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Texto evangélico: Juan 11, 1-45. Quinto domingo de Texto evangélico: Juan 11, 1-45. Quinto domingo de Cuaresma –A- Comentarios y presentación: Asun Cuaresma –A- Comentarios y presentación: Asun Gutiérrez. Gutiérrez. Música: Bruch. Adagio. Música: Bruch. Adagio. En el proyecto creador de Dios las personas no están destinadas a En el proyecto creador de Dios las personas no están destinadas a la muerte, la muerte, sino a la vida plena y definitiva. sino a la vida plena y definitiva. Tal es el proyecto del Padre y la obra mesiánica de Jesús. Tal es el proyecto del Padre y la obra mesiánica de Jesús. El grupo de Jesús es una comunidad de hermanos y amigos El grupo de Jesús es una comunidad de hermanos y amigos en la que rigen relaciones de afecto y amor, que está dispuesta a en la que rigen relaciones de afecto y amor, que está dispuesta a afrontar afrontar el máximo riesgo por ayudar a los que lo necesitan. el máximo riesgo por ayudar a los que lo necesitan. La comunidad cristina que aún ve en la muerte la interrupción de La comunidad cristina que aún ve en la muerte la interrupción de la vida la vida no ha alcanzado la plenitud de la fe, por no haber comprendido la no ha alcanzado la plenitud de la fe, por no haber comprendido la calidad calidad de la vida que Jesús comunica. de la vida que Jesús comunica. No estamos amenazados de muerte. No estamos amenazados de muerte. Estamos “amenazados de vida”. Estamos “amenazados de vida”. Florentino Ulibarri Florentino Ulibarri

Texto evangélico: Juan 11, 1-45. Quinto domingo de Cuaresma –A- Comentarios y presentación: Asun Gutiérrez. Música: Bruch. Adagio. En el proyecto creador

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  • Texto evanglico: Juan 11, 1-45. Quinto domingo de Cuaresma A- Comentarios y presentacin: Asun Gutirrez. Msica: Bruch. Adagio. En el proyecto creador de Dios las personas no estn destinadas a la muerte, sino a la vida plena y definitiva. Tal es el proyecto del Padre y la obra mesinica de Jess. El grupo de Jess es una comunidad de hermanos y amigos en la que rigen relaciones de afecto y amor, que est dispuesta a afrontar el mximo riesgo por ayudar a los que lo necesitan. La comunidad cristina que an ve en la muerte la interrupcin de la vida no ha alcanzado la plenitud de la fe, por no haber comprendido la calidad de la vida que Jess comunica. No estamos amenazados de muerte. Estamos amenazados de vida. Florentino Ulibarri
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  • 1 Un hombre, llamado Lzaro, haba cado enfermo. Era natural de Betania, el pueblo de Mara y de su hermana Marta. 2 (Mara, cuyo hermano Lzaro estaba enfermo, es la que ungi al Seor con perfume y le sec los pies con sus cabellos). 3 Sus hermanas mandaron a Jess este mensaje: -Seor, tu amigo est enfermo. 4 Jess, al enterarse, dijo: -Esta enfermedad no terminar en la muerte, sino que tiene como finalidad manifestar la gloria de Dios; a travs de ella se dar tambin a conocer la gloria del Hijo de Dios. El cuarto evangelio es el nico que presenta a Lzaro, Marta y Mara como hermanos y vecinos de Betania, aldea prxima a Jerusaln. La resurreccin de Lzaro es el ltimo de los siete signos narrados en la primera parte del cuarto evangelio. La Vida se anticipa como primicia y primavera con la resurreccin de Lzaro. Jess, desde el principio, se muestra vencedor de su muerte y de la nuestra. Nos hace partcipes de su vida resucitada, nos contagia eternidad. Betania
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  • 5 Por eso, Jess, aunque tena gran amistad con Marta, con su hermana y con Lzaro, 6 continu en aquel lugar otro par de das despus de haber recibido el mensaje que le haban enviado. Jess tuvo amig@s. Conoci la alegra, los lazos dulces, fuertes, seguros y entraables de la amistad. Jess cultiva y cuida la amistad. A nosotr@s nos llama amig@s porque nos da a conocer todo lo que ha odo del Padre (Jn 15,15).
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  • Pasado este tiempo, dijo a sus discpulos: -Vamos otra vez a Judea. 8 Ellos replicaron: -Maestro, hace poco que los judos quisieron apedrearte. Cmo es posible que quieras volver all? 9 Jess respondi: -No es cierto que el da tiene doce horas? Cualquiera puede caminar durante el da sin miedo a tropezar, porque la luz de este mundo ilumina su camino. 10 En cambio, si uno anda de noche, tropieza, porque le falta la luz. Jess vuelve a Judea arriesgando su vida. Est dispuesto a asumir el mayor riesgo para ayudar a quien le necesita. Ante el temor de los discpulos, les recuerda que su misin se ejerce a plena luz. Las tinieblas, en las que viven quienes le persiguen y rechazan, no le hacen vacilar. El miedo mata. Sus seguidores y seguidoras debern continuar su tarea a plena luz y sin temores. El peligro de ir a Judea, las dificultades de la vida, pueden afrontarse porque la Luz las ilumina y les da sentido.
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  • 17 A su llegada, Jess se encontr con que haca ya cuatro das que Lzaro haba sido sepultado. 18 Betania est muy cerca de Jerusaln, como a dos kilmetros y medio, 19 y muchos judos haban ido a Betania para consolar a Marta y Mara por la muerte de su hermano. 20 Tan pronto como lleg a odos de Marta que llegaba Jess, sali a su encuentro; Mara se qued en casa. 21 Marta dijo a Jess: -Seor, si hubieras estado aqu, no habra muerto mi hermano. 22 Pero, aun as, yo s que todo lo que pidas a Dios l te lo conceder. Marta crea en Jess, conoca sus milagros y curaciones. Por eso lamenta que haya llegado tarde. Esperaba que Jess curase a su hermano, no que le devolviera la vida. Tiene una fe que an debe crecer. Su fe se tambalea ante el incomprensible proceder de Jess, que haba esperado ms all de todo lmite para intervenir. Aunque nos parezca ausente, Jess viene a nuestra vida tambin en los momentos difciles y aparentemente irremediables, para devolvernos el nimo, la fe y la esperanza y llenarnos de autntica vida. Ms que esperar de Dios lo que le pedimos y cuando lo pedimos, debemos aceptar su plan, aunque no lo entendamos ni coincida con el nuestro.
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  • 11 Y aadi: -Nuestro amigo Lzaro se ha dormido, pero yo ir a despertarlo. 12 Los discpulos comentaron: -Seor, si se ha dormido, es seal de que se recuperar. 13 Jess hablaba de la muerte de Lzaro, mientras que sus discpulos entendieron que se refera al sueo natural. 14 Entonces Jess se expres claramente: -Lzaro ha muerto. 15 Y me alegro de no haber estado all, por vuestro bien; porque as tendris un motivo ms para creer. Vamos, pues, all. 16 Toms, por sobrenombre el Mellizo, dijo a los otros discpulos: -Vamos tambin nosotros a morir con l. La enfermedad y la muerte no tienen la ltima palabra. Son superadas por el autor de la Vida, que es capaz de despertar y curar. La vida que Jess comunica vence la muerte. La muerte es un sueo. Nuestro destino es la Vida. La muerte para un cristiano es el ltimo amn de su vida y el primer aleluya de su vida nueva (Pedro Arrupe)
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  • 23 Jess le respondi: -Tu hermano resucitar. 24 Marta replic: -Ya s que resucitar cuando tenga lugar la resurreccin de los muertos, al fin de los tiempos. 25 Entonces Jess afirm: -Yo soy la resurreccin y la vida. El que cree en m, aunque haya muerto, vivir; 26 y todo el que est vivo y crea en m, jams morir. Crees esto? 27 Ella contest: -S, Seor; yo creo que t eres el Mesas, el Hijo de Dios que tena que venir a este mundo. Jess nos hace la misma pregunta que a Marta. Crees esto? Crees en la resurreccin? Crees en tu resurreccin personal? Con Jess estamos destinad@s, ya desde ahora, a la vida que no acaba. Es la transicin de la fe tradicional a la novedad de Jess. La vida eterna no es slo una esperanza para el futuro, sino una realidad que ya ha comenzado. Jess arranca de la boca de una mujer, Marta, una confesin de fe semejante a la de Pedro en los evangelios sinpticos: T eres el Mesas, el Hijo de Dios.
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  • 28 Terminada esta conversacin, Marta se fue a llamar a su hermana Mara y le dijo al odo: -El Maestro est aqu y te llama. 29 Mara se levant rpidamente y sali al encuentro de Jess. 30 Jess no haba entrado todava en el pueblo; se haba detenido en el lugar donde Marta se haba encontrado con l. 31 Cuando los judos que estaban con Mara en casa consolndola, vieron que se haba levantado rpidamente y haba salido, la siguieron, pensando que ira al sepulcro para llorar all. 32 Sin embargo, Mara se dirigi adonde estaba Jess. Cuando lo vio, se puso de rodillas a sus pies y exclam: -Seor, si hubieras estado aqu, no habra muerto mi hermano. Mara responde con prontitud a la llamada que le transmite Marta. A todos sus seguidores y seguidoras Jess nos llama a escuchar, acoger, gozar... su Palabra liberadora y ponerla en prctica. A comunicar, como Marta, a l@s dems que Jess les est llamando. A acudir, como l, para que tengan ms y mejor vida tantas personas, herman@s nuestr@s, que malviven, sufren y mueren,
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  • 33 Jess, al verla llorar, y a los judos, que tambin lloraban, lanz un hondo suspiro y se emocion profundamente. 34 Despus les pregunt: -Dnde lo habis sepultado? Ellos contestaron: -Ven, Seor, y te lo mostraremos. 35 Entonces Jess rompi a llorar. 36 Los judos comentaban: -Cmo lo quera! Jess, ante el dolor de l@s dems, llora y se conmueve, se acerca, acompaa, se compadece. Manifiesta claramente sus sentimientos. Jess acta en toda circunstancia desde lo ms profundo de la realidad humana. Entiende y vive todos los sentimientos humanos: alegra y tristeza, caricia y rechazo, amor y traicin.
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  • 37 Pero algunos dijeron: -ste, que dio la vista al ciego, no poda haber hecho algo para evitar la muerte de Lzaro? 38 Jess, de nuevo profundamente emocionado, se acerc ms al sepulcro. Era una cueva, cuya entrada estaba tapada con una gran piedra. 39 Jess les orden: -Rodad la piedra hacia un lado. Marta, la hermana del difunto, le advirti: -Seor, tiene que oler muy mal, porque ya hace cuatro das que muri. 40 Jess le contest: -No te he dicho que, si tienes fe, vers la gloria de Dios? Jess pone en pie lo que est tendido, desata lo que est ligado, da vida a lo que est muerto. Nos repite la misma pregunta que a Marta. Ella crey y vio a su hermano resucitado y su fe robustecida. Se trata de creer, de confiar en Jess, de fiarnos de su Palabra, de asumirla en la vida. Sepulcro de Lzaro
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  • 41 Cuando rodaron la piedra, Jess, mirando al cielo, exclam: -Padre, te doy gracias, porque me has escuchado. 42 Yo s muy bien que me escuchas siempre; si hablo as es por los que estn aqu, para que crean que t me has enviado. Jess est en comunicacin continua con el Padre. Su oracin no es de peticin sino de accin de gracias; sabe que es escuchado. La escucha constante del Hijo al Padre es el fundamento de la oracin de l@s creyentes.
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  • 43 Terminada esta oracin, exclam Jess con voz potente: -Lzaro, sal fuera. Quien cree en Jess resucitado no puede vivir sin alegra y sin esperanza. En qu se nota que somos personas resucitadas? Transmitimos, a nivel personal y como comunidad de creyentes, la energa, la novedad, la libertad, la alegra, la vida... que comunica el Espritu de Jess Resucitado? O estamos instalad@s en la pereza, en el derrotismo, en la estril mediocridad? Estamos encerrad@s en nuestro sepulcro sin darnos cuenta de que estamos muert@s? Tendremos que escuchar la voz imperiosa de Jess: "sal fuera".
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  • 44 El muerto sali del sepulcro. Tena las manos y los pies vendados y la cara envuelta en un sudario. Jess les dijo: -Quitadle las vendas para que pueda andar. 45 Al ver lo que Jess haba hecho, muchos de los judos, que haban ido a visitar a Mara, creyeron en l. Necesitamos como Lzaro salir de nuestros sepulcros y desprendernos de las vendas y ataduras que nos impiden andar en el camino de la plenitud que Jess ha alcanzado para tod@s nosotr@s. Jess nos libera de ataduras, nos hace salir de todos nuestros sepulcros: de nuestras dudas, miedos, egosmos, tristezas, rutinas, cobardas... Y nos recomienda quitar las vendas y las losas de los lzaros que encontramos por el camino. Resucitando a Lzaro, Jess confirm la fe de Marta, la de much@s de l@s presentes y la nuestra.
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  • El aire puro de la maana anuncia su presencia y proclama su derecho a entrar en cada casa. brele las puertas. Qutate las escamas. Levanta tu frente. Rinde tu pecho. Abrzalo con tus manos humanas. Deja ese tufo cido que te sofoca, olvida mortajas pasadas, enjuga tus lgrimas, habla, canta, arroja la desesperanza. No dejes que te corten, planta. Piensa en las albas que vendrn. Pon cerco a los recuerdos que te atan. Deja entrar la maana clara en tu casa, y que Dios se sienta a gusto dicindote su fresca palabra. Ulibarri Fl.