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ESCUELA NORMAL EXPERIMENTAL DE EL FUERTE “PROFESOR MIGUEL CASTILLO CRUZ” Licenciatura en Educación Primaria Procesos de alfabetización inicial Programa de estudio 2011 primer grado Maestra: Rosa Imelda Ibarra Ayala Integrantes: Alcalá Castillo María Franciela Bernal Medina Dolores Guadalupe Cota Barreras María José Flores Acosta María Guadalupe

Resumen Del Programa Imelda

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ESCUELA NORMAL EXPERIMENTAL DE EL FUERTE“PROFESOR MIGUEL CASTILLO CRUZ”

Licenciatura en Educación Primaria

Procesos de alfabetización inicial

Programa de estudio 2011 primer grado

Maestra: Rosa Imelda Ibarra Ayala

Integrantes:Alcalá Castillo María Franciela

Bernal Medina Dolores GuadalupeCota Barreras María José

Flores Acosta María Guadalupe

Grupo: 3° B

El Sabino, El Fuerte Sin. Septiembre de 2015

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Programa de estudio 2011, guía para el maestro, primer grado.Alfabetización inicial

Sin duda la alfabetización inicial es una de las preocupaciones centrales de las maestras y los maestros del primer ciclo de educación primaria; las investigaciones en el área de la alfabetización inicial realizadas en los últimos 30 años han descubierto que para aprender a leer y escribir no existe una edad ideal. Leer y escribir es esencialmente un proceso cognitivo que se desarrolla a lo largo de la vida, por lo que no depende de alcanzar cierta madurez o adquirir algunas habilidades motoras.Lograr que el lenguaje escrito sea un medio para comunicarse, expresar sentimientos y necesidades, implica el desarrollo de nuevas prácticas docentes, que den sustento a una concepción de la lectura y la escritura que las convierta en un medio de expresión y en una herramienta para seguir aprendiendo, a través del desarrollo y el trabajo integrado de las cuatro habilidades básicas del lenguaje: leer, escribir, hablar y escuchar, aspectos que, ciertamente, buscan retomar los programas de la asignatura de Español.Cuando los alumnos se encuentran en contextos familiares que favorecen las oportunidades para leer y escribir se facilita el proceso de alfabetización inicial, ya que van identificando el funcionamiento del sistema de escritura desde temprana edad.Antes de entrar a la escuela los niños han pasado por un acercamiento al conocimiento de la escritura y lectura observado en su contexto social, por medio de anuncios publicitarios, etiquetas, nombres de restaurantes y centros comerciales, entre otros; y aun sin saber leer y escribir convencionalmente pueden realizar inferencias de lo que puede decir un cierto texto. Es por eso que en los programas de la asignatura de Español se contemplan las posibilidades antes mencionadas para dar continuidad a las habilidades y los conocimientos con que el alumno se presenta, es decir, tenga o no acercamientos al sistema de escritura es importante brindar oportunidades en las escuelas para que lean, escriban y participen en actividades en las cuales la lengua escrita esté presente con una finalidad comunicativa concreta, aun cuando se reconoce que los alumnos deben pasar por todo un proceso para hacerlo de una manera que atienda los principios formales de la lengua.El programa de primer grado no señala que los niños deban leer de manera convencional al concluir el primer año de primaria, sino que se busca ponerlos en contacto con los textos y que comiencen a leer y escribir, en este caso, con apoyo del docente, ya que se considera el primer ciclo de la educación primaria para el proceso de adquisición de la lectura y escritura de forma convencional.adquisición de la lectura y escritura de forma convencional.De esta forma, al tener oportunidades de leer y escribir los niños ponen en acción lo que piensan sobre la escritura y con ello reelaboran sus planteamientos, y logran concepciones cada vez más cercanas a lo convencional. El contacto permanente con la

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lengua escrita hace que, poco a poco, amplíen su repertorio gráfico y pasen, por ejemplo, de emplear letras, e incluso combinando letras y números, a “escribir” con letras convencionales; aprendan a escribir su nombre y empleen esta información en sus escrituras, o comiencen a identificar la forma escrita de los nombres de sus compañeros de aula y amplíen su repertorio de letras y palabras conocidas. Justamente este interés por el funcionamiento de lo escrito se retoma en los programas para desarrollar la alfabetización inicial, misma que permite, de manera paralela al trabajo con los proyectos didácticos, analizar la estructura y función de diversos tipos textuales, y con ello familiarizar a los niños con la convencionalidad del lenguaje escrito a través de prácticas sociales del lenguaje específicas. Conviene señalar que el proceso de aprendizaje colectivo que se desarrolla en los programas aprovecha las inquietudes de los niños sobre el uso y funcionamiento de la escritura, situación que generalmente ha sido inhibida, ya que se ha tenido temor a que los “errores” se reproduzcan, cuando justamente dicho interés se puede recuperar para guiar el proceso de conocimiento hacia el funcionamiento formal de la lengua escrita.Entre leer y escribir y no poder hacerlo existe un amplio proceso en el cual los alumnos poco a poco van conociendo y empleando las características del sistema de escritura. En un primer momento, desconocen que existe una relación entre escritura y oralidad; sin embargo, las investigaciones realizadas muestran que los niños observan que es necesaria una cantidad mínima de grafías para que algo pueda ser legible (dos o tres, pues con una sola letra nada puede ser interpretado).En el ambiente escolar, al aprovechar el interés de los alumnos por entender lo escrito, éstos comienzan a utilizar actividades intelectuales, como la comparación, la inferencia y la deducción para identificar el significado de las letras. Conforme tienen más oportunidades de explorar la lengua escrita, van siendo sensibles a los contextos en que aparece una letra.El proceso de alfabetización continúa y llega al punto en que los niños pueden comprender la lógica alfabética del sistema. Si bien este logro es importante, marca el inicio de nuevas reflexiones respecto a las convencionalidades de la escritura (la separación entre palabras, la puntuación, el uso de mayúsculas y la ortografía, entre otras), que son objeto de atención en el segundo ciclo de la educación primaria.Es importante resaltar que la alfabetización en general no sólo se refiere al principio alfabético que subyace a nuestro sistema de escritura, sino también a los propósitos sociales y personales inherentes a su uso, a la adaptación que se hace del lenguaje para ser escrito, y al conocimiento de los recursos gráficos que facilitan la eficiencia comunicativa de la escritura (la puntuación, las variantes tipográficas, la distribución del texto en la página, el empleo de ilustraciones y la ortografía, entre otros).

La didáctica de la lectura y de la escritura actual parte de una concepción del lenguaje que lo considera como una práctica social, lo que deriva en múltiples formas de intervención docente planteadas en las dos formas de trabajo que contempla la

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asignatura. Los programas contienen muchas de estas estrategias didácticas, tanto en los proyectos didácticos como en las actividades permanentes, por lo que es importante que se sigan y se concluyan de acuerdo con lo señalado, con el fin de alcanzar los aprendizajes esperados.Conocer las etapas por las que los niños transitan para comprender el funcionamiento del sistema de escritura permite a los docentes saber que los niños tienen conocimientos previos a los convencionales sobre el funcionamiento de la lengua escrita que no dependen de la forma o de algún método de enseñanza específico. De hecho, tales conocimientos previos se ponen en práctica y son probados con ayuda del docente y sus mismos compañeros en las distintas actividades de lectura y escritura dentro de clase.La lectura de los textos apoyada en los referentes que obtienen los niños va propiciando que las anticipaciones al contenido que realizan se fundamenten y se vayan ajustando colectivamente, por lo que la intervención docente en el proceso de alfabetización inicial requiere que la información que proporciona el contexto de lectura y la que puede proveer el propio texto se vinculen, contribuyendo a crear significado y a proporcionar información sobre el funcionamiento del sistema de escritura.De esta forma, es importante que la lectura y la escritura tengan propósitos claros, que se realicen con un objetivo concreto, situación que se logra mediante los proyectos didácticos.