Para los israelitas, el desierto representaba tres cosas: Representaba lugares solos: “…Le halló en tierra de

desierto, Y en yermo de horrible soledad” (Dt. 32.10).

Representaba lugares secos: “Yo te conocí en el desierto, en tierra seca” (Os 13.5).

Representaba lugares peligrosos: “Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan Ante la espada del desierto” (Lm 5.9).

EL DESIERTO DEL ALMA:Desierto donde hay gran sequía:

Crisis familiar o una crisis financiera.

Crisis de liderazgo.

Viviendo en los recuerdos del pasado en sus encuentros con Dios.

Su oración es, "Dios, ¿en dónde estás?"

Soledad del desierto:

Enojarse con Dios por algo que hizo o no hizo.

Está perdiendo su pasión por entregarse a servir a Dios.

Está perdiendo su pasión por conocer a Cristo.

Su oración es "¡Dios, yo no te importo a Ti!"

Desierto cuando está dando más

de lo que ya no puede dar:

Sólo tiene una pequeña parte para satisfacer esas demandas.

Usted está vacío. Y su oración del desierto es, "¡Dios, yo no tengo nada que dar!"

¿COMO ME ENCUENTRO CON

DIOS CUANDO HAY DESIERTO

EN MI ALMA?

La Biblia nos dice que Dios habló a mucha gente en el desierto:

Él habló a Abraham en el desierto.

Él habló a Jacob en el desierto.

Él habló a Moisés y Elías en el desierto.

Se llevó a Jesús al desierto.

Y muchas veces Dios habló a David en el desierto.

Salmo 63:1, 2 David dijo:

“Dios, Dios mío eres tú;

De madrugada te buscaré;

Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,

En tierra seca y árida donde no hay aguas,

Para ver tu poder y tu gloria…”

Tres preguntas, la primera es…

1. ¿CÓMO LLEGUÉ AQUÍ?

El desierto es el lugar en donde Dios le quiere llamar la atención.

Oseas 2:14-17:

“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y

hablaré a su corazón. 15Y le daré sus viñas desde allí, y

el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará

como en los tiempos de su juventud, y como en el día de

su subida de la tierra de Egipto. 16En aquel tiempo, dice

Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás

Baali. 17Porque quitaré de su boca los nombres de los

baales, y nunca más se mencionarán sus nombres”.

Josué 7:22-26…

“En seguida, Josué envió a unos mensajeros, los cuales fueron

corriendo a la carpa de Acán. Allí encontraron todo lo que Acán

había escondido, lo recogieron y se lo llevaron a Josué y a los

israelitas, quienes se lo presentaron al SEÑOR. Y Josué y

todos los israelitas tomaron a Acán, bisnieto de Zera, y lo

llevaron al valle de Acor, junto con la plata, el manto y el oro;también llevaron a sus hijos, sus hijas, el ganado, su carpa y

todas sus posesiones. Cuando llegaron al valle de Acor, Josuéexclamó: —¿Por qué has traído esta desgracia sobre nosotros?

¡Que el SEÑOR haga caer sobre ti esa misma desgracia!

Entonces todos los israelitas apedrearon a Acán y a los suyos,

y los quemaron. Luego colocaron sobre ellos un gran montón

de piedras que sigue en pie hasta el día de hoy. Por eso aquel

lugar se llama valle de Acor. Así aplacó el SEÑOR el ardor de

su ira”

Dios habla con ternura a su pueblo:

“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 15Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por

puerta de esperanza” (Oseas 2:14, 15)

Dios dice que su valle de problemas no es un callejón sin salida.

¡Es una puerta hacia un lugar de prosperidad y de restauración!

Ahora debemos contestar la pregunta…

2. ¿CUÁNDO VOY A SALIR DE AQUÍ?

Orar en las estaciones del desierto:

"Dios, acaba de tomar el tiempo que necesitas tomar, porque no quiero volver a pasar por esto. Quiero aprender la lección desde la primera vez."

La tercera pregunta…

3. ¿QUÉ DEBO HACER EN ESTE DESIERTO?

La respuesta esta en Isaías 40:3-5:

“Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4Todo valle

sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. 5Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca

de Jehová ha hablado”.

Prepara el camino para el Señor.Él viene a cumplir su propósito ahí para tu vida.

1. Espere al encuentro con Él.

Salmo 5:3 “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”.

2. Plante la semilla de la Palabra ahora.

Comience a apasionarse por la Palabra de Dios.

3. Elimine las distracciones innecesarias.

Demasiados compromisos, demasiadas "sí", están agotándole y complicando su desierto.

4. Busque en su corazón si hay ídolos.

Oseas 2:17, Dios dice:

“Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres”.

Un ídolo puede ser cualquier cosa que ponemos entre nosotros y el Señor

Sacrificar la pureza moral a los ídolos de las relaciones inmorales.

Sacrifican la decencia a los ídolos del espectáculo indecente.

Sacrifican a sus familias a los ídolos de la carrera o el poder.

¡Acán sacrificó su vida a un ídolo

de la riqueza mundana!

¿Esta usted aferrándose a un ídolo que no vale nada?

2 Reyes 17:14, 15 (El Pueblo de Israel)

“Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron sucerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales nocreyeron en Jehová su Dios. 15Y desecharon susestatutos, y el pacto que él había hecho con suspadres, y los testimonios que él había prescrito aellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, yfueron en pos de las naciones que estabanalrededor de ellos, de las cuales Jehová les habíamandado que no hiciesen a la manera de ellas”.

¿Cómo deshacerse de

un ídolo?

Priva tu pasión por ese ídolo

y ábrele la puerta a Cristo,

Él quiere cenar contigo (Apocalipsis 3:20)

5. Cante al Señor. Salmo 63:3, 4:

“Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos”.

Oseas 2:15, el Señor dice:

“Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acorpor puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto”.

Jesús dijo en Juan 4:23 que el Padre busca

adoradores.

Deje de hacer lo que está haciendo y adórele, y

entonces el Señor le encontrará.

Isaías 40:5 dice:

“Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda

carne juntamente la verá; porque la boca de

Jehová ha hablado”.