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    HOMOSEXUALIDAD

    Y ESPERANZATERAPIA Y CURACINEN LA EXPERIENCIADE UN PSICLOGO

    GERARD J.M. VAN DEN AARDWEG

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    INDICE

    INTRODUCCIN............................................................................................................................. 3

    ACTITUDES SOCIALES ACTUALES HACIA LA HOMOSEXUALIDAD.................................... 6

    La homofilia como trastorno emocional......................................................................... 7CUNDO UNO ES HOMOSEXUAL? ..................................................................................... 9

    Sentimientos homosexuales......................................................................................... 9Incidencia.................................................................................................................... 10Autoidentificacin........................................................................................................ 10

    ES LA HOMOSEXUALIDAD INNATA? ................................................................................ 13Hormonas................................................................................................................... 14Herencia..................................................................................................................... 15Normalidad................................................................................................................. 17

    Es todo el mundo bisexual? .................................................................................... 17Una etapa sexual transitoria....................................................................................... 19

    LA HOMOSEXUALIDAD COMO TRASTORNO PSQUICO................................................... 21

    EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD DEL HOMOSEXUAL..................................................... 26El nio autocompasivo en el adulto............................................................................ 27El complejo de inferioridad homosexual..................................................................... 29Masculinidad y feminidad: estereotipos culturales? ................................................ 30La homosexualidad en el desarrollo sexual................................................................ 31

    ORIGEN Y MECANISMOS DEL COMPLEJO HOMOSEXUAL............................................... 34

    Orgenes en el hombre............................................................................................... 34Relaciones con los padres.......................................................................................... 35Otras influencias......................................................................................................... 36Orgenes en la mujer.................................................................................................. 38Otras influencias......................................................................................................... 39

    COMO OPERA EL COMPLEJO HOMOSEXUAL.................................................................... 41

    EL CAMINO PARA EL CAMBIO.............................................................................................. 44Autoprofundizacin y lucha......................................................................................... 45Hiperdramatizacin..................................................................................................... 47

    Curacin...................................................................................................................... 48EL CAMBIO SIN PSICOTERAPIA........................................................................................... 50

    La conversin religiosa............................................................................................... 52John V......................................................................................................................... 53

    EFECTOS DE LA TERAPIA ANTIQUEJA............................................................................... 57Ben.............................................................................................................................. 58El seor L.................................................................................................................... 60El seor V................................................................................................................... 61La seorita W.............................................................................................................. 62

    PREVENCIN......................................................................................................................... 64

    BIBLIOGRAFA............................................................................................................................ 65

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    INTRODUCCIN

    Ningn aspecto de la revolucin sexual contempornea ha sido ms discutido y ha causadotanto malestar como la homosexualidad. Durante aos, hemos estado agobiados por dos posicionescontrarias. Por un lado, el movimiento pro-homosexual, que clama por una total tolerancia yaceptacin; por otro, (actualmente ms oculto), los que rechazan de pleno el problema homosexual yse niegan a tomrselo en serio.

    De cualquier modo, hasta ahora, las cuestiones ms importantes sobre la homosexualidad nohan sido tratadas a fondo: sus causas y sus orgenes, as como los posibles cambios en la conducta yen la tendencia homosexual.

    Hoy en da, despus de bastantes aos de duras controversias, existe un deseo de llegar aalguna conclusin. En parte, esto se debe a un cambio en la opinin pblica respecto al problema, yaque el movimiento homosexual radical de finales de los aos 60 y 70 ha empezado claramente aretroceder, y el gran pblico que haba llegado a considerar atentamente el problema homosexual, hacomenzado tambin a abandonar la gran simpata que tenan por el movimiento en el pasado.

    Los mismos homosexuales han comenzado a meditar y reflexionar sobre su modo de vida. Lacrisis originada por el SIDA ha evidenciado algunas de las consecuencias del estilo de vida gay,totalmente desinhibido y militante. El SIDA es slo un componente de un conocimiento ms amplio,tanto entre los homosexuales como entre otras personas, de que ese modo de vida, conindependencia de cualquier consecuencia mdica, ha resultado realmente daino para muchos.

    En resumen, creo que vivimos en una poca, en la cultura americana y occidental, donde esposible la reflexin racional, crtica, pero llena de comprensin humana sobre la homosexualidad. Ellibro Homosexualidad y esperanza, de Gerard van den Aardweg, no poda haberse publicado en unmomento ms oportuno.

    La cuestin puede ser resumida de la siguiente manera: por un lado tenemos buenas razonespara ser comprensivos y para interesarnos por los homosexuales, para reconocer la realidad de susituacin. NO podemos ignorarles ni, simplemente, obligarles a cambiar su comportamiento. Por tanto,hemos aceptado el problema homosexual como un problema importante y real que requiere nuestraatencin.

    Por otro lado, han aparecido en las ltimas dcadas numerosos estudios relevantes sobre elorigen de la homosexualidad. Algunos afirman con gran seguridad y demuestran con pruebas, que latendencia homosexual puede ser, y en algunos casos ha sido, modificada. La literatura deinvestigacin que reafirmaba esta tesis fue bastante bien acogida. No obstante, como consecuenciadel movimiento homosexual militante, este planteamiento fue marginado en los ltimos veinte oveinticinco aos, y ha permanecido como una posicin minoritaria dentro de la psicologa. El Dr. Vanden Aardweg seala que esta investigacin es extremadamente importante e insiste en que hay quetenerla en consideracin. Esto, por s mismo, es un importante logro. Adems, l acepta que lahomosexualidad es un grave problema, y describe un modo psicolgico para tratarla. Con esto, el Dr.Van den Aardweg sita la homosexualidad en un nuevo contexto: el de la esperanza y el cambio.

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    Por qu debe ser importante la esperanza? Despus de todo, muchos homosexualespropugnan una total aceptacin de su modo de vida como intrnsecamente vlido. Pero tambin esevidente que un gran nmero de homosexuales estn muy insatisfechos con su modo de vida. Cuandose percatan de su homosexualidad, lo a mayor parte se sienten horrorizados y deprimidos. El estilo devida homosexual trae consigo grandes dosis de culpa, no culpa neurtica (aunque estoy seguro de

    que tambin ha algo de esto), sino autntica culpa: por la promiscuidad sexual; a consecuencia de lasconstantes mentiras sobre las relaciones amorosas permanentes que se rompen en semanas, eincluso a veces en das u horas. Este sentimiento de culpa, unido a la esperanza frustrada de podertener una vida heterosexual, pesa enormemente sobre muchos homosexuales. La esperanza que seofrece aqu es la ayuda para aliviar tales conductas, ideas y emociones dolorosas en extremo.

    El marco terico para el cambio nos proporciona tambin un modo ms racional de entenderel problema homosexual y su tratamiento. En las ltimas dcadas hemos aprendido bastante acercade las condiciones psicolgicas (trastornantes y debilitantes) que afectan a gran nmero de personas.Tenemos ahora plena conciencia de los millones de personas que sufren o han sufrido lasconsecuencias del alcoholismo, de la ludopata, del abuso de las drogas, de los desrdenes manaco-

    depresivos, esquizofrenia, anorexia, bulimia, estados graves de ansiedad, depresiones y fobias. Quiztodos nosotros, en algn grado y en algn momento de nuestras vidas, sufriremos alguna de estasenfermedades, igual que podemos tener, en un momento u otro, algn problema de salud fsica.

    Es muy importante el hecho de estar acostrumbrados a pensar en la curacin de laspatologas psquicas, igual que sucede con las enfermedades fsicas. Todos conocemos a personasque han podido superar algn tipo de dolencia cardiaca, hipertensiones y tambin a otras que vivendurante aos con cncer. O que se han curado del alcoholismo o de problemas psquicos, como unaprofunda depresin, y son ms fuertes gracias a ello. Tal vez nosotros mismos hayamos superadosituaciones similares.

    El Dr. Van den Aardweg demuestra que la homosexualidad es una de las patologas a las quetodos estamos expuestos. El origen radica en la forma en que somos educados y en diversasexperiencias de nuestra vida. Como cualquier otra patologa, podemos entenderla y curarnos de ella.Van den Aardweg extrae la homosexualidad de un sistema extremadamente irracional y la coloca enun contexto racional y realista.

    La homosexualidad no es una condena permanente a un modo de vida que ser siemprecontrario a la forma de vida heterosexual y a la mayora de las instituciones ms notables de nuestrasociedad. Los homosexuales no estn condenados a una forma de vida alienante, marginadora y muyrestrictiva de la persona. Una vez que hemos comprendido la homosexualidad como un problema

    psicolgico del que uno puede recuperarse, nuestra visin de la cuestin homosexual cambia en dossentidos. Al homosexual se le da la esperanza para cambiar, y al mismo tiempo, hay una aceptacindel homosexual como parte de la comn sociedad humana y, al igual que el resto, sujeto a patologas.Esto es particularmente cierto cuando vemos la homosexualidad como una situacin de la cual unopuede curarse y en este proceso, Dios mediante, llegar a ser una persona ms fuerte para encarar conxito el reto que tiene. Esto necesita ser subrayado. Por ejemplo: s de un grupo de homosexuales deNueva York llamado Coraje; sus miembros trabajan duramente por llevar una vida cristiana y enconcreto una vida sexual casta. Su nombre es adecuado, ya que tal forma de vida exige mucho valor,mucho coraje. En el proceso de desarrollo de una respuesta cristiana a su homosexualidad, estoshombres de convierten en modelos de fortaleza y coraje para muchos otros, incluidos losheterosexuales. De hecho, muchos heterosexuales sufren tambin estilos de vida enfermizos en

    concreto, varios tipos de conductas sexuales comunes entre los heterosexuales, que son ahorareconocidas por muchos psiclogos como dependencias adictivas; as, la promiscuidad sexual, la

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    masturbacin habitual y el fetichismo sexual. Los homosexuales que puedan trascender su situacinsirven de modelos de fortaleza y esperanza para muchos otros.

    En sus tesis, van den Aardweg enfoca la experiencia de la autocompasin como ncleo de lapsicologa del homosexual. Es importante sealar que las consecuencias neurticas de la

    autocompasin no se limitan a la homosexualidad en ningn caso. La autocompasin es unaenfermedad que afecta a muchos tipos de personas. Una de las mayores contribuciones de van denAardweg es la de describir la dinmica que origina la autocompasin y algunos de los procedimientospsicoteraputicos que pueden reducirla. As, su trabajo en este campo es tambin valioso parapersonas interesadas en cmo afecta la autocompasin a la vida de personas heterosexuales.

    El Dr van den Aardweg utiliza el humor como terapia para el tratamiento de la neurosis deautocompasin en los ms diversos tipos de personas. Cualquiera que sufre el sentimiento deautocompasin es candidato al tratamiento del humor. De hecho, pienso que el humor es una tcnicade posible utilidad muy extensiva en psicoterapia, que merece un mayor inters terico que el recibidohasta ahora por parte de los psiclogos.

    La tesis del Dr. Van den Aardweg se apoya sobre un rea importante de la psicologa: laeducacin de los nios y, en particular, la relacin entre sta y el desarrollo moral y tico. Cualquierfallo en el desarrollo normal de la identidad sexual tiene consecuencias morales y ticas. Van denAardweg, de forma perspicaz y concisa, describe el conjunto de actitudes y valores que puedenconducir a un error en el desarrollo de la orientacin heterosexual del nio. Su interpretacin deldesarrollo de la homosexualidad proporciona una perspectiva de psicologa evolutiva, en particular enlas caractersticas ticas y morales del nio. Urjo a los lectores interesados en este aspecto deldesarrollo infantil a prestar especial atencin al testimonio y tesis del autor.

    Finalmente, el punto de vista del doctor es especialmente significativo para la comunidadcristiana. No utiliza de modo explcito ningn concepto o teora explcitamente cristiana en suinterpretacin de la homosexualidad o en su respuesta clnica. Sin embargo, este libro es unacontribucin profunda a la respuesta cristiana a la homosexualidad.

    Al orientador cristiano que tena buenas razones para pensar que la tendencia homosexual nopoda cambiarse, se le presentaba un serio dilema moral. Poda aceptar a la persona, pero si lainclinacin homosexual no poda ser modificada, tena que aceptar su conducta homosexual comovlida. Hacer esto, sabiendo que el Judasmo, del que Jess era un fiel representante, condenabainequvocamente la homosexualidad, era rechazar las Escrituras y la Tradicin de la Iglesia en estacuestin; no slo en los 2.000 aos de vida cristiana, sino tambin en los 3.000 precedentes de vida

    juda.La otra posibilidad es igualmente inaceptable, esto es, rechazar al homosexual, decirle que lo

    que estaba haciendo era incorrecto, pero no ofrecerle ayuda. Ambas opciones son anticristianas, ypareca que no haba otras.

    Todos conocemos el clebre episodio de Jess y la mujer adltera, cuando El no quisocondenarla, y sabiamente, encontr una forma de alejar a aquellos que queran lapidarla. Cuando sequedaron solos, Jess le dijo con claridad: Vete y no peques ms. Hay ayuda real en este libro, ascomo en los textos recientes de otros psiclogos, tanto cristianos como no, que luchan con elproblema de la homosexualidad. Estos y el doctor Van den Aardweg dan consejos importantes sobre

    la forma en que uno puede ayudar al pecador que honestamente quiere ir no pecar ms.

    Paul C.Vitz

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    ACTITUDES SOCIALES ACTUALES HACIA LA HOMOSEXUALIDAD

    Hoy en da se oye por todas partes que los sentimientos homosexuales son algo normal, unasimple cuestin de preferencia o gusto. A esto sigue un alegato en pro de su aceptacin social: elcomportamiento y las relaciones homosexuales son, se dice, iguales a los heterosexuales, porconsiguiente muchos reclaman, entre otras cosas, el reconocimiento legal de las relacioneshomosexuales, hacerlas equivalentes al matrimonio, y dar una mayor informacin pblica, en la que sereconozca su normalidad. El nico problema planteado por la existencia de la homosexualidad no es,como se nos quiere hacer creer, social: hay que conseguir que el pblico acepte la situacin y restaure

    los derechos de una minora oprimida durante mucho tiempo. Algunos van incluso ms all y reclamanla aceptacin de la idea de que cada adulto, por naturaleza, es en parte homosexual; por tanto, laeducacin de los nios debe ser modificada adoptando una postura ms abierta hacia lahomosexualidad, por ejemplo: dando idntico trato a chicos y chicas.

    En este sentido, el movimiento de liberacin homosexual va a la par del movimiento feminista.Ambos estn de acuerdo en la necesidad prioritaria de un cambio en los papeles masculinos yfemeninos y en las relaciones hombre-mujer. El santo y sea es que tenemos que deshacernos de losmodelos predefinidos de papeles. Predefinido supone que hasta ahora estbamos obligados por lapresin de nuestra cultura a formulaciones tradicionales de masculinidad y femineidad, a aceptarrelaciones arbitrarias y restrictivas con el sexo opuesto; a acoger el matrimonio como nica forma de

    relacin sexual.

    Con todo, el argumento va mas all, la sexualidad natural es mucho ms rica en susvariaciones, y la ciencia moderna ha demostrado la existencia de tipos totalmente distintos desexualidad, de amor sexual, y de relaciones sexuales, pero igualmente naturales. Para despejar elcamino hacia ellas, rompamos con prejuicios obsoletos! Quien no quiere aceptar la homosexualidadcomo normal es acusado de discriminar a la gente de condicin diferente, personas que son enesencia (inherentemente) diferentes. Quiz l discrimina porque est reprimiendo el componentehomosexual de su propia vida emocional; o peor, porque sufre homofobia, miedo patolgico a lahomosexualidad.

    Estas ideas, constantemente invocadas en radio y televisin, en peridicos y revistas,propagadas por organizaciones para la reforma sexual, as como por instituciones establecidas en elcampo de la salud mental, no han dejado lugar para otras opiniones.

    Se ha hecho tradicional ensear a los escolares y universitarios que la homosexualidad esalgo normal; un profesor que expresara un punto de vista diferente podra verse sometido a la presinde la indignacin pblica. Los autores de libros de texto y artculos periodsticos en campos comomedicina y psicologa escriben con regularidad de acuerdo a esta configuracin mental. Si otrasopiniones sobre la homosexualidad, que no sean las doctrinas del movimiento de liberacinhomosexual, reciben publicidad, son comentadas de modo condescendiente y con una irona apenasdisimulada.

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    No es de extraar, pues, que ste no sea el clima ms apropiado para una ulteriorinvestigacin imparcial de las causas de la homosexualidad *, y que se deje solas a las institucionescientficas oficiales en lo que se refiere a las posibilidades de tratamiento. Muchos editores vacilan allanzar publicaciones que no sigan la lnea habitual, por temor a crticas negativas.

    (*) Es interesante observar cmo la National Gay Task Force presion a la American Psychiatric Association para

    que suprimiera la homosexualidad de la lista de desrdenes mentales (Nota del editor)

    Uno de los pocos que ha censurado la falta de libertad en este clima social es A.D. De Groot,un profesor holands de psicologa de la personalidad. Con motivo de una discusin sobre la hiptesisde que los homosexuales son ms neurticos que los heterosexuales dijo:

    El cenculo ms poderoso de nuestro tiempo, entre los intelectuales y semiintelectuales, es lacomunidad de seguidores de las opiniones predominantes, tendenciosamente progresistas. Acualquiera que se atreva a plantear una teora de diferencias entre grupos de gente lo acusandel pecado de discriminacin

    La propaganda acerca de la aceptacin de la homosexualidad tiene su principal origen en loscrculos de militantes homosexuales. Tienen una oportunidad privilegiada para hablar cada vez que setrata de la homosexualidad en los medios de comunicacin social, o cuando un artculo, libro o revistase ocupa de este tema. Aparentemente, son considerados como los mejores expertos de su propiacondicin emocional. Vindolo ms de cerca, de todas formas, hay razones abundantes para suponerque, como dice el viejo refrn: Nadie es buen juez en causa propia

    LA HOMOFILIA COMO TRASTORNO EMOCIONAL

    Todo el mundo dice que es normal. Muchas veces oigo esta afirmacin, sobre todo dejvenes afectados por el problema. En el captulo siguiente explicar por qu todo el mundo no esuna expresin adecuada. Efectivamente, las personas de tendencia homosexual son a menudoinformadas de su normalidad por mdicos, psiclogos, e incluso sacerdotes, que aaden; Por qu tepreocupas por eso? Acepta que eres as, busca un amigo, apntate a un club gay.... no hay nada quepuedas hacer para evitarlo. Aunque son opiniones infundadas, estn de moda. Vamos a proponeraqu una perspectiva como alternativa.

    Para empezar, demostrar que la homosexualidad es un trastorno emocional que semanifiesta en la niez y en la adolescencia. Despus demostrar que, en muchos casos, aquellos quetienen esta tendencia pueden llevar a cabo un cambio profundo a mejor, con paciencia, dedicacin y

    buena voluntad. 1

    No es fcil dar en el punto adecuado. Como norma, los militantes homosexuales evitan ladiscusin abierta; tan slo quieren or que estn en lo cierto. No hacen caso a los hechos yargumentos lgicos. Atacan y dramatizan su posicin y, al parecer, tienen xito con esta tctica. Sumisma militancia nos obliga a reaccionar firmemente ante sus exigencias.

    Pero tal vez haramos mejor prestando ms atencin a los grupos homosexualesbienintencionados, no tan vociferantes y a menudo olvidados. Viven preocupados por su difcilsituacin y sus consecuencias: aislamiento social, soledad, la aparente condena a una solterapermanente. A menudo, se sienten infelices, inferiores e incluso desesperados. Debemos atender msan a los que llevan una vida homosexual, pero que no encuentran paz en ella, o a los que se sientencondenados a repetir nunca ser normal. No es un grupo pequeo. Cuando uno pregunta

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    delicadamente en una conversacin personal, resulta que la mayora de los homosexuales estninsatisfechos y desearan de algn modo cambiar si fuera posible 2. En verdad, muchoshomosexuales se resisten a ver sus sentimientos como neurticos, a comprometerse en intentosreales de cambio. Debemos admitir, sin embargo, que sus vacilaciones son, al menos en parte,agravadas por las actitudes sociales imperantes. En todo caso, ellos y todos los que tratan de

    mantener alejados sus sentimientos homosexuales- necesitan comprensin realista, nosobreprotectora o sentimental. Necesitan coraje, pero tambin mirarse a s mismos con actitudracional. Lo que sigue va especialmente dirigido a ellos, a sus cnyuges, si estn casados conhomosexuales, y a sus padres, los cuales (si no estn confundidos por la propaganda de libracinhomosexual) se afligen por el camino tomado por sus hijos. Los que se enfrentan, en su trabajo o ensu vida privada, a los problemas de colegas o amigos con tendencias homosexuales tambinencontrarn ayuda.

    1. DE GROOT A.D., Hypothesen over homofilie, en De Psycholoog 17 (1982), pp. 244-245.2. Resulta elocuente el resultado de una investigacin, segn la cual el 60% de los homosexuales socialmente bien

    adaptados (alrededor de un millar) haba recurrido a la ayuda de un psiclogo o psiquiatra. Vase B ELL, A.P.-WEINBERG, M.S.-HAMMERSMITH, S.K., Sexual Preference: Its Development in Man and Woman, Indiana UniversityPress, Bloomington 1981.

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    CUNDO UNO ES HOMOSEXUAL?

    Expresiones del tipo es un homosexual, es una lesbiana, sugieren que las personas a lasque hacen referencia pertenecen a una variedad de la especie humana diferente de la heterosexual.La homosexualidad, cada vez ms, est considerada una variante, una preferencia, una condicinconstitutiva. Estos trminos sugieren que uno naci as. Es, sin embargo, una concepcin errnea. Elconocimiento que tenemos a nuestra disposicin indica que las personas inclinadas a lahomosexualidad nacen con las mismas caractersticas fsicas y psquicas que cualquier otra. No hay

    pruebas de que exista una naturaleza innata diferente" que haga que, por ejemplo, un porcentaje dehombres con tendencias homosexuales aparezcan poco viriles o incluso afeminados, en su conducta eintereses. Esto es un efecto de la educacin o de una visin sobre s mismos que no es innata, sinoaprendida. Las mujeres hombrunas con tendencias lsbicas, no lo son por disposicin natural, sinopor hbito y por un especfico complejo de inferioridad. Existen, por otro lado, lesbianas femeninasde quienes, a primera vista, poca gente sospechara estas inclinaciones.

    Al decir complejo de inferioridad ESTOY ANTICIPANDO MI EXPLICACIN. IntentarDemostrar que las tendencias homosexuales nacen de un tipo especial de complejo de inferioridad,puesto que por constitucin una persona no es homosexual, sino heterosexual. Esto es as,prescindiendo de las conductas personales; un hombre o una mujer podrn no tener, o slo muy

    dbilmente, inclinaciones heterosexuales, pero an son, en esencia, heterosexuales. Estrictamente,los homosexuales u hmofilos no existen, como tampoco en el reino animal; s que existenpersonas con inclinaciones homosexuales . En realidad, debera evitarse el trmino homosexual yusar designaciones como personas con inclinaciones homosexuales.

    SENTIMIENTOS HOMOSEXUALES

    Por sentimiento homosexual se entiende cualquier sensacin de enamoramiento o atraccinertica hacia personas del mismo sexo. Esto viene acompaado de un dbil o nulo inters ertico porel sexo opuesto. Aqu debemos hacer una excepcin: sentimientos homosexuales que puedan

    aparecer durante la adolescencia (pubertad) y hasta los 17 aos, por lo normal, son transitorios ydeben ser contemplados como una etapa ms del desarrollo psicosexual. Desaparecen sin dejarhuella cuando, en la siguiente fase, despiertan los sentimientos heterosexuales. Como describir msadelante, la prepubertad y pubertad son los perodos ms importantes en lo que respecta al desarrollode la genuina homosexualidad: los sentimientos homosexuales que perduran durante toda la vida.

    Adems, debemos recordar que la palabra homosexualidad engloba una gran variedad detipos y formas. Por ejemplo: hay hombres que se sienten atrados sexualmente por cualquier hombre,y otros que tan slo estn interesados en tipos especficos de varones. En algunos, el sentimientohomosexual est continuamente presente en su imaginacin, como si fuera una obsesin, mientrasque en otros aparece a rachas. Algunos se inclinan por compaeros de su misma edad; otros, pormayores, y otros, por jvenes, adolescentes o nios. Algunos cambian en sus preferencias.

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    Hay diferencias tambin en los papeles que asumen en las relaciones con sus compaeros.Unos desempean predominantemente un papel activo; otros pasivo, mientras que muchos lamayora- no tienen un papel fijo. Algunos con tendencias homosexuales pueden ser conscientes desus sentimientos heterosexuales, que son de escasa intensidad: son los llamados bisexuales. En elotro extremo, estn quienes slo de forma espordica tienen impulsos heterosexuales, y quienes

    apenas tienen ninguno: son los llamados homosexuales exclusivos (digo apenas ninguno porqueFreud afirm acertadamente que, en un anlisis cuidadoso de las fantasas a lo largo de la vida de unapersona con fuertes tendencias homosexuales, se encuentran siempre trazos de una disposicinheterosexual normal, aunque profundamente oculta).

    Otra distincin ms: algunos desean un compaero para una relacin ms duradera; otros no.De cualquier forma entre el deseo y la realizacin, los primeros encuentran una gran distancia; unarelacin leal y duradera es extremadamente rara, si es posible en algn caso. As, en un estudiorealizado a setenta hombres y mujeres con inclinaciones homosexuales, ms del 70% que afirmabahaber aceptado sus sentimientos como normales y estar viviendo homosexualmente, deseaba unasrelaciones duraderas: pero, tan slo cuatro hombres y siete mujeres reconocan haber tenido un solo

    compaero durante los dos ltimos aos1. No importa en qu pas o con qu muestra de personasinclinadas a la homosexualidad se hagan estas encuestas: el resultado es invariablemente el mismo.Es posible, sin embargo, distinguir entre los que buscan contactos transitorios (los tipo crucero) y losotros que tratan de hallar una relacin ms o menos duradera.

    INCIDENCIA

    Fueron los homosexuales militantes los que dieron a conocer el eslogan una persona de cadaveinte es homosexual. Esto es pura propaganda. Algunos creen que demostrando que hay una altaincidencia en la poblacin, se conseguira normalizar la condicin, pero no hay ninguna lgica en ello.Slo porque un alto porcentaje de la poblacin sufra alguna clase de rema, no significa que el remadeje de ser una enfermedad. Si el argumento aducido fuera cierto, millones de americanos seranhomosexuales. Estos clculos no estn avalados por ninguna investigacin. Los pocos estudiosvlidos que se han llevado a cabo con grupos selectos- apuntan, como mucho, a un 2 3% de lapoblacin; otro estudio ni siquiera alcana el 1% 2. Estadsticas recientes, ms amplias y fiables, hanconfirmado que el porcentaje para Estados Unidos es del 1% 3 y para el Reino Unido de cerca del1,5%4. Hay que tener en cuenta, adems, que probablemente las mujeres con tendenciashomosexuales son menos que los hombres (y la mayora de las estimaciones son extrapolaciones demuestras de varones); el 30 el 40% de los que tienen tendencias homosexuales son bisexuales ypueden ser contabilizados correctamente con la poblacin no homosexual; los nios y adolescentes

    deben ser excluidos del nmero total de los homosexuales de una poblacin, pues su desarrollosexual an no est completo. De esta forma, los porcentajes y los nmeros se reducenconsiderablemente.

    Nos hacen creer que la homosexualidad ha crecido mucho en los ltimos aos. Dudo muchode este aumento drstico; puede ser, en todo caso, que haya aumentado el nmero de los queactualmente convierten sus sentimientos en comportamiento homosexual. La desmesurada atencinque se presta al tema (apenas se puede ver un peridico popular sin encontrarse con algncomentario sobre los homosexuales y sus problemas) contribuye de forma considerable a la impresinde omnipresencia de la homosexualidad. Esto es lo que buscan quienes abogan a favor de lanormalidad del fenmeno gay. Estar a favor de la homosexualidad se ha convertido en un signo de

    visin progresista.

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    AUTOIDENTIFICACIN

    Los jvenes que perciben en s mismos tendencias homosexuales, con frecuencia lo pasanbastante mal. Se sienten cada vez ms separados de los compaeros de su edad porque sonincapaces de compartir sus intereses por el sexo opuesto, y se sienten obligados a comportarse como

    si los tuvieran. Estn avergonzados; cuando se alude al tpico de la homosexualidad, quierenesconderse para que el resto no lo asocie con ellos. Sufren en silencio; puede que intenten negar oquitarle importancia a sus sentimientos, incluso delante de s mismos. El momento crucial llega entorno a los 18 aos, cuando el joven tiene que afrontar su situacin. Entonces, es fcil que acabediciendo: soy un homosexual.

    Esto puede producir un gran alivio. La tensin extrema disminuye, pero hay que pagar unprecio. Los ms jvenes apenas se dan cuenta de que se han fijado una etiqueta casi definitiva con suautoidentificacin, con la que se incluyen en una segunda clase, en un status marginado de hecho.Algunos podrn adoptar una actitud orgullosa y se sentirn incluso superiores a las personasnormales, pero a pesar de sus esfuerzos para parecer contentos con su inclinacin, se darn cuenta

    interiormente de que su ser diferentes es considerado como una forma inferior de sexualidad.Querrn pertenecer a una minora bien definida y sentirse cmodos entre gente de inclinacionessimilares, libres de las dificultades que supone vivir en el mundo heterosexual. El precio, sin embargo,es un fatalismo depresivo que est implcito en la nueva identidad adquirida: soy as. El joven nopiensa: es cierto que tengo sentimientos homosexuales ocasionales o regulares, perosustancialmente soy igual a los dems. No, l siente que es una criatura diferente e inferior, quecarga con una predestinacin: se ve a s mismo como un ser trgico.

    Esta desgraciada autoetiqueta encaja con un sentimiento de inferioridad que ya llevaalimentndose desde hace tiempo; es el llamado sentimiento de desplazamiento. La idea de no soycomo los dems est definitivamente grabada en su mente gracias a la autoidentificacin: soy unhomosexual. Volveremos sobre esto ms tarde. El sentimiento de no ser como los dems, de nopertenecer al grupo, junto a la necesidad de ocultar sus sentimientos frente a los dems, demantenerse apartado, es algo propio de la mayor de las personas con esta tendencia.

    No es esto ms bien efecto de la discriminacin social? No. Es verdad que las personas contendencias homosexuales no estn consideradas como normales por el resto: pero sta no es lacausa principal del sentimiento de tragedia. Estas personas conservan dicho sentimiento inclusocuando viven en un ambiente en el que es aceptado. Es parte de su neurosis.

    Desde la visin actual, por la que uno nace con una preferencia homosexual, que es mejor

    que sea aceptada, la autoetiquetacin fatalista est ms promovida por el mundo exterior de losadolescentes. Frecuentemente, los jvenes que expresan sus sentimientos fantasas homoerticas,que con toda probabilidad no son fijas todava, son informados por los expertos, de su condicin dehomosexual, lo que puede suponer un duro golpe y destrozar cualquier esperanza de cambio. Sugiero,como respuesta preferible ante los jvenes que descubren sus sentimientos secretos, la siguiente: Tsientes un inters real por tu propio sexo, pero es un asunto de inmadurez. No eres as por naturaleza.Tu naturaleza heterosexual an no ha despertado. Lo que tenemos que arreglar es tu problema depersonalidad, el complejo de inferioridad.

    Las tensiones sexuales pueden ser tan intensas que, con facilidad, los jvenes con tendenciashomosexuales creen que comprometerse en una relacin homosexual ser la solucin a todos sus

    problemas, incluido el de la soledad. Acabarn, tarde o temprano, en un modo de vida completamentedesordenado, neurtico de hecho. Su estado profundo se parece en diversos aspectos a unatoxicomana.

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    El estilo de vida homosexual se describe por los medios de comunicacin social de colorrosa. Lo que resulta comprensible como propaganda, pero si se oyen las historias de la realidadvivida por homosexuales practicantes durante muchos aos, queda claro que la felicidad no seencuentra en este estilo de vida. Desasosiego en sus contactos, soledad, celos, depresiones

    neurticas y, proporcionalmente, muchos suicidios (dejando de lado enfermedades venreas y otrasenfermedades fsicas): es la otra cara de la moneda no mostrada en los medios de comunicacin. Unejemplo es el caso de un famoso sexlogo alemn que cantaba pblicamente alabanzas sobre lasrelaciones homosexuales duraderas y fieles, pero que puso fin a su vida despus de una relacin notan duradera, la ltima de muchas. Su trgica muerte apenas fue mencionada en la prensa: podrahaber creado en algunas mentes confusin y dudas no deseadas.

    W. Aarn, un antiguo homosexual, resume as sus muchas observaciones y experiencias delcomportamiento homosexual: a pesar de la apariencia exterior, todo acaba en desesperacin.5

    La periodista americana Doris Hanson entrevist a homosexuales:

    Es un mundo duro y no se lo deseara ni a mi peor enemigo, afirm uno de ellos. Duranteaos viv con una serie de compaeros de habitacin, a algunos de los cuales promet amar. Ellos

    juraron que me queran. Pero los vnculos homosexuales empiezan y acaban con el sexo. No haynada ms que eso. Despus de un encuentro apasionado, el sexo es cada vez menos frecuente. Loscompaeros se ponen nerviosos. Quieren nuevas emociones, nuevas experiencias. Empiezan aengaarse el uno al otro, en secreto al principio, ms claramente luego.... hay peleas por celos. Depronto huyes y empiezas la bsqueda de un nuevo amante.6

    La madre de una joven lesbiana que se suicid, coment acerca de su hija:

    Elena busc amor toda su vida. En cierto momento (con su ltima compaera) pareca que lohaba encontrado, pero era un amor basado en una mentira y nunca hubiera podido funcionar.

    Doris Hanson cree que la madre haba sintetizado perfectamente lo que ella misma aprendien sus entrevistas.

    Es, escribe, un mundo en el que las emociones se construyen con mentiras. Para alcanzaruna satisfaccin momentnea del sexo, los homosexuales repiten te quiero tan a menudo como sedice buenos das. Una vez que la experiencia ha finalizado, slo estn preparados para decir adis.La caza empieza otra vez

    Puedo asegurar que no son exageraciones oscuras o moralistas. Una persona con inclinacinhomosexual est empujada a una existencia neurtica y conflictiva. Tenaz e insensiblemente, contratodo consejo, y a pesar de la pena que infligen a sus padres, los jvenes que sufren este problema seabrazan a su eleccin, que, en su ignorancia, confunden con la felicidad. No quieren nada ms.Puede resultar duro, pero es verdad: muchos degeneran; la alegra y la frescura de juventud sedesvanecen; se rinden, son, en muchos aspectos, como los drogadictos.

    Afortunadamente, hay hombres y mujeres con tendencias homosexuales que quieren tomarotro camino bien distinto.

    1. SBARDELLINI, E.-SBARDELLINI, E.T., Homosexualismo masculino e homosexualismo feminino: Neuroticsmo efatres psicolgicos na infancia, indito, Universidade Catlica, Department of Psychology, Campinas, Sao Paulo1977.

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    2. SIGMUND, G., Die Natur der menschlichen Sexualitt, J.w. Naumann, Wrzburg 19723. ALAN GUTTMACHER INSTITUTE, The Sexual Behavior of Men in the U.S., en Family Planning Perspectives, 25

    (1933), pp. 52-62.4. WELLINGS, K. Y OTROS, Sexual Behavior in Britain, Penguin, Hardmonsworth 1994.5. La historia de su penosa pero al final victoriosa- fatiga por liberarse de sus sentimientos homosexuales y

    relatada por AARN,

    W., Straight: A Heterosexual Talks about His Homosexual Past, Doubelday, New York1972.6. HANSON, D., Homosexuality: The International Disease, L.S. Publications, New York 1965

    ES LA HOMOSEXUALIDAD INNATA?

    Existe una fijacin en entender la homosexualidad como innata. Mucha gente la continaconsiderando como algo anormal y creen todava que se nace de esta manera.1

    Que yo sepa, no existe ningn sondeo de opinin fiable entre los mdicos, pero sospecho quegran nmero de ellos asumen la existencia de alguna causa hereditaria o fsica. Los psiquiatrasamericanos, en cambio, tienden a verlo como una interrupcin o bloqueo en el desarrollo psicosexualde cada individuo, y no se fijan tanto en las causas fsicas o hereditarias 2. Sin embargo, el impacto desu opinin sobre el conjunto de la institucin cientfica oficial est lejos de ser decisivo. De hecho, en1973, el Consejo Directivo de la Asociacin Americana Psiquitrica reemplaz la definicin dehomosexualidad como trastorno en su Manual de Diagnstico oficial por el trmino neutral decondicin. Esto ocurri despus de la intensa presin por parte de grupos de homfilos militantes.

    Es comprensible que las personas con tendencias homosexuales noten frecuentemente susimpulsos como algo biolgicamente muy arraigado, como si fuera un instinto muy fuerte. Adems, elpercibirse a s mismos como diferentes estaba ya presente en la juventud, aunque en esa poca noles preocupase realmente su sexualidad. Con frecuencia no se comportaban como los compaeros desu misma edad y sexo; tenan intereses distintos, gustos o aversiones diferentes. A menudo, se veana s mismos desplazados antes de ser conscientes de sus primeras inclinaciones homosexuales. Portanto, empezaron a pensar que su naturaleza deba ser diferente en algo, como si pertenecieran a untercer sexo. Refuerza este planteamiento la tendencia a glorificar el ser diferente a los dems:algunos llegaron a creer que su sexualidad era signo de un talento emocional especial, que les dota dems sensibilidad que las aburridas personas normales. El sentimiento de inferioridad se convierte enuna ilusin de superioridad, pero siempre basndose en la creencia de una disposicin innata. En unanlisis ms profundo, los intereses artsticos de los varones homosexuales se explican mejor por la

    educacin y por factores ambientales. Algunos buscan actividades blandas y los asuntos carentes deosada, y alimentan una aversin hacia las cosas ms duras, ms viriles. Verse a s mismossensibles es tpico de muchos neurticos; esto tiene que ver con un ego quisquilloso, como veremosluego.

    La creencia en la causa hereditaria y en otras causas fsicas operantes despus delnacimiento llevan al pesimismo en lo que se refiere a plantearse un posible cambio. Las personas contendencias homosexuales que quieren continuar sindolo son los seguidores ms fieles de la presuntabase biolgica. Por ejemplo: segn los miembros de una iglesia gay americana, la homosexualidades una forma de amor creada por Dios. Ira entonces en contra de los principios del Creador?

    La teora hereditaria sobrevive gracias a los esfuerzos de los homfilos militantes y de susprotectores libertarios, a pesar de la creciente evidencia de lo contrario. Repetidas veces se ha hechopblica una investigacin que apoya la idea de normalidad. Por consiguiente, los estudios sobre la

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    homosexualidad deben verse con sano sentido crtico, especialmente si proceden de ambientesfavorables a la homosexualidad. Un ejemplo reciente es el informe de Bell y sus colaboradores 3, quedefiende que es altamente probable la existencia de una base biolgica de la homosexualidad; y entrelas conclusiones, los autores disean la moral con la que los padres deberan educar a sus hijos deacuerdo con su naturaleza. Esto significa que los nios con tendencias homosexuales necesitan un

    tratamiento especfico (favorable a la homosexualidad, por supuesto), como si su presunta preferenciafuera un hecho consumado desde el principio y claramente visible por los padres. Su trabajo es unamanipulacin de la opinin pblica; de hecho, uno de los autores es reconocido por su posturaprohomosexual. Las estadsticas recogidas por los investigadores no tienen nada que ver con datosbiolgicos, sino con la niez y el comportamiento en general y social de los homosexuales que actancomo tales. En ellas se refleja que esas personas se sentan aisladas de sus compaeros de juegos,lo cual, si bien es una prueba de evidencia en s misma, no dice nada respecto de la biologa.

    En los aos setenta era usual, entre los homosexuales europeos ms sofisticados, citar elestudio de Schofield4 como prueba de la existencia de una variante normal (y presumiblemente innata)de homosexualidad. Su estudio no se centraba en la normalidad o anormalidad, sino en la adaptacin

    social y, ms especficamente, profesional. Se identificaba as a un subgrupo de hombreshomosexuales bien adaptados, pero no por ello se justifica ninguna conclusin acerca de lanormalidad o anormalidad sexual. En otro caso, un estudioso del problema no encuentra diferenciasen las puntuaciones de algunos test de personalidad entre homosexuales y heterosexuales. Como esde esperar, esto es interpretado por algunos como evidencia de la normalidad de la condicinhomosexual. De todos modos, si nos fijamos en lo que realmente mide el test o pretende medir-descubrimos que demuestra que el factor homosexual no est directamente relacionado con lanormalidad psicolgica, ni con el hecho de que tal forma de sexualidad pueda ser llamada unavariacin normal.

    HORMONAS

    Los trminos normal, biolgicamente arraigado, hereditario, innato y por causa fsicasson a menudo intercambiables, pero no lgicamente equivalentes. El que la homosexualidad no puedaser normal desde un punto de vista lgico y biolgico lo examinaremos ms adelante, pues debemos,en primer lugar, tratar la cuestin de las posibles causas fsicas, hereditarias o no hereditarias.

    Son tal vez las hormonas?, se pregunta mucha gente. No, segn la opinin de un experto eneste campo como Perloff, quien escribi en 1965: Es un fenmeno puramente psicolgico... y nopuede ser cambiado por sustancias endocrinas (hormonas)5. Esta afirmacin an es vlida. Es verdad

    que, de forma ocasional, se ha encontrado una reducida concentracin de hormonas sexualesmasculinas (testosterona) en la sangre de hombres con tendencias homosexuales, en comparacincon hombres heterosexuales sin dichas tendencias6, en las mismas cantidades que grasas yproductos metablicos de hormonas adrenrgicas o supararrenales 7. Pero Tales resultados no debenser interpretados precipitadamente como ya se ha hecho- para apoyar la teora de que lahomosexualidad deriva de peculiaridades hormonales. Por qu no? Porque esta clase de diferenciasde concentraciones hormonales anormales entre hombres con tendencias homosexuales no han sidoencontradas por otros investigadores. En el perodo de 1972-1976 se pueden contar, al menos, seisestudios que no han encontrado valores hormonales anormales en los grupos homosexuales 8. Talesdiferencias estn, a veces, conectadas presumiblemente con las caractersticas especficas de losgrupos bajo estudio y, por tanto, no son universalmente vlidas. Se pueden explicar muy sencillamente

    como diferencias especficas entre los grupos con distintas inclinaciones sexuales, en lo que serrefiere a hbitos de comida y bebida, hbitos de vida y trabajo, estado civil, actividad profesional o elejercicio deportivo; y promovidas por factores tales como el uso de drogas o medicinas, o diferencias

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    de edad. Tambin se ha sealado que los pequeos cambios hormonales encontrados pueden ser elresultado y no la causa de una determinada orientacin sexual.

    En un grupo de hombres con tendencias homosexuales, Evans encontr diferentes valorespara los productos metablicos de hormonas suprarenales, grasas, y un producto metablico asociado

    con el desarrollo muscular; adems, fij distintos valores para pesos y fuerzas musculares diferentes,pero no localiz ningn valor que se debiera a hormonas sexuales 9. l opina que un factor, al quellama desarrollo muscular reducido contribuye al desarrollo de una propensin a la homosexualidad.Este estudio es uno de los pocos que se ha encontrado con algo parecido a un factor especfico de loshombres homosexuales. Por ello, debemos examinarlo ms de cerca y as ver cmo deben serevaluados resultados de este tipo.

    Como cualquier estudio cientfico, el de Evans no es interesante hasta que sus resultados serepitan en otros grupos. No es posible establecer una relacin entre ese factor y la tendenciahomosexual antes de haber obtenido una serie de datos comparables de diversas muestras.Supongamos, por un momento, que se descubren en el futuro una serie de resultados anlogos que

    se confirman mutuamente; lo que no es probable y, aunque lo fuera, no constituira un argumentoconvincente a favor de una causa fsica. As, la posible correlacin entre homosexualidad y debilidadmuscular puede significar que los chicos con un crecimiento muscular deficiente corren un riesgo msalto de convertirse en desviados sexualmente a causa de su sentimiento de inferioridad. Esto podraser un ejemplo del fenmeno de inferioridad orgnica descrita por el conocido psiquiatra Alfred Adler.Un nio puede desarrollar sentimientos de inferioridad a causa de alguna mengua o retraso fsico y,como veremos, su sentimiento de inferioridad durante la juventud por la apariencia fsica, laconformacin del cuerpo y otros aspectos similares, es lo que puede motivar un desarrollo detendencia homosexual. De todas maneras, quiz nuestra explicacin de este caso sea poco probable,y tan slo significara que los hombres con tendencias homosexuales son menos propensos a losmovimientos corporales de cierto tipo, practican menos cierto tipo de deportes, comen ms, oconsumen ms grasa que os otros hombres. Esta explicacin apenas sorprende y estara en lnea conlos modos de vida que se observan en muchos que tienen tendencias homosexuales.

    Que la causa de la homosexualidad no se encuentra en hormonas sexuales desviadas estdemostrado adems por el hecho de que los individuos con desviaciones hormonales, producidas protrastornos funcionales de las gnadas, no sufren, necesariamente, anormalidades en el desarrollosexual. Pro ejemplo: los hermafroditas (personas con caractersticas fsicas de ambos sexos causadaspor deficiencias genticas) que son biolgicamente, genticamente, hembras, tienen un exceso de lahormona sexual masculina (testosterona) desde la fase embrionaria, pero eso no les predestina allesbianismo10.

    Todo parece indicar, entonces, que las hormonas sexuales no pueden ser las culpables;puesto que las hormonas estn producidas segn dictan los cromosomas, las hormonas sexuales delas personas con tendencias homosexuales indican un funcionamiento normal de los cromosomas delsexo.

    HERENCIA

    Los cromosomas sexuales, estructuras moleculares extremadamente complejas quecontienen informacin hereditaria transferible, permiten ser examinados directamente en el laboratorio.

    Consta que los hombres y las mujeres homosexuales tienen cromosomas masculinos y femeninosnormales, respectivamente. 11 Esto es, tenemos que asumir que todos los rganos y funcionesconectados con la sexualidad, desde la anatoma de los rganos a los centros sexuales del cerebro

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    la infraestructura entera de la sexualidad-, son normales por herencia. Por tanto, la teora de unasexualidad desviada innata, o una preferencia sexual innata no puede sostenerse.

    En el caso de que se prefiera, sin embargo, atenerse a la teora de un posible factorhereditario, habra que asumir, que ste sea tan slo una propensin que facilite el desarrollo

    homosexual. Un factor de este tipo era el que Kallmann tena en la mente en 1958 para explicar losresultados de su investigacin con gemelos de tendencias homosexuales varones idnticos y no-idnticos (mono y dicigticos)12. Descubri que todos los hermanos gemelos monocigticos entre lostendencialmente homosexuales de su grupo tenan tambin sentimientos homosexuales, aunque noexactamente en el mismo grado. Pero slo el 12% de los gemelos no-idnticos (dicigticos) de losvarones con inclinaciones homosexuales no tenan intereses homosexuales. El 100% de similitud yconcordancia en la homosexualidad en monocigticos, personas con un carcter genticocompletamente idntico, no es, sin embargo, algo universal sino una consecuencia del mtodo demuestreo de Kallmann. Despus de l, series enteras de parejas de gemelos idnticos han sidoexaminadas a fondo, de las cuales un miembro tena tendencias homosexuales y el otroheterosexuales.13. Adems, existe una conciencia creciente de que este tipo de investigacin sobre

    gemelos, fascinante en s misma, no permite decidir si una propiedad o una variable de lapersonalidad est determinada por la herencia. Los resultados obtenidos as (como los de Kallman) seexplican por la educacin de la niez y por factores ambientales, o por factores psicolgicos, talescomo el alto grado de identificacin mutua tan sorprendente en los gemelos. Que se debe buscar unaexplicacin en esta direccin es evidente por la alta concordancia en la homosexualidad encontradapor Kallman en sus dicigticos (12%). sta es mayor que la concordancia homosexual entre los quetienen tendencias homosexuales y sus hermanos no gemelos. Los dicigticos difieren entre s en suestructura gentica como cualquier pareja de hermanos no gemelos. En otras palabras, la gransimilitud de la homosexualidad en los dicigticos tiene causas no genticas. Para ellos, la explicacinpodr ser tambin la intensa identificacin mutua, en comparacin con la de los hermanos nogemelos, es decir, su sentimiento de ser el alter ego del otro, y el hecho de ser tratados yconsiderados de idntico modo en el ambiente que les rodea.

    Existen lagunas en el estudio de Kallmann que no necesitan ser examinadas aqu (unaexplicacin detallada se puede encontrar en otro sitio) 14. Aqu, quiero apuntar que los datos deKallmann no pueden ser usados para una teora de la homosexualidad con base gentica; adems noproporcionan indicaciones slidas para un factor de predisposicin.

    Hasta ahora, ningn factor gentico sexual o de otro tipo- ha sido descubierto como elementodiferenciador de personas con tendencias homosexuales. Algunos investigadores mantienen abierta laposibilidad terica de un factor gentico u hormonal, an no descubierto, por el que se identifique, al

    menos, un subgrupo de personas con tendencias homosexuales. Supongo que tienen en la mente ahombres homosexuales que impresionan por su afeminamiento, o a mujeres lesbianas que lo hacenpor sus modales masculinos. Pero, en realidad, no atribuyen gran influencia a ese factor terico, yaque afirman al mismo tiempo que las causas principales no estn en las hormonas o en los genes.Masters y Johnson adoptan esta postura15. Estos cientficos sociales de la escuela de Kinsey, a pesarde que opinan claramente que la conducta homosexual es normal y plenamente aceptable, afirman:

    Es de vital importancia que todos los profesionales en el campo de la salud mental tenganpresente que el hombre o mujer homosexuales son fundamentalmente un hombre y mujer pordeterminacin gentica y que tienen tendencias homosexuales porpreferencia aprendida.

    Probablemente, para evitar la acusacin de tener prejuicios, se apresuraron a agregar quetampoco la preferencia heterosexual se da sobre una base gentica; afirmacin acrtica que se puederefutar fcilmente. Su llamada a todos los profesionales en el campo de la salud mental sobre la

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    homosexualidad como comportamiento adquirido no debe ser olvidada; aunque rechazamos sugancho torpemente progresista sobre la homosexualidad.

    La historia de la teora de la naturaleza homosexual como condicin innata es decir,connatural- es una larga historia. Dicha teora se ha resquebrajado lentamente y ahora no queda de

    ella casi nada. En su libro Changing Homosexuality in the Male, el psiquiatra L.J. Hatterer dicesencillamente:

    Los psiquiatras han llegado, por fn, a la conclusin de que los factores genticos,hereditarios, constitucionales, glandulares y hormonales no tienen ninguna importancia como causasde la homosexualidad16.

    En los medios de comunicacin social se hizo una contumaz propaganda de supuestoshallazgos de una causa biolgica de la homofilia. En 1991 se trat de una llamada particularidad enuna regin cerebral constatada en determinados hombres homosexuales17; en 1993 corri la voz deldescubrimiento de un gen de la homosexualidad18. Poco o nada de estas noticias ha superado un

    anlisis profundo; al contrario, los resultados de recientes investigaciones sobre gemelos han hechocada vez ms improbable una explicacin a partir de la herencia19.

    En la actualidad, podemos afirmar que no hay motivo para admitir la existencia de unahomosexualidad transmitida hereditariamente, o causada por desarreglos hormonales antes odespus del nacimiento; tampoco son responsables desviaciones en el desarrollo corporal, en laestructura de los rganos, del cerebro, del sistema nervioso o de las glndulas. Sera demasiado largohacer aqu una enumeracin completa de los informes de investigaciones cientficas relevantes:bastan las conclusiones generales. Hasta que no se demuestre de modo convincente que la personacon tendencias homosexuales tenga alguna particularidad fsica, hereditaria o no, que no sea efectode su condicin, podemos asegurar que ella es perfectamente normal en su perfil biolgico. A medidaque pasa el tiempo parece cada vez ms improbable que pueda suceder algo semejante.

    Tambin mi abuelo era homosexual. Dos hijos de mi ta tambin son as. A veces omosexplicaciones como stas en boca de alguno que tiene este problema emocional. Ello no indica que ensus familias exista una causa hereditaria, como tampoco podemos atribuir a los genes laresponsabilidad del hecho de que el abuelo o el primo de alguno sea catlico o socialista. Si enalgunas familias la tendencia homosexual se presenta con frecuencia, a menudo en esas familiasvemos desequilibrios en los modelos del papel de los dos sexos: los hijos son educados con gnerosde papeles subdesarrollados, y ellos, a su vez, lo repiten con sus hijos. Las mujeres en esas familiaspueden comportarse de una manera menos femenina y cran a sus hijas de este modo, as que se

    facilita el desarrollo de complejos de inferioridad de tipo homosexual. Tienen dificultades para aceptarlos papeles sexuales en general, por lo que son incapaces de educar y reconocer- al nio como nio,a la nia como nia. Para los padres valen observaciones anlogas. Por lo dems, la relacin entre lafamilia y la homosexualidad es, generalmente, muy dbil20.

    NORMALIDAD

    An debemos aclarar otro punto. Supongamos que se demuestra una causa gentica o fsicade la homosexualidad; una peculiaridad hormonal, por ejemplo; esto no nos permitira afirmar que lahomosexualidad es algo normal. Sera necesario identificar un hipottico factor causante de trastornos

    o enfermedades: una desviacin de los cromosomas o de las hormonas, un trastorno en el desarrollonormal psicolgico, una infeccin o cualquier otra cosa. Es importante dejar claro esto, pues se podrapensar fcilmente que el haber nacido as, es lo mismo que tener una tendencia natural.

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    ES TODO EL MUNDO BISEXUAL?

    La nocin de una homosexualidad innata es falsa. Podra haber, sin embargo, algo de

    verdad en la idea, familiar entre algunos psiclogos y psiquiatras, de que cada ser humano tiene unainnata disposicin bisexual? En este caso, cada hombre o mujer tenda iguales probabilidades dedesarrollarse tanto homosexual como heterosexualmente. La forma en que un individuo se desarrolledepender de los mtodos educativos recibidos en le hogar y, en general, de las influencias de todo elambiente social durante la niez. Esta opinin es expresada por Masters y Johnson 21, y fue la opininnada menos que de Sigmund Freud. Sin embargo, la idea de una bisexualidad universal no esaceptable. Todo lo que Freud afirm estaba basado en nociones fisiolgicas hoy en da obsoletas;adems, su concepto era algo equvoco, cuestin que no desarrollaremos aqu.

    Si fuera una mera cuestin de hbitos educativos de los nios o de costumbres culturales loque determinara si una persona joven se convertir en homosexual o heterosexual, o una cuestin de

    ir a medias, Dios (o la naturaleza, si se prefiere) hara depender de un hilo la supervivencia del gnerohumano. Hubiera bastado una tendencia cultural en alguna sociedad primitiva de preferir lahomosexualidad o de educar a los hijos en esta direccin, para llevar a la humanidad al borde laextincin. Y qu tendencia es en verdad imposible? Nada en la naturaleza nos permite ver que lapropagacin de la especie se haya realizado con tanto riesgo, ni que la supervivencia de las especiesest regulada con tanto descuido.

    En el mundo animal, la homosexualidad genuina, tal como la hemos definido, no existe. Losanimales podran comportarse homosexualmente, pero slo ante la carencia de un compaeroheterosexual o por lo que podramos llamar errores de percepcin y juicio. De hecho, los animalespueden reaccionar sexualmente ante propiedades especficas de otros animales de su especie:formas, colores, movimientos. En principio, estas propiedades son atributos del sexo opuesto, peropueden provocar tambin una respuesta si un animal los percibe en un miembro de su mismo sexo,especialmente ante la ausencia de un compaero heterosexual. De todas formas, esto no eshomosexualidad en sentido estricto22. La verdadera homosexualidad incluye una falta de respuestaante los estmulos del sexo opuesto. Repito: es como si la naturaleza o su Creador- hubierandescuidado al hombre que es mucho ms complicado y refinado que cualquier animal, y obviamentesu producto ms esplndido- y no le hubiera dotado de los mecanismos necesarios para asegurar susupervivencia. Olvidara la naturaleza hacer con el hombre lo que hizo con los animales: establecerimpulsos heterosexuales estables y duraderos en el tiempo? La pregunta es ya una respuesta.

    Por otra parte, la teora de la bisexualidad se contradice por los hechos. A. Karlen, unhistoriador de la sexualidad, en su revisin de la incidencia de la homosexualidad en otras pocas yculturas diferentes a la nuestra, escribe que todo lo que se puede decir es que la homosexualidad estratada en distintas culturas con diversos grados de tolerancia, pero que en ningn sitio ha sido unameta deseable en s misma23. El hombre nunca ha sentido inclinacin por educar a sus hijos hacia lahomosexualidad. La abrumadora mayora, en todas las culturas y en todas las pocas, ha sidoheterosexual. Por naturaleza, el ser humano siente atraccin por el sexo opuesto. Si esto no fuera as,con tanta gente como ha vivido en pocas tan variadas hubiera habido excepciones, o al menos una, ala regla de que la mayora es heterosexual.

    Y los antiguos griegos? Parece que nuestra imaginacin en este punto necesita algunas

    correcciones. Los historiadores apuntan que la cultura griega ha sido siempre esencialmenteheterosexual24. El comportamiento homosexual o, mejor, la llamada pederastia o amor por losjvenes o adolescentes- fue una moda en cierta poca y en ciertos crculos, pero no fue la expresin

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    sexual preferida o deseada por la mayora. Adems, primero deberemos tomar con una pizca degracia las imgenes de los hbitos sexuales de los griegos, que nos han llegado de la mano de unospocos autores de esa poca. Es dudoso que se pueda generalizar a partir de los poetas griegos, aligual que tampoco podemos obtener una idea fiable de los hbitos sexuales de nuestra pocaestudiando la literatura moderna. Lo excntrico y lo desviado siempre ha sido acentuado por la

    literatura y el arte, ms de lo que estara justificado en su fundamento por su aparicin en la sociedad.

    Afirmar que el ser humano se convierte en heterosexual por influencia de los mtodoseducativos, al reprimir su fuerte componente homosexual, sorprende por su artificiosidad, sobre todo sinos fijamos en el modo en que, de ordinario, se produce la seleccin del objeto heterosexual. Parecems correcto aceptar que el desarrollo hacia la heterosexualidad ocurre de modo automtico einstintivo. En un momento dado, normalmente durante la adolescencia, la atraccin hacia el sexoopuesto se siente como algo irresistible, incluso por jvenes educados en un clima de restriccinsexual o sin ninguna educacin sexual. Es tambin una indicacin del fundamento hereditario de laheterosexualidad el hecho de que uno nunca ve a jvenes libres de tensiones emocionales, complejosde inferioridad y frustraciones ntimas en otras palabras, jvenes equilibrados y bien constituidos-,

    que en su interior se sientan empujados a la homosexualidad. Los jvenes no-neurticos son,invariablemente, heterosexuales.

    Es una conclusin inevitable que la heterosexualidad est determinada genticamente. Loscerebros del hombre y de la mujer difieren como consecuencia de los procesos hormonalesembrionarios25, y probablemente algunas de estas estructuras cerebrales constituyen el fundamentobiolgico para las profundas diferencias psicolgicas en el campo de la sexualidad 26. Algunosargumentos interesantes sobre la existencia de una heterosexualidad innata pueden, adems,deducirse a partir de la investigacin del desarrollo sexual de ciertos tipos de hermafroditas, es decir,pacientes con trastornos en los cromosomas sexuales27.

    UNA ETAPA BISEXUAL TRANSITORIA

    Podemos, sin embargo, aceptar una variante de la teora de la bisexualidad: consiste ensuponer que un adolescente, durante el desarrollo hacia su madurez biolgica y psicolgica, atraviesauna etapa en la que puede estar interesado erticamente en personas de su mismo sexo. En talestadio, el desarrollo sexual no es completo y no ha madurado hasta el pleno descubrimiento de sumeta: el sexo opuesto. En este momento del crecimiento, objetos y situaciones variadas, humanos ono humanos, pueden asociarse en la imaginacin con el despertar de sentimientos erticos todavaindefinidos: nios y adultos, pero tambin situaciones inanimadas o emocionalmente excitantes. La

    sexualidad de un adolescente en esta etapa podra denominarse bisexual, aunque no seradesacertado llamarla multisexual. En los homosexuales, el desarrollo sexual, junto a gran parte deldesarrollo emocional en general, se detiene en este estadio.

    Esto no equivale a decir que cada adolescente deba experimentar clara ni siquieraconfusamente- los diversos posibles tipos de atraccin ertica en esta poca de su vida. Quiz no msdel 30% de los adolescentes tienen, durante una poca, lo que se puede considerar sentimientoshomoerticos. Los intereses erticos en esta etapa dependen en gran medida del conjunto de lapersonalidad y sensibilidad de los adolescentes, de sus relaciones con los dems, de su posicinsocial y de la imagen de s mismos. Aunque las fantasas, intereses o prcticas homoerticas sedesarrollen, a pesar de todo, son de ordinario superficiales y tienden a desaparecer tan pronto como

    las atracciones fsicas hacia el sexo opuesto empiezan a llamar la atencin del joven que, en muchoscasos, reacciona ante este descubrimiento como diciendo: Esto es lo que yo andaba buscando!

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    Los impulsos homoerticos en esta etapa indefinible pueden coexistir con los primerosimpulsos heterosexuales. En algn caso, stos ltimos pueden ser bloqueados por la aparicin desensaciones homfilas, especialmente si el adolescente se siente frustrado en su primer amoroheterosexual.

    Una vez que las potencialidades del sexo opuesto han sido plenamente descubiertas, eldesarrollo es irreversible. Los objetos precedentes simplemente resultan flatos de inters, y esto sinser necesario un proceso exterior de aprendizaje, sino motivado por el mismo instinto sexual, que estorientado y dirigido a su fin propio.

    1. MEILOF OONK S. Y OTROS, Homosexualiteit: Een onderzoek naar beeldvorming en attitude bij de MeerderjarigeNederlandse bevolking, Stichting Vevordering Social Onderzoek Minderheden, msterdam 1969

    2. Sick again?, en Time, 20 de Febrero de 1969.3. BELL, A.P. WEINBERG, M.S. HAMMERSMITH, S.K., Sexual Preference: Its Development in Men and Women,

    Indiana University Press, Bloomington, 1981.

    4. SCHOFIELD, M., Sociological Aspects of Homosexuality, Longmans, Green, London 19655. PERLOFF, W.H., Hormones and Homosexuality, en Sexual Inversion, al cuidado de J. MARMOR, Basic Books, NewYork 1965.

    6. KOLODNY, R.C. Y OTROS, Plasma Testosterone and Semen Anlisis in Male Homosexuals, en New EnglandJournal of Medicine, 285 (1971), pp. 1170-1174

    7. EVANS, R.B., Physical and Biochemical Characteristics of Homosexual Men, en Journal of Consulting and ClinicalPsychology, 39 (1972), pp. 140-147.

    8. VAN DEN AARDWEG, G.J.M. BONDA, J., Een netelig vraagstuk: Homofilie, geloof en psychologie, Callenbach,Nijkerk 1981

    9. EVANS, R.B., Physical and Biochemical Characteristics of Homosexual Men, cit.10. MONEY, J. EHRHARDT, A.A., Man and Woman, Boy and Girl: The Differentiation and Dimorphism of Gender

    Identity from conception to Maturity, johns Hopkins University Press, Baltimore 1972.

    11. WEST, D.J., Homosexuality, Penguin Books, Londres 1960.12. KALLMAN, F.J., Comparative Twin Studies on the Genetic Aspects of Male Homosexuality, en Journal of Nervous

    and Mental Disease, 115 (1952), pp. 283-29813. RAINER, J.D. Y OTROS, Homosexuality and Heterosexuality in Identical Twins, en Psychosomatic Medicine, 222

    (1960), pp. 251-259; FRIEDMAN, R.C. Y OTROS, Psychological Development and Blood Level of Sex Steroids inMale Identical Twins of divergent Sexual Orientation, en Journal of Nervous and Mental Disease, 163 (1974),pp. 282-288.

    14. VAN DEN AARDWEG BONDA, Een netelig vraagstuk: Homofilie, geloof en psychologie, cit.15. MASTERS, W.H. JOHNSON, V.E., Homosexuality in Perspective (Boston: Little, Brown and Company, 1979)16. HATTERER, L.J., Changing Homosexuality in the Male (New York: McGraw-Hill, 1970).17. LEVAY, S.,A difference in Hypotalamic Structure Between Heterosexual and Homosexual Men, en Science, 253

    (1991), pp. 1034-1037.

    18. HAMMER, D. H.-HU, MAGNUSON, V.L.-HU, N-PATTATUCCI, A.M.L., A Linkage Between DNA Markers on the XChromosome and male Sexual Orientation, en Science, 261 (1993), pp. 312-327.

    19. BYNE, W., The Biological Evidence Challenged, en Scientific American, 270 (1994), pp. 26-31. Por lo queconcierne al estudio de HAMMER, D.H. (un militante gay) Y OTROS: uno de sus colaboradores lo ha acusado demanipulacin fraudulenta de los datos de investigacin. Actualmente la acusacin est pendiente ante el FederalOffice of Research Integrity. En cualquier caso, EBERS, G. (University of Western Notario), despus de efectuaruna contraprueba del estudio de Hammer, ha declarado no haber encontrado ninguna correlacin entrehomosexualidad y ciertos indicadores (markers), ni el cromosoma-X ni en cualquier otro cromosoma (ScientificAmericannoviembre 1995).

    20. VAN DEN AARDWEG, G.J.M., Homophilie, neurose en dwangzelfbeklag (msterdam: Polak&Van Gennep, 1967).21. MASTERS JOHNSON, Homosexuality in Perspective, cit.22. EIBL EIBESFELD, I., Liebe und Hass (Munich: Piper, 1970)23. KARLEN, A., Sexuality and Homosexuality, (New York: Norton, 1971)24. FLACELIRE, R.,Amour en Grce (Paris: Hachette, 1960).

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    25. GOY, R.W. MCEWEN, B.S., Sexual Differentiation of the Brain (Cambridge, Mass.: MIT Press, 1980)26. MAY, R., Sex and Fantasy: Patterns of Male and Female Development(New York: Norton, 1980)27. VAN DEN AARDWEG BONDA, Een netelig vraagstuk: Homofilie, geloof en psychologie, cit.; MONEY HER-HARDT,

    Man and Woman.

    LA HOMOSEXUALIDAD COMO TRASTORNO PSQUICO

    Los primeros estudios sistemticos sobre la homosexualidad se llevaron a cabo en el siglo XIXpor autores como Krafft-Ebing y Magnus Hirschfield, que interpretaron sus datos a la luz de las teorasfisiolgicas y biolgicas predominantes en aquella poca. La nocin de tercer sexo o intersexo, porejemplo, fue popular por aquel entonces. Sigmund Freud fue uno de los primeros en formular teorasacerca de la homosexualidad basndose en la importancia de los factores psicolgicos. Pens, entreotras cosas, que la persona con tendencias homosexuales se senta identificada desde la niez, con elpadre de sexo opuesto y tena una relacin conflictiva con el padre del mismo sexo.

    Por consiguiente, Freud se fij en la infancia, y enfoc especialmente su atencin en esta

    relacin padre-hijo. Consider la homosexualidad como un trastorno eminentemente psquico, queprobablemente fuera estimulado por factores biolgicos (hereditarios, segn l) an desconocidos.Uno de los primeros en no creer en la importancia del factor hereditario quiz el primero- fue AlfredAdler, discpulo de Freud. Este descubridor del complejo de inferioridad describi en 1917 lahomosexualidad como una consecuencia de tal complejo1. Sus observaciones le ensearon que laspersonas con sentimientos homosexuales tienen invariablemente complejos de inferioridad en sumasculinidad o femineidad.

    Otro discpulo de Freud, Wilhelm Stekel2, acumul una gran experiencia clnica con genteafectada por problemas psicosexuales y describi algunas observaciones originales de sus pacientescon tendencias homosexuales. La homosexualidad, teoriz, es la consecuencia del miedo al sexo

    opuesto. Confirmando las teoras de Freud relativas al origen psicodinmico de la homosexualidad enla niez, Stekel minimiz la importancia de la supuesta predisposicin hereditaria (mucho ms de loque hizo Freud) y quiz fue el primero en clasificarla como una neurosis. Adems, no estuvo deacuerdo con Freud sobre el papel causal del famoso complejo de Edipo, y seal una serie deerrores en la educacin del nio que podran ocasionar la neurosis homosexual. Subray el papel delpadre, a menudo mucho ms importante que el de la madre, como causa de la homosexualidadmasculina. Tambin apunt el carcter infantil de la vida interior de estos pacientes entendi lahomosexualidad como un infantilismo psquico3- y resalt que la motivacin homosexual estabaintrnsecamente ligada a sentimientos de infelicidad. Ms que Freud, crey en la posibilidad de uncambio radical de la inclinacin homosexual; aunque tambin pens que esto ocurra raras veces. Susobservaciones influyeron profundamente en el pensamiento de sus discpulos.

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    La segunda y tercera generacin de psicoanalistas se basaron en los fundamentos dejadospor sus predecesores. E. Bergler, psiquiatra austroamericano, introdujo un factor original: el llamadomasoquismo psquico4. El impulso homosexual contiene, segn l una especie de autotormento, unanecesidad inconsciente de sentirse rechazado y, en general, de coleccionar injusticias: situacionesdesagradables y experiencias que dan la oportunidad de sufrir (de la misma manera que se dice que

    algunas personas buscan los problemas).

    I. Bieber, otro psiquiatra estadounidense, y sus colaboradores han estimulado notablementelas investigaciones psicolgicas de la homosexualidad gracias a su extenso estudio estadstico sobrela personalidad y sus factores infantiles en varones homosexuales 5. Ya he anotado la escasez dehallazgos en los campos de la psicologa y biologa. Por otro lado, Bieber al igual que sus sucesores-ha presentado con cronomtrica regularidad un nmero ms o menos especfico de factores infantilesen hombres con tendencias homosexuales. Estos factores estn entrelazados y forman un patrnreconocible relacionado de cerca con el proceso causal. Este patrn consiste en relacionesinterpersonales con los padres, hermanos, y con el llamado grupo de los iguales, as como otros datosreferentes al desarrollo psicolgico, lo cual no es difcil de unir al pensamiento de los tericos de la

    psicologa moderna6. Las estadsticas de Bieber y sus colaboradores pueden ser usadas tambincomo plataforma para la teora de la homosexualidad que voy a exponer. Dichas estadsticas son msaceptables por haber sido recogidas en varios subgrupos de personas inclinadas a la homosexualidady en varios pases.

    La teora no surgi de repente, sino que es el resultado de una evolucin gradual de lasinvestigaciones relativas a la neurosis y a la homosexualidad llevadas a cabo por psicoterapeutasformados psicoanalticamente. Su fundador, el psiquiatra holands Johan Leonard Arndt (1892-1965),integr una amplia variedad de observaciones y exmenes de los primeros tericos, principalmente deAdler y de su propio maestro, Stekel. Arndt confirm y elabor un cierto nmero de las observacionesde Stekel, tales como: l (el homosexual) es infeliz, se siente condenado irremediablemente alsufrimiento; Nunca he visto a un homosexual feliz o sano; (es) un eterno nio... que lucha con eladulto7

    Al introducir el principio de autocompasin, Arndt no niega de ningn modo las conclusionesde sus predecesores, sino que las completa con una sntesis que contiene otros datos relevantesobtenidos por autores contemporneos de las ms diversas orientaciones tericas. El homosexual,dice, al igual que otros neurticos, puede estar dominado por una estructura interna que se comportaautnomamente como el ego infantil, un nio que se entrega a la autocompasin. Habiendodescubierto este mecanismo en numerosos casos de neurosis poco claros en cuanto a la expresinsexual8, gradualmente se convenci de su aparicin en cualquier tipo de neurticos; finalmente

    tambin lo descubri en los homosexuales

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    .Ardnt estaba impresionado por este lamento infantil crnico en los neurticos adultos, de su

    persistencia y de su resistencia al cambio; aplic el concepto freudiano de represin para aclarar lafijacin de las reacciones infantiles de dolor y autocompasin, as como su carcter autnomo yrepetitivo. Para Freud, el importante concepto de represin estaba ntimamente ligado a otro conceptoesencial: es subconsciente10. Ya en su primera publicacin sobre la histeria, escrita en colaboracincon Joseph Breuer11, Freud expuso la hiptesis de que las intensas emociones motivadas comoreaccin a las frustraciones, con frecuencia no son tratadas correctamente, sino que son suprimidaspor la fuerza, de manera que se tratan disociadas del conocimiento consciente. Mantienen, sinembargo, su plena intensidad emocional en el subconsciente. Breuer y Freud se referan

    especialmente a los sentimientos de dolor, con sus respectivas manifestaciones de lgrimas, suspirosy clera.

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    Ardnt identific la reaccin principal de dolor como autocompasin. Sostuvo la hiptesis deque esta emocin fuese reprimida en el subconsciente para, posteriormente, forzar al neurtico a sufrircontinuamente los impulsos de esta autocompasin (sin que l los reconozca como tales). La terapiapara esta situacin consistira, lgicamente, en hacer consciente la autocompasin inconsciente delnio que hay dentro y que se queja. En ese momento, perdera su fuerza compulsiva sobre la mente.

    En un principio, yo me adher a la teora de Arndt12, pero mis dudas acerca de ella aumentaroncon los aos, hasta que la rechac. Innegablemente, la represin puede ser la explicacin a variosfenmenos que solemos hallar en la psicoterapia. As, se observa la conocida resistencia a admitir laautocompasin en el preciso momento en que sta acta. En efecto, hay algo que contrarresta elreconocimiento consciente de la atocompasin. Creo que este algo equivale ms a un orgulloherido. Adems, el proceso de superacin de una neurosis, de una neurosis homosexual, una vezreconocido, est mejor descrito como una combinacin de la conquista de su autoconciencia y de lalucha, en amplio frente, contra su infantilismo. No es tanto el desbloqueo de las represiones la causadel cambio, cuanto la disminucin gradual de hbitos emocionales infantiles profundamentearraigados, como la autocompasin y reacciones asociadas a sta. Lo ms caracterstico del neurtico

    es su egocentrismo, del cual la autocompasin es quiz el rasgo ms sobresaliente. Ganar enmadurez emocional equivale en gran medida a disminuir este egocentrismo tan infantil.

    La repeticin neurtica y la resistencia al cambio se entienden mejor como efectos de loshbitos de formacin o como dependencia a la autocompasin y a sus tendencias intrnsecamenteconexas. Sin un esfuerzo deliberado por parte de la persona neurtica para adquirir autoconocimientoy combatir su autocompasin, sta tendencia a buscar su satisfaccin para, de esta manera,reforzarse. Se supera la neurosis cuando se rompen los lazos de la autocompasin. La concepcinfreudiana de represin en el subconsciente, y la del mismo subconsciente, me parece demasiadoromntica. Estoy de acuerdo con aquellos que no creen en la existencia del subconsciente freudiano.Su existencia no ha sido empricamente probada13.

    En dcadas pasadas, muchos otros eminentes psicoterapeutas han estudiado lahomosexualidad bajo el punto de vista psicodinmico; sus observaciones y concepciones constituyencontribuciones altamente valiosas, que no son rechazadas por la presente teora. Destacan nombrescomo Karen Horney14, H.S. Sullivan15, el psiquiatra y neurlogo francs Marcel Eck16, y los psiquiatrasneoyorkinos Charles Socarides17 y Lawrence Hatterer18. El libro de Hatterer merece una atencinespecial. No construye una teora general, sino que explica un procedimiento prctico para eltratamiento de los homosexuales de sexo masculino. Describe muchos ejemplos de reaccionesemocionales y de comportamiento verificado en sus pacientes, tales como los sentimientos deinferioridad, la idealizacin del compaero homosexual y la tendencia a sentirse como vctima. Esta y

    otras observaciones de fenmenos hallados durante la terapia son muy valiosas, y se encuadran en lateora de la autocompasin.

    Los defensores de la teora que admite la homosexualidad como normal, afirman quecualquiera que siga creyendo que se trata de una condicin perturbada, ms especficamente de unaneurosis, es decir, de un tipo de trastorno emocional, est irremediablemente atrasado. La idea de queeste trastorno puede ser superado sera, an ms, una seria manifestacin de pensamiento obsoleto.Los partidarios de esta teora parecen ignorar que es su propia alternativa la que est anticuada. Enefecto, siempre recurren explcita o implcitamente, a alguna teora de lo innato; en concreto, el puntode vista del siglo XIX. Los estudios sobre las peculiaridades emocionales de las personas que tieneneste problema, as como la identificacin del mismo como neurosis y algunos mtodos de tratamiento,

    son recientes.

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    Aunque el concepto de neurosis es indispensable en la prctica clnica y existe un consensorazonable acerca del diagnstico de una neurosis en casos individuales, no ha sido posible identificarun instrumento objetivo de diagnstico para su medida. Los intentos con test objetivos fisiolgicos ypsicolgicos para distinguir neurticos de no-neurticos no han tenido xito hasta ahora 19. Por tanto,los investigadores tienen que fiarse del test de la nica prueba subjetiva que ha logrado xito: el

    cuestionario, que en palabras de uno de los principales investigadores, puede ser fiable para haceruna clara distincin entre neurticos y personas normales20. En una variedad de test, realizados envarios pases y diferentes grupos socioeconmicos, los expertos han encontrado, sin embargo, elmismo resultado: los grupos de homosexuales alcanzan repetidamente ms puntos en las escalas deneurosis, que los grupos de control21. Esta correlacin es una buena evidencia cientfica a favor delcarcter neurtico de la homosexualidad. Tales estudios incluyen grupos en situaciones clnicas aquellos que ya han intentado alguna forma de psicoterapia- y aquellos otros que, por el contrario, sehan adaptado a la vida en sociedad22.

    En mi opinin, cualquiera que intente acercarse de modo imparcial a las publicaciones deinvestigacin fisiolgica y psicolgica disponibles tendr que admitir que la mejor interpretacin de la

    homosexualidad es la que la considera como una variante de neurosis. De hecho, hoy en da, pareceque unos pocos socilogos y cultivadores de otras ciencias humanas admiten esta conclusin, que esignorada casi del todo por la opinin pblica, lo que se debe a las predominantes tendenciasprohomosexuales libertarias, que censuran los puntos de vista no deseados. Esto es lamentable yparadjico a la vez, ya que es precisamente en estas ltimas dcadas cuando la actitud fatalista(acerca de la imposibilidad de cambio en la homosexualidad) ha sido ms injustificada que nunca.

    Este libro se ha escrito despus de ms de veinte aos de estudio de la homosexualidad, ydespus de tratar a ms de 225 hombres homosexuales a una treintena de lesbianas a la luz de lateora de la autocompasin. En mi opinin, la teora de la homosexualidad como forma de neurosisautocompasiva es mucho ms que una simple sntesis de material viejo. Es realmente un avance.Entender la naturaleza del problema es mucho ms que un ejercicio acadmico: ofrece la esperanzade que los prisioneros del dogma de la homosexualidad como algo innato e inmutable puedan serayudados a madurar emocionalmente.

    1. ADLER, ALFRED, Das Problem der Homosexualitt, Reinhardt, Munich 19172. STEKEL, W., Onanie und Homosexualitt, Urban&Schwarzenberg, Viena 1921.3. STEKEL, W., Psychosexueller Infantilismus, Urban&Schwarzenberg, Viena 1922.4. BERGLER, E., Homosexuality: Disease or Way of Life?, Hill&Wang, Nueva York 1957.5. BIEBER, I. Y OTROS, Homosexuality: a Psychoanalystic Study, Basic Books, Nueva York 1962

    6. Algunos estudios informando acerca de estos factores: EVANS, R.B., Childhood Parental Relationships ofHomosexual Men, en Journal of Consulting and Clinical Psychology, 33 (1969), pp 129-135; S NORTUM, J.R. YOTROS, Family Dynamics and Homosexuality, en Psychological Reports, 24 (1969), pp 763-770; THOMSON, N.L. YOTROS, Parent-Child Relationships and Sexual Identity in Male and Female Homosexuals and Heterosexuals, enJournal of consulting and Clinical Psychology, 41 (1975), pp 120-127; S TEPHAN, W.G., Parental Relationshipsand Early Social Experiences of Activist Male Homosexuals and Male Heterosexuals, en Journal of AbnormalPsychology, 82 (1973), pp. 506-513; SIEGELMAN, M., Parental Backgrounds of Male Homosexuals andHeterosexuals, en Archives of Sexual Behavior, 3 (1974), pp. 3-18; V AN DEN AARDWEG, G.J.M., De factorklaagziekte, neurose en homofilie, en Psychologica Belgica, 13 (1973), pp. 295-311.

    7. STEKEL, W., Onanie und Homosexualitt, ya cit.8. ARNDT, J.L.,Zelfdramatisering, Stenfert Kroese, Leiden 1950.9. ARNDT, J.L., Een bijdrage tot het inzicht in de homosexualiteit, en Geneeskundige Bladen, 3 (1961), pp 65-105.10. MADISON, P., Freuds Concept of Repression and Defense, University of Minnesota Press, Minneapolis 1961.11. BREUER, J. Y FREUD, SIGMUND, Studien Ubre Hysterie, Deuticke, Viena 1895

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    12. VAN DEN AARDWEG, G.J., A Grief Theory of Homosexuality, en American Journal of Psychotherapy, 26 (1972),pp. 52-68.

    13. HOLMES, D.S. Investigations of repression, en Psychologial Bulletin 81 (1974), pp. 632-65314. HORNEY, KAREN, Our Inner Conflicts, Norton, Nueva York 1975.15. STACK SULLIVAN, HARRY, The Interpersonal Theory of Psychiatry, Norton, Nueva York 1953.

    16. ECK, M., Sodome: Essay sur lhomosexualit, Anthme Fayard, Pars 196617. SOCARIDES, C. W., The Overt Homosexual, Grune and Stratton, Nueva York 1968, idem, HomosexualityAronson,Nueva York 1978.

    18. HATTERER, L.J., Changing Homosexuality in the Male, McGraw-Hill, Nueva York 197019. Sobre tales intentos: EYSENCK, H.J., The Scientific Study of Personality, Routledge & Kegan Paul, Londres 1952;

    idem, The Dynamics of Anxiety and Hysteria, Routledge & Kegan Paul, Londres 1957; idem, Experiments inPersonality, 2 vols. Routledge & Kegan Paul, Londres 1960; EYSENCK, H.J., GRANGER, G.W. Y BRENGELMANN, J.C.,Perceptual Processes and Mental Illness, Chapman and Hall, Londres, 1957; CATTELL, R.B. Y SCHEIER, I.H., Themeaning and Measurement of Neuroticism and Anxiety, Ronald Press, Nueva York 1961. Un posible candidato atest, EYSENCK, H.J, Dimensions in Personality, Routledge & Kegan Paul, Londres 1947, qued descartado en larepeticin del estudio: CLARIDGE, G., The Excitation-Inhibition Balance in Neurotics, en Experiments inPersonality, editado por EYSENCK, H.J., vol. 2, Routledge & Kegan Paul, Londres 1960.

    20. EYSENCK, Scientific Study of Personality, ya citado.21. Existen muchos cuestionarios de este tipo, denominados cuestionarios neuroticistas: varias escalas osubcuestionarios del Minnesota Multiple Personality Inventory (MMPI) (DAHLSTROM, W.G. Y WELSH, G.S., AnMMPI Handbook North Publishing Company, St Paul 1960)); el MAS (T AYLOR J.A., A Personality Scale ofManifest Anxiety, en Journal of Abnormal and Social Psychology 48 (1953), pp. 285-290); el Cornell MedicalIndex (BRODMAN, K., ERDMAN, A.J., LORGE, I., GERHENSON, C.P. Y WOLFF, H.G., The Cornell Medical Index HealthQuestionnaire III; The Evaluation of Emotional Disturbance, en Journal of Clinical Psychology, 8 (1952), pp 119-124); algunas escalas del Sixteen Personality Factor Test (16PF) (CATTEL, R.B. Y STICE, G.F., Handbook of theSixteen Personality Factor Questionnaire (Institute for Personality and Ability Testing, Champaign, Illinois 1957));del Mauds