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Un amor como el tuyo

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Page 1: Un amor como el tuyo
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UnamorcomoeltuyoClaudiaCardozo

Page 3: Un amor como el tuyo

Apapá,quienmepresentóaHarryyloiniciótodo

Amamá,quienmedioelvalorparairaporello

Page 4: Un amor como el tuyo

Primeraediciónendigital:Enero2016

TítuloOriginal:Tuluzenlaoscuridad

©ClaudiaCardozo,2016

©EditorialRomanticEdiciones,2016

www.romantic-ediciones.com

Imagendeportada©GannaKvach

Corrector:DavidJiménezRedondo

Diseñodeportadaymaquetación,OlallaPons.

ISBN:978-84-944875-0-7

Prohibidalareproduccióntotaloparcial,sinlaautorizaciónescritadelos

titularesdelcopyright,encualquiermediooprocedimiento,bajolassancionesestablecidasporlasleyes.

Page 5: Un amor como el tuyo

ÍNDICE

PRÓLOGO

CAPÍTULO1

CAPÍTULO2

CAPITULO3

CAPITULO4

CAPITULO5

CAPITULO6

CAPITULO7

CAPITULO8

CAPITULO9

CAPITULO10

CAPITULO11

EPILOGO

Agradecimientos

Page 6: Un amor como el tuyo

PRÓLOGO

CuandoeloficialdepolicíaGeorgeMason,unhombrealtoytaciturno,algosubidodepesoycontendencia a creer que no ganaba lo suficiente para su ardua labor, llegó a la avenida Strafford,estacionólapatrullafrentealnúmerodoce,elmismodesdeelqueserealizólallamadaalacentraldeemergencias.Trasmirarsurelojycomprobar,desalentado,quenohabríaformadequeatendieraaesallamadasinpasarseelfinaldesuguardia,amedianoche,soltóunamaldiciónysaliódelcocheconpasodisgustado.

EstabaconvencidodequesetratabadeotradelasmuchasdenunciasdepeleasdomésticasqueeldepartamentoacostumbrabaarecibirdesdeesebarrioenlossuburbiosdeBoston.Ensuopinión,unaverdaderapérdidadetiempo,yaqueporlogeneralquienesfueraquesostuvieranesaspeleas,alveraunpolicíafrenteasupuerta,decidíanquenohabíanadademaloendejardelastimarseelunoalotroyatacaraldesconocidode turno,aunqueello lessignificaraunavisitaa lacomisaría.Sí,eramuyposible que el oficialMason debiera pasar el resto de la noche rellenando informes y recibiendounoscuantospuntos.

Alcruzarladesvencijadaverjaqueresguardabaunjardínaúnmásdescuidadoyllegaralaentradaprincipal, sinembargo, fruncióel ceñoalnotarque lapuerta seencontrabaentornada.Esonoeramuycomún,noenunvecindario tanpeligrosocomoaquel; lousualhubierasidoencontrarseconunapuertacerradaacalycantoyunoscuantosgritosatravésdeella.Perono,yeseeraotropuntocuriosoquelopusoenguardia;noseescuchabaunsolosonido.

Siguiendosusinstintos,llevóunamanoasucinturónytomóelarmadereglamentoconfirmeza.Talvezfueraalgomayorynoestuvieraensumejorforma,perosabíacómoenfrentarunasituacióncomoaquella.Sostuvoelarmafrenteasíysepusodeladoparaabrirconcuidadolapuerta,atentoacualquiermovimiento que pudiera resultar extraño.Al ver que no había nada fuera de lo normal,ingresóenlaviviendasinbajarelarma,ydiounamiradaalrededordelpequeñorecibidor,perotodoparecíaestarenorden.

Ahogandounsuspirodealivio,seadentróaúnmásenlacasaygiróunrecodo,encontrándoseenlasaladeestar,unahabitaciónpequeña,peromáscuidadaquelovistohastaesemomentoenelrestodelacasa.Miródeunladoaotro,unavezmássinéxitodehallaranadie,yestabaapuntodegirarparamarcharsecuandonotóunbrillorojizosobrelaraídaalfombradetrásdelsofá;denoserdeundeprimentetonogrisnohabríareparadoenelcontraste.Sosteniendosuarmaunpocomásalto,seacercó con paso firme pero cauto hasta el lugar y, al rodear el sillón y encontrarse con lo queocultabaalavista,nopudoevitarhacerunamuecamezcladesorpresayrepulsión.

Frenteaélseencontrabaunhombretendidodeespaldas,conlosaterradosojosabiertosfijoseneltechoyunaheridaenlafrente,delaquebrotabaesasangrequemanchabalaalfombra.Trasvacilaruninstante,eloficialMasonseagachóconcuidadodenopisarlaevidenciaycomprobóloevidente:el hombre no tenía pulso, pero su cuerpo aún parecía encontrarse tibio.Llevó lamano a la radiosujetaensucinturónyestabaapuntodellevárselaalabocaparadaravisodelhallazgocuandoundébil sonido procedente del piso de arriba lo puso nuevamente en alerta y, tras dar unamirada alhombrequeestabaseguronoledaríaningúnproblema,seencaminóhacialafuentedeeseruido.

Subió lasescalerasconpasocuidadoso, sin titubearyconelarmaenalto, listoparadisparar si

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hubiera sido necesario. Giró en el rellano al llegar a lo alto y estudió el panorama; tres puertasdistribuidasacadaladodelcorredor,perosololaúltimadelaizquierdaseencontrabaabiertayundébilhazdeluzsurgíadeallí.EloficialMasonseacercópasoapaso,muysuavementeyunavezmásseviofrenteaunaescenaespeluznante.

Esta vez se trataba de unamujer, una joveny bonita pese a lo descuidadode su apariencia y elcabelloquecubríapartedesurostroensangrentado.Adiferenciadelhombreenelprimerpiso,ellaseencontrabasentadaenunamecedorademaderaquesemovíaconun levevaivén,elmismoquedebiódeserelresponsabledelruidoqueeloficialescucharahacíasolounosminutos.Seacercóyexaminólaescenaconelceñofruncido.Nohabíaunaheridadebalaenlafrente,comoenelanteriorcaso, sinoqueenestaocasión sepodíaobservaruncorteque ibade la sienderechaa labarbilla,posiblementehechoconunanavaja.Peroesonoeratodo,segúnpudocomprobarelpolicíaalbuscardeformasuperficiallacausadelamuerte,yaquenocreíaqueesecortehubierasidosuficienteparamatarlapesealaabundantesangrequehabíaperdido.Unorificioensucostadoindicabaquelabaladebiódeatravesaralgunosórganosycausarunahemorragiainterna.

Perturbado,elpolicíatomóestavezsuradiosindilaciónyselallevóaloslabiosaltiempoqueapretabaelbotón.

—Aquí el oficialMason, respondiendoa llamadaen el númerodocede la avenidaStrafford—dijo,contonoquedevelabasuconsternaciónycontinuósinesperarrespuesta—.Novanacreerloquehapasadoaquí,esunacarnicería…

Suvozfuecallandoalcaptarunsonidolevequesemejabaunextrañojadeoydejócaerelbrazoquesosteníalaradioaltiempoquevolvíaalevantarelarma.Albuscarelorigendelsonido,notóunarcón en el fondo de la habitación, justo frente a lamecedora en que descansaba el cuerpo de lamujer.Seacercócontientoyapuntóconlapistolaalatapadelmueble,quevistodecercaeraalgomásgrandedeloquepensóenunprimermomento.Conmanostemblorosasguardólaradioyusólamano libre para levantar la cubierta negra,mentalmente preparadopara hallar otro cuerpoo, consuerte,alresponsabledeesabarbarie.

Sinembargo,allevantarlatapa,elarmaenalto,seencontróconunosgrandesojosqueloveíanasuvezconsemblanteinmutable.Elchiconopodíacontarconmásdeseisaños,einclusomenossiseateníaalodelgadoqueestaba;llevabaunacamisetadepijamaazulconfigurasgeométricasamarillasyunospantaloncillos, tambiénazules,peroque lequedabangrandes.Mason tardóunmomentoenreaccionarantesdebajarelarmayveralchiquilloconalgoquenofueraconsternación,enespecialcuandoeste,quenodejabadeobservarloconesosojosqueparecíanllenarsurostro,seencogióunpocomásensupequeñorefugioyelevóapenaslavozparahacerunapreguntaquelepusolospelosdepunta.

—¿Dóndeestámimamá?

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CAPÍTULO1

El asistente del fiscal de distrito David King observaba a su jefe con algo parecido a laexasperación,lamismaquehubierapodidoserfácilmenteconfundidaconindiferencia,algoquesele daba bien fingir, y que en ese caso le era bastante útil.Al fiscal de distrito PeterRollins no legustabaserobjetodeexasperación,peropodíamanejarlaindiferenciasutilconciertagracia.Solounapoca.

—¿Te aburro, David? ¿Prefieres que te cuente una broma? El juez Carson compartió unamuybuenalaotranocheenlacenadelGobernador…

Davidcaptólafinaironíaysonriósinvariarsuexpresión.

—Nosabíaque el juezCarson tuviera sentidodel humor—dijo, con suvozprofunday, en esecaso,faltadeemoción.

—Nolotiene,ysoloporesolabromaesmásdivertidaaún.

—Creoqueprefieronooírla.

ElfiscalRollinsseencogiódehombros,alparecernadaofendidoporesepequeñodesplante.

—Tú te lo pierdes—dijo, para luego continuar un tantomás serio— ¿Leíste el informe que teenvié?¿Elnuevocaso?

David asintió, mostrándose interesado por primera vez desde que se iniciara la charla. Era unhombreconescasapacienciayaúnnolograbaacostumbrarseaesaslargasintroduccionesquesujefeacostumbrabaadarantesde tratar los temasqueensuopinióneranenverdad importantes.Enesemomentofijósusojososcurosenlosgrisesopacosqueloobservabanenesperadeunarespuesta.

—Sí, lo leí enel coche—dijo, conel ceño ligeramente fruncido—.¿Sabemoscómopasóesto?¿Lapolicíahahechoalgúnavance?

Sujefesacudiólacabezadeunladoaotro,sinrastrodesuanteriorburla.Parecíaabrumado.

—No, aún no. Los agentes siguen trabajando en la escena y el laboratorio forense va a todamarcha,segúnWhalberg—Rollinsdiounacabezadaalteléfonosobreelescritorioconfastidio—.Oesodiceella,yasabesquenoesdelasquecompartenmucho.

David asintió, pensativo. Susan Whalberg era la directora del Departamento de InvestigaciónForense de Boston y tenía una bien ganada fama demujer inteligente y capaz, pero poco dada adoblarlamanofrentealasjerarquíasdesujurisdicción;esaeraenrealidadunadelascosasquemásleagradabandeella,aunquenopensabamencionarlofrenteaRollins.

—Susantieneunbuenequipo,estoysegurodequeencontraránalgopronto—dijo,convencido—.¿Yquépasaconelniño?

—Estáenelhospital.Alparecernotieneunsolorasguño,peroessuestadoemocionalloquemáspreocupaalapolicía…—Rollinssacudiólacabezadeunladoaotro,sumalestareraobvio.

—¿Creenquepuedehabervistoloqueocurrió?

—Esperoqueno—elfiscalexhalóunsuspiroyendurecióunpocoelsemblantealcontinuar—:¿Aquiénengaño?Losientoporelchico,perotodoestoserámássencillosipuededecirnosloquepasó.

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Davidnorespondiódeinmediato;enlugardeellotomóelmaletínquedescansabaenlasilladealladoyloabrióparaextraerunlegajoquerevisóensilencio.Cuandovolvióahablar,sutonoeraaúnmásfríoymirabaasujefeconelceñofruncido.

—¿Enverdadesperasqueunniñodeseisañoshayasidotestigodelbrutalasesinatodesuspadresparaquetefaciliteeltrabajo?—dijo,sinlevantarlavista.

Rollinstuvoladecenciadelucirunpocoavergonzado,sibienesamuestradehumanidadnodurómucho.

—Notepongasmoralistaahora,¿deacuerdo?Tambiénes tu trabajo—sepermitióunapequeñasonrisasardónica—.Parasermáspreciso,essolotutrabajo,nomío.

—Nisiquierapienses…

—Losiento,peronorecuerdoquetengaslaautoridadparadecirmeloquepuedoonopensar—Davidseviobruscamenteinterrumpidoporsujefe,quelovioconunacejaalzada—.Acabasdeseroficialmenteasignadocomofiscaldeestecaso,David,felicidades;estoysegurodequeloharástanbiencomosiempre.

—Y si así fuera, tú estarás encantado de llevarte todo el crédito, ¿cierto?—David recuperó elaplomoyobservóaRollinsconelceñofruncido—.Perosifallo…

Elfiscalseencogiódehombros,comosinohubieracontempladoesaposibilidad.

—No lo harás, es un gran caso y te gusta ganar. Pero, si las cosas no resultaran del todo bien,seguro que encontrarás una buena explicación para el alcalde —dijo, con expresión deautosuficiencia.

Davidsacudiólacabezadeunladoaotro,divididoentreeldesprecioqueleinspirabaRollinsylasatisfacción de saber que podría encargarse de un caso tan complejo. Respecto a lo primero, eraciertoque su jefenoeraunhombreejemplar, avecesdudada seriamentedeque fuera siquieraunfiscalrespetable,peroestabaconvencidodequedebíasuposiciónasuhabilidadparatenerexcelentescontactos,comoeldelalcaldeJohnson,quienlodesignabaunayotravezparaunodeloscargosmásenvidiados y respetados de la jurisdicción. Y por otra parte, aunque el caso era uno de los mássórdidos a los que se había enfrentado, no sería el abogado competente y ambicioso que siemprehabíamostradosersidudabauninstanteentomarlo.

Sí, era posible que se viera en la necesidad de plantar batalla aRollins e incluso almismísimoalcaldeJohnsonsilasinvestigacionesnoresultabanconlafacilidadqueambosdeseaban,peroibaallegar almeollo de ese asunto y tendría la satisfacción de llevar a los tribunales a quienes fueranresponsablesdelcrimen.Soloque,adiferenciadeRollins,estabadecididoanorenunciarasuéticaparaconseguirlo,ymuchomenosaaplastaraunniñoenelproceso.Eraambicioso,ymucho,peroteníasuslímites.

LaoficinadeladirectoradelDepartamentoForensedeBostoneraunodeesosespaciosenlosqueincluso el hombre más firme se vería un poco intimidado y, en opinión de David, eso eraprecisamenteloqueSusanWhalbergtuvoenmentealdecorarla.

Lahabitaciónsemejabacasiaunhospital, tanclínicoeimpersonalerasuaspecto.Paredesdeunblancoimpoluto,apenasunapinturadeeseartecontemporáneoqueDavidnosemolestabaenintentarcomprender; cadamueble y objeto que la componían, todos inmaculados e impersonales, estaban

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ubicadosdeformaestratégicaparaqueelvisitantesesintieracomosiseencontraradentrodeunaceldabienordenada.Ylacarceleranoteníamuybuencarácter.

—¿CómoteconvencióRollinsdequetomarasestecaso,King?Déjameadivinar,notediotiempodeserconvencido.

David recibió el ácido comentario de Susan con una sonrisa, sin mostrarse ofendido. SusanWhalbergleagradaba,ymucho,peroestabaconvencidotambiéndequeaellanolegustaríasaberlo,y en verdad a él tampoco le seducía la idea de decirlo; sus conversaciones eran por lo generalbastante cáusticas, aunque mantenían un sutil tono de respeto mutuo que pocos hubieran podidoadvertir.

—Esunbuencaso,Susan—dijo,trasencogersedehombros.

—Esuncrimenmacabrocometidoporunamenteenferma—ellalocorrigiócontonosarcástico—;aunqueestoyseguradequeustedeslosabogadossiemprelogranverelladopositivoentodo.

Davidsepermitióunapequeñasonrisa.

—Acabodellegar,Susan,puedesdejartuscomentariosrespectoaloquepiensasdelosabogadosparaotrodía—respondiósinalterarse,paraluegopasarausarsutonomásprofesional—.Ahora,¿porquénomecuentasquéesloquetienen?

Lamujersuspiróydejóaunladosuactitudcínicaparamostrarseunpocomásflexible,loquelerestódurezaasusemblante.Davidcalculabaquenopodíasermuchomayorqueél,quizáochoodiezaños,alosumo,porloquenopodríatenermásdecuarentaycinco.Eraunamujeratractiva,perosuairedistantealejabaaquienesmostraban interésen tratarla, aexcepcióndepocaspersonasquenopermitíanquesuduraactitudlasintimidara.Davidseconsiderabaunadeesaspersonas.

—Es un feo asunto, de losmás desagradables que he visto enmi carrera, y sabes que he vistomucho—sutonoerapausado,sencillo,perofirme—.Losforensesyahanlevantadoloscadáveresyseencuentrananalizandotodoaldetalle,lomismoquelaescenaensí;tengoamismejorestécnicospeinandocadarincóndeesacasa.

Davidasintió,noeraalgoquenosupieseoquenohubierasupuesto.

—Leíelpartedelapolicíaestamañana,todalainformaciónestállenadeespeculaciones,lousualaestasalturas.Corrígemesiestoyequivocado—éltomóunlegajodesumaletínylodejócaerconpocaceremoniasobreelescritorio,recitandoloshechosdememoria—:Unapareja joven,CliveyMargotRussell,deveinticincoyveintidósaños,vivíanenelnúmerodocedeStraffordconsuhijodeseisaños.Serecibióunallamadaal911yunoficialdelapolicíadeBostonfueaverquéocurría;esperabaencontrarseconunapeleadoméstica,peroenlugardeellosevioenmediodeunbañodesangre.Lospadresasesinadosysuhijoescondidoenelarcóndesudormitorio.Nohayseñalesdeluchaenlacasa,lascerradurasnofueronforzadas,yMargotRussellnosolorecibióunaheridadebalamortal,sinoquetambiénhicieronunaextrañamarcaensurostro.¿Voybien?

Susanasintióaltiempoquehacíaunladounmechóndecabellooscurocaídosobresufrente.

—Pordesgracia,sí,vasmuybien—dijo—.Aúnnotengoelresultadodelasautopsias,asíquenosabemossi laheridadelamadrefuehechaantesodespuésdesumuerte,quizáesonosdigaalgo;mientrastantosoloquedaesperar.

—¿Encuántotiempotendrásesosresultados?

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—Mañana,espero,ytambiénpodrédartealgunainformaciónacercadesilamarcaenelrostrodeesa mujer tiene algún tipo de significado—Susan respondió a su pregunta un tanto pensativa—.¿LeístelorelacionadoconlosantecedentesdeRussell?

Davidasintió,peroestavezabriólacarpetaparacomprobarciertainformación.

—Expandillero,miembrodeunabanda llamada“Lospaganos”, relacionadocon lamafia rusa;pero según su archivo cumplió dos años por tráfico de drogas y una vez que salió no volvió avinculárseleconorganizacionescriminales.

—¿Ycreesqueunhombreconesosantecedentessimplementedecidióseguirporelbuencamino?—Susanelevóunaceja,escéptica.

—No, no lo creo, y si lo hiciera sería un idiota. No digo que no puedan rehabilitarse, peroreconozcoqueestoypredispuestoapensarlopeor…

—Túsiemprepiensaslopeordetodoelmundo,King,esoesloquetehaceunbuenfiscal.

Davidsonriótantoporelinesperadocumplidocomoporlacríticasutil.

—Tienesunaimpresionantehabilidadparahacerloshalagosmáscuriosos—dijo,burlón.

—¿Quiéndicequefueunhalago?

Sindejardesonreír,Davidsacudiólacabezaysepusodepie.

—Envíaesosresultadosalaoficinatanprontocomolostengasyconsiguequeeseequipotuyosedéprisa.

—Telodije,tengoamismejoresforensestrabajandoenestecaso.

Davidcorrespondióaltonodefensivoconunencogimientodehombros.

—Yteoíperfectamente,perovamosanecesitarqueseesfuercenunpocomás—ignorólascejaselevadasdeSusan,comosihubieratomadosuspalabrascomouninsultoparasuequipo—.Sabesloqueopinode tugente,Susan,sonbuenos,muybuenos,perouncasocomoestenecesitaalgomás.Quierorespuestasysololastendrésiellosencuentranalgoqueayudealapolicíaparadarconlosresponsables.

Susanledirigióunasonrisasardónica.

—Yentoncestútomarásacadaunodeellosylospondrásenelbanquilloparaluegoasegurartedequeterminentraslasrejas—dijo,juntandolasmanossobreelescritorio.

Davidasintió.

—Megustaquenosentendamos—dijoél,preparadoparamarcharse—.Quetengasunbuendía,Susan.

EstabaapuntodemarcharsecuandolavozdeSusanloobligóadetenerse.

—David…

—¿Sí?

—PasasdemasiadotiempoconRollins—Susansonómássatisfechaquereprobadora—.Sigueasí,talvezlequiteselpuestoynoslibresdeél.

Davidsemarchósinresponder,perounavezqueestuvofueradelaoficinasacudiólacabezadeun

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ladoaotroysonrió.

—Estoesasqueroso…

—Aquítenemoseleufemismodelaño.

LaoficialdepolicíaMaríaCabrerarecibióelcomentariodesuamigaconungestodedesagrado;enrealidad,estuvotentadaasacarlelalengua,peroconsiderandoqueseencontrabanenlaescenadeuncrimen,esohubierasidomuypocoprofesional.Einfantil.

—Deacuerdo,talvezasquerosonoesunabuenapalabra.Esunamonstruosidad—secorrigiódemalagana.

—Esosuenamejor.

La forenseBethWilson no se quedó a esperar una réplica a sumordaz comentario, diomediavueltayseencaminóalasaladeestarenlapequeñacasadelnúmerodocedelaavenidaStrafford.Unavezallíabriósumaletínsindejardemiraralrededorconelceñofruncido,yempezóaretirarlosinstrumentosquenecesitaríaparaempezaraprocesarlaescena.Cuandotuvotododispuesto,searrodillóaescasadistanciade lagranmanchadesangresobre laalfombray retiróalgunas fibrasconmuchocuidado.Elmédicoforenseacababadellevarseelcadáveralamorgueparalaautopsia,lomismoqueeldelainfortunadaesposa.

—¿Murióaquí?

Bethasintióalapreguntadesuamigasinperderlaconcentración.

—Sí,notuvotiempodenada—dijo,losojosentrecerradosalguardarlasfibrasenlossobres—.Pobretipo.

—Esposiblequeesepobretipotengaresponsabilidadentodoesto,asíquemoderatucompasión.

—La compasión nunca debería sermoderada—esta vez Bethmiró a su amiga por encima delhombro—.Penséqueerascatólica.

LaoficialCabreraseencogiódehombros.

—Meconsiderounacreyenteracional.

—Siteoyeratumadre…

—Noteatrevasadecírselo.

Beth contuvo una sonrisa y sacudió la cabeza de un lado a otro, divertida. Su amiga, en tanto,exhaló un suspiró y se recostó en el vano de la puerta, sacudiendo un trazo de polvo de suspantalones.

—Odioestetonodeazul,meveoespantosa—frunciólanarizcondesagradosindejardeobservareltrabajodeBeth.

—Noestanmalo,combinacontublusa.

Maríachasqueólalengua,inconforme.

—Séqueeresmiamiga,yaprecio lamentira,pero incluso tú sabesquenoesverdad.ConesteuniformeluzcocomounAvatar.

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Bethfingiópensarloyalcabodetodounminutodesilencioasintiódeformasolemne.

—Tienesrazónylosiento.PeroinclusocomounAvatarestásestupenda.

Yeraverdad,oalmenosasílopensabaBeth,yestabaconvencidadequecualquierserhumanoconlavistaindemneestaríadeacuerdoconella.Maríaerahermosa,conunatezeternamentebronceada,los ojos oscuros y un cabello que mataría por tener. Bueno, esa tal vez no fuera una idea paraacariciarenmediodelaescenadeundoblehomicidio,nisiquieraenbroma.

—¡Oh!Es lomásbonitoquemehandicho enmivida—María fingió emoción, pero su rostrocambióconrapidezymutódeprontoaunodecompletaseriedad.

Beth alzó las cejas al notar la llegada de uno de los detectives responsables del caso, que seapresuróahacerunainclinacióndecabezaenseñaldesaludoqueellacorrespondióentantoMaríapermanecíainmóvil,conlosbrazospegadosalcuerpoymuyrecta.Bethestuvotentadaadecirlequepodíarelajarse,peropensóquesuamigaagradeceríaqueseguardarasuopiniónenesemomento.

—SeñoritaWilson,diríaqueesungustoverlanuevamente,pero…—eldetectivediounacabezadaparaabarcarlahabitación.

Bethasintióehizoungestoparadaraentenderquehabíacomprendido.

—Estoy de acuerdo, detective Holland, no es un buen punto de reunión—dijo, al tiempo queguardabasusimplementosyseponíadepie—.Acaboderecolectaralgunasmuestrasaquí,quierovereldormitoriodondefueencontradalaesposa.

Eldetectiveasintió.

—Puedoasegurarlequeseveaúnpeorqueestelugar;losientoporella,yporelniño—élexhalóunsuspiroresignadoaltiempoquesepasabaunamanoporlosojos.

Eraevidenteque llevaba tiemposindormir, lodelataban las sombrasbajo susojosyel cabellorevuelto,aunqueenopinióndeBeth,yestabaseguradequeMaríaestabaporcompletodeacuerdo,ello no le restaba nada a su atractivo. El detective Simon Holland era considerado uno de losmiembrosmásapuestosdelapolicíadeBoston,oalmenosdelosqueacostumbrabantratarconeldepartamentoforenseenelqueellatrabajaba.Yahabíacolaboradoenvariasoportunidadesconélyle agradaba; estaba seriamente comprometido con su profesión y, a diferencia de algunos de suscolegas,eramuyrespetuosoconeltrabajodelosexpertosforenses.

—¿Dóndeestáél?—preguntóBethdepronto,conelentrecejofruncido—.Elniño,quierodecir.

—Enelhospital,peronoestáherido—seapresuróélaaclararalverelgestodepreocupaciónensu rostro—. Sufrió un gran shock, el agente que lo encontró tuvo problemas para sacarlo de esearcónynohavueltoaabrirlabocadesdeentonces.

—Escomprensible,supongo.¿Creequeélhayavistoaquienesmataronasuspadres?

EldetectiveHollandechólacabezahaciaatrás,comosicavilarasurespuesta.

—Esaltamenteposible,sí,siconsideramosqueestabaocultoenesearcón.Enmiopinión,porloquehepodidoverhastaahora, losasesinos,porquecreoquehandebidoseralmenosdos,estabanreunidos aquí con el padre…—señaló la puerta de entrada con lamano antes continuar—:Habránotado que no forzaron la entrada, así que debió conocerlos, quizá sostenían una conversación ymientrasélhablabaconellos,lamadreacostabaalniño.Barajamoslaposibilidaddequelascosassesalierondecontrol,ledispararon,yesesonidodebiódealertaralamadre,quellamóal911,perono

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tuvotiempodeexplicarlasituaciónyesoconfundióalaoperadoraquepensóquesetratabadeunapeleadoméstica.

—Yfueentoncesqueescondióalniño,porquesabíaqueiríanporella,entoncesellossubieronalahabitaciónylaasesinaron.Señor.

La interrupción deMaría tomó por sorpresa a ambos; había permanecido en completo silenciodesdelallegadadeldetectiveHolland.

—Excelenteconclusión,agenteCabrera,nopodríahaberlosintetizadomejor—eldetectivedirigióunasonrisaamistosaaMaríaque,segúnnotóBethuntantodivertida,terminóruborizándose,peroélnopareció darse cuenta de ello—.Precisamente voy ahora a hablar con el niño, o a intentarlo, almenos.Serviciossocialesseestáencargandodeélmientrasencontramosaalgúnfamiliar.

—Esperoquehayaalguienparaél,vaanecesitarlo.

EldetectiveasintióaloírelcomentariodeBeth.

—Haremoslomejorquepodamos—dijo,cauto—.Deboirmeahora,micompañeromeespera.

—¿AúntrabajaconeldetectiveLancaster?

Bethnopudodisimulareltonoescépticoensuvoz,peroeldetectiveHollandnopareciótomarloamal. Era conocido el carácter difícil de su compañero; así como él era considerado un hombreamable y de fácil trato, el detectiveLancaster, un hombremayor y cercano al retiro, semostrabasiempreuntantodespreciativoyconunomnipresentemalhumor.

—Sí,estáenelcoche,leharéllegarsussaludos—dijoporúltimoentonobromistaysepreparópara marchar, pero antes miró a ambas mujeres con una expresión amistosa—. Buena suerte,señoritas,estaréatentoasusavances,tenemosqueresolverestoloantesposible.

Sindecirmás,semarchóyfuesolodespuésdealgunosminutosqueMaríarompióelsilencio.

—¡Oh,Dios!¿Cómopuedesertan…?

Bethfruncióloslabiosyobservóasuamiga,sosteniendosumaletíncontralacadera,decididaadejarquecontinuara.

—Tanapuesto,tanencantador,tanadorable—Maríaabandonósuposturaseriayjuntólasmanosalaalturadelpecho,conojossoñadores—.Tan…

—¿Felizmentecasado?

La ácida acotación de Beth cumplió su propósito. Su amiga hizo un mohín y se encogió dehombrosconexpresióntrágica.

—¿Porquédisfrutastantohaciendotrizasmissueños?—preguntó,falsamenteherida.

—Alguientienequehacerlo—Bethpasóunamanosporsuespesocabellocastaño,tomandonotamentaldequelevendríabienunavisitaalapeluquería—.Aunquereconozcoqueesatractivo.

Maríasecruzódebrazosconunacejaalzada.

—¿Soloatractivo?¿Enserio?—preguntó,escéptica.

—Yencantadoryadorable,yelprotagonistadetussueños—Bethcontuvounacarcajadaaduraspenas, pero su semblante se dulcificó al observar a su amiga—.Encontrarás a alguien, cariño, unbuenhombrecomoHolland, siquieresy, aúnmejor, seráalguienqueno luzcaunaalianzaconel

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orgulloconelqueéllohace.

Lapolicíahizoungestograciosoconlasmanosenelairealoírla.

—Supongo.Despuésdetodo,soyunhermosoAvatar—dijo.

Bethnopudoreprimirestavezlacarcajadaquesubióporsugargantayrompióareír.

—¿Loves?Tambiéneresadorableyencantadora…

—Ypatéticamentesoltera,noolvideseso.

—Túyyocariño,enelmismobarco—Bethvolvióareírypasóporelladodesuamiga,dándoleuna palmadita cariñosa en el hombro—. Ahora vamos a dejar esta deprimente charla y vayamosarriba.EstoyseguradequeHollandestáenlocierto;noseráunavisitaagradable.

Anteelrecordatoriodesulabor,Maríadejólasbromas,seencaminóalpiedelaescaleraehizoungestoparacederelpasoasuamiga.

—Lasbrillantescientíficasforensesprimero,porfavor.

Bethnegóconlacabeza,entrecerrósusgrandesyexpresivosojosysedetuvoasulado.

—Recuérdame mencionar a tu madre ese catolicismo tan cómodo del que alardeas —dijo,reanudandoelcaminoyempezandoasubir losescalonesconpaso firme—.Creoque ledebounainvitaciónaalmorzarundíadeestos.

Maríareaccionócomosiacabaradelanzarlelamásterribleamenazayseapresuróaseguirla.

—Noteatrevas,ElizabethWilson…

Susvocesseperdieronenloaltodelrellano.

Davidexhalóunsuspiroporcuartavezenloqueibadelaúltimahoray,alrepararenello,hizoungestodeprofundomalestar.Odiabacuandolascosasnomarchabancomoéllasnecesitaba.Noesqueestuviera acostumbrado a obtener siempre lo que deseaba, pero en determinadas circunstanciasesperabaqueeluniversooquienfueramostraraunpocodeempatíayleayudaraahacersutrabajo.

EseerasuprimerdíaconelcasodelcrimenenlaavenidaStraffordyaúnnoteníaabsolutamentenada.No era algo del todo inusual; con frecuencia era necesario recopilar información de formaexhaustivaysometeracomprobacionescadaavanceenlainvestigación,peroenuncasocomoaquel,tanabominablecomomediático,necesitabarespuestasylasnecesitabapronto.

Silascosasmarchabanbien,Rollinsestaríaencantadodearrogarseelcrédito,perosinoeraasí,entonces David se vería en la necesidad de afrontar tanto al alcalde como a la prensa, y ambasposibilidadeseranigualdedesagradablesparaél.Siignorabaelhechodequeconfrecuenciaseveíaenlanecesidaddetratarconcriminalesdetodotipo,loúnicoqueledesagradabadesutrabajoeraelimportantepesodelapolíticaencadaaspectodesudesarrollo.

NotemíaaRollinsnilepreocupabaloqueelalcaldeJohnsonpudieradecir;perodesearíapoderhacersutrabajosinesperarquetantounocomootrosaltaranasucuelloencualquiermomento.Yaunasí,seríaincapazderenunciar,nocuandohabíaluchadotantoporesepuestoyestabaconvencidodequeellidiarconunoscuantospersonajesdesagradablesvalíalapenasiellolepermitíahacerloquemáslegustaba.Aplicarsusconocimientos,ganar,yasegurarsedequeloscriminalessalierandelascalles.Leparecíauntratojusto.

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Con otro suspiro que tuvo en realidad bastante de resoplido, miró el reloj y frunció el ceño.ConfiabaenSusanWhalbergysusbuenasintenciones,nodudabaqueteníaasusmejoresexpertosenelcampodeinvestigación,perohabíadescubiertoenbaseasuexperienciaqueunbuenfiscalnosequedaba cruzadodebrazos en su oficina esperandoque los investigadores y policías tocaran a supuertaconunbonito legajo listoparaqueélpudieraencargarsedesu laboren los tribunales.Confrecuencia debía ensuciarse los zapatos, como decía Rollins en tono burlón, emoción que Daviddespreciaba,peroqueenesenciacomprendía.Eraimportanteformarparteactivadelainvestigación,descubrirlaspistasalmismotiempoquelosforenseseiratentoconeltrabajodelospolicíasparaasípoderarmarunexpedienteperfecto,otantocomofueraposible.

—Lospolicías…—rumióentredientes,conunamuecaburlonaenloslabios.

Talvezsumalhumornosedebieradel todoa losescasosavancesenelcaso,y lagravedaddelmismo,sinoaesemalditoapellidoquenodejabadesaltarasusojoscadavezqueleíaelinformedelproceso.

Holland.

Eseuniversoque jamás leprestaba atención cuando lonecesitabadebíade estarlopasandomuybienasucosta.

Eralaprimeravezquetrabajabaconesedetectivedesdequesumundoempezóadesbaratarse,yaunqueestabaacostumbradoasepararsussentimientospersonalesdesusdeberescomoprofesional,esoerademasiado…

¡Maldita sea! ¿Cómo rayos iba a trabajar con ese tipo? Estaría dividido entre procurar evitarlotanto como le fuera posible y pegarle un puñetazo a la primera oportunidad. Y nunca se habíaconsideradounhombreviolento…

Conunnuevosuspiroqueestavezseoyómáscomoungruñido,sepusodepieypasóunamanopor su rostro, sorprendiéndose al notar que necesitaba un afeitado, y pronto. Pero primero debíahacerunavisitaalhospitalparaentrevistarseconelchicoRussellparaconocersuestado,loquenoibaasersencilloporquealparecercontinuabasindecirunapalabra.Consuerte,losencargadosdelosserviciosinfantileshabríanconseguidoyaquedieraalgunamuestrademejoría.

HabíasidosinceroconRollinsaldecirquedespreciabasuesperanzadequeelniñohubierasidotestigo del asesinato de sus padres, pero si ese fue el caso y podía ayudar de alguna forma asolucionaresecrimen,noibadesaprovecharlaoportunidad.Seríalomejorparatodos.

Bethmiró una vezmás el papel que sostenía en lamano izquierda y frunció el ceño, un pococonfundida.Volviósobresuspasos,comprobólosnúmerosdelashabitacionesynotóquedebíadarunrodeoalaestacióndeenfermerasparallegarala606,dondeseencontrabaelniñoRussell.

Odiabaesasasignaciones,deallíqueprefirieradedicarsearecogermuestrasdeobjetosolugaresy luego procesarlos en el laboratorio. Incluso lograba manejar con bastante profesionalidad eltrabajar con cadáveres, por duro que pudiera resultar para otros. Pero seres vivos, un niño queacababadesobreviviraunaexperienciatantraumática…debióconvenceraAlan,sucompañerodelaboratorio, para que se encargara de esa asignación, pero al pensar en la personalidad de esehombrequeno lograbacontener los comentariosmenosapropiadosencualquier circunstancia, sedijoquequizánohubierasidounabuenaidea.ElpobreJeremyRussellhabríatenidootrarazónparalamentarsumalafortuna.

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Trassacudirunpocolacabezaparacentrarseeinhalaryexhalarvariasvecesafinderecuperarlacalmaymostrarse tan segura como le fue posible, se encaminó a la habitación custodiada por unoficialdepolicíaqueocupabaunasillaal ladode lapuertay, trasdirigirleunapequeñasonrisaymostrarsuidentificación,entrósindetenerseatocar.

Sumiradafueinstintivamenteatraídaalacama,dondedescansabauncuerpopequeñorecostadodelado,ysintióunacontorsiónenelestómagoalverqueelniñoseencontrabadespierto,peroteníalamirada fija en la pared e ignoraba por completo al hombre de pie a su lado. Beth esperabaencontrarse con el oficial Holland, pero supuso que se trataba de uno de los asistentes socialesasignados al caso y aprovechó que al parecer no había notado su presencia para observarlo condiscreción.

Yvayaquemerecíaserobservado.

ABeth le gustaba pensar que no era de la clase demujeres que se dejaban impresionar por unhombre atractivo; tenía la suficiente experiencia para saber que un exterior bonito no siempreescondíaunapersonalidadajuego;pero,yconseguridadMaríaestaríadeacuerdoconella,nohabíanadademaloenapreciareseexteriordevezencuando.Aprudentedistancia,aserposible,soloporsiacaso.

Esehombreenparticular,porcierto,parecíadeltipoquepreferíamantenertantadistanciaconelmundoexterior como fueraposible, o eso indicaba su ceño fruncido, lamiradadistraíday el queapenasmostraramayor emoción frente al niño. Era alto,muy alto, lo suficiente para queBeth sesintieramáspequeñaquede costumbre, y con sumetro cincuenta y tres, esono era nada extraño.Teníaelcabellooscurodesordenado,comosiacostumbrarapeinárseloconlosdedos,yunabarbaincipientequeensuopiniónlequedababastantebien.Nopodíaverdesdeallíelcolorexactodesusojos,perotuvolaextrañacertezadequedebíandesertannegroscomosucabello.

Hubiera continuado observándolo con avidez si la puerta no se hubiera abierto tras ella conbrusquedad,haciendoqueseadelantaraunospasosconunatorpezaquedelatósupresencia.

Bethsedividióentre la satisfaccióndecomprobarqueelextraño tenía losojosnegroscomo lanocheylavergüenzadeversesorprendidaespiando,perolaenfermeraqueacababadeentrarrestóunpocodetensiónalmomento.Sindetenerseaprestarlemayoratención,yobligándolaahacerseaunlado,seacercóconpasoapresuradoalacamapararevisarunasnotas.

—¿Nada?—laenfermera,unpocomayorydeltipomaternal,sedirigióalhombreconunacejaalzada;alnoobtenerrespuesta,continuó—.Megustaríadecirqueeslaprimeravezqueveouncasocomoeste,peroesusualqueeltestigodeunasituacióntanterribleevidencieestecomportamiento.Siestuvieraensulugar,tampocoquerríahablarconnadie.

Elhombreasintió,ygirólacabezaconunmovimientorápidoparaobservaraBethporprimeravez,comosiapenassepercataradequehabíaotrapersonaenlahabitación.

—¿Serviciossociales?—teníaunavozprofundayagradable,sinseramistosa.

Bethtardóuninstanteencomprenderlapregunta,loquelahizosentirunpocotonta,sensaciónquebastóparaquerecuperaraeldominiodesímisma.Negandoconlacabeza,seadelantóunospasosysacódesubolsillosuidentificación.

—Forense—respondió—.Vengoarecogerunasmuestras.

—¡Dios!Elpobreapenaspermitequeletomelatemperatura,¿creesquedejaráqueloproceses?

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—laenfermeraledirigióunamiradareprobadora—.Deberíamosdejarloparadespués…

Bethibaarecordarlelaimportanciadehacerelprocedimientotanprontocomofueraposible,loque le extrañó porque una enfermera con experiencia, y ella parecía serlo, no necesitaría esaaclaración,peroelhombreletomóladelantera.

— ¿Aún no tienen lasmuestras? ¿Cómo es eso posible? Se supone que las tomaron tan prontocomoloencontraron—dijo,frunciendoaúnmáselceño,loquelediounaaparienciamássevera.

Se veía tan irritado que Beth correspondió con una actitud similar; parecía como si estuvieracriticandosutrabajoyesaeraunadelaspocascosasacercadelasquenosemostrabamuytolerante.Sinimportarquétanbiensevieraquienlacuestionaba.

—Losforensesque trabajaronen laescenase llevaronsus ropas, las tenemosenel laboratorio,peronofueposible revisarloallí,noenmediode…—ledirigióunamiradadefastidioybajóunpocolavoz,señalandoalniñoquecontinuabasilenciosoyalparecerajenoa loquelerodeaba—.¿Tenemosquehablardeestofrenteaél?

Laenfermerahizounmohín,comosiacabaradeserpilladaenunafaltaysacudiólacabezadeunladoaotro,desviandolavista,mientraselhombrelesostuvolamiradaantesdeasentir.

—Tienerazón,losiento—dijo,elgestomenossevero—.Estoysegurodequesabencómohacersutrabajo.

—Sí, lo sabemos—Beth asintió, satisfecha por ese pequeño triunfo y pensó que era un buenmomentoparahacerunaimportantepregunta—EntiendoqueustednoesdeServiciosSociales,¿espolicía?

Elhombreesbozóunasonrisaqueteníapocodealegre;aBethlepareciómásbienamarga.

—No,nosoypolicía—respondió,paraluegoextenderlamano—.DavidKing,asistentedelfiscalRollins.

¡Porsupuesto!Esoteníasentido.Losfiscalessiempreteníanesaactitudseriaydistanteconlaqueesehombreparecíasentirsetancómodo,aunquehastaentoncesBethsolohabíatratadocondosotresytodosacostumbrabanllevartrajesinmaculados,mientrasqueélseveíamuyinformalconelcuellodelacamisaabiertaysincorbata.

—ElizabethWilson—ellaestrechósumanoyladejócaerconrapidez,paraluegodirigirsealaenfermera—.Solonecesitounasmuestrasdesusuñasycabello,serémuycuidadosa.

—Entiendotutrabajo,cariño,alguientienequehacerlo,solodigoquenoseráfácil—eltonodelamujersehabíasuavizadoyobservóalpequeñoconlástima—.Puedosujetarloparati,claro,pero…

Bethseapresuróasacudirlacabezadeunladoaotro,seguradequeintentaríacualquiercosaantesdellegaraeseextremo.

—Esonoseránecesario—miróalfiscal—.¿Nohalogradohablarconél?

—No,nohadichoniunapalabra—respondióél,conunsuspiro.

—Ylapolicíanohatenidomássuerte,peronoessuculpa,soloestáasustado—laenfermeraseacercó al niño y puso unamano sobre su brazo, provocándole un sobresalto—¿Loven?Está tannervioso.

Bethdejósumaletínsobreunasilla,searremangólasmangasdelachaquetaazulquellevabayse

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colocójuntoalaenfermeraconsumejorsonrisa.

—Hola—hablóalniñoconvozsuave,lamiradafijaensusojosgrisesasustados—.MinombreesBeth.

Noesperabauna respuesta, asíqueno leextrañóno recibirla,por loquecontinuósinvariar suexpresión.

—TúeresJeremy,¿cierto?Séquenolohaspasadobien,ytienesmuchomiedo,peronecesitotuayuda, ¿entiendes lo que digo?—Elniñonohizoni dijo nada—.Voy a tomar tumano solo unosminutos,¿deacuerdo?Nodolerá,loprometo,peronecesitoquepermanezcasquieto.

Elniñoseacurrucómássobreelcostado,peronohizoademándeapartarsecuandoBethcolocóunamanosobrelasuyaconmovimientosmedidos.

—¿Alguienpuedeacercarmemimaletín,por favor?—hablósinmiraranadieexceptoalniño,todossussentidospuestosensureacción.

Sintióunapresenciaasuladoylevantólamanopararecibirelmaletín,peroalintentartomarloporelasasusdedoschocaronconlosdelapersonaquelososteníayalmirarsobresuhombroseencontróconDavid,quelaobservabaasuvezconinterés.Bethdesviólamiradayllevóelmaletínasupecho,abriéndoloconcuidadoysacandounaspinzasyunabrochapequeña.

—Gracias—fue todo lo que dijo, y volvió su atención al pequeño—.Ahora voy a escarbar unpocobajotusuñas,nodolerá.

Elniñonosequejómientrasellausabalosinstrumentos,perosutembloreraevidenteyBethodiócadaminutodelproceso; sinembargo,nopermitióquesucompasión le impidierahacerelmejortrabajoposible.Sicometíaunerror losresultadospodíanser fatalesyquizáelmayorperjudicadofueraeseniño,asíque forzóasu rostroanoabandonar la sonrisayseconcentróencadadetalle.Cuandosehizodelasmuestrasdelasuñas,sacóunpeineparaobtenerunasdelcabelloycuandotuvotodoenlosrespectivossobresyarotulados,exhalóunsuspirodealivio.

—Listo,hemosterminado.Nodolió,¿cierto?—Bethmanteníasujetaunadelasmanosdelniñoylediouncariñosoapretón.

—Bueno,estoysorprendida,nohasidotanterriblecomoesperaba.

Elcomentariode laenfermeraparecióquebrar la tensióndelmomento, loqueenel fondoBethagradecióporqueeransusmanoslasqueempezabanatemblar.

—Noteníaporquéserlo—Bethseencogiódehombrosyguiñóunojoalchico—.Nuestroamigoesunvaliente.

—Yalocreo—fueDavidquienintervinoentonces,mirandodeunoaotroconinterés—.SeñoritaWilson,¿medaríadosminutos?

Bethasintió,sorprendidaporlapregunta,yloestuvoaúnmásalintentarsoltaralniñoydescubrirque él sujetaba su mano contra el pecho. Un poco aturdida, acarició su mejilla y redobló susesfuerzos hasta que se vio libre; el niño no protestó, solo retomó su postura distraída. Beth sedespidiódelaenfermeraconunasonrisaysiguióaDavidfueradelahabitación.

Élnohablódeinmediato,lehizoungestoparaqueloacompañaraalfinaldelpasilloyunavezallíseapoyósobreunaparedconlosbrazoscruzados,mirándolacontantacuriosidadqueBethempezóasentirseincómoda.

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—Noquierosergrosera,perotengoquevolverallaboratorio—dijoella—.Yrespectoaesosdosminutos…creoquehanpasadodiez.

Davidnoseofendióporelataquesutil,soloasintió.

—Losiento,estabapensando…—vacilóantesdecontinuar,comosidudaraacercadequédecir—.Acabadelograrunaconexiónconeseniñoy,comosabe,tenemosalgunosproblemasparahacerqueseabraynosayudeconlainvestigación…

Bethnonecesitóquedijeramás,fuesencilloadivinarloquedeseaba.

—No soy policía—dijo, con tono tajante—; tampoco asistenta social, y definitivamente no soyniñera.Noesperaráquehableconeseniñoacercadeloqueocurrió.

—¿Porquéno?

—¿Porquéno?—repitióellaconlosojosmuyabiertos—.Porquenoesmitrabajo.

Davidnoparecióimpresionadooconvencidoporsunegativa.

—Peroespartedelainvestigación,sulaboresayudararesolverelcaso.

—Oh no, no se atreva a intentar que esto se convierta en mi deber, sé cómo les gusta a losabogados jugarcon laspalabras,no loharáconmigo—Bethelevóundedo frenteasusojosparadejar claro su punto—. Soy forense, trabajo en laboratorios, con cosas como huellas, cabello,tierra…—elevó su maletín y lo blandió frente a ella—. Precisamente debo regresar ahora paraprocesar estasmuestras.Eseesmi trabajo.Y juroque lamento loocurridoconesteniño,perodeningunaformaasumiréesaobligación.

¿En verdad tenía que mirarla de esa forma? ¿Como si fuera un espécimen extraño que solobalbuceabaincoherencias?LopeoreraqueBethlosentíaunpocoasítambién,comosisusexcusasfueranmeraspalabrassinsentido,inclusoparaella.Perosimplementenopodíahacerlo,yaunquenohabíaunmotivorazonableporelquedebieraimportarle,hubieraqueridoqueéllocomprendiera.

—Creoquemeheextralimitado,estáenlocierto,estanoesunadesuslaboresynotengoderechoa intentar obligarla—él habló al cabo de un momento sin disimular su decepción—. Pero debeentenderqueestamosenunasituacióndifícil,esteniñopuedesernuestraúnicaalternativadedarconlosasesinosdesuspadres.

—Bueno,esonotieneporquésercorrecto—Bethseaferróalaposibilidadcondesesperación—.Aúnhaymuchaevidenciaporprocesar,losdetectivesnohanterminadoconlainvestigación…haymucho que puede surgir, y además estoy convencida de que el estado de Jeremy es temporal. Esposiblequenovieranada,perosinofueraasí,sindudadiráloquesabe,solonecesitatiempo.

Sutonodebiósonartanalterado,tancargadodeangustia,queDavidexhalóunsuspiroyasintió.

—Lamento haberla puesto en esta posición, no creí que le afectara tanto —dijo, y se veíafrancamentearrepentido—.Tienerazónenqueaúnpuedensurgirnuevaspistas,yencuantoalniño,esperamosalosserviciossocialesencualquiermomento;ellosestánmejorpreparadosparaayudarenunasituacióncomoesta.Porfavor,señoritaWilson,olvideloquedije,noladetendrémás.

Bethsintiócomotodalatensiónquelaatenazóempezóadiluirsecomolanievebajolosrayosdelsol.Él entendía.No tenía idea de cómo lo supoo a qué grado llegaba esa comprensión, pero eraevidentequeintentabaponerseensulugar,ysoloporesoleestabaenormementeagradecida.

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—Gracias, y… lamento no poder ser de más utilidad—Beth se mordió el labio inferior, auninquieta—.¿Puedopreguntarsihanencontradoaalgunodelosfamiliaresdelniño?

—No, no hemos dado con ninguno, o almenos ninguno que pueda ayudarle—David hizo unamuecaquedelatósufastidio—.Debesaberquesupadrenoeraunhombreconbuenosantecedentes,ysumadretuvotambiénalgunosproblemasconlaley.Aunqueamboscuentanconfamiliainmediata,un par de tíos y una prima, ninguno de ellos está capacitado para cuidar del niño o ayudarlo decualquierforma.Lomejoresquesemantenganalejadosdeél.

Bethsesintióaúnpeoralconoceresainformación.

— ¿Eso significa que pasará a la tutela del estado?—preguntó,molesta consigomisma por lodébilquesonósuvoz.

Davidadvirtiósupreocupaciónyelevóunamanoparatocarsuhombro,peroladejócaeramediocamino.

—Esposible,peroaúnesmuyprontoparadecirlo.Sequedaráunosdíasmásenobservaciónyluegolosespecialistasquerránhacerleexámenesparatratareltrauma—élesbozólaprimerasonrisadeltodosinceraquehabíamostradodesdesullegadayBethsintióuncuriosocalorenelpecho—.Estarábienaquí,estábajovigilanciapolicialynolodejaremossolo.

Bethexhalóunsuspiroquedelatabasualivio.

—Mealegraoírlo,gracias.Yyo…—vaciló—.Hubieraqueridopoderayudar.

—Lohahecho,señoritaWilson,muchomásdeloqueimagina—lavoztranquilizadoradeDavidle ayudó a terminar de calmarse—. Y seguirá haciéndolo en el laboratorio. ¿Por qué no regresaahorayretomasuslabores?Lehequitadodemasiadotiempo.

Ellasonrióylesostuvolamirada.

—Gracias.Leentregaré los resultadosa ladoctoraWhalberg loantesposibleyella se losharállegar—dijo,convencida—.Vamosaatraparaesagente,señorKing,yJeremyvaapodervivirenpaz.

—Mantengaeseespíritu,señoritaWilson,sospechoquesuentusiasmonosharámuchafaltaenlaspróximassemanas.

Beth asintió, no del todo segura de si ese fue algún tipo de halago o un comentariocondescendiente. Sin embargo, aun cuando lo hubiera deseado, no tuvo tiempo para responder,porque unos pasos sobre el suelo de linóleo se dirigían hacia ellos, y al ver a quién pertenecíanesbozóunaampliasonrisa.

—DetectiveHolland—Bethsaludóal recién llegadocongestoamistoso—.Nosencontramosdenuevo,¿eh?

Para su inmensa sorpresa, el hombre parecía haber abandonado del todo su habitual carácterafable;laveíaconelceñofruncido,elmismoquesehizoaúnmásnotorioaldirigirlamiradaasuacompañante,ylaexpresióndeestenoeramejor.Paraserdeltodohonesta,parecíacomosielfiscalKingacabaradeveraldiabloo,afindenoexagerar,asupeorenemigo.

—King—eldetectivesaludóconunaparcacabezada.

David no respondió al gesto, pero hizo un breve y tenso asentimiento para luego volver su

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atenciónaBeth,queveíadeunoaotroconmaldisimuladainquietud;sentíaquehabíaalgoallíqueleeradeltodoajeno,peroqueleafectabadeunaformaimpresionante.

—Estaré a la espera de esos resultados, señoritaWilson; en cuanto los tenga entréguelos a ladoctoraWhalbergyyopasaréarecogerlos.Buendía.

Sindecirmás,diomediavueltaysemarchóconpasoapresurado,perdiéndoseenunrecododelcorredor.

CuandoBethyeldetectiveHollandsequedaronasolas,ellaestuvotentadaahacerunapreguntaacercade loqueacababadepasar,peroélseadelantóacambiarde temaaunantesdequepudierasiquieramencionarlo.

—AcabodeveralniñoRussell—dijo,másrelajado,casiparecíaélmismonuevamente—.Nohayningúncambio,aunquelaenfermeraPerkinsdijoqueseportóbastantebienconusted.

Bethasintió.

—Sí,peronotienenadaqueverconmigo,creoquesolonecesitaunpocodeafecto—seatrevióadecircontonocauteloso.

EldetectiveHollandseencogiódehombrosymasajeósunucaconlamano.

—Temoquenoseaunsentimientoconelqueseencuentrefamiliarizado,asíqueesunanecesidadcomprensible—dijo,conlamiradadurayunsuspiro—.Necesitouncaféantesdecontinuar,¿quiereuno?

Bethrechazólaofertaconunasonrisa,agradecidaporesegestoamistoso.

—Me he prometido no tomar uno hasta haber terminado de procesar la evidencia, afecta misnervios—señalósumaletínconunacabezada—.Nadadecafeínahastaentonces.

—Unamujervaliente,bienporusted,perosoydébilyenrealidadlacafeínameayuda,asíquenoseguirésuejemplo—masajeóelpuentedelanariz,loquedevelósucansancio,conlasojerascadavezmásnotorias.

—¿Nocreequedeberíatomarseundescanso,detective?Elcasoseguiráaquísiduermeunpardehoras.

Élrecibiósusugerenciaconunasonrisa.

—Esexactamenteloquemiesposadijohace…—revisósureloj—…cincominutos,másomenos.Puedeserbastanteconvincente,inclusoporteléfono.

—Pareceunamujerinteligente—Bethloobservóconrenovadointerés—.Porcierto,felicidadesporsuboda;paraustedysuesposa.

—Gracias,selomencionaréencuantoregreseacasa.

Bethledirigióunamiradaentendida.

—Loqueharáloantesposible,claro.

Élrio,estavezconmayordesparpajo.

—¿Noselodije?IgualaClaire.

Sin esperar una respuesta, estrechó sumano con gesto amistoso y se despidió.Beth lo observó

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marcharconlacuriosasensacióndeque,entansolopocomásdeunahora,sehabíavistoenvueltaenunaseriedesituaciones,acuálmásextraña,yvariasdeellasestabanrelacionadasconesehombreyconelfiscalqueacababadeconocer.

Con un gran suspiro que delataba el alivio que sentía por dejar el hospital, se dirigió a losascensoresparallegaralaplantabajaytomaruntaxiquelallevaradevueltaallaboratorio.Despuésde todo lo ocurrido, la idea de verse arropada por sus inanimados instrumentos y su metódicotrabajo,leparecióunaperspectivairresistible.

—Tienesqueescucharestedisco,Beth,enserio,eslomejordeImagineDragonsquehasoídoentuvida.

—Noheoídomuchodeesabanda,Alan,asíquenocreoquepuedadarmiopinión.

MientrasBethtomabaanotacionesdelosresultadosarrojadosporelcomputador,sucompañeroyasistente,AlanTurner,dabaunasvueltasalrededordelagranmesasobrelaquesedesplegabanlasmuestras.Oparasermásprecisa,locorrectoeradecirquebailaba,saltaba,oloquefueraqueAlanpretendierahacer en tanto tarareabaunamelodíaque aBeth le sonómásbien comoaun cuchilloeléctricomalutilizado.

—Esonoimporta,esfantástico,teencantará,recuérdameregalárteloparatucumpleaños.

Beth asintió con una sonrisa, suponía que debía mostrarse conmovida por ese arranque degenerosidadnomuypropioenAlan.Calculócincominutosmásycuandoestos secumplieron, selevantóytomandounacarpetalapusocontrasupecho,deteniendosubaile.

—Creoque es suficiente, deja algoparamañana—seadelantó a continuar antesdequepudierainterrumpirla—.Tenemostrabajoynoestamosavanzando.

—Peronoesnuestraculpa.

Alan detuvo sus pies, pero no su lengua. Pocas veces lo hacía, recordó Beth con un suspiroresignado.

—Nohedichoquelosea.

—Losiento,peroacabasdeimplicarlo,ynomegusta—Alansacudióunapelusaimaginariadesucamiseta de Star Wars—. He pasado las últimas cinco horas pegado a la pantalla del ordenadorintentandoobteneralgodeesahuellaqueconseguiste.

Beth lomiró, atenta.Tuvo serios problemaspara conseguir unahuella quenoperteneciera a lafamiliaRussellenlaescenadelcrimen,apenasdioconunaparcialenlapuertadeldormitoriodelniñoynoteníamuchasesperanzasdequedieraalgúnresultado.

—¿Ybien?—miróaAlansinsuavizarelgesto,intrigada.

—¿Quieresoírlasbuenasnoticiasprimeroolasdejoparadespuésdelasmalas?

—Alan…

Suamigoelevólasmanosenseñalderendiciónantesutonodeadvertenciaylatomódelhombroparaacercarlaalordenadorymostrarleunasimágenes.

—Pude salvar la huella, está clara y no he tenido problemas para procesarla —empezó conentonaciónentusiasta,peroluegoestavarióaunadefrustración—;pero,yaquílasmalasnoticias,

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no encuentro nada en nuestra base de datos. Si pertenece a uno de los asesinos, el hombre estácompletamente limpio, no debe de haber recibido ni una infracción de tránsito porque no tieneantecedentesysabesquesinesoesimposibleconocersuidentidad.

Bethchasqueólalengua,disgustadaporeseobstáculoquenohabíacontempladocuandosesintiótanesperanzadaaldarconesahuellaenlaescena;peroAlanteníarazón,sinolateníanensubasededatos, que contenía la identidad de todas y cada una de las personas que tenían antecedentes porproblemasconlaleyentodoelpaís,erapocoloquepodíanhacer.Suspiróyregresóasuasiento.

—¿QuépasaconelADNqueextrajedelniño?—preguntópasadosunpardeminutos.

Alan,atento,lanzóunacarpetasobresuescritorio.

—Nadafueradelocomún.Estabaelsuyo,claro,yunamuestraajenabajolasuñas,peropertenecíaasumadre;supongoquedebióaferrarseaellacuandointentómeterloenesearcóny laarañósinquerer.Ademásdeeso,nohevistonadaquellamaramiatención,tampocoensuropa—suamigoserascólaespesabarbaconexpresiónpensativa—.Esuncasoraro,Betty,másdelonormal.¿Cómopudieronlosasesinosprovocarsemejantedesastreynodejarniunasolapistaasupaso?

Bethapoyóelmentónsobrelapalmadelamano,lamiradaperdida,comosicavilaraesapregunta,ycuandorespondióparecíatanconfusacomosucompañero.

—Nolosé,Alan,quieropensarquehayalgoquenoestamosviendo,yesporesoporloquenopodemos parar, ¿comprendes? —Levantó la cabeza—. Hay dos o más personas allí afuera quecometieron un crimen espantoso a sangre fría y fueron lo bastante listos para limpiar su rastro.¿Sabesloquepasaríasidescubrenquedejaronuntestigo?

Alanabriómucholosojos,comprendiendodeinmediatoaquésereferíaella.

—¿Creesqueirántraselniño?

Bethseencogiódehombros,sintiéndosedeprontomuycansada,enespecialalrecordarlamiradaperdidadeJeremyRussellylaformadesesperadaenquesesujetóasumano.

—¿Porquéno?Tienesentido—reconociódemalagana.

—Perocreíqueélestuvotodoeltiempoenelarcónynovionada…

—Aún no estamos seguros de eso, y aunque hubiera sido así, ¿piensas que a esa gente leimportará? El niño está bajo resguardo policial, pero necesitamos que todo esto termine y puedarecuperarsedeestehorrorenpaz.Diossabequelonecesita.

Suamigochasqueólalenguaysacudiólacabeza.

—¿Yquéestáhaciendolapolicía?Merefieroaquenosotrostrabajamosconloquetenemos,peroellos también tienenque investigar, ¿no?El padre tenía antecedentes, porDios, no hayque ser ungeniopara suponerquepodría tratarsedeunavenganzaoalgoasí. ¿Porquénosiguen laspistas?¿Quétandifícilpuedeser?

—Notanrápido,mijovenpadawan,serámejorquelopiensesdosvecesantesdeponerenteladejuiciolacapacidaddelapolicíaoharéquetetraguesesacamiseta.

BethmiróendirecciónalapuertaysonrióalveraMaríadepieconlasmanosenlascaderasyexpresiónofendida.Debíadehaber acabadoya su turno,porque llevabaunabonitablusablancaypantalonesvaquerosen reemplazodeluniformeque tantoodiaba.Algirarparaver la reacciónde

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Alan a esa interrupción, no le sorprendió pillarlo con expresión de embeleso, que reemplazó conrapidezporunadeburla.

—Estoyaterrado—fingiótemblaryacariciósucamisetacontalcariñoquetantoBethcomoMaríaapenaspudieroncontenerunasonrisa—.Sabesquetolerotufaltaderespetoporqueeresunadelaspocasmujeresquepuedeinsultarmeconunareferenciafriki,¿cierto?

—Esundon,cariño.

María entró en el laboratorio y dio una mirada al caos reinante, al parecer acostumbrada aencontrarseconesepanorama.

—Porloquealcancéaoír,nohaynovedades—noesperóarecibirconfirmaciónyseapoyóenelescritoriodeBeth—.Odioreconocerlo,peronosotrostampocovamosmuybien.

— ¿Nosotros? Supongo que te refieres a los detectives asignados al caso; según recuerdo lospolicíassoloprestanresguardoyatiendenasusórdenes,¿no?

BethhubieradeseadopatearaAlanenesemomento;enverdadteníaqueaprenderacerrarlabocay no hacer ese tipo de comentarios. Ambos sabían perfectamente lo orgullosa que se encontrabaMaríadesutrabajo,peronoeraunsecretoquellevabaañosaplicandoparaunascensoadetective,ymientrasellonoocurriera,siempreerauntemasensibledetratar.

—Enserio,Alan.Esacamiseta.Entugarganta.Sinanestesia—Maríasemostrósatisfechaporeltemblor,estavezreal,quesacudióelcuerpodeAlanfrenteasuamenazaysonrióaBeth—.Oíqueestuvisteenelhospitalrecogiendomuestrasdelchico,¿quétaltefueconeso?

Beth apreció el cambio de tema;María yAlan eran susmejores amigos, y aunque se llevabanbastante bien la mayor parte del tiempo, no era extraño que sus temperamentos tan opuestosgeneraranmásdeunafricción,yellaodiabaverseenmedio.Conrapidez,empezóanarrareltiempopasadoenelhospital,lainesperadaconexiónconelpequeñoRusselly,procurandonorevelarcuántoleimpresionóelencuentro,hizounamenciónalvuelodelapresenciadelfiscalKing.Sinembargo,Maríadebiópercibir algo en su falso tono indiferente, porque levantó la cabezay laobservó coninterés,demasiadoparasugusto.

—David King, ¿eh?—dijo, asintiendo—. Apuesto, alto, con unos ojos que podrían derretir elÁrtico…

SupoéticadescripciónseviointerrumpidaporelbufidodeAlan.

—¿Dequénovelasacasteeso?

—De una que jamás leerás; no creo que la encuentres en una de esas convenciones a las queacostumbrasir,perositienessuertequizáconozcasundíadeestosaunadulcechicadisfrazadadelaprincesaLeiaqueteexpliqueunpardecosas—ignorósuexpresiónultrajadayvolviósuatenciónaBeth—.Esguapo,¿no locrees?NoguapocomoHolland,claro,pero siemprehe tenidodebilidadporlosrubios.

Bethseencogiódehombros,fingiendoindiferencia.

—Esinteresante,sí,perounpocoreservado,podríasonreírmás—seapresuróabuscaralgomásquedecir,cualquiercosaquenoimplicaraanalizarelatractivodeDavidKing—.YaquemencionasaHolland, estaba también allí, le hubiera mandado tus saludos, pero creo que no me lo habríasagradecido.

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Subromanoobtuvolarespuestaesperada;enrealidad,lareaccióndesusamigosfuepocomenosquedesconcertante.Alanabandonósuposturaofendidayseadelantóparaescucharconcuriosidad,entantoMaríaabriómucholosojosyseagachóhastaquesumiradaquedóalamismaalturaqueladeBeth.

—¿HollandyKing?¿Enelmismolugar?—Preguntó,ahogandounjadeo—¡Vaya!

—Esodebióserincómodo—Alanfingióunescalofrío.

Maríadejósuanimadversiónparaasentirasucomentario.

—Nomehubieragustadoestarahí—dijoella.

Bethmiródeunoaotro,confundida.

—¿Dequéestánhablando?¿Cómosabenquefueincómodo?—preguntó.

Susamigoslaignoraronycontinuaronconsuintercambiodeimpresiones.

—¿Creesquepelearon…?—Alanentrecerrólosojos,comosiquisieraimaginarlaescena.

—¿Cómopuedesdecireso?Sonhombresadultos,yambosmuyeducados.NohetratadomuchoaKing,peroestoyseguradequeesuncaballero;sindudaHolland loes—María loobservóconelceñofruncido.

—¡Porfavor!NuncahastratadoaHollandcomotegustaría.Asúmeloya.

Maríaestabaapuntoderesponder,peroBethsecolocóentreellosparaobtenersuatención.

—¡Bastalosdos!¿Alguienvaaexplicarmequépasaconellos?¿Cuálessuhistoria?

Obviamente no esperaban esas preguntas, porque la observaron con idénticas muestras desorpresa.

—¿Nolosabes?

—¿Cómopuedesnosaberlo?

LaexclamacióndeMaríafuetanruidosacomoladeAlan,loquesoloconsiguióqueBethsintieramáscuriosidad.

—Notengoideadeloqueestánhablando—Bethmiródeunoaotro,enesperadeunarespuesta—¿Ybien?¿Quiénvaacontármelo?

María frunció los labios, exhalóun suspiroymiró sobre suhombroaAlan,que seencogiódehombros,comosiledieralaprerrogativadeserquiencompartieralainformación.

—Deacuerdo,perotienesquesentarte,porqueestoesgrande—Maríatomóasuamigadelbrazoy la llevó hasta su escritorio, asumiendo una actitud misteriosa—. No puedo creer que no teenteraras…

Bethno supoqué la impulsóentonces,peroantesdeque sedieracuentade loquehacía, estabanuevamentedepieyconlosbrazoscruzados.

—¡Espera!Creoquenoquierosaberlo—dijo,convencida.

Maríalaobservócomosilehubierabrotadootranariz.

—Acabasdedecirquequeríasquealguientelocontara—replicóella.

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—Sí,peroesofueantesdecomprenderqueesalgoserio.Tieneselrostroqueponescuandovasadecir algo muy importante, y no estoy segura ahora de querer enterarme—se mordió el labio,indecisa—.Dime,¿esalgopersonal?

—Mucho.

—Deacuerdo,esoestodoloquenecesitosaber.Sindudanoquieroquemelodigas.

— ¿Por qué no? —Alan, que había permanecido en silencio hasta entonces, la observó concuriosidad—.Estodoundrama,esopuedoasegurártelo;inclusomásgrandequelosdelasnovelasqueleeMaría.

Bethignorólamiradaofendidadesuamigayseencogiódehombros,fingiendounaindiferenciaqueenrealidadnosentía.

—Nolosé,solo…prefieronosaberlo,nodeestaforma;quizáhayaunabuenarazónporlaquenomeheenterado—dijo.

—¿Yqué razónpuede ser esa?Estono tienenadaquever contigo, ¿porqué iba a afectarte decualquierforma?

Bethpusolosojosenblancoehizoungestoasusamigos.

—¡Quiénsabe!Peroestoyseguradequenoquierosaberlo,noahora—sedirigióalaordenadoryempezóa teclearconrapidez—.¿Porquénoaprovechamospararepasarunavezmáslosdatos?QuizáMaríanosayudeaveralgoquepodamoshaberdejadopasar.

Alan yMaría intercambiaron unamirada de confusión, pero no insistieron, en lugar de ello seacercaronaellay,trasunosminutosdediscusiónacercadelaspruebasconlasquecontabanycuáleseran las pistas que podrían seguir, la historia acerca de lamisteriosa animadversión del detectiveHollandyelfiscalKingpasóalolvido.YBethdiograciasalcieloporesosinsaberporqué.

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CAPÍTULO2

Había pocas personas en el mundo que hubieran podido ufanarse de conocer a David King aprofundidad.Unade ellas eraBernieWalsh.Fiscal comoél, ex compañero en la universidady sumejoramigo.EnopinióndeBernieeseeraunhonoruntantodudosoyaqueDavidapenasteníadosotresamigoscercanos,loquerestabaalgunospuntosalnombramiento.Ysinembargo,yesoBernienoloreconoceríaconfacilidad,sesentíamuyorgullosodeocupareselugar.

Davidnoeraunhombresociable,porelcontrario,teníauncarácterreservadoydiscretoqueaúnen sus tiemposdeuniversitario lo llevabaa irradiarunairedistanteque, suerte la suya, las chicassiempreencontraronatractivo;peroqueengeneralnolellevóahacerdemasiadosamigos.Yaélnopareció molestarle nunca. Luego, cuando se graduaron y empezaron a ejercer su profesión, esecarácter solo se acentuó, lo que tampoco le impidió hacer nuevas amistades, en su mayoríafemeninas.

HastaquellegóClaireytodoterminótanmalentreellos,elmotivoporelquesegúnBernieeramuyprobablequeDavidmurierasolteroyél sevieraen lanecesidaddeobservarcómosumejoramigomandaba su vida amorosa al desastre. Pero eso tampoco lomencionaba, almenos no confrecuencia.

Lamentablemente,BernienoestabacercacuandotodoesedramaconClaireocurrió,acababadetener un accidente de coche y debió viajar a Florida con su hermana para recuperarse. Por eso,cuando regresó para reincorporarse a la fiscalía, seguro de que encontraría todo como lo habíadejado,estuvoapuntodesufriruncolapsoaldarseconlasorpresadequenosololaparejaquemásadmirabanoloeramás,sinoquesumejoramigohabíamandadotodoaldiablotomandounnuevoymásventajosopuestoenlaoficinadelfiscalgeneral.Ah,esosinmencionarelcambioderesidencia.

Porque no importaba cuántoDavid alabara sus conveniencias, un hombre adulto no debía vivirsoloenunmotel.Aunque,talycomosumejoramigoselorecordabacadavezqueibaavisitarlo,cosaqueocurríaconfrecuencia,esonoleimpedíaaprovecharsedelservicioalahabitación.

—Recuerdamispalabras,daráncon los responsablesencuantoel chicoempieceahablar.Si lohace,claro,loquepuedetardaruntiempo…¿hagobienensuponerqueaRollinslaideanolehacemuchagracia?

DavidlevantólacabezadelospapelesquerevisabaparaobservarcómoBerniesellevabauntrozodeemparedadoalaboca.

—¿Estássiendosarcástico?—preguntó.

Suamigotragócondificultad,ayudándoseconunsorbodecerveza.

—Solounpoco—reconoció,sinarrepentimiento—¿Quépuedodecir?Nolosoporto.

—Únetealclub.

—¿Cuántotengoquepagar?

IntercambiaronunasonrisayDaviddejóloquehacíaparaocuparunsillónfrentealdesuamigoal tiempoquesefrotabaelpuentedelanariz.ParadesesperodeBernie, lahabitacióndelmotelenqueDavidsehospedabaerabastantecómodayagradable.Amplia,congrandesventanasquedejabaningresarlaluznaturalyconfortablementeamueblada,podíapasarporeldepartamentopequeñodeun

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hombre solteroypocoapegadoal ambiente familiar.PeroaunqueDavid sindudaera loprimero,quien lo conocieranuncapodría tomarloporunhombrequenoapreciaraunverdaderohogar; elproblemaeraqueélnuncaloreconoceríaconfacilidad.

—Hablandoenserio,reconozcoquenoteenvidio—Bernieextendiólaslargaspiernasyexhalóunsuspirosatisfechotrasterminarsuemparedado—.Noesuncasosencilloysíbastantetruculento.Gente que asesina a sangre fría y deja a niños huérfanos… es suficiente para provocarme unescalofrío.Talvezdebíhacerlecasoamipadreyestudiarparamaestro.

—Podríasenseñarleyes—sugirióDavidconunasonrisaburlona.

—¿Yporquéleharíaesoaunospobresmuchachos?

—Sabesqueteencantaserabogado.

—Noselocomentesamipadre,leromperíaselcorazón—Bernieseencogiódehombros,paraluegoagregar—:Enfin,yaquenoshemosvendidoalladooscuro,dimealmenosquesaldrásbienlibradodeesta.¿Tienesalgo?Omejordicho,¿aalguien?

Davidnegóconlacabeza,tomandounabotelladelamesilla.

—No, la policía no tiene pistas, y estamos en manos de los forenses; debemos tener noticiasmañana.

Bernieasintió,pensativo,llevándoseunamanoalcabellorojizo.

—¿Whalberg?—preguntó.

—Sí,ella,osuequipo,loqueeslomismo—confirmóDavid—.Esbuenaytambiénsugente,peroconfieso que empiezan a ponerme nervioso. ¿Puedes creer que no tienen ni siquiera una huellaidentificada?

David se explayó entonces acerca de todo lo que sabía del trabajo del laboratorio forense, suentrevista con ladoctoraWhalbergy el encuentro con su subordinada en el hospital cuando fue aentrevistaralniñoRussell.Bernie,comosiempre,loescuchóconatención,atentoaldetalle;eraunadelascosasqueDavidmásapreciabaenél,sucapacidadparaconcentrarsealcienporcientoenunsolo tema y luego dar sus impresiones con absoluta claridad. En ese momento, sin embargo, suamigoparecíamás interesado en ciertos aspectos de su charla que en su opiniónno eran losmásimportantes.

—¿Yquéocurreconlaforense?Ladelhospital…

David,queesperabaalgunapreguntarelacionadaconelcaso,lomiróconelceñofruncido.

—¿Quéocurreconella?—preguntó.

—¿Esguapa?

Davidseencogiódehombros.

—Nolosé—dijo—.Quizá.¿Quéimportanciatiene?

Bernieloobservóconlosojosentrecerrados,pasandounamanoporunabarbaimaginaria.

—Esguapa—afirmó,convencido.

—Ylodicesbasadoen…

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—Tuvoz.

Davidelevóunaceja.

—¿Tengoquedecirloextrañoquehasonadoeso?

—Nohacefalta,losé—Bernienoparecióofendido,solointrigado—.Perotienesquereconocerqueesundon.Ahora,dejadeintentardistraermeyreconócelo.

—¿Quétengoquereconocer?

—Quelaforenseesguapa.

—Deacuerdo.Noséporquéestanimportanteparati,peroestábien.Laforenseesmuyguapa.

—¿Muy?

—Suficiente, Bernie —David le dirigió una mirada amenazante—. Estamos hablando de micarrera.Rollinsestaríafelizdevermefueraylosabes.

Suamigoasintiódemalaganaytuvolagentilezademostrarseavergonzadoporhaberinsistidoconel temade lachicacuandosabíaconcuántaseriedad tomabaDavidcadaunodesuscasos,asícomoesaguerrasilenciosaquesosteníaconsujefe.

—Esverdad,leencantaríadeshacersedeti,peroesoesporquetetienemiedo.

—¿PorquérayosibaRollinsatemerme?—Davidbebióuntragodesucervezayseencogiódehombros.

—Porqueeresmuybuenoenloquehaces,muchomásqueél,aquien,porcierto,todoelmundoodiamientrasque túeres respetado.Sabescómosemueven lascosasenel sistema,David, ¿acasocreesqueRollinsnoestáyajugandosuspapeletasparaconseguirunareelección?¿Quéocurriríasisumásjoven,capazycarismáticoasistenteempiezaaponerseambicioso?Ytú,mibuenamigo,eresmuyambicioso.

David no pareció sorprendido por la seguridad con que su amigo nombraba ese aspecto de sucarácter.

—Losoy,peronotengoenlamiraelpuestodeRollins—dijo.

—Porahora.

—Porahora—repitióelcomentarioburlóndeBernieconsimilartonoparaluegovolveraltemaquelepreocupaba—.Peronotienesentidopensarenesosinologrollevarestecasoabuenpuertoyterminodespedido,¿nolocrees?

Bernieasintió,pensativo.

—Buenpunto—reconociódemalagana—.Deacuerdo,volvamosconeso.¿Quétienelapolicía?

ElgruñidoqueemitióDavidcomorespuestaprovocóqueelevaraunacejaaltiempoquesonreíaconunasomodeburla.

—Asídebien,¿eh?

—Miproblemanoesconlapolicíaengeneral…

—Ah,eso,claro—Bernieseaclarólagargantayexhalóunsuspiroaltiempoqueveíaconinteréslaspunterasdesuszapatos—.Holland.

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Davidasintió.

—Sí,eso—dijo—.Séqueesunatontería,algúndíadebíamoscoincidir.Élesunpolicía,yosoyunfiscal.Essoloque…nopenséquememolestaratanto.

—Sí,bueno,eradeesperar,claro, teníaquepasar;peroesono lohacemenos incómodo,noesextrañoqueteafecte.Noséquéharíadeencontrarmeentulugar…—Bernielevantólamiradaparafijarsusanalíticosojosgrisesenlosdesuamigo—.¿HasvistoaClaire?

El semblantedeDavid se ensombreció inclusomásante esapreguntay sacudió la cabezadeunladoaotroenseñaldenegación.

—No, y espero que continúe así —dijo con tono frío y tajante, para luego ponerse de pie ydirigirse a la ventana, desde donde tenía una vista nada impresionante del aparcamiento—. ¿Teimportaríahablarcontuscontactosenlapolicíadenarcóticosparaquetedeninformesacercadeesegrupoalqueperteneciólavíctima?Presientoqueesunbuenpuntodeinicio;talvezyaesténsobreesapista,perotienesmejoresconexionesallíypuedesaveriguaralgoquenosseadeutilidad.

Berniesepasóunamanoporelrostroyasintióensilencio.EstuvotentadoamorderselalenguatanprontocomohizoesapreguntaacercadeClaire;peronohubomaliciaensusintenciones.Ensuopinión,laactituddeDavidnoleayudabaasuperaresetematanespinoso;sisepermitierahablaralrespectoynoactuaracomosiacabaradeofenderlogravementecadavezquemencionabaelnombredeClaire,quizápudierahaceralgúnavance,peroeraevidentequeesonopasaríamuypronto.Demodoqueaceptóelabruptocambiodetemasinchistar.

—Seguro,congusto—respondió—.Haréunasllamadasmañana.

Davidmantuvolarígidapostura,peroBernienotóquepartedela tensiónensushombroshabíadisminuidoysuvozparecíamásamistosa.Alcabodeunosminutos,girósobresustalonesconlasmanosenlosbolsillos.

—Gracias por eso, te debo una —dijo, con una sonrisa forzada—. Voy a hacer una visita allaboratorio,escuchéalgoacercadeunashuellasyquieroqueWhalbergmedigaquéesexactamenteloquetienen.

Berniesepusodepieconunmovimientopesaroso,yapuróloúltimodesubebida.

—Enesecaso,esteesunbuenmomentoparamarcharme—dijo,ahogandounbostezo—.Tengoqueestaren lacortemañanaaprimerahorayaúnnohepreparado losalegatos;másvalequemepongaconeso.

David asintió y lo acompañó hasta la puerta en silencio; pero cuandoBernie estaba a punto demarcharse,pusounamanosobresuhombro.

—Graciasportodo,Bernie—yambossabíanquenosereferíasoloasuayudaconelcaso.

—Cuandoquieras,amigo,siemprequehayaunacervezaypizza,estaréparati—respondióélconunguiño.

Davidsonrióenrespuestayesperóaquesemarcharaparacerrarlapuertatrasdeél.Luegotomósumaletín,unasllavesydejótambiénellugar.

Beth estaba a punto de recoger sus cosas paramarcharse a casa tras una agotadora y frustrantejornada de trabajo. Nunca había sido una persona demasiado racional, al menos no en su vida

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privada;peroeneltrabajo…bueno,allíestabaacostumbradaaencontrarunarespuestaacualquierpregunta que se planteara y a fundamentar su certeza con una seria base científica; demodo queodiabacuandoesamismaciencianoledabaunasolarespuestasinimportarcuántoseesforzara.

Había pasado horas analizando las muestras una y otra vez en busca de cualquier detalle quehubierapodidopasarporalto;primeroconAlany luegoconMaríacuando se lesunióesa tarde;perollegóunmomentoenquetodosdebieronreconocerquehabíanllegadoaunpuntomuerto.Nohabíanadamásquepudieranhacerconloquedisponían;necesitabanmáspistas,información,loquefuera. Y todo quedaba por el momento en manos de la policía y fiscalía; mientras ellos no leshicieranllegarnuevasmuestrasodatosparaencaminarsusinvestigaciones,erapocoloquepodíanhacer.

CuandoAlanmencionó esa desalentadora realidad, Beth no intentó contradecirlo; tal vez fueratestaruda,perosabíaquenoteníasentidodarvueltasencírculos;eraungastodetiempo,energíasyrecursos.

Procurando no mostrar lo decepcionada que se sentía cada vez que pensaba en el rostro delpequeño Jeremy Russell en el hospital, convenció a Alan y María de dejarla a solas para queterminaradeponerellaboratorioenorden.Laverdaderaquedeseabatenerunosminutosparaella,miraralrededorunavezmásenbuscadealgoquepudieraestarllamandosuatenciónynohubieraacertado a observar antes. Sin embargo, bastaron unos minutos para comprender que esa últimaesperanzanoteníaningúnfundamentoy,conunsuspirocargadodefrustración,tomósubolsoyseencargódecerrarellaboratorioparadirigirsealasalida.

Ellaboratorioestabaubicadoenlaquintaplantadeunedificiofederal,porloquedebióesperaraqueelascensorsedetuvieraensupiso.Mientrastanto,buscósuteléfonoporsiteníaalgúnmensajedeNolan, pero no encontró uno solo y no supo si sentirse aliviada o nerviosa; con seguridad leesperaríaunaqueotrasorpresaalllegaracasa.Conunsonorosuspiro,guardóelteléfonoencuantovioqueelascensorestabaapuntodedetenerseensupiso,perodiounpasohaciaatráscuandolaspuertasdeaceroseabrieronyseencontrócaraacaraconelfiscalKing.

Davidelevólascejasalverlaysonrióconamabilidad,altiempoquesalíadelascensor.

—SeñoritaWilson—saludóconunainclinacióndecabeza.

—Hola—ellahizoungestounpoco torpecon lamano;poralguna razónesehombre laponíanerviosaynoeraunasensaciónagradable—.¿VieneaveraladoctoraWhalberg?

—Sí,oíalgoacercadeunahuellaquelograronrescatardelaescenayqueríasabersihaayudadoenlainvestigación.

Bethsuspiróantesderesponder,fastidiadaportenerquereconocersusnulosavances.

—LadoctoraWhalbergsefuehaceunahora,losiento.Tuvounaemergenciafamiliarqueatender—explicóconrapidez—;peropuedodecirlequenohemoshalladonadaqueayudealainvestigación.Logramosobtenerunahuellacompleta,sí,peronoestáregistradaennuestrabasededatos,ydeesaformaescasiimposibleconocerlaidentidaddesudueño.

Davidguardósilencioyalcabodeunmomentocabeceóenseñaldeasentimiento.

—Comprendo—dijo—.Enrealidad,supusequeasíseríaohabríarecibidounallamada;perosilesoysincero,esperabaencontrarmeconunasorpresa.

Bethloobservóconatención,notandolasombrabajosusojososcurosyelrictusdefastidioen

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loslabios,ynosupoporqué,perosesintióterriblementeculpableporello,auncuandosabíaqueeraunsentimientoridículo.

—Nomentiré, estamos en un puntomuerto y no veo posible que salgamos de él amenos quelleguenuevainformaciónquepodamosprocesar—reconoció,conteniendoelimpulsodehaceralgotan tontocomodisculparse—.Peroestoacabadeempezaryencuanto lapolicíaconsigaunapistalograremosresolverlo.Lohemoshechoantes.

Procuródecirloúltimocontonovehemente;enciertamedidaparecíacomosiintentaraanimarsetambién a sí misma, y él debió notarlo, porque su semblante se relajó y le dirigió una pequeñasonrisa.

—Lapolicía,sí—dijo,unpocoirónico—.Segúnsétienenprogramadosunosinterrogatoriosparamañana,quizáalgobuenosurjadeallí.

—Quizá—Beth sonrió en respuesta y cambió de tema, como si acabara de recordar algomuyimportante—.¿Ycómoestáelniño?Jeremy…

—¿ElchicoRussell?—Davidhizoungestoquegraficabasuindecisión—.Nohaynovedadensuestado,peroaúnesprontoparaesperaralgo.

—Comprendo—dijoella, trasun ligeroasentimientoyunmomentodesilencio—.Bueno,deboirmeahora.

—Claro,lamentohaberlaentretenido.

Davidhizounaseñadedespedidaylecedióelpasoparaqueseacercaraalascensor,perocuandoBethacababadeapretarelbotónyestabaapuntodeentrarenélunavezquesedetuvoenelpiso,lallamóenunarrebatoquesorprendiómásaélqueaella.

—¡SeñoritaWilson!—dijo.

Bethgiróparaverlosobresuhombro,conlamanopuestaenlahojadelelevadorparaevitarquesecerrara.

—¿Sí?—preguntó,unpocosorprendida.

—Mepreguntaba…—Daviddudó—.¿Legustaríairacenar?

Bethabriómucholosojosysequedósinhablarporcasiunminuto,algonosolovergonzososinotambién un poco penoso por la fuerza que debió hacer para contener el ascensor. Cuando logróhablar,laspalabrasbrotaronenformadeuntímidobalbuceo.

—Lolamento,peronopuedo…—dijo—.Meesperanencasa.

Davidcabeceóenseñaldeentendimiento,luciendoincómodo.

—Porsupuesto,noséenquéestabapensando,losiento—replicó—.Nisiquierapreguntésiestabacomprometida,heestadocompletamentefueradelugar…

—¡No!—Bethseapresuróacorregirlo—.Noloestoy.Merefieroaquenoestoycomprometida,ynohadichonadaincorrecto.Meencantaríacenar.Conusted,quierodecir,peroestanochenoseráposible.¿Quizáenotraocasión?

—Seguro,enotraocasión—Daviddijo loque leparecióapropiado,pensandoenpartequeellasolo esbozó una excusa amable, pero sin querer mostrar su desencanto—. Ahora tal vez debería

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tomareseascensoroseromperáelbrazo.

Bethmirósumano,yaenrojecidaporelesfuerzodemantener lapuertaabiertay ledirigióunasonrisadivertida.

—Buenaobservación—dijo—¿Nobajarátambién?

Davidsacudiólacabezadeunladoaotroenseñaldenegación.

—En un momento, tengo que hacer una llamada —le mostró el teléfono y sonrió—. Buenasnoches,señoritaWilson.

Bethnoinsistió,sinoqueentróenelascensorylevantóunamanoenseñaldedespedida.

—Sí.Buenasnoches—dijo,antesdequelaspuertassecerraran.

Cuando se hubo ido,David guardó el teléfono en el bolsillo de la chaqueta y exhaló un hondosuspiro,mirandosureflejoenlapuertadevidriodeunaoficinacerrada.

—¿Quépasacontigo?—sepreguntóasímismo,sindejardesonreír,unpocosorprendidoporesearrebato.

Esperó varios minutos para llamar nuevamente el ascensor, seguro de que no se encontraríanuevamenteconBethenelvestíbulo.Nocreíapodersoportarotroincómodoencuentro.Elporquésesentíataninquietoensupresenciayquélohabíallevadoahaceresaridículainvitación…bueno,nocreíaquefuerabuenaideaprofundizareneso.Soloestabasegurodeunacosa.Bernieseburlaríasinpiedadencuantolosupiera.

Bethllegóasuapartamentosinestardeltodoseguraacercadecómollegóallí.Teníasuertedeserunapersonatanmetódicaensushábitosdeviaje,porqueesolepermitióhacertodoelrecorridoconlamenteocupadaenpensamientosmuchomásprofundosyperturbadoresquelosrelacionadosconcuálerael autobúsa tomarpara llegarmásprontoacasaoenquéesquinadoblarunavezque sealejódelaparada.

¿Qué era loque acababadepasar?Unhombreque era casi un completo extraño, a quienhabíavisto por primera vez hacía tan solo unas horas, acababa de invitarla a cenar.Y ella, contraria alsentidocomún,habíaestadoapuntodeaceptar.SololapreocupaciónporNolanlehabíasalvadodecometerunalocura.

Ellanosalíaconextraños.Maríadiría,enrealidad,quellevabaunavidademasiadoreservada,ynoquefueraunprospectoparaunconvento,leagradabasalirdecuandoencuandoyteníacitasque,sibien terminaban en sumayoría en un absoluto desastre, le ponían un poco de emoción a su vida.Pero…¿haber considerado la invitaciónde undesconocido solo porque le atraía?Si sumadre losupiera legritaríaporhoras.Estaba tan acostumbradaaver terribles casosdemujeresquehabíantenidolabrillante ideadecedera la tentacióndesalirconunatractivodesconocidoycuyavidasehabíavistoinclusoamenazada,quecreíahaberdesarrolladounanaturaldesconfianzaquelalibrabadeexponerseapeligrosinnecesarios.

Pero al parecer estaba equivocada. Bastaba que un hombre como David King, con esa vozseductorayunosojosmisteriososaparecieraen suvidaparaque sevieraapuntodecometerunaidiotez.

Suspiróalverqueestabayafrenteasupuertasinsabermuybiencómohabíallegadoallí.

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VivíaenunedificiodeestiloclásicoenunacallebastanteagradabledeBoston.Yaquecontabaconunsueldorespetableynoestabaacostumbradaalujos,podíapagareselugarsinversedesesperadaalllegarafindemes.Enrealidad,quizáesefueraunlujoensímismo,elplacerdevivirenunlugarconfortable,bonito,yqueleprocurabaesaindependenciaquetantoapreciaba.

Suapartamentoestabaubicadoenelsegundopiso,porloquetomólasescalerasehizoungestodedoloralencontrarseconlapuertamedioabiertayelhorrorososonidoqueproveníadelinterior.Alparecer ya no hacía falta que pensara más en David King, su curiosa invitación y su propia ydesconcertante reacción. Sospechaba que iba pasar las próximas horas ocupada en tareas muchomenosagradables.

Endureció el gesto y abrió la puerta conbrusquedad, de pie bajo el dintel y abarcando conunamiradaloqueocurríafrenteaella.

Suprimorosoybiencuidadosalónparecíahabersufridolosestragosdeunabatallacampal.Losmueblesquehabíaelegidounoporunocontantoesmeroestabanarrinconadoscontralasparedesysumesitafavorita,¡lafrágilantigüedadqueleobsequiósumadrecuandosemudó!,seveíaapuntodecolapsarporlaspilasdeplatosycajasdepizzavacíassobreella.

Sullegadapasóinadvertidaparaelgrupodemuchachosquesaltabanalritmodelamismacanciónque Alan le había sugerido escuchar esa mañana en el laboratorio, con la diferencia de que estaversión parecía pertenecer a otro grupo y el volumen estaba tan alto que creyó que sus tímpanosempezaríanasangrar.

Sin dudar, se dirigió al muchacho que fungía de disc-jockey frente al equipo de sonido e,ignorandosuexpresiónsorprendida,tomóelenchufeylodesconectóconunmovimientobrusco,loqueocasionóquelosentusiastasbailarinessedetuvierancomoporartedemagiaenlasposturasmásextrañas. Todos lamiraron entonces con la sorpresa en sus rostros, a excepción de uno que pasórápidodelaconfusiónalabsolutoterror.

—Todoelmundofuera.Ahora—dijo,envozbaja,peroclara.

Maríadecíaquepesea suescasaestaturayaspecto frágil,Beth tenía lahabilidadde inspiraruntemor reverencial cuando se encontraba enfadada.Y ahora, enmedio del salón con los brazos enjarrasyunaexpresióndefuriaencadaunodesusrasgos,seveíasimplementeimponente.Lomismodebieronpensarlosasistentesalafiesta,porqueenmenosdecincominutoseldepartamentoquedócasivacío,aexcepcióndeellamismayunmuchachodecomplexiónesmirriadayconcabellocolormielmuysimilaralsuyo.

—Hola,Beth—saludóélconvoztrémulacuandoelsilenciosehizotanpesadocomounalosa—¿Quétaleltrabajo?

—Dameunasolarazónporlaquenoteechoahoramismoalacalle—demandóellaconuntonoquehabríahechotemblaraalguienquenoestuvierahaciéndoloya.

—¿Porquesoytuhermanopequeñoymeamas?

—Pruebadenuevo.

—¿Porquesimamáseenteradequemedejasteenmediodelacalleaestashorasnotevolveráahablarnunca?

Bethaspiróconfuerzaydejócaersubolsoconungolpesecosobreelsuelollenodeenvolturasdefriturasyalgunaslatasdecerveza.

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—Soloporeso,Nolan,peroconsideraquepodríavivirsinvolverahablarconmamásiesomelibradevolveraencontrarmeconalgocomoesto,¿estáclaro?

Elchicoasintióunayotravez,sinvariarsuexpresiónasustada.

—Losientotanto,Beth,lojuro.Nofuemiidea,notuvenadaqueverconesto—seexcusó.

—¿No?¿Enserio?—preguntóellaconsarcasmo.

—Bueno,casinada—secorrigióconrapidez,sonrojándose—.Lascosassenosfueronunpocodelasmanos. Invité adosamigosdemigrupodeestudios,y luegoellos llamaronaotros,y estos aotrosmás.Antesdequemedieracuentaelapartamentoestabarepletoynosabíaquéhacer.Nuncaplanearíaalgoasí,losabes.

Beth soltó una maldición entre dientes, recogió el bolso y dio la espalda a su hermano paradirigirseasuhabitación.

—Ese es el problema,Nolan. Sé que nunca planearías algo como esto, pero también sé que noharásnadaporevitarlo—hablósobresuhombrosinocultarsufastidio.

Suhermano,quellevabaelcabellolargohastaloshombros,selohizoaunladoconunamuecaylasiguiótrotando.Eracasitreintacentímetrosmásalto,perodeandardesgarbadoyenesemomentoseveíatanarrepentidoqueesoloempequeñecíahastaqueparecierancasidelamismaestatura.

—Eso no es del todo cierto. Vamos, Beth, lo siento mucho, lo juro —se disculpó de nuevosiguiéndolahastasuhabitación,viéndolamientrasdejabasubolsoyabrigoconmovimientosbruscosquedelatabansumalestar—.Limpiaré todo,serácomosinadahubierapasado. Iréadormirahoramismoparalevantarmealamanecer…

Suhermanaledirigióunamiradatanfríaquecallódegolpe.

—¿Dormir?¿Mañana?—Repitió conuna risaun tantohistérica—.Cariño,no te acercarás a tucamamientraselapartamentonoestétalycomolodejéantesdesaliratrabajarestamañana.

—Pero…

—Noesnegociable,Nolan,esunaorden,ysabesquees justa.Sinopiensascumplirla,cogetuscosasmientrashagounallamadaamamáparaquevayaarecogertealaestacióndeautobuses.

Esperóensilencioaquesuhermanohilvanaraunaréplica,peroellonoocurrió.Trasdirigirleunamiradamezcladesúplicayrebeldía,diomediavueltaycerrólapuertatrasdesíconunportazo.

Solo cuando se supo sola,Beth exhaló un profundo suspiro, desterró lamirada preparada parainspirartemorysedejócaersobrelacamacuanlargaera.

—Nuncatendréhijos—musitó,altiempoquesacudíalacabeza.

Conseguridadsumadretendríaunpardecosasquedecirfrenteasemejanteafirmación,ysindudaBethnopodríamantenerlaluegodeoírunlargoyelaboradosermónacercadehacerdeclaracionesenmomentosdeira.ClaroqueluegoBethlediríaquelaideanuncahubierapasadoporsumentesino se hubiera visto de pronto en la situación de convivir con un adolescente y convertirse en unafigura adultapara él.Ciertoque enverdad eradiez añosmayorqueNolany eso lahacía engranmedida responsable de dar un buen ejemplo, pero sin duda su hermano no estaba precisamenteagradecidodehaberterminadobajosuala.

Bethsehabíacriadoenunhogarbastanteconvencional,siendolaúnicahijadeunaparejadeclase

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mediaenunbarriosuburbanodeChicago.Nadafueradelocomún;porelcontrario,suvidahabíasidobastantesencillayfelizcondospadresamorososyresponsablesquelaconsiderabanelcentrodesumundo.HastaquellegóNolan,casicomounasorpresa,unaquefuemuybienrecibida,claro,peroellonoimpidióquesignificaraunagranépocadecambios.Ycuandosupadremuriódeformatrágicaapenasunpardeañosdespuésdenacerél,sumadreseviodeprontocondosniños,unodeelloscasiunbebé,ycolmadadeobligaciones.

AlserBethmayoryforzadaamadurarconrapidez,notuvoproblemasenencargarsedeNolancuandoeranecesario,loqueocurríacasitodoeltiempoyaquesumadredebióvolveraltrabajoquehabíaabandonadocuandoellanacióporque lapensióndejadaporsuesposo resultaba insuficiente.De modo que cambiar pañales, preparar papillas e improvisar juegos infantiles fue una monedacorrientedurantesuniñezybuenapartedesuadolescencia.Yciertamentelohacíacongusto,Nolaneraunchiquilloencantador.Lástimaquetodostuvieranquecrecer.

No,noeradeltodojustaylosabía,peroestabatanfuriosa…

Cuando decidió dejar Chicago hacía ya tres años para aceptar una oferta de empleo en ellaboratorioforensedeBostonnopudoevitarsentirseunpococulpable,perosumadreseencargódedespejarsusdudasalrecordarlequeerasuempleosoñadoyqueNolan,conquinceañosentonces,estabaapuntodeterminarelinstitutoyerayalobastantemayorparavelarporsímismo.YBethseaferróasuspalabrascondesesperación.

Las cosas no habían ido mal en un principio; según sus largas conversaciones telefónicas, sumadreyNolanllevabanlanuevarutinasinmayoresproblemas,einclusoelmuchachoconsiguióuntrabajo de medio tiempo para ayudar en casa. Todo parecía ir tan bien como era posible, peroentoncesdoscosasocurrieron.Nolanselasarreglóparademostrarqueeratanbrillantecomoidiotaenunperiodocortodetiempo.

Al graduarse obtuvo lasmejores calificaciones queBeth o sumadre hubieran podido soñar; elmuchacho era sencillamente brillante, y se le presentaron varias oportunidades para asistir auniversidadesdedistintoslugaresdelpaís,perotodoestabaarregladoparaquefueraaunaquenoquedara demasiado lejos de casa. Entonces, cuando solo debía empezar a hacer los trámites paraingresar, tuvo la genial idea de permitir que algunos de sus antiguos compañeros del instituto loinvolucraranenseriosproblemas,lobastanteparaquelamadredeBethinsistieraenquesedesligarade esas malas amistades y optara por una plaza tan lejos de Chicago como fuera posible.Desafortunadamente o no, dependía del punto de vista, consiguió una beca en elMIT, una de lasmejores escuelas a las que podría aspirar a entrar un chico emocionado por estudiar ingeniaría,comoeraelcasodeNolan.ElMITestabaenMassachusettsaunaconvenientedistanciadellugarderesidenciadesuhermanamayor.¿Quépodíasermejor?

DemodoqueallíestabaBeth,convertidadeprontoencasiunatutoradesuhermano,responsablede que cumpliera con sus clases y horarios y no se metiera en problemas. Considerando elespectáculodeesanoche,sinembargo,noestabahaciendoungrantrabajo.

Hubierapodidopasarhoraspensandoencastigos,sermonesyamenazasparacontrolaraNolanyevitarqueeseembrolloserepitiera;peroprefiriódejarloparaeldíasiguiente.Necesitabadormir,estaba exhausta; al estrés del día y la frustración de no dar con pistas en el caso que llevaba, sesumabaahorasudisgustoporlaactituddesuhermano.

Enlugarderelamerseensusmúltiplespreocupaciones,sedijo,merecíametersealacama,cerrarlosojosydormir.Siteníasuerte,talvezsoñaraconunosojososcurosconlahabilidaddederretirel

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ártico.

Maríaestaríafelizdesaberloquepensaba.

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CAPITULO3

David nunca se había sentido del todo cómodo durante los interrogatorios, aun cuando noestuvieraprecisamentefrenteoalladodelinterrogado,sinotrasungranventanaldesdeelquepodíapresenciartodalaactividadmientrasenlasalaseveíatansolocomounespejo.Desdeluego,debidoa las series y películas de televisión, cualquiera que entrara en esa sala sabía que estaba siendoobservadoyalamayoríaesonolesgustaba,algoporloqueDavidnopodíaculparlos.

Por logeneralpreferíadejarquelapolicíahicierasutrabajoyesperar losresultadoscuandosetuvieranhechosconcretos;porunaparteseevitabauntrámitemuchasvecesinnecesarioyporotrono obstaculizaba la labor policial, que no siempre congeniaba con la fiscalía. En este caso, sinembargo, su presencia eramás que necesaria, como se recordó con un gesto de fastidiomientrasprestabaatenciónaloqueocurríaenlasaladeinterrogatorios.

Unhombredemedianaestatura,robusto,yconunacicatrizqueibadelpárpadoderechoalmentón,mantenía un absoluto silencio mientras otro, ligeramente más alto y con un traje y postura quedelatabasucondicióndeabogado,sedespachabaconuna largaperorataacercade lo ilegaldeesacitación.Ellosocupabanunextremodeunalargamesademadera,mientraslosoficialesacargodelinterrogatorioseubicabanenlaotra,ambosconactitudesdeltodoopuestas.

AlparecereldetectiveLancasterestabamuycómodoensupapelde“policíamalo”,Davidsupusoqueenrealidadnoestabainterpretandounpapel,sinomostrandoelcarizmáscomúndesucaráctermalhumorado y un poco agresivo, que por cierto iba demaravilla con su aspecto: alto, un pocopasado de peso y con el rostro demacrado surcado de arrugas, sin duda no era la imagen de laalegría.Holland,encambio,yDaviddebíareconocerlo,teníaunaactitudmuchomásabiertayafable,aunqueenesemomentonoparecíaprecisamentecontento;talveztuvieraalgoqueverconlosnulosresultadosdelinterrogatorio.

DimitriPetrovdebíadetenerunalargaexperienciaenloqueaencuentrosconlapolicíaserefería;nosellegabaaliderarunimportantetentáculodelamafiarusasinunlargohistorialyelsuyoeraimpresionante.Segúnlasúltimasinvestigaciones,CliveRusselltrabajóparasuorganizaciónpeseano ser de origen ruso, lo que no era usual, aunque tampoco del todo extraño. SegúnDavid habíalogrado averiguar por su cuenta, muchas veces la mafia hacía negocios con criminales que nopertenecíanasucírculoporuntemadeconveniencia,yeseeraposiblementeelcasodePetrov.Alparecer, cuando Russell trabajó con ellos estuvo involucrado en unos robos menores y venta deestupefacientes;perosegúnasegurabaPetrovnuncafue lobastante importantecomopara lamentarque fuera encerrado o que no deseara volver a la organización una vez que dejó la cárcel.Simplementeloolvidaronyahoraestabanmuysorprendidosporsuterribleasesinato,desdeluego,peronohabíantenidonadaqueverconello.

Davidestabapredispuestoanocreerle,claro,lomismoquelosoficialesquelointerrogaban,peromientras no tuvieran pruebas era poco lo que podían hacer. Y tanto Petrov como su abogado losabían.

Trasunanuevaescaramuza,eldetectiveLancasterdiounfuertegolpesobrelamesaysepusodepie para dejar la estancia con un portazo.Minutos después apareció en el lugar en que se hallabaDavidysemantuvodepieyensilencioasuladoporunpardeminutos.

—¿Espartedelespectáculo?—PreguntóDavidalcabodeunmomentocontonoindiferente—¿El

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golpesobrelamesa?

EldetectiveLancasterseencogiódehombros.

—Noenrealidad,estoymuydisgustado—respondióelotro,conunamiradadefastidio—.Odioaestostipos.

—¿Alcriminaloalabogado?

—¿Hayalgunadiferencia?

Davidnopudoresistirunasonrisa.LainquinaquesentíaeldetectiveLancasterporlosabogadoseralegendaria;Claireselotomabacomouninsultopersonal,peroaDavidsololeprovocabagracia.Elrecuerdohizoqueensombrecieranuevamenteelsemblante.

—Dependedeaquiénlepregunte—secontentóconresponder.

Trasunnuevoencogimientodehombros,eldetectivepególanarizalcristalysacudiólacabezadeunladoaotro.

—Estáocultandoalgo,puedoolerlo—dijo.

—¿Enserio?

—Sí,peronoestoysegurodequées…—LancastersealejódelcristalymiróaDavid—.Tengolasuficienteexperienciaparasaberestascosas,¿comprende?

—Lecreo—replicóDavidconsencillez,yerasincero—.Perosuintuiciónnonossirvedenadasinotienehechosconcretos.

—Ahorahablacomounabogado.

—Lo lamento, no puedo evitarlo—Davidmostró una sonrisa que pareció relajar un poco a suinterlocutor—. Ahora dígame, ¿en verdad tenemos algo para detenerlo o para investigar aprofundidad?

Lancasternegóconlacabeza.

—¿Detenerlo?No,nohayforma,noporesto,almenos.Ysobreprofundizar,bueno,claroqueloharemos,esnuestraúnicapista,yyaledijequeestoysegurodequeeslacorrecta.Iremosporotrosmiembrosdelaorganización,losmásdébiles,tenemostambiénalgunoscontactos…

—¿Espías?

—Informantes—locorrigióeldetectiveconlaprimerasonrisaqueleveíaentodalatarde—.Estehombretienealgoquevercontodoestoyvamosadescubrirlo.Luegoustedpodrállevarseelcréditoyhacersupropioespectáculoeneljuzgado.

David no respondió a la provocación, en parte porque dudaba de que Lancaster la hiciera conmalicia,yengranmedidaporquenotóquePetrovysuabogadoestabansolosenlasala.AntesdequepudierapreguntarquéhabíapasadoconHolland,estellegóhastaellosblandiendounacarpetaenlamano.

—Coartadas—dijo,congestodeexasperación—.Paraélytodossushombresdeconfianza.

Alhablar sedirigióaambos, sibienevitó lamiradadeDavidyestehizootro tanto.AunqueeldetectiveLancasterparecíaconscientedelatensiónentreellos,nosemostrósorprendido.

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— ¡Qué simpático! Nos ahorró unos diez o doce interrogatorios; me encanta cuando loscriminalessemuestrantanconsiderados—rumióelmayorentredientes.

—Entoncessololodejamosir—eraevidentelafrustraciónenlavozdeDavid.

—¿Lesorprende?Noserálaprimeravezqueuncriminalsaledelprecintotalycomoentróporuntecnicismoounascoartadasbienarmadas—eldetectiveLancasterseencogiódehombros—.Yaselodije,trabajaremosenotrosflancos.

—No lodudo,peronosquedamossin tiempo.SiPetrovestáenverdad relacionadoconestonotendráproblemasparaescapar,nisiquierapuedosolicitarunaordendevigilanciasinpruebas.

EldetectiveLancastermiróaDavidalosojosyaestelesorprendióencontrarseconunachispadivertidaquebrillabaensuspupilas,enespecialcuandoretirólamiradayobservóasucompañeroconciertoasomodeburla.

—Unaorden,dice,cuántainocencia.¿Notegustanlosabogadoshonestos?—ledijo,sacudiendolacabeza.

Hollandledevolviólasonrisa,peronorespondió.

—Nosotros nos ocuparemos de Petrov, señor King, usted encárguese de lo suyo y si todoshacemos el trabajo por el que nos pagan tan bien pronto podremos solucionar esto—el mayorrecuperólaseriedadysecruzódebrazos,lanzandounafríamiradaaloshombresquepermanecíantraselcristal—.Tengomuchosasuntospendientesconesetipoymegustaríaverloencerradoantesderetirarme.

Davidsesintiótentadoapreguntarquéeraexactamenteloquelapolicíapensabahacer,peroteníala suficiente experiencia para saber quemientras menos supiera, mejor. Como fiscal, de estar enconocimiento de cualquier hecho que infringiera una norma, tendría que reportarlo o perdería sulicencia,pornohablardesutrabajo;perosinoestabaaltanto…respetabalosuficientealospolicíashonestoscomoLancasterparaconfiarensubuenjuicio.Yaunqueodiarareconocerlo,podíadecirlomismo de Holland. Con esa certeza, asintió sin hacer ninguna pregunta y los dejó para quecontinuaranconelinterrogatorio,porinútilquepudieraresultar.

Estabaapuntodedejarelprecintocuandorecordóquehabíaunamáquinadecaféenunade lassalasutilizadasporlospolicíasensusdescansos;habíapasadoporallíenotrasocasionesysabíaquelos visitantes conocidos, fueran abogados o administrativos, podían también hacer uso de ella, demodoquefuehaciaallá.Ibaanecesitartodalacafeínaposiblepararesistiresecaso.

Sinembargo,alllegarseencontróconuncuadroextraño.

Unhombreextremadamentealtoymuydelgado,depiejuntoaunpequeñomueblesobreelqueseencontrabalamáquina,dabadegolpesconunpiesobreelsuelomientrastarareabaunamelodíaquele sonó del todo desconocida. Lo curioso del hombre, además de su relajada actitud y extrañavestimenta,queconsistíaenunosvaquerosraídosyunacamisetaajustadayquelequedabapequeña,eraelhechodequetodoenéldejabamásqueclaroquenoformabapartedelprecinto.Oalmenosnocomountrabajadordelmismo.Davidlorelacionódeinmediatoconloshombresqueesperabanenlasceldasdelprimerpisosutrasladoalascortesoalcentropenitenciarioquelescorrespondiera.Yno,noestabasiendoprejuicioso,solousabasuexperienciaysentidocomún.

Intrigadoy unpoco inquieto, se aclaró la gargantapara llamar su atenciónyno le sorprendióencontrarse con una mirada fría. Por fortuna, su irrupción consiguió que el hombre dejara de

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tararear.

—¿Puedohaceralgoporusted?—preguntóDavidconunacejaalzada.

—No,nolocreo.¿Puedoyohaceralgoporusted?¿Quiereuncafé?—lavoz,aunqueburlona,noocultóquesudueñoeramásjovendeloqueparecía.

Davidnegóconlacabezaydirigióalhombreotramiradadesconfiada.

—Yomeserviré,perogracias—respondióensimilartono.

—Ya. ¿Eres policía?No pareces policía, tienes buenos zapatos—el hombre señaló sus propiospies,calzadosconunostenisnegrosydesgastados—.Lospolicíascasinuncatienenbuenoszapatos.

—¿Tienepermisoparaestaraquí?—Davidseñalólasalaconungesto.

Elhombreseencogiódehombrosyse llevóunamanoa lacabezarapada;soloentoncesDavidnotóelpequeñotatuajeensucuello.

—Quierouncafé—dijo.

Davidfruncióunpocoelceñoalnotarunacentofamiliarysusemblanteseendureció.

—Hayunaexcelentecafeteríacruzandolacalle—dijo,sindudar—.Buendía.

—Noespolicía,perohablacomouno…

El hombre se acercó aDavid hasta quedar a un par de pasos de distancia y lo estudió con unasonrisa.Aunqueeraunoscentímetrosmásalto,Davideramásfornidoynoretrocediómientraseraanalizado,porelcontrario,metiólasmanosenlosbolsillosdelachaquetayledevolviólamirada.Trasmirarsobresuhombrohaciaelcorredor,dondedospolicíasllevabanaunamujeresposada,diounpasohaciaatrássindejardesonreír.

—Nomegustaelcafédecualquierforma,prefieroelvodka—dijo,despectivo.

Sin esperar a una réplica, dio media vuelta, pero mientras se alejaba David alcanzó a oír queretomabaesaperturbadoramelodíaunavezmás.Sindejardeobservarlohastaqueseperdiódevista,buscóelteléfonoensuchaquetaymarcóunnúmerodememoria.Esperóunmomentoaseratendidoyantesdequesuinterlocutoralcanzarasiquieraasaludar,empezóadaralgunasindicaciones.

Bethllegóallaboratoriodemalhumorycansada,ysuestadodeánimonomejoróalveraAlandandovueltasconlafrescurayalegríapropiadequienhadormidoalmenosochohorasynotieneunagranpreocupaciónenelhorizonte.Bueno,talvezesonofueradeltodocierto,sabíaqueAlaneramás responsable y maduro de lo que parecía a simple vista; además de que vivía con su madreancianaaquiencuidabaconunesmeroadmirable.

—¡Vaya,Beth!¿Dormistealgoanoche?Setevehorrible.

Suempatíasefueporlossuelosaloírsusaludoehizounamuecadedesagrado.

—Buenosdías tambiénpara ti,Alan—respondiómientrasdejaba sus cosas e ibapor subata—.Pruebaavivirconunadolescentequenotieneunapizcadesentidocomún…

—Oh,yaentiendo,problemasconNolan—suamigoexhalóunsuspirodándoseairesdeentendido—.Larelaciónentrehermanossiempreescomplicada.

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—Ereshijoúnico—lerecordóBeth.

—Sí,claro,poresodigoqueescomplicadayteaseguroquemealegranotenerquevermeenesosproblemas.

Bethseabstuvoderesponderyvolcósuatenciónalosinformessobresuescritorio.

—¿NadanuevoconelcasoRussell?—preguntóluegodeavanzarconlalectura.

—Síyno.

—Hetenidounamalanoche,Alan,porfavor,¿podríasresumiryevitarlasbromas?

Bethhizoalgoquenoacostumbraba:rogar,yAlanpareciócomprenderla,porqueleobsequióunasonrisasincera.

—Eresunabuenahermana.Losabes,¿verdad?—preguntó,dándoleunapalmaditaenelhombro.

—Sí, sí, e iré al cielo, seguro —Beth no se mostró muy emocionada por el halago, perocorrespondióalgestoconunasonrisa—.Ahoraexplícamequéhasencontrado.

Alanretomósuhiperactividadhabitual,haciendoaspavientosaltiempoqueibadeunladoaotrodellaboratorio.

—LapolicíaenvióalgunasmuestrasdeADNparaseranalizadas,peronodelaescenadelcrimen,sinodealgunossospechosos;gentequetrabajóconRussellenalgunosasuntossucios,yasabesaquémerefiero.Russellnoeraunladróndecategoría,asíquelamayorpartedesuscómplicestampocoloson,pero,yestoeslointeresante,durantealgúntiempoestuvorelacionadoconunsegmentodelamafia rusa, no la más poderosa, digamos, pero hablamos de mafiosos rusos asesinos, no puedoimaginarcuálesladiferencia—Alanseencogiódehombros.

—¿LamuestradeADNdealgunodeesosantiguoscamaradasreportóunacoincidenciacon lasque encontramos en la escena? ¿O con la huella que tenemos?—Beth se adelantó en el asiento,esperanzada.

Alannegóconlacabeza,haciendoungestodedesaliento.

—Lo siento, pero ese es el “no”—sin embargo, sonrió de nuevo al decirlo y continuó—: Lointeresanteesquetodoesodelosrusosmepusoapensarysabesquesoybrillantecuandopienso.Demodo que decidí buscar cualquier coincidencia entre lo que sabemos y la mafia rusa. Este es elmomento en el que damos gracias de que los asesinos sanguinarios de organizaciones criminalesseanmuyapegadosalatradición.

—¿Esdecir?—Bethloapremiósindisimularsucuriosidad.

— ¿Recuerdas la herida en el rostro de la señora Russell? ¿Ese corte tan desagradable einnecesario?Bueno,mi querida jefa, no lo relacionamos entonces, pero es unamarca usual en lamafia rusa, lo que confirma la teoría de la policía de que son ellos quienes están detrás de esto.Puedesaplaudirmecuandogustes.Ahoraestaríabien.

BethnosemostrótanemocionadacomoAlanporeldescubrimiento.

—¿Esoestodo?—preguntó—.Losiento,séqueesunavance,peronecesitamosalgounpocomásconcreto.

—¿Másconcretoqueesto?—Alanelevólosbrazosalcielo—.Noteentiendo,Betty,peronosé

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porquémesorprende;nuncaentiendoalasmujeres.

—A loqueme refieroesaqueesunaposibilidad tanbuenacomocualquierotrayhaymuchasformasde echar esahipótesis por tierra; ni siquiera tengoquemencionarlas, las conoces tanbiencomoyo—explicó—.Sinunacoincidencia,seaporADNohuellas,notenemosnadaquepresentaraWhalbergyalapolicía.

Alanexhalóunsuspiro,sepusolasmanosenlacinturayempezóacaminardeunladoaotrodellaboratorio. Era una de sus costumbres cuando intentaba buscar una solución a un problemaparticularmentedifícilyBethhabíaaprendidoadejarlohastaqueéldecidieracompartir sus ideas.Tras unos cuantosminutos que ella ocupó en poner unasmuestras bajo elmicroscopio, tuvo quecontenerunbrincocuandoAlancorrióhaciaellaylatomóporelbrazo.

—¡Elniño!—dijo.

—¿Quéniño?—preguntóella,confundidaporlasorpresa.

—¡ElniñoRussell!¿Alguienlehapreguntadoacercadelosrusos?

Bethseliberódelagarreconunamuecafastidiada.

—Tieneseisaños,Alan,dudoquesepamuchoacercadelamafiarusaodecualquierotra.Además,sabesquenohaqueridohablarconnadieysigueenelhospital.

—Sí,bueno,noesperoqueseaunexpertoencrimenorganizado,peropuedehabervistouoídoalgoqueconfirmenuestrahipótesisy,segúnrecuerdo,mencionastequeesefiscalquisopersuadirtepara que hablaras con él—le recordó alzándose de hombros—.Este sería unmomento excelenteparaquelohicieras.

Bethempezóanegarconlacabezatanprontocómodedujocuálseríasusugerencia.

—No,novoyaacosaraeseniñoparaquerecuerdeelasesinatodesuspadres—dijo,tajante.

—Nosetratadeeso,Beth,sinodeayudarlo—Alandejósuhablarimpetuosoparamostrarsemássereno—.Talvezeseniñonomuestremuchasemociones,pero¿notehaspuestoapensarentodoloque debe estar pasando por su cabeza? Si vio algo, y solo eso explicaría su estado, debe estaratormentándolo.Siintentarashablarconélyquetecuenteloquepasónoestaríasacosándolo,sinoayudándolo. Podrá liberarse de esos recuerdos y superar el trauma, sin mencionar que podríaayudarnosaatraparaquienesmatarona suspadres.Según recuerdo, fuiste túquiendijoqueesélquiencorrepeligromientrasesténlibres.

Beth lo escuchó en silencio y fue ella quien esta vez empezó a recorrer el breve espacio dellaboratorioyAlanmostrólamismaconsideraciónalnointerrumpirlayesperaraquedijeraloquepensaba. Cuando lo hizo,mostró unamezcla de emociones en su rostro; una absoluta decisión ybuenapartedeincomodidad.

—Nosoybuenaconlosniños…—dijo,másparasímismaqueparaAlan.

—Tu hermano se comporta a veces como uno, vives con él y no lo has matado aún; eso teconvierteencasiunaexperta—suamigosonrió.

—Tengoquehaceresto,¿cierto?Eslaúnicaformadeayudaralniño…—Bethcontinuócomosinolohubieraoídoyaspiróconfuerzaantesdecontinuar—.Deacuerdo,loharé.

—Esaesmichica.

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Alansonrióysefrotólasmanoscomosiacabaradecumplirconsudeber.Beth,entanto,sellevóunamanoalacabeza,unpocoinseguraaúndesudecisión,peroconvencidadequenoibaadarunpasoatrás.

ElbarmáscercanoalaoficinadeDavideratambiénelmásconcurridoporabogadosymiembrosdeljuzgado,loqueporlogeneralerabastanteconveniente;sinoteníatiempoparairaunrestaurantea almorzar, tenía la opción de tomar algo allí, pero a veces esa cercanía también podía ser unaverdaderamaldición. En especial cuando veías a la última persona en elmundo a quien hubierasdeseadoencontrar.O,mejordicho,aunadeellas.

Nunca había considerado a JennyTang como una amiga.Era unamujer agradable y aunque supersonalidad exuberante y falta de tacto con frecuencia lo sacaba de quicio, tenía claro que era lamejoramigadeClaireyesoerasuficienteparaqueletuvieraestima;inclusohabíapasadotiempoconsuesposoKevin,quienteníauncarácterensuopiniónmáscercanoalsuyo.Silascosasnosehubierandadodeuna forma tanextraña lehabríagustadomantener el contactoconél.Y sí, quizátambién con Jenny. Pero hubiera sido una locura pensar que podíamantener algo parecido a unaamistadconellaysufamilia.

Poresemotivo,mientrassaboreabasubebidatrashabersostenidounapequeñacharlaconBernieyeste semarchabadelbarpara cumplir conunpedidoquequizá lo tendríaocupadoporhoras,ycontempló una imagen familiar reflejada en el espejo sobre la barra que se acercaba con pasodeterminadoaél,estuvotentadoatomarsuchaquetaysalirdellocalsinmiraratrás.Sinembargo,fastidiadocomoseencontrabaporlascontinuasdecepcionesenelcasoRussell,sedijoquenoteníapor qué marcharse como si hubiera sido él quien cometiera algún crimen. No es que Claire lohiciera,perosindudaellaeramásresponsabledeesedesastrequeél,yJennylosabía.

DemodoqueesperóensilencioaqueJennyllegarahastasualturayledirigióunasonrisafaltadecalidez.

—HolaJenny—dijo.

—Por favor,David,no tienesquemostrarte tanemocionadoporverme,vasaabrumarme—sinesperarunainvitación,ellaocupóeltaburetedellado.

Jennyacababadepasar los cuarenta, teníaun estilo algo estrafalario en el vestir ynohabía serhumanosobrelatierraquelaconvencieradequedebíadejarencasatodosesosanillosqueusabaenambas manos. Pequeña y algo regordeta, poseía un rostro armonioso y delicado, propio de suascendenciaasiáticadelaqueestabatanorgullosa.

—¿Sarcasmo?—preguntóélconunacejaalzada.

—Loúnicoquefuncionacontigocuandoasumesesaactitud,cariño,losiento—ellanosemostrórealmentearrepentidamientrasseencogíadehombros—.Sabesquenosoylavillanadeestahistoria,ytampocoloesClaire.

—¿Acasoloheinsinuadoalgunavez?—preguntóél,unpocoofendido.

Jennynegóconlacabezasinalterarse.

—No, jamásharías algo así, eres un caballero—ella sonrió—;perono esperarásque creaquenuncalohaspensado.

—Nosabíaqueahorapudierasleerlamente,¿notienessuficienteconlasclasesdeTarot?

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—Quécurioso—replicóJenny,conunagransonrisa—.Kevinmepreguntólomismo.

—¡Pobrehombre!

David sonrió, genuinamente divertido al emitir esa expresión y Jenny correspondió al gesto, alparecersatisfechadehaberrotoalfinelhielo.

—Díselo la próxima vez que jueguen al baloncesto —sugirió, para luego hacer un mohín defastidio—.No, espera, ustedes ya no juegan porque simplemente has desaparecido de la faz de latierra.

—Estoyaquí,Jenny…

—Denuestratierra,entonces—Jennylointerrumpióantesdequepudieraexcusarse—.Nohemossabidodetienmeses,apenasséqueestásvivoporqueoigonombrarteeneldespacho.Tehellamadounayotravez,hedejadomensajesentucontestadorynohassidocapazdedevolvermelallamada.¡HaspasadolaNavidadencasa,DavidKing!Creoqueloschicosyyomerecemosunpocomásdeconsideración.

David estuvo tentado ano responder, pero comprendióque ella tenía algode razón.Tal veznofueran amigos y nunca lo serían, pero era verdad que habían sido bastante cercanos, lo suficientepara que aceptara invitaciones para pasar las fiestas con su familia. Claro que estaba con Claireentoncesy…¡Demonios!¿CómoesqueJennynoveíacuáleraelproblema?

—Jenny,escucha,tengoquedisculparmeporeso,tienesrazón,hedebidoalmenosresponderatusmensajes; fue inmaduro demi parte y lo lamento—reconoció con tono tenso—; pero tienes queentenderquenoesunasituaciónsencillaparamí.

Ellapusolosojosenblancoyapaciguósusemblantetrasemitirunsonorosuspiro.

—Porsupuestoqueloentiendo—dijo,conunamanoenelpecho—.Cariño,sialguienhasalidounpocoperjudicadodeesteenredoeseerestú.

—¿Unpoco?—DavidalzóunacejasinpoderreprimirunasonrisaporlaligerezadeJenny.

—De acuerdo, eso no estuvo muy bien. En realidad te has visto injustamente herido por unasituación extraordinaria en la que nadie, y es importante que reconozcas eso, nadie—remarcó—,tienelaculpadenada.

—Creoqueharáfaltaalgomásdetiempoparaqueseacapazdemostraresagenerosidad,Jenny—respondióél—;peronoesuntemaacercadelquequierahablarahora.

—¿Ycuándohablaremosentonces?—preguntóella,exasperada.

—¿Contigo?Nunca—Davidnoparecióarrepentidoporsutonocortante—.Habloenserio,Jenny,sabes que te aprecio, lo mismo que a Kevin y los chicos, y espero que con el tiempo podamosreanudaralgodeesarelaciónqueteníamos,sabesquesoysincero,peroaúnnoeselmomento.

Jenny chasqueó la lengua y sacudió frente a David en dedo índice del que se bamboleaba unenormeanillodeplata.

—Estábien,nosoytandesconsideradacomoparanoreconocerquetalveznecesitesalgomásdetiempo,aunquecualquierapensaríaquecasiunañonoespoco…—rumióalfinal,paracontinuardeinmediatoafindenoserinterrumpida—.Perotedaréunsermón,loquierasono,yvasoírlo.

—¿Tengoalternativa?

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JennyignorólapreguntadichaentonosarcásticodeDavid.

—Séquenolohaspasadobien,quetodoocurriómuydeprisaydelaformamásbizarraposible;nomeextrañaríaqueaúnnoloentendierasdeltodo,amíaúnmecuestahacerlo,yaunquenolocreaslomismopiensanClaireySimon;peroelloshanpasadolapáginaysonfelices—elevóaúnmáseldedoalnotarqueDavidestabaapuntodeprotestar—.Sí,muyfelices,yDiossabequelomerecen.Lomismoquetú.Enalgúnmomento,cuandocomprendaseso,tedaráscuentatambiéndequefuelomejor;Claireytúnoestabandestinados,eranunaparejaencantadora,lomismoquemistíosabuelos,peroesonoessuficiente,unarelaciónnecesitamásyustedesnolotenían.Dehaberseguidoadelantehabrían terminado por arrepentirse o matarse del aburrimiento el uno al otro. No pretendomenospreciarlosuyo,séquefueronfelicesasumanerayquesehicieronmuchobien,peroClairenecesitabamás,yséquetútambiénlonecesitasymereces,peroaúnnopuedesverlo.Algúndíavasaconoceraunabuenamujerquepondrátumundodecabezaynoimportaloquehagas,nopodráshuirde tu destino. Entonces espero que me lo cuentes para poder conocerla porque en verdad meencantaríaponerleunrostro,estoyseguradequeseráunamujeradmirable.

Jenny calló para recuperar el aire,momentoqueDavid aprovechópara intentar poner fin a esaconversación.

—¿Hasterminado?—preguntó,fingiéndoseatento.

—Yacasi—Jennyseadelantóunpocoenelasientoyentrecerró losojos—¿Esverdadesoquedicendequesiguesviviendoenunmotel?¿Enserio,David?¿Enunmotel?Porel amordeDios,compórtatecomounhombreadultoypagaunahipotecacomohacemos todos—ella tomóairedenuevoy luegosonriócomosiacabaradesacarseungranpesodeencima—.Creoqueahorasíheterminado.

—¡GraciasaDios!

Jennysepusodepieytomósubolso,ajustándoseloalhombrosindejardesonreír.

—Enverdadnecesitabadecirtodoeso—explicó.

—Jamásmehabríaatrevidoadetenerte.

Ellamostróunaexpresióncasimaternalyseinclinóhaciaélponiendounamanosobresuhombro.

—Noexageraba al decir quemereces ser feliz,David, eresunode loshombresmásdecentesygenerososqueconozcoyodiaríaqueunamujerconsuerteperdieralaocasióndedescubrirlo—ledijo—.Peronadieloharásinotedaslaoportunidaddeserfelizyteabresalamor.Porfavor,David,escucha el consejo de unamujer que lleva veinte años de casada y aún adora a sumarido: no tenieguesalaposibilidaddeconoceraunahermosamujerquetedétodoloquemerecesyaquientútambiénharásmuyfeliz.Podríaestarencualquierlugar,quizáahoramismoteestébuscandoalotroladodelmundo…

Jennyseviointerrumpidaporunsuavecarraspeotrasellayestuvoapuntodeignorarlo,perovioalgoenlaexpresióndeDavidquelahizodarmediavueltayseencontróconunamiradaqueveíadeunoaotrocondiscreción,aunqueapenaslograbadisimularsucuriosidad.

—¿Enserio?¿Tanrápido?

JennymostróunasonrisaincrédulayBethsepreguntóquéhabríadeparticularenellaparaqueesaextrañamujerlamiraradeesaformamientrasDavidparecíadeseosodeasesinarla.

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NofuedeltodosencillodarconelparaderodeDavidKing.SolocuandosaliódellaboratoriotrasescucharlosconsejosdeAlanreparóenquenoteníaunteléfonoalcualllamar,demodoqueprobócon la oficina del fiscal, pero la secretaria le informó que no estaba allí y que no podía darle sunúmeroprivado.Sinqueesoladecepcionara,yadecididaahacerloqueteníaenmente,llamóasujefayladoctoraWhalbergestuvoencantadanosolodedarlesunúmerosinodedecirledondecreíaquepodríaencontrarlo.Alparecer seconocíandesdehacíavariosañosyestaba familiarizadaconsushábitos;segúnella,sinoestabaensuoficinaoenlacorte,aesahoraacostumbrabairaunbarcercadeljuzgadoparatomarunalmuerzorápido.

Trasdebatirseentrellamaroirdirectamenteabuscarlo,Bethoptóporlosegundo;leparecióunaformadeganar tiempo.Desde luego,no teníanadaqueverconelhechodequedesearaverlo.Enabsoluto.

Loviodeinmediatoalllegarallocalporquedestacabaenlabarra,dondeestabasentado.Eramásaltoquelamayoríadelosotroshombresysucabellooscurocontrastabaconlaluzquesefiltrabadeltechoeiluminabaelinteriordelbar.Además,habíaalgoensupostura,enlaformaenquetensabaloshombrosymanteníalacabezamuyerguidafrentealamujerquelehablabaenconfidencia,quellamósuatencióndeinmediato.

Dudóacercadelaconvenienciadeacercarse,incómodaconlaideadeentrometerseenunacharlaprivada;perosedijoqueestabaallíparacumplirconsudeber,unavezquelohicierapodríasalirdeinmediato.Aspiróparareunirvaloryseacercóaellos.Noesperabaencontrarsedeprontoentredospersonastanevidentementedistintas,ymuchomenosqueunadeellaslaexaminaracontantodescaro,aunquehabíaalgoenlasonrisaamistosadeesapequeñamujerderasgosdelicadosqueleinspiróunainmediatasimpatía.

—¡Hola!SoyJenny,amigadeDavid.

Lamujersepresentóyantesdequesedieracuentadeello,estrechabasumanointentandoparecertanamistosacomoella,loquenoeranadasencillo.

—BethWilson—replicó,asintiendo,unpocodesconcertadaaún.

David miró de una a otra con el ceño fruncido y Beth hubiera podido jurar que habría dadocualquiercosaporhacerdesaparecerasuamigadelbar.

—¿ErestambiénamigadeDavid?—preguntóJenny,interesada.

—Noexactamente…—BethmiróaDavid,comopidiendoauxilio.

—La señorita Wilson trabaja en el laboratorio, Jenny, es criminalista —David atendió susilenciosopedidoyledirigióunasonrisa—.Tenemosunacharlapendiente,asíqueagradeceríaquenosdejarasasolas.

Beth esperó que Jenny se mostrara ofendida por esa despedida tan poco amable, pero para susorpresaellasolosonrióymiróaDavidconburla,comosifueraprecisamenteloqueesperabaoír.

—Porsupuesto—dijo,ajustandounanilloeneldedomeñique—.Hasidounplacer,Beth,esperoquenosveamosprontodenuevo.

Beth asintió, aún confundida por ese interés y esperó a que lamujer semarchara no sin antesdirigiraDavidunamisteriosasonrisa.

Cuando se quedaron a solas, o tanto como era posible con un grupo de gente bastante ruidosa,

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DavidhizoungestoparaqueBethocuparaelasientodejadoporJenny, loqueellahizotrasdudarsolouninstante.

—Losientoporeso—dijoél,señalandoellugarporelqueJennyacababadedesaparecer.

—Nohayproblema,nopasanada—Bethseencogiódehombros—¿Essiempretan…?

DavidasintiósinesperaraqueterminaradebuscarunacalificaciónapropiadaparaJenny.

—Todo el tiempo—dijo, con otra sonrisa—. Si se hubiera quedado cincominutosmás habríalogradoaveriguarhastatugruposanguíneo.

—Puedoimaginarlo,tengounaamigaigual—pensóenMaríaysucapacidadparadescubrirtododeunapersonasinesfuerzoaparente—.Bueno,acercadeporquéestoyaquí…

—¿TienesalgoqueverconelcasodeRusselloconmiinvitaciónacenar?

LainterrupcióndeDavidfuelobastantesorpresivaparadejarlasinhablaporunpardesegundos,perorecuperóprontoelaplomoysonrió.

—Conloprimero,aunquenotengonadaencontradelosegundo—dijo,sonriendocontimidez.

—Supongoquetendremosquedejaresacenapendienteporahora,¿no?Enbiendeldeber—dijoDavid,sonriendotambién.

—Sí,esocreo.

Davidasintióy,trasverladereojo,hizoungestoalcantineroparaqueseacercara.

—Creoquenosesperaunalargacharla—dijo—.Estálejosdeserunacena,claro,peropermitaalmenosqueleinviteabeberalgo.

—Nodiréquenoaunasoda.

—Unasodaseráentonces.

Trashacerelpedidoyunavezquecadaunotuvounabebidafrenteasí,Bethempezóacontarletodo acerca de las últimas investigaciones y de la hipótesis de Alan, así como de su decisión deaceptarhablarconelniñoRussellafindedarconalgunapistaconcretaquelesayudaraaconfirmarsuteoría.Davidlaoyóconinterés,apenashizoalgunapreguntamuypuntual,atentoacadaunadesuspalabras,ycuandoellaterminódehablarsemantuvounosminutosensilencioconlavistafijaensuvasoyelceñoligeramentefruncido.

Beth empezaba a sentirse inquieta, insegura de pronto acerca de lo inteligente quehabía sido elacudiraéltansoloconunahipótesisbasadaenlaintuicióndeAlancuandotodoelmundosabíaqueun fiscal necesitaba mucho más para iniciar un proceso. Sin embargo, cuando estaba a punto debuscarpalabrasquealigeraranesesilencio,Davidlevantólamiradaparaobservarlaasuvezconunlevebrillodeadmiraciónenlamirada.

—Megustaeseamigotuyo,ymegustantusagallas,señoritaWilson—dijo,sonriendo—¿Puedollamarteportunombredepila?Beth.

Ellaasintiódeinmediato,unpocodesconcertadaporelabruptopedido.

—Sí,claro,aunqueenrealidadesElizabeth…—lerecordó.

—Te presentaste como Beth con el niño Russell, asumo que te sientes más cómoda con eldiminutivo—comentó,sorprendiéndolaporesaobservación,yellaasintiódenuevoparaaceptarese

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trato—.Muybien,seráBeth.ClaroquepuedesllamarmeDavid.

—¿NoDave?—bromeóella.

—Agradeceríaqueno,solomehanllamadoasíunavezenlauniversidadylascosasnoresultaronmuybien.

Bethrioconunacejaalzada.

—Sospechoqueesunahistoriainteresante.

—Te lacontaréalgúndía—leaseguróél,yBethsintióunagradablecalorenelpechoanteesapromesa,peroprocuróquenofueramuyevidente;él,almenospareciónonotarlo,porquecontinuó—:Ahora,volviendoatuhipótesis,tealegrarásaberquenotienenadadedescabellada;esmás,auncuandolapolicíanohainformadoaúnalrespecto,estamostrabajandobajolamismateoría.

DavidseencargóentoncesdehablarleacercadelosantecedentesdeCliveRussell,losmismosqueella ya conocía, pero hizo hincapié en las sospechas del detective Lancaster acerca del papel quepodríahaberjugadolafaccióndelamafiarusalideradaporPetrovensumuerte.Lehablótambiénacercadelextrañoconelquesetopóenlaoficinadeldepartamentodepolicía.

—¿Creesqueesehombreesdelamafiatambién?—PreguntóBeth,cuandoélllegóaesepunto—.Siesasí,¿Porquénofueinterrogado?

—Telodije,lapolicíasoloconsiguióunaordenparainterrogaraPetrov,noasushombres,élseencargódefacilitarcoartadasparasusmáscercanosynoesextrañoqueestehombreestuvieraentreellos.Hayalgoenélquenomegustó;sufrialdad,locomplacidoqueparecíaestarconsigomismo,comosiseconsideraracasiintocable…

Beth dio una cabezada al reconocer la frustración en su voz. Sabía de primera mano cuándesesperantepodía ser teneruna sospechayverse impedidodeprofundizarenellapor las rígidasnormasdesuprofesión.

—¿Yrealmenteloserá?Intocable,quierodecir—explicóalversuademáninterrogante—.Talvezlotengamosennuestrabasededatos.

—Nomeextrañaríaqueasífuera,todoenélhacesuponerquehatenidomásdeunproblemaconla ley.Además, es un adicto y eso no es algo que pase desapercibido para la policía; debe haberpasadomásdeunatemporadaenprisión.

—¿Cómoesquesabeseso?—preguntóBeth,intrigadaporlaseguridadenvoz.

—Elhombre teníaacento rusoypor loquepudeaveriguaren laestación llegóacompañandoaPetrov,esoloubicacomounodesusempleados,posiblementedelosmásconfiables,onolohubierallevadoconél.Respectoalodequeesunadicto,tieneuntatuajeenformadetelarañaenelcuello;lamafia rusa acostumbra tatuar esa figura enadictos a lasdrogas.Debesde saberque los rusos sonmuyapegados asuscostumbresycódigos; los tatuajessonimportantesparaellosporuntemadereconocimientoyestatus.

Bethasintiósindisimularsuadmiración.

—¡Vaya!Excelentededucción,Sherlock—ledijo,sonriendo.

Davidagradecióelhalagoconunligeroasentimiento.

—Nopuedeshacerestetrabajosinhaberaprendidounpardecosasenelcamino—dijo.

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—Deacuerdo,entoncestodonosllevaasuponerquevamosbajolapistacorrecta,¿cierto?—Bethno esperó a que él respondiera y continuó con la recopilación de los hechos que conocían—. Lamafiarusaestádetrásdetodoesto,perosiexceptuamosaPetrov,quepareceestarmuybiencubierto,notenemosaotrosospechoso.Sinembargo,esedesconocidodeltatuajeymalosmodalespodríaserunapistainteresanteaseguir.

—Tienesunacapacidaddesíntesisadmirable,felicidades—Davidasintió—.Loquenosllevaalarazón principal de tu llegada. Es necesario que hables con el niño Russell para que nos ayude aafirmarestateoríaodescartarladeltodo.Ahoratenemoslaspreguntascorrectas,solonecesitamosqueélnosdélasrepuestasquenecesitamos.

Bethsuspiróaltiempoquetomabaunsorbodesubebida.

—Novaaserfácil…—dijo.

—No,claroqueno,ytampocoagradable,esposiblequedebamoshacerqueeseniñorememorealgunosrecuerdosquesumenteestáintentandosepultar,peronohaynadamásquepodamoshacersiqueremos ayudarlo. No se trata solo de encarcelar a los asesinos de sus padres, Beth, sino demantenerloasalvo.Nocreoquesehayadifundidolanoticiadequeélsobrevivióalataqueyqueesposiblequehaysidotestigodeélyporendevioalosasesinos,perosesabrámástempranoquetardeycualquiercosapuedepasar.Alamafianolegustadejarcabossueltosyelqueseaunniñonolosdetendrá.

Bethreprimióunescalofríoanteloqueimplicabansuspalabras;eralomismoenloqueellanopodíadejardepensar.Conunnuevosuspiro,endurecióelsemblanteylomirócondeterminación.

—Hablaré con él. No sé qué descubriré o si siquiera servirá de algo, pero estoy dispuesta aintentarlo—dijo.

—Bien.¿Tevienebienmañanaporlamañana?Puedopasarabuscarte…—sugirióél.

Bethnegóconlacabeza.

—Noesnecesario, perogracias.Hepensadoenpasarpor el laboratoriopor algunas cosasquepodríanecesitaryluegoirédirectamentealhospital—dijo.

—Deacuerdo—aceptóDavid,sinmostrarsudecepciónporlatajantenegativa—.Meencargarédehacerunacitaparaquelatrabajadorasocialhagalascoordinacionesyasíelchicopaseunmomentocontigo.

—Perfecto,esoestarábien.

Bethapuróloúltimodesubebida,consultólahoraenelrelojdemuñecaysacudiólacabeza.Casihabíaacabadosuturnodetrabajo,peroaúndebíapasarporellaboratorioparainformaraladoctoraWhalbergacercadesusavancesysolicitarunpermisoparaeldíasiguiente.Además,seencontrabaun poco inquieta porNolan; si bien había dejado todo limpio y ordenado en el apartamento tal ycomoleordenólanocheanterior,saliótantempranoesamañanaquenohabíanpodidohablar.Bethsuponíaquedebíadeencontrarsefurioso,ysibienpartedeellanosesentíaprecisamentefelizporsucomportamiento,laposibilidaddeevadirelproblemanohabíapasadoporsumente;eranecesarioque hablaran para asegurarse de que no tendría nuevas sorpresas en el futuro. Demodo que auncuandoera loúltimoqueenverdaddeseabahacer, eranecesarioquesemarchara.ConunaúltimamiradaaDavid,tomósubolsoysepusodepie.

—Deboirmeahora—anuncióconvozrenuente.

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Davidasintióysepusodepie.

—¿Quieresqueteacompañeacasa?—ofreció,trasabonarlacuenta.

—Porsupuestoqueno.

DavidelevóunacejaanteeltonocategóricoenlavozdeBethalnegarseaaceptarsuoferta.

—¿Porquéno?—preguntó,extrañado.

—¿Porqué?¿Tienesunaideadeloscadáveresdecuántasmujeresquepensaronqueeraunabuenaideabeberysalirdeunbarconunextrañohe tenidoqueprocesar?Ynopretendoofenderte,perocasinoteconozco;técnicamente,eresunextrañoparamí.

—Tienesrazón,losiento,nohedebidoofrecerlo.

—Ynomedigas…—Bethcallóyloobservóconelceñofruncido—.Losiento,¿acabasdedecirquetengorazón?

—Sí,claro.Terecuerdoqueestoymuyconscientedeesasmujeresasesinadas;confrecuenciasoyquien lleva a los responsables a juicio—David suspiró, pensativo, para luegoobservarla conunamiradadeapreciación—.Hacesbienenserdesconfiada.

—¡Nolosoy!Desconfiada,quierodecir,solo…cauta.

—Mepareceunadefiniciónexcelente—Davidsonrió.

Bethcorrespondióasusonrisayloobservóconelrostroladeado,comosiquisieravermásalládeloqueélmostraba.

—Eresdelosbuenos,¿verdad?—Dijoenvozbaja,comosienverdadlodijeratansoloparasí—.Yaloimaginaba.

Davidsonrióporesacuriosaobservaciónyledevolviólamirada,ensucasounamásprofundaycuriosa.Bethdebiódesviarlavista,unpocoincómodaporverseanalizadadeesaforma;siseguíaasísesonrojaría,ylaideaeravergonzosaparaunamujerdesuedadyexperiencia.

—Bueno,mevoyahora,peronosveremosmañanaenelhospital—lerecordó.

—Allíestaré.Supongoqueeresperfectamentecapazdetomaruntaxisinmiasistencia,¿verdad?—preguntó,unpocoburlón.

—Desdeluego,perograciasporlaoferta.

BethextendióunamanoqueDavidseapresuróaestrechar.Lasostuvodurantedemasiadotiempo,noqueaBethlemolestara,perosíquesesintióunpocoextraña.Bueno,muyextraña,yaunquelasensaciónnoeradesagradable,síeralobastantedesconocidacomoparaqueseapresuraraaliberarsumanoydarunpasohaciaatrás.

—Teverémañana—repitió—.Graciasporlabebida.

—Considéralounanticipodelacena—replicóél.

Bethnorespondió,peroesbozóunapequeñasonrisay,conunanuevacabezada,diomediavueltayseencaminóalasalida.David,entanto,laviomarcharconelceñounpocofruncidoylaimpresióndequeesamujerera lobastante interesanteycomplejacomoparaquesevieraen lanecesidaddemanteneralgunasdistancias.Elproblemaeraqueenverdadnoestabadeltodosegurodequefueraesoloqueenrealidaddeseaba.

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Bethresoplóporterceravezenlosúltimoscincominutosymirósureflejoenelespejodelbañodedamasdelhospital.Acababade llegary loprimeroquehizofuebuscarunlugardondepudieracalmarsusnervios.

Nolan no había vuelto al apartamento la noche anterior, y aun cuando había pasado horasllamándolo a él y a algunos de sus amigos de la universidad, no consiguió encontrarlo. Se sentíainquieta,asustadaymuy,muyculpable.Repetíaensumenteunayotraveztodoloquelehabíadicholaúltimavezquesevieronynolograbadesterrarlasensacióndequetalvezhabíasidodemasiadodura con él, que pudo reprimir su ira e intentar encontrar una forma de hacerle comprender queestabaequivocadosintratarlocomosifueraunniño.Perolaverdaderaque,enciertamedida,ellaaúnpensabaqueeraunoynosabíacómoconectarconélparaquesesintieralobastantecómodoyleconfiarasusinseguridades.

Inhaló y exhaló varias veces para calmarse, y mojó su rostro con el agua fría, haciendo unesfuerzoporrecomponerelsemblante.Eraunasuertequenofueraunafandelmaquillaje,porqueparaentoncesyaestaríaarruinado.Hizoloposibleporpeinarsuespesocabellocastañoylosujetóen una coleta, lo que le hacía parecer muy joven, pero no tenía otra alternativa. Se estudió conatención, asintiendo al notar que aun cuando había salido corriendo de casa esamañana y apenaslogró pegar un ojo en toda la noche, había hecho bien en optar por esos sencillos vaqueros y elcárdiganazuloscuroquehacíajuegoconsusojos,oalmenosconunodeellos,comoserecordóconunaácidasonrisa.

TrashacerunnuevointentofallidodecomunicarseconNolan,guardóelmóvilenelbolsoysaliódelosserviciosendirecciónalasalaenlaquelehabíanindicadoenlarecepciónqueencontraríaalniño Russell. Aunque el chico no presentaba heridas físicas, estaba lo bastante afectadoemocionalmente para necesitar atención permanente, por lo que ocupaba una habitación en la salapediátrica, pero la trabajadora social procuraba que pasara tiempo en la sala de juegos para asíintentarquerecobraralatranquilidad.

Bethsedetuvoantelasalaseñalada,unpocomássosegadaporelambientedistendidoycasialegrequeseveíaenesesectordelhospital;eraevidentequelosmédicosyenfermerasprocurabanqueeseespaciofueratannormalcomoeraposiblepesealosdifícilescasosqueallíseencontraban.Antesdeentrar,miró tras ellapor siDavid seencontrabacerca,peronovio señalesdeély, tras tocar consuavidad,giróelpomodelapuertayentró.

Lo primero que vio fue a una mujer bajita y delgada de cabello cobrizo sentada en una sillademasiado pequeña para ella que hojeaba una revistamédica con ademán concentrado.Levantó lamiradaaloírlaentrary ledirigióunasonrisacortés,pero faltadecalidezqueBethcorrespondió.Debíadeserlaasistentasocial.

Unmovimiento atrajo su atenciónalotro ladode la salay al dirigir lavistahacia allí nopudoreprimirsusorpresa.

ElniñoRussellseencontrabasentadosobreunapequeñasillasimilara laqueocupaba lamujerque acababa de ver, con la diferencia de que parecía hecha para él. Estaba frente a una mesasemicircular con pequeños montones de juguetes que se contentaba con observar cada tanto, suatenciónestabapuestadeltodoenunpliegodepapelyunacajadelápicesparacoloreardispuestosfrenteaél.PeroloquemássorprendióaBethfuequeelniñonoseencontrabasoloensusilenciosaobservación.

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Davidocupabaunasillafrenteaél,másapropiadaparaunadulto,perodebidoasuelevadaestaturatenía que encorvar la espalda en una posición claramente incómoda a fin de poder mantener lamiradacasialamismaalturaqueladelniño.Talycomolohabíavistoentodaslasotrasocasionesenquesehabíanencontrado,llevabauntrajeoscurodebuencorte,perosincorbata,soloqueahorahabía optado por dejar la chaqueta en el respaldo de la silla y tenía los puños de la camisaarremangados,loquedejabaalavistaunosantebrazosbronceados.

Éltambiénlaoyóentrar,peronolevantólamiradahastaquesehuboacercadohastaellos.

—Buenosdías,Beth—dijo,conunaamableentonaciónensuvozprofunda.

—Buenosdías—correspondióella,paraluegodirigirsuatenciónalniño—.Buenosdías,Jeremy,mealegravertedenuevo.

Elniñonodioseñalesdeestardispuestoacorresponderalsaludo,perolavioporelrabillodelojoyBethpudonotarsuexpresióndereconocimiento.Larecordaba.

—Jeremyestabamostrándomealgunosdesustrabajos—dijoDavidaBethconmedidoentusiasmo—.Esmuybueno,todounartista.

—¿En serio? Eso es genial—Beth sonrió e imprimió a su voz un tono de admiración—.Megustaríaverlos.¿Puedo,Jeremy?Noloharésitúnolodeseas.

BethintercambióunamiradaansiosaconDavidyesperóduranteunoscuantosminutoshastaqueelniño extendió unamano para tomar una de las hojas frente a él y la deslizó hacia su derecha, endirecciónaBeth.Ellaseapresuróaocuparunasillaasulado,tanpequeñacomolaqueélusaba,peroeradelgadaynomuyalta,asíqueenverdadnoresultabadeltodoincómoda.

Cruzó los brazos sobre lamesa y fijó toda su atención en el trabajo del niño. Se trataba de undibujopropiodeunchicodesuedad,nadafueradelocomún;habíadibujadoaunaparejadeadultoscon lasmanos a los lados, unniñopequeñoa escasadistancia, un sol teñidodeunbrillante coloramarillo,unoscuantosárbolestemblorososyunasfloresquecrecíansobrelanada.

—Esmuybonito,Jeremy,felicidades—Bethsonrióconcalidezysintióunpunzadadesatisfacciónalnotarqueelniñolaoíaconinterés—.Megustanloscoloresqueelegisteparaelvestido…¿esestatumadre?

Bethesperólareaccióndelniñoconimpacienciayunabuenacuotadeinquietud;peroestenodiovisosdeencontrarsealterado,soloasintió.

—Entonces él debe de ser tu padre —Beth señaló al hombre en el dibujo—. Supongo que elpequeñoerestú.

Unnuevoasentimiento,peroniunasolapalabra.BethbuscólamiradadeDavidynolesorprendióqueéllosestuvieraobservandoconsuprofundamirada,muyserio.Aunqueguardósilenciotambién,hizoungestocasiimperceptibleparainstarlaacontinuar.

—Debiódeserundíamuyespecial—insistióella,señalandoestavezalsolradiante—.¿Fueunpaseo?¿Unavisitaalparque…?

ElniñonegóconlacabezayseñalóunbultosobrelahierbaqueBethseesforzóporidentificar.Alnotareldiseñoacuadrosyunoselementosextendidossobreél,locomprendió.

—¡Unpicnic!—sonrió,complacida—.Megustanmucho,peronorecuerdocuándofuelaúltimavezqueestuveenuno.Esunaimagenencantadora,Jeremy,eresafortunadodeconservartanbonitos

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recuerdos.¿Quiereshablaracercadeeso?¿Deesedía?¿Quizádetuspadres?

Beth esperó en silencio y forzando un semblante relajado a que el niño pudiera pensar en suspreguntasconlaesperanzadequeseanimaraadarleunarespuesta,porpequeñaquefuera.Peroeltiempopasó,yélcontinuóentaimadosilencio.Estabaapuntoderendirse,jugandoconlasesquinasdelahoja,cuandoelniñovolvióacogerelpapel,estavezcongestobrusco,ytomandounlápizdecolor rojo encendido garabateó sobre la parte superior del dibujo de su madre. Beth tardó unmomentoencomprender loque intentabadecir,perocuando lohizo la seguridad llegóaellaconabsoluta claridad.Erauna representaciónde la sangrequebrotabapor la herida en el costadodeltorsodesumadre,lamismaquesegúnlaautopsialehabíacausadolamuerte.

No fue sencillo, pero logró contener su excitación frente a ese avance, y miró a David paraconocersureacción,peroélapenasvariósusemblante;solosusojosmásoscurosdelohabitualysuslabiosapretadosdabanunapistadelaimpresiónquelehabíacausadoelactodelniño.

—¿Dóndevistea tumadreconesamanchaensublusa,Jeremy?¿Fueentudormitorio lanochequetetrajeronalhospital?

Beth insistióhaciendounesfuerzoparamantenerel tonosereno. ¡Élhabíavistoelcuerpodesumadre!Debióhacerloantesdequellegaralapolicía,porqueellosnoselopermitieronentonces.Ysivioeso,talvezviotambiénelmomentoprecisoenquelahirieron,yaúnmásimportante,quiénfuelapersonaquelohizo.

—¿Jeremy?—Insistiófrentealmutismodelniño—¿Enquémomentovisteesamancha?

Elchicodejócaerellápizehizoaunladoelpapel,aúnensilencio.BethmiróaDavid,enesperadealgúngestoqueleseñalaraelcaminoaseguir,inseguraacercadequétanoportunoseríaelinsistirmás, pero él no le devolvió la mirada. Toda su atención estaba puesta en el niño y Beth creyóvislumbrarunbrilloensusojos,comosisureacciónleafectaramásdeloquesepermitíamostrar.

—Creoqueessuficienteporhoy—dijoélalfin,mirandosobresuhombroalaasistentasocial,que si bien continuaba con su lectura tenía un ojo puesto en ellos—. ¿Podría llevar a Jeremy conustedadarunpaseo?Silosmédicosnoponenobjeciones,claro.

Lamujerasintióysepusodepie,dejandolarevistasobreunestante.

—¿Vienesconmigo,cariño?—Peseasuaparienciaindiferenteposeíaunavozagradable,ysibienelniñonotomólamanoqueleextendía,selevantóparacolocarseasulado—.Daremosunavueltaporeljardín.

DavidyBethlosvieronmarchar,ambosconsimilaressonrisasdirigidasaJeremy,yeste,alllegaralapuerta,echóunvistazosobresuhombroyfijósumiradaporuninstanteenlosojosdeBeth,quecorrespondióalgesto.Ella logróatisbarunprofundodolorenesamirada,unaquehablabadeunalma mayor y torturada, y la odió con todas sus fuerzas; un niño no debería experimentar esossentimientos.Jamás.

Cuandosequedarona solasguardaron silencioporvariosminutos, cadaunoenfrascadoen suspensamientos.FueDavidquienhablóprimero,consuvistapuestaenelperturbadordibujodelniño.

—No podemos decir que esta no ha sido una experiencia interesante —dijo, tras exhalar unsuspiro.

—Aterradora—replicóBeth,muyseria—.Élvioloqueocurrió,tienequehaberlohecho…

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—Losé,ylaideaesterrible,vaanecesitarmuchaayudaparasuperaresto,oparaaprenderavivircon ello; pero no debes olvidar que acaba de ayudarnos, y mucho. Cierto que aún tenemos quetrabajar en la hipótesis de los rusos, pero el hecho de que Jeremy pueda saber algo más metranquiliza.Sillegaelmomentoenquetengamosuncasosólidoypodamosponeralculpablefrenteaél,quieroquesealomenostraumáticoposibleparaél.

—Tal vez tenga que reconocerlo, testificar…—Beth juntó lasmanos sobre lamesa; apenas lonotó,perotemblabanunpoco.

David, en cambio, fue del todo consciente de su estado y tomó sus manos entre las suyas,provocándoleunligerosobresalto,peronolasretiró;porelcontrario,sintióunagradablecaloryesasensacióndefríotemorsefuedesvaneciendomientraséllasfrotabaconmovimientosdelicados.

—Cruzaremosesepuentealllegaraél,¿deacuerdo?—ledijoconunasonrisa—.Hicisteungrantrabajo,Beth,gracias.

Ellasepermitióunasonrisa.

—Túnoestuvistedeltodomal—bromeó—.Leagradasalniño.

—Notantocomotú—replicóél.

—¿Crees que podría…?—Beth dudó antes de continuar—.Me gustaría visitarlo mientras sigaaquí, no para hacer más preguntas acerca del caso, solo… pensé que le podría venir bien lacompañía.

Davidlamiróalosojosyasintió.

—Seguro—dijo,altiempoqueseponíadepie,soltandosusmanosenelproceso—.HablaréconlaseñoritaMorris,laasistentasocial.

Beth se miró las manos un instante, extrañada por el frío que sintió al verlas libres. Era unasensacióncuriosa,peronosepermitiópensarenello,sinoqueloimitóallevantarseyesbozarunapequeñasonrisa.

—Gracias.Ahoratengoqueirme.

—¿Vuelvesallaboratorio?—preguntóél.

—Sí,aunquehayalgoquedebohacerantesdeeso—asióelmóvildentrodesubolsillo,pensandoen que podría hacer otra llamada a Nolan para saber dónde rayos se había metido—. Un asuntofamiliar.

—Esperoquenoseanadaserio—Davidsemostróatento.

—No,nolocreo,oesoespero,essolo…escomplicado—Bethseencogiódehombros.

Davidasintió,tentadoainsistir,perosedijoquenohubierasidomuyapropiado,nocuandoapenasconocíaaesamujer,no importabacuán interesante laencontraraocuántodesearasaberacercadeella.

—Sihayalgoquepuedahacer…

Bethrecibiólaofertaconunasonrisaagradecida.

—Eresmuyamable,gracias—dijo,renuenteadejarlo,perocomprendióquenoteníaunaexcusalógicaparapermanecerallíyqueenverdaddebíaempezaramoverse—¿Teveréluego?

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—Seguro.

Conesapromesa,ytrasintercambiarunasonrisa,Bethsedespidióconungestoyseapresuróparadejarelhospital.Acababadecruzarlaspuertasdesalida,apuntodellamarnuevamenteaNolanentantobuscabauntaxicondesesperación,cuandoeltimbredelmóvilleavisódeunallamadaentrante.Alverdequiénsetrataba,exhalóunsuspiroymiróalcielo.

—Hola mamá, ¿cómo estás?—procuró imprimir un tono alegre y despreocupado a su voz alresponder—.Estenoesunbuenmomento,¿sabes?Estoyenmediodealgoy…

Beth calló al oír la voz agitada de sumadre y se detuvo enmedio de la acera, sin importarleobstaculizareltránsito.Escuchósuvozangustiadaysusnudillossepusieronblancosporlafuerzaconquecogíaelteléfono.Tanprontocomosumadrecallóparatomarunrespiro,dirigióunamiradafuriosa a la nada y se preparó para hacer la pregunta que solo podría tener una desagradablerespuesta.

—¿QueNolanhizoqué?

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CAPITULO4

Davidmiróeledificiodelacorteconunamuecaantesdecruzarelumbral.Aunquepasabamuchotiempo allí, distaba de ser uno de sus lugares favoritos; sin duda disfrutaba de la adrenalinaprovocadaporunenfrentamientoconunabogadodefensorhábil,peroenesemomentonoibaaunasesión,sinoaveraBernie,quienllevabaalgunoscasosentremanosquelomanteníancasiviviendoeneledificio.EsaagitacióneratambiénpartedelavidadeDavidantesdeconvertirseenasistentedelfiscal general, y visto con la imparcialidad que da el paso del tiempo, lo consideraba una buenaépoca.Peseaello,nohabríacambiadopornadalaoportunidadqueteníaahoradellevarcasosmáscomplejos y entregarse por completo a una sola investigación sin preocuparse por una cargaprocesalqueconfrecuenciadificultabasulabor.

Se dirigió con paso rápido al piso donde se encontraban las oficinas de la fiscalía, einconscientemente evitó los lugaresmás transitados; no teníadeseosde encontrarse connadiequepudieradetenerloparasostenerunacharla.

LlegóalaoficinadeBernie,tocóunavez,ysinesperarrespuestagiróelpicaporte,sonriendoalverelcuadroanteél.

Suamigoestabafrenteasuescritorioconunapiladelegajosfrenteaél,dirigíalavistadeunoaotro,ysepasabaunamanoporsuyadespeinadocabello.Porlasbolsasbajosusojos,eraevidentequellevabamásdeundíasindormir,ynolehabríacaídonadamalunaafeitada.Unintensooloracomidachinallegóasunarizyleprovocóungestodedesagrado.

—Enserio,¿nuncalimpias?—dijoalentrar,dejandosumaletínsobreunsillón.

Bernieapenaslevantólamiradadelospapeles,ehizoungestoparaquesesentara.

—Notodosvivimosenunmotelconunaasistentaparaarreglarnuestrodesastre—replicódemalagana.

—Esoesenmicasa—lerecordóDavidsinparecerofendidopor laacusación—.Enmioficinasoyyoquienponeelorden.

—¡Casa!Miraquellamar“casa”aeselugar…—refunfuñósuamigo—.Y,soloparaquelosepas,estelugarestabaperfectamenteordenadohacetreintaminutos.

—¿Yquépasó?

Bernielevantóunodeloslegajossobresucabezayexhalóunsuspirodefastidio.

—¡Estopasó!—respondió—.Lo tenía todo listo,hepasadohoras redactando informes,estabaapuntodeiracasa,perounmocosoestúpidodecidióqueeraunabuenaideairrumpirenpropiedadprivada y no contento con ello permitió que lo atraparan. Lo tengo abajo en detención y necesitoprepararsuexpedienteparaverquéhagoconél.

David asintió, comprendiendo elmotivo de sumalestar. Pocas cosas eranmás exasperantes queculminarunaarduajornadadehorasyhorasininterrumpidas,verseapuntodedejartodoenorden,ydeprontoencontrarseconunanuevaasignación.

—Bueno,yasabesloquedicen,lajusticianuncadescansa—lerecordóconunamiradacompasiva—.¿Esuncasocomplicado?

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Bernieseencogiódehombros,indeciso.

—Noestoyseguro,nolocreo…—respondió—.Adecirverdad,mevendríabienoírtuopinión,¿tienesunminuto?

—Esodepende. ¿Averiguaste algoacercade loque tepedí?—preguntóDavida suvezconunacejaalzada.

—¿Chantaje?¿Enserio?¿Quéclasedeamigoeres?

DavidnosedejóimpresionarporeltonoultrajadodeBernie;enrealidad,sonriódivertidoporsuevidentedesesperaciónydejóquecontinuara.

—Deacuerdo,talvezhayaaveriguadounpardecosas—dijosuamigo,altiempoqueseponíadepie—.Venconmigo,telocontaréenelcamino.

Davidnoesperóaquelopidieradenuevo;losiguiófueradeldespachoyatravésdeunaseriedepasillosqueambosconocíanmuybien.Mientrassedirigíanhaciaelprimerpisodeledificio,dondeseencontrabanlasceldasdispuestasparaalbergaralosdetenidosenesperadeunasanción,Bernieseencargódecompartiralgunascosasquehabíaaveriguadoacercadelamafiarusa.Noeramucho,ylamayorpartedelosdatoseranyaconocidos,peroaunasíobtuvociertainformaciónquepodríaserdeutilidadparasucaso.

Agradecido,ytrastomarunosapuntesparaprofundizarluegoenesanuevabúsqueda,decidióquelomínimoquepodíahacereraayudarasuamigoparaqueselibraradeeseindeseadocasoloantesposible.

Unavez que llegaron a los calabozos,David dio unamirada alrededor del recinto y sacudió lacabezadeun ladoaotro.Nuncaseacostumbraríaa lavisiónquepresentabaeseespaciodepor síreducidoenelquepolicíasydetenidosconvivíancasicodoacodo;losprimerostrabajandoabrazopartido sobre sus escritorios, llenando informes y atentos a cualquier alteración del orden, y lossegundosrecluidosencubículosaseguradosconbarrotes,lamayoríasentadosenincómodasbancas,muycercalosunosdelosotrosycondistintostiposdeactitud;loshabíadesafiantes,acostumbradosaesetrance,yotrostantosfrancamenteasustados.

Bernietomóunacarpetaqueleextendióunajovenpolicíaasupasoysedetuvoapocosmetrosdeunacelda,conDavidasolounospasosdedistancia.

—Helo aquí—declaró, viendo a su amigo de reojo y señalando un rincón—.Diecinueve años,estudiantedelMIT,nadamenos.Élyunosamigostuvieronlabrillanteideadeirrumpirenlasededeunafraternidadparaintentarligarconlaschicas;perolosdescubrieronyllamaronalapolicía.Esteen realidad ni siquiera entró, estaba fuera en el auto, creo que planeaba una fuga al estilo de AlCapone.

David se acercó para observar almuchachoque estaba sentado en el extremode una incómodabancaconlosbrazoscruzadosfrentealpecho,suponíaqueparadarsecalor;teníalacabezagacha,ymechonesdesulargocabellocastañolecubríanbuenapartedelrostro.Eraevidentequepertenecíaalgrupodelosquehabríandadocualquiercosapornoestarallí;Davidcasipodíaolersumiedo.

—¿Tieneantecedentes?—preguntóaBernie.

—Temo que sí, una tontería en su último año de instituto; se vio involucrado en una bromaestúpidacontrasudirector:incendiaronsucocheyunavezmásdemostróqueesmuymalohuyendo—informó,conunbufidodeimpaciencia—.Obviamentetieneseriosproblemasparaescogerasus

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amistades, lo que es una lástima porque está becado en su universidad y sus calificaciones sonbastantedecentes.

Daviddirigióalmuchachounanuevamirada,analizándolo.

—Sihayalgoquememolestamásqueunmuchachohaciendoestupidecescomoesta,esveraunoquedesperdiciadeesaformasusoportunidades—dijoconungestodespectivo.

Berniedejólalecturadelosinformesparamirarlo.

—Eresdemasiadoduro.Fueunerror,otroshacencosaspeores—replicó.

—¿Cómopodríaserunerror?Nohaypuntosmediosparaladelincuencia;rompeslasreglasonolohaces,esoestodo.

—Comodije,eresdemasiadoestricto.

—Nolocreo.Sabesquesisetrataradelaprimeravezprocuraríasermásindulgente,peroéltieneantecedentes,acabasdedecirlo—lerecordó.

—Por incendiar un coche, no es para tanto—Bernie sacudió la cabeza ante el gesto adusto deDavidypuso losojosenblanco—.Estábien,estábien,hacerexplotaralgonoespocacosa,peromuchasveceslosmuchachoshacencosascomoesta,ysivamosaencerraratodosnohabrálugarenla cárcel para los verdaderos delincuentes. Además, solo basta verlo para saber que no esprecisamente una mente criminal. Puede ser listo, no lo dudo, pero algunas personas no tienenmaderadedelincuente,yélnolatiene.Solomíralo.

Davidsuspiróydiootramiradaalmuchacho,notandoquenodejabadegolpearelsueloconlaspuntasdelaszapatillas,señaldesunerviosismo.

—Vamos,David,enserio—Bernieinsistióantesusilencio—.¿Pondríasaesechicoenunacárcel?

—Nolosé,quizáno,nomuchotiempoalmenos…—seencogiódehombrosalverquesuamigoledirigíaunamiradaescéptica—.Deacuerdo,talveznoloharía,peronecesitaunescarmiento.

—Nodiscutiréeso,yplaneoque recibaunoapropiado, soloestoyenesperadeque lleguensusfamiliares.

—¡Esaesotracosaquememolesta!¿Dóndeestásufamilia?—preguntó,sinceramenteindignado.

Bernieconsultósusnotas.

—Segúndijo,sumadreviveenChicagoyélsequedaconsuhermanaenlaciudad,eralaúnicaformadequepudiera venir a estudiar aBoston—indicó—.Yadebendehaberse comunicado conellasparaqueseencarguendepagarlafianzayesascosas.

—¿Notienepadre?—preguntóDavid,mostrándosealfinverdaderamenteinteresado.

Bernievolvióarevisarsusanotaciones.

—No,murióhacequinceañosoalgoasí,apenas loconoció—miródelmuchachoaDavidconunamiradaentendida—.Esomarcaaunchico.

Davidasintió,unpocodistraído.

—Sí—dijo—¿Quétienesenmente?¿Vasapresentarcargos?

—Nolocreo,nocriminalesalmenos;miideaesqueunavezqueeljuezhayafijadounafianzay

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susfamiliareslapaguen,pediréserviciocomunitarioparaél,unoscuatromeses…

—Queseanseis—sugirióDavid—.Yquefigureensuexpedientehastaquecumplacadahoraqueleimpongan.

Bernieledirigióunasonrisasardónica.

—Supongo que estás siendo un poco magnánimo después de todo, pero como es mi caso, enrealidadtuopiniónnoesdeltodorelevante—dijo.

—¿Entoncesporquélapediste?

—Estabaaburrido—reconociósuamigoconunamuecaburlona.

Davidsacudiólacabezadeunladoaotroysonrió.LuegotomóellegajodemanosdeBernieydiounaleídasuperficial;perosedetuvoalleerlosdatosdelmuchacho.

—Wilson…—dijoentredientes,conelceñofruncido.

Bernielooyóygiróamirarloconcuriosidad.

—¿Quédijiste?—preguntó.

—Conozcoaalguienconeseapellido.Wilson.

Bernieseencogiódehombros.

—Esbastantecomún—dijo.

—Sí,esocreo—reconocióDavid,nomuyconvencido—¿Losubiránahora?

—Sí, quiero acabar con esto pronto; supongo que sus familiares ya deben de haber llegado.¿Vienesconmigo?

—¿Porquéno?

Daviddiounaúltimamirada almuchachoy tanto él comoBernie regresaronpordondehabíanvenido,soloqueenlugardedirigirseasuoficina,dieronunrodeoparallegaralasalaenlaquesecelebraríalaaudiencia,segúnleindicóeloficialacargo.

—¿Quiéneseljuez?—preguntóDavidunavezqueseencontraronfrentealrecinto.

Bernieseadelantóparaatisbarcondiscreciónyregresócongestoceñudo.

—Simmons—informócontonolúgubre.

Davidhizoungestodefastidio.

—¿Recuerdasquedijequeelmuchacholoteníabienmerecido?—dijo—.Yanoestoytanseguro.

Bernie asintió, mostrando su conformidad. El juez Simmons era uno de los más estrictos delsistema,ynisiquieralosfiscalessesentíanmuycómodosensupresencia.Mostrabaunapedanteríaexasperante y por lo general estaba tan ocupado señalando los defectos de los demás quemuchasvecesolvidaba imponerpenas justas llevadoporsudeseode impresionar.Alparecerelmuchachoibaanecesitarmásqueunabogadodefensor;levendríabientodounbufete.

—Casi me siento mal por él —Bernie sacudió la cabeza de un lado a otro y se encogió dehombros,resignado—.Bueno,siveselladopositivo,esseguroqueluegodepasarporestonuncamásquerráaparecerporunjuzgado.

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—Demosgraciasporlaspequeñasbendiciones—Davidelevóunaceja.

Bernieseajustólacorbataypasóunamanoporsualborotadocabello.

—Estonodebería tardar—dijo—.DejaréqueSimmonssueltesusermón,harémipedidoyesoserátodo.

—Quisierapoderresolvermicasoconesafacilidad—comentósuamigo,irónico.

—Ya,bueno,recibesunamejorpaga;esjustoquelotengasunpocomásdifícil.

David reprimió el deseo de responder con un comentariomordaz a la burla deBernie, toda suatenciónpuestaenunpequeñotumultoenlapuertadeaccesoalasala,asolounosmetrosdedondeseencontraba.HabíaestadotanentretenidoensucharlaconBernieyconpartedesumentepuestaensucaso,queapenasprestóatenciónalaspersonasqueseibanacercandoparaasistiralaaudiencia.Era común que, además de los interesados, hubiera también estudiantes de leyes, abogadosdesocupadosyunoscuantoscuriososqueasistíanparapasarelratoenarbolandounfalsointerésenelsistemajudicial.

Peroahoraeradiferente.

El oficial a cargo de resguardar la sala le daba la espalda mientras parecía discutir con unapequeñafiguraalaquenolograbaverdeltodobien.Perovayaquepodíaescucharsuvoz.

TalvezBethWilson tuvieraunaapariencia frágil, comounapequeñaydelicadaninfade rostrodulce y seductor, pero era también dueña de una presencia que imponía respeto ymucha, muchaatención,talycomoparecíaestarcomprobandoeloficialqueapenaslograbahaceralgunosgestoscon las manos para apaciguarla. Desafortunadamente para él, parecía estar fracasando de formaestrepitosa.

CuandoBernie notó que su amigo había dejado de prestarle atención, siguió la dirección de sumiradayesbozóunasonrisaincrédula.

—¿Qué está pasando allí? ¿Por qué está Smith al borde de un ataque de nervios?—señaló alguardiaconunacabezadasindejardesonreír.

—EsBeth—Davidapenasnotóquesonreíaaldecirlo.

—¿Quién?

—BethWilson,laforensedelaquetehablé…

Berniecontuvounaexclamaciónysepusodepuntillas,moviendoelcuerpodeunladoaotroparaobservarlaunpocomejor,aunqueelángulonoayudabamucho;perosíquedebiódetenerunvistazogeneraldesuaspecto,porquegiróaverasuamigoconunasonrisacómplice.

—¿Ellaeslaforense?—preguntó,divertido.

—Sí.

—Teníasrazón,esguapa.Muyguapa.

—¿Quéhaceaquí?

BerniepensósolounmomentoantesdeabrirmucholosojosalverlaconexiónqueDavidhabíadejadopasar,másinteresadoenlapresenciadeBeth.

—¿Recuerdascuandohablábamosdeesechicouniversitarioydijistequeconocíasaalguiencon

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sumismoapellido?—lerecordó.

—Sí…

—Ya,bueno,esella.Tienequeserlo—dijo,encogiéndosesehombros—.ElchicodijoqueteníaunahermanaconlaqueviveenBoston,¿no?Nopuedeserunacoincidencia.

—¿Suhermana?—repitióDavid,sorprendido.

—Sí, es lógico; pero no te preocupes, procuraré no comentarle que sugeriste encarcelar a suhermanopequeñoenunaprisióndemáximaseguridad—rioBernie—.Teveoluego.

AntesdequeDavidalcanzaraareaccionar,suamigoseapresuróaingresaralasala,seguidoporunadisgustadaBeth,quenisiquierahabíareparadoensupresenciay,trasdudarsolouninstante,fuetrasellosmanteniendounadistanciaprudente.

Unavezqueestuvodentroocupóunodelosúltimosasientosalfondodelasalayobservódesdeallíelpanoramaquesepresentabaanteél.

Tal y como supuso, la sala distaba de encontrarse atestada, allí no se acostumbraba ver delitosmayores,sino infraccionesrutinariasqueprocurabanresolverseconrapidez,una trasotra.El juezSimmonsocupabaelestrado,tanpomposoyconelmismorostroseverodesiempre;ahora,además,seveíaunpocoaburridoyconsultabasurelojconfrecuencia.

Bernieocupócon rapidezsupuesto frentealatril reservadopara la fiscalíaen tantounhombredelgado, de miembros largos y andar un poco torpe se dirigió al de la defensa. David no tuvoproblemasparareconocerlo.SellamabaHenryConroyypertenecíaaunbufetebastanteconocidodeBoston;ensuopinión,sinembargo,nosetratabadesuactivomásvalioso.Sehabíaenfrentadoconélunpardevecesynotuvoproblemasparavencerlo;argumentabadeformatandesapasionadaqueenverdadnoeraungranméritoelhacerlo.Sinembargo,nodejabadeserunabogadocapazyenteoríanodeberíatenerproblemasparasalirbienlibradodeesecaso.

ElmuchachoWilsonhabíasidoconducidohastaallíporunoficialdepolicíaqueseencargódeubicarlodepiecasienmediode la sala.Davidagradeciómentalmenteque lehubieranquitado lasesposasantesdepresentarloparaoírloscargos;algoledecíaqueverloasíhubierasidodemasiadoparasuhermana.

Auncuandoprocurómantenerunexteriorserenoy frío, lousualenélcuandoseencontrabaenuna situación comoaquella, la verdad eraquepor dentro solopodíapensar enquépasaría por lamentedeBethenesemomento.Dirigiósumiradahaciaellaunavezmásyapretóloslabios.

Beth estaba sentada con la espalda muy rígida en el banco más cercano al lugar en que seencontraba su hermano, pero apenas lo miraba, tenía las manos apretadas sobre el regazo y unamáscarade serenidadenel rostro.David, sinembargo,notóque tenía losnudillosblancosycadaciertomomentose llevabaunamanoa losojoscondiscreción.Hubieradeseadoacercarse,decirlealgo,perosus instintos lo llamaronacallarporelmomentoyprestaratenciónaldesarrollode laaudiencia.

EljuezSimmonsgolpeóconsumazoparallamarlaatencióndelasalaysemostrósatisfechoalsentir todas lasmiradasfijasenél.Teníaelcabellocano, loshombrosanchosyunaposturaqueaDavidsiemprelehabíarecordadoalosantiguosemperadoresromanos.Conlamuecadedesprecioysuperioridadquecasisiempreadornabasurostro,semejabaaunasuertedeNerón.Yesonoeranadabueno.

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Davidserecostóenelasiento,atentoa laspalabrasdel juez,quepidióalalguacilde lacorteseencargaraderelatarelcasodeNolanWilson,loquehizosindemoraniperderunsolodetalle.Davidsacudió la cabeza al oír el hincapié hecho en lo que se refería a los antecedentes del muchacho.Cuandoelencargadocalló,eljuezSimmonsuniólasyemasdelosdedossobrelasuperficiepulidadelestradoyentrecerrólosojos,mirandodeBerniealchicoconexpresiónpensativa.

—Lamentodecirqueestenoesuncasomuyoriginal;porelcontrario,esbastantevulgar,parecequelajuventudactualnoparecesentirmuchorespetoporlapropiedadprivada—dijoalfin,consuvoz cavernosa, fijando sus ojillos grises en Bernie—. Supongo que la fiscalía ha preparado supetición…

Berniecarraspeóantesderesponder.AunquenoeradeltipodepersonaquesedejabaimpresionarporunhombrecomoSimmons,eraconscientedequesetratabadelamáximaautoridadenlasalayprocurabamostrarserespetuosoanteél,pormuchoqueledesagradara.

—Lotengo,suseñoría—respondió,resuelto—.Noquieroquitarmuchotiempodelacorteconuncasomenor,demodoquelafiscalíasolicitaunamultayseismesesdetrabajoscomunitariosparaelseñorWilson.

DaviddividiósuatenciónentreelmuchachoyBeth;elalivioenelprimerofuecasipalpable,sushombrostensosbajaronyexhalóunsuspiroquepudoescucharhastasualejadaubicación,mientrasquesuhermanamantuvolatensapostura,peroDavidcreyódetectarunaseñaldealivioenelgestocon que dejó caer un poco la cabeza a un lado. Sin embargo, abstraído en su observación de loshermanosWilson, olvidó prestar atención al rostro del juez Simmons para conocer su opinión alpedidodeBernie,loqueélseencargódesubsanaraldarunosgolpecitosconlapuntadelosdedossobreelestrado.

—¿Seismeses?¿Cuántoeseso?¿Trescientossesentahoras?¿Unpardehorasdiariaslimpiandolacarretera?—MiróaBernieconelceñofruncido—¿Enverdadcreequeunhechocomoestemereceunacondenatanblanda?Estechicoesunreincidente.

Bernienosedejóamedrentarporeltonodeljuez;Davidloconocíalosuficienteparasaberqueyadebíadehaberprevistoesasreservasydebíadetenerunargumentoparasustentarsupedido.

—El señor Wilson es joven, su señoría, y sí, tiene antecedentes, pero son por un delitorelativamentemenory recibióunasanciónensumomentoenChicago; la fiscalíanocreequeseanecesariopediruncastigomayorenuncasocomoeste.

Simmonsmostró una sonrisa desagradable y dirigió entonces su atención al abogado defensor,Conroy,quehabíapermanecidoensilenciohastaesemomento.

—SeñorConroy,deboreconocerqueestoysorprendido,penséqueeraustedelabogadodelseñorWilson,peroveoqueelseñorWalshhadecididohacersutrabajo—dijo,irónico.

—Esonoesdeltodocierto,suseñoría,estoypreparadoparapresentarmicaso…

Bernieatajóladébilrespuestadesucolega,suatenciónpuestaenSimmons.

—Nocreoquehagafaltaprepararunadefensamuyesmerada,señores,elacusadosehadeclaradoculpable,nointentófugardellugardeloshechosyhacolaboradoconlapolicíaentodomomento—acotó, muy serio—. El señor Wilson es un estudiante universitario, dista de ser independienteeconómicamente, ni siquiera podría huir si lo deseara y estoy seguro de que tiene a una personaresponsable que podrá encargarse de asegurar que cumpla con lo que la fiscalía ha solicitado; el

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pagodelamultaylashorasdetrabajocomunitario.

Ante lamención de Bernie a la persona responsable a cargo deNolan, Beth se enderezó en elasiento y se puso de pie con unmovimiento seguro.David notó, sin embargo, que se llevaba lasmanosalaespaldaysecabaelsudorprovocadoporelnerviosismoensusuéter.

—Suseñoría…—llamólaatencióndeSimmonsyhablóconvozfirme—.MinombreesElizabethWilson,Nolanesmihermano.Estoyseguradequeélseencuentramuyarrepentidodesusactosyquenovolveráahacernadaparecido;estoyacargodesubienestarymeocuparédequecumplaconloquelafiscalíahasugerido;soloquieroamihermanoasalvoyalejadodeproblemas.

Laexpresióndeljueznovariómuchoaldevolverlelamirada.

—Bueno,señoritaWilson,lamentodecirqueesevidentequenoestáhaciendounbuentrabajo—espetó.

CuandoDavidviolaformaenqueBethseretrajoensímismaconungestoquedelatabamáseldolor que esa acusación le producía que lo ofendida que podría sentirse, estuvo muy tentado aponersedepieyborraresarepugnantesonrisadelrostrodeSimmonsconsupuño;perounavezmáscontuvosurabiaysemantuvoinmutable.

—Suseñoría,creoquenoesnecesario…

Unavezmás el abogadoConroy sevio interrumpido en sudébil argumentación; loque tal vezfueralomejorporqueparecíabastanteincómodoporesecrucedepalabras.Fueelpropioacusadoquienseadelantóahablar.

—Notienederechoahablarledeesaforma,notieneideadetodoloquemihermanahahechopormí—Nolaninhalóconfuerza,comosiestuvierareuniendovalorparacontinuar—.Esteesmierror,ypuedeenviarmeaprisióntodoloquequiera.

—Nometiente,jovencito.

Bernie intervinoaloír la réplicadeSimmons, sabiendoquedepermitirqueese intercambiodepalabrascontinuaratodosepondríaaúnpeor.

—Suseñoría,porfavor,lepidounamuestradeclemenciaanteestecaso;obviamenteestamosanteun joven confundido, pero dispuesto a hacerse responsable de sus actos, y la señoritaWilson seencargarádequeasísea,¿cierto?—ApenasgiróaveraBeth,perocaptóunadiscretaseñaldeDavidyfruncióelceño—¿Mepermiteunminuto,suseñoría?Soloseráunmomento…

Simmonsfruncióelceñoanteelpedidoyparecióestarapuntodenegarse,peroalmiraraDavidcabeceódemalaganaenseñaldeasentimiento.

Bernieseapresuróacaminarhastaellugarenqueseencontrabasuamigo,atrayendolaatencióndelrestodelasala,incluidaBeth,queabriómucholosojosalveraDavid,quienrehuyósumiradaen todomomento.En lugardeprestarleatención, se inclinóendirecciónaBernieencuanto llegóhastaélysusurróunascuantaspalabrasquenadiemásalcanzóaoír.Unavezque terminó,Bernieregresóasulugar,yDavidrecuperósusemblanteinmutable.

—Suseñoría,¿puedoacercarmealestrado?—solicitóBerniecontodosereno.

Simmons arrugó aún más el entrecejo, pero asintió nuevamente con un gesto frío. Bernie seapresuróairhastaélyeljuezpusounamanosobreelmicrófonoenelestradoparamantenerunacharlaprivadaqueduróapenasunpardeminutos.SimmonsescuchóaBernieensilencio,negócon

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lacabezaunpardeveces,luegomirósobresuhombrohaciaellugarenqueseencontrabaDavidyBeth, que seguía el extraño intercambio, notó la sombra de una pequeña sonrisa en el rostro delfiscal,loquesolopareciómolestarmásaljuez;peroluegodeuninstantededuda,fruncióloslabiosydespidióaBernieconungestodefastidioparaluegodirigirsealasala.

—Siladefensaestádispuestaaaceptarel tratoconlafiscalía,notengomásquedeciracercadeeste caso, salvo que semejante muestra de clemencia, como le llama el señorWalsh…—miró aBernieconmaldisimuladodesprecio—…harápocoporayudaraestemuchacho;nomeextrañaríaque lo tengamosnuevamenteaquípronto,es loqueocurrepor logeneralcuandonoseejecutaunescarmientoapropiado.

—Lafiscalíaesperaqueestaseaunaexcepción,suseñoría—Bernieesbozóunafingidasonrisaymiró a Conroy, que había seguido los acontecimientos con expresión confundida—. Si el señorConroyfueratanamabledeinformarnossiaceptaelcastigoparasucliente…

Elabogadoreaccionóenestaocasiónconpremura,quizáanimadoporvercómoacababadeganaruncasoconrapidezysinhaberhechounasoladeclaracióncoherente.

—Ladefensaaceptaelpedido,suseñoría—respondióconciso.

—Bien—el juez Simmons asintió, burlón y golpeó con su mazo—. Este caso queda cerrado.¡Siguiente!

EntantoundesconcertadoNolandabalamanoasuabogado,yBerniesuspirabaenseñaldealivio,Bethdirigiótodasuatenciónalapartetraseradelasala,enbuscadeDavid,perotansoloseencontróconunasientovacíoymuchaspreguntasquenecesitabanrespuesta.

Durantelossiguientesdosdías,BethdividiósutiempoentreeltrabajoyNolansintenerunsolominutoparaella.Cuandonoestabaporcompletovolcadaaintentardesentrañarelcasodelhomicidiode losRussell y su conexión con lamafia rusa, procuraba tener un ojo sobre su hermano con ladeterminacióndeunhalcón.

Su relación con Nolan se encontraba en un punto muy álgido, y por más que lo intentaba nolograba restablecer la conexión que los unió cuando él era un niño tímido y ella una adolescentedecidida.Ciertoquenoteníaquejasacercadesucomportamientodesdesusalidadeljuzgadoeldíade su audiencia, no recordaba cuándo fue la última vez que se comportó con tanta obediencia ybuenosmodales;perohabíaciertatirantezensutrato,ensusesquivassalidas,ycadavezqueabríalabocaparaintentarhablardeltema,élsolohilvanabaunaexcusapococreíbleparaevitarresponder.

Bethhabíaoptadopornoconfrontarlodirectamentearazóndeloocurrido,peronocontuvosusreprochesyNolanescuchóconlacabezagachasindarmuestrasdeestarendesacuerdocontodaslasnuevas normas que su hermana decidió instaurar. Solo iría a la universidad a las horas precisas,cumpliríaconcadasegundodeltrabajocomunitarioimpuestocomocastigoytendríasuertesivolvíaaverlaluzdelsolantesdequeconsiguieraunempleoquelepermitieradevolvereldineroutilizadoparapagarlamultayevitarquefueraaprisión.Eraduraylosabía;peroBethnolograbadarconnadaqueleayudaraahacerlecomprenderloseriodesuposición.Aunquesuhermanohabíasalidoensudefensadurantesuaudiencia, indignadopor lashorriblespalabrasdeese repulsivo juez,eraevidentequelohizollevadomásporunamorfilialqueapenasmostraba,queporlaseguridaddequeteníarazónalarrogarselaculpadeloocurrido.AlparecerNolannoeraconscienteaúndelogravede sus actos y aBeth le aterraba pensar en lo que tendría que ocurrir para que lo comprendiera.

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Quizáenesaocasiónellanoestaríaallíparairensurescatenicontaríaconunfiscalbenévolocomolo fue el señorWalsh.Ni recibiría tampoco la ayuda de unmisterioso abogado con unamente lobastanteretorcidaysuficientesagallascomoparapresionarenpúblicoaunjuezafindeobtenerloquedeseaba…

PorqueBethestabaporcompletoconvencidadequeDavidKinglehabíaenviadounmensajealjuezSimmons,unoqueloamedrantólosuficienteparaquecambiarasuactitudydieraaNolanunanuevaoportunidad.Bethnopodíasiquieraempezaraimaginardequépodíatratarse.

Esaeraunade lascosasque lamantenían inquietadurante lasnoches,cuandodabavueltasen lacamaantesdecaerenunsueñoinquietoyagitado.Lasimágenesdelosrostrosdelospersonajesdelcaso Russell se mezclaban con los de su hermano cuando era pequeño y su sonrisa podíasolucionarlo todo; pero estos eran pronto reemplazados por los de un par de ojos oscuros, unamiradaqueparecía irmásalláde loquecualquieradesearíamostrar, yun susurrodichoconvozprofundaquenoalcanzabaadesentrañar.¿QuérayoslehabíadichoDavidKingaljuezSimmons?Yaún más importante, ¿por qué hizo algo tan arriesgado por un completo extraño? Una vocecitaburlonalesusurrabaaloídoqueesoúltimonoeradeltodoverdad;quetalvezDavidnoconocieraaNolan, pero a ella sí, que era posible que solo haya querido ayudarla para sacarla de un granproblema,ylaideaerataninquietantecomoagradable.Habríadadocualquiercosaporhabertenidoelvalordeirtrasélypreguntarle.

Alterminarlaaudiencialobuscóconahíncoentodalasala,peroDavidyasehabíamarchado,ymientrassepreparabaelpapeleoparaarreglar la liberacióndesuhermano,se tomóunosminutosparapreguntarporéleneledificio,peronadieparecíahaberlovisto.EstuvotentadaapreguntarlealseñorWalsh si sabría dónde podría estar, pero le pareció vergonzoso hacerlo, no sin unmotivorazonable.Ciertoqueluegonolehabíanfaltadooportunidadesparabuscarlo,fueraensuoficinaollamándoloasuteléfono;inclusoyendoalbardondeseencontraronenunadelasúltimasocasionesenquehablaron.Peroalgolaretenía,talvezlacertezadequenosabíaquédecir.“Graciasporsalvaramihermanodelacárcel”nosonabamuybien,pormuchoquefueralaabsolutaverdad.Aunqueerainnegablequesesentíaagradecidaporsuayuda,tambiéneraciertoqueleavergonzabaunpocoquela viera en una situación tan desagradable, y no por los errores de su hermano, sino por suimposibilidaddeevitarquesevieraenesaclasedelíos.Noimportabaloquesumadre,amigos,oelmismoNolandijeran,Bethestabaconvencidadequeeraengranmedidaresponsabledeloocurrido.

Posiblementehubieracontinuadoenesademencial rutinade trabajoycontrolevitandoenfrentarsusmás profundos temores si una tarde no hubiera dado con una pista en el caso Russell que leprovocóunasorpresalobastanteprofundacomoparaobligarlaareplantearsusreservasydaresepasotannecesario.

Acababaderegresardesuhoradealmuerzo,quehabíaconsistidoenunaensaladayunpanecilloqueapenas logrósaborear,dispuestaapasarseunascuantashorasmásanalizandomuestrasqueyahabíarevisadoantes,cuandoencontróundatoenelsistemaquenohabíanotadohastaentonces.Eratanminúsculo, el rastroya casidifuso,queni ellaniAlanhabían reparadoenél antes, ypor ellomismodebiócotejar los resultadosdosvecesantesdeestarabsolutamenteconvencidadequeerancorrectos. Se vio de pronto tan sorprendida que debió ser evidente incluso para Alan, que hastaentoncesapenaslehabíaprestadoatención,deltodoconcentradoensupropiotrabajo.Lallamóunpardeveces,peroalnoobtenerrespuesta,dejósuscosasyseacercóaellaconelentrecejofruncido.

—Por favor, dime que no estás a punto de sufrir una crisis nerviosa—le dijo con expresiónasustada.

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Beth sacudió la cabeza de un lado a otro para despejar su mente, estaba tan enfrascada en suspensamientosquesufrióunsobresaltoaloírlo.

—¿Qué?—preguntó,confundida.

—Parececomosiacabarasdedescubriralgogrande—insistiósuamigo,altiempoqueseñalabalospapelesqueellateníaenlasmanos—.Lobastanteparaquetehayaspuestopálidadegolpeytusmanosempezaranatemblar.

Beth bajó lamirada a susmanos y se obligó a soltar los papeles, un poco avergonzada por sureacción.

—No,no es nada, no te preocupes—respondió al fin convoz firme—.Es soloque creohaberdadoconalgo.

—¿Algunanuevapista?

—Sí,esocreo,peronoestoyseguradeadóndenosconducirá.

—LlévalaconladoctoraWhalbergyqueellaseencarguedeentregarlaalapolicía.Yasabesquenoesnuestrotrabajohacerdedetectives;sidescubrimosalgoseloenviamosaellosyseguimosconlonuestro—lerecordóAlancontonopráctico—.Notienesqueponerteasí.

Bethforzóunasonrisayvolvióahacerseconlosdocumentos.

—Estoybien,solosorprendida,ysí,tienesrazón,tengoqueentregarloaWhalberg—respondióella—.Enrealidad,¿podríashacerlotúpormí?Solovoyasacarunascopias.

Noesperóporunarespuestadesuamigo,sinoqueseacercóalafotocopiadora,sacóunpardejuegosdesu informeycuandohubo terminadoentregóeloriginalaAlan,que lamirabaunpocosorprendidoporloapuradodesusmaneras.

—Listo.EntrégaseloaWhalbergencuantoteseaposible—ledijoella.

—¿Porquéyo?¿Quéesloqueharástú?—preguntóél,confundidoalverlatomarsubolso.

Bethnolomirósinoquefingióestarocupadaenarreglarsuscosas,ycuandolevantólamiradahabíaunbrillocuriosoensusojos.

—Tengoquesalir,seránsolounpardehoras—respondió.

—¿Adóndevas?—insistióAlan,yainquietoporesesecretismoquenoeranadacomúnenella.

Beth se dirigió a la puerta, y solo cuando estuvo a punto de cruzar el umbral miró sobre suhombroyesbozóunasonrisa.

—Voyapagarunadeuda—dijo,encogiéndosedehombros.

Semarchósindejardesonreír,yAlansequedódepieenmediodellaboratorioconunlegajodedocumentosenlasmanosyunaexpresióndeabsolutaperplejidad.

El complejo donde se ubicaba el motel en que vivía David se encontraba situado a solo unosminutosdelcentrodeBoston.Podíairyvenirdesuoficinaconrelativarapidezycuando,comoenaquellaocasión,deseabatomarseunpardehoraslibresparairacomeralgosintenerquepasarporelbarcercanoasuoficina,optabaporirallíyrevisarsuscasosmientrasdevorabaunapizza,comidachina,ocualquierotracosaquehubieralogradopedirpor teléfonoaunodelosrestaurantesdela

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zona.EraunadelasventajasdesolotenerqueresponderanteRollins,elúnicoqueocupabauncargoporencimadelsuyo;ycomoDavidleeratanantipáticocomoélaDavid,jamásponíaunasolapegaaquetrabajarafueradelaoficinacuandolodeseara,siempreycuandolellevararesultados,loqueDavidsiemprehacía.Ocasisiempre,comoserecordóconunamuecadefastidio.

ElcasoRussellmarchabaconunalentitudexasperante,ysibieneralobastanteexperimentadoparareconocerqueestonoeradeltodoinusualyaquealgunoscasospodíanllevarmesesenserresueltos,no dejaba de encontrar exasperante el verse con tan pocos resultados, en particular cuando estabaconvencidodequeteníamuycercalapuntadeesamadejaenquesehabíaconvertidoelcaso.Sidabaconesehilopodríaseguirlodirectamentea losculpablesysusmotivaciones,peroaúnno lograbadarconél.

Lapolicíahacíasutrabajo,lomismoquelosforensesyélmismo,peroaúnnohabíanadayporcómoibanlascosasdudabadequeesofueraacambiarmuypronto.AlpensarenlaoficinaforensenopudoevitarrememorarelrostrodeBethysuexpresióndeterminada.Algoledecíaquesialguiendabaconunapista,esaseríaella.

Nopodíarecordarcuándofuelaúltimavezquetratóconunapersonatanseguradesushabilidadessindarseñalesdearrogancia,comosielentregarseporcompletoasutrabajodeformacasiobsesivafueraunrasgocomúnenlahumanidad.Yalmismotiempohabíaenellaciertafragilidad,unatisbodepesarqueapenas lograbavislumbraren losescasosmomentosenquebajaba laguardia.Comoocurriódurantelaaudienciadesuhermano.

Dudaba de que pudiera olvidar alguna vez la expresión de su rostro cuando el estúpido deSimmons hizo ese cruel comentario acerca de su poco éxito en la crianza de su hermano. Nadiehabríapodidoculparlasilohubieraabofeteadofrenteatodoeltribunal,peroenlugardeelloensurostro se reflejó un gesto de absoluto dolor y culpa, lo que apenas lograba entender porque eraevidentequesepreocupabaporsuhermanoyqueestabaacostumbradaasacarlodemilaprietos.

Fue debido a esa expresión queDavid decidió romper una de susmás grandes reglas, omejordicho,dosdeellas.Nuncaseinvolucrabaencasosquenoleconcerníandirectamente,loconsiderabapocoéticoyunafaltaderespetoparasuscolegas,ydefinitivamentenoacostumbrabacoaccionarajueces,aunquefueranindividuoscomoSimmons.¿Perocómoibaacruzarsedebrazosypermanecerimpasible cuando todo en él lo impulsaba a hacer algo? Por fortuna Bernie no tomó a mal suintervención, lomismoqueConroy,aunquenoestabasegurodequesiquiera lahubieranotado; laopinióndeSimmonsenverdadleteníasincuidado.

SipudieraalmenoshablarconBethsesentiríaunpocomástranquilo,peronosehabíapresentadounmomentopropiciopara ello.Semarchócon rapidezde la sala al terminar la audienciaporquesupusoqueellanecesitaríaunpocodeprivacidadparahablarconsuhermanoyporquenodeseabaimponer su presencia. Había notado que él y Beth compartían algunos rasgos en común y estabasegurodequeelaprecioporsuintimidaderaunodeellos.Ydurantelossiguientesdíassimplementenoencontróelmomentoprecisoparabuscarlao,parasermássinceroconsigomismo,nodioconlaspalabrasquepodríadecirunavezque laviera.Odiaba la ideadequepudierasentirseendeudaconélodespertarrecuerdosdesagradables,demodoquehabíamantenidounaprudentedistanciaqueempezabaamolestarlo.

Sin embargo, cuando el timbre de la puerta sonó esa tarde, y se apresuró a abrir, no mostróninguna sorpresa al encontrarse con el rostro ansioso de Beth frente a él. De alguna forma, laesperaba,ynohabíasidoconscientedecuántohastaesemomento.

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Sin decir una palabra, se hizo a un lado para franquearle la entrada y ella lo hizo así tras unpequeñotitubeo.Unavezdentro,Bethdiounamiradaalrededorensilencio,registrandoconrapidezelescasomobiliarioyloimpersonaldeladecoración.

—Noesmuyimpresionante,¿cierto?

Fue David quien rompió el silencio, procurando hacer un comentario ligero para relajar elambiente,aunquehabíaunaocultaansiedadensuvoz,comosienverdadpensara loquedijoydealguna forma le molestara. Por lo general tomaba con buen humor y abierta burla cualquiercomentarioreferidoasudecisióndeescogerunahabitacióndemotelcomolugarderesidencia,perola opinión deBeth parecía tener una importancia para él que le sorprendió, por lo que esperó surespuestaen tensosilencio.Ella,alcabodeunmomento,sonrióehizoungestocon lamanoparaabarcarelespacio.

—Tieneciertoencanto—dijoalfin,sindejardesonreír—.Esmuyoriginal,teconcedoeso.

—Encanto—repitióDavidconentonaciónburlona—.Noesunapalabraquehubierarelacionadoconestelugar,perolaacepto.

—Hacesbien,nopuedopensarenotra—Bethseencogiódehombrosysedetuvojuntoaunsillón—¿Puedo…?

—Sí,claro,losiento—Davidsehizodeunasillaylacolocóasulado,dejándosecaersobreellasindejardemiraraBethconcuriosidad—¿Cómoobtuvisteestadirección?

Bethsemirólasmanosuninstanteantesderesponder,ycuandolohizosemostróunpocotímida.

—Talvezhayarecurridoaciertoscontactos…—reconoció.

—¿Quéclasedecontactos?

—Nopuedoresponderaeso,losiento—sedisculpóella.

SindudadehabercompartidoesainformaciónMaríasehabríamostradoencantadadecastigarsuinfidenciaconun intentodehomicidio.Betheraconscientedeque la lealtaddesuamiga teníasuslímitesyestabamuyagradecidaporquehubieraconseguidoesedatoparaellaen tanpoco tiempo;desdeluego,esperabauninformedetalladorespectoaesavisita,aunqueBethnoseencontrabamuyinteresadaendárselo.

Davidnosemostróofendidoofastidiadoporsurenuenciaacontestarasupregunta,enlugardeellosonrióysacudiólacabezadeunladoaotro.

—Supongoqueesjusto,entiendolaimportanciadeprotegertusfuentes—dijo—,peroconfiesoque empieza a ponerme un poco nervioso tu facilidad para dar conmi paradero; primero el bar,ahoraaquí,sientoqueestoyendesventaja.

Beth estuvo tentada a responder que él no tendría muchos problemas en encontrarla si así lodeseara, pero el simple hecho de pensar en ello, y comprender cuánto le hubiera gustado que asífuera, consiguió que contuviera su lengua. Prefirió, en cambio, enrumbar la conversación hacialugaresmásseguros;comoporejemploelmotivodesupresencia.

—Prometoquetengounabuenarazónparahabervenidoaquí—dijo,muyseria.

—Noeraunaqueja—seapresuróaaclararDavid,inquietoantelaposibilidaddequeellapudierahaberlotomadoasí—.Perosí,estoyintrigado.

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Bethaspiróconfuerzaparareunirvalorydecirloqueconsiderabamásimportante.

—Hayunpardecosasquequierodecir,unadeellasacercadelcasoRussell,creohaberdadoconunapistaimportante;peroantesdecontárteloquierodartelasgracias—dijoella—.Porayudaramihermano.

David asintió, como si no dijera nada que le sorprendiera y tampoco pretendió negar suimplicaciónenloocurridoenlacorte.

—Fueunplacer—dijoél,paraluegoagregarcontonofirme—:Perodeboserhonestocontigo;no lohabríahechodenohaberse tratadode tuhermano.Merefieroaquesibiencreoqueel juezSimmons es un absoluto imbécil, no me habría involucrado en otras circunstancias. Tu hermanomerecíaunbuencastigo;talveznotanestrictocomoelquedebíadetenerSimmonsenmente,peronopuedoevitarpensarquehatenidounasuertequenomerece.

Bethnosemostróheridaporsuhonestidad,porelcontrario,laapreció.

—Losé—reconocióella,trasencogersedehombros—;peronopuedoserobjetivaconél,esmihermano.

—Ynotejuzgoporeso,esnatural,peromepreguntosihaspensadoencuántopuedeperjudicarletutolerancia—Davidseadelantóenelasiento,apoyandolosantebrazossobrelasrodillasaltiempoque veía a Beth a los ojos—. Es joven, sí, y todos cometemos errores a su edad, pero llega unmomentoenquetenemosquehacernosresponsablesdeellos.

—Nolan lohará—leaseguróella, irguiéndoseenel sillón—.Empezará su trabajocomunitarioestefindesemanayvoyaasegurarmedequelocumpla.

Davidsacudiólacabezadeunladoaotro,sinabandonarlaexpresiónsevera.

—Aesomerefiero.¿Porquétienesqueasegurartedequelohaga?Essuresponsabilidad,nolatuya, y además, ¿realmente crees que aprenderá algo recogiendo desperdicios a un lado de lacarretera?

—Nofuiyoquienescogióesecastigo—lerecordóBethconunacejaalzada.

—Nomerefieroaeso,aunquepuedopensarenmuchosotrosparaélenlosquepodríaaprenderunpardecosasyademássermásútil.Loquequierodeciresqueelcastigoensínoesenrealidadtanimportante, sino el hecho de saber que no siempre contará con su hermana para que lo saque deaprietos. No es su primera vez, Beth, y es posible que no sea la última; la diferencia es que esaltamente improbable que tenga tan buena suerte en el futuro —David suspiró al notar lapreocupación en los ojos de Beth y suavizó su voz—. Tu padre murió cuando él era pequeño,¿cierto?

Bethpareciódesconcertadaporlaabruptapregunta,enespecialdespuésdehaberlooídoexponerdeformatancrudaalgunosdesusmásprofundostemores.

—Nolanteníasolodosañosentonces—respondió,asintiendo—.Nisiquierapuederecordarlo,loque es una verdadera lástima porque era un gran hombre. Es verdad que mi madre y yo loacostumbramosapensarque siempre tendráaunadenosotrasparaayudarlo,peronuncacreíqueterminaríainvolucradoencosascomoestas.

—Notienesqueexcusarte…—empezóél.

—¡Nolohago!—Bethemitióunsuspiroexasperadoalnotar loásperodesutonoyesbozóuna

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mediasonrisaamododedisculpa—.Lolamento,essoloquemesientoculpable,yséquenolosoyenverdad,quecadaquienesresponsabledesusacciones,peronodejadesermihermanopequeño,¿comprendes? ¿Cómopodría dejar que se las arregle por su cuenta?Mimadre no soportaría queterminaraenlacárcel.

—Notienequeserasí—ledijoéla finde tranquilizarla—.Talvez tuhermanosea inmaduroyfaltodejuicio,peroreconozcoquenoloimaginohaciendocarreracomocriminal.Adecirverdad,talvezese seaunode susmayoresproblemas;noes lobastantemaliciosoparacomprenderhastadóndepuedenllegarlasconsecuenciasdesusactos.

—¿Yquétendráquesucederparaqueloentienda?¿Quéocurrirásiesmuytardeentonces?

HabíatantaamargurayangustiaenlaspalabrasdeBeth,casicomosiestuvierareconociendoalfinen palabras algo que le atormentaba desde hacía mucho tiempo, que David no pudo contener elextenderunamanoyposarla sobre las suyas.Ella reaccionóconun ligerosobresalto,perono lasretiró.

—Entoncesquizánomerezcaalahermanaquetiene—dijoélconunapequeñasonrisa—.Tediréalgo.¿Teimportaríaquemeinvolucreunpocomásentodoesto?

Bethladeólacabezaamododeinterrogante.

—Quiero decir que tengo algunas ideas para ayudar a tu hermano—continuó él—. O, mejordicho,paraayudarleaqueseayudeasímismo;peroparaesotendrásqueconfiarenmíydejarquemuevaalgunoshilos.Quizáélnoestécontentoenuninicio,perosiestanlistocomoparecesabráaprovecharlaoportunidad.

Ellaloescuchómuyatenta,unpocointrigada,perotambiénagradecida.

—Notienesquehacerlo—ledijoalfin.

—No,claroqueno,peroesloquequiero—Davidlesostuvolamiradayjugueteódemaneracasiinconsciente con los dedos sobre el dorso de sus manos, provocándole un estremecimiento—.Entonces,¿tengotupermiso?

Bethnopensódemasiadoantesderesponder.

—Lo tienes. Solo… procura que mi hermano no termine odiándome para siempre—dijo, sinpodercontenerunasonrisa.

—Veréquépuedohacer—él correspondióa su sonrisadandoese asuntopor zanjado—.AhoradimecuálesesegrandescubrimientodelcasoRussellquedeseabascompartir.

El recordatorio consiguió queBeth abandonara la postura lánguida que había adoptado casi sindarsecuenta,unpocorecostadasobreelasientoyconelseductortoquedelamanodeDavidsobrelassuyas.Sacudiólacabezaconunmovimientoligeropararecuperarelsentidocomúnysealejóunpoco de él, percibiendo una desagradable sensación de pérdida al separar sus manos. No era laprimera vez que experimentaba una emoción como esa al lado de ese hombre, pero continuabasubestimándola,notantoporconsiderarlaextraña,sinopeligrosa,ymucho.Siélencontróanormalsureacción,secuidódemostrarlo,solo laobservóconsumiradaprofunda,queenrealidaddecíamuchomásdeloquehubieranpodidoexpresarlaspalabras.

—Nosésiseráungrandescubrimiento,perosindudafortalecenuestrateoríarespectoalosrusos—dijo, adoptando su tono más profesional— ¿Recuerdas que dijiste que en tu opinión son ellos

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quienesasesinaronaRussellysuesposa?

—Yaúnlopienso—corroboróél—,peronotenemosunasolaprueba.

—Esoesloquequeríadecirte,creoquetenemosunaahora,yesgrande.

Beth tomó su maletín y dio con una de las copias del informe que había preparado en ellaboratorioycuyooriginalAlandebíadehaberentregadoyaaladoctoraWhalberg.

—Comosabes,Russelltrabajóparalosrusospeseanoformarpartedesuentorno,fuistetúquiendijo que no eran tan estrictos cuando se trataba de delegar su trabajo sucio —no esperó alasentimientodeDavidantesdecontinuarconsuexplicación—.Bien,estuvebuscando informaciónacercadecuáleraexactamentesulaborparaellos,yresultaqueeraunodesusvendedoresdedrogas.

—Esverdad—dijoDavid,muyatentoasuspalabras.

—Bueno,Russellfuedetenidoprecisamenteduranteunaredada,yseleencontróciertacantidaddedrogas,cocaínaparasermásprecisa,perosegúnleíenelinformedesuarresto,eraunacantidaduntanto menor; lo suficiente para acabar en la cárcel, claro, pero no tanto como la policía habíaestimado.Russellrompióentoncessuvínculoconlosrusos,cumpliósucondenayalsalirparecíaunhombredeltodoreformado.¿Voybien?

—Perfectamente—Davidasintió—.Presientoqueteestásacercandoalgrandescubrimiento.

—Eresmuy perceptivo, voy a eso—Beth continuó—. Si este hombre había dejado sus turbiosnegocios, ¿por qué al profundizar con las pruebas de la escena del crimen encontré un pequeñoresiduodedrogasensusropas?Ynocualquierdroga,sinococaína,lamismaquetraficabaparalosrusos.¿Quépasasiesacantidadencontradaporlapolicíanofueenrealidadtodalaqueteníaconél?¿Qué tal si escondió una parte de la policía y también de los rusos? Tal vez intentaba venderla yquedarseconeldinerocuandosalieradeprisión,talycomoocurrió;perolosrusosseenterarondealgunaforma,fueronporlosuyoynodesaprovecharonlaoportunidaddevengarseasesinándolosaélyasuesposa;esposiblequehubieranmatadotambiénaJeremysisumadrenolohubieraocultadoalpresentirelpeligro.

CuandoBethcallópararecuperarelaire,notólaseriedadenelrostrodeDavidysepreguntósinohabríaestadobalbuceando incoherencias,perodescartó la ideaconrapidez, todo teníasentido,eraunahipótesissólidayélteníaqueverlotanclarocomoella.Enesecaso,¿porquénodecíanada?

Cuando David retomó el habla, lo hizo luego de dirigirle una nueva mirada, pero había algodistintoenella,unlevematizqueBethnoconsiguióidentificar.

—Eres una mujer brillante, Beth Wilson. Lo sabes, ¿verdad?—dijo él al fin, y Beth captó laadmiraciónensuvoz.

—Sí,bueno,megustapensarquenosoytonta—dijoella,enrealidadunpocoavergonzadaporelhalago—.¿Entoncesleencuentrassentido?

—¡Por supuesto! ¡Este es el móvil que buscábamos! —Tomó el informe que ella le tendía yempezóaleerconavidez,levantandolamiradacadatanto—.Talveznoseasuficienteparaconseguirunaordencontralosrusos,peronosconfirmaquevamosporelcaminocorrectoyahoralapolicíatendráuna ideamásclaradedóndebuscar.Estoysegurodequeesehombredelque tehablé tienealgoqueverconesto,podríaestardirectamenteimplicado,necesitohacerunasllamadas…

Bethloobservóconunasonrisadivertidaporelentusiasmoqueélapenaslograbacontener.

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—Tegustatutrabajo,¿cierto?—lepreguntó.

Davidpareciósorprendidoporlapregunta,peroasintiósindudar.

—Sí,claro,nopuedoimaginarmehaciendootracosa—dijo,paramirarlaluegoconcuriosidad—.Tengolaimpresióndequeteocurrelomismo.

—¿Yesoporqué?

—Tuprofesiónnoesnadasencilla,requieremuchocompromiso,yaunquenoteconozcodesdehacemucho,esevidentequedisfrutasloquehaces.¿Estoyequivocado?

Bethnegóconlacabezaysonrió.

—No,noestásequivocado—reconoció.

—¿Ycómofuequeescogistededicarteaanalizarescenasdecrímenes?Mecuestacreerquesealalíneadecarreraconlaquetodaslasniñassueñan.

—¿Tanto como lohacen los hombres respecto a ser fiscales?—inquirió ella a suvez, unpocoburlona—.PorquesiemprehepensadoquetodosloschicosquierensercomoBatman.

Davidrecibiólaamablepullaconungestodivertido.

—Ahoraquelomencionas,Berniepiensaquetodoslosquenosdedicamosalasleyesyalserviciopúblico somosunos súperhéroes frustrados…—dijo, para luegoexplicar—:Me refiero aBernieWalsh,mimejoramigo.

—ElfiscalenelcasodeNolan—Bethasintió,comprendiendo;eraobvioqueDavidsentíamuchoaprecioporsuamigo—.Creoquenoestámuyequivocado,almenostienelógica.

—Leencantarásaberqueestásdeacuerdoconél—rioDavid,asintiendo—¿Ybien?Nomehascontadocómofuequeescogisteestacarrera.

Bethapoyóelmentónenlapalmadelamano,observándolodeladoantesderesponder.

—Cuandoteníacatorceañosdecidíquequeríatrabajarenunlaboratoriodecriminalística,enunocomolosqueveíaenlaspelículasyseriesdetelevisión,asíquefuiconunalguacildemiciudadylehabléalrespecto.Élconocíaamifamilia,asíquemostrómáspacienciadelaquehabríatenidoconotrapersona.Medijoquenoerasencillo,quedebíabuscarunacarreraquepudieracomplementarsecon ese oficio, que tendría que tomar muchos cursos complementarios y aplicar a montones depuestosparaconseguirsiquieraunaoportunidad.Reconozcoquemedesalentóunpocoyvolvíacasasintiéndomeunaidiotaporpensarqueeratanfácilsoloporquelodeseaba.Novolvíahablarconelalguacil, y con el tiempo me decidí por la Biología; cuando obtuve mi diploma hice unaespecializaciónenbioquímicaygenética.

Bethsonrióalterminardehablar,comosilosrecuerdosleprovocarangracia,yenparteasíera.Aún le costaba contener la risa al pensar en el rostro de su madre cuando le dijo que estabaconvencida de que quería dedicar su vida a investigar escenarios muchas veces macabros por elplacerdedesentrañarmisteriosyatraparcriminales.

—Déjameadivinar.Fueentoncescuandodecidisteirnuevamenteconesealguacilydecirlequenohabíascambiadodeopinión—Davidsonrióparasíalimaginarlaescena.

—Excelente deducción, señor King. Sí, tienes razón, ¿y sabes qué? Apenas tuve que decir unapalabra;tanprontocomoentréensudespacho,abrióelcajóndelescritorioydejócaerunapilade

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solicitudesparaenviaraorganismosquenecesitaranasistentesforenseseinvestigadores.Lostométodosyenviécartatrascarta,hastaqueWhalbergmellamó.Fueunodelosdíasmásfelicesdemivida.

Davidsecruzódebrazosylaobservóconevidenteadmiración.

—Estoyimpresionado—dijo,asintiendo.

—¿Parabien?—preguntóellaconunacejaalzada.

—Definitivamente.Creoqueeresadmirable.

Bethseodióporsonrojarse,comosituvieraquinceañosyreaccionaradeesaformaaunhalago,peronopudoevitarlo;algoledecíaqueesehombrenoacostumbrabahacercumplidosvacíosysesintióridículamenteorgullosadesímisma.

—¡Vaya!Tengotuadmiración,esoesimpresionante—dijo,sonriente.

—Muchomásdeloquepuedesimaginar—replicóél,pensativo.

Davidnolediotiempoareaccionaralcuriosocomentario,porquesepusodepieyse lequedómirandoconunaexpresiónuntantoextrañaqueBethempezabaareconocercomoaquellaqueusabacuando quería adivinar lo que pasaba por su mente, y aun cuando la sensación era un pocoperturbadora, no resultaba desagradable; por el contrario, le provocaba un inesperado calor en elpecho.

—¿Quéocurre?—preguntóalfin,conunamiradanerviosa.

Él no respondió directamente, sino que se inclinó un poco hacia adelante para observarla conmayoratención.

—Hayalgoextrañoentusojos.¿Quées?—preguntó,desconcertándola.

Bethpestañeósinpoderloevitar;leextrañabaquelohubieranotado.Porlogeneral,laspersonasconlasquetratabayquenolaconocíanmuybienapenasreparabanenello.

—Oh, eso. Los iris son de distinto color, es un síndrome inofensivo, heterocromía. Suenamásinteresantedeloqueenrealidades,yenmicasoesparcial—dijo,encogiéndosedehombros.

—Nunca conocí a una persona que lo tuviera. Es diferente, pero apropiado tratándose de ti—replicóDavid,comosihablaraconsigomismo.

—¿Apropiado?

—Sí,eresunapersonaespecial,meparececorrectoquetusojostenganalgoqueloshaceúnicos.Comotú—dijoélsindejardemirarla—.Megustan.

—Gracias,esoesmuyamable.

Davidsacudióunamanoenelairepararestarimportanciaasuspalabras,peroacontinuacióndijoalgoqueBeth recordaríasiemprecomoelmásextrañoyhermosocumplidoquehabíaoídoensuvida.

—¿Hasoídoesaexpresióndequeunosojospuedeniluminarunlugar?Nuncalaentendíhastaquevilostuyos.

Yentonces,porprimeravezensuvida,Bethsepreguntósieraposiblequeunaspalabrasdichascontantasimplezayevidentementecontanpocaintencióndeimpresionar,pudieransignificartanto

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paraunapersona.Y,lomásimportante,cuánpeligrosaspodríanser.

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CAPITULO5

BethnovolvióaveraDavidhastaunasemanadespués,peropesealtiempotranscurridodesdesuúltimoencuentrolecostómuchoaparentarunaindiferenciaquenosentíacuandolotuvofrenteasí.Se las había arreglado para marcharse tras esas curiosas palabras dichas durante su charla,inventandomilexcusasque leobligabanavolveral laboratorio,aunqueenverdadhubierapodidoquedarse allí por un rato más. David no pareció extrañado por su conducta; Beth empezaba asospecharquecreíaquehabíaalgomuyextrañoenella,ydehabersidoeseelcaso,nohabríatenidocomodesmentirlo.Actuabacomounalunáticaensupresenciayestabaconvencidadequeesonoibaa cambiar, nomientras no consiguiera comprender qué era lo que ese hombre en verdad le hacíasentir.ElproblemaquizáestribaraenqueerantantasemocionesdistintaslasqueDaviddespertabaenella que podría pasarse toda la vida intentando descifrar cada una y el por qué sumera presenciaparecía derrumbar todas sus defensas. No recordaba haber experimentado algo así antes y eso lavolvíaloca.Eraunamujeracostumbradaatenerelcontroldesusemocionesydeseos,peroahorasesentíaconfusayexpuesta,ynolegustabanada.

SiMaríalosupieraromperíaareír,otalvezsemostrarapreocupadadequefueraprecisamenteDavidKingquien tuvieraeseefectosobreella.AunquesuamigaapenashablabadeélyaqueBethhabíatenidocuidadodenocompartirsuúltimaconversación,ymuchomenoselestadodeconfusiónenqueseencontraba,yahabíalanzadomásdeunaindirectareferidaaesesecretorelacionadoconDavidySimonHollandqueBethcontinuabaempecinadaenignorar.Noquenosintieracuriosidad;eralobastantehumanaparasentirinterésporunahistoriaqueparecíasertaninteresantesiinclusoAlan,siempretandistraído,estabatambiénalcorrientedeella.Peroalgoledecíaquesimplementenoqueríasaberloo,mejordicho,quenodebía.Elmotivo,desdeluego,eraunmisterio.

Duranteesasemanasehabíadedicadoasutrabajo,Nolan,ysusvisitasalpequeñoJeremyRussellen el hospital. Tal y como le mencionara a David, estaba realmente interesada por conocer losprogresosdelchiquillo;habíaalgoenél,ensumiradatristeycolmadadesecretosqueleinspirabauna profunda necesidad de abrazarlo, pero aún no había intentado ningún tipo de contacto físico,dudabadequeelniñofueracapazderesistirloaún.Lamurallaqueerigiódesdeelbrutalasesinatodesuspadrespermanecíafirme,peroBethcreíahaberatisbadoalgunasgrietasquequizápodríasortearconeltiempo.Procuraba,sinembargo,nomostrarunexcesivoentusiasmocuandopasabapocomásdeunahora conél; odiaría entablaruna relaciónque sinduda severía cortada conel tiempo; tanpronto como Jeremy empezara a mostrar alguna mejoría, los servicios sociales se mostraríanprestosa trasladarloaalgunacasahogarhastaqueun juezdecidiera su futuro.CuandopasabaneltiempojuntosloalentabaadibujaryoírunpocodemúsicarecomendadaporAlan,quecuriosamenteresultóbastanteagradable,tantoquedurantesuúltimavisita,pocoantesdequeBethsemarcharadevueltaasutrabajo,elniñoseaferróasumanoconunaexpresióndeabsolutodesesperoenelrostroy empezó a tararear una canción. Era unamelodía de ritmo casi frenético queBeth no recordabahaberoídoantes,perosupusoquepodríatratarsedealgunaqueasociaraconsusrecuerdosyquealfinseatrevíaacompartir.Acariciósurostroconinfinitaternuraylodejóconlasensacióndequeesepequeñoibaanecesitarunafuentedeafectoqueleprestaraunaatenciónespecial,unaquequizánopudieraencontrarenunalberguedelestado,ytomónotamentaldehablaralrespectoconladoctoraWhalbergporsiellateníaalgúncontactoquepudieraayudarleaencontrarunmejorlugar.

Enrealidad,suprimerpensamientofuehablarloconDavid,eraevidentequeélsentíatambiénuninterésmuyparticularporelpequeñoqueibamuchomásalládeloútilquepudieraresultarparala

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resolucióndelcaso.Perohabíaalgoíntimoencompartirunapreocupacióncomoaquella,tanalejadadesuslabores;sololerecordabaqueenverdadnolosuníaningúnlazoquejustificaraesamuestradeconfianza.Sinembargo,unavocecillalerecordóconinsistenciaquenotuvoproblemaenrevelarsustemoresacercadelfuturodesuhermanoyqueinclusosepermitióaceptarsuayuda.Yesaayudafueprecisamentelaquelopusounavezmásensucamino.

Eraunsábadoporlatardeytraspasarcasitodalamañanaencargándosedelaslaboresparaponerorden en su apartamento, al fin tenía unmomento para sí.Nolan había salidomuy temprano paracumplir con las horas del servicio comunitario impuestas para ese día; los fines de semana debíadedicaralmenosseishorascadadía,yeraevidentequeodiabacadasegundopasadoenesa labor,perohabíatenidoladecenciadenoquejarseporello.Demodoquecontabaconsuapartamentosoloparasíycuandosevioenmediodelsalón,cadarincónbrillando,lacestadelaropasuciavacíaycadaobjeto en su lugar,decidióqueeraunmomentoexcelenteparahacer algopor símisma.Sindudar mucho, se dirigió a la minúscula cocina, sacó algunas cosas de la alacena que ordenócuidadosamente sobre la encimera y con un ligero canturreo fue al baño para llenar la tina conalgunosdesusaceitesfavoritos.Entantoelaguacorría,regresóconpasoapresuradoalacocinayempezó a medir ingredientes con movimientos rápidos y equilibrados, sin dudar un instante; seconducíacon tantaseguridadqueensolounosminutos tuvounamezcla listaparameteralhorno,peroantesdeellocorrióunavezmásalbaño,cerróelgrifoyseapresuróahacerotracarreraparaterminar con su labor en la cocina. Tras rellenar unos moldes, los metió al horno, puso eltemporizadory,conunsuspirodesatisfacción,sedirigióadarseunlargobañohastaquelaalarmaleavisaradequelapreparaciónestabalista.

Leencantabahacervariascosasalmismotiempo,yaunquealguienmásmetódicaydisciplinadasehabríamostradohorrorizadadeversemejantecorrería,Bethestabaconvencidadequesusmétodoseran fantásticos.Undeliciosobañoyunasmagdalenas reciénsalidasdelhornoesperandoporellaseríanlapruebamáximadesueficiencia.

Esedía,sinembargo,lascosasnoresultarontanbiencomoteníaacostumbrado.

Enprimerlugar,elaguanoestabatancalientecomolegustaba,perocontuvosumalestar;despuésdetodo,noeraparatanto,asíquesepusolosaudífonosparaoírsumúsicafavoritadispuestaanopermitir que ese pequeño detalle arruinara la experiencia. Cubierta por una espuma con aroma alavandaqueleprovocabaundeliciosocosquilleo,chapoteabadentrodelabañeramientrasllevabaelritmo de la música con los pies. Estaba tan entretenida y relajada después de meses en constantetensión que perdió la noción del tiempo y cuando empezó a notar el agua fría y detuvo elreproductor,logrópercibirunolornadaagradablequeleprovocóungemidodeangustia.

Eltemporizadordebiódesonar,peroconlamúsicatanaltaensusoídosnohubomaneradequelooyera.

Ahogandounsuspiroydispuestaahacerunanuevamezcladesernecesario,saliódelabañeraysepusosubataaltiempoquecalzabasuspiesconsuspantuflasfavoritas,regalodeAlanenlasúltimasNavidades. Se trataba de unos encantadores muñecos de felpa que simulaban a los Ewooks, esospersonajes peludos de Star Wars por los que su amigo sentía verdadera reverencia y que Bethencontrabatandivertidos.

Una vez fuera del baño apuró el paso para llegar a la cocina y apagó el horno, sacando lasmagdalenas con cuidado, nada sorprendida de encontrarse con unos montones deformes ychamuscados.Con un suspiro, los echó a la basura y estaba a punto de empezar a preparar otroscuando un golpeteo a la puerta le provocó un sobresalto. Nolan tenía llave, claro, y no esperaba

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visitas,porloqueajustóelcinturóndelabatayseacercóalapuertaconelceñofruncido.Miróporlarejillayapenaslogrócontenerunjadeoalverquiénseencontrabaalotrolado.

—Tienequeserunabroma—susurró,asombrada.

Sindetenerseapensar,yaunaturdidaporlaimpresión,abriólapuertasolounoscentímetrosconelsegurocorrido.SiDavidencontrósuactitudpocohospitalaria,tuvolagentilezadeguardarsesuopiniónytansololaobservóconunacejaalzadaylasombradeunasonrisadanzandoenloslabios.

—Hola—dijo,mirándolatantocomolepermitíalapuertaentreabierta—.¿Esunmalmomento?

Beth contuvo una risa histéricamientras hacíamalabares para sujetar la bata contra su pecho ysentíaelaguaescurrirdesucabelloempapadoportodololargodelaespalda.

—No,paranada—mintióconunasonrisatemblorosa—.¿Podríasdarmeunsegundo?

Sin esperar respuesta, cerró nuevamente la puerta y emprendió una carrera frenética hasta suhabitación,dondeempezóadeshacer todo loqueacababadeordenar en subúsquedadecualquierprenda medianamente decente que le evitara mostrarse ante ese hombre una vez más como unadesquiciada.Cuandotuvopuestosunosvaquerosdeslavadosyunasencillacamisolaazul,refregósulargoyespesocabelloconunatoallayselasarreglóparaquesevieracasiordenado.Conunarápidamiradaalespejo,saliótanrápidocomoledieronlospiesy,trasaspirarunpardevecesfrentealapuerta,laabrióconunasonrisadespreocupada.

—Hola—saludóaDavidcomosiencontrarseconélenlapuertadesuapartamentounsábadoporlamañananotuvieranadadeextraordinario—.Lamentohabertehechoesperar.Porfavor,pasa.

Sehizoaun ladoparacederleelpasoy loobservócondiscreción.Habíanotadoyaqueeraunhombredegustosbastantesinformales;mientraslamayoríadesuscolegasponíanunempeñocasiobsesivoensusatuendos,élseconformabacontrajessencillosdebuencorteque,siendoobjetiva,lesentabandemaravilla.Peronuncalohabíavistoconlaindumentariapropiadeunfindesemanaynole sorprendió comprobar que parecía aún más cómodo con vaqueros y camiseta, que ademásrealzaban su atractivo, lo que le pareció un poco injusto cuando ella se veía como un desastreambulante.

—Tienesunbonitolugar—Daviddejósucontemplacióndelapartamentoparagiraramirarlaconunasonrisa—.Muyhogareño.

—Gracias.Noesmuygrande,peromegustaysí,esunhogarparamí.

—Esmuy…tú—continuóél—.Tienetuestilo.

—¿Miestilo?Nosabíaquetuvierauno—bromeóella.

—Porlogeneralesossonlosmejores.

Bethrecibióelhalagoconunencogimientodehombrosyunasonrisa,peroaúnsesentíainquietaporlosorpresivodesupresencia,demodoquelomirósindisimularsucuriosidad.

—Noquisieraquepiensesquemeestoyquejando,pero¿quéestáshaciendoaquí?—preguntó—.¿Cómosupistedóndevivo?

—¿Creesqueereslaúnicaquetienecontactos?—Replicóélconunacejaalzada—.Desdeluego,tampocopuedorevelarmisfuentes.

Bethsacudiólacabezadeunladoaotro.

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—Supongoqueesjusto—reconociódemalagana—.Peroaúnnoséporquéestásaquí.

Davidabandonósusonrisaymostróunaexpresiónseria.

—¿Recuerdasque tedijequemovería algunoshilospara ayudar a tuhermano?—Esperóaqueellaasintieraparacontinuar—.Bueno,estáhecho,ypenséquedebíassaberlo.

—Noséquéesloquehashecho,peroteloagradezco.

Davidhizoungestopararestarimportanciaasuspalabras;enrealidad,habíaciertaincomodidadensurostro,comosinorecibierasuagradecimientoconmuchoentusiasmo.

—Nohevenidoadecírteloparaqueloagradezcas,sinoaponertesobreaviso—sonrióalverlaexpresión confundida en los ojos de Beth—. Verás, estoy convencido de que estos cambios leayudarán,peronocreoqueélseencuentremuycontentoenestemomento.

—¿Aquéterefieres?¿Quéesloquehashechoexactamente?

Davidseencogiódehombrosymetiólasmanosenlosbolsillosaltiempoqueempezabaapasearporelpequeñosalón,mirandocadaobjetoconatención.Cuandovolvióahablar,sutonoeracasualy,paradesconciertodeBeth,tambiénunpocodivertido.

—Lohepuestoenmanosdelasmejorespersonasquepodríanayudarloenunmomentocomoeste—dijo—.ConvencíaBerniedehaceruncambioenelserviciocomunitarioqueseleasignó;tedijequeno creoque recoger desperdicios a un ladode la carretera ayude a nadie amadurar, pero unenfrentamientoconlarealidadsíquepuedecambiaracualquiera.Confíoenquetuhermanosealobastantelistoparaapreciarlo,aunqueinsistoenqueesposiblequelelleveuntiempohacerlo.

Bethsiguiósuspalabrasconatención,peroeraevidentequeaúnnocomprendíadeltodoelalcancedeloqueDavidexplicaba.

—¿EnquéocuparáentoncesNolansushorasdeservicio?¿Quéesloquehará?

Davidlamiróconlacabezaladeadayunasonrisatraviesaquelohizoaúnmásatractivoasusojos.

—Podríacontártelo,perocreoquedisfrutarásmásverlo…—insinuó.

Beth no lo pensó dos veces, estaba demasiado intrigada para continuar haciendo preguntas quesospechabanotendríanunarespuestadeltodoclara.Demodoqueasintióconfalsasolemnidadyledevolvióunamiradadecidida.

—Deacuerdo.Vamosentonces—dijo—.Dameunminutoparairpormibolso.

Sin esperar respuesta, se dirigió a su habitación, pero la voz de David la detuvo cuando seencontrabaapocospasos.

—Nopretendosabermuchodearreglosfemeninos,perosugierouncambiodecalzado—indicó;eraevidentequeapenaslograbacontenerlarisa—.Porseductoraqueteveasconesaszapatillas,nocreoqueseanmuybienrecibidasenellugaralquevamos.

Beth abriómucho losojosy losbajó con lentitudpara encontrarse con laspeludas e inmóvilesfaccionesdelosEwooks,quecasiparecíanburlarsedeella.Mientrasacelerabaelpasohastallegarasuhabitaciónybuscabaalgoqueparecieraapropiadoparaunamujerquellevabamuyadelantadalaveintena,sepreguntóquélahabíadesequilibradomás;queDavidlapillaraenunodelosmomentosmáshumillantesdesuvida,oquelahubierallamadoseductora.Ambasposibilidadeseranigualdeperturbadoras.

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—¿Esassonmonjas?

David recibió la pregunta de Beth con unamueca divertida, pero no respondió, solo señaló elcuadrofrenteaélyesperósureacciónconmaldisimiladaindiferencia.

Se encontraban en las afueras de un antiguo edificio de ladrillos, una construcción de estilovictoriano que en otros tiempos debió de ser impresionante, pero que en la actualidad apenasconservaba el encanto del pasado y en ciertamedida desentonaba con las otras edificaciones a sualrededor,muchomásmodernas.Bethjamáshabíaestadoenesazonadelaciudad,perolareconocíacomo una de las que se recomendaba no visitar por las noches por ser un tanto peligrosa. Y sinembargo, había poco de temible en esa casa custodiada por altas verjas a través de las cuales sedistinguíaunpatioenormey razonablementecuidadoenelqueungrupodemuchachosconropasdeportivascorríadeunladoaotromientrasotroconjuntountantomáspequeñoylimitadoporsuslargastúnicasoscurasprocurabanseguirleselpaso.

—Sonmonjas—BethrespondióasupropiapreguntaygiróamiraraDavid,quepermanecíaensilencioconlavistafijaalfrente—.¿Porquévandetrásdeesoschiquillos?Ymásimportante,¿quétieneestoqueverconNolan?

David había esperado aBeth en el apartamento con paciencia en tanto ella se calzaba con unaszapatillasyordenabaunpoco subolso, sinhacerun solo comentario respecto a laburladehacíaunosminutos,aunqueapenasabandonóelgestoburlónqueellaintentóignorarconlapocadignidadque aún conservaba.Una vez que estuvo lista, se reunió con él y, tras abordar un taxi, él dio unadirecciónehicieronelviajeensilencio.Noobstante,nofueunsilencioincómodo;porelcontrario,peseasentirseunpococohibidaporloextrañodelasituación,BethsintióquelacalladapresenciadeDavidasu lado le inspirabaunacuriosapaz; lebastabamirarlode reojocada tantoyobservarsusemblante relajado para que sintiera la extraña necesidad de sonreír y recostar la cabeza sobre suhombro,unimpulsoquelogrócontrolarsinproblemas,aterradadepensarenloqueéldiríadeversefísicamenteasaltado.Sindudaesahubierasidolaguindadelpastelquehabríaconfirmadosulocura.

Porfortunaelviajenofuemuylargoy,antesdequeBethpudierainsistirrespectoallugaralqueiban,elconductordetuvoelvehículoysaliódelmismosiguiendoaDavid,quelaesperabaconunamanoextendidaparaayudarlaabajar,gestoqueagradeció,peroqueprefirióevitar.Nocreyóquefueramuybuenaideatocarloenesemomento.Élnoparecióofendidooincómodoporeldesplante,sololehizoungestoparaquelosiguiera.Yallíseencontrabanahora,depiesobrelaacerayconlavistafijaenesecuriosocuadro.

—¿David…?—Beth imprimióun tonoapremiantea suvoz;quería respuestasy lasqueríaya—¿Quéesestelugar?

Davidgiróamirarlaconlosbrazoscruzadosalaalturadelpecho.

—Esta, Beth, es la escuela regentada por las hermanas del Perpetuo Socorro o, como las hasllamado con tanto acierto, lasmonjas—reconoció con una sonrisa—.Y los chicos, como puedesimaginar,sonsusalumnos.Creoqueseencuentraneneldescanso;alashermanaslesgustaalentareldeporteenlosratoslibres.

Antes de queBeth pudiera hacer un comentario respecto a esa revelación,David se apresuró acontinuar.

—EncuantoaloqueNolantienequeverconestelugar….—élseñalóunpuntoalolejos,casial

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borde del campo, donde una figura caminaba con apatía—. Bueno, digamos que está a punto deaprenderloqueenverdadsignificaserviralprójimoypagarsusculpas.

Beth se puso de puntillas para observarmejor y entonces logró reconocer la figura delgada ydesgarbadadecabelloslargosqueenesemomentoibandeunladoaotroproductodelfuerteviento.Conunpocodeesfuerzoytrasentrecerrarlosojos,pudoverelrostrodesuhermanomarcadoporunrictusamargo.Llevabalosbrazosocupadosconvariaspelotasdebaloncestoqueapenaslograbasujetarconmovimientostorpes,aunqueparasumalafortunaunadeellascayóyalagacharsepararecogerlahaciendomalabares,otrasdossedeslizarondesusbrazos,demodoqueseviodeprontointentando reunirlas todas nuevamente sobre el piso. Ni los otros muchachos ni las monjasparecieron advertir la situación, aunque Beth no podía creer que fuera posible; en todo caso eraevidentequelohacíanapropósitoynocomprendíaelmotivo.Daviddebiódepercibirlaconfusiónensu rostro,e incluso lamolestiaquesintióalvera suhermanoenese trance,porquesuavizóelsemblanteylehablóconvozserena,perofirme.

—Lashermanashacenungran trabajo aquí,Beth, nopuedes imaginar todos los sacrificios queimplica llevar un lugar como este e intentar sacar adelante a estos chicos.Nunca tienen suficienteayuda y de vez en cuando el estado envía a muchachos como tu hermano para que cumplan susentenciaasistiendoentodoloquepuedanserútil.Esunpocoduroporquelamayorpartedeellos,comoNolan,noestánacostumbradosavelarsiquieraporsímismos,ylashermanasnoselosponenmásfácil,peroesoesporquelesimportantantocomoloschicosquetienenasucuidadoysabenquenecesitanunamanofirme.Comotedije,si tuhermanoescapazdeabrirlosojosypermitirqueleayudendelamismaformaenquepodráhacerloélconellas,sindudaestaseráunagranexperienciaparatodos.

Bethplególoslabioshastaformarunafinalínea,pensativayconlamiradafijaenelfrente,susojosibandelafiguradesuhermano,quehabíalogradoyareunirsucargayseacercabaconpasotambaleantealosmuchachosquenohabíandetenidosuscarreras,algrupodemujeresqueresollabanentre sonrisas sin perder el paso. Cuando Nolan llegó hasta ellos, sin embargo, abandonaron suindiferenciaymásdeunoseacercóparaliberarlodealgunosbalones,altiempoqueleagradecíanconungolpeenelhombroounasonrisadiscretaymaternal.Pudoestarequivocadaotratarsedeunailusión óptica producto de la lejanía, pero Beth habría podido jurar que su hermano esbozó unapequeñasonrisayelevóunpocoelmentónenseñaldeorgullo.Fuesolouninstante,perosiestabaenlocierto…noquisohacerseilusiones,noaún,peronohabríasidohumanadehaberpodidocontenerlaesperanzaquediounbrincoensupecho.Sindetenerseapensarlo,guiadaporuninstinto,sujetólamanodeDavidylediouncalurosoapretón.

—Gracias—dijo,sinmirarlo.

Él no respondió, pero en verdad no había necesidad de que lo hiciera. La presión con la quecorrespondióasugestoledijotodoloquenecesitabasaber.

Nolannodijoenuniniciounapalabrareferentealcambioensuslabores,yaunqueeraobvioquealgohabíaocurrido,Bethhizounesfuerzosupremoporcontrolarsucuriosidadynohacerunasolapreguntaquepudieraincomodarlo.Siéldeseabamantenerensecretoloquehacíadurantelashorasde su servicio comunitario, estaba en su derecho, por elmomentoBeth se contentaba con ver loscambiosproducidosenél,pequeñosensumayoría,peromuysignificativos.

Para empezar, se levantaba más temprano por las mañanas y aunque distaba de abandonar su

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semblante enfurruñado por tener que pasar sus escasas horas libres cumpliendo su condena, alregresar a casa cada noche exhibía una pequeña sonrisa y el agotamiento propio de quien hatrabajadohaciendoalgoútil.

Envistadequequizápasaríaun tiempoantesdequesesintieracómodocompartiendosunuevarutina,Bethdecidiónohacerpreguntasyactuarcomosinosupieraabsolutamentenadaalrespecto.TalvezDavid estuviera en lo ciertoy loqueNolannecesitaba era asumir sus responsabilidadesyviviresaetapadesuvidadelamejorformaposible;lapersonaenlaqueseconvirtieraluegodeesaexperiencia…bueno,suponíaquetardeotempranolosabría,soloesperabaqueelcambiofueraparabien.

Conlatranquilidadqueledioelsaberquesuhermanoparecíahaberencontradounsenderomásomenosfirmeyparecíadispuestoarecorrerlo,ytrassostenerunalargacharlaconsumadreafindetranquilizarlayprometerquenopermitiríaquesuhijomenorsemetieraenmásproblemas,seviodepronto con suficiente tiempo libre y lamente lo bastante despejada para dedicar sus pensamientosprecisamenteaaquelloquehubierapreferidoignorar.

David.

¿Quépasabaconél?Másimportante,¿quéocurríaentreellos?Eraunamujerdeveintiochoañoscon un doctorado y un pasado amoroso, sino considerable, si lo bastante amplio para haberdesarrollado cierta madurez emocional; cualquiera pensaría que podría asumir esa atracción conlucidezysentidocomún.Peronoeraasí,enabsoluto.Soloteníaunacosaporsegura;DavidKinglegustaba,ymucho.Noerasoloalgofísico,loquehabríahechotodomássencillo,sinoqueseveíatambiénatraídapormilcosasrelacionadasconélqueledabamiedoexplorar.Esaaparenteseriedadqueenarbolabalamayorpartedeltiempoleinspirabaunatremendacuriosidad;ellalohabíasonreírmásdeunavezconlaclasedesonrisaqueiluminatambiénunamiradayunasoladeellasbastóparadesarmarla por completo y preguntarse cuál era la razón por la que se mostraba tan reservadocuandoeraobvioquetodaesaseriedadnoeraenverdadunaparteelementaldesupersonalidad.Laseguridadconlaqueactuaba,losférreosprincipiosyelcompromisodelosquehacíagalaencadaunodesuspasos;susbuenasmaneras,lanoblezaquemostrabacadavezqueseencontrabafrentealniñoRussell…Enciertamedidaloveíacomounenigma,unacontradicciónandante,yhabríadadocualquiercosaporpoderexplorarcadaunadeesasaristasensupersonalidad.

No, no se trataba tan solo de atracción física. Eramuchomás yBeth empezaba a temer que sucorazónpudieraversecomprometido.Nuncalohubieraesperado,noloquería,perosencillamenteseleestabayendodelasmanosyseveíaarrastradaporlosacontecimientossintenerlavoluntadoeldeseodealejarse.

QueríasaberquiéneraDavidKing, lonecesitaba,yaunqueunavozensumente le recordómilvecesquenoeranadainteligentejugarconfuego,optóporignorarla.Nopodíasaberloentoncesaltomaresadecisión,peroyatendríamuchotiempoenelfuturoparacuestionarseelhaberpuestosucorazónenjuego.

Davidllegóalaestacióndepolicíay,sinacercarsearecepcióndondeunoficialseencargabadedarinformaciónaquieneslasolicitaran,diounrodeoparaencaminarsealsegundopiso,dondelosdetectivesLancasteryHollandcompartíanunasencillaoficina.Segúnsusfuentes,eraposiblequeesocambiara pronto; al parecer Lancaster estaba ya al borde del retiro y Holland era voceado paraascenderyocuparelpuestodecapitán,loqueseríaungranpasoensucarrera.Aunquepartedeélno

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conseguíasentirningúntipodealegríaporesemotivo,era lobastantedecenteparareconocerquehabíamuchodejusticiaenesaposibilidad.Hollanderaunbuenpolicíayalgunavezpensóqueeratambiénunbuenhombre.Desdeluego,esaúltimaimpresiónhabíacambiadodeformadrástica,peroesonolerestabaméritosasulaborpolicial,quealfinyalcaboeralaúnicaqueleimportaba.

Al llegar al segundo piso esquivó a unos cuantos detectives que iban de un lado a otro con elajetreousualenelprecintoysedirigiódirectamentealaúltimaoficinadeladerechadelpasillo.

El detective Lancaster se encontraba recostado en una butaca, con el diario del día sobre laspiernas,unassorprendentesgafasenelpuentedelanarizyunaexpresióndeabsolutaconcentraciónensulectura,entantoHollandtrabajabafrenteaunordenadorensuescritorio,deltodoabsorbidoporloquefueraqueestuvierahaciendo.Sinembargo,bastóqueDavidpusieraunpieensuoficinaparaqueamboslevantaranlamirada.

—Mirenquiénestáaquí—fueelcuriososaludodeLancaster,quehizoaunladoeldiario—.Buendía,señorKing,¿quépodemoshacerporusted?

Davidelevóunacejaanteelfalsotonoobsequioso,perodecidiódejarlopasar.

—Talvezseayoquienpuedahaceralgoporusted—replicóconunaentonaciónsimilar—¿HayalgunanovedadenelcasoRussell?

Lancasterguardósusgafasenelbolsilloyrecostólaespaldaenelasientotrasintercambiarunamirada conHolland,quepermaneció en silencio, solopartede su atenciónpuesta en ellosporquecontinuabatecleandoconrapidezenelordenador,aunquenoperdíaunapalabradeloquedecían.

—Sabeperfectamentequeno,quenotenemosningunanovedadoalmenosningunaqueustednoconozcaoquepuedaserdegranutilidad—dijoelmayor,sindisimularsufastidio,unaactitudmásconsecuenteconloqueDavidesperaba.

—Séquehacenlomejorquepueden—dijoDavid,decididoadejaresoenclaro—;perotambiénséqueesteesuncasomáscomplejode lousual.Enrealidad,creo teneralgoquepodríaayudaraacabarconéldeunavezportodas.

Lancaster se adelantó en el asiento al oírlo al tiempo que fruncía el ceño, mientras que sucompañero,aundistanteyconlamiradapuestaenlapantalladelordenador,girólevementelacabezaenseñaldeinterés.Davidnoesperóarecibirpreguntas,sinoquecontinuó.

—Hayunhombre,un ruso,estoysegurodeque tiene relaciónconPetrov,puedeserunodesushombresdeconfianza—empezó—.LoviaquíelmismodíaenquePetrovfueinterrogado;tieneunapésimaactitudyhayalgoenélquenomeinspiróningunaconfianza;porelcontrario,mepareciópocomenosqueunpsicópata.

—Sí,porlogenerallosmafiososrusostieneneseefectoenlaspersonas—comentóLancaster,conunacejaalzada.

Davidignorólainterrupción.

—Llevatatuadaunateladearañaenelcuello—dijo.

—Adicto.Estocadavezseponemejor.

—Colin,porloquemásquieras,guardasilencio.

El detective Lancaster dirigió a su compañero una mirada con el ceño fruncido, pero Simon

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Holland no se mostró impresionado. Parecía haber decidido al fin prestar toda su atención a lainformacióndeDavid,deallíelnadasutilregañoaLancaster.

—Porfavor,continúe—ledijoaDavidconungesto.

Élasintióensudirecciónenseñaldeagradecimiento.

—Deben de haber recibido ya el informe forense acerca del descubrimiento de una pequeñacantidaddecocaínaenlaescenadelcrimen—dijoDavid,continuandotrasverlosasentirensilencio—.Estocambialascosas.Losforenseshansugeridolaposibilidaddequeestepuedahabersidounajustedecuentas,queRussellsequedóconunapartedeesadrogapocoantesdesuarrestoysoloeracuestióndetiempoparaquelosrusosfuerantrasélunavezquedejaralaprisión.Siestahipótesisescorrecta,ycreoqueloes,tendremosunmotivo.

Los detectives lo escucharon con similares muestras de interés. Mientras Lancaster asentía,pensativo,Simonvolviósuatenciónalordenador,tecleóconrapidezyesperóunmomentoantesdevolverseparamiraraDavid.

—Acérqueseunminuto—ledijo.

Daviddudósolouninstante,perohizoaunladosudesconfianzayseacercóhastaquedarasolounos pasos de distancia; Lancaster lo siguió y ambos vieron cuando Simon giró la pantalla delordenadorparamostrarlesunafotografíaenblancoynegroyunpocoborrosa.

—¿Esesteelhombrequevio?—preguntóSimon,dandounacabezada.

David se inclinó hacia delante y entrecerró los ojos para enfocar un pocomejor y apreciar lasfaccionesdelhombre; la fotografíaera terribley tenía lacabeza ladeada,pero logró reconocer lafiguralarguirucha,losrasgosdurosyeltatuajeenelcuello.

—Sí,esél—dijo.

—¿Estáseguro?—fueelturnodeLancasterparapreguntar,seveíadeprontoinquieto.

—Claroqueestoyseguro—insistióDavid,unpocosorprendidoporsureacción—¿Quiénes?

Simonexhalóunsuspiroylomiródereojo.

—SunombreesYuriPetrov—dijo—.EselhijomenordeDimitri.

—El benjamín de lamafia, le llamamos—se sumóLancaster con una sonrisa torcida—.No seequivocóaltacharlodepsicópata,porcierto,creemosqueloes.

David tardóunosminutosenprocesar la información, intentandohacerque laspiezasencajaranahoraquedisponíadeundatotanimportante.

—Bueno,esosolocimentanuestrateoría—dijoalfin,cruzándosedebrazos—.Posibleajustedecuentasllevadoacaboporelhijodeunodelosmafiososmásconocidosdelaciudad.Todoencaja.

—Sí, pero acabademencionar la palabra clave: teoría.Escuche, conozco aYuri casi desdequeempezó a gatear, unprivilegio de haber intentado encerrar a su padre unpar de veces desdehacedécadas,pero lediréalgoacercadelmuchacho;allídonde love,conesas fachas, los tatuajesquegritan que es un adicto y esa actitud de lunático, en realidad nunca hemos encontrado nada en sucontra. Su familia lo tiene entre algodones precisamente por su carácter inestable, es como unabombadetiemposiempreprestaaestallarysupadrenohaconstruidounimperioparadejarqueunchiquilloidiotaarruinesusnegocios.Esporesoporloquehastaahoranohemoslogradodarcon

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nadaquenospermitaprocesarlo,nisiquieratieneantecedentes.

DavidsellevóunamanoalrostroalterminardeoírlaspalabrasdeldetectiveLancaster;elhechodequesevieratandesalentadonoayudóainspirarlemuchaconfianza.

—Pero tiene que haber algo; les dije que me pareció un tipo peligroso y ustedes lo hancomprobado,noesposiblequenotengaantecedentes—sesentíadesconcertadoy,enparte,furiosopor ese escollo surgido de la nada—. Una infracción de tránsito, arrestos de cualquier tipo, elhombreesundrogadicto,¡porDios!¿Dóndecompralasdrogas?¿Quiénessuproveedor?¿Nuncahizonadaestandointoxicado?¡Notienesentido!

FueelturnodeSimonpararesponderasuspreguntas,yaunquenoparecíamásoptimistaquesucompañero,hablóconmayorseguridad.

—Nodudamosdequetodoloquemencionahayapodidoocurrir,esoymuchomás.AlguiencomoYuri,consuscontactosyeldinerodesufamilia…podríahacercualquiercosa.Peroesastutoy,lomás importante, tiene a una organización criminal con amplia experiencia para encubrirlo a cadaminuto.Segúnnuestrosinformes,noeselhijofavoritodelosPetrov,enciertamedidaloconsideranunacargaporquesemeteendemasiadosproblemasylafamilianohacemásquegastarsusrecursosparamantenerloalmargen,peroalfinyalcabosetratadeeso.Familia.Novanaabandonaraunodelossuyospormuchoquelesdesagrade.Cuandocometeunafaltadetránsito,inmediatamenteaparecealguiendelanadaparaarrogarselaresponsabilidad,siarmaunlíoestandointoxicadoseencargande hacerlo desaparecer por un tiempo, y en cuanto a quien le provee de las drogas, es altamenteprobable que sea un conocido muy discreto; después de todo, no deja de ser parte del negociofamiliar.

Davidasintió,comprendiendoyagradecidoasupesarporlaclaridadconlaqueHollandexpusoenquépuntoestabanlascosas.Esolepermitiópensarconmayorinteligenciaybuscarunasoluciónoalmenosunresquiciodeluzenmediodetodoeseespacioenrarecidoporlaneblinaqueenvolvíaaesecasodesdeuninicio.Trasinhalaryexhalarunpardeveces,sealejódelosdetectivesyempezóacaminar de un lado a otro de la pequeña oficina con lasmanos en los bolsillos.Cuando volvió ahablar,suvozeradecidida.

—Esél,estoyconvencidodeello.HatenidoqueverconlamuertedelosRussell,deformadirectaodecualquierotraporquenopuedocreerquetantascoincidenciasseanposibles.Considerenquelahuellaencontradaenlaescenadelcrimen,laqueeldepartamentoforensenopudoidentificar,noseencuentraenelsistema,deallíquenosviéramosentrampados.SiesteYuriestátanprotegidocomodicen,eslógicoquelocuidenparaquenoseveainvolucradoenuncrimencomoesteyelhechodequesushuellasdigitalesnoseencuentrenenelsistemaporquenuncahasidoprocesadoesunagranventajaparaél.Puedehacerprácticamentecualquiercosaysabequesaldrábienlibradodeunauotraforma.

Lancaster chasqueó la lengua e intercambió una mirada con su compañero, que hizo un casiimperceptiblegestodeasentimiento.

—PodemosirtrasYuri—dijoLancasterconloslabiosapretados—.Peronodefrente,seríaunaidiotez, lo último que necesitamos es ponerlo sobre aviso; es también arrogante y se consideraintocable,siactuamosconcautelaesposiblequeseconfíeybajelaguardia.

—Siasífuerapodríamosentoncessustentarunpedidoparaunainvestigaciónafondo;necesitamoshuellas,ADN,estudiarsucoartadaparaesanoche…

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Davidasintiófrentealasugerenciadelosdetectives,satisfechodesaberquesuideahabíacaladoyestabandispuestosaprofundizarenesainvestigación.Noporprimeravez,agradeciómentalmenteaBethporhaberdadoconesapistaybastóquerememorasuimagenparaquesintieracomoungolpeel intensodeseodeverla denuevo.Nohabíanvuelto a encontrarse desde suvisita a la escenadelnuevo trabajo comunitario de suhermanoyde ello habíanpasadovarios días.En realidadno eramuchotiempo,peroenciertamedidaparecieracomosilofuera.Consultósurelojyalverlahoraunapequeñasonrisasedibujóensuslabios.Quizá…

—SeñorKing,sifueratanamablederegresarconnosotros,porfavor.

LavozburlonadeldetectiveLancasterlosacóbruscamentedesuensimismamientoyrecompusoelsemblanteconrapidezsinocultarelgestoceñudo.

—Losiento—sedisculpó,unpocofríoeignorandoadredesumirada—.Bien,comodecía.VayanporYuriPetrov,hagantodoloqueseanecesario,peroencuentrenalgo.Rompanalgunasnormassihacefalta,loscubriremosdesdelafiscalía.

—Cuidado, abogado, podríamos pensar que nos ha dado carta blanca —Lancaster sonrió, alparecergratamenteimpresionado—.Deacuerdo,vamosaveradóndenosllevaesto.¿Quédicestú?

Simonasintió,peronosemostrótanentusiastacomosucompañero.

—SiloqueelseñorKingpiensaescorrecto,podríamosvernosconunproblemaaúnmayordeloqueimaginan.Petrovsiemprehacubiertolospasosdesuhijo,peroahorahablamosdeasesinato,yhará cualquier cosa por protegerlo—dirigió a David una mirada directa y profunda— ¿El niñoRussellsigueconresguardo?

—Sí,yseguiráasíhastaquetodoestotermine—replicóél.

—Bien. Es posible que pueda ayudarnosmás adelante si logramos dar con algo. Por lo prontosugieroquellevemosestocondiscreción,quenosalgadeaquí.SiPetrovsospecharaquevamostrassuhijo,lomandarátanlejoscomoleseaposible,yentoncesescaparáantesdequepodamosirtrasél.

—Me parece bien—aceptóDavid—.Bueno, si ha quedado todo claro, tengo que irme; puedenbuscarmesinecesitanalgo,cualquiercosa.

—Comounaorden—sugirióLancasterconunguiño.

Davidsonrió,irónico,divertidoporesaactitudtanpococomúnenelviejodetective;suponíaquelaposibilidaddeirtrassussospechososcontandoconelapoyodelafiscalíanoeramuycomún,ylaidealeentusiasmaba.Bien,nopodíaculparlo;élnoerapolicíayhubierasidohipócritadesupartenoreconocerqueelresolveresecasosehabíaconvertidoenunaobsesión.

—Unaordenrazonable—apuntó,noqueríaquepensaraqueenverdadteníaesacartablancaquehabíanombrado,porquenoeraasí—.Sabedóndeencontrarme.Buenosdías.

Se despidió con una cabezada dirigida también a Holland, que este correspondió con un gestoserio.

—Oiga,King—sedetuvoaloírelllamadodeLancasteryviosobresuhombro—.Delelasgraciasalosforensesenminombre.Yasabe,porlapista.

David asintió sin responder. Solo una vez que estuvo fuera se permitió una amplia sonrisa deexpectación.Sí,desdeluegoquepensabaagradecerdeformaapropiadaeltrabajodelosforenses.Almenosaunadeellos.

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Noeranadasencillomantenerentretenidoaunniño,ymuchomenosaunoconunaconductatanparticularcomo lade JeremyRussell.Bethdebía recordarseacadamomentoqueno tenía ideadecuáleralaverdaderapersonalidaddelmuchacho,cómosecomportabaantesdequesevieraenvueltoenunatragediatangrande.Quizáentoncesfueraunniñoencantadordesonrisafácilytratodulce.Desereseelcaso,Bethesperabadetodocorazónquelograradealgunaformarecuperarpartedeesainocencia,pordifícilqueresultara.

Acababadellegaralhospitalparahacerleunabrevevisita,apenaseralunesyesperabapoderpasarunpardehorasconél antesde ir acasa.Talycomohabía tomadoporcostumbre, llevóconellaalgunoslibrosparacolorear, lápices,yalgunosdiscosfacilitadosporAlan,queestabaconvencidodelpodersanadordelamúsica.Bethestabadeacuerdo,aunquedudabadequelaseleccióndeAlaninspiraracualquieremociónsimilaralapaz;aella,porejemplo,algunasbandasdelasqueéleraungran fanático solo le provocaban un dolor de cabeza. Pero ya que el pequeño Jeremy no parecíaincómodoporesosruidos,procurabamostrarsemástolerantedelohabitual.

La señoritaMorris, la trabajadora social asignada para Jeremy, había dejado su frialdad de losprimerosencuentrosparamostrarsecomounamujerencantadoraydiscretaqueparecíacomplacidaporelhechodequealguien“deafuera”,comoalgunavezserefirieraaella,tuvieraesasatencionesparaconelpequeño.ManteníaunaprudentedistanciadurantelasvisitasdeBeth,sabedoradequeelniño semostrabamás abiertomientras hubieramenos personas a su alrededor, y solo interveníacuando su opinión era requerida, lo que ocurría con poca frecuencia. Durante esas visitas, ellaaprovechaba para leer algunas revistas y enviarmensajes de texto a su prometido, tal y como leconfesaraenunraptodesinceridad.

DemodoqueBethera,almenosporunpardehoras,elcentrodeluniversodeeseniñoydebíareconocerqueeraunasensaciónmuyagradable.TalvezJeremynohablara,peroteníaotrosmediosdecomunicaciónqueutilizabaconbastantetiento.Comolasmiradas.Elchiquilloeradueñodelosojosmásexpresivosquehabíavistoensuvida;siseleprestabaatenciónalaformaenqueobservabalo que le rodeaba, era sencillo conocer sus emociones. Un ligero brillo en sus pupilas delatabaemoción, los párpados caídos hablaban de ensimismamiento, y cuando se sentía especialmenteentusiasmado,comoocurríacadavezqueveíaaBeth,losabríaalmáximoycasisepodíaintuirunasonrisaenellos.

Esa tardeenparticularestaban tanentretenidos jugandocon los lápicesdecoloresyunoscubosqueencontraronentrelosjuguetesdejadosporotrosniñosenlasala,queapenassintieronelpasodeltiempo.BethhabríapodidoseguirporhorasconeseentretenimientoyconseguridadJeremyhabríaestado encantado de hacer otro tanto, pero se vio de pronto interrumpida por una sensaciónmuycuriosa. Percibió algo o a alguien cerca, observándola, la piel de su brazo se erizó y su corazónempezóalatirconmásfuerza.

Supoaúnantesdelevantarlacabezacuáleraelmotivodeesaalteraciónenelaire,porellonolesorprendió encontrarse conDavid de pie en el dintel de la puerta con lamirada fija en ella.Él lesonrió al encontrarse con sus ojos y Beth correspondió el gesto. Era curioso cuán sencillo erasonreírle,comosifueraunactoreflejo.Natural.Lógico.Inquietante.

Mirólahoraenelrelojmulticolordelasalayabriómucholosojosalnotarquehabíanpasadoyapocomásdedoshorasdesdesullegada.AcariciólamejilladeJeremyconsuavidadyestelevantólamirada, asintiendo muy serio. Era la forma en que acostumbraba despedirse, y no dejaba deconmoverleelquerecostaraelrostroensumano,comounpequeñocachorroqueexpresasuafecto

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conungestocargadodeternura.TrasdirigirleunaúltimasonrisahizoungestoalaseñoritaMorrisparaqueseencargaradelniño,loqueellahizodeinmediatoyseacercóaDavid.

Élnohablóenesemomento,sonrióaJeremy,queloveíaasuvezconunademánreservado,perofaltodehostilidadyabriólapuertaparacederelpasoaBethfueradelahabitación.

Caminaronjuntosensilencioporelpasillodelhospital,compartiendouncómodosilencio,comosilaspalabrasnofuerannecesariasentreellos,almenosnoenesemomento;solocuandoestuvierondepieenesperadelascensor,Davidladeólacabezaparamirarla.

—Setedanbienlosniños,tienesuninstintomaternomuydesarrollado—dijoéldeprontoconunlevetoquedeadmiraciónenlavoz.

—Sí,bueno,comosabestengounhermanomenoralqueamo,yalqueavecesquieroasesinar;sospechoqueesacontradicciónesmuycomúnenunamadre.

Davidrio.

—Esposiblequeasísea—reconoció.

Bethdudóunmomentoacercadequédeciracontinuación,perotrassuperareseinstantededudadecidióhacerunapregunta,habíaalgoqueleinspirabamuchacuriosidad.

—¿Ytú?¿Tieneshijos?¿Hermanos?—preguntó,cauta.

Daviddesviólamiradaylafijóenlaspuertasdemetalfrenteaellos.

—No—respondióalfin.

Unarespuestaclarayconcisa,seguro,peroBethqueríasaberunpocomás.

—¡Vaya!Sinhermanos,tuspadresfueronmuyconsideradoscontigo—lodijoentonodebroma,peroalnotarqueélcontinuabaseriocomprendióquequizánolotomaraasí—.Losiento,¿hedichoalgomalo?¿Notienesunabuenarelaciónconellos?

Davidvaciló antesde responder, su incomodidad era evidente, peroBethnotóque aspiraba confuerzaantesdegirarlamirarla.

—Notengounarelaciónconellos,enrealidad—explicó—.Nolosconozco.

—¡Oh!Losiento,nohedebidopreguntar—sedisculpóella.

Elascensorllegósinunsoloocupanteyellosseapresuraronasubir.Unnuevosilencioseinstalóentreambos,peroteníapocodelamigablequecompartieranhacíaunrato,ahorahabíaciertatensiónenelaire.Bethnodejabadeobservarlocondiscreción;sabíaquenodebíahacermáspreguntas,queestaba frenteaunhombremuy reservado,ypor logeneral era lobastante listapara sabercuándomantener la boca cerrada, después de todo ella era tambiénmuydiscreta por naturaleza, peroporalgúnmotivonopodíacontrolarsucuriosidadcuandosetratabadeél.Queríasaber.Lonecesitaba.

—¿Tedieronenadopción?—preguntódepronto,conunhilodevoz.

Davidtensóloshombrosantesderesponder.

—Algoasí—aceptóaregañadientes.

—¿Algoasí?—repitióella,aúnmásconfundidasiesoeraposible—.¿Quésignificaeso?Sinolosconocesynotedieronenadopción,entonces…Espera.¡¿Teabandonaron?!

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David no pareció sorprendido por su expresión horrorizada, solo hizo un leve gesto deasentimiento;quizáfueraunareacciónqueestabaacostumbradoaobtenercuandohablabadeltema,peroBethsospechabaqueellonoeramuycomún;leparecíacasiimposibleimaginarloconfesandoalgotanprivadoacualquiera.Nopudoevitarsentirseunpocohalagadaporsuconfianza,aunqueellonodisminuía enunápice lomalque se sentíapor él. ¿Quiénpodíahacer algo tan terrible?Sentíacomo si una piedra enorme hubiera caído sobre su pecho, ahogándola de rabia y dolor por esehombrequehablabadeunaexperienciatanhorrendaconesanaturalidad.

—¿Cómopudieronabandonarte?—preguntóentonces,aúnsorprendida.

—No losé, supongoque tuvieronsus razones.Si te sirvedeconsuelo,yalparecer lonecesitasmásqueyo,nolosrecuerdo,erasolounbebéentoncesynuncalosechéenfalta.

—Oh,Dios…—lapiedrasehizomásgrande,unarocaquelecortabaelaliento.

Davidlamiróconelceñofruncidoyexpresiónpreocupada.

—¿Ahoraqué?—preguntó,sorprendidoquizáporsurostroapenado.

—¿Teabandonaroncuandoerassolounbebé?—preguntó,horrorizada.

David hizo a continuación algo que Beth no habría podido imaginar ni en un millón de años.Sacudiólacabezadeunladoaotroyrio.

LaspuertasdelascensorseabrieronenesemomentoyfueunasuerteporqueBethnosabíaquédecir.Sinhablar,losiguióhastaelvestíbuloyéllatomócondelicadezadeunbrazoparallevarlaalasalida,altiempoqueseagachabaunpocoparahablarsobresuoído.

—Nohaynadaporloquelamentarse,Beth.Eraunbebé,sí,perosiempreloheconsideradounaventaja.Noconocíanadieaquienextrañar,tuveexcelentesmaestros,algunosdeellosfueroncomopadresparamí.Recibíunabuenaeducación,fuialauniversidadytengountrabajoquemegusta.Losientosiestoderrumbalatrágicanovelaquehastejidoentumente,peronohaynadadeatormentadoenmí,soyunhombrebastanteordinario,ymegustaserlo.

Bethledevolviólamiradaysepusodepuntillasinclinándoseunpocohaciaélparaquesusuavevozlellegaraconclaridad.

—Nohaynadadeordinarioenti,David—dijo,muyseria.

Enrespuesta,élsolosonrió.

Caminaronfueradelhospitalhastallegaraunaparadaautobuses,yunavezquellegaronallíBethsehizoaunladoparapermitirqueunaparejadeancianosocuparanlosespaciosdisponiblesenunabancaenesperadelpróximoautobús.

—Sabesquepuedo llevarteacasa—dijoDavid,depronto, atentoa susmovimientos—.¿Oaúnconsiderasquesoyunextraño?

Bethnegóconlacabezaysonrióamedias.

—No,noloeres,creoqueenrealidadnuncalohassido;peronovivimosmuycercaynoquieroquecruceslaciudad,noesnecesario.

—Apreciolaconsideración,peronomemolesta—insistióél.

—Amí sí, porque nome parece justo que pierdas un tiempo que podrías usar en dormir, por

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ejemplo—sugirióellaconunacejaalzada—.Tengolasospechadequetrabajasdemasiado.

—Yyosospechoqueeseestambiéntucaso.

Bethrioanteelagudocomentario,noteníacómonegarloynodeseabahacerlo.

—Biendicho,tienesrazón;perononosdesviemos.

—¿Esquenuncatendremosesacena?—Davidseveríamásdivertidoqueapenado.

Bethsemordióloslabios,pensandoconrapidez.Alcabodeuninstantetomóunadecisiónysindetenerseapensar,dijoloprimeroquepasóporsumente.

—Megustaría—dijo,atropellándosecon laspalabrasporhablarconrapidez—.Merefieroa lacena,claro,perotalvezpuedaseryoquientehagaunainvitación…

Davidrecibiólasugerenciaconextrañeza.

—¿Aquéclasedeinvitaciónterefieres?—preguntó,acercándoseunospasosmáshaciaella,suscuerposcasisetocaban.

Bethseencogiódehombrosantesderesponder.

—¿Cómodebuenoestuespañol?—preguntóellaasuvez,sonriente.

SiDavidencontróextrañalapregunta,loocultómuybienporqueapenaselevóunacejaylamiróconexpresióninterrogante.

—Vasatenerqueserunpocomásclaraqueeso—dijo.

—Siaceptascenarconmigoelpróximosábado,teprometoquedesvelaréelmisterio—leaseguró—.Habrácomidaexquisitaymuybuenaspersonas,esalgo informal.Peronodeseoque tesientascomprometido;solodebesirsilodeseas,yenrealidadnohacefaltaquevayamosjuntos,puedodarteladirección…

Davidextendióunamanoparaposarlasobresuhombro,provocándoleuncosquilleoenlapiel.

—Acepto—dijoconsencillez.

—¿Asínadamás?¿Noharásmáspreguntas?

Élnegóconlacabezaydejócaersumanoaladvertirqueunautobússeacercaba.

—Megustanlassorpresas—dijo—¿Aquéhoradebopasarporti?

—Alascincoseríaperfecto.

—Bien,allíestaré.Esunacita.

Bethasintióyretrocedióunpardepasossindejardemirarlo.

—Unacita—repitióella—.Teestaréesperando.

AunqueunapartedeBethestabadeseosadecontinuarconesejuegodepalabrasqueleacelerabaelcorazón, sedijoque jugaba con fuegoyno sabía auncuandodispuesta se encontrabaparadarunpasomás.Demodoquehizoungestodedespedida,sonrióydiomediavuelta,encaminándoseconpaso resuelto al autobús. Cuando estuvo en su asiento, no pudo resistir el deseo demirar por laventanilla,buscandounafiguraaltayerguidaenlaacera.Élestabaallíconlasmanosenlosbolsillosdelachaquetaylosojospuestosenella.Bethdesviólamirada,peronologróocultarlasonrisaque

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acudióasuslabios.Cadavezseacercabaunpocomásalasllamas,ylomáscuriosoeraquenoleimportaba.

AlandebíadeposeerunadelascoleccionesdeStarWarsmásvaliosasdelaciudad,oalmenosunade lasmásdiversas, porquedeotra formaBethno conseguía comprender cómoeraque jamás lohabíavistousardosvecesunamismacamisetaconmotivosdelapelícula.Ytrabajabaconéldesdehacíacasitresaños.EsamañanahabíaoptadoporunaenlaqueseapreciabaunaminiaturadeYodacon un lema que no alcanzó a leer, pero que sin duda estaría relacionado con sus frases máspopulares. Alan era un poco tradicionalista en ese sentido, nada de frases inventadas o cómicascuandosetratabadesuobjetodeculto.

—Bonita, ¿cierto? La encontré en EBay—Alan sonrió con orgullo al notar lamirada de Bethpuesta sobre su nueva adquisición—. Una ganga, por cierto. Si alguna vez estás interesada encompraruna,solotienesqueavisarme.Conozcogente.

Bethseabstuvodepreguntaraquéclasedegenteconocíayapenasconsiguióesbozarunasonrisaindulgente,enparteporqueescuchóuntaconeoprocedentedelpasilloqueseacercabaallaboratorioy,almirarhaciaallíyencontrarseconlafiguradeMaría,sonrióenseñaldebienvenida.

—¡Vaya! ¿Todoelmundoestrenaconjuntohoy?Me sientounamarginada—dijoBeth, conunamiradadeaprobacióndirigidaasuamiga.

Maríarecibióelhalagoconunafalsasonrisayunaveniaexagerada.Lucíapreciosaconunablusadetonocoralqueresaltabasupielcobrizayunospantalonesblancosajustados.

—Esmidíalibre,cariño,muestraunpocodemisericordiaynoteburles.NecesitodejaresetrajedeAvatardevezencuandooempezaréatenerpesadillas—suamigahizounamueca—.Túnolucesmal,porcierto,aunquenocreoquesedebasoloalaropa.¿Notounnuevobrilloentumirada?

Beth semiró el sencillo conjunto de blusa y pantalón aguamarina que llevaba esamañana y seencogiódehombros.

—Talvezsealaluz—dijo,señalandolaslámparasdeltechoconundedo,yseapresuróacambiardetema,noqueríaqueMaríaempezaraaexplorarensumente—.¿Ycómoesqueestásaquíentudíalibre?

—Vengoenunamisión.

HabíaalgoenlaexpresióndeexageradaresignaciónenelrostrodeMaríaqueaBethlearrancóunasonrisa.

—EncomendadaporlaseñoraCabrera,supongo—tanteó,seguradeacertar.

—Sí,claro,¿dequiénmás?—SuspiróymiródeAlanaBeth—.Quierequemeaseguredequeiránalafiestadelsábado.

—Habléconellaestamañanaylejuréqueiría—AlanintervinoporprimeravezdesdelallegadadeMaría,mostrándoseextrañado—.Inclusoprometióquetendríatodaunabandejademofongosoloparamí.

—Amínomeprometióningúnplatilloenparticular,perosí,hablamoshaceunpardedíasy leprometí que estaría allí—Beth se abstuvodedecir quehabía aprovechado su conversación con lamadredeMaríaparahacerleunaimportantepregunta,aunquesabíaquetendríaquemencionarloasu

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amigaoestajamáslaperdonaría.

Maríasacudiósulargocabelloconeleganciaaltiempoquehacíaunmohín.

—Yaconocenamamá, legusta tener todocompletamentecontrolado—explicó, resignada—.Elquedebausarasuhijacomomensajeraparaqueconfirmecadaunadesusinvitacionesesunhechoirrelevanteparaella.

Bethsonrióaloírla.SabíaqueMaríaadorabaasumadredelamismaformaenquelohacíaestaconella.Proveníadeunafamilianumerosa,suspadrestuvieroncuatrohijasyellaeralamayor,loquesegúnellaleasegurabatantasventajascomoperjuicios.CadaañolaseñoraCabreraorganizabauna fiesta con cualquier excusa a fin de reunir a su nutrida familia, y esta era realmentemultitudinaria.Hermanosdeambospadres,primos,sobrinos,parientespolíticosycualquierpersonalobastante cercanapara ser consideradounmiembromásdel clan.BethyAlan se contaban entreestosúltimos.Laseñoraseafanabadurantesemanasparaorganizarlacelebraciónconlamarcialidaddeuncomandantedebatallón,yporlogeneralconvertíaaMaríaensuayudantesinsoñarsiquieraconquesuhijanosesintierahalagadadeserladepositariadesemejantehonor.EndefensadeMaría,jamássequejabafrenteasumadre,loquenosignificabaqueseabstuvieradehacerlofueradecasacadavezqueteníaunaoportunidad.

—En ese caso, puedes ir tranquila y decirle que estaremos allí. ¿Alan? —Beth esperó alasentimiento de su amigo antes de continuar, con voz un tanto vacilante—. Será una buena fiesta,¿verdad?

—Claro,yasabesquemamánohacenadaamedias.Estaeslamejoroportunidadquetieneparaintentaremparejaramishermanas—lerecordóconunencogimientodehombros.

—¿Yquépasacontigo?NomedigasqueKatiehadecididotirarlatoallaalfin.

MaríaacogiólaspalabrasdeAlandichasconaparenteindiferenciaconunasonrisaburlona.

—¿Terefieresasiseharesignadoaquenoconseguiráunpretendienteparamí?Porquesiesasí,lamento decirte que no,mimadre estámuy lejos de la resignación, creo que nunca llegará a esepunto.

Bethhizoungestodelástimaenseñaldesolidaridad.TodossabíanquelaseñoraCatalinaCabrera,oKatie, comopermitíaque la llamaranAlanyBeth, estabadecididaa emparejar a todas sushijastardeotemprano.ABethlerecordabaaunaversiónlatina,simpáticaybastantedivertidadelaseñoraBennettdeOrgulloyprejuicio.Hastaahora,sinembargo,igualquesupredecesoraensusprimerostiempos,nohabíatenidomuchoéxito,perodistabadeconsiderarsederrotada.

—Podría ser peor —Alan miró a María de reojo y habló con descuido—. Quizá encuentre aalguienparati.

—Porfavor,Alan,quenoseteocurramencionarloensupresencia,loúltimoquenecesitaesquelaalienten.Puedoencontraraalguienpormicuenta,muchasgracias—dijo,unpocodesafiante—.Decualquier forma,noentiendoporquées tan importantepara ella.Estoybienasí.Nonecesito aunhombreparaserfeliz.

—Lo dices porque Holland está casado, apuesto que si tuvieras una oportunidad con él nopensaríasigual.

LabruscaacotacióndeAlanfuetanmalrecibidacomoBethtemióqueseríatanprontocomolaescuchó.Su amiga abriómucho los ojos y dio un paso en su dirección, por lo que se apresuró a

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intervenir antes de que pudiera hilvanar una frase que estaba segura no tendría de amistosa.Infortunadamente,nopudopensarennadaquenofueraalgoquelerondabalamentedesdelallegadadeMaría.¡Quédiablos!Eseeraunmomentotanbuenocomocualquierotroparamencionarlo.

—María,hepensadoenllevaraalguienalafiestayselocomentéatumadre;dijoqueporellaestababien.Túnotienesproblemasconeso,¿cierto?—lodijotodomuyrápidoymirandosusnotassobreelescritorio.

Su amiga elevó la cabeza como si acabarandepincharla conun alfiler y le dirigió unamiradacargadadesospecha.

—¿Alguien?—preguntóconunacejaalzada.

—Sí,unamigo.

—Cuando dices “un amigo”, ¿te refieres a un fiscalmuy atractivo del que has estado evitandohablar?¿Eseamigo?—insistióellasindisimularunápicesurecelo.

—Quizá…

—¿Quieres irconKing?—IntervinoAlan,sindisimularsu interés—.Nomedigasque tegusta,porquenocreoqueseaunabuenaidea…

—¡No temetas en esto!—María habló con tonode advertencia y regresó su atención aBeth—.Sabesquenotengoproblemasconeso,yamimadrelealegraráquevayasconalguien;lepreocupatuvidaamorosatantocomolamía.

Beth captó la inseguridad en la voz de su amiga y dejó su falsa revisión de documentos paramirarlaalosojosconsemblanteserio.

—¿Pero…?—laapremió.

MaríamiródeAlanaBethy, trasexhalarunsonorosuspiro, tomóasuamigade lamanoparallevarlaaunaesquinaalejadadellaboratorio.

—Escucha,Beth,quierodecirtealgo…—suamigacallóalnotarqueAlanhabíaidotrasellasylasescuchabacondescaro—.Vete,Yoda,estaesunacharladechicas.

Élledirigióunamiradacargadadeira.

—Teodio—dijo,antesdesalirdellaboratorioydejarlasasolas.

Maríanopareciópreocupadauofendidaporsureacción;erausualquetuvieranesosintercambiosdepalabrasyparacuandosevolvíanaveractuabancomosinadahubieraocurrido.

—Viviré con eso—María habló para sí y una vez más se concentró en su amiga—. Escucha,cariño,¿recuerdasloquedijeacercadeDavidKing?Omejordicho,loquequisedecir,peronolopermitiste.

—AcercadesuproblemaconeldetectiveHolland—Bethsupodeinmediatoaquéserefería.

—Exacto.Séquenoquieresoírnadaalrespecto,almenosnodemí,peroescuchaesto.Nodudoqueseaunhombreexcelente,soloheoídocosasbuenasacercadeél,perotodostenemosunpasado,yalgunossonmáscomplicadosqueotros…

—¿CreesqueeldeDavidesdeloscomplicados?

Maríasuspiróyasintió.

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—No locreo, estoy segura,ynodigoquenopueda superar algunascosas,peronoquieroquepartedelprocesodesanaciónseaunensayocontigo,¿comprendes?Nopodríasoportarqueterompaelcorazón.

—Micorazónestácompletamenteasalvo—Bethsecruzódebrazosalaalturadelpecho,unactoreflejodedefensaunpocoinútil,porquesuamigasonrióylavioconternura.

—¡Oh,cariño!Uncorazóncomoeltuyonuncaestáasalvo—ledioungolpecitoafectuosoenunbrazoysuspiróunavezmásantesderetomarsuactituddespreocupada—.Megustaráverloallí,loconfieso, no puedo imaginarlo en una reunión de mamá; lo convertiremos o huirá despavorido.Tengo que irme ahora, debo correr al otro lado de la ciudad para confirmar personalmente lapresencia de los tíos segundos demamá. ¿O son sus primos terceros? Siempreme confundo coneso…En fin, lo sabréalverlos.Teveoen la fiesta, ¿sí?DileaAlanquemeasegurarédeque letenganesemofongo,quizáasímeperdone.

Bethasintió, forzandounasonrisayviopartir a suamigaconpasoapresurado,perocuandosequedó a solas la sonrisa se borró de sus labios y sacudió la cabeza de un lado a otro, con gestopreocupadoaltiempoqueposabaunamanosobresucorazón.

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CAPITULO6

DavidllegóacasadeBethcincominutosantesdelascincoconunramodeliriosmalvasyunapequeña caja con magdalenas, lo que a Beth le arrancó una carcajada. Hasta entonces no habíamencionado el olor a masa quemada en su primera visita, pero hubiera sido absurdo que no loadvirtiera.Bethagradecíaqueseabstuvieradehacercomentariosentonces,perolegustóaúnmáselhechodequesepermitierabromearalrespecto.Eraagradableverqueeracapazdeteneresosgestoscargados de significado que revelaban el buen sentido del humor que parecía reservar solo paraalgunaspersonas.ABethleencantósaberqueeraunadeellas.

ElviajeacasadeMaríafuerelativamentecortoyapenaslonotaronyaquecharlarondurantetodoeltrayecto.DavidhizomásdeuncomentariohalagüeñoacercadesucortoyelegantevestidovioletayBeth se felicitó para sí por haber cedido al consejodeMaría al ir de compras, algoquepor logeneralevitaba.MientrasveíadereojoaDavid,enfundadoenuntrajegriscasualquelesentabademaravilla,sepermitiópensarenlaclasedeparejaquehacían,peroprontolasalarmasdesumenteempezaronadispararse.¿Quéestabahaciendo?MáslevalíaconteneresasideasolamadredeMaríalonotaríaynotendríacompasión.Haciendounesfuerzo,sevolcóahablaracercadesutrabajo,loqueDavidparecióapreciarporquecompartiótambiénalgorespectoalsuyoyantesdequesedierancuentaestabanyafrentealabonitacasadelosCabreraenlossuburbiosdeBoston.

Era la primera vez que Beth asistía a una reunión organizada por la familia deMaría con unacompañante y no habría sido humana de no encontrarse un poco nerviosa. En cierta medidaconsiderabaalosCabreracomoparteesencialdesuvidaenBostonysiendotodosellostanhonestosensusopiniones,estabaseguradequeesaveladaseríamuyespecial.Peseasustemores,procuróqueDavidnonotarasuinseguridad.Auncuandonofueradeltodoconscientedeelloaún,leimportabatantosuopiniónyestabatandeseosadedisfrutardeesosmomentosasuladoqueprontoconsiguiócalmarsusnerviosyparacuandollegaronalapuertaprincipalsehabíasacudidolamayorpartedesustemores.

No le extrañó que el ruido de lamúsica la golpeara tan pronto como cruzaron el umbral de lapuerta,luegodequelesabrieraunadelasprimasdeMaría.Bethnopodíarecordarsunombre,peronohizofalta,porquetrassaludarlosconunaefusiónunpocoabrumadora,lamujerseñalóelpatiotrasero y se encaminó hacia allí con paso rápido, haciendo gestos para que la siguieran.Antes dehacerlo,BethmiróaDavidsindisimularunasonrisa.

—¿Estáslisto?—preguntóconvozrisueña.

Élsuspiróysacudiólacabezadeunladoaotro.

—¿Importaahora?—preguntóasuvez.

—Laverdadesqueno—Bethrompióareír—.Vamos.

Sindarletiempoaquedijeranadamás,lotomódelbrazoyloguioendirecciónalsonido,riendounavezmásalverlaformaenquesedetuvoalencontrarsefrentealamultitudqueibadeunladoaotroenelenormepatio.

—¡Vaya!

Beth debió reconocer que la expresión deDavid era tan buena como cualquier otra como paragraficarelimpactodeloqueveíanfrenteaellos.

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La hermana pequeña de María, Julia, tenía un don para la decoración, de allí que optara pordedicarse al diseño de interiores, y jamás se negaba a colaborar con entusiasmo cada vez que sumadrepedíasuayudaparaorganizarcadaunadesuscelebraciones.EsoexplicabalaeleganteyalavezexuberantedecoraciónqueaBethlerecordabatodosaquellosclichéstanmentadosacercadelabellezadePuertoRico,dedondeeraoriginarialafamilia.

Elpatiointeriordelacasaeralobastanteamplioparaalbergaraunpequeñoregimiento,enparteporsuextensiónnaturalytambiénporlasmejorashechasporelpadredeMaría,uncontratistamuytalentosoydueñodeunaprósperaconstructoraquellevabaconlamismadisciplinainculcadaasushijas.Lamismaque lepermitieraserun inmigrantedesegundageneraciónbienconsideradoen lacomunidadyvistocomoalguienaquienadmirar.BethrespetabaaFélixCabreratantocomoqueríaasumujerCatalina.

Estaba deseosa por hablar un poco más a David de sus anfitriones, pero él aún se veíaimpresionadoporeliryvenirdelagente,lascharlasenvozaltaylaruidosamúsica,cortesíadeunapequeñaorquestaquetocabasindescansoentantoalgunasparejassemovíanconentusiasmoenunapista debaile improvisada.Erauna locuray le encantaba.Cuando, al cabodeunosminutos,mirónuevamenteaDavid, intrigadaporconocersuopiniónfrenteaesacaóticaprimeraimpresión,yseencontróconsurostrosonriente,apenaspudodisimularunsuspirodealivio.Éltambiénlosentía.

Le hubiera preguntado qué era con exactitud lo que pensaba, pero apenas había abierto la bocacuandosevieronprácticamenteasaltadosporMaríayAlan,queseacercaronaellostanprontocomolosatisbaronentrelamultitud.

—¡Beth!¿Quéhacenaquídepie?¿Porquénoestánbebiendoalgo?¿Oprefierenbailar?

María empezó a gesticular con esa rapidez que la delataba cuando se sentía nerviosa y Bethconocíaperfectamenteelmotivo.SabíaqueestabapreocupadayqueibaafaltarmuchomásquesuúltimadeclaraciónrespectoalaseguridaddesucorazónparaquesesintieratranquilaporsuamistadconDavid.Sinembargo,Bethapreciabasuesfuerzoporcomportarseconnaturalidad,demodoquelesonrióafindecalmarla.

—Enrealidad,acabamosdellegar—dijo,haciendoungestoendirecciónaDavid,quepermanecíaensilencio—.¿ConocesaDavid…?

Maríaextendióunamanoconseguridadymostrandounadesusbrillantessonrisas.

—Noshemosvistoantes.Bueno,yolohevistoantesenlaestación—secorrigióconrapidez—.SoyMaríaCabrera.

David la estudió con una de sus profundasmiradas y, al cabo de un instante, hizo un gesto dereconocimiento.

—Sí,claro,terecuerdo—dijo,estrechandosumano—.Erespolicíaeneloctavoprecinto.

—Paraprotegeryservir—Maríadramatizóelsaludooficialllevándoseunamanoalasien—.Esungusto.

—Lomismodigo.

Los interrumpióelsonorocarraspeodeAlan,queveíaaDavidconunacuriosidadqueenotrascircunstanciasBethhabríaencontradoembarazosa.

—Bueno,nocreoquemehayasvistoantes,aunqueestoysegurodequeyosíquetehevistoalguna

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vez—Alanhizosuextrañapresentación,ganándoseunamiradaceñudadeMaría,sibienDavidnopareciósorprendidoporsusmaneras.

—TúdebesdeserAlan—seapresuróaestrecharsumano—.Elgeniodellaboratorio.

Alansonrióyapenaspudodisimularsuorgullo,mirandoaBethcongestocómplice.

—Megusta,eslisto—dijo—.Además,ahoraentiendolodelosojosyelÁrtico…

—¿Disculpa?

MaríafulminóaAlanconunamiradayBethhabríajuradoverquepisabasinmisericordiaunodesuspiesenfundadosenzapatillasdeportivasconsuafiladotacón.

—Ignóralo,habebidodemasiado—sonrióaDavidcondulzura.

—Soyprácticamenteabstemio…—intervinoAlan,enmascarandoungestodedolor.

—Esaeslapalabraclave,Alan.Prácticamente.Loqueentucasopuedesignificarmuchascosas—sinprestarmayoratenciónalaexpresiónofendidadesuamigo,miródeBethaDavidconinterés—.Mealegraverlosaquí,mimadreestaráfeliz.

—¿Dóndeestáella?Aúnnolahevisto—Bethsepusodepuntillasparaatisbarentrelamultitud.

Maríaseencogiódehombros.

—Dandoórdenes, desde luego—respondió sin alterarse, como si fuera algomuynatural, perosonrió al notar la extrañeza en el rostro de David—.Mi madre podría comandar un ejército sindespeinarse.

—Yhacerunmofongoexquisitoensusratoslibres—acotóAlanconexpresiónsoñadora.

—ElmofongoesunplatillotípicodePuertoRico…—seapresuróaexplicarBeth.

—Sé lo que es—replicóDavid—.La hermana de una demismaestras era puertorriqueña y legustabacocinarparanosotrosenlasfestividades.

—He aquí a un hombre con buena educación—María pareció gratamente impresionada—. ¿Teenseñóalgodeespañol?

Davidasintió.

—Solounpoco—dijo,respondiendoenelidiomaconunacentoimpecable.

MaríaabriómucholosojosymiróaBethconunasonrisa.

—Siresultaqueescatólicovasatenerqueesconderlo,porquemimadrenolodejaráescapar—dijo,mirandosobresuhombrocomosipensaraquelaseñorapodríaaparecerporinvocación.

—Esonoesgracioso,y tampocomuyjustopara tumadre—BethmiróaDaviddereojoconelceñofruncido;unasospechaleasaltódepronto—¿Erescatólico?

EnrespuestaélsolosonrióyMaríaempezóareír.

—¡Losabía!—Dijo,dándoseaires—.Soloporsiacaso,sivesamimadreprocuranocomentarloenvozalta.Aunqueesodependedequétantovalorestusoltería,claro.

—Lotendréencuenta—DavidnoparecióalarmadoporelcomentariodeMaría,porelcontrario,sonreía como si tanto ella como Alan le resultaran tan divertidos como excéntricos—. Pero me

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gustaríaconoceratumadre,parecetodounpersonaje.

FueelturnodeBethparaintervenir.

—Loharás,notepreocupes,Katienopermitiráquelanocheterminesinhaberhabladocontigo—ledijo,confalsaexpresióndeestoicismo—.Peronoteasustes,esmaravillosa.

—Yvendráaticuandomenosloesperes—acotóAlan,asintiendoconairedeentendido.

Maríamiróasusamigosconelceñofruncido.

—¿Podrían dejar de hablar de mi madre como si fuera una divinidad omnisciente? Me ponennerviosa—fingióunescalofrío.

—Yhacesbien,porqueesposiblequelosea—Alanlediounapalmaditaenelhombro;eraobvioquedisfrutabaserquienlaatormentaraunpoco—.Ahora,sientoquedebaabandonarlosporunrato;aunquesucompañíaestanplacenteracomounamaratóndeStarWars,tengouncompromiso.

Bethelevóunaceja.

—¿Enserio?¿Quéclasedecompromiso?—preguntóella.

—De baile, por supuesto—Alan miró a la pista improvisada con expresión calculadora—. LeprometíunaspiezasalaprimadeMaría.

Laaludidaabriómucholosojosysecruzódebrazos.

—¿Acuáldetodas,Alan?Segúnmisúltimoscálculos,tengoveintisiete—ledijo.

—Noestoydeltodoseguro…

—Alan,noesgracioso—Maríalelanzóotradesusmiradasceñudas.

—Esalta—dijoél,comosiesoexplicaratodo—.Yquierebailarconmigo,asíquetambiéntienemuybuengusto.David,fueunplacer—hizoungestodeasentimientoysemarchótanrápidocomoledieronlospies.

María se puso de puntillas, lomismo queBeth y lograron ver que se dirigía a unamujermuyguapa,yalta,comohabíadicho,alaqueapenaslellegabaalabarbilla;peroesonoparecióimportaraningunocuandosemezclaronconlasotrasparejasenlapistadebaile.

—Sofía—dijoMaría,trasunsuspiro,altiempoquesacudíalacabezadeunladoaotro—.Acabadedivorciarse,estonopuedesalirbien.

—¿Esunbuenbailarín?—preguntóDavid.

—No,paranada,esterrible—respondióBeth,unpocoafligida.

Los tres siguieron los poco rítmicosmovimientos deAlany al cabode unosminutosDavid seencogiódehombrosenseñaldeadmiración.

—Hayquereconocerquetieneagallas—dijo.

Bethledirigióunamiradaescéptica.

—Loquenotieneessentidodelridículo.

—Odignidad—rematóMaría,para luegoencogersedehombrosymirarmásalládelfrondosojardín—.Voyadejarlosunmomento,mimadremenecesita.

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—¿Cómoesquelosabes?—lepreguntóDavid,intrigado.

—Nomehallamadoencasimediahora,esonoesnadanormal,asíqueestarádemasiadoocupadaynecesitaunamano—respondióellaconsencillez.

—Puedoayudar—seofrecióBethdeinmediato.

Suamiganegó,muysegura.

—Deningunamanera.Ustedessonnuestrosinvitados,yvanadivertirse.Además,amimadrelegustaquelafamiliaseencarguedeestascosas—dijo—.Asíquecoman,beban,ybailen.Volverétanprontocomopuedayprocurarémanteneramamácontrolada,David,peronoprometonada.

Con ese ominoso comentario y sin darles tiempo de responder, se perdió con paso rápido endirecciónalacasa.

Un silencio cómodo se instaló entre David y Beth cuando se quedaron a solas. Vieron a losbailarinesdar frenéticasvueltas e intercambiaronuna sonrisadivertida alver el fervor conelqueAlanintentabaseguirleselpaso.

—¿Quieres…?—preguntódeprontoDavid,unpocoinseguro.

—Lo siento, pero no soy buena bailarina y definitivamente este no es mi ritmo—negó ella,sonriente.

Élnopareciódecepcionado;porelcontrario,seviosinceramentealiviado.

—¡GraciasaDios!Tampocoelmío,jamássemehadadobien—confesó,devolviéndolelasonrisa—. Pero tuve una excelente profesora a quien le gustaba el baile de salón, así que si alguna veznecesitasunaparejaparaunvals,soytuhombre.

—Esbuenosaberlo.¿Quieresquenossentemosporallíycharlar?—sugirióella.

—Mepareceperfecto.

Trasuninstantededuda,Davidpasóunbrazoporsushombrosylaguiofueradelamultitud.Bethreprimióunestremecimientoporelrocedesusdedossobresupieldesnudayevitósumiradahastaqueseencontraronbajounpequeñorefugioen lomásalejadodel jardín,elespacioprivadode laseñoraCabreracuandodeseabatomarseunrespirodesusquehaceres.Graciasalasbuenasartesdesu esposo y su buen gusto, había logrado construir un rincón encantador, una cómoda banca quealbergabaatrespersonasconfacilidadrodeadaporsusflorespreferidas,lasrosasblancas,yconunasuerte de techo formado por las buganvillas que había plantado hacía ya muchos años, cuandoadquirieronlapropiedad.BethnohubierapodidopensarenunlugarmásencantadorparacompartirconDavid.Aunqueelruidollegabamuyclarohastaellosypodíanatisbaralosotrosinvitadosentrelamultitud,gozabandeciertaintimidadqueencontrómuyagradable.

—Hablasmuchoacercadetusmaestras—Bethrompióelsilenciounavezqueambosestuvieronsentados,susrodillascasisejuntaban,aunqueDavidhabíadejadodesujetarsushombros—.Fueronmuyimportantesparati,¿cierto?

—Aúnloson—asintióél—.Procurovisitarlasconregularidad.

—Enelorfanato—tanteóella.

Aunque había tenido tiempo para procesar la confidencia deDavid acerca de su pasado, aun leresultaba muy difícil imaginarlo como un niño huérfano, abandonado por quienes más debieron

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amarlo.Elhechodequeélsemostraratantranquiloalrespectosolohacíaquelosintieraaúnmás.

—En el orfanato—asintió él, dudando un poco antes de continuar—.Creo que este es un buenmomentoparaquetehagaunaconfesión.

Bethenderezólaespaldaynopudoevitarobservarloconextrañeza.

—¿Quéclasedeconfesión?—preguntó,inquieta.

—¿Recuerdas la escuela a la que te llevé el otro día? Donde tu hermano hace su serviciocomunitario…

—Sí,claro,ladelasmonjas.

Davidsonrióehizoungestoburlón.

—Sí,laescueladelasmonjas.Bueno,durantemuchotiempo,esafuetambiénmiescuela.

Bethfruncióelceñoysucerebroempezóatrabajaratodavelocidad.CuandologrócomprenderelalcancedeloqueDaviddecía,abriómucholosojos.

—¿Ellasfuerontusmaestras?Elorfanatoqueregentan…¡Tútecriasteallí!

Davidasintió.

—Igualquemuchosotroschicos,antesydespués;comoesosquevimosaqueldía—dijo—.Comotedije,procuromantenerelcontacto,lomismoquehacelamayoríadepersonasquefueronacogidasallí y de vez en cuandome gusta ayudar; de nuevo, comomuchos otros. Conmi profesión ymicargo,tengolaoportunidaddedarlesunamanoconeltemalegal,siesquelonecesitan,ytambiénconotrosaspectosdelcuidadodelorfanato.

—¿Cosas como enviar chicos difíciles para que cumplan allí su deuda con la sociedad?—SeadelantóaadivinarBeth—.ChicoscomoNolan.

—Sí,chicoscomotuhermano.Lamentonohabértelodichodesdeun inicio,peronoesun temaque salgaa colacióncon facilidady ladiscreciónes importanteenestoscasos.Elhaber tiradodeesoshilosparavariarelserviciocomunitariodeNolanresultómáscomplicadodeloqueesperabayno lo tuvepor segurohasta entonces.Lashermanas lo aceptaron congusto, pero el papeleo legalsiempreesengorroso.Nopretendoexcusarme,hicemalencallar,perobuscabaelmomentoprecisoparadecírtelo,ynohesentidoqueningunolofuera.Hastaahora.

Bethasintió,ensilencio,procesandotodaesanuevainformación.¿Esqueesehombrenodejaríadesorprenderla?¿Quémásescondía?¿Podíateneraúnalgunassorpresasocultas?¿Esoshechosquemencionó María, quizá? Guardó silencio por unos minutos, la mirada fija en un rosalparticularmentearomáticoperosinverloenrealidad.Alcabodeunmomento,trasunligerogestodeasentimiento,másparaellaqueparaDavid,sevolvióamirarlo.

—Graciasporcontármelo—dijo,muyseria.

—Graciasporcomprender—replicóél,sindejardeobservarlaalosojos—¿Estamosbien?

Bethfingiópensarlosoloporuninstante,yluegoasintió,sonriendo.

—Sí,esocreo.Habríatenidodifícilperdonartesinomelohubierascontado,loreconozco.

—¿Eresrencorosa?—preguntóél.

—Soloconlaspersonasquemeimportan—replicóella.

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—Metomaréesocomounhalago.

—Porfavor,hazlo.

Intercambiaronunasonrisacargadadesignificado,quizáfueramásloquesedijeronconmiradasque con palabras, y pareció ser suficiente para ambos. Cuando retomaron la charla, ambos semostraronmásdistendidos,einclusoconsiguieronhacerseconunabotelladevinoyunpardecopasqueDavid pidió en la barra. Bebieron con lentitud, hablaron de varios temas; la vida de Beth enChicagoantesdellegaraBoston,lainfanciadeDavidcomopupiloenunaescuelaestricta,peroquegracias a unas religiosas desprendidas llevaba el afecto como bandera; en cierta medida esoexplicabaelcatolicismodeDavid,yaunquesegúnreconociónoeradeltipopracticante,eraevidenteque guardaba algunas de sus enseñanzas, lo que Beth encontró curioso y admirable. En algúnmomento llegaron a su adultez y casi sin ser consciente de ello se vieron hablando acerca de susexperienciasamorosas.

Bethnoteníamuchoquecontar,loquenolehacíaningunagracia,yfuemuysinceraalrespecto;noeraeltipodemujerqueinventabaproezasamorosasparaparecermásinteresante.

—¿Solodosnovios?Mecuestacreerlo.

Iban por la segunda copa de vino yDavid no dejaba de hacer notar cada tanto que encontrabacuriosalaactituddeBethacercadelamorylasrelaciones.

—¡Esverdad!—Replicóella,dandounsorboasubebida—.Llámamerara,puedosoportarlo.

—No creo que el no tener un largo historial amoroso te convierta en rara, Beth, pero debesreconocer que es algo inusual —él apoyó el mentón en el dorso de la mano para observarla aprofundidad—.¿Puedeserqueseasdemasiadoexigente?

Beth arrugó la nariz, sin ser del todo consciente de su gesto y entrecerró los ojos, pensativa.¿Exigente?Quizálofuera,sumadreselodecíaconfrecuencia,tambiénMaría.¡Demonios!InclusoKatielomencionabacomoquienseñalaunodelospeoresdefectosdelmundo.Traspensarenellounpardeminutos,buscólamiradadeDavidylasostuvoconseriedad.

—Esposible—reconocióamedias—.Noveonadademaloenello.

—Nocreoquelohaya,todosdeberíamossercomotúypensarlodosvecesantesdeinvolucrarseen relaciones que terminaránmal—Beth creyó detectar un leve tono de amargura en su voz y loobservóconmayoratención,peroélsacudiólacabezadeunladoaotrocomosidesearaespantarlosrecuerdosyretomólacharlacondesenfado—.Sinembargo,deboreconocerqueteimaginabaalgomenosrealistaymás…

Bethelevóunacejaalnotarqueélnodabaconlapalabraapropiadaparadefinirla.

—¿Romántica,quizá?¿Soñadora?¿Ingenua?—Sugirió,burlona,yleagradóverqueélasentíaenseñaldeaceptación—.Notodaslasmujeresfantaseamosconunpríncipeazul,David.

—¿Meestásdiciendoquenuncahassoñadoconuno?—replicóél,unpocoescéptico.

¡Rayos!Vayaqueeraperceptivo.Sindudaesacualidadledebíadesermuyútilensutrabajo,peroBethdudabadequefueramuyapreciadaporlaspersonasaquienesseenfrentaba.Sentíaquelograbaveratravésdelasbarrerasqueellaaúnmanteníalevantadasporprecauciónyquenocreíadeltodoensufachadademujerapegadaalarealidadypocoromántica.Ybueno,talveznoestuvieradeltodoequivocado,peronoibaaconcedérseloconfacilidad.Enlugardeello,optóporcedertansoloun

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pocoyserlobastantehonestaparareconocerunpardecosas.

—No,nocreoquehayasoñadoconunpríncipeazulysilohice,esofuehacemuchotiempo.Merefiero a que ahora estoy en una edad en que sé que no existen, y si lo hacen, es en un sentidometafórico,noreal—seencogiódehombrosalhablar.

Davidlaveíaconmayorinterés,siesoeraposible; inclusohabíadejadosucopaenunamesillalateraldisimuladaporlosrosales.

—Vasatenerqueexplicarmeeso.¿Existeunpríncipeazulparationo?—insistió.

Ellainhalóconfuerzaantesderesponder,ycuandolohizo,fijósumiradaenlasmanossobrelafalda,partedeellapreguntándoseenquérayospensabaalestardecididaacompartiralgotaníntimoyqueapenasseatrevíaamencionar, inclusoentresuspersonasmáscercanas.Aunasí,nodudóalhablar.

—Quiero pensar que algún díame enamoraré de forma total y completamente apasionada, queamarétantoaunhombrequeauncuandoséquenadiepuedemorirdeamor,nopodrévivirmividatalycomolodeseesiélnoestáamilado.Talvezesehombrenopertenezcaalanoblezaysusangreseatanrojacomolamía,peroelqueseamerecedordemiamorloconvierteenmipríncipe.Azul,verde,loquesea.

Noseatrevióamirarlodeinmediato,enlugardeellosellevólacopaaloslabiosytomóunbuensorbo de vino.Cuando empezó a encontrar un poco extraño el silencio deDavid, dejó de lado latimidezylevantólamirada.

¿Porquélaveíadeesaforma?Noquefueradesagradable,enabsoluto;porelcontrario,susojososcuros fijos en su rostro le provocaban una emoción tan agradable que, si fuera médicamenteposible, habría jurado que su corazón dio un vuelco y, de nuevo, si las leyes de la lógica lopermitieran,suestómagosehabríavistoasaltadoporunenjambredeavispas.Peronadadeelloeraposible,claro.Entonces,¿porquésesentíatanreal?Depronto,élextendióunamanoylaposósobrelasuya,ungestoquenoleeradesconocido,peroquenodejabadeperturbarla,enespecialporqueélse inclinóhaciaellahastaqueapenas losseparabanunpardecentímetrosypodíasentirsualientosobre su mejilla. Entreabrió los labios sin ser siquiera del todo consciente de lo que hacía,prácticamente hipnotizada por su mirada, y él se veía tan perdido como ella. Lamentablemente,ningunosuponuncaquehabríapasadoenesemomentodenohabersidointerrumpidosporunavozmusicalqueBethadorabaoír,peroqueeneseinstantehabríadadocualquiercosapordesaparecer.

—¡Betty,cariño!¿Porquéseestánperdiendodelafiesta?Maríadicequeaúnnohanprobadomicomida.

Bethpestañeóunayotravezpararecobrarelcontrolyvolveralarealidad,altiempoquedirigíaunamiradaalaseñoraCatalinaCabrera,Katieparasusfamiliaresyamigos.

ErafácilverdedondehabíanheredadoMaríaysushermanassubelleza;algunavezsuamigalehabíacontadoquesumadrefueunajovenpreciosaaduladaportodotipodepretendienteshastaqueconocióalqueseríasuesposo.Aunquenoeramuyalta,apenasunpardecentímetrosmásqueBeth,teníaunportequesolopodíarelacionarconlasmujeresacostumbradasaseradmiradas.Distabadeserunasílfidedelicadacomocasitodassushijas,yllevabasuscurvasconentusiasmoybuengusto,elmismoqueseveíareflejadotambiénensucabellocortoteñidodeunnegroazabacheyeldiscretomaquillajequellevabaesanoche.Porlogeneralsusolapresenciaeraunagarantíadealegría,peroenesemomentoBethnoestabamuyseguradepoderestaralaaltura.Aunasí,forzóunagransonrisa

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ysepusodepieparaabrazarla,exhalandounsuspiroalsentirelcálidoapretónylaspalmaditasenlaespalda.

—Nonosperdemosdelafiesta,Katie,tenemosunavistaprivilegiada—sesoltóparaseñalarconuna cabeza el paisaje que se podía admirar desde esa posición—. Y respecto a la comida,esperábamosinstrucciones.

LaseñoraCabreraignorósuexpresiónjuguetonaylamiróconreprobación.

—¡Instrucciones!¡Quécosasdices!—Replicó,congestoofendido—.TengoaAlanenmicocinadesdehacecasiunahoraytúdicesquenecesitasinstrucciones.Puestedigoqueno,notehacenfalta,yaéltampoco.

BethsiguiósumiradayseencontróconelrostrodeDavid,quenoparecíaenabsolutoalterado;alcontrario,sehabíapuestotambiéndepietanprontocomoKatieaparecióyseveíadeltodorelajado.Bethencontró injustoquepudiera recuperar lacomposturacon tanta facilidadcuandoaellaaún letemblabanlasrodillas.¡Ynisiquieralahabíabesado!Erapatética…

—Beth,cariño,nofrunzasasíelceño,esterribleparalapiel—KatielaregañóconvozmaternalyvolvióadirigirtodasuatenciónaDavid—.TúdebesdeserDavid,Bethmehahabladomuchodeti.

Esonoeradel todocierto,Bethnopodía recordarhabermencionadoalgomásquenofuerasunombre, pero no la desmintió; sin duda Katie estaba trazando una estrategia y si David no teníacuidadoseveríaenseriosproblemas.

—Mepreguntoquéhapodidodecir…—David lamiródereojoconunasonrisayextendióunamano—.Esungusto,señoraCabrera.

—Katie,porfavor,nadadeseñora—lesonriócomosiaquellanofueralaprimeravezqueloveíayestuvieraacostumbradaasupresencia—.Estoyencantadadeconocerteal fin.Tienesqueveniracomeralgo,ytútambién,Beth.Vamos,oAlanvaaacabarcontodo;nosécómoesemuchachologracomerdeesamanera…Medicenqueerescatólico,¿vasaalgunaiglesia?

LaseñoraenlazósubrazoeneldeDavidcontantanaturalidadqueélapenasparecióserconscientede que lo hacía y cuando vio la sonrisa divertida de Beth, que caminaba unos pasos tras ellos,entrecerrólosojosenseñaldedesconfianza.BethserezagóunpocomáscuandoMaríaseunióalgrupoyhabría juradoqueDavid formó lapalabra traidora con los labiosmientras fingía prestarabsolutaatenciónaloquefueraqueKatiedecía.

—Losientotanto,nohepodidocontrolarlapormástiempo—MaríasepusoalaalturadeBethyhablóensusurros,dirigiendoasumadreunamiradacargadaderesignación.

—Notepreocupes,creoquehallegadoenunbuenmomento—replicósuamigaenvozbaja.

—¿Yesoporqué?—Maríafruncióelceño,asombradaporelcomentario.

Bethsacudiólacabezadeunladoaotro.

—Notieneimportancia—dijo,evasiva.

No se atrevía a decir que había estado a punto de dar un paso que, estaba segura, María noaprobaría,peronoeraesoloquemáslepreocupaba;alfinyalcabosabíaquesuamigasolodeseabasu felicidad y dejaría de lado cualquier reserva que David le inspirara si así se lo pedía. No, elproblemaeraotro;setratabadeesaprofundaaprehensiónqueleproducíasuacercamientoaDavidytodoloquelehacíasentir.Semejabaalcantodeunasirena,algoenellaledecíaqueresponderaél

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podríaserinfinitamentepeligroso,peroalmismotiemposeveíaincapazderesistirseasullamado.

—…porunplatodemofongo,Beth,esvergonzoso,deestarentulugarnolevolveríaadirigirlapalabra.Mimadresolotuvoqueofrecerloyélempezóahablarhastaporloscodos.SiDavidselohubieradichohabríareveladohastasucolorfavorito.

BethvolviósuatenciónaMaría,haciendounesfuerzoporcomprendersuspalabras.

—¿Dequéhablas?—preguntó.

Suamigalamiróconrecelo.

—¿Estásseguradequeteencuentrasbien?

Beth miró hacia adelante, donde David escuchaba con atención a las palabras de Katie, que loguiabaendirecciónadondeseservíanlasviandas.

—Sí,estoybien—leaseguró—.SupongoqueterefieresaAlan,¿cierto?

—ClaroquehablodeAlan.¡EseJudas!

—Noseas tanduraconél, sabesquenopuedecerrar labocacuando tienealgoparadecir,y tumadreesunaartistadelamanipulación,estoyseguradequelopusocontralascuerdas…

—Querrás decir contra el mofongo —rumió María, aun indignada—; pero en su defensareconozco quemamá se las habría arreglado para sonsacarle información a cualquiera. En ciertamedidamealegraquefueraélquiencayera.

—¡Quédulcedetuparte!

—No me juzgues, alguien tenía que traicionarte y no deseaba ser yo—María elevó una ceja;aunquesonreía,aunmostrabaciertainquietudenlaformaenqueveíaaBeth—.Enverdadtegusta,¿no?David,quierodecir.Tegustamucho.

Bethmiróalfrenteunavezmás,preguntándosequésentidoteníanegaralgotanevidenteaunadelaspersonasquemáslaconocíaenelmundo.

—Me gusta, sí, pero no es necesario darle más importancia de la que tiene —se encogió dehombrosalhablar—.Nosésialgoentrenosotrosesposible.

—¿Porquéno?

Bethmiróasuamigaconunacejaelevadaygestodecredulidad.

—¿Porquélucestanafligida?Hasdichomásdeunavezquenocreesqueseabuenaideaquemehagailusionesconél,¿no?—lerecordó.

—Sí,claro,perositegusta…—MaríasuspiróyfijósumiradaenDavid,quecontinuabaatentoalaspalabrasdesumadre—.Ytúlegustastambién,quizámásdeloqueélsabe.

—Nohacefaltaquedigaseso…

—Creoquesí,porqueavecespuedessermuydistraídaynoverloquetienesfrenteatusnarices—aunquelaspalabrasdeMaríaeranunpocoduras,habíamuchacalidezenlaformaenqueveíaasuamiga—.Aundesconfíodeél,noloniego,omejordicho,desussentimientos,peronoteatrevasapensarquenoteencuentratanatractivacomotepasaaticonél.Solohayqueverlaformaenquetemira, cómo te habla, las cosas que está dispuesto a hacer por ti… ¡Está dispuesto a tolerar elinterrogatorio demimadre y lasmalas bromas deAlan! Si eso no es prueba de que le gustas, y

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mucho,entoncesnoséquésignifica.

BethmiróaDavidenelprecisomomentoenqueélveíasobresuhombro,buscándola,yhuboalgoenelbrillodereconocimientoensusojos,enlaformatancálidaenquelesonrióyesaespeciedepromesa que parecía dirigida solo a ella que la obligó a desviar la vista por temor a todo lo quepodría revelar a su vez. Con un suspiro, enlazó su brazo al de María y continuó caminando ensilencio.Deprontosolopodíapensarencuántolegustaríaquesucorazónnoparecieratandivididorespectoasussentimientosyesperanzas,yenlofelizqueseríasilaopinióndeMaríafueracorrecta.Peligrosoono,enverdadqueríaaDavidKingensuvida,lapreguntaera:¿laqueríaéltambiénenlasuya?Ydeserasí,¿quépodríaresultardesemejanteaventura?

Enelfuturo,Bethpensaríaenesanochecomounadelasmásinteresanteseirrealesdesuvida.

Se divirtió tanto como tenía acostumbrado cuando compartía el tiempo conMaría y su familia;desdeeliniciodesuamistad,losCabrerasehabíanconvertidoenlomásparecidoaunafamiliaqueteníaenBostonyestabamuyagradecidaporelhechodequelaacogierancontantocariñoycalidez.TalvezfueraunpocoinjustodesupartenoconsideraraNolanenlaecuación,peroaunquelohabíaintentadomásdeunavez,nohabíaencontradolaformadequeélseacercaraaesegrupodepersonasquelehabríandadocongustoelmismoafectoqueleprodigabanasuhermana.Además,Bethhabíallegadoapensarqueallíerasolounamás,unajovenmujertotalmentecomúnquenoteníamayoresresponsabilidadesquecualquierotradesuedad,nadadepreocupacionesporelfuturodemuchachoscon losqueapenasconseguía sintonizar,ni culpaso frustracionespor loquepensabaquehubierapodidohacermejor.Allí soloeraBeth,y hasta entonces lohabíaconsideradocomo lapartemásagradabledesuvida.Eso,claro,hastaconoceraDavid.

Porque mientras lo veía interactuar con tanta naturalidad con el clan Cabrera, aceptando conpaciencia y buen humor las constantes preguntas de lamadre deMaría y charlando con su padreacercadetemastandiversoscomoelsistemajudicialactualylosmejoresmétodosparaasegurarlasbasesdeunaconstrucciónqueelseñorseafanóenexplicaraldetalle,comprendióqueélencajabadeformaperfecta en esa pintura esbozada en sumente. Podía verse a símisma a su lado, lasmanosentrelazadasymuchasmiradascomoaquellascompartidasenelesconditedel jardín.Todoparecíatanlógico,yleasaltóunanhelotanpoderosoalnotarlo,quesesintiósimplementehorrorizada.

¿Cuándo había empezado a tejer esas ideas? ¿Cómo era posible que las despertara en ella unhombreaquienconocíadesdehacía tanpoco tiempo?Ciertoquehabía sentidounaconexiónmuyespecialdesdelaprimeravezquevioaDavid,peronohabíanadadesensatoenasumiralgomás.Legustaba,sí.TalvezpodíanegárseloaMaría,peronoasímisma.PerosussentimientosibanmásalládeunasimpleatracciónoeldeseoquepodríasentircualquiermujercomoellaporunhombrecomoDavid.Éldespertabaenellaunanhelodemasiadoprofundoydesconocidocomoparanoasumirlodeinmediatocomopeligroso.

Bethcreíahaberestadoenamoradaunpardeveces,aunquefuesoloenunaocasiónquecomounaadultasensataycentradacreyóquehabíaencontradoaunhombreconelquecompartiralgomásqueunascuantassalidas.Ylascosasnosalieronmuybien.Otalvezsí,yaqueconeltiempocomprendióquehabíaestadoequivocada,queesossentimientosqueabrigóentoncesdistabanmuchodeeseamorlógico y poderoso que había aprendido a atesorar dentro de sí precisamente por el hecho de nohaberloconocidonunca.Ycuandobuscóensucorazóntodosesossentimientosqueexperimentóenesapasadarelación,yloqueDavidleinspiraba,sediocuentadequeeranmuydistintos.Yesopodíasertanbuenocomomalo.Aunnolosabía,peropartedeellasemoríadeganaspordescubrirlo.

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DemodoquecuandoDavidlallevódevueltaasuapartamento,trasunacharlaunpocodifusaenelauto,yseviodeprontofrenteasupuerta,nobuscópalabrasvacíasconlascualesllenarelsilencioqueseinstauróentreellosniintentóquebrarconbrusquedadesatensiónquesentíalatentedesdeeseacercamientoenlafiesta.PudoverqueDavidcompartíapartedesuspensamientos,oalmenossusdeseos, y eso la llevó a dar un salto de fe, uno que podría elevarla al cielo o lanzarla sin piedadcontraelpavimento.Cuandoéldiounpasoensudirecciónyacariciósumejillaconlaspuntasdelosdedos con unmovimiento infinitamente delicado, lomiró a los ojos y entreabrió los labios parahacerlesaberquesí,queellaestabatambiéndispuestaasaltar.Porfortuna,acababadedescubrirqueesacuriosaconexiónentreellosdealguna forma lespermitía tambiénentendersesinnecesidaddepalabras.Unasuerte,porqueenesemomentonolasnecesitaban.

Bethhabíasidobesadaantesyenmásdeunaocasiónobteniendodistintasreacciones.HubobesosapresuradosenlaverjadeljardíndesucasaenChicagocortesíadesuvecino,unchiquillocomoloera ella entonces; alguno rebosante de entusiasmo tras las gradas en el campo de fútbol de suinstituto,yunostantosotrosensuvidaadulta,todosmuyplacenteros.Perojamássintiólapasiónquelaembargabaenesemomento,unaemocióndesconocidaqueleprovocóunrabiosohormigueoenlasextremidades.ComprendióentoncesqueDavidhabíaempezadoabesarladesdemuchoantesderozarsuslabiosconlossuyos,lohizodesdeelmomentoenquelamiróalosojos;esetoqueeralacoronacióndealgoquellevabaesperandountiempoqueahoraleparecíaeterno.

Davidlasosteníaporlacinturaconunamanoylaotradescansabasobresumejilla.Cadacariciadesuslabiosleprovocabaunaexplosióndeemociones,perosobretodoleinspirabaunasensacióndepertenencia.Comosicadabesofueraunabienvenida,yesepechosobreelqueserecostabafueraunhogarqueesperabaporella.¿Cómoeraposiblequeunbesodetansolounpardeminutospudierasentirse como una eternidad?Ambos se entregaron como si apenas pudieran respirar y cada unoestuvierahechodeaire.

LaformaenqueDavidmordisqueabasuslabiosconsuavidad,jugabaconellosylaacercabamáshacia sí, hasta que no hubo unmilímetro de distancia entre ellos, la instó a corresponder con lamismapasión.Pasólosbrazostrassucuelloycerrólosojosconfuerza,aspirandoelolorcítricodesu loción; laspiernas le temblabanyél lonotó,porque subió lamanopor toda laextensiónde laespalda,sujetándolaconfirmezasindejardebesarla.

No interrumpieron el beso hasta que se vieron a punto de perder el equilibrio, y aun así no sesepararonniuncentímetro.Davidseinclinópararozarsufrenteconunsuavebesoylaatrajoasupecho en un abrazo apretado. Acercó los labios a su oído y suspiró sobre él, provocándole unestremecimiento.

—Eresunpeligro,ElizabethWilson,tienestantoencantoybellezaquepodríasponerderodillasacualquier hombre—dijo, la voz entrecortadayun levematiz que ella habría jurado le pareciódetemor—.Locuriosoesqueactúascomosinolosupierasyeso,Beth,tehaceletal.

Fue extraño oír su suave voz retumbando en su oído, el silencio que los había mecido hastaentonces quebrado. Pero le gustó. No solo por sus palabras, que encontró tan hermosas comocuriosas sino porque le pareció natural. ¿Acaso no era lo más lógico del mundo oír esa voz, almenosporuninstante,hablándolesoloaella?

Habríapodidoquedarseallíporsiempre,sinmoverunmúsculo,atentaalsonidodesurespiraciónagitada que hacía juego con la suya, pero sabía que no era posible. Parte de sumente acababa dedespertardeesasuertedehechizoqueloshabíatenidoalejadosdelrestodelmundoporunmomento,yescuchóunosruidosprovenientesdelotroladodelapuertadesuapartamento.Demodoque,tras

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exhalar un suspiro de pesar, se separó de él, conteniendo un gemido frente a la desagradablesensacióndehaberperdidoalgo.Davidnohizoamagodesujetarla;en lugardeellodejócaer losbrazosalosladosydiounpardepasoshaciaatrás,sindejardemirarla.

—Ese debe ser Nolan—a Beth le costó reconocer su voz un poco temblorosa y se aclaró lagarganta—.Deberíaentrarahora.Graciasporestanoche,lopasémuybien.

David asintió en silencio y ella buscó algo más para decir, pero no pudo pensar en nada. Sepreguntabasiélsearrepentíadehabersedejadollevarporesearrebato;aúnpeor,noestabaseguradeltodoacercadeloquesentíaellaalrespecto.Eraundesastre.

Peseaello,procurónodejar traslucirsusemocionesybuscóensubolso las llaves,usandoeserespiropararecuperarseeltemple.Cuandolevantólamirada,conlasllavesenlasmanos,sintióqueeraellanuevamenteyesolebrindóciertatranquilidad.

—Buenasnoches—dijo.

—Buenasnoches,Beth.

Ellaesbozóunasuavesonrisaaloírlo,aliviadaalcomprobarquesuvozsonabacálidaapesardequeaúnmanteníaunaexpresióncautelosa.Sindecirmás,abriólapuertayunavezqueentrólacerróconsuavidadmientrasobservabacómoélseperdíaporelpasillo.

Unpocopensativaaún,seencaminóalinteriordelapartamento,perodiounbrincoalveraNolanenmediodelsalónconunplatodecomidareciénsalidadelmicroondasentrelasmanos.Suhermanollevabalospantalonesdelpijamayunahorriblecamisetaquelequedabaunpocolargademangasyruedo,peroquenoparecíadispuestoareemplazar.

—Hola—lasaludóélalcabodeuninstanteensilencio—¿Cómofuelafiesta?

Bethdejósubolsosobreunsofáysedeshizodeloszapatosaltosexhalandounsuspirodealivio.

—Bastantebien,medivertí—dijo—.Mehubieragustadoquevinieras.

Nolansacudiólacabezadeunladoaotrohaciendoungestodeindecisión.

—Noimporta.Merefieroaqueseguroqueestuvobien,peroesasreunionesnosonparamí.

—Quizásomosmuyviejosparati—bromeóBeth,aunquecreíaqueestabaenlocierto.Nolannoeramuy sociable y de por sí se sentíamás cómodo con chicos de su edad, aun cuandono fueransiemprelaelecciónideal.

Nolansonrióaloírlayseencogiódehombros.

—Quizá—dijo,permitiéndoseun tonounpocoburlón;perocambiósuexpresiónporunamuyseriayseñalólapuertaconunacabezada—.¿Estunoviooalgoasí?Losviporlaventana.

Bethelevóunaceja,unpocosorprendidaporlaabruptapreguntayporelinterésmostradoporsuhermano;noerausualqueprestaraatenciónasussalidasoacompañantesysepreguntóquéhabíamotivadoesacuriosidad.Peseasudesconcierto,norespondió,sinoqueesperóaqueélcontinuara.

—Noestabaespiando,solomeasoméalaventanaaloírelautoymetílacabezadeinmediato,lojuro,novinadamás—dijoélconrapidez,malinterpretandoelsilenciodesuhermana.

Bethlecreyó.

—Nopenséqueespiaras—lediceafindetranquilizarlo,paraluegoagregar—:Esunamigo.

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Su hermano no pareció muy convencido, pero hizo un gesto de aceptación. Al cabo de unmomento,sinembargo,trasacercarsealneveraparasacarunenvasedezumo,ycuandoBethestabaapuntodedespedirseparairsealacama,ladetuvoconunafrase.

—Lohevistoantes—dijo,muyrápido,comositemieraarrepentirse.

Bethmirósobresuhombro.

—¿Sí?—preguntaconcautela.

—Sí,eldíademíaudienciaenlacortey…—elchicosedetuvo,inseguro.

—¿Y?—loalentóBeth.

Nolansemirólasmanosantesderesponderydejóelenvasedecomidayeljugoencimadeunamesita.

—Lohevistotambiénunpardeveceseneltrabajo—dijoalfin,demalagana.

—¿Cuáltrabajo?

—Beth…

—¿Lohasvistomientrashacíastuserviciocomunitariorecogiendodesperdiciosenlacarretera?Me resulta extraño imaginarlo allí porque trabaja en la ciudad —Beth pensó que era un buenmomentoparaaprovecharesainusualaperturadeNolanparahablardesímismoyobligarloairunpocomásallá.

Suhermanosemirólospiesyguardósilencioportodounminutoantesdelevantar lacabezayclavarensuhermanaunamiradaligeramentedesafiante.

—Estábien,supongoquetienesquesaberloalgúndía.Cambiaronmiservicio,yanoestoyenlacarretera—dijo.

—¿En serio? ¿Y a dónde vas ahora? —Beth no mostró sorpresa al hacer esa preguntaaparentementeinocente.

—Aunaescuela.Bueno,noesexactamenteunaescuela,no…todo.Esunorfanato,enrealidad,yhayunaescuelaallíyotrascosas.

Fue el turno deBeth para guardar silencio, dividida entre continuar fingiendo ignorancia o sersincera.Alcabodeunmomento,optóporlosegundo.

—Losé—reconocióconsencillez.

Nolannopareciócomprenderloquedecíaenunprimermomento,porquesemostróinclusounpocoarrepentidoalhablar.

—Séquehedebidodecírteloantes…—dijo,para luego fruncirelceñoenseñaldesospecha—.Espera,espera.¿Acabasdedecirqueyalosabías?

Bethasintió.

—Sí,Davidmelodijo.

—¿David?¿Eseeselnombredelabogado?¿Quétieneélqueverconeso?

—Fueélquiensugirióesecambioentuservicio.Mehablóacercadeesaposibilidadyyoestuvedeacuerdo.

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—Esperaunminuto.¿Élestuvotraseso?¿Ytúlodejaste?—Nolanseveíarealmentesorprendido.

Bethseapoyósobreunsillónconlasmanostraslaespaldayexpresióndecidida.

—Sí,ynovoyadisculparmeporeso,porquerealmentecreoquefueuncambioparamejor—dijo—. Necesitabas algo como eso, Nolan, y lo sabes, piensa en ello antes de empezar a gritar ycomportartecomounniñoofendido.Yno,noquierotratartedeesaforma,sinocomoalhombrequeespero empieces a ser. Eres mi hermano y te amo, pero tienes que dejar esa actitud. Ahora,comprendo que estés disgustado conmigo, y está bien si quieres actuar de acuerdo a eso por untiempo,peronecesitohacerteunapreguntayque seashonesto. ¿Hasaprendidoalgoenese lugar?Porquequieropensarqueesasí.Avecesteveoycreoquehayalgonuevoenti,uninterésqueantesno estaba allí, que realmente te gusta lo que haces y no es solo una obligación para ti. ¿Estoyequivocada?

NolanguardósilenciounavezmásyBethesperósindemostrarsuimpaciencia.Eraevidentequesu hermano se encontraba muy fastidiado y miraba del piso a Beth con similares muestras demolestia.Beth empezó a pensar que seguiría así por horas, pero él levanto de pronto lamirada yobservóasuhermanadirectoalosojos.

—Síqueestoydisgustadocontigo,ymucho.Creoqueloestaréporunbuentiempo,porcierto—fueloprimeroquedijo,peroluegosuavizóunpocoelsemblante—.Peronomentiré,noesjustocon todo loquehaspasadopormi culpa.Lamentoque tepreocupe tanto loquehagoy habermemetidoen todosesosproblemas,creoqueno locomprendíhastaqueempecéa tratara todosesoschicosque,o sehanmetidoen líosmásgrandesqueyo,onohicieronnadamaloe igual laestánpasandomal.Elorfanato…nomemalinterpretes, esunbuen lugar, lashermanas songeniales, enespecialunpardeellas,todasquierenayudaryloschicoslopasanbienallí,tambiényo,pero…Noeslomismo.

—¿Noeslomismoquequé?—preguntóBeth,entresorprendidaporsusinceridadycuriosaporesaúltimafrase.

Nolanseñalóelsalónconungestodelamano.

—Queesto.QuenuestracasaenChicago.Ymamá,e inclusopapá,aunquenopuedarecordarlo.Quetú.Eresmifamilia,ytengosuertedetenerteydequetepreocupespormí.Esoschicossiempreactúancomosinofueratanimportante,perocreoquedaríancualquiercosaportenerlomismoqueyo,yesomehacesentirungusano—reconoció,unpocoavergonzadoyconlasmejillasenrojecidas—.Seguroquesilotuvieranlovaloraríanunpocomás.

Bethsintióunaccesodeternuratangrandequediounospasosendirecciónasuhermano.

—Nolan…—dijo,antesdequeéllainterrumpiera.

—Teníaquedecirlo,eslaverdadyheestadopensandomuchoenesoúltimamente.Peroinsistoenqueestoymuydisgustadocontigo—dijo,recuperandoelsemblanteofendido—.Ytambiénconeseabogado.

—Entiendo—Bethcontuvoaduraspenasunasonrisa.

Nolanesquivó sumirada, semetió lasmanosa losbolsillos, las sacódenuevoy seapresuróatomareljugoyelplatoconcomida.

—Bueno,mealegraqueentiendas—dijoél,apuntodedirigirseasudormitorio—.Tambiénestoyagradecido.Unpoco.Yyo…Mira,tencuidado,¿sí?Noséquétienesexactamenteconél,peroparece

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seriooalmenosparatiynoquieroquelopasesmal.

Fue el turno de Beth para bajar la mirada, aunque ella lo hizo para ocultar lo mucho que laconmovióesasorpresivapreocupación.

—¿Ahoratúestáspreocupadopormí?—preguntó,unpocoburlona.

Nolanseencogiódehombros.

—Sí,bueno,eresmihermana,¿no?—replicóélconsencillez,comosiestuvieramuyclaro—.Mevoyamihabitación,lavarélosplatosantesdeacostarme.Buenasnoches.

Bethlesonrióyloobservóensilencioparahacerluegootrotanto.Sedejócaersobresucamaycruzólosbrazosbajosunuca,pensativa.Sí,habíasidounanochemuyextraña.

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CAPITULO7

TrascasiunasemanaenlaquetantoDavidcomoBethparecieronhaberdecididodeformatácitanomantenerningúntipodecontacto,élsevioasímismoapuntodellamarlaenmásdeunaocasión,pero algo lo detenía cuando estaba a punto demarcar su número, sin tenermuy claro qué decir.Porqueestabasegurodequenosesentíalistoparacompartirtodoloquehabíaestadodandovueltasensumentedurantelosúltimosdías.¿Cómoreconoceranteesamujeraquienconocíadesdehacíasolo unas semanas que tenías serios problemas para hacer algo tan sencillo como dormir sindedicarlealmenosunpensamientoantesdequelovencieraelcansancio?¿Cómoibaadecirlequeinclusomientras hacía su trabajo se preguntaba cómo rayos alejarla de sumente? ¿Que no podíaquitarse de la cabeza todo lo que había sentido durante la última vez que estuvieron juntos? ¿Querecordaba ese beso compartido y anhelaba repetirlo con desesperación? Se sentía un poco idiotainclusoporreconocerloantesímismo.

Noteníaedadparaactuarcomounjovencitoimpresionadoyconlashormonasrevueltas,eraunhombre en la treintena que tenía la suficiente experiencia para actuar con madurez y dejar deimaginarsonetoscadavezquepensabaenesamujer.Nuncaseconsideróunromántico,nisiquieradurantesulargonoviazgoconClaire;surelaciónerapráctica,sensataybasadaensusmuchospuntosen común. Compartían también una fuerte pasión, pero incluso esta era medida, como si ambossupieranquenohabíanecesidadolapretensióndecimentarsuvidaencomúnsobrealgotanvariablecomoeldeseo.Yleshabíaresultadoduranteaños,antesdequeelladecidieraquequeríaalgomásyél se vio en la necesidad de aceptarlo, aun cuando no compartiera o siquiera comprendiera sucambio.Habíapasadomesesodiándolaensecretoporello,ofendidoporloquejuzgóunatraiciónatodo lo que habían construido entre ambos con tanto esfuerzo. Pero ahora, aunque detestabareconocerlo,partedeélempezabaaentender loque lahabía llevadoaabandonarsucomodidadyarriesgarseairtrasunahistoriadeamorqueDavidhabíaconsideradoensumomentosimplementeridícula.

Intercalaba todos esos pensamientos con su contemplación del móvil que sujetaba en la manoderechamientrasconlaizquierdatomabaalgunasanotacionesenlacarpetadelcasoRussell,aunquemás que notas parecían garabatos que sin duda tendría luego serios problemas para descifrar.Además,noseencontrabasoloenesemomentoensuoficinadelafiscalía.Aunqueeranpasadaslascincoytécnicamentepodríahabersemarchadoya,habíaoptadoporpermanecerallítanprontocomorecibiólavisitadeBernie,quelehabíallevadounosexpedientesparaquelosrevisaracuandotuvieraalgodetiempolibre.

Y así estaba, con lamente confusa, su atención dividida y la desagradable sensación de que sumejoramigonodejabadecontemplarloyprocurabaanalizarcadaunodesusgestoscomoharíauncientíficolocoymuyobservadorfrenteauninsectoparticularmentecurioso.Desdeluego,Bernienoeradelaclasedepersonaquepermanecíacalladapordemasiadotiempo,demodoquenoseextrañócuandolooyóaclararselagargantayadelantarseenelasientoqueocupabafrenteasuescritorio.

—Tienes lamenteenotro lugar.¿Conotrapersona,quizá?Por favordiquesíyquese tratadeBeth—eltonodeBernie,aunquerelajado,revelabaunacuriosidadqueenotrascircunstanciasDavidhabríaencontradomuydivertida.

Sinalterarse,Davidsuspiróydejólacarpetasobreelescritorio,sobándoseelpuentedelanariz,unmovimientoquerevelabasutensión.

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—¿YquésabestúacercadeBeth?—preguntóalcabodeunmomento.

Bernieseencogiódehombrosylelanzóunamiradaquerevelabaclaramentesuescepticismoporesapregunta.

—Siportifuera,nada,loquedeberíaavergonzarte;perosoyunhombreobservadorynotocosas—dijoalfin,atusándoseelrojizocabelloconunamano.

—¿Cómoqué?

—Bueno, te gusta, ymucho, aunque quizá no seamuy digno demérito saberlo porque hasta elhombremásdesatentodelmundosehabríadadocuenta.Entodocaso,esevidentequeesonoeslomásimportanteahora,¿cierto?Almenosnoesloquetetienetandistraído.

AvecesDavidolvidabalaextraordinariapercepciónqueposeíasuamigo,unahabilidadqueleeramuyútilen lacorteyfueradeella.Seplanteóesquivar lapregunta,osencillamentenoresponder,sabíaqueBernieibaarespetarsusilencio;peronohizonadadeaquello.Ensulugar,decidióquenoteníasentidoocultardurantemástiempoloquelepreocupabayquenohabíaunasolapersonaenelmundoquepudieracomprenderloconmayorclaridadquesumejoramigo.Demodoqueexhalóunsuspiro,dejólalapicerasobrelacarpetayapoyólosbrazossobreelescritorio,decididoadejardefingirunatranquilidadquenosentía.

—Noséquéhacer—reconoció,pensativo.

Bernieexpresósusorpresaelevandolascejasyconelchasquidodesulengua.

—Eso es nuevo—dijo al fin—; por lo general sabes qué hacer, en especial cuando se trata demujeres.

—¿Quésignificaeso?—Davidlevantólamiradaparaverlo,unpocoofendido.

Bernienegóconlacabezayelevóambasmanosenseñaldellamadoalapazycontinuó.

—No lo tomesamal, creoqueesalgoparaadmirar.Nuncaparecesconfundir tus sentimientos,llevastuvidaamorosaconlamismaseguridadconquemanejastutrabajo.Ahoraquelopienso,síqueesunpoco raro,perosupongoque tienequevercon tucarácter;eresunapersonademasiadorazonableparatubien.

—Estásdelirando.

—Quizá.Perosiemprelohagocuandoquierocomprenderalgo,yestoyintentandoentenderesodequenosabesquéhacer.Enfin,¿porquénomeiluminasunpoco?Paraquedejededelirar—Berniesonrió,unpocoburlón—.¿CuáleselproblemaconBeth?

Davidenserióelsemblantedeinmediatoyrespondióconciertabrusquedad.

—Nohayningúnproblemaconella—dijo.

—Essolounaformadehablar,notienesquesaltarmealayugular.Portureacción,asumoquenovasanegarquetegusta.Bienporti.Entonces,¿quéhaydemaloconeso?Tehevistorelacionarteconotrasmujeressinactuardeestaforma.

Davidsepasóunamanoporlanucaytardóunpardeminutosenresponder,comosibuscaralamejorformadeexplicarlo.

—Bethes…diferente—reconocióalfindemalagana.

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—Yalocreo,peroesoesbueno—Bernieapoyóloscodossobrelasrodillasypensómuchoantesde continuar—. Escucha, sé que no te va a gustar lo que estoy a punto de decir, pero tengo quehacerloodesarrollaréunaúlcerasisigoconteniéndolo.Norecuerdohabertevistotanconmocionadopor una mujer antes… a excepción de Claire, y aún entonces todo parecía más sencillo, no sé,previsible.Quizáfueraporqueambossontanparecidosylascosasfluyerondeformanaturalentreustedes.Loquequierodecirydejademirarmedeesaforma,esquetalvezestásconfundidoporquetussentimientosporBethsonmásprofundosdeloquetegustaríareconocer,inclusomásdeloquetuvisteconClaire.

—¿Hasterminado?—preguntóDavidunavezquecalló.

—Porahora,sí—suamigoparecíasatisfechodehaberpodidoexpresarsupunto.

Davidasintiósinesconderunasonrisaunpocoamarga.Mirósumóvilunavezmásconelfindehacer un poco de tiempo antes de compartir lo que le estaba carcomiendo lamente, y rumió unamaldiciónentredientesalnotarqueacababadequedarsesinbatería.Conunsuspiro,loguardóensubolsillo con la idea de ponerlo a cargar tan pronto como llegara a casa. Al notar que Berniecontinuabamirándolo,comosiesperaraqueseanimaraairunpocomásalláyhablaraacercadeloqueenverdadlepreocupaba,hizoungestoderesignaciónysepreparóparahablar.

—LoquepasaconBethes…ellaescomosunombre,¿comprendes?Parecemuysencillo,dulceeincluso inocente, y sí, ella es todas esas cosas, pero también hay algo profundo enBeth.A veces,cuando la veo a los ojos, cuando la escucho, siento como si estuviera frente a unamujer que havividocienvidas,yenparteodioesaideaporqueséquedebehaberpasadopormuchoparallegaraesepunto,perotambiénmesientoorgullosodeella,laadmiro.Nuncahesentidotantascosasporunamujer,piensoqueesdemasiadocomplicadaparamí.

Berniefruncióelceño.

—Yonoveonadacomplicadoenloquedices,David,acabasdedescribiraunagranmujer,unaenlaqueparecesestarmuyinteresadoy,suertelatuya,creoqueellasientelomismo.Entonces,¿porquérayosestásaquíhablandoconmigoynoconella?¿Porquénoledicesloquesientes?

—¡Porque es demasiado difícil! Porque podría ser un desastre. Somos completamente distintos,Bernie,ynoteatrevasanegarlo.

—No pensaba hacerlo, lo son, muy diferentes; pero no comprendo cómo eso puede ser unimpedimentoparaque sean felices.Laverdad,David,necesitas aBeth tantocomocreoqueella tenecesitaatiyseríasunidiotasidejasqueeseafánporcontrolarhastatussentimientosseinterpongaentreustedes.Yporfavor,porloquemásquieras,niseteocurracompararloquepuedestenerconellaconloquetuvistealgunavezconClaire.Llámamelocooromántico,avecespiensoquees lomismo,peronocreoqueBethllegaraatuvidadecasualidadenestemomento.Estoestabadestinadoapasar,nopeleesensucontrayatréveteavivirdeverdadporunavezsinpensarenloquepuedesalirmalopermitiendoquelosfantasmasdelpasadoteintimiden.

David no respondió de inmediato, sino que se mantuvo con la vista perdida y una expresiónpensativaqueBernienoseatrevióainterrumpirointentardescifrar;talvezloconocierabien,perohubierasidountontoarrogantedesuponerquepodríaconocersussentimientosmejorqueél.

—Lainvitéacenar lasegundavezque lavi—dijoDaviddeprontoenvozbaja,ysinvariarsuexpresión,comosihablaraparasímismo—.Noaceptó,loquefuehumillante,peronomearrepientodehaberlohecho,loquemeconvierteenunhombrepatético.Sabesquenoacostumbrohacercosas

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así,peronopudeevitarlo—Davidlevantólacabezaymiróasuamigoalosojos—.EseessolounodelosmuchosejemplosdelpoderquetieneBethsobremí,mellevaahacercosasenlasquenomereconozco.LaformaenqueintimidéaSimmonsparaqueliberaraasuhermano,elmediarconlashermanasdelorfanatoporél,todoesolohicesolopensandoenquenopodíasoportarverlainfeliz,queharíaloqueestuvieraenmismanosparaarrancarleunasonrisa.¿Porquesabesqué?Meencantaverla sonreír, tiene una sonrisa contagiosa que podría ahuyentar cualquiermal pensamiento; perosobre todomegustaque sonría pormí.Si soy capazdehacerla sonreír, entonces creoquepuedohacercualquiercosa.

Bernie recibió sus palabras con una enorme sonrisa en la que se atisbaba una buena cuota desorpresa.

—Me retracto de lo que dije acerca de que esamujer te gusta—le dijo sin dejar de sonreír ylevantandosulatadesodaamododebrindis—.Estásenamorado,amigomío,oencaminoaestarlo;recibemis felicitaciones y condolencias. Pero sobre todo, acepta un consejo:No dejes pasarmástiempoantesdedecírseloyasísaberloquesienteellaporti.Puedeserundesastre,sí,opuedeserlamejorexperienciadetuvida.Estuelección.

Davidrecostólacabezaenelrespaldardesusillónymiróal techo,sumidounavezmásensusreflexiones.LaspalabrasdeBerniesolohabíanconseguidoconfundirloaúnmáso,parasersinceroconsigomismo,lehabíanobligadoaenfrentarseaalgoquenoestabasegurodesipodríavencer.

—Soloseránunpardehoras.Regresaréacasaatiempoparalacena,loprometo,soloencárgatedepediralgoy locompartiremosencuanto llegue.Dejaderefunfuñary llevaréhelado.Sabíaqueesoteconvencería.Nosvemosallí.Adiós.

Bethcolgóelteléfonoconunsuspiroyunasonrisaentusiasmadasedibujóensuslabios.

LascosasconNolanibancadadíamejor.Noqueelmuchachohubieramostradouncambioradicalensucomportamiento,perosindudasuactitudparaconellahabíamejorado,ymucho.Dealgunaforma, Beth sentía que esa charla que sostuvieron aquella noche, hacía una semana ya, les habíaayudado a limar las esperezas que ni siquiera sabía que existían. Empezaba a pensar que habíadedicado demasiado tiempo a intentar dar con una explicación razonable para la conducta de suhermanoyqueelcensurarlaseríasuficienteparaqueélsedieracuentadesuserrores,peroahoraentendíaquenoera tansencillo.Equivocadoono,Nolannodejabadeserunserhumanoconsuspropias ideas y deseos, y aun cuando pudiera tener unos cuantos resbalones, necesitaba saber quetendríaaalguienparaélqueestaríaallíparaayudarlo,sinqueellosignificaraliberarlodetodossusproblemas.

Laresponsabilidaddelserviciocomunitario,perosobretodoelhechodequehabíaestablecidounvínculomuyespecialconlashermanasylosotrosmiembrosdesucongregación,lehabíanobligadoaverelmundodeunaformaquehastaentoncesnohabíaexplorado.Comoélmismodijeraenesemomentodehonestidad,teníamuchoporloqueagradecer,ycuandounapersonacomprendealfineso,queaunloqueconsiderainjustopalidecefrenteaaquelloquesedaporhechoyqueseposeesinapreciarlodeltodo,superspectivacambia.

Nolaneramuy jovenaún, teníamuchoporaprenderyacababadeemprender,auncuandono losupiera,ungranviajededescubrimiento.Bethestabaconvencidadequenoseríafácilparaél,perolegustabapensarquesaldríadelantedealgunaforma.Ellaestaríaasulado,lomismoquesumadre,yesoleproducíaunaenormesensacióndefeenloquealfuturodesuhermanoserefería.Mientras

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tanto, deseaba reforzar esos lazos que ahora parecían firmes ymás reales que nunca.De allí queprocurarapasaralgomásde tiempoconél, loqueconsuscomplicadoshorariossolo ledejabalaopción de compartir la cena, algo que hasta entonces ninguno había considerado especialmenteimportante, peroque lesdaba laoportunidaddehablar acercade sudíay, cuando les eraposible,llamabanasumadreycompartíanunmomentobastanteagradable.

Esanuevadinámica,sinembargo,nohabíaafectadodeltodoasurutina,porloqueesatardesedirigióalhospitaltanprontocomoterminósutrabajoenellaboratorio.HabíaacordadoiravisitaraJeremy e ir luego a casa para compartir la cena conNolan; si se daba prisa podría pasar por unsupermercadoparallevarelheladoprometido.

LoúnicoqueensombrecíasuentusiasmoeraelconstanterecuerdodelaúltimavezquehabíavistoaDavidy todos lospensamientosque la asaltaban en losmomentosmenos convenientes.Fuera aldespertar,mientrastrabajabaeinclusocuandoseacostabaconlaslucesdesuhabitaciónapagadasypermanecía con los ojosmuy abiertos pensando en dónde estaría él y qué rayos estaban haciendoambosalevitarsedelaformaenquelohacían.

Sehabíanbesado,sí,peroesonofueprecisamenteterrible,¿osí?Unavoztraicioneraensucabezaledijoquegloriosohabríasidounadjetivomásapropiado,almenosdesuparte…Entonces,¿porquéesetemordeenfrentarlasituación?¿Porquétodosucuerpoempezabaatemblarantelaideadeverlodenuevoyhablaralrespecto?¡Malditasea!Davidleinspirabatantascosasquenosabíacómomanejarloyalgoledecíaqueaélleocurríaalgoparecido.Cuandopensabaenesebesocompartido,en las palabras que susurró a su oído… bastaba tan solo rememorar su sonrisa, esa que parecíaguardarsoloparaellaypensarentodoacercadeloquehabíanhabladodesdequeseconocieranparaquesintieraunaguijónenelpechoquelequitabaelaliento.Queríaverlo,perosobretododeseabacomprenderlo, conocer lo quepasabapor su mente, y descubrir sus secretos, por peligrosos quepudieran ser. Lo deseaba. No. Lo quería todo de él, pero dudaba de que alguna vez pudieraconseguirloyeraprecisamenteesacertezatraicioneraquesecolabaensucorazónlaqueleobligabaamantenerdistancia.Perocómodolía.

Alllegaralaplantaenqueseubicabalasaladejuegosenelhospital,hizounesfuerzopordejarese dolor de lado y forzó una sonrisa entusiasta, no deseaba que Jeremy viera ningún rastro detristezaensurostro.

Giróenelúltimopasilloysedirigióconpasorápidoalasala;peroalcruzarlapuertaseencontróconunahabitaciónvacía.Fruncióelceñoyconsultósureloj,unpocodesconcertadaporquehabíaacordado con la señorita Morris, la asistenta social, visitar a Jeremy al terminar su turno en ellaboratorio,comohabíahechoenotrasocasiones.Por logeneral,preferíaencontrarseconambosallíporquecreíaqueeramásagradablepasarunratojugandoyoyendomúsicaquevisitaralniñoensuhabitaciónenelpabellóninfantil,quenodejabadeserunlugarunpocodeprimenteyopresivo,pormuchoqueseesforzaranenimprimirleuntoquealegre.

Conungesto de decepcióndecidió dirigirse allí, por si la señoritaMorris había confundido sumensaje; talvezpudieraorganizarunpequeñopaseoporel jardínantesdequeanocheciera;ya lohabíahechounpardevecesantes, soloesperabaque la asistenteno tuvieraproblemasendejar elhospital y las enfermeras no pusieran ninguna objeción. Se apresuró en dirección al elevador,agradeciendo mentalmente por haber elegido unos cómodos zapatos planos para ese día porquellevabadepiecasidesdequesaliódecasaesamañanayempezabaasentirlasseñalesdelcansancio.Sacudiendo lacabezaycon lapromesadeun largobañounavezque llegaraasuapartamento,seapresuróa subir tanprontocomoel aparato sedetuvoenelpiso. Ibaconcentradaenbuscaren su

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carteraundiscodejadoporAlanparaentregárseloaJeremy;elchicodebíadeestaracumulandounacolección bastante respetable gracias a su amigo. Cuando las puertas estaban por cerrarse, sinembargo, y aún un poco distraída, extendió una mano para apretar el botón del piso en que seencontrabalahabitacióndeJeremy,perounbrazoleobstruyóelcaminoadelantándoseleylaobligóalevantarlamirada.

—Pisoseis,¿no?Yotambiénvoyallí.

Beth dio un paso hacia atrás de forma totalmente inconsciente, dando un rápido vistazo a laspuertasdelelevadorqueacababandecerrarse,dejándolasoloencompañíadeeseextrañohombrequesedirigíaaellacontantafamiliaridad.Unaquenolegustónada.

Beth jamás se había considerado una persona prejuiciosa, tenía una mentalidad abierta y erainfrecuenteque juzgaraaalguienporsuapariencia,perohabíaalgoeneseextrañoque lapusoenguardia,pesea la sonrisaamistosaqueasomabaa sus labios.Con losvaquerosdesgastadosyunachaquetadefranelaconcapuchaquecubríapartedesucabeza,nodejabadepresentarunaspectoalgosospechoso.Notótambiénqueerabastantejoven,quizáteníaunosañosmenosqueella.

Haciendounesfuerzopornodemostrarsuintranquilidad,asintió.

—Sí,alpisoseis,gracias—dijo,mirándoloconatención—¿Cómolosabe?

Procuróquesuvoznosonaraacusadora,peroelhombredebiódetectaralgoensutonoporquesellevóunamanoalpechoampliandosusonrisa.

—Lahevisto antes—replicó él, conun encogimiento de hombros; solo entoncesBethnotó unligero acento—. Va al pabellón infantil con frecuencia, ¿no? Tengo un amiguito allí, nos hemoscruzadoenotraocasión.

Laexplicaciónsonórazonable,peroaunasínobastóparaqueBethbajaralaguardia.

—Yaveo—replicó,intentandosonarindiferente—.Esperoquesu…amiguitoseencuentrebien.

—Sí,sí,unchiquillofuerte,quizádemasiado—elhombreahogóunarisaqueaBethlesonófalsa—.Elsuyotambiénloes,¿no?

—Sí—respondióBethconvoztirante,dandounamiradaparacomprobarquenoestabanlejosdelpisoaunqueelascensorsubíaconlentitud—.Lahoradevisitahaterminadoya,¿losabe?

Él no pareció ofendido por su tono crítico, nuevamente se encogió de hombros y exhaló unsuspiroexageradoaltiempoquesesubíalacapuchadelachaquetaunpocomás.

—Sí, sí, lo sé—sonrió y se acercó aBeth compartiendouna sonrisa cómplice que en lugar dehacerlasentirserenaleprovocóunaoleadadeinquietud—.Estoyhaciendounapequeñatravesura,noselodigaanadie.

Bethdiootropasohaciaatrás,discretamenteysinbajarlamirada.

—Nocreoquelasenfermerasloaprecien—replicóconfrialdad.

—No,claroqueno,peroustednoselosvaadecir,¿no?

ElascensorsedetuvoantesdequeBethpudieraresponderytalvezfueunasuerteporquenohabríadichonadaagradable.Elextrañoleobstruíaelpaso,asíqueinhalóconfuerzaydiounacabezadaenseñalalasalida.

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—¿Mepermite?—preguntó,sinvariarsutono.

Elhombredudóuninstante,suficienteparaqueBethmirarahaciaelfrentesobresuhombroafindebuscarcondiscreciónalguardiaquecustodiaba lahabitaciónde Jeremyyque sabíadabaunoscuantospaseosporelpisoconregularidad.Éllonotóysonriódenuevoantesdehacerseaunladoyfranquearleelpasoaltiempoquesujetabaelbotónparaquelaspuertasnosecerraran.Bethasintióenseñaldeagradecimientoyseapresuróasalir,perounavezfueradiomediavueltaparaobservaralextrañoqueasuveznodejabademirarlaconlosojosentrecerrados.Lasonrisahabíadesaparecido.

—¿Nosequeda?—preguntóellaunpocodesafiante.

—No,no,aquíterminamitravesura—replicóél,apretandounnuevobotón,estavezeldelsótano,segúnlogróadvertirBeth,peroantesdequelaspuertassecerraran,ledirigióunanuevamirada—.Hasidounplacer.Nosveremosdenuevo.

Bethpermanecióunosminutosdepiefrentealascensorunavezquelaspuertassecerraronyelextrañodesapareció.SosteníasucarteracontraelpechoyconlamanolibreapretabaeldiscoparaJeremy,peroapenasfueconscientedelafuerzaconquelohacíahastaquesintiólaesquinaplásticaenterrándoseenlapielyaflojóelagarre.Acababaderepararenalgoqueviocuandoelhombresellevólamanoalacapuchaydejópartedelapieldesucuelloaldescubierto.Eltatuajedeunadelgadaysiniestrateladearaña.

LasiguientehorafuelamáslargaenlavidadeBethhastaentonces.Pesealhorrorqueleprovocóel encuentro con ese extraño en el hospital, consiguió controlar sus emociones lo suficiente parabuscaraJeremyypasarunmomentoconél,sibienfuemásbrevedeloquehabíapensadocuandofuehastaallí.Notóqueinclusomientrasarmabanalgunasfigurasconloslegosdelniñosusmanostemblabanydebióhacerunesfuerzopor retomar lacalma.Nodijounasolapalabraa laasistentasocialacercadeloocurrido,tansoloinsistiómuchoenlanecesidaddequesemantuvieracercadelniño,tantocomolefueraposible.Seacercótambiénaloficialencargadodevigilarlasalaylehizolamismaindicación,aunquenoseatrevióadecirmuchomás,nocuandonoteníaunapruebaclaradeloocurrido,solosospechas,quemásalláde loperturbadorasypreocupantesquepudieranser,nodejabandetratarsetambiéndeconjeturasqueibananecesitarunasideromayor.

AldejaraunpequeñoJeremyalgomásalegredeloqueloencontraraalllegar,aunquelaverdaderaqueelniñonoacostumbrabacompartir sus emociones, corrió albañoy se lavóel rostro conaguamuyfría.Esoladespejólosuficienteparaaclararsusideasyempezaramoverse.

Nodudóacercadelprimerpasoaseguir.Sinpensarenlaangustiadelasúltimassemanas,ylossentimientos que le provocaba tan solo pensar en su voz, llamó a David, decidida a contarle loocurridaconlaseguridaddequésabríaquéseríalomejorahaceracontinuación,peroauncuandollamóunayotravez,sullamadaibaadardirectoalbuzóndevoz,porloqueapenaspudocontenerunapalabrotallevabaporlafrustración.

Revisó lahoraensu relojysedijoqueestabaperdiendoel tiempo;desterró también la ideadebuscaraDavidensuoficinaoelmotel,esonoayudaríadeltodo;necesitabaconseguirquesehicieraalgodeinmediato.

Traspensarunpardeminutos,tomóunadecisión.Nopodíacreerquenohubierapensadoenellodeinmediato,eratanlógico…

Bethllegóalaestacióndepolicíatanprontocomolefueposible,aúnconelcorazónaceleradoy

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sindejardemaldecirentredientespornohaberpodidocomunicarseconDavid.Ignorósinpizcadeamabilidadalpolicíaquelaabordóalllegaralarecepciónydiounrodeoparadirigirsealsegundopiso. Nunca había estado antes allí, pero María le había hablado más de una vez acerca de ladistribución, así que sabía cuál era el camino a seguir y no deseaba perder tiempo. Sus pasosresonaron en el linóleo del pasillo, y se topó con un par de policías que llevaban tablillas coninformesqueibanllenandocasisobrelamarcha.

Apuróaúnmáselpasoalllegaralaúltimaoficinadeladerecha,yentrósinllamar;peroalverelcuadroque teníafrenteasísedetuvocon tantabrusquedadqueestuvoapuntode tropezarydebióapoyarse en el dintel de la puerta. Los ocupantes de la habitación estaban, obviamente, tansorprendidoscomoella,loqueenesasituaciónnofueungranconsuelo.

Había pensado que encontraría al detective Holland solo o, en su defecto, en compañía de sucompañero, el detective Lancaster, que pese a su reputación de oficial parco y poco atento, eratambién considerado como un hombremuy capaz, pero la grácil figura que se apoyaba sobre elescritoriodelaesquinaentantoHollanddividíasuatenciónentreescribirconrapidezeneltecladoydirigirlemiradasdeadoración,distabamuchodeserladeLancaster.

Bethtuvosolounoscuantossegundosparaadmiraralahermosamujerdecabellocastañoyojosazules antes de que el detective Holland se pusiera de pie, luciendo aúnmuy sorprendido por suirrupción.

—¿SeñoritaWilson?—seacercóaellaconexpresiónpreocupada—¿Seencuentrabien?

Bethsacudiólacabezaparadespejarsumenteyrecordóelmotivodesuvisita.

—Sí,estoybien.Lamentomuchohaberirrumpidodeestaforma,peronecesitabahablarconustedyquizátambiénconeldetectiveLancaster…—diounarápidamiradaalahabitación,peroeraobvioquesucompañeronoseencontrabaallí.

Hollandadivinódeinmediatoloquepensaba.

—Colinestádepermiso,perolotendremosaquímañana.Talvezyopuedaayudarle—mirósobresuhombro,eintercambióunamiradaconlamujerquehabíaseguidosubrevecharlaensilencio—.PeroantesmegustaríapresentarleamiesposaClaire.

Bethnosesorprendióantesuspalabras;aunquenosehabíadetenidoapensarenlaidentidaddelamujer que le acompañaba, era lógico que fuera su esposa, dudaba de que un hombre tan fiel ycomprometido como Holland mirara a cualquier otra mujer como la veía a ella. Se apresuró aextenderunamanoconunapequeñasonrisaqueellacorrespondiódeinmediato,resaltandoaúnmássushermosasfacciones.

—Muchogusto,señora…—algoledecíaquenoeralaclasedemujerquellevaríaelapellidodelmaridoycomprobósuteoríadeinmediato.

—Jones.PeropuedellamarmeClaire—dijoella.Teníaunavozquedestilabaseguridad.

—BethWilson.Enverdadlamentohaberlosinterrumpido—sedisculpónuevamente.

Clairehizoungestoamablepararestarimportanciaalhechoysonriódenuevo.

—No se preocupe, soy consciente de que he irrumpido en el territorio de Simon y estoyacostumbrada a que el deber llame por él. ¿No es cierto? —le dirigió a su esposo una miradadivertida—.Esperoquenoseanadaserio.

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—Esoesperoyotambién,peronoestoysegura—Bethapenaslogrócontenersuansiedad.

Simon miró a Claire y aun cuando Beth no fue del todo consciente de ello, fue casi como sipudierancomunicarsesinpalabras,entablandoundiálogosilencioso.

—En ese caso, serámejor quememarche ahora—dijo ella,muy seria ymiró una vezmás aHolland—.Dejaremosesacenaparaluego,pediréalgoencuantollegueacasa.

—Deacuerdo,guardaalgoparamí—replicóél.

—Seguro.

ClaireseacercóaSimonylediouncastobesoenlamejilla,aunqueBethnotóqueéllatomabadelamanoyacariciabaeldorsoenunadulcecariciaquelaobligóamirarhaciaotroladoparanoseraúnmásindiscretadeloqueyahabíasidohastaentonces.

—Ha sido un gusto, señorita Wilson, espero que podamos vernos nuevamente en mejorescircunstancias—Claireestrechósumanonuevamente;sutonoyexpresiónerantanamablesqueBethsupoconseguridadqueerasincera.

—Meencantaría.

BethySimonlavieronmarcharyunavezqueestuvofueradelaoficina,éltomóunasillayselaofrecióconungestoamable.

—Porfavor,parecíaapuntodedesmayarsecuandollegó—ledijo.

Ellaocupóelasientoyesperóaqueélhicieraotrotantoantesderesponder.

—Sí.Hubiera sido un tremendo espectáculo, ¿cierto?No creo que sea algo que veamuchoporaquí.

Parasusorpresa,Hollandsonrióconunamuecasardónicaymiróalapuertaporlaquesuesposaacababadedesaparecer.

—Sesorprendería—dijo,unpocomisterioso—.Perodígameenquépuedoayudarla.

—Ha ocurrido algomuy extraño en el hospital hace unas horas cuando fui a visitar a JeremyRussell…

Bethempezóarelatarconrapideztodoloocurridodesdesullegadaalhospital,haciendomenciónal encuentro con el extraño en el elevador, sus ambiguas palabras, y la sospecha que empezó aembargarlatanprontocomovioeltatuajeensucuello.Simonlaescuchóconmuchaatenciónysininterrumpirlaunasolavez.TansolocuandoBethterminóconsurelato,sepermitióhacerunpardepreguntas puntuales y cada respuesta obtenida lo llevaba a un silencio aún más ensimismado.Finalmente,seaclarólagargantaydirigióaBethunaprofundamirada.

—¿HavistoalgunavezunafotografíadeYuriPetrov?—preguntó.

CuandoBethnegóconlacabeza,sepusodepie,sedirigióalacomputadoraeimprimióunahojaque llevó hasta ella. Beth la tomó con unamano firme, reprimiendo la sensación de angustia. Laestudióensilencio,nadasorprendidaenverdaddelrostroconelqueseencontró.

—Esél,eselhombredelascensor—dijo,muysegura—.EstabaallíporJeremy,¿verdad?

Simonasintióconexpresiónlúgubre.

—Esocreo.No,estoyseguro—secorrigió—.Debedehaberaveriguadodealgunaformadonde

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estaba.

—¿Cree que fue a lastimarlo? —Beth no se atrevió a poner en palabras lo que en verdadsospechaba.¿Creequefueamatarlo?

—No lo sé, es difícil saber cómo funciona lamente de hombres como él, pero no creo que seatreva a ir muy lejos cuando debe de saber ya que tiene custodia policial, lo queme recuerda…espereaquíunminuto,porfavor.

Simonsedirigióunavezmásasuescritorio,levantóelauriculardelteléfonoyempezóahablarcon rapidez. Por lo que Beth logró comprender, informó de lo ocurrido al agente a cargo de laseguridad de Jeremy en el hospital y le dio órdenes de no dejar su puesto bajo ningún concepto.Además, mencionó algo respecto a enviar refuerzos. Una vez que colgó, regresó con Beth y laobservóaprofundidad.

—Séquevaasonarlecomounalocura,peroesto,pesealoaterradorquehadebidoserparausted,puedesermuybuenoparaelcaso—dijo,muyserio.

Bethasintió.Yahabíapensadoeneso.

—Es porque antes no tenían ninguna prueba clara contra él y ahora podrán acusarlo de estarrondandoporallí,¿cierto?—inquirió.

—Sí,comomínimonosdaunabuenarazónparacitarloe interrogarloaquí,algoquedeseamoshacerdesdehacesemanas,perohastaahoranoteníamosnadaquenossirvieraparaobligarlo.Ahora,graciasausted,esohacambiado—ledirigióunasonrisaamable—.Yuriestemperamentalypuedesertambiénunpocoarrogante,miideaesvalermedeesoparallevarloahablardemásyconseguiralgo.

—Esosuenabien.Quizápuedanarrestarloentonces.

SimonseencogiódehombrosantelaesperanzaeneltonodeBeth.

—Nadamegustaríamás,señoritaWilson,peronopuedoasegurarquelascosasocurranasí—ledijo—.Esteesungranpasoyvamosaaprovecharlo.Luegoveremosquéocurre.

Bethasintió,comprendiendodeinmediato.EldetectiveHollandsecaracterizabaporsermuycautoyapegadoalaley,nuncaseadelantaríaahacerpromesasquenopudieracumplir.Él,porsuparte,nodejabademirarlaconelceñofruncido.

—Hasidounencuentrodesagradableelquehatenido,señoritaWilson,ynopuedoimaginarcuánasustada se debió sentir. ¿Seguradeque se encuentra bien ahora?Si temepor su seguridadpuedohacerarreglosparaqueunapatrullavigilesucasao…

—No,no,esonoesnecesario—Bethseapresuróainterrumpirlo,suavizandosutonoalrepararensubrusquedad—.Lolamento.Estoymuyagradecidaporhaberlopensado,peronoesnecesario.Meencuentrobienynocreoquehayanadaporloquedebatemer.EsJeremyquiennecesitatodalaayudaposible.

Simonnopareciómuyconvencido,perocontuvoeldeseodeinsistiryasintió.

—Deacuerdo.Lodejaremosasíporahora,perosivieracualquiercosaqueleparezcasospechosa,si Yuri vuelve a acercársele o a dirigirle siquiera la palabra, me lo dirá y entonces aceptará esaprotecciónsinchistar,¿deacuerdo?—hablócontonosevero.

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—Meperece justo—Bethsepermitióunasonrisa,depronto se sentíaunpocomás tranquila—.Gracias.

—Esmideber.

—Ylamentodenuevohaberarruinadosusalidaconsuesposa…

Simonsacudiólacabezaysonrió.

—Nopasanada,nosepreocupe.SiconozcoaClaire,estoysegurodequetendremosesacenatanprontocomollegueacasa—ledijo.

Bethasintióyloobservósindisimularsucuriosidad.Eraunpococonmovedoralaentonaciónensuvozcuandohablabadesuesposa.

—Esencantadora,ymuybella—dijoella.

—Ni la mitad de lo que es por dentro—Simon rio y se encogió de hombros—. Como habránotadoya,soyunpococursi,peroClaireno,asíqueconstituimosunbuenequilibrio.Ahora,enloqueaustedrespecta,¿iráacasaahora?

Bethsepusodepieyasintió.

—Sí,mesientomuchomástranquila.Noqueríadejardehablardeesto.

—Hizobien—Simonlaacompañóalapuerta—.Recuerde:siocurrieraalgo,cualquiercosa,nodejedevenirollamar.Sinopudieraencontrarme,nodudeenhablarconeldetectiveLancaster.

—Asíloharé.Graciasportodo.

—Iréalhospitalparaasegurarmedequeeloficial acargode lavigilanciadelniñoentienda loserioqueesesto.

Bethsonrió,agradecida.

—¿Yluegoiráacasaacenarconsuesposa?

—Ese es el plan—Simon le devolvió la sonrisa—. Descanse, señoritaWilson, lo necesita. Lamantendréaltantodecualquiernovedad.

Bethsedespidióconunúltimogestoagradecidoydejólaestaciónmuchomásserenadeloquesesentíaalllegar.InclusoconsiguióhacersedelheladoqueprometióllevaraNolanparalacenaysecuidódemencionarleloocurrido;nodeseabapreocuparlosinnecesidad,nocuandonohabíanadaqueélpudierahacer.Peseaello,estabaseguradequesupreocupacióndebíadeserevidenteporquelo sorprendió mirándola con expresión de sospecha más de una vez, pero por fortuna no hizoningunapregunta.

Cuando terminaroncon lacenaydejaron losplatosenel lavavajillas, sedespidióconuna falsasonrisadespreocupadaysedejócaersobrelacamasinsiquieradesvestirse.Estabaexhausta,comosila angustia de las últimashoras hubieraminadodel todo sus fuerzas.Tantoqueni siquiera prestóatenciónalmóvilquesehabíacaídodesubolsoyquepateósinquererbajolamesilladenoche.

—Vamos,Beth.Contesta.

Davidrumióunpardemaldicionesentredientes,ganándoseunamiradareprobadoradelamujerqueacababadecruzarlapuertadelprecintounpardepasospordelante;peroapenaslonotó,estaba

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deltodoconcentradopensandoenquépodríahaberocurridoconBethparaquelollamararepetidasveces la noche anterior y luego no respondiera cuando él intentó comunicarse con ella. Lo másseguroeraqueseencontraranenunadeesassituacionestancomunesydesesperantesenlasqueunaseriedecasualidadesimpedíaadospersonasponerseencontacto.Elhabersequedadosinbateríalanocheanteriorleimpidióverlasllamadasperdidashastaesamañana.CuandolasviollamóaBethdeinmediato pese a que acababa de amanecer, pero no obtuvo respuesta. Estaba listo para ir a suapartamento, corriendoel riesgodedejar en evidencia sudesesperaciónporhablar con ella, perorecibióentoncesotrallamadaqueleobligóareplantearsesusprioridades.

La satisfacción en la voz del detective Lancaster al decirle que necesitaban su presencia conurgenciaenelprecintoeratanobviaquenopudonegarse.LeparecíaqueelcasoRussellempezabaadurarunaeternidadycualquierposibilidaddecerrarlodeunabuenavezeramúsicaparasusoídos.Demodoquesedirigióalprecintoytantoduranteeltrayectodeidacomoalllegarcontinuóconlasinútiles llamadas aBeth. Su único consuelo era que podría ir a buscarla al laboratorio tan prontocomoterminaraconloquefueraqueLancasterteníaentremanos.

Unoficialloesperabaenlarecepciónylediounpaseparaquepudieraatravesarlaspuertasquellevaban a las salas de interrogación, donde había estado hacía solo unas semanas durante elinterrogatoriodeDimitriPetrov.ElqueLancasterlonecesitaraallílellevóapensarquetalvezsusnoticiasfueranmejoresdeloquehabíapensado.

Sedirigióconpasorápidoalahabitaciónseñaladaporeloficialynoleextrañóencontrarlavacía.El consabidocristalque lepermitíaunavisiónprivilegiadade la salade interrogaciónestabaallí,claro, pero no había nadie tampoco al otro lado, lo que sí le sorprendió. No tuvo que esperardemasiado,sinembargo,porqueLancasterllegóalcabodeunpardeminutos.Daviddebióhacerunesfuerzo para no revelar la sorpresa que le provocó verlo sonriendo, algo bastante inusual en él,especialmenteenpresenciadeunabogado.

—Buen día, señor King, lamento haberlo sacado de la cama, pero creo que estará satisfechocuandoconozca elmotivo—eldetectivediounosgolpecitos en el cristal que separaba la sala sindejardesonreír—.Parecequenuestrobenjamínacabadecometersuprimererror.

David frunció el ceño, un poco desconcertado por los términos usados por Lancaster, pero tanprontocomovioquiénatravesabalapuertadelasagadeinterrogacióncomprendióaquéserefería.Elbenjamín.YuriPetrov.

Era la segunda vez que David veía a Petrov y en esta ocasión, con el rostro completamentedescubiertoyunamirada taimadaycargadadesoberbia, leparecióaúnmáspeligroso.Lomismoque supadre,noobstante, semostró lobastante listo comopara contar conunabogadoa su ladomientraseldetectiveHollandseacomodabaalotroladodelamesa,consemblanteimperturbable.

DavidladeólacabezaparamiraraLancaster.

—¿Cómo…?

Eldetective ledirigióunamiradadeautosuficienciaquehabríaencontradounpocoofensivaenotrascircunstancias.

—Selohedicho,cometióunerror—seencogiódehombrosalhablar—.Todoslohacentardeotemprano.Notangrandecomomehubieragustado,perolosuficienteparaquepudiéramoscitarlo.VeremosquélograsacarleSimon.

—¿Quéfueexactamenteloquehizo?—insistióDavid.

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—Intentarpresumirfrenteaunamujerbonita.Lesorprenderíasabercuántoscaenporeso—Daviddetectóundejedeamarguraen lavozdeldetective—.Luego ledaréelexpedienteparaquepuedaconocerlosdetalles.

DavidreprimiósucuriosidadydirigiótodasuatenciónalinterrogatoriodeHolland,queacababadeempezar.Trashacerunascuantaspreguntasgenéricasrespectoasupapelenlaorganizacióndesupadre, que tanto Petrov como su abogado se encargaron de negar, Holland encaminó elinterrogatorioasurelaciónconRussellyquétantopodríasaberacercadesumuerte.

—Mire,detective,elviejoCliveeraunbuenamigo,¿no?Loconocíadesdehacemuchosaños,unmuchachosimpático,unaesposabonita,unniñogracioso.Fueunatragedia,sí,peronotengonadaqueverconeso,¿no?

TantoDavidcomoLancastermostraron similaresmuestrasdedesagrado frentea esavoz fríaypetulantequearrastrabalaspalabrasalhablar,loquerealzabasufuerteacento.

—¿ConsiderabasaCliveRussellunamigo?—lavozdeHollanderacalmada,casiindiferente.

—Sí,sí,esohedicho—respondióPetrov,asintiendo.

—¿Diríasqueteníasunarelacióncercanaconél?¿Másquetupadre?

Petrovmiróasuabogadodereojoantesderesponder.

—Mipadreesviejo,yono,tampocoloeraClive.¿Esraroquefueramásamigomíoquesuyo?Además,mipadrenotieneamigos—dijoencogiéndosedehombrosmientrasgolpeabalamesaconlapuntadelosdedos.

Hollandasintió.

—¿Cuándo lo viste por última vez? —preguntó, sin mirarlo directamente, al parecer muyinteresadoensusanotaciones.

—Haceaños,antesdequeloarrestaran.

—¿Nolovisteluegodequesaliera?Dijistequeeranamigos…

Petrovsorbióporlanarizconunsonidodesagradable.

—Éramos,sí,perohizoalgunascosas,¿no?Lasamistadesterminan.

Hollandlevantólamiradaadelantándoseenelasiento.

—¿QuéfueloquehizoRussell,Yuri?¿Terefieresaladrogaquepudohaberescondidoantesdeque loarrestaran?¿Fueeso loquehizo?¿Robarlea tupadre,a laorganización?¿Estabasmolestoporeso?

Daviddiounpasoendirecciónalcristal,atentoalarespuesta.

—No sé de qué habla—Petrovmostró una horrible sonrisa burlona—.No sé nada de drogas.¿Clivelasconsumía?Esoesmalo.Quizáporesosemetióenproblemas.

La frustración en Lancaster era casi palpable, David pudo notar la forma en que tensaba losmúsculosdelcuelloyledirigíaaPetrovunamiradadedesprecio,unaquedebíadesermuysimilaralaqueélmostrabaenesemomento.

Holland, encambio,parecíamuy tranquiloynada sorprendidopor la actitudde su interrogado.Conunmovimientocalculado,abrióunade lascarpetasque tenía frenteasíy la leyóensilencio,

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levantandolamiradaalcabodeunpardeminutos.

—¿Dónde estabas la noche en que Clive y Margot Russell fueron asesinados? —preguntó sinvariarsutono.

FueelabogadodePetrovquienseadelantóarespondertrashacerunaseñaasucliente.

—Esoyalosaben,sepresentóunacoartadaensumomentoynotienesentidoinsistirconeso.Miclientehadecididoacudiraestacitacióndebuenafeparadarconlosresponsablesdeestecrimen,comounfavoralamemoriadeunbuenamigo—dijo,suvozcasitandesagradablecomoladesurepresentado—.Peronoaceptaremosqueloacusendenada.

SimonHollandseapoyóenlasillaycruzólosbrazosalaalturadelpecho.

—Segúnladeclaracióndesucliente,seencontrabaenunodelosclubesdejuegodesupadre—dijo,unlevetonoburlónensuvoz.

—Exacto.Yhaymuchostestigosquelodeclararáncongusto.

—TodosellossonempleadosdePetrov—acotóHolland.

—Esonoesrelevantenilequitavalorasudeclaración.

LasatisfaccióndelabogadoeratanevidentequeDavidapretólospuñosconfuerzaynoleextrañóqueLancastermostraralamismamuestradefastidio.

—Grandísimoidiota,aversitegustaríaqueexterminaranatufamiliacomosifueranratasyunmiserablecomotúdefendieraalosresponsables…—escupió,másquedijoeldetective.

Alotroladodelcristal,Simonasentíaensilencio,dirigiendomiradascalculadorasaPetrov,queloveíaasuvezconabiertaburla.Trasotropardeminutosensilencio,eldetectivetomóotracarpetadelmontón.

—¿ConocíasalhijodeCliveyMargotRussell?¿Jeremy?—preguntó.

—Sí, ¿no lo dije?Un niño gracioso. Fui a su bautizo,mi padre le envió una cruz—respondióPetrov,empezandoapareceraburrido.

—Sabesquesobrevivióalataqueenquemurieronsuspadres—insistióHolland,estavezconuntonomásfríoyfrontal—.Estáingresadoenunhospital.

FueelturnodePetrovparaguardarsilencio,intercambiandounpardemiradasconsuabogado,quehizouncasiimperceptiblegestodeasentimiento.

—Losé,pobreniño—respondióalfin,pasándoseunamanoporsucuello—.Megustaríaverlo,llevarlejuguetes…

—Quénobledetuparte—Simonsepermitióunasonrisaburlona—.Segúntengoentendido,hasintentadoverloya,¿noesverdad?Hicisteunavisitaalhospitalparaeso.

Todos los sentidosdeDavid sepusieronenalertaaloír aHolland. ¿Enelhospital?¿FueeseelerroralqueserefirióLancaster?Casisinnotarlo,diootropasoendirecciónalcristalyapoyóunamanosobrelasuperficie,atentoalarespuestadePetrov.

—Fuialhospital,sí,perosoloparadarunavuelta—reconoció,máscauto.

—¿Subisteprecisamentealpisoenqueestáingresadoelniñoporcasualidad?—retrucóSimonsinocultarsuescepticismo.

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Petrovseadelantóensusilladirigiéndoleunamiradataimada.

—¿Quiénmeacusa?—preguntó.

—Nadie.Sonsolounaspreguntas—Simonreplegóunpocosusmovimientos,máscauto.

—¿Fuelamujer?—Petrovinsistió.

¿Quémujer?DavidmiróaLancasterenesperadeunaexplicación,peroesteteníalavistafijaenelvidrioconexpresiónhastiada,porloquevolviósuatenciónalinterrogatorio.

—¿Quéhacíasallí,Yuri?EnelpisodelchicoRussell.Nohasrespondidoaesapregunta,sabesquenadietecreeráesodequequeríasdarunavuelta.

Petrovesbozóunasonrisaburlona.

—Nome cree, ¿no? Pues ese es su problema, ¿no? Fui al hospital a dar una vuelta, sí, porquequería saber si el niño estaba bien, eso es todo. Entonces vi a esta mujer y quise probar suerte,buscarleconversación,yasabecómosonestascosas.¿Unhombrenopuedehablarconunamujerbonita?¿Esoesahorauncrimen?

Davidsintióqueseacercabanaunpuntocrítico,unaespeciedecorrientelesacudíalasentrañasyapenasnotóquehabíahechounpuñoconlamanoqueapoyabasobreelcristal.

—Olvidaalamujer,notienenadaqueverconesto—Hollandintentóhacersedenuevodelcontroldelasituación—¿Quéhacíasenelhospitalyenesepiso,Yuri?

—No,no,¿porquémepideeso?Unamujertanhermosa,leprometíverladenuevo.

—Cuidado,Yuri…—hubounsuavematizamenazadorenlavozdeHolland—.Nohasrespondidoamipreguntayestásacabandoconmipaciencia.

Elhombreesbozóunadesagradablesonrisayserecostócontraelrespaldardelasilla,dirigiendounamiradacalculadoraendirecciónalsupuestoespejoenlahabitación,mientrasalotroladoDavidnoperdíaunasoladesuspalabras.

—Fuiaesehospitalporquequeríadarunpaseo,lohagodevezencuando;esunlugartranquilo,megusta—dijoPetrov,volviendosuatenciónaHollandaltiempoqueseescarbabaunauña—.Comodije, vi a una mujer muy bonita y me acerqué a saludarla; no hice nada malo y ella no parecíamolesta.Noentiendoporquéseveustedtandisgustado,detective.

—Seguroquenolosabes—Simonrespondiócontonoirónico—.Dimealgo,Yuri.¿QuésentistealdescubrirqueRussellsehabíaburladodeti?

LaabruptapreguntadeSimonfuerecibidaconungestodedesagradoenelrostrodePetrov,comosi le hubiera golpeado físicamente. Se incorporó un poco en el asiento y abandonó su sonrisaburlona.

—Nadieseburlademí—espetó.

—PeroRussell lohizo.Dealguna forma logróesconderpartede ese cargamentoynunca te lodijo;fueunpocoinjusto,pudocompartirlo,peroprefirió irsoloa lacárcelyesperarasalirparadisfrutar del dinero, ¿no es verdad?Entonces tú te enteraste y pusiste lamisma cara queme estásmostrando ahora, tan ofendido y amenazante, la misma que debió de ver Russell cuando fuiste abuscarloasucasa.Lamismaque teníasantesdedispararleaélyasuesposayhubierashecho lomismoconsuniño…

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—¡Basta!

Fue el abogado de Petrov quien golpeó la mesa con una mano y se levantó del asiento conexpresión indignada. Su defendido, en cambio, se veía innaturalmente tranquilo, apenasmovía unmúsculo;soloelmodoenquesecontraíansusfosasnasalesdelatabaelestadodealteraciónenqueseencontraba.

—Nos vamos, ha sido suficiente.Mi cliente no tiene por qué seguir escuchando estas ridículasacusaciones.Escúchemebien,detective,dejaráesteacosoohablaréconsussuperiores;megustaríasaberquédiránellosdeesta intimidaciónaunciudadanodecente—elhombresedirigióaPetrov,quepermanecíasentado—.Vamos,Yuri.

Petrov miró a su abogado con expresión resentida, pero hizo lo que le pidió y dejó su silla,siguiéndoloalapuertaconpasolentoypesado.ElabogadodirigióaSimonunamiradaalteradayesteledevolvióunasonrisaburlona,peroabriólapuertaconunmovimientomedido.CuandoPetrovestabaapuntodecruzarla,lodetuvoconungesto.

—Mantentevisible,Yuri,esposiblequetengamosquevolverahablar—ledijoconvozcalmada.

Petrovnorespondió;enlugardeelloseencogiódehombrosyatravesólapuerta.

—¡Elmuybastardo!Haestadoapuntodecaer,¿lohaoído?¡Allíestá!SololehafaltadoreconocerquefueacasadeRussellparavengarse.Peroyacasilotenemos,solonecesitamos…

DavidignorólachácharaentreexaltadayfuriosadeldetectiveLancasteryempezóacaminarsinserdeltodoconscientedeloquehacía.Suspiesloguiaronfueradelahabitaciónyantesdequesedieracuentadeelloseencontrabayaenelvestíbulodelaestación,asolounospasosdedondePetrovy su abogado dejaban las acreditaciones, a punto de dejar el edificio. No se detuvo hasta que seencontró frenteaellose, ignorandoalabogado,que loveíacon lascejaselevadasyexpresióndedesconcierto,sedirigióaPetrov.

—Mantentealejadodeella—ledijoenunsusurroquesoloéloyó.

El hombre pareció encantado con su reacción y se inclinó un poco hacia él para hablarle en elmismotono.

—¿Por qué lo haría?—replicó, sonriente—. Tan bonita, con esos grandes ojos y ese hermosocabello…

Daviddiounpasomáshaciaély fijósusojosen lossuyos; teníancasi lamismaestatura,peroPetrovseveíaengañosamentefrágilconsuextremadelgadezfrentealcuerpomásfornido.

—Siteacercasaellaunasolavezmás,tedestrozaré—lavozdeDavidnosubióunasolaoctava,perofuelobastanteamenazadoraparaquePetroventrecerraralosojosenseñaldefuria.

—¿Quéestápasandoaquí?

LallegadadeldetectiveLancasterparecióquebrarlatensiónyelabogadodePetrovaprovechólainterrupción para tomar a su cliente del brazo y llevarlo fuera de la estación sin que pusieraresistencia,aunqueantesdecruzarlaspuertasmirósobresuhombroydirigióaDavidunamiradacargadademalicia.

—¿Mevaadecirquéfueeso?—InsistióLancasterunavezquelosotrosdossehubieranmarchado—.¿Estabaamenazandoaesehombre?Porqueeseesmitrabajo.

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Davidignoróunavezmássuspalabras.

—Demeelexpediente—lepidióconpocaamabilidad.

—¿Qué?

—ElinformedeloocurridoconPetrovenelhospital,dijoquemelodaría.Quieroverloahora—insistió.

Lancastercontuvoungruñidoytomóunadelascarpetasquellevaba,tendiéndolahaciaDavid,quelatomóensilencioylaabriópasandounapáginatrasotra,leyendoconrapidez.SolosedetuvoalllegaralreportedeHollanddeloocurridolanocheanterior,asícomoaldarconelnombredelapersonaqueleshizollegarlainformación.Leyóconademánimperturbable,aunquepordentroardíaderabiayangustia.Dealgunaformayalosabía,deallísucomportamientoconPetrov,peroveresaconfirmaciónleprovocóunferozdeseodeirtrasélyrecordarlesuamenaza.

—Gracias—dijoaLancasteralcabodeunpardeminutos.

Eldetectivelovioconabiertasospecha,parecíainseguroacercadecómoactuaroquédecir.HabíatratadoaDavidlosuficienteparaencontrarsuconductatotalmenteextraña;sindudanopegabanadaconeseexteriorsiemprecalmadoyfríoalqueestabaacostumbrado.

—¿Todobien?—preguntóconcautela.

Davidasintióbruscamente.

—NodescuidenlavigilanciadePetrovniporunsegundo,usentodossusrecursos,informantes,loquesea,quenodéunpasosinqueustedeslosepan.Ysivuelveapisarelhospitalquelodetengandeinmediato—dijo.

—¿Bajoquécargo?—preguntóeldetective,desconcertado.

—Estoysegurodequepensaráenalgo.Yolocubriré,perorecuérdelo:nopodemospermitirquehagamásdañoanadie.¿Estamosdeacuerdo?

Lancasterasintióconlentitudyunbrillodeaprecioenlamirada.

—Comonunca—replicó.

Davidhizounademánenseñaldedespedidaydejólaestaciónconpasoapresurado.

UnnuevocasodeunaparentehomicidiotuvoaBethcompletamenteocupadadurantebuenapartedelamañana;acababadellegarallaboratoriocuandoladoctoraWhalbergleasignóeltrabajo,demodoqueapenascontóconunpardeminutosparainformarsedeloprimordialyluegosepusoenmarchadejandoaAlanalfrentedellaboratorio.Nosolodebióiralaescenadelcrimenarecogermuestrasytomarfotografías,sinoquesevioenlanecesidaddecorregiralpardedetectivesnovatosasignados al caso que parecían demasiado impresionados por su nueva asignación como pararecordarloslineamientosbásicosdesutrabajo.

Cuando tuvo lo que necesitaba y la escena fue debidamente tratada, regresó al departamentoforense,peroestabaagotadayhambrienta,yalconsultarsurelojnotóquellevabahorassinprobarunsolobocado.Sindudar,sedirigiódirectamentealcomedorynoleextrañóencontrarseallíconAlan,quelehabíareservadounlugarenunamesaapartadadelrincón.

—Holajefa,pensabapreguntartecómofuetodo,perotienesunrostromuyexpresivo—leseñaló

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unasillaqueocupódeinmediato—.Asídemal,¿eh?

Bethsuspiróydejócaerlacabezasobrelosbrazoscruzados.

—Menosdeloqueesperaba,peroesonoesmuchodecir—reconocióconvozahogada—.Tengovariasmuestrasparaanalizar.

—¿Porquépresientoqueeseserámitrabajo?

—Nuestro,Alan, trabajaremosenesojuntos—locorrigiósinvariarsupostura—.Si tesirvedeconsuelo, creo que el caso es bastante sencillo, los detectives ya tienen arrestado al principalsospechoso,solotendremosquecotejarlaevidencia.

Alanseencogiódehombrosenseñalderesignaciónysepusodepie.

—Notemuevas,tetraeréalgoparacomer—ledijo.

Bethmusitóun“gracias”sin levantar lamiradaysequedóenlamismaposiciónhastaqueAlanvolvióconunabandejasurtidaconvariosemparedadosyunparderefrescos.

—NoeselmofongodeKatie,peroservirá.Ahoracome.

Bethnoesperóaquese lopidieradenuevoyse incorporópara tomarunemparedadoydarunsorboasubebida.ComieronensilencioporunosminutoshastaqueAlandejósubandejaaunladoylaobservóconcuriosidad.

—¿Y bien? ¿Tienes algo para compartir? Porque no me creo que el tener que atender esaasignación te haya impedido comer y parece como si apenas hubieras podido dormir anoche.¿SiguenlosproblemasconNolan?Penséquelascosashabíanmejorado.

Bethnorespondióhastaquehuboacabadoconelrestodesubebida,tiempoqueusóparabuscarlamejorformadedecirloquequeríacompartir.

—Síquehanmejorado,Nolanhadadoungranavance,yatelodije—vacilóantesdecontinuar—.Esotracosa,algoquepasóanoche.

Alanseadelantóenelasiento,yeldesmesuradointerésensumiradaestuvoapuntodearrancarleunasonrisapesealodramáticodelasunto.

—¿Ybien?—suamigolaalentóacontinuarconungestoquedevelabasuimpaciencia.

—Tepreocuparásypensaráslopeor.

—Siemprelohago,esonoesunanovedad.

Bethsacudiólacabezadeunladoalotro.

—Prometequenotepondráshistériconiempezarásaculparatodoelmundo.

—Beth, escucha, tengo antecedentes de enfermedades cardiacas enmi familia; no es buena ideajugarconmisnervios…—leadvirtióAlan,sindisimularsunerviosismo.

Bethexhalóunsonorosuspiroyempezóacontarletodoloocurridolanocheanteriordurantesuvisitaalhospital;suencuentroconYuriPetrov,auncuandoentoncesnoestabadeltodoseguradequesetratabadeél,yterminóconlapequeñaentrevistaconeldetectiveHollandenlaestacióndepolicía.Alanescuchótodosurelatoenabsolutosilencio,loquetratándosedeéleraunhechoinsólito;perocuandoBethcallósepusolasmanosenlacabezaybalanceósucuerpoparaadelanteyatráscomounamatronaapuntodesufriruncolapso.

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—¿Estás diciendo que compartiste el ascensor con el sospechoso de un doble homicidio? —preguntóélenunsusurrocuandorecuperóelhabla.

—Bueno,sí,podríasdecirloasí…

—Nopuedocreerlo.

—Yotampoco,peroocurrióyaunquenofueunaexperienciamuyagradable,ya teconté loquedijoeldetectiveHolland;estolesayudaráparaconseguirquePetrovvayaalaestaciónycontesteasuspreguntas.Conunpocodesuerte,podríanacusarlo—Bethimprimióuntonoentusiasmadoasuvozparainfundiránimosasuamigo.

Alansiguiónegandoconlacabeza.

—Nopuedocreerlo—repitió.

—Alan, te pedí que conservaras la calma; agradezcoque te preocupespormí, pero el detectiveHollanddijoquetodoestaríabien.RedoblaránlavigilanciadeJeremyyseasegurarádemanteneraPetrovalejado—Bethhablóconvozfirmeymuysegura—.Hasidomuyamableylecreocuandodicequeestolesayudaráaencerraraesepsicópatadeunavezportodas.

—¿Usándotecomocebo?—Alanelevólavoz—.Porquesetratadeeso,¿no?Aprovecharánqueeselocoseacercóatiparaculparlo.

—Quizá, o quizá no; lo importante es que ahora Jeremy estará mejor custodiado y la policíacentrarátodossusesfuerzosenhacercaeraPetrov.

Alan rumió algo acerca de policías manipuladores, conspiraciones políticas y mafias asesinasantesderecuperarpartedelcontrol.

—DeestarentulugarnoselocontaríaaMaría,ellasíquesepondráhistérica—dijo,conunacejaalzada.

—Nolodudo,perotampocopiensoocultárselo.Despuésdetodo,trabajaconHollandyélpodríamencionarlo;selodiréencuantopuedahablarconella,nologroencontrarmiteléfono,creoquelodejéencasaestamañanaalvenirhaciaaquí,mequedédormida—explicó.

—TalvezdeberíasdejarqueseentereporHolland,seríalaexcusaperfectaparahablarconél—Alansepermitióungestoburlónyalgoamargo.

FueelturnodeBethparaadelantarseenelasientoymirarasuamigocongestopreocupado.

—¿Enverdadnovasadecirlenuncaloquesientes?

Alannonegó loevidente,sabíaperfectamentequesialguiennotabasussentimientosporMaría,esa sería Beth, era demasiado sensible como para que algo tan grande se le pasara por alto. Enrealidad, ya había hecho algunos comentarios velados al respecto, pero hasta entoncesAlan habíalogradodesviarlacharlahaciaotrostemas.Ahora,sinembargo,noparecíasentirmuchosdeseosdeinventaralgo.

—¿Paraqué,Betty?Nolegustoyesonovaacambiar—seencogiódehombros—.Yesunabuenaamiga,noquieroperderlapordeciralgoquenodebo.Además,yasemepasará,¿no?

—Estásenamoradodeelladesdequelaconocesydeesoyahanpasadotresaños—lerecordóella—.Podríasllevarteunasorpresasihablasconella.

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—Opodríaterminarenunasituacióninsostenibleyarruinarunabuenaamistad.Déjaloasí,Beth,noes tanmalo.Encontraréaalguienmás, ¿porquéno?Yella seguirá suspirandoporHolland—terminólaúltimafraseconunamuecaafligida.

Bethpusounamanosobrelasuyaylesonrióconternura.

—LodeMaríaessolounenamoramientopocorealista,creoqueestáfascinadaporunailusión,ylo notará pronto.A decir verdad, si hubiera visto la forma en que el detectiveHollandmira a suesposa,desterraríaesas ideasde inmediato;esobvioqueseadoran, losviayeryhacenunaparejapreciosa—ledijo.

Alan asintió y exhaló un suspiro, correspondiendo a sus palabras con una pequeña sonrisa. Sinembargo, pareció entonces reparar en algo y frunció mucho el ceño, levantando la mirada paraobservarasuamiga.

—Espera.¿DicesqueconocistealaesposadeHolland?—preguntó.

—Sí,telodije.Fuialaestaciónyallíestabanambos;porciertoquearruinésusplanesparacenar—respondióBethconunamueca.

Alancontinuóconesacuriosaformademirarla.

—Asíquelaconociste—repitióél—¿Yhablasteconella?

—Solounosminutos,estabamásinteresadaenhablarconHollandparacontarlelodePetrov;perosí,hablamos,ymeparecióunamujerencantadora.Ymuybonitatambién.

Alanapretóloslabiosyalcabodeunmomentoasintió.

—Sí,tambiénlahevisto,esmuyguapa.Creoquetrabajabaenunagranfirmadeabogados,peroahoraestáenunbufetedeayudasocialoalgoasí,paraayudaraquienesnopuedenpagarunabuenadefensa…—comentóél,haciendomemoria.

—¡Vaya!Encantadorayaltruista,nomeextrañaqueHollandestétanenamoradodeella.

—Tútambiéneresencantadora,ymuybonita,ytegustaayudaralagente…—Alanhablóconvozfirme.

Bethsonrióantesuextrañaconducta.

—Graciasporeso,Alan,peronomeestoycomparandoconClaireJones,¿porquéloharía?

Alanseencogiódehombrosyatrajohaciasínuevamentesubandeja,jugandoconlosrestosdelacomida.EvitabalamiradadeBethconsucontemplacióndeunmontóndepatatasfrías.

—Porningúnrazón,claroqueno—respondióalfin,sinmirarla.

—¿Estásbien?Actúasmásextrañodelonormal—Bethledirigióunamiradacargadadesospecha.

Alannorespondió,yBethhabríainsistidoenconocerlasrazonesdesuactitud,peroelteléfonodesu amigo empezó a sonar y la melodía de laMarcha Imperial de Star Wars se oyó en toda lacafetería, provocando unas cuantas miradas entre reprobadoras y divertidas. Alan ignoró a loscuriososy respondió, aunque fuemás loque escuchóque loquedijo.Unavezque colgó,miró aBeth.

—LadoctoraWhalberg—ledijo—.Quierehablarcontigoensuoficina.Segúndicetehaestadollamandoyempezabaapreocuparlequenocontestaras.

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Bethsoltóunbufido.

—Noséenquépensabaaldejarmeelmóvil—rezongó—¿Tehadichoquéquiere?

—Nada.Soloquetedijeraquefuerasasuoficina.

—Talveztengaqueverconlaasignacióndeestamañana—intentóadivinaraltiempoqueseponíadepie—.Voyparaallá,sabesqueodiaquelahaganesperar.Graciasporlacomida.

—¿Quéclasedehombreseríasinoalimentaraamimejoramiga?—replicóél.

Bethlesonrióysecolgóelbolsoalhombro,peroantesdemarcharseseinclinóhaciaélyapoyóunamanosobresuhombroenungestocargadodeafecto.

—¿PensarásenloquedijeacercadehablarconMaría?—preguntó.

Alanarrugóelentrecejo.

—Quizá,lopensaré—aceptóregañadientes,aunquesonrió—.VeconWhalbergovendráellaporti.

Bethasintióyseapresuróadejarelcomedor.Cuandocruzólaspuertas,Alanborrólasonrisadesurostroylareemplazóconunaexpresiónpreocupada.

—David,dejadedarvueltas,empiezasamarearme.

DavidignoróelpedidodeSusanycontinuóconsupaseoporlaoficina.

Al llegar al departamento forense pidió que le señalaran la ubicación del laboratorio en el quetrabajabaBeth, sindejarde llamarlaal teléfonocada tanto,peroeraunesfuerzo inútilporqueellaseguíasincontestar.Suhumornomejoróalencontrarunahabitaciónvacía,nohabíaseñalesdenadieallí,nisiquieradelcompañerodeBeth,Alan,yesolopusoaúnmásnervioso.

FueprecisamenteallídondeloencontróSusanWhalbergyaunqueDavidnosemostródispuestoacompartir la razón exacta de su presencia allí, dejómuy en claro que necesitaba hablar conBeth.Susantampocosabíaconcertezaelparaderodesuforense,peroledijoquelahabíaenviadohacíaunashorasarecogerunasmuestrasenlaescenadeuncrimenyquenodebíadetardarenregresar,queellaseencargaríadequesepresentaraensuoficinatanprontocomollegara.EsapromesafuelaúnicaformadeconvenceraDavidparaquelasiguierahastaallí.

Trasmásdeveinteminutos,sinembargo,ellaempezabaaperderlapaciencia.

—¿NovasadecirmeporquéestanimportantequehablesconWilson?—preguntóporterceravezdesdesullegada.

—Tedijequeespersonal—replicóDavidsinprestarlemuchaatención.

—¿Enserio?Permitequelodudeporqueestásenmilaboratorioenhorariodetrabajobuscandoaunademisempleadas;esonoesprecisamentepersonal.

Davidnoparecióimpresionadoporsutonodesuperioridad.

—Loesparamí,perositemolestanotengoningúnproblemaenesperaraBethafuera.

Susanlanzóunresoplidoysellevóunamanoalmentón.Irradiabaunaimagendefríadesenvolturayademanesseguros.InclusoenlaformaenqueveíaaDaviddabalaimpresióndeestaranalizando

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cadaunodesusgestos.

—MegustaWilson—dijodepronto.

Davidfruncióelceñoaloírlaydejóalfinsupaseosinsentidoparamirarlaalosojos.

—¿Qué?

—Wilson. Es una buena chica, lista y comprometida con su trabajo. Y aunque no acostumbrosocializar con los miembros del personal, me parece también una excelente persona; tiene uncorazónbastantedecente.

MuypropiodeSusanreferirsealaintrínsecabondadenBethdeesaforma,sedijoDavidconunamuecasardónica.

—EstoyconscientedelasvirtudesdeBeth,Susan,perograciasporrecalcarlo—suavizóunpocoeltonoalcontinuar—.Mealegraqueteagrade.

—Bueno, lomerece—replicóSusanconunademánelegante,despejandounmechóndecabellooscurodesufrente—.Yesprecisamenteporesoporloquedeboinsistirenquemegustaríasaberquéesloqueocurreentreustedes.

—Puedespreguntartodoloquequieras,notelodiré.

—Adecirverdadnohacefaltaque lohagas,esbastanteobvio—Susansepermitióunapequeñasonrisa,peroenseriórápidoelsemblante—.Peroesonolohacemenoscomplicado.Siestoyenlocorrecto,debodecirqueunarelaciónentreustedesquizánoseaunabuenaidea.

Davidnonegóniafirmósussospechas,perotampocopensabaguardarsilenciofrenteasemejantecomentario.

—Siterefieresaquepuedasuponeralgúnproblemaconnuestrotrabajo…

Susanhizoungestoparadescartaresaopción.

—Misegundoesposo también teníauna relación laboralbastante estrechaconmigoyesonuncasignificóunproblema;teaseguroquenofuemencionadoenlademandadedivorcio—esbozóunasonrisaburlona—.Aloquemerefiero,David,esatu…historial.

—¿Mihistorial?—Repitióél,sorprendidotantoporesapalabracomoporlainesperadaconfesióndeSusanacercadesuvidaprivada—¿Aquéterefieres?

—NoestoyseguradequealgoentretúyWilsonpuedaresultar.Tienesunbuenfardoalaespaldaen lo que a relaciones se refiere,David, yme pregunto si estás listo para embarcarte en una conalguiencomoella.NopuedesjugarconunamujercomoWilson,noteloperdonaría...—elevóunamano para detener la réplica de David y continuó—. No digo que vayas a hacerlo a propósito,tambiéntienesuncorazónbastantedecente,peroestásalgodañado,tienesquereconocerlo,ynosésidebasbuscarunasanaciónconWilson.Loqueintentodecir,yparecequenoloestoyhaciendomuybien,esqueodiaríaquelalastimaras.

—¿Porquétodoelmundoparecepensarquesabemejorqueyoloquesiento?

—Bueno,nocompartesmucho,asíquesolonosquedaadivinar—SusannosemostróalteradaporlaexpresiónagraviadadeDavid.

Davidguardósilencioeinhalóyexhalóvariasveces,comosipretendieraarmarsedepacienciay

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evitarasíunaréplicaquepudieraofenderaSusan.Aunqueeltactonoerasupuntofuerte,elhechodequesemostraratanpreocupadaporBethdisminuíasumalestarporesaintrusiónensuvidaprivada.Cuandose sintió lobastantecalmadopara responder, lamiróa losojosyhablóconvozserenayfirme.

—Esposiblequenotengaunbuenhistorial,comodices,ytambiénqueunarelaciónentreBethyyopodríaserunriesgo,peroteaseguroquemecortaríaunbrazoantesdelastimarla.¿Estáclaro?—dijo.

Susansellevóunamanoalmentónyloestudióconlosojosentrecerrados,unapequeñasonrisaseformóensuslabios.

—Comoelcristal—replicóella,sindejardesonreír—.Noteimaginabadeltiporomántico.

—Nolosoy.

—Pueshasestadoapuntodeengañarme.

Davidsacudiólacabezadeunladoaotro,entredivertidoyexasperado,peronollegóahilvanarningunarespuestaporqueelsonidodeunosgolpesalapuertareclamaronsuatención.Susansepusodepieconunmovimientodesbordantedegraciaypasóporsuladoparaabrir,haciéndoseaunladoparaqueBethentraraenlahabitación.

—¿David?¿Quéestáshaciendoaquí?¿Haocurridoalgo?

Beth veía de uno a otro con expresión de absoluto desconcierto. Jamás hubiera imaginado queveríaaDavidallí;enrealidad,teníapensadoterminarsuturnoyllamarlodesdecasaparacontarleloocurrido la noche anterior y cómo le había resultado imposible comunicarse con él. Ahora, encambio,loteníafrenteasí,yvioalgoensumiradaqueleprovocóunayaconocidaagitaciónenelpecho.Éllaobservabaconunamezcladeemociones,creyóatisbaralgodepreocupación,angustia,einclusoalgomuyparecidoalmiedo.Peronodijonadayellatampocoatinóainsistir,asíquemiróaWhalbergcomosiesperaraqueellafueraensuayuda,loqueporsuertehizo,muyasuestilo.

—Asumo que terminó con su asignación de esta mañana, señorita Wilson —dijo, más quepreguntó,comosinoseencontraranenunasituacióndeltodoirregular.

Bethhizounesfuerzoporenfocarseenellayensupregunta,yasintió.

—Tengo unasmuestras en las que trabajar, pero procesé toda la escena y no debemos de tenerproblemasenconfirmar lassospechasde lapolicía—dijo,asombradaconsigomismaporsu tonocalmadoylúcido.

—Perfecto,seráunproblemamenosporelquepreocuparnos.EstoyseguradequeelseñorTurnerpodrá encargarse de esas muestras, creo que usted tiene algomás entre manos—Susan señaló aDavidconunacabezada.

Beth sintió como sus mejillas empezaban a arder y miró a David de reojo. Él permanecía ensilencio,peronodejabadeobservarla.

—Estoy segura de que podremos hablar luego, cuando no esté en el trabajo…—empezóBeth,peroSusanlainterrumpióconungesto.

—Dudoque el señorKing esté de acuerdo, y aun cuando esopor lo general nome interesa enabsoluto,creoqueesteesuncasoextraordinario.Tómeseelrestodeldía,Wilson,hahechobastanteporhoy,veréqueelseñorTurnersecomuniqueconustedsifueranecesario.

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Susannoesperóaunarespuesta,sinoquecruzólapuertaentreabiertaycerrótraselladejándolosasolas.

David fue el primero en hablar, pero antes de ello dio unos pasos hasta quedar a un palmo dedistancia.

—¿Estásbien?—preguntó.

—Claroqueestoybien,¿porquénoibaaestarlo?David,¿vasadecirmequéocurre?

Él vaciló un instante, pero perdió de pronto el aplomo y antes de que Beth se diera cuenta, seencontraba en sus brazos, sujeta en un fuerte abrazo que se apresuró a corresponder por instinto.Davidleacaricióelcabelloysujetósurostroconlamanolibre.

—SéloqueocurrióconPetrovanoche—dijoélalfin.

—¿Cómo?Intentéllamarte,peronohuboformadecomunicarmecontigo.

—Losé,tambiéntuvealgunosproblemasparahablarcontigo,tehebuscadoporhoras.EstuveenlaestaciónmientrasinterrogabanaPetrovysolopodíapensarenquenecesitabaverteysaberqueteencontrabasbien.

AltiempoqueDavidhablaba,ibadelineandosusfaccionesconeldedoíndice,comosiasípudieradealgunaformaguardarlasenlamemoria.Bethnosemovió,disfrutandodeesasensaciónquecasiechabademenos,comosielsentirlapielcontralasuyafueralomásnaturaldelmundo,algocuyaausencialelastimaba.

—SupongoqueeldetectiveHollandteavisó—dijoella.

Davidnegóconlacabeza.

—EnrealidadhasidoLancaster,fueélquienmellamóymecitóalinterrogatorio.

—¿Estádetenidoentonces?—eltonoesperanzadoenlavozdeBetheraconmovedor.

—No,temoqueno,peronodejaréquevuelvaaacercarseatinuncamás,loprometo.Mientraslooíahablar…supequesetratabadeti,nosécómo,peroestuveseguroyquisematarlo.

Beth no disimuló su desconcierto, pero se aferró a los hombros fuertes de David y recostó elrostrosobresupecho.

—Nodigasalgocomoeso,nuncapodríasmataranadie—Bethprocuróimprimiruntonoburlónasuvozysonrío.

—Creoqueportiseríacapazdehacerlo—replicóél,deteniendosucaminodecariciasalllegarala suave piel del cuello, expuesta por la blusa abierta que Beth llevaba ese día—. Podría hacercualquiercosa…

Bethentreabrióloslabiosysepusodepuntillasparaenredarlosbrazosalrededordesucuelloysintióunaoleadadeplaceralsentirlotemblar.

—Nolodigasdenuevo,nomegusta—loreprendiócontonosuave,sincambiardeposición—.Ynohacíafaltaquetepreocuparas,estoyperfectamentebienyesposiblequeelerrordePetrovayudealapolicíaaatraparloalfin.Jeremynecesitacerrarestaetapadesuvidaynuncapodráhacerlosicontinúaaterradoporloquevioyloquepodríanhacerleaún.

—Tienesrazón,peronopuedesolvidartedetuseguridad.¿SabesloquepudopasarconPetrov?

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Nocreoquetengasideadelpeligroenqueestuviste.

Bethseretiróunpocoparaobservarloconelrostroladeadoyunasuavesonrisaenloslabios.

—Claro que lo sé, lo sabía entonces al sospechar de quién se trataba y lo tuve aún más clarocuandoestuveseguradequeestabaenlocierto—dijo—.Ysí,estabaasustada,peronotantocomoparanohaceralgo.Deesosetratanuestrotrabajo,David,desuperarnuestrostemoresyactuar.Sipermitiéramosqueelmiedonosvenciera…seríamoscasitanterriblescomoellos.Nomedigasquenopiensasigualporqueséquemeestaríasmintiendo.

Davidsonriómuyasupesarysacudiólacabezadeunladoaotro.

—¿Cómoesposiblequeseasasí?—preguntó,conuntonodeternuraensuvoz.

—¿Cómo?

—Perfecta.

Bethsonrióaúnmásaloírlo.

—Nolosoy,David.

—Loeresparamíyesoessuficiente—replicóélmuyseguroaflojandoelabrazo,perosindejardesujetarsusmanosentrelassuyas—.Tansolodeimaginarteenelmismolugarqueesehombre…

—Peronadapasó,estoybien,yestamosunpasomáscercadeatraparlo.Podríasdecirquehasidounasituacióndeganaroganar—BethforzóunarisaparatranquilizaraDavid—.Enverdadqueríacontártelo tan pronto como ocurrió, te llamé una y otra vez, pero no pude comunicarme contigo.Lamentotantoquetepreocuparas,nuncaimaginéqueteenterarasdeesamanera.

Davidexhalóunsuspiroysellevóunadesusmanosaloslabios,depositandounsuavebesosobrelapalma.

—No fue culpa tuya, tenía que saberlo de alguna u otra forma y me tranquiliza haber estadopresenteenel interrogatorio—DaviddudóacercadecontaraBeth lanadasutilamenazaaPetrov,perodecidióqueesotansololainquietaríaaúnmás—.Essoloquenecesitabaverte,saberqueestabasbien…Creoquesoyyoquiendeberíadisculparseporhabervenidoaquíabuscarte.

—Estábien,ladoctoraWhalbergnoparecíadisgustada—Bethseencogiódehombros—.Adecirverdad,esonoesmuycomún,loquemellevaapensarqueenelfondoteaprecia.

FueelturnodeDavidparareír.

—Teaseguroquenoeselcaso,erestúquienleagrada—dijo,conunamuecaburlona.

—¿Enserio?—PreguntóBeth,incrédula—.Nuncalohubierapensado…

David posó unamano sobre la curva de su cintura yBeth pudo percibir el calor a través de ladelgadateladelablusa.

—Telodije,¿recuerdas?—Élhablóenunsusurro—.Noeresconscientedelefectoquetienesenlaspersonas.

—¿Enverdad?¿Yquéefectotengoenti?—lepreguntóella,entonotravieso,acercándosemásaél.

—Unomortal—respondióélsindudar—.Ymegusta.

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Bethlomiróalosojosyviotantascosasenélquehubierapodidojurarquesucorazónsedetuvoporuninstante,loqueconsiderandosuprofesióneraunpocoridículo,peronoleimportó.

—Ella…—ellaseaclarólagargantaalnotarloásperodesuvoz—.LadoctoraWhalbergdijoquepodíatomarmeelrestodeldía.

—Loescuché.

—Segúnrecuerdo,medebesunacena—lerecordó,posandounamanosobresupecho.

Davidsonrióyasintió.

—Cierto.Unacena.Mepregunto…

—¿Sí?

—¿Teimportaríaaplazarlasolounpocomás?—inquirió,lamiradafijaensuboca.

Bethrespondiótomandosurostroentrelasmanosyacercandoloslabiosalossuyos.

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CAPITULO8

No tardaron mucho en llegar al motel de David, aunque ninguno hubiera podido decir luegocuantotiempotranscurrióenrealidad,loúnicoquesabíaneraqueenunmomentoestabanfueradellaboratorioyalsiguienteseperdieronenelinteriordelahabitaciónsinnecesidaddedecirunasolapalabra.Ambossentíanqueteníantodoeltiempodelmundoparahablar,peroesoseríadespués.

Tan pronto como la puerta se cerró tras ellos, se entregaron a esa pasión que veníacarcomiéndolosdesdesuprimerencuentroyquesehabíanencargadodealimentarenlassiguientessemanas,auncuandonofuerondeltodoconscientesdeloquehacían.Eldeseoylanecesidaddeestarjuntos eran tan poderosos que apenas atinaban a actuar con lucidez, como si fueran presos de unardorquelosconsumía.

Ypeseaello,auncuandohabíaesperadoesemomentocasidesdeel instanteenque laconoció,David decidió ir con calma. No era un romántico perdido, no pretendía creer que ese encuentroduraríaparasiempre,peroestabadecididoaque,almenosporuntiempoindeterminado,noexistieranadamásparaambosqueesahabitación,sussentimientos,yeldeseoquesentíanelunoporelotro.Sin despegar un instante la mirada de sus ojos, perdido en esa peculiar diferencia que habíaaprendidoaamar,latomóporlanucaconsuavidadyacercóelrostroalsuyo.

Noera laprimeravezque labesaba,peroenciertamedidaparecióqueasí fuera.Los labiosdeBetherandulcesysaladosalavez,suavesygenerosos,yseperdióenladeliciosatareadejugarconelloscon lapuntade la lengua,atrapandoungemidoalvuelo, satisfechodehaberconseguidoesarespuesta.Bethposó laspalmas sobre supechoy seacercóaúnmás,poniéndosedepuntillasparacorresponder con una pasión similar. Entreabrió los labios y jugó con su lengua con la mismadeliciosa cadencia que él había impuesto, asombrada de que su corazón continuara dentro de supechocuandolooíaresonarensusoídos.

Nosupoquiénempezóadesvestiralotro,perodeprontosevioluchandoconlosbotonesdesucamisa,frustradaalsentircómosusmanosseenredabanporelapuro.David,encambio,sedeshizode sublusa conmovimientos firmesy calculados, dejándola caer con suavidad sobre la alfombra.Luego sujetó sus dedos temblorosos y le ayudó a liberarlo de la camisa, todo ello sin dejar deobservarla un solo instante. Ninguno hablaba, pero no había necesidad, se decían todo con unamiradaounsuspiro.

Élposóentonceslasmanossobresuscaderas,bajandolacabezaparabesarsucuello,unrosariode ligeras caricias que se desplazabande la clavícula al hombroy bajabanhasta reposar sobre supecho,justosobrelacurvadesussenoscubiertosporelsujetador.MientrasDavidseentregabaaesareverencialexploración,Bethloacariciabaconeldorsodelamano,fascinadaporelcontrastedelasuavidaddelapieldesucuelloyloásperodesusmejillasdebidoalabarbaqueempezabaacrecer.Enunmomentoéllevantólacabezaytomósumano,llevándoselaaloslabiosparabesarlapalma,enviándoleunadescargadeplacerquesacudiósucuerpo.Sindarletiempoarecuperarse,lalevantóconun impulsoquenopareció requerirmayoresfuerzoy ladejócaer suavementesobre lacama,sentadaamediasyrecostadasobresusantebrazos.Élpermaneciódepiefrenteaella,despojándosedelosrestosdesuropaparaluegotreparalacamaconmovimientosquelerecordaronalosdeunfelino.Unohambriento.

Davidsearrodillófrenteaellaysostuvosumiradaentantoseencargabadeayudarlaadeshacersede los pantalones, que hizo a un lado sin delicadeza.Deslizó unamano por todo lo largo de sus

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piernas, dejando un rastro ardiente a su paso y no se detuvo hasta llegar a altura de su corazón,haciéndoleunapreguntasinpalabras.Bethasintióyseincorporóparasoltarelsujetador,haciéndoloaunladoconungestobrusco.Davidlacontemplóconunaexpresióndetanprofundaadoraciónqueestuvoapuntodeempezarallorar,peroenlugardeellotomósumanoylaguioasupecho,dondeélcontinuóconsuscariciashastaqueellaseasióasushombroseintentóacercarlomásasí,deseosade sentir su piel contra la suya.David la besó una vezmás, conmayor deseo si era posible, condesespero,sinpodercontenersepormástiempo.

Bethestabaanteélconloslabiosseparadosporlarespiraciónagitada,elpechosubíaybajabaysosteníalaspiernasentreabiertasyflexionadasenunanadasutilinvitación.Cómosihubieralugarparasutilezasentreellos.

Davidserecostósobreellaconcuidadodenoaplastarla,nuncahabíaestadomásconscientedelofrágilypequeñaqueseveía,peroBethnoparecíadispuestaapermitirquesemostraraexcesivamentecuidadoso;noeraunamuñecadelicadayqueríaqueéllosupiera.Seimpulsóparaquedarapoyadasobresusrodillas,losmusloschocandocontralossuyosylasmanossobresupecho.

—Ámame ahora—le dijo en un susurro al oído, al tiempo que tiraba de su última prenda sinperderelequilibrio—.Loquierotantocomotú.

Davidno esperó aque lo repitiera.La sujetópor la cinturay la sentó sobre suspiernas conunmovimientoseguro,mirándolaalosojosyconlasmanossubiendoporsuespalda,abarcándolacasiporcompleto,sumergiéndoseenellaconunsolomovimientoyahogandounsuspiro.FueBethquienmarcóel ritmo,unasuavecadenciaqueascendiópocoapocoprovocando jadeoshastaqueDavidperdió el poco control que le quedaba y la tumbó sobre la cama para intensificar las embestidas,atentoacadaunodesusgestos,deseosodequeellallegaraalclímaxparaabandonarseentoncesdeltodo.CuandoBethemitióungemidoqueleseñalólocercaqueestabadealcanzarelmáximoplacer,pególafrentealasuyay,trasunosminutos,sedejócaersobreellaconungemidoahogado.

Sentíasucorazóncontraelsuyoyambosparecíanapuntodeestallar.

Jamás, en toda suvida, había sentidoni por un solo instante algoparecido a lo que acababadeexperimentar.Todoéltemblabayapenaslograbasostenersesobrelosantebrazosparaamortiguarsupeso,porloquerodóaunladoconBethsujetaporlacintura,llevándolaconél,aferrándolacontrasupecho,loslabiossobresucabello.

Había tantascosasquequeríadecir,pero sobre todoeramucho loquedeseabacomprender.Noera,noobstante,elmomentoparaello.Sumentesesentíaembotada,comosiestuvieraenvueltaentrealgodonesypor la expresióndeBetheraevidentequeella seencontrabaenunestado similar.Demodoquelaabrazóconfuerzaydejóquerecostaraelmentónsobrelacurvadesucuello.

Habríatiempoparahablarluego.Ahorasolodeseabacerrarlosojosysoñarconqueesemomentonoterminaríanunca.

Ydecíaquenoeraunromántico.

Bethabriólosojosunpocodesconcertadaporlaoscuridadquelaenvolvíaydebiócerrarlosunmomentopararememorar loocurridoenlasúltimashoras.Fueentonces,cuandotodovolvióasumemoria,quesintiótambiénlaagradablecalidezquedesprendíaelcuerpodeDavidasulado.

Conel rostro ladeado sobre la almohadayuna sonrisa serena, se permitióobservarlo a placer,deleitándoseensusrasgos,perosobretodoenlacalmaqueasomabaensusemblanterelajado.Tras

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vacilarun segundoextendióunamanoy tocó sucabelloy lapielde su frente con lapuntade losdedos,admiradaporsusuavidadyesbozandounasonrisaquesindudapareceríaunpocotontaparaquiennotuvieraideadetodoslosrecuerdosqueesesimplegestodespertabaenella.

Éldespertóalsentirsuscariciasysonriócuandoseencontróconsumirada.

—Hola—dijo, tomando sumano para enlazarla con la suya y llevársela a los labios—. ¿Hacemuchoqueestásdespierta?

Bethnegóconlacabeza.

—No,hacesolounminuto.

—¿Meestabasviendodormir?—preguntóél.

—Teníaunalindavista—respondióBeth,encogiéndosedehombros.

Davidrioylaatrajohaciasí.

—Notanbuenacomolamía.Venaquí—Bethserecostósobresupechoyapoyólacabezasobresuhombro.

Permanecieronasídurantevariosminutos,ensilencio,soloseoíansusrespiracionesacompasadasylosruidosahogadosprovenientesdelexterior.

—Estonoesnormal—Davidhablódepronto,pensativo,acariciandosushombrosdesnudos.

Bethlevantólamiradaparaobservarlo.

—¿Elqué?—Preguntó.

—Esto—repitió él sin dejar de tocarla—. Este deseo, esta necesidad que siento por ti. No esnormal.

—Hablascomositeasustara…—tanteóBethconsuavidadeintrigada.

—Talvezasísea.Talvezmeasustatodoloquemehacessentir.

—¿Porqué?

—Porquemedamiedoperderloahoraquelotengo.

Bethposóunamanosobresumejilla.

—Noloperderás—leasegurócontonofirme.

—¿Loprometes?

HabíaalgoenlavozdeDavid,unainflexiónqueBethencontróconmovedora,comosienverdadtemieraperder loqueacababandedescubrir; eraunaemociónqueyahabíapercibidoantes en él,perohastaentoncesnohabíaprofundizadomuchoenella,yalhacerlonopudoevitarrelacionarloconloquesabíadeél.Demodoqueenlugarderesponderasupregunta,seatrevióahacerunaquetalvezleayudaraacomprenderlounpocomejor.

—¿No lo extrañas nunca?—preguntó, desviando la mirada para que no notara cuánto deseabaconocerlarespuesta.

David, sin embargo, parecía interesado en ver su rostro, porque ladeó la cabeza, buscando susojos.

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—¿Elqué?—preguntóélasuvez.

—Tenerunafamilia.Nolanmencionóelotrodíaquepiensaqueloschicosdelorfanatolohacen,aunquenohablendeeso.

—¿Tuhermanoconfesóyaelcambioensucastigo?

Bethexhalóuncasiinaudiblesuspirodealivio.Temióqueéltomaraamalsucuriosidad,peronohabíanadaanormalensutono,solounaleveintriga.

—Sí,ycreoqueestásatisfechoconeso.Merefieroaquedealgunaformalegustaloquehace.Nodigoqueseaotrapersonaohayatenidounmomentodeiluminaciónoalgoasí,sinoqueestolehapermitidoapreciarunpocomásloquetiene.

—Me alegra saberlo, es mucho lo que tiene que agradecer —David recostó la cabeza en laalmohadasindejardeabrazarla—.Respectoatupregunta,nosécómocontestar.Merefieroaque,como tedijeantes,noconocíami familia,asíquenopuedoextrañarla,ni siquierasési tuveuna.Quizá mi madre solo salió embarazada de un hombre que no estaba interesado en tener hijos, oapenasseconocíanyningunolodeseaba;lasposibilidadessoninfinitas.Perositesoysincero,sí,avecesechodemenoselidealdefamilia,aunquenoestoymuysegurodequéesexactamente.

Bethasintió,comprendiendoaquéserefería.

—Graciaspordecírmelo—ledijo.

—Graciasporpreguntar—Davidsonrió,aunquesepusounpocoserioalcontinuar—:Peronoquieroquepiensesqueesalgoquemehaperseguidooquemehaimpedidocrecerdeunamaneranormal.Ylomismoocurreconloschicosqueestánenelorfanatoahorayquetuhermanoconoce.Sí,nodudoque lagranmayoríaquisierasaber loqueesvivirenunhogarbienconstituidoyqueinclusoloenvidienunpoco,peroquieropensarquelovendeunaformaparecidaacomolohacíayo.Nohaynadademaloenañoraralgoquenotienes,siempreycuandonoterminesconvertidoenunhombreamargadooresentidoconlavidaporquenolorecibiste.

Bethmeditó sus palabras y al cabo de unmomento volvió a hablar, convirtiendo su voz en unsusurro,comosiestuvieraapuntodehacerunaconfesión.

—A veces envidio a María, ¿sabes? O, mejor dicho, envidio lo que tiene, esa gran y ruidosafamiliaalaquepertenece.

—¿Porqué?—Davidnosemostrósorprendido,solocurioso.

Ellanorespondiódeinmediatoyéllediounsuavetoqueenlamanoenseñaldealiento,instándolaacontinuar.

—EnChicago solo estábamosmamá,Nolany yo, y antes de eso, cuandomi padre estaba vivo,Nolaneraapenasunbebé.Noprovengodeuna familianumerosa,yaunquenomequejoporeso,reconozco queme habría gustado tener una como la deMaría. Todas esas personas, su alegría ydeseosdedevorarelmundo…laverdadesquelosenvidio.

Davidasintió.

—Entiendo.Creoquemuchasvecesqueremosloquenotenemos,peronosiempreporlasrazonescorrectas, y cuando empezamos a buscarlo... la mayor parte del tiempo es posible que nosequivoquemos.Esmuyracionaldetuparteserconscientedeloquetehabríagustadotener,perosindejardeapreciarloquetienes.Essano.

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Bethsonrióaloírlo,satisfechadequelacomprendieracontantafacilidadcuandoporlogeneralseledabatanmalexpresaresospensamientos,inclusoparasímisma.Másconfiadaycómodaporesamuestradeconfidenciacompartida,seatrevióacontinuarconsuspreguntas.

—¿Lobuscastealgunavez?¿Unhogar?

—Quizá. No lo sé, es posible que lo hiciera sin darme cuenta —respondió él al cabo de unmomento.

—¿Conunamujer?

Davidcalló,pensativounavezmás,comosihurgaraensusrecuerdos.Bethpensóquequizáhabíaidodemasiadolejos,peroqueríasaberlo,enciertamedidalonecesitaba,ycasicuandopensóqueélnocontestaría,laacercómáshaciasíyasintióconsuavidad.

—Sí.Algunavezpenséquetendríatodoesoconunamujer—dijo.

—¿Laamabas?

—Oh,sí,vayaquelaamaba.

—¿Mucho?

—Mehabríacasadoconellasindudarlouninstante.

Bethsintióunapunzadaenelpechodealgomuyparecidoaldolor.Sí,definitivamenteeradolor,uno casi físico, hubiera sido ridículonegarlo.El pensar enDavid conotramujer, alguien aquienhabíaamadodeesaformayconquieninclusoplaneóunfuturoladesgarróunpocopordentro,loqueeraabsurdo,todoelmundoteníaunpasado,tambiénella,perojamáshabíaamadodelaformaenqueDavid parecía haber querido a esamujer, y se preguntó si algo así podría superarse, si seríacapazdeamarnuevamentedeesaforma.Sipodríaamarlaaella.

—¿Puedopreguntarquépasó?—tanteó,ariesgodeoíralgoquepodríanoagradarle.

Eraextrañoestaren lacama,ambosdesnudosyabrazadoscuandoacababandehacerelamoryhacerpreguntascomoesas,peroqueríasaber,lonecesitaba.

—Loqueocurresiempre.Lascosasnofuncionaronytodoterminó—Davidhablóconsimpleza,peroaBethnoleconvenciósuaparenteindiferencia.

—Nopuedocreerquefueratansencillo,nopuedesimplemente…acabar.

Davidseencogiódehombros.

—Todocambia,Beth.Lagente, sus sentimientos,nadapermanece intactoa travésdel tiempo—dijoconvozcalmada.

—¿Cómopuedesaseguraralgoasí?

—¿Muycínico?

—Muydeprimente,enrealidad.Ycréeme,nosoyunamujerquepiensaquelafelicidadesalgoqueencuentrasa lavueltade laesquina,ni siquieraestoyseguradequeseadel todo real;peronomedigasqueenverdadpiensasqueelamornopuedeperdurar.Talvezalgunosnolohagan,estábien,yquizásealomejor,peroesoesporquenoesunamorlobastantefuerte;deserlo,síqueduraría.Noerescínico,David,fuisteherido,ylosiento.

Éllatomóporelmentónylelevantóelrostroparamirarlaalosojos.

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—¿Cómoesqueterminamoshablandodeesto?—Preguntó.

—Nolosé,peromealegraqueasífuera.Quierosaberesascosasdeti.

—¿Esosignificaquepuedopreguntartambién?

—Dispara.

ÉlrioyesoparecióquebrarenpartelatensiónquesehabíainstaladoentreellosporsucharlayloprofundodelasconfesionesdeDavid.

—¿Has amado alguna vez?—fue el turno de él para preguntar y parecíamuy interesado en surespuesta.

Bethnotardómuchoenresponder,ycuandolohizofuedeltodosincera.

—Penséquesí,peroyanoestoytansegura…—reconocióella,pensativa—.Creoqueeraunpocoinmaduraentonces,yfuefácilsuponerqueloquesentíaeramásprofundodeloqueenrealidadfue.AcababadellegaraBoston,estabasolayextrañabaamifamilia.AunnoconocíaaMaríayAlan,yparte demí pensaba que necesitaba a alguien para sobrellevar esa soledad. Ahora sé que fue unatontería,claro,quenohaynadacomoapreciar lasoledadparaaprenderacompartirlaconalguienmás—hizounmohínyseencogiódehombros—.Esoúltimonotienemuchosentido,¿no?

—No,perocuriosamentehelogradoentendertesinproblemas.

—¿Teburlas?

—¿Mientras hablas de tus sentimientos? Nunca —dijo él muy serio—. Así que confundiste lanecesidaddecompañíaconamor.Suenacomounerrorlógico.

—Esopensécuandomedicuentadeloquehabíahecho,aunquenodejadeserunmagroconsuelo.

DavidasintióyacaricióunosmechonesdelcabellodeBethquecaíansobresuhombro.

—Elamorescomplicado—dijo.

—Demasiado,peroquieropensarquevalelapena.

Davidlamiró,pensativo,susojosnorevelabanmucho;seveíanmásoscurosquenunca.

—Talveztengasrazón—replicóalfinsindejardeobservarla.

Beth estuvo apuntodedecir algo, unpoco inquieta por la forma enque la veía, aun cuando leproducía una sensación agradable, pero el ruido de un teléfono timbrando se le adelantó yDavidemitióungruñido.

—EsedebedeserRollins—dijoél.

—¿Elfiscalgeneral?¿EseRollins?

—Ytambiénmijefe,sí—asintióDavid,estirándoseparatomarelmóvildelamesillayestudiandolapantallasinresponder—.Yaélleencantarecordármelo.

—¿Novasacontestar?

—Nohacefalta,tengounaideadequéesexactamenteloquequiere—dejóelmóvilensulugaryseacurrucócontraBeth,suspirandosobresucabello—.Meencargarédeesoluego.

—¿Noesmuytardeparaeso?

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—No para Rollins, y es una de las pocas cosas que tenemos en común; no nos ceñimos a loshorarios,loqueconsiderandonuestrotrabajoesbueno.

—Elcrimennodescansa—comentóella.

—Lo sabes tan bien como yo—él asintió y varió su tonomientras deslizaba unamano por subrazo—.Peronoquieroquehablemosdeesoahora.

Bethsonrióycontuvoeltemblorprovocadoporsutoque.

—¿Ydequéquiereshablarentonces?—habíaunasonrisaescondidaensuvoz.

—¿Quiéndijoquequeríahablar?

—Oh,Dios,David,¿essolosexoparati?

Ellabromeaba,peroélpareciótomárseloenserioporquelaalejóunpocoparamirarla.

—Nosetratasolodesexo—dijocontonograve—.Loquiero,sí,perohaymuchomás.Quierosentirte,Beth,quieroamarte,creoquenuncadejarédedesearlo.

Bethpestañeóunayotravezaloírlo,sintiendocomounnudoseformabaensugarganta,porloquecarraspeóantesderesponder,yaunasísuvozsonótrémula.

—Excelenterespuesta—dijoantesdebesarlo.

Muytempranoa lamañanasiguiente, trasdejaraBethensuapartamento,con tiempojustoparaquesedieraunbañoyseprepararaparamarcharaltrabajo,yluegodeacordarreunirsenuevamentealdíasiguiente,queerasábado,DavidsepresentóenlaoficinadeRollinsynoleextrañóquesufielasistente, una mujer entrada en años y que por lo general tenía un carácter bastante agradable,pareciera a punto de sufrir un ataque de nervios. Rollins tenía ese efecto en las personas cuandoasumíaunaactitudmásprepotentedelousual.Enestaocasión,sinembargo,Davideraconscientedeque había mucho de pánico detrás de su comportamiento, y eso le ayudó a mostrarse algo mástolerabledeloqueseríaenotrascircunstancias.

Además,yesosololoreconoceríaantesímismo,elhaberpasadolasúltimashorasconBethlohabíadotadodeunanuevaperspectiva.Noquedeprontovieratodocomouncampoderosas,dudabadequefueracapazdehacerloalgunavez,peroelcompartireltiempoconalguienqueleinspirabatanta paz, que despertaba todas esas emociones casi desconocidas con tan solo una sonrisa o unacaricia, sin duda le afectaba más de lo que hubiera podido imaginar. Y era una sensacióntremendamenteagradable.

DemodoquemientrasRollinsdabaunpaseoporsuoficinacomounleónenjaulado,élocupóelsillónfrentealacabeceradelescritoriosinmostrarseafectadoporladesesperaciónenelrostrodesujefe.Ensuopinión,unhombrecomoRollinsnecesitabasentirmiedodevezencuando,quizáesolerecordaraquenoeratanpoderosocomolegustabaaparentar.Esperóensilenciolaexplosiónquenotardódemasiadoenproducirse,y lecostócontenerunasonrisasarcásticaparafingiruninterésqueenverdadnosentía.

—¡Estonopuedeseguirasí!Esundesastre,estamosquedandoenridículofrenteatodalaciudad;necesitamosresultados.

Davidmirócómosujefesellevabaunamanoalacabezaymesabasuscabellos,queempezabanaralear.

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—Lostendremos—respondióconvozcalmada.

—¿Cuándo?

—Pronto.

David continuaba con su semblante tranquilo y eso pareció exasperar aún más a Rollins. Enrealidad,estabapensandoenBethyencuántodeseabavolveraverla.Eso,claro,nosignificabaqueno le preocupara el caso, todo lo contrario, pero estaba decidido a no permitir que Rollins y suprepotencialeafectaran.

—Mañananoeslobastantepronto—Rollinsretomósupaseodeunladoaotrodelahabitación—.Tengoalalcalderespirándomeenlanuca.

—Creíqueesotegustaba.

—Nocuandoel siguientepasoescortarme lacabeza—Rollinsexhalóunsuspiroquedejabaenevidenciasumiseria.

EnesemomentoDavidloviotandesesperadoque,porprimeravezdesdequeloconocía,sintióunpocodelástimaporél.Suavizóunpocosuactitudyprocuróasumiruntonomásconciliador.

—Vamosporbuencamino,Peter,cálmate.Elalcaldenocortaráningunapartedetucuerpo;estássiempredeacuerdoconél,¿dóndeconseguiríaunaliadotanfiel?

Rollinsdetuvosunerviosocaminarysesentóenunaesquinadelescritorio,mirandoaDavidconfrancasospecha.

—Sindudanoenti,¿cierto?—noesperóalarespuestadeDavidycontinuócontonoirritado—.Algúndíaestarásenmilugar,King,lotengoasumido,peroaúnnoestamosenesedía.

—Notengoprisa—Davidrespondióconsencillez,sinfingirquenosabíaaquéserefería.

Era la primera vez que ambos trataban frontalmente las ambiciones deDavid y los temores deRollinsydealgunaformaesopareciótenderunpuentedeentendimientoentreellos,unaespeciedetregua.Noeranamigos,quizánunca lo fueran,peroporelmomento teníanuna laborencomúnyhubiera sido estúpido de parte de ambos permitir que su antipatía nublara su buen juicio.Rollinsdebióentenderloasíporqueexhalóunsuspiroyselevantóparadarvueltaalescritorioydejarsecaersobresusillón.Unavezallí,rebuscóentresuspapeleselexpedientedelcasoyloreleyóensilencio.Cuando levantó la mirada, al cabo de unos minutos, tenía una expresión pensativa y levementeexcitada,comosiacabaradeocurrírselealgo.

—¿Quépasaconlamujer?—preguntódepronto.

—¿Quémujer?—David,unpocodistraído,tardóencomprenderaquéserefería.

Rollinsvolviósuatenciónalexpediente,buscandoalgo.

—Laforense…—dijo,trasmirarensusnotas—.LaseñoritaWilson.

Davidabandonólaposturadescuidadadeinmediato,ysintiócómocadaunodelosmúsculosdesucuerposetensabaporlasospecha.

—¿Qué pasa con ella? —preguntó con tono frío, pero Rollins no pareció notar el cambioproducidoenél.

—Bueno, aquí dice que Petrov se le acercó y que mostró interés en ella, ¿no? ¿Qué estamos

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esperandoparausaresoanuestrofavor?

Davidnisiquierapestañeó,perosusojosseveíanmásoscurosdelohabitual.

—Terefieresausarlaaella—replicó,imperturbable.

Rollins tuvo la decencia de parecer incómodo ante la crudeza con que David expresó susintenciones.

—Bueno, sí, supongo que puedes ponerlo así. Mira, David, el laboratorio deWhalberg no hahecho grandes avances y si uno de susmiembros puede sernos de utilidad, creo que deberíamosaprovecharlo.

—¿Aprovecharloenquésentidoexactamente?

Laaparente tranquilidaddeDavidempezóa inquietaraRollins,queseremovió incómodoenelasiento,perocontinuóexponiendosuidea.

—Solo digo que si Petrov tiene un interés en ella, podríamos explotar esa ventaja. No será elprimerdelincuentequecaeporseguirasuspantalonesynoasucerebro;unamujerbonitapuedeserla perdición de cualquier hombre. Si ella es su punto débil, seríamos unos idiotas de no usarlo anuestrofavor.

Davidloescuchóenabsolutosilencio,peropordentroestabaapuntodereventar.LaideadequeRollins siquiera hubiera pensado en utilizar aBeth de esa forma y exponerla a semejante peligrohacía que le bullera la sangre y se sorprendió al sentir el impulso de saltarle al cuello y hacer eltrabajoque el alcalde tenía entremanos.Peronohizonadade aquello, sinoque se adelantó en elasiento,apoyóloscodossobrelasrodillasymiróasujefealosojos.

—Voya asumirquehasdichoesa estupidez llevadopor ladesesperaciónyharé comosinuncahubierapasado—dijoenvozmuybajayconunlevetonoamenazador—.PerosivuelvoaoírunasolapalabrarelacionadaconusaraElizabethWilsoncomocarnada,norespondo.

—¿Meestásamenazando?—Rollinslomiró,incrédulo.

—Tómalocomoquierasmientrastequedeclaro.Nosotrosprotegemosalosciudadanos,Peter,nolosusamoscomocarnedecañón,ymuchomenoscuandosetratade…

Davidcallóysellevóunamanoalcuello,unpocofastidiadoconsigomismoporrevelaralgodesu relación con Beth frente a Rollins, pero este no perdió palabra de lo que dijo y lo miró consospecha.

—¿Cuandosetratade…?—loinstóacontinuar.

Davidrumióunamaldiciónporlobajo,decididoanodecirnadamásalrespectoysepusodepie.

—Notieneimportancia,solorecuerdaloquehedicho—replicó.

—Ytúdeberíasrecordarquesoytujefe—ledijoasuvezRollins,unpocoofendidoporsuactitud.

—Yesenconsideraciónaesoqueesperono tenerque repetiresaadvertencia—David tomósumaletínysealistóparamarcharse—.Manténlacalma,Peter,todosaldrábien.Procuraqueelalcaldeno se acerque a tu cuello y mientras tanto yo me encargaré de que puedas entregarle a Petrovenvueltopararegalo.¿Teparecejusto?

—¿Medejasalternativa?—replicósujefe,suantipatíaeramásevidentequenunca.

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—Nolosé,ylaverdadesquenomeimporta—Davidrespondiócondesinterésysedirigióalapuerta—.Temantendréinformadodelosavances.

Rollinsloviomarcharymusitóunamaldiciónentredientes,unpocodespechadoalverseincapazdeimponersedelaformaenquelegustaría.

—¡Bastardoarrogante!—escupióalahabitaciónvacía.

CuandoBethdejóellaboratorioalfinaldelajornadasolopodíapensarencuántolegustaríairalmoteldeDavidypasarlanocheconél.CompartirlastensionesdeldíayconfesarcuándesesperadayfrustradacomoprofesionalsesentíaalnosercapazdehacernadaparaencerraraPetrov.PeronoibaaserposibleporqueprometióaNolanquecenarían juntosy llamarían luegoasumadre;sehabíaconvertido en una nueva tradición, o al menos una que procuraban cumplir tanto como les eraposible,ynodeseabadefraudaraningunodelosdos.

HabíaquedadoenpasareldíasiguienteconDavidyaqueerasábado,cuandoamboscontabanconmás tiempo libre, y esa idea la animó lo suficiente para aligerar el paso y dirigirse con másentusiasmoalaparadadeautobuses;perocuandoestabaapenasaunpardecalles,unautoseapeóasuizquierdayalmirarquienocupabaelasientodelconductoresbozóunagransonrisa.

El auto de María era un vehículo compacto y de un tono vibrante de azul que jamás pasabadesprevenido.Sinesperaraunainvitación,Bethocupóelasientodelcopilotoyexhalóunsuspirodealivioaldejarcaersucabezacontraelrespaldardelasiento.

—Undíaduro,¿eh?

—¿No lo son todos?—Beth respondió a la pregunta de su amiga conunamuecayMaría pusonuevamenteelautoenmarcha.

NoeralaprimeravezqueMaríateníaungestocomoese,pasandoporellaoporAlancuandoelfin de su turno coincidía con la salida de sus amigos. Alan se negaba a conducir porque loconsiderabapocoprácticoyodiabaasumirlaresponsabilidaddeteneruncochepropio,mientrasqueBethpreferíamoverseenautobúspormotivossimilares,ademásdequelosgastosdelalquilerdelapartamentoyel cuidadodeNolan,auncuandosumadreayudabacon loquepodía, leobligabaaajustarsupresupuesto.

—Elmíono,haestadotodobastantetranquilo,laverdad,inclusodiríaqueunpocoaburrido.Hepasadobuenapartedeldíaenlapatrulladandovueltasporlaciudad.

—¿Noestabastrabajandoenesecasodelhomicidio?

Maríaasintiósindespejarlavistadelaruta.

—Sí,peroharesultadoaúnmássencillodeloquepensamosenuninicio.Graciasati—dijoconfalsoresentimiento.

—¿Esmiculpa,entonces?

—Claro.Sinohubierasprocesado laescenadelcrimen tanbienyencontrado lashuellasde losdelincuentes,aúnlosestaríamosbuscando.Ahoraestándetenidoseiránajuicio.

—¿Insinúas que debo disculparme por cumplir con mi labor? —Beth le dirigió una miradaescéptica.

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—Claroqueno,perounpocodesolidaridadnovendríamal.

Bethsoltóunacarcajadaymiróalfrente,sacudiendolacabeza.Enesemomento,Maríaaprovechóeldetenersefrenteaunaluzrojaparamirarladereojoyaprofundidad.Cuandovolvióaarrancar,desviólamiradaycentrósuatenciónenlapista;peroalcabodeunmomentoseaclarólagargantayretomólacharla.

—¿Tienesalgoquecompartir?—preguntó

—Yatelodije,hasidoundíaagotador.

—Nomereferíaaltrabajo.

Bethapretó los labiosyapoyóuncodoen laventanillaal tiempoque se retirabaunmechóndecabellodelafrente.

—¿Porquénosolopreguntas?—dijoconunacejaalzada.

—Bueno,siinsistes—Maríasonrió,satisfecha—.¿HapasadoalgoentreDavidytú?

Bethnodudóalresponder.

—Sí—dijo,muyescueta.

Maríalaobservóenesperadequedijeraalgomás,peroBethcontinuóconlavistaalfrente.

—¿Esoestodoloquedirás?¿Enserio?Vamos,tienesquecompartiralgomás.

—Nohaymuchoquedecir.

—¿Acasoustedesno…?—Dirigióasuamigaunaastutamiradaysonrióunpocomaliciosaalverelsonrojoensusmejillas—.Yaloimaginaba,latensiónsexualentreustedespodíacortarseconuncuchillo.

—¿Tienesquesertancruda?

—¿Y tú tan discreta? No pido detalles, solo me gustaría saber qué tal estuvo—Beth soltó ungruñidoylamirósindisimularsufastidio—.¡Vaya,asídebien!Bienporti,yporél,claro.

—María…

Suamigario,yencendiólaradioabajovolumen;noeraunsecretoquelegustabaazoraraBeth,peropasada la risaasumióunaactitudmásseriayguardósilencio, loquesoloconsiguióponeraBethenalerta.

—¿Ahoraqué?—Eraellaquienveíaahoraasuamigaconcuriosidad—¿Porquéelcambiodeánimo?

Maríasemordióellabioydesviólamirada.

—Noesnada—dijo,evasiva.

—Nodigaseso,sabesquenoesverdad.EsportodoeltemadelpasadodeDavidquetemueresporcontarme,¿cierto?

María suspiró, dio unamirada buscando un lugar poco transitado donde estacionar y detuvo elcoche.Conlasmanosaúnsobreelvolante,ladeólacabezaparamirarasuamiga.

—Creoquenomecorrespondehacerlo.Yano—reconocióaregañadientes—.Antes,cuandono

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habíanadaentreustedes…perolascosashancambiado,¿no?Esélquientienequehablarcontigo.

—¿Tanmaloes?—Bethempezabaacansarsedeesesecretismo.

—Nosetratadequeseamalo,nisiquieraestoysegurayadequeseatanimportante.NoconozcomuybienaDavid,peroesobvioqueesunbuenhombreynopuedoimaginarlohaciendonadaquetelastime.Ymáslevale,porquetengounarma…

—Esonoesgracioso.

—Tampocoloseríaparaélsitengoqueusarla—Maríasonriópesealoseriodesuvoz—¿Puedopreguntaralgo?

—¿Desdecuándopidespermisoparahacerlo?

Maríaseencogiódehombros.

—Buenpunto—aceptóellaconactitudfilosófica—¿Quéesloquesientesporél,Beth?Noessoloqueteguste,¿cierto?Yahemoshabladodeesoantes.Peroahorahaymuchomás.

Bethguardósilencioymiróunmomentopor laventanilla,pensativa.Cuandosedecidióadejaresacontemplación,giróenelasientoparamirarasuamigaalosojos.

—Prometequenovasaburlarte,mesientounpocoridículasoloporpensarloyséquevaasonarabsurdoencuantolodiga—leadvirtiócontonofirme.

—Bueno,sinopruebasaconfesartecontumejoramiga,¿conquién?

Bethtomóesocomounaseñalyexhalóelairecontenidoantesdehablar.

—Loquiero—dijoconvozsegurayapresurada,comosinecesitaracompartirloquesentíaantesdequepudieraarrepentirse—.Loquierotodoconél.Quierosupasadoysufuturoydarlelosmíostambién.Quierocompartirunavidaconél;el romance,elsexo, lobuenoy lomalo.Quierosaberqueélestaráparamíde la formaesqueyoestaréparaélyque,dealgunaforma,podremosestarjuntosparasiempre¿Esoestámal?

María sonrió y dirigió a su amiga una mirada cargada de ternura al tiempo que le daba unosgolpecitoscariñososenlamanoquereposabasobresufalda.

—No,cariño.Esoesamor—ledijo.

Bethsacudiólacabezadeunladoaotro,luciendoexasperada.

—Peroesunalocura,solonosconocemosdesdehaceunpardemeses.Nisiquierasésiélsientelomismo.

—Ya.Bueno,novoyaempezarunadiscusiónacercadelodesquiciadoeilógicoqueeselamorporqueestoyseguradequenonospondremosdeacuerdo.Solotediréquenoestoysorprendida.

—¿Cómoeseso?

—Eresunadeesaspersonasqueestánsiempredispuestasaesperarlomejordelosdemás,Beth,inclusocuandoinsistesenqueeresmuyrealistaporqueestásacostumbradaavercosasterriblesportu trabajo. Pero la verdad es que tienes un gran corazón y esto tenía que pasar tarde o temprano.Alguiendebía llegary sacudirte elmundo, ¿no?Ycuandoesoocurriera lomás lógico eraque teenamoraras.Bueno,yapasó,ymealegraporti,peronopuedoevitarpreocuparme.InsistoenquemeagradaDavid,yenqueparece sentir algoverdaderopor ti, solohace faltaver la formaenque te

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mira,peronoloconozcocomoati,asíqueenrealidadnopuedoopinar.Esdemasiadopersonal,yauncuandosoyunaentrometidasinpizcadediscreción,conozcomislímites.

Bethsonrióaloírloúltimoyelevólascejas.

—Alantendríaunpardecosasquedeciralrespecto—comentó.

Suamigaledevolvióunamiradaceñuda.

—Alan habla demasiado—replicó con acidez—. Pero volviendo a lo que nos importa, quierodecirtequepaseloquepasesoloquieroqueseasfeliz,¿deacuerdo?Sialguiencomotúrecibeloquemereceentonceshayesperanzaenelmundo.Ycréeme, conmi trabajonecesitopensarqueesoesposible.

—Losé—fueelturnodeBethparadarasuamigaunaspalmaditascariñosasenelbrazo—¿Yquépasacontigo?¿Siguesconesaactituddenegaciónfrentealamor?

Maríarumióalgoentredientesypusoelautoenmarcha.

—¿Sabesqué?Vamosa irpasoapaso,¿estábien?Mimadreestá tanemocionadacon lo tuyoyDavidquesimevieraporelmismocaminopodríasufrirunataque.Demasiadasemociones.

Beth rioy searrebujóenel asiento,pero la sonrisa seborróprontode su rostro.Sabíaque lasintenciones deMaría eran buenas, pero la charla la había llevado a reconocer cosas que hubierapreferido guardar para sí misma, al menos por un tiempo más. Ahora, tras haberlas puesto enpalabras,tambiéndebíaenfrentarsustemores,yesosnoerantanagradables.

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CAPITULO9

—¿Segurodequequiereshaceresto?—lavozdeBeth,aunquerisueña,escondíaunabuenacuotadechanza.

—¿Percibociertaincertidumbreentutono?—Davidlaobservóconunacejaalzada.

—En absoluto. En realidad, estoy impresionada —abrió mucho los ojos cuando él pareciópreparadoparaponeresoúltimoenduda—.Lojuro,hablomuyenserio.

DavidsonrióyvolvióconlosuyomientrasBethloobservabadesdesulugarenlasillafrentealamesadadelacocina.

Nuncahabíapensadoenesohastaesemomento,perohabíaalgoincreíblementeseductorenveraunhombrecocinar;erótico,incluso.Bienpensado,noeratanextrañoquenuncahubierameditadoalrespectoconsiderandoqueeralaprimeravezqueteníaaunhombreensucocinamoviéndosecomosisehallaraensuelemento.

CuandoDavidllegóesamañanaasuapartamentoluegodequedarenquepasaríaneltiempoallíyaqueNolan teníaquecumplirconsushorasdeserviciocomunitario,Bethapenas logrócontener lasorpresacuandolovioaparecerconuncargamentodebolsasdelsupermercado.Suconfusiónllegóa la estratosfera cuando él le informó que, ya que no habían podido tener esa cena prometida,planeaba cocinar ese día para ella. Demodo que allí estaba, con una copa de vino en lamano yobservándolosinocultarsuinterés.Yenverdadqueeraunespectáculodignodever.

Siemprehabíapensadoqueelhechodepoderprepararunacomidacaseramedianamentedecenteysuhabilidadparahornearmagdalenasquecasisiempreresultabanpocoquemadas laconvertíanenunacocinerapromedio,perosindudaDavidestabaenotronivel.Aunquenoestabafamiliarizadoconladistribucióndelacocinaylepreguntabacadatantolaubicacióndealgunosutensilios,elrestodeltiemposemostrabadeltodoconcentradoenloquehacía.Además,porsusonrisa,eraevidentequeloestabadisfrutando.

—¿Dónde aprendiste a cocinar así?—preguntó al fin Beth tras contener su curiosidad durantevariosminutos.

Davidlamiróporencimadelhombromientrasrebuscabaenunaalacena.

—¿Hasoídoesodequelanecesidadeslamadredetodoslosinventos?—preguntó.

—¿Platón?—sugirióBeth.

—Chicalista—Davidregresóatrozaralgunosvegetales,sindejardehablar—.Esloqueocurrecuandodebes arreglártelas solo con una beca universitaria y no estás dispuesto a vivir de comidaenlatada.Además, recibí unabuena educación, las hermanaspiensanque tanto chicos comochicasdebensercapacesdeverporsímismosunavezquesalenalmundo.

—Simedicesquesabescoser,lloraré.

Davidsacudiólacabezayelevósusgrandesmanos.

—¿Con esto?—Preguntó, sin abandonar la sonrisa—.Nohaymanera, no estoy hecho para esaclasedetrabajo,peronoporquelashermanasnolointentaran.

—Puesesseguroquedebenestarmuyorgullosasdeti—comentóBethconunasonrisa.

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Davidseencogiódehombros.

—Esoespero—dijo—.Debesvenirconmigoundíadeestosparaconocerlas.Tegustarán,ytúaellas.

Bethsellevólacopaaloslabiosparatenerasíunaexcusaparaevadirsumiradaporunmomento.Lehabíaimpresionadoesasugerencia,peronodeseabaempezaratejerideasensumenteapartirdeuna oferta que podía ser del todo inocente. Quizá acostumbrara llevar a todos sus conocidos aconocerellugarylaspersonasconlasquesecrio.UnavozensucabezaledijoqueestabalocaporpensartalcosacuandoeraevidentequeDavideraextremadamentereservado,peroseaferróalaideaparaevitarseunadesilusióninnecesaria.

—¿Beth?

LevantólamiradaaloírsunombreysetopóconlamiradapreocupadadeDavid.

—¿Sí?—preguntó,forzandounasonrisa.

—Tepreguntabasiteencuentrasbien.

—Sí, seguro—le aseguró—.Me encantaría conocer a esas hermanas, estoy segura de quemegustarán.

Davidasintióypasólasiguientemediahoradeltodoinmersoensulabor,acercándosecadatantoaBeth para tomar un sorbo de vino de su copa y depositar un suave beso en sus labios. Cuandoterminó,dejóelfuegoencendidoysuspiró,satisfecho.

—Creoqueesoestodoporahora,podemosdescansarunratoenloqueestálisto—dijo.

Bethsepusodepieparaacercarseaélymirósobresuhombro.

—Esosevedelicioso—comentó,sindisimularsuadmiración.

—Consuertetambiénsabrábien.Vamos.

SedirigieronalapequeñasalaqueestabaadyacentealacocinaysedejaroncaersobreelsillónfavoritodeBeth.EllasubiólaspiernasylasapoyósobrelasrodillasdeDavid,quelasacaricióconmovimientosrítmicosysuaves.

—Megustasconvestido—jugueteóconlosdedosporsuspantorrillas,comosipretendieratocarunamelodía.

—¿Soloconvestido?—preguntóBethconunacejaalzada.

—Bueno,tambiénmegustassinél.

Bethledioungolpecitosobreunamano,peroélnosedetuvo.

—¿Exactamente a qué hora regresará tu hermano?—preguntó, subiendo por el pliegue de susrodillas.

—Porlanoche.¿Porqué?

—Noquieroserinterrumpido.

—Dudoqueesoocurra—Bethsuspiróalsentireldorsodesumanoalaalturadelosmuslos—.Elotrodíacomentóquehapensadoenmudarse.

Daviddetuvosuscariciasaladvertirlalevenotadetristezaensuvoz.

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—¿Mudarse?—repitió,intrigado.

—Alaresidenciaestudiantil—explicóBeth—.Enrealidadeslomáslógico,estelugarlequedaunpocolejosdelauniversidadylonormalhubierasidoquesemudaraallítanprontocomoiniciósusclases, pero con sus antecedentes…Cuando llegó,mamáy yo estuvimos de acuerdo en que debíaquedarseconmigoparaasípodervigilarlo.

Davidasintió,comprendiendo.

—Bueno,esoestábien,oloestuvoentonces;perocreoquetuhermanohallegadoaunpuntoenquedebeempezaraasumiralgunasobligacionesyvivirunavidamásacordeasuedad.Nohaynadademaloentenerunojopuestosobreél,perotienesquesoltarunpocolacorreaydejarquevayaporsucuenta.Sitenecesita,sabráencontrarelcaminoacasa.

Bethledirigióunamiradarecelosa.

—¿Acabasdecompararamihermanoconunsabueso?—preguntó.

—Eso creo —David sonrió—. Lo siento, pero tienes que reconocer que no es una malacomparación.Decualquierforma,quizásealomejorparaambos.Tútambiénmerecesvivirtuvidasintodasesasobligaciones.

—NomemolestacuidardeNolan,almenosnolamayorpartedeltiempo.

Alnotarqueellacontinuabaunpococonsternadaporladecisióndesuhermano,Davidcontuvounsuspiroy, tomándolapor lacintura, la sentósobresus rodillas.Unavezallí, acariciósuespaldayhablósobresuoído.

—Esoesprecisamenteloqueteconvierteenunaexcelentehermana,peronopuedeshacertambiénelpapeldemadre,notodoeltiempo.Talvezlacomparaciónconelsabuesonofueramuyamable,perosabesquetienelógica.DaleaNolanunaoportunidad,podríasllevarteunasorpresa.

Bethcerrólosojosysearrebujócontrasupecho.

—Esperoquenotemolestequetelodiga,peroconsiderandotusantecedentesfamiliaresparecessabermuchodeestascosas—ledijoellaconvozvacilante.

Davidseencogiódehombros,sinparecersorprendidooincómodoporelcomentario.

—Quizá de eso se trata. Como no tengo mucha experiencia en el tema, puedo opinar conimparcialidad—besó su sien conun ademánpensativo—.No, creoque esoúltimono es del todocierto, no puedo ser imparcial cuando se trata de ti.Quiero que seas feliz,Beth, y aunque no seasencilloverloahora,enverdadcreoquedaraNolansuespaciolesayudaráatodos.

Bethseretiróunoscentímetrosparamirarloalosojos.

—Avecesmeimpresionalobienqueparecescomprenderme—hablócasienunsusurro.

—Noesmiintención…

—Losé,esosolohacequeseamáshermoso—ellasonrió—.Gracias.

David ledevolvió la sonrisayenterróel rostroensucuello inhalandoelaromadesuperfume.Antes de que se diera cuenta de lo que ocurría, casi como si su cuerpo se moviera por inercia,atendiendo solo al deseo de su corazón, Beth se despojó del sencillo vestido que llevaba y que aDavidpareciógustarletantoyloayudóahacerotrotantoconsucamisa,pasandolasmanosporla

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pielexpuestadesupecho.Eraunasensacióntanagradableelenredarlosdedosporelsuavevelloquelocubríaysentirlotemblarbajosutoque.Estabasentadaahorcajadassobreélysesintiópoderosa,auncuandofueraDavidquienlasosteníaporlaespaldaparaevitarquecayera.

—¿Dóndeestátuhabitación?—lepreguntóélpasadosunosminutoscuandoellaparecíaapuntodeperderelequilibrio.

—Segundapuertaaladerechadelpasillo,pero…

Bethno logró terminarsu fraseporqueseviodeprontoalzadaenviloydebiósujetarsedesushombrosparanocaer.Conunascuantaslargaszancadaslallevóhastaallíynolasoltóhastaquesedejócaerjuntoaellasobrelacama.

—David,lacomida—laspalabrassalíanuntantoenredadas.

Éltomósurostroentrelasmanosaltiempoquefrotabaelcuerpocontraelsuyoyhablósobresuslabios.

—Puede esperar—respondió con voz rasposa y la respiración agitada—. Y si no, he visto unrestauranteexcelentedecomidachinaadoscallesdeaquí.

—Deacuerdo.

Conesaúltimafrase,Betholvidólacomida,elhechodequeapenaslograbanmantenerlasmanosalejadaselunodelotrocomosinuncapudieransaciareldeseoquesentían,ysededicóadisfrutardelmomento.Yahabríatiempoparamuchasotrascosasdespués,ysí,leencantabalacomidachina.

Paraelfinaldeesasemana,DavidhabíadecididotenerunaparticipaciónmásactivaenlabúsquedadecualquierevidenciaqueayudaraparaacusaraPetrovporelasesinatodelosRussell,yparaelloreclutóaunmuydiligenteBernie.Enopinióndesumejoramigo,eramuchomásdivertidohacerdedetectivequedeabogado,yaunqueDavidnoestabadeacuerdo,nopensabacontradecirlo.Enverdadnecesitabasuayuda.

VisitaronlaprisiónenlaqueCliveRussellcumpliósucondenayusaronsucondicióndefiscalesparahablartantoconunpardeguardiascomoconsucompañerodecelda,peronadiepudodarlesinformaciónacercadelarelaciónquemantuvoconYuriPetrov.Davidnopodíaolvidarlaexpresiónen el rostro de Yuri cuando el detective Holland lo provocó diciéndole que Russell lo habíaengañado.EraevidentequeYuri lopensaba también, soloesoexplicabasuarrebatode rabia.Peropara sustentar ese punto y a su vez probar que Russell debió robar las drogas que también lepertenecían a su socio, necesitabanpruebas, ynocontabanconningunamás alláde las sospechas.Lamentablemente,ytantoDavidcomoBernielosabíanmejorquenadie,esonoerasuficienteparallevaranadieaunacorteymuchomenosparaobtenerunacondena.

DemodoqueDavidoptópor iluminarunpocootroaspectodel caso,unoqueestaba seguro lapolicíayahabíainvestigado,peroenelqueesperabahallaralgo,almenosunapistaquelepermitieradesenredaresamadejaenmarañadaenquesehabíaconvertidoesecrimen.Teníalosinformesenelescritorio de su despacho esamañana yBernie acababa de llegar para ayudarlo a estudiarlos.Denuevo.

—AsíqueestásenfocadoenbuscaralcómplicedePetrovenelasesinato,¿eh?Bienpensado,noloniego,perosolotienesqueveresto,David,lapolicíahadadomilvueltasaesepuntoynohanpodidodar con nada. Si no hay forma de probar que Petrov estaba allí, ¿cómo quieres dar con quien lo

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ayudóesanoche?

Bernie,adiferenciadeDavid,parecíamuchomáscómodocontraje,perosesentíacansadoyunpoco frustrado, demodo que se deshizo de la corbata y la lanzó al sillón de la oficina hecha unovillo.

—¿Novasanecesitarlaluego?—Davidseñalóalsillónconunacabezada,sindejardeleer.

—Quizá.Paracolgarmedeunaviga,queesloqueharésiseguimosconesto—resopló,pasándoseunamanoporelrostro—.Nomehascontestado.

Davidexhalóunsonorosuspiroydejócaerelexpedienteconungolpeseco.

—Puedesirte…

—No, no, no.No he dicho que quiera irme, solo que estoy harto de dar vueltas en círculos, esfrustrante.Noentiendoporquétehasobsesionadoconesto.

—PorquePetrovnopudohacerlosoloyestoyconvencidodequenocontabaconelapoyodesupadre—Daviduniólasmanossobreelescritorioyseadelantóunpocoenelasiento,bajandolavozal continuar—.Escucha,yoestuveenel interrogatoriodeDimitriPetrovyesehombrenomintió.Puedeseruncriminal,peronomandóasesinaraRussell,lapolicíaestádeacuerdo.Entonces,tuvoquesercosadeYuri,peronoeslaclasedehombrequeharíaalgocomoestosolo,porcobardíayporsentidopráctico.Senecesitamásdeunapersonaparamataraotrasdosynodejarrastro.Alguientuvo que ayudarlo, pero no pudo ser nadie muy cercano a su padre porque hubiera sido comotraicionarlo, y no importa qué tan psicópata seaYuri, su padre es peor; su gente le teme y seríancapacesdetragarsesuspropiaslenguasantesdetraicionarlo.Demodoquetuvoqueseralguiendefuera,ounmiembrodelgrupotanrebeldecomoYuri,posiblementealguiendesuedadyqueestétandesequilibradocomoél,quizátambiénseaadicto,esoexplicaríaquejugaradeesaformasupellejo.

Bernie looyóconatención,peseaquenoeraalgoqueno lehubieradichoantes,pero leveníabien recordarlo porque no podía negar que tenía mucha lógica y eso era lo que necesitaba paracontinuarconesalabor.

Davidcontinuóalverqueteníasuatención.

—Enestas listas están los nombres de todos los hombres del grupoque son cercanos aYuri, ycomoves,nosonmuchos.Noleagradaalamayoría—dijo,señalandolospapeles.

—¿Puedes culparlos? Incluso los criminales tienencódigos—Bernie se encogiódehombros—.Deacuerdo,entonces,hemosdescartadoa…¿cuántos?

—Seis,nosquedantres—lerecordóDavid.

—Ya,perolapolicíalosdescartóatodos,ynopuedesdecirquenohicieronunbuentrabajo.

—Nodigoqueno fuera así, pero ellos estánmuy limitados.Al no tener ningunaprueba contraPetrov,nopuedenhaceralgunasdelascosasquenosotrossí.

Berniemoviósucabezadeunladoaotro,mostrándoseescéptico.

—Sí,bueno, tampocoescomosinosotros fuéramos los sheriffsdelviejooeste.Losabes,¿no?Hacemucho tiempo que cruzamos nuestros límites. La visita a la cárcel, la conversación con losguardiasylosprisioneros…Esoestácompletamentefueradenuestrasatribuciones.

—Sabesquenoquierometerteenproblemas.

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—Losé,peroyotampocoquierotenerqueacusartesiresultasimplicado—Bernienopareciódeltodopreocupadopor la idea—.Loquequiero decir es que todo esto tiene que servir. Si vamos ajugarnosnuestrascabezas,queseaporalgoquevalgalapena.

David se lequedómirando,muyserio,ycuando respondió suvoz sonómásgravede lousual,comosisecontuviera.

—Beth—respondióconsencillez—.Másalládequeestamosenlaobligacióndehacerjusticia,loquemásmepreocupaesmanteneraBethasalvo.

Bernieacusólaréplicaconunlevegestodearrepentimiento,peroaunasíinsistió.

—¿Nocreesqueestásexagerandounpococonesto?—preguntó.

—Déjame pensar—David sonrió, irónico—.Un psicópata que, estamos seguros, es también unhomicida,estáobsesionadoconlamujerconquiensalgo.Comosiesonofuerasuficiente,lapolicíaymijefepiensanqueseríabuenaideautilizarlacomoceboparaatraparlo.No,creoqueestoymuylejosdeexagerar.

—Bueno, puesto así…—Bernie se encogió de hombros y tuvo la gracia demostrarse un pocoavergonzado—.Nosabíaquelapolicíasugirióalgocomoeso.¿Hollandtelodijo?

Davidnegóconlacabeza,volviendosuatenciónalospapelesytachandoalgunosnombres.

—No,paraserjustonolocreocapazdeponeraBethoacualquierotroinocenteenpeligro,peroLancasterhadejadoenclaroqueleencantalaidea—respondió,unpocodistraído.

—Nuncamehagustadoesehombre.CreoqueélyRollinssellevaríanmuybien.

—No lo dudo—replicó David con tono seco—. Pero en este momento no puede importarmemenos.SoloquieromanteneraBethlejosdetodoesto.

—¿Yquépiensaellaalrespecto?

—Eseesotroproblema.Noselohepreguntado,peropuedoapostarquenotendríaproblemasenponerseenpeligroparaayudarasolucionarelcaso.SesienteresponsableporqueellaboratorionoconsiguiópruebascontundentesparaculparaPetrovyademásestáeselazosuyoconelniñoRussell;le importamuchoyquiereque todoestoacabeparaél—Davidsuspiróy sacudió lacabezadeunlado a otro, volviendo su atención a su amigo—.Todos lo queremos, ya lo sabes, peronopuedopermitirqueBethsesacrifiquedeesaforma.

Bernielomiróconunamanoenlabarbillaysusojosazulesrelampaguearonalsonreír.

—Temueresdemiedodequealgolepase,¿no?—preguntó,muyatentoasurespuesta.

—Claro,¿tesorprende?

—No,paranada,esloqueesperaba,peronopenséqueloadmitierascontantafacilidad.

—¿Porquéno?

Bernie se recostó en el asiento y estiró las piernas sin dejar de sonreír, como si asistiera a unespectáculoynodesearaperdersedenada.

—¿Selohasdicho?—preguntóalcabodeunmomento,curioso.

—¿Qué?—Davidseviounpococonfundido.

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—Quelaamas.Porquesinolohashecho,deberías.

Davidbajólospárpadosymiróconatenciónunpisapapelessobresuescritorio.

—¿Dedóndesacaseso?—Preguntóasuvez.

—¿Talvezde la seguridadquemedaconocertedesdehaceveinte años?—Bernieparecía estarpasándolobastantebien—.Nuncahastenidoproblemasparareconocertussentimientos,David,estesería un pésimo momento para empezar. Estás enamorado de Beth, admítelo ya, todo el mundopareceverlosalvotú.Yquizáella,nolosé.Esporesoquecreoquedeberíasdecírselo.

Davidnolonegó,perosemantuvoensilencio,pensativo,yBernienoinsistió;sabíaquesuamigoestaba pensando en lo que acababa de decir, pero incluso un hombre con su paciencia tenía suslímites.Cuandoempezabaainquietarse,suamigohablóconunavozmuyseriaycalmada.

—Nuncapenséquefueraposible—dijo.

Bernienolointerrumpió,sinoqueesperóaquecontinuara.

—Penséquenuncaseríacapazdeamaraalguiendenuevo,ydeprontoaparecióBethdelanadaysientoquejamáshesidocapazdequereranadiedelaformaenquelohagoconella—ledijo,sindejaresaactitudcontemplativa—.CuandotodoterminóconClaire…bueno,túnoestabasallí,peroaunque todofuemuycivilizado,enel fondoestabafurioso;pero,yahora losé,no loestaba tantoporquemedolieraperderla,queasífue,sinoporquesentíqueacababadeperdertambiéncualquierposibilidaddetenerloquemásquería.Unafamilia,unhogar.Yesalgoacercadeloquehehabladomucho conBeth, lo que es increíble porque jamásme sentí capaz de ponerlo en palabras cuandoestabaconClaire.Noquierocompararlas,noesjustoparaninguno,peroloqueintentodeciresqueBethmehacesentirtantascosas…suconfianzaparadesnudarsussentimientossintemerloqueotrospuedanpensarmeprovocahacerexactamente lomismo.Jamásmehesentido tancómodoconunamujer,concualquierserhumano.Escomosipertenecieraasulado,¿sabesloquequierodecir?Queella,dealgunaforma,podráentendermeporcompleto,aúnmejorqueyomismoyquesiempresabráquédecir.Unamirada,unasonrisasuyayestoyperdido.Ylomás increíbleesqueellano tieneniidea.

Bernie pensó que era un buenmomento para dar su opinión y lo hizo dejando esa falsa actitudsocarronaparamostrarsecomoenverdadsesentía.Preocupado.

—Quizáellalosabe,quizáno,supongoqueesonoestanimportante.Soloinsistoenquedeberíasdecírseloy,yaqueestamos,contarletambiénacercadeClaire—dijoloúltimoconmuchotacto.

—¿Porqué?

—Porquetegusteono,esunaparteimportantedetuvidayBethmerecesaberlo.

—Perolosabe,selodije.Nodinombresnientréendetalles,¿conquéfin?Claireespartedemipasadoynotienesentidodesenterrarviejosdemonios.NoquieroquenadaempañeloquehayentreBethyyo.

—Yno tieneporquéhacerlo, peroponte en su lugar.Si hubierahabido alguien en suvidaquesignificaratantoparaella,¿enverdadnotegustaríasaberlo?¿Noquisierasconoceresapartedesuhistoriaparaasísaberquelosuyoesdistinto,másfuerte?

FueelturnodeDavidparallevarseunamanoalrostro,comosisevieradivididoentrelaseriedaddeloqueBernieledecíaysupropiaopiniónalrespecto.Cualquierafuerasuposturaalfinal,nolo

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dijoentonces,sinoquedirigióasuamigounalargamiradatantoagradecidacomoadmirada.

—Alparecersaberunpardecosasacercadetodoesto,¿no?—ledijo,ligeramenteburlón.

Berniemostróunasonrisadecomplacencia.

—Soyunhombreexperimentado,noesmiculpa.

Davidsonrió.

—¿Yporquécontinúassoltero?

—Notengoidea.Soytambiénungranpartido,todoelmundolosabe.

—Yonodiría tanto,pero…—suamigoseencogiódehombros—.Ahoraquehasdichotodoloquequerías,¿podemosseguirbuscando?

—Deacuerdo,peroprométemealgo—dijoBernie, lomásserioquesehabíamostradodurantetoda su conversación—. Habla con Beth, aclara cualquier cosa que haga falta y, por lo que másquieras,confiésaleloquesientes.Nocreoquepuedatenerotradeestascharlas,meestásmatando.

Davidrespondióconunligeroasentimientoquepudosertantounapromesacomouncompromisodealmenospensaralrespecto.Luego,volvióaacercarlosexpedientesasucampodevisiónehizoungestoasuamigo.

—Ahora, respectoaestos tres…—señaló losnombresconuna lapicera—.Quiero saberlo todoacercadeellos.

Berniesuspiró,mirósobresuhombroendirecciónadondehabíalanzadosucorbataymascullóalgoentredientes,perotomóunadelascarpetasyempezóaleer.Denuevo.

La selección en la tienda de regalos del hospital consistía en flores, la mayor parte de ellasartificiales,unascuantastarjetasconbuenosdeseosyunaampliacoleccióndemuñecosdefelpa.Bethmirótodosycadaunodeestosúltimosehizoungestodedesagrado.Contrariaalamayoría,nuncale gustaron esosmuñecos tan faltos de vida; cuando era niña y recibía alguno comoobsequio, loaceptabaconunasonrisaeducadaylomandabadirectamentealascajasquesumadrereservabaparadonaralaiglesia.Nodudabadequetuvieransuencantoparaotraspersonas,peronoerasucaso.

EstabaallíporquedeseabaescogerunregaloparaJeremyRussell,peronoencontrabanadaquelaconvenciera, enparteporqueno teníamuyclaraaún laverdaderapersonalidaddelniño, loque leparecíarazonableconsiderandoquesetratabadeunpequeñodesoloseisañosqueaúnnolograbasuperarel traumaquehabíavivido.Hastaentonceshabíaoptadopor llevarlealgunoscuadernosdedibujoylápicesdecolores,conlosquehabíahechoesosperturbadoresdibujosdelanocheensuspadresfueronasesinados,ademásdevariosdiscosdemúsicaquefueronenrealidadunobsequiodeAlan;perodeseabahaceralgomásporél.

Sabíaquepartedesuconductaerainspiradaporelhechodequesesentíaculpablepornohaberpodidodaraúnconunapruebaqueayudaraaencarcelaralculpabledesudesgracia.CadavezqueloveíarememorabaunayotravezelrostroburlóndeYuriPetrovdurantesuencuentroenelelevadoryhervíadefuria.Pensarqueunhombrecomoesefueraresponsabledesemejanteatrocidadyqueellanohubierapodidohacernadaparadetenerlo,lavolvíalocadeimpotenciayrabia.

Por frustrante que pudiera ser, se veía solo con la capacidad de acompañar al niño tanto comopodíayayudarloalmenosaencontrarpequeñasfuentesdealegría.Aúnnolohabíavistosonreírni

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una sola vez, no como uno esperaría ver en un niño; la psicóloga a cargo de su caso ya habíaexplicado que Jeremy estaba lejos de superar el trauma y esperaban que en cualquier momentomostrara una reacción tardía a todo lo que había visto, pero ello aún no se daba y solo quedabaesperaryestarparaélcuandoocurriera.

Al final, no muy feliz con su elección, pero resignada a que no iba a encontrar nada másapropiado, escogió un muñeco de felpa de un pequeño oso panda de expresión risueña. Estabaconvencidadequeaellaesosojosinamovibleslehubieranprovocadopesadillasensuinfancia,peroconfiaba en que Jeremy fuera un niño más típico en ese sentido. Compró también un globomulticolor y salió de la tienda algo más satisfecha con su selección. Seguro que esos obsequiosalegraríanunpocotantoalniñocomolafríahabitaciónqueocupaba.

Elpequeño localestabaubicadoasolounospasosde laentradaprincipaldelhospital,demodoquefueraloprimeroquevieranlosvisitantesalllegarysalir,asíqueBethdebiódarunrodeoporelmódulo de informes para dirigirse a los elevadores. En su camino se topó con algunos visitantescomoella,quellevabanregalosycaminabanconpasoapresuradoparaaprovechartantocomofueraposiblelahoradevisita.Alpasarporunenormeventanalquedabaalacalle,sinembargo,yalmirarenesadirecciónporunactoreflejo,setopóconunasiluetaquesedestacabaentrelasotraspersonasquesedirigíanalaentrada.Lellamólaatenciónquemientraslagentequepasabaporsuladocasicorría, la figurapermanecía inmóvilycon lavista fijaen lasalturas,comosicontemplara loqueocurría en los pisosmás altos del hospital. La postura desgarbada pese a su evidente altura y lasmanosalaespaldafueronmásquesuficienteparaponerlaenalerta.

Sindetenerseapensar,deshizosuspasosyvolviópordondehabíavenido,dirigiéndosehacialapuertadecristalque laseparabadelexterior.Tuvoquehacerseaun ladoparano tropezarcon laspersonasqueseguíaningresando,peroesonoleimpidióvermejorhaciaelhombrequehabíadejadosuobservacióndelfrentedeledificioparafijarsumiradaenellugarenqueellaseencontraba.

CuandoBethreconocióelrostrodeYuriPetrov,diouninstintivopasohaciaatrásysujetócontraelpecholabolsaquellevaba.Suvacilacióndurómenosdeunminuto,perofuesuficienteparaqueelhombre sepusiera en alertay, tras levantarunbrazo enunburlón ademánde saludo,dieramediavueltayseperdieraenlaexplanadaquellevabaalosestacionamientos.

Beth se debatió entre seguirlo y llamar a la policía, pero optó por lo segundo en tanto seapresurabaairhacialosascensores.Rumióunaexpresiónmalsonantealverquehabíaunagranfilaenesperaycorrióalasescaleras,ignorandoelletreroenlapuertaquenegabaelaccesoaquienesnofueranpersonaldelhospital.

Corriócadatramocomosilavidaselefueraenelloynosedetuvohastallegaralpisoinfantil,dondenisiquierasedetuvopararecuperarelaliento.SorteóaunpardeenfermerasquelamiraronconcejaselevadasysolosedetuvoalencontrarsefrentealahabitacióndeJeremy.Unavezallí,girólamanijasin llamaryexhalóunsuspirodealivioalveralniñosentadosobresucamaentantolaasistentasocial,laseñoritaMorris,levantólamirada,unpocosorprendidaporlairrupción,peroalencontrarseconBethlesonrióyvolviósuatenciónallibroqueteníasobrelafalda.

NohabíaseñalesdelpolicíaasignadoalaproteccióndeJeremyyesosoloconsiguióponerlamásnerviosa, pero hizo un esfuerzo porque no se le notara ymostró una gran sonrisa al entrar en lahabitación,sosteniendoenloaltolasbolsasconregalos.

Mientraselniñorebuscabaenellascongestoserio,perointeresado,Bethlerevolvióelcabelloyacariciósusmejillas.

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Esonopodíacontinuarasí.

—Estoyseguradequeeraél,yteruegoquenoseteocurramostrartecondescendienteporqueyahetenidobastanteconLancaster.

—Nuncasemeocurriríahaceralgoasí;peromegustaríasaberquéesloquehapasado.¿Porquénomelocuentas?

BethmiróaDavidsinrelajardeltodosupostura.Teníalosbrazoscruzadosalaalturadelpecho,elceñofruncidoylapreocupacióneraevidenteencadaunodesusrasgos.LavozcalmadadeDavid,sinembargo,parecióinfluirlobastanteenellacomoparasosegarunpocosusnervios.

Estaba sentada sobre la cama con las piernas colgando del borde en tanto David se manteníaapoyado contra el escritorio ubicado en un rincón de la habitación. Beth acababa de llegar delhospital;alabrir lapuerta,Davidseencontróconsurostrofuriosoy lahabía invitadoapasarsindecirunapalabra,enesperadequeelladecidieracompartirloquehabíaocurridoparaquesevieratanalterada,perohastaesemomentosolohabíamasculladounascuantasfrases,todasrelacionadasconloqueleharíaaldetectiveLancasterdeencontrárseloenuncallejónoscuro.

—¿Beth?—Davidinsistióalverlavacilar.

—Deacuerdo—ellaexhalóunsuspiroyasintió—.Lamentohaberactuadoasí,peroestoyfuriosa.

Empezó a contarle todo lo ocurrido desde el momento en que pisó el hospital esa tarde, suavistamientodeYuriPetrovenelexteriordeledificioysulocacarreraparacomprobarqueJeremyRussellseencontrabaasalvo.

—El guardia no estaba por ninguna parte y la señoritaMorris dijo que era usual que dejara supuesto para ir a la cafetería. ¿Puedes creerlo? ¡Sin avisar a nadie o esperar un reemplazo! Fui abuscarloymeasegurédeque fueraa lahabitación,perocreoquenoestabamuycontento—Bethhizoungestode fastidioquedejabamuyenclaro loquepensabadeeseoficial—.Luego llaméaldetectiveHolland,perono logréhablarconél,demodoqueprobéconLancaster.¿Ysabes loquedijo?

David sospechó que la pregunta era del todo retórica y no estaba equivocado, porque Bethcontinuósindarletiempoaresponder.

—DijoquehacenlomejorquepuedenyquenohayformadeprohibiraPetrovmerodearporelhospital, siempre y cuando no entre en él. ¡Claro! Porque ese hombre no es lo bastante listo parahacerdañoaunniñoenviandoaalguienmásmientrasélvigila—sepasóunamanoporelcabelloqueaesasalturasseencontrabayacompletamentedespeinado,peronopareciónotarlo—.Yesonoestodo.Tambiéncomentó,tanencantadorcomosiempre,quesihubiésemoshechounmejortrabajoenellaboratorioPetrovyaestaríaencarcelado.Megustaríaestrangularlo…

CuandocallóyDavidsupusoqueyasehabíadesahogadodeltodo,sesentóasuladosobrelacamaytomósumano.

—Creoqueestásdirigiendotuiraallugarequivocado—dijo,buscandosusojos.

Ellaasintiódemalagana.

—Lo sé, perome sirve por ahora—suspiró, cambiando su expresión de irritación por una decansancio—.Quieroqueestoacabe,David.QuisieradecirquelodeseosoloporJeremy,peroestaría

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mintiendo.Mesientotanfrustradaeimpotente,nopuedorecordarotrocasoquemeafectaratanto.

—¿Esposiblequesedebaaqueeslaprimeravezqueteimplicasemocionalmenteenuno?—ellagiróamirarlo,ylasorpresadebióserevidenteensurostro,porqueDavidsonrió—.Recuerdoquelaprimera vez que te vi intenté convencerte de que hablaras con Jeremy, y tu reacción fue bastantepeculiar.Mediolaimpresióndequenotegustatratarconlasvíctimasdeloscasosqueinvestigas.

—Tienesunabuenamemoria,¿verdad?

—Solopara lo importante—él pasóunbrazo sobre sus hombrosy la atrajo hacia sí—. ¿Estoyequivocado?

Bethsacudiólacabezadeunladoaotroenseñaldenegación.

—No, tienes razón—reconoció—.El problema es que…no conozco de puntosmedios,David.Aun cuando lo intente, no puedo evitar implicarme cuando veo cosas como esta. No memalinterpretes,sabesquemegustamitrabajoyporlogeneralmedamuchassatisfacciones,perosiconozcoalasvíctimas,simeinvolucroensusvidas…nologrosepararmicorazóndemicerebro.Por eso esmás sencillo y responsablemantener distancia y centrarme en los datos. Sé que suenahorrible,peroprefieroqueseannombressinrostros,porquesivivieracadacasodelaformaenquevivoahoraeldeJeremyterminaríadestrozada.Yahora,ahoraquemeimplicoynopuedoquitarmeel rostrodeeseniñodemimente, soycompletamente incapazdeayudarlo.Lancaster esunbruto,peronodijonadaquenofueraverdad.

Había tantodesalientoensuvoz,parecíapresadeunasensacióndereprochehaciasímisma tanpalpable,queDavidtomósurostroconunademándelicadoylaforzóamirarlo.

—Escucha,eresunadelaspersonasmásinteligentesycapacesqueheconocidoenmivida,ynolodigoporque…—vacilóypególafrentealasuya—.Nosetratadeloquesientoporti,¿deacuerdo?Lodigoporqueesverdad.Eresresponsable,comprometida,yformaspartedeunequipobrillante.Sabes tanbiencomoyoque lavidanoes justayquenobastaconhacer locorrectoparaobtenerbuenosresultados.¿Sabescuántasveceshedeseadomandartodoaldiabloalperderenlacorte?Lairaquehesentidoalvermarcharaunhombreevidentementeculpableporqueunjuradodecidióquenohabíasuficientesmotivosparaencerrarlo.Mehapasadodecenasdeveces,Beth,yencadaunadeellashedeseadoestrangularaalguien,sí,asícomomehesentidouncompletofracaso.Esnatural,somossereshumanos,ytenemosqueasumirqueestascosaspasarán.¿Estábien?¿Esjusto?Desdeluegoqueno,peronadacambiaráporquenoshundamosanosotrosmismos;lavidaseencargadeintentarloconfrecuencia,nonecesitadenuestraayuda.Loquetenemosquehacerescontinuar, tansimpleyalmismotiempotandifícilcomoeso.Piensaentodasesasocasionesenquehasayudadoaresolveruncaso,encerraraunculpableyadarlespazalasvíctimasyasusfamilias;loquesentisteentonces.Recuerdaesasensaciónybúscaladentrodeticadavezquetesientascomoahora,porquepasarádenuevo,teloaseguro,yenciertamedidaestábien,porquesignificaqueteimporta.Esoesloquetehacelaexcelentepersonayprofesionalqueeres.Jeremyesmuyafortunadodequeestecasollegaraatusmanosydepodercontarcontigo.Laúnicaformaenquepodríasdefraudarloesdándoteporvencida.

Bethhabía idocerrando losojossegúnescuchaba laspalabrasdeDavid.Parecía tanto fascinadacomopensativa, como si quisiera absorber todas y cada una de ellas,meditarlas y hacerlas suyas.Cuandoél terminó, abrió losojos, y aun con la frentepegada a la suya, exhalóunhondo suspirosobresuslabios.

—Noséquédecir—dijoenunsusurrotembloroso.

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Esonoeradeltodocierto,lehubieragustadodecirquesihabíatenidoalgunadudaacercadelomuchoque loamaba,esta seacababadeesfumar.Pero tuvomiedoporquenose sentía lobastantesegura aún como para confiar sus sentimientos, no cuando no tenía una idea clara de si eracorrespondida. Le había dicho a David que su relación con los casos que llevaba en su trabajopodríanacabardestrozándola,yeraverdad,perotambiénloeraqueélteníaunpodermuchomayorsobreella.

Davidnopareciónotarsuvacilación,niadivinarloquepasabaporsumente,porquelesonrióconungestocargadodeternura.

—No digas nada, no es necesario. Solo piénsalo, no soporto verte dudar así de timisma, eresdemasiado buena para eso. Ahora, ¿te parece si voy por algo de comer, una botella de vino yplaneamosluegoalgunasformasdehacerqueelhomicidiodeLancasterparezcaunaccidente?

Bethrioporlabromaysintiócomopartedesuinquietudempezabaadesaparecer.

—Deacuerdo,mepareceunaexcelenteidea—dijo.

Davidasintióysepusodepie,mientrasellahacíaotrotanto.Loobservóbuscarenunoscajonesconelceñofruncido.

—¿Quéocurre?—lepreguntóBeth.

—Nopuedoencontrarelsacacorchosyvamosanecesitarloparaelvino.

—¿Notienesalgunoporaquí?—Bethmiródeunladoaotro.

—Sí,esocreo,perodebeestarenunadelascajas.

—¿Cuálescajas?

Davidsedetuvoenmediodesupaseoypareciómeditaracercadealgo.Debiódehaberllegadoaunaconclusión,quizánomuyfelizporsurostro,peroseacercóaellaylamiróalosojos.

—De acuerdo, ven aquí—la tomó de la mano—. Voy a mostrarte algo que quizá haga que tereplanteeselestarconmigo,peroantesdequeloveasquieroquesepasquetengounaexcelenterazónparaesto.Trabajomuchoynohetenidotiempoparaponermeconello…

Bethdejóquecasilaarrastrarahastaunapuertadisimuladaporelpapeltapiz,enunextremodelahabitación;setratabadeunpequeñoclosetmedioescondidotrasunosestantes.

—Porfavor,dimequenohayunmuertoallídentro—ellamiródelapuertaaDavidconelceñofruncido.

—Noprecisamente—Davidsuspiróyabriólapuertaconunademánnadaentusiasta.

Setratabadeunespaciomuypequeñoconcajasapiladasdelpisoaltecho,todascerradasconcintadeembalajeyrotuladasconlapulcraletradeDavid.

—¡Oh,Dios!—Bethabriómucholosojos.

Daviddiounamiradayseencogiódehombros,resignadoareconoceresesecreto.

—Losé,meavergüenzaverlo,poresocasinuncaabroesapuerta—dijo.

—¡Nomedigas!—Beth se pusode puntillas para dar unamirada—¿Trajiste todo esto contigocuandotemudaste?

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Davidasintió.

—Sí,fueunamudanzaunpocoprecipitada—recordóconelceñofruncido—.Laideaerallevartodoaundepósito,esmáspráctico,perohayalgunascosasallíqueprefieroteneramano.

Bethlomiróconunacejaalzada.

—¿Comounsacacorchos,quizá?

—¡Exacto!Estoysegurodequehayunoenalgunaparte…—miróentre lascajasconexpresiónconcentradayseñalóunaconlapalabra“cocina” rotuladaenunodeloslados—.Tienequeserenesa.Creo.

—Nopuedocreerlo,yyopensandoqueerasundechadodevirtudes…—Bethsacudiólacabezayfingiódecepción,peroluegoesbozóunaampliasonrisa—.Laverdadesquemetranquilizasaberquepuedesserunpocodesordenadotambién.

—¿También?

—¿Crees que eres el único que tiene un lugar como este?—Le dirigió unamirada entendida yhablóentonodeconfidencia—.Todostenemossecretos,David,yporlogenerallosguardamosennuestrosclosets.

—Ahora estoy nervioso—David rio y le dio un rápido beso— ¿Crees que puedas buscarlo oprefieresqueregreseparahacerlojuntos?

Bethhizounamuecayfingiópensarlounminutoantesdeencogersedehombros.

—Creoquepuedoenfrentarmealmonstruosola,notepreocupes.

—Genial,mevoyentonces—David tomósus llavesde lamesillaysedirigióa lapuerta—.Notardarémásdequinceminutos,quizáveintecomomáximo,loprometo.

—Nohayprisa,noquieroquetengasunaccidente.

Bethloviopartirconunasonrisaysuspirócuandosecerrólapuertatrasél.Unsacacorchosentreunapiladecajasselladasacalycanto;esoibaaserdivertido.DecidióseguirelconsejodeDavidyempezópor la caja que tenía rotulado “cocina” en el frente, era la opciónmás lógica, pero en suexperienciaconhombresdesordenadosyacababadedescubrirqueDavidacababadesumarsea lalista, lo lógiconosiempreera la respuestaacertada.Sinembargo,hablabaenseriocuando ledijoqueleagradabadescubriresosaspectosnotanevidentesdesupersonalidad,elquefueraunadelaspocaspersonasqueconocíanesasaristasdesucarácter lohacíansentirmáscercano,más…¿Mássuyo?Sacudiólacabezayseriñóasímismaporunaideatanposesiva,noibaconsupersonalidad,pero ya había asumido que David despertaba aspectos de su carácter que hasta entonces le erandesconocidos.

Siseguíaasíélestaríadevueltaantesdequedieraconesacosa,asíquedecidióponerseconellodeinmediato.Seremangólasmangasdelablusa,yempezóahaceraunladolascajasmásaltasparallegaralaquenecesitaba.Fuemássencillodeloquepensóylatuvoasuspiesbastanterápido.Seacuclilló frente a ella, y le alegró descubrir que no estaba tan sellada como había pensado en unprimermomento;enrealidad,ningunaloestaba.Davidhabíamencionadoquesuúltimamudanzafuealgoaccidentada,peronodijoquehabíasidotambiénmuyrápida,oesosupusoalabrirlacajaconlaayudadesusllavesyverquelosartículosdentroestabanapiladoscomosihubierapuestotodoconbastanteprisaysinmuchocuidado.

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Buscó con paciencia entre algunas cosas y dio un pequeño grito de triunfo al dar con elsacacorchos. Al sostenerlo frente a sí notó que era muy bonito, parecía una antigüedad, ahoracomprendíaporquéDavid lohabíaconservadoalmudarse.Lodejósobreunamesa,satisfechadequelalabornohubieraresultadotancomplicadocomohabíapensado,yseagachóunavezmásparaguardarlascosasquehabíaidosacandoydejarlascajasensulugar.Estuvomuytentadaaponerunpocodeorden,Diossabíaqueeranecesario,peroesohubierasidocomohurgarentrelascosasdeDavid y no se sentía cómoda con eso, así que se encogió de hombros y tomó nota mental demencionarloenunafuturacharla.Quizáentoncespudieradarleunamano.

Sepusodepuntillasparadejarlacajaconlosenseresdecocinaenellugarexactoenquelahabíaencontrado,peroalsoltarlacayósobreotraquenoparecióresistirelpesoysevinoabajo,por loquedebióhacerseaun ladoparaevitarquecayera sobreella.Conun suspirodeexasperación, sellevó unamano a la cabeza ymasculló algo acerca de hombres desordenados ymalasmudanzasmientrasintentabaunirlatapadelacajaquesehabíaabiertodebidoalgolpe.

Luego,Bethsedijounayotravezquenohabíasidosuintenciónmirar,quesolodeseabaponertodotalycomoestabayevitarqueDavidseencontraraconundesastremayoralregresar,perolaverdad, y le avergonzó reconocerlo en su momento, era que simplemente no pudo contener sucuriosidad,nofrenteaalgoasí.Ybueno,todoelmundosabeloquelacuriosidadpuedehacerleaunapersonacuandoganalapartida.

Había muchas fotografías, todas desperdigadas al fondo de la caja. No había un ordencronológico,estabandesordenadas,ycuandoBethlastomóentresusmanosylasobservócomosiseencontrarabajounhechizo,seencontróconelrostrosonrientedeunDavidquenopodíatenermásdecatorceoquinceañosalfrentedeungrupodeotroschicosdesuedadflanqueadospordosaltasmujeresvestidasconhábitosidénticosalosquehabíavistocuandoDavidlallevóalorfelinatoenelquehabíaarregladoque trabajarasuhermano.Otramostrabaadoso tresniñosmuypequeños,desiete años a lo sumo que posaban en apariencia muy incómodos con sobrios trajes frente a unedificio, pero no pudo reconocer aDavid en ninguno de ellos, quizá fueran amigos suyos de esaépoca.Había una relativamente actual, no podía tenermás de dos o tres años, en queDavid y suamigo Bernie estaban en la barra del bar al que había ido a buscarlo en uno de sus primerosencuentros;ambos sonreíany seveíanmuycómodos, comosi loshubieran fotografiadomientrascharlabandealgodivertido.Bethsonriótambiénsinpoderevitarlo.

Solo quedaban un par de fotografías por ver, una de ellas pertenecía también a sus épocas deestudiante,aunqueparecíaapuntodegraduarse,yaeramásaltoquelamediaentoncesydestacabafrenteasuscompañeros.Y laúltima,esahabíasido tomadaenelmismobar,peronoen labarra,sinoenunodelosreservadosqueBethhabíavistoocupabanlosvisitantescuandoibanengruposydeseabanun lugarmásprivado.BernieyDavidestabanallí, sonriendo, elprimerocon losbrazoscruzadosfrentealpechoyunamuecaresignada.Peronoestabansolos,losacompañabaunamujeraquienDavidrodeabaconunbrazomientrasellaseapoyabacontraélconunaampliasonrisa.Bethlareconociódeinmediato.

EraClaire,laesposadeldetectiveHolland.

Frunciendo el ceño, se acercó la foto al rostro, en un intento de calcular cuándo habría sidotomada, y llegó a la conclusión de que no podría tenermás de un par de años.David se veía tanrelajadoy…felizenelretratoqueBethsintióqueseleencogíaelcorazóndealegríaydolor.Eratanrarosentirambasemocionesdegolpeyquecadaunaaplastaraalaotra.

¿Porquénoselohabíadicho?Buscóensumentecualquiermención,cualquiercosaquehubiera

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podidocomentar al respecto,perono,noencontrónada, él nunca lodijo.Amenos…¿Podría serClairelamujerdequienhabíaestadoenamorado?¿Conlaquehabíapensadoinclusocasarse?Siasíera,¿quépasóparaqueellaterminaracasándoseconHolland?¿Cómoocurrióeso?CuandoDavidmencionóquetodohabíaterminadoconellacontantatranquilidad,yBethlocontradijodiciendoquenopensabaquealgoasífueraposible,nosinunabuenarazón,creyóverunatisbodemolestiaenél,pero no supo o no quiso explorar en la razón. Ahora, viendo lo enamorado que parecía estarentonces,y sabiendoqueClairehabía rehechosuvida tanprontoyqueera tan felizcomonotóalconocerla… ¿Fue ella quien terminó con todo? ¿Se enamoró de Holland y entonces terminó surelación conDavid?De ser ese el caso, no le extrañaba que a él no le agradara tocar el tema.Élhubieraqueridoseguirconellaporquelaamaba.Quizáaúnlohiciera.

Bethacomodólasfotografíaslomejorquepudo,forzándoseanoveresaúltimaylasdejóensulugaralfondodelacaja,quecerróconmanostemblorosas.Luegolasubióalomásaltodelclosetycerrólapuertasinimportarlequétandesordenadofueraaquedarelconjunto.

Sealejódeallícomosidesprendieraunauradelaquequisieraescaparyseacercóalaventana,haciendoaunladolacortinaparamiraralexterior.Solocuandonotóqueteníaproblemasparaverconclaridadsediocuentadequeestaballorando.Eraunllantoextrañoyalllevarseunamanoalasmejillasysentirlahumedaddelaslágrimascomprendióquebrotabansinquepudieracontrolarlas.Serefrególosojosconfuerza,incómodaporesareacciónqueenesemomentoleparecióridícula.¿Porquédiabloslloraba?Nadiehabíamuerto.Erasolounafotografíaquenoteníanadaqueverconella.Eraelpasado.Todosteníanuno,selohabíadichoaDavidyhastaentoncesrealmentelocreía.

Apoyó la frente en el cristal de la ventana y cerró los ojos con fuerza, decidida a contener laslágrimas.Erasolopasado,serecordó,ynoerasuyo.Pero,entonces,¿porquéledolíatanto?

Pesealoquelamayoríaparecíapensar,Alaneraunhombremásobservadordeloqueaparentaba.Quien lo conociera bien diría que pocas cosas se le escapaban, en especial cuando estabanrelacionadasconsusseresqueridos.YdefinitivamenteBethseencontrabaentreellos,muyenloaltodelalista.

Poreso,cuandolaviollegaresamañanaallaboratorioconunasonrisatanrealcomounmuñecodecoleccióndeStarWarscompradoenunsupermercado,sedijoquealgoibamal.Yalobservarlaformaenquerehuíasumirada,comprendióqueesoquizáfueraquedarsecorto.Algoibamuy,muymal.Terrible,incluso.

Sinembargo,nopensabaagobiarla,eratambiénmásconsideradodeloquesepodríaesperardealguien tan curioso. Conocía a Beth lo suficiente para saber que no era la clase de persona quecompartía mucho, era reservada y discreta y hacía falta una relación muy cercana y de muchaconfianzaparaqueellaaccedieraadecirloquepensaba.Porsuerte,Alaneraunadelaspersonasconlasqueteníaesetipoderelación.

Demodoque,trassaludarlaconnaturalidad,continuóconsutrabajosinhacerningunapregunta,aunque la veía de cuando en cuando sin que ella lo notara y su observación solo sirvió paracomprobarquealgogravehabíapasado.

Cuandoestabancercadelahoradealmuerzoynotóquenoparecíadispuestaabajaralcomedor,dejóelequipoconelquetrabajabaysedirigióasuescritorio,bloqueandosuvistaparallamarsuatención.

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—¿Quépasa,Alan?—preguntóellasinlevantarlamiradadelordenador.

—Esperabaquemecontarasquéocurrecontigo—replicóélconsu tonomásamable—.Tevescomosiacabaradeatropellarteunautobús.Anímicamente,digo.

Notóque lamanodeBeth sobre el escritorio temblóun instante,peronodio señalesdequererresponder.Aunasí,nosemoviódeallíyesperóensilencioaqueellahablaraohicieraalgo,ehizobien,porquepasadosunpardeminutosdejódemirarlapantallaylevantólacabeza.

—TúyMaríasabíanquelaesposadeldetectiveHollandfuenoviadeDavid,¿verdad?Esloquedeseabancontarmehaceuntiempo,cuandoacababadeconocerlo.

¡Diablos!Asíquehabíapasado.

Alan exhaló un suspiro y se dejó caer sobre la silla frente al escritorio, estirando las largaspiernas.

—¿Fueélquientelodijo?—preguntóasuvez,sindisimularsucuriosidad.

Bethnegóconlacabeza.

—No.Yolosupepor…noimportacómolosupe—Bethserecostócontraelrespaldardelasillayelevóunacejaendirecciónasuamigo—¿Todoelmundolosabíamenosyo?

Alanseencogiódehombros.

—Eso creo. Boston es una gran ciudad, pero los círculos son pequeños.Me refiero a quienestrabajamosenelsistema.Losabogadosseconocen,ellosasuveztrabajanconlapolicíaasíquehayunarelación,ybueno,eldepartamentoforenseestambiénbastanteafín,yalosabes.Alfinalescomouna enorme y disfuncional familia en la que los miembros apenas se conocen, pero de los quesiempreseescuchanrumores.Ylagentehablamucho.

—¿Cómoesquenolosupe?—Bethparecióhacerlapreguntaparasí.

—Bueno, tú vendrías a ser uno de los miembros de la familia que no prestan oídos a lashabladuríasyquerespetanmucholavidaprivadaajena.Unarareza.Ylodigoenelbuensentido.

Bethmostróunasonrisairónica.

—Creoquenoestanbuenoenestecaso.Mehabríagustadohaberlosabidoantes—dijoella.

—¿Eso habría cambiado algo? Lo que tienes conDavid, quiero decir—Alan apoyó lasmanossobrelasrodillasyseinclinóunpocoensudirección—.Nopuedocreerquetehubierasmostradoprejuiciosadehaberlosabido,noeresesaclasedepersona.Además,nohaynadaacercadeloquejuzgar,nadiehamatadoanadieaquí.Soncosasderelacionesquealfinyalcabosonsiempremuycomplicadasyde lasquesoloconocen laverdadquienesestuvieron involucrados.Losdemássolodicentonterías.

—¿Yquéesloquedicendetodoesto?—preguntóellamirándoloalosojos.

Alansecruzódebrazosyledirigióunamiradaceñuda.

—¿PorquénoselopreguntasaDavid?—replicóél.

—Loharé,peroquierosaberquéesloquedicen.

—Sonsolorumores…

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—Todoslosrumoresencierranalgodeverdad—Bethsuavizóelgesto—.Porfavor,Alan,tengoquesaberlo.

Alan empezó a golpear el suelo con las punteras de los zapatos y dio vueltas a su reloj conmovimientosnerviosos.Traspensarunmomentoensilencio,asintió.

—Estábien,supongoquetienesderechoasaberlo,laverdadesquenocomprendoporquéDavidno te lo dijo desde un principio; no digo que hiciera mal, tendrá sus razones, pero odio que teenterarasasí—rumióentredientes—.Mira,enrealidadesbastantesencillo,nadaquenohayasoídoantes.

—Escucho.

—Bien.Loúnicoqueséesqueocurrióhaceunaño,aproximadamente,asíquecomopuedesver,hapasadomuchotiempoynotienenadaquevercontigo...—alverquesuspalabrasnoparecierontener el efecto esperado en su amiga,Alan suspiró y continuó—.Al parecer, en esa épocaClaireJones trabajaba en un bufete bastante conocido de la ciudad, creo que ya te lo había comentado.Bueno,ella teníaunarelaciónconDavid,quetrabajabaenlafiscalía,peroaúnnoeraasistentedelfiscalgeneral.Nolosconocíaentonces,apenasmeloscrucéunpardevecesenlacortecuandotuveque iradeclararporuncaso;yasabes,avecesnoscitan.Enfin,parecíanunabuenapareja,quizádemasiadosimelopreguntas.Merefieroaqueseveíantan…perfectos.Ambosatractivosyexitosos.De no ser también agradables me habrían molestado. No como esos dos que salen en recursoshumanoseneltercerpiso,¿loshasvisto?Soninsoportables.

Bethcontuvounsuspiroyledirigióunaseriamirada.

—Alan,notedesvíes—lepidió.

—Losiento.¿Enquéestaba?Ah,sí,DavidyClairesalían,parecíanunaparejabastantesólida,perodepronto,deundíaparaotro,todoterminó.Fueunpocoraro,perotampocoinsólito,¿comprendes?Lasparejas terminan todoel tiempo.Loquedespertó algunos rumoresun tantodesagradables fuequecasideinmediatoellaempezóasalirconHolland,quehastadondesénisiquieraerapartedesucírculo cercano. Y luego David dejó su puesto para trabajar con el fiscal general, lo que fue unascenso,claro,peronodejódeserextrañoqueocurrieraprecisamenteentonces.YClaire tambiénpasó a ese bufete de servicio social; me pareció un cambio muy raro porque parecía una mujerbastanteambiciosa;luegoellayHollandsecasaron.Sidejamoslassuspicaciasdelado,comovessetratadeunasuntobastanteordinario.

Bethasintióen silencio, sinmirarlo,yAlanesperóaquedijeraalgo.Cuandoestabaapuntodeempezar a tamborilear sobre el escritorio en señal de impaciencia, ella levantó la mirada y leobsequióunacalmadasonrisa.

—Graciasporcontármelo—ledijo.

—Loqueseaporayudar.Porqueteheayudado,¿no?—élseveíaunpocoinquietoynervioso.

—Sí,claro.

Alannopareciómuyconvencidoconesoyledirigióunamiradacargadadesospecha.

—¿Puedosabercómoteenteraste?—preguntó,cauteloso.

Bethseencogiódehombros.

—Viunafotografíasuya—respondió—.Decuandoestabanjuntos.Nopreguntescómopasó,no

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tieneimportancia.

Alanasintió,pensativo.

—Nodebiósentirsemuybienparati—tanteó.

Bethhizoungestodifícildedescifrar.

—No,nofuenadabonito—ellavacilóantesdecontinuar,ycuandolohizobajómucholavoz—.Novistelaformaenquelaveíaenesafotografía.

Alanfruncióelceñoydioungolpecitoaltablerodelescritorioparallamarsuatención.

—No,nolovi,peroesoenrealidadnoimportamucho;meparecequeelproblemaesquenohasvisto la forma en que te ve a ti ahora—él levantó una mano cuando notó que Beth estaba porinterrumpirlo—.Beth,no lodigoparaque tesientasmejor;noesel tipodecosasquehago,ya losabes,creoqueavecespodríacontenermilenguaparanoofenderalosdemás,nocreasquenolosé.Peroacercadeesto…estoysiendomuysincero.

—Séqueloeres,Alan,yteloagradezco—ellaextendióunamanoparatomarlasuya.

Alancorrespondióalgesto,peronoaceptóesamuestradecomplacenciacontantafacilidad,eraevidentequeBethcontinuabadudando.

—Teconozco,yséquenotesentirástranquilahastahablarconDavidsobreesto,yestámuybien,tienenqueaclararlo;peronodejesqueloqueseaqueestéspensandoarruineloquehayentreustedes.Sipiensasqueélaúnnoestálistoparaunarelación,haríasbienenhacerteaunlado,peroenverdadnocreoqueeseseaelcaso.Túlegustas,Beth,ymucho,lohevisto.

—Eseeselproblema,Alan,elquelegusteyanoessuficiente,noparamí—Bethseencogiódehombros—.Estoyenamoradadeél,ynisiquierasoñaríaconcontinuarasuladosiélaúnamaaotramujer.

—¿Enserio?¿EnamoradacomoenlasnovelasqueleeMaría?

La expresión de Alan al preguntar fue tan graciosa que Beth no pudo evitar una sonrisa y esesimplegestoparecióayudarlaaaligerarunpocolatensiónquesehabíaapoderadodeelladesdequevioesafotografíayseenteródeesapartedelpasadodeDavid.

—Nocreosermuyoriginalaldecirlo,pero laverdadesqueélmehacesentir todasesascosasacercadelasquelaspersonasescriben—reconocióconunlevetonodetristeza—.Noloesperaba,peroyapasóynohaynadaquepuedahacerparaevitarlo.Enrealidad,creoquenoquierohacerlo,supongoquetengosuertedesentirestaclasedeamor,perotampocoestoydispuestaasufrirmásdelonecesario.

—Maríadiríaqueeresdemasiadosensataparatubien—comentóAlanconunasonrisa.

—Y estaría en lo cierto, pero no se lo digas, se pondría insoportable —Beth se encogió dehombros—. ¿Por qué no vas a almorzar ahora? Odiaría que te quedes sin comer por estar aquíconmigo.

—Notengohambre.

Beth ledirigióunamiradaburlona. Jamás, en todoel tiempoque llevabande trabajar juntos, élhabíadejadopasarlahoradelalmuerzo.

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Alanvaciló,perotuvoqueasentirdemalaganacuandosuestómagoemitióunextrañosonido.

—Deacuerdo,talveztengaunpoco—reconoció—.¿Vienesconmigo?

—No,quierodarunpaseo—dijoella.

—¿Segura?

Bethasintió.

—Notardaré,teveréenunrato.

Alansepusodepiecasialmismotiempoqueellaysedirigieronalasalidadellaboratorio,peroéltomóelelevadoryBethsequedóviéndolomarchar.Lasonrisaquehabíamantenidodurantelosúltimosminutosensurostroseesfumótanprontocomosecerraronlaspuertas.Exhalóunsuspiroydiomediavueltapararegresarpordondehabíavenido.Enverdadnoteníamuchosdeseosdepasear,perofuelaúnicaexcusaenlaquepudopensarparaeludirelacompañaraAlanalcomedor.Deseabaestar a solasybienpodríausar ese tiempopara adelantar su trabajo.Sin embargo, al entrar en ellaboratorioseencontróconunafigurafamiliarque lehizoconsiderar laopcióndedaresepaseo,cualquiercosacontaldealejarse.

EldetectiveLancasterseveíaincómodoenlainmaculadahabitación,comosisehallaradeltodofuera de su elemento. Estaba de pie en el centro del cuarto con las manos en los bolsillos y lalarguiruchanarizligeramentefruncida,comosipercibieraunolordesagradablequelosdemásno.Comosiempre, ibavestidoconun trajequehabíavistomejores tiempos,peroquenodesentonabaconsuaspecto.

Beth tensó los hombros al verlo y ni siquiera la falsa sonrisa que él le dirigió consiguió querelajaraelgestoceñudo.

—¿Puedoayudarleenalgo?—preguntóentonofrío.

Lancaster se encogió de hombros y le dirigió una mirada de sorpresa tan artificial como susonrisa.

—Soloestabadandounavueltaporaquí,peroyaquelahevisto…

Bethseadentróenlahabitaciónylomiróalosojos.

—O es un pésimo mentiroso o soy más lista de lo que siempre he pensado —dijo ella, sindisimularelsarcasmoensuvoz—.Séquevinoaquíparahablarconmigo.¿Quéesloquequiere?

—¿Notociertaanimadversión?

—¿Ustedquécree?

Eldetectivesuspiróyalfinmostrósuexpresiónhoscaacostumbrada,aunqueBethnotóqueseleveíaunpococansadoycomosituvieradeprontodiezañosmásquelaúltimavezquelovio.

—Mire, lamentohaberledicho todasesascosaselotrodía, ¿deacuerdo?Fuiunpocoduroconusted, no creo que sea su culpa o de su equipo el no haber dado con pruebas que nos permitanencerraraPetrov,séquehacenlomejorquepueden.Lomismoquenosotros.

—¿Yentoncesporquédijotodolocontrariocuandolellaméparapedirsuayuda?

Lancasteresbozóunasonrisairónica.

—¿Porquenosoyunhombremuyamable?Tengociertafama,¿sabe?Laverdadesquemesentía

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frustradoylapaguéconusted.Losiento.

Bethasintiósinvariarunápicedesuexpresióndesconfiada.

—Deacuerdo,lodisculpo.Ahoradígamecuáleselverdaderomotivodesuvisita—insistió.

Lancasterledirigióunamiradaapreciativa.

—Unamujerastutaymuyperceptiva,entiendoporquélegustatantoaKing—dijo,elevandolascejas.

Bethfruncióelceño,entresorprendidaeincómodaporelcomentarioyeldetectivedebiónotarloporqueelevólasmanosenseñaldellamadoalapaz.

—Soy viejo, señorita, y he vistomucho. Si nome hubiera dado de lo que hay entre usted y elabogadomereceríaquemequitenlaplaca—sonriósinasomodeburla—.Hacenunabuenapareja,porcierto.

—Gracias—replicóconvoztensaella,sindisimular lopocoquele importabasuopinión—¿Ybien?

Lancastermiródeun ladoaotro,ensilencio,ycuandopareciósatisfechodecomprobarqueseencontrabanasolas,respondió.

—Ledijequeestecasometieneabsolutamentefrustradoypuedoasegurarlequenoexagero.Heperseguido a gente comoPetrov durante todami vida y odio que salgan bien librados porque nopodemos ir tras ellos como merecen —dijo—. Me retiraré pronto, pero no podré irme en pazsabiendo que ese lunático sigue en las calles. ¿Hago bien en suponer que usted comparte miindignación?

NohabíadichonadaqueBethnoesperaraoír,porloqueasintióbrevemente.

—Continúe—ledijo.

—Novoyairconrodeos,señorita,hevenidoapedirsuayudaparaacabarconestodeunavezportodas.

—QuiereatraparaPetrov.

—Consuayuda—asintióél,alparecersatisfechodequelocomprendieracontantafacilidad.

—¿SabeeldetectiveHollandqueestáaquí?

—Noydebeseguirasíalmenosporahora.Nohayformadequeestédeacuerdo.YnohacefaltaqueledigaloqueelseñorKingpensarádeesto.Esposiblequeintentematarmecuandoseentere,peroesperoestarretiradoparaentoncesyhaberdejadoaPetrovtraslasrejas.

Bethnosedetuvoapensar,soloasintió.

—¿Quéesloquetieneenmente?—preguntóentonofirme.

Lancastersonrióenrespuesta.

—Permitaqueselocuentefrenteauncafé—ofreció.

—Noenlacafetería—dijoellaconrapidez,loúltimoquedeseabaeraqueAlanlavieraconélyempezaraahacerpreguntas—.Conozcounlugar.Fuera.

Bethasintióylecedióelpasoalsalir.Luego,lospasosdeambosseperdieronporelcorredor.

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CAPITULO10

CuandoBethrecibiólallamadadeDavidcitándolaenelparquecercanoasutrabajoalterminarsujornada,nolopensódosveces,aunquepordentrosentíaunatremendaaprehensiónrespectoaloqueese encuentro significaría para ambos.La idea de hablarle acerca de su reunión conLancaster nohabíapasadoporsumenteporquelehabíadadosupalabraalviejodetectivedequemantendríaesacharlaensecreto,ypensabacumplirla.Además,nodeseabainquietaraDavidniponerlosobreaviso;estaba seguradeque, de saberlo, no solopondría enpeligro todo el plan, sinoque encontraría laformademanteneraLancasterfueradelcaso,yquizásu ideafueraenesemomento lomejorqueteníanparadeteneraPetrov.

Al llegar al lugar señalado, se sorprendió de no ver aDavid de inmediato, pero su auto estabaaparcadocercadelaentrada,asíquesiguióelcaminodeaccesoalparqueyseadentróenlaespesura.Aúnnooscurecía,asíquenotuvoproblemasalavanzaryprontoatisbóunasiluetafamiliaralladodeunantiguoroble.

Davidseencontrabasentadosobreelcésped.No,noprecisamentesobreelcésped,sinosobreunamantaquedebíadehaberdispuestoal llegar.Sobreellahabía tambiénunacestademimbreque lerecordóalaqueusabanellaysufamiliacuandoibandepicnicaungranparquecercanoasucasaenChicagodurantelasfestividades.Unpicnic.Nopodíarecordarcuándofuelaúltimavezqueestuvoenuno,perosíquelohabíamencionadocuandoelpequeñoJeremyRussellhizoesebosquejoacercadesu día familiar. ¿Sería posible queDavid lo recordara? La idea consiguió que se viera de prontoabordadapor todaclasedesensaciones;sorpresa, ternura,amor…yunabrutalsacudidademiedo.Miedoporqueintuíaqueprobablementeesahermosavisiónnotuvieraunfinalmuyfeliz.

Peseatodo,procuróquesusemocionesnofuerandemasiadoobviasycaminóhastallegaradondeDavidlaesperabaconunasonrisaysearrodillóasulado.Antesdequeéldijeranada,tomósurostroentre las manos y acercó los labios a los suyos. Lo besó con todo su corazón y habría queridopermanecer así por siempre, pero sabía que eso no era posible.Al separarse, él tomó una de susmuñecasconlamanolibre,laquenomanteníaapoyadasobresunucaparaprofundizarelbeso,ylediounsuavebesodondelatíaelpulso.

—Gracias—dijoconvozronca.

—Graciasati—replicóella,señalandolamantaylacesta—.Lorecordaste.

Élcomprendiódeinmediatoaquéserefería.

—Teveíasmuynostálgicacuandolocomentasteenelhospitalymedijequealgúndíaintentaríaorganizaralgo.Quizánoseatanbuenocomolosquerecuerdas…

Bethnegóconlacabeza.

—Esperfecto—respondió,muysincera,apartándoseconunmovimientodelicado—¿Puedo…?

Davidsonrióalverqueseñalabalacestayasintió.

—Porfavor—dijo.

Beth fue sacando lo que él había llevado. Nada complejo o innecesariamente formal. Unosdeliciososemparedadosdeunatiendadedelicatesenqueseencontrabaaunascuadras,unabotelladevino,queso,yunasuvasquelehicieronagualaboca.Soloentoncesrecordóquenoprobababocado

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unsolobocadodesdeeldesayuno.

—Todosevedelicioso—dijo,sonriendo—.Unaselecciónexcelente.

Élseencogiódehombros.

—Esopensé.Habríacocinadoalgo,peronotuvetiempoynocuentoconunacocinaenlaoficina,asíque…

Bethcorrespondióasusonrisaysacudiólacabeza.

—Creo que eso habría sido demasiado pedir—dijo con una ceja alzada—. Debiste decírmelo,habríatraídoalgo.

—¿Yarruinarlasorpresa?Nolocreo—élrioyseñalólacomida—¿Empezamos?Porqueestoyhambriento.

Bethasintió.Ellatambiénnecesitabaunpocodecomidaensuestómago,yademáseltiempoquepasaroncompartiendolasviandasconunacharlarelajadaacercadealgunasnoticiasdeldíaleayudóacontrolarsunerviosismo.Perosegúnpasabaeltiempoylanocheempezabaacaer,nopusoevitarquesuintranquilidadterminaraporhacerseevidente.CuandohabíanterminadoconbuenapartedeloqueDavidhabíallevado,Bethseofrecióparadeshacersedelosdesperdiciosyguardarlamantaenlacesta.

David no dejaba de observarlamientras ella semovía conmovimientos precisos y calculados,aunquelamayorpartedesuatenciónestabapuestaensurostro.Unavezqueterminó,éllatomódelamanoylallevóaunagranramacaídadondeambospudieronsentarsemuyjuntos.Permanecieronensilencio durante varios minutos, él la veía de reojo en tanto ella parecía muy interesada en lavegetaciónquecrecíaasuspies.Endeterminadomomento,Daviddebiódepensarquehabíapasadosuficientetiempoalaexpectativa,porquellamósuatenciónconunasuavecariciaensumejilla.

—¿Ocurre algo? —preguntó con tono preocupado—. Pareces ausente. ¿Sigues inquieta porPetrov?

Ellaasintió.

—Sí.Unpoco.

—Perohayalgomás.

Bethvaciló,sinresponderyDavidinsistió.

—Vamos,dime.¿Quées?

Ellolomiródereojo,perodesviólavistadeinmediatoyesopareciósersuficienteparaqueDavidperdieralapacienciaquelequedaba.Seveíaintranquilo,comosipresintieraalgo.

—Deacuerdo,ahoraestoynervioso.Porfavor,dímelo—pidiónuevamente,estavezcontonomásfirme.

Bethaspiróconfuerza,cerrólosojosporuninstante,ylosabrióconexpresióndecididaaltiempoquelomiraba.

—Tengoquedisculparme.Elotrodía,cuandobuscabaelsacacorchosentre tuscosas…Vialgo.Noestabahusmeando,solosecayó,ynopudeevitarverlo.Bueno,talvezsípudeevitarlo,peronoquise—sepasóunamanoporlafrenteysonriófaltadegracia—.Esosuenaaúnpeor.

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—¿Deesosetrata?¿Vistealgo?—repitióél,intrigado—.Notienesquedisculparteporeso,nuncacreeríaquelohicisteapropósito.¿Esoesloqueteestámolestando?

—Noenrealidad,perosícreoqueesimportantequemedisculpe.

—Deacuerdo.Disculpasaceptadas.Ahoradimequéesenverdadloquetetieneasí.

Bethcruzólaspiernasalaalturadelostalonesybuscósumirada.

—Vi unas fotografías—dijo, encogiéndose se hombros—. Eran tuyas, de cuando estabas en elorfanato,contusamigos…

DavidfruncióelceñoyBethpudonotarcómosetensaronsushombros.

—Lasrecuerdo,perolaverdadesquenolashevistoenuntiempo,olvidéquelasteníaallí—dijofinalmenteél.

—Comotedije,lamentomuchohaberlasvistos;mejordicho,sientonohaberpodidocontrolarmicuriosidad,peroalgunasdeellaseranencantadorasydeseabasaberunpocomásacercadeti.

—Siesoesloquequieres,solotienesquepreguntar.

Bethlomiróconfijezaybajólavoz.

—¿Enserio?Porquetengounapreguntamuyimportanteparatiynecesitoquemecontestesconlaverdad.

LaexpresiónenelrostrodeDavidleindicóquesabía,osospechabaalmenos,quesetratadealgomuyserio,demodoqueenlugarderesponderasintió,instandoaBethacontinuar.

—¿EsClaireJoneslamujerdelaquemehablaste?Conlaqueesperabascasarte—Bethdijotodode un tirón, como si se arrancara una bandita con unmovimiento brusco; dudaba de que pudierahacerlodeotraforma.

Davidlaobservóconelceñofruncido,parecíaunpocoabrumadoporlaabruptapregunta.BethnopudoadivinarsilohabíasorprendidodeverdadosimplementeestabaconfundidoporlanaturalidadconqueserefirióaClaire,comosilaconociera.Comoélnorespondió,siguióhablando.

—Habíaunafotografíasuyaentre tuscosas.Sésunombreporquelaconozco;bueno,sololahevistounavez,enlaoficinadeldetectiveHollandcuandofuiahablarleacercadePetrov.Entoncesnoteníaideadesuhistoria,peroalverlafotografía…todotuvosentido.TuhostilidadconHolland,laforma en que hablaste acerca de esa relación, lo dolido que parecías estar… —dijo Beth trasencogersedehombros—.Ahoraloentiendomejor.

Davidsemantuvounmomentoensilencio,comosireflexionaraacercadeloqueledijoyalcabodeunmomento,asintió.

—Lamentoqueteenterarasdeestaforma—dijo.

—Yotambién—Bethsonriósinrastrodealegría—.¿Quéfueloqueocurrió,David?

Élsepasóunamanoporelrostro,ungestoqueellahabíaaprendidoyaquesignificaqueestababuscandolaspalabrasapropiadasparadecir.

—Esunahistoriaunpocoextraña—contestaalfin.

FueBethestavezquienesperóensilencioaqueélcontinuara.

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—Conocí aClaire hace…no recuerdo cuándo, la verdad, creo que fue cuando llegó aBoston,acababadegraduarseyestabadeseosadeejerceraquí.Bernieyyoéramosamigosentonces,fuimosjuntos a la universidad y simpatizamos de inmediato con ella. Teníamos mucho en común, nosgustaba nuestra profesión y creíamos que éramos invencibles, el cielo era el límite; supongo quetodos los jóvenes idealistas piensan lomismo en algúnmomento—David hizo un gesto un pocoburlón—.Las cosas entre nosotros… todo sucediómuy rápido, pareció natural, lógico.Nunca hesidomuysociableymesentíacómodoconella;entendíamislocoshorariosdelamismaformaenqueyohacíaconlossuyos,podíamoshablardenuestrotrabajosinaburriralotro.Noquierodecirquelanuestrafueraunarelaciónnacidadelaconveniencia.Talvezenuniniciolofueenparte,peroconeltiemponosenamoramos,ymucho.Laamabaycreoquealmenosporuntiempoellatambiénmeamóamí.

Bethasintió,aunqueteníalasmanosescondidastraslaespalda,muycerradasenpuños.Nadaensurostro,sinembargo,hubierapermitidoadivinarloquesentíapordentro.

—Vivimos juntos durante un par de años y realmente creí que sería lamujer demi vida, o almenoslaúltima.Pensabaquecasarnosseríaelsiguientepaso.Todomuylógico,comodije—hubounpocodeburlahaciasímismoenlavozdeDavid.

—Peroellanoestabadeacuerdo—seatrevióasugerirBeth.

—Oh,loestaba,porcompletodeacuerdo.Todoestoquedigoacercadelocómodayconvenientequeeranuestrarelaciónparamíloeratambiénparaella.Ambossomosmuyprácticosylobastantesincerosparareconocerloensumomento.

—¿Entoncesquéocurrió?

ParaabsolutasorpresadeBeth,Davidsonrió.

—Aúnnoestoydeltodoseguro—élsacudiólacabeza—.Nobromeabaaldecirquetodofuemuyextrañoalfinal.Ycuandodigoextrañomerefieroarealmentebizarro.

Bethfruncióelceño,extrañadaporsuspalabras,peroélnopareciónotarloycontinuó.

—Todoparecíairbien,peroentoncesClaireempezóacambiar.Lamayorpartedelascosasquesiempre admiré en ella fueron reemplazadas por una conducta que entonces no comprendí.No tehablaréacercadecómoempezólosuyoconHolland,noesmihistoriaynomecorrespondehablardeello;solopuedodecirquelascosasentrenosotrosterminarondeunaformaunpocobrusca.

—¿Ellateengañó?

—No lo sé. Quizá. Pero estoy convencido de que no fue su intención —David rio al ver laexpresiónsorprendidadeBeth—.Hastahaceunosmesestalvezhubieradichotodolocontrario,noquieroparecerunmártir, teaseguroqueestoymuylejosdeserlo.Notuvelamejoractitudcuandotodo esto ocurrió, y creo que fue natural, me vi de pronto frente a una situación completamenteinesperada.Amaba aClaire entonces, tanto como se puede amar a alguien conquienhas decididocompartirtuvida,ycuandosupeloquepasaba,quelonuestronopodíacontinuar,digamosquenolotomémuybien.Quieropensarqueapesardeesoactuéconmadurez,nosseparamossinodeformaamistosa,almenoscivilizada.

—¿Hasvueltoahablarconelladesdeentonces?—preguntóBethenunsusurro.

—No—respondióélconsencillez.

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—¿FueporesoporloqueempezasteatrabajarconRollins?

Davidsuspiró.

—Enparte—reconoció—.Siemprequiseestetrabajo,nuncaheocultadomisambiciones,peroloocurridoconClairehizoqueaceleraramisplanesyaceptaralaofertaquemehicieron.

—Comprendo—replicóBeth,trasasentir.

—No,nolohaces,séquenohaspasadoporalgocomoeso—Davidhablóconsencillez,comosiseñalaraalgoobvio, inclusosonrióy laobservóconternura—.Perolo intentas,y te loagradezcoporqueséquelohacespormí—laobservóentonces,muyserioypensativo—¿Porquésientoqueloquehedichonoessuficienteparati?

—Porquenohasdicholomásimportante—dijoella—.¿Aunlaamas?

Davidlevantólacabezayfijólamiradaensusojos.

—Simelohubieraspreguntadohaceunassemanas,habríadichoquesí—respondió,yseoíamuysincero—.Nosésieradeltodoamor,creoquehabíaunpocodedespechotambién.

—¿Yahora?

—No.YanoamoaClaire—respondióenvozbajaysindejardemirarla.

Bethlomiróasuvez,comosiquisierasabersiesdeltodocierto.Queríapensarquesí,perolediomiedohacerloyestarequivocada.

—¿Cómopuedesestarseguro?—insistió.

Élparecióapuntodedeciralgo,perodebiópensarlomejorporqueseencogiódehombrosconsencillez.

—Sololosé—respondió—.Notelodiríasinofueralaverdad.

Bethsupoqueerasincero;talvezleresultaracomplicadoabrirse,peroauncuandohabíaobviadohablarledeClaire,enrealidadjamásocultóquehabíatenidounarelacióntanimportanteantes.Esolerecordóalgomásylomirómuyseria.

—¿Porquénuncamedijistequiéneraella?Nopodíassaberquelaconocía,claro,perosísabíasqueconozcoaldetectiveHolland.

Davidvacilóantesderesponder,ycuandolohizofueconevidentetensión.

—Teníaunparderazonesyningunaeramuybuena.

—Megustaríaconocerlasdecualquierforma.

Élasintiódemalagana.

—Porunaparte, penséqueno teníamucha importancia; comodijiste, no sabíaquehabíasvistoalguna vez a Claire y no encontré sentido en dar nombres, creí que con haberte hablado de esarelaciónseríasuficiente—sepusodeprontomuyserioydesviólavista—.Laotra,bueno,esaesaúnpeor.Creoquefuepororgullo.No,nolocreo,estoysegurodequeesafuelarazón.

—¿Orgullo?—repitióella.

—Noesfácilreconoceralgocomoesto,perosupongoquesinolohagocontigonopodréhacerloconnadie—dijoél,yBethsintióunlevevuelcoenelcorazónporloquesuspalabrasimplicaban—.

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Mesentía…unpocohumillado.Heridoenmiego,supongo.Loqueesdeporsívergonzosoporqueeso significaque lamentémáshaberperdido aClaireporotrohombrequeporque la amara tantocomoparaecharlaenfalta.

Beth no se mostró sorprendida, en realidad no lo estaba, y advirtió que él parecía aliviado dehaberleconfiadoesasensación.

—Noveonadadevergonzosoensentirteasí,mepareceunsentimientológico;quizánodeltodobueno,perocomprensible—ledijoella.

—Quizá.Peronomegusta,mehacesentirmezquino.Claireesunabuenamujeryaunquelascosasnoterminaranbienentrenosotrosylaculparadurantemuchotiempo,laverdadesquefueunagrancompañera.Puedoverloahora,peroentoncesfueimposibleycreoquelehicelascosasmásdifícilesdeloqueyaeranparaella,yparatodos.RespectoamirelaciónconHolland…bueno,nodigoqueseaunmaltipo,perojamáspodríasersuamigo.Considerandoquedurantemuchotiempoloúnicoenloquepodíapensareraenromperlelanariz,diríaqueheavanzado,peroeseesmilímite.

DavidcallóyesperóqueBethdijeraalgo,peroellasemantuvoensilencio.

—¿Nome crees cuando digo que ya no amo a Claire?—Preguntó entonces, un pocomolestoporquepudierapensarqueleestabamintiendo.

Ellasacudiólacabezadeunladoaotroenseñaldenegación.

—Tecreoyestoyseguradeque tú tambiénlocrees,peronopuedoevitarpreguntarmesinosedebealhechodequeeslomássensatoparapensarporqueesoesloquetúhaces.Lodijistehaceunmomento,esalgoquetúyClaireteníanencomún,seinclinanporlalógicayporloqueestábien.Peroyonopuedohacereso,nopuedoengañarmeamímisma.

—¿Creesqueesoesloqueestoyhaciendo?¿Forzarmeapensarlomásconveniente?

—¿Seríatanraro?

Davidsepusodepieysedetuvofrenteaellaparaverlaconatención;lasmanosenlosbolsillos,yelgestoserio.

—Talvezseapráctico,Beth,peronosoyunrobot,nomanejomisemocionesdeformatanfría—dijocontonotenso.

—Nodijequelohicieras.

—Peroparecespensarlo—replicóélunpococortante—.Mira,hesidodeltodosincerocontigo,tehecontadocosasqueno lediríaanadiemás,peroesonoparecesersuficientepara ti.¿Quédebodecirparaquemecreas?

—Hedichoquelohago.Nuncahepuestoendudatupalabra.

—Deacuerdo,mecrees.Bien.Pero almismo tiempopiensasque tengouna retorcida formaderazonarquemellevaaengañarmeamímismocontaldenoenfrentarmissentimientos.¿Estoyenlocierto?

Ellanorespondióyélsonriósinasomogracia,sacudiendolacabezadeunladoalotro.

—Supongoqueesaesturespuesta—dijoDavid,conunacejaalzada—.Alparecernopuedodecirnadaquetesatisfaga,ylosiento,porqueesloquemásquiero.

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Bethsiguióensilencio,peropordentrosucabezaeraunherviderodepreguntasyrespuestasparasímisma que solo la torturaban. ¿Por qué él no podía decir que la amaba? ¿Que había dejado supasadoatrásporquequeríaunfuturoconella?Eraesoloquequeríaoír,perosabíaqueestabasiendoegoístayqueensudesesperaciónporobtenerlasrespuestasquedeseabaselastimabaaúnmás,yaúnpeor, lastimaba también aDavid. Podía verlo en sus ojos.Nunca la habíamirado así, como si nosupieraquédecirohacercuandoparecíaestarsiempretanseguro.

Alfinal,sepusodepieyseacercóunospasosaélhastaquedarmuycerca.

—Talvezestoseaunerror—dijoentonocalmado.

—¿Elqué?

—Túyyo—respondióconsencillez.

Davidlamiróasuvezyseacercótambién.Habríapodidotocarlatansoloconextenderunamano,peronolohizo.

—Teloaseguro,elquetúyyoestemosjuntosnuncapodríaserunerror,nohayformadequelosea.Elquetúyyoestemosjuntossolopuedeestarbien—ledijoycontinuósinesperarunarespuesta—:Peronopuedoforzarteapensarlo.Muchomenossitienestantasdudasynoconfíasenmí.Ynoteculpoporeso.Debídeciralgunascosasensumomentoynolohice;esonoshallevadoaestepuntoy tienes todo el derecho de sentirte como te sientes. Pero no hay nadamás que pueda hacer paracambiarlo.

Bethvaciló, semoríapor abrazarlo, pordecirleque todoestababien,pasarunamano sobre surostroyborraresaexpresióndedesesperanza.Peronopudo.Suspiesparecíanpegadosalcéspedysolopermanecióallí,mirándoloensilencioyresistiendocontodassusfuerzaslasganasdellorar.

—Megustaríairmeahora—dijoellapasadosunpardeminutosyseodióunpocoporlofirmeytranquilaquehabíasonadosuvoz.

Davidlamiróconfijeza,peronodiscutió;enlugardeelloasintióconunmovimientobrusco.

—Deacuerdo—dijo,tancalmadocomoella,aunquehabíaunanotoriatensiónensutono.

—Notienesquellevarme,puedotomaruntaxi…

—No—replicóélunpocofrío—.Estáoscureciendoymesentirémástranquilositedejoencasa.¿Porfavor?—suavizóunpocosutonoalhacereseúltimopedido.

Ellaasintióycaminóasulado,ensilencio,hastallegaralauto;élllevabalacestaenunamanoyladejóenlamaleteraantesdeabrirlapuertaparaellayocuparelasientodelconductor.

BethsintióqueesefueelviajemáslargodesuvidapeseaquenodurómásdeveinteminutosycuandoDaviddetuvoelautofrentealaentradadeledificiovacilósolouninstanteantesdeabrirlaportezuela.Estaba por bajar, peroDavid tomóuna de susmanos y se quedó inmóvil, sintiendo elcalordesutoqueyelgolpeteodesucorazóncontraelpecho.Esperóquedijeraalgo,cualquiercosa,pero solo sostuvo sumanoporunos instantesque leparecieroneternos.La soltódeprontoy esoparecióromperelhechizo,demodoquesacudiólacabeza,recuperóelcontroldesímismaybajódelauto,deteniéndoseenlaaceraconlamiradafijaenDavid.Éllamiróasuvezydiounacabezadaensudirección,Bethnosuposieraunaseñaldedespedidaoalgomás,peronosedetuvoapensarlo,diomediavueltayapresuróelpasoalvestíbulodeledificio,sinvoltearamirartrasella.

Solocuandoestuvodentrosepermitiómiraratravésdelapuertadecristalyfueentoncesquevio

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aDavidponerelautoenmarchaydesaparecerenlanoche.

Beth nunca hubiera podido imaginar, cuando hizo esa llamada a la señorita Morris, que losacontecimientos se sucederían de una forma tan precipitada ni que se vería envuelta en una de lassituacionesmásextrañasypeligrosasdesuvida.

Llevabavariosdíasactuandocomosinosesintierademolidapordentro,ydebíadeestarhaciendoungrantrabajo,porquenadiehizoningunamenciónasuactitudoapariencia.SoloAlanledirigíacadatantounasmiradaspreocupadascuandotrabajabanenellaboratorio,peromostróelsuficientetinoparanohacercomentarios.EncuantoaMaría,habíaevitadoconbuenosresultadoselhablarconella, y elhechodeque su amigaparecía inundadade trabajoy conunos turnosdobles lehizo lascosasunpocomássencillas,loqueagradecióconfervor.

Esamañana acababa de abrir los ojos bastantemás temprano de lo habitual y, tal y como teníaacostumbradoenlosúltimosdías,sequedóenlacamarecostadacontralasalmohadas.Pensando.TalvezfueraunpocomasoquistadesuparteelrevivirunayotravezsuúltimaconversaciónconDavid,pero no podía evitarlo.Rememoraba sus palabras, pensaba en las suyas y en lo que tal vez debiódecir;sinofuedemasiadoinjustaconélalcasiobligarloaenfrentardeesaformaasupasadoyacompartirlo con ella cuando era evidente que resultaba difícil para él. Pero no importaba cuántasvueltasledieraocuánculpablesesintierapormomentos,sabíaquehabíahecholocorrecto.Porella.Porél.Porambos.

No exageró al confesar a Alan cuánto amaba a David. Lo hacía, con todo su corazón, y eraprecisamente por ello por lo que no se veía capaz de continuar si él no podía corresponderle.Necesitabaquesucabezaganaraesapartidaasucorazónoibaaterminarmásdestrozadadeloqueyasesentía.Porlopronto,habíalogradocontenerelimpulsodellamarlo,aunquenoestabasegurade por cuánto tiempo podría mantener el temple. Extrañaba su voz, era asombroso todos losrecuerdosqueacudíanasumentesoloconcerrarlosojosypensarenesavoz.Loquelallevabadeinmediatoapensartambiénensusojos,susonrisa,susmanos…

Dio un golpe a una almohada con un resoplido de disgusto al darse cuenta de lo que hacía. Sudeterminaciónnollegaríaalasemanasicontinuabaasí.

Aspiróconfuerzaehizolasmantasaunladoconexpresióndecidida.Teníaquemoverse,darseunabuenaduchaconaguafríae iral trabajo;eso lamantendríaocupadaycon lamentepuestaenalgomásimportante.

Quince minutos después salió del baño revigorizada y quizá un poco temblorosa, pero másanimadaparaenfrentareldía.Escogióunosvaqueros,unablusaazulyunachaquetaajuego.UnavezqueguardótodassuscosasenelbolsoycomprobóqueNolanyahabíasalidoaclases,sedetuvounmomentoen lacocinapara servirseun jugodenaranjaen tantomarcabaelnúmerode la señoritaMorris. Procuraba hacerlo cada mañana antes de salir a trabajar, solo para saber cómo habíaamanecidoJeremyyparaavisaralaasistentasipodríapasaravisitarloporlatarde,comoesperabahaceresedía.

EsperóquelaseñoritaMorriscontestara,loquehizoalcuartotoque,ylesorprendióquesuvozsonaraunpocoagitadayconresuello.

—Buenosdías,señoritaWilson—saludóconsuamabilidadhabitual.

—Buenosdías,señoritaMorris,¿esunmalmomento?—preguntó,untantovacilante.

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—No,no,no sepreocupe, acabode llegaralhospital, estoypor tomarel ascensor—respondióella—.Tuveunpequeñoaccidente,nadaserio.

Bethfruncióelceñoyseapoyócontralaencimeradelacocina.

—Losiento—dijo—¿Quéocurrió?

EscuchócómolaseñoritaMorrishacíaunchasquidoconlalengua.

—Una tontería,en realidad, fuemiculpa.Me tropecé frentea laentradadelhospital,peroya ledije,nohubonadaquelamentarsalvounaspantimediasdañadas—Bethsintióalivioaloírlareír.

—Metranquilizasaberlo.

—Gracias, señoritaWilson. Como dijo el amable muchacho queme ayudó a levantarme, ¿quémejor lugar para tener un accidente que en la puerta de un hospital? Bueno, tal vez sea unpensamientounpocofatalista,perotienemuchodeverdad,¿nolocree?

Bethelevólascejas,enungestodeescepticismo.

—Supongoqueesposible—reconociótrasencogersedehombros—.Mealegrasaberquerecibióayudadeinmediato.

—Oh,sí, tuvemuchasuerte.Estemuchacho,delque lehablo,estabaprecisamentemuycercadedondecaíyacudiódeinmediato—lamujerbajóunpocolavozalcontinuar—.Tengoquereconocerqueenunprimermomentomeintimidóunpocosuaspecto,seveíaalgo…¿peligroso?Perofueunatontería,claro,porquefuemuygentil.

Beth sintió que toda su columna se tensaba como si acabara de recibir una descarga eléctrica.¿Estabasiendodemasiadosuspicaz?Decualquierforma,preguntó.

—¿Ycómoeraélexactamente,señoritaMorris?—procuróquesuvozsonaranormal.

—Bueno,¿serefiereasuapariencia?Porqueeramuycomún;alto,quizádemasiadodelgado,perolobastantefuerteparaayudara levantarmedelpiso—laasistenteahogóunarisa—.Ah,y teníaunacentobastantecurioso,arrastrabaunpocolaspalabras…

Bethnoescuchómásporquetuvoquesostenerseenlaencimeraconunamanoalsentirunmareo.No, no, no.Aspiró una y otra vez e hizo un esfuerzo para controlar su respiración agitada, soloentoncesnotóquesosteníaelauricularcontantafuerzaqueestabaapuntodequebrarlo.Esoeratodo.Teníaqueactuaryteníaquehacerloya.

—Escuche,señoritaMorris—interrumpióalamujerconciertabrusquedad—.Tengoquecolgarahora,pero,porfavor,nodejeaJeremyasolasniunsegundoyasegúresedequeelguardiaestéensupuesto,sinofueraasínodudeenllamaraldetectiveHolland,¿deacuerdo?Esperoirestatardealhospital,laveréentonces.

Colgó sin esperar una respuesta y volvió a tomar aire hasta que susmanos dejaron de temblar.SoloentoncesvolvióamarcarunoscuantosdígitosyexhalóunsuspirodealiviocuandoescuchólavozadustadeldetectiveLancasteralotroladodelalínea.

—Sí,soyyo.Tenemosquehacerlohoy—ledijo.

Hablóporunpardeminutosysaliódeldepartamentotanrápidocomopudosindetenerseapensarenloqueestabaapuntodehacer.Dehaberlohechoquizásehubieraarrepentido.

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Daviddejóelcentrodeinternamientoparaadictosqueacababadevisitarconungransuspirodealivio.Encuantoatravesólaspuertasdesalidaseapoyóenunaparedydescansólacabezaconlosojoscerrados.Esaquizáhabíasidounadelasmásdesagradablesexperienciasdesuvida.

Había terminadoallíalseguir lapistade lossospechososdesercómplicesdeYuriPetrovenelasesinatodelosRussell.Graciasasusindagaciones,ylasdeBernieque,contrarioasusamenazas,continuó ayudándolo en esa tarea, estaba cien por ciento seguro de haber dado con la persona enquienYurihabíaconfiadoparauntrabajotanruincomopeligroso.

ÉlyBerniedescartaronadosdelosúltimostresnombresquelapolicíaleshabíasuministradoy,conlaseguridaddeestarenlapistacorrecta,Davidhabíadedicadolosúltimosdíasenencontrarasuhombre.SergueiValinski.Trasunaseriedepesquisas,visitaspocoafortunadasytrascobrarmásdeunfavorenloslugarescorrectos,consiguiódarconunadirección.Parasusorpresa,nosetratódeladeunedificiodeapartamentos,odelcentrode reclusiónde laciudad, sinodeunpequeñoypocoatendidocentrodelestadoubicadoenunadelaszonasmáspeligrosasdeBoston.

Cuandollegóylogróhablarconeldirector,unhombrepococooperadorybastantemezquino,sellevóunasorpresaalsaberqueSergueiValinskillevabacasiunasemanainternadoenelcentroluegode serhalladocasimuertoenuncallejóndebidoauna sobredosisdeheroína.Davidpidió leer suexpedientey,traspresionarunpoco,consiguióqueeldirectoraceptaradárselo.

Según los informes, Valinski contaba con un amplio abanico de antecedentes, lo que no fuesorpresivo para David ya que la policía también le había dado unos alcances al respecto; lo queencontró extraño fueron las circunstancias en que fue encontrado, en particular cuando logródeshacerse del director y hablar con uno de los enfermeros encargados de su cuidado. Según elhombre,alguienmuchomáscapazycomprometidoconsutrabajoquesujefe,nohabíalógicaenlaforma en queValinski se había suministrado la droga. Basado en su experiencia y en lasmarcasencontradasenelcuerpodeValinskicuandollegóalcentro,setratabadeunconsumidoresporádico.Laposibilidaddeunasobredosis,aunquenoinadmisible,erapocoprobable.Además,ensuopinión,los policías que lo encontraron y lo llevaron al hospital, de donde lo derivaron luego al centro,habíanprofundizadopocoenel caso.Dehaberlohecho, comentócon tonocolmadode sarcasmo,habríanencontradocuriosoqueValinskiseinyectaralaheroínaenelbrazoizquierdosiendozurdo.Talvezrecibióalgúntipodeayuda,dijotambiénenvozmuybajayviendotrassuhombro.Unafalsasobredosis era una forma excepcional de librarse de un adicto, y si el hombre en cuestión teníaantecedentes y nadie se preocupaba por él, sin duda nadie se vería en la necesidad de responderpreguntasincómodas.

Desdeluego,elenfermeronoteníaningunapruebadesussuposiciones,peroparaDavidfueronmásqueútiles.EnespecialcuandoleinformóqueValinskinosolohabíasobrevividoalasobredosis,sinoqueademásserecuperabaapasosagigantados.Enesemomentosufríalosbrutalessíntomasdelaabstinencia,perobasadoensu juventudy fortaleza,elenfermeroconfiabaenquesaldríadeesaprueba.

Si,talycomoDavidempezabaasospechar,ValinskieraelmisteriosocómplicedeYuriPetrov,ytambiénsuúltimay frustradavíctima,entonces tenía todas lascartasensusmanosparaempezaramoverelengranajejudicialcontraél.Quizáaúnfueramuyprontoparaalbergaresperanzas,perosindudasetratabadeunpuntodeinicioexcelente.

Prometió al enfermero una recomendación y la posibilidad de abogar por él en un futuro siacordaba vigilar a Valinski hasta que estuviera casi restablecido y lo mantenía informado de susavances.Tanprontocomofueraposiblequehablaraconél,avisaríaaDavidyéliríaconlapolicía

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para confirmar sus sospechas y ofrecerle un trato. SiValinski eramedianamente listo y resultabasiendo quien estaba casi seguro que era, aceptaría sin dudar. Tal vez fuera un asesino, pero unhombreconsusantecedentes jamástoleraríaunatraicióncomolaquePetrovparecíahaberurdidocontraél.Davidsolo tendríaquehilarfinoysembrar lassemillascorrectas.Lohabíahechoantes,podríaconeso.

De cualquier forma, pese a lo positivas que habían resultado sus labores, al salir del centro sesentía absolutamente exhausto. Un lugar como ese, tan poco atendido por el estado y poblado demiseriaparecíatenerlacapacidaddedrenarlaenergíadecualquiera.Esaeraunadelascosassobrelasque legustaría tenerelpoderdecambiar,unoqueposeíaRollins,porejemplo,peroqueensuopiniónmalgastabaenadularalalcalde,deallíquejamáshicieraunapropuestasensataparamejoraresapartedelsistema.

AlafrustracióndeloqueconsiderabaunainjusticiasesumabaelconstanteestadodeansiedadenqueestabasumidodesdesuúltimacharlaconBeth.Llevabadíaspensandoenloocurridoylaúnicaconclusiónalaquehabíallegadoeraquelanecesitabamuchomásdeloquehubieraimaginadoquenecesitaríanuncaaalguienensuvida.

Si.La quería y necesitaba a su lado tanto que casi dolía y era una sensación tan ajena a él, quejamáshabíadependidodenadie,queapenasconseguíacontenereldeseodebuscarlayrogarlequeledieraunaoportunidad.Peroalmismotiemponosabíacómohacerlooquédecir;nisiquiera teníamuyclarosieralomássensato.

Berniehubieradichoquedabavueltasdeformaestúpidasobreuntemaqueestabatanclarocomoelcristal,ysí,quizáestuvieraenlocierto,perosolosiloveíadesdesupuntodevista.Élnosabíaloque era elmiedo a perder a alguien, a comprometerse con todo su corazón para verse de prontoarrebatadodeloqueconsiderabapartedesuvida.EraalgosimilaraloquesintióensumomentoconClaire,peroelevadoalcubo.Silehabíacostadotantosuperaresaexperienciaycomprenderquelomanejó todo de forma equivocada, estaba seguro que, de vivir algo como eso con Beth,sencillamentelodevastaría.

Unavozinteriortraicioneraledijoquenopodríaserpeorqueloquesentíaenesemomento,perohizotodoloposibleporignorarla,almenosporloquerestabadesudía.Podríaesperaralanocheparavolveralmotelysentirsemiserabledurantehoras,talycomoveníahaciendodesdehacíavariosdías.

Conesalúgubreexpectativa,sedirigióal juzgado,esperabaencontraraBernieparacontarlelasnovedades;suamigolohabíaayudadotantoquemerecíaserelprimeroensaberlo.Luegohablaríaconlapolicía,ydespués,bueno,lológicohubierasidodecírseloaBeth,estabataninvolucradacomoél en todo ese asunto, pero ignoró la llama de esperanza que le provocó la simple posibilidad devolveraoírsuvoz.Enverdaderapatético.

LlegóalacortepocoantesdemediodíayseencaminóalasalaenlaquesegúnelalguacilpodríaencontraraBernie;perocuandoatravesabaunpasilloseencontrófrenteaunafigurafamiliarqueleíamuyconcentradaunacarpetaconsumaletínenelpisoyelceñolevementefruncido.

Claire.

Sepermitióobservarlacontranquilidadylesorprendiócuánpocolealteróeseencuentro.Habíapasadomesesevitándolaporqueestabaconvencidodequeseríaunaexperienciadesagradableparaambos,peronoadvirtiónada.Bueno,síquesintióunapequeñaoleadadenostalgia,perolamismaquehabríasentidoalverdenuevoaunviejoamigodespuésdemuchotiempo.Pormásquebuscóen

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suinterior,nohallóunsolorastroderesentimientooenfado.Yesacertezalesorprendiótantoqueno estuvo seguro de cómo actuar. Por fortuna, ella debió percibir su presencia porque levantó lamiraday, aunque enunprimermomento se vio sorprendida, de inmediato se acercó a él conunasonrisaamistosayDavidlaesperóconunamuysimilar.

Claire siempre había sido unamujermuy atractiva, pero era evidente que la tranquilidad de sunuevo empleo y, sobre todo, la felicidad que compartía conHolland realzaban su belleza.Con sucabello castaño rojizo, sus grandes ojos azules, y sus ágiles movimientos, era la imagen de laseguridad,unrasgoqueDavidsiemprehabíaadmiradoenella.

Al llegar a su altura, hizounpequeñogestovacilante, como si no estuvieramuy seguradequéhaceracontinuación,peroDavidseapresuróaayudarlaconeso.

—Claire—lasaludóélconunacabezada.

Clairesonrió,obviamentecontentadeserbienrecibida.

—Hola,David,esbuenoverte—dijoella.

—Lomismodigo.¿Cómohasestado?

—Bastantebien.

Clairesepasóunamanoporelcabello,apartandounmechóndesufrenteyDavidviosuanillodebodas.Sepermitióseñalarloconunasonrisa.

—Esoveo—ledijo—.Felicidades.

—Gracias.

—Nomemiresasí,estoysiendomuyhonesto.

—Losé,peronoloesperaba—lasonrisadeClairesehizomásamplia—.¿Ycómotehaidoati?

—Diríaquebien.

—Sé que te va muy bien con Rollins o, mejor dicho, a pesar de Rollins—ella se encogió dehombrosehizounmohíndedisgusto;comoa lamayoría,no leagradabasu jefe—. Haymuchosrumoresacercadequeelalcaldeestáperdiendolapacienciaconél.

David frunció un poco el ceño, no recordaba haber oído nada al respecto, quizá porque habíaestadomás centrado en su relación conBeth y en el caso de Petrov.La idea en sí, el queRollinscayera de la gracia del alcalde, no le satisfizo como habría ocurrido antes y supuso que suspreocupacionesnoeranyalasmismasquehacíaunosmeses.

—Lagentesiemprehabla—dijoalfin,encogiéndosedehombros.

—Yavecesdicenalgunasverdades.Penséqueteagradabalaideadeascender.

—Mesientobastantecómododondeestoyahora.Quizálascosascambienenelfuturo,nolosé;supongoquetendremosqueesperar.

Claireloobservóladeandolacabeza,atentaybastantecuriosa.

—Parecequeestásreplanteandotusprioridades—comentóellaconunamiradaastuta.

David hizo un gesto que podría haber implicado que estaba de acuerdo, pero no dijo nada alrespectoyellacontinuó.

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—Jennymecontóqueseencontraroncasualmentehaceunassemanas—comentóconvozcauta.

Davidledirigióunamiradacargadadesospecha.

—¿Casualmente?¿Ellausóesapalabra?—Davidapenascontuvounacarcajada,entredivertidoyexasperado—.Fuetrasdemícomouncazadoracechandoasupresa,Claire.

Ellasuspiróydiounacabezadaenseñaldeasentimiento.

—Bueno, sí, esoes loqueellahace.Soloquiseusarunapalabramenosagresiva.Sabesquenotienemalasintenciones,solosepreocupaporti,lomismoqueyo—serioyloobservóconmuchacuriosidad—¿Seríamuyatrevidasitedijeraquemencionóalgorespectoaunamujerentuvida…?

Davidsacudiólacabeza.

—¿Túquécrees?—preguntócontonoirónico.

—Que lo sería, pero esta vez voy a obviarlo porque tengo demasiada curiosidad para no decirnadaalrespecto—Clairevacilósolounsegundo—.¿PorcasualidadsetratadeBethWilson,unadelasinvestigadorasdeldepartamentoforense?

Davidacusó la sorpresivapreguntaconunacejaelevadaynuevamenteseabstuvode responder.Clairenopareciótomarloamal,sinoquehizounlevegestodedisculpa,aunqueesonoladetuvodecontinuarpreguntando.

—Laconozco—dijo—.Bueno,sololahevistounavezenlaoficinadeSimon,ymepareciómuyagradable.CuandoJennymencionósunombreyenquétrabajaba,atécabos.

—Ytevesmuysatisfechaporeso—replicóél,sarcástico,perosinmalicia.

—Mentiríasidijeraqueno—ellaseencogiódehombros—.Megustaríaquefuerasfeliz,David,lomereces.Yestachicaesmuyespecial,oesocreo.

Daviddudóentreresponderonoyalfinaloptóporloprimero.

—Loes—dijo—.Ymucho.

Clairerecibiósurespuestaconunaampliasonrisa.

—Me alegra saberlo—su expresión cambió un poco almirar aDavid conmás atención, habíaalgodenostalgiaenella—.Nuncapodremosseramigos,¿cierto,David?

Élsuspiróylaobservóasuvez,serio,perosinunápicederesentimiento.

—Laspersonasquehanpasadoporloquenosotrosgeneralmentenoloson—respondióélconunencogimiento de hombros—.Aunque bien pensado, dudo de quemuchas personas compartan unahistoriacomolanuestra.Decualquierforma,sabesquetedeseolomejor.

—Yyoa ti—replicóClairede inmediato, trasasentir—.Megusta tuBeth,eshermosay fuerte.Perfectaparati.

Davidrecibióelhalagocasicomosifueradirigidoaél,tanprofundoseransussentimientosporBeth,ehizoalgoquejamáspensóqueharía,sepermitiócompartirsumiedoconClaire.Necesitabadecirlo,ellaestabaallí,ysabíaquesupreocupaciónporélerasincera.Deprontocomprendióqueahora veía en ella esa imagen que conservaba de la amiga en quien siempre confió antes de quepasaratodolodemás.

—Noestoysegurodequeellapienselomismo—reconoció,pensativo.

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Clairenopareciósorprendidaporsuconfesión,perosímuyinteresadaendarsuparecer.

—Puesconsiguequelohaga—dijo,conelceñolevementefruncido—.Tambiénparecelista,tienequecomprenderlo.Esobvioqueestándestinadoselunoalotro…

Davidnopudocontenerunasonrisaaloírlahablarconesaseguridad.

—Nouseslacartadeldestino,Claire,noconmigo;tienesquereconocerqueesunpocoirónico—Davidhizounamuecaburlona.

—Quizá—aceptóellasinvariarsutonooloprofundodesumirada—;peronoporelloesmenoscierto. Quieras aceptarlo o no, el destino existe, y la presencia de Beth en tu vida es la prueba.Siemprehas sidounescéptico,yyo también loera, lo sabes,perocuandodecidídejardedarporhecholoqueparecíamáslógicoparaabrirmimenteycorazónaloquenecesitabasinimportarcuánabsurdopudieraparecer,mividacambió.

—Losé.Estabaallí—replicóDavidsinrastrodemaliciaysímuchodediversión.

Clairesonrió.

—Hazlo, David, por favor—insistió—. Te mereces tanto amor como el que puedes dar, y esmucho.Bethtienesuerte.Encárgatedequelocomprenda.

—Creoquequientienesuertesoyyo—surespuestapareciódirigidaasímismo—¿Cuáleseranlasposibilidadesdequenosencontráramos?

Clairelehizounguiñotravieso.

—Eseldestino,David,siempreeldestino.Loentenderáspronto—hablóconairedeentendidaydiounamiradaasureloj—.Ay,no,llegotardeamiaudiencia.

Davidasintió.

—¿Siguesenesecentrodeserviciosocial?—preguntó.

—Sí,yreconozcoquelodisfrutomásdeloqueesperaba;esinteresanteayudarsoloporquesí.

—Jamáspenséqueteoiríadeciralgocomoeso.

Clairelomiróconlosojosentrecerradosyunaampliasonrisa.

—Hacesqueparezcaunapersonaterrible—seburló—.Tútambiéndeberíasintentarloalgunavez.

—Lotendrépresente—contestóél—.Dijistealgorespectoallegartardeaunaaudiencia…

—¡Cierto!—Ellatomósumaletínyseajustólachaquetadeltraje—.Deséamesuerte.

—Nocreoquelanecesites,perobuenasuerte.

Clairesonrió,agradecida,ehizoamagodemarcharse,peropareciópensarlomejoryantesdequeDavid lo notara, se acercó un pocomás a él y posó unamano sobre su brazo. Él no semovió yrecibióelinesperadogestoconmuchanaturalidad.

—Cuandodospersonasestándestinadasaestarjuntas,noimportacuántotiempotomeolodifícilqueparezca,elamorlesunirádeunaformauotraparacompartirunavidaparasiempre—ledijoellaenvozmuybajayconunacálidasonrisa—.Ahorasítengoquecorrer.

David la vio marchar, y así como sintió un inmenso alivio en su pecho, como si se hubieradespojado de una enorme carga, no pudo dejar de dar vueltas a sus palabras. Estas, en sumente,

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aunadasasussentimientosporBeth,a loqueellarepresentabaparaél,cobrarondeprontotodoelsignificadodelmundo.

Allí,enesepasillo,asolas,yconlapazqueleotorgóelcerraruncapítulodesuvida,alfinpudocomprender lo que había tardadomeses en siquiera asimilar. Todo, de golpe, tenía de pronto unasencillezcristalina,ysupoexactamenteloqueteníaquehacer.

Lamentablemente,eldestinoqueClairehabíamencionadocontantaemoción, tiródealgunosdesushilosparadificultarunpocosusintenciones.Suteléfonoempezóatimbraryalverdequiéneralallamada,contestó.

Escuchóensilencio,ysegúnelinterlocutorseexplicabaconvoznerviosayalterada,surostrosefueensombreciendo.Caminóconrapidezporlospasillosdeljuzgadosindejardehablarydecidiódejarsuautoenelestacionamiento,optandoporuntaxi.Ibaanecesitarsuscincosentidospuestosenlo que estaba ocurriendo.Una vez que colgó, hizo un par de llamadas, y para cuando terminó laúltimaestabayafrentealapuertadelhospital.Bajóconpasorápidoynosedetuvohastallegaralpisoinfantil,dondeunamuynerviosaseñoritaMorrisseencontrabaapoyadacontralaparedfueradelahabitacióndeJeremyRussell.Unhombredeuniformerondabaalotroladodelpasillo.

—¿Cómova?—preguntódirectamente.

Lamujerparecióaliviadaalverloyexhalóunhondosuspiro.Seacercóyseñalólapuertacerrada.

—Hasidoespantoso,nuncavialgoasí.Sabíaqueteníaquepasar,claro,peronodeestamanera,fuetodotanabrupto…estábamoscomosiempre,muytranquilos,JeremyjugabaconesemuñecoqueleobsequiólaseñoritaWilson.Deprontosequedóestático,conlavistaalfrente,comoaliniciodelshock,yempezóa temblarya tararearesahorriblemelodía.Fueescalofriante,señorKing,estabamuy asustada. Entonces empezó a gritar, y losmédicos llegaron de inmediato. Intenté llamar a laseñoritaWilsonporqueestásiemprependientedeél,peronohuboforma,norespondesuteléfono.Habléconellaestamañanamuytemprano;ellallamacadadíaparasabercómoestáJeremyymedijoquevendríaaverloporlatarde,comosiempre,peroqueríaavisarledeloocurridoynocontesta.

DavidasintióeintentóquenosenotaralomuchoqueleafectólamencióndeBethyelhechodequenocontestaraunallamadatanimportante.¿Sehabríadejadoelteléfonodenuevo?Perosihablócon la asistenta esa mañana… Conteniendo su preocupación, hizo un esfuerzo por atender a laspalabrasde laseñoritaMorris,queparecíahaberrecuperadopartedel templealsaberquecontabaconsuayuda.

—Parecequeyahapasadolopeor,solohayunmédicoyunaenfermeraconél,creoquelehandado un calmante para apaciguarlo un poco, pero no está dormido—siguió diciendo ella—. Halloradotanto,pobreniño,perolosmédicosdicenqueeranecesario.Enrealidad,estánsorprendidosdequehayapasadotantotiempo,suponenquesedebealimpactodeltrauma.Hubierasidodemasiadoparacualquiera,peroparaalguiendesuedad…

Davidasintió ante laspalabrasde la señoritaMorris, no recordabahaberlaoídohablar tantoentodo el tiempo que tenía de conocerla, pero era evidente que se encontraba conmocionada por loocurridoynecesitaballenarelsilencio.

—¿Creequepuedopasarahora?—Preguntó,conlamiradafijaenlapuertadelahabitación.

—Esocreo—respondióella—.Yonolohehecho,preferíesperarporusted.Siesperaunminutoiréapreguntaraldoctor.

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—Gracias.

Davidesperóconlasmanosenlosbolsillosylosnerviosunpocoalterados.Veíasuteléfonoconfrecuencia, con la esperanza de recibir algúnmensaje deBernie o, aúnmás importante, queBethcontestara a sus llamadas. Había marcado su número llevado por un impulso, inquieto por locomentadoporlaseñoritaMorris,ysegurodequeellaquerríasaberloocurridoconJeremy,peronohabíaformadecomunicarseconella.EstabaapuntodellamaraSusanWhalbergallaboratoriomandandolaprudenciaaldiablocuandolaseñoritaMorrisregresóydebióguardarel teléfonodemalagana.

—Eldoctordicequepuedepasarunosminutos,peroquenodebealterarlonihacerpreguntas.LedijequenoessoloelfiscalasignadoasucasosinotambiénunamigoyqueaJeremyleagrada;nodebertenerningúnproblema—ledijoellaconunapequeñasonrisa.

—Seloagradezco.

David se dirigió a la habitación y golpeó un par de veces con suavidad antes de entrar. Unaenfermeraestabaalotroladodelapuertaylorecibióconunaescuetasonrisa,haciendoungestoendirecciónalacama.Enrealidad,elademánfueinnecesario,porqueerahaciaallídondeDavidhabíamiradodesdequeentró.

Jeremyestabatendidoconlosojoscerrados,perolosabriólentamentealoírloentrar.Seveíaunpocoadormilado,peroconscientee inclusoexhibióunamagodesonrisaque losorprendió;hastaentonceselniñonohabíamostradoreaccionesmuycomunesfrenteaquieneslorodeaban,suponíaqueelhabertenidoeseestallidolehabíaayudadoarecuperarpartedesupersonalidad.Undoctordemedianaedadletomabaelpulsoeibaanotandoalgunosdatosenunatablilla.

—El señor King, supongo—dijo, levantando apenas la mirada de sus anotaciones —. Soy eldoctorMiller.

—Muchogusto—DavidasintióendirecciónaJeremy—¿Podríahablarunmomentoconél?

Eldoctorhizoungestodeindecisión.

—No creo que sea buena idea hacerle preguntas. La policía aún no ha sido notificada, peroavisaremosenunmomentoysupongoqueellostambiénquerránhablarconél.Quizáseademasiadoprontoparaeso.

—Soloseráunmomento—insistióDavidsindejardeobservaralniño.

—Noestoyseguro…

Unlevejadeointerrumpiólaréplicadelmédico.Fuelaenfermera,queseacercóconpasorápidoalverqueJeremysehabíaincorporadoenlacamaconunmovimientobrusco.Davidtambiénlovioyestabaasuladoantesdequeelmédicoatinaraareaccionar.

—Hola—David apoyóunamano sobre el brazodel niñopara sostenerlo e infundirle calma—.Allíestábien,¿deacuerdo?¿Porquénoterecuestasdenuevo?

Jeremylomiróa losojosysostuvosumiradaunminutoantesdeasentir.Sedejócaersobre laalmohada,peromovióunamanoparatomarladeDavidyéllaapretóenrespuesta.Eraunamanotanpequeñaencomparaciónalasuyayelniñoseveíatandesvalido,quesintiócómologolpeabaunaoleadadeternura.

—¿Cómotesientes?

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Davidhizolapreguntatrasmirarunmomentosobresuhombroynotarqueelmédicoasentíaenseñaldeconformidad.Eraevidentequeelniñosesentíacómodoconél.

—¿Tesientesmejor?—insistióDavid,sinestarsegurodequerecibiríaunarespuesta.

Jeremypareciótardarunmomentoencomprendersupregunta,perocuandoDavidestabaapuntodedeciralgomás,elniñoasintió.

—Mimamá—dijoconvozqueda,tantoqueDaviddebióinclinarseparaoírlo.

Eralaprimeravezqueoíasuvozyresultóexactamentelaqueseesperaríaenunniñodesuedad,delgadayunpocovacilante;peroDavidlotomócomoungranavance,yelmédicodebióestardeacuerdo,porqueempezóaescribirconrapidezensutableta.

—¿Qué ocurre con tu mamá, Jeremy? —David esperó la respuesta del niño con paciencia,necesitabasaberqué tantorecordabaauncuandofueraunriesgo llevarsu líneadepensamientoenesadirección.

—Lalastimó—elniñorespondióconlavozentrecortada.

—¿Quiénlalastimó?¿Puedesrecordarlo?

Jeremy miró sobre el hombre de David, como si temiera que alguien apareciera tras él y seencogióunpocoensímismo.Davidapretóunpocomássumanoyseacercóaélconunasonrisa.

—Puedesdecírmelo,yoteprotegeré.Loprometo—ledijo.

Elniñoasintiótrasunanuevamirada.

—Elhombrequesilbaba—dijoenunsusurroquedoyseincorporóunpocosobrelacamaparapegarsurostroaldeDavidyhablarcasisobresuoído—.Élsilbabaasí.

Segúnelniñosilbabaaduraspenaslamelodía,Davidsintióquesumenteseabríayelcorazónseaceleraba. No era una tonada desconocida, la había escuchado antes. Una vez. Retrocedió deinmediato a unas semanas atrás, la primera vez que vio a Yuri Petrov en la estación de policía,mientras esperaba que su padre saliera de la sala de interrogatorios. Su brusco encuentro, cuandoprácticamente lo echó de la sala de descanso, y esa frenética y oscuramelodía que él silbaba sinabandonarsusiniestrasonrisa.

Davidlevantólamiradacuandoelniñocallóylotomóporloshombrosprocurandoquenonotarasualteración,noqueríaasustarlomásdeloqueyadebíadeestarlo.

—¿Estás seguro de que es esa la melodía que silbaba el hombre que lastimó a tu mamá? —preguntó.

Elniñoasintióconlosojosmuyabiertos.

—¿Recuerdascómoera?¿Pudisteverlo?

Jeremydudóantesdevolveraasentirconlacabeza.

—Deacuerdo,Jeremy,graciaspordecírmelo,mehasayudadomucho—Davidforzóunasonrisaamable al tiempo que se incorporaba—. Ahora tengo que marcharme, pero te quedarás con laseñoritaMorris,yeldoctortambiénestarámuycerca,¿estábien?

Elniño lomiró fijamente, sin responder,pero lehizoungestoparaqueseacercarayDavidseinclinóhaciaél.

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—¿Quéocurre?—Preguntó.

—¿Yella?

—¿Quién?—InquirióDavidasuvez,pensandoquesereferíaasumadre,unpocoinseguroacercadequéresponderdesereseelcaso.

Jeremy,sinembargo,bajóunpocomáslavozydijoloqueélmenosesperaba.

—Beth—susurró.

Davidsonrióaloírloyacariciósucabezaconunamano.

—TetraeréaBeth—leaseguró.

Luegodehacerunúltimogestodedespedidaalniño,dehablarunosminutosconeldoctorytrasdaralgunasindicacionesalguardiaenlapuerta,Daviddejóelhospitalytomónuevamenteuntaxiendirecciónalaestacióndepolicía.Duranteeltrayecto,llamóotrastresvecesaBethynoconsiguiócomunicarseconella,porloquedejóigualnúmerodemensajesconlaesperanzadequelollamaratanprontocomolosoyera.

Al llegar a la estación, se dirigió directamente a la oficina de Holland y Lancaster, pero altraspasarlapuertasetopósoloconelprimero,queasuvezloobservóconexpresiónsorprendida.Davidnolediotiempoapreguntarporelmotivodeesabruscairrupción,sinoquecaminóhaciaélconpasoseguro.

—JeremyRussellacabadetenerunacrisis;losmédicoscreenquefinalmentehasuperadoelshockyestáconscientedeloocurrido,oalmenosdegranparte—ledijodegolpe.

Simontardósolounsegundoenprocesarlainformaciónyunaexpresiónperspicazreemplazóaladeconfusión.

—Esassonexcelentesnoticias.¿Hadichoalgo?—Preguntó.

—Mejorqueeso.Hasilbado—alnotarqueeldetectiveloveíacomosihubieraperdidoeljuicio,David sacudió la cabezay exhalóun suspiro—.Me refiero aqueno solohahablado, sinoquehaseñaladoaYuriPetrovcomoel responsablede lamuertedesuspadres.Bueno,dealdesumadre,peroalfinalpodremosacusarloporambas.

Se tomóunosminutosparaexplicaraHolland todo loocurridodesdesu llegadaalhospital, laspalabras del niño y la forma en que él había logrado relacionar esamelodía con la escuchada aPetrovenesemismolugar.Paracuandoterminó,eldetectiveapenaspodíacontenerunasonrisadesatisfacción.

—Esoestodoloquenecesitamos—dijo,asintiendo.

—Yhaymás.CreoquehedadoconelcómplicedePetrov,elhombrequeleayudóaasesinaralosRussellysiestoyenlociertobastaráconofrecerleuntratoparaquelodelate.

—Parecequehaestadomuyocupado—nohabíaburlaenlavozdeSimon,sinounevidentetonodeadmiración—.Buentrabajo.

—Gracias—aceptóDavid—.Bien.¿Quéhacemosahora?

—AhoraemitimosunaordendearrestocontraPetrov—eldetectivetomósuteléfonoysellevóelauricularaloído—.Sihacemoslascosasbien,novolveráasaliralacalleenmuchotiempo.

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Davidasintióysemantuvoalaesperadequeterminaraconsullamada,peroalverqueHollandmarcóunnúmerovariasvecesynoobtuvorespuesta,seadelantóhaciaél.

—¿Ocurrealgo?—preguntó.

Simonmoviólacabezaenseñaldenegación,peroenverdadseveíaunpocopreocupado.

—Es Colin… el detective Lancaster —explicó—. No puedo encontrarlo. He estado llamandodurantetodoeldía…

—Nocreoqueseanormalquedesaparezcadeesaforma—comentóDavid.

—Noloes,ymenosahora.HaestadomuypreocupadoporelcasodePetrovynopuedoentenderque se pierda todo lo que está pasando—mira de David al teléfono, vacilando— ¿Le importa sipruebodenuevo?

—No,claroqueno.Enrealidad,necesitohacerunallamadatambién,estaréafueraenelpasillo.

Simonasintiósinmirarlo.

—Sinopuedoencontrarloempezaréconestosinél;nopodemosdarleaPetrovunaoportunidaddeescapar—dijo,entantomarcabanuevamente.

UnavezqueDavidestuvofueradelaoficina,volvióallamaraBeth.Deprontolohabíaasaltadounadesagradable sensaciónde angustia.No consiguió que contestara, pero esta vez no se dio porvencidoyenlugardellamaraWhalberg,comopensóenunprimermomento,sedirigióaunoficialquellenabaunasplanillasenelmódulodelpiso.

—Disculpe.¿SabesilaoficialCabreraseencuentradeguardia?

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CAPITULO11

MaríasolotardócuatrominutosenencontrarseconDavidfrentealaoficinadeHolland.Cuandollegó,resoplabacomosiacabaradecorrerunamaratónysuporlogeneralprolijoyestrictopeinadodeltrabajoeraundesastre.Ella,noobstante,nopareciósiquieranotarlo,estabadeltodoconcentradaenllegarhastaDavidycuandolohizolepusoundedosobreelpechoconademánintimidante.

—¿QuéquisistedecirconesodequeBethestádesaparecida?

Davidnosemostróofendidoporsuactitud;enrealidad,elqueellaperdieralacalmadeesaformaloobligabaacontrolarsupropiapreocupación.

—Nodijequeestuvieradesaparecida,soloquenohepodidocomunicarmeconella—lacorrigiócontranquilidad.

Maríahizounamueca.

—Significa lo mismo para mí. Beth no acostumbra desaparecer, y definitivamente no deja decontestar las llamadas; en especial cuando se trata de ti—pese a la obviedad de lo que deseabaimplicarconesasúltimaspalabras,estasnosonaroncomounhalago.

—Escucha, solo pedí hablar contigo porque pensé que podrías saber algo acerca de ella—leexplicóélcontodalapacienciaquelequedaba,quenoeramucha.

—No,nohesabidonadadeellahacedías,hetenidounosturnoshorriblesúltimamente,asíqueesonoestanextraño—antesdequeDavidpudieraempezarasentirsealiviadoporeso,ellacontinuóconexpresiónangustiada—.ElproblemaesquehellamadoaAlanentantosubíahaciaaquíydicequetampocosabenada,quenofueatrabajarhoyynodioningunaexplicación.Bethnohaceesascosas.Jamás.

DavidnotuvotiempoareplicarporqueeldetectiveHollandsaliódelaoficinaysequedódepiesindisimularsusorpresaporencontrarseconMaría,queapenaslograbacontenersedealzarlavoz.

—¿Ocurrealgo,oficial?—lepreguntó,mirándola.

DavidintervinoantesdequeMaríapudieraresponder,contodasuatenciónpuestaenHollandyenloqueibaadecirunavezquehicieralapreguntaqueloestabacarcomiendopordentro.

—BethWilsonhadesaparecidoycreoquepuedeestarrelacionadoconelhechodequeLancastersehayaesfumado—dijo,contonofríoytenso—¿Esposiblequetengarazón?

Simonrecibiólapreguntaquecasisonóaunaacusaciónconsemblanteimperturbable.Semantuvoensilenciounmomento,con lamiradaperdida,comosi sumente funcionaraa todavelocidad.Alfinal,hizounlevegestodeasentimiento.

—No es imposible—reconoció,mirando aDavid directamente—.Habrá notado queColin estáobsesionado con atrapar a Petrov y el no encontrar pruebas contra él lo estaba volviendo loco.Sugiriómásdeunavezusar su interésen la señoritaWilsonparaorillarloaquecometieraalgúnerroryasícapturarlo,peronopuedocreerquehayadecididohacerestalocurasinpreguntarme.

—Peroesqueustedjamáshubieraestadodeacuerdoconesto—fueMaríaquienintervino.Habíadejadosuactitudbelicosayseveíaseriamentepreocupada—.Poresolohahechoasusespaldas,alasdetodoelmundo.NopuedocreerqueBethsehayadejadoconvencerparainvolucrarseenesto.

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—ColinpuedesermuydisuasivocuandoquiereyhasidoevidentecuánpersonalsehatomadoestecasolaseñoritaWilson—Simonparecedisgustadoconsigomismo—.Hedebidovigilarlo…

Daviddejóelsilencioenquehabíapermanecidolosúltimosminutosylomiróconira.

—Sí,debióhacerloyesolohacecasitanresponsablecomoél;peronotienesentidolamentarseahora,tenemosquehaceralgo.

UnbrillodemalestarsereflejóenlosojosdeSimon,perocontuvosufastidioyasintió.

—Puedorastrearsuteléfono—dijo—.Notomarámuchotiempo,vuelvoenunmomento.

Cuandoél se fue,María seacercóaDavid.No loveíayacomoaunenemigoenpotencia, sinocomoalguienenquienbuscaraunaliado.

—Lamentohabertehabladodeesaforma,puedoserunaverdaderabrujacuandoestoymolesta—ledijo,muyseria.

—Estábien,yotampocohesidomuyamable—replicóél,asintiendo.

—¿Podrías estar equivocado? Con todo esto, digo. Tal vez solo se trata de una coincidencia yestamosesperandolopeor.¿QuépasasiBethestáenfermaencasayLancasterdecidiótomarseeldíalibre?

Davidlamiróconalgomuyparecidoalalástimaysuavizósutonoalresponder.

—Daríacualquiercosaporquetuvierasrazón,perolaverdadesquenopuedocreerlo—ledijo.

—¿Cómopuedesestartanseguro?—insistióellaunpocofrustrada.

—Porquepuedosentirlo—respondióélconsencillez.

SeveíatanabatidoysegurodeloquedecíaqueMaríaapenaslogrócontenerelimpulsodellorar,unareacciónquenoayudaríaenesemomentoanadie.Porsuerte,Simonregresóenesemomento,conelarmadereglamentoenunamanoyelteléfonoenlaotra.

—Tengo la señal—dijo—.Sédónde tenemosque empezar abuscar.Voya llevar aunpequeñogrupo, no quiero llamar la atención y exponer a la señorita Wilson por si se trata de lo quesospechamosyPetrovestácerca.

Davidasintió.

—Iréconustedes—dijo.

Simonlomiróconunacejaelevada.

—Lo siento, pero no es posible, no podemos llevar a civiles—explicó, y parecía sentirlo enverdad—.Lomantendréinformado.

Davidnoseamilanósinoque lebloqueóelcaminocon losbrazoscruzados.ErandeestaturaycontexturasimilaryhubierasidodifíciladivinarsiSimonhabríapodidohacerloaunladosinverseenunapeleainnecesaria.

—Noeraunapregunta,dijequeiré—insistióDavidenvozbajayfría.

Simonlomiróalosojosydebióveralgoenellosqueleimpactóporque,auncuandoeraobvioque no estaba de acuerdo con la idea, asintió. En realidad, lo que notó fue una gran medida deconsternaciónyangustiaynohacíafaltaserungenioparaconocerelmotivo.AlpensarenClairey

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en todo loquehabía estadodispuesto ahacerpormantenerla a salvo, sedijoqueno teníaningúnderechoanegarleesaopciónaunhombrequeparecíaestardesesperadoporencontrara lamujerqueamaba.

—Deacuerdo,estábien.Pero tendráqueseguirmis instruccionesysidesobedececualquieradeellas,tendráquealejarse—ledijocontonoserioquenoadmitíaréplica.

—Loacepto—dijoDavidconrapidez;demasiada,enopinióndeSimon.

—Yotambiéniré.

La intervención deMaría, que había escuchado su conversación en discreto silencio, obtuvo laatencióndelosdoshombresquelamiraronconsimilaresmuestrasdesorpresa.Sinembargo,DavidhizouncasoimperceptiblegestoaSimonqueesteparecióentenderdeinmediato.

—Bien.Prepárese,tienecincominutos,iréreuniendoaalgunosagentes.

Ella no esperó a que repitiera la orden, sino que salió corriendo en dirección al primer piso.Cuandosemarchó,SimonmiróaDavidynolesorprendióverlaexpresióndeangustiaensurostro.

—Todo saldrá bien, la encontraremos y estará a salvo. Además, tal vez no actúe con muchasensatezlamayorpartedeltiempo,peroColinnopermitiríaqueleocurrieranadamalo—ledijoafindetranquilizarlo.

Davidnorespondió,teníalamiradafijaenelsueloyunaenormerocaenelpecho.

Tal y como habían acordado durante su breve conversación telefónica, Beth se reunió con eldetectiveLancasterenelmuelle,unazonamuytransitadadelaciudadydondeambospodríanpasardesapercibidossinllamarlaatención,élensucondicióndepolicíayellacomounamujerqueestabaaterradaauncuandohicieraseriosesfuerzosporquenofueratanevidente.

Lancasterhabíaestacionadosucocheenunacallealedañaalaavenidaprincipal,yBethsebajódeltaxiasolounospasosdedistanciaparaasípoderdespediralconductoryqueélnovieracuálerasudestino exacto. Tal vez fuera una precaución innecesariamente dramática, pero ya que estabadispuestaahaceralgotanpocopropiodeella,pensaballevarloacabolomejorposible,ynoqueríacometerningúnerror tonto.Cuandoeldetective lavioacercarseporel espejo retrovisor, abrió laportezueladelladodelcopilotoyesperóaqueellasubiera.

Trasdarunapequeñacabezadaenseñaldesaludo,lamiródereojo.

—Reconozcoquenopenséquevendría—dijo,mascullandolaspalabras.

—Querrádecirqueesperabaquemeacobardara.

—Lohadichousted,noyo.Nomeacuseluegodeserpocoamable—eldetectiveseencogiódehombros.

Beth contuvo una sonrisa; no sabía si se debía a su nerviosismoo al hecho de que empezaba aacostumbrarsealácidosentidodehumordeesehombre,perocasiloencontrabagracioso.

—¿Quéhacemosahora?—preguntó,procurandoquesuvozsonarafirme.

Lancasterseñalóconungestounaentradaporlaqueacababadeingresaruncamióndeentregadesuministros.

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—¿Veeso?EslapuertatraseradelbarfavoritodeYuri, laprincipalestá justoa lavuelta.Noesprecisamente el antro que uno esperaría que le gustara visitar, pero supongo que el crimen nosiempreestáreñidoconelbuengusto.Élestáallí—ledijo.

Bethfruncióelceño.

—¿Estáseguro?LaseñoritaMorrislovioenelhospitalestamañana,selodije…

—Sí, sí, pero incluso los asesinos sanguinarios acostumbran almorzar yYuri es un hombre dehábitos.Penséqueyahabíaquedadoclaro;nuestroproblemanoesencontrarlo, es fácilde seguir,sino…

—Acusarlo.Yalosé—Bethlointerrumpióasintiendo—.Supongoqueesteesmiturno.

Lancasterasintió,pensativo,perocuandoBethestabaapuntodesalirdelauto llamósuatenciónconungruñido.

—Aúnestáatiempodearrepentirse,¿sabe?Nadielaculpará.

Bethledirigióunamiradaescéptica.

—Ustedlohará—ledijo,muysegura.

—Quizá,peroestaríamásdisgustadoconmigomismoqueconusted—reconociódemalagana—.Nocreaquenoestoyconscientedelriesgoquesuponehaceralgocomoesto.

—Perofueustedquienmebuscó—lerecordóella.

—Sí,peroestoydesesperado,yloshombresdesesperadostambiénnosequivocamos.

Bethexhalóunsuspiroy,trasvacilar,posóunamanosobrelamangadesuchaqueta.Eldetectiveledirigióunamiradadesorpresa.

—Quieroacabarconestotantocomousted,asíquepodríadecirquetambiénestoydesesperada.Sialgofalla,ycréamecuandoledigoquetengomuyclaroqueesunaposibilidad,seráresponsabilidaddeambos—ledijosinvacilar—.Ahorademeesagrabadoraeintentemosatraparaesemiserable.

Lancasterledirigiólaprimerasonrisasinceraquelehabíavistodesdequeloconocía.

—¿Segura de que nunca ha pensado en ser policía?—le preguntó, tras entregarle un pequeñoaparatoqueellaguardóensubolso.

—Nolocreo.Nomegustanlasarmas—replicóBethencogiéndosedehombros.

—Esa es una buena razón. Váyase ahora, y tenga cuidado. Sabe lo que tiene que hacer si menecesita.

Bethasintióy,conunaúltimasonrisaqueesperabaletransmitieralamismatranquilidadqueaellalehacíatantafalta,saliódelauto.

Lancasterlaviocaminarhastalaesquinadelcallejónydarlavueltaenlaesquinaparadirigirsealaentradaprincipaldelbar.Cuandolaperdiódevistadejócaerlacabezasobreeltimónycerrólosojos.

Beth se detuvo frente a la entrada del bar que, tal y como le había advertido Lancaster, distabamuchodeaparentarser laclasede lugarquese relacionaríaconunhombrecomoYuriPetrov.Al

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cruzar la estrecha puerta de entrada, sin embargo, decidió que podría considerarse un ejemplo decómolasaparienciasconfrecuenciapuedenengañar.

Aunqueelexteriorerabastanteagradableydabalaimpresióndetratarsedeunlocalcasielegante,el interiordesbarataba esa idea.Talvez sedebiera enparte al hechodeque su clientela le restabamucho,yaqueensumayoríase tratabadehombresdemedianaedadconunapeculiar tendenciaahablaragritosyaescupirobscenidadescadadospalabras,comoBethpudocomprobartanprontocomopusounpieensuinterior.

Variasmiradas se posaron en ella, pero las ignoró y, fingiendo una seguridad que no sentía enabsoluto, dio una rápida mirada alrededor y al no ver a Petrov frunció un poco el ceño,preguntándosesiLancasternosehabríaequivocadoalasegurarqueseencontrabaallí.Traspensarconrapidez,sedirigióalabarrayocupóuntaburete,sentándosedeladoparatenerunavisióntanclara como fuera posible del resto del local. Pidió una soda a la mujer encargada de servir lasbebidasyprocurómostrarsedespreocupadaentantoexaminabaloquelerodeaba.

No era un lugar grande, y la decoración era escasa, pero Beth creyó reconocer unos cartelesbastante valiosos que se habrían apreciadomejor de no hallarse ubicados con tan poco tino. Unabuena limpieza tampoco le vendría mal, así como un cambio en la carta, por el poco agradablearomaquellegabadesdelacocina.Mirósurelojycomprobóquellevabaallídiezminutos.Dioungolpecitonerviosoasubolso,fruncióelceñoypidióalacantineraqueleseñalaraelbañodedamas.

Unavezallíseapoyócontraellavabo,cerrólosojos,inhalandounayotravezparareuniralgomásdeaplomoysacóelaparatoquelehabíadadoLancaster.Nosabíasiibaapodercontarconsubolsoamanotodoeltiempoydudabadequefueradeltodoefectivoallí,demodoqueabriósublusay lo ajustó lomejor que pudo a la pretina del sujetador. Eso tendría que servir. Se observó en elespejo y al ver que no había nada en ella que llamara particularmente la atención, decidió salir yhacerotrointento.Unounpocomásaudaz.

Enlugardeiralabarra,diounrodeoporlazonamásalejadadellocal,dondehabíadispuestasunascuantasmesas,peroquehabíaadvertidoenrealidadservíandeunaespeciedebarreraalapartetraseradelbar.

Conpasoseguro,fuehaciaallí,perocuandoestabaapuntodecruzaresalínea,unhombreenormesalidodelanadaleobstruyóelpaso.

—Solomiembros—ledijoconunfuerteacentoehizoungestoparaquesefuera.

Bethnoseamilanó,sinoqueforzóunaactituddespreocupada.

—En realidad, estoy buscando a uno —replicó con descaro, tal y como le había aconsejadoLancasterquehiciera.Sidudaba,elloslosabrían—.YuriPetrov.

Elhombre,quenoparecíasertontoenabsoluto,hizoungestodedesconfianzaylabarrióconunamirada.

—Fuera—dijo,dandounpasoensudirección.

Bethseobligóamantenerlacalma.

—Dígale quevenga, solo unminuto.Élme conoce.Dígale que estoy aquí por nuestro pequeñoamigoencomún—ledijoella,sosteniendosumirada—.Élentenderá.

La desconfianza era evidente en el hombre, pero debía de estar acostumbrado al excéntrico

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comportamientodePetrov,otalvezBethfuelobastanteconvincente,porquediootropasohaciaella,peroenlugardeecharlaunavezmás,señalólabarra.

—Espera—dijo.

Bethretrocediósinquitarlelavistadeencima,peroélpareciódeltododesinteresadoenella.Diomedia vuelta y desapareció tras los paneles que debían de llevar a los reservados. Solo tuvo queesperar cinco minutos antes de percibir que era observada. No movió un músculo y mantuvo lamiradafijaenunahorriblepinturaenelfrentedelabarra.Sinembargo,cuandoescuchóelruidodepasostrasella,sepermitiódarunadiscretamiradaporencimadelhombroyapenaslogrócontenereldesconciertoquesintióalverqueeraelmismohombrequelehabíanegadolaentrada.¿Petrovsehabríanegadoaverla?Lancastermencionóqueeraunafuerteposibilidadyquedesereseelcasosoloinsistieraunavez,porqueesaspersonasnoibanasoportarquesenegaraamarcharse.

Cuandoelhombrellegóhastaellasepreparóparaurdirunaréplicaapropiada,peroéllatomódelbrazosinceremoniasyprácticamente laobligóaponersedepie.Bethse liberódelagarreconunmovimientobrusco,guiadaporelinstintoymantuvolabarbillaalzada,comodesafiándoloaquelatocara denuevo.El gigante pareció encontrar su actitudmuydivertida.Opatética.EsoBethno losabía,peroestabadispuestaamantenersefirme.

—Sígueme—ledijoéltrasesbozarunasonrisairónica.

Bethaspiróconfuerzayasintió,yendotrasélmientrassorteabalasmesasyseinternabaenlazonarestringida.Aldejaratráselbulliciodellocalsellevóunamanoalpecho,inquietaporloquepodríaencontrarse.Deprontolaideanoparecíatanbuenaysímuchomáspeligrosa;peronotuvotiempodearrepentirseporqueseviocasideinmediatofrenteaunapuertaquesuguíaabriótrastocarunavez. Beth obedeció a su indicación de entrar y se encontró en una pequeña habitación con undecoradocasitandeprimentecomolaqueacababadedejar.

Apenas tuvo tiempo para registrar con una mirada lo que encontró más a la vista; paredespintarrajeadas, afiches pegados sin orden y una ventana que parecía dar al callejón, lo que tomócomoalgoqueagradecer;Lancasternoestabamuylejos.Nopudoconsolarsedemasiadoconlaideaporqueunafiguraleobstruyólavisiónalsalirasuencuentro.

YuriPetrovdebíadeposeerunarmariobastantereducidoporquenoencontrabaotraexplicaciónaque usara siempre los mismos pantalones y camisetas; aunque tal vez estuviera equivocada y nofueranlosmismos,sinoqueteníagustoshorriblesa losqueeramuyfiel,perocualquierafueraelcaso,allíestaba,talycomohabíaesperado.Ytemido.

Al no llevar abrigo y con el cuello descubierto, su tatuaje resaltaba como unamacabra figuranegra que se retorcía alrededor de su pálida nuca. Beth procuró que su desagrado no fueramuyevidente,aunquedudabadequeestuvierahaciendounbuentrabajo.Éllaveíaasuvezconunamezclademaliciaycuriosidadquenosuposiencontrarconvenienteoamenazadora.

—La señorita del elevador.La del amiguito—asintió en señal de saludo, una suerte de burlonareverencia—.Ymebusca.¿Porqué?

Beth carraspeó su garganta, que notaba seca debido a los nervios, ymiró sobre su hombro. ElhombrequelaescoltóhastaallíhabíadesaparecidoyseencontrabasolaconPetrov.

—VengoahablardeJeremy—ledijo,dandounpequeñoydiscretopasohaciaatrás—.Deporquénolodejaenpaz.

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Petrovmostróunafalsasonrisaysepasóunamanoporsurapadacabeza.

—Igualque lapolicía—dijo,mostrándoseofendido—.Vieneaquíymeacusasinpruebas.Yyoqueestabaapuntodeofrecerleuntrago.

—No se preocupe, no iba a aceptarlo de cualquier forma—Beth se cruzó de brazos y sintió elbulto de la grabadora contra el pecho—. Solo he venido a hablar de Jeremy. Escuche, no es miintenciónacusarlodeloocurridoconsuspadres,sinoapedirlequedejealniñotranquilo.Élnoesresponsabledenadaynopuedehacerleningúndaño.

Petrov se rascó elmentón sin variar su expresión, si bienBeth consiguió notar un brillo en sumirada,nosuposidereconocimientooenseñaldeadvertencia.Tendríaqueignorarlodecualquierforma.“Presione,póngalocontralascuerdas,quepierdaelcontrolysetraicioneasímismo”.LaspalabrasdeldetectiveLancasterresonaronensusoídosyseaferróaellascontodassusfuerzas,porloquecontinuósinprestaratenciónalosgestosdePetrov.

—Séquehaestadovigilandoelhospitalaunque lapolicía lehavedado laentrada,yséqueestáplaneandoalgo,aunquenotengoideadequésetrata,yprefieronosaberlo.Sololepidoalgo:dejeaJeremyenpaz.

BethesperólareaccióndePetrovenuntensosilencio,peroestecontinuósinresponder.Enlugardeello,empezóacaminarasualrededor,manteniendoaúnciertadistancia,perosuspasosresonabansobreelsuelodepiedrayBethapenaslograbamantenersumirada.Cuandoestuvonuevamentefrenteaella,yalfinhabló,habíapocodeamabilidadensuvozymuchodefastidio.

—Empiezanamolestarme—dijo—.Primero,citanamipadre,yélseenojó,claro,porquenolegusta la policía y pensó que erami culpa. Luego, hago una inocente visita al hospital y ustedmeacusóconellos—laseñalóconundedo—.Yyoquesolo lahabía saludado;¿acasoesuncrimensaludarenestostiempos?

Bethnorespondió,peroélnoparecíaesperarquelohiciera,porquesiguióconsusquejas.

—Yeseabogado…esabogado,¿no?—Petrovfruncióunpocoelceñoyseencogiódehombros,comosiesonofueradeltodoimportante—.Nomegusta,esarrogante,secreemejor,mejorqueyo.¡Meamenazó!¡Amí!

FueBethestavezquiensemostrócontrariada,porqueanteesamenciónnopudoevitarpensarenDavid.SabíaquesehabíaencontradoconPetrov, lopocoque legustabayqueestaba tandecididocomo ella a encerrarlo, pero nuncamencionó nada acerca de una amenaza. Petrov debió notar sudesconcierto porque sonrió, una mueca grotesca que le erizó la piel, y dio unos pasos en sudirección.Alzóunamanoy sujetóunmechónde sucabelloquehabíacaído sobreel cuellode sublusa.

—Dime,¿eres suya?—Bethhizoungestodedesagradoy sacudió lacabezapara librarsede sutoque, pero él no la soltó—.Dijo que tenía que alejarme de ti, como si fueras suya. ¿No te lo hedicho?¡Arrogante!

Bethsintióquesienalgúnmomentohabíatenidoelcontroldelasituación,estabaperdiéndolodeformavergonzosa,ylaalusiónaDavidnoestabaayudándolaamantenerelcontrol.Nosabíasi loquedecíaPetroveraverdad,peropensarenellonoibaaayudarla,noenesasituación.DemodoquedecidióirunpasomásalláyenlugarderetrocederfrentealataquedePetrov,levantóunamanoparahaceraunladolasuyayloencarósinbajarlamirada.

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—¿Piensasqueélesarrogante?¿Yquédiríasdeunhombrequerondaaunniñoinocenteporquecreequenadievaadefenderlo?¿Cómoselellamaaquiencreequepuededestruirunafamiliaysalirimpune?Esoes loquehicisteconlosRussell,¿cierto?Teplantastefrenteaellosy losmatastesindudarporquetecreestanpoderosoquepensastequetodoterminaríaallí.Perono,dejasteaunodeellos,aJeremy,yahoraquiereslibrartedeéldelamismaformaenquehicisteconsuspadres.¿Yporqué?¿Porqueteengañaron?¿Porqueseburlarondeti?

Bethhubierapodidoseguirgritandoporhoras,porquesediocuentadequeesoeraloqueestabahaciendo.Suvozhabíaidosubiendodevolumenconcadapregunta,comosisehubierarotoundiquedentrodeellaytodalaindignacióneiraquesentíasurgierancomounamarejada,arrastrandotodoasupaso, empezandocon suprudencia.PeroauncuandohubieranotadoqueacababadecruzarunalíneaqueelmismoLancasterlehabíaadvertidoquedebíamantenerindemne,nohabríapodidoparar,eramásfuertequeella.Dehaberlohecho,habríatambiénadvertidoeltensosilenciodePetrovylaformaenqueapretabalasmandíbulas,comounperrodepresalistoparaatacar.

Estabaapuntode seguir, llamándolocobarde, incluso, cuandoél la tomóporel cuelloconunamanonervuda y apretó tan fuerte que sintió cómo el aire dejaba de pasar por su garganta.Luegoacercóelrostroalsuyohastaquepudosentirsualientocalienteyhediondoalaalturadelanarizyapenasconsiguiócontenerunaarcada.

—¡Nadieseburlademí!¡Selodijeaellosytelodigoati!—Bramó,provocándoleunasacudida—¡YselodijeaRusselltambién!¡Nadiemeroba!¿Sabesporcuántotiempoesperéaquesaliera?¡Años!Porqueteníaquedevolverloqueeramío,loquemerobó.¿Ysabesloquedijocuandoseloreclamé?¿Losabes?¡Serío!¡Demí,enmicara!Dijoqueyalohabíavendido,quenolotenía,peroyosabíaqueestabamintiendoynoriomáscuandolohicecomeresabala,aélyasumujer—depronto,soltóaBethylaapartódeunempujón,provocandoquesegolpearacontraunapared—.Túhabríashecholomismo,cualquiera.¡Arrogante!

Bethsellevóunamanoalpechoparatranquilizarloslatidosdesucorazónqueparecíaapuntodeestallar e hizo un esfuerzo por respirar con calma a fin de recuperar el aliento.Mientras Petrovapretabasugargantaygritabasobresurostrosolopodíapensarenquenecesitabasalirdeallíahoraqueteníaloquenecesitaba,peronoveíaunaforma.Lapuertatrasellaeralasalidamáscercana,peropodíaescucharunospasosalotrolado,comosimontaranguardia;supusoquesetratabadelhombrequelahabíallevadohastaallíyunarisahistéricaestuvoapuntodebrotardesupechoalpensarensortearaesegigante.Laventanaeraunaopciónmássegura,porqueaunquecerradanoseríadifícilcorrer el cerrojo y era lo bastante grande para que pudiera salir por ella. Midió sus siguientesmovimientosconesaidea,convencidadequeerasumejoropción.EllayLancasterhabíanacordadoquede encontrarse enproblemasdebía hallar la formadehuir al bañoy enviar unmensaje, peroahoraparecíaunaideaabsurdaypocopráctica.NoestabaenunapelículadeespíasydefinitivamentePetrovsereiríaensucarasiledecíaquenecesitabausarelbaño.

Con la mente más clara, tras descartar algunas opciones y abrazar la más sensata, empezó amoverse con la espalda pegada a la pared; pasos cortos y apenas perceptibles. Petrov semanteníainmóvilenelcentrodelahabitaciónconlarespiraciónagitadayelgestofurioso,quesehizomásnotorioalrepararenlosmovimientosdeBeth.Sindudar,estuvofrenteaellaconsolounaszancadasyellaseretrajoalpensarquelatomaríaotravezdelcuello,estavezparaahogarla,peronofueasí,ycuandoBethnotóloqueplaneaba,hubierapreferidoqueasífuera.

Petrovlasujetóporloshombrosconunamanoypegóelcuerpoalsuyo,unmovimientolentoyofensivohechoconelafándehumillarlayasustarla.Luegousólamanolibrepararecorrerlalínea

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quehabíadejadoensucuello,unsemicírculoqueempezabaaadquiriruntonorojizo.

—Tanbonita—susurróacercandoelrostroalsuyo—.Selodijeaél,cuandomeordenóquemealejaradeti.Unosojostangrandesydulces,yesecabello.¿Porquéibasasersolosuya,eh?¿Porquenopodríassermíatambién?

Beth volteó el rostro cuando él intentó besarla y sintió la desagradable humedad de sus labioscontra el cuello. Petrov no pareció ofendido por su rechazo, sino que rio, como si lo encontraradivertido,deslizandounamanoporelescotedesublusa.Bethtensótodoslosmúsculosalsentirloymovióunamanocontralaparedcondesesperación,dandoconelbordeafiladodealgoqueparecióuntipodepiedra,quizáunadelasqueseestabandesprendiendodelaantiguaconstrucción.Hizotodoloposibleporarrancarlasinhacermovimientosmuybruscosycontuvoungemidodedoloralsentircomolapuntasehundíaensucarnealdesprenderla.Petrovnonotónadaporquecontinuabaconlamiradafijaensurostromientrassumanocontinuabadescendiendo,desprendiendoalgunosbotonesenelproceso.

Sin soltar el pedrusco, que era relativamente pequeño, pero tenía un buen filo, Beth retrocediótanto como lepermitió el cuerpodePetrov, loque fuemásbienpoco, pero le permitió tenerunamayorlibertadenlamanoyenfocartodassusfuerzasensusiguientemovimiento.

Trescosasocurrieronacontinuación,unatrasotraysinconferirleunsegundodedescanso.Petrovcerrólamanosobreelfrentedesusujetador,dandoconlapequeñagrabadoraquenohabíadejadode correr desde que Beth la encendiera al entrar en la habitación. Soltó un rugido de furia alcomprender,y fueenesemomentoqueBeth levantó lamanoparaenterrar la afiladapiedraen suhombro,empujándoloalmismotiempoparaalejarsedeél.Lasangreempezóabrotar,manchandolablanca camiseta, y Petrov se llevó una mano a la herida, para luego ponerla frente a los ojos ycontemplar lamancha rojiza entre sus dedos. Beth corrió a la ventana, pero él fuemás rápido ymientrasgritabamaldicionesenrusoquedebierondeoírsehastaelsalónprincipaldelbar,latomódelbrazocuandoellaacababadecorrerelcerrojodelaventanaysepreparabaparaabrirlahojaysaltar.Petrov la tomópor el cabelloy la lanzócon toda su fuerza contra el sueloyBeth sintió elgolpedesucabezacontralapiedraalchocar.UnzumbidoensusoídosleimpidióregistrarloquePetrov gritaba, inclinado contra ella, así como las luces que aparecieron frente a sus ojosentorpecieronsuvista;denohabersidoasí,habríanotadoquePetrovsearrancabaelpedruscodelhombroyloblandíacontraella.

Loterceroqueocurrióentonces, loqueBethnohabíaplaneadocomoundesesperadointentodeescapenicomounaposibleconsecuenciadesusactosenlafiguradePetrov,fueelpotentesonidodelamaderade lapuertaal sergolpeadaconviolencia,ocasionandoque lasbisagras saltarandesusgoznes,asícomoelgritodedolorquesolopodíahaberprovenidodelenormecentinelafueradelahabitación.

Infortunadamente, Beth estaba demasiado adolorida y confusa por el golpe en la cabeza paracomprenderloquepasabaasualrededor.Aunasí,conlaescasaconcienciaquelequedaba,alcanzóaescuchar un grupo de pisadas apresuradas, percibir algunos gritos que no logró descifrar, y vercómoPetrovselanzabacontralaventanaconunhorrorososonidodecristalesrotos.LoúltimoquevioantesdeperderdeltodoelconocimientofueelrostropreocupadodeDavidmuycercaalsuyo.Convencidadequesetratabadeunaalucinación;hermosa,peroalucinaciónalfin,cerrólosojosydejóquelaoscuridadlaenvolviera.

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Eltrayectodelaestacióndepolicíaalmuelle,desdedondellegabalaseñaldelmóvildeldetectiveLancasterresultórelativamentecorto,peroaDavidleparecióquetardaronañosenaparcarfrentealaentradaalcallejóndondesesuponíaquedebíaencontrarseLancaster.EldetectiveHollandhabíahechoarreglosparaqueellosfueranlosprimerosenllegar,seguidospordospatrullas;Maríaibaenuna de ellas. Aunque era imposible no llamar la atención y en parte eso era lo que quería, habíadejado muy claro que se trataba de una operación un tanto imprevista y eso les obligaba a serespecialmente cautos. Todas esas precauciones y planeamientos a David le tenían en verdad sincuidado,loúnicoquedeseabaeraencontraraBeth.Asalvo.Enesemomentotodolodemáscarecíadeimportancia,peroconsiguióseguirlasindicacionesdeHollandafindeevitarunenfrentamientoinnecesario.

No hubo necesidad de continuar usando el GPS para dar con Lancaster porque fue él quien seacercóaellosencuantobajarondelauto.Davidnorecordabahaberlovistojamásconesaexpresióndemudadaylasmanostemblorosas.Denohaberseencontradotanfuriosoconél,lehabríainspiradolástima.Estuvoapuntodelanzarsecontraél,peroHollandseleadelantóy,tomándolodelassolapasdeltraje,lollevócontralacapotadelapatrulla.

—¿Dónde?—preguntóconunrugidoqueparecióobligarasucompañeroacentrarsenuevamenteporquelosostuvodelosbrazosyloalejóunpoco.

—Enelbar—dijo,sinfingirquenosabíaaquésereferían—.Estáallíhacecasiunahora,peronohasalidoaúnynohallamadooenviadounmensajecomoacordamosqueharíasiestabaenpeligro.

FueelturnodeDavidparahaceraHollandaunladoytomarsulugarsosteniendoaLancasterporelfrentedeltraje.

—¿Si?¿Hadichosiestabaenpeligro?Elsimplehechodeestaraquílahapuestoenelpeordelosriesgos, ¿es que todavía no lo entiende? Lo que le ocurra, cualquier cosa, será culpa suya y meencargarédequelopague,¿mehaescuchado?—LosoltóconbrusquedadyprestótodasuatenciónaHolland—.Tenemosqueentrar.Ahora.

Élnosenegó,porelcontrario,mirótrasélyencuantovioalasdospatrullasqueseaparcabanapocosmetros,asintió.

—Esoharemos,peroustedsequedafuera.

—No—DavidfuetajanteyseadelantóalasprotestasdeHolland—¿Enseriovasaperdertiempovalioso intentando detenerme? Porque te advierto desde ahora que no podrás —nunca lo habríatratadoconesafamiliaridad,peroenesascircunstanciasnohabíalugarparalasformas.

Simonlesostuvolamirada,perodebióveralgoenélquelollevóasuspirar,rendido.

—Vas de último, tras la agente Cabrera, pero como vea que cometes alguna idiotez, no tendréproblemasensacartedeledificio.Ynoseréamable.

—Meparecejusto—Davidnodiscutióloúltimo,élhabríadicholomismo—¿Podemosmovernosahora?Tugenteempiezaallamarlaatención.

Holland dio unamirada ymasculló unamaldición al comprobar queDavid estaba en lo cierto.Aunque habían llegado sin hacer sonar una sola sirena, la presencia de los oficiales uniformadossiempreponíanerviosaalagente,enespecialenunlugarcomoaquel.Hizoungestoalúltimoauto,parallamarlaatencióndeMaríayellaestuvoconellosenunminuto.

—Entramosahora—señalóaDavidconunacabezada—.Élvaconusted.

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María se vio un poco contrariada y paseó sumirada deHolland aDavid, pero no se atrevió adiscutir laordensinoque lehizoungestoparaque la siguiera.Mientrascaminaban juntosaunoscuantos pasos de Holland y los otros policías que iban a la delantera, lo detuvo un segundotomándolodelbrazo.

—Tencuidado,¿quieres?Sitepasaalgo,Bethnomeloperdonará—ledijoconelceñofruncido.

Davidasintióenrespuestayreanudóelpaso.

Hollandabríalamarchayeraimposiblenoadmirarlaseguridadyelairedeautoridadconlosquesemovía.Alcruzarlaentradaprincipaldelbar,unhombredevientreprominenteypasosvacilantesquetantopodríaserelpropietariocomounclientemás,lesalióalpaso,yéllotomóporlassolapas,susurrandoalgoenvozmuybaja;debiódeserunapregunta,porqueelhombreseapresuróaasentiryabalbucearalgoenrespuesta,señalandoconunacabezadaalapartetraseradellocal.Alparecersatisfecho, Holland le hizo un gesto para que saliera de su camino, lo que se apresuró a hacer,seguidoporlamayorpartedelosotroshombresqueocupabanelsalón.Alfinalsoloquedarondosotresque,másque interesadosendetenerlos,parecíanestardemasiadoborrachosparasalirporsuspropiosmedios.Algunosoficialessequedaronresguardandolaentradayelsalón,mientrasotrosseencargaban de evacuar a los rezagados. Al final, solo continuaron con el avance Holland y otrohombre,seguidosporMaríayDavid.

No fue difícil ubicar la habitación en la que debían de encontrarse Beth y Petrov; el enormehombre que resguardaba la entrada servía también de señal.Al verlos avanzar en su dirección sellevóunamanoalaespalda,Davidsupusoqueenbuscadeunarma,peroHollandseleadelantóyledioungolpecontralapared,loquenoparecióafectarlodemasiado,peroalmenosconsiguiósacarlodesucaminoporunmomento,elmismoqueaprovechóparadarunapatadaalapuertaaltiempoquetomabasupropiaarma.ElotrooficialsequedóresguardandoelpasilloyMaríaseapresuróaseguiraHollandalinteriordelahabitación.Davidibatrasellos,atentoacualquierseñaldeBeth,peroelguardiaempezóamoverseyselevantóconunrugido,impulsándoseparaircontraHolland,yDavidlebloqueóelpaso.Debíademedircasidosmetros,segúncalculó,peroélnoeraprecisamentebajo,demodoquenotuvomayoresproblemasparapegarleunapatadaenelestómagoygolpearloenelmentónconelpuño.Nosintiódolorenesemomento,aunqueporelcrujidoqueescuchósospechabaquedebíadehabersealmenosdislocadolamano.Decualquierforma,nosedetuvoacomprobarlo,sinoqueentrótrasMaría.

SindudaloprimeroquellamósuatenciónfuelasombraquesaltabaesquivandoaHollanddeunextremoaotrodelahabitaciónmientraselotroloapuntabaconsuarma.Conunmovimientoágil,PetrovlelanzóunpesadobancoyaprovechóqueHollandseagachóparaesquivarloyqueMaríasehabíadetenidojuntoalapuerta,sinmuchasposibilidadesdeapuntar,paralanzarsecontralaventana,rompiendo elmarco y los vidrios al atravesarla.David no vio qué ocurrió luego, solo escuchó aHollanddarunasórdenes,peronoleprestóatención.Todossussentidosestabanpuestosenlafigurahechaunovillocontraelsueloenunaesquina;nohabíareparadoenellahastaentonces.

AlverquesetratabadeBeth,corrióhaciaellaysearrodillóasulado,llamándolaporsunombre,peroellanoparecióverlo.Tenía losojosentrecerradosyunhilodesangrebajabaporsusien;surespiracióneramuylentaycuandoDavidpusounamanosobresuhombroparaintentarreanimarla,notóquesublusaestabadesgarradayahogóunamaldición.

—¿Beth? SoyDavid.Mírame—le pidió, aunque sonómás bien como una súplica—.Beth, porfavor.

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Davidnopodíarecordarcuándofue laúltimavezquehabía llorado;enrealidad,noestabamuysegurodehaberlohechodesdequeeraunniñopequeño.Conuncarácterpragmáticoyporlogeneralpositivo, casi siempre se las arreglaba para superar las dificultades sin necesidad de caer en ladesesperación,perobastóquevieraaBetheneseestado,tanindefensaytanpocodueñadesímisma,ella que siempre parecía reservar una sonrisa cálida en cualquier circunstancia, para que sintieracómosumundoseempezabaadesmoronar.Ynisiquierasehabíadadocuentahastaesemomentoquesehabíapasadolosúltimosmesesconstruyendounoasualrededor.

—Beth,porfavor,quédateconmigo—lallamóunavezmás.

Hubierajuradoquelavioesbozarlasombradeunasonrisaantesquecerraradeltodolosojos.

Cuando Beth recuperó el conocimiento se encontró en una habitación tan blanca que la luzprovenientedeuna lámpara se reflejaba en lasparedesy la obligó a cerrar unavezmás losojos.Dolíacomoelinfierno.

Al latido en su cabeza se sumaba el ardor en los ojos y un dolor que parecía recorrer cadacentímetrodesucuerpo.Asídebíadesentirseelcuerpohumanotrasserapaleado,sedijounpococonfundidaynodeltodoseguradedóndeseencontrabaaun.Porsuerte,notuvoqueesperarmuchoparaobtenerrespuestasporquesulevemovimientocaptólaatencióndeunafiguraqueesperabaenunsillóndelahabitaciónyquecuandolavioabrirlospárpadossepusoenpiedeinmediato.ParecíacomosiDavidhubierapasadolasúltimashorasconlamiradafijaensurostroyalaesperadequedieracualquiersignodeconciencia.

Beth supusoque si su apariencia eraun reflejode sus emocionesdebíade sentirse casi tanmalcomoella.Estabadespeinado,ojeroso,conlasombradeunaincipientebarbaenelrostroyllevabaunamanovendada;peroensuopiniónnuncalohabíavistomásatractivo.Quizátuvieraalgoqueverconlaformaenquelamiraba,aunquenopodíaestarseguradenadaporqueerabastanteprobablequesetrataradeunailusión;despuésdetodoeraobvioquenosehallabaensumomentomásagudo.

Él se sentó a un lado de la cama con mucho cuidado e hizo ademán de tocarla con la manolastimada,perosecontuvo.

—Hola—ledijo,convozsuave.

Beth intentó sonreír, aunque dudaba de que hubiera hecho un buen trabajo; el rostro también ledolía.Peseaello,intentoresponderconnormalidad.

—Hola—dijo,peroaclarósugargantaalnotarqueelsaludohabíabrotadocomoungraznido—¿Qué…?¿Quéhapasado?—Preguntó.

Davidfruncióunpocoelceño,preocupado.

—¿Nolorecuerdas?—Preguntóasuvez.

Bethsequedóensilencio,pensativaysellevóunamanoalacabeza.¿Quéhabíaocurrido?Intentórecordar,perosoloviofragmentosconfusos.

—Estaba conLancaster en el coche…no, espera, eso fue antes—pestañeó una y otra vez paraaclarar sus pensamientos, y de pronto todo pareció regresar de golpe. Los gritos, los golpes. Elmiedo—¡David!¡Esehombre!¿Quépasóconél?

Élsujetósubrazoconlamanovendadaalverqueintentabaincorporarseehizoungestodedolor,

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peronolasoltóhastaquesehuborecostadootravezcontralasalmohadas.

—Olvídatedeélporahora,todoestábien,novaalastimaranadiemás.Teloprometo—ledijomuyserio—.Luegotedarélosdetalles,peroahoratienesquedescansar.

Bethloobservóconmayorcuidado,conlamentemásclaraydespierta.Absorbiócadadetalledesu rostro, inquietaalposar lamiradaen lamanoqueahoradescansabasobre lasmantas.Extendióunadelassuyasylotocóconcuidado.

—¿Estásbien?—Preguntó.

—Sí,loestoy—respondióél,observándolaasuvez.Allíestabaotravezesamiradayempezabaacreerquehabíapocodeilusiónenella—.Estoybienahora.

Bethpudosonreírunpocomejorentonces,aunqueunbostezolerestóalgodeencanto.

—¿Hapasadomuchotiempo…?—vaciló,sinsabermuybiencómopreguntar.

David,sinembargo,laentendiódeinmediato.

—Variashoras.Esmedianoche—ledijo,señalandoelexterioroscuroqueseveíaporlaventanaasuderecha.

Bethasintió.

—Creoquemegolpeélacabeza—dijoella,conotrogestodedoloralgirarbruscamenteamirarenesadirección.

Davidacariciósucabelloconmuchocuidadoyrozóelvendajequelerodeabalafrente.

—Sí,yfueungolpemuyfuerte,perolosmédicoshicieronunaspruebasydicenquetodoestábien.

—Algo bueno debía resultar de tener una cabeza tan dura, ¿no? —Beth intentó encogerse dehombros—¿Puedoirmeahora?

Davidnegóconlacabezaylesonrióparasuavizarlanegativa.

—Creo que pasarás unos días aquí, solo para estar seguros de que estás bien y para que terecuperesdeltodo—ledijo.

Bethpensódiscutirlo,peroleganóotrobostezo.Decualquierforma,nohabríasidoellasinolohubieraintentado.

—Perotengoquetrabajar—Replicó,nomuysegura—¿YquépasaconNolan?¿Élsabeloquehaocurrido?

Davidasintió.

—Sí,lollaméencuantotetrajimosalhospitalyvinodeinmediato;lohatomadobastantebienyhasidodemuchaayuda.Él llamóa tumadrey leexplicó loocurrido. Irámañanaalaeropuertoarecogerlao,mejordicho,loharáenunashoras—secorrigióalcomprobarlahoraensureloj.

LasorpresaconsiguiódespejarpartedelsueñoyBethse incorporóunpoco,aunqueestavez lohizo conmás cuidado yDavid le ayudó a apoyarse contras las almohadas para que estuvieramáscómoda.

—¿MamávendráaBoston?—Preguntó,aúnincrédula.

—Ahoramismodebeestarenplenovuelo.

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—Nocreoqueseanecesario…

—Loes.Estápreocupadaportiyquiereverte,¿acasonoquieresverlatúaella?—Davidhizoesaúltimapreguntabastantesegurodeconocerlarespuesta.

LosojosdeBethsellenarondelágrimasquenopudoniquisocontener.Laúltimavezquevioasumadrefuecasiunañoatrás,ysemoríadeganasdeverladenuevo.DemodoqueasintióyapretólamanodeDavidentantoéllesecabalaslágrimasconunasuavecaricia.

—¿Porquénomediceslotontaquehesido?—lepreguntóentoncesellaconvoztupida.

—Tú nunca podrías ser tonta, Beth. Eres maravillosa. Un poco testaruda y no te vendría malcontrolartusimpulsosenelfuturo,quizá,peromaravillosa.

Bethcerrólosojos,suspiró,ylosabriónuevamente,fijandosumiradaenelrostrodeDavid.

—Unavezdijistequeeraperfectayyoterespondíqueestabasequivocado,¿ahoramecrees?—dijoellaconlaintencióndehacerunabroma.

David,sinembargo,lamiróconmuchaseriedad.Luegoacunósurostroenunamanoyacercóloslabiosalossuyos.

—Meenamorédetipensandoqueerasperfecta,ahoraséquenoloeresyteamoaúnmásporeso—ledijoantesdebesarla.

Bethcorrespondióalbesocontodassusfuerzas,quenoeranmuchasenesemomento,peroesonoleimpidiósentircomosifueraelmáshermosoquehabíarecibidoydadoentodasuvida.Cuandoterminó, sinembargo, fruncióel ceñoal repararenalgoqueacababadecolarseen sumentey seechóhaciaatrásparamiraraDavid.

—Voyanecesitarquerepitasesoúltimo—ledijo.

—Quenomeimportaquenoseasperfecta…

—No,no,no.Lootro—ledijo.

Davidasintióalcomprender.

—Teamo,Beth.Séquenosoyun romántico,quenuncaencuentro laspalabrasapropiadasparadecirloquesiento;peronoteperderéporeso—éllesonrió.

Bethloescuchóensilencio,conlavistafijaensusmanosentrelazadassobrelamanta.

—¿Nodirásnada?—lepreguntóDavid.

—Noséquédecir…

—Un “yo también” seríamuy bien recibido—él acarició su brazo yBeth levantó lamirada—.Peroentenderésinoesasí.

Bethahogóunacarcajadaaloírlo.

—¿Yo también?—repitió—.David,nocreoqueun“yo también”alcancesiquieraadescribir loquesientoporti.¿Cómopuedesnosaberlo?

Élseencogiódehombros.

—No soymuy bueno con estas cosas,Beth.Lamayor parte del tiempo tengo serios problemaspara saber lo que siento, ¿cómopodría imaginar lo que sientes tú?Y aun cuando lo hiciera, ¿qué

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ocurre si estoy equivocado? ¿Recuerdas que te dije que me daba miedo perderte? Y entonces nisiquiera sabía cuánto te amaba—apretó sumano—.Me aterras, Beth, pero aun así sigo aquí, nopuedoirme,noquierohacerlo.Quieroquedarmeporsiempreatuladoydescubrirtodasesascosasque te convierten en lamujer que eres, lamujer a quien amoyque consiguehacerme temblar demiedo.

—¿Tedamiedoloquetehagosentir?—lepreguntóella,sorprendida.

—No.Medamiedoquetúnosientaslomismo.

Bethsonrióyleacariciólamejillaconungestocargadodeternura.

—Nocreoqueesoseaalgoporloquedebaspreocuparte—ledijoybajóluegolavozalcontinuar—. Te quiero, quiero lo que tenemos, y lo quiero contigo, solo contigo. Lamento haber actuadocomolohicelaúltimavezquenosvimos,enelparque,peroesquenosabía…Teamabaentonces,peropenséquetúno.

FueelturnodeDavidparareír.

—Beth,noexisteunasolapersonaenelmundoaquienameohayaamadodelaformaenqueteamoati.NopuedodejardepensarenloquedijisteencasadelosCabrera,¿recuerdas?

—Creoquedijemuchascosasentonces.

—Sí,perohubounaquemesorprendió.Tepreguntésihabíassoñadoalgunavezconunpríncipeazul en tuvida, y respondistequeno,queauncuando lohubierashecho, loúnicoquequerías eraconoceraunhombreaquienpudierasamardeformaincondicionalyconquiencompartirtuvida—lerecordóDavid,diciendolaspalabrascomosilashubieratenidotodoesetiempomuypresentes—.Noloentendímuybienentonces,perofueenesemomentoquesupequeyoqueríaseresehombre.¿Meaceptas?Nocreoqueseaexactamenteloquehabíassoñadosialgunavezlohiciste,pero…

Bethnolodejócontinuar.Hizoaunladolasmantaseignorandoeldolorseabrazóaélyapoyóelrostrosobresuhombro,hablándolealoído.

—Nonecesitosoñar.Yano—ledijo.

—¿Porquéno?

—Porquetúyaestásaquí.

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EPILOGO

ElúltimodíadeBethenelhospitaltranscurriócasicomotodoslosanteriores,conladiferenciadequealfinsesentíacomoellamisma,eldoloreracasinulo,yestabaimpacienteporregresaracasa.Peroauncuandosequejaraconfrecuenciadelopocoquelegustabaelhospital,laverdaderaquesesentíamuyafortunadadecontar con tantaspersonasen suvidaque sepreocupabanporellayquehabíanhechotodoloqueestabaensupoderporayudarleasobrellevarcadadía.

Davidpasabacasitodoeltiempoconella.Llevabaeltrabajoconélalahabitacióndelhospitalymientras Beth leía algunas revistas para entretenerse o hablaba con el visitante de turno, élpermanecíaenelsillón,enfrascadoenlosuyo.Sololadejabaparairadormirunashorasycuandoeraestrictamentenecesarioquefueraasuoficina.Alvolverlecontabatodoloocurrido,yaqueelmotivo de esas visitas estaba relacionado con el caso Russell y así Beth pudo conocer todos losavancesaldetalle.EnunprincipioDavidpretendiólimitarunpocolainformación,temerosodequelamenciónaYuriPetrovpudieraafectarle,peroBethleaseguróquesolotendríaabsolutapazcuandosehubieranlibradoparasiempredeél,yparaesonecesitabasaberloqueocurría.

Asísupo,porejemplo,quePetrovnollegóaescaparallanzarseporlaventanaaqueldíaenelbar.A lo sumo consiguió romperse un par de costillas e incrustarse unos vidrios en las piernas en sufrustradahuida.EldetectiveHollandfuetrasélylogróatraparloconlaayudadeMaría,quefueenrealidadquientuvoelplacerdeesposarlo,comolecontóellamismaexultantedeorgullo.Además,segúnlehabíanconfiadoenlaestación,eramuyposiblequeeseactolapusieraunpeldañomásaltoensubúsquedadeconvertirseendetective.SegúnlecomentóDavid,eraposiblequeesosrumoresfueranciertosporquehabríaprontounpardeplazasquecubrirenlaestación.

El detective Holland estaba a un paso de ser ascendido a capitán, solo se esperaba elpronunciamientooficial,mientrasqueLancasteracababadesolicitarsupasealretiro.Élmismoselodijoaliraverlaaldíasiguientedesuinternamientoenelhospital,luegodeofrecerledisculpasporhaberla involucradoenesaapuesta tanriesgosaymalcalculada.Bethno tuvoningúnproblemaenperdonarloyrecordarlequeensumomentoledijoqueestabaconscientedelpeligroquecorrería,paraconsternacióndeDavidcuandoselocontóalllegaresedíadeljuzgado.Nohabíaresultadonadasencillo convencerlo de que no presentara ninguna queja contra Lancaster, en un principio estuvodecididoahacerlo,pero talycomoledijoBeth,ysegúnsupoella luego, tambiénHolland,habríasidounalástimaarruinarunahojadeservicioimpecableaesasalturasporunerrorquefueterrible,sí, pero no cometido con mala intención. Lancaster tendría suficiente tiempo en el futuro paraarrepentirsedeesamaladecisiónyquizápudieraencontrarunpocodepazaldejaruntrabajoqueobviamentehabíadejadodesatisfacerlo.

EncuantoaYuriPetrov,BethsupoquepermanecíainternadoenlaenfermeríadelaprisiónenlaqueesperabaeliniciodesujuicioporelasesinatodelosRussell.NosolocontabanconsuconfesiónenlagrabadoraqueBethentregóalapolicía,sinoqueDavidnosehabíaequivocadoalsuponerquesucómplice,SergueiValinski, estaríaencantadodehacerun tratoacambiodeobtenerunamenorcondena y de paso vengarse del intento de asesinato de su ex camarada. Dimitri Petrov no habíahechomayoresmovimientosparalibrarasuhijodeloqueleesperaba,aexcepcióndeponerleunbuen abogado que segúnDavid poco podría hacer con todas las pruebas que pesaban sobre él. SisumabaneltestimoniodeJeremyRussellacercadecómolovioasesinarasumadre,estabansegurosdequenovolveríaapisarlacalleenmuchos,muchosaños.

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Ysifaltabaalgoquepudieranconseguirparacerraresecapítulodesusvidas,estollegócuandoBernieconsiguióubicaralaabuelamaternadeJeremy.Segúnlesconfiólaseñora,apenasllegadaaBostondesdeMontana,jamásestuvodeacuerdoconlarelacióndesuhijaconRussell,demodoquerompieronrelacionesysolohabíavistounavezasunietocuandonació.DesdeentoncessemantuvoincomunicadaenloqueaellossereferíaysoloseenteródeloocurridocuandoBernielogródarcon ella gracias a algunosobjetos personales de la señoraRussell que revisó cuando las cosas secalmaronunpoco.LaabueladeJeremyseofreciódeinmediatoparallevárseloconelladevueltaasuhogar,unpequeñoranchoenelqueestabasegurapodríasuperarconeltiempoloocurrido,oalmenosvivirconelloycrecercomounniñotannormalcomoeraposible.Bethodiólaideadetenerquedespedirsedelniñounavezqueacabarael juicio,perosabíaqueera lomejorparaélynuncaestuvomáscontentaquecuandoDavidlollevóalhospitalparaquelavisitara.Fuelaprimeravezqueloveíaluegoderecuperarpartedesupersonalidadalsuperareltraumayleencantóversusonrisayoírsuvoz.

LapresenciadesumadrefuetambiénunaenormefuentedealegríaparaBeth,enespecialporqueera evidente que la señoraWilson esperaba toparse conuna catástrofe al llegar aBoston, pero enlugardeellosehabíadadoconlasorpresadeencontraraunalgomásmaduroNolan,quenosololeconfío lo cómodoque se sentía con su servicio comunitario en el orfanato, al gradoque pensabacontinuarayudandocuandoestehubieraterminado,sinoquetambiénnotóqueestabamásvolcadoalos estudios y empezaba a tomarlos con la seriedad que ella siempre había esperado.En cuanto aBeth, no solo no se encontraba tan herida como había pensado, aterrada, al recibir la llamada deNolan,sinoquejamáslahabíavistotanfeliz,ycomprendióelmotivodeinmediatoalverlaalladode David por primera vez. Simpatizó bastante rápido con él, por cierto, al grado que habíaconseguidoconvencerlodequeélyBethlavisitarantanprontocomopudieranenChicago.

María,Alan,einclusoBernielavisitabanundíasíyelotrotambién,auncuandofueraporcortosperiodosde tiempo.Bethdisfrutabanosolodepasarun ratoconsusamigosyenterarsedecómoibanlascosasenellaboratorio,sinotambiéndeconoceralmejoramigodeDavid,quesegúnhabíanotado,eratodounpersonaje.LadoctoraWhalbergtambiénfueunpardevecesylasorprendióconunascuantasdiscretasmencionesa lo satisfechaque seencontrabacon su trabajo,unhalagopocousualenella.

LafamiliaCabreraenpleno,porsuparte,yconKatiealacabeza,lahabíanvisitadosolounavezperocontantasatencionesybuenosdeseosqueBethestabamásseguraquenuncadequecontabaconunasegundafamiliaenellos.Maríamencionóconsucinismohabitualquesumadrenohabríaestadotan encantadadepasar tanto tiempoen el hospital deno serpor laperspectivade encontrarse conalgunosmédicossolterosquepudieranservirdeprospectosparasushijas.

EncuantoaAlany losconsejosque lehabíadadoacercadeconfesar sus sentimientosaMaría,comprobóconpocasorpresaqueauncuandoestabaagradecidodesaberquecontabaconsuapoyo,nosesentíalistoparadaresepaso;perodejóenclaroqueloharíaenelfuturo,siempreycuandonoencontraraelamorenalguienmás,claro,loquehizopensaraBethquetalvezeseenamoramientofuera tanpocoprofundoy real comoelquealgunavezMaría sintierapor eldetectiveHolland.Yrespectoaél, lavisitóenunpardeocasionesysepreocupóporhacerlellegartambiénlosbuenosdeseosdeClaire,loqueBethaprecióconsinceridad.

Eracuriosocuántopodíaabrirseelcorazónalobueno,yalasinfinitasposibilidadesdeunfuturofelizcuandoseteníalacertezadequeeraengranmedidaesoloqueleesperaba.Nocreíaquefueraeso loúnico,desde luegoque esperabamomentosdifícilesy algunos sinsabores, pero tal y como

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Davidledijoenalgunaocasión,lavidanosiempreerajustaysindudalestendríadeparadasmásdeunaprueba,peroeratambiénciertoquecadaquienteníapodersobresupropiodestinoypodíatantorechazarlocomoaceptarloyabrazarlocontodassusfuerzas.

Davideraelsuyo,yestabadecididaadisfrutardeélduranteelrestodesuvida.

FIN

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Agradecimientos

Estanovelanohabríavistolaluzsinelapoyodebuenasamigasquemeanimaronenlasdiferentesetapasdesuescrituraeinclusomásalládeello.Sinustedesestonohabríasidoposibley,aúnmásimportante,nomehubieradivertidotanto.

GraciasaAraceli,porsuapoyodesdeelinicioenestaaventura,porestarallíacadamomentoyporelregalodesuamistad.

María Acosta, Raquel Campos, Helena, Anabel, Dama, Lorraine, Julianne, Elizabeth Bowman,Arman,Lury.Muchasgraciasporsuapoyoycariño,chicas.

Gracias a Romantic Ediciones por continuar confiando enmí; estoymuy orgullosa de formarpartedesufamilia.

Y muchas gracias a ti, querido lector. Gracias por haber llegado hasta aquí, por permitirmecompartircontigomishistoriasylapasiónquemeinspiraestearte.Confíoenquedisfrutarasdeestanovelayquelospersonajessehicierandeunpequeñolugarentucorazónysignifiquenparatitantocomoparamí;hasidounhonorcompartirsuhistoriacontigo.

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TableofContentsPRÓLOGOCAPÍTULO1CAPÍTULO2CAPITULO3CAPITULO4CAPITULO5CAPITULO6CAPITULO7CAPITULO8CAPITULO9CAPITULO10CAPITULO11EPILOGOAgradecimientos