QUE CADA PUNTADA SEA UN ACTO DE AMOR A DIOS

- Día del maestro 2019 EI

Objetivos:

- Reconocer la labor de los maestros y maestras del colegio

- Agradecer la labor que desarrollan y desarrollaron los maestros

- Rezar por ellos y ellas a Jesús

- Descubrir que acciones muy simples, pueden hacer felices a otros.

DÍA 1- San José de Calasanz, patrón de l@s maestr@s

¡Buenos días!

El próximo lunes 27, es el día de San José de Calasanz, el patrón de los maestros

y maestras. ¿Sabéis qué quiere decir patrón? Cuando hablamos de los santos,

quiere decir que es el modelo en el que nos fijamos y al que le rezamos para que

nos ayude en nuestra labor.

Os vamos a contar/vamos a ver la historia de San José de Calasanz para que

entendáis por qué le nombraron santo y por qué los profes queremos parecernos a

él.

https://www.youtube.com/watch?v=-OMEBuxbKo0

Érase una vez un niño llamado José de Calasanz que nació en Huesca hace mucho tiempo, en 1558. José era el más pequeño de una familia muy numerosa: nada menos que ocho hermanos. Desde muy pequeño le gustó estudiar, jugar con sus amigos, y ser un buen, buen “colega” de Dios. Para poder estudiar, José de Calasanz, salió de su pueblo y se fue a otros más grandes que le ofrecían la posibilidad de seguir sus estudios: Estadilla primero, y las universidades de Lérida, Valencia y Alcalá de Henares. Un día, José descubrió que Jesús era su Gran Amigo y prometió estar siempre con él y no dejarle nunca, por eso se hizo sacerdote. Se marchó a Roma, que está en Italia, y al poco de estar allí se dio cuenta de que los niños que tenían dinero podían ir a la escuela y aprender muchas cosas; pero los pobres, a los que nadie quería, no tenían ni dinero ni podían asistir a clase. Eso a José no le gustó nada, y pensó... “Yo estaré al lado de los pobres, abriré escuelas y los que menos tienen podrán aprender muchas cosas, tener un oficio, y ser útiles” Y así fue: José abrió su primera escuelita en un barrio de Roma y la llamó “Santa Dorotea”. Después abrió muchas otras en Roma y en toda Italia. Como muchos vieron que lo que José hacía estaba muy bien, quisieron ayudarle y vivir como él, siendo buenos “colegas” de Jesús y de los niños pobres. Así se unieron a él muchos amigos y nació la familia de los amigos de José, que son los Escolapios.

Materiales

- Mural Maín-María Auxi

- Aportaciones profes

- Corazones con puntadas y fotos de profes

- Hilos y agujas

José murió muy ancianito, 92 años, rodeado de niños, de amigos escolapios, y junto al Gran Amigo de toda su vida: Jesús. Después de muerte de José, sus amigos escolapios continuaron su obra: siguieron anunciando que Jesús es el gran amigo de todos a los más pequeños, abriendo escuelas por todo el mundo. Gracias a José de Calasanz las personas empezaron a darse cuenta de lo importante que era que todos los niños y niñas, los que tenían y los que no tenían dinero, estudiaran. ¡Viva José!

- ¿Os recuerda a alguien la historia de José de Calasanz? Se parece a la María Mazzarello, y Juan

Bosco ¿verdad?

- José no siempre lo tuvo fácil: por eso, cuando sentía que no tenía fuerza o que perdía la esperanza

de conseguir la escuela para los pobres, rezaba a Jesús y le pedía consejo a sus amigos. ¿También

vosotros lo hacéis?

DÍA 2- Las profes son importantes

¡Buenos días!

Ayer escuchábamos la historia de San José de Calasanz. ¿La recordamos? Él fue el primero en crear

escuelas para que los niños pobres pudieran estudiar aunque no tuvieran dinero porque se dio cuenta de

que, para crecer, hay que estudiar y deben existir personas que nos quieran tal y como somos.

Hoy vamos a pensar en los maestros y las maestras:

- ¿Conocéis a alguno o alguna?

- ¿Cómo se llama?

- ¿En qué consiste su trabajo? ¿Es importante?

- ¿Qué pasaría no existiera el cole? ¿Y si no hubiera maestras y maestras en él?

Querido Jesús: gracias por nuestras profes.

Acompáñales siempre para que trabajen cada día con ilusión y nos ayuden a crecer. AMÉN.

DÍA 3 - Maín

La semana pasada, el día 13, recordamos o conocimos un poquito de la historia de María Mazzarello. Vamos

a recordarla:

- ¿Cómo la llamaban en su casa, de modo cariñoso?

- ¿Cuántos hermanos y hermanas eran en la familia?

- ¿De qué manera ayudaba Maín a sus papás?

- ¿Qué sucedió en su pueblo, Mornese, que preocupó y entristeció a sus habitantes?

- ¿Qué le pasó a Maín cuando se recuperó de la enfermedad?

Aunque a lo largo del año, conoceremos la historia completa, os vamos a adelantar un poquito: Maín decidió

que dedicaría toda su vida a ayudar a las niñas. En aquella época, la gente pensaba que las chicas no

necesitaban ir al cole, ni aprender a leer y escribir y que bastaba con que supieran ayudar en el campo,

cuidar de la familia y tener la casa limpia.

Es verdad que eso es importante, pero, ¡mujeres y hombres tienen derecho a saber muchas cosas y a

escoger si quieren aprender un oficio para no depender de otros!

María Mazzarello se dio cuenta de que ella misma sabía pocas cosas: no sabía leer ni escribir y, después

de su enfermedad, no tenía fuerzas para trabajar en el campo. Así, decidió aprender un oficio para luego

enseñar a otras: fue a casa de un sastre para aprender a coser y a hacer trajes. Después, con su amiga

Petronila, montaron un taller y se convirtieron en maestras de otras chicas para que, sintiéndose útiles y

haciendo aquello que escogían, se sintieran más felices.

Los ratitos en el taller, con las chicas, también aprovechaban para hablarles sobre Jesús, María y Dios.

Hay una frase muy famosa de Maín. Ella les decía a sus alumnas, al coser, que “cada puntada es un acto

de amor a Dios”. Ella no se refería solo a la tela y al hilo. ¿Sabéis qué querría decir? (dejamos que

intervengan). Quería decir que cualquier pequeña cosa que hagamos por los demás, alegra a Dios porque

demuestra que le queremos. Cuando somos generosos y nos preocupamos por los demás, hacemos feliz a

Dios. ¡Y eso tenemos que tenerlo muy presente!

A partir de mañana, las profes os ayudaran a entender mejor esto: CADA PUNTADA ES UN ACTO DE

AMOR A DIOS.

DÍA 4 – Puntadas de amor

¡Buenos días!

En esta semana, hemos conocido o recordado a San José de Calasanz y a Maín. Ayer decíamos una frase

muy importante, ¿la recordáis?

“QUE CADA PUNTADA SEA UN ACTO DE AMOR A DIOS”

Maín cosía y enseñaba a coser. Para coser, hay que enhebrar la aguja (vamos enseñándoles cómo

hacerlo): meter el hilo por la aguja, hacer un nudo al final del hilo para que no se escape e ir metiendo y la

sacando la aguja por la tela. Cada una de esas rayas que se van formando es una “puntada”. Al hacerlo, el

hilo se va gastando, pero…¡queda precioso!

Pero, como dijimos ayer, Maín cuando decía eso, pensaba en su vida y en cómo se esforzaba en hacer

felices a otras y otros. Ella quería mucho a Jesús y había escuchado en la iglesia sus historias. Había

comprendido que Jesús se esforzaba siempre por ayudar para así cumplir con la misión que Dios, nuestro

padre del cielo, le había pedido. Maín quería ser como Jesús. Y, las profes, también queremos ser como

Jesús y como Maín.

Cada día, os vamos a contar una pequeña historia sobre las pequeñas puntadas que damos: sobre los

pequeños actos que cada día hacen que os sintáis queridas y queridos, que os hacen llegar el amor de Dios

y que Le hacen sentir contento. ¡Cumplimos su misión!

Después de cada historia, ¿sabríais decir qué profe nos cuenta la historia?

Empezamos:

Cada día, leeremos el texto de uno de los corazones y trataremos de adivinar qué profe es su autora.

Daremos la vuelta al corazón para comprobar si acertamos. Iremos colocando los corazones alrededor del

póster de Maín y María Auxiliadora. Podemos finalizar cada una dando gracias por la labor de esa profe.

Cada niña y niño llevarán el día 27 un corazón con un resumen de los textos para poder explicarlo en casa.

Pueden dar unas puntadas en ellos.

MARICARMEN

EVA

MARINA

Hace unos años tenía un alumno, que cuando le caía un diente y lo dejaba debajo de la almohada, esperaba que llegará el ratoncito Pérez con un regalo. Pero nunca llegaba.

El niño me lo contó y me dijo que se sentía muy triste, así que decidí enviarle una carta al ratoncito para indicarle la dirección correcta. A partir de ese día, ese niño fue recibiendo el regalo de ratón Pérez cada vez que le caía un diente.

Imaginad qué contento se puso, que me dijo que era como una mamá, que “tenía magia”.

Este año, algunos niños y niñas vinieron por primera vez al cole...¡Empezaban una nueva aventura..! Con compis nuevos, profe nueva...

Como los primeros días no conocían a la profe ni a los compañeros, no querían venir, o venían muy tristes porque echaban mucho de menos a sus papis, su casita, su otro cole. Intentaba darles muchos mimos cada vez que ellos se acordaban de sus papis y se ponían a llorar. También les cogía de la mano cuando estaban solitos o tenían miedo en el patio...Además, les entretenía con miles de cuentos y juegos para que la mañana no se les hiciera muy larga.

El año pasado un compañero de los amarillos se cogió un dedito con una puerta. Entonces, le di mis manos para ayudarle lavándole el dedito, le puse una tirita y le di un abrazo. Conseguí que dejara de llorar y me sentí muy contenta por haberle ayudado y logar que dejara de llorar.

MIRIAM

JULIA

PATRICIA

En los recreos, siempre estoy muy atenta para que todos los niños y niñas jueguen acompañados y se diviertan. Por eso, cuando veo a alguno solito, triste o aburrido, le propongo algún juego. ¿Qué cuáles son mis juegos favoritos? La comba, el conejo de la suerte y el patio de mi casa.

Normalmente, comenzamos solo nosotros dos, pero sé que, inmediatamente, se unirán otros niños y niñas al juego y nos lo pasaremos todos genial.

Os confieso que, a veces, me siento muy cansadita y preferiría quedarme sentada sin jugar, pero…sé que, ayudaros a jugar es importante, así que me esfuerzo por olvidar mi cansancio y participar en los juegos, para que así os sintáis más a gusto y disfrutéis más en el cole.

Todos los días me paso un ratito por vuestras clases...Os cuento historias nuevas y bonitas de la vida de Jesús.

Siempre voy con mucha prisa, subiendo bajando las escaleras, porque me esperan en otras clases, aunque…me gustaría quedarme más tiempo con vosotros y vosotras. Pero sé que todos os ponéis muy contentos cuando me veis llegar a vuestras clases....así que pienso que Jesús se pondrá súper contento porque cuantas más clases visite , más niños podrán conocer todas las cosas buenas que hizo y lo mucho que os quiere y os cuida.

Yo, cuando a un niño o a una niña le cuesta estar en el cole y está triste, siempre juego con ella o él a lo que me pida. Siempre intento hacer alguna broma para que se ría y se olvide de us pena...Normalmente lo consigo y ¡acabamos todos riéndonos mucho!

SUSANA

CONCLUSIÓN

Hemos escuchado las cosas que hacen cada día nuestras profes por nosotras y nosotros.

- ¿Qué recordáis? ¿Os gusta lo que hacen? ¿Podéis contar más cosas buenas que ellas hagan por

vosotras y vosotros?

- Y tú, ¿haces pequeñas cosas para hacer más felices a los demás?

Os vamos a dar un corazón para que siempre recordéis lo mucho que os quieren vuestras profes

Para terminar agradecemos a María y a Jesús la labor que las profes hacen con nosotros:

Querido Jesús: queremos darte las gracias por nuestras profes porque… (dejamos que se expresen libremente).

Acompáñalas siempre para que trabajen cada día con ilusión y nos ayuden a crecer. AMÉN.

Pues...yo, pensando en lo bien que lo pasan jugando al fútbol y al baloncesto, llevé de mi casita un rollo de cinta americana. Con esa cinta de mi casa, arreglé con ella los extremos de las porterías y fijé la canasta para que pudieran seguir jugando en el recreo y pasándoselo muy bien. Los niños y niñas vieron cómo se cuidan las cosas y ...cómo, cuando alguien hace algo bueno sin avisar, por pequeño que sea, esa persona está queriendo a los demás.