número cinco / junio dosmilonce.

® Jalea es una publicación de Les Sardines. Los derechos se reservan según lo señalado en Creative Commons. Los textos son de cada uno de los autores señalados, reservándose cada uno de sus derechos;Editor: David Guerrero Valenzuela.Redactor: Cula Álvarez Villegas.Website: Andrés Correa Guerrero.Portada: Juan Pablo Valdés.Fotografía e imágenes: David Guerrero Valenzuela a excepción de las señaladas: página 12 y 35, por Francisco Vega; páginas 14 y 15 por Rucio Salinas; página 18 por Rodrigo Parga; página 30 por Mauro Navarro; 38 y 42 por Juan Pablo Valdés; 44 y 45 por Compulsivo; y páginas 26, 34, 36, 37 y 46 encontradas a través de Google.Contacto: revistajalea@gmail.com | twitter.com/revistajalea | facebook.com/revistajaleawww.revistajalea.com

Les sardines.

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Rabia.Mauro Navarro

Estudiar en el extranjero, estudiar en Berlín… ¿Estudiar?Rucio Salinas

¡¿Y pa qué me enmierdo tanto, wn?!FLP

Retrato.Rodrigo Parga

El Muro.Le Fran, Drk, Hiv, Cronos + Gonzalo Laureano

Irse.Hualpén Suárez

Salud pública, una hija huacha más.Sara Silva San Martín

De la rabia nació un Weichafe.Cula Álvarez

Editorial.David Guerrero

La dignificación de la Rabia.Rocknrolla Gutiérrez

Preguntas con la espalda mojada.Uri Lastra

Revolución Injerto.Hualpén Suárez

Ser paciente en un momento de rabia, escaparé a años de tristeza.Dulce Paula

Eligiendo qué sentir.Gabriel V. Sáez

Enojao.Francisco Vega

Preocupante.Doménico Mora

Testimonio y Carta Abierta llena de Rabia.Silvia Gutiérrez

La rabia sin respuestas.Cerozoom

Zombie.Francisco Vega

Impotencia de Maldad.Daniela Vergara

La ira, el caos necesario en la evolucion estructural humana.Juan Pablo Valdés

¡Te conozco!Carla Castillo

Idea.Compulsivo

Jalea Recomienda.Libro, disco y película.

Pareciera ser la época donde florece la rabia colectiva frente a las autoridades, a las consecuencias de sus decisiones. Pareciera que los “nuevos medios sociales“ tienen un arrastre tal, que es más fácil que antes congregar gente, llamarla (anónimamente incluso) y salir a protestar.

El tema de la educación paupérrima y ad-portas de ser privatizada, el tema de la generación contaminante de energía, el tema de la venta de semillas y las consecuencias alimenticias, el tema de la represión al pueblo mapuche... Cuando vimos pasar una época de postdictadura, donde todos agradecían o miraban con desinterés, por cualquier cosa a nivel país (con la premisa de que “estamos en democracia, así que hay que estar agradecidos”).

Pareciera ser la época donde se vuelve a observar la polarización social, donde es más difícil ocultar la opinión de uno. Todos los medios digitales de ahora te dan ese espacio. Y hay muchos que lo están utilizando. Estás con los que alegan, o no estás.

Sumado a la fuerza del descontento, aparecen horribles fallas en los medios masivos, principalmente la televisión, donde observamos censuras, omisiones, o simplemente mentiras con respecto a éstos temas.

Me parece impresionante que no se hable de la represión en Coyhayque, donde la batalla por Hidroaysén ha llevado a la ciudad a estar casi en toque de queda, donde si te ven a las doce de la noche con dos personas en la calle eres considerado terrorista.

Me parece impresentable el trato poco serio al tema educacional, donde se le da demasiada tribuna a un Ministro que sinceramente habla puras huevadas, al que le hicieron una encerrona entre alumnos de la UTEM porque claramente se lo merecía, por andar diciendo tonteras.

Me parece asombroso la poca tribuna que le dan en la TV a las semillas transgénicas y la venta a Monsanto. Un tema de ese calibre, que implica a todos los chilenos, no puede decidirse tan mafiosamente, entre un puñado de Senadores de los cuales nunca conocemos sus verdaderas intenciones.

Esta es la democracia. ¿Tenemos voz? Anónima, por internet. La magnitud de esto es asombroso. Pero pareciera que se contrapone con los intereses y con la represión.

Pareciera ser la época donde aflorará la Rabia.

Editorial.David Guerrero Valenzuela

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“Aguantar los golpes”, by dvl.

Cuando el editor de esta revista preguntó si me haría presente en esta edición de Jalea, le contra pregunté sobre el concepto a tratar. “El concepto es la Rabia”, respondió, y pensé que es difícil que exista un sentimiento más experimentado por mí que la rabia.

Me encuentro cursando el último año de odontología en la Universidad de Talca, gracias a lo cual he tenido acceso a muchas de las aristas que conforman el polígono complejo que es el sistema de salud pública, encontrándose aquí el punto de confrontación: La rabia que me produce el sistema de salud pública en la Región del Maule.

Mi enfoque no es referido al 100% del sistema, sino más bien al dirigido a la salud oral. Tampoco es parcializado ya que he tenido la oportunidad de hacer pasantías en varios consultorios, contando además con los testimonios de casi todos mis compañeros de U que hacen pasantías en otros tantos más. Y la experiencia parte así:

- No se concibe el servicio público sin que los funcionarios cuenten en el recinto con mínimo 30 minutos para desayunar y tomar tecitos. Treinta minutos contados desde su hora de ingreso, es decir, 30 minutos menos de atención.

- Las metas sanitarias que propone el ministerio de salud en torno a la salud bucal si bien mayormente son cumplidas, no en pocas ocasiones se logra el propósito a la mala y realizando un trabajo digno de

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Salud Pública, una hija huacha más.Sara Silva San Martín

un alumno que no ha tenido ni un año de práctica odontológica.

- Los usuarios del sistema se preocupan de llegar temprano, incluso llenan las salas de espera desde antes de la hora de citación, pero deben bancarse el desayunito de los funcionarios que además poco conversado no es.

- Las esperas son interminables y ni hablar de las derivaciones hacia especialidades, como hacerse un tratamiento de conducto por ejemplo, porque definitivamente no hay.

- Muchos pacientes me han contado que en tal o cual policlínico sacan dientes y hacen tapaduras sin anestesia. Y en muchos casos escasea éste u otros materiales porque los profesionales sacan los insumos para ocuparlos en sus consultas privadas.

- Aún quedan dentistas que trabajan sin guantes, pasando por alto totalmente la dignidad del paciente que debe exigir ser atendido con un mínimo de control de infecciones. ¿Quién me asegura a mí que ese personaje se lavó las manos después de ir al baño?

- Los profesionales se justifican con la falta de recursos, pero yo soy una convencida de que en salud no hay incompatibilidad entre escasez y eficacia.

Como usuarios de FONASA muchos estamos al tanto acerca del AUGE /GES y de cuales son las patologías que incorpora. Una parte de dichas patologías están relacionadas con la salud bucal, pero ¿¿nos dan deseos de siquiera ir al consultorio a pedir una hora, si hasta el más suche tiene ínfulas de realeza y nos trata con una falta de amabilidad increíble??

A mí siempre se me viene a la cabeza (una cabeza bien radical y apasionada) que la solución es despedirlos a todos y contratar a gente nueva. Pero a pesar de que la gente nueva contratada, al darse cuenta de las irregularidades totales del sistema, quiera agilizar el trabajo y hacer cambios, se van quedando en el camino ante el chaqueteo incesante de esos funcionarios de “trayectoria” que ni siquiera se lavan las manos entre paciente y paciente. Funcionarios de trayectoria que son intocables, porque si hay algo que se mueve en base a pitutos y tendencia política eso es el sistema de salud pública. Mientras se mantenga el contacto y sea de conocimiento popular la afinidad por el gobierno de turno, la pega se mantiene.

Conclusión: Por más plata que se le asigne o más programas de salud se desarrollen la cosa va a marchar igual, porque el problema va más allá del sistema. Gran parte del problema son las personas que trabajan en él y mientras la calidad ética y moral de los profesionales no sea evaluada en el tiempo, la salud pública será una más de las hijas huachas del estado.

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En un salto alcancé a los escoltas que cargaban las antorchas, cerré la mano con todas mis fuerzas y le di un garrotazo en la cabeza, sonando como quiebre de madera hueca, como cuando entrenaba con los árboles. Esta vez ya no sentí el temblor en la mano luego del ataque contra los troncos. Mientras el cuerpo caía corrí a mi próxima víctima, un número nueve en mi cabeza, un salto y atravesé la carne con mi lanza. Fácil. Limpio. Con una estocada basta en la garganta, recordé, y seguí con mi ataque.

El pequeño grupo de invasores se resguardaba junto a un carro de madera arrastrado por animales, se defienden con él, pero también lo defienden a él. Llankangërü saltó sobre la parte trasera del carro recibiendo un golpe metálico que desgarró su brazo sin esfuerzo. Al grito de dolor lo acompañaron piernas gruesas y hábiles que cargaron en ataque, pero otra arma cortó su pecho y siguió un corte en la garganta. Rodillas en el suelo y su torso comenzó a encorvarse casi como si se transformara en una roca. Con esta escena hubo un contraataque que rápidamente equiparó las fuerzas. Ocho hermanos fueron cayendo uno al otro, difuminando nuestras ganas, mordiendo en la conciencia de poder llegar o no a casa hoy. Un siete se me vino a la cabeza. Seguimos atacando sin tregua, hasta que un piedrazo y mi lanza acabaron con el último de los hombres. Vencimos, aunque no nos resulta gratuita la victoria después de tanta

Tendido en el pasto, siempre lograba encontrarme con los sentidos. Los crujidos de la Araucaria, el gruñir del Roble, caminar por las piedras; eran sensaciones indescriptibles de tranquilidad y amor. Por eso siempre me arrancaba al bosque. A pensar, a conectarme con la tierra y conmigo.

Esa tarde previa al alzamiento pensé en todo lo que me prohibieron para ser Weichafe. Pensé en mi madre, pensé en mi negra; maldije al intruso y amé mi raza. Una idea me quedó en la sangre, me llevé a mi pueblo y lo empuñé en mi lanza: llevé a mi tierra y la cobijé en mi pecho.

La oscuridad en el bosque era imprescindible. Ocultos esperamos el paso del invasor, tomé mi chicha hasta que no quedó rastro. El bosque comenzó a iluminarse. Era el momento. Casi podía ver las caras de mis hermanos ocultos en la incipiente vegetación.

Un grupo pequeño pero imponente de hombres de cuerpo plateado sobre animales fornidos. Me parecieron como una maldición. Tengo miedo, aunque sé que no son dioses ni inmortales. Vi morir uno hace semanas, un firme garrote basta para enviarlos a la tierra.

El grito del toqui era la señal, brincamos con firmeza y se escuchó la voz de Arauco en todo ese inhóspito bosque.

De la Rabia nació un Weichafe.Cula Álvarez

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sangre hermana esparcida por la tierra.

Dentro del carro tirado por animales, iba una mujer piel blanca, pelo largo y brillante y una cara espanto. No quería que nadie la tocase. Sentí sus dientes apretados como si fueran los míos. Sentí un cinco en mi cabeza. Por ser mi lanza la que generó el último corte me gané el derecho de quedarme con la mujer. La llevamos con nosotros a casa.

Llegando nos encontramos con una escena horrible. Toda la aldea estaba quemada y los cuerpos de nuestras familias esparcidos por el suelo. Había sido un ataque sorpresa, al mismo tiempo en que todos los hombres nos encontrábamos en el bosque. Corrí a mi casa esperando esté mi negra, pero sólo me encontré con un cuerpo inerte. Casi sentía su aliento, pero ya se había desvanecido. Me dejó para siempre, y un tres se me vino a la cabeza. Dejé cuidadosamente el cuerpo a un costado de la casa y la tapé con lo poco que encontré, sentí un calor desde adentro que llegó a mi cabeza. Me paré frente a la mujer piel blanca. Pensé en una venganza Pensé en regar su sangre. Pensé en matarla, en violarla…

Tome su cara y saqué mi piedra cortante, le saqué los ojos uno a uno, la mujer gritó como nunca escuchó ese bosque, luego la solté y la dejé ir en la noche dando tumbos y quejándose en gritos de dolor y alaridos. Esa noche se acabó la misericordia.

Esa noche perdí mi rostro y cargué una máscara hecha del mismo. Sentí el sabor de la sangre en la boca del Zorro. Sentí la entrañas en el pico del Cóndor. Quería sólo esparcir su sangre blanca, y tragar sus vísceras. Ya no había más compasión ni respeto en la muerte, necesitaba sólo acabar con los corazones de la amenaza en el norte. Cargué mi ira y mi lanza se hizo diestra cortando miles de cuellos huincas.

- Dos… uno… ya, despierte don Manuel, tranquilo… ¿cómo se siente?. ¿Me escucha?.

Sentí mi voz distinta respondiendo afirmativas a una mujer en un escritorio, estaba perdido, confuso, lento, frágil, fui enfocando mi mente desorbitada hasta encontrar las razones.- ¿Qué le pareció la experiencia?- Bien, o sea, aún es como raro pensarlo ¿no?, que yo haya sido un Mapuche, peleando contra los españoles, igual es como lindo.- Es una buena historia para contar Don Manuel – dijo la mujer y sonrió amablemente.

wEsa noche en la televisión encontré un noticiero extranjero en el que se hablaba de las injusticias cometidas contra el pueblo Mapuche. Hablaron de prisión preventiva, hambre, tierra. Pacos, huelga, iglesia. Pena, Violeta, Matías, gobierno, concerta. A mí sólo me quedó un sabor en la boca, sangre y vísceras.

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Enojao.Francisco Vega

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Eligiendo qué sentir.Gabriel V. Sáez.

Cuando nos queremos proteger, nos gusta la rabia como buen escudo protector. Evita que la gente nos haga comentarios desatinados, que siga una conversación incómoda, que nos pasen a llevar, etc. es útil la rabia cuando necesitamos zafarnos o necesitamos alejar aquello o aquellos que no queremos cerca.

Lo malo de la rabia es que no nos deja desarrollarnos, no deja que el ser humano deje de ser animal, no deja que uno crezca y sea más que tan solo un montón de emociones en un envase de carne.

Me pregunto si podríamos pasarnos la vida sin enojarnos, después de todo el número de emociones es grande. Supongo que podríamos reemplazar la rabia por algún otro sentimiento más constructivo, algún otro menos dañino que este. Un padre rabioso destruye familias, una mujer rabiosa destruye relaciones, un niño rabioso enferma padres, un jefe rabioso destruye autoestimas, un empleado rabioso pierde trabajos, etc.

Si pudiéramos descubrir que es lo que nos provoca la rabia, que mecanismos en nuestro interior la dejan nacer y desatarse e incluso crecer... esta claro que es subjetivo, ya que una misma situación puede desatar la ira de alguien y a otra ni siquiera importarle. En ese caso, podríamos perfectamente llegar al origen y controlarla. Pienso que esto nos haría más dueños de nosotros mismos y de las situaciones y no seríamos un barquecito a la deriva de la vida. Creo que podemos elegir qué sentir, sólo debemos buscar dentro y tener el coraje de escoger la forma más difícil de vivir.

Qué sentimiento tan poco cuestionado. Es tan natural, o “normal” si se quiere, para todos nosotros. Nadie lo juzga, a menos que sea una reacción exagerada fuera de cabales o fuera de contexto, como si existiera el “contexto” donde una persona se pueda dejar caer fuera de la cordura. Sin embargo, se admira a aquel capaz de no expresarla... cuanto más a aquel que no la siente. “No se enoja nunca...” se escucha con admiración cuando se topa uno con una descripción de alguien con verdadera paz interior. Entonces, ¿es la rabia, enemiga de la paz interior? Si mi corazón tiene rabia, aunque sea la rabia natural que nos provocan las injusticias, ¿Está más lejos de alcanzar la plenitud? ¿de alcanzar alguna clase de iluminación? Si nuestro espíritu esta constantemente atribulado y controlado por estas pasiones, ¿se podría decir que nuestras emociones nos controlan y no nosotros a nuestras emociones? Es decir, “dejamos” que la rabia surja espontáneamente ante el estímulo adecuado, no le oponemos resistencia ni tampoco somos capaces de decirle hasta donde llegar...

Claro que existen casos mas extremos... gente que mata a otra por rabia, por enojo... estos sentimientos son génesis de muchos otros, como la frustración o la vergüenza. Quizás analizando, podría darse al revés. Cuando algo no resulta como yo digo que tiene que ser, cuando las cosas se salen de control, de MI CONTROL, como si tal cosa existiese o alguien hubiese logrado alguna vez tenerlo, me frustro, y esta frustración genera, enojo, rabia...

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Estudiar en el extranjero, estudiar en Berlín… ¿Estudiar? Rusio Salinas

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Ya casi es un año fuera de mi país y las experiencias vividas hacen parecer que llevo una década entera. ¡Qué alegría volver! Ver a la gente que uno tanto quiere, la familia, los amigos, tu hogar…etc.

Odio ver las noticias, creo que por eso no soy un buen seguidor de la televisión, ni de los diarios, hoy en día sólo son problemas, no sé qué está pasando con este mundo. Las noticias corren y al final todo se sabe. ¿Supiste qué pasó en Chile? ¡Aún sigue temblando! ¿Cambió de director otra vez? ¿Paros? ¿Enfermedades?. La mayoría, sólo son malas noticias. ¡AAH! ¡Sólo malas noticias!. Dicen que cuando uno está fuera de su país comienza a conocerlo un poco más, es un poco raro, pero es como dicen, nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes… pero en este caso aún no he perdido nada…eso espero. Hay días en que quieres saber todo lo que pasa en Chile, pero hay días que no quieres saber nada de él.

Ya comenzó el segundo semestre, nunca había tenido tanto tiempo libre. Recuerdo días enteros trabajando en mi escuela “natal” de Arquitectura, y aquí la vida me ha cambiado completamente. Pero sé que es un sueño del cual algún día debo despertar. Noo!!…volver a mutar otra vez, ¡que rabia!... ¿Quedarme en Berlín? Uf!... wäre Toll!! (seria genial), como diría aquí un capitalino de la fría Alemania. Pero todo costaría muchísimo más que antes. La vida de un becario es totalmente diferente

a la de una persona que viene a estudiar por sus propios medios…sé que ya luego despertaré.

¿Estudiar en el extranjero? ¿Estudiar en Berlín? No conozco mucho la realidad de otros estudiantes chilenos sobre su vida en el extranjero, pero si he conocido personas de muchas partes del mundo dentro del mismo Berlín, una ciudad conocida por su multi-culturalidad.

El día que llegué aquí esperaba encontrarme con personas que cualquiera podría esperar del estereotipo alemán que se conoce…pero nunca había visto una ciudad con tanta diversidad; chinos, indios, musulmanes, latino americanos, rusos, afganistanies, australianos, iraníes, turcos, gringos, más chinos, polacos, españoles, italianos, gentilicios raros que uno nunca escuchó en la vida, más chinos…etc.

Aquí es donde me he dado aún más cuenta que a nosotros, como chilenos, nos falta mucho por crecer, pero también me he dado cuenta que tenemos cosas especiales que afuera comienzas a extrañar… somos de piel, y veo que aquí no.

Un día caminando solo por las calles de Berlín, en un estado no muy recomendable, a las 5:00 a.m., me di cuenta que no pasaba nada… ¿Y nadie va a venir a asaltarme? ¡Tengo dinero! ¡Tengo celular! ¡MP3!... criii criii… Qué extraño…recordé que aquí nadie se interesa en robarte. Lo que más odio de Chile es eso, esa inseguridad de caminar por

donde yo quiera a la hora que quiera… que le vamos a hacer.

Una de las cosas que envidio de los alemanes, es su transporte… que buen transporte y que puntualidad, si faltan 5 min. ¡Faltan 5 min!. Tram, Buses, U-Bahn, S-Bahn (sistema de metro subterráneo y sobre calles), que envidia…y asientos para todos, casi vacío…sólo pensar en tomar una micro numero 5 en Talca, lleno de gente me da un poco de nostalgia, pero también ¡Rabia!.

He querido hacer amigos alemanes y alemanas, pero cuesta mucho; el idioma es un límite y a la vez ellos mismos son más limitados con el resto, eres otra persona hablando con ellos, aunque siempre hay excepciones.

En Berlín somos 7 chilenos que llegamos hace casi un año, y a través del tiempo hemos ido formando amistades con gente de México, Bolivia, Ecuador, Francia, Líbano, Lituania, India, Servia, Polonia…muchísimos. ¿Pero de Alemania? Ja ja..por lo menos aquí no lo veo.

Somos una familia, como un juego, yo soy el hermano mayor, tengo tíos, madre, hermanos, primos, etc. y la mayoría de las veces nos tomamos en serio los papeles y nos portamos como tal, y ese juego nos ha unido demasiado, creo que es lo que más extrañaré de esta experiencia.

¿Por qué hablo de esto?, sí, he querido

centrarme sobre los estudios en el extranjero, pero pareciera que no hablo de eso ¿Será porque no es lo más importante? O quizás esta sea mi forma de estudiar…estudiar al mundo, a la gente, estudiarme a mí mismo. La experiencia dicen que es la mejor escuela, y creo que Berlín como ciudad es una escuela gigante en la cual tu mente se expande 10 veces más, sin darte cuenta.

Ya sólo me quedan unos cuantos días aquí…es una pena. Quiero volver, pero a la vez me gustaría quedarme por siempre aquí. ¡AAAAAHH!. Cuando esas personas que conoces poco a poco se empiezan a convertir en personas importantes en tu vida, es cuando te enganchas. ¡Que rabia! Quisiera llevarme a esta gente a mi país, o quisiera mejor traer a mi gente aquí, pero solo son sueños… sé que pronto voy a despertar.

Sé que si regreso a Chile volveré a ver a la gente que tanto quiero, pero quizás cuándo volveré a ver a la gente que aquí he aprendido tanto a querer. La vida me dio esta oportunidad, y a pesar que no he hecho realmente lo que debería hacer, no me arrepiento, quizás la vida me dio esta oportunidad para crecer como persona…para aprender a ver mejor el mundo que estoy viviendo…en esta escuela de la experiencia he aprendido realmente a observar..he aprendido a “aprender” de la vida.

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Pero hago el llamado al cuestionamiento, ¿cómo esta rabia no fue digna antes?, con miles de niños viviendo en las calles, con cientos de miles de chilenos viviendo en la pobreza, con montones de políticos robando sistemáticamente por 200 años, ¿en dónde estaba la rabia cuando la necesitamos para defendernos de una dictadura?, ¿dónde quedó el sentimiento de impaciencia cuando las promesas de cambio se diluían?

Yo la verdad no sé muy bien, pero les aseguro que hay más de un motivo para sentir rabia, una digna rabia.

Rabia con las termoeléctricas, Rabia con la humillación a los pueblos indígenas.

Rabia con los sueldos de los políticos inoperantes que se burlan del pueblo.

Rabia con la militarización de la Araucanía y condecoración a asesinos con uniforme.

Rabiacon la impunidad de cada delito que las empresas efectúan en sus monopolios.

Rabia con la desigualdad en la educación y el vil negocio que sustenta Lavín y sus boys.

Rabia con las farmacias que se coluden y juegan con la salud de miles de compatriotas.

Para mí la asociación de la rabia y la impotencia es válida, creo que la dignificación de la impotencia se materializa con rabia en las manifestaciones,propias de la gente abusada en cualquier materia, ahora es HidroAysen, miles de chilenos protestando con vehemencia en contra de la central hidroeléctrica en la Patagonia, marchas, desmanes, gritos, cantos, actos multiculturales, afiches, rayados, violencia y paz, todo en el mismo cajón, para reivindicar las voluntad del pueblo, un grupo gigante de gente pasada a llevar por un grupo de pelotudos que ven en este mega proyecto réditos económicos sustentables para su conveniencia.

Pero la rabia también viene de la postura contraria, y esa viene con represión, con guanaco, zorrillo, luma y bototo…

Y ahí es donde la rabia se vuelve digna, se convierte en algo más que una expresión, se transforma en una emoción, y es la que hace que nos sintamos parte de los sentimientos de miles de compatriotas dispuestos a explotar en la más digna de las rabias, la invitación llega por osmosis, el hacernos cargo de un impulso combativo y plural que tiene como característica principal luchar, y seguir luchando con la confianza de poder cambiar la impotencia por dignidad, pero también debo decir que esta rabia colectiva es por un pedazo de tierra, muy lindo, muy conmovedor, muy ecológico, muy patrimonio y muy nuestra…

La Dignificación de la Rabia.Rocknrolla Gutiérrez

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Rabia con la reconstrucción que nunca llega y tanta parafernalia promueve.

Rabia con cada obrero que muere sin ser mártir cada 13 días en nuestro país.

Rabia con cada publicidad que oculta la pobreza de un pueblo subyugado y ensucia las calles a la vista de los niños…

Rabia al ver como se reconstruyen iglesias y su obispo recibe una casa de 500 millones, mientras la mitad de la ciudad aun esta en el suelo.

Rabia con los guanacos y zorrillos que acallan las voces de quienes se manifiestan libremente como pueblo consciente.

Rabia o mucha rabia, elija la que más le guste. Pero dignifíquela…

Ya no basta con reportar su rabia en su Facebook, no basta con lanzar una linda frase en Twitter. Necesitamos de acciones concretas: si tiene un perro no lo abandone, si no quiere más represas cuide la energía, si no le gusta la colusión no compre en las cadenas, si no le gustan los afiches compre un libro, si no le gusta el silencio grite, pero hágalo con una “Digna Rabia”.

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Retrato.Rodrigo Parga

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¡¿Y pa qué me enmierdo tanto, wn?!FLP

Por otro lado, también ser responsable en cuanto a la rabia que tengo, al malestar que algo me causó, o en realidad no tengo nada que ver y soy sólo un pobre joven al cual las cosas le salen mal, o el profesor puso la nota que el quería cuando yo si estudié para la prueba. Si me enojo y enrabio por que la micro me hizo llegar tardea una clase o el colectivo al trabajo, la culpa la tiene el chofer, o yo, que: ¿debería haberme levantado antes?

- Roberto estaba casi terminando el semestre, un semestre horrible con notas que en realidad no reflejaban lo que el podía verdaderamente rendir en la universidad, estaba pasando casi todas las semanas con rabia, puteando con los dientes apretados:

“¡Este viejo de mierda! ¡¿Cómo me pone esa nota si yo estudié por la cresta?!”,

- Enrabiado repartía mierda para todos lados, y según el estaba en lo correcto, cuando la realidad era que sí, estudió 1 hora un día X y los demás se dedicó a carretear, a estar en el computador conectado a facebook, descargando música, cualquier cosa menos estudiar, por ende la nota sólo reflejaba su poco estudio, aun cuando él estaba convencido de lo contrario.

Con todo esto sólo quiero decir, que muchas veces nuestra rabia nos ciega y nos hace no ver las posibilidades que existen detrás de e|sta, el cambiar algo que me parece mal, el cambiar yo.

¿Qué queremos expresar con ella?, ¿acaso es sólo un cúmulo de emociones que hacen que nos pongamos mal genio? como diría mi abuelita, o ¿es que las cosas no salen como yo quiero?, el micrero se demoro demasiado en llagar a donde iba, la comida que hoy se cocinó no me gusta, el trabajo no se guardó, lo que escucho no es lo que me gusta, la forma en que se gobierna el país no es la que yo quiero,

Podemos pasarnos una hora entera, un día, una semana, un mes, un año con rabia, con lo que nos provoca, la rabia viene muchas veces de la impotencia, de no saber que hacer o reaccionar ante una situación puntual, y al como no saber como reaccionar, me da rabia, pero en realidad ¿qué hago con esa rabia?.

Es ahí donde comienza la verdadera pregunta, ¿por qué?, todos nos enrabiamos y puteamos al mundo, pero constructivamente, ¿convertimos esa rabia en un motor o impulso positivo que derive en alguna acción determinada? o sólo nos quedamos pateando la perra, puteando y pateando sillas.

No me refiero a vivir una vida sin molestarse, enrabiarse, putear o patear una silla, pero sí, que luego de eso veamos qué podemos hacer para que la motivación de esa rabia sea convierta en algo distinto.

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El Muro.Le Fran, Drk, Hiv, Cronos Texto de Gonzalo Laureano.

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El muro se presenta Como un espectro de libertad

En las encrucijadas del suburbioEn los laberintos de la infamia El trazo, el color, la vida inerte

EstallaComo el terrorismo que espera calmo

El último ocaso

¡Despierta!¡Nadie lo hará por ti!

* El poema fue escrito vivencialmente en las calles de Talca por Gonzalo Laureano, siempre en conjunto con los amigos grafiteros del autor: Le Fran, Drk, Hiv, Cronos; quienes plasmaron en el muro la conexión entre la pintura y las letras.

Talca, Chile 07/05/2011

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Preocupante.Doménico Mora

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- Tu me habías perdido un trompo…- …Después, hueón, cuando entramos al colegio, vos andabai diciendo que yo era gay. Me huevearon toda la vida.- … Eso fue porque un día no saludaste a mi mamá en el centro…- … Después yo te conté que quería darle un besito a la Cami en segundo básico, y vos hueón ¿qué hiciste?-… Sí, le fui yo a pedir pololeo, pero eso fue porque no fuiste a mi cumpleaños en el año 1994…- … Me perdiste mi Game Boy…- … Eso fue porque no me lo prestaste una vez cuando tenía que irme de viaje.- … En cuarto me suspendieron una semana porque tu le levantaste el jumper a la Bárbara y ella pensó que había sido yo…- … Tu no me dijiste la respuesta dos en la prueba de multiplicaciones y divisiones…- …Te acostaste con mi mina el año pasado…- Eso fue porque no me pasaste luca para comprarme puchos.- … Me robaste la tele…- …Si tu no me dejabas ver el mundial en tu casa…- Eres increíble, hueón. No sé qué pasa por tu cabeza con tus venganzas tan descabelladas. Sinceramente, eres un puto enfermo mental.- El increíble eres tú. En todos estos años no has sido capaz de pararme los carros, o qué se yo, pegarme, hueón.- … ¿Qué dices?- …Nunca descargaste tu ira en contra mia, hueón. Hasta maté a tu abuela, que harto vieja estaba. ¿Y tú qué? Caminando, conmigo al lado.- … Eres un conchetuma…- Vos sos más peligroso que yo, hueón. Vos un día vas a explotar en ira y vas a cometer los peores crímenes de la humanidad entera, hueón. Que Dios se apiade de nosotros, hueón. Que Dios se apiade de mi ese día. Que Dios se apiade de la chica con la que te cases, o de los hijos que tengas.

El “amigo” se fue y lo dejó solo. Pensando. El viento le rozaba la cara, cara inmóvil, con una mueca tiesa que anunciaba que algo estaba cambiando dentro de él. Dio un paso. Quedaban menos de diez para llegar a su casa. Pero al noveno pisó mierda. Respiró hondo, pensó en gritar, pero no pudo.

- Filo, hueón. Filo. Adentro la limpio.

- ¿Por qué caminas mirando hacia el suelo?- Hueón, estamos caminando por el pasto. Obvio que puede haber mierda de perro por ahí…- Pero…-¿¡Pero qué, hueón!? ¡¿Puedes dejar de cuestionarme un rato?! ¡¿Podís dejarme en paz, hueón?!- Andas un poco neurótico hoy, parece.- Qué hueá te pasa, hueón. Mataste a mi Abuelita Marta ayer en la tarde hueón. ¿Y tenís cara de seguir hueveándome?- La semana pasada tu mataste a mi perro. Lo envenenaste.- ¡Tu perro! ¡Mi abuela, conchetumadre! ¡Y la mataste a palos, hijo de puta! Lo de tu perro fue un error. Te había pedido disculpas, hueón.- Está bien, un error. Pero en mi defensa, debo decir que mi perro era más joven. Por lo tanto la pérdida fue mayor.- ¡Eres impresionante, hueón! ¡De otro puto planeta!

El silencio afortunadamente reinó por un momento entre los dos hombres. Salieron del pasto de la plaza. Ahora caminan por vereda firme.

- Ya dejamos de caminar por el pasto. ¿Por qué sigues mirando el suelo?- Ya… ¿Por qué mierda me seguís?- Quiero invitarte a una cerveza.- Con vos ni a la esquina. Eres un puto loco, un enfermo mental.- Pero si somos amigos de cabro chico po…- Cuándo mierda nosotros fuimos amigos, hueón. ¡Cuándo!- Hueón, somos vecinos desde que nacimos…- Desde chico me tirabai las pelotas a la chucha. Ni las ibai a buscar.

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Tras el barrido candente de ese amor sin descanso, prometimos olvidarlo todo. ¡Pero qué diablos! ¿Cómo podría yo olvidarlo todo? Si esos pechos, esas caderas, esa silueta, habían sido de mi mejor amigo, de él, que juraba amarla.

¿Cómo desechar de mi mente que cada pálpito fue como vomitar en su dicha de enamorado y en nuestros años de amistad?

Me levanté del suelo, me había mojado la espalda. Mis manos volvieron a su refugio en el pantalón, esa manía me ayudaba a aclarar la mente.

La había dejado hace unos momentos en la puerta de su casa. Tan descarado fui, que la llevaba sujeta de la mano. Tan infame llegué a ser que la besé y le dije “te quiero”.

Pero antes de que cerrara la puerta tras de sí, llegamos a un acuerdo: yo con mi vida, y ella con la suya.

Y ahora ella sigue con su vida, besa a mi amigo con esa misma boca, toma de su mano, con esa misma mano. Se besan y despiden en esa misma puerta.

Y ahora... ella sigue con su vida.

Y ahora... ¿Quién me devuelve la mía?“.

“Yacía entonces sobre mí esa fea luna. Sí, fea porque me alumbraba el camino al andar. Yo, con las manos en los bolsillos, caminaba balbuceando y tildándome de tonto, de débil transeúnte que perdió la ciencia y la conciencia sin más reclamos. Pero ya no me quedaba más, sólo seguir caminando por esas solitarias calles mojadas por la reciente garuga. Ni cuenta me había dado de aquella llovizna. Estaba embelesado en ese momento con aquella mujer que me quitó el aliento. Al parecer el mundo había cambiado mientras nos guarecíamos bajo ese puente, amándonos como bestias guiadas por el mero instinto de aquel placer con doble filo. Sí, estaba embelesado, enceguecido, totalmente turbado.

Por ello odio tanto la luna esta noche, por haberme sacado de ese adormecido estado, y traerme de sopetón este peso.

Aún conservaba en mis labios el sabor de sus besos. Aún tenía en mis ropas su aroma femenino. Los cargaba como culpa, como punzón.

Me tumbé en medio de la calle. Seguía un poco ebrio, pero realmente eso no importaba.

Comencé a recordar su piel, su rostro, su cuello, su pecho. Todos esos recuerdos se transformaban en un delito, todo lo que los muros inertes de aquel viejo puente vieron, era la evidencia. ¡Pero qué delito más bello había sido!

Preguntas con la espalda mojada.Uri Lastra

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Revolución Injerto.Hualpén Suárez

Haciendo uso de nuestra soltura

Flotan de vida los lirios

Obviando las caries de varios

Del barrio de los borregos arios

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rabia a todos aquellos que se creen superiores y que destruyen sueños, rabia por haber perdido tiempo en preocuparme de hacer todo bien para que alguien diga que lo que hice fue insignificante, y mienta diciendo que no me vio comprometida, cuando con suerte él me veía. Rabia porque nadie puede hacer nada al respecto. Rabia porque el tiempo perdido no volverá y rabia por el dolor de tener que partir de cero.

Pero a pesar de todo estoy aquí, calmada, buscando nueva práctica y esperando que valoren mi esfuerzo. No saco nada con tener y acumular esa rabia. Pues medité, calmé mi ira y pensé lo siguiente; “Si puedo ser paciente en un momento que siento rabia, escaparé a años de tristeza, ya que la rabia sólo atrae más problemas, y más problemas sólo significan más rabias”.

Sólo hay que disfrutar como si fuera tu último día de vida y dejar los problemas atrás, y así estos momentos de rabias uno los recodará con alegría, como una etapa más.

Finalmente entendí que quién sufre dolor, podrá dormir, pero quién infringe dolor, no podrá. Por lo mismo uno debe vivir tranquilo, sin pensar en rabias, ni venganzas, porque tarde o temprano todo se devuelve. Todo se paga.

Rabia se puede definir de dos maneras: La primera sería la enfermedad, rabia o hidrofobia; que es ocasionada por un virus que puede provocar letalidad cercana al 100%. Es una de las enfermedades trasmitidas generalmente por animales como perros o gatos, una de las más antiguas. La segunda manera, es lo que se llama el sentimiento de Rabia; una emoción humana básica que surge del sentimiento de frustración que uno experimenta cuando encuentra una discrepancia entre lo que cree, espera o desea que pase, y lo que sucede en realidad.

Pues yo la experimenté. Pase de ser una chica con muchos planes en su vida, donde todo estaba saliendo perfecto, a ser una chica que le cierran puertas y se llena de dudas con una familia que la presiona a avanzar sin saber cómo.

Pasaron 2 meses de práctica donde hice de todo, y todo a tiempo. Llegando a la hora, sin faltar el respeto. Hasta el momento que llega una persona, uno de los 3 socios (el cual estaba a cargo) quién dice que todo lo que hice era insignificante. Terminé en nada, por el simple hecho que a él no le agradé, me hechó sin más explicación que decir “no te vi comprometida”.

Es ahí donde me lleno con el sentimiento de rabia, rabia a esa persona, rabia al abuso de poder,

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Ser paciente en un momento de rabia, escaparé a años de tristeza.Dulce Paula

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Irse.Hualpén Suárez

Rabia.Mauro Navarro

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Escribe. Dibuja. Opina. Ilustra. Fotografía. Crea. Únete.

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Pero no fue hasta hace pocos días cuando viví la peor de las sensaciones. La peor hasta hoy.

Iba llegando a la U, tenía que devolver unos equipos (cámara, micrófono), y mientras conversaba con unas compañeras, viendo por donde caminar, antes de que llegaran los pacos, en esa meditación y risas, es cuando siento en mi espalda el gas del zorrillo. Lacrimógena pura, ni siquiera mezclada con agua. Un ataque cobarde, como suele hacerlo la policía.

A quemarropa y por la espalda.

Las lacrimógenas habían sido suspendidas por 48 horas por Hinzpeter, pues dijo haber comprobado que no producían daño a la salud.

Pero ese día ya las habían vuelto a usar, supongo que estaban más tóxicas que de costumbre, porque era lo les sobró del 21 de mayo.

Quedé ciega al instante, pero por lo menos alcancé a agachar la cabeza, con mayor “suerte” que otra compañera, que el atentado por parte de los pacos la pilló con la boca abierta, imagínense, vomitó por horas el gas lacrimógeno…

Yo tuve que saltar una bajada de cemento, 2 metros… no sé. Caí al suelo, hoy tengo un esguince.

Hace años que las marchas y protestas han sido catalizadores de la rabia de los pueblos. En Chile, los profesores, los estudiantes, incluso los rectores (de manera populista) han decidido salir a marchar. Los pescadores artesanales se agarran a palos (o a remos) con los pacos en cada manifestación. Los trabajadores del cobre, los funcionarios de la salud, y últimamente y con mucha fuerza quiénes rechazan los proyectos medioambientales que ha aprobado el gobierno.Como dice Sabina, Nos Sobran Los Motivos.

Cuando vivía en Talca, siempre iba a las marchas, con las banderas rojas. No marchaba mucha gente en ese tiempo, comparado con la masividad que existe hoy día. Las marchas eran pacíficas, lo más chorizo que hacíamos era tirarle una talla a un paco. Íbamos desde la Plaza de la Loba hasta las Concentradas. Otras veces terminaba en la linda Plaza de Armas, con algún acto político y un discurso de algún ex dirigente del PC.

En Valparaíso es un poco distinto, sobre todo si estudias en una universidad que destaca más por sus cabezas de polera que por lo académico.Años de protestas, sitting (o mitin), marchas y paros… Barricadas, molotov pocas, bombas de pintura muchas, camotes aún más. Vives una catarsis cuando tiras una piedra, sobre todo si le achuntas al guanaco. Toda la rabia que te genera este sistema salvaje y perverso se libera en esa simple acción.

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Testimonio y Carta Abierta llena de Rabia.Silvia Gutiérrez

Tuve que seguir corriendo para que el gas no me llegará denuevo. No me imaginaba cómo me veían los demás. Pero cuando pasaban por mi lado decían “pobrecita”, y comenzaban de inmediato a sentir el efecto del gas, por lo que se alejaban.

Claro que hubo una socia que me ayudó, estudia Párvulos y me cargó hasta la Toma de Ed Física, allí pude ir al baño y verme después de mucho rato. Tenía todo el cuerpo rojo, quemado, ardiendo. No podía parar de gritar: ¡Me voy a morir!, el dolor era intenso, sumado a la impotencia de no poder tocarse los ojos ni rascarte. Tenía el pelo blanco, lleno de gas. Prendimos fuego afuera con los cuadernos, eso alivia un poco, te permite respirar, ya que poco a poco fueron llegando más compañeros en la misma que yo.

“Se agilaron los pacos” decíamos todos. Antes, siempre alcanzábamos a arrancar o a resistir. Ahora habían llegado por otras calles, habían tomado nuevos atajos. “Se avisparon los giles”.

Llegué a mi casa, con la ayuda de un amigo que me fue a buscar en el auto. Ni pensar que algún chofer te va a aceptar en la micro, ni cuando te mechonean. Mi amigo no podía manejar, porque yo estaba en un estado radioactivo y no parábamos de llorar. En mi casa, tuve una ducha eterna y llena de dolor. La ropa la he lavado una y otra vez. La casa

tuvo olor a lacrimógena muchos días y mis cosas (celular, Tne, lápices, etc) aún tienen su olor.

La represión es la forma que tienen los ricos de mantener el status quo, y les da lo mismo qué deban hacer para lograrlo. Nosotros, como dice Carlos Pérez Soto, “Queremos una sociedad donde no haya lucha de clases. Una sociedad donde haya intercambio, pero no mercado. Que haya familia, pero no matrimonio. Que exista orden, pero no leyes. Queremos que la diferencia entre ser feliz y no ser feliz no esté institucionalizada; que el sufrimiento humano sea manejable puramente a nivel interpersonal.”

No queremos más chilenos ni mapuche muertos y heridos en manos de la policía.

En la tarea de pelear por la dignidad (pues todas las luchas son una pelea por la dignidad) es urgente indignarse y rebelarse. Dejar la apatía que nos caracterizó por mucho tiempo y hacer nuestro todo lo que nos pertenece, que es simplemente TODO. Porque es ahí en las pequeñas victorias cuando el ataque del zorrillo dejará de tener importancia. Las detenciones y los palos serán parte del pasado, porque si golpeamos todos juntos como si fuéramos uno, les daremos su merecido a ese enemigo común, que no son los pacos, sino todo este sistema.

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para entenderla tenemos. Acaso ¿Nos permitimos conocer nuestras rabias? ¿Qué tanto entramos en nuestra experiencia y su modo de percepción? Difícil pregunta para una sociedad que no permite vivir sus emociones, una lamentable condición cultural que no da lugar a experimentar sensatamente lo que sentimos. Quizás por este motivo denominamos tan absurdamente todo lo que vivimos, con tal de separar las percepciones en conceptos vacios. Porque no es la rabia nuestro único vacio en conflicto, pues donde sea que haya una mirada que busque objetivar los aspectos de la vida (por ejemplo; definiendo categóricamente emociones) existe una tensión sobre las formas de conocer y el lugar de la experiencia humana. Sin ir más lejos, replantearse sobre como conocemos es parte fundamental de un crecimiento. Así que desde estas líneas poco puedo decir de la rabia y nuevamente me he perdido en el pequeño viaje textual, tal vez porque los textos no se escriben para responder preguntas, sino que para planteárselas. Asumiendo entonces mis palabras ofrezco mis trazos.

Cuando la rabia se hace presente ¿aparece desde afuera? Y si la rabia ya estaba en mí ¿Cómo emerge? ¿Dónde está el límite de ella y el mío? Es lo interesante que surge del campo de la experiencia, sobre lo tan universal y tan particular que puede llegar a ser esta sensación, donde sujeto y entorno se mezclan en una bella nebulosa que pone en crisis las nociones materiales sobre realidad, sujeto y representación.

¿Se puede la rabia tener a si misma?

Cuando por algún motivo nos invade una sensación de mierda, que nos afecta y cambia nuestro estado de ánimo, coincidimos en definirla como rabia. Pero ciertas actitudes de otorgar algún origen determinado a alguna respuesta emocional, son una forma de entender aspectos del comportamiento humano que vienen del conductismo.

¿Es la rabia una respuesta? o ¿una conducta? o ¿un devenir? Sin tener algún punto de partida claro, sería diferente preguntarse cuando fue que perdimos la virginidad de la rabia (si es que existió). Algún recuerdo de un berrinche, algún garabato, una liberación endémica de manotazos y patadas contra las cosas o lo que sea que emergiera. Tirar la mierda afuera (o adentro) tal vez no tenga un origen, puede que sea un constante flujo, una red interdependiente de sensaciones o pensamientos en las que estamos todos arrojados. Mejor perderse tratando de buscar una meta, que encontrarla, desde aquí sin una definición objetiva y clara entre puras frases vagas, me pregunto entonces, ¿Cómo entendemos la rabia? O ¿Cómo nos da rabia no entenderla?

Me es necesario abrir estas heridas semánticas, para conocer que tan vacios están las palabras de lo que enuncian, desde donde muestran y ocultan. Un conflicto entre los límites sociales y morales desde donde percibimos la rabia. Quizás la nombramos, pero pareciera ser que poco la entendemos o mejor dicho, que pocos caminos

La rabia sin respuestas.Cerozoom

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Zombie.Francisco Vega

Envoltura transparente de brillante soledad¿Qué miras, qué tocas? Acaso no entiendes, ¡no puedes pasar!Protección innata que se desvaneció sin avisar¿Acaso no soy yo quien decide lo que pronto pasará?Insolente mirada que posa sin quererla enfrentarEs mi tiempo, es mi vida, mi decisión, ¡mi libertad!Caminaba ciegamente en un mundo sin arriesgarMe preguntaste en algún momento ¿esto lo quieres cambiar?Envoltura transparente de brillante soledad¿Qué miras, qué tocas? Acaso no entiendes, ¡no puedes pasar!¡¿Y si no me quiero lanzar, y si no quiero saberY si me quiero quedar, y si no quiero mirar?!

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Impotencia de maldad.Daniela Vergara

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La ira, el caos necesario en la evolucion estructural humana.Juan Pablo Valdés

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La ira es un sentimiento desagradable y negativo. Por mucho tiempo en nuestra sociedad occidental hemos vivido en el deber de señalar que la rabia y el enojo son adjetivos no apetecibles de una sana vida, que hieren y que pueden conllevar nefastas consecuencias cuando se les aplica a un modo práctico de concebir la sociedad. Bastara con que señalemos ejemplos como el nazismo alemán, las dictaduras latinoamericanas, la inquisición y toda forma homofóbica, xenofóbica o chovinista. Pero abordo ahora la suposición de que este sea un sentimiento propio humano, es decir inalienable de nuestro ser; parece ser que es un sentimiento, sensación, necesarias para muchas empresas. La ira es necesaria.

Si analizamos el origen de la rabia puede deberse tanto a una indignación de parte de algo incorrecto o réprobo, pero también a una vulneración de nuestros derechos. Si somos engañados, estafados, si contemplamos injusticia frente a concepciones consuetudinarias nos parece que prende la chispa irascible de la opinión popular. Es probablemente el inicio al juicio de los culpables, la opinión contra tal acto o hecho. Citaremos a un personaje mundialmente conocido: Noé, o más bien el Dios hebreo de Noé.

Según nos narra la Biblia y algunos textos esotéricos hebreos, Dios estaba hastiado del crimen y el pecado en la tierra que habían llegado a

niveles inconcebibles. Todo esto a raíz de un flirteo descarado de unos ángeles caídos con las hijas de los hombres, que por ese tiempo debieron ser muy guapas. De tal desorden se engendraron los niphilim, gigantes que agotaban todo a su paso. Industrias consumidoras de materias primas vivientes. Dios al ver el estado del mundo deplorable decide en su ira, la Ira de Dios, aniquilar a la humanidad. El Dios del amor que está a punto de concluir una obra maquiavélica (ya que el fin justificaba su divino medio) elige para la supervivencia a Noé y su familia. Oe es un hombre humilde, en ningún momento quiso defender l resto de humanos, ya que el juicio de Dios era justo. Entonces, ¿su ira era justa? Así parece ser. El punto de esta fabula no es Dios ni el diluvio, sino más bien una concepción tan antigua como los hechos del final del periodo glaciar: y esto es que la ira puede ser el inicio de la justicia o del inicio de una empresa para enmendar un acto negativo, un estado anómalo, desordenado y caótico del debido orden. Este orden puede ser moral, político, económico. Solo basta con encender una mecha para que ante una injusticia la voz popular nos demuestre que debemos terminar con el mal. Los ejemplos se suceden.

En China desde la dinastía Zhou, sino antes, el pueblo por un concepto hobbiano del poder entraba en calor ante las injusticias de que era presa el Estado por la mala dirección de su rey o emperador. Este concepto era llamado el Mandato

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del Cielo, y comprendía que por una mala rectitud en el liderazgo el mismo `poder celestial que le dio el poder para gobernar le desprendía su favoritismo traducido en desastres naturales, pero también en el desgaste de la maquinaria estructural de la sociedad. Vale decir, cuando no andaba bien en China, e l pueblo tenía el divino derecho de quitar y hacer la revolución por un gobernante incompetente. Las turbas iracundas se desplazaban por las zonas de los ríos Huang Ho y devastando numerosas ciudades ante un parecer claro, esto no está bien, hay un error, debe salir quien lo detenta.

Saúl en Palestina es destituido por Dios por un desequilibrio en su juicio, se retiro al lado oscuro y ya no tenía el apoyo. La misma sociedad judía no tenía el apoyo ya a tal mal comportamiento para con los gentiles, provocando el juicio más light de Dios contra su pueblo: Jesús. En la talasocracia ateniense, esa opresión del estado ideado y deformado de Pericles recibe una sucesión de revueltas en las islas y ciudades estados de la Hélade y en el Egeo ante la injusticia mercantil megalómana. El fenómeno de la revolución parte de una ira y rabia ante la injusticia social y económica, pero no solamente ello, sino también cultural. Marx lo ha vaticinado a lo largo de las etapas de la humanidad: la rebelión de la sociedad esclavista, la rebelión contra el feudalismo, la rebelión de los privilegios aristocráticos y la revolución final del proletariado, todos parten de un enejo popular ante una injusticia, y desde ese

punto, el enojo nacional es necesario para rectificar la senda enmarañada e ir a un porvenir mejor y luminoso.

No obstante no quiero dar a entender que la ira persigue un proyecto rectificador, sino más bien que es un síntoma que será predecesor de una rectificación ya con la mente más fría. Durante la Revolución Francesa una serie de desastres y catarsis de las multitudes significaron una serie de atropellos a los derechos humanos innegables de todos, y el descontrol se tradujo en una Era del Terror que ni su más insigne precursor Maximilien Robespierre pudo sobrevivir. Y no fue sino hasta mucho después del periodo napoleónico que Francia reencauzaría un nuevo orden republicano coherente que garantizara una adecuación sana de la estructura sin privilegios. Y eso no sin probar un retorno a una monarquía, aunque constitucional. El desorden ante una inequidad y una falta contra la lealtad de las personas puede traducirse en una serie de desordenes que implican la muerte de muchos.

En Rusia se tradujo este mismo descontento, pero en un país de enormes desigualdades y atrasados niveles de calidad de vida que lo transformaban en un monstruoso tumor medieval en el siglo XX. No fue lento el avance de las ideas marxistas y eso se tradujo con la Primera Guerra Mundial en el descontrol y enojo masivo ante la carestía de las primeras necesidades, el descontento de los

privilegios de unos pocos y el enrolamiento que significaba una real carnicería. Las hijas de Nicolas II poco tenían que ver si se destruía el sistema zarista y aun así fueron presa de una brutalidad grotesca. La ira es un periodo en que el juicio se pierde y en el cual no estamos en nuestros adecuados cabales. Pero no obstante ha sido utilizado para fines estructurales y remediales como fue por Lenin con la masa oprimida.

De esta forma, la ira engendra más ira y una injusticia puede parecer el inicio del descontento que con una oportunidad puede surgir y transformarse en un caos, pero del cual puede nacer algo nuevo, el germen de un periodo que signifique una antítesis ante lo indebido del pasado. Es necesario que pase ese mal tiempo para que renazca uno nuevo. Es decir, que haya destrucción para el bien. Pero el bien es un hecho subjetivo y tanto la revolución significo un aspecto necesario para la entronización de la burguesía como en Rusia la arremetida de una intelligentsia, quien sepa mover la gente que no está en sus cabales podrá traer un debido porvenir. Sucedió con todos los revolucionarios y sucedió también con quienes no querían una revolución: no debemos ir tan lejos ya que en Chile tenemos la más impronta y terrible huela de nuestra historia.

En el Chile de los 70’s se vivió una revolución pasiva cultural y económica, pero que siempre conllevo a una reprobación de la derecha y de los

Estados Unidos, de ese modo la carestía de productos y mercaderías, la inflación y el desbarajuste económico provocaron un descontento que pronto de transformo en ira contra el gobierno. De ese modo podrían entrar quienes harían de verdugos de este mal gobierno, una suerte de Mandato del Cielo chilensis proyectado. Y así la ira del pueblo fue utilizada para permitir y aceptar la acción de las fuerzas armadas para tareas no concebidas.

Hoy la gente está descontenta, y su ira se expresa ya no solamente por las calles, sino por soportes de medios masivos como internet desde sus múltiples canales. Las manifestaciones no solo nos dicen que nos enoja la indiferencia a la situación social y económica diferencial de la sociedad chilena, sino también la injusticia educacional y las violaciones contra tierras vírgenes y que son proclamas de un sueño ecológico, una quimera de fantasías, pero que nos enojamos ante cual mala jugada política. Y no obstante estamos enojados pero no vemos la luz que puede haber, y con mayor peligro aun, ¿quiénes están detrás orientando nuestro descontento? ¿Cuál es el porvenir de Egipto, España, Libia o Chile? Es posible con toda seguridad al esquema de Marx que haya nuevas revoluciones, en el cual la ira sea vista como necesaria para que destruya un orden imperante y permita el génesis de un nuevo sistema. Mientras la humanidad viva bajo el cosmos, fue, es y será siempre así.

¡Te conozco!Carla Castillo

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Mientras subía el elevador me decía - ten calma, ten calma, solo es un trámite, luego te vas a reír de todo esto, alguien tendrá que dar su brazo a torcer.

Un dolor en el pecho, un ardor en los labios, el fuego comienza a ascender, se siente como va invadiendo cada partícula de mi cuerpo, se impregna en la piel. Las ideas más monstruosas se proyectan dentro de mi cabeza maquineando la mejor forma de herir, el repertorio de palabras, sus sinónimos y siniestros significados retumban en mis oídos como un susurro malévolo que da escalofríos. Hay un silencio en mi alma - si no hablo voy a llorar, si lloro se verá expuesta mi debilidad, el tiempo se había detenido y mis ojos se llenaban de lágrimas, el corazón se comenzó a acelerar, mi nariz a dilatar, el aire parece no entrar, más bien querer salir y dejarme sin aliento, no entiendo lo que estoy sintiendo - ¿porque lo odio, si hace diez minutos no era así?.

Comienzo a hablar, pero se me está olvidando todo lo que planeé, ¡sus palabras duelen más!, ¡No debo llorar! , ¡No debo llorar!, ¡se fuerte!… una frase se repite, no sé qué más decir, me ha dejado estupefacta, la comienzo a gritar, quizás si lo digo alto le duela más. Quiero que me mire cuando hable, me asustan sus ojos, puedo percibir su rabia y sus ansias de lastimarme, me avergüenza enterarme de su desprecio y lástima por mí, me tiemblan las piernas quiero salir corriendo pero han puesto un ancla de dolor en mis pies… no he dicho ni la cuarta parte de lo que había pensando y ensayado frente al espejo.

Me sorprende diciendo - ¡te conozco! - Lo que retumbó como eco en mi corazón y sentí un calor en la sien y una pesadumbre que adormecía mi rabia, más fuerte que una droga, más letal que

un veneno, el susurro desapareció, se sentía el viento fresco de una noche de Febrero golpear mis mejillas sonrojadas, un poco por el alcohol en mis venas, un poco por el horror.

El efecto de unas copas se había ido antes de poner un pie en esa casa, que servirían para amortiguar los golpes, un silencio eterno cubría la ciudad que se presentaba ante nosotros, aun iluminada y sólo me preguntaba - ¿Cuántas personas más estarán discutiendo en este momento, cuántas más se estarán reconciliando y amando, cuántas disfrutaran de su tranquilidad..?

Antes de partir lo miré a los ojos y le dije - ¡te odio!, te odio tanto… - cada paso se hacía más difícil de dar y el llanto no esperó más, era desgarrador y un ahogo profundo se quedó entre sollozos y lamentos.

Mi propósito no había sido cumplido, mi rabia era aun más grande y mi pena no tenía cabida.

¡Te conozco! Daba vueltas y vueltas en mi cabeza, hasta que la maldad afloró, encontré la manera de herir y al mismo tiempo de humillar gracias a esas palabras. Pasó un día, para que esto se detonara en mí, esa sensación de ser la peor persona de este mundo, mi espíritu repudiaba mi actitud, mis principios, valores y enseñanzas estaban en contra de decir algo así a él o a alguien, pero la rabia opacó todo lo bueno en mí, en él y no supe quiénes éramos ni como habíamos llegado a tal punto.

Hay que tener un cuidado especial con las palabras, porque mientras estas estén en nuestras cabezas no harán daño pero ya pronunciándolas pueden hacer mucho mal.

“Lo que de tu boca sale… del corazón procede”.

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Idea.Compulsivo

laweai

mbecil

.com

recomienda

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Fahrenheit 451 expone un mundo cuyo control es dirigido por la ira. Es la proyeccion de un mundo totalitario, un mundo que controla los mass media, un mundo de sueño hitleriano. En el cual se vuelca un odio hacia los libros culpandolos de una sociedad desviada aportunamente enderezada de sus errores.

En esta sociedad futurista Montag, un bombero cuya funcion es quemar libros, conocera el tabu de un mundo antiguo, un mundo docto y libre. Es la metafora de la persona que supera el odicio irracional hacia un topico o minoria y se adentra en la tolerancia, la inclusion y la integracion. Del como una persona cuya funcion era la destruccion y pasa a ser celula de la preservacion es sin duda una de las maravillosas formas en que Ray Bradbury nos muestra una gran faceta humana: la de enmendarse.

Hoy un mundo tan rapido y tan facilmente iracible necesita un despertar de la senda que lo lleva a un metodo de facil justicia, en el cual no nos encantamos de los cuerpos como son, sino de canones, cuando lo mejor es un photoshop a un natural recuerdo.

Por esto, Fahrenheit 451 es una guia de superacion innata humana, del respeto con los otros en lugar de el absurdo camino de quemar lo que el resto piense.

J.P.V.G.

47 “Los edukadores” es una película tremendamente idealista, llena de buenas intenciones, aunque muy utópicas por cierto. Nadie podrá jamás cerrar la brecha y las diferencias entre ricos y pobres, pero no deja de ser un interesante planteo para tratar de reflexionar y dentro de lo posible extraer algunas conclusiones al respecto.

El filme nos propone a un grupo de jóvenes que quieren cambiar el mundo, indignados por el sistema capitalista que hace cada vez más pronunciadas las diferencias entre las clases sociales, se lanzan en una especie de revolución contra el poder y en defensa de los más desprotegidos.

Una buena cinta, haciendo un llamado de que algo se puede crear, una película original y divertida, aunque cae en desviar la atención con un círculo amoroso innecesario.

Recomendable 100%.

R.G.O.

Fue ver a mi primo Andrés escuchando “Butter” lo que me advirtió que este disco es un buen referente de rabia. Me pasa que cuando lo escucho, siento como si la rabia del punk mutó acorde a lo caricaturezcamente esperado del presente, donde cada día las máquinas, los sintetizadores y los secuenciadores toman más poder.

De un modo u otro, The Bloody Beetroots se han hecho su espacio. Se presentan en vivo con máscaras de Venom (sí, el de Spiderman) y se dice que “nadie conoce sus verdaderos rostros. Proponen la anarquía, el anonimato, y la rabia contra el poder establecido. Y lo hacen prendiendo la pista, a gritos, riffs de guitarra, sintetizadores con decimator, bajos gordos, beats continuos, y un largo etcétera.

Recomiendo este disco por que, primero, es difícil de digerir. Sus 21 tracks son muy dispersos, donde se abarca el electro, el house, el acid house, el rock, y hasta se escuchan algunos raperos en un par de temas. Todo eso en una juguera, más la rabia de Sir Bob Rifo, vomitados en un álbum. “Romborama”, un disco complicado, extenso, emputecido, pero que promete ser de agrado. Recomiendo los temas “Yeyo” con una desagradable voz infantil, “Storm” muy electro, “I Love the Bloody Beetroots”, una fiesta; “Romborama” y ”Warp 1977”, verdaderos vómitos de rabia.

¿La joya? “Have Mercy on Us” que ofrece una secuencia de bajo extensísima, de un trabajo musical enorme. Si existiera el concepto de “sinfonía electrónica”, éste tema sería un buen exponente. El clavicordio sampleado, ¡sublime!

D.G.V.

RomboramaThe Bloody Beetroots2009

Fahrenheit 451Ray Bradbury.1953

Los Edukadores. Director: Hans Weingartner.Elenco: Daniel Brühl, Julia Jentsch, Stipe Erceg.

2004

próximo número:el ego.