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TEXTO INTRODUCTORIO La realidad a estudiar será una nueva experiencia, la cual vamos a formar parte y es indispensable saber que temática investigar, para ello situarnos en el espacio geográfico es necesario y es trascendental ya que es mejor conocer ese espacio donde día a día hacemos historia, lugar que lleva como nombre el estado Monagas municipio Maturín, donde existen diversos temas historiográficos que son relevantes tratar, entre los cuales destacan la pintura y escultura, ya que se puede explorar a través de esta vivencia el devenir histórico de nuestras raíces, igualmente conocer como fueron evolucionando a lo largo de la historia, en esta forma de expresión destacaran los registros o respaldos que hoy en día se sitúan en libros y grandes museos del mundo, lo cuales nos hacen ver cómo era la relación que existía entre ellos y el entorno. Al inicio del curso, hubieron esas ganas de trabajar con los sitios inhóspitos y perdidos que se sitúan en nuestro estado, pero de un momento dado sugerimos cambiarlo por un tema que ha jugado un papel importante en la humanidad a través de la historia, y que ha marcado trascendencia a lo largo de la evolución y expansión del hombre desde el primitivo a el actual, nuestra investigación dejara una visión amplia de los hallazgos mas antiguos hasta los más 1

Proyecto Semina

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Page 1: Proyecto Semina

TEXTO INTRODUCTORIO

La realidad a estudiar será una nueva experiencia, la cual vamos a formar parte y es

indispensable saber que temática investigar, para ello situarnos en el espacio geográfico es

necesario y es trascendental ya que es mejor conocer ese espacio donde día a día hacemos

historia, lugar que lleva como nombre el estado Monagas municipio Maturín, donde existen

diversos temas historiográficos que son relevantes tratar, entre los cuales destacan la

pintura y escultura, ya que se puede explorar a través de esta vivencia el devenir histórico

de nuestras raíces, igualmente conocer como fueron evolucionando a lo largo de la historia,

en esta forma de expresión destacaran los registros o respaldos que hoy en día se sitúan en

libros y grandes museos del mundo, lo cuales nos hacen ver cómo era la relación que

existía entre ellos y el entorno.

Al inicio del curso, hubieron esas ganas de trabajar con los sitios inhóspitos y

perdidos que se sitúan en nuestro estado, pero de un momento dado sugerimos cambiarlo

por un tema que ha jugado un papel importante en la humanidad a través de la historia, y

que ha marcado trascendencia a lo largo de la evolución y expansión del hombre desde el

primitivo a el actual, nuestra investigación dejara una visión amplia de los hallazgos mas

antiguos hasta los más reciente, es significativo saber que no se trata de una simple

investigación mas allá de eso, es una oportunidad de construir el conocimiento, de sentir la

iniciativa de visitar muchos lugares donde hoy en día están diversos escultores y pintores

que aunque no estén a luz pública son perteneciente a la historia de un pueblo, sin dejar

atrás la pintura y escultora etnográfica, y a los reconocidos pintores y escultores que

hicieron y hacen vida en la localidad.

La pintura y escultura ha formado parte de la cotidianidad del hombre desde el

inicio de los tiempos, por ello es necesario dedicarle un espacio al estudio de estas artes que

han participado del quehacer histórico de la humanidad; la finalidad de este trabajo no es

más que despertar el interés de quienes lo lean para que tenga una visión crítica de nuestras

raíces artísticas.

Establecer el inicio de las primeras manifestaciones artísticas no es tarea fácil y

tampoco es lo que se pretende en esta investigación, pero es necesario tomar como punto de

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inicio a la prehistoria; puede que parezca un viaje largo pero es necesario para despejar

ciertas dudas acerca de los orígenes de la pintura y escultura a nivel mundial. Para ello es

preciso citar algunos autores que faciliten la compresión de este tema. Según diversos

autores señala que:

“Las primeras pinturas de la historia de la humanidad fueron realizadas por cazadores de la edad de piedra. Sobre las paredes rocosas de las cuevas los artistas primitivos representaron a los animales salvajes que constituían su botín de caza. La primera manifestaciónartística nace por tanto de la relación del hombre y la naturaleza que lo circunda”. (Prette y De Giorgis: 2002 p. 10)

Partiendo de allí se puede considerar la pintura como una forma de comunicación

que le ha permitido al hombre establecer lazos entre los miembros de la sociedad;

permitiendo a su vez una mayor compresión de su entorno. Los objetos más antiguos que

los hallazgos arqueológicos han sacado a la luz, son piedras talladas e instrumentos de

hueso que fueron fabricados hace decena de miles de año (objetos necesarios para la

supervivencia, sin uso estético o decorativo). Sin embargo en los objetos de uso cotidiano

comienza a manifestarse una búsqueda de la armonía en líneas y formas. Ahora bien es

probable que algunas estatuillas o escenas de caza tuvieran para el hombre prehistórico un

significado mágico y ritual.

Posterior a la edad de piedra, con el nacimiento de las primeras civilizaciones la

actividad artística recibió un gran impulso; de las ricas ciudades de los primeros reinos de

Egipto y Mesopotamia, los arqueólogos desenterraron de las arenas del desierto obras de

arte que testimonian la importancia que entre aquellos pueblos tenía la arquitectura

monumental, la escultura y la pintura ornamental. Desde la antigua Grecia hasta nuestros

días la pintura y escultura se instalan en la vida del hombre, como un elemento necesario

para su propio crecimiento y como base de la relación con su entorno, es por ello que no

puede pasar desapercibido o como hecho distante de la realidad inmediata de cualquier

sociedad.

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El propósito general de este trabajo es estudiar la evolución de la escultura y la

pintura en el Estado Monagas a partir del siglo XIX hasta la actualidad, con el fin de

comprender el desarrollo de estas artes en el estado y la influencia ejercida por estas en la

educación, y en la vida misma del monaguense.

Además se busca indagar en los antecedentes de la pintura y escultura en el mundo,

partiendo desde el siglo XIX hasta lo que se ha recorrido del siglo XXI. Otro aspecto

importante de esta investigación es el análisis de la evolución de la escultura y pintura en

Venezuela a fin de establecer los orígenes de estas vertientes del arte en el país. Por último

y no menos importante se busca establecer la evolución de la pintura y escultura en el

Estado Monagas sus precursores, su importancia y la situación en la que se encuentra

actualmente. Podemos clasificar nuestro proyecto según la metodología que utilizaremos,

entendiendo que no existe metodología única para la realización de alguna investigación,

dentro de las cuales podemos hacer énfasis en los tres capítulos que consta nuestra

investigación:

CAPITULO I

ANTECEDENTES DE LA PINTURA Y ESCULTURA EN EL MUNDO DURANTE

LOS SIGLOS XIX Y XXI.

CAPÍTULO II

EVOLUCIÓN DE LA PINTURA Y ESCULTURA EN VENEZUELA DURANTE LOS

SIGLOS XIX Y XX.

CAPÍTULO III

EVOLUCIÓN DE LA PINTURA Y ESCULTURA EN EL ESTADO MONAGAS

DURANTE LOS SIGLOS XIX Y XXI.

Para el logro de este trabajo se estará utilizando la investigación de campo y

fenomenológica debido al carácter social del mismo y con bases en el método histórico,

las cuales podemos conceptualizar apoyándonos de autores que señalan que:

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“El método histórico o la metodología de la historia es la forma de método científico específico de la historia como ciencia social, que comprende las metodologías, técnicas y las directrices mediante las que los historiadores usan fuentes primarias y otras pruebas históricas en su investigación y luego escriben la historia; es decir, elaboran la historiografía (la producción historiográfica). La cuestión de la naturaleza del método histórico, e incluso, de la propia posibilidad de su existencia como método científico, se discute por la epistemología (filosofía de la ciencia, metodología de las ciencias sociales) y la filosofía de la historia; y en cierto sentido por la historiología (o teoría de la historia).” (López: 1984: P 23.)

Podemos abordar que el método histórico se utilizara para dar respuesta a nuestra

investigación, en la cual la desarrollaremos con estudios a través de un arqueo de fuentes,

toda recopilación de información netamente documental que son la materia prima del

trabajo de un historiador y luego iremos al espacio objeto de estudio para una previa

sensibilización por parte de nosotros con la sociedad que habita en el lugar antes

mencionado para conocer sus vivencias y sus saberes locales.

La historia surgió con el fin de conocer los acontecimientos por los que los ser

humano habían pasado. Por tanto, al tener como objeto de estudio un aspecto de la realidad

humana nos induce a utilizar un método para saber el quehacer dentro de una investigación

de tal magnitud.

Dentro del correr de los tiempos, muchos historiadores, científicos, filósofos, y

hasta estadistas, han intentado manifestar sus ideas frente al quehacer de la investigación

histórica, desde puntos de vista positivistas, del materialismo histórico, de la calidad y

cantidad y hasta de los tipos de fenómenos humanos, sociales y económicos, del hombre en

desarrollo. Así se han generado con ellos, algunos tipos de métodos e investigaciones como

la fenomenológica que según se refiere a que:

“La fenomenología fue desarrollada por Husserl, y su objetivo es investigar la realidad de un modo diferente al tradicional método científico. La fenomenología es una disciplina que invita al ser

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humano a distanciarse de su forma usual de pensar para poder apreciar la diferencia entre si mismo y entre otros; lo que se está percibiendo y sintiendo en el momento y lo que es residuo del pasado. Es la búsqueda de la comprensión basada en lo que es obvio sencillamente porque es la realidad percibida” (Echavarría: 2007: P 18.)

Esto quiere decir que cada ser humano percibe una realidad diferente dependiendo

de su experiencia de vida traída al aquí y al ahora. Y lo que cada persona vive es

comprendida por ella como su verdad absoluta. Si esta premisa la podemos entender y

aplicar a nuestra vida, comprenderíamos que no hay, la fenomenología nos invita a

contactarnos con lo que somos y a descubrir lo que sentimos desde una observación

minuciosa para que no interpretemos nuestra realidad ni la de otros, como única la verdad.

Es por esto que la fenomenología se convierte en un principio fundamental de relaciones,

ya que si realmente comprendemos la fenomenología podremos entender y respetar cada

vez más a las personas con las que compartimos diariamente, podemos entender algunos

comportamientos que generalmente juzgamos porque esperamos que signifiquen para la

otra persona lo mismo que significan para nosotros, obviando que su experiencia de vida lo

ha llevado a significar las situaciones con una mirada particular.

La investigación que realizaremos será de campo el cual este autor hace referencia que:

“La investigación de campo es aquella que consiste en la recolección de datos directamente de los sujetos investigado, o de la realidad donde ocurren los hechos (datos primarios) sin manipular o controlar variable alguna.” (Arias: 2006: P. 31)

De acuerdo a lo expresado, podemos abordar que la investigación se desarrollara en

un espacio geográfico y se estará en contacto directo con el lugar a estudiar, donde la

oralidad nos servirá para profundizar nuestra investigación y será el medio para conocer las

experiencias de las personas que habitan en el espacio objeto de estudio.

Según la revisión bibliográfica realizada los libros que utilizaremos y que se

estarán consultando son los siguientes: Historia del Estado Monagas Hermann González-

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este libro habla sobre la historia de nuestro estado y dedica un espacio al gran escultor

maturinés Eloy Palacios. Como también La pintura en Venezuela Alfredo Boulton- este

hace un recorrido por la historia de la pintura en el país y se convierte en una bibliografía

necesaria para la realización de este trabajo, El arte hispanoamericano Fernando Arellano-

explica la influencia ejercida por la cultura española en el nuevo continente, además

algunos efectos de la iglesia sobre las obras artísticas de la época. La pintura en Venezuela

2da edición Enrique Planchart– en este se explica más que la evolución histórica de la

pintura en el país, se enfoca en los artistas que dieron un impulso al arte en Venezuela y

dedica un espacio a la academia de arte.

Una de las otros libros que utilizares será la enciclopedia temática de Venezuela

de Gilberto Liway Rodríguez (1993) donde refleja la historia del arte venezolano del siglo

XIX señala personajes importantes que fueron grandes pintores y escultores. Venezuela

para jóvenes arte y música Tomo 3 Sunsan Benko y otros autores (2000) este libro expresa

resumidamente y explícitamente las dudas existentes en cuanto a la pintura del siglo XIX.

Multienciclopedia de Venezuela Tomo 5 María Elena Rodríguez (2006) donde expresa la

pintura venezolana en su amplia expresión histórica y hace referencias a grandes pintores

de la época.

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CAPITULO I

Antecedentes históricos de la pintura y escultura a nivel mundial

El arte se entiende como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano

con finalidad estética o comunicativa, a través del cual expresa ideas, emociones o en

general, una visión del mundo, el arte emplea diversos recursos, como los plásticos,

lingüísticos, sonoros o mixto. La historia del arte se suele restringir a las denominadas artes

visuales o plásticas, es decir, de manera más simple pintura, escultura y arquitectura. Ahora

bien es importante establecer que en este trabajo de investigación solo se tomara en cuenta

los antecedentes históricos de las dos primeras.

Para abordar este tema es conveniente establecer una definición de lo que es la pintura y la

escultura antes de abordar propiamente el tema.

“La pintura es el arte plástico que se propone expresar la belleza bidimensionalmente con ayuda de la línea y el color. Se ejercita sobre superficies lisas a las que se fijan polvos colorantes con la ayuda de alguna materia adhesiva” (Consultor Interactivo Universal , 2000)

“la escultura es el arte de modelar, tallar y esculpir en barro, piedra, madera, etc., representando objetos o figuras de bulto” (Consultor InteractivoUniversal , 2000)

Dichas concepciones establecen que ambas tendencias artísticas tiene un fin

común, la representación de la belleza y la visión del mundo desde el punto de vista del

artista; partiendo de estos conceptos se puede comprender un poco más del contenido de

este trabajo y de cómo a través de los años se han ido estableciendo como medio de

comunicación y expresión. Como toda actividad humana la pintura y escultura tiene su

historia, la cual se halla unida a otros aspectos históricos, y por tanto se organiza de acuerdo

a las divisiones culturales que se practican en la historia como totalidad: “la obra de arte

individual puede y debe ser considerada en relación con su posición dentro de un esquema

de desarrollo histórico si deseamos entenderla plenamente” (Hartt, 1985)

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Es por ello que para poder entender la relevancia de estas vertientes artísticas, es necesario

ubicarlas dentro del contexto histórico y geográfico, a fin de establecer su desarrollo a

través de los años, como ha influido en la concepción del mundo actual y las distintas

culturas que han utilizado estas representaciones para expresar sus creencias religiosas,

políticas, su visión del mundo y su historia.

Para muchos estudiosos de las artes plásticas sus orígenes se hallan en los orígenes del

hombre como tal, estableciendo como punto de partida la sociedad prehistórica, definida

como la etapa comprendida entre la aparición del hombre y sus primeras manifestaciones

culturales, y la aparición de las fuentes escritas. Dentro de la evolución cultural y social del

hombre, esta es la época más antigua y está dividida en tres períodos; el paleolítico inferior,

el paleolítico medio y el paleolítico superior. En los tres periodos el hombre vivía

esencialmente de la caza y la recolección, y sus instrumentos estaban concebidos para

dichos fines. Pero es en el paleolítico superior que el hombre desarrollara el primer arte

conocido de la historia humana.

Gracias a los yacimientos, encontrados con útiles producidos por los más remotos

antepasados, se establece así como los primeros artistas de la historia al hombre de Cro-

Magnon, antepasados directos de los europeos actuales.

“En el arte paleolítico, no es posible descubrir los niveles primitivos a partir de los cuales comienza su evolución, partiendo de que las pinturas más antiguas poseen ya una calidad sorprendentemente alta y de que es muy largo el periodo del arte rupestre; se puede llegar a la conclusión de que existía una fuerte tradición, en manos de artistas especializados que trasmitían sus conocimientos y habilidades de generación en generación.” (Hartt, 1985)

Los orígenes del arte se centran en la pintura rupestre realizada en el interior de las

cuevas, primera casa del hombre; pero junto a ella aparecen los primeros restos de escultura

donde se representan animales y figuras femeninas; el arte paleolítico representa como

símbolos al animal, de cuya caza depende la supervivencia, y a las “venus” asociadas a los

ritos de fertilidad y considerados como amuletos destinados a la prolongación de la especie.

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Durante el Mesolítico, periodo de transición entre el Paleolítico y el Neolítico; las

pinturas dejan de realizarse en las cavernas para empezar a aparecer en las paredes rocosas

de abrigos naturales. Las figuras dejan de estar aisladas entre sí para formar un todo, siendo

imágenes de la vida cotidiana (escenas de caza, guerras o rituales) en las que el hombre es

protagonista.

En el neolítico a los animales representados en el Paleolítico, se incorporan trazos

básicos como líneas y triángulos para simbolizar formas humanas de hombres y mujeres,

respectivamente. Las imágenes pierden el carácter estático al incluir trazos diagonales en la

representación de personas y las patas abiertas en los animales, las imágenes elaboradas

líneas finas sugieren la aparición de las primeras formas de pincel, diferenciando aún más

este período del paleolítico. Otra forma de expresión del neolítico son las manos pintadas

en la pared muestra de ellas es la cueva de manos ubicada en Argentina.

La escultura evoluciona desde imágenes pequeñas hacia otras cercanas a un metro de altura,

en un primer intento de representar la figura y facciones humanas. El grabado, por su parte

evoluciona en la producción de sombras mediante la profundización de áreas completas al

interior de las imágenes.

Durante la edad de los metales última fase de la prehistoria se desarrolla el uso de

minerales fundidos como el cobre, bronce y el hierro y lo cual generó cambios estructurales

en la forma de vida de las sociedades de la época, entre las que se destacan la producción

de herramientas de caza, las armas de guerra, la decoración corporal y la escultura en

metales.

Luego de las primeras etapas de los orígenes del hombre se establecen lo que se

conocen como las primeras civilizaciones, término que engloba a las culturas de los pueblos

de Oriente que se desarrollan desde el Neolítico hasta Alejandro Magno, es decir, desde el

IV milenio hasta el siglo IV a. de J.C. los primeros focos de alta cultura se desarrollaron en

el valle del Nilo, y otro en la Baja Mesopotamia.

Es difícil establecer las manifestaciones más antiguas de la baja Mesopotamia

debido a su agitada vida política, lo que condiciona el establecimiento de diferentes etapas

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artísticas; debido a esto se resumirá de la siguiente manera: protodinastía sumeria, etapa

acadia, periodos neosumerio y babilónico, la etapa asiria y finalmente la persa. Es preciso

reiterar que estos pueblos no se dedicaron a la realización de pinturas, pero con respecto a

la escultura se desarrolló en talla exenta o relieve, en escenas religiosas o de caza y

militares, con la presencia de figuras humanas y animales reales o mitológicos. En época

sumeria se dieron pequeñas estatuas de formas angulosas, con piedra de color o pasta en los

ojos, en figuras sin cabello, con las manos en el pecho. En el periodo acadio son figuras con

cabello y larga barba, destacando la estela de Naram-Sin. De la etapa neosumeria destacan

las representaciones del rey Gudea de Lagash, con manto y turbante y las manos

nuevamente sobre el pecho. En el dominio babilónico cabe mencionar la famosa estela de

Hammurabi. De la escultura asiria destacan las figuras antropomórficas de toros o genios

alados, que flanqueaban las puertas de los palacios, así como los relieves con escenas de

guerra o caza, como el Obelisco negro de Salmanasar

Egipto por otro lado ubicado dentro del fértil valle del Nilo, durante toda su historia

utiliza el arte como instrumento religioso, muestras de ello son las pinturas que se hallan en

las tumbas de los faraones cuyo propósito era combatir las posibles negligencias de los

sacerdotes en el camino hacia el más allá. Representando las imágenes con criterio

jerárquico, es decir, el faraón tenía un mayor tamaño que sus súbditos o los enemigos que

están a su lado. Con respecto a la escultura se caracterizaron por ser en gran parte

monumentales como las esfinges, las estatuas de los faraones que en gran medida eran

realizadas como muestra de poder y superioridad características propias de un dios, y la

representación de dioses, en las primeras dinastías, alcanzando la perfección durante la IV

Dinastía. También realizan los ushebti, pequeñas figuras de arcilla o madera, de mayor

realismo que la escultura funeraria, representando escenas cotidianas.

Otras culturas que vale la pena resaltar son la fenicia de la cual destacan esculturas,

de influencia asiria y egipcia, que debido a su tradición marinera permitió que su arte se

diera en distintas zonas del mediterráneo.

La hitita es conocida por su arquitectura monumental, pero también dedico parte a la

escultura realizando esfinges y diversos relieves con escenas de guerra y caza. La cultura

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Nok, en el primer milenio A. de J.C., situada al norte de Nigeria, acentuando las esculturas

de terracota, con figuras humanas (a veces solo la cabeza) o de animales, de gran sentido

naturalista. En cuanto al arte indio tiene un carácter principalmente religioso, sirviendo

como vehículo de transmisión de las distintas religiones que se han practicado allí, siendo

de gran importancia la escultura y la arquitectura, dejando de lado la pintura con poca

preocupación por esta técnica artística. Con una importante carga religiosa y de comunión

con la naturaleza al igual que el arte indio, la cultura china ha visto marcada sus etapas

artísticas por las dinastías reinantes, durante la dinastía Shang (1600-1046 A. de J.C.);

donde se realizan estatuas de bronce y máscaras antropomórficas, la pintura toma mayor

valor durante la dinastía Han centrándose en temas de la corte imperial, nobles y

funcionarios, con un gran sentido moralista y confucianista. También son de remarcar los

relieves en santuarios y cámaras de ofrendas. Al contrario que en occidente, los chinos

valoraban por igual la caligrafía, la cerámica, la seda o la porcelana, que la arquitectura, la

pintura y la escultura, a la vez que el arte está plenamente ligado a su filosofía y cultura.

Una de las manifestación más grandes de la escultura durante la época en China el interior

del Mausoleo de Qin Shi Huang, cerca de la cuidad de Xian. Allí, el ejército terracota

representa uno de los hallazgos de esculturas más grande de la historia, un trabajo de más

de 7000 estatuas de guerreros y caballos a tamaño real, cada imagen diferente de la otra

tanto en sus facciones físicas, manos y rostro, así como en los trajes distintivos del rango al

que pertenecía el guerrero, así se establece que la escultura fue de cierto modo

representativa para esta cultura.

Conocido como arte clásico es el desarrollado en las antigua Grecia y Roma, cuyos

adelantos científicos y de orden estético aportaron un estilo basado en la naturaleza y en el

ser humano. En Grecia se desarrollaron las principales manifestaciones artísticas que han

marcado el arte occidental; este arte se desarrolló en tres periodos: arcaico, clásico y

helenístico.

Durante el periodo arcaico en la escultura predomino la representación del cuerpo

humano, basándose en la armonía de las proporciones, son típicos de esta época estatuas de

atletas desnudos y muchachas vestidas. En el siglo V A.de J.C., conocido como siglo de

Pericles se instaura el clasicismo, llevando a la perfección las proporciones del cuerpo

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humano, con mayor naturalismo y un estudio anímico en la expresión de la figura

representada. Destaco especialmente la obra de Mirón, Fidias y Policleto; por ultimo en el

periodo helenístico la escultura pretende resaltar lo característico e individual, lo

pintoresco, lo dramático e incluso lo monstruoso o deforme, como en el Laoconte y el Toro

de Farnesio; si bien persisten las obras clásicas como la Venus de Milo y la Victoria de

Samotracia. En cuanto a la pintura esta se desarrolló sobre todo en la cerámica, en escenas

cotidianas o de temáticas cotidianas o mitológicas.

En Grecia las obras de arte eran consideradas como el resultado de la inspiración divina, es

decir, no se le creía un producto del ingenio sino como un regalo de los dioses; siendo su

realización comparable a la de cualquier artesano, cocinero, barbero, etc.

Una excepción bastante temprana de estas opiniones la muestran los fragmentos

conservados de Demócrito (ca. 460- 370 ac):

“este autor ya situaba el arte dentro del contexto histórico y daba a cada obra el lugar que le correspondía en un proceso, que iba de unos inicios sencillos a las formas de mayor refinamiento oponiéndose a la idea de que la capacidad del artista para esculpir estatuas y construir palacios fuera solo un don de los dioses y no algo connatural a el mismo” (Kultermann, 1996)

Basado en esto Kultermann nos muestra la visión del arte para ese entonces, como el artista

era tratado como un hombre vulgar sin mayor relevancia ni alta posición dentro de la

sociedad. Con respecto a esto Sócrates (469/470 – 399 ac): considera el arte en general

como algo sin importancia; aunque el mismo trabajo como escultor labor a la que renuncio

como algo indigno.

Una cultura clásica que influyo sobre una de gran importancia fue la etrusca,

presentes en la región de Etruria que hoy corresponde a Italia central, durante los siglo VIII

y VI a.c. Si bien no se tiene mucho conocimiento sobre la misma, si se sabe que su arte, de

estilo preferentemente fúnebre, influyo en el periodo clásico romano. El bronce fue otra de

las mayores exhibiciones de habilidad lograda por esta cultura, entre las que se destacan el

joven reclinado y la cabeza de león.

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El poderío militar y su inclinación expansionista llevaron a Roma a ser influencia

por una gran variedad de culturas, entre ellas la etrusca con su arte funerario y el

naturalismo griego, siendo posible encontrar de esta última reproducciones romanas en

mármol, de originales griegos en mármol elaboradas por los romanos, de originales en

bronce elaboradas por los griegos.

Si bien otras culturas influyeron en el arte romano, el estilo propio se caracterizó por

el realismo en el que los defectos físicos, el iris de los ojos y las facciones de gran

complejidad hacen parte natural de la obra, apartándose así del idealismo de belleza griega.

Esculturas como bustos, ecuestres y otros monumentos en mármol reflejan la habilidad,

estilo y complejidad del arte romano.

De la pintura romana existen referencias literarias que nos revelan su aplicación

sobre diversos materiales sin embargo solo la pintura sobre paredes, aplicada mediante la

técnica del fresco, ha sobrevivido en el tiempo. La mayor exhibición de este arte se

encuentra en la ciudad de Pompeya, preservada en el tiempo por la erupción del volcán

Vesubio en el año 79 de la era cristiana. Se han determinado la existencia de tres estilos

alrededor de los cuales evolucionó la pintura romana. El primero, el desarrollo de la

habilidad de simular mármol a través del yeso pintado. El segundo, el uso del yeso pintado

en la imitación arquitectónica, creando la ilusión de columnas, vasijas o libreros como

forma de decoración en espacios vacíos. El tercero, se aparta del ilusionismo y se dedica a

la decoración de paredes en fondos monocromáticos en etapa inicial y colores vivos en su

etapa final.

Para seguir con la secuencia cronológica pasamos ahora al arte medieval entendido

como el periodo que abarca desde la caída del imperio romano en el siglo V y el

descubrimiento de América en el siglo XV es decir, mil años de desarrollo artístico en el

que la pintura y la escultura se subordinan a la arquitectura principalmente de temática

religiosa. Los movimientos que sobresalen en el arte medieval son: paleocristiano,

bizantino, islámico, prerrománico, románico y gótico.

Se denomina arte paleocristiano al efectuado por los primeros seguidores de esta nueva

religión, primero de forma oculta, mientras aún eran perseguidos por el poder imperial, para

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pasar posteriormente, tras la conversión al cristianismo del emperador romano Constantino,

a ser el estilo oficial del Imperio. Las formas clásicas fueron reinterpretadas para servir

como vehículo de expresión de la nueva religión oficial, y se produjo una atomización de

estilos por zonas geográficas.

Las artes figurativas inician el camino del arte medieval, eminentemente religioso,

dando preponderancia al simbolismo de las escenas representadas por encima del realismo

de la narración o de su carácter estético. En escultura destacaron los sarcófagos, que

evolucionaron desde la simple decoración ornamental con molduras cóncavas (strygiles)

hasta la narración de escenas en friso. La pintura se dio sobre todo en las catacumbas, con

escenas religiosas y alegóricas, y surgió la miniatura, iluminación de manuscritos, con dos

principales escuelas: la helenística-alejandrina y la siria. Cobró especial relevancia el

mosaico, que tuvo un gran desarrollo, llegando a influir al arte bizantino; los mejores

ejemplos se hallan en Santa María la Mayor de Roma y San Apolinar y San Vital de

Rávena.

Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, en Oriente perduró conocido como

Imperio Bizantino hasta la conquista de Constantinopla en 1453 por los turcos otomanos.

Heredero del arte helenístico, el arte bizantino recogió las principales tradiciones artísticas

orientales, de las que fue puerta de entrada en Europa, donde el arte bizantino influyó en el

arte prerrománico y románico. Se distinguen en el arte bizantino tres «edades de oro»: una

primera en el siglo VI, coincidiendo con el reinado de Justiniano; una segunda desde el

siglo IX hasta la toma de Constantinopla por los cruzados el 1204; y una tercera en el siglo

XIV, con la dinastía Paleólogo.

Las artes figurativas tuvieron en época de Justiniano influencia paleocristiana, a la

vez que recogieron diversas tradiciones anteriores, especialmente la helenística y la siria

neoática, destacando los conjuntos musivarios de San Demetrio de Salónica y San Vital de

Rávena. En la segunda edad dorada se establecieron la estética y la iconografía bizantinas,

sobre todo en torno a los iconos, con una fuerte carga simbólica de las imágenes, con

figuras estilizadas y perspectivas jerárquicas (el tamaño de la figura depende de su

importancia religiosa). La escultura solía ser en relieve, sobre piedra o marfil, destacando

las imágenes de «consagración imperial» (Cristo con las manos sobre las cabezas de los

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emperadores). En la tercera edad dorada la pintura sustituyó al mosaico, sobre todo los

iconos de pintura sobre tabla, destacando las escuelas de Chipre, Salónica, Creta, Venecia y

Moscú (donde descuella Andrei Rubliov)

Con la Hégira de Mahoma en 622 surgió una nueva religión, el islamismo, que tuvo

una rápida difusión desde el Próximo Oriente por el norte de África, llegando a Europa con

la conquista de la Península Ibérica y con la zona de los Balcanes tras la caída del Imperio

Bizantino. Con el tiempo, la nueva religión aglutinó a una gran diversidad de pueblos y

culturas, siendo su arte el reflejo de esta disparidad, teniendo numerosas manifestaciones y

variantes estilísticas según la región donde se produjese. Su principal medio de expresión

fue la arquitectura, pues la prohibición religiosa de representar imágenes figurativas supuso

una seria traba para la pintura y escultura, que era únicamente de tipo ornamental, con

motivos abstractos o geométricos.

Arte prerrománico se denomina así a los múltiples estilos desarrollados en Europa

desde la coronación de Carlomagno (año 800) hasta alrededor del año 1000, donde la

aparición del románico supondrá la divulgación de un mismo estilo unitario a lo largo de

todo el continente europeo. Esta acepción es simplemente una forma de englobar una serie

de estilos independientes y con pocos o ningún factor común, con el único aglutinante de

ser predecesores de la internacionalización del románico.

La coronación de Carlomagno supuso en cierta forma la restauración del Imperio

Romano, lo que conllevó un renacer cultural y un primer retorno a la cultura clásica como

fuente de inspiración, aunque matizada por la religión cristiana. La escultura se produjo

sobre todo en marfil y bronce, como la Estatua ecuestre de Carlomagno (Louvre). La

pintura se circunscribió a la miniatura, con varias escuelas como la palatina, la de Tours, la

de Reims y la de Saint-Denis. En las Islas Británicas, recientemente evangelizadas, tuvo

una época de esplendor el arte celta. . En escultura destacan las grandes cruces irlandesas,

decoradas en relieve, como las de Moone, Kells y Monasterboice. La miniatura tuvo

influencia carolingia, destacando la escuela de Winchester, a la que perteneció el Pontifical

de San Aethelwold (British Museum).

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El arte románico representa el primer estilo de carácter internacional de la cultura

europea occidental, con una identidad plenamente consolidada tras el paso del latín a las

lenguas vernáculas. De carácter eminentemente religioso, casi todo el arte románico estaba

dirigido a la exaltación y divulgación del cristianismo. Surgido a mediados del siglo XI, se

desarrolló fundamentalmente durante el siglo XII, a finales del cual empezó a coexistir con

el incipiente gótico. En el románico culminaron los diversos estilos producidos por el

prerrománico, a la vez que se denota la influencia oriental del arte bizantino.

La escultura se desarrolló principalmente en el marco arquitectónico, de carácter religioso,

con figuras esquematizadas, sin realismo, de signo simbólico, con un marcado carácter

didáctico, debido al analfabetismo de la época. Los principales ciclos escultóricos se

producen en los tímpanos de los portales de acceso a las iglesias y catedrales, como en

Santa Magdalena de Vézelay, San Lázaro de Autun, Santa Fe de Conques y el Pórtico Real

de Chartres. En Italia destacó la figura de Benedetto Antelami, que trabajó en la Catedral de

Parma, como en su magnífico Descendimiento (1178). En España destacaron en primer

lugar los talleres catalanes de Ripoll y la zona pirenaica, los talleres de marfil de León

(Crucifijo de Fernando I), los talleres del Camino de Santiago, la Fachada de las Platerías

de la Catedral de Santiago y el claustro de Silos; en el siglo XII se produjeron diversas

escuelas regionales: la catalana (portal de Santa María de Ripoll), la aragonesa (San Pedro

el Viejo de Huesca), la navarra (portada de Sangüesa) y la castellana (Santa María la Real

de Nájera).La pintura era preferentemente mural, de signo religioso y figuras esquemáticas

al igual que la escultura. Tuvo una fuerte influencia bizantina, difundida sobre todo por la

orden benedictina. Se desarrolló preferentemente en el ábside de las iglesias, con un

programa iconográfico donde destacaba la figura del Pantocrátor, alrededor del cual se

encuentran la Virgen y los apóstoles, dejando al pie el Juicio Final. Vemos esta disposición

en la Abadía de Sant'Angelo in Formis (Capua), San Clemente de Tahull y San Isidoro de

León. También se produjo pintura sobre tabla, al temple, generalmente en retablos para el

altar; y la miniatura, donde destacaron las escuelas inglesa e italiana.

El arte gótico se desarrolló entre los siglos XII y XVI, época de gran desarrollo económico

y cultural. El fin de la época feudal supuso el afianzamiento de los estados centralizados,

con mayor predominio de las ciudades sobre el campo, al tiempo que un sector cada vez

16

Page 17: Proyecto Semina

mayor de la sociedad tenía acceso a la cultura, que dejó de ser patrimonio exclusivo de la

Iglesia. El auge de las universidades comportó un aumento de los estudios científicos,

filosóficos y literarios, sentando las bases de la cultura moderna.

La escultura continuó enmarcada en la obra arquitectónica, aunque comenzó a desarrollarse

la escultura exenta, con formas más realistas, inspiradas en la naturaleza. Los artistas

buscaban la belleza ideal, en formas sencillas y diáfanas, con cierta melancolía y nobleza en

los sentimientos, y con escenas de carácter narrativo. En Francia destacan el Pórtico Real y

las portadas del crucero de la Catedral de Chartres, así como los conjuntos de Amiens y

Reims. En Italia destaca el taller de Nicola y Giovanni Pisano en Pisa, mientras en

Alemania descuella la obra de Veit Stoss y Tilman Riemenschneider. En España destaca el

Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, las portadas de la Colegiata

de Toro y de las catedrales de Tuy y Ciudad Rodrigo, los conjuntos de Burgos, León y

Toledo, así como la obra de Pere Johan y Gil de Siloé. La pintura dejó de ser mural para

pasar a retablos situados en los altares de las iglesias, y empezó a desarrollarse la pintura en

lienzo, al temple o al óleo.

El arte de la Edad Moderna se desarrolló entre los siglos XV y XVIII. Esta edad

supuso cambios radicales a nivel político, económico, social y cultural: la consolidación de

los estados centralizados supuso la instauración del absolutismo; los nuevos

descubrimientos geográficos especialmente el continente americano abrieron una época de

expansión territorial y comercial, suponiendo el inicio del colonialismo; la invención de la

imprenta conllevó una mayor difusión de la cultura, que se abrió a todo tipo de público; la

religión perdió la preponderancia que tenía en la época medieval, a lo que coadyuvó el

surgimiento del protestantismo; a la vez, el humanismo surgió como nueva tendencia

cultural, dejando paso a una concepción más científica del hombre y del universo. Durante

esta etapa se dan los siguientes movimientos artistiticos: renacimiento, manierismo,

barroco, rococó y neoclasicismo.

Surgido en Italia en el siglo XV, se expandió por el resto de Europa desde finales de ese

siglo e inicios del XVI. Los artistas se inspiraron en el arte clásico grecorromano, por lo

que se habló de «renacimiento» artístico tras el oscurantismo medieval. Estilo inspirado en

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Page 18: Proyecto Semina

la naturaleza, surgieron nuevos modelos de representación, como el uso de la perspectiva.

Sin renunciar a la temática religiosa, cobró mayor relevancia la representación del ser

humano y su entorno, apareciendo nuevas temáticas como la mitológica o la histórica, o

nuevos géneros como el paisaje, el bodegón e, incluso, el desnudo. La belleza dejó de ser

simbólica, como en la era medieval, para tener un componente más racional y mesurado, en

base a la armonía y la proporción.

La escultura buscó igualmente la idealizada perfección del clasicismo, aunque

perduraron hasta el siglo XVI la elegancia curvilínea y la esbeltez de proporciones del

gótico internacional. Se utilizaban materiales nobles, como el mármol y el bronce, con un

especial gusto por la forma monumental. Junto a la temática religiosa se desarrolló el

retrato, en busto o en figuras ecuestres, al estilo de la antigua Roma. Destacaron

especialmente: Lorenzo Ghiberti, Jacopo della Quercia, Luca della Robbia, Andrea

Verrocchio y, especialmente, Donatello (David, 1409; Judit y Holofernes, 1455-1460); y,

fuera de Italia, Michel Colombe en Francia, Peter Vischer en Alemania, y Felipe Bigarny,

Bartolomé Ordóñez y Damián Forment en España. La pintura sufrió una notable evolución

desde las formas medievales, con formas naturalistas y temáticas profanas o mitológicas

junto a las religiosas. Los estudios de perspectiva permitieron hacer obras de gran efecto

realista, basadas en proporciones matemáticas, con especial utilización de la «sección

áurea» tras el estudio publicado por Luca Pacioli (De Divina Proportione, 1509). Se utilizó

el fresco y el temple, mientras que se introdujo el óleo a mediados del siglo XV por

influencia flamenca. Uno de sus principales exponentes fue Leonardo Da Vinci, genio

polifacético que introdujo el sfumato o «perspectiva aérea», con obras como La Virgen de

las Rocas (1483), La Última Cena (1495-1497), La Gioconda (1503), etc. Otro nombre de

relevancia fue Rafael, maestro del clasicismo sereno y equilibrado, con una perfecta

ejecución pictórica, como se demuestra en sus frescos de las Estancias del Vaticano. Otros

artistas destacados fueron: Masaccio, Fra Angelico, Paolo Ucello, Andrea del Castagno,

Perugino, Piero della Francesca, Benozzo Gozzoli, Domenico Ghirlandaio, Botticelli,

Andrea del Verrocchio, Luca Signorelli, Andrea Mantegna, Giovanni Bellini, Antonello da

Messina, etc. En el resto de Europa: Matthias Grünewald, Alberto Durero, Hans Holbein el

Joven y Lucas Cranach el Viejo en Alemania; Quentin Metsys y Pieter Brueghel en

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Page 19: Proyecto Semina

Holanda; y Pedro Berruguete, Alejo Fernández, Vicente Masip, Juan de Juanes, Pedro

Machuca y Luis de Mora les en España.

El manierismo Surgido igualmente en Italia a mediados del siglo XVI como evolución de

las formas renacentistas, el manierismo abandonó la naturaleza como fuente de inspiración

para buscar un tono más emotivo y expresivo, cobrando importancia la interpretación

subjetiva que el artista hace de la obra de arte.

La escultura es nuevamente reflejo del pesimismo que dominaba la sociedad italiana de la

segunda mitad del siglo XVI, con un arte donde se deforma la realidad a capricho,

predominando la expresión sentimental del artista, con figuras estilizadas, en posiciones

violentas y actitudes dramáticas. Descuella nuevamente la obra de Miguel Ángel, con obras

de tenso dinamismo donde resalta la expresión de la persona representada: Piedad (1501),

David (1501-1504), Moisés (1513-1515), Sepulcro de los Médicis (1520-1534), etc. Otros

importantes escultores fueron: Baccio Bandinelli, Benvenuto Cellini, Giambologna y

Jacopo Sansovino; y, fuera de Italia, Jean Goujon y Germain Pilon en Francia, Adriaen de

Vries en Flandes, Hubert Gerhard en Alemania, y Alonso Berruguete, Juan de Juni y

Gaspar Becerra en España.

La pintura manierista tuvo un sello más caprichoso, extravagante, con gusto por la forma

sinuosa y estilizada, deformando la realidad, con perspectivas distorsionadas y atmósferas

efectistas. Destacó en primer lugar como en las otras artes Miguel Ángel (autor de la

decoración de la Capilla Sixtina), seguido de Bronzino, Andrea del Sarto, Pontormo,

Correggio, Parmigianino, Giorgione, Tiziano, Veronese, Tintoretto, Jacopo Bassano,

Giuseppe Arcimboldo, etc. Cabe mencionar a Maarten van Heemskerck y Abraham

Bloemaert en los Países Bajos, y Bartholomeus Spranger en Alemania. En España

destacaron Juan Fernández de Navarrete, Alonso Sánchez Coello, Juan Pantoja de la Cruz

y, especialmente, El Greco, artista excepcional creador de un estilo personal y único, de

fuerte sentido expresionista.

El barrocose desarrolló entre el siglo XVII y principios del XVIII. Fue una época de

grandes disputas en el terreno político y religioso, surgiendo una división entre los países

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Page 20: Proyecto Semina

católicos contrarreformistas, donde se afianzó el estado absolutista, y los países

protestantes, de signo más parlamentario. El arte se volvió más refinado y ornamentado,

con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero con formas más dinámicas y

efectistas, con gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes

de efecto. La escultura adquirió el mismo carácter dinámico, sinuoso, expresivo,

ornamental, destacando el movimiento y la expresión, con una base naturalista pero

deformada a capricho del artista. En Italia destacó nuevamente Bernini, autor de obras

como Apolo y Dafne (1622-1625), Éxtasis de Santa Teresa (1644-1652), Muerte de la beata

Ludovica Albertoni (1671-1674), etc. En Francia destacaron François Girardon, Antoine

Coysevox y Pierre Puget. En España perduró la imaginería religiosa de herencia gótica,

destacando Gregorio Fernández, Juan Martínez Montañés, Alonso Cano, Pedro de Mena,

Francisco Salzillo, etc.

La pintura se desarrolló en dos tendencias contrapuestas: el naturalismo, basado en la

estricta realidad natural, con gusto por el claroscuro el llamado tenebrismo, donde cabe

citar a Caravaggio, Orazio y Artemisia Gentileschi, Pieter van Laer, Adam Elsheimer,

Georges de La Tour y los hermanos Le Nain; y el clasicismo, que es igualmente realista

pero con un concepto de la realidad más intelectual e idealizado, englobando a Annibale

Carracci, Guido Reni, Domenichino, Guercino, Giovanni Lanfranco, Nicolas Poussin,

Claude Lorrain, Hyacinthe Rigaud, etc. En el llamado «pleno barroco» (segunda mitad del

siglo XVII), de estilo decorativo y predominio de la pintura mural, destacaron Pietro da

Cortona, Andrea Pozzo, Luca Giordano y Charles Le Brun. Aparte de estas corrientes,

hubieron infinitud de escuelas, estilos y autores de muy diverso signo, destacando dos

escuelas regionales: la flamenca (Peter Paul Rubens, Anton Van Dyck, Jacob Jordaens,

Frans Snyders), y la holandesa (Rembrandt, Jan Vermeer, Frans Hals). En España destacó

la figura excepcional de Diego Velázquez (La fragua de Vulcano, 1630; La rendición de

Breda, 1635; Venus del espejo, 1650; Las Meninas, 1656; Las hilanderas, 1657), así como

José de Ribera, Francisco Ribalta, Alonso Cano, Francisco de Zurbarán, Juan de Valdés

Leal y Bartolomé Esteban Murillo. El rococó desarrollado en el siglo XVIII en convivencia

a principios de siglo con el barroco, y a finales con el neoclasicismo–, supuso la

pervivencia de las principales manifestaciones artísticas del barroco, con un sentido más

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Page 21: Proyecto Semina

enfatizado de la decoración y el gusto ornamental, que son llevados a un paroxismo de

riqueza, sofisticación y elegancia. El progresivo auge social de la burguesía y los adelantos

científicos, así como el ambiente cultural de la Ilustración, conllevaron el abandono de los

temas religiosos a favor de nuevas temáticas y actitudes más mundanas, destacando el lujo

y la ostentación como nuevos factores de prestigio social.

La escultura tiene un aire grácil, refinado, con cierta pervivencia de las formas

barrocas, especialmente por influencia de Bernini. En Italia cabe destacar la Fontana de

Trevi, de Pietro Bracci y Filippo della Valle. En Francia destacó la obra de Edmé

Bouchardon, Jean-Baptiste Pigalle y Étienne-Maurice Falconet. En Alemania tenemos la

presencia de Georg Rafael Donner, Franz Ignaz Günther y los hermanos Asam (Cosmas

Damian y Egid Quirin). En España podemos reseñar a Juan Pascual de Mena y Luis

Salvador Carmona.

La pintura se movió entre la exaltación religiosa o el paisajismo vedutista en Italia

(Giambattista Tiepolo, Canaletto, Francesco Guardi), y las escenas cortesanas de Jean-

Antoine Watteau, François Boucher, Jean-Baptiste-Siméon Chardin y Jean-Honoré

Fragonard en Francia, pasando por el retratismo inglés de Joshua Reynolds y Thomas

Gainsborough. Figura aparte es el inclasificable pintor español Francisco de Goya, que

evolucionó desde un sello más o menos rococó hasta un cierto prerromanticismo, pero con

una obra personal y expresiva de fuerte tono intimista. Cultivó tanto la pintura como el

grabado, siendo igualmente de destacar sus cartones para tapices. Entre sus obras destacan:

los Caprichos (1799), La familia de Carlos IV (1800), El tres de mayo de 1808 en Madrid

(1814), las Pinturas negras (1820), etc.

El neoclasicismo con el auge de la burguesía tras la Revolución Francesa favoreció

el resurgimiento de las formas clásicas, más puras y austeras, en contraposición a los

excesos ornamentales del barroco y rococó, identificados con la aristocracia. A este

ambiente de valoración del legado clásico grecorromano influyó el hallazgo arqueológico

de Pompeya y Herculano, junto a la difusión de un ideario de perfección de las formas

clásicas efectuado por Johann Joachim Winckelmann, quien postuló que en la antigua

Grecia se dio la belleza perfecta, generando un mito sobre la perfección de la belleza

clásica que aún condiciona la percepción del arte hoy día.

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Page 22: Proyecto Semina

La escultura, de lógico referente grecorromano, tuvo como principales figuras a: Jean-

Antoine Houdon, retratista de la sociedad prerrevolucionaria (Rousseau, Voltaire,

Lafayette, Mirabeau); Antonio Canova, que trabajó para los papas y la corte de Napoleón

(Paulina Borghese como Venus, 1805-1807); y Bertel Thorvaldsen, muy influido por la

escultura griega, consagrado a la mitología y la historia antiguas (Jasón con el vellocino de

oro, 1803). Otros nombres destacables serían John Flaxman, Johann Gottfried Schadow,

Johan Tobias Sergel y Damià Campeny.

La pintura mantuvo un sello austero y equilibrado, influido por la escultura grecorromana o

figuras como Rafael y Poussin. Destacó especialmente Jacques-Louis David, pintor

«oficial» de la Revolución Francesa (Juramento de los Horacios, 1784; La muerte de Marat,

1793; Napoleón cruzando los Alpes, 1800). Junto a él conviene recordar a: François

Gérard, Antoine-Jean Gros, Pierre-Paul Prud'hon, Anne-Louis Girodet-Trioson, Jean

Auguste Dominique Ingres, Joseph Wright of Derby, Johann Zoffany, Angelika

Kauffmann, Anton Raphael Mengs, Joseph Anton Koch, Asmus Jacob Carstens, José de

Madrazo, etc.

Arte colonial hispanoamericano las culturas precolombinas son aquellas

civilizaciones del mundo antiguo que florecieron en la América Central y en el sector más

septentrional de la América del Sur antes dela llegada de los europeos en el siglo XVI.

Desde el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 hasta la independencia

de los diversos países americanos a lo largo del siglo XIX (los últimos Cuba y Puerto Rico

en 1898) se dio el denominado arte colonial, que fue un fiel reflejo del arte efectuado en la

metrópoli, desarrollándose los mismos estilos artísticos que en el continente europeo,

principalmente el Renacimiento, el Barroco y el Rococó. Las principales muestras de arte

colonial se produjeron en los dos centros geográficos de más relevancia en la era

precolombina: México y Perú.

Las primeras muestras de pintura colonial fueron las de escenas religiosas elaboradas por

maestros anónimos, como las imágenes de la Virgen con el Niño. La producción artística

hecha en Nueva España por indígenas en el siglo XVI es denominada arte indocristiano. La

pintura barroca recibió la influencia del tenebrismo sevillano, principalmente de Zurbarán,

como se puede apreciar en la obra de los mexicanos José Juárez y Sebastián López de

Arteaga, y del boliviano Melchor Pérez de Holguín. A finales del siglo XVI destacó la

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Escuela cuzqueña de pintura, representada principalmente por Luis de Riaño y Marcos

Zapata. En el siglo XVIII la principal influencia sería la de Murillo, y en algún caso como

en Cristóbal de Villalpando la de Valdés Leal. Destacan Gregorio Vázquez de Arce en

Colombia y Juan Rodríguez Juárez y Miguel Cabrera en México.

En escultura las primeras muestras fueron nuevamente en el terreno religioso, en

tallas exentas y retablos para iglesias, confeccionadas generalmente en madera recubierta

con yeso y decorada con encarnación aplique directo del color o estofado sobre un fondo de

plata y oro. A principios del siglo XVII nacieron las primeras escuelas locales, como la

quiteña y la cuzqueña, destacando la labor patrocinadora de la orden jesuita. En el barroco

destacó la obra escultórica desarrollada en Lima, como la sillería de la Catedral de Lima.

En Brasil destacó la obra del Aleijadinho. No obstante, cabe destacar que antes de la

llegada de los europeos al nuevo continente se realizaron obras de arte en estas tierras,

hechas por los pueblos aborígenes entre los cuales se encuentran los olmecas, los mayas y

aztecas por nombrar algunos.

La cultura olmeca se desarrolló a lo largo de la costa del golfo de México desde

aproximadamente el año 800 a.c hasta el 600 d.c, produjeron sorprendentes esculturas

naturalistas de formas redondeadas, entre las cuales destacan una serie de grandes cabezas

de finalidad incierta.

Los mayas durante el periodo denominado por los arqueólogos como “maya clásico”

correspondiente al primer milenio de nuestra era, se desarrolló la escultura de bulto redondo

fueron escasa y generalmente de cerámica y estuco. En cuanto a la pintura fue abundante y

de gran calidad.

En cuanto a los aztecas esta cultura también desarrollo la escultura pero utilizando metales

preciosos, realizaron estatuillas de oro y plata, vasijas y otros artefactos más para el uso

práctico que ornamental.

El arte contemporáneo suele entenderse como el tiempo transcurrido desde fines del siglo

XVIII o principios del XIX del que se destacan las siguientes escuelas:

Romanticismo escuela literaria de la primera mitad del siglo XIX, extremadamente

individualista y que prescindía de las reglas o preceptos tenidos por clásicos, para ello

emplea imagines que exaltan los sentimientos, lo irracional, lo imaginario y oculto.

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Page 24: Proyecto Semina

Entre los artistas más reconocidos del romanticismo Goya que cambio su pincelada clara de

estilo neoclasicista por una paleta más oscura de tipo romancista, empleada en obras como

la de “saturno devorando a un hijo” recreación más sombría de aquella elaborada por

Rubens en el Barroco.

El realismo sistema estético que asigna como fin a las obras artísticas o literarias la

imitación fiel de la naturaleza o del mundo circundante.

El impresionismo corriente pictórica del siglo XIX que representa su objeto según

la impresión que la luz produce a la vista, y no de acuerdo con la supuesta realidad objetiva

es decir, toman de realismo la representación del entorno pero a diferencia de este plasma,

no la naturaleza de las cosas, sino la impresión que se genera en el espectador, en un

momento determinado e influenciado por los efectos de la luz.

Neoimpresionismo es el periodo en el que los artistas se interesan por los efectos ópticos,

no como resultado exclusivo de los efectos de la luz sino por aquel que se genera en el

espectador, al visualizar una serie de pinceladas cortas y desunidas. A esta técnica se le

conoce con el nombre de puntillismo.

Postimpresionismo es una reforma del neoimpresionismo que consisten en prolongar las

pinceladas manteniéndolas distinguibles unas de otras pero que permite dar mayor

animación a la obra.

El vanguardismo conocido como las escuelas o tendencias artísticas, nacidas en el

siglo XX, tales como el cubismo, el ultraísmo, etc., con intención renovadora, de avance y

exploración proceso que implica la alteración de los parámetros estilísticos en las que el

artista establece su independencia. Entre las diferentes escuelas del Siglo XX se

encuentran:

Fauvismo proveniente del francés “les Fauces” las bestias, en relación a sus

pinceladas salvajes y la experimentación del color, los contrastes y efectos visuales

inspirados en la realidad simplificada. Puede ver las obras de exponentes del fauvismo

como Henri Matisse, André Derain y Maurice de Vlaminck.

Expresionismo escuela y tendencia estética que, reaccionando contra el impresionismo,

propugna la intensidad de la expresión sincera aun a costa del equilibrio formal. Entre los

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representantes del expresionismo se encuentran Amadeo Modigliani, Pablo Picasso en sus

periodos denominados Azul y Rosa y Oskar Kokoschka, entre otros.

Cubismo escuela y teoría estética aplicable a las artes plásticas y del diseño, que se

caracteriza por la imitación, empleo o predominio de formas geométricas; como triángulos,

rectángulos, cubos y otros sólidos. Los dos representantes más importantes del cubismo son

Pablo Picasso en su periodo Negro y Cubista como etapa final de su obra y Georges

Braque.

Futurismo movimiento impulsado al comienzo del siglo XX por el poeta italiano Marinetti,

que trataba de adaptar el arte al dinamismo de los avances científicos, arquitectónicos entre

otros. También se destacan las obras de Umberto Boccioni.

Arte abstracto modalidad artística que transcribe lo expresado acentuando los aspectos

formales, estructurales o cromáticos, sin atender a la imitación material. En la que se

destacan obras de Wassilly Kandisnky.

Constructivismo movimiento de arte de vanguardia, interesado especialmente por la

organización de los planos y la expresión del volumen utilizando materiales de la época

industrial. Se destacan artistas como Vladimir Tatlin y Naum Gabo.

Dadaísmo movimiento vanguardista literario y artístico surgido durante la Primera Guerra

Mundial, caracterizado por su negación de los cánones estéticos establecidos, y que abrió

camino a formas de expresión de la irracionalidad. Entre los Exponentes de esta escuela

están Prancis Pcabia y Jean Arp.

Surrealismo movimiento literario y artístico, cuyo primer manifiesto fue realizado

por André Breton en 1924, que intenta sobrepasar lo real impulsando con automatismo

psíquico lo imaginario y lo irracional. Artistas como Salvador Dalí, Victor Brauner y

Conroy Maddox hacen parte de ésta escuela.

De este modo hemos visto como han ido evolucionando las artes plásticas a través

de la historia y todo el proceso por el cual han pasado la escultura y pintura, hasta llegar a

la actualidad y como dichos procesos serán de gran influencia en el arte nacional.

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CAPITULO IIEVOLUCION DE LA PINTURA Y ESCULTURA EN VENEZUELA DURANTE LOS

SIGLOS XIX Y XX.

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Profundizar la evolución de la pintura y escultura en Venezuela durante el siglo XIX

hasta nuestros días, resulta complejo, ya que en nuestro país existían desde siglos anteriores

la pintura y escultura, un ejemplo del mismo fueron nuestros indígenas venezolanos

quienes desarrollaron pinturas y esculturas mucho antes de que los españoles llegaran a

pisar tierras latino americanas, los datos arqueológicos, nos permiten estimar los años la

antigüedad de los primeros pobladores de nuestro territorio, los cuales eran hombres del

paleolítico, cazadores de grandes animales como el mamut. Estos grupos primitivos y otros

que llegaron posteriormente, se dispersaron y ocuparon distintos lugares del territorio y

algunos de ellos alcanzaron nuevas formas de subsistencia, descubrieron la agricultura y se

volvieron sedentarios. Este primer grupo de aborígenes recolectores no dejaron huellas de

su cultura. Según diversos autores señala que:

“En Venezuela, el hombre prehistórico empezó a construir arquitecturas útiles, aproximadamente desde el año 1000 a.c hasta el siglo XV d. C., en el período conocido como el "Neoindio". La arquitectura neoindia consistía en construcciones incipientes, como terrazas agrícolas y bóvedas alineadas por piedras, llamadas mintoyes, que eran utilizadas como tumbas y silos para el almacenamiento de productos agrícolas igualmente se han registrado estaciones de conjuntos megalíticos compuestos por menhires, o rocas verticales en fila, en algunas de las que han sido encontradas se detallan las representaciones artísticas del indígena venezolano, con grabados petroglíficos. El material más trabajado en este período fue la piedra”. (Rivero, Moisés: 2005. p 30).

Partiendo de esta perspectiva se puede abordar que las invasiones indígenas que

conoció la tierra venezolana, fueron muy variadas ya que llegaron los indios recolectores,

cazadores y pescadores, quienes ocupaban las tierras del litoral. Su cultura ya es notable,

pues construyen casas lacustres "palafitos", practicaban una pesca especializada y realizan

algunas siembras.

La invasión de los arawacos provenientes de las Antillas y de las regiones del sur

trajo un notable contingente de pobladores a las tierras venezolanas, ya que éste era un

grupo muy numeroso. Se establecieron en la región noroccidental y en el sur del país. Sus

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tribus más representativas eran: baniba, guaipunabis y caberres, en Guayana; los achaguas y

piapocos entre el Meta y el Guaviare; los caquetíos desde la costa coriana hasta los llanos

occidentales; y los guajiros en la península de la guajira.

Los estudiosos sostienen que las principales oleadas migratorias producidas en

nuestro territorio fueron protagonizadas por dos grandes familias lingüísticas

suramericanas, la arawak y la caribe, originarias de la región central de Sudamérica. Entre

ambas familias existía no sólo una diferencia lingüística, sino también profundas

diferencias culturales. Los Caribes se resistían a los invasores, eran guerreros tradicionales

y defendían su suelo con firmeza; los arawacos, en cambio, sobreponían las relaciones

comerciales a la violencia necesaria, eran amigos de negociaciones e intercambios de toda

clase. Por otra parte, existe la idea de que hubo también corrientes migratorias menores, de

México por ejemplo, que igualmente dejaron sus huellas, tal como se expresa en rasgos

mesoamericanos entre guamonteyes, otomacos y guamos del área del Orinoco o en el juego

de la pelota entre los Caribes.

Igualmente se han encontrado vínculos culturales muy estrechos entre las culturas

prehispánicas de las Antillas y las de nuestro país, y se ha asomado la posibilidad de que

Venezuela estuviera conectada con algún centro clásico del Perú preincaico a través de los

ríos Amazonas, Negro y Orinoco.

Dentro de esta perspectiva la pintura y escultura estuvieron presentes dentro de este

periodo, ya que los grupos indígenas desarrollaban la alfarería y la cerámica como se

desprenden en gran variedad los objetos de barros encontrados, pertenecientes a distintos

periodos y en diferentes regiones del país. Los indígenas pre- hispánicos produjeron

infinidades de objetos de barro cocido para uso domestico y con fines rituales. En ellos se

descubre un alto contenido estético una estrecha relación con los hábitos y costumbres de

su vida social.

Según varios autores señalan que la antigüedad del poblamiento indígena

venezolano se divide en cuatro periodos como, el paleo-indio, meso-indio, neo-indio y el

periodo Indohispano 1500 después de Cristo hasta nuestros días y comprende la etapa que

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se inicia con la invasión de los españoles a nuestras tierras en 1492 aproximadamente. La

mayoría de la población la conformaban los caribes, quienes se localizaban en las áreas

costeras.

Para el momento del arribo del mundo europeo, el actual territorio venezolano

estaba ocupado por numerosas etnias indígenas portadoras de las lenguas pertenecientes a

las familias Caribe, Arawacos, chibcha y tupí guaraní, además de algunas lenguas aisladas

cuyo origen no está claramente distinguido.

De tal manera que se puede afirmar que Venezuela estaba poblada en su mayor

parte por grupos Caribes y Arawacos. Los Caribes se localizaban en las zonas costeras

entre Paria y Borburata, en los alrededores del Lago de Maracaibo, en las márgenes del río

Orinoco y sus afluentes y en las islas norteñas de la de Trinidad. Los arawacos, por su

parte, en el golfo de Paria y en un área que corre desde el sur del Orinoco hasta la

desembocadura del río Amazonas. En el oriente de Venezuela estuvieron los sálivas, entre

los ríos Sinaruco y Guaviare, o área del Orinoco medio; los guamos, los maipures, los

otomacos, en los alrededores de Cabruta, estado Guárico; los guahibos y los yaruro en las

márgenes del río Meta y los guaraúnos en las márgenes de los caños del Delta del Orinoco.

En el área del lago de Maracaibo los llamados motilones, localizados en los valles

de Machiques, en zonas del río Catatumbo y en la Sierra de Perijá; los guajiros, en un área

que comprendía desde Bahía Honda y el Portete, hasta el Cabo de la Vela y río de El hacha.

Habitando las riberas del Lago de Maracaibo estaban los onotos y los bubures, y vecinos de

éstos, los zaparos o zaparas, aliles, ambaes, toas y kirikires. Otros grupos del área fueron

los pemenos y los buredes. Los caquetíos estaban localizados en la zona costera entre Coro

y el Lago de Maracaibo y, fuera de Venezuela, en Curazao, Aruba y Bonaire. De la zona

andina, los chamas y los giros, principalmente en Mérida, y los timotes y los cuicas, que

predominaban en Trujillo. En los actuales Estados Lara, Yaracuy y parte de Falcón, los

Jirajaras y Ayamanes, los chaguas, betoyes y gayones.

TRANSFORMACIÓN DE NUESTROS INDÍGENAS VENEZOLANOS CON LA

INVASIÓN EUROPEA.

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Page 33: Proyecto Semina

Con la invasión europea se iniciaron los enfrentamientos y hostilidades entre

españoles e indígenas, que diezmaron gran parte de la población autóctona. En esta etapa

comenzó el proceso de mestizaje entre indígenas, españoles y negros, el cual vino a

producir un gran cambio tanto cultural, social, económico, religioso y de organización en

nuestros indígenas venezolanos, logrando así una transformación que le costó la vida a

muchas etnias hasta su desaparición, para ese entonces los europeos utilizaron métodos

para dominar las tierras y a sus esclavos, con ello trajeron la iglesia, los curas para

comenzar la evangelización en nuestros indígenas y en los esclavos traídos desde África ,

transformando así las creencias y costumbres de los mismo, violando sus derechos y

privándolos de su libertad, y así poniéndole fin a las actividades que normalmente estos

realizaban. De allí que:

“los orígenes de la pintura venezolana, como sucedió en toda la América hispana, están vinculados a una intención evangelizadora predicar, adoctrinar mediante imágenes. Antes que por la palabra nuestros indígenas aprendieron la fe viendo cuadros o dibujos de tosca confección” (Vidal, Carmelo: proceso de la cultura en Venezuela. P.69)

Es importante resaltar que si bien la evangelización de los indígenas venezolanos fue un hecho violento en la mayoría de los casos, también se utilizó el arte como medio para impartir la religión, por tal motivo se puede decir que la pintura colonial represento un factor decisivo en las conquista del nuevo continente.

“… el arte cumpliría un cometido religioso no distinto del que venía teniendo asignado en los países católicos del viejo continente: servir a la vez como medio para lograr la conversión del indígena y como instrumento robustecedor de la fe del conquistador en su empresa colonizadora” (Wilson, Adolfo: la pintura venezolana en la colección de la casona. P.21)

Dicho esto el arte no solo sirvió como medio de adoctrinamiento del indígena, sino que

también tuvo gran influencia sobre el conquistador mismo, puesto que mediante este

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Page 34: Proyecto Semina

podían asegurarse de que cumpliera con su misión creando un compromiso con Dios

mismo.

LA ARQUITECTURA INDÍGENA Y COLONIAL.

Desde esta perspectiva podemos abordar que a parte de la escultura y pintura, la

arquitectura Indo- hispana es la que se comienza a desarrollar a partir del año 1498 d.c, año

en el que llegan los europeos a costas venezolanas. En el siglo XV se proyectan dos tipos

de arquitecturas, la trabajada por los aborígenes venezolanos, y la construida por los

españoles en territorio venezolano.

La arquitectura indígena venezolana era trabajada en dos espacios diferentes, el

agua y la selva. A la arquitectura de agua, corresponden los palafitos, que eran viviendas

comunes de las tribus wayúu y warao. Eran viviendas pequeñas, apoyadas sobre pilotes de

madera, construidas sobre las aguas tranquilas de los lagos y lagunas. Cuentan los

historiadores que cuando Américo Vespucio llegó a costas venezolanas y observó los

palafitos del Lago de Maracaibo, llamó al lugar "Pequeña Venecia", donde derivó tiempo

después el nombre de Venezuela. Hoy en día aunque la cantidad de comunidades indígenas

han disminuido, las que aún existen conservan la arquitectura de sus ancestros en los

territorios de la costa oriental del Lago de Maracaibo y en el Delta del Orinoco aún se

pueden encontrar estos palafitos.

En cambio, las etnias que habitan las selvas tienen una arquitectura distinta, la

churuata, era y sigue siendo el tipo de vivienda predominante en los poblados indígenas. La

churuata es una especie de choza, pero muy particular, es una vivienda colectiva propia de

los pueblos panare y piaroa, ubicados al sur del Orinoco. Se destaca por su armazón de

postes de maderas y círculos concéntricos interiores, sobre los que se colocan los delgados

haces de palma que conforman la capa impermeable del techo y la perfección de sus

formas, coronada por una punta cónica en la que culmina el techo y destaca sobre la

vivienda. La churuata se ha convertido en los últimos años en un icono de la cultura

venezolana, pues ha sido llevada a las ciudades, en espacios públicos como parques,

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Page 35: Proyecto Semina

Mansiones, restaurantes, sitios de esparcimiento, hoteles e inclusive como espacio

incorporado en casas modernas.

Aunque las viviendas más apreciadas y que más han perdurado hasta la actualidad

en los pueblos indígenas son el palafito y la churuata, otras etnias tenían su modelo propio

de vivienda. Los wahiba, construyen una vivienda colectiva hecha de palma y bambú, de

planta rectangular, con grandes aleros y de dos plantas que se dan uso en dos tiempos del

año. Cuando es época de lluvia las aldeas suelen quedar inundadas, por lo que ellos viven

en el segundo piso, cuando es época de sequía viven en la planta de abajo. Los indígenas

venezolanos básicamente usaban: madera, palos, palmas, caña, bambú, mangle y enea para

la construcción de sus casas.

La arquitectura colonial venezolana es construida desde el siglo XVI cuando

Venezuela comienza a ser colonia dependiente del Imperio español, hasta 1810, cuando

comienza el proceso de independencia de Venezuela. La arquitectura de esta época se

caracteriza por su discreta modestia. La explicación está en las condiciones

socioeconómicas del país. Venezuela no ofrecía entonces a los colonizadores las inmensas

riquezas guardadas por la naturaleza para tiempos posteriores.

Una provincia aparentemente poco rica no podía permitirse el lujo de construir

edificios de alto costo a imitación de los grandes virreinatos que existían para la época y la

sociedad colonial no brindaba tampoco un cuadro tan próspero como el de otros países de

América Latina. La simplificación de los problemas técnicos, la renuncia a la mayoría de

los elementos decorativos y abigarradas ostentaciones de barroquismos fantasiosos, la

imposibilidad de utilizar materiales costosos y la consiguiente falta de artesanos,

contribuyeron a establecer una modesta pero bien definida fisonomía de la arquitectura

colonial de Venezuela.

La vivienda popular de la colonia se caracterizaba por la simplicidad de sus formas,

sin muchos efectos escenográficos, mientras que la sobriedad era la principal característica

de las mansiones aristocráticas, con una fuerte influencia morisca heredada de la España

Meridional. Se puede reconocer la funcionalidad de cada arquitectura colonial, por el

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Page 36: Proyecto Semina

empleo de los materiales, algunos como la madera, la caña amarga, el adobe, la tapia y la

arcilla, que sirvió para la creación de ornamentos funcionales.

La idea constante que preside la arquitectura colonial venezolana de protegerse del

sol, la lluvia y la luz, se reencuentra en el estudio las fachadas de las casas de la época.

Algunas de las arquitecturas coloniales más representativas que perduran en la actualidad

son: Casa Natal del Libertador Simón Bolívar en Caracas; Casa Guipuzcoana en La Guaira

y Cagua; Casa Amarilla en Caracas; Casa de la Capitulación en Maracaibo; Quinta Anauco

en Caracas; Casa de la ventanas de hierro en Coro; Casa del Congreso de Angostura en

Ciudad Bolívar. Catedral de Caracas.

Los templos eran constituidos por una casi invariable, disposición conformada por

una planta rectangular, tres naves separadas por arcos de cubierta de alfarje compuesta de

una armadura de madera de pares, nudillos, tirantes y almizate. Las edificaciones católicas

que se construían despejaban sencillez y pobreza, pues dentro de sus arquitecturas

prácticamente no existían variantes de relevancia y la poca diversidad de materiales de

construcción dictaba el diseño y la calidad de la arquitectura religiosa en la época de la

colonia. Para mediados del siglo XVI en Venezuela no abundaban las familias pudientes

capaces de levantar a sus expensas grandes iglesias y conventos. La misma iglesia católica,

los obispos y las órdenes religiosas no disponían de los medios suficientes para erigir

monumentos religiosos comparables con los de otros países del continente. El siglo XVII

fue de reconstrucción de los templos católicos que habían sido destruidos por el terremoto

de 1641. El siglo XVIII, específicamente entre 1728 y 1785 la prosperidad que gozó

Venezuela por la apertura de la Compañía Guipuzcoana se reflejó también en la

construcción de nuevas arquitecturas, en especial de tipo religiosas.

Las ciudades de Coro y Caracas tuvieron el mayor auge en construcciones

religiosas. Algunas de las edificaciones religiosas más representativas son: Catedral de

Caracas; Panteón nacional en Caracas; Catedral de Coro; Convento de San Francisco en

Caracas; Iglesia de San Francisco en Caracas; Palacio Arzobispal de Caracas; Capilla de La

Trinidad en Caracas; Iglesia de Nuestra Señora de Santa Ana en Coro; Iglesia de Nuestra

Señora del Rosario de Curucay en Caracas. Iglesia del Calvario de Carora.

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Page 37: Proyecto Semina

Arquitectura militar, Fortín Solano, Puerto Cabello. Cuartel Mariano Montilla,

Estado Aragua. Durante la época de la colonia eventualmente se producían enfrentamientos

entre los conquistadores españoles y bárbaros que navegaban en costas venezolanas, a fin

de apoderarse de las provincias ubicadas en las costas del país. Para el momento, los reinos

de Europa afrontaban una crisis económica, por lo que tripulaciones armadas inglesas,

holandesas, portuguesas y francesas arribaban a Venezuela, con el fin de apropiarse de los

territorios de la provincia y saquear las ciudades costeras.

Las costas e islas venezolanas fueron escena de combates producidas por corsarios y

piratas, por lo que España se vio en la obligación de mantener su imperio, construyendo

castillos, baluartes, cuarteles y fortificaciones que resguardaban las ciudades de la

provincia. Castillo Santa Rosa en Margarita; Fortín Solano en Puerto Cabello Castillo San

Felipe en Puerto Cabello Castillo de Araya en Araya; Cuartel San Carlos en Caracas;

Castillo de San Carlos de Borromeo en Margarita; Castillo de San Carlos de la Barra en

Maracaibo; Castillo de San Antonio de la Eminencia en Cumaná; Fuerte Villapol en Santo

Tomé de Guayana.

“las primeras impresiones critico-artísticas del siglo XIX corresponden

como hemos visto al campo de la arquitectura. Nuestra producción

pictórica paso sin pena ni gloria ante las celebridades de Humboldt,

Depons y Semple.”(Noriega, Simón: ideas sobre el arte en Venezuela en

el siglo XIX. P.p 28-29)

Esto se debe a que la única fuente pictórica a las que pudieron tener acceso, fueron las

que se encontraban dentro de las iglesias y de las mansiones de la Venezuela colonial, las

cuales eran traídas desde Europa por tanto no existía un conocimiento de la producción

nacional, aunque para la época ya habían algunos pintores y escultores cuyos nombres

pasaron desapercibidos.

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Page 38: Proyecto Semina

LA ESCULTURA COLONIAL Y EL SURGIMIENTO DE UNA NUEVA

REPUBLICA.

La temática de la escultura colonial en Venezuela estuvo vinculada a la historia

religiosa, las imágenes para el culto fueron traídas desde España, su forma técnica e

iconografía influyeron en las imágenes que se hicieron en los sencillos talleres que abrieron

los misioneros , la producción principal estuvo dedicada a retablos, altares e imágenes

talladas, entre otros, con el propósito de darlas mayor realismo y siguiendo la tradición de

la imaginaria española, a estas imágenes se les colocaban pelucas, trajes a la medida y otros

accesorios. Los procedimientos empleados se pueden emplear en cinco: Imágenes de talla

completa: cuando los rostros, manos y tajes están tallados en la madera que luego era

policromada. Imagen de vestir: cuando solamente tenían talladas el rostro y las manos y

eran vestidas con trajes y accesorios verdaderos. Imagen de tela enconada: cuando se les

tallaba el rostro y las manos y el traje se les moldeaba con telas engomadas y pintadas que

daban forma. Imagen de relieve: cuando solo se tallaba un lado de la tabla y también se

coloreaba. Imagen de Botella: una especie de tríptico único con pequeñas bisagras que

cerrado adquiría la apariencia de una botella. La Orfebrería: continuo la tradición estilística

europea pero logro un valioso desarrollo y creatividad como lo comprueban las custodias,

jarras, platos, cálices y otros objetos alegóricos.

La escultura colonial perteneció al género religioso, en el siglo XVI las imágenes de

bulto fueron importadas de talleres españoles, pertenecientes a este siglo tenemos: Cristo en

la catedral de Maracaibo. Niño Jesús en el museo de arte colonial de caracas, en el siglo

XVIII se establecen artesanos (españoles y portugueses) junto con algunos frailes inician la

enseñanza local. De este siglo tenemos: la inmaculada del templo de la concepción del

tocuyo, el famoso nazareno de san pablo en caracas (obra del escultor Felipe de Rivas),

nuestra señora de la soledad en la iglesia de san francisco de caracas, en el siglo XVIII se le

dio incremento a la imaginería, entre varios artistas tenemos: enrique Antonio Hernández

prieto: (madera de cedro tallado) san Pedro apóstol de la catedral de caracas. (La tiara, la

cruz triple y las llaves son de plata. obra del orfebre domingo Vicente Núñez, domingo

Gutiérrez (canario). introdujo el estilo rococó en la ebanistería venezolana, la inmaculada

concepción es obra domingo Gutiérrez (catedral de caracas), retablos: armazón de madera

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Page 39: Proyecto Semina

detrás de los altares. en sentido vertical están formados por “calles “donde se disponen los

elementos tallados y dorados: columnitas, estípites (con el fuste alargado hacia abajo)

cornisas y frontones).

Se enmarcan pinturas y esculturas exentas o de bulto. En los bordes se

tallan: guirnaldas, frutos, querubines, flores volutas etc. las imágenes de vestir: sólo tallan

la cabeza, las manos y a veces los pies. El resto del cuerpo lo esbozaban o formaban un

maniquí de varillas de madera. Luego se visten con lujosas telas intercambiables. los ojos

son de vidrio pintado y la cabellera de pelo natural.

El auge de la escultura comenzó durante las décadas de 1820 y 1840, todavía con

algunos vestigios del estilo colonial y con predominio de las obras de tema religioso. Entre

los artistas que sobresalieron en este período está José de la Merced Rada, a quien se le

atribuye la imagen de Jesús Nazareno que el general José Antonio Páez donó a la iglesia

parroquial de Cagua en 1835.

En el transcurso del siglo y con la formación de la república, el estilo cambió y, al

igual que en la pintura, la escultura dejó un poco de lado las escenas bíblicas para dedicarse

a las imágenes de los próceres de la Independencia. De esta forma, escultores nacionales e

internacionales realizaron obras de insignes figuras patrias.

Entre las representaciones más resaltantes están el Bolívar que creó el italiano Pietro

Tenerani, que por mandato de Guzmán Blanco fue trasladado de la catedral de Caracas al

Panteón Nacional en 1876. También por petición del «ilustre americano», se erigió en 1874

la estatua del Libertador en la plaza Bolívar de Caracas, realizada por el italiano Adamo

Tadolini. Otros escultores que trabajaron en bustos y estatuas de los personajes más

importantes de la Independencia venezolana fueron Eloy Palacios, Manuel González y

Rafael de la Cova.

El arte y las letras del siglo XIX venezolano proyectaron muchos de los ideales

independentistas de lo que sería una futura república. En cada una de sus obras se

representaba el sentir de una nueva sociedad, Durante el siglo XIX y principios XX; la

arquitectura es ecléctica porque se intenta armonizar los sistemas constructivos criollos y

los diversos sistemas y formas arquitectónicas provenientes de otros países; es así como se

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Page 40: Proyecto Semina

conjugan elementos del Gótico, del Barroco colonial, con los del Neoclásico y otros estilos

que caracterizan las construcciones en todo el país, desde el punto de vite formal y del uso:

construcciones públicas y privadas exhiben este eclecticismo sin llegar a conformar un

estilo propio o bien definido.

En el siglo XIX se continúan las tradiciones de los imagineros de la Colonia con las

tallas de madera Juan bautista González, quien ejecuto muchas imágenes religiosas. Su

hijo, Manuel González, quien realizo tallas, como el Nazareno de san Juan, las estatuyas de

Santa Ana (barro cocido) y santa teresa. (Cemento), las cuales coronan la iglesia de santa

teresa. También ejecuto las cariátides que están fuertes al Capitolio y que representan la

Ley y la Justicia Eloy palacios ejecutas sus obras perfectamente de carácter monumental y

fundidas en bronce. Entre sus obras encontramos: el monumento para conmemorar la

Batalla de Carabobo (La india del Paraíso), el monumento al Dr. José María Vargas, que se

encuentra en el hospital del mismo nombre, y la estatua ecuestre de José Antonio Páez.

Andrés Pérez Mújica, escultor valenciano, realiza el grupo de Ribas en la Victoria,

Lucrecia, que es un bronce ubicado a la entrada de la Galería de Arte Nacional. Su estilo es

de influencia neoclásica, romántica; otras obras son: El Cacique Guaicaipuro, que se

encuentra en Los Teques, <Cristo Yacente>, etc. Lorenzo González hijo de Manuel,

esculpió a Ricaurte en San Mateo, la estatua de Páez en Maracay, La Tempestad, de gran

expresividad y emotividad. Este escultor estudio en Paris y, junto con los demás escultores,

demuestran cierta tendencia naturalista es sus obras. Este estilo imperaba en Europa

En el arte del siglo XIX se observa, en las artes plásticas de Venezuela, la influencia

de los movimientos europeos, entre ellos el Neoclasicismo, que surge como una reacción

contra el Barroco, y el Rococó francés. En este movimiento se impone la fuerza, la pureza

el equilibrio de la idea del clasicismo, producto del redescubrimiento que hace la

arqueología del mundo griego, romano, etrusco y egipcio, que despierta gran interés entre

los artistas, en su arte y su estética. Los pintores reproducen los cánones y modelos de las

estatuas antiguas y sus representaciones más notables son: Luís David e Ingres que fueron

grandes retratistas. El dibujo es fundamental en la pintura, los temas son heroicos y

dramáticos sus colores de tonos suaves con armonía de grises. Generalmente sus cuadros

son de gran formato, con composiciones monumentales y estáticas

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Page 41: Proyecto Semina

LA PINTURA COLONIAL Y LA VENEZUELA REPUBLICANA.

La pintura durante la época colonial venezolana la cultura fue fundamentalmente

católica y patriarcal. Las manifestaciones culturales estaban asociadas a los asuntos

espirituales de la población. La pintura y la música eran de inspiración religiosa y estaba al

servicio del culto; la pintura ofrecía temas e imágenes sagradas como expresión grafica, con

marcada influencia del estilo español de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Se hicieron retratos, escenas de la vida cotidiana y escenas religiosas: estas últimas

para decorar el interior de las iglesias. La composición pictórica era solamente y simétrica,

se utilizo el óleo como técnica, los pintores más destacados de este periodo fueron Juan

Pedro López y Antonio José Landaeta. Venezuela adquirió el rango de la capitanía general

(1777) en la colonia, por eso no disponía de los recursos económicos ni del poder político

que si tenían los virreinatos de México, Colombia y Perú. Esta situación influyo en el

modesto desarrollo de la pintura, la escultura y la orfebrería. Las primeras pinturas fueron

europeas que se conocieron por estampas o ilustraciones de los libros religiosos, la temática

era fundamentalmente religiosa y de finalidad catequista, es decir se usaban como recursos

visuales para señalar la fe católica.

Es importante resaltar que para el siglo XVI no se contaba con ningún artista.

Las pinturas eran importadas, en el siglo XVII se fueron formando en Caracas, Mérida,

Guanare y el Tocuyo grupos artesanales o talles con obras anónimas. Se destaca el “Pintor

del Tocuyo”: la virgen del rosario, una inmaculada concepción, un cuadro de ánimas donde

aparece por primera vez representados figuras mestizas.

En el siglo XVIII La pintura Colonial llega a su apogeo. Francisco José De Lerma Y

Villegas (primer pintor de obra firmada) (pardo libre). Obras: La sagrada Familia, San

Miguel Arcángel y la Virgen de la Mercé.

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Page 42: Proyecto Semina

“ ni una palabra, en cambio dedican, Semple ni Humboldt, a la pintura que se hacía en caracas por aquellos días, o las obras de Juan Pedro López (1724- 1787), de Antonio José Landaeta ( 1748- 1799), o de tantos otros artistas, activos en Caracas a comienzos del siglo XIX” ( Noriega, Simón: ideas sobre el arte en Venezuela en el siglo XIX. P. 18)

El pintor más importante del siglo fue Juan Pedro López. Obras: La Virgen del

Rosario, y la Virgen de la Luz. Modelo en barro la estatua de la fe, que corona la torre de la

catedral de Caracas. Los pintores de la familia Landaeta (Músicos, escultores, pintores,

doradores) Sólo se conocen 4 obras firmadas por integrantes de esta familia. Algunas

pinturas de la escuela de los Landaeta son: La inmaculada concepción, la virgen de caracas

y dos de la coronación de la virgen.

Juan Pedro López, Fue pintor, escultor y dorador. El primer encargo que se le

conoce fue un cuadro para la iglesia de La Candelaria de Caracas, en 1751.

El Barroco fue el estilo artístico propio de la sociedad colonial americana. Sin

embargo, en Venezuela, este arte fue muy limitado en comparación con otros países como

México, Perú y Ecuador. La mayoría de los pintores eran de los estratos medios y bajos de

la sociedad, pocos eran los que pertenecían a las clases altas. Los artesanos que practicaban

la pintura se agrupaban en gremios, sin pertenecer a ninguna escuela. La mayoría de los

temas pictóricos eran de carácter religioso y fueron utilizados para adornar las iglesias.

Entre los siglos XVI y XVII, la mayoría de las obras eran anónimas. Se tiene

conocimiento de que los pintores más importantes para la época fueron Juan de Maldonado,

fray Fernando de la Concepción, Pedro de la Piña y Juan de Riera.

En los siglos XVIII y XIX, la pintura se asoció mucho más con la arquitectura y las

obras eran identificadas por sus autores. Entre los artistas más famosos se encuentran

Francisco José de Lerma, con sus pinturas de San Antonio y San Miguel; Juan Pedro

López, grabador de obras basadas en el tema de la Ciudad de Dios; y Antonio José

Landaeta, quien fundó la escuela de pintura y realizó obras de carácter no religioso.

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Page 43: Proyecto Semina

“en enero de 1811 cuando aun Semple se encontraba en caracas ocurriría un hecho insólito, y desafortunadamente sin resonancia alguna en la historia cultural del país. En esa fecha aparece por primera vez en un periódico venezolano un artículo sobre pintura” (Noriega, Simón: ideas sobre el arte en Venezuela en el siglo XIX. P. 29)

La pintura de principios del siglo XIX siguió la tendencia religiosa que había

marcado el estilo de la Colonia. Fue a partir de la década de 1820, en el transcurso de la

Guerra de Independencia, cuando comenzó a cambiar el paradigma artístico del país. El

retrato adquirió valor como manifestación criolla del poder y del sentido de identidad con la

nación, y se iniciaron los cuadros temáticos.

En la pintura venezolana del siglo XVI los artistas más representativos fueron: Juan

Lovera, Martín Tovar Y Tovar, Antonio Herrera Toro, Emilio Maury, Arturo Michelena Y

Cristóbal Rojas.

En este caso nombraremos a Juan Lovera (1778-1841) Inicia su vida artística como

ejecutante de imágenes religiosas, fue alumno del taller de los Landaeta y formo parte de

las últimas promociones de nuestros pintores coloniales. A pesar de que  fue uno de los

primeros pintores en cambiar el estilo religioso por el retrato; pintó a los personajes más

destacados de la sociedad al comenzar la república. Por esto se le considera el último pintor

colonial y el primero de la república. Su estilo mezclaba la forma, heredada de los pintores

norteamericanos y del neoclasicismo francés, con las influencias de algunos retratistas

anglosajones de la escuela de Gilbert Stuart.

Sus dos grandes obras, los cuadros temáticos,  El 19 de abril de 1810 (1835) y El 5

de julio de 1811 (1838), Entre estas, existen caracteres que los diferencias. En la primera

predominan las tonalidades de grises, y en la segunda hay más tonos cálidos que contrastan

con ocres, blanco, negro, azules casi puros. Hay, además, diferencias en la composición,

distribución de los personajes, movimientos de las figuras y su enlace en la unidad de la

composición, también revelan un matiz anecdótico y romántico; y en ellos logra representar

los acontecimientos que para la época marcaron pauta en la gesta independentista. Con su

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Page 44: Proyecto Semina

obra se pasó definitivamente del arte meramente religioso a la pintura histórica. Ya

establecido el paso de las obras religiosas y el retrato a la pintura épica, muchos pintores

venezolanos se dedicaron a plasmar en sus lienzos, al igual que Lovera, los acontecimientos

y personajes más relevantes de la gesta independentista y de la sociedad venezolana.

Otro de los pintores de la época es Martín Tovar y Tovar (1827-1902) con gran vocación y

talento artístico. Es gran relator de la historia venezolana, utilizo la anécdota para narrar

gráficamente nuestra gesta cívico−militar. Además, realizo los retratos de nuestros héroes.

Su obra está influida por el movimiento romántico europeo y el Neoclasicismo francés de

David e Ingres y por los académicos españoles; fue alumno de de José Madrazo. En

Venezuela veneramos a Tovar y Tovar por toda su obra, pero, en especial, por los lienzos

de la Batalla de Carabobo y la firma del acta de la independencia. La batalla de Carabobo

es una composición monumental que ocupa todo el plafond central del Salón Elíptico del

Capitolio, allí concibe el campo de batalla como un inmenso paisaje, ejecutan los terrenos

con gran esmero, luminosidad y precisión, así como los accidentes naturales del primer

plano; árboles, grietas y los hierbajos están tratados con gran satisfacción, los planos

lejanos están seguidos con gran variedad de recursos.

Tovar y Tovar basó parte de su pintura en la exaltación de las batallas acontecidas

durante la Guerra de Independencia, como se puede observar en sus obras más

emblemáticas: La Batalla de Carabobo, La Batalla de Boyacá, La Batalla de

Junín y La Batalla de Ayacucho. En ellas no sólo recrea el acontecimiento bélico, sino

que transmite el carácter de los héroes de la patria.

Otro aspecto importante de la obra de este artista plástico es que fue uno de los

primeros en trabajar la fotografía en el país. Realizó una sala de fotografía artística en la

ciudad de Caracas, en 1864. Ya con reconocida trayectoria, entre 1870 y 1880, Antonio

Guzmán Blanco le encargó que pintara a los próceres de la patria para decorar el Capitolio

Nacional.

En este mismo orden de pintores se sitúa Arturo Michelena (1863-1898). Nació en valencia

el 16 de junio de 1863. Como Tovar y Tovar, nos dejo un profundo mensaje de carácter

popular en su obra, que sirvió para impulsar a las actividades plásticas. Las obras más

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Page 45: Proyecto Semina

importantes de Michelena son las que narran episodios de nuestra historia, estudia a

Bolívar, Miranda, Páez, Sucre, Cedeño, Pedro Camejo En su obra se refleja la influencia de

las escuelas europeas: neoclasicismo, romanticismo. Realismo, naturalismo e

impresionismo. Su prodigio técnico y su habitual maestría para ejecutar obras de grandes

dimensiones hacen de Michelena el más notable de los pintores académicos de

Latinoamérica Entre sus obras sobresalen: la caridad, donde interpreta un ambiente de

miseria y se observa la influencia del realismo, el dibujo es mucho mas libre4, el color con

tonalidades grises y su contenido patético y descriptivo; La joven madre, impregnada de

frescura y corte romántico

Quien fue uno de los pintores venezolanos más importantes del siglo XIX. Con una

corta pero fructífera vida, dio existencia a gran cantidad de obras, que no sólo exaltaban los

acontecimientos históricos de la guerra, sino que mostraban una profunda inquietud por la

figura y los sentimientos humanos.

Recordado por sus obras épicas como Vuelvan caras o Bolívar en Carabobo,

Michelena también trabajó la pintura mitológica y la relacionada con el estudio del cuerpo

humano. Su obra más reseñada, Miranda en la Carraca, es una conjugación del carácter

heroico del prócer con un trabajo artístico sobre el cuerpo y los sentimientos del hombre.

Es, para muchos críticos, una de las pinturas más completas del artista.

Igualmente Cristóbal Rojas (1857-1890). Nació en Cúa, estado Miranda de origen

humilde; es uno de los artistas más representativos de las artes plásticos venezolanas de

finales del siglo XIX. En 1883 participo en la gran exposición en homenaje al Cementerio

de El libertador, con su obra La muerte de Girardot en Bárbula y recibe como premio una

medalla de plata y una beca para estudiar en la Academia Julien de Paris

Su producción plástica se ve influenciada por los movimientos artísticos de la

época: el neoclasicismo, romanticismo, realismo, naturalismo e impresionismo. En esta

época crea sus obras: La Miseria, con cierta rigidez ene. Dibujo; La Taberna, con dibujo

definido y construcción precisa, pero con libertad en algunos detalles de la composición,

como los cachorros de la repisa y los vasos y botellas de la mesa. Otras obras son el

mendigo y El plazo vencido

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Page 46: Proyecto Semina

A quien se le reconoce como un pintor con un nuevo estilo. El siglo ya había

pasado sus primeras décadas en actos bélicos y se trataba de afianzar una república. En

parte por ello, este joven pintor se alejó de los cuadros patrióticos y se enfocó más en la

producción de naturalezas y autorretratos. Demostró así una nueva vertiente del arte del

siglo XIX en Venezuela.

Según muchos teóricos, a Rojas se le puede catalogar como el cronista gráfico de la

época, ya que se encargó de plasmar los eventos de la sociedad y de la ciudad, más que de

la historia. Para otros, fue el precursor de la escuela impresionista del país.

Como estos artistas, otros reconocidos personajes dejaron huella en la pintura del

siglo XIX venezolano:

Antonio Herrera Toro nació en valencia el 16 de enero (1857-1914); quien se

dedicó a evocar las escenas costumbristas del país hizo sus primeros estudios en caracas

con Martín Tovar y Tovar. Dirigió al Academia de Bellas Artes por mandato del presidente

Guzmán Blanco, cargo que va a desempeñar hasta su muerte La pintura de Herrera Toro

demuestra gran dominio en la construcción de las formas y gran construcción de las formas

y gran seguridad en la composición del cuadro; estudia e interpreta con mucho cuidado los

detalles, el conjunto y la composición en general.

Entre sus temas patrióticos esta la muerte del libertador Ricaurte en San Matero.

Fue el pintor oficial de Cipriano Castro. Su obra religiosas está influenciada por las

escuelas italianas y francesas de la época, ya que estudio en Paris y Roma. Entre sus obras

de temas religiosas se destacan las alegorías de La Asunción, La Fe, La Esperanza Y La

Caridad, que decoran el presbiterio de la Catedral de Caracas. En la Iglesia de Altagracia,

en caracas, están dos lienzos suyos. La Inmaculada Concepción Y El Bautizo Del Salvador.

Para La Catedral De Valencia Ejecuto La Ultima Cena, La Ascensión, Entradas De Jesús

En Jerusalén Y La Repartición De Los Panes

El finisecular Tito Salas (1888-1974), a quien se le reconoce como el último gran

representante de la corriente heroica de la pintura venezolana, de lo que da muestra, ya

entrado el siglo XX, cuando pintó, por mandato de Juan Vicente Gómez, los cuadros en

conmemoración del centenario de la Independencia.

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Page 47: Proyecto Semina

De este modo, la pintura del siglo XIX tuvo sus grandes íconos y sus grandes

momentos históricos, rompiendo esquemas y estableciendo nuevos cánones.

Es de relevancia mencionar al Círculo de Bellas Artes que se originó a principios

del siglo XX como contraparte de la Academia de Bellas Artes de Caracas, dirigida por el

pintor Antonio Herrera Toro. Una nueva generación de humanistas pedía la fundación de

una institución de vanguardia que impartiera técnicas modernas de arte y promoviera

nóveles estilos de la literatura. De este modo, muchos jóvenes, entre ellos Leoncio

Martínez, articulista del periódico El Universal, iniciaron una campaña en pro del Círculo

de Bellas Artes, fundado en 1909.

Entre las personalidades más importantes que integraban esta institución destacaban

Manuel Cabré, Armando Reverón, Rómulo Gallegos, Rafael Monasterios y Andrés Eloy

Blanco, entre otros.

Las principales tendencias artísticas que fomentó el Círculo de Bellas Artes fueron la

libertad en el contenido narrativo, el trabajo con el paisaje, la naturaleza muerta y, en

algunos casos, el estudio de la figura humana. Los artistas se esmeraron por proporcionar a

cada obra su toque personal, sin restricciones en su interpretación. Existía una preocupación

por captar las características de la luz y del colorido atmosférico del paisaje tropical. La

precisión en las formas dejó de ser lo más importante, mientras que lo que se buscó fue

captar su belleza, mientras recrearan la libre expresión y la libertad de las ideas.

Para el año 1917, la influencia del Círculo de Bellas Artes prácticamente desapareció como

consecuencia de la persecución a la cual fueron sometidos sus miembros.

En   1909   hay una protesta   en contra los métodos de enseñanzas de Antonio

Herrera Toro, quien era en aquel entonces el director de la Academia de Bellas Artes de

Caracas. Los jóvenes que solicitaban una renovación de dicha institución comenzaron a

reunirse en la plaza Bolívar de la capital, los artículos publicados por Leoncio Martínez   en

El Universal, unidos al empeño de Antonio Edmundo de enlazar las voluntades dispersas de

los jóvenes artistas, fue en definitiva el preámbulo del nacimiento del Círculo de Bellas

Artes.

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Page 48: Proyecto Semina

    Fue integrada por jóvenes pintores, periodistas, escritores, poetas, músicos, y otras

personas vinculadas al arte entre los principales personajes que formaron parte de dicho

grupo figuran Manuel Cabré, Leoncio Martínez, Armando Reverón, Rómulo Gallego y

Andrés Eloy Blanco. El 28 de agosto de 1912 fue publicado en la prensa nacional el

programa de dicho Círculo, exponiendo las razones de su creación, la cual se llevó a cabo el

3 de septiembre del mismo año.

Su primera cede fue  en el Teatro Calcaño, este local fue cedido gentilmente por su

dueño el doctor Eduardo Calcaño. Entre los artistas plásticos fundadores del Círculo

encontramos, entre otros, a Rafael Aguin, Cruz Álvarez García, Pedro Basalo, Pedro

Castrellón, Manuel Cabré y Ángel Cabré, Pablo Wenceslao Hernández, Juan de Jesús

Izquierdo, Leoncio Martínez, Edmundo Monsanto, Próspero Martínez, Nicanor Mejías y

Pedro Zerpa. Cabe destacar que Armando Reverón no aparece como miembro fundador

porque en aquel entonces realizaba estudios en España, pero participo en la primera

exposición de grupo en 1913, siendo uno de los integrantes más destacados del Círculo.

Gracias a los pintores del Círculo de Bellas Artes, Venezuela ingresa a la

modernidad pictórica, al introducir el impresionismo en nuestro país, que ya se había

impuesto en Europa, como curso natural de la pintura moderna. El interés de ellos era de

pintar al aire libre con la finalidad da plasmar en el lienzo los hermosos y vivos colores del

paisaje venezolano y el rechazo a los oscuros y grises que se utilizan en la pintura de taller.

Gracias al Círculo se desarrolló la crítica en Venezuela, de manera seria, con el

análisis plástico, desprovisto de literatura gradilocuente. Ejemplo de esto fueron Enrique

Planchart, Andrés Boulton, Juan Röhl, José Ratto Ciarlo, Juan Calzadilla, Rafael Páez. El

pintor Comprende que su obra no termina con ella misma, sino que además tiene una

misión de enseñanza y ejemplo.

Significó un reclamo colectivo en favor de un arte sincero, visual, que no recurriese

a lo literario y anecdótico, puesto al día en relación con el arte europeo. Este reclamo

implicaba una unidad de acción, la formación de un grupo coherente, al menos en su base

sensorial, aun cuando perdiera grandilocuencia para cautivar a un público ignaro;

recobraron así, la soberanía de la pintura.

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Page 49: Proyecto Semina

Lo esencial de los jóvenes pintores del Círculo fue su oposición contra la oratoria,

contra la frialdad y la mediocridad disfrazadas de opulencias verbales, contra la mala

técnica disfrazada de academismo.

A partir del Círculo de Bellas Artes las personas comenzaron a comprar y valorar

los precios de una pintura. Enrique Planchart, Manuel Cabré, Leoncio Martínez, Fernando

Paz Castillo y Félix Eduardo Pacheco Soublette, iniciaron una campaña para dar a

comprender al público que un cuadro requería toda una trayectoria de trabajo, de talento, de

disciplina y por tanto tenía que tener un valor económico, puesto que el pintor requería de

esa profesión para vivir y mantener a su familia. La pintura se convirtió entonces en un

honesto, digno y respetable oficio, al igual que todos los oficios que hace el hombre.

PINTORES Y ESCULTORES DEL SIGLO XX VENEZOLANO

Desde fines del siglo XIX hasta mediados del XX el arte venezolano se debate entre

las ideas del nacionalismo y el cosmopolitismo. Poco a poco, el nacionalismo va ganando

terreno en el campo de la literatura y las artes, como muestra de ello cabría mencionar a los

pintores del Círculo de Bellas Artes empeñados, desde 1912, en la representación de

nuestra naturaleza. Dentro de este grupo destaca la figura solitaria de Armando Reverón,

exiliado espiritualmente de su generación en busca de la representación de la luz. A

principios de los años cincuenta se manifiestan un grupo de venezolanos que se hacen

llamar Los Disidentes, bajo este nombre se reúnen algunos pintores, una bailarina y un

filósofo con la intención de remover los cimientos de la cultura venezolana. En su exilio de

París se atreven a proponer un vuelco radical en el panorama de las Artes Plásticas al

introducir los lenguajes de la abstracción, la preocupación por la investigación de los

problemas formales de la pintura y la propuesta de una representación que fuese más allá

del paisaje y la realidad social.

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Page 50: Proyecto Semina

Si observamos la producción artística venezolana del Siglo XX hallaremos que ha

respondido al espíritu de su tiempo. Venezuela inicia la centuria en medio de la dictadura,

primero la de Castro y luego la de Juan Vicente Gómez, la más larga de su historia

republicana. Desde fines del siglo XIX hasta mediados del XX, nos debatimos entre las

ideas del nacionalismo y el cosmopolitismo.

Poco a poco el nacionalismo va ganando terreno en el campo de las artes y como

muestra de ello mencionaremos a los pintores del Círculo de Bellas Artes. Estos primeros

disidentes de las artes plásticas venezolanas tenían como propósito fundamental, según

Guerrero: “hacer un arte venezolano, deslindado de influencias foráneas, y el camino a

seguir era el Paisaje, la representación de nuestra naturaleza, que estaba ante nuestros ojos y

no había sido descubierta.”(Génesis y evolución de la pintura de paisaje en Venezuela

1840-1912. España, Tesis doctoral no publicada. Universidad Complutense de Madrid,

1995, p. 64).

Además, manifestaban su disenso de forma muy característica ya que no negaron la

historia que les antecedía, pero sí enarbolaron la bandera de la libertad de tendencias, tal y

como lo expresa Jesús Semprúm en el discurso de apertura del movimiento:

“Deseamos que junto a los partidarios del más riguroso clasicismo, junto a los más convencidos defensores del romanticismo y sus derivados, vengan a reunirse con nosotros sectarios fervientes de la Escuelas nuevas, por más extravagantes que puedan parecernos, desde los adscritos al simbolismo esotérico hasta los frenéticos enamorados de la comunión futurista.”(El Círculo de Bellas Artes y la renovación de la pintura en Venezuela, Mérida-Venezuela, Trabajo de ascenso no publicado. Universidad de Los Andes, 1989, p. 350).

A la desaparición de Gómez siguen años de intensa convulsión política signados por

dos golpes de estado, en los años cuarenta y un movimientos cívico militar, a fines de los

cincuenta, todos estos acontecimientos nos han permitido desembocar en la instauración de

un régimen democrático caracterizado por la libertad de expresión , el libre juego de los

partidos políticos (y un especial dominio de los más grandes durante muchos años); la

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Page 51: Proyecto Semina

celebración de elecciones libres y en general, aceptadas como limpias; un juego cada vez

más equilibrado entre los poderes públicos; y una creciente preocupación, si no siempre

respeto, por los derechos humanos y la pulcritud administrativa.

A principios de los años cincuenta se manifiestan, en París, un grupo de venezolanos

que se hacen llamar Los Disidentes, bajo este nombre se reúnen algunos pintores, una

bailarina y un filósofo con la intención de remover los cimientos de la cultura venezolana.

En el número cinco y último de la revista que editan, afirman:

“Nosotros no vinimos a París a seguir cursos de diplomacia, ni a adquirir

una “cultura” con " fines de comodidad personal. Vinimos a enfrentarnos

con los problemas, a luchar con ellos, a aprender a llamar las cosas por su

nombre, y por ello mismo no podemos mantenernos indiferentes ante el

clima de falsedad que constituye la realidad cultural de Venezuela. A su

mejoramiento creemos contribuir atacando sus defectos con la mayor

crudeza, haciendo recaer las culpas sobre los verdaderos responsables o

quienes les apoyan” (Guillent Pérez, José Rafael. Los Disidentes en El Arte

en Venezuela. Caracas: Círculo Musical, 1967, p. 89).

Los Disidentes serán los llamados a producir un vuelco radical en el panorama de las

Artes Plásticas al introducir los lenguajes de la abstracción, la preocupación por la

investigación de los problemas formales de la pintura y la propuesta de una representación

que fuese más allá del paisaje y la realidad social.

El Círculo de Bellas Artes en el año de 1909 se declara una huelga en la Academia

de Bellas Artes, que fue organizada encontra de su director, el pintor Herrera Toro, recién

nombrado luego de la muerte de Emilio Mauri en 1908, los alumnos se oponían al tipo de

enseñanza que se impartía en la Academia, también a la suspensión de las becas, pensiones,

premios y los concursos de pintura y escultura. Hasta 1912 se produce una situación de

inestabilidad en los estudios de la Academia, ya que los alumnos elevaron su protesta ante

el Ministerio de Instrucción Pública solicitando sus peticiones, como éstas no fueron

atendidas el grupo de alumnos en discordia se retiran definitivamente de la institución.

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Page 52: Proyecto Semina

El 3 de septiembre de 1912 fue inaugurado el local del Círculo de Bellas Artes en el

Teatro Calcaño, este local fue cedido gentilmente por su dueño el doctor Eduardo Calcaño.

Entre los fundadores del Círculo encontramos, entre otros, a Rafael Aguin, Cruz Alvarez

García, Pedro Basalo, Pedro Castrellón, Manuel Cabré y Angel Cabré, Pablo Wenceslao

Hernández, Juan de Jesús Izquierdo, Leoncio Martínez, Edmundo Monsanto, Próspero

Martínez, Nicanor Mejías y Pedro Zerpa.

Es bueno acotar que Armando Reverón no aparece en la lista de fundadores,

reconocidos por la historiadores del arte venezolano, ya que se encontraba realizando

estudios en España. Según Guerrero, “Reverón regresa a Venezuela por breve tiempo en

1912, pero aparece participando en la Primera Exposición del Círculo a comienzos de

1913.” Este dato nos resulta de vital importancia puesto que, a pesar de no aparecer entre

los fundadores del Círculo de Bellas Artes, al artista se le considera como uno de los

miembros más destacados de este grupo y también, para el planteamiento que pretendemos

hacer de Reverón, quien encarna la figura del primer artista exiliado, por voluntad propia y

sin salir de las fronteras venezolanas.

El exilio de Reverón en el Castillete de Macuto “no sólo consistía en despojarse de

los útiles de la civilización industrial. No sólo consistía en rechazar los objetos de metal.

No sólo consistía en simplificar al extremo el vestido, la higiene, la alimentación, los

procedimientos plásticos, los implementos, las relaciones sociales, el hábitat mismo”

(Liscano, Juan, ídem, p. 55.,) más bien creemos entraña una búsqueda espiritual.

En el siglo XIX los impresionistas cambiaron el curso de la historia del arte al

empeñarse en pintar los efectos de la luz sobre los objetos. Por su par te, Reverón cambia el

curso de su vida empeñado en pintar la luz, ya no como fenómeno pictórico sin cómo

búsqueda espiritual, en su deseo de alcanzar la unión con Dios no le basta vivir en castidad

absoluta. A partir de 1923 el artista se aparta de la vida mundana, se exilia dentro de sí

mismo, inicia un periplo interior a la espera de que la luz se materialice.

Poco a poco el color desparece de su paleta y sus cuadros se inundan de blanco, de

esta manera los paisajes de Reverón adquieren, según la tradición hindú, la cualidad de una

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Page 53: Proyecto Semina

de la tres fuerzas que giran en torno a su propia individualidad, cultiva la prosa y gravita en

una posición impersonal y atemporal.

A fines de la década del cuarenta comienzan a llegar a París un grupo de pintores

venezolanos, estos artistas habían protagonizado en su país de origen una serie de protestas

en contra de las enseñanzas impartidas en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas

Cristóbal Rojas, que sustituyó a la Academia de Bellas Artes a partir del año de 1936, a las

que consideraban al margen de la historia. A partir de 1945 se inician una serie de huelgas

en la Escuela de Artes Plásticas, los huelguistas reclamaban fundamentalmente la necesidad

de ponerse al día con las propuestas vanguardistas, surgidas en Europa a principios del

siglo XX, reclamaban en su formación una propuesta menos realista y más acorde con los

problemas formales de la pintura. Esto es, rechazaban aquella pintura de corte naturalista y

descriptiva y pedían el acercamiento a las propuestas constructivas y sobre todo abstractas

del arte.

Esta generación de venezolanos reunida en la capital francesa estuvo conformada por

un grupo de pintores como Aimeé Battistini, Narciso Debourg, Perán Erminy, Carlos

González Bogen, Luis Guevara Moreno, Dora Hersen, Mateo Manaure, Pascual Navarro,

Rubén Núñez, Alejandro Otero; también por una bailarina, Belén Núñez y un filósofo, José

Rafael Guillent Pérez.

A su llegada a París los venezolanos parecen tomar conciencia del atraso en que se

encuentra la cultura venezolana, entonces se plantean la creación de un grupo al que

bautizan Los Disidentes. Entre sus objetivos se proponen editar una revista, que en un

principio pensaron podía ser de corte latinoamericanista y que, al final, termina siendo la

tribuna para manifestar el descontento de “una juventud rebelde que se proponía

desenmascarar la inautenticidad y falsedad de lo que hasta ese entonces se entendió como

haber cultural de Venezuela.” (Guillent Pérez, José Rafael, op. cit., p. 83).

Ya en el quinto y último número de la revista Los Disidentes aparece claramente la

posición del grupo:

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Page 54: Proyecto Semina

“NO a la Escuela de Artes Plásticas y sus promociones de falsos impresionistas”.

“NO a las exposiciones de mercaderes nacionales y extranjeros que se cuentan por cientos cada año en el Museo”.

“NO a los falsos críticos de arte”.

“NO a los falsos músicos folkloristas”.

“NO a los falsos poetas y escritores llena-cuartillas”.

“NO a los periódicos que apoyan tanto absurdo, y al público que va todos los días dócilmente al matadero”.

“Decimos NO de una vez por todas al consumatum est venezolano con el que no seremos nunca sino una ruina” (José Rafael, op. cit., p. 89).

El caso de estos artistas disidentes es muy particular, no se sienten limitados para

expresar su disenso con el ambiente cultural en el que se habían formado a pesar de recibir

becas del gobierno. Pareciera que encuentran fuerzas en esa suerte de expatriación,

entendida en el mejor sentido de la palabra como el “abandono del territorio nacional para

evitar peligros o amenazas, procesos o condenas, pero puede ser voluntario.” Justamente, es

en ese alejamiento voluntario donde encuentran el ímpetu necesario para reaccionar ante el

anquilosamiento cultural, propiciando así una reflexión seria sobre las posibilidades del arte

en Venezuela.

Concluiremos por aceptar la particularidad del exilio en los dos momentos que hemos

aludido: principios y mediados del siglo XX. Si bien los ejemplos que hemos traído a

colación no llenan los requisitos semánticos del término exilio, ya que ni Reverón ni los

artistas que conformaron la generación de Los Disidentes fueron perseguidos por causas

políticas ni mucho menos religiosas, sí podemos afirmar que la reclusión de Reverón en El

Castillete respondía a una particular búsqueda espiritual, que se manifiesta en sus paisajes

del denominado periodo blanco. Así mismo, Los Disidentes sólo alejándose del país

adquieren la fuerza para denunciar, de manera contundente, lo que ellos consideran los

vicios de la cultura venezolana.

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Page 55: Proyecto Semina

Ahora bien en orden alfabético haremos mención de algunos de los pintores y

escultores venezolanos:

Alberto Egea López: (Nace en Caracas el 29.8.1901 Muere en Tenerife el

13.12.1958); pintor, acuarelista, caricaturista, diseñador e ilustrador venezolano.

Figura como uno de los pioneros del dibujo publicitario en Venezuela. Fueron sus

padres José Egea y Edelmira López. En 1916 inició sus estudios en la Academia de

Bellas Artes de Caracas. En 1920, aparece señalado en la revista Billiken como

alumno de la academia. Aunque no pertenece al Círculo de Bellas Artes, Egea

López se inicia en la pintura, en un momento en que el ambiente cultural

venezolano vive una época de reacción renovadora, propiciada por el grupo de

pintores, músicos y escultores reunidos en el círculo, quienes habían, desde la

primera mitad del siglo, dado con una nueva concepción estética, reivindicando el

tema paisajístico como un tema de arte independiente. Entre 1919 y 1923 se ubica la

primera etapa de su obra, influenciada por la técnica de pintar al aire libre y la

concepción temática que se refleja en su obra cuando pinta los paisajes muy

próximos a la realidad. En 1919, expone de manera individual en la sede del Club

Venezuela. En 1923 comparte los espacios de la Escuela de Música y Declamación

con Francisco Fernández Rodríguez.

En octubre de 1923 parte para los Estados Unidos en destierro voluntario

debido a las presiones políticas ejercidas contra él por el régimen de Juan Vicente

Gómez. Su producción en ese país (1924-1933), siempre dentro de la figuración, lo

convierte en un pintor y acuarelista que reseña la vida cosmopolita de la ciudad

neoyorkina. En esta ciudad desarrolla una extensa actividad en el campo de la

publicidad con la ilustración de marcas, así como al diseño de modas y la

composición de portadas para revistas como Vogue y Colliers, todo en concordancia

con la exigencia de la época, aún poco usual en Venezuela. Su experiencia

publicitaria en suelo estadounidense lo convierte en iniciador del oficio en

Venezuela. Retorna al país el 31 de mayo de 1933. Partidario de una figuración

basada en la identidad nacional, busca en la fuente del lenguaje popular su asidero,

escribe artículos tratando de demostrar que el verdadero arte es aquél en el que el

compromiso social es evidente. En este sentido, intenta hacer pintura con gran carga

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Page 56: Proyecto Semina

social como su "Juan Bimba" o "Gesta heroica" donde recoge los sucesos del 14 de

febrero de 1936. Mantiene polémicas periodísticas con los ex integrantes del

Círculo de Bellas Artes. Por breve tiempo ocupa el cargo de director de Museos

Nacionales. En 1936 publica una revista de caricaturas, La Linterna de Diógenes

donde critica al gobierno del general Eleazar López Contreras. En 1945 presenta

una muestra retrospectiva de su obra en el Museo de Bellas Artes de Caracas. En

1947 participa en la creación de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos

Independientes. En 1953 es miembro fundador de la Escuela de Folklore. Su actitud

crítica ante el régimen de Marcos Pérez Jiménez, lo lleva a la cárcel en 1954.

Estando en prisión contrae la enfermedad que le ocasionará la muerte 4 años más

tarde.

Alejandro Colina: nace el 8 de febrero de 1901, del matrimonio de Alejandro

Torcuato Colina, de origen falconiano, y Fermina Viera, de Santa Cruz de Tenerife,

España. Es considerado uno de los máximos exponentes de la escultura

monumental venezolana del siglo XX. Además de una vasta y valiosa obra, su vida

fue rica como ninguna otra. Acusado de comunista, es apresado por la oprobiosa

dictadura gomecista y enviado a la cárcel de Puerto Cabello, junto a Andrés Eloy

Blanco, con quien mantuvo estrecha amistad. En el sanatorio de San Jorge convivió

con Armando Reverón. Estuvo ligado al eminente Dr. Luis Razetti recibe clases de

dibujo anatómico. Además, trabajó como director de arte y delineante en el estudio

del destacado arquitecto Alejandro Chataing. Para los valencianos, Alejandro

Colina está fuertemente representado en la memoria colectiva, ya que existen en

esta ciudad tres obras urbanas de su autoría: el Indio Guacamaya (Urb. Carabobo),

El Piache (Colegio de Médicos, Urb. Guaparo), y los relieves dela Plaza Bolívar

también incluidos en esta muestra. La escultura de María Lionza la lleva a cabo en

1951, la cual es mito propio de los indígenas del estado Yaracuy y que se transvasó

al culto santero venezolano como una hermosa mujer cabalgando sobre una danta.

Colina la representaría desnuda y voluptuosa, con anchas caderas y marcada

musculatura, sentada sobre la danta; esta última pisa una serpiente. María Lionza

sostiene, con los brazos extendidos hacia el cielo, una pelvis femenina, como

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Page 57: Proyecto Semina

ofrenda última a la fecundidad, tema que la obra entera celebra. También realiza en

esta época el Busto de la Negra Matea y las estatuas de los Caciques Tiuna,

Manaure y Yaracuy. Mientras que en el año 1964 concluye El Leandro, en San Juan

de los Morros, en 1966 la estatua del Negro Primero, y en 1967 la conocida estatua

del cacique Caricuao, que marca la entrada a la populosa zona residencial del

mismo nombre, al oeste de la ciudad de Caracas. En 1975, poco antes de morir,

dejará inconcluso el torso del Cacique Chacao, destinado a la Plaza del Indio en el

Municipio Chacao, también en Caracas. Fallece en 1976, a la edad de 75 años. Su

obra más conocida es la Estatua de María Lionza.

Alejandro Otero: (El Manteco - Estado Bolívar, 7 de marzo de 1921 - Caracas, 13

de agosto de 1990) fue un importante pintor y escultor venezolano, Hijo de José

María Otero Fernández y María Luisa Rodríguez. Destacan sus obras escultóricas

de gran formato, del género de arte cinético, muchas de las cuáles son exhibidas en

Venezuela, Estados Unidos y otros países del mundo Estudia en Caracas entre 1939

y 1945. Luego se traslada a París, donde vivió entre 1945 y 1949. Formó parte del

grupo conocido como Los Disidentes El principio de una nueva técnica artística, el

comienzo de la verdadera abstracción en Venezuela, se iniciará entre los años 40'

cuando pinta Las Cafeteras, serie de cuadros en los que el uso de la línea hace casi

desaparecer por completo el objeto dejando únicamente su referencia Este

venezolano vivió algún tiempo en París, donde tuvo contacto con nuevas formas

artísticas. Sus obras, diversas y modernas se encuentran en varios países

actualmente. En 1939 inició sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas y Artes

Aplicadas de Caracas bajo la tutela de Antonio Edmundo Monsanto, de quien se

reconoció como discípulo. Otero "fue el pintor de su generación más capacitado

para comprender y sentir a Cézanne, cuya obra lo sedujo a tiempo que, mientras

estudiaba [...] ponía el método analítico del pintor francés, partiendo del objeto

tradicional de la naturaleza, la figura, el paisaje" (Juan Calzadilla, 1976, p. 86).

Siendo aún estudiante, es nombrado profesor del curso de Experimentación Plástica

para niños (1942) y dos años después profesor de la Cátedra de Vitrales en esta

institución, de la cual egresó en diciembre de 1944. En sus primeras obras

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Page 58: Proyecto Semina

pertenecientes al período escolar se encuentran retratos, desnudos y paisajes. En

ellos se evidencian las búsquedas iniciales de síntesis de elementos, características

en toda su producción plástica. Paisaje de Los Flores de Catia (1941) y su

Autorretrato (1943, colección sucesión Alfredo Boulton) registran, por otra parte, su

paso de la construcción de los planos a las calidades matéricas del color. En 1944

realiza su primera exposición, junto a César Enríquez, en el Ateneo de Valencia. El

Gobierno francés y posteriormente el Ministerio de Educación de Venezuela le

otorgaron en 1945 una beca para cursar estudios en París, hecho que representó su

primer viaje al exterior. En 1946 inició la serie de trabajos conocidos como

Cafeteras. La influencia de Picasso y las tendencias gestualistas son evidentes en

estas obras que, gradualmente, se despojaron de toda representación hasta

transformarse en líneas y estructuras de enorme fuerza expresiva. Otero trabajó las

formas básicas para asir la esencia plástica de los objetos; la serie se inició en un

principio con cacerolas (1946), cafeteras (1946-47 en un grupo de 5), cráneos

(1947, en un grupo de 5) potes (1947); en 1948 realizó el grupo más numeroso, 8

cafeteras rosa; asimismo trabajó candelabros, botellas y lámparas. Sin duda las

calaveras fueron una especie de memento mori de la figuración, como en Calavera,

de 1947 (colección Clara Diament Sujo). En 1948 Otero es incluido en la muestra

Les mains ebloués de la célebre Galería Maeght en París. A mediados de enero de

1949 regresó a Caracas. Las obras producidas en Francia se expusieron en el Museo

de Bellas Artes, en el Taller Libre de Arte y en el Instituto Pedagógico de Caracas,

provocando polémicas. En una reseña de la época, Guillermo Meneses comentaba:

"La pintura de Otero ha de asombrar, necesariamente. Es distinta a todo lo que

habíamos visto en nuestro país. Y, además, ofrece una sensación de quien está

seguro de sí mismo [...] Podríamos decir que las líneas, las formas, los objetos han

sido profundizados, llevados hasta la honda atmósfera enmarcada que no existe

jamás en la realidad: el propio espíritu, la propia pasión, el fino cerebro del artista"

(1949, cit. en 1982, p. 36). Regresó a París en 1950 y junto a Pascual Navarro,

Mateo Manaure, Carlos González Bogen, Perán Erminy, Rubén Núñez, Narciso

Debourg, Dora Hersen, Aimée Battistini y J. R. Guillent Pérez editaron, en marzo

de 1950, la revista Los Disidentes, alrededor de la cual se articuló un grupo del

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Page 59: Proyecto Semina

mismo nombre. Desde esta publicación propugnaron las tendencias del

abstraccionismo, la puesta al día de los artistas venezolanos en París y atacaron los

lineamientos académicos de los viejos maestros y las ideas reaccionarias que

guiaban las artes plásticas, los salones y los museos en Venezuela.

Alirio Rodríguez: pintor hijo de Arturo Rodríguez Lozada y Teodora Borges Santi.

Inicia su formación artística en 1947 en la Escuela de Artes Plásticas Aplicadas de

Caracas donde cursa estudios hasta 1955. Entre los años 1950 y 1952 trabaja en el

Taller Libre de Arte de Caracas y comienza a exponer sus obras en las muestras

colectivas del Taller, así como a enviarlas a los salones de arte de Caracas, Valencia

(Edo.Carabobo) y Maracaibo. En sus inicios el artista utiliza el óleo para desarrollar

una pintura figurativa de formas libres, en la que ubica las figuras en espacios

volcados a nuevas perspectivas —se pueden observar desde lo alto o de cabeza o en

disímiles posiciones— que acercan al espectador al abismo y a lo atemporal.

Posteriormente abandona el óleo debido a su lento secado y desde entonces trabaja

con acrílico. En 1957 realiza su primera exposición individual en la AVP (Caracas).

Al año siguiente viaja a Italia, donde estudia en el Instituto de Arte de Roma y

posteriormente se traslada a Ravena para aprender las técnicas antiguas y modernas

del mosaico. En esta etapa realiza varias naturalezas muertas, nunca expuestas,

donde por primera y única vez no es la figura humana el tema central de su obra.

Este mismo año participa en la exposición "Pintura latinoamericana" en el Palazzo

Venecia (Roma) y exhibe su obra en el Palazzo Brancaccio de esa misma ciudad.

En 1961 retorna a Venezuela y es nombrado titular de la cátedra de dibujo y pintura

y jefe de la sección de arte puro de la Escuela Cristóbal Rojas, donde permanece

hasta 1982. Para la década de los sesenta realiza series como Metamorfosis (1961),

Cosmonautas (1962), Colosos (1963), Alumbramientos (1964), Jueces (1964),

Cabezas orbitantes (1966), Los egos (1967), Tribunales (1968) y Ante el abismo

(1969), en las que llena sus lienzos de terribles visiones, con seres fluidos y

contorsionados cuyos rostros y cuerpos se desvanecen extrañamente. "En las obras

de Alirio Rodríguez existe un exponente técnico muy bien logrado, en función del

envolvimiento rítmico de las líneas de donde emergen figuras, que, poco a poco se

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Page 60: Proyecto Semina

alejan de la sátira social, para desembocar en una faceta dolorosa del ser humano,

mezcla de bestialidad irrefrenable, de brutalidad primitiva" (Boulton, 1972).

Armando barrios: Pintor. Hijo de Serapio Barrios y Carmen Rodríguez. Entre 1932

y 1937 realizó estudios en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, donde fue

alumno de Marcos Castillo, Pedro Ángel González, Rafael Ramón González, Luis

Alfredo López Méndez y Antonio Edmundo Monsanto. Sus primeras creaciones se

inscriben en la tendencia del arte figurativo. En 1942 recibe una mención de honor

con La niña en azul en el III Salón Oficial, y en 1945 presenta su primera individual

en el MBA: una selección de óleos que representa una década de trabajo (1935-

1945), en donde sobresalen obras como El flautista (1939), Los Caobos (1942) y un

retrato de Vicente Emilio Sojo (1944). Este mismo año, su obra La niña recibe el

Premio José Loreto Arismendi en el VI Salón Oficial. En 1946 es premiado en el

VII Salón Oficial con Tambores (colección GAN). En 1947 realiza una individual

en el MBA y es premiado en el V Salón Arturo Michelena con Bailarina. En 1948

obtiene el tercer premio del I Salón Planchart con La novia. En 1949 viaja a París,

trabaja en la academia de la Grande-Chaumière y frecuenta el Taller de Arte

Abstracto dirigido por Jean Dewasne y Édgar Pillet. En esta época, su pintura, que

trabaja con ritmos lineales, se orienta hacia el abstraccionismo. Expone en la Casa

de América Latina y en la UNESCO (París). En 1950 participa en las actividades

del grupo Los Disidentes y expone en el Salón de Mayo de París. Al año siguiente

publica litografías en el libro Seis prosas, de su esposa Reyna Rivas; participa en el

VI Salón des Réalités Nouvelles (París), y la Galería de France organiza una

muestra de sus obras más representativas. Al año siguiente regresa a Venezuela y

Carlos Raúl Villanueva le encarga murales para la Ciudad Universitaria de Caracas,

entre ellos el mural para la fachada del Estadio Universitario y un mural para la

Plaza del Rectorado. Ese mismo año realiza un mural para el Hotel Nueva Segovia

de Barquisimeto (hoy Ucla). Estas obras se inscriben dentro de la etapa abstracto-

geométrica. En 1953 su trabajo se presenta en el Salón Planchart y en el XIV Salón

Oficial.

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Page 61: Proyecto Semina

Armando Reverón: (Nace en Caracas el 10.05.1889. Muere en Caracas el

18.09.1954). Artista y pintor, la obra de Armando Reverón, realizada en gran parte

en el Litoral Central de Venezuela, capta y transmite toda la luminosidad del

trópico. Asimismo, Reverón fue miembro sobresaliente de la Academia de Bellas

Artes, junto a figuras de la talla de Manuel Cabré, Antonio Edmundo Monsanto y

César Prieto. En cuanto a su infancia, se sabe por testimonios de la época, que a los

pocos años de haber nacido en Caracas fue dado en crianza por su madre a un

matrimonio de Valencia, los Rodríguez Zocca, quienes se ocuparon de su primera

educación. Su tío-abuelo materno, Ricardo Montilla, quien había estudiado pintura

en Nueva York, fue la persona que contribuyó de manera definitiva a despertar su

vocación artística. En 1904, vive con su madre en Caracas y en 1908, se inscribe en

la Academia de Bellas Artes, donde tiene como profesores a Antonio Herrera Toro,

Emilio Mauri y Pedro Zerpa. Su rendimiento le valió la recomendación de sus

profesores para obtener, al finalizar el curso de 1911, una pensión de estudios en

Europa. Este mismo año, viaja a España y se dirige a Barcelona, donde ingresa a la

Escuela de Artes y Oficios. En 1912, hace un breve retorno a Caracas; de nuevo en

España, entra a la Academia de San Fernando en Madrid. De acuerdo con algunos

estudiosos de su vida y obra, la capital española dejó una profunda huella en su

espíritu; siendo cautivado además por el universo de Francisco Goya. Más tarde,

recordará su paso por el taller de Moreno Carbonero, pintor un tanto extravagante,

maestro de Salvador Dalí. Regresa a Venezuela a mediados de 1915. Ya en Caracas,

retoma su trabajo mientras asiste a las sesiones del exclusivo Círculo de Bellas

Artes. Aunque estaba ausente de Caracas para el momento de la creación del

Círculo, los fundadores de éste le consideraban como uno de los suyos. En 1916,

Reverón pinta al aire libre sus primeros paisajes resueltos dentro de una tonalidad

azul. Poco después se traslada a La Guaira donde vive de dar clases privadas de

dibujo y pintura. Allí conoce en el carnaval de 1918 Juanita Mota, quien sería su

modelo e inseparable compañera. También en La Guaira, se encuentra al pintor de

origen ruso Nicolás Ferdinandov, a quien había conocido en Caracas el año anterior.

Durante este tiempo Reverón visita con frecuencia el rancho de pescadores que el

pintor ruso ocupaba en Punta de Mulatos. Siguiendo los consejos de Ferdinandov,

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Page 62: Proyecto Semina

Reverón decide instalarse en el litoral, iniciando con esto una nueva etapa en su

vida y en su obra. Para 1921, vive en un rancho de la playa, en el sector de Las

Quince Letras. Poco tiempo después se muda y comienza a construir, un poco al

sur, el castillete que le serviría de morada para el resto de su vida. Esta decisión

coincidió también con un cambio de conducta y por supuesto, una transformación

de sus conceptos artísticos. En este período, al adoptar hábitos primitivos y

desvinculado de la ciudad, Reverón pudo desarrollar una percepción más profunda

de la naturaleza y esto lo llevó a emplear un método de pintar, así como a adoptar

procedimientos y materiales que se adecuaban a su afán de representar la atmósfera

del paisaje bajo efectos del deslumbramiento producido por la luz directa del sol.

Además, creó valores cromáticos e ideó nuevos soportes, utilizando elementos

autóctonos. Entró así a lo que el crítico Alfredo Boulton llamó su “Época Blanca”,

ubicada aproximadamente entre 1924 y 1932. En 1933, se le hizo un primer

reconocimiento, al realizarse una exposición de su obra en el Ateneo de Caracas,

que luego fue presentada en la galería Katia Granoff de París. A comienzos de 1940,

inició su “período sepia”, al que correspondería un conjunto de lienzos pintados en

el litoral y en puerto de La Guaira y en donde los tonos marrones del soporte de

coleto constituyen el valor cromático dominante de la composición; paisajes de mar

y tierra donde destacan las marinas del playón, a los que siguió un período

depresivo tras sufrir el artista una crisis psicótica que obligó a su reclusión en el

sanatorio San Jorge, de José María Finol. Recuperado, no volvió a pintar como

antes. A partir de este momento, se refugió en un universo mágico que, en torno a

objetos y muñecas creados por él, dio origen a la última y delirante etapa

expresionista de su obra; etapa figurativa caracterizada por el empleo de materiales

tales como tizas, creyones y por una fantasía teatral que se tornaba más y más

incontrolable pero que, a través de un dibujo que aspiraba a la corrección

académica, buscaba restituir el equilibrio emocional de Reverón.

Francisco Narváez: Escultor y pintor. Hijo del ebanista y alarife José Lorenzo

Narváez y Vicenta Emilia Rivera. Su padre era conocido por sus tallas decorativas

realizadas en la Iglesia del Valle del Espíritu Santo de La Asunción y por la

construcción del faro de navegación de Porlamar (Edo. Nueva Esparta). Narváez

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Page 63: Proyecto Semina

asiste a la escuela de Carúpano, donde su familia se residencia hacia 1908, tras la

caída de Cipriano Castro, y empieza a realizar tallas de muebles en miniatura con

materiales como tiza o madera y una navaja como herramienta. Cuarto en una

familia de 11 hijos, su aprendizaje inicial se basó en las prácticas del taller de su

padre (1912-1921). Se interesó por la figura humana y copió en tiza los santos

restaurados por su padre, realizó retratos de sus familiares y probó materiales como

la greda para modelar figuras. Ayudó a su padre en los trabajos de reconstrucción y

restauración de la Iglesia de San José de Orocual (Edo. Monagas), para la cual

repintó las figuras y talló las partes faltantes de algunas imágenes religiosas. En

1916 participó en una exposición de artesanía en Cumaná con una talla de muebles

en miniatura y recibió un diploma de reconocimiento. Posteriormente se le encargó

un San Rafael para la Iglesia de Carúpano, a partir de un solo bloque de cedro; esta

figura, según el artista, se conservaba en la iglesia aún en 1968. En 1918, la familia

vuelve a Porlamar (Edo. Nueva Esparta), donde Narváez es atraído por escenas del

mercado de Punta de Arenas, con sus pescadores, vendedoras y cargadoras de

bultos, figuras recurrentes en su obra posterior; en el mercado observó al pintor

rumano Samys Mützner pintando motivos locales. Narváez inicia clases de teoría y

solfeo, que no puede continuar al enfermar de escrófula y permanecer un año en

cama. Al recuperarse se dedica a tallar figuras de nacimientos y, hacia 1920, talla en

madera una imagen del Niño Jesús para las hermanas carmelitas del hospital, que

llama la atención de monseñor Sixto Sosa, obispo de Guayana, quien le sugiere que

estudie en Caracas, le consigue el permiso de su padre, le paga el pasaje y gestiona

una beca para que estudie en la Academia de Bellas Artes. Narváez viaja a la capital

y se instala en casa de los capuchinos de las Mercedes, donde permanece interno

hasta iniciar los estudios de sexto grado en la Escuela Normal Villa Zoila y en la

Academia hacia 1922. La talla del Niño Jesús de las hermanas carmelitas del

hospital de Porlamar (Edo. Nueva Esparta) fue expuesta en 1922 en la Fotografía

Manrique, junto con una pintura suya del mismo tema; la prensa señaló que la

figura había sido tallada a navaja sin la intervención de maestro alguno. En la

Academia recibió clases de dibujo, pintura, escultura, paisajes, anatomía y

composición; sus profesores de escultura fueron Ángel Cabré i Magrinyà, Cruz

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Page 64: Proyecto Semina

Álvarez García y Pedro Basalo, y entre sus condiscípulos estaban Gregorio García,

Eduardo Francis, Rafael Rosales y Tomás Golding, entre otros. Por entonces, los

estudios artísticos seguían los patrones clásicos. Las clases de escultura se limitaban

al modelado en arcilla y al trabajo en yeso, aunque el artista se interesó en la talla

directa: le regalan un cincel y un bloque de mármol de Carrara, con el que talló un

rostro que creó controversias entre los profesores, debido a sus "formas redondas",

según Basalo, alejadas de los criterios clásicos propugnados por la Academia. Para

esa época tiene la oportunidad de observar pinturas de Sorolla expuestas en la

Academia. En 1924 obtiene diplomas de honor en la Academia en pintura y

escultura. Para esa fecha conoce a Arturo Uslar Pietri, Alfredo Boulton y Andrés

Eloy Blanco, quien le dedicó versos de Poda cuando el artista realizaba la maqueta

para la tumba de su padre, que no se llevó a cabo. En septiembre de 1925, las

esculturas del artista aparecen en un reportaje gráfico en la prensa. Narváez finaliza

sus estudios en 1928, viaja a Margarita para pintar motivos marinos y obtiene

algunas lajas de piedra, de las usadas para pavimentar patios, en las que esculpe

relieves. Realiza su primera muestra individual ese año en el Club Venezuela

(Caracas), en donde expone 60 pinturas y 12 relieves.

Jesús Rafael Soto: nace en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, el 5 de Junio de 1923,

hijo de Luis Rafael García Parra y Emma Soto. Pasa su infancia y primera juventud

en Ciudad Bolívar y sus alrededores. Hacia la edad de 12 años, comienza el

aprendizaje de la guitarra. Sus primeras experiencias plásticas las tiene en el trabajo

de cartelista que ejerce desde muy joven para los tres cines de la ciudad. A los doce

o trece años dice haber leído la divina comedia de Dante Alighieri. A los 19 años

obtiene una beca del gobierno regional para emprender sus estudios en la Escuela de

Bellas Artes y Artes Aplicadas de Caracas, donde cursa la carrera de arte puro y

docencia entre 1942 y 1947. Son sus maestros Rafael Ramón González, Juan

Vicente Fabbiani, Marcos Castillo y Antonio Edmundo Monsanto, entre otros. Al

llegar a la escuela, descubre una naturaleza muerta del artista francés Georges

Braque que le impacta de manera perdurable e inclina sus intereses hacia el arte

moderno. Sus obras tempranas (bodegones, retratos y paisajes principalmente)

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Page 65: Proyecto Semina

indican múltiples influencias entre las que sobresalen las de marcos Castillo, Henri

Matisse, Paul Cézanne y Pablo Picasso. La influencia de estos dos últimos artistas

se hace crucial a finales de los años cuarenta, cuando ejecuta paisajes claramente

influenciados por el cubismo Cezaniano. Al concluir sus estudios, es nombrado

director de la Escuela de Bellas Artes de Maracaibo, cargo que ejerce hasta 1950,

cuando una beca del gobierno le permite viajar a París para proseguir sus

investigaciones. Es precisamente en Maracaibo donde escucha hablar por primera

vez del Cuadrado blanco sobre fondo blanco (1918) del ruso Kasimir Malevitch, a

su entender la forma más pura de atrapar la luz en la pintura. Antes de viajar a París,

presenta su primera expsoción individual en el Taller Libre de Arte en Caracas. El

16 de septiembre, Soto se embarca en l'Olimpia y emprende su viaje a parís. Al

llegar a Francia se pone en contacto con los artistas venezolanos fundadores de la

revista "Los Disidentes", especialmente con Alejandro Otero, Narciso Debourg y

Guevara Moreno. Frecuenta también a su coterránea, Aimée Battistini, quien lo

inicia en el mundo de la abstracción. Comienza un período de intenso estudio del

arte abstracto, a su manera de ver, la más grande revolución plástica después del

renacimiento italiano. Ya iniciada su obra abstracta, participa en el "Salon des

réalités nouvelles" (Salón de las nuevas realidades) y entra en contacto con el

galerista Denise René, cuyo apoyo sería crucial en los inicios de su carrera

internacional. Comienza su obra madura con la serie titulada "Composiciones

dinámicas". En ellas intenta dinamizar las estructuras ortogonales de Piet Mondrian.

En la primavera, Soto viaja a Holanda para encontrarse con la obra de Piet

Mondrian. Inicia sus repeticiones y progresiones. 1952/1953 realiza el pequeño

conjunto de obras seriales. En ellas intenta conseguir un equivalente plástico de las

prácticas musicales descubiertas en la música dodecafónica. Se trata para él de

trascender las nociones convencionales de la composición y del gusto.

Superponiendo tramas regulares de puntos y cuadros por medio de un plexiglás

transparente, logra introducir el tiempo real, ya no sugerido en la obra, sino

producido por el desplazamiento mismo del observador ante ella: Metamorfosis

1954 es la primera obra en la que logra producir núcleos luminosos Participa en la

exposición "Le mouvement" (el movimiento), organizada por la galerista francesa

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Page 66: Proyecto Semina

Denise René, muestra que marca el nacimiento histórico del "Cinetismo". Inicia la

serie titula estructuras cinéticas (1956-1957). Abandona el uso del plexiglás y

reemplaza las líneas pintadas por varillas de metal soldadas entre sí. A partir de allí,

consigue una de las características esenciales de su trabajo, la vibración de un

elemento metálico sobre una trama de fondo. Inicia sus primeras "vibraciones".

Expone en el museo de Bellas Artes de Caracas. Inicia su "Período Barroco". Inicia

sus "Escrituras". Realiza su primer "Cuadrado Vibrante". Participa en la Exposición

Universal de Bruselas, instalando su "Muro de Bruselas" (en realidad su primera

escritura y su Torre de Bruselas, en los jardines del IVIC (Instituto Venezolano de

Investigaciones Científicas). Inicia su trabajo a escala Urbana. Obtiene en

Venezuela el Premio Nacional de Artes Plásticas. Concluye su período Barroco.

Vuelve a un control estricto de los elementos plásticos. Durante los años sesenta se

desarrolla otro proceso crucial para su obra, proceso que culminará en 1967, con

una de sus invenciones conceptual y formalmente más coherentes y puras,

el"Penetrable". Presenta su "Muro Panorámico Vibrante" en la Bienal de Venecia,

etapa importante en el proceso que lo llevará a la creación de los Penetrables.

Denise René organiza una doble exposición personal de Soto en sus espacios de la

rivera derecha y la rivera izquierda del Sena, en París. Es en el contexto de la

exposición presentada en la galería de la rivera izquierda que aparece su primer

Penetrable. Invitado por Carlos Raúl Villanueva, Soto representa a Venezuela en la

Exposición Internacional de Montreal, con su escultura cinética "Volumen

Suspendido. 1969 Este año marca el momento de su consagración internacional con

la gran exposición retrospectiva del Museo de Arte Moderno de París. Este mismo

año se decreta la creación del Museo de Arte Moderno Jesús Soto en Ciudad

Bolívar. 1973 Es inaugurado el Museo de Arte Moderno Jesús Soto en Ciudad

Bolívar, una de sus más importantes contribuciones a la cultura venezolana. En él

deposita no solo un conjunto representativo de su obra personal, también un

conjunto excepcional de obras producidas por sus contemporáneos europeos y

latinoamericanos.

Mateo Manaure (18 de octubre de 1926, Uracoa, Monagas, Venezuela) es uno de

los artistas modernos más importantes de la historia del arte venezolano. En 1941

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entra a estudiar hasta 1946 en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas,

actual Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas cuando era dirigida por Antonio

Edmundo Monsanto. Ahí, estudia artes gráficas en el taller de Pedro Ángel

González, de quien fue asistente. Ya por esas épocas comienza a participar en el

Salón Arturo Michelena y el Salón Oficial de Arte Venezolano del Museo Bellas

Artes de Caracas. En 1947 gana la primera edición del Premio Nacional de Artes

Plásticas, disputado con Pascual Navarro y viaja a París, Francia. Regresa al año

siguiente a Caracas donde participa en la organización del Taller Libre de Arte. A

su regreso a París en 1950, participa en el grupo de Los Disidentes, junto a artistas

como Alejandro Otero, Pascual Navarro, Carlos González Bogen, Perán Erminy,

Rubén Nuñez, Narciso Debourg,Dora Hersen, Aimeé Batistini y J.R. Guillent Pérez.

De regreso a Caracas fundó, junto a Carlos González Bogen la Galería Cuatro

Muros y realizan la Primera Exposición de Arte Abstracto en el país. Era el año

1952. También comienza su colaboración con el proyecto de Ciudad Universitaria

de Carlos Raúl Villanueva, donde, además de aportar 26 de sus propias obras, sunge

como supervisor de las obras de arte. A partir de ahí participa en otras realizaciones

públicas, como las policromías de la Urbanización 23 de Enero. Desde hacía ya

varios años, Manaure se desenvolvía dentro del arte abstracto, que conformaba la

vanguardia artística venezolana de ese entonces. Luego, regresa al arte

representativo desde las artes gráficas, especialmente la litografía, pero no abandona

la expresión abstracta. En 1984 lo nombran Presidente de la Asociación Venezolana

de Artistas Plásticos. El año 2009 se inaugura el Museo de Arte Contemporáneo

Mateo Manaure, en Maturín, Estado Monagas. La obra de Mateo Manaure ha

pasado por distintas etapas. La primera, de tendencia representativa con temas

clásicos como el desnudo, el paisaje y la naturaleza muerta, con un cáracter gestual.

Luego, al ir a París, su obra evoluciona hacia la abstracción geométrica y luego se

torna en abstracción lírica. De esa manera, Mateo Manaure trabajó alternadamente

la representación y la abstracción. Entre las series realizadas por él encontramos

Pinturas Sobremontaje, Los Suelos de mi Tierra, Cuvisiones, Columnas

Policromadas, Mirar a América,Orinoquia, Ofrenda a mi raza, entre otras. En la

emblemática avenida Libertador de Caracas se despliega el gran mural Uracoa

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(2011) que es una reproducción horizontal de dos de las obras del mismo artista que

recubre las escaleras de emergencia del edificio de Petróleos de Venezuela (Pdvsa)

ubicado en la ciudad capital. El mural Uracoa ha sido enmarcado en el proyecto

Vibra Caracas, porque vibra con los Módulos Cromáticos de Juvenal Ravelo en la

misma avenida Libertador. Ambas obras forman parte de la serie de intervenciones

de arte en la calle desarrolladas en la Plaza Venezuela y el bulevar de Sabana

Grande, que actualmente consta de 22 obras a lo largo de todo el espacio. Mateo

Manaure vive hoy como uno de los artistas venezolanos más respetados.

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