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2011, Vol. 7 Núm. 1 Revista Latinoamericana de Recursos Naturales UNA REVISTA MULTIDISCIPLINAR Instituto Tecnológico de Sonora ISSN: 1870-0667

Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

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Revista Latinoamericana de Recursos Naturales

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2011, Vol. 7 Núm. 1

Revista Latinoamericana de

Recursos Naturales

UNA REVISTA MULTIDISCIPLINAR

Instituto Tecnológico de Sonora ISSN: 1870-0667

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Revista Latinoamericana de Recursos Naturales©

Una revista interdisciplinar para el conocimiento científico de los recursos naturales en Latinoamérica.

Consejo Editorial

Editor en Jefe: Fernando Lares Villa ([email protected]), Instituto Tecnológico de Sonora, México.

Editores:

Ramón Miguel Molina Barrios ([email protected]), Instituto Tecnológico de Sonora, México. María Mercedes Meza Montenegro

([email protected]), Instituto Tecnológico de Sonora, México. Dalia Isabel Sánchez Machado ([email protected]), Instituto

Tecnológico de Sonora, México. Luis Carlos Valdez Torres ([email protected]) (Instituto Tecnológico de Sonora, México).

Co-editores: Salvador Sánchez-Carrillo (Consejo Superior de

Investigaciones Científicas (CSIC), España)

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México) [email protected]

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Investigaciones Científicas, España)

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Brasil) [email protected] – (Rua Lavradio, 150 c.1; 90690-370 PORTO ALEGRE-RS; BRASIL)

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Universidad de Castilla-La Mancha, España) [email protected]

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Sonora, México) [email protected]

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Microbiología, Edafología, Geomorfología, Agrobiología, Química y Recursos Agropecuarios, con énfasis

en la ciencia básica, la aplicada y la generación de tecnología. Igualmente, será bienvenido cualquier

estudio que verse sobre la gestión de cualquier recurso natural con énfasis en la conservación de los

ecosistemas y el desarrollo sostenible de la sociedad. Los estudios de revisión de algún tema deben

ser concertados primero con los editores, enviando un breve índice de los principales puntos a tratar.

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Revista Latinoamericana de Recursos Naturales© Una revista multidisciplinar para el conocimiento científico de los recursos naturales en Latinoamérica

Contenido

Volumen 7, Número 1 Consejo Editorial Prefacio

Obtención y caracterización de carbones microporosos por activación física a partir de

semillas de palma Veitchia Merriillii / Obtention and characterization of physically activated

carbons from Veitchia merriillii palm seeds A. Blanco-Flores, G. Autie-Castro, R. López-Cordero,

H. Yee-Madeira, J.L. Contreras y M. Autie-Pérez .................................................................................. 1

Distribución de tallas de langostas Panulirus inflatus y Panulirus gracilis en la

pesquería del sur de Sinaloa, México / Size distribution of lobsters Panulirus inflatus y

Panulirus gracilis in the fishery in the southern Sinaloa, Mexico J.F. Arzola-González, R. Pérez-

González, I. Muñoz-García, Y. Gutiérrez-Rubio, y L.M. Flores-Campaña .................................................. 15

Extracción de la astaxantina y su estabilidad / Astaxanthin extraction and its stability M. H.

Herrera-Andrade, D. I. Sánchez-Machado, J. López-Cervantes, J. A. Núñez-Gastélum y O.H.

Moreno-Ramos ................................................................................................................................ 21

Construcción y aplicación de una herramienta para diagnosticar las condiciones de

bioseguridad en la industria camaronícola de la región centro y sur de Sonora, México /

Construction and application of a tool for diagnosing biosafety conditions in the shrimp industry of

central and southern region of Sonora, Mexico G.R Topete-Duarte, G. Chávez-Ontiveros, F. Lares-

Villa, J.C. Ibarra-Gámez y R. Casillas-Hernández ................................................................................. 28

Copyright © 2010 Publicado por el Instituto Tecnológico de Sonora ISSN -1870-0667

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Blanco-Flores et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 1-14, 2011

1

Obtención y caracterización de carbones microporosos por

activación física a partir de semillas de palma Veitchia Merriillii

A. Blanco-Flores 1

, G. Autie-Castro 2

, R. López-Cordero 3

H. Yee-Madeira 4*

, J.L.

Contreras5 y M. Autie-Pérez

1,2,4*

1 Departamento de Fundamentos Químicos y Biológicos (FQB). Facultad de Ingeniería Química. Instituto Superior Politécnico José

Antonio Echeverría. MES. La Habana. Cuba. 2 Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales. Universidad de la Habana. La Habana. Cuba.

3 Centro de Investigaciones del Petróleo (CEINPET). MINBAS. La Habana. Cuba. 4 Escuela Superior de Física y Matemática. Instituto Politécnico Nacional. México. DF.

5 Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Azcapozalco. México. DF.

Obtention and characterization of physically activated carbons from Veitchia merriillii palm seeds

Abstract

Physically activated carbons at 673K, 873K and 1073K were obtained from Veitchia Merriillii palm seeds

with short activation time of 30 minutes, and CO2 as activating gas. CO2, NH3, C3H6 and C3H8 adsorption at

273K was used to characterize the narrow microporosity and the possible molecular sieve effects of these

carbons, and mercury porosimetry was used to determine the macropore and mesopore volumen. NH3 and

CO2experimental isotherms were fitted with Dubinin model and C3H6 and C3H8 isotherms were fitted with

Langmuir model. The experimental results showed that the microporous volume values were increased by the

increase of activation temperatures and meso and macroporosity were almost not affected by the changes of

these temperatures. The CO2 and NH3 adsorptions showed that in the obtained carbons ultramicroporosity and

microporosity were present and molecular sieve effects were observed in the C3H6 and C3H8 adsorption in

activated carbons obtained at 873 and 1073K. The preferential adsorption of C3H6 molecule showed that the

activated carbons obtained at 873K and 1073K could be used to separate this component of the C3H6-C3H8

mixture by equilibrium adsorption procedure.

Key words: activated carbons, palm seeds, microporous, mesoporous, macroporous, C3H6-C3H8 separation.

Resumen

Se obtuvieron carbones de semilla de palma Veitchia Merriillii activados físicamente con CO2 a 673, 873 y

1073K con tiempos cortos de activación de 30 minutos. Las adsorciones de CO2, NH3, C3H6 y C3H8 a 273K

fueron utilizadas para caracterizar la microporosidad estrecha y los posibles efectos de tamiz molecular de los

carbones obtenidos. Mediante la porosimetría de mercurio se determinaron los volúmenes de mesoporos y

macroporos de los carbones obtenidos. Las isotermas de CO2 y NH3 se ajustaron por el modelo de Dubinin y

las de C3H6 y C3H8 por el modelo de Langmuir. Las adsorciones de CO2 y NH3 a 273K indicaron la existencia

de ultramicroporos y microporos en los carbones y a través de las adsorciones de C3H6 y C3H8 se notaron

efectos de tamiz molecular en los carbones obtenidos con temperaturas de activación de 873 y 1073K. Los

resultados experimentales mostraron que los valores de los volúmenes de microporos aumentaron al aumentar

las temperaturas de activación mientras que los volúmenes de los meso y macroporos casi no son afectados

por los cambios de temperaturas. Los resultados de las adsorciones de C3H6 y C3H8 evidenciaron que los

carbones activados a 873 y 1073K fueron capaces de adsorber selectivamente al C3H6 y por eso presentaron

buenas perspectivas para su uso en la separación por equilibrio de la mezcla C3H8- C3H6.

*Autores de correspondencia

Email: [email protected] y autie@ imre.oc.uh.cu

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Blanco-Flores et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 1-14, 2011

2

Palabras clave: carbones activados, semilla de palma, microporos, mesoporos, macroporos, separación de

C3H6-C3H8.

Introducción

Aunque el desarrollo de las tecnologías de

procesamiento de las telas o fibras y de los

monolitos así como la aparición de los nanotubos,

han establecido nuevas formas de obtención de

carbón, sobre todo para usos específicos, las formas

tradicionales de obtención y usos del carbón

activado como polvos o granulados siguen siendo

de actualidad científico-técnica. Es de suponer que

esa actualidad se mantenga, sobre todo a medida

que aumenten las exigencias relativas a la

conservación del medioambiente, pues implican

grandes volúmenes de adsorbentes, lo que llevará al

aumento de la producción masiva de ese adsorbente.

Los usos de estas dos formas de carbones van desde

su uso medicinal, en la antigüedad, hasta la

eliminación de metales pesados y contaminantes

orgánicos, en la actualidad (Marsh y Rodríguez-

Reinoso, 2006). Lo antes expuesto ha llevado, a que

en cada año, aparezcan decenas de trabajos

relacionados con la obtención, caracterización y

usos de carbones activados obtenidos a partir de

diversas materias primas, sobre todo a partir de

desechos agrícolas y forestales. Estos desechos

constituyen recursos naturales renovables para los

diferentes países (sobre todo para las naciones

subdesarrolladas) que se convierten en valiosos

medios para la conservación del medio ambiente.

Entre los precursores más estudiados para la

producción de carbones activados están la semilla

de aceituna, la semilla de melocotón, el cascarón de

coco, diferentes tipos de maderas, etc. Los dos

procesos utilizados para la obtención de carbones

activados son la activación física (CAF) y la

activación química (CAQ). La activación física

generalmente consta de dos etapas (aunque se

pueden realizar las dos en una): una primera de

carbonización y otra posterior de activación que

suele realizarse con vapor de agua o dióxido de

carbono (CO2), a diferentes temperaturas

(Rodríguez-Reinoso et al., 1995). La activación

química se efectúa en una sola etapa,

frecuentemente a temperaturas más bajas y con un

rendimiento superior que en el caso de la activación

física (Caturla et al., 1991). Así, Warhurst et al.,

1997 prepararon una serie de carbones activados a

partir de los residuos de la planta Moringa Oleifera

en una sola etapa de activación física con vapor de

agua combinada con tratamiento ácido. Todos los

carbones obtenidos fueron microporosos. Con los

carbones activados a 750°C por 120 min, a 800°C

por 30 min y 800°C por 60 min se obtuvieron los

mayores valores de superficie específica con 730,

713 y 774 m2.g

-1 respectivamente. Posteriormente

con un simple tratamiento ácido y 30 minutos a

800°C lograron aumentar la superficie específica

hasta 932 m2.g

-1 (Warhurst et al., 1997). Pastor y

Durán obtuvieron carbones activados a partir de

cergazo (Cistus ladaniferus L.) después de sometida

a una extracción previa con éter de petróleo.

Realizaron un estudio comparativo, utilizando un

conjunto de técnicas analíticas, de la influencia de la

temperatura de activación sobre la estructura porosa

de los carbones activados granulares preparados. La

pirólisis se efectuó con nitrógeno y posteriormente

activaron con CO2 y vapor de agua. Encontraron

que el material activado con vapor de agua a 700°C

tuvo un volumen de poros total mayor que el

obtenido por activación con CO2. (Pastor y Durán,

2002). Kadirvelu y colaboradores (Kadirvelu et al.,

2000) estudiaron la eliminación de diferentes

contaminantes de aguas residuales industriales con

un carbón obtenido a partir de aserrín de cocotero

calentado en mufla a 700°C durante 30 min. Los

resultados mostraron que el adsorbente obtenido de

forma sencilla se puede emplear para el tratamiento

de aguas contaminadas con colorantes, metales

pesados e incluso pesticidas.

En Cuba se han obtenido y caracterizado carbones

activados por vía física a partir de diferentes

materias primas como el aserrín de pino para la

adsorción de benceno (C6H6), (Márquez et al.,

1997) y el cascarón de coco para la adsorción de

NH3, CO2 (Autie et al., 2001) y separación de etano

y etileno (Autie et al., 2004). Un grupo de trabajos

que ilustran la obtención de carbones activados por

vía química a partir de diferentes materias primas

con diferentes aplicaciones se adicionan como

información complementaria (IC) de esta

introducción (Tan, Ahmad y Hameed, 2007;

Sathishkumar et al. 2008; Urabe, Ishikura y

Kaneko, 2008; Derylo-Marczewska et al., 2010;

Zhang, Yan y Yang, 2010; Anirudhan, Sreekumari

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Figura 1. Sistema para carbonización y activación.

y Bringle, 2009; Guo y Lua, 1999; Kannan y

Sundaran, 2001; Mak et al., 2009).

Entre los adsorbentes de mayor interés se

encuentran los llamados tamices moleculares de

carbón, por la calidad que presentan en la

separación de componentes de las mezclas de gases

ligeros. En este caso no es muy necesario un gran

volumen de microporos, pues lo más importante es

la homogeneidad de las dimensiones de los

diámetros de esos microporos; que permitan la

entrada y difusión de unas moléculas dentro de los

microporos mientras otras moléculas por efectos

estéricos se difunden sin penetrar en los microporos.

Aunque para caracterizar los carbones activados

como adsorbentes se utilizan diferentes técnicas, la

adsorción física de gases y vapores es posiblemente

la más utilizada por la información que ofrece, con

la ayuda de diferentes modelos de las isotermas de

adsorción, sobre las características superficiales y

porosas de esos materiales.

Los objetivos del presente trabajo fueron la

obtención y caracterización de carbones

microporosos (que pudieran utilizarse como tamices

moleculares o servir de material de partida para la

obtención de estos últimos), con temperaturas de

activación relativamente bajas y tiempos de

activación cortos, a partir de la semilla de Veitchia

Merriillii, una palma ornamental que se ha

difundido mucho en Cuba.

Material y Métodos

Las semillas de palma Veitchia Merriillii (semillas

de palma, SP) se molieron para seleccionar la

fracción 2-4 mm para la obtención de los carbones

activados de SP por activación física directa

(CAFSP). Para cada activación se tomaron 10g de

materia prima después de tamizada sin otra

modificación y se pusieron en un porta muestras de

malla de acero inoxidable que se introdujo en un

tubo de cuarzo, colocado de tal forma que la masa

de muestra quedó en la zona isotérmica, en un

horno tubular horizontal con control de temperatura,

(Figura 1). La activación física directa en un solo

paso se llevó a cabo con un flujo de 50ml/min de

CO2 que fue el gas de activación utilizado,

aumentando la temperatura en intervalos de 100°C

con el calentamiento propio del horno hasta llegar a

la temperatura final de activación (673, 873 y

1073K), donde permaneció por espacio de 30 min.

Después de ese tiempo se dejó enfriar la muestra

manteniendo el flujo del gas de activación hasta

temperatura ambiente. Luego de alcanzada esa

temperatura, la muestra se pesó nuevamente y se

calcularon los rendimientos con el promedio de

cinco experimentos a cada temperatura, mediante la

expresión:

R = (WCA /W MP) 100 (1)

donde WCA es el peso del carbón activado de

semilla de palma (CSP) obtenido al final del

proceso y WMP el peso de la materia prima al inicio

del proceso.

Los carbones activados obtenidos se denominaron

C673, C873 y C1073, donde la numeración

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Blanco-Flores et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 1-14, 2011

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correspondió a las temperaturas de activación en

Kelvin (K).

Debido a las conocidas dificultades que se presentan

durante la adsorción de nitrógeno a 77K en los

materiales microporosos, la determinación y estudio

de las porosidades estrechas se realizaron mediante

la adsorción física de CO2 y NH3 a 273K. Las

isotermas de CO2, NH3, propileno (C3H6) y propano

(C3H8) se obtuvieron en un sistema volumétrico

convencional de adsorción acoplado a un equipo

Edward de alto vacío que permitió alcanzar

presiones de hasta 5·10-5

mmHg (6,7·10-3

Pa). Las

mediciones se realizaron después de evacuar las

muestras toda la noche a 673 K. Las isotermas de

adsorción experimentales para el CO2 y el NH3 se

ajustaron con el modelo de Dubinin o Teoría del

Llenado Volumétrico de Microporos (TLlVM). Los

fundamentos de esta teoría están difundidos en la

literatura científica y un resumen de ella se adiciona

como IC en este trabajo (Dubinin, Zaverina y

Radushkievich, 1947; Dubinin y Zaverina, 1947;

Dubinin, 1965; Bering, Dubinin y Serpinsky 1966;

Dubinin y Stoeckli, 1980). La ecuación del modelo

utilizada en este trabajo fue:

Na = Nm exp [-( A / Ec)n] (2)

donde Na es la cantidad adsorbida para cada punto

de equilibrio y Nm es la adsorción máxima.

A partir del valor de la adsorción máxima se

determinó el volumen de microporos mediante la

ecuación:

Vm = Nm v* (4)

Donde v* es el volumen molar del adsorbato, este

último en estado adsorbido, frecuentemente

considerado como el volumen molar del líquido a la

temperatura del experimento.

Las superficies equivalentes Se de los microporos se

calcularon a partir de las adsorciones máximas de

estos últimos mediante la expresión.

Se = Nm · ω· AB (5)

Donde Se representa el área que ocuparían las

moléculas de adsorbato que llenan los microporos si

se extendieran de manera uniforme sobre una

superficie plana, Nm es la adsorción máxima

obtenida de la ecuación (2), ω es el área que

ocuparía una molécula de adsorbato a la

temperatura del experimento y AB es el número de

Avogadro.

Los diámetros de los microporos se calcularon a

partir de la relación de Dubinin-Stoeckli:

X = K/E0 (6)

Donde X es el ancho del poro, que se asume en

forma de rendija, y K es una constante con valor de

12,0 kJ·nm mol-1

, si el ancho medio de la rendija se

da en nanómetros (nm). Aunque según Dubinin X

no es una medida directa del ancho del poro, está

relacionada con el radio de inercia de este último, y

constituye un parámetro útil para comparar el

diámetro de los poros a través de E0 (Dubinin y

Stoeckli, 1980, Dubinin, 1985, Dubinin y Kadlets,

1987).

En el caso del NH3, para investigar los posibles

efectos que pudieran tener sobre la adsorción de

este vapor por la interacción ácido-base, la

presencia de sitios ácidos superficiales, se obtuvo

una primera isoterma después de desgasificar la

muestra a 673K (Isot 1) toda la noche,

posteriormente se evacuó la muestra de igual forma,

pero a temperatura ambiente (300K), y se repitió la

isoterma a 273K nuevamente (Isot 2).

Por la facilidad con que permite evaluar las

separaciones de mezclas binarias de gases las

isotermas de adsorción de C3H6 y C3H8 se ajustaron

por el modelo de Langmuir cuya ecuación

fundamental tiene la forma (Guerasimov et al.,

1980):

A = Am K P / 1 + K P (7)

donde A es la cantidad adsorbida a la presión de

equilibrio P y K es la constante de Langmuir que

está ligada a la variación del potencial isocórico, o

calor de adsorción del proceso y Am es la capacidad

de la monocapa (Guo y Lua, 1999). A partir de las

Am y K del C3H6 y el C3H8 se determinó la

selectividad:

C3H6/C3H8 = AmC3H6 KC3H6 / AmC3H8 KC3H8 (8)

cuya aplicación supone que el coeficiente de

separación no depende de la presión y composición

de la mezcla gaseosa (Breck, 1974). Para su

aplicación (7) se llevó a la forma:

P / A = 1 / Am··K + (1 /Am)· P (9)

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Blanco-Flores et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 1-14, 2011

5

que al graficarla como

P /A = f (P) (10)

debe dar una recta si el modelo es aplicable. De la

pendiente y de la ordenada en el origen de la recta

se pudieron calcular Am y K respectivamente. Con

esos valores se determinaron las selectividades

respectivas mediante la ecuación (8).

Las mediciones del volumen de poros de mayor

diámetro se realizaron con un porosímetro de

mercurio Carlo Erba modelo 1800 que permitió

determinar gráficamente los volúmenes de poros de

la región mesoporosa con diámetros entre 18,4-

50nm y de la zona macroporosa entre 50-15000nm.

Los volúmenes correspondientes a los meso y

macroporos se calcularon por la expresión:

Vt = Vmes + Vmac (11)

donde Vt es el volumen total de mercurio

introducido en los poros, Vmes es el volumen de los

poros con diámetros entre 18,4-50nm y Vmac es el

volumen de mercurio introducido en los poros con

diámetros entre 50-15000nm.

Para evaluar el efecto del CO2 como gas de

activación se obtuvo un carbonizado con nitrógeno

como gas de arrastre (CSP) en las mismas

condiciones que el carbón activado obtenido a 673

K (C673). Los efectos del CO2 se determinaron

mediante la comparación de las microporosidades

obtenidas de la adsorción de CO2 a 273K en el CSP

y el C673.

En la Tabla 1 se muestran algunas características de

los adsorbatos utilizados en el presente trabajo.

Tabla1. Algunas características de los vapores utilizados en el

presente trabajo. Diámetro cinético en nanómetros

(Dc), ** Breck, 1974; Presión de vapor en kPa (Pv),

Volumen molar en cm3/mmol (v*) a 273K y presiones

de vapor de los vapores utilizados (Handbook of

Chem. and Phys., 1974), área ocupada por la

molécula del CO2 y C3H8 (Martín-Martínez, 1990) y

del NH3 (Young y Crowell, 1962) a 273 K en nm2 (ω).

Molec Dc** v* ω Pv

CO2 0,33 0,048 0,187 3587 NH3 0,26 0,027 0,136 444

C3H6 0,38 ------- 0,366 --------

C3H8 0,43 ------- 0,415 -------

Resultados y discusión

Los resultados de los rendimientos obtenidos

resultaron lógicos (Tabla 2), pues es conocido que

la reacción del carbón con el CO2, transcurre según

la ecuación:

C + CO2 ⇄2CO ΔH = + 159Kj/mol (12)

y aunque es muy lenta por debajo de los 1000K en

ausencia de catalizador, es endotérmica y por ello

favorecida por el aumento de la temperatura. Ese

incremento también favoreció la difusión del CO2, y

su llegada y reacción con el carbón, a lugares no

accesibles a temperaturas más bajas (Rodríguez-

Reinoso,

1991, Rodríguez-Reinoso, 2002). El

rendimiento del CSP fue algo mayor que el C-673

debido a la presencia del CO2 en este último,

mientras que a 673K el nitrógeno es prácticamente

inerte.

Tabla 2. Temperaturas de activación en K (Tac), y

Rendimientos del carbonizado con nitrógeno CSP

y de los CAFSP en % (R), obtenidos por activación

directa con CO2.

Tac R

CSP 45,6

C673 40,2

C873 30,9 C1073 21,0

El rendimiento del CSP con nitrógeno fue del

45,6%, menor que el del carbonizado obtenido a

723K por Rodríguez-Mirasol publicado en la Tabla

2 (Rodríguez-Mirasol et al., 1993a), pero ese

carbonizado, según el autor, se obtuvo por

tratamiento con N2 a temperaturas entre 723-1173K

con velocidad de calentamiento de 10K min-1

y dos

horas de permanencia a la temperatura final, de otro

carbonizado procedente de Lignina Kraft de

eucalipto a 423K obtenido en las mismas

condiciones (Rodríguez-Mirasol et al., 1993a). En

cambio el rendimiento del CSP respecto al

carbonizado procedente directamente de Lignina

Kraft fueron superiores (Rodríguez-Mirasol et al.,

1993b). Los valores de rendimientos de

carbonizados de aserrín de madera de eucalipto

obtenidos con N2, con velocidad de calentamiento

de 10K min-1

, a 673, 873 y 1073K con tiempos de

dos horas, publicados por Tancredi y colaboradores

(31, 25, 23% respectivamente), fueron inferiores al

obtenido para el CSP a 673K (45,6%, Tabla 1),

posiblemente debido a que este último estuvo

menos tiempo a 673K, que es inferior a 873K y

1073K, temperaturas a las que se obtuvieron los

otros dos carbonizados de aserrín (Tancredi et al.,

1996). Según Rodríguez-Reinoso y colaboradores

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6

0 20 40 60 80 100

0,0

0,4

0,8

1,2

1,6

2,0

2,4

2,8

Pe(kPa)

Na(mmol/g)

C673

C873

C1073

CSP

Figura 2. Isotermas de adsorción experimentales de CO2 a 273K en CASP y CSP.

(López-González et al., 1980; Rodríguez-Reinoso et

al. 1982) los rendimientos de los carbonizados de

cáscara de almendra con flujo de N2, obtenidos con

diferentes velocidades de calentamiento, diferentes

temperaturas finales (entre 1023 y 1173K) y tiempo

de exposición de dos horas a las mismas,

prácticamente no son afectados por las dos primeras

variables y sus valores fueron menores que el del

CSP (22-23% y 36% respectivamente).

Los carbones de cáscara de almendra activados a

1098K con tiempos de activación inferiores a 12

horas, e independientemente de su velocidad de

calentamiento, dan rendimientos superiores que los

activados de CAFSP. En cambio los rendimientos

de los CAFSP, son comparables con los

rendimientos de los de cáscara de almendra con

tiempos de activación mayores de 12 horas. Si se

consideran las diferencias de temperaturas y

tiempos de residencia para los carbonizados y

carbones activados obtenidos, se tiene que los

resultados de los rendimientos de los CSP y CAFSP

son comparables con los publicados para

precarbonizados y carbones activados obtenidos con

otras materias primas de origen vegetal.

Las isotermas de adsorción de CO2 para las cuatro

muestras en el intervalo de presiones de equilibrio

estudiado, fueron cóncavas hacia el eje de la

presiones, por lo que se pudieron clasificar como

del Tipo I de la clasificación de BDDT (Martín-

Martínez, 1990) (Figura 2) típica de sólidos

microporosos. Las gráficas de las isotermas

experimentales mostraron que en el intervalo de

presiones experimentales se cumplió que:

NaC1073 > NaC873 > NaC673 > NaCSP (13)

Ese orden de las cantidades adsorbidas reflejó

claramente el efecto del aumento de las

temperaturas de activación sobre ese parámetro, ya

que el agente y los tiempos de activación no

cambiaron excepto en el CSP en que el gas utilizado

fue el N2. Al representar las isotermas

experimentales en coordenadas de Dubinin todas se

ajustaron a líneas rectas con R>0,995 (Figura 3) lo

que ratificó el carácter microporoso de los carbones

analizados. De las ordenadas en el origen y

pendientes de las rectas obtenidas se pudieron

determinar los parámetros del modelo de la TLlVM

en cada caso (Tabla 3).

Cuando se compararon las porosidades del CSP (N2

a 673K) y el C673 (CO2 a 673K) se encontró que el

cambio del N2 por el CO2 solo varió ligeramente el

valor de Vm (menos del 5%), y la influencia sobre

Dm fue solo ligeramente mayor (alrededor del 7%).

En los C673-C1073 con el aumento de las

temperaturas de activación aumentaron en mayor

magnitud las adsorciones máximas, las superficies

equivalentes y los volúmenes de microporos

correspondientes, y siguieron el mismo orden que

en (8). A 673K parte de la porosidad debió estar

obstruida debido a los residuos no eliminados a esa

baja temperatura y al corto tiempo de activación. A

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7

10 20 30 40 50 60 70 80

-2,5

-2,0

-1,5

-1,0

-0,5

0,0

0,5

1,0

(ln PV/P

e)

2

ln Na

C673

C873

C1073

CSP

Figura 3. Isotermas de adsorción experimentales de CO2 a 273K en CASP y CSP en coordenadas de Dubinin.

Tabla 3. Temperatura de activación (Tac) en K, Superficie equivalente (Se) en m2/g, Adsorción máxima (Nm) en mmol/g,

Volumen de microporos (Vp) en cm3/g), Energía característica (Ec) en J/mol, Diámetro de los microporos (Dm) en

nm, Variaciones de los volúmenes de microporos (ΔVm) en cm3/g y variaciones de las energías características (ΔEc )

del CSP y los CAFSP obtenidos de las isotermas de CO2 a 273K en muestras desgasificadas a 673 K.

Tac Nm Se Vm Ec Dm ΔVm(%) ΔEc

CSP 2,99 337 0,144 10162 1,18 ----- -----

C-673 3,12 351 0.150 10933 1,10 4,2% 7,6%

C-873 4,11 463 0.197 10798 1,11 31,3% -1,2%

C-1073 5,14 579 0.247 10815 1,11 64,7% 1,1%

873K el aumento del volumen de microporo se

debió a uno de los siguientes mecanismos, o a la

conjunción de varios de ellos: a) eliminación de

parte de los residuos depositados en los microporos

más anchos, b) y aparición o apertura de microporos

con Dm cercanos a los existentes en el C673, que o

no existían, o permanecían bloqueados a 673K, y c)

aumento de la profundidad de los poros existentes.

Los valores cercanos de las Ec y de los Dm de los

C873 y C1073 indicaron que ocurrió lo mismo que

en el caso del C673 y C873 antes descrito (Tabla 3).

Para la explicación del comportamiento de los

C673-C1073 obtenidos se debe tener en cuenta que

en general, las características de los CAF dependen

de una serie de factores como: materia prima de

partida, temperaturas de activación, tiempos de

activación, agente empleado en la activación, etc.

En el caso de los C673-C1073 la única diferencia

fue la temperatura de activación, por lo que esta

debió ser la de mayor influencia en las

características del material obtenido. La influencia

del CO2 como agente de activación viene dada por

la reacción (12) y como se indicó antes, si bien

transcurre lentamente, es favorecida por el aumento

de la temperatura. Todo parece indicar que el

tiempo de activación, aunque corto, fue suficiente

para que al incrementar la temperatura se aumentara

la reactividad del CO2 lo que originó los cambios en

las porosidades descritos anteriormente.

En el caso de la adsorción de CO2 se pudo observar,

al tomar como referencia el C673, que las

variaciones porcentuales de los Vm fueron muy

superiores a las de Ec, más del 30 y 60% para Vm

con apenas el 1% de las Ec respectivas (Tabla 3), lo

que ratificó que los aumentos de Vm, se debieron a

la aparición de nuevos poros con diámetros

cercanos a los existentes en el C673, capaces de

interaccionar con suficiente fuerza con el CO2 como

para aumentar la adsorción a 273K. Cuando se

compararon las porosidades del CSP (N2 a 673K) y

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0 20 40 60 80 100

0

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4

5

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7

8

Pe(kPa)

Na(mmol/g)

C673

C873

C1073

Figura 4. Isotermas de adsorción experimentales de NH3 en CASP evacuados a 673 a K.

Tabla 4. Adsorciones máximas en mmol/g (Nm), Superficies equivalentes en m2/g (Se), volúmenes de micoporos en cm3/g (Vm),

energías características en j/mol (Ec), diámetros de microporos en nm (Dm) y variaciones de los volúmenes de

microporos (ΔVm) y de los diámetros de los microporos en %, obtenidos de las isotermas de NH3 a 273K.

Carbón Nm Se Vm Ec Dm ΔVm(%) ΔDm

CA673 5,67 464 0,153 10895 1,101 ----- -----

CA873 6,66 542 0,180 10976 1,093 17,5 0,73 CA1073 8,01 656 0,216 11053 1,086 41,3 1,36

C-673(R) 4,94 404 0,133 10816 1,109 ------ ------

C-873(R) 6,25 512 0,169 10631 1,129 27,1 1,80 C-1073(R) 7,68 629 0,207 10198 1,176 55,6 6,04

el C673 (CO2 a 673K) se encontró que el cambio

del N2 por el CO2 originó una variación porcentual

mayor de Ec que de Vm, aunque relativamente

pequeño, (7,6 y 4,2% respectivamente Tabla I) lo

que sugirió que el pequeño aumento de Vm se debió

principalmente a la creación de poros estrechos (con

mayor Ec) debido al pequeño efecto originado por la

reacción (12) dada la presencia del CO2.

Inicialmente las isotermas de NH3 a 273K, después

de desgasificar a 673K en los tres carbones, de

forma parecida a las de CO2, mostraron una subida

brusca inicial hasta un valor de presión de equilibrio

aproximado a 30 kP (Pr≈0,067) y posteriormente las

pendientes cambiaron poco en comparación con la

etapa inicial (Figura 4), por lo que también fueron

del Tipo I de la clasificación de BDDT (Martín-

Martínez., 1990). Las representaciones gráficas de

las isotermas experimentales mostraron que al

aumentar la temperatura de activación, para iguales

presiones de equilibrio, las cantidades adsorbidas

se presentaron en el orden:

NaC673 < NaC873 < NaC1073

Lo que indicó que al incrementarse la temperatura

de activación, al igual que en la adsorción de CO2,

aumentaron las capacidades de adsorción

correspondientes (Figura 4). Al representar las

isotermas experimentales de NH3 en coordenadas de

Dubinin se obtuvieron líneas rectas (Figura 1, IC)

que permitieron determinar los valores respectivos

de Nm y Ec (Tabla 4).

Cuando se compararon las variaciones porcentuales

de los volúmenes y diámetros de microporos

correspondientes se encontró que el

comportamiento fue parecido al del CO2 debido a

las causas antes mencionadas.

Las isotermas de NH3 obtenidas después de

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0 20 40 60 80 100

0

1

2

3

4

5

6

7

8

Pe(kPa)

Na(mmol/g)

1RA

2DA

Figura 5. Isotermas de adsorción de NH3 en CASP evacuado a 673 K (1ra Isot) y a 300 K (2da Isot).

desgasificar a 300K (Isot. 2a, Figura 5) se

comportaron de manera semejante a las primeras

(Isot. 1a, Figura 5), pero en el intervalo de presiones

experimentales de equilibrio sus Na fueron

inferiores a las primeras isotermas lo que indicó que

al desgasificar a 300K quedaron sitios ocupados por

la adsorción anterior (Figura 4, y Figura 2 IC).

Cuando se representaron las isotermas en

coordenadas de Dubinin de nuevo se obtuvieron

líneas rectas (Figura 3 IC) y los resultados

mostraron que en todos los casos las adsorciones

máximas de las primeras isotermas fueron mayores

que las segundas correspondientes, lo que ratificó

que en las tres muestras existían centros ácidos que

contribuyeron a la adsorción en las primeras

isotermas. Las diferencias porcentuales respectivas

siguieron el orden:

ΔNmC673 > ΔNmC873 >ΔNmC1073

(alrededor del 13, 6 y 4% respectivamente Tabla 4),

eso mostró que al aumentar la temperatura de

activación, simultáneamente con el aumento de las

adsorciones máximas, disminuyeron las poblaciones

de sitios ácidos (0,77; 0,41 y 0,33 mmol g-1

respectivamente) y que el 87,94 y 96% de las

moléculas de las primeras isotermas se adsorbieron

físicamente.

Por último, al comparar entre si los ΔVm y los ΔDm

de las segundas isotermas (Isot. 2a) se encontró un

comportamiento semejante a los de las primeras

isotermas, pero a diferencia de estas últimas la

tendencia a la disminución de las energías

características y el consiguiente aumento de los

diámetros de los poros sugirieron que las moléculas

de las primeras isotermas, que permanecieron

adsorbidas después de la evacuación a 300K,

posiblemente se anclaron en sitios ácidos a la

entrada de poros estrechos y bloquearon el acceso

de otras moléculas al interior de los mismos, lo que

diminuyó el aporte a la energía característica,

durante la adsorción en la muestra desgasificada a

300K. Por ese motivo se puso de manifiesto el

aumento de la contribución de los poros más anchos

a los volúmenes de microporos (Tabla 4).

Cuando se compararon las isotermas de CO2 y NH3

se notó que estas últimas mostraron un codo más

cerrado que las de CO2 en el intervalo de presiones

experimentales (Figura 2 y 4). Cuando se graficaron

las isotermas en coordenadas Vm=F(Pr) se encontró

que para ambos vapores el comienzo de los codos

correspondió a una Pr≈0,025 que fue precisamente

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10

0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25

0,00

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0,04

0,06

0,08

0,10

0,12

0,14

0,16

0,18

0,20

Pr

Vm(cm

3/g)

NH3

CO2

Figura 6. Volumen de microporos en función de la presión relativa [Vm=F(Pr) ] de CO2 y NH3 en C1073 evacuado a 673 K.

el valor final experimental de la isoterma de CO2

(Figura 6). Como es conocido, los poros más

estrechos con diámetros menores que dos

dimensiones moleculares se llenan precisamente a

las presiones más bajas (Rodríguez-Reinoso, 1991),

por lo que se pudo deducir a partir de los valores de

la isoterma de NH3 que en los carbones estudiados

existían poros con diámetros menores que 0,52nm ,

el doble del diámetro cinético de la molécula de

NH3. Por lo tanto, en el caso del C1073,

aproximadamente el 54% de los poros cayeron en la

categoría de los ultramicroporos según la

clasificación de la IUPAC (IUPAC, 1985, Marsh,

1994). Si el llenado continúa hasta los poros con

aproximadamente 5 diámetros moleculares

(Rodríguez-Reinoso, 1991) entonces en el caso de

los microporos con diámetros hasta 1,3nm continúa

hasta la presión final del experimento (Figura 4). El

mismo análisis realizado a la isoterma de CO2 llevó

a que con este vapor se llenaron los poros con hasta

0,66nm (también aproximadamente el 54% del

total) y que el resto correspondió a poros con

diámetros de aproximadamente 1,65 nm, ambos en

la categoría de los microporos. De lo anterior se

pudo concluir que se obtuvieron CASP con

diámetros de poros entre 0,26 nm y 1,65 nm

(diámetro cinético del NH3 y cinco veces el

diámetro cinético del CO2 respectivamente).

Aunque los volúmenes de microporos obtenidos,

tanto por adsorción de NH3 y CO2 no son muy

grandes, al igual que sus energías características,

son del orden de los obtenidos por Dubinin y

Stoeckli para los carbones tipo tamiz molecular de

la firma Takeda MSC4A y MSC5A (Dubinin y

Stoeckli, 1980 y Dubinin et al, 1974).

Las isotermas de C3H6 y C3H8 a 273K mostraron las

mismas características que las de CO2 y NH3

(Figuras 7, 2 y 4 respectivamente; y Figura 4 IC).

Al ajustarlas por el modelo de Langmuir dieron

líneas rectas cuyas ordenadas en el origen y

pendientes permitieron la obtención de los

parámetros correspondientes (Figuras 5 y 6 IC). Los

tres carbones mostraron mayor afinidad por el C3H6

pues los valores de las Na de este último fueron

mayores que las del C3H8 correspondiente en el

rango de presiones experimentales utilizadas

(Figura 8; y Figuras 7 y 8 IC). Los valores de las

capacidades de las monocapas confirmaron ese

comportamiento, pues en todos los casos los ajustes

del modelo mostraron que las Am del C3H6 fueron

superiores (Tabla 5).

Los valores de Am indicaron claramente el efecto

tamiz de los carbones. Mientras que en el C673, al

igual que los otros dos, se adsorbió más C3H6 que

C3H8 la adsorción del primero fue alrededor de 73%

mayor, en cambio en el C873 y el C1073 esa

diferencia fue de más del 100% en cada caso (Tabla

4). Esto indicó que en el C673 hay más sitios de

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0 20 40 60 80 100

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0,6

0,8

1,0

1,2

Pe(kPa)

Na(mmol/g)

C673

C873

C1073

Figura 7. Isotermas de adsorción C3H8 a 273 K en CASP después de evacuado a 673 K.

-10 0 10 20 30 40 50 60 70 80

0,4

0,8

1,2

1,6

2,0

2,4

Pe(kPa)

Na(mmol/g)

C3H8

C3H6

Figura 8. Isotermas de adsorción de C3H6 y C3H8 a 273K en C1073 después de evacuado a 673K.

adsorción inaccesibles a ambas moléculas, por las

mismas causas que ya se explicaron antes en el caso

del CO2. En cambio en los otros dos carbones, con

porosidades más abiertas, el C3H6 de menor

diámetro cinético que el C3H8 (0,38 y 0,43 nm

respectivamente) tiene acceso a mayor cantidad de

sitios que este último cuyas Am fueron mucho

menores (Tabla 5). Todo lo anterior, más la

presencia de una mayor población de poros con

diámetros cercanos al diámetro cinético del C3H6

explicaron los valores de αC3H6-C3H8 > 1 que

indicaron la posibilidad de la separación de la

mezcla propano propileno en condiciones de

equilibrio.

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Blanco-Flores et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 1-14, 2011

12

Tabla 5. Capacidades de las monocapas en m2/g (Am), constantes de Langmuir en (KL), uperficies específicas en m2/g (Se) y

selectividades α propano propileno de los CASP.

Carbón AmC3H6 KLC3H6 SeC3H6 AmC3H8 KLC3H8 SeC3H8 αC3H6-C3H8

C673 0,78 0,093 172 0,45 0,28 112 0,58

C873 1,89 0,42 416 0,74 0,098 185 10,95

C1073 2,63 0,26 579 1,19 0,48 297 1,20 C1073 0,43 0,40 0,03 93,0 7,0

Aquí es bueno recordar que uno de los procesos de

gran interés industrial es la separación de parafinas

y olefinas ligeras, sobre todo la separación propano-

propileno, por la importancia que tiene este último

para la producción de polímeros a la cual es

dedicada la mayor parte de su producción. Para

utilizar el C3H6 en la producción se requiere una

pureza superior que 99,5%, llamado propileno

grado polímero. En la industria, la separación se

realiza por destilación en varias columnas donde en

la última de ellas se separan el C3H6 y el C3H8, pero

como sus volatilidades no se diferencian mucho el

proceso resulta energéticamente muy costoso, pues

se necesitan columnas con gran número de platos y

caudales de reciclo grandes. Por ello se trabaja para

tratar de sustituir el método criogénico, si no todo al

menos en parte, por el método de Pressure Swing

Adsorption (PSA según sus siglas en inglés). Este

último método es un procedimiento alternativo más

barato que se ha desarrollado para la separación y

purificación mediante el proceso de vaivén de

presión combinado con la adsorción física selectiva

de gases. Una de las aplicaciones exitosa de este

proceso fue la obtención de aire enriquecido en

oxígeno o nitrógeno, que utiliza zeolitas o carbones

activados como adsorbentes según el caso y que

para producciones pequeñas y medias compite

ventajosamente con el método criogénico que exige

un alto consumo de energía y tiempo. El problema

fundamental a resolver en el proceso PSA es la

obtención del adsorbente adecuado para la

separación, que además debe tener otras

características como dureza y facilidad de

regeneración. Los dos procesos utilizados en la

separación son el de equilibrio en el cual un

componente es retenido preferiblemente por el

adsorbente mientras el otro continúa y sale con el

grado de pureza necesario: la regeneración del

adsorbente al nivel deseado se logra con una

disminución brusca de la presión, con la salida del

gas adsorbido por el lado opuesto de la columna. El

otro método de separación ocurre cuando uno de los

componentes difunde con mayor facilidad dentro

del adsorbente mientras que el otro o no puede

entrar debido a sus mayores dimensiones o difunde

con más lentitud y entonces se dice que ocurre la

separación de los componentes por efectos

cinéticos. En cualquiera de los dos procesos es de

interés la utilización de los carbones activados

microporosos (CAM) y los carbones microporosos

tipo tamiz molecular (CTM).

Precisamente cuando el parámetro o selectividad

αC3H6-C3H8 > 1 se dice que el adsorbente tiene

perspectivas de separar por equilibrio. Quedó,

entonces, claro que tanto el C873 como el C1073

cuyas selectividades fueron mayores que uno tienen

posibilidades de ser utilizados como CTM o CAM

para la separación de la mezcla propano-propileno

por equilibrio. Recientemente, mediante

cromatografía gaseosa inversa (IGC) se mostraron

las posibilidades de separar oxígeno y nitrógeno con

cianometalatos porosos (Zamora et al, 2010) y de

separar propano y propileno con exacianometalatos

porosos (Autie-Castro et al, 2010). A diferencia de

esos materiales sintéticos los CAFSP son mucho

más baratos y por eso las posibilidades de esos

carbones para separar la mezcla propano-propileno

en condiciones de flujo se encuentran en estudio.

Por último las curvas de intrusión de mercurio en

función de la presión (Figura 9) mostraron que, a

diferencia de lo que sucedió con la microporosidad

(Tabla 3), los volúmenes de los poros con diámetros

entre 15000-50 nm (macroporos) y entre 50-18,4

nm (mesoporos, dentro de los límites de detección

del porosímetro) variaron relativamente poco (Tabla

6), lo que indicó que con los tiempos cortos de

activación utilizados los aumentos de temperatura

influyeron poco en esas porosidades. Esos valores,

de acuerdo con los resultados experimentales

obtenidos, fueron suficientes para facilitar el acceso

de las moléculas de pequeños diámetros cinéticos

hasta los microporos donde ocurrieron los procesos

de adsorción física.

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13

0 200 400 600 800

0,0

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

P(atm)

Vtot

(cm3/g)

C1073

C873

C673

Figura 9. Curvas de intrusión de mercurio en CSP.

Tabla 6. Volumen total de poros (Vtot.), Volumen de los poros con diámetros mayores que 50 nm en (Vmac) y volumen de los

poros con diámetros menores que 50nm (Vmes), todos en cm3/g.

Muestra Vtot Vmac>50 Vmes<50 %>50 %<50

C673 0,33 0,30 0,03 90,9 9,1 C873 0,39 0,36 0,03 92,3 6,7

C1073 0,43 0,40 0,03 93,0 7,0

Conclusiones

Los resultados experimentales mostraron que la

semilla de palma Veitchia Merriillii es una materia

prima con buenas perspectivas para la obtención de

carbones activados microporosos con bajos

consumos de recursos y tiempo sin previa

carbonización de la materia prima.

Los rendimientos obtenidos fueron comparables con

los de otros carbones obtenidos a partir de

diferentes materias primas.

Las adsorciones físicas de NH3 y CO2 mostraron la

presencia de ultramicroporos y microporos en los

carbones obtenidos.

Por adsorción de NH3 se encontró que en los

carbones obtenidos existían pequeñas poblaciones

de sitios ácidos capaces de retener cierta cantidad de

NH3 adsorbida a 300K.

Con el aumento de las temperaturas de activación

aumentaron los volúmenes y los diámetros de

microporos de los carbones obtenidos.

El aumento de las temperaturas de activación

influyeron poco sobre el desarrollo de las macro y

mesoporosidades de los carbones obtenidos.

La adsorción selectiva de propileno mostró que los

carbones C873 y C1073 mostraron efectos de tamiz

molecular con buenas perspectivas para separar por

equilibrio la mezcla propano-propileno.

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Arzola-González et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 15-20, 2011

15

Distribución de tallas de langostas Panulirus inflatus y Panulirus

gracilis en la pesquería del sur de Sinaloa, México

J.F. Arzola-González1*

R. Pérez-González2, I. Muñoz-García

2, Y. Gutiérrez-Rubio

1, y L.M.

Flores-Campaña1

1Laboratorio de Invertebrados y Ecología del Bentos, Universidad Autónoma de Sinaloa. Apartado Postal 610, Mazatlán, Sinaloa,

México. 2Laboratorio Programa Langosta, Universidad Autónoma de Sinaloa. Apartado Postal 610, Mazatlán, Sinaloa, México.

Size distribution of lobsters Panulirus inflatus y Panulirus gracilis in the fishery in the southern Sinaloa, Mexico

Abstract

In order to provide information which might allow to update the fishing regulations for these two species, we

analyzed the size and weight structure of the lobsters Panulirus inflatus and Panulirus gracilis caught with

commercial gill nets along the southern Sinaloa coastal zone between 1995 and 1997. Sampling was every

month and the total and cephalothorax length (LT and LC) in mm, and the total weight (PT) in g of the

organisms were recorded. The maximum size registered was that of one P. inflatus male (LT: 452.8 mm; PT:

1680 g); in P. gracilis, the highest LT was for one female with 334 mm and one of each sex had the xighest

PT (950 g). The modal values for P. inflatus LC were 70 mm and of P. gracilis was 75 mm. On average, P.

gracilis was larger and had higher weights than P. inflatus and females had higher weights and lengths than

males in both species. The modal values and the sizes of first sexual maturity recorded for both species were

lower than the legal size for this area, of 82.5 mm LC. The analysis of size of lobsters P. inflatus and P.

gracilis there is urgent and necessary, with the purpose of information contributing for a better utilization and

managing of the fisheries in the region.

Key words: spiny lobsters, sizes of recruitment, sexual dimorphism, Sinaloa.

Resumen

Con el fin de aportar información para actualizar la reglamentación pesquera para estas dos especies, se

analizó la estructura de tallas de ambos sexos de las langostas Panulirus inflatus y Panulirus gracilis

capturadas con redes de enmalle sobre la franja costera del sur de Sinaloa entre 1995 y 1997. Los muestreos

se realizaron con frecuencia mensual, y se registraron la longitud total (LT) y cefalorácica (LC) en mm y el

peso total (PT) en g. En el caso de P. inflatus, los máximos valores de LT y PT (452.8 mm y 1680 g) se

registraron en un macho, mientras en P. gracilis la mayor LT se registró en una hembra (334 mm) y el

máximo PT (950 g) coincidió para los dos sexos. Para LC, la moda en P. inflatus fue de 70 y en P. gracilis

fue de 75 mm. En promedio, P. gracilis fue mayor en longitud y peso que P. inflatus, en ambas especies, las

hembras presentaron mayores tallas y pesos que los machos. Sin embargo, los promedios, las modas y las

tallas de primera madurez sexual registradas en las dos especies resultaron inferiores a la talla mínima de

captura (82.5 mm de LC) permitida en esta zona. Por lo anterior, es necesario y urgente su análisis de tallas de

las langostas P. inflatus y P. gracilis, con la finalidad de aportar información para un mejor manejo y

aprovechamiento de su pesquería en la región.

Palabras clave: langostas espinosas, talla de reclutamiento, dimorfismo sexual, Sinaloa.

*Autores de correspondencia

Email: [email protected]

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Arzola-González et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 15-20, 2011

16

Introducción

En México la talla mínima de primera captura en la

pesquería de langosta en el golfo de California se

determinó con base en los datos de Panulirus

interruptus, la cual se captura en la costa occidental

de la península de Baja California, y se aplica

también a Panulirus inflatus y Panulirus gracilis.

Sin embargo, estas dos últimas especies soportan

principalmente la pesquería de langosta en el sur del

estado de Sinaloa (Arzola, 2001), pero además son

de menor talla que P. interruptus (Pérez et al.,

1992) y la captura de P. inflatus y P. gracilis

resultan inferiores que P. interruptus en Baja

California. Esto posiblemente esté relacionado con

la pesca furtiva tolerada por las autoridades

encargadas de la vigilancia, por lo cual se capturan

hembras grávidas y langostas de tallas inferiores a

las permitidas. Además, las medidas de regulación

no son las adecuadas, ya que se permite el uso de

artes no selectivas, por lo cual es posible que el

conjunto de estos factores esté ocasionando

desequilibrio en la estructura poblacional de ambas

especies. Por este motivo, es necesario el

establecimiento de medidas de regulación

específicas; congruentes con las características

biológicas de P. inflatus y P. gracilis, así como con

su distribución. Esto, permitirá analizar medidas

reglamentarias y con ello discutir su aplicabilidad o

la posibilidad de actualizar y ajustar los criterios

que rigen en manejo del recurso langostero. El

objetivo del presente trabajo es analizar la

distribución de tallas de las langostas P. inflatus y

P. gracilis entre 1995 y 1997 en el sur de Sinaloa,

México, a fin de contribuir a que la pesquería de

langosta sea aprovechada y manejada

adecuadamente.

Material y Métodos

El estudio comprendió el período de 1995 a 1997,

con una periodicidad de muestreo mensual y se

realizó sobre la franja costera del sur de Sinaloa,

México, entre los 23º10´05´´-23º29´01´´ Latitud

Norte y los 106º24´09´´-106º40´05´´ Longitud

Oeste. La captura de organismos se obtuvo con

redes de enmalle comerciales, las cuales son de

poliamida multifilamento torsionado (seda) con una

longitud de 75 a 200 m, con caída de 1.60 y abertura

de malla de 10 a 15 cm. La identificación de las

especies fue de acuerdo a Holthuis y Villalobos

(1962). Los sexos se diferenciaron por el

dimorfismo sexual primario que presentan estos

organismos, a través de pleópodos birrámeos en

hembras y unirrámeos en machos. Se registró la

talla de primera madurez sexual en hembras

ovígeras más pequeñas. Se registraron las

mediciones de la longitud total (LT), la cual

consistió entre la región anterior de la espina rostral

y la región posterior al telson, la longitud

cefalotorácica (LC) correspondió a la distancia entre

la región anterior de la espina rostral y la región

posterior al cefalotórax, en mm y el peso total (PT)

en g. Se realizaron histogramas de frecuencia por

especie con un intervalo de clase de 5 mm de LC.

Se determinaron las correlaciones biométricas (LC-

LT y PT-LC).

A los datos por especie y sexo de LT, LC y PT, se

les realizaron pruebas estadísticas (paquete

Statistica, V 5.5) de normalidad (Kolmogorov-

Smirnov), homoscedasticidad (Bartlet) y ANAVA

de una vía (U de Mann-Whitney). Además, los

datos de la correlación entre PT-LC fueron

transformados a logaritmos naturales y

posteriormente analizada la pendiente a través de la

prueba de t de Student (Zar, 1996).

Resultados

En total se analizaron 7,271 organismos, de los

cuales 30.4 % correspondieron a P. inflatus y el

restante 69.6 % a P. gracilis. Se observaron los

máximos en LT y PT en P. inflatus, aunque en

promedio para la población de langostas para esta

zona en cuanto a sus tallas y peso, resultaron los

mayores en P. gracilis, mientras los mínimos

capturados en PT coincidieron en ambas especies

(Tabla 1).

Por sexos, los valores biométricos de las hembras

capturadas en las dos especies, presentaron las tallas

y peso más grandes que los machos (Tabla 2). Las

ovígeras en P. inflatus más pequeñas en LT, LC y

PT correspondieron a 120, 44.8 y 80 g,

respectivamente. En P. gracilis la talla mínima se

ubicó en LT y LC de 111 y 41.7 mm, con un PT de

80 g. Sin embrago, en promedio la LC en P. inflatus

se observó en 69.9 mm y en P. gracilis en 71.7 mm.

Como la LC es considerada la medida morfométrica

reglamentada, se analizaron los datos por especie,

los cuales no presentaron una distribución normal

(Kolmogorov-Smirnov, d=0.045, p<0.001) y sus

varianzas no fueron homogéneas (Bartlet, p<0.001).

Page 21: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

Arzola-González et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 15-20, 2011

17

Al no cumplir con los supuestos de normalidad y

homoscedasticidad, se aplicó una ANAVA de U de

Mann-Whitney, resultando que existe una diferencia

estadística entre las poblaciones de langostas de P.

inflatus y P. gracilis (Z=2.529, gl=2209, p<0.011).

Estos resultados son de suma importancia para su

regulación pesquera, ya que en la actualidad la

reglamentación de la talla mínima de captura

corresponde a la misma LC para ambas especies.

Entonces, aún y cuando comparten el área de pesca

en el sur de Sinaloa, es importante considerar a cada

especie como un recurso pesquero independiente

por parte de las autoridades encargadas de su

protección. Por sexos (LC) en P. inflatus resultaron

significativas sus tallas entre machos y hembras

(Z=2.529, gl=2209, p<0.011) y en P. gracilis no

presentaron una diferencia los tratamientos

(Z=0.858, gl=4062, p>0.390).

La distribución de frecuencias modal (LC) se

ubicaron en P. inflatus entre 30 y 125 mm, con una

mayor incidencia a los 70 mm y en P. gracilis, la

variación se encontró de 20 a 110 mm, mientras la

mayor frecuencia correspondió a 75 mm (Fig. 1).

Al correlacionar la LT-LC (Fig. 2), resultaron en los

casos ecuaciones lineales y entre PT-LC de tipo

potencial, los coeficientes de correlación se

encontraron por encima de 0.7867 (p<0.01). Los

valores de las pendientes (b) de la ecuación (y=axb),

fueron transformados a logaritmos naturales, y bajo

el supuesto hipotético que b=3, las langostas P.

inflatus y P. gracilis, incrementan su talla y peso en

forma proporcional o isométrica.

Discusión

Por especie, en el presente estudio la talla mínima

de captura en LC resultaron menores que los

señalador por Pérez et al., (1992) en organismos de

P. inflatus en 48 mm y en P. gracilis de 26.1 mm,

asimismo, González (2002) en P. inflatus en 47

mm. La media obtenida en ambas especies, se

observaron por debajo de Pérez (1986) en P.

inflatus en 75.2 mm y en 72 mm por Borrego et al.,

(1992), aunque, Wiedfeldt (1997) quien durante la

temporada de pesca en 1977, determinó en

promedio langostas de 83.2 mm en P. inflatus y

82.8 mm en P. gracilis en el sur de Sinaloa.

Esta reducción en las tallas comerciales en 20 años

de pesca de langostas espinosas, probablemente esté

relacionado para ambas especies con el impacto

producido en las poblaciones de langosta por el

efecto de la pesquería a través del tiempo, a la pesca

furtiva, al arte de pesca ilegal a través de redes de

enmalle que utilizan los pescadores en esta región,

además, que no resultan selectivas al recurso

pesquero (Juárez, 1995; Salazar, 2000) y en

ocasiones capturan langostas de tallas pequeñas.

La disminución del promedio en las tallas de las

langostas capturadas en el sur de Sinaloa, requiere

de una evaluación urgente sobre la estructura de

Tabla 1. Número de organismos, máximo, mínimo, promedio y desviación estándar de longitud total (LT), cefalotorácica

(LC) mm y peso total (PT) g de Panulirus inflatus y P. gracilis en el sur de Sinaloa, México. (LC, p de U de Mann

Whitney, p<0.011). Letras distintas indican diferencias significativas.

Panulirus inflatus Panulirus gracilis

Variable LT LC PT LT LC PT

Máximo 452.8 126 1680 334 106.2 950

Mínimo 46 26.2 10 27 20.1 10

Promedio 192.6 69.9a 332.8 195 71.7b 335 Desviación estándar 28.8 11.6 113.5 25.5 9.2 116.2

No. 2209 2209 2209 5062 5062 5062

Tabla 2. Número de organismos por sexo, máximo, mínimo, promedio y desviación estándar de longitud total (LT),

cefalotorácica (LC) mm y peso total (PT) g de Panulirus inflatus (LC, p de U de Mann Whitney, p<0.011) y P.

gracilis (LC, p de U de Mann Whitney, p>0.390) en el sur de Sinaloa, México. Letras distintas indican diferencias

significativas.

Variable Panulirus inflatus Panulirus gracilis

Hembras Machos Hembras Machos

LT LC PT LT LC PT LT LC PT LT LC PT

Máximo 286 99.4 780 452.8 126 1680 334 102.4 950 293 106.2 950

Mínimo 66.5 33.2 10 46 26.2 20 74 41.7 60 27 20.1 10 Promedio 201.3 69.9a 338.3 187.9 69.9b 327.3 201.1 72.3a 358 188.8 71.2a 312

Desviación

estándar

25.3

10.3

103.4

32.3

12.9

163.8

26.2

8.5

118.6

24.8

9.8

113.8 No. 919 919 919 1290 1290 1290 1533 1533 1533 3529 3529 3529

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Arzola-González et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 15-20, 2011

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Figura 1. Distribución de tallas de a) Panulirus inflatus y b) P. gracilis con intervalos de clase de 5 mm de longitud

cefalotorácica (LC) en el sur de Sinaloa, México.

Figura 2. Correlaciones biométricas de LT-LC y LC-PT en a) Panulirus inflatus y b) P. gracilis en el sur de Sinaloa,

México.

0

100

200

300

400

500

600

20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130

0

200

400

600

800

1000

1200

20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130

n=2209

n=5062

a)

b)

Longitud cefalotorácica (mm)

F r

e c

u e

n c

i a

L o n g i t u d t o t a l (mm)

L o

n g

i t

u

d

c e

f a

l o

t o

r á

c i

c a

(m

m)

PT = 0,0019LC2,8271

r2 = 0,9300n = 2209

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

1600

1800

20 30 40 50 60 70 80 90 100 110

PT = 0,002LC2,794

r2 = 0,9168n = 5062

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

1000

20 40 60 80 100

L o n g i t u d c e f a l o t o r á c i c a (mm)

P e

s o

t

o t

a l

(g

)

a)

b)

LC = 2,5144LT + 13,465r2 = 0,8343n = 2209

50

100

150

200

250

300

350

400

450

20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140

LC = 2,6018LT + 12,161r2 = 0,7867n = 5062

50

100

150

200

250

300

350

20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120

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19

tallas que se están extrayendo, un mayor énfasis en

el análisis del impacto de las redes de enmalle sobre

las poblaciones de langosta, así como determinar el

nivel de explotación a que se encuentra sometida las

poblaciones de P. inflatus y P. gracilis en esta zona.

Los valores de las medias y tallas modales (LC),

fueron menores a la talla mínima legal de captura,

donde en esta zona corresponde a los 82.5 mm de

LC en P. inflatus y P. gracilis (DOF, 1993). Dicha

medida es la misma que se aplica a P. interruptus en

Baja California, siendo que ésta última especie

alcanza tallas mayores a aquellas del sur de Sinaloa

(Salazar, 2000; Arzola, 2001; González, 2002;

Arzola et al., 2007).

Algunos autores como Salazar (2000) indicaron que

la talla mínima de captura resulta excesiva para P.

inflatus y P. gracilis, proponiendo 75 mm de LC

como recomendable, además, dicho autor señala

que se aprovecharía mejor el recurso langostero y

con ello se protegería al 50 % de las hembras

grávidas. En contraste, en el presente estudio se

observo que el 50 % de P. inflatus y el 75 % de P.

gracilis se ubicaron por debajo de los 75 mm de LC,

pudiendo entonces afectar la reducción de talla de

mínima captura propuesta por Salazar (2000) para

ambas especies de langosta. En este sentido, resulta

relevante definir la pertinencia de sugerir una

reducción en la talla cuando con frecuencia los

pescadores obtienen organismos pequeños. Aunque,

esta podría no ser la mejor estrategia para la

administración del recurso, sobre todo ante la

posible disminución de la talla promedio registrada

en ambas especies debido quizás principalmente al

aumento paulatino del esfuerzo pesquero, lo que ha

ocasionado una mayor explotación del recurso.

Además, se ha observado que debido a la

disminución de las capturas los pescadores no

respetan la reglamentación implementada para la

protección del recurso, es decir, no regresan al mar

los organismos por debajo de la talla mínima de

captura (82.5 mm de LC), e incluso a las hembras

grávidas con tallas superiores a las permitidas

legalmente les eliminan la masa ovígera con la

finalidad de poder comercializarlas (Arzola et al.,

2007).

Los resultados por especie indican aún más la

necesidad de analizar por separado a ambas especies

de langosta en el sur de Sinaloa, ya que al analizar

la estructura de las tallas en los histogramas de

frecuencia, la moda en P. inflatus registró 5 mm de

LC menos que P. gracilis. Sin embargo, no existe

una argumentación precisa acerca del ancho de

clase más recomendable para analizar la

distribución de tallas en las poblaciones de

langostas en las costas del Pacífico y Caribe

mexicano. En su mayoría se utilizan de manera

genérica y sin ningún tipo de premisa estadística y/o

biológica, un intervalo de clase de 5 mm de LC,

encontrándose la mayoría en una variación modal

entre 70 y 80 mm en P. inflatus y P. gracilis (Pérez

y Flores, 1996; Quintero, 1999; Flores et al., 1997;

Arzola, 2001), con excepción de Robles (2000),

quien señaló una moda de 73 mm con un intervalo

de 2 mm. Es necesario establecer si las clases

modales encontradas en la bibliografía fueron

debido al ancho de clase utilizado y/o a diferencias

en las características biológicas en la distribución

de tallas de la población de langostas del sur de

Sinaloa. Sin embargo, algunos autores (Sparre y

Venema, 1995; Infante y Zárate, 2003; Wayne,

2004) recomiendan establecer alrededor de 20

intervalos de clase, es por eso, que el análisis de las

distribuciones de tallas de langosta en intervalos de

5 mm es un convencionalismo más o menos

internacional y su aplicación permite comparar más

fácilmente muestras de langostas provenientes de

diferentes áreas de captura y en distintos tiempos.

Las poblaciones de langosta en el sur de Sinaloa

muestran en los diagramas de dispersión entre PT y

LC que la mayoría de los organismos de ambas

especies se ubican muy por debajo de 82.5 mm de

LC, donde dicha medición le corresponde un peso

aproximado entre 450 y 500 g (Arzola, 2001),

langostas con estos pesos se capturan en menor

cantidad y de manera esporádica en esta área de

pesca, y probablemente en promedio en P.

interruptus si se capturen en Baja California.

Conclusiones

Es necesario analizar las tallas de mínima captura,

ya que representan un especial interés con la

estrategia reproductiva de la población, incluso,

resulta de suma importancia el señalar estas tallas

mínimas en las capturas debido a que su pesquería

puede ser llevada a una sobreexplotación del

recurso si no se analizan urgentemente. Además,

que para el establecimiento de una regulación

pesquera, es de fundamental interés considerar las

características biológicas de cada recurso, tales

como la estructura de tallas de las langostas

espinosas, y con ello, disponer de elementos que

Page 24: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

Arzola-González et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 15-20, 2011

20

permitan entre otros factores, una mejor

administración y manejo de la pesquería de P.

inflatus y P. gracilis en el sur de Sinaloa.

Agradecimientos

Al apoyo financiero del proyecto CONACYT

09448-N9111. A Luis Miguel Valadez Manzano y a

los pescadores de las Sociedades Cooperativas

Punta Tiburón y José María Canizalez.

Bibliografía

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Herrera-Andrade et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 21-27, 2011

21

Extracción de la astaxantina y su estabilidad

M. H. Herrera-Andrade 1*

D. I. Sánchez-Machado 2

, J. López-Cervantes 2

, J. A. Núñez-

Gastélum 2

, y O.H. Moreno-Ramos 1

1 Instituto Tecnológico del Valle del Yaqui, Block 611, Valle del Yaqui, Bácum, Sonora, México. 2 Instituto Tecnológico de Sonora, 5 de Febrero 818 Sur, Cd. Obregón, Sonora, México.

Astaxanthin extraction and its stability

Abstract

Mexico takes about 50% of shrimp production; the rest is discarded as exoskeleton and cephalothorax. These

wastes contain compounds with potential applications such as astaxanthin, a potent antioxidant. The aim of

this study was to evaluate the effect of extraction conditions on the stability of astaxanthin from fermented

shrimp waste. The extraction procedure involved purification, hydrolysis, pH adjustment, cleaning, extraction

with hexane, dried and quantification of astaxanthin by spectrophotometry. The results indicated that the

method reduced the concentration of astaxanthin in the sample.

Key words: astaxanthin, shrimp waste, saponification, spectrophotometry.

Resumen

México aprovecha aproximadamente el 50 % de su producción de camarón; el resto lo desecha como

exoesqueleto y cefalotórax. Estos desechos contienen compuestos con potencial aplicación y entre ellos

destaca la astaxantina, un potente antioxidante. El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de las

condiciones de extracción en la estabilidad de astaxantina de los residuos fermentados de camarón. El

procedimiento de extracción involucró purificación, saponificación, ajuste de pH, lavado, extracción con

hexano, secado y cuantificación de astaxantina por espectrofotometría. Los resultados indicaron que el método

utilizado disminuyó la concentración de astaxantina en la muestra.

Palabras clave: astaxantina, residuos de camarón, saponificación, espectrofotometría..

*Autores de correspondencia

Email: [email protected]

Introducción

En México, la explotación del camarón ocupa el

cuarto lugar dentro de las industrias pesqueras. En el

2007 la producción de camarón de cultivo superó

las 68,000 toneladas en el Estado de Sonora, por lo

que la fracción no comestible (cefalotórax y

exoesqueleto) representó 23,800 toneladas. Estos

residuos contienen nutrientes como quitina,

proteínas, lípidos y pigmentos carotenoides (Cañipa

y Durán, 1995).

En el cefalotórax, además de las sustancias

responsables del aroma y sabor del camarón, se

encuentran pigmentos carotenoides como la

astaxantina (Mathur y Narang, 1990). La astaxantina

libre es una xantofila que químicamente se le

conoce como 3,3´-dihidroxi-4,4´-diceto-β-β-

caroteno (figura 1). La astaxantina puede existir

bajo cuatro configuraciones, siendo la forma 3S-3´S

la que se encuentra en mayor cantidad en el

camarón. Los carotenoides se pueden descomponer,

deshidratar, o isomerizar en presencia de ácidos.

Algunos carotenoides como α-caroteno, β-caroteno,

γ-caroteno y β-criptoxantina resisten la

saponificación mientras la luteína, violaxantina, y

otros dihidroxi, trihidroxi, y epoxi carotenoides se

Page 26: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

Herrera-Andrade et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 21-27, 2011

22

modifican por lo que este proceso debe excluirse

durante los procedimientos analíticos (Rodríguez-

Amaya, 2001).

Las principales fuentes de astaxantina son la

microalga Haematococcus pluvialis; y la levadura

Phaffia rhodozyma. Para la recuperación de

astaxantina de H. pluvialis Nagao et al. (2003)

utilizaron acetona y lipasas, Ramírez et al. (2003)

dimetilsulfóxido, Sarada et al. (2006) acetona y

centrifugación, y Passos et al. (2006) mezclas de

acetona, diclorometano, metanol y dimetilsulfóxido.

Estas metodologías han sido las referencias iniciales

para la extracción de astaxantina de residuos de

camarón, y han sido complementadas con procesos

enzimáticos, fermentativos, solventes orgánicos,

aceites vegetales y fluidos supercríticos (Handayani

et al., 2008). Para la extracción de astaxantina del

camarón Czeczuga y Czerpak (1968) utilizaron

elución en columna con mezclas acetona:éter de

petróleo, ácido acético:éter etílico y separaciones en

capa fina con benceno, benceno:hexano y

benceno:éter etílico:metanol. Adicionalmente,

Stepnowski et al. (2004) usaron éter de petróleo y

acetona mientras que Rødde et al. (2008) solamente

aplicaron acetona. Por otro lado, Armenta et al.

(2002) han aplicado tratamientos enzimáticos

complementados con solventes, y Luna et al. (2003)

han combinado métodos químicos con enzimáticos.

Últimamente el CO2 se ha utilizado como fluido

supercrítico para extracción de lípidos de salmón

(Tanaka y Ohkubo, 2003), astaxantina y ficocianina

de H. pluvialis (Valderrama et al., 2003) y

astaxantina de P. rhodozyma (Passos et al., 2006).

Los estudios que tienen el fin de extraer y purificar

la astaxantina se justifican en el uso potencial de

éste pigmento en la industria farmacéutica y

alimenticia debido a sus propiedades antioxidantes.

También por la necesidad de producir insumos de

fuentes naturales para la elaboración de alimentos y

para aportar alternativas a los problemas de

contaminación ocasionados por los residuos de

camarón. Por lo anterior, el objetivo del presente

trabajo fue evaluar el efecto de las condiciones de

extracción en la estabilidad de astaxantina presente

en residuos de camarón fermentado.

Material y métodos

Preparación de las muestras. Los residuos de

camarón (cabeza y cefalotórax) se recolectaron de

fábricas que lo procesan en el Sur de Sonora,

México. Las muestras congeladas se almacenaron en

bolsas de plástico a -20 °C hasta su caracterización.

La fermentación de los residuos se realizó

mezclándolos con sacarosa e inoculo comercial,

incubando a 30 °C por 36 h. El fermentado se

centrifugó para separar la fracción rica en quitina

(sedimento), el hidrolizado líquido de proteína y la

fracción lipídica (Bueno-Solano et al., 2009). Esta

última fracción se utilizó para realizar los ensayos

de concentración de la astaxantina. El material se

almacenó a 25 °C protegido de la luz y

herméticamente sellado.

Purificación de la fracción lipídica. Se agregaron 4

ml de KOH 0.1 M por g de muestra, se agitó 10 min

y se almacenó a 25 °C 18 h protegida de la luz. Se

recuperó la fase oleosa y se le añadió 1 ml de

CH3COOH 1% por cada ml recuperado. La mezcla

se agitó 30 min a 40 °C, se reposó 30 min y se

recolectó la fase oleosa, la cual se centrifugó 10 min

a 2400 rpm recuperando el sobrenadante. Se

cuantificó astaxantina por espectrofotometría

ultravioleta visible.

Saponificación. Al residuo purificado se añadió

Figura 1. La molécula de astaxantina (Higuera-Ciapara et al., 2006).

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Herrera-Andrade et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 21-27, 2011

23

KOH disuelto en agua, se reposó 18 h a 25 °C

protegido de la luz, se agitó 10 min y se ajustó el pH

a 5.0. La mezcla se reposó 30 min, se lavó con agua

hasta alcanzar pH 7.0 y obtener una fase lipídica

insoluble en agua.

Extracción. Se recuperó la fase lipídica después de

la saponificación, se lavó con hexano, se agitó 5

min, se reposó 30 min a 25 °C protegida de la luz y

se recobró el sobrenadante. El procedimiento se

repitió 3 veces y los sobrenadantes se mezclaron.

Secado. La mezcla de sobrenadantes se secó a 40 °C

hasta peso constante en estufa de vacío y se

cuantificó astaxantina por espectrofotometría

ultravioleta visible

Cuantificación de astaxantina. Se realizó por el

método sugerido por López-Cervantes et al. (2006)

y para ello se pesó la muestra, se le agregó metanol,

se agitó 5 min, se centrifugó 15 min a 2500 rpm y se

obtuvo la absorbancia en espectrofotómetro

ultravioleta visible a una longitud de onda de 476

nm. Se cuantificó astaxantina utilizando una curva

estándar cuya ecuación fue y = - 0.0066 + 0.1534 x

y R2 = 0.9992.

Resultados y discusión

Para purificar la astaxantina se puede optar por

hidrolizar y separar los ácidos grasos esterificados

en uno o ambos grupos hidroxilo de su estructura.

Al respecto Higuera-Ciapara et al. (2006) afirma

que si se saponifica una muestra en condiciones

apropiadas, se puede lograr que solo se hidrolicen

los enlaces éster, y que la molécula de astaxantina se

mantenga intacta para después de separar los

residuos se obtenga el pigmento concentrado. Con

base en lo anterior, se siguió la metodología

propuesta por Montoya-Olvera et al. (2001), para

obtener xantofilas de alta pureza. La metodología

involucró purificación, saponificación, ajuste de pH,

lavado, extracción y secado. Se cuantificó

astaxantina después de cada una de las etapas por

espectrofometría ultravioleta-visible.

Contenido de astaxantina en la fracción lipídica

Se determinó la absorbancia de la astaxantina en

metanol, variando la longitud de onda desde 240

hasta 590 nm. La longitud de onda máxima en este

trabajo fue de 476 nm (figura 2), similar a lo

reportado por Rodríguez-Amaya (2001) quien

indicó que la longitud óptima estaba en el rango de

468 a 480 nm. La longitud de onda máxima se

utilizó como referencia en las cuantificaciones de

astaxantina realizadas a las muestras.

Se obtuvo la función de calibración, para lo cual se

varió la concentración de astaxantina entre 2.1 y 21

mg por ml considerando 10 puntos de la recta y se

leyó la absorbancia en un espectrofotómetro

ultravioleta-visible. Los resultados indicaron un

buen ajuste (R2

= 0.9992) a una función lineal,

misma que se usó para calcular el contenido de

astaxantina.

Se cuantificó por triplicado la concentración de

0

0.05

0.1

0.15

0.2

0.25

0.3

0.35

0.4

0.45

0.5

24

0

26

0

28

0

30

0

32

0

34

0

36

0

38

0

40

0

42

0

44

0

46

0

48

0

50

0

52

0

54

0

Absorb

ancia

Longitud de Onda (nm)

Figura 2. Espectro de absorción del patrón de astaxantina en metanol.

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Herrera-Andrade et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 21-27, 2011

24

astaxantina a la fracción lipídica, variando entre

1.611 y 1.869 mg g-1

(tabla 1) lo cual difiere

sensiblemente a lo reportado por López-Cervantes

et al. (2006), mostrando concentraciones en el rango

1.07 a 3.16 cuantificadas por HPLC.

Tabla 1. Concentración de astaxantina en fracción lipídica

original y purificada.

Muestra No Original

(mg/g)

Purificada

(mg/g)

1

2

3

1.869

1.807

1.611

1.320

1.292

1.302

Promedio 1.762 1.305

Purificación de la fracción lipídica

La finalidad este proceso fue eliminar ácidos grasos

libres, ceras, fosfátidos y compuestos volátiles. En

la tabla 1 se presenta el contenido de astaxantina en

la fracción lipídica original y purificada,

observándose que el proceso de purificación

disminuyó la concentración del pigmento en un

25.9%. Esto es congruente con lo que reportan

Johnson y Gil-Hwan (1999) y Rodríguez-Amaya

(2001), quienes recomiendan evitar el uso de

sustancias alcalinas durante los pasos de extracción

y purificación, porque éstos compuestos cambian

irreversiblemente la astaxantina a astaceno. De igual

manera, no aconsejan el uso de ácidos porque

degradan la astaxantina. También López-Cervantes

et al. (2006) afirman que la astaxantina es un

carotenoide lábil a los álcalis.

Para valorar la estabilidad del pigmento al

tratamiento se obtuvieron los espectros de absorción

del patrón de astaxantina, fracción lipídica original

y purificada. Al comparar el espectro del patrón

(figura 2) con el de la fracción lipídica original

(figura 3) y con el de la fracción purificada (figura

4), se confirmó la presencia del pigmento en ambas

muestras pues los espectros presentaron un máximo

de absorción alrededor de los 470 nm.

Saponificación y extracción de la fracción lipídica

purificada

En la figura 5 se observa que la concentración de

astaxantina varió de 448 a 785 µg de astaxantina

por g de muestra saponificada. Estos valores son en

promedio 50.9 % menores que los valores promedio

de la muestra sin saponificar. Por lo que, estos

procedimientos pueden modificar a la molécula de

astaxantina y provocar la disminución de su

concentración. Al respecto Yuan y Chen (1999)

afirman que la concentración de solución

saponificante influye tanto en la hidrólisis de los

ésteres de astaxantina como en la degradación de la

misma y que el uso de altas concentraciones induce

una degradación significativa del pigmento.

Respecto al solvente a utilizar durante el proceso de

0

0.2

0.4

0.6

0.8

1

1.2

24

0

26

0

28

2

30

2

32

2

34

2

36

2

38

2

40

2

42

2

44

2

46

2

48

2

50

2

52

2

54

2

56

2

58

2

Ab

so

rban

cia

Longitud de Onda (nm)

Figura 3. Espectro de absorción de astaxantina en la fracción lipídica original, disuelta en metanol.

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25

0

0.05

0.1

0.15

0.2

0.25

24

0

26

7

29

4

32

1

34

8

37

5

40

2

42

9

45

6

48

3

51

0

53

7

56

4

59

1

Ab

sorb

an

cia

Longitud de Onda (nm)

Figura 4. Espectro de absorción de astaxantina en la fracción lipídica purificada, disuelta en metanol.

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

1600

0.2 0.9 1.8 2.7 3.6 4.5 5.4

Ast

axan

tin

a (µ

g/g)

Concentración Molar de KOH

Figura 5. La concentración de astaxantina (µg g-1) en función de la concentración de KOH (moles por litro).

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Herrera-Andrade et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 21-27, 2011

26

saponificación, no hay criterio unificado. Yuan y

Chen (1999) emplearon diferentes concentraciones

de NaOH en metanol; Boussiba et al. (1992) y

Sarada et al. (2006) usaron KOH 0.9 M en metanol;

Gimeno et al. (2007) KOH 0.09 M disuelto en agua

pero Montoya-Olvera et al. (2001) recomiendan que

se utilice agua como solvente del KOH.

Se utilizó KOH 0.9 M recomendado por Sarada et

al. (2006). Como se puede observar en la figura 6,

la concentración de astaxantina varió de 809 a 1198

µg de astaxantina por g de muestra en relación a la

cantidad de KOH utilizado.

Estos valores son en promedio 25.85 % menores

que los valores promedio de la muestra sin

saponificar lo que indica que los tratamientos no son

apropiados para romper enlaces éster en la

astaxantina y que también ocasionan su degradación

(Yuan y Chen, 1999). El tratamiento en el cual se

utilizaron 0.8 ml de KOH 0.9 M por ml de muestra

fue el mejor con menor pérdida de astaxantina, lo

cual concuerda con Rodríguez-Amaya (2001) que

recomienda volúmenes equivalentes de muestra y

KOH.

Se estudió el efecto del ajuste de pH en el contenido

de astaxantina. Como puede apreciarse en la figura

7, la concentración de astaxantina varía en relación

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

1600

0.4 0.6 0.8 1 2 4 8 16 20 40 50 80

Ast

axan

tin

a (µ

g/g)

Volumen(ml) de KOH 0.9 M

Figura 6. La concentración de astaxantina (µg g-1) en función del volumen de KOH 0.9 M.

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

1600

5 6 6.56 6.88 7 7.17 7.5 8

Ast

axan

tin

a (µ

g/g)

pH

Figura 7. La concentración de astaxantina (µg g-1) en función del ajuste de pH posterior a la saponificación.

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Herrera-Andrade et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 21-27, 2011

27

al pH, alcanzando 1010 µg g-1

como el valor más

alto a pH 5, resultado que apoya lo indicado por

Sarada et al. (2006), quienes recomiendan acidificar

hasta pH 4 después de la saponificación para

promover la ruptura de enlaces éster en los

pigmentos. Ningún tratamiento incrementó el

contenido de astaxantina hasta los valores de la

muestra sin saponificar.

Conclusiones

El proceso de purificación de la fracción lipídica

elimina olores desagradables sin afectar la molécula

de astaxantina. Sin embargo, los tratamientos que

involucran la utilización de agentes saponificantes y

ajuste del pH afectan el contenido de astaxantina.

Por ello, para estudios posteriores se recomienda

adicionar antioxidantes, disminuir la concentración

del agente saponificante y utilizar diferentes

solventes para la extracción del pigmento.

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28

Construcción y aplicación de una herramienta para diagnosticar las

condiciones de bioseguridad en la industria camaronícola de la

región centro y sur de Sonora, México

G.R Topete-Duarte 1,2*

G. Chávez-Ontiveros 1

, F. Lares-Villa 3*

, J.C. Ibarra-Gámez 3

, y R.

Casillas-Hernández 3

1Programa de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales, Instituto Tecnológico de Sonora, México.

2Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora. 3Departamento de Ciencias Agronómicas y Veterinarias, Instituto Tecnológico de Sonora, México.

Construction and application of a tool for diagnosing biosafety conditions in the shrimp industry of central and

southern region of Sonora, Mexico

Abstract

Shrimp farming in northwest Mexico has been affected in recent years by the presence of high-impact

diseases. This situation has caused producers start to take biosecurity measures. Despite the progress the

region remains vulnerable to attack by pathogens, reason why it was decided to make a diagnosis in shrimp

farms of central and southern region of Sonora, in order to detect gaps in compliance biosecurity measures

proposed by national and international agencies. The results indicated that the implementation of biosecurity

in the region is poor, especially in the control of fauna harmful and supporting the immune system of shrimp.

The only items that had scores close to 80% on average were the epidemiological surveillance and

monitoring, and care of water quality. Also found that there is heterogeneity and polarization between systems

of cultivation in terms of trained personnel, Infrastructure and conditions, which hampers the implementation

of a comprehensive biosafety applicable the area. Private farms more are strict in implementing biosecurity

measures, because they have access to quality inputs, better food, more control over the use of antibiotics, use

of immunostimulants, among others. We conclude that the application of biosecurity measures requires

training, teamwork, organization, discipline, perseverance economic resources and records of the measures

implemented. Also, to be effective biosecurity, must not only be implemented by a group of producers but for

everyone, backed by research institutions and authorities.

Key words: diagnosis, shrimp, biosafety, aquaculture.

Resumen

El cultivo de camarón en el Noroeste de México se ha visto afectado en los últimos años por la presencia de

enfermedades de alto impacto. Esta situación ha ocasionando que los productores empiecen a adoptar medidas

de bioseguridad. A pesar de los avances logrados, la región continua siendo vulnerable al ataque de

patógenos, por lo cual se consideró necesario realizar un diagnóstico en las granjas camaronícolas de la región

centro y sur de Sonora, con el fin de detectar las deficiencias en el cumplimiento de medidas de bioseguridad,

propuestas por organismos nacionales e internacionales. Los resultados indicaron que la implementación de

medidas de bioseguridad en la región es deficiente, especialmente en el control de fauna nociva y el apoyo al

sistema inmunológico del camarón. Los únicos rubros que presentaron puntuaciones cercanas al 80% en

promedio fueron la vigilancia y monitoreo epidemiológico, y el cuidado de la calidad de agua. Asimismo, se

encontró que existe una gran heterogeneidad y polarización entre los sistemas de cultivo en cuanto a personal

capacitado, infraestructura y condiciones, lo que dificulta la implementación de un sistema integral de

*Autores de correspondencia

Email: [email protected], [email protected]

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

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bioseguridad aplicable en la zona. Las granjas del sector privado son más estrictas en el cumplimiento de

medidas de bioseguridad, debido a que tienen acceso a insumos de calidad, mejores alimentos, mayor control

en la aplicación de antibióticos, uso de inmunoestimulantes, etc. Finalmente, se concluye que la aplicación de

medidas de bioseguridad requiere de capacitación, trabajo en equipo, organización, disciplina, constancia,

recursos económicos y registro de las medidas aplicadas. Además, para que la bioseguridad sea efectiva, no

puede ser implementada solo por un grupo de productores sino por todos, respaldados por instituciones de

investigación y autoridades competentes.

Palabras clave: diagnóstico, camarón, bioseguridad, acuacultura.

Introducción

Los sistemas de bioseguridad comprenden el

conjunto de medidas destinadas a impedir la

aparición o la propagación de enfermedades. Este

tipo de sistemas, han sido aplicados ampliamente en

la gestión de riesgos biológicos y ambientales

asociados a la salud humana (inocuidad de los

alimentos, prevención de enfermedades infecciosas)

o bien, para asegurar el buen estado sanitario e

incrementar el rendimiento de los animales y

plantas de interés económico (Briggs et al., 2004).

En la industria pecuaria, las medidas de

bioseguridad implican el rastreo, prevención y

control de enfermedades que pudieran implicar un

riesgo, ya sea para el animal o para el consumidor.

En este sentido, el control de patógenos como la

fiebre aftosa, en granjas de rumiantes (Arriaga,

2002) y Salmonella enteritidis, en granjas de aves o

cerdos (Davison et al., 1997), se ha llevado a cabo

de manera exitosa, gracias a programas de

bioseguridad bien planificados, implementados y

evaluados constantemente, con su correspondiente

aseguramiento de las condiciones necesarias para

obtener los resultados esperados (López, 1990).

En acuacultura, la implementación de medidas de

bioseguridad se ha llevado a cabo principalmente en

peces como el bagre (Bagre marinus), trucha

(Salmo trutta) y salmón (Oncorhynchus kisutch).

Sin embargo, en el cultivo del camarón y otros

crustáceos es una práctica reciente (Lightner y

Pantoja, 2002). La aparición de enfermedades

virales (primero en Asia a principios de la década de

los 90’s y posteriormente en América, alrededor de

1992-1995), que ocasionaron altas mortalidades y,

consecuentemente, grandes pérdidas económicas

fue el detonante para que los camaronicultores

consideraran adoptar medidas de bioseguridad

(Weirich et al., 2003).

Actualmente, a nivel internacional se han logrado

avances importantes en materia de bioseguridad en

el cultivo de camarón. Estos avances incluyen la

formulación de programas y acuerdos

internacionales para prevenir la importación no

regulada de organismos (principalmente larvas y

reproductores) sin certificación sanitaria; la

evolución de los métodos de diagnostico (mayor

sensibilidad, especificidad y rapidez); la elaboración

de manuales y documentos técnicos por organismos

como la Organización de las Naciones Unidas para

la Alimentación y Agricultura (FAO), la

Organización Internacional de Epizootias (OIE),

dependencias de gobierno de los países productores,

así como diferentes centros de investigación

alrededor del mundo; la cooperación y coordinación

entre centros de investigación, productores y

gobierno en muchas zonas camaronícolas, entre

otras (FAO, 2004).

En México, los esfuerzos realizados para impulsar y

fortalecer la implementación de medidas de

bioseguridad en el sector camaronícola comprenden

cursos de actualización y capacitación a diferentes

niveles; extensionismo, desarrollo y aplicación de

programas de vigilancia y monitoreo de

enfermedades; programas de verificación y

certificación de organismos; elaboración y

actualización de normas; incremento en la

capacidad de diagnostico, asesorías, entre otras

(Chávez y Montoya, 2004).

La camaronicultura sonorense se ha visto afectada

en los últimos anos por la presencia de

enfermedades de alto impacto, principalmente de

tipo viral. Según registros del Comité de Sanidad

Acuícola del Estado de Sonora (COSAES), en el

año 2002 se dejo de producir una cantidad

aproximada de 8,000 toneladas debido a la

incidencia de enfermedades en granjas del sur de

Sonora. El ciclo 2003 se caracterizo por ser un ciclo

limpio en el cual no hubo presencia de patógenos de

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

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alto impacto en los cultivos, resultando con

rendimientos muy superiores al ciclo anterior. Por

otra parte, en el ciclo de cultivo 2004, se tuvo

presencia viral en granjas camaronícolas ubicadas

en las Juntas Locales de Sanidad Acuícola de

Agiabampo, Santa Barbara, Riito y Aquiropo, en las

cuales se manifestaron eventos de mortalidad

masiva en los meses de mayo, junio y septiembre,

estas últimas detonadas por las copiosas lluvias

provocadas por los huracanes Howard y Javier.

La incidencia de enfermedades de alto impacto y

sus consecuentes efectos económicos, han dado pie

a la adopción de prácticas sanitarias. En este

sentido, la creación del COSAES, ha sido de gran

ayuda ya que es el organismo encargado de

promover y difundir la cultura de la bioseguridad en

el sector camaronícola del Estado. Actualmente, el

COSAES brinda apoyo técnico a los productores;

realiza monitoreos periódicos a fin de detectar

oportunamente brotes de enfermedad; participa y

promueve la integración de una red de vigilancia

epidemiológica formada por laboratorios de

diagnostico de los estados de Nayarit, Sinaloa, Baja

California Sur y Sonora y recientemente, elaboro y

dio a conocer el protocolo de sanidad acuícola de

Sonora 2005 (www.cosaes.com).

A pesar de los avances logrados en materia de

sanidad, la camaronicultura del Estado de Sonora

continua siendo vulnerable al ataque de

enfermedades tanto de origen viral como bacteriano.

La región centro y sur del Estado han sido las más

afectadas. En estas regiones, el virus de mancha

blanca (WSSV) y el virus del síndrome de Taura

(TSV) se consideran patógenos prioritarios debido a

que la especie que se cultiva, el camarón blanco

(Litopenaeus vannamei), es altamente susceptible a

estos virus.

Por otra parte, enfermedades de origen bacteriano

como la hepatopancreatitis necrotizante (NHP) han

presentado un comportamiento ascendente,

afectando cada vez un mayor número de granjas. En

el ciclo de producción 2003, NHP se detecto

únicamente en 20 granjas ubicadas en su mayoría al

sur del Estado. De acuerdo a cifras del COSAES, la

presencia de NHP se incremento significativamente

en todas las juntas locales, pasando de 53 granjas

afectadas en el 2004 a un total de 73 granjas

detectadas en el 2005.

El cumplimiento y estricta observancia de buenas

prácticas de manejo (BPM) y medidas de

bioseguridad es fundamental para lograr erradicar

patógenos como TSV y WSSV. Sin embargo, la

relativa inexperiencia en la implementación de estas

medidas; la falta de concientización de los

productores y trabajadores de las granjas; la

heterogeneidad de los sistemas de producción y

otros factores de tipo económico, pudieran influir

para que la implementación de medidas de

bioseguridad no se lleve a cabo de manera uniforme

en todas las unidades de producción de camarón de

la región. Debido a esto, se decidió realizar un

diagnóstico sobre el estado actual de la bioseguridad

en los distintos sistemas de producción de camarón

de la región centro y sur de Sonora, mediante la

aplicación de un instrumento de evaluación, a fin de

detectar deficiencias en el cumplimiento de medidas

de bioseguridad propuestas por organismos

nacionales e internacionales

Material y Métodos

La presente investigación se llevo a cabo en tres

fases. La primera fase fue de carácter teórico y

culminó con la construcción de herramientas de

diagnóstico para granjas camaronícolas. La segunda

fase se llevó a cabo en campo, durante la misma, se

realizó una caracterización de los sistemas de

producción de camarón de la región centro-sur del

estado de Sonora y se aplicaron las herramientas de

diagnóstico. La última fase, consistió en el análisis

cuantitativo de los datos recopilados en campo.

Construcción de las herramientas de diagnóstico

Para la construcción de las herramientas de

diagnostico, se llevo a cabo una revisión

bibliográfica, en la que se tomaron en cuenta

distintas fuentes (Tabla 1). En todas ellas, además

de proponer medidas de bioseguridad especificas,

también se enfatiza el hecho de que las unidades de

producción acuícola deben contar con ciertas

condiciones consideradas como mínimamente

indispensables para la correcta implementación y

seguimiento de dichas medidas. Atendiendo a este

aspecto, se procedió a elaborar dos cuestionarios,

uno enfocado a identificar las condiciones con que

las granjas camaronícolas cuentan para la

implementación de medidas de bioseguridad y el

segundo, enfocado a detectar cuales de estas

medidas se llevan a cabo. Los rubros que se

incluyen en cada uno de los cuestionarios, así como

el número de reactivos dentro de cada rubro se

determino con base en la síntesis de la información

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

31

sobre medidas de bioseguridad, buscando cubrir los

aspectos más importantes o que fueran recalcados

con mayor énfasis en la bibliografía consultada.

El primer cuestionario (Anexo I), de condiciones

mínimas para la bioseguridad, cubre los siguientes

aspectos:

a) Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo. Esta

sección consta de 27 ítems en total. De estos, uno

evalúa la ubicación de las unidades de producción;

11 corresponden a preguntas que evalúan la

presencia o ausencia de instalaciones especificas

para aspectos clave de bioseguridad; 5 reactivos

evalúan el acondicionamiento de las instalaciones; 3

están relacionados con el equipo y material de

trabajo, mientras que 7 evalúan la existencia de

prácticas relacionadas con el mantenimiento de

equipos e instalaciones.

b) Capacitación. Esta sección se compone de 7

reactivos, que evalúan tres aspectos. Estos son: la

actualización del personal técnico, de supervisión y

administrativo en materia de bioseguridad; el

entrenamiento proporcionado en actividades clave

para la bioseguridad y los mecanismos de

distribución de información sanitaria dentro del

sistema.

c) Concientización y cultura laboral. En esta sección

se evaluaron cuatro aspectos. El primero de ellos,

mide si el personal técnico, los supervisores y

administrativos reconocen la importancia de las

medidas de bioseguridad. El segundo aspecto

evaluado califico la participación de los operarios y

trabajadores generales en el cumplimiento de

medidas de bioseguridad. Un tercer aspecto fue el

sentido de responsabilidad en el cumplimiento de

medidas de bioseguridad. Finalmente, el último

aspecto en esta sección pretende evaluar si el

trabajador reconoce su importancia para el logro de

la bioseguridad.

Tabla 1. Principales fuentes bibliográficas consultadas para el diseño de los instrumentos de evaluación.

Fuente Requerimientos para establecer un sistema de bioseguridad

Medidas de bioseguridad recomendadas

Chávez y Montoya (2004), CIAD

Mazatlán

Capacitación, infraestructura, planeación,

cooperación, cultura laboral, procedimientos estandarizados y registros

Larvas, agua y alimento libre de

patógenos; higiene de instalaciones, personal, mat. y equipo; control de

efluentes, fauna nociva y organismos

muertos; vigilancia y monitoreo sanitario; cooperación y transparencia;

inmunoestimulación

Lightner y Pantoja (2002). Universidad de Arizona

Capacitación, eficiencia en el manejo, procesos estandarizados, infraestructura

adecuada.

Exclusión de patógenos; vigilancia epidemiológica; control del ambiente y

la alimentación; inmunoestimulación.

Jory, D. (2001) Planificación, utilización de documentos de registro, estandarización de procedimientos,

capacitación

Certificación y calidad de la postlarva; control del estrés; inmunoestimulación;

control de productos químicos y

fármacos; limpieza de estanques e instalaciones.

FAO (2004). Documento Técnico

de Pesca No. 450

Infraestructura adecuada, cultura y

compromiso a todos los niveles, capacitación y organización.

Calidad de las postlarvas; calidad del

agua; vigilancia y monitoreo sanitario; control de efluentes; cooperación y

transparencia.

SENASICA (2003). Manual de BPPA

Cultura laboral, responsabilidad, capacitación, utilización de registros y documentación de

apoyo.

Higiene de las instalaciones y el personal; control de organismos muertos

y vectores potenciales; calidad del agua

y alimento. COSAES (2005). Protocolo

Sanitario para granjas

camaronícolas

Organización, participación, elaboración de

bitácoras y registros.

Calidad de la postlarva; calidad del agua

y alimento; control de productos

químicos; limpieza y preparación de estanques; vigilancia y monitoreo

sanitario; control de vectores

potenciales; manejo de contingencias. CESASIN – Univ. de Rhode Island–

Univ. de Hawaii (2005). Manual de

BPM para el cultivo de camarón

Eficiencia en el manejo, concientización,

cultura laboral, capacitación e infraestructura

Limpieza de estanques; selección de las

postlarvas; calidad del alimento; uso de

productos químicos; calidad del agua y manejo de enfermedades.

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d) Existencia de procedimientos estándar,

protocolos y registros. En esta sección, se evaluó la

existencia de programas de trabajo, procedimientos

estándar, protocolos y registros, como base para el

establecimiento de programas de bioseguridad. De

acuerdo a la literatura consultada, en una unidad de

producción deben existir manuales de buenas

prácticas de manejo, protocolos escritos para

actividades clave, registros o bitácoras de las

operaciones diarias, así como programas y políticas

documentados.

e) Aspectos administrativos y de supervisión. En

esta sección, compuesta de 11 ítems se midió el

grado de conocimiento, participación y facilitación

de los mandos medios y superiores para el mejor

funcionamiento de medidas de bioseguridad.

El segundo cuestionario, pretende medir el

cumplimiento de medidas de bioseguridad en las

unidades de producción seleccionadas para el

estudio. La literatura sobre bioseguridad menciona

la existencia de medidas preventivas y de exclusión

de patógenos. Estas medidas pueden agruparse en

11 aspectos elementales que debe cubrir un

programa de bioseguridad. En base a estos aspectos

se diseño un cuestionario de 150 reactivos en total,

distribuidos según se muestra en la tabla 2.

Para la validación de los cuestionarios, se

selecciono un comité de expertos conformado por 3

supervisores técnicos del COSAES, dos

investigadores en acuacultura y un productor. La

intención de reunir este comité era incluir los puntos

de vista de los tres sectores involucrados en la lucha

contra las enfermedades que atacan a la industria

acuícola. Por una parte, las autoridades

representadas por personal del COSAES (organismo

auxiliar de la SAGARPA en materia de sanidad

acuícola); las instituciones de investigación y los

productores.

El comité de expertos, realizó observaciones con

base en los siguientes criterios de validación:

Los reactivos de los instrumentos recopilan

información que corresponde con la variable a la

cual pertenecen.

Los reactivos son pertinentes para el tipo de

evidencia que se obtiene con el instrumento de

evaluación.

Los reactivos son congruentes con la realidad de las

organizaciones.

Los reactivos están redactados en forma clara y

concisa y siguen un orden lógico.

Los instrumentos presentan suficiente evidencia.

Una vez realizadas y aprobadas las modificaciones

sugeridas por el comité de expertos, los

instrumentos de diagnóstico se consideraron válidos

y se procedió a su aplicación.

Descripción del área bajo estudio

De acuerdo a su ubicación geográfica y fuente de

abastecimiento de agua, las granjas del Estado se

encuentran agrupadas en 15 juntas locales de

sanidad, cada una de las cuales comprende un

determinado número de granjas. Dichas juntas, se

agrupan a su vez en zonas (Figura 1), pudiendo

distinguirse tres:

Tabla 2. Aspectos a evaluar en el diagnóstico sobre el cumplimiento de medidas de bioseguridad.

Aspecto a evaluar No. de reactivos

Manejo y calidad de la postlarva 14

Manejo y calidad del agua 21

Manejo, calidad y cantidad de alimento 22

Medidas generales de higiene 20

Control de fauna silvestre y organismos domésticos 11

Control de organismos muertos 4

Control de efluentes 12

Vigilancia y monitoreo de enfermedades 24

Cooperación y transparencia 8

Manejo de productos químicos y fármacos 5

Apoyo al sistema inmunológico 9

Total 150

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La zona norte, que abarca 4 juntas locales (Caborca,

Bahía de Kino, El Cardonal y Tastiota).

La zona centro, comprende 3 juntas locales

(Guaymas, Cruz de Piedra y Lobos) y,

La zona sur, con 8 juntas (Mélagos, Atanasia,

Tóbari, Siari, Riito, Aquiropo, Santa Bárbara y

Agiabampo).

La población bajo estudio comprende granjas

camaronícolas de las zonas centro y sur del

Estado de Sonora. En estas zonas, se encuentran

103 granjas distribuidas en 11 juntas locales de

sanidad según se muestra en la figura 1. De las 103

granjas ubicadas en esta zona, solamente se

encuentran operando 90. El número de granjas en

operación por junta local en estas zonas, se presenta

en la tabla 3.

Aplicación de los instrumentos de diagnóstico.

Determinación y selección de la muestra. Como

universo bajo estudio se tomaron en cuenta las 90

granjas camaronícolas que se encuentran operando

en la región centro-sur del Estado de Sonora. El

tamaño de la muestra se calculó a partir de la

siguiente fórmula:

n= n' / (1 + n'/N)

Donde:

n' = p(1-p) / se2

p = Es el nivel de confianza.

se2 = Es el error estándar al cuadrado.

Aplicando la fórmula mencionada anteriormente, se

obtuvo un tamaño muestral de 25 unidades de

producción, con un nivel de confianza del 95% y un

margen de error del 4%. Dicha muestra se

estratificó a fin de abarcar dentro de la misma un

número de granjas representativo de cada zona. Para

esto, se dividió la zona sur, debido a su amplitud en

zona Sur-A (Mélagos, Atanasia, Tóbari y Siari) y

Sur-B (Aquiropo, Riito, Santa Bárbara y

Figura 1. Ubicación de las 15 juntas locales de sanidad del Estado de Sonora.

Fuente: www.cosaes.com

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Agiabampo). Una vez definido el número de

unidades de producción por estrato, se

seleccionaron al azar aquellas que participaron en el

estudio. La tabla 4 presenta el número de unidades

de producción incluidas en la muestra y su

estratificación.

Recolección de la información. Para la aplicación

de los instrumentos de diagnóstico, se elaboró un

calendario de visitas a las unidades de producción,

en coordinación con el COSAES, respetando las

fechas previstas para las inspecciones de rutina de

dicho organismo. Para la aplicación de los

cuestionarios se empleó el método de la entrevista,

con el fin de profundizar en las respuestas y así

contar con más elementos para el diagnóstico.

Además, de la aplicación de los cuestionarios, se

realizó una caracterización de las unidades de

producción en función a los siguientes aspectos: a)

Tipo de propiedad (sector social o sector privado).

b) Sistema de producción (Intensivo, semi-intensivo

o extensivo). c) Rendimientos en los últimos tres

años. d) Antecedentes sanitarios (incidencia de

enfermedades en anteriores ciclos de cultivo). e)

Modo de operación (rentada u operada por sus

propietarios). f) Tamaño de la granja (en superficie

instalada y superficie sembrada).

Análisis de la información y presentación de

resultados.

Para la valoración de la información obtenida en la

aplicación de los cuestionarios, se determinó el

porcentaje de respuestas acorde a los lineamientos

de bioseguridad recomendados en literatura. Dichos

porcentajes se calcularon para cada sección de los

cuestionarios, así como para el total de las preguntas

en cada uno de ellos. Una vez realizada la

valoración de la información, se llevó a cabo un

análisis de la misma, para lo cual se diseñó una base

de datos en Excell, la cual fue transferida al paquete

estadístico SPSS 12.0. La metodología de análisis

consistió en obtener, como primer paso, estadísticas

descriptivas (medidas de dispersión y de tendencia

central) para cada variable, es decir, para cada uno

de los aspectos evaluados en los cuestionarios, los

Tabla 3. Número de granjas operando en las juntas locales de sanidad de la región centro-sur del Estado de Sonora.

Zona JLSA Total de granjas

Centro

Guaymas 1 Cruz de piedra 6

Lobos 5

Sur

Mélagos 20 Atanasia 21

Tobari 12

Siari 5 Aquiropo 7

Riíto 8

Santa Bárbara 2 Agiabampo 3

TOTAL 90

Fuente: www.cosaes.com

Tabla 4. Estratificación de la muestra.

Región Junta local de sanidad Total de granjas en operación Muestra seleccionada

Centro

Guaymas 1

5 Cruz de piedra 6 Lobos 5

Sur - A

Mélagos 20

14 Atanasia 21

Tobari 12 Siari 5

Sur - B

Aquiropo 7

6 Riíto 8 Santa Bárbara 2

Agiabampo 3

TOTALES 90 25

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puntajes totales de ambos cuestionarios, así como

las variables consideradas en la caracterización de

las unidades de producción. Posteriormente, se

procedió a realizar correlaciones entre variables, las

cuales cubrieron dos aspectos: 1. Posibles relaciones

entre las características de la población y los

resultados del diagnóstico. En este caso se utilizaron

tanto pruebas paramétricas (coeficiente de

correlación de Pearson) como no paramétricas

(coeficientes de correlación de Kendall y de

Spearman). 2. Contraste de los resultados de ambos

cuestionarios, lo cual permitió realizar inferencias

sobre el cumplimiento de medidas de bioseguridad.

Para tal fin se utilizaron solamente pruebas

paramétricas (coeficiente de Pearson).

Resultados y discusión

Análisis de las características de la muestra

Las herramientas de diagnóstico se aplicaron en un

total de 25 granjas camaronícolas, muestra

proveniente de un universo de 90 unidades de

producción operando en las zonas centro y sur del

Estado. En la tabla 5 se detallan las características

de las 25 unidades que constituyeron la muestra. En

dicha tabla se observa que el 80% de las unidades

de producción participantes en el estudio se

encuentran ubicadas en la zona sur del Estado (24%

Sur-B y 56% Sur-A), y el 20% se encuentra en la

zona centro. Por otra parte, la distribución del tipo

de propiedad fue relativamente homogénea, con un

48% y 52% para los sectores social y privado

respectivamente. En cuanto a las prácticas de

arrendamiento, el 8% de las granjas presenta esta

característica y en lo que se refiere al tipo de

cultivo, el semi-intensivo representa el 80% de las

unidades de producción seleccionadas para el

estudio.

Los antecedentes sanitarios de las unidades

seleccionadas, indican que, 16%, 56% y 8% se

encuentran libres de WSSV, TSV y NHP

respectivamente. El resto, ha presentado casos

Tabla 5. Análisis de las características de la muestra

Variables Frecuencia Porcentaje (%)

Ubicación Zona centro

Zona Sur-A

Zona Sur-B

5

14

6

20

56

24 Tipo de propiedad

Social

Privada

12

13

48

52 Trabaja rentada

Si

No

2

23

8

92 Sistema de producción

Intensivo

Semi intensivo

5

20

20

80 * Antecedentes sanitarios

Presencia de WSSV en 3 ciclos

Presencia de WSSV en 2/3 ciclos Presencia de WSSV en 1/3 ciclos

Presencia de TSV en 3 ciclos

Presencia de TSV en 2/3 ciclos

Presencia de TSV en 1/3 ciclos

Presencia de NHP en 3 ciclos

Presencia de NHP en 2/3 ciclos Presencia de NHP en 1/3 ciclos

Ausencia de WSSV

Ausencia de TSV Ausencia de NHP

7

7 7

0

2

9

2

13 8

4

14 2

28

28 28

0

8

36

8

52 32

16

56 8

Media Desv. Estándar

Hectareaje instalado 226.35 127.23

Hectareaje sembrado 210.77 133.02

* Rendimientos promedio (ton/ha) 2.22 1.33

* Para las variables de rendimiento y antecedentes sanitarios, se tomó en cuenta información de

los últimos tres ciclos de producción (2004 – 2006).

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positivos a estas enfermedades en al menos uno de

los últimos tres ciclos en operación. Por otra parte,

el tamaño promedio de las unidades de producción

es de 226.35 has, con desviación estándar de 127.23

has, mientras que su rendimiento promedio es de

2.14 ton ha-1

, con desviación estándar de 1.4; en

estas dos últimas variables, los valores máximos y

mínimos fueron de 463 y 13 has para la superficie

instalada, así como 7 y 0.25 ton ha-1

para el

rendimiento promedio.

Resultados del diagnóstico de condiciones para el

establecimiento de medidas de bioseguridad

La tabla 6 muestra los resultados del análisis

preliminar del cuestionario sobre condiciones

mínimas necesarias para la implementación de

sistemas de bioseguridad. Los resultados se

expresan como medidas de tendencia central y

medidas de dispersión y se agrupan en función de

las categorías de ubicación de las unidades de

producción seleccionadas. En esta tabla 6 se

observa que, las secciones de existencia de

procedimientos estándar, protocolos y registros y

capacitación del personal presentan en promedio

una menor puntuación con respecto a los otros tres

rubros del cuestionario (54.09% y 61.52%

respectivamente). Ambos aspectos son

frecuentemente señalados en literatura como

indispensables para el establecimiento de sistemas

de bioseguridad (Chávez y Montoya, 2004).

La FAO (2004), en su documento técnico de pesca

No. 450 indica que es recomendable que cada

unidad de producción desarrolle su propio conjunto

de procedimientos estándares de operación

(conocidos como SOP’s), los cuales son la base para

la implementación de Buenas Prácticas de Manejo,

así como sistemas de reducción de riesgos

(HACCP). Sin embargo, los bajos puntajes

registrados en este rubro (37.21% como mínimo y

65.89% como máximo) hablan de la poca

importancia que se le otorga a estas acciones. En la

figura 2 se muestra el porcentaje de los encuestados

que aseguró contar con documentación de apoyo a

las actividades normales de operación. En la figura

2 se observa también que solamente 5 y 8 de las

unidades de producción encuestadas (20% y 32%),

Tabla 6. Estadísticas univariadas para cada aspecto del cuestionario de condiciones para la implementación de medidas de

bioseguridad.

Rubro Ubicación Media Mediana Desv. Est. Valor max. Valor min.

Instalaciones, equipo y

utensilios de trabajo

Centro 66.67 66.67 16.61 85.71 47.62

Sur-A 68.88 69.05 5.87 80.95 54.76

Sur-B 73.81 69.05 13.36 88.10 61.90

Promedio 69.78 68.25 11.95 84.92 54.76

Capacitación

Centro 53.13 45.83 20.80 83.33 37.50

Sur-A 67.26 68.75 17.67 91.67 33.33

Sur-B 64.17 62.50 14.00 87.50 50.00

Promedio 61.52 59.03 17.49 87.50 40.28

Concientización y cultura

laboral

Centro 75.00 75.00 28.87 100.00 50.00

Sur-A 79.76 83.33 19.80 100.00 33.33

Sur-B 73.33 83.33 25.28 100.00 33.33

Promedio 76.03 80.56 24.65 100.00 38.89

Existencia de

procedimientos estándar, protocolos y registros

Centro 45.93 46.51 4.79 51.16 39.53

Sur-A 58.80 65.11 16.30 74.42 27.91

Sur-B 57.56 56.98 13.21 72.09 44.19

Promedio 54.09 56.20 11.43 65.89 37.21

Aspectos administrativos

y de supervisión

Centro 84.10 81.80 11.40 100.00 72.70

Sur-A 92.86 100.00 11.37 100.00 63.64

Sur-B 96.00 100.00 8.10 100.00 82.00

Promedio 91.10 93.94 10.32 100.00 72.73

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cuentan con documentos como programas y

políticas. En cambio, un porcentaje relativamente

alto lleva bitácoras, registros y protocolos. Sin

embargo, este tipo de documentación solo se lleva

para algunas actividades consideradas clave dentro

de la operación de rutina de la granja. En este

sentido, cabe mencionar que, durante la aplicación

del cuestionario, la percepción general fue que los

entrevistados consideraban la elaboración de

procedimientos estandarizados, protocolos y

Figura 2. Frecuencias observadas dentro del rubro de existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros.

Figura 3. Actividades que presentan una mayor frecuencia en la existencia de registros, bitácoras y protocolos.

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registros como una actividad adicional y de poca

utilidad que les resta tiempo de otras actividades

consideradas como prioritarias. En la figura 3 se

muestran las actividades que cuentan con

protocolos, bitácoras y registros.

Por otra parte, en lo que respecta al rubro de

capacitación, el 76% de los encuestados afirma que

esta se da en su mayor parte a nivel técnico,

mientras que la circulación de la información a

través de reuniones o material impreso sucede en el

88% y 72% de los casos. Las áreas más críticas que

requieren capacitación son los temas relacionados

con lineamientos para la selección, adquisición y

manejo de insumos (alimento, productos químicos y

fármacos), así como información sobre

inmunoestimulación. En estos aspectos solo del

32% al 40% de los entrevistados afirmo haber

recibido capacitación alguna vez.

Rendón y Balcazar (2003), mencionan que los

inmunoestimulantes se proyectan como una

alternativa de prevención a los agentes virales, ya

que existen evidencias publicadas que señalan el

efecto protector de distintas sustancias. Es por ello

que el conocimiento sobre los conceptos básicos y

avances más recientes en inmunidad de crustáceos

constituyen una herramienta de apoyo para el

establecimiento de sistemas de tipo preventivo.

En cuanto a la adquisición de alimentos y otros

insumos, el SENASICA (2003) en su Manual de

Buenas Prácticas de Producción Acuícola,

menciona que el personal de la granja debe estar

correctamente entrenado en el manejo de estos

productos, ya que los alimentos son fácilmente

propensos a la contaminación por hongos y

bacterias. Además, una correcta y orientada

capacitación sobre la aplicación de productos

químicos y antibióticos contribuye a minimizar los

riesgos de estrés por una deficiente calidad del agua

(Páez, 2001).

Resultados del diagnóstico de medidas de

bioseguridad

La tabla 7 muestra los resultados del análisis

preliminar del cuestionario sobre implementación

de medidas de bioseguridad. Los resultados se

expresan como medidas de tendencia central y

medidas de dispersión y se agrupan en función de

las categorías de ubicación de las unidades de

producción seleccionadas.

De manera general, se puede decir que la tendencia

de este cuestionario se encuentra muy cercana a la

mitad de la escala (porcentajes alrededor de 0.50),

lo cual habla de deficiencias en la implementación

de medidas de bioseguridad, específicamente en lo

que respecta al control de fauna nociva y apoyo al

sistema inmunológico, que presentaron valores de

38.30% y 33.68% en promedio.

En cuanto al control de fauna nociva, esta

constituye una medida de exclusión de patógenos,

ya que se ha demostrado que algunos virus

altamente dañinos para L. vannamei (como WSSV)

pueden encontrarse en un amplio rango de

hospederos como rotíferos, insectos y aves

(Lightner, 1996; Lightner et al., 1997; Garza et al.,

1997; Yan et al., 2004). En este sentido, es

importante hacer notar que, la inexistencia o baja

presencia de barreras físicas y/o controles de

organismos nocivos constituye un grave riesgo para

los cultivos ya que este tipo de organismos son

vectores que pueden fácilmente transportar

patógenos de una unidad de producción a otra,

contribuyendo al desencadenamiento de epidemias.

Por otra parte, en lo que respecta al uso de

inmunoestimulantes, es fácilmente comprensible la

baja puntuación obtenida, ya que existe

relativamente poca información sobre este tema.

Además, el incremento en los costos que representa

la adquisición de este tipo de productos, ya sea en

alimento o como aditivos para aplicación directa,

ocasiona que esta medida se encuentre fuera del

alcance de un amplio sector de productores. Sin

embargo, la importancia de este rubro como medida

preventiva es innegable, por lo que existe la

necesidad de que un mayor número de productores

tenga acceso a información confiable y clara sobre

los últimos avances en inmunoestimulación de

crustáceos, a fin de que cuente con más

herramientas de decisión que le permitan en un

momento dado invertir en este tipo de productos.

Dentro de este cuestionario, es importante destacar

dos rubros que obtuvieron una alta puntuación, en

comparación con el resto de los aspectos evaluados.

Estos son el manejo y calidad de agua y la

vigilancia y monitoreo de enfermedades, los cuales

obtuvieron puntuaciones promedio de 75.2% y

82.86% respectivamente. Estos puntajes se explican

mediante el hecho de que tanto por experiencia

propia, como por recomendaciones del COSAES y

diversos organismos de investigación, los

productores han adquirido un cierto grado de

concientización sobre la importancia de minimizar

el estrés de los organismos por una mala calidad de

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Tabla 7. Estadísticas univariadas para cada aspecto del cuestionario que evalúa la implementación de medidas de

bioseguridad

Rubro Ubicacion Media Mediana Desv. Est. Valor max. Valor min.

Manejo y calidad de las

Postlarvas

Centro 66.26 63.45 14.01 85.11 53.03

Sur-A 63.98 62.77 10.90 76.60 42.55

Sur-B 59.72 56.25 8.49 74.47 53.06

Promedio 63.32 60.82 11.13 78.72 49.55

Manejo y calidad del agua

Centro 74.38 75.00 5.54 80.00 67.50

Sur-A 74.29 78.75 10.16 85.00 55.00

Sur-B 77.00 80.00 8.37 82.50 62.50

Promedio 75.22 77.92 8.02 82.50 61.67

Manejo, calidad y

cantidad de alimento

Centro 55.92 56.58 10.82 68.42 42.11

Sur-A 68.23 68.42 5.21 73.68 57.89

Sur-B 67.89 68.42 6.28 76.32 60.53

Promedio 64.02 64.47 7.44 72.81 53.51

Medidas generales de higiene

Centro 50.00 50.00 16.36 66.67 33.33

Sur-A 62.70 63.89 7.68 72.22 50.00

Sur-B 56.67 55.56 7.24 66.67 50.00

Promedio 56.46 56.48 10.43 68.52 44.44

Control de fauna silvestre

y organismos domésticos

Centro 35.00 29.23 19.72 61.54 20.00

Sur-A 36.81 34.62 11.36 53.85 23.08

Sur-B 43.08 38.46 6.88 53.85 38.46

Promedio 38.30 34.10 12.65 56.41 27.18

Control de organismos

muertos

Centro 56.25 50.00 12.50 75.00 50.00

Sur-A 51.79 50.00 18.25 75.00 25.00

Sur-B 55.00 50.00 20.92 75.00 25.00

Promedio 54.35 50.00 17.22 75.00 33.33

Control de efluentes

Centro 39.58 37.50 7.98 50.00 33.33

Sur-A 50.00 50.00 9.81 66.67 33.33

Sur-B 53.33 58.33 7.45 58.33 41.67

Promedio 47.64 48.61 8.41 58.33 36.11

Vigilancia y monitoreo de

enfermedades

Centro 84.21 84.21 9.61 94.74 73.68

Sur-A 81.20 84.21 6.76 89.47 68.42

Sur-B 83.16 84.21 4.40 89.47 78.95

Promedio 82.86 84.21 6.92 91.23 73.68

Cooperación y

transparencia

Centro 56.94 52.78 23.30 88.89 33.33

Sur-A 52.38 52.38 52.38 52.38 52.38

Sur-B 55.56 55.56 7.86 66.67 44.44

Promedio 54.96 53.57 27.84 69.31 43.39

Manejo de productos químicos y fármacos

Centro 75.00 71.43 13.68 92.86 64.29

Sur-A 64.29 71.43 16.81 85.71 35.71

Sur-B 68.57 71.43 8.14 78.57 57.14

Promedio 69.29 71.43 12.88 85.71 52.38

Apoyo al sistema

inmunológico

Centro 36.84 34.21 11.37 52.63 26.32

Sur-A 31.58 28.95 8.51 47.37 21.05

Sur-B 32.63 31.58 6.86 42.11 26.32

Promedio 33.68 31.58 8.91 47.37 24.56

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

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agua, así como también sobre el adecuado

seguimiento sanitario que debe darse a los cultivos.

En ambos aspectos los productores reciben apoyo

del COSAES quien a través de los muestreos y

análisis que practica de manera rutinaria, está en

condiciones de detectar en forma temprana posibles

brotes de enfermedad y tomar medidas de tipo

preventivo. Esto además de los análisis que las

unidades de producción de manera particular

realizan a sus organismos.

Sin embargo, aun existen aspectos cuestionables en

los rubros mencionados anteriormente. En cuanto al

seguimiento sanitario, es notable el hecho de que,

solo el 30% de los encuestados comento que

comparte la información sanitaria con todos los

empleados de su granja, la mayoría no informa de

los positivos hasta que la situación se evidencia por

si misma. Otro punto importante es la metodología

de muestreo, ya que la estrategia general (90%)

consiste en tomar una muestra dirigida, para un

número fijo de organismos, lo cual se justifica desde

el punto de vista de los costos. Sin embargo, la

ausencia de método estadístico en el muestreo

dificulta la realización de cálculos de parámetros

epidemiológicos como tasas de prevalencia y de

incidencia, que serian muy útiles en el estudio de la

dinámica de enfermedades (Cameron, 2002).

En lo que respecta a la calidad de agua, el punto

más cuestionable consiste en que por cuestiones de

costos, falta de personal, o simplemente por

descuido, el seguimiento a parámetros

fisicoquímicos no es el adecuado. La figura 4

muestra la periodicidad con que se toman algunos

de los principales parámetros fisicoquímicos, en

términos de la respuesta que obtuvo mayor

frecuencia en este ítem.

En la figura 4 se puede ver que los parámetros que

se siguen con mayor cuidado son la temperatura y el

oxígeno disuelto, los cuales se miden dos veces por

día, en la mañana y al atardecer. Sin embargo, la

turbidez solo se mide una vez al día y en algunos

casos (12%) solo se hace cada tercer día. En lo que

respecta al pH y la salinidad, la mayoría de los

encuestados argumenta que en estos parámetros no

se producen variaciones significativas, por lo que no

consideran necesario registrarlos diariamente,

siendo la práctica más común (75% a 80% de los

casos) hacerlo cada semana. En lo que respecta a

Figura 4. Periodicidad de lectura de parámetros fisicoquímicos.

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compuestos como amoniaco, nitritos y ácido

sulfhídrico, solo del 40% al 57% de los encuestados

llevan estas mediciones y por cuestiones de costos

solo lo hacen mensualmente o si existe evidencia de

algún problema.

Sobre compuestos nitrogenados, Niederlehner y

Cairns (1990) comentan que, la constante adición de

nutrientes (alimento y fertilizante) puede ocasionar

la acumulación de amonio, nitritos y nitratos, los

cuales son tóxicos para la biota. Por otra parte,

conforme el nivel de amonio en el agua aumenta, la

excreción de este compuesto en la mayoría de los

animales acuáticos decrece trayendo serios efectos

sobre la fisiología del animal a nivel celular, de

órganos y sistemas, además el amonio dificulta

también la capacidad de transportar oxígeno a los

tejidos, con lo cual se incrementa la DBO y pueden

producirse mortalidades por bajas de oxígeno (Allan

et. al., 1990).

Relaciones entre las características de la muestra y

los resultados del diagnóstico

Además del análisis univariante, se llevó a cabo una

correlación estadística tomando como variables

dependientes cada una de las características de la

muestra y como variables independientes las

puntuaciones obtenidas en cada uno de los distintos

rubros evaluados. Entre las variables dependientes,

hay tanto del tipo categórico como numérico, por lo

que se aplico el test estadístico más adecuado para

cada caso. Los resultados se desglosan a

continuación.

Variables categóricas

Las variables dependientes de tipo categórico son la

ubicación de la unidad de producción; el tipo de

propiedad, el modo de operación; el sistema de

producción y los antecedentes sanitarios para NHP,

TSV y WSSV. Para el análisis de estas variables, se

utilizaron los coeficientes de correlación de Kendall

y de Spearman, cuyos valores para cada una de las

interacciones son los siguientes:

Ubicación de la unidad de producción. Los

resultados de la correlación con cada uno de los

rubros evaluados, así como con la puntuación total

de cada cuestionario se presentan en la Tabla 8.

Tabla 8. Resultados de la correlación entre la ubicación de la unidad de producción y los resultados de las evaluaciones.

Rubro evaluado Prueba de kendall Prueba de spearman

COEF. SIGNIF. COEF. SIGNIF.

Condiciones mínimas para el establecimiento de sistemas de bioseguridad

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo 0.059 0.736 0.101 0.648

Capacitación 0.166 0.342 0.216 0.321

Concientización y cultura laboral -0.065 0.727 -0.073 0.742

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros 0.154 0.375 0.210 0.335

Aspectos administrativos y de supervisión 0.320 0.091 0.353 0.099

Puntuación total del cuestionario 0.232 0.179 0.288 0.183

Cumplimiento de medidas de bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas -0.191 0.271 -0.220 0.312

Manejo y calidad del agua 0.193 0.279 0.229 0.294

Manejo y calidad del alimento 0.301 0.093 0.362 0.090

Medidas generales de higiene 0.00 1.00 0.013 0.953

Control de fauna nociva 0.254 0.161 0.281 0.195

Control de organismos muertos 0.00 1.00 0.002 0.992

Control de efluentes 0.384* 0.037 0.441* 0.035

Vigilancia y monitoreo de enfermedades -0.046 0.802 -0.056 0.801

Cooperación y transparencia 0.076 0.680 0.089 0.685

Manejo de productos químicos y fármacos -0.099 0.578 -0.124 0.572

Apoyo al sistema inmunológico -0.081 0.660 -0.093 0.672

Puntuación total del cuestionario 0.421* 0.015 0.514* 0.012

** La correlación es significativa al nivel 0.01 * La correlación es significativa al nivel 0.05

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En la tabla 8 se puede ver que tanto el coeficiente

Kendall como el coeficiente de Spearman muestran

una correlación significativa entre la ubicación de

las unidades de producción y el control de efluentes

(rs=0.441, p=0.035 y rk=0.384, p=0.037), así como

con la puntuación total obtenida en el cuestionario

de cumplimiento de medidas de bioseguridad

(rs=0.514, p=0.012 y rk=0.421, p=0.015). Las

figuras 5 y 6 ilustran mejor esta relación.

La figura 5 muestra el diagrama de caja y bigotes

realizado para ilustrar la relación que existe entre la

ubicación de la unidad de producción y la

puntuación obtenida en la sección de control de

efluentes del cuestionario sobre cumplimiento de

medidas de bioseguridad. En esta figura, se observa

que las granjas ubicadas en el centro del Estado,

presentaron de manera general una puntuación más

baja en esta sección en comparación con las que se

encuentran al sur de la entidad. Este fenómeno

puede explicarse por el hecho de que en la zona

centro existe un menor número de granjas que en el

sur del Estado (sobre todo la zona Sur-A, donde se

ubican los Parques Acuícolas de Mélagos y La

Atanasia), lo cual favorece que se encuentren

alejadas unas de otras y por lo mismo, se tenga

menos cuidado con las descargas que se van a verter

a los cuerpos de agua. La zona Sur-B, donde ha

existido mayor problemática sanitaria, presenta una

menor variabilidad en las respuestas y un mayor

puntaje en esta sección en comparación con las

otras dos zonas, lo cual indica que se está tomando

conciencia de la importancia de no descargar agua

excesivamente contaminada que pudiera afectar a

granjas vecinas.

En el diagrama de la figura 6, se observa que en la

zona centro del estado se da de manera general, un

menor cumplimiento de las medidas de

bioseguridad. En cambio en las zonas Sur-A y Sur-

B los valores son muy similares. Esto puede deberse

a diversos factores entre los cuales se encuentra el

hecho de que la problemática sanitaria se ha

concentrado principalmente en la zona sur, lo cual

ha obligado a los productores a implementar ciertas

medidas con el fin de prevenir, controlar y erradicar

patógenos que ponen en riesgo sus cultivos. Sin

embargo, la baja ocurrencia de enfermedades como

WSSV en la zona centro del Estado, no excluye a

estas unidades de producción de la implementación

de este tipo de medidas, ya que estas constituyen

una buena herramienta para prevenir la entrada de

patógenos (Chávez y Montoya, 2004).

Figura 5. Evaluación de las medidas de control de efluentes en relación con la ubicación de las unidades de producción.

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

43

Tipo de propiedad. En este punto, se pretendía

identificar si las granjas del sector privado

presentaban un mayor cumplimiento de medidas de

bioseguridad en relación a aquellas unidades de

producción que pertenecen al sector social. Los

resultados de la correlación con cada uno de los

rubros evaluados, así como con la puntuación total

de cada cuestionario se presenta en la Tabla 9.

Como se observa en la tabla 9, existe una

correlación significativa entre el tipo de propiedad y

las variables de aspectos administrativos y de

supervisión (cuestionario de condiciones mínimas

para la bioseguridad) y apoyo al sistema

inmunológico (cuestionario de cumplimiento de

medidas de bioseguridad). La correlación se

presentó tanto en el test de Kendall como en el de

Spearman con coeficientes de 0.405 a 0.531 y

niveles de significancia <0.05 (apoyo al sistema

inmunológico) y <0.01 (aspectos administrativos y

de supervisión). Las figuras 7 y 8 corresponden a

los diagramas de caja y bigotes generados para

representar la relación entre estas variables.

La sección de aspectos administrativos y de

supervisión se incluyó dentro de la evaluación con

la intención de medir la participación de los mandos

medios y niveles gerenciales en la promoción,

facilitación y cumplimiento de medidas de

bioseguridad. Sobre esta base, resulta lógico pensar

que las unidades de producción pertenecientes al

sector privado, en las cuales la gerencia y mandos

medios tienen más acceso a la información, están

más preparados y tienen una cultura empresarial,

presentan un alto puntaje en este rubro. La figura 7

muestra evidencia sobre esta aseveración, sin

embargo, se puede observar también que granjas del

sector social (no en su totalidad, puesto que la

variabilidad es mayor en este grupo) alcanzaron

puntuaciones similares a aquellas que pertenecen al

sector privado.

En cuanto a la administración de

inmunoestimulantes, la figura 8 muestra que en su

mayoría, son las granjas del sector privado quienes

tienen acceso a estos productos. En cambio, las

granjas del sector social presentan una baja

puntuación en esta sección. En éstas, los recursos

apenas alcanzan para la adquisición de los insumos

primarios y como percepción general durante la

aplicación de la evaluación se pudo notar que se

encuentran poco interesadas en aplicar estrategias

de las que no alcanzan a percibir un beneficio

inmediato, como es el caso de los

inmunoestimulantes.

Figura 6. Evaluación de la puntuación global en el cuestionario de cumplimiento de medidas de bioseguridad en relación con

la ubicación de las unidades de producción.

% O

bte

nid

o e

n l

a ev

al d

e cu

mpli

mie

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

44

Tabla 9. Resultados de la correlación entre el tipo de propiedad y los resultados de las evaluaciones.

Rubro evaluado Prueba de Kendall Prueba de Spearman

COEF. SIGNIF. COEF. SIGNIF.

Condiciones mínimas para el establecimiento de sistemas de bioseguridad

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo 0.034 0.830 0.055 0.804

Capacitación 0.194 0.244 0.254 0.242

Concientización y cultura laboral 0.050 0.749 0.063 0.774

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros 0.231 0.173 0.316 0.142

Aspectos administrativos y de supervisión 0.418** 0.007 0.531** 0.009

Puntuación total del cuestionario 0.271 0.137 0.317 0.141

Cumplimiento de medidas de bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas -0.251 0.165 -0.296 0.170

Manejo y calidad del agua 0.006 0.975 0.007 0.976

Manejo y calidad del alimento 0.176 0.347 0.200 0.359

Medidas generales de higiene -0.030 0.875 -0.033 0.880

Control de fauna nociva -0.083 0.660 -0.094 0.670

Control de organismos muertos 0.055 0.786 0.058 0.794

Control de efluentes -0.122 0.525 -0.136 0.538

Vigilancia y monitoreo de enfermedades -0.204 0.284 -0.229 0.294

Cooperación y transparencia 0.098 0.609 0.109 0.620

Manejo de productos químicos y fármacos 0.069 0.708 0.080 0.718

Apoyo al sistema inmunológico 0.405* 0.034 0.453* 0.030

Puntuación total del cuestionario -0.022 0.902 -0.026 0.905

** La correlación es significativa al nivel 0.01 * La correlación es significativa al nivel 0.05

Figura 7. Evaluación de la puntuación obtenida en la sección de aspectos administrativos y de supervisión en relación al tipo

de propiedad de las unidades de producción.

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45

Modo de operación. En cuanto a este punto, el

hecho de que la granja sea operada por un

arrendador o bien, por sus propietarios no influyó en

los resultados de las evaluaciones, ya que no se

obtuvo una relación significativa con ninguno de los

rubros evaluados (Tabla 10).

La intención de incluir esta variable consistió en

observar si los arrendadores de granjas

camaronícolas operan según los lineamientos de

bioseguridad recomendados. De acuerdo a

información del COSAES, los arrendadores

“nómadas” (que cambian cada ciclo su sitio de

cultivo) continuamente incumplen con medidas

como el control de sus efluentes o la realización de

trabajos preoperativos y postcosecha. Esta

problemática es común sobre todo en la zona Sur

del Estado donde la ocurrencia de epidemias ha

ocasionado el abandono de granjas, optando los

propietarios por rentar sus tierras. Este hecho

pudiera sugerir una relación entre el modo de

operación y el cumplimiento de medidas de

bioseguridad, sin embargo con la información

obtenida en el presente estudio no fue posible

demostrarlo. Cabe mencionar que, la ausencia de

correlaciones en esta variable pudo verse influida

por la escasa representación en la muestra de

unidades de producción bajo arrendamiento, ya que

solamente el 8% de las unidades de producción que

la conforman se encontraban rentadas, lo cual no es

representativo de la población total.

Sistema de producción. El sistema de producción

(intensivo o semi intensivo) demostró tener

influencia en aspectos como la vigilancia y

monitoreo de enfermedades, la cooperación y

transparencia y el manejo de productos químicos y

fármacos. Los resultados de la correlación con cada

uno de los rubros evaluados, así como con la

puntuación total de cada cuestionario se presenta en

la tabla 11.

Páez (2001) menciona que en los sistemas

intensivos las altas densidades de siembra

constituyen un mayor riesgo para el

desencadenamiento de epidemias de tipo viral, esto

en comparación con los sistemas semi intensivos, en

los cuales se siembra a densidades más bajas

(alrededor de 20 organismos por metro cuadrado).

Este hecho, puede explicar la relación observada

entre la puntuación obtenida en el rubro de

vigilancia y monitoreo de enfermedades y el sistema

de producción. En la figura 9 se puede observar

dicha relación, la cual resulta ser más estricta en

granjas que operan bajo el sistema intensivo en

Figura 8. Evaluación de la puntuación obtenida en la sección de apoyo al sistema inmunológico en relación al tipo de

propiedad de las unidades de producción.

SOCIAL PRIVADA

% O

bte

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

46

Tabla 10. Resultados de la correlación entre el modo de operación y los resultados de las evaluaciones.

Rubro evaluado Prueba de kendall Prueba de spearman

COEF. SIGNIF. COEF. SIGNIF.

Condiciones mínimas para el establecimiento de sistemas de bioseguridad

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo 0.130 0.476 0.152 0.488

Capacitación 0.060 0.742 0.070 0.750

Concientización y cultura laboral 0.286 0.141 0.314 0.144

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros -0.267 0.140 -0.315 0.143

Aspectos administrativos y de supervisión 0.167 0.397 0.180 0.410

Puntuación total del cuestionario -0.030 0.870 -0.035 0.874

Cumplimiento de medidas de bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas -0.227 0.208 -0.268 0.216

Manejo y calidad del agua 0.236 0.204 0.271 0.211

Manejo y calidad del alimento -0.135 0.470 -0.154 0.483

Medidas generales de higiene 0.042 0.824 0.047 0.830

Control de fauna nociva 0.074 0.697 0.083 0.706

Control de organismos muertos -0.159 0.435 -0.166 0.448

Control de efluentes 0.195 0.311 0.216 0.322

Vigilancia y monitoreo de enfermedades -0.213 0.264 -0.238 0.273

Cooperación y transparencia 0.087 0.650 0.097 0.661

Manejo de productos químicos y fármacos -0.062 0.740 -0.071 0.749

Apoyo al sistema inmunológico 0.236 0.216 0.264 0.224

Puntuación total del cuestionario -0.070 0.701 -0.082 0.711

** La correlación es significativa al nivel 0.01 * La correlación es significativa al nivel 0.05

Tabla 11. Resultados de la correlación entre el sistema de producción y los resultados de las evaluaciones.

Rubro evaluado Prueba de Kendall Prueba de Spearman

COEF. SIGNIF. COEF. SIGNIF.

Condiciones mínimas para el establecimiento de sistemas de bioseguridad

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo 0.008 0.963 0.010 0.965

Capacitación 0.117 0.521 0.137 0.533

Concientización y cultura laboral -0.202 0.297 -0.222 0.308

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros 0.149 0.410 0.176 0.423

Aspectos administrativos y de supervisión -0.050 0.800 -0.054 0.807

Puntuación total del cuestionario 0.181 0.314 0.215 0.326

Cumplimiento de medidas de bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas 0.041 0.819 0.049 0.825

Manejo y calidad del agua 0.069 0.711 0.079 0.721

Manejo y calidad del alimento -0.069 0.710 -0.079 0.719

Medidas generales de higiene -0.097 0.609 -0.109 0.620

Control de fauna nociva -0.106 0.576 -0.119 0.588

Control de organismos muertos -0.102 0.616 -0.107 0.627

Control de efluentes -0.027 0.888 -0.030 0.891

Vigilancia y monitoreo de enfermedades -0.481* 0.012 -0.538** 0.008

Cooperación y transparencia -0.382* 0.046 -0.425* 0.043

Manejo de productos químicos y fármacos -0.412* 0.026 -0.473* 0.023

Apoyo al sistema inmunológico 0.179 0.347 0.200 0.359

Puntuación total del cuestionario 0.075 0.680 0.088 0.690

** La correlación es significativa al nivel 0.01

* La correlación es significativa al nivel 0.05

Page 51: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

47

comparación con aquellas que lo hacen bajo el

sistema semi intensivo.

En lo que respecta a los productos químicos y

fármacos, se puede decir que su utilización es más

común en las granjas intensivas, y los resultados

demuestran que en éstas se busca tener un control

adecuado de estos productos (Figura 10). En

cambio, las granjas semi intensivas los utilizan en

menor grado y, por consecuencia están menos

familiarizadas con su uso y manejo, cayendo en

deficiencias como la forma de almacenaje (45% de

los encuestados) y la utilización de antibióticos

como método preventivo (37% de los encuestados),

entre otras.

La cooperación y transparencia tanto entre granjas

como con las autoridades es indispensable para el

Figura 9. Evaluación de la puntuación obtenida en la sección de vigilancia y monitoreo de enfermedades en relación al

sistema de producción.

Figura 10. Evaluación de la puntuación obtenida en la sección de manejo de productos químicos y fármacos en relación al

sistema de producción

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48

control y erradicación de patógenos en la zona

(Chávez y Montoya, 2004). Sin embargo, estas

acciones requieren una cierta cultura por parte del

productor, lo cual en ocasiones no se observa en

aquellas granjas que cuentan con menos capital.

Llevar a cabo cultivos intensivos requiere de una

mayor inversión por parte del productor, por lo que

generalmente los dueños de estas granjas cuentan

con un capital considerable y son manejadas por

empresarios con mayor visión de negocio, lo cual

explica la relación observada entre el sistema de

producción y la puntuación obtenida en el rubro de

cooperación y transparencia, la cual se lleva a cabo

en mayor medida en las granjas intensivas (Figura

11).

Antecedentes sanitarios (NHP). En esta sección se

presentan los resultados de la correlación entre los

antecedentes de enfermedades en las unidades de

producción evaluadas y las respuestas a cada uno de

los rubros de los cuestionarios aplicados. Como

antecedentes sanitarios se consideró cuantos, de los

últimos tres años, la granja había presentado

detecciones a NHP, TSV y WSSV. Los coeficientes

de Kendall y de Spearman para la correlación entre

los antecedentes de NHP y las puntuaciones

obtenidas en la evaluación se presentan en la tabla

12.

La tabla 12 muestra una correlación significativa de

los antecedentes de NHP con dos de los rubros

evaluados: Manejo y calidad del alimento y control

de efluentes. En las figuras 12 y 13 se muestra que

en las granjas con presencia de NHP estos rubros

presentaron menores puntuaciones.

Como se observa en la figura 12, las granjas con 3

años consecutivos de haber registrado un PCR

positivo a NHP, obtuvieron de manera general

puntuaciones más bajas en la evaluación de manejo

y calidad del alimento. El 40% de estas granjas no

consideraron la estabilidad en el agua como una

característica indispensable a la hora de seleccionar

el alimento a utilizar.

Muñoz (2004) menciona que los alimentos que se

descomponen más rápidamente en el agua aportan

Tabla 12. Resultados de la correlación entre la presencia de NHP y los resultados de las evaluaciones.

Rubro evaluado Prueba de Kendall Prueba de Spearman

Coef. Signif. Coef. Signif.

Condiciones mínimas para el establecimiento de sistemas de bioseguridad

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo 0.048 0.785 0.053 0.809

Capacitación -0.246 0.163 -0.301 0.162

Concientización y cultura laboral -0.118 0.530 -0.117 0.595

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros -0.270 0.123 -0.341 0.111

Aspectos administrativos y de supervisión -0.205 0.284 -0.225 0.301

Puntuación total del cuestionario -0.311 0.074 -0.396 0.061

Cumplimiento de medidas de bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas 0.280 0.070 0.384 0.070

Manejo y calidad del agua 0.210 0.187 0.283 0.190

Manejo y calidad del alimento 0.438** 0.006 0.540** 0.008

Medidas generales de higiene 0.206 0.202 0.291 0.178

Control de fauna nociva 0.185 0.254 0.241 0.267

Control de organismos muertos 0.148 0.394 0.187 0.392

Control de efluentes 0.426** 0.010 0.551** 0.006

Vigilancia y monitoreo de enfermedades -0.084 0.604 -0.118 0.591

Cooperación y transparencia 0.082 0.618 0.108 0.623

Manejo de productos químicos y fármacos -0.004 0.978 -0.001 0.995

Apoyo al sistema inmunológico -0.170 0.297 -0.200 0.361

Puntuación total del cuestionario -0.197 0.262 -0.249 0.252

** La correlación es significativa al nivel 0.01

* La correlación es significativa al nivel 0.05

Page 53: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

49

Figura 11. Evaluación de la puntuación obtenida en la sección de cooperación y transparencia en relación al sistema de

producción.

Figura 12. Evaluación de la puntuación obtenida en la sección de manejo y calidad del alimento en relación a los

antecedentes de NHP

% O

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50

nutrientes que contribuyen a la proliferación de

microorganismos que pueden ser patógenos para el

cultivo. Por otra parte, las prácticas de

sobrealimentación también contribuyen en este

fenómeno, ya que provocan que los camarones

defequen más, contribuyendo al aporte de nutrientes

al estanque, la rápida descomposición de fondos y la

proliferación de microorganismos.

La minimización de los desperdicios de alimento,

ha sido tema de estudio de diversos investigadores

(Cruz, 2004) quienes proponen ajustar las raciones

en función del estado de los organismos,

estimaciones poblacionales, ciclos de muda, además

de considerar la productividad natural del estanque

y utilizar alimentos nutricionalmente apropiados

(mas nutrición con menos ración). En este sentido,

se puede mencionar que el 57% de las granjas

encuestadas siguen al menos una de estas

recomendaciones.

En cuanto al tipo de alimento, los peletizados se

utilizan más comúnmente en las granjas evaluadas

(82%) en comparación con los extruidos. Muñoz

(2004), menciona algunas ventajas de los alimentos

sometidos a un proceso de extrusión, las cuales

contribuyen a reducir los riesgos de contaminación

por microorganismos patógenos, las cuales son:

Los alimentos extruidos presentan mejores

características de flotación y estabilidad en agua, lo

cual minimiza los aportes de nutrientes al estanque

y, por consecuencia, la proliferación de

microorganismos.

El alimento extruido está pasteurizado, a diferencia

del peletizado el cual puede incluir mayor carga

bacteriana.

Otro aspecto importante a considerar es el

almacenamiento del alimento. En el Manual de

Buenas Prácticas de Producción Acuícola, editado

por el SENASICA (2003), se menciona que éste

debe almacenarse en un lugar exclusivo para ello,

con entrada de aire y libre de humedad, a fin de

evitar su contaminación por hongos y bacterias. En

las granjas participantes en el estudio se observó

que, el 62% tiene un lugar exclusivo para almacenar

el alimento, el resto utiliza un almacén general. Por

otra parte, solamente un 45% de los almacenes

presentaron condiciones adecuadas de aireación,

luz, temperatura y humedad.

En lo que respecta al control de efluentes, no se

encontró evidencia o literatura que apoye la relación

observada entre la presencia de NHP en al menos

dos años consecutivos (Figura 13) y las bajas

puntuaciones observadas en éste rubro. Además, no

se observó una relación entre las medidas de

bioseguridad empleadas en descargar efluentes y las

utilizadas al momento de llenar los estanques, ya

que por lo general en este último punto se tiene gran

cuidado. Sin embargo, es importante mencionar

que, el hecho de que se haya presentado esta

relación constituye un indicador de riesgo para las

granjas ubicadas en zonas aledañas a las que han

Figura 13. Evaluación de la puntuación obtenida en la sección de control de efluentes en relación a los antecedentes de NHP.

% O

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51

presentado eventos de NHP, ya que al no tener éstas

los cuidados necesarios al descargar sus efluentes,

pueden fácilmente contaminar granjas vecinas que

compartan el cuerpo de agua.

En lo que respecta a los antecedentes de TSV, los

resultados de la correlación indicaron una relación

significativa con el rubro de aspectos

administrativos y de supervisión del cuestionario de

condiciones mínimas para el establecimiento de

medidas de bioseguridad. Además el coeficiente de

Spearman indica una relación significativa con la

puntuación total de este cuestionario (Tabla 13). Lo

anterior significa que, aquellas granjas que han

presentado problemas de TSV no cuentan, de

manera general, con las condiciones mínimas que se

requieren para establecer medidas de bioseguridad

(Figura 14). Sin embargo, la ausencia de TSV en

aquellas granjas que obtuvieron alta puntuación en

este rubro no puede atribuirse a la implementación

de medidas de bioseguridad, ya que en ninguno de

los rubros que evalúan la aplicación de medidas

específicas, se obtuvo relación significativa,

sucediendo lo mismo con la puntuación total del

segundo cuestionario de acuerdo a informes del

COSAES, el Virus de la Mancha Blanca o WSSV,

es considerado el principal patógeno que afecta a

los cultivos de camarón en el sur del Estado de

Sonora. Esto se vio reflejado en la muestra bajo

estudio, ya que solo 4 de las 25 unidades de

producción seleccionadas no habían presentado

eventos de WSSV en los últimos tres años. Chávez

(2004) y Páez (2001) mencionan que aquellas

granjas que cuentan con medidas de bioseguridad

más estrictas han reducido la cantidad e intensidad

de los brotes de WSSV. A pesar de ello, en este

estudio no se observó una relación significativa

entre las granjas con antecedentes de WSSV y la

puntuación obtenida en algún rubro específico de

los cuestionarios aplicados. Sin embargo, el

coeficiente de correlación de Spearman sí indicó

una relación significativa entre la puntuación total

obtenida en el cuestionario de cumplimiento de

medidas de bioseguridad y los antecedentes de

WSSV (Tabla 14).

Tabla 13. Resultados de la correlación entre la presencia de TSV y los resultados de las evaluaciones.

Rubro evaluado Prueba de Kendall Prueba de Spearman

Coef. Signif. Coef. Signif.

Condiciones mínimas para el establecimiento de sistemas de bioseguridad

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo -0.192 0.278 -0.223 0.306

Capacitación -0.142 0.421 -0.169 0.441

Concientización y cultura laboral -0.072 0.701 -0.064 0.771

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros

-0.216 0.217 -0.275 0.204

Aspectos administrativos y de supervisión -0.477* 0.013 -0.526** 0.010

Puntuación total del cuestionario -0.339 0.052 -0.424* 0.044

Cumplimiento de medidas de bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas 0.254 0.147 0.293 0.175

Manejo y calidad del agua -0.084 0.640 -0.102 0.644

Manejo y calidad del alimento -0.313 0.084 -0.373 0.080

Medidas generales de higiene -0.104 0.572 -0.124 0.573

Control de fauna nociva -0.069 0.706 -0.077 0.727

Control de organismos muertos -0.207 0.293 -0.227 0.297

Control de efluentes -0.232 0.215 -0.259 0.234

Vigilancia y monitoreo de enfermedades 0.210 0.256 0.242 0.267

Cooperación y transparencia 0.221 0.236 0.244 0.262

Manejo de productos químicos y fármacos 0.157 0.382 0.195 0.374

Apoyo al sistema inmunológico -0.141 0.446 -0.172 0.432

Puntuación total del cuestionario -0.283 0.108 -0.333 0.120

** La correlación es significativa al nivel 0.01

* La correlación es significativa al nivel 0.05

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

52

Figura 14. Evaluación de la puntuación obtenida en la totalidad de los reactivos del cuestionario de condiciones mínimas

para la bioseguridad en relación a los antecedentes de TSV.

Tabla 14. Resultados de la correlación entre la presencia de WSSV y los resultados de las evaluaciones.

Rubro evaluado Prueba de Kendall Prueba de Spearman

Coef. Signif. Coef. Signif.

Condiciones mínimas para el establecimiento de sistemas de bioseguridad

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo 0.00 1.00 0.021 0.924

Capacitación 0.126 0.454 0.170 0.438

Concientización y cultura laboral -0.067 0.709 -0.085 0.700

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros 0.055 0.740 0.098 0.657

Aspectos administrativos y de supervisión 0.167 0.358 0.181 0.408

Puntuación total del cuestionario 0.202 0.224 0.223 0.306

Cumplimiento de medidas de bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas -0.101 0.543 -0.136 0.537

Manejo y calidad del agua 0.201 0.240 0.261 0.230

Manejo y calidad del alimento 0.116 0.500 0.161 0.462

Medidas generales de higiene -0.206 0.237 -0.238 0.274

Control de fauna nociva 0.020 0.910 0.041 0.853

Control de organismos muertos 0.057 0.761 0.072 0.744

Control de efluentes 0.162 0.361 0.196 0.370

Vigilancia y monitoreo de enfermedades -0.104 0.552 -0.125 0.571

Cooperación y transparencia 0.107 0.546 0.134 0.541

Manejo de productos químicos y fármacos -0.057 0.737 -0.094 0.671

Apoyo al sistema inmunológico 0.085 0.628 0.098 0.655

Puntuación total del cuestionario 0.320 0.056 0.420* 0.046

** La correlación es significativa al nivel 0.01

* La correlación es significativa al nivel 0.05

AUSENCIA 1 AÑO 2 AÑOS

Pu

nta

je t

ota

l ob

tenid

o e

n l

a ev

alal

uac

ión d

e

con

dic

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iose

gu

ridad

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

53

La relación observada entre la puntuación total del

cuestionario que evalúa el cumplimiento de medidas

de bioseguridad y los antecedentes de WSSV

indican que, aquellas granjas con presencia de

WSSV en tres años consecutivos, presentaron de

manera general una mayor puntuación en este

cuestionario, en comparación con aquellas que

fueron positivas solamente en uno o dos años

(Figura 15).

Como se puede observar en la figura 15, aquellas

granjas con ausencia de casos PCR positivos a

WSSV, obtuvieron entre el 60% y el 70% de sus

respuestas acorde a los lineamientos de

bioseguridad evaluados en el cuestionario. En

cambio, aquellas que han registrado eventos de

WSSV, obtuvieron ponderaciones entre el 70% y el

80%. Esta diferencia puede deberse a que, las

granjas con ausencia de WSSV se encuentran

ubicadas en las zonas Centro y Sur-A, donde la

problemática por mortalidades causadas por WSSV

ha sido históricamente menor y, por lo mismo, los

productores consideran menos necesaria la

implementación de medidas de bioseguridad.

Las granjas que han tenido presencia de WSSV en

tres años consecutivos, son siete en total y están

ubicadas en la zona Sur-B y Sur-A. Con el fin de

analizar más a fondo el comportamiento de este

grupo en relación al cumplimiento de medidas de

bioseguridad, se graficaron los promedios de las

puntuaciones obtenidas tanto en el cuestionario de

condiciones mínimas necesarias para el

establecimiento de medidas de bioseguridad (Figura

16), como en el que evalúa el cumplimiento de

dichas medidas (Figura 17).

De acuerdo a lo que se observa en la figura 16,

aquellas granjas que han mostrado presencia de

WSSV en tres años consecutivos obtuvieron

puntuaciones por encima del promedio general en

todos los aspectos del cuestionario de condiciones

mínimas para el establecimiento de sistemas de

bioseguridad. En los rubros de instalaciones, equipo

y utensilios de trabajo y aspectos administrativos y

de supervisión, las diferencias entre ambos grupos

son mínimas (3.24% y 2.23% respectivamente), en

cambio en los rubros de capacitación,

concientización y cultura laboral y existencia de

procedimientos estándar, protocolos y registros, las

diferencias son más amplias (6.81%, 7.30% y

11.58%). Esto significa que, aunque estas granjas se

apoyan más en documentación para la realización

de sus actividades y llevan con más frecuencia y en

forma más cuidadosa los registros de parámetros

fisicoquímicos, alimentación, etc., en comparación

con el resto de las granjas, esto no ha sido suficiente

para impedir la entrada de patógenos a sus

instalaciones.

En cuanto al cuestionario de cumplimiento de

medidas de bioseguridad, las granjas con presencia

de WSSV presentaron también promedios más altos

en comparación con el promedio general, esto para

todos los aspectos que cubre el cuestionario. Las

diferencias en la mayoría de los rubros estuvieron

Pu

nta

je t

ota

l o

bte

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va

l. D

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la

bio

seg

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AUSENCIA 1 AÑO 2 AÑOS

Figura 15. Evaluación de la puntuación obtenida en la totalidad de los reactivos del cuestionario de cumplimiento de

medidas de bioseguridad en relación a los antecedentes de WSSV.

Pu

nta

je t

ota

l ob

tenid

o e

n l

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cum

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bio

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AUSENCIA 1 AÑO 2 AÑOS 3 AÑOS

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54

Figura 16. Granjas con presencia de WSSV en tres años consecutivos. Promedio de las puntuaciones obtenidas en el

cuestionario de condiciones mínimas para la bioseguridad.

Figura 17. Granjas con ausencia de WSSV en tres años consecutivos. Promedio de las puntuaciones obtenidas en el

cuestionario de cumplimiento de medidas de bioseguridad.

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

55

entre el 4% y el 6%. Las diferencias menores se

presentaron en los rubros de medidas generales de

higiene y apoyo al sistema inmunológico, con el

3.10% y 3.16% respectivamente. En lo que respecta

a las diferencias máximas, estas ocurrieron en los

rubros de cooperación y transparencia (9.85%) y

manejo de productos químicos (9.28%).

Con base en la evidencia presentada puede decirse

que, aunque las medidas de bioseguridad se aplican

en mayor medida en aquellas granjas que ya han

presentado problemas de WSSV, las medidas

implementadas hasta la fecha aún no han sido lo

suficientemente estrictas para evitar el ingreso de

patógenos a las unidades de producción y,

consecuentemente el desencadenamiento de

epidemias. Por otra parte, las granjas que no han

registrado casos positivos a WSSV en tres años

consecutivos, se encuentran ubicadas en una zona

con menos presencia de este patógeno (zonas

Centro y Sur-A), y por lo mismo, han descuidado la

implementación de medidas de bioseguridad. Sin

embargo, es importante considerar que los

patógenos pueden fácilmente transportarse a través

del aire, vehículos en tránsito, organismos

portadores, etc., por lo que es necesario, aún para

estas unidades de producción, el establecimiento de

medidas de tipo preventivo. Esto tiene más sentido

si se considera que en la Junta Local de Sanidad de

Mélagos, ubicada en la zona Sur-A se presentó un

brote epidémico severo durante el ciclo 2005, el

cual afectó casi a la totalidad de las granjas en la

zona.

Variables numéricas. Las variables dependientes de

tipo numérico son el tamaño de la unidad de

producción en términos de superficie instalada y

superficie sembrada, así como el rendimiento

promedio obtenido en los últimos tres años (en kg

ha-1

). Para el análisis de estas variables, se utilizó el

coeficiente de correlación de Pearson. Los valores

de este coeficiente para cada una de las

interacciones se presentan a continuación.

Tamaño de la unidad de producción. En términos

de superficie instalada, superficie sembrada y

porcentaje de ocupación. La correlación de estas

variables con cada uno de los rubros evaluados, así

como con la puntuación total de cada cuestionario

registró valores significativos en las interacciones

que se presentan en la tabla 15.

Tabla 15. Coeficientes de correlación de Pearson para la variable tamaño de la unidad de producción.

Rubro evaluado

Sup. Instalada Sup. Sembrada

COEFICIENTE

(r)

SIGNIFICANCIA

(p)

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo NS NS

Capacitación 0.484*, 0.019 0.491*,0.017

Concientización y cultura laboral NS NS

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros NS NS

Aspectos administrativos y de supervisión NS NS

Puntuación total del cuestionario de condiciones mínimas para la bioseguridad

Manejo y calidad de las postlarvas NS NS

Manejo y calidad del agua NS NS

Manejo y calidad del alimento 0.455*,0.029 0.429*,0.041

Medidas generales de higiene NS NS

Control de fauna nociva NS NS

Control de organismos muertos NS NS

Control de efluentes NS NS

Vigilancia y monitoreo de enfermedades NS NS

Cooperación y transparencia NS NS

Manejo de productos químicos y fármacos NS NS

Apoyo al sistema inmunológico NS NS

Puntuación total del cuestionario para el cumplimiento de medidas de bioseguridad 0.498*,0.016 0.451*,0.031

NS= No hay correlación significativa ** La correlación es significativa al nivel 0.01

* La correlación es significativa al nivel 0.05

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

56

Los valores que se muestran en la tabla 15 indican

que son las granjas más grandes las que obtuvieron

mayores puntuaciones en los rubros de capacitación

y manejo y calidad del alimento, así como en la

puntuación total del cuestionario que evalúa el

cumplimiento de medidas de bioseguridad.

En lo que se refiere a la superficie instalada, las

granjas con más de 250 has instaladas obtuvieron

puntuaciones superiores al 70% en el rubro de

capacitación, en el cual el promedio general fue del

61.52%. Lo mismo sucedió con el rubro de manejo

de alimento, donde estas granjas obtuvieron

puntuaciones entre el 70 y 80%, cuando el promedio

general fue de 64.02%. En cuanto a la variable

superficie sembrada, esta presentó un

comportamiento similar a la superficie instalada.

Los resultados obtenidos en esta sección del

análisis, coinciden con lo reportado por Noriega y

col. (2000) en su estudio sobre la camaronicultura

en el Estado de Sonora, en el cual se hace referencia

a que, las granjas más grandes, pertenecientes por lo

general al sector privado, con una mayor capacidad

de inversión cuentan con mayores posibilidades

para otorgar a sus trabajadores capacitación

adecuada para la realización de sus actividades. En

cuanto al alimento, es lógico pensar que sean estas

mismas granjas quienes tengan acceso a alimento de

mejor calidad y posean las facilidades adecuadas

para su manejo y almacenamiento. En este sentido

De Walt (2000), en su estudio sobre el cultivo de

camarón en el Golfo de California, comenta que la

gran mayoría de estas granjas del sector social son

relativamente pequeñas, con rendimientos de bajos

a moderados, y con escaso capital para invertir, por

lo que sus sistemas de producción tienden a ser más

rústicos.

Rendimiento promedio. El rendimiento promedio

que las unidades de producción evaluadas han

obtenido en los últimos tres años, mostró una

relación significativa con los siguientes rubros:

existencia de procedimientos estándar, protocolos y

registros; manejo y calidad del alimento y con la

puntuación total del cuestionario de cumplimiento

de medidas de bioseguridad (Tabla 16).

Las correlaciones observadas presentan una

tendencia positiva, lo que significa que las granjas

con mayores puntuaciones en los rubros señalados

en el párrafo anterior han presentado mayores

rendimientos en los últimos tres años, en

comparación con aquellas unidades de producción

que presentaron puntuaciones menores. Los altos

rendimientos en términos de kilogramos de

producto cosechado por hectárea sembrada,

demuestran que la granja tuvo una adecuada

sobrevivencia y que los organismos alcanzaron una

talla significativa al momento de la cosecha. Estos

aspectos se logran generalmente mediante un buen

manejo, lo cual pudo evidenciarse en este estudio

mediante la correlación observada entre la

puntuación total del cuestionario de bioseguridad y

el rendimiento promedio, lo que significa que el

cumplimiento en general de los lineamientos de

bioseguridad tiene repercusión en los rendimientos

de la unidad de producción.

Por otra parte, las granjas que están obteniendo

buenos rendimientos y altas puntuaciones en el

rubro de manejo y calidad del alimento, es probable

que utilicen alimentos que les brindan buenos

factores de conversión alimenticia, que estén

alimentando en las proporciones adecuadas,

evitando la sub o sobre alimentación y, que estén

cuidando en general las condiciones sanitarias

adecuadas para el manejo y administración del

alimento. Así mismo, los resultados muestran que

están siendo más cuidadosos en los registros de

información clave como los parámetros de calidad

de agua, los consumos de alimentos y productos

químicos entre otros, además es probable que

cuenten con manuales de operación y/o protocolos

para la realización de sus actividades.

Contraste entre los resultados de las evaluaciones.

El contraste entre los resultados de ambos

cuestionarios, se llevó a cabo con el fin de

identificar los factores principales que pudieran

estar influyendo en el cumplimiento o

incumplimiento de medidas de bioseguridad. La

herramienta estadística utilizada entre ambos

cuestionarios fue el coeficiente de correlación de

Pearson, cuyos valores para las relaciones

significativas identificadas se muestran en la tabla

17.

Con base en los resultados que se presentan en la

tabla 17, es posible concluir, para cada uno de los

aspectos evaluados en el cuestionario de

condiciones mínimas para el establecimiento de

medidas de bioseguridad, lo siguiente:

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo. En

este aspecto no se observó relación significativa con

ninguna de las medidas de bioseguridad evaluadas.

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

57

Tabla 16. Coeficientes de correlación de Pearson para la variable rendimiento promedio de las unidades de producción.

Rubro evaluado % de ocupación Coef. (r), sig. (p)

Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo NS

Capacitación NS

Concientización y cultura laboral NS

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros 0.439*, 0.036

Aspectos administrativos y de supervisión NS

Puntuación total del cuestionario de condiciones mínimas para la bioseguridad NS

Manejo y calidad de las postlarvas NS

Manejo y calidad del agua NS

Manejo y calidad del alimento 0.427*, 0.042

Medidas generales de higiene NS

Control de fauna nociva NS

Control de organismos muertos NS

Control de efluentes NS

Vigilancia y monitoreo de enfermedades NS

Cooperación y transparencia NS

Manejo de productos químicos y fármacos NS

Apoyo al sistema inmunológico NS

Puntuación total del cuestionario para el cumplimiento de medidas de

bioseguridad 0.514*, 0.012

NS= No hay correlación significativa

** La correlación es significativa al nivel 0.01 * La correlación es significativa al nivel 0.05

Tabla 17. Coeficientes de correlación de Pearson para la interacción entre los rubros evaluados en los dos cuestionarios

utilizados en el estudio

Rubro evaluado Coeficiente (r), significancia (p)

IEYUT CAP CULT REG SUP TOTAL

Manejo y calidad de las postlarvas NS NS NS NS NS NS

Manejo y calidad del agua NS NS NS NS NS NS

Manejo y calidad del alimento NS 0.497*,0.016 NS NS 0.710*,0.009 0.594*,0.003

Medidas generales de higiene NS NS 0.420*,0.046 NS 0.526*,0.010 0.479*,0.021

Control de fauna nociva NS NS NS NS NS NS

Control de organismos muertos NS NS NS NS NS NS

Control de efluentes NS NS NS NS NS 0.462*,0.027

Vigilancia y monitoreo de enfermedades NS NS NS NS NS NS

Cooperación y transparencia NS NS NS NS NS NS

Manejo de productos químicos y

fármacos NS NS NS NS NS NS

Apoyo al sistema inmunológico NS 0.560*,0.021 NS NS NS NS

Puntuación total del cuestionario para

el cumplimiento de medidas de

bioseguridad

NS NS NS 0.525*,0.010 NS 0.427*,0.042

IEYUT= Instalaciones, equipo y utensilios de trabajo; CAP=Capacitación; CULT=Concientización y cultura laboral; REG=Existencia de procedimientos estándar, protocolos y registros; SUP= Aspectos administrativos y de supervisión; NS= No hay

correlación significativa; ** La correlación es significativa al nivel 0.01, * La correlación es significativa al nivel 0.05.

Page 62: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

58

Sin embargo, en el análisis univariante, este rubro

presentó una media de 69.78%, con porcentajes

máximos y mínimos de 88.10% y 47.62%

respectivamente. Estos valores, indican una alta

heterogeneidad entre los sistemas de producción

evaluados, ya que mientras algunos carecen o

cuentan escasamente con la infraestructura

necesaria para la implementación de medidas de

bioseguridad, otros productores poseen el capital

suficiente para invertir en equipo de trabajo. Esta

situación, hace muy difícil que las medidas de

bioseguridad se implementen en igual medida por la

totalidad de los productores, lo cual es

indispensable para lograr la erradicación de los

patógenos causantes de epidemias en la región.

Capacitación. La capacitación es fundamental para

la implementación de medidas de bioseguridad.

Aquellas medidas en las que esta variable resultó

tener mayor influencia fueron el manejo y calidad

del alimento (r=0.497, p=0.016) y el apoyo al

sistema inmunológico (r=0.560, p=0.021). Ambas

medidas se encuentran estrechamente relacionadas,

puesto que la utilización de inmunoestimulantes se

lleva a cabo, de manera general, por medio del

alimento.

Chávez y Montoya (2004), comentan que el

objetivo principal que se debe cuidar en cuanto a la

alimentación consiste en asegurar que no haya

entrada de patógenos a través del alimento, asi

como evitar condiciones de estrés causadas por la

mala calidad del mismo o malas prácticas de

alimentación. Por otra parte, Lightner y Pantoja

(2002), enfatizan el hecho de que, aunque el uso de

inmunoestimulantes es una práctica relativamente

nueva, existe un gran número de investigaciones

que apoyan su validez como medida preventiva, ya

que se han logrado obtener buenas sobrevivencias

aun en presencia de patógenos como TSV y WSSV.

Todos estos aspectos deben ser del conocimiento de

los productores, gerentes, supervisores y operarios

de las unidades de producción, ya que para que los

sistemas de bioseguridad tengan éxito cada persona

debe entender la importancia de su papel en la

implementación de estas medidas.

En el estado de Sonora, con la creación del

COSAES, se ha visto incrementado el número de

cursos, talleres y simposiums relacionados con los

temas de salud y nutrición del camarón. Sin

embargo, generalmente a estos eventos solo acuden

los mandos medios y/o los propietarios de granjas,

quienes se quedan con la información y no buscan

la forma de hacerla circular entre todos los

operarios. Durante la aplicación de las evaluaciones,

se tuvo oportunidad de profundizar con algunos de

los entrevistados sobre estos aspectos y el

argumento general consistía en la imposibilidad de

hacer circular la información debido al

analfabetismo y la baja preparación de los operarios

de granjas. A pesar de ello, la capacitación de éstos

es posible, ya sea por medio de la elaboración de

material gráfico, boletines, folletos, dibujos,

cartelones, etc. o bien, mediante pláticas o

reuniones en las cuales se enfaticen no los

conceptos teóricos sobre nutrición acuícola o

inmunoestimulación, sino la utilidad práctica de

éstas y, sobre todo la forma en que cada uno de los

trabajadores puede contribuir para que éstas se

lleven a cabo de la mejor manera posible.

Concientización y cultura laboral. Este rubro se

encuentra muy ligado con la capacitación del

personal, ya que el principal objetivo de ésta debe

ser que todos los trabajadores en la granja tomen

conciencia de la importancia de implementar

medidas de bioseguridad, con lo cual es posible

consolidar una cultura en el grupo de trabajo. En

cuanto a las medidas generales de higiene, éstas

demostraron tener relación con la concientización y

cultura laboral (r=0.420, p=0.046), ya que éstas

dependen de la buena voluntad del personal. No es

costumbre en la mayoría de las unidades de

producción vigilar los hábitos de higiene del

personal (ropa limpia, lavarse las manos después de

ir al baño, tener cuidado al manipular los

instrumentos de trabajo, etc.) y en ocasiones debido

a la carga de trabajo se llega a descuidar inclusive la

higiene de las instalaciones o la recolección de

basura, por lo que el cumplimiento de éstas medidas

está directamente relacionado con el grado de

concientización existente entre los trabajadores.

Existencia de procedimientos estándar, protocolos y

registros. Este rubro mostró tener una relación

directa y altamente significativa con la puntuación

total obtenida en el cuestionario que evalúa la

implementación de medidas de bioseguridad

(r=0.525, p=0.010), lo cual significa que, el hecho

de que las unidades de producción no cuenten con

documentos como manuales de operación, políticas,

programas y/o protocolos de trabajo, afecta su

desempeño en cuanto al cumplimiento de medidas

de bioseguridad. Esto es lógico debido a que,

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

59

mediante este tipo de instrumentos, se orienta a los

trabajadores en cuanto a las estrategias de manejo

más adecuadas para mejorar el estado sanitario de

los cultivos; se asegura que los procesos se lleven a

cabo en forma más homogénea, sobre todo aquellos

que son clave para el estado sanitario de los

cultivos, como la medición de parámetros de

calidad de agua, la alimentación, la limpieza de los

estanques y la realización de muestreos con fines de

diagnóstico, entre otros. Por otra parte, contar con

registros y bitácoras al día constituyen una

herramienta para la toma de decisiones

fundamentada, por lo que las granjas que cumplen

mejor con esta práctica están en mejores

condiciones para adoptar medidas de bioseguridad.

Aspectos administrativos y de supervisión. Es

indudable que el liderazgo es fundamental para el

éxito de toda organización. En una granja

camaronícola, los técnicos, gerentes o encargados

juegan un papel fundamental debido a que

frecuentemente se presentan situaciones que

requieren decisiones rápidas y atinadas. La actitud

que los mandos medios adopten sobre la

bioseguridad, será la visión que adopten los

operarios. En este sentido, dos medidas resultaron

estar directamente relacionadas con el papel de los

mandos medios en las unidades de producción

evaluadas: el manejo y administración del alimento

(r=0.710, p=0.009) y las medidas de higiene del

personal (r=0.526, p=0.010). En ambos aspectos es

crítica la actitud de convicción, la supervisión,

cooperación y facilitación por parte del encargado

para el cumplimiento de estas medidas, ya que son

aspectos sumamente delicados y que requieren una

completa y bien orientada participación del

trabajador que las lleva a cabo.

Finalmente, es importante mencionar que como

producto de la correlación entre la puntuación total

obtenida en el cuestionario de condiciones mínimas

de bioseguridad, con cada uno de los rubros, así

como con la puntuación total del cuestionario de

cumplimiento de medidas de bioseguridad, se

obtuvo una relación significativa en cuanto al

manejo y calidad del alimento (r=0.594, p=0.003);

medidas generales de higiene (r=0.479, p=0.021);

control de efluentes (r=0.462, p=0.027) y la

puntuación total del cuestionario (r=0.427,

p=0.042). Este hecho, apoya la discusión presentada

en los párrafos anteriores en el sentido de que,

existen medidas de bioseguridad que son críticas

(como el manejo del alimento) y que no pueden

implementarse en forma adecuada en aquellas

granjas que no cuentan con las condiciones

necesarias en términos de infraestructura,

capacitación, cultura laboral, procedimientos

estandarizados y documentados, así como una

adecuada supervisión.

Conclusiones

Con base en los resultados obtenidos en el presente

estudio, fue posible llegar a las siguientes

conclusiones:

La existencia de procedimientos estandarizados,

protocolos y registros, así como la capacitación y

transferencia de la información hasta los niveles

más bajos de las organizaciones, son las

condiciones que más limitan el establecimiento de

programas de bioseguridad.

La ausencia de condiciones para la implementación

de medidas de bioseguridad, resultó tener influencia

específicamente en tres medidas: el manejo del

alimento, las medidas generales de higiene y el

control de efluentes.

En general, la implementación de medidas de

bioseguridad en la región centro y sur de Sonora es

poco más que deficiente, especialmente en lo que

respecta al control de fauna nociva y el apoyo al

sistema inmunológico. En cambio, los únicos rubros

que presentaron puntuaciones adecuadas (cercanas

al 80% en promedio) fueron la vigilancia y

monitoreo epidemiológico y el cuidado de la calidad

de agua.

Existe una gran heterogeneidad y polarización entre

los sistemas de cultivo en cuanto a personal

capacitado, infraestructura y condiciones, lo que

dificulta la implementación de un sistema integral

de bioseguridad aplicable en la zona.

Esta polarización se refleja en el hecho de que, son

las granjas del sector privado, con extensiones más

grandes de terreno, sistemas de producción

intensivos y rendimientos más elevados, quienes

son más estrictas en el cumplimiento de medidas de

bioseguridad. Son también estas granjas quienes

tienen acceso a insumos de calidad, mejores

alimentos, mayor control en la aplicación de

antibióticos, uso de inmunoestimulantes, etc.

Se identificó que la presencia de casos positivos a

NHP en uno, dos o tres años consecutivos, está

directamente relacionada con la implementación de

medidas de bioseguridad como el manejo del

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Topete-Duarte et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (1): 28-62, 2011

60

alimento y lineamientos generales de higiene tanto

del personal como de las instalaciones. Por otra

parte, las granjas con presencia de TSV en al menos

un año presentan en general, condiciones más

pobres para el establecimiento de este tipo de

medidas.

Por otra parte, las granjas con presencia de WSSV

en tres años consecutivos registraron en promedio,

ponderaciones más altas en el diagnóstico de

bioseguridad, lo cual puede significar dos cosas:

Las medidas implementadas hasta la fecha no han

sido suficientes para detener el ataque de este

patógeno.

Las granjas que han tenido presencia de WSSV

acatan de manera más estricta los lineamientos de

bioseguridad, lo cual no se lleva a cabo con el

mismo cuidado en aquellas en las cuales no se han

presentado eventos o bien, éstos han sido leves.

El temor que ocasionan los brotes de enfermedades

virales, ha ocasionado en los productores una mejor

disposición a mejorar sus estrategias de cultivo.

Inclusive, se ha podido observar que, en la mayoría

de los casos existe una iniciativa por parte de los

productores por mejorar aspectos como la

alimentación (en calidad y cantidad), uso de

organismos con certificación sanitaria, cuidado de la

calidad del agua, reducción de densidades de

siembra, entre otras.

La aplicación de medidas de bioseguridad requiere

de capacitación, trabajo en equipo, organización,

disciplina, constancia, recursos económicos y

registro de las medidas aplicadas. Por otro lado,

para que la bioseguridad sea efectiva, no puede ser

implementada nada más por un grupo de

productores sino por la totalidad de los mismos, con

el respaldo de las instituciones de investigación y

autoridades competentes.

Bibliografía

Allan, G. 1990. Acute and chronic toxicity of ammonia to

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Marco legal de la concesión para uso particular de salmueras de litio

y potasio en el territorio de la provincia de Jujuy, Argentina

R. L. López Steinmetz*

Instituto de Geología y Minería, Universidad Nacional de Jujuy. Av. Bolivia 1661 (4600) S. S. de Jujuy, Argentina

Legal framework of the allowance for private benefit of lithium and potassium brines in the jurisdiction of the

province of Jujuy, Argentina.

Abstract

This contribution discusses the legal bases regulating, in the jurisdiction of the Province of Jujuy, private

activities benefiting from those kinds of brines characterized by having lithium (Li) and potassium (K) in

solution. These private benefiting activities are carried out by pumping Li and K brines from underground

reservoirs. Applicable legal bodies are erected around the mineral nature of the substances as well as the

water component of the medium that contains it.

In the territory of the Province of Jujuy, particular use management of this natural resources complies with the

provisions of the Civil Code, Mining Code, Constitution and Water Code of the Province. Concessions of Li

and K in water and mining issues are governed by the Article 2507° of the Argentinean Civil Code as an

imperfect domain. The administrative system of the particular use of Li and K brines is unfolded in water

concessions (Water Code of the Province of Jujuy) that involve areas up to 1000 ha and mining ones up to

100 ha (Argentinean Mining Code).

The matter of conflict, without Jujuy State legislative resolution, is a corollary of the question whether these

brines, as water resource, belong or not to the public domain. If these poor physicochemical properties, in

order to contribute to the use of collective utility, then the provisions of the Water Code are dismissed. Then,

the resource becomes the private domain of the surface rights of land owner. Even if it was verified, the

existences of the concept of private waters in the Water Code of the Province of Jujuy are called into de

question. This is in absolute disregard vis-à-vis the guarantees afforded us by Argentinean Civil Code to

dispose of this property of collective incidence.

The relevance of this study is based on the fact that legal strategies are founded on the resource management

paradigm, so that governments support their own solutions offered to the everyday conflicts based on

regulations. Governance of natural resources requires eloquent legal instruments for the purposes of

administrative exercise that underlie the strategies of private enterprises, environmental policies and

citizenship rights.

Key words: legislation, brines, lithium, potassium, Jujuy.

Resumen

La presente contribución analiza las bases legales que, en el territorio de la Provincia de Jujuy, regulan las

actividades particulares de aprovechamiento de salmueras que poseen litio (Li) y potasio (K) en solución. El

aprovechamiento particular de estas salmueras se efectúa mediante bombeo desde reservorios subterráneos.

Los cuerpos legales aplicables se erigen en torno a las naturalezas mineral de las sustancias Li y K e hídrica

del medio que las contiene. En el territorio de la Provincia de Jujuy la administración del uso particular de

este recurso natural responde a las disposiciones del Código Civil, Código de Minería, Constitución

Provincial y Código de Aguas provincial.

Las concesiones particulares de Li y K en sus aspectos hídrico y minero se rigen por el Artículo 2507° del

*Autores de correspondencia

Email: [email protected]

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López Steinmetz. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 63-70, 2011

64

Código Civil en tanto dominios imperfectos. El régimen administrativo del uso particular de salmueras de Li y

K se desdobla en concesiones hídricas (Código de Aguas Provincial) que involucran superficies de hasta 1000

ha y mineras de hasta 100 ha (Código de Minería).

La materia de conflicto, sin resolución legislativa provincial, es corolario de la cuestión de si estas salmueras,

en tanto recurso hídrico, pertenecen o no al dominio público. Si las mismas faltasen de cualidades físico-

químicas, en orden de contribuir al empleo de utilidad colectiva, entonces las disposiciones del Código de

Aguas provincial se desestiman. Ello se debe a que el recurso resulta del dominio privado del poseedor

superficiario de la tierra. Aún si ello se verificase, cabe cuestionar la existencia en el Código de Aguas

provincial de la noción aguas de dominio privado, en absoluto desacato a las garantías que nos brinda el

Código Civil de disponer de este bien de incidencia colectiva.

La relevancia de este estudio se basa en el hecho de que las estrategias legales fundan el paradigma de manejo

del recurso, de modo que las administraciones respalden las soluciones ofrecidas a los conflictos del cotidiano

con asiento en lo normado. La gobernanza de los recursos naturales requiere de instrumentos jurídicos

elocuentes a los fines del ejercicio administrativo en los que se basan las estrategias de los emprendimientos

privados, las políticas ambientales y los derechos de los ciudadanos.

Palabras clave: legislación, salmueras, litio, potasio, Jujuy.

Introducción

Los recursos naturales sensu lato son definidos y

regulados por la legislación argentina. Los cuerpos

legales se erigieron en base a ciertos aspectos que

conciernen la naturaleza intrínseca de las sustancias

reglamentadas. De este modo, las actividades de

aprovechamiento de diversos recursos minerales

obedecen a normativas disímiles. El

aprovechamiento del litio y el potasio se efectúa a

partir de la extracción de salmueras intersticiales

que yacen en el subsuelo y en las cuales estos

elementos se presentan en solución. En

consecuencia es esperable que las legislaciones

aplicables a esta actividad extractiva sean de

carácter mineral e hídrico. Coetáneamente, al estar

la República Argentina constituida de estados

provinciales federales, estos recursos resultan

asimismo sometidos a leyes de carácter tanto

provincial como nacional.

El régimen legal de aprovechamiento del litio y el

potasio se encuentra normado por el Código de

Minería, el cual es una ley nacional que, por ende,

es de aplicación en todo el territorio argentino.

Dado que la extracción de estas sustancias involucra

el bombeo de soluciones acuosas que poseen

temperaturas y concentraciones de solutos minerales

variables y que se alojan en reservorios rocosos o

sedimentarios del subsuelo, también son dables de

aplicación las normativas inherentes a los recursos

hídricos, subterráneos en particular, cuyas

potestades se encuentran bajo la jurisdicción de la

autonomía provincial.

Marco jurídico

Naturaleza legal de las salmueras de litio y potasio.

La Constitución Nacional establece que los

derechos reales de las cosas, es decir su dominio y

uso, son materia Federal. Son cosas (Art. 2311° del

Código Civil) los objetos materiales susceptibles de

tener valor, explicitando (Art. 2314°) que “son

bienes inmuebles por naturaleza las cosas que se

encuentran por sí mismas inmovilizadas…”. Los

recursos naturales son por tanto inmuebles (Art. 12°

del Código de Minería), bienes públicos (Art. 2340°

del Código Civil), asignándoseles al dominio

público. Es decir que los recursos hídricos y

minerales son propiedad del Estado (inc. 1 a 5, Art.

2341°) y para uso de todos sus habitantes. Los

permisos de uso particular de estos recursos

constituyen concesiones estatales que se rigen por el

Artículo 2507° del Código Civil en función de que

designa como dominio imperfecto a aquel que debe

resolverse al fin de cierto tiempo o al advenimiento

de una condición. Mediante la vía de la concesión

del recurso se establece un derecho real

administrativo de un bien del Estado a favor de

particulares, aunque revocable en caso de incumplir

su titular con determinadas condiciones (Iribarren

2006).

Las potestades provinciales, de administración y

jurisdicción (Falótico y Nicosia 2007; Iribarren

2006), sobre los recursos naturales fueron

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López Steinmetz. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 63-70, 2011

65

acreditadas a partir de la reforma efectuada en la

Constitución Nacional Argentina en el año 1994,

con la incorporación del concepto legal de dominio

originario en el Artículo 124°, estableciendo que

corresponde a las provincias el dominio originario

de los recursos naturales existentes en sus

territorios.

Legislación mineral del litio y el potasio.

El Código de Minería ordenado y vigente 456/1997

es el marco reglamentario nacional que establece el

sistema de dominio y régimen legal mediante la

cual el Estado otorga concesiones de exploración y

explotación de sustancias naturales minerales a

personas físicas y/o jurídicas. Cada provincia

argentina se encuentra adherida al Código de

Minería mediante ley provincial y compete a cada

una de ellas establecer, autónomamente, el

organismo de aplicación y control que, en la

Provincia de Jujuy corresponde a la Dirección de

Minería y el Juzgado Administrativo de Minas. Sin

perjuicio del dominio originario del Estado

reconocido por el Artículo 7°, la propiedad

particular de las minas se establece por la concesión

legal (Art. 10°). El aprovechamiento del litio y el

potasio está enmarcado, según estipula el Código de

Minería, bajo el régimen de las sustancias de la

primera categoría (Artículo 3° inciso a) e

incorporado de manera explícita en el Artículo 76°

acerca de las pertenencias especiales (Chaher 1989;

Pigretti 2004; Rodríguez 1886). Cada pertenencia es

la extensión de terreno dentro de cuyos límites una

concesión puede ser explotada (Art. 72°). Las

pertenencias especiales para extracción de litio y

potasio constan de 100 ha y se someten al pago de

un canon anual (Art. 213°) diez veces superior al de

una pertenencia ordinaria de la misma categoría.

La Ley Nacional 24196, De Inversiones Mineras, en

su Artículo 22° señala que las provincias adheridas

a la ley pueden percibir regalías de hasta 3% del

valor de Boca de Mina (Art. 22°bis, incorporado

mediante Ley 25161). En este sentido, la Provincia

de Jujuy se encuentra adherida mediante Ley

provincial (4695/93), estableciendo el régimen del

Derecho a la Explotación de Minerales en el

territorio provincial (Ley 4696/93 y su decreto

reglamentario 969-E-1994) las cuales se calculan

mediante la aplicación de las definiciones y

fórmulas del Decreto 7129/10.

La protección del ambiente y la conservación del

patrimonio natural y cultural en el ámbito de la

actividad minera quedan sujetas a lo establecido en

virtud de las disposiciones del Artículo 41° de la

Constitución Nacional, de la Sección Segunda del

Código de Minería y la incorporación a éste de la

Ley 24585/95 de Protección Ambiental para la

Actividad Minera. La Provincia de Jujuy adhiere a

la Ley Nacional 24585 mediante Ley Provincial

5063/98 General de Medio Ambiente, atendiendo a

los decretos del poder ejecutivo provincial 724-E-96

(de designación como Autoridad de Aplicación a la

Dirección Provincial de Minería y Recursos

Energéticos), 1927-E-96 (de aprobación de la

normativa básica y presupuestos mínimos

complementarios) y 2881-E-97 (de conformación de

la UGAMP, Unidad de Gestión Ambiental Minera

Provincial), reglamentada por Decreto provincial

5707 y 5772 de 2010 que, en concordancia con la

Ley 24585, designan la conformación de la

UGAMP, el contenido de los Informes de Impacto

Ambiental Minero, glosario y los niveles guía de

calidad del agua, aire y suelo. En territorio Jujeño se

aplica además la Ley 4114/84 que ratifica el

Decreto-Ley nº 58-h-1966 por el que se declara en

Salinas Grandes una zona de reserva, para la

explotación de sal en bien común, que comprende

una superficie de 12.750 ha. También es de vigencia

en el territorio provincial el recientemente

sancionado Decreto 7592/11 que declara como

recurso natural estratégico de la Provincia de Jujuy

a las reservas minerales que contienen litio (Art. 1°)

y la sumisión de los proyectos de exploración y

explotación minera de esta sustancia a estudios de

un Comité de Expertos para el Análisis Integral de

Proyectos de Litio, adicionalmente a los

procedimientos previstos en el decreto 5772-P-2010

(Art. 2°).

Marco jurídico provincial de aguas.

La Constitución de la Provincia de Jujuy señala en

su Artículo 75° que corresponde a la Provincia

reglar el uso y aprovechamiento de todas las aguas

de su dominio y de las privadas. Las concesiones y

permisos se otorgan para usos 1) doméstico,

municipal y abastecimiento de poblaciones, 2)

industrial, 3) agrícola, 4) pecuario, 5) energético, 6)

recreativo, 7) minero, 8) medicinal, 9) piscícola. La

concesión del uso y goce del agua para beneficios y

cultivos de un predio constituyen un derecho

inherente e inseparable del inmueble y pasa a los

adquirientes del dominio, sea a titulo universal o

singular.

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López Steinmetz. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 63-70, 2011

66

El Código de Aguas de la Provincia de Jujuy, Ley

161/50 y modificatorias (Tabla 1), regula sobre el

uso, aprovechamiento, defensa y conservación de

las aguas superficiales y subterráneas. Esta ley

provincial instruye acerca de la planificación,

organización, administración e inventariado de los

recursos hídricos, designando la autoridad de

aplicación a la cual atribuyen poder de policía,

contralor y vigilancia (Art. 281°). El Código de

Aguas establece que las aguas naturales son de

dominio público, salvo en los casos que carezcan de

aptitud para satisfacer usos de interés general (Art.

79°). En ningún caso el agua pública puede ser

utilizada sin ser titular de un permiso o una

concesión (Art. 4° y 10°). Estos permisos son

otorgados por la Autoridad de Aplicación (Art. 6°)

y la concesión otorga un derecho subjetivo al

aprovechamiento de ésta, que limita el dominio

público de la Provincia sobre ella (Art. 12°). En

caso de concurrencia de solicitudes se prefiere la

que a juicio de la Autoridad de Aplicación tenga

mayor importancia y utilidad económico-social y en

igualdad de circunstancias, la que primero haya sido

presentada (Art. 21°). Mediante concesión, el agua

puede emplearse en los usos y de acuerdo a los

órdenes de prioridades detallados en el Artículo 5°,

el cual se ajusta a lo instruido en la Constitución

Provincial (Art. 75°). La medida, extensión o

magnitud de las concesiones se determinará en litros

por segundo si es para abastecimiento de

poblaciones o uso industrial (Art. 27°, 57°).

El uso y consumo de aguas alumbradas con motivo

de explotaciones mineras necesita concesión de

acuerdo con el presente Código, sin perjuicio de la

aplicación de las disposiciones del Código de

Minería. Estas concesiones se otorgan en consulta

con la Autoridad Minera o a pedido de ésta (Art.

63° inc. 1). Quienes, realizando trabajos de

exploración o explotación de minas encuentren

aguas subterráneas, están obligados a poner el

hecho en conocimiento de la Autoridad de

Aplicación, dentro de los sesenta (60) días de

ocurrido. Si así lo hiciere, el minero tiene prioridad

sobre otros solicitantes de usos de la misma

categoría de recurso hídrico (Art. 63° inc. 4). Al

otorgar las concesiones aludidas, la Autoridad de

Aplicación determina los modos y formas de

entrega del agua o uso del bien público concedido

(Art. 63° inc. 6) y establece las servidumbres

necesarias para el acceso al agua.

La exploración (Art. 229°, 230°), explotación y

concesión de las aguas subterráneas revisten el

Tabla 1: Cuerpos legales que conforman el Código de Aguas provincial.

Año Ley Principales sustancias de las modificaciones

1950 Ley 161 Código de Aguas de la Provincia de Jujuy.

1974 Ley 3127 Modificatoria al C.A.* Aprovechamiento integral del recurso

hídrico, administración, potestades del Estado

1984 Ley 4090 Administración de recursos hídricos y régimen

de servicio de agua, Saneamiento y Energía.

1988 Ley 4396 Modificatoria del C.A. Artículo5°: usos especiales y

prioritarios.

Artículo 63° incisos 1° al 6°: uso del recurso hídrico en explotaciones mineras

Artículo 66°: uso energético del recurso hídrico

1988 Ley 4401 Modificatoria del C.A. Creación de la “Administración General

del uso del Agua” (autoridad de aplicación del CA*)

1990 Ley 4530 Modificatoria de la Ley 4090. Artículo 37° (infracciones y sanciones).

1995 Ley 4871 Ley de Recursos Hidrotermales.* Artículo 2°: designa como autoridad de aplicación de esta ley a la Dirección

General de Turismo.

1998 Ley 5114 Complementaria del CA* Concesiones de riego 1998 Ley 5204 Sistemática de la calidad y disponibilidad

estacional del recurso agua para las regiones de

Quebrada y Puna jujeñas.

2005 Ley 5482 Nueva Ley de Recursos Hidrotermales. Deroga la Ley 4871.

* “Código de Aguas (CA)”; * Derogada

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López Steinmetz. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 63-70, 2011

67

carácter de utilidad pública (Art. 224°). La

Administración del Agua otorga, a quien lo solicite

y por un plazo de noventa días, permisos para

efectuar exploraciones de aguas subterráneas que

comprenden hasta mil hectáreas (Art. 234°). Todo

alumbramiento de agua subterránea goza de una

zona de protección, reglamentada en función de las

características del terreno (Art. 227°). Los permisos

de explotación se denominan permisos de

perforación (Art. 239°) y la zona de reserva tiene

una superficie de hasta 100 ha. Si el solicitante es

una sola persona física puede obtener hasta tres

pertenencias (300 ha) y de tratarse de sociedad,

hasta diez (1000 ha). Al propietario de la superficie

corresponde una servidumbre administrativa

impuesta y de ser necesario le corresponden

indemnizaciones del permisionario (Art. 248°).

El aflorador de aguas subterráneas debidamente

medidas, tendrá derecho a que se le otorgue una

concesión para la utilización de las mismas para

cualquiera de los aprovechamientos que especifica

el Artículo 5º (Art. 249°). También adquirirá el

derecho de solicitar a la Provincia la expropiación

de una fracción de la superficie, siempre que ella no

esté cultivada o edificada (Art. 250°). La

expropiación es efectuada por la Provincia, por el

procedimiento que fija la ley en la materia, pagando

el aflorador el precio del inmueble expropiado

según su valor antes del alumbramiento de las

aguas. Podrá solicitar la expropiación hasta de una

hectárea por cada 120 cl s-1

de aguas que haga

aflorar. El pozo deberá quedar dentro del terreno

expropiado. Si el agua se hubiera alumbrado en

terrenos del dominio privado de la Provincia, este

será vendido al aflorador al cincuenta por ciento de

su precio de acuerdo a la última avaluación oficial,

en la medida dispuesta por este artículo. La tierra

vivificada con el agua alumbrada queda eximida de

todo impuesto provincial o municipal durante veinte

años (Art. 253°). Si la Autoridad de Aplicación

comprobara que las aguas subterráneas afloradas

pueden ser utilizadas para los usos del Artículo 5°,

deberá reembolsar al aflorador los gastos de

perforación y una compensación por el

descubrimiento, o su parte proporcional (Art. 254°).

El aflorador que no requiriese a la Provincia la

expropiación de los terrenos dentro de los ciento

ochenta días de haber alumbrado las aguas, pierde el

derecho a las mismas (Art. 252°).

Discusión

La gobernanza de los recursos naturales requiere el

ejercicio de los instrumentos jurídicos y los marcos

políticos en los que se desarrollan las estrategias y

los planes de acción relativos a las sustancias de la

naturaleza. El derecho ambiental presenta una faceta

que se refiere a la protección del ambiente humano

y otra, que mira directamente al mundo de la

naturaleza (Garrido Cordobera, 1993; Garrido

Cordobera, 2009). En ambos casos, la cuestión

conflictiva se plantea en la gobernanza de los

recursos naturales, los cuales corresponden a bienes

comunes que poseen al Estado como custodio y

acerca de cómo desarrollar el paradigma de la

sustentabilidad (Walsh, 2000). Dicho de otro modo,

la manera en que los fallos no entorpezcan el sano y

necesario desarrollo económico y social evitando

que este sea el costo de la degradación ambiental

(Garros, 2007).

El sistema legal argentino es federal. El mismo está

dado por la supremacía del poder central sobre las

autonomías provinciales, causa sui las relaciones de

concurrencia pura en el punto conflictivo son

resueltas a favor del orden federal en detrimento de

las autonomías federales (Esain, 2002). En tal

sentido, en materia hídrica la doctrina mayoritaria

sostiene que en un país federal como la Argentina,

donde las Provincias son titulares del dominio

público hídrico y la Nación tiene competencia para

dictar los códigos de fondo, es al Código Civil a

quien compete determinar la naturaleza jurídica de

las aguas (Moisset de Espanés y López, 1979). Pero,

por ser el agua un bien del dominio público, cada

Estado Provincial administra sus recursos hídricos

con el alcance dado en el Código Civil (COHIFE,

2003). En este sistema federal se dan los principios

de subordinación, expresado en la supremacía

federal, de participación, que admite la

colaboración de las provincias y de coordinación

por la cual se delimitan las competencias propias

del estado federal y de las provincias. Las

competencias concurrentes en materia ambiental se

basan en el enunciado del Artículo 41°

“corresponde a la Nación dictar las normas que

contengan los presupuestos mínimos de protección

y a las Provincias, las necesarias para

complementarlas”. Este reparto competencial es

legislativo, administrativo y judicial (Esain, 2002).

Las provincias ejercen lo que en doctrina se

denomina complementariedad maximizadora, es

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López Steinmetz. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 63-70, 2011

68

decir dictar normas adicionales a las leyes de

presupuestos mínimos de protección ambiental. De

acuerdo a esta doctrina judicial, la actividad minera

extractiva de litio y potasio se encuentra regida por

el juego armónico de a) las leyes de presupuestos

mínimos en materia ambiental dictadas por el

Congreso de la Nación, b) las disposiciones del

Código Civil y del Código de Minería y c) las leyes

complementarias que dicten las Provincias (Morales

Lamberti, 2008).

En tal sentido, la Corte Federal considera al Amparo

como la vía idónea para plantear la existencia y

eventual agravamiento de los daños del medio

ambiente ocasionados por la actividad autorizada

por la administración con consecuencias

irreparables (Valls, 2000). El ejercicio de facultades

jurisdiccionales por órganos administrativos ha sido

reconocido por la doctrina de la Corte Suprema de

Justicia de la Nación con carácter restrictivo por

cuanto el otorgamiento de facultades

jurisdiccionales a órganos de la administración en

principio desconoce los Artículos 18° y 109° de la

Constitución Nacional, los que garantizan la defensa

en juicio y prohíben en todos los casos al Poder

Ejecutivo ejercer funciones judiciales. Resulta

entonces exorbitante a la competencia del Tribunal

Minero la delegación de función jurisdiccional para

la resolución de conflictos que impliquen derechos

y obligaciones de contenido no patrimonial del bien

de incidencia colectiva configurado por el ambiente.

En estos casos la decisión del conflicto excede el

interés de las partes involucradas en el conflicto

minero y compromete el interés público ambiental

(Morales Lamberti, 2008). Por ende, en el territorio

de la Provincia de Jujuy la actividad extractiva de

litio y potasio mediante bombeo de salmueras

subterráneas debe regirse en primer término por las

disposiciones ambientales e hídricas del Código

Civil, cabe recordar la imprescriptibilidad de las

acciones de prevención y reparación del daño

ambiental colectivo, y mineras del Código de

Minería. Si bien la administración del empleo

particular de aguas públicas se rige en función de

las normativas generales del agua y particulares a

las aguas subterráneas dentro Código de Aguas de

la Provincia de Jujuy, los conflictos en materia de

recursos naturales deberán atenderse en instancias

de la Justicia Federal, no así los de índole minera

para los cuales es competente la Autoridad Minera

Provincial.

El régimen administrativo de aprovechamiento

particular de las salmueras subterráneas se desdobla

en concesiones por una parte hídricas, las cuales

involucran superficies de hasta 1000 ha dado que en

general este metal es explotado por empresas y no

por particulares, y por otra parte concesiones

mineras cuya influencia se extiende por hasta 100

ha (Tabla 2). Debido a que los permisos hídricos se

otorgan por orden cronológico de solicitud y dado el

caso de pedimentos mineros vecinos en que uno de

éstos posea permiso de uso particular con una

extensión que invada la superficie de la pertenecía

minera aledaña, como se resolvería el litigio? Con la

finalidad de evitar situaciones tales y atendiendo a

la jerarquía del sistema legal, es importante que la

Autoridad del Agua ajuste las dimensiones de los

permisos que asigne a las extensiones concedidas

por la Autoridad Minera.

Finalmente, la materia de conflicto sin resolución

legislativa es corolario de la cuestión de si las

salmueras de litio y potasio, en tanto recurso

hídrico, pertenecen o no al dominio público (Art.

79° del Código de Aguas de la Provincia de Jujuy)

resultando esto no sin consecuencias. Estas aguas,

Tabla 2. Normativas aplicables a las explotaciones de Li y K en la Provincia de Jujuy.

Normativa

Normativas provinciales Normativas nacionales

Ley 161/50 y

modificatorias del Código de Aguas

Ley 5482/05 de

Recursos Hidrotermales

Ley 25688/02

Régimen de Gestión Ambiental de Aguas

Decreto 456/97 Código de

Minería

Autoridad de

Aplicación y

Poder de Policía

Dirección Provincial de

Recursos Hídricos

Ministerio de

Producción,

Infraestructura y Medio Ambiente

Subsecretaría de

Recursos Hídricos de

la Nación

Autoridad Minera:

Dirección Provincial de

Minería y Juzgados Administrativos de Minas.

Permiso de

explotación

Solo mediante concesión. El permiso se denomina

permiso de perforación (se enmarca en aguas subterráneas).

- Solo mediante concesión.

El permiso se denomina pertenencia.

Superficies

concesionables

2 posibilidades:

Pertenencia de un particular = hasta 300 ha. Pertenencia de una sociedad = hasta 1000 ha.

- Pertenencias especiales =

hasta 100 ha.

Page 73: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

López Steinmetz. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 63-70, 2011

69

debido a su tenor salino, no son aptas al empleo

como bebida, irrigación ni brebaje, debido a su

yacencia y entalpía tampoco son dables de ser

utilizadas con fines energéticos ni recreativos y su

uso en higiene e industria es al menos discutible. Si

estas salmueras faltasen de cualidades físico-

químicas, en orden de contribuir al empleo de

utilidad colectiva, entonces las disposiciones del

Código de Aguas para aguas públicas se desestiman

debido a que el recurso resulta del dominio privado

del poseedor superficiario de la tierra. Reforzado

esto por el derecho a la expropiación (al antiguo

propietario) y adquisición del inmueble por parte de

quien alumbrase aguas subterráneas que brindasen

productividad a la tierra en algunos de los usos que

el Código de Aguas establece. Sin embargo, aún

cuando a priori logre descartarse su aptitud a

satisfacer usos de interés general, cabe evaluar el

impacto ambiental que produciría su empleo en la

extracción de litio y potasio, regresando a las

garantías que nos brinda el Código Civil de

disponer de este bien de incidencia colectiva y

gozar de un ambiente sano y equilibrado.

Conclusiones

Las concesiones de litio y potasio en sus aspectos

hídrico y minero se rigen por el Artículo 2507° del

Código Civil en tanto dominios imperfectos. En el

territorio de la Provincia de Jujuy la administración

del uso particular de los recursos naturales que

poseen al litio y potasio como metales de valor

comercial responde a las disposiciones del Código

Civil, Código de Minería y Código de Aguas

provincial. Si bien el empleo de estas salmueras, en

tanto se consideren de dominio público, se rige en

función de las normativas provinciales del agua, los

conflictos en materia hídrica deberán atenderse en

instancias de la Justicia Federal, no así los de índole

minera para los cuales es competente la Autoridad

Minera Provincial.

El régimen administrativo del uso particular de

salmueras de litio y potasio se desdobla en

concesiones hídricas que involucran superficies de

hasta 1000 ha y mineras de hasta 100 ha. Esta

situación debe ser atendida legislativamente,

adaptando lo normado por el Código de Aguas

provincial a lo concesionado por la Autoridad

Minera.

La materia de conflicto sin resolución legislativa es

corolario de la cuestión de si las salmueras, en tanto

recurso hídrico, pertenecen o no al dominio público.

Si las mismas faltasen de cualidades físico-

químicas, en orden de contribuir al empleo de

utilidad colectiva, entonces el recurso resulta del

dominio privado del poseedor superficiario de la

tierra. En este sentido, el actual Código de Aguas de

la Provincia de Jujuy habilita a las empresas que

efectúan prospecciones de salmueras de litio y

potasio, tras el alumbramiento de las aguas

subterráneas, a solicitar la adquisición del inmueble

donde efectúan sus labores.

Aún si se verificase el dominio privado del recurso,

cabe cuestionar la existencia de la noción de aguas

de dominio privado en el Código de Aguas

provincial y evaluar el impacto ambiental que

produciría la extracción de las salmueras,

regresando a las garantías que nos brinda el Código

Civil de disponer de este bien de incidencia

colectiva y gozar de un ambiente sano y

equilibrado. La gobernanza de los recursos naturales

requiere de instrumentos jurídicos elocuentes a los

fines del ejercicio administrativo en los que se

basan las estrategias de los emprendimientos

privados y las políticas ambientales.

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Yerena-Yamallel et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 71-77, 2011

71

Contenido de carbono en la biomasa aérea en diferentes sistemas de

uso de suelo, en el matorral espinoso tamaulipeco

J.I. Yerena-Yamallel*, J. Jiménez-Pérez, E. Alanís-Rodríguez, O. A. Aguirre-Calderón y E.

J. Treviño-Garza

Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Autónoma de Nuevo León Carretera Nacional Km. 145, C.P. 67700, Linares, Nuevo León,

México

Carbon content in the aboveground biomass in different land use systems in the tamaulipan thornscrub.

Abstract

In the ecosystems of the state of Nuevo Leon, there is limited information about carbon sequestration, which

is a reason to initiate works to establish the methodological basis for carbon capture measurement and the

inventory, for certification purpose, as a future alternative from generation of economic resources for the

habitants of the area. Estimated the carbon content in the aboveground biomass was estimated in different

land use systems in a fraction of tamaulipan thornscrub. The study was conducted in the ecological reserve of

the Forest Sciences Faculty, UANL, and in two contiguous areas, with secondary vegetation; study systems

were primary scrub, traditional agriculture and clearcut. For the carbon content estimation four rectangular

plots of 250 m2 were established on each system, we measured the diameter (d0.10) and height (h), biomass

was calculated using allometric equations. The primary scrub has the highest carbon content with 11.70 MgC

ha-1

in the aboveground biomass, the value is drastically reduced in the recovered systems with 4.67 MgC ha-1

in clearcut and 2.98 MgC ha-1

in traditional agriculture. Tamaulipan thornscrub has great potential as carbon

storage, presents a wide capacity of mitigation due to its important surface.

Key words: carbon content, tamaulipan thornscrub, land use systems, aboveground biomass.

Resumen

En los ecosistemas del estado de Nuevo León, existe escasa información sobre captura de carbono, por lo que

es necesario iniciar trabajos tendientes a establecer las bases metodológicas para la medición del carbono

capturado y la inventarización de esta variable, con fines de certificación, como una alternativa futura de

generación de recursos económicos para los pobladores del área. Se estimó el contenido de carbono en la

biomasa aérea en diferentes sistemas de uso de suelo en una fracción del matorral espinoso tamaulipeco. El

estudio se realizó en la reserva ecológica del Matorral - Escuela de la Facultad de Ciencias Forestales UANL,

y en dos áreas contiguas, con vegetación secundaria; los sistemas de estudio fueron matorral primario,

agricultura tradicional y matarasa. Para la estimación del contenido de carbono se realizaron cuatro parcelas

rectangulares de 250 m2 en cada sistema, se midió el diámetro (d0.10) y la altura total (h), la biomasa se calculó

mediante ecuaciones alométricas. El matorral primario presento el mayor contenido de carbono con 11.70

MgC ha-1

en la biomasa aérea, el valor se reduce drásticamente en los sistemas recuperados con 4.67 MgC ha-

1 en matarasa y 2.98 MgC ha

-1 en agricultura tradicional. El matorral espinoso tamaulipeco tiene un gran

potencial como almacenador de carbono, presenta una amplia capacidad de mitigación dada su importante

superficie.

Palabras clave: contenido de carbono, matorral espinoso tamaulipeco, sistemas de usos de suelo, biomasa

aérea.

*Autores de correspondencia

Email: [email protected]

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Yerena-Yamallel et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 71-77, 2011

72

Introducción

Los bosques desempeñan un papel primordial en

el ciclo global del carbono, almacenando grandes

cantidades de este elemento en la biomasa y el

suelo, además de su intercambio con la atmósfera

a través de los procesos de fotosíntesis y

respiración (Brown, 1999).

La capacidad de los ecosistemas forestales para

almacenar carbono en forma de biomasa aérea

varía en función de la composición florística, la

edad y la densidad de población de cada estrato

por comunidad vegetal (Schulze et al., 2000).

Una estimación de la cantidad de carbono en un

bosque requiere que inicialmente se estime el peso

seco de la biomasa. El método destructivo en

conjunto con el desarrollo de ecuaciones

alométricas locales es el más preciso para estimar

la biomasa aérea (Návar et al., 2004).

La producción de biomasa esta correlacionada con

algunas propiedades del ambiente positiva o

negativamente y parece estar en función de un

gradiente de productividad con diferentes niveles

(Mittlebach et al., 2001 y Clark et al., 2001), en

el matorral espinoso tamaulipeco está en función a

un gradiente de productividad explicado por la

geoforma: mayor producción de biomasa se

encuentra en valles, seguido en lomeríos y por

último en la meseta (Espinoza-Bretado y Návar,

2005).

Se pueden llevar a cabo estudios específicos para

determinar las concentraciones de carbono en los

diferentes componentes de la biomasa. En la

ausencia de estudios específicos y basados en

previas investigaciones, generalmente se estima

que la concentración de carbono varía alrededor

de 50 por ciento del peso seco de la biomasa

(Husch, 2001). Después se estima la cantidad de

carbono total.

La determinación adecuada de la biomasa de un

bosque es un elemento de gran importancia,

debido a que esta permite determinar los montos

de carbono y otros elementos químicos existentes

en cada uno de sus componentes y representa la

cantidad potencial de carbono que puede ser

liberado a la atmósfera, o conservado y fijado en

una determinada superficie cuando los bosques

son manejados para alcanzar los compromisos de

mitigación de gases de efecto invernadero

(Brown, 1997; Schelegel, 2001).

En los ecosistemas del estado de Nuevo León,

existe escasa información sobre captura de

carbono (Návar, 2008), por lo que es necesario

iniciar trabajos tendientes a establecer las bases

metodológicas para la medición del carbono

capturado y la inventarización de esta variable,

con fines de certificación, como una alternativa

futura de generación de recursos económicos para

los pobladores del área. En este sentido, el

Matorral Espinoso Tamaulipeco cubre grandes

extensiones en el estado, motivo por el cual se

llevó a cabo el presente estudio. Por lo tanto, el

objetivo de la presente investigación fue: evaluar

el contenido de carbono en la biomasa aérea en

diferentes sistemas de uso de suelo en una

fracción del Matorral Espinoso Tamaulipeco.

Materiales y métodos

El estudio se realizó en la reserva ecológica del

Matorral-Escuela de la Facultad de Ciencias

Forestales UANL, y en dos áreas contiguas, con

vegetación secundaria y condiciones similares

(clima, suelo, altitud, pendiente). Éstas se

encuentran en una fracción del Matorral Espinoso

Tamaulipeco de la Planicie Costera del Golfo en

el municipio de Linares, Nuevo León, México

(Figura 1).

Los sistemas de estudio fueron:

Matorral primario

No se ha realizado aprovechamiento de especies

en esta área, cuenta con gran variedad y se

observan especies muertas y caídas de forma

natural. Desde hace 26 años es reserva natural de

la Facultad de Ciencias Forestales, la cual tiene

como objetivo la enseñanza e investigación.

Agricultura tradicional

Área desmontada con maquinaria para la práctica

agrícola, cultivo de maíz y sorgo de temporal,

durante un periodo aproximado de 5 años. Este

sitio tiene 24 años de no tener aprovechamiento,

de esta forma se presento una regeneración natural

de especies arbóreas y arbustivas.

Matarasa

Superficie desmontada hace 27 años con fines de

investigación utilizando la técnica del cadeneo.

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Yerena-Yamallel et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 71-77, 2011

73

Desde entonces no se ha realizado ninguna

actividad agrosilvopecuaria.

Para la estimación del contenido de carbono se

realizaron cuatro parcelas rectangulares de 250 m2

en cada sistema, dado que es la superficie mínima

de muestreo para la obtención de información

representativa de diversidad de especies en el

Matorral Espinoso Tamaulipeco y el presente

trabajo se realizó de forma paralela a estos

estudios (Alanís et al., 2008; Jiménez et al.,

2009). Se midieron los individuos arbóreos y

arbustivos con un diámetro (d0.10) mayor a un

centímetro y se efectuaron mediciones

dasométricas de altura total (h) y diámetro (d0.10).

Las ecuaciones de biomasa que se aplicaron

fueron tomadas de Návar et al. (2004) y Návar

(2009):

Para especies del matorral:

Tab= (0.026884+0.001191Db2H+0.044529Db-

0.01516H)+(1.025041+ 0.023663Db2H-

0.17071H-0.09615LN(H))+(-0.43154+0.011037

Db2H+ 0.113602Db+ 0.307809*LN(Db))

Para yucas:

Tab= exp(0.360+1.218*Ln(H)+0.325)

Donde: Tab= biomasa total aérea (kg), Db=

diámetro basal (cm), H= altura total (m).

Para la determinación de la concentración de

carbono por sistema, se colectaron muestras de las

especies de la siguiente manera, tallo: se

seleccionaron las muestras de madera de la

sección radial a 0.10 m; ramas: a partir de 1 cm de

diámetro en los cuatro puntos cardinales de la

copa; ramillas: menores de 1 cm de diámetro en

los cuatro puntos cardinales de la copa; hojas: se

obtuvieron muestras en los cuatro puntos

cardinales de la copa.

Colectadas las muestras en campo se procedió a

pesar en el laboratorio y posteriormente se

colocaron en la estufa de secado a 105 °C de

temperatura hasta obtener un peso constante. Cada

muestra se trituró en un molino pulverizador. La

concentración de carbono se determinó con un

equipo analítico denominado Solids TOC

Analyzer; éste determina la concentración de

carbono en muestras sólidas mediante combustión

completa, a una temperatura de 900 °C, los gases

Figura 1. Ubicación de los sistemas en Linares, Nuevo León, México.

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Yerena-Yamallel et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 71-77, 2011

74

producto de la combustión son medidos a través

de un detector de infrarrojo no dispersivo que

contabiliza las moléculas de carbono contenidas

en estos gases.

Se realizó un análisis de varianza ANDEVA (con

un nivel de significancia de P ≤ 0.05) factorial

para determinar si existen efectos significativos

entre los componentes de las especies en los

diferentes sistemas, donde se determinaron dos

factores: el sistema, con tres niveles (matorral

primario, agricultura tradicional y matarasa) y los

componentes de la biomasa aérea de las especies,

con cuatro niveles (hojas, ramas, ramillas y tallo),

de tal manera que hubo 12 interacciones (3 x 4).

Cuando resultó significancia en la prueba, se

procedió a realizar un análisis de comparación de

medias a través de la prueba de Tukey (P ≤ 0.05).

Resultados y discusión

Número de individuos y biomasa aérea

En el matorral primario se encontró el mayor

número de individuos y biomasa por hectárea por

clase diamétrica y total, el sistema agricultura

tradicional obtuvo valores mayores que el

matarasa en la mayoría de las clases diamétricas a

excepción de 1-5 (Tabla 1).

El valor de biomasa en el matorral primario (25

Mg ha-1

) evaluado es mayor al determinado por

Návar (2008) de 12.93 Mg ha-1

para el matorral

espinoso tamaulipeco, de igual modo a los valores

encontrados por Búrquez et al. (2010) de 13.03 y

6.99 Mg ha-1

para el matorral espinoso y matorral

de desierto respectivamente, asimismo Búrquez y

Martinez-Yrizar (2011) señalan para el matorral

de desierto 6.67 y 23.78 Mg ha-1

y para el matorral

espinoso 10.57 Mg ha-1

; Návar et al. (2002),

Návar et al. (2004) y Návar (2008) citan valores

mayores para el matorral espinoso tamaulipeco, de

36.75, 44.40 y 48.40 Mg ha-1

respectivamente, a

su vez Búrquez et al. (2010) para el matorral de

desierto en Sonora, de 29.24 Mg ha-1

.

La producción de biomasa incrementa con el

gradiente geomórfico (partes más áridas: menor

producción, partes más húmedas: mayor

producción), este incremento en la biomasa se

explica por varias fuentes de variación, dentro de

las cuales destacan las siguientes: la humedad

disponible es mayor en derramadero intermitente

durante la estación de lluvias y tiempo después de

la estación lluviosa; a medida que el paisaje

cambia hacia sitios alejados de los arroyos, la

cantidad de agua disponible para la

evapotranspiración disminuye (Espinoza-Bretado

y Návar, 2005). En estos sitios sólo existe la

precipitación anual y en algunas especies

escorrentía fustal (Návar y Bryan, 1990; Návar,

1993).

Concentración de carbono

Con el análisis de varianza se determinó que

existen diferencias altamente significativas (P <

0.001) entre la concentración de carbono de los

componentes de los sistemas (Tabla 2). Los

componentes tallo, ramas y ramillas de los tres

sistemas no presentaron diferencia significativa

entre sí (P ≤ 0,05), con valores que van de 45.01 a

46.38 %; las hojas de los sitios matarasa y

matorral primario, presentaron valores superiores

a los demás componentes de los diferentes

sistemas, el rango fue de 48.51 a 49.20 % (P ≤

0.05); la media general para los sistemas resultó:

matorral primario 46.81 %, agricultura tradicional

45.69 % y matarasa 46.62 %.

La concentración de carbono de la biomasa aérea

por sistema, resultó en todos los casos inferior al

valor de 50% sugerido por defecto por el Grupo

Intergubernamental de Expertos sobre los

Cambios Climáticos (IPCC, 1996). La

concentración de carbono promedio en tallo,

ramas y ramillas de los sistemas de este estudio,

fueron más bajos que los determinados por

Tabla 1. Número de individuos y biomasa aérea por clase diamétrica

Clase

diamétrica

Matorral primario Matarasa Agricultura tradicional

Ind ha-1 Mg ha-1 Ind ha-1 Mg ha-1 Ind ha-1 Mg ha-1

1 - 5 14,140 14.67 5,933 8.12 2,080 3.65

5 - 10 710 5.17 253 1.64 260 1.76

10 - 15 100 2.20 13 0.26 20 0.40

> 15 50 2.96 - - 10 0.71

Total 15,000 25 8,479 10.02 2,370 6.52

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Yerena-Yamallel et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 71-77, 2011

75

Francis (2000), para otras especies en Puerto Rico,

con valores de 52.07% (promedio de tallo, ramas

y ramillas); a su vez son mayores a los reportados

por Gayoso y Guerra (2005) en Chile de 44.38%

(tallo), 43.17% (promedio para ramas y ramillas).

Contenido de carbono

El sistema permanente y con mayor crecimiento

presenta el valor más alto de acumulación de

carbono. El matorral primario contiene 11.70

MgC ha-1

en la biomasa aérea, el valor se reduce

drásticamente en los sistemas recuperados con

4.67 MgC ha-1

en matarasa y 2.98 MgC ha-1

en

agricultura tradicional. Recuperar el estado inicial

del matorral primario tomará muchos años, tal

como se puede apreciar con el sistema de matarasa

de 27 años que alcanza solo un 40% de lo que se

tenía en reservas del matorral primario (Figura 2).

El contenido de carbono en la biomasa aérea en el

sistema de matorral primario evaluado, resultó

Tabla 2. Concentración de carbono de los componentes por sistema

Componente Sistema Media±SD* Agrupación

Tukey1

Ramillas Agricultura tradicional 45.01±0.46 a

Ramas Agricultura tradicional 45.19±0.70 a b

Tallo Matarasa 45.58±0.66 a b

Ramillas Matarasa 45.82±0.64 a b

Tallo Agricultura tradicional 45.84±0.51 a b

Ramas Matarasa 45.89±0.64 a b

Ramas Matorral primario 46.11±0.47 a b

Ramillas Matorral primario 46.25±0.84 a b

Tallo Matorral primario 46.38±0.81 a b

Hojas Agricultura tradicional 46.72±1.33 b

Hojas Matorral primario 48.51±0.74 c

Hojas Matarasa 49.20±0.65 c 1Letras iguales son estadísticamente similares (P ≤ 0.05)

*SD = Desviación estándar de la muestra

Figura 2. Biomasa aérea y contenido de carbono en los sistemas evaluados.

Page 80: Revista Latinoamericana deRecursos Naturales

Yerena-Yamallel et al. / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 71-77, 2011

76

similar al reportado por Návar (2008) de 11.35

MgC ha-1

para el mismo tipo de vegetación, he

inferior a valores determinados por otros autores:

Callo-Concha et al. (2002), para seis sistemas de

uso de la tierra en tres ecozonas emblemáticas de

la amazonía Peruana, obtuvieron valores de: 196.1

MgC ha-1

en Bosque primario, 77.4 MgC ha-1

huerto casero, 67.9 MgC ha-1

bosque secundario,

45.4 MgC ha-1

café+sombra, 30.4 MgC ha-1

silvopastura y para el estrato arbustivo-herbáceo

citan valores menores a los de este estudio: 0.75

MgC ha-1

Bosque primario, 0.54 MgC ha-1

huerto

casero, 0.78 MgC ha-1

bosque secundario, 0.63

café+sombra, 0.91 MgC ha-1

silvopastura y 1.28

MgC ha-1

pastura; Lapeyre et al. (2004), en

diferentes usos de tierra en San Martín, Peru,

determinaron valores de: 485.3 MgC ha-1

para

bosque primario, 234.3 MgC ha-1

bosque

secundario 50 años, 62.1 MgC ha-1

bosque

secundario 20 años, 19.3 MgC ha-1

agroforestal

café-guaba, 47.2 MgC ha-1

cacao, así mismo

valores menores: 1.7 MgC ha-1

en cultivo de arroz,

4.4 MgC ha-1

cultivo de maíz, 2.3 MgC ha-1

pastos

manejados; Callo-Concha et al. (2004) señalan

para sistemas agroforestales valores de 30 MgC

ha-1

en cítricos+plátano, 41.8 MgC ha-1

cítricos +

café+ plátano, 39.2 MgC ha-1

cítricos+café, 37.2

MgC ha-1

cítricos+cobertura y 61.8 MgC ha-1

cítricos+pelibuey; Pacheco et al. (2007) reportan

17.9 MgC ha-1

en la biomasa aérea de una

plantación de seis años de Pinus greggii en

Cuaunepantla, Acaxochitlán, Hidalgo, México;

Ibrahim et al. (2007) en distintos usos de la tierra

en Esparza, Costa Rica y Matiguas, Nicaragua,

refieren valores de: 90.78 MgC ha-1

para bosque

secundario, 92.42 MgC ha-1

plantación forestal de

teca, 23.01 MgC ha-1

bosque secundario, 17.92

MgC ha-1

vegetación secundaria joven, a su vez

valores menores: 1.63 MgC ha-1

en pastura

mejorada con baja densidad de árboles, 7.09 MgC

ha-1

pastura natural con alta densidad de árboles,

6.01 MgC ha-1

banco forrajero de gramínea, 9

MgC ha-1

pastura mejorada alta densidad de

árboles, 11.9 MgC ha-1

pastura natural baja

densidad de árboles y 4.83 MgC ha-1

pastura

degradada; Rodríguez et al. (2009) señalan para

un bosque de pino-encino 82.91 MgC ha-1

y en

renuevos un valor menor de 0.4 MgC ha-1

, en la

reserva de la biosfera El Cielo, Tamaulipas,

México.

Conclusiones

En los sistemas evaluados el matorral primario

resultó con el contenido de carbono en la biomasa

aérea más alto. El nivel de carbono en el sistema

matarasa presentó mayor cantidad (siendo un

matorral menos intervenido) que el sistema

agricultura tradicional.

El matorral espinoso tamaulipeco tiene un gran

potencial como almacenador de carbono, presenta

una amplia capacidad de mitigación dada su

importante superficie, pero también se muestra

como un ecosistema de riesgo a conversión a otros

usos y por tanto con un alto potencial de

transformarse en fuentes de emisión de CO2 y

otros gases de efecto invernadero.

Agradecimientos

A la Facultad de Ciencias Forestales de la

Universidad Autónoma de Nuevo León, por el

apoyo para desarrollar el estudio.

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78

Aislamiento de Salmonella y otras enterobacterias de carne fresca de

víbora de cascabel Crotalus spp

A. Gatica-Colima1*

y J. López-Esparza2

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. ICB. Departamento de Ciencias Químico Biológicas.

1Laboratorio de Ecología y Biodiversidad Animal. Programa de Biología. 2Laboratorio de Microbiología, Parasitología Ambiental y Diagnóstica. Academia de Microbiología.

Salmonella and other enterobacteria isolated from fresh meat of rattlesnake Crotalus spp

Abstract

Fresh rattlesnake meat is consumed as food by some people. It’s known that Salmonella exists in some

reptiles including rattlesnakes; however, the microbiological quality of fresh meat is unknown. Therefore the

main objective of this study is to determine the presence of Salmonella associated with fresh rattlesnake meat,

as well as recognized other enterobacteria species. Nine rattlesnakes were collected from the wild and

samples were obtained from each individual for analysis. Salmonella colonies were isolated by NOM-114-

SSA1-1994 methodology, then they were verified by the API-20E kit and VITEK-2 automated microbiology

system. Eight samples (88.88%) resulted as Salmonella, 15 colonies were isolated by the first method. With

API-20E kit and VITEK-2 the presence of Salmonella was confirmed in 11 strains from seven samples

(77.33%). VITEK-2 was more specific determining Salmonella enterica ssp arizonae in seven strains from

four samples of fresh rattlesnake meat. The results of this study can warn about the consumption of

rattlesnake meat, thus, maybe decreased the anthropogenic impact over the rattlesnakes. In conclusion,

Salmonella was isolated as well as other member of the Enterobacteriaceae from fresh rattlesnake meat

samples. It’s recommended not to eat fresh rattlesnake meat because it represents a risk for human health.

Complementary methods were useful for the determination of enterobacteria, especially Salmonella.

Key words: rattlesnake, Crotalus, fresh meat, Salmonella, Chihuahua.

Resumen

La carne fresca de víbora de cascabel es consumida como alimento por algunas personas. Se ha reportado la

existencia de bacterias del género Salmonella en algunos reptiles, incluyendo crotalinos, sin embargo, se

desconoce la calidad microbiológica de ésta carne. Por ello se planteó como objetivo principal, determinar la

presencia de Salmonella asociada a la carne fresca de víbora de cascabel así como la identificación de otras

enterobacterias. Se recolectaron nueve serpientes de cascabel del género Crotalus del medio natural y se

obtuvieron las muestras de cada individuo para su análisis. Siguiendo el procedimiento establecido por la

NOM-114-SSA1-1994 se aislaron colonias de Salmonella y la verificación se hizo con el kit API-20E y el

sistema automatizado de microbiología VITEK-2. El 88.88% (n=8) de las muestras de carne fresca resultaron

sospechosas a Salmonella, de las que se aislaron 15 cepas con el primer método. Con API-20E y VITEK-2 se

corroboró la presencia de Salmonella en 11 cepas correspondientes a siete muestras (77.33%). VITEK 2 fue

más específico, determinando a Salmonella enterica ssp arizonae en siete cepas obtenidas de cuatro muestras

de carne fresca. Los resultados de este trabajo pueden advertir sobre el consumo de serpientes de cascabel y

así, quizás, disminuir el impacto antropogénico sobre las especies de crotalinos. En conclusión se aisló

Salmonella así como otros miembros de la familia Enterobacteriaceae de muestras de carne fresca de víbora

de cascabel. Se recomienda no comer la carne fresca de víbora de cascabel por el riesgo que representa a la

salud humana. Los métodos complementarios fueron útiles en la determinación de enterobacterias,

*Autores de correspondencia

Email: [email protected]

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

79

especialmente Salmonella.

Palabras clave: víbora de cascabel, Crotalus, carne fresca, Salmonella, Chihuahua.

Introducción

El aislamiento de Salmonella de la carne fresca

comercializada en mercados y supermercados en

México se ha evaluado por algunos autores.

Robles-Reyes et al. (2001) aislaron Salmonella de

pollos crudos que fueron adquiridos en diferentes

mercados del estado de México utilizando dos

métodos, el tradicional y la prueba de RavealTM

.

Zaidi et al. (2006) relacionaron la incidencia de

Salmonella de carnes frescas de puerco, res y aves

que se comercializan en Yucatán con personas con

infecciones entéricas. Hasta donde se sabe el

estudio microbiológico de las carnes no

convencionales es poco conocido, aunque se ha

documentado el consumo de carne de serpientes

de cascabel como alimento para el humano por

algunos autores (Schmitt, 1952; Goyan y Sucher,

1990; Fitzgerald et al., 2004, Magnino et al.,

2009). Salmonella es comúnmente causante de

infecciones inaparentes en el humano, lo cual

puede ocultar resultados menos frecuentes como

enfermedades serias, entre ellas enteritis y

septicemia (Sadler et al., 1969; Turnbull, 1979).

A pesar de que es conocida la presencia de

Salmonella en reptiles (Caldwell y Ryerson, 1939;

Hoff y White, 1977; Mitchell y Shane, 2001); ésta

bacteria se ha aislado de muestras fecales y de

cloaca de serpientes (Roggendorf y Muller, 1976;

Murphy y Armstrong, 1978; Corrente et al.,

2004); asimismo, de la piel de la serpiente de

cascabel Crotalus atrox (Sheridan et al., 1989);

pero no se ha reportado Salmonella en carne

fresca de víbora de cascabel.

Los subproductos de las serpientes de cascabel, se

han documentado como transmisores potenciales

de Salmonella. Riley et al. (1988) postularon que

la ingestión de cápsulas de víbora de cascabel por

pacientes hispanos crónicos es una vía para la

infección seria de Salmonella arizona. En otro

estudio realizado en 22 pacientes latinos con

infección de Salmonella arizonae se reportó que el

82% habían consumido con anterioridad cápsulas

de víbora de cascabel antes de enfermarse

(Waterman et al., 1990). Salmonella arizonae y

otras serovariedades se aislaron de cuatro

diferentes preparaciones de víboras de cascabel

que fueron utilizadas como tratamiento para

diferentes padecimientos (Babu et al., 1990).

En México se han desarrollado muy pocos

trabajos sobre aislamiento de Salmonella en

serpientes. Rodríguez (1996) presenta los

resultados de un análisis de detección de

Salmonella enterica ssp arizonae, Salmonella

spp., o ambas en un 45% de la población de

serpientes en cautiverio del Herpetario de la

Facultad de Ciencias de la UNAM. La muestra

incluyó 14 ejemplares de Crotalus de un total de

29 serpientes.

Es común la obtención ilegal de las serpientes de

cascabel para la elaboración de productos y/o

subproductos del medio silvestre, pero no se

conoce el impacto sobre las poblaciones de las

especies de Crotalus en México, donde todas las

especies se encuentran en alguna categoría de

riesgo (DOF, 2010).

Si bien se ha documentado la presencia de

Salmonella en muestras como la piel y cloaca de

ejemplares vivos y de subproductos como en las

cápsulas elaboradas con carne seca molida de

serpientes de cascabel, se esperaría encontrar

Salmonella en la carne fresca de individuos

silvestres, así como otras enterobacterias. La

presente investigación tiene como objetivo aislar

Salmonella de la carne fresca de víbora de

cascabel del género Crotalus así como otras

enterobacterias asociadas. Un estudio de esta

naturaleza aporta nueva información sobre la

calidad microbiológica de un recurso alimentario

alterno en la zona desértica de Chihuahua.

Al reportar y divulgar los resultados de esta

investigación sobre las enterobacterias asociadas,

sobretodo Salmonella en la carne fresca de la

serpiente de cascabel, se podrían prevenir y

disminuir los riesgos a la salud humana e incluso

quizás, reducir la demanda del recurso al bajar las

extracciones de las serpientes del medio silvestre.

Materiales y métodos

Localización de los sitios de muestreo y trabajo

de campo

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

80

De cuatro localidades de Chihuahua fueron

obtenidos los individuos vivos de serpientes de

cascabel del género Crotalus, de la localidad 1 en

el rancho La Laguna, Municipio Nuevo Casas

Grandes; de la localidad 2 en un camino de

terracería en el Municipio de Ascensión; la

localidad 3 fue en el rancho Aguachile y la 4 el

rancho San Fernando, ambas en el Municipio de

Camargo. Previa visita a las localidades garantizó

la recolección de los ejemplares.

Durante la estación húmeda de verano de 2007 se

realizaron tres salidas al campo, efectuando

recorridos por las noches (21:00–23:30) con

apoyo de lámparas de propano y por la mañana

(8:30–11:30) buscando serpientes de cascabel en

caminos de terracería. Una vez detectado un

ejemplar se procedió a manejarlo con ganchos

herpetológicos (Fur Mont Reptile Hooks) para

introducirlo en un saco de manta, posteriormente

fue pesado con una pesola Ohaus de 1, 000 x 10 g

ó 2, 000 x 20 g (según el caso) y se colocó el saco

con la serpiente dentro de una cubeta de 20 litros

para su traslado al Laboratorio de Ecología y

Biodiversidad Animal de la UACJ.

Solo se colectaron nueve individuos debido al

límite establecido en el permiso de colecta

otorgado por la SEMARNAT.

Trabajo de Gabinete

Obtención de la carne fresca. En el laboratorio

fueron manejados los ejemplares para tomar las

medidas morfométricas convencionales (Pisani y

Villa, 1974) de Longitud Hocico Cloaca (LHC) y

de Longitud Total (LT). Con sexing probes se

determinó el sexo (Schaefer, 1934). Se realizó la

eutanasia de cada ejemplar de manera semejante

como se realiza en campo, con un golpe en la

cabeza, una vez muerto el ejemplar se le cortó la

cabeza con un cuchillo filoso (Klauber, 1982), la

cabeza fue colocada en un vaso de precipitado

para evitar un accidente. Posteriormente se

despellejó separando la piel. Cada ejemplar se

disectó de manera ventral, los órganos, la grasa

mesentérica y la canal fueron identificados. Cada

componente fue pesado y almacenado. Una

porción de la carne (canal) de cada muestra fue

almacenada en bolsas plásticas al vacío con apoyo

de FoodServer y fue congelada a -15 °C (5 °F)

para su posterior análisis microbiológico, otra

porción se utilizó para los análisis fisicoquímicos

que no se reportan aquí. Todo el proceso fue

realizado bajo condiciones de esterilidad.

Análisis microbiológico de la carne. Para la

determinación de Salmonella y otras

enterobacterias se siguieron los pasos del método

convencional establecido por la NOM-114-SSA1-

1994 (DOF, 2002); una vez identificadas las cepas

como Salmonella se realizaron subcultivos y

confirmaron con dos métodos complementarios, el

kit API 20E de BioMérieux® y por el sistema

automatizado de microbiología VITEK-2.

Cada método utilizado en esta investigación se

apoyó de diferente cantidad de pruebas

bioquímicas: de acuerdo a la NOM-114-SSA1-

1994 (DOF, 2002) con nueve; el sistema API 20E

de BioMérieux® con 24 y el sistema VITEK-2

con 64 pruebas.

Primero se estandarizó la técnica establecida en la

NOM-114-SSA1-1994 para aislamiento de

Salmonella y otras enterobacterias de carne de

víbora de cascabel, además se trabajo con los

controles de Salmonella (aislado clínico) y

Escherichia coli (ATCC 25922) para probar la

viabilidad de los medios de cultivo.

Una vez estandarizada la técnica se procedió de la

siguiente manera, se pesaron y maceraron 25

gramos de carne fresca de víbora de cascabel, la

muestra fue mantenida en un caldo lactosado

(BIOXON) como medio de pre-enriquecimiento

por 24 horas a una temperatura de 37 °C;

posteriormente fue inoculada a caldos de

enriquecimiento selectivo, para Salmonella se

utilizó el caldo tetrationato (DIBICO) y para las

enterobacterias el caldo verde bilis brillante

(BIOXON) por 24 horas a una temperatura de 37

°C. Posteriormente se tomó una muestra para ser

sembrada en cuatro medios para vaciado en placa,

para Salmonella se utilizó el Sulfito de Bismuto

(MERCK) y el de Shigella-Salmonella

(BIOXON), para las enterobacterias se utilizaron

el agar McConkey (MERCK) y el Verde Brillante

(DIBICO) por 24 horas a 37 °C.

Las enterobacterias fueron identificadas con base

a sus características morfológicas, realizándose las

pruebas bioquímicas convencionales: TSI triple

azúcar y hierro; LIA lisina hierro agar; citrato de

Simmons; KIA Kigler hierro agar; PHE

fenilalanina; URE urea; MIO movilidad indol

ornitina (DIFCO); RM-VP rojo de metilo-

Voges Proskauer y SIM movilidad indol sulfuros

(BIOXON). La lectura de respuesta se realizó con

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

81

base al manual de Bergey’s (Holt et al., 1994).

Las cepas correspondientes a Salmonella se

serotipificaron con el kit Wellcolex Colour

(REMEL) y se mantuvieron en un medio

inclinado de soya tripticasa y glicerol, este medio

permite la conservación de la cepa de Salmonella

hasta por seis meses en refrigeración a 4 °C.

Con el segundo método de identificación, se re-

aislaron las colonias a partir del medio soya

tripticasa a un medio Haeckton (DIBICO) por 24

h de incubación, para posteriormente suspender en

suero fisiológico salino e inocularlo en la tarjeta

con 24 bioquímicas API-20E bioMerieux®

(Sistema de identificación de Enterobacteriaceae y

otros bacilos gram negativos no exigentes). El

resultado de las bioquímicas arrojó un código de

ocho números que se cotejó con el Índice de Perfil

Analítico 20E (Analytab, 1989).

Como tercer método de identificación se utilizó el

equipo automatizado VITEK-2 compact

(bioMerieux®), con el que se confirmaron las

colonias Gram negativas. Para ello se colocaron

en un contenedor los tubos con suero fisiológico y

las muestras de enterobacterias a determinar. Las

muestras deben tener una concentración entre 0.5

y 0.63 unidades McFarland la cual se midió con

un colorímetro Vitek Densicheck (bioMerieux®),

posteriormente se cargó una tarjeta para bacterias

Gram negativas (GN) por muestra, cada tarjeta

contenía 64 bioquímicas. Se colocó el contenedor

en un compartimento de VITEK-2 y se

etiquetaron las muestras con el software de

VITEK-2 Systems. Se corrieron las muestras y se

esperaron los resultados en un periodo de tiempo

entre 3 y 12 horas.

Análisis de datos

Se calculó la prevalencia de las enterobacterias en

las muestras de carne fresca de víbora de cascabel

del género Crotalus como una expresión de la

frecuencia.

La prevalencia corresponde al número de casos

positivos entre el número total de muestras

analizadas multiplicado por 100 (Pita-Fernández

et al., 2004).

Se generó una gráfica de las prevalencias de

enterobacterias con base a los resultados del

método convencional (NOM-SSA1-114-1994).

Se calculó la prevalencia de Salmonella por cada

uno de los métodos.

Resultados y discusión

Se recolectaron nueve ejemplares (Crotalus atrox,

n=7 y C. scutulatus n=2) de cuatro localidades

correspondientes a tres municipios de Chihuahua:

Nuevo Casas Grandes (Cs 1 y 2; Ca 1, 2, 6 y 7),

Camargo (Ca 4 y 5) y Ascensión (Ca 3). El rango

de la longitud total y peso de los ejemplares fue de

LT=815-850 mm, w=450-500 g para los dos

ejemplares de C. scutulatus y LT=567-1017 mm,

w=325-1050 g para seis C. atrox.

La discusión se apoyó de trabajos hechos en

muestras diferentes a la carne fresca de serpientes

de cascabel, ya que no se encontró literatura para

comparar los resultados. Todas las muestras de

Crotalus presentaron enterobacterias con el

método convencional (NOM-SSA1-114-1994),

excepto una de C. scutulatus (Cs 1). Se ha

documentado en algunos casos la ausencia de

Salmonella en muestras (cloaca y heces) de

reptiles hasta en un 49.5% de los reptiles

muestreados (n=45) como lo reportaron Corrente

et al. (2004); así como la ausencia total de

Salmonella de la cloaca de 100 tortugas

provenientes de ambientes naturales y artificiales

(Readel et al., 2008). La ausencia del crecimiento

bacteriano en la muestra de carne se puede

considerar atípica, se esperaría por lo menos un

crecimiento de alguna enterobacteria en la

muestra, sin embargo no ocurrió, pero cabe

mencionar que de la muestra Ca 2 no se aislaron

otras enterobacterias, sólo se aisló Salmonella,

ambos ejemplares provienen de la misma

localidad de Nuevo Casas Grandes.

Un total de 11 cepas se aislaron con el método

convencional en ocho de las nueve muestras de

carne fresca de víbora de cascabel, así como tres

colonias no determinadas en tres muestras

diferentes. Las enterobacterias aisladas son

Citrobacter sp., C. freundii, Enterobacter

aerogenes, Escherichia coli, Klebsiella sp.,

Proteus sp., P. mirabilis, P. vulgaris, Salmonella

sp., Shigella sp. También se reportó a

Pseudomonas sp., un género que no forma parte

de la Familia Enterobactericeae pero es

considerada una enterobacteria ya que se

encuentra en el intestino. La prevalencia de las

enterobacterias con base al método convencional

se presenta en la Figura 1.

Los resultados en las muestras de carne fresca

analizadas en el presente estudio no coinciden con

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

82

los de Sheridan et al. (1989) quienes aislaron

bacterias de la piel de serpientes vivas silvestres

Crotalus atrox, pero si con los de Goldstein et al.

(1979) quienes registraron a Citrobacter sp., y

Proteus mirabilis en veneno de Crotalus viridis y

Crotalus scutulatus. Al igual con Ferreira et al.

(2009) quienes compararon la microbiota de tres

fuentes (la cavidad oral, cloaca y veneno) de

diversos ejemplares silvestres de C. durissus

terrificus, donde registraron a Pseudomonas

aeruginosa, Proteus vulgaris y Morganella

morganii como las más frecuentes, así como

Salmonella spp., E. coli, Proteus sp., y

Citrobacter freundii. Sólo P. vulgaris se aisló de

las tres fuentes, mientras M. morganii sólo de la

cloaca. La contaminación bacteriana en el tracto

digestivo de las serpientes podría deberse a las

bacterias que presentan las presas consumidas por

las serpientes, ya que se conoce que las presas

pueden defecar al ser ingeridas por la serpiente

como lo menciona (Goldstein et al., 1979).

De acuerdo con Holt et al. (1994) Citrobacter es

considerada una oportunista, mientras

Enterobacter cloacae es de amplia distribución en

la naturaleza, P. mirabilis ocurre en el intestino de

varios animales y Morganella se encuentra en

reptiles y es un invasor oportunista secundario.

Las serpientes al estar en contacto con el suelo y

las presas que consumen podrían infectarse con

algunas bacterias.

En la Tabla 1 se presenta la relación de

enterobacterias y Salmonella aislada de la carne

fresca de víboras de cascabel con base a los tres

métodos (NOM-114-SSA-1; API-20E y VITEK-

2). Con el método convencional (NOM-114-SSA-

1), el 88.88% (n=8) de las muestras de carne

fresca de cascabel presentaron Salmonella sp.,

entre una a tres cepas por muestra. Un total de 15

cepas se aislaron como Salmonella sp. Al

verificarse con los métodos complementarios API-

20E y VITEK-2 compact se determinaron 11

cepas (73.33%) como positivas a Salmonella,

confirmándolo en siete muestras de carne fresca.

Se determinaron nueve cepas como Salmonella

spp., y en dos casos más, siendo específico para

Salmonella subgrupo III arizonae por el método

API-20E. Con el equipo VITEK 2 se

determinaron 11 cepas, siendo más específicos los

resultados: Salmonella enterica arizonae (7) y

Salmonella grupo o Slashline (4).

La prevalencia de Salmonella con base a los

resultados del método tradicional fue de 88%, con

API-20E y VITEK-2 fue de 77% cada uno. Lo

cual significa que el método convencional

Figura 1. Prevalencia de enterobacterias incluyendo a Salmonella en carne fresca de serpiente de cascabel con base al método

convencional.

88

44

22 22

11 11 11 11 11 11 11 11 11 11

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

100

Pre

val

enci

a %

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

83

sobrestimó los resultados obtenidos con las

muestras analizadas en el presente estudio, por

ello, es importante complementar con otros

métodos como lo recomiendan Edel y

Kampelmacher (1969), quienes comprobaron que

la tasa de recuperación de Salmonella de

diferentes muestras en diferentes laboratorios no

fue uniforme en los resultados, se requieren más

estudios comparativos.

Se han aislado Salmonella arizonae y otros

serovariedades de preparaciones secas de víbora

de cascabel y cápsulas (Riley et al., 1988; Babu et

al., 1990; Noskin y Clarke, 1990), la presencia de

Salmonella en muestras secas podría deberse a

una contaminación debido al manejo de los

ejemplares vivos y la higiene personal del colector

como lo mencionan Aiken et al. (2010). Además

podría ser durante el proceso de secado de la canal

al extenderla en un cerco de púas por algunos

meses como se ha observado que ocurre en las

zonas áridas del norte de México (observación

personal AGC).

Aunque se ha documentado que Salmonella se

encuentra en el tracto gastrointestinal de las

serpientes de cascabel (Martínez-Barreda et al.,

1999; Ferreiro et al., 2009; Magnino et al., 2009);

la bacteria potencialmente podría migrar al tejido

debido a que tiene las características de

Tabla 1. Relación de enterobacterias y Salmonella aisladas de carne fresca de Crotalus por el método NOM-114-SSA1-1994 y

verificadas por API-20E y VITEK-2.

Muestras de

ejemplar

NOM-SSA-114 API-20E VITEK-2

Cs 2 Escherichia coli. Klebsiella sp.

Salmonella sp.

Salmonella ssp.

Salmonella Grupo

Ca 1 ND.

Proteus mirabilis Proteus vulgaris

Pseudomonas sp.

Salmonella sp.

Salmonella sp.

Salmonella ssp.

Morganella morganii

Salmonella Grupo Escherichia coli

Morganella m. ssp morganii

Shigella Grupo

Ca 2 Salmonella sp. Salmonella ssp.

Salmonella Grupo

Escherichia coli

Ca 3 ND

Salmonella sp. Salmonella sp.

Salmonella ssp. Salmonella ssp.

Salmonella enterica ssp. arizonae Salmonella enterica ssp. arizonae

Ca 4 Enterobacter aerogenes

Proteus vulgaris Proteus sp.

Salmonella sp.

Salmonella sp.

Salmonella ssp.

Salmonella ssp.

Salmonella Grupo

Salmonella enterica ssp. arizonae

Ca 5 Citrobacter sp. Citrobacter freundii

Escherichia coli Salmonella sp.

Salmonella sp.

Citrobacter freundii

Enterobacter cloacae

Morganella m. ssp. morganii

Ca 6 Escherichia coli

Citrobacter sp. Salmonella sp.

Salmonella sp.

Salmonella ssp.

Salmonella ssp.

Salmonella enterica ssp. arizonae

Salmonella enterica ssp. arizonae

Ca 7 ND. Escherichia coli

Shigella sp.

Salmonella sp. Salmonella sp.

Salmonella sp.

Citrobacter freundii Salmonella subgrupo III

arizonae

Salmonella subgrupo III arizonae

Salmonella enterica ssp. arizonae

Salmonella enterica ssp. arizonae

ND=No determinado

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

84

invasividad y patogenía que están relacionadas

con la producción de enterotoxinas y una

citotoxina. Las enterotoxinas producidas pueden

aumentar la permeabilidad vascular (Varnam y

Evans, 1991), esto podría ser la razón de la

contaminación de la carne fresca. Por otro lado,

siendo la temperatura un factor que limita el

desarrollo de Salmonella (7 ºC y 47.8 ºC) con un

valor óptimo de 37 ºC de acuerdo con Simonsen et

al. (1987), se ha documentado que Salmonella se

encuentra en organismos poikilotérmicos

vertebrados (Farmer et al., 1985; Holt et al., 1994;

Herrera-Arias y Santos-Buelga, 2005).

Los métodos complementarios permitieron

determinar otras enterobacterias que fueron

caracterizadas inicialmente como Salmonella con

el método convencional. Del ejemplar Ca 5 se

confirmó la presencia de C. freundii y se registró

Enterobacter cloacae con API-20E; se ha

documentado la presencia de E. cloacae en la

carne seca de víbora de cascabel (Babu et al.,

1990). El método API-20E se ha utilizado por

Mathewson (1979) en la determinación de 16

enterobacterias en siete especies de lagartijas del

Oeste de Texas, siendo el 47.8% la mayor

prevalencia para Salmonella sp., y Enterobacter

cloacae con 41.8%. Cinco de las 16

enterobacterias coinciden con los resultados

obtenidos para la carne fresca. Estas lagartijas

habitan ambientes similares a los que utilizan los

crotalinos en el desierto Chihuahuense, sin

embargo no forman parte de la dieta de ellos, si es

interesante destacar que este es el único trabajo

comparativo en términos regionales. Por otro lado,

Morganella morganii ssp morganii se detectó con

el sistema VITEK-2, no se determinó Salmonella

con los dos métodos complementarios.

Las cepas de Salmonella, Citrobacter freundii y

Enterobacter cloacae se pueden confundir en el

medio donde crecen debido a la producción de

sulfuro (Holt et al. 1994), esto quizás explica el

error en su determinación inicial o con el método

convencional, como se ha planteado en otros

estudios con tortugas en condiciones naturales y

artificiales (Readel et al., 2008).

La presencia de E. coli con el método VITEK-2

pudo deberse a un proceso de contaminación al

preparar la muestra, este método es muy preciso

como se visualiza en la Tabla 2 sobre el desglose

detallado que incluye tiempo de análisis,

confiabilidad y tipo de identificación de los

resultados proporcionados por VITEK 2

(E=Excelente, MB=Muy Bueno y A=Aceptable),

O’Hara y Miller (2003) comentan que este método

es aceptable para la identificación de la mayoría

de los organismos gran negativos.

El rango en el tiempo de análisis de las

enterobacterias por el método VITEK 2 fue entre

3:50 y 10:25 horas. Salmonella enterica ssp.

arizonae se determinó entre un tiempo de 3:50 y

5:00 horas con VITEK 2. La definición de

Slashline en Enterobacteria requirió de repetir la

muestra para confirmar el análisis, donde se

determinó como Grupo Salmonella que se refiere

a seis posibles serotipos de Salmonella: S. ser.

paratyphi B; S. ser paratyphi C; S. ser

typhimurium; S. ser enteritidis; S. enterica ssp

enterica y Salmonella spp. El Grupo Shigella

incluye a S. flexneri, S. boydii y S. dysenteriae.

Siendo estas cepas patógenas al humano (Holt et

al., 1994; Almeida et al., 1996; Mermin et al.,

2004).

Un ejemplar de C. scutulatus dentro del análisis

no presentó evidencias de microbiota, aún cuando

se colectó del mismo hábitat que otros cinco

ejemplares que resultaron positivos a Salmonella;

se ha documentado que algunas serpientes pueden

desarrollar resistencia, Chiodini (1982) reportó la

distribución visceral de Salmonella, siendo el

hígado y el tracto urinario los órganos más

comunes de infección en las culebras Sonora

dekayi y Thamnophis sirtalis en un estudio en el

noreste de Estados Unidos. Sólo una resultó

negativa a Salmonella, lo que fue un hallazgo

inusual ya que todos los ejemplares se

recolectaron de la misma área y estuvieron

expuestos a las mismas oportunidades de

infección, como en el presente estudio. También

demostró el pasaje transovárico, donde las

hembras de culebras resultaron positivas a

Salmonella en aislamiento cloacales y sus fetos

también, excepto en un caso donde una hembra

resultó negativa, pero sus fetos positivos, de

acuerdo con Chiodini y Sundberg (1981) esto es

debido a la variabilidad en las tasas de excreción,

que en este caso fueron negativas a Salmonella.

El análisis microbiológico de la carne de víbora de

cascabel es de interés para el sector salud, ya que

algunas infecciones de Salmonella arizonae en

humanos se han asociado a la ingesta de la carne.

Se conoce que de un paciente humano se llegó a

aislar Arizona hinshawii de origen-ofídico, el cual

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

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ha sido implicado como causante de osteomielitis

(Croop et al., 1984).

Ramsey et al. (2002) identificaron individuos de

Crotalus willardi con Salmonella arizonae

asociadas con osteomielitis, los autores comentan

que es de interés conocer la salud de las serpientes

de cascabel utilizando diagnósticos radiológicos

para determinar la presencia de acúmulos de masa

ósea en las vértebras. Esto es muy importante ya

que las personas al sacrificar una serpiente de

cascabel, la desollan y conservan la carne o canal

que incluye las vertebras, lo cual puede ser un

riesgo en caso de ingerir un animal enfermo.

La bacteria Salmonella está bien adaptada en

reptiles que presentan infecciosas asintomáticas

(Johnson-Delaney, 1996 citado en Corrente et al.,

2004) y pueden retener patogeneidad para

animales de sangre caliente. Aunque se han

reportado humanos como portadores sanos.

Existen pocos reportes disponibles de las granjas

donde se comercializan las serpientes para

consumo humano, por ejemplo en Nepal las

serpientes se mantienen para la producción de

veneno, carne y piel que abastece la demanda

internacional; en Estados Unidos las serpientes

(cascabeles y pitones) se manejan para la

producción de carne para consumo humano

(Magnino et al., 2009). Se desconoce el grado de

calidad microbiológica de los productos ofertados

en estos negocios.

No se encontró hasta la fecha un análisis

microbiológico en carne fresca de víbora de

cascabel, a pesar que se conoce el consumo de la

carne desde el año de 1565 en Norteamérica

(Schmitt, 1952). Con este trabajo se evidencia la

presencia de S. enterica arizonae en carne fresca

obtenida de víboras de cascabel silvestres. Por lo

tanto, las serpientes son una fuente de

contaminación y se recomienda no consumirla. En

México, la norma de calidad para las carnes

Tabla 2. Resultados del análisis de muestras en VITEK 2 automatizado.

Muestras Enterobacteria C T Id Observaciones

Ca 1 Escherichia coli 95 5,00 MB

Slashline* 6,00 MB Grupo Salmonella

Shigella group 87 10.25 A Grupo Shigella

Morganella morganii ssp. morganii 99 6,00 E

Ca 2 Escherichia coli 95 5,00 MB

Slashline* 6,00 MB Grupo Salmonella

Ca 3 Salmonella enterica ssp. arizonae 99 3.50 E

Salmonella enterica ssp. arizonae 99 3.75 E

Ca 4 Slashline* 6,00 MB Grupo Salmonella

Salmonella enterica ssp. arizonae 99 4.00 E

Ca 5 Morganella morganii ssp. morganii 99 6,00 E

Ca 6 Salmonella enterica ssp. arizonae 94 5,00 MB

Salmonella enterica ssp. arizonae 99 4.00 E

Ca 7 Salmonella enterica ssp. arizonae 99 4,00

Salmonella enterica ssp. arizonae 99 4,00 E

Cs 2 No definido 8,00

Slashline* 93 6,00 MB Grupo Salmonella

Ca 1-7 muestras de carne fresca de Crotalus atrox y Cs 2=C. scutulatus.

C= Porcentaje de confiabilidad. T=tiempo en horas.

Id=Calificativo de Identificación (MB Muy buena, A Aceptable y E Excelente).

* Slashline, comprende al Grupo Salmonella o Shigella.

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Gatica-Colima y López-Esparza / Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 7 (2): 78-88, 2011

86

convencionales maneja que la sóla presencia de

una cepa o colonia en la muestra de alimento

implica la destrucción del lote completo (NOM-

114-SSA-1-1994).

Si se considera que para capturar una serpiente se

tiene contacto con ella, ya es un riesgo que vale la

pena considerar para evitar una zoonosis. Por otro

lado, todas las serpientes de cascabel en México

se encuentran en alguna categoría de riesgo NOM-

059-SEMARNAT-2010 (DOF-2010), es

importante conocer su biología en general y sus

interacciones con el humano. El disminuir y

evitar el consumo son medidas necesarias para

evitar un riesgo de salud y una afección a las

poblaciones silvestres. Los resultados de este

trabajo pueden advertir sobre el consumo de

serpientes de cascabel y por ello, se espera

contribuir en la difusión de disminuir el impacto

antropogénico sobre las especies de crotalinos.

Conclusiones

De las muestras de carne fresca de víbora de

cascabel del género Crotalus se lograron aislar

enterobacterias incluyendo a Salmonella.

Los métodos API-20E y VITEK 2 son

complementarios para la determinación de

enterobacterias incluyendo Salmonella. Son

métodos rápidos y más confiables que las

evaluaciones convencionales.

Se recomienda ampliar el número de muestra para

estudios más completos de la caracterización

microbiológica de carnes no convencionales.

Se debe realizar campañas de educación, debido a

que el consumo de la carne es nocivo para la salud

y por lo tanto de interés en salud pública.

Agradecimientos

La recolección de ejemplares se realizó bajo el

permiso de colecta especial (Oficio número

SGPA/DGVS/04660/06) proporcionado por la

SEMARNAT, con apoyo en campo de Eduardo

Macías, Fernando Chacón, Javier Guardado,

Guillermo Martínez y Juan Cervantes. Gracias a

Octavio Apodaca, Gwendolyne Peraza, Bertha

Borrego, Julio del Hierro, Edna Ramos, Aracely

Rivera, Jesús Ortíz y Álvaro Torres por su apoyo

y sugerencias en el desarrollo de este trabajo. A

PROMEP-UACJ por financiar el proyecto. A la

Facultad de Zootecnia y Ecología de UACH y al

Departamento de Ciencias Químico Biológicos de

la UACJ por el apoyo brindado para realizar el

proyecto, así como por las sugerencias

proporcionadas al escrito. A los revisores del

documento por parte de la revista.

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