primer escalón de la crisis, el
presidente barajó otros nombres. Entre ellos hemos de destacar el del ministro de
Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez. Ahora bien, era condición sine qua non
que el nuevo vicepresidente fuera una persona sin excesiva vinculación a una de
las “familias” de la UCD, pues eso podía generar tensiones en los restantes grupos
que configuraban el partido. Sin duda, el hecho de que fuera una de las cabezas
visibles de los socialdemócratas, alejó a Fernández Ordóñez de la dirección del
área económica877. También influyó en la decisión de Suárez el temor a que este se
encontrara atrapado entre dos lealtades: la debida a su persona y la propia de
quien dirige una facción política y busca el mayor beneficio para esta878. En
definitiva, aunque el presidente tenía una gran confianza -‐tanto profesional como
personal-‐ en su ministro de Hacienda, para el cargo de vicepresidente segundo
precisaba de un hombre que sólo respondiera ante él y que, al mismo tiempo, no
levantara suspicacias entre las restantes “familias” de la UCD. Fernández Ordóñez,
a pesar de su valía, no cumplía ninguno de esos dos requisitos, mientras que
Fernando Abril se adecuaba más a ese perfil. El conocimiento mutuo, así como
amistad que les unía desde su etapa segoviana, fue determinante en esta elección.
Suárez conocía bien a su nuevo vicepresidente: contaban a su favor tanto su
fidelidad personal como su capacidad de trabajo.
877 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de junio de 2009. 878 DELGADO FERNÁNDEZ, Santiago y SÁNCHEZ MILLAS, Pilar, op. cit., p. 181.
Carlos González Martínez
264
Si la dimisión de Enrique Fuentes Quintana abrió la puerta a la
remodelación del área económica, la elección de un nuevo vicepresidente era el
primer paso para cerrarla. Adolfo Suárez y Fernando Abril acordaron a qué
departamentos debía afectar la crisis y quiénes debían ser sus nuevos inquilinos.
Es decir, una vez cerrada la primera etapa de la crisis, se inició la segunda, que a la
postre afectó a los ministerios de Trabajo, Industria y Energía, Agricultura, y
Transportes y Comunicaciones879. Ahora bien, incluso en esos relevos ministeriales
encontramos marcadas diferencias que nos permiten hablar de tres procesos
distintos dentro de la segunda etapa de la crisis.
El primero de ellos se llevó a cabo mediante operaciones políticas
relativamente sencillas, que tenían como fin sustituir a los ministros más reacios a
aplicar los acuerdos: Manuel Jiménez de Parga y Alberto Oliart880. En plena
gestación del reajuste, Adolfo Suárez y Fernando Abril acordaron sustituir a ambos
y ofrecer a Rafael Calvo Ortega el Ministerio de Trabajo y a Agustín Rodríguez
Sahagún el de Industria y Energía. La elección de estos dos políticos venía a
confirmar el carácter “suarista” de la crisis: el empeño del presidente por situar a
personas de su entera confianza en los puestos de responsabilidad del área
económica881. Rafael Calvo Ortega mantenía una estrecha relación de amistad con
Suárez desde su etapa en el Gobierno Civil de Segovia. De hecho, su ascenso
político, hasta convertirse en portavoz de la UCD en el Senado tras las elecciones
879 LAMELAS, Antonio, op. cit., 173. 880 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “He de decir que yo los Pactos los viví en una segunda línea, ya que muchas de las negociaciones se llevaban a cabo en Castellana 3. Era frecuente que, después de las reuniones, algunos ministros vinieran a Castellana 3 a discutir con Fernando temas que se habían tratado. Era el caso, por ejemplo, de Manuel Jiménez de Parga, que venía muchas tardes y nos encerrábamos con él Fernando Abril y yo. En definitiva, como es lógico, los Pactos generaron tensiones, y los temas energéticos tenían en aquel momento su importancia”. 881 FUENTES ARAGONÉS, Juan Francisco, op. cit., p. 241: “El reforzamiento del entorno presidencial respondía no sólo al complejo sistema de contrapesos característico del suarismo. El presidente necesitaba además llenar con gente de su máxima confianza el creciente vacío de poder provocado por sus problemas de salud”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
265
de 1977, se gestó a la sombra del presidente882. Esta confianza, así como su cargo
en la Cámara Alta, le permitió mantener entrevistas semanales con Suárez, al que
insistía sobre la conveniencia de llevar a cabo una gran reforma laboral-‐
empresarial: “llevaba tiempo insistiéndole a Suárez en la necesidad de hacer lo que
podríamos denominar «la otra transición». Es decir, poner orden en el mundo
empresarial y socio-‐laboral. Mi tesis era que no podíamos funcionar con unas leyes
laborales y una estructura socio-‐productiva del franquismo. Esto fue lo que le
expuse al presidente en varias ocasiones, y recuerdo que muchas veces me llamaba
para debatir cuestiones de este tipo. Por aquel entonces yo era portavoz de la UCD
en el Senado, y por este motivo tenía un despacho con Suárez, y se notaba que
tanto él como Fernando Abril estaban muy preocupados por este problema”883.
Consciente de esa preocupación por las cuestiones sociales, manifestada en varios
congresos y conferencias impartidas sobre la materia, el presidente decidió que
Rafael Calvo Ortega era la persona adecuada para desarrollar los Pactos de la
Moncloa desde el ámbito laboral884. “A mi Suárez me llamó un día y me dijo que
tenía que ocuparme del Ministerio de Trabajo con plenos poderes para hacer una
gran reforma laboral-‐empresarial. Y así lo hice: aprobé el Estatuto de los
Trabajadores, la Ley Básica de Empleo, Ley de Sociedades Laborales y otras
grandes normativas que demandaba la sociedad en aquel momento”885.
La elección de Agustín Rodríguez Sahagún para el Ministerio de Industria y
Energía se llevó a cabo siguiendo los tres parámetros claves de la crisis: prestigio
profesional, empeño por llevar a término los Pactos de la Moncloa y fidelidad a la 882 Ibid, p. 241: “El sucesor de Jiménez de Parga en el Ministerio de Trabajo, Rafael Calvo Ortega, estrechamente unido al presidente y al vicepresidente, emergía también como una de las figuras clave del nuevo equipo”. 883 Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013. 884 Ibid: “Adolfo sabía que yo tenía cierta preocupación por la cuestión social-‐empresarial, y no sólo por nuestras conversaciones, sino porque conocía mis intervenciones en conferencias y congresos, además de por mis escritos. En definitiva, me pidió que aceptase, así que dejé de ser portavoz en el Senado y empecé lo que yo he bautizado como «la segunda transición», que no es otra cosa que un sistema de relaciones laborales. Porque el gran drama de la UCD en aquel momento era que, a pesar de la legitimidad democrática y de la certeza que había de que la Constitución se iba a aprobar, carecíamos de un ordenamiento jurídico laboral, y el mundo del trabajo es el mundo real, la calle”. 885 Ibid.
Carlos González Martínez
266
persona del presidente. Su incorporación al grupo de personas cercanas a Adolfo
Suárez era relativamente reciente. Sin embargo, en pocos meses se había ganado la
confianza de un presidente que, debido a la falta de cohesión de la UCD y las
desmedidas aspiraciones de los “barones”, precisaba de políticos leales y sin
dobles compromisos. Agustín Rodríguez Sahagún, al igual que Calvo Ortega,
cumplía ese requisito, de ahí que Adolfo Suárez recurriera a él para fortalecer su
posición y dotar de mayor coherencia interna al Ejecutivo.
En segundo término, nos encontramos con el nombramiento ministerial de
Agricultura que, sin distinguirse de los anteriores en cuanto a la sencillez de su
ejecución, posee un rasgo fundamental: el deseo por parte de Suárez, ya en junio
de 1977, de situar a Jaime Lamo de Espinosa en ese Departamento886. Por aquel
entonces, el presidente había tanteado la posibilidad de poner a este ingeniero
agrónomo y subsecretario del Departamento de Fernando Abril, al frente del
Ministerio de Agricultura. Al parecer, la oposición de Fuentes Quintana a este
nombramiento impidió su incorporación al Ejecutivo: “Hay que tener en cuenta
que Suárez en junio tuvo que hacer un equilibrio de lo que había triunfado. Y,
dentro de ese equilibrio, no pudo hacer todo lo que él quería porque la presencia
de Fuentes imponía una muy buena parte del equipo económico. Esa es la
explicación que a mi me dieron Fernando y Adolfo”887. Quizás el vicepresidente
saliente consideraba que sus planteamientos económicos no coincidían, por lo que
prefirió contar con alguien más cercano a sus ideas, un inspector de Hacienda
como Martínez Genique888. Una vez dimitido Fuentes Quintana, Adolfo Suárez
entendió que era el momento adecuado para nombrar a Jaime Lamo de Espinosa
ministro de Agricultura.
886 Entrevista a Jaime Lamo de Espinosa, 20 de julio de 2012: “Yo creo que ahí hubo muchas tensiones entre lo que quería Adolfo, lo que quería Fuentes Quintana y lo que quería Abril. Digo esto porque Adolfo quería que yo fuera ministro de Agricultura en junio de 1977”. 887 Ibid. 888 Ibid: “Fuentes Quintana en el área económica quería un equipo muy suyo, muy decididamente suyo. En mi caso el consideraba que yo podía ser un ministro quizás inflacionista, muy agrarista, y eso no casaba bien con sus planteamientos. Por tanto, yo podía ser, desde ese punto de vista, una persona un poco incómoda”.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
267
Este relevo ministerial profundizaba en el carácter “suarista” de la crisis. El
nuevo responsable de Agricultura, además de ser un profesional de reconocido
prestigio en su área, era una persona cercana al presidente del Gobierno. Confianza
que era extensiva a Fernando Abril, con el que había colaborado de manera
estrecha desde el verano de 1976889. Presidente y vicepresidente conocían bien a
Jaime Lamo: sabían de su formación como ingeniero agrónomo y economista.
Tanto la prensa de la época como la historiografía han considerado el
nombramiento de Agricultura en la crisis de 1978 como un movimiento del nuevo
vicepresidente para situar a alguien de su confianza en ese Ministerio890. Sin
embargo, teniendo en cuenta el deseo de Adolfo Suárez por situar a Jaime Lamo en
ese Departamento tras las elecciones del 15J, parece más correcto considerar su
incorporación al Gobierno como una decisión mutua del presidente y Fernando
Abril: “Hay una serie de personas con las que Adolfo, muy probablemente, hubiera
querido jugar en junio, y no les toca en ese momento, quedándose a la espera cada
una en un sitio. Y, de pronto, en febrero, nos llamó a todos una tarde. Digo nos
llamó porque, es curioso, yo estaba trabajando con Fernando Abril, pero a mi quien
me llamó y me dice «Oye, voy a hacer un cambio de gobierno, quiero que seas
ministro de Agricultura» fue Adolfo y no es Fernando que lo tenía dos despachos
más para allá. Es un dato singular”891.
El último escalón de la crisis de 1978 correspondió a Salvador Sánchez-‐
Terán, que sustituyó a José Lladó al frente de Transportes y Comunicaciones. En
esta ocasión, la iniciativa partió del propio Fuentes Quintana, quien antes de
dimitir recomendó a Suárez situar al secretario de Organización de la UCD como
responsable de Obras Públicas. El vicepresidente consideraba que, para relanzar la
economía del país, era preciso efectuar una importante inversión en materia de
infraestructuras, y que esta debía llevarla a cabo una persona con formación de 889 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de junio de 2009. 890 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 220. 891 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de 2012.
Carlos González Martínez
268
ingeniero y que conociera bien el funcionamiento del Ministerio: “Fuentes
recomendó vivamente a Suárez que, tras los Pactos de la Moncloa, lo conveniente
para reactivar la economía era un fuerte programa de inversión pública y le dio mi
nombre para esta operación por mis conocimientos profesionales de la
construcción y la contratación de obras”892.
Por su parte, Adolfo Suárez deseaba nombrarle ministro, entre otras cosas
porque vendría a reforzar su posición en el Consejo de Ministros al incorporar a
otro hombre más de su confianza. Sin embargo, el relevo en Obras Públicas
generaba un grave problema de equilibrio de poder. No iba a ser fácil cesar a una
de las cabezas visibles del ala liberal, Joaquín Garrigues, después de la precipitada
salida del Gobierno de otro de los grandes representante de esa corriente: Ignacio
Camuñas893. A esto hemos de añadir el deseo manifiesto del presidente por situar,
en el medio plazo, a Sánchez-‐Terán, figura en pleno ascenso político tras el
restablecimiento de la Generalitat, como responsable de Interior. Ambos habían
mantenido con anterioridad varias conversaciones al respecto, y Suárez le
consideraba la persona adecuada para sustituir a Rodolfo Martín Villa en esa
tarea894.
La confianza en el criterio de Enrique Fuentes Quintana, condujo al
presidente a poner en un segundo plano, tanto sus propios planes políticos, como
el equilibrio de poder dentro del partido. Ahora bien, no consideraba prudente que
Joaquín Garrigues saliera del Gobierno, por lo que decidió ofrecerle la cartera de
Economía. El objetivo era doble: por un lado dejar vacante Obras Públicas y, por
otro, situar bajo la supervisión de Fernando Abril a un ministro que había
892 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 23 de marzo de 2012. 893 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de 2012: “Ahí, probablemente, lo que desplazó a Salvador fue la necesidad de dar juego a un persona como Joaquín Garrigues, un hombre importante en aquel momento al que quizás no se le encontró otro hueco más que ese. 894 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de junio de 2009. Cfr. La historiografía no lo ha recogido hasta ahora, pero la prensa de la época recogió el rumor: “Salvador Sánchez-‐Terán”, Cinco Días, 1/9/1978 y “Mirás que sos divertido”, Pueblo, 1/9/1978
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
269
manifestado no pocas reservas hacia los acuerdos económicos de la Moncloa. La
negativa de Garrigues a cambiar de ministerio frustró los planes de Suárez, que
prefirió ofrecer a Sánchez-‐Terán Transportes y Comunicaciones antes que poner a
prueba la paciencia de la “familia” liberal895. En definitiva, se le encomendó dirigir,
en un departamento afín, la gran inversión en infraestructuras que Fuentes
Quintana aconsejaba hacer desde Obras Públicas.
La operación que llevó a Sánchez-‐Terán al Consejo de Ministros, además de
la más compleja de todas las mencionadas –la primera en iniciarse y la última en
cerrarse-‐, fue la única en contar con el respaldo de los tres protagonistas de la
crisis: Adolfo Suárez, Fernando Abril y Enrique Fuentes Quintana. Como hemos
indicado, este último sugirió su nombramiento, aceptado de buen grado por un
presidente, que llevaba varios meses encomendándole asuntos de suma
importancia política. Tareas como la negociación con Tarradellas o la Organización
de la UCD demuestran que, a finales de 1977, se había ganado la confianza de
Suárez, hasta el punto de ser calificado como un “hombre del presidente”. Además,
había trabajado intensamente, y en plena sintonía, con Fernando Abril en la
elaboración de los Estatutos provisionales de la UCD, así como en el posterior
desarrollo de la estructura del partido. Por todo ello, contaba también con el
aprecio del vicepresidente, quien no dudó en respaldar el nombramiento896.
La crisis se cerró en la tarde del 24 de febrero, un día después de hacerse
pública la dimisión de Enrique Fuentes Quintana. La remodelación del Gobierno
fue publicada en el Boletín Oficial del Estado el sábado 25 de febrero: Fernando
Abril Martorell, vicepresidente segundo y ministro de Economía; Rafael Calvo
Ortega, Trabajo; Agustín Rodríguez Sahagún, Industria y Energía; Jaime Lamo de
Espinosa, Agricultura; y Salvador Sánchez-‐Terán, Transportes y Comunicaciones.
Con el domingo como único día para acomodarse a su nueva situación, los
895 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de junio de 2009. 896 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de junio de 2009.
Carlos González Martínez
270
ministros fueron convocados a jurar sus cargos el lunes 27 a las diez de la mañana
en el Palacio de la Zarzuela. Se incorporaron a un Gobierno presidido por Adolfo
Suárez, en el que Manuel Gutiérrez Mellado ocupaba el cargo de vicepresidente
primero y ministro de Defensa. Como ministros figuraban: Marcelino Oreja Aguirre
(Asuntos Exteriores), Rodolfo Martín Villa (Interior), Francisco Fernández Ordóñez
(Hacienda), Manuel Clavero Arévalo (Regiones), Leopoldo Calvo-‐Sotelo y Bustelo
(Comunidades Europeas), Íñigo Cavero Lataillade (Educación y Ciencia), José
Manuel Otero Novas (Presidencia), Pío Cabanillas Gallas (Cultura), Landelino
Lavilla Alsina (Justicia), Enrique Sánchez de León (Sanidad y Seguridad Social),
Joaquín Garrigues (Obras Públicas y Urbanismo) y Juan Antonio García Díez
(Comercio y Turismo)897.
Sánchez-‐Terán estaba enfermo de gripe cuando conoció la noticia de su
nombramiento ministerial: “Suárez me llamó por teléfono –curiosamente yo
estaba en cama-‐ para ofrecerme una cartera ministerial y contarme la génesis de la
crisis, yo la acepté y le pregunté dónde iría, respondiéndome que a Obras Públicas
o a Transportes. Tras varias horas de difícil negociación me contó Suárez que la
cartera de Obras Públicas no quedaba vacante y por ello me adjudicó Transportes
y Comunicaciones. En esa crisis entraron conmigo en el Gobierno mis buenos
amigos Jaime Lamo de Espinosa, Rafael Calvo Ortega y Agustín Rodríguez Sahagún
y asumió la plena dirección de la política económica el vicepresidente Abril
Martorell. La crisis fue calificada por los medios de «suarista» pues entramos en el
Gobierno hombres próximos al presidente y no candidatos de los partidos
integrantes de la inicial coalición UCD”898 . La enfermedad no permitió que
atendiera a los medios de comunicación, que sin embargo se las arreglaron para
trazar una semblanza del nuevo titular de Transportes y Comunicaciones899. La
897 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 361. 898 “Sánchez-‐Terán: con gripe y fiebre”, Diario 16, 25/2/1978. 899 “Salvador Sánchez-‐Terán”, El Imparcial, 25/2/1978: “En síntesis, ofrecemos los siguientes datos: nació en Logroño el 19 de abril de 1934. Allí cursó la enseñanza primaria y el Bachillerato. En 1950 se trasladó a Madrid, viviendo durante cinco años en el Colegio Mayor San Pablo. Participó intensamente en la actividad colegial, abriéndose a la vida política y social del ámbito nacional. En
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
271
prensa también recurrió a declaraciones pretéritas para dar a conocer a los
lectores el pensamiento del nuevo ministro. Así, tanto ABC como Ya destacaron sus
convicciones democráticas: “Políticamente soy un hombre demócrata, sin adjetivos
ni singularidades y con una gran carga de preocupación social. Por otra parte me
gusta, en mi acción, el realismo, la concreción y la operatividad”900. Otros diarios
hicieron especial hincapié en su carácter de hombre de partido; lo denominaron “el
organizador de la Unión de Centro”901.
El sábado por la tarde, recuperado parcialmente de la gripe, Sánchez-‐Terán
recibió a los medios en su domicilio madrileño de la calle Menéndez Pidal. Allí se
produjeron las primeras declaraciones del que, en menos de veinticuatro horas,
iba a convertirse en ministro de Transportes y Comunicaciones. En ellas destacó la
necesidad de cohesión y solidaridad entre los miembros del Gobierno como mejor
manera de afrontar la crisis económica y la preocupante situación del paro902.
Además, analizó los Pactos de la Moncloa, recalcando que los cambios en el equipo
de gobierno se debían más al compromiso del presidente por cumplir los acuerdos
que a una modificación de los mismos903.
1953 ingresó en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos. Obtuvo el título en 1958, y desarrolló sus primeras actividades profesionales en la empresa privada. Más tarde trabajó como ingeniero en el Ministerio de la Vivienda y en la Dirección General de Carreteras. En 1966 ocupó el cargo de director-‐gerente del grupo de empresas de obras públicas de ámbito nacional (SEOPAN). También fue director general de RENFE, vicepresidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, consejero del Consejo Superior de Transportes Terrestres y del comité de dirección de la comisión de transportes del Plan de Desarrollo. Nada más acabar los estudios de ingeniería fue nombrado presidente nacional (1959-‐1963) y vicepresidente internacional de la Juventud de Acción Católica (1960). Su intensa dedicación a los movimientos juveniles le permitió descubrir y consolidar su vocación de dirigente. En enero de 1976 se convirtió en gobernador civil de Barcelona, cargo del que dimitió en abril del año siguiente para presentarse a diputado por Salamanca en las elecciones generales. Pocos meses antes de ser nombrado ministro, asesoró al presidente Suárez en la negociación de la autonomía catalana con el presidente de la Generalitat en el exilio, Josep Tarradellas”. 900 “Salvador Sánchez-‐Terán, ministro de Transportes”, ABC, 25/2/1978. 901 “La crisis de gobierno”, El País, 25/2/1978. 902 “Hablan los nuevos ministros”, La Vanguardia, 26/2/1978. 903 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de 2012: “Por supuesto, a pesar de la marcha de Fuentes Quintana, el objetivo seguía siendo cumplir los Pactos de la Moncloa, hacerlos posibles.”
Carlos González Martínez
272
El 26 de febrero, el Comité Ejecutivo Provincial de UCD-‐Salamanca hacía
pública una nota mostrando su conformidad con la elección de Sánchez-‐Terán
como titular de Transportes y Comunicaciones904. En ella se felicitaba tanto al
nuevo ministro como al presidente Suárez, cuya elección se consideraba muy
acertada. Se trataba de una reacción lógica si tenemos en cuenta la dedicación de
Salvador Sánchez-‐Terán a la provincia que representaba en las Cortes. Sin
embargo, su atención no se detuvo demasiado en los elogios; necesitaba todo el
tiempo disponible para ponerse al día en todo lo referente a su nuevo cargo. El
domingo 26 de febrero Salvador Sánchez-‐Terán y José Lladó -‐ministro saliente-‐ se
entrevistaron durante algo más de una hora en el domicilio del primero905.
Además, como hemos indicado anteriormente, pocos días después de hacerse
público su nombramiento, cesaba tanto en su cargo dentro del partido como en su
faceta de asesor del presidente906.
El lunes 27, en torno a las diez de la mañana, todo estaba dispuesto en el
palacio de la Zarzuela. Unos minutos después, Antonio Villacieros, jefe de
Protocolo de la Casa Real, comenzaba a leer uno a uno los nombramientos de los
nuevos miembros del Gobierno. Adolfo Suárez presidía un nuevo gabinete, el
tercero desde que, el 8 de julio de 1976, se convirtiera en presidente del Gobierno.
Junto a él estaban los restantes miembros del Ejecutivo, con excepción de los cinco
nuevos cargos. El Rey presidía el acto. Desde la publicación en el Boletín Oficial del
Estado, sus nombres habían acaparado los titulares de los principales diarios de
tirada nacional; dos días después resonaban en el Palacio de la Zarzuela: Fernando
Abril Martorell, Rafael Calvo Ortega, Agustín Rodríguez Sahagún, Jaime Lamo de
Espinosa, y Salvador Sánchez-‐Terán. Estos eran, como los definiría La Vanguardia
en su edición del día siguiente, los nuevos “mosqueteros” de Suárez907. Cada uno
904 “Satisfacción en UCD de Salamanca por el nombramiento de Sánchez-‐Terán”, La Gaceta Regional, 26/2/1978. 905 “Los nuevos ministros trabajan ya intensamente”, Hoja del lunes, 27/2/1978. 906 Real Decreto 321/1978, de 2 de marzo, por el que se dispone el cese de don Salvador Sánchez-‐Terán Hernández como Consejero del Presidente del Gobierno. 907 “Los nuevos mosqueteros”, La Vanguardia, 28/2/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
273
de ellos juró su cargo sobre los Evangelios y, tras hacer una reverencia ante don
Juan Carlos, ocupó el lugar correspondiente dentro de la composición del
Gobierno.
Tercer Gobierno de Adolfo Suárez (25.II.1978) Presidente Adolfo Suárez González Vicepresidente primero y Defensa Manuel Gutiérrez Mellado Vicepresidente segundo y Economía Fernando Abril Martorell Asuntos Exteriores Marcelino Oreja Aguirre Interior Rodolfo Martín Villa Hacienda Francisco Fernández Ordóñez Trabajo Rafael Calvo Ortega Adjunto de las Regiones Manuel Clavero Arévalo Adjunto de la CEE Leopoldo Calvo-‐Sotelo y Bustelo Industria y Energía Agustín Rodríguez Sahagún Educación y Ciencia Íñigo Cavero Lataillade Presidencia José Manuel Otero Novas Cultura Pío Cabanillas Gallas Justicia Landelino Lavilla Alsina Sanidad y Seguridad Social Enrique Sánchez de León Obras Públicas y Urbanismo Joaquín Garrigues Walker Transportes y Comunicaciones Salvador Sánchez-‐Terán Hernández Agricultura Jaime Lamo de Espinosa Comercio y Turismo Juan Antonio García Díez Fuente: URQUIJO GOITIA, José Ramón, Gobiernos y ministros españoles en la Edad contemporánea, Madrid, CSIC, 2001.
Tras un breve encuentro informal con el presidente Suárez en un salón de la
Zarzuela, los nuevos ministros comenzaron su jornada laboral. Sánchez-‐Terán
llegó a los Nuevos Ministerios poco antes de las doce del mediodía908. Desde ese
momento fueron pasando por su despacho subsecretarios, diversos altos cargos, y
algunos funcionarios del Ministerio. Sánchez-‐Terán era el segundo ministro de
Transportes y Comunicaciones en la historia de España. Su predecesor, José Lladó,
apenas había podido poner en marcha la estructura del nuevo departamento en los
siete meses que permaneció en el cargo. A Sánchez-‐Terán le tocaba recoger su
legado y terminar de configurar una cartera de reciente creación.
908 “Transportes y Comunicaciones. Sánchez-‐Terán empezó a las doce”, Diario 16, 28/2/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
275
CAPÍTULO 5: MINISTRO EN LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA
La dimisión de Enrique Fuentes Quintana en febrero de 1978, abrió las
puertas a una remodelación en el Gobierno que, como hemos indicado en el
capítulo anterior, condujo a la incorporación de Sánchez-‐Terán al Consejo de
Ministros como responsable de Transportes y Comunicaciones. El inicio de su
ejecutoria ministerial se inserta dentro del periodo político comprendido entre las
elecciones generales de 1977 y las de 1979, si bien los primeros meses de esa
etapa –de junio de 1977 a febrero de 1978-‐ los ocupó tanto en las labores de
organización del partido, como en las diversas tareas que, como asesor, le
encomendaba el presidente909.
Después de las elecciones de 1979, Adolfo Suárez confirmó a Salvador
Sánchez-‐Terán como titular de Transportes y Comunicaciones. Por tanto, su
ejecutoria ministerial en ese cargo no se circunscribió únicamente al bienio abierto
por los comicios de 1977, sino que se prolongó durante el periodo iniciado con las
primeras elecciones constitucionales. Sánchez-‐Terán vivió en Transportes y
Comunicaciones la primera parte del segundo bienio de la UCD en el poder; se
mantuvo en el cargo hasta finales de abril de 1980. Tanto para el Gobierno como
para el partido, fue un periodo político muy distinto al vivido anteriormente. El fin
del consenso entre los grandes partidos, anunciado por el propio presidente
Suárez, trajo consigo un mayor desgaste del Gobierno910. Los hombres del centro
sufrieron el acoso tanto de la derecha –Alianza Popular-‐ como de la izquierda –
Partido Socialista Obrero Español-‐, viéndose atrapados en una especie de pinza
909 TEZANOS, José Félix, COTARELO, Ramón y DE BLAS, Andrés, op. cit., p. 476. 910 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 280: “La crisis de UCD se comenzó a fraguar en el momento mismo en que Suárez anunció el fin del consenso tras las elecciones generales de 1979. Durante la legislatura anterior, el dirigente centrista pudo gobernar en minoría sin excesivas dificultades porque se lo permitió el consenso constituyente. Sin embargo, la desaparición de éste dio paso a una nueva etapa caracterizada por la competencia partidista, aunque el gobierno tardaría algunos meses en percibirlo con claridad debido a la crisis interna del PSOE y a la debilidad inicial de AP”.
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276
que aprovechaba las diferencias ideológicas existentes en el seno de la UCD911. A
esto se añadía la política de acoso y derribo llevada a cabo por el PSOE con el fin de
eliminar políticamente al que consideraban su único obstáculo en el camino a la
Moncloa: Adolfo Suárez912.
La progresiva pérdida de credibilidad por parte de Suárez constituyó otra
de las grandes diferencias entre el primer y segundo bienio de los gobiernos del
Centro Democrático. En el primero de ellos la figura presidencial se elevaba sobre
los políticos de la oposición y de su propio partido. Él era percibido como el gran
artífice de la reforma política, a lo que más tarde se unieron el triunfo electoral de
1977 y los grandes consensos de tipo económico, los Pactos de la Moncloa, y
político, la redacción de la Constitución. Sin embargo, durante el bienio 1979-‐1981,
la estrella del presidente comenzó a declinar. Adolfo Suárez, quizás más centrado
en la crisis económica y en el “ruido de sables”, no supo hacer frente a las críticas
de la oposición. Su comportamiento en las Cortes durante la sesión de investidura
abrió una crisis que no hizo más que acrecentarse hasta alcanzar su culmen en la
moción de censura presentada por Felipe González en el primer trimestre de
1980913. Su debilidad fue aprovechada también por los “barones” de la UCD que,
tras quedarse fuera del Gobierno en 1979, parecían no soportar más su
liderazgo914.
En resumen, la tarea ministerial de Salvador Sánchez-‐Terán al frente de la
cartera de Transportes y Comunicaciones se desarrolló en dos etapas bien
diferenciadas y con una duración similar. En la primera de ellas, de febrero de
911 ABELLA, Carlos, op. cit, p. 363. 912 ALONSO CASTRILLO, Silvia, op. cit., p. 356: “El PSOE es el primero en abrir el fuego secundado por los demás partidos, por el sector crítico de la UCD, por algunos poderes fácticos y por la opinión pública en un momento en que el entorno internacional deja de ser favorable a Adolfo Suárez”. 913 POWELL, Charles, España… op. cit., p. 282: “En el debate de la moción de censura la crítica del Gobierno corrió a cargo de Guerra, que no dudó en afirmar que «ni Suárez soporta la democracia ni la democracia soporta por más tiempo a Suárez», mientras González se encargaba de exponer un programa caracterizado por la moderación y el realismo”. 914 SINOVA, Justino, Historia de la Democracia 1975-‐1995. Veinte años de nuestra vida. La aventura de la libertad, Madrid, 1995, El Mundo.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
277
1978 a marzo de 1979, llevó a cabo su labor en el seno de un Gobierno fuerte que
contaba con un alto grado de credibilidad y un líder sólido capaz de impulsar las
reformas necesarias. Además, los partidos de la oposición se adhirieron a la
política de consenso y en el seno de la UCD, a pesar de las discrepancias
ideológicas existentes, reinaba una calma relativa. En su segundo periodo al frente
del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, de marzo de 1979 a mayo de
1980, el Gobierno y su presidente se mostraron débiles e incapaces de hacer frente
a los ataques de una oposición que era consciente de que la etapa de los grandes
acuerdos había terminado. A esto hemos de añadir la situación interna del partido,
ingobernable por el descontento de sus principales figuras y por el contexto
político del momento915.
5.1. La organización de Transportes y Comunicaciones.
El reparto de poder en el primer Gobierno de la democracia quedó
configurado a principios de julio de 1977. El día 4 se aprobaba, por Real Decreto,
un poder ejecutivo con quince ministerios, cuyas competencias se iban
enumerando a lo largo de sus trece artículos916. El decimoprimero estaba dedicado
a Transportes y Comunicaciones. De reciente creación, este Ministerio absorbía la
Dirección General de Correos y Telecomunicaciones, la Delegación del Gobierno en
la Compañía Telefónica Nacional de España, la Dirección General de Transportes
Terrestres, la Subsecretaría de la Marina Mercante, la Subsecretaría de Aviación
Civil, así como los organismos vinculados a todos ellos y a la Red Nacional de 915 POWELL, Charles, España… op. cit., pp. 282-‐283: “En buena medida, dicha oposición puede atribuirse a la insatisfacción de los «barones» del partido por el reparto de poder efectuado en su seno. Tras las elecciones de 1979 Suárez pretendió consolidar un liderazgo de carácter presidencialista, y así lo reflejó la composición del gobierno formado en abril de 1979, en el que los «barones» centristas fueron desplazados por los «hombres del presidente», confirmándose el ascenso imparable de Abril Martorell”. 916 Real Decreto 1558/1977 de 4 de julio (p. del gob. B.O.E. de 5-‐7-‐77), Por el que se reestructuran determinados órganos de la Administración Central del Estado, artículo 1º: “La Administración Central del Estado se organiza en los siguientes Departamentos ministeriales: Asuntos Exteriores, Justicia, Defensa, Hacienda, Interior, Obras Públicas y Urbanismo, Educación y Ciencia, Trabajo, Industria y Energía, Agricultura, Comercio y Turismo, Presidencia, Economía, Transportes y Comunicaciones, Sanidad y Seguridad Social, y Cultura y Bienestar”.
Carlos González Martínez
278
Ferrocarriles y Ferrocarriles de Vía Estrecha917. De forma provisional, con el fin de
facilitar el correcto funcionamiento del Departamento, José Lladó creó el 11 de
julio la Subsecretaría y la Secretaría General Técnica del Ministerio de Transportes
y Comunicaciones 918 . El subsecretario se convertía en jefe superior del
Departamento después del ministro, y las Subdirecciones Generales de Gestión
Económica y de Personal, así como el Servicio Central de Recursos, dependerían
directamente de él. Adscritas a la nueva Subsecretaría estarían la Asesoría
Económica, la Asesoría Jurídica y la Intervención Delegada del Ministerio de
Hacienda. Por su parte, de la Secretaría General Técnica pasaban a depender la
Subdirección General de Legislación e Informes y la Subdirección General de
Coordinación. En el mismo Real Decreto se creó también el Gabinete Técnico del
Ministro, cuyo director tendría rango de Subdirector General.
Las dos leyes citadas anteriormente fueron la base sobre la que, un mes
después del relevo en Transportes y Comunicaciones, se asentó el Real Decreto de
30 de marzo de 1978919. Este definía la estructura definitiva del Departamento, así
como las competencias de cada una de las subsecretarías. Se trataba de organizar
de la mejor manera posible un Ministerio que, debido a la diversidad y amplitud de
sus competencias, precisaba de cierto grado de unidad y vertebración. Actividades
como los transportes terrestres, marítimos y aéreos, pesca marítima y
917 Real Decreto 1558/1977 de 4 de julio (p. del gob. B.O.E. de 5-‐7-‐77), Por el que se reestructuran determinados órganos de la Administración Central del Estado, artículo 11º: “Se crea el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, en el que se integran los siguientes Órganos: a) La Dirección General de Correos y Telecomunicaciones del Ministerio de la Gobernación. b) La Delegación del Gobierno en la Compañía Telefónica Nacional de España. c) La Dirección General de Transportes Terrestres del Ministerios de Obras Públicas. d) La Subsecretaría de Marina Mercante del Ministerio de Comercio y todos los Centros directivos dependientes de la misma. El Gobierno en el plazo de cuatro meses determinará la definitiva dependencia de la Dirección General de Pesca. e) La Subsecretaría de Aviación Civil del Ministerio del Aire y todos los Centros directivos dependientes de la misma, sin perjuicio de que el Gobierno determine conforme a lo dispuesto en la disposición final segunda. d) Todos los organismos y Entidades adscritos y vinculados a los Órganos a que aluden los apartados anteriores, incluidos la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, los Ferrocarriles Españoles de Vías Estrecha y sus correspondientes Delegaciones del Gobierno”. 918 Real Decreto 1696/1977 de 11 de julio (p. del gob. B.O.E. de 12-‐7-‐77), Por el que se crean la Subsecretaría y la Secretaría General Técnica del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. 919 Real Decreto 615/1978 de 30 de marzo (p. del gob. B.O.E. de 3-‐4-‐77), De estructura orgánica del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
279
comunicaciones postales, telegráficas, radiotelegráficas, telefónicas y
radiotelefónicas, quedaban integradas en un mismo organigrama. El ministro
estaría asistido por un Gabinete formado por consejeros técnicos, directores de
programa y asesores técnicos. El director de este organismo debería tener
categoría de subdirector general, y de él dependerían los Servicios Informativos de
Transportes y Comunicaciones. El Consejo de Dirección, presidido por el propio
ministro, tenía como función asistirle en la elaboración de la política del
Departamento. De esta manera, se convertía en el máximo órgano directivo
ministerial, así como el instrumento idóneo para coordinar e integrar las distintas
políticas del Ministerio. Estaría integrado por los titulares de los órganos
superiores, cuyas competencias se enumeraban entre los artículos 4º y 16º del
propio Real Decreto920.
Otras novedades a destacar de la estructura de Transportes y
Comunicaciones era el nuevo estatus del sector pesquero, al que le correspondía el
nivel orgánico de subsecretaría, compartida, eso sí, con Marina Mercante. Además,
se creaba dentro del organigrama un Instituto de Estudios como órgano de
máximo nivel técnico en las tareas de estudios, investigaciones, análisis y
asesoramiento en materia de Transportes y Comunicaciones. El Real Decreto
contaba con nueve disposiciones finales, entre las que destacaban la sexta, sobre la
adscripción al Ministerio de Defensa el Servicio Nacional de Helicópteros, el
Servicio de Búsqueda y Salvamento, la Unidad Especial de Helicópteros y la Unidad
de Calibración; y la séptima, relativa a la integración del Instituto Nacional de
Meteorología, con categoría de Dirección General, en la estructura del Ministerio.
El 4 de abril de 1978 se produjo la toma de posesión de Alejandro Rebollo
como subsecretario de Transportes y Comunicaciones 921 , así como de los
920 Subsecretaría de Transportes y Comunicaciones, Secretaría General Técnica, Subsecretaría de Pesca y Marina Mercante y Subsecretaría de Aviación Civil. 921 Alejandro Rebollo Álvarez-‐Amandi, nacido en Madrid el 5 de noviembre de 1934, era licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo. En 1958, al tiempo que desempeñaba cargos directivos
Carlos González Martínez
280
principales responsables de los distintos ámbitos del Ministerio: Víctor Moro en
Pesca y Marina Mercante922, Enrique Guzmán en Aviación Civil923, e Ignacio Bayón
como presidente de RENFE924. El nuevo titular del Departamento renovó todo el
equipo, situando a estos hombres de su entera confianza en los puestos de mayor
responsabilidad. A este respecto, hemos de destacar que todos ellos eran también
profundos conocedores de su respectiva área925. La Subsecretaría de Transportes y
Comunicaciones estuvo ocupada en todo ese periodo por Alejandro Rebollo. Para
la Secretaría General Técnica nombró a Juan Antonio Guitart y de Gregorio, que fue
sustituido en mayo de 1979 por José Manuel Serrano Alberca. A Enrique Guzmán le
encomendó la Subsecretaría de Aviación Civil, pasando esta a manos de Fernando
Piña, que había sido su director general de aeropuertos, a finales de 1978926. Víctor
Moro fue el subsecretario de Pesca y Marina Mercante hasta el nombramiento de dentro de Acción Católica, ingresó por oposición en el Cuerpo de Intervención Militar del Ejército de Tierra y, en 1965, en el de Técnicos Fiscales del Estado. Había estado destinado en las delegaciones de Hacienda de Ávila, Segovia y Oviedo. Posteriormente desempeñó cargos de responsabilidad en algunas empresas estatales: fue director financiero de RENFE (1973-‐1976), director general de la Vivienda de (1976-‐1977), y director general de Correos (1977-‐1978). Su etapa como subsecretario de Transportes y Comunicaciones coincide con el periodo ministerial de Salvador Sánchez-‐Terán. Pasó a ocupar la presidencia de RENFE al cesar en la Subsecretaría de ese Departamento, puesto en el que se mantuvo hasta la victoria electoral del PSOE en octubre de 1982. Con la disolución de UCD pasó a militar en el CDS, bajo cuyas siglas fue elegido, en dos ocasiones, diputado por Asturias. 922 Víctor Moro Rodríguez inició su carrera en la Administración del Estado en 1948, al ingresar como técnico del Banco de España. Doce años después pasó a ser interventor, y en 1962 se convirtió en director general de Pescanova. Fue director general de Pesca en 1975, cuando esta dependía del Ministerio de Comercio. Elegido diputado por Pontevedra en las primeras elecciones democráticas. Con la llegada de Salvador Sánchez-‐Terán al Gobierno, se hizo cargo de la Subsecretaría de Pesca y Marina Mercante. Su actividad al frente de los asuntos de pesca supuso, para el sector español una verdadera revolución. En 1980 fue nombrado director del Banco de España en Barcelona, y nueve años después se convirtió en subdirector general del Banco de España. 923 Enrique Guzmán de Ozarniz, ingeniero aeronáutico y experto en aviación civil, fue nombrado presidente de Iberia al abandonar la Subsecretaría de Aviación Civil en diciembre de 1978. Salvador Sánchez-‐Terán escogió a Fernando Piña para sustituirle en el cargo. 924 Ignacio Bayón Mariné nació en Madrid en 1944. Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense, donde consiguió el título de doctor. Sacó las oposiciones de letrado del Consejo de Estado y letrado de Cortes. Fue asesor de la presidencia de RENFE entre 1971 y 1977. Tras las elecciones de 1977 fue nombrado subsecretario de Transportes y Comunicaciones, cargo que abandonó en abril de 1978 para convertirse en presidente de RENFE. Entre 1980 y 1982 fue ministro de Industria y Energía. Su trayectoria profesional posterior ha discurrido por ámbitos empresariales como presidente de Automóviles Citroën y presidente de Realia Bussines. 925 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 22 de junio de 2009. 926 Durante ese periodo, la Dirección General de Aviación Civil fue ocupada por Diego Íñiguez Sánchez-‐Arjona.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
281
Miguel Aldasoro Sandberg927 en mayo de 1979. A su vez, el director general de
Marina Mercante fue Vicente Rodríguez Guerra y Luque, mientras que a Gonzalo
Vázquez928 se le encomendó la Dirección General de Pesca. La Dirección General de
Infraestructuras estuvo ocupada primero por Carlos García Maura y
posteriormente por Juan Antonio Guitart de Gregorio. José Luis García López fue
nombrado director general de Transportes Terrestres, siendo sustituido a
mediados de 1979 por Pedro González Haba. Durante el mandato ministerial de
Salvador Sánchez-‐Terán, este ocupó otros dos altos cargos dentro del organigrama
del Ministerio: fue jefe de Gabinete del ministro, puesto en el que le sucedió Ignacio
de Despujol, y presidente del Instituto Nacional de Meteorología hasta el
nombramiento de Ángel González Rodríguez. La Dirección General de Correos
estuvo ocupada en primer lugar por Enrique Riverola Pelayo, al que sustituyó
Miguel Ángel Eced. Ignacio Bayón fue presidente de RENFE durante todo ese
periodo929. Alfredo Moreno Uribe se mantuvo como vicepresidente y Enrique de
Aldama y Miñón930 consejero delegado. Por su parte, la presidencia de FEVE recayó
en Javier Sagués, que tuvo como vicepresidente a Mariano Pascual. Sánchez-‐Terán
situó como presidente del Instituto de Estudios de Transportes y Comunicaciones
a Antonio Valdés y González Roldán931, que había sido su ministro durante su etapa
927 Miguel Aldasoro Sanberg llegó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones procedente del cuerpo diplomático español. Además de subsecretario de Pesca y Marina Mercante, fue embajador en Brasil, cónsul en Nueva Cork y subsecretario de Asuntos Exteriores. En virtud de su trayectoria profesional, recibió, entre otras condecoraciones, la Cruz de Isabel la Católica y la Cruz al Mérito Civil. 928 Gonzalo Vázquez Martínez comenzó su vida profesional en Bazán, donde se inició como economista y perito naval. Más tarde se especializó en pesca industrial, para desempeñar, finalmente, numerosos cargos dentro de la Administración General del Estado. Entre ellos destaca el de director general de Pesca bajo la ejecutoria ministerial de Salvador Sánchez-‐Terán. Pasó luego a la empresa privada donde desarrolló gran actividad en los grandes grupos vigueses. Su fama en esa materia alcanzó cotas internacionales, asesorando a decenas de naciones. Entre ellas cabe destacar Vietnam, para cuyo Gobierno hizo una diagnosis de su pesca. 929 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 5 de junio de 2009. 930 Enrique Aldama y Miñón había colaborado anteriormente con Salvador Sánchez-‐Terán en el SEOPAN y en Obras Públicas. 931 Nació en Villaviciosa en 1926 y, al igual que su padre, José María Valdés Díaz-‐Caneja, fue ingeniero de caminos, labor que inició en 1949, tras licenciarse. Fue a partir de la década de los sesenta cuando alcanzó responsabilidades públicas como delegado de Transportes en la ciudad de Madrid durante ocho años. Elegido procurador en Cortes el 16 de noviembre de 1971, fue llamado a ocupar la cartera de Obras Públicas en 1974. Como Ministro de Obras Públicas ejerció en dos
Carlos González Martínez
282
como subsecretario de Obras Públicas. Por último, el cargo de delegado del
Gobierno en la Compañía Telefónica recayó primero en León Herrera y,
posteriormente en Mariano Nicolás García.
Organización del Ministerio durante el mandato de Salvador Sánchez-‐Terán
Con estos hombres iba a llevar a cabo un ambicioso proyecto de inversiones
–más de 45.000 millones de pesetas en los primeros meses-‐ para mejorar las
comunicaciones en España. Sin embargo, ese plan se vería superado en numerosas
ocasiones por las circunstancias del momento. Esto obligó a Sánchez-‐Terán y a su
etapas, la primera desde el 31 de enero de 1974 hasta el 12 de diciembre de 1975, en que se produjo un cambio de gobierno a causa del fallecimiento del jefe de estado Francisco Franco y su sucesión por el Rey Juan Carlos I. En este segundo gobierno se mantuvo con la misma cartera desde el citado 12 de diciembre de 1975 hasta el 5 de julio de 1977.
MINISTRO DE TRANSPORTES Y COMUNICACIONES GABINETE
SUBSECRETARÍA DE TRANSPORTES Y COMUNICACIONES
Alejandro Rebollo
SUBSECRETARÍA DE AVIACIÓN CIVIL
SUBSECRETARÍA DE PESCA Y MARINA
MERCANTE
PRESIDENTE DE RENFE
SECRETARIA GENERAL TÉCNICA
DIRECCIÓN GENERAL DE TRANSPORTES TERRESTRES
DIRECCIÓN GENERAL DE
INFRAESTRUCTURAS
DIRECCIÓN GENERAL DE CORREOS Y TELECOMUNICACIONES
DIRECCIÓN GENERAL DE AEROPUERTOS
DIRECCIÓN GENERAL DE AVIACIÓN CIVIL
DIRECCIÓN GENERAL DE PESCA
DIRECCIÓN GENERAL DE
MARINA MERCANTE
INSTITUTO NACIONAL DE METEROLOGÍA
PRESIDENTE DE FEVE
DELEGADO EN TELEFÓNICA
DELEGADO EN TRANSMEDITERRÁNEA
INSTITUTO DE ESTUDIOS DE TRANSPORTES Y
TELECOMUNICACIONES
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
283
equipo a intervenir de manera imprevista en ámbitos que requerían una
inaplazable atención estatal. La desfasada estructura del sector pesquero, la
quiebra del suburbano madrileño o la saturación de los aeropuertos fueron
algunas de las cuestiones sobre las que el equipo ministerial tuvo que actuar de
forma urgente y provisional, ya que las medidas tomadas no se encontraban en el
plan inicial del Ministerio. Se entiende así que buena parte de los programas a los
que se tenía previsto destinar los 45.000 millones de pesetas se vieran aplazados o
sufrieran retrasos.
Podemos afirmar que la labor de Salvador Sánchez-‐Terán, y de todos los
altos cargos del Ministerio, fue una mezcla de soluciones temporales y proyectos a
largo plazo. Lógicamente han sido estos últimos los que han dejado una huella más
profunda y duradera en la España actual. Sin embargo, no poseen un valor menor
aquellas intervenciones provisionales que buscaron evitar graves problemas en su
momento.
El equipo de Salvador Sánchez-‐Terán tuvo una excelente promoción
política. Con motivo de la crisis de mayo de 1980, Adolfo Suárez ofreció al
responsable de Transportes y Comunicaciones la cartera de Interior, que
finalmente no aceptaría, así como la capacidad de presentar otros candidatos a
cargos ministeriales. Ignacio Bayón fue propuesto para el Ministerio de Industria y
Alejandro Rebollo para Comercio. Sin embargo, según le indicó Fernando Abril,
esta última cartera estaba ya asignada a un diputado de la UCD, por lo que sólo
prosperó la candidatura de Ignacio Bayón. Alejandro Rebollo fue promovido a la
presidencia de RENFE 932 . Por otra parte, Enrique Guzmán fue nombrado
presidente de Iberia, siendo ocupada su vacante de subsecretario por Fernando
Piña. Meses más tarde, con Luis Ortiz como ministro de Obras Públicas en el
Gobierno de Leopoldo Calvo-‐Sotelo, Juan Antonio Guitart fue designado
subsecretario del Departamento.
932 Entrevista a Salvador Sánchez-‐Terán, 22 de junio de 2009.
Carlos González Martínez
284
5.2. El Libro Blanco, un proyecto para Transportes y Comunicaciones.
Al cumplirse un año de su llegada al Ministerio, Salvador Sánchez-‐Terán
anunció la inminente publicación de un Libro Blanco del Transporte. Con este
documento, elaborado durante los seis meses anteriores, se pretendía sustituir la
legislación vigente -‐de más de treinta años de antigüedad-‐ por otra más acorde con
la España del momento933. La mayor parte de sus casi 300 páginas, estaban
dedicadas al estudio, en profundidad, de la situación y problemas del sector934. Las
últimas 40 recogían las soluciones con las que se pretendía alcanzar el objetivo
último del Departamento: “la creación y funcionamiento eficaz de un sistema
integrado de transportes, que dé satisfacción a las necesidades de la sociedad, al
menor coste posible para la comunidad, mediante la optimización del uso de los
recursos”935.
Antes de presentarlo en la Comisión correspondiente del Congreso,
Transportes y Comunicaciones hizo públicas algunas de las medidas recogidas en
el Libro Blanco, así como la forma legislativa que el proyecto habría de tomar. En lo
que respecta a las líneas de acción, el Ministerio se comprometía a mantener la
armonía entre la política de transportes y la economía de mercado promovida por
el Gobierno. En sintonía, tanto con esa medida como con la letra de los Pactos de la
Moncloa, se daría prioridad al sector privado en el transporte por carretera y
marítimo, evitando situaciones de competencia desleal y de abuso de posiciones
dominantes. Además, el Estado garantizaría a los usuarios un nivel aceptable de
calidad a través de la modernización de las infraestructuras, el parque móvil y los
restantes servicios936. Como contrapartida, estos tendrían que hacer frente a unas
933 “Transporte, despilfarro sin freno”, Cambio 16, 10/12/1978. 934 “Libro Blanco del Transporte”, Ya, 21/2/1979. 935 “Libro Blanco del Transporte”, Ya, 21/2/1979. 936 “El Estado garantiza un nivel aceptable de calidad”, 5 Días, 21/2/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
285
tarifas más elevadas que, según el Ministerio, se establecerían teniendo en cuenta
el coste real del servicio y las leyes del libre mercado937.
En lo que respecta al ámbito legislativo, el ministro informó que las
directrices establecidas en el documento se traducirían en cincuenta y nueve
acciones, de las cuales trece corresponderían a leyes o decretos-‐leyes, catorce a
decretos y otras disposiciones, diecinueve a planes y programas, y las trece
restantes a otro tipo de acciones938. El calendario para llevar a cabo toda esa tarea
legislativa quedó organizado de la siguiente manera: doce acciones antes del 1 de
mayo, diecinueve desde esa fecha hasta el final de 1979, y las restantes durante
1980.
El Libro Blanco fue presentado el 12 de junio de 1979 en el Club
Internacional de Prensa. Ante los presentes, Sánchez-‐Terán calificó el documento
como “un programa serio del Gobierno y no una simple declaración de
intenciones” 939 . Además, el ministro destacó que por primera vez se iba a
desarrollar en España una política coordinada, transparente y a largo plazo en ese
sector940. Con este programa, los responsables del Departamento pretendían
alcanzar los siguientes objetivos: “utilización racional de recursos y ahorro
energético, unificación de competencias, mejora del medioambiente, seguridad,
mercancías peligrosas, ordenación del territorio, reparto de tráficos, régimen
laboral, fiscalidad, subvenciones por obligaciones de servicio público, transporte
combinado, evaluación de proyectos de inversión, acceso al mercado, dimensión
empresarial, investigación, ciudadanos con problemas especiales, integración del
territorio, integración en la CEE y empresa pública”941. Por último, tal como se
937 “Sánchez-‐Terán presentará un Libro Blanco sobre el Transporte”, ABC, 6/6/1979. 938 “El Estado garantiza un nivel aceptable de calidad”, 5 Días, 21/2/1979. 939 “Racionalización de los transportes para los años ochenta”, Ya, 13/6/1979. 940 “Sánchez-‐Terán presenta el libro blanco del transporte”, 5 Días, 13/6/1979. 941 “Al fin el Libro Blanco del Transporte es una realidad”, Transporte 3, 7/1979.
Carlos González Martínez
286
había adelantado en el mes de febrero, Sánchez-‐Terán confirmó que la aplicación
del Libro Blanco finalizaría en 1980942.
Los plazos de cada una de las medidas previstas estaban recogidos en el
propio documento. La primera fase comprendía acciones prioritarias que debían
quedar ultimadas en el plazo de seis meses: la elaboración de la ley constituyendo
en organismo autónomo la Escuela Nacional Aeronáutica y modificando su
estructura y funcionamiento, la normativa del transporte en las grandes áreas
urbanas, la ley de tasas aeroportuarias, la norma sobre la ordenación de
procedimiento y de fijación de un esquema para planificar las líneas regulares de
viajeros por carretera, el decreto de estructuración del Instituto de Estudios del
Transporte, el establecimiento de contratos-‐programa con las empresas
ferroviarias, un plan de transportes de mercancías peligrosas, la campaña sobre la
utilización de transportes colectivos, la Ley de Cuerpos Especiales de Correos, la
norma sobre la delimitación de competencias administrativas en relación con el
transporte marítimo, y el decreto sobre la creación de la Junta Nacional de
Seguridad del Transporte. La segunda etapa incluía acciones que debían quedar
ultimadas en el plazo de un año: la nueva ley del Transporte por Carretera, la ley
para la tramitación del Plan General de Ferrocarriles 1980-‐1990, la ley del
Transporte por tubería, una nueva ley Penal y Procesal de la Marina Mercante y de
la Navegación Aérea, el decreto de regulación administrativa de acceso al mercado
del transporte por carretera, el decreto sobre centros de contratación en el
transporte de mercancías por carretera, el decreto sobre promoción del transporte
marítimo en barcos de pabellón nacional, la norma ordenadora del transporte
terrestre internacional, un programa de construcción de estaciones de transporte
de mercancías por carretera, el Plan Nacional de Reestructuración de Aeropuertos
y de sus Accesos Terrestres, el establecimiento de contratos-‐programa con las
empresas públicas de transporte aéreo, la revisión del Plan Nacional de
Oleoductos, la aprobación de Planes 1980-‐1990 para desarrollo del Ferrocarril
942 “Transporte: la aplicación del Libro blanco terminará en 1980”, Diario de Barcelona, 20/6/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
287
Metropolitano en Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla y Valencia, la constitución de
empresas mixtas de transporte que aseguren la coordinación entre el ferrocarril y
la carretera, el programa de normalización tarifaria del conjunto de modos de
transporte, el plan de normalización de cuentas de las empresas públicas de
transporte -‐precisando las obligaciones de servicio público que se le impone-‐, y el
decreto sobre reestructuración del organismo autónomo de los Aeropuertos
Nacionales. Por último, la tercera fase comprendía “el resto de acciones cuyo plazo
de ejecución finaliza en el año 1980, salvo en las acciones que requieran una
continuidad en su desarrollo”943.
Tras la presentación del Libro Blanco se abrió un periodo transitorio para
que las instituciones, organismos y sectores afectados transmitieran al Ministerio
de Transportes y Comunicaciones sus propuestas, dudas y quejas. Mención
especial a este respecto merece el estudio realizado por el sindicato UGT, que el
propio Sánchez-‐Terán agradeció calificándolo como “el análisis más serio
presentado hasta el momento”944. No obstante, si bien con ligeras modificaciones,
se siguió el plan inicial, clave para entender la política del Departamento durante
esos años. El mandato de Salvador Sánchez-‐Terán posee, en buena medida a causa
de la complejidad del Ministerio que le tocó encabezar, múltiples facetas y diversos
episodios difíciles de engarzar. El Libro Blanco, si bien no logra abarcar toda esa
complejidad, es la mejor guía para comprender la labor desarrollada por el
ministro. En él queda esbozado de forma bastante concreta su programa
ministerial que, una vez más, saca a la luz su afán por desarrollar los Pactos de la
Moncloa. A lo largo de las próximas páginas, con el fin de aportar una visión amplia
de la labor técnica llevada a cabo desde Transportes y Comunicaciones durante el
mandato de Sánchez-‐Terán, haremos referencia a algunas de las intervenciones
más destacadas de ese Departamento.
943 “Sánchez-‐Terán presentó ayer el Libro Blanco del Transporte”, ABC, 13/6/1979. 944 “Sánchez-‐Terán elogia el análisis de UGT sobre el Libro Blanco del Transporte”, Informaciones, 13/9/1979.
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288
5.2.1. La apertura a la libertad radiofónica.
La libertad de expresión aparece como un requisito imprescindible dentro
de todo proceso de apertura a la democracia. En un marco de respeto y
responsabilidad, los ciudadanos han de tener la capacidad de expresar sus
opiniones sin temor a ser objeto de represalias por parte de las autoridades
públicas945. La libertad de los medios de comunicación adquiere, al llegar a este
punto, una importancia capital: su derecho a expresarse libremente garantiza
también el derecho a la información del conjunto de la ciudadanía. Por tanto, era
lógico que, a lo largo de la Transición, los medios de comunicación fueran
adquiriendo una mayor libertad, no sólo en sus contenidos, sino también en sus
canales de difusión946. En ese proceso de apertura hemos de incluir un medio tan
popular como la radio.
El Plan de Ondas Medias, elaborado durante el régimen franquista, fue
definido por los responsables políticos de la época como un “ordenamiento
transitorio de la radiodifusión”. Este programa establecía la existencia de una
cadena pública (Radio Nacional) y otra privada (Radio Madrid)947. Se trataba, al fin
y al cabo, de un plan elaborado a la espera de un acuerdo internacional que
determinara la distribución de frecuencias sonoras en ondas largas y medias948. La
Conferencia de Ginebra, celebrada durante los meses de octubre y noviembre de
945 Real Decreto-‐Ley 24/1977 de 1 de abril (12-‐4-‐1977), sobre la libertad de expresión. 946 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 311: “El Decreto Ley en esencia: a) Derogaba las disposiciones más anacrónicas de la Ley de Prensa, como el artículo 2.º, y el Código Penal, en su artículo 165 bis. b) No abría plenamente la puerta a la libertad de expresión e información. Ello se produciría con la entrada en vigor de la Constitución. Por ejemplo, se reservaba al Gobierno la posibilidad del secuestro administrativo en determinadas circunstancias. c) Establecía la protección del «honor y fama de los particulares». Se trataba de evitar los «golpes bajos» en las próximas confrontaciones electorales. d) Se definían responsabilidades en cascada para los directivos de cada medio”. 947 Ibid, p. 309. 948 Decreto 4133/1964 de 23 de diciembre, Plan Transitorio de Ondas Medias.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
289
1975, puso fin a esa espera949. El Gobierno de España ratificó el texto definitivo,
fijando su fecha de aplicación para el 23 de noviembre de 1978.
Pío Cabanillas, ministro de Cultura, y Salvador Sánchez-‐Terán, titular de
Transportes y Comunicaciones, fueron los encargados de adecuar la estructura y la
legalidad radiofónica española a los criterios de Ginebra. Así, a finales de octubre
de 1978 se aprobó el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora mediante un
949 Actas Finales de la Conferencia Administrativa Regional de Radiodifusión por ondas kilométricas y hectométricas (Regiones 1 y 3), Ginebra, Unión Internacional de Telecomunicaciones, 1976, p. 7: Con el fin de facilitar las relaciones, la comprensión mutua y la cooperación en materia de radiodifusión por ondas kilométricas y hectométricas; con objeto de mejorar la utilización de las bandas de frecuencias atribuidas al servicio de radiodifusión y lograr en todos los países una recepción satisfactoria de las transmisiones del servicio de radiodifusión; reconociendo que todos los países, grandes y pequeños, tienen los mismos derechos y que con la aplicación del presente Acuerdo han de satisfacerse en la medida de lo posible las necesidades de todos los países y en especial las de los países en desarrollo; Los delegados de los Miembros de la Unión Internacional de Telecomunicaciones que se mencionan a continuación, reunidos en Ginebra, en una conferencia administrativa regional convocada en virtud de lo dispuesto en el Convenio Internacional de Telecomunicaciones (Málaga-‐Torremolinos, 1973), adoptan, a reserva de la aprobación por las autoridades competentes de sus países respectivos, las disposiciones siguientes relativas al servicio de radiodifusión en las Regiones 1 y 3 para las bandas de ondas hectométricas y en la Región 1 para las bandas de ondas kilométricas.
República de Afganistán, Argelia (República Argelina Democrática y Popular), República Federal de Alemania, Reino de Arabia Saudita, Australia, Austria, República Popular de Bangladesh, Bélgica, República Socialista Soviética de Bielorrusa, República de Botswana, República Popular de Bulgaria, República de Burundi, República Unida del Camerún, República Centroafricana, República Popular de China, República de Chipre, Estado de la Ciudad del Vaticano, República Popular del Congo, República de Corea, República de la Costa del Marfil, República de Dahomey, Dinamarca, República Árabe de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Etiopía, Fidji, Finlandia, Francia, República Gabonesa, República de Gambia, Ghana, Grecia, República de Guinea, República del Alto Volta, República Popular Húngara, República de India, República de Indonesia, Irán, Irlanda, Islandia, Estado de Israel, Italia, Japón, Reino Achemita de Jordania, República de Kenya, Estado de Kuwait, Reino de Lesotho, Líbano, República de Liberia, República Árabe Libia, Principado de Liechtenstein, Luxemburgo, Malasia, Malawi, República Malgache, Reino de Marruecos, Mauricio, República Islámica de Mauritania, República del Malí, Mónaco, República Popular de Mongolia, República Popular de Mozambique, Nepal, República del Niger, República Federal de Nigeria, Noruega, Nueva Zelandia, República de Uganda, Pakistán, Papua Nueva Guinea, Reino de los Países Bajos, República de Filipinas, República Popular de Polonia, Portugal, Estado de Qatar, República Árabe Siria, República Democrática Alemana, República Socialista Soviética de Ucrania, República Socialista de Rumania, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, República del Senegal, República de Singapur, República Democrática del Sudán, República de Sri Lanka (Ceilán), Suecia, Confederación Suiza, República Unida de Tanzania, República del Chad, República Socialista Checoslovaca, Tailandia, República Togolesa, Túnez, Turquía, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. República Árabe del Yemen, República Democrática Popular del Yemen, República Socialista Federativa de Yugoslavia, República del Zaira, República de Zambia”.
Carlos González Martínez
290
Real Decreto 950 . La normativa estaba compuesta de siete artículos y dos
disposiciones finales. El primero de ellos indicaba que el servicio público de
radiodifusión sonora se realizaría en las ondas largas, medias, cortas y en ondas
métricas con modulación de frecuencia. El segundo reservaba la radiodifusión de
ondas largas a “Radio Nacional de España para la difusión de un programa de
carácter nacional”951 . El tercero abordaba la cuestión de las ondas medias,
distinguiendo entre el territorio canario y el resto de España. En el cuarto artículo
se reservaba la radiodifusión de ondas cortas a “Radio Nacional de España para la
emisión de programas dirigidos al exterior” 952 . Los restantes puntos de la
normativa abordaban cuestiones como la radiodifusión sonora en ondas métricas
con modulación de frecuencia, la entrada en vigor del Real Decreto, y la derogación
de textos legislativos anteriores953.
En definitiva, el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión “reservaba las
ondas largas y las cortas para servicios del Estado, y establecía unos amplios cupos
de Onda Media y de FM para adjudicar a las radios públicas y a las privadas”954.
Desde ese momento, en sintonía con la citada Conferencia de Ginebra y el Real
Decreto de 1978, se fueron constituyendo las principales emisoras privadas del
país.
5.2.2. Del déficit de los 30.000 millones al Plan General de Ferrocarriles.
La gestión de los ferrocarriles durante el mandato de Salvador Sánchez-‐
Terán se desarrolló en torno a dos acontecimientos de notable importancia para la
950 Real Decreto 2648/1978 de 27 de octubre (p. del gob. B.O.E. de 9-‐11-‐78), Por el que se aprueba el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora. 951 Real Decreto 2648/1978 de 27 de octubre (p. del gob. B.O.E. de 9-‐11-‐78), Por el que se aprueba el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora, artículo 2º. 952 Real Decreto 2648/1978 de 27 de octubre (p. del gob. B.O.E. de 9-‐11-‐78), Por el que se aprueba el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora, artículo 4º. 953 Real Decreto 2648/1978 de 27 de octubre (p. del gob. B.O.E. de 9-‐11-‐78), Por el que se aprueba el Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Sonora, artículos 5º, 6º y 7º. 954 SÁNCHEZ-‐TERÁN, Salvador, La Transición… op. cit., p. 310.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
291
historia de RENFE: el reconocimiento de un déficit en la compañía superior a
30.000 millones de pesetas para el ejercicio de 1978, y la elaboración del Plan
General de Ferrocarriles en el año 1980. Entre estos dos hechos, que marcan
aproximadamente el inicio y el fin de la presencia de Sánchez-‐Terán en
Transportes y Comunicaciones, se fue desarrollando una política ferroviaria
basada en la modernización de las infraestructuras y la supresión de los pasos a
nivel existentes en el territorio nacional.
A mediados de junio de 1978, en una entrevista concedida al diario
malagueño Sol de España, el ministro reconocía públicamente la complicada
situación económica de la empresa de ferrocarriles. Según Sánchez-‐Terán, las
causas del déficit había que buscarlas en el “desfase entre tarifas y evolución de los
costes. Los aumentos de costo en general y salariales han sido muy importantes, y
ha habido otras causas, como la eliminación de los ingresos del canon de
coincidencia. Y como cosa muy importante también, el aumento de la financiación
exterior, al no haber capital propio lo cual implica que los gastos financieros
aumenten en la cuenta de resultados”955. Para paliar esa situación, el presidente de
RENFE, de común acuerdo con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones,
puso en marcha un plan urgente de actuación que incluía la mejora de
determinados servicios y la minimización de costos956. Siguiendo esa política,
RENFE realizó, en 1978, un gasto en material ferroviario por valor de 22.000
millones de pesetas. Este desembolso se destinó a la adquisición de 55
locomotoras eléctricas, 55 unidades de tren eléctricas, 60 automotores diesel, 15
electrotrenes, 70 coches, 500 vagones y furgones, y 500 contenedores957.
Como hemos indicado anteriormente, la elaboración del Plan General de
Ferrocarriles supuso el punto y final de la labor ministerial de Salvador Sánchez-‐
Terán en el ámbito ferroviario. Poco antes de su cese como ministro de 955 “El Déficit de RENFE es de treinta mil millones”, La Gaceta Regional, 16/6/1978. 956 “Déficit de RENFE”, El Imparcial, 16/6/1978. 957 “30.000 millones de pesetas, déficit actual de RENFE”, Solidaridad Nacional, 16/6/1978.
Carlos González Martínez
292
Transportes y Comunicaciones, se concluyeron los trabajos de la comisión
interministerial en lo relativo a esta materia. Tan sólo quedaba, por tanto, la
aprobación del proyecto por el Consejo de Ministros, que se llevaría a cabo bajo el
mandato del sustituto de Sánchez-‐Terán, José Luis Álvarez y Álvarez. El Plan de
Ferrocarriles, con una duración aproximada de doce años, se proponía mejorar la
calidad del servicio a través de la inversión en infraestructuras ferroviarias. Se
preveía, además, un fuerte crecimiento del tráfico de cercanías en las grandes
aglomeraciones, así como un incremento de las velocidades medias -‐120 km/h-‐ en
los trenes de larga distancia. Por último, el Ministerio estimaba que el número de
puestos de trabajo creados a raíz de estas inversiones se situaría en torno a lo
50.000, mientras que el ahorro energético derivado de la aplicación de nuevas
tecnologías sería del 10%958.
El objetivo de buena parte de la inversión en infraestructuras ferroviarias
fue mejorar las comunicaciones entre las capitales andaluzas, así como el
transporte entre estas y otras de distintos puntos de España959. Con el fin de
informarse acerca de la situación del entramado viario de Andalucía, Sánchez-‐
Terán realizó una visita a las ciudades de Sevilla, Huelva y Córdoba a mediados de
julio de 1978. El ministro llegó a la capital hispalense acompañado de Carlos García
Maura, director general de Infraestructuras de Transporte, e Ignacio Bayón
Mariné, presidente del Consejo de Administración de RENFE, así como de otros
miembros del equipo técnico del Ministerio960. Allí se reunieron tanto con el
gobernador civil, con el que compartieron un almuerzo de trabajo, como con
Fernández Viagas, presidente de la Junta de Andalucía961. Esa misma tarde se
aprobó el proyecto para la construcción de la gran Estación de Santa Justa, cuyo
958 “El Plan General de Ferrocarriles listo para el Consejo de Ministros”, 5 Días, 24/4/1980. 959 “El ministro de Transportes estudia la modernización de la red ferroviaria andaluza”, Ya, 18/7/1978. 960 “El lunes visitará Sevilla el ministro de Transportes y Comunicaciones”, El Correo de Andalucía, 13/7/1978. 961 “Mañana visitará nuestra ciudad el ministro de Transportes y Comunicaciones”, El Correo de Andalucía, 16/7/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
293
coste previsto ascendía a los 1.100 millones de pesetas. A su vez, también se llegó a
un acuerdo sobre el traslado de los almacenes de RENFE a Majarabique, con un
costo 300 millones de pesetas, y el traslado de los servicios de mercancías a la
estación de La Negrilla962.
Después de inaugurar oficialmente el servicio eléctrico ferroviario entre
Sevilla y Huelva, Sánchez-‐Terán se desplazó a Córdoba para firmar los documentos
que autorizaban la construcción de una nueva estación de tren963. A su vez, el
ministro aprovechó su estancia en la ciudad para aprobar la primera fase de las
obras de la Red Arterial Ferroviaria964. Se trató, por tanto, de un importante viaje
en el que el titular de Transportes y Comunicaciones dejó sentadas las bases para
el futuro del ferrocarril en Andalucía. En apenas dos días, Sánchez-‐Terán visitó tres
ciudades, puso en marcha la construcción de dos nuevas estaciones, aprobó nuevos
planes para el desarrollo ferroviario de la región, e inauguró el último tramo que
faltaba por electrificar entre Huelva e Irún.
La segunda visita realizada por Sánchez-‐Terán a Sevilla con motivo de la
modernización de la red ferroviaria, se produjo en febrero de 1979. En esa ocasión,
el ministro se reunió con los gobernadores civiles y autoridades provinciales de
Cádiz, Córdoba, Jaén y Sevilla965. El motivo del encuentro era informarles sobre el
proyecto gubernamental de mejora de la red ferroviaria andaluza. La inversión en
infraestructura superaría los 9.000 millones de pesetas, en un plan que se llevaría
a cabo a lo largo de tres años966. Entre otras cosas, las obras programadas
permitirían realizar, mediante Talgo, el trayecto Madrid-‐Córdoba en tres horas y
962 “Una comisión interministerial estudia el problema del transporte de mercancías peligrosas”, Informaciones, 18/7/1978. 963 “Córdoba: nueva estación”, 5 Días, 18/7/1978. 964 “En marcha, la red arterial ferroviaria”, El Correo de Andalucía, 19/7/1978. 965 “Hoy llega el ministro de Transportes y Comunicaciones”, El Correo de Andalucía, 6/2/1979. 966 “Nueve mil millones de pesetas para mejorar la red ferroviaria Madrid-‐Andalucía”, Diario Odiel de Huelva, 7/2/1979.
Carlos González Martínez
294
media967. Se trataba, en definitiva, de un conjunto de acciones tales como la
renovación de tramos con carril antiguo, la supresión de pasos a nivel y el
establecimiento de doble vía en algunos de los tramos más transitados968.
En lo que respecta a las comunicaciones ferroviarias de Andalucía con otras
regiones, hemos de destacar dos proyectos más. En primer lugar, el
establecimiento de una nueva línea entre Baeza y Albacete, cuyos primeros
estudios se realizaron en julio de 1978. La encargada de llevarlos a cabo fue una
comisión nombrada por el propio ministro de Transportes y Comunicaciones, que
estaba compuesta por seis miembros del ministerio, dos representantes de RENFE,
y dos técnicos designados por las Cámaras de Comercio e Industria de las
provincias afectadas969. El segundo fue la revitalización del TER Gijón-‐Sevilla, línea
que, por diversas razones, resultaba poco rentable. Un detalle a tener en cuenta es
que, en su trazado, incluía el paso por Salamanca, provincia que Sánchez-‐Terán
representaba en el Congreso de los Diputados. En definitiva, tanto por razones
electorales como por afecto a su tierra de adopción, el ministro siguió muy de
cerca la cuestión del TER Gijón-‐Sevilla.
Además, fuera del ámbito andaluz hemos de destacar también las gestiones
realizadas en torno al ferrocarril Santander-‐Mediterráneo, un proyecto de
comienzos de siglo XX que, pese al inversiones económicas realizadas en la década
de los setenta, terminó por cerrarse en 1984 debido a su escasa rentabilidad
económica970. Precisamente esa cuestión ocupó buena parte de la atención de
Sánchez-‐Terán durante el viaje que realizó a Cantabria a finales de abril de
1979971.
967 “Sánchez-‐Terán se reunió ayer con las autoridades de cinco provincias de nuestra región”, Diario de Córdoba, 7/2/1979. 968 “Se invertirán nueve mil millones”, Pueblo, 7/2/1979. 969 “Modificada la comisión de estudio del ferrocarril Baeza-‐Albacete”, El País, 8/7/1978. 970 “Soy optimista en el tema del Santander-‐Mediterráneo”, Diario Montañés, 29/4/1979. 971 “El ferrocarril Santander-‐Burgos va a ser necesario en la década de los 80”, Alerta, 29/4/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
295
Otro de los caballos de batalla del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones en lo relativo al ferrocarril fue la supresión de los pasos a nivel.
Los primeros que Sánchez-‐Terán ordenó suprimir tuvieron que ver con una serie
de accidentes acaecidos en la provincia de Lérida972. A partir de ahí se intensificó la
campaña para eliminar esos focos de siniestralidad que, de manera ocasional,
producían víctimas entre la población de los lugares donde se encontraban
situados. De esta manera, apenas cinco meses después, Sánchez-‐Terán asistía a la
supresión del paso a nivel número mil desde que en 1973 comenzara la campaña
gubernamental. En esta ocasión el escenario fue la provincia de Ávila973. Al
terminar el acto, el titular del Ministerio informó a los presentes de que en los tres
años siguientes estaba previsto retirar 320 pasos a nivel más, con un coste de
2.300 millones de pesetas974. No obstante, la mala suerte y la imprudencia del
conductor de un autobús escolar provocaron que, apenas unos días después de
levantar el paso a nivel número mil, la tragedia se repitiera de la manera más
brutal. Fue, precisamente, en la provincia de Salamanca, de la que Sánchez-‐Terán
era representante en el Congreso de los Diputados.
5.2.3. El “mensis horribilis” de Sánchez-‐Terán.
Los últimos días de 1978 fueron, sin lugar a dudas, los más duros de toda la
etapa ministerial de Sánchez-‐Terán. Durante esas semanas, el titular de
Transportes y Comunicaciones tuvo que hacer frente a dos tragedias de gran
magnitud: el ataque terrorista al pesquero canario Cruz del Mar y el accidente de
un autocar escolar en la provincia de Salamanca. En total fueron treinta y siete los
muertos: siete marineros y treinta escolares. Sin embargo, lo relevante en ambos
casos no fue el número de fallecidos, sino su carácter. En el caso del pesquero se
trataba de una acción con importantes repercusiones económicas e
972 “Mañana comienza la supresión de los pasos a nivel”, La Vanguardia, 13/6/1978. 973 “Hoy se suprime el paso a nivel número mil”, Ya, 7/11/1978. 974 “Supresión del paso a nivel número 1.000”, Arriba, 8/11/1978.
Carlos González Martínez
296
internacionales, mientras que en el accidente del autocar salmantino, la gravedad
de los hechos radicaba en la corta edad de las víctimas.
En la tarde noche del 28 de noviembre el Cruz del Mar, propiedad del
armador José Luis Gondar, fue abordado por una lancha Zodiac de color marrón,
con veinte hombres a bordo armados con ametralladoras975. Los tripulantes, diez
pescadores canarios que desde el día 24 se encontraba faenando en el banco
pesquero canario-‐sahariano, muy cerca de cabo Cabiño, acogieron a los terroristas
en su embarcación. Después de estar conversando tranquilamente durante un
tiempo, los asaltantes comenzaron a disparar ráfagas contra los indefensos
trabajadores976. Murieron siete marineros, mientras que los tres restantes, que
saltaron al mar para salvar su vida, fueron rescatados horas después por otro
pesquero español977.
Eusebio García Rodríguez, uno de los supervivientes del atentado narraba
así aquellos momentos angustiosos vividos a bordo de la embarcación: “A las siete
y media de la tarde del martes día 28, cuando íbamos a acostamos, llegaron los
asaltantes. Mi hermano gritó: «Están aquí los moros». Miguel Ángel fue el primero
que los vio, y entre todos decidimos ayudarles a atracar su lancha junto a nuestro
barco, ya que no podíamos hacer nada por defendemos, puesto que estábamos
fondeados. Les ayudamos a subir. Lo hicieron diez o doce, otros seis o siete se
quedaron abajo, en la lancha. Ellos nos apuntaban con sus armas, pero nos
tranquilizaban diciendo que no pasaría nada. Eran fusiles como el Cetme, pero con
culata de plástico y el cargador curvo. Iban vestidos de «hombres-‐rana», pero con
la cara destapada. Eran blancos, pero moros: saharauis o mauritanos. Hablaban
castellano, con el acento típico del mauritano o del saharaui, que es el mismo.
También empleaban frases en francés. En el traje de «hombres-‐rana» llevaban en 975 “Reforzada la Armada española en Canarias”, Diario 16, 30/11/1978. 976 “Éxodo de la flota canaria”, El Alcázar, 1/12/1978. 977 Sobrevivieron al atentado Manuel Hernández y los hermanos Eusebio y Miguel Ángel Rodríguez García; murieron José María Hernández Marrero, Agustín Hernández Marrero, Juan Suárez Rodríguez, Amador Hernández, Rafael Salas Fernández, Alfredo Marrero y Sebastián Cañada García.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
297
el pecho un redondel con una S y unas letras debajo que a mi hermano Miguel
Ángel le parecieron que ponía Frente Polisario. Trataban de tranquilizarnos a toda
costa. Comieron el pescado que habíamos preparado para la cena, tomaron el café,
estuvimos hablando con ellos casi una hora. Hablábamos de cosas sin importancia,
tratábamos de tranquilizarnos unos a otros, aunque temíamos que nos iban a
matar. Mientras tanto, varios de ellos colocaron una bomba en un dormitorio de
popa. Nosotros les dijimos que nos dejaran una lancha y nos iríamos de allí; ellos
insistían en que no nos preocupáramos. Finalmente, al muchacho le preguntaron
qué edad tenía, él dijo que catorce años, y uno de ellos comentó: "Qué pena, vas a
morir." Entonces nos colocaron en la banda y vimos que nos iban a matar. Tres nos
tiramos al agua; oímos las ráfagas que dirigían a nuestros compañeros; después,
otras ráfagas se hundían en el mar, junto a nosotros. Poco después los asaltantes se
retiraron; mi hermano subió entonces al barco, llamó por radio al servicio de
socorro de Arrecife y Las Palmas; sabía que había una bomba en el barco y no
esperó respuesta; cogió una balsa y la echó al agua. En ella estuvimos varias horas
hasta que fuimos rescatados”978.
Tras la reunión del presidente Suárez con algunos de sus ministros durante
la tarde-‐noche del día 29, la Secretaría de Estado para la Información hizo pública
una nota oficial979. El documento definía, en base a tres puntos, la política del
Gobierno a la hora de abordar la tragedia del Cruz del Mar. En primer lugar, una
mayor presencia de la Armada española en esas aguas para garantizar la seguridad
de los pesqueros españoles. En segundo término, el nombramiento de Salvador
Sánchez-‐Terán y del almirante Arévalo Pelluz, jefe de Estado Mayor de la Armada,
para coordinar las labores de investigación sobre los atentados. Y por último, el
inicio de los contactos diplomáticos con Marruecos, en cuyas aguas jurisdiccionales
978 “Escalofriante relato de uno de los supervivientes del Cruz del Mar”, El País, 1/12/1978. 979 Estaban presentes los ministros de Defensa, Presidencia y Transportes y Comunicaciones, así como el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada y, en sustitución del ministro Oreja Aguirre (de visita oficial en Argentina), el subsecretario de Asuntos Exteriores.
Carlos González Martínez
298
había tenido lugar el atentado, para pedir explicaciones sobre los hechos980. La
primera de esas cuestiones quedó solucionada al ser aprobado, dos días después,
el envío a la zona de siete buques de la Armada981. A este contingente había que
añadir los tres destructores, dos patrulleros y una corbeta que, de manera habitual,
patrullaban esas aguas982.
El ministro de Transportes viajó a Canarias acompañado por Víctor Moro,
subsecretario de Pesca y Marina Mercante. Nada más llegar presidió el entierro de
José María Hernández Marrero, patrón del Cruz del Mar983. Al finalizar los actos,
Sánchez-‐Terán se reunió con su equipo y con el almirante Arévalo Pelluz para
coordinar la labor de investigación, así como para organizar el regreso de la flota a
los puertos de las islas. En esos días se produjo el amarre de 434 barcos. La pesca
canaria estuvo paralizada durante todo el mes, afectando el parón a 8.000
trabajadores984. Mientras, iban apareciendo los cuerpos sin vida de los pescadores
ametrallados. El 30 de noviembre fue hallado el cadáver del sobrino del patrón e
hijo de otro de los desaparecidos985. Al día siguiente un destructor de la Armada
encontraba, junto al casco y parte de la armadura del Cruz del Mar, dos cuerpos
más986.
Las primera sospechas se dirigieron hacia el Frente Polisario, que
anteriormente había protagonizado acciones contra los pesqueros que faenaban en
lo que ellos consideran aguas territoriales de la RASD (República Árabe Saharaui
Democrática)987 . En año y medio se habían producido ocho ataques contra
embarcaciones españolas, la mayoría de ellos reivindicados por la organización
980 “La Armada se moviliza”, El Periódico, 30/11/1978. 981 “Para nuestros pescadores, seguridad”, El Eco de Canarias, 1/12/1978. 982 “La Armada se moviliza”, El Periódico, 30/11/1978. 983 “Enterrado el patrón del Cruz del Mar”, Arriba, 1/12/1978. 984 “Los supervivientes acusan al Frente Polisario”, Informaciones, 30/11/1978. 985 “Regreso a sus bases de toda la flota artesanal”, ABC, 1/12/1978. 986 “Aparecen los restos del pesquero atacado con dos cadáveres a bordo”, La Gaceta Regional, 2/12/1978. 987 “Ocho barcos atacados en aguas del Sáhara”, Solidaridad Nacional, 1/12/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
299
saharaui 988 . El objetivo de los ataques era protestar contra Los Acuerdos
Tripartitos de Madrid (1975), que reconocían la soberanía de Marruecos y
Mauritania sobre el Sahara Occidental. Sin embargo, el Frente Polisario, que
siempre había reivindicado sus operaciones militares –véase los secuestros de
tripulantes del Saa y Las Palomas-‐, negó desde su sede de Argel su implicación en
el ataque989. Hakim Ibrahim, responsable de Asuntos Exteriores del RASD, calificó
la acción como una maniobra de Marruecos para sabotear el clima de amistad
existente entre España y las autoridades del Sahara990.
Comenzaron a surgir entonces los rumores sobre la implicación de
Marruecos en el ataque al pesquero español. Los defensores de la postura saharaui
argumentaban que el Cruz del Mar había sido abordado en aguas controladas por
la Armada real marroquí, que precisamente realizaba maniobras en ellas durante
aquellos días. Además, el lugar del ataque se encontraba muy lejos del escenario
donde el Frente Polisario había protagonizado sus acciones anteriores991. No
obstante, la investigación oficial seguía apuntando hacia el Frente Polisario. Y,
aunque Salvador Sánchez-‐Terán prefería no pronunciarse sobre la cuestión antes
de finalizar los trabajos, el vicealmirante Jaraiz Franco, comandante general de la
Zona Marítima de Canarias, parecía no albergar ninguna duda sobre la autoría de
los atentados: “Recuerden ustedes que este ataque y asesinato tiene las mismas
características que el sufrido por un pesquero holandés hace unos meses.
Precisamente hace cuatro días sufrió un ataque análogo otro pesquero marroquí,
de cuya tripulación sólo pudieron matar a dos hombres (…) El Polisario reivindica
o no aquello que le interesa, así que no vale decir que no han cometido ellos las
anteriores acciones por el hecho de no reivindicarlas”992.
988 En 1977 fueron atacados el “Pinzales” y el “Saa”; y en 1978 el “Las Palomas”, el Lérez, el “Tela”, el “María Luisa”, el “Génesis” y el “Cruz del Mar”. 989 “España exige explicaciones”, Pueblo, 30/11/1978. 990 “Reforzada la Armada española en Canarias”, Diario 16, 30/11/1978. 991 “El pesquero español fue atacado por Marruecos”, El Correo Catalán, 1/12/1978. 992 “Acusa al Polisario”, El Imparcial, 1/12/1978.
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300
Las ciudades de Las Palmas y Arrecife fueron escenario, a lo largo de los
siguientes días, de numerosas manifestaciones de repulsa contra los atentados. Al
mismo tiempo, los pescadores, con el apoyo de todas las centrales sindicales y
partidos políticos, exigieron al Gobierno una investigación a fondo de estos hechos
para descubrir a los verdaderos culpables993. A este respecto, Sánchez-‐Terán se
pronunció en una entrevista a un diario local: “Hay indicios de que este tipo de
ataque es muy similar a los realizados por el Frente Polisario anteriormente,
aunque el Gobierno no puede decir aún la última palabra”994. Pasarían todavía
varias semanas antes de que las autoridades españolas se pronunciaran
confirmando las sospechas del ministro de Transportes y Comunicaciones995.
Embarcaciones españolas atacadas en aguas del Sáhara Occidental Pinzales 7-‐4-‐1977 Ataque con armas de fuego. Saa 13-‐11-‐1977 Ataque con armas de fuego y secuestro de tres
tripulantes durante 16 días. Las Palomas 20-‐4-‐1978 Secuestro de toda la tripulación durante seis
meses. Lerez 16-‐5-‐1978 Ataque con armas de fuego. Tela 16-‐8-‐1978 Ataque con armas de fuego. María Luisa 9-‐9-‐1978 Ataque con armas de fuego (un herido). Génesis 5-‐10-‐1978 Ataque con armas de fuego (tres heridos). Cruz del Mar 28-‐11-‐1978 Ataque con armas de fuego y voladura del barco
(siete muertos).
Sin demasiado tiempo para digerir lo acaecido en el Cruz del Mar, el
ministro tuvo que hacer frente a otra tragedia, en esta ocasión en la provincia
donde había sido elegido parlamentario: Salamanca. A las nueve y media de la
mañana del día 21 de diciembre, víspera del inicio de las vacaciones de Navidad,
un autocar en el que viajaban más de cien niños fue arrollado por un tren996. El
vehículo, perteneciente a la empresa “Hermanos Martín”, procedía de la localidad
993 “Pudo haber otro ametrallamiento”, Mundo Diario, 1/12/1978. 994 “Seguridad para nuestros pescadores”, El eco de Canarias, 1/12/1978. 995 “Se acabará con cualquier actividad terrorista”, El eco de Canarias, 2/12/1978. 996 “Salamanca: El autocar llevaba más niños de los autorizados”, Informaciones, 22/12/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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de Muñoz y estaba a punto de llegar a La Fuente de San Esteban997. Fue entonces
cuando, al cruzar un paso a nivel, el conductor cometió la temeridad de arriesgar
más de lo debido998. El transporte escolar colisionó con una máquina de maniobras
que circulaba a toda velocidad. El balance fue desolador: veintiocho niños y un
adulto –padre de dos de ellos-‐ murieron en el acto; una niña falleció días después
en el hospital, elevando a treinta el número de muertos; y sesenta y ocho escolares
tuvieron que ser hospitalizados, algunos de ellos graves, en el Hospital Clínico y la
Residencia de la Seguridad Social de la provincia999.
El accidente del autocar escolar conmocionó a todo el país en los días
previos a las fiestas navideñas. Los mensajes de condolencia llegaron desde todos
los puntos de la geografía española, e incluso el Papa Juan Pablo II envió un
telegrama al obispo de Ciudad Rodrigo para transmitir su apoyo a los afectados1000.
Víctimas mortales del accidente de autocar por localidades (21.12.1978) La Sagrada 15 niños entre los 6 y los 12 años.
1 adulto de 57 años. San Muñoz 9 niños entre los 11 y los 14 años Carrascalejo 2 niños de 6 y 11 años. Muñoz 1 niño de 7 años. Ardoncillero 3 niños entre los 6 y los 12 años.
Salvador Sánchez-‐Terán fue informado del siniestro por el gobernador civil
de la provincia, que a primera hora de la mañana se había desplazado al lugar de
los hechos1001. Tras comunicar al Rey y al presidente del Gobierno los pormenores
del accidente, el ministro viajó a Salamanca, donde se reunió con las autoridades y
visitó los centros hospitalarios donde se encontraban los heridos1002. También
Doña Sofía quiso compartir esas horas con los afectados y sus familiares. La Reina
997 “El ministro de Transportes ordena la apertura de una investigación”, ABC, 22/12/1978. 998 “Veintiocho niños y el padre de dos de ellos, muertos”, Ya, 22/12/1978. 999 “Relación de víctimas”, ABC, 22/12/1978. 1000 “Condolencia del Papa por el accidente de Salamanca”, ABC, 24/12/1978. 1001 “Salamanca. Nota del Gobierno Civil”, La Gaceta Regional, 22/12/1978. 1002 “Manifestaciones del ministro de Transportes y Comunicaciones”, El Adelanto, 22/12/1978.
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fue recibida por Sánchez-‐Terán al pie del helicóptero el mismo día 21. Juntos se
trasladaron al Hospital Clínico y a la Residencia de la Seguridad Social, donde la
Reina pudo visitar a los heridos y solidarizarse con los familiares de las
víctimas1003. El titular de Transportes realizó dos visitas ese mismo día a los
centros hospitalarios salmantinos. Además, tras viajar a Madrid para estar
presente en el Consejo de Ministros, volvió a Salamanca para seguir de cerca los
acontecimientos1004.
En su comparecencia ante los medios de comunicación, Sánchez-‐Terán se
mostró serio y afectado por el lamentable suceso: “Estoy en Salamanca y con
Salamanca en este momento. Otras veces las razones eran de alegría, pero ahora
estoy en Salamanca y con Salamanca por el más triste de los motivos. Quiero
transmitir públicamente mi pésame a los familiares de las víctimas, aunque con
quien he podido ya lo he hecho personalmente y con los demás lo haré. Los
muertos, los niños muertos…; eso es lo que no tiene solución. En todo lo demás nos
vamos a volcar con todas nuestras fuerzas y con todas nuestras posibilidades de
ayuda hacia los heridos y hacia los familiares de las víctimas (…) Otras veces, en
accidentes similares puede decirse: si el golpe hubiera sido en tal parte o tal otra,
la tragedia podría haber sido más grave aún. Aquí no; aquí el choque se produjo de
la forma más grave posible, justamente en el mismo centro del autobús”1005. El
ministro también informó sobre las posibles irregularidades en lo relativo al
pasaje del autocar, y se comprometió a hacer todo lo posible para sancionar a los
culpables: “Sobre este accidente se hará un informe exhaustivo”1006. Ese mismo día,
el Gobierno Civil de Salamanca informó que el número de ocupantes era superior
al permitido. El vehículo siniestrado contaba con 56 plazas que, por la edad de los
ocupantes, podían incrementarse en un 50%1007. Esto situaba el límite en 84
1003 “Lo menos que puedo hacer es venir a verles”, La Gaceta Regional, 22/12/1978. 1004 “Hoy estoy en Salamanca por el más triste de los motivos”, La Gaceta Regional, 22/12/1978. 1005 “Hoy estoy en Salamanca por el más triste de los motivos”, La Gaceta Regional, 22/12/1978. 1006 “El Gobierno pide culpables por la muerte de los niños”, El Correo Catalán, 23/12/1978. 1007 Según la legislación de Tráfico vigente en 1978, los menores de 14 años contaban como medio ocupante.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
303
pasajeros, cifra muy inferior a los más de 100 contabilizados según fuentes
oficiales1008. Como primera medida, nada más ser dado de alta, el conductor del
vehículo fue puesto a disposición de la autoridad judicial competente.
En los días posteriores se fueron conociendo los primeros testimonios
sobre el accidente. Uno de los niños que viajaba en el autocar, natural de la
localidad de Muñoz, comentaba aún bajo los efectos de un “shock” emocional: “No
se ni cómo ni de qué manera ocurrió. Lo único que puedo contar es que, de
repente, salí despedido y me vi caído en el campo. No me di cuenta de lo que le
ocurría a mis compañeros. Lo único que sé es que salí corriendo y me dirigí a casa
de mi abuela. Llamé y como no me abrían me fui a mi casa y me metí en la cama”.
También los equipos de rescate que acudieron en los primeros momentos al lugar
del accidente quedaron impactados por el panorama; así se expresaba un guardia
civil: “Los niños estaban desparramados por la vía como cuando se efectúa una
matanza de corderos. Algunos aún vivían y se movían ligeramente. Muchos no
tenían fuerzas ni para gritar, estaban estupefactos, lívidos. El espectáculo era de tal
naturaleza que, incluso, me eché a llorar”1009.
En apenas treinta días Salvador Sánchez-‐Terán había aprendido que ser
testigo del dolor formaba parte de su trabajo. Como ministro del ramo pesaba
sobre él la responsabilidad de trabajar para, en la medida de los posible, evitar
sucesos como aquellos en el futuro. El Metro de Madrid, escenario de numerosos
accidentes a lo largo de la década de 1970, aparecía ante él como un campo
abonado a tal fin. Además, el reto que aparecía ante sus ojos se presentaba también
con forma de gran proyecto urbanístico: una manera de modernizar las
comunicaciones de la capital. Sin embargo, las gestiones que iba a tener que
desarrollar para llevar a cabo sus planes no iban a resultar sencillas.
1008 “El autocar llevaba más pasaje del legalmente autorizado”, La Gaceta Regional, 22/12/1978. 1009 “Hierros retorcidos y cadáveres mutilados en una amplia zona”, ABC, 22/12/1978.
Carlos González Martínez
304
5.2.4. La intervención en el Metro de Madrid.
Las disposiciones legales que regían la vida de la Compañía Metropolitano
de Madrid, aprobadas en 1955, tenían como objetivo distribuir las competencias
públicas y privadas en lo relativo a la gestión y financiación del suburbano
madrileño1010. El Estado sufragaría las obras de infraestructura de las nuevas
líneas, mientras que la Compañía Metropolitano de Madrid, fundada a raíz de la
citada ley, se encargaría de la adquisición del parque móvil, su explotación
comercial y el mantenimiento del servicio. Esta situación se mantuvo a lo largo de
la década de 1960, en cuyos años finales surgió el Plan de Ampliación del Metro.
Aprobado en 1967, revisado en 1971 y llevado a cabo a partir de 1974, este
proyecto incluía la construcción de cinco nuevas líneas. Sin embargo, en la segunda
mitad de la década de 1970, la Compañía Metropolitano comenzó a registrar
importantes desajustes económicos. El año 1976 fue el primero en la historia del
Metro en que el ejercicio se cerraba con pérdidas. El descenso del número de
viajeros en un 3,42%, fue la principal causa de un balance negativo superior a los
75 millones de pesetas1011. La tónica económica de 1977 no fue muy diferente. Por
esta razón, y a causa de los numerosos accidentes registrados, que ponían en
evidencia las deficientes medidas de seguridad, el Estado se vio obligado a
intervenir la sociedad.
Las vacaciones de Semana Santa de 1978 permitieron a Salvador Sánchez-‐
Terán estudiar con detenimiento la cuestión del Metro madrileño, uno de los
principales retos a los que se enfrentaba su equipo1012. Cuando se reincorporó a su
despacho el día 27 de marzo, tenía claro un breve esquema de actuación.
1010 Ley de Régimen Compartido de Financiación de la Compañía Metropolitano de Madrid, 22/9/1955. 1011 MOYA, Aurora, Setenta años de historia (1919-‐1989), Madrid, Metro de Madrid S.A., 1990, p. 408. 1012 “El ministro de Transportes estudia el caso del metro madrileño”, Hoja del lunes, 27/3/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
305
Mapa del Metro de Madrid a finales de 1977
Los primeros eslabones de esa cadena fueron las reuniones con los
accionistas y directivos de la Compañía Metropolitano a principios de abril. Un
almuerzo con José Luis Álvarez, alcalde de Madrid, y su equipo en la Casa de la Villa
sirvió para marcar el calendario de la desprivatización de la empresa: la cuestión
tendría que ser aprobada primero por el Gobierno, para después tomar forma de
decreto-‐ley en junio1013. Sánchez-‐Terán pretendía llevar la cuestión al Consejo de
Ministros en mayo. Para desarrollar el programa de desprivatización veía
necesario contar con 16.000 millones de pesetas, entre los que se incluían las
inversiones inmediatas que el Ministerio tendría que realizar en infraestructuras y
servicios del suburbano. Esos presupuestos provisionales provocaron cierto
malestar entre los accionistas, que esperaban recibir al menos 2.500 pesetas por 1013 “En mayo quedará resuelto el problema del Metro”, ABC, 22/4/1978.
Carlos González Martínez
306
acción, cifra muy lejana a la prevista por los técnicos de Transportes y
Comunicaciones. Además, se extendió entre ellos el rumor, no sin fundamento, de
que serían expropiados de manera forzosa en caso de no aceptar el plan del
Ministerio1014.
Las negociaciones en torno a la intervención estatal en la Compañía
Metropolitano se vieron sacudidas el 8 de mayo por un nuevo accidente acaecido
entre las estaciones de Sol y Tirso de Molina. Un error en la señalización, así como
el estacionamiento irregular del tren número 20 y el tránsito, a una velocidad
superior a la permitida, del 21, causaron un total de ciento veintiocho heridos,
veinte de ellos graves1015. Se trataba del segundo siniestro en apenas cuatro días,
puesto que el viernes 5 de mayo se había producido uno de similares característica
en la estación de Avenida de América. El ministro, que esa misma tarde tenía
previsto mantener un encuentro con el comité de empresa del Metro de Madrid,
estuvo informado en todo momento del siniestro a través de la Dirección General
de Transportes Terrestres, el Gobierno Civil, la Alcaldía y la propia empresa. Al
finalizar la reunión se tomó la medida de encomendar “a la primera Jefatura
Nacional de Transportes Terrestres una investigación del accidente”, en la que
también participarían dos expertos nombrados por la sociedad Metropolitano1016.
En lo que respecta al restante contenido de la negociación, Sánchez-‐Terán informó
a los miembros del comité su intención de llevar el problema del suburbano
madrileño –situación y solución jurídica, económica y técnica-‐ al próximo Consejo
de Ministros, así como su inclusión en el orden del día de la Comisión delegada de
Asuntos Económicos, que tenía que celebrarse al día siguiente1017.
Los sucesivos accidentes en el suburbano madrileño a lo largo de la década
de 1970 venían a confirmar la hipótesis defendida por César Navascués,
1014 “Los accionistas del Metro temen la expropiación forzosa”, ABC, 5/5/1978. 1015 “Son veinte los heridos graves”, Mundo Diario, 10/5/1978. 1016 “El ministro de Transportes se reúne con el comité de empresa”, Pueblo, 9/5/1978. 1017 “El Metro al próximo Consejo de Ministros”, Informaciones, 9/5/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
307
columnista del diario Arriba, en relación a la falta inversión en nuevo material por
parte de la empresa: Metro subsistía en un ambiente de entrega, esperando la
intervención estatal y el fin de la sociedad privada1018. Desde la óptica empresarial,
era lógico que el comité de empresa evitase todo gasto innecesario. No obstante, la
visión del ministro y de los propios usuarios era bien distinta: se trataba de una
cuestión vital, pues estaba en juego la seguridad de miles de madrileños. Se inició
entonces un cruce de acusaciones entre los representantes de la Compañía
Metropolitano y la Administración Pública. En una rueda de prensa celebrada el 9
de mayo, el comité de empresa anunciaba que el Ministerio había sido informado
en los meses anteriores de los posibles riesgos de seguridad que entrañaba la
situación inestable que atravesaba la sociedad Metro. Cuestiones como la
sustitución de “trozos de vía usados por otros utilizados anteriormente”, la
insuficiencia de material para reparar las instalaciones, la falta de formación de la
mayoría de los trabajadores o los recurrentes fallos en el sistema de señales, eran
conocidos por los técnicos de Transportes y Comunicaciones1019. Por su parte, el
Ministerio se limitó a continuar con su plan de desprivatización de la empresa, que
dada la situación tomaba un marcado carácter de urgencia.
Año Accidentes por 100 millones de viajeros
Accidentes por 100 millones de km. por coche
1970 3,1 31 1974 3,2 24 1975 2,7 19 1976 1,5 10
Accidentes en el Metro de Madrid durante los primeros años de la década de 1970. Fuente: MOYA, Aurora, Setenta años de historia (1919-‐1989).
El viernes 12 de mayo, apenas cuatro días después del último accidente en
el suburbano de Madrid, Salvador Sánchez-‐Terán presentaba su plan de
intervención en el Consejo de Ministros. En palabras de Manuel E. Marlasca,
columnista del diario Pueblo, “el ministro ha salvado, para empezar, una situación
1018 MOYA, Aurora, op. cit., p. 426 y 427. 1019 “El comité de empresa acusa a la Administración”, Arriba, 10/5/1978.
Carlos González Martínez
308
insostenible” 1020 . Sin embargo, no todo fueron alabanzas para el proyecto
ministerial. Algunos medios de comunicación, y no pocos usuarios, se quejaban de
la subida de tarifas prevista por Transportes y Comunicaciones. Los cálculos para
1980 situaban el billete en 18 pesetas, el doble de lo que costaba una barra de pan
en esos años. Esto suponía multiplicar por tres el precio de 19781021. Por su parte,
el ministerio se aferraba a la filosofía de que los viajeros debían empezar a pagar el
coste real del servicio.
El Real Decreto salido de el Consejo de Ministros se publicó el 7 de junio de
1978. En sus preliminares se explicaban los motivos que habían llevado al
Gobierno a desprivatizar la empresa: “la compañía concesionaria se encuentra
imposibilitada para prestar el servicio en condiciones aceptables” 1022 . La
justificación iba seguida de siete artículos y tres disposiciones finales, que
explicaban el carácter temporal de la intervención, los nuevos órganos de gestión
de la Compañía, el destino de los beneficios y las pérdidas, y el papel del Ministerio
de Transportes y Comunicaciones en la empresa. La formación de un Consejo de
Intervención, tal como se indica en el artículo primero, era el aspecto más
novedoso de la ley. Este asumía la gestión de la sociedad con los recursos que se le
asignasen, estándole sometido el Consejo de Administración. Estaría compuesto
por un presidente y diez vocales, cuyo nombramiento dependía del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones1023.
En la rueda de prensa posterior a la publicación del decreto-‐ley, Salvador
Sánchez-‐Terán explicaba los motivos de la intervención y los objetivos que su
Departamento se marcaba con respecto al suburbano madrileño: “El Ministerio
asume la gestión del Metro en un momento difícil, pero entiende que éste es el
1020 “Valentía”, Pueblo, 13/5/1978. 1021 “El Metro tres veces más caro”, Solidaridad Nacional, 16/5/1978. 1022 Real Decreto-‐Ley 13/1978, de 7 de junio (BOE de 8-‐6-‐78), Por el que se adoptan medidas urgentes para el ferrocarril metropolitano de Madrid. 1023 “El ministro de Transportes nombrará a los miembros del consejo de intervención del Metro”, El País, 7/6/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
309
servicio que debe prestar a la comunidad. Nuestro propósito es realizar una acción
urgente de mejora de la calidad del servicio y de su seguridad. No podemos dar
garantías absolutas –ni en el Metro, ni en cualquier otro medio de transporte-‐ de
erradicación de los accidentes. Pero sí podemos asegurar una mejora progresiva
de la calidad del servicio. El Plan de Conservación Urgente los realizaremos con el
máximo rigor y con la mayor rapidez compatible con el mantenimiento del
servicio. Por otra parte iniciaremos inmediatamente la terminación de los 13,2 Km.
(Alfonso XIII-‐Esperanza, Ciudad Lineal-‐Canillejas y Cuatro Caminos-‐Pacífico) cuya
infraestructura está ya realizada”1024. En su declaración también explicó que el
objetivo último de Gobierno era entregar al Ayuntamiento “el Metro en las mejores
condiciones de explotación y seguridad y con un planeamiento financiero y
económico viable”1025. Por tanto, el ministro, que había trabajado en esta cuestión
en estrecha colaboración con el alcalde José Luis Álvarez, veía en la
municipalización la solución definitiva para el suburbano madrileño. El
Ayuntamiento, con un 75% de las acciones, y la Diputación, con el restante
porcentaje, serían los beneficiarios de la expropiación forzosa.
El Ministerio de Transportes también hizo pública la composición del
Consejo de Intervención. Jaime Badillo Díez, miembro del Consejo de Obras
Públicas y del Consejo de Administración de RENFE, así como antiguo máximo
responsable de los Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE), fue designado para
presidir ese organismo1026. Por su parte, los vocales representaban a los sectores
más estrechamente implicados en el proyecto: los ministerios de Transportes y
Hacienda, el Ayuntamiento de Madrid, los accionistas y el comité de empresa de la
Compañía Metropolitano1027.
1024 “Declaraciones del ministro de Transportes y Comunicaciones”, Transporte 3, 6/1978. 1025 “Entregaremos el Metro en las mejores condiciones”, ABC, 8/6/1978. 1026 “Metro: Canje o expropiación”, 5 Días, 8/6/1978. 1027 MOYA, Aurora, op. cit., p. 442. “José Luis García López, director general de Transportes Terrestres; Carlos García Maura, director general de Infraestructura del Transporte; Plácido Álvarez, delegado de Circulación del Ayuntamiento, Gonzalo Ferré delegado municipal de Hacienda; Jesús de Ramón Laca, subdirector general de Empresas y Participaciones Estatales del Ministerio de Hacienda; Ramón García Díez, subdirector general de Control Financiero; Rafael Valero y Emilio
Carlos González Martínez
310
El último aspecto tratado en el orden del día fue el económico, que afectaba
tanto a la cuestión de las acciones como a la de las tarifas. En lo que respecta al
primero de esos puntos, el ministro aseguró que la valoración de las acciones de la
Compañía Metropolitano sería justa. El Gobierno fijaría, mediante una ley de
Expropiación Forzosa, el precio de cada acción. Además, previamente, ofrecería “a
los accionistas la posibilidad de canjear sus títulos por otros con intervención
estatal”1028. A partir del acuerdo de 20 de diciembre de 1979, se ofrecieron, a modo
de canje, tres títulos de Telefónica por cada dos de la Compañía Metropolitano. A
esta medida se acogieron aproximadamente el 60% de los accionistas. Los
restantes, algo menos de 350.000, prefirieron la venta, recibiendo 1.000 pesetas
por acción1029. Por su parte, aunque Sánchez-‐Terán afirmó que los precios de los
billetes debían situarse en torno a las quince pesetas, quedaba bajo la jurisdicción
del Consejo de Intervención fijar la cuantía de las tarifas. Este se comprometía, no
obstante, a lograr el equilibrio económico de la empresa en el plazo más breve
posible1030.
La reacción del Consejo de Administración ante la desprivatización se
produjo dos días después de haberse hecho público el Real Decreto de 7 de junio.
Rafael Valero, vicepresidente de Metro y miembro del recién constituido Consejo
de Intervención, culpaba a la Administración de la penosa situación de la
compañía: “Desde 1975 el Gobierno no ha cumplido su compromiso y el Metro se
ha colapsado económica y financieramente, perjudicando a los accionistas con la
disminución de su patrimonio en dos mil ochocientos millones de pesetas en tres
años y al pueblo de Madrid que ha visto disminuida la calidad del servicio”1031. A su
Marín, representantes de los accionistas de Metro, y Victoriano Herrero y Gabriel Risco, por el comité de empresa de la Compañía”. 1028 “Crédito de 3.000 millones de pesetas para sanear el Metro”, El País, 8/6/1978. 1029 MOYA, Aurora, op. cit., p. 433. “De un total de 4.679.210 acciones, 4.326.127 títulos fueron canjeados. Quedaron 346.894 acciones cuyos titulares optaron por la venta. 1030 “Futuro del Metro: las Cortes tienen la palabra”, Ya, 8/6/1978. 1031 MOYA, Aurora, op. cit., p. 444.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
311
vez, se convocaba una Junta General de Accionistas para el 28 del mismo mes con
la finalidad de estudiar el balance de la empresa entre el 1 de enero y el 7 de junio.
La asamblea fue tensa, pero finalmente se aprobaron las cuentas presentadas por
el Consejo de Administración. No obstante, los accionistas se negaron a aceptar el
canje propuesto por el Gobierno, que los rumores, infundados esta vez, situaban a
500 pesetas el título1032. El tiempo y las negociaciones con el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones se encargaron de desmentir esa información.
En la mañana del 17 de junio de 1978, Salvador Sánchez-‐Terán tomó el
Metro en la plaza de Castilla. Durante dos horas, en compañía del presidente del
Comité de Intervención, el ministro viajó de incógnito por el suburbano tomando
nota de la situación de las instalaciones y el funcionamiento del servicio1033. La
desprivatización de la Compañía Metropolitano no sólo inauguró una etapa en la
historia de los transportes madrileños, sino que abrió también una nueva fase en la
aplicación de la política del Ministerio. El recorrido realizado por Sánchez-‐Terán
aquella mañana marca la línea divisoria entre el proceso de desprivatización y la
puesta en práctica de las medidas ministeriales. En los nueve meses que mediaron
entre el Real Decreto de 7 de junio y las elecciones generales de 1979, el Ministerio
tuvo que hacer frente a dos cuestiones relacionadas con el suburbano madrileño:
la negociación del convenio colectivo con los trabajadores de la empresa y la
inversión en nuevas infraestructuras y servicios.
Antes de iniciar las negociaciones del convenio colectivo del Metro,
Sánchez-‐Terán se reunió, el día 24 de junio, con una representación del comité de
empresa. La finalidad del encuentro era estudiar la situación del convenio en
relación con la aplicación de los pactos de la Moncloa, así como “algunos aspectos
de carácter social, como la formación profesional, vacaciones, horarios y otros”1034.
Las negociaciones se retomaron el martes 27 de junio en un clima de cordialidad y 1032 MOYA, Aurora, op. cit., p. 438. 1033 “Durante dos horas, Sánchez-‐Terán recorrió el Metro de incógnito”, Informaciones, 8/6/1978. 1034 “Sánchez-‐Terán con los trabajadores del Metro”, La Gaceta Regional, 25/6/1978.
Carlos González Martínez
312
entendimiento. El comité de empresa mostró su apoyo al plan de reactivación
urgente propuesto por el ministro: inversión de 1.200 millones de pesetas para la
realización de obras que mejoren la explotación y seguridad del suburbano1035. Por
su parte, Sánchez-‐Terán se comprometió a estudiar las principales
reivindicaciones de los trabajadores: “jornada de cuarenta y ocho horas, jubilación
voluntaria a los sesenta años, nueva reglamentación del trabajo y participación de
los trabajadores en la gestión de la empresa”1036.
La esperada inversión estatal en la infraestructura y servicios del
suburbano comenzó a hacerse realidad a partir del mes de septiembre. El Gobierno
aprobó una partida de 900 millones de pesetas destinada a la mejora y ampliación
de las líneas IV y VI. De esta manera, se iniciaron las obras en los tramos Alfonso
XIII-‐Esperanza, cuyo coste previsto era de más de 150 millones de pesetas, y
Cuatro Caminos-‐Pacífico, de casi 8001037. El primero de ellos se inauguró el 4 de
enero de 1979. Suponía una ampliación de 2.796 metros en el trazado del Metro,
en el cual se incluían tres nuevas estaciones a las ya existentes entre Argüelles y
Alfonso XIII: Avenida de la Paz, Arturo Soria y Esperanza1038. Además, desde ese
día, el precio de los billetes de metro subió a 10 pesetas. En la rueda de prensa, el
ministro de Transportes y Comunicaciones anunció la inversión de 6.600 millones
de pesetas más a lo largo del año. Preveía poner en servicio 14.151 metros de
suburbano repartidos en la líneas V (Ciudad Lineal-‐Canillejas), VI (Cuatro
Caminos-‐Pacífico) y IX (Sáinz de Baranda-‐Pavones)1039.
En marzo de 1979 el presidente del Consejo de Intervención, Jaime Badillo,
presentó su dimisión a Salvador Sánchez-‐Terán. La principal causa de la decisión
era su descontento por los retrasos del Gobierno a la hora de dar una solución
1035 “Hoy se reanudan las negociaciones del convenio del Metro”, Pueblo, 27/6/1978. 1036 “Buenas perspectivas en la negociación del convenio del Metro”, ABC, 28/6/1978. 1037 MOYA, Aurora, op. cit., p. 450. 1038 “Nuevo tramo del Metro”, Arriba, 3/1/1979. 1039 “Seis mil millones de pesetas para ampliar y mejorar el Metro”, Diario 16, 5/1/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
313
legislativa definitiva al Metro1040. En el mes de mayo, se nombró para ocupar el
cargo vacante a Juan Torres Piñón, de ideología socialdemócrata1041 . Como
consecuencia del relevo, así como para solventar lo más rápidamente posible a la
cuestión legal, el Consejo de Administración de la Compañía manifestó el deseo de
reunirse una vez más con el titular de Transportes y Comunicaciones. El encuentro
tuvo lugar el 28 de marzo. Rafael Varela, nuevo presidente de Metro, hizo partícipe
a Sánchez-‐Terán de la tensión que generaba en el seno de la empresa y entre los
propios accionistas la ausencia de resolución legislativa. El ministro se
comprometió a abordar la Ley del Metro por el trámite de urgencia1042. Además, se
hizo cargo de la inquietud de los accionistas por la falta de información existente
acerca de la valoración de los títulos, comprometiéndose solventar ese déficit lo
antes posible. Sin embargo, el camino no se recorrió tan rápido como a los
protagonistas les hubiera gustado: la Ley sobre el Ferrocarril Metropolitano de
Madrid no vio la luz hasta noviembre1043, mientras que la Orden sobre la oferta de
canje tuvo que esperar hasta diciembre1044.
La Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso de los
Diputados aprobó el 18 de septiembre de 1979 la Ley sobre el Ferrocarril
Metropolitano de Madrid. El texto constaba de diez artículos, una disposición
transitoria y cuatro disposiciones finales. Tanto en la Comisión como en la Cámara
fueron rechazadas todas las enmiendas al proyecto inicial. Entre ellas cabe
destacar la de Antonio de Senillosa, diputado del grupo parlamentario de CDE. Este
propuso que el Gobierno, en el plazo de quince días a partir de la entrada en vigor
de la ley, pagara 500 pesetas por título a los accionistas a modo de anticipo1045.
1040 “El Metro se queda sin presidente”, El periódico, 8/3/1979. 1041 Orden de 24 de mayo de 1979 (BOE de 25-‐5-‐79), Por la que se modifica la composición del Consejo de Intervención de la “Compañía Metropolitano de Madrid, S. A.”. 1042 “Tramite de urgencia para la Ley del Metro”, Arriba, 29/3/1979. 1043 Ley 13/1979, de 8 de noviembre (BOE de 15-‐11-‐79), Sobre el Ferrocarril Metropolitano de Madrid. 1044 Orden de 29 de diciembre de 1979 (P. Del Gob. BOE de 31-‐12-‐79), Sobre oferta de canje de acciones de la “Compañía Metropolitano de Madrid” por otras de la cartera del Estado. 1045 “Los accionistas, sin las 500 pesetas”, 5 Días, 19/9/1979.
Carlos González Martínez
314
También fue rechazada la enmienda del antiguo alcalde de Madrid, José Luis
Álvarez, defendiendo una subida inmediata de las tarifas que permitiera garantizar
el equilibrio económico de la empresa1046. Un mes después, el texto llegaba al
Senado, donde fue aprobada sin sufrir modificaciones a finales de octubre. La Ley
sobre el Ferrocarril Metropolitano de Madrid reconocía en su artículo primero al
Ayuntamiento de la capital como titular de la empresa; si bien la Diputación
Provincial se beneficiaría del 25% de los títulos expropiados1047. El carácter de
urgencia del que se dotaba a la operación permitía que la expropiación se llevara a
cabo de manera forzosa –según el artículo 24 de le Ley de Expropiación Forzosa-‐,
siendo el Estado el encargado de abonar a los accionistas el precio estipulado por
acción1048. Además, la Administración Central también se encargaba de financiar
las inversiones correspondientes a infraestructura, servicios y equipamiento del
Metro, que habías de realizarse de común acuerdo con el Ayuntamiento y la
Diputación1049.
Un mes después de la publicación en el BOE de la Ley del Metro, el Gobierno
aprobaba la Orden mediante la que se hacía pública la oferta de canje de las
acciones de la Compañía Metropolitano. Se dio a los accionistas un plazo de
cuarenta y cinco días para aceptar el intercambio por títulos de Telefónica en
proporción dos a tres1050 . En el caso de rechazar esa oferta, el Estado se
comprometía a pagar un justiprecio por acción, cuya cuantía se correspondería al
valor de los títulos en la Bolsa de Madrid al cierre de esta en el trimestre anterior.
El modo de efectuar el pago en caso de expropiación forzosa quedó estipulado,
mediante una resolución de la Subsecretaría de Transportes y Comunicaciones, el
1046 “Aprobada la ley sobre la municipalización del Metro”, El País, 19/9/1979. 1047 Ley 13/1979, de 8 de noviembre (BOE de 15-‐11-‐79), Sobre el Ferrocarril Metropolitano de Madrid, artículo 3º. 1048 Ley 13/1979, de 8 de noviembre (BOE de 15-‐11-‐79), Sobre el Ferrocarril Metropolitano de Madrid, artículos 2º a 5º. 1049 Ley 13/1979, de 8 de noviembre (BOE de 15-‐11-‐79), Sobre el Ferrocarril Metropolitano de Madrid, artículo 6º. 1050 Orden de 24 de mayo de 1979 (BOE de 25-‐5-‐79), Por la que se modifica la composición del Consejo de Intervención de la “Compañía Metropolitano de Madrid, S. A.”, artículo 1º.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
315
14 de febrero de 1980: El Ministerio se comprometía a pagar, en concepto de
anticipo, “un 20 por 100 del valor nominal de los títulos, incrementado, para los
titulares de menos de 500 acciones, en un 30 por 100 más de dicho valor
nominal”1051. Este proceso daría comienzo el día 16 de febrero, llevándose a cabo
en los meses siguientes el pago de las cantidades restantes. De esta forma, quedó
completado el apartado legal de la intervención pública en la Compañía
Metropolitano de Madrid. Había llegado el momento de trabajar en los aspectos
causantes de la desprivatización: mejora del servicio, ampliación de la red del
suburbano y prevención de accidentes.
Ampliación del Metro de Madrid entre 1978 y 1983.
1051 Resolución de la Subsecretaría de Transportes y Comunicaciones de 14 de febrero de 1980 (BOE de 14-‐2-‐80), Sobre la expropiación forzosa de las acciones de la “Compañía Metropolitano de Madrid, S. A.”.
Carlos González Martínez
316
La segunda legislatura de Salvador Sánchez-‐Terán como ministro de
Transportes y Comunicaciones se inició con nuevas inversiones en el Metro
madrileño: en el Consejo de Ministros de 27 de abril se aprobó una partida de
1.800 millones destinada a la seguridad del suburbano1052. Esto era sólo la punta
del iceberg del ambicioso programa del Ministerio. Entre 1979 y 1983 las
previsiones eran de 32.000 millones para la mejora del servicio, la adquisición de
material móvil y la ampliación del trazado. En lo que respecta a este último
aspecto, el objetivo era incrementar en un 75% la red existente, superando así los
100 km. de recorrido1053. Sin embargo, Sánchez-‐Terán abandonó la cartera de
Transportes y Comunicaciones en abril de 1980, siendo sustituido por José Luis
Álvarez, alcalde de Madrid. En esos meses se inauguraron tres tramos: Cuatro
Caminos-‐Pacífico, Ciudad Lineal Canillejas y Moratalaz-‐La Estrella.
Tramo Fecha Metros Alfonso XIII-‐Esperanza 4 de enero de 1979 2796 Cuatro Caminos-‐Pacífico 10 de octubre de 1979 7217 Ciudad Lineas-‐Canillejas 17 de enero de 1980 2950 Sáinz de Baranda-‐Pavones 30 de enero de 1980 3983
Inauguraciones del Metro durante la etapa ministerial de Salvador Sánchez-‐Terán.
En octubre de 1979 se cumplían setenta años desde que Alfonso XIII
inaugurará la primera línea del Metro madrileño: de Cuatro Caminos a Sol. El día
10 de ese mes fue la fecha escogida por el Gobierno de Adolfo Suárez para que D.
Juan Carlos y Doña Sofía abrieran al público 7.217 metros más de suburbano1054.
La línea VI, con un trazado semicircular por aquel entonces, comunicaba las
estaciones de Cuatro Caminos y Pacífico atravesando Nuevos Ministerios,
República Argentina, Avenida de América, Diego de León, Manuel Becerra,
O`Donnell, Sáinz de Baranda y Conde de Casals. Se trataba de la más larga de las
existentes hasta entonces en el Metro y, según informó el ministro a los Reyes, 1052 “El Metro de Madrid, en la gestión de Sánchez-‐Terán. Piedra angular”, Pueblo, 2/5/1979. 1053 “Cien kilómetros de Metro en cuatro años”, El periódico, 15/4/1979. 1054 “El Rey inaugura hoy la línea VI del Metro”, Diario 16, 10/10/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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podía albergar 72.000 pasajeros cada hora1055 . Esto suponía una importante
descongestión del transporte público madrileño, sobre todo si se tiene en cuenta la
correspondencia de algunas de sus estaciones con las líneas II, IV, V, VII y IX.
La ampliación de la línea V entre Ciudad Lineal y Canillejas fue inaugurada
por el ministro de Transportes y Comunicaciones el 17 de enero de 1980. Contaba
con dos estaciones intermedias –Suances y Torre Arias-‐ y 2.950 metros de trazado.
Además, parafraseando el discurso de Sánchez-‐Terán, se podía afirmar que Barajas
estaba a tiro de Metro, si bien es verdad que esto no era previsible antes de que
tuviera lugar el Mundial de Fútbol de 19821056. El plazo dado por el ministro para
comunicar la capital con el aeropuerto por medio de ferrocarril suburbano era,
como mínimo, de tres años1057. También estuvo presente en el acto el presidente
del Consejo de Intervención, cuya declaración sobre las tarifas no fue bien acogida
entre los usuarios1058. Juan Torres afirmó que, con 10 pesetas, los viajeros tan sólo
pagaban la mitad del coste del servicio. Por tanto, sugería un precio de 20 pesetas
para que este fuera autosuficiente, si bien no veía posible tomar esa medida a corto
plazo1059.
En la campaña de José Luis Álvarez para las elecciones municipales de 1979,
Salvador Sánchez-‐Terán había prometido a los vecinos de Moratalaz que, en otoño,
el Metro llegaría a ese populoso barrio madrileño1060. Con un retraso de varios
meses, y acompañado por Enrique Tierno Galván, nuevo alcalde de la capital tras
resultar vencedor en los comicios antedichos, el ministro se dispuso a cumplir su 1055 “El Rey inauguró una nueva línea de Metro entre Pacífico y Cuatro Caminos”, El País, 11/10/1979. 1056 “En tres años el Metro llegará al aeropuerto”, Mundo Obrero, 18/1/1980. 1057 Finalmente el metro no llegó a Barajas hasta el año 1999, con Alberto Ruiz Gallardón como alcalde de Madrid. 1058 El 14 de junio de 1998 se inauguró la línea VIII, que conectaba Barajas con la capital de España. Los motivos del retraso, de más de quince años sobre la planificación del equipo de Salvador Sánchez-‐Terán, hay que buscarlos en la falta de voluntad política por parte de las autoridades públicas –Gobierno, Comunidad Autónoma y Ayuntamiento-‐ durante la década de 1980 y principios de 1990. 1059 “Sánchez-‐Terán, en la inauguración del tramo Ciudad Lineal-‐Canillejas”, Diario 16, 18/1/1980. 1060 “El Metro de Moratalaz funcionará en el próximo otoño”, Ya, 24/3/1979.
Carlos González Martínez
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palabra. El 30 de enero de 1980 inauguró un trazado de 3.983 metros que enlazaba
con la línea VI en Sáinz de Baranda. Surgía así el primer tramo de la futura línea IX,
en el que se incluían las nuevas estaciones de Estrella, Vinateros, Astilleros y
Pavones1061. La inversión ministerial, con un gasto superior a los 3.000 millones de
pesetas, iba a afectar a 150.000 madrileños.
Año y medio después de la intervención en el Metro, cuando todos esos
proyectos empezaban a ser una realidad de la que a diario se beneficiaban miles de
madrileños, la periodista Carmen Rigalt dio a Sánchez-‐Terán el apodo de “topo de
lujo”1062. Una vez finalizada la intervención urgente en el suburbano de la capital,
el Ministerio de Transportes y Comunicaciones comenzó a planificar acciones
similares en las principales ciudades del país. El ministro, en una de sus entrevistas
con el alcalde de Barcelona, se comprometió a financiar, entre 1979 y 1983, 20
kilómetros de Metro para la ciudad condal1063. Además, se realizaron estudios para
iniciar su construcción en Valencia, Sevilla y Bilbao1064. Sin embargo, la labor del
Ministerio de Transportes y Comunicaciones no se circunscribía exclusivamente al
ámbito subterráneo. Las inversiones en infraestructuras aéreas superaron con
creces a las del Metro de Madrid. Sólo durante su primer año de ejecutoria
ministerial, Salvador Sánchez-‐Terán inauguró el nuevo aeropuerto de Tenerife,
puso fin a los problemas en la pista del de Santiago de Compostela, y sentó las
bases para la construcción del de Vitoria y la ampliación del de Barcelona.
5.2.5. La gestión de los aeropuertos
El 2 de noviembre de 1978 se abrió al tráfico el aeropuerto Reina Sofía de
Tenerife. Con una pista de 3,2 kilómetros y terminal con capacidad para 4.000
viajeros, el nuevo Centro de Comunicaciones Transoceánico de la isla estaba 1061 “Moratalaz: hoy llega el Metro”, Ya, 30/1/1980. 1062 “Topos de lujo”, Informaciones, 21/1/1980. 1063 “Se construirán 20 km. de metro en los próximos tres o cuatro años”, La Vanguardia, 13/9/1979. 1064 “En tres años, Valencia puede tener Metro”, 5 Días, 13/9/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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destinado a albergar a más de 8 millones de usuarios anuales1065. El coste de la
primera fase ascendía a 2.600 millones de pesetas. A esto había que añadir otros
1.000 millones más previstos con motivo de una segunda ampliación, que se
llevaría a cabo entre noviembre de 1978 y abril de 19801066. Se trataba de una
estructura de 50.000 m2 situada en el término municipal de Granadilla, 60 km. al
sur de la Santa Cruz. La distancia con respecto a la capital, aunque generaba un
problema de comunicaciones -‐se resolvió con el establecimiento de servicios
regulares de autobús-‐, era garantía del desarrollo turístico de la parte meridional
de Tenerife. La nueva infraestructura estaba destinada a monopolizar el tráfico
aéreo de la isla, quedando el aeropuerto de Los Rodeos para actividades auxiliares
y vuelos insulares.
La inauguración oficial se llevó a cabo el día 6 de noviembre. La Reina doña
Sofía, acompañada por el jefe de la Casa Real, fue recibida en la propia pista por
Salvador Sánchez-‐Terán, el gobernador civil de Tenerife y el Capitán General de
Canarias1067. Después de saludar a las autoridades civiles y militares, la Reina se
dirigió al edificio de la Terminal, donde descubrió una lápida conmemorativa1068.
La visita a las instalaciones finalizó con las palabras de Sánchez-‐Terán. En su
discurso, tras agradecer a doña Sofía su presencia en el acto y enumerar los
diversos aspectos técnicos de la nueva infraestructura, destacó las repercusiones
positivas que, en el ámbito socioeconómico, iba a tener para Tenerife el
aeropuerto1069. Terminado el acto, la Reina se acercó a saludar a los numerosos
ciudadanos que habían acudido a la inauguración.
Pocos días antes de abandonar el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, Salvador Sánchez-‐Terán inauguró la segunda fase del otro gran
1065 “Tenerife: El aeropuerto Reina Sofía, a punto”, 5 Días, 26/10/1978. 1066 “Hoy se abre al tráfico el nuevo aeropuerto de Tenerife”, 5 Días, 2/10/1978. 1067 “La Reina inaugurará mañana el nuevo aeropuerto de Tenerife”, Ya, 5/11/1978. 1068 “Aeropuerto Reina Sofía. Su Majestad la Reina inauguró este aeropuerto el día 6 de noviembre de 1978, siendo ministro de Transportes y Comunicaciones don Salvador Sánchez-‐Terán” 1069 “La Reina inauguró el nuevo aeropuerto”, El eco de Canarias, 7/11/1978.
Carlos González Martínez
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proyecto de su Departamento: el aeropuerto Reina Sofía de Tenerife. Las
instalaciones del Centro de Comunicaciones Transoceánico, en funcionamiento
desde noviembre de 1978, recibieron una nueva inversión de 1.000 millones de
pesetas en los diecisiete meses siguientes a la visita de Doña Sofía. Salvador
Sánchez-‐Terán, informado durante ese tiempo por José Luis Angulo de los
progresos y dificultades en los trabajos, viajó al aeropuerto los días 3 y 4 de
diciembre de 1979 para supervisar el estado de las obras1070. Fue su última visita
antes de la inauguración definitiva, que tuvo lugar el 10 de abril de 19801071.
A finales de noviembre de 1978, Sánchez-‐Terán viajó a Vitoria para
supervisar el proyecto de otro nuevo aeropuerto. La jornada de trabajo del día 27
de noviembre comenzó con una visita a la Diputación. Allí mismo, tras la recepción
oficial, el ministro estudió con el alcalde Cayetano Ezquerra los planos y la
situación del complejo aeroportuario de Foronda1072. La posterior visita a las obras
permitió al titular de Transportes y Comunicaciones ver la recién terminada pista
de 3,5 km. En la rueda de prensa Sánchez-‐Terán manifestó su satisfacción por lo
avanzado del proyecto, que comparó con el recién inaugurado aeropuerto de
Tenerife: “entre los seis o siete más importantes de España”1073. Además, el
ministro hizo referencia a la necesidad de realizar un plan de carreteras y de
ferrocarriles para comunicarlo mejor con la capital alavesa1074.
La idea de construir un aeropuerto en Foronda había surgido en febrero de
1976, cuando la subsecretaría de Aviación Civil solicitó el asesoramiento de Iberia
y Aviaco para comprobar la viabilidad del proyecto. Los informes de ambas
compañías sugerían la construcción de dos pistas de vuelo, de 2,2 y 3,5 km. Esto
convertiría a Foronda en el eje de las comunicaciones aéreas del norte, quedando
1070 “Aeropuerto Reina Sofía: segunda fase”, 5 Días, 16/11/1979. 1071 “El ministro de Transportes inaugura la segunda fase del aeropuerto tinerfeño”, El País, 11/4/1980. 1072 “Sánchez-‐Terán visitó el aeropuerto del Norte”, 5 Días, 28/11/1978. 1073 “El aeropuerto del Norte será inaugurado en noviembre de 1979”, La Vanguardia, 28/11/1978. 1074 “Sánchez-‐Terán visita las obras del nuevo aeropuerto de Vitoria”, Pueblo, 8/11/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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Sondica (Vizcaya) y Fuenterrabía (Guipúzcoa) como infraestructuras
complementarias1075. El coste total rondaría los 4.000 millones de pesetas, crearía
cerca de 600 nuevos puestos de trabajo, y estaría finalizado para noviembre de
1979. Estas eran las previsiones del Gobierno y de las compañías que lo
asesoraban. Sin embargo, las obras del aeropuerto se retrasaron: la inauguración
no se produjo hasta el 16 de febrero de 1980.
Un avión “Mystere” de la Subsecretaría de Aviación fue el primero en tomar
tierra en el aeropuerto de Foronda. En él viajaba el ministro de Transportes y José
Luis Angulo, director general de Aeropuertos. En el acto inaugural y la visita a las
instalaciones, Sánchez-‐Terán estuvo acompañado por el presidente del Consejo
General Vasco, Carlos Garaicoechea, los consejeros del organismo autonómico y los
diputados forales1076. Al finalizar, las autoridades se trasladaron a la sede de la
Diputación de Vitoria, donde se formalizó el acuerdo de transferencia de la
titularidad del aeropuerto al Estado1077. A su vez, el Ministerio se comprometió a
invertir 3.000 millones de pesetas en la construcción del “edificio definitivo de la
Terminal, la plataforma de estacionamiento de aviones, el complemento de la pista
de rodadura y la ampliación de la central eléctrica”1078. El objetivo era convertir
Foronda en un referente para las comunicaciones del norte peninsular, un
aeropuerto con capacidad para albergar 1.700.000 pasajeros anuales a partir de
1985.
En comparación con las inversiones de Tenerife y Vitoria, lo de Santiago de
Compostela fue un episodio menor. Sin embargo, el significado de las obras que
durante 22 días afectaron a Labacolla fue similar: convertirlo en el centro del
1075 “Declaraciones del ministro de Transportes a nuestro periódico”, El Correo Español, 19/11/1978. 1076 “Mañana, inauguración oficial del aeropuerto de Foronda”, Norte Expres, 15/2/1980. 1077 “Transferencia al Estado de la titularidad del aeropuerto Vitoria-‐Gasteiz-‐Foronda”, Deia, 16/2/1980. 1078 “El Estado invertirá tres mil millones”, 5 Días, 16/2/1980.
Carlos González Martínez
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tráfico aéreo regional1079. Para ello hacía falta poner fin a una serie de problemas
que presentaba el firme de la pistas, así como cambiar el sistema de balizaje y
señalización1080. Acompañado de Pío Cabanillas, Sánchez-‐Terán llegó a Santiago el
día 1 de octubre de 1978 con el objetivo de inaugurar unas mejoras que habían
costado 233 millones de pesetas. Al finalizar el acto, el ministro se reunió con el
alcalde de la ciudad para analizar las necesidades del aeropuerto en cuestión de
comunicaciones terrestres.
Además de poner en marcha nuevas infraestructuras de comunicación
aérea, Salvador Sánchez-‐Terán también promovió la realización de estudios para la
mejora de los aeropuertos existentes. Tanto Labacolla como El Prat fueron
ejemplos de eso1081. El ministro se desplazó a Barcelona el 21 de febrero de 1979
con tres objetivos: “la ubicación de una segunda pista para el aeropuerto, la
inauguración de la primera central de télex electrónica de España y la entrevista
con el alcalde, Narcís Serra, para tratar fundamentalmente del «metro» y los
ferrocarriles de vía estrecha”1082. Los técnicos de Ministerio preveían la saturación
de la capacidad de El Prat para el año 1985, lo que hacía necesario plantearse la
construcción de un nuevo aeropuerto o la mejora de las infraestructuras 1079 Esta decisión provocó cierto malestar en La Coruña, donde esperaban una atención similar del Ministerio para el aeropuerto de Alvedro. La polémica alcanzó su punto culminante en febrero de 1980. El Ayuntamiento de la ciudad gallega envió una delegación para negociar con el ministro una posible inversión estatal en Alvedro (“Domingo Merino será recibido hoy por el ministro de Transportes”, El ideal gallego, 27/2/1980). Sin embargo, recibieron una respuesta negativa de Sánchez-‐Terán. El titular de Transportes y Comunicaciones alegó motivos climatológicos y geográficos (“El Ministerio de Transportes y Comunicaciones no ha encontrado soluciones para Alvedro”, La voz de Galicia, 27/2/1980). Además, como hicieron notar algunos expertos en su momento, la negativa se debía sobre todo a la decisión del Gobierno de centralizar el tráfico aéreo de Galicia en Labacolla (“Un aeropuerto para Galicia”, El ideal gallego, 27/2/1980). En esa situación, toda inversión para otro aeropuerto internacional en la región iba contra la política de comunicaciones del propio Ministerio. La actitud inflexible de Sánchez-‐Terán provocó que la cuestión desapareciera de la agenda del consistorio de La Coruña. El último acto de la polémica fueron unas declaraciones de Domingo Merino, alcalde de la ciudad, en las que expresaba, con cierto tono victimista, su desacuerdo con el ministro (“El ministro de Transportes está en contra de mejorar Alvedro”, El ideal gallego, 28/2/1980). 1080 “Se normalizan los vuelos en el aeropuerto de Labacolla”, Pueblo, 2/10/1978. 1081 El aeropuerto de Palma de Mallorca fue otro de los que se benefició de esta política de Transportes y Comunicaciones. Salvador Sánchez-‐Terán inauguró, el 5 de junio de 1979, la Terminal “charter” de Son San Juan (“Ampliación del aeropuerto de Palma”, El Alcázar, 5/6/1979). 1082 “El aeropuerto dispondrá de una segunda pista”, La Vanguardia, 23/2/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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existentes. Sánchez-‐Terán optó por dotar a la capital catalana de una segunda
pista. Quedaba por decidir si esta debía situarse al norte o al sur de la Terminal
existente. El ministro se comprometió a estudiar la cuestión, aunque mostró claras
preferencias por la segunda opción, más alejada de los núcleos de población1083.
En su viaje a Barcelona, Sánchez-‐Terán también aprobó la inversión de 600
millones de pesetas para la instalación de un nuevo radar que permitía mejorar el
seguimiento de los aviones, así como dos nuevas centrales eléctricas que
aseguraban el suministro de El Prat1084. En esa misma partida presupuestaria se
incluía también la ampliación, en más de 1.200 metros de la Terminal
Internacional. El ministro anunció durante la visita su intención de intensificar el
tráfico entre Madrid y Barcelona. Aseguró que, entre abril y octubre de 1979 la
oferta del “puente aéreo” se incrementaría en un 16%1085 . Esta medida era
muestra del interés del Ministerio por potenciar el transporte aéreo dentro del
territorio nacional. A la mejora de las comunicaciones entre la capital y Cataluña
habría que añadir la inauguración en junio de 1978 de la línea aérea Málaga-‐
Almería-‐Melilla1086, y el proyecto del “Saltamontes” aéreo andaluz promovido por
Aviotransa1087.
1083 “El aeropuerto de Barcelona será ampliado”, La Vanguardia, 22/2/1979. 1084 “Se construirá una segunda pista”, Solidaridad Nacional, 22/2/1979. 1085 “No habrá un segundo aeropuerto”, Diario de Barcelona, 22/2/1979. 1086 Salvador Sánchez-‐Terán inauguró la línea Málaga-‐Melilla el 14 de junio de 1978. Realizó ese viaje a bordo del “Dash-‐7”, avión de 57 plazas destinado a la realización habitual de ese servicio (“Inaugurado un nuevo servicio aéreo con Melilla”, El País, 15/6/1978). Le acompañaban José Manuel García-‐Margallo, director general de Desarrollo Comunitario y diputado por Melilla, Enrique Guzmán, subsecretario de Aviación Civil, Vicente Rodríguez Guerra, director general de Transportes Marítimos, Federico Esteve, vicepresidente de Transmediterránea, Pedro González-‐Haba, jefe del Gabinete del ministro, y Rafael Ginel, senador por Melilla. En la rueda de prensa que siguió a los actos inaugurales, Sánchez-‐Terán se refirió a la frecuencia de la comunicación con Melilla: en temporada alta se efectuarían cuatro vuelos con Málaga y uno con Almería, mientras que en temporada baja la comunicación con la capital malagueña se reduciría a tres vuelos (“El ministro de Transportes en Málaga y Melilla”, Sol de España, 15/6/1978). 1087 El proyecto del “saltamontes” andaluz pretendía unir por vía aérea la totalidad de las capitales de provincias andaluzas, paliando así los problemas de comunicación existentes en la región. En sus primeros estudios, la empresa Aviaco consideró que, para ser rentable, el proyecto necesitaría de la subvención de los organismos públicos de Andalucía. No obstante, trabajos posteriores de la compañía Aviotransa llegaron a la conclusión de que el servicio podría subsistir por sí mismo, sin necesidad de la ayuda estatal, regional y provincial. Los responsables de la empresa solicitaron al
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Una vez iniciadas las gestiones para solucionar las deficiencias de El Prat, la
atención del Ministerio se centró en el vértice opuesto del “puente aéreo”. El día 28
de mayo de 1979, Salvador Sánchez-‐Terán ofreció una rueda de prensa en la que
explicó a los medios de comunicación los pormenores del “Plan Barajas”1088. El
ministro inició su intervención reconociendo el colapso que vivía el aeropuerto, así
como las causas de esa situación: al aumento del número de pasajeros –de 900.000
en 1960 a 11 millones en 19791089-‐ y a la escasa funcionalidad de su estructura.
Para solucionar esos problemas, el Gobierno había aprobado una inversión de
2.200 millones de pesetas que tenía como objetivo fundamental mejorar las
instalaciones y el equipamiento de la Terminal Nacional de Barajas. Las obras
darían comienzo en otoño de ese mismo año, tocando a su fin en 19811090. Otros
aspectos abordados en la rueda de prensa fueron la cuestión de los accesos y la
posibilidad de habilitar un segundo aeropuerto para la capital. Sánchez-‐Terán
anunció que el Ministerio estaba trabajando intensamente, en coordinación con las
autoridades locales, para mejorar las comunicaciones por carretera con Madrid.
Además, no descartó la posibilidad de ampliar la línea de Metro hasta Barajas en
un plazo de cuatro años1091. El ministro no se pronunció acerca de la cuestión del
segundo aeropuerto, aunque manifestó su convencimiento de que la nueva
estructura podría albergar a 31 millones de pasajeros, cifra prevista para el año
19951092. Al contrario que en el caso de Barcelona, dejaba la incógnita en el aire.
Ministerio de Transportes y Comunicaciones la licencia para iniciar el servicio (“El Saltamontes aéreo andaluz puede ser realidad”, El Correo de Andalucía, 22/11/1978). Sin embargo, durante el mandato ministerial de Salvador Sánchez-‐Terán no se llegó a aprobar ese proyecto; si bien es verdad que se estudió con detenimiento y se buscaron alternativas más viables (“Las alternativas del saltamontes andaluz en estudio”, El Correo de Andalucía, 17/10/1979). 1088 “En dos años se solucionará el caos de Barajas”, ABC, 29/5/1979. 1089 “Dos mis millones para la Terminal Nacional de Barajas”, El Alcázar, 29/5/1979. 1090 “Más de 2.000 millones para la remodelación de Barajas”, 5 Días, 29/5/1979. 1091 “La actual Terminal Nacional de Barajas modernizada en el plazo de dos años”, Pueblo, 29/5/1979. 1092 “Remodelación de Barajas para acabar con el actual caos”, Ya, 29/5/1979.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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A partir de mayo de 1979, Salvador Sánchez-‐Terán estuvo en numerosas
ocasiones en Barajas con el fin de supervisar las obras de ampliación. Sin embargo,
a finales de febrero de 1980 visitó el aeropuerto con un objetivo distinto:
inaugurar un centro de clasificación postal1093. La superficie del edificio, situado
junto a una de las terminales, era de 14.200 m2, y su coste a 309 millones de
pesetas1094. El nuevo complejo fue un importante paso para la descongestión del
centro de Cibeles: en esos primeros años, expidió al extranjero algo más de
400.000 objetos al día, cifra ligeramente superada en algo más de 10.000 por los
recibidos1095.
5.2.6. La Ley de Cuerpos Especiales de Correos
La inauguración del pabellón postal del aeropuerto de Barajas es sólo un
ejemplo del empeño gubernamental por mejorar la eficacia del servicio postal. No
obstante, la tarea más importante llevada a cabo por Sánchez-‐Terán durante su
mandato ministerial no estuvo relacionada con la reforma e inauguración de las
sedes o sucursales de Correos. El mayor éxito del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, y más en concreto de la Dirección General de Correos y
Telecomunicaciones, fue la elaboración de la Ley de Cuerpos Especiales. Esta
normativa, aprobada a finales de 1978, afectó a más de 60.000 funcionarios con el
fin de mejorar su estatus laboral, sino también la calidad del servicio que ofrecían a
los usuarios. Una vez redactado el proyecto de ley, Sánchez-‐Terán se reunió con el
Sindicato Libre de Correos para conocer su opinión acerca del texto. Los
representantes de los trabajadores expusieron al ministro los problemas que
afectaban a su actividad sindical, así como sus observaciones al proyecto de ley1096.
1093 “El centro de clasificación postal de Barajas”, 5 Días, 27/2/1980. 1094 “El ministro de Transportes inauguró el nuevo centro postal de Barajas”, El País, 29/5/1979. 1095 “Cibeles dejará de ser centro neurálgico de Correos”, Ya, 28/2/1980. 1096 “Sánchez-‐Terán recibió al Sindicato Libre de Correos y Telecomunicaciones”, ABC, 25/10/1978.
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El Pleno del Congreso del día 9 de noviembre de 1978 se cerró con el debate
y aprobación del proyecto de Ley sobre Cuerpos Especiales de Correos y
Telecomunicaciones. El texto, compuesto por nueve artículos, cinco disposiciones
finales, cuatro transitorias y una derogatoria, venía a sustituir a una compleja y
dispersa normativa que databa de 18851097. La votación estuvo caracterizada por
la unanimidad mostrada por los grupos parlamentarios. No obstante, el debate
previo fue largo, y no estuvo exento de cierta tensión. A esto hemos de añadir la
inclusión de tres enmiendas propuestas por socialistas y comunistas, que
modificaban levemente el texto presentado por el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones1098. Finalmente, los distintos grupos parlamentarios apoyaron
una ley que, en palabras de Sánchez-‐Terán, tenía “una extraordinaria importancia
para la ordenación de los servicios postales y telegráficos”1099.
La nueva legislación de Correos y Telecomunicaciones ponía fin a la
dispersión normativa existente hasta entonces, al tiempo que reducía a cinco los
Cuerpos Generales de la Dirección General, y a cuatro los Cuerpos Técnicos. Por
tanto, quedaban extinguidos doce Cuerpos y escalas, y a extinguir otros cuatro.
Además, daba un tratamiento de Cuerpos especiales a los funcionarios civiles que,
al servicio de la Administración, venían cubriendo las necesidades específicas de
esos servicios1100. Por último, la ley perseguía la implantación de un justo y
avanzado sistema de promoción de personal, así como una mayor organización y
racionalización de los servicios de Correos y Telégrafos1101.
Sánchez-‐Terán fue el encargado de defender el proyecto de Correos y
Telecomunicaciones en la Cámara Alta. El debate tuvo lugar mes y medio después
de su aprobación en el Congreso, retraso que provocó malestar en las centrales
1097 “Correos y Telecomunicaciones”, Diario 16, 10/11/1978. 1098 “Aprobada la Ley del Cuerpo de Correos y Telecomunicación”, Ya, 10/11/1978. 1099 “El Congreso aprueba la Ley de Correos y Telecomunicaciones”, ABC, 10/11/1978. 1100 “Aprobado el proyecto de Ley de Correos y Telecomunicaciones”, El País, 10/11/1978. 1101 “Los sucesos de Málaga y Tenerife se saldan sin condenas políticas”, Informaciones, 10/11/1978.
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sindicales1102. Ante los senadores el ministro destacó el carácter simplificador de la
ley “porque pone fin a una verdadera maraña normativa, que queda ahora
sustituida por una ley que regula íntegramente en sólo 24 artículos la
organización, plantillas, denominación, funciones, niveles, forma de ingreso,
ascensos, etc., de la totalidad de los funcionarios de este sector, como una única
carrera postal y de telecomunicaciones”1103. También la calificó de integradora,
“porque resuelve el problema de la parte más sufrida del personal, es decir, 12.000
carteros rurales”1104. El proyecto de ley fue aprobado por el Senado con 182 votos
a favor, ninguno en contra y 4 abstenciones1105.
A pesar de la importancia de la Ley de Cuerpos Especiales, esta no fue la
única normativa con repercusiones positivas en el ámbito de Correos. El decreto
sobre el funcionamiento de la Caja Postal de Ahorros, publicado por Transportes y
Comunicaciones el 27 de marzo de 1978, fue otro hito en la gestión de esa parcela
del Ministerio1106. A partir de las medidas de agilización y potenciación contenidas
en esta normativa, el equipo de Sánchez-‐Terán elaboró un plan trienal de
ampliación que incluía un importante aumento en el número de oficinas, así como
una inversión en gastos de promoción comercial por valor de 4.732 millones de
pesetas1107. El proyecto, del que se cargaban a modo de primera anualidad 1.300
millones a los presupuestos generales de 1979, fue aprobado por el Consejo
Superior de la Caja de Ahorros a finales de mayo 1108 . Las repercusiones
beneficiosas del decreto ministerial y de la inversión estatal se hicieron notar
apenas dos años después. La cartera de créditos de la Caja Postal de Ahorros creció
un 70% con respecto a 1977, alcanzando en 1979 los 96.801,6 millones de
1102 “Aprobado el proyecto de Ley del Cuerpo de Correos y Telégrafos”, Pueblo, 21/12/1978. 1103 “Aprobada la nueva ordenación del Cuerpo de Correos”, Gaceta Regional, 21/12/1978. 1104 “El Senado aprobó la debatida ley del cuerpo de Correos”, El País, 21/12/1978. 1105 “El proyecto de ley del Cuerpo de Correos y Telecomunicaciones aprobado (por el Senado)”, El Imparcial, 21/12/1978. 1106 “Convenio de potenciación de la Caja Postal de Ahorros”, La Gaceta Regional, 25/5/1978. 1107 “Plan trienal de ampliación de la Caja Postal de Ahorros”, El País, 25/5/1978. 1108 “Plan trienal para la Caja Postal”, 5 Días, 25/5/1978.
Carlos González Martínez
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pesetas1109. Además, desde el punto de vista interno, se buscó mejorar la formación
de los empleados mediante cursos de especialización. A su vez, amplió la gama de
operaciones que la entidad atendía y se introdujo la táctica de dirección por
objetivos1110.
En definitiva, no les resultó difícil a los responsables del Departamento
gestionar las cuestiones relacionadas con Correos. Las medidas adoptadas parecen
acertadas: eran necesarias y se llevaron a cabo correctamente, y, además, como era
la moda del tiempo, por consenso. La parcela del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones dedicada a Correos y las entidades relacionadas con el servicio
postal permitieron a Sánchez-‐Terán disfrutar de la tranquilidad y las alabanzas
que le negaron otros ámbitos. A este respecto, es necesario hacer mención especial
a la pesca. Este sector no sólo fue uno de los grandes quebraderos de cabeza del
ministro, sino que generó numerosas tensiones en el ámbito nacional e
internacional.
5.3. Problemas y reestructuración del sector pesquero.
En la década de 1970, España contaba con una de las flotas pesqueras más
importantes del mundo. El sector era de vital importancia para la economía
nacional, no sólo por las toneladas capturadas, el consumo interno y las
exportaciones de pescado, sino también por el número de embarcaciones y
personal trabajador dependiente de ellas. Sin embargo, la pesca española era a
finales de esa década un gigante con pies de barro. Se trataba, en muchos casos,
especialmente en el de las empresas pequeñas de carácter familiar, de una flota
envejecida, lo que elevaba enormemente el riesgo de siniestralidad.
1109 “Aceptable marcha de la Caja Postal”, 5 Días, 8/5/1980. 1110 “La Caja Postal de Ahorros, una entidad pública de eficacia creciente”, Pueblo, 8/3/1980.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
329
Además, cada vez se hacía más evidente que España iba a perder buena
parte de sus privilegios en algunos de sus caladeros tradicionales: Gran Sol, el
Golfo de Vizcaya y el banco canario-‐sahariano. Tanto el agotamiento de los
recursos naturales, que obligaba a los países responsables a limitar el número de
capturas, como la ampliación de las aguas jurisdiccionales a 200 millas, obligaron a
negociar nuevos acuerdos para continuar faenando en esos mares. En definitiva, si
bien Transportes y Comunicaciones había heredado un tesoro económico en el
reparto de poderes de 1977, este llevaba aparejada una serie de riesgos que
prometían ser un quebradero de cabeza para todos los responsables del
Departamento1111.
Desde el inicio de su mandato, Salvador Sánchez-‐Terán manifestó que una
de las cuestiones prioritarias de su etapa iba a ser la reestructuración del sector
pesquero1112. Mostró su intención de hacerlo mediante la modernización de la flota
y el cumplimiento de los Pactos de la Moncloa1113. A este respecto, el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones hizo público en octubre de 1978 un boceto de las
principales cuestiones pendientes en el ámbito de esta reestructuración. En primer
lugar, se consideraba como objetivo mantener el nivel de empleo, cifrado en
150.000 trabajadores directos más un millón de personas dependientes del sector.
En segundo término, la renovación de la flota del litoral, así como la óptima
distribución entre los distintos caladeros de la flota de altura y gran altura. El
Ministerio también preveía crear delegaciones territoriales de pesca marítima, así
como un banco de crédito pesquero y un fondo de regulación y organización del
mercado de los productos de la pesca y cultivos marinos1114. Las medidas previstas
tuvieron una acogida dispar entre armadores y pescadores, lo que obligó a los
1111 Real Decreto 1558/1977 de 4 de julio (p. del gob. B.O.E. de 5-‐7-‐77), Por el que se reestructuran determinados órganos de la Administración Central del Estado. Según esta disposición legal, los asuntos pesqueros dejaban de depender del Ministerio de Comercio para convertirse en competencia de Transportes y Comunicaciones. 1112 “Cohesión y eficacia, pide Sánchez-‐Terán”, Arriba, 4/3/1978. 1113 “Impresiones de los nuevos ministros en las Cortes”, Arriba, 2/3/1978. 1114 “Sánchez-‐Terán da marcha atrás”, 5 Días, 25/10/1978.
Carlos González Martínez
330
responsables de Transportes y Comunicaciones a iniciar una ronda de
negociaciones1115.
Las conversaciones con los distintos grupos afectados –armadores y
cofradías de pescadores, fundamentalmente-‐ se prolongaron hasta octubre de
1979. A partir de ese momento el Gobierno aceleró la puesta en práctica del plan
de reestructuración del sector. Se trataba de una política basada en la
consolidación de la presencia española en los caladeros tradicionales (Gran Sol,
Golfo de Vizcaya, costa atlántica portuguesa, y banco canario-‐sahariano) y la
ampliación de otros nuevos mediante acuerdo bilaterales (Canadá, Senegal1116 y
Guinea1117). Además, se preveía la ordenación de la pesca en el litoral pesquero
español, así como las actuaciones especiales de ayuda a sectores y subsectores de
la flota en momentos de crisis1118. Este plan culminaba con aspectos como la
formación náutico-‐pesquera, las capturas, la comercialización y la financiación1119.
El proyecto de Transportes y Comunicaciones para la reestructuración del
sector pesquero incluía también una serie de disposiciones legales que Salvador
Sánchez-‐Terán se encargó de firmar a finales de noviembre1120 . Entre ellas
destacaban las órdenes ministeriales por las que se regulaban la potencia máxima
de los buques dedicados a la pesca de arrastre en el Mediterráneo1121, la pesca de
artes de cerco en el Mediterráneo1122, los equipos propulsores de buques menores
1115 “La Ley de Pesca debe ser debatida en el Senado antes del referéndum”, La Provincia, 10/111978. 1116 Acuerdo entre Senegal y España, en Dakar, de 6 de diciembre de 1979 (B.O.E. de 28-‐7-‐80), en materia de pesca marítima. 1117 Convenio entre Guinea-‐España, en Madrid, de 31 de octubre de 1979 (B.O.E. de 13-‐3-‐80), de cooperación en materia de pesca marítima y anexos. 1118 “España ampliará sus caladeros”, Ya, 16/10/1979. 1119 “España seguirá siendo una potencia pesquera”, ABC, 16/10/1979. 1120 “Nueva ordenación pesquera”, El Alcázar, 23/11/1979. 1121 ORDEN de 20 de noviembre de 1979 (B.O.E. de 5-‐12-‐79), Por la que se regula la potencia máxima propulsora de los buques dedicados a la pesca de arrastre en el Mediterráneo. 1122 ORDEN de 20 de noviembre de 1979 (B.O.E. de 5-‐12-‐79), Por la que se regula la pesca con artes de cerco en el Mediterráneo.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
331
de 20 toneladas1123, y la ordenación de la pesca en la zona comprendida entre el
meridiano de Cabo Negro y el de Punta de Vaca en el Cantábrico1124. También
merecen especial atención las disposiciones referidas a la formación del personal
pesquero aprobadas en esos días 1125 . No obstante, la obra legislativa más
importante en esa materia durante el mandato de Salvador Sánchez-‐Terán fue el
Real Decreto sobre la ordenación de la actividad pesquera nacional1126. Formado
por siete artículos, tres disposiciones finales, y una de carácter adicional, tenía por
objeto regular la actividad extractiva pesquera marítima nacional en cualquiera de
sus modalidades.
Relación cronológica de los acuerdos de pesca firmados por Sánchez-‐Terán Reunión de la comisión mixta hispano-‐mauritana Abril de 1978 Acuerdo de pesca con Portugal Junio de 1978 Convenio pesquero con la CEE (hasta el 31-‐12-‐78) Septiembre de 1978 Reunión de la comisión mixta hispano-‐mauritana Diciembre de 1978 Acuerdo pesquero con Canadá Febrero de 1979 Convenio pesquero con la CEE (hasta el 31-‐12-‐79) Marzo de 1979 Acuerdo de pesca con Portugal Marzo de 1979 Acuerdo pesquero con Marruecos (hasta el 31-‐12-‐79) Junio de 1979 Revisión del acuerdo pesquero con Mauritania Agosto de 1979 Protocolo pesquero con Guinea Octubre de 1979 Acuerdo de pesca con Senegal Diciembre de 1979 Acuerdo con Marruecos (anulado posteriormente) Diciembre de 1979 Convenio pesquero con la CEE (hasta 31-‐12-‐80) Febrero de 1980
Nos ocuparemos ahora de uno de los objetivos fundamentales del
Departamento de Transportes y Comunicaciones durante la etapa de Salvador
Sánchez-‐Terán como ministro: la defensa de los intereses españoles en los
1123 ORDEN de 20 de noviembre de 1979 (B.O.E. de 4-‐12-‐79), Por la que se dictan normas que regulan la construcción, reparación e instalación de motores y cambios de listas de embarcaciones menores de 20 T. R. B., dedicadas a la pesca con artes menores, que no estén sujetos a reglamentación específica. 1124 ORDEN de 20 de noviembre de 1979 (B.O.E. de 5-‐12-‐79), Sobre ordenación de zonas de pesca en el Cantábrico. 1125 ORDEN de 21 de noviembre de 1979 (B.O.E. de 5-‐12-‐79), Sobre nueva estructura para la obtención de titulaciones de la Formación Profesional Marítimo-‐Pesquera. 1126 Real Decreto 681/1980, de 28 de marzo (B.O.E. de 16-‐4-‐80), Sobre ordenación de la actividad pesquera nacional.
Carlos González Martínez
332
caladeros tradicionales. La suerte de las negociaciones fue muy desigual en cada
uno de ellos; del mismo modo que lo eran las motivaciones y exigencias de cada
uno de los interlocutores. A modo de resumen, cabe afirmar que España perdió
capacidad pesquera en aguas comunitarias y marroquíes, mantuvo el “statu quo”
en Mauritania, y obtuvo mejoras en sus relaciones con Portugal. Desde una
perspectiva global la flota española salió perdiendo en el conjunto de los caladeros
donde, tradicionalmente, solía faenar. Sin embargo, esto se vio atenuado por los
acuerdos alcanzados con Guinea, Senegal y Canadá.
5.3.1. Las negociaciones con la CEE.
En el proceso de apertura al exterior iniciado con la transición política
española, la integración en las Comunidades Europeas aparece como un objetivo
incuestionable. Los primeros gobiernos de la Monarquía eran conscientes de que
los principales obstáculos para la consecución de ese fin eran la carencias
democráticas heredadas del régimen franquista. Por esa razón, una vez celebradas
las elecciones de 1977, el ingreso en las Comunidades Europeas se convirtió en un
objetivo prioritario para Adolfo Suárez. El Ejecutivo surgido de esos comicios
presentó, formalmente, la solicitud española1127 . Entre julio y septiembre, el
presidente visitó, en compañía del ministro de Exteriores, todas las sedes de
Gobierno de los países comunitarios1128. Bruselas respondió con notoria rapidez: el
1127 OREJA AGUIRRE, Marcelino; Op. cit., pp. 192: “Es cierto que tuvimos que soportar críticas, sobre todo de la prensa, para explicar la precipitación de nuestra petición, y hubo también algunos ministros que creyeron que convenía esperar. Suárez, sin embargo, estaba decidido. En el Consejo de ministros del 22 de julio el Gobierno me autorizó para que presentase al presidente del Consejo de ministros de las Comunidades la petición oficial de apertura de negociación con vistas a la adhesión de España a los tratados constitutivos de la CEE, CECA y EURATOM. Ese mismo día se entrevistaron en La Moncloa Suárez y Felipe González, que a la salida manifestó a los periodistas su apoyo a la petición”. 1128 Ibid, p. 196: “Los días finales de mes acompañé a Suárez en su periplo por las capitales comunitarias. Durante el viaje, el presidente expuso unos cuantos puntos que repitió en todos los países: la necesidad de un calendario de negociación razonable que se cumpliese sin interrupciones; que fuera una negociación sin condiciones previas para evitar que nos exigieran poner nuestra economía al nivel de las de los nueve antes de la adhesión; la disponibilidad española de cooperación, como país candidato, en las modificaciones de la política agraria común; y la aceptación de un periodo transitorio a convenir, incluso amplio, para la agricultura, pero
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
333
20 de septiembre era aprobado, en el Consejo de Ministros de las Comunidades
Europeas, el inicio del procedimiento de admisión1129. Cinco meses más tarde se
creaba la cartera de Relaciones con las Comunidades Europeas, con Leopoldo
Calvo-‐Sotelo como ministro. Se iniciaba así un proceso en el que España tenía que
ir acomodando poco a poco sus estructuras al funcionamiento propio de un
organismo supranacional.
La pesca, por sus repercusiones en materia de relaciones internacionales,
así como por su peso específico dentro de la economía española, ocupaba un
importante lugar en ese ámbito. La Subsecretaría de Pesca y Marina Mercante,
insertada dentro del organigrama del Ministerio de Transportes y Comunicaciones,
iba a ser la encargada de coordinar la reestructuración del sector de cara a la
integración en Europa.
En marzo de 1979 la Comunidad Económica Europea amplió sus aguas
jurisdiccionales a 200 millas1130. Esta medida perjudicaba a la flota pesquera
española que faenaba en las inmediaciones de las costa francesa y británica1131. El
Gobierno español se vio en la necesidad de iniciar un proceso negociador con la
CEE, titular de esas competencias dentro del Mercado Común, para redefinir los
acuerdos pesqueros firmados en su día con Gran Bretaña (1964) y Francia
(1967)1132. Las conversaciones se iniciaron en marzo de 1978, y pronto quedó
patente que el contexto había cambiado mucho con respecto a la década anterior.
rechazamos una fórmula que nos sometiera a examen antes de la adhesión. El presidente aclaró en todas sus visitas que éstos no eran problemas previos, sino que constituían el centro de la negociación y por tanto había que buscar su solución en la misma negociación. Puede decirse sin exageración que el viaje de Suárez fue un éxito, a pesar de que, desde algunos medios de comunicación, se empeñaban en quitar importancia a las visitar y banalizar los encuentros”. 1129 Ibid, p. 197: “El 20 de septiembre, el Consejo de ministros de las Comunidades Europeas aprobó las tres cartas por las que su presidente comunicaba al presidente del Gobierno español que el procedimiento de adhesión se había puesto en marcha”. 1130 GONZÁLEZ LAXE, Fernando, “La política pesquera comunitaria: De los orígenes a los últimos cambios”, en Papeles de economía española 71 (1997), p. 151. 1131 “Sánchez-‐Terán, en la red”, Cambio 16, 3/9/1978. 1132 MESEGUER, José Luis, “El Derecho comunitario y los derechos de pesca de terceros países”, en Revista de instituciones europeas 8 (1981), p. 57.
Carlos González Martínez
334
En el horizonte se vislumbraban una serie de obstáculos que, sin lugar a dudas,
iban a enturbiar el curso de las negociaciones. El primero de ellos era la ausencia
de una política de pesca común por parte de los miembros de la CEE. La
integración a principios de los setenta de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca,
perjudicaba a la postura española: no sólo había que poner de acuerdo a nueve
miembros en lugar de a seis, sino que la tradición pesquera de estos tres era mayor
que la de los países fundadores del proyecto europeo. A este respecto, tanto
británicos como irlandeses eran partidarios de suspender las negociaciones con
terceros países hasta que Europa no contase con una política común en materia de
pesca1133.
El otro gran escollo de la negociación era la necesaria reestructuración del
sector pesquero español. En algunas de sus comparecencias públicas, el ministro
de Transportes y Comunicaciones se había mostrado partidario de llevar a cabo
una nueva política pesquera acorde a los Pactos de la Moncloa y a las exigencias
reales del mercado. Se trataba de modernizar la flota para hacerla más
competitiva, buscar nuevos caladeros y, en la medida de lo posible, ir reduciendo
las subvenciones estatales y el personal laboral dependiente de esa industria1134.
Tanto el Gobierno como las Comunidades Europeas, eran conscientes de que
España debía poner orden en su sector pesquero. Sin embargo, los representantes
de los pescadores no estaban dispuestos a cambiar las condiciones del acuerdo con
el Mercado Común hasta que no se llevara a cabo dicha reestructuración1135. Como
resulta evidente, se trataba de un programa a desarrollar en varios años.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones estaba, por tanto, atrapado
entre dos fuegos: la voluntad de integrarse en las Comunidades Europeas, que
invitaba a la prudencia y al entendimiento con los interlocutores comunitarios, y
las necesidades de la flota española del Cantábrico, de la que dependía casi medio 1133 “Persisten las discrepancias comunitarias en las 200 millas”, El País, 4/4/1978. 1134 “Tomas de posesión en el Ministerio de Transportes”, La Gaceta Regional, 4/4/1978. 1135 “Armadores gallegos y vascos quieren entrevistarse con Suárez”, El País, 5/3/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
335
millón de personas1136. Los representantes del Gobierno viajaron a Bruselas el 21
de marzo con la imperiosa necesidad de alcanzar un compromiso que permitiera a
los pescadores seguir faenando en los caladeros de Rockal (Gran Sol) y del Golfo de
Vizcaya1137. El principal obstáculo era la falta de concreción de la política europea,
cuyos responsables eran partidarios de poner punto y aparte a los acuerdos con
España; es decir, suspenderlos temporalmente. El otro problema lo tenían en casa,
en una flota necesitada de reestructuración para la que era inaceptable un cambio
brusco de las condiciones del acuerdo antes de llevarse a cabo la modernización
deseada1138.
La primera reunión del ministro de Transportes con los armadores del
Cantábrico se produjo el 6 de marzo de 1978. Estos transmitieron a Sánchez-‐Terán
y a Víctor Moro, subsecretario de Pesca, sus exigencias de cara al futuro acuerdo
con las Comunidades Europeas. Los armadores cuyas flotas faenaban en aguas
comunitarias consideraban duras, en exceso, las condiciones de los países
europeos. Estas reducían a un 25% las capturas de la flota española -‐210.000
toneladas anuales-‐, lo que sólo en Galicia amenazaba con afectar a más de
quinientas embarcaciones1139. Por su parte, el ministro se comprometió a defender
los intereses de los armadores en las inminentes negociaciones de Bruselas: el
objetivo que se marcó el equipo de Transportes y Comunicaciones fue aumentar el
número de licencias concedidas por la CEE de ciento veintiuna a doscientas.
Además, si se garantizaba el carácter rotatorio de estas, podrían faenar hasta
cuatrocientos barcos al año1140.
1136 OREJA AGUIRRE, Marcelino; op. cit., pp. 191-‐192: “Unos días antes de las elecciones generales recibí una carta de nuestro embajador ante las Comunidades Europeas, Raimundo Bassols (…) A su juicio, inmediatamente después de las elecciones generales, el nuevo Gobierno debía solicitar la apertura de negociaciones con las Comunidades Europeas. Las razones eran tanto políticas como económicas. Ninguno de los problemas entre España y la Comunidad podía tener solución definitiva al margen de la petición de adhesión, y como ejemplo mencionaba el caso de la pesca”. 1137 “Cuatro ministros estudian el acuerdo pesquero que se negocia hoy ante la CEE”, Informaciones, 21/3/1978. 1138 “Impresiones de los nuevos ministros en las Cortes”, Arriba, 2/3/1978. 1139 “Armadores gallegos y vascos quieren entrevistarse con Suárez”, El País, 5/3/1978. 1140 “Las propuestas de los armadores serán defendidas, 5 Días, 7/3/1978.
Carlos González Martínez
336
La complejidad de las negociaciones iniciadas el 21 de marzo se hace
patente con señalar, tan sólo, la implicación de cuatro Ministerios: Exteriores,
Comercio, Relaciones con las Comunidades Europeas y Transportes y
Comunicaciones1141. Representantes de esas carteras viajaron a Bruselas después
de reunirse, como hemos relatado en el caso de Sánchez-‐Terán, con los armadores
del Cantábrico. Allí se encontraron con la indefinición de las posturas
comunitarias, así como con la ausencia de los responsables franceses en la mesa de
negociación1142. Si hasta el momento existía alguna duda al respecto, el panorama
tras las primeras reuniones las despejó todas: el acuerdo tardaría en cerrarse. Sin
embargo, la flota española no podía esperar durante demasiado tiempo la ansiada
renovación. Por esa razón, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones anunció
que a partir del día 3 de abril los barcos podrían faenar con normalidad, aunque de
forma provisional1143.
Las conversaciones entre España y las Comunidades Europeas se
prolongaron durante los meses siguientes. Sánchez-‐Terán y su equipo
desarrollaron, a lo largo de ese periodo, una doble política. Por un lado trataron de
obtener de Bruselas el número de licencias suficientes para que toda la flota del
Cantábrico pudiera faenar. Tanto el ministro como el subsecretario responsable
consideraban necesario obtener doscientas cincuenta licencias nuevas; si bien es
verdad que el Gobierno español, tal como indicamos más arriba, no veía con malos
ojos que estas se quedasen en doscientas. El segundo vértice de la política
ministerial consistió en paliar los problemas económicos de las familias afectadas.
El subsecretario de Pesca y Marina Mercante, Víctor Moro, se encargó de gestionar
una ayuda económica de 1.300 millones de pesetas1144.
1141 “Cuatro ministros estudian el acuerdo pesquero que se negocia hoy ante la CEE”, Informaciones, 21/3/1978. 1142 “Persisten las discrepancias comunitarias en las 200 millas”, El País, 4/4/1978. 1143 “Resuelto el problema de la pesca de bajura”, La Vanguardia, 2/4/1978. 1144 “Sánchez-‐Terán añade que su Departamento está gestionando 250 nuevas licencias”, Pueblo, 21/8/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
337
A finales de agosto la situación alcanzó su punto más crítico. El Ministerio
ordenó el regreso, antes del día 22 de agosto, de la flota que faenaba en Gran Sol.
Esta acción gubernamental vino motivada por la amenaza europea de apresar a los
barcos españoles que se encontraban faenando sin licencia en las 200 millas de
aguas comunitarias1145. La medida afectaba a casi quinientos barcos, a los que
había que sumar los que se encontraban amarrados desde las semanas anteriores.
En total, 17.000 millones de pesetas perdidos y miles de familias afectadas1146.
Salvador Sánchez-‐Terán, que en aquellos días se encontraba de viaje oficial en
Paraguay, veía necesario forzar un acuerdo inmediato con las autoridades
comunitarias1147. No se le escapaba que las ciento veintiuna licencias ofrecidas por
la CEE eran insuficientes. Los armadores vascos iban más allá en sus exigencias:
pedían al presidente Suárez el cierre de Gibraltar a los barcos de las Comunidades
Europeas1148. La relativa calma de los meses anteriores se había evaporado de
pronto. Urgía el acuerdo que durante ese tiempo se había pospuesto, bien por la
indefinición europea, bien por la conveniencia española.
De regreso en España, Sánchez-‐Terán asistió a una reunión de urgencia
convocada por el presidente del Gobierno. El objeto del encuentro era analizar el
cambio de actitud de las Comunidades Europeas con respecto al sector pesquero
español y tomar las medidas que, en lo posible, paliaran sus consecuencias
negativas. Además de Adolfo Suárez y Salvador Sánchez-‐Terán asistieron a la
reunión los representantes de los restantes Ministerios implicados: Marcelino
Oreja Aguirre (Exteriores), Juan Antonio García Díez (Comercio) y Leopoldo Calvo-‐
Sotelo (Relaciones con las Comunidades Europeas)1149. La rueda de prensa del
1145 “Los armadores vascos piden a Suárez cerrar Gibraltar a los barcos de la CEE”, Hoja del lunes, 21/8/1978. 1146 “Buques españoles abandonarán hoy las aguas de la CEE”, Diario 16, 21/8/1978. 1147 “Sánchez-‐Terán: Hay que forzar un acuerdo”, Hoja del lunes, 21/8/1978. 1148 “Los armadores vascos piden a Suárez cerrar Gibraltar a los barcos de la CEE”, Hoja del lunes, 21/8/1978. 1149 “Sánchez-‐Terán anuncia algunas represalias pesqueras contra la CEE”, Informaciones, 22/8/1978.
Carlos González Martínez
338
ministro de Transportes y Comunicaciones giró en torno a la voluntad
gubernamental de intensificar la presión sobre Bruselas, así como a la necesidad
de una profunda reestructuración de la flota española y la búsqueda de nuevos
caladeros en América y África: “el Gobierno español va a proceder a un
relanzamiento de las negociaciones del acuerdo pesquero con la Comunidad el
próximo mes de septiembre. En dicho mes celebraremos conversaciones con todos
los países europeos afectados por el tema de la pesca. Asimismo procederemos a la
redistribución de la flota pesquera, de acuerdo con los armadores, con el fin de la
mejor utilización de los barcos (…) Por otra parte, el Gobierno efectuará una
ofensiva diplomática de negociación y acuerdos con países de África y América que
tienen caladeros útiles para nuestra flota pesquera”1150. En definitiva, Sánchez-‐
Terán consideraba necesario el acuerdo con las Comunidades Europeas, a las que
culpaba de indefinición y de radicalidad en sus últimos movimientos. No ocultaba
la precaria situación de la flota española, incapaz de adaptarse a un panorama
cambiante. En esa línea, además de anunciar una reunión para el día 22 de agosto
con los representantes de los pescadores gallegos y del cantábrico1151, señaló que
el plan de reestructuración del sector sería llevado a Consejo de Ministros en
septiembre1152.
Las conversaciones con las partes implicadas se sucedieron a lo largo de los
días siguientes. Sánchez-‐Terán se reunió con los representantes de los pescadores,
con los armadores y con su propio equipo ministerial con el fin de apaciguar los
ánimos y buscar soluciones de cara a las negociaciones de septiembre con las
Comunidades Europeas1153. El titular de Transportes y Comunicaciones confirmó a
los afectados que no se conformaría con las ciento veintiuna licencias ofrecidas por
Bruselas, aunque veía difícil alcanzar las trescientas exigidas por estos1154. Como
ya hemos indicado anteriormente, las aspiraciones del Gobierno se situaban entre 1150 “Reto pesquero a la CEE”, 5 Días, 22/8/1978. 1151 “Reunión de Sánchez-‐Terán con los armadores gallegos y cántabros”, Ya, 23/8/1978. 1152 “La reestructuración del sector pesquero, aun próximo Consejo de Ministros”, Ya, 22/8/1978. 1153 “Mañana, reunión con los armadores de las flotas cántabra y gallega”, Arriba, 22/8/1978. 1154 “No aceptamos el límite de licencias concedidas por la CEE”, ABC, 22/8/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
339
las doscientas y doscientas cincuenta. Con todo, Sánchez-‐Terán fue acusado por
algunos de sus interlocutores de practicar una política de intenciones, de no estar
bien informado y de ser un demagogo1155 . Los acontecimientos de los días
posteriores terminaron por desmentir esos calificativos: el 24 de agosto el
Gobierno respaldó la decisión de hacerse a la mar tomada por los armadores
vascos y gallegos. El acuerdo entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones
y los armadores suponía un viraje de ciento ochenta grados en la política del
Gobierno1156. La flota pesquera española se mantendría en aguas comunitarias con
el fin de lograr el mayor número de capturas posibles, mientras que el Gobierno se
garantizaba a prestar ayuda jurídica y económica en caso de represalias de las
autoridades europeas1157.
Antes de reanudar las conversaciones pesqueras con la CEE, Sánchez-‐Terán
realizó un viaje Guipúzcoa, donde pudo visitar algunas de las localidades afectadas
por el amarre de la flota pesquera1158. Además, el ministro también mantuvo
nuevas reuniones con armadores y pescadores1159. Los días anteriores a las
conversaciones en Bruselas estuvieron marcados por las críticas a Víctor Moro.
Algunos medios acusaban al subsecretario de Pesca y Marina Mercante de haber
cursado, sin autorización de sus superiores, la orden de abandonar aguas
comunitarias antes del 22 de agosto1160. De esta forma, el respaldo ministerial a la
vuelta de la flota a Gran Sol no era tanto un cambio de política como una
rectificación sobre la decisión de Víctor Moro1161.
Las negociaciones entre España y los representantes de las Comunidades
Europeas se prolongaron hasta finales de septiembre. En la madrugada del sábado
1155 “El Gobierno es incapaz de resolver el problema pesquero”, Diario 16, 26/8/1978. 1156 “España desafía a la CEE”, Diario 16, 25/8/1978. 1157 “El Gobierno promete a los armadores…”, 5 Días, 25/8/1978. 1158 “Guipúzcoa: hacen falta más licencias”, Informaciones, 5/9/1978. 1159 “Sánchez-‐Terán se reunió con los pescadores de bajura”, Solidaridad Nacional, 5/8/1978. 1160 “Víctor Moro y las decisiones unilaterales”, Actualidad Económica, 5/9/1978. 1161 “Culpable: un pez gordo”, Qué, 4/9/1978.
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23 se llegaba a un acuerdo provisional, válido hasta el 31 de diciembre de ese
mismo año, que elevaba el número de licencias de ciento veintiuna a doscientas
cuarenta. Además, el cupo de captura de merluza se incrementaba en 1.900
toneladas: de 2.600 a 4.5001162 . La reacción del ministro de Transportes y
Comunicaciones tras conocer los contenidos del acuerdo fue de satisfacción: se
alcanzaba un número de licencias aceptable y se daba un paso muy importante
para estrechar las relaciones políticas y económicas entre España y las
Comunidades Europeas1163. El ministro Calvo-‐Sotelo afirmó al término de las
conversaciones que la candidatura española al Mercado Común había sido decisiva
para el entendimiento de ambas partes1164.
En general, el acuerdo alcanzado fue valorado de manera positiva por casi
todos los implicados. No faltaron críticas procedentes de algunos ámbitos
pesqueros. Este fue el caso de la Asociación de Armadores de Buques de Arrastre
de Pasajes, que consideraba el número de licencias insuficientes1165. En cierto
modo no les faltaba razón, ya que la flota española superaba con creces las
doscientas cuarenta embarcaciones. Ahora bien, no hemos de olvidar que ese
número duplicaba el de las ciento veintiuna licencias ofrecidas inicialmente por
Bruselas. Además, el carácter rotatorio de estas permitía faenar a un número
mayor de pesqueros.
El año 1979 devolvió al sector pesquero español a la dura realidad: el
acuerdo alcanzado en septiembre tenía un carácter provisional; se trataba de un
parche temporal a la espera de alcanzar un acuerdo definitivo. Los representantes
del Gobierno, a pesar del triunfalismo provocado por las doscientas cuarenta
licencias, dejaron claro que esa situación tocaría a su fin el 31 de diciembre de
1978. Sin embargo, no se mencionó nada acerca del proyecto de Raymond 1162 “La CEE eleva a 240 las licencias pesqueras concedidas a España”, El País, 24/9/1978. 1163 “El paso más positivo (en las relaciones con la Comunidad)”, Arriba, 24/8/1978. 1164 “Acuerdo España-‐CEE: Duplicado el número de licencias de pesca”, El Correo Catalán, 24/9/1978. 1165 “Las licencias concedidas por la CEE son insuficientes”, Pueblo, 25/9/1978.
Salvador Sánchez-‐Terán, una biografía política
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Simonet, comisario europeo de Asuntos Pesqueros, que pretendía reducir
notablemente el número de licencias españolas de cara al acuerdo definitivo. Los
rumores acerca de un nuevo descalabro en la política pesquera nacional
comenzaron a extenderse a partir de diciembre. Se daba por hecho que las ciento
veintiuna licencias iniciales se mantendrían si problemas. Sin embargo, incluso los
más optimistas contemplaban una reducción de cuarenta o cincuenta con respecto
a las doscientas cuarenta obtenidas en la anterior negociación1166. La reanudación
de las conversaciones a principios de marzo de 1979 confirmó las previsiones
efectuadas en los meses anteriores: tras dos días de discusiones entre ambas
partes, el número de licencias ofrecidas por la CEE pasó de ciento noventa a
doscientas1167.
Evolución de la oferta de licencias en las negociaciones entre España y la CEE.
1166 “En 1979 las licencias pesqueras de la CEE para España serán inferiores a las 240 actuales”, El País, 14/12/1978. 1167 “La lentitud de las negociaciones agrava la situación de la pesca”, El Correo Catalán, 10/3/1979.
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I-‐1978 XII-‐1978 III-‐1979 II-‐1980
Licencias