Otredades (otros Cuentos)

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Este libro da inicio al triptico formado por; Otredades, Oscuridades Soledades y Otros Miedos, y Sincronismos."Otredad de un cuento que es de tantas formas otro, y de tantas formas el mismo... como estas calles, este cielo, este cuarto, este espejo, y yo, o mi reflejo, o mi locura... imagen que si le sumara alcohol sería caleidoscopio una vez más"Cada cuento es otro, sin embargo es una misma mirada, otro el autor, que es a la vez el mismo... todo confluye más tarde en Sincronismos.

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  • OOttrreeddaaddeess((OOttrrooss CCuueennttooss))

    Alan R. Ghenzi

  • Otredades (Otros Cuentos)

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    Ediciones Digitales Alan5_RG SistemasDiseo Ren Ghenzi

    [email protected]/alan5_rgwww.alan5.ya.st

    Junio de 2006Impreso en Argentina

  • Alan R. Ghenzi

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    Otredades(Otros Cuentos*)

    Otredad de un cuento que es de tantas formas otro, y de tantasformas el mismo... como estas calles, este cielo, este cuarto, este

    espejo, y yo, o mi reflejo, o mi locura... imagen que, si le sumaraalcohol sera caleidoscopio una vez ms.

    Esa otredad que en la oscuridad esconden, los espejos de losciegos, las estrellas que no llegamos ver, o las sombras de las

    sombras... aquella que encierra su misterio en un mandala secretoal cual se accede con una llave oculta en el tiempo, en la distancia

    y en mi locura.

    Alan el Poeta Rumano

    *escritos entre Diciembre de 2004 y Marzo de 2006

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    Introduccin:

    Escuch o le por ah (la memoria no me permite ms exactitudes), queBorges deca aborrecer los espejos, porque multiplicaban el absurdo

    Qu dira l de estos textos que casi por completo basan su existencia enlos espejos?, en aquellos enfrentados, en otros que viven dentro de loscaleidoscopios, y en los que existen en ciertos ojos que nos empeamos (yoy mis otros yo) en observar hasta dar con un reflejo

    Si, quizs sean mis textos un absurdo reflejo de ellos mismos; lamultiplicidad de formas de decir una misma cosa un mismo mensaje,siempre

    Mi ciega obsesin (con seguridad), sin embargo todos tenemos pasiones;visiones que nos quitan el sueo, fantasmagoras de las ms variadasfaunas, legin de fantasmas con forma de ilusin que nos persiguen y quellenan los espacios invisibles que nos rodean, y que murmuran en lossilencios susurrndonos al odo alucinadas revelaciones que la mayoracalla o esconde

    En cambio aqu, en estas palabras y en las otras que le siguen, se muestrandesprendidas de vanidades y vergenzas, en completa desnudez; miscaprichos, mi modesto universo creativo visto desde un costado, lateral demi alma por el que no suelo andar, colgado del abismo sin saber si subo obajo escribo ms por no caer que por otra cosa.

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    Indice:

    De sonido, imagen ypalabras

    Los sonidos, imgenes y palabras conforman un abismo endonde me pierdo por el placer de buscarme

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    Otro Cuento una caravana de confusiones de otredad ocultaba el camino ami locura perfecta...

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    Olvidar quizs es tiempo de empezar a terminar aquello que norecuerdo haber comenzado

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    Oscuridad una vez ms acostumbrar los ojos a la oscuridad para poder ver 11

    Viajar en Tren inexistentes fantasmagoras que slo habitan en mi mente... 12

    El verdadero yo palabras de musa acalladas por un capricho humano 13

    Los otros formando en cada giro un mandala particular 14

    Ajedrez pero las otras voces distraen mi yo verdadero 15

    Es otro quien escribe No es otro el cuento; es otro quien escribe 16

    Quienes somos? dejndome as en los lmites externos de aquel mandalaeternamente giratorio.

    16

    Perinola Los lmites no separan, sino que, muestran el lugar exacto endonde nos unimos con la otredad

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    Ciego Cerr los ojos y el sol aun segua all 18

    El sol y la luna absurda tentacin que hace ver el espejismo como algo real 19

    Objeto de la tentacin en la oscuridad de la noche ella detiene su vuelo en mis besos 19

    Es Compartimos el mismo lugar, habitamos el mismo universo,cuando vemos el mal y pecamos

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    Al mismo tiempo la necesidad de cerrar los ojos a un mismo tiempo 21

    Calma cuando en mi pena no encuentro el rastro siquiera de otra pena 22

    Espejismo onrico dragn blanco en vuelo despliega un mensaje sobre labruma

    22

    El silencio Su silencio es ahora nuestro silencio, al cerrarse sus ojos hemosquedado ciegos

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    Negacin el ruido del disparo le puso punto final a la espera y al silencio, 24

    Escaleras; el camino en donde quizs mis musas fueron a navegar por siempre. 25

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    Otro Cuento (De sonido, imagen y palabras...)

    La msica alejando los ruidos molestos de la calle, creando un escenarioen el aire en donde, sentado con su bandonen, Piazzolla toca y viaja aotro tiempoLa suma de pequeos e imperceptibles sonidos hacen al fin el grito de unloco que solamente pretende ser lo que es... o que lo dejen ser (que quizses lo mismo dicho de otra forma).En la pared colgada, inmvil (otros ojos ven las formas en movimientoaun en su quietud), la reproduccin barata de un Picazzo inalcanzablepara mis bolsillosLa esencia de cada una de las partes que conforman el todo es la esenciadel todo, porque cada pequeo brillo particular forma la luz que proyectael conjunto.Despus volver la vista a la pgina, y entrar en otro mundo, tan distintocada vez y sin embargo tan conocido; un libro de SabatoCada palabra encierra como siempre significados ocultos que son llavespara abrir o cerrar las puertas de nuestros laberintos particulares.

    Por todo esto y por muchas cosas ms siento que no puedo escapar, quesera como detener esa rueda que pretende seguir girando, quitarle sulibertad de rueda, convertirla en otra cosa, intil, inmvil, sin sentido... yes tan claro que no debo.

    Los sonidos, imgenes y palabras conforman un abismo en donde mepierdo por el placer de buscarme, de encontrarme en viejos sealadoresocultos entre sombras y por el placer abstracto de ser parte de ellosEs que algo en cada ser trasciende un lmite, alcanzando un extremo en elque ya no son otros (al menos para m), ni siquiera ajenos entre s, sinoquizs el mismo y nico smbolo, que a la vez abarca un universo eternoen el que suelo encontrarme perdido.En aquel lugar, que es a la vez todos los lugares, hace foco el caleidoscopioy veo que quizs debo darle un sentido, para no volverme ms loco... oms cuerdo, pero ya estoy perdido nuevamente en el abismo.Palabras sueltas, algo que est roto, quizs nada pienso, extensin de mimente es la imagen de un sonido, flotando ah todos esos cables yalambres, la forma caprichosa trae un recuerdo, ese que es de muchasformas otro intento de recordar, pero ya lo s, ya lo sabes, no es cierto.

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    Desde el otro lado del mar podes ver la misma cara de la luna, el mismosol escuchar el mismo mar pero de este lado los olvidos y son otroslos sonidos imgenes inquietas palabras sueltas entorno a mi mentey eso es otro cuento haca all voy hoy.

    Otro Cuento (Otro Cuento)

    Claro, como siempre... el cuento es otro, de alguna forma todo aquello queno fue, o al menos todo aquello que yo no pude ver, y en cada una de esascosas la verdadera historia, el verdadero cuento, las palabras que no dijeconforman el relato verdadero;Nunca tuve la intencin de mentir, ni siquiera de omitir realidades, laverdad es que en ciertos momentos las cosas, pasan, suceden, transcurrenpor debajo, o por encima, de donde nosotros podemos ver... entoncesestamos al margen, lejanamente cercanos al presente... que hoy, ahora,siempre... (menos en este instante) es pasado.Entonces, aquello que alguna vez pude escribir (o contar), quizs en lainmediatez de la necesidad, quizs en la ignorancia de la primera vez...fue... al menos parcial, subjetivo... falaz, lejano si de esa otra realidad que amis ojos fue oculta por las circunstancias.Si algo me ense el tiempo fue a corregir (o al menos admitir) miserrores, a buscar el equilibrio, la paz que da la felicidad (propia y ajena), ya tratar siempre de rescatar lo mejor del pasado;Escuchaba voces en mi mente, quizs solamente porque estaba dispuesto aescuchar, aun en el silencio; el silencio. De la misma forma la oscuridadresguardaba un mundo infinito, lleno de luz, que me atreva a encontrarcerrando mis ojos al mundo real.Fue tarde cuando intent volver a ver y escuchar, una caravana deconfusiones de otredad ocultaba el camino a mi locura perfecta, fuientonces un naufrago en una isla perdida de los mapas y la memoria, fuimensaje en una botella condenada a hundirse hasta fondo del mar... perolo peor fue darme cuenta, que aquella isla no exista, que yo no eramensaje alguno, y que ni siquiera era un naufrago...Como si de otros lados fuera el brillo de la luz que ilumin mi visin, sentque no deba decir aquello que alguna vez dije, que no deba describir estoque vi tan claramente, porque el cuento es siempre otro y no el que intentocontar... claro que el destino que hoy y siempre nos toca actuar no puedeser simple casualidad... algo de culpa... tenemos, al menos por omisin...quizs.Y despus de conocer la culpa algo sucede, casi siempre es igual; eltiempo, el espacio, se aletargan, se congelan, y sublimados desaparecen...

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    algunos intentan encontrar una salida, a otros simplemente les da lomismo, y se sientan a esperar. Sentadas vi a mi lado ms personas de lasque pude llegar a contar, el perdn lleg con el olvido, por suerte tambinaprend a olvidar...Claro, como siempre... el cuento es otro, de alguna forma todo aquello queno soy, o al menos todo aquello que yo no pude ser, y en cada uno de esosotros mi verdadera historia, el verdadero yo, las palabras que no dijeentonces, ni dir jams, conforman el relato verdadero, y mi locura.

    Otro Cuento (Olvidar)

    Si pudiera al menos recordarla, es que adems perd la memoria, es aqudonde la magia termina y descubro la carta escondida, lo vaco de mismanos llenndose de mentiras, quizs es tiempo de empezar a terminaraquello que no recuerdo haber comenzado...Lo llamativo de su rostro, era la forma de su boca, el dibujo formado por elcontorno de sus labios eso, o eso sumado a los lentes entre ovalados yrectangulares claro que ahora, que lo pienso bien, lo verdaderamentellamativo eran sus ojos; la ausencia de ellos, escondidos tras el reflejo dedos cristales polarizados que; mostraban mi propio rostro, desfigurado enla angustia de encontrar algo inexistente, un signo inequvoco para noolvidar para que no suceda lo de siempre, lo de ahora; tratar derecordarla y encontrarme con otra cosa, con mi estupidez, la ausencia, unreflejo de m que no soy, ni fui; la otredad.

    Otro Cuento (Oscuridad)

    Una vez ms acostumbrar los ojos a la oscuridad para poder ver, intentarencontrar en ella el sentido de orientacin, estirar un brazo y querer conlos dedos descubrir una forma inexistente, y entonces, no tener idea dedonde se encuentra la propia mano. Ahora extender el otro brazo, intentarencontrarse a uno mismo, o a la mano perdida (para luego situarse enalgn lugar), pero todo es ignorancia, y los ojos no pueden acostumbrarsecuando no hay contrastes y todo es oscuridad.El momento de la sorpresa; una mano que encuentra otra, pero... esrealmente mi mano?... el momento en que la luz desapareci parecieraestar infinitamente lejano en el tiempo, y aferrarse a una mano que nisiquiera es mi mano es quizs la nica esperanza. Cuando siento que

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    aquella otra mano aprieta firme mi mano, s que siente la mismaesperanza, que imagina en m al gua que la saque de este abismo oscuro.Me animo entonces a dar un paso, y otro, y otro ms... esa falsa seguridadque me da llevar a alguien, o dejarme llevar, de la mano; desaparece altropezar torpemente con algn objeto (tal vez una silla o una mesa o unalampara o un silln), y en el acto ms absurdo de todos dejo que se suelte.Un sentimiento de fro y profunda soledad se convierte en la ms amargade las tristezas cuando aun con ambos brazos extendidos, movindolos deun lado a otro no puedo lograr encontrarla.Despus de vencer el temor a avanzar logro llegar hasta lo que parecieraser el marco de una puerta, o de una ventana, y decidido a escapar deaquel lugar intento encontrar la forma de abrirla... es entonces cuandojunto con el picaporte (porque al final era un puerta), encuentro aquellamano perdida, y juntos; abrimos la puerta a la luz. Del otro ladodescubrimos la verdad, la nica forma en que se puede salir de laoscuridad; mi mano haba encontrado mi otra mano, yo habaencontrado... a mi otro yo.

    Otro Cuento (Viajar en tren)

    Ahora viajar en tren, viajo... o mejor; viajamos... nuevamente hacia unmismo destino, desmitificada la accin de trasladarse de un punto a otroya no busco (ni buscamos) inexistentes fantasmagoras que slo habitan enmi mente...Puedo quizs ver y contar otras historias ms interesantes, por ejemplo lade aquel hombre que lleva una sierra (o un pequeo serrucho) en unabolsa;l formara parte de un cuento en donde debe separar las ramas (queintentan con sus pocas posibilidades aferrarse) de un tronco, porque ese essu trabajo... y las personas en cambio se separan sin su ayuda, o eso es loque piensan al creerse dueas de sus destinos, destinos que en realidadmanejan otros.O tal vez su trabajo consiste en cortar maderas, darles forma y construirmuebles, una vieja profesin que desaparece poco a poco, en su taller lamadera espera que la nueva herramienta le de la forma esperada, osoada quizs cuando era parte de un tronco... y las personas en cambio,cambian solas, sin su ayuda, o eso es lo que piensan.Y sin embargo una vez ms... el cuento es otro;Creerse dueo del destino cuando en realidad otros lo manejan... no soyyo el que viaja en este tren, yo viajo en otro, a un mismo destino, paralelo,equidistante... el reflejo en la ventanilla muestra la realidad; quien viaja en

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    el tren lleva una bolsa con una sierra (o un pequeo serrucho), yo encambio tengo las manos vacas... me resta saber si soy yo o mi otro yo, elreflejo o quien lleva en sus manos el destino.

    Otro Cuento (El verdadero yo)

    El verdadero yo no escribe, no cuenta, ni relata aquellas cosas que sesuceden a su alrededor, mas bien se aprovecha de las circunstancias (deahora en adelante llamadas necesidad de cerrar los ojos), y al vermeabstrado en realidades distintas, se lleva de la mano una de mis musas,quien (producto de la embriaguez) al no reconocerlo, suele dejar en suspalabras el divagar de mi inspiracin.Cuando el verdadero yo siente la necesidad de cerrar los ojos, aquellamusa se distrae en ojos ajenos de silencios profundos, y dejndose llevaruna vez ms por el deseo de otro; despliega hoja tras hoja mis secretos.Nada podemos hacer (ni yo, ni el verdadero) por cuidarlas, los ojos secierran por necesidad... lo sabemos.

    El empedrado, las hojas secas, y el aroma de los Tilos en el viento; la traende vuelta, llega ella, llegan otras, y rpidamente se despliega una danzaetrea de palabras no ordenadas (quizs nunca) de esta forma... como en lasombra que produce la luz descubrimos la forma de un objeto, en el temora perderlas veo la verdad de todo esto; no son mas las palabras, no sonmos los versos, con tan slo cerrar los ojos...

    Eran las siete de la tarde, ya de noche en este Otoo gris, ceniciento, otrofue quien la dej partir, no el verdadero de mis yo. Nada haba de especialen dejar la estufa apagada, envolverse en frazadas, y con la poca luz delviejo velador leer una vez ms aquella novela, pero en el ritual seescondan las mismas sorpresas que se encuentran al leer nuevamente untexto y descubrir aquello que no dijo el escritor; palabras de musaacalladas por un capricho humano... ella lo dijo o escribi en mispensamientos, justo antes de quedarme dormido.

    La ciudad aquella noche pareca ms ajena que nunca, dnde estaban loslugares a los que siempre iba, dnde estaran vagando sus amigos, susconocidos... - eran otros tiempos, tambin es cierto que hace fro pens.Sentada en el banco de una plaza estaba una mujer, pareca perdida en suspensamientos, y tambin pareca que ni siquiera estaba en aquella plaza,

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    como si fuera parte de la plaza misma, hacindose invisible, como losrboles entre los rboles, o los bancos entre los bancos. - hola, te veo cara conocida, pero no s de donde - - puede ser; yo tambin siento que te conozco - - estoy buscando un bar que estaba por ac, pero parece que lo cerraron - - si, puede ser, yo estaba haciendo tiempo... - - espers a alguien? - - no, alguien me est esperando, pero puede esperar un poco ms -Juntos buscaron un bar, y siguieron buscando hasta encontrarse el uno alotro en una misma mirada, reflejo del reflejo de sus ojos, en la cama,refugindose del fro y la soledad.A la maana estaba solo, una nota deca; no, no nos conocamos.

    El verdadero yo no escribe, no cuenta, ni relata estas cosas que slo sabenmis musas, l espera agazapado y escondido del otro lado de un espejo, elmomento de oscuridad en que los reflejos desaparecen, para mostrar sumscara de orate tristemente feliz, y llevarse engaadas mis musas haciaotro cuento.

    Otro Cuento (Los otros)

    En un principio, yo quien escribe y el verdadero yo, nos conocamosquizs demasiado, casi no necesitbamos hablarnos, salvo en extraascircunstancias de la vida (esa necesidad de cerrar los ojos), y nosentendamos ponindonos de acuerdo con simples miradas, encontradasen cada espejo... antes.Lleg el da de ver entre espejos enfrentados, que no ramos los nicosque decidan sobre los actos de aquel yo (el otro) que surgi de repente, aligual que otros, en cada nuevo reflejo. Cada cual llevaba en su mente unaidea sin terminar, en su alma un sentimiento incompleto complemento demuchos otros, y en sus manos cristales de diferentes colores para ver larealidad o dejar de verla.Despus el caos, y el orden en el caos... formando en cada giro un mandalaparticular, nuestro (porque ahora es nuestro) caleidoscopio muestra unacosmografa cambiante en donde mi locura perfecta fue perdida.Ahora, a riesgo de perder mis musas, la necesidad de cerrar los ojos metrae de nuevo a mi locura, y aqu no hay otros, en la oscuridad meencuentro slo frente a los dioses... pero no s quien soy.

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    Otro Cuento (Ajedrez)

    Una vez ms en el mismo juego, las mismas fichas y hasta el mismocomienzo; movimientos simples que preparan la partida llevndola a otronivel de complejidad. Es entonces cuando surge la genialidad, la locura, laestrategia o la equivocacin, y se inician una tras otras las sustitucionesBlancas y negras, las cosas en su lugar, y tal vez en el lugar en donde nodebieran, la simple batalla se transforma en su transcurrir en complejasituacin de la que no escaparan reyes protegidos entre torres, porcaballos, alfiles y peones... cuando las reinas decidan usar su poder y al finsacrificarse para que todo pierda su equilibrio y el tablero se incline a unlado o al otro.

    Mientras tanto, olvid mencionarlo; el jugador no es otro, es tambin elmismo de otros similares juegos; yo el mismo y nico perpetrador de mipropio destino ldico, condenado a ganar y a perder.

    Y si bien el jugador es l mismo, mismas son las fichas, mismo juego sonotros los movimientos que se llevan largas horas de sus das en serplanificados y ejecutados, para luego, desde el otro lado, ser contestadossiempre con la ms inesperada de las jugadas. Es claro que se conocen, losjugadores son o mejor dicho es slo uno, y no hay secretos, l intentaengaarse, y a veces lo logra, y se sorprende

    Es claro adems que son muchas las voces y slo dos los colores en lasfichas (y en los cuadros que forman cuadros y el tablero) del tablero. Otrosse forman en grupos, se piden y dan consejos; que esta no, mejoraquella, cuidado con la reina, un caballo vale ms pero pero lasotras voces distraen mi yo verdadero, lo confunden con jugadas que pudehacer, y no hice, con jugadas que podra hacer si despus pero despusme toca a m, y se eliminan posibilidades mientras ms las pienso.

    En blanco y en negro, cuadricula finita en Ajedrez eterno, la partidarecomienza despus de cada movimiento, yo, mi otro yo, aquel al quellamo verdadero, y todas esas otras voces que dan y piden consejos; unavez ms en el mismo juego. En ambos lados del tablero la misma cara, elmismo gesto, intentando engaarse, fingiendo un error por completocalculado uno, contestando con un movimiento de aparente sin sentido elotro... cuantas veces en la misma situacin, fui ganador y a la vezperdedor, nico jugador en este juego... el nico sentido; jugar.

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    Otro Cuento (Es otro quien escribe)

    No es otro el cuento; es otro quien escribe.No soy yo quien lo dice; es aquella parte de m, que nunca conforme conmis decisiones, termin un da por dejar de opinar, hasta hoy;

    Eramos buenos amigos, yo (l verdadero), y yo (el otro), compartamosgran parte de nuestros gustos, y la mayora de las veces pensbamos igual,con decirte que hasta escribamos juntos... se hablaba de nosotros.La necesidad de cerrar los ojos dej lejos de mi destino la posibilidad dever aquella mujer...Aquella que yo (el verdadero) decidi invitar a salir, a una plaza, a un bar,a caminar por empedrados de vas muertas, a correr sueos sin alas, adescubrir la ilusin que encierra el sueo, juntos... y juntos despertar.Al abrir los ojos lleg la tristeza se acallaron mis palabras, no poda ser yo(el otro) quien continuara escribiendo, hasta hoy...Ocultos; en el pasado los fantasmas de la vieja ilusin, encerrada en lasombra de un espejo sin luz; la tristeza. Embriagado una y otra vez pormusas que dejaron en torno a m palabras que nunca us (al menos yo),por usar otras cercanas al silencio, a la espera, o al dolor... mientras yo (elverdadero) dejaba en letras la inspiracin de mis musas en realidad decapor omisin lo que hoy quiero decir.

    Estoy intentando ponerme de acuerdo con mi otro yo, para decidir olvidarel pasado o construir uno nuevo, lamento que la decisin sea ma, pero...No soy yo quien lo dice; es aquella parte de m que suele negarlo todo.No es otro el cuento; es otro quien escribe.

    Otro Cuento (Quienes somos?)

    Tememos saber quienes somos en realidad...Palabras que no eran las mas dijeron; cuando te encuentres solo frente alos dioses... sern ellos quienes te dirn quien eres.Esta vez cierto estpido temor se apoder de aquel que no es miverdadero yo, ese otro entonces decidi no tener la necesidad de cerrarlos ojos dejndome as en los lmites externos de aquel mandalaeternamente giratorio, quizs all perdida estaba mi locura.Pero como siempre el tiempo; aquel instante que se hace eterno, aquel enque simplemente nuestras mscaras caen y nos vemos tal cual somos en

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    un espejo... el tiempo se perda una vez ms, y mi reflejo, aquel otro, seneg a verme cerrando sus ojos.Es muchas veces el temor culpable de nuestras omisiones, nos quita laposibilidad de encontrar la pieza que encaja exactamente con aquella quellevamos en nuestras manos, perdiendo as la oportunidad de armar una ymil veces el rompecabezas completo...Temor asociado a la verdad... la fe asociada a la mentira...Para animarse, atreverse, aventurarse, o arriesgarse a perder; hay quecreer como verdad la dulce mentira de sentirse ganador al menos por uninstante...Sin embargo lo que se busca no es ganar, ni perder... los resultados suelenser ambiguos. En el intento est el verdadero sentido de todo esto...Mi verdadero yo no escribe, ni cuenta, ni relata... es otro quien intenta unavez ms explicar un rompecabezas infinito conociendo solamente unapieza o dos...El verdadero yo encontr en una distraccin del otro la posibilidad, yahora descansa detrs de sus ojos cerrados, no quiere abrirlos; al abrirlosen un mandala giratorio pierde su locura, llegan musas, canciones, reflejosen reflejos y palabras que no escribe (por omisin) algunos dirn portemor, y no quiere... porque ahora; en la oscuridad de sus ojos cerradosreencuentra su locura, y all no hay otros, se ve solo frente a los dioses... yellos hacen su locura perfecta... temor?... (ellos dicen quien soy).

    Otro Cuento (Perinola)

    Al dejar las cosas una vez ms a la suerte, la perinola del Demonio ordenvolver al papel para encontrarme y encontrarla

    Musa que dicta en mis palabras que los lmites no separan, sino que,muestran el lugar exacto en donde nos unimos con la otredad;lneas imaginarias que entran y salen de nuestras almas, siempre encambiante movimiento buscando un complemento que a veces tarda enllegarniebla de espacio-tiempo ms all de la cual creemos est lo otro, sinsaber exactamente en dnde o cundolugar desde donde, despus de detener nuestros pasos, gritamospreguntando; -hola, hay alguien ah afuera? y desde donde escuchamosatravesando la niebla nuestra propia voz volver diciendo;- como siempreno, solamente nosotros -

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    Fue entonces, al volver a las hojas en blanco, cuando me vi en el mismolugar y en la misma situacin, que una y otra vez se repite, desde que seapagaron las luces de mi alma, y comenc a escuchar mis otras voces. Vilos otros puntos de luz; mis musas, sus palabras; la msica, y en lossilencios el placer, en los silencios que no son, gritos de un dolor que notermina, hacindose costumbre o felicidad.

    En el papel no es otro el cuento una y otra vez; es otro quien escribe

    Mi verdadero yo se juega el alma en la mesa del Demonio, en un bar deesta ciudad que no es ms que otra de las ciudades que hago mas cuandomis pasos franquean sus lmites...

    Desde la perinola, en la ltima vuelta los signos fueron claros, exactos,definidos el caleidoscopio me los mostraba uno a uno, los seis, una yotra vez... intent tirar, girar o cambiar una vez ms, pero seguan all; losseis signos que me decan quien soy, quien no poda ni puedo dejar deser... quizs alguien alguna vez responda;- hola, estoy ac -

    Otro Cuento (Ciego)

    Malditos los otros que intentan dejarme a solas con las musas malditoslos otros que no pueden hablar sino por mis palabras malditos los otrosque gritan en mi mente, sin dejarme pensar, imaginar, inventar, crearescribir y encontrarla una vez ms en mis textos.Fue el mismo da en que me dijeron no lo hagas, podes quedarte ciego -,fue aquel mismo da cuando lo mir firmemente, intentando cegar sus ojosy callar sus voces en mi cabeza, el disco perfectamente circular parecagirar, en el centro rojo, amarillo, intensamente naranja lo blanco enderredor se fue haciendo negroPens al fin, he quedado ciego sin embargo descubr que las voces eranahora ms fuertes y claras todas ellas en mi mente todas esas otrasvoces; mi propia voz.Cerr los ojos y el sol aun segua all no haba perdido la vista y sinembargo hasta hoy, cada vez que parpadeo veo un disco negro con unhalo blanco, y a las otras voces ya no les hago tanto caso nunca fui buenconsejero.

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    Otro Cuento (El sol y la luna)

    Cada da el Sol me hace olvidar la Luna.Ojos cerrados, y no es otro el cuento, es otro quien escribe una vez mspara mostrar mis omisiones, describir el otro lado de la luna, decir al fin loque nunca dije, y aquello que quizs no tenga oportunidad de decir... porejemplo;Hace dos noches no dorm, y no fue por mantener mis ojos abiertos, fue por algoparecido; la esperanza de llegar a verla... sin embargo fue como tantas otras; unanoche sin luna.Ayer amaneci un nuevo sol, otros dirn; otro sol es imposible lo cierto es quedej abiertos mis ojos para no olvidar su luz, sin embargo eso es justamente; loimposible.Anoche no esper ni busqu encontrarla entre estrellas, cerr mis ojos a la siempreciega fe, quizs la luna estaba ah afuera en el cielo, pero por primera vez no estabaen mis sueos.Hoy no vi el sol alumbrando mi camino, el recuerdo de su calor evidenci suausencia y fui en busca de tontas imitaciones... absurda tentacin que hace ver elespejismo como algo real o al menos tangible.Esta noche... maana... ser otra luna y ser otro sol... pero quizs; yo sea otro, ylas noches y los das... los mismos.Algo que pensaba imposible me golpea en la cara con la contundencia delo real, (de lo emprico).Los Astros desde su distancia hacen sentir que nos estn siguiendo, peroen realidad ellos siguen gravitaciones muy diferentes y muchsimo mspoderosas que nuestra ilusa mirada.De da sigo su luz a riesgo de quedar ciego, temo hablarle, pienso quizsno me escuche, y es precisamente por eso que la sigo en silencio, y laLuna es un viejo recuerdo olvidado en algn cuentoque no es otro slo que ahora me voy quedando ciego (o quizssiempre lo estuve), y cada da me cuesta ms y ms encontrar su luzCada da el Sol me hace olvidar la Luna.

    Otro Cuento (Objeto de la tentacin)

    Sueos; objetos de la tentacin y el deseo...Encontrar nuevamente en sueos parte de aquella realidad inexistentesalpicada de fugaces e intermitentes premoniciones, es otra vez algonuevo... cuando otro es el sueo, la realidad y las premoniciones.Nos fue negado el paraso, siempre y desde un principio, condenados a laeternidad del sufrimiento, de un dolor que aprendimos no slo a aceptar,

  • Otredades (Otros Cuentos)

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    sino adems a disfrutar y entonces; para celebrar por estos placeres quenos da el dolor fue que decidimos de comn acuerdo, aun sin siquieraescribirnos o llamarnos, llenar nuestros vasos y brindar una vez ms.Yo estaba en aquella punta de la ciudad que pareciera pertenecer a laciudad de al lado, mi otro yo estaba en aquel lmite de la realidad queparece pertenecer al territorio de lo onrico, ambos estbamos en el mismoespacio-tiempo que dimos en llamar presente, y que decidimos disfrutarhasta que nada quede en nuestros vasos.Del veneno del pecado lo dulce, lo fro, lo especial, lo embriagante desaber que este trago no tiene porque tener un buen final, la locura de loinesperado, lo importante de lo simple... y saberse acompaado, o almenos en un mismo y extrao lugar, o en otro (pero igual).Llamar a nuestros demonios para una vez ms intentar exorcizarlos, intiltarea cuando ambos somos los demonios de alguien ms, tanto nos gustasufrir que buscamos el dolor, y lo pintamos de rojo, y le damos nuestrapropia sangre, nuestro fuego, nuestros gritos, tal vez un silencio ajeno, yvolvemos a empezar.En la oscuridad de la noche ella detiene su vuelo en mis besos, surespiracin es la brisa ardiente del desierto, el contorno de su cuerpo unespejismo tan real como mis manos que lo recorren y la luz de sus ojos medejara ciego si no los cerrara al besarla de nuevo.Sus alas en descanso, en su piel el fuego del deseoUna vez ms sentirnos en la hoguera, esta vez sin saber en realidad sisomos nosotros o quizs otros quienes se retuercen entre las llamas delinfierno... sumergidos en el pecado, mis pensamientos, sus pensamientos,objetos de la tentacin.Con la normalidad de lo que se debe hacer, la sangre sigue su curso, desdeel simple nudo de una soga quizs demasiado apretada, pero est bien,demasiado bien... como morder su cuello o dejar morder el mo, tirar de supelo o dejar que tire del mo, hacerla rodar en el piso o dejarme atar porella, enredarla ms en el juego o dejarme enredar, y darla vuelta una vezms... o volver a empezar para encontrar nuevamente en sueos parte deesta realidad.Pareciera temblar cuando mis manos recorren su pelo y rozan apenas sucuello, cuando la ceremonia comienza ya no somos dueos de este juegoUna y mil veces me preguntara cmo fue que termin un ngel desnudo,en los brazos de un Demonio, perdida en el infierno... objeto de latentacin y el deseo.

  • Alan R. Ghenzi

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    Otro Cuento (Es...)

    No es otro el cuento, esLo parcial del universo en el que creemos vivir; la forma de una mismaforma, de una misma nube, o de la unin imaginaria del mismo grupo deestrellas, o de una misma mancha de humedad, o de la llama de unamisma vela; es para uno una cosa, y para otro, otra completamentedistinta parcialidad.Parcialidad; vivimos en un mismo universo el uno y el otro?... a veces s;cuando uno mira una nube en el cielo y ve en la forma a un ngel cayendo,y el otro mira la llama de una vela y ve en la forma al mismo ngel cadoardiendo en el infiernoCompartimos el mismo lugar, habitamos el mismo universo, cuandovemos el mal y pecamos.es otro quien escribe.

    Otro Cuento (Al mismo tiempo)

    Con mi mirada de este universo caleidoscpico en el que vivo cegada porel sol; ngel convertido en fuego... pienso; llegar el momento, y todos misotros yo (incluyndome a m, y al verdadero) tendremos la necesidad decerrar los ojos a un mismo tiempoPartir mi alma quizs a otros mundos, o quizs frente a los Dioses debermedirse en la balanza no puedo saberlo, creo que en realidad no meimport demasiado, ni ayer ni hoy.Me preocupa ciertamente todo aquello que pas y pas, y quisiera no sepierda y permanezca, al menos en parte, en algn lugar escrito...Es nuestra tarea, simple, cotidiana, a veces injusta, pero por demsplacentera; crear los mejores recuerdos para que valga la penaolvidarlos, o lo que sea se haga con ellos.Perdonadas las diferencias, encontrado el acuerdo, decidimos; contar uncuento, ste que es siempre el mismo, intentar, y dejar en ese intento, almenos un reflejo absurdo, abstracto o iluso de lo que somos o fuimos,porque llegar el da, aun para los eternos, cuando se termin el tiempo ysea hora de cerrar a un mismo tiempo el gran teln para siempre y tododetrs de nuestros ojos cerrados ser negro, oscuridades y completasoledad.

  • Otredades (Otros Cuentos)

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    Otro Cuento (Calma)

    Cuando en mis palabras no encuentro las palabras de otro, cuando en mipena no encuentro el rastro siquiera de otra pena, cuando en mi visin delas estrellas y del cielo nocturno la luna no encuentro el dese de alguienms; adems de sentirme solo, me siento solitariamente particular, osingular, siento que se han ido aquellos otros que habitaban en m, y quede alguna forma he muerto.

    Es entonces cuando me veo perdiendo los medios de alcanzar elcaleidoscopio, veo en cada espejo el simple reflejo de la luz, y en laoscuridad la nada... vemos lo que somos, lo que queremos ver, o ser ledijo a mi alma el seor de las tinieblas alguna vez, y siguiendo el ave de latempestad fui tambin ave, y tambin tempestad...

    Espejismos de Otredad distorsionaron mi visin del universo interior yexterior en el que supe volar, fui en tantas formas lo que quise o pude ser,habit en lugares y situaciones extraas a mi conciencia, fui aturdido porla furia de la tormenta en las postrimeras de los tiempos y vctima delms doloroso silencio...

    y como siempre luego fui calma.

    Pero los mismos aos que fueron calma trajeron consigo un ro de fuegoque me quema por dentro, silente montaa esperando estallar, mientrasyo espero el momento de ver en mis palabras las tuyas, reflejos,caleidoscopio que ros de lava que llevan verdades a unirse con las deotros algn da me lleven, se rompa el silencio, y no me sienta tan solo.

    Otro Cuento (Espejismo)

    Para escapar de la soledad cierro los ojos una vez ms, el ltimo medallnde metal se desliza desde mi mano hasta la suya, aun no s bien si vale loque cuesta, si el cambio es justo o si debo compartir este placer de fuego.

    Como siempre, otra vez es tarde, y recin ahora entiendo que; quien no serige por los horarios del tiempo, quien desconoce el valor de lo material,quien ve en cada cosmografa una abstraccin particular... que quien viveen eterno y abstracto sueo es... o debera decir soy... soy yo.

  • Alan R. Ghenzi

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    Es tan extrao decir soy, sobre todo cuando de un tiempo a esta partevengo mencionando a aquellos otros que habitan en m... es casi como undespertar, a una misma realidad que pretendemos (yo y mis otros yo)abstraer, distraer, bifurcar o retorcer tan slo para que ella se parezcaaunque sea un poco a lo que somos... a lo que soy.

    Estar y no estar, no saber en realidad si voy o vengo, si realmente caigonuevamente en el oscuro abismo de las almas tristes, o si, volando en lanoche negra espero que vuelva a salir el sol es entonces cuando creopercibir la otredad.

    Intuir esta otra realidad es el principio para aceptar que existe otra verdad,desmitificar los absolutos, y extrapolando la idea a otros planosreafirmar que estoy y no estoy donde creo o debo estar

    Se cobran las musas el precio de darme nuevamente alas, onrico dragnblanco en vuelo despliega un mensaje sobre la bruma, ros de lava viajan asu encuentro, desde algn sitio no tan lejano leo en sus palabras misdeseos...

    Decidmos compartir el placer de la visin pero no encontramos anadie a nuestro lado, quisimos buscar en la oscuridad, a nuestro alrededorlo negro de una habitacin sin luz, sentimos el fri en nuestras manos, allestaban las medallas de metal, quizs las musas no quisieron un pago elbrillo de una estrella ilumin en nuestras otras manos los papeles enblanco vacos slo para otros ojos

    ahora s que el otro cuento no existe fuera del espejismo de sus ojos.

    Otro Cuento (El silencio)

    - Era cantado, casi obvio que terminara as- Cmo podes hablar as?, era ms que un hermano para nosotros- Su silencio es ahora nuestro silencio, al cerrarse sus ojos hemos quedadociegos.La luna gris entre nubarrones y ladridos, empedrado fro en invernal noche estestigo de mis pasos, sobre la hoja del pual ya no hay brillo y voy dejando unrastro de sangre y dolor.Saber que al menos a uno haba herido me hace sentir mejor y valiente a pesar dehaber huido, claro que eran cinco cinco de mis mejores amigos.- Es que la bebida ya lo haba perdido, mira que se lo dijimos y l nada.

  • Otredades (Otros Cuentos)

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    - Yo no quise, pero ustedes lo vieron, se me vino encima, si no pongo elbrazo me saca un ojo.Al llegar a la esquina me doy cuenta que ya no me siguen, apenas se ve ladiferencia entre calle, neblina, nubes y cielo. La luna cuelga de algn techo y losperros se callaron, el silencio gan la calle.La discusin creo fue la de siempre, u otra, no importa, si ya saben lo que pienso, yque cosas me molestan, y por eso son (o eran) mis amigos, para qu seguirledando vueltas al asunto?- Nadie te hecha la culpa, fue en defensa propia- Todo era cuestin de tiempo.Ahora me siento mareado, me aturde el silencio, perd mucha sangre, el frocalndome los huesos, y esa luna que no se queda quieta no se queda no.Muchachos miren, creo que se est moviendo, che al final no lo mataste,vistes la pucha que es fuerte ste.Los nubarrones se mueven, tapan la luna, y escucho voces, deben ser ellos, alguiense acerca, los siento al acecho, vienen a vengarse, les va a costar, no se las voy ahacer fcil- Hay que llevarlo a un medico, est delirando, y pierde mucha sangre- Claro, y que mi brazo reviente.- Callate vos y veni a ayudar

    Cuando intentaron levantarlo, de su cintura sac el revolver, fueron cincolos disparos, certeros a sus amigos

    Ahora ya no hay voces puedo descansar del fro, esconderme en este callejnoscuro, cerrar mis ojos y que el maldito dolor

    Los otros muertos el otro no volver a abrir sus ojos el silencio dej lacalle cuando aullaron los perros.

    Otro Cuento (Negacin)

    Negando lo no real con una abrumadora conviccin se dijo una y otra vez; - no va a volver y era completamente cierto. - no va a volver no haba lugar a dudas. - no va a volver para qu, o porqu dudarlo? - no va a volver lejos estara mucho mejor. - no va a volver y alej un atisbo de esperanza que naci al escucharruido de llaves en el pasillo. - no va a volver ahora escuch risas femeninas afuera, pero no era ella. - no va a volver? se pregunt.

  • Alan R. Ghenzi

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    - no va a volver se contest. - no va a volver su voz retumbaba en la casa vaca. - no va a volver se dijo por ltima vez para s mismo.En aquel momento ella abri la puerta en silencio... el ruido del disparo lepuso punto final a la espera y al silencio.

    Otro Cuento (Escaleras; el camino)

    El camino de lo irreal esconde y muestra fragmentadas otredades,abstradas de alguna fantasmagora, tan abstractas e ilusorias como elpropio camino

    En ltimo trmino algo que no llego aun a comprender se sucede;Conviven hoy en un mismo espacio, en un mismo tiempo; mi verdaderoyo, mi otro yo, los otros, y yo, claro que a diferencia de ser reflejos enespejos enfrentados o voces en mi mente, son ahora entes corporeizados,todas estas personas que van y vienen, y que veo vagar deambulandoperdidas como zombis, orates o mis propios pensamientosSucedi aquel da, tuve que subir por las escaleras hasta mi departamento,como tantas otras veces, pero; subiendo, un piso ms arriba, pude verpude verme (por extrao que parezca) subiendo las escaleras. Intentalcanzarme, pero mi otro yo tambin apur sus pasos escaln tras escaln,decid de repente detenerme y bajar un piso fue cuando vi a miverdadero yo un piso ms abajo detenerse y no saber que hacer, mientraslos otros venan subiendo por la misma escaleraEl intento vano de cerrar los ojos para dejar escapar mis musas ellas yano estaban a mi lado, desde mucho antes; tiempo atrs escaparon a otrosojos, creo fue cuando aquellos ojos cruzaron miradas con los mos,aquellos ojos de profundas soledades, de mares lejanos de peligrosas olas,en donde quizs mis musas fueron a navegar por siempre.Abrir los parpados fue una vez ms encontrarme con esta realidad; misotros yo en el descanso, en los escalones, pisos arriba, y pisos abajo, y yoen el camino de lo irreal en torno a otredades abstractas que no son otracosa que mi propia imagen (espejismos) hecha realidad.En el recuerdo surge un sonido y un silencio una habitacin y unaausencia irremediable para siempre esta vez soy yo quien seencuentra tan ausente como los otrosAlguien sube por las escaleras, es el viejo vecino de mi piso l pasa atravs de mis otredades, de m, de mis otros yo, como si furamos humo,aire o luz o nada arriba ruido de llaves, puerta que se abre y se cierracon un golpe seco nuevamente el silencio, y el verdadero punto final.

  • Otredades (Otros Cuentos)

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    Del otro lado de esta realidad confluyen las lneas que trazan cada una denuestras otredades, lugar etreo en donde queramos o no, se unen lasilusiones, los sueos, y las esperanzas con nuestras almas todas ellas delotro lado de esta vana realidad.

  • Alan R. Ghenzi

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  • Otredades (Otros Cuentos)

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