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522 LA VIRGEN DEL CORAL Y LA COMPLEJA HISTORIA DE UN CULTO ANTIGUO DE LA SEVILLA BARROCA Valeriano Sánchez Ramos CVEH Francisco Javier Gutiérrez Núñez I.E.S. López de Arenas (Marchena, Sevilla) El papel de la Virgen del Coral en devociona- rio popular sevillano entre los siglos XIV-XIX es muy conocido. Su título -de los más antiguos de la ciudad- requiere un recorrido cronológico que FODULタTXH VXV KLWRV KLWyULFRV SXHV QXHVWUR REMH- WR HV GDU XQD YLVLyQ JHQHUDO VREUH XQ FXOWR FX\R WtWXOR VH YLQFXOD DO エiUERO GHO PDUオ (VWH HVWXGLR QR HV VLQR XQ DGHODQWR GH XQ WUDEDMR PiV SRUPH- QRUL]DGR TXH UHTXHULUi XQD SXEOLFDFLyQ PiV SRU- menorizado que relevelará la importancia de esta devoción mariana. 1.- UN ORIGEN LEGENDARIO: “TIEMPOS DE GODOS, QUE NO DE MOROS” (Q pSRFD EDUURFD VV ;9,,;9,,, VH ODEUy todo un “discurso legendarioオ VREUH ORV RUtJHQHV de la Virgen del Coral en la iglesia de San Bartolo- Pp OXHJR FRQRFLGD FRQ HO QRPEUH GH 6DQ ,OGHIRQ- VR 6X REMHWLYR HUD KDFHU UHPRQWDU VX YHQHUDFLyQ D los tiempos de los Godosオ YLQFXOiQGROD DGHPiV FRQ OD GHYRFLyQ SDUWLFXODU D 6DQ ,VLGRUR $U]RELV- SR GH 6HYLOOD TXLpQ IXQGDUtD HQ OD FLX- GDG XQ FROHJLR GRQGH VH IRUPDUtD 6DQ ,OGHIRQVR GXUDQWH DxRV \ WUDV VX UHJUHVR D 7ROHGR WRPy HO KiELWR GH 6DQ %HQLWR HQ HO FRQYHQWR $JDOLHQVH GH GRQGH OOHJDUtD D VHU $EDG 1 . Diego Ortiz de Zúñi- JD DタUPDED TXH HVD “Primitiva Iglesia de Christianos tiene singulares señas la Parroquia de San Ildefonsoオ FRQFOX\HQGR WD[DWLYDPHQWH TXH VX RULJHQ HUD GHO WLHPSR GH ORV JRGRV DQWHV GH VHU PH]TXLWD PXVXOPDQD (OOR OR DWHVWLJXDED OD piedra del sepulcro de San Saturnino -conserva- GD KDVWD HO DxR \ TXH VH SHUGLy R VRWHUUy FRQ PRWLYR GH OD SHVWH TXH VXIULy OD FLXGDG TXH REOLJy D DEULU FRQWLQXDPHQWH VHSXOWXUDV (O HSLWD- タR GHFtD DVt エSaturninus Praesbyter famulus Dei vixit anno plus minus LIII Rece sit impace sub d II id Novemb. Era D.C.LVII, Saturnino presbítero, siervo de Dios, vivió poco más o menos 53 años, partió de esta vida en paz en el dia segundo de los Idus de Noviembre (es el dia doze) en la Era de 657 que es año de Christo de 1619” 2 . El cronista sevillano decía que la lápida la YLHURQ HQWUH RWURV $PEURVLR GH 0RUDOHV \ 3DEOR 1 6REUH OD SDUURTXLD HQ (63,126$ '( /26 021- 7(526 3DEOR Historia de las Antigüedades y gran- dezas, de la muy noble y muy leal Ciudad de Sevilla 6HYLOOD 0DWtDV &ODYLMR /LEUR ,, SS 2 257,= '( =ヤf,*$ 'LHJR Annales eclesiasticos y seculares de la... ciudad de Seuilla...: que contienen sus mas principales memorias desde el año de 1246... hasta 167... formados por Don..., 0DGULG ,PSUHQWD 5HDO SRU -XDQ *DUFtD ,QIDQoRQ OLEUR ,, S Virgen del Coral, Iglesia parroquial de San Ildefonso (Sevilla).

S. ramos gutiérrez (maría reginanaturae), pp. 522-536

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LA VIRGEN DEL CORAL Y LA COMPLEJA HISTORIA DE UN CULTO ANTIGUO DE LA SEVILLA BARROCA Valeriano Sánchez RamosCVEH

Francisco Javier Gutiérrez Núñez I.E.S. López de Arenas (Marchena, Sevilla)

El papel de la Virgen del Coral en devociona-rio popular sevillano entre los siglos XIV-XIX es muy conocido. Su título -de los más antiguos de la ciudad- requiere un recorrido cronológico que

-

--

menorizado que relevelará la importancia de esta devoción mariana.

1.- UN ORIGEN LEGENDARIO: “TIEMPOS DE GODOS, QUE NO

DE MOROS”

todo un “discurso legendariode la Virgen del Coral en la iglesia de San Bartolo-

-

“los tiempos de los Godos--

1. Diego Ortiz de Zúñi-“Primitiva Iglesia de

Christianos tiene singulares señas la Parroquia de San Ildefonso

piedra del sepulcro de San Saturnino -conserva-

-Saturninus Praesbyter famulus Dei

vixit anno plus minus LIII Rece sit impace sub d II id Novemb. Era D.C.LVII, Saturnino presbítero, siervo de Dios, vivió poco más o menos 53 años, partió de esta vida en paz en el dia segundo de los Idus de Noviembre (es el dia doze) en la Era de 657 que es año de Christo de 1619”2.

El cronista sevillano decía que la lápida la

1 -Historia de las Antigüedades y gran-

dezas, de la muy noble y muy leal Ciudad de Sevilla

2 Annales eclesiasticos y seculares de la... ciudad de Seuilla...: que contienen sus mas principales memorias desde el año de 1246... hasta 167... formados por Don...,

Virgen del Coral, Iglesia parroquial de San Ildefonso (Sevilla).

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de Espinosa para dar mayor crédito a la noticia. Ortiz de Zúñiga -cogía del sepultado el título de “Sacerdote Chris-tiano” (contemporáneo de San Isidoro), y cómo a pesar de ello “ -no”. Añadía que su sepultura estaba delante de un Altar de nuestra Señora, “

y venerada con profunda devoción”3. No ahon-dó en la devoción a la imagen; pues, a nuestro modo de ver, un resto arqueológico palpable (una lápida) -y comprobable con el discurso devoto isidoriano- bastaba para colegir el resto de cues-tiones fervorosas. Además, la alusión a un santo mártir, es fundamental, ya que para la mentalidad barroca situar en esta iglesia vestigios martiriales le daba prestancia, por cuanto custodiaba una re-liquias, o cuando menos un elemento digno del martirologio cristiano4. Basándose en la lápida funearia de Saturnino y en otra aparecida durante el derribo del templo gótico-mudéjar5, Gestoso

Ildefonso. Esta segunda prueba arqueológica apareció el 13 de septiembre de 1797 al cabar el cimiento de la fachada de la nueva iglesia y se expuso en el Salón del Alcázar (improvisado museo) y luego en el Arqueológico Provincial. Aunque no tenía referencia cronológica, su texto latino aludía a un personaje romano6, concreta-mente a un liberto7. Para entonces debía haber desaparecido una tercera lápida romana que en el primer tercio del siglo XVI vio Luis Peraza “en la entrada, junto a la torre”8.

3 Para dar prestancia al templo añadía que en él tenían entierro “ ”. ORTIZ DE ZÚÑIGA, Diego: , libros II y XIII, pp. 96 y 453, respectivamente.

4 NAVARRO, Andrea Mariana. «Los santos y el ima-

Andalucía siglos XIII-XVII». Hispania Sacra, LXII (2010), p. 465.

5 La lápida fue recogida en la historiografía por prime-ra vez por HÜBNER, Ernst Willimbad Emil. Corpus

Latinae, Berlin: Reimer, 1869 y, del mismo au-tor, -

, Berlin: Aemilius Hübner Berolini, 1892.6 GESTOSO Y PÉREZ, José.

artística. Sevilla, 1892, reedición: Monte de Piedad, 1984 (reed.), t. III, pp. 473-493 y 494.

7 HERNÁNDEZ GUERRA, Liborio.

. Salamanca: Ediciones Uni-versidad de Salamanca, 2013, p. 44 y nota 259.

8 “H.S.E./ S.T.T.L”. ARANA DE VARFLORA, Fermín.

-. Se-

vílla: Vázquez Hidalgo y Cía, 1789, pp. 13-14.

Si Ortiz de Zúñiga no ofrecía datos del origen de la imagen pictórica de Ntra. Sra. del Coral, las Religiosas estaciones de Gordillo, recogiendo una tradición muy antigua, atribuía la reprenta-ción artística mariana a un monje llamado Eusta-quio. Refería que, pese a no ser pintor, “llevado

-

-

en la iglesia de San Bartolomé, llamada así en tiempos de los vigidodos, y rebautizada tras la conquista (1248) como San Ildefonso9.

El imaginario barroco creyó que el culto de la Virgen del Coral era anterior a los musulmanes, condicionado por el interés hispalense por exaltar mártires y reliquias, que idealizó su “antigüedad sagrada”10. El constructo contrareformista sevilla-

de Toledo -coetáneo a las fechas apuntadas- fue uno de sus feligreses, pues “era tan devoto de Ma-

-

La confusión, empero, viene con Eustaquio, ya que -según las Religiosas esta-ciones del abad Gordillo-

-

- El epi-

11, pero era curioso porque Eustaquio se renombraba

-bos nombres como un único personaje.

9 SÁNCHEZ GORDILLO, Alonso: Religiosas esta-

; . Sevilla:

Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla, 1983, pág. 256.

10 Las problemáticas traducciones de inscripciones árabes se evidenció y particularmente las propuestas sevillanas de Rodrigo Caro en 1643, consideradas en el XIX falsas. ECKER, Heather L. «“Arab Stones”. Rodrigo Caro’s translations of arabic inscriptions in Seville (1634), revisited». Al-Qantara, XXIII (2002), pp. 347-401 y, de la misma autora, «”Piedras árabes”: Rodrigo Caro y su traduccion de las inscripciones arabes de Sevilla (1634)». En BARRIOS AGUILE-RA, Manuel y García-Arenal, Mercedes (eds.). Los

. Valencia: Universitat de València, 2006, pp. 250-252.

11 Hay variaciones a lo recogido por Ortíz de Zúñiga: “

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M A R Í A , R E G I N A N AT U R A E

El erudito Rodrigo Caro12, en las Adiciones a su libro de 1634 sobre la antigüedad de Sevilla, explica que vio en la iglesia de San Ildefonso una lápida sepulcral que refería a Saturnino y sugería que pudiera tratarse de San Saturnino mártir, el patrono de Mérida. Esta inscripción la copio y tuvo entre sus papeles por más de diez años pero

-ció la propia piedra,

13. No obstante el des-cubriento el 10 de mayo de 1650 en Mérida de un importante sepulcro con una lápida con un epi-

-troversia por dilucidar cual de ambas esquelas correspondía al santo mártir14. Aquel mismo año Tamayo de Salazar publicaba en la ciudad eme-ritense su Ilustración a la inscripción sepulcral

católica, donde enaltecía desde el punto de vista religioso la lápida extremeña frente al menor ran-go de la hispalense con objeto de demostrar que la primera correspondía a San Saturnino15. Aquel mismo año de 1650 el sevillano José García de

12 Un acercamiento a este estudioso sevillano en HEA-THER L. ECKE «“Arab Stones”. Rodrigo Caro’s translations of arabic inscriptions in Seville (1634), revisited». Al-Qantara, XXIII (2002), pp. 347-401.

13 CARO, Rodrigo. Antigüedades y principado de la

su convento jurídico o antigua chancillería. Sevi-lla, Andrés Grande, 1634, libro III. Las Adiciones se encuentran manuscritas en la Biblioteca Nacional, f. 132r-v. Las Antigüedades se publicaron en el Me-

. Madrid, 1851 y el libro se reimprimió en 1895 (cuenta con ediciones facsímiles de 1982 y 1998). Las Adiciones, a partir del original autógrafo, lo publicó Toro Buiza: de las Antigüedades y Principado de Sevilla, Sevilla, 1932-33. Rodrigo Caro también escribió Inscripcio-

, texto aún manuscrito.14 La lápida emeritense apareció colindante al convento

de Santa Olalla al derribarse unas tapias. SALCE-DO CORONEL, García de. Saturnino penitente Ins-

-latrava. Madrid: sf., 1650, p. 1v.

15 Posteriormente incidiría en su ---,

publicada en Lyon entre 1650-1657. MAYANS I CISCAR, Gregorio. -

.Manuscrito de 1756 con edición de Lorenzo Abad y Juan M. Abascal. Ma-drid: Real Academia de la Historia, 1999, p. 83.

Salcedo Coronel (1592-1651)16 publicó un estu-

las cosas. Resaltó la ilustre dinastía de los Satur-ninos, asentados en Extremadura y Andalucía y que, tras la caída del imperio romano, “conserva-ron el 17. Tras señalar genealógicamente en la rama lusitana al obispo mártir Saturnino, ubicó al hispalense “po-

-cio 5, falleció en Sevilla un santo sacerdote de

altar dedicado a Nuestra Señora, y contiene lo siguiente:

NUS LIII. RECESSIT IN PACE

VEMBR. ERA

-

-

Canones, o en satisfacion de una grave culpa, o -

18. La labra continúa llamando a Saturnino FA-

MVLVS DEI QVI; IN HOC SECVLO19 y luego MUNDAM TRANSEGIT VITAM. El giro no seguía la tesis de Tamayo de Salazar, en su con-cepto penitencial, pues “yo diferente juizio hago

-

16 Afamado comentarista de Góngora y celebrado por Lope de Vega. Su biografía en ROSES LOZANO, Joaquín. «La Ariadna de Salcedo Coronel y el la-berinto barroco». En GARCÍA MARTÍN, Manuel (coord.): -glo de Oro: actas del II Congreso Internacional de Hispanistas del Siglo de Oro. Salmanca: Ediciones Universidad de Salmanca, vol. 2, 1993, pp. 887-894.

17 SALCEDO CORONEL, García de. Saturnino peni-p. 15r.

18 pp. 15v-16r.19 -

-

-ña”. pp. 20r y 21r.

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-

Proseguía con VIXIT ANN PLV MINVS LVIII y

ACEPT APOENITENTIA, distanciándose nue-vamente de Tamayo, pues

santidad”20. Por todo ello García de Salcedo convino en denominarlo Saturnino Penitente. La lápida seguía con REQUIEVIT IN PACE, que “no favorece en poco la presuncion de santidad

-

-21, terminando la labra

con “SVB DIE XVII. KAL. I ANVARIAS. ERA DCXXVI22. Desde el segundo tercio del siglo XVII se entendió que en época goda Saturnino deseó enterrarse por devoción junto al altar de la Virgen en la iglesia de San Ildefonso. Nada se dice si era sacerdote o santo. Esta obra, publica-da en Madrid, tuvo gran aceptación en Sevilla se reimprimió en 1690 a instancia de Juan Pérez de

el padre Flórez, que “no se extinguió la chris-

-

20 “ACEPT APOENITENTIA. No ay en esta inscrip-

pp. 26r-v.

paz de tanto varon” [ p. 22v].21 p. 27r22 “ -

-ron los antiguos, en cuya explicacion no es necesario

p. 28r.

de Sevilla”23.Por toda esta información claro es que las

Religiosas estacionescómo

. La inclusión del santo reforzaba el altar de Ntra. Sra. del Coral, al tener sus feligreses, en suma, un mismo origen: la devoción particular de varios santos (San Ildefonso, San Isidoro y “San” Eustaquio/Saturnino) coetáneos al contex-to isidoriano, pilar indiscutible de la iglesia his-palense. Esta leyenda y tradición no fue escrita por la “mano” del Abad Gordillo, cuyo manus-crito se fecha en la década de 1630, teniendo su obra dos adicciones posteriores: la realizada por el Canónigo Ambrosio Cuesta hacia el año 1707, y la de un copista anónimo en 173724. Éste “des-conocido” escritor fue el responsable del relato

de Eustaquio y Saturnino25, lo que nos permite

XVIII el constructo devocional al Coral. El “redescubrimiento” de Saturnino legitimó

el imaginario de una geografía sagrada hispa-lense, convirtiéndose su lápida junto al altar de Ntra. Sra. del Coral en símbolo espiritual cuyas connotaciones eran asimilables. La comunidad real de Sevilla idealizó a la comunidad histórica

23 FLOREZ, Henrique. España sagrada. Theatro geo-. Madrid:

p. 281.24 -

-

SÁNCHEZ GORDILLO, Alonso. p. 256.

25 Noticia histórica del

Sevilla: Imprenta a cargo de D. José Morales, 1839, pp. 72-75. MA-TUTE, Justino: Anales eclesiásticos y seculares de

-

Gaviria; los da a luz por primera vez el Excelentí-simo Señor D. Juan Pérez de Guzmán y Boza. Sevi-lla: sf, 1887, vol. III, libro XXII, pp. 147-148, 261. MONTOTO, Santiago: . Sevi-

Abel. «El monje Eustaquio y la leyenda de la Virgen del Coral, de San Ildefonso». ABC [Sevilla], 28 de julio de 1983, p. 7. MARTÍNEZ ALCAIDE, Juan:

. Sevilla: Editorial Miriam, 1991, p. 175. MENA, José Mª de: Todas las Vírgenes de Sevilla. Historia y curiosidades de las

Sevilla: Edi-torial Castillejo, 1994, pp. 85-86.

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de la parroquia de San Ildefonso en una necesa-ria convivencia con la antigüedad perdida, con la intención de ocupar un lugar destacado en el mundo para construir una “patria” hispalense ca-pitalizando el culto mariano donde estaba la lápi-da romana26

la feligresía de San Ildefonso se convenció que la iglesia de San Bartolomé el Viejo era del siglo VI y fue frecuentada por San Leandro, San Isidoro, San Ildefonso y San Braulio. Se creía que San Il-defonso la visitó durante los 12 años que vivió en Sevilla, y que fue también la iglesia de la infancia de San Isidoro donde inició su devoción maria-na a partir de una “

-

”. Se entendió, pues, que el origen devocional mariano de San Isidoro se ori-ginó con Ntra. Sra. del Coral27.

Religiosas es-

taciones (1737), son las actuaciones de los dos presbíteros principales del templo, Juan de Ga-

siglo XVIII enviaron un memorial al Provisor eclesiástico exponiendo la gran antigüedad del templo y aludían a las citadas lápidas. Pretendían salvaguardar y evitar el derribo el muro de Ntra. Sra. del Coral, en clara veneración a una reliquia directamente vinculada al santoral sevillano. Los clérigos comparaban la advocación maria-na con las Vírgenes de la Antigua y Rocamador,

iglesia a causa de sus recientes persecuciones la

-

26 Seguimos a GOMEZ ZORRAQUINO, Jose Igna-cio. «Los Santos Patronos y la identidad de las co-munidades locales en la Espana de los siglos XVI Y XVII». , 85 (2010), pp. 39-74 y GARCÍA BERNAL, Jaime. «Madre de santos:

-nazgo cívico castellano (siglos XVI-XVII)».

, 1 (2011), pp. 315-356.

27 Archivo General de la Archidiócesis de Sevilla (en adelante AGAS). Sección III (Justicia), Serie: Fábri-ca, Legajo 1327 (ahora 11152). Expediente de 1794. ff. 113-114.

28. Para los clé-rigos, la antigüedad del Coral lo probaba la tra-dición y el letrero a sus pies con letras doradas: “Patres Nostri in hoc loco adoraverunt”. A su entender, se demostraba que San Leandro y San Isidoro, así como sus discípulos Ildefonso, Brau-lio, Atilano y otros, le dieron culto y plantearon

podrá dudar con cordura y fundado raciocinio

-

siendo tan notariada la del Coral, vendrían estos devotos Capellanes de esta Señora a la Iglesia

adoraciones”29.En los albores del siglo XIX la lectura his-

tórica de este singular templo, así como de su emblemática imagen mariana, era que el templo visigodo se derribó b el dominio musulmán y se reconstruyó con la conquista castellana (1248), dedicándose entonces a San Ildefonso en re-cuerdo de quien lo frecuentó de joven. Llegaron a datar incluso sus obras en 1263, pues existía una donación de Alfonso X para crear el templo, escritura que conservaba el Archivo Catedral. Llamativo es que Gallegos y Flores no contem-plaban la permanencia mozárabe, lo que realzaba más su culto, pues su interrupción forzosa con el islam permitió colegiar que estuvo latente du-rante la era de persecución, provándose así que se alzase tras la toma de la ciudad. Su iniciativa demandaba, pues, que un templo con tanta an-tigüedad y prestigio no podía perder un icono como el de Ntra. Sra. del Coral. Proponían, en

de la nave del evangelio para construir su nueva capilla.

Este discurso propagandístico perduró, pues la historiografía sevillana reproducirá la devoción a Ntra. Sra. del Coral expuesta en las Religiosas estaciones (1737) y nunca se ha cuestionado: el por qué de la dicotomía Eustaquio/Saturnino o su condición de Santo. Al contrario, González de León como Montoto, entre otros, dieron un paso más y recogieron cómo se creía que San Ildefon-so (antes San Bartolomé el Viejo) fue una de las

28 -

-

con extraordinario dolor de los inteligentes y de toda BCCSe. Fondo

Gestoso, t. VIII, ff. 255-256. 29 GESTOSO Y PÉREZ, José: t.

III, pp. 488-489.

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8 iglesias mozárabes en pie durante la época mu-sulmana. Muestra de ello fue la aparición de una pintura mural del apóstol cuando se retiró el altar

un templo de época goda con devoción mariana ininterrumpida.

La única excepción al discurso anterior fue José Gestoso, quién se mostró escéptico en atri-buir un “origen godo” a la pintura de la Virgen, al igual que no consideró la aparición de sendas lápidas prueba de la existencia de una iglesia vi-sigoda y mucho menos su perduración mozárabe.

-lámica, cieto es que en este espacio urbano hubo una mezquita, conocida como del Coral y que

30. Su texto abro-chaba el ideal barroco vindicativo, como lo era el propio discurso contrareformista, al sacralizar un espacio herético dentro de un marcado carácter providencialista -la victoria de la cruz sobre la media luna- y se ajustaba mejor la propia veraci-dad del espacio.

2.- ADAPTÁNDOSE A LOS NUEVOS TIEMPOS: “SAN

Tras la conquista, la mezquita del Coral fue demolida y se contruyó una iglesia gótico-mudé-jar titulada de San Ildefonso. Colindante se man-tuvieron unos antiguos baños que con el Repar-timiento del siglo XIII pasaron a la Reina Juana, segunda esposa de Fernando III31. Se trataban de unas termas romanas que estuvieron en uso hasta al menos mediados del siglo XVII, fechas en las que la cercanía de sus aguas deterioro el

32. Las quejas por humedad forzaron su

30 “

San Ildefonso”. ORTIZ DE ZÚÑIGA, Diego: Anna- y GONZÁLEZ MORENO, Juan

José. «Hallazgo arqueológico en Sevilla. La mezqui-ta Coral». ABC [Sevilla], 13 de enero de 1973, p. 63.

31 Gestoso -en el archivo del convento de Sta. Clara-, vio un documento de 1292 de una donación de ca-sas al convento que lindaban con la mezquita. GES-TOSO Y PÉREZ, p. 475.

32 su sede inicial fue San Ildefonso, si bien en 1650 pasó a la parroquia de San Pablo debido a

-dad”. Cf. http://montserrat.hermandades-de-sevilla.org/1historia.htm [consulta del 18/VIII/15].

John Breval las visitó y realizó una ilustración que evidencia su ruina, expresando cómo era de “

-so”33. Estas ruinas debieron caerse en el terremo-to de Lisboa (1755), conviniéndose su derribo en 1762. Por otra parte el templo medieval también estaba arruinado casi por completo en 1794, dan-do paso a una iglesia neoclásica levantada entre 1794-1841. Además de Ntra. Sra. del Coral, el primitivo templo contaba con más pinturas mu-rales, pues durante el proceso de derribo (1795), apareció detrás del retablo mayor una pintura algo deteriorada que representaba a San Ildefon-so arrodillado y se intuía que recibiendo la casu-lla de la Virgen. Gallegos y Flores pensaban que era el apóstol San Bartolomé -titular del primiti-vo templo-, en un claro intento por acreditar su teoría sobre el origen visigodo34. En relación a la pintura de la Virgen, íntimamente vinculada a

teorías. En el expediente de obras de la iglesia

era obra del mártir San Eustaquio, mostrando la fuerza de la leyenda. La defensa por salvar del derribo el muro y pintura no incidió en el valor de su autoría sino en el hecho legendario de su origen y conservación a lo largo de los siglos35.

33 CANTO, Alicia Mª. «Los viajes del caballero inglés John Breval a España y Portugal: novedades arqueo-

Revista portuguesa , 7 (2004), p. 298.

34 BCCSe. Fondo Gestoso. VIII, ff. 255-256. 35 Un motivo es que la imagen -fechada muchos años

después de la toma de Sevilla-, se acomodó a la le-yenda de su origen (naturaleza angelical o acheripoé-tica), convirtiéndose así en una “quinta columna de las tropas cristianas de la Reconquita”. PEREDA, Felipe. -

. Ma-drid: Marcial Pons, 2007, pp. 165-166.

Ruinas de las termas romanas conservadas en las cerca-nías de San Ildefonso (Sevilla).

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Retomemos la pintura mural del ábside. Ceán Bermúdez (1800) la atribuyó a Juan Sánchez de

parroquia de San Román36. Un siglo después Gestoso (1909) descubrió un cuadro de un Cal-vario en la Capilla de la Antigua, de la Catedral

Sánchez”, concluyendo que se trataba de otro pintor. Para este autor la pintura estaría entre al-guno de los tres pintores homónimos registrados en esas fechas: Juan Sánchez el Mozo, que vivía en 1456; Juan Sánchez, vecino de la Magdalena en 1481, y Juan Sánchez, vecino de Santa Cata-lina y citado en los libros de la Fábrica catedra-licia. Por su parte Mayer (1911) sugirió también

de Castro, revalorizando a Juan Sánchez de San Román (Juan Sánchez II). Consecuentemente en la Sevilla del XV coexistieron dos pintores con idéntico nombre. Años después Serrera Contre-

autoría del Varón de Dolores (c. 1500) -Museo del Prado- pertenecía a Juan Sánchez II, el mis-mo artista del Calvario de la Catedral37(Vid. Lá-

). Sánchez de San Román no sólo po-licromaba retablos e imágenes y pintaba cuadros, sino posiblemente que también pintó murales y miniaturas. Se le atribuyen varias obras y aunque

la historiografía artística no se ha detenido en po-ner en valor una pintura mural perdida, como la

, que es-

36 CEÁN BERMÚDEZ, Juan.

-Madrid: Viuda de Ibarra, 1800, vol. I, pp.

328-329 y MAYER, August L. -chule. Leipzig: Klinkhardt & Biermann, 1911, p. 12.

37 GESTOSO Y PÉREZ, José. «Juan Sánchez, Pin-tor sevillano desconocido». Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, XVII (1909), pp. 9-16 y SERRERA CONTRERAS, Juan Manuel. «Un Cristo varón de Dolores de Juan Sánchez de San Román, Juan Sánchez II, en el Prado». Boletín del Museo del Prado, 23 (1987), pp, 75-84.

tuvo en el presbiterio de su templo gótico-mudé-jar, y cuya autoría -con mucha probabilidad- fue de este pintor. Iconografía muy reconocida en la actual Sevilla -por ser de los pocos “Velázquez” que aún permanecen en la ciudad- es la -

ción de la casulla a San Ildefonso, propiedad del Ayuntamiento y cedido para su exposición en el Centro Velázquez-Hospital de los Venerables38.

Lejos de entrar en la veracidad o no del origen visigodo del templo de San Bar-tolomé (luego San Ildefonso), el impacto barroco

ser muy sonoro, ya que si el toledano San Ilde-fonso -como cabeza primada de España- rindiese veneración por la imagen sevillana no sólo daba prestigio a la Virgen del Coral sino que enfatiza-ba su relación inmaculista39. Sabida era la impor-tancia del santo visigodo en el desarrollo y defen-sa de la virginidad de la Virgen y mucho más por cuanto, tras la toma de Toledo, el espacio sagrado que lo recordaba -que fue respetado por los mu-sulmanes cuando levantaron encima una mez-quita- se vinculó como capilla y panteón de los reyes castellanos (capilla de la Descensión), en claro interés por concatenarse con la monarquía visigoda40. Por último, la iglesia gótica-mudéjar “ -

tra” la neoclásica, porque en 1794 se reorientó

ocupó también un solar cercano que perteneció al antiguo hospital del Cardenal, el que primiti-vamente ocupaba el minarete de la mezquita41. Dado que la Virgen del Coral estuvo pintada en el paramento del antiguo templo, es lo que hace que

38 Se le atribuyen: de la Colegiata de Baeza (iglesia de S. Andrés), un (Museo de Bilbao), una (co-lección particular sevillana) y Políptico de la Pasión (Museo de Sevilla).

39 Montoto también recogió la confusión de estos títu-los. MONTOTO, Santiago. , pp. 94-96.

40 La defensa también subrayó el milagro sucedido en plena por el cual la mismísima Virgen María, al amanecer el 18 de diciembre del

-cendió y pisó suelo (la piedra se conserva en la cate-dral toledana), imponiéndole los ropajes sacerdotales (casulla) y haciéndole su capellán. FERNÁNDEZ COLLADO, Ángel. «La descensión de la Virgen

-sión artística», de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 53 (2006), pp. 153-187.

41 GONZÁLEZ MORENO, Juan José. «Hallazgo ar-queológico en Sevilla. La mezquita Coral». ABC [Sevilla], 13 de enero de 1973, p. 63.

publicada por Serrera Contreras.

publicada por Gestoso.

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en 1807 se cortara “el muro” y se trasladase a un emplazamiento 42.

-

42 Anales de Sevilla: reseña histórica de los sucesos políticos, hechos notables y particulares intereses de la tercera capital de la monarquía, metrópoli andaluza: de 1800 a 1850.

Lámina 5.- Imposición de la Casulla a San Ildefonso, Diego de Velázquez. Óleo sobre lienzo, año 1623.Fundación Focus-Aben-goa, en el Barrio Santa Cruz (cuadro propie-dad del Ayuntamiento de Sevilla).

43

-

44.

-

-

-

-

43 -

--

-

-danos escondieron en una pared

-

-Lux Mundi. La religio-

sidad popular en torno a la luz. Actas del I Congreso Nacional.

406.44 -

-Pretiosa est in conspecto

domini mors sanctorum ejus-

San Ra-fael y el patronazgo delos santos mártires de Andalucía. Historia, arte y espiritualidad

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530

M A R Í A , R E G I N A N AT U R A E

Media45. En la obra la Virgen aparece de pie y con el Niño en brazos, vistiendo ricos ropajes (incluye una capa) y una bella cabellera rubia le cae por los hombros, con rostro de gran dulzura y ensimismamiento y tras su cabeza asoma una au-reola. Sostiene al Niño en su brazo derecho y con su mano izquierda le ofrece una fruta. El infante, desnudo, sostiene en su mano derecha un pajari-llo. Recibe el título mariano porque el pequeño porta al cuello un collar del que pende un coral rojo. El conjunto está rodeado por unos rayos do-rados46. La obra sigue el modelo de “Hodegetria” bizantina introducido en la Europa occidental (Virgen en pie con el niño en sus brazos) y se

45 SERRA DESFILIS, Amadeo. «Huellas y caminos dudosos por el mar. Notas sobre las relaciones pic-tóricas entre Génova y España entre los siglos XIV y XV», en -cionistas. Madrid: Fernardo Villaverde SL, 2006, p. 38 y TORRES RAMÍREZ, Bibiano; HERNÁNDEZ PALOMO, José J. Presencia italiana en Andalucía:

-liano. Sevilla: CSIC-Escuela de Estudios Hispanoa-mericanos, 1989.

46 Unas cabezas de ángeles que aparecen en el fondo

la considerada una de las tres pinturas marianas más antiguas de Sevilla47.

Desconocemos el impacto devocio-nal en la Sevilla bajomedieval, aunque sí pudo

buena parte siguiente, momento del que datarían algunos retoques de la pintura. Fue repintada y restaurada en varias ocasiones (no todas afortu-nadas), y conserva parte de los rasgos primitivos

sienesa del Trecento. Contamos con la descrip-

las alteraciones provocadas por una de las res-tauraciones del siglo XVII que eliminaron cier-tos elementos de su formato original: el vestido de la Virgen era “grana” y la imagen debió tener nimbo y fondo dorado. Estos datos llevaron a Gestoso a preguntarse si

48.-

po motivaron que se “sufrieran” varias interven-ciones de repinte y restauración, pues “

”, potencia-ba la fragilidad del soporte49, material que ayuda-ba a datarla como medieval50. Martínez Alcaide (1981), recoge la restauración del otoño de 1980 de Arquillo y Álvarez, que deshizo la interven-ción del siglo XIX para devolverla a su formato original con nimbo y fondo dorado:

47 Junto a las Virgenes de Rocamador y Antigua, de San Lorenzo y Catedral,respectivamente. Otra devoción bajomedieval fue la Virgen de la Granada. GES-TOSO Y PÉREZ, José. , t. III, pp. 477-479. BCCSe, Fondo Gestoso, tomo VIII, ff. 250-258. RODA PEÑA, José. -

. Sevilla: Ed. Guadalquivir, 1996, pp. 139-143 y LAGUNA PAÚL, Teresa. «Notas de pintura gótica sevillana. El testimonio de Lucas Valdés».

, 10 (1997), pp. 63-79, vid. p. 65. 48 SENTENACH Y CABAÑAS, Narciso. La pintu-

ra en Sevilla. Sevilla: Imprenta Gironés y Orduña, 1885. GESTOSO Y PÉREZ, José. -

, p. 478.49 AGAS. Sección III (Justicia), Serie: Fábrica, Legajo

1327 (ahora 11152). Expediente de 1794. ff. 113-114.

50 Gestoso considera que la expresión “cañizo de ca-ñas”, hace referencia a las pajas y cañas con que se preparaban los muros en la Edad Media, para trabar el yeso y consolidar los muros, que debían ser deco-rados. Así se evitaban grietas y se daba consistencia al yeso, y citaba el ejemplo de lo que él había visto en el monasterio de San Isidoro del Campo. GESTOSO Y PÉREZ, José. p. 478.

Grabado de la Virgen del Coral publicado en su Novena del último tercio del siglo XVIII.

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los pies de la Virgen, pero no se encontró ningu-51.

3.- LA CONGREGACIÓN DE NTRA. SRA. DEL CORAL (1693)

Trascurrido poco tiempo desde que en 1687 la Cofradía de las Tres Negaciones y Lágrimas de San Pedro abandonase la parroquia de San Ildefonso, se producirá la fundación de la Her-mandad de Nuestra Señora del Coral. Quizás este hecho fuera positivo para el surgimiento de la nueva corporación52. En 1690 ya contamos con un ejemplo de cómo la devoción iba en aumento, pues Juan Francisco de la Haya, aprovechando que se estaba solando de nuevo el templo, com-praría para sí y su linaje por 550 reales una bó-veda de enterramiento junto al altar de Nuestra Señora del Coral, porque en ella estaba enterrado su padre Juan Así, en torno a la imagen se creó en 1692 una Congregación, que aprobó reglas en 1693 por el Arzobispo Jaime Palafox (1684-1701), quién concedió 40 días de indulgencias por el rezo de

que circuló por la ciudad53. Fundada el 13 de septiembre 1693, y presentó regla ante las au-toridades eclesiásticas, que la aprobaron el 5 de noviembre. Estaba encabezada por una petición

ante el señor Provisor y que podemos considerar fundadores de lo que titularon “Congregación

San Ildefonso”54. La regla se componía de 28 ca-pítulos: Los capítulos 1 y 2, trataban del “Prin-

” y “del Instituto de Santa Congregación”. Incorporaba como patrono a San José y como co-patrono a San Ildefonso. En su

51 MARTÍNEZ ALCAIDE, Juan. «Mayo Mariano». ABC [Sevilla], 14 de mayo de 1981, p. 83.

52 -neral de Sevilla, en Auto del 14 de octubre de 1687). AGAS. Sección III: Justicia). Serie: Fábrica. Leg. 3395 (ahora Signatura 12777).

53 ARBOLEDA GOLDARACENA, Juan Carlos. «Las Reglas de la Congregación de Nuestra Señora del Coral (Sevilla, 1693)». Boletín de las cofradías de Sevilla, 621 (2010), pp. 872-875.

54 AGAS. Fondo Arzobispal. Sección III: Justicia, Serie: Hermandades, Legajo 9794, Exp. Nº 2. Año 1693.

-

contrición verdadera de sus pecados. Oración

Una de las señas de identidad de la Congre-gación es la “devoción del Santo Rosario”. A las

y 10. En el altar de Ntra. Sra. del Coral se rezaría tres veces al día, y posteriormente se ejecutaría el nocturno por las calles. Los capítulos del 9 al 13 y el 21 abordan el ingreso de hermanos, la ca-ridad con los enfermos, el entierro de hermanos pobres y la práctica de la caridad. Los Capítulos del 3 al 7 y del 26 al 28, desglosan las funcio-

Hermano Mayor, Secretario, Capilleres, Limos-neros, Depositario, Prioste, Mayordomo y Fiscal. Los capítulos 17, 18 y 25 tratan de la elección

-mación de una Junta de gobierno. Entre el 19 al 22 se abordaban la gestión y administración de bienes. Los capítulos 14, 15 y 16 tratan de sus

día de “Patrocinio” con misa cantada con diáco-

Ánimas Benditas del Purgatorio, en la Octava de Todos los Santos. El Capítulo 24 taxativamente prohibía convertirse en Cofradía de Sangre y no procesionar en la Semana Santa.

Tras fundarse su Congregación circuló el alu-dido grabado con las indulgencias, en cuyo pie refería que era -

A se-mejanza que el Cristo del Coral55, su devoción se relaciona con salud, embarazos y alumbramien-tos difíciles y con los viajeros (“el regreso de los

ausentes”). Posiblemente al crearse la Congrega-ción se reactivaría su devoción entre los “nave-gantes”, lo que explicaría cómo encontremos en la Carrera de Indias algunos navíos bautizados

55 Entendemos que si la Hermandad de Montesión de-sarrolló a través de la invocación de coral una devo-ción cristológica entre la gente del mar, nada extraña idéntico fenómeno en clave mariana.

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M A R Í A , R E G I N A N AT U R A E

con su advocación56. Hubo una nao que repro-duce las invocaciones de las reglas de la Con-gregación,

57

cómo en 1929 se dio por hecho que la Virgen del Coral fue “ -tián Elcano” antes de su vuelta al mundo58.

4.- VILLANCICOS Y NOVENA PARA LA VIRGEN DEL CORAL

siglo XVII, en 1719 se publicaron las letras de unos villancicos dedicados a Ntra. Sra. del Co-ral, cuya música la compuso José Magallanes, Maestro de Capilla de la Colegiata del Salvador, cuyas letras se organizan en tres partes con tres villancicos cada una: Primero (I, II, III), Segundo (IV, V, VI) y Tercero Nocturno (VII, VIII, IX). Era hermano mayor de la cofradía José de Con-treras y Francisco Cordero su Mayordomo, y se dedicó el impreso a quién imaginamos lo costeó, D. Francisco García de Segovia, soldado en la Guerra de Sucesión y posteriormente Capitán de Caballos Corazas en los Reinos de Nápoles y Es-tados de Milán. Era hijo y hermano de Coseche-ros y Cargadores a Indias (Cristóbal viajó hasta en tres ocasiones a las Indias, y Juan Cristóbal García de Segovia)59. La hermandad del Coral también encargó al impresor Josef Codina la edición del

56 “Nuestra Señora del Coral y San Carlos” salió en 1717 de Cádiz a Nueva España formando parte de la

de Cádiz en 1722, nave que estaba cargo del maestre Tomás de Luberriaga. Archivo General de Indias (en adelante AGI). Contratación, Leg. 1283, N.3. Año 1717 y Leg. 1295, N.1, R.4. Año 1722.

57 A cargo del maestre José Francisco Costero, que en 1709 navegó como navío de “registro suelto” desde Canarias a La Guaira (Venezuela). AGI. Contrata-ción, Leg. 2852, Año 1709. Ramo 6.

58 Tuvo lugar entre 1519-1522. «La Exposición Ibe-roamericana. Congreso Mariano Hispano America-no». ABC, [Sevilla] 21 de mayo de 1929, p. 25.

59 MAGALLANES, José. -

grado Patrocinio de nuestra Señora, con Título del -

-nes, Maestro de Capilla de la Insigne Colegial de

-

-dos de Milán, Sevilla 1719.

Coral60. Deducimos que la edición se ejecutó en el tercer tercio del siglo XVIII -época en la que trabaja sólo Josef Codina- y un momento anterior a 1794, fecha en la que se iniciaron obras en la iglesia y la imagen quedó cubierta. Para esta cen-turia contamos con dos noticias de pleitos que de una forma otra, involucraron a la Congregación,

la Hermandad del Santísimo y Ánimas, compar-

En 1711, Manuel Meléndez, mayordomo de la Congregación del Coral y diputado de hacien-da de la Hermandad del Santísimo y Ánimas, apeló un mandato del Visitador para incremen-tar las derechos a la Fábrica parroquial, por las cofradías con sede en San Ildefonso cuando ce-lebrasen misas. La rebelión de fraternidades fue sonada, ya que el propio Colector, Miguel José

de decir las misas de Ánimas de Ntra. Sra., las del Santo Cristo de Burgos, y tampoco las habi-tuales de la Hermandad del Santísimo, que ya ni hacía sus “ ”. El Provisor dio marcha atrás y anuló lo dispuesto, retornando a las tasas habituales61.

D. Pedro Gómez de la Torre, Mayordomo de

1744 que entre 1742-1743 sus hermanos habían recogido por sí mismos -y liderados por D. Pe-

-

de Ntra. Sra. del Coral. Gómez denunciaría en 1744 que San Martín rompió esa costumbre, y por su propia iniciativa -sin consultarlo con él- celebró Cabildo “con sus parciales”, acordando

-mas. Argumentaba que era imposible costear

la fraternidad, que ya había suspendido por falta de medios, las misas de los lunes por las Ánimas Benditas. Tras un largo proceso, el dictamen del Provisor del 23 de enero de 1745, dio la razón a Gómez, apremiando a los hermanos implicados a restituir a la Hermandad del Santísimo y Ánimas lo desembolsado62.

La Congregación fue suspendida en 1783, aunque estuvo privada de hacer Cabildos y Jun-

60 -

S. f.61 AGAS. Fondo Arzobispal. Sección III: Justicia, Se-

rie: Hermandades, Legajo 9830. Exp. 1.5. Año 1711.

62 Ibidem. Exp. 8.1. Años 1743-1745.

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tas -tenía orden no de recibir hermanos- conti-nuó con los cultos a su titular63. Pero, al estar casi desintegrada y tener escasa actividad, su

en 1792 entabló Miguel González, presbítero y -

do, por el derecho de misas. Como ocurriera a mediados de siglo, surgía la discordia sobre el pago de las Hermandades. El 3 de diciembre de ese año reconocía este eclesiástico que sobre-vivían 2 hermandades (Santísimo-Ánimas, y la de Ntra. Sra. del Coral) y que se extinguieron 4 (Paz, Concepción, Cristo de Burgos y la de los Mulatos). Las que estaban activas tenían hecha concordia con la Fábrica para concurrir en sus funciones con sus propias alhajas y utensilios. Gallegos aseguraba que las funciones anuales de la hermandad del Coral, se reducían al tiempo de la Novena celebrada el día del Patrocinio. Para los cultos disponía con el equipamiento (fronta-les de altar, manteles, blandones de plata y orna-mento blanco) y pagaba a la Fábrica los derechos correspondientes y los repiques de campana. Para acompañar las funciones, el clero de San Ildefonso solicitaba a préstamo ropaje de colores encarnado y verde, pues no contaba con “vestua-rios para el servicio de unos actos tan lucidos y

64. Esta visión la contrarestó González, pues aunque contaba con todo lo necesario para sus cultos, la fraternidad estaba suspendida y sin regla, custo-diando sus bienes y enseres por el propio Galle-gos. Por tanto ya no tenía funciones de culto, a no ser que fueran costeadas por algún devoto de forma particular, ya que no había “unidad” entre los hermanos. La decandencia se achacaba a Ga-llegos, pues aún cuando no hubiera devotos que contribuían en el cepillo de su altar y solicitasen cultos, éste no hacía por recuperar la unión entre hermanos. La mayor prueba de inexistencia co-frade era que no tuviera -

65.

5.- LAS OBRAS DE ALTAR (1794-1815)

El informe del 11 de enero de 1794 de Juan de Silva y Manuel Talaban, alcaldes Alarifes re-

63 AHN. Consejos. Leg. 12001, Exp.49. Fechas: 30.VIII.1809 a 8.X.1809. Sevilla.

64 AGAS. Fondo: Arzobispal. Sección: Justicia. Serie: Fábrica. Legajo 3391 (ahora 12774). Expediente de 1792. f. 4r-v.

65 Lo mismo decía de los cultos de la Cofradía del San-tísimo y Ánimas, que estaba bajo mínimos. .

y, según la carta de febrero de 1797 de los feli-greses que reclamaban el inicio de las obras, lo levanado del nuevo templo también se demoró:

-

Sevilla pues en el siglo 6º del cristianismo consta haber sido ya no solo

-mé, sino frecuentado de los incomparables y Santos Prelados Leandro, Isidoro, Ildefonso,

península, en este asistió y concurrió nuestro amable titular todo el espacio de los 12 años que habitó en esta ciudad bajo la Doctísima y Santísima Disciplina del Doctor Egregio de la España Isidoro, principalísimo honor y lustre de esta afortunada Metrópoli. La causa de esta

-sólida que profesaba y con que

se adiestraba en sus tiernos años como ensayo de la que después tan particularmente consa-gró a la Stma. Madre de Dios a una hermosa y venerable imagen que con el Misterioso titulo del Coral ya se veneraba en el templo, pintada

-taquio,

sino sobre un débil y corruptible cañizo embarrado de yeso

-

actual desazón, al considerar, si este riquísimo templo cubierto de un húmedo tabique expues-to a los recios temporales y empotrado en un

derribado, vendrá a perderse o menoscabarse por la indevoción, desidia u otra causa, que nos haga dignos del enojo del cielo y de las gentes,

las nuestras fuerzas” 66.

66 AGAS. Sección III (Justicia), Serie: Fábrica, Legajo 1327 (ahora 11152). Expediente de 1794. ff. 113-114.

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M A R Í A , R E G I N A N AT U R A E

La presión vecinal favoreció el 4 de mayo -

do), Director y Administrador de la obra, y José Echamoros, arquitecto. Este último informó al primero el 26 de agosto de 1797 que aún no ha-bían concluido los derribos del antiguo templo y que seguirían los planos y traza del académico Julián Barcenilla67. Al iniciarse los trabajos la parroquia residió interinamente en la cercana iglesia de San Nicolás y sus bienes muebles e imágenes se trasladaron en depósito a casas de vecinos del barrio. Al traslado del Santísimo al templo de San Nicolás no asistió la Sacramental.

12 de enero del año 1800, que bendijo el Carde-Anales Justino

Matute

68. En el largo proceso constructivo hubo dos episodios:

A) La disputa entre la Fábrica y Hermandad Sacramental

Entre 1797 y 1804 se abrió una encarnizada lucha entre la Hermandad Sacramental y el sa-cerdote Gallegos. La Sala Capitular de la Her-mandad estaba encima de las antiguas capillas del Cristo de Burgos y Santa Ana y la corpora-ción se negaba a su derribo si no se garantiza que se haría otra sin coste. Además la nueva dispo-

de la Capilla de los Mulatos y dos casas de la Hermandad Sacramental. La defensa de la frater-

los directores de obra recibieron los planos en mayo de 1797 y era

-

por-que no se hizo seguimiento de obras ni entrega de estados mensuales. Al sentirse perjudicada, la Hermandad requirió una nueva visita e informe de Manuel Núñez (Maestro Mayor de la ciudad y su Arzobispado) y denunció que la construc-ción tenía mayores dimensiones, lo que conlle-varía defectos en la terminación irregular de la

67 SANCHO CORBACHO, Antonio. -rroca sevillana del siglo XVIII. Madrid: CSIC, 1952, p. 261.

68 MATUTE y GAVIRIA, Justino. Anales eclesiásti-vol. III, Libro XXII, pp. 147-148 y 261.

capilla lateral del lado del Evangelio (destinada a ser la Sacramental). Por ello se pedía mediar la planta siguiendo los planos originales (debería de tener 36,5 varas de longitud y 21,3 de anchura). La pugna llegó al grado de apelación al Nuncio Apostólico y al Tribunal de la Rota (1801-1803), además de estar en 1804 pendiente la resolución por lo civil ante la Audiencia. En este año la Sa-cramental consiguió la visita del Maestro Mayor,

-

de la iglesia, crucero y naves menores estaban construidos conforme a planos, pero su longitud medía 45 varas, más de lo previsto, aunque era imposible reconducirlo. Así, al adquirir mayores dimensiones, era inevitable derribar las casas de la Hermandad y Capilla de los Mulatos para le-vantar la Sacristía y la Colecturía69. A la altura de 1804 ambas partes eran “deseosas de la paz

”, lo que condujo a una concordia y convenio de obligación. Se materia-lizó el 11 de octubre ante Manuel Rodríguez de Quesada, escribano de Sevilla70. Juan de Galle-gos al morir fue relevado por Matías Espinosa, un nuevo Director y Administrador de las obras

ante Francisco de Ascarza71.

B) El rescate del “muro del Coral”

Se ha referido cómo los vecinos aludían a la pintura mural de la Virgen como un -

(es decir, adobe), y su conservación fue posible a su pre-sión. Por su frágil factura se optó por cubrir el sagrado icono con un -teada” -bre de 1794) y se levantaba el nuevo. Era un mal menor, pues la pretensión fue salvar del derribo aquel muro, ya que en el de los párro-

-se sus argumentos, declarando ilustres sevillanos del momento72

69 AGAS. Sección III (Justicia), Serie: Fábrica, Le-gajo 1327 (ahora 11152). Expediente de 1794. ff. 298r-302v.

70 La Sacristía se construyó sobre la antigua Capilla de los Mulatos, y en su planta superior se obraría la Sala Capitular de la Hermandad Sacramental, que contó con almacén bajo y alto para sus enseres y bienes. Las dos casas de la Hermandad Sacramental serían vendidas a la Fábrica parroquial, pero de forma sim-bólica, ya que el dinero se destinara las obras ya cita-das. , ff. 304r-322v.

71 , ff. 332-337.72 GESTOSO Y PÉREZ, José. .

III, pp. 492-493. BCCSe. Fondo Gestoso, t. VIII, ff. 255-256.

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Lámina 8. Retablo neoclásico de la Virgen del Coral. Cabecera de la nave del evangelio, Iglesia parroquial de San Ildefonso (Sevilla).

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la nave del Evangelio, se situó -mañana del 2 de julio de 1807- el muro con la pintura de la Virgen en lugar de la cabecera que tenía reservado. Hubo

Vera, obispo de Laodicea, y asistieron diputacio-nes del Cabildo municipal y catedral, así como representación de la nobleza. Según Velázquez y Sánchez -

-portó al hueco prevenido al propósito con toda

-73.

La iglesia neoclásica alzada en 1800 no era -

plió en relación al primitivo gótica-mudéjar. Sea

Evangelio donde se ubicó la capilla de Ntra. Sra. del Coral estaba ya completada (“ -

”) y podría retablecerse el culto. El 21 de enero de 1816 se traslado en procesión el Stmo. Sacramento desde San Nicolás al nuevo templo, asistiendo el clero y la Hermandad y “el estandarte de la cofradía de Ntra. Sra. del Coral, con sus devotos llevando cirios”. El Santísimo, que se podría administrar, se ubicó en el altar de la Virgen del Coral74. Su retablo sacramental en estilo neoclásico -actual- se realizó con jaspes encarnados, blancos y negros y lo ejecutaron en-

73 VELÁZQUEZ Y SÁNCHEZ, José. Anales de Sevi-lla: reseña histórica de los sucesos políticos, hechos

-

. Sevilla: Hijos de la Fe, editores, 1872, Libro Segundo (1810-1819), pp. 187-189.

74 PEREDA ESPESO, Felipe -

la España del cuatrocientos. Madrid: Marcial Pons, 2007, p. 165, nota 39.

tre 1808-1810 Bartolomé de Pina, Antonio Ba-rrado y Miguel de la Cruz. Roda Peña lo describe así: -

de Ntra. Sra. del Coral, otra trecentista de in-

-

-75.

. La vinculación del Coral con el Stmo. Sacramento enfatizó la imagen mariana y digni-

a la bendición de San Ildefonso, Juan de Astorga realizó una limpieza de la pintura mural, cuyo importe -250 reales- costeó Dª Ana María Maga-llanes. Nada extraña que esta devoción estuviera arraigada en los Magallanes, y que la benefactora fuera descendiente del compositor de los aludi-dos Villancicos. La presencia este restaurador en numerosas piezas de la iglesia entre 1813-1840 se debe a su amistad con el párroco Matías Espi-nosa76. Las obras terminaron en 1841, un proceso revalorizador donde se inscribe en 1874 la impre-sión del Novenario al Patrocinio77.

75 RODA PEÑA, José. . Sevilla:

Guadalquivir Ediciones, 1996, pp. 137-138.76 RODA PEÑA, José. «Juan de Astorga, restaurador».

, 23 (2011), pp. 351-374 y, del -

cas y aportaciones a su catálogo escultórico». Nuevas

sevillana. Sevilla: Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, 2007, pp. 148-160.

77 --

: [s.n.], 1874 (imp. de A. Mata), 16 p.; 15 cm.

Portada de la Letras de los

Villancicos, de José Magallanes (1719) dedicados a la Virgen del Coral.

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María,ReginaNaturaeCongreso Mariano Nacional sobre Advocaciones de la Virgenvinculadas a la naturaleza: Historia, arte y cultura.

ACTAS

Editor: Valeriano Sánchez Ramos

BERJA20-22 MAYO 2016

ColaboranOrganizan

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©EDICIÓNCentro Virgitano de Estudios Históricos y Muy Antigua, Real, Venerable e Ilustre Hermandad de Ntra. Sra. la Santísima Virgen de Gádor, patrona de Berja (Almería).

©TEXTOLos autores.

EDICIÓNA cargo de Valeriano Sánchez Ramos.

Con las debidas licencias eclesiásticas. Obispado de Almería.

I.S.B.N.978-84-608-8086-8

DEPÓSITO LEGALAL 864-2016

PORTADAImagen de Ntra. Sra. de Gádor, ataviada con que el manto que el diputado don José de Aldama le regaló en 1860. Fotografía de Antonio Campos Reyes.

DISEÑO Y MAQUETACIÓNDIXI, estudio de diseño. www.dixi.es

IMPRESIÓN

Montefrío, 114-k. Juncaril. Albolote (Granada). Tel.: 958 49 05 43

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN Antonio Campos Reyes, Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen de Gádor y Director del Centro Virgitano de Estudios Históricos 6

NOTA DEL EDITOR Valeriano Sánchez Ramos, Academia Andaluza de la Historia 7

CONFERENCIA INAUGURAL Adolfo González Montes,

de María en la fe la Iglesia» 9

TRABAJOS

I.- Epónimos marianos o hagiotoponimia mayor (I)

Sor Pilar Burgos Anguita. «Bajo el manto de la Virgen de Gádor» 18

Antonio Campos Reyes. «El sacro ajuar de una Reina enjoyada: Ntra. Sra. de Gádor, patrona de Berja (Almería)» 31

Francisco J. Escámez Mañas. «El amparo de nuestra Madre. Milagros de la Virgen de Gádor» 55

Juan J. López-Guadalupe Muñoz. «Novo splendor. Espinosa Cuadros y la imagen y retablo de la Virgen de Gádor» 65

Vicente Montojo Montojo. «Los cambios de titularidades de imágenes marianas en el Reino de Murcia (1501-1800)» 76

Valeriano Sánchez Ramos. «El sustento devocional en un paisaje agreste: donaciones al Santuario de Ntra. Sra. de Gádor de Berja (Almería)» 86

Mª Dolores Segura del Pino. «La Virgen de Montserrate, patrona de la vega de Almería» 105

II.- Hagiotoponimia mariana general (II) Juan Aranda Doncel. «Advocaciones marianas y naturaleza en la diócesis cordobesa durante los siglos XVI-XVII» 109

Covadonga Berthon Acebal. «Devociones marianas de septiembre en Asturias» 126

Antonio Bonet Salamanca. «Tipologías marianas madrileñas relacionadas con la naturaleza» 133

Domingo J. Buesa Conde. «La sacralización del territorio aragonés: Advocaciones marianas» 161

Javier Campos y Fernández de Sevilla. «Advocaciones marianas de la naturaleza en las ermitas de los pueblos de las “Relaciones de Felipe II”» 178

Francisco Javier Delicado Martínez. «Patronazgo mariano en torno del paisaje natural en el antiguo Reino de Valencia: Práctica, ritual, arte y antropología» 185

Salvador Hernández González. «Advocaciones de la naturaleza en las leyendas de apariciones marianas del antiguo Arzobispado de Sevilla» 199

Fermín Labarga García. «Advocaciones marianas relacionadas con la naturaleza en La Rioja» 210

Domingo A. López Fernández. «Avocationis Virginis Naturae. Naturaleza mariana para su devoción en la Costa granadina» 228

Miguel L. López-Guadalupe Muñoz. «Devoción y naturaleza: advocaciones confraternales granadinas relacionadas con el medio físico en la Granada moderna» 240

Marion Reder Gadow. «María vinculada a la naturaleza en Málaga» 253

III.- Fitotoponimia marianaMiguel F. Gómez Vozmediano y José R. González Romero. «Tallas robadas,devociones viajeras, imágenes disfrazadas: Ntra. Sra. del Prado (Ciudad Real) y la Virgen del Valle (Calzada/Argamasilla de Calatrava» 270

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Francisco Martín Milán. «La Virgen de la Vega. Un ejemplo de amor a la tierra en La Curva, Adra (Almería)» 281

Manuel Martínez Martínez. “La Virgen de las Huertas. Una advocación agrícola en el Bajo Almanzora» 294

Julián Recuenco Pérez. «Una advocación mariana tres veces centenaria: La devoción a la Virgen de la Tejeda, en Navalón (Cuenca). Siglos XVIII-XX» 305

Francisco de Asís Torres Montesino. «Devociones marianas a la naturaleza en dos barriadas de Almería: Retamar y Costacabana» 312

Carlos Villoria Prieto. «La Virgen de la Zarza de Villamañán (León)» 327

IV.- Oronimia mariana

Ramón de La Campa Carmona. « . El convento de Ntra. Sra. del Valle de Sevilla, notas para su historia (1400-1873)» 340

Pedro Mª Fernández Ortega. «Tricentenario de la sagrada imagen de la Virgen del Saliente (Albox, Almería) en el año santo de la Misericordia» 372

Santiago Montoya Beleña. «Ntra. Sra. de la Loma: La Virgen negra protectora de los caminos de la comarca de La Manchuela conquense» 385

José Manuel Rodríguez Domingo. «Identidad troglodítica y sacralidad subterránea en Granada: la Virgen de las Cuevas» 404

Juan Pedro Vázquez Guzmán. «La Virgen de Montesión, patrona de Lucainena de las Torres (Almería)» 416

Manuel Zamora Negrillo. «Montes y valles de Cataluña de la mano de María. Distinta lengua mismas advocaciones» 427

V.- Hidronimia mariana

Trino Gómez Ruiz. «¿Otra Virgen del Mar en Almería?» 436

Francisco J. Gutiérrez Núñez. «La Virgen de las Aguas. Iglesia Colegial de El Salvador (Sevilla)» 441

Manuel Jiménez Pulido. «Nuestra Señora de Caños Santos y su ancestral devoción. Estudio sobre una particular advocación mariana en la comarca natural de la Serranía de Ronda» 470

Soledad Lázaro Damas. «Arquitectura y simbolismo mariano en el Santuario y Camarin de la Virgen de la Fuensanta de Villanueva del Arzobispo (Jaén)» 484

Manuel F. Matarín Guil. «Dos advocaciones marianas de naturaleza en la provincia de Almería: la Virgen de la Fuensanta y la de la Cueva Santa» 498

Antonio Rubio Simón. «La Virgen del Río y las advocaciones de la naturaleza en Huércal-Overa (Almería)» 507

Valeriano Sánchez Ramos y Francisco Javier Gutiérrez Núñez. «La Virgen del Coral y la compleja historia de un culto antiguo de la Sevilla barroca» 522

Jesús N. Sánchez Santos. «La ermita de Nuestra Señora de Riondo (Ávila)» 537

VI.- Aeronimia mariana

Francisco T. Cerezo Vacas. «María de las Nieves, patrona de La Zarza. Aproximaciones para su estudio» 549

José Fuentes Alende. «Acercamiento al culto a Nuestra Señora de las Nieves en Galicia» 567

Miguel F. Gómez Vozmediano y José R. González Romero. «Entre el cielo y la tierra: advocaciones marianas de naturaleza en la provincia de Ciudad Real» 576

Mª Gádor Santaella Rodríguez. «La Virgen de los Vientos, un nombre para un lugar. El caso de Roquetas de Mar (Almería)» 595

Mª Trinidad Torralvo Maldonado y Salvador Hurtado Portellano. «La Virgen de las Nieves en el entorno de Sierra Nevada» 597

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M A R Í A , R E G I N A N AT U R A E

INTRODUCCIÓN

En nuestro país es ingente el número de imágenes de la Santísima Virgen cuya advocación está ligada, en uno u otro modo, a distintos elementos de la naturaleza. No obstante, y a pesar

El Congreso María, Regina Naturae, ha estudiado en profundidad estas singulares advoca-ciones marianas, mediante las distintas aportaciones que historiadores de gran prestigio, venidos de toda la geografía nacional, han realizado en Berja durante el congreso celebrado entre los días 20 y 22 de mayo de 2016. Las distintas áreas de trabajo se han estructurado atendiendo al

visión general del tema estudiado.

la Santísima Virgen de Gádor, una de las advocaciones más importantes de la diócesis almerien-se, que lleva el nombre de la sierra que es tótem de la provincia. La devoción a la secular Señora de Pixnela protagoniza cinco de los trabajos presentados, lo que supone una gran aportación para el conocimiento del devenir histórico de esta sacrosanta advocación, que tras más de cuatro siglos de culto, verá reconocido en breve el fervor de sus devotos con el máximo galardón con que la Iglesia honra a una imagen mariana.

Estas actas son el fruto de un intenso trabajo, que ha sido posible gracias a la colaboración prestada por diversas personas e instituciones a la Hermandad de la Virgen de Gádor: en primer lugar, hemos de agradecer el enorme trabajo académico realizado por don Valeriano Sánchez,

comenzamos a preparar con ilusión este importante proyecto cultural. En segundo lugar, destacar la ayuda del Ilustrísimo Ayuntamiento de Berja, y el Centro Virgitano de Estudios Históricos, que han sabido hacer suya esta tarea que implica llevar el nombre de nuestra patrona -sin duda, el mayor signo de identidad de nuestra ciudad- por todo el país, a través de una obra que con toda seguridad será referencia para la historiografía de la Piedad Popular española. También de-bemos nuestra gratitud al Instituto de Estudios Almerienses, que consciente de la trascendencia cultural del evento, se ha prestado a aportar su granito de arena en la edición de estas actas. Del mismo modo hemos contado con la colaboración del Obispado de Almería, con la implicación directa del prelado diocesano, que ha contribuido a alcanzar un mayor enfoque eclesial a esta cita

historiadores que han querido aportar el fruto de sus investigaciones para formar este compendio mariano, y lo han hecho de modo altruista y desinteresado, sin más recompensa que la de mostrar a todos cuantos se interesen por el tema, la historia atesorada por este gran abanico de advocacio-nes de la Santísima Virgen, orgullo y emblema de sus respectivas poblaciones.

Esperamos que con esta rigurosa obra, quede un indeleble recuerdo de este congreso, que no ha buscado más honor que honrar a la Madre de Dios en sus múltiples advocaciones, y de un modo especial a María Santísima de Gádor, a quien anhelamos ver pronto coronada y pedimos siga protegiéndonos y cobijándonos bajo su manto por siempre jamás.

Antonio Campos Reyes Director del Centro Virgitano de Estudios Históricos y Hermano Mayor de la Hermandad de Ntra. Sra. de Gádor

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I NT R O D U C C I Ó N / N OTA D E L E D ITO R

NOTA DEL EDITOR

Las advocaciones marianas cuya intervención se centra en la naturaleza ofrecen una amplia gama de matices según sus reinos mineral, vegetal y animal, toda vez que el hombre también ha asignado espacios y lugares a un dilatado elenco de títulos (hagiotoponimia mayor y menor). Maria: Regina Naturae muestra una extensa nómina de advocaciones de la Virgen que se re-lacionan con el medio natural. Desde el mayor rigor los participantes del I Congreso Nacional abordan variados acercamientos (religioso, histórico, cultural, artístico,…) sobre multitud de aspectos que pergueñan una percepción mariológica interesantísima.

La -en altura, llano o subterránea- tiene tal dimensión que por sí sóla la tierra adquiriría personalidad propia; al igual que la

-tes son los , que abarcan desde los agentes atmosféricos (viento, aire,…), fenómenos meteorológicos (nieve, tormenta,…), astros celestes (estrella, luna,,…) y aún otras manifestaciones (alba, luz,…). Todos ellos se completan con , un mundo

-ción individual o plural (bosques, prados,…) o por la intervención humana para domesticar los vegetales (huertas, vega,…). Por último, no podemos dejar de destacar la que, aunque menos extensa, también hay animales que cuentan con títulos marianos de gran renombre.

La geografía mariana que aportan los autores es amplísima, tanto si se aborda en ámbitos

-diócesis, archidiócesis o provincias de órdenes religiosas-, en tal extensión territorial que es-tán presentes prácticamente todas las tierras de las Coronas castellana y aragonesa. Un espacio humano amplio que también se observa a través de las advocaciones descritras por la hagio-

, bien si se trate de una general ( ) como si se nos ofrece otra mayor o particular ( ). Ejemplo señero en este último campo es la Virgen de Gádor, patrona de Berja, devoción mariana histórica de la comarca de La Alpujarra, cuya advocación se vinculada a la sierra de su nombre. Los trabajos que se incluyen sobre esta Virgen almerien-se permiten ahondar en la fe, profundizar en su culto, mejorar su devoción y conocer mejor su historia, cultura y arte. Ello ha permitido converger en torno a esta advocación la edición otros trabajos sobre otras advocaciones de todo el país, cuyo conocimiento no sólo refuerzan la comprensión global del culto a Ntra. Sra. de Gádor sino que fortalecen al resto de títulos marianos y, en conjunto, a ampliar en todo coherente la mariología nacional relacionada con la naturaleza.

Por último, es obligado agradecer el esfuerzo que sin ambajes han realizado los autores, pues sus estudios avalan la excelencia de María: Regina Naturae, un libro que cambiará la visión de la hagionomía mariana y favorecerá a posteriori nuevas teorías en multitud de campos. En efecto, esta publicación rellena un espacio poco tratado, razón para que haya gozado de interés

un mayor acercamiento de un campo verdaderamente por descubrir.

Valeriano Sánchez RamosAcademia Andaluza de la Historia