MÁS ALLÁMÁS ALLÁDEL AMOR…DEL AMOR…

Incluye piezas musicalesIncluye piezas musicalesDuración: 8 minutos.Duración: 8 minutos.

Reflexiones sobre nuestra relación con los animales que nos acompañan y conviven con nosotros en nuestras casas, nuestras ciudades, nuestro planeta…

“No me ames. No me odies.

Tan solo respétame.”

…consideran a dicho animal parte de su familia, y forman con él una sociedad basada en la lealtad y el respeto.

Aquellos que valoran el cariño y compañía que proporciona un animal como un perro, un gato…

No son los sentimientos que proyecta esa persona sobre el animal, como podría hacer sobre un objeto, sino que el animal da y recibe...

…aporta a la relación compañía, afecto, y pide atención, cuidado, respeto, y ser tratado siempre de forma justa y honesta.

Los animales que adoptamos viven con nosotros toda su vida, les cuidamos y empleamos nuestros recursos en que tengan una vida digna y feliz, hasta que la longevidad marcada por su especie les hace decaer y nos abandonan dejando una gran tristeza y un inmenso vacío.

Al igual que con nuestros propios hijos, nadie permitiría que el perro o gato que depende de él fuese lastimado, o perjudicado para beneficio de otros, sin tener en cuenta sus intereses.

…y es porque amamos y respetamos a los animales que adoptamos, como parte de

nuestra familia.

Pero...

¿Por qué sólo a ellos?

¿Qué diferencia a los animales que adoptamos del resto? ¿Es que sólo respetamos a las personas que amamos y que son de nuestra familia? ¿Por qué sólo respetamos los derechos y necesidades de los animales que amamos?

¿Son los animales que adoptamos los únicos capaces de sentir, de sufrir y disfrutar, con ansias de vivir y desarrollar su personalidad?

Les asignamos una función en el mundo, una utilidad, sin reflexionar sobre la injusticia que implica esta clasificación, que no les tiene en cuenta en ningún momento:

Sin darnos cuenta, discriminamos a los animales según criterios arbitrarios basados en nuestra

conveniencia, no en sus intereses.

Clasificación arbitraria

Beneficiamos a algunas especies, proscribimos a otras, por motivos diversos basados siempre en nuestros intereses, no los suyos.

Especies “de compañía”

Las especies que clasificamos “de compañía”, gozan de mayor consideración que las demás, y para muchos forman parte de su comunidad personal, como ocurre con perros, gatos, etc.

Reconocemos a sus individuos características que nos son propias, (que no exclusivas): sienten, sufren, disfrutan, cada individuo es único, con personalidad propia…

Otras especies, como los delfines, elefantes, focas, tigres, leones, entre otras, son consideradas interesantes, bellas, dignas, portentosas, inteligentes, y por ello deseamos preservarlas.

Especies “agraciadas”

Otras especies, como las serpientes, ratas, sapos, vampiros, etc., son consideradas peligrosas, repugnantes o molestas, y por ello son asesinadas por miedo o ignorancia, sin el más mínimo asomo de remordimiento.

Especies “desgraciadas”

Cada vez más especies “salvajes” están en peligro de extinción. Deseamos conservarlas, pero no por el interés de los individuos que las forman, sino por el valor que denominamos “patrimonio natural”, ese ente abstracto formado por la riqueza de la biodiversidad en su conjunto.

Especies en peligro

Pero hay otra faceta de nuestra arbitraria clasificación animal… que tiene nefastas consecuencias para otras especies…

• Especies para uso como comida.

• Especies para uso como vestimenta.

• Especies para uso como diversión.

• Especies para experimentación.

Especies “productoras”

Especies como Box taurus (toro), Ovis aries (oveja), Sus scrofa (cerdo), o Gallus gallus (gallo), han sido clasificadas como productores de comida para los humanos.

Especies “para comer”

Les hemos despojado arbitrariamente de su individualidad, obviando su capacidad de sentir, sufrir y disfrutar, mientras por otro lado reconocemos dichas capacidades por ejemplo a los animales considerados “de compañía”.

Especies “para comer”

Casi sin darnos cuenta, debido sobre todo a que nos educaron para aceptarlo sin más, estamos convirtiendo a seres sensibles e indefensos, en simples materias primas, en productores y a la vez productos de un discreto sistema de asesinato industrial a gran escala.

El holocausto animal

Miles de animales mueren cada instante en una horrenda cadena de montaje y desmontaje sin fin, para satisfacer nuestras costumbres alimenticias, en condiciones de esclavitud, privación y exterminio equivalentes al genocidio cometido durante la Segunda Guerra Mundial.

El holocausto animal

Puede que nos horrorice el ver como en China se sirven perros en los restaurantes y cómo se les mata allí mismo, pero nosotros hacemos lo mismo con cerdos, vacas, peces, crustáceos, etc.

En Asia es común tener un cerdo como animal de compañía ¿por qué no debieran ellos considerarnos bárbaros e insensibles por comer cerdos en occidente?

Cuestión de costumbres

Cuestión de costumbres

¿Por qué es mejor comer cerdos o vacas que perros o gatos? ¿No son todos ellos igualmente capaces de sentir placer y dolor? ¿No es sino una cuestión cultural, una costumbre aceptada sin plantearse si es o no ética, sin análisis previo?

…y evitar que millones de animales sigan siendo esclavizados y asesinados en nombre de la demanda que generan nuestras costumbres alimenticias actuales.

Cuestión de costumbresPodemos alimentarnos de forma sabrosa y saludable con un sinfín de variedades de vegetales: cereales, pastas, legumbres, verduras, hortalizas, frutas frescas, frutos secos, especias, productos preparados, etc…

Matamos a millones de vacas, visones, armiños, zorros, etc. para arrebatarles su piel y fabricar prendas, bolsos, carteras, en vez de usar solamente tejidos vegetales o sintéticos.

Especies para vestimenta

Puede que nos resulte igualmente inadmisible que miles de perros sean despellejados y muertos en China. ¿Tan distinto es de lo que se hace en occidente con vacas, conejos o visones?

Especies para vestimenta

Determinadas especies, como leones, tigres, elefantes, monos, nos resultan curiosas, llamativas, y a cambio creamos circos donde encerramos a sus individuos de por vida, y doblegamos su voluntad con toda la violencia necesaria para que realicen números que nos diviertan.

Especies para divertimento

En España y otros países, los toros son criados y seleccionados por su bravura para ser “toreados”: atravesados con arpones y espadas hasta que mueren desangrados o con el corazón reventado, todo ello para regocijo de aquellos que lo consideran un arte, un espectáculo.

Especies para divertimento

Encerramos de por vida a muchas especies, estén o no en peligro de extinción, en zoológicos y acuarios, para nuestro disfrute y para que nuestros hijos puedan ver cómo es la aburrida y miserable existencia de un animal privado de libertad.

Hay personas que disfrutan del “deporte” de la caza y pesca dando muerte a otros animales, todo ello como mero entretenimiento, sin pararse a pensar en cuánto dolor y daño causan…

Especies como los ratones, hamsters, y algunos primates, entre otros, parecen haber nacido para participar en experimentos de todo tipo, en nombre del progreso humano.

Especies para experimentación

Estos animales son encerrados de por vida, diseccionados vivos sin anestesia, inundados de productos químicos, cosméticos, productos de limpieza, sólo para medir simplemente, entre otras cosas, cuál es la dosis que les causa la muerte, todo ello entre sufrimientos inimaginables para un ser humano.

Especies para experimentación

La validez de dichos experimentos es baja, ya que las diferencias fisiológicas entre cada especie los desvirtúan.

Existen alternativas a la experimentación con animales, como los cultivos celulares, modelos informáticos, que están mostrando mejores resultados.

Especies para experimentación

¿Es justa la actitud vigente hacia los animales? ¿Es justo diferenciar a quienes son iguales en su capacidad básica de sentir, en función de cuál es el beneficio que podemos obtener de su explotación?

Debemos reflexionar…

“Parece una situación injusta, pero siempre ha sido así, todo el mundo lo acepta como algo normal, Forma parte de nuestra cultura y no concibo otro modo de vivir”.

Entonces, ¿es

que no hay alternativa?

…y consiste precisamente en un cambio de nuestros hábitos cotidianos, un giro en nuestras elecciones de alimentos, vestimenta, etc.,

Sí, la hay…

Porque se puede vivir de forma plena y satisfactoria sin alimentarnos de los cuerpos de otros animales, porque podemos vestirnos sin tener que matarles y arrebatarles su piel, ni necesitamos divertirnos a costa suya…

Nuevos hábitos

Esta actitud de respeto sin discriminación hacia todos los animales que no son humanos, se resume en el denominado veganismo, que consiste en buscar sistemáticamente las alternativas en nuestra vida diaria que no sean resultado de la explotación y muerte de nuestros semejantes.

Veganismo

¿qué va a cambiar el hecho de que una sola persona modifique sus hábitos, en contra de la costumbre aceptada en general?

Pero...

¿Durante cuántos siglos fue costumbre

aceptada esclavizar a nuestros

semejantes de otras razas, etnias

y culturas, despojándoles de

sus derechos básicos?

¿Cuánto tiempo fue necesario para que empezáramos a cuestionarnos

tradiciones sexistas...

...los matrimonios concertados, la mujer como una propiedad de su marido, etc.

Costumbres como esas pasaron a ser moralmente inaceptables, gracias a que, uno a uno, la mayoría de nosotros decidió que eran discriminatorias, dejó de contribuir a su sostenimiento, y abogó por su abolición.

La influencia de un individuo

Nuestra capacidad de decisión nos hace responsables de las consecuencias de nuestros actos. No debemos lesionar los intereses de nuestros semejantes sólo porque nos conviene, o por costumbre. Nuestra libertad no es infinita, acaba donde empiezan los derechos básicos de los demás.

No parece que pueda ser justo, ni saludable a nivel de conciencia, que nuestro placer y realización personal esté condicionado a la posibilidad de explotar, esclavizar y matar a otros seres capaces de sentir.

¿Durante cuánto tiempo seguiremos permitiendo

el holocausto de nuestros semejantes de

otras especies animales? ¿Es que no tenemos un

origen común? ¿No compartimos unas

capacidades básicas esenciales, y las diferencias que

pretenden separarnos son realmente de grado,

y no de clase?

Un paso lógico…

Incorporar el veganismo a nuestro modo de vivir promueve el respeto hacia el resto de animales, permite mantener una ética coherente y una relación más justa y honesta con ellos, y contribuye a eliminar la abusiva discriminación especista a la que están sometidos.

En el seno de una sociedad con el grado de civilización alcanzado actualmente ¿Cuántos de nosotros seríamos capaces de matar y desollar con nuestras propias manos a un cerdo, un perro, un gato o una vaca, y luego devorar su cadáver? ¿Hay alguna especial necesidad u obligación de hacerlo?

Si nunca te alimentarías de tu perro o gato, nunca le arrancarías su piel para hacerte un vestido, no permitirías que fuese encerrado en una jaula de por vida, o sometido a horrendos e innecesarios experimentos… entonces reflexiona sobre las razones por las que no lo harías, y seguramente verás que siendo honestos, esas razones son igualmente aplicables al resto de los animales que habitan este planeta con nosotros.

Infórmate en cualquiera de las organizaciones que promueven el veganismo, sobre cómo hacer realidad un cambio hacia hábitos respetuosos con el resto de animales con los que compartimos este planeta.

Gracias por un momento de reflexión

También puedes enviar tus dudas a veganadvise@gmail.com