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Poesía de posguerra Material realizado por los profesores Juan Manuel González Amanda Rodao Ruth Romero 2º BAT

Poesía de posguerra

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Resumen del periodo y de la poesía escrita después de la Guerra Civil española.

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Poesía de posguerra

Material realizado por los profesores Juan Manuel González Amanda Rodao Ruth Romero

2º BAT

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EL EXILIO

Poetas como Lorca y Machado han muerto en 1939; otros, como Salinas, Cernuda, Guillén, Alberti, se han exiliado; los menos, como Dámaso Alonso o Aleixandre, deciden quedarse en España.

Entre los exiliados el tema de España es primordial: evocan la guerra, sus ideales, su derrota… Con el paso de los años lo que domina es la nostalgia de la patria perdida, la evocación de las tierras lejanas, el anhelo de volver…, junto a temas como el amor, el tiempo y la muerte, la angustia existencial y los sentimientos religiosos. El lenguaje es realista, propio de la poesía de combate, y le sucede una renovada preocupación formal.

A caballo entre la Generación del 27 y la del 36 cabe destacar dos poetas: Juan Gil Albert y Miguel Hernández.La obra del primero es personalísima. La define una lengua poética sobria, al servicio de un constante buceo en el mundo interior o en la realidad. Se la define como poesía metafísica. Sus primeros libros son de 1936 (Misteriosa presencia, Candente horror). Se exilia y en 1947 regresa a Valencia, donde vive retirado en un exilio interior que lo mantiene apartado del mundo literario. En 1972 publica una antología poética, Fuentes de la constancia, que lo recupera ante la crítica.

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Miguel Hernández sabe conjugar la fuerza de la inspiración con el arte más riguroso (sonetos, sobre todo), lo popular con la técnica. A su primera etapa pertenece Perito en lunas (1934), compuesto por 42 octavas reales en las que objetos humildes son sometidos a una elaboración metafórica deslumbrante. Coincide con la moda gongorina.Su plenitud poética la alcanza en 1936 con El rayo que no cesa, libro en el que predomina el tema del amor, y en el que alienta un poderoso vitalismo trágico. Prevalece el soneto como molde riguroso que favorece la síntesis entre el desbordamiento emocional y la concentración expresiva. Destaca, sin embargo, La elejía a Ramón Sijé, en tercetos encadenados.Con la guerra aparece Viento del pueblo (1937), poesía comprometida. Con algunos poemas más combativos, destacan otros de preocupación social. El lenguaje es más sencillo y directo que en su obra anterior. La preocupación estética, sin embargo, es menor.En la cárcel compone Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). Se inspira en las formas más escuetas de la lírica popular. Nos habla de nuevo del amor, pero del que se siente hacia la esposa y el hijo, frustrado por la separación.

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Juan Gil Albert Miguel Hernández

Si alguien me preguntara cuando un díallegue al confín secreto : ¿qué es la tierra?diría que un lugar en que hace fríoen el que el fuerte oprime, el débil llora,y en el que como sombra, la injusticia,va con su capa abierta recogiendoel óbolo del rico y la tragediadel desahuciado : un sitio abrupto.Pero también diría que otras veces,en claras situaciones alternantes,cuando llega el estío y los paísesparecen dispensar la somnolenciade un no saber por qué se está cansado,mientras vibra en lo alto, alucinante,un cielo azul, los frutos se sucedensobre las mesas blancas, y entornadoslos ventanales, frescos de penumbra,buscamos un rincón donde rendirnosal dulce peso, entonces sí, diríaque la tierra es un bien irremplazable,un fluido feliz, un toque absorto.Como una tentación sin precedenteshecha a la vez de ardor y de renuncia.Una inmersión gustosa, un filtro lento.

Tengo estos huesos hechos a las penas,a las cavilaciones estas sienes: pena que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes, por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio si no es tu amor, la tabla que procuro, si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio de que ni en ti siquiera habré seguro, voy entre pena y pena sonriendo.

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GENERACIÓN DEL 36

Autores nacidos entre 1905 y 1920. Generación escindida: la del exilio y la del interior, dividida a su vez entre vencedores y vencidos. Esta escisión coincide con dos líneas poéticas: la de la poesía arraigada, y la de la poesía desarraigada.

Poesía arraigada: hecha por los que se ven con firmes raíces es la España vencedora. Han salido de la contienda con un afán optimista de claridad, de perfección, de orden. Su visión del mundo es coherente, ordenada y serena, expresada en puras formas clásicas. Se agrupan en torno a la revista Garcilaso, fundada en 1943. El centenario del poeta-soldado no pudo conmemorarse en 1936. Autores que pertenecen a esta tendencia son: Luis Rosales, Leopoldo Panero, Dionio Ridruejo, José García Nieto… Algunos, como Ridruejo, experimentaría un giro ideológico, que se observa en su obra; otros buscan nuevas formas, como Rosales.

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Poesía desarraigada: se trata de una poesía arrebatada, de tono trágico; una poesía que se enfrenta con un mundo deshecho y caótico, invadido por el sufrimiento y por la angustia. La religiosidad adopta en esta poesía un tono de desesperanza, de duda; o se manifiesta a través de imprecaciones a Dios sobre el misterio del dolor humano. Su entronque con el existencialismo es evidente. El estilo es bronco, directo, menos preocupado por los primores estéticos. Dámaso Alonso es el mayor exponente de esta poesía. Hijos de la ira (1944) preside la tendencia. La revista en torno a la cual se unen sus seguidores es Espadaña, fundada en León también en 1944. Sus nombres son: Eugenio de Nora, Carlos Bousoño, Gabriel Celaya, Blas de Otero…

Dos poetas de difícil clasificación y que surgen en esta época son José María Valverde o José Hierro.

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Desnuda y vertical, pero ceñida,la línea de la tierra a la perezade una carne que cede, cuando empiezala perfección del sueño, su medida.

Materia sin amor, pero encendidapor el número fiel de la purezadonde la fría carne se aderezasin el gusto del tiempo y de la vida.

¡Oh, dócil a los ojos y apartadadel fuego de la sangre, muda gloriaen éxtasis de tierra levantada!

Antigua juventud fresca y gastadaque aflige la pasión de su memoriaen esta eternidad tan sosegada.

D. Ridruejo

¡Seguid, seguid ese camino,hermanos;y a mí dejadme aquígritando!

¡Dejadme aquí! Sobre esta tierra seca,mordido por el viento áspero-campanario de Diosfrente al derrumbe rojo del ocaso-.

¡Dejadme aquí! Quiero gritar,tan hondo en el dolor, tan alto,que mi voz no se oiga sino lejos, muy

lejos, libertada del tiempo y del espacio.

¡Dejadme aquí! Dejadme aquí,gritando...

Eugenio de Nora

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LA POESÍA SOCIAL

Hacia 1955 lo social pasa a ser la línea dominante en los diversos géneros literarios. El escritor debe tomar partido ante los problemas del momento, de la sociedad en que vive. Surge una poesía comprometida, opuesta a la poesía pura. El poeta se hace solidario con los que sufren. Se abordan la injusticia social, la miseria y la alienación, los anhelos de libertad y de un mundo mejor. La presencia del tema de España se hace obsesivo, más político.La voluntad de llegar a la inmensa mayoría marca el estilo, que adopta un lenguaje claro y hasta un tono coloquial. Desean llegar al pueblo. La preocupación por el contenido es mayor que el que se tiene hacia lo formal. Eso conduce, en ocasiones, a caer en el peligro de una poesía prosaica, banal, sin valor literario.En 1955 aparecen dos libros de poemas que marcan esta tendencia: Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya. Ambos poetas han superado su anterior etapa existencial. A ellos se une Vicente Aleixandre con Historia del corazón. Otros autores son Eugenio de Nora, José Hierro, Carlos Bousoño…

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Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos deja decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren y canto respirando. Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, y calculo por eso con técnica qué puedo. Me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta a la vez que latido de lo unánime y ciego. Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho. (…) Gabriel Celaya

La poesía es un arma cargada de futuro

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Para el hombre hambreante y sepultado en sed -salobre son de sombra fría-, en nombre de la fe que he conquistado: alegría. Para el mundo inundado de sangre, engangrenado a sangre fría, en nombre de la paz que he voceado: alegría. Para ti, patria, árbol arrastrado sobre los ríos, ardua España mía, en nombre de la luz que ha alboreado: alegría.

Blas de Otero

En nombre de muchos

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Otras voces

En una posición marginal respecto a las tendencias señaladas, hay que hablar de la revista Postismo, fundada en 1945 por Carlos Edmundo de Ory, que enlaza con la poesía de vanguardia, sobre todo con el surrealismo. Es un movimiento que reivindica la libertad expresiva, la imaginación sin trabas, lo lúdico… Rechaza la angustia existencialista. Su rebeldía es subjetiva y profundamente antiburguesa. Otros autores son Juan Eduardo Cirlot, Ángel Crespo o Gloria Fuertes.

Una segunda tendencia la recoge la revista Cántico, que aparece en Córdoba en 1947. El grupo se proclama heredero de la Generación del 27. La suya es una poesía intimista y de gran rigor estético. Su autor más destacado es Pablo García Baena.

Ambas maneras pasarán inadvertidas durante años, hasta que la generación de los 70 recupere a sus obras y a sus autores.

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He vuelto ahora sin saber por quéa estar triste más triste que un tinteroTriste no soy o si lo soy no séla maldita razón porque no quieroHe vuelto ahora sin saber por quéa estar triste en las calles de mi razaHe vuelto a estar más triste que un

quinquémás triste que una tazaEstoy sentado ahora en un caféy mi alma late latede sed de no sé quétal vez de chocolateNo quiero esta tristeza medularque nos da un golpe traidor en una

tardePide cerveza y basta de pensarEl cerebro está oscuro cuando arde.

Carlos Edmundo de Ory

Alma feliz por siempre, pues lo fuiste un instante,

vuelve, ligera corza de la dicha pasada,junto al frío torrente donde flota el

recuerdo,donde la rosa última de fugitivas horasaún perfuma suave con su filtro de llanto.

Vuelve bajo la luna floral de primaveraa las tímidas huellas de dormidos senderos,y aspira en esa rosa melancólica y puratodo el bosque que arde perdido en tu

memoriacon sus rojas maderas incendiando los días.

Como nauta que asiste impasible en su leñoal naufragio solemne de la torva tormenta,desde la roca púrpura por el himno del rayomira al joven ahogado, coronado de algas,flotar en la encrespada cabalgata marina.

Pablo García Baena

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POETAS DEL MEDIO SIGLO

Poetas nacidos entre 1925 y 1936. Se produce un despego estético de la poesía social. Se muestran escépticos respecto a la posibilidad de cambiar el mundo desde la poesía. Sienten una gran preocupación por el hombre, pero huyen de todo tratamiento patético. Lo propio es la poesía de la experiencia, una nueva atención al yo, pero situado en su circunstancia. En sus poemas hallaremos el fluir del tiempo, la evocación nostálgica de la infancia, la amistad, las experiencias eróticas, el marco cotidiano… Su estilo es antirretórcio, pero no exento de un afán por la obra bien hecha. El lenguaje es íntimo, cordial, aunque contenido. No les tientan las experiencias vanguardistas.

Entre la nómina de poetas que conforman este grupo hallamos a Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Francisco Brines, Claudio Rodríguez…

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Jaime Gil de Biedma José Ángel Valente

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,

dejar atrás un sótano más negro que mi reputación -y ya es decir-, poner visillos blancos y tomar criada, renunciar a la vida de bohemio, si vienes luego tú, pelmazo, embarazoso huésped, memo vestido con mis

trajes,zángano de colmena, inútil, cacaseno, con tus manos lavadas, a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares últimos de la noche, los chulos, las floristas, las calles muertas de la madrugada y los ascensores de luz amarilla cuando llegas, borracho, y te paras a verte en el espejo la cara destruida, con ojos todavía violentos que no quieres cerrar. Y si te increpo, te ríes, me recuerdas el pasado y dices que envejezco. (…)

Entró y se inclinó hasta besarlaporque de ella recibía la fuerza.

(La mujer lo miraba sin respuesta.)

Había un espejo humedecidoque imitaba la vida vagamente.Se apretó la corbata,el corazón,sorbió un café desvanecido y turbio,explicó sus proyectospara hoy,sus sueños para ayer y sus deseospara nunca jamás.

(Ella lo contemplaba silenciosa.)

Habló de nuevo. Recordó la luchade tantos días y el amorpasado. La vida es algo inesperado,dijo. (Más frágiles que nunca las palabras.Al fin calló con el silencio de ella,se acercó hasta sus labiosy lloró simplemente sobre aquelloslabios ya para siempre sin respuesta.

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LOS NOVÍSIMOS Y LA DÉCADA DE LOS 70

Poetas nacidos después de la guerra. Junto a una formación tradicional y estrecha, tuvieron un papel importante en su educación ciertos tebeos, el cine, los discos de jazz, pop, los viajes al extranjero, que los ponen en contacto con nuevas tendencias culturales. Admiran a poetas del 27 como Aleixandre y Cernuda. Revalorizan el postismo y el grupo Cántico. Tienen un gran conocimiento de la poesía escrita por autores que van desde los clásicos grecolatinos a figuras del siglo XX. Buena parte de los que componen el grupo aparecen en una antología publicada en 1970 y recogida por el crítico J. Mª Castellet: Nueve novísimos poetas españoles. Entre ellos destacan M. Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Ana Mª Moix, V. Molina-Foix…Las referencias culturales ocupan un lugar destacado en su poesía. Mitos, figuras, ambientes lejanos alternan con mitos contemporáneos tomados del cine, de la novela policíaca, de los medios de comunicación, etc. Lo personal lo hallamos junto a lo público (la guerra del Vietnam, la sociedad de consumo…).Les importa sobre todo el estilo, la experimentación formal. Hay una voluntad en ellos de no mezclar el inconformismo social con los valores literarios. Junto a elementos irracionales hallamos abundantes audacias estilísticas: enumeraciones caóticas, sucesiones de imágenes inconexas, citas literarias o musicales a modo de collage…

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Ulises

El cuerpo de ella se hizo tierraen mil novecientos cuarenta y seisantes él hizo la guerra, perdió la guerra,huyó por las montañas

después la cárcelvolvió al Vallés y se hizo amigode un teósofo libertario y de un abogado retirado y viejo que le escribe con frecuencia muchos, muchísimos ánimosde vez en cuando hace gimnasia en el patio, resuelve complicados problemas de aritmética,nos habla de violentos safaris de tomilloy romero, del agua clara junto al caminoo nos increpa por el turbio asunto –nada claro– del boicot a las comunidades del Bajo Aragón –hoy se lo han dicho– le han condenado a cinco añosy ya no caben más canas en sus cabellos blancosdespués ha hecho gimnasiaha resuelto algún problema de aritméticaha contemplado el vuelo de unos pájaroshacia el oesteha sido entoncesha sonado la trompeta y se ha echado a llorar.

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Oh ser un capitán de quince añosviejo lobo marino las velas desplegadaslas sirenas de los puertos y el hollín y elsilencio en las barcazaslas pipas humeantes de los armadorespintados al óleolas huelgas de los cargadores las grúasparadas ante el               cielo de zinclos tiroteos nocturnos en la dársena

fogonazos uncuerpo               en las aguas con sordo

estampidoel humo en los cafetinesDick Tracy los cristales empañados la

música zíngaralos relatos de pulpos serpientes y

ballenasde oro enterrado y de filibusterosun mascarón de proa el viejo dios

Neptunouna dama en las Antillas ríe y agita el

abanico denácar                bajo los cocoteros

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A lo largo de la década de los 70 se desarrollan tendencias nuevas y otras ya vistas en los novísimos, pero que a menudo son depuradas o atemperadas por una mayor reflexión o madurez. La poesía experimental; la visual, en la que lo verbal se combina con juegos tipográficos o pictóricos; la cultista, en la que abundan los nombres propios con que se evoca a escritores, artistas, ciudades… y una de cuyas manifestaciones es el esteticismo decadentista o veneciano, por las frecuentes alusiones a esa ciudad; la clasicista, que se nutre de la tradición grecolatina o del siglo de oro español; la minimalista, que se plasma en el gusto por el poema breve.Poetas importantes de esta década, nacidos antes o después de 1950 son Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena, Jaime Siles, Julio Llamazares, Blanca Andreu, Andrés Trapiello…

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Antes leíamos novelas bizantinas,escuchábamos discos,no encendías jamás la luz en el desván.Me parecía haber vivido dos veces los

momentosy bebía del suave terminarse de tus ojos.Algunos dioses se nos antojaban ridículos: Júpiter, por ejemplo, todos los que mandaban.Pero las ninfas de las fuentes, los elfos, los

dragones,Mae West y Miriam Hopkins compensaban laperdida.Hacer versos, nadar, dar de comer a u pájaro,ejercer de sportwoman como Diana Palmer.Buscábamos tesoros en el jardín de tusabuelos,bajo ese sol de Heráclito que sigue sin ponerse,con una Jolly Roger ceñida a la cintura,saqueando glorietas y naufragando en la

piscina.(…)

Luis Alberto de Cuenca

Amor mío, amor mío, mira mi boca de vitrioloy mi garganta de cicuta jónica,mira la perdiz de ala rota que carece de casa

y muerepor los desiertos de tomillo de Rimbaud,mira los árboles como nervios crispados del

díallorando agua de guadaña.

Esto es lo que yo veo en la hora lisa de abril,también en la capilla del espejo esto veo,y no puedo pensar en las palomas que

habitan la palabra                  Alejandría

ni escribir cartas para Rilke el poeta.

Blanca Andreu

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DÉCADA DE LOS 80

Se empieza a hablar de desencanto, de un escepticismo vinculado a la postmodernidad que comienza. Frente a aquellos sistemas que ofrecían una explicación racional del mundo y un proyecto histórico, se empieza a desconfiar de los grandes sistemas y de los grandes ideales políticos. En España se consolida la democracia, pero la economía pasa por grandes dificultades, la vida cotidiana es dura y la vida cultural no responde a las expectativas creadas. El poeta renuncia a grandes pretensiones, se limita a comunicar limitadas experiencias íntimas desde una diversidad de tendencias y estilos numerosos. Se busca un equilibrio entre tradición y novedad en la estética. En cuanto al contenido, se revaloriza lo humano, los problemas existenciales, la emoción, la autenticidad. El tema del amor se abre a nuevas perspectivas, incluyendo la homosexual.

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Vuelvo a leer tus cartas de hace un siglo,de cuando estaba en el cuartel

¿recuerdas?,o en la trena, mi amor, no exactamenteen la Cárcel de Amor, o en las terribles

provincias que he olvidado. Amarilleanlos sobres de hilo, corazón. Los selloshabrán cobrado algún valor. No en vanooro es el tiempo de la filatelia.

Me hablas de tu fractura de escafoides,de tu dolor de muelas, de tu perro,de lo mal que lo pasas en agosto,

de una excursión a Andorra... Poco a poco,

me has vuelto desabrida la nostalgia:mi dulce bien, no me quisiste nunca.

Jon Juaristi

Rojo temblor de frenos por la noche,así sueño el amor, así recuerdo,entre la madrugada olvidadiza,sensaciones de turbia intimidad,cuando tener pareja conocidaes un alivio para los extraños.

Borrosa gravedad del parabrisasen la despreocupada seducción.Porque los coches saben su caminoy van como animales en querenciaa la casa, sin dudas, entre besosque nos duran el tiempo de un semáforoy un poco más; porque decir mañanaes casi discutir el más allá,y hablamos del dolor de los horarios,alejados, cayendo en la imprudencia,como los vivos hablan de la muerte.

Luis García Montero