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Semanario Coahuila: Prisioneras de la violencia

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Cuando buscan una salida se descubren solas, muchas veces con hijos, ante un país de desempleo y nulas políticas públicas. Es en ese momento que regresar resulta ser la única opción. Sin embargo, las espera en casa un agresor a quien la ley difícilmente castiga y nunca obliga a que tome una terapia. Las consecuencias de este círuclo pueden ser fatales.

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Por Jesús r. Cedillo

En 1982, un estudiante mulato de 21 años de edad llega a Nueva York, específicamente a la Universi-dad de Columbia. Su equipaje de

mano era ligero, demasiado ligero: llegó a vivir únicamente con lo que tenía puesto. La primera noche en Nueva York durmió en un callejón, a la intemperie. Al amane-cer, se lavó la cara en un surtidor de agua contra incendios.

Lo anterior ocurrió en 1982… 26 años más tarde, aquel mulato llamado Barack Obama, el cual vivió en un barrio duro al este de Harlem, sin calefacción y sin te-léfono a la mano, es Presidente electo de los Estados Unidos de Norteamérica. El sueño americano, el llamado “american dream” una vez más se ha cumplido y una vez más el sueño americano de tan tangi-ble, siempre será noticia y el mulato aquel que fumaba marihuana y consumió cocaí-na en sus años mozos, hoy va a dirigir los restos de lo que fue el imperio del mundo. El sueño se cumplió, la amarga realidad puede hacerlo despertar.

Barack Obama fue indestructible duran-te la campaña que lo llevó a la Presidencia del país más poderoso del mundo. Barack Obama fue incalumniable por un solo mo-tivo: su vida, sus tragedias, sus sueños y sus anhelos, sus vicios y yerros ya los ha-

bía contado en una autobiografía precoz, la cual escribió a sus 30 años: Dreams from my Father (Sueños de mi padre). Los crí-ticos han coincidido en algo que unificó criterios en este texto: está magistralmen-te escrita y es una prosa de una sinceridad desconcertante, descarnada, el equivalen-te a un suicidio político. No lo fue y sí lo catapultó a la presidencia de los USA.

El mundo, los ciudadanos del mundo están acostumbrados a los escándalos: la becaria veinteañera de Bill Clinton, prac-ticando el “fellatorismo palaciego”; Clin-ton negándolo. Inmerso en una crisis de credibilidad y de mentiras, Richard Nixon renunciaría a la Casa Blanca. Bush, de mentira en mentira y de engaño en enga-ño, se ha inmolado a sí mismo y es el peor presidente de los USA según todas las en-cuestas disponibles. Los políticos mienten, engañan, sobornan, realizan estratagemas de poca monta, seducen. De aquí entonces que la sinceridad descarnada de Obama haya desarmado a sus detractores.

Los fontaneros y dueños de las cañerías de Washington enderezaron las baterías en contra de un mulato, nacido en Hono-lulu en 1961, hijo de una bella mujer de tez blanca, nativa de Kansas y de un estudian-te africano que llegó a Hawai con una beca desde el lejano país de Kenia. No pudieron despedazarlo. No es blanco, no es negro, es mulato y el sueño se hizo realidad.

Obama: Del sueñO ala realiDaD

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| artículo

¿Cómo no creer en el sueño de pros-peridad norteamericano si Obama es un ejemplo tangible de ello? ¿Cómo no creer en el mítico “Dorado” y sus ríos que arras-tran pepitas y guijarros de oro, cuando Barack Obama ha podido llegar a la Presi-dencia de los USA, y apenas ayer dormía en la bocacalle de un violento callejón neoyorquino?

Cuando bramaban las preliminares en-tre los contrincantes demócratas (Obama, Hillary Clinton y John Edwards), un viejo político de colmillo retorcido –no obstante su edad–, William Clinton, esposo de Hi-llary, le enderezó la siguiente frase: “Las campañas y discursos se hacen con poesía, pero se gobierna en prosa.” El embaucador Clinton sabía de qué hablaba cuando pro-nunció la anterior frase: esté mintió a un gran jurado y estuvo a punto de caer de la Casa Blanca, no por el hecho de una rela-ción extramarital con una becaria veintea-ñera y juguetona, no; sino por la mentira y la engañifa salida de su lengua viperina.

Barack Obama ganó porque en su voz resuenan lejanos ecos de Kennedy y de Martin Luther King, sí, aquel líder negro que dejó para la eternidad el invulnerable texto “Yo tengo un sueño.” Obama, cuando estudió derecho en Columbia, saludaba en español a sus vecinos puertorriqueños, ju-gaba baloncesto en las canchas callejeras que más parecen escena y escenografía de una película de Martin Scorsese, que la vida real. Y sí, efectivamente, Obama tenía un sueño que hoy es realidad.

Ecos de sus discursos aún taladran los oídos de quienes escucharon su pregón de fuego y dolor: “Si hay un niño en el sur de Chicago que no puede leer, eso me impor-ta, aunque no sea mi hijo. Si hay un anciano

que no puede pagar sus medicamentos, eso empobrece mi vida, aunque no sea mi abuelo. Si hay una familia árabe expul-sada sin el beneficio de un abogado o un proceso legal justo, eso amenaza mis li-

bertades civiles. Es esa creencia, la de que soy el guardián de mi hermano, lo que hace que este país funcione,”

“Bendecido”, es el significado del nombre Barack en africano. Veremos cuánta fe tiene el bendecido de Obama, veremos si no cambia la fina poesía por la infausta y fiera prosa que le espera al asumir el vendaval financiero del otrora país más poderoso del mundo. Bendeci-do, así sea.

Las campañas y discursos se hacen con poesía, pero se gobierna en prosa’.| WILLIAM CLINTON

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Dos en la ciuDaD

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Por quitzé fernández

Angélica escribe sus tristezas en hojas de cuaderno, después las arranca para olvidarlas de su presente. Ha vivido toda su

adolescencia en una casa hogar, en me-dio de recuerdos, terapias y cuidados. Ahora se reencuentra con el mundo que alguna vez no comprendió.

Fue toda una sorpresa cuando Fernan-do llegó a la Casa hogar del DIF Torreón para hablar con la directora, Martha Váz-quez Campa. Pidió autorización para sa-lir con Angélica, a quien semanas atrás había conocido en el Hospital Universi-tario, durante las prácticas profesionales de ambos. Esta petición originó una serie de cuestionamientos.

“No podemos detener el crecimiento de la gente, está por cumplir 18 años”, dijo Martha Vázquez al grupo de traba-jadoras sociales, psicólogas y demás per-sonas que estaban cerca del caso.

Además, dentro de los procesos de adaptación a los cuales los 45 niños y jóvenes que en este momento viven en la Casa hogar, está la vinculación con el mundo para integrarse a la sociedad: “A veces pueden llegar a explotar de sole-dad por las experiencias traumáticas que

vivieron”.Según cifras del INEGI, en Coahuila el 15.2% de la población

infantil sufre maltrato físico, el 17.9% emocional y un 31.9%

sufre por omisión de cui-dados.

Martha Vázquez

platicó que al llegar un niño, elaboran un plan de vida para darle seguimiento a la problemática. Contó que es difícil que una familia quiera adoptar a un niño grande, de entre 6 y 18 años, por lo que tratan de integrarlos a una familia, con parientes cercanos. El caso de Angélica es distinto, muy distinto; no tiene familia a la cual reintegrarla.

De hecho sí la tiene, pero es imposi-ble acercarla. Porque vivió experiencias traumáticas junto a ella, porque a veces es necesario no contar escenas. La forma en que Angélica baja la mirada cuando algún recuerdo asoma desde su pasado, no puede mentir.

Por eso Martha sabe de las crisis que presentan los niños, por su pasado, el cual a veces es dilucidado por los exper-tos de Casa hogar en un año, cuando ellos se atreven a contarlo. El maltrato lo ven, explicó, como algo normal en sus vidas.

Y Martha Vázquez Campa ha escu-chado las preguntas que hacen los niños cuando comprenden qué les sucedió: ¿Entonces mi mamá me abandonó?... “Es cuando vienen crisis muy severas, tienen terror, pesadillas. Hay niños que se van sin entenderlo”.

Había, entonces, que tomar una deci-sión respecto a la propuesta de Fernan-do, el joven ese de 18 años, estudiante de enfermería, que había propuesto que lo dejasen salir con Angélica, de 17 años, habitante de la Casa hogar desde los 12.

La hubo. Sí, iba a salir, una, dos, tres ve-ces por semana un par de horas: al cine, al parque, a caminar, siempre y cuando Angélica se hiciera acompañar de algún

trabajador de la Casa hogar. Una especie de chaperón.

Uno de los personajes en el que inme-diatamente pensaron para tal empresa, fue en Karla Martínez Serhan, una vo-luntaria: 24 años, estudiante de la carrera de Diseño Industrial en la Universidad Iberoamericana. Martha Vázquez, diría después: “Es nuestra experta en casos difíciles”.

Karla se había iniciado en septiembre de 2007 como voluntaria, tenía que acumu-lar horas como parte del servicio social en la universidad, donde le dijeron que la Casa hogar no tenía nada relacionado con su carrera: “A mí me gustan los ni-ños”, contestó. Desde que llegó, empezó a invitarlos a jugar, a que rellenaran di-bujos con bolitas de papel de china.

Se había ganado la confianza de todos. Ella es una de las once voluntarias que en este momento tiene la casa en sus di-ferentes áreas. La primera impresión que tuvo de Angélica, fue de una niña son-riente: “Para qué desgastarme en eno-jos”, confiaría Angélica a Karla.

Siguió sus visitas, a veces sus ausen-cias por motivos académicos. Aquella tarde, mientras Karla estaba sumida en papeles, estrategias para darle forma a su trabajo de tesis, recibió una llamada era Isela Velásquez Soria, tutora en la Casa hogar:

- ¿Qué crees? Parece que Angélica tiene novio, queremos pedirte un favor, quieren verse fuera de casa.

Dos en la ciuDaD+ una chaperona

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Karla no pudo evitar sonreír, todo era tan extraño. Ni siquiera tenía hermanas menores, e iba a cuidar las salidas de un par de jóvenes.

La primera vez que los acompañó, An-gélica dijo:

- Bueno, ahorita nos vemos.- ¿Cuál “nos vemos”? Yo los sigo.Siempre a unos cuantos metros de

ellos, leyó en esas salidas cuatro libros, uno de vampiros, otro de superación personal. Iban al bosque Venustiano Ca-rranza, Parque Fundadores, Parque Las Etnias: “Jamás fui chaperona, me sentía la hermana chiquita. Lo de ellos es algo muy limpio, muy sincero”.

Incluso, Fernando una vez le obse-quió un boli, en uno de esos tantos luga-res que frecuentaban y Karla no los co-nocía, o no les había prestado atención en su vida. Supo de los problemas de la gente: “Son niños que requieren mucha atención. Yo nunca pregunto por qué es-tán aquí, sólo dos se me han acercado y me han dicho qué les pasó, son historias muy tristes”.

Fernando se presentó una tarde en la Casa hogar, quería salir, conocer a la muchacha con la que platicó en el ser-vicio social de la Escuela de Enfermería. Ahí estaba, afuera de casa hogar, cuando Icela Velásquez Soria, tutora, supo de su existencia.

Después de platicarlo, de investigar quién era Fernando, aceptaron. Icela Velásquez, recordó: “Con mucho gusto, dijimos que evitara venir aquí. La situa-ción de Angélica es diferente por lo que ella significa, forma parte de su adapta-ción allá afuera”.

Quien acompañó las dos primeras sa-lidas de la pareja, fue la anterior psicó-loga: Esther Hernández, en una de ellas Fernando regaló un peluche, detalle que omitieron contar a las demás habitantes

de la casa: “Después todas van a querer tener novio”.

Luego le tocó a Isela acompañarlos, se sentía incómoda; mantenía la distancia, observando aparadores, entrando a tien-das: “Era como una mamá lejana. Fui en dos ocasiones, le dijimos a Fernando: ‘Te vas a adaptar a los tiempos de Angélica. Luego permitimos llamadas telefónicas a la casa, a veces es imposible que se vean”.

Con poco más de un año dentro de Casa hogar, Isela Velásquez definía a An-gélica como una niña dispersa, ahora la nota diferente en este proceso de adap-tación: “La veo muy contenta, llega de la escuela o del hospital con una sonrisa”.

- Es posible que chicas como ella pue-dan alternar dos cosas en su proceso, como la escuela y una relación. No dudo que va a lograr lo que se proponga en la vida.

Era el mes de abril de este año. Le tocó hacer su servicio social en el Hospital Universitario, como parte de la carrera de enfermería. En esas visitas, entre olo-res a hospital, conoció a Fernando, quien venía de otra escuela de enfermería de la ciudad de Gómez Palacio, Durango. Él no sabía vendar, ella le enseñó en una ocasión que les tocó trabajar juntos:

“La monjita me dijo que le enseñara a enrollar, después platicamos. Me ayudó a hacer el reporte de enfermería”.

Fueron dos semanas de convivencia, Angélica le platicó dónde vivía. Inter-cambiaron números celulares, porque a ella le permitían traer teléfono en Casa hogar.

Después le quitaron el teléfono, Mar-tha Vázquez preguntó quién era ese Fernando que traía en el directorio. Dijo que un amigo, lo que todos sabemos, que lo conoció en tal lado y por tal situación. Así quedó todo.

Un día, Angélica estaba en clase de canto. La maestra pidió que llevara la grabadora fuera del aula. Pasó por re-cepción, vio a un enfermero, lo conoció:

- Hola…¿Qué haces aquí?- Vine a pedir permiso para que salgas

conmigo, quiero conocerte.En Casa hogar pusieron condiciones,

Fernando estaba nervioso. La tercera ocasión fueron al Bosque, Fernando pre-guntó si quería ser su novia: le robó un beso. Esa noche, Angélica no durmió:

“No tenía sueño, me dolía la cabeza. Dije: ‘Ya sé en qué voy a pensar’. Escribí algunas cosas que luego rompí, aquí me dijeron que era una forma de desahogo: llorando, escribiendo, escuchando músi-ca”.

La siguiente salida le dijo que sí, Fer-nando le dedicó una canción del grupo La Apuesta, “No me dejes de amar”; cuando Angélica está sola, la reproduce en la computadora. Y sonríe:

“Él me ayudó a superar una etapa. Me siento rara de que pongan a alguien que nos cuide, pero son las reglas… Es bonito lo que estamos viviendo, no le tenía tan-ta confianza a la gente”.

A finales de este año, Angélica ter-minará la escuela. El 14 de enero cumplirá 18 años. Martha Vázquez, directora de Casa hogar, explicó que le asignarán un hogar, una casa donde llevará una vida normal, ya no puede estar con ellos. Los segui-mientos a su historial seguirán, no es su intención dejarla a su suerte.

Karla Martínez Serhan, está por terminar la carrera universitaria y el servicio social. Prometió regre-sar con sus bolitas de papel de chi-na. Al preguntarle sobre Angélica, sonríe: “Yo siento que de ahí es. A veces le digo: ‘Ya vas a cumplir un año’. Nada más se ríe”.

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| reportaje

Por Jesús Peña

En Coahuila no existen programas que permitan a las mujeres que han sido víctimas de violencia extrema reincorporarse a la so-

ciedad de manera independiente, esto des-pués de haber cumplido un tratamiento en alguno de los cinco refugios para personas en situación de violencia familiar que hay en la entidad.

Esto ha provocado que más del 60 por ciento de las féminas que salen de estos albergues, auspiciados por organizaciones civiles y los propios gobiernos, regresen al lado de sus agresores.

“Son mujeres que no tienen empleo, que no tienen a dónde ir a vivir, que no tienen red de apoyo y entonces ellas di-cen ‘bueno ¿y a dónde me voy a ir?, si él es el que me mantenía, si él es el dueño de la casa”, habla Rosa María Salazar Ri-vera, presidenta de la Red Coahuilense de Refugios.

Tal situación resulta un contrasentido si se considera que la estancia de estas muje-res y sus hijos en dichos asilos, representa para las asociaciones civiles un gasto de entre 200 mil y 250 mil pesos mensuales.

“Atendemos a las familias en todas sus necesidades, ellas llegan al refugio con todo y niños, a veces tres o cuatro. En este mes llegamos a tener 14 familias con aproximadamente 30 niños.

“Estamos hablando de una población

de entre 30 personas. Esto significa dar-les atención médica, legal, psicológica, alimentos, útiles escolares, ropa, calzado, medicamentos, todo. Mantener una fami-lia es costoso: mantener 14 ó 10 es mucho más”, subraya Alma Rosa Hernández Mar-tínez, directora del centro Nuevas Opcio-nes de Vida, un refugio que desde el 2004 apoya a mujeres víctimas de violencia.

La mayoría de las personas que ingre-san a estos albergues en busca de ayuda, provienen de colonias marginadas de la ciudad.

“Aquí el problema es que la mujer de menos recursos, marginada, indígena o que no tiene estudios, está en mayor des-ventaja que las que tienen una carrera. Cuando ella sale se enfrenta a los proble-mas del mundo laboral, del desempleo o de las jornadas muy largas de trabajo, sin vivienda, sin guardería para niños mayo-res de cuatro años, porque sabemos que las guarderías de los programas federales aceptan niños hasta los cuatro años y has-ta las 5:00 de la tarde.

“Entonces la mujer trabaja 10 horas, con sueldos de mil pesos por quincena y no tiene el apoyo de una guardería para de-jar a sus hijos. Se desesperan y dicen ‘me regreso, prefiero aguantar y me sacrifico porque mis hijos tengan un ingreso, ac-ceso a una escuela, mejor comida’. Cede a regresar, no porque quiera, sino porque no tiene otra opción”, apunta Alma Rosa Hernández.

Cuando buscan una salida se descubren solas, muchas veces con hijos, ante un país de desempleo y nulas políticas públicas. Es en ese momento que regresar resulta ser la única opción. Sin embargo, las espera en casa un agresor a quien la ley difícilmente castiga y nunca obliga a que tome una terapia. Las consecuencias de este círuclo pueden ser fatales.

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Detalla, en contraposición, que en paí-ses como España el gobierno ha diseñado programas de empleo, vivienda y escuela, para mujeres que viven violencia familiar.

“Porque saben que si la mujer no tiene ese tipo de apoyos, se va a regresar a po-ner en riesgo su vida y principalmente a los niños”.

Rosa María Salazar, también directo-ra de la Fundación Luz y Esperanza, otra agrupación que sostiene un refugio para mujeres maltratadas, comenta que por ello este centro trabaja en una propuesta dirigida al Instituto Nacional de Desarro-llo Social, para elevar a política pública la reinserción de mujeres maltratadas no solamente a la sociedad, sino a una vida productiva.

Explica que el proyecto consiste en la asignación de una partida especial por parte de Indesol, que sería destinada a la asignación de vivienda popular, creación de guarderías y dotación de fuentes de empleo, para mujeres agredidas y sus hi-jos.

“Pero además que se les dé agilidad a sus procesos legales, a sus procesos de divorcio, a sus demandas, a sus pensiones alimenticias. Que haya toda una cobertu-ra.

“Si nosotros tuviéramos esto como una política pública, ofrecida para estas muje-res, ese 60 por ciento de personas que re-gresan con los agresores disminuiría. No se trata de que queramos hacer divorcios, sino que tenemos que sacar a las mujeres de la situación de violencia, porque luego

los señores no quieren entrar a un trata-miento”.

Revela que el 27 de julio del año pasa-do, el Gobierno Estatal aprobó un decreto por el que se creaba un Fondo de Apoyo a Refugios para Personas en Situación de Violencia Familiar, pero que a la fecha este fondo no se ha presupuestado.

“El Gobierno del Estado apoya muy poco a los refugios, nosotros creemos que lo puede hacer a través de este decreto. Ese dinero sería para que nosotros pudié-ramos darle continuidad a los casos de las señoras cuando se van. Quisiéramos que el Gobierno de Coahuila nos pudiera dar esos fondos para que nosotros pudiéra-

Si la mujer no tiene apoyo, se va a regresar a poner en riesgo a su vida y a sus niños’.| ALMA ROSA HERNÁNDEZ

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mos destinar recursos para un proyecto post-refugio”.

La directora del centro Nuevas Opcio-nes de Vida, Alma Rosa Hernández, pre-cisa que hoy parte del apoyo que brinda este organización a las mujeres que sufren maltrato, es la construcción de un pro-yecto de vida que permita contar con un empleo y una vivienda digna a la hora de dejar el albergue.

“Se les busca una vivienda de renta, un empleo que les permita vigilar a sus hijos por la tarde y la posibilidad de que puedan acomodar a los niños en escuelas”.

refugiOs sON iNsuficieNtesDe acuerdo con información de la Red Coahuilense de Refugios, Coahuila es el estado del país que cuenta con el mayor número de refugios para mujeres vícti-mas de maltrato. Dos en Saltillo, uno en Torreón, otro en Monclova y otro más en Ciudad Acuña.

Con todo y eso dichos albergues po-drían ser insuficientes si, como afirma Rosa María Salazar Rivera, el dos por ciento de la población en el estado, esto es cerca de 50 mil personas, sufren violencia extrema.

“Diríamos que los que hay en Coahuila son pocos”, dice Salazar Rivera.

Cada uno de estos albergues cuenta con una capacidad instalada para atender sola-mente a entre siete y 15 familias de muje-res en situación de violencia extrema.

“Ahorita lo que se está contemplando

es que haya más cupo y que haya más re-fugios. Imagínate a una mujer cuya vida corre peligro, y que la mayoría de los refu-gios están llenos”,

“Buscamos, por lo pronto, un alber-gue de apoyo en lo que alguna se va, pero como el tratamiento dura tres meses pues no se va a ir pronto, lo que hacemos es canalizarla a otros estados como Nuevo León, San Luis o Zacatecas”, dice Hernán-dez Martínez.

el Mp, OtrO VerdugORosa María Salazar, la directora de Luz y Esperanza, expone que aunado a este pa-norama, las mujeres de Coahuila que vi-ven violencia extrema, tienen que padecer la falta de sensibilidad y capacidad por parte del personal que trabaja en los Mi-nisterios Públicos.

“Ahí mismo las agreden, les dicen ‘¿cómo te dejas que te peguen, siendo tú proteccionista?’, es una revictimización”.

Cuestiona el burocratismo con el que son atendidas las mujeres que acuden a denunciar actos de violencia perpetrados por sus esposos o parejas en el seno del hogar.

“Mujeres que llegan todas golpeadas al Ministerio Público, las hacen esperar, les dan su ficha, hasta que les toca. Algunas de estas mujeres están en situación de riesgo.

“Nosotros tenemos un módulo con una trabajadora social en la Procuraduría y nos ha comentado que llega la señora a denunciar y enseguida llega el señor.

llaMadas de auXiliOLos últimos reportes del 075Llamadas registradas de julio a la fe-cha:

1, 4�5 mujeresMotivos de las llamadas:

asesoría legalEdad de las mujeres que utilizaron esta línea

entre 25 a 45 añosSu estado civilla mayoría son mujeres que se casaron siendo menores de edad

Actividadla mayoría se dedican al hogarSólo el 30 por ciento son mujeres que trabajan, algunas como obreras en fábricas

Su grado escolar

secundariaSituación de violenciala mayoría de las mujeres tiene problemas de pareja

Las formas de violencia física que re-portan

Bofetadasempujonespatadas

la crisis auMeNta la ViOleNcia

La actual crisis económica que vive el país ha provocado, en los últimos me-ses, un aumento en el número de mu-jeres maltratadas que buscan ayuda en los diferentes refugios de Coahuila.

El desempleo y la baja en el poder adquisitivo de las familias, está siendo un detonador relevante de violencia en los hombres.

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La señora tiene que tomar su citatorio y llevárselo al marido que la acaba de agredir’.| ROSA MARÍA SALAZAR

“La señora anda escondiéndose porque el señor anda detrás de ella. A esas señoras debieran darles prioridad, ponerles una cita para que no estuvieran tanto tiempo esperando ahí”.

Las quejosas deben esperar otro rato antes de ser “revisadas” por el médico legista, que en ocasiones se ausenta de la Procuraduría.

“Las tardan mucho y cuando el médi-co las atiende, bien lo dice su nombre, es médico legista, en lugar de verlas de cerca las ve de lejos. Yo he llevado a las señoras, soy médica y le he dicho al doctor ‘trai-go a esta señora por estas lesiones’, la ve y le pregunta ‘¿dónde te pegó?’ y la señora le dice ‘mire aquí traigo un moretón’, y el doctor responde ‘ah muy bien’, se voltea y se pone a escribir, le da la espalda a la señora, pero no se acerca a verla.

“Realmente él no da fe de las lesiones, no las describe, no dice ‘es una equimosis de tantos centímetros por tantos, la trae

abultada, inflamada’. Él solamente descri-be que son lesiones leves. Le dice a la se-ñora ‘¿Qué te hizo?, eso es nada’. Él no es juez para determinar si es una lesión fuer-te o no, debe de concretarse a describir las lesiones ¿Qué es lo que sucede con un dic-tamen así?: que cuando van a integrar la averiguación no es un elemento suficiente para consignar al agresor”.

Una vez que la mujer regresa a la mesa receptora para formular su denuncia, en lugar de integrar una averiguación previa el personal del Ministerio Público elabora una constancia de hechos y un citatorio que la mujer violentada deberá llevar a su victimario.

“Le dicen ‘tenga, lléveselo a su esposo y aquí los esperamos tal día’, la señora tiene que tomar su citatorio, llevárselo al ma-rido que la acaba de agredir para que el señor venga”.

“Los sientan juntos y los ponen a con-ciliar ‘a ver señora qué quiere, señor qué quiere’, los hacen que concilien, que fir-men en ese momento un acuerdo, que ob-viamente, la mayoría de las veces los se-ñores no cumplen. Y al momento de que la mujer firma ese convenio, le otorga el perdón al señor”.

Rosa María Salazar subraya que lo ideal sería que la ley obligara a los hombres golpeadores a someterse a un tratamiento para atender su situación de violencia.

“No todas las señora quieren denun-ciar, pero tampoco todas quieren conci-liar, ellas lo que quieren es que los señores vayan a un tratamiento”.

“En Luz y Esperanza tenemos un grupo para atender a los hombres y el Ministerio Público nos manda algunos señores, pero no todos llegan”.

Explica que a finales de octubre la Fun-dación denunció estas irregularidades en una plática al procurador de Coahuila, Jesús Torres Charles, pero hasta ahora la

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Aquella tarde a Soledad se le fue el aliento, se quedó paralizada por el miedo, con los labios resecos y como mirando hacia

ninguna parte.No, no estaba soñando, era la imagen

de su esposo sumergiendo con las manos hasta el fondo de una alberca inflable el cuerpo del bebé de ambos, al que muchas veces había golpeado.

“Nomás se escuchó cuando aventó al niño al agua, lo agarró del cuello, lo metió hasta el fondo y no dejaba que subiera”.

La mujer sólo pudo reaccionar hasta que vio los ojos del niño de dos años po-nerse en blanco bajo el agua, y otra vez las manos de su padre empujándolo contra el fondo.

“Se reía y les decía a mis otros dos hi-jos que le ayudaran a meter al bebé más adentro. En eso yo saqué al niño y le gri-té a mi esposo muchas cosas feas”, narra Soledad con el terror manándole por los poros, como la primera vez que su marido le pegó con un cinto grueso por debajo de la cintura.

El niño respiraba aún, pero estaba iner-te, tenía los ojos desorbitados y la barriga abultada por el caudal de agua que había tragado.

“Él se siguió riendo y dijo: ‘no tiene nada’, me lo quitó y le dio con el puño ce-rrado en el estomaguito, mi hijo comenzó a vomitar el agua. La verdad es que nunca quiso a sus hijos, cuando nació la niña em-pezó toda la violencia, les pegaba mucho y más a la niña porque decía que no era de él y así decía también del más chiquito.

“Siempre me estaba amenazando, aga-rraba los cuchillos y se los ponía al niño en el cuello. Cuando le pegaba al bebé yo me acordaba de los golpes que había pa-sado de niña con mi madrastra”,

Al poco rato regresaron con los peque-

ños a la casa de un rancho en Monterrey, donde su marido trabajaba como jornale-ro.

“Llegamos a la casa y metió a bañar al niño, que había comenzado a llorar, decía que le dolía el estómago, pero yo lo veía mal. Le digo a mi esposo que me deje salir con el niño para buscar ayuda, él no me deja, me golpea y luego empieza a cami-nar como desesperado de un lado para otro. “Dice ‘es que yo voy a ir a dar al bote, es que yo voy a ir a dar al bote y a ti te van a quitar a los niños, y quiero que tú seas mi cómplice, vas a ser mi cómplice’. Yo le dije que sí, que lo quisiera, peo que me dejara salir con el bebé y dice ‘¿Me traes unos cigarros?’ y le dije que sí, pero que me dejara salir, no quería, ya en la puerta de la casa lo abracé y le di un beso, tenía que darle por su lado”, así, como cuando Soledad se hizo su novia y huyó con él cuando apenas contaba con 16 años, en-tonces no le pegaba.

A las 6:18 de la tarde Soledad la em-prendió con el bebé en brazos por una brecha de terracería. Caminó a oscuras más de tres kilómetros hasta una carrete-ra donde abordó un camión que la llevó hasta la central de Monterrey y luego el autobús para Saltillo.

“Mis otros dos niños se quedaron con él, porque no dejó que me los trajera. Yo lo que quería era venirme a Saltillo y bus-car un hospital para que atendieran a mi hijo”, relata.

A Soledad le vino entonces el recuerdo del día que se atrevió a dejar a su verdugo y éste le juró que se vengaría. “él pensa-ba que yo tenía otro hombre, una vez me agarró del cuello, me apretó, a mi se me fue el aire, al punto que él mismo me dio respiración de boca a boca”.

Bien entrada la noche llegó a la termi-nal de esta ciudad. Anduvo algunas cua-

dras con su hijo de la mano.“Yo tenía miedo, se me figuraba que él

me venía siguiendo. El niño venía plati-cando, decía que tenía sed, de repente se desvaneció y un taxista corrió a ayudar-me”.

A los pocos minutos el bebé de Soledad se hallaba recostado en una camilla de la Cruz Roja. Su estado, dijeron los médicos de guardia, era grave y urgía trasladarlo al Hospital del Niño para operarlo de una hematoma aguda.

“Yo no podía ni hablar, nomás me acuerdo que a todo lo que me pregunta-ban los doctores decía que sí. Llegamos al hospital, mi hijo todavía estaba jugando a quitarse una sonda que le habían puesto, Cuando ya se lo iban a llevar los médicos el niño me muerde la mano y no me quie-re soltar”,

El bebé de Soledad fue conducido a quirófano. No bien pasaron cinco minu-tos cuando uno de los galenos salió a la espera y se dirigió a la mujer con el rostro desencajado.

“Me dice que el niño falleció cuando ellos ni siquiera habían comenzado la operación”,

Horas más tarde una exploración en el cuerpo del infante revelaría marcas de quemadura de cigarro, golpes en la cabe-za y signos de abuso sexual reiterado.

“Yo no quería aceptar que había sido abusado, después me enteré que la niña también había sido abusada. Del niño más grande fueron tocamientos”.

Entonces Soledad, que había sido toda su vida una niña de albergue, recordó el día que, sin empleo ni un lugar a donde ir, salió de aquel refugio para mujeres mal-tratadas en el que había permanecido con sus hijos más de tres meses, sólo para re-gresar al lado de su agresor.

“Él dijo que iba a cambiar, no lo hizo”.

¿Una oportunidad?

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situación para las mujeres maltratadas no ha cambiado.

“Le llevamos casos concretos de esta revictimización que se hace en los minis-terios públicos. El procurador dijo: ‘la ver-dad es que yo no estaba enterado de que todo eso pasaba’.

“A pesar de que se habló con la delega-da Toca Zavala y con el coordinador del MP el licenciado Guajardo, la atención a las mujeres en situación de violencia ex-trema sigue igual”.

En este sentido Alma Rosa Hernández, la directora de Nuevas Opciones de Vida, habla de la necesidad de que el personal de las diferentes instancias que atienden a mujeres maltratadas, cuenten con un perfil especializado.

“La capacitación para atender a una mujer que ha sido víctima de violencia tiene que ser bien especializada y no la hay. Que esta gente tenga una prepara-ción con enfoque de géne-ro y un conocimiento de las leyes”.

leyes BlaNditasLa presidenta de la Red Coahuilense de Refugios, Rosa María Salazar, advierte la necesidad de que en Coahuila el delito de violencia familiar sea tipificado por la ley como “grave”, a fin de que

se ejerzan mayores castigos en contra de hombres golpeadores.

“Pero otra de las cosas que suceden es que en lugar de tomar el delito como violencia familiar, el Ministerio Público lo toma como lesiones, como injurias, como insultos, como amenazas, cuando en rea-lidad es violencia familiar”.

Y agrega que el Código Penal de Coahuila señala que la sentencia mínima para un hombre que comete el delito de violencia fami- liar es de seis

meses y

deshOjaNdO MargaritasUna investigación realizada por la Dirección General de Prevención del Delito y Atención a Víctimas revela que de cada 10 mujeres que atiende esta dependencia por problemas de violencia en el matrimonio, nueve la empezaron en el noviazgo.

lOs refugiOs: uN aNtecedeNte:

Los refugios para mujeres mal-tratadas fueron impulsados en la década de los 50’s por la activis-ta Margaret Fry en Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del norte, estableciéndose hasta los primeros años de la década de los 70’s.En México los refugios para muje-res víctimas de violencia familiar surgieron a finales de la década de los 90`s.Actualmente hay en el país 52 refugios, de los cuales cinco es-tán en Coahuila, integrados en la Red Nacional de Refugios.El 80 por ciento de estos asilos son atendidos por organizacio-nes de la sociedad civil, el resto dependen de algunos gobiernos municipales y estatales.

En lugar de tomar el delito como violencia familiar, el MP lo toma como lesiones, injurias...’.| ROSA MARÍA SALAZAR

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máximo seis años, sin embargo:“Para que este señor pueda ir a la

cárcel, el Ministerio Público tiene que integrar la averiguación, el delito de vio-lencia familiar. Se tardan mucho para in-tegrarlo, y qué es lo que pasa con el agre-sor en ese momento: que se puede ir de la ciudad, el señor puede hacer mil cosas y no comparece cuando lo citan.

“Al año, que ya termina el proceso de integrar la averiguación, ya hasta al se-ñor se le olvidó que golpeó a la señora y luego si lo llegan a sentenciar, el señor puede pagar fianza porque es un delito no grave”.

Salazar Rivera lamenta que en Coahui-la ninguna ley obliga a los hombres que han incurrido en actos de agresión hacia la mujer, a someterse a un tratamiento psicológico.

“Entonces lo señores pueden golpear a sus mujeres porque saben que no les van a hacer nada”.

“NO reVictiMizaMOs”Cuestionada sobre los abusos que sufren las mujeres por parte del personal del Ministerio Público, Rosalinda Contreras Álvarez agente investigador del Séptimo Grupo de Asuntos Familiares de la Procu-raduría de Justicia de Coahuila, señala:

“No es que nosotros revictimicemos, no, es que ella viene tan sensible por tanta

violen-

cia que... Nosotras ya estamos acostum-bradas a tratar con las personas que han vivido violencia”.

En relación con el hecho de que las de-nuncias que interponen las mujeres víc-timas de violencia familiar no prosperen, Contreras Álvarez responde:

“Muchas de esas señoras que vienen a denunciar, son las mismas que otorgan el perdón, a veces hasta vienen juntitos. Nos ha tocado de que ‘áhi viene la parejita’. Es un número muy grande de mujeres las que vienen y otorgan el perdón”.

¿justicia ciega?El año pasado, la Comisión de Derechos Humanos de Coahuila echó a andar un programa que ofrece, de manera gratuita, el trámite de la pensión alimenticia para hijos de mujeres que han sido abandona-das por sus parejas o cónyuges.

A la fecha, la Comisión ha atendido cerca de 100 denuncias de mujeres por este delito, pero en el proceso ha debido enfrentar la falta de sensibilidad y crite-rio de los jueces familiares.

Así lo acusa Luis Fernando García Ro-dríguez, presidente de la CDHC:

“Algunas veces nos topamos con algu-nos obstáculos de carácter jurídico, por los criterios de los jueces que a veces no coinciden con los que tenemos nosotros,

con los que creemos que deben aplicarse en

un caso d e -

s.O.s. hOMBres MaltratadOsCada vez son más frecuentes los casos de hombres que acuden ante las autoridades judiciales para de-nunciar la violencia física que sufren a manos de sus esposas o parejas sentimentales.

Las estadísticas más recientes arrojan que de enero a agosto del presente año, la Procuraduría de la Familia de Coahuila recibió un total de 96 denuncias de hombres que dijeron sufrir maltrato físico, contra 717 de mujeres.

“Si tú te fijas, ya está pintando un 10 por ciento de hombres que son víctimas de violencia, no es tan poquito”,

“Ellos también lo están haciendo y son bastante valientes en romper todo un estigma social, esto puede provocar de momento sornas o bro-mas”, señala María Teresa Araiza Llaguno, titular de esta dependen-cia.

Los números revelan también que en el mismo periodo, la Procu-raduría de la Familia recibió 244 denuncias de varones violentados emocionalmente por sus mujeres, contra 876 casos de féminas vícti-mas de abuso psicológico.

“Estamos hablando de casi un 25 por ciento de hombres maltrata-dos. Estos señores vienen y denun-cian no porque no tuvieran la fuerza física para responder, vienen aquí a denunciar porque no quieren res-ponder a golpes, porque están cons-cientes que en un momento dado pueden provocar un problema.

“Enhorabuena hay que recono-cerlos, a ellos que buscan por los medios pacíficos que nosotros ha-blemos con sus parejas y se pueda restituir el orden. Queremos cele-brar a estas mujeres que denuncia-ron, celebrar a esos hombres que denunciaron”, dice Araiza Llaguno.

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terminado.“Por ejemplo, cuando al marido no se

le localiza para notificarle y entonces los jueces no quieren girar el oficio de des-cuento hasta que personalmente se le no-tifique. Sabiendo eso el hombre trata de esconderse y en la empresa lo protegen también”.

¿durMieNdO cON el eNeMigO?Juana María González Rojas, presidenta de la asociación “Fuerza de Mujer”, habla de la pertinencia de de que la Dirección General del Registro Civil en Coahuila, es-tablezca como requisito entre las parejas próximas a casarse la práctica de un exa-men psicológico.

“Que así como se realizan análisis de sangre y otras diligencias, que también las parejas pasen con un psicólogo.

“Porque desgraciadamente de novio es uno y ya de pareja es otro, y cuando acor-damos estamos con un psicópata”.

atOraN refOrMaHace más de un año que la diputada local con licencia Silvia Guadalupe Garza Gal-ván, presentó ante el Congreso una inicia-tiva de modificación al Código Penal de Coahuila que permitiría hacer más eficien-te y adecuada la procuración de justicia en favor de las mujeres víctimas de violencia,

y es fecha que esta reforma continúa ato-rada.

El proyecto contempla una corrección a los artículos 110 y 111 del Código Penal pertenecientes al capítulo de Violencia Fa-miliar, en los que se propone cambiar las palabras “Fuerza física”, por las de “Vio-lencia física” y la eliminación del término “reiterada”.

Esto a fin de agilizar los procesos lega-les de personas que son objeto de maltrato aun y cuando éste no sea permanente ni repetitivo.

“Pero tal parece que no les importa y que las mujeres somos tema importante nada más en tiempo de campañas electo-rales. Por eso se cometen tantas atrocida-des en contra de las mujeres que llegan a los Ministerio Públicos con la Mandíbula quebrada”, declara la diputada con licencia Silvia Garza.

Y exhorto a los diputados de la próxi-ma legislatura para que den salida a esta propuesta en bien de las mujeres coahui-lenses.

“Porque Coahuila es todavía uno de los pocos estados del país que mantiene este atraso”, advierte.

“¡NecesitaMOs capacitacióN!”Cristina Rodríguez y Rodríguez, di-rectora del Instituto Coahuilense de

las Mujeres reconoce la falta de capa-citación del personal de las institucio-nes que trabajan con mujeres maltra-tadas.

“Necesitamos mucha capacitación todos los que trabajamos con muje-res que son violentadas, porque no es fácil trabajar con personas que viene golpeadas, maltratadas”

Y es que expone que dependencias como ésta son casi siempre la única alternativa para las féminas que no encuentran apoyo en sus familias o su entorno social más cercano.

“Yo les digo a todos los que trabaja-mos en el Instituto que cuando una mu-jer llega a pedir nuestra ayuda es por-que ya fue con su mamá, con su papá, con su hermana, con su vecina y no le dieron lo que ella requería”.

Y advirtió que hoy más que nunca las dependencias gubernamentales que tratan el tema de la violencia de género, deben estar preparadas y abiertas para recibir a esas mujeres.

Rodríguez y Rodríguez anunció que el Instituto tiene contemplado para el año entrante un proyecto de capa-citación a su personal en las distintas áreas.

“Vamos a capacitar a nuestros psicó-logos y abogadas, sobre todo en lo que se refiere a descarga emocional”.

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eugeNia leóN / guadalupe piNeda30 DE NOVIEMBRELugar: Plaza de Armas20:00 horasPara cerrar con broche de oro el Festival Artístico Coahuila, dos de las voces privilegiadas de México engalanarán el final de una fiesta de arte, luz y sonido.

isaBel paNtOja Lugar: Arena Monterrey21:00 horasCosto: 250 a 850 pesosTras 20 años de ausencia de los escena-rios mexicanos, la intérprete española llega a Monterrey para recordar con su público éxitos como “Se me enamora el alma”.

alejaNdra guzMÁNLugar: Arena Monterrey21:00 horasCosto: 200 y 800 pesosUna “Diva del Rock” a punto de celebrar 20 años de carrera artística, llega a Mon-terrey presentando su disco “Fuerza”, con el que ha sorprendido a sus seguidores.

Te presentamos una ventana al universo de las artes. Encontrarás aquí lo mejor de la semana en pequeñas dosis de distracción ante narcoguerras, crisis y juegos políticos.

LA SEMANA

29 DE NOVIEMBRE luis pescettiLugar: Paraninfo del Ateneo17:00 horasEntrada gratuita con pase de cortesía.La personificación de la alegría para niños y no tan niños vuelve a Saltillo para inundar de música y carcajadas el ambiente cultu-ral del Festival.

26 DE NOVIEMBREciclO “charlas y lecturas”Lugar: Teatro García Carrillo20:00 horasEntrada gratuitaDos poetas coahuilenses, Alfredo García Valdés y Gerardo Jiménez Rojas, compar-tirán la charla “Los poetas y los días” con el público coahuilense.

ciclOs de ciNe“MÁs allÁ del piNcel” y “ciNe cluB �0s”Lugar: Museo Rubén Herrera y Casa Pur-cell17:00 horasEntrada GratuitaLa Dirección Municipal de Cultura presen-ta en el Rubén Herrera la cinta “Modigliani: el hombre y su leyenda” y en la casa Pur-cell “Soy curiosa. Amarillo”.

28 DE NOVIEMBREyuri20:00 horasPlaza de ArmasComo parte de los eventos de Festival Artístico Coahuila 2008, la intérprete de “Maldita Primavera” invadirá de alegría y romanticismo el corazón de la capital coahuilense.

MilONga argeNtiNaLugar: Café Ágoras10:30 horasEntrada GratuitaUn grupo de coreógrafos argentinos orga-nizarán una noche de tango, fiesta, empa-nadas argentinas, vino y ¿porqué no?, cla-ses gratis a la luz de la luna.

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¿El sueño que nunca cumplió?Ir a la universidad.¿El libro que no ha podido comprar?Una primera edición del Quijote.¿Las lágrimas que le supieron a gloria?Los tres partos de mis hijos.¿Cómo es el infierno de las niñas bien?Ellas viven un infierno todos los días, su vida misma es su propio infierno, pobre-citas.¿Cuál es el personaje más aburrido que ha creado?Las niñas bien.¿Y el que más se parece a usted?También las niñas bien.¿Cuándo no pudo contestar una pregunta?En uno de esos exámenes extraordinarios que me pusieron en la secundaria.¿La travesura que disfrutó más?Una vez le escribí una carta al subcoman-dante Marcos para decirle algo sobre sus pasamontañas. Reconozco que eran puras cosas un poco triviales. Yo lo hice como una puntada, una travesura, pero el señor me contestó pidiéndome que fuera a co-nocer aquella realidad, la de Chiapas. Yo acepté, por supuesto que fui y ahí lo cono-

cí. Pero no dejo de pensar que fue produc-to de una travesura, ni siquiera pensé que el subcomandante me fuera a contestar la carta.¿Usted también se habría enamorado de Agustín Lara?Pero por supuesto.¿Dónde se habría casado con él?En Tlacotalpan, Veracruz.¿Cuál es su canción preferida?Una de Agustín Lara que se llama “Cuer-das de mi guitarra”, que es una canción ranchera que pocos conocen de él.¿A qué político no le aceptaría una pluma prestada?A Carlos Salinas de Gortari.¿Qué diría su epitafio?Toda la vida creí que era una niña bien, pero me he dado cuenta que no lo era.

guadalupe lOaeza

Por Jesús Castro

| retrato hablado

Pluma que navega entre yeguas finas, presidentes, ídolos del pueblo e historias del México de su nostalgia, Guadalupe termina reconociendo que se pudo identificar con los personajes de sus niñas bien, aunque reconoce nunca haber sido una de ellas.

retrato hablado consta de una serie de preguntas en apariencia ingenuas, a veces triviales o hasta indiscretas. En realidad se trata de pequeñas instantáneas que de pronto desnudan, trazan un perfil y muestran los resortes íntimos de nuestro entrevistado.

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Don Otoniel: ¿Qué pasó, compa re?Don Manuel: ¿Qué pasó, Otoniel?DO: Aquí nomás. Recogiendo a mi nieto de la escuela.DM: Adió…DO: ¿Cómo están sus gentes? ¿Y mi ahijado?DM: ¿Le importa mucho?DO: Pos más o menos…DM: No me ´iga…DO: ¿Qué? ¿Toavía está encabronao conmi-go?DM: ¿Usté qué cree?DO: Pero ya pasaron muchos años, hom-bre…DM: Mira… Pos sí, más o menos cuarenta. Y parece que fue ayer, ¿verdá?DO: Mire, compa re, vámonos hablando cla-ro de una vez, ¿no?DM: ¿Hasta orita? ¿Y onde se metió usté to-dos estos años?DO: Lo que pasó pasó hace mucho tiempo, compa re. Y aunque yo fui el ofendido, por mí ya está olvidao. ¿Qué dice?DM: Que me parece mucha casualidá.DO: Casualidá ¿qué?DM: Pos que la suerte nos ponga otra vez frente a frente, cabrón. ¿O no? Y además, ¿quién dijo que usté era el ofendido?DO: Oh, compa re, hombre… Así es la cosa. Pa qué nos hacemos. Usté fue el que se apersonó en mi casa y se puso a ofender a mi vieja y a mis hijos y hasta a mi suegra.DM: ¿Ah sí? ¿Y toavía no sabe usté porqué?DO: A mí ya no me interesa ese asunto, hom-bre. Como le digo, pa mí ya está olvidao. Y como dice, ya pasaron cuarenta años. Ya nos dimos unos buenos trancazos entonces. Ora, ¿no ve que ya estamos viejos?DM: No, mi amigo. Viejo estará usté. Yo toavía estoy bien garrudo. ¿Qué le parece si acabamos de terminar ese asuntito orita mismo? ¿O qué? ¿Tiene miedo?

DO: No, compa re, no tengo miedo. Si quiere nos echamos un último tiro y ai se acaba la cosa, ¿cómo ve?DM: Pos veo bien. Mire, véngase pa cá. Acá hay un baldío…DO: Ándele pues…DM: Ah, y no me diga compa re.DO: Ta bien.DM: Oiga, ¿y de veras le gustaba mi vieja?DO: Oh, Manuel… ¿Sigue con eso después de tanto? Lupe ya está muerta, hombre. DM: ¿Y luego?DO: Pero nunca pasó nada entre ella y yo, entiéndalo. No sé por qué se lo afiguró usté.DM: ¿Apoco? ¿Ora resulta que nomás me lo afiguré?DO: Pos sí, hombre, nomás se lo afiguró. ¿O acaso usté nos vio o algo?DM: No, pero no me lo afiguré, fíjese. To-dos allá en Castaños me lo dijeron, hijo de la chingada. Todos lo sabían, menos yo, ¿eh?DO: Pos le echaron mentiras, Manuel. De veras. Le juro por mi mujer, por mis hijos y por mis nietos que todo eso fue un infun-dio. Además, pos como le digo, Lupe ya está muerta, hombre…DM: Ya no jure y cállese el hocico, hombre. Vamos a darle…Don Otoniel y don Manuel están ya en me-dio de un terreno baldío sembrado de ar-bustos y de hierba. Don Manuel empieza a lanzar piedras a don Otoniel pero éste logra esquivarlas.DO: ¿Qué de veras quiere bronca, compa re?DM: ¡Pos claro, cabrón! ¿O qué? ¿Quería ju-gar a las escondidas?DO: Órale pues, pero no tire piedras como chamaco y vamos a atorarle…DM: ¡Pos órale, pinche afrentoso!Ambos ancianos se traban en una lucha cuerpo a cuerpo. Don Manuel saca una navaja del bolsillo de su pantalón y la acciona.

DO: ¿Qué pues, Manuel?DM: ¡Ora sí, cabrón! ¡Se lo va a cargar la chingada!DO: No la friegue. Pelee limpio, como los machos…DM: ¡Ja! ¡Usté muy macho! ¡Véngase, mén-digo ojete! ¡Órale!DO: Mire, compa re. Vamos a dejar ai la cosa. Guárdese su navaja y vámonos mejor.DM: ¿Cómo vámonos, desgraciado? ¿Y quién chingaos me quita los cuernotes que me puso hace cuarenta años, cabrón? ¿Eh?DO: Cuáles cuernos, hombre. Si eso nun-ca/Una piedra lanzada por don Manuel alcanza la boca de don Otoniel, que empieza a sangrar. Molesto ya, éste se echa sobre don Manuel y lo desarma con destreza. Se trenzan en una lucha sobre el suelo pedregoso y caliente del mediodía. Gemidos e insultos. Don Otoniel coloca dos certe-ros puñetazos en la mandíbula de don Manuel.DM: ¡Ay, güey! ¡Ya me mandó a la verga! ¡Hijo e su pinche ma´…!Don Manuel se desploma. Don Otoniel se inclina sobre él.DO: Compa re… Manuel… Levántese… Le-vántese, compa re… No la amuele, cabrón… En la madre… ¿A poco está muerto? Si no-más le di dos… No la chingue, compa re. Nomás dos. No es pa´ que se muera, hom-bre. Manuel… Compa re… Chingada ma´… Levántese, compa re… Si nunca hubo nada entre Lupe y yo, hombre… Nunca hubo nada… Y nunca hubo nada porque… Pos la mera verdá porque yo no quise, ¿me en-tiende, compa re? No quise, pues. Aunque me dijera maricón y pendejadas de ésas. ¿Yo qué culpa tengo de que su vieja fuera tan caliente? Pero usté era mi amigo… y mi compa re. ¿Cómo le iba a hacer eso a usté? Compa re… Manuel… Levántese… No pue-de star muerto… Compa re…

javier treviño castro. Poeta, dramaturgo, crítico de arte, director de teatro, prófugo de las artes plásticas e infatigable viajero. Autor de dos o tres libros de ingrata memoria, cruzó por una licenciatura en Letras y emprendió una maestría en una disciplina hermética. Por lo demás, su vida es inconfesable por escabrosa. Su correo: [email protected]

La vida vivida

Usté era mi amigo

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Aunque seas una de las más de 8 millones de personas que compraron el Buena Vista Social Club hace casi 12

años y ahora se lo saben de memoria, esta grabación en vivo de 1998 vale muchísimo la pena como com-plemento al ya legendario disco que hizo que el mundo volteara a la isla de nuevo, y que le dio un muy merecido reconocimiento a mú-sicos tan talentosos como Rubén González, Eliades Ochoa, Ibrahim Ferrer y Compay Segundo, previamente desconocidos fuera de Cuba, que de la noche a la mañana se convirtieron en un fenómeno musical internacional.

Grabado en Carnegie Hall, en la ciudad de Nueva York, ante un

público atónito que acababa de descubrir la música cubana tradicio-nal, este disco desborda energía y buen humor con unas descargas de virtuosismo musical imparables que le enchinaría la piel a cual-quiera, tocadas con tanto cariño y tanta soltura que hasta parecen fáciles. Las 16 pistas en vivo transmiten una emoción deliciosa, y cualquiera que haya visto el documental de Wim Wenders sobre el grupo conocerá el significado que tuvo esta presentación tanto para los músicos como para el público. Con un promedio de edad bastan-te avanzado (Compay Segundo murió a los 95 años, y grabó esto a los 90), los Buena Vista gozaron la oportunidad de traer al mundo la música nostálgica de la Cuba precastrista, y lo hicieron con una vi-talidad asombrosa que se captura de principio a fin en la grabación. Un documento musical de un valor incuestionable.

ry cOOder /paris, teXas sOuNd-track(1�84)Wim Wenders, el director alemán que dirigío el aclamado documental sobre Buena Vista Social Club en 1998, es conocido por su estilo de cine sumamente musical. En su ex-celente película Paris, Texas (1984), se asoció con Ry Cooder, quien produjo el pri-mer disco de Buena Vista Social Club, para la sonorización de la cinta. Cooder grabó con sólo dos músicos un soundtrack basado en el devastador blues “Dark was the night, cold was the ground” de Blind Willie Johnson, y el resultado son unas composiciones para gui-tarra verdaderamente melancólicas, que se integran a la perfección con las emociones de los personajes de la película. Sería imposible disociar los sonidos de la guitarra de Cooder con las imágenes de Paris, Texas, una de las mejores cintas de Wenders. Aunque el es-tilo musical de Paris, Texas y Buena Vista Social Club son completamente diferentes, ambos son excelentes momentos en la carrera musical de Cooder, que ha dedicado su vida a explorar la música tradicional, ya sea el blues texano, o el son cubano.

BueNa Vista sOcial cluB /at carNegie hall(2008)

Suena a...

ruBéN gONzÁlez /iNtrOduciNg... ruBéN gONzÁlez(1���)El prodigioso pianista de Buena Vista Social Club no había tocado un piano en 11 años, cuando se le acercó Ry Coder para realizar este disco, que fue grabado en las mismas sesiones de estudio que el Buena Vista So-cial Club. A González le tocó vivir la música cubana, desde los tradicionales sones de los treintas y cuarentas, hasta la salsa y el latin jazz moderno. El pianista incorporó de manera intuitiva todos estos estilos en su sensacional forma de tocar, y le dio una vida al piano como pocos lo han hecho en su campo. Este disco se grabó en un solo día y Rubén González, feliz por la oportunidad de plasmar su músi-ca en un álbum, toca su instrumento como si fuera una extensión de su cuerpo. Las notas del piano discuten con la sección rítmica, pla-tican con la trompeta, y se desenredan como remolinos en pistas improvisadas, sueltas y juguetonas. Este disco es la gracia y elegancia de un excelente pianista cubano que disfrutó cada nota que tocó en sus 85 años de vida.

BeBO y cigala /lÁgriMas Negras(2004)El improbable casamiento entre el flamenco y la música cubana funciona a la perfección en este disco, que reúne a Diego “El Cigala” (el heredero en el flamenco del Camarón de la Isla) con Bebo Valdez, una institución en la música afrocubana. Juntos convierten una selección de música tradicional cubana en algo único, que fusiona los ritmos isle-ños con la desgarradora voz del flamenco. Profundamente dramático, pero sin caer en lo cursi (aunque pasea de puntitas sobre la línea divisoria), Lágrimas Negras incluye pistas como la abridora “Inolvidable” y mu-chas otras clásicas que parecen dedicarse a buscar la esencia triste de las baladas de amor, y la encuentran frecuentemente. “Eu Sei Que Vou Te Amar”, una pieza en portu-gués, cierra el disco con broche de oro.

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| radar POR ESTEBAN CÁ[email protected]

video ensemanariocoahuila.com

Poeta, ensayista, articulista, antonio Orihuela explora el mundo con el lenguaje, al que considera una herramienta con un profundo poder de seducción. En su visita por Saltillo, el escritor español

compartió con Semanario sus poetas de cabecera.

juan ramón jiménezsan juan de la cruzBertol Brechtjuan gelman

1.2.3.4.

Tenía dos opciones, recomendar el primer discurso por youtube de Obama como presidente (ya chole con la Obamanía), o este momento zen del reino animal donde dos conejos pelean a muerte, dos gallinas intervienen para ponerlos en su lugar, y se van orgullosas de la escena del crimen.

Palabras de búsqueda: Chicken police

Aunque la dirección de este romance-thriller es buena, el derro-che del melodrama adolescente podría resultar insufrible para un adulto, y 2 horas repletas de miradas apasionadas sin mayor sustento argumentativo, que se llevan a cabo dentro de una histo-ria que derrama litros de miel por segundo, son demasiadas para mi. Esto no quiere decir que la cinta sea mala, sólo que yo no soy su demográfico ideal.; Crepúsculo tiene sus detalles negativos, tiene sus pequeños triunfos, y seguramente encantará al público adolescente, pero advierto al cínico que todos los cinéfilos lleva-mos dentro sobre su sobreponente cursilería y su amplio uso de clichés de película de vampiro. Creo que si se le preguntara a una adolescente de 16 que como sería su historia de vampiros ideal, el resultado sería similar a Crepúsculo. La típica chica tímida, hija única en su primer día en la escuela, que se enamora de un vampiro galán con ojos que cambian de color, cuya piel brilla con diamantitos cuando está en el sol y que viaja en un coche deportivo. El Vampiro cool, con iPod debe decidir entre a) comerse a la chica o b) llevarla en un paseo por las cúpulas de los árboles a ver el atardecer. Escoje la opción b), muchos suspiritos, acercamientos y un romántico picnic en el pasto entre la neblina. Toca el piano en las penumbras mientras la chica tímida lo mira con amor.Aparece vampiro maloso (ups) con vampiro étnico y vampira sexosa, los vampiros se mueven en cámara rápida, luchan por la chica tímida, drama, karatazos, carros cool, más karatazos, etcétera.Lo único que le falta a Edward (el vampiro galán) para redondear la fantasía de las miles de adolescentes en la fila del Cinépolis es un unicornio de mascota. Por su parte, Bella Swan (chica tímida) es un personaje genérico bastante mono que ve mucho por la ventana de su cuarto y es la niña que todas las otras niñas quisie-ran ser, con converse y troca vintage incluídos. De acuerdo, Crepúsculo no es una película sofisticada, y no aspi-ra a tener profundidad. No aspira a gran cosa realmente, pero sí logra evocar un romance clásico, donde el primer beso es lo que más importa y donde el amor no se explica con una secuencia lógica de eventos sino con una serie de miradas de color pastel. En ese sentido está bien. Por otro lado parece un reciclado os-tentoso de cientos de películas de vampiros. Las críticas abun-dan pero hay que admitir, sin embargo, que Catherine Hardwicke llega a convencerte un poco de lo que estás viendo.

crepúsculOcatheriNe hardwicke2008

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tutubo |videódromo

isla desierta |

DICCIÓN DE SOMBRAS

No nos basta la vida para des-bravar las islas, quemar los restos u obligar a las sombras que nos hablen, dice Sarama-

go en su bellísimo libro Poesía Completa, y como siempre, José Saramago nunca se equivoca.

Tarde comprendemos en la vida que el tiempo que escurre de los relojes no es suficiente para desprendernos de las sombras que nos siguen tercas, fugitivas de nuestro pasado, pues incluso hasta las más bellas aventuras rozan en agravio el recuerdo y abaten la memoria de lo bello. El síndrome de estar vivo es la acumula-ción de restos incombustibles, refracta-rios, poderosos en su permanencia, per-fectos en su absurda fuerza.

En este libro pletórico de guiños a sus lectores, Saramago hace una singular verificación de la pretensión del ser hu-mano empeñado tras su ansia de lo be-llo confirmable. La obra pasa de anhelo en anhelo buscando islas desconocidas y habitables donde se puedan olvidar las cosas no queridas, la soledad, el miedo, la tristeza.

Libro de fechas irrenunciables don-de el poema es una habitación vacía de razones y atiborrada de dudas honestas, donde el poeta se interroga acerca de la validez del mundo. Gracias a la poesía, las respuestas que se ofrecen son fieles a la naturaleza inexacta del hombre y cantan los errores como balbuceos de lo que ver-daderamente quisiéramos hacer o decir, pues a pesar de su sabiduría y perfección

como escritor, en este libro Saramago acepta sin cortapisas que el silencio, a ve-ces, es el único veredicto aceptable.

Si bien es complejo definir este libro de manera general, puedo aventurar la idea de un escritor porfiado en la terrible ocupación de defender la imaginación contra crueles invasores. Muchos de sus poemas anuncian la apertura mental del trabajo novelístico futuro, con el cual José Saramago se convertiría en uno de los escritores más importantes del mundo. Sin embargo, y en defensa de la poesía, el Saramago poeta no alcanza nunca en sus versos, las cimas áureas de su prosa ma-gistral.

En uno de los primeros poemas, titula-do “Proceso”, dice: “Las palabras más sim-ples, más comunes/Las de andar por casa y dar a cambio,/ En lengua de otro mundo se convierten:/Basta que, de sol, los ojos del poeta,/Rasando, las iluminen”. Demás

está el comentario, baste escribir que a través de todo el libro, Saramago se rinde a la cabeza de hidra que es el poema.

Ante ello, recuerdo haber escuchado de su propia voz en la FIL de Guadalajara, la profunda admiración que sentía por la poesía, a la que él, personalmente, calificó como germen de sus más grandes ideas literarias. Y subrayó: “Antonio Machado es uno de los padres de mi obra”.

Escritor más allá de las letras y estruc-turas narrativas consabidas, Saramago desnuda en sus poemas, aquello que Ge-rard de Nerval llamó “las concavidades inauditas y oscuras del alma”. No oscuras por tiniebla o ausencia, sino por desco-nocidas e impalpables, intangibles bajo la luz del mundo.

“Todo poema es sincero”, dijo Wilde alguna vez, y esa sinceridad es diáfana a través de esta Poesía Completa, principal-mente en la serie titulada de “El Amor de los otros”, donde en poderosos versos, el autor imperativamente reza: “No me pi-dan razones, no las tengo/os daré cuantas quieran: bien sabemos/que razones son palabras, todas nacen/de las mansas fal-sedades que aprendemos”.

Acercarse a un libro como este jamás será un viaje en vano. Siempre es inte-resante acercarse a un escritor, especial-mente si ese autor es tan entrañable como el lusitano, por flancos desconocidos. En su caso, este libro de poemas nos hace amarlo más, puesto que podemos ponde-rarlo desde un sitio privilegiado y de pri-mera fila, su alma.

“Cada uno de nosotros es de momento la vida. Que eso nos baste”.J.s.

Por MarCo antonio Márquez

| especulaciones

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Ustedes, lectores míos, no co-nocen mi cara. No saben el co-lor de mis pantuflas ni lo que desayuno por las mañanas

(que es un cigarro y un café). Jamás me han visto y si no tienen suficiente dinero y suerte, no creo que lleguen a hacerlo. Pero saben, por mi boca hecha de letras, lo que he hecho, con quiénes duermo, lo que pienso y aún mis posiciones más atrevidas. Y eso resulta paradójico. Es ex-traño que yo pueda contarles ese montón de secretos y tenga sellada la boca cuan-do se me pregunta qué día nací. Bueno, así es la naturaleza humana. Guardamos secretos frente a la sociedad, y bajo las sabanas (o en esta revista) nos acomete una tremenda diarrea verbal.

Me llamó un Fulano. Quería verme en este café del centro para ver si en verdad era como sus otros amiguitos me descri-bían. Lo hallé sentado y después de va-rios titubeos me invitó a una especie de fiesta de cuatro. No se imaginen porque-rías, quería conocer a una más del gremio para poder irnos de farra con sus amigos a algún lugar lejano de la carretera.

Luego de unos cafés nos dirigimos entonces a ese lugar. En el camino, mi compañera de trabajo y yo comenzamos a tirarles de la lengua sus historias fan-tasiosas. Uno de ellos alardeaba acer-ca de que su mujer no lo molestaba por teléfono y que además no se quejaba de sus constantes llegadas tarde… y decía sentirse afortunado (por si lees esto, una recomendación, no te sientas afortunado, mejor, cuando llegues a casa revisa muy bien debajo de las camas o en los roperos y mira por qué tu mujer sonríe). El otro

sólo dijo que prefería la discreción y que le encantaba eso de pagarles a las chicas como yo por sus servicios y su compa-ñía. Prefirió omitir cualquier comentario de su mujercita. Pero uno más, el oscu-ro ejemplar de la raza humana, empezó a escupir secretos por doquier. Qué le gustaba, qué le disgustaba, quién dormía con quién; su boca era una máquina de información de la que nadie se salvó. Yo, discreta testigo de todo, tomé nota…

Así llegamos a un rancho cerca de Los Lirios: una cabaña bastante grande y bien equipada. Nos hicimos acompañar de una buena charla y de un rico vodka (esa es mi bebida preferida, para todos aque-llos que quieran, si no sorprenderme, por lo menos caerme bien, ¿aja?) Ya saben lo que siguió; mi querida colega y yo nos dedicamos a lo nuestro, dejar el ego y la virilidad de esos hombres en las nubes y aquellos dejaron sus carteras en nuestras bolsas… además de sus secretos.

En La mala hora de García Márquez, un pueblo entero se halla aterrorizado porque alguien pone en sus puertas pape-litos con sus secretos más oscuros (quién mató, quién fornicó, quién robó y quién lo calló).

A veces me pregunto: ¿cuántos papeli-tos voy a necesitar para Saltillo?

Yo,

Violetta hetaira, ente incorpóreo que sirve para contar las hazañas de otro ente muy, muy corpóreo. Cronista descarada de las epopeyas íntimas; ejemplo de belleza vernácula y desolación nicotínica. Se considera una cortesana semi culta, con aspiraciones literarias, pictóricas y artesanales. La verdad es que ama la salsa y toda clase de ritmos tropicosos. Se mantiene del oficio, y vende menudo los domingos.Escríbele a: [email protected]

la peor de todas

papelitOs

Es extraño que pueda contarles ese montón de secretos...”

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1. de acuerdo con una hipótesis astronómica, nuestro sol tiene una “hermana”: una estrella de nombre...o A) Némesis; o B) Circe;o C) Medea; o D) Hécate.

2. el niobio es un elemento químico también llamado...o A) californio; o B) berzelio;o C) asterio; o D) columbio.

3. asunción es la capital de...o A) Uruguay; o B) Colombia;o C) Paraguay; o D) Venezuela.

4. Panopea es un satélite de...o A) Urano; o B) Júpiter;o C) Saturno;o D) Panopea no es un satélite: es un asteroide.

5. .. es el sentido etimolígico de “poyo”.o A) peldaño;o B) piececito;o C) tarima;o D) banqueta.

6. “todo hombre lleva dentro de sí a un dictador y a un anarquista”. es este un certero aforismo de...o A) Ramiro de Maeztu;o B) Susanne K. Langer;o C) Paul Valéry;o D) Isabel Allende.

7. Juan n. álvarez fue presidente de México durante...o A) 15 meses;o B) 38 días;o C) 3 semanas;o D) 45 minutos.

8. el quinteto La trucha es una obra de...o A) Franz Schubert; o B) Sylvester Paumgartner;o C) Franz Liszt; o D) Fryderyk Chopin.

Respuestas: 1) a 2) d; 3) c; 4) d; 5) b; 6) c; 7) b; 8) a.

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El único superhéroe de Saltillo y la región (Incluyendo Ramos)

Por J. Latapí

Por Miguel Agustín PerAles

Claro queUd. lo sabe

superméndez |

Ilust

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ón:

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Andrés Soler Enrique RochaIgnacio López

Tarso

Carlosfuentes

Héctor Aguilar Droopy PabloGonzález

Luis Carlos Ugalde

NOVieMBre 24.2008 | 2�

| escaparate

la lic ad ra |Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito,

otra de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquel, y luego verás quién sale:

¡suben!

¡Bajan!

Pena capital, s.

Castigo de cuya justicia y eficacia dudan muchas personas dignas, inclusive los asesinos.

Arturo González, director del Museo del Desierto, quien presentó en Monterrey un ejemplar inédito de dinosaurio, el Coahuilaceratops magnacuernus

—ojalá no se nos quede a todos nosotros como apodo— y, por si

fuera poco, obtuvo el premio que entrega cada año la fundación filatrópica

de los relojes Rolex, y que equivale a un Nobel en investigación paleontológica, por sus trabajos de arqueología subacuática en los cenotes de Yucatán. No cabe duda que los fósiles del estado han aportado toda clase de satisfacciones a este joven funcionario.

Héctor Fernández Aguirre, quien no obstante el prestigio de su padre don Braulio, próspero campesino de La Laguna, recibió por su parte, como secretario de Fomento Agropecuario, el severo mentís de los agricultores del estado, durante su comparecencia en el Congreso. Y aunque hay quienes lo ven como futuro candidato a una diputación federal, otros añaden que si lo lanza el tricolor, probablemente dicho partido pierda un estratégico distrito lagunero.

uN desayuNO MulticulturalEl pasado lunes 17 de noviembre tuvo lugar el desa-yuno conmemorativo del decimotercer aniversario del catorcenario Espacio 4. En conocido restaurante, los invitados disfrutaron de los acostumbrados tamales sin hojas, especialidad de la casa, y de los discursos, también tradicionales, de Eliseo Mendoza Berrueto y Armando Fuentes Aguirre. Fue un desayuno multi-color, multicultural, en el que convivieron, de manera casi milagrosa, las más diversas tendencias y cultu-ras políticas. Los extremos del presidium -como en general del escenario partidista coahuilense- fueron ocupados por Rubén Moreira, líder estatal del PRI, y el senador albiazul Guillermo Anaya, considera-dos ambos serios pretendientes a la gubernatura de Coahuila en el año 2011. ¿Cóctel molotov? ¿Bomba casera con base en agua y aceite? ¿Cuchillo de dos filos para abrir los tamales? Nada de eso: la hospita-lidad y el oficio periodístico de Gerardo Hernández, director de la publicación, hicieron el milagro, guian-do poco a poco la reunión hacia los sanos terrenos de la nostalgia berruetista, etapa en la que la mayoría de los comensales fueron amigos de los buenos, y en la que los rivales de hoy quizá ni se conocían aún. El convivio terminó con los mejores propósitos y los más generoso augurios, con vistas a la próxima cita, el 17 de noviembre del año 2009.

Barriles de pOsgradODicen los díceres que José Moreno Reyna, director de la Facultad de Jurisprudencia, emplea los dineros que obtiene la institución de sus cursos de posgrado, en adquirir barriles de cerveza para agasajar a los estu-diantes de toda esa área universitaria, que comprende al Ateneo Fuente y a la escuela de Idiomas, así como a las facultades de Ciencias Químicas y de Sistemas Computacionales. Además del financiamiento de Rec-toría, Jurisprudencia cuenta con fuentes de ingreso propios, como lo son en este caso los provenientes de las inscripciones y demás costes administrativos de los cursos de posgrado, que administra por sí misma y de los cuales no tiene que rendir cuentas a nadie, más que tal vez al Consejo directivo, integrado por alum-nos y profesores leales al director Moreno Reyna. Ante esta situación, sólo cabe hacer dos preguntas: ¿está enterado el rector Mario Alberto Ochoa de estas ba-rriladas preelectorale, muy preelectorales, con las que Pepe busca meterse al bolsillo a los universitarios, con motivo de la sucesión rectoral? ¿Lo saben los analistas de asuntos universitarios en el Gobierno del Estado?

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el viborón

| diccionario del diablo

| el elevador