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CnPi'rut-o Vl ITESPONSAI}ILIDAD ',,La rcsponsabilictad tieltcnumerosas connotaciones' Decimos que úriá pcrsona es (responsable> cuandose puede confiar y depender-de "ii"ti.n.tponsabilitJact> significa también. que se pueclc contarcon nigu¡""dcsrle cl punto de vñta legal, financiero o moral' En el terreno dc In saludlncntal, cl tér¡nitttl ures¡xlnsabili<tad> hace rcferellcia a la ca¡raci,ta.ldclpacicntcParallralltc¡lcrunaconcluctaracionalyal ".r,npr.r,nir.r ¡nr¡ral dcl tcra¡lcuta con cl ¡laciente' Aunquetodas estas co¡rnotaci0ncs son int¡rortatttcs paranucstro-estudio, emplearé aqui el ".r,t".pr., cn un scnticlocspecilico, el mismo que le dio Jean-Paul iu¿rii-"uundo escribió que ser responsable significa <ser el autor indiscutible de un hecho L cosaol.I-a responsabilidad"implica-ser el uuiortd" algo.Y serconsciente de ella esdarse cuenta que uno está creandoeipropio clestino, el propio ser' su predicamento vital' sus ;;ttt.;;"; y, en alguno, ""ró,, el propio sufrimiento' En el caqo del pa¿i"¡," qu.lo quióre aceptaresta responsabilidad' Uue insille en iufp"t u oiro, -individuos o fuerzas- de su disforia' no es posible pensar en una aYuda teraPéutica' La responsabilidad como preocupaciónexistencial Peroi,en quésentido esexistencial la responsabilidad? El hecho de que la muerte .sea existencial resulta evidente en si mismo' La mortaliclad y la ñnitud son supuestos obvios de la existencia' -Mas cuan,lo habiamos de responsaUiti¿a¿ o, como en el siguiente capítulo, de voluntad, la referenóia existencial ya no resulta tan clara' Enelnive|másprofundo'laresponsabitidadconfieresentidoala 266 Vl. Rcsponsahilidad existencia. Esto lo conrprendí hacenlt¡chos alios, gracias a una ex- periencia nruy sinrple que, silt enttrargo' resultó ser tan importante parami; que aúnpermanece intacla en mi memoria. Estaba bucean- do sólo en las aguas cálidas. soteadns y transparentes de una lagu- na tropical y experimentaba' como me suele ocurriren el agua, una profunda sensaciÓn de placer y bienestar' Me'sentia como en mi propia casa. El agua cálida, la belleza del londg coralintr, losdestellos ptaieactos de los pececillos, sus to¡ros brillantes queleshacian parecer ie neOn, el ángei real,los de¿os canlosos de las anémonas' el placer estético que experimentaba al deslizarnre'y al penetrai 9n el agua, to<Jo contribuia a imaginarme en un paraiso sumergido' Entonces' por alguna razó' que toclavia. tlescónoz.co, -cantbié radicalmente de p."rrpr.tiut. Ub ¿¡ cuenta de pronto de que ninguno de mis "o*p"nrros acuáticos compartía mi experienc!1 <lebienestar' El angei real no sabía que era bello;-los pececillos ignoraban.que prJOu¡.t"n destellos y iot p.".t cgralinosn: era:rt:ittl:It-¡-* :: ;;;;;;,;ii". iun",po.o.rtában atéorriente. desu feat<tad tos erizos de 'p,i"t n"gtu* nilos'despojos quc trr¡Uia en elfondo (1ue 1o procuraba "r tir"ó. El sentimicllüo de estarlen mi propia caóa' de sentirme a gusto, Ia sonrisa de felicidad, la befleza, la atracción' el bienestar"" Iada de eso existia,realmente. iEr\yo.quien habiacreado toda la ,*prri.nri.l podia igualmente estanilq d'eslizando poraguas grasien- tas y considerarlas bellas o nausea\undar' En el sentido más frotundo, la elección y la creación gran \¡' En términos deHusserl' Ái nouno (<significado>) habia estall\o y yo habia adquirido "on"¡ónt¡u O. -ti función configuiadot\nta como si hubiera á"r"orr¡¿o la cortina de la reali<lacl cotidiana y percibiera una realidad más fundamental y profundamente inquietante' En ,u noveb Lá nóusea, en uno de loi fragrñentosmás signifiCati- vos de ía literatura moderna, Sartre describió ese momento de iluminación que es el des'óubrimiento de la responsabilidad: La raizdelcastaño sehundía en la tierra, justtl debajo del banco donde me haflaba sentado. Pero yo ya no recordaba que era una"raiz' Las palabras se habian desvanecido y, con ellas,tambiénla signi{icación de las cosas'st¡s usos, lasdébiles marcas quelos hombres hantraz.ado en susu¡rgrhcie' Estaba sentado. un poco encorvado, la cabeza gacha,solo frente a aquellama¡a nrgr", "nr"."ñada y enteramente primitjva que me produciam¡edo., Fue .nion."t cuandotuve esa revelación.- Me dejó sin aliento. AnteriQrmente. jamás había presentido lo quequc.ría decir <ex'istip.Era como los demás, como aquéllos quesepaieana la orilla 267

Responsabilidad irivin yalom

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psicologia

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CnPi'rut-o Vl

ITESPONSAI}ILIDAD

' ,,La rcsponsabilictad tieltc numerosas connotaciones' Decimos que

úriá pcrsona es (responsable> cuando se puede confiar y depender-de

"ii"ti.n.tponsabilitJact> significa también. que se pueclc contar con

nigu¡"" dcsrle cl punto de vñta legal, financiero o moral' En el terreno

dc In salud lncntal, cl tér¡nitttl ures¡xlnsabili<tad> hace rcferellcia a la

ca¡raci , ta. ldclpacicntcParal l ra l l tc¡ lcrunaconcluctaracionalyal

".r,npr.r,nir.r ¡nr¡ral dcl tcra¡lcuta con cl ¡laciente' Aunque todas estas

co¡rnotaci0ncs son int¡rortatttcs para nucstro-estudio, emplearé aqui el

".r,t".pr., cn un scnticlo cspecilico, el mismo que le dio Jean-Paul

iu¿rii-"uundo escribió que ser responsable significa <ser el autor

indiscutible de un hecho L cosaol. I-a responsabilidad"implica-ser el

uuiortd" algo. Y ser consciente de ella es darse cuenta dé que uno está

creando eipropio clestino, el propio ser' su predicamento vital' sus

;;ttt.;;"; y, en alguno, ""ró,,

el propio sufrimiento' En el caqo del

pa¿i"¡," qu.lo quióre aceptar esta responsabilidad' Uue insille en

iufp"t u oiro, -individuos o fuerzas- de su disforia' no es posible

pensar en una aYuda teraPéutica'

La responsabilidad como preocupación existencial

Pero i,en qué sentido es existencial la responsabilidad? El hecho de

que la muerte .sea existencial resulta evidente en si mismo' La

mortaliclad y la ñnitud son supuestos obvios de la existencia' -Mascuan,lo habiamos de responsaUiti¿a¿ o, como en el siguiente capítulo,

de voluntad, la referenóia existencial ya no resulta tan clara'

Enelnive|másprofundo' laresponsabit idadconf ieresent idoala

266

Vl. Rcsponsahi l idad

existencia. Esto lo conrprendí hace nlt¡chos alios, gracias a una ex-

periencia nruy sinrple que, silt enttrargo' resultó ser tan importante

para mi; que aún permanece intacla en mi memoria. Estaba bucean-

do sólo en las aguas cálidas. soteadns y transparentes de una lagu-

na tropical y experimentaba' como me suele ocurrir en el agua, una

profunda sensaciÓn de placer y bienestar' Me'sentia como en mi

propia casa. El agua cálida, la belleza del londg coralintr, los destellos

ptaieactos de los pececillos, sus to¡ros brillantes que les hacian parecer

ie neOn, el ángei real, los de¿os canlosos de las anémonas' el placer

estético que experimentaba al deslizarnre'y al penetrai 9n el agua,

to<Jo contribuia a imaginarme en un paraiso sumergido' Entonces' por

alguna razó' que toclavia. tlescónoz.co, -cantbié radicalmente de

p."rrpr.tiut. Ub ¿¡ cuenta de pronto de que ninguno de mis

"o*p"nrros acuáticos compartía mi experienc!1 <le bienestar' El

angei real no sabía que era bello;-los pececillos ignoraban.que

prJOu¡.t"n destellos y iot p.".t cgralinos n: era:r t:ittl:It-¡-* ::

;;;;;;,;ii". iun",po.o.rtában atéorriente. de su feat<tad tos erizos de'p,i"t n"gtu* nilos'despojos quc trr¡Uia en elfondo (1ue

1o procuraba

"r tir"ó. El sentimicllüo de estarlen mi propia caóa' de sentirme a

gusto, Ia sonrisa de felicidad, la befleza, la atracción' el bienestar""

Iada de eso existia,realmente. iEr\yo.quien habia creado toda la

,*prri.nri.l podia igualmente estanilq d'eslizando por aguas grasien-

tas y considerarlas bellas o nausea\undar' En el sentido más

frotundo, la elección y la creación gran \¡' En términos de Husserl'

Ái nouno (<significado>) habia estall\o y yo habia adquirido

"on"¡ónt¡u O.

-ti función configuiadot\nta como si hubiera

á"r"orr¡¿o la cortina de la reali<lacl cotidiana y percibiera una realidad

más fundamental y profundamente inquietante'

En ,u noveb Lá nóusea, en uno de loi fragrñentos más signifiCati-

vos de ía literatura moderna, Sartre describió ese momento de

iluminación que es el des'óubrimiento de la responsabilidad:

La raizdel castaño se hundía en la tierra, justtl debajo del banco donde me

haflaba sentado. Pero yo ya no recordaba que era una"raiz' Las palabras se

habian desvanecido y, con ellas, también la signi{icación de las cosas' st¡s

usos, las débiles marcas que los hombres han traz.ado en su su¡rgrhcie' Estaba

sentado. un poco encorvado, la cabeza gacha, solo frente a aquella ma¡a

nrgr", "nr"."ñada

y enteramente primitjva que me producia m¡edo., Fue

.nion."t cuando tuve esa revelación.-

Me dejó sin aliento. AnteriQrmente. jamás había presentido lo que quc.ría

decir <ex'istip. Era como los demás, como aquéllos que se paiean a la orilla

267

l ,a l iberlad

{el mar cott.sus trajes dc printavera. Decia, conlo ellos, <el nrar cs ver{c'r.

(aquel Bunto- blanco que se divisa allá arriba es una S,aviotaD; pero no sentia

qu" oqu"ilo tuviese una existencia, que la gaviota ' fuese una <gaviota

ex¡slet¡te)'.... ' i i , <Je golpe, estaba all i , clara co¡no el día: la existencia se ¡ne ¡abia

revelado clé irnproviso. I{abia perdido su apariencia inofensiva tle categoria

abstracia; era la materia nlisnla de las cr¡sas' Aquella raiz anrasabn existencia'

o. más.bien, la raí2, las verjas clcl jardin. el césped ralo, totlo se I¡abía

desvanecido: la diversiclad de las cosas, su.individualidacl, sólo eran una

apariencia, un barniz. I lsc barniz se habia fundido y quedabhn masas

monstruosas y endebles, en {esclr/en, desnudab, con una desnudez espantosa

y obscena...Por otra parte, aquella r¡¡iz existía de una manera c¡ue a nli me era ínrposible

ex¡rl icai, Nud<¡sa, i¡crtc, sin notn[rc, inc fascinaba, me llcna[a los'rrjos, trle

conducia si¡r cesar a su propia cxistencia. Era inúti l que ¡ne repitiera ((es ult¡t

raizr>. Ya rtt¡ daba resultado2'

El proiagonista cle Sartrc sc crtlrcitta asi a las (l l lasas tlrotrstruo-

sasr. a l¡¡ ',, i¡ latcria ¡lr is¡¡r¡r dc l ls c'risastr. cs tlccir. a utl l l l l l i ls¡t ir¡l irr ltrc

que no tie¡re rnás signil icado que el que el protagonista le cotnuitic¡uc.

Él conocirrriento dc sU vcnl¿idcra situaciÓn le golpea Cuando dcscubre

su resdonsabil iclad ante el munrlo, el cual sólo tiene significado por la

ior-nt"n que.lo orginiza el ser hunrano. Es lo que Sartre l larna <¡ror Sí

mis¡no)). No hay en el mundo'otro significado que el de <por si

mlsmo)).Tanto los filósofos occidentales cotno los orientales han estudiado

el problema cte la responsabiliclad del ho¡nbre cori resirecto a la

naturalezá <te la realidacl. La esencia de la revolucióri fi losófica de

Kant está contenida en su postulado de que lo que proporciona a la

realidad s'u foniia externa es la conciencia humana, la naturaleza de

i", "r,",",uras

'mentales del ser humano. Según Kant, el'mismo

espacio ((no es algo objetivo y real. sillo algo subjetivo e ideal: cs con'rtr

un esquema que se qeriva ctc una ley constanie de ia ilaturaleza de la

üQué sBntido tlene ébta visión del mundo por parte de la psicologia

O.i¡iaiu¡¿úo? fleiddegér y clespués Sartre exploraron el signilicado

J. iá'r"qBo¡1sáU¡tiOafciel ser i¡rdividuat. Heidegger se refirió al

inclividuo ion l9 palabra daseí¡i (no le llamó (yo)" ni (u-noD' ni <ego>'

"i ,.r., fr"n'"nol,) po, uéa razóp'éspbcíñca: quería hacer hincapié'en

i" n"tuiul.ta duat dq la existencia humana'.Yt tld:td:: ::'i-,':ttll

mente¡ para coprdinar todos los sentidos extentos>r'

A"i, i"r" rambiéir formá parte de Io c¡ue está ahi' El yo es <dos enr - - " : - '

" - ?

- ' \ : : , , : - '^ i . . - - ,^^r- :^r : . i^ a lc¿rn¡¡epcfd¿¿qhi l r r rnohietolná".¡S,¡ti yciempíric:o (un yo objetivo. algo que está <ahi>' un objeto

vvv-

Vl. l {cs¡rorrs:r l r i l i r l ¡ rr l

t ¡ue f i r r rna parte del rnul ldo)) , ,u1 !o l runrcenúet¡¡¡¡ l r lue conf igura, r ,sdecir , que es (resp()ns¿f¡ lqrr t le si ln isnlo v t le l mun<lo. I -a responsa-bi l idad'asi enlocacla va inextr icablenrente unit l ¡ a la l ibertad. Att lct l ( )s t ¡ue el indiv idur¡ se¡r l i l ' r r r : ¡ ranr corrst i lu i r e l lnr¡nt lo c l ig iendrruna e¡ltrc varias ¡rosibilicla<.lcs. cl concepto tlc responsabilidacl not icne rr ingúu se¡rt i t lo. l l l universo es cont ingente; t rx lo lo que existeputlo haberse creaclo de otra nra¡lera. La c<urgepcirin de lihertacl cjcSartre abarca un arnpl io horizonte: el scr hunlan() n() sólo es l i t r re. s i l ,oquc cst i i col ldcl ladt¡ a la l ibertad. M;is aún, la l ibcrtad se ext iencle nl¿isallá cle la res¡ronsabiliclatl ante la creaciólt del mulldo (es decir, p,rrhaberclotat loal l ¡ rundoclesigrr i l icaclos): rr lo estanthiéní; t regrontent¿rcs¡tort.sultle /e la propiu t,idu, nt¡sólo de lus pntpitt,r accione.;, .rit:o!tttttbiún lc lo:; ¡tnt¡tio.t.fiut'(!,\ 'ot ctt ltt ur<.ititt.

Mientras cscr ibo cstc l ibro, c l ¡nunclo ¡ latJcce t lc desnutr ic ión.Según Sartrc. yo soy responsatr le. de esta clesnutr ic i<in. Naturalnlcntc.yo ¡ l rotcsto: sé rnuy ¡roco r lc lo r¡rrc succdc cn () tr()s l rrg,arcs {c la t ierrrry L:t 'c() t ¡ t tc ¡ l t tct lo l t ¡ tcct ' t ¡ t t tv lnrc() l ) ¡r t ' i r : r l iv i ¡u 'cst; t s i tu¡rcir i r t t rágicrrl )cro Sal ' t rc añadir ia (¡ tc cs ( l r¡c y() quicro igrrornr l t s i l r ¡ación y que crrcstc inst¡ul te op(() ¡ror dccl ic:rr nr i t iernpo a escr i l l i r . en lugar dedcdicar lo ¡ t ocuparntc dc dich¿r si tuacir in tr Í ig i ica¡. Dcs¡rués cle todo,I ,o¡xrclr ia org:tr t izar un¡ l c¿ul l l ) íui l ¡ r¿¡¡¿ rcu¡t i r l i lnclos o di fundir c lproblerna a travis dc los nlcdios colnpctcntcs, pero pref iero volverlcla espalda. Soy responsable dc lo que hago y de lo que prefieroignorar. La posición de Sartrc n cste rcspccto no es de tipo ntoral: él noclice quc yo debcriu cstar hacicnclo otra cosa, sino c¡ue lo que yo hagoentra 'del t t ro di l terrcno dc nr i responsabi l idad. Anltros niveles -clercsponsabi l idad - la dc la atr i t rución de signi l icat los y 1a 'c le laconducta vi tal- juegan, conto vetcnlos, un papel fundanlental en¡rsicoterapia

' I ¡rnto para col t l ig,ur¡ trsc (scr rcs¡rotrsalr le) a uno ¡¡¡ i5¡¡¡1¡ v a suntt¡ndo, crlnio ¡rara ser ctinsciclttcs dc la ¡rropia res¡nnsabilidad, scnc.ccsi ta urr co¡ locir¡r ie lr tc l dc sí l l r is l l l r ¡ aterrar lornrrrcnte ¡rrolundo.N:rcla en cl l l lundo t ienc signi l icacir in si no es por. la nropia'creaciór i .No hay reglas, s istemas et icos ni valores; no exisle ningún t ipo dereferencias externas ni grandes desigrr ios en el univcrso. SegúnSartre, sólo el individuo es el creador (esto es lo qrre t¡úiere expresarcuando dice "el honlbre cs el ser que proyecta convert i rse en dios>)s.

[ i l expcr inrentar de este modo la existencia produce'una sensación '

c le vért igo. Nada es como l ' rarccia scr. . l lasta el strelo sobre el <¡ue¡risarntrs, se abre bajo nuestr<ls ¡iics. Dc hccho, lautrencia defunda-

La libertad

a --

nrettloes una expresión que se emplea frecubntemenie paradescribir

la experienc¡a suUjeliuatque co'r<luce a darse cuenta de la prÓpia

rcsponsdbilidact. Muciros iilósofos eiistencialis[as han deicrito ̂ esta

angustia con la .*pt.tián <angustia primigenia>' que es la angustia

funclamentat, un" ung;rtia aúi más profunda que la que se experi-

menta ante la muerte."En realiclatl, muc¡oS consideranque la angustia

ante la muerte es un simbolo cle la'angustia por la cafencia de

;ñ;.;l;. con f.rcuencia, los filósofos distinguen entre <mi

muertc> y la muerte,'es ¡lecit' la muerte de los otros' ['o verdddera-

rn.nt" otórfuclor de <<tni muerte') es quc qignilica la disolució¡r de mi

mundo. <Mi muerte;' f1""" consigo- también el fin del qué otorga

ri*"ir""¿"t y d9l ,espéctarlor del mundol así', c9n lo que nos

.nfranturnot 9s con la nadaó'---Bi

árrutosiego clerivaclo de la <nacla> y de la creación de uno

'f,;i¡-,;.-o,rir "o*r*iones profurtclas e inquietantes: la soledad

Tilü;alil¡rt"n"¡urt, que' como explicaré en'el.capitulo VIII'

* "-i¡iii;;"¿i,

;¿; "lt¿

¿r t" soierlad en un sentido social; es la

soteclacl de estar sep¡áo no sgfo d9 la gente' sino tarirbién del mundo

tal como uno lo "*p"ri;;;ü.

,,La résporisabilidad del "por simismo"

lesto es. la concienci"inJiui¿"1) es abrud¡adoia' porque es gracias al);;;;ñ;" lue el mundo se convierte en mundo>7''{gi-pf¿;¡"trlo, o ¡u ungutr¡o it li :T"cia

de fundamento del

nrisnrQ nrodo quc cuando Áos enfrentamos'a cualquier otra angustia'

il;;il ñnnrlo alivio. l{ay rnuchas'maneras de protegernos' En

p,:i,rr.', ' lug,rr. ¡r tl i l i '¡:t 'ttci¡r ,1.' lti trngttslin ¡tttc t¡ nluc'rte' la derii 'ada de

í* ó*,..n*i* dc t'ulrdnlilcllto ,t(, es evidcnte en la experiencia cotidiana'

Ño cs lhcit quc los aduttos la intuyan' ¡'es muy probable que los niños

uo pu.<Jnn experimentarla. Algúnos individuos' como el personaje

noq.,.ntin de.La náusea, tlenen deste||os de su actividad configura-

dora varias veces en la vida. pero generalmente suelen quedar lejos

del cam¡ro de la conciencia. Uno evita situaciones (por ejemplo' la

toma cle decisiones. el aislamiento y la accién autónoma) que, si se

considgraran profundamente. harían gue uno se diera cuQnta de la

carencia de bases fundamentales. Así,'buscamos una estructura' una

autoridad".un ptan. algo mágico. algo más poderoso que uno mismo,

co¡no no$,recuercJa Frornn en El míedo a la l|bertad. es preferible un

tirano.fl: no tener ningún dirigentes. EIt este sentido, los niños se

atteran ante ta libertacfu exigen que les marquemos unos limites. Los

pacientes psicóticos en estado de pánico exigen también una estruc-

iuru y¡,unór limites. La misma dinámica genera el desarrollo de la

vl , l (e3lx)nsnl t l l l ( l ¡ l ( l

tra'nsferencia en el curso tle la psicoterapia. Otro.tipo de defensas

frente a la angustía inherente a la caredcia tle fundamentos son las que

se utilizan comúnmente cotrtra la cortciencia plena de <mi mqerte))'

porquelanegaciórrde|alnuerteesa| iadadelanegacióndelacaren-cia de [undamento.

No obstante. es posible que, de ttxJas, la defensa más potente sea la

sirnple percepción de la realidad tal colno la vivimos, esto es, la

apariencia cle las cosas. Cnttl.elttplarnos a nosotros mismos como

conliguradores primarios es ca¡ninar tle cara a la realidacl, tal como l4--

vivimos normalnrente. Nuestros sentidos nos dicen que el mundo está

<alri> y que nosotros etrtramos.y salirnos tte é1. Penr, como alirman

Lteiclegger y Sartre, lul upur¡"rrÉias están al servicio de la negación:,

constíiuitttos el nrundo de tal nrailerA que parece independíente de

nueslro laborco¡no conftguradt¡res. Constituir el mundo en tanto que

entidad empírica significa configurarlo conlo una unidad indepen-

diente tle nosotros mismos.El hecho cle dejarse engañar por cualquiera de estos mecanismos

que nos permiten es"upr* nueit.u libertacl, es vivir de una manera

<<no auténtica> (Heidegger) o de <rmala fc¡r (sartre). En este sentido.

sartre consicleraba que.era nécesario liberar a los ihdividuos de su

mala fe y ayudárles a asumir sus res¡)onsabilidades. Este es también

el proyecto del psicoterapeuta. En el resto de este capítulo se

describirán las ramificaciones clinicas derivadas de evitar la respon-

sabilidad y las técnicas con que cuenta el terapeuta para facilitar cl

proceso <Je la asunción de la misma.

Manifestacio¡res clinicas tle ta evitación de responsabilidad

Hastalarevis iónhistór icamássuper l ic ia|de|campodetapsicoterapia revela cambios radicales en el-modo como un terapeuta

Lf..." ayuda a sus pacientes. La desordenada proliferación de nuevos

sistemas terapéuticos que compiten con los anteriores ,parece de-

safiar cualquier patrón coherente, incluso, en algunas épocas' ha

ido en perjuicio de la confianza que el público en general dispensa a la

psicotet"pia. Pero, cuanclo se examinan-más cuidadosameqte estos

,,u"uo, sistclnas de tcrapia -asi co¡rÍr las nucv.as versio¡res dc,lqs

sistemas tradicionales-' se descubre que todos tiqnen en cc¡mgn un'

rasgo basico: el énfasis con que el indivicluo debe asumir sg prop'ia

responsabilidad'

271

La l ibertad

i -

El hecho dc que los enfoques moder¡los hagan hincapié en laresponsatrilidad, no es accidental. l¡rs sistemas terapéuticés reflejany son producto de la patologia a la que asisten. La Viena de finales desiglo, donde se incubó y nació la psicologia freudiana, presentabatodas Ins característ icas dc l ¡r cul tura victor ia¡ra: rcpresi t i r r t tc l t lsinsti¡ltos (especialrnertte sexual). reglas cle conclucta y coslurnbresfuertemente estructuradas y claranrentc definidas, esleras tle accióncompletamcnte distintas para los hornbres y las mujeres, énfasis en lafuerza de voluntatl y en la fortaleza moral, así como un optimismodesbordantc basado en el ¡rositivisrno cientifico, que ¡rretendiaexplicar todos lob aspectos del orden natural, sin excluir la conductahumana.

' Frcucl advirtió, con tocla raz-ótl, que esa su¡rrcsión rígidatle las incli-

nacioncs ¡raturalcs era perjutlicial pára el psiquisnro; la encrg¡a libid¡-

nosa que no podia expresarse abicrtanrente en la superl'icie, engendró

delensas rcstr ict ivas y mcdios i l ld irectos dc cxprcsión. Las dcfel lsas

y el moclo oblicuo dc cx¡rresitilt dc la libiclo sc aliaron ¡rara lbrnlar la

imagen cl íniqa cle la psiconqurosis clásica.Pero, ¿,qué pensaria Fieucl si viviera en uná sociedad estadou¡ri-

dense contcmporánea, como, por ejenrplo. la de Califtrrnia,. cloncJe

han.na-citlo. tantos de los nuevos enfoques terapéuticos? A laspulsiones instintivas naturales se les da rienda suelta, y la pemrisividad

sexual es un hecho clesde comienzos de la adolescencia, tal conto han

demostrado numerosas investigaciones. Existe toda una generación

cle jóvenes adultos que se han criado y desarrollado dentro tle uits istcln¿r ohl igirdantcnlc ¡rcl ' l r r is ivo. Sc harr c lcsr¡ l iu l tc l¡ tdo t t t la l ¡ t ¡ l l ¡ t l ¡ tsestructuras, los linrites, los ritt¡alcs de trxlo tipo. Iin las rirdetlcs

religiosas, las monjas católicas clesafian al Papa; los sacerdotes se

niegan a perntanecer célibes: los hornbres y mujeres honrosexua-les exigen a la Iglesia episcopaliana el derecho a que se les ordenecomo. sacenlotes, y hay muchas mujeres rabinas qug. dirigcn los

servicios religiosos etr muchas sinagogas. [.os estudianles. en .fit1,tutean a süs profesores. iQué ha siclo de las palabrotas prohibitlas, de

los títulos prr-rfesionales, de los manuales de buenos modales y de los

códigos de vestimenta? Un anrigrt rnio, critico de arte, describió la

nueva cultura relatando una anécdota de su primer viaje al sur de

California. Se le había ocurrido detenerse en unc de esos restaurantes

donde sirve¡r comicla rápida para los viajeros. Junto co¡l.la hambur-

guesa que habia pedido, le llevaro¡r una bolsita de plástico con salsa

de tomate. En otros lugares, estas bolsitas tienen una línea puntearla y

11)

L,. ,?.7 1

yl . [ r .c. l . , , r , fh i l i laJ

una inscripción que dice <abra ¡fr aquil; pgroen Calift¡rnia no tienenlínea puntada, sino sólo u¡r sir/rple <abra por donde quiera>e.

El canr¡ro de la psicopatt'logía ha experimentarto un cambioequivalente. Los sindronres pf icorrer¡róticos clásicos son ya raros decrtcontr ' ¡ r r . Dcsclc hacc ya di f 'z : r r ios. r l i l rd iv i t luo qtre ¡rresenta t rnairttagen clil l ica dc psiconcurlr:sis vcrdaclcra se considera corno untesoro tanto para los jtivenes coruo para sus profesores. El¡raciente cle nuestros dias tienp c¡ue licliar más con elexceso de libertadque con las pulsiones reprirf das. Al no verse enrpujarlo destle tJentropor lo que <tiene> que lry'cer, ni dcsde fuera por lo qrre <debería>hacer, se enfrenta con el /problc¡rra de elcgir y decicl i r kr que quíerehacer. Cad¿l vez son rnfs los pacierrtes que inic ian In terapia conr¡ucj ls vag,as y ¡xlco dcl i f r idas. C,n nlucha frccucncia. t lcspues dc mi¡rrinrera scsión dc consiulta, nlc cncucntro coll qirc n,r tengo urrainragcn clara dcl problenra. I ln csos casos. considero que es¡ lrccisantelr te quc ni c l ln isrno ¡xrcicrrr tc ¡ luedc t lcñnir srr ¡rrol t le lna. Scqucja de quc <<lc l 'a l ta algo,r er¡ la vida, c le quc sc siente cscindido ensus sent inl ientos, de que ex¡rer irncrr la un vacio. de qlrc le fal tacntusiasnlo o de que se sicnte a la t ler iva. l ,a terapia de cst<ls pacientesrcsulta ta¡nbié¡ l c l i fusa. La palabra (cura)) ha desnparecido delvocabular io ¡ ls icoterapéut ico; en su lugar, el tera¡rerrta habla de<<creci lnie¡r to)) o (progreso), . Colno las nletas son con[usas. laculrninaci t in de la terapia es igualnrcnte indef i l l ida, y nruchas veceslos ¡rroceslls terapéuticos colltinúa¡r en vano año t¡as nrlo.

L¡ atrof la de las i ¡ ls t i tuci<lncs <¡rrc or¡¡aniz.aban l lueslrns v i t lns cncstr l tctur i ls strc ia les y ¡rs icol t i ¡ i ic ls ha scrvi t lo ¡ lara crr f icrr t¿tr l l ( )s c()nnucstra l ibcrtat l . Si no l ray reglas, s i l ro l ray grarrdes ¡r l l r res, s i l t< l haynada que delnmo,r hacer, entonccs s()nlos l i l r res de hacer lo quecl i ja l t tos. Nucstra naturaleza básica no ha canlbiado; ¡r1xls¡¡os c lecirquc con la c lesa¡rar ic ión de las t rabas a l luestra l ibertad y con elresqucbrajar¡r iento de las estrucluras i rn¡ruestas descle f r rera, estamosahora nlás cercf l ( lue nunca de ex¡rcr i l r re l l tar los l ¡ecl¡os existencialcsdc la v ida. Pero nos fal ta ¡rreparaciorr . es denlasiat lo t l i l ic i l : ls angust iapugl la por ntani festarse. Tanto a nivel social colrro a l l ivel indiv i t lual ,nos l)rotegcr¡los clc la l i l lertad ¡ror todos krs nlctl ios a nueslro alcancc.

Me gustaría cxanr inar ahora los ¡necal l is lnos ¡rs i r ¡u icos especi f icosquc protegen al indiv iduo de la conciencia de la responsabi l idad.' fodos los tera¡rcutas encucntran var i t ¡s ejcrn¡r los en su trabajo diar io -

dc t lc l 'cnsas dest inadas a evi t t r la rcs¡mnsabi l idad. I t reseniaré las máscornunes: compulsión, desplazarniento dc la res¡ronsabi l idacl a otra

I

l-a liberlad

persona, negac¡ón cle la misma (<victima inocente>, <péqdida decontrolr). evitación dc la conducta ar¡tónoma y patología relacionadacon la toma dc dccisiones.

t )l::." .

Compulsivídad

una de las clcfensas dinámicas nrds colnunes contra ro "on"¡"n"iude la responsabilidad e's la creación cle un ¡nundo psiquico en el cual

no se experimenta ta libertad. sino que se vive bajo el imperio de unafuerza irresistiblc que.es ajena a[ yo (<no yoD). A está defensa raconocemds con el nombre de usq;p.ii¡u¡.l"du.

un ejbmplo cliníco ar respecto ", "r

qu" nos proporciona Bernard,un vendedor de üeiriticinco años, cúyos problemás primorcliales son laculpa y;<el senti¡niento. de ser arrastrado desde fuera>. se sentíaarrastrado en su conducta sexuar, en su trabajo y hasta ei su tiempolibre, Éstürera el pacienre Qué (ro inencion¿

"¡ íu ¡niro¿"""¡?" ¿, r,

pale'segunda), al no'haber'podiclo concretar una cita con finessexuales (por haber terefoneado demasiado tarde), excramó con un

l:rnrrlr,U:,"rivir¡: <Ahora podré.|:er y descansar toda lq noche, que es

lo qué'réalmente queria hacer.> En esa expresión puntar -<que es roq_ue realmente queria hacer>- radica ra esencia der probüma delJernard La pregunta obligacla seria: <Bernar¿, ¿po.qu¿,;i"r"l* ¡,que rcaltrtenle guerias, no lo has hecho directamente?>

Las respuestas fueron vagas: <yo no sabia que era eso lo querealmente queria, hasta que senti esa oreada <te arivio cuando fuircchazado.> Fl.gftu ocasión dijo que, en efecto, no se había dadocuenta de que poclia elegir: ,,Conseiuir a una mujer es lo único quecucnta.)) su compulsión era tan fuerte que le resultaba inconcebibleno haber el amor con una mujer que estuviera disponibt";

"unqu"quedabarperfectamente claro que el breve disfnite sexual no estaba,.coqpensado por todos los eléi,nentos de disforiarque eiüaeseniade-naba: la ansieda<l anticip'atória; los sentimientos de insatisfacciónconsigo mismo, porque su aótividad sexuar re restaba eficiencia en eltrabajo: la culpa y el miedo cre que su esposa ¿ur.uur¡.ru ,upromiscuidad sexu-al; br rechazo; .ñ fin, db'si mismo por'.r,..utilizando á las mujeres de mara fe, como si fueran'máquínas. :

Por consiguiente, Bernard evitaba et probrema oe ra reiponrau¡r¡- .dad y de la'elección, emprearrilo'una compursión qúe borrába rdelección. su experiencia subjetiva era simiiar a la ie

"lgu¡*i q"r,

274 :

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VI. Itesponsabil idnd

confia iu o¡¿a a algo o a alguien sin ningtin control. solicitó la terapiapara aliviar su disforia, pero seg,uia ciego ante'el l¡echo de que élmismo era responsable de su dislbria, de que su compulsivi<Jad era lacausante cle su predicamento vital.

Desplazantíento de Ia rcs¡tonsa bí Iidurt

Muchos individuos evitan la respo'sabilitlad pcrsonal dasptazán-' dola hacia otra persona. Esta maniobra es muy común en el ámbitopsicoterapéutico. uno de los a,spectos principales de mi trabajo conBernard lo constituian sus esfuerzos conti¡ruos por rograr qu" yocargara con la responsabilidad cle sus actos. No reflexionaba sobre suproblema de una sesión a otra: al contrario, acumutaba el material vme lo <echaba encima> en la siguiente sesión. (A estas observacionescontestaba muy sagazmente que si preparaba el material de antema-no, las sesiones perderian su espontaneidad.) Rara vez relataba sussueños, pues no tenia la fuerz.a de voluntacl para anotarlos sidespertaba durante la noche; de moclo que a la mañana siguiente yalos habia olvidado. si alguna vez- anoratra alguno, no.nliraba Io quehabia escrito antes de la sesión, <Ie tal manera que rara vez podiavolver a descifrar su escritura.. Durante unas vacaciones de verano e'que yo me hallaba fuera,Bernard soñó, la noche antes de vorver a verme, que estabajugando alfútbol y que Je encontraba colgaclo de nú' honthros cuando lepasaban la pelota. su conducta durante esa ¡rrimera sesión, despuesde mi regreso, era una reactualización simt¿lica de su súenoi meabrumó con los detallcs dc sus actividaclcs durante et verano, susangustias, su conducta sexual y el clesprecio que sentía por s¡ mismo.Durante cuatro semanas había dado rienda suelta a su compuísividady a-ngustia, y habia esperado mi regreso para que yo le mostiase cómoenfrentarse a ellas. Aunque en .su trabajii bstaLa acósturir'brado a

"

utilizar técnicas para agilizar la menté, pareciaanoni¿á¿o cúando lepedí que hiciera un ejercicio sirnpre (reflexionar aciróa üe'si miimodurante veinte minutps y después escribir'sus obseivaiioneil'oei- "pués de unas cuantas teniativas"(rnly positivaé), 'yá

unó pudó 'encontrar tiempo)) para el ejercicio. una noché, tras señalarl. uná uélmás cómo me hacía cargar con la reiponsabiridaá de sus pro"6lenias, .soñó lo siguiente: " '

275

l-¡r l ibertad

X (inJivicluo parecido a llernard, que, en realidad, era su.doble) mella¡naba para concertar una cita. Decia que yo habia conocido a su madre yque ahora él deseaba verme. Yo no sentía deseos de hacer lo mismo. Noobstants, después pcnsé que dehía sacarle partido. porque trabajaba en eldepartarnen(o cte rclacioncs públicas. Pero el no podía arreglar su Iiorario¡rar aveirne y nuestros prograrnas eran incompatibles. Entonces le dije: <'fal vezclebería¡nos cbnccrtai una cit:i para hablar de sr¡'horario.>i Despürtc riendo.

Bernard debia recorrer ochenta kiló¡netros'cada vez que nrevisitaba y, sin embargo;'nunca se quejó de la distancia, Pero, tal conroilustra.cl. sueño, no podia y no quería encontrar tientpo para u¡rasesión consigo nr¡snro. Es evidente que, en el caso de Benrard y dc losdernás ¡racientes que ¡ro hacen na<Ja en ausencia de sus tera¡reutas, noera cuestión dc tienr¡lo ni de convenicnCia. De lo que se trata es dcafrontar la responsabiliclad ¡rcrsonal ante la propia vida y ante ¿lproceso ilel cambio. Y, más allá ctc la conciencia de la responsabili-dad. tanrbién bulle el tenlor a quedarse sin fúndamentos. ; . '

El adquirir la responsabilidad es una condición previa para elcambio tórapéutico. Mientras uno piertse Que la propia situación idisforia se deben a alguien nt:is b a una fuerza externa, iqrré serrtidotie¡re csfirtzarse lx)r canlbiar? [,a gcrttc sé esfuerza contittuamentc por

' eluclir la conciencia de la responsabilidad. Porejemplo, un paciente sequejaba de que, desde hacia muclto tiettt¡ro, tehia problenlas sexualesgraves en su matrimonio. Creo que si sb húbiera enfrentado a suresponsabilidad en esta situación, ltubiera sufrido una escalolriante

i confrontación cori la libertad y hubiera descubierto que se ettcontra-bapreso en urra cárcel creatla por il mismo. En realidad, si el sexo era taninrportante, él era libre de clcjar a su mttjcr, de buscarse otra o deconsiderdt la ¡iósibilidad de dejar a su mujer (la simple idea de laseparacirin cra cápaz de conducirle a paroxismos de angustia). Eralibre para cambiar cualquier aspecto de su vida sexual; y ese hechoera igualmente tránscendental. porque .significaba que él ltubieratenítlo que asurnir la responsabilidad de efectuar un calttbio en losb<¡chornt¡lós sentinlielltos quc lrabia experi¡néntado sient¡rre co.nrespecto a su vida seiual y a algunos citros aspectos de su vidaafectiva. En consecuencia, evitaba con obstinación asumir la respon-sabili<Jad y atribuia sus probletnas sexuales a una serie cle factoresajenos a su propia persona; la f¡lta de interés sexual de su es¡rosa y la

¡xrca inclinación alcambio que ntanifcstaba ella; los ruidosos resortesde su cama (tan exagerados, quc sus hijos oian los ruidos caractcristi-

Vl . l t r .s¡ronslrhi l i r l¿ul

cos t le l coi to; pero, 's in enrbnrg()! p()r ln i l razones rr i rnias, no podiacambiarse la carna); su edad (tenía cuarenta y cinc<l) y 'su carenciainnata de,fuerz.a libidinal; sus ¡'rrrlblemas no resueltos con su propiantadre ( los cuales, como suele sucecler 'con las ex¡r l icaciones genét i-cas, servía¡ l nrás ¡rara expl icar p.r quó cvi tab¡r la res¡ronsabi l idad, quc¡rara actuar colno catalizacloles para el canrbio).

Iin lir ¡rriictic:r clir¡íca sc rrl¡scrv¿rr¡ otros r¡r<rdos dc clcsprazar r¿trcsponsabilidad hacia otros. Is cvictc¡rte quc los pacientes paranoidcsdesplazan constante¡nente su responsabilidad hacia otros individuoso circunsta¡rcias. Atr ibuycn a otros sus pro¡r ios sent imientos y cleseos,c invariablelncntc cx¡r l ican su r l is l r¡r ia 1, sus fracaios como resurtadot lc factorcs externos. La ¡ tr inci¡ral tarca tera¡ léut ica -a veccsirnposible-* con los ¡raranoitlcs, cs ayudarlcs a flccl)lírr c¡uc son losautorcs de sus pro¡rios scr¡ti¡ll ic¡rfrjs ¡rroyectatl<ls.

La evitación de responsabilicl¡rd cs también el prirrcipar obstácurircn la psicotera¡ria de los ¡racicntes que sufren de una enfernicclaclpsicof is iológica. La acc¡rtacir i r r t tc la res¡ronsabi l i r lacl cn estos pacien.tes sc ha su¡rr imido dos veccs: suf l ren, conlo c()nsccucncía, dr:sirttonras sonr¿iticos y no ¡rsic.ologicos. Pcro. au¡tquc rcconoz.car.¡ c,sullslrnto ¡lsíc¡uico dc su ¡rirrlccilrrie¡lto sorniitico, sigucn cnr¡rlcancl,.:l¿rs clel 'e¡rsas de extcr ior izacion r¡uc lcs son caracter ist icas, atr ibuyen-dt, s¡ ¿¡r¡.rria psicológica a un ¡rc'rviosismo o a la influcncia negátivadc concl ic iol lcs alnbicl l ta lcs.

N cgttt' ititt dc ltt re,spottsu l¡i l idttl ; l u <t,it 't i ttru i nt¡c':ett l e >

[xiste un t ipo especial de evi taci t in de la resporrsabi l i t lad c¡uc seobscrva a ¡nenudo en indivich¡o.s (considerados r le, persorral ic lacrhister ica) quc nicgarr l : r rcs¡rorrsabi l idad por creer ( l l re son vict i ¡¡rasinocc¡¡tes de los agontecinr ientos que el los nl ismos (sin querer) har:desencadenado.

l)or ejc lr t ¡r lo. Clar iss¿r. ur l r ¡r5jc1r19r¿t l)cula de cr¡ :rrel l ta años scincorporó a un grupo terapéutico para superar las dificulta.des quesicln¡rrc hahía. tenido para establecer relaciones_ ínt imas coq loshor¡ lbres. los cuales. cmpczando dcsde su nr iqmo pf l r l re, . la habianrechazado y.cast igado; Durante.rrucstra sesion i¡ l ic i ; ¡1. nr,e di jo quchabia tcrnl inado, hacía var ios nlcscs, gna prqlorrg4cla terapia ¡rsicoa-nal i t ica y <¡uc intuia que alrora su5 ¡rrol l lefnas sc,resolver iarr mejor enel t l larco t l "c rrn gru¡xr tcra¡rt iut ic() . Al calr ,r t le var i , rs lnescs. n()s

La l ibcrtad

informó quc habia regrcsado a su an¿il¡sis poco después de habercomcnzado el grupo, pero que no lo habia considerado un hechobastante importante como para habernos informado a su tiempo. Sincmbargo, en ese.punto, su analista, que desaprobaba la terapia degrupo,.habia estimado que su pertenencia al grupo era actíng-out.

Iis evidente que un paciente"no puede trabajar en un grupo si suterapcuta personal se opone y decide dificultar de alguna manera eltrabajo. Por indicación dc Clarissa, decidi telefonear a su analista,pcro éstc mantuvo una postura psiconalitica de absoluta reserva y-.-cn forma un poco altanera, según nte pareció- se negó a conversarconmigo sobre el asunto. Mc scntia traicionado por Clarissa, irritadocon su analista y muy molcstr¡ por el curso de los acontecimientos.Ella,.sin cmbargo, adoptaba una postura de ingenuidad y un tanto de¡rcrplcjiclad por lo que estaba ocurriendo. Los miembros del grupocomenzaron a apreciar en ella una actitud de <hacersc la tonta> y,para ayudarla a sobrepo¡rcrse. sus comentarios se tornaron cada vezmás fucrtcs y punitivos. Una vcz ntás, Clarissa se situó cn el papel devictima, especialmente con los hombres del grupo, y, <<debido acircunstancias que estaban fuera de su control>, se vio obligada aabandonar el grupo.

Este incidente era una versión en miniatura del problema esencialde Clarissa: la evitación de responsabilidad, que conseguia desempe-ñando el papel de victima inocente. Aunque todavia no estabapreparada para apreciarlo, el incidente aportaba la clave de susdilicultades para establecer relaciones intimas. Dos honrbres impor-tantes en su vida, el analista y el terapeuta de su Brupo, se sentianmanipulados y -al menos por mi pafte- molestos óon ella. [,osrestantes miembros del grupo se sentían igualmente utilizados.Clarissa no se relacionaba con éllos de buena fe; por el contrarió, sescntían tratados como peoncs en un drama que ella estaba e3cenifi-cando con sus terapeutas. :

Recorctcmos que Clarissa se hábia incorporado a lá tefapia debidoa sus problemas para establecer relaciones íntimas. El grupo veía c'ónto<la claridad la responsabilidad que ella tenia en sus dificultades. Ellanunca estaba col una persoúa. Mientras estaba con los miembros delgrupo, cstaba realmente conmigo. Mientras estaba conmigo, estaba ' '

realm.ente con su analista: y. sin ctucla, cuando estaba con é1, estabarealmcnte con su padre. La dinámica de Clarissa de ha'cer el papel de'victima inocente resultaba especialmente obvia, pues era una pSicote-rapeula experimentada que lrabía dirigido sus propios grupósterapéu-

?78

VI. Rcsponsabilidacl

t icosyquecottocíamuylr icnl : t i t t tportal tc iat lcIactt l t l t ¡nicaciónel l t rclos terapeutas individuales y tlc grul)o'

Negación tle la t,esponsabilidad: pérdídu del control

otro modo de evitar la responsabiliclad es estar temporalmente

<con la mcnte alteraclal. Algunos pacientes enlran en un estado

temporal de irracionalidad, durante el cual actúan de forma irrgspon;

sable, porque creen que no tiettett r¡ue dar cue¡tla dc su conducta- ni

siquieü o éll.rr ¡rrisnros. Éste era el p¡otrlerna en uno de los ejemplos

quc retaté al principio de la ¡rarte segurlda, en el que el terapeqta le

¡ireguntatra al paciente (quier"l sc lalltentaba de quc su co[ducta nQ 9ra

rleliberada): <iDe quién es.el inconscie¡¡tc'}r Es itn¡rortan!é ¡eñalarque si s-e.exami¡ran cuidadosanrente, estf¡s c¿lsos, un terapeuta

descubriri.a que la co¡lducta <<dcsc0¡tlrol¡ttl¿t> lto es en lll0(lo.alSullo

tJcsordcllada: ticnc un ¡rr'¡rtisit, y pcrniitc .al ¡ritcictrte obtcllcr'<59-

ncficios secundariosrr y evitar la res¡ronsabilidr¡d' ,Una paciente qu9 fue primero tratada brutalm-ente- y clespues

rechazada por un amante inse¡rsible y sádi-cp, <perdió. el cont¡ol>.y

uenloqueció)), con lo cual s9 alteró radicalme¡te el equilibrio de la

relación. t-e pers.igJió durante varias semanad' repetidas veces

irrumpió en su apartamento destrozándolo todo, le gritaba y le tiraba

los platos a la cabeza ii.rientras contia cn algún restaurante con un

amilo. Su conducta alocada e imprgdecible acabó por derrotar a su

conipaheio: eriuna situación de pánico, éste buscri la protección de lu

potic¡a y, posieriorryente, acudió a un sérvicio psiquiátrico dc

lig*n.i". Liegadoeste punto, y úna vez logrado su objetivo, ella-.mi'

rabile díctu- recuperó el controt y en adelante se comportÓ de forma

enteraniente racional. En diversos aspectos, esta'dinámica es bastan-

te común. Hay muchos inclivicluos que viven bajo la tirania de la

irracionalidad potencial del compañero'Perder.el, cóntrol produce otro. beneficio segundario: recibir

atención y cuidádos. Algunos pacientes desean tan ardientemente

que el terapeuta só ocüpe de dllos, los cuide y los atienda q!-ler p¡ra.

conreguiitó, son capaces de <perder el control> hasta 9l puntq de una

profunda regresion, en la cual ret¡uiercn.hospitalización" . ; ' :

279

l,a Iibert¡rcl

Evitación de uM conducla uulóttomn

l¡rs casos tnás so4rretrclctrlqs solr aqrróllo' "n

qlt lo' pacient's

saben pcrlbctamentc qué lraccr para rnejqrar y' sin etnbargo' se niegan

incxplicriblc¡ncntc a dar ltl 's pilsos necesarios' Paul' r¡rt ¡raciente

J"¡r,ir,,itlo que buscabil utl rll¡evo cnrplccr' viajÓ a Nuevn York ¡rara

t.t,""t¡"trircvistas de sclcccirirt ctc ¡rcrsonal' ' Sc sentía descsperada'

ñ"rti¿ it"f"' las elttrcvistas ¡rropianrente dichas sólo dtrraro¡r seis

horas ii to largo clc un ¡icríodo dc tres días: el resto del tieltrpo lo pasÓ

r"l,tV o" t"¿ii., r.lr'unu "s¡rera

lrcltética' Como habia vivitlo'muchos

añc¡s c¡l'Nueva York, c.lntaba con inucltos antigos en la ciu¿ad que sin

ducla le hutrieran acogido con nfecto' Se pasó dos noches ¡rendiente

J.i¿f¿fouo, clcscancló r¡uc lc llamascn -cos3 realmente irnposible,.

¡orqua sus ami$os"no tenian por qué sabcr que estaba alli-'.¡rerp' por

btro tado, luc incapaz dc llamarles'

¿'. Por q uc ? A n a I i za Inos c s tc p u n to ¡ n t n u c ¡ o's ame lt t9' e m pe z' ",.Lt1

o, put

,,,r' iri i,rr-"*r-**fu"r,ur, <N. tc¡ria val()r)), <me sentiría hu¡nillado si

i., i l"üi.r" Irbclicio conrpariia,r. <¡uSicrari pensaclo que stilo lcs llamo

cuandd lcs ¡rcccsito¡,- I'oct¡ a poco.co¡r1rrutdimos quc su condtl.cta c¡:t

un rellcjo dc su ncgal'iva a rcc()¡locer que su bienestar'y su felicidatl

á"p*.¡L" de él miimo,'y que la ayuda.sólo se produciria si él creaba

to, o"urion"s propicias. Eri un cleterminado momento' comenté que

OoUn t¡.Oo ,ci cl paclre de uno mismo; ese comentario tuvo poderosas

reocrcusio¡ies en Paul y, clurante Ót resto de la terapia' con frecuencia

ffi;'J;;;;"i* "

¿i, La paradoja de su caso (como sucedia con sam,'

;;;;;i;;i.riv, qu¡*, iras aban<lonarle su esposa' se negaba a salir

con sus amigos ¡xrr temclr a no estar cn casa si'le llanraban por

iJir¡"ál .r""qu., puru superar su soleclad social, tenia que enfrentar-

; ; - .* ;h; ,olcá"¿ existenciat 'mucho'má3 profunda. En estos

;;rd.d;;ii* ru óoriflue'cia tle dos úaréos de réferbncih: el 'echo

deasunrir Iaresf iÓnsabi l i rJat | t r : ¡ecó¡nobonsecuehciaél.abandonot lela pt"lti"

"t""u"¡-u de qüe , en últi¡ha instaricia' existe un salvador'

tarea extraordinariamente dificil para un individuo que ha construido

su l4leltanschaúung sobre dicha creencia' Actuando en concierto'

estos dos marcos de refcrencia óonstituyen la ilinámicá básica de la

ü;.d."¿i; y:prnhoi"iánun .l rerapei.fa r¡n slst'ema, podeioso y

cJe¡ente,'que':ayu<Ia á "cotn¡rrender bl carácter de las'persónas "

p"r-tl"gi."rninte áeircntlientes'

280

28t

Vl. l tcs¡rorrsntr i l idnd

Desórdettes de la t'oltttttatl 'v tle lt dec'isitin '

Enels iguientecapítuloa¡t i r l iz l re l l tost |e l ; r l l l t |a l t ter l te larelación

existentó e¡itre'la or,,n.iiinift resllollsabilidad'cs y la voltttttatl (esto

cs, cntfc deseai v ¿*"i¿irl. y cn este ¡rurrto r¡rricrtl haccrrrrra lrreve

t" ; ; ;F -: Y: : :Y *H* il ll I f :il'il, i,ii :il:i I liilllliiiilil:cfcscaalgoyt()maul lactcclsr( ' t r r ¡L

t r i " : " , ' . ' ' - - - - . . .^ ¡ . r , i oó ¡ro ' t i r

d¿rd. El ¡ rostulado cetr t ra l c le cste t :n¡r i t t t lo cs que t l l l ( ) se crea a s l

¡n ismo; el del s iguicr l tc scrá c lc lnt ls l rar t ¡ r r l c l dcse'ár y t lecidir sot l los

dos funclamc"tt" t '¿t' i"t ' i t ió-ln t '"^t¡t ltt ' l 'oitro solía rlccir SartrÓ' la '

vicla tlc un indivit luo está ct-¡nstituidlr ¡ror srrs clct:ci0lles | .a perstlna se

crea a si nlisnra tar colltá J"i"" t" ' ' Si i¡rro est'á aterrorizado iror el

lrecho de su propia ;;;" (y ¡xrr el hecho rlc queclarsc ' i in '

ÍbnclamentoS al comprender quc cs su propio arqúitecto)' entonces

üffi;;;;;;r;;;;-p"r,,u,,""i.'di, i'activo cR el terreno de los

tlcseos o sórit irnicnt;; ' - ; rcrttrnciand:l ; : .

t t ' <lercclírr n'clegir ' o

t ransñr ic¡¡dola¡rro¡r iaeIcccir i t l í t t l t r t lSi l t t | iv i t | r tos. . inst i t i lc ioncsocircr t rnstanci¿rs cxtcr l t ¡ rs ' l i r t c l c i r ¡ r i t t ¡kr V. l l sc c<lr ls i t l0rar¿l¡ l cstos

r¡ lcci t t t is t l l .s t t " tu i rut i t i " l i t l t t t ' " ' i " " ls l tb i l i t l ¡ r t l

¡ t l r ¡ rv i 's t lc la ne¡ l l t -

c i t i r l c lc la pro¡r ia vol t r r ¡ t l t t l '

La asunciót t c le respotrsabi l i t lad y ln ¡rs icotcranln '

.

Paraayudara|pacienteaasunt i rsr l rcs¡ lot tsal . , i I ic lat | .c l | r I rorefPsSoque tiene que dar

"f ttt"pt"t" no es cnrplear unalécnical

1::,11t-p'"t

una actitucl ,otr'" ru""ilitit '""n'n"i¡i las técnicas que s'e sigan: Fl

terapeuia tiene que.tiabajar en totJo.trro¡nenio ctentro del, marco de

referencia que e t pu"itni" ft" qm-¡rlcrclo para crenr su propio sintoma'

No es la sucrte, "i

ftca'uatidacl' ni l,s gends dcfcctuosos' lo ciue ha

pr.vocado quc er o;;;";;;.,.sierrra s"io' aillld9t lllTilill *'

t loquier o qtlc -¡ro,Btlt-¿" cgncil iar"gl srreiro' I i l tera¡rcuta tlelle que

determi¡rar el papel fi:ffi;;;".i" 11 t"tl""te en sú prtrpio dilema v

e nc o ntr a r I o ," ur,"'l "i;

!"'"'i "r "-"1' :-,::1,: ;,:":'r'Jil: t"o liiillll;Mientras.no se colnprenda que uno ml$rr

carece de motivaci"l;;i;an¡biar' Ittíentras urio siga creyendo

que los trastomos ,"'ior"*'J ¡"usarrrlo otro, In niald srrerte. irn trallajo

inadecuaclo o .uutqui!i oiro agentc externó' r'para qué gastar t"tJg::"

tratando de cambiariEn los caios tlc este lipo' la estiátegia más obvia

no es terapéuti"a, sino activista: canrllinr todo el amhiente'

III

--!7--l.e I

La buena disposici<in para acepaar la responsabilidact varia consi-derablemente de un paciente a otro. para argunos, ésta es una tareaextraordinariamente dificil, por lo que constituye el meollo de la laborterapéutica. una vez que asumen su responsabitidad, el cambioterapéutico se lleva a cabo de manera casi automática y sin ningúnesfuerzo. Hay otros que reconocen su responsabilidad más pronto,pero se estancan, sin embargo, en otras etapas del tratamiento. porregla general, la conciencia de la responsabilidad no es uniforme: losindividuos pueden aceptarla en algunos terrenos y negarla en otros.

I den t iJicac ió n y ca | íJi cac í ó n

La primera tarea del terapeuta es la de permanecer atento paraidentificar los casos que se produzcan y ros métodos empleados paraevitar las responsabilidades, con el fin de hacérselos ver a lospacieútes. los teiapeutas, según sus preferencias, emplean una granvariedad de técnicas para enfocar la atención det paciente hacia laresponsabilidad. Tomemos varios ejemplos que señalé al principio dela parte segunda: si un terapeuta se enfrentá a su paciente, ei cualdisculpa su conducta diciendo que: (no lo hice a propósito, lo hiceinconscientemente)), preguntándot*, n,;.1" quién es el inconsciente?>,está tratando de crear una conciencia de ra responsabilidad. Tambiénlo está haciendo si le pide al paciente que se <haga cargo)) de lo que le

¡Sucede (que no diga <esto me fastidia>. sinó <yo permito qu" "rio.,,: fastidie>). El hecho de que a algunas personas se les obligue a sustituir

el. <no.puedo)) por ((no duiero>,. constituye un mecanismo especial_mente concebido para ayudar a tlespertai el sentido cte responsabiti-dad. Mientras uno mantenga su creencia de que <no puecler, seguiráignorando la contribución activa de cada uno u sl situaciori. Blpaciente que afirma <<Madre, no cambiaré hasta que r. ,r"i"r Jr-ru"modo cuando yo tenia diez años> está rearmónte ponderando ranegativa de la madré (más que su incapacidad) para efectuar uncambio. Más a$n, se la obriga a enfrentarsé ál absurdo.de su situacióny af sacrificio inútil. ylráEico de su vida ante el a¡ta; del rbncor. ....

vgra.Gatchy Maurice Tembrrin, después de anarizarras grabacio-

l.: 9. las sesiones psicoterapéuticas de distintos grupos,-nos hanrlrorl4?do acefca dg las. más ,variadas intervenciones destinadas a laconfrontacjó¡r (a veces sin intención) para incrementar la concienciade la responsabilidad:

282 283

cu¡ndo un hombre comenzó a quejarse con rmarg,ura y pasividad de quesu csposa se negaba a mantener relaciones sexuales con ét, el terapeuta leectaró la situación diciéndole: <A usted debe gustarle eso, pues ileva.muchosa¡los casado con ella.> un ama de"casi se'quejó de qüd nb sabia {ué hacer consu hijo (porgue se pasaba todo er dia sentado viendo la televisión>. Elüerapeuta le apuntó la elección que ella misma tenia en esta cuestión,diciéndole: <Pues usted debe ser demasiado débil e indefensa como para noapagar la televisión.¡¡ un obsesivo que se dejaha llevar por sus impulsos gritó:giDeténgame! creo que me.vov a suicidar.> y et terapeuta re dilb: <ieuiereque yo.ledetenga? si usled realmente desea matarse -morirse de verdad-,nadie @rá detenerle, exceplo usted mis¡no.> conversando con un pacienteoraldependiente y pasivo. se qubjaba de que la vida ya no tenía ningúnatfactivo para él porque una mujer, mayor que ét, no correspondía a su amor,el terapeuta comenzó a cantar: aElpobre corderil lo qub se ha extraviado...rro

El principio general es evidente: cada vezque el paciente se quejade su situación viial, el teraleutá le pregunta qué ha hecho para crearesa situación.

Es útil y aconsejable que el terapeuta recuerde cuátes son lasquejas iniciales del paciente para, en los momentos apropiados delt¡atamiento, yuxtaponer estas quejas a tas actitudes y conducta queobserve posteriormente. .Por ejemplo, go¡slderemoq- el qaso de unpaciente que solicitó ayuda psicoterapéutica empujado po, un .sentimiento de aislámiento y sole{ad. Durante el tratamiento, hizoreferencia a su "sentimiento de superioridad y al encono y desdén quesenüa por los demás. .su ¡esistencia a cambiar estas actitudes eranotab-le: eran sentimientos egosintónicos que mantenia con singulartgrqugdaS. El terapeuta ayudó al paciente a comprendei.u ,.rponr"-bilidad por gste incómodo predicamento. diciéndole cacla ue, qu"aludia a su.desdén por los demás: <Y usted se siente solo.>. A un paciente qu.e se lamente de tas restricciones que le impone la

vida, hay que ayudarle a comprender hasta qué punto he contribuidoél mismo a crear esa situación: por ejernplo, al elegir que deseacontinuar con su matrimonio, tener dos empleos. poseer tres perros,mantener un jardín muy cuidado, y así sucesivamente. Generalmente,la vida de las personas llega a tal grado de estructuración, que laconsideran como una realidad inalterable, como una estructuraconcreta dentro de la cual necesitan funcionar, en lugar de verla comouna tela de araña tejida por ellos mismos y susceptible de volver atejerse de múltiples maneras. Estoy casi seguro de que ésta debió serlarazónporla cual otto will le dijo a su paciente, limitado y obsesivo:

l-l litrcrl¡tl

<üPor r¡ué no ca,nrbia dc nolnbrc y se.muda a California?> De este

modo le obligé a'enfrentar'se'tle golpe con su libertad, cÓn el lieclío de

que era libre para canlbiar la estructura de su vida y para volver a

confiorntarla de u¡ra manera enteramente diferente.Naturatmente que eiiste una objeción válida: <Hay mucltas'cosas

qug n9 pfeder¡ cambiarse.l Uno tiene que ganarse la vida, desempe-

ñar cl papei de paclre o dó madre con los hijos e incluso resirondef a las

obligaciónes-morales yá coniiaítlas. Cada 'uno debe aceptar'sus

p.o¡iiui tinritaciones: urt parapléjico no es libré ¡iara caminar; urr

hr¡¡nhrc ¡robrc no cs lil lrc ¡rara rctirarse; una viuda ya mayor cluiz{s

tcng,a pocas posibilitlaclcs p¡tra casátrsc, y así sucesivalltt 't lte. Esta

objeción -fu¡ltlamental para el concepto de la libertad hunlana-puc<te'surgir en cualquier eta¡ra de la terapia; y la considero tan

i l ¡pgr lalr tc, q¡c a. el la l l lc rc l i r i ré {clal ladantentc en una sccci t i l t

aparte (págs. 326-335).Aunque son muy útiles estas técnicas de itlentificaciólr y énfasis en

la rcspgrsabilidatl, su eficacia terapéutica es limitada. La sustitución

del <ndpuedo< por <tto quielo> y los lemas tales como <ihazte cargo

de tu ¡rropia vida!> o <icollviértete ell el dueño de tus propios

sentiril ieñtos!> suelen ser bastante estimulantes, pero la ntayoria tle

los paiieñi.es requieien "al!o inás que una simple exhortación y los

terapbutas deben emplear mttodos que prduzcan un impacto más

profüñclo. En bstti sc¡tido, los más cirntrtndentes coñsisten en analizar

la c<lntlucta terapéutica nonnal del paciente (<aq'uí y ahora>) y

cle¡¡ostrar que él recrea en miniatur¡i, en bl marco'de la iitúaoión

tera¡réutica, ei.mismo tipo de ¡rroblenra al qúe se ehfrenta en la vida;

En realirlacJ, tal como señalaré.,.1a psióoierapia puetle estruciurarse clc "uno m"n"ia especifica paia'fortaÍecer la, concienóia qüe tiene el"

paciente de su responsabilid"ad. . . ' ,

La respotrsabilídad )' el '<<aquí )' Qhorn>> ' '

l i l tcrapeutq que.intenta anatizar el relato. á. un pagiente para

demo$lrarle la responsabilidacl que tiene ante-su si¡uaci,ó4.vital suele. "

cacr ci¡ tcrr.c¡r¡.rnovcdiz.o. El pacicnte tlice sollo I'oc¿.: 1ÍT(T.l9cl.!1, cll"ri :muy l¡ien, El s^e sienta"ahi. cn -su co¡rfi¡rtallle desP"49h9, y r¡.r.q,rlicg 9¡rg ,yo mq nieti ed.esle.!jo; pero no sabe realñtenle hasta gtre ¡runto,rnimnrido,e¡ qq sátlicp> (tl ,reljefq ta1 irnpQs.ible qr¡e [e¡go'¡, o-<<lrastaqué pr¡nto me iiónto abrumado ¡ror mi compulsiónrr, o <cómo es

?.r14' 285:

Vl. l {cs¡xrtsabi l idad

rcalrnente el munclo de los negocios>. o cuak¡uicr otro de lcshumerosos obstáculos insu¡rerableC que cxisten). No hay limites a s Ii:esibténcia pórqué, co¡iro todos lbs térapeutas experirnentados sabe::,cl iraciente- no contentplá con

"irbjetividácl iu proirio predicamento

vjtal. Por el conirario. pueie ütiiiz¿r'nrecanismos <lc cxternaiizaciónde sqs del'e¡rsas ó clistoisi,-rrilr. flq diversas maneras. los datos que¿l-porta para sostener su ,opinirin dcl .¡nr.ll ldo. Asi. sólo en raras,-¡casiones, ¡ lucdc el tcra¡ leuta ayudar al ¡ lacicntc a asurnir su rcspon-sabi l idad, ,basándosc únicarncntc clr dak¡s cle segunrla nlano.

l ,¿r l tvr¡ t l : r cs l l r rr t ' l ro ¡nr is cfc 'ct ivrr s i se trab;r j l r cr ln r¡ratcr i ¡rr rrc¡ l ' i r rrcra nl¿uro ( luc sc nrarr i l icstc . ,aqui y ahorar, es ciccir , en el cursodel t ratamie¡rto. Al cnlocar las ex¡rer iencias que han,elnanaclo de l¡sr luacion tcrapéut ica. y en las t¡ t rc el paciente . l ra ¡rnrt ic ipado, eltcra¡ lcuta ¡rucde ayudar ' lc a rcc()n()ccl su res¡ronsal l i l i t lad con rcspcc-to a su co¡rducta ( fqquj y ahora>,.antes dc.qrre,se enma¡añe yoscurez.ca por los n¡ecarrislnos dc del'ensa- La ellcacía tera¡reúticaaulncl¡ ta corrsidc¡ 'abletncrt tc, s i c l lcra¡ lcrr ta sclecciol l ¡ r r¡n inciclente oulr aspccto.de la conclucta que guarde relacioncs obvias o semejanzascon el problema que ern¡rujó al Jracicnte hacia la psicoterapia.

Una pacicnte llanlada Dc¡ris ¡ros ¡rr<lporciona urr ejemplo muyi lustrat ivo. Doris acut l i t i a la terapia dcl l ido 4 una grave angust ia c¡uctcnía que ver con. su relación col l los individuos clel sexo opuesto.Stt ¡ l roblerrra ¡rr incipal, tal conlo cl la lo descr ibió. ptrr t ía t le sus rc-lacio¡ lei con lrolnbres aca¡raradores. c le los cuales le era imposibleI ibrarse después. Su ¡ ladre la l la lr ía l la l t rataclo, asi como su ¡rr inrerntrrr ' ido, el actual 'y urra larga l ' i la t lc. jc l -es en el t rabal,r- I le latal :a suscl i f icul tadcs corr tal ¡rcrsuasit i r r . ( l r . rc y() r¡ l isnr<l me serrt ía incl i l raclo ae'stableceij con ella una relacion tie enr¡ratia por hnbcr sicJo tanmaltratada y"por l ¡aber caidr) uní l v otra,r 'ez en las garras-desemcjantcs tiranos. Llevaba 1,n uuiiu* rneses en un lrupo r'lepsÍóoierapia; 'cuando'sufr ió r¡n grave atnque r le angtrst ia. lnóapaz déesperar hasta la i íguidrt te sósir i rr delgnrpo. nle l iamó una rnal iana parapet l inne ur ia-ci ta individual urgente. Con gralr c l i l ' icrr l tad, modif iqüémi hoiario pard fecibirla a l4s tre s én purito de esa mísrna tárde. A lastres nrenos veinte Lelefoneo y dcj , uh'nrenia. ie cancelarrrh la ci ta. Mástnrclc. i lu l ' ¡ui tc. l : t ter i ¡r i r i r ¡ r lc l ¡¡rr i ¡ ro. lc Piei iur¡ ló to r¡rrc h;rhia sr¡cir l i< lo.Mc i 'cpl ict i qr ic só hatr iá scnl id(r rr i r ¡ i<ico rrrejor esa lart lc ' v que, puestoquc trr i , l to i ' r i rd era r i la i l ie¡ ier cnir 'ev' istas int i iv ic lr ia lcs sir lo ui ia vel 'duiañtc el t iar iséurso'üg-"ta tcra¡r ia. 'había deci<l idr-r reseivar su lxrmpaia'át [urr üt i t l 'n lonrerrt tu

" , , , ¡u, lc f r¡ei i r ar in rnás necer á . io.

La libertad

iPero yo nunca lrabia estipul4do semejarlte norma! I-r{unca menegaria a ver a un paciente en una situación de urgencia. [.os reslantesmiembro's del grupó tam'plco'me habian oido nunca decir semejantecosa. Pero Doris estaba convencida de que yo se lo habia dicho.Además, se puso a recordar otros incidentes de nuestra relación conun criterio significativamente selectivo. Por .ejenrplo, recordó con

. sorprcndente claridad un único comentario que yo habia hecho conimpaciencia, hacia varios meses, acercade sus tendencias monopoli-zadoras, hecho que clla repetia frecuentemente en el grupo. Sin

. embargo, habia olvidado totalmente muchas declaraciones positivasde apoyo que le habia hecho en los meses sucesivos.

. , La relación de Doris conmigo, en el microcosmos del <aqui y,' ahorarr, representaba su relación con los hombres y realzabasu papel

(esto es. su responsabilidad) en su situación vital. l labia distorsio-nado.sus percepciones con respecto a mi persona, de la misma manera

. que lo habia hecho con otros hombres: es decir, viéndolos a todos

-. cgmo figuras autoritarias y desconsideradas. Pero el incidente.. contenia otra lección. Yo me sentía molesto con Doris por haber

cancelado su cita en el último momento, después de ltabermeeslorzado tanto para reservarle la hora, También me senti irritado porsu. i¡qis[encia de que yo habia establecido una (norma> para lassesiones individuales. Haciendo un gran eqfuerzo, logré dominar rniirritación y rnantener mi objetividad terapéutica, pero pude imagi-

;: 4anlte fácilr¡ente lo dificil que debia ser relacionarse con Doris enuna situaciQn de la vida real.. Po.r ta4tg, lo ocurridq era esencialmente que Doris tenia ciertas

greencias ace.rca dg lo.s hombres y esperaba que se comportaran de, detgr¿ni4a{a mangr? hacia.ella. Dichas suposiciones distorsionabansu pg"rcepgió1, y esta distorsión perceptiva traia como cons€cuen-

, cia que,se comportara.di.una rnanera que provocaba la conducla queeIIa tanto temia. .Estamaniobra es bastante común y se conoce como<áutorrealización d,e la p¡ofgcia¡>: primero, el individuo gspera q.ueocurra'un. hecfio cualquiera;. despuqs empieza a-cemportarse rJemanéra que !a p¡gfe.cia se cgrpplg; finalrnente, relega la conciercía de

, su conductg al nível inconsclente,EsJe inci{e4ti fue.crucial en la tqrapia de Dorisn pues f r¡vo enormes

reperdusiones en su problema. básico.. Si podia entepdgr y acgptar su ,,re.s.ponsabilitlad en-la forma de,relacionarse conmigo. sólo.tendria quedar un paso más, haciendo una generalización minima, para adquirirconcíencia'.dé sti r'espgir'sabif idad.en sii fory4 de rela.cionaise con

286

Vl. l {esporrsnbi l idnd

otros ho¡nbres. Creo que el lerapeuta clcbe guiarse por ese incidente yperseverar tenaz¡nente haqta sacarle el máximo provecho. [o. identi-fico de una manera explicita y s.ubr.ayg su. importancia: <Doris, yoc¡eo que lo que.acaba qq iuqe'dc.r entre r¡steá y yo es extremadamenteimportante, poique nos {a la clave del.problema que tiene con loshonlbres. que han particip¡dp cn su vida.> Si el paciente no cstápreparado todavia para aceptar la interpretación, hay que volver arepetirla en el futuro cuando ocurran otros hechos que corroboren eldescubrimiento, o cuando la relacjón terapeuta-paciente sea mássólida y estable.

La conciencia dc sus propios scnti¡nicntos ".rnitituye

el instrumen-to máq importante con que cuenta un terapeüta para iclentificar lacontribución de ün paciente a su ¡rropio pridicamento vital. Porejémpio, uña 'mujer muy depresiva d'e cuareñta y ocho años selamentaba amargamente de la forma como la trataban sus hijos. Re-chazaban sus opiniones, se enfrentaban a ella'y

'cuando se trataba

de toinar una decióión irnportante, la discutian con su padre. Traté dcdescubrir mis sentirhieritos haciá ella y me di cuenta de que su vozparecia un rjuejido lastinroso y quc,' tal vez por eso, úno se sentiatentado a no tomarla en serio y a tratarla como si fuéra una niña. Elhecho de compai'tir mis sentimientos con ella le fue de gran utilidad: sedio cuenta de que su conducta era infantil en muchos aspectos. Elanálisis de su conducta <aqui y ahora> (su voz quejumbrosa) fueextremadamente importante para ayudarla a resolver el rompecabe-zas de la'forma como sus hijos la trataban. Después de todo, éstosseguian sus instrucciones: la trataban como ella pedia que la tratasen(y lo pedía de una mahera no verbal, es decir, a través del gimoteo y dcsus excusas basadas en su propia debiliclad y en su depresión).

Los esfuerzos que hace el paciente para evitar su res¡ionsabilidadno sólo se ponen de manifiesto en su relación con el ierapeuta, sinotambién en su postura básica ante la terapia. Lrrs pacientes, a menudocon la confabulación tácita del terafieuta, puedin adoptar frente a laterapia una actitud cómoda y pasiva, esperando que suceda muy pocoy que lo poco que ha de suceder venga de aqué|.

Cuando un terapeuta siente {ue un pacienté peia'sobie él cbmo uiia '

car1a y que. duraiite'la s'esión. no órüéderá nhda qüé nb pidvo{dd étmisnro, quiere dccir quc ha ¡icriiritirlo rjue'dl úá'c¡¿ñié li 'p'dée'lá'responsabiliclad y la sopirrte sbbre sus hombro.i. Estd'siti¡ációñ jruedé ;-

resolverse de diversos mirdos. La inayóría prefiere reflexibnir sobreel problema. Asi, el teiapeuta comentará que el paciente está echán: '

287

,# l -n l iber l rd

dole e¡rci¡¡a toda la res¡rotrsabilidad y (lue no parece {is¡ruestt¡ it

colatrurái activ¡imentc e¡ la tcrapia. o hien qug tie¡¡c la inrpresión ¿c

cstar cirylirdo con itxlo cl pcso.clc In tc'ra¡riit; i l lclusq ¡ructfc cltt¡llcitr

un n¡cttgtio tn¡is cticaz ¡rarit galvattiz.:tr al ¡raciente. prcgu¡tándtllc

sirrrplcntcl t tc: <r,Por t¡ué vic l tc t lstcd' l , rI iay varia,s rcsiste¡cias ti¡ricas ¡ror ¡rartc {e los pacientcs Ítllte estas

intcrvcnciones, la lnayoria dc las cualcs se centra¡r en el [elna clc que

ulltl¡ id i¡ué dcbo haccr,,, o <si supicr:t lo qtte. debo haccr, no estarí¿r

aquíir. o (por cso vengo a verle)), o <<idigame lo que debo hacer!> Elpacicnt! apárcnta l¡allarse tlcsanrparado' Aunque insiste en quc tlosabe lo quó dcbe llacer, en rcalidad ha recibido numerosas inclicacio-

nes expl ic i tas e impl ic i tás dcl tcrapeuta. Pero es incapaz t lc rcvelar

sus scllti¡nicntos; no pueclc recordar los sueñós (o es!á dcnlasiado

ca¡rs¡clo para'anotarlos, o sc le olvida poner papel y lápizjunto a la

canra); ¡rrcficre tliscutir tcnlas intelcctuales o enfrascarsc colt el

tcra¡reútit Cn unít i¡ttcrtni¡¡ablc ¡xrléltticit acerca clc los cl'ectos cle la

teralria. Iil '¡rrotrlinra, cónlo ntuybicn saben los iera¡rcutas ex¡rerinrert-

tackrs. lio ci qué el paciente. igttore lo que debe hacer. Cada una dc

estas cstraLagernai 'rcflcja el ¡nisnlo heclto: el pacientc se tticga ,aasulnir la rcsponsaliil idatl úel carnbio. det lnis¡no modo que. ftrera dc

la se.siór¡ terápéutic:t,. rel¡úsa . aceptar la responsabilidad de utt

incólntrcló predicatnettto v¡tal.Il l baside iRuth, paciente tlc una tera¡ria de grupo. nos ayudará a

itustrar este punto. Iluth evitaba las rcsponsabilidqdes en todas las

esferas'dc'su vidir. Sé. encontralia desespcradamcnte sola. no. tctlia

amigas,ínt i rnas y tul¿is 'sus relacio¡res ior i c l sexo opucsto habian

fracasarir.l porque sus neóesidacles cle dependencia erarl excesivaspar" tu$ cornparieros. AcJcniás,' los tres arios largos dc terapia

in<liviciual no ie habían ,.rui,l., lrirr¡ naüa. Su'terapeuti indiviclual

inforr¡ó i¡ue Ruih p¿fecia u^n',.pé"so niuerto> en la ierapia: no aportaba

ningún.'nrate'r¡¿1, con¡o iro fueian süs interininables cavilaciones

""J*" tle su <Iilerh¡ c¿¡ lus llornbieí: no retataba ñinguna faniasia ni '

material cle tra¡rsfcrencia, y hunca, a lo targo de los tres atios, ltabia

narríldo un solo sueño. Desesperado, habia decidido enviarla a un

grupo r ló téráp¡a. Pero dentro de éste, Ruth se. l fmi!ó.a.asumir su

fioriur.r'i" iirjgf"n¡iqli y paiivi,tact' Af ,cabo h9 iei.t m."sgt,"nq,fr1bia'. "t rabajadt i ' r i i i rogres4do.r¡ada.. . ' . , . , '

l:n uni ics¡on crug¡¿l¡,pe la¡1qn1qdp gu" q{.erype n"(.1 fq bnb.iq..ayuciadti qn ábi,,iutó y .anunció que qmne¡ala a, pregunta.qse si éste -era cl grirpo.'y la'tcrapia adqcqados para ella:

a8g

E_..

F-.

V l . l {es1' t t r rs i rb i l idat l

' ' fcrapeúta: l luth; ubtetl Sc cr¡nrprjrta at¡uí lo nti 'sm¡¡ (lue en bu vii lacotidialra. l is¡rera que algo suceda. ,,clri ino pucde el grupo scrle úti l i i ustcd nocol ; t lx l l : t con ci l?

. ltutlr: Nu sú quc lraccr. vcngrr uri l senlíul¡r tras otra y nuncn succdcilada.No c.stoy s¡rctntft¡ nirrgrin ¡)r(n,eclt() dc lt teriÍ¡ria.

' l 'crapeutn: l i ,s natural.quc rró ohtcngh natln de la tcrapia. ieuti pucdcsucctler si no pone los nlctl ios ¡reccsarios?

Itutl¡: Ah<x'a sientr¡ la rncntc en bl¿lnco. No sé qué <.lecir.

. I cral)cutÍl: I,ar€ce n¡uy i¡¡lportlrntc ¡r¡¡¡ ustetl nt¡ saber nunca qué dccir c,

haccr.l lurh: (l lurunrlrrl Diganrc lo quc quicrc que haga. No quiero seguir sicnc.lo

asi tt¡da la vit la. El pasado fin dc scnrán¿r lui dc excursión con unós arniros.l ixlos estaban nluy conlentos y el anlbicntc era lrancarnente agradable; plroyo rnc scnlí todo cl t ierrr¡ro rnuy dcsgraciatla.

'I 'erapcuta: [,o quc quicrc es quc yo le diga qué hacer. cualr<kl ustecl misrnasabc grcrf 'ectalnc¡rte lo que clebe lracer para que las cosas vnyan nrejor rlcntrotlcl gru¡ro.

I tuth: Si kr su¡r icra. k¡ l ¡ r i r ia.' l c ia¡rcut i t : iAlcontr i t r io ' ! Lc atctr ; r c l l recl¡or lc pcrrsarsólr¡ cr iayutJirsc a s i

l ¡ t is¡ l la.l {uth: (sol lozarr t lo) Otra vc¿ nlc cne ucnlr() cn l : r l l r isr¡ l l r s i t ; rc i r in f is t i t l iosu.

lvl i nle ntc es c()nro un revolt i jo. I)arcce <¡ue está el l far lado c,rrrnrigir. En estcgrupo. en lugar de sentirnle ntcjur. nte sicrrto peor. No sé que hacer.. '

Entonces i¡ l tervino el rcsto del gru¡n..uno de los lnicrnbros estuvdde acuerdo c<¡n Rutll, y cltio r¡uer él se cllc.ntraba cn la niisnrasituación. otros dos exprcsaron su clrrrjo ¡ror la cternn irrrlcl'erisitin qucella expresaba. Otro cornentci. c.n toda raz.ón; q.e se hallialrsusci taclo intcrminablcs cl iscusir¡ l les.acercí¡ dc la forrna en'c¡üe losrnicmbros ¡rodian part ic ipar nlás ef jcaznrerrte. ( Dc hócl lo. büena'Éartédc la scsión antcrior sc habia dedicldo:r esc tcnra.) orro rc dijo"a Ruiliquc tenia nunrerosas opciones: ¡xrcl ía hablar acercacle srrs ' lágf i rnas,su tr istcza y lo dol ida que se sentía: o. por ejenrpl tr . de r iue c! terapeútaera ul l desgraciado: tai l rbiél¡ ¡rodirr hablar t lc isr is scr i l í rnicr i tbs'co¡ 'rcspccto-a cualquiera de los'otros rnic ' ln l i rois. El l i iábia,, y todossabian quc'el la era conscicntc de cl l ' . t ¡uc tcn' ía ésas ñpcion.r. ' t r l 'grupo'se' pregunta'ba:' <l,Por qué rreieSit:i 'nlanlendi e,sh ptrstúrii tledcsarn¡ra ro y seutf oclenlc¡icia'.',>

l

A Itutli patccidi¡u'e le liabÍí¿'a'tl'rrriiri:stfatl,r'ri¡r cliri.iric ¡léiiií.j,,.'u'dijo qub, ilcide li'aóie!tfe's:s'eiriaiías. lribia lÍc'ch'o'ctprr,¡r,isiü{á ¡;únicle sust¿hiiniiÉIrto$ tiac¡í'tó*s ófnrs'rii'l¿iíirii,ls. li..8',¡,,ó iiÉn,¡rr" sehabía iól iddó áirás. Ivf ¿iniÍbirt; i¡r,c i¡, ierin ¿.ir ir l fs, ir. , i¡r erla [a razrin

zq

' f .

La libertad

¡ror ta que nunca iba a tomar café con sus compañeros der gnrpodcs¡rués de la scsiri¡r. Frabía qucricro participar. pero se había nbs-tenido para no establecer una relación más estrecha con cynthia(otro miembro de! grupo), pues temia que,ésta, a quien ella veia comouna persona particularmente necesitada, empezara a [amarra porteléfono a medianoche para pedirre ayuda. Después de esta intensa

, interacción con Cynthia, Ruth mostro qlaranrente sus sentil¡lientoshacia orros. dos mie¡nbros crer grupo; de fiorma que, ar t"rrn¡no, tusesión, habia par.ticipado más que pn los últimos seis meses¡untor. Lo

,; q.q: yale, 11 pena subrayar de este ejernplo es que la súplica de l{urrr, <<idiga¡re lo.q-uc tengo que hacer!>, era una declaración de que seestaba negando a aceptar su responsabilidad. cuando recibió sufi-ciente impuls'. dcm_ostró que sabia perfectamente bien ro fue dcbiahacer en la terapia. Pero preferia ignorarro. eueria que ra uyuou y .tcambio le vinieran desde fuera. Ayudarse a J¡ nrisma y r".io,no ,umadre, la asustaba nruchísimo; la acercaba d"masla,ro á bonocimien_to aterrador de que era ribre, responsable y de que estaba rundamen-

. talmente sola.

i t '

, . La acepiagió4 de Ia re¡ponsgú¡t¡¿aa en el g'rupo de terapia

-- La tesis de que la terapia constituye un microcosmos sociat -un. escenario en el cual el paci'ente n'o sólo habta de su psicopatologia,; , sino que. aclemái, la pone'en piactlca naqui y ahora,,- es válida para. todos los tipos de terapia, ya'seá indivirluar, cle irartijas, db familias o

de grupos.'Peio eé particurarmente imiiortánte en ia situacíón cregrynd. En piimer lugar, irórque el elevadonúmero <ie parri"ipnnt"i 1J"' ocho a dié2, incfuyeiriro ar terdpeuta) sirve de eiitiinuio ¡i".u qu" ,.pongan de manifiesto Ia mayorparte de los conflictos delpaiienie. Enla terapia individual, a través de su interacción con er ierapeuta, er' paciente'süele bnfientarse éon sus problem", v

"onn¡"i;;';i;;""-dos con ld autoridad, con ros padres.o sus representantes en elejercicio de la autoridad. En er grupo,'se encuentra, en calnbio. connumerosos individr¡os que activan diferentes temas interpeisonales(rivalidad con los hermanos, heteroseiualidarl, liomoslxuálldac,competencia con los amigos, intimiclad, expresión del yo intirno,generosidad, intercambio y otros sirnilares); porlo cuaf 'es ¡iienainenteválido considerar la terapia de grupo como'un univeisb scicial enminiatt¡ra para cada uno de sus miembros. . i , ,

290

Vl. flesponsallil idad

' La interacción <aquí y ahora,¡ de un pequeñq grupo terapéuticcrpr()t)orci'na ras cllf lcilles.ittearcs para trabajar sobre ra concicnciade ta responsabirjcrad' uno dc ros orpr.,or rl;;;;;ffi;s de ra

cada uno comienza su participación en el¡irupocon un ,oir,nolrarg*nde igualdad. Cacta uno de ellos, de unu ,n"n.ru ""iá."i,

p"* 1",demás miembros y. siel terapeuth ü;;;" buen trabajo, también parasi mismo, se va rabrand'un espacir uitar especiñ;;'"ffi;.irruoo.Así, cada cual es resp.r,,*ntrt. ,tp-io ,r,rjr,,rn rnterpersonal que se haforjado en el grupo (y, por anatágia, tambien cn li

"i¿" ,.rji, o. ,osuccpion de acontccinlientos que-re rr"r.."n- Er grupo tiene muchosojos. Los nriemb¡os no necesira' n""ptu.-iur;""r¿r"*,:;ér'ou" 1",hacen r<rs denrás acerca de cómo se convierten en victimas de raspersonas o de ros hcchos cxternos- Si gí gryrro funciona en er sentidodel <aquí y arrorar (es crecir, si cr fo'cn primordiar es.er anárisis de ras. experiencias y relaciones interperronolr* entre los n,,l.rUrnrJ,r.uA"uno de éstos podrri observar cónlo crea rás situaciones en ras cuarcs seconvierte en victima

,v nlco , p"". ;.ng;rd esas observaciones, co_municándolas a los dcnlás miembros.

^".1:tlos terapeuras no solenros juzgar l.rs piocesos de grupo deesta mariera, creo que las princi¡rales actú¡¿acle. ¿"1srrp", ;;0J",",_mente durante ras prinreras ctripas de ta terapia, están dirigicras alograr que cada miembro ," i 'rgo

"".g. A" su responsabiliclati

i iersónal. ipolque esti¡nulamos u lJ, .i".¡ros de un grupo para (¡ucdentro de ér sean directos y .¡u"".ót i.-, rfecir, para que sean etosnrismos)? iPor q'ui estirnularno " "t.i""iio"/r? ¿por qué nos esforza_mos para que todos c.ompartan sus im¡rresiones y sentimientos con losrestantcs rnienlbros?

.Crco .que cl icrapeuta del grupo _sin se¡-necesaria¡'ente coñsciente cre elro- intenta ilevar a cacra uno dc ro:i-qacientes

por la Siguiente sucesirin ,.1" posos:

. , . . t ^^ --- , .l "

Primero se poneil ar.corrie,te tre ru fo,no.cono ros dentás conie til-plan su.cotlQucta. A través del .feedback y, más adelante..a t¡avéi de laobservación de si mismos. ros pacientes rp*n¿.n a contemprarse a través dolos ojos de los denlás.2' conocen rambién ro que los dentti.r síentett cotrro consecrenciq de :¡tipropia conducta.3' Aprenden que su co,,du*a es ra creadetto de las opíniones que iosdemós tienen de ellos. Los rnien¡brr¡s ¿"f grupo comprenden que, conlcresultado de su concrucra, rr¡s demás r. rorrrn una opíníón de elros. r,:s

l9r

l-r i l ibcrtad

vultltrn. lcs rcclla¿art. lcs cttcucntr¡tn {esagr:rclnblcs, lcs respétan. lcs evit '¿ut,

les lnarr ipulan. les lentet t , y asi st tccsiva¡r lente.

4. Sc it1/irttto,t, ltor último, da t¡ue su ct¡nducttt infiu¡e sobre Io opittióttqua licnen'¿le sí nti.rut¡s, llasálrtlrse cn la irrlorrnacitin rcu¡lida en los, tres

¡rrirncros ¡ritsos, los ¡r:rcir:nlcs [rlrrnr¡latt tula evaluacitin dc si lltisl¡rtls:csl¡ t l ) lcccn juic ios t lc valor sobrc-su antabi l idad y capacidad para infur ldircarir¡r v ;t¡rrcrtrlcn (ltrc srr colltlttcla rigc tlichos .irricitls. ,

Cacla paso conl icnza con la conductf l del propio pacicntc e i l l tet t taderñostrar las rc¡rcrbuúioncs dc la n¡ isnla. El punto cul¡nina¡ l te de estasccucnqi¡t qs quc cada rnietnbrrl tlel grtrpq se percata de que cada utl()cs rcslx)ns¡rblc dc. la lbl 'nr¡ t crt quc los clel l t : is lc vct l . le l latan y lcco¡ ls ir lq i ' ;ur. M¿is l t i l l , ufro cs íg, t tnl l t tct t lc rcspottsablc dc la l i ln lra cnquc sc vc a si nr is¡¡ to. I is ol lv io quc l : t ex¡rcr ic l tc ia dcl gt 'u¡r t> cr¡ t ls l ituyc un.rnicrocbsrnos dc la ¡rro¡r ia cxpericncia vi tal . Scgún rr t isobscrvacioncs, los ¡racicrr tcs no t icncl l r l i f lcul tad para gcncral iz.ar laacc¡rtacion tlc la rcsponsabiliclad individual, traslaclá"nchrlq de, lassi tuacio¡rcs dc glu¡xr a las si t rr¡rc iolrcs vi talcs.. Uria vcz t¡uc sc l t i tl lcgacftr a cstc ¡)unto. c l ¡r : rc icnte ha cntrado en cl vest ibulo dcl ca¡nbio;el tcra¡rguta sc c¡nbarca.entonces en la aventu¡a.de faci l i tar le clproccs(l tlc la voluntarl, co¡rlo cx¡ronrJró ctt cl pnixitno ca¡litulo

Ef gru¡lo, tera¡réutict-r inlcractuante re¿tlza la aqeptació¡l de l¿lres¡rorrsabilicl¿rd, ¡ro sólo llaciendo r¡uc los miembros se haga¡rresporrsablcq {e su.contr ibución personal a las si tuaciones vi talcs in-satisfirctoqias, si.no tanrbién acentua¡rdo cl ¡rapel de cada miembro enla conducta clc l-grupo.,El pr incipio básico es que les mienlbrosasunlen s,u. rcs¡lolsflbilidad por s,u fu¡cirl¡rarniento.dentro dcl grupo. .para clcs¡2ués.qlarsc.cucnta,de <¡ue ticrrcn la caBacidatl (y la olrliga-ción) de asumirla en todaq las esfcras dc su vida.

13l grupo tcrapéutico verdqdqr4{nente efective e.s aquel en que losmie¡ntrros son los agentes renlcs del ca¡nbio. Cuando los pacientes, .recucrda¡r una expcricncia satislactoria clcntro de la terapia dc grupo, . ,nunca atribuyen su' n'icjrlria , dircctanlente al terapeuta. ni a los ,cor¡¡crrl¡ri ' ios cs¡iccilictls tlc cstc rri ¿t lu rclacii¡t¡ gcttcritl r¡uc-cott p'l ,sost ienen. En su lugar. los pacíentes rernemoran .sigmprg f feuno5aspectos de su relación con.otros ¡nientbros; el apgyg, glpgnflicto o lasolución quc los dcnrás lcs ofiesieron. o la ayud¡,qge elloÁ propo.¡:cio.naron a los dernás. El grupo centrado cn el lícler no pueclc ¡rro¡rorcio-nar cstas experiencias, pucs en este c::lso se cons¡dera c¡trc todn laayuda y toda la esperanza cnlanan clel l ider. (En mi opini t in, cstos.enfbqqcs centradós en el liclcr, conlo los gnrt)os de terapia Gcstal! o

?, lL '

E -:--7c4

Vl. l {cspolrs;r l r i l id l r . l

los grupos tle análisis tra'sacci'¡rar.'ti l:rcasán en ia ta,,"a cre'aprove-char todo cl pote' 'c ial terá¡réut ic. i r ¡here'rc a la est^lctr¡ra del grupo..¡

Portanto, es importantc t¡uc cl l ider i le lg, t . rr l )o se p"r"^t" , , t . :q, ,L rútarea es' la de crear un sistcr i la social ; urr s istelr ia *n . t . , , i1 lo,nr ic 'bros r lcrgru¡ro sca'ros vc'd.derr)s '¿rgerrtesiercq¡r¡uío. l . i t t i t ic idcbe óer muy sensibre pn¡x perc'ibir crr tir<J' nlomenio ¿finitc estrit ¡bic¿rda l ' rcsfr . .s i ib ir id¿rd trcr gr,u¡xr. s i cr fera¡ró,, i^ f i "ron .u, ,desáninro elr las sesiones clel gúr¡ro o.si tenní l la cacla se*ión agotado vvacld, 'quiere decir que alg,r l i ' ic i , , l r ¡r r lar err la 'orgarr i r .n. ion ¿i"ui lanlbiente tcrapéut ic, r ipt i r , ' . s i e l . r idcr sustcrra ra- creencia cre quctod'dc¡rerrt le de ér, t re qüe si i r r l . t rabi i j ; r narra súcerre*i .n .r grupo,dc.c¡uc krs l ¡¡ ic lnbr,s 's, ln conir¡ af ic i r¡rr¡r<rrs:rr c irrc t j r re van,,

" i r , i r i¡ rc l icul ; t cxhi l rcr i csir scl¡ l : r r¡ t i , . i r rr i r l is¡¡ <¡rrc los i i l ie l¡11,r , , , dql gru¡,r , ¡arrlogratlo trairsfcrir a los honlbrirs crcr icr.lipcura ra.carga rr" tu ..rpu,,rr_bi l idat l . ' ' . ' -"r ¡

i l l ' qué lbrñra contr ibüye c,r rc.rn j ióut^ i r r¡rrc er gr rr¡xr aiunra rarcs¡ lorrsabi l idad dc su ¡ l ro¡ i io lunci tr l lan-: , , r ¡rticterdebe sercr¡nscienre de que err:s ra u,,i:1';':;r:;;.'i,i'li;rllll;;::bas¿i l-rc lose cn las expe' ic 'c ias dcr ¡rasad<1. t ic l re err r , , n ' , . r , t" unuclclllricitjn relativ'ar¡lente c.lara clc crr quó c'r.rsiste r¡na sesiri¡r liucríf.eray una que n. lo sea. Adelnás, t ie 'c <¡ ir i ayu.rar a los nl ie¡r i r ios a ciptarc 'sa def jnic ir in y est imular los a írctuar en cotrsccuencia. [ .ara el lo,dispone de var ias tecnic 'as. prrecre enrprearra tecnica ¿c r i u"r inJn.¡ouclc proccsos: interviniendo ¡rer iódicarnerrte cn r . reunió,, pur" p.¿i , ulos miernbros que evarúen en t¡ud frr'¡ra sc ha i<Jo dcsar-roilancJo rascsión para cl los clura¡ l tc los úl t i r r l rs trc i ' ta minutos. s i la rcuni<in hasido dolorosarlerte ¡resada y rcrrtn. er ritrcr ¡ruedc pc<Jirres c¡ue racomparcn con alguna otra sesión dín: i r¡ l ica que se hal,a cfcctuaúo yo,de tal ¡nanera que poco a poco se vayan acostumbrando ¡ dlfs¡9¡s¡¿¡las scsio¡res fructuosas cre ras infructuosas. si todos están crc acuerdocn que la rcunión ha sido provcchosa y lértit, procurard quc losnric¡nbros rcct¡crclcn csa scsi<ir¡ a,r,r,,, ,r,,r,rt,t colt ra c¡uc ...r,tt¡litrar rasrcul l i r lncs sucesivas.

Si. al evaluar la reu.nió-n, alguno clc los ¡nie¡nbros comenta queparticipó en el desarrollo clet gru¡ro sólo clumnte los prirneros quincertr iuutos, pero que después clc que Joc o Mary.nrp.rn,r , , a h;bla;,hacc.nledia hora, dejó de prestar atenció¡1, el l¡rlcr pir",l¿ irr.uuilo¡.,dc distintas rr)arleras. ra rlz-ti. p,r l:r rruc pcr¡lril ió quc ia iesitin sedcsarr, l lara cle r¡n r lodo que a cr ¡rersorrarrrrentc no re crrmpensaha.r,Cónro pocl ia esa personÍr l ¡ tbcr or ient i ldo s¡¡¡¡¡¡¡ss, 1, , , .urr i¿u: Al

l.n libertad

lider pue<le interrogar al ¡e-1!o def gTu¡o y, ,si ,eqrc.,r¡entra que haysonscns(, gcneiar c<-rn'respebio 1 ¡g id.e gr."rinionü' que, ha- sido rareunión. puede preguntar: <Todoi irárecen estar cle acuerclo en este' púnto. i,Por Qué no. to 'exlreiaron'páia

.alr¡e eltopc-es u]ii'nr"unoricntáción a la reunión? iPor qué dejaron que yo hiciera lo que todos' ustedes'son capaces de lracbrJr> La técnica, ,ógrin'lu, pr"feren"i",person'ales del tirapéuta, se presta a r.nüchas urñu"ionéJ.-roi,nnn*tante es la estrategia subya"entó ¿ó:irt¡,nurur a ros p*i.n,.* u; .responsabilizarse de"sus vidas .mediante el procesb de asumir sus

. responsabilidades en la terapia.crupo terapéutico numeroso. Este mismo principio funciona en

los grupos terapéuticos nurnerosos. Er hecho de faciriiar ar pa"i"nr" r,tarea de asurnir su responsabiridad personar, ha creado un estimuroconsiderable a la creación de ta comunidad terapéutica. Er confina-miento en una crinica psiquiátrica ha constituicro 'siempre unaexperiencia que despoja al paciente <Je toda su autonomí", pi.ra" *u¡roder' su capaciclad para tonrar decisiones, su ribertad, su vidaprivada y su dignidad. Maxweil Jones diseñó una comuniJui t.rrp¿u-tica con el fin de rograr que ra experiencia crinica ¡u.r.n,-.ntu.u ¡uauto¡romía del paciente en rugar de mermarla. Las saras de ras crinicass.c reestructuraror anrc su traia¡nicnto y_a'tc su pr.pio anlbic¡lfc.Adquirieron así er d'erecho a crecidir cu¿iií debian i.. i", normas tle

' las bálas, los permisos de sarida, ras decisiones oerpeison.ará. ru,salas, incluso los regímenes *édicos y ras arlas de ros enfermos.

un sinónimo de ra-contracción de responsabiridad es er <gobicr'ode la propia uiff?". Muihos enfoquei ierapéuticos indican'que esnecesario enseñai a lqs.'personas a ejercitar. sus capacidadeq para' ejercer el góbierno. de la pr9ni3 vida. Las ünidactes d9 .pu"i"nt"sinternos tlevan'd cá6g gtqpó. . base de ucontratos>,

"; il;;;;i; ,"'revisa el i<iontiató"'a.t':1d1lÍgiente f un á"ue1do ppra t-u""ii. .urgo

de la gerencia de su'própia'viáa)y se discuten roi d¡ferentes puntosque contiene. Entonces, el grupo puede comentar de una manerasistemática

.!. lu" cada persona puede hacer para encargarse detareas especificas' tares-como ras finanzas personares, ra saruá fisica yla conrpañía sociat cle los pacientes.

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294

?,,5

Vl. l lcs¡xlrsnbil icla<I

. 'I,a acentar,,O: !,

ta ylstittttitybitídott ;t;

it estíto rte,t,ryrápeiltta

Actividad y pasividad. I'.r rrec.hr¡ 'de facirirar ia asunóion cre' responsabiridades suere situar ar terapeuta en un direnl.ü',-*o.u_' ta demasiado act ivo t iende a sust i tuir at páciente,-von. 'ouJi"" r"- co¡nunica un sentirniento¡Je desa'rpn r,r.

-ll*,. ¡r.rhl;;u ;¡;in luyo,'en la técnica psicoanarítica, do¡lde er cstrecho radio de acción delanalista y su rerativa inactividarr ticrden a fon¡entar

",* o,oüigu¿udependencia. Milton Mazer, un arialista que se ha ocupaclo de esreproblema, advierte que_ et cxceso cle pasivirlatl *u .l trrup.uia jueO.' ser contraproducente para qre er paciente asuma su responsabiridad.

la pasivirlad der anarista anle ras ex¡rresi.rres <Ie desamparo der pacientc, reco¡fi¡na a éste ro que ya creia. es,ecii. que no es res¡xlnsabre de sus accionesy que, fxrr tanto, puede r:g:i.r.lu: propios impulsos. nl ""

ám¡.;j;;r""advertencia ni ninguna clef¡nició; ds las ¡xrsible.s consecuencias, iacaso no eslógico que ¡riense que e.s incapaz .t. oyuanr.. a sí mismo, especialmentecuandt¡ esta crncrusión re pernritc rograr ra realización ¿, ,", ñorrr"rr

M¡zcr advicitc ta¡¡¡rli ir¡ r¡uc. rir .rrcrrrativa -rrasada cn u¡r excesode activicrad. tanto en. ra fbnna cre guiar cofno en ra de r{ar rímites-puede ser perjudicial igualmente cón la adopción de la responsabili-dad: <No se sugiere que er anarista intent,e prohibir el acto inconvc-niente. porque esto indicaría r¡uc ar ¡rr"i"ni" no se re puede c.nsicrcrarresponsable y que sólo puccle conlrolarse gracias a una fuerzaexterna,.que es la autoridact dcl analista.>. iCómo hallar u¡r

"u.rin: intermedio? leue pustura, puede acloprarel terape uta para faciritar er trabajo d"r pu"Lnt"t rur"r.i rugi.rffirr

Trap:uta i¡ltente ayudar al,paciente.a..reconocer el proceso de laelección:

La libertacl

Otros terapeutas han bus"^ado formas más activas de esti¡nular la

asunción de responsabilidades. Por ejernplo, los analistas tiansaccio-nales ponen es¡lecialmente énfasis e¡t el <contrato> terapéutico. Lasprimeras sesiones ¡ro las dedican a formular un diagnóstico (que selimitaria a acentuar aún nr:is la relación terapeuta-pacie¡rte colnocurador-suplicantc), sino a ¡rcrfeccionar una for¡na de contrato. Éste

debc enranar dcl individuo y no de los deseos cle los dentás, que elpaciente ha i¡lteriorizado (con respecto a los <padres>) como<dcbercs> u <obligaciones)). Más aún, el contrato debe 'estai

orient:rdo hacia la acción: rlo (para comprendertne ntcjor>, sinoporque <quicro adelgazar c¡uince kilosu o <quiero tetter t¡tra erccciónen las relaciones con mi esposa, por to menos, una vez a la semana>'Irijando metas concrctas y realizables -metas definidas por elpaciente- y haciéndole ver en todo momento la relación <¡ue existc

entre'Su labor en la'terapia y estas ntetas, los terapeutas transaccio-

nalcs esperan iritrementar el sentickr quc tiene el paciente de suresrxrnsabilidad con respecto al cambio individual.

[,as sugerencias activas por ¡rarte dcl terapeuta, cuando se utilizancorrectal leqle, pueden aumell tar la concicncia' No quicro decir que

el terapei.:ia se ponga en el lugar del paciente en la to¡na de decisionesy en la clección de una forma cJe vida. Pero ltay ocasiones en que el

terapeuta puede sugerir utta acción de con<Jucta obvia, que el paciente

nunca sc ha pucsto a considerar por las restriciiones en .suspers¡rcctivas. Asi. la ¡rretriunta <ipor c¡ué no?,, pueóe llegar a sermucho úrás útil t¡uc la pregunta <cpor qué?> No im¡rorta si el paciente

sigue o no la sugerencia; el mcrtsajc más importante de todo clproceclimiento es que el paciente se percate de que existen ocasiones

en las quc no se consideran las opciones más obvias. A partir de ese

molr¡e¡to, la tcrapia ¡ruecle considerar la posibilidacl clc elccción, el

hechó ¡ie que lq impoiibitidad.para etegir no es tal y los sentimientosque trae consigo et cnfróntarlric¡rtó ionla iibertfid. El siguiente ca'sopuecle' iesultar. muy. i lustrat ivo: .

George, un <lintista níuy" contpetente.de treinta oñ91' tenia pl

problema <le que evitaba lá re!ponsabi!ida!' $e, habid casadq una vez,pero estc matrimonio habia fracasado debido a"su postura de"'

ctepcndcncia con rcspccto a su esposa y, especificalne¡lte. porque se

habia <icitcontrado>i inmiscuido cn'una relacióil: con -otra nrujcr"

Desrie entonces se habia sentido muy atormentado.e.incapaz det

decidii si deseaba volver a casarse. Tenía dudas entre'varias nlujereS -

qug se interesaban por él y se esforzaba muchisimo por i¡ducir a otras

29,L79'I

Vl . l les¡xrrrstbi l id¡rr l

personas -sus amilos, sr.l terapcuta

pará qué,tomhran la'decisión por é1.e ir¡cluso sus pretendientas-

Su incapacidad para asunrir resp<lnsabilidades se puso claramentedc mariiliésto á prbpósito tle una visita a sus padres, a qu¡enes veia'una'vgz

.al ano, Su padre hahia siclo considerado siempre como laovcja negra clc la lanl i l ia. y las rel¡rc iorres entre alnhos habian sic lrsiern¡rre nruy conflictivas e insat.is[ar:r.orias. [)e$de hacía más oc unadecada, sqs peleas venia¡r provocadas por los cochcs. Cada vez queGeorge regresaba a la casa, deseaba probar uno de los autonrévires crela fanlil ia, pero su padre. nlecánico, se negaba alegando que lr.rneccsitaba o que [un'^ionaba nlal por uila avería deterrninada. Georgchabia depcrito a su madre corno una nrujer ¡roderosa que controlabatodos los demás aspectos de la vida de la familia, excepto, claro estó,el terreno de los automóviles, rinico terrelro que ella dejaba en riranosde su esposo.

Ger-rrge ¡rensaba e¡l su ill lnincllte visita a sus ¡laclres con consicrera-l¡ le te¡nor. se imaginaba lo que sucedcría: él t ¡uer r ín ut i l izar ul l cochc,su ¡raclre sc oponclria, aleganclo r¡ue los f¡:e¡los o los nei¡¡náticbs schal laban en lnal estado, y entonccs le inst¡ l tar ia y le preguntár ia porqué no se portaba corno un l[ensch y alquilabá un coclre. George sepreguntó: .(iQué ctase de fanlilía terrgo? Voy a verles una vez al ario 1ni siquiera son capaces de ir a buscarnle al aeropuerto.>

Entonces, yo le pregunté: <<iPor r¡ud no nlqui la un coche? <,Quctienc cle irartiuular esa itlea'J 6[)or c¡ué nunca la ha consicreradoi'Des¡rués de todo,"gana cuatro vcces nr¡is (llte su padre, D!r r;stá casaclt,y no tiene gastos extraordillarios. iQrrc signilicaria ¡rara usted gast:rrun poco nrás de dinero?> Gcorgc estalla muy sorprendido ant_e misugerencia. A pesar de su evidencia, nu¡rca se le habia ocurr ic loscrihniente. [.o pensó y, al día siguie.nte, llanrrt a su farnilia paraanunciar su llegada. Le dijo a su ¡nadre que alquilaria un coche, peroésla le aseguró que el coche estaba ¡rerfectanrente.arregla.do, gue su'¡radre le recogeria err el aero¡rueno, (¡rc descab¡n muchísimo verle y(lue no sc habl.a¡a.¡nás de busclrr otro rncdir¡d.c tra¡s¡xrrte." "._.

l]n el aeropuerto sucedió la inevilable csccna. Su padre le recibiócon gl siguicnte.comentario: <iPor qué no alquilaste un coch-e? porocho clóJargs con novcnta y cirrco ccntavos ¡rgdías haberlo hecho.t,Dcs¡ruós de csto, ¡nantuvierr¡n una"a¡narga discusión a grito.¡. Qeorgcsc dir igió.a. la"of ic ina deralqui lcr dq cochcs,_ alqui. !ó uno y, muy.cnojado, recha_zó laoferta que.lc hacía su p4d.¡q dp pagar-el ifnp.o4e..Ambos se encaminaron, pues, a la casa e'n cr-rcl les di [crcntes. Su paclre

c

,

! i ! .

La libertad

subió, inmediatamente.a su dormitor io y, . al dia.siguiente, muytemprano, se fue a trabajar. Como George sólo permanocia un dia ensu casa,.no le volvió a ver.

Comentamos este incidente ¡nitruciosamente en la terapia. AGeorge le parecía un cjdmplo prototípico de lás relaciones ton ,ufamilia y una buéna excusa para su situación actual. <Por mucho queme cslueice actuaimente. piense en lo que iighifica para mi habercrecido en una fadiil ia como ésa.> Según George, esto explicaba porqué tenia tania"s cludas acerca de=su'niasCulinirlad: había queconsiderar cl .ej9r1f¡lo que le $aba qu padre y la irirposibilittad delrablar con é1.

fd..iif áig,i,. '!"'.nJ9no19ióné yna perspectiya enteramentedifgrbnig, iCu¿n'ó s'" habia ééiorzado él pára hablai co.-n su- padre?Consideremos ia pogifión áe este: su esposá, iin coñsultarle, habiaofrecido sus propiás servicios, coóo si se irátara del mayordomo de lafalnilia. Se sentia, por tanto, manejado y enojado é intentabaverigaise'en el tin¡có terrério que áom¡nába: el uso'dei'coLhe. Peó,iqué:'esfuerzos trápíá tiechó regimente Georfe'para hablar con iupadre? Cuárido llamó por.téléfono y habló con su madre, ino podiaháberle pedido a éstá que le dejáse hablárcon ai¡uel? Támbién podiah'aberle telefonéado para clecirle: <Papá, voy a álquilar un cbche en elaerópuérto pórque io necesito'para et día sigdientel No podré llegarantes de las diez, pero. por favor, espérame para que podamoshablar.> George pareóia habérse quedado sin hhbta. '<iEso esirirpbsibfe!>, exclanió. <iPor 4ué?>, áñadi yo. <No ptiedo hablar con '

mi padre pór teléfono. Usted no conoce a mi familia.>r i" . : ' ¡

Pero George continuaba sintieido una vaga sensación de culpabi-lidad con respecto á su padre, esa figura de pelo gris, ese viejo tercoque habia sobrevivldo a un campo de concentdación y que, durantetreinta años, habia acudido al trabajo todos los dias a las seis de lamañana,' para que, sus cuatro hijos asistieian la la universidad:<Escribale una carta y digale lo que sientei>, sui¡eri...Una vez más, "George se quedó sorprendido y molesto por rni ingenuidad. <iEso es: ':

imposible!>'<üPor qué?>, le pregunté. <Nosotros no bscribimos "cartas. No he escrito una carta a mi padre en toda mi vida.r <Sinembargo, se queja de que se siente separado de é1. Si realmente qu[precomunicarse con él,.escribale. Nada se lo impide..Es una responsabi-, '

-l idad que no puedo delegar en otra'persona.),. ' ., .." ' ! ' ¡ ,, Este simple intercambioconmovió profundamente a George y esa : '

misma noche empezo, lrémulo y lloroso,'a i'edactar una carta para su ..; . . l . . . , . l - , . :

. . . . .

298'

VI. l lesponsr¡bil idnd

pfd1e, una carta qué rio empezaria dicienclo <erreridos mamá y papáiro <Queridos padres>, sino <Querido papár. por extraña

""*.1¡a.¿del'destino, el espíritu de libertad y res¡ronsabilidad animó a su padreesa misma nocle y, antes de que ternrinara cle escribir su cartaGeorge. aquél le tele.foneó ¡rara rJiscurparse. Era la prirnera vez que lohacía .en totla su vicli. George le habló,tle la carta que le

"rtubuescribiendo, y estaba.tan.conmovido que se puño a sollozartomo unniño. Sobra d.ecir que las cosas no volvieron a ser las mismas entre losd.or' t lue er,r el aná,liqis dc las re¡r¡ncias inmediatas de Georgl,4legantlo quq erfl 1!mp,oqibfq,' telefonear a. qq p?1¡{e. o.escribir unacaryl

:,abrió un vasto. p_anora Ln a. gl pr1 leqg p.i q,

^ Fritz P.9rls, !a te¡apja G.e¡ro!t.y,laaqeptaciri¡ {.9.1álespóns-aq¡li.lq¿. -De entre l9s gge prop¡ner.r un estjlo aitivo Oó terapeüta.n éi .nfoqu"

de la. responsabilidad,. nadiq ha actuaclo. rie fonna mds r.linámiqa eimaginatjva que, Fritz Pgrls, S1 en[14uc descansa en el c949gptq , .básico cle que el evitar la res¡rnsalljl it lnd es un l"recho qqe.h,aV Cu.9- 1recónocer e inipedir.

Mientras crrn¡[¡¿1a. un'sí l r t . rua' . éste se ag'avir i i . 'c ]uandr¡ asumas la 'resporrsabil idad poi lo'que te estáh hac'ieidoa ti misnro. ¡xir Ia lbnna comoprovochs tüs"propiós cínto¡rrni. ¡xir''la ináirerá corik¡ óriEindsl tus pib¡iiasenferniedades y i,iiofdeas trll¡inrpia éxislenb'ia -en cuánto te pongas encontacto Contigo mismo-, ernpez.nrd tu veidadero crecimiento y tu integra-ció¡r12. . ' . ; . ; . . , r . : , , i

. ' :Perls era muy sensible al us<l que hacía el pacierrte del pronombre

de la primerd persona y de torlos los canlbi<)s de la vot activa alavozpasiya: . j : i :

i . .

Oimos al paciente en prirner lugar des¡reisonalizarse ón <ellor'v despueiconvertirse en el receptor de las vicisitr¡des de un mundo caprichoso. De <yohice tál cosaD se pasa a <sucedi<i>. Me'encuentro en la necesidad deinterrumpir a la gente repetidas veces, para que se haga res.poniable de lo quedice.. No podemos trabajar con lo que ocurre en otra pahe o lo qúe le lucede auno. Asi que les pido que pasen de <es un tlia muy agitado> a ,ime mantengomuy ocupado>; que sustituyan (es una larga conversación> por r<yo hablomuch'ol,' y. ási sucesivamente ll.

Una'vez que Perls identificaba los modos de évitar la responsalili-dad, hacia que el pabiente tradujera su sentimiento de desarnparo ensent imientodemalaEana,yleexigiaquesehic ieraresponsablede

299

l l Il

l .n l ihertar l

:ü r ¡cr ta, e¡t¡clu & ¡h r"t- y Pun:T.teñfD' P ar¿ elle' Per\s rfi ir¡¡bo

s tncnudo un c.¡ercrci't ' l csírücturack' denominado "yo asumo Ia

l)ot iput.st |ccnc|nn|. i r r l ln i i t i r i . |cpcdir lx lsnlpacicntequercci telaoracttrn:(..,y nsunro to,.'pu"'ut'i¡i l;;;t; ' ' Por.ejemplo: <soy conscibnte de que

muovo .ti ¡rierna"' v ;;;;;l; tesponsabiliclad de esto'¡r <Mi voz es muv

bqJn,,, y nsumo la *'O"Ot"UU'U"¿ tf" ttto'" <Ahora no sé lué de9ir"' y asumo

il"tplttttU¡liddd de esto"ra'

Itcrls lracia quc tos pacientes se responsabilizaran cle tbdos sus

Confl¡ctos i¡rternos' Si' mientras exponia un acuciante clilerna' el

paciente sentia un nt' '"¿o i"'"i "tio*t!91Ptttt le pedia que dialogara

con cl nüdo:. "curoq"i"ttl ';tt{Jt? tnrld ot'u silla y háblele' Va a

tlescnrilcñai.amrros p-np"r"...cr suyo p]fnio y el rtel ntrdo' Hágale

hahlar. i,Qué le tlicei' L pecli:t ' púes' que asimiera la responsabili-

clacl pqr antbo$ taOos.de un cgnflitJto' p4ra que sp cliera cuenta de que

rrada lC,<sucedg ¡ un-'' '¡ ' ir)

queüno t"l uutot cle ttlclo: dc cacla

gesto,"clc ca.la ntov"niento' de' cacla pensamiento"

Pcrls ¡nantiene la tesis dc que elegimos cada uno de nuestros

sintomas; los sentimientos <i¡lconclusos> o inexpresados salen a la

supcrfic'ie a través tf.' t*'i*-ittrrcs auttxlcstructivas e insatislhctori:ts'

(Ésta es la fuente o"ititJ"cl Gesraltque escogió para su'tbrapia:'

irerls procuraba ayudai ¿ '51¡"'pacientes a. completar su Geslhlt" es'

decir, sus asuntos t;;;1";. Juc-"¡ttici.a a Teg:?s,1u]iuicl-a'f3 tas '

"T:":::Ifl'[';' u" u n e ¡rc t¡en tro tetapeut:::^:::.ff *;i rá. para

il;;;;a'tt* ¿e Ptrlt c9n ¡e.specla 'a la' r-esponsabili¿q{: ' '

uitlable' no fue una curaLión' 't l¡rce úos semanas tuve una e*periencia inol

pero si ei prlncipio' U"" ¿tt; i ' pacientes eia tartamudo' y vó tt pedi que

.. '

3tX)

reolobbra.sutnrrarnrcre"'i,l'tl1t,,ii.:,.F¿sffi ,,Y,ffi .s*,ff 1*o"-*r*"n. !" .

- Srent<' ' üomr¡ 5¡: iTi€ t ! l r t r l i l i : est f anÉul

ic tendi nri lr iazo I l" dü'::;;;¡"i-t"t1t*"1me a mi'r¡ t ' i l respondió: <Pcr

DioS, iPorJria ntol¿¡¡o!)"listaba rcal¡neirtc qn contacto con sr,¡ ira y la expresÓ

en v<¡z aliá. sin niirgtrna i ' i t¿;tt"¿' Asi' ¡ iude dcírostiarle qrrb clebia hacer una

cieccitin cxistcncial: '" ' u" ltt ' 'ut"c iracuntlo rl un tariamuür-r' V ya sabe usteJ

córno sc las arréglan t"; i^tt lt";¿its:para torturár a la gcntc y tenerla sobrc

ascuas. Toda la t '" U"t "r>'tt t*p1* l ibrcmsnte' se convierte en sadistno'

"i"[". ' , y otr()s me<Jios cle tt lrturar6'

l ls tc t ¡ 'atamicnto t le la s i r t to lnatologia -pccl i r a l paciente que

protluz-ca o exagere un sit ltotrla- s'ucle ser clectivo para lacil i tar la

a¡rar ic iónt le laconcie¡rc iat lc ' iares¡ l t lnsabi l i t lnt | .Alproducirt le l ibcrat |arr let l tct¡ t rSí l l tonra'cI lcstecascl latartanl t r t |ez.el inc| iv ic lut lcrltn¡rrcttclc (lue cs 't¿r.l 'o' quc cs str pirr¡l ia crtraciotl ' Atrnqúe no lo'hall

cttnccptuitl iz.ado ett i i tttt i i t"t t lc la aclt¡rcit in t le responsabil idad' otros

tera¡reut:rs l legaron '-i ' ;uii¿ttt"t l lerlte

a la misnla téc¡rica' Por ejcnr-

plo. Viktor l;ra¡lkl .f" '"¡f '" t¡rta tóc¡l ica d'c' '<intencitin paráctójica" r7'

cn la cual se pide al pacicnte que exagcrc cleliberada¡nentc ei

sintr¡rrla. ya sea u" utüu" ¿t lr lsieclatl ' ci;üego cor¡\rrt lsito' cl 'rricdo

¿l un ataque carcl íaco o col l ler c l l exceso' Don Jackson' Jay Haley'

N{ilto' Erickson y"l;"i Watzlarvick han escrito sobre un ¡rismo

enlbquequel |arnan<sinto¡nnd.cprescr jpción¡ l8 ' ,Perls ideó un metotlo único y i'riginal para trabajar cotl los.sueños'

urt rlléttldo qu, l¡oliitu tl p""Át' tlc .ck4rción cle res¡xrtts:tbilitlad ¡xrr

¡rarte dcl iirtl ividuo' Á lo largo dc la historia' los scr'cs humanos'hatt

cr'siclerad, que soliar era un lcnórncllc¡ que quctlirlla más.allá del

óanrpo clc ta responr"ú¡riJ"¿ ¡rcrsonal. E,sto se reflcia en el lenguaj,-

cot¡rún: si utta persona quiere'recltaz'ar utl acto o ult ¡' lcltsatniento dice'

. .Ntrsel . ¡ rcoct t r r i r ianiensu", i . ,s. l lA¡r tesdelat l r 'er l inr iet l t t l .dt l . | ¡psicolugía din¿irltica-tlc Iircucl' los suctios se coltsitlerabi'n general'

ft;i. lóriio ,i,r¡éri.*"¡u, divinas o ac'nrecimientos casuales 1'

;tl;;;,"t"t'.iforij."tpto,'cxistia una tcoria según la clal las células dc

la cortez-a u¿u.rnr.,r,,, prrn q,,.. antcdid¿t que los "*':tt]"1i1::.]óxictts

dela, jor t tada'Va¡r 'c le¡ lur i i r tc lose'- 'se. ' ( tdcsPiertan'"c l l 'coruuntos] 'estrictatncrttc :tl:¡z¿rr;"-Se'gtttt cstit teoria' l<ls srteñrls cslán delernttna-

.to, p.r. cl l ir¡tcionalniento tle las cólulas (ltle se despiertatt; por tanto'

la calidad i'crrilsc.ientc, trc. r¿r l,:iyr)r, partcr está 'e, fúrf'citifi 'de Ia

,¡üiU' ¿i i ; r rc i , i ru '" , t , qtrc r les¡r ierta. ' las' células. :Al i i : ' r l suEñtr

intel igiblc está cl¿borado casrr i , l rnert f c de' la nr is l¡ l¿i i r ra¡ iera t¡ue üna

'*ir

Ln libertad

I

h9T.lt de monos p<i.rtria. llegar a componer, por casuárirlad,'un párrafocomprensible apietanrio las teclas de uña máquina de escríbir.

' ' .f[gu.l,g¡pt{có que los sueños no eran p¡ocructo ni der azar ni'creinterferencias externas, sino de ros componentes cónfiíctivos einteraótuah!.,r ¿g la persoiatidad: ros i,npuiror ár ar",r.rtr.rii"",conocidos del subconscienie diurno. la cgnsura onilica (üa maqqinis-

. ta inconsciente'det yo) y el yo conscié',. i,,i*i-ic," r"""rti.r¡"r1.Aunque Freud descubrió que et individuo -o, cuande.menoC, elintercambio de sus partes- era el único autor del sueño, la divisióntlel aparato psiquico daba como resultado, según postulaba perls

:. (cr99 q.ue con toda razón),la pérdida de la responsabilidad personal' en las correspondientes grietas

Perts, que'UénniO el sueño como "el mensajero existencial>re, tratode conseguir qué el individuo apreeiara ár máximo su responsabilidatl

'en el sueño. En primer lugar, intentó llevar el sueño a la vidacambiandoel tiempo tle verbo: hacia que elpaciente repitiera el suelioen tiempo presente y que, después, to dramatizara actua¡rclo comoclirector, como auxiliar y como auüor. Le pódia qué représentaiá toüosloi papeies de los objetos que intervenian én ra represántación onirica.Asi, bn cierta ocasión observé a Perts trabajando con un pacie nte quehabia soñado que conducia su coche y que éste comenzaba a fallar,hasta que se paraba totalmente. siguiendo ras'instrucciones de perls.el paciente interpretó los diversos papeles: el conductor, el coche, eltanque vacio de gásolina, Ias bujias gastadas, y así sucesivamente.

' Mediante esta,estrategia, Perls procuraba que er,paciente volviera a, reunir en un todo los fragmentos dispersos de su personalidad (esto es,

que completara su Gestalt individual).. '.,La asunción de.responsabilidades significaba para perls que elindividuo tenia que qesponrabif izarse de sus sentimientos desagracla-bles, qug, con"frecugnc.ia, proyecta hacia los demás. ; .' ' t :

, fo.gl u.ros dispuestos.a asumir la reiponsabil id'ad dé'aquellos actos quecr¡ticam()s: cn consecuericia. proyticta¡nós la crÍt ica á los delnás. Nosnegárhós h ásulm¡i'l¿ relponsatiiiiaai a¿ lor ac[os discriminatorios, por lo quelos proyectamos al exterior y, en adelante, vivimos con el temor de que nosrechaéeh. una de las rcsponsabilidades prirnordiales es la de nuestras pro¡riasproyeeciones, €s decir, convertirnos en lo que proyectamoszo.,, ..

. t ; ,, Al acepta¡ tgdas las pa{tel r.epudiadas {e si misn¡ó, s,g enriquqce la

experiencia del individ¡o, guier-r de este rnodo puede sentirse cómododentro de si y de su mundo. .

302

Vl. Res¡xusnbi l idad

'Es obvio que asurnir res¡xrnsarriri.raa ante ra pnrpía vida y enriquecer Iaexperiencia y ra capacidad. son una nrisma cosa. [,o único qr. o"rririr... .,hacerles comprender-cuánto ganan las pers.nas cuando asumen Ia responsa-bil idad de cada una de sus em.ciones. cada movimiento que efectúan y cadape¡rsamiento que tienen, y cuanclo clejan de atribuir I" ,.rponrrliiiü,1 , to,demás.. .2| : : .

. . t a

,*_U]_jl-{" de r<¿q¡¡1¡¡ la res¡rur¡sabi¡.fu4;,1. uiro,, es vitaimentermportante para el psicoterapeuta. pcrls era pgrfectamente co¡scien_te de los esfuerzos que hacen los pacientes para manipular a otros,. especialmente a los terapeutas. para que se.oqupen de eltos.

r pt ler.a¿er¡ta qe enfrenta a tres-ra¡.9us prim.,..lial"r, ,...rn.r".. cóm<¡ elpacienre se esfuerza porobleneret ipdyo d; to;¡;il;,;;;il;;o;rurr.en sí mismó; euitar que ¡e a¡r,i¡a ,ni;rl;;;;;

"."n a <te ét ysabér reáccionar

ante|a,conductdmanipulal iva<|e|Pacienle22.. . '

El no' udejarse absorbcr,¡ es {if ici l: el ferapeuta debe esta:acostumbrado a reconocer y a resistirse a los diversos ,r"un¡r,nn,que uti l iza el paciente ¡rara pcrsrraclir lc.

<No puedo conlrolar esta situacitin v uste<J si prrede. ..Necesito,,que usteclme muestre er carnino para conrinuar vivienckr.> Esto no ru pu"o" cuir-ñ"u..t*<vivir>, en er sentido estricr<¡ der térnrin', sino que más hien hallria que habrarde <existir>' acción que inc.ruye una serie ae iroposiciones que er pacientelormula a las personas que desea nranipurar. El terapeuta es simpremente suultimo intento. Esperemos (que sea .i . l"nni,¡uouti.--

- -" " '" ' '" ' t, ' l

Para resist i r ras rnalr i ¡ rutaciures, r )errs 'arr¡r ia l ¡a uia posic iónexf;m1. Solia co¡nenzar,sus se.sione.s cle grupo'de .r," ,rl.r.,

' '<Y si Quiereri inloquecer. srricit larse;.nte.i¡rar. . irp9nerse,, '. ,¡ obtencr una_ .experiencía' que cambie sus viclas. ., orruü suyo,, yo rne ocupo del mío y , .ustodes <Iel suyo' Er que no r¡rriera asurnir esta responsabiticracr, pqr favor.retirese de esle..semínario. Si esl¿in ¿rlui cs lnr.su ¡rropia.votunlgd. Ignorohasta qué purrto son usleÍe.s madr¡ós, ppin.l".gsencia d.e u¡a..o"r*i.desarrollada es su capacidacl para asumir. po. ,

n"nt" ¡

*r n*;;J;1, sen rim ien ros,, :lq..., 2osr

.

mtt:",,,t:t:::u.b"lntu ",

La posición de Perrs en e$re punk) cs extra.rtrinariamente sbvera ypuede precisar cierta modificaciólr, especiarmente con pacientes muyenfennos. En efecto, argurxrs tienen i¡ue trabajardu.anté ""r¡a¡n,,fr¡i

t

.j03

III

i¡III

I l 'a libcrtad .

a¡tcs dc Scr capaces tlc asumir responsnlril idades, por lg cual no cs. " : . . . . . i | -

t ' '

op,riiún.r.,bliga-rlcs a'acc¡itai sú r"sp.rir*ah¡lidad ¡rlcna'c.irio requisi-tq ¡rrcüi9 a la tcra¡ l ia. No olrsl¡ul tc. cn : t lgt tr t l ts oc¡tsi t ¡ l tcs cl tcr l t ¡ tcut i t

exigc Cott toclo dercclto cierto graclo dc responsabilidad al co-mienzo

dc ia tera¡lia. Muchos exigen que los pacientes con graves tende¡rcias

suicidAs lragan un pacto de ((¡to suicidarsert dura¡lte urt período

espccilico tlc tienrpo. Cuando se cmpten correctanlerlte, este ettfioquc

pu.¿o icducir consiclerablernente los riesgos de suicidio2s'

AunQuc las ¡ralabras de Pcrls dejaban pocas dudas respecto a su

agucl<r.¡tlanteamiento dc la res¡ronsabilidad y su creencia de que el

tera¡rcuta nr¡ clebc ¿tccptar la carga de la responsabilidacl tlel pacientc,

nunca,¡rudo resolver (ni tam¡r<lco reco¡loccr ¡rlenamente) la paradoja

tlc su cnfoquc tcraptlutico. Le clccia al ¡raciettte: <Asu¡na su pro¡ria

res¡rg¡sabilicla{.,, Pero, icuál era el .resto de la experiencia del

iracielrtc?.Un cncuentro coll un vieio sabio, potleroso y carismático.

quc lC,{ccia de un tnotlo ¡ro vcrbal: ,,Y yo lc cliré exactanrente cótno.

cuánctt¡ y ¡nrrqué hacerlo.> Ill cstilo pcrsonal de Perls, muy dinámico,

y,ru.nr iu de podcr y ,olnniscicmcia, contradecian sus 'palabras' E' l

hccfio clc recibir dos nrcnsajes simultáneos y contradictorios, ung de

ellos cx¡rlicito y el otro irilplicito, cs colocar al indivicluo en una

clásica situación cte conflicto. Permitaseme describir otro enloque

terapéutico que trata de salvar ese escollo.

Helmuth Kaiser y la asunción de responsabiliclades. Dc entre los

numerosób ierapeutas que sc han enfrentbdo al dilema de cómo

¡ncreírientar lá asunción de resironshbilidad sin <ocupar el lugar> del

pdcieñte," la colrtribución de Helr¡luth Kaiser es qapital por su

minuciosidarl y bonsiste¡icia. Tánto Kaiser como Perls constfuyerort

ius cdfoques terápéuticirs cn torho al cjc de la responsabilitlad. ¡rerosu esiilor y éstructura eran diametral¡nente opuestoS. Kaiser. que

rnurióen l9ó I ; a pesar dc ser t¡n terapeuta muy ingenioso, alÓairzo un

reconocimiento muy iinlitatl<¡ debido a la escasez de sus escritos. En

1965 se publicó un libro con sus obras completas bajo el titulo de

Psícoúeropíd efecliva26. Postulaba que los ¡racientes experimentan un

confliótri uiriveisal, una <cr¡nrlición' menlal'.común "a,todos' los

neurótictisritt, 4ue pióüiené <tel ' l iécho de qub i<la edad aclulta y Ia

máduiéz sígnilican un aislamiciito cbrnplbto,'füirdáriieñth l. eténÍb e

irrenrcdiable>2t.Kaiser relata la historia de ün es'tUdianté''de'meü¡ciná'llámáilo

Walter, quien, hallándose en la mitad de su carrera, aceptó un papel

en una ¡rroclucción dranlática de aficionados y se apasionó por el

.V l . l {e.s¡rr tnsahi l idacl

teatro. ' l 'enia talenlo tlralnático, colt¡ellzir a ¡rlantearse la posibilidad

tlc a'band6nar sus es[Utlios úte{ic.,is y cónsngrar sri vitla a ia barrera de

ric i , r i ' . t tcru: r , icrr i : r sr i i i t r icrr l i 'J : t lcrr to ¡rár 'a cl l , t? r ' , l . lcgnríaa scr trn gran

actor? Walter Sufria t¡uchisintrl trataltclg cle tolnar una decisiÓn y

solicithbd constanteinentb.la opinión cle tixpertos. Kaiser observÓ lOstornlentos de.su atnigo y, t le prolr to. se le ocurr ié que Walter estaba

es¡rerándo un inrposible. No le bast¿tba coll utla o¡rinión' Queria¡rucho urás: queria que otra persol la ast lmiera la responsabi l idad clc

su clecisión.

En el ¡rer.iodo que siguió. Kaiser ¡rttdo observar ctjmo Walter ibaclescubrienclo poco a poco que ning,tirr jtr icio'ni cortsejo de otra persona podia

re¡lcrcutif en ¡nodo alguno cn la decision que él debia tonrar. Al principio, sus

anrigos se nlostrflron sienrpre dis¡rrrcst()s a attalizar con él los ¡lros y los contrasque poclia comportar la decisión. Pero, des¡rués tld -repasar todas las

consecue¡rcias posibles -las ¡rru[la[i l i t lar.lcs, los irl{ icios y la inlon4ación-

y cuan<Io ya sólo faltaba la conclusitÍ l f inal. sc sumergían en t¡n silenci',

penoso y cli l ici l. Kaiser intuyó quc la ¡lregunta no vcrbalizada de walter era:

,.¿Ahorá qué piertsa?,le

A to que Walter se cnfrclltal-¡a, y lo quc le l laóía rctroceder,.es una

profüncla parddoja. humana: anltelatnos la autonom ia, pero- rétroce-

clemos ante la consecuencia inevitable de la misma, que es el

áisiamiento. Kaisir <lbnoniinaba a esta paracloja <cl talón de Aquilcs

co¡rgénito de la humanidad>, y afinnó que sufriríattlos i l ldccible¡nentc's i

nó'nos protej iéramos de el la co' a lLún . i t ruco inágico>, es deci i

con algún nrccanismo para ircgar cl aislallÍ icnto- Este t<truco nlágico>'

es lo que Kaiser l lauló el i<síntónta i l ¡ l iver 'sal>, un'meca¡ l ismo dc

t lcfc¡sa c le ncgaCión dcl a is larr l icrr l r l t ¡ue cr¡ l ls is lc en atc l tuar l l 's

l io¡rteras del yo para podernos luntl ir co¡t c¡tro. I in la parte primera

rnencioné el papel cle la fusión co¡rio'def'ellsa'ante la angustia de la

lnuerte, .a l c lescr ib i r la búst¡uct la. en ul t i lna instal lc ia, de uñ.salvador

pqr parle !e! l1o!übre. Ka'iser rto-s recuertla. -C.ue 9l aii lanriento 1

Inu,,qr" ,ro lodiga exilicii:inrerite¡ ia ialia tl-é fr¡irclariientosr.¡üe bajo élsubyace, hace que el individuo sc asfuerce r¡ri¡.más pr¡I fund.irse con

otro.iQué trethos soñ los'qud nos collcluccn a una cf)nfrontación coll ci

aislanlieiito? Según Kaisef , los r¡ue nos fiacclr caer en la cucnt¡ de qtrc

sornos entera¡llente resporisableS de nueitra vida, especialnlcnte la

'iió*si triá'¿é t¿jinái'Uñh Aeüii¡.r¡ ch¡az",le'áltefaf[a o el ildsafrollo de

,t;ifité¡'J¡ü¿ifin.iüdho'sé ápóy'étiiiiri!üirí autó'riclhtl Eri ta¡es casos.

i !

xn4i05

l-a lilrcrtad

anhelamos, como Walter, el amigo de Kaiser, encontrar a otros que

' asuman la responsabilidad por nosotros. Kaiser se mostraba extraor-

¿inariamente sensible ante ios esfuerzos de sus paciintes por evitar el: aislamiento de la responsabitidad, transfiriéndole los poderes ejecu-

. tivos al térapeuta. ¿Cómo puede el terapeutá frustrar estos esfuerzos

'idel paciente? Kaiser'ée plánteó esta pregunta y propuso varlos

, ,enfoques, pero, finalmente, llegó-a la conclusiÓn de que el asunto era

, . tan importante que, para resolverlo, era necesario modificar la

estructúra mis¡na de la psicoterapia. Para evitar la transferencia de

responsabilictad, había que eliminar totalmenle la estructura de la

terápia, todo el papel directivo del terapeuta y hacer que el paciente

fuese enteranrente responsabie no sólo del contelido, sino tanlbién

del procedimíento rle la terapia. Kaiser declaró que ((¡1q dqbía haber

niniuna regla para et terapeutar. Su descripción de un intercambio

entie un teiapeuta y un paciente resulta especialmente ilustrativo:

P: r:Puedo preguntar en qué consiste la terapia? Es decir' i'cuál es el

t ! tu- tv-v--

procedimiento?T: iElprocedimiento' . .?Noestoysegurodehabercomprendi t lo|oque

quiere decir, pero, en to<Io caso. yo diria: ino existe ningún procedimiento!

P: (ionriendo cortésmente) Por supuesto, sólo quise decir: áqué quiere

que yo haga?,' T, Erto

", exactarnente lo que pensé que queria decir con la palabra <pro-

cedimiento>.P: No cor.nprendo (veinte segundos de silencio)' Quiero decir"' pues'

claro, dcbc habcr algo quc y() tcllg,a quc ltacer, imr cs asi'l

T:Pareceustedlnuyseguroclequeaquihaya|goquet ienequel tacer.P: Y.,. r ' ,no es así?T: l)or lo que a mi res¡recta. no'P: Bueno... yo... yo... yo no comprenclo'

. T: (sonrienclt) creo que lo ha com¡rrendido perfectamente, pero no ¡ruei.le

creerlo.P: Ticne razón. No creo que haya que tomaflo-al. pie de la. letra'

T: (después de una pausa <Ie diez segundos) Pues es precisambnte asi

iLecorno hay que entenderlo.

P: (dóspués de un sile'rlcio Incómodo'de unoé'sesdnta segundos)

parece bien que le cuente algo sobre mis ataques de angustia?

T: Le resulta imposible cíeer qué quise decir lo que dije'

P: [.o siento... do fue mi intención... pero, en realidad, no estoy seguro de

que yó realmente... perdóneme. iqué dijo?'

f: Oije que le resulta a usted imposible creer que quise decir.lo que dije'

p: (mtviendo la cabeza ligeramente, como si estuviera irritado). No'

V l . ltcs¡xrrrsnbilirJad

quiero clecir: por mi, est¿i bien... (levanta la lnirada y, cuando sus o.ios sc

encuentran con los del terapeuta, comienza a reírse)3o'

Kai'ser creia que t<toclt¡ aquello qtre aumenta al paciente el sentido

de responsabilidad por sus propias palabras, debe contribuir a'curarler>, y, tal como io inttica este ejemplo, recházaba hasta la

responsabllidacl de instruir al pacienté aceica de cómo debía funcio-

nar en la teraPia'Existen limitaciones obvias en una técnica tan extrema. Creo quc

Perls estába engañádo'cuando ofrecia amplio espacio y energía' al paciente,'y que Kaiser se equivocaba exactamerite por la razón

contraria. Ningún ierapeuta puede ayudar a un paciente quc' por, confusión, falta de estructura o falta de codfianza, abandona prerna-

turamente la psicoterapia. Aunque, en últinra instancia, lo que sc

espera es ayudar a asumir responsabilidades, estc, no quiere decir

necesar¡amente que clehan asumirse en cada etapa, incluyendo. el

comienzo de la terapia. La situación terapéutica generalmente

requiere flexibilidad; para lograr que los pac¡entes permanezcan en la

terapia, es preferible que los terapeutas se, muestren activos y

dispuestos a brinclartes apoyo durante las primeras ses¡ones. Más

adelante, una vez qiJe se ha soldado firmemente la alianza, pueden

exponer las condiciones terapéuticas que conducirán a la aceptación

de la responsabilidad.' Por otra parte, Kaiser subrayaba la importancia de la relación' tcrapéut ica y dc la t l i rcct iv ir lacl crt l i t comttr t icaciótt l r ; es indudablc

que en las situaciones terdpéuticas reales llevaba a cabo todas las

modiñcaciones necesarias. Escribió una interesante obra de tcatr<l

llamada Entergenc.tt2. clonde trató con deferencia la flexibilidad

terapéutica. Su protagonista, el psiqtriatra f)r. Terwin, recibe a la Sra.

Porfiri, a su vez esposa de otro psiquiatra, quien le cuenta Q-ue su

marido se encuentra prttfttndalnente trastornaclo, pero qqe s9 nieg4 a

buqcar 4yuda. Terwi¡r finge entonces ser un paqiente y como tai,

. agude a la consulta del Dr,"Por'firi. Gradualmente, en forma pasi

.. iÁperceptible y amparado por su iclentidacl ds.((p.acigrttg>, Comienza

a tratar al terapeufa. El. Dr. Porñri e¡a incapaz de asumir respo¡sabi-

. lidatJ, ni siquiera la de solicitar una terapia. Pero Terwin no se lo

exigió, sino que obro como toctos los buenos terapeutas: motlificÓ la

terapia ¡rara adaptarse al ¡racienle.

. t ( , /

l. i¡ l ibcrtlrl

L¿i cb¡rciencia'de la res¡ronsat j i l idad al est i lo estat lounidense.

O, córtro encargarse d'e la ¡rr t ip in ni i la, ' t i rar de los pr6¡r ios hi los,

ocup¿rrse del r túnter<¡ ut lo y sal i rse con la suya

La cir¡lciencia dc la responsabilidad ya ha llegatlo a su rnayoría de

cdatJ crt los Estados Unidos. Lo qtle una vez fue cl discul'so -a

r¡rcirudo oscuro- del filósglir ¡lrofe.si¡nal y, después, le bon nrcl del¿t

irrtcf'cctuaiicliitl prpgie.sista de la rilc'gauche, se ha convertitlo ahora

en'üii proilucto'cle co¡lsu¡ilrt nlasivt¡ en nuestra socic{ad. Mucltt¡s

lrc.rt-,rcllars tlan vcrsado sobre cl tctna ce¡ttral dc la adopció¡ de la

res¡ronsalril idatl. Pt¡r ejcntplo, la obra Your Errolteous Zones lienc

los sigtiicntcs titulos e¡l sus capítulos: .<I{ágase carSlo de ustetl

nl isr i ro ' , . <elccción: su l ibcrtad.en úl t ima. idstal lc ia '>, ' r<ustecl i lo

neccsit¡r su aprobació¡r>. <libérese del ¡rasado)), {(rompa las barreras

tlc lci co¡vc¡lcio¡al>, <dcclarc su i¡clepentlencia))rr. Se alinna que el

mensaje funda¡¡rcntal del libro es: <iExaminar su vida a la lu¿ dc las

elecciones quc ha hecl¡o y las que ha dejado de hacer. Esto pone erl sus

ntanos la res¡ronsabilidacl clc lo que usted es y de córno.sc sielltg)rra.

Otnrs lilrr<rs sill¡i larcs. c()nl(). ¡ror cjetrr¡rlo, Pullín.q.l1tur ()wt

ó.t|irr8.r.!5, y Sc(:L'rutti0ttt", h¡ll cscaladt¡ taltrbiérr las list¡rs dc ücsl-

sellers.ILl co¡tsurnis¡no masivo exige que un producto sea atractivo. qrle

esté bicn entpacado y, to más importante' de todrr,' que'pueda

consunr i rse fácil y rii¡ridantcnte. Desgráciadamente, estos requ isittls

suclcll scr incom¡ratiblcs co¡r los csfuerzos y el cuidntlo que sc

requiercn para examinar y alterar la propia vida y" la perspectiva

glotral del mündo. Por esta rázÓn,5e cla.un fenónieno dc <equipara-

óiónrr estamos sujetod a las exhoriaciones, y laS cjbias más difundi-

ctas, taleS como YOur Enoneous Zones, nos Cuentan cómo i<acabár

connuestraindecis ión>:. . ,

. . . . . ,

siélltcsc y crn¡riccc algo t¡ue háya estatlo posporlientlcl. co,rti",,". u

escrib¡i una caita oün libio. El 'solo ireihoüé'empelár ie ayudará'á eliminar la

anguslia de la tarea... Fijcse un lienrpo deter¡iiirtacio'(como; póitjeinplo, lcls

miercoles ,ielas2)alas 22,t5), que dérlióhrá.bxClubivam'ente á lri ltibor-que

ha vcnido posponienclo... iDcje tle funlar'ahora! 'iEmpiece"su dieta'ya!

iAbanrlonc ia bebida en este nronrerito! ¡Deje este'libró, y bmbárqúese en el

ejerciüio r¡tle hace tiernpo desea reiliz.ait Esl¡ dsi4'mlnera üe átaiar los

prol.ilómas. ¿ctuando in¡nediatanlente. iHá8alo! Decídáse l¡ no ientir'cansan-

ci¡1.¡ l lst¡ l rrn rni l¡r¡ l¡ antes ttc ¡relcrsc ctt la ca¡na. No se ¡rertnita n sí t l r isl t t tr

,06

Vl. l lcs¡xrr ts l l r i l id¿¡d

uti l izar el cansancio o la enferrnedad co¡rlo escapaloria o pretexto para

rxrspon€r la.ejecución de algort

. También nos hablan de ct i t l t t i <l iberal t tos de la depet l( lencia":

Fijcsc rnctas tic cilrco l¡l ir¡utos lt: lra cn('()i l trat lt lnll l l¡tn i le eilfreiltarse ¿tl its ¡rerstlrrns donlinantes elr srt vit la. l)ruebc a tlecir sit irI lentente' <Nt¡, ttoquiero>. Observe luego la reaccicin tlt¡e l¡rtxlt¡ce su deternrinación en la otra

¡)crsorr i l . . . i l )c je dc cunt¡r l i r r i rdt : t tcslrn

La <rcspr.rnsabi l idad,, est i i c lc rnt¡d¡t ; t le l techo. solr incol l tat l lcs los

senl inar ios que se l tan l levaclo a cabo sobre el tet l la en todos los

paises. Por c jcnt¡r lo, t lurat l te el ¡ rcr i tx lo 1917-78 sc org¿¡ i7.o en var ias

ciuclatles dc los E,statlos Unicl,rs un sentinitritr ba.io cl título cle C'ónto

o('upurse tle su ¡tropiu vidu (y ctrl cl subtitt¡ lo t lc I.u p,sicologin del

cuidudo de le sulud. EI pupel dtt lu re.sprtttsul¡ilidud indívidtutl). F.n

él intcrvinicr<lnr l{<¡l lt¡ May, cort utta coltfcrc¡lcia firnd¿rment¿tl sobrc

l¿r lucha existe¡ lc ia l por la l ibert i tc l ¡ rcrs, t rnal y. es¡r í r i tual ; Albert t i l l is .

t ratando su enfbque raciol l i ¡ l -ct¡ l ¡ r t ivo- de la lgs¡xrnsabi l i t lad c lc l

i l t r l iv ic l ¡o s9[rr 'ó su t lcs¿rrrr¡ l lo l ,c l t r rb io ct¡ c l lcrrc l to st :xu¡t l .c i r r t i r t t t l ; y

Arnolel Lazarus, hablanclo sobrc la tcrapia Inu.lt inlocll l , url enloguc a

la autocuración que expuso eu su l ibro I C.an If I Wut1t to\.?' F¡rtre lor

denlás ternas del se¡ l t inar io sc i t rc luíart : t ¡n enf i rquc conduct ista.pará c l. marrejo dc! sfrzss, destinaclo a ayuclar. al- pa.ciente psf'orz"gdo.(<(tipcr

Ar) a canrbiar sus patronesde conduct:t: el slres.s y la rpa.l inrentaciórl

biológica; có¡no sobreponcrse a [a ti l lr idcz; enfoqucs rlc nreditacic¡n

oricntal para lograr el autocolltrol; y, f inalmente. cti lrro cambiar lol

hábi tos del <no cambio>. Es paft icular lnente interesante observar l ¡

gran cliversidad de.enfoques'clínicos que. se ¿grupflron"eñ el mismcr

prográniq, Anie¡ rio l iubiórarnos'advcrti 'do bl conrrin denontinacft,r

que existe cntre estos c l i fcrentcs enfot¡ues: ahora.sabc¡nos qt te sc

pueden agrupar bajo el t itult l clc <rcs¡ronsabil idacl',.

Est

. ' ¡ l

El est es. la nranifestaci"ri¡.¡ ¡r.iis represegtíltiva ,del -consunlismc.masivo que ha ido adquiriend<¡ la aqlopc,ión de l4 rgs¡rr¡np3f¡jli l lacl. Qin

; dutla alguna, ha sitlo el seminario que sohre pl clgsarrlllo.pgrgongl.másI publ i i idad y éxi to colnercial l t ¡ t ohtcni t lo ett l i r dócl t l l t lc los sctenta.

ye

La libertad

: . . j

Debido a este éxito y a su preocup4giól Po{ 9,1 concepto de la

responsabilidad, merece un examen particularmente detallado'pl.est.es.un enfoquq dp!,cambio personal parS

-Cr3nge,s grupos

fundado por Werner Erhard, elégantemente elaborado, producido en

masa y capa.z de.?pqrtqf enorrnes ganancias materiales. Eu_ unos

cuantos.años, l-ta pasado.{e ser una operación'de un solo hombre, a

una organización de masas. En 1978 coútaba con más de ciento

setenta mil graduados, se apuntaba unas gananiias de más de i¡'ueve

millones cle dólares, clespués de pagar sus honoiarios a trescientos

empleados, y computaba un personal voluntario no pagado de siete

mil personas. Entre sus'bonsejeros figuran relevantes hombres de

négocios, abogados, rectores de univeisidddes, un eminente funcio-

nario de la Escuela cle medicína de la universidad de california,

iluitres psiquiairas, ftincionarios gubernamentales y persohajes del

múnrlo del espectáculo. '

El siite¡na del csl consistc en'un grupo nu¡ncroso de inclividuos(aproximactantente d<iscientos cincuenta) que pasan dos fines de

scmana bon un instructor, quien les enseña, interactúa con ellos, les

insutta; les amedrenta y les guia durante la tealización de algunos

ejeicicios ya estructurados. Pese a ser una mezcolanza de técnicasque se han tomaclo prestarJas cle tecnologías destinadas al desarrollopersonal, tales como la cienciologia, la dinámica mental, los grupos

de encuentro, ta terapia Gestalt y la meditación zenao, su finalidadprimordial es la toma de responsabílidad. Tanto"los participantes

como los instructores expresan este hecho . glaramente. Asi, el

instructor se expresó con estas palabras:

Cada uno de nosotros es diferente debido a las elecciones que hacemos. Lainóapacidad para elegir es lo que nos mantiene estancados en nuestras vidas.Cuancto unó hace una elección, su vida avanza, y suele consistir en un simplesi o no. Pero también tenemos otra, la del <<no sé>, que es la evasion de laresponsabilidada | .

Una de las participantes relató de la siguiente manera lo que

recordaba del seminario, unas palabras del instructor:

Cuando eres responsable descubres que no era por un simple azar que

estabas alli, tirado en medio de.la via, cuando te pasó el tren por encima. Tú

fuiste el imbécil que se colocó e¡ esa situación... . -,El tema.de la responsabitidad estuvo sie.mpre.prepentq 9n todo.! los

aspectos. De hecho, si tuviera que resumir lo qug recuerda de "aqtrellas

3r0

V l . l {osprrrrsubi l idnd

jornadas, diria que cada t¡no de nosr¡tros es la causa de su propia experiencia y

el responsable de todo lo que nos ocurre en la vidaa2.

El tema de la regponsabil iclad es uno de los postulados básicos dcl

catecismo esf. Otro instructor de la técnica e.tt argumenta, de forma

muy ófióai, rlue uno es responsatrte de que le roben: .

-'l'ú eres la única luente de tu propia expe,riencia y, por tanto, eres

totalmente responsable de torla tu vids. Cuando aceptes esto, tendrás que

renunciar al noventa por ciento cle las excusas que uti l izas a diario. iDcacuerdo, Hank?

-Mira, contesta l{ank bastante irritado, comprendo que sea reiponsablc

de toclo lo que hago. Eso lo acepto. Pero. cuando'alguien me roba, no veo la

forma de aceptar la responsabilidacl de que me roben. ,-rlQuien e"s la fuente de ¡oda tu experiencia, [ lank?'-En este caso seria el ladrón.

^ -i,Sc a¡xxleraría él de lu ntcnle?-iDe nri mente y de ¡ni cartera!( Risas)-i-fe haces responsable de hairertc leuantad,l esa rnañarla?

'

-iClaro!-iY de hallarte en esa calle?-s i . '-iY de ver a un hotntrre cotl ulta ¡ristola en la mano?

-iDe verle?-Si .deveral ladrón. , , . : . . ' " :

. . . ; - : -¿Aceptar|aresponsabi l idadde,v9r le?. :

-s i .-Bueno.,. Seguramente le vería.

. . -Si en ese momento no hubieras tenidtt ni ojos, ni oidos, ni nariz, lt i

sensaciones tácti les, tampoco habrias terrido ninguna vivencia con el ladron.

áverdad?'-En eso estoy de acuerdo.

-iEn que fuiste responsahle de estar en esa calle a esa hoia. con un dineroque pudieran robarte?, -Bueno... También en eso estoy de acuerdo.

,.-iEn que tú elegiste no arriesgar tu vida resistiéndote al hombre y en que

preferiste entregarle tu cartera?. .., .--Cuando un tipo.te dice que le entregues tu.dinero con una pistola en la

marlo, no hay"ningu¡4 el.ecció¡. .

-iElegiste eétar en ese lugar a esa hora?

-Sí, pero no que apareciera ese tipo.

.-f.e .yiste, (,verdad? : . .

3t !

l ,a l i l¡crtad

- iClaro!

=,'f 'c haccs res¡rottsable dc h¡rbcrle visto, ávertlatl?--_De lr:rberle vistr¡, sí.

-Entonces escucha ésto: Lrr que e.rperinenlas sólo exisle porque Íu ltt

""'iiiiii,l,tii"i;, e.tperimcttto urtt crioruro vivo lo c¡,'ia e.rctusi¡,,(tntente ettr,úttinlueúte de lo e.uperienciu. iDespierta, Ilank!ta

La mayoria cle los graduados de la técnica est, ala hora cle hacer unresume4 de los beneficios obtenidos, ponen un énfasis espccia¡ en latorna de responsabilidad. Uno <le ellos declaró¡

. l-.a gente sc pcrcató <Ie-que estaba creando sus propios dolores de espalda,

migr4ñas, asnlas, úlceras y otros malesiares:.. La"enfermedad no es sim¡rle-meirte algo que nos ,ur"ir. Era curioso observar cómo todos aclmitían que

eran kls únicos res¡ronsables cle sus enfcrnledailes psiquicás. En cuánto lag",i1" t* cnfrentirba.con l¡onestidad a las.ciperiencias cle zu virJa, su¡ tJolcn-cias dcsaparel ianaa.

Ulio dc los instiuctorcs va totlavía lnás lejos, argulncnl¡l l ldo que ult

htxnbic es responsablc cle qu: lu

csl)osa padezca de cátlcer:

-'¿,Cónro cliabli¡s puedo scr yo res¡ronsable de que mi esposa c,.rntrajera url

cáncer?- -Ustccl cs rcs¡ronsllrlc t lc ercar la cx¡rcrienciit consistcrtlc cll u¡t¡l

conducla ¡nanifiesta de su es¡rosa que usted l lama, de acuerdo con los denl¿is,

u¡¡a cnl'cn¡tcd:tt l cortt¡cit lt cort cl l lotnbrc dc cáncer'. - l)crt¡ yo no soy'lá causa del cáncer;'..-I jscucl¡c, I¡rcd. corn¡rrertclo quc lo que est()y diciendo eS dil ie i l de encajrlt

dentro de su síSterná de breencias. Usted'se"ha esfiorzado,.t lurante cuarenta

años, ¡rara crear un siste¡na de creencias. Aunque sé que actualntente esfá

tratando de m<¡strarse lo nrás tolerante po5ible, a lo largo de esos cuarenta

arios ha creido que las coshs sr¡cedi¡in en el exterior, que-uste<J era un

espectador pasivo e inocente al <¡ue ntropellaban los coches. al que

im¡rrlunaban los desastres de'la birl ia, lós amigos néuróticos y el cáncer.

Todós los que estamos ái¡ui hémos vivido ile ábuerdo don un sistema de

cree¡rcias similar. Yo soy inocente: Ia realidod exlerior es"óúlpable'. ' '

¡Peió ise sist¿inth'db creencias nc)!ilnciitha! Esta es iina de 1as taiones por

las que stt vida horttnciona. La úhica realidad ciüe cuenta e's su experiencia, y

usted es.el ú i i ico óreacldr cte el lá45. ,

' . . , . . "" , - ' . " ' ; "

<Usted es el úniio creador de su dxperie¡lcia'¡r Esta afinnación es '

sorprelrrJentemente similar a nluchas de las aseveraciones de Sartre' ¡ . . i

t tz

Vl. I {csporrsnbi l id l t l

í lccrcí l dc la l i t rcr t ¡ rc l y la rcs¡x ' t ls¡r l l l l ic l i r t l . l ,a cscnci¡ t t lc l csf - lo t ¡uc

Sc <logra>)- consistc eu asu¡tir la rcs¡roltsll l i l iclatl. l 'or t lnto, poclria

parcccr quó la tic' iCa'es/ [u¡lci6'a a basc de algunos Conccptos

inrpOr[anteS; Originalrnbnte fit lrt¡rrlatlgs cn tórnrinos oscuros, y c¡ue él

rc lbrnrula en'un le l tguaje bl ' i l lante y accesi t r le. convir t iéndose el l ur

Sartre upopr. si esta i irgeniosi aplicaciótt dcl pettsarnie¡tto l i loSoficc:

funciona, quiere decir 'que los terapeutas piofesiOnales

.tendrian

mucl¡oque1pr9ndeidela.metodologiaesi 'Pero, ifuncióna'l Desgraciadainerite. c¿irece¡nos'de lespuestas

clellnitivas. Aún no se ha llevatlo a cabo una investigacióh coniroladi

de sus rcsultadoi. Aunque los testimollios üe ¡trs.giacluados se

cuentan por legiones, no se ¡ruetlcn tolrlar conto ¡¡atrones db su

cfectividacl. De hecho, carla vez. quc ha aparecido una técnica dc

dcsarrollo personal. se ftan registraclo testimpni<rs similares:. los

g.rrrpos T, los grupos de etlctrcntro, los qncuentrrls nudistas, los

nlar i t toncs, la t icr l ica de cottc i t : t lc l ia cor¡r<,rr i t l c le. l isalen, el ¡ ls ic<lclra-¡ua, cl rolín¿¡, cl -l 'A, la tera¡riit Gcslall, cl <rorigctr ds l¡ vi{¡>r y cl

Sina¡rr)n. l )cÍ0 la histor ia t lc casi todr¡s estos ,enfor¡t tes (y que, muy

¡tr t l$ i t l t lct t tCt l lc, scr¿l tant l l iér l l l l t ist t l t ia dcl c.st) i r t t ' l t rye utt ¡reríod<lt l r i l la l l tc cn su conricnzo, scguit lo 'dc urta disrninuci<i l t t lc l i ¡ ¡ terds hast l¡

que, l inalnrénte. l lega el rc lcvo dc la siguicnte técnica terapéut ica.

lv luchos cle los'¡rart ic ipatt tes cl l estc t i ¡ ro i lc experierrcias lo l lan sidot¡rr¡ l I i i . l t at t tcs ct t i r lgur la t lc l l ts ot t¡ ts tér ' t r ic¡ ts, i , ( )rrc i ¡ tdica eslo' ]

. r ,s igni f ica quc l iay'que poner cn t lucla l i rs ef 'ecteib reales y durat leros de

carl¿i tuto cle óstos cltlix¡trcs'.'Las invest igaciones ha¡¡ iscr jal¡ t lo que un r: lcv¿irkr ¡r l rcentaje dc los

gracluaclo.s etl cl l¡tctgd<l r'.r/ c¡rlificatl stt cxl)cricrrt:i;t dc ¡rr.rsitiva 1'construCtiva. Pcro Iay que sel 'c¿tutt i a l evnlt tar los resultadt)s de una

irrvcst igaci t in 'que carecc cle kls t lc 'cesarir¡s ct lntrol t :s: la l t tayor phrtc

dc las invest igaciones etn[r i r icas dcl l luestran que t to l tay résultadt¡s

Inlis susceptibles.de €rror quc lrrs llnsatkls etl una ctltnpilacitin de. tcst inro¡r ios.,Para bxa¡l l i l tar ul to s6lo de los. aspect()s r le la invest iga-

ción; consicleremos el pr<lblerrta clc Ia auto.sclccci<in i'Quiéne¡ eliger'

el metodo. e.sf ? áAcaso es.posible al l rnrar 'que' los que. lq-pl igen'gastando u¡a elevacia sunta r le di t tero-y sornet iét tr l ( )se a'un, l ln cle

Senlalla aÉotador; va¡l '¿l catnllinr .Sc¿l Conlg fuerc (rr..a .clecir t¡uc

carnlrian) independienlentenle dcl contenido del programa?- LaTbspuést¡¡ es, iiertárlrÓrlte: aflrrttativa':Lat inve'stigaciones quc

se lian cIóCtüailo 'sotrfe' ias- r'eiiccioiei, de 's'ujelos' con ''un fuerte

componeñte r tc 'expecia¡ ión, i ¡ r i l icar i i ¡u 'é ios iésul l ; r . los incl iv idualcs

'3 '3

La libertad

' ' , ;istán bajo una fuérte influencia de factores que existian ontr, ,J"lsemiñaiio- Pero,' obviamente,.esta tendencia dificulta la investiga-ción: el procediririento conrún. que consisté en reclutar voluntariospara un ejercicio de <lesarrollo personal (como, por ejenrplo, un grupode incuentro) y comparar sus resultados con los <Je un número similarcle sujetos de control, que no son voluntarios, es sumamentcimperfecto. De hecho, un grupo o un semi¡lario dc desarrolltlpcrsonal, fonnado por individuos dedicados e interesados en la

. experiencia, deseosos de lograr un desarrollo personal (con esperan-t zas creadas en parte por una <introducciónr previa suficientemente

. efectiva), tendrá sientpre éxito para la mayoria de los párticipantes.Negar sus beneficios seria cróar una incongruencia cognosciiiva. Ill<elevado> espiritu posterior del grupo tiende a ser ubicuo, segúntoclos los testimonios. Haría falta un líder partículalmente inepto parafallar en esas circunstancias.

Si no existen pruebas fiables de los resultados. ien qué podcntosbasarnos? Creo que si examinamos'las pruebas internas disponiblessobre el esl, descubriremos varias incongruencias alarmantes. Ade-

'más de consagrarse a la meta de que sus miembros asuman susresponsabilidades, el esf es un 'sistema exftaordinaríamente estnrc-

"turado .v rígído. En sús jornadas, se imponen reglas básicas obliga-'torias: ninguna bebida, drogas, tranquilizantes ni relojes. A nadie se letpermite ir al baño si no es en las pausas destinadas a ese fin, que tienen'lirgar cada cuatro horas. Hay que llevar constantemente puesta latarjeta con el nombre. No se pueden mover las sillas. Se hace hinca¡rié

'en la puntualidad: a los que llegan tarde, se les castiga no permitiért-

doles la entrada o sometiéndoles a la humillación públigaaó. No sepermite comer a los participantes, excepto en tas pausas, nadafrecuentes, destinadas a dicho fin. También se les obliga a.entregar lacomida que puedan llevar escondida en los bolsillos. , ! i

- Muchos graduados incluso se brindan como voluntarios ¡rara" desempeñar, sin ningún tipo de remuneración, elpapel de ayudantgs'

A juzgar por sus descripciones de estas experiencias,' se.sienten

' particularmente satisfechos de renunciar a su auto.nomía y acoge¡se al

'manto de una poderosa autoridad. Considergmaq a eqlg respecto el

comentario de uno de los voluntarios clel est,.psicó[ogo;. ], ::.r ,

, ! . i

, Mi siguiente tarea fue. ordenar las tarjeta! con.los.npmbres. Te-nían que

cotocarse en filas ve¡ticales de diez,sin qug se tocaran,.y formalrdo golumnasperfectamente paraielas. Por mi Parte, era consóiente de'la.'metióulbsa

. l t4

V l . l lerprrr :nhl l lda¡ l

atención que se presta en el es, a kls detnlles, La¡ instrucciones para cada unade las tareas eran éxaclaó y deliberaclns, con una precisidn tipica de losm.ejores manuales de instrucciones. y se esperaba que yo realizara la tarea conla misma precisión.

. A continuación, tuve que ocuparrne de los manteles... Cada uno tenia queir prendido formando,r¡na esquina cuadrnda, y dehia llegar ca.si hasta el suelo,¡rro sin tocarlo... Miré a la persona encargada de supervisar a los ayudantes,que sc lrallaba para<Ia junto a rní. l) i jo: <'l i¡ca el suelr¡r.... Volvi a col<¡car el mall lcl ponierrdo tr¡da ini :atencion.. Las esquinas

cuadradas resullaron ser perfcctas. y el mqntel quedó finalmente a la alturaadecuada. Había conrpletatlo el trabajo, lo cual. en términos de esf, quieredecir que lo habia terminado sin haber omitido ningún detallea?.

. <Colunlnas perfectarrrclrtc paralclas.>'<Atellción meticuio'sa delos detalles.> <La misma ¡rrecisión (luc uno espera én'contrar en losinanualcs dc i ¡ ls t rucciorrcs.r> le5 nlanlc lcs ( lue sc cuelgan <hasla unadeterminada altura>. Pcro. r,dónde están la l ibertad y la rcsponsabil i-dad? Mi sorpresa fue mayúscula cuando en el seminario vi un cuactro'de los asistentes del esl, vesticlos todos igual que Werner Erharcl(chaqueta azul, camisa blanca abierta y pantalones grises) y con sumismo corte de pelo. Tanrbién, como Erhard, todos empezaban susfrases diciendo uy...r, y hablabnn sobre el eJt en voz queda y coninflexiones casi.reyerenciales. Consideremos los informes de otrosvoluntarios (que he obtenido, nrediante r¡na selección, de los trabajossobre el esÍ de Werner Erhard): .:

Una joven que se habia ofrecirkr volr¡nlariamente para l irnpiar el Ayuntn- .

miento de San Francisco. donrle Werner tiene su oficina, me dijo que habiarecibido instruccidnes muy detalladas aóerca de cómo debia hacer el trabalo.<Tenia que limpiar debajo de cacla objeto,.como.'por ejem¡rlo. los quc se .enc<¡ntraban en la mesa del café, y despuis. volver a colocarlo exactament; ;donde lo habia encontrado, sin apartarme ni un r¡ilimetror¡1f .. La persona encargada de l impiar los servicios en las oficinas centrales,informó que sólo habia una ntanera de hacer esle trahajo al esiilo es¿ Confcsó .que se habia quedado asombrado al dcscubrir cu,inla concentración yesfuerzo se requeria para linrpiarlos servicios a la manera e.rf, es decir.completarnenteae.', Nos'dieron ihstrucciones de que sonríérarnos para <dar la bienvenidar¡...Perci en otras ocasiones nos dijeron que teniamos que permanecer con unaexpresiórt impenetrable. Cuanclo le hice esta observación a mí supervisor, medijo simplemente: <La tarea del asistente es asistir. Haga lo que está haciendoaltora: Y haga'cosas humorísticas a la hora requeridau5o. :

1t5

. t { ;

La libcrtatl

Urra psicóloga clc profcsiri¡l nos hiz,o la siguiente descripción de sutral;ajrl conto voluntaria:

El ¡runto culnrinante dcl f in t lc scn¡ana fue cuando el hombrc encargado tlcla logistica rnc dijrr, tras i¡abcr codl'eccionado yo un mápa de la rui¡ nrás óortapara l lcglr a lc¡s trarios:',,Graciab,'Aclelaidc. l la h'écho üstcd un cxcelentctral ;n jo cscr ib icncl t ¡ cslas i r rs l . r r ¡cciones.r i l iso nte a¡¡ inró drrrante 'v:rr i ¡ rslrcrias!51

' ' l lacer las cosas del nrodo (corrccto)). Limpiar los scrvicios alestilo e.r/. Volvir'a colocar los olljetos, en la mcsa dcl cal'ó,exactadlente t lo lrde estaban. sin desviarse ni un mi l imetro. I le irse a la<hora dc rcírse)). <Aninrarsc durante varias horas>, dcs¡rués de habcrrecill ido un currr¡rlido ¡xrr hirbcr trazado el camino nrás corto ¡raralldgar hasta el tjañri. ' l 'oclas cstas ¡ralahras reflejan una satislaccióncvide lrk: ¡xlr l:r ¡rirdicla dc la ¡rro¡ria libcrtatl, una alcgri:r ¡xrr rcndir laprcl¡ria'autonbmiá y por asu¡nir las tareas de una bestia de carga.

Las declaracionei de muchos de los graduados del esl no reflejanun sentido cle autoridad personal, sino la entrega de uno misnro a unser su¡rcr ior. Se otorga el juic io y la capacidad de decisión¡ nada haytair i ln¡nrtantc conto rccibir r¡r ta sor¡r isa de'una providerrcia divirra.Ulr voluntar io del e.sl declara ingenuarnente:

Wc¡'rrcr ' ¡ t t íct lc crr l i rd:r¡sc scrin¡rtdntc cr¡a¡ldo ¡ lÁuie'n dci l una talcainconr¡r lct l . At inque l¡ le nsusl(): sé que ntc t¡uiere bicn. ¡,Nt¡ cs est() r.ulí¡

inscns!¡tez-? l)ues ésta es la rcal ir lat l , y por este nlot ivo uno hace el trabajo

como Wcrner c¡uiere que se hagas2,

Ilrhard se co¡rvicrtc asi en una figura más poderosa que la vida, susdci'cr:fos son (retoques)), sus linritacioncs se.tonlan virtudcs y sustalelr tos sc uonvicrtcn cn cunl idacles sotrrehu¡nanas. Una ¡rsict i logn¡ros ccrr¡lu¡ricó sus irn¡rrcsiorres'de la ¡rrirttera vez que-co¡loció aWerner f i rhald:

Ni¡nca había visto a Werner. Un amigo me habia dicho de 9¡ que ,rte tiacesentir corno.si tú li¡eras el tnundp. entqrg, cpm"o si.pa.da ¡páte.xjstiese>. Depr()nl(r. lns luccs rlisminuyeron {g intensicl.ad,a.las ocho .en punlo, y Wenrer.g,¡,.r.cci(i... Aparentaba rnucho rncnos cle c"uarenla_alios, su piel v sus¡rjos qrir¡

/ tfr lclneúte clnros: vestía un¡ chaqueta clara,itnp¡cablemenlc c¡r1tqtl ir.,nisr¡ lr lnnca abierla en.el ct¡ello V¡an1aj1¡19¡.ot,"tt"l. _-L9l a,slltgntesse

""4 ' | ' ' t ¡ ' ' t '' ; ,.Jr: pic y aplaudícron. Werner había l legado para eslar con ellos:' ' .

ER

] l¿

Vl. l {cs¡xrr ts lb i l idnd

L,os part ici¡r:rntcs sc habí¿rn t¡uct lado pnral iz¡t l t¡s y se sclrt ían íntcnsamc¡rtc

¡rtrai ios por este honibre nragrrcit ico (ault( lue no atract i l 'o). qUe tenia el cue r¡x,

itó uii júgacloi ¿¡ iinis j, ioi r¡i,s dc ún picifetris¡. !

.,Ojos inqr:eiblenrente clnros.r) ul os fúos {i urr ¡rrofttá.r> <Werncr

l rabia l lcgaclo para cstar con cl los. l 'Se t¡ l ta t le confesi t ¡ncs quc

indican la ¡rcrc l ida dcl ju ic i t l y c, lc la l ibertat l persi . r r ta les. ta l y conttr

cscr ibc otra ¡rs icóloga, tat t tb i i r t graduat la er¡ Cl .er l . ' ( (Cua.t l to t l l Í is

corrtcrn¡rkr a kls clir igcntcs dc la ot'glttt iz.aciri l t c.r/, ,"Dlarchflndo c(i; l

¡ raso t lc gÍulso". n l¿is tJcscubnr las v i t tut lcs c lc la at t l rqt t ia,r55. [ )e estc

nrodo. la cr i t ica lu l rdalnct¡ t¿t l t ¡ t tc ¡ luccle dir ig i rsc cort t ra el ¿ 's/ no cs

que se tratc dc ut t s istct l ta s i r t t ¡ r l is ta (csto ¡ lut l i t ' r ' l t scr posi t ivo), l : i

taúrpr)co. ' ( ¡ rc scí l u l t ¡ r rocl t tc lo dc l t lasas ( todr l gran sistetna dc

¡rcrrsanr icnto c lcbc tencr quictr l t l l ) r l r l ) i lguc). s i t t< l t ¡ t t r : es l lásicanlc l l tc

incon.sistcntei . I larr t t i r i ( i r r isnrr i r ¡o l lqva a l r ¡ r r t to l rot t t í : t ¡ rerst l t ta l . s i r t r t

quc. por c l col l t rat i r - ¡ . 'otrst i tctr l i¿ i t s ie ' r t t ¡ r re la l ibcrt¡r t l . Is un sol lst t la

asegurar. como probablenter l t i lo af i r l ¡ ln c les/ , que rrr t ¡ l rocecl i tn ientode autor i tar is lno

-puede terter conro resul tado ln toma ele unl

rós¡ iorrsabi l íc lacl ¡ iersorral . i ,Cual scría el procet l i t t t ic t r l t l 1 ' cu¿i l ser ia c l

¡lr ixlúctrl?'fal-conlti Frottltt i I los l la ettsctlatlo, el dcseo cle escapar clr- '

la l ibcrtat l esta ¡r lg lundanic l t tc at ' Ía igaclo. I ' lacel l l , 's cualquier cosi t

con tal dc óludír la responsabil iclacl y congracianlos cotl la aut<;rídad,

Itustu, e,it (usr¡ nbcc:;urío, dpure,tlur t¡ue hentos acc¡tludo lu respon-

.subi l idul . i ,Es ¡ iosi t r lc t ¡ t rc c l ¡ r r t tccdi l t r icr l t t l at ' r ( t r l i t ¡ t t ' io sc l lat ' l t

ó. l rvcrt i . tb cr t c i ¡ r rot ldcto ' l ' l 'a l r icz- lo luc t lcsde cl ¡ r r i r rc i ¡ r io. iNuncl t l t t

sabrcnlosf

La rcs¡rousabi l idaql y la ¡rs icolcr : t ¡ r i : t .. . . i . .

,1

: , , I -¿l ct¡nexiól l cnt¡ 'c la rcSponsl [ l i l i t lat l r ' la ¡rs icolc¡ l ¡ r i i r desqi t t ts l t e I t

' dos ¡rrr l ¡xrs ic ioncs'relaciol lad¿rs,nl t rc s i : e ' r ' i f n r la res¡rortsabi l idar l no'crr tc lucc i t ' l ¡ t salut l ntct t t ¡ t l . 'y l : t : tccptacir , i r t t lcJ: t r ts¡rot ts: tb i l i r lat l , c¡ ,

psicoterapia. concluce al i .x i to lera¡r t iut icr t . L ' - -xalrr i r te lnos las i ¡ lvest i -

' 'gaci tnes éxistdnlcs pnra ver s i cxis lc 'una base et t t ¡ r i r i r : "a sobreJa ct ta i

ÍUx)yilr 'c'stas-1iftt¡xlsic' ' iol le.s. " *^ ' ' "¡¡ ' ' ' ' l ' ' ' i ' t ' "1 g -. 'r qÍ i

t i l l l t I i l l rcr lugar. cs i r r r ¡xr l f ; r r r lc iec()nocer r¡uc eslr ts pto¡ losic iot tcs

si rir¡i l i l ici i n e x age rada nten l e l ¡t c ues i ir jrt. Criñ side re rri irs. pór'cjeitt p lo.

la natr¡ l 'a leza de l t js n lccanisnr( ,s t tc c lc l 'er lsa, a l r lu¡o( de krs 'cr ta lc. ;

3.7

l.a libertad

llevan a eludir la responsabilidad (tales .corno hacerse la victinrainocente, la exteri.rización y ra pérdicta der contror)y son producto deuna desadaptación, mientras otros (que cuentan con un gran refluerzosocial, como el creer en ra gracia o en ra divina provide-ncia) puede'mantenerlo a uno en_una buena posición. por otra parte, algunosindividuos pueden e¡rfrentarse a ra responsabilicrad ,n for,nu Jeru-siado plena y abierta y sin los r""uiro, internos O"i"'r".¡r,i, l"angustia. Se requiere un cierto nivel de energia en el yo paraenfrentarsd con la propia siruación existenciat y con Ia ángustiainherente a la'mis¡na.

yEs desaconse¡"able para la sulutl ntenrol evitur la responsabitírta¿t?

No es fácil encóntrar pruebas de que evitar la responsabilidad seanoiivci para la sálud mentar, puesto que ros investigadores no hanestudiado'de uria manera exprícita nl tu ur".ponsibiridad,r, n¡ ta<libcita<lr, ni la',,voluntad>. un estudio mediante ordenador reveróque'no existen estudios empiricos. El término <responsabilidad> nosé'ehcuehtra entre las categorías nosológicas fiornrales, ni tam¡roco, enlos estúdios de psicciterapia, er concepto de aceptación o recházo de ramisma. En co¡rsecuencia, decidí acercarme al tema de una maneraI oblicua, preguntando previamente si habia estudios qu" puái..unielacionarie de arguna forma con ra responsabirida¿. nr tema mascercano, al que ya me referí en el capítuló IV, eia lo locariraóián ,lrlcontrolr'. su localización externa puede considerarse como falta deaceptación de la responsabiridad. si evitarra es nocivo para ra prcpiasalud, lo lógico sería justificar que lalocalización externa del controlse relaciona de alguna Inanera con er funcionamiento perso'alanormal. Encontré argunas investigaciones en Ias que se deÁuestran

. que los sujetos de contror externo, cuando se comparan con ros del,,9ci-1trol -inténió, ¡ireSentan más.sintomas de inadaptaciónió; .tienenl'más'traCtorno$'de estado iJe .ánimo5? y.más teniiones, son más

áñsióiós, hostiles y conftisos¡a; sus realiiaciones resultan.ser meno-

' ' " l '. Récci¡üemos (úc ta lócalizrción det cont¡ol mide, en un nivet superficial, si unindividuo accpta l¡ responsabitidad pcrsonar por.su cgnduct, y po, .u. experienciasvit¡lcs, o si el individuo crcc que lo que lc.succde no guarda nin!ün" retación con Iaconductqjrcrsongl.y getá, ¡n¡ t¡nto, fucr¡ dpi controt personal-.Ls individüos que

. .qceptan la rcsponsatrilidad üenenuna loc¡lizeciói¡ <interil¡,r dc! control, y aquellos quel¡ rech¡zan ücncn una tocalización ,iextcrna> dcl control.t

3t8

__vUtrV vr! ! 'T

Vl. l tcs¡xrrrs i rh i l i r lnr l

res; se muestra' menos a.criv.s desac er purrr. dc vista poritico y mássugestionablesie' Incnos irnagilrariv.s. ,rrá, fiuri.n¿rr v n,¿l opí."r¡-vrlsó-,. rxls individuos es<¡rizofrenico.s ¡)res -entan una mayor tendenciaa la localizacion det control exterro6r. I ¡r mismo ,u".,tó * ,i ¿¡¡. ¿"los pacientes psiquiátr ic-os.graves,.en los que se manif iesta másclarame'te que en *rs que sufrerr rraslornos ;"d*"d*;;--"": "

La clepresión es el lrast.rno t¡ue fra i¡¿ó .,Éiern ri";;; eitua¡,,, enlo referente a ra rocarizacion <ter c'lrtr.r, r)uesto que er ,.",¡ri";,¡fatalista y claramenre irremedia'le ,le tos J.;.,"ri;;r-l;;;;;r.,hasta al observadbr lcgo, que estos pacientci j,a no.r..n p*r.rllucapacidad ¡rara actuar ¡xrr sí nrisrnos rri para inlruir s,rbre ér mundocircundante de, su experiencia. Sc rra dc'r'siracr' que l,r, ¡n¿iui¿r.,deprinridos tieiren r¡n cor¡lrol cxlerno y (lrre. como resultaclo clelchoque de las reraci<¡¡res qrre ¡rerci'e enrre .su c'nducta y rosacontecimient's, desarr-rtan ,r¡ ¡rr'frrndo sentirro de desamparo y ,desesperanz¿or.

una im¡rortante reoria ae ra crc¡rresi<in ra c.nstituye er moderc t,el<debamparo aprendidori, for¡nulado ¡rrlr Marlin i"l¡g,nunl-qr¡*npostula que ros dif'erente.s conr¡r'nelrtes <Je ra .t"prrri..i '1urr.i¡uor.cognoscitivos y cbnructuares) son c'nsecuenci" .t"t rpr"n.tiro;, q u"se lléva a cabo en ras ¡rrirneras etapas de ra virra. Así, Ios resurtados(esto es, los premios y los castigos) qr¡eclan fuera del control de ttpersonaóa. El individuo que.aprende clue no existe ninguna relacióncausal entre $u c'nducta y er resurtacro, no s<iro deja de actuar crc un.manera efect iva; 's ino que tamhién empieza a dar muest ias o,depresión." Traduciéndolo en térnrin<ls existencinr*r,

"rt, ,o¿.tupostula simplemente que aquellos que creen nn ,"r r"rponsables ic luque lcs sucede en el rnuncft¡, pucclenlragar un precio muy alto. Aunqui:eVitan phgar er precio'cre ia'airgubt¡¡,'

"*irtenc¡ar, asociada.con Iaconciencia de ld respohsahilidal, r.gún: ufirn,,a Seligmar,,:puJ.n,desárrollar uri 'sentiiniento

fatalista yiepresivo. .El modelo der deriarnparo apréndiir para expricar ra crepresión sebasa en resurtados experimentares y en las observaciones de losanimales de raboratorio sonreticJos a un s/ress inevitabre, r,usta que ,.vuelve.n menos adaptables y menos capaces de evitar el s/ressposterior,'al cuar podrían hacer frente med'iante

"i"rt"s ;d";;;"-

lli: 1,9,: :,r.1 pJ o, los. pe rros. som c r idos a u n s/¡ock i n evi ta b te !;;;; "capacldad para esiapar a otro evitable en mayor meclida que lossometidos siempie a unoevitabre o ros quc nuhca ro han recibidoó5. seha intentado llevar a"cabo estudios de raboratorio

"orpor.ilr¡ ,"" .,

3t9

: .. La libertad .

hontbqe . $si, tras fraber sido sometidos algunos.sujetos a un ruidoinevitable, sc ha¡r mostrado nlenos capaces de escapar a otros cuandose les si túa en un equivalcnte humano-de una lanzadera paraanimales66. Ta¡nbién han alcanzado un menor rendimiento en ciertasprucbas psicológicas cle resolución de problemasó7.-'

Estos resultados demuestran que si a los individuos se lcs <¡ense¡ialc¡t cl lab¡lratorio t¡uc st¡ condr¡ct¿r no lcs .sirvc ¡rara natll cn cicrt¡rssituacioncs, .su co¡lducta posicrior se vuelve defectuosa. Más aún,Davitl. Klein y Martin Seligmarr encontraron que los i¡rdivicluoscleprinriclos (que no llabiarl rccibido un tratamiento prcv¡o con unruiclo'ineluclible) obtuvieron rcsultaclos compaiables a los de los nodepresivos sometidos a un ruido incvitableó8. Willianr Millcr yScligman otrtuvieron resultados similares en l<¡s expcrilircntos dcresolución de protrlemas"e. lln otras pruebas se ha observatJo quc lossujcti,rs tlcpresivos (a diferencia cle los no depresivos) tienen pocasesperanz.as de obtener resultados positivos en los experimcntados delatxrratt¡rio. y c¡uc estas es¡)eranzas no se nlodillcan con algún tipo clefe l i re l .Zt l2 '7( , .

Iteñrnicnclo, la l<¡calizaciór¡ dcl control, que es un illstru¡ncllto clcrned ición ps icológica mu y general izaclo, comparable conceptual rrren-te a la aceptación o rechazo cle la responsabilidad (localizaciónexterna del control), está asociada co¡l algunas formas de psicopato-logia, especialme¡te con la depresión. El paradigma experimental deldeiarnpero clerivado de la clepresión, nes ofrece pruebas qu" .orroür-ran este hecho.

iQué nos indican lps investigaciones acerca de las causas de laactitud del individuo hacia el control 9 la responsabilidad? Existenalg¡rnos indicios de que los antecedentes de la internalidad oexterrraliclad radica¡r en el ambiente fan¡iliar cle.los primeros años: unmedio consistente, cálido, cuidadoso y responsable es el pregursor deun deiarrollo que llevará g la locaclización interna del pontrol; del

2i.- Eristé úna interei'ántb'párailoja bonceptuat enti? el modelo de tlepresióri que

adquiere la forma de un desamparohprcndido, y el'modeló cdgrosciüvode depresióndescr[to'por Aarorf BeckT!; según el cual un paciente depresivo se.caracteriza por suserpectaciones negatlvas y .por gu p.-odero.sa tendcncia a,asuq¡ir la responsabilidad-

¡rcrsonql ¡rrr los'aconlecimientos. Así, los pa-cientes deprimidos suelen culparse a simismoj ¡x.rr liecÉos <iue eiien'ciaranr"irt. fuerá de su co¡itról irbiójém'plo, lospacientdspsicoticós ¿áb¡¡iri¿os iuÉlen culparse pór uná gúená o por'uiii cat'ástrofe natúral).'

Lynn Abrámson y Harold Sackeim prele'ntaron ests Paradoja irreconcilidble en un'

ercelenle trabajoT2.

¡Í,

VI. l{esPons¿¡bilitlad

ruisr¡lo modo que un rnedio irrseguro e inannónico (<¡ue se encuentracori'riiuólia niás tfecu'e¡rbia óirtrc lás clases soiioecoriómicas, másbajas) prodúóe uir sentiniiento dc desanlpar'o personal y una localiza-cióri externa'deltontiirlls. Il l orijen db n:rcirhién-to entre los hernianostarnbicri parióé innuir: los'inayriic.s iuelcrl fenói contról interno(posihlcñrer1t'e póicjuc se Ics'asigriaricoir i 'rráyór treóüen'cia poSicíoncsr lc rcs¡ronsabi l i t l ¡ r t l crr c i i r . ig;rr , y ' t i i r rrbicn ¡xxqud sc l ¡aci¡ l caigo clclos hcnna¡los ¡ncnoris)7a

iA.t'uda lu psicolerapia o íncrt,nttttler lu conbienciu de la rcispottsu-bilidad?

Varios ¡rroycctos dc invcstigación han estucliado la rclacióncxistentc c¡r trc el resultado dc la psicotera¡r ia y las lnot l i f icaci .rnes enla local ización clel control . John G i l l is 1 ' I t ichard Jéssor dc¡nost iaronquc los ¡ lacientes l rospital izatJos cluc mostraron una nrejr l r ia. calnbi l r-ro¡r la local ización dc su conlrol de cxtcrma. a. intcnra?5. i ) .S. Duaredactó un infbrrne sobre un progranla de terapi¡ conductista quellcvri a calro en una ¡lotrlación de adolcscctrtes delincr¡entes, co¡l' loresuitaclo del cual aulnentó la local ización interna del control e¡r losaclolescentes?ó. Stephen Nowick y Jarvis Eernes lograron un ascensode la internalizació.n del control rnecliante un entrenarnienio encami-nado a <destaca.r y causar un efccto>, aplicárrclolo a un grupo deadolescenles.urpanos y de pocos recursos. en un cam¡)o rle vacacionesveraniegas??. Varios estudios realizad<¡s sobre los gnrlx)s cle encuen-

.tros demostraron que los parlicipantes cambiabaqqu localización delcontrol. volviéndose, internalistasTf . Desgraciaclamente. todos cstosestuclios poseen escaso valor. pucs cargcen dg rig,or y no estánrealizados con grupos de control: en todo caso, si el grupo de control siha sido"utilizado,r¡lo estd cn tratanrienl<¡. y por tantrr no sirve para¡nedlr los efectos.Hawthorne.. ¡\de¡nás. los resultadt-¡s son correlati-vos y-¡ lu nos i ¡¡dican si c l . ¡racierrte nrcjora.{ebiclo al ca¡nbio dclocali2ación del iontrol o si éste cs debido a la mejoría.

Otro enfoque empleatlo paia las investigaciones ha sido pl estudi<¡dc IoS infcir¡lies"subjetiv<ts.dc los pacientcs r¡ue,han concluid<¡ su z/terapia. Si se les pregunta cuálcs lirerorr los aspectos rJe la terapia qy/cncont[qrgu clc .tnayrrr util id¿rd, suclcn citar cl dcscubrinriento,z/aceptación cle la responrá¡¡l¡áá¿ pe¡s,¡nii. En'un'eiruiti<r

f,__. _-._, .._plu. : e-

pacientes de terapia de gru¡ lo, que l rabíarr ¿r lcnnz¡rr l , ¡

v - - - - - - - -

t - - f

La libertad

- - r ! I t - !7 l l r ! t ' ! ¡

resultados. mis colegas y yo les sometimos a una prueba cle' clasificación Q, consistente en sesenta items3'destinados a compro-

bar los <imecanismos de cambio> en la psicoterapiaTe' Estos sesenta

items estaban divididos en doce categorias o <factores curativosr¡(cada una de ellas comprenctia cinco ítems): I ) catarsis; 2) compren-

sión de uno mismo; 3) identificación con otrqs miembros' apartc del

terapeuta; 4) readaptación a la familia; 5) inyección de esperanza;

6) universalidad, es decir, comprender que otros tienen problemas

similares: 7) cohesión de grupo y aceptación de los <lemás; 8) altruis-

mo, esto cs, ser útil a los dernás; 9) sugerencias y consejos; l0)

aprendizaje a base de rrrealimentación> interpersonal, es decir,

conocernos partiendo de cómo nos perciben los demás; I I ) aprendi-

zajea base de una <producción> de conducta interpersonal, mejoran-

do nuestras aptitucles para la relación inter¡rersonal y 12) factores

, existenciales. . "

': La categoria <existencialrr consistia en estos cinco items:

L Reconocer que, a veccs. la vidá es injusta y traicionera'2. Rcct¡noccr que. c¡l últirna instancia, no es posible escapar dc algunas de

las ¡rcrras dc la vidn y rle la nluertc.3. Reconocer que, aunque lleguemos a estar mtry cerca de <¡tras pers()tlas,

necesitamos enfrentarnos solos a la vida.4. Enfrentarnos a los hechos básicos de nuestra vida y muérte pára, de este

modo, vivir la vida rrrás honestamente y menos innrersos en trivialidacles'5. Aprencler que debemos habemos res¡ronsables de la fo¡ma en que

vivimos nuestra vida., ¡ror mucha guía y apoyo 9ue recifamos de lo¡ dernás'

los terapeutas qUe electuaron este estudio n0 eran existencialistas,

sinó que clirigian grupos de corte tradicional, basados en la interac-

ción: la categoria de <factores existenciales> se incluyó en el último

moinento. Sin embargo, al examinar los resultados nos dimos cuenta'

"ón gtan sorpresa, <te que niuchos pacientes concedian u¡ra gratr

' importancia a'estos items,'los cúales no formaban parte del progranta' térapéutico trhdicioná|. La'iategotia de factores existenciales ocupó

el sixto lugar de importancia dentro de un total de doce (a lo cual se

llegó suniándolas todas y calculando el promedio, para determinar el'oii¿n'd9 clasificación de cada uno'de los items). El ítem n.' 5:

------.---------3., Se les presentafon a los pacientes.los sesenta items (en una'tarjeta separada

cada una) y se les pidió clasificarlos en siete caiegorlas (desde <el más úti¡r hasta <el

menos útit>). "

' 322

rt ! V-r t . t = r '7uv"t ! ¡ ' .U-Tru

Vl. l tcs¡rorrsrr l r i l i t l ¡ul

' Apréúderque rcngo que hti'erme rcs¡torr';uhle tle la./bnna en querrirtomí vida, por mucha guío .t' epolo que reciha de 1os cremas, tuvo unacalifichción bastante alta, ¡rues ocu¡tó el q uinto lugar entrelos sesentai t in is. ' '

D. York y c. Eisman repitieron éste experimento con dieciochodrogadictos y alcohólicos. que firrmRron parte de un gnrpo intensi*clde psicoterapia con reuniones de seis dias a la sernana iurante seismeses (en las que se ponía de relieve, de una manera muy especial, clmétodo de grupo). También realizó esta experiencia con ios fadres decatorce drogadictos, tambión en r¡n prog,rama cle tratamiento intensi-vo. Estos investigadores enconlraron, igualnrenre, que el item de Ja.<responsabilidad> era uno de los más elegidos (ocupó el primerlugar, entre. los sesenta, en lino de los grupos, 1, el segunio en e!olro)8" '

J. Dreyer realizó una ¡rrucba a varirs pacielrtes, que acababan creingresar en un hospital psir¡uiátricr), para rnedir el <factor curativo>, ./ocho dias más tarde la repitió.. De esta rnanera, cJemástró que lamayoria de los pacientes q.e ing,resan en un hoipital para'enfermeda-des psiquiátr icas agudas. espera'que la ayuda pr incipal paia sus.problelnas vitalcs se la prcs-lcn ()tl 'as l)crsona.s bn irlrnla de consejo!concretos o sugerencias. cuinpliclos rr'nos ocl¡o dias'de trátamientó, lrimayoría habia cambiado de idea: en lrigar cle créer qi¡e la ayuda lcsllegaría de una fuenre ajerra a eil '.s rnismo*. t'abian bpr;"ii;; q".debían asulnir una may()r res¡rorrsabi l i t lad personalsl .

Eri un eite¡iso'esir¡dio a¡ilicad' a vaiios cru'pos paiá mectir rcirefectos de los movimientos enca¡ninados a despertar una mayorconciencia.coñ rebpectb. a los pr.brcnras de las mujer'es, MorionLieberman'y colaborado'res inforniaroir que' rirab entievistas con losmiembros del grupo revelaron re¡retidas veceb un grañ interés pór clpensamiento de que 'dyo soy el único res¡onsable de mi jropiat , , " t0"0", , r2.

Leonard Horoivitz cstud¡ó trcs entrevistas en v¡deo con cuarentapacientes. (El primer video se grabó antes cle la terapia; el segun_do, transcurridos ocho meses de ra misma; el tercero. ar cabo rlcdoce'meses.) contó sistemáticaménte el número de afirmacioncse'ncabezAdas por kno fuedo...> o (tengo que...)),..o algunos otrossinónimos (comb, por ejemplo, (no soy capaz rle...>, uteigo QU€...D,<necesito...D, ! lsi sucesivámente.) L,os resultados .revelaron unadisminución significativa de dichas expresiones a medida. que.iba ,.avhnzaddo" la terapia,' como" si hubicra mengüado el .sen'ticlo dc

121

' l,a. libgrlad

clesaruparc, y, en cambio, hubicra ido aunle¡ltando graduallllqnte Ia

toma de responsabilidadsr.TotJt¡s esios ¿atos clemucstrar¡ que el paciente qug contplcrta.co'

éxitO una psicoterapia aclquiere una mayor conciencia de su respon-

sabitidad personal cll la vitla. Parece que unode los resultados-de la

terapia et'cctiva es que utro no solamente aprende a relacio¡rarse con

i¡ttimidad . esto es, lo que uno puede <¡btener en su relaci(ln con los

de¡nás-, sino que también clescubre los límites de la misnla, es decir,

loque uno no puedeobtenerde los <lcmás, ni en la terapia ¡ti en la vida.

El cstilo del terirpcuta: pru'cbas e investigaciones; [.os pacietttes,

especialrncríc los que tr¿itail de evitar ld resportsabilidatl' prelieren a

los terripeutas activos y enérgicos'y coñ r¡n séntido organiZatlor dc las

sesi,rnei (talcoinÓ traceli, tlcspuris dciotlo:los bue¡ros [uias). Existcn

tres proyectos"rtestinados a mc<lir la localización clel contrÓl; quc

demuestran efperimentalincnte esta preferencia'

G.C. Helweg hizo que varios pacientcs psiquíátricos y cstudiantcs

universitario, ni.run peticulas de dos terapeutas efectuando una

"ntr"u¡rtu

" uno, Carl'Rogers, no es eépecialmente enérgico; el otro,

Albcrt Ellis, es,.en cambio, bastante enérgico y muy activo-, para

que ¿espués "uíif,"urun'sus

actuaciones. [.os sújetos quc tenían el

.ontrol localizado en ei ,exterior (es decir, los qúe eludia' la

responsabilidad), prefirieron rnayoritaliaqente al terapeuta activo y

enérgicotl; , . ' i.R]A, Jacobsen pidió a varios terapeutas conductistas y psicoa'alí-

ticos quc cx¡rusicran sólneral¡rente sus enfoqucs terapéutico-s'. Dcs-

pu., pi.liO a:los ¡rácientes quc eligieran al terapeuta qúe ¡rreliriesen'

bn to* resulta<los, descubrió que los individuos con una localización

exterha del control pieferian a los. terapeutas. conductistas, ntás

fitinep, nlientrás qu" lot de locatización interna preferían. a los

t.*pegtot analíiicos, menos enérgicoss5' K'G' Wilsqn' empleando

unuré.ni"u sinlilar, encontró t¡rre la variable critica era la pos.ic.ión del

ürup"üt" (tat como la percibe el paciente) con respecto al control y a

lapart ic ipación.I . ,osinterna| istasseleccionanterapeutasque,según,ilor, i.r'u"n a permitir una mayor participación y control sobre el

Drocesorérapéut icosó. ' ; '"t nipr"irl.Áa de tos pacientcs que evitan la responsabilidad (esto es,

con r.,u ldéalización externa del control), es que la elección de un

terapcutaact ivóyenérgicopuedeserlescontraproducente:elcontt .olqü" i"licitan no és el qut t. rcquiere' Cuanlo mas actít'o 1ttírme sea

il rc,tip,euto (aunqui sea para ayudar al paciente a osumir su

r l t !

Vl. l tcsporrsrrbi l i r lad

rcsportsobilidad), nnt or seni el grudo de inJhntiliuu' itin del pociente.Un ex¡rer imento quc rcal izal l los rrr is colegas y yo sirv ió para

" denrostrarlos?. lfstudianlos dieci<lcho grupos de elrr.uentro, que schabían reunido durante treinta horas a lo largo de un penodo dc diezsenlan¿ls, bajo la dirección de guías ¡rertenecientes a las más variadasct¡rricntes rnelotlológicas. Los observadores evalunrr¡lr ¡rornrcnoriza-clar¡rentc ta conducl.a de l<ls guias: cl nivcl total rlc activiclacJ, elcontenitjc¡ de los comelltarios, el grado de su función e.jecutiva (frjandr_rlírnitcs, rcglas, nonnas y nletas: ad¡lli¡l istra¡ltlo el ticrtrpo; fij lando clritrnt-r y evitando las exhortaciones) y el núrnero cle ejerciciosestrucl.uraclos (es decir, las tarcas que el tcrapcuta cnconlienda alg,¡'ul)ot tales conlo actividatles tlc rcali¡nentaci<in, calnbios cle asicntr:rl ¡rsicodranrr). ' lt ldos los guias sc sirvieron tlc cjercicios cstructura-dos y, algunos de el los, di l 'erc¡r tes en cada sesión. Cuando anal izamosla relación entre la conducta del l ic lcr y cl rcsultado de la terapia(autoestimación, capaciclad para em¡llear ¡¡recanisnlos de adapta-ciór¡ , cst i lo interpersonal, cvaluación de los conrpal ieros, valoresvi tnlcs, ctc.) , obscn'amos algururs intcrcsantes correlaciones.

L Ixistia u¡ta relacirin cntre el nivel dc lunción cjecutiva clcl tcrapeuta y clrcsultado dc la terapia. En otras palabras: lu e.rcesiva o escasa autoridad, secorrelacionaben con los resultados más deticier¡les. Fl exceso de funcióncjecutiva producia un g,rupo denrasiado estructurado y autoritario, en el quelos micmbros rro podian desarrollar un sentido de autonomía. La escasez deautrrritarisrr¡o. --cl csti lo. loisst,z.luirc,-_ lrrojaba cor¡lo ¡esultatlt i un grupoconlust¡ y vaci lantc. . . .

2. Cuantos rn:is ejercicios cstructurados ern¡rlcaba el guiÁ. nris conp.?ten-!e l( cottside rolxtn los miambos dc,l grupo al linaltle l.as scsione slpcro ncilorcru el t,.r i lo <¡ue alc4nz-¡balt los ¡rarticipa¡tcs (según la evaluaciór¡ efectuaclascis nrese.s ttgspueg).

. . I , r t tnor¡ le j4 , l "g e. stq úl t i rno. h:r l lazgo cs'obvi¡r : s i . t ¡ r r icrcs qüc los

¡racicntcs sc s ignta¡ l scg,uros dc tu ¡rctuacir i l r . t ie¡ tcs,r¡uc s.cr urr guiaactivo,,vigoroso y o¡denado. Sin ernb4rgo, d_ebes estar pieparado paraaceptar el hecho de que esta estrategia obstaculiza el desairollo"de los

¡racicntc.s y, ¡ r robablemcntc, . inrpidc qüc-asunran ia rc lsp<iniabi l i t lad.

, , . . : ,_. , . . ,

: i _: j r

,¿s

Ln libertad

L,os limites d9 lq r.eqpgnsabilitt4d, , , . '

;

Ei conceoto <le responsabilidad es cruciál phra iu psícoierapia y,

iomg tql, uiuncionar: iu aceptación pórmii" al iridividüo aicánzar la

autonomia y deiairoliar óu fotencial.'Pero,

¿hisia lqué puáto es esto.cierto? Muchos terapeutás son

abogados profesionalis de la responsabiti¿acl: pero, en su intimidad,

in fo riras prgfgndg de'sus corazones y en su tabla de valores. son

deterministas'aiñbientales. Durante muchos años he tiatado psicote-

iap.uiar, tanto individualmente comd en grupos, y he descubierto que

con mucha frecuencia mantenemos üna norma'doble: los pacientes

cbnfoiman y ion responsablei cle sus respectivos mu¡tdos; por nuestra

Éqrte, lós terapbutas vivimos en un inundo objetivo, sensato y

esiructuriclo, haciendo lo posible para adaptarnos a lo que <f realmen-

te> existe.' Tánto ünos como otros pagamos un precio por la inconsistencia de"nuestras tablas dd válores. lns terapeutas intentamos que se asunra la

responsabilidad, pero la duda secreta trasciende: no podemos con-

vencer a los pacientes de algo en lo que ellos mismos no creen.Inconséientemente, se sienic' simpatia por ellos y, por tanto, caemos

en la trampa de su resistencia' Por ejemplo, en el tratamiento de una

mujer divorciada y depresiva, que está buscando desesperadamente' otra pareja, el terapeuta puede empezar a flaquear en sus esfuerzos"

iior lograr que ta paciente asuma su responsab¡lidád. su resistencia" puéde tocar"una fibra sensible del terapeuta' quien podrá pensar: <La

paciente es agradable y atractiva, pero las normas culturales no eslátt

a favor de una mujer soltera de cuarenta y ocho arios, el ambiente de

los sOf teros r¡o e¡ nada propicio y en San Frartcis co no e.iistetf muchos

hombres solteros y adecuados. su empleo, necesario para sobrevivir,

no le proporciona muchas oportunidades de conocer a otras personas.

Talvez ella tenga razón: si apareciera la persona idónea, el noventapor ciento de sus problemas se evaporaiíán. Está paciente e.s unavictima del destino.r> Asi, el terapeutá se confabi¡la con la resisiencia

de su paciente y, probabldménte,' su'páÉet se redute 'a sugerirle.estrategias para encontrar hombres: ciubs de. solteros, citas por

ordenador, padres sin parejas; y así sucesivamnté (cdmb si lzi pacicnte

no fuera capaz de planificar todo esto por ella misma).La vcrttadcra educació¡l del terapeuta tiene lugar cuando al)arccc

<el señor idóneo>; pero, a partir de ese motnento, las cosas ((no

marchan bien>. <El señor idóneol no es suficientemente inteligente,

326

Vl. Res¡rorrsabili<tsd

' o es demasiado dependiente o tlemasiadq indgpendiente., o.demasigdopobre o demasiado rico. o denlasiado frio. O él ya no quiere ren-unciara su libertad, o.ella se agarra a él con tal desesperación.que le agobia y

" la abandona, o ella está tan ansiosa que su espontaneidad se congela,' por lo que su.elegido la encuentra,vacía y abqni{a.'Con e{ tielnpo, el

terapeuta aprenderá que hay un sinfin de mecanismos poJ l.os que uninrlividuo conflictivo en su intinridad se las ingenia para qortár uha

, ' re lación.. . : . . . , . i. ' 'Es evidente que las nornlas doblcs, tanto en la,relación terapéutica'como en cualquiera otra, no funcionan; el terapeuta tiene gueexaminar süs propias creencias acerca de la responsabitidad y llegar auna posición sólicla. La relación entre el anrbiente y la libcrtadpersonal es extraorcli¡rarialne¡rte cornpleja. Los individuos labran suspro¡rios destinos o, según afir¡nan deterministas como B.F. Skinner.cstán enteranrente delill l itados ¡ror las contingencias ambientalcs(<La persona no actúa sobre el lnundo, sino que el mundo" actúa soltrecl la>88).

Ce¡reralnrente, en los debates que se suscitan entre un deterministay un libertario (el que cree en la libertad de la voluntad), se observa

'que la lógica y la realidad parecen estar del lado del determinista; eilibertario es más flexible y apela a argumentos emocionales y

. arnorfos. los psicoterapeutas se ellcuentran. por tanto, en un dilema.Para ser eficaces, tienen que ser libertarios; pero muchos de ellos, cununa intensa y rigurosa ¡rreparaci<in en psicología experimental ysocial o en las cicncias lriokigicas o nrédicas, quisiera4 estarca¡racitados para inlroch¡cir una pers¡rcctiva de libre elección, aunquee.stén secretamente convencidos de que el argumento determinista esinexpugnable. i . ' '

l lay muchos argumentos im¡rrtantes a favorcle la responsabilidadpersonal, muchos de ellos basaclos en experimentos empiricos. quepueden ofrecer a los tera¡'reulas urra snlitta para.sri dilema. En primeriugar, debernos reconocer que el detgrntinisnto ambiental absoluto esuna posición extrgma, que no puede oblener el apoyb eiclüsivo de la

. investigación empírjca lf seria>. $kinngr a!¡qa que,. al,esiar. detérm i-nados por nuestro ambiente, cada uno de nosotros puede manipular laconducta, manipulando al ambiente; pero esta afirmacig4.q?rec.e de

. co¡rsistencia interna. i,Qrlién es. de.spuég de todo, el que manipula ela¡nbicnie?- N i. aún k¡s lnás. f ,an:itict¡s_dcterministas pueden pietenclór

' que. qsternos d.glerpinadqs pof . nupstre .ampiente ¡iara alteiarlo;semejanlq posición co¡rducir,ia ob.viamente a una inflnita.rfgteCiOn, Si

' '327

Vl. l lesponsahi l idad

- c9n quienes' interactúan.> A su vez, el anlbiente qtre cada individuo

crea influye sobre su cottducta ftltura. AInbos cottceptos son interde'

.:' pbnclientes: los arnbie¡tes no sotl supuestos h-ios, sino que,'cbmo la

COnduCta, tienen sus cauces. Bandura señaló que (cn el iegreso a las

cat¡sa5 alttcrio.res, ¡rOr cacla ¡rt.rlluelo'r¡ue dcscubre trl¡ Anlbientalista. ,sin orientación'direccional, un teórico clel aprerttlizaje social puede

itlentificar un huevo anterior)).'Existe un vasto volu¡nen cle investigacitrttes empiricas que

respaldan la posición del{etcrrninistno reci¡rroco. [:ste material sc ha

resunl ido ya, br i l lantentente, 'el l otras obraser, y no me reler i ré a él

excepto pra subrayar su carácter exl taúst ivt j y r igurr lso'y pará señalarque irtcluye aspectos tnles conlo la interacciórr hürndna en las

conrul l icaciones, la deternt inaci t fn de las expectat ivai , las rélaciones

recíprocas entre las prel'erencias persoilales y el contenido tlc los

medios de colnünicación social. las [unciones cognoscitivas y percep-

r ivas. las funciones auto.rregtt ladoras clel aüiosiste¡ lra, (esto es. un

nlodelo ¡rsicociberrrético del y()) y lit reali¡¡tcntaci,in bioló8ica.Aunque nlt¡chos libertarios se sienten complaiitlos pbr-él apoyo

ernpirico inesperado que les ha ofrecido Ia'teoria del deterniinismorccíproco, gran parte cle'ellos ¡lirnian que ésta no va suflcientcmentclejos. Aducen que existe una falla inlrerente a los mcttxJos e*perimcrt-tales de la psicología social y.conductista: esta falla consiste en que lavariable dcpencliente es la <conclucta>. Al cxponer'.la re láción entrc la

libertacl y el deterrni¡rismo, Ba¡rdura comenzó con el siguienie

argumento, evidente por sí misnro (desde el punto de'vista dc los

conduct istas):

Al ciccidii qué pelicula va a ver, tlc etttre las numerosas opciones que ofrecc

una ciuclacl grande, actúan pocas restricciones en el individuo, de tal mancra' que sus preleienciaS personales surger¡ como dctermi¡rantcs. En contrastc, sr

- la 'peisona está sumergida en una piscina profunda..su conducta se¡-anotablemente si¡nilar a la cle las demás personas que est¿ii'¡ también en la

" ",pisc:iná, pór muyt,e.speciales.,y car¿cterísticas.que. sean. sus func.ionts,cognoscitivas y sus hábitos de cotrciuctae2. , -.

L"a faasg qu.g crea más problernds al libertalio es que la conduüa

tle la ge¡r1é suntergidá en elac.ua ós <nothblembhte similar>i; E'l punto

irnpoita,rte'cs'la palabra <.con<Jücta",r. iCómb se llegó a cleterminar

. qu; la gonclr,r.cr3 dcbia ser la base para ntedir ta.9t.e11iO1y la libertacl?

. .S¡ 59 nflden las iac¡4i4aq ile ios ¡niemliros. l.a aciivirlad iorporalo los

índices lisiológicos, di,ióit""i "í. ' ieito',¡üe "l

iu,li¡ti l* aóción fisica dc

'manitlulamos nuestici arntrientc,'quiere decir-que .ya no estamos

determinaclos por él; por el contrario, el ambiente está detenninado

por nosotros. Binswángei,'en un ensayo redactado én 1936' subrayó

Lste purito, seriatándo que la aitura ltumana dé Freud y sus contribu-

cioncs éran un ejemplo ¡ratente de las limitaCio¡res dc su teoria

deter¡rinista: ,

Ei hecho de que nuestras vitlas estén determinadas por las fr¡crza' vitalcs.

c.lnliiiuye sólo parte clc la verdadi la otra, es que determi¡ramos esas fucrzas y

las llanlá¡nos nucstro destino. Sólo el conjunto de ambas puede explicar cl

problema global dc la salud y la enfqrmcdad mental' Aqucllos que' como.itreud, han forjado sus destinos con su propio esfuerzo -la obra cle arte que lta

creác|o, cn el aspegto. literario, constituye una. prueba fe\acien¡e-,son los

menós indicados para negar e.ste heclrose'

' En .su, diüupo presidcncial ante ta {¡nerigan . Psycho.logical

Association, e¡l-l974, Albcrt Ba¡ltlura se relirió a cslc punto cle vista

denuninándole <determilrismo reciproco)), y distinguió entre los

arribió'tes'potencial y real: aunque todos los individuos pueclen tencr

;¡'i;'ir"rr ;inb¡ente ¡)oteincíal, cacla uno regula ét lt rcalídad el

suyo|}.

l jnur¡aocasión.uninvcst iga<|orestudióaungrupodeniñosesquizolréni .cós v normaleS, en un ambiente que contenia una extraordinaria Variedad cle

*.¿ior, ¡nclulln¿o aparatos dé televisión. fonógrafos, trenes eléctricos.

proyeclores dá diapositivas y órganos eléctricos. Para activar estosjuguetes.

toclo lo que tenian que hacer: los ni¡ros era depositar las monedas que se les

entregaban,peroSólocuancto|aluzdelamáquinaestaba,qncendidal lasronrdo, que se introducian cua¡ldo la máquiqa est4ba:raf?8ada-' alargaba. el

f*iifuo¿utunte el cual la máquina perntaneceria inmóvil' L¡s niños normaics

apren<lieron rápidamenre 4 ,á"", prouectró <te tó qüe iesbfr'écia el ambiente.

ciean<!o incluso condiciones muy gratilicantes durante eljuego' En contraste'

los niños esquizofrénicos, que no pu<tieron dominar el sirnple mecanismo de

control,.experimentaron ese mis¡no potencial de gtaüti iaclón del'ambiente

conro.uJ¡a experiencia desagradable I *

pt¡li:i",|* . : .. ". ;

A3¡,'ót¡sté una rélación recíproca entre la conducta y el ambiente:

la picipia boñclubta' puede iti nüir's9Ur9 eJ. propio. ambiente' B andura

,",irtó, .,roüos" cón'o¿emo's h eiós' ir¡dividubs' piropénsos'a1 crear

"r"ui.;*t r: U¿ui¿¿; a'bu

"coirrl'uita' noiiva, 'a' cónfoimar. un 'Lliria

ir¿i;i, t¿U;iiúo' ¿oti¿".í¡ieid qiré' ván.''otios; pói' el - córitrárioi se

muéstrtnilábiles para llacer que aflore la mejor parte de las personas

1L8?LJ

l-a libertad

los humanos y s.us opciones cle conducta están tan limitados como rosde toda.s las_demqs críaiuras. Fero, aunque esté iumeigido en er aguahasta el cuello, el ser humano tiene libertad: elige lo Que experilne'taen, cada una de las situaciones. las actitucles que adopta, si va amostraise valiente, estoico, fatarista, astuto o ¡niedoso. No rraylimites para el núrnero de opciones psicológicas que tiener Hace unosdos mil años, Epicteto declaró:

Tengo que morir. 'l'engo que ser encarcelado. Tengo que sufrir el exilio.Pero, itengo que morir quejándome? óTambién estoy obrigado a gimotear?iAlguien puede impedirne que vaya sonriendo al exilio? El amo amenaza con, encadenarme. iQué digo? ¿Encadenarme? puede encadenar ¡ni pierna. sí,pero no mi voluntad: ni siquiera Zeus puede hace¡loel.

,

Esta no es ninguna bagatera. Aunque ra imagen tje un hombrehundido que conserva la libertad nos parezca ridicula, el principio enque se basa posee una gran significación. La propia u.útud d'el serhumano hacia su situación constituye su cruzi y las conclusionesacerca de la naturaleza humanu qu. ," basan iolame¡rte en unaconducta mensurable son una disiorsión de aqu!l[a. Rgsgila innega-ble que el ambiente, la genética y Ia casualidad rtesempeñan un papelen la vida del individuo. Las circunstanciai limitantes ion evidenres:Sartre habla de un <coeficiente de adversidad>*. Todos;r;,;podemos enfrentarnos a la adversidad naiurgi 'quó innuyi iob*nuestras vidas. En este sentido, las circunstancias pueden imiedirnosencontrar un trabajo o una pareja -por ejemplo, un impedimentofisico, la falta de eclucación o la mala salucl-. pero nb por ellocarecemos de responsabilidad (o elección) en fa situación. Somosresponsables hasta cle lo que hacemos, con nue.stros inrpidimentosfisicos, de nuestras actitudes hacia eilos, de la amargura, ira odepresión que actúan orquestadamente.con er <coeficienté de adver-sidad> original para garantizar que er impe<Jimento crerrote alindividuo. Asi, a pesar tlel prestigio con que. cuenta e¡r nuestrasociedad el atractivo fisico, ¡nuchas personas poseen un estilo y unasimpa[ia. personales que compensan los rasgos fisicos poco agiacia-d-os. (C¡eo eue lbe Abraham Lincoln quien afirmó que, después de loscugr.e4Q, todgs somos responsabJes de nuestro rostro.) cuando fallatoclo lo demás, cuando el coeficiente de adversidad es elevadisimo,todavia continúa siendo upo responsable de la actitüd que'atloptahacia.la adversidacl: llevar una vida de ámarguras o encontiar el .nl¿"

33011I

- rF-v-t ;-Ir!t-f -'-r

Vl. l{cs¡xrrrsnhilitl¡rtl

de trasce.nder er impecrime,to y pranificar ura vicla interesante y a,margen de éste.

-, Urra paciente mia, con p()cas p<rsibilicladcs cle encontrar parcja porclusa de una. grave.defcrrnliclad fisica," se ato¡mentaba y iro"rrutruconvenc€rse de que ra vida basatra e' una reración ,r*uoínor-ui"on

un hombre no merecia la pena'vivirra. cerró ra puerta-a-Jarrasopciones, incruyendo er prof'undo pracer de r¡na reración intima conotra mujero una reración sin sexo con un hombre. Br meouo¿c lalabor terápéutica con esta pacierrre consistió ."

"r¡rñ"r'rl ,"i¡ir,"básico de qué, si se carece cte paieja, ;; ;;;, na,á (uh punto cló vistaqui siempie hatenido'uri consic,erábre iewardó r;il j*il;;;,.

::,:::r_".t. tas rnüjeres). Coh ct ricmpo. it"¡ó u,t"rr" crje¡rta de quc.aunque no era responsabre de su defcirmida<J. si ro era de * ,",irr¿haiia ella y de bu decisióñ'de elegii un riri 'n" de,creencias que laconducia a un sentimiento profurrclo cle autodesprecio.

El reconocimiento y la aceptación cle los ,coefi c i e nre ¿" u¿ u"r. ¡¿ att ) no i nrp I ic " ;* ;il; ::H::XLT::1il:::j

respecto al anrbiente externo. En rcatir,ád, ros'neomarx¡r,u, yio, qu,propugnan irna psiQuiarria raclical siempre han formulado "r,o ,objeción al movimie¡lto tje ra sarr¡rr rnentar: es decir, que cresdena ral

'circunstanciai nlateriaies acrversas ¿el ln¿¡u¡¿uo, exigiéndorc, sirenrbargo, que acepte sin chistar su suerte en ra vida (impuesta por los.capitalistas)

Pero una auténtica aceptación ttc ra responsahiricrad imprica no sóroque uno confiere un signilicado al nrunclo, sino támbién qr" ," ti"n.libertad y la responsábilidad de canlbiar el ambiente externo ,¡"rp*que éste sea posible' Ixr inrporta'te cs icrentifipar er .orn"¡rni.'¿.adversiclad que uno p.see rcarnrente. I-a tarea rre ra psic.terapia .,:nsiste. en última instancia. en ayudara krs pacientes a que reconstruy¿r¡.aquello que no pueclen atlerar.

Lo er(bnnednd Jisica

La res¡r.nsabir idact ¡rers.nalse exr ierr tre hasra nrás oi¡e ¿" ra sinr¡ l reresponsabilidatl por" el pro¡rio. eslado psico!ógico, Muchas ;;;ó",médjcas de¡nuestran que J_trs pac.lecinrientos físicos erten'Uu;o tuinf luencia.del estatto ¡rsicologíco dcl indivich¡o. El qorpo; j . luinte¡dependencia ent¡e cuerpo y mente, en c'anro at aspectá ro,n¿,¡_

co' es taf¡ vasto, que sór, ¡rudrenros hacer una hreve referencia v una

l,a libcrtad

exposición rápida de los más reciet¡tes descubrimientos relativos a la

responsabilidad en una enfermedad concreta: el cáncer.Freud inauguró el campo de los vinculos entre el sfress y la

enferme{ad en 1901, en su Psicopalología de la vída cotidiana,doncle insinuó que las hericlas accidentales no son tales, sino que

constituyen una manifestación de un conflicto psiquico. Asi, descri-

bió al individuo <propenso a los accidentes> que sufre numerosas

tesiones acciclentaleses. Dcs¡rués de Freud, dos generacioltes clc

artalistas tlesarrollaro¡l el área dc la nleclicitta psicosotnática, tlbscu-

briendo quc nunlerosos padecimientos fisicos (como la artritis, las

úlceras, el asma, la c<¡litis ulcerosa) recibian una po{erosa influencia

dcl cstado psicológico clel ¡racicnte. La tecnologia mtxlcr¡ra de la

realir,¡lentación biológica, la ¡ncditación y una gran variedad de

mecanisr.nos rJe autorregulación, han renovado el interés por el

controt y la responsabilidacl que el individuo tiene sobre el funciona-miento de aquellos,aspectos somáticos que están bajo el control de su

sistemar. nervioso autónomo (una división del sistenra nervioso

denominada desde hace muclto tiempo <sistema nervioso involunta-

r io,r) ,llt co!,tbepto de la responsabilidatt personal se está aplicanclo

actudlméilte en el tratamiento de algunas enfermedacles co¡no elcánééi, que antes se consideraba lejos del alcance clel controlindividual. El cáncer se ha estimado siempre como el prototipo tle laenférmedad basada en factores externos: se manifiesta si¡r avisoprevio y cl paciente no puede hacer nada por rnodilicar su a¡rarición y

desarrollo. Ilecicntemente se l¡an registraclo varios intentos. que ltarlgozado tle gran difusión publicitaria, de cambiar esa actitud ltacia c'l

óán""r. Ahora se les pide a los pacientes que examinen los papeles

que ellos mismos han desentpeñado en la aparición de la enfermedad'

O. Carl Simonton, un o.ncólogo especialista. en radiaciones, se ha

aclelantadot a toclos los ctemás proponienclo una terapia bas¡rda elt lapsicología para el cáncere6. Su exposición se basa en"la teoria.actqal

sobre esta enfermedad: el individuo se lralla constanteme¡te expuestoa las células cancerosas; pero el cuerpo les ofrece resistencia, a me¡rosque,!¡ayan disminuido las defensas como consecuencia de-otrps

factores. Existen numerosas pruebas de. que "el sfress merma la

resiqtencia a la cr¡fertncdad, afcctarlclo tanto af sistema inrnunológico

conro al cquilibrio ltormonal. Si¡nonton afirma, después {e cx,fll l l i¡¡ar

estas, ¡rruebas, que. pueden emplearse,las fuerzas, p,sicolégicas. para

influir sobre el curso del cáncer.

332

Vl. l {cs¡xrrrsnbi l i t lat l

. El tratarniento cle Silnonton consiste e¡t visualizar nlental¡nenteu4a serie de irnágenes. El paciente comienza concenfáñdose en ura

metáfora visual u."tlu de cómo se irnagina que surge el cáncer;después trata de visualizlr a sud defcnsas corporales venciendo a la

enfermedad. Por ejemplo. un paciente visualizó el cáncer como un,nrontón.de carne cruda de hanrburguesa. y las def'erlsas corporales- las células dc los glóbulos blancos- colno una . iaur ia de perr ' r i

salvajcs t lcvorando la hi t tnburgt¡esa. Sir l lo¡t ton st t¡ : ierc al ¡racicrr tcr¡uc cxantine los ¡llcdios con (lue cuentfl ¡rara contbatir el strc.rs. A urli l l t l iv iduo cuyo ci incer se pro¡)nga gradual l t te l t te, la ¡rr intera preguntar¡uc lc lbrnrula cs: <<iQué ltiz-t¡ ustccl pílra causarse csto?r¡ .

l)or lo t¡uc hc obscrvirdo. no c.x istelr ¡rrucbas fchacielltes dc que estccnlbc¡uc aunlente el t ie ln¡ l t t qtre les resta dc vida a l<ts cancerosos. l la¡ '( lue conternplar con esce¡rt ic ist t to un sistclna ( lue pronlete muclto.

f ,ero que no se ocupa cle l levar a cabo urta invest igacir jn relat ivamentesimple para conl i rmar (o cl is ipar) sus al l rnlnciones. En todo caso, elenloquc de Sinlol l to l t t l t ts et lseña algo i rn¡rr l r tante cott res¡rccto alpapel de la respónsabi l ic lad en la ntanipulación de las enfennedadc'sgravci , ¡rúes los ¡ lacicntcs qrte ettr¡r lean' la visual ización mel l tal ,

' aulrquó no ntejorótt et Í el ¡r larto f ís ict¡ , rcci l lert t t t la grat l ayudapsicológica. asuluicndo una act i l r ¡d tn¿is act ivá y res¡ronsable hacia sucnf'ernreclacl. E,sto es Inuy int¡rortatrtc. porque la irrdefensiórl y laprof'unria desnlor¡ilizacióir suelén cbristituir grandes p-roblénras en clt ratanl icnto de los cancc'rosos. I l l cátrcer. más t¡r te ninguna otracnlcrr¡redad. fonleltta utr sctttil lt ictrto tle elqsatrlparo. ¡rues l<-rs ¡tacien-tcs sc sicr l (et t i l lca¡raccs dc cr. icrccr ul l cott I rr t l ¡ . rs¡sortal sobrc él ' Lt lsindividuos que sufren otras ert lcr t l ledacles (conto las cardiopat ias odiatretcs) ¡ luet lcn part ic ipar de nrúl t i ¡ r les formas cn su propio tratrr-nl iento: s iguienclo dietas, rcgít t tet tes médicns, grrardando re¡)oso.óuhrplieiriio un piogranrri dc ejerbiciós.fisicos. etc.'lrero l<;i ar¡uejadc s'de'cár¡c 'er s ienter i qu"e lo i in ico qúe ¡ruidcrt hacerbs esperar, esperar Írt¡ire la siiiuibnte'óélüia canie'rósa 6rote"cn su cuerlx). l:sie se¡tf inlientrrde cleiamiarb'sú'efe alravzirSe pór las aititudes dc los médicos, los

' cuáfes no t ienen eh cuenta al ¡rncícnte d lh l rora de de'cidir el curso de lu

' terapia. Mucl ios nlécl icol sc rnúei(ralr renuenles n pro¡rorciorrar

'irrlÚinlació'n h loi pacientis, co¡rsulianclo a los farrtil i¡ries los puntos

impor:t : rr f ted'y ' las cl 'ecisioirós err r i¿i tc l iá cló l ratani iento. ' , '" l )c io i i ó l ruétodo de' Si¡rroir l , i r ícarL'cc clc [r¡rsc y l ro:r l l rgl ic l l icrn¡, t ,

'de"vidá cle lbs pacieutes, i ,c-s ¡ ioiqúe is lá ' ' lundlrnentado.én, un i

'ñrent i ia y 'c leót i r iado'al olv id,r 'J 'Y; er i tal 'caSo. ' '1,qr ié .méloclos

-t -' -r

-t

- -vvv

l,a libcrturJ

terapéuticos ex¡sfen para ayudar a l9s pacientes que no puedenaceptar er sístema-tre s¡moníonl Erimi opinión. fa aceptación de ra::'"T:::3:'llld,": 3 :: " ; ; ;;; "'

t"', pe u t i ", a c u a r q u i e r p a c i e n t e

1i, e ". r, " r q I; "l: L:;:: : lff ff .: :i"*Hfifi Í¡ :,.ff :Hl:ffi ,:i,J l,Xfi i^'" "' t """ "ll'i'""o"n.¡"n re de a<I vers ¡Ju¿ ), ",'.r"ii !;; ffiil"-,l':il":H:ffiXlume ante su p.ourema. E, miexrendirro

"ri;;;;";;j.::::r.metasrásico (cáncer que se ha

"iil;üü';""',,#; j;,.::,:T""r:;::üJ**i:m:mli;rexisrenres enrre ras ¿¡""rr*

""iiirirr'0. ros individuos hacia su; enfermedatr' Argunos se entregan ur" o"r.rpración y experimentanuna muerle psicológica pr"ruiuru y, "o*o

afirman álgunosea, sufrentambién una muerre riri"u p..ru;;;. tcapírurov,trascien<ren:;;'r##;;y,l,r,?'*r""T":1T,ffi:"T,?como catarizador r¡ara m3jolar r"

"ui¡¿áü. su vida. La responsabiri_dad anre ras propias actiiures ".';;;; oecrr necesariamenre res_ponsabilida. ante los propios rrnrí^irlrror.(aunque Sartre afirnra_ra lo contrario), sino arte ia po.rició;;;;; ta cual se conremptan tos

i;i:,:: liJJ[:::::s una ;"il;;; I",li,o" por Viktor Frankr nos

,"i;ffi:rl""ilTr;f11.* nrunctiat, un médicojuttio se hauaba senraclo en, a a.r ¡,, e,i a ü ;; "T"";,,'; ;iJ:ül I il! ixl Tlll:: #,:r:lt[ilJl H: i rotra.prueba de que la razaur¡, ",

,up.r¡o,.l iu ,miector, te res¡ronrtíó "iil;"";:::"1i,i.':

semítica.> <Claro quc tensoquerido coronel, ,uu;.r"11^dlll'

<fe.ro, iquién es.agui el superior? si tú. misal¡¿o corr¡en;;;;;.""'.ot

tanto miedo como yo, hace t¡emóo ;;; hr;ierm

El terapeuta que trabaja con elpaciente canceroso, puede ofrecerleuna gran ayuda concentráncJor" rn ru r"*imiento de desamparo. Ennueslro trabajo'de ,.j1liu.g" r*t" o"*'r-0o., de cancerosos, nriscolegas y yoro, hemos ¿¡sena¿á uliiJr, ,,rr"n,us para fbmenrarun s_e¡timiento cle poder y U" "r*.i'i?sueten sentirse ¡n¿Jrensos e infantiles tn

'?i't^-Tl1'o'

estos pacientesNosotros hemos meditado,n";,;;;;

";",eracton

con sus mecticos.ayuclar u r u.r,*' pucien res " ;r"rü;;"::il:Í::ilfffr':n:.:::retaciones con to.s médicos. Cril;;i,b,on .u, relaciones conellos, fos otros miembros d"l;_;ilr'rug"riun orros nrérortos.Mcdiante la.técnica ae Ues"mfe'n";;":, los pacienres pracrica_

. l l4

-:-'::-=:---:+:

VI. l{cs¡xrnsnhilidnd

ban nuevas manéras de fortaleccr

üli !:'ffi i :: yiilh:t :ux*::;i tüiH rü, fi:.t"?rnosharan ,u, ,r;;;;;;_";:j,::,::r^

aprendieron a exigir que lesconsiderarro'nlttu,ro9os méclicos o,sus radio8ruriu.; f ooos, porrecttazar.o"il.riilr,Í.J;:."r,"","ru.".rpon."utrii¿rirr"o*r*u.

Muchos paci_entes det grupo desarrollaron un sentimiento de poclcril:ffi Í:,,; :*,.,

*"¡"i. -ü",ü; ;":""

".,nr,,"n"i". _sobre

rosalgunas

"u".,,otun"trosos

y llevaron u cabo ""mf;il;;.:.fcnde r

trff il:::",H:* ü! ü:l j, i;:.,,:;, ffi,i,#, Hí; : il1::;fj::i,g",¿e po¿ j. :|filffij:,l: 1"::'" ;'"á"!" ;;il;;;;ffi il: I'#:ti l* n ri* #r;,:: :ii,i: ülT ::f i.. :, #i"""*ff:f ::;ii,:,'!':':oi""'á1""i'iililil;:r,Ti::',11n"i,.r;Tde su vicJa.

-.._. . rduo a.srnra rnayor ,"".rpon.obitii l;.lr^ lrl..ro.

LareSportsa|r i | ic |ady,|ac.u|pa'exisler ic ia|

Al tratard. tu",,:l=.,"n ,area rJcl paciente <Je asumir su responsabili-daiJ' er terapeura descutire I";t*;;;¡.ré un erembnro ine$perado: Iaculpa, la sombra oscura ,1. tu ."rpnnrr:f,iñ."u. qire tan frecuentemen_" ñ rxTi;ll;',T.,:l r':':" ;;iuo; í.ot...up¡u'e x is tenc i ar. rdel que tiene en ,, ,illijll;]f ,"culpa." pose.e ul significado diferenrc,.r u "¡ou u io ;;; i. ;',"'.Xll j Tff 1.";l "r:J*'

r,d; ; ;;;;i;,. n,.,aguclo y urr,uni.l¡"ómotto que ha.sido o"ii,.:,0j111"

mal: un estadoangusria i sentimiendo d; üüü ü].],'j'::T".",ffiH,T.',Ti;iJi :1 i:; üT T J l?liifi ;,:,1]f Íi¿ ;ffi " c u,n 1 r e, d e i n re rio rid a cl' 'se puede estabrecer-una cr is l incicin entre fa curpa neurot ica v la;:lli;:ili

o, e' ier¡n in"; i; i;il;.1,1'JJ' ". u,0,,, y usen rin, ien tus

La culpa neurótictrair s gre s ián., ;; ;i:: .l;i;I ff ., :X lil;',,,?,L, í : " i ::,#:,Í:desproporcionacla¡i¡cnfe endrgicrr ) er¡ conlr¡co'rra rfe r<¡s tnr'J.',.' rr,rfic'ir,r¡rr.s ; ;;;,lJ'i,',J,il..'JÍ;;i'il' ;l

l t f

Ll l i [¡crtad

tribunales patertlales ,o soc¡il les' La ctrlpa (lreal)) ernnltlt dc urta

transgrcsión vertladera en colltra de otro' Aunque la ex¡rerierlcia

disfóiica subjetiva es similar. el signihcado y la manipulación

tera¡réutica de estas lbrnlas tle cul¡ra son muy diferentes: la rcurótica

tlctrc cltlbcarsc e¡r cl sc¡rtido dc u¡la ¡rcr-claboraciÓ¡l clel sclltidt¡ de la

nraldacl, de la agresividad inconscicnte y dcl <leseo de recibir castigo;

por su parte, la culpa <real> hay que enfocarla como una re¡raración

práctica o simbólicamente equivalente

La perspectiva existencial en ¡rsicoterapia abre climensiolles

importantes al concepto dc culpa' En primer lugar' la aceptación

plena<telaresponsabi l i<ladporIaspropiasaccionesamp|iaelradiodeácción cle la culpa, disminuyendo las posibilidades de escapar. El

in<tiviciutl ya no puede seguir confiando cómodamente en excusas

,il.t .ott nno iu. mi intinción>, <[ue un accidente))' (no lo pude

renlecliaru, (tuve un inrpulso irresistiblc>' Así, la culpa real y su papel

en la retación interpersonal forman parte a menudo del diálogo

terapéut ico existe¡ lc ial 'l)ero c! cotrce¡rto existencial de culpa añade algo toclavia ntás

importante que la am¡rliaciórl del radio de acción de la responsabili-

¿ai. gn potas palaLr"r, "

experitnenta culpa no sólo por las

transgrcsiones en contra dc otro o cle algún código moral o social' sino

qu" * puede ser culpable de una transg.resíón en contra de utto

^í,,,o,. De to<los los |rlósof<rs existencialistas, Kierkegaard y Hei-

¿.gg.. ltan'sido los ,que más han profundizado en este tema' Es

importartte subrayar qle Fleiclegger utiliza el mismo'ténnino (schul'

díg) para referirse tanto a la culpa como a la responsabilitlad' Tras

aióu"..los usos traclicionales tlel conccpto <culpable>' scliala: <Scr

cuipable significa también "ser responsable de"' es decir' ser la causa

o ei autor o la ocasión de algo>¡0r'

Asi, u¡rp es culpable en la misma meclida en que se es responsable

¿" iruu. ¡nislntl y r'1" tu pro¡rio ntunclo' La-culpa. cs.tltla partc

fr;i;;i"";"i ctet'Daseitt (iel ser ltutnano): <Ser cul¡nble no: es el

;;r"lrt¡" dc una deuda, sino que, por elcontrario' ésta sólo es posible

r p"ttit,¿" un sentimiento prinlorclial cJe culpa>roa' A continuación'

il id"gg"r.tcsarrolla la idea de que <elt el concepto tle cul¡ra radica el

"".e"tái del "no"¡r. Dasein es un eleme¡rto constituyente' pero

"ri""rp* permanece rezagado con respecto a sus posibilidades>'05.

De este 'modo, la culpa eslá íttl i¡na'ne"te relac'ionada cott.stts

ltt¡li i¡¿rári. ¡i potrnr'ialíclacles' Cuanclo se escucha <la v.z dQ la

iánJ"n"iu,r (ás <lecir, la voz que nos obliga a enfrentarnos con

37 6,

V l . l tcs¡xr t rs l rbr l i t l i t t l

nucstro lnt ldo r le scr <autét t t ig l ¡ r> ) . u l lo s iet l tp le es <tcul l lable"- t l ' l / t '

t tu' desirrt¡ I I t ' tdtt : ;u:; uúténti i t t ' r po'sibiI idadcs'ntedidu,en que t to t .

lJ ste co¡ccpto extraordi rlari¿irneilte i irt¡rortatttc fue estudiad., hasta

sus'últilnas cu,ri""u",r"ias por .tr.s invcstig^dores (lr v.e,cqs. tanlhiéll

cou rrr i is c lar i t lad). Las co¡t tr i t luciortcs dc l )¿rul ' I i l l ich sotr part icular-

nrcrrtc inlcrcsa¡ltes para la ¡rsicotcrr¡ria .I:n El gor:il r/e cx¡sti4 aludc

a la arrgust ia del hombre. at l te I : r i r , lca de no,seI y dist ingtre tres fuentcs

de angustia, tres meclios prirtcipalcs por lcls que el no ser officflaZa írl

ser. Ados de el los ( la amenaza a la existencia objet iva o la muerte, y

la anrerraza a la existe¡lcia es¡riritrral, t¡ue es la carencia de sentidtt

t i la l) me rcfer iré en otroícapit t r l t ls. El tercero está relacionado coi l

el tenta que estamos tratantlo. El no ser amenaza al ser presentándosc

como un pel igro para nuestra autoaf lrnlaciót l moral , lo r¡ue nos. l lcva a

cxperimentar cul¡ra y angust ia ¡r0r la propia conclenaciól t . Ti l l ich lo

expresa tliáfananlente :

l i l scr cs algo que no sólo sc lc da al l lort lbre, s ino qttc t¿rr ' ¡ t t l ién sc le exigc'

lis res¡rtrrrsalrlc dc él; litcrnllnclltc sc lc exigc qtre res¡runda de qué ha hecho de

si t t t is t t t¿. l i l que lc ¡r i t le cuert tas cs srr juez. , cs c lcci ' r . é l t l l isr l to ' l ls ta s i tuaci t i ¡ t

¡ r rot lucc rrrr i l angrrst ia ( lue, cn l r i rn l i t l ( )s rel i t t iv t ¡s. cncierra t : r t l ¡ r i t y . e l l l i r t l l i t tos

ibsolutos. el re'chazo {e ut lo ¡¡r isnltr g la c6ndenaciÓn. Al l t<'¡nrtrre se le pide

quc se convierta en aquelkr que está dcst inat lo a scr, que curnpla su desttno.

En toclo acto nroral, busca afir¡¡rarse a si nr ' is lno. y corttr ibuve alctrmplint ielt to

dc su dest iDo, a la rcal izaciÓn dc srrs ca¡racidades potencialesl06'

I i l pensamiento de Ti l l ich dc que <al l tontbre se le pide que se

cor iv ier ' ta en aqucl lo que está dcst i l lactr l a ser. ( lue ct tnt¡r la su i le 'st ino" '

sc c lcr iva c lc la teoría dc Kierkcgirarr l t le ( lue t tna es¡recie de deseipera-

cion emana del r l ¡ .1 ser, que trata c le cotrvert i l se el l ser ' l " l ref lc jo de urto

nt ismo (col lc iencia c le la culpa) atct lúa la t lcst 's¡ leracir in. et l tanto que

laf i l t . I l larnás¡ l ro lu¡ tdacleIat |cses¡rcraci t ) t lc<. lnsis l ¡e l t ig l l r l rarquc' , , , , , , , " h l l la t lescspcrarJor,)) , l ls to l t t is t t to cs lo que quiso c lecir c l

ralri,r., hasitl igtl Susya, qrricri. ¡)oco fl l¡tcs de lt ' tol ' ir ' ex¡rresti lt.r

s iguiente: <cuando l legue al c ie lo l l ( )_ l l tc . ¡ rccl i . rán.ctrer¡ tas c le ¡ror qt tc i

no he sido lyf pis.é¡, sino.de por qrré ¡lo l lc sido Susya' rlt ' ¡ror qtte no me

lle cOnvcrti, lo "cn l() r¡uc sóltl ytl ¡rottia scrrrltttt. o11o Itarlt era

pcr| .ectantetr tcct l t tscic l t teclccstareal id¡dalcscr ib i r<¡t lccuattdonosrcstringinros y vivirrros por debaj() t le nucstras ¡rosil l i l idades, ,¡r),c

^ settt itr it; t:alpables d.e lu vidu qtte t 'o eslQtttos o¡sn'vechurtdo' de lu

t , idanoyí l , i t laqueha.| ,et tn() , |Qr0S' . ] " . . ' " 'I to l lo May ser ia ló que cl col tce¡r to c lc re¡rrcsiót l t le l l ía el l tcnclersc

IL__

J7+

La libertad

clesde la perspectiva de la relación de uno nrismo con el ¡rropio

poi.n.¡"1,'y que el ámbito del inconsciente debia ampliarse para

incluir en él el p"t*"üf reprimido o no realizado que posee el

individuo:

' Por tanto, tene¡nos que lormular 'la siguiente pregunta'.si queremos

entender las represiones dL una determinada persona: iCuól es la relación de

. esla persona cort ri.tts pntpias potencialidadesZ iQué es lo que sucecle para

qu" "r¡:",

o se vea lorzado a elegir. el bloqueo cle su conciencia, pq¡a igntrrar

que salre y.qPe, .e.n otro nivel.. 'ábq

qu.e ¡obe?"' En este sentido' no es cicrto

quc el "incons"i.nt" *"o

"" ¡;;.n,A1lo'de.impuisás. pensam'ictttos y tlcscos

culturalnrcnte inaceptables. M¿i tr¡er¡ dóUemos definirlo co¡no eico¡titrnto dc

il;;;l;i,il", *n qu" el iritlividuo cuejnta lLln ton"t v experimcntar' pero

qú" no pu"¿" o no quiere piinór err prácticarr0'

En otro aparta<Io, May clescribe la culpa (la cxistencial) conro <ttna

emoción ¡rositiva y constructiva"" una perccpción de la difcrencia

e'ntré lo quc algo es y lo que- deberia ser))rrt' Por tanto' la culpa

éiistencial (asi bomo tu ungutiio¡ es necesaria para la salud mental y

.k¡"iiUi" ton ellá. i.C*ui,,lb l"-p".sona niega sus pbtencialidarlcs v

ffiil:; l¡ ,ui"" cte cumplirias,"'ge suinerg'e en. un estado de

culpabili<lad> r'2.

Desde épocas remotas, se ha venido consiclerándo al ser humano

";;;; iá¡¡U," único d'e'potencialidades que esperan su.realiz'a-

;,u;. ü;iJ.qüiu,, de Aristótetéi se refeiia a la realización plena

á" .r,ut potencialiclades. El cuartg pecado capital' la pcreza o

Jrr¡.1¡á, ha sido ¡nt.ü.t.¿o por mucho; pensadores como'<el pecado

J" no úaéer con'la propia vicla to<lo !o que uóo sabe que. podria

haceru'.' '. Este concepto.es sumam:nte familiar en la psicologia

moderna; aparece in'fo" escritos de cási todos los humanistas

ñffi;;rd;; ar1"r"r.pi, existe.nciat{.. Auniiu-e lb lb han dado

;;hr; nombrés (a saber, ,,autbrréalizhciónDl t<desárro[lo {e uno

;il;;,',;ü.*"ii" del potencial"' ucrecímienio))' i<autónómia>'

;;;.;;1; i¿.¿ ü¿'¡"á ;; ;"t simple: 'áol :',',tii":,1:'.'." "",onjun,o innato de cápacidades y potencialidades y' adernas' un

conocimiento priror¿iáiá. ért., poirncialiüades. El que fracaia en

i;'1.t." ¿. u¡"¡t "nn'iu

toyo' prqnittia po¡lule, fxnerim"entd un

, iror*í't, 3u[¡f;i1i, hltfóii'rs, Ro-4.. Especialmente Bub€rrr4, Mutpfl"t

,.rr"t, luntitó, Maslowl2l, y Horneyl2¡'

338

t ul' Il isPonsnbilirlatl

sentimiento profuttclo y ¡rtxleroso al qrre yo llamq aqui <culpa

existencial>.' . Asi, los mejores trabajos tle Karen l{orney se apoyan *':-11it^1"

que, en concliciones Ñti'nbl"s,'el ser huqtano'desaqrolla su potencial

intrinseco del mismo tnodo que una bellota-se'convierte espont¿r'nea-

mente en un roblet?1";;;; priircip-4! d'g tlorngy' La -neurosis

y et'desarrt¡llo

hutttatte,lff"*.t"t" sut'tiiulo i,a tut:!a pqr.lg,autorrea,li'

zaciótt. En su opinitin, la' psicqrat<¡logia 'tie'e luga'r cqalclo !as

circunstanqias a,lu"rsos' inhiüen al, ni¡o y'no le. pgrm¡lgn coqtinuar

realizando ,u, posiUiiiJndes.'lirr esa sitqación' pietdg la poció¡ tlq su

ser potcngial y .t"rorr,rtt" otri itnagpn de.q.i rl¡!9rng:.r¡n.'1yo i{99]1:.n'ln"

hacia cl cuirl dirigc tu't tit"t**t 'uiüfgt' Adnqtre ! l 'orney n9 u.til i?'x cl

tór¡nino r<culpa>. "t;;i

t ' l¡t; t¡uc'tiene iliena concicncia dcl'prccic

il?;:j'';;Ji;Ji;; ;" '-

¡'¡rprir'.prcnamcnte con su pr''icr

tJesti¡ro. E4 su lug¡r, ' t iut,to ¿el seirt¡r ir iento dc ál ieñación.'dc

e'coritrárs'c esc¡n¿i¿o ¿c';;':ii;" ;t' ei reaÍ¡nente; l..l tl^i'-t-t^11.:l* ^i;ti".;lj""i¿', J" t,* icrrtimieirtos' deseos'y pensamicntos genur nos'

il ;' - * f : : il ili Xti f i: ffil l, i.l,ill,' :' "uT ",i I I' i i,llcomPara contlntlam(

realmente "n

et tuniá)"1-a discr¿pancia entre lo qut-u1tl1l::"'

' ' uiro podria s.r, p,odt'""t t"i t¿itintiunto de disgusto con uno mismo' al

'cual el individuo ,¡'¡" quf l*tei frente a lo largo de toda su existcncia'

Creo que fue euratam Maslow' influido por l{orney' el primcro

'' que útilizó et t¿rm¡no itailtorÍealización>' Maslow también creia r¡uc

los inclividuos se realizan tle'forma natural' a menos que las cir-

' 'cunstancias de su ¿tt'"offn sean tan adversas que tengan que luchar

por' cónsegui, u¡u.,"J'' id;¡: ;" lu gar de.procurar su <lesarrollo ( cs

decir, que'tengan' qu3l¿optot una: umotivación de deltcienciat' ' ' en

fug;t'¿t una .imotivación cle desarrollorr) ": '

'- Pdib, icóino;tlescubrirreconócerla cuando'se la

nueslra ¡iro¡ria .poten'cia!idad?'i'C-ó'nqcncuentra? i,Córno 'sabe uno ' que' $c : l1Íl

.,+,-.::i1::--=a+==::+:,=+==]-::::;:-:------===""''';::':';;4'i=")

l,a libertad

extraviado en el ca¡nino? I teideggcr' Till ich' Maslow y May contcsta-

riar¡ .Cl unísono: n¡Mc¿ia,rte Ia- cut¡'ta! iA través de la angustia!

irrrr.lion,. la voz cte la conciencia!r¡ Existe entre ellos r¡n consenso

;;;;;;i ;; lo retativo "

qu" la cutpa existencial es una fuerza positiva

] constructiva, una guia que 'nos conduce por el ca-mino cofrecto'

buan,to los paciente-s le confesaban que ignoraban lo que querian'

Horney solia contestartes sim¡rlemente: <iSe le ha ocurriclo alguna

;;;.;;;g;;;rselotu En 'u

potü esencial' uno se conoce' John Stuart

Mill, al clescribir esta multipliciclad cle aspectos en uno mismo' habló

J. ""

i; ffr"<lamental y pt'inuntnte at que llamó el <yo duraclero>r25 '

i.r"í;¡fi mejor lo describió fue sa¡r Agustin: <Dentro cle ttti ltay uno,

que.es mús yo rnismo que nr i yo' '20' . ' .--Úii.."j",nilo ctinico nos sirvc para ilustrar el papel clc guia c¡ue

ct*rempánaia culpa cxistencirl. unn paciente vi¡ro a venile debido a

uno gráu. depresión y sentimientos de poca valia' Contaba entonces

"in"i.h,u uhor, y lievaba casacla treinta y dos con un.ltombre

,=*;;;;; V'nru' inquiet<r. Varias veces en la vida se 'abia

plautead.

;;;;l ir "

una terapia, o.t la habia rcchazaclo porque temia que el

análisis de si mis¡lla piodujera la ru¡rtura de su matrilnonio; por otra

il;:ñ;dia soporta,.ta i¿ea tte enfrenrarse al aislamienro, dolor.

sentimiento de clesgracia, penuria económica y reconocimie¡rto de su

fracaso. Pero. finalm.ni". *t vio obligatla a buscar aytrda' No

oJrLontr, al principio se ncgaba a entrar<le lleno en la terapia' por lo

que hicimos pocos p'og'"to'' Cierto'clia se produjo u¡r incidente

rJralnático al hablar tlc s-u miedo a etlvejecer y morir' Le pedi que se

¡rlog¡nuro a si nris¡na rnuy ccrca dc la muerte' que' crltttcmplara

restrospectiuu."nt" ,u'vidá y nle describiera sus sentimientos: Sin

vacilar, confesó: u¡Siento arrepentimiento!> <Arrepentillriento ide

qué?ri, le preguntc yo.'tiArrepe¡rtimiento por haber desperdiciado lni

JiUo. ¡"rrltulhbrrt,obido nú¡tcá lo que potlia habér hecho'>r En str

"uru'Jrp""inco' la cldve para lif psicoterapia era el termino(arrepen-

timiento>, coh el "uoi

qué'i" ex¡iresar lá culpa eiisterigia! A partir dc

#til;.'".''.t,. u:,*¡tro pasó a ier nué'stro cuiaen'13.{11,'::.T:::i l"ñ. la eiperaban largos nieses de trabajo penoso, yd no tuvlmos

ninguna duclo u""r"u,l" "iál '"' iu

el resultacló' Se examín<i'a sí il i is¡ua

(dio ¡nr terminatlo ,u "tuit¡'n"'rio)

y fue capaz'l! :^9Ttl.yil"la terapia'

de expgrimentar su ;i;;;tt un se¡rtido ile posibiti<lad' é¡r iueal de

arrepentimiento.La rclación entre l¡l

autorrealización quedaculpa, et dcspiecio'por uho nt isnto y la

clarantente ilustrada por el tratamiento de

AW)

H

1,t I

; 'Vl ' ' l {cs¡r t l r rsatr i l i t lnd

l lruec, cl pacicntc a c¡uictt tl le rcfcrí en el ca¡rítulo v Desdc su

adolcscencia, le prcocupatra el' sexo' espe.cialmente los senos de l¡'s

mujeres; por otra parte' sielnprc lratlia lenticlo desprecio por sí mismo'

L.o que Bruce buscaba en ia terapia era (alivio))' un alivio de i1

artgust ia '<lelot l ioasi¡nismoyclc|eterrroscnt inr ie¡r todeculpaquelcroia las errtrañas. No bastar ia co. t lccir que no se sent ia a sí nr isnlo

;; el autor de su propia vitla: La intlicación de que 'tenia una

,ésponsaUit ic lacl 'personal por su si tuación vi tal eia para'él como

hablarle en chino; se sbniia tarl constreliido' perseguiclo y atemoriza-

;.;;, A" i;n". se cotrsitlc¡'¿iba <afortunatlo de poderse sentar

en ui l r incón Y rcsPirar>rr2?'- A lo largo dé varios meses' cxalninanros su culpa y odio a simismo'

¿pt, qJrio culpable'l iqué trartsgresiones ltabía cometido? Confes'i

pequcrios cr imenes, los cul les' aul lqt le Ltnnalcs y r idículos' l t ls

recordabadeuna,"á"t 'oobsesiva:c leni i lohabíarobaclo.asupadrcul lascualr tasrno' tedas.habiaal terat lo lasci f rhsenIasreclar¡ tacioncs;'k" a*il, LoUi robado el pbriórlico a 'su vccin.. alteraclo sus

cleclaracion., ,te i,npüt"u' y' lo rrlás inrportarr[é"hábíá lrbusadu'

,j-¡lf ,¡.,;rc de las ,nu¡.re.. irr'cstiganitrs tti 'tallatlarnente'catla un;i

it;ffi;i;;v*;;¿os los c¡tsos' ttteomus a la.conclu '.lf

ut o.'''

;i ;;;ü; ile ñ1 a I c ri Ine n Ptlr e¡ 9 trr pr;r', : i"lli ll^.?l?Io.',u.' "pr,r,nisJ-r,i.lai ,.*ui'i.'torn¡rt:ertcliti (luc no u"t]:

[:P,l:t'.]l"i:tU't'tratatja bicu a sus atnigas, no las engañaba y erq ¡onstdJr¿do

con sus

;;iffi ;il ;¿;; Jr'"tuo J u ria ircr-e r,rf "1": 1: "r* ;:11.i,..1 i' o'

cstos <cr i¡r lcnesD. en ul l nivel raci t l r l ¡ t l ' y l lcgr i a la col tc lusl() l l dc qud

cra <ittoc.ell,., . ,,¡uliimctlte crucl corislEo-'rnismo' Sin embargo' cl

u¿i., lr""io sí misllro pc¡npr'teciri inalteratrl-c' !:--Ét ¡iri-er iniicio- tle' res¡roti'sabiliclad opqt":l ' l^:u11,,L11 t"'

habl¿ibq¡ngs .rg qu ilt¡i; ¿t ¡ru.ttrafirr¡arie y exprgsar, agrqqividacl'

il'ñ; su. tiabajo ;e lo exigia' ¡io ern ::'-Y.,']t..i:,t:,1'",,t"ntu'

; aclecuacla¡uente a su. conrparii¡l en collvefsacioilcs tle negoci's' Lc'

icsultaba particularnrcnte .ificll nrrstrarse ctr dcsa"^tlerdQ o censurar

- a otra persona en públicg; nacla le aterrorizabit tantir como'url dcbate

publ ico. ,<iQue es lo que ¡reor podría pasarlc en esa t¡1uut¡s¡?>r ' le

pt:eguntó, Bruce me respondiÓ sin titullcar rrQtte ttle des'enlnasca-

re¡r l>- fenl iaquesuat|versar i . l -c lescubr icr l todoslr lsVergonzosose¡r isocl ios.sexua|es.c|esuvic la.Seic le i r t i f . icabaconlapesadi l laque

1' tuvo Leopoltl Bloolti eli el U/H¿''s' de Jalltes Joyce' el cúal' ai verse

sohretídoajuicioporiussecret()Sdesecrs.sienteunaFranhurni l lacióncualltto pasa revista a sus pet¡uetios yerros' Cottro vr) ll le pregtltltara si

La libertad

tenia más temor de que quedaran ar descubierto sus aventurassexuales pasadas o las presentes, Bruce me actaró que <las presentes.Las pasadas las puedo nranipular. podria decirme a mí mismo: ..Eso'ya pasó; así eras tú anteriormente. Ahora has cainbiaclo. Eres unapersonadiferentc">., : , ,

'Poco a poco, lfruce c.¡nenzó a escuchar a su co'ciencia, que le<lecía: <Mi conducta actuar, ro que estoy hacic¡rdo¡rr oro tttis,r,tri, erra. fuente de nri miedo a expresar agresivicrad y también ra cie midesprecio por mi mismo y de mi culpa., Con eitiempo, comprendiógue él mísmo era íntegra y dírectantente rofttente deiu odío iacia sítttisttto. si queria sentirse mejor consigo misnro y flegar a flnlarse,tenia que dcjar de hacer ras cosas de tas cuares se avi.rgonzal,,., Pero clespués ocurrió algo aún .más im¡rofante. úna vez qr¡eenr¡rczó a to¡nar ¡usiciones (que clescribi err el capitulo v¡ y a decidirpor prirnera vez que era preferibre,renunciar a una conquista sexuar,cornenzó a mejorar a pasos agigantados. En ros r"a", qu" siguicron,se efectuaron en il grandes cambios (incluyendo el peiiodolperfec_tamente previsible, de impotencia) y, poco a

'oco, su compulsividad

dio paso a una,mayor selectividacl.-A meclida que cambiaba suconducta, la imagen de si mismo cambió también de u¡la rnon".odranrática, aumentando considerabremente ra confianza en si mismoy el amor que debia sentir por ér mismo. por ro demás, hacia er finar desu psicoterapia, Bruce descubrió dos fuentes de culpabiliclad. una deellas se derivaba de ra manera como habia degradudo ,r, reracionescon otras personas (sobre eilo me extenderé más en er capíturo v'r¡; raotra se basaba en el crimen contra si mismo. Durante casi to<Ja suvida, su atención habia estacro centrada excrusivamente en unatendencia animarizada hacia el sexo, ros senos, ros genitares, racópula, la seducción y ras distintas variantes morbosas der actosexual. Hasta que no se efectuó su cambio en la psicoterapia, nuncahabía dado rienda suerta a sus pensamientos, nunca habia reido (comono fuera para impresionar a las mujeres), nunca habia escuchadomúsica (a no ser como prerudio para sú actividad sexuar) y rara vezhabía teniclo un verdacrero encuentro con otra persona. con unalocuacidad que le caracterizaba, confesó <que habia vivido corno un'animal, constantemente impulsado por los tirones que recibía a travésde un tubo de carne que re corgaba'entre ras piernas>. otro dia dijo:<Supongamos qub tuviéramos los medios para estudiar de cerca lavida de una especie de insectos. Imaginernos que descubrimqs que losinsectos machos están desrumbrados pordos protuberancias dei tórax

342

Vl. l{csponsrrhilidad

cl.e las, hgmbra.s, .y qyq, kr i¡¡rico que desean es palparlas. i,Quepensa¡iam.os? iQu¿ manera tan extraña de pasar el tiempo! Debehabcr otras cosas (lue hacer cn la vida además de tocar protuberan-cias. S.in embargo'..y.i era c()nr() esos insecios.r, No resulta extrálio

. que Bruce se sint iera crr l ¡rablc. Co¡no bien'sabía Ti l l ich, . iu cul l raernanaba de la lregircir)rr y restricción tle su propia vida. dc l¡rirl¡rrol¡lcirin cle si nlisruo y dc srr ncgativa a lransforlnarse en aqucllopafa lo cúal estahan tlestinatlas' sus potelrciatidacles inexplotaclas.

Nadie ha descril.o la crrlpa exislencial de una maneia tan ingeniosae impresioninte conlo Franz Kafla. La negativa a reconoc(:r" yconlrontar la culpa cxíslcncial es un lenla recuriente cn tocla su oirr .a.En El proceso, empiez.a dicicndo: ,.Alguien debe haher ejerciclo u;raiof luencia mal igna en la vida de José K., porgue, sin haberheciro nat larnalo, lo arrei tarol t una l¡cnlur ia rnnirana.> A José K, sc lc pic lc qrrcconfiese, pero él .se declara <completamente libre de toda culpa,,.Toda la novela es un recuentcl de los esfuerzt'¡s de José K. por libcrarsedel tribunal. Busca ayuda de todas las fuentes imaginables; pero no lesirve de nacla, porque ho se está enfrentanclo a un tribunal or<linario.El lector se va dando cuenta fxrco a poco de que Jo.sé K. se enfrcnta aun tribunal interno. que reside en su propia inlimidadr2l. Ju"liusHeuscher repara en el ¡xler sobre los mieqlbros del tribunal de losinstintos más primarios: por ejem¡rlo, sus escritorios estárr llenos dclibros pornográficos y se hallan alojados en un local gris y deslucidode los suburbios¡2e.

Cuando José K. entra en una ,catedral, un sacerdote intcntaayudarle diciéndole quc debe nlirar en,su intqrio.r para hallar la culpa.José K. responde en un principio que se trata de un error, pero despucspiensa: <Y llegados a este ¡runto, icómo se puede decir que un hombrces culpable? Todos somos sirnplemente hombrgs, tanto los,unos

- como los otros.> El sacertlote insiste: <<Pero es asi como hablanti¡rdos kis hombres cul¡rahlesr; y. unfl vez más, le aconseja que mirc ensu interior, en lugar de tratar de disolver sus, culpas en una culpacolect iva. CuandoJosé K. expresa que va a i r en busca de más ayuda.el sacerdote le recrinrina: <Cucnt-s denlasiado con la ayuda cxie-rior.r Fi¡ral¡nente. le grita destle el púlpito.: <iEs que no ves nadadelante de tus ojos?,r

José K. espera obtener clcl s.acer<Jotc un método para replicar alt r ibu¡ral , <<un medio de viv ir al margen de la jur isdicc;ón del t r ibur.r !¿.es decir, un medio de vivir fuera de la jurisdicción de su propiacon.ciencia. Se cuestiona. en efecto, si cxiste una nranéra de enfrentar-

143

lI

I

t

t-a libertad

se a la culpa existencial' El sacerdote le dice que la esperanza tle

escapar es una uilusión'' y le narra una parábola contenida en los

.r"rit.,, que sirven :d;;;" ; ?' I ] ? : fi ,i: :J:[:iff ilff :1

ilixul"Jiffi ,iJ,[t"'.:;; ill#il;;'ü"pá'*'situadoante una de las tnnumerables puertas' le comunica que en ese

mo¡nento no puede fi;;;' A;1ao c1 hombre intcnta franquear la

entracla, el portero ft'u¿ui"'t't <lntente entrar sin mi permiso; pero

tenga c¡l cuenta o"t ít üi'o¿t'oto',pt una sala a otra' ltay ¡rorteros

clelante cre cacra ou.rlol".'uio uno más potlcroso que los demás' y cl

;;;; "t "on mucho suPerior a mi'"

'- ii r' t'n,n u,e cr e c i cre o* l ; p * {" l bI : :tT,{ff :ff "JT".:: Tl,|,.;

ili:* ;Hil#l''.""'ff:il'lllrHtt ".,";'u ui't^." tu'ru'cada vez más borrosalCuun¿u ya está a punto de morir' le plantea uua

últinra pregunta t' O"'i'"' ""a cuestión que nunca le habia fonnula-

do: <'f,odo 't

tounoi'ii"it Jt-"rt""z'ar I'a ley' Entonces' icómo es

nr¡si'le quc durante;J;;;t otiot nu¿t "iá'

qut yo 'aya

t'atatlo

tle crttrar'lr> er pout'Ji"';"*;;-;;tl oido (porque tambié¡r se' ha ido

{uedando sordo): <Naclie tnás t¡ue usteil podia scr atltniticlo a

atravesar esta pucrta'}li|ue il; trecha sÓlo para usted' Altora voy a

"' :': :r ¿ . no e, r ri e nd e r a pa rá bo r a:.]:::i "" ], :"rl'l:ix ;il #'.*

u e re

(conro un perro))' ;i l;;; b"scanclo oyu¿u ¿t factores externosrr0' El

ñ; a:íir ::i "jli* l'i""ff¡-il,illü' "H: iüil {**rlcolnpretrder su slgnllrc¿ru\r : : ' :::;;^".te. notas: <La confes

describió 'u 'igni¡tu"iJJJn 'ut "uod"'no'áe notas: <1La confesión de

la culpa, ta cont"siol''"iii'ó"niiat*r a" t" iJpa' era lo único capaz de

hacer que '"

uu'it'u i" puerta' Ap.a'":: ""'!ii"itti"r de la cása del

mu.ndo' cuyo rene¡Jt*üü q"t¿uitt'á' cle los muros'D El personale

de Katka "r" "ulpuüt"l

¿"i¡lüú-"t sólo de vivir una vida incompleta'

de espeiar out ot'u'o-'*"tt" rt diera'permiso' de'no asumir su propla

vitla, de no ""'ou''"|

l;il;ti; que lé estaúu iettinada sólo a él' si'o

también de no "'üt"'

lu "uf

pa de no emplearla gom.o guia para

peuetrar.n 'u ¡ntt'ili d;;;;;"ilar 1incondicionalmettt')

un acto'

lo que hubiera n""i-'Ou" la puerta <se abriera de par en par))'

P'co es lo quc ;;;J' cor"u'rica n""'"o ¿' [a vida ante:l-o:'l"'ot"

K:;;;'-":lliffi1fi;:li:*:'x'lTllt j:llljiil::i'"'l:!itr Í l / .ar con prcc¡slol l l¿rb I d¿v¡rv

, , ;^-: : t^ ", , . ,o nos oro'orcit l ¡ la un caso

I lctrsc,her, ^l h'bl;;;;;tta expcricncia suya' nos proporcrona

V I. ltesPortsabil it lad

nru v si m i r ar :],i"-l ffi i;, S;l':il j:'" iJ:.:":' " ""

I I n m ado r'' cuvos

cri¡nencs contra sl nrl

Ill Sr. T. vino a miconsulla porqrre y^ t: !:1:o

ingerir trlimcntos' Durantc

varias se¡nanu', "

r '"r ' i" i i ]t ' i lJ;; tonrar péqueñas carrtir lades de l iquttto y'

err consecuencia' habíi ü* '" i: ' 1" -:: lt" Litot cle peso' Antes dc

ertfcrtrlar, sc pasaba tf ¿io t ' elr la fábrica' t le'serrrpeñarttlo unas l irncioncs

intcrcsantcs. n""l t" ' t '" l i i¿tl t"t^' i ff t¿as' o bictt 'ctt cl lrtrgar' dotlt lc unit

csposir intcligcntc nt;;;t; ' i t "*.utti1t1'- 'r lcprirnicll y alcohólica' lc

cntor¡rccia. trxra actrvrui¿ ,""ior. I rncia a¡ros (lue no mantenian' por nrutuo

acucrcro, relacioncs ,.;t.r. ; irs ¿rctiviclatlcs cn cl |togar sc re<Iucían a lccr'

vcr la telcvisión, "unut''-'l'-st'ú" tcnta'"inl¡rersonales con su esitosa' cuando

ósta estaba serena', ' ' ;"#il;;;t: l ;:t::11':as

a paricntcs lcjanos' A'unqttc

ulit t l l t¿t 1'crst'tt:t uut ni"tdut't a los tlc¡l l l is y'rtn cxcclcrltc collvcrsador' l lo

tcnia anrigos i¡rt i¡ i los' "i j ;"; l l ; ' ; ; ' t t;:"u*tl:

crrtablar algurr;r relaiión social t 'n

la que su esposa no nJii ' loo'a' l\eso tn t 'tt mundo ri l ido y restringirlo'

coritrarrestabt int'r ig"i it"rerrte totlas ras. ¡11'eJencias

cle I lerapeuta para qtre

t |csarrol l l rat letennirr¿¡t lasctr¿r l i t lat |csptr tcncialcsyparn( luedecidieracntrcdif crentes tl¡rciottes r t '

" . - : .

Auttque la sinto¡ltattl logia dcl Sr"f ' t l le' ioro' tJos itñtls t le tct 'apta ttt '

loqraron alterar '"

;;;;;";;;; '*r ¿t 1icr.a'ir

igunl que Jose K" el sr'

Tlno se e'"ucltabo i;;;i;;"t' y' en la'terapia' pr.ctrraba evtta.r tourr

exa¡rten profunclo i t ' t " -nt" í ia vi t la ' Sir l ernbnrgo' instst tr t cn

continuar ta psicotei-aü b. 0"1 "t" ltl lemretado ¡ror'el terapetrl¿r

cór'o u' indicio de ;;;;;;" inierior percibia la posilti l idad de llegar a

; üJ'l1J'tl,ff'J"":u"no' l": 1:'::p-l""ii" lll,'1.:l'::T"1i

clar idacl ' Auuque "" '*" ' i t " f"^ t t i¿u ulKofku' tenia una' extrana

si,,,iri,u¿ con E/ p'o': " o' q:"' :otu'Til ttn;;il^":#iii tXill?;;tuvo su or igcn en un sueño' Es dcmasta

su totaliclacl, Pero comienza asl:

Me a r re stó l a pol ic i a v me co ntl r r i orl,' "'::] [T:l; H' I i;i'X"ffi :fiilItatl ian arresta<Jo' pero murmrrrabart algo ace

culpable por <mala;;J;;;;; ' cuanclo nre negue' nre arnenaz'aron'con acu-

sarnrc de [c l ( ) l l ia. " t ' l t t

n l ' i " ' t ' t i : " iAc'rr 'scrrn '" t t " t t ' r ¡ t re quierart l " Ct¡nt t '

resultatlo. ¡ui ton¿t' iu¿'"' ' ' i tntln c<'nfi¡tatlo;n unn gran'ia Que' segrin uno c-lc

I. s r' r l i c i a s' ",.''''*1l""ü; ;;;i';

" "' n' ::: ;: H:l[], : :,:':i::";:;:"t:l ilL l]i:'

rrler lr lotnento' settU panictr.tuurlt" ':]]^t '.t ' . :t ' I"," ' l ñü,,n a sa'cr te qué rnc

::":';n,: ;:il I'iil: ;l'l.:tlJ.:li::il';l''i..i''' .'i..u " ( r ''' e ra es t'[r Pido (r uc

))',-

tta

! ' v v rr l 'v r rv! : t ! tu! ' f

' r t t f t

La lilrcrr¡d

me neg,ara a decrararnre curpabre, ya que ra pena por rnara conducta seria <iesólo seis meses. mientras que la conaenu pb. fetonía "tu,

po, ro-ni*or, .r,cinco años. iMe scnlencíaron cle cinco a tieinta anoslii; ' '-"-

Tanto el Sr. T. como José K. han recibido una ,amada de ra curpaexistencial, pero ambos desatienden ra advertencia, interpreta,ra,, taculpa en su sentido más trad¡cionar. Ambos procraman su inocencia.Después de toclo, ninguno cle los clos ha cometiclo un crimen. <Debehaber algún error)), razonan, y se dedican a convencer a lasautoridades de que ha habido una denegación <Je justicia. pero raculpa existencial no es er resuttado de argun acto criminar quc elindividuo haya conretido. iTocto ro contraiiof La curpa existencial(cualquiera que sea er.nombre que utiricemos para eila: <autoconde-nación>, <arrepentimiento>, <remordimiento)), etc.) emana tle laomisión. José K. y ef Sr. T. son culpables de lo que ,í hunhecho c,rnsus vidas.

Las experiencias cle José K. y del Sr. T. encierran puntos muyintcresantes para er psicoterapeuta. <La curpa> "*

un "stado,uu;"t¡uodisfórico, que el individuo experimenta como <una mardad angustio-sa>' Pero existen nruchas inter¡rretaciones diferentes de ra"curpa

subjetiva. El terapeuta crebe ayudar ar paciente a distinguir entre raculpa real, la culpa neurótica y ra curpa existenciar. gi" ,irt¡,nu ",algo más que un esta<Jo afectivo de disforia, se trata de un sintorna que

es necesario eliminar mediante una per-eraboración. er ái"ir*"t"dcbc considcrarla c.'ro un¡r iln¡narta cJc atcncitin dcscrc ct intcriJr q'cpuede luncionar como guia para la realización personal.-ü;;;;;;;;,,"que experimenta cul¡ra existencial, como José K. o como el Sr. T.. esla que ha transgredicro su propio ctestino. La victima es et propio y'¡xrtcncial. La redención se alcanza sumergiéntlose en la uuer.lu.lern,vocación del ser humano, que, según Kierkegaard, es (el deseo de seruno mismoDt.rs.

346

t r r" ' ! t t l t t t t t l

CnpÍr 'ur-o Vl l

VOT-UNTAD

Responsabi l idad, voluntad y acción

cierto proverbio japorréi sentencia: <,saber y no actuar es no sabe:absolutamente nada.> La conciencia r le la responsabi l idad no es, en sinrisma, sinóninro cJel cambio: es únicamenie et p.ime. paso-"n ,lproceso del ca¡nbio. Ils esto p'ecisamente to que queria decir en eiul t i lno capitulo, cuand. ex¡rresé que el paciente que aclquicrcconciencia de su res¡ronsahilidad peiretra en el vestíbulo del canrb¡o.El presente capítulo estudiará el rest<¡ clel camino: el paso dc laconciencia a Ia acción.

Para cambiat, prinlero hay que asumir la responsabilidad: unoticrrc quc corn¡lrorrre'tcrsc ¡r l 'r¡r rllternlinada acci<in. L¿i misnrapalabra uresponsabilidad,¡ denota esa capacidad: es rrrespuesta>*<habilidadr, es decir, la habilidad para responder. El cambio es lafinalidad cle la psicbterafria. y el cambio terapéutico tiene quctraducirse en una acción. n() cn un conclcinriento. ni en un ensayo, nien un sueño

Estci parece evidente: sin enrbargo, el campo de la psicoterapia seha oscurecido casi siempre ante este hecho obvio. Los primerosanalistas estaban tan convencidos de que et conocimiento de unomismo era equivalente al iambio, que pensaban que clicho conoci-miento era la nieta de la terapia. Si el cambio tic se producí:r,.pensaban que se debiá a que el paciente no había adquirido iuficicnteconocimiento interno. En un fa¡noso articulo que publicó en una delas pr incipalcs revistas psiqui i i t r icas, en 1950, Al len Whcel is.sccoñsideraba neceSario recordar a los psicoterapeutas que:.<[aterapia sólo produce canlbios en la personalidad, en la medida en. que.