Lección 11

PREPARACIÓN PARA LA SIEGA

“Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se

acerca” Santiago 5:8

INTRODUCCION

1. Desarrollar paciencia para cumplir nuestra misión.

2. Ejercitar la paciencia en relación a la aparente demora de Jesús.

3. Relacionar el derramamiento del Espíritu Santo con las lluvias temprana y tardía.

Dios no nos fallará, a pesar de la aparente demora.

Por el contrario, Él está siendo extremadamente misericordioso para con nosotros.

Esperando

• Esperar la lluvia (5:7)

• Esperar su Venida (5:8)

Actuando

• No quejarse (5:9)

• Ser pacientes (5:10-11)

• Decir siempre la verdad (5:12)

SANTIAGO Y LA SEGUNDA VENIDASantiago 5:7-12

«Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía» (Santiago 5:7)

Jesús comparó su Segunda Venida con la siega del trigo (Mateo 13:37-39).

En Palestina, esta siega se realiza en abril/mayo y debe ser precedida por la lluvia temprana (octubre/noviembre) y la tardía (marzo/abril).

¿Qué lluvias preceden a la Segunda Venida?

La lluvia temprana: El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2:4, 16-17; Joel 2:23, 28-32)

La lluvia tardía: El derramamiento final del Espíritu Santo, que dará poder a su iglesia para el «gran pregón» (Apocalipsis 18:1-2)

La lluvia representa un elemento fundamental para la agricultura. Sin ella, nada de lo que se plante podrá cosecharse. Así, Dios quería mostrarle a los hebreos un elemento también fundamental para nuestra vida: Sin Él, nada de lo que hagamos podrá prosperar. “El corazón del hombre traza su camino, pero el Señor guía sus pasos” (Proverbios 16:9).

El Antiguo Testamento presenta a la “lluvia”, ¿sólo como una circunstancia climática? (Deuteronomio 11.14; Jeremías 5.24; 14.22; Joel 2.23).

EN ESPERA DE LA LLUVIAPreparación para la

siega

Otro elemento es la condicionalidad. En Deuteronomio 11:24 hay una bendición específica para el pueblo de Israel: la lluvia. No obstante, esa bendición se daría no porque fuera una mera parte de la provisión divina. Israel debía obedecer sus estatutos, juicios y mandamientos.

En el contexto del pueblo de Israel, los habitantes de Canaán adoraban a sus dioses en altares, pilares y lugares altos, haciendo abominaciones como sacrificar sus hijos. Dios prohibió enfáticamente esa adoración. Como contrapartida, una de las bendiciones que sería derramada por su obediencia sería que la lluvia llegara a su debido tiempo, por lo que se mantendría la subsistencia.

Preparación para la

siega EN ESPERA DE LA LLUVIA

En nuestro contexto, vemos diversos modos de adoración, al igual que los cananitas. No todos los que buscan a Dios de lo hacen porque son altruistas. La voluntad de Dios es pasada por alto por motivos egoístas u oportunistas. Dios condiciona sus bendiciones a los que lo buscan, pero no lo hace para los que tienen motivaciones oportunistas.

La lluvia es un regalo de Dios, está fuera del control humano. En la historia de Elías, el rey Acab apoyó a los profetas de Baal en el pedido de lluvia. Dios utilizó a Elías para hacerle recordar que Israel ya tenía un Dios. A pedido del profeta, descendió fuego del cielo y quemó la ofrenda. Sólo así vino la lluvia. En el Antiguo Testamento, la lluvia está relacionada al poder de Dios y su bendición para el hombre.

Preparación para la

siega EN ESPERA DE LA LLUVIA

La agricultura era una actividad económica mucho más intensa de lo que hoy lo es.

El propio Antiguo Testamento la utiliza (Oseas 6:1-3; Joel 2:28, 29). En estos pasajes se relaciona al Espíritu Santo con la persona de Cristo, para así entender Juan 14:16, 26; 15:26; 16:7.

Si en los tiempos bíblicos, el pueblo de Dios ya estaba ansioso por el regreso de Jesús, un buen modo de calmar esa ansiedad sería hacerlo con la ilustración de la lluvia. Así como el agricultor debía esperar pacientemente por ella, finalmente tendría su recompensa, y así debe suceder con el que espera el regreso de Jesús.

¿Por qué razón Santiago utilizó esa ilustración en relación a la venida del Señor? (Santiago 5:7).

EN ESPERA DE LA LLUVIAPreparación para la

siega

«Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros

corazones; porque la venida del Señor se acerca» (Santiago 5:8)

Jesús dijo que el Reino de los cielos «está entre vosotros» (Lucas 17:21) como un reino espiritual. Pero, además, los cristianos debemos esperar con paciencia un Reino glorioso, que Jesús nos dará en su Segunda Venida.

¿Cómo podemos afirmar nuestros corazones hasta su Venida?

Confirmándonos en la verdad (2ª de Pedro 1:12)

Venciendo la tentación (Santiago 1:12)

Soportando tribulaciones por nuestra fe (Hechos 14:22)

Los tiempos de Dios no son los nuestros. Nos es muy difícil administrar el tiempo. Necesitamos ser pacientes, pues queremos las cosas para “ayer”. También confundimos esperanza con recompensa. Al estudiar las profecías de Daniel, tenemos la esperanza de que la venida de Cristo está próxima, porque entendemos la profecía. ¿Qué esperamos entonces? Recibir nuestra recompensa. La Biblia responde a esta cuestión: “Porque el día y la hora, nadie sabe” (Mateo 24:36; Marcos 13:32; Lucas 10:22).

Jesús todavía no vuelve para que podamos perfeccionar nuestro carácter.

No es nuestra tarea marcar fechas para el regreso de nuestro Señor.

¿Está realmente cerca la venida de Jesús? Romanos 13:11; Hebreos 10:25; Santiago 5:9

¿CUÁN CERCA ES “CERCA”?Preparación para la

siega

«Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta» (Santiago 5:9)

¿Quejas, murmuraciones, envidias, favoritismos, pleitos… dentro de la iglesia de Cristo?

«Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!» (Lucas 17:1)

Desgraciadamente, dentro de la iglesia existen estos problemas. Santiago nos dice que esto no debe ocurrir entre los hermanos.

En última instancia, cada uno dará cuenta ante Dios por su conducta, en el día del Juicio.

Todos podemos tener buenas razones para chasquearnos de alguien: somos seres humanos, y por ello, imperfectos. Y no sólo somos chasqueados por alguien, sino que chasqueamos a los demás. Es natural que nos enojemos. Aun así, “airaos, pero no pequéis” (Efesios 4:26).

Tenemos el derecho de quejarnos, pero debemos reconocer hasta dónde podemos llegar en eso. El mayor sueño de David fue el de construir el Templo para Dios, pero el Señor no se lo permitió. David se entristeció, pero le pidió a Dios participar del proceso. Y Dios consintió en ello.

¿Has tenido motivos para quejarte de una persona o de la iglesia? Examina Lucas 7:39-50.

QUEJARSE, REFUNFUÑAR Y CRECERPreparación para la

siega

Aun teniendo buenas razones para quejarte de alguien, eso no significa que estamos exentos de perdonarlo. El perdón es algo difícil. “A quien poco se le perdona, poco ama” (Lucas 7.47).

QUEJARSE, REFUNFUÑAR Y CRECERPreparación para la

siega

«Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo» (Santiago 5:10-11)

¿Qué aflicciones sufrieron los profetas por su fidelidad? Hebreos 11:33-38

«Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo» (Santiago 5:10-11)

¿Qué aflicciones sufrieron los profetas por su fidelidad? Hebreos 11:33-38

Paciencia. Los profetas soportaron todas sus

penurias con paciencia (Santiago 5:10).

Fe: Hebreos 11 presenta a los héroes de la fe.

Algunos de ellos triunfaron sobre lo que

parecía imposible; otros murieron por

defender la fe.

Falta de fe: El carácter y la importancia de

nuestra obra son juzgados por los esfuerzos

que se hacen para presentarla. Cuando estos

esfuerzos son limitados, se da la impresión de

que el mensaje no es digno. Por la falta de fe,

nuestros obreros hacen, en algunas

ocasiones, que el trabajo se vuelva difícil

(Elena G. de White, El evangelismo).

¿Qué lecciones podemos extraer de Job y los profetas (Santiago 5:10, 11).

MODELOS DE PACIENTE PERSEVERANCIAPreparación para la

siega

«Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación» (Santiago 5:12)

En consonancia con las palabras de Jesús (Mateo 5:34-37), Santiago nos pide que nuestras palabras sean siempre veraces.

Cuando las palabras de un hombre son siempre verdaderas como sus hechos lo demuestran, no tendrá por qué tratar de probar sus afirmaciones con juramentos.

Cuando hablamos la verdad, lo primero es que rara vez conocemos toda la verdad, aun acerca de nosotros mismos, y por eso debemos ser humildes. Segundo, cuando hablamos la verdad, debería siempre ser pronunciada con amor y para la edificación de los oyentes.

Porque Satanás es el padre de la mentira (Juan 8:44) y no debemos parecernos a él. “Todo cuanto hacen los cristianos debe ser transparente como la luz del sol. La verdad es de Dios; el engaño… es de Satanás” (El discurso maestro de Jesucristo, p. 58).

No tenemos necesidad de jurar. En Santiago 5.12, Mateo 5:34, Jeremías 49:13, el Señor jura por sí mismo, y prohíbe hacerlo por Él, por el cielo y por la tierra. Nuestras palabras deben ser claras.

A pesar de que tenemos el deber de hablar transparentemente, debemos hacerlo con todo cuidado, amor y cariño (Proverbios 25:11; Efesios 4:15, 29; Colosenses 4:6).

¿Por qué razón nuestras palabras deben ser transparentes? (Santiago 5:12)

TRANSPARENTE COMO LA LUZ DEL SOLPreparación para la

siega

«Compañeros de peregrinación, estamos todavía entre

las sombras y la agitación de las actividades terrenales;

pero pronto aparecerá nuestro Salvador para traer

liberación y descanso. Contemplemos por la fe el

bienaventurado más allá, tal como lo describió la mano

de Dios. El que murió por los pecados del mundo está

abriendo de par en par las puertas del Paraíso a todos

los que creen en él. Pronto habrá terminado la batalla y

se habrá ganado la victoria. Pronto veremos a Aquel en

quien se cifran nuestras esperanzas de vida eterna. En

su presencia las pruebas y los sufrimientos de esta vida

resultarán insignificantes…

Alcemos los ojos y dejemos que nuestra fe aumente de

continuo. Dejemos que esta fe nos guíe a lo largo de la

senda estrecha que ha de llevarnos por las puertas de la

ciudad al gran más allá, al amplio e ilimitado futuro de

gloria que espera a los redimidos»

E.G.W. (Profetas y reyes, cp. 60, pg. 540-541)

1. El estudio de esta lección demuestra claramente que el ser

humano carece de disposición natural para actuar de manera

adecuada en su vida espiritual. Somos impacientes, rápidamente

nos desanimamos, queremos la recompensa divina aquí y ahora,

pues consideramos que al estudiar la Palabra de Dios no

necesitamos enfrentar tantas pruebas.

2. Debemos recordar entonces que haciendo de la comunión con

Dios un hábito, las experiencias de los profetas y otros personajes

bíblicos será la nuestra. Si fallamos en la comunión, fallaremos en

las relaciones, y –por consiguiente– en la misión.

3. Si predicar la venida de Cristo es nuestra gran misión, debemos

recordar que también es la gran Misión de Dios. Él volverá, debe

hacerlo. Nunca ha fallado, al decir “No”, y nunca fallará, aunque

parezca que se demore.

CONCLUSIONES

SANTIAGO, EL HERMANO DEL SEÑOR

Te invito a bajar y estudiar cada una de las 13 lecciones que tratan sobre el tema:

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